carlos onetti - revista-iberoamericana.pitt.edu

16
La Estructura de la Novela de Juan Carlos Onetti: Juntacadiveres He dividido el estudio de esta novela en: I) Estructura Interna, y II) Estructura Externa, cubriendo en la primera el estudio del tiempo y del desarrollo de la acci6n y en la segunda los temas de esta acci6n. Al final de la primera par e se estudian separadamente las t6cnicas narrativas de Onetti y se dedica una secci6n especial al Capitulo XII. Al final de la segunda parte tambien se dedica una secci6n, separada para el ultimo capitulo. I Este estudio seri iniciado con un examen del desarrollo de la acci6n de esta novela en la cual la secuencia temporal ha sido organizada de acuerdo a un orden estetico que resulta en un mayor valor artistico y en un mayor interes para el lector que el de la simple secuencia crono- l6gica de los acontecimientos. En el caso de Jzunizcadiveres, publicada en 1964, el tiempo esti or- denado de acuerdo con la necesidad de narrar eventos que tienen lugar en algo mas de tres meses; sin embargo hay afios y vidas enteras com- primidas dentro del otro tiempo que se limita a la acci6n con que co- mienza y termina la novela. Entre las primeras preguntas que se formula a si mismo el lector de esta novela de Onetti, se cuenta la siguiente: Cual es el objeto de esa gimnasia novelistica que altera el tiempo cronol6gico de los hechos rela- tados? Una sola contestaci6n no bastaria para agotar esta pregunta, pero ain el lector menos avezado no dejaria de observar que la novela se inicia con la legada al pueblo de Santa Maria del nicleo de personajes que instalarin el lenocinio y que la novela concluye con la partidaoblit- gada del mismo grupo. Hay aqui, si no una vuelta al punto de partida de la novela, por lo menos un intento de indicar la simetria falsa o ver-

Upload: others

Post on 26-Jun-2022

0 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Carlos Onetti - revista-iberoamericana.pitt.edu

La Estructura de la Novela de JuanCarlos Onetti: Juntacadiveres

He dividido el estudio de esta novela en: I) Estructura Interna, yII) Estructura Externa, cubriendo en la primera el estudio del tiempo y deldesarrollo de la acci6n y en la segunda los temas de esta acci6n. Al finalde la primera par e se estudian separadamente las t6cnicas narrativas deOnetti y se dedica una secci6n especial al Capitulo XII. Al final de lasegunda parte tambien se dedica una secci6n, separada para el ultimocapitulo.

I

Este estudio seri iniciado con un examen del desarrollo de la acci6nde esta novela en la cual la secuencia temporal ha sido organizada deacuerdo a un orden estetico que resulta en un mayor valor artistico yen un mayor interes para el lector que el de la simple secuencia crono-l6gica de los acontecimientos.

En el caso de Jzunizcadiveres, publicada en 1964, el tiempo esti or-denado de acuerdo con la necesidad de narrar eventos que tienen lugaren algo mas de tres meses; sin embargo hay afios y vidas enteras com-primidas dentro del otro tiempo que se limita a la acci6n con que co-mienza y termina la novela.

Entre las primeras preguntas que se formula a si mismo el lector deesta novela de Onetti, se cuenta la siguiente: Cual es el objeto de esagimnasia novelistica que altera el tiempo cronol6gico de los hechos rela-tados? Una sola contestaci6n no bastaria para agotar esta pregunta, peroain el lector menos avezado no dejaria de observar que la novela seinicia con la legada al pueblo de Santa Maria del nicleo de personajesque instalarin el lenocinio y que la novela concluye con la partidaoblit-gada del mismo grupo. Hay aqui, si no una vuelta al punto de partidade la novela, por lo menos un intento de indicar la simetria falsa o ver-

Page 2: Carlos Onetti - revista-iberoamericana.pitt.edu

REVISTA IBEROAMERICANA

dadera que pueden y suelen poseer los actos humanos. De este modo,la novela que comienza con una llegada y termina con una partida esepilogada con una muerte, la de Julita Malabia, cuyo capitulo final de-vuelve al lector a la normalidad. Asi, Juntacadiveres es comparable aun organismo viviente cuyo acto inicial es la llegada a un mundo des-conocido y cuyo acto final es una partida hacia lo desconocido que estambien epilogo al que se llama muerte.

Esta comparacion inicial contiene y explica a Juntacadaveres, porquecomo todo organismo tiene su raz6n de ser en si mismo por ser un fe-n6meno unico dentro del marco temporal de su comienzo y de su fin.

