chaparro valdivieso, j - sociedad y posibilidades tecnológicas emergentes

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59 Resumen Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación —NTIC— están generando cambios trascendenta- les en la sociedad y el territorio. Se están imbricando diferencialmente en todas las actividades de la vida huma- na, mediando desde los flujos económicos globales hasta las relaciones personales individuales. Paralelamente se están propiciando profundas alteraciones en términos de la concepción del mundo y del lugar, de lo material y lo inmaterial, de lo real y lo virtual, de lo utópico y lo imaginario, de lo orgánico y lo artificial. Emergen nociones y conceptos diversos pero complementarios que van desde la idea de ciberespacio hasta la de Internet como un “actante” con propiedades emergentes inquietantes, pasando por la inteligencia colectiva en red y los cyborg como nuevo estadio del devenir humano. Las implicaciones derivadas de las NTIC se perfilan como una línea interesante —y poco exploradas— de trabajo e investigación en geografía ya que, evidentemente, los procesos y las dinámicas socioterritoriales cada vez se median más por lo digital. Palabras clave: Nuevas tecnologías de la información y la comunicación, inteligencia en red, virtualización, cyborg, digital. Abstract The new information and communication technologies —NTIC— are generating transcendental changes in society and territory. It has differentially been entangling in all activities of human life, mediating from global economic flows until personal relationships. Parallelly, it has been promoting deep alterations in terms of world and place conception, material and immaterial concept, real and virtual, utopian and imaginary, organic and artificial. Emerging diverse notions and concepts that complementary go from cyberspace idea to Internet like an actant with disturbing emergent properties, going by collective intelligence in net and cyborg like new stadium of human becoming. The derived implications of the NTIC are profiled like an interesting line —and little explored— of work and investigation in geography evidently since every time socioterritorials and dynamic processes are mediated more for the digital. Key words: New information and communication technologies, intelligence in net, virtualization, cyborg, digital. JEFFER CHAPARRO MENDIVELSO Candidato a Doctor en Geografía Humana Universidad de Barcelona [email protected] Cuadernos de geografía número13, 2004, pp 59 - 81 © 2004 Departamento de Geografía - Universidad Nacional de Colombia ciudad universitaria, Bogotá, D.C. Colombia SOCIEDAD Y POSIBILIDADES TECNOLÓGICAS EMERGENTES

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Sociedad y Posibilidades Tecnológicas Emergentes

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    ResumenLas nuevas tecnologas de la informacin y la comunicacin NTIC estn generando cambios trascendenta-les en la sociedad y el territorio. Se estn imbricando diferencialmente en todas las actividades de la vida huma-na, mediando desde los flujos econmicos globales hasta las relaciones personales individuales. Paralelamentese estn propiciando profundas alteraciones en trminos de la concepcin del mundo y del lugar, de lo materialy lo inmaterial, de lo real y lo virtual, de lo utpico y lo imaginario, de lo orgnico y lo artificial. Emergennociones y conceptos diversos pero complementarios que van desde la idea de ciberespacio hasta la de Internetcomo un actante con propiedades emergentes inquietantes, pasando por la inteligencia colectiva en red y loscyborg como nuevo estadio del devenir humano. Las implicaciones derivadas de las NTIC se perfilan como unalnea interesante y poco exploradas de trabajo e investigacin en geografa ya que, evidentemente, losprocesos y las dinmicas socioterritoriales cada vez se median ms por lo digital.

    Palabras clave: Nuevas tecnologas de la informacin y la comunicacin, inteligencia en red, virtualizacin, cyborg, digital.

    Abstract

    The new information and communication technologies NTIC are generating transcendental changes insociety and territory. It has differentially been entangling in all activities of human life, mediating from globaleconomic flows until personal relationships. Parallelly, it has been promoting deep alterations in terms of worldand place conception, material and immaterial concept, real and virtual, utopian and imaginary, organic andartificial. Emerging diverse notions and concepts that complementary go from cyberspace idea to Internet likean actant with disturbing emergent properties, going by collective intelligence in net and cyborg like new stadiumof human becoming. The derived implications of the NTIC are profiled like an interesting line and littleexplored of work and investigation in geography evidently since every time socioterritorials and dynamicprocesses are mediated more for the digital.

    Key words: New information and communication technologies, intelligence in net, virtualization, cyborg, digital.

    JEFFER CHAPARRO MENDIVELSO

    Candidato a Doctor en Geografa HumanaUniversidad de Barcelona [email protected]

    Cuadernos de geografa nmero13, 2004, pp 59 - 81 2004 Departamento de Geografa - Universidad Nacional de Colombiaciudad universitaria, Bogot, D.C. Colombia

    SOCIEDAD Y POSIBILIDADES TECNOLGICASEMERGENTES

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    A MODO DE EXORDIO

    La sociedad est mutando. Y tal vez de manera ms pro-funda y rpida de lo que podramos asumir. Existenpremisas lanzadas hace ms de un siglo que parecen muyapropiadas para estos tiempos:

    Hay que tener una fuerza de predileccin para losproblemas que hoy asustan a todos; el valor de las cosasprohibidas; es preciso estar predestinado al laberinto. Deestas soledades hay que hacer una experiencia. Hay quetener nuevos odos para una nueva msica; nuevos ojospara las cosas ms lejanas; una nueva conciencia para ver-dades hasta ahora mudas (Friedrich Nietzsche, ElAnticristo, Prlogo). (1998, 9-10)

    Los procesos y las relaciones sociales empiezan areflejar serios cambios y mutaciones. En este marco nosmoveremos. Abordaremos algunas nuevas acepcionescomo sociedad del conocimiento, sociedad de la infor-macin, nueva economa, economa electrnica yciberdemocracia. Y tambin aludiremos a la virtualizacin,la inteligencia en red y los cyborg, para terminar con algu-nas reflexiones en torno a los cambios en las nociones deespacio-tiempo junto a los retos sociales implicados en elascenso de lo digital.

    SOCIEDAD Y REDESINFORMTICAS

    Nos acercamos a pasos agigantados a un mundofundamentalmente digital. Los obstculos que se oponenno son de naturaleza tecnolgica, sino econmicos, so-ciales, polticos y humanos (Cebrin 1998, 183)

    En trminos genricos una red esta compuesta fun-damentalmente por nodos y flujos de relaciones diferen-ciales. Y la sociedad funciona en forma de red (Castells1996, 549-558). Los nodos podran ser las personas, em-presas, universidades o entidades estatales, mientras quelas relaciones estaran conformadas por el intercambiode ideas, de datos o de bienes materiales, en definitiva,por diversos tipos de informacin. Hoy esta interrelacines posible fundamentalmente por su articulacin a las re-des de telecomunicaciones. Las redes de relaciones cons-tituyen la forma bsica de asociacin para los procesos

    productivos, la innovacin tecnolgica, la difusin de lasideas y el cambio social.

    Ya que la comunicacin en la actualidad est fuerte-mente ligada a Internet, y la comunicacin es inherente atodas las actividades humanas y sociales, la red mundialse constituye en un elemento clave para entender las for-mas emergentes y las modificaciones que ataen a la so-ciedad de hoy, para entender el ascenso de la sociedadred (Castells 2001, 305-312). Internet involucra variadoscuestionamientos e interrogantes filosficos (Graham2001, 1-20, 151-169) que van ms all del asombro poruna novedad tecnolgica. La complejidad inherente a lared se manifiesta en las mltiples posturas asumidas, osci-lando entre el negativismo desaforado y la tecnofilia oconfianza excesiva en las posibilidades subyacentes demejoramiento social. Y las proyecciones, aunque cierta-mente necesarias y difciles de eludir en este mbito, setornan escurridizas e inciertas por varios factores, resal-tando el uso o apropiacin social de la tecnologa y elacelerado e inexorable cambio en la misma tecnologa.Dentro de la teora cultural contempornea la Web tam-bin ha sido examinada como esfera donde el poder, lametfora y la magia convergen de manera sustancial, dan-do cabida a interpretaciones que varan entre las utopas-distopas narrativas y la factibilidad catastrfica deimplosin de la sociedad en un mundo simulado virtual-mente (Swiss y Herman 2000, 1-4). Qu se podr espe-rar para los prximos 100 aos en tecnologas de la in-formacin y la comunicacin?, cul ser el papel de larevolucin biotecnolgica y bioinformtica?

