carboncillo y sanguina
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Hoy vamos a comenzar con una de las lecciones más difíciles que es el enfrentarse con el papel
en blanco. Y además estudiaremos la técnica del carboncillo y como sombrear.
Lo primero que debemos hacer es dejar volar nuestra imaginación, para ello podemos
ayudarnos con cosas que nos gusten de fondo: música, alguna serie de televisión, un paisaje
bonito, bueno, con lo que cada una se sienta más a gusto.
Una vez sentada frente al papel y con un lapicero en la mano, dejamos a nuestra mano vagar
libremente según el estado de ánimo en que te encuentres, dibuja lo primero que se te ocurra
aunque sean cosas sin sentido, sin forma concreta, lo que debemos intentar es rellenar ese
espacio en blanco de sentimientos, de conseguir soltura, de quitarnos el miedo a no crear.
Así que ahora a dibujar!
Empezamos con una pequeña introducción de las técnicas secas:
LOS MEDIOS DE DIBUJO: MEDIOS SECOS
El lápiz de grafito:
Es el medio más usual. Consta de una barrita de material donde se mezclan grafito
y arcilla, que se cuece y se cubre luego con una funda de madera. Cuanta más arcilla
lleva la mezcla, más duro es el lápiz. Cuanto más grafito, más blando es.
Se clasifican así en distintos grados de dureza.
El portaminas:
Puede ser muy cómodo de usar, pues nos libra del engorro de tener que estar
sacando punta al instrumento a medida que se gasta. El trazo es monótono, de
anchura siempre igual.
Pueden conseguirse minas de distintas durezas.
El lápiz blando:
Las letras indican:
-H duro
-B blando
Cuanto más blando es el lápiz, más oscuro es el trazo y más complicado de lograr
líneas finas y detalles. También son más difíciles de borrar cuanto más blandos,
pero los negros son más profundos, y se pueden conseguir muchos tonos apretando
más o menos el lápiz.
Lápiz Conté:
Con grafito de primera calidad, blando, negro azabache. Es tan oscuro que no hay
que presionar para lograr que la línea sea negra, oscura. Compare con los tonos
grises de los lápices de grafito corrientes.
Barra de cera:
Blanda y grasa, la cera es un material interesante para dibujar, si se desea un
acabado texturado, basto.
No permite mucho detalle.
Lápiz acuarelable:
Muy flexible, permite tanto los tonos suaves y grises como el negro más profundo.
También está la posibilidad de diluirlo, para lograr aguadas más o menos extensas.
Las sanguinas:
Existen en diversos tonos. Blandas y dúctiles, muy difíciles de borrar.
Dan un gran resultado sobre papeles coloreados y en combinación con realces en
blanco, usando el tono del papel como medio tono.
Carboncillo:
Flexible, blando, muy frágil. Fácil de difuminar con un trapo o con un difumino.
Gran variedad de trazos y de tonos, pero si quiere conservar el trabajo, tendrá que
fijarlo.
Especialmente adecuado para dibujos preparatorios.
Pastel:
El pastel es un medio intermedio entre el dibujo y la pintura. Son barritas de
pigmento casi puro, en todos los colores imaginables.
No es adecuado para conseguir detalles. Puede difuminarse, y mezclar unos colores
con otros.
Bolígrafo:
Muy útil para apuntes. Resistente, barato, fácil de usar. Existe en varios colores,
pero la gama es muy limitada. También hay grosores de punta distintos.
Para hacer sombreados, es necesario recurrir a las tramas, rayas cruzadas que
cuanto más cerca estén unas de otras, más oscuras resultarán.
Rotring:
Producen una línea fluida, son fáciles de manejar. Disponibles en muchos gruesos
distintos. Tinta de un negro intenso.
Rotulador:
Proporcionan un flujo de tinta regular. Existen en una gama amplísima de colores.
Pueden ser de tinta soluble en agua, lo que significa que pueden hacerse aguadas, o
bien de tinta permanente.
Rotulador de punta gruesa:
Produce trazos anchos y expresivos. No apropiado para detalles. Puede dibujarse
usando la punta para conseguir líneas más finas o con la parte ancha.
