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15. Mentiritas blancas 04. Corazones de oro 07. Río nuestro 10. Prevenir, no lamentar REVISTA GRATUITA Edición número Cuatrocientos cinco. Año 08. Caracas, 12 de marzo de 2021 405 — PÁG. 11 CARACAS VERDE

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15. Mentiritas blancas

04. Corazones de oro07. Río nuestro10. prevenir, no lamentar

REVISTA GRATUITA

Edición número Cuatrocientos cinco. Año 08.Caracas, 12 de marzo de 2021

405

— PÁG. 11

CARACAS VERDE

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Desde el pasado 5 de marzo y hasta este próximo 21 del presente mes, el Laboratorio Teatral Anna Julia Rojas estará presentando laobra teatral “Esperando a Phil Collins”, original del grupo Igual a Uno Teatro, bajo la dirección de Gregorio Magdaleno y con las actuaciones de Ana Silva, César Castillo y Carlos Núñez. La obra narra los encuentros y desencuentros de una pareja que está en busca del enigmático Phil. La obra estará para el público desde las 3:00 pm, los viernes, sábado y domingo, con aforo limitado, para mantener las normas de bioseguridad. Las entradas se pueden adquirir en la misma sala Anna Julia Rojas, en su sede de Bellas Artes. Para más información: 0412-0250922 / [email protected]

YA NO ESPERAMOS A GODOT

Sembrar la semilla de la conciencia

Verde, que te quiero

verde

«

«

Las nuevas tarifas telefónicas

Clases de música a precios solidariosEl profesor Miguel Regalado es un mú-sico licenciado en educación, con amplia trayectoria, quien dicta clases particu-lares y a domicilio (con las medidas de bioseguridad respectivas) de instru-mentos de cuerda como el cuatro, la guitarra, la bandola llanera, el bajo y la mandolina. ¿Sus precios? Solidarios y ac-cesibles. La invitación a que le contacten por el número telefónico: 0414-932.32.34 0212-631.74.62, o a través de su correo electrónico: [email protected]

EL MENJURJE

Premio Nacional de Periodismo “Simón Bolívar”, 2014, 2015 y 2017.Premio Municipal de Periodismo “Guillermo García Ponce”, 2014.

Premio de Periodismo Aníbal Nazoa, 2018.

Consejo editorialErika FaríasRoberto MalaverGustavo Borges RevillaMercedes Chacín

direCtora Andrea Quiñones Rubio

editor jefe Carlos Matute

asesor editorialGustavo Mérida

direCtora de arte María Isabel Guerrero

Coordinadora de fotoGrafÍaMairelys Gonzalez

Coordinadora 2.0Yanira Albornoz (†)

Web y redesEnyeli González

redaCCiónMarlon ZambranoMaría Eugenia Acero Colomine

fotoGrafÍaMichael MataDahory González

ilUstradoraSol Roccocuchi

CorreCtoresRodolfo CastilloHumberto Castillo

loGÍstiCaDaniela Fernández

Colaboran en esta ediCiónAldemaro Barrios, William García, Clodovaldo Hernández, Natchaieving Méndez, Humberto Márquez, Rodolfo Porras, Gerardo Blanco, Nathaly Verástegui, Nathalí Gómez, Pedro Delgado, Erasmo Sánchez, Justo Blanco.

Fotografía de portada: Mairelys González

redes www.epaleccs.info

[email protected]

@epaleccs

@epaleccs

Épale CCS

Una publicación de la

Contenido

03. carbono 14Cuando los cobres no valían

04. mitos En busca de El Dorado

04. trota ccsEl señor (o la señora) de las excusas

05. músicaGran Grupo de Venezuela: talento felino de la salsa

05. boleros que curan el almaUn juramento de bares

06. trama cotiDianaLa estructura de la pieza teatral

06. la viDa es juegoEl álbum de los comprometidos

07. ciuDaDEl río que nos recorre

10. soberanías sexualesPandemia, desigualdad, confinamiento y violencia de género

11. miraDasCaracas vegetal

14. entrevistaCarlos Arellán: «No lo he hecho tan mal»

15. el rumor De las bolasMinimanual para decir mentiras piadosas

15.crónicaCosas de pueblo

Comercialización y Ventas: 0212-8080323/0426-5112114Distribución: 0212-8085843

Depósito Legal: pp201202dc4166

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03 CArbono 14

l ataque a la moneda constituyó uno de los instrumentos de guerra más poderosos, emplea-

dos por los enemigos de la patria. Tan así, que se cuenta entre los principales factores que hicieron sucumbir a la primera como a la segunda República. Se legisló sobre esta materia para evitar la fuga de metálicos a las colonias extranjeras y se puso a circular los primeros bi-lletes de nuestra historia, pero fue en vano, el colapso fue inminente.

Por este motivo, el Libertador toma la disposición de emitir en Tinaco el 20 de junio de 1821, el “Decreto de Regularización de la Moneda” donde ordena: “1.- Que se publique un ban-do prohibiendo la circulación de toda moneda de cobre y 2.- Que se prohíba también toda moneda macuquina* nueva…si no está resellada en Bogotá” (Hernández Juvenal. Cojedes en la Campaña de 1821. Gobernación del Estado Cojedes, p. 24. 1990).

Lo cierto es que Bolívar y el pueblo patriota estaban dando una dura ba-talla contra la distorsión monetaria, que sería vital en la campaña de Carabobo. De hecho, al entrar triunfante a Caracas, según los señala O’Leary en sus Memorias (1981: 366), el Libertador ratifica el 5 de julio la medida expresada en Tinaco, ya que a pesar de las repetidas órdenes expedidas para la suspensión de la moneda de cobre que, con el nombre de señas, ha emitido y puesto en circulación el Gobierno español mientras dominó en Venezuela, continúa aun circulando en descrédito y ruina del Go-bierno y de los pueblos.

Es por ello que decretó otra medida más radical, en la cual ordenó lo siguiente Art. 1.- En ningún pueblo libre de Venezuela se admitirá ni circulará de ninguna manera, ni por ningún motivo, la moneda de cobre que con el nombre de seña ha introducido en Venezuela el Gobier-no español. Art. 2.- Cualquiera que sea el poseedor de la moneda de cobre que se suprime, la perderá sin in-demnización, puesto que, no estando reconocida por el Gobierno de la República, no debe éste cargar con una deuda creada por el Gobierno español para sostener la guerra contra Colombia”.

Como bien sostiene la argumentación, el propósito que perseguía el saboteo monetario era la “ruina del Gobierno y de los pueblos” pero hubo que enfrentarla con firmeza y contundencia, para vencer las dificulta-des y triunfar en Carabobo.

POR WiLLiAm GArCíA • RED DE HISTORIA TÁCHIRAIluSTRACIón ErASmo SánCHEZ

Sigue leyendo en: Memorias del General O’Leary. Tomo XVIII. Ministerio de la Defensa. 1981, p. Disponible en. https://memorias-deoleary.com/coleccionoleary/

LAS mACuquinAS dEL SiGLo XiX Así se conocieron en América Latina y en Venezuela un

tipo de moneda acuñada en forma ma-nual y a martillazos. Este tipo de mo-nedas toscas fue utilizada desde el siglo XVI hasta mediados del siglo XIX por la monarquía española. Caracterizadas por sus bordes irregulares y la rustica presentación igual que la baja calidad de sus inscripciones. Bolívar eliminó su uso para finiquitar la economía colonialista

luego de la Batalla de Carabobo.

POR XXXXXXXXXXXXXX • @XXXXXXXXXXXXXXXXX

CUANDO LOS COBRES NO VALÍAN

e

PILDORAS PARA LA MEMORIA

AngosturA: cuero por dinero pArA lA pAtriA Bolívar lo vaticinó antes de 1817: Esta provin-cia (Guayana) es un punto capital: muy propio para ser defendido y aún para ofender: tomamos la espalda del enemigo desde aquí hasta Santa Fé, y poseemos un inmenso territorio en una y otra ribera del Orinoco, Apure, Meta y Arauca. Además poseemos ganados y caballos. Como en el día la lucha se reduce a mantener el territorio y prolongar la campaña, el que más logre esa ven-taja será el vencedor. (Memorias de Venezuela N°7 portal CNH)

Por el puerto de Angostura, una vez en control patriota, salieron millones de libras de cuero de ganado para los mercados caribeños y Estados Unidos.

