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¿Cómo animar a leer?:
La labor de animación a la lectura en la biblioteca escolar consistirá,
pues, en un conjunto de acciones tendentes a favorecer el acercamiento del alumnado a los libros y asegurar su crecimiento
lector. Es importante que estas acciones se inserten en un proyecto
de lectura asumido y apoyado por toda la comunidad escolar y que respondan a un proceso de planificación y revisión periódica.
A modo de ilustración se presentan a continuación los elementos que deben tenerse en cuenta a la hora de elaborar un programa de
promoción de la lectura desde la biblioteca escolar. Este programa deberá estar recogido en el Proyecto Educativo del Centro para
garantizar la continuidad del mismo.
Los cuatro bloques que
siguen pretenden mostrar un amplio
abanico de posibilidades de acción de la biblioteca
escolar en su labor de
promoción de la lectura. Es difícil ofrecer una
clasificación de las actividades de animación
a la lectura puesto que están interrelacionadas y
habitualmente no se dan de manera aislada, sino
que aparecen mezcladas según el tipo de trabajo
que se realice y el carácter de la
programación en la que se incluyan.
Se ha optado por
agruparlas en torno a cuatro núcleos para
facilitar su presentación:
1.- Animar a leer desde el libro.
2.- Animar a leer desde la escritura. 3.- Animar a leer desde la oralidad.
4.- Animar a leer desde otros medios.
1. Animar a leer desde el libro:
El libro ocupa un lugar protagonista en la biblioteca escolar aunque comparta su espacio con otros soportes lectores. La colección de
libros debe configurarse a partir de una buena selección de títulos,
tanto de ficción como informativos, temas y autores, analizando previamente las necesidades e intereses del centro escolar.
Sin embargo, una biblioteca bien organizada y estructurada, con una colección excelente, no garantiza el aprovechamiento de sus fondos
por parte de los alumnos.
Es necesario favorecer el acercamiento entre libros y lectores,
descubrirles las posibilidades de utilización de los diferentes modos de lectura. Por eso, con una responsabilidad pedagógica mayor que la
de otras bibliotecas (públicas, municipales, etc.), la biblioteca escolar
debe dinamizar estos fondos a partir de diversas acciones dirigidas a captar usuarios y formarlos como lectores.
Se trata de favorecer en los alumnos el desarrollo de sus competencias como "lectores polivalentes", es decir, formar
lectores que no sean meros consumidores de libros, sino sujetos capaces de variar sus modos de lectura de acuerdo a sus intereses y
necesidades. Es importante que desde sus primeros años los niños y niñas tengan, antes incluso de aprender a leer, la oportunidad de
establecer una relación afectiva con los cuentos. Esta relación se
inicia con la narración oral y la lectura en voz alta. Más tarde, es necesario favorecer un encuentro más personal con el libro en el que
el lector descubre sus gustos y desarrolla habilidades en relación con los textos.
Este proceso complejo no se consigue de forma espontánea sino que precisa de adultos mediadores que ayuden a los niños y jóvenes a
desarrollar una práctica reflexiva de la lectura y a descubrir sus "recompensas"5:
"Si está escrito por un verdadero entusiasta, un libro permitirá al
lector comprender por qué hay gente dedicada al estudio del leopardo, del DNA, del traje victoriano, de las plantas alpinas o de
cualquier cosa.
Si está escrito por un autor perspicaz y preocupado, un cuento o una novela permitirán al lector que no sólo comprenda sino que simpatice
con las personas que son diferentes o que se encuentran en
situaciones o circunstancias distintas. El lector siente como si fuera miembro de un grupo minoritario, como
si viviera en tiempo de guerra o como si fuera disminuido, como si estuviese enamorado sin esperanza o como si estuviese intimidado
en la escuela."
La biblioteca escolar, espacio "democratizador" por excelencia, es el
lugar ideal para desarrollar y enriquecer el camino lector de todos los escolares. La literatura infantil y juvenil ofrece unas posibilidades
muy favorables en el desarrollo de esta afición pues tiene en cuenta
los intereses de los niños y jóvenes de hoy, así como sus capacidades para acceder a los textos, según las diferentes edades.
Así, las actividades que se plantean en este apartado se ofrecen como propuestas para ser llevadas a cabo en la biblioteca del centro y
establecer ese contacto básico y necesario de los lectores con los libros.
No se trata, por tanto, de organizar actividades espectaculares sino
de establecer verdaderos proyectos bien planificados que ayuden a
los niños y jóvenes a desarrollar destrezas y aficiones lectoras.
Presentación de libros:
La actividad plantea un contacto real entre los libros y los lectores dentro del espacio de la biblioteca. Dar a conocer una amplia
variedad de libros a los alumnos supone ayudarles a descubrir que
hay posibilidades para todos los gustos e intereses.
Por otra parte, en muchos casos esta actividad despierta en los niños y niñas la curiosidad por conocer temas nuevos. Perfectamente
ordenados en las estanterías, los libros pueden convertirse en objetos anónimos que no llaman la atención de los posibles lectores.
Cuando los alumnos acuden a al biblioteca del Centro se encuentran perdidos ante montones de volúmenes que no tienen significación
para ellos. Por eso, la presentación de algunos libros a partir de la explicación sobre los contenidos hace que el lector encuentre razones
para leerlos o para rechazarlos en favor de otro más interesante para
él.
Así, los libros adquieren un sentido a través de la descripción de sus rasgos y características. La persona que realiza esta exposición debe
contagiar a los alumnos su entusiasmo por las lecturas seleccionadas.
La forma de presentar los libros debe ser divertida y atractiva. De
este modo los niños sabrán que se trata de propuestas de ocio y
entretenimiento. Algunos ejemplos de presentación de libros son:
Desde un rincón de la biblioteca que se decora para realizar estas actividades. Los bibliotecarios presentan los
libros y éstos permanecen un tiempo en un expositor para que los niños los puedan utilizar.
Un personaje de ficción, caracterizado con la ayuda de un disfraz, acude a la biblioteca de forma periódica a hablar
de los libros que le gustan (una bruja, un pirata o personajes conocidos de los libros que atraen a los
niños).
Una pantalla de TV vacía tras la que el bibliotecario se coloca para presentar las noticias sobre las lecturas
recomendadas. Un alumno o un grupo de alumnos prepara la
presentación y expone ante el resto de compañeros su opinión e interés por determinados libros.
Para conseguir estos resultados debemos insistir en la importancia
que tiene el proponer lecturas variadas, combinando libros de ficción, cómics, libros informativos, etc., buscar la pluralidad de intereses
lectores y favorecer su enriquecimiento, pues es necesario utilizar
diversas estrategias de interpretación para acceder a los diferentes tipos de texto.
Guías de lectura:
Las guías de lectura son listados de libros que se seleccionan desde la
biblioteca y que ofrecen una propuesta de calidad a los lectores. En
principio, estas guías permanecen en la biblioteca pero también pueden ser enviadas a las aulas o a las familias. Se convierten así en
materiales que difunden y extienden las recomendaciones de la biblioteca fuera de ésta. (Pueden ser enviadas también a centros
culturales, asociaciones, hospitales, etc.).
Las guías deben estar bien estructuradas y aclarar aspectos concretos con la ayuda de apartados que permitan un mejor conocimiento del
tema abordado. Pueden llevar una breve reseña con el fin de orientar sobre los contenidos de cada obra y la edad de los destinatarios.
Las guías de lectura deben tener un atractivo estético pues su función
es hacer publicidad de los libros, invitar a los lectores a sentirse atraídos por ellos. Se pueden realizar en imprenta con mayor calidad
gráfica o se puede optar por la fotocopia si el presupuesto es escaso.
