cj 33, niños de la calle - agustín bueno bueno

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medio social desfavorecido y conducta infantilBreve presentación1. Introducción: ¿quiénes son?2. ¿Cómo son?3. ¿Por qué son así?4. Aplicación del modelo interaccional a la conducta infantil en un medio socialdesfavorecido5. Conclusiones prácticas y perspectivas de IntervenciónReferencias Bibliográficas

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    NIOS DE LA CALLE

    medio social desfavorecido y conducta infantil

    Agustn Bueno Bueno

    Breve presentacin1. Introduccin: quines son?2. Cmo son?3. Por qu son as?4. Aplicacin del modelo interaccional a la conducta infantil en un medio socialdesfavorecido5. Conclusiones prcticas y perspectivas de IntervencinReferencias Bibliogrficas

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  • Breve presentacin

    Hace ya bastantes aos, ms de treinta y dos, fuerte contra la soledad y la incomprensin, unjesuita cataln de Algerri (Lleida), Francisco Javier Fontova, iniciaba un trabajo dededicacin personal y educativa a los .

  • 1. INTRODUCCIN: QUINES SON?

    Todos los conocemos un poco de vista. Nos los cruzamos en las esquinas de las grandesciudades, en un semforo de las afueras, revoloteando a la puerta de cines y espectculos, orebuscando en los contenedores de basura.Los conocen mucho ms en los servicios sociales municipales, a l y a sus hermanos, perosobre todo a su madre. Va mucho por all a ver si le dan una vivienda sin goteras, con techo yventanas, y por biberones para el ms pequeo.Los conocen tambin en los centros especializados de menores, por donde con frecuenciapasan paulatinamente todos los hermanos. No es raro que tambin el padre o la madre, o losdos, sean antiguos alumnos de un centro similar.En los colegios pblicos de E.G.B. del extrarradio tambin tienen conocimiento de suexistencia; aunque ms por las veces que el profesor pasa lista que por los das en que puedepreguntarles la leccin, sabrsela puede ser un milagro y acabar la E.G.B. imposible.Cuando crecen y llegan a los 15-16 aos empiezan a ser bastante conocidos en los tribunalestutelares, en las comisaras, en los centros penitenciarios y en los de asistencia psiquitrica, enel mundo del trfico de drogas y de los ajustes de cuentas.Con el tiempo tendrn hijos que, a su vez, reproducirn el mismo proceso de marginacin.Sencillamente porque entre una y otra generacin no ha mediado ninguna intervencin socialeficaz y global que rompa el proceso.Pertenecen al estrato inferior de nuestra sociedad industrial, que vive en una situacin decarencia econmica extrema, con escasas posibilidades de acceder a los bienes y recursos en lacomunidad, con una calidad de vida muy baja en contraste con esa sociedad. Puede decirse quecuanto mayor es el nivel medio de la sociedad la distancia que separa a este sector de lapoblacin es tambin mayor.

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  • 2. CMO SON?

    2.1. Descripciones espontneas.Si observamos a estos nios y adolescentes veremos que son chicos como losdems: movidos, juguetones, saltarines. Si preguntamos su opinin a personas que los hantratado ms de cerca, como los profesores o educadores, nos dirn que son mucho msdifciles de educar que los nios de clase media. Los describen como distrados, inconstantes,inclinados a los juegos violentos, fciles para la agresin fsica; en el terreno de losaprendizajes escolares, dicen, no tienen motivacin, no entran a clase; si lo hacen, o estnpasivos, o molestando a los dems. Tambin suelen decir que son de reacciones irregulares eimprevisibles, sin venir a cuento se enfadan por una nimiedad que otras veces no le danimportancia, o por el contrario explotan de alegra incontenible por cosas sin importancia.En contraste con los nios de su misma edad pero de superior nivel social los profesores suelendecir que no atienden a razones, que los reflexiones que surten efecto con aquellos no lo hacencon estos; que el nio de la calle lo que mejor entiende es el palo, que la amenaza de llamara sus padres o de expulsarlos del colegio les deja indiferentes o incluso les alegra; y que lasnotas, el aprobar en junio o el repetir curso, les resulta tan lejano que es lo mismo que hablarlea una pared. Y no digamos de los argumentos sobre el da de maana, o el estudia paraluego tener un buen trabajo.>.

    2.2. Opinan los expertos.Estas apreciaciones de profesores y educadores no discrepan casi nada de las descripcionesque conocidos investigadores de la psicologa han realizado de los nios de clase socialinferior.El profesor J.L. Pinillos (1977) resalta en ellos los siguientes rasgos: Dificultades de lectura, malos hbitos de estudio. Dominan bien el lenguaje conversacional, pero no el lenguaje interior, ms abstracto,conceptual y estructurado. Pensamiento de tipo concreto, sobre realidades inmediatas. Razonamiento ms inductivo quedeductivo. Dificultad para el anlisis y la clasificacin. Su comportamiento y las repercusiones temporales del mismo tienen unas perspectivastemporales cortas. Inferioridad dei nivel de aspiraciones escolares en funcin de la correlativa percepcin de unfuturo con menos oportunidades. La regulacin o control de su comportamiento no se realiza tanto por procesos internoscuanto por mecanismos de refuerzo externo.J. Valverde (1980) realiza la siguiente caracterizacin del nio de un medio social inferior encontraste con los nios de clase media:.En los aspectos cognoscitivos la superioridad de la clase media es manifiesta en todo exceptoen aptitudes mecnicas, que son similares; las mayores diferencias se dan en tareas abstractas,culturales-verbales y tipo de lenguaje. Distinta motivacin para conseguir metas, en funcin delas experiencias de xito de los padres y de los modelos cercanos de aprendizaje; el nio declase baja tendr sus experiencias de xito en tareas muy distintas a los de clase media. Porotra parte las clases bajas se centran ms en lo inmediato y concreto, con menor visin defuturo, manifiestan mayor impulsividad frente a la reflexividad de las clases medias y altas.En cuanto a rasgos de personalidad J. Vaiverde seala que en los grupos desfavorecidospredomina la ansiedad, bsqueda de seguridad, escaso autocontrol, fcil expresin de laviolencia y agresividad fsica, intereses prcticos, rgidos de criterio y autoritarismo. En formasimilar los describen otros muchos autores (J. de Ajuriaguerra, 1976; H. Bee,1978; Ph. E.

