carta universitaria no. 66

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Versión digital: http://www.cartauniversitaria.unal.edu.co Número 66 Noviembre de 2011 Distribución gratuita Universidad Nacional de Colombia • Unidad de Medios de Comunicación (Unimedios) [email protected] ISSN 01222929 ¿Y ahora qué? Arquitectura, 75 años Desde 1940, la Escuela ha titulado a cerca de 5.400 profesionales, cuyas ideas y pro- yección social han sido las bases de un nuevo imaginario urbano en Colombia. Páginas 4 y 5 Páginas 8 y 9 Andrés Felipe Castaño/Unimedios El proyecto de reforma de la Ley 30 de 1992 fue radicado en el Congreso de la República sin consenso entre las propuestas del Gobierno y las universidades. ¿Y ahora qué?

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Carta Universitaria No. 66 - Universidad Nacional de Colombia

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Page 1: Carta Universitaria No. 66

Versión digital: http://www.cartauniversitaria.unal.edu.co

Número 66Noviembre de 2011Distribución gratuita

Universidad Nacional de Colombia • Unidad de Medios de Comunicación (Unimedios)[email protected] • ISSN 01222929

¿Y ahora qué?

Arquitectura, 75 años

Desde 1940, la Escuela ha titulado a cerca de 5.400 profesionales, cuyas ideas y pro-yección social han sido las bases de un nuevo imaginario urbano en Colombia.

Páginas 4 y 5

Páginas 8 y 9

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El proyecto de reforma de la Ley 30 de 1992 fue radicado en el Congreso de la República sin consenso entre las propuestas del Gobierno y las universidades.

¿Y ahora qué?

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Academia

Esta es una publicación de la Unidad de Medios de Comunicación

(Unimedios) de la Universidad Nacional de Colombia

Edificio Uriel Gutiérrez Carrera 45 N° 26-85, of. 531

PBX: (1) 316 5000 ext. 18108/18109http://www.cartauniversitaria.unal.edu.co

[email protected]

DirectorCarlos Alberto Patiño Villa

Subdirectora Blanca Nelly Mendivelso Rodríguez

Editor José Luis Barragán Duarte

Redacción UnimediosFélix Enrique Blanco Luis Miguel Palacio

Ana María Escobar JiménezJeinst Campo Rivera

Isis BeleñoCésar Herrera de La HozDaniel Gutiérrez GiraldoVíctor Manuel Holguín

Corrección de estiloClara Andrade Patarroyo

DiagramaciónRicardo González Angulo

FotografíaVíctor Manuel HolguínAndrés Felipe Castaño

Archivo fotográficoKelly Johana Parra

Versión InternetMedios Digitales

ImpresiónEditoriales La República

Las opiniones expresadas por los autores y sus fuentes no comprome-ten los principios de la Universidad Nacional de Colombia ni las políti-cas editoriales de Carta Universitaria.

Universidades compiten por recursos

de cooperaciónLa crisis económica mundial ha golpeado a los mayores Estados donantes y la tendencia es que estos reduzcan las subvenciones a las instituciones de educación superior (IES), que con menos recursos y la exigencia de aumentar las actividades en investigación, ciencia y tecnología, deben salir a buscar más y mejor financiamiento.

Isis Beleño Unimedios Bogotá

Durante los últimos diez años Colombia ha sido el país latino-americano que ha recibido los mayores recursos por concepto de cooperación internacional, por encima de otros de renta baja como Haití y Guatemala. Según estimaciones de la Agencia Pre-sidencial para la Acción Social y la Cooperación Internacional, en 2010 el país recibió 480 millones de dólares representados en Ayuda Oficial para el Desarrollo (AOD). Buena parte de este dinero se ha destinado a temas humanitarios, desplazamiento, fortalecimiento

institucional y restablecimiento del tejido social.

Para 2007, los países desarro-llados habían transferido 120 mil millones de pesos en AOD a países en vía de desarrollo. Sin embargo, pese a ser una cifra récord, solo representa el 0,3% del Producto Interno Bruto (PIB) de los 22 países más ricos del mundo. El compromiso de los Estados es aumentar la partici-pación al 0,7% del PIB, tal como consta en los Objetivos del Mile-nio de la ONU.

Estos recursos, año tras año, son otorgados en una competencia

estrecha no solo entre países sino también entre organizaciones no gubernamentales. De allí que en el nuevo panorama de la coope-ración internacional las univer-sidades entren a jugar un papel importante, cada vez más inte-resadas en captar tales recursos para trasferencia de conocimien-tos, ciencia y tecnología y para emprender ambiciosos proyectos académicos. Cabe destacar que la tendencia es la caída de las sub-venciones estatales a la educación, por lo que hay menor presupuesto para invertir en actividades de ciencia y tecnología mientras con-tinúa la exigencia de aumentar la calidad.

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Profesores e investigadores, los gestores de financiación

Los programas Alfa y Erasmus Mundus de la Unión Europea privilegian las relaciones con las IES latinoamericanas. “Este es el momento propicio para que las universidades tomen la responsabilidad de convertirse en actores de la cooperación”, afirma Agudelo.

El estudio de caracterización La cooperación internacional en ciencia, tec-nología e innovación en la educación superior de Colombia (2007), de la Asociación Colombiana de Universidades (Ascún) y la Red Colombiana para la Internacionalización de la Educación Superior, analizó 715 expe-riencias de cooperación de una década en IES y reveló que la mayoría de los recursos son gestionados por profesores e investigadores a través de relaciones con sus pares en otros países y por participación en convoca-torias, lo que evidencia que las oficinas y/o agencias de cooperación de las universidades apenas se encuentran en un proceso de consolidación y de identificación de oportunidades.

El panorama político de la región y el contexto local con una reforma a la Ley de la Educación Superior, Ley 30 de 1992, en trámite en el Congreso, impone retos a las universidades que deben asegurar la financiación de proyectos de investigación y desarrollo, así como de actividades de ciencia y tecnología. Las cifras son contundentes: solo el 0,16% del PIB del país es destinado a investigación y el 0,39% a actividades de ciencia, tecnología e innovación (cifras del Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología).

En el contexto nacional, pese a que el Gobierno ha anunciado la inversión de 500 mil millones de pesos para las universidades esta-tales durante los próximos tres años, la cifra para el sector resulta insuficiente pues la cobertura ha aumentado aceleradamente y los presupuestos han permanecido casi inmóviles y supeditados al índice de precios al consumidor (IPC). En menos de ocho años, la cobertura de la educación superior pasó del 17,5% al 35% en 2010.

El futuro cercano parece menos halagüeño. El viceministro de Edu-cación Superior, Javier Botero Álva-rez, en una entrevista concedida a Unimedios a principio de este año, sostuvo que los recursos que necesitan las universidades públi-cas no podrán ser cubiertos por el Gobierno nacional, “eso tiene que ser un mensaje claro”, afirmó.

Oficinas a la búsqueda de recursos

Aunque Colombia recibe impor-tantes recursos en este rubro, según Henry Carrillo, asesor de la Dirección de Cooperación Inter-nacional de Acción Social, aún no se ha realizado un estudio que pueda mostrar la dimensión de la cooperación en las instituciones de educación superior.

“Podríamos decir que entre los efectos más importantes está la obtención de recursos para la cofinanciación de proyectos de investigación y desarrollo en todos los campos del conocimiento y la ampliación de los servicios que brinda la educación superior”, comenta el funcionario.

Desde hace una década, las uni-versidades colombianas vienen fortaleciendo oficinas o departa-

mentos dedicados al tema de la cooperación e internacionaliza-ción de la educación; sin embargo, no se conoce una cifra exacta de cuánto se ha captado a través de dicha gestión. Esta tarea aún está en pañales.

Carlos Alberto Patiño Villa, director de la Oficina de Relaciones Inter-nacionales e Interinstitucionales (ORI) de la Universidad Nacional de Colombia y gestor de la Agencia de Cooperación, advierte que no basta con montar oficinas con per-sonal especializado en estos temas, sino que es importante que la uni-versidad como institución haga parte de la política internacional del país. “Los retos son muchos para la universidad colombiana que debe articular importantes proyectos para la producción de conocimiento, generar investiga-ciones conjuntas y consultorías internacionales”.

Jairo Agudelo, director de la Escuela Latinoamericana de Cooperación para el Desarrollo, destaca que el contexto latinoamericano ha cobrado importancia porque algu-nos de los países de la región, entre ellos Colombia, han dejado de ser de renta baja para ser catalogados de renta media, lo que impacta de manera inmediata la destina-ción de recursos por parte de los organismos multilaterales y las agencias. “Esto nos obliga a mirar menos al ‘norte’ y sí a nuestros vecinos como aliados, a pensar más en transferencia de tecnolo-gía y conocimiento que en dinero como tal”.