En cualquier caso, es importante que estén muy claros los
contenidos, que no sean excesivos para no abrumar con demasiada información y que presenten una oferta de cierta calidad.
El proceso de elaboración puede hacerse consultando los catálogos de las editoriales, los listados bibliográficos que publican algunas
instituciones y acudiendo a las bibliotecas públicas. Estos materiales tienen sentido en sí mismos, pero adquieren mayor
fuerza si se realizan junto a una actividad de animación, con una exposición o acompañando un taller. De esta forma, despertamos con
mayores garantías el interés de los lectores por los libros que se ofrecen en la guía.
Clubs de lectores:
Son grupos de niños o jóvenes que se reúnen periódicamente en la biblioteca para comentar sus lecturas e intercambiar sus opiniones.
Con estas actividades se favorece la creación de una "comunidad de lectores" (término utilizado por la profesora Teresa Colomer), es
decir, que la lectura reúne a un grupo de individuos a partir del conocimiento común de un autor, un tema o un hecho literario
compartido.
Esta dimensión de la lectura como un placer que no sólo se disfruta
en soledad sino que favorece la comunicación con el grupo, es uno de los aspectos más gratos y enriquecedores que aportan estos clubs de
lectura a los niños y jóvenes participantes. Se llevan a cabo desde hace años en algunas bibliotecas públicas, como, por ejemplo, la de
Clamart, en París.6 Las recomendaciones de los adultos les llegan en muchos casos con la dificultad que se deriva de la diferencia de
intereses, propuestas y gustos.
Por tanto, resulta fundamental el favorecer una vía de información
horizontal, entre iguales. Esta es una de las razones por las que surgen en las bibliotecas los clubs de lectores que, asesorados por el
bibliotecario, exponen a los demás su opinión sobre los libros que previamente han leído. El hecho de tener que presentar los libros a
los demás les descubre el aspecto utilitario, comprenden que su aportación ayudará y estimulará a otros, aprendiendo a valorar las
opiniones del grupo. En muchas ocasiones el club de lectores tiene un espacio propio donde expresar opiniones y comentarios, mediante
diferentes posibilidades de comunicación que trascienden la propia biblioteca (programa de radio, revista escolar, etc.).
Todas las actividades que se explican en este apartado no son propuestas aisladas sino que se relacionan entre sí, pues en muchos
casos persiguen los mismos fines.
Además, se enriquecen con nuevos aspectos ya que se necesitan
conocimientos que van más allá de lo literario, por ejemplo, en el caso de la realización de un programa de radio, de un periódico, etc.
Por otra parte, estos soportes resultan muy motivadores para los
alumnos.
Encuentros con autores
El hecho de establecer un contacto personal con un autor tiene un atractivo importante, al que no somos ajenos los adultos. Una
persona tan especial, con una profesión que tiene algo de mágico, se
acerca al mundo cotidiano de los lectores para desvelar sus rasgos humanos. La atracción y la curiosidad por conocer qué se esconde
detrás de estos personajes impactan siempre.
Los encuentros de los alumnos con autores de literatura infantil y juvenil se proyectan desde la biblioteca escolar para hacer que , en
ocasiones, ésta sea foro de debate sobre la lectura, favoreciendo el intercambio de experiencias entre escritor y lectores. Esta actividad
ayuda a los alumnos a interesarse por el acto de escribir y les invita a descubrir sus posibilidades creativas. Los lectores desmitifican así la
profesión de escritor considerándola más cercana, más real.
Por otra parte, una lectura exhaustiva del mismo autor permite a los
alumnos adivinar las claves que presiden su obra, conocer un estilo propio de escribir y establecer comparaciones con otros autores.
Para alcanzar un resultado positivo los educadores deben hacer una lectura de la obra del autor que van a presentar a los alumnos,
recibiendo previamente del responsable de la biblioteca del centro documentación sobre el escritor y su producción literaria.
A continuación, se preparan las actividades de motivación que
intenten despertar el interés de los alumnos por alguno, al menos, de
los libros. Proponemos aquí dinámicas divertidas que permiten al alumno elegir con libertad el libro que más le interese dentro de la
obra del autor y decidir su propio ritmo de lectura. Dos ejemplos son:
Encuentro en la biblioteca con Andreu Martín.
Experiencia en una escuela con Roald Dahl.
En algunos casos, cuando el centro escolar no cuenta con un presupuesto para acometer el gasto de la estancia del autor, las
editoriales pueden colaborar económicamente. Sin embargo, hay que establecer claramente algunos requisitos imprescindibles, como el
que no se utilicen estos encuentros como medio para vender libros,
ofrecer toda la obra del autor y, algo muy importante, reunir para
estos encuentros a pequeños grupos con el fin de favorecer un verdadero intercambio de experiencias y opiniones.
Muchas veces los adultos que organizamos estas charlas nos preocupamos por la cantidad de preguntas obvias, muy parecidas
siempre, que los chicos hacen a los autores. No olvidemos que se trata de curiosidades que para ellos tienen sentido. No obstante, la
preparación previa de la lectura de los libros y una reflexión en clase ayudarán a los alumnos a profundizar en sus preguntas y el
encuentro resultará más enriquecedor para todos.
Libro-fórum:
Es necesario que la biblioteca escolar tenga vida, que se convierta en
un espacio para la comunicación. Ésta puede darse en varias direcciones:
Modos de comunicación:
Lector << Libro Lector << Otros lectores Adultos (Bibliotecarios, profesores) << Lectores
En este sentido, en muchas bibliotecas se realiza una actividad
denominada Libro-Fórum, que engloba todas estas posibilidades comunicativas que surgen a partir de la lectura común de un libro.
Se propone el título elegido al grupo de alumnos teniendo siempre en
cuenta los intereses y experiencias de los lectores. Pasado el tiempo adecuado para su lectura, se establece una fecha de
reunión donde se realiza la exposición del libro por parte del grupo. Estos alumnos deben ser informados previamente sobre algunas
pautas que han de observar. Durante el debate el bibliotecario participa como moderador, no imponiendo criterios propios sino
facilitando que sean los alumnos los que lleguen por sí mismos al
análisis de los contenidos.
Esta actividad no debe organizarse de manera aislada pues a partir de la práctica de este tipo de debates los lectores desarrollan
gradualmente su capacidad para reflexionar sobre aspectos más profundos de la lectura. Para ello el bibliotecario hace preguntas a los
alumnos que les van dando pautas sobre lo más interesante de un libro.
Así mismo, es importante insistir en preguntas como ¿qué es lo que más os ha gustado? ¿cuál fue la situación más divertida? ¿con qué
personaje os identificáis? etc. De este modo se pone de manifiesto el
sentido placentero que aporta la lectura. La elección de los libros es importante. No vale cualquier cosa. Se pueden elegir títulos que sean
polémicos, ambiguos en su planteamiento, con finales abiertos, etc.
Los chicos, entonces, deben tomar partido, exponer una opinión con mayor riesgo de confrontación, con lo que se enriquece su
experiencia de lectura.
En algunos casos se proponen libros que tienen una versión cinematográfica y se comparan así dos lenguajes diferentes para una
misma historia.
Temas, géneros y personajes:
La biblioteca es un espacio de libertad donde debe asegurarse la
posibilidad de elección por parte de los lectores, respetando sus gustos e intereses.
