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COLEGIO DE POSTGRADUADOS INSTITUCIÓN DE ENSEÑANZA E INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS AGRÍCOLAS
CAMPECHE-CÓRDOBA-MONTECILLO-PUEBLA-SAN LUIS POTOSÍ-TABASCO-VERACRUZ
CAMPUS SAN LUIS POTOSÍ
POSTGRADO DE PRESTACIÓN DE SERVICIOS PROFESIONALES
“SAN MARTÍN DZONOT TORRES.
Una SPR atendida con trabajo-aprendizaje”
ADALBERTO LAGUNAS RODRÍGUEZ
TESINA
PRESENTADA COMO REQUISITO PARCIAL PARA OBTENER EL GRADO DE
MAESTRÍA TECNOLÓGICA
SALINAS DE HGO., SAN LUIS POTOSÍ
2009
COLEGIO DE POSTGRADUADOS INSTITUCIÓN DE ENSEÑANZA E INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS AGRÍCOLAS
CAMPECHE-CÓRDOBA-MONTECILLO-PUEBLA-SAN LUIS POTOSÍ-TABASCO-VERACRUZ
CAMPUS SAN LUIS POTOSÍ
POSTGRADO DE PRESTACIÓN DE SERVICIOS PROFESIONALES
“SAN MARTÍN DZONOT TORRES.
Una SPR atendida con trabajo-aprendizaje”
ADALBERTO LAGUNAS RODRÍGUEZ
TESINA
PRESENTADA COMO REQUISITO PARCIAL PARA OBTENER EL GRADO DE
MAESTRÍA TECNOLÓGICA
SALINAS DE HGO., SAN LUIS POTOSÍ
2009
La presente tesina, titulada: “SAN MARTÍN DZONOT TORRES. Una SPR atendida con
trabajo-aprendizaje”, realizada por el alumno: ADALBERTO LAGUNAS RODRÍGUEZ,
bajo la dirección del Consejo Particular indicado, ha sido aprobada por el mismo y aceptada
como requisito parcial para obtener el grado de:
MAESTRÍA TECNOLÓGICA
PRESTACIÓN DE SERVICIOS PROFESIONALES
CONSEJO PARTICULAR
CONSEJERO:
__________________________________________ DR. BENJAMÍN FIGUEROA SANDOVAL
DIRECTOR DE TESINA:
__________________________________________ M.C. JUAN ALBERTO VIVAS BURGOS
ASESOR:
__________________________________________ DR. GUSTAVO ALBERTO ABUD PAVIA
Salinas de Hidalgo, San Luis Potosí, diciembre de 2009
iii
“SAN MARTÍN DZONOT TORRES. Una SPR atendida con trabajo-aprendizaje”,
Adalberto Lagunas Rodríguez
Colegio de Postgraduados, 2009
Esta tesina es producto de la manera de entender y de realizar servicios
profesionales con la lógica de la nueva ruralidad. Describe el conjunto de actos
intencionados de aprendizaje llevados a cabo por un prestador de servicios
profesionales en el marco del acceso a financiamiento. Detalla la manera en que se
aplicó el método trabajo-aprendizaje con un grupo de ganaderos del oriente de
Yucatán y enumera los productos de conocimiento y de adquisición de nueva
conciencia sobre sí mismos y de su realidad empresarial. Es una síntesis reflexiva
de una nueva manera de prestar servicios profesionales en el agro nacional.
Palabras clave: servicio profesional, trabajo-aprendizaje, financiamiento, ganadería.
iv
“SAN MARTÍN DZONOT TORRES. Una SPR atendida con trabajo-aprendizaje”,
Adalberto Lagunas Rodríguez
Colegio de Postgraduados, 2009
ABSTRACT
This dissertation is a product of how to understand and perform professional
services with the logic of the new rurality. Describes the set of intentional learning
undertaken by a provider of professional services under the access to financing,
detailing how it was applied-learning method work with a group of farmers of eastern
Yucatan and lists the products knowledge and acquisition of new awareness about
themselves and their business reality. It is a thoughtful synthesis of a new way of
providing professional services in the national agro.