    Hay tres elementos o fenmenos interesantes quedeben ser considerados en el marco de la historia y lateora de la comunicacin: la interaccin entre tecnolo-ga, sociedad y cultura. As, una real revolucin se presen-ta cuando existe un encuentro entre las innovaciones tec-nolgicas y las mutaciones sociales y culturales en losmodelos de comunicacin. Las nuevas tecnologas noofrecen per se las condiciones necesarias para que se mo-difique la organizacin social y el modelo cultural asocia-do a la comunicacin (Wolton 2000, 204-205), razn porla cual se hace necesario indagar el grado de imbricacinde lo social y lo digital, y las mutaciones derivadas. Cree-mos, por muchas razones que expondremos ms adelan-te, que estamos asistiendo a un gran cambio.

    Jeffer Chaparro Valdivieso

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    SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO,SOCIEDAD DE LA INFORMACIN

    E INTERNET

    El conocimiento, o su ausencia, siempre ha forma-do parte de las relaciones establecidas en la sociedad.Conocimiento para innovar o para hacer ms eficiente yrentable la produccin econmica, para viajar o para to-mar cualquier tipo de decisin. Pero actualmente el co-nocimiento genera un alto valor aadido, en ocasionesmuy por encima de la produccin primaria e industrial.Las patentes y las innovaciones tecnolgicas de todo tiposon las que tienden mayoritariamente a marcar y delinearlos procesos investigativos en estrecha relacin con laproduccin. Estos procesos, que funcionan y se articulanen forma de redes selectivas de colaboracin y coordina-cin, estn presentes en la investigacin del genoma hu-mano, de la estructura y dinmica del Universo, en el tra-bajo sobre inteligencia artificial, nanotecnologa y nuevastelecomunicaciones. Este proceso de inclinacin hacia elconocimiento en la produccin es muy reciente, ya queapenas hacia mediados de la dcada de 1980 se empeza-ban a or comentarios sobre la economa de la informa-cin y la sociedad de la informacin (Roszak 1988,8). Dicha situacin est, en alguna medida, definida ymediada por la tendencia a la masiva desregulacin de lastelecomunicaciones aproximadamente desde inicios de ladcada de 1990 neoliberalismo.

    La sociedad del conocimiento comparte algunoselementos con la sociedad de la informacin, pero noson lo mismo. La sociedad de la informacin es una acep-cin genrica que designa la insercin de las NTIC en lasociedad, principalmente en trminos de la posibilidadde acceso y uso para socializar el conocimiento. Mientrasla sociedad del conocimiento est conformada principalmen-te, aunque no exclusivamente, por un nmero reducidode entidades, empresas, institutos y personas; la sociedadde la informacin la conforma la sociedad en conjunto. Pero,obviamente, no todas las sociedades ni las personas dis-ponen de los mismos medios y posibilidades para acce-der a la informacin, ms cuando ha tomado un viroimportante al surgir Internet? En efecto, cuando ojeamoslos planes y proyectos asociados al fortalecimiento de lasociedad de la informacin encontramos que principal-

    mente estn dirigidos a potenciar y hacer posible el usodel ordenador, Internet, la telefona mvil y en generallos PCS personal communication systems, mediante es-trategias como la adecuacin de la infraestructura necesa-ria, la capacitacin de tcnicos y profesionales para sugestin y desarrollo, la concesin de prestamos tanto parala gente como para las empresas e industrias, al mismotiempo que se intenta potenciar su utilizacin en las di-versas fases de la educacin, principalmente en la secun-daria y universitaria.

    La carrera por entrar en la sociedad del conocimien-to y de la informacin es algo paradigmtica. Existe laidea, y en algunos casos el imaginario, de suponer queello contribuir al mejoramiento de las capacidades pro-ductivas de un pas, ciudad o regin, mientras que social-mente los beneficios sern igualmente tangibles, traduci-dos en una poblacin ms educada, consciente de surealidad, comprometida y formada para la inevitablecompetitividad que casi impone necesariamente la actualtendencia a la globalizacin. Estamos de acuerdo en quelas NTIC pueden favorecer un mejoramiento sustancialde las condiciones socioeconmicas en cierto marco te-rritorial, pero esto no ocurre per se, porque requiere detodo un sistema amplio y complejo que tiene que ver conaspectos que van desde el mejoramiento de la calidad devida de las personas en trminos de empleo y sanidadhasta la creacin del ambiente propicio y favorable parala innovacin tecnolgica y la investigacin. De no seras, se puede esperar una sociedad ms conectada aInternet, pero que no ver los beneficios reales de ingre-sar en la sociedad de la informacin. Lo ms importanteno es simplemente tener acceso a la informacin, a cual-quier tipo de informacin, es qu se haga con ella y lasposibilidades reales de materializacin en trminos so-ciales, econmicos y polticos.

    La insercin de las NTIC en las polticas estatalesde desarrollo se estn traduciendo en diversos progra-mas, situacin que plantea grandes retos, especialmentepara los pases no desarrollados, ya que detrs de la adop-cin de las nuevas posibilidades de comunicacin est lanecesidad de adquirir los insumos para ello: los ordena-dores, el software, las lneas pticas, los sistemas de inter-conexin inalmbrica, la gestin del espectro electromag-ntico, el dominio de los satlites de comunicaciones y,en general, la gran posibilidad de seguir con la fuerte de-

    Sociedad y posibilidades tecnolgicas emergentes

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    pendencia tecnolgica. Pero dicha situacin no sugierenecesariamente un determinismo tecnolgico. Y ah estael gran reto: generar reales procesos innovadores en elconocimiento, la produccin, la gestin y la organizacin,que redunden en un estrechamiento de la brecha digital yde las marcadas disparidades socioeconmicas.

    La naturaleza de InternetComo hemos visto a vuelo de pjaro, las NTIC, y

    principalmente Internet, se estn constituyendo en unelemento fundamental de la organizacin econmica ysocial. Pero la red mundial tuvo una gnesis y desarrolloparticular que sera adecuado no perder de vista. Comogran parte de las innovaciones tecnolgicas, Internet, omejor, sus precursores, nacieron con fines eminentemen-te militares. Aunque esto es cierto, tambin se deberaconsiderar el trascendental papel de los hackers y su ideade colaboracin abierta y reticular, tanto para el desarro-llo de la red mundial como para el nacimiento del orde-nador personal. Su inicio est estrechamente vinculado aldesarrollo de Arpanet en la dcada de 1960, que culminluego de un largo recorrido en los primeros aos del de-cenio de 1990 con la aparicin de la World Wide Web(Castells 2001, 23-48) www, lo cual no implica nece-sariamente que el fenmeno quede all, ya que los padresde la actual red consideran que sus posibilidades y aplica-ciones estn apenas desarrollndose y que falta muchopor ver en su evolucin y aplicacin. En este sentido, to-dava no est claro el fuerte impacto que tendr el Internetinalmbrico, el Internet satelital y el Internet por va elc-trica.

    Curiosamente, estructural e histricamente Internettiene fuertes vnculos con la libertad, aunque tambinpuede servir para lo contrario. Estructuralmente porquehasta ahora es la mxima expresin de la posibilidad dedescentralizacin de la informacin, ya que posee una ar-quitectura diseada precisamente para que un problemaen uno de sus nodos no implique necesariamente el co-lapso de todo el sistema o de gran parte de l y porque elflujo de datos e informacin, es decir de bits, puede to-mar diversas rutas favorecido por la disposicin reticular.Ello no implica que la red sea invulnerable, pero en tr-minos de su arquitectura organizativa las posibilidades soninmensamente menores que en un sistema centralizado oexcesivamente jerrquico. Histricamente en su diseo y

    desarrollo han estado presentes grupos de tendencia li-bertara, o ms bien, que han pretendido buscar la liber-tad desde su visin y punto de vista particular. Se puedendistinguir, entonces, como primera medida dos agrupa-ciones: los que producen y a la vez utilizan Internet y susaplicaciones, retroalimentando el sistema, y quienes con-sumen y son usuarios de la red, que a la larga tambinterminan incidiendo de alguna manera en su evolucin(Castells 2001, 51-77). Pero especficamente la cultura deInternet, como la ha denominado Castells, est confor-mada por cuatro capas interrelacionadas: las tecno-elites,los hackers, las comunidades virtuales y los emprendedo-res. Cada una de ellas cumple un papel especfico en lainnovacin y la evolucin de la red, al igual que en lasaplicaciones y utilidades que se pueden derivar, ya queInternet no funciona solo alrededor de los iluminadostecnolgicos o de los usuarios profanos, es el todo y vams all de la infraestructura y los programas. Ms bienhara parte de lo que se ha denominado como la sociedadred, caracterizada por algunos comportamientos nuevoso recombinados (Ibdem, p. 137-157) donde la limitacinterritorial para la interaccin social es superada en granmedida.