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  • Vernon,1972). Es interesante resaltar la visin que da F. Riessman (1977) de los rasgosdiferenciales del nio
  • 3. POR QUE SON AS?

    Durante muchos aos, por no decir que hasta hace un par de dcadas, las explicaciones a laconducta de un individuo, o de un colectivo de caractersticas comunes, se han venidobuscando en uno de los dos polos enfrentados: en la persona o en la situacin.

    3.1. Explicaciones genetistas o personalistas.Son numerosos los autores que han puesto el acento en el polo personal. Para ellos son lascaractersticas de la persona, su constitucin, su gentica, su organismo, quienes explicanmayoritariamente el hecho de tener unos rasgos intelectuales-cognoscitivos u otros, el tenerunas formas de reaccionar u otras. Las posturas genetistas ms extremas (C. Burt, 1961; H.J.Eysenck, 1967, 1979; A.R. Jensen, 1973, 1974; S. Car, 1980) atribuyen los rasgosintelectuales y de personalidad a factores hereditarios sobre todo. Es la presencia dedeterminadas caractersticas genticas en el organismo (sistema nervioso fundamentalmente)del individuo lo que hace que presenten unos rasgos u otros.En concreto, en el caso de los nios de la calle si sus rasgos son inferiores, cualitativa ocuantitativamente, a los de los nios de clase media es porque aquellos poseen una dotacingentica determinada que resulta menos apropiada para desenvolverse en esta sociedad.Adems la endogamia, el hecho de que se casen ordinariamente sujetos de un mismo estratosocial, hace que esas caractersticas genticas de inferior calidad en los sujetos de clase baja sevayan reforzando y consolidando, con lo cual el fenmeno, para estos autores, se repitegeneracin tras generacin.

    3.2. Explicaciones ambientalistas o situacionales.En el polo opuesto nos encontramos con la lnea situacionista. Para estos autores, cuya sedefundamental ha estado en el conductismo extremo, la explicacin radica en las caractersticasde la situacin en las que se produce tal conducta. An entre estos (L.J. Kamin, 1978; Ch.Valentine, 1968) hay diferencias explicativas notables. Hay explicaciones puntuales, concretasy lineales, que atribuyen a una caracterstica del medio una forma de conducta. Por ejemplo:estn poco motivados para la escuela porque los padres no tienen prcticamente estudios; o lescuesta aprender a leer porque en casa no hay libros ni revistas, etc.. Como si una circunstanciaambiental concreta no estuviera profunda e ntimamente interrelacionada con las restantescaractersticas del medio, o con gran parte de ellas. Y como si un rasgo o forma de conductano estuviera, tambin, en ntima interrelacin con otras manifestaciones comportamentales.

    3.3. El modelo explicativo interrelacional.Los estudios sobre la evolucin psicolgica de los nios de nivel social inferior adoptadostempranamente por familias de clase media (J. Valverde y J. Fernndez, 1986) con el progresonotable que para ellos representa, nos descartan la influencia generalizada de los factores ge-nticos. Por otra parte, las medidas ms parciales, o no transformadoras de la globalidad delcontexto, como los internamientos o la mera escolarizacin, que difcilmente suponen lasuperacin de las limitaciones anteriores, nos inducen a pensar que no son influenciaspuntuales del medio social quien determina el conjunto de caractersticas psicolgicas queveamos antes en estos chicos.La influencia del medio social en la conducta hay que considerarla a travs del proceso desocializacin, considerando a este como un proceso global, interactivo y constante entre unorganismo hipotticamente sano y un ambiente especifico homogneo (A. Bandura, 1986).No tiene sentido, y aunque lo tuviera ser prcticamente imposible, pretender hacer un anlisiscorrecto de la persona por un lado, de la situacin por otro y de la misma conducta por otro.

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  • Veamos brevemente cada uno de estos tres componentes pero desde una perspectivainteractiva.

    3.3.1. La persona.En primer lugar hay que tener en cuenta que cuando abordamos el conocimiento de unapersona, a poco tiempo que lleve de vida, no estamos ante un organismo puramente biolgicopor su exclusiva dotacin gentica. Ese nio que tengo delante es la realidad resultante deldesarrollo de unos genes en un medio fsico y social determinado. Igual que el rbol quecontemplo no es fruto slo de las caractersticas que tenia la semilla plantada, sino adems dela tierra en que se sembr, del clima, de la influencia de la flora y fauna circundante,...Es decir, que cuando se atribuye un comportamiento a unas caractersticas de la personaestamos implcitamente refirindonos a la dotacin gentica y a la vez al conjunto desituaciones por las que ese individuo ha pasado a lo largo de su vida y a la huella que handejado en l.Pero an ms, en la persona no slo est presente la dotacin gentica y la trayectoria histricasituacional, sino que la misma conducta a realizar est tambin interaccionando en ella. Laconducta a realizar, en la medida en que haya sido ejecutada anteriormente por el sujeto o hayasido contemplada por l en otros, ha producido ya unos efectos en la persona en trminos desatisfaccin o insatisfaccin, de consecuencias que puede desear repetir o no. Por tanto estaconducta que la persona se dispone a realizar tiene unos antecedentes histricos que forman yaparte de la persona misma. Pero el proceso de interaccin entre persona y conducta no estslo en el pasado y en su conexin con el presente, sino tambin en el futuro. La conductapresente, en cuanto posible, tiene unas metas y genera unas expectativas en el sujeto que la vaa realizar. Expectativas que son satisfaccin de necesidades, bsqueda de gratificacin oevitacin de conflicto, adaptacin al medio, a nuevas situaciones.Si la persona es una realidad interactuante con situacin y conducta, la situacin tambin lo es.