Sin embargo, como mediador, el bibliotecario tiene la responsabilidad de ayudar a crecer a los alumnos y alumnas en su proceso lector,
provocándoles continuamente con sugerencias atractivas de lectura. La biblioteca se concibe así como un lugar para descubrir diferentes y
variadas opciones que dan respuesta a múltiples necesidades. Es necesario formar a los usuarios para que sean capaces de
desenvolverse con facilidad entre distintos géneros, temas y soportes.
De este modo, desde la biblioteca se plantea la realización de actividades dirigidas a descubrir las claves de un género literario o las
posibilidades de tratamiento e interpretación de un tema concreto. Éstas se planifican a lo largo del año, dentro del proyecto general de
la biblioteca, y tienen un carácter más esporádico, con diferente duración unas de otras, de acuerdo con la dinámica del centro
escolar.
Las propuestas deben hacerse de forma compartida entre
bibliotecarios y docentes, con el fin de que respondan más eficazmente a las necesidades de la escuela y formen parte de la
Programación General Anual, implicando así, desde la lectura, a todas las áreas curriculares.
Estas actividades se complementan además con talleres,
exposiciones, charlas, etc., con lo que se obtiene una visión más amplia del tema elegido.
Diseñado el plan de lectura, hay que planificar de igual modo las actuaciones y bloques de actividades que en él se contemplen.
El esquema siguiente recoge el proceso de realización de un programa de animación elaborado en torno a un tema, un género,
etc.
Procedimiento para diseño de animaciones:
1. TEMA. Lluvia de ideas: palabras relacionadas.
2. Posibles TÍTULOS para la animación.
3. DOCUMENTACIÓN individual:
• Lectura de artículos relacionados con el tema.
• Lectura de informes de actividades sobre temas
similares.
• Búsqueda de lecturas (libros, películas, discos, otros).
4. PROGRAMACIÓN:
• Redacción de objetivos.
• Fase de motivación (estrategias publicitarias: carteles,
etc.).
• Eje argumental (marco simbólico).
• Actividades:
• de lectura,
• de creación,
• otros juegos y actividades (talleres.).
• Temporalización.
• Recursos.
• Procedimientos de evaluación.
• Selección y dinamización de las lecturas:
• Expositores,
• Presentaciones,
• guías: título y apartados,
TEMAS ACTIVIDADES
• La NOCHE
• Recopilación de canciones y poemas
sobre la noche, la luna, la oscuridad.
• Catálogo de personajes literarios
nocturnos (vampiros, búhos,
personajes de los sueños.)
• Velada de cuentos al anochecer.
• Representación teatral de un cuento
al aire libre con la noche como
escenario.
• El AMOR
• Encuentro con un autor significativo
en el tema del amor.
• Concurso de declaraciones de amor.
• Ciclo de películas de amor.
• Lectura de poemas románticos en voz
alta.
• La COMIDA
• Taller de cocina donde se realizan
diversos guisos a partir de la lectura de recetarios de cocina o
inspirándose en obras literarias.
• Actividades de creación literaria
utilizando el lenguaje culinario
(palabras dulces o picantes, historias saladas, frases tiernas...).
• Recopilación de refranes y
expresiones populares inspiradas en la comida.
• La ECOLOGÍA • Elaboración de un dossier de prensa a
partir de sucesos sobre temas medioambientales.
• A partir de problemas ecológicos
planteados en otras literarias, organización de libro-fórums,
confrontando opiniones y puntos de
vista.
GÉNEROS ACTIVIDADES
• El TEATRO • A partir de una historia con final
abierto, representar con mímica distintas versiones elaboradas en
equipos.
• Acudir a representaciones teatrales
diversas: teatro de calle, una ópera,
teatro experimental.
• Adaptar un cuento a la estructura de
una obra dramática.
• A partir de la lectura de una obra
teatral, trabajar la escenografía, investigando para ello en libros
informativos.
• Los DIARIOS • Exposición y presentación de libros de
ficción escritos en forma de diario.
• Presentación de personajes que
exponen a los niños y niñas diferentes tipos de diario: diario
íntimo, diario de un navegante, diario
de un biólogo, diario de unas vacaciones.
• Realización de un diario
aprovechando una época especial
para el centro: semana del libro, carnavales, una excursión, etc.
• Las CARTAS • Correspondencia con los lectores de una biblioteca escolar de otra ciudad.
(Contar cómo es la vida de la
biblioteca, sus libros preferidos.)
• Envío de cartas a los autores.
• Entrevista con un cartero de la
ciudad. Se prepara, previamente, por
parte de los niños (realización de las preguntas, documentación sobre el
tema.)
• Diseño de sellos especiales para
cartas fantásticas.
• El HUMOR • Narración de cuentos de humor.
• Lectura en voz alta de fragmentos
humorísticos, extraídos de obras clásicas (El Quijote, El Lazarillo.) y
posterior elaboración de un cómic basado en dicho suceso.
• Realización de caricaturas a partir de
descripciones de personajes que aparecen en las obras humorísticas.
PERSONAJES
LITERARIOS
ACTIVIDADES
TINTÍN
• Recopilación de insultos y
expresiones malsonantes puestas
por Hergé en boca del capitán Haddock.
• Elaboración de una guía de viajes a
partir de la lectura de las aventuras
de Tintín.
• Redacción de supuesto diálogo
entre Tintín y un viajero de hoy.
PINOCHO
• Concurso de mentiras y
travesuras.
• Taller de marionetas de madera.
• Búsqueda en las obras de ficción de
personajes famosos por su nariz (como Pinocho).
• A partir de la lectura de la obra
original de Collodi, tratar de situar en un mapa de Italia los escenarios
de sus aventuras, utilizando las
sugerencias de la propia obra.
SHERLOCK HOLMES
• Lectura de pistas para deducir la
identidad del asesino en una obra de Sherlock Holmes.
• vídeo-fórum donde se compara el
relato de Conan Doyle con una de
sus adaptaciones cinematográficas.
• Lectura de fragmentos de obras de
Conan Doyle donde se describen personajes malvados y confección
de retratos robots para un fichero policial de sospechosos.
ROBINSON CRUSOE
• Exposición de libros informativos
sobre supervivencia.
• Envío de mensajes en botellas a
otros colegios.
• Realización del diario de un
supuesto náufrago durante su estancia en una isla desierta.
• Debate sobre el tratamiento del
náufrago en diferentes narraciones de "robinsones".
Animar a leer desde la escritura Lectura y escritura
Desde la perspectiva de la promoción de la lectura la escritura se percibe como una tarea estrechamente ligada al hábito y el placer de
leer. Supone reforzar la relación entre el niño y el lenguaje, el que moldea con la escritura y del que se apropia activamente. Esta
posición activa alimenta su papel como lector favoreciendo no sólo el
aumento de sus lecturas sino también un crecimiento cualitativo de éstas.
Al igual que en el caso de la lectura, la sociedad actual exige dominar
la escritura para resolver, no sólo asuntos intelectuales sino también de índole cotidiana.
"En este contexto escribir significa mucho más que conocer el
abecedario, saber "juntar letras" o firmar el documento de identidad. Quiere decir ser capaz de expresar información de forma coherente y
correcta para que la entiendan otras personas."7
La escuela tiene que responder a estas exigencias fomentando la
competencia escrita de los alumnos, con objeto de que los niños lean
y escriban mejor todo tipo de textos; porque a escribir se enseña, no surge de la inspiración ni por arte de magia.