Plumilla:
Las plumillas de dibujo son de metal flexible, de modo que aplicando más o menos
presión la línea es más o menos gruesa.
Las puntas pueden intercambiarse, y se deben sacar del palillero para su limpieza.
Las tintas existen en muchos colores.
Pincel:
El pincel y la tinta consiguen imágenes de gran fuerza.
Por supuesto, el resultado varía según el ancho del pincel.
Otra posibilidad son las aguadas, para conseguir grises sutiles en gran variedad de
tonos.
Ahora profundizamos más en las técnicas del carboncillo y de la sanguina:
CARBONCILLO
MATERIALES:
Los materiales que vamos a usar en este curso son los siguientes:
- Goma de borrar (de miga).
- Difumino.
- Papel.
- Carboncillo.
- Lija.
- Fijador.
CARBONCILLO Y DIFUMINO:
Vamos a hablar acerca del carboncillo. Quiero que comencéis a aprender a dibujar
con él. Es un utensilio de dibujo utilizado desde la prehistoria. En esta época
pintaban en las paredes de las cuevas con trozos de palos quemados. En el
Renacimiento se redescubrió. Hoy en día se fabrican en madera de vid y de sauce.
Hay dos tipos de carboncillo: la barra y el lápiz.
Barra. En la fotografía siguiente podemos ver barras de carboncillo. Podemos
encontrar una gran gama de grosores. Se recomienda usar una barra gruesa para
dibujar, ya que si lo afilamos con la lija obtendremos una gran variedad de
grosores.
La barra de carboncillo se vende, en papelerías, suelta o por cajas. Es un medio
sencillo para dibujar, nos permite corregir nuestros errores fácilmente.
Lápiz. Es como un lápiz normal, pero la mina interior es de carbón en vez de
grafito.
Vamos a hablar ahora del difumino. Difuminar es degradar el tono del color. Esto lo
podemos conseguir de dos formas: con un difumino (los podemos ver en la siguiente
fotografía) y con los dedos, ya que al tener nuestra piel su propia grasa, se
convierten en buenos difuminadores. En ambos casos, obtendremos, al trabajar el
dibujo, una buena cantidad de tonos de grises.
Con los dedos se obtienen mejores tonos, pero imprecisos. Con el difumino se
consigue una mayor precisión, llegando a todos los rincones, cosa que el dedo no nos
permite.
En la foto inferior se pueden ver distintos tamaños de difuminos, con un par de
ellos basta.
PAPEL:
El papel se inventó en China, se fabricaba con harapos. Se introdujo en Europa por
los árabes, que habían aprendido la técnica de los chinos.
También en Egipto existía el papiro. Este se hacía prensando la flor del papiro.
Posteriormente la sustituyeron por cáscara de plátano, más económica.
En nuestros días la mayoría del papel proviene de la madera.
Centrándonos en el curso, hay distintos tipos de papel:
- Rugosos o lisos. Dentro de los rugosos hay muchos tipos de texturas.
Dependiendo del material con el que dibujemos, lápiz o carboncillo, usaremos uno u
otro; si dibujamos con carboncillo necesitaremos papel rugoso y si dibujamos con
lápiz necesitaremos papel liso.
- Encuadernado o suelto. El papel lo podemos comprar encuadernado o suelto. El
encuadernado se suele utilizar para bocetos y es preferible que no sea muy grande.
- De distintos colores. Los hay blanco o de colores variados.
- De distintos formatos. El más usado es el DIN-A4.
Para practicar mientras aprendes y no tener que gastar mucho dinero en papel
bueno para después tirarlo, las prácticas y los bocetos se pueden hacer en papel de
estraza, del que usan para envolver frutas, carne, etc. Tiene dos caras, una con
brillo y otra mate: usa la mate. Lo venden por metros y lo cortamos al tamaño que
queramos.
GOMA Y TRAPOS:
La goma y los trapos son imprescindibles, no sólo por su uso normal (borrar y
limpiar), sino porque con ellos se puede emborronar y obtener luces.
