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POESÍA 94 Corporias al Muláh Mohamed Omar (I) I. Un tuerto talibán es aún más tuerto, por la profundidad de campo, el tiro en sus galerías limitado. En la Gran Explosión, El Gran Aplastamiento, desde que empieza el nervio hasta que se le mata como nervio, suceden muchas cosas adentro, en Acelerador de Partículas que el río ha desecado uniéndole con delta de Amu Daria. Lluvia. Lluvia local intensa borra anillos del amor que supera. Que se arrancó el ojo, que restregó en pared, que tomó las medidas, y habiendo coincidido, él se limpió los dedos en el muro; un muro que fue piedra de La Cuarta Región, un hueco del estuario de Júpiter sin lunas. Sasánida o zoroastra (no importa kí) ahora le desvía la multitud que mata los ministros de aviones. Y dicen que lo hace para tener pañuelo (universo frenado) a escala reducido (en suras en capítulo) el globo que se debate y muere. En guerra fraticida por El Pueblo del Libro, no hay mister (no hay cruzado) no hay cañón que enseñe cristalino un rubí. c En el bar "Cincuentenario" de la calle Pocito escogedores de arroz cuentan luciérnagas, el más largo de todos (viejo o vieja) me mira como un Rosemberg y salta a una rama. Fue un escolar sencillo, ahora qué es. Descomponen sus partes, en partes que lo adoran. Tienen una modista para escoger frijoles, no cose pero mira mi pantalón de saco. Mi pantalón de saco va con la tarde, y con cualquier cosa porque es mío, ¡mío mío! me lo di una mañana en la iglesia que cerró. Horizontalidad perenne (culpa de quién). Un fulano me dice quiere una isba, lo golpearé más tarde cuando me canse y le baje a su muerto del guisantal. Yo no estoy preparado para morir, aunque a veces creo que me preparo. Me haces llorar duro esclava Ermenegilda veo que tienes el gusanillo del artista. Carlos Augusto Alfonso

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Corporias al Muláh Mohamed Omar (I)

I. Un tuerto talibán es aún más tuerto,por la profundidad de campo,el tiro en sus galerías limitado.En la Gran Explosión, El Gran Aplastamiento,desde que empieza el nerviohasta que se le mata como nervio,suceden muchas cosas adentro,en Acelerador de Partículas que el río ha desecadouniéndole con delta de Amu Daria.Lluvia. Lluvia local intensa borraanillos del amor que supera. Que se arrancó el ojo,que restregó en pared, que tomó las medidas, yhabiendo coincidido, él se limpió los dedos en el muro;un muro que fue piedra de La Cuarta Región,un hueco del estuario de Júpiter sin lunas.Sasánida o zoroastra (no importa kí) ahora le desvíala multitud que mata los ministros de aviones.Y dicen que lo hace para tener pañuelo (universo frenado) a escala reducido (en suras en capítulo)el globo que se debate y muere.En guerra fraticida por El Pueblo del Libro,no hay mister (no hay cruzado) no hay cañónque enseñe cristalino un rubí. c

En el bar "Cincuentenario" de la calle Pocitoescogedores de arroz cuentan luciérnagas,el más largo de todos (viejo o vieja)me mira como un Rosemberg y salta a una rama.Fue un escolar sencillo, ahora qué es.Descomponen sus partes, en partes que lo adoran.Tienen una modista para escoger frijoles,no cose pero mira mi pantalón de saco.Mi pantalón de saco va con la tarde,y con cualquier cosa porque es mío,¡mío mío!me lo di una mañana en la iglesia que cerró.Horizontalidad perenne (culpa de quién).Un fulano me dice quiere una isba,lo golpearé más tarde cuando me cansey le baje a su muerto del guisantal.Yo no estoy preparado para morir,aunque a veces creo que me preparo.Me haces llorar duro esclava Ermenegildaveo que tienes el gusanillo del artista.

Carlos Augusto Alfonso

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Territorio Berciano

Transidos de humildad y gratitudcayeron de rodilla los nez percé.Un solitario misionero. Los cayusos cercando ya Waiilatpu.No vean lo mejor que un pueblo mortecino me sacó,en costales de apuestas con los parientes sátirosque se iban sumando alrededor de tótempara hacerme lugar. Solo vean me procuraba el aguaque el menor de nosotros no miró,caravana que viaja hacia la condición;un palo de pescado sobre uso. Contada ya en mi gloría "rescatares" del niño moribundo dueño del pedernal James Fenimore Cooper-Conan Doyle,cuando él se aparece yo me pierdo.Un cráneo que ha firmado Opacidadme hacía sospechoso en la comuna.

Transidos de humildad y gratitudcayeron de rodilla los nez percé.Un solitario misionero;los cayusos cercando ya Waiilatpu. ya saben lo que era...