"En la escuela nos enseñan a escribir y se nos da a entender, más o
menos veladamente, que lo más importante y quizá lo único a tener en cuenta- es la gramática. La mayoría aprendimos a redactar pese a
las reglas de ortografía y de sintaxis. Tanta obsesión por la epidermis gramatical ha hecho olvidar a veces lo que tiene que haber dentro:
claridad de ideas, estructura, tono, registro, etc. De esta manera, hemos llegado a tener una imagen parcial, y también falsa, de la
redacción. Para poder escribir bien hay que tener aptitudes, habilidades y actitudes."
Es evidente que debemos conocer la gramática y el léxico, pero
también se tienen que saber utilizar en cada momento. ¿De qué sirve saber cómo funcionan los pedales de un coche, si no se saben utilizar
los pies? De la misma manera hay que dominar las estrategias de redacción: buscar ideas, hacer esquemas, hacer borradores,
revisarlos, etc.[...]"8
En el texto anterior, Cassany menciona dos aspectos, aptitudes y habilidades, que están determinados por un tercero, las actitudes
hacia la escritura. Así pues, el conocimiento y ejercicio de las estrategias de redacción tiene que apoyarse paralelamente en la
motivación, en un acercamiento lúdico y placentero a la escritura. Hay que ayudar a los alumnos y alumnas a encontrarle sentido a la
escritura, destacando su utilidad y los beneficios personales que reporta y presentándola en contextos variados.
Esta amplia contextualización de la escritura pone de relieve que, si
bien es una tarea especialmente ligada al área de Lengua y Literatura, ninguna disciplina puede dejarla al margen y que a todas
compete tal y como se refleja en el cuadro siguiente:
TIPO DE ESCRITURA
CARACTERÍSTICA FORMA
P E R S O N A L
Objetivo básico: explorar intereses
personales.
Audiencia: el autor.
• Base para todo tipo de escritura.
• Tiene flujo libre.
• Fomenta la fluidez de la prosa y el
hábito de escribir.
• Facilita el pensamiento.
• Diarios personales.
• Cuadernos de viaje y de trabajo.
• Ensayos informales y narrativos.
• Escribir a chorro.
• Torbellino de ideas.
• Ideogramas.
• Recuerdos.
• Dietarios.
• Listas.
• Agendas.
F U N C I O N A L
Objetivo básico: comunicar, informar,
estandarizar la comunicación
Audiencia: otras personas.
• Es altamente estandarizada.
• Sigue fórmulas convencionales.
• Ámbitos laboral y social.
• Correspondencia comercial,
administrativa y de sociedad.
• Cartas.
• Contratos.
• Resúmenes.
• Memorias.
• Solicitudes.
• Invitaciones.
• Felicitaciones.
• Facturas.
C R E A T I V A
Objetivo básico: satisfacer la necesidad
de inventar y crear.
Audiencia: el autor y otras personas.
• Expresión de sensaciones y
opiniones privadas.
• Busca pasarlo bien e inspirarse.
• Conduce a la proyección.
• Poemas.
• Mitos.
• Comedias.
• Cuentos.
• Anécdotas.
• Gags.
• Novelas.
• Ensayos.
• Experimental.
• Atención especial al lenguaje.
• Cartas.
• Canciones.
• Chistes.
• Parodias.
CARACTERÍSTICA FORMA
E X P O S I T I V A
Objetivo básico: explorar y presentar
información.
Audiencia: el autor y otras personas.
• Basado en hechos objetivos.
• Ámbitos académico y laboral.
• Informa, describe y explica.
• Sigue modelos estructurales.
• Busca claridad.
• Informes.
• Exámenes.
• Cartas.
• Ensayos.
• Manuales.
• Periodismo.
• Literatura científica.
• Noticias.
• Entrevistas.
• Normativa.
• Instrucciones.
P E R S U A S I V A
Objetivo básico: Influir y modificar
opiniones.
Audiencia: otras personas.
• Pone énfasis en el intelecto y/o las
emociones.
• Ámbitos académico, laboral y
político.
• Puede tener estructuras definidas.
• Real o imaginado.
• Editoriales.
• Cartas.
• Panfletos.
• Ensayos.
• Opinión.
• Publicidad.
• Anuncios.
• Eslóganes.
• Peticiones.
• Artículos de literatura científica.
[extraído de Sebranek, Meyer y Kemper, 1989] Recogido por Daniel Cassany en "La cocina de
la escritura"9
El despertar a la escritura se contempla como un proceso gradual que
se inicia en el juego y se potencia la escritura creativa en los talleres
de cuentos dirigidos a las primeras etapas escolares. Esta tarea tiene su continuación en los talleres literarios en la escuela en los que se
intenta que el alumno conozca más a fondo los diferentes tipos de
textos (narrativos, dramáticos, poéticos, periodísticos,), los procesos de creación y las estrategias de escritura.
Actividades:
En este apartado se ofrecen diversos bloques de actividades que
tienen como eje la escritura, con objeto de mostrar distintas posibilidades de encauzar el trabajo.
Los supuestos prácticos que se recogen son una pequeña muestra orientativa, que puede completarse con las referencias bibliográficas
que se incluyen al final del capítulo y con las propias iniciativas de las personas encargadas de realizar la tarea.
Juego con el lenguaje:
Estas actividades persiguen mantener y reavivar la relación lúdica que el niño tiene con las palabras en sus primeros años. Constituyen
una invitación a que pierda el miedo al lenguaje, a que juegue con la grafía de las letras y con el sonido de las palabras.
Buscan desatar el humor y el regocijo, provocando rupturas y
choques gramaticales, trastocando el sentido de la lengua hasta rozar el absurdo. En definitiva, pretenden favorecer una relación placentera
con la palabra, moldearla y estimular la creación de pequeños textos que preparen el camino a un mayor desarrollo de la expresión escrita.
Algunos ejemplos son:
• Jugar con las palabras
• Prefijos arbitrarios
• Inventar lenguajes secretos
• Creación de un Diccionario Fantástico
• Elaboración de diccionarios y glosarios
• Provocar historias
El provocar historias da salida a la necesidad de los niños de crear e
inventar . A la hora de estimular al niño a escribir historias, conviene ofrecerle múltiples y variadas propuestas de las cuales partir, con
objeto de huir de la repetición y la monotonía.
La propuesta de escritura ha de buscar romper con el mimetismo y la
reproducción de estereotipos televisivos, sociales, etc., para lo que resulta interesante valerse de un amplio conjunto de elementos de
provocación que busquen la sorpresa y hagan saltar la chispa creativa
en los textos infantiles, forzando encuentros inhabituales que exijan el trabajo creativo del niño, que estimulen su imaginación y den pie al
relato fantástico.
Gianni Rodari ofrece innumerables y ricas propuestas para trabajar
en este sentido y existen interesantes obras que recogen estrategias y juegos orientados a provocar historias, individuales o colectivas, en
la línea de las que siguen:
• El binomio fantástico
• Ensalada de cuentos
• Cuentos con cartas
• El error creativo
• Desarmar un texto
• Géneros y principios
• Juegos surrealistas
• Libro Gigante de Cuentos
Juego poético:
Los talleres de poesía ofrecen muchas posibilidades de disfrute con el lenguaje y aportan innumerables valores en el desarrollo de la
capacidad de expresión de los niños a la vez que le abren el camino hacia el encuentro con los poetas y con la propia creación poética. La
poesía aporta al niño una dimensión estética del lenguaje y le ofrece vivencias sensoriales y emotivas a través del poder evocador de las
palabras, la sonoridad, el ritmo, la rima, las imágenes, a la vez que
permite su recreación utilizando otras formas de expresión como la plástica, la música o la expresión corporal.