El reto es lograr que la universi-dad colombiana pueda articular el conocimiento del mundo con la producción de conocimiento nacio-nal. Las estrategias son muchas, el camino apenas se perfila.

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Escuela de Arquitectura,75 años cimentando país

Desde 1940 ha titulado a cerca de 5.400 arquitectos, cuyas ideas y proyección social han sido las bases de un nuevo imaginario urbano en Colombia.

Luis Miguel PalacioUnimedios Bogotá

Todo comenzó en 1929. Ese año se introdujeron los primeros cursos especiales de Arquitectura en la Universidad Nacional de Colom-bia, incluidos en la oferta acadé-mica de la Facultad de Ingeniería.

Esta iniciativa duró pocos meses, pues fue suspendida durante un lustro, volviendo a ver la luz solo hasta 1934 cuando el Consejo Directivo dictó el Acuerdo No. 2, con el que se dio vida legal a las cátedras de Dibujo y Composición arquitectónica. Dos años más tarde se creó la Escuela de Arquitectura y Bellas Artes.

El Acuerdo indica que esta nueva unidad académica “tendrá por objeto el fomento y la enseñanza superior de las Artes plásticas, así como la formación de arquitectos, pintores, escultores, decoradores y maestros para la enseñanza”.

Desde entonces, la actual Escuela de Arquitectura y Urbanismo se ha convertido en parte fundamental de la alma máter.

Hitos

Para el docente Nelson Dueñas, en los últimos 25 años uno de los principales hechos es la consoli-dación del Centro de Extensión Académica (EA), que ha llevado a cabo más de cien proyectos en el distrito y en el país.

Sobresale también la creación de una amplia oferta de posgra-dos como el Doctorado en Arte y Arquitectura, un total de 10 maes-trías, entre las que se encuentran Ordenamiento Urbano–Territorial; Museología y Gestión del Patri-monio; Construcción y Hábitat, entre otras. Dos especializaciones y cuatro diplomados que ofrecen

temas variados como Gerencia e Interventoría de Obra y Arquitec-tura y Construcción Sostenible.

Actualmente hay 19 grupos de investigación y desde 2008 se han graduado cerca de 100 profesiona-les por año.

Si de obras proyectadas a la comu-nidad se trata, se debe mencionar el Acuerdo entre la UN y el Minis-terio de Obras Públicas, en 1981, que dio vida al Parque Simón Bolí-var, el mayor pulmón verde de la ciudad, ubicado en el occidente de la capital colombiana.

Esta propuesta urbanística se ideó para celebrar el bicentenario del natalicio del Libertador y el Minis-

terio aceptó la propuesta de la Escuela de crear un grupo multi-disciplinar a cargo de “actuar como contraparte en el planeamiento del área central y como equipo de proyecto en las áreas perimetra-les”, según aparece en Cincuenta años de Arquitectura 1936–1986 Universidad Nacional, editado bajo la dirección del arquitecto Eduardo Angulo Flórez. Posterior-mente, la Institución participó en la ejecución física del proyecto.

Arquitectos ilustres

Entre otros profesionales insig-nia se destaca Fernando Martínez Sanabria, quien diseñó la Plaza de

Bolívar de Bogotá (1960) y el Hotel Hilton en esta ciudad (1963).

Por la importancia de sus obras y su impacto en el diseño de otras ciudades, es necesario resaltar cinco de los diseños de Germán Samper Gnecco: el Edificio Colte-jer en Medellín (1968), el Edificio Avianca (1968) y la Biblioteca Luis Ángel Arango (1962) en Bogotá, el Centro de Convenciones en Carta-gena (1979) y el Museo del Oro, en la capital (1963).

También es referencia Guillermo Bermúdez Umaña, creador de la Hemeroteca Nacional (1985) y el Edificio Vicerrectoría de postgra-dos de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, proyecto con el que ganó

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“El urbanismo es el supremo ordenador social”Le Corbusier

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25 años del Museo Leopoldo Rother

En 1986, la Asociación de Arquitectos Egresados de la UN y la Facultad de Artes presentaron ante el Consejo Superior Universita-rio el proyecto de creación del Museo Nacional de Arquitectura de la Facultad de Artes para conmemorar sus 50 años.

A partir de 1992 cambió su nombre a Museo de Arquitectura Leopoldo Rother, en memoria del arquitecto alemán que lideró el plan de montaje de la Ciudad Universitaria.

El antiguo edificio para la Imprenta de la Universidad, diseñado por Rother en 1945, fue entregado a la facultad como sede del Museo en 1992 y declarado Monumento Nacional en agosto de 1996. Según Ricardo Daza, director del Museo, en este espacio se han presentado más de 70 exposiciones, entre las que destacan: Ciu-dades Universitarias en América Latina, Arquitectura Innovativa Aus-triaca, Gianni Braghieri: Arquitectura, Representación, Fotografía y Más y mejores colegios para Bogotá, entre otras.

El museo presenta exposiciones que se fundamentan en la inves-tigación, el acopio, la conservación y la divulgación de la arqui-tectura nacional e internacional a través de muestras, simposios, conferencias, talleres y audiovisuales.

Estado del edificio 303

En su interior se desarrollan los programas de Pregrado de Arquitectura y de Diseño Industrial.

A principio del 2011 fue evaluado por la firma PCA, cuyo dictamen es que es una estructura altamente vulnerable ante un sismo o ante su propio peso. Por esta razón, la Facultad de Artes implementó un Plan de Contin-gencia que incluye la evacuación permanente por etapas mientras se actúa sobre la situación. El edificio ha sido desalojado en un 40% de su área y el resto se llevará a cabo durante los próximos meses.

La facultad adaptó ocho espacios y un Salón de Cátedra en el Polideportivo. Allí se desarrolla la mitad de las asignaturas relacionadas con los Talleres de ambos programas. Las otras en el primer y segundo piso del edificio 303. Las clases de cátedra son impartidas en su mayoría en el Edificio Sindú.

Igualmente, algunas clases de informática se realizan en la Hemeroteca, que a partir del próximo semestre albergará la programación de las salas que aún tienen sede en el 303.

Evelyn Delgado, arquitecta de la Gerencia del Proyecto Facultad de Artes, indicó que ya se contrató la segunda parte del estudio estructural que dic-taminará el costo y las implicaciones no solo del refuerzo estructural del edificio sino de su actualización y modernización. Estos factores serán estu-diados para decidir si la mejor opción es el refuerzo, o la Universidad debe optar por la demolición y construcción de uno nuevo.

La frase"Las celebraciones casi nunca son solo para regocijarnos por nuestros logros; con mucha frecuencia son un medio eficaz para agrupar fuerzas y dar pasos de gigante. Esta será una de esas oportunidades".Rodrigo Marcelo Cortés, decano de la Facultad de Artes de la UN en Bogotá.el Premio Nacional de Arquitec-

tura en 1998.

La celebración

Para festejar estos 75 años se han preparado varios seminarios, la presentación de nuevas publica-ciones y la entrega de reconoci-mientos para lo que resta del año y el transcurso de 2012. También se llevará a cabo el Salón de Octubre 2011, espacio de reflexión repre-sentativo de esta Escuela, donde los estudiantes de Arquitectura de la UN en Bogotá, Manizales y Mede-llín exponen la producción acadé-mica de los talleres de Diseño del último año. Bogotá presentará casi 30 proyectos y Medellín y Maniza-les más de 15 por cada sede.

“La mayoría de los arquitectos bogotanos son jóvenes plenos

de optimismo y sus trabajos son ágiles”, dijo uno de los urbanistas más importantes del siglo XX, Le Corbusier, acerca de estos profe-sionales capitalinos, muchos de ellos de la Facultad de Artes de la UN, cuyo entusiasmo los llevó hasta las puertas del avión que lo traía desde Nueva York, para reci-birlo en su primera visita a Bogotá el 16 de junio de 1947.

A propósito de ello, tal vez sea el optimismo uno de los aspectos que no ha cambiado en estos años de historia de la Escuela, que con sus propuestas sigue manifestando el interés en construir nación desde una carrera que, a principios del siglo XX, era ejercida en Colombia por ingenieros civiles, maestros de obra y arquitectos graduados fuera del país.

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Le Corbusier en la Ciudad Universitaria.

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Se personaliza la educación virtual

La Universidad Nacional de Colombia en Manizales adelanta un proyecto que busca fortalecer el E - Learning en el departamento de Caldas.

