Casa MisiónMaría Auxiliadora

Puerto CasadoParaguay

Misión Napegue1927

… llegaron las 3 hermanas destinadas a fundar la casa misión entre los indígenas… Sor Angela Rossi, Sor Modesta de León y Sor Anisia Fleitas… alli encontraron una casita pequeña pero relativamente cómoda… tres camas, una mesa, una máquina de coser y varios útiles de cocina, dadas por los reverendísimos Salesianos… (crónica de la fundación de casa)

¡Gran

Peste!Muerte Huída al

MonteTraslado

EsperanzasDificultades

1938Puerto Casado… Toda la población de Puerto Casado las esperaba en el puerto con la banda de música infantil salesiana presidida por el Cura Párroco Sebastián Pinto; las hermanas eran Sor Eugenia Moretti y Sor Ángela Rodríguez que llegaban en el vapor San José…. (Crónica de la casa)… luego llegaron las demás hermanas, Buenaventura Galeano y Sor María Tognazza…

Contrariedades de las autoridades educativasMolestia de vecinos por bullicio de oratorianasPobreza extremaPeligro por salvajismo de indígenas nos cristianizados

Acogida por parte de las jóvenes y la poblaciónCercanía de los hermanos salesianos

Fuerzas que sostienen y guían

a las primeras hermanas“Da mihi animas, cetera tolle”

Pasión por el Reino

Ardor apostólico

Abandono en la divina Providencia

Audacia Misionera

Aceptación de la Voluntad de Dios manifestada por las Superioras y circunstancias

Espíritu de sacrificio y mortificación

Gratuidad en la entrega

Desprendimiento

Presencia real de la Auxiliadora en la Vida cotidiana

En el desafío de la inculturación que vivimos en la actualidad, la experiencia de nuestras primeras hermanas nos hablan de la necesidad de un ardor apostólico que se funda en la Pasión por el Reino, puesto que al igual que en su tiempo, todavía hoy se hace necesario adaptarse a la realidad y cultivar en nosotras la paciencia, la cercanía y la confianza a pesar de las dificultades y resistencias que encontremos en la misión.

Por otro lado, en cuanto a la indiferencia religiosa actual, el sincretismo, y las diversas formas de desviación de todo aquello que es Dios, nos llama a confiar, al igual que aquellas hermanas de la primera hora, en que la obra es guiada y sostenida por el Espíritu y que somos simples instrumentos colaboradores en la construcción de su Reino.

El Horizonte se abre a nuevos desafíos hoy, nuestros orígenes y la vida de éstas nuestras primeras hermanas nos estimulan a caminar con la esperanza puesta en Dios y con el auxilio de Nuestra Madre María, viviendo a profundidad el “A ti te las confío de Madre Mazzarello y el Da mihi animas de Don Bosco”