Los bienes que entraban y salían de Angostura, antes de 1817 eran lucrados por godos al servi-cio de España y comerciantes contrabandistas locales, luego pasaron a ser honorarios para la causa patriota. Los registros de entradas y sali-das desde el 3 al 31 de marzo de 1821 reseñan embarcaciones provenientes de Trinidad, Mar-garita y Cumaná, con sal, mercancías, herra-mientas, clavazones, ron y bacalao y de salida embarcaciones nacionales y extranjeras entre otras la naves inglesas y norteamericanas como el Monserrate, el Peggy y el Bethy Ann, carga-das de ganado vacuno, caballos, mulas, cuero y frutos de paya, visadas por el capitán del puerto de Angostura José Tomás Machado.

lA tAreA de HistoriAEl sistema económico durante el siglo XIX fue fundamentalmente agropecuario y artesanal, du-rante la guerra de independencia las tropas pa-triotas y realistas avanzaban seguidas por arreos de ganado que sustentaban a los soldados. Cuan-do se produjo la batalla de Carabobo, llevaron más de tres mil reses desde Apure para alimentar a los patriotas pero también se registraron jaeces de vacunos traídos desde Borojó (Falcón) hasta San Carlos (Cojedes). Así como hubo tropas dis-ciplinadas que alimentar, también hubo quienes se dedicaron a robar a diestra y siniestra, muchos de ellos pobres y hambrientos. ¿Porqué? Sigue la historia:

PARA SEGUIR LEYENDO: Revista Memorias de Venezuela N°21 Centro Nacional de Historia. Disponible en : ttp://cnh.gob.ve/images/PDDrmemoriasdevenezuela/MV21%20.pdf.

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04 mitoS

trotA CCS

El señor (o la señora) de las excusas vive en nosotros, algunas veces de manera abierta y otras, encubierta. Sale a relucir desde los tiempos infantiles, cuando no queremos estudiar o hacer la tarea; y ya de adultos, para incumplir con las responsa-bilidades de padres, madres, funcionarios o dirigentes. Carmelo Salazar, mi profesor de castellano, allá en Antímano, solía decir que “desde que se inventaron las excusas nadie hace nada”.

No es raro, entonces, que el señor o se-ñora de las excusas se haga presente en una faceta que puede llegar a ser muy exigente para la fuerza de voluntad, como lo es correr.

Para dejar de trotar hay un repertorio tan extenso de justificaciones que ni siquiera hace falta tener mucha imaginación a la hora de exhibir una diferente cada día a lo largo de varios meses.

Enumeraré algunas, cortesía de mi pro-pio señor de las excusas: lluvia o amena-za de; demasiado sol, mucho calor, ¡qué

No se sabe si fue por desesperación o por supervivencia que surge en el imaginario histórico el mito de una ciudad totalmente cubierta de oro y llena de riquezas. Lo que es cierto, es que esa gran mentira les per-mitió a los indígenas burlar así fuera por un rato las ambiciones desmedidas de los invasores.

El cine y la literatura se han encargado de retratar esta historia. Por ejemplo, en la novela Cándido, o el optimismo, de Vol-taire, relatan cómo el protagonista y su co-mitiva llegan a El Dorado para convertirse en esclavos de los indígenas. La película Fitzcarraldo, de Werner Herzog también ilustra los delirios de riqueza de un euro-peo en la Amazonía peruana.

Se dice que la leyenda de El Dorado tuvo lugar en Colombia. Juan Rodríguez Freyle, fue el primero en hacer reseña de sus hallazgos en el libro: Conquista y descubrimiento del Nuevo Reino de Gra-nada. Resulta que descubrió a la nación Muisca, cuya tradición espiritual consis-tía en rendirle honores al cacique mayor bañándolo de polvo de oro por todo su

POR CLodovALdo hErnándEz •@clOdOheR

ilustRación SoL roCCoCuChi•@ocseneba

EL SEÑOR (O LA SEÑORA) DE LAS EXCUSAS

EN BUSCA DE EL DORADO

Cuatro veces Caracas 42K. Este domingo 14 de marzo ha de verificarse en Caracas un nuevo milagro, el cuarto de un pequeño grupo de entusiastas que ha logrado realizar, pese a numerosos factores en contra, el Maratón Caracas 42K. En 2018 fue una proeza por tratarse de la primera vez; en 2019 fue una hazaña porque el país atravesaba un momento realmente complejo; en 2020 logró salvarse de milagro, justo antes de la cuarentena que obligó a aplazar casi todos los maratones del mundo. Este año va con grandes restricciones por la misma causa, pero va. Enhorabuena a los organizadores, participantes y autoridades.

Próxima entrega: Contra el desánimo de los retrocesos

frío!; zona peligrosa, piso resbaloso, pe-rros mordelones, zapatos gastados; dolor de cabeza, de oído, de muela, de gargan-ta, de barriga, de testículos, de rodillas, de canillas, de tobillo o de dedo gordo; gripe, ratón, cansancio, insomnio, exce-so de sueño; mucho trabajo, jefes ladilla, subalternos tarados; carro accidentado, una reunión, viene el plomero, el carpin-tero, el albañil, el electricista, el técnico de la computadora; depresión clínica o depre

cuerpo, y luego limpiarlo en un lago. Los Muiscas eran pródigos en elaborar toda clase de estatuillas e imágenes de oro para fines ceremoniales.

La verdad es que el cuento de El Dorado sigue siendo un misterio. La época de la conquista fue masivamente mortífera, y desde esta esquina queremos creer que nuestros ancestros les jugaron una bro-ma pesada al apetito salvaje de los co-lonos para que se perdieran en la selva. La sed de oro, piedras preciosas y otros metales y materiales desencadenó una masacre que no ha cesado desde 1492.

Avanza el tiempo, y la historia con-tinúa repitiéndose una y otra vez. El Dorado era aparentemente una ciudad dorada en medio de la selva de “nunca jamás”. Pese a que no encontraron la ciudad, encontraron muchas otras ri-quezas, y el afán por apropiarse de todo arrasó con millones de vidas y culturas ancestrales.

El Dorado sigue existiendo. Hoy en día no son colonos, sino trasnacionales, el

sifrina... En fin, cualquier argumento pue-de volverse genial.

Aclaremos que muchas de las razones anteriores pueden ser realmente válidas. Pero, algo te aseguro: tú sabrás perfecta-mente cuándo es causa razonable y cuán-do es excusa. No te engañes.

Lo terrible de las excusas es cuando te acostumbras a ellas y entonces vas saltan-

Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización del Tratado del Atlán-tico Norte (OTAN), el Grupo de los 8 y todo aquel que quiere seguir socavando las bases del corazón del planeta, sin llegar aún a la gallinita de los huevos de oro.

do de una a otra hasta que un día sacas la cuenta y llevas un mes sin trotar. Por eso, al señor (o la señora) de las excusas hay que picarle adelante y apagarle el audio. Inténtalo.

Se dice que El Dorado existe, pero en los corazones de las mujeres y los hombres que hemos venido levantando nuestras patrias con voluntad, conciencia y pasión. Por fortuna, esa ciudad recóndita jamás la encontrarán los colonos, así nos bloqueen y pretendan invadirnos.

POR mArÍA EuGEniA ACEro CoLominE • @andesenfRungen ilustRación ErASmo SánChEz

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05

Gran Grupo de Venezuela: talento felino de la salsa

múSiCA

En el 1958, en Petare casi no había viviendas. Para aquel mo-mento, la diversión de los muchachos era hacer carreras, ju-gar con metras o con cualquier otra cosa que les permitiera compartir y pasar un buen rato. El videojuego y los aparatos electrónicos apenas estaban en el imaginario de los dibujos animados, así que la creatividad y el talento eran los principa-les aliados para drenar la energía.