Retomando la pregunta inicial se comprueba que la gimnasia tem.poral de ir y volver en el tiempo aunque neutraliza el orden cronol6gicono lo destruye sino que lo acomoda al prop6sito est6tico. El tiempo dis-locado de Juntacadaveres ameniza la acci6n proveyendola de descansosadecuados. Asi cronologicamente el Capitulo IX, que narra los hechosde la vida de Larsen, alias Junta, alias Juintacadaveres, corresponde a untiempo en que 6ste vivia en Rosario y es, ademas, una incursion al pasadode este personaje. Como un salto atras en el tiempo, el Capitulo XXIIcomplementa al IX y en 61 se llega al conocimiento del origen del apodode Larsen:

Habia que vivir y por eso, invent6 el patronazgo de las putas po-bres, viejas, consumidas, desdeiiadas. (p. 183) 1

El tratamiento del tiempo por Onetti tiende a agrandar el imbito

de la accion, porque cada visi6n retrospectiva avanza en el pasado como

series de circulos concentricos que amenazan desbordar los limites de

la accion o acciones principales de la novela. Esto se aprecia con cla.ridad en uno de los iltimos capitulos del libro, el que Ileva el nume-ro XXX (pp. 232-238), porque en 61el el narrador nos proporciona lahistoria de Villa Petrus, sus hoteles, sus casitas, su funcion social, todo

lo cual incide poco o nada en la novela. La conclusi6n es que el tiempo deJuntacadaveres es un tiempo de metastasis, va cambiando de lugar, untiempo que afiade a cada paso personajes y circunstancias que son nuevos

para el lector. Sin dificultad puede concebirse esta novela como perte-neciendo al tipo de novela en la que los episodios se multiplicarianincesantemente como ondas concentricas. Esta concepci6n esta confirma-da por la comparaci6n de Juntacadaveres con algunas de las otras no-

1 Juari Carlos Onetti, Juntacadaveres (Montevideo, Uruguay: 1966). Todos losnumeros de paginas que aparecen en el texto corresponden a este volumen.

264

Page 3: Carlos Onetti - revista-iberoamericana.pitt.edu

E ST U DI 0 S

velas de Onetti, especialmente con El Astillero. Luis Harss, en su libroLos Nuestros, comentando sobre este aspecto de la obra de Onetti, afirmaacertadamente que este es "protagonista de un libro inconcluso que havenido escribiendo hace anios". 2

En esta forma se aborda la estructura interna de Junwacadaveres, cuyaacci6n se desarrolla dentro de este tiempo circular mencionado antes.Este aspecto de toda la obra de Onetti tambien lo menciona Luis Harssen el libro antes citado:

Onetti es partidario de lo circular y lo estatico, recursos perfecta-mente legitimos en un mundo de destinos fijados de antemano,en el que cada vida es una condena retroactiva, predestinada y,por lo tanto, en cierto modo tautologica. 3

Se puede aceptar que Onetti sea partidario de lo circular en el ordenestetico de las cosas, pero no asi en el orden vital como lo afirmaLuis Harss al referirse al mundo de Onetti como un orbe en que cadavida esta predestinada. El destino de los personajes de Onetti respondeal arbitrio de su creador que es Onetti mismo, y al hacer Luis Harss suafirmaci6n confunde la ficcion con el mundo real.

La acci6n de Juntacadveres comienza un "primer lunes de las va-caciones" (p. 10) y termina alrededor de "en visperas de carnaval"(p. 247) con una referencia adicional y oblicua de Lanza a la duraci6ntotal: "Pero algun dia publicare la historia de estos cien dias que con-movieron al mundo" (p. 249). Asi, con una ligera impresi6n ir6nica,Lanza confirma la duraci6n de la acci6n.

Sin embargo, hay tambien otra clase de tiempo en Juntacadaveres,el tiempo subjetivo de sus personajes, que esta mas ligado a la estructurade la frase de Onetti que a la del tiempo de su novela. Este tiemposicologico es lento, de un torpor estival de sangre inflamada, de letargoy lujuria premeditada, sin violencias ni paroxismos, salvo contadas ex-cepciones. A este respecto, Luis Harss nos dice algo que ya sospechaba-mos: "Onetti lleva a cuestas a un maestro que ha tenido sobre el unaenorme influencia: Faulkner". 4 Esas largas oraciones tan contorsionadasde Onetti, como las llama Luis Harss, que a veces caen en el firuilete,son las responsables del progreso a lo cortejo funebre caracteristico deJuntacadaveres.

2 Luis Harss, Los Nuestros (Buenos Aires: 1968).3 Harss, p. 237.4 Harss, p. 237.

265

Page 4: Carlos Onetti - revista-iberoamericana.pitt.edu

REVISTA IBEROAMERICANA

Vamos a examinar ahora algunos de los recursos tecnicos de que sesirve Onetti para controlar el tiempo en esta novela. Una manera de inte-

grar el pasado con el presente es mediante la utilizaci6n del "flashback".Esta mirada retrospectiva tiene lugar en algunos casos cuando el narra-dor omnisciente, como es el caso en el Capitulo III, se introduce en un

personaje, el Dr. Diaz Grey en este caso, y nos dice c6mo este iltimorememora situaciones preteritas reproduciendo dialogos o fragmentos delos mismos. Obras veces, como en el Capitulo IV (p. 26), el narradoromnisciente deja hablar a su personaje, en este caso tambi6n el Dr. Diaz

Grey, poniendonos en contacto no ya con la experiencia vivida, o seacon el recuerdo de hechos pasados, sino con la intimidad del personajeal que obliga de este modo a monologar consigo mismo, mon6logo inte-rior dirigido al lector. Piensa Diaz Grey a prop6sito del boticario Barthe:

Naci6 aqui, en la costa... No es una persona; es como todos loshabitantes de esta franja del ro, una determinada intensidad deexistencia que ocupa, se envasa en la forma de su particular mania,

su particular idiotez. Porque s6lo nos diferenciamos por el tipo deautonegaci6n que hemos elegido o nos fue impuesto. (pp. 26-27).