    Adentrndonos un poco ms en esos grupos detendencia libertaria, se podra comentar que en la mdulade la era tecnolgica estn unos personajes, algo extra-os para el comn de la gente, que se han autobautizadocomo hackers diferentes a los crackers, que son los pira-tas o vndalos informticos. Son entusiastas de la in-formtica y estn sentando los pilares de nuevas practicasde colaboracin en red basadas en compartir y tratar dehacer ms accesibles las tecnologas asociadas a los orde-nadores e Internet, situacin que deriva en la gnesis deuna nueva tica del trabajo o ntica (Himanen 2001, 9-12,103-127); aunque tambin sera parte del cambio de lasrelaciones sociales mediadas tecnolgicamente. Para loshackers uno de los cimientos fundamentales de la colabo-racin es la libertad, aspecto por el cual han librado bas-tantes batallas con sus opositores, materializados esen-cialmente en los gobiernos y la empresa privada.

    Pero Internet plantea aspectos de fondo en trmi-nos sociales. En este sentido Wolton comenta: El obje-tivo de Internet no es entonces saber si todo el mundo sebeneficiar de l ni sorprenderse de lo que permite hacer,sino ms bien comprender si existe alguna relacin entre

    Jeffer Chaparro Valdivieso

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    este sistema tcnico y un cambio de modelo cultural ysocial de la comunicacin. Si esta relacin entre los tresmbitos se produce, estaremos ante una verdadera revo-lucin de la comunicacin, como la que Occidente haconocido ya al menos en dos ocasiones desde el Renaci-miento (Wolton 2000, 19). Por muchas razones, consi-deramos que la pregunta debera ir ms all de Internet,ya que lo que se empieza a percibir es la imbricacin delas NTIC en un gran nmero de procesos y prcticas so-ciales, tal como lo veremos ms adelante.

    LA NUEVA ECONOMA Y ELNACIMIENTO DE LA ECONOMA

    ELECTRNICA

    Se podra considerar que la nueva economa y laeconoma electrnica son algo as como sinnimos. Enla literatura sobre el tema se suele considerar que la irrup-cin de lo electrnico, y especialmente Internet, en losprocesos y dinmicas econmicas es el factor clave paraentender la nueva economa. No obstante, consideramospertinente sealar que esta nocin no es del todo adecua-da, es ms bien ambigua, ya que los procesos econmicosse renuevan y modifican constantemente. En otros tiem-pos tambin los cambios econmicos o polticos, las co-yunturas sociales o las interpretaciones acadmicas hanasumido como nueva economa una situacin para en-tonces actual. Han surgido, entonces, muchas nuevas eco-nomas. Algunas ejemplificaciones podemos encontrar-las en los trabajos de Preobrazhenskii sobre La NuevaEconoma (1926), con Bordaz en La Nueva EconomaSovitica (1962), con Sard en Una Nueva economade Mercado (1980) o en las alusiones de Beltrn sobreLa Nueva Economa Liberal (1982). Por tanto, ms quea una nueva economa deberamos referirnos en la actua-lidad a la gnesis de la economa electrnica o la e-economy.

    Fundamentalmente la nocin de economa electr-nica hace referencia a dos aspectos principales: la pro-duccin de bienes o servicios vinculados a las NTIC y eluso de esas tecnologas en los procesos productivos y/oen la organizacin de las empresas. La situacin, en estre-cho vnculo con los avances tecnolgicos, se remontaapenas al ltimo cuarto del siglo XX aproximadamente, yha desembocado en el nacimiento de la tambin denomi-

    nada economa informacional, en la que algunos de susprincipales rasgos son la organizacin en red y la granimportancia del conocimiento como motor y como pro-ducto (Castells 1996, 111-112). Se puede sealar, enton-ces, que Internet est afectando la dinmica de la empresaprivada, la mayor generadora de riqueza y plusvala, por-que se introdujo en la vinculacin con los clientes y pro-veedores y porque ha permitido reestructurar el procesoproductivo y la cooperacin con otras empresas (Castells2001, 81-82). En este ltimo plano se desatacan cuatrogrupos de empresas vinculadas fuertemente a Internet:las que proporcionan infraestructura, las que desarrollanaplicaciones y software, las que centran su accin en la pu-blicidad sin sostenerse por las transacciones econmicasy las que dependen fuertemente de la red para sus activi-dades (Castells 1996, 187-189) como es el caso de Amazon.

    Actualmente es frecuente que los gobiernos consi-deren que estas posibilidades emergentes efectivamenteafectan el potencial de crecimiento econmico. Por ejem-plo: en marzo de 2000, en Lisboa, la Unin Europea setraz como meta a diez aos ser la mayor economa com-petitiva y dinmica sustentada en el conocimiento. En esteplano, el discurso habitual afirma que la aceleracin indu-cida por las NTIC y las acciones estatales asociadas esti-mularn las empresas a adaptarse a la dinmica emergen-te y a generar nuevas propuestas productivas. Pero en elproceso de insercin a la economa electrnica general-mente se considera adecuado liberalizar las telecomuni-caciones y disear el marco legal y normativo necesario(Comisin de las Comunidades Europeas 2001, 4), aspectoque en conjunto suscita serios retos, como los derivadosde la creacin de grandes monopolios, o de sus precurso-res como America On Line en Estados Unidos,Vodafone en Europa o Telefnica en Europa yLatinoamrica, y las diversas operaciones o interven-ciones territoriales para disponer de la infraestructuranecesaria.

    La Comisin de las Comunidades Europeas utilizael termino economa electrnica para englobar las mo-dificaciones del comportamiento de los agentes econ-micos y Jeffer Chaparro ValdiviesoSociedad y posibilida-des tecnolgicas emergentesde los ciudadanos comoconsecuencia de las posibilidades que ofrece el especta-cular desarrollo y asequibilidad de las NTIC y, sobre todo,el desarrollo de Internet (Ibdem, 4) Asume tambin que

    Sociedad y posibilidades tecnolgicas emergentes

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    la situacin involucra aspectos tanto macroeconmicoscomo microeconmicos. En el primer caso porque inter-viene considerablemente en el crecimiento de la produc-tividad y del empleo, porque incide en la organizacinempresarial y porque plantea preguntas clave para el futu-ro, especialmente en trminos del posible sostenimientodel crecimiento. Para el segundo, la situacin est vincu-lada a la creciente competencia, los nuevos modelos em-presariales, las necesidades que todo ello implica en tr-minos de la cualificacin profesional y las formasemergentes de comprar y vender. En este ltimo aspectoresaltan, entre otras, dos posibilidades nacientes: loscibermercados, caracterizados por la formacin de agru-paciones de vendedores y compradores que generan es-trategias para ingresar de manera rentable en los merca-dos globales, y la dimensin mvil, que consiste en lafactibilidad de utilizar los sistemas de comunicacin m-viles, especialmente los telfonos, para vincularlos tantoal consumo como a los entornos empresariales (Ibdem,5-14).

    El fenmeno tiene muchas caras. Como sucede engeneral con todos los procesos econmicos, la situacines muy desigual para ciertos contextos socioterritoriales,contribuyendo en muchos casos al aumento de las dife-rencias y de la excesiva dependencia tecnolgica, aunquepor otro lado se podra constituir en una posibilidad demejoramiento de las condiciones y en un mecanismo parainiciar y jalonar procesos de innovacin tecnolgica. Entorno a este ltimo aspecto, en el centro de la produccinde conocimiento se encuentran los medios innovadoreso tecnpolis, caracterizados fundamentalmente por laconvergencia de universidades que alientan la investiga-cin, la industria de alta tecnologa y la participacin deinstituciones pblicas que apoyen e inviertan, en un am-biente propicio para la colaboracin y la transferencia deconocimiento (Benko 1999, 153); (Caetano y Gama 2000,246-247); (Cuadrado 1995); (Castells y Hall 1994, 30). Porotro lado, esta dinmica econmica tambin puede im-pulsar la fuerte entrada de otras actividades emergentes yde potencial gran impacto, como la ingeniera genticagenoma humano, clonacin, terapia gnica, clulasmadre, originando la denominada g-economa o eco-noma de los genes, la nanotecnologa y la exploracin oconocimiento del Universo, derivando la s-economa oeconoma del espacio (Terceiro y Matas 2001, 43-49).

    Evidentemente, los cambios en trminos de la naturalezay la dinmica que marcan buena parte de las relacioneseconmicas actuales se constituyen en un aspecto coyun-tural y clave para los gobiernos en todos los niveles, des-de el supranacional hasta el local, al igual que para la so-ciedad en general.