    3.3.2. La situacin.El contexto en el que una persona realiza una conducta determinada tampoco es asptico nicerrado en si mismo respecto a los otros dos elementos. Podemos pensar en la situacin comocircunstancias externas, fisicas y materiales, en que se ejecuta una accin, pero sobre todo siconsideramos el contexto social-interpersonal la interaccin es especialmente clara eimportante (R. Moos, 1986).La situacin social en la que va a realizarse esta conducta es consecuencia, hija y heredera, lamayora de las veces, de las conductas anteriores de la persona en situaciones similares ocontrapuestas. Las conductas precedentes son las que han dado lugar, en buena parte, a lasituacin actual. Y a su vez la conducta presente va a poder modificar o mantener el estadosituacional posterior.Por otra parte. esta situacin concreta no tiene un valor universal, no es independiente de lapersona que se encuentra en ella no es la misma situacin (aunque en abstracto lo parezca)para cualquier persona Ante todo, y esto es algo que ya plante K Lewin (1935) y en lo queinsiste actualmente D. Magnusson (1981), una situacin determinada adquiere significadomotivador o explicador de una conducta segn cmo la perciba la persona afectada por ella.Esta vivencia de la situacin es la que explica el hecho de que dos personas de trayectoriasdistintas reaccionen de manera diferente ante situaciones objetivamente idnticas. Y tambinexplica el que haya semejanza de comportamientos ante situaciones ambiguas por parte desujetos de trayectorias vitales parecidas.

    3.3.3. La conducta.Con lo dicho en los dos apartados anteriores no es difcil considerar que la conducta influye en

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  • y es influenciada por persona y situacin.

    La conducta influye en la persona porque efectivamente despus de cada conducta realizada elindividuo sale reafirmado o modificado en sus caractersticas personales. Y la conducta esinfluida por la persona en el sentido de que va a ser ejecutada de una manera u otra en funcinde las habilidades, objetivos, etc. que el sujeto haya adquirido en su proceso madurativo ysocializador anterior.La influencia de la situacin en la conducta no requiere gran explicacin. Dos situacionesdistintas generarn conductas diferentes. nicamente hay que tener en cuenta lo dicho antes:que no es la situacin objetiva sino la vivencia por el sujeto la que tiene influencia en laconducta La conducta, a su vez, influye en la situacin en la medida en que las situacionessubsiguientes van a depender de la conducta que ahora realice el individuo, de cmo la nuevaconducta modifique el contexto. incluso, en la medida en que la conducta actual no esinstantnea sino que es pensada, iniciada y captada la reaccin del entorno, es decir, en lamedida en que la misma conducta es un proceso va modificando el contexto situacionalpresente al mismo ritmo en que va siendo realizadaConviene hacer notar aqu que la gama de comportamientos humanos es muy variada. Elesquema interaccional que exponemos aqu no es aplicable a las conductas ms elementales,instintivas o reflejas, sino a las ms complejas, y cuanto ms lo sean ms aplicable resulta: a losprocesos de adquisicin de lenguaje, al aprendizaje escolar, a la adquisicin espontnea deconocimientos. a los comportamientos sociales y de convivencia,...

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  • 4. APLICACIN DEL MODELO INTERACCIONAL A LA CONDUCTAINFANTIL EN UN MEDIO SOCIAL DESFAVORECIDO.

    Para llegar al anlisis prctico y a la intervencin, en el esquema interaccional que antesveamos es necesario hacer un desdoblamiento de los dos elementos bsicos determinantes dela conducta: la persona y la situacin, o si se prefiere, organismo y medio ambiente.

    .El desdoblamiento del organismo:El primero de los polos, la persona o el organismo, presenta dos facetas claramentediferenciables, pero que en la prctica se confunden con facilidad. Por una parte tenemos elconjunto de sistemas orgnicos que configuran el cuerpo humano: sistema nervioso, motor,respiratorio,..., que estn bsicamente determinados por la herencia pero desarrollados a lolargo de la vida en funcin de circunstancias y experiencias muy diversas, segn vimos antes.Por otra parte tenemos una serie de capacidades, aptitudes o habilidades, tales como ellenguaje, el razonamiento, la emocionabilidad, la impulsividad, agresividad, etc., que soninseparables de aquellos sistemas orgnicos, ms an son la expresin vital y comportamentaldel organismo. Ahora bien, este conjunto de capacidades y habilidades comportamentales (a lascuales llamaremos en adelante caractersticas o variables cognitivo reactivas, porque suponenlas capacidades de conocer y reaccionar el individuo ante las situaciones) ya quedan msalejadas de la dotacin gentica que las estructuras y sistema que las sustentan, y ms influen-ciadas, conforme avanza la vida, por las caractersticas del medio en que se desarrolla elorganismo..El desdoblamiento de la situacin:Por lo que respecta al polo de la situacin el desdoblamiento es igualmente imprescindible paraentender la interaccin y actuar sobre ella. Un contexto situacional en el cual se desarrolla unindividuo presenta una serie de caractersticas estructurales, objetivas, que son las primeras quesaltan a la vista. En el caso del medio social desfavorecido son las caractersticas sociolgicaspeculiares de la clase social ms baja. Las llamaremos caractersticas objetivas del medio socialpor el fcil acceso que hay a ellas. Pero junto a estas caractersticas objetivas, si profundizamosen el conocimiento de ese medio social, veremos que hay una amplia gama de formas dedesenvolverse o de estilos de vida peculiares de ese medio, que son inseparables de l yderivadas de las caractersticas objetivas anteriores. A estas formas de desenvolverse o estilosde vida las llamaremos caractersticas funcionales del medio social.Por tanto el planteamiento inicial de interaccin entre herencia y medio ambiente, o entrepersona y situacin, queda matizado en cuatro variables que se influyen recproca yescalonadamente segn el siguiente esquema:

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    MEDIO AMBIENTE

    CARACTERSTICASOBJETIVAS DEL

    CARACTERSTICASFUNCIONALES DELMEDIO

    CARACTERSTICASCOGNITIVO-REACTIVAS

    ORGANISMO

    HERENCIA

  • Veamos a continuacin el contenido de cada una de las cuatro variables determinantes de laconducta, y la relacin existente entre ellas, referidas al medio social desfavorecido en el que sedesarrollan los nios de la calle.

    4.1. Caractersticas objetivas de este medio social.Estas caractersticas objetivas son las que se derivan directamente de la posicin social delindividuo dentro de la estructura de la sociedad en la que vive. Son, por tanto, caractersticaseminentemente sociolgicas y demogrficas. Son fcilmente constatables y a partir de ellassuelen obtenerse de manera objetiva los ndices de caractersticas de estatus.Dentro de este conjunto de caractersticas, las primeras y ms importantes son las queconstituyen la situacin econmica: ingresos y trabajo.Los ingresos por definicin y sin necesidad de establecer lmites o comparaciones son siempre,en este medio social, reducidos e inciertos. Reducidos quiere decir insuficientes para cubrirsatisfactoriamente las necesidades bsicas de los miembros de la unidad familiar; nos movemos,por tanto, en situaciones de acusada pobreza. Inciertos porque o bien no responden a unempleo estable o porque este est sujeto a los frgiles mecanismos de regulacin.El trabajo, adems de estar ntimamente vinculado con los ingresos, se caracteriza sobre todopor el hecho de ser exclusivamente manual, basado en la fuerza y resistencia fsica, nadacualificado y de contenidos sucios o desagradables a los sentidos. Al mismo tiempo, e insepa-rable de lo anterior, encontramos que se trata de trabajos eminentemente subordinados, elltimo escaln del proceso productivo, y repetitivos, rutinarios, sin un margen mnimo a lainiciativa personal y a la toma personal de decisiones importantes. Lo cual da lugar a unavisin inmediatista, poco general, de la dinmica productiva.Un trabajo de tales caractersticas a la fuerza hay que considerarlo poco gratificante. La nicagratificacin es la del salario, pero este ya sabemos que es escaso y que puede faltar confacilidad. Es un trabajo que no puede considerarse actividad creadora sino que responde a laconcepcin del ganars el pan con el sudor de tu frente.Intimamente relacionadas con la situacin econmica estn las condiciones de urbanismo yvivienda y esto no por gusto sino por ley de la oferta y la demanda. La vivienda esforzosamente reducida, con escasez de piezas y servicios de hogar, y que no puede facilitarespacios de ndole mnimamente personal. La ubicacin de este tipo de viviendas se encuentrao en los sombros barrios del casco antiguo de la ciudad o en las zonas suburbiales de la misma(la vivienda de zona rural. y en general toda la caracterizacin de ese medio, habra que verladesde parmetros distintos). En tales zonas, antiguas y suburbiales, de la ciudad es notable ladeficiencia y carencia de servicios de barrio de todo tipo: materiales, culturales y asistenciales.Otra caracterstica fcilmente constatable en este medio social, a su vez interrelacionada con lasituacin econmica en reciprocidad de causa y efecto, es el nivel de instruccin de losadultos que lo componen y que rodean al nio: el analfabetismo total y los bajos niveles deescolarizacin y capacitacin laboral de los miembros de la unidad familiar y del contextobarrial.Entrando en otras facetas, encontramos, como caracterstica objetiva de este medio, la unidadfamiliar con un elevado nmero de hijos, unido con frecuencia a la presencia de abuelos y, aveces, hijos de los hijos. Esta caracterstica fcilmente constatable por observacin y a nivelcensal, combinada con el reducido tamao de la vivienda nos da unos ndices de hacinamientonotables que acenta la falta de espacios personales y la conflictividad intrafamiliar.En la medida en que el medio social inmediato al nio est formado en gran parte por personasadultas, se han de incluir aqu las pautas de funcionamiento habitual de esos adultos. Hay queconsiderar una caracterstica de influencia directa del medio la presencia en el mismo de padresy adultos (amigos tambin) imbuidos de las caractersticas funcionales de ese entorno. Es