El juego, el humor y el absurdo, son elementos que tampoco han de
faltar en esta invitación a la poesía. Una gran fuente de la que partir es el legado de la poesía de tradición oral. La biblioteca escolar ha de
desarrollar un trabajo tendente a:
RECUPERAR y recoger las retahílas y fórmulas de juego,
refranes, trabalenguas, adivinanzas, nanas, canciones de corro, romances, etc. Esta labor de recuperación
permitirá disponer en la biblioteca de un importante material literario que los niños pueden clasificar por su
función o su estructura. Este material será después de gran utilidad para trabajar sobre él en la biblioteca o en el
aula, sumándose a las antologías y cancioneros
publicados.
Durante este proceso puede implicarse también a la familia,
arbitrando una especie de libro viajero que recorra las casas de los alumnos con objeto de que abuelos y padres hagan su
aportación y escriban en él su memoria poética.
RECREAR a partir del material recogido las estructuras y los elementos presentes en las fórmulas poéticas, en un
acercamiento a la rima, el ritmo, la entonación.
Estructuras y elementos que están presentes en muchos poetas que escriben para niños y fáciles de reconocer en
la obra de García Lorca, Machado, Alberti y otros poetas. CREAR los propios textos poéticos apoyados en el camino
recorrido, sin dejarse llevar por el falso lirismo, la blandura y la cursilería que a menudo fomenta el adulto y
ayudando al niño a avanzar en el conocimiento y disfrute de la poesía.
Respecto al acercamiento de los títulos de poesía de la biblioteca a los
niños y jóvenes, cabe la posibilidad de dedicar espacios para la
lectura y presentación de obras y autores, elaborar guías de lectura, etc.
Los propios alumnos pueden ser los encargados de realizar
selecciones y recopilaciones temáticas de poemas (sobre la Navidad, la noche, los animales,) valiéndose de las obras de la biblioteca
escolar y crear archivos que queden en la biblioteca para poder ser consultados posteriormente. Un carácter más estable y continuado
tienen los Talleres de Poesía y Creación Poética. Los cuadros que siguen pueden servir de orientación para el trabajo con las
estructuras poéticas según las edades del alumnado.10
"Las palabras corren a cambiarse de vestido. Se bajan los telones y las bambalinas vienen de nuevo sobre los bastidores.
Sujetos, verbos y adverbios, vestidos ya de otra manera, vuelven a escena. Queda un grupo de adjetivos mirando por la
abertura del telón. Va a empezar el poema siguiente." Joan Brossa
Algunas sugerencias:
Elaborar una antología poética de tradición oral.
Recrear estructuras tradicionales.
Mezclar refranes.
Rimas con números. Creación de romances.
Creación de Aleluyas de ciego.
Poema dadaísta. Poemas con acrósticos.
Elaboración de caligramas. Jugar con el sonido.
Construcción de limeriks. Trabajos con poetas.
La prensa y la animación a la lectura
Se ha optado por incluir el trabajo con la prensa en el apartado de la escritura, teniendo en cuenta que la capacidad de los alumnos para
elaborar un producto periodístico propio estaría en la fase final del proceso.
De entre los múltiples recursos que la biblioteca escolar puede
aportar para la animación a la lectura, la prensa es quizá uno de los medios más ricos, complejo y lleno de posibilidades. Los periódicos
ofrecen una mirada viva y dinámica de los acontecimientos más
relevantes de nuestro entorno, son un medio presente y cotidiano. La prensa forma parte de la dotación básica de cualquier biblioteca
escolar. Es un material barato, reciclable y cuya rentabilidad didáctica ya nadie se atreve a discutir.
Dicha circunstancia convierte a este medio en un potencial
protagonista de la dinámica bibliotecaria: recoger noticias, procesar la información que ofrecen, seleccionar productos periodísticos para
su uso en el aula, dar a conocer sus géneros o coordinar proyectos interdisciplinares a partir del seguimiento de un tema, son sólo
alguna de las innumerables posibilidades de aprovechamiento de este
medio en la biblioteca.
El trabajo con la prensa es un vasto territorio que abarca desde la lectura crítica de noticias (relación medio-receptor) hasta la
producción informativa (relación medio-emisor). Estudiar su posible utilización exige un trabajo de sistematización que permita trazar un
itinerario propio.
De otro modo, la ingente maraña de sugerencias didácticas publicadas en los últimos años puede enredar a bibliotecarios y
docentes en un activismo estéril. Algunos materiales pueden resultar especialmente útiles para organizar un proyecto coherente en torno a
la biblioteca escolar.
El programa Prensa-Escuela del Ministerio de Educación11 generó
un conjunto de recursos de apoyo cuya validez continúa vigente. A partir de estos materiales, se propone una clasificación que, si bien
no es completa, puede servir para encuadrar las principales prácticas
realizables con la prensa.
En ella se establecen diferentes momentos que, aunque pueden simultanearse, suponen a largo plazo un proceso de aprendizaje por
la progresiva incorporación de nuevas habilidades a la relación de los alumnos con este medio.
Las funciones documental, didáctica y disciplinar de la prensa escrita
pueden estudiarse con más detalle en el material del mencionado Programa Prensa-Escuela. En él se ofrece una extensa bibliografía
que puede ampliar esta información.
En cuanto a la producción periodística propiamente dicha la
biblioteca escolar es un ámbito privilegiado por su oferta de recursos (diarios, dossieres y otros materiales documentales), que puede
aglutinar el esfuerzo de toda la comunidad, recabando los materiales elaborados en el centro y articulando, en un equipo integrado por
bibliotecarios y docentes, la realización del periódico escolar.
Afrontar la realización de un periódico resulta en ocasiones un
proceso demasiado costoso, tanto en el aspecto material como en lo referente a técnica y recursos humanos.
Gran número de profesores han visto frustrados muchos esfuerzos e
ilusiones por un cálculo poco realista de sus posibilidades. Para evitar estas situaciones es preciso analizar pormenorizadamente el tipo de
proyecto que quiere emprenderse, planificar las tareas que requiere y valorar con realismo la capacidad del centro para asumirlo.
En cualquier caso existe una alternativa más sencilla y económica: el
periódico mural.
El periódico mural admite múltiples modalidades:
Mural gráfico de información general: noticias relacionadas con el centro, con la ciudad, con la
actualidad mundial.
Mural monográfico: información sobre un tema específico de especial interés (relacionado con un
acontecimiento determinado, con una materia curricular, con la visita de un escritor al centro, con un género
literario). Mural interdisciplinar: a partir de una noticia
determinada, buscar sus implicaciones en las diferentes
materias del currículum, exponiendo gráficamente los
resultados de la investigación. Mural de titulares: recoge, cada día, los principales
titulares publicados en los periódicos.
Mural de actualidad gráfica: similar al anterior, analiza la actualidad diaria a partir de las viñetas de humor de los
periódicos o de las fotografías más significativas. ( ...)
Esta tipología de periódicos-mural es también aplicable a los
periódicos impresos, aunque el proceso de elaboración es en este caso más complejo.
El periódico escolar es el órgano de expresión del centro, la publicación que reúne lo más destacado de la actualidad escolar así
como las opiniones de profesores, alumnos y, en general, de toda la comunidad educativa. Un medio de estas características ofrece la
oportunidad de motivar a los alumnos para investigar, imaginar y producir textos que son fruto de los procesos de aprendizaje
desarrollados en los diferentes ámbitos.