En esa época, justo en un puente que comunicaba el sector la Amapola y la Pradera de la mencionada parroquia miran-dina, tres muchachitos de 12 y 13 años tomaron perolas de leche y aceite y maracas hechas con capachos. Jugaban a ser como la Sonora Matancera, La Billos, Los Melódicos y las grandes orquestas de la época. Uno de ellos se llamaba Felipe Díaz, el otro Luis González y Félix Utrera.

“Nos la pasábamos los fines de semana cantando y tocando, Luis González con los perolitos, Luis Utrera con el cuatro y yo con las maracas y la voz. Queríamos hacer un conjunto, en-tonces un joven mayor que nosotros, Miguel López, siempre pasaba, nos miraba y como tenía más medios que nosotros, nos ofreció unas tumbadoras, un bongó bajo de fleje llamado marimbola y unas maracas. El tres nos lo dio el señor Damián Bolívar, padre de Luis González. Así empezamos Los Tigritos del Ritmo y nos llamábamos así porque éramos muchachos de 12 hasta 14 años”, relató Díaz.

De tres integrantes pasaron a ser seis: un sexteto. Tocaban guaracha, merengue, sones como las agrupaciones del mo-mento. Los muchachitos de aquel puente de Petare crecieron en la música, en las fiestas del barrio, de la cuadra; en las cele-braciones de los familiares, los amigos y los eventos popula-res. Crearon un estilo y sus integrantes se hicieron hombres, cabezas de familias, padres de futuros músicos de relevancia nacional e internacional.

En los primeros años de los setenta, Orlando Briceño les su-girió incluir trombones a la armonía. Con el dinero obtenido en una presentación compraron los instrumentos de viento y se los entregaron a los entonces atrileros, Alberto Palacios y Alexis Perdomo, para que los estudiaran. De esta manera, con una plantilla más amplia, en palabras de Felipe Díaz: “de tigritos pasaron a cunaguaros”: el Gran Grupo de Venezuela,

Por más de 50 años, estos músicos, oriundos en su mayoría de Petare, han alternado tarima con grandes figuras y orquestas de salsa,

demostrando que el talento se mantiene con el tiemPo

POR NATCHAiEViNG mÉNDEZ • @NATCHAIEVING FOTOGRAFÍAs mAiRELYS GONZÁLEZ • @mAIRElysCG27 • ARCHIVO

orquesta emblemática que desde finales de los 70s ha hecho mover el esqueleto a más de uno, manteniéndose activo hasta la fecha.

Esta agrupación cuenta con siete producciones, las cuales tienen como principal atractivo que la mayoría de sus temas originales, algunos compuestos por Díaz, otros por Héctor Marcano. Inicialmente, los arreglos estaban a cargo de Orlan-do Briceño, luego, Félix Shacaíto Suárez toma la batuta y les otorga un estilo que hace a la orquesta única.

“Hemos tenido la oportunidad de alternar con muchísimas bandas. En el año 82 nos ganamos el premio la Sapoara de Oro, que era de Ciudad Bolívar, pero lo daban en la capital por ser la orquesta que más sonaba en El Poliedro. Nosotros alternamos con Fania, con (Los hermanos) Lebrón, con Celia Cruz, con Roberto Blades, con la orquesta Mulenze, Ismael Rivera, con muchas”, refirió Díaz.

El sonero resaltó que en toda esta larga carrera, la orquesta ha servido de trampolín para que grandes músicos se posi-cionen en el género y demuestren su talento en espacios na-cionales e internacionales. Destacó la receptividad que han tenido con el público durante todos estos años, pese a que por estar en Petare y no en Caracas su proyección no ha sido tan visible como otras agrupaciones de igual trayectoria.

En la actualidad, el Gran Grupo de Venezuela mantiene a dos de sus fundadores: Jorge Utrera, quien es el director y pianis-ta. También se encuentran Henry Madrid (bajo), César Rojas (tumbadoras), Abraham Salas (timbal), José Gómez (bongó), Julio Castillo (trombón), Rafael Ruiz (trombón), Pacheco Álvarez (trombón) y los cantantes Richard Vargas, Ricardo Ojeda y Felipe Díaz.

Siendo una de las instituciones salseras con más trayectorias en el país, la historia de esta orquesta es referencia en el movi-miento de la música afrolatinocaribeña venezolana y aun tie-ne muchos proyectos que consolidar. Siguen y seguirán acti-vos, recalcó Felipe Díaz, pues la salsa es parte de su identidad, y yo me atrevería a decir que esta orquesta y su sonido es una muestra identitaria de la cultura salsera. Más ná…¡Saravá!.

Swing Latino

Culminadas las ficciones del bar de Petare, que tan mal terminaron, me queda retomar esta saga de bole-ros, meretrices, novias imaginarias, bares y burdeles, y decir el bar es la sala de partos del bolero, del burdel también, pero vamos a dejarle una vainita al tango. Allí nacieron esos cantos desgarrados, allí se forjaron los malos sentimientos de infidelidades y traiciones, allí anidó el rencor pero también las mieles dulces, –así redunde la vaina–, del amor.

En buena parte del siglo pasado, la rocola y el barman fueron psicólogos de hombres tristes: en realidad el doctor era el bartender, la rocola la medicina y las enfermeras, las meretrices. Allí se forjó, cual hierro colado, la historia universal de la infamia del amor. Y a pesar de haber desaparecido estos templos, todavía quedan algunos y sin rocolas, como el renacido Puto Bar, para elevar nuestras oraciones al dolor del amor, al indigno desamor, a su majestad el despecho.

En el imaginario bohemio de Benito de Jesús, que hasta familia debe ser del Catire, hay una cuerda flo-ja entre el amor inmenso por Gloria, su mujer, y las peripecias naturales de un músico que deambula por las noches de bar en bar, sin poder evitar escribir las cuitas amorosas, propias o ajenas, que ocurrían en aquellos lupanares de mala o buena muerte. Ante la duda de si eran propias o ajenas, Gloria, la que con-taba 15 años, la primera vez que la vio, él de 22, se le rebotó y Benito contaba: “Tú sabes que de los artistas a la gente le gusta estar hablando. Cuando salía para San Juan ella me daba un beso antes de irme. Un día la noté un poco triste, porque le habían llevado un cuento de que yo andaba con alguien, y cuando me despedí, ella quiso repeler el beso. Eso hizo que yo me fuera triste también. De vuelta lo primero que me salió fue: ‘No puedo verte triste porque me matas’... Ya en casa se la comencé a cantar. Se me tiró encima a llorar y lloramos los dos”.

De allí surgió Nuestro Juramento, y el verso: “Con tinta sangre del corazón”.

Boleros que curan el alma

un JuraMento de BaresPOR HumbERTO mÁRquEZ IlUsTRACIÓN SOL ROCCOCuCHi •@ocseneba

Son referencia en la música afrocaribeña del país

Desde finales de los 70 nos han hecho mover el esqueleto

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Los atletas más grandes de la historia del deporte no solo han dejado huella por los triunfos en sus respectivas disciplinas, sino por la lucha que dieron fuera de la arena competitiva para pelear por causas que los engrandecieron como seres humanos. No han sido muchos los atletas que han mos-trado esa conciencia social. Y en los tiem-pos que corren seguimos presenciando esa marcada diferencia entre los deportistas que prestan su voz y prestigio para reclamar justicia; y los que prefieren pasar de largo y seguir en lo suyo.

Hace pocos días el mundo del deporte pre-senció esa batalla entre el compromiso y la indiferencia, protagonizada por dos de los atletas más fabulosos de nuestros días: la estrella de Los Ángeles Lakers de la NBA, LeBron James, y el goleador del Milan de la serie A de Italia, el sueco de ascendencia Bosnia-croata, Zlatan Ibrahimovic.

A diferencia de Michael Jordan, la estre-lla de los años noventa de los Toros de Chicago en la NBA, quien rechazaba me-terse en temas sociales, porque según su

POR GERARDO BLANCO • @geRaRdOblancO65IlUSTRacIÓn JUSTO BLANCOEL ÁLBUM DE LOS COMPROMETIDOS

LA VIDA ES JUEGO

TRAMA COTIDIANA

filosofía mercantilista los “republicanos también compraban zapatillas”, LeBron James ha sido un crítico de la violencia policial, la discriminación y el racismo del que siguen siendo víctimas la pobla-ción afroamericana en Estados Unidos.