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  • importante constatar esta circunstancia porque, adems de la relacin que enseguida veremosentre variables objetivas y funcionales del medio, buena parte de la interrelacin entre ambas yde la asimilacin que el nio hace del medio es a partir de esas figuras referenciales y de losprocesos de aprendizaje directo y por modelos que ellas le facilitan. Estos adultos son un puntofundamental de unin entre caractersticas objetivas y funcionales, por eso todo planteamientoserio de intervencin tendr que incidir en ellos.Para que esta caracterizacin del medio que acabamos de hacer tenga el proceso de influenciaen la conducta y en el individuo que estamos analizando, no puede ser un conjunto decircunstancias (tampoco tendra sentido uno o dos rasgos aislados de los dems) de aparicinreciente y sbita. Por esta razn el esquema procesual no es aplicable al fenmeno actualmentederivado del masivo desempleo, a los as llamados >. Para que el esquemaresulte explicativo hay que aplicarlo en el supuesto de que el nio nace y se cra en un mediosocial de las caractersticas enunciadas, y que, de alguna manera o grado, sus padres y figurasreferenciales han vivido tambin antes en un medio similar.Podemos, en fin, sintetizar todas las caractersticas objetivas de ese entorno como un medioazaroso, incierto, duro e inclemente para la persona que se desarrolla en l.Al mismo tiempo hemos de considerar, y cada vez ms, que ese medio es valorado por laspersonas que viven en l no slo en s mismo sino tambin, y mucho, en relacin y contrapuntoa las caractersticas tambin objetivas de otros medios sociales distantes de l, pero cercanos yconocidos a travs de la comunicacin social. Estos otros entornos sociales podrn resultar, enese contrapunto, admirados despreciados o envidiados, pero ciertamente inaccesibles para losmiembros del estrato inferior.

    4.2. Caractersticas funcionales del medio social desfavorecido.Por caractersticas funcionales hay que entender ya formas de conducta, o mejor pautas deactuacin, pero no del nio o nios que estamos estudiando, sino del entorno social en el quese producen los procesos interaccionales de socializacin y maduracin. las variablesfuncionales son aquellas formas de conducta, de organizacin del medio social, son aquellosestilos de vida que resultan ms econmicos, en trminos de posibilidades de placer-displacer.Imaginemos a una persona intentando vivir en un medio social como el que hemos descritoantes, pero con esquemas de clase media. Estar abocado a una frustracin total y a un senti-miento radical de impotencia, ridculo y vergenza.Estas variables funcionales, o modo de funcionar en un medio social deprimido, se derivan enbuena parte de las caractersticas objetivas de ese mismo entorno. Pero, a su vez, funcionar deesa manera contribuya a seguir viviendo en ese medio social y a ser considerado por los demsde tal estatus. Al mismo tiempo es la nica forma de sobrevivir en l con las posibilidades queall se dan. Ah podemos apreciar la influencia mutua entre las caractersticas objetivas y lasfuncionales, y la dificultad para facilitar la promocin social desde dentro.Entre las caractersticas funcionales de un medio social deprimido hemos de resear en primerlugar las relativas a pautas de alimentacin: cantidad y calidad de alimentos, forma yfrecuencia de los mismos, etc.. Junto a ella la higiene personal y ambiental, de vivienda y zonaurbana; y los cuidados sanitarios suministrados tanto en el mbito familiar como en elinstitucional. La alimentacin, la higiene y la sanidad vienen mediatizadas por las circunstanciaseconmicas y de instruccin de los padres, pero junto a estos determinantes bsicos se asocianotras variables funcionales como las que incluimos en el grupo de o en el de comunicacin familiar,,. Conviene caer en la cuenta de las fuertes im-plicaciones entre los diferentes elementos del conjunto.Lo peculiar de estas primeras caractersticas funcionales enunciadas es la posibilidad quetienen, si llegan a situaciones extremas o muy prolongadas, de influir directamente (sin mediar

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  • los cognitivos reactivas) en el organismo a niveles muy diversos. Las consecuencias ms evi-dentes se aprecian en la relacin peso/talla, pero tambin en los dficits sensoriales, auditivos yvisuales, por falta de higiene y por enfermedades, con frecuencia sencillas pero mal curadas (R.Alonso, A. Bueno y M.J. Frau, 1988). A nivel de maduracin del sistema nervioso se puedenconstatar repercusiones en la psicomotricidad fina y en el desarrollo del lenguaje (inmadurez,dislalias, dislexias). Lo importante de la influencia directa de estas variables funcionales en elorganismo es que con ellas se crea un circuito corto de interaccin entre mediosocial-organismo-conducta, donde las variables cognitivo-reactivas quedan no entre el mediosocial y la conducta sino directamente entre organismo y conducta.Las restantes caractersticas de funcionamiento en un medio social desfavorecido tienen suinfluencia en la conducta y en el organismo a travs de las variables cognitivo-reactivas. Entreellas las primeras que resaltan, y quizs las ms estudiadas una a una, son las relativas a laorganizacin del medio familiar (J. Lautrey, 1985), el estilo de disciplina imperante en esemedio social y las peculiaridades de la comunicacin intrafamiliar (B. Bernstein, 1960, 1961,1969; W. Labov, 1977).Es bastante lgico que la organizacin del medio familiar sea poco flexible en un contextosocial como el descrito antes. Para que haya flexibilidad en la organizacin ha de haberpluralidad de posibles alternativas; hay que tener visin de largo alcance en los procesos; hayque disponer de muchos datos y posibilidad de ponderarlos todos,...Cuando todo esto no estdisponible, la forma ms adaptativa de organizarse es o la extremadamente rgida, inflexible, ola anmica. Supuesto que una organizacin flexible implica que hay, para las cosas importan-tes, una normativa bsica (en comidas, sueo, ocio,...) pero que tal normativa puede serexceptuada si se dan unas determinadas circunstancias. Esta organizacin del medio familiarabarca tambin la estructuracin fsica y personal del espacio disponible, y ya hemos visto laslimitaciones que este medio impone para ello.Si pasamos ahora al estilo de disciplina imperante veremos que guarda una ntima relacincon la organizacin del medio. No poda ser de otra manera. La disciplina ha de ser casinecesariamente rgida, basada en el refuerzo fsico aversivo (castigo fsico) fundamentalmente,y esto por un cmulo de razones que estn implcitas en las caractersticas objetivas dei medio,e ntimamente relacionadas con otros rasgos funcionales. Ahora bien, esta rigidez disciplinarcon mucha frecuencia est asociada a la incongrurencia del criterio de aplicacin. Por la accinque un da el chico recibe una paliza fenomenal al da siguiente no ocurre nada, o incluso se lere la gracia, o es el mismo adulto quien lo realiza.La comunicacin intrafamiliar suele resumirse en un cdigo lingstico peculiar, devocabulario reducido, poco abstracto y poco matizador, con predominio de la frase afirmativae imperativa. En cambio la comunicacin no verbal es rica por la frecuente exteriorizacin delas emociones; siendo esta exteriorizacin, por lo general, explosiva tanto en formas como enintensidad. Todo esto va unido a una notable dificultad de intimidad personal, a laimposibilidad de aislarse consigo mismo, que permita la reflexin y la clarificacin de lossentimientos que no se saben o no se pueden expresar.Otro gran grupo de caractersticas funcionales en este medio social lo podemos denominarselectividad de experiencias, en el sentido de que el medio social en el que vive le seleccionaforzosamente la gama de experiencias que va a poder vivir intensamente. Esta seleccin deexperiencias tiene lgicamente su origen en las posibilidades que le ofrece el medio, tantofsico como social aqu ntimamente unidos.Entresacamos slo algunas, como las ms evidentes en relacin con la caracterizacin objetivaanterior: predominio de las experiencias de manipulacin de objetos frente a la dificilmanipulacin de palabras y conceptos; abundancia de experiencias de fuerza y de convivenciacon el mundo animal; en otro plano, tambin muy importante, experiencias de ser rechazado yexperiencias de frustracin. La conrespondencia e interaccin de estas experiencias selectivas

