break the glass
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magazine about NBA, cool!!TRANSCRIPT
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El gigante de cristal
Greg Oden volverá a pasar uGreg
Oden volverá a pasar una tempo-
rada prácticamente en blanco des-
pués de confirmarse que sufre una
fractura en la rótula de la rodilla iz-
quierda.Oden, que ya se perdió su
primera temporada en la NBA por
una lesión, volverá a dejar los Por-
tland Trail Blazers hasta la siguiente
temporada. El pivot, formado en la
Universidad de Ohio, se fracturó la
rótula de la rodilla izquierda al poco
de comenzar el partido que enfrentó
a los Blazers contra los Houston
Rockets la noche del sábado. El
joven jugador deberá pasar por qui-
rófano y tendrá una dura recupera-
ción por delante.
New chance for Jonhatan Bender
Knicks president Donnie Walsh announced the move in a statement Sun-
day.The 7-foot Bender enjoyed his best season in 2001-02, when he
averaged career highs of 7.4 points and 3.1 rebounds in 78 games.
But injuries forced Bender to miss 172 games over the next three sea-
sons before chronic knee pain sidelined him indefinitely in February
2006.
Bender was selected out of high school by Toronto with the fifth overall
pick in the 1999 draft and was acquired by Indiana in a trade on Aug. 1,
1999. He formed a relationship with former Pacers president Walsh du-
ring their time together in Indiana.
"Jonathan has worked extremely hard in preparing himself for a return to
the NBA," Walsh said in the statement. "I know him to be a young man of
the highest character from my relationship with him that dates back 10
years to his rookie year and I think he will be a fine addition to our team
both on and off the court."
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wsNewsNewsNewsNews
"No hay sólo un gran jugador en la NBA", dice Jordan
El legendario Michael Jordan respondió por primera vez con un "no" a la propuesta presentada por LeBron James para que
se retire el número 23 que vistió y nadie más pueda utilizarlo en la NBA.
Jordan, en conversación telefónica con el programa "All Access with Ahmad" de la NBA TV, dijo que su filosofía ha sido
siempre que en el baloncesto profesional no hay sólo un gran jugador, hay varios, que se merecían la misma distinción.
James, que viste el número 23 con los Cleveland Cavaliers comentó la pasada semana que podría cambiarlo para la próxima
temporada en honor a Jordan y que el resto de los jugadores que también lo llevan en la liga hiciesen lo propio para nunca
más utilizarlo.
El nuevo miembro del Salón de la Fama mostró su agradecimiento por la consideración que había hecho James, y dijo que
él estaba entre un grupo de grandes jugadores que también se merecían el mismo honor o más.
"El detalle fue algo muy bonito y lo entiendo como tal", declaró Jordan. "Pero siempre he dicho que no hay sólo un gran
jugador en la NBA. La grandeza de nuestro baloncesto no se queda en una sola persona en particular, aunque entiendo su
punto de vista".
La retirada por completo de un número de la NBA es complicada porque la decisión final es de cada equipo y cada uno quiere
defender a sus figuras.
"Magic Johnson, Larry Bird, Bill Russell, todos ellos son figuras que podrían tener también los números de sus camisetas re-
tirados para siempre", destacó Jordan. "Entiendo su gesto, pero estoy en el mismo grupo que los mencionados anteriormente
y no deseo ver retirado mi número, si no está también el de ellos".
Jordan reiteró que la acción de James había sido un cumplido que entendía, apreciaba y le agradecía por lo emotivo del
mismo.
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La genética se ha conjurado para construir a un prodigio de ta-lento, físico y mentalidad: Dirk Nowitzki. El alemán ha llevado sujuego un paso más allá esta temporada cuando parecía imposiblepoder hacerlo. Ahora su juego es prácticamente imposible de de-fender, su mente es capaz de resolver en los momentos más ca-lientes y domina el juego tanto anotando como reboteando. Si noexistiera, nadie lo creería posible. En este artículo, Gonzalo Váz-quez ahonda en el milagro Nowitzki, un fenómeno que todos losscouts tratan de volver a encontrar como si del Santo Grial se tra-tara; por su naturaleza única, la comparación no es gratuita.
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La genética se ha conju-
rado para construir a un
prodigio de talento, fí-
sico y mentalidad: Dirk
Nowitzki. El alemán ha
llevado su juego un paso
más allá esta temporada
cuando parecía imposi-
ble poder hacerlo. Ahora
su juego es práctica-
mente imposible de de-
fender, su mente es
capaz de resolver en los
momentos más calientes
y domina el juego tanto
anotando como rebote-
ando. Si no existiera,
nadie lo creería posible.
En este artículo, Gonzalo
Vázquez ahonda en el
milagro Nowitzki, un fe-
nómeno que todos los
scouts tratan de volver a
encontrar como si del
Santo Grial se tratara;
por su naturaleza única,
la comparación no es
gratuita.
