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  • Cuba Siglo XXI

    El Siglo XXI y la revolucin socialista: ruptura o continuidad?

    Jess Pastor Garca Brigos. Instituto de Filosofa, CITMA, Cuba

    Indice

    Una pregunta: unas definiciones prcticas necesarias. ................................................. 1 Podemos hablar de socialismo sin la obra de Marx, Engels y Lenin? ........................ 2

    UNA PREGUNTA: UNAS DEFINICIONES PRCTICAS NECESARIAS.

    La pregunta que se nos plantea es si existen vnculos y cules son, entre los desarrollos necesarios para enfrentar los retos actuales en la indispensable transformacin comunista de la humanidad, y toda una obra, un pensamiento y una prctica, con un punto nodal crucial en Marx, Engels y Lenin. Pregunta que est muy vinculada a la propia concepcin cientfica del socialismo: de qu hablamos cuando invocamos el socialismo.o, por qu no, el comunismo?

    Marx y Engels, como cientficos consecuentes, llegaron a demostrar el inexorable fin del sistema de relaciones del capital, y que el mismo sera trascendido por un nuevo modo de desarrollo. Y en sus trabajos denominaban a ese nuevo estadio, a ese movimiento indistintamente socialismo o comunismo. Profundizando algo ms en su produccin publicada, podramos precisar que socialismo se identificaba mayormente con las concepciones, las teoras, los adelantos acerca de la nueva sociedad deseada, y comunismo cada vez ms fue un trmino usado para calificar el nuevo modo de desarrollo humano: la sociedad comunista.En la tan maltratada Crtica al Programa de Gtha, Marx habla de un largo periodo entre el capitalismo y la sociedad comunista desarrollndose sobre sus propias bases, cuyo Estado como forma de organizacin del poder pblico identifica con la dictadura revolucionaria del proletariado.

    Toda esa poca desde el inicio del establecimiento del nuevo modo de desarrollo hasta que el mismo llega a existir plenamente sobre sus propias bases, y continuar fortalecindose y por consiguiente marcando progreso de la humanidad, aparece en la obra de estos gigantes como un proceso esencialmente revolucionario, ininterrumpido, en tanto proceso histrico. Pero, como no poda ser de otra forma, aparece en formulaciones muy generales, porque se estaba tratando de adelantar esencias de un sistema necesario en el sentido histrico, pero que an no exista, y por tanto no se poda caracterizar de un modo ms especfico, no se poda conceptualizar a un nivel ms instrumentablecomo la propia prctica cotidiana podra necesitar.

    Y la prctica impuso conceptualizaciones.

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  • Cuba Siglo XXI

    O mejor, la prctica revolucionaria hizo necesarias nuevas expresiones en el discurso poltico, y algunas prcticas impusieron sus conceptualizaciones,.Y as surgieron los planteamientos que trascendieron al espacio cientfico acerca del perodo de transicin, trnsito al socialismo, construccin del socialismo, construccin del socialismo en lo fundamental, construccin del socialismo desarrolladoetc.

    El afn de distinguir etapas, por dems frecuentemente rgidas y predeterminadas, forzando la realidad a determinadas concepciones, vino despus de Marx y Engels, y si vamos a profundizar, tambin a pesar de Lenin. Y con mucho dao para los procesos revolucionarios.

    De la mano de esos planteamientos tericos, vinieron las justificaciones por las circunstancias de medidas que luego la historia calific de errores evidentes, se ignoraron o incluso reprimieron- elementos que no se ajustaban a las verdades preconcebidas, y se establecan como soluciones cuestiones que, si bien podan resultar justificadas circunstancialmente, adolecan al menos de la sistemicidad necesaria para merecer el alcance que se les dio en su momento.

    Pero ni las imposiciones polticas ni los debates cientificos lograron validar completamente el enfoque que se hallaba en el fondo de tales planteamientos. Muestra fehaciente de ellos es la propia historia de la URSS, que rpidamente transit por las etapas de construccin del socialismo en lo fundamental, construccin del socialismo, socialismo desarrollado,y se encontraba en los inicios de la construccin del comunismo,-segn documentos de los congresos del PCUS-, cuando sobrevino el derrumbe que hizo hasta desaparecer a la propia URSS.

    Y la humanidad no tiene plazos para repetir errores viejos.

    Es muy importante para el anlisis y la conduccin practica de cualquier proceso real, medir en cuanto se ha avanzado y cuanto queda por hacer respecto a determinados objetivos, a ideales, valores a alcanzar. Pero sin perder de vista lo que, a nuestro juicio, est en el corazn del valioso legado de Marx y Engels:

    pensar en la transformacin comunista como un proceso revolucionario, ininterrumpido, con un complejo sistema de contradicciones y problemas asociados su solucin.

    PODEMOS HABLAR DE SOCIALISMO SIN LA OBRA DE MARX, ENGELS Y LENIN?

    La obra de Marx y Engels, - en particular la concepcin materialista de la historia, y sus aportes al pensamiento poltico y econmico-, constituyen una rigurosa elaboracin cientfica acerca del desarrollo humano hasta el capitalismo del siglo XIX. Lenin lleva el hito hasta el terreno de la conduccin prctica de un proceso de transformacin comunista en los albores de una nueva fase del desarrollo capitalista.

    Se conforma as un legado terico que nos pone en condiciones de comprender la esencia del desarrollo capitalista en nuestros das. Legado que, ms all de su influencia metodolgico-cosmovisiva como concepcin filosfica general, es punto de referencia obligado como eje conformador de la ciencia poltica y la economa de la etapa de transformacin comunista de la sociedad; como ncleo articulador del fundamento terico para la transicin comunista.

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  • Cuba Siglo XXI

    Acerca del contenido de la revolucin comunista como peculiar proceso de transformacin social, de sus rasgos esenciales, fueron adelantadas importantes ideas por Marx, Engels y Lenin.

    Como cientficos consecuentes, Marx y Engels, -y an Lenin, bajo las presiones de la prctica poltica y el necesario discurso movilizador y formador de sujetos-, no se empearon en describir todo el proceso, ni mucho menos todo lo que sera la sociedad comunista, porque hubiera sido un acto voluntarista de pura especulacin, ajeno a la esencia misma del modo de pensar y actuar que defendieron siempre.

    La transformacin comunista de la sociedad como proceso histrico no poda ser analizada en detalle por Carlos Marx y Federico Engels como cientficos rigurosos, por razones que es innecesario apuntar. Lo cual no significa que ignoraran en sus elaboraciones tericas los intentos anticipadores de las fuerzas progresistas ( por ejemplo en La Guerra Civil en Francia) y los procesos que en el seno de la sociedad capitalista de la poca podan portar grmenes compatibles con una transformacin radical1, o mostrar requerimientos insoslayables para su ocurrencia como culminacin de la negacin dialctica de siglos de desarrollo portado por individuos enajenados en distintos modos y medida, de la propia produccin de su vida social, con su expresin cumbre en la reproduccin capitalista.

    Esas ideas, como principios generales orientadores, expresin de objetivos a alcanzar mediante un proceso de constante enriquecimiento resultado de la prctica revolucionaria, se han desarrollado hasta hoy en condiciones histricas complejas, en muchos detalles imposibles de tener en cuenta por sus fundadores. Adems de que en buena medida como resultado de estas condiciones histricas, se han visto sometidas al criterio de una prctica no siempre consecuentemente revolucionaria en el sentido marxista.

    Quizs uno de los aspectos medulares y que ms inconsecuentemente ha sido atendido, es el llamado que hay en la obra de estos pensadores revolucionarios en cuanto a que, a la hora de analizar el peculiar proceso de salto en el desarrollo humano que significa la revolucin comunista, es importante sobre todo tener bien claro el papel de la base de la sociedad, conformada por las relaciones de produccin material, y del modo de produccin como un todo, en la compleja interrelacin con los elementos de la superestructura social. Y, en igual medida, la compleja interaccin entre las diferentes esferas de actividad humana, - econmica, social, poltica e ideolgico espiritual. La integracin de estos dos cortes es determinante para superar estrechos enfoques estructuralistas reduccionistas en el estudio de cualquiera de los procesos particulares que conforman el proceso de produccin y reproduccin de la vida social.

    1 Ver los esbozos de respuesta a V. Zazulich por Carlos Marx, en las Obras Completas de C. Marx y F. Engels, T.19 , (en ruso), Edit. Estatal de Literatura Poltica, Mosc, 1961, pp. 400- 421.

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    En el anlisis de los procesos sociales es tan incorrecto ignorar el papel determinante de la base material de la sociedad y del modo de produccin material en su conjunto respecto a la superestructura, como la real influencia inversa de esta dentro del proceso de desarrollo histrico; o minimizar el lugar determinante de la esfera econmica en el funcionamiento de la vida social, pero con la real influencia sobre sta de las restantes esferas, que puede adquirir carcter decisivo en determinados momentos del desarrollo, en el decursar de cada uno de los procesos particulares que conforman este desarrollo2. En una de las muchas ocasiones que Marx o Engels tuvieron que insistir en aclarar la determinacin econmica en la concepcin materialista de la historia, Engels, luego de reiterar que son ...las condiciones econmicas lo que condiciona en ltima instancia el desarrollo histrico subraya como un punto que no debe pasarse por alto, que:

    El desarrollo poltico, jurdico, filosfico, religioso, literario, artstico, etc., descansa en el desarrollo econmico. Pero todos ellos repercuten tambin los unos sobre los otros y sobre su base econmica. No es que la situacin econmica sea la causa, lo nico activo, y todo lo dems, efectos puramente pasivos. Hay un juego de acciones y reacciones, sobre la base de la necesidad econmica, que se impone siempre en ltima instancia.3

    Y esto es de primordial importancia en el inicio de la transformacin comunista de la sociedad, proceso de consolidacin de una socialidad superior, resultado y premisa de individuos realmente emancipados en todo el contenido social de este concepto.Un lugar significativo en el tratamiento de tan compleja dialctica lo ocupan los anlisis de esa transformacin por un poltico y desde la poltica, sobre una base cientfica y filosfica brindada precisamente por los trabajos de Marx y Engels, que nos encontramos en la obra de Lenin, -quien desafortunadamente no vivi ms que la fase esencialmente destructiva de esa transformacin en la Rusia de inicios del siglo XX- y de Fidel Castro, al frente de un proceso de transformacin marcado por iniciarse a partir de la condicin de pas subdesarrollado y constituir la fase climtica de un bicentenario enfrentamiento con las ambiciones imperialista de los gobiernos de los Estados Unidos de Amrica. Baste sealar la famosa tesis del primero acerca de la poltica como expresin concentrada de la economa, su culminacin y anticipacin, que en los periodos transicionales hacia una nueva sociedad deviene decisiva. O la concepcin fidelista del socialismo como un proceso poltico, ante todo estrechamente ligada a una concepcin efectivamente humana del desarrollo de las fuerzas productivas como su condicin necesaria.