Pero a Ibrahimovic le molesta que James utilice su imagen para dar estas batallas fue-ra del tabloncillo y por ello declaró a los me-dios italianos que el astro de los Lakers: “es

fenomenal en lo que hace, pero no me gusta cuando personas con algún tipo de estatus se dedican a la política al mismo tiempo”. A lo que LeBron respondió: “Nunca me calla-ré cuando algo está mal. Yo hablo por mi gente, hablo de igualdad, de injusticia social, racismo, supresión del voto sistemática”.

En el álbum de atletas favoritos que hemos ido llenando a lo largo de la vida, figuran los comprometidos en lugar de los tibios,

los indiferentes o los que voltean la bande-ra de su patria para pedir una intervención extranjera.

Allí está, en primerísimo lugar, el legendario Muhammad Ali, quien prefirió ir a la cárcel antes de alistarse en el servicio militar de Estados Unidos para asesinar a la población de Vietnam. También figura el solidario jar-dinero puertorriqueño, Roberto Clemente, que un 31 de diciembre de 1972 desapareció en la inmensidad del mar con un cargamen-to de amistad, medicinas y provisiones para ayudar en aquella tragedia del terremoto en Nicaragua.

En nuestro libro de cromos tampoco falta el gran mediocampista venezolano Luis Men-doza; un guerrero de los derechos de los ju-gadores que a lo largo de su carrera se peleó con toda la dirigencia del fútbol nacional para descolonizar a los equipos, y apostar por futbolistas nacidos y formados en el país. A este álbum de colección, acabamos de pegar la barajita de LeBron James, que entre el silencio y el trueno, se queda con el poder de sus palabras.

Una sentencia luminosa del gran Perogru-llo, afirma que el teatro es una metáfora de la vida. Viniendo de él no nos queda duda de lo acertado de la misma. Este carácter metafórico va más allá de las historias y anécdotas que se suceden en escena, tam-bién tiene que ver con el funcionamiento del andamiaje vital. “La ley del más fuer-te”, “la supervivencia del más apto” y otras darwinianas por el estilo, que a pesar de lo refutable que puedan llegar a ser, dan cuen-ta de estructuras y dinámicas que operan sobre la voluntad o resolución de un indi-viduo o una especie. Si un tigre decidiese no comerse al venado que está a su alcance, podría pasar una semana más sin comer, pero esa decisión no pasa por el tigre sino por el instinto de supervivencia, que fun-ciona como una ley tanto para el tigre como para el venado, que tampoco puede decidir suicidarse y esperar el zarpazo. Entonces, el instinto opera como fuerza o causa mayor, en latín vis maior que, como explica la aca-demia: es un hecho que no se puede evitar y tampoco prever.

La razón de Estado se comporta más o me-nos como el instinto de conservación, se supone que se aplica por causa mayor, así

Hay leyes que por más que se quiera, no se pueden saltar. Digamos, por ejemplo, la ley de gravedad, porque hasta lo que vuela lo hace gracias a los principios de esta ley.

En la escritura de la pieza teatral hay leyes que hasta el más anticonvencional de los dramaturgos no se puede saltar. Como, por ejemplo, lo que se escribe tiene que ir dirigido a un público o tiene que haber unas acciones para llevar a escena.

Toda dramaturgia, cuyo propósito no sea desdecir de todo lo escrito y llevado a es-cena en los últimos dos mil quinientos años, obedece, además de a las leyes ya mencionadas, a otras como la estructura en tres actos. Aunque el autor sostenga que su pieza es de uno, dos, siete o doce actos, la verdad irrebatible es que su his-toria está compuesta por un inicio que es el primer acto estructural, un desarrollo que es el segundo acto y un final, que es el tercer acto. Otro elemento ineludible es la presencia de dos fuerzas que se oponen. El resultado del conflicto que esta opo-sición genera implica la caída del telón final y los aplausos del público.

POR RODOLFO PORRASIlUSTRacIÓn ERASMO SáNCHEZLA ESTRUCTURA DE LA PIEZA TEATRAL

nos topemos con razones de Estado que ni comprendemos, ni podemos prever y sobre la cuál no tenemos acceso a explicaciones. Como por qué Guaidó, robó, no huyó y no lo atraparon. ¡Bueno! No sólo robó (millo-nes de dólares) sino que desobedeció órde-nes del Tribunal Supremo de Justicia, ges-tionó la quiebra del país, provocó muertes, usurpó y usurpa cargos y sirvió de puente

para que otros países nos robaran inmensas cantidades de dinero.

En la escritura teatral, saltarse leyes estruc-turales, aunque sea por vis maior deja como saldo una pieza incomprensible, fastidiosa o simplemente incoherente. En todos los casos, se paga con una mala taquilla y con críticas nefastas.

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07

El río quE nos rEcorrE

El GuairE sE asEmEja mucho a su ciudad. En apariEncia Está sucio y muy contaminado, pEro no concEbimos caracas sin él. ¿cuál Es la historia

dEl río quE nos atraviEsa y ha sido tEstiGo dEl dEvEnir dEl país?

POR MAríA EugEniA ACEro CoLoMinE • @andesenfRungen fOtOgRafías MAirELyS gonzáLEz • @MaIReLYsCg27 • MiChAEL MAtA • ARCHIVO

CiudAd

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0908

tantes de toda la ciudad, e incluso las familias de bien preferían construir en las riberas del Guaire para surtirse del generoso caudal de la ciudad.

En 1827, visita a Caracas el conde Felipe del Segur, el cual en sus memorias des-cribe así el valle de Caracas: “La ciudad parecía formar parte del campo, en don-de las límpidas aguas del Guaire corren entre céspedes a los pies de copudos ár-boles, vibrantes de cantos de pájaros”.

Bolívar se bañaba en el Guaire, y los Caribes que habitaban por el este del este de la ciudad denominaron a su co-munidad Petare, que significa “Mirada frente al río”. De hecho, nuestros indí-genas llamaban a Caracas el “Valle del Guaire”, según rememora Carmen Cle-mente Travieso.

Existen aún postales, cuadros y fotos de antaño, donde se podía apreciar la belleza natural del Guaire en todo su esplendor. No se sabe de dónde viene su nombre, pero documentos antiguos se refieren al río como Guayre, Huaire o Uaire, según reseña Gerardo Rojas Benavides en su tesis de maestría “Di-versas miradas sobre el papel del Río Guaire en la historia de Caracas”. En las riberas del río, los mineros pescan metales y objetos de valorSe dice que Caracas era conocida como “El valle del Guaire”

Antonio Guzmán Blanco acabó con el río

Se continúa haciendo intentos para su saneamiento

Así como es imposible concebir a Cara-cas sin su Waraira Repano, imaginarnos la ciudad sin el río Guaire es práctica-mente impensable. Ese testigo silente que atraviesa 72 kilómetros de nuestra capital nacional desde Las Adjuntas hasta el Tuy ha presenciado todas las generaciones que han conformado nuestra identidad nacional así como los numerosos eventos históricos que se han desarrollado sobre estas tierras.

El Guaire nos genera al mismo tiem-po asco y ternura. Sus aguas marrones adornadas de garzas y flores amarillas de árnica nos acompañan mientras vamos viviendo nuestras tragicómicas cotidiani-dades, llenas de estrés, des-orden, contradicciones y emociones encontradas. En nuestro inconsciente defen-demos nuestro río, porque seguramente pensamos que así como los británicos tie-nen su Támesis y los france-ses el Sena, nosotros no nos quedamos atrás con nues-tro Guaire querido. Quien no se conmueva con la vista del caudal desde las nalgas de Rómulo por Colinas de Bello Monte un atardecer de luna llena, o cuando los araguaneyes florecen en sus riberas, no es un digno caraqueño.

