BREVE HISTORIA DE CASALE MONFERRATO EN TRES ACTOS

Esta historia contiene dos cartas de Romana Blasotti Pavesi, presidenta de la

Asociación de familiares y víctimas del asbesto en Casale Monferrato. Una es un

pronunciamiento sobre el Caso Daros, la siguiente son imágenes de los niños de

Casale Monferrato quienes participan anualmente en un concurso de pintura

donde ellos expresan sus conocimientos e inquietudes frente a un flajelo que ha

consumido muchas vidas, y ha provocado daños ambientales en su ciudad natal. La

tercera fue un prefacio escrito por la misma Romana, para una publicación que

daba cuenta del juicio de Turín, meses antes de conocerse el fallo de primera

instancia.

Queridos amigos, Desde una pequeña ciudad de Italia, queremos compartir con vosotros la tragedia que hemos vivido y proporcionar información para que la verdad no quede oculta bajo una operación de relaciones públicas. Stephan Schmidheiny, impulsor de la fundación Daros, se define a sí mismo como filántropo y está directa o indirectamente comprometido en distintas obras

sociales en Sur América. Sin embargo, este señor fue también durante años un poderoso magnate de una de las industrias mundiales más tóxicas: la del amianto. Durante los quince años en que fue responsable de las instalaciones de nuestra ciudad, ignoró voluntariamente cualquier informe médico que ya en los años sesenta advertía de la nocividad del amianto. Con esa decisión, provocó la muerte de más de 1800 personas por contaminación ambiental causada por polvo de amianto. Cada año todavía enferman cincuenta personas y esta curva está destinada a crecer. En 2012, ese individuo ha sido condenado a 16 años de prisión en el tribunal de Turin. A lo largo del juicio, no sólo nunca compareció en la sala de juicio, sino espió durante años a víctimas y abogados e intentó comprar el silencio de los familiares y de las instituciones. Esos hechos han sido probados en los actos del tribunal que podréis fácilmente encontrar en Internet. Por todo ello, cualquier acción de carácter filantrópico realizada por esta persona queda manchada por su implicación en el sufrimiento y la muerte de miles de personas. En cualquier sociedad, apoyar a los artistas es algo necesario y deseamos que los fondos de la Fundación Daros contribuyan en ayudar a los jóvenes y enriquecer el patrimonio cultural humano. Sólo nos queda esperar que nadie se olvide del precio pagado. Os adjuntamos los dibujos de los niños de las escuelas de Casale que todos los años participan en un certamen que organizamos. Nadie mejor que nuestros hijos y nietos para dar testimonio de la triste vivencia de una comunidad. Un abrazo, Romana Blasotti Afeva Asociación víctimas y familiares del amianto de Casale Monferrato

Eternit NO

IV Nov bandiere

IV Novembre

Mai più

Mostro incombe

Planisfero

San paolo

Velo sulla città

Multilingue

PREFACIO (ETERNIT AND THE GREAT ASBESTOS TRIAL)

La primera vez que supe del asbesto fue en 1982, cuando mi esposo desarrolló la

enfermedad – mesotelioma – que en pocos meses lo llevó a la muerte. Mario

trabajaba en la planta de Eternit en Casale Monferrato, pero ninguna de las otras

víctimas en mi familia trabajaron ahí: ni mi hermana, ni mi prima, ni mi sobrino, ni

siquiera mi hermana Rosa, quien murió en apenas seis meses después de ser

diagnosticada en 2004.

Desde entonces mi vida ha estado dedicada a luchar contra el asbesto. A pesar de

mis 82 años quiero estar en el frente de batalla de una campaña que empezó en

Casale durante los años 70. Soy presidenta de la asociación de víctimas en nuestra

comunidad, cuyas siglas son AFeVA. Tenemos tres prioridades en nuestra lucha:

investigación científica, descontaminación y justicia. Nuestro esfuerzo consiste en

restaurar la dignidad del sufrimiento que han padecido las víctimas, y asegurarnos

de que no habrá más víctimas del asbesto en el futuro, ni en nuestra región ni

alrededor del mundo.

Es importante que ahora hagamos un balance de estas tres décadas de

experiencias en la lucha contra el asbesto. Los resultados positivos de esta lucha

han sido posibles gracias al infatigable trabajo del sindicato, CGIL, con el respaldo

de todos los segmentos de la sociedad civil: médicos y ambientalistas, así como

buena parte de la población en general. La décimo octava competencia anual por el

premio “Cavalli” – que premia proyectos escolares con énfasis en la salud medio

ambiental – involucra a más de 1200 niños de 40 escuelas; asegurándonos que el

conocimiento de los riesgos de la exposición al asbesto y la tragedia que hemos

padecido protegerá a nuestra comunidad en los años venideros.