    Nos encontramos ante anlisis con la mayor profundidad y alcance, que constituyen una aproximacin consecuentemente materialista dialctica, al estudio de las relaciones de direccin en el proceso social, de los vnculos entre elementos con relaciones de correspondencia histrico- concretas y necesarias, que se subordinan entre s a partir de su posicin en el proceso de desarrollo social.

    La revolucin comunista como construccin de un nuevo sistema de relaciones sociales que se inicia a partir de la toma del poder poltico por los explotados y

    2 En este sentido es muy importante la distincin entre las categoras base material y base econmica, insuficientemente desarrollada en la literatura especializada. Ver: La base econmica en la conformacin de tendencias del desarrollo de la sociedad cubana actual, Informe de Investigacin del autor del presente libro, digitalizado, Instituto de Filosofa, Diciembre 2004.3 Carta de Engels a W. Borgius, 25 de enero de 1894. Obras Escogidas en tres tomos, ed. .cit., tomo III, p. 530.

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    desposedos en general, es un proceso esencialmente dirigido. Pero con una direccin de nueva naturaleza, que no puede perseguir reproducir la separacin enajenante dentro del proceso de reproduccin social que caracteriz toda la etapa de desarrollo clasista de la sociedad, sino dar paso a un desarrollo como autodireccin social sobre la base de individuos progresivamente ms plenos y libres, como resultado y premisa de una verdadera emancipacin social. Es el inicio de la transicin hacia ....la constitucin del sujeto-social-individual real, en lugar del inmensamente ficticio modelo de individualidad aislada que caracteriz el contenido de las relaciones entre los individuos en el ideal de socializacin liberal burgus y que serva para disfrazar las relaciones de poder instauradas, emanantes de los imperativos reificados del capital, como manifestaciones ideales del individuo persiguiendo libremente su eleccin soberana de placer y utilidad4.

    Por ello resulta tan natural y central el vnculo entre la obra de estos revolucionarios y las diferentes expresiones objetivas de la relacin dirigentes- dirigidos. La concepcin acerca de la relacin dirigentesdirigidos est presente especialmente en todos los momentos de la produccin de Marx, Engels y Lenin en que se plantean elementos acerca de la sociedad comunista, como sustrato esencial, eje integrador de la concepcin acerca de ese proceso de transformacin y desarrollo de una nueva cualidad.

    La revolucin5 que constituye la transformacin comunista de la sociedad, presenta peculiaridades que la distinguen de todas las revoluciones sociales anteriores, no solo por la propia esencia dinmica de lo que debe ser su resultado: un nuevo estadio de desarrollo social6.

    En los trnsitos a las formaciones econmico-sociales(FES) esclavista, feudal y capitalista, las nuevas relaciones de produccin surgen y se desarrollan hasta hacerse predominantes en el seno de la formacin anterior, y el proceso de establecimiento de la organizacin social superior culmina con la toma del poder poltico por la clase econmicamente hegemnica.

    Pero en la transicin comunista esto no es posible.

    La revolucin comunista va ms all del cambio de un modo de produccin material por otro. Se trata de la trasformacin radicalmente revolucionaria del proceso de produccin y reproduccin de la vida social: es la superacin de la reproduccin de individuos socializados enajenados por la reproduccin de individuos socialmente emancipados, humanamente emancipados7.

    Y esto es en esencia un nuevo modo de reproduccin de las relaciones de correspondencia/dependencia, organizacin, coordinacin y control entre las actividades

    4 Meszaros, Istvan, Beyond Capital, T.1, p.431.5 En la obra de Marx, Engels y Lenin est muy presente la discusin acerca de la ruptura y la gradualidad en el concepto de revolucin, y ms que eso, en la practica de la lucha revolucionaria, muy estrechamente ligada a los elementos que conforman la red para el tratamiento prctico de la relacion dirigentes- dirigidos y su aprehensin terica. .6 Hablamos de revolucin social como el proceso de ruptura de un sistema de relaciones de produccin material y el establecimiento de otro cualitativamente superior, en el sentido de que contribuye al avance en el nivel y carcter del sistema de las fuerzas productivas: la ruptura en el proceso histrico, que conduce a la substitucin de un modo de produccin material por otro superior, en el sentido de ncleo del proceso de desarrollo de la vida social a un nivel que la hace cualitativamente ms apta para su conservacin y reproduccin ampliada.7 Marx, C., La cuestin judia, Collected works, International publishers, New York,Vol. 3, pp. 146 174.

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    de los individuos diversos durante el proceso de produccin (apropiacin) de su propia vida social.

    El anlisis del proceso histrico desarrollado por Marx y Engels, conduce a que el orden de las transformaciones no puede ser otro que comenzar el establecimiento de la nueva formacin con la toma del poder poltico por la clase desposeda de todo poder econmico, que no sea el que le confiere a sus integrantes el ser poseedores exclusivamente de su fuerza de trabajo y estar obligados a entregarla en un intercambio desigual por los elementos mnimos indispensables para su existencia, a los poseedores de los medios de produccin, necesitados a su vez de esa fuerza de trabajo para la reproduccin ampliada de las relaciones del capital.

    Ello est vinculado esencialmente a que este cambio formacional inicia la negacin de toda la etapa anterior basada sobre la enajenacin del individuo respecto al proceso de desarrollo social, en diferentes grados de acuerdo a la posicin que ocupa en el sistema de produccin de la vida social, en primer lugar de la produccin material, a diferencia de los anteriores trnsitos que simplemente reprodujeron dicha enajenacin, con peculiaridades propias en cada uno de los diferentes tipos histricos de propiedad privada sobre los medios de produccin8.

    Si complejo resulta el proceso de establecimiento de cualquier formacin econmico- social, la complejidad se hace mayor an ante el trnsito comunista. Y, como lo muestra claramente la obra leninista, la complejidad resulta multiplicada cuando las condiciones de partida son la de un pas atrasado como la Rusia de inicios del siglo XX, o como la actualidad nos presenta en el caso cubano, a partir de la peculiar condicin de subdesarrollo9.

    Lenin y la realidad de iniciar la transformacin comunista en un pas, de los ms atrasados en su momento, e incluso la propia interrupcin de esa experiencia a ms de setenta aos de iniciada, tanto como la experiencia cubana liderada por Fidel Castro de enfrentar el nuevo fenmeno del subdesarrollo emprendiendo la transformacin

    8- En la "Ideologa Alemana" se expresa ya claramente el carcter diferente en esencia de la transicin a la FES comunista, y qu determina ese carcter. 9 En relacin con esto hay un problema metodolgico gnoseolgico que considero central: se debe conceptualizar y actuar en consecuencia, en funcin de un trnsito comunista (socialista) como proceso de desarrollo, pero en modo alguno de un trnsito al comunismo o un trnsito al socialismo. En primer lugar, Marx y Engels, si bien insistan en distinguir sus concepciones socialistas de otras, y ms tarde Lenin precis incluso en el nombre del partido su contenido comunista al diferenciarse dentro del socialismo ruso, en sus referencias al nuevo tipo de sociedad utilizaban indistintamente el trmino comunismo o socialismo. Ni siquiera en la tan conocida Crtica al Programa de Gotha se habla en tminos de construccin socialista como antesala a la comunista. Si algo all queda claro es la identificacin de una socialidad superior en cuanto al desarrollo de las potencialidades humanas, identificada con la socialidad comunista. Pero con la sociedad y la socialidad comunistas como proceso.Cualquier otra interpretacin en trminos de etapas como estadios de llegada, compartimientos estancos, sera algo tan antidialctico, antimarxista y en definitiva anticientfico, como el fin de la historia de nuestro contemporneo Fukuyama. Hasta donde hablar de trnsito, y a partir de qu momento hablar de comunismo como sistema social conformado totalmente y en tal sentido irreversible como estadio histrico de la humanidad?. Esto es algo que resulta imposible de responder en la actualidad, e incluso quizs mejor no tratar de responderlo a la fuerza, so pena de incurrir en los graves errores que llevaron al proceso a su fin en las experiencias de Europa del Este, que en no poca medida estuvieron relacionados con las definiciones de estadios alcanzados que ocultaban el cuadro real de la sociedad. Recordemos por ejemplo los planteamientos del XXVI Congreso del PCUS acerca de la culminacin de la construccin del socialismo desarrollado y el inicio de la construccin del comunismo o, en un aspecto ms particular pero ntimamente relacionado, la afirmacin acerca de la consolidacin de la nacionalidad sovitica.