El m6todo que utiliza Onetti sirve para mostrar a un segundo personaje,el boticario Barth6, visto a trav6s de la particular actitud vital del pri-mero. Este pasaje es ademis interesante porque ilumina al primer perso-

sonaje y tambien porque sin transici6n aparente expone las ideas del

narrador omnisciente. El Dr. Diaz Grey queda convertido momentinea

mente en portavoz de Onetti. Y entonces es One' ti quien afirma que la

autonegaci6n que elegimos o que nos fue impuesta es lo que sirve paradiferenciarnos. Admite Onetti entonces la libertad del ser humano a

aceptar o a rechazar algo, aunque mas no sea como una autonegaci6n.Esto es justamente lo que le habiamos objetado a Luis Harss cuando

afirmaba que Onet i concebia cada vida como una condena retroactiva ypredestinada. El narrador omnisciente, a traves de Diaz Grey, en este

pasaje no niega la posibilidad de la contingencia de los actos humanos.

Aunque como dice DKaz Grey para aclarar lo de la autonegaci6n:

Y asi tambien este pobre hombre, al que me empeiio en querer,dej6 de ser el aut6ntico y para siempre ignorado Euclides Bar hehace muchos afios; y todos, sin desconfianza, lo ven representarel boticario, el herborista, el concejal y -ahora hasta su muerte- el

profeta de los postibulos sanmarianos. (p. 27).

266

Page 5: Carlos Onetti - revista-iberoamericana.pitt.edu

EsTUDIos

La mala fe de Barthe, su particular modo de autonegaci6n, es ignorar supropia autenticidad y como todos los sanmarianos se conducen en igualforma, todos pueden mirar a Barth6 sin desconfianza. Barth6 ha renun-ciado, hasta su muerte, su autenticidad, es decir el saberse individuohumano mortal e insignificante, la calidad esencial de la condici6n hu-mana. Este tema esti concebido en Juntacaddveres como principio quegobierna toda la exposici6n de la acci6n. La trama gira en torno a laautenticidad de sus personajes. Algunos como Jorge, Federico, Julita yaiin Larsen son autenticos o buscan serlo; otros se han entregado a lamala fe de creer ser la personalidad que proyectan, como lo sefialaDiaz Grey al hablar del boticario Barthe. Sera necesario volver sobreeste punto oportunamente.

Retornando a las visiones retrospectivas, en cuanto al empleo de tc-nicas, Onetti hace hablar a un personaje en el curso de un dialogo yle fuerza a narrar su pasado. Tal es el caso de Larsen cuando hablandocon Diaz Grey dice: "Vine porque Barthe me mand6 ilamar. Yo estabaen el Rosario y, cr6ame, estaba bien" (p. 47). Sin pretender hacer uncatilogo de las diferentes tecnicas empleadas por Onet i para manejarel tiempo sino solamente para destacar algunas de ellas y lamar la aten-ci6n sobre la importancia que tienen para la estructura de esta novela,estudiaremos ahora el Capitulo XII, que es uno de los mas complejosy que en esta novela es la secuela temporal del Capitulo V y del VII.El dialogo multidimensional de Onetti: El Capitulo XII ofrece un ejemplo bien acabado de la complejidad del diilogo de Onetti. Se inicia conla voz de Lanza en primera persona en un "flashback" hacia su propiaadolescencia. Con este principio se logra desconectar al lector haciendolesuponer que el punto de vista narrativo ha cambiado una vez mas, perono es asi. El narrador en primera persona sigue siendo Jorge Malabia

y el lector puede observar que intercalados en las alternativas del dia-logo aparecen pensamientos de Jorge que son: 1) intimos; 2) que nolegan a ser formulados mas que como pensamientos pasajeros; 3) queinterfieren con la secuencia del dialogo y que incluso 4) afloran invo-luntariamente, indicando asi que 5) perlenecen a varios niveles de laconciencia. Este dialogo entre Lanza y Jorge es entonces multidimen-sional porque, en conclusi6n, permite valorar a anmbos personajes desdeadentro y desde fuera, desde el presente y tambien desde el pasado,simultineamente. Lo descriptivo y lo narrativo se alternan sin m6s ordenni l6gica que la que tiene el foco de la conciencia al ir pasando de unobjeto a otro. Esto explica algunos de los pasajes en que Jorge describesus movimien os mis superfluos. Comprobemos ahora todo esto con

267

Page 6: Carlos Onetti - revista-iberoamericana.pitt.edu

REVISTA IBEROAMERICANA

ejemplos. Al comenzar el capitulo, cuando Lanza habla, tenemos el si-guiente pasaje:

... hasta las orejas -dice Lanza; respira con la boca y la dejaabierta para que yo yea que sonrie, cuintos dientes le faltan yc6mo manch6 el tabaco los que quedan; me molesta, nadie tienederecho a estar tan viejo-. Tal vez con menos sal, la boina...(p. 100).