    Esta intrincada imbricacin de lo digital en la so-ciedad, y especficamente la utilizacin masiva de la tec-nologa digital en los sistemas de informacin, educacin,salud y entretenimiento contribuye a acelerar los proce-sos de globalizacin y mundializacin a los que nuestrassociedades se ven compelidos y la complejidad consti-tuye uno de los rasgos ms evidentes de este panorama(Cebrin 1998, 39-40). Al mismo tiempo, ahora tambinse est discutiendo el paso de la era industrial a lainformacional o postindustrial, ya que hay quienes pien-san en postinformacin cuando se vislumbra la tenden-cia a personalizar o individualizar los datos objeto de con-sumo, cuando los bits viajan y circulan casi por cualquierlugar en forma de ondas electromagnticas o de im-pulsos elctricos, mientras el lugar de trabajo es bas-tante ms flexible en trminos espaciales y la asincronacomplementariamente con la sincrona alteran las pautastemporales de interaccin social (Negroponte 1999, 195-203). Otro de los senderos que empiezan a ser abordadoses el problema del acceso a la informacin (Rifkin 2000,13-27, 306-336) como rasgo fundamental que caracterizalas relaciones econmicas actuales, delineando modifica-ciones sustanciales en la nocin de propiedad, en las prc-ticas culturales y en la misma experiencia humana. Portanto, existira la tendencia por pasar de pagar bienesmateriales a poder acceder a experiencias de todo tipo,en las que no queda lugar al objeto fsico. Los problemasy riesgos asociados oscilaran entre los grandes monopo-lios, de ideas y servicios, hasta la gran fractura que impli-ca el estar conectado o desconectado. Esta maraa de si-tuaciones, entre otras, han dado pie a considerar que estemergiendo algo denominado digitalismo (Terceiro yMatas 2001, 41-49), que sera un estadio nuevo y distintoal capitalismo, que involucrara conjuntamente fuertescambios adems de los econmicos de corte polti-co, cientfico y cultural, contribuyendo a pasar de laglobalizacin a la universalizacin. Para muchos, estas alu-siones podran considerarse algo exageradas, pero lo cier-to es que los cambios a los que estamos asistiendo son

    Jeffer Chaparro Valdivieso

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    variados, complejos y llegan a muchas instancias de la vidadel hombre, como veremos en los siguientes apartados.

    PODER, PARTICIPACIN YCIBERDEMOCRACIA

    Hay autores, como Maldonado (1998, 13-101), paraquienes las posibilidades tecnolgicas ofrecidas por lademocracia realmente participativa se desdibujan porqueel capitalismo ha puesto en marcha todo un aparato que,aparentemente, anuncia la llegada de la repblica electr-nica, siendo otra de sus estrategias mediadas por unametanarracin para ocupar los espacios susceptibles dedominacin. Sin embargo el mismo autor sugiere, tal veztmidamente, que las nuevas tecnologas pueden contri-buir a mejorar nuestra calidad de vida y favorecer la par-ticipacin democrtica. As las NTIC han suscitado uncandente debate en trminos de sus implicaciones para laactividad democrtica, para el ejercicio del poder y la par-ticipacin social en todas sus dimensiones. Las posicio-nes extremas estn a la orden de da, desde las que consi-deran que estn al servicio de la alienacin hasta las quese inclinan por su idealizacin como paraso para la tomade conciencia sobre las complejas problemticas localesy globales. Tambin se ha sealado que potencialmenteson la primera oportunidad histrica para desdibujar lasexcesivas condiciones de desigualdad e inequidad, mien-tras otros se adscriben a resaltar su trascendental papelpara el fortalecimiento de la imposicin capitalista. Enrealidad, a nuestro modo de ver, las NTIC son, y sern,lo que socialmente se haga con ellas. Sus caractersticasemergentes se traducen en muchas dimensiones, no soloen tonalidades claras y oscuras, sino en todos los inter-medios de los colores posibles. Seran, ms bien, comoun crculo cromtico y no la materializacin deldeterminismo tecnolgico.

    Tambin se ha sugerido la emergencia de la demo-cracia electrnica, que sera algo as como el ejercicio dela participacin mediada por las redes electrnicas actua-les (Bryan, Tsagarousianou y Tambini 2002, 1). Los ejem-plos son bastantes y variados, aunque fundamentalmentese refieren al contexto de pases desarrollados, esencial-mente a los escenarios Norteamericano y Europeo don-de se han podido ensayar y evaluar (Tsagarousianou 2002,41-59), con algunos casos exitosos en ciudades comomsterdam (Francissen y Brants 2002, 18-40), Berln

    (Schmidtke 2002, 61-83), Bolonia (Tambini 2002, 84-109),Filadelfia (Schwartz 2002, 110-124), Santa Mnica (Doctery Dutton 2002, 125-151) y Manchester (Bryan 2002, 152-166). Se podra plantear que, aunque ya son posibles lasrelaciones interpersonales sin la necesidad de estar cara acara y han disminuido drsticamente las limitaciones li-gadas a la contigidad y proximidad fsica, en gran medi-da el problema es algo as como generacional; es decir,en general las personas adultas y mayores estn menosfamiliarizadas con la virtualizacin a diferencia de los j-venes y nios, lgicamente con todos los matices y repa-ros suscitados en funcin de las posibilidadessocioeconmicas diferenciales. De todas maneras, ya seplantea hoy que los ordenadores y las redes estn permi-tiendo una especie de revolucin de los jvenes (Cebrin1998, 37-39), aspecto que debera tenerse muy presente alhacer alusin al concurso y la estructuracin social delmaana.

    En trminos de la organizacin social otra de lasvertientes la constituye la utilizacin de los medios elec-trnicos, especialmente Internet, por parte de grupos deresistencia ante diversas situaciones. Entre los casos po-dan encontrarse los Zapatistas mexicanos, los grupos deizquierda y los movimientos antiglobalizacin. Estos lti-mos, curiosamente, han organizado y coordinado muchosde sus encuentros, como el que se realiz en Barcelona enmarzo de 2002 dentro del marco de la Cumbre Europea,empleando las posibilidades de flexibilidad y convocato-ria que ofrece Internet, que a la vez se constituye en ma-nifestacin y mediador de la globalizacin. Aparentemen-te sera contradictorio utilizar un medio al servicio de laglobalizacin para manifestarse en su contra, ya sea totalo parcialmente, pero esto es ms bien reflejo de la apro-piacin social de las posibilidades tecnolgicas para laorganizacin y coordinacin. De la misma manera, losgrupos ambientalistas y ecologistas han encontrado en lared una va con posibilidades alternativas ante el incre-mento de los problemas ambientales, enmarcados espe-cialmente en las prcticas econmicas no sostenibles. Perotambin la red est siendo utilizada para cometer todotipo de actos delictivos, desde los fraudes informticos,las extorsiones por informacin, las violaciones a la inti-midad en parte auspiciados por los gobiernos, has-ta la pornografa infantil, el trfico de drogas y la organi-zacin armada de grupos diversos. Indudablemente, las

    Sociedad y posibilidades tecnolgicas emergentes

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    posibilidades que ofrecen las NTIC para la participaciny la organizacin social en todo sentido sonvariopintas y eso que la imbricacin lleva apenas pocosaos.

    NUEVAS FORMAS DEINTERACCIN O

    VIRTUALIZACIN DE LASRELACIONES SOCIALES

    Las NTIC se han traducido en un gran cambio parala comunicacin en todo sentido, para la sociedad y elindividuo. Actualmente no es extrao que se hable deciberturismo, comunidades virtuales, teletrabajo (Gillespiey Richardson 2000: 228-243), educacin virtual e investi-gacin en red. Y tampoco de las diferentes, y en ocasio-nes divergentes, formas en que los jvenes, adultos y an-cianos ven y asumen el mundo y el lugar acorde con eluso de las posibilidades tecnolgicas. Hay quienes consi-deran que Internet favorece el individualismo como nue-va forma de sociabilidad (Castells 2001, 150-154), mien-tras otras vertientes resaltan los fenmenos de mutabilidadde la personalidad, de cambio en la nocin de intimidady la transculturalidad en la red, que conjuntamente po-dra derivar en la reafirmacin del sentido de identidaden el camino hacia una especie de cultura global, sin queello sea necesariamente contradictorio y antagnico, aun-que s bastante tenso y complejo.