Ana María EscobarUnimedios Manizales

La tecnología está desdibujando el concepto tradicional de aula como un espacio físico para impartir conocimiento y, en el siglo XXI, se reinventa como un ‘sitio’ alter-nativo de enseñanza, en el que el usuario no tiene que salir de casa y solo necesita un computador conectado a Internet.

Este modelo denominado E – Lear-ning flexibiliza la formación de los educandos y les permite decidir cuándo y dónde tomar las clases con el uso de herramientas inte-ractivas. Es tal su aceptación que la educación superior lo ha incor-porado como alternativa acadé-mica y en el país, por ejemplo, la Universidad Nacional de Colom-bia ofrece 208 cursos virtuales.

En el departamento de Caldas ha sido adoptado por las univer-sidades y por el Sena, que ofrece el programa Escuela Virtual en alianza con el Comité Departa-mental de Cafeteros. Este proyecto aplica las Tecnologías de la Infor-mación y Comunicación (Tics) al aula y promueve la formación en telecentros comunitarios, consul-torios virtuales y proyectos cola-borativos. Hasta el momento se han beneficiado 13.500 estudian-tes rurales.

Por mejorar

Lina María Cano, usuaria de los cursos virtuales, considera un acierto que la educación virtual “incorpore ciber exámenes, que evalúen a cada persona según su perfil de aprendizaje”.

Entre tanto, Francisco Duque, estudiante del Sena, señala: “Si los exámenes se hicieran de acuerdo con nuestro conocimiento, si valo-raran lo que realmente nos falta por aprender y no fueran tan gene-rales, la educación en el ciberespa-cio tendría un valor agregado. Nos motivaríamos más con la virtuali-dad educativa”. Estas inquietudes ratifican el plan-teamiento de Néstor Darío Duque Méndez, director del Grupo de Ambientes Inteligentes Adaptati-vos de la UN (GAIA), quien señala que este tipo de educación prioriza la herramienta sobre el contenido: “La tecnología no lo es todo. Los procesos pedagógicos no se están teniendo en cuenta y se desapro-vecha el poder de la virtualidad para personalizar el aprendizaje y la forma de evaluar”.

Exámenes a los estudiantes

El contenido de las pruebas corresponde a un examen diag-nóstico, en el que se indaga por los intereses de los estudiantes, así como por sus experiencias educativas previas.

Posteriormente viene el test de VARK, con el que se pretende ubicar a los estudiantes en alguna de las formas de apren-dizaje, según sus competencias: visual, auditiva, lectora, kines-tésica. La prueba consta de 13 preguntas.

La utilización del VARK fue ava-lada por la Universidad de Lincoln en Nueva Zelanda. “El profesor Neil Fleming nos autorizó a utili-zarlo libremente y a hacerle algu-nas modificaciones en español”, indicó el investigador.

Finalmente se aplica el test de Felder que proporciona indi-cadores de rasgos cognitivos, afectivos y fisiológicos.

Los dos suman 25 preguntas que deben ser respondidas en diez minutos. De esta manera, se perfila al estudiante y se le apli-can los contenidos adaptados.

Para dar respuesta a estas necesi-dades, la Universidad Nacional de Colombia en Manizales adelanta un proyecto que busca hacer más atractiva la virtualidad educativa y contribuir a elevar la calidad del aprendizaje y su cobertura.

Con tal fin, GAIA creó el software ‘Modelo de evaluación personali-zada para cursos virtuales’, orien-tado a realizar un seguimiento a los contenidos de acuerdo con el usuario.

¿Cómo funciona?

Según el profesor Duque Méndez, el proyecto no busca “rajar” a los estudiantes sino retroalimentarse de sus experiencias para disminuir sus dificultades en el aprendizaje. Para tal fin realiza dos tipos de pruebas (ver recuadro).

En términos prácticos, el software, integrado por un sistema multia-gente –una especie de técnica de inteligencia artificial– puede asumir roles o papeles como el del profesor que, con la informa-ción ya recopilada, diseña el con-

tenido de los exámenes, ajustado al perfil de cada estudiante.

Según explica, por ejemplo, si a uno de los entrevistados le gusta construir o tiene habilidades kinestésicas (relacionadas con las aptitudes manuales y lúdicas), la prueba pondrá mayor énfasis en la elaboración de actividades y talle-res, pero si tiende más a lo visual, las pruebas serán más gráficas. “No todas las personas aprenden de la misma manera y los cono-cimientos con los que ingresan al curso influyen en el diseño de la evaluación, pues no tiene sentido que a dos personas con distinto saber sobre un mismo tema se les pregunte lo mismo”, afirma.

El software fue probado con el Sistema Inteligente de Cursos Adaptativos de la UN (SICAD), en una fase experimental y se intro-dujo en la plataforma de uso libre Moodle para ser aplicado en algu-nos colegios de la ciudad durante un semestre. Finalmente, se prevé el estudio de los resultados y la ampliación del proyecto.

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Innovación

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Un juegode superación

Fabiola Quevedo, funcionaria de la Universidad Nacional de Colombia, integró la selección colombiana de voleibol sentado femenino que disputó el Parapanamericano en Brasil. Ahora su meta son los Paralímpicos del 2016.

César Enrique Herrera De la Hoz,Unimedios

Al aterrizar en el aeropuerto El Dorado, las ocho jugadoras y los dos integrantes del cuerpo técnico finalizaban cinco días de extensas jornadas deportivas en el primer Torneo Parapanamericano Feme-nino, organizado con el fin de escoger al representante de esta región en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012.

Tres derrotas en igual número de partidos fue el balance del novel equipo que participó luego de reci-bir una invitación de la Confedera-ción Nacional de Voleibol Sentado de Brasil. Cuatro meses de entre-namientos en Bogotá no fueron suficientes para evitar perder ante Brasil, Canadá y EE.UU.

“Nuestro gran objetivo era dar el primer paso en la preparación para participar en los Juegos Para-límpicos que se realizarán en Rio de Janeiro (Brasil) en el 2016”, dice Geni Tunney Cañón, nutricionista - dietista de la UN y seleccionador nacional de los equipos masculino y femenino de esta disciplina.

Una jugadora 10

Aunque las colombianas eran las novatas del evento, su compro-miso no fue menor. En Brasil, las jugadoras mantuvieron la concen-tración: entrenamientos, alimen-tación balanceada y jornadas de gimnasio. Además, asistieron a los partidos de sus rivales, con el fin de conocer estrategias y tácticas de este deporte que sigue siendo novedoso en Colombia.

En estas rutinas del equipo, cuyas integrantes son atendidas en el Centro Integral de Rehabilitación de Colombia (Cirec), se destacó Fabiola Quevedo, funcionaria administrativa de la UN, quien mereció un puesto en la alineación por sus habilidades deportivas ya que había practicado baloncesto y voleibol, además de su afición a montar en bicicleta.

“Cuando se ha practicado un deporte es más fácil adaptarse al voleibol sentado”, cuenta. En efecto, su habilidad en el juego, así como su permanente alegría, se convirtieron en grandes aportes al seleccionado colombiano en Brasil.

El pasado mes de marzo, Fabiola enfrentó la amputación de su pierna derecha, unos diez centí-metros arriba de la rodilla, para detener la infección de un sarcoma sinovial monofásico (un tipo de tumor maligno poco frecuente que invade principalmente tejidos de piernas o rodillas) que afectaba el hueso de su tobillo. También, ante

Brasil: una tarea pendiente para el 2016

Su vida laboral en la UN inició en 1995, la mayor parte como secretaria, y se reactivará cuando culmine la quimioterapia y cumpla con el proceso de adaptación a la prótesis, diseñada especialmente para enfrentar −dice− los desafíos diarios que empiezan a las cinco de la mañana y terminan a las once de la noche.

Ante esto, Geni Tunney, quien también trabaja en la Institución y hace parte del proyecto Deporte adaptado como herramienta de integración e inclusión social en la población de la UN Sede Bogotá, señala que lo más loable de su pupila es no sentirse en situación de discapacidad, “al contrario, su participa-ción en el equipo demuestra que podemos reaccionar ante la adversidad”.

Las palabras de Fabiola lo ratifican: “No quiero quedarme en mi casa lamen-tándome. Esta es una vida nueva, quizás más lenta y pausada, pero con muchos pendientes y cosas por hacer”. Y precisamente, una de ellas es volver a Brasil, pero como participante en los Juegos Paralímpicos del 2016.

la gravedad de su situación, fue necesario iniciar un ciclo de seis quimioterapias (la última en este mes de noviembre) para acabar con el sarcoma y evitar que invada sus pulmones, donde podría ubicarse y amenazar nuevamente su vida.

