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El Budismo en TaiwanTRANSCRIPT
Introducción
El budismo mayoritario practicado en Taiwán deriva de la escuela Mahayana. No se trata de un budismo ortodoxo. La prueba más evidente de éste la vemos en sus templos, en la mayoría de los cuales se rinde culto simultáneamente a divinidades budistas y dioses daoístas. Uno de los más importantes es el templo de Long Shan, en Taipei, que a pesar de su origen como templo budista dedicado a Guanyin (Diosa de la Misericordia), posteriormente se agregó un nuevo espacio para rendir homenaje a Mazu (diosa daoísta considerada por los budistas como la reencarnación de Guanyin), además de otras deidades.
A diferencia de otros países, al entrar en los templos taiwaneses no es necesario descalzarse; sin embargo, a la entrada de Long Shan hay una fuente en forma de cascada en la que uno, de forma simbólica, lava su corazón y su mente para dignificar su cuerpo antes de rendir homenaje a Guanyin y aprender de su sabiduría.
Practicas de adoración Encender siete varillas de
incienso, una por cada una de las deidades.
- Dirigirse al incensario dedicado
a Guanyin. Situado al frente de éste,
pronunciar tu nombre, dirección y
fecha de nacimiento. Seguidamente,
realizar la adoración solicitando su
protección. Para ello se sujetan las
siete varas de incienso con la punta
de los dedos de ambas manos,
realizando un movimiento
ascendente hasta la altura de la
frente y descendente hacia delante.
Normalmente, este movimiento se
realiza tres veces, sin embargo es
posible realizarlo más veces,
siempre y cuando resulte un número
impar.
Practicas de adoración
Tras adorar a Guanyin, realizar el mismo tipo de adoración con el resto de deidades siguiendo este orden:Tiangong, Wenchang, Shuixian, Mazu, Zushen y Guanyu.
- Regresar al incensario de Guanyin y depositar una de las siete varas de incienso.
- Depositar el resto de varas en los otros incensarios siguiendo el mismo orden anterior.
LAS TRES JOYAS DEL BUDISMO
Primera joya:Buda
Segunda joya: El Dharma
(enseñanza fundamental)
Tercera joya:El Shanga
(la comunidad)
Siddharta Gautama, más tarde llamado Buda, nació en Kapilavastu, una aldea
entre India y Nepal hacia el año 560 a.C., en el seno
de una familia noble.
Creció en medio de todo tipo de lujos y comodidades. No le faltaba
absolutamente de nada. Las murallas de palacio protegían su felicidad.
Todo le sonreía: riqueza, cultura, cualidades excepcionales, amigos, una
esposa encantadora y su pequeño hijo… ¡Pero no era feliz!
Antes de abandonar su casa, en cuatro viajes que hizo por la ciudad, el príncipe Siddharta descubrió la tragedia de la
vida que antes se le ocultaba.
En los tres primeros viajes fuera del palacio descubrió el
sufrimiento del mundo bajo tres formas: un inválido
atormentado por el dolor, un anciano y un cortejo fúnebre.
En su cuarto viaje encontró a un monje que caminaba alegre
mendigando.
A los 29 años, impresionado por estas experiencias abandonó su casa y su familia y comenzó a buscar la sabiduría a la manera tradicional hindú, hasta que las
doctrinas de sus maestros terminaron decepcionándole.
Después se dedicó a una vida disciplinada, haciendo ayunos y sacrificios. Esto le condujo casi a las puertas de
la muerte y al final de siete años viviendo esa vida vio que lo que necesitaba no era un modo de hacerse
insensible al sufrimiento, sino un modo de eliminarlo.
Finalmente , optó por centrarse en la meditación. Sentado bajo una higuera entró en profunda meditación. Allí alcanzó la iluminación. Vio el camino de la
liberación del sufrimiento y su realización. Se convirtió en Buda, el iluminado.
Adoptó un estilo de vida que lo alejara tanto de los placeres como del dolor. También rechazó los ritos, los
sacrificios y el sistema de castas.
Murió hacia el 480 a.C. a los 80 años en la ciudad de Kusinagara
Sus restos fueron incinerados y sus cenizas se repartieron entre sus discípulos, que las depositaron en estupas, donde se les rindieron culto.
Siddharta Gautama, Buda, no es un Dios para sus seguidores, sino sencillamente un maestro, un guía.
Es como un médico que, después de años de investigación, ha encontrado la medicina que puede curar de una
enfermedad mortal. Esa enfermedad es el sufrimiento y la medicina es su enseñanza.
No fue enviado por nadie, ni recibió de nadie un mensaje para la humanidad.
1. Todo es dolor
En la vida humana el sufrimiento está en todas partes: al nacer, al morir, en la enfermedad, en la relación con los seres queridos,… Todo es pasajero, lo bueno y lo
malo. “Es como la espuma que producen las burbujas de las aguas, que aparecen y desaparecen
continuamente”
2. El origen del sufrimiento está en el deseo y la ignorancia
Nuestras ganas de vivir, nuestro deseo de existir y perpetuarnos, nuestro miedo a perder lo que creemos ser. Esta sed de tener cada vez más es el motor de nuestro sufrimiento. También el sufrimiento se produce cuando damos valor a las cosas que no lo tienen, cuando creemos que el mundo puede calmar nuestra sed. ¡Todo es ilusión!
3. Para dejar de sufrir es necesario eliminar el sufrimiento
Buda afirma que la persona puede alcanzar su liberación si consigue acabar con la fuente de todos los males como son la codicia, la cólera, el odio, el engaño, la ignorancia. Para ello debe eliminar el deseo de su vida. Entonces se habrá llegado a la paz infinita , a la serenidad total, al Nirvana
El óctuple sendero orienta la vida de los budistas y
quiere que sus seguidores se caractericen por:
Una conducta compasiva haciatodas las personas, queriendoy respetando la vida de todos
La contemplación, que ayuda a superar el odio, la envidia,…y que potencia la paz interior
La sabiduría, que relativiza y sitúa cada cosa en su sitio
Sobre Dios como ser absoluto, Buda guarda el más absoluto silencio; no niega ni afirma, simplemente
calla.
Este silencio ha sido interpretado de diferentes formas. Algunos investigadores le han negado incluso su carácter de auténtica religión. Otros hablan de una religión
atea.
En realidad, este silencio no significa negación de la Trascendencia, sino rechazo de toda
representación que se interponga en el camino que el hombre sigue hasta llegar al Nirvana.
A pesar de este silencio, el Budismo es una de las grandes creaciones religiosas de la humanidad.
El Nirvana es la meta del Budismo. Significa “enfriar” o “extinguir”. Se utiliza para expresar el estado en el que uno ya
no padece el deseo, el odio o el engaño. El Nirvana no es la desaparición de la vida; lo único que pretende es eliminar las
pasiones negativas, que no conducen más que al dolor y al sufrimiento. En el Nirvana se alcanza la liberación de
futuras reencarnaciones.
El yoga. Es un método de autocontrol de los sentidos, la imaginación y la sensibilidad, para llegar a la contemplación o éxtasis, en que desaparece la distinción entre el Uno y las
cosas.
Buda no dejó su doctrina escrita. Desde su muerte, sus discípulos interpretaron de diferentes maneras sus enseñanzas. Hubo grandes controversias y divisiones. Ni siquiera los sucesivos concilios budistas pudieron poner fin a las diversas interpretaciones.
Desde el siglo VI d.C. se imponen tres escuelas, tres vehículos, que conducen al budista al Nirvana.
Actualmente, las tres siguen vigentes.
El Budismo fue misionero desde sus orígenes. La misión de los monjes consistía en anunciar la doctrina de Buda por
compasión al mundo y para la salvación de muchos.
Éstos fueron sus pasos misioneros:
1. En los siglos VI al III a.C. se extendió por la India y Ceilán gracias al esfuerzo de los
misioneros y a la ayuda de algunos reyes y príncipes indios convertidos al Budismo
Una cosa que llama la atención en el desarrollo del Budismo es que en la patria de Buda, en la India, desapareció por la
fuerza del Hinduísmo a partir del siglo VII d.C. y por la presión del Islam entre los siglos XI y XIII.
Actualmente, más de 330 millones personas se confiesan y viven como budistas. En Occidente cada vez tiene más
presencia esta religión.
LOS BUDISTAS HOY