CARACTERÍSTICAS GENERALES Se dice que el origen del Río Guaire pro-viene de algún cacique caribe. Se dice que es un río corto: tiene una longitud de 72 kilómetros y comprende unos 655 Kiló-metros cuadrados, unos 45 km. de largo y unos 15 de ancho, presenta forma rec-tangular. La cuenca está formada por el Valle de Caracas, el cual es relativamente

alto, estrecho y largo, rodeado por la alta y empinada Cordi-llera de la Costa, la cual corre paralela al litoral central.

Varios afluentes alimentan al Guaire, como las quebradas Anauco, Catuche, Caroata, Mariperez, Quebrada Honda, Los García, El Ávila, Chacaí-to, Agua de Maíz, Sebucán y otros.

El río actualmente está canali-zado para evitar crecidas. Por

ejemplo, el sector de San Agustín por muchos años se vio afectado por los des-bordamientos del Guaire, y construyó originalmente sus barriadas en lo alto de las montañas para evitar sufrir por las crecidas.

ÉRASE UNA VEZ UN RÍO LIMPIOHumboldt y Bompland hablaron del Guaire, en su libro “Viaje a las regiones equinocciales del viejo continente”. En el pasado, el río alimentaba a los habi-

Antes, el Guaire era un referente obligado para naturalistas y poetas

El Guaire también fue usado para surtir de electricidad. Se crearon a principios del siglo XX estaciones en el Cañón del Río Guaire, Los Naranjos y La Lira.

QUIÉN DAÑÓ AL GUAIREUnos dicen que fueron los adecos. Pu-diera ser esto verdad, si consideramos a Guzmán Blanco un proto adeco de su tiempo. Fue el americano ilustre el responsable de transformar al manso y apacible río en el vertedero que cono-cemos hoy en día. Este dotó a Caracas de cloacas y alcantarillado, pero ordenó a que se utilizara el río Guaire como la vía principal de desagüe de las aguas residuales de la ciudad.

JUGLARES FLUVIALESEpopeya del Guaire

El río Guaire tiene malos modales, cuando va en los autobuses nunca le cede el puesto a las parturientas, se sienta primero que las damas, en los entierros grita más alto quelas viudas, dice impertinencias del muerto, cuentos de los otros ríos.

William Osuna.

Existió incluso un grupo poético lla-mado “Guaire”, conformado por Ra-fael Arráiz Lucca, Luis Pérez Oramas, Nelson Rivera, Armando Coll, Yolanda Pantin, los hermanos Miguel y Alberto Márquez, Leonardo Padrón y Alber-to Barrera Tyszka. Ellos desarrollaron una poesía conversacional, dirigida hacia y proveniente de la calle, e hicie-ron recitales a lo largo de la ciudad a inicios de los años 80 en los predios de la Universidad Católica Andrés Bello.

Miyó Vestrini, Antonia Palacios, Aquiles Nazoa, Juan Antonio Pérez Bonalde, son algunos de los poetas que les han tirado una florcita al río.

En la música, Billo Frómeta dedicó “Mi viejo Guaire”, y Desorden Público le rin-dió tributo con “Peces del Guaire”. Ese Valerio también cantó “Canción al Guai-re”, y Piero menciona al río en su legenda-ria “Caminando por Caracas”.

MISTERIOS DEL RÍO GUAIRESe dice que aún hay peces, moluscos y crustáceos en el río. De hecho, hace poco los escuálidos lanzaron una cam-paña falsa sobre un supuesto avista-miento de delfines en el Guaire.

En las riberas del río, actualmente ha-bitan los sectores más desposeídos de la sociedad. De hecho, están los llama-dos “Mineros”, que se ocupan de pescar

piezas de valor y prendas de oro y otros metales en sus cauces.

Hacia los lados de la UCV existe una gran comunidad de familias sin techo que viven en las riberas del río. Se les conoce como “Los macheteros”. Es un clan que se cuida entre sí y que en oca-siones representa una alta peligrosi-dad, ya que se defienden con machetes. Suelen salir a la civilización con sacos grandes para ocultar el arma que los protege de la desidia de la calle.

EL GUAIRE Y LA POLÍTICANuestro maltrecho río ha tenido par-ticipación especial en los avatares del acontecer nacional. Recientemente, en el año 2017, en los disturbios ocasio-nados por los escuálidos, cada vez que la Policía Na-cional Bolivariana, harta de las provocaciones de los manitas blancas, arremetía para apaciguar a la turba, los “valientes” estudiantes salían corriendo a lanzarse al Guaire, para que la ley no los agarrara. La “bravía” medida de los jóvenes “ada-lides de la libertad” se con-virtió en motivo de burla en las redes sociales.

De igual manera, en estos tiempos de “fake news” y posverdades, cuando Venezuela sufrió el peor sabo-taje hasta ahora perpetrado por el ex-tranjero, cuando en 2019 nos lanzaron un ataque a distancia al sistema eléc-trico del Guri, dejándonos sin luz y sin agua por casi todo el año, la falsimedia se encargó de inventar que los vecinos se estaban surtiendo de agua del río Guaire para poder subsistir.

En 2020, una comisión diplomática de Noruega vino al país para echar una ma-nito al diálogo que el Presidente Nico-lás Maduro ha venido implementando desde que ganó la presidencia para ver si la oposición finalmente le baja dos a su estupidez. La medida de los diplomáti-cos noruegos fue tomada por el Nacional como que éstos habían venido a “navegar en el Guaire”.

OTRAS ANÉCDOTAS GUAIRIEÑASEn 2019 el presidente Nicolás Maduro decidió iluminar el río para navidad. La decoración especial fue motivo de nume-rosos reproches y críticas, ya que los es-cuálidos no solo decían que era un gasto innecesario, sino que insistían en recor-

dar que el Guaire sigue sucio, y que el Gobierno Bolivaria-no no lo ha descontaminado aún. Sin embargo, el pueblo de a pie en general recibió con beneplácito la original deco-ración festiva.

FOREVER GUAIREEl tiempo pasa, y las aguas marrones de nuestro río son cómplices dóciles del tran-sitar de Caracas. Esperemos que la desidia no acabe de-finitivamente con uno de los vestigios naturales de

un pasado más natural y campestre de nuestra capital. El río que nos atraviesa también refleja las complejidades que nos identifican, y de ahí la relación de amor y desprecio por su caudal.

El Guaire será junto al Waraira el cus-todio de la memoria de sus hijos, a quienes ama y acompaña siempre a pe-sar de sus desplantes.

El guaire nos genera al mismo tiempo asco y ternura

Se dice que aún hay peces, moluscos y crustáceos en el río

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10 SOBERANÍAS SEXUALES

PANDEMIA: DESIGUALDAD, CONFINAMIENTO Y VIOLENCIA DE GÉNERO

POR NAthALy VERáStEgUi ilustRación SOL ROCCOCUChi •@ocseneba

PANDEMiA y DESigUALDADLa cuarentena a la que nos ha inducido la pandemia, develó una serie de pro-blemas que antes estaban solapados por la cotidianidad y hoy se dejan ver de forma más evidente. Entre las principa-les víctimas de este evento, tenemos a las y los cesantes, en especial las muje-res, madres y amas de casa. Por lo que esta situación también se manifiesta en términos de género. Venezuela posee una inmensa cantidad de madres sol-teras, las que en muchos casos se han visto forzadas a trabajar en el creciente comercio informal como buhoneras y las más desposeídas en la prostitución–ya sea directa o indirectamente–como única forma de subsistencia. Esta rea-lidad, ante la falta de cifras oficiales, es algo que a veces nos cuesta mirar. O como dice Alí Primera: “el que llena la barriga, se olvida del que no come”.

Ahora, no podemos utilizar los térmi-nos “pandemia” y “confinamiento” sin dejar de relacionarlo con el patriarcado, que durante el encierro ha representa-do un enemigo mortal de las mujeres ya que ha aumentado el estrés familiar y con esto la violencia doméstica de for-ma exponencial .