    Lvy acua el trmino cibercultura para designar laexpresin de las mutaciones en aspectos esenciales de lacultura, marcado en buena medida por la nocin de uni-versalidad (Lvy 1998, 203-205), en la que la virtualidaddesempea un papel protagnico. En este plano, un pa-pel fundamental lo cumplen los nuevos medios digitales,ya que con la actual convergencia tecnolgica seentrecruzan y refuerzan, modificando su naturaleza y po-sibilidad de alcance. La variedad abarca el cine, los juegosde vdeo, la televisin, la fotografa digital, Internet y larealidad virtual (Bolter y Grusin 2001, 88-210), haciendoms complejo el anlisis de sus implicaciones en la ima-gen social del mundo y del lugar, de la misma manera queincide diferencial y considerablemente en las pautas y prc-ticas de consumo. Hay quienes comentan que podemos

    afirmar tambin que el objetivo de las nuevas tcnicas decomunicacin es socializarlas, y no tecnificar al hombre ola sociedad: en una palabra, separar la comunicacin delproblema de la productividad (Wolton 2000, 19). Si biense pueden tener muchos reparos a esta alusin, algunasde las principales seales de la cibercultura podemos en-contrarlas en la msica tecno y electrnica, al igualque en el tratamiento digital de la imagen (Lvy 1998, 105-121), aspectos difcilmente desvinculables de las prcti-cas de consumo.

    Ya haca las dcadas del 60 y 70 del siglo pasadoMarshall McLuhan haba mostrado la fuerte influencia delos medios masivos de comunicacin, principalmente latelevisin, en el cambio de la estructura mental de las per-sonas (McLuhan 1996). Mc Luhan muri en 1980 tenien-do muy claro dichos efectos, pero no conoci el naci-miento de la world wide web de hoy. Pero tal vez su anlisisnos habra hecho reflexionar sobre las cualidades deriva-das de este tipo de sistemas. Sobre esta ltima condicin,se puede apuntar que la nocin asociada a las propieda-des emergentes se asume corrientemente como la pro-duccin de fenmenos o situaciones que, aunque hacenparte de las interrelaciones y la dinmica de un conjuntode elementos, dan origen a algo que es bastante ms com-plejo que la simple suma de las partes. En la actualidad seconsidera que Internet est generando muchas de estaspropiedades emergentes y que empieza a funcionar comoactante, aunque sera adecuado pensar que la red apenasse est desarrollando tanto en infraestructura como enuso y que estos dos factores estn cambiando a un ritmobastante acelerado. En trminos infraestructurales esta-mos asistiendo, como ya lo hemos comentado, a dos gran-des cambios: el acceso a Internet por las lneas elctricasy la conexin sin cables, ya sea por redes inalmbricaslocales o por va satelital. Sin duda esto, sumado a la yavaticinada muerte del ordenador y su reemplazo por elTablet PC junto a la nanotecnologa, la bioinformtica,la inteligencia y la vida artificial ya estn delineandocambios radicales no solo para la sociedad, sino para nues-tra especie como tal.

    Inteligencia en red?Retomemos la idea de Internet como actante. Se-

    gn L. Tesnire los actantes son los seres o las cosas que,a cualquier ttulo y de cualquier manera que sea, incluso a

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    ttulo de simples figurantes y de la manera ms pasiva,participan en el proceso (Tesnire, ??). Esta nocin, apo-yada en la teora del lenguaje y la semitica, sugiere queen un acto comunicativo un actante puede ser individual,dual o colectivo, y que el actor queda instituido por laproyeccin de los actantes de la sintaxis narrativa de su-perficie en las estructuras discursivas mediante el proce-dimiento de actoralizacin. Un actante puede proyectarsesobre varios actores e inversamente un solo actor puedeser el lugar de proyeccin de varios actantes. Existe entreactantes y actores una relacin general de tipo co-ocu-rrencia que no es trmino a trmino sino que concierneal conjunto de los actantes y al conjunto de los actores, elprimero da cuenta de la estructura narrativa de superfi-cie, el segundo de las estructuras discursivas. Teniendomuy presente estas ideas, Internet no debera ser consi-derado simple y llanamente como una tecnologa que usala gente, que responde y es producto de la globalizacineconmica, la encarnacin del capitalismo voraz que ni-camente llevar a la sociedad al colapso y la perdida deidentidad y libertad. No. Internet, la Internet que hoyconocemos, y la de maana que probablemente ni ima-ginemos, es y ser lo que socialmente hagamos o deje-mos de hacer con ella y, al mismo tiempo, lo que la red-actante haga con nosotros. No existe unapredeterminacin y por tanto tampoco un determinismotecnolgico. De todas formas, asumir a Internet comoactante se perfila como una de las lneas tericas ms in-teresantes para abordar la complejidad inherente a la red.

    Por otra parte en concordancia con la lnea te-rica comentada anteriormente, tambin se empieza aconsiderar la posibilidad de gestacin de algo que se po-dra denominar como conciencia universal (Cebrin 1998,177-194). En este sentido, para Kerckhove las comunica-ciones digitales tienen mayor trascendencia cuando estninterconectadas o en red, ms cuando muchas inteligen-cias humanas trabajan en tiempo real, suscitando una nue-va condicin cognitiva que l denomina Webnessconectividad y que est ntimamente vinculada a laesencia de toda la red; conectividad como estado huma-no similar a la colectividad o a la individualidad. Pero aesta cualidad abra que aadirle otras dos que, en conjun-to, terminaran por redondear las condiciones subyacen-tes: la hipertextualidad o el enlace de contenidosconocimiento y la interactividad o enlace fsico de

    los agentes personas, industrias, universidades(Kerckhove 1999, 17-28). El hombre nmada que anda-ba en comunidades pequeas no es comparable al quegrupalmente domestic plantas y animalescoevolutivamente a su sedentarizacin, al igual que la in-teligencia humana individual potenciada por un ordena-dor dista mucho de lo que implicara si actuara en red.

    Pero por qu considerar la posibilidad de inteli-gencia en red asociada al uso de ordenadores? En granmedida la alusin se relaciona con la idea de considerar alordenador como una memoria exosomtica, es decir,como un artefacto creado que permite al humano alma-cenar informacin de su inters. Pero la cuestin no sequeda ah, ya que est tomando fuerza la idea que sugiereque los sistemas informticos estn ampliando las capaci-dades de la mente del hombre, de la cognicin, lo cual nonos debera extraar si escudriramos en el papel delordenador en la bioingeniera, la fsica, la astronoma yhasta en la geografa como con el caso de los SIG.Asumiendo la expansin de las capacidades de la mentehumana y su mediacin por la red no es nada descabella-do pensar en la inteligencia en red. A esto deberamosaadir otras cuestiones, tal como lo comenta Bux:

    Les evolucions en paral-lel especficas de la IA Inteligencia Artificial i el connexionisme van ms anllde les representacions del mn i, com aquestes, sorgeixende les interpretacions, per actuar com un extensor de lamemoria i un modulador interactiu que amplifica lashabilitats cognitives, teriques i experimentals, i produeixuna cognici corporetzada que es mou entre la intel-ligncia natural i lartificial. Aix, en mapificar i conectaren paral-lel una xarxa neoronal sobre laltra, sorgeixenestructuracions analgiques noves que permeten explo-rar aspectes del raonament abstractiu com versionsmatafriques del raonament espacial. Daix sorgeixinmediatament la qesti de la distinci entre intel-ligncianatural i artificial. De la primera noms cal dir que naturalno fa refrencia a una ment abstracta descorporetzadaamb representacions internes, imatges fetes de smbols iestructures, duna realitat externa. Per natural sentn delcos i del cervell en forma de sistemes cognitius, perceptualsi motors, amb espais i connexions fetes amb lexprienciade la memria i laprenentatge. Dac resulten, perexemple, els primitius de la ment que sn les imatges i elsconceptes, les analogies i les metfores qie sn centrals en

    Sociedad y posibilidades tecnolgicas emergentes

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    la construcci del significat, en la formaci de conceptessensorials i categories temporals, espacials i causals, i enla virtualitzaci de limaginari (Bux 1999, 16).

    Este ltimo aspecto, el de la virtualizacin, suscitainters. Para comenzar, el termino virtual debera serrevaluado o modificado porque ya no implica necesaria-mente la nocin de existencia aparente y no real, nitampoco se halla en oposicin a efectivo o real, tal comolo define la Real Academia Espaola (2003).

    La virtualizacinMs all, o mejor adems, de las alteraciones en la

    prctica de la escritura, asociadas al cortar y pegar y aluso del correo electrnico, estamos asistiendo a un grancambio en la nocin social del espaciotiempo, donde lavir tualizacin tiene un papel trascendental.Virtualizacin en todo sentido, desde la conformacinde comunidades virtuales con intereses comunes, comosera el caso de los grupos de investigacin o discusin,hasta el desdoblamiento de la personalidad en un mun-do electrnico paralelo mediante la digitalizacin del yoen un avatar, palabra que significa el descenso o encar-nacin de un Dios (Real Academia Espaola, 2003) yque en este caso sera nuestra traduccin o proyeccinen un mundo digital. Ser una posibilidad de experi-mentar la alteridad? Los mundos virtuales tienen tras-cendentales y ontolgicas implicaciones filosficas, yaque evidencian la posibilidad de existencia de universosautocontenidos uno dentro o fuera de otro u otrosy de la creacin artificial de entornos complejos deinteraccin social; aunque asimismo ya hay noticias devida electrnica que est mutando y evolucionando enmedios informticos.

