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1124
~ M BOSQUES MESOFILOS DE MONTANA DE MÉXICO diversidad, ecología y manejo COMISIÓN NACIONAL PARA EL CONOCIMIENTO Y USO DE LA BIODIVERSIDAD

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Page 1: Bosque mesófilo de México.docx

~ M

BOSQUES MESOFILOS DE MONTANADE MÉXICOdiversidad, ecología y manejo

COMISIÓN NACIONAL PARA EL CONOCIMIENTO Y USO DE LA BIODIVERSIDAD

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/ M

BOSQUES MESOFILOS DE MONTANADE MÉXICOdiversidad, ecología y manejo

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/ M

BOSQUES MESOFILOS DE MONTANADE MÉXICOdiversidad, ecología y manejo

MARTHA GUAL-DÍAZ Y ALEJANDRO RENDÓN-CORREA

compiladores

Page 8: Bosque mesófilo de México.docx

Diseño y producción editorial Rosalba Becerra

Revisión de textos Luz Elena Vargas

Fotografía de portadaJean Louis Lacaille Múzquiz

ImpresiónOffset Rebosán, S.A. de C.V.

Primera edición, marzo de 2014

D.R. © CoMisiÓN NACioNAL pARA EL CoNoCiMiENTo y Uso DE LA BioDivERsiDAD (CoNABio) Liga Periférico-Insurgentes Sur 4903, Parques del PedregalTlalpan, 14010 México, D.F.www.conabio.gob.mx

Forma sugerida de citar: Gual-Díaz, M. y A. Rendón-Correa (comps.). 2014. Bosques mesófilos de montaña de México: diversidad, ecología y manejo. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. México. 352 p.

ISBN 978-607-8328-07-9

Editado e impreso en

México

Page 9: Bosque mesófilo de México.docx

Jerzy Rzedowski Rotter

FoTo

: EM

ANNU

EL p

ÉREz

-CÁL

ix

7

El bosque mesófilo de montaña se presenta en

forma de muy diversas asociaciones, que a

menudo difieren entre sí en cuanto a la altura,

la fenología y sobre todo a las especies

dominantes. Estas últimas varían con frecuencia

de una ladera a otra y de una cañada a otra,

constituyendo así en conjunto una unidad

bastante heterogénea, pero todas las

asociaciones señalan ligas florísticas y

ecológicas entre sí (Rzedowski, 1978 p.320)

Los capítulos sobre la vegetación y diversidad de plantas

vasculares se dedican, con justificada razón, al Dr. Jerzy

Rzedowski Rotter, investigador emérito del Sistema Nacional de

Investigadores y del Instituto de Ecología, A.C., destacado

botánico mexicano con una trayectoria excepcional, maestro

apreciado, formador de un gran número de biólogos, que durante

sesenta años de intensa labor de investigación ha hecho una

extraordinaria aportación al conocimiento de la flora y de la

vegetación de México; su obra sobre la diversidad biológica del

país se resume en la publicación de siete libros, 47 capítulos de

libros, 126 artículos en revistas nacionales y extranjeras, así

como 30 fascículos de floras regionales. Por lo anterior y por la

calidad de sus investigaciones, ha recibido numerosas

distinciones, como: el Diploma al Mérito Botánico de la Sociedad

Botánica de México (1972); la Orden de las Palmas Académicas,

otorgada por el gobierno de la República de Francia (1986); la

Medalla Luz María Villarreal de Puga a la excelencia en la

biología, otorgada por la Universidad de Guadalajara (1994); el

Doctorado Honoris Causa, otorgado por la Universidad Autónoma

de Chapingo (1994); el premio al Mérito Ecológico, otorgado por

la Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca

(1995); el premio Asa Gray, otorgado por la American Society of

Plant Taxonomists (1995); reconocimiento como botánico ilustre

conferido por la Asociación Latinoamericana de Botánica (1998);

la Medalla del Milenio, otorgada durante el XVI Congreso

Internacional de Botánica (1999); el Doctorado Honoris Causa,

otorgado por la Universidad Michoacana de San Nicolás de

Hidalgo (2001); la medalla José Cuatrecasas por la Excelencia en

Botánica Tropical (2005) y, en 2012, el reconocimiento del

Presidente de la República Mexicana por su contribución al

Page 10: Bosque mesófilo de México.docx

conocimiento de la diversidad biológica del país, en el XX

Aniversario de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso

de la Biodiversidad (CONABIO).

Page 11: Bosque mesófilo de México.docx

El extenso estudio que sobre el bosque mesófilo de

montaña ha realizado el Dr. Rzedowski ha dado a luz, desde muy

diferentes enfoques, abundante información para su

conocimiento y comprensión. Junto con sus colaboradores, el Dr.

Rzedowski estudió y describió este tipo de vegetación en San

Luis Potosí (Rzedowski, 1966); Nueva Galicia (Rzedowski y

McVaugh, 1966); el Valle de México (Rzedowski, 1975 y 1979);

Querétaro (Zamudio et al., 1992), y en Oaxaca, el bosque de

Engelhardtia (Rzedowski y Palacios-Chávez, 1977). En el libro de

la vegetación de México realizó una extraordinaria síntesis sobre

esta formación vegetal para todo el país, señalando sus

requerimientos ecológicos, su complejidad, tanto estructural

como florística, y sus principales variantes locales (Rzedowski,

1978); ha abordado también el análisis de su distribución, las

relaciones geográficas y su origen (Rzedowski y Palacios-Chávez,

1977). También ha analizado la riqueza florística del bosque

mesófilo de montaña, análisis que ha demostrado que es éste

uno de los tipos de vegetación más diversos de México

(Rzedowski, 1996).

Entre los elementos que habitan en esta formación vegetal

destacan las siguientes nueve especies endémicas, nombradas

en su honor:

Anthurium rzedowskii (Araceae), Arachnothryx rzedowskii (Rubia-

ceae), Elaphoglossum rzedowskii (Dryopteridaceae), Ficus

rzedowskiana (Moraceae), Habenaria rzedowskiana (Orchidaceae),

Lithospermum rzedowskii (Boraginaceae), Marsdenia rzedowskiana

(Asclepiadaceae), Pinus rzedowskii (Pinaceae) y Polypodium

rzedowskianum (Polypodiaceae).

Me uno con gusto al muy merecido reconocimiento que con

esta obra se hace al Dr. Jerzy Rzedowski, por el notable esfuerzo

Page 12: Bosque mesófilo de México.docx

que ha realizado en pro del conocimiento de la flora y la

vegetación de México.

SERGio zAMUDio RUiz

agosto de 2013

Page 13: Bosque mesófilo de México.docx

Oscar Jorge Polaco Ramos

9

Oscar Jorge Polaco Ramos nació el 20 de mayo de 1952.

No se sabe con certeza cuál fue su ciudad natal: algunas

veces decía que Cuicatlán, Oaxaca y otras decía que era

oriundo del DF. Lo cierto es que siempre vivió en la Gran

Urbe, y en ella desarrolló toda su carrera.

El apelativo ‘Maestro’ implica una relación

profunda y significativa con la vida de los alumnos, y es

así como muchos veíamos a Óscar, formador de

biólogos. Realizó sus estudios de biología en la Escuela

Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico

Nacional (ENCB-IPN), su alma mater. Desde muy joven

comenzó a dar clases y por más de 30 años impartió

cursos de Zoología de Cordados, Mastozoología,

Ornitología, Anatomía Comparada, Evolución, Taxonomía,

Museografía, Comunicación Científica, entre otras. Durante un

tiempo impartió clases en la Escuela Normal Superior a los

futuros profesores de biología. Además, dada su calidad de

taxónomo, dictó algunos cursos de taxonomía al personal de la

Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la

Biodiversidad; en esta comisión actuó inicialmente como revisor

de la nomenclatura de los vertebrados terrestres del bosque

mesófilo de montaña (2008-2009).

A decir de sus colegas que lo conocían y de él mismo,

siempre desde una altivez atenuada, él fue un Naturalista o, mejor

dicho, un Sistemático tradicional. No se puede decir que fuera un

especialista o taxónomo de tal o cual grupo, ya que sus trabajos

sobresalen en más de un campo de estudio. Esta habilidad es, sin

duda, resultado de la disciplina personal con la que abordaba los

temas, de su excesiva curiosidad y facilidad para procesar y

entender información de diferentes áreas del conocimiento.

Llevó a cabo gran parte de su investigación en el

Laboratorio de Paleozoología en la Subdirección de Laboratorios

y Apoyo Académico del Instituto Nacional de Antropología e

Historia (INAH), en donde, por muchos años, fungió como

Coordinador del Laboratorio, y durante el período 2001-2006

ocupó el cargo de Director de la Subdirección de Laboratorios.