Keywords: professional service, work-based learning, financing, livestock.
v
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN……………………………………………………… 1
Perfil ecológico…………………………………………………… 1
Perfil sociodemográfico…………………………………………. 3
Perfil económico…………………………………………………. 3
Muy personalizados……………………………………………... 7
Pero con expectativas…………………………………………… 8
La estructura temática de la tesina…………………………….. 9
QUÉ SE HIZO…………………………………………………………. 10
En primer lugar…………………………………………………… 10
En segundo lugar………………………………………………… 12
CÓMO SE HIZO………………………………………………………. 15
¿Se saben empresa?.............................................................. 15
¿Perciben el crédito como riesgo individual o empresarial?... 17
¿Cuánto y de qué tipo es su capital invertido?....................... 19
RESULTADOS OBTENIDOS……………………………………….. 22
En cuanto a saber más entre todos……………………………. 22
En cuanto a actitudes financieras y no solo de acreditados… 23
BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………... 25
vi
LISTA DE FIGURAS
Figura 1. Localización del municipio de Sucilá, Yucatán, en el contexto geográfico nacional........................................................................... 2
Figura 2. Sucilá, Yucatán. Ubicación regional…………………………………... 3
Figura 3. Imagen satelital del territorio municipal de Sucilá y su región……… 4
Figura 4. Vista aérea de un pastizal del oriente de Yucatán…………………... 5
INTRODUCCIÓN
Por razones de orden lógico, en esta tesina se parte de la necesidad de
ubicar espacialmente la región del país en la cual existen los productores y se dio el
servicio que aquí se relata. De igual modo, se explica por qué se ha escogido como
estructura temática del texto una serie de preguntas que se consideran básicas,
elementales para configurar un relato sobre sus pormenores.
El municipio de Sucilá, en el cual se ubica la empresa atendida, está
localizado en la región litoral norte del estado de Yucatán, a una altura no mayor a
los doce metros sobre el nivel del mar. El municipio ocupa una superficie de 256.76
km2 y limita, al norte, con Panabá, al sur, con Espita, al este con Tizimin, al oeste
con Buctzotz.
Perfil ecológico. El origen geológico del municipio corresponde al área
tectónica más reciente de la era terciaria; son suelos permeables, altos en
materiales consolidados, subexplotados. Su composición en la mayor parte del
territorio corresponde al tipo rendzina; existe una pequeña porción de tipo litosol en
los extremos sureste y suroeste.
Toda la superficie del territorio es plana, clasificada como llanura de barrera
con piso rocoso o cementado, escarpado. En el territorio municipal no existen
corrientes superficiales de agua; sin embargo, hay corrientes subterráneas que
forman depósitos comúnmente conocidos como cenotes (dzonot en maya
yucateco). La región es cálida subhúmeda, con lluvias en verano, con una
temperatura media anual de 26.4º C y una precipitación pluvial media anual de
2
70.1 mm. Los vientos dominantes soplan en dirección sureste y no son extrañas
grandes lluvias asociadas a los sistemas ciclónicos que circulan por la zona.
Figura 1. Localización del municipio de Sucilá, Yucatán, en el contexto geográfico nacional.
En el espacio municipal existen pequeñas porciones consideradas selva
mediana sub-caducifolia con vegetación secundaria, cuyas especies más comunes
son la amapola, alché, chacá, ramón, zapote, pochote, kanisté y chucún. En las
extensas áreas desforestadas crece de manera espontánea una hierba de pradera
de bajo valor proteínico. Respecto a la fauna, las especies más abundantes son
saraguatos, tejones, mapaches y tuzas. Así como diversas clases de reptiles y aves.
3
Figura 2. Sucilá, Yucatán. Ubicación regional
Perfil sociodemográfico. De acuerdo al XII Censo General de
Población y Vivienda 2005, efectuado por el Instituto Nacional de Estadística
Geografía e Informática (INEGI), la población total del municipio es de 3,874
habitantes, de los cuales 2,015 son hombres y 1,859 son mujeres. Esta población
del municipio representa el 0.23%, con relación a la población total del estado. Por
su parte, la población de 5 años y más, hablante de lengua indígena en el
municipio, asciende a 1,831 personas. Su lengua indígena es el maya yucateco.
Perfil económico. Sucilá está enclavado en el corazón de una extensa
planicie del oriente yucateco “naturalmente” ocupada por pastos y aguadas y que es
aprovechada de antiguo en la explotación ganadera bovina de ciclo completo. Se
trata de un espacio de sustrato maya, escasamente habitado pero vital en términos
económicos para toda la península.
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Cuadro 1. Sucilá, Sectores económicos 2005
Sector Porcentaje Primario (Agricultura, ganadería, caza y pesca) 49.90
Secundario (Minería, petróleo, industria manufacturera, construcción y electricidad)
16.56
Terciario (Comercio, turismo y servicios) 33.47
Otros 0.07 INEGI, 2005
La ganadería en Yucatán presenta una diversidad de sistemas de
producción, desde aquellos que dependen únicamente del forraje de la vegetación
nativa como su base alimenticia, hasta los sistemas empresariales.
Figura 3. Imagen satelital del territorio municipal de Sucilá y su región
Las zonas ganaderas ubicadas en el oriente y sur del estado son las más
importantes en términos de número de animales como por la superficie de
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pastizales inducidos. Ambas están conformadas por pequeños, medianos y grandes
productores, básicamente especializados en la producción de ciclo completo.