    La pelcula Matrix, a nuestro modo de ver, debe-ra tomarse como ejemplificacin, o mejor como met-fora, de la paradoja de autocentramiento de la conexina la red y desconexin de la realidad. De esta manera,las innovaciones tecnolgicas referentes a la realidad vir-tual deberan ser un punto de reflexin social y filosfi-ca importante. En este plano para Cebran:

    La evolucin biolgica sobre la Tierra dur mi-llones de aos frente al puado de siglos en los que sellev a cabo el desarrollo tcnico. La aparicin de la in-teligencia humana supuso la capacidad de inventar e

    imaginar, con lo que imprimi velocidad al proceso. Latecnologa digital lo acelera de manera formidable, puesnos adentra en el mundo de la realidad virtual. Los exper-tos definen a esta como la simulacin informtica en elespacio tridimensional, pero a mi juicio la realidad virtuales algo mucho ms amplio y se confunde con la vida en elciberespacio. Lo caracterstico de sta es que se encuentrafuera de nuestra realidad vigente. No es que no exista, ytampoco existe solo porque la imaginemos, sino que inte-gra a la vez el mundo de la imaginacin con el real, elimi-nando entre ambos las distancias fsicas y an las tempo-rales, ya que transporta la informacin a la velocidad dela luz. La ciencia ficcin y las pelculas para adolescenteshan especulado mucho sobre la constatacin de una exis-tencia objetiva y autnoma de esa especie de nuevos cuer-pos celestes que son los bites. Las unidades convenciona-les de energa o de informacin se parecen mucho, desdeluego, a los espritus puros, que en la tradicin cristianamerecen el apelativo de ngeles. No me atrevo yo a atri-buirles tan excelsa condicin, pero es imposible abrir undebate sobre la realidad virtual que no reconozca los as-pectos de alteridad existencial que todo el proceso impli-ca (Cebrin 1998, 46).

    Desde cierta perspectiva puede que la simulacincree una realidad, otra realidad. Dicha idea se podra apo-yar, claro que de forma embrionaria, en los proyectos quesimulan desde la vida hasta del origen y evolucin delUniverso. Retrospectivamente, se puede aludir que desdesu nacimiento los ordenadores se aplicaron al juego(Roszak 1988, 26-27) como el ajedrez y el pker, aun-que tambin se percibi su utilidad en las finanzas ylastimosamente en la guerra, derivando en la simula-cin, que recientemente ha sido retroalimentadasustancialmente por el diseo de videojuegos. Tendre-mos presente que lo generacional cuenta bastante, pri-mordialmente porque los nios y jvenes que hoy se su-mergen en la simulacin tomarn las decisiones queconstruirn el maana y el pasado maana?

    La virtualizacin est estrechamente asociada a ladisyuncin entre lo material y lo inmaterial, entre lo fsi-co y los datos. Cuando la comunicacin en diferentesmbitos, desde los personales hasta los empresariales,puede hacerse sin la necesidad de la presencia fsica incluyendo la informacin materializada en forma de li-bros y CD de msica, por ejemplo los bits se convier-

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    ten en una unidad de medida casi mgica que soportadesde la posibilidad de ubicuidad hasta la efectividad te-rritorial, denotando que la virtualidad es una especie dedesdoblamiento de lo que podra denominarse realidad.La virtualidad tiene diferentes connotaciones y significa-dos dependiendo del marco desde dnde se mire (Lvy1998, 59-63). Indudablemente se erige como todo un retopara los investigadores (Turkle. 1997, 339-343), ya quepone de relieve dilemas variados, como considerar com-pletamente fiable la informacin que se adquiere en lainteraccin con otro u otros desmaterializados odigitalizados por llamarlo de alguna forma, de lamisma manera que es inquietante e impactanteinvolucrarse con los participantes de las interacciones elec-trnicas, como en los mundos virtuales que nombramosanteriormente.

    Asociado a todo lo anterior, dentro del discursoposmoderno el evolucionismo y el cibertopianismo hansido adoptados porque delinean el colapso o ms bienel inicio de una mutacin de los lmites entre el huma-no y la mquina, entre lo real y lo virtual. Para el discursotecno-evolucionista, las tecnologas digitales puedenpropulsarnos hacia situaciones pos-nacionales, pos-espa-ciales, pos-corpreas, e inclusive pos-humanas (Berland2000, 235-238). Dentro de esta lnea, la red global de co-municaciones ha llegado a ser considerada como un cyborgcolectivo de individuos y mquinas inmersos en dinmi-cas evolutivas (Terranova 1996, 71. Citado por Berland2000, 237). Ello sugiere tomar seriamente en considera-cin la relacin entre los discursos asociados a la evolu-cin tecnolgica, biolgica y social, ya que de una u otraforma pueden permear los deseos y acciones factuales antelos procesos sociales y las dinmicas territoriales. De nin-guna manera estamos en posibilidad de prescindir denuestros cuerpos, de las ciudades y del campo, del terri-torio, pero ello tampoco sugiere que seamos ajenos e in-mutables a los cambios que ya se estn vislumbrando, entreotros factores porque el futuro tendr mucho que ver connuestras acciones y nuestros sueos. Con utopas ydistopas.

    Como hemos visto sucintamente, los cambios deri-vados de la irrupcin de lo digital, adems de involucrarlas dinmicas sociales en conjunto econmicas, cultu-rales, tambin estn incidiendo a escala individual, es-pecialmente en referencia a la artificializacin del cuerpo

    y al cambio experencial en los sujetos. Pasemos entoncesa ese punto.

    DE HUMANOS A CYBORGS

    Existe cierta tendencia a no reconocer nuestraartificialidad. Los factores pueden ser mltiples, desde laimagen del mundo que construimos y heredamos en eltranscurso de nuestra vida, ya que nacemos en un planetaen el que ciertas cosas ya estn establecidas como elnio para quien en la actualidad un ordenador es lo msfamiliar porque siempre lo ha visto, hasta el imaginarioque seala lo supuestamente natural como mejor,alusin ciertamente controvertible si consideramos queprecisamente la cultura (Kerckhove 1999a, 204)es nues-tro mecanismo primordial de mediacin con los dems ycon el entorno tcnica, conocimiento, alteracin, pre-diccin. La artificialidad abarca muchos aspectos, des-de la ropa hasta los corazones mecnicos para implantes,pasando por la comida que ingerimos pollos manipu-lados genticamente que jams ven la luz del Sol, por ejem-plo y las mquinas o artefactos de transporte creadascomo la bicicleta, el avin y el transbordador espacial. Hoy da prcticamente todo es artificial y lo que supues-tamente es natural debe mirarse con bastantedetenimiento. La alteracin es inmensa, solo hay que mi-rar el cambio en los registros de la composicin de laatmsfera desde el inicio la revolucin industrial y losmapas de distribucin de satlites que rodean, transmi-ten, vigilan y observan la superficie de la tierra inclu-yendo el subsuelo y el espacio exterior. Pero estaartificialidad se est acentuando cada vez ms, y las NTICtienen mucho que ver en ello. Estn a nuestro alrededor ydentro de nosotros.

    Es frecuente encontrar referencias alusivas a queestamos en los albores de algo que puede derivar en elsurgimiento de los cyborgs, aunque hay antroplogos paraquienes ya lo somos (Terranova 1996, 71. Citado porBerland 2000, 237). En trminos profanos un cyborg esproducto de la interfase hombre-mquina, de lo orgni-co que perece y lo inorgnico que no muere.Pero la cuestin va ms all porque su definicin incluyela accin efectiva en otro lugar sin estar presente fsica-mente. El chat es tan real como la conversacin cara a

    Sociedad y posibilidades tecnolgicas emergentes

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    cara en la medida que se transmiten ideas. La televisinnos ofrece imgenes de muchos lugares, reales e imagina-rios, en tiempo real o diferido. El ordenador es nuestramemoria exosomtica, y un ejemplo sencillo de ello seracuando omos: espera!, tengo la informacin en el orde-nador; o: los datos estn en mi correo electrnico. Lasgrandes decisiones econmicas no siempre se hacen enreuniones donde las personas se miran a los ojos, y mien-tras tanto la bolsa flucta como midiendo el torrente san-guneo de un gran organismo vivo.