Como parte de su labor en el INAH, promovió los estudios

de restos de animales en un contexto arqueológico, es decir, el

desarrollo de la Arqueozoología en México y en Latinoamérica, y

empeñó su vida en que se reconociera como una ciencia.

Como zoólogo y taxónomo, realizó sus trabajos con fauna

prehistórica (del cuaternario), prehispánica y actual; participó en

la descripción de 11 taxones nuevos para la ciencia: diez

invertebrados y un cacomixtle fósil, además de reportar infinidad

de especies como nuevos registros de localidad y para el país.

Page 14: Bosque mesófilo de México.docx

MARGARiTA vARGAS SANDovAL

agosto de 2013

En el Laboratorio de Paleozoología del INAH (actualmente

Laboratorio de Arqueozoología), donde trabajó durante más de

30 años, fue curador de las colecciones de comparación

malacológica y de vertebrados, que llevó a un crecimiento

sistemático espectacular; en la actualidad son las más completas

en todo el país y en Latinoamérica.

El maestro Polaco, como gran divulgador de la ciencia,

elaboró más de 10 guiones temáticos para salas y museos. Los

más conocidos son: el innovador guión museográfico de la Sala 6

(fauna) del Templo Mayor; el que realizó para el Museo de

Paleontología de Guadalajara ‘Federico A. Solórzano Barreto’, y

su notable contribución al Museo de Historia Natural ‘Alfredo

Dugés’, en Guanajuato.

Entre sus principales distinciones académicas, destaca la

obtención del Premio Fryxel de Investigación Interdisciplinaria

2006, de la Society for American Archaeology, así como el

nombramiento de Investigador Asociado (Research Associate), por

parte del Museo de Texas Tech University. Formó parte del Comité

Internacional del International Council for Archaeozoology (ICAZ), y fue

coorganizador de la duodécima reunión del grupo de trabajo Fish

Remains y del 10º Congreso Internacional de la ICAZ.

Fue colaborador del proyecto “Biodiversidad y sociedades

cazadoras recolectoras del Cuaternario de México”, dirigido por

el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social

(IPHES).

Durante toda su carrera dictó más de 130 conferencias,

presentó más de 165 ponencias en congresos nacionales e

internacionales y publicó más de 200 trabajos en revistas

especializadas. Colaboró en el comité editorial de múltiples

revistas y ediciones de libros. Fue miembro de 10 sociedades

científicas, entre ellas, la Sociedad Mexicana de Paleontología,

de la que fue socio fundador.

Su trabajo en el campo fue incesante: recorrió

prácticamente todo el país, y de cada uno de esos viajes tenía una

anécdota divertida. Salir al campo con él equivalía a no parar de

reír y trabajar, y, la verdad sea dicha, de comer también. Oscar

Jorge Polaco falleció el viernes 23 de octubre del 2009, pero aún

está con nosotros, con sus chistes y

Page 15: Bosque mesófilo de México.docx

enseñanzas, que seguiremos transmitiendo y nos acompañarán

toda la vida.

Se dedica el tratamiento de los vertebrados terrestres de

los bosques mesófilos de montaña de México a este notable

investigador de la fauna mexicana.

Page 16: Bosque mesófilo de México.docx

1 1

ÍNDICE

Prefacio 17

José Sarukhán

Introducción 21

Antony Challenger

Literatura citada 24

Los bosques mesófilos de montaña en México 27

Martha Gual Díaz, Francisco González-MedranoIn t roducción 27Historia nomenclatural del bosque mesófilo de montaña 30Ubicación 32Características ambientales para su desarrollo 35Composición florística 38Orígenes del bosque mesófilo de montaña 41Ecotonías y su relación con otros tipos de vegetación 43Reflexión 46Literatura citada 48Apéndice 1. Región y grupos de trabajo en el bosque mesófilo de montaña en México 57Apéndice 2. Sinónimos registrados del bosque mesófilo de montaña en México 60Apéndice 3. Asociaciones registradas del bosque mesófilo de montaña en México 63Apéndice 4. Ecotonos con bosque mesófilo de montaña registrados en México 67

Sistema de Información del Bosque Mesófilo de Montaña en México: recopilación y sistematización de datos e información 69

Martha Gual DíazResumen 69In t roducción 70Antecedentes 71Construcción del SI-BMM 72Resultados 74Alcances de los datos e información del SI-BMM 77¿Refuerzo de información? 77Usos potenciales del SI-BMM 88Literatura citada 89Apéndice 1. Conceptos básicos 91Apéndice 2. Procedimiento para analizar y seleccionar información de una publicación

para su incorporación en la base de datos taxonómica-biogeográfica 93

Page 17: Bosque mesófilo de México.docx

12 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Apéndice 3. Procedimiento para control de publicaciones en la base de datos de Referencias (Reference Manager) 95

Apéndice 4. Taxones no considerados en Plant List y que se encuentran en el SI-BMM (plantas con distribución en México) 97

El bosque mesófilo de montaña: un ecosistema prioritario amenazado 109

Gerardo Sánchez Ramos, Rodolfo DirzoEl bosque mesófilo en la perspectiva global 109

El bosque mesófilo en la perspectiva nacional 120

Amenazas al bosque mesófilo de montaña en México 128

Consideraciones finales de las amenazas y la vulnerabilidad del bosque mesófilo de montaña 136

Literatura citada 137

Ecología y manejo de los bosques mesófilos de montaña en México 141

Enrique J. Jardel Peláez, Ramón Cuevas Guzmán, Ana Luisa Santiago Pérez,

Juan Manuel Rodríguez GómezIntroducción 141

Historia natural del bosque mesófilo de montaña 143

Condiciones ambientales y variación de los bosques mesófilos de montaña 146

Interacciones de la vegetación en el mosaico del paisaje 154

Regímenes de incendios 156

Dinámica y sucesión ecológica 161

Manejo de los bosques mesófilos de montaña 166

Conclusiones 180

Literatura citada 181

Las plantas vasculares de los bosques mesófilos de montaña en México 189

Adolfo Espejo Serna Introducción 189

Literatura citada 195

Licopodios y helechos en el bosque mesófilo de montaña de México 197

José Daniel Tejero Díez, Alín N. Torres Díaz, Martha Gual DíazIn t roducción 197

Integración de información 199

La flora de pteridobiontes 200

Riqueza florística del bosque mesófilo de montaña 206

Distribución de los pteridobiontes en las regiones con bosque mesófilo de montaña 207

Formas de vida 211

Conservación 213

Uso y aprovechamiento del grupo 215

Conclusiones 215

Literatura citada 217

Page 18: Bosque mesófilo de México.docx

NDicE 13

El bosque mesófilo de montaña en México y sus plantas con flores 221

José Luis Villaseñor, Martha Gual Díaz

Introducción 221

Riqueza florística del bosque mesófilo de montaña en México 222

Riqueza florística del bosque mesófilo de montaña en las regiones prioritarias para su conservación 229

Literatura citada 235

Page 19: Bosque mesófilo de México.docx

Fauna de los bosques mesófilos de montaña 237

Leticia Margarita Ochoa Ochoa, Nancy R. Mejí

Page 20: Bosque mesófilo de México.docx

a Domínguez Introducción 2

3

7

¿A qué se le llama b

Page 21: Bosque mesófilo de México.docx

osque mesófilo de montaña? 2

3

9

Historia y biogeo

Page 22: Bosque mesófilo de México.docx

grafía del bosque mesófilo de montaña 2

3

9

Conser

Page 23: Bosque mesófilo de México.docx

vación del bosque mesófilo de montaña 2

4

2

Litera

Page 24: Bosque mesófilo de México.docx

tura citada 2

4

4

Anfibios en el bosque mesófilo de montaña en México 249

Martha Gual Díaz, Irene Goyenechea Mayer-Goyenechea

Evaluación del grupo 249

Diversidad y endemismo 250

Anfibios en el bosque mesófilo de montaña 251

Áreas diversa

Page 25: Bosque mesófilo de México.docx

s e importantes del grupo 256

Endemismo en el bosque mesófilo de montaña 257

Riesgo y protección 258

Conservación 260

Literatura citada 261

Reptiles en el bosque mesófilo de montaña en México 263

Irene Goyenechea Mayer-Goyenechea, Martha Gual Díaz

Evaluación

Page 26: Bosque mesófilo de México.docx

del grupo 2

6

3

Diversidad y endemismo 2

6

4

Reptiles en el bosque mesófilo de montaña 265

Endemismo en

Page 27: Bosque mesófilo de México.docx

el bosque mesófilo de montaña 274

Riesgo y protección 2

7

5

Literatura citada 2

Page 28: Bosque mesófilo de México.docx

7

7

La importancia de las aves del bosque mesófilo de montaña de México 279

Adolfo G. Navarro Sigüenza, Héctor Gómez de Silva, Martha Gual Díaz,

Luis Antonio Sánchez González, Mónica Pérez Villafaña

In t roducción 279

Antecedentes 280

Integración de la información de las aves del bosque mesófilo de montaña 281

Riqueza de

Page 29: Bosque mesófilo de México.docx

especies 282

Endemismo en las aves 285

Page 30: Bosque mesófilo de México.docx

14 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Estacionalidad 287

Restricción ecológica 288

Biogeografía e importancia evolutiva de la avifauna 289

Resultados de la integración de información de aves 291

Conservación de las aves del bosque mesófilo de montaña 296 Literatura citada 299