En la cámara oscura de La Habana

Yo vi en el periscopio del edificio Gómez Vilaque recuerda a un mendigo cayéndole Murillo del andamio,otra serie de artículos probadosen una convención de muertos de Luxor,vajillas que proyectan al Doctor de La Cruz,y a el mismo en la sabana con estatuas vivientesdiciendo "Ptah haz crisis Nu haz crisis"de otras destrucciones saliéndose a la callecruces votivas sin parar, en mi sillón de ruedaentre los cobertores del jeque asesinado selectivo,buque fantasma entrando a Potosíjurándolo blasfemo su presencia,en finis gloriae mundi hilo de sangre,adoquines saltando como tostadas,en ese "desposorio" me mantuvebebiendo serenísimo en cóncavos de La Cruz de interior cernícalo de mícon indo-lente claro bajado por el tuboque apenas succionaba tesoros de la mar.Buenas tardes Rufina, Santa justa,que tarde vine a Cádiz.Así como les cuento años severospude constituir mi colección.

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La ventana

Voy a construir una ventana en medio de la callepara no sentirme solo. Plantaré un árbol en mediode la calle, y crecerá ante el asombro de lospaseantes: criaré pájaros que nunca volarán aotros árboles, y se quedarán a cantar ahí en mediodel ruido y la indiferencia. Crecerá un océano enla ventana. Pero esta vez no me aburriré de susmares, y las gaviotas volverán a volar en círculossobre mi cabeza. Habrá una cama y un sofádebajo de los árboles para que descanse la lum-bre de sus olas.

Voy a construir una ventana en medio de la callepara no sentirme solo. Así podré ver el cielo y lagente que pasa sin hablarme, y aquellos buitresde la muerte que vuelan sin poder sacarme elcorazón. Esta ventana alumbrará mi soledad.Podría inclusive abrir otra en medio del mar, ysolo vería el horizonte como una luciérnaga consus alas de cristal. El mundo quedaría lejos alotro lado de la arena, allá donde vive la soledady la memoria. De cualquier manera es inevitableque construya una ventana, y sobre todo ahoraque ya no escribo ni salgo a caminar como antesbajo los pinos del desierto, aun cuando este díaparece propicio para descubrir los terrenosinsondables.

Voy a construir una ventana en medio de la calle.Vaya absurdo, me dirán, una ventana para que lagente pase y te mire como si fueras un dementeque quiere ver el cielo y una vela encendidadetrás de la cortina. Baudelaire tenía razón: elque mira desde afuera a través de una ventanaabierta no ve tanto como el que mira una ventanacerrada. Por eso he cerrado mis ventanas y hesalido a la calle corriendo para no vermealumbrado por la sombra.

La otra ventana

Uno se cansa de estar solo delirando con suventana en medio de la calle, entre la nieve quearrastra su blancor por los callejones olvidados.Uno se cansa de salir a buscar la misma mujercon el cabello largo hasta los pies.

Tal vez en eso consista el arte de la soledad:escribir repetidas veces la isla con su cielo lila, yla esbeltez del faro que derrama su luz sobrenuestro cabello alborotado.

Tal vez sea sólo eso: una brújula sin memoriapara el tiempo que vendrá.

Y uno se cansa de estar solo delirando en unaisla, abriendo la ventana de los árboles,rebuscando entre las hojas una palabra, una rosaen el jardín sin mar.

Apuntes para un loro que no conoce tristezaPara mi hija Ana

El loro me mira desde su jaula y no me habla,parece que ya conoce la felicidad. No sé quiénestá adentro ni quién está afuera: él gira su cue-llo y mira hacia arriba, su cielo es un árbol secodesde donde se descuelga la primavera. Este lorosabe empuñar el aire con sus alas, y aún cuandopresiente que no puede volar como quisiera, memira y no me dice nada. A veces baila con sucuerpo ligero, se mece con el sol que cae a travésdel árbol que lo mira suspendido en el espacio dela jaula. Como la mariposa que no conoce tris-teza, el loro construye un modo de vida ideal paraque los geranios silben en la mañana: él sabe sil-bar y no me habla por algún motivo quedesconozco. Es prestidigitador del silencio, ysabe estar callado como la poesía.

Miguel Ángel Zapata

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Viajando en tren

Viajo en tren mirando el mar mediterráneo. Qué delicia esta vista. Aquí comienza el mundo: los ángeles se bañan desnudos en el espumoso mar. El caracol avanza hacia la cima sin contratiempos. Un coro de piedras nos canta en el vagón y las rosas se levantan su traje azul para poder ver el océano sin fondo. En el tren mi pobre silencio. He estado en varios trenes pero éste es el más bello. El mar está desnudo y es mi camino. La jauría está lejos de mí, y este aire me limpia con los hilos del horizonte. Mi ojo es una lupa que se escabulle bajo los pinos que crecen en el mar.Nunca ví pinos más hermosos, largos y serenos navegan hacia otro blancor. Aquí no hay árboles que tumbar, sólo párpados quesortean el cautiverio de las rocas. Aquí cantan las piedras enterradas, los muertos que recuerdan los grandes barcos perdidos en alta mar.No hablo de la rosa que flota sino de la rosa que oye el agua.La rosa que es azul y es la grieta, el asta y el cordel del cielo.El cielo nos mira y nos escribe, no necesitamos decirle nada.El cielo tiene flores y habla de otra manera: su fragancia viene de las redes de las islas, de la bruma que irradia el sol cuando abre su boca para abrazarnos.Busco una isla con mi canoa pequeña, desde mi bosque de sombras diviso una llama mientras me ladra el mar.

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