Por eso, más allá de la competen-cia, su participación se convirtió en un referente para las otras dele-gaciones que conocieron su caso y no dejaron de acercarse a ella en el hotel, en el gimnasio o en la cancha, para animarla en su recu-peración y destacarla como ejem-plo de superación.

Precisamente, esta mujer de 42 años ingresó a la selección en agosto, cuando estaba recuperán-dose de su tercera sesión de qui-mioterapia. A pesar de la delicada condición, contó con el apoyo unánime de su familia y en espe-cial de su esposo, Ezequiel Gon-zález, y su hija Juliana, de 13 años. Desde entonces, el deporte hace parte de su agenda semanal junto a las actividades académicas que debe cumplir en el sexto semestre de la carrera de Bibliotecología que cursa a distancia en la Universidad del Quindío.

“Estoy muy comprometida con el voleibol sentado. Seguiré entrenando y compitiendo pues quiero volver a Brasil”, Fabiola Quevedo.

El voleibol sentado es promovido por la Federación Colombiana de Deportes para Personas con Limi-taciones Físicas (Fedesir) y logró un reconocimiento oficial en el 2010 por parte de la Federación Colom-biana de Voleibol. Actualmente hay equipos en Valle, Meta, Bogotá y próximamente en Medellín.

Este deporte sigue las principa-les reglas del voleibol convencio-nal. Entre las diferencias están las dimensiones del campo: 10 m de largo y 6 m de ancho, y la altura de la red, que es menor: 1,15 para hombres y 1,05 para mujeres.

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Fabiola Quevedo junto a su entrenador Geni Tunney Cañón.

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Reforma a la Ley 30 llega al Congreso

Después de varios meses de presentación de la propuesta en diversos escenarios y de algunos cambios al borrador inicial, el pasado lunes 3 de octubre, el Gobierno Nacional radicó el proyecto final de reforma a la Ley 30 de 1992, bajo el número 112, en la Secretaría General de la Cámara de Representantes. ¿Cuáles son los principales debates en torno al documento y qué pasos dará en el Legislativo?

César Enrique Herrera De la Hoz,Unimedios Bogotá

Impuestos en gran parte por la Ley 30 de 1992 y otras normas poste-riores, pero también en sintonía con los nuevos desafíos exigidos por la generación y difusión del conocimiento mundial en el siglo XXI, el aumento de cobertura y el aseguramiento de la calidad ha obligado a las 32 universidades públicas que conforman el Sis-tema Universitario Estatal (SUE) a realizar durante 18 años una fuerte inversión de capital y, por ende, a buscar permanentemente mayo-res recursos adicionales para cum-plir sus objetivos.

Las cifras entregadas por el Minis-terio de Educación Nacional (MEN) ratifican dichas iniciativas. En cobertura, mientras en el 2002 las matrículas privadas representaban el 58,3% y las públicas el 41,7% del total, en el 2010 las matrículas esta-tales representaron el 55,4% y las privadas el 44,6%.

Parte del aumento de la cober-tura estatal se dio por fuera de centros urbanos en donde tradi-cionalmente se ha concentrado la oferta en educación superior (Bogotá, Medellín, Cali, Barran-quilla y Bucaramanga), pues ins-tituciones como la Universidad Nacional de Colombia abrió en los últimos 20 años nuevas sedes en Leticia (1995), Arauca (1996), San Andrés (1997) y Tumaco (que inició labores en el 2008). Tam-bién se encuentra el ejemplo de la Universidad de Antioquia que ha abierto sedes por fuera de Mede-llín para atender a la población del departamento.

En calidad, la Universidad Nacio-nal alcanzó la cifra de 1.000 docen-tes vinculados con estudios de doctorado, distribuidos en todas las sedes (en total cuenta con 2.976 profesores). De igual forma, la UN ha contado con 91 programas con acreditación de alta calidad (de los 92 existentes), además de la Institucional, otorgada en el 2010 con una duración de diez años. En el ámbito internacional, según el ranking QS 2011, que por primera vez presenta una clasificación para la región, la Universidad se encuentra entre las nueve mejo-res de Latinoamérica.

Los datos muestran que la Universidad, al igual que los demás integrantes del SUE, se ha comprometido con la construc-ción de un sistema de educación superior equitativo y competitivo fuera de las fronteras nacionales. Y ante las actuales necesidades de aumentar las matrículas para más de 2.800.000 jóvenes entre los 17 y los 21 años que quedan por fuera del sistema, además de los retos en calidad, investigación, pertinen-cia e internacionalización, tam-bién ha planteado la urgencia de una reforma, pero con estrategias diferentes a las propuestas por el Gobierno Nacional.

Diversidad de ideas para construir universidad

Uno de los grandes disensos es el tema de la financiación de las uni-

versidades públicas. El Gobierno finalmente planteó en el pro-yecto 112 que entre 2012 y 2022 se incrementarán los recursos en tres puntos reales con respecto a los aportes de la nación asignados a las Instituciones de Educación Superior (IES) estatales en el año inmediatamente anterior.

Entre 2012 y 2014 (artículo 146), la mitad de estos recursos se repar-tirá de forma proporcional a las IES según los aportes de la nación en 2011. El 50% restante se distri-buirá entre las IES estatales a partir de cuatro criterios: 1) generación de nuevos cupos, montaje de pro-gramas de regionalización, la pre-sencia en zonas de frontera y la atención a población vulnerable; 2) el reconocimiento de la produc-tividad académica; 3) la formación del recurso docente; y 4) el fortale-

cimiento de la capacidad de inves-tigación e innovación.

Entre 2015 y 2022 (artículo 147), la totalidad de los recursos serán distribuidos teniendo en cuenta los resultados obtenidos durante los tres años inmediatamente anteriores en las siguientes áreas: “formación de estudiantes; acre-ditación de alta calidad; produc-ción académica, investigativa y de innovación; ampliación y mante-nimiento de cupos teniendo en cuenta el área del conocimiento; el nivel, la modalidad, la ubica-ción geográfica del programa respectivo y la atención a pobla-ción vulnerable; la formación de recurso docente; el desarrollo de políticas de gestión y aprovecha-miento de la propiedad intelec-tual y los avances en la gestión institucional”.

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Y después de radicado el proyecto, ¿qué?

Una vez radicado el proyecto 112 en la Secretaría General de la Cámara de Representantes, el presidente de esta Corporación, Simón Gaviria, lo envió a la Comisión Sexta, integrada por 18 miembros (ver cuadro adjunto), que trata asuntos relacionados con comunicaciones, servicios públicos, investi-gación científica y tecnológica, órbita geoestacionaria, sistemas digitales de comunicación e informática, obras públicas, transporte, turismo, educa-ción y cultura, entre otros.

Después de que la Comisión ha recibido el proyecto, su presidente, José Edilberto Caicedo, del Partido de la U, asigna a los congresistas ponentes que estudiarán su contenido y presentarán el concepto sobre su conve-niencia. Si el informe lo recomienda, entonces comenzará su evaluación. De darse una respuesta negativa, también se llevará a cabo una discusión para ser archivado.

Una vez que los miembros de la Comisión lo han estudiado y discutido, este se vota en la misma y si es aprobado, su Presidente asignará los ponen-tes para el segundo debate. Posteriormente, el coordinador ponente lo explicará ante la plenaria de la Cámara. Durante esta etapa, su contenido puede ser modificado. Sin embargo, si los cambios hacen que el proyecto se transforme radicalmente respecto del original, la plenaria puede decidir enviarlo nuevamente a la Comisión.

Si es aprobado en la plenaria de la Cámara de Representantes, el presi-dente de la misma lo remitirá al del Senado con los soportes necesarios. Entonces se dará un recorrido similar al de la Cámara. Una vez que las dos instancias del Congreso lo aprueban en dos debates, se envía a la Presiden-cia de la República para su sanción.

Precisamente, en el marco del proceso legislativo y con el objetivo de con-tribuir al análisis del proyecto de reforma a la educación superior, la UN en Bogotá habilitó la página http://www.bogota.unal.edu.co/reforma/, donde está publicada la Ley 30 vigente, la propuesta gubernamental y un docu-mento elaborado por docentes de la UN sobre el tema.

Integrantes de la Comisión Sexta de la Cámara de Representantes

Representantes a la Cámara Partido

Atilano Alonso Giraldo Arboleda Cambio Radical

Carlos Andrés Amaya Rodríguez Verde

Carlos Julio Bonilla Soto Apertura Liberal

Ciro Antonio Rodríguez Pinzón Conservador

Didier Alberto Tavera Amado Integración Nacional (PIN)

Diego Alberto Naranjo Escobar Conservador

Diego Patiño Amariles Liberal

Iván Darío Agudelo Zapata Liberal

Jaime Armando Yepes Martínez La U

Jairo Ortega Samboni La U

Jairo Quintero Trujillo La U

John Jairo Roldán Avendaño Liberal

José Edilberto Caicedo Sastoque La U

Juana Carolina Londoño Jaramillo Conservador

Luis Guillermo Barrera Gutiérrez La U

Silvio Vásquez Villanueva Conservador

Wilson Hernando Gómez Velásquez La U

Wilson Neber Arias Castillo Polo Democrático AlternativoElaborado con información de: www.congresovisible.org.