El trapo, sobre todo en zonas grandes como el fondo de un dibujo o el cielo, nos es
muy útil para aclarar superficies. Esto se consigue haciendo una pequeña muñequilla
(bola de tela metida en un trozo de tela) como ves en la fotografía siguiente.
Tenemos una amplia variedad de gomas:
- Maleables. Muy blandas. La podemos moldear como si fuera plastilina y de esta
forma podemos llegar a las zonas más finas que necesitemos y extraer el
carboncillo del papel, que quedará blanco.
- Normales (Milán). Cortándolas con un cúter podemos conseguir una goma muy
fina. Es más recomendada para el grafito que para el carbón.
- Lápiz-goma. Es un lápiz que en vez de tener una mina de grafito tiene una goma.
Sacándole punta conseguimos también una goma muy fina (para conseguir luces en
zonas muy finas).
Aquí veis como se utiliza la goma maleable para borrar.
TOMA DE CONTACTO CON EL CARBONCILLO:
Primero troceamos los carboncillos en varios trozos, que sean manejables, para
poder dibujar. Tomamos de varios grosores distintos para empezar a dibujar.
Esto es una lijadora, que consiste en un trocito de madera donde están grapados
trozos de lija, que usaremos para rayar el carbón y darle forma (plana) para
comenzar a dibujar.
Comenzamos el contacto con este material. Le vamos a sacar el mayor partido
posible. Dependiendo de la forma en la que lo usemos y de la fuerza con que
apretéis, varía el resultado.
Comenzad haciendo varias líneas rectas de distintos grosores e intensidad.
Un truco para que te salgan rectas es mirar al final de la recta y no por donde
vamos pintando.
Tomad un trozo de carboncillo grueso y practicad con él. Observaréis que la
textura es muy distinta a la del lápiz normal de grafito.
Otra forma de manejar el carboncillo es de manera plana. Tomamos un carboncillo
pequeño y lo arrastramos sobre el papel, obteniendo una línea muy gruesa.
Ahora vamos a hacer curvas, manejando un trozo de carbón pequeño.
Debemos de practicar mucho, para ir haciéndonos al carboncillo.
Practicamos con líneas paralelas y perpendiculares. Cuantas más veces lo hagas más
destreza tendréis a la hora de hacer el dibujo, ya que este se compone de líneas
rectas y curvas. En las siguientes fotografías vemos como se pintan curvas,
espirales, etc.
Tomamos un carboncillo más grueso y hacemos otro grupo de ejercicios. Algunos
grandes pintores han usado estos ejercicios como sombras en sus dibujos.
Hacemos las curvas con un carboncillo acostado arrastrando en forma de curvas.
Aquí hacemos un punteado con carboncillo.
DIFUMINADO CON LOS DEDOS:
Tomamos un carboncillo de forma acostada, apretando más hacia la derecha y
menos hacia la izquierda.
Difuminamos ahora con el dedo, de izquierda a derecha, de arriba hacia abajo.
Aquí vas viendo como va quedando. Esto nos permitirá hacer las sombras de un
dibujo: ya has aprendido a hacer sombras degradando un dibujo.
Aquí veis el acabado. En la fotografía inferior se aprecia muy bien el granulado del
papel.
SOMBREAR CON EL DIFUMINO:
Tomamos un carboncillo de forma acostada, apretando más hacia la derecha y
menos hacia la izquierda. Y con el difumino en la mano comenzamos.
Seguimos difuminando.
Vamos arrastrando el carbón haciendo las sombras. En las dos fotografías
siguientes podrás ver el resultado del sombreado con un difumino.
Estos son los resultados con ambas técnicas: dedos (derecha) y difumino
(izquierda). A la hora de hacer un dibujo sabrás cual has de usar.
EJERCICIOS DE PRÁCTICA:
Como veis en estas dos fotografías, antes de empezar a hacer un dibujo debemos
practicar muchos trazos y tener soltura con este nuevo material que
desconocíamos.