El comienzo del juicio en contra de los propietarios de la compañía Eternit, en

Turín, en diciembre 10 de 2009, me llevó a darme cuenta de cuán lejos habíamos

llegado en nuestra búsqueda de justicia. Este caso criminal involucra a más de 1700

víctimas de nuestra comunidad, trabajadores y ciudadanos; por estos asesinatos el

Fiscal pidió en su momento 20 años de condena.

Pero mis reflexiones sobre nuestros progresos están teñidas de amargura;

sentenciar a los culpables no es el final de esta historia, necesitamos continuar

nuestros esfuerzos. La investigación no ha arrojado los resultados esperados;

incluso después de tres décadas, los pacientes siguen muriendo más que antes:

sujetos al mismo destino inexorable, padeciendo el mismo dolor, y el breve tiempo

de supervivencia sigue siendo virtualmente el mismo.

Treinta años después del pico de la producción de asbesto–cemento en Italia, y

más de veinte años después del cierre de las plantas italianas de Eternit, seguimos

siendo testigos en Casale Monferrato de la continuidad trágica de nuevas víctimas:

más de 40 por año en un pueblo que no tiene más de 35.000 habitantes. Y siempre

es gente muy joven, incluso familiares con niños. Me temo que las víctimas

continuarán siendo numerosas en un futuro distante, si no nos dedicamos

plenamente a revertir esta tendencia letal.

Otra razón de mi amargura es la falta de recursos para los proyectos de

descontaminación. Aunque la antigua fábrica fue descontaminada (antes de que

finalmente fuera demolida en el 2006), como lo han sido todos los edificios

públicos de Casale, otros trabajos de restitución quedan pendientes; existe falta de

continuidad y no todas las áreas son tratadas por igual.

En los primeros años de la descontaminación, las labores iban con mayor rapidez y

minuciosidad. Desde entonces, muchos años han pasado – fue en el año 1995

cuando se hicieron grandes esfuerzos – y parece que hemos perdido la

oportunidad de convertir las prácticas adoptadas entonces, en un estándar para

cada área contaminada.

A pesar de las muchas muertes que ya hemos sufrido, aún no hemos aprendido a

resolver el problema en su raíz, para lo cual debemos hacer un compromiso diario

con todos los aspectos de la lucha contra el asbesto. Nos hemos lanzado a la tarea

de lograr el juicio con tozudez y determinación desde hace mucho tiempo, al igual

que todos los fiscales que han elaborado la demanda con habilidad, coherencia y

humanidad, para lograr que los propietarios de Eternit respondan por el desastre

ambiental permanente. Pero este compromiso no es suficiente: las operaciones de

descontaminación se estancaron y la investigación científica está haciendo

progresos muy lentos. Además, el asbesto se continúa extrayendo y

comercializando en muchos países alrededor del mundo, como si nuestra

experiencia directa de esta tragedia no contara para nada, como si no se pudiera

enseñar nada a los que hoy continúan exponiendo a otros al asbesto.

Desde el comienzo del juicio, tenía la esperanza de que nuestras víctimas no

hubieran muerto en vano y que se haría justicia. Hasta ahora, el desarrollo del

proceso nos ha dado una gran esperanza: el Fiscal Guariniello y sus colegas nos han

inspirado una gran confianza, mientras que el Juez Casalbore siempre ha sido

respetuoso, con constante atención a cada detalle de las audiencias. A pesar del

dolor recordado por las palabras de los testigos y los argumentos de la defensa,

nuestra confianza en la justicia nunca nos ha abandonado.

Nuestra batalla es una batalla por la justicia civil, no una petición de compensación

económica. El caso contra Eternit ha sido nuestro campo de batalla; su resultado

tendrá lejanas y profundas repercusiones. Creemos que, a pesar de todos los

recursos humanos y financieros invertidos por los acusados para exculparse, el

reconocimiento de nuestro sufrimiento dará lugar a una sentencia ejemplar.

A todas las víctimas del asbesto, y a quienes viven donde todavía se extrae, se

procesa y se comercializa, deseo con todo mi corazón que puedan erradicar todo

rastro de riesgo del asbesto, y que lo puedan hacer con la misma conciencia y

determinación que nosotros tuvimos en Casale en los últimos treinta años. Y por

ello espero que el logro máximo de nuestro compromiso, el juicio penal

internacional en Turín, pueda convertirse en un patrimonio común para todos los

que trabajan en el plano internacional combatiendo el flagelo del asbesto.

A todas aquellas comunidades con las que nos sentimos íntimamente vinculados y

con quienes compartimos el dolor y el destino, desde Widnes en el Reino Unido, a

Paray le Monial en Francia, desde Sarnia en Canadá a Osasco en Brasil y muchos

más, van los deseos y abrazos amistosos de nuestra asociación.

Romana Blasotti Pavesi

Presidenta de la Asociación de familiares y víctimas del asbesto en Casale

Monferrato (AfeVA).

June 2011.