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  • con las caractersticas objetivas del medio, por una parte, y con las variablescognitivo-reactivas, por otra, no requiere mayor empeo. La diferencia con el nio de clasemedia radica en que este es posible que tenga acceso directo a las experiencias del nio declase inferior, mientras que a la inversa es mucho ms difcil.Especial importancia tienen, como en cualquier contexto educativo y socializador, los modosde gratificacin que se emplean preferentemente en el medio social deprimido. Ellos van asignificar en el presente y en el futuro su forma habitual de establecer metas e incentados, ascomo sus mecanismos de autovaloracin y recompensa. Encontramos que tales modos estscompuestos de pequeas gratificaciones de satisfaccin inmediata Y esto es as porque talmedio difcilmente puede ofrecer grandes medios econmicos y de todo tipo, posibilidades deprevisin y control de las circunstancias. Elementos todos ellos que no estn precisamente muyal alcance de los estratos sociales inferiores por sus caractersticas objetivas y por laconcepcin de vida que veremos a continuacin. Tan importante como la pequeez einmediatez de las gratificaciones, es el hecho de que estas lleguen con harta frecuencia msasociadas al azar y a la suerte que al esfuerzo dei propio individuo. Todo lo cual es, por unaparte, coherente con las caractersticas directas del medio y con las variablescognitivo-reactivas. Conductas aparentemente absurdas, como la de esa familia (todosconocemos alguna) que tras un golpe de suerte en los
  • modelos la fuente de atraccin es el afecto y en los otros es el prestigio. La resultante deconducta que puede surgir tras estos procesos contradictorios de modelado no debe extraarque sea, cuando menos, confusa, ambivalente y desconcertante.Es importante resaltar antes de finalizar este apartado que es a todas luces insuficiente analizary relacionar aisladamente una caracterstica funcional respecto de una variable objetiva deestatus o respecto de una variable cognitivo-reactiva. Lo importante es la mayor o menorplenitud del conjunto, tanto como caracterizacin funcional del medio, cuanto respecto a suinfluencia en la conducta a travs de las siguientes variables.

    4.3. Caractersticas cognitivo-reactivas.Creo necesario recordar que estas variables cognitivo-reactivas, que son las msfrecuentemente exploradas e investigadas desde la psicologa y que se las consideramediadoras entre el individuo y la situacin, no son ajenas a las influencias del medio, tambin,entre las situaciones y la conducta, aunque sean variables propias de la persona. En realidadrepresentan una forma de pervivencia del medio en la persona que realiza la conducta; a la vezque la forma que tiene la persona de relacionarse con su medio a travs de la conducta.Una enumeracin agrupada de las caractersticas cognitivo-reactivas del muchacho-adolescentede un medio social desfavorecido nos lo describira aproximadamente de la siguiente manera:

    A) ASPECTOS COGNITIVOS Pensamiento concreto: razona sobre elementos cercanos, reales y tangibles. Le cuestageneralizar y abstraer. No razona sobre elementos, palabras o proposiciones abstractas. Razonamiento intuitivo: global, sinttico. Sin comprobar la reversibilidad del proceso, oanalizar los matices y elementos complementarios. Aptitudes verbales de cdigo restringido: palabras cotidianas y de argot abundantes.Frases cortas, coordinadas, enunciativas e imperativas. Expresiones grficas y onomatopyicaspropias (creativas). No utilizan palabras abstractas, ni pluralidad de adjetivos y adverbios paramatizar. Tampoco frases largas o de subordinacin. Amplia comunicacin no-verbal: gestos, mmica, ademanes, posturas,... Curiosidad Intelectual pragmtica: Le interesa ms el cmo y el para qu de un fenmeno oartefacto; sin preguntarse por el qu y porqu del mismo. Desarrollo notable de la motricidad gruesa y de las habilidades kinticas de rapidez, fuerza yequilibrio. La motricidad fina, en cambio, la desarrollan de forma tarda e imprecisa. Necesidad de metas a corto plazo de ver pronto el fruto de su pequeo esfuerzo. No lesirven las metas a largo plazo. Motivacin por necesidades inmediatas y tiles. La motivacin de logro, de superacinpersonal, tiene escasa fuerza para l. Campo de intereses muy circunscrito a las experiencias que ha vivido, ms que a lasexpectativas.