Tal vocación recopiladora es patrimonio de la biblioteca escolar y este
es por tanto el ámbito por excelencia para esta producción colectiva. La redacción de un periódico tiene sus propios sistemas de
organización y planificación. De otro modo resultaría imposible abordar tareas tan diversas como la búsqueda de la noticia, la
realización de entrevistas y fotografías, la redacción de artículos, la distribución de noticias y titulares, la diagramación, etc. Coordinar
estas funciones dentro de una comunidad tan numerosa y activa como la escolar exige una gran sistematización de los procesos.
El punto de partida pueden ser la función periodística que se han
mencionado, coordinadas por diferentes profesores: el profesor de lengua puede supervisar el trabajo del equipo de redactores, el de
plástica coordinar a los fotógrafos, el de informática orientar al taller de diagramación, etc.
El objetivo es aprovechar los recursos materiales y humanos del
centro para desarrollar este proyecto. Los miembros de los diferentes equipos de trabajo han de asumir sus responsabilidades de un modo
voluntario: los alumnos y alumnas deciden libremente su participación en la gestión del periódico. Sin embargo, la práctica en
las aulas puede generar interesantes materiales que pueden ser
igualmente publicados. Esto sólo es posible si todo el profesorado entiende este proyecto como una empresa multidisciplinar y como
una fuente de experiencias didácticas que enriquece su labor educativa.
El papel del bibliotecario, además del de dinamizador de este proceso
es, necesariamente, el de apoyar constantemente los diferentes proyectos periodísticos con los recursos documentales disponibles.
Se trata no sólo de facilitar la elaboración de reportajes, entrevistas y
otros textos con el aporte de información sino de generar paralelamente procesos formativos que contribuyan a que los
participantes conozcan las técnicas documentales (como, por ejemplo, la elaboración de dossiers) que complementan el trabajo en
el periódico.
Así mismo, en coordinación con los profesores, afrontará otras
líneas de actuación relacionadas con la animación a la lectura que produzcan, a su vez, textos publicables: creaciones literarias
(cuentos, poemas), reseñas críticas de libros, guías de lectura, etc... Es sin duda un proyecto complejo y ambicioso, pero que puede ser
llevado a cabo en equipo (esto es fundamental) y que admite diferentes niveles de implicación curricular. Así lo ponen de
manifiesto algunas experiencias concretas desarrolladas en distintos ámbitos:
La lectura, un suceso de primera página. Un trabajo
desarrollado en el C.P. Elena Sánchez Tamargo de Asturias que se apoya en el trabajo interdisciplinar para relacionar la lectura de la
prensa y los libros de literatura infantil y juvenil.
Crónicas de un tal Juan: actividad desarrollada en el Centro
Internacional del Libro Infantil y Juvenil en colaboración con diferentes centros escolares de Salamanca como preparación de un
encuentro de los alumnos con el escritor Juan Farias. En esta animación el periódico sirvió como vehículo para el estudio de los
principales elementos presentes en la obra de este autor dando pie a la creación literaria de los niños.
Recomendamos, por último, una selección de obras dirigidas al público infantil y juvenil que ayudan a conocer de cerca el mundo
periodístico. Se trata de una selección de libros informativos y de ficción, películas y revistas, agrupadas bajo el título "Aventuras en
primera plana".
La escritura como actividad documental
Las actividades de escritura, camino de experimentación
comunicativa y de acercamiento a la lectura, adquieren en la
biblioteca escolar una dimensión documental que entronca esta
faceta creativa con las destrezas de búsqueda y procesamiento de la información. El objetivo es ampliar la función recopiladora de la
biblioteca a los textos de los alumnos, bien sean producciones
literarias o escritos de carácter informativo. De este modo la escritura es valorada en su doble sentido:
Trabajo intelectual válido como proceso de
aprendizaje. Producto personal estimable como recurso
documental.
Los escritos de los alumnos pasan a formar parte de los fondos de la
biblioteca convirtiéndose en fuente informativa, en material de referencia para posteriores estudios o para nuevas creaciones que
enriquezcan y retroalimenten dichos textos.
Este planteamiento puede tener consecuencias directas en la actitud
de alumnos hacia la biblioteca escolar, pues los sitúa en el centro de los procesos comunicativos de la biblioteca y los convierte en
protagonistas del hecho lector: un papel privilegiado como emisores y
receptores.
Gran parte de los materiales elaborados en el aula o en la biblioteca por los estudiantes puede ser utilizados posteriormente como
material documental: biografías, trabajos monográficos, entrevistas, exposiciones, dibujos, poemas, cuentos, reseñas bibliográficas Los
docentes y los bibliotecarios deben establecer ciertos criterios que limiten tan extensa producción para evitar dificultades en su
almacenamiento.
Además de estos recursos, la función documental de la biblioteca
puede impulsar la realización de trabajos específicos, con el doble objetivo propuesto: el desarrollo de aprendizajes (en relación con los
procesos creativos e investigadores) y la producción de materiales de lectura.
Estas actividades de escritura promueven en los alumnos el
entrenamiento en el uso de otros registros lingüísticos. El lenguaje científico se presenta así como un medio accesible y el conocimiento
de sus claves, como un recurso útil que ayuda a expresar conceptos precisos. La habilidad para redactar textos informativos ha de
enraizarse en el desarrollo de procesos mentales de cierta complejidad.
La recopilación de información y su integración en un producto con
finalidad documental requiere afrontar una tarea de estructuración mental que organice los contenidos y los restituya con claridad:
índices, esquemas y apartados deben ser planificados con detalle con
el fin de ofrecer un recurso útil para la biblioteca.
De este modo, la escritura es un medio que ayuda a conocer la metodología del trabajo científico, lo que revierte directamente en el
desarrollo de capacidades para la lectura y el acceso a la información. Hay muchos proyectos que pueden servir a este fin.
Cada biblioteca escolar puede promover actividades más acordes con sus peculiaridades. Sirvan, pues, estas sugerencias, como una
pequeña muestra de posibles propuestas para la elaboración de material documental:
Recopilación de leyendas populares de la región: una investigación práctica de documentación oral a
partir de los relatos de los mayores. Historia local: Estudio de la historia de la ciudad basado
en la lectura de prensa local antigua. Puede circunscribirse a un periodo concreto, destacable por
alguna circunstancia. Mapa literario peninsular: Señalando las obras que
transcurren en diferentes ciudades de la península ibérica.
Catálogo de personajes terroríficos: Recopilando
imágenes y descripciones que permitan construir una tipología de las criaturas del miedo: vampiros, brujas,
hombres-lobo. Dossiers temáticos interdisciplinares: Un completo
proceso de búsqueda, estructuración y restitución informativa a partir de fuentes diversas (prensa, folletos,
monografías, consulta a instituciones). Pueden abordarse temas muy diversos: El SIDA, la violencia en el fútbol, la
prensa y el derecho a la intimidad, la anorexia. Calendario de efemérides culturales: Anotando fechas
significativas hasta completar el conjunto de celebraciones diarias.
Animar a leer desde la oralidad Importancia de la expresión oral
La voz y la palabra están íntimamente unidas al proceso de desarrollo
del niño; el lenguaje oral, el sonido, es el elemento base por medio del cual se inicia en el reconocimiento de sí mismo y del mundo. La
biblioteca escolar ha de nutrir la rica relación que niños y niñas mantienen con el lenguaje que se inicia en la primera etapa infantil
con las nanas, canciones, fórmulas y pequeñas historias, que les
abren la puerta a la adquisición del habla, en un proceso que parte de
los primeros balbuceos y que se alimenta a través del oído.