    Estamos llenos de extensiones que recurrentementellevamos con nosotros walkman, consolas porttiles devideojuegos, disquetes de ordenador, telfonos mviles,agendas electrnicas... imgenes mentales mediadas porlo digital o visitamos los terminales de otras cajerosautomticos, cibercafs, la taquilla automtica del metro,Internet. En estos trminos muchos de nosotros yasomos protocyborgs, los modelos ms primitivos o unoshumanos de transicin. La ingeniera gentica, lamicroelectrnica y la bioinformtica como ya lo he-mos sealado puede potencialmente llevarnos hacia laposhumanidad o quiz al superhombre de Nietszche. Escuestin de mejorar las limitaciones actuales de la interfaz(Kerckhove 1999a, 204). El hombre seguir con la ideade superar sus imperfecciones mediante la medicina,por ejemplo, de estar en muchos lugares a la vez, deconocer ms sobre lo micro y lo macro, de ejercer su po-der sobre los dems, de hacerse menos animal, menosorgnico? Mientras tanto nos peleamos con un ordena-dor tonto y lento, nos enfada que no funcione la red adems de quedarnos casi incomunicados y serecombinan nuestros hbitos mentales advertimos in-formacin y datos en todo, e imaginamos sus conexio-nes. Vemos, una noticia en una pantalla que comenta:en Asia ya se venden peces modificadosbiotecnolgicamente que cambian de color.

    Paralelamente a la sensacin de extensin del cuer-po tambin estn emergiendo sentimientos de cuidado yrespeto por nuestro soporte orgnico en la medida quese asume como frgil (Kerckhove 1999a, 207). No solo escuestin del estereotipo sugerido por la moda y las ad-vertencias mdicas que aumentan con los avances cient-ficos, hace parte tambin de reconocer que el tiempo hu-mano es corto y que, en alguna medida, somos efmeros.Pero, por otra parte, tambin sera adecuado considerar

    las prtesis o implantes digitales, que ya estn a la ordendel da. Precisamente en un texto anterior (Chaparro,2002) planteamos la posibilidad de implantacin de chipsen humanos, pero inmediatamente luego de publicarlonos llegaron noticias de dispositivos situados bajo la pielde algunos voluntarios que hacan parte de investigacio-nes destinadas a rastrear y localizar humanos.

    Desde que aparecieron las mquinas para calcular, yfundamentalmente luego del nacimiento de los ordena-dores haca la dcada de 1950, esas construcciones queguardan informacin, que recuerdan muchos datos, queprocesan, han inquietado bastante por sus implicacionesen la comprensin de los mecanismos funcionales de lamente (Roszac 1988, 19-22), al igual que propiciaron elnacimiento de la ciberntica y la inteligencia artificial comolneas de investigacin. Rpidamente el desarrollo de losordenadores impact en la biologa, especialmente por-que, al igual que en esos artefactos, los procesos de la vidapareca que estaban regidos por el almacenamiento y pro-cesamiento de informacin (Ibdem, 28-32), como en elADN. En un foro realizado en Nueva York en el ao1994, Nathan Myrvald, para entonces vicepresidente detecnologa de Microsoft, seal que dentro de veinte aos,un pc realizar en treinta segundos las tareas para las quehoy necesita 12 meses. Dentro de cuarenta aos, llevar acabo en treinta segundos aquello para lo que hoy necesi-tara un milln de aos (Citado por Cabran 1998, 45).En gran medida, esta situacin se explica porque la revo-lucin tecnolgica actual se basa en la integracin fru-to de la convergencia, cuyo producto principal es la mo-dificacin conjunta de la misma tecnologa y no en lasustitucin en la cual una tecnologa reemplaza a otra(Joel de Rosnay 1997, citado por Cebrin 1998, 45). Qupapel desempear el uso de materiales biolgicos, comolas protenas, en el almacenamiento y procesamiento deinformacin en los ordenadores orgnicos que ya se es-tn diseando? Aqu lo ms importante de resaltar es elpapel que jugar el ordenador como potenciador de lacapacidad humana y como extensin de la mente, aunquey esto puede sonar a ficcin ya se plantea la posibili-dad futura, tal vez algo lejana, de almacenar los recuerdosy la memoria para ser transmitidos y regrabados en otrossoportes orgnicos. Indudablemente da a da los huma-nos y los ordenadores se imbrican ms, tanto en trmi-nos relacionales como fsicos. Y al parecer algunos escri-

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    tores de ciencia ficcin ya lo han percibido. Ser la cien-cia un medio para liberar las pulsiones del hombre?, oun mecanismo cada vez ms efectivo para la eugenesia?

    Aunque algunos sugieren que un ordenador de nin-guna manera es comparable a los procesos de la mentehumana, (Roszak 1988, 255-267) lo cierto es que en con-junto con las dems tecnologas de la informacin y lacomunicacin han protagonizado un cambio radical enla manera de entendernos, de aproximarnos a la com-prensin del mundo y del universo, de lo pequeo y logrande, de lo orgnico y lo artificial. As las nuevas tec-nologas de la informacin, que aceleran el cambio ennuestras sociedades, fuerzan a la humanidad a adaptarsea las nuevas relaciones en el espacio y en el tiempo.(Hochleitner, en Cebrin 1998, 9) De esta manera lasNTIC, como manifestacin de la tcnica y mediadorasdel hombre con el entorno, alteran las relacionesespaciotemporales de la vida humana y, a su vez, estasalteraciones implican serios retos para la sociedad tanto aescala grupal como individual. El hombre, entonces, tien-de a extenderse relacionalmente, lo cual implica tambinsu extensin espacial, algo as como su ramificacin terri-torial mediada por las posibilidades tecnolgicas emer-gentes.

    CAMBIOS EN LA NOCIN SOCIALDEL ESPACIO-TIEMPO Y RETOS

    DERIVADOS DE LA IMBRICACINDE LO SOCIAL Y LO DIGITAL

    Los retos que surgen y subyacen a la imbricacin delas NTIC en la sociedad son muchos y variados. Los fe-nmenos que actualmente ocurren en nuestro planetaplantean serios interrogantes, propiciando el ahonda-miento de los sentimientos de incertidumbre, imprevi-sin, interrelacin y complejidad inherentes a nuestrosdas; ms cuando adems del advenimiento de lo digitalotros fenmenos diversos, como la problemtica ambien-tal, la biotecnologa y el nuevo orden mundial o nuevoimperialismo estn ante nuestros ojos. Muchas cosasno han cambiado, como la pobreza, la excesiva concen-tracin del poder, la guerra y la dependencia econmicay tecnolgica, pero otras situaciones y fenmenos estn

    emergiendo, y se hace necesario tratar de empezar a en-tenderlos porque de seguro que en las prximas dcadaso siglos remodelarn la morada primigenia del hom-bre.

    Las nuevas telecomunicaciones tambin hacen pen-sar a muchos en nuevos escenarios urbanos (Maldonado1998, 103-116); (Chaparro 2003a, 567-591), situados en-tre la idea de control funcional, la desconcentracin yhasta la desaparicin de las ciudades, lo cual ha propicia-do el ambiente para un debate que an se mantiene. Unade las aseveraciones que se han hecho sobre el nuevo pa-pel del espacio en el marco de la era de la informacinalega que las nuevas posibilidades de las telecomunicacio-nes son la ms clara evidencia de la muerte de la distan-cia, delineando de paso el fin de la geografa (Mosco 2000,38-60) es bastante probable que las ideas de Marx ha-yan dado pie a esta alusin cuando sugiere que el capita-lismo aniquila el espacio con el tiempo (Marx, K.Grundrisse. New York: Random House, 1973, 539. Citadopor Mosco 2000) . Pero esta afirmacin carece de cier-ta reflexin, ya que equivaldra a equiparar distancia congeografa, lo cual es completamente errneo, adems deno considerar otras dimensiones del espacio preceptales, de sensacin o imaginativas ms all desu expresin fsica. (Mosco 2000, 40-41) Adems, este tipode interpretaciones no considera que los avances en tele-comunicaciones e informtica indudablemente generannuevas, o al menos modificadas, dinmicas sociales y con-figuraciones territoriales de manera coevolutiva; de lamisma manera que no tienen en cuenta tanto la expre-sin espacial de los procesos de innovacin tecnolgica,que ciertamente se disponen de manera excesivamenteconcentrada como en el caso de las tecnpolis o me-dios innovadores, ni tampoco los mecanismos de di-fusin del conocimiento. En otros trminos: las nuevastelecomunicaciones alteran sustancialmente las relacionessocioterritoriales pero no eliminan el espacio ni muchomenos la geografa.