Las consecuencias de esa otra pandemia, se esconden muchas veces como “secre-tos familiares” por lo que las denuncias no siempre se acercan a la realidad del problema. Y Venezuela, aun teniendo leyes y mecanismos para imputar la vio-lencia contra las mujeres, niñas y adoles-centes, no se ha traducido en un cambio significativo en la población en cuanto a sus prácticas domésticas, y en el desarro-llo de una consciencia antiviolencia.

AUMENtO DE LA ViOLENCiA El confinamiento se ha convertido para muchas mujeres, niñas y adoles-centes, en el hecho de estar constante-mente expuestas a agresores: ya sea en

las calles por los caminos desolados, que son el terreno perfecto para poder violentar con menos riesgo de ser ob-servados, o en sus hogares donde ha-cen vida dentro de un mismo espacio con sus victimarios, que por razones materiales y/o por subjetivas, como el

miedo o silencio institucional, no han encontrado una alternativa para salir de un círculo de violencia constante, además es importante resaltar que mu-chas lo consideran un comportamiento normal o aceptable, debido a su “posi-ción como mujer en la sociedad”.

Es evidente que quienes se encuentran ante mayor riesgo, son las mujeres en situaciones vulnerables, especialmente por razones de dependencia económi-ca, ya que deben soportar la violencia en el hogar, ante la falta de medios; o, por otro lado, las madres solteras que deben exponerse en las calles a otro tipo de riesgos, desde el contagio has-ta los abusos sexuales y feminicidios. Es una violencia que ha ido escalan-do, desde lo físico, sicológico y sexual, hasta el feminicidio como última ma-nifestación perceptible, y entre las más repudiables de las distintas formas en que se presenta la violencia de género.

PARAR LOS FEMiCiDiOS Durante el año 2020, se han denunciado a través de distintos medios, un aumento exacerbado de los femicidios en Vene-zuela, al menos 256, además de un incre-mento a nivel mundial en la cantidad de llamadas a servicios de atención contra la violencia intrafamiliar, denuncias y vi-sitas a páginas de Internet . El año 2021 no se ve muy prometedor, resaltando el mes de febrero en donde se registraron 5 femicidios durante 5 días en todo el país, registrando 3 en menos de 48 horas en el estado Portuguesa. Esto nos lleva a re-plantearnos la efectividad de los métodos de prevención que se han estado imple-mentado durante los últimos años y el peligro latente que esto significa para las mujeres de nuestra patria.

La existencia de leyes o decretos, por muy avanzados que sean, no garantizan una solución de raíz al problema de la violen-cia de género, ya que, se limitan a sancio-narla –o silenciarla–, no a prevenirla. La prevención de la violencia de género, es una lucha constante que debe dar la so-ciedad en su conjunto, para esto es fun-damental el rol de las políticas públicas y los programas de educación no sexista. Como también impulsar el debate en los centros de estudios y de trabajo, en los consejos comunales y todas las expresio-nes del Poder Popular..

La mayoría de La pobLación, Los pobres, entienden La pandemia como un desafío a La supervivencia. mientras, Lo que para aLgunos

es tiempo Libre y recreación para otros es: estrés, vioLencia y frustración.

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CARACAS VEGETALAÚN QUEDAN MISTERIOS EN LA CIUDAD: POR EJEMPLO, SU VOCACIÓN VEGETAL, EXECRADA POR EL CONCRETO URBANIZADOR. LOS QUE PROTEGEN SU VERDOR,

HOY Y SIEMPRE, ELOGIAN SU ESPESOR DE TRÓPICO PROFUNDO Y LUCHAN PORQUE SU PATRIMONIO SOBREVIVA A LA EXTINCIÓN

POR MArLon ZAMbrAno • @maRlOnzambRanOFOtOgRaFías MAirELyS GonZáLEZ • @maIRElYsCg27 • ARCHIVO

MirAdAS

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vestre de Caracas. Entre sus pasadizos alberga una variedad alucinante de la

flora y fauna más exquisita que un viajero pueda ima-ginar, no digamos un cara-queño típico, prejuiciado y con desgano, por lo general, frente a las emanaciones de la clorofila.

Imprescindible es el nogal de Caracas, un espécimen endémico de la capital que tuvo días de gloria y halló tiempos difíciles, como esté que transcurre, al encon-trarse en una etapa de peli-gro crítico de extinción.

José Antonio Pérez Pineda, un experto, nos cuenta que el nogal se

Nogal de Caracas: endémico y patrimonial

Caracas se confunde entre el verdor de sus tapices vegetales y el gris de sus enormes columnas de concreto. Tras ese movimien-to pendular, lo que queda en la memoria, como en cualquier megalópolis, es una ar-mazón que nos envuelve en rutinas domés-ticas y que nos lleva a concluir que la ciudad es caos, asfalto, vigas y esmog.

Pero basta observarla desde las alturas, un domingo quieto: se extiende, silenciosa, como una gasa de verdores que se achata en el sur y se expande al norte con el Waraira Repano como su puntiagudo campanario, donde van a parar las ilusiones de quienes imaginan aventuras de trotadores y explora-dores en su intrincada espesura. Desde ese enorme sillón apelmazado, desde los aires, la ciudad nos revela con emoción de mu-chacha enamorada su auténtica vocación: la de un crisol florecido.

PATRIMONIO VERDEAníbal Isturdes, desde su enorme humani-dad de poeta y educador, concluye que entre los caraqueños y caraqueñas se desprende un desprecio urbano por la riqueza inmate-rial. “Más importante ha sido establecer esa colonización de la presencia del cemento y la cabilla frente al patrimonio vegetal”.

Parece un árbol cansado de profundas raí-ces, que se mueve con dificultad en su es-fuerzo diario por custodiar la memoria, con especial amor por el testimonio vivo de los árboles históricos o anecdóticos. Miembro del comité cultural, conservacionista y de defensa de la Parroquia San José, Isturdes inició su batallar en el año 76 a raíz de unos decretos de expropiación que planteaban realizar planes de renovación urbana, sacri-ficando el patrimonio arquitectónico y eco-lógico de San José y La Pastora.

Enamorado del samán que está en una pla-zoleta del Foro Libertador, más de una vez nos ha obligado a abrazar el árbol herido desde donde los maestros le explicaron al Libertador cómo elucubrar y perpetrar los sueños. Como casi cualquier árbol, históri-co o no, está abandonado. Imperdonable en este caso, pues se trata de un ejemplar que proviene de la Colonia (data de 1753), que fue bordeado por Simón Bolívar, Andrés Bello y Simón Rodríguez, por Pablo Neruda y Gabriela Mistral, donde fluye la savia de la patria.

Miembro fundador del Parque para la vida ubicado en San José de Cotiza, poeta y so-ñador, don Aníbal identifica por lo menos 12 árboles fundamentales del casco his-tórico de Caracas, cuyo valor se centra, sobre todo, en que aparecen reseñados en los relatos fundacionales, por viajeros como Humboldt.

No tienen culpa, la mayoría de ellos, de la manera en que la población se relacio-na con su naturaleza: las cei-bas, por ejemplo, ícono de Caracas como la emblemá-tica Ceiba de San Francisco, son epicentro de liturgias nocivas para su conserva-ción. En ellas se deposita la fe de una manera brutal, al volverlas repositorio de ri-tuales de amarre y sangre que degradan su estructura. Y lo viven a diario y a lo lar-go y ancho de toda la ciudad.

EL NOGAL DE CARACASEl Waraira Repano, como es sabido, representa un reser-vorio descomunal del patrimonio sil-

da hacia la vertiente norte, en la zona de la quebrada Fortique, y en la vertiente sur por los lados de la quebrada Las Ca-noas, Camino de los Españoles, aunque hay datos que indican que Henry Pittier lo reportó en 1912 desde lo que se llama-ba Aguas Negras, hoy Antímano, según lo reporta el biólogo Rafael Ortiz, el re-descubridor del Nogal de Caracas en el año 2000.

Pérez Pineda, encabeza por la Dirección de Diversidad Biológica del Ministerio de Ecosocialismo (Minec), un proyecto de recuperación y protección del nogal, empeñado en la tarea de reproducirlo y sembrarlo en sitios emblemáticos del Área Metropolitana, en vista de que sus características biológicas dificultan su reproducción.