Ante la estrategia gubernamental, el SUE ha reiterado que la situa-ción de desfinanciamiento cró-nico de las universidades estatales (generada por el aumento de los costos de la educación superior y el mantenimiento en valores cons-tantes de las transferencias de la nación a las IES) no se resolverá si los nuevos recursos creados con la reforma a la Ley 30 están condicio-nados a nuevas tareas.

Para su presidente Danilo Vivas, quien también es rector de la Universidad del Cauca, el SUE está “pidiendo un presupuesto educativo articulado a los corres-pondientes proyectos educativos institucionales, que cada una de las universidades, con su carácter autónomo, pueda definir”.

A partir de este punto ha surgido una segunda discrepancia: diver-sos rectores han señalado que el Gobierno busca tener un sistema de educación superior equita-tivo, apostando principalmente al aumento de la cobertura y sacri-ficando la calidad. De esta forma, señala Moisés Wasserman, rector de la Universidad Nacional de Colombia, se genera un sistema en el que la educación de alta calidad queda reservada para los más pri-vilegiados.

“Si la calidad es privada se genera un nivel de inequidad muy grande y doloroso porque la gente puede llegar a prepararse pero no va a competir por las posiciones de liderazgo. Estos puestos serán únicamente para aquellos que sí pueden acceder a la alta calidad. Entonces, es muy importante un

equilibrio: hay que abrir cupos para que mucha gente estudie carreras técnicas, tecnológicas y básicas, pero el Estado no puede darse el lujo de no tener una oferta fuerte, amplia, enérgica, de la más alta calidad, para aquellos que tengan las capacidades y quie-ran hacerlo, aunque no tengan el dinero”, explicó.

Una tercera diferencia que ha separado las propuestas de las universidades y del Gobierno es el nivel de intervención que llegaría a tener el MEN en las acciones de control y vigilancia de la calidad de las IES. Este desacuerdo, que ha tenido como principal vocero a José Fernando Isaza, rector de la Universidad Jorge Tadeo Lozano y presidente de la Asociación Colom-biana de Universidades (Ascún), ha generado preocupaciones frente a la autonomía universitaria, consa-grada en la Constitución de 1991 y mencionada en la Ley 30 vigente, pero que únicamente se ha podido reglamentar por medio de senten-cias de las altas Cortes.

Ante esta situación han surgido diversas iniciativas, como buscar la aprobación de una ley estatuta-ria que permita a las universidades y a la sociedad colombiana deter-minar con exactitud los límites y las potencialidades generadas por la autonomía en el desarrollo de las actividades universitarias.

La discusión de estos temas entró en el escenario del Congreso, donde se establecerá el futuro del proyecto que busca modificar la ley marco de la educación superior.

El SUE y Ascún presentaron el pasado 23 de junio al MEN un análisis sobre cinco grandes temas: principios y equidad; autonomía e inspección, vigilancia y control; calidad e investigación; financiación y estructura y gobernabilidad.

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40 años combatiendo el hambre

y educando al hombreEl programa de Zootecnia de la UN en Palmira es pionero en Colombia y ha titulado a cerca de 1.200 profesionales que han asumido el reto de contribuir a la seguridad alimentaria en distintos lugares del mundo. Mejoramiento genético, nutrición animal y conservación de recursos son sus fortalezas académicas.

Por Jeinst Campo RiveraUnimedios Palmira

¿Sabía usted que los zootecnistas son los responsables de generar la proteína de origen animal necesa-ria para una adecuada nutrición de los humanos? Así es. Llamados también ingenieros de la produc-ción o ingenieros zootecnistas, estos profesionales de las Cien-cias Agropecuarias son los únicos capacitados para producir este maná moderno de alta calidad, a costo razonable y en armonía con el medioambiente.

Como respuesta a esta necesi-dad vital, en 1954 la Facultad de Agronomía de la UN en Medellín, con el apoyo de una misión de la Universidad de Michigan, dio los primeros pasos al proponer la Zootecnia como profesión en el país, pero solo hasta 1960, el entonces rector de la UN, Mario Laserna Pinzón, creó la Comisión para la Educación Agrícola Supe-rior en Colombia con el apoyo de la Fundación W.K. Kellogg, que promovió su separación de la Veterinaria y sugirió la creación de un programa curricular inde-pendiente, orientado a la produc-ción animal.

En las décadas del sesenta y setenta se abrió la carrera en la UN, pri-mero en Medellín, luego en Bogotá y después en Palmira, donde se estableció en 1971 por medio de la Resolución 444 y siete años más tarde otorgó los primeros títulos. A partir de este momento, la docen-cia, investigación y extensión se convirtieron en los pilares de este programa que cumple 40 años.

Investigación para combatir el hambre

Concentrados en temas de nutri-ción animal, conservación y mejoramiento de recursos zoo–genéticos, desarrollo de siste-mas sostenibles de producción animal y mejoramiento de la calidad de los productos deriva-dos, los veinte docentes de planta del programa han fortalecido cuatros grupos de investigación, categorizados y reconocidos por Colciencias.

Para el profesor Luis Miguel Ramí-rez Náder, coordinador del pro-grama curricular, “las políticas de investigación de la carrera están enmarcadas en el Plan de Desa-rrollo de la Universidad Nacional de Colombia, que busca contribuir a la unidad nacional, a estudiar y enriquecer el patrimonio cultural y ambiental de la nación y a con-tribuir a su preservación”.

En el desarrollo de las actividades investigativas, los miembros de la

Maestría y el Doctorado en Cien-cias Agropecuarias cuentan con cuatro modernos laboratorios de nutrición animal, biología mole-cular, reproducción animal y ana-tomía y fisiología.

“Con el trabajo de nuestros inves-tigadores se ha obtenido mayor eficiencia en los procesos produc-tivos, por medio del mejoramiento genético, resistencia a enferme-dades y adaptación de diferentes especies vegetales y animales a nuestra diversidad bioclimática y cultural”, asegura el profesor Ramírez Náder.

Otro de los avances lo consti-tuye la disminución del tiempo de los ciclos productivos de las especies animales de las que se toman los productos lácteos y cárnicos, principalmente, y además se ha implementado el uso alternativo de diversas materias primas como en la ali-mentación animal.

Espacios para la ciencia

Para alcanzar niveles de eficiencia académica y científica no basta con tener buenos laboratorios, además se requiere de espacios para el trabajo de campo. Para tal fin, la UN en Palmira puso a dispo-sición de los zootecnistas la Gran-ja–laboratorio Mario González Aranda, el Centro Experimental de la UN (Ceunp) y la Reserva Nacio-nal Forestal Bosque de Yotoco, lugares amplios que coadyuvan a fortalecer la investigación.

En términos de activos, la Gran-ja–laboratorio Mario González cuenta con 500 animales móviles entre cerdos, ganado, conejos y aves criollas, distribuidos en 3,5 hectáreas. El Ceunp destina sus 17 hectáreas al cultivo de zapallo, habichuela, tomate y pecuarios (mediante la conservación de un núcleo genético del ganado criollo Hartón del Valle).

Por su parte, la Reserva de Yotoco, la más extensa, tiene 559 hectáreas

de espesura vegetal que albergan cientos de anfibios, monos aulla-dores, pavas y aves para las prácti-cas de los investigadores.

Mario Augusto García, decano de la Facultad de Ciencias Agrope-cuarias, explica que esta unidad académica realizó una fuerte inversión para modernizar sus laboratorios, mejorar las insta-laciones de la Granja y el Ceunp. “Ahora no solo tienen apariencia diferente, también se proyectan como grandes centros para el desarrollo de investigaciones a nivel nacional e internacional”, comenta.

Durante cuatro décadas, cerca de 1.200 estudiantes han recibido el título en 65 promociones y siem-pre han mantenido contacto con su facultad a la vez que contribu-yen a fortalecer su desarrollo, al igual que los profesores, estudian-tes y administrativos que trabajan bajo el lema: ¡Zootecnistas a traba-jar por la seguridad alimentaria de la humanidad!

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Perspectivas

Para el coordinador del programa académico, el zootecnista debe tener visión de empresario, generar empleo y crear empresas pecuarias con ele-vado nivel de desarrollo tecnológico y amplia capacidad de gestión.