Mamíferos del bosque mesófilo de montaña en México 305

Noé González Ruiz, José Ramírez Pulido, Martha Gual DíazResumen 305

In t roducción 306

M é t o d o 3 0 8

Resultados y discusión 308

Diversificación 314

Estado de conservación 320

Literatura citada 322

Conservar los bosques mesófilos de montaña, un proceso de educación y capacitación ambiental 327

Miguel Ángel Leal JiménezIn t roducción 327

Dimensión ambiental y conservación de la naturaleza 329

Educación ambiental para la sustentabilidad 332

La educación ambiental en los bosques mesófilos de montaña 334

Conclusión 343

Literatura citada 344

Autores 347

Agradecimientos 349

Page 31: Bosque mesófilo de México.docx

MDicE 15

AnLista de especies de licopodios y helechos en el bosquemesófilo de montaña en MéxicoLista come

ntada de taxonesLiteratura citadaLista de híbridosLista de taxones endémicosLista de ta

Page 32: Bosque mesófilo de México.docx

xones introducidosLista comentada de taxones sin distribución en Méxicoy su equivalenteLiteratura

citadaLista comentada de taxones excluidosLiteratura citadaLista comentada de ejemplares

Page 33: Bosque mesófilo de México.docx

excluidosLiteratura citada

ALista de especies de plantas con flor en el bosquemesófilo de montaña en

MéxicoLista comentada de taxonesLiteratura citadaLista de híbridosLista de taxones endémicos

Page 34: Bosque mesófilo de México.docx

Lista de taxones introducidosLista comentada de taxones sin distribución en Méxicoy su equi

valenteLiteratura citadaLista comentada de taxones excluidosLiteratura citadaLista comentada d

Page 35: Bosque mesófilo de México.docx

e ejemplares excluidosLiteratura citada

ALista de especies de anfibios en el bosquemesófilo de montañ

a en MéxicoLista comentada de especiesLiteratura citadaLista de especies endémicasLista de e

Page 36: Bosque mesófilo de México.docx

species introducidas

Lista de especies de reptiles en el bosquemesófilo de montaña en MéxicoLista coment

Page 37: Bosque mesófilo de México.docx

ada de taxones

Literatura citada

Lista de taxones endémicos

Lista de especies introducid

as

Lista comentada de ejemplares excluidosLiteratura citada

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Page 38: Bosque mesófilo de México.docx

n el bosque mesófilode montaña en MéxicoLista comentada de taxonesLiteratura citada

Lista de taxones endémicos y cuasiendémicosLista de especies introducidasLista com

Page 39: Bosque mesófilo de México.docx

entada de especies sin distribución en Méxicoy su equivalenteLiteratura citadaLista coment

ada de especies excluidasLiteratura citadaLista comentada de ejemplares excluidosLiteratu

Page 40: Bosque mesófilo de México.docx

ra citada

ALista de especies de mamíferos en el bosque mesófilode montaña en México

Lista comentada de taxonesLiteratura citadaLista de taxones endémicosLista de especies

Page 41: Bosque mesófilo de México.docx

introducidasLista comentada de especies sin distribución en Méxicoy su equivalenteLite

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Page 42: Bosque mesófilo de México.docx

ares excluidosLiteratura citada

Page 43: Bosque mesófilo de México.docx

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Page 44: Bosque mesófilo de México.docx

Coatepec, Veracruz

1 7

PREFACIO

La zona intertropical de nuestro planeta contiene la

mayor diversidad de ecosistemas marinos y terrestres y,

consecuentemente, el mayor número de las especies

que conviven con nosotros. Quizá una de las joyas de la

corona de los ecosistemas terrestres en esa región sean

los llamados ‘bosques de niebla’, o, como son llamados

en esta obra, BOSQUE MESÓFILO DE MONTAÑA (BMM). Estos

bosques suelen desarrollarse en las zonas de

condensación del aire húmedo proveniente

principalmente del mar, donde se forman densos

macizos de nubes con una consecuente alta humedad y

una alta precipitación pluvial. Las altitudes típicas sobre

el nivel del mar pueden ir de 500 a más de dos o tres mil

metros, dependiendo de la latitud, la exposición a los

vientos dominantes que portan humedad marina, etc.

Estas comunidades pueden, dependiendo de la localidad,

tener nombres distintos al de ‘bosque de niebla’. Por otro

lado, en elevaciones considerables (cerca de los 4 mil

metros snm) o en regiones secas, pueden adoptar

formas y estructuras distintas a las de un bosque típico

con árboles bien formados.

Debido a la característica de ser zonas de

condensación de la humedad atmosférica, los BMM

necesariamente se encuentran en fajas altitudinales

angostas, a lo largo de cadenas montañosas en la

mayoría de los casos, lo que los hace particularmente

vulnerables a los impactos de la actividad humana,

especialmente el uso del suelo para la agricultura. Desde

el punto de vista de la fragilidad de la biodiversidad que

contienen, que usualmente es muy alta, dicha

Page 45: Bosque mesófilo de México.docx

vulnerabilidad es particularmente importante ya que el

BMM, por su posición altitudinal en México, es una

Page 46: Bosque mesófilo de México.docx

JoSÉ SARUkHÁN

18 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

zona de confluencia de elementos provenientes del neártico, es decir,

de especies de zonas templadas —como los encinos, pinos y otras

especies originadas en el norte de América, Asia o Europa—, que bajan

por las cadenas montañosas de Estados Unidos hasta el sur de nuestro

país o incluso hasta la mitad norte de Centroamérica. Lo mismo pasa

con muchos grupos de animales. Estos elementos neárticos se

mezclan con especies provenientes de las zonas tropicales de América

del Sur, que pueden llegar a las partes altas de las montañas,

ocupando el estrato de arbolitos o arbustos y el herbáceo. Son áreas

que poseen altos endemismos de grupos animales y vegetales.

Precisamente, debido a la importancia de los BMM desde el punto de

vista biológico, así como por su relevancia en una diversidad de

actividades productivas (son zonas de producción de café orgánico de

muy alta calidad y de otras especies de valor económico), esta obra

colectiva representa una aportación de gran importancia, pues resume

el conocimiento que tenemos de esta formación vegetal y es un sistema

de información sobre este complejo ecosistema de México.

La obra contiene una introducción al tema y once capítulos

dedicados a temas centrales en el universo de conocimiento de los

principales grupos de organismos conocidos y a aspectos referidos al

uso, la ecología y vulnerabilidad de los diferentes grupos de

organismos y del ecosistema como un todo. Un capítulo final se refiere

a aspectos de la conservación y la educación ambiental requerida para

hacer a la sociedad partícipe en los esfuerzos conjuntos de las

instancias de los gobiernos federal y estatal, junto con los dueños o

productores de los bosques, para lograr la conservación de este

importante ecosistema por medio del uso sustentable y socialmente

benéfico del BMM.

Como es costumbre en la mayoría de las publicaciones de la

CONABIO, se incluye información adicional en un CD sobre listados

detallados de todos los grupos de organismos con comentarios y

referencias a especies endémicas y en riesgo, especies introducidas,

etc. La obra, como toda la información producida por la Comisión,

puede además ser consultada y bajada del siguiente sitio de la página

web: www.biodiversidad.gob.mx/ecosistemas/bosqueNublado.htmlLa obra representa el esfuerzo y la experiencia conjunta de 23

autores y la coordinación paciente y meticulosa de Martha

Page 47: Bosque mesófilo de México.docx

Gual Díaz. La CONABIO espera que ésta sea un referente para las

investigaciones futuras sobre este riquísimo ecosistema, de gran

importancia biológica y económica para nuestro país.

Page 48: Bosque mesófilo de México.docx

Reserva de la Biosfera El Cielo.

Page 49: Bosque mesófilo de México.docx

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'

Page 50: Bosque mesófilo de México.docx

Reserva de la Biosfera El Cielo.