La descripci6n de Lanza con su boca abierta, sonrisa y correspondientesdientes manchados, la observa Jorge junto con el introspectivo y yuxta.puesto "me molesta.. ." que se aparta ya de Lanza y arroja a Jorge aun autoanalisis brevisimo que recupera la visi6n de la vejez de Lanzaacto seguido. Todo esto ocurre en la conciencia de Jorge durante la pausamomentinea que hace Lanza entre su "...hasta las orejas" y su "Talvez..." abruptisimo este ultimo para el lector.

La atenci6n de Jorge conduciendo el fluir de su conciencia leva aesta iltima a algunas descripciones sucintas y superfluas que aparecenen el texto en un intento de mostrar c6mo lo marginal interviene y seintercala aumentando o disminuyendo la intensidad del foco de con-ciencia o ya, pasando de lo puramente intelectual a 1o afectivo:

Alzo la jarra... El nazi, atris del mostrador, se rasca una axila yconversa con el mozo; miran hacia mi mesa. (p. 101).

Abruptamente la inseguridad del adolescente aflora luego del iltimo"miran hacia mi mesa" y la conciencia de Jorge registra lo siguiente:"Entraron mujeres, tal vez quieren pedirme que me quite la boina"(p. 101). Luego prosigue Jorge con el mismo movimiento de vaivenentre lo externo y lo intimo: "Junta Cadiveres esta sentado en el fondocon el tipo de la distribuci6n de los diarios. No me voy a quitar la boina;le voy a decir al patr6n... (p. 101). En el pasaje precedente se com-prueba c6mo lo afectivo profundo cede el paso al impulso de lo volitivoy premeditado, present6ndosenos articuladamente otra nueva modalidadde la conciencia: lo volitivo pensado y formulado mentalmente seguido deun corolario l6gico: ".. .que si Junta Cadiveres puede poner los pies en elBerna tambi6n yo puedo estar".

Lo que falta aqui es un eslab6n 16gico que qued6 sin formular.La conciencia de Jorge ha dado por sentado algo que no pas6 de ser unaimagen fugaz. Reconstruyamoslo hipot6ticamente como lo que podriahaber sido: "No me voy a quitar la boina"; (si me piden que abandone

268

Page 7: Carlos Onetti - revista-iberoamericana.pitt.edu

EsTUDIOS

el local) "le voy a decir al patr6n que si Junta Cadiveres puede ponerlos pies en el Berna tambien yo puedo estar".

En su inseguridad de adolescente, Jorge adopta una actitud automi-tica de desaffo: no quitarse la boina. Fugazmente concibe una imagendel patr6n conminindole a descubrirse o a hacer abandono del local.Inmediatamente surge una actitud de defensa y justificaci6n de su dere-cho a quedarse por no ser e1 menos que Junta Cadveres. Res'ablecidoprecariamente el equilibrio emocional, la conciencia de Jorge sigue na-rrando dentro del diilogo con Lanza: "Llamo al mozo y pido mas cerveza,un paquete de cigarrillos. Julita me puso cien pesos en la mano..."

En una yuxtaposici6n violenta para el lector, pero normal y entera-mente habitual para la conciencia en acci6n, Jorge nos Ileva de los ci-garrillos a un "flashback" que nos retrotrae a su encuentro con Julitaesa misma noche antes de su conversaci6n con Lanza. El fin de este"flashback" es tambi6n abrupto; sin mediar transici6n alguna la aten-ci6n de Jorge se vuelve hacia su interlocutor: "baj6 hasta la puerta deljardin, me bes6 en la boca mientras metia el billete en mi pufio y meempuj6 hacia afuera. Dijo algo antes de cerrar. Lanza me vio mirara Junta..."

Sera necesario cque en el proceso de la lectura el lector siga las alter-nativas de este fragmentarismo durante otras tres paginas para poderreci6n saber que fue lo que dijo Julita a Jorge antes de cerrar.

El Capitulo XII es, a nuestro criterio, el mejor de toda la novelaporque presenta una cantidad de refinamientos tecnicos con los queOnetti busca superarse en un intento de combinar las tecnicas literariascon las cinematogrificas. En los pasajes que hemos discutido al tratarde este capitu'o, hemos mostrado c6mo Onetti combina la tcnica delmon6logo interior directo con desaparici6n de autor con la tecnica delmontaje en el tiempo y la del montaje en el espacio. En realidad, Onettino consigue en ningin momento inmovilizar al tiempo en beneficio delespacio pero lo que si consigue es dar al pasaje una atm6sfera de tiempodetenido al hacer que el foco de la conciencia vaya pasando de una des-cripcian a la siguiente en intervalos sumamente breves. Onetti no hadetenido al tiempo pero si lo ha retardado hasta que los instantes se ha-cen larguisimos. Como consecuencia de este procedimiento la prosa deOnetti ha sufrido y esto ha llevado a Luis Harss a afirmar que hablardel estilo de Onetti es tratar un tema penoso y que a veces su estiloes insufriblemente eliptico. Tal vez esto sea tal como lo afirma LuisHarss, pero es tambien indudable que este estilo gana en calidad con lascomplejidades tecnicas que hernos seiialado presentes en l1.