TONOS DE DEGRADADO CON CARBONCILLO:
Vamos a hacer otro ejercicio de distintos tonos de sombras. Al principio estos
ejercicios son bastante aburridos, como casi todos los aprendizajes, luego os serán
útiles haberlos hecho.
En un cuaderno con un papel de grano medio hacemos cuadrículas de tres a cinco
centímetros, en las cuales vamos a ir coloreando en distintos tonos de grises,
desde el más oscuro al más claro. Podemos hacer de seis a nueve cuadros.
Empezamos con el cuadrado más lejano que será el más oscuro de todos, a la mitad
apretamos un poco menos y así sucesivamente hasta el más cercano.
De la misma forma, en la fila superior, hacemos de menos a más.
LA TECNICA DE LA SANGUINA
La sanguina es un material que podemos utilizar para realizar dibujos. Puede
encontrarse en barra o lápiz. Tiene un color entre marrón y rojo terracota. Se
fabrica con óxido de hierro.
Uno de sus encantos es que nos deja aprovechar la textura del papel. La barra se
utiliza fundamentalmente plana, usando toda su superficie. Es un material que
proporciona unos resultados espectaculares: todo depende de cómo se trabaje,
presionando más o menos.
Tiene las ventajas del lápiz y del carboncillo a la vez. Las barras se usan con más
frecuencia, ya que se les puede sacar más partido. Los trazos se consiguen muy
finos con las aristas de la barrita o anchos si usamos la totalidad de la barra.
Si utilizamos el lápiz podemos obtener más precisión. Hay que tener cuidado de no
usar papeles muy rugosos, ya que el trazo no sería continuo.
MATERIALES:
Los materiales que vamos a utilizar son los siguientes:
- Difumino.
- Goma maleable.
- Goma.
- Sanguina en lápiz y en barra. De dos tonos (unos más claro y otro más oscuro)
PREPARACION DEL PAPEL:
Sobre una superficie dura (como una tabla de madera o una caja de cualquier otra
cosa) pegaremos el papel con cinta adhesiva. En este momento estamos preparados
para comenzar.
PREPARACIÓN DEL MATERIAL:
La barra de sanguina se trocea. De esta forma tendremos muchos trozos de
distintas longitudes a la hora de usarlos para nuestro dibujo. Además serán más
manejables.
El granulado del papel es importante para el dibujo. Dependiendo de éste así será
el acabado, como os muestro en estas fotografías.
La sanguina original es la del color rojizo, aunque ahora se comercializa con otro
tono más oscuro, como podéis ver en la fotografía.
EL MANEJO DE LA SANGUINA:
Aquí os muestro como es el trazo de este material. Variando la punta de los lápices
conseguirás distintos trazos y también si se utiliza plana o por la arista.
Aprenderemos ahora a manejar las barritas de sanguina. Tomamos un trozo
pequeño y apoyándolo de forma plana lo giramos. En la fotografía veis el resultado
obtenido.
La mejor manera es hacer trazos firmes. Podemos variar el dibujo que realicemos
dependiendo de la fuerza con la que apretéis sobre el papel la sanguina.
Los trazos no se hacen aleatoriamente. Con ellos podemos modelar el dibujo
(haciendo curvas, por ejemplo).
Soltamos la mano aprendiendo, realizando muchos ejercicios básicos. Estos nos van
a ser muy útiles para los dibujos posteriores.
Realizamos líneas rectas, curvas, etc.
DEGRADADO:
El degradado consiste en ir apretando de más a menos con la sanguina sobre el
papel, de forma plana. Depende del papel y del granulado (como he indicado antes).
Vemos ahora el difuminado con el lápiz.
Aquí vemos el degrado con el lápiz.
Difuminar la sanguina proporciona una gran ventaja a la hora de realizar un dibujo.
Podemos dar sombras de varias formas. Vamos a hacer un caso práctico para que
veáis el resultado del difumino.
Dibujad dos círculos.
Tomamos un trozo pequeño de sanguina. Sobre el círculo de la izquierda vamos
rotando, en forma de curva, marcando la sombra.
En el otro círculo hacemos lo mismo. Con el difumino, como si estuviéramos
coloreando, arrastramos el pigmento de la sanguina.