Abrían este pasado
miércoles ACB.COM y
ESPN con un reportaje
dedicado a la nueva joya
italiana, Andrea Barg-
nani, sobre la que se ins-
talaba la apuesta: “The
next Nowitzki?”. No es
la primera. Ni será la úl-
tima. Puede llevar a sor-
presa, pero ese tipo de
órdagos ya ha sido apli-
cado con distinta fuerza
a ejemplares tan vario-
pintos como Skita, An-
driuskevicius, Milicic,
Biedrins, Lampe, Cabar-
kapa, Korolev, Ilyasova,
Lorbek o Ilic. Vincula a
todos ellos una doble
tendencia: de un lado,
ser blancos foráneos de
potencial lo suficiente-
mente elástico como para motivar su prematura elección; y de otro, el reconocimiento
implícito –nunca expresado abiertamente por los buscadores de oro blanco– de repli-
car “el milagro Nowitzki”. Tiene su lógica. El scout NBA vive en la permanente ur-
gencia de aportar el material que da sentido a su trabajo y apresura por ello la
adquisición de nombres antes que el rival se adelante. Así es frecuente que el jugador
adquirido no sea más que un bocetto, y como tal, sin valor de uso ni cambio: tan sólo
valor retórico. Esto conlleva riesgos. Pero por mera probabilidad, la masiva lógica del
riesgo que mueve el mercado tiene que llevar algún día al acierto, que en el único caso
de Nowitzki adquiere el sentido de milagro. Porque Nowitzki es para empezar un
milagro de la naturaleza. Muy posiblemente el mayor prodigio genético que ha visto
el Baloncesto desde que el corazón de Michael Jordan revelara a los médicos un bom-
beo de 45 litros de sangre por partido cuando el resto de mortales rara vez supera los
30. El caso del alemán representa un extremo acaso menos cuantificable pero no por
ello menos visible: se trata de un producto que, combinando estatura y dinámica, deja
libre a Nowitzki de cualquier analogía precedente. Esa dinámica no es la resultante
de las cualidades atléticas brutas (Sampson las tenía mayores) sino el producto con-
junto de resolución física y, sobre todo, resolución técnica. Ahí Nowitzki se queda
solo. Observándole con detenimiento, no es descabellado pensar que de tan fiel y com-
pacto a sí mismo se comportaría exactamente igual con cualquier otra estatura inferior.
Pero la naturaleza le ha dotado para colmo de siete pies de altura. He ahí el milagro
por el que Lang Whitaker lo definía en fechas recientes como “the most versatile
seven-footer ever to play in the NBA”. Esa convicción de que Nowitzki es lo que es
pese a su altura la hizo propia Avery Johnson al rechazar de plano su posición de
cinco aun cuando el experimento le produjo un radiante 16-2 de parcial hace apenas
PUNTO G GONZALO VAZQUEZ
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único jugador de toda la NBA que terminó la temporada
en el Top Ten de anotación y rebote. En sus comienzos, pa-
recía sencillo definirle como un hombre alto de perímetro,
una tendencia muy moderna que valida la versatilidad de
una sola cara al vaciarse el jugador de rendimiento inte-
rior. En Nowitzki eso ya no es posible. Su cobertura ofen-
siva no deja espacio débil y, además de conservar intacto
su valor de perímetro, su anotación en la pintura gravita
ya entre las más elevadas. Cierto que el sugerente Points
in the paint es un registro engañoso. Aprecia tanto a pe-
queños por penetración (Wade, James) como a grandes
por hábitat (Shaq, Duncan). Pero a diferencia de ellos el
alemán aprueba ambos cortes. De ahí que Nowitzki haya
desbancado definitivamente a Shaquille como el jugador
más difícil de defender de toda la NBA. “Tienes que dis-
frutar la defensa –aseguraba Marion– para tener una sola
oportunidad ante él. Un segundo de despiste y te mata.
(...) O eres un fanático de la defensa o no hay nada que
hacer ante él”. Y es posible que aun siéndolo tampoco.