Se calcula que en el Ávila no sobrevi-ven más de 100 árboles, todos de edad avanzada, lo que junto al cambio climá-tico y la intervención del hombre en sus zonas naturales, limita su permanencia en el tiempo.

Las causas son evidentes: de madera re-sistente a la plaga y gran belleza, se usó desde la Colonia como superficie para las culatas del armamento español. Su versatilidad también sirvió para la ex-portación y uso en la industria maderera europea. Al parecer las puertas del Aula Magna de la UCV fueron hechas con esta madera, y se sospecha, aunque no está demostrado, que las puertas de la Catedral de Caracas también.

Su valor histórico y cultural se comple-menta con el uso que recibió de nuestros aborígenes. Las indagaciones de Ortiz, nos

El Waraira Repano es un reservorio descomunal de vida silvestre

Don Aníbal identifica por lo menos 12 árboles fundamentales del casco histórico de Caracas

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Más allá del concreto, Caracas es verdor

La pira dotaba de superpoderes a nuestros aborígenes El Samán de Bello preserva la memoria libertaria

cuenta José Antonio Pérez Pineda, indican que era un árbol sagrado para los indios Caracas, y parece que el cacique Catia subía al Waraira y divinizaba al nogal en sus prác-ticas chamánicas.

LA PIRA NO ES PAJALa pira es otra planta extendida en la ca-pital, que arrastra el estigma del desprecio o la indiferencia. Incluso la desaparición.

También llamada bledo, amaranto o hierba caracas, tapizó vastas extensiones salvajes de todo el país, bajo el imperio de su cosmogonía. Afirman algunas crónicas de indias que al ingerirla, nuestros aborígenes recibían dones sobrenaturales para la gue-rra, gracias a su carga protei-ca y valor nutritivo, con alto contenido en vitaminas, pro-teínas y minerales (hierro y calcio), superiores a alimen-tos como el arroz, trigo, maíz y espinaca.

Cuentan que tras la con-quista de la ciudad, sitia-da durante varios años por Francisco Fajardo, se ordenó destruir los brotes espontáneos de pira por te-mor a sus poderes mágicos. La pira es entonces, símbolo de resisten-cia alimentaria y cultural.

La Administración Nacional de Aero-náutica y del Espacio (NASA) de EEUU, usa la pira desde 1985 como comple-mento nutricional de sus astronautas. De hecho, una empresa la monopoliza para producir galletas y barras tipo gra-nola, que utiliza la agencia aeroespacial para nutrir a sus enviados a misiones in-terestelares.

Mucha gente la desguaza a machetazos de su jardín por considerarla paja. En la urbe, donde se reproduce de manera silvestre en islas y sobreanchos de las autopistas, lo que recibe es monóxido de carbono como “pre-mio” por su valor patrimonial. De ahí la ex-presión: “me importa un bledo”.

Roberto Díaz, un experto culinario de-dicado a defenderla, conoce por lo me-nos 46 maneras de servir la pira: como plato de entrada, plato fuerte, acompa-ñante, postre y bebida.

Autor del libro La pira, alimen-to de los dioses, editado por El perro y la rana, explica qué hay detrás del escamoteo que nos mantiene renuentes al uso de una hierba tan fácil de sembrar y cosechar, y con tantas posi-bilidades alimenticias: “pesan la falta de conocimiento y el temor que llevamos arraigado en nuestros genes, porque qui-sieron borrarla a la fuerza de nuestra memoria”.

A lo sumo, en Caracas la consigues en algún escon-dido cuchitril del mercado popular de Quinta Crespo o en Catia. En otras regiones del país es un secreto a vo-

ces que pasa de mano en mano, como un artificio misterioso que se mantiene vivo gracias a la sabiduría popular.

En una etapa de nuestra historia reciente, el exalcalde Juan Barreto la asumió como símbolo de la caraqueñidad, e ideó un plan de siembra en terrenos de Caucagua, esta-do Miranda, y su procesamiento a través de maquinaria especializada para la elabora-ción de una harina de color verde en can-tidades industriales, que a la larga fracasó.

Mientras, la pira, que mucha veces desecha-mos por su condición doméstica de mon-te aparentemente inútil, tiene infinidad de usos: para tratar úlceras de la piel, contra la irritación de la garganta, eliminar parásitos,

aliviar reumatismo y depresión, para la esti-mulación de las neuronas y mejoramiento de la actividad cerebral, combatir diarreas, la menstruación excesiva, la fiebre, los em-paches y los moretones de la piel.

El Nogal de Caracas, un espécimen endémico de la capital que tuvo días de gloria y halló tiempos difíciles

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14 ENTREVISTA

“NO LO HE HECHO TAN MAL”

Si yo dudara de mi virilidad, no me atreve-ría a decir lo que pienso. Carlitos es un be-llo. No solo es joven, agraciado físicamente, inteligente, vivaz, reconocido profesional y atento. Además, cuenta con dos atributos que lo convierten en un rara avis de la tele-visión venezolana: es humilde y respetuoso.

Se podría pensar que fue punta de lanza de un atentado contra Walter Martínez, por lo menos, de su salida presurosa de “el ca-nal de todos los venezolanos, VTV”, en un movimiento que generó escozor entre una audiencia matrimoniada con la gestión de gobierno, pero sorprendida por lo que con-sideró un agravio contra uno de los duros del periodismo comprometido con la re-volución bolivariana a través de su célebre espacio Dossier.

Cada quien lo interpretó a su manera, dada la opacidad de la medida que descartó de la plantilla del canal a uno de los periodistas más reconocidos del país para poner en su lugar, en uno de los horarios más ambicio-nados del prime time a un muchacho con cara de asustado que antes se dedicaba a la fuente de deportes.

A ciencia cierta, pocos apostaron por El mundo en contexto y la conveniencia del cambio, pero luego de un Premio Nacio-nal de Periodismo y una audiencia que a regañadientes, poco a poco, ha regresado a las pantallas de VTV de 9:00 a 10:00 p.m., Carlos Arellán cumplió la tarea, con creces.

—¿TE MOLESTA QUE TE COMPAREN CON WALTER MAR-TÍNEZ? ¿SIENTES UN PESO POR HABERLO SUSTITUIDO EN SU HORARIO IMBATIBLE?

—No me molesta. Al contrario, me halaga y me exige. Pero no para igualarme a él o superarle, ya que creo que el profesor es de una raza de periodistas auténticos que no se repiten. Más, estar en su horario, sí nos

ES EL MUCHACHO DE MODA EN VENEZOLANA DE TELEVISIÓN (VTV).

AL MENOS, DESDE QUE SUSTITUYÓ A WALTER MARTÍNEZ Y SU CÉLEBRE

DOSSIER, TRAS UN POLÉMICO FORCEJEO INSTITUCIONAL. POCO A POCO,

VA REENAMORANDO A LAS AUDIENCIAS

POR MARLON ZAMBRANO • @maRlOnzambRanO

fOtOgRafía CORTESIA

ha planteado como equipo crear nuestro propio formato. Copiar al profe es un riesgo peligroso de quedar en ridículo y eso sería el peor tributo que se puede hacer a un sa-bio del periodismo. Así como él creó y con-solidó un estilo, nosotros en el programa buscamos con nuestros recursos, talentos y capacidades, hacer igual.

—ENTRE LA FUENTE DEPORTIVA Y LA INTERNACIONAL, ¿CUÁL PREFIERES?

—No es que ahora prefiera una so-bre otra. A cada una le debo cosas in-sustituibles. Con deportes viajé fuera del país varias veces. Estuve en unos Juegos Olímpicos y fui testigo de la se-gunda medalla de oro de nuestro país en la máxima cita. En internacionales comprobé que puedo tomar otros retos, y por lo que dicen las personas que me ven, al menos no lo he hecho tan mal, y al mismo tiempo me ha dado otra pro-yección y la oportunidad de merecer un Premio Nacional de Periodismo y tener al mismo tiempo el comentario como televidente del presidente Nicolás Ma-duro. Que el presidente de tu país te vea en alguna ocasión a pesar de sus ocupa-ciones, es tremendo mérito y eso me lo ha dado la etapa en internacionales.