269

Page 8: Carlos Onetti - revista-iberoamericana.pitt.edu

REVISTA IBEROAMERICANA

El Capitulo XIV ofrece otra tecnica diferen e del manejo del tiem-

po. En e1 se narra retrospectivamente el empleo que Larsen hace en la

capital de sus diez dias de licencia sin goce de sueldo que ya habian sidomencionados anteriormente en el Capitulo VIII. Esta manera de presen-tar una acci6n constituye una vuelta a un tiempo anterior al del co-mienzo de la novela en su Capitulo I. Lo interesan e es que dentro deeste "flashback" que es todo el Capitulo XIV se halla otro "flashback"

cuyo objeto es explicar en que 6poca, forma y circuns ancia Larsen lleg6a ser proxeneta.

II

Dentro de la estructura interna de Juntacadaveres se hace necesa-rio sciialar el paralelismo irregularmente alternado a trav6s de sus ca-

pitulos de dos series de acciones que, como tra aremnos de probar, si biencontrastan entre si, tambien se integran y se complementan una con otra.

Juntacadaveres es la historia de dos crisis que ocupan el tiempo men-cionado por Lanza al cual ya nos hemos referido: "estos cien dias queconmovieron al mun do". Una de estas crisis, la que afecta a la comu-nidad de Santa Maria, es al fin y al cabo ilusoria si asi se quiere, yaque Santa Maria con su colonia, su villa Petrus, su fibrica de conservas

y su precario prostibulo es una y la misma, an es, durante y despues desu crisis. Ya dijimos que esta crisis tiene por motivo central la autenti-cidad, pero es tambien una historia de mediocridad e hipocresia. Estocondice con la afirmaci6n que hacemos ahora de que el lenocinio, Larsen,y las tres sacerdotisas profesionales del amor son factores accesorios parala crisis de la comunidad de Santa Maria pero no para la novela; y estoporque los elementos mencionados tienen funci6n esencial cuando se tratade medir la impor ancia de la crisis para la comunidad y tambi6n porqueellos confieren dimensi6n a las acciones huranas. Asi dice al respectoel critico Luis Harss: "aquellos que luchan, afn en vano, contra el ordende las cosas, son al menos dignos de un piadoso respeto. Tal es el caso delabominable Larsen". Con esto Luis Harss nos dice que Larsen luchaen vano contra el "orden de las cosas" en Santa Maria y por lo tanto noafecta el "orden de las cocas" que es lo que constituye la crisis. El mundode Santa Maria es un mundo anemico y falseado por los sanmarianosmismos que no se pueden ver tal cual son porque se han convertido yse han identificado con las im.genes que proyectan en su tiempo vital,en su circuns'ancia. Las crisis entonces estan ligadas at temna de la auten-

SHarss, p. 248.

270

Page 9: Carlos Onetti - revista-iberoamericana.pitt.edu

Esru I )S

ticidad ya introducido anteriormente al discutir a Diaz Grey y al boticarioBarth.

Resumiendo un poco, se puede afirmar que en Juntacadiveres haydos series de acontecimientos principales y paralelas: 1) crisis de unacomunidad, Santa Maria; 2) la crisis JorgeoJulita. Ademis de esto hayun catalizador pasivo constituido por Larsen y las tres mujeres.

La primera crisis, la de la comunidad, es estatica porque no progresay tenemos la evidencia de esto en la novela misma porque el estado decosas en Santa Maria es el mismo antes, durante y despubs de la desapa-rici6n del prostibulo. Todo el esfuerzo comunitario de la cruzada mo-ralizadora va dirigido a proteger algo que no existe sino en la imagina-ci6n de los habitantes de Santa Maria. Ese algo es la salud espiritual queestin lejos de poseer. Sin embargo, Santa Maria vive feliz con este estadodecadente de cosas porque a pesar de ello la comunidad posee una es-tabilidad que, real o imaginada, puede ofrecer un respaldo c6modo cuan,.do se hace necesario justificar la existencia del sistema en que se apoyala vida de la comunidad. El prostibulo es pues una amenaza tanto miscierta por cuanto, si la comunidad esti realmente podrida por dentro,su colapso sera mucho mis ripido y evidente. Que la comunidad deSanta Maria esti podrida queda probado ante la imposibilidad de neutra-lizar la influencia del prostibulo que desaparece bajo la influencia defactores ajenos a la comunidad: Ia orden del gobernador. No olvidemosque fueron los jerarcas de la comunidad en representaci6n de 6sta quienesautorizaron la instalaci6n del prostibulo. Por lo tanto, frente a la pruebade la crisis interna, Santa Maria termina por afirmar su respetabilidady con este gesto deja limpia la fachada del edificio social relegando lapodredumbre moral a un interior en donde, por ser un mal general,se convierte en los altos principios de la comunidad.

Parad6jicamente entonces, el prostibulo, que normalmente es una im-perfecci6n social aparece en esta novela como un instrumento de reden-ci6n que podria servir para probar la resistencia a la debilidad de lacamrne. Todo valor para estar probado debe aparecer como triunfandosobre una cierta cantidad de oposici6n negativa. Con la expulsi6n del

prostibulo, Santa Maria arroja fuera del seno de la comunidad su finica

oportunidad de sanear los espiritus. Es por esto que hemos preferidosefialar al prostibulo y a los personajes que viven en el como elementoscatalizadores dentro de la estructura interna de Juntacaddveres.