2 1

INTRODUCCIÓN

Antony Challenger

Un libro como el presente representa un esfuerzo

enorme, tanto por parte de los autores de cada capítulo,

como de quienes coordinan la integración, y por ello, hay

que felicitar a todos los involucrados en cada fase de la

producción de esta obra, resultado de una exhaustiva

recopilación de información medular, que la hará un

referente obligado para quienes estudian y escriben

sobre los bosques mesófilos de montaña de México.

Los capítulos que siguen reúnen, en un solo

volumen, la información esencial más actual y confiable

sobre la diversidad biológica de los bosques mesófilos de

México, su clasificación y descripción, así como las

afinidades bióticas, patrones de riqueza, distribución y

endemismo de algunos de los grupos de organismos

clave que integran este ecosistema. Abordan también

algunos de los factores que amenazan a este bosque y

su biodiversidad, y esbozan algunas propuestas para su

conservación y la de sus servicios ambientales, de los

cuales dependemos todos los mexicanos: generación de

agua dulce, energía hidroeléctrica, regulación de flujos

de agua, protección contra deslaves y erosión del suelo,

regulación del clima, almacenamiento de carbono, entre

muchos otros, de manera directa e indirecta, seamos

habitantes rurales o urbanos (Jardel-Peláez et al., este

volumen; Mendoza-Vega et al., 2003; Bruijnzeel, 2006).

Varios de los capítulos del libro destacan que el

bosque mesófilo de montaña de México está integrado

por una amplia diversidad de asociaciones, ya que su

composición de especies varía considerablemente entre

ecoregiones, sitios y pisos altitudinales, aunque sus

afinidades florísticas y preferencias ecológicas

compartidas hacen que estos bosques sean reconocibles

como un solo tipo de vegetación, cuyas múltiples

Page 51: Bosque mesófilo de México.docx

expresiones dependen del sitio, cada una de ellas única,

impresionante y fascinante

Page 52: Bosque mesófilo de México.docx

22 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

(Rzedowski,

1996;

Challenger,

1998;

Acosta,

2004;

García-

Franco et al.,

2008; Anta-

Fonseca et al., 2010;

Gual-Díaz y

González-

Medrano,

este volu-

men;

Villaseñor y

Gual-Díaz,

este

volumen).

Por su

composición

mixta de

especies de

afinidad

templada

(sobre todo

las del dosel)

y afinidad

tropical

(mayoritaria

mente las del

subdosel y

soto-bosque),

el bosque

mesófilo de

montaña de

México

puede

describirse

burdamente

como una

selva dentro

de un

bosque,

cuyos troncos

y ramas se

visten de

musgos y se

adornan con

epífitas

vasculares,

entre las

cuales las

orquídeas y

helechos

alcanzan sus

mayores

expresiones

de variedad y

endemicidad

de entre

todos los

ecosistemas

del país

(Rzedowski,

1996;

Challenger,

1998, 2003;

Gual-Díaz y

González-

Medrano,

este

volumen;

Villaseñor y

Gual-Díaz,

este

volumen;

Page 53: Bosque mesófilo de México.docx

Tejero-Díez et al., este

volumen).

Por otra

parte, la

enorme

diversidad e

impacto

visual en el

bosque

mesófilo de

montaña, de

las especies

de plantas

vasculares,

cuyos grupos

son los más

longevos del

planeta —-

como los

licopodiofitos

y pteridófitos

—, junto con

los

abundantes

briófitos y

hongos, y los

mucho más

escasos

ejemplares

de algunos

linajes de

gimnosperm

as —como

los

cicadófitos y

Podocarpace

ae—, hacen

que estos

ecosistemas

sean un eco

florístico de

los vastos y

húmedos

bosques

primordiales

del

Paleozoico

(periodos

Carbonífero y

Pérmico), de

hace 250 a

360 millones

de años, en

los que los

helechos ar-

borescentes

servían de

botana (poco

nutritiva) a

los

dinosaurios

saurópodos

(Tejero-Díez

et al., 2011 y

este

volumen;

DiMichele y

Falcon-Lang,

2011;

Bashworth y

DiMichele,

2012;

Hummel et al., 2008;

Renner,

2009; Blair,

2009).

Aunque este

tipo de

reflexión

podría

parecer poco

relevante

Page 54: Bosque mesófilo de México.docx

para una

obra

científica

como esta, el

valor

educativo,

recreativo,

espiritual e

inspirativo

(es decir, los

servicios

ambientales

culturales)

del bosque

mesófilo

podrían

figurar entre

los motivos

más

importantes

para su

conservación

en algunas

regiones del

país (p. ej. el

centro de

Veracruz y el

Eje

Neovolcánico

, por su

cercanía a

zonas

urbanas), a la

par o por

encima de su

importancia

para capturar

y controlar

los flujos del

agua, y con

ellos

satisfacer el

consumo

humano

(Bubb et al.,

2004;

Bruijnzeel,

2006).

Inevitabl

emente, un

libro como

este, en las

etapas de

recopilación

y

presentación

de la infor-

Page 55: Bosque mesófilo de México.docx

mación,

revela por

omisión los

campos en

los que el

conocimiento

es más

escaso (p.ej.,

la biota de

los suelos o

los líquenes

del bosque

mesófilo) y

aquellos para

los que

existe

conocimiento

, pero no se

incluye. En

este sentido,

resulta

incompleto

el contenido

sobre las

relaciones y

procesos

ecológicos

del bosque

mesófilo de

montaña de

México, al no

incluir

alguna

síntesis de la

información

disponible

sobre los

siguientes

aspectos:

fenología de

las plantas

de las

comunidades

más

representati-

vas; el papel

de la fauna

(incluyendo

los grupos y

las especies

clave) en el

mantenimien

to de la com-

posición y

estructura de

la vegetación

por medio de

la herbivoría,

la

depredación,

la

polinización,

la

distribución

de

propágulos,

etc.; las

adaptaciones

específicas

de la flora y

la fauna a las

condiciones

ambientales

particulares

del bosque

mesófilo; las

relaciones

mutualistas

de mayor

importancia

para la

regeneración

y

conservación

Page 56: Bosque mesófilo de México.docx

del bosque,

espe-

cialmente las

relacionadas

con los ciclos

biogeoquí-

micos, entre

otros temas.

Existe ya un

cúmulo de

información

importante

sobre estos

aspectos,

que el lector

interesado

puede

encontrar

tanto

dispersa en

cientos de

artículos

científicos,

como

sintetizada,

al menos

parte de ella,

en algunos

libros (Puig y

Bracho,

1987;

Challenger,

1998;

Willams-

Linera, 2007;

Pérez-Farrera

et al., 2010).

Uno de

los aspectos

de la

ecología de

este tipo de

vegetación,

que promete

favorecer su

conserva-

Page 57: Bosque mesófilo de México.docx

iNTRoDucciÓN 23

ció

n,

ma

nej

o

sus

ten

tab

le y

reg

en

era

ció

n

eco

lógi

ca

fut

ura

,

tie

ne

qu

e

ver

con

el

pa

pel

de

un

gru

po

de

org

ani

sm

os

mu

y

div

ers

o y

ext

re

ma

da

me

nte

pri

mi-

tivo

:

los

ho

ng

os

(Bl

air,

20

09)

.

Fue

nte

int

ere

san

te

de

col

ore

s

(az

ul,

bla

nco

,

roj

Page 58: Bosque mesófilo de México.docx

o,

am

arill

o,

nar

anj

a)

en

el

sot

obo

squ

e

del

bos

qu

e

me

sófi

lo,

en

esp

eci

al

hac

ia

el

fin

al

de

la

te

mp

ora

da

de

lluv

ias,

son

las

esp

eci

es

sap

rob

ias,

lign

ícol

as

y

hu

míc

ola

s, y

mic

orri

zóg

ena

s

de

est

e

Rei

no

bió

tico

.

Jue

ga

n

un

pa

pel

cla

ve

en

la

des

co

mp

osi

ció

n,

reci

Page 59: Bosque mesófilo de México.docx

claj

e y

abs

orci

ón

de

los

nu-

trie

nte

s

por

la

veg

eta

ció

n,

en

el

am

bie

nte

me

do

de

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os

eco

sist

em

as,

en

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qu

e

las

con

dici

on

es

áci-

das

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vec

es

bas

tan

te

ana

eró

bic

as

del

sue

lo

difi

cul-

tan

los

pro

ces

os

de

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gra

dac

ión

aer

óbi

ca

del

det

ri-

tus

org

áni

co

(M

eda

l y

Ch

acó

n,

Page 60: Bosque mesófilo de México.docx

19

97;

Ch

alle

ng

er,

19

98;

Fie

rro

s et

al., 20

00;

Her

edi

a-

Ab

arc

a et al.,

20

06,

20

11;

Her

edi

a-

Ab

arc

a y

Ari

as-

Mo

ta,

20

08;

Ari

as-

Mo

ta

et

al., 20

10;

Will

am

s-

Lin

era

,

20

07)

.