    De otro lado se reconoce que las redes electrnicasse estn constituyendo, diferencialmente, en nuestro en-lace con el mundo, en nuestra extensin. La experienciamediada por los sentidos tiende a disociarse porque nues-tra conciencia nos sugiere que podemos estar casi en cual-quier lugar, mientras nuestra corporeidad nos ata a unpunto particular. Tendemos, aunque tal vez no de la me-

    Sociedad y posibilidades tecnolgicas emergentes

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    jor manera, a ser ms sensibles a las situaciones o conflic-tos acaecidos en mbitos territoriales y escalares diver-sos. La nueva realidad electrnica, dadas sus propiedadesemergentes, est abriendo puertas hacia la conscienciacolectiva y la inteligencia en red, con implicaciones socia-les y territoriales trascendentales; aunque otras situacio-nes menos alentadoras igualmente seran factibles.

    Todos los factores asociados a las NTIC estn mo-dificando la nocin social del mundo y del lugar, del aquy el all, del otro y el yo, del bit y lo orgnico, del espacioy el tiempo. Se hace necesario, por tanto, indagar en loscambios preceptales inducidos por las nuevas tecnolo-gas, involucrando nociones diversas como unificacin,fragmentacin, disociacin, universalizacin, alteridad, eu-genesia y poshumanidad, por nombrar apenas algunas.De esta manera las NTIC se perfilan como un rea intere-sante para la investigacin social, de corte tanto empricocomo terico, porque envuelven la sociedad en conjuntoy al individuo, lo global y lo local, el hoy y el maana. Endefinitiva: hombre-espacio-tiempo. Aunque tambininvolucra los imaginarios, la utopa, la ciencia y la ficcin.Debemos ser muy cuidadosos con nuestros sueos, por-que los avances tecnolgicos estn empezando a abrir laposibilidad de modificacin o creacin de casi cualquiercosa. Qu deseamos realmente?

    Todos estos fenmenos emergentes hacen parte delascenso de las posibilidades tecnolgicas vinculadas a lodigital.

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    NOTAS

    1 Parte de este texto se present como ponencia enel XVIII Congreso de la Asociacin de Gegrafos Es-paoles, Geografas para una sociedad global: diver-sidad, identidad y exclusin social, que se celebr enla Universidad Autnoma de Barcelona entre el 24 y el27 de septiembre de 2003. . Agradezco especialmente al Dr.Horacio Capel, profesor de la Universidad de Barce-lona, por sus comentarios y sugerencias siempreoportunas y enriquecedoras.

    2 Dos casos concretos, y lgicamente diferen-tes, podemos encontrarlos en los planes de desa-rrollo de pases como Espaa y Colombia; en elprimero se denomina Plan Info XXI (2003) , mientras para el segundo se hadesignado como Agenda de Conectividad (2003).

    3 Para apreciar el importante papel de los hackersen el desarrollo de la informtica se puede consultarel trabajo de Himanen 2001, p.193-202.

    4 En el correo electrnico, una de las aplicacionesms importantes de Internet, se perfilan grandes cam-bios en los prximos aos. Hafner 2002a, p. 28 y2002b, p. 29.

    5 Sobre el sistema de Internet satelital Neosky, dis-ponible ya en Espaa, puede consultarse el sitio Web.

    6 Al respecto se puede consultar a Daz, 26 de ju-nio y 15 de mayo de 2002. .

    7 Los bits son una unidad de medida de todo tipode informacin digital en la que los microprocesadoresjuegan un papel fundamental porque realizan muchasoperaciones en poco tiempo. Son una especie deminicerebros artificiales. Los bits son una medida deinformacin, independientemente de si es sonido,imagen o cualquier otro tipo de dato. Para la Real aca-demia Espaola (2003) es una: Unidad de medida deinformacin equivalente a la eleccin entre dos posi-bilidades igualmente probables, denotando su natu-raleza binaria. .

    8 Tal como lo muestra Peca Himanen en su texto:La tica del hacker, 2001.

    9 Esta obra es bastante importante para aproxi-marse a la complejidad inherente al hackerismo, in-cluyendo sus implicaciones sociales derivadas.

    10 Amazon es una empresa que trabaja empleandoexclusivamente la red mundial para ofrecer diversosproductos, desde libros y CD de msica hasta artcu-los para beb y videojuegos, pasando por la nuevaopcin de trasporte individual denominada SegwayHuman Transporter. .

    11 Por ejemplo: Rebelin 2003. ; Paz y Tercer Mundo 2003. .

    12 Este sera el caso de Greenpeace 2003. .

    13 Recordemos que luego de los recientes atentadosen Nueva York el gobierno Norteamericano y la UninEuropea estn grabando y escudriando todos los men-sajes de correo electrnico que consideren peligrosos.

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    14 Para contrastar algunas de las diferentes posicio-nes suscitadas en torno a la poltica y las redes electrni-cas recomendamos consultar el n 2 de la revista Ambits(1996), especialmente los artculos de Barcel p. 6-8, Partalp. 9-10; Lpez 11-14, Serr 15-19 y Font p. 20-21.

    15 Ejemplos de comunidades virtuales podemos en-contrarlos por doquier. Un caso de comunidad acadmi-ca virtual sera Geocrtica, dirigida por Horacio Capel, y otro el del Club deRoma , tal como lo se-ala Hochleitner en el trabajo de Cebrin sobre La red(1998, p. 7).

    16 Sobre la insercin de las NTIC en la educacin sepueden consultar los siguiente trabajos: Ruterford & Lloid2001, p. 341-355; Mitchell & Reed 2001, p. 145-153; Solem2001a, p. 87-94; Solem 2001b, p. 195-206; Grossman 2001,p. 164-173; Olson 1997, p. 578.

    17 Como es el caso de la investigacin en torno algenoma humano. Human Genome Proyect 2003. . The Human GenomeOrganization 2002. .

    18 La alusin de Internet como actante ha sido co-mentada por la profesora Mara Jess Bux en su asigna-tura Noves tecnologes i relacins socials que forma parte delprograma de Doctorado en Antropologa Social y Cultu-ral de la Universidad de Barcelona, bienio 2003-2004.

    19 Ver noticia sobre el Tablet PC en: El Tiempo 21 deabril de 2003 .

    20 Recomendamos consultar UBI y Grupo de Bioinformtica de la Universi-dad Nacional de Colombia .

    21 Sugerimos visitar Geneura en el sitio .

    22 Sobre el desarrollo e impacto de los Sistemas deInformacin Geogrfica se puede consultar a Chaparro2002 .

    23 Recomendamos muy especialmente entrar en elmundo virtual de Active Worlds e interactuar en tiemporeal con otros avatares en un entorno digital (o todoun Universo paralelo?). .

    24 Recomendamos visitar Biota en el sitio Web.

    25 Recomendamos visitar la pgina oficial, especial-mente el apartado sobre filosofa y Matrix. .

    26 Por ejemplo: Cases 2003. .

    27 Se puede consultar : NCSA 1995. .

    28 Para el estudio de las implicaciones sociales de larealidad virtual sugiere serios retos, destacndose losmetodolgicos.

    29 Algunas ideas al respecto se encuentran enMaldonado 1998, p. 151-163.

    30 Para Kerckhove nuestras tecnologas permitenredisear lo que podramos llamar realidad. Y tam-bin inclinan la balanza hacia la cultura sobre la natura-leza, ya que administran parte de nuestro tiempo, espa-cio e identidad.

    31 Al respecto recomendamos ver el texto: DeClones, Ciborgs y Sirenas, de Orlando Meja Rivera(2000), ganador del concurso nacional de ensayo litera-rio en Colombia.

    32 Esta noticia la observ en una pantalla de televi-sin en el mes de diciembre de 2002 mientras esperabael metro que me conducira a la Universidad de Barcelo-na.

    33 A esto habra que aadir todos los avances enbiomtrica. Wayne .

    34 Documental La eterna juventud. Canal BECA,15 de abril de 2003, 9-10 pm.

    35 Dos ejemplos podran ser: Dick (1968) con Sue-an los androides con ovejas elctricas? (Blade Runner) yGibson (1988) con Mona lisa acelerada.

    36 El autor seala que esta es una de las alusiones de ladeclaracin final que surgi de la conferencia anual delClub de Roma, celebrada en Washington en 1997, cuyotema central era cmo han de transformar la sociedadlos nuevos medios de informacin (p.7).

    37 Tal como lo denomin David Harvey en la confe-rencia Espacios de insurgencia ofrecida el 24 de marzode 2003 en Barcelona. Harvey 2003, p: 1-23.

    38 Tal como se puede constatar en Caravaca,Gonzlez, Mndez y Silva 2002, p. 31-54 y en Castells y

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    Hall 1994, p. 19-33. Tambin es pertinente comentar lacoexistencia entre la concentracin de la innovacin tec-nolgica y el proceso de dispersin urbana en los princi-pales entornos metropolitanos de los pases desarrolla-dos, tal como se comenta en Chaparro 2003 (a), p.587-591.

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