Pues ni la versión más terrorista del esclavo táctico Bruce
Bowen (la misma que fue capaz de ahogar a Marion en 10
puntos en 88 minutos de las últimas WCF) pudo evitar
que el alemán hiciera 20 de sus 37 puntos tras el descanso
del séptimo en San Antonio.Al término de la temporada
pasada, y como tercero en la elección para el MVP, parecía
francamente difícil asistir a una mejor versión de Dirk No-
witzki. Sin embargo, más allá de los números, que están
alcanzado su efervescencia en los presentes Playoffs (28.6
puntos, 11.3 rebotes y 51.8 de acierto en los 11 primeros
partidos), su presencia y rendimiento, la brillante lectura
colectiva del juego que le hace postear para el pase inter-
medio o de circulación al lado débil que él mismo provoca,
indican con absoluta claridad que Nowitzki no sólo ha
un año. “Esto es algo que no vamos a repetir. Dirk es
un tres/cuatro. Si Dirk y Van Horn fueran los dos ju-
gadores más altos de la liga, Dirk jugaría de cuatro
y Keith de cinco”. El factor que aprueba esa certeza
con mayor evidencia es su calidad de tiro. Pero vale
reseñar que diversos estudios dirigidos por su men-
tor y padre espiritual, Holger Geschwindner, conclu-
yen que la técnica de su lanzamiento, un tipo muy
singular de lateral abierto, alcanza la llamada opti-
mal shot curve. Básicamente esto significa que si bien
el tiro de Nowitzki aparenta ser el tiro de un excelso
tirador más, en absoluto lo es para el rival, que com-
prueba cómo guardarle una correcta distancia defen-
siva no sirve de gran cosa. Hay jugadores que en el
tiro exterior sufren el error debido al marcaje y, sin
embargo, en los fallos del alemán parece pesar más
lo propio que lo ajeno, tal y como ocurría con los más
inspirados Miller o Bird. Irrumpe ahora como pode-
roso agravante su capacidad reboteadora, a la que
no se avista límite. Nowitzki podría estar atrave-
sando el mismo progreso experimentado por Gar-
nett entre 1997 y 2000, un proceso de mentalización
por el cual jugadores de frecuencia perimetral con-
siguen optimizar su rendimiento reboteador. No-
witzki continúa basando este aspecto mucho antes
en la decisión que en la ventaja física, al modo que
predica el mejor magisterio de la especialidad
(Moses, Barkley, Rodman o, apurando, el Erving de
Massachusetts). Así el año pasado el alemán fue el
PUNTO G GONZALO VAZQUEZ GONZALO VAZQUEZ PUNTO G
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trascendido su rol de
ametralladora, sino que
en conjunto parece estar
levitando sobre todo ju-
gador y equipo rival a
ese insólito nivel exclusi-
vamente destinado a los
elegidos. El triple que
decide el tercero ante
Memphis (y con ello la
serie) más la acción que
fuerza la prórroga en la
última velada de San
Antonio y liquida a los
campeones (el equipo
más difícil de batir en
una serie), representan
tan sólo los dos ejemplos
más visibles de un lide-
razgo inagotable que de-
muestra que, a día de
hoy y con Bryant fuera
de juego, el alemán re-
presenta la potencia
ofensiva más determi-
nante del mundo
Qué lejos parecen que-
dar aquellos Mavericks
de magistral perímetro
abierto pero frágiles al
desgaste terminal. Aún
se cree que Dallas difiere
notablemente de Detroit
o San Antonio. Natural-
mente en la forma. Pero
no en el fondo. Ahí Da-
llas ha entrado de pleno
en la todavía vigente po-
lítica de bloques (la
suma geométrica de re-
cursos) y por ello ha sido
capaz de cazar a San An-
tonio en la trampa del
campeón que cree dispo-
ner de todo para la revá-
lida sin reparar en el
astuto progreso rival.
Como recuerda Terry,
además de haber fijado
trinchera con perfiles de
contención como Dam-
pier, Diop o Griffin, por
fin Dallas cuenta con “guys who are able to come off the bench (29-2 en el 7º a San An-
tonio) and take a charge, or take less shots or accept a role. (...) That’s the system work”.
Dallas pierde el primero ante Phoenix por el brutal contraste táctico que supone salir de
la prolongada batalla posicional de San Antonio para encontrarse, de repente, con un
tempo de juego que multiplica las amenazas no sólo en los tramos finales de partido,
sino durante una ofensiva continua de 48 desaforados minutos, precisamente lo que bus-
caba D’Antoni. Sortear esa confusión pasa ahora por un sofisticado y magistral trabajo
de pizarra. Y por Nowitzki, quien seguramente disponga de la última palabra como ha
demostrado en las dos rondas previas.Un año más fascina contemplar en colisión a las
dos estrellas blancas del Baloncesto mundial que paradójicamente parecen haber explo-
tado tras su divorcio. Aún fascina más especular lo que serían capaces de hacer nueva-
mente juntas. Sobre esa hipótesis predomina la creencia de un ligero perjuicio para
Nowitzki, dado que él siempre ha mantenido que la marcha de Steve Nash alentó en su
perfil técnico la más absoluta independencia, fruto de la cual vemos ahora su talento in-
dividual completamente desbordado.Desde octubre de 2004, y con un Europeo por
medio que a punto estuvo de ganar él solito, Nowitzki ha encadenado más de 200 par-
tidos al máximo nivel de rendimiento. El teutón no flaquea. Antes bien parece empeñado
en una progresión que no verá más límite que la consecución del anillo. La mentalidad
depredadora del competidor nato adquiere en Nowitzki igual patológico sentido que
aquellos nombres que el lector quiera situar aquí y, que en rigor, son muy pocos, tan sólo
aquellos que fueron capaces de mejorar lo inmejorable. Si el máximo de un profesional
se cifra en dar a cada momento el cien por cien de su potencial, a Nowitzki no lo define
tanto la regularidad en la excelencia como la patología de la superación. “Me queda tanto
por mejorar... (...) –aseguraba en julio pasado– Siempre he pensado que la madurez de
un jugador se produce a los 28 o 29 años, así que aún me queda tiempo para trabajar.