L

os

ho

ng

os

mic

orri

zóg

eno

s,

ade

s

de

de-

gra

dar

la

ma

teri

a

org

áni

ca,

faci

lita

n el

acc

eso

de

Page 61: Bosque mesófilo de México.docx

las

pla

nta

s,

en

esp

eci

al

de

las

plá

ntu

las

de

los

árb

ole

s, a

nut

rie

nte

s

co

mo

el

nitr

óg

en

o y

el

fósf

oro

(a

ca

m-

bio

de

azú

car

es,

pro

duc

to

de

la

fot

osí

nte

sis)

;

ello

ace

ler

a el

cre

cim

ien

to

de

las

pla

nta

s,

incr

em

ent

a

su

sup

erv

ive

nci

a y

faci

lita

la

reg

en

era

ció

n

del

ec

o-

Page 62: Bosque mesófilo de México.docx

sist

em

a

tra

s

alg

ún

dist

urb

io

nat

ura

l.

La

def

ore

st

a-

ció

n

del

bos

qu

e

me

sófi

lo,

usu

al

me

nte

par

a

dar

le

al

sue

lo

otr

o

uso

,

co

mo

el

agr

ope

cua

rio,

afe

cta

ne-

gat

iva

me

nte

la

co

mp

osi

ció

n y

ab

un

da

nci

a

de

est

os

ho

ng

os,

lo

qu

e

pu

ed

e

ret

ard

ar

el

pro

Page 63: Bosque mesófilo de México.docx

ces

o

de

reg

e-

ner

aci

ón

(M

artí

nez

-

Ra

mo

s,

20

08;

Gar

iba

y-

Orij

el,

20

08;

Piñ

ón-

Pen

sa

mi

ent

o,

20

09;

An

dra

de-

Tor

res,

20

10)

.

Inv

esti

gar

s a

fon

do

el

pa

pel

de

est

as

rel

aci

one

s

mu

tua

list

as

y

su

pos

ible

con

trib

uci

ón

a

un

a

reg

en

era

ció

n y

res

tau

raci

ón

eco

lógi

Page 64: Bosque mesófilo de México.docx

cas

s

ráp

ida

s

del

bos

qu

e

me

sófi

lo

en

zon

as

alt

am

ent

e

fra

gm

ent

ad

as

o

def

ore

sta

das

con

stit

uye

un

a

he-

rra

mi

ent

a

has

ta

aho

ra

poc

o

exp

lor

ada

,

qu

e

po

drí

a

Page 65: Bosque mesófilo de México.docx

aco

mp

ar

la

con

ser

vac

ión

de

los

bos

qu

es

me

só-

filo

s

de

xic

o

(Pi

ñó

n-

Pe

nsa

mi

ent

o,

20

09;

An-

dra

de-

Tor

res

,

20

10;

Oli

ver

a-

Mo

ral

es

et

al., 20

11;

Fer

nd

ez-

Cru

z,

20

13)

.

N

o

obs

tan

te

lo

int

ere

san

te

y

pot

enc

ial

me

nte

útil

de

her

ra

mi

ent

as

téc

nic

Page 66: Bosque mesófilo de México.docx

as

co

mo

la

ant

es

me

n-

cio

na

da,

la

exp

eri

enc

ia

ha

ven

ido

de

mo

str

an

do

qu

e,

por

un

lad

o,

la

efic

aci

a

de

las

polí

tica

s

bli-

cas

de

ges

tió

n

am

bie

nta

l es

rel

ati

va,

y,

por

otr

o,

las

cub

iert

as

de

los

eco

sist

em

as

nat

ura

les

con

ser

vad

os

del

paí

s,

incl

uye

nd

o el

bos

qu

e

Page 67: Bosque mesófilo de México.docx

me

sófi

lo,

sig

ue

n

re-

duc

ién

dos

e

ant

e

los

uso

s

ant

rop

og

éni

cos

del

sue

lo.

Por

ello

, es

nec

esa

rio

qu

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dic

has

polí

tica

s

sea

n

in-

for

ma

das

por

fue

nte

s

de

con

oci

mi

ent

o

adi

cio

nal

es

a

las

de

las

cie

nci

as

nat

ura

les

(Se

ma

rna

t,

20

06;

Sa-

ruk

n et

al.,

20

09;

Ch

alle

ng

er

Page 68: Bosque mesófilo de México.docx

y

Dir

zo,

20

09)

.

E

l

hec

ho

es

qu

e

no

exi

ste

n

ya,

en

el

mu

nd

o,

eco

sist

em

as

qu

e

no

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én

infl

uid

os,

dir

ect

a o

ind

i-

rec

ta

me

nte

,

por

las

acti

vid

ad

es

hu

ma

nas

(in

clu

so

los

s

re

mo

tos

y

me

jor

con

ser

vad

os

se

ven

afe

c-

tad

os

por

fen

óm

en

os

co

mo

el

Page 69: Bosque mesófilo de México.docx

ca

mb

io

cli

tico

glo

bal

, la

pre

cipi

taci

ón

de

nitr

óg

en

o,

la

dis

per

sió

n

de

con

ta

mi

na

nte

s y

de

plá

stic

os,

etc

.),

al

tie

mp

o

qu

e la

Eva

lua

ció

n

de

los

Eco

sist

em

as

del

Mil

eni

o,

con

su

énf

asi

s

en

los

ser

vici

os

am

bie

nta

les,

hac

e

pat

ent

e

qu

e

no

pu

ed

e

ha

ber

ser

Page 70: Bosque mesófilo de México.docx

hu

ma

no

alg

un

o

qu

e

no

de

pe

nd

a,

en

tod

o

sen

tid

o,

de

los

eco

sist

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ma

s

par

a

su

exi

ste

nci

a,

por

s

urb

an

o

qu

e

sea

su

esti

lo

de

vid

a

(Co

sta

nza

y

Dal

y,

19

92;

ME

A,

20

05;

Sar

uk

n et al.,

20

09;

MA

HB,

20

13)

.

C

om

o lo

me

nci

ona

n

Jar

del-

Pel

áez

et

Page 71: Bosque mesófilo de México.docx

al. (en

est

e

vol

um

en)

,

par

a

apr

en

der

mej

or

a

ges

tio

nar

el

me

dio

am

bie

nte

, de

ma

ner

a

qu

e

se

par

ta

de

qu

e el

ser

hu

ma

no

no

es

un

fac

tor

de

ca

mb

io

ext

ern

o a

los

eco

sist

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as,

sin

o

inh

ere

nte

a

ello

s,

es

me

nes

ter

vira

r

hac

ia

un

enf

oqu

e

de

ges

tió

n

de

soc

Page 72: Bosque mesófilo de México.docx

io-

eco

sist

em

as.

Me

dia

nte

est

e

enf

oq

ue,

el

con

oci

mie

nto

exp

ert

o

se

exti

en

de

s

allá

de

las

cie

nci

as

nat

ura

les

par

a

in-

Page 73: Bosque mesófilo de México.docx

24 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

cluir a las

ciencias

sociales y

también a la

experiencia

directa de

productores

y usuarios

de los

ecosiste-

mas. La

participació

n social en

la

formulación

e im-

plementació

n de las

políticas

públicas se

transforma

en un

componente

permanente

y no en un

“sello de

aprobación”

para un

hecho

consumado

(como en la

actualidad),

en donde el

manejo

adaptativo

de los socio-

ecosistemas

, el

“aprender

haciendo”,

para

investigar,

conservar y

mejorar la

resiliencia

tanto de sus

subsistemas

naturales

como

sociales, sea

el proceso y,

a la vez, el

objetivo

mismo de la

gestión am-

biental

(Gallopin,

1994, 2003,

2006;

Berkes y

Folke, 1998;

Holling et al.,

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Xalapa.

Page 93: Bosque mesófilo de México.docx
Page 94: Bosque mesófilo de México.docx

LOS BOSQUES MESÓFILOS DE MONTAÑA EN MÉXICO

Martha Gual-Díaz, Francisco González-Medrano

2 7

Pluma Hidalgo, Oaxaca, localidad enclavada en la Región Terrestre Prioritaria Sierra Sur y Costa de Oaxaca, en la Sierra Madre del Sur.

IntroducciónLos términos con que se designa a las

comunidades bióticas, especialmente las

vegetales, son muy diversos y a veces poco

claros. En México, bioma, comunidad vegetal,

asociación vegetal, tipo de vegetación, formación

vegetal y variantes de todas ellas se usan

indistintamente para referirse a la vegetación.

Sin embargo, cada uno de los conceptos

anteriores corresponde a un nivel de

visualización y jerarquización de la vegetación,

diferente de los otros. Por lo tanto, a

continuación se definen los principales niveles de

integración de la vegetación.

