catedra ii 1er trabajo 1
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República Bolivariana De Venezuela
Ministerio Del Poder Popular Para La Defensa
Universidad Experimental Politécnica De Las Fuerzas Armadas
UNEFA- Núcleo Sucre-Sede Cumaná
Las Ideas Sociales De
Bolívar
Profesora: Sorangel Motta.
Integrantes:
David Sulbarán
Marisol Pérez
Noelí León
Eliannys Villafranca
Samuel Figueroa
Carmen Jiménez
Carlexys Morey
Bryan Silva
Yinezca Marcano
Rosxelis Fuentes
Cumaná, Julio de 2014.
Las ideas sociales de Bolívar
El pensamiento liberal del libertador, formado en las ideas de la revolución
francesa, lo inclinaba a favorecer los derechos y la igualdad social. Desde los primeros
años de la independencia, el libertador comprendió claramente que el problema de las
desigualdades e injusticias sociales heredadas del período colonial debían ser resueltas
para atraer a las grandes masas populares a la causa de la independencia.
La experiencia de la primera y segunda república había demostrado que la
mayoría de los esclavos, pardos e indígenas se habían sumado a las tropas realistas de
Monteverde y Boves, gracias al mensaje demagógico que estos caudillos transmitían a un
pueblo sencillo. Además, las clases populares no se sentían identificadas con el proyecto
independentista de lo mantuanos, pues para el pueblo, los mantuanos, dueños de tierras
y de esclavos, eran sus opresores.
Ante esa situación, bolívar tomó una serie de medidas para favorecer a los
esclavos, a los indígenas y en general a todas las clases populares.
Como gobernante y estadista bolívar demostró una gran preocupación sobre las
clases populares y tomo medidas destinadas a eliminar privilegios e injusticias mediante
la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. El pensamiento y la obra social del
libertador sirvieron de fundamento al modelo democrático venezolano que vivimos
actualmente.
Libertad de los esclavos.
Simón Bolívar, jefe supremo de la república y capitán general de los ejércitos de
Venezuela y de nueva granada, etc.
Un ejército provisto de artillería y cantidad suficiente de fusiles y municiones está
hoy a mi disposición para libertaros. Vuestros tiranos serán destruidos, o expelidos del
país, y vosotros restituidos a vuestros derechos, a vuestra patria y a la paz. La guerra a
muerte que nos han hecho nuestros enemigos cesará por nuestra parte: perdonaremos a
los que se rindan, aunque sean españoles. Los que sirvan la causa de Venezuela serán
considerados como amigos, y empleados según su mérito y capacidad.
Las tropas pertenecientes al enemigo que se pasen a nosotros, gozarán de todos
los beneficios que la patria concede a sus bienhechores. Ningún español sufrirá la muerte
fuera del campo de batalla. Ningún americano sufrirá el menor perjuicio por haber seguido
el partido del rey, o cometido actos de hostilidad contra sus conciudadanos. Esa Porción
desgraciada de nuestros hermanos que ha gemido bajo las miserias de la esclavitud ya es
libre. La naturaleza, la justicia y la política piden la emancipación de los esclavos; de aquí
en adelante sólo habrá en Venezuela una clase de hombres, todos serán ciudadanos.
Luego que tomemos la capital convocaremos el congreso general de los
representantes del pueblo, y restableceremos el gobierno de la república. Mientras
nosotros marchamos hacia caracas, el general Mariño a la cabeza de un cuerpo
numeroso de tropas, debe a Cumaná. El general piar sostenido por los generales rojas y
Monagas ocupará los llanos, y avanzará sobre Barcelona, mientras el general Arismendi
con su ejército victorioso ocupará la margarita.
El fin de la esclavitud en Venezuela.
Desde los albores mismos de la independencia, en 1810, los hombres más
liberales de Venezuela pensaron en abolir la esclavitud, esa ignominia que pesa sobre
ciertas conciencias humanas.
No sólo la nueva junta de gobierno había prohibido la trata de negros, sino que el
generalísimo Francisco de miranda llamó a los esclavos a formar filas en el ejército
patriota ofreciéndoles la libertad. Por Su parte, simón bolívar, aunque mantuano y
propietario de haciendas y de esclavos, fue el primero en liberarlos, dando ejemplo de
magnanimidad. Tal como se lo prometió a su amigo y protector en Haití, el presidente
Petión, apenas llega a Carúpano, el 2 de junio de 1816 decretó «la libertad absoluta de
los esclavos que han gemido bajo el yugo español en los tres siglos pasados».
El 6 de julio de ese mismo año de 1816, al desembarcar en Ocumare de la costa
dicta una proclama en que dice, al referirse a los esclavos: «esta porción desgraciada de
nuestros hermanos que han gemido bajo las miserias de la esclavitud, ya es libre. La
naturaleza, la justicia y la política piden la emancipación de los esclavos: de aquí en
adelante sólo habrá en Venezuela una clase de hombres, todos serán ciudadanos».