El trabajo desde la oralidad se desarrolla paralelo al presentado en el
anterior apartado de escritura. El punto de partida es el juego oral con el lenguaje en una aproximación fonética a las palabras:
asociaciones fonéticas, onomatopeyas, cambios de acentuación, etc., que ofrece indiscutibles posibilidades didácticas en E. Infantil y E.
Primaria y está en estrecha relación con los contenidos del área de Lenguaje y Literatura. Potenciar y enriquecer la capacidad de
expresión del niño requiere también pel aprovechamiento del rico patrimonio literario oral, fuente inagotable de juego y de ejercicio,
aprovechando la capacidad auditiva y de retención del niño. Las retahílas de juego, refranes, trabalenguas, romances, poemas,
cuentos breves, etc., invitan a ejercitar la memoria, la repetición, a
recitar, a dramatizar y a narrar.
Para acercar al niño las estructuras poéticas, el ritmo, la entonación y la rima cabe retomar las actividades de juego poético,
presentadas en el apartado de escritura y trabajarlas oralmente. La práctica continuada de estas actividades redundará en el
enriquecimiento del vocabulario del niño, en el refuerzo y mejora de su pronunciación y ampliará sus registros de expresión.
La narración oral se configura también como un medio de expresión y comunicación muy rico para estimular a la lectura desde la
biblioteca escolar. De gran valor educativo, el cuento y el relato pueden servir también como base de otros aprendizajes. El relato oral
puede ser utilizado para introducir de forma amena conocimientos referidos a las distintas disciplinas académicas: contextualizar una
época en historia, acercarse a un país y a sus costumbres en geografía o aproximarse al conocimiento de un determinado animal
en ciencias naturales.
La biblioteca escolar y el aula acogerán espacios de narración oral
que pueden ser estructurados de la manera más conveniente: dirigidos a niveles, a grupos de clase y tener un carácter periódico,
espontáneo, puntual, etc. Al margen de los espacios dedicados regularmente a esta actividad, la narración oral tendrá cabida en el
desarrollo de programas específicos y puede servir de apoyo para las presentaciones de libros o para la dinamización de exposiciones.
Existe en algunos medios una excesiva identificación entre narración oral y espectáculo, especialmente en las bibliotecas infantiles, donde
quizá se ha profesionalizado en demasía esta actividad. Su valor como espacio de comunicación debe primar sobre el valor de la
representación.
En este sentido, todas las personas pueden desempeñar la función de
narrador sin necesidad de tener especiales dotes actorales. En la escuela es conveniente que los niños vean contar y escuchen leer a
sus profesores y que no se deje únicamente esta labor en manos de
terceros. Hay muchas formas de narrar y se debe buscar ante todo la que resulte más cercana y cómoda al narrador.
Habitualmente la narración oral se asocia de manera exclusiva a las
primeras edades y si bien en ellas tiene un público especialmente idóneo, no es menos cierto que los preadolescentes y jóvenes
también responden muy positivamente a estas experiencias. En todo caso, la selección de las narraciones, su adecuación a la etapa de
desarrollo del niño y a sus intereses determinará en gran medida la aceptación de la propuesta.
En cursos superiores se han de incluir relatos literarios, lecturas de poemas o lecturas en voz alta de capítulos de libros para motivar su
lectura. Es importante que los niños y jóvenes tomen parte activa en el relato oral, por lo que hay que prever momentos en los que se les
invite y estimule a contar y narrar historias y a presentar oralmente las lecturas que más les hayan gustado compartiéndolas con sus
compañeros y despertar así el interés del resto del grupo hacia el libro presentado. Estas sesiones pueden llevarse al cabo en un taller
de cuentos desarrollado en la biblioteca o en el aula indistintamente.
En determinado momento también puede constituir un medio para
implicar a la familia en el trabajo escolar, invitando a padres, madres, abuelos y abuelas a que cuenten sus historias en la biblioteca. Esto
puede dar origen a la creación en la biblioteca de una antología de los cuentos narrados por las familias y recogidos en texto, en grabación
sonora o en vídeo.
o Trabajar la entonación, determinar el tono del
narrador, la voz de los personajes y los momentos en los que la historia exige cambios de ritmo (más
pausado, más rápido). Marcar pausas y silencios,
elementos muy importantes para dotar del necesario suspense a la narración y dirigir la
atención del oyente. o Los gestos deben ser comedidos y ajustados, y la
mirada debe estar en relación contacto con la del niño. Esto servirá como apoyo del lenguaje oral
para marcar los momentos de distinta intensidad, para ilustrar determinados pasajes y para conducir
la atención del auditorio hacia donde lo requiera la historia. El lenguaje corporal que acompañe a la voz
dependerá de la propia personalidad del narrador y
de la historia misma, pero en todo caso habrá de
ser medido para que no supongan distracción en la atención del público en detrimento de la narración.
El espacio
Es importante crear un clima de atención en torno al narrador que permita disfrutar a fondo de la historia realizando pequeñas
intervenciones sobre el espacio:
o Elegir un rincón de la biblioteca o del aula que sea siempre el mismo y sea reconocible por los
alumnos, lo suficientemente tranquilo y alejado de los lugares de paso.
o Arroparlo con elementos cálidos que resalten la sensación de grupo: la silla del narrador, unas
mantas o alfombras donde ubicar al auditorio. o Marcar el espacio con la luz de un foco; atenuar la
iluminación general para evitar distracciones.
Alternativas a la narración
Las posibilidades de contar y presentar una historia son múltiples y
dependerán de los objetivos que se persigan, de los recursos con los
que se cuente y de la propia personalidad del narrador. Sobre lo anteriormente expuesto se pueden introducir modificaciones para
acercar más la actividad al niño y al propio narrador:
o Presentación sin el libro. El narrador hace uso de su voz, de la mirada y el gesto para transmitir la
historia. Puede valerse, además, de elementos de atrezzo que apoyen la historia o refuercen
determinadas situaciones. o Presentación con el libro, pudiendo darle mayor o
menor presencia. Siempre que la historia se haya
extraído de un libro asequible a los niños conviene mostrarlo al comienzo o al final de la sesión para
despertar el interés por leerlo. o Usar las ilustraciones del libro como
acompañamiento de la narración. El narrador se
apoya en ellas manteniendo el libro siempre
presente. Habrá que cuidar la posición del libro para que sea visible sin que entorpezca la relación del
narrador con el auditorio.
o La presentación de una historia con apoyo de otros medios ajenos al libro, como diapositivas, vídeo o
música; puede ser una forma atractiva aunque no se trate propiamente de una narración oral.
o La historia leída requiere también una intensa preparación por parte del lector. El conocimiento y
trabajo previo es condición importante para poder recrear la atmósfera en la que se desarrolla. Un
acertado trabajo de entonación, que contemple la inclusión inflexiones, cambios de ritmo, pausas, y
tensiones dotará a la lectura en voz alta de mayor calidad y servirá para reducir la mayor frialdad y
distancia que supone, en principio, esta alternativa a la narración oral.
o La narración con el franelógrafo, tablero en el que
se adhieren por contacto figuras de papel, cartulina o tela, puede ser una opción complementaria
interesante para presentar historias a los más pequeños ya que les ayuda a visualizar la
estructura básica de la narración, sus personajes, la línea de evolución de los acontecimientos. Los niños
pueden utilizarlo fácilmente y recrear las historias narradas, improvisando o creando otras.