La unidad de mayor nivel de integración

utilizada para designar las comunidades

vegetales de México es Bioma, y está

determinada por la fisonomía de las co-

munidades, es decir, por las formas de vida o

biotipos dominantes. Por ejemplo:

Bosques. Comunidad dominada por

árboles, plantas leñosas con un tronco

bien definido, generalmente de más de

cuatro metros de altura.

Matorrales. Comunidades vegetales

dominadas por plantas leñosas de 0.5 o

más metros de altura, con los tallos

ramificados desde la base.

Page 95: Bosque mesófilo de México.docx

28 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Herbazales. Comunidades dominadas por plantas herbáceas,

como graminoides (gramíneas o plantas con apariencia de

gramínea) o bien, plantas herbáceas.

El siguiente nivel de integración es las Series de Formaciones

Vegetales, es decir, el agrupamiento de las formaciones vegetales (o

tipos de vegetación) ecológicamente relacionados entre sí por algún

gradiente ambiental, por ejemplo: los matorrales xerófilos, los bosques

templados, los bosques tropicales, entre otros.

Otro nivel de integración lo constituye la Formación Vegetal (la

cual correspondería a los tipos de vegetación, sensu lato), definido por

la fisonomía, la estructura y la fenología, por ejemplo: Bosque Alto

Perennifolio, Bosque Tropical Caducifolio o Bosque Mesófilo de

Montaña.

Finalmente, dependiendo de su composición florística,

especialmente por los elementos dominantes en una formación vegetal,

se diferencian dos niveles básicos: la Asociación y la Consociación, esta

última corresponde a una asociación dominada por una sola especie

(cuadro 1).

Quienes trabajan con la vegetación o con las comunidades

vegetales de México se enfrentan al desconocimiento y falta de

entendimiento en el manejo de los sistemas de clasificación de la

vegetación y su nomenclatura (GonzálezMedrano, 2003). Se han

desarrollado sistemas de clasificación a partir de comunidades,

hábitats, ecosistemas o biomas; la dificultad para usarlos radica en

decidir cuál de las unidades podría ser mejor o de mayor utilidad

(Sarukhán et al., 2009), por lo que la ausencia de un principio básico o

claro que sirva de base para la clasificación ha contribuido a la

proliferación de categorías, nombres y sistemas nuevos (González-

Medrano, 2003).

Los tipos de vegetación son unidades fitogeográficas muy amplias,

de tipo ecológico-fisonómico. La composición florística se toma en cuenta

para definir las comunidades vegetales (sensu lato), de tal manera que la

primera, principalmente

CuADRo 1. Niveles de jerarquización de la vegetación

Bioma Serie Formación o tipos de vegetación Asociación / Consociación

Page 96: Bosque mesófilo de México.docx

Bosque tropical caducifolio

Bosque tropical subcaducifolioBosque de pino-encino

Bosque de Dialium guianense-

Manilkara zapotaBoques tropicales

Bosques

Bosque tropical perennifolio

Boques templados Bosque de pino Bosque de Pinus hartwegiiBosque de Abies

Page 97: Bosque mesófilo de México.docx

Los BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA EN MÉxico 29

los dominantes por estratos, se

utiliza para definir las

asociaciones o las consociaciones

de la vegetación estudiada. Para

mayor detalle de los eventos

históricos de la vegetación de

México, se recomienda leer el

capítulo I de la obra de Rzedowski

(1978) y el capítulo I de González-

Medrano (2003).

Es común que un sistema de

clasificación se interprete de

diversas maneras y también lo es

que se mezclen diferentes

esquemas de clasificación; todo

ello origina tergiversaciones. La

consulta e interpretación del

resultado de trabajos bajo estas

prácticas dificultan los estudios

comparativos, la cartografía, la

cuantifi cación de superficies

ocupadas por las comunidades, la

ubicación y distribución de las

especies vegetales y animales, la

delimitación de áreas de

conservación, entre muchas otras.

La problemática radica

básicamente en:

Inconsistencia en la

diferenciación y

clasificación de las

comunidades

vegetales

Inconsistencia en la denominación de las unidades de vegetación

Categorías insuficientes y a menudo no bien delimitadas

Page 98: Bosque mesófilo de México.docx

Según Pérez-Farrera y Gómez-Domínguez (2010), una de las

causas por las que los botánicos han dado diferentes denominaciones

al Bosque Mesófilo de Montaña (en adelante BMM) es la dificultad que

representa encuadrar la vegetación en unidades discretas. En

ocasiones, ciertos criterios que son adecuados para tipif

Criterios subjetivos

para clasificar y

denominar las

comunidades

vegetales

Mezcla de diferentes

sistemas de

clasificación y

denominación, lo que

da lugar a confusiones

car las formaciones vegetales de

una región del país no lo son para

otras. Por lo anterior, y

considerando una de las

formaciones vegetales más

pequeñas en área de distribución y

más frágiles en nuestro país, se

hace imperiosa la necesidad de

unificar, compilar y sistematizar el

conocimiento existente sobre el

BMM en México; ello permitirá

contar con un marco de referencia

en el que se pueda ubicar esta

formación vegetal, sus

asociaciones, ecotonías y

sinonimias, para así recapitular su

fl orística, faunística, sinecología,

biogeografía, sus relaciones con el

hábitat, describir su dinámica y sus

usos reales y potenciales, entre

otros aspectos.

Page 99: Bosque mesófilo de México.docx

Cabe destacar que la mayor

cantidad del conocimiento

disponible actualmente de este tipo

de vegetación se encuentra en las

publicaciones del Dr. Jerzy

Rzedowski (y cols.), que, además,

se mantiene vigente, pues son

muchas las adiciones en infor-

mación hechas por otros autores

(florística, estructura, patrones de

distribución, relaciones entre los

taxa, etc.), pero pocas las

aportaciones originales que

modifiquen

Page 100: Bosque mesófilo de México.docx

30 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

o corrijan lo que aportó como conocimiento del tema en México; muchas

de ellas solo son corroboraciones o actualizaciones de lo ya dicho por él y

sus colaboradores desde 1966 a la fecha (últimamente con sus

contribuciones en la Flora del Bajío). Por tal razón, a lo largo de este

ensayo, sus trabajos serán referidos frecuentemente.

Cabe agregar a lo anterior que existen dos trabajos muy

importantes en el país, que son los primeros antecedentes publicados

sobre el conocimiento ecológico y de conservación de los BMM en México:

el primero es el de Challenger (1998), quien además ha promovido su

protección y uso, y ha inspirado la realización de trabajos de esta índole,

y el segundo es el de Williams-Linera (2012), quien hace un recorrido

histórico ecológico del BMM (conservación, fragmentación, restauración,

servicios ambientales, etc.). Por otra parte, es pertinente reconocer la

existencia de sólidos grupos de trabajo dedicados al estudio del BMM, en

el seno de diferentes instituciones académicas, en diferentes regiones

del país (Apéndice 1).

Finalmente, llaman la atención dos trabajos: el primero, a nivel de

América Latina, basado en una compilación bibliográfica de más de 200

referencias de los bosques nublados en los trópicos húmedos, llevado a

cabo por Stadtmüller (1987) sobre temas de distribución, ecología,

estructura y composición, extensión, nombres aplicados a estos

bosques y conservación, principalmente; el segundo, editado por

Bruijnzeel, Scatena y Hamilton (2010) a nivel mundial, en el que, a lo

largo de 72 capítulos, algunos especialistas de diferentes países tratan

temas como: diversidad florística y faunística, zonificación altitudinal

del bosque, hidrometeorología, ciclo de nutrimentos, ecofisiología y

fotosíntesis, cambio climático, conservación de especies endémicas y

amenazadas, así como manejo y restauración de fragmentos de estos

bosques.

Historia nomenclatural del bosque mesófilo de montañaDentro de la gran variedad de comunidades vegetales que se

desarrollan en el territorio de México, destacan los llamados BOSQUES

MESÓFILOS DE MONTAÑA: unidades de vegetación bastante complejas, con

tolerancias ambientales muy amplias, con una riqueza florística notable

y con una historia evolutiva muy interesante. El término BMM fue usado

por vez primera por Miranda (1947), en sus estudios sobre la

vegetación de la cuenca del río Balsas. Él refiere:

Page 101: Bosque mesófilo de México.docx

Este bosque se desarrolla en el mismo piso altitudinal del encinar, pero

ocupa sobre todo las barrancas, donde las condiciones de humedad en

el suelo y en el aire son más favorables.