La segunda crisis, lamada de Jorge-Julita, es por naturaleza unaanti-crisis que se origina en el anti-conformismo de Jorge Malabia y deJulita Bergner. El anti-conformismo de Jorge y Julita nace de un impera-

271

Page 10: Carlos Onetti - revista-iberoamericana.pitt.edu

REVISTA IBEROAMERICANA

tivo de autenticidad que, realizado o no, se opone a la inautenticidad,l6ase hipocresia, de la comunidad sanmariana. La locura de Julita puedeser definida como de enajenaci6n por distanciamiento, y tambien la deJorge, aunque exteriormente en 6ste tenga una diferente manifestaci6n.En apariencia la locura de Julita data de la fecha de la muerte de Fe-derico el que, segin sabemos, muere a resultancia de una pulmonia con-traida luego de una caida de un caballo. Pero 6sta no es la realidad.Realmente el mal de Julita es anterior a la muerte de Federico y encuen-tra su justificaci6n en algo mucho mas radical que la simple viudez deiuna mujer reci6n casada. Esto viene confirmado en la novela por MarcosBergner cuando le dice a Jorge Malabia: "Est5 loca. Loca desde siempre.Lo tengo observado. Ya era rara antes de la viudez, desde antes de co-nocer a tu hermano" (p. 215). Tambin Ant6n Bergner tenia conoci-miento de esta situaci6n y asi se lo dice a Marcos Bergner: "iEsperarque? Esperar a que Julita, sola y rodeada por ustedes termine aceptandopara siempre la locura que eligi6 como refugio" (p. 230). La locura de

Julita, ese desequilibrio tan normal que consiste en la desidentificaci6ncon el grupo comunitario, es del mismo tipo del que padece Jorge. Parasobrellevar la autenticidad interior, en pugna con un medio social al queella no puede someterse ni adaptarse, Julita finge un tipo de locura masnormal y Jorge, por su parte, escribe poemas y se autoestudia. Es poresto que en Jorge y Julita la crisis es progresiva y va dirigida a buscarsalidas o escapes a la presi6n de la comunidad, o si se quiere, paradecirlo de otro modo, es un fen6meno de evasi6n. Ni Jorge ni Julitaquieren claudicar aceptando una falsa mediocridad que les viene impuestadesde afuera. Por tlo tanto ni se amoldan ni conforman a los cinonessociales. Federico Malabia, el hermano mayor de Jorge, era tambien asiy por esto mismo Jorge admira a su hermano ain despubs de muerto.Federico tambi6n habia buscado la evasi6n como soluci6n, igual queJulita, igual que Jorge, "cuando. .. dej6 la administraci6n del diario ydijo que queria casarse y trabajar en el campo" (p. 189). Federico seevade del mundo de su padre y accidentalmente la muerte le proporcionala forma final de la evasi6n. Para Julita la evasi6n existe en un g6nero delocura aceptable para la comunidad y en ultimo termino el suicidio comoepilogo y inica soluci6n. Para Jorge otro tipo de evasi6n: la afirmaci6nde su unicidad inalienable y de su protesta: "Yo soy yo, este ser, este'muchachito' de ellos, triste, distinto, tan inseguro y firme como ningunode ellos podria sospechar; tan aparte y por encima de todos ellos. Yo soyeste al que miro vivir y hacer, con simpatia, sin exceso de amor; 6ste

272

Page 11: Carlos Onetti - revista-iberoamericana.pitt.edu

ESTUD 10 OS

de la paciencia cortes e inagotable para cada una de las comedias tediosasy sin gracia en que ellos se empefian en complicarse. . ." (p. 33).

Poco a poco, Jorge ire pasando de la evasi6n al desafio abierto cuandojunto con Marcos se instale en el prostibulo. Tambien Julita en crisisdinAmica eligira la muerte como liberaci6n.

Si cediendo a la bsqueda de causas y efectos se intentar:a determinarcual es el factor decisivo en el suicidio de Julita, este se encontraria enla disyuntiva que tiene entre convertirse en una de las muchachas de laAcci6n o persistir en su fingida locura. Frente a esta interpretaci6n tienenuevo sentido la confesi6n de Jorge en el ltimo capitulo: "Desde tantotiempo atras, ahora inmensurable, desde la muerte de mi hermano, sa-biamos cque Julita estaba muerta" (p. 253). Claro que Julita estabamuerta, era previsible. Julita habia muerto con Federico pues junto con6ste tenia su grupo comunitario. La reconstituci6n de la comunidad es-

piritual con Jorge es precaria y efimera para Julita. Esta vive entoncesun tiempo gratuito en el tiempo de la novela, en "esos cien dias que con-movieron al mundo", su leit mnotiv. Como ser aut6ntico, Julita muere ysu muerte ratifica la muerte perpetua de la comunidad sanmariana. Y almorit Julita por lo tanto quedan vinculadas estas dos crisis paralelas dela novela que ya seiialamos. La comunidad sanmariana tambien estimuerta y su redenci6n por medio de la expulsi6n del grupo prostibu-lario s61o es un rito, una forma vacia, una catharsis que salvaguarda lamediocridad espiritual de los directores de la comunidad y por ende detodos sus miembros. Entonces la funci6n del proxeneta Larsen y sus ofi-ciantes del amor es puramente catalizadora porque su presencia en SantaMaria no produce nada que se acerque a ser una acci6n o una reacci6nautbntica. La comunidad sanmariana funciona automAticamente y el mismostatus quo autentifica su falsedad cuando se libra pasivamente del pros-tibulo.