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    comunista del organismo social en cuestin, no hacen ms que confirmar las ideas de Marx y Engels, cuando avanzaban algunos de los rasgos esenciales que debera tener la revolucin comunista, como caso particular de revolucin social:

    esta radical transformacin social se inicia con la conquista del poder poltico, creando un Estado proletario, como organizacin del "poder pblico"/Marx/ cuya funcin social ser conducir la transformacin radical de las relaciones de produccin imperantes hasta el momento, como determinante de un nuevo sistema de relaciones sociales;

    el Estado proletario tiene que actuar como instrumento de nuevo tipo para el ejercicio del poder poltico en manos de las fuerzas de clase histricamente revolucionarias, dirigido a imponer y propiciar la reproduccin de unas relaciones de propiedad que lleguen a negar la propia naturaleza de ese instrumento y la propia existencia de las clases en general, cediendo el paso a una organizacin de la sociedad en cuyos marcos "el libre desarrollo de cada individuo es condicin del libre desarrollo de todos"10: el Estado proletario tiene que actuar como sistema de medidas de violencia para erradicar o transformar las condiciones econmicas, sobre las cuales descansa la lucha de clases y la existencia de las clases11

    la nueva forma de organizacin social se tiene que estructurar sobre relaciones de produccin (relaciones de propiedad- relaciones de apropiacin) que hagan corresponder la naturaleza social de la riqueza y un ritmo acelerado de su desarrollo racional (produccin), con su modo de distribucin y apropiacin, lo cual pasa por la transformacin del modo de desenvolvimiento del trabajo vivo, la eliminacin de la condicin de asalariado12.

    la eliminacin de la condicin de asalariado es determinante en el curso de la revolucin comunista, y constituye un proceso complejo, a partir de que dicha condicin no se reduce a su manifestacin fenomnica en el acto de trabajar a cambio de un salario. La esencia de la condicin de asalariado no se reduce a que el individuo a cambio de su trabajo recibe lo que le permite acceder a los medios de subsistencia mnimos para su reproduccin como fuerza de trabajo; la naturaleza ltima de esa condicin, base de la produccin capitalista, estriba en que es ese acto de cambio desigual lo nico que posibilita el vnculo, atrae y ata al individuo al proceso de produccin de la riqueza social.

    La revolucin comunista tiene que transformar radicalmente la vinculacin del individuo al proceso de produccin de la riqueza, llevndolo de la simple condicin de creador enajenado de valor a la de productor pleno de "su propia vida material"/Marx/; a la condicin de sujeto libre en el proceso de su propia reproduccin como parte del sistema de los individuos sociales/Marx/.

    10- Marx, C y Engels, F. El Manifiesto del Partido Comunista, T.III, Obras Escogidas en 9 tomos (en ruso), Ed. De Literatura Poltica, Mosc , 1985, p. 160.11 Marx, C., Resea del Libro de Bakunin Estatalidad y anarqua, T. 18, O.C. Ed. Cit. En ruso., p. 611.12 Marx, C. Salario, precio y ganancia, Ob. comp.. en ruso, ed. Cit., T. 16, pp. 101- 155. Obra que expresa concentradamente estas ideas desarrolladas en El Capital.

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  • Cuba Siglo XXI

    La revolucin comunista se ha de iniciar con la toma del poder poltico, acto que es a su vez un complejo proceso. Y a partir de ese momento es que se inicia la culminacin del proceso de formacin de las nuevas relaciones sociales, en primer lugar posibilitando y asegurando la reproduccin ampliada de las nuevas relaciones de produccin, proceso extremadamente complejo que errneamente se ha interpretado con la simple ...expropiacin legal/poltica del capitalista privado.13

    Esto confirma la diferencia esencial de la revolucin comunista respecto a las revoluciones anteriores, en las que la toma del poder poltico culminaba el proceso, pasando a refrendar en esa esfera los cambios de la estructura econmica, generadores objetivos de unas relaciones de produccin superiores, correspondientes a una etapa superior de desarrollo formacional, pero de igual naturaleza explotadora que las relaciones en cuyo seno fueron engendradas.

    Con ello se ha de plantear, y la prctica histrica parece as confirmarlo, entre mltiples cuestiones de inters terico y prctico, la conformacin de un status de la poltica respecto a la base econmica de la sociedad, esencialmente diferente en algunos aspectos al que posea en toda la etapa clasista de desarrollo anterior.

    Sin perder la economa su condicin de determinante en ltima instancia del desarrollo social en su conjunto, la dialctica entre la actividad econmica y la poltica se hace ms compleja. Se plantean facetas en las mediaciones de esa interaccin, que se renuevan constantemente en las cambiantes condiciones histricas en cuanto al nivel y el carcter del desarrollo de las fuerzas productivas en los organismos sociales histrico- concretos protagonistas de los cambios, como se ha mostrado en las condiciones reales en que han tenido lugar las experiencias de inicio de la transformacin comunista de la sociedad.

    Y ello plantea demandas insoslayables para la interpretacin consecuentemente marxista- leninista del contenido y significado del desarrollo de las fuerzas productivas como elemento determinante en el progreso social, en su interaccin con las relaciones de produccin y con las restantes facetas del movimiento social. Muy en especial con respecto a la atencin al tantas mencionado pero pocas veces comprendido y frecuentemente distorsionado en la prctica, lugar del individuo socializado y socializndose en el desarrollo de las fuerzas productivas.14Se impone profundizar en la comprensin del contenido de la relacin dialctica entre las fuerzas productivas y las relaciones de produccin para las nuevas condiciones; profundizar en como se desenvuelven los vnculos directos entre estas dos facetas del desarrollo social y sus mediaciones a travs del modo de produccin como un todo, y a travs de los "procesos de la vida social, poltica y espiritual en general." 15

    Se impone en esencia profundizar en el proceso de apropiacin por los individuos de las condiciones necesarias de su existencia y reproduccin ampliada, de produccin y reproduccin de su propia vida social, en primer lugar las condiciones econmicas ,

    13 Ver Meszaros, Istvn, Beyond Capital, T. 1, p. 4214 Idea clave para los pases subdesarrollados, que Lenin coloca en un lugar significativo en su obra. Es la concepcin de fuerzas productivas de la Revolucin Cubana, slidamente promovida por el Comandante en Jefe Fidel Castro: fuerzas productivas, ms que fbricas y tecnologas, es la salud, la educacin, el deporte, la cultura general e integral, elementos sin los cuales, por dems, no se puede aprehender y convertir en socialmente productivos realmente los elementos objetuales del sistema de las fuerzas productivas.15 Marx, C. "Contribucin a la crtica a la economa poltica", T.IV, Obras Escogidas en 9 tomos (en ruso), Ed. de Lit. Poltica, Mosc, 1985 p. 137.

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  • Cuba Siglo XXI

    cuya transformacin parte del poder poltico que coloca a esta forma de actividad social y su expresin en el Estado proletario en tanto nuevo tipo de organizacin del poder pblico, como elemento activo en la conformacin del nuevo sistema de relaciones de produccin, que negar dialcticamente la separacin de la vida poltica respecto a la sociedad civil16 dada en el Estado moderno del capital.Solo a partir de esto es posible interpretar y aplicar creadoramente a las condiciones concretas de cada pas, los rasgos esenciales que definen y hacen posible la transformacin comunista, que marca el fin de la poca del desarrollo clasista de la sociedad.

    Asumir como punto de partida la comprensin de Marx, Engels y Lenin acerca del proceso produccin y apropiacin por los individuos de su propia vida social, de su complejidad y contradictoriedad dialctica (no hay produccin sin apropiacin....), resulta esencial para comprender en toda su riqueza las relaciones de ordenamiento en la vida social.

    Y, muy especialmente, comprender las peculiaridades de la actividad social a partir del inicio de la transformacin comunista, de las interacciones objetivas durante el ordenamiento de la actividad entre los individuos a travs de sus distintos niveles de mediacin, y derivar las orientaciones metodolgicas para la actuacin consecuente con la naturaleza emancipadora comunista, que ha de negar toda una etapa de desarrollo formacional cuyo ncleo es la enajenacin de los individuos respecto al proceso de produccin y reproduccin de su vida social, dando el salto a un modo de reproduccin social, cuyo ncleo es precisamente la autodireccin del proceso de produccin y reproduccin de la vida humana por individuos emancipados socialmente.

    16 Marx, C. Contribucin a la Crtica de la Teora del Derecho de Hegel (borrador), Vol. 3, Colected Works, p. 79- 80.

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  • http://www.nodo50.org/cubasigloXXI

    Mercado para el socialismo: ingenuidad, ignorancia o mala

    intencin?

    Jess P. Garca Brigos

    ...la idea sostenida por algunos socialistas de que necesitamos el capital pero no a los capitalistas es completamente errnea. En el concepto de capital est contenido que las condiciones objetivas del

    trabajo (labour)- y ellas son su propio producto- adquieren una personalidad /cursiva del original:JGB/ contra l, o, lo que es lo mismo, que ellas estn presentes como la propiedad de una

    personalidad alienada del trabajador. El concepto de capital contiene al capitalista.....C. Marx

    Grundrisse,1

    Quizs para algunos el ttulo pudiera parecer un error o para otros, una pregunta con

    respuesta positiva conocida de antemano.

    Ms que adoptar una u otra posicin de forma rgida, asumo con total conviccin la

    necesidad de llegar a una respuesta luego de entrar en los anlisis detallados, de

    contenido, con toda la apertura de mente que permite y exige el trabajo acadmico,

    siempre de la mano del mayor rigor, por supuesto.

    Pero queremos marcar una posicin de partida, nada reida con esta conviccin. Todo

    lo contrario

    Con el ttulo de este trabajo ante todo pretendo destacar lo que aprecio como el uso de

    conceptos con irresponsabilidad, ingenuidad, ignorancia o toda la mala intencin del

    mundo.

    Esto no ocurre solo con el concepto de mercado.

    O, mejor expresado, con el tratamiento del mercado en su relacin con la

    construccin socialista.1 VINTAGE Books, New York, 1973

    1

  • http://www.nodo50.org/cubasigloXXI

    Nos enfrentamos a una situacin que, aunque lamentable, considero muy justificada, -

    o, cuando menos, comprensible, lgica, - con un fundamento que estamos en la

    obligacin de atender con todo el cuidado que se merece.

    Entre los revolucionarios que nos reconocemos continuadores de las luchas con la

    gua para la accin legada por Carlos Marx y Federico Engels, algunos podran

    considerar innecesario volver sobre el tema de la relacin entre teora y prctica,

    apoyndose en la declarada fidelidad a la famosa tesis once de Carlos Marx sobre

    Feuerbach.

    Pero, hasta qu punto las urgencias del quehacer cotidiano nos atrapan y lanzan a las

    redes del ms burdo pragmatismo, de la mano del facilismo, esa terrible y tan poco

    revolucionaria actitud?

    Habra que analizar con rigor en primer lugar, hasta qu punto la actitud de evitar las

    complejidades de la reflexin, de menospreciar la interpretacin terica de la realidad,

    de ignorar la teora, es resultado del facilismo, o es resultado de otras causas ms

    complejas, de otros males, no tan poco frecuentes.