El bosque, muy denso y rico en especies, lleva una exuberante

subvegetación y abundancia de temecates (trepadoras) y epífitas,

sobre todo Bromeliáceas y

Page 102: Bosque mesófilo de México.docx

Los BosQuEs MEsÓFiLos DE MoNTAÑA EN MÉxico 31

Orquídeas. Varía de unos

lugares a otros y también

según las altitudes, pero se

caracteriza siempre por el

predominio de elementos

tropicales de montaña, como

Meliosma dentata (Sabiáceas),

Stirax Ramirezii (Estiracáceas),

Oreopanax jaliscanum y O.

xalapensis (Araliáceas),

Symplocos prionophylla

(Simplocáceas), Zinowiewia

intergerrima (Celastráceas),

Bocconia arborea

(Papaveráceas), Fuchsia

arborescens (Onagráceas),

Rapanea Jurgensenii, Ardisia

compressa (Mirsináceas),

Ternstroemia Pringlei y Cleyera

integrifolia (Teáceas), Phoebe

Ehrenbergii (Lauráceas) y otras,

entre las especies arbóreas

siempre verdes. Otros árboles,

también frecuentes,

pertenecen a géneros menos

exclusivamente tropicales,

como Prunus, Garrya, Clethra,

Ilex, Morus. Pero más digno de

notar es la intercalación en

estos bosques, de árboles

típicamente boreales de zona

templada húmeda y hojas

caedizas (mesofitia tropofítica),

entre los que se cuentan el

hojaranzo o palo barranco

(Carpinus caroliniana), el asintle

(Cornus disciflora), los tilos (Tilia

Sargentiana y T. occidentalis),

diversas especies de ailes

(Alnus) y de fresnos (Fraxinus),

Page 103: Bosque mesófilo de México.docx

Cuetzalan, Puebla, localidad

enclavada en la Región

Terrestre Prioritaria

Cuetzalan, en la Sierra Norte

de Puebla.

así como encinos de grandes

hojas relativamente delgadas

(Quercus callophylla).

Este bosque mesófilo se

encuentra con características

semejantes en todas las

barrancas húmedas del

declive de la Mesa Central.

Asimismo, refiere que Leavenworth (1946) ubica este bosque mesófilo en la zona del cerro Tancítaro, estado de Michoacán, con el nombre de Bosque Nu-blado de Valle; Gentry ha encontrado en el estado de Sinaloa (1946), y hasta en Sonora (1942), una mezcla semejante a la descrita, de elementos boreales y neo-tropicales, en las barrancas húmedas de la vertiente pacífica de la Sierra Madre Oriental (un error, pues co-rresponde a la Occidental), en el piso altitudinal corres-pondiente al encinar, y donde el mismo autor piensa que esa mezcla

Page 104: Bosque mesófilo de México.docx

debe ser resultado de los movimientos de los frentes frío y cálido durante las glaciaciones del Pleistoceno, y que algunos elementos tropicales del BMM pueden invadir el encinar propiamente dicho en las zonas más húmedas.

Posteriorm

ente, Miranda

(1952), en su

trabajo sobre la

vegetación de

Chiapas,

emplea el

nombre de

‘selva baja

siempre verde’

y más tarde el

de ‘selva me-

diana o baja

perennifolia’.

Nuevamente

Miranda, en

1963, junto con

Hernández-X.,

llama a

comunidades

vegetales

similares al

BMM, ‘bosque

caducifolio’;

poste-

Page 105: Bosque mesófilo de México.docx

32 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

riormente Rzedowski (1966) lo denominó como ‘bosque deciduo

templado’; Rzedowski (1978) menciona que Leopold (1950) se refiere a

esta comunidad vegetal como Cloud Forest, señalando su analogía con

los bosques andinos llamados de la misma manera. Breedlove, en

1973, en su trabajo sobre la vegetación del estado de Chiapas, utiliza

tres designaciones para esta formación: Montane Rain Forest,

Evergreen Cloud Forest y Pine-Oak-Liquidambar Forest.

Diferentes autores (en Rzedowski, 1978), se han referido a esta

formación vegetal con nombres diversos, como: ‘Selva Nublada’, Forét

Dense Humide de Montagne, Moist Montane Forest, además de los

mencionados anteriormente. A partir de la publicación del trabajo de

Rzedowski (1978), el término Bosque Mesófilo de Montaña se ha usado

para denominar a las comunidades vegetales de la región del Pacífico,

principalmente; para la Mesa Central, sobre todo para la vertiente

Atlántica de México, se ha usado los términos Bosque Caducifolio y Bos-

que de Niebla; este último, como lo comenta Rzedowski (1996), es

equivalente a lo que algunos autores de habla inglesa denominan Cloud Forest.

Mediante la consulta, revisión y extracción de información de

literatura sobre temas diversos, relacionados con el BMM, se pudo

elaborar un listado de 40 sinónimos (otros 30 en un idioma diferente al

español, véase Apéndice 2) y 69 asociaciones reportadas de esta

formación vegetal en México (otras 34 en un idioma diferente al

español, véase Apéndice 3). Esto ayudará a la concentración de

información dispersa existente sobre este tipo de vegetación y a

continuar el registro de su conocimiento para conservar y proteger su

riqueza.

Como comentario adicional, de acuerdo con Brown y Kappelle (inf.

inédita), la designación más aceptada para Latinoamérica es la que

surgió del Simposio Bosques Tropicales Nublados de Montaña (Tropical

Montane Cloud Forests Syposium), en el año 1993, en Puerto Rico:

Bosque Nublado Tropical de Montaña (Tropical Montane Cloud Forest).

UbicaciónOcupa una superficie pequeña en nuestro país: aproximadamente 1%,

considerando vegetación secundaria derivada de esta formación, o poco

más de 0.4%, si se considera solo vegetación primaria, de acuerdo con el

INEGI (serie IV Uso de suelo y vegetación, 2007). En general, se establece

en regiones reducidas en las que se enlazan la humedad y la temperatura

Page 106: Bosque mesófilo de México.docx

propicias para su desarrollo; sus asociaciones están prácticamente

confinadas a cañadas húmedas y laderas protegidas, en toda su área de

distribución en el país (lo cual no exonera al BMM del impacto

antropogénico).

Su distribución geográfica consiste en una franja angosta, más o

menos continua, que se inicia en Xilitla, en el SE de San Luis Potosí, corre

a lo largo de las

Page 107: Bosque mesófilo de México.docx

24º

21º

18º

105º 102º 99º 96º 93º

0 100 200

0 100 200

105º 102º 99º 96º 93º

4 0 0 k m

4 0 0 k m

15º

24º

21º

18º

15º

Los BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA EN MÉxico 33

FiGuRA 1. Distribución del bosque

mesófilo de montaña en México

(INEGI, serie IV, 2007).

FiGuRA 2. Distribución

potencial del bosque

mesófilo de montaña en México

(Rzedowski, 1999).

Page 108: Bosque mesófilo de México.docx

Arriba, Cerro Huitepec,

municipio San Cristóbal de

las Casas, Chiapas,

localidad enclavada en la

Provincia Fisiográfica

Altiplanicie de Chiapas o

Los Altos de Chiapas.

FoTo: NEpTALi RAMÍREz MARciAL

Abajo, Salto de las

Golondrinas, municipio

Cuetzalan del Progreso,

Puebla, localidad enclavada

en la Región Terrestre

Prioritaria Cuetzalan, en la

Sierra Norte de Puebla.

34 BosQuEs MEsÓFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

lader

as de barlovento de la Sierra

Madre Oriental, llega hasta el

centro del estado de Veracruz y,

de ahí, hasta las sierras del N y

NE del estado de Oaxaca;

destacan áreas aisladas en el

SW del estado de Tamaulipas,

así como algunos enclaves me-

nores en el centro-norte del

mismo estado y en el E del

estado de Nuevo León; del otro

lado del Istmo de Tehuantepec,

reaparece esta formación en

forma de manchones en los

macizos montañosos del estado

de Chiapas; para la vertiente

pacífica del país, su distribución

es dispersa en la Sierra Madre

Occidental (desde el estado de

Sinaloa) hasta la Sierra Madre

del Sur, y en el Eje Neovolcánico

Transversal (salvo las áreas

continuas que se conocen en los

estados de Guerrero y Oaxaca).

En las figuras 1 y 2 se muestra

su distribución fragmentada y

Page 109: Bosque mesófilo de México.docx

discontinua en el país (INEGI,

2007; Rzedowski, 1999).