En ese sentido, el profesor Ramírez Náder afirma: “El programa de Zoo-tecnia de la UN en Palmira continuará en busca de la excelencia académica que lo ha caracterizado. Para este fin, estamos promoviendo el concepto de producción sostenible, que permita aprovechar los recursos mediante su utilización racional y garantizar el respeto del bienestar animal y la efi-ciencia”.

Así, con la modernización de sus laboratorios, el diseño de estrategias aca-démicas en busca de la formación de empresarios y la capacitación del personal docente, este programa trabaja en la autoevaluación permanente con miras a conseguir su reacreditación, prevista para el 2013.

Para tener en cuenta…

Zootecnia es el primer programa de pregrado de la sede en recibir la acreditación por el Consejo Nacional de Acreditación (CNA), en el 2006.

En 1994 se abrió la línea de posgrados en Producción animal tropical dentro de la Maestría en Ciencias Agropecuarias de la Sede.

El Doctorado en Ciencias Agrarias abrió en el 2009 con 15 estudiantes y actualmente se encuentra en la tercera cohorte.

La celebración del aniversario será los días 17 y 18 de noviembre y reunirá a profesionales del área y representantes de los sectores producti-vos, entidades reguladoras y organizaciones agropecuarias del país.

Este evento estará dirigido a la comunidad en general y no tiene costo. Mayor información en el pbx (2) 286888, ext 35739.

Una mirada externa

“Considero que los años que pasé en el programa de Zoo-tecnia fueron el divisor de aguas de mi vida como profesional y persona. Me dieron una sólida base teórico−práctica sobre los diversos factores que afectan la producción animal, enrique-ciéndome de contenidos para desarrollar mi visión actual del acontecer socio−económico mundial”, Harold Ospina Patiño, profesor de Zootecnia en la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, Brasil.

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La Universidad hizo una medición sobre la efecti-vidad y percepción de mejoramiento con la apli-cación del UN Simegé entre docentes, personal administrativo y estudiantes quienes respondieron que, efectivamente, hubo mejoras. Estos resulta-dos serán exigidos por el Icontec como prueba del cambio en el seno de la Institución.

Otro indicador son los resultados de la encuesta del Monitor Empresarial de Reputación Corporativa (Merco), instrumento de evaluación que, aplicado en Colombia, mostró la evolución de la UN dentro de las cien mejores empresas para trabajar en el país.

“En 2007 no aparecía, a finales de 2008 tuvo el puesto 60, después el 45, luego el 24 y acaba de ocupar el noveno. Dentro de las instituciones educativas, está en el primer lugar”, afirma Gloria Amparo Acosta.

En la actualidad se adelantan talleres de sensibili-zación como estrategia de preparación de cara a la auditoría para la certificación. Se conforman equi-pos en las facultades, institutos o centros que serán los encargados de presentar la documentación e información que les sea requerida para demostrar amplio conocimiento del sistema.

Los talleres buscan que el personal académico y administrativo se familiarice con el lenguaje de la calidad administrativa. “Que cuando les pidan un requisito, entiendan que lo tienen, solo que en la Universidad tiene otro nombre”, explica la coor-dinadora.

Con estas herramientas, la Universidad espera la visita de los auditores del Icontec para la revisión de documentos. Una vez hecha, deciden los luga-res a visitar y las sedes.

“Van a ir donde se presta el servicio, admisiones, registro, las facultades, además entrevistarán a profesores, alumnos y verificarán cómo se hacen las cosas”, indica Acosta.

Después de esta auditoría dirán qué está bien y qué debe mejorar, “siempre salen no con-formidades y una vez nos den un tiempo para arreglarlas expedirán la certificación”, anotó la funcionaria.

Pero la obtención de este sello de calidad no es el fin del camino ni la meta de una empresa que empezó hace cuatro años, pues, según Gloria Amparo Acosta, “es más fácil construir el sistema que sostenerlo. Se necesita mucho esfuerzo, porque siempre habrá que mejorar”. Por esto, para mostrar los avances, las reuniones quincena-les del sistema continuarán.

El trayecto hacia la certificación

Félix Enrique BlancoUnimedios Bogotá

El pasado mes de septiembre la Universidad Nacional de Colom-bia presentó formalmente ante el Instituto Colombiano de Normas Técnicas (Icontec) la solicitud de certificación bajo la norma NTC GP 1000.

Sería otro logro luego de recibir, en abril de 2010, la Acreditación Insti-tucional por el Ministerio de Educa-ción Nacional y el Consejo Nacional de Acreditación por 10 años, en una clara alusión a la calidad de sus pro-gramas académicos. En la ceremonia de oficialización, la entonces ministra de Educación, Cecilia María Vélez, valoró de la UN sus esfuerzos por mejorar los pro-cesos administrativos y el cumpli-miento de su función social.

Todo inició en 2007, cuando “la Universidad se dio cuenta de que debía hacer algo para cumplir un sueño: ser modelo de institución pública y educativa nacional e inter-nacional”, afirma Gloria Amparo Acosta, coordinadora general del

Sistema de Mejor Gestión de la UN (Simegé) de Colombia.

Según la funcionaria, obtener la certificación significa contar con un sistema organizado que garan-tice el mejoramiento continuo de sus procesos con eficiencia, efica-cia, efectividad y la satisfacción de los usuarios (estudiantes de pre-grado y posgrado).

Un proceso de construcción

Para llegar a este punto, la UN partió de cero y al cabo de algunos años se construyó un andamiaje de regularización de los procedimien-tos que ya existían, pero no estaban organizados.

El Simegé nació de la necesidad ins-titucional de darle una forma y una organización a todos los pasos que intervenían en su funcionamiento, no solo en el plano administrativo, también en el docente. En opinión de Acosta, “Si bien estos procedi-mientos tenían muchas fortalezas académicas, también presentaban falencias administrativas”.

En primer lugar, se decidió arti-cular las normas de calidad del Estado a través de la NTC GP: 1000 y del Modelo Estándar de Control Interno (Meci). La primera busca que las entidades sean un modelo de gestión y el segundo, un modelo de control. Los dos permitieron dotar a la Universidad de un Sis-tema de Mejor Gestión.

Se diseñó entonces un manual de macroprocesos y su caracteriza-ción, el levantamiento de proce-dimientos y su estandarización, el control de documentos y planes de mejoramiento continuo y de mitigación de riesgos. Es decir, se estructuró y desarrolló un ejemplo de servicio.

Entre tanto, la Universidad reci-bía visitas del Ministerio de Edu-cación para medir sus avances. En el 2009 fue examinada por el Instituto Nacional de Consulto-ría de Calidad (Inalcec), empresa que hace auditorias de servicios a empresas públicas y priva-das, para evaluar el UN Simegé y encontró que se hallaba en un 99,3%, “nos faltaban algu-nas cosas, teníamos algunas no

conformidades”, recuerda Gloria Amparo Acosta.

Desde ese momento, y con base en los resultados de las evaluacio-nes, el Ministerio instó a la entidad a certificarse. Sin embargo, esta quería mejorar su proceso.

“Cuando la Universidad decide hacerlo no busca cumplir las normas por cumplirlas, sino por crear una cultura. Por eso, su sis-tema de mejor gestión es distinto al de todas las entidades del Estado”, enfatiza su coordinadora general.

Los equipos de gestión hacen varios talleres de ética al año sobre la misión y la visión de la Institución, en modelos mentales de servicio y otros para mejorar la atención y medir la percepción de los usua-rios. Con estos logros, las directivas deciden buscar este nuevo sello de calidad.

Se espera que para los meses de marzo o abril de 2012, la Universidad Nacional de Colombia sea certificada por el Icontec.

En busca de otro sello de calidad

Adicional a la acreditación institucional y de programas curriculares, a su avance en los rankings mundiales y a su reconocimiento en las diferentes encuestas de opinión, la Universidad Nacional de Colombia aspira a obtener la certificación del Icontec.

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¡Qué le pongan salsa!En la UN en Medellín se conformó una orquesta con el beneplácito y apoyo de Bienestar Universitario. Sus músicos son integrantes de la comunidad académica y con este proyecto le apuestan a poner a bailar a los antioqueños generando espacios de respeto y convivencia.

Daniel Gutiérrez GiraldoUnimedios Medellín

Cuando se propuso formar una orquesta de salsa y aires folclóri-cos, Juan Pablo Yepes, profesor de Música de los grupos culturales de Bienestar Universitario, nunca imaginó que el proyecto alcan-zaría tanta acogida en la UN en Medellín.

