Real Colegiata de San Isidoro de León

Camino Francés

Municipio: León Provincia: León Coordenadas: 42º 36’ 2.33” N, 5º 34’ 15.31” W Nivel de protección: BIC, Monumento, Gaceta deMadrid, nº 46, 15 de febrero de 1910. Forma parte del bien Caminos de Santiago de Compostela: Camino Francés y Caminos del Norte de España, inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial en 1993.

Camino Francés

Así como la Catedral resume el esplendor medieval de la ciudad, la Real Colegiata Basílica de San Isidoro de León resulta un compendio de los valores espirituales, culturales y artísticos del antiguo reino y la monarquía leonesa, resumidos a través de los estilos que confluyen en su iglesia, panteón y museo, principalmente el Románico y el Renacimiento. San Isidoro fue también centro de producción artística y literaria esencial en el medievo hispano.

La iglesia que vemos fue alzada, en fases sucesivas, entre fines del siglo XI y la primera mitad del XII, siendo finalmente consagrada en 1149. Alzada en buena sillería y enteramente abovedada, muestra planta basilical de tres naves, transepto destacado y cabecera triple de ábsides semicirculares, el central sustituido por la capilla mayor hispanoflamenca, de 1513, obra de Juan de Badajoz el Viejo. A los pies, sobre un cubo de la muralla legionaria, se alza el airoso campanario románico, la “torre del Gallo”.

De las cinco portadas que posee la iglesia, la fachada meridional alberga las dos abiertas a la ciudad: la Puerta del Cordero, acceso diario, y la del Perdón, sólo en años jubilares. Las orientadas al norte comunican con los renovados espacios monásticos, los dos claustros y dependencias. A poniente se dispone el Panteón Real, de hacia 1075, decorado con espléndidas pinturas murales románicas, y sobre él se alza la Cámara de doña Sancha y salas del excepcional Museo, que conserva parte del Tesoro Real. Se abre el Panteón como pórtico al claustro principal, renovado en el siglo XVI y con el piso alto ya barroco, estilo del segundo claustro, de hacia 1735. En la zona prioral destacan la fachada y la hermosísima escalera clasicista diseñada por Juan del Ribero Rada hacia 1580. En época tardogótica se elevó el coro a los pies de la nave.

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Caminos de Santiago de Compostela: Camino Francés y Caminos del Norte de Españainscritos en la Lista del Patrimonio Mundial en 1993

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para la Educación,la Ciencia y la Cultura

Parte de:

Real Colegiata de San Isidoro de LeónCamino Francés

Imágenes1- Fachada meridional de la iglesia. En primer término, la Puerta del Perdón. *2- La Colegiata de San Isidoro desde las torres de la Catedral.*3- Portada del Cordero, hito de la escultura románica europea. **4- Detalle del anuncio a los pastores en la bóveda del Panteón Real. **5- Capiteles del interior de la iglesia.**Autores de las fotografías: * José Manuel Rodríguez Montañés (Junta de Castilla y León)** Santos Cid (Junta de Castilla y León)Autor del texto: José Manuel Rodríguez Montañés, Comisariado de los Caminos a Santiago por Castilla y León.

El solar isidoriano es el más gráfico testigo de la historia de León. Apoyado en la zona occidental de la muralla romana se alzó, hacia el 967, un primer monasterio dedicado a San Juan Bautista y San Pelayo, arrasado por Almanzor. Reparado modestamente por Alfonso V a inicios del siglo XI en tapial y ladrillo, fue reedificado en piedra desde la época de Fernando I y Sancha, mediada la centuria, por el empeño de todos los monarcas, en especial la infanta Urraca y la reina del mismo nombre, hasta su consagración con Alfonso VII en el trono. El Románico, como estilo dominante, muestra así desde sus balbuceos apegados a lo asturiano hasta la introducción de las formas más europeas vinculadas al Camino de Peregrinación.

Tras la destrucción por Almanzor de San Salvador de Palat de Rey, primera capilla y cementerio real instituido por Ramiro II, tales funciones se trasladaron al monasterio de San Juan y San Pelayo, sede del Infantado de León, del que Sancha, luego esposa de Fernando I, fuese abadesa. En 1063 se produjo el trascendental traslado desde Sevilla de los restos de San Isidoro, cuya advocación acabará por primar. Con doña Sancha, hermana de Alfonso VII, a la cabeza del Infantado, en 1148 se decidió trasladar a la comunidad femenina isidoriana a Carbajal de la Legua e instalar aquí a los canónigos escindidos del Cabildo catedralicio al secularizarse éste.

En este esplendoroso mediar del siglo XII, San Isidoro consiguió que, en 1168, el rey Fernando II recondujese el Camino Francés para que discurriese ante su fachada, pues previamente la ruta no accedía intramuros, y desde San Marcelo buscaba cruzar el Bernesga en dirección a Astorga. Junto a las de San Pelayo o San Juan Bautista, los peregrinos hallaban la intercesión de las reliquias de San Isidoro, Doctor de las Españas y luminaria de la cultura europea. Su visita era inexcusable, como recoge la Guía del Peregrino de Aymeric Picaud. A los peregrinos estaba consagrada la Puerta del Perdón -la sur del transepto, datada hacia 1120-, impregnada de sentido penitencial en su iconografía y en lo ritual, puerta que hoy se abre únicamente en años jubilares.

El Cabildo isidoriano atendió un importante hospital dedicado a peregrinos y pobres, situado cerca del monasterio,

hacia el alcázar. Consta desde 1166, siendo fundado probablemente al instalarse en San Isidoro la comunidad masculina bajo la regla de San Agustín. Era regido por un canónigo hospitalero, contaba con doce plazas, y desde el siglo XIV aparece dedicado al obispo legionense, San Froilán. A partir de 1601 fue cedido a los Franciscanos Descalzos, de cuyo convento sólo resta la iglesia.

Junto al panteón y la iglesia, el Museo isidoriano custodia con piezas de primer orden, muchas producidas en el taller áulico que acogieron sus muros. A través de los documentos y códices de su Archivo podemos además reconstruir la historia del viejo reino, alguna de cuyas páginas centrales se escribieron aquí, como las famosas Cortes de 1188, en el reinado de Alfonso IX, que albergó el antiguo y desaparecido claustro. Sus Decreta, han sido incorporados por la UNESCO en 2013 en el Registro de la Memoria del Mundo como “el testimonio documental más antiguo del sistema parlamentario europeo”.

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