Aquí veis como voy difuminando de arriba hacia abajo.
Aquí vemos el resultado del difuminado que he explicado anteriormente.
Respetamos ahora una zona blanca, que va a ser la luz.
Con la goma resaltamos la zona de luz, para tener un resultado con mayor volumen.
SOMBREADO:
Podemos utilizar varias maneras de sombrear. Aprenderemos algunas de ellas. Una
es a base de líneas que se cruzan formando una malla.
Otra forma de sombreado es cubriendo el sitio con gran fuerza.
EL DIBUJO INICIAL:
Este es el primer dibujo que vamos a hacer: un pequeño paisaje. Un resultado fácil
y atractivo.
Comenzamos dibujando unas líneas en forma de abanico, no muy unidas.
Con un sombreado más espeso y bajito, dibujamos la maleza. El suelo lo haremos
con una línea horizontal.
Dibujamos unos trazos muy gruesos en la punta de las líneas más altas, que harán el
efecto del acabado de la flor.
Seguimos dibujando, pero con menos intensidad. Marcamos el agua y el horizonte
en la lejanía.
En primer plano he destacado mucho más fuerte pequeñas líneas como formando el
oleaje. Ya hemos dibujado nuestro primer dibujo: ¿A QUE NO HA SIDO DIFICIL?
DIBUJO DE ARBOLES:
Este árbol lo dibujaremos arrastrando la barrita.
Para comenzar a dibujar el árbol cerramos los ojos y nos imaginamos un árbol. Si
tuviésemos la posibilidad de ir al campo y dibujarlo in situ sería mucho mejor.
Veréis como con simples líneas curvas vamos a perfilar el contorno del árbol.
Con una barrita pequeña de sanguina arrastramos por el tronco y damos los
primeros toques de sombras. Esto proporcionará volumen al tronco.
Siempre la sombra se pone en el mismo lateral. Con unas líneas finas, con la
sanguina de canto, con una de las aristas, haremos las ramas más finas de la copa
del árbol.
Vamos a seguir con la barrita plana, sin apretar demasiado rellenamos el tronco,
como podemos ver aquí.
Vamos a perfilar de nuevo, pero dando rugosidad al tronco, nunca con una línea
recta.
Y por último aprendemos a sombrear:
Técnicas para el Sombreado
Para sombrear realistamente es importante saber qué sombras y qué oscuridad
deben ir en el papel. ¡Y esto no es difícil! Como todo en el dibujo, es cuestión de
práctica, así que sin más ni más veamos las técnicas más usadas para sombrear con
nuestros lápices.
Técnicas de Sombreado:
La forma más simple de sombreado es hacer líneas seguidas juntas usando la punta
del lápiz o inclinándolo para pintar con el costado de la mina de éste. Es importante
hacer todas las líneas en una misma dirección para que el resultado sea uniforme.
La cantidad de sombra varía según la presión del lápiz y la cercanía entre las líneas.
Otra técnica es el "Cross Hatching," que es un tramado cruzado. Dibujas una serie
de líneas diagonales y luego inclinas el papel y dibujas otra serie de líneas que las
crucen. Se puede obtener una menor o mayor oscuridad según la separación que le
dejes entre las líneas.
Otra técnica es el "Circulismo," que consiste en dibujar una serie de círculos
pequeños que se superponen entre sí. No es necesario que los círculos sean
perfectos, solamente hacerlos lo suficientemente pequeños y juntos. La oscuridad
de la sombra depende del tamaño de los círculos que dibujemos así como la presión
que hagamos con el lápiz. El Circulismo es muy útil para dibujar la piel de las
personas, ya que el acabado es irregular. Para este caso es bueno hacer los círculos
suavemente.
Aquí un ejemplo usando la primera técnica de sombreado:
Finalmente, estas tres técnicas mencionadas se pueden complementar con el
Suavizado. Utilizando un trozo de papel normal, papel higiénico, alguna tela suave o
un tortillon mezclamos el grafito que pintamos en nuestro dibujo. El resultado es
un color uniforme, suave.