Es importante mencionar

cuatro registros de distribución

extrema del BMM en el país:

hacia el noroeste, en el estado

de Durango, Carleton (1977)

reportó la localidad Pueblo

Nuevo; por su lado, Hágsater et al. (2005) describen un bosque

(denominado por ellos bosque

mesofítico de barranca)

alrededor de la localidad El

Salto (ambas localidades

pertenecen al municipio Pueblo

Nuevo), que, de acuerdo con el

Dr. José Luis Villaseñor (com.

pers., 2010), los registros no co-

rresponden al BMM. En Sinaloa,

Hágsater et al. (2005) comentan

que en la región barranqueña

del estado se encuentra un

bosque mesófítico de barranca;

igualmente, Hernández (1992)

registra la localidad El Batel y,

en 1977, Carleton reporta la

localidad de Santa Lucía y

alrededores (ambas localidades

en el municipio Concordia). Al

noreste, Valdez et al. (2003) y

González-Medrano (2004)

registran la localidad Puerto

Purificación, en el límite entre

Tamaulipas y Nuevo León. Por

otro lado, la región de

distribución más sureña del BMM

fue reconocida por Almeida

(2008) y corresponde a una

pequeña área en el municipio

de Huimanguillo, en el estado

de Tabasco, confirmado por la

M. en C. Ofelia Castillo Acosta

Page 110: Bosque mesófilo de México.docx

(com. pers., 2012), de la

Universidad Juárez Autónoma

de Tabasco.

Page 111: Bosque mesófilo de México.docx

Los BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA EN MÉxico 35

Características ambientales para su desarrolloRespecto a las tolerancias ambientales de los BMM, estas varían mucho

en sus áreas de distribución fragmentada: en cuanto a altitud, pueden

desarrollarse desde los 400-450 m, en el centro de Veracruz (volcán de

Santa Marta), hasta los 2 600- 2 700 m, en lugares en los que hay

colindancia con bosques de Abies, con un gradiente altitudinal. Así, Es

posible que en las partes más elevadas se presenten heladas, como en

Puerto Purificación, al oeste de los municipios de Güemez e Hidalgo, en

el estado de Tamaulipas y la parte colindante con el estado de Nuevo

León, donde González-Medrano (2004) destaca la presencia de un BMM

bastante bien conservado con los géneros Magnolia, Liquidambar,

Carpinus, Ostrya, Clethra, Pinus, Cercis, Acer, Berberis, Carya, Juglans,

Litsea, Fraxinus, Prunus, Celtis, entre otros.

Actualmente se tienen registros de altitudes de 280 m, como la de

la localidad Comunidad Loma Bonita, en el estado de Chiapas (Cruz-

Lara et al., 2004), o de 310 m, en la localidad Taxipehuatl, en el estado

de Puebla (Vera, 2003).

En cuanto a las precipitaciones características que prevalecen en

esta vegetación, se estima que las medias anuales oscilan entre 1 000

y 3 000 mm de precipitación total anual, aunque en las localidades más

húmedas dentro de su área de distribución, pueden sobrepasar estos

valores, como en Sierra de Juárez, en el estado de Oaxaca, en donde la

media anual registrada es hasta de 6 000 mm de precipitación total

anual. Otro registro que ejemplifica lo anterior es el de la localidad La

Esperanza (municipio de Santiago Comaltepec) en el estado de Oaxaca,

donde se registra una media anual de entre 5 000 y 6 000 mm, siendo

estos los BMM más húmedos de nuestro país.

En otros sitios existe una marcada estacionalidad en la

precipitación, lo cual se refleja en la pérdida del follaje de muchos de

los elementos dominantes, como ocurre en las asociaciones de BMM

más secos y con marcada condición caducifolia, como la localidad La

Mojonera (municipio de Zacualtipán de Ángeles), en el estado de

Hidalgo, con precipitaciones de 250-300 mm durante la época seca, de

noviembre a abril, y de 1 200-1 400 mm, entre los meses de mayo a

octubre, comportamiento fenológico característico de los bosques de

haya (Fagus grandifolia subsp. mexicana).

De acuerdo con Rzedowski (1978), el número de meses secos está

entre 0 y 4; sin embargo, el denominador común en casi todos los sitios

en que se desarrolla el BMM son las frecuentes neblinas y la consiguiente

Page 112: Bosque mesófilo de México.docx

alta humedad atmosférica, que, unida a la disminución de la

luminosidad, suple la escasez de lluvia en el periodo seco del año; en

muchas partes, estas condiciones de humedad y baja luminosidad

parecen ser decisivas para la existencia de esta formación.

Page 113: Bosque mesófilo de México.docx

Salto de las Golondrinas,

municipio Cuetzalan del

Progreso, Puebla, localidad

enclavada en la Región

Terrestre Prioritaria

Cuetzalan, en la Sierra Norte

de Puebla.

36 BosQuEs MEsÓFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Respecto al porcentaje de

humedad registrado en esta

formación, tenemos que en el

municipio de Zacualpan, estado

de México, la mínima y máxima

son 48 y 73% (Fragoso, 1990),

y en el municipio de Teotitlán

de Flores Magón, estado de

Oaxaca, las reportadas como

mínima y máxima son 70 y

98% (Olea, 2002).

La temperatura media anual

varía entre

12 y 23

°C, como

en el

Parqu

e Ecológico Estatal de Omiltemi

(estado de Guerrero), aunque en

la localidad San Andrés Tzicuilan

se registra una media anual de

entre 12 y 35 °C (Canseco-

Márquez y Gutiérrez-Mayén,

2006), o bien, la máxima de 35

°C y la mínima de 0 °C

registradas en el Cerro Bufa El

Diente (estado de Tamaulipas).

En general, se presentan heladas

en los meses más fríos, aunque

en los BMM de altitudes bajas

llegan a ser muy ocasionales.

El clima dominante

reportado por Rzedowski (1978;

1996) pertenece al tipo Cf

(templado húmedo con lluvias

todo el año) de la clasificación de

Köeppen (1948); sin embargo,

comenta que esta formación

Page 114: Bosque mesófilo de México.docx

llega a prosperar en algunas

partes en climas de tipo Af

(cálido húmedo sin temporada

seca), Am (caliente húmedo con

corta temporada seca), Aw

(caliente húmedo con larga

temporada seca) y Cw

(templado húmedo con

temporada lluviosa en época

caliente del año). Además, en un

conjunto de fuentes consultadas

se encontró una distribución

heterogénea sin tendencias

marcadas en cuanto a climas

entre el Pacífico y el Golfo de

México, por lo que los climas

reportados [de acuerdo con

Köeppen, modificado por García

(1973)] básicamente para el

Pacífico son: Ac (semicálido

húmedo) y Aw (cálido

subhúmedo), así como los Cf

(templado húmedo) y Cw

(templado subhúmedo)

(BárcenasPazos, Ortega-

Escalona, Ángeles-Álvarez y

Ronzón-Pérez, 2005; Barbosa-

Albuquerque, Velázquez y

Mayorga-Saucedo, 2006;

Cervantes, Ramírez-Vite y

Ramírez-Vite, 2002; Franco,

2005; Ibarra, 1996; Murrieta-

Galindo, 2007; Ortiz-Ramírez,

2002; Ramírez-Bautista,

Hernández-Salinas, Mendoza-

Quijano, Cruz-Elizalde,

Stephenson, Vite-Silva y Leyte-

Manrique, 2010; Reynoso, 2004;

Santiago-Pérez y Jardel-Peláez,

1993; Valdez, Foroughbakhch y

Alanís, 2003; Williams-Linera,

2003; entre otras más, para

Page 115: Bosque mesófilo de México.docx

mayor detalle, véase literatura

de los anexos I, II, III, IV, V y VI).

Para el Golfo de México,

tenemos una gran diversidad:

hacia el N del país, el Cw

(templado subhúmedo) en el

estado de Nuevo León; los Ac

(semicálido húmedo) y Af

(cálido húmedo) registrados en

el estado de Tamaulipas; hacia

Veracruz, Ac (semicálido

húmedo) y Cf (templado

húmedo), hacia los estados

aledaños a los anteriores (San

Luis Potosí, Puebla, Hidalgo,

México) tenemos los Ac

(semicálido húmedo), Aw

(cálido sub-

Page 116: Bosque mesófilo de México.docx

Coatepec de Harinas,

municipio Valle de Bravo,

Estado de México, localidad

enclavada en la Región

Terrestre Prioritaria Nevado

de Toluca.

Los BosQuEs MEsÓFiLos DE MoNTAÑA EN MÉxico 37

húmedo), Cw (templado

subhúmedo) y Cf (templado

húmedo). Asimismo, para la parte

sur del país (estado de Chiapas)

prevalecen los Ac (semicálido

húmedo), Aw (cálido subhúmedo),

Cf (templado húmedo) y Cw

(templado subhúmedo) (Aguilar-

Rodríguez y Castro-Plata, 2006;

Bachem y Rojas, 1994; Escobar,

2003; Hellier, Newton y Ochoa-

Gaona, 1999; Ishiki, 1988; López-

Barrera, 1998; Martínez, 1998;

Martínez-Ávalos y Mora-Olivo,

2000; Mascarúa, 2000