    B) ASPECTOS REACTIVOS Reacciones primarias impulsivas y rpidas. La reflexividad les cuesta, difcilmente es sureaccin espontnea. Fuerte expresin emocional, tanto de los sentimientos positivos como de los negativos. Esbastante fcil conocer sus estados de nimo, aunque puede desconcertar la intensidad delmismo valorado desde otros esquemas. Dureza de carcter: no hieren especialmente su sensibilidad hechos o situacionesdesagradables (sucias, sangrantes, abusivas,...) por estar habituado a ellas. Por el contrariopuede herir l la sensibilidad de personas de otro contexto sin haber pretendido tanto. Baja resistencia a la frustracin: se hunde fcilmente y le cuesta encontrar caminos positivos

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  • de superacin cuando no se cumple algo muy esperado, recurriendo entonces a mecanismos dedefensa muy elementales: negacin del conflicto o de la realidad, agresividad extra ointrapunitiva. Difcilmente racionaliza por s mismo. La expresin de la agresividad es ms frecuentemente fsica. La agresividad verbal es directa,no larvada. El control de la vida y de su propia actuacin lo sita en fuerzas personales o impersonalesajenas a l. Tarda ms que otros en llegar a ver que l puede controlar parte de su vida y de susacciones. Fcilmente influenciables por las situaciones, contextos y personas. Fruto de estacaracterstica y del < control externo de su actuacin suele presentar una normativa interiormuy elemental (ojo por ojo), poco critica y menos autocrtica, y poco generalizada.Es difcil denominar cada una de las variables cognitivo-reactivas en trminos positivos, osimplemente neutros. Lo he intentado as, al estilo de Riexman que veamos al comienzo deestas pginas, pero en algunos rasgos resulta casi imposible por la connotacin peyorativa quearrastran bastantes de ellos, aun dentro de la tradicin cientfica. En parte, tambin, por laasociacin positiva de los opuestos con las caractersticas propias de la clase media y superior.

    4.4. El organismo.El componente orgnico del ser humano ha sido siempre, y es lgico que lo sea, la sede de lascaractersticas genticas que intervienen en la conducta. Es el sustrato fisiolgico delcomportamiento en cuanto elemento receptor y elaborador de la informacin recibida delexterior y en cuanto instrumento de expresin de la respuesta.Pero esta realidad orgnica de origen gentico no puede ser considerada, ni aun en sus partesms ntimas, una caja negra hermticamente cerrada, aislada completamente de las influenciasdel exterior.Es da a da inevitable la consideracin del hombre no ya como un ser psicobiolgico por unaparte y psicosocial por otra, sino como una realidad global bio-psico-social. Las tres facetasforman un todo, y no puede haber un fenmemo importante y duradero que afecte a una facetasin encotrar su eco en las otras dos. No como tres elementos de un conjunto abordables porseparado, sino como un conjunto con tres elementos inseparables y recprocamenteinteractuantes.Hablando del organismo humano sin duda es el sistema nervioso el que asume laresponsabilidad del control de la conducta, aunque esta se exprese a travs de todos losmiembros y rganos, y aunque la realidad exterior nos llegue por medio de los sentidos,aspectos que tambin se han de considerar en esta variable.Todo lo que altere el funcionamiento del sistema nervioso se reflejar en el comportamientodel individuo. Pero al mismo tiempo un sistema nervioso al que se le haga funcionarcontinuamente de un forma determinada (la plasticidad es una caracterstica bsica del sistemanervioso) por las exigencias del medio, acabar convirtindola en su manera de actuar, endetrimento de otras posibles.En este sentido las variables cognitivo-reactivas son por una parte la expresin de la forma defuncionar el sistema nervioso y, por otra, son la expresin resultante de la forma dedesenvolverse el individuo en un medio determinado.Ya vimos que algunas caractersticas funcionales del medio: alimentacin, higiene, sanidad,podan tener una incidencia directa en el organismo a travs dei desarrollo y maduracin detodo el sustrato somtico de la conducta, en especial del sistema nervioso (W.T. Greenough,J.E, Black y Ch. S. Wallace, 1987). A la inversa tambin se da esta influencia directa cuandolimitaciones orgnicas, genticas o adquiridas, condicionan determinadas formas dedesenvolverse en el medio: ceguera, sordera, invalidez, enfermedades de larga duracin oelevado riesgo.

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  • 5.CONCLUSIONES PRCTICAS Y PERSPECTIVAS DE INTERVENCIN.