—¿SIENTES QUE LOS VENEZOLANOS NOS DISTANCIAMOS DEL CONTEXTO GEOPOLÍTICO INTERNACIONAL PARA CONCENTRARNOS MÁS EN EL MARUTO?

—Y cómo no hacerlo si los problemas nos afectan en lo cotidiano. Son abru-madores y es inevitable que no todos podamos sacar una relación de que todo tiene que ver con todo, que Venezuela es un epicentro clave en el pulso de una nueva geopolítica, y que nuestro país mucho más que antes está insertada en

las grandes ligas de lo que pudiera re-sultar en el establecimiento de un nuevo orden mundial. No nos subestimemos. Sí, hay muchos problemas que se deri-van de nuestras propias fallas, pero no son menos las que son inducidas y agu-dizadas. Nadie es libre impunemente.

Nació en la ciudad de El Tigre, estado Anzoátegui, un 19 de octubre de 1985, y hace 11 años llegó a Caracas en pos de una aventura que aún no ha completa-do, confiesa, porque ni siquiera cono-ce bien toda la ciudad. Es un orgulloso egresado de la Universidad Católica de Guayana y su experiencia televisiva co-menzó en TVes, en los días de Lil Ro-dríguez, hasta que lo absorbió Venezo-lana de Televisión.

También escribe. Profesionalmente y como parte de su oficio, lo hizo para Ciudad Caracas y Correo del Alba, y ac-tualmente para Redradio. Por un mes presentó las emisiones de Deportes Tele-sur, durante el Mundial de Brasil 2014. En radio, hizo escarceos para el circuito de PDVSA.

—¿QUÉ PIENSAS DE LA GENTE QUE LLAMA A VTV “NARNIAVISIÓN”?

—Me afecta pero no los juzgo. Cierta-mente nos falta, como plataforma de comunicación, montarnos en los pro-blemas del pueblo, pero no para flagelar-nos, sino para resolverlos. No hacer eso ha generado la percepción de una fatal falta de empatía con la gente que cree, sin culpa, que desde los medios públi-cos nos hemos propuesto la supuesta y deliberada intención de instalar una na-rrativa “narniana”. Con todas las fallas comunicacionales que tenemos, si nos hubiéramos propuesto hacerlo así, no nos habría salido tan bien.

—¿DEBE SER MÁS CRÍTICO Y COMBATIVO EL PERIODISMO OFICIALISTA?—Primero, no me gusta el término de pe-riodismo oficialista, pero lo entiendo como una categoría de análisis para distinguirlo del periodismo que no se hace desde me-dios públicos. Sí, creo que debe ser crítico y combativo; y añado que innovador, renova-dor, enfocarnos en replicar lo bueno y aña-dirle nuestro toque. Creo que además de afi-nar el fondo, tenemos que trabajar también en la forma. Cómo se ve lo que se dice es tan esencial como el discurso de la información.

—¿A CUÁLES PERIODISTAS VENEZOLANOS ADMIRASPARTICULARMENTE?

—Al profesor Walter. Me impresiona la sencillez aguda e inteligente de Earle. Esa capacidad de decir mucho con poco en su columna Kiosko Veraz es envidiable. Ad-miro la distinción, aplomo y sobriedad de un amigo y colega que se llama Juan Car-los Rozo. Me parece que es un periodista y presentador extraordinario que ahora está en Irán. Madelein García y su vocación in-agotable por la noticia y el rigor que pone en cada uno de sus trabajos. También admiro el trabajo de un colega joven, venezolano pero que está ahora en Colombia, se llama Carlos Arturo Albino. Si bien no es nada amigable con la causa revolucionaria, creo que tiene el alma innata de un periodista que se desvive por su trabajo. Así no comparta sus ideas, su vocación es admirable.

—¿QUÉ NOTICIAS TE ESPERANZAN MÁS? ¿CUÁLES TE DEPRIMEN?

—Me esperanzan las hazañas humanas, los milagros y las revoluciones populares y me deprimen o me abisman los sucesos, los asesinatos, el aumento del dólar, la pobreza, las revoluciones de colores y la alegría de los imperialistas.

CARLOS ARELLÁN:

Arellán está convencido que el periodismo debe ser crítico, combativo e innovador

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15 EL RUMOR DE LAS BOLAS

MINIMANUAL PARA DECIR MENTIRAS PIADOSAS

Sundandem dercide viduci ipiendelitemipt holuptaquiptercide viduci ipi holupta-quiptercide viduci i

Barato: adjetivo en desuso en Venezuela.Bitas num estiehfhgAtur, ne pro quisqui

quholuptaquiehfhgehfui holuptaquip-tercide viduci i

TUIT DE

Las mentiras no dejan serlo, incluso con adjetivos, pero hay que sincerar el asunto, estar preparados para decirlas cuando la situación lo amerite.

1. Te llamé y no me cayó.

2. Gracias por tu comentario.

3. No te preocupes que yo me encargo.

4. Todo va a estar bien.

5. No es que esté mal, es que haces las cosas de manera distinta.

6. Yo siempre estaré ahí.

7. No te queda mal ni se te ve feo.

8. Siempre leo lo que escribes.

9. Te llamo la semana que viene.

10. Me encanta tu Minimanual.

POR NATHALI GÓMEZ • @laesPeRgesia • ilustRación jUStO BLAnCO

Por qUé soñar DEsPIErTo no cUEnTa como DormIr con los ojos abIErTos

Pr

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El gran poeta, ensayista, dramaturgo y orador que fue Andrés Eloy Blanco (Venezuela 1897-México 1955, lleva-do sus restos al Panteón Nacional en 1981) también dejó cuentos escritos con el fino humor de su verbo y pluma. En un libro suyo titulado La Aeroplana Clueca destaca el relato La gloria de Maporal, donde describe un lio vecinal entre esta población barloventeña cercana a Tacarigua y otra de nombre Manatí, solo encontrada en la ficción del poeta cumanés.

Entre la ironía y el absurdo, va discurriendo su vernácula prosa aposentada en esa región mirandina, con sucesos municipales propios de cualquier parte del país. Es de verse el desacato y la irreverencia entre los pobladores del lugar (cada uno aferrado a su fuero) cuando por ejemplo: la llegada de un cura de parroquia a uno de los pueblos y al otro no; la construcción de una carretera a orillas de una de las comunidades; la formación de una Junta de Fo-mento para regir los destinos en cada uno de esos lugares; los encarnizados combates beisboleros entre los clubes de ambos pueblos haciendo resaltar una enconada rivalidad, con la astucia aflorando la efervescencia de lado y lado.

Pero la situación más insólita agregada al conflicto del re-lato, ocurre a la hora de develar un busto erigido en honor a un hijo epónimo de una de las localidades, mientras que del otro lado, por carecer de un prohombre, esta situación crea una gran preocupación. Sin embargo, es el ingenio y la ocurrencia de uno de los personajes los que llegan en auxilio del pueblo carente del busto, coronando el desen-lace. Es natural invitar a leerlo y disfrutarlo.

Recordamos este cuento escrito por los años cuarenta del pasado siglo, a propósito de la preocupación de muchas personas en cuanto al porqué de la desaparición del busto de Andrés Eloy, ocurrida ya en años del XXI en la plaza que lleva su nombre situada entre las caraqueñas esqui-nas de Principal y Santa Capilla. Nombre que por cierto también ha ido paulatinamente sustituyéndose por el de la luchadora social Lina Ron, impuesto por admiradores de la combatiente revolucionaria de cuando ella los con-vocaba a la plaza para labores de ayuda humanitaria, situación que sólo la autoridad municipal podrá resolver. Cosas de pueblo, las que como en el cuen-to salga un personaje a inventar poner un busto de Lina donde estaba el del poeta. Y miren que se han visto casos..

COSAS DE PUEbLOPOR PEDRO DELgADOFOtOgRaFía ARChivO

CRóniCA

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Foto Michael Mata

Paseo los símbolos

municipio libertador