Contar un cuento
Dentro de la planificación general ¿Por qué y para qué contar? de
actividades se tendrán en cuenta los momentos destinados a la narración oral y el papel que se les asigna en los programas en los
que se incluya este tipo de propuestas. Además, cada sesión deberá contar con la necesaria y suficiente preparación para que realmente
respondan al objetivo de conseguir entretenimiento, estímulo y enriquecimiento para el niño. Esta preparación debe tener en cuenta
diversos aspectos relacionados con:
El grupo al que se dirige
La selección de un determinado texto, incluso la forma de
presentación y los recursos de los que valerse para narrar, así como la disposición del espacio, dependerán en gran medida de las
características del auditorio (edad, capacidad de atención, familiarización con este tipo de actividad.. La obra elegida habrá de
ser acorde con los intereses del niño. Si se trata de una narración
perteneciente a un libro habrá que adecuarla a su edad, para poder
ofrecerlo después como lectura. Es importante que sea un texto con el que el narrador se sienta cómodo, que se adapte a su registro y
que le permita transmitirlo con sinceridad y desenvoltura. El espectro
sobre el que elegir es amplio y no tiene por qué limitarse al cuento tradicional. Existen narraciones actuales aptas para ser narradas,
siempre y cuando cumplan los requisitos mínimos de estructura: acción, secuencias, conflicto, descripciones no muy largas, etc.
El texto elegido
Una vez que el narrador o narradora ha hecho su elección, se entra en la fase de análisis de la historia y de preparación, con objeto de
conocerla a fondo y conseguir interiorizarla. A continuación, se ofrecen a modo de guía los pasos a seguir y los elementos sobre los
que hay que centrar la atención en esta fase:
o Leer el cuento varias veces, poniendo la atención en
el argumento, los personajes y en cómo se desarrolla la acción.
o Marcar las líneas fundamentales del desarrollo
argumental: desde las partes principales (inicio, desarrollo, desenlace), hay que acercarse a las
distintas secuencias, observando de qué modo se desarrollan los acontecimientos. Determinar el
clímax y el anticlímax, los momentos álgidos y las caídas de tensión. Elaborar un esquema con estos
elementos ayuda a fijar la historia, a recordarla y evita que se omitan en la narración los momentos
claves que marcan la evolución de la acción. o Determinar el papel de los personajes,
protagonistas y antagonistas, los objetivos y razones de cada uno de ellos y los elementos que
muestran cómo los cumplen. o Rescatar las fórmulas, pequeñas canciones,
construcciones, enumeraciones, descripciones,
nexos y partes del texto que merece la pena aprender de memoria por su carácter, por su fuerza
o significación al marcar la evolución de los acontecimientos o por su valor estético.
o Adaptar el texto a nuestro lenguaje, respetando lo señalado anteriormente, cuidando de no
empobrecerlo y respetando el estilo y el tono del cuento (coloquial, fantástico, humorístico).
o Poner por escrito los esquemas y contar varias veces la historia a personas de nuestro entorno
favorece la fijación del texto así como las
correcciones.
La puesta en escena
o Trabajar la entonación, determinar el tono del narrador, la voz de los personajes y los momentos
en los que la historia exige cambios de ritmo (más pausado, más rápido). Marcar pausas y silencios,
elementos muy importantes para dotar del necesario suspense a la narración y dirigir la
atención del oyente. o Los gestos deben ser comedidos y ajustados, y la
mirada debe estar en relación contacto con la del
niño. Esto servirá como apoyo del lenguaje oral para marcar los momentos de distinta intensidad,
para ilustrar determinados pasajes y para conducir la atención del auditorio hacia donde lo requiera la
historia. El lenguaje corporal que acompañe a la voz dependerá de la propia personalidad del
narrador y de la historia misma, pero en todo caso habrá de ser medido para que no supongan
distracción en la atención del público en detrimento de la narración.
Animar a leer desde otros medios
La lectura no se limita necesariamente al código verbal. Vivimos rodeados por una multiplicidad de medios y lenguajes: el cine, la
televisión o los anuncios publicitarios forman parte de nuestra
cultura. Lamentablemente, este contacto con los medios de comunicación es más una relación de consumo que una postura
crítica de lectura.
Formar lectores supone integrar todo tipo de lenguajes en el programa de lectura del centro, promover una visión global que
interrelacione los medios y preparar a niños y jóvenes para acceder, de un modo crítico, a la oferta de lectura que ofrecen las nuevas
modalidades audiovisuales.
Con frecuencia, entre los educadores se observan actitudes
culpabilizadoras que enfrentan a la lectura audiovisual
(fundamentalmente la televisión, aunque también otros medios como
el cómic) con la "auténtica" lectura (los libros). Tal enfrentamiento en nada beneficia el desarrollo lector del niño. Por el contrario, mantiene
el prejuicio que asigna al libro un papel educativo y lo constriñe al
ámbito escolar: frente a él los audiovisuales serían patrimonio del ocio y, por tanto, una opción voluntaria y más atractiva.
Es preciso huir de maniqueísmos y entender la complementariedad de
todos los medios y soportes lectores. Del mismo modo que la animación a la lectura ha de implicar tanto los aspectos artísticos
como los informativos, tenemos que ampliar este concepto a otros medios de comunicación que además del verbal utilizan otros códigos
como el musical o el iconográfico. Sólo con una acción pedagógica integrada que estimule el desarrollo de la lectura como una capacidad
global y multiforme será posible la formación de ciudadanos críticos y
conscientes, capaces de acceder a todas las posibilidades de su entorno y su cultura, lo que, en última instancia, es la función
esencial de la institución escolar.
"...texto impreso, sonido e imagen son todos, en sí mismos, caminos de acceso al conocimiento, cada uno a su manera y de modo
irremplazable. Tampoco se limitan a la transmisión de informaciones documentales. Discos o casettes, filmes o diapositivas, presentan
historias, poemas, pinturas, abriendo así los ojos y los oídos al universo de lo imaginario, de la creación. La biblioteca, fiel a su
vocación de centro de información, (...) se convierte, pues, naturalmente en "medioteca". Reunir los diferentes medios de
comunicación en un solo y mismo lugar permite al lector aprender a recurrir según los casos al documento más apropiado"12
Hemos de desarrollar, por lo tanto, iniciativas concretas de actuación en una doble línea:
o Leer con los medios: se trata de explotar, desde las
diferentes materias, todas las posibilidades didácticas que ofrecen los medios audiovisuales,
como parte integrante del fondo de la biblioteca escolar, pudiendo generar líneas de trabajo
interdisciplinar a partir de temas transversales: educación para el consumo, educación para la paz,
igualdad de oportunidades.. Del mismo modo, estos
medios pueden ser un paso intermedio hacia la literatura, ofreciendo, con la posibilidad de
interrelacionar los lenguajes, nuevos elementos de estímulo y motivación.
o Leer los medios: hacer conocer los códigos que utilizan los diferentes medios, facilitando una
interpretación de los mensajes que ofrecen. Se
trata de valorar estas lecturas en sí mismas como
otro ámbito de alfabetización que contribuye al desarrollo de una visión libre y autónoma ante el
mundo.
La biblioteca escolar como eje de múltiples propuestas de promoción de la lectura
Desde el libro
o sugerencias y recomendaciones (presenciales,
impresas, paneles), o presentaciones y rondas de libros,
o libro-forum, coloquios, debates, o maletas viajeras,
o guías de lectura (relacionar los fondos con las materias del currículo),
o programas sobre temas, géneros,
o visitas autores (escritores, ilustradores), o exposiciones,
Desde la escritura
o juegos con el lenguaje (diccionarios fantásticos...),
o la tradición oral y la poesía (recopilar-recrear-crear),
o provocación de historias (individuales, colectivas, con cartas, binomios...),
o dossieres, diarios, o revista escolar,
o creación de libros (libros viajeros...)