    No podemos quedarnos en la mera construccin de un modelo explicativo de la conducta porclaro y comprensivo que resultase. Detenerse ah podra incluso, por justificativo, resultarparalizante. El esquema interaccional que hemos propuesto tiene evidentes traducciones prcti-cas que cada uno debe sacar segn el mbito perspectiva desde donde se site respecto al niode la calle. A continuacin ofrecemos, sin pretensin de agotarlas, algunas conclusionesprcticas que encierran a su vez lneas de intervencin desde una perspectiva interaccional yconsiderando la complejidad del tema propuesto:a) Los determinantes de la conducta no inciden por separado, ni ellos mismos sonindependientes entre s. Lo primero que nos ha venido a decir todo el esquema explicativoanterior es que si aquellos nios del medio social ms bajo fracasan en la escuela o acaban confrecuencia en la delincuencia o reproducen en sus hijos la marginacin en que ellos nacieron,no lo hacen porque tengan unas cualidades genticamente inferiores a los dems. Por tanto nohay que darlos como casos perdidos, en los cuales no merece la pena invertir esfuerzospersonales y econmicos.Tambin hay que cuestionarse que no basta con incidir de manera paliativa y asistencial en lascaractersticas objetivas del medio social desfavorecido. Esto sera insuficiente y, segn comose realice, contradictorio. Incluso nos plantea la posible ineficacia de los mtodos teraputicoso de modificacin de conducta aplicados a estos nios en la escuela, en gabinetespsicopedaggicos o en las residencias de menores, si no van acompaados prioritariamente dela modificacin de las caractersticas funcionales del medio.b) Es necesario un abordaje global del problema, tanto a nivel individual como decolectivos. Este abordaje global afecta tanto a los interesados, como a los diversosprofesionales (mdicos, maestros, trabajadores sociales, psiclogos, educadores,...) que hayande intervenir, y afecta de manera importante a los responsables de la poltica social en susdistintos niveles.La intervencin en el medio social desfavorecido, si quiere atajar el proceso de marginacininfantil, ha de abarcar el contexto social estructural y funcional de la conducta del nio y delgrupo familiar, y ha de ofrecer una calidad elevada para preservar el desarrollo del mismoorganismo. Tiene que ser tarea multiprofesional integrada, y tiene que ser un objetivoprioritario de la poltica social de un estado.c) Es fundamental intervenir en el contexto situacional adems de en el estrictamentepersonal. Tal como hemos visto en el proceso interaccional anterior resultarn bastantesuperfluos los proyectos de intervencin que tengan su objetivo exclusivo en cambiar lascaractersticas cognitivo-reactivas del nio. Es necesario incidir en el mbito familiar y barrialsimultneamente.La frecuente evaluacin negativa de las intervenciones centradas exclusivamente en el niotienen aqu su explicacin. Tanto si se trata de aulas de atencin especial, como de planes deeducacin compensatoria, o del internamiento del menor en una miniresidencia o de su ads-cripcin a un centro de da, da igual; si en paralelo no se trabajan las caractersticas funcionalesdel medio familiar y barrial, tales servicios sern un paraguas que les asla del chaparrndurante un perodo de tiempo ms o menos largo. Pero antes o despus el paraguas hay quecerrarlo, y el muchacho volver a estar como antes, calado.d) Precisamente porque se trata de un proceso de interaccin, el desarrollo del fenmenosupone una cadena de incremento. Para cortar esta cadena es imprescindible la actuacinprecoz, cuanto antes mejor. En psicologa y en salud, en general, es ms sencilla y menoscostosa, en todos los sentidos, la prevencin que la recuperacin.Curiosamente en la actualidad de nuestro pas el problema de los nios de la calle no se

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  • afronta, a no ser en casos de abandono o malos tratos graves, antes de su ingreso en la escuelade E.G.B. y con ms frecuencia despus de dos o tres aos en ella. Esto es demasiado tarde enmuchos casos. Un organismo tan sumamente plstico -moldeable y adaptable- como es el delnio interactuando durante siete u ocho aos con un medio social tan deteriorado, a la fuerzaha de llegar a deterioros irreversibles.La actuacin precoz ha de centrarse sobre todo en programas de prevencin, incidiendo en lascaractersticas funcionales del medio a travs de escuelas de padres, de educacin para lasalud, de los cursos de alfabetizacin o de graduado escolar para adultos. Cabe, incluso,detectar desde las maternidades o desde centros de atencin primaria de la salud las familias dealto riesgo social e iniciar con ellas apoyos especficos con el mimo horizonte de modificar lascaractersticas funcionales del medio familiar (S.l. Greenspan y Otros, 1987).e) Conviene, en fin, tener en cuenta que cualquier programa o servicio que se planteedebe preverse y evaluarse no slo ya en trminos de si satisface o suple una necesidad delindividuo o del colectivo interesado, sino principalmente viendo si va a modificarpositivamente las caractersticas objetivas globales y sobre todo las funcionales. En la medidaen que se consiga esto, el programa o servicio pasar de ser meramente asistencial aconvertirse en un instrumento promocional: de promocin social, generador de calidad de viday de formas nuevas de conducta.

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  • REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS

    AJURIAGUERRA. J. de (1976): Manual de psiquiatria infantil. Barcelona: Toray-Masson.ALONSO. R.; BUENO, A. y FRAU, M.J. (1988): >. British Journal of Sociology,.. 9, p.271 -276.BERNSTEIN, B. (1961): Social structure, language and learning. Journal of EducationalResearch>>, 3,p.163-170.BERNSTEIN. B. (1966): >. Nueva York:Springer-Verlag. (Trad.: Barcelona. Herder,1983).GREENOUGH, W.T.; BLACK. J.E. y WALLACE, Ch.S. (1987):

  • Universidad Complutense, Facultad de Psicologa. Tesis Doctoral.VALVERDE J. y FERNANDEZ, J. (19B): ..Adopcin e inteligencia: una revisin critica delos estudios sobre adopcin>>. Informes de psicologa.., 5, p. 155-182.VERNON, Ph.E. (1972): Intelligenca and cultural environmenb>. Londres: Methuen. (Trad.:Madrid: Marova, 19B0).

    -------------------------------------------------------------------------- Cristianisme i Justcia, Roger de Llria 13, 08010 BarcelonaTelf: 93 317 23 38;Fax: 93 317 10 94;correu-e: [email protected]; http://www.fespinal.com

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    cj33es.pdf (p.1)es33 - Nios de la Calle - Agustn Bueno Bueno.pdf (p.2-20)