El tortillon es una herramienta muy sencilla de construir que nos permitirá suavizar
nuestros dibujos fácilmente.
Para hacer nuestro tortillon necesitamos un papel en blanco. Lo enrollamos de
manera ligeramente diagonal de modo que sobresalga una punta. Para que no se
desarme pegamos con goma o cinta el extremo final. ¡Listo! Para usarlo pintamos
primero una superficie con lápiz y luego lo suavizamos con el tortillon.
Cuando quiero obtener tonos suaves pinto con el lápiz en otro papel, suavizo eso
con el tortillon y como se queda impregnado el grafito, uso ese remanente en mi
dibujo. Es como si el grafito fuese pintura y el tortillon una brocha.
Un ejemplo de un acabado con tortillon:
Practicando y usando estas técnicas se pueden obtener resultados asombrosos.
Ejemplo:
SOMBREAR:
La sombra, los valores, son lo que nos permite crear en un papel o un lienzo la
ilusión de volumen en una superficie plana.
Los tonos se basan en relaciones. Un tono influye en el modo en que percibimos los
demás (un tono parece mucho más oscuro, si colocamos otro más claro a su lado, y
viceversa).
El mejor modo de sombrear es entrecerrar los ojos, y así, con los ojos entornados,
contemplar una imagen simplificada, sin detalles. En esta imagen, trataremos de
reducir la variedad de tonos a tres esenciales, oscuro, medio y claro. El blanco del
papel hará de cuarto valor.
Para el ejercicio he elegido un sencillo bodegón.
Id de lo más general hacia lo más específico. Nunca empecéis por un detalle,
siempre por lo más general. Y comparad unos valores con otros.
Estableced dónde se encuentran el blanco más blanco, y el oscuro más oscuro.
Colocad luego un par de tonos medios. Después podéis empezar a valorar los
detalles, construir más cuidadosamente los volúmenes.
Sabréis que lo habéis hecho bien si, al contemplar el dibujo con los ojos
entornados, éste le da la misma "impresión" que el motivo real contemplado del
mismo modo.
Como siempre, con la práctica los resultados van mejorando, y pasa a ser algo casi
automático el establecer la pauta de valores.
Dejamos aquí este primer curso de dibujo con esta recomendación: repetir los
ejercicios hasta sentirse cómodo con ellos, y procurar practicar un poco cada día.
TONOS Y VALORES:
Los valores son los distintos tonos que van de los oscuros a los claros. En un dibujo
en blanco y negro, se expresan con grises de intensidad que varía de los más
oscuros a los más claros y suaves.
Además de los valores producidos por la luz, su incidencia y las sombras que se
proyectan, existen otro tipo de valores, que llamaremos los valores locales,
producidos por el color propio del objeto.
La gama completa de los tonos se llama "pauta de valores", y es una combinación de:
-los valores locales: en el ejemplo de abajo; el pelaje de un perro blanco y
manchado.
-los valores que produce la luz al iluminar nuestro objeto y las sombras
oscuras que proyecta: en el siguiente ejemplo, puedes ver la figura del perro
sombreada, con un foco de luz que proviene de arriba a la derecha.
En el último dibujo, se muestra el resultado de combinar valores locales y
luz/sombra, es decir, la pauta de valores.
ALGUNOS EJEMPLOS CON SERES MÁGICOS:
EJERCICIO A REALIZAR:
Pues una vez visto todo esto, os propongo como ejercicio, practicar con el
carboncillo o la sanguina, o ambas técnicas, creando un paisaje o bosque de ensueño
en el cuál parezca que en cualquier momento nos puede aparecer un hada, un gnomo,
un aquelarre de brujas, dragones, etc.
Espero que hayáis disfrutado con la lección y os doy hasta el 7 de mayo para
mandarme los trabajos a la siguiente dirección: [email protected]
Los colgaré durante esa misma semana a ser posible en nuestra página compartida
de yahoo.
Un beso entrañable para tod@s con el fuego del dragón.
Y aquí os dejo mi propio diseño para que podáis ir inspirándoos.