En su papel de director sabía que la tarea sería difícil porque, más allá de reunir músicos, estos debían tener la “sangre hirviente” que exige el género caribeño para transmitir tal energía en las interpretaciones y sacar la sonoridad que caracte-riza a estos temas ancestrales que ponen a dar tumbos, vueltas y agi-taciones a todos los bailadores que los escuchan.

Manteniendo las distancias, este Johnny Pacheco de la UN, dice: “La salsa siempre me ha gustado por el sabor que tiene y porque ha estado conectada a mí desde que nací. Además, me encantan el baile y la alegría de la gente cuando se mueve con lo que uno hace”.

Adriana Giraldo Zuluaga, jefe del Área de Cultura de Bienestar Uni-versitario, cuenta que “la idea se concibió con el propósito de apoyar

talentos musicales universitarios” y su gestor fue el profesor Rafael Rueda, director de Bienestar Uni-versitario Sede Medellín, quien, en medio del Picnic Concierto II, vio que la Universidad necesitaba una orquesta con todos esos talentos de la sede.

La idea fue calando y apareció Juan Pablo Yepes. Entonces, comenzó la convocatoria para la conforma-ción de la Orquesta UN, que, según cuenta, debía ser incluyente, mul-ticultural y pluriétnica.

Con el apoyo de Bienestar Uni-versitario, Yepes buscó el talento humano. Inicialmente encontró que había un grupo de cuerdas con más de veinte guitarristas, pero dada la dificultad de armo-nizar con un solo instrumento, abandonó la idea; sin embargo, algunos de estos músicos se man-tienen hoy en la orquesta. Más adelante, cuenta Yepes, “llegaron estudiantes muy talentosos, entre ellos los cantantes. Les hice audi-ción y los seleccioné por sus voces naturales, son de la calle, pero muy afinadas y con un color muy particular”.

Una de las cantantes es Vanessa Senior, quien inició en la música a los 11 años, cuando integró el

grupo juvenil de Magangué, y luego exploró en otros espacios cultura-les antes de ingresar a estudiar a la UN en Medellín, donde actual-mente cursa la Maestría en Infraes-tructura Vial y Transporte.

Su voz tiene el timbre de las cantan-tes cubanas y en las presentacio-nes no solo interpreta las melodías sino que además, por su carisma, se compenetra con el público, al que invita a bailar y a gozar.

Colombia tuvo una época dorada de orquestas de salsa y Juan Pablo Yepes considera que llegó el turno de la Orquesta UN: “La proyección es lograr un ensamble grande y un repertorio totalmente inédito para alcanzar reconocimiento nacio-nal y, por qué no, llegar a públicos internacionales”.

Cualquier miembro de la comuni-dad universitaria puede participar porque, más allá de un proyecto cultural y musical, la orquesta de la UN Sede Medellín se fundamenta en un proceso de construcción del bienestar universitario, que busca mejorar su compromiso ético y avanzar hacia una Universidad más saludable y con buenos nive-les de convivencia.

¡La Orquesta UN es bienestar!

Futuro: la grabación de un demo

La búsqueda de la Orquesta ya tiene un derrotero definido. El objetivo inicial es consolidar a los músicos y las rutinas de ensayo para luego trabajar en crear versiones de la obra de otros compositores del género.

“Vamos en la fase de conocer-nos y encontrar un camino. Previo la creación se debe tener guías de artistas y compositores. Estamos utilizando covers para llegar a ese lineamiento y de ahí, empezar la construcción”, apunta Yepes.

En reconocimiento a la labor del grupo, Bienestar Universi-tario apoyará a la Orquesta con algunos instrumentos que hacen falta y con otros recursos adi-cionales para darle más empuje al proyecto.

Parafraseando a Cheo Feliciano cuando inicia algunas canciones diciendo “bueno familia…”, la Orquesta UN no está tan lejos de serlo, porque, como señala Yepes, la música no es sólo la ejecución de un instrumento sino el cruce de sensaciones y sentimientos, de tacto y pensa-miento; esto es lo que la con-vierte en arte.

Por eso, Yepes rescata esa faceta de la Orquesta UN: “Dirijo otros proyectos aparte de este. Son más maduros, pero siempre somos muy meta-lizados: ensayamos, nos vamos, nos pagan. En cambio, en esta orquesta uno se siente como en familia y somos amigos; desde ahí construimos, que es lo más bonito. No hay intereses mate-riales ni egos, que son lo que más daña a los grupos”.

A corto plazo, el interés de la orquesta está en consolidar un demo que actualmente se graba en el galpón, en el Núcleo El Río. Como en un ritual, cada uno de los 16 músicos va pasando a la cortina e interpreta el instru-mento con la dedicación y res-peto que la música merece.

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A la conquista de espacios con talento artístico

Los empleados administrativos presentaron una propuesta a la Oficina de Bienestar Universitario de la UN en Bogotá para empezar a perfilar una política cultural que los incluya y promueva este tipo de actividades en la alma máter.

Félix Enrique BlancoUnimedios Bogotá

En medio de las celebraciones del día del Personal Administrativo, el pasado 23 de septiembre, Nancy Camargo, secretaria ejecutiva de la División de Registro, hizo reali-dad su sueño de ser actriz repre-sentando a la inmortal del teatro colombiano, Fanny Mickey.

Fue la prueba de fuego de algo que comenzó tres meses atrás cuando ella y un grupo de trabajadores de la Universidad Nacional decidie-ron salir del aislamiento en el que se sentían cuando la Institución organizaba actividades culturales y artísticas.

Ese día, en la Facultad de Ciencias Humanas, el inquieto grupo, lla-mado por sus miembros Talentos UN, armó su propio programa con música, danza y teatro para demos-trar que el personal administrativo siempre ha tenido actitudes y apti-tudes hacia el arte y la cultura.

“Escogí este personaje por toda la historia y la vivencia de Fanny y para recordar que ella siempre está con nosotros. Para revivir y recuperar el talento que hay en la Universidad Nacional”, afirma Nancy al recordar ese momento. Agrega que estos grupos son inte-grados por personas con más de 15 y 30 años de vida laboral en la Institución y no cesan en su empeño por mantener el arte con vida y sensibilizar a más compañeros sobre lo importante que es darle continuidad a ese ingrediente cultural dentro de la comunidad.

Como miembro desde hace 26 años de la Universidad, explicó que en este momento adelantan un censo para conocer cuáles son los funcio-narios con aptitudes artísticas para vincularlos a los diferentes grupos y evitar que estos se acaben. “La idea es dejar un legado y garantizar su continuidad, ya que fueron gesta-dos hace tiempo”, dice.

Este renacer de Talentos UN, según sus integrantes, parte del hecho de que varios grupos artísticos están en el olvido y que los únicos acti-vos, en su mayoría, son conforma-dios por estudiantes. Igual sucede, agregan, con el personal docente y docente administrativo, cuya presencia es nula en este tipo de expresiones.

Según Liliana Ducuara, secretaria de la Facultad de Ciencias Huma-nas, “Talentos UN es una idea que surgió para rescatar las competen-

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En la actualidad Talentos UN ejecuta un plan de trabajo que contempla armar grupos artísticos y lanzar convocatorias avaladas y coordinadas por Bienestar, ini-cialmente en la Sede Bogotá, para empe-zar a ejecutar las políticas de cultura. Al respecto, Liliana Ducuará indica que la idea es proponer la realización de las primeras convocatorias antes de finalizar este año.

Cruz, por su parte, afirma que la idea es, adicionalmente, mostrar este trabajo en otras instituciones y promover el inter-cambio intersedes. Otro punto que se propone, según explica, es tener una “jornada especial” dentro de la Semana Universitaria para presentarse ante todos los miembros de la Institución.

En la actualidad hay dos propuestas para ser analizadas: una de corto plazo pre-sentada por la profesora Lucy Barrera, directora de Bienestar de la Sede, que consiste en hacer un lanzamiento espe-cial antes de finalizar este año, y la otra, promovida por estos amantes de la cul-tura, es presentarse en la celebración del Día de la Secretaria.

”También esperamos participar en el Día de la Mujer que es antes del de la Secre-taria. Pero, nuestra gran meta es poder llevarles a ellas todos esos talentos”, enfatiza.

Como mencionan en su propuesta, estas personas solo buscan un espacio que permita el fortalecimiento cultural por medio de las capacidades artísticas de los miembros del personal administrativo de la Universidad.

cias culturales de personas con experiencia de muchos años que han dedicado parte de su vida a la Universidad y desean expresar ese saber con teatro, danza, música y baile”.

Por esto, presentaron a la Direc-ción Nacional de Bienestar una propuesta para que desde “el mismo personal administrativo se adelanten estrategias que conlle-ven a la inclusión real de talentos en el desarrollo de la cultura de la UN en Bogotá y que se establezca una política de Bienestar por la Defensa de la Cultura”.

Para Liliana, funcionaria de la Ins-titución desde hace 24 años, antes se vivían con intensidad activida-des como la Semana Universitaria y producía orgullo ver a sus com-pañeros participando activamente. Sin embargo, afirma, “esa vivencia se vio un poco disminuida en los últimos años y por eso nos reen-contramos”.

El grupo ya presentó la propuesta a la Dirección de Bienestar, que le dio el visto bueno y lo invitó a mostrarla a instancias superiores, como Bienestar Nacional, “donde también fue bien acogida y nos dieron su aval para seguir ade-lante”, dice Liliana.

Por su parte, Jorge Cruz, coordi-nador del programa de Bienestar Docente y Administrativo de la Sede Bogotá, explica: “Actualmente se analiza la posibilidad de crear una política que una la propuesta cultural de Bienestar y la de los funcionarios administrativos”.

Así, las expresiones culturales de este importante segmento de la comunidad académica buscan ins-titucionalizarse para integrarse de lleno en todas las actividades que se desarrollan en la alma máter.

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Bioarqueología,patrimonio científico para el país

El hallazgo de restos con 8 mil años de antigüedad, la propuesta de un modelo microevolutivo, revelaciones sobre el chamanismo prehispánico y la identificación de víctimas son algunas de las investigaciones realizadas desde el Laboratorio de Antropología Biológica de la UN.

Víctor Manuel HolguínUnimedios Bogotá

Desde que se creó el Laboratorio de Antropología Biológica de la Facul-tad de Ciencias Humanas, en 1988, como unidad de apoyo a la investi-gación, docencia y extensión, de la Universidad Nacional de Colom-bia, un grupo interdisciplinario de médicos, odontólogos, artistas plásticos, abogados expertos en derecho penal, constitucional y probatorio le han sacado bastante provecho. Pero son los antropólo-gos los más asiduos usuarios.

Según el director del laboratorio, el profesor José Vicente Rodríguez, el objetivo del grupo es estudiar la variabilidad de las poblaciones humanas colombianas desde dos aspectos: primero, en el tiempo, partiendo de los primeros caza-dores recolectores hasta las pobla-ciones contemporáneas, pasando por el desarrollo de la horticultura hace 3 mil años, los primeros alfa-reros hace 2 mil hasta la conquista, el impacto de la guerra de inde-pendencia en las condiciones de vida de la población de la Nueva Granada, la Guerra de los Mil Días y el Bogotazo. Y, segundo, en el espacio, contrastando diferentes ecosistemas y regiones del país.

Aunque el grupo concentra su trabajo en la línea de la bioar-queología, también explora la antropología forense; de hecho fueron los primeros en desarrollar este campo en el país, ayudando a la creación de laboratorios en Medicina Legal, la Policía, la Fis-calía y el DAS, en este último fun-cionó hasta 1994, aportando a la identificación de las víctimas del conflicto armado.

No obstante, el mayor tiempo lo dedican a la bioarqueología, que les permite estudiar las condi-ciones de vida de las poblaciones antiguas, sus prácticas funerarias y su relación con el ambiente. A partir de restos óseos, dentales y momificados se pueden establecer las enfermedades, la regulación demográfica y sus orígenes.

La propuesta: modelo Microevolutivo

En los Andes orientales realizaron el seguimiento del proceso evolu-

Chamanismo, sistema práctico no religioso

Los arqueólogos también analizan las prácticas funerarias. Encontra-ron evidencias de chamanes en el Valle del Cauca, enterrados boca abajo, con ajuares de ancestros dibujados y con retoques.

Según el profesor Rodríguez, el cha-manismo es más antiguo que cual-quier religión; existen evidencias de enterramientos de hace 3 mil años. “No es una religión, ni una filosofía, es un sistema práctico para resolver problemas concretos del mundo natural, social y biológico”.

El chamán fue ecólogo y médico, manejó los ciclos climáticos, orga-nizó los periodos agrícolas, cono-ció las plantas medicinales y les dio un uso importante, por eso no se conocen reportes de enfermeda-des o epidemias a la llegada de los españoles. Se caracterizaba por su máscara, que denotaba poder espi-ritual y capacidad de trascender el mundo.

Este es solo un ejemplo del trabajo de generaciones de estudiantes que promueven la investigación en este campo, aportando un papel crucial en temas como la identificación de desaparecidos del país y la arqueo-logía preventiva que recupera el patrimonio arqueológico del sub-suelo, entre otros.

La línea de arqueología preven-tiva actual trabaja en el proyecto de la represa del cercado en el rio Ranchería y en el plan de ordena-miento zonal del norte de Bogotá, allí exploraron el trazado vial donde se encontraron sitios con 1600 años de antigüedad.

tivo desde los primeros habitantes hasta la llegada de los españoles. Con la investigación propusieron un patrón de poblamiento cono-cido como Modelo Microevolutivo, contrario al tradicional migracio-nista, que propone que la diversi-dad americana es producto de dos o más migraciones.

Lo que propone el modelo de la UN es que en esta zona la pobla-ción evolucionó, que hubo un proceso de transformación de los cazadores recolectores a medida que cambiaban los patrones de subsistencia; la gente acce-día a las plantas y manipulaba el entorno, lo que modificó sus características físicas; de ahí surgen las poblaciones denomi-nadas amerindias.

Apoyados en estudios de crá-neometría y antropología dental, encontraron que en esos pue-blos se dio un redondeamiento de la cabeza, una reducción de la cámara dental; concluyeron que hace 3 mil años apareció la caries y se incrementó con el desarrollo de la agricultura y la incorpora-ción del maíz a la dieta. Contra-

rio a lo que se pensaba, eran más recolectores que cazadores, con-sumían más vegetales que carne, práctica que aumentó con el tiempo.

Hace poco se fechó en unos 8 mil años de antigüedad un conjunto de restos recuperados en 1943 en la vereda La Puerta de Floresta (Boyacá). El hallazgo apoya la hipótesis de que el poblamiento de los Andes orientales se hizo en dos eventos, uno por el norte, por los valles de los ríos Sogamoso y Chicamocha, y otro por el sur, en el valle del río Bogotá.

La evidencia dice que estos hom-bres se integraron fácilmente porque provenían de un mismo tronco ancestral, aunque persis-tieran las diferencias. Los rasgos físicos, la cosmovisión, la manera de enterramiento y las cerámicas tenían diferencias entre los muis-cas del norte y los del sur.

Estos hallazgos son una muestra de los resultados obtenidos por este grupo interdisciplinario de la UN que escudriña el pasado con base en técnicas modernas.

Identificación de cuerpos, gracias a la Práctica de antropología forense.

El Valle del Cauca y los Andes orientales son lugares en donde los antropólogos de la UN desente-rraron evidencias de historia, que dejaron plasmada en publicaciones como Territorio Ancestral, Rituales Funerarios y Chamanismo en Pal-mira Prehispánica, y Los Chibchas, Hijos del Sol, la Luna y los Andes. En la Sierra Nevada de Santa Marta dejaron vivencias consignadas en el texto Espacios y Rituales Cotidia-nos en el Alto del Rio Ranchería, la Guajira, Colombia.

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Investigación

Page 16: Carta Universitaria No. 66

Noviembre de 201166

Cerámica milenariaUn grupo de estudiantes de último semestre de Antropología descubre piezas arqueológicas de la comunidad Málaga, que habitó el occidente del país entre el 500 a. C. y el 400 d. C. Este material fue sometido a análisis en el Laboratorio de Antropología Biológica de la UN en Bogotá. A continuación una recreación gráfica del proceso.

El material recolectado se empaca en bolsas, incluyendo información sobre la profundidad en la que se encontró.

La reconstrucción de las cerámicas es minuciosa. En la imagen, una vasija con arena que le sirve de base para que no se mueva.

Las muestras se dividen según grosor, color, textura, pintura y formas de decoración.

Una de las vasijas de cerámica reconstruidas, hallada en El Bolo, Valle del Cauca.

José Vicente Rodríguez Cuenca, director del Laboratorio de Antropología Biológica de la UN y coordinador de la investigación.

Se agrupan por características y simi-litudes dentro del mismo nivel y unidad de excavación. Esto permite investigar las condiciones del suelo y huellas de cultivo de las comunidades antiguas.

Cada pieza es lavada y secada para luego seleccionar las más aptas para ser clasificadas.

Las cerámicas con menor nivel de deterioro son elegidas para su reconstrucción.

Textos y fotografíaVíctor Manuel Holguín R.

Historia en imágenes