Quizá entonces pueda ser un gran jugador”. Asusta pensar una posibilidad semejante..
PUNTO G GONZALO VAZQUEZ
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clá
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DR. J
NY NETS
The worst misfortune
in Carmelo Anthony's
young career may be
the fact that he was
drafted in the same
year as LeBron James
and Dwyane Wade.
While James and Wade
found their names
brought up in every
conversation about the
MVP, Anthony has be-
come almost an after-
thought, until this year.
In reality, it's almost
like a tragedy of Sha-
kespearean conse-
quence due to the fact
that Anthony was just
as heralded as James
and Wade when he
made his NBA debut,
yet has fell behind
them in in the sphere
of player influence.
Remember, it was An-
thony, not Wade that
led his Syracuse team
to an improbable NCAA
championship in his
freshman year, and it
was Anthony not Wade
who was considered the
cream of the crop in
the draft that year
along with James.
It's not like Anthony
has been unable to live
up to his lofty expecta-
tions, as he has been a
league star ever since
he stepped foot on
”CARAMELO” ANTHONYSWEETER THAN EVER
NBA hardwood, but the trajec-
tory of his path has been diffe-
rent than James or Wade.
Early in his career Carmelo was
victim to back spasms that limi-
ted his play and threatened to
derail a very promising start.
After conquering the physical
DEE
P I
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IDE
THE BIGGEST
THING IS THAT HE
SEEMS TO BE EN-
JOYING THE GAME
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demons, Anthony fell prey to an animal of a dif-
ferent sort.
Anthony was raised in the concrete jungles of
inner-city Baltimore and for him, it was difficult
to escape the trappings of the ghetto.
He was the type of guy who believed in keeping
the friends of his past, and he failed to realize
that after you reach a certain status that can be
a dangerous proposition.
It wasn't like his friends were similarly inspired
in their desire to abandon the cruel cycle of po-
verty, they were more inclined to continue their
unlawful ways with Anthony serving as their win-
dow to the world.
Carmelo allowed himself to be video-taped with
known felons and drug dealers and the public's
perception of him took an immediate turn. It was
a story that we knew all to well and it seemed An-
thony was destined to relive it.
While this was going on, Wade was winning his
first NBA championship and James was amazingly
surpassing the unreal expectations that had been
thrust upon him.
Anthony was a player in flux, unable to concen-
trate on his game, while trying to distance himself
from the weight of ill-advised friendships.
He was eventually able to put that part of his life
behind him, but then was faced with sharing star-
dom with the player formerly known as Allen Iver-
son. To say their relationship was strained would
be an understatement.
On the surface the pairing seemed to work as he
and Iverson became the highest scoring duo in the
NBA, but it was clear that the marriage wouldn't
work.
Anthony found himself feuding with his coach and
the rest of the league waited for the implosion
that was sure to come. We weren't disappointed,
as the Denver Nuggets became the first 50 win
team to get swept out of the playoffs in the first
round.
The next chain of events are what changed An-
thony's career and allowed him to begin to fulfill
his large promise. The Nuggets got rid of Iverson,
and brought in Chauncey Billups and everything
changed.
Billups changed the cul-
ture of the Nuggets
and inspired Anthony to
begin a run of the best
basketball played in his
life. His game broade-
ned and his attitude
changed along with it.
The last two years have
seen Anthony become
more versatile on both
ends of the court. He
no longer settles for
jump shots and has
begin to trust his foot-
work and his post game,
The difference in his
defense is evident to as
Billups has encouraged
him to be more aggres-
sive in his stance and to
show more trust in his
teammates.
The biggest thing is
that he seems to be en-
joying the game more
as evidenced by the
smile that is now pre-
sent on his face the
majority of the time.
While he has always
been among the top pla-
yers in the league, An-
thony has taken the
steps to cement his
game among the elite.
Few are playing better
than him now and his
impact on the Nuggets
has them in the upper-
echelon of the NBA.
If he can continue on
the path that he has
begun, maybe he can fi-
nally erase the memo-
ries of his past and
maybe we can
finally place him in the
discussion that he des-
erves to be in most, as
one of the prime candi-
dates for MVP.
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NBA CARTOONS
¿REPETIMOS?¿REPETIMOS?
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