El prostibulo de Santa Maria que se identifica para los sanmarianoscon la invasi6n del mal, lo pecaminoso, estA muy bien contrastado conla experiencia comunitaria de Marcos Bergner y su "falansterio". El re-lato que Lanza hace a Jorge sobre el "falansterio" permite al lector con-cluir que Marcos habia realizado con su "falansterio" el suefio del pros-tibulo propio. La comunidad de Santa Maria se niega a evaluar lasacciones de Marcos Bergner por sus resultados y el "falansterio" cumplesu misi6n corruptiva ante la indiferencia general. Esta indiferencia indica

la pasividad ovejuna del rebailo de Ant6n Bergner R. P. y tio de Marcos.Larsen y sus tres mujeres s61o ofenden al pudor superficial, falso pudorde la comunidad, que nunca se sinti6 ofendida ante las fechorias de

273

Page 12: Carlos Onetti - revista-iberoamericana.pitt.edu

REVISTA IBEROAMERICANA

Marcos porque en realidad Ia comunidad de Santa Maria no tiene pudor.Para salvaguardar una apariencia de salud espiritual, la comunidad poneen marcha su campaiia anti-prostibularia pero ain esta acci6n es una ac-ci6n enmascarada porque los defensores del bien moral no procedenabiertamente, ocultindose bajo una campaia de an6nimos. S61o despuesde que 1Ilega la orden oficial de cerrar el establecimiento de Larsen, departe del gobernador, es que los detractores del mal organizan su desfilecasi carnavalesco portando piblicamente la divisa "Queremos novios cas-tos y maridos sanos" (p. 245).

La procesi6n "revindicadora" ocurre casi en visperas de Carnaval y6ste queda iniciado con aqulla. En esta forma la pantomima procesionalse patentiza con mas fuerza para el lector.

Hemos discutido ya dentro de la estructura externa de esta novela algu-nos de los temas que dominan la acci6n: la mediocridad, la autenticidad,la buena fe y la mala fe, y la hipocresia ambiental. Tambi6n de algunospersonajes nos hemos ocupado oportunamente, y ahora volvemos sobreeste punto.

La volubilidad creativa que demuestra Onetti en Junwacadiveres es fe-cunda y se aprecia en la cantidad y variedad de personajes asi como tam-bien en la facilidad que 6stos tienen para rodearse de una circunstanciade existencia. Hay apenas un solo personaje en esta novela que sin setpropiamente su protagonista es algo mas importante que los demis, notanto por su dimensi6n sicol6gica sino por la significaci6n de sus actos.Este personaje es Jorge Malabia que en la bisqueda del ser autentico,en su esfuerzo de ontologizarse se singulariza entre los demis. Contri-buye a esta afirmaci6n el hecho de que en muchos de los capitulosJorge es el narrador en primera persona, aunque no parece que puedaser 61 tambi6n el narrador-protagonista de la mayor parte de la obra ymucho menos el casual y esporadico narrador omnisciente de ciertos pa-sajes. Pero por las razones enumeradas, Jorge tiene mis importancia quesu cufiada Julita. Nos parece acertada la elecci6n de Jorge como cuasi-heroe, pero hay que decir que esto no es una novedad en la historia dela novela. Lo principal en Jorge es su incontaminaci6n y ademas el hechode que con 61 se cumple una vez mis la ley de que los mas grandes2nemigos de los valores burgueses nacen y se educan en el seno de estesector social.

En piginas anteriores nos hemos ocupado de Julita y algo tambi6nde Federico, que sin aparecer como personaje, se da como una fuerzamotivadora. Federico es parte del dinamismo hist6rico de la acci6n de lanovela.

274

Page 13: Carlos Onetti - revista-iberoamericana.pitt.edu

E sTUDOS 2S

Con cierto enfoque particular nos animariamos a proponer que los

personajes de Onetti en Juntacadhveres son personajes-islas, cuyo aisla-miento no es tan feroz como el de algunos de los de Eduardo Mallea.Asi Lanza, Larsen, o Diaz Grey, o Barth6, son existencias encapsuladas.Barthe sobre todo adquiere una descarnada dimensi6n por el ensafiamientocon que Onetti lo va destruyendo a trav6s de su novela cuando nos diceque Barth6 es:

gordo y horizontal, con blanduras femeninas que rodeaban y sua-vizaban la cabeza calva en reposo, pr6ximo a la respiraci6n delmuchacho empleado. (p. 17).... su voz aguda y acariciante... (p. 18).Con su voz de matrona y. . . con los carnosos dedos sin vello.(p. 25).Debe ser eunuco... (p. 27).