Pese a estos decretos e intenciones nobles, pasarán todavía muchos años, hasta
que en 1854 el presidente José Gregorio Monagas venció la tenaz oposición de los
terratenientes y esclavistas y decretó la definitiva abolición de la esclavitud. Después De
varias discusiones en el congreso, en base a un proyecto de ley presentado por 31
diputados el 3 de marzo de 1854, superadas las objeciones de que la agricultura se
quedaría sin mano de obra, se terminó por acallar la voz de Vicente Amengual, uno de los
más empecinados opositores, quien sostenía que el proyecto era anticonstitucional y que
conduciría a la república a un abismo espantoso.
Así se pudo llegar a una mayoría y el congreso sancionó la ley el 23 de marzo. El
presidente José Gregorio Monagas se apresuró a ponerle el «ejecútese» al día siguiente,
24 de marzo de 1854. Y con eso pasó a la historia, porque el resto de su gobierno fue
bastante incoloro. Monagas dejaba libres, con su firma, a unos cuarenta mil ciudadanos,
que habían cargado por generaciones las cadenas del oprobio. Un artículo de la ley,
tajante, basta para definirla: queda abolida para siempre la esclavitud en Venezuela.
Protección al indio y al campesino.
La posición de bolívar fue tajante en lo que respecta a la esclavitud, y así lo pone de
manifiesto cuando escribe: “me parece una locura que en una revolución de libertad se
pretenda mantener la esclavitud”.
Bolívar, desde su viaje a Haití, llega a un acuerdo con el presidente Aexandre
Sabés Petión, de liberar a los negros esclavos de tierra firme, y a partir de ese momento
no dejó pasar una sola ocasión para expresar su ideal abolicionista.
En el caso de los indígenas, por la pureza y sencillez de sus costumbres. Los
consideraba la parte más vejada, oprimida y degradada de la población, se interesó en su
suerte y tomó medidas como las siguientes:
• Prohibición de la explotación de los indios.
• Distribución de tierras entre los indios.
• Eliminación del tributo indígena.
Bolívar, gracias a las grandes influencias del continente viejo, las nuevas ideas
independentistas, de libertad, y de igualdad social, fueron las grandes causas para que
bolívar se preocupara muy intensamente de los indígenas y los esclavos, debido a que se
consideraban como la clase más baja de la colonia. Para ello tuvo que firmar muchos
decretos y manifiestos, con el fin de defender los derechos de todas esas personas, que
simplemente lo que servían eran para ser peones y trabajadores de las grandes
plantaciones y a favor de los grandes ganaderos, Bolívar tenía la razón, de defender a
ese sector de la población, ya que en realidad (en los indígenas, específicamente) son los
primeros pobladores que tuvo América, y para ello deben tratarse como seres humanos
americanos, pero los españoles en momentos de conquista no hicieron nada de eso. Uno
de sus grandes logros fue la proclama de la libertad de todos los esclavos, lo cual lo hizo
el 6 de julio
Creación de hospicios y Escuelas
Bolívar Expidió un decreto para que se recogiesen los niños pobres de ambos
sexos, no en Casas de misericordia a hilar por cuenta del estado; no en Conventos a
rogar a Dios por sus bienhechores; no en Cárceles a purgar las miserias o los vicios de
sus padres; no en Hospicios, a pasar sus primeros años aprendiendo a servir, para
merecer la preferencia de ser vendidos, a los que buscan criados o esposas inocentes.
Los niños se habrían de recoger en casas cómodas y aseadas, con piezas
destinadas a talleres, y éstos surtidos de instrumentos y dirigidos por buenos maestros.
Los varones debían aprender tres oficios principales, Albañilería, Carpintería y Herrería,
porque con tierras, maderas y metales se hacen las cosas más necesarias y porque las
operaciones de las artes mecánicas secundarias, dependen del conocimiento de las
primeras. Las hembras aprendían los oficios de su sexo, considerando sus fuerzas; se
quitaban por consiguiente, a los hombres, muchos ejercicios que usurpan a las mujeres
Todos debían estar decentemente alojados, vestidos, alimentados, curados y
recibir instrucción moral, social y religiosa. Tenían, fuera de los maestros de cada oficio,
agentes que cuidaban de su persona y velaban sobre su conducta, y un Director que
trazaba el plan de operaciones y lo hacía ejecutar. Se daba ocupación a los padres de los
niños recogidos, si tenían fuerzas para trabajar; y si eran inválidos se les socorría por
cuenta de sus hijos: con esto se ahorraba la creación de una casa para pobres ociosos, y
se les daba a los niños una lección práctica sobre uno de sus principales deberes. Tantos
alumnos, como sus padres gozaban de libertad, ni los niños eran frailes ni los viejos
presidiarios, el día lo pasaban ocupados y por la noche se retiraban a sus casas, excepto
los que querían quedarse. La intención no era (como se pensó) llenar el país de artesanos
rivales o miserables, sino instruir, y acostumbrar al trabajo, para hacer hombres útiles,
asignarles tierras y auxiliarlos en su establecimiento era colonizar el país con sus propios
habitantes. Se daba instrucción y oficio a las mujeres para que no se prostituyesen por
necesidad, ni hiciesen del matrimonio una especulación para asegurar su subsistencia.