Los ganaderos del oriente, donde está Sucilá, se caracterizan por utilizar
animales Bous taurus, Bos indicus y cruzas entre éstos. Basan la alimentación de
sus hatos en el aprovechamiento continuo de praderas, mientras que en la época de
estiaje utilizan distintos insumos para suplementar la alimentación.
Figura 4. Vista aérea de un pastizal del oriente de Yucatán.
La información anterior remite a que la SPR atendida, sujeto de la
experiencia de aplicación del método, constituye una unidad económica típica en
cuanto a los perfiles y sistemas productivos (en la raíz son ganaderos individuales).
Sin embargo, en el contexto de la política oficial para el desarrollo, las declaratorias
parecen definir una coyuntura favorable al impulso de pequeños ganaderos
yucatecos. El Plan Estatal de Desarrollo 2007 – 2012, plantea como parte de su
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visión estratégica, que el estado cuente con un sector agropecuario, forestal y de
pesca, diversificado y organizado, con tecnología e infraestructura idónea, acceso al
crédito, la capacitación y la asistencia técnica adecuadas para su mayor producción
y productividad, donde el productor encuentre oportunidades de trabajo, fortalezca
su compromiso de conservar el medio ambiente y obtenga ingresos suficientes para
cubrir sus necesidades familiares.
Esto es válido en tanto declaratoria de política pública; el problema está en
que los engranes de esa política con los mecanismos de apoyo financiero a la
producción, embonen y así activen todo el aparato estructural de la ganadería de la
entidad. Yucatán no es, ciertamente, un estado ganadero; (menos del 10% del PIB
estatal en 2005) ha tenido explotaciones ganaderas de antiguo (estancias maicero
ganaderas en los siglos XVIII y XIX) y superficies llanas y herbáceas aprovechadas
para detonar sistemas productivos que apenas trascienden el ámbito meramente
local.
La estrategia declaratoria asegura coordinar con las instituciones financieras
esquemas de acceso a los servicios financieros para los productores rurales, para
apoyar actividades primarias con alto potencial productivo, creando fondos de
garantía líquida para apoyar a los productores del campo, para que tengan acceso a
programas de financiamiento con intereses accesibles.
Asimismo, dispone coordinar en el Consejo Estatal para el Desarrollo Rural
Sustentable la formulación de criterios de apoyo crediticio y la asignación de apoyos
interinstitucionales para proyectos de alto impacto económico, así como crear el
7
Consejo de Crédito Rural cuya finalidad será coordinar la disposición de recursos
provenientes de instituciones financieras, programas y fondos, para facilitar a los
productores agropecuarios, forestales y pesqueros el acceso oportuno a los
financiamientos que otorgan.
En resumen, se advierte un marco político racional, justo y equitativo, mas la
estructura y marcos legales de las instituciones vinculadas al desarrollo rural
entorpecen y hasta evitan que estas disposiciones se conviertan en fuentes reales
de apoyo. Se dice esto aquí porque, desvinculados de cadenas más políticas que
económicas, el promedio del productor agropecuario no recibe los beneficios de
estas disposiciones declaradas en el referido Plan Estatal de Desarrollo.
Muy personalizados. Esta organización de productores de leche del
municipio de Sucilá, Yucatán, legalmente constituida en septiembre de 2005, está
integrada por ocho ejidatarios, productores de ganado de leche y carne de la región,
quienes a su vez han mantenido de tiempo atrás –aunque en forma individual-
afiliación con la Unión Ganadera Regional del Oriente. Las características que
compartían al momento de su integración, básicamente eran un sistema comercial
de compra de insumos – venta de producto “muy personalizado” y una falta de
visión estratégica que ordenara y posibilitara adquirir vientres de bovino de doble
propósito con apoyo financiero.
En total los asociados conjuntan 647 has, de las cuales 338 has son ejidales
y el resto propiedades privadas; asimismo, tienen 470 has con pastos, 132 has con
riego y 177 has de montes y operan con un sistema de producción tipo tradicional
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en forma semi-extensiva. Durante los últimos 25 años, han dedicado sus esfuerzos
a la ganadería de doble propósito y cuentan con corrales, corraletas, mangas de
manejo, bebederos, comederos y equipo de trabajo como motores para el abasto de
agua y las ordeñadoras eléctricas y de gasolina.
Su hato ganadero es mínimo y, por eso, al realizar un ejercicio inicial de
replanteamiento de su problemática, afloró que el factor que más les estaba
afectando es la falta de recursos para invertir en vientres bovinos de doble
propósito.
Pero con expectativas. Al agruparse, los nueve asociados espectaron
fortalezas que encaminaron hacia la solicitud de servicios profesionales que hicieran
realidad su proyecto de adquisiciones, pero siempre esperando que “el prestador”,
con varita mágica, hiciera el proyecto y le diera cauce. “Nosotros ya sabemos
nuestra situación”, comentaba insistentemente el secretario de la empresa; “pero
¿ya lo saben como empresa?”, les reviraba el prestador.
Ante la agencia Tizimín de Financiera Rural, los asociados de la SPR
solicitaron formalmente un servicio de capacitación en acompañamiento empresarial
e incubación de empresas en el ámbito rural, encaminado a ampliar las ideas de los
asociados sobre cuatro aspectos esenciales para toda empresa: mercado, precio,
competencia y control de calidad y como productos “evidentes”, un plan de negocios
y mercado así como una tarjeta de control del hato para uso común.
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De esta manera, para octubre de 2006, el servicio estaba ya en marcha. Lo
que se hizo y la manera en que se hizo dan lugar aquí, a dos capítulos de esta
tesina, apartados estos donde se explicita el intento de aplicar un método que hasta
entonces resultaba desconocido y, por qué no decirlo, poco confiable para el
prestador.
La estructura temática o índice general de la tesina. Se decía líneas arriba
que esta tesina está estructurada temáticamente a partir de una serie de preguntas
sencillas y lógicamente ordenadas para darle fluidez y sentido al texto y a su lectura.
Por ello se plantearon las siguientes cuatro cuestiones, que corresponden a sus
capítulos: ¿Qué se hizo?, donde se abordan los servicios de diagnóstico y planes de
negocio en tanto espacios de servicio con trabajo-aprendizaje; ¿Cómo y con qué se
hizo?, donde se explica la manera en que se aplicó el método trabajo-aprendizaje;
¿Qué resultados de aprendizaje se obtuvieron?, donde se especifican los evidentes
logros del servicio formativo.
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QUÉ SE HIZO
En este capítulo se exponen las acciones más significativas llevadas a cabo por el
PSP en la realización de su servicio con el método trabajo-aprendizaje. Está dividido
en dos apartados, denominados según el orden en que se realizaron.
En primer lugar. Dado que el autor de esta tesina (en adelante el PSP)
estaba en pleno proceso de formación personal, cursando la maestría en prestación
de servicios, se avocó a retomar los principios teóricos que sostienen el trabajo-
aprendizaje, eje metodológico fundamental del programa de estudios. Ello consistió
en iniciar considerando que la realidad humana está compuesta de elementos
eminentemente naturales, materiales y concretos, además de un ambiente social y
que se entrelazan en la acción humana de trabajar. La necesidad de obtener de la
naturaleza todos sus satisfactores y recibir de esa misma naturaleza, al mismo
tiempo, todo género de amenazas y contingencias, llevó al ser humano a la máxima
actividad del género humano: trabajar.
Trabajar implica siempre un componente tecnológico; es decir, algo que se
hace porque se sabe y que se sabe por hacerlo. Esta dualidad expresa la
naturaleza del trabajo humano y el por qué de su efecto a nivel del cerebro, dando
paso a ideas, objetos y materias primas que se convirtieron en herramientas y en
pensamiento cada vez más complejos, más “tecnologizados.” Aplicar lo que se sabe
implica tener a la vista aquello que se sabe; ahí se desdobla la cualidad “sapiens-
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sapiens” de la humanidad; pero al replantearse ese conocimiento evidencia por qué
observamos, probamos, registramos, aprendemos, vaya.
El productor rural es, por lo común, un hombre de la tierra y el agua; estos
factores constantes por ser esenciales para la vida, establecen los principios de su
ser y entender la realidad; son a su vez la síntesis y la hipótesis que configuran la
cosmovisión del productor, el conjunto de los componentes, sus funciones,
interrelaciones y producciones materiales e intelectuales; la materia prima de su
cultura, extraída de lo más profundo de su historia y de su comunidad.
La trascendencia de todo lo anterior es que constituye una especie de
principio para prestar servicios que permite comprender que la realidad humana
conlleva el propósito de modificar el mundo y expresa, al mismo tiempo, toda la
vinculación humana con esa naturaleza y con ese entorno social. Todo esto marca
el trabajo de los productores y de los PSP.
Trabajar y reflexionar sobre lo hecho es una cualidad eminentemente
humana: esta cualidad de conocer (con el significado griego de poiésis de
reproducir la realidad-conocimiento), apareció en la experiencia profesional del PSP
que presenta esta tesina a través de las seis disciplinas del programa de la
maestría. La Antropología científica, que llevó a comprender el ámbito de la
evolución humana permanente; a vislumbrar cómo “lo humano” se expresa en la
cultura y cómo ésta conjunta creencias y conductas complejas, que externan en
carne viva “las realidades operantes”. La Neurociencia confirmó que los seres
humanos estamos evolutivamente diseñados para el conocimiento y cómo
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fisiológicamente se producen los efectos de ese diseño; se entendió la manera en
que el cerebro se estructura mientras se abre a la realidad y, si ésta no tiene
límites, entonces el otro tampoco lo tendrá.
La Psicología completó el marco de referencia: esa capacidad estructurante
de la realidad puede ser inducida y controlada; la conducta expresa la cultura pero
no necesariamente limita el comportamiento personal. La Semiótica, entonces,
apareció con su realidad simbólica: los signos, los significados y los significantes; la
realidad sólo puede ser aprehendida simbolizándola, creándole grandes códigos
que la descompongan en unidades conocibles, que organicen, sistematicen y
terminen siendo “lecturas y expresiones” de la realidad. Pero, dice la Epistemología,
no hay certeza absoluta sobre “eso que sabemos”; ni la ciencia es totalmente
confiable; hay anomalías y sesgos; hay separaciones estructurales en el seno
mismo del “corpus científico” que obligan a replantear, reformular, releer y
redescubrir la realidad.
Finalmente, la lógica, propósito y esencia educativa de todo el proyecto
institucional de formación y de la maestría en sí misma, dio lugar a que la Didáctica
se enfocara como una forma pedagógica especialmente construida sobre el eje del
trabajo. Objetos y sujetos de conocimiento se alternan en un accionar múltiple, en
un continuo producir aprendizajes mientras se presta un servicio profesional que
pedagogiza el trabajo mientras se entrena la acción conciente.
En segundo lugar. Al enfrentar una relación profesional con los ganaderos
de Sucilá, avisado del principio y propósito educativos del prestador, lo único que se
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puso en práctica fue el silencio pero con actitud de escuchar: los clientes hablaron
con libertad entre ellos y el PSP, a partir de ese momento registró.
_”Necesitamos dinero porque si no pues nomás no podemos comprar
animales”, dijo un ganadero de la agrupación que al parecer lidera a los demás. Los
otros asintieron mientras hablaban entre sí; _”¿Pero cómo le hacemos, inge?”,
remató otro productor; _”el crédito está caro y no lo sueltan…” En ese momento, el
PSP se sintió retado, casi obligado a hablar y demostrar para qué estaba ahí.
Entonces, el PSP formuló una pregunta con ánimos de generar la discusión que
rebelara la percepción de cada uno de ellos tenía de su incipiente organización
empresarial: -“¿Son ustedes realmente una empresa?; es decir, ¿se ven a sí
mismos como integrantes de una empresa?”
La primera reacción de los productores fue intercambiar miradas y
expresiones distintas entre ellos mismos pero no hablaron; sólo el productor que
aparentemente lideraba al grupo remarcó que ya estaban legalmente constituidos y
que eso los hacía una empresa rural. _”¡Sí”!, remarcó el PSP, pero ser una empresa
rural legal no necesariamente significa que se opere como una empresa competitiva
en tecnología y mercado, rentable como para producir el capital que asegure el
pago de créditos e intereses más las utilidades de la empresa y de los asociados.
El efecto inmediato al intercambio de opiniones y percepciones sobre estos
asuntos fue acordar entre ellos y el prestador qué servicios solicitar camino al
eventual financiamiento para adquirir ganado: un servicio de capacitación en
acompañamiento a la incubación de empresas rurales; ese fue el primer paso. Sin
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embargo, el PSP tuvo que analizar después la manera en que se produjo el diálogo,
en que afloraron las ideas y las posturas individuales, hasta llegar al acuerdo
después de escucharse a sí mismos. Fue a su registro y enseguida concluyó en que
fue la actitud de escucha (no había mucho escrito en la primera hoja del diario de
campo) y la pregunta generadora las acciones que modificaron la manera de
entenderse (y saberse) ellos mismos. Quedó claro que necesitan aprender a ser
una empresa. ¡Bendita bitácora!
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CÓMO SE HIZO
Al enfocar el servicio con trabajo-aprendizaje y después de analizar la manera en
que se inició el servicio, el PSP intentaba descifrar si lo que estaba haciendo para
generar aprendizajes era una semiosis o una ruptura de paradigmas; a veces creía
también estar aplicando algunos principios de la psicología cada vez que con
preguntas centraba y descentraba sus ideas continuamente.
¿Se saben empresa? Fue la primera duda y obviamente el interés y la
urgente necesidad de dinero fresco, acabaron por indicar que ahí estaba la primera
materia de su formación: aprender a ser empresa. El PSP insistentemente les
preguntaba a los productores qué es una empresa, sus funciones, sus elementos
integrantes y las funciones de cada uno de ellos; en cada visita alguno de los
productores explicaba lo que había averiguado por Internet y en libros de apoyo
sobre empresas, empresarialidad y demás relativos al asunto. Entonces vino la
oportunidad de la intervención profesional con fines educativos; el PSP preguntaba
cosas como las siguientes: Si los recursos de toda empresa son las finanzas, el
mercado, la tecnología y la fuerza humana de trabajo, entonces ¿Cuáles y cómo
son las finanzas de ustedes, su mercado, su tecnología y su fuerza de trabajo? En
otras palabras ¿Cómo es su empresa?
Si ya tenían el concepto ahora tendrían que convertirlo en representaciones
concretas, siempre derivadas de su realidad y con actitudes francamente de
emprendedores, organizando la toma de decisiones y el trabajo como evidencia
inobjetable de su saber. En ocasiones, durante el servicio, los productores no
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encontraban la manera de expresar lo que iban descubriendo con las consultas y
con los ejercicios de proyección de su realidad a partir de un concepto.
El PSP decidió apoyarlos con un recurso didáctico sencillo, lúdico pero muy
efectivo. Dado el tema o asunto a tratar los participantes buscaron en revistas
ilustradas aquellas imágenes que consideraron representan más los hechos e ideas
con los que las asocian, recortándolas, pegándolas con cierto orden en hojas de
rotafolio y exponiéndolas mientras van articulando con coherencia las palabras.
¿Ya son empresa?; ¿Se ven a sí mismos como empresa? Estas preguntas
reiterativas acabaron por sintetizar sentimientos y razones (ya no sólo ideas o
conceptos nuevos) derivados del aprendizaje. –“Estuvimos pensando eso de si
somos o no empresa y resultó que somos una pobre empresa”, dijo un productor. –
“Prácticamente somos ejidatarios, nuestros pastos son de segunda calidad, nuestro
ganado es insuficiente para hacer buen negocio, nos falta conocimiento y práctica
para manejar bien el hato…; como que nos falta mucho para ser empresa.”
El PSP aguardó unos minutos antes de hacer algún comentario sobre lo
dicho; retomó el asunto señalando que la empresarialidad consiste también en
administrar los problemas y las insuficiencias y no sólo en atesorar riqueza; en que
los recursos están siempre amenazados y por eso hay que cuidarlos y hacerlos
producir. ¿”No hay fortalezas”? El PSP señaló que en ese momento, al reflexionar
en conjunto sobre lo que en conjunto tienen, evidenciaban un buen principio de
empresarialidad: tener objetivos comunes y retos comunes también, claros de que
ser empresarios es asumir un rol social y personal diferentes a los ya asumidos
17
hasta entonces. Concluyeron en que no tienen una estrategia bien definida de
desarrollo.
Fue entonces cuando surgió el momento de insertar otro concepto para
aprender y aplicar: estrategia. Ahora sí se podría armar una especie de “modelo” a
seguir si se preguntaban cómo querían ser. Para esto, el PSP retomó de la
Antropología Cognitiva el principio de transformar la realidad imaginando esa
transformación, diseñándola, porque, finalmente, eso es una estrategia: un modelo
rigurosamente planeado y operado para lograr un propósito único y alcanzable.
Aprender sobre estrategia no es posible sin plantearse una; no cualquiera
pero sí una que atienda algo tan importante para la empresa que valga la pena
proponerse. El diagnóstico dio de sí y los productores demostraban tener más
recursos conceptuales, más ordenados los pensamientos y estructurada la realidad.
Había llegado el momento de cruzar el umbral de lo interior para abrirse al exterior.
Ese “otro mundo” es el de las finanzas aunque ellos (los productores) seguían
llamándolo crédito.
¿Perciben el crédito como riesgo individual o empresarial? Para llegar a
esto, fue necesario plantear los principios legales del asociacionismo en el sector
agropecuario mexicano. En otras palabras, tuvieron que revisar y sopesar el marco
jurídico en el cual están sectorizados, pues según la Ley Agraria vigente desde
1992, existen dos grandes tipos de formas de asociación económica en el campo
agropecuario mexicano: las sociedades rurales y las sociedades mercantiles y
civiles. La razón de su abordaje con los productores fue para encarar de hecho y de
18
derecho su verdadera posibilidad empresarial, dado que ellos optaron por ser una
sociedad de producción rural (SPR), figura jurídica un tanto restrictiva pues forma
parte de las sociedades rurales en las cuales el factor tierra no opera como
aportación financiera.
Además, asumieron un régimen de responsabilidad limitado que muestra, sin
lugar a dudas, su visión empresarial también limitada, pues no valoran debidamente
el suelo y los recursos ya disponibles; no los integran a su estructura de
pensamiento porque ya está ahí y por lo tanto subestiman su potencial, al tiempo
que se “alejan” de sus propios asociados, al no asumir un régimen ilimitado de
responsabilidad.
Al preguntarles de nuevo, ya pasado un mes de iniciado el servicio: ¿Cuál es
su mercado?, quedó claro que no sabían bien a bien cuál era su negocio. El doble
propósito parece ya no funcionarles como táctica de diversificación de mercados;
entonces parecería que la especialización podría aumentar las dimensiones del
negocio. Entonces había que buscar los datos que permitieran responder a estas
dudas; y fueron por ellos y así decidieron, teniendo a la vista las opciones que ellos
mismos encontraron.
La pregunta sobre mercado respondió la duda del producto; _”de leche, de
carne y de vientre; pero juntos ya no son negocio para nosotros”, dijo un productor;
_”ok, pues hay que saber en qué consiste el negocio de la leche, el negocio de la
carne y el de los vientres; sino cómo saber para cuál su empresa tiene más
vocación”, dijo el PSP. El resultado fue rico en aportaciones técnicas y sistemas de
19
producción en paquete; pero esto no bastó; hubo que hacer un ejercicio de
escenarios que configuró ideas más acabadas que se discutieron y afinaron. La
decisión tomada fue, después de buscar y responder, mantenerse en el doble
propósito.
¿Cuánto y de qué tipo es su capital invertido? A partir de esta pregunta,
tácticamente reservada para un momento fundamental del proceso de prestar
servicio – generar aprendizaje, la debilidad del espíritu empresarial de los asociados
se hizo evidente. Afloró el individualismo y el sentido de pertenencia compartida se
fue diluyendo hasta pulverizarse en cosas tales como “cuántas cabezas tienes tú y
cuántas yo…” No advirtieron que sus aportaciones y sus personas en conjunto eran
el capital de la empresa.
En un principio los productores mencionaron que su capital social era, al
momento de constituirse, de alrededor de dos millones y medio de pesos; pero esa
cantidad era básicamente activos en ganado y no tanto en infraestructura y
potreros; por lo tanto el capital real ya estaba en merma, dado que ya se había
vendido buena parte de las reses y era precisamente eso para lo cual requerían el
financiamiento y propósito implícito en el servicio que requirieron: para repoblar el
hato y continuar con sus prácticas habituales.
En ese momento se sintieron débiles y se demostraron ellos mismos el por
qué de esa debilidad. Incluso, cuando se abordó lo relativo a implementar un solo
sistema de control de manejo del hato, de nuevo apareció la individualidad al
repararse en que para algunos –si seguían el sistema propuesto- los costos de
20
operación se elevarían, mientras que otros no manifestaron percibir posibles
impactos en ese sentido. No veían los costos de operación de la empresa sino “sus
particulares” costos de operación. Pero, efectivamente, entre ellos diseñaron y
probaron una tarjeta de registro y control del manejo del hato, con la idea de que al
utilizarla todos lograrían homogeneizar calidades y rendimientos sincronizadamente,
o al menos manejar los mismos criterios de producción entre ellos.
Entonces, responder a la pregunta ¿Cuánto y de qué tipo es su capital?,
terminó por ser la pregunta clave por excelencia. Durante el servicio produjeron
cifras y las registraron después de validarse; pero no era el tamaño y la materia del
capital lo que importaba realmente en este ejercicio, sino la esencia humana, el
capital humano que debe solventar el pacto entre los socios de una empresa,
cuando tienen a la vista un proyecto estratégico común, sea de encadenamiento, de
mejoramiento o de agregado de valor. Por eso, en este aspecto, fue evidente la
carencia de una tradición emprendedora que pudiera mostrar la cultura empresarial
a partir de la cual entretejer más empresarialidad, sin la cual no hay esencia de
empresa.
Llegó el momento de descentrar, pase casi mágico de la psicología
conductista; _”Se puede cambiar; hay que plantearse si se quiere y para qué se
quiere ser empresa y el tipo de empresa que se puede ser”, dijo el PSP, esperando
generar más discusión y oportunidades de significación. La reacción fue diversa;
dos de los productores francamente señalaron pesimismo y malos augurios para la
organización; sólo uno de ellos insistía en que lo más difícil ya lo habían hecho:
constituirse legalmente. Repetía que políticamente existirían si se mantenían
21
agrupados, que así los tomaban en cuenta mientras que solos no eran nadie. Para
él esto era una fortaleza suficiente para buscar alternativas que no sólo las anclaba
en el crédito con la Financiera.
Al aflorar la ventaja política de estar organizados, se abrió otra oportunidad
de aprendizaje que el PSP aprovechó para confrontar con la realidad financiera.
Efectivamente, presentarse como organización de productores supone mayores
posibilidades de atención y recepción institucional que hacerlo a título personal,
pero eso no puede verse como parte integrante de la empresa; no por subvalorar la
trascendencia de la política gubernamental en la estructura productiva nacional, sino
porque ésta no puede concebirse como “capital” en el estricto sentido de la palabra.
Entonces, el PSP preguntó si para ellos su SPR era más de membrete que
una unidad económica; la reacción fue general y en un solo sentido pues la política
a veces se vuelve capital inesperadamente. _”Vale la pena agruparse, inge”, espetó
uno de ellos. Y así quedó demostrado. Una vez que los asociados decidieron –por
vía del aprendizaje producido en el servicio- que no solicitarían crédito a la
Financiera Rural; entonces, hicieron valer su “agrupación” enfocando sus
expectativas hacia la secretaría estatal de fomento agropecuario, misma que
terminaría proveyéndoles el ganado requerido para repoblar su hato.
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RESULTADOS OBTENIDOS
Se dijo desde el principio de esta tesina que el planteamiento general del servicio
prestado se circunscribió al método trabajo-aprendizaje y que, en ese sentido, el
éxito o el fracaso de la intervención del PSP necesariamente habría que
encontrarlos en si se produjeron o no aprendizajes en los productores. Sobre este
eje y a consideración del PSP que escribe y de su asesor, los productos de
aprendizaje se especifican de dos maneras: en cuanto a saber más entre todos y en
cuanto a actitudes financieras y no sólo de acreditados.
En cuanto a saber más entre todos:
1. El crédito está caro y no lo sueltan. Esta consideración sobre el valor del
dinero es fundamental en función de aprendizajes. No sólo se originó
como comentario durante una sesión del servicio, sino que emergió de
una discusión sobre si finalmente solicitarían apoyo financiero de la F.R.,
a la luz de su solvencia en cuanto a activos y garantías líquidas. La idea
se manejó varias veces por distintos participantes.
2. Modificaron la manera de entenderse a ellos mismos. Este cambio, como
producto de aprendizaje, se produjo gracias a que continuamente se
cuestionó cuáles y cómo era sus finanzas, su mercado, su tecnología y su
fuerza de trabajo. Usando gráficamente la simbolización de conjuntos,
cuantificaron, caracterizaron y sometieron a análisis sus recursos; se
“vieron” a sí mismos en ese conjunto y repararon en sus actitudes un
tanto débiles desde el trabajo y la tecnología.
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3. ¿Cómo es su empresa? Al abordarse esta cuestión y recurrirse a la
contundencia de las disposiciones legales y sus propósitos, para
comprenderse en tanto persona moral, la conclusión de aprendizaje fue
tajante y aquí se reproduce: “como que nos falta mucho para ser
empresa.” Se debatió y se dudó de esta conclusión; hubo que hacer
semiosis para descomponer las palabras en ideas más directamente
relacionadas con su realidad y el resultado fue exactamente el mismo.
4. Demostraron tener más recursos conceptuales, ideas y pensamientos
más ordenados, así como más estructurada la realidad. Familiarizados
con la técnica de pensar, buscar y recortar imágenes asociadas con ese
pensamiento y después de pegarlas, explicarlas, reforzó
considerablemente su capacidad comunicativa. Puede decirse que este
es, tal vez, el mayor aprendizaje alcanzado con el servicio.
5. Tomaron decisiones trascendentes a base de manejar información y
valorarla en colectivo; entre estas destacan la decisión tomada, después
de buscar y responder continuamente, mantenerse en el doble propósito y
no solicitar financiamiento.
En cuanto a actitudes financieras y no sólo de acreditados:
6. Aprendieron que en su agrupación reina el individualismo y que el sentido
de pertenencia compartida y de riesgo solidario prácticamente no existe.
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Recuérdese que no veían los costos de operación de la empresa sino
“sus particulares e individuales” costos de operación.
7. Otra evidencia de aprendizaje fue que desarrollaran la capacidad de
diseñar y probar una tarjeta de registro y control para el manejo del hato.
La idea fue que, tratando de ser más empresa, la manejaran todos y así
homogeneizaran calidades y rendimientos, observando los mismos
criterios de producción.
8. “Vale la pena agruparse”; si bien esto no es ciertamente un aprendizaje,
dado que la certeza de sus ventajas los llevó a constituir la SPR, si puede
decirse que “reaprendieron” su significado. Tras descubrirse más
asociación circunstancialmente de orden político, vislumbraron el
potencial de transformarse cada día más en una organización productiva
conciente y humanamente más madura.
9. Lo destacable, finalmente, es que mejoró su autoconciencia, en los
términos en que lo plantea Feire; como un paquete de saberes necesarios
y sin los cuales no hay esencia social humana que inyectarle a la
esperanza del futuro.
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