Ciertas escenas y capitulos de Juntacaddiveres son centros de irradiaci6nque confieren dimensi6n a los personajes. Asi el Capitulo XXIX seocupa de la entrevista entre Ant6n Bergner y su sobrino Marcos. El di.rector y responsable de almas y su disipado sobrino alcanzan un perfectoacuerdo en una entrevista que no pasa de ser un convenio entre caballe-ros. Ant6n Bergner acta entre telones y todas sus apariciones son tea-trales. En cada una de ellas busca utin efecto dramitico o se asoma arecoger la aprobaci6n piblica. Ant6n Bergner confirma la teoria de DiazGrey cuando ilegamos a entender que aqu6l es otro tipo de auto nega-ci6n cuyo pasatiempo consiste en creer ser el cura que representa. Nosdeja convencidos de su inautenticidad.

En cuanto a Larsen, creemos que es un ser autentico pero degradado,

y tambi6n esteticamente para la novela un personaje que lieva el contra-punto con el cura Bergner. El dilema que zanja la distancia entre ambospersonajes es el que plantea la disyuntiva que media entre prostituiralmas o prostituir cuerpos. Larsen es una situaci6n existencial limitrofeporque esti entre la vida y la muerte. Su edad y la de los cadaveres

que prohija los pone a todos al borde de la vida, pero ain asi su auten-ticidad los salva de la mediocridad, pues no dicotomizan su existenciacomo Barthe, como Diaz Grey, o como el padre de Jorge.

El padre de Jorge es otro personaje falso. Su hijo Jorge lo sabe y,haciendo una transferencia de afectos, adopta secretamente a Lanza, elcorrector de galeras de El Liberal como padre aut6ntico. De hecho, Lanzalo es porque le presta su sinceridad a Jorge tratando de inspirarle la se-

275

Page 14: Carlos Onetti - revista-iberoamericana.pitt.edu

S VRE VISTA IB E R O A M E RICANA

guridad que su propio padre no sabe ni puede proporcionarle. Jorgemismo afirma esto de Lanza en el Capitulo XII cuando dice: "Lo quierosin ternura, y hasta los vidrios sucios de sus anteojos, las bocamangascomidas, la corbata grasienta me sirven para respetarlo infinitamente mas

que a mi padre" (p. 161). En este pasaje observamos la combinaci6ncaracteristica y verdadera del amor filial que es el respeto y el amor"sin ternura".

Lanza es tambien otra situaci6n limite, como si en la novela se afir-mara que la vejez o Ia edad no se oponen a los ideales renovados. Lanzatiene fe en los hombres y en si mismo, y a trav6s de estas cualidades seautentifica permanen emente. Ahora podemos afirmar que el mismo dua-lismo por oposici6n ya sefialado entre Larsen y Ant6n Bergner se mani-fiesta entre Lanza y el padre de Jorge. Mientras que Lanza es un padrefuncional, el duefio del peri6dico El Liberal es solamente un padre no-minal. Uno tiene para Jorge paternidad autentica, y el otro slo repre-senta el papel de padre frente a la sociedad.

El iltimo capitulo de Juntacaddveres merece una atenci6n especial.Aqui lo clasificamos como epilogo para la novela pero posee carictersumario porque en el queda sintetizado Jorge y ademis esti contenidauna escena artisticamente estilizada que es la del entierro de Julita. Estaescena, narrada por Jorge en primera persona, nos enfrenta otra vez conesa dicotomia de los opuestos que hemos venido sefialando. La oposici6naparece ahora en la visi6n ltima de Julita que brota con una dimensi6nsimb6lica. El suicidio de 6sta, ltimo desaflo y p6stuma acusaci6n a lacomunidad sanmariana, redime a Jorge frente a si mismo. Sin podernegarse a si misma, Julita elige el suicidio como evasi6n final y defini-tiva. En la cinica complicidad del complot de la mutua conveniencia, lostriunfadores del mundo son generalmente los que renuncian a su anten-ticidad; toda la vida entera es para ellos pero no el minuto de vida.Julita los deja a ellos con su bello mundo. Esta dimensi6n de Julita-sim-bolo coincide con la visi6n superrealista de Jorge y de esta forma llegaa decirnos que: "Todo era un suefio" (p. 254).

La verdad, la experiencia revitalizadora de Jorge en este momento

es Julita muerta, colgada de una viga. La verdad, la anica verdad, laverdad subjetiva, es el encuentro con esa visi6n de la muerte que es

Julita. Todo lo demis, "todo era un sueiio": el entierro burgues y con-formista, el padre de Jorge, y la madre rodeada de "varonas fuertes"

(p. 253); Marcos babeando su "corta entrega espiritual de un borracho"

(p. 253); el cura, "terco, de espaldas a todo" (p. 255); y finalmente"las heredadas frases moscas" (p. 255).

276

Page 15: Carlos Onetti - revista-iberoamericana.pitt.edu

ESTUDIO s 277

La experiencia simbolica de Jorge queda condensada en lo siguiente:"Solo el!a (Julita) podia ver como me alejaba para bajar, sin remedio,hacia un mundo normal y astuto" (p. 256).

La adolescencia pertenece al pasado, Jorge ha completado su edu-cacion sentimental, ese "mundo normal y astuto" es el mundo adulto enel que Jorge seguira viviendo solo, sin Julita, en medio de ese rechazosin compromisos que ha elegido libremente.

ALBERT DE LA FUENTE

Southwestern University,Georgetown, Texas

Page 16: Carlos Onetti - revista-iberoamericana.pitt.edu