    Y al mismo tiempo, analizar como el facilismo y el pragmatismo vulgar, igual que los

    otros males que lamentablemente se presentan ms de lo que quizs sera comprensible,

    resultan paradjicamente alimentados por las condiciones reales en que se han

    desenvuelto hasta el presente los procesos de transformacin socialista.

    En cualquier caso, lo que si no nos queda ms remedio que constatar es la existencia de

    importantes insuficiencias en el desarrollo de la tan necesaria teora.

    El pasado ao se cumplieron 140 aos de que Carlos Marx publicara el primer tomo

    del El Capital. Primer tomo de un proyecto inconcluso, encaminado a describir

    completamente la economa poltica del capitalismo, ante todo con una concepcin

    2

  • http://www.nodo50.org/cubasigloXXI

    diferente de la economa poltica, fundamento de una concepcin nueva del desarrollo

    y funcionamiento de la sociedad.

    El Capital es, sin dudas, la muestra tangible ms fehaciente de un producto del

    pensamiento y la accin, del vnculo entre la teora y la prctica revolucionaria

    cotidiana, que -en riguroso anlisis de la realidad hasta su momento histrico-, permite

    fundamentar los lmites inexorables del modo de desarrollo existente hasta entonces, y

    adelantar elementos esenciales a tener en cuenta para su trascendencia.

    Y dentro de pocas semanas celebraremos los 91 aos de la Revolucin de octubre,

    inicio indiscutible de una nueva etapa en el desarrollo de la humanidad. Se iniciaba en

    un pas un proceso de transformaciones que abra las posibilidades de llevar a la

    realidad ideales emancipatorios que ninguna otra transformacin social haba tenido

    oportunidad de plantearse. Ideales emancipatorios que cada vez con mayor claridad han

    devenido necesidad insoslayable para la propia existencia humana. Pero an hoy en

    buena medida continuamos valorando insuficientemente las complejidades de la

    implementacin prctica de estos ideales.

    Vivimos momentos que pueden parecer ms complejos que los vividos por Marx,

    Engels y Lenin. Y lo son, si no cerramos los ojos ante la verdad cada vez ms evidente

    del posible holocausto mundial.

    Pero en muchos sentidos el momento actual repite desafos como los que tuvieron que

    enfrentar Marx, Engels y luego Lenin en sus respectivos contextos.

    Y lo primero que tenemos que hacer para salir victoriosos es comprender nuestra

    realidad actual, abordando sus complejidades para transformarla, pero sin renunciar al

    Norte bien definido de la sociedad comunista, con la brjula bien ajustada de la gua

    3

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    para la accin que nos brindaron Marx, Engels y Lenin, y nos sentimos responsables

    de seguir perfeccionando a la luz de los nuevos tiempos.

    Socialismo- comunismo: trminos, conceptos, y la terca realidad objetiva.

    La transformacin comunista de la sociedad es compleja como ninguna otra

    transformacin social anterior. Y ms que cualquiera de ellas, resulta una permanente

    batalla de ideas, en la que es imposible salir victoriosos sin el uso de las categoras

    correspondientes a los nuevos contenidos que se proponen por su necesidad histrica

    y se construyen en la lucha cotidiana en cada contexto especfico.

    Vemos con creciente preocupacin casi a diario el abandono (conciliador?) de

    trminos que son expresin de categoras centrales en la concepcin marxista del

    desarrollo humano y en particular de la transformacin comunista, como son las

    categoras seminales del enfoque de Marx en relacin con la contradiccin entre

    alienacin y emancipacin, o las de Dictadura del Proletariado, clases sociales y lucha

    de clases, piedras angulares de lo que debe ser una nueva concepcin de la poltica, la

    economa y el funcionamiento y desarrollo de la sociedad como un todo.

    Y, con mayor preocupacin an, vemos y combatimos el uso acrtico de otros trminos

    que, identificando categoras elaboradas a partir de la realidad de las sociedades

    clasistas, son cuando menos insuficientes para describir y ser elementos activos en la

    prctica cotidiana de desarrollo de la nueva socialidad comunista, e incluso algunos

    devienen portadores de cdigos desmovilizadores y reaccionarios.

    Nos referimos a trminos y expresiones tan usados como: democracia participativa,

    verdadera democracia, representante del pueblo, organizaciones no gubernamentales,

    socialismo de mercado, marketing, competitividad, propiedad privada con funcin

    social, mercado social,. y el tan popular capital humano, por solo citar algunos.

    4

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    El desarrollo del aparato categoral nuevo para la realidad nueva es una tarea

    extremadamente compleja. En primer lugar, precisamente porque no se trata de hacer

    que la realidad se ajuste a las elaboraciones tericas.

    Estamos ante una realidad en nacimiento, en construccin.

    Se trata de lograr conceptos y propuestas tericas en general, que orienten la actividad

    en el rumbo necesario, en permanente interaccin dialctica con la realidad que se

    pretende transformar adelantndonos a ella.

    Es una tarea tan compleja como urgente, que sera muestra de extrema soberbia y

    arrogancia pretender resolver por una sola persona, mucho menos en un solo trabajo.

    Y para contribuir a ella en el Instituto de Filosofa comenzamos a desarrollar desde

    enero del ao 2007 una investigacin acerca de la propiedad en la construccin

    socialista, con la participacin directa de investigadores del Instituto de Estudios e

    Investigaciones del Trabajo y de la Universidad de la Habana, y la colaboracin de un

    amplio grupo de especialistas con rico aval de estudios sobre la temtica, que incluye

    desde economistas hasta especialistas en comunicacin.

    Se trata de una investigacin encaminada precisamente a contribuir a enfrentar el reto

    que sealamos anteriormente, que con mucha claridad subray Lenin cuando nos

    alertaba que quien se dedica a atender las cuestiones particulares sin haber

    resuelto antes las generales, a cada momento indefectiblemente estar chocando

    5

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    sin darse cuenta con estas cuestiones generales. Y chocar a ciegas con ellas a cada

    paso significa condenar su poltica a las peores vacilaciones y falta de principios.

    Se trata de un proyecto para hacer teora. La teora imprescindible para el desarrollo

    socialista en las condiciones actuales.

    Son muchos los retos ante una investigacin de este tipo. Pero entre ellos hay uno que

    tiene importancia crucial para la actividad cotidiana:

    el reto de identificar la impaciencia del revolucionario sincero, bien distinguida

    del oportunismo del super revolucionario, que se esconde tras comentarios

    tales como: El pas necesita respuestas, .necesitamos propuestas ya para

    cambiar la situacin existente ..hace falta producir, ..ser eficientes,

    rentables, competitivos.., incluso bajo el manto beatificador de propuestas

    programticas de ms socialismo.

    A los sinceros revolucionarios les decimos de corazn, que compartimos su

    impaciencia.

    Pero muy arrogantes y ms autosuficientes de lo tolerable seramos, si pensramos que

    una sola persona o un grupo va a dar la solucina las demandas que enfrenta el

    desarrollo socialista en Cuba.

    Resulta imprescindible comprender y actuar en consecuencia con que no podemos

    avanzar acelerada y sostenidamente en el desarrollo socialista, si no somos capaces de

    elaborar la teora al mismo tiempo que enfrentamos los hechos cotidianos de este

    complejo proceso; si no somos capaces de elaborar una teora que nos permita

    adelantarnosa la prctica de esa cotidianeidad, en la compleja interaccin dialctica

    6

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    que propone la concepcin avanzada por Marx desde sus conocidas Tsis sobre

    Feuerbach.

    Estamos ante una transformacin social de nuevo tipo, que se define por un cambio en

    la naturaleza del proceso de produccin y reproduccin social que ha de trascender

    siglos de explotacin, divisin social jerrquica del trabajo, reproduccin creciente de la

    alienacin en todas sus facetas.

    Se trata de una socialidad diferente, resultado que deviene a l vez premisa de individuos

    socializados diferente, de un modo que es resultado necesario y posible a partir de todo

    el desarrollo anterior, premisa de una individualidad cada vez ms libre y plena en su

    contradictoria unidad con la sociedad ms apta para un progreso humano pleno y

    sostenible.

    Es un proceso cualitativamente diferente de apropiacin por los individuos de su vida

    social, marcado adems en el caso cubano por desarrollarse a partir de la condicin de

    subdesarrollo, peculiar neocolonia de los Estados Unidos hasta 1959 y posteriormente

    en condiciones de permanente guerra con esta potencia imperialista ms poderosa de la

    actualidad como singular continuidad de unos deseos de sometimiento que datan de ms

    de doscientos aos..

    Los cientficos cubanos tenemos un gran reto que no podemos ignorar, porque no hay

    tiempo para cometer errores.

    La impaciencia revolucionaria no est reida con el rigor, cuando marchan

    acompaados de la responsabilidad y el realismo.

    La transformacin socialista es un viaje a lo ingoto, y por ello se asume en buena

    medida que el espritu de perfeccionamiento tiene que ser consubstancial a un proceso

    de tal naturaleza.

    7

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    Con esta premisa conceptual general, los cubanos declaramos la permanente autocrtica

    y deseo de perfeccionamiento como un rasgo insoslayable, y en tal condicin nos

    planteamos el perfeccionamiento permanente de nuestra obra.

    Y en los aos desde 1959 al 2006 se pueden distinguir al menos cuatro momentos en

    los cuales, con sus matices, se ha planteado un llamado a la movilizacin social para

    impulsar de manera especial el necesario perfeccionamiento2:

    1.- 1970- 1975: etapa de anlisis del desenvolvimiento del pas en lo relacionado con la

    zafra de 1970, especialmente en lo relacionado con la actividad econmica como eje del

    desarrollo, elaboracin de las transformaciones luego refrendadas en la Constitucin

    Socialista: la nueva Divisin Poltico Administrativa, el establecimiento del sistema

    de Organos del Poder Popular y del Sistema de Direccin y Planificacin de la

    economa3. Es un elemento muy significativo por su carcter integrador la atencin que

    se le empieza a brindar al lugar del Partido dentro funcionamiento de nuestra sociedad,

    sobre todo en la actividad econmica.

    Como record el General de Ejrcito Ral Castro en la asamblea de balance del Partido

    de Holgun en 1999, "...la organizacin antes de celebrar su Primer Congreso en 1975

    ya haba empezado a discutir qu deba significar control para el Partido y de cules

    maneras lo iba a ejercer, porque s estaba claro que no poda realizarse a semejanza del

    Gobierno o el Estado."4

    2 No entramos a considerar el momento que se puede ir identificando a partir de noviembre del 2005, con el discurso del Comandante en Jefe en la Universidad de la Habana y el de Ral Castro el 26 de julio del 2007. Hay indiscutiblemente un nuevo llamado a la rectificacin, con rasgos similares, pero es necesario profundizar si se considera dentro del proceso iniciado en 1999 o como un cambio cualitativo que genera una nueva fase.3 Se record en la Asamblea de Balance de Holgun que el 20 de mayo de 1970, el Comandante en Jefe sealaba: "...hay que fortalecer el aparato poltico. El Partido no admininistra. Orienta, dirige, impulsa, apoya, garantiza el cumplimiento de los planes de la Direccin de la Revolucin en cada lugar...". Nuestro Segundo Secretario, General de Ejrcito Ral Castro, en memorable discurso el 22 de agosto de 1974, se extenda con profundidad en estos aspectos: el papel de cada uno de los componentes del sistema de la dictadura del proletariado, de las instituciones representativas del Estado en particular y lo negativo del centralismo burocrtico,... Ver el discurso en el folleto publicado por la Asamblea Nacional del Poder Popular en Octubre de 1978.4 Granma, 27 de Octubre, "El Partido tambin necesita un perfeccionamiento estable"

    8

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    2.- Diciembre de 1984- abril de 1986: inicio del Proceso de Rectificacin de errores y

    tendencias negativas, que adquiere carcter de fenmeno de masas a partir del 19 de

    abril de 1986.Posteriormente este proceso recibe un impulso adicional con el proceso

    de discusin del Llamamiento al IV Congreso del PCC, y su decursar resulta alterado

    con el inicio del Periodo Especial.

    3.- 1998: el General de Ejrcito Ral Castro, -continuando en la implementacin de las

    ideas subrayadas en el V Pleno anterior al V Congreso del PCC y en el propio congreso

    celebrado en 1997, en particular en lo concerniente a la actividad econmica, de forma

    ms explcita en la Resolucin Econmica, - se dirige a los rganos partidistas y

    estatales reiterando la necesidad de "desadministrar" la labor del Partido, tema que en

    1999 es reafirmado durante las Asambleas de Balance provinciales y ampliado al

    retomar el concepto de la necesaria diferenciacin de funciones dentro del sistema

    poltico, especficamente ante la importante tarea del perfeccionamiento empresarial5:

    "...no seguir administrando desde el Partido, ni interferir al Gobierno en sus

    funciones, no suplantar a las organizaciones de masas en su papel y cumplir

    cabalmente las tareas partidistas en el perfeccionamiento empresarial"6

    4.- finales de 1999: Inicio de la Batalla de las Ideas: nfasis en programas econmico

    sociales que replantea en nuevas condiciones elementos que en los inicios del proceso

    revolucionario ocuparon un importante lugar en el desarrollo, asociados a potenciar el

    desarrollo del individuo en el sentido cultural ms amplio. Se plantean entre otras,

    radicales transformaciones en la educacin y los servicios de salud que en un complejo

    y contradictorio proceso, sobre todo dadas las condiciones actuales, debern dar lugar a

    5 Al momento de preparar la versin para publicar de este libro, estaba terminando de celebrarse un ciclo de Plenos de los Comits Provinciales del Partido, en el cual, como elemento positivo destacaba que se mantena el discurso insistiendo en el sentido rectificador planteado en 1998, aunque como aspecto negativo se constataba a travs de ello la permanencia de las insuficiencias levantadas durante el proceso de balance de 1999. 6 Ral Castro, en la Asamblea Provincial de la Provincia Granma, "Exigir la correcta aplicacin de la poltica de cuadros, un asunto de primer orden", Maria Julia Mayoral, Granma, p.3, 28 de octubre 1999.

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    importantes saltos cualitativos en el propio desarrollo de las fuerzas productivas

    cubanas a partir de la atencin a su elemento esencial: la componente humana.

    Es ante todo un rasgo comn a estos cuatro momentos en el desarrollo de la Revolucin

    Cubana, adems de su clara vinculacin con la dialctica poltica- economa a partir de

    las peculiares condiciones en que dicha interaccin se desenvolvi en nuestras

    condiciones, que la rectificacin es convocada desde un centro:

    se hace un llamado a la accin social, en la determinacin de cuya necesidad no ha

    estado ausente el mensaje de las masas que se convocan; pero la seal a la

    ruptura en continuidad, a la rectificacin, es resultado de la elaboracin del

    centro de la direccin, especficamente en la poltica. Y con un peso importante

    en esta accin destaca la actividad personal del lder: ms especficamente de

    Fidel Castro en primer lugar y Ral Castro.

    Pero un rasgo no menos importante, es que tanto en las causas y los motivos explicitos

    del desencadenamiento de los respectivos procesos, un elemento comn es la

    reiteracin de determinados aspectos como objetos de perfeccionamiento.

    Ello resulta en buena medida algo natural, si advertimos que se trata de cuestiones

    clave, de trascendencia al funcionamiento de la sociedad en general, en busca de pasar a

    niveles superiores que hagan al sistema ms apto para su autodesarrollo socialista.

    Pero la realidad de estos aos de revolucin apunta hacia una tendencia objetiva que

    puede tener mucha importancia en las perspectivas y el curso que en definitiva siga el

    desarrollo de nuestra sociedad, en particular como una de las manifestaciones del papel

    decisivo de la interaccin entre la poltica y la economa, y es muy importante

    considerar en el contexto que se va conformando en la fase actual de la construccin del

    socialismo en Cuba:

    10

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    - la presencia de la regularidad negativa en nuestro proceso de hacer

    llamados al perfeccionamiento, para atender deficiencias que se repiten.

    Estamos ante una regularidad en el plano fenomnico, cuyo fundamento causal es

    necesario esclarecer como primer paso para poder resolverla:

    emprender rectificaciones peridicamente, dirigidas a errores y problemas

    viejos esencialmente no resueltos... hacer llamados a un perfeccionamiento que

    se convierte en esencia en: atender deficiencias que se repiten.

    La actuacin sobre esta regularidad tiene que tener en cuenta muchas aristas.

    Entre otras, la necesidad de que en nuestro proceso se lleve a cabo un trnsito

    generacional sin rupturas, y no un relevo traumtico -no olvidemos la experiencia

    sovitica- a partir de una situacin real que se ha conformado, con potencialidades

    positivas y peligros reales, como sealara Jorge Luis Sierra en 1999 refirindose a

    nuestro Partido, en una reflexin generalizable a todo nuestro sistema social:

    " la significativa renovacin de sus cuadros, y en general de sus filas - el 51 por

    ciento de los actuales miembros ingres durante el ltimo decenio- coloca a la

    mayora en una situacin aparentemente nueva y potencialmente ms viable para

    examinar errores propios y pasados, y crear las condiciones para un

    perfeccionamiento estable y continuo de los mtodos y estilo de trabajo de la

    organizacin7"

    .

    Es cada vez ms imprescindible actuar sobre esta tendencia para la superacin socialista

    de la crisis identificada con el Periodo Especial, y consolidar as el desarrollo

    progresista sostenido en las difciles condiciones que enfrentamos, que por dems, han

    de hacerse cada vez ms complejas en el futuro inmediato.

    7 Granma, 27 de octubre de 1999: El Partido tambin necesita un perfeccionamiento estable"

    11

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    Para interrumpir esta regularidad negativa, y que el perfeccionamiento real sea un rasgo

    positivo efectivamente consubstancial a nuestro modo de desarrollo social, es

    imprescindible profundizar en las causas de las deficiencias que presentamos. Ante

    todo, las que han generado los mtodos y estilo de trabajo que se plantean como objeto

    central del perfeccionamiento, y que por el peso del factor consciente en la

    transformacin socialista son expresin y causa a la vez de otras insuficiencias.

    Como apuntaba Machado Ventura en un intercambio con la periodista Mara Julia

    Mayoral previo al inicio de las asambleas de balance partidistas de 1999, muchas veces

    los conceptos de mtodos y estilo de trabajo "...se repiten como un lema, sin existir

    comprensin cabal de su significado..."8.

    Este sealamiento es vlido hacerlo extensivo a otros conceptos y orientaciones que han

    sido y continan siendo abordadas en las citas partidistas y de otros institutos polticos y

    organizaciones en general que en el sistema cubano tienen un papel muy importante en

    el funcionamiento de la poltica y el proceso de direccin social en general.

    As lo tambin refleja la idea del General de Ejrcito Ral Castro expresada en sus

    reflexiones generales sobre el proceso de balance partidista de 1999, en las que de

    forma explcita apuntaba la regularidad negativa que sealamos y claramente orientaba

    hacia sus causas:

    "Segn la propia opinin de los asistentes a estos encuentros, ante dismiles

    situaciones cotidianas an no tienen claridad de como van a actuar de manera

    distinta, y dan por sentado que la prioridad debe colocarse en el cambio

    cualitativo. Unido a esa visin realista, aparecieron manifestaciones de excesivo

    optimismo: como si por haber empezado a hacer las cosas de forma diferente, ya 8 En los balances partidistas a que hemos estado haciendo referencia, se pidi reflexionar a fondo sobre los conceptos de mtodos y estilo de trabajo, con la acotacin de Machado Ventura al subrayar que "...los comits y Bures provinciales deben aumentar su influencia, sin suplantar a otras instituciones y sin entrar a hacerles el trabajo a las estructuras de la organizacin en los municipios", y que se trata de "...la discusin de problemas concretos: no es quedarse en la relacin de las deficiencias- esas las sabemos-, el propsito es debatir cuales son sus causas, como debern actuar ante cada una de ellas y por cuales vas llevarn las cosas hasta el final, porque si no todo quedar igual"Qu esperar de los balances provinciales del Partido", Maria Julia Mayoral, Granma, 17 de setiembre.

    12

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    casi todo, o todo, estuviera resuelto. Tanto Machado como yo criticamos con

    fuerza tales desequilibrios, pero no por ello dejan de ser un potencial factor en

    contra"9

    Un importante libro publicado en el ao 2001 sobre el perfeccionamiento empresarial,

    refirindose a la necesaria aptitud para asumir los cambios en las empresas, seala algo

    que es generalizable a todo proceso de direccin:

    un organismo que es obligado a cambiar constantemente puede tambin dejar de

    existir10.

    Y en el Proceso de construccin socialista cubano la regularidad de los llamados a la

    rectificacin que vuelven sobre problemas viejos no resueltos, conforma una amenaza

    en este sentido.

    Se plantea como necesidad que es impostergable satisfacer:

    - que el perfeccionamiento real efectivo y sistemtico sea el rasgo positivo ms

    importante consubstancial a nuestro modo de desarrollo social, para lo cual es

    imprescindible profundizar en las causas de las deficiencias que

    presentamos.

    - hay que definir con rigor conceptual y sentido prctico el contenido de las

    cuestiones que se expresan como definiciones que deben guiar el

    perfeccionamiento, para enfrentar los desafos actuales y por venir, con

    creatividad que mantenga el rumbo socialista.

    9 "Hay claridad, pero el cambio recin empieza", Granma, 25 nov. 1999.10 Ver Perefeccionamiento empresarial. Realidades y retos, Rafael Alhama, Francisco Alonso y Rafael Cuevas, Ciencias Sociales, 2001, p. 101.

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    - y, como primera definicin, la necesidad de perfeccionar las vas y modos de

    realizacin de la actividad poltica, en primer lugar en lo concerniente a su

    papel dentro de la base econmica de la sociedad.

    Cuba se adentra en el siglo XXI con un sistema de relaciones sociales en un profundo

    proceso de cambios, determinados por una base econmica en proceso de

    reordenamiento. De hecho nos encontramos ante un sistema que se est estructurando a

    partir del que exista a fines de la dcada de los ochenta, mediante acciones orientadas

    de modo consciente, dirigidas al perfeccionamiento de dicho sistema, las cuales se

    entrecruzan con las tensiones derivadas del contexto en que se desenvuelve el proceso

    cubano, marcadas por el objetivo proceso de globalizacin, que transcurre con una

    orientacin neoliberal que es imposible ignorar.

    En la fase a partir de los aos noventa, la accin de los elementos externos al desarrollo

    de la sociedad cubana11, ha sufrido un cambio cualitativo que ha renovado y reforzado

    su influencia sobre el proceso de desarrollo de la interaccin fuerzas productivas

    -relaciones de produccin socialistas en establecimiento, con particular trascendencia en

    la conformacin de las posibles tendencias de evolucin de las relaciones de produccin

    y las relaciones de propiedad efectivas, al estar conformado un escenario poltico-

    econmico internacional determinado por las leyes del desarrollo capitalista.

    Demos respuesta a las demandas de la vida real con creatividad, no con desesperacin

    irresponsable.

    11 Externos tanto en lo concerniente al marco espacial como a la naturaleza de las transformaciones y del objetivo socialista de la sociedad cubana.

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    El pas necesita produccin material, pero no produccin material a todo costo: se

    necesitan eficiencia y eficacia en la actividad econmica, producir ms bienes y

    servicios con mayor aprovechamiento de recursos pero para reproducir relaciones

    sociales de nuevo tipo, condicionamiento que marca significativamente el carcter que

    debe tener esa salida material del sistema de las fuerzas productivas.

    Cmo alcanzar esa salida material superior cualitativa y cuantitativamente?

    Tal vez, como acadmicos responsables, lo primero que deberamos hacer es aclararnos

    con precisin acerca de qu estamos hablando.

    Y con este objetivo llegamos a uno de los temas que explcita o veladamente est muy

    presente tanto en las discusiones acadmicas como en otros marcos vinculados mucho

    ms directamente a la toma de decisiones: el mercado en el socialismo.

    El mercado en Cuba a 50 aos de Revolucin socialista.

    Al abordar la relacin del mercado con el proceso de transformacin comunista de la

    humanidad, nos enfrentamos a uno de los problemas esenciales de la prctica

    revolucionaria, que en su relacin con la indispensable teora como gua para la

    accin, no encuentran an solucin, aunque se den por resueltos ignorando los

    tercos hechos, que en 90 aos de construccin socialista se empean en convencernos

    de que una equivocacin conceptual nos conduce a equivocaciones en la vida12.y

    que no se puede avanzar en la construccin socialista con la ayuda de las armas

    melladas que nos legara el capitalismo13

    12 Granma, 3 de noviembre de 1999, La crtica no es una opcin, es una necesidad, Maria Julia Mayoral.

    13 Persiguiendo la quimera de realizar el socialismo con la ayuda de las armas melladas que nos legara el capitalismo (la mercanca como clula econmica, la rentabilidad, el inters material individual como palanca, etctera), se puede llegar a un callejn sin salida. Y se arriba all tras de recorrer una larga distancia en la que los caminos se entrecruzan muchas veces

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    El tema del mercado y la transformacin comunista de la sociedad es parte medular de

    la compleja tarea que enfrentamos los revolucionarios convencidos de la necesidad

    indispensable de este salto en el desarrollo humano.

    Por coincidencia? de la historia, el tema del mercado en la transformacin comunista

    de la humanidad, tambin fue abordado por Marx, mostrando una vez ms las rigurosas

    potencialidades heursticas de su modo de enfrentar la realidad.

    Y todo pareciera indicar que la tareadedicada a fundamentar la compatibilidad del

    mercado con la esencia emancipatoria de la transformacin comunista, era una

    asignatura cursada y desaprobada ante el tribunal de la experiencia de 90 aos de

    construccin socialista prctica, por los tericos y los polticos dentro y fuera de esas

    experiencias. Incluidos, por supuesto, los aos del desmerengamientodel acuado

    socialismo real

    Por qu entonces reclamar de nuevo la atencin del pensamiento revolucionario, en

    particular del pensamiento revolucionario cubano, hacia el tema del mercado en el

    socialismo?

    No se trata de emprender una cruzada a ciegas contra el mercado.

    Se trata precisamente de abrir ms los ojos sobre el mercado.

    Se trata de profundizar en su naturaleza como institucin social, componente de una

    naturaleza a trascender, que va mucho ms all de sus manifestaciones parciales.

    El mercado no es la simple relacin en el acto de intercambio de resultados de la

    produccin. Ni siquiera es simplemente el espacio econmico de interaccin de un

    conjunto de compradores de un bien o servicio.

    y donde es difcil percibir el momento en que se equivoc la ruta. Entre tanto, la base econmica adaptada ha hecho su trabajo de zapa sobre el desarrollo de la conciencia. Para construir el comunismo, simultneamente con la base material hay que hacer el hombre nuevo.Ernesto Ch Guevara, El Socialismo y el Hombre en Cuba, Marzo de 1965.

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    En el proceso de desarrollo humano, el surgimiento y desarrollo de la divisin social del

    trabajo represent un factor progresista del desarrollo de las fuerzas productivas,

    gener la necesidad del intercambio entre los individuos humanos y sus diferentes

    formas de organizacin y se estableci como premisa necesaria y condicin inalienable

    del progreso humano.

    Pero no hay ningn fundamento para establecer una rgida relacin de determinacin

    causal necesaria entre la divisin social del trabajo y el indispensable intercambio

    entre los individuos socializados, y los aspectos que caracterizan la reproduccin social

    hasta el capitalismo, que surgen a partir de un determinado nivel de desarrollo

    humano y como resultado de complejas mediaciones en el proceso de apropiacin de la

    vida social, de la evolucin histrico concreta de la propiedad como sistema en

    condiciones de la produccin sobre la base de la divisin social jerrquica del trabajo.

    Resultado de ese complejo juego de factores, en torno a una esencia articuladora de la

    relacin individuo sociedad desarrollada a partir de la autoenajenacin del trabajo,

    surge todo un sistema de instituciones sociales, de nodos dentro del tejido socializador,

    con diferentes posiciones, funciones, contenidos, pero todos interdependientes, entre

    ellos el Estado, las clases, y el mercado.

    Si bien el mercado existe desde antes del capitalismo, como la mercanca, al igual que el

    Estado y la polarizacin de las clases alcanzan el pleno despliegue de su naturaleza

    social con el capitalismo, etapa de establecimiento del capital como sistema

    metablico.

    Precisamente la transformacin socialista, o como prefiero llamarla, la transformacin

    comunista de la sociedad, es un proceso, no es una superposicin de actos, de rupturas

    17

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    parciales. Un proceso complejo, contradictorio, que exige la accin consciente sobre

    esas contradicciones, para su adecuada solucin en el sentido del progreso, en el sentido

    emancipatorio de nuevo tipo que lo debe caracterizar, para trascender la

    autoenajenacin del trabajo.

    Y no se trasciende un sistema- el conformado hasta su expresin mxima en el sistema

    del capital- utilizando elementos que resultaron esenciales en su reproduccin

    ampliada como es la mercanca, el mercado, el dinero, tomndolos antes de ser lo

    dainoque llegan a ser en el capitalismo, aprovechando lo positivode ellos. Como no

    se trasciende botando el nio con el agua sucia de la baera.

    El mercado es esencialmente un modo de vinculacin de productores, un modo de

    socializacin de la produccin que descansa en la reproduccin de la fragmentacin del

    proceso social, en la socializacin desde afuerade productores aislados. Es uno de los

    elementos del sistema de propiedad durante toda una etapa de desarrollo, y como tal

    debe analizarse. y trascenderse.

    En el mercado, ms que intercambio de productos, de riqueza, se intercambia

    capacidad de disponer sobre condiciones, sobre factores de la produccin.

    Es en esencia un espacio de poder, de ordenamiento jerrquico de productores aislados

    dictado desde algo ajeno a los productores.

    Es un producto que deviene condicin del proceso de reproduccin de la vida social

    esencialmente alienante que tiene lugar hasta encontrar su expresin suprema en la

    sociedad del capital. Es un resultado del desarrollo de un sistema de apropiacin

    18

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    alienante, de todo el sistema de la propiedad que acompaa el trnsito por las

    sociedades clasistas en las que el individuo y la sociedad lejos de controlar el proceso

    de produccin de las condiciones para su propia existencia, resultan dirigidos por

    esas condiciones externas a ellos.

    Y no cabe pensar en controlarlo para ponerlo en funcin de la nueva naturaleza que

    habr de abolirlo, al superar, trascender el capital como sistema.

    Cuando hablamos en trminos de socialismo de mercado, socializar el mercado,

    utilizar elementos del mercado controlndolos para avanzar en el desarrollo

    socialista, repetimos en esencia las debilidades que Marx le seal a Proudhom, como

    terico paradigmtico del socialismo pequeo burgus, construido desde el punto de

    vista del pequeo productor de mercancas, pensando en perfeccionar la sociedad, no

    aboliendo la produccin de mercancas, el producir para vender, sino idlicamente

    purificando la produccin de mercancas.

    Hablar de mercado en el socialismo, considerndolo un elemento necesario, incluso

    favorecedor, propiciador de la reproduccin en este sentido emancipatorio, al igual que

    hablar de socialismo de mercado, o utilizar los mecanismos de mercado de manera

    controlada en la construccin socialista , al igual que las expresiones ms neutrales

    pero al mismo tiempo ms desmovilizadoras an de mercado socialo socializar el

    mercado, cuando se hace por ingenuidad o ignorancia, es un error conceptual de

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    importantes consecuencias para la prctica cotidiana en general, que en el caso cubano

    podran ser fatales.

    Un error conceptual de implicaciones para la vida que es primo hermano del tan

    reiterado uso de la afirmacin del capital humanocomo una de nuestras principales

    fortalezas, o la bsqueda de mecanismos de eficienciay rentabilidadmedidos

    estrechamente por sus expresiones monetarias y mecanismos de

    estimulacinanclados en la condicin de asalariado (que es mucho ms que la de

    recibir un salario) con sus hipstasis an ms dainas en otras retribuciones

    adicionales ( que me gusta llamar primas de segunda generacin, por honrar las

    crticas hechas por Fidel durante el proceso de rectificacin de errores y tendencias

    negativas de los ochenta que mantienen su plena vigencia ante algunos de los pasos

    actuales para el perfeccionamiento de nuestra actividad econmica)

    Claro que no se trata de abolir por decreto, eliminar de la noche a la maana la

    mercanca, el mercado, el trabajo asalariado.y toda la rmora de manifestaciones de la

    reproduccin social alienante hasta el capitalismo.

    Este tipo de errores conceptuales descansa en esencia al menos en tres pilares

    fundamentales:

    1.- La no comprensin efectiva del socialismo como proceso histrico concreto, su

    representacin como estado de llegada, uno de los escalones para llegar al

    comunismo, sociedad castrada as y reducida a otro fin de la historia, ajena

    completamente a la concepcin marxista leninista de la transformacin comunista de la

    sociedad.

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    2.- Ignorar la dialctica entre desarrollo histrico y funcionamiento de la sociedad que

    conduce a generalizar reduccionistamente el mercado como el momento necesario de

    la circulacin en el proceso de produccin.

    3.- Una concepcin estrecha de la propiedad como posesin directa de un bien, o la

    que pretendiendo una concepcin sistmica identifica la propiedad con las relaciones de

    produccin, justificada en la identificacin marxista de la expresin jurdica de la

    propiedad como reflejo de las relaciones de produccin.

    La transformacin comunista tiene que abordarse como el proceso complejo que es,

    contradictorio y, ms que eso, conflictivo per se, por la necesaria ruptura que plantea

    con un modo reproductivo por primera vez universal en extensin y profundidad, ligado

    como ninguno antes - aunque ya destructivamente- al funcionamiento mismo de la vida

    social, sin interrumpir ese funcionamiento y, ms que eso, manteniendo los elementos

    remanentes de progreso: la transformacin comunista como trascendencia /aufhebung/

    del orden metablico del capital.

    Precisamente en el enfrentamiento a las contradicciones del proceso de trascendencia

    del metabolismo del capital es donde aparece la manzana de Adn de los defensores

    criollos del mercado, de las relaciones monetario- mercantiles, de utilizar elementos

    del mercado para desatar las fuerzas productivas a partir de lo que el mercado

    represent dentro de unas condiciones alienantes de la produccin como factor de

    progreso de las fuerzas productivas Esos defensores llegan a encontrar sus teorizaciones

    normativas en diseos de mercadotecnia socialista, en busca de satisfaccin de gustos

    y necesidades de la sociedad y los clientes como objetivos de las unidades productivas,

    entre otras creaciones novedosas de nuestra cotidianeidad.

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    El intercambio entre productores para el enriquecimiento de la vida humana, causa y

    realidad posible a partir del inicio de la divisin social del trabajo, no es mercado,

    cuando no es intercambio de mercancas, sino intercambio desde el propio proceso del

    trabajo dentro del proceso de produccin; cuando es intercambio dirigido,

    condicionado por la accin coordinada cada vez ms plena y conscientemente de los

    productores.

    El mercado vincula productores, vincula factores, elementos del proceso de

    produccin pero no son esos factores los que se vinculan: los vincula la mercanca.

    Le da un ordenamiento, una racionalidad- como gustan decir sus defensores- a la

    intervencin de los factores dentro del proceso de produccin. Pero es una racionalidad

    externa a la esencia del proceso del trabajo como gnesis de la actividad de los

    individuos humanos, de los individuos socializados.

    El mercado es elemento articulador resultado de un sistema de propiedad en el que los

    individuos se socializan con una naturaleza determinada, y como tal es un sistema que

    no puede ser tomado por partes. En particular no puede haber mercado sin el individuo

    humano como creador de la mercanca y mercanca l mismo en diferentes

    manifestaciones, desde la esclavitud primaria hasta la esclavitud del capital.

    Fue factor de progreso mediante su perfeccionamiento dentro de un sistema de

    apropiacin con una naturaleza especfica, dentro del funcionamiento y desarrollo de la

    propiedad como sistema que reproduca individuos alienados entre s y de su propia

    esencia: individuos privados en diferentes modos y grados en los diversos aspectos del

    proceso de socializacin, individuos socializados en una socializacin privada, que

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    alcanza su mxima expresin por su universalidad y complejidad en la propiedad

    privada capitalista, en la que el capital se enseorea no solo sobre el desposedo sino

    sobre su propia personificacin, el capitalista poseedor directo, personificacin directa

    de un poder externo, ajeno, en esencia incluso a l mismo.

    El mercado fue factor de progreso a partir de determinadas condiciones posibles en el

    desarrollo histrico de la humanidad; no existe sin su fundamento alienante de los

    productores, con sus ingredientes de la mercanca, el dinero, el valor de cambio, el

    trabajo socialmente necesario determinado ex post,.), y desaparecer en la medida en

    que se avance en la apropiacin efectiva de los individuos socializados del proceso de

    produccin de su propia vida social, en su emancipacin como productores libres

    asociados.

    No enfrentamos la simple destruccin, abolicindel mercado, o como algunos

    plantean vergonzantemente, solo del mercado capitalista, sino su trascendencia dentro

    de la trascendencia del sistema del capital. Pero mucho menos podemos plantearnos su

    trascendencia utilizando elementos con la misma naturaleza alienante.

    De ello las repercusiones negativas de pretender utilizar el mercado de forma controlada

    o elementos del mercado que en condiciones de socialismo supuestamente no

    tendran las mismas consecuencias. Algo semejante al intento de utilizar elementos de la

    actividad poltica o cualquier otra actividad social (educacin, medios de comunicacin,

    relaciones de gnero y generacionales, medioambientales, etc.) sin profundizar en su

    naturaleza como parte del sistema de propiedad a trascender que justamente Marx

    insisti en analizar como el sistema de las relaciones sociales de la produccin en un

    momento histrico y lugar especficos. La trascendencia del orden metablico del

    capital con todas sus mediaciones de segundo orden, exige un tratamiento especfico

    para cada una de ellas y, sobre todo, un tratamiento histrico concreto.

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    Para Cuba los peligros se multiplican .Porque, adems de las cuestiones generales para

    el proceso de transformacin comunista como etapa en el desarrollo humano, y de las

    cuestiones especficas para el caso cubano desde el inicio mismo de este proceso en

    1959, no se puede ignorar que Cuba en el 2008 no es Cuba en 1959igual que Cuba no

    es la Rusia de la NEP, ni la China de un pas dos sistemas, o cualquiera otro de los

    referentes a los que se acude como fundamento teoricista para soluciones

    superrevolucionarias de urgencia.

    No se trata en el caso cubano de los desafos de enfrentar la presencia de elementos ya

    existentes, heredados. No estamos hablando de una sociedad que comienza sus primeros

    pasos en la transformacin socialista.

    Estamos hablando de un pas que ya lleva un buen recorrido en este sentido, y, con

    nuestras insuficiencias, errores, y condicionantes objetivas que no se pueden ignorar, ha

    desarrollado un tejido reproductivo social, y ahora de lo que se trata es de

    perfeccionarlo. Cuando se habla de introducir elementos de mercado en Cuba hay que

    considerar con todo rigor y responsabilidad que se trata de introducir elementos que

    para bien o para mal, por unas u otras causas- haban desaparecido o perdido peso

    significativamente en su funcionamiento interno.

    Consolidar el desarrollo progresivo acelerado del sistema de las fuerzas productivas,

    como factor de consolidacin de la base econmica para el funcionamiento estable que

    mantenga la orientacin socialista del desarrollo, dentro del contexto actual de

    globalizacin neoliberal, es el gran desafo que enfrenta Cuba en la actualidad. No

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    podemos ignorar que somos un sistema abierto en grado sumo en todos los aspectos de

    la reproduccin social, con debilidades en el aspecto econmico productivo que es su

    fundamento e insuficiencias en la actividad poltica, decisiva en la direccin del

    funcionamiento y desarrollo de la sociedad. Y nuestro entorno contina siendo

    esencialmente definido por el sistema del capital y las peculiares relaciones con la

    potencia imperialista ms poderosa de todos los tiempos, no obstante los cambios que se

    apuntan esencialmente en el mbito latinoamericano.

    Para enfrentar estos desafos debe resultar decisivo positivamente el fortalecimiento de

    la actividad econmica estatal socialista, acompaado necesariamente del

    fortalecimiento socialista del sistema poltico cubano, en particular el Partido

    Comunista, el sistema de Organos del Poder Popular y el sistema sindical, como

    elementos definitorios para la consolidacin del sistema de la propiedad socialista

    que se articule desde y con su ncleo en los productores asociados cada vez ms

    plenos y libres en nuestras condiciones especficas.

    Un paso prctico crucial en este sentido, encrucijada en la decisiva interaccin entre la

    economa y la poltica dentro de nuestro proceso transformador, es el Proceso de

    Perfeccionamiento Empresarial, del que se aprob su nuevo reglamento en agosto de

    2007, con fortalezas y debilidades que es necesario atender.

    Pero, adems, la continuacin de las acciones de transformacin de la sociedad cubana,

    atendiendo a la complejidad de la situacin actual y los escenarios previsibles, plantea

    continuar reforzando el papel de las ciencias sociales en la direccin del proceso, y a

    estas, la clara demanda de continuar los estudios multidisciplinarios integrados

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    sistmicamente, de modo creador, consecuente con el espritu del marxismo- leninismo

    y de los aportes tericos que ha generado la revolucin cubana.

    Cuando comienza el siglo XXI el cuadro resultante del anlisis de la realidad cubana

    confirma que la salida socialista del Periodo Especial, nica opcin real compatible con

    la existencia misma de la nacin cubana, est determinada por los resultados econmico

    -productivos que se logren alcanzar. Pero es un proceso esencialmente poltico, que

    se decide por la participacin popular en la direccin del proceso social, y requiere

    de un permanente y elevado nivel de gobernabilidad democrtica14 para la cual

    nuestra principal fortaleza tiene que estar en la accin de lo positivo en el individuo

    socializado que se ha alcanzado en estos cincuenta aos de revolucin, que lo va

    definiendo como individuo portador del hombre nuevo socialista, hombre en

    transformacin, capaz de aprehender como fundamento de sus acciones los elementos

    positivos de la prctica en el indito proceso de construccin comunista a partir del

    subdesarrollo.

    Cuba se enfrenta a una guerra que hay que ganar con produccin material y con

    produccin de pensamiento, porque es una guerra por la emancipacin verdaderamente

    14 Jess P. Garca Brigos, Gobernabilidad y Democracia. Los Organos del Poder Popular en Cuba, pag. 122, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1998

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    humana/Marx/15.En el enfrentamiento a este desafo se juega el destino de la Nacin

    cubana, y lo mejor de su pueblo est decidido a salir victorioso.

    15 .- Y en esta guerra en la etapa actual, entre otros aspectos, pasa a primer plano la necesidad de un trabajo terico profundo, que sirva como fundamento de la accin prctica- cotidiana, de la permanente batalla de ideas que es la construccin comunista, como complejo proceso de conformacin de una socialidad e individualidad esencialmente diferentes, eje de la verdadera emancipacin humana concebida por Marx y Engels desde su aproximacin al desarrollo del proceso social, y por nuestro Jos Mart..Como ha sealado el General de Ejrcito Ral Castro Ruz, Segundo Secretario del Comit Central del Partido Comunista de Cuba, durante la celebracin de la Asamblea Provincial de Balance del trabajo del Partido en la provincia de Guantnamo en el ao 1999 "... al reflexionar sobre uno de los problemas esenciales a debate hoy en la organizacin: como perfeccionar sus mtodos y estilo de trabajo, para encauzar de mejor manera el desarrollo econmico, poltico y social de la nacin cubana".. "...La construccin del socialismo en las actuales circunstancias, es un viaje a lo ignoto; tenemos que ver las experiencias de otros, pero seguir creando nuestros propios conceptos". /Qu busca el cambio en los estilos y los mtodos del Partido, Maria Julia Mayoral, Granma , 6 de octubre de 1999/Esta bsqueda es crucial en lo positivo porque nos permite encauzar la actividad. Pero como el propio Ral Castro subrayaba en otra de sus intervenciones durante esos balances partidistas: "No se olviden que una equivocacin conceptual nos conduce a equivocaciones en la vida..." /La crtica no es opcin, es necesidad/, Maria Julia Mayoral, Granma, 3 de noviembre de 1999. Y esto implica como uno de los problemas prcticos ms importantes, la atencin a los contenidos de conceptos que adquieren nuevas facetas para expresar la naturaleza de procesos esencialmente diferentes, y de conceptos nuevos para realidades que surgen.As pasan a primer plano importantes aspectos conceptuales adems de los revisados en pginas anteriores, la relacin entre la voluntad de cambiar, el deseo de cambiar y el cmo llevar a cabo los cambios, como definir y concretar sus contenidos y el orden y modo de implementarlos y evaluarlos: "viabilidad" del socialismo, eficiencia y eficacia; los vnculos entre autoridad y poder, tan importantes en la actividad de direccin, y vinculados a la relacin entre los diferentes institutos del sistema poltico y entre su componentes estructurales; los cambios cualitativos que ocurren en los contenidos de funciones, como es el caso del Partido al ser un partido en el poder, y por consiguiente un partido de gobierno, con un Estado de nuevo tipo y una actividad de gobernar con contenidos esencialmente diferentes a los del Estado y la funcin de gobierno en etapas anteriores del desarrollo clasista de la sociedad, el papel de las organizaciones de masas y las organizaciones sociales en general; la necesidad de la cabal comprensin e implementacin del concepto de plan, tan vinculado a la esencia de la nueva sociedad; hasta el propio concepto de unidad, que explcitamente ha salido a relucir en relacin con las elecciones de los rganos de direccin partidista, est presente en procesos de tal naturaleza en otras instituciones, y constituye una proyeccin particular de este rasgo del proceso social cubano.

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  • La corrupcin social y el proceso de construccin socialista

    Dr. Jess Pastor Garca BrigosInstituto de Filosofa

    Ministerio de Ciencia, Tecnologa y Medio Ambiente Cuba

    1.- En un artculo del peridico Granma titulado Se sanciona penalmente la corrupcin?, elaborado luego de una entrevista al Vice Fiscal General de la Repblica, Doctor Rafael Pino Bcquer, se parte de reconocer que La corrupcin es un fenmeno difcil de conceptualizar.

    Pero el grado de validez de esta afirmacin no es nunca mayor que el de la clara afirmacin del Segundo Secretario de nuestro Partido General de Ejrcito Ral Castro al alertar que una equivocacin conceptual nos conduce a equivocaciones en la vida1.

    Esto tiene particular importancia en cuanto al tratamiento de los fenmenos que jurdicamente se acostumbra a denominar como asociados a la corrupcin, pero es vlido para todos los dems casos de males presentes en los procesos revolucionarios. Ante todo para discriminar con rigor y profundidad lo que resulta consecuencia de insuficiencias, que se amplifican ms all de los aspectos negativos que les dieron origen, y destruyen los grmenes del futuro/Lenin/, del organismo socialista/ comunista en nacimiento.

    Hasta donde hemos podido profundizar, apreciamos que el volumen de publicaciones acerca de los hechos de corrupcin es apreciable, lo cual puede ser un indicador de la importancia que se le da a estos fenmenos en el mundo actual.

    Al mismo tiempo que parece ser un criterio generalizado, la necesidad de incrementar en cantidad y calidad el nmero de estudios cientficos sobre el tema. Mucho ms con relacin a lo especfico de tales hechos en procesos de construccin socialista.

    2. Una aproximacin cientfica al estudio de la corrupcin en el socialismo es indispensable. Y necesariamente tiene que ser planteada como estudio sistmico, nunca como terreno exclusivo de una disciplina en particular, si partimos de que los resultados acumulados hasta hoy del estudio de los hechos registrados permiten afirmar que los fenmenos que habitualmente se califican como hechos de corrupcin responden en su esencia a conflictos en la resolucin de la contradiccin dialctica objetiva entre necesidades e intereses de alcance diferente en el proceso de produccin (apropiacin) de la vida social, y a que tanto en el capitalismo como en la construccin socialista, la corrupcin est vinculada a rupturas ticas esenciales.

    En el capitalismo se trata de rupturas dentro de una tica corrupta por naturaleza, llegndose incluso a la situacin paradjica de que la corrupcin determina ontogenticamente al sistema del capital, a la vez que es fuente de la propia insostenibilidad del sistema como metabolismo reproductivo, -a pesar de lo que represent para el progreso humano-.

    Durante la construccin socialista los procesos de corrupcin expresan ruptura con la tica de una reproduccin de nuevo tipo, en la que lo individual se concilie con lo social en una dependencia

    1 Granma, 3 de noviembre de 1999, La crtica no es una opcin, es una necesidad, Maria Julia Mayoral.

    1 http://www.nodo50.org/cubasigloXXI

  • mutua de nueva naturaleza, cuyos fundamentos objetivos es imprescindible atender, vinculados a la satisfaccin de las necesidades e intereses de los actores de los diversos procesos sociales.

    3.- La fuente generadora de los conflictos entre las necesidades e intereses de los diferentes actores de los procesos sociales se halla en la existencia de elementos de enajenacin / alienacin en cualquiera de sus expresiones,

    Las manifestaciones de enajenacin/ alienacin de los individuos socializados generan antagonismos, conflictos en la relacin individuo sociedad e incluso individuo- naturaleza, y con ello todo tipo de comportamientos desarticuladores del proceso de reproduccin social como un todo, en cualquier etapa del desarrollo humano.

    Tales comportamientos desarticuladores marcan la esencia de los procesos asociados a los llamados fenmenos de corrupcin, con relacin a su significado, a las consecuencias que de ellos se derivan para la actividad social.

    4.- Pero la trascendencia de los elementos de enajenacin/alienacin, y por supuesto de los fenmenos de corrupcin a ellos vinculados, es mucho mayor durante el proceso de establecimiento de las relaciones sociales comunistas, que se han de identificar por un sentido emancipador diferente, en tanto que deben ser relaciones entre individualidades cada vez ms libres y plenas como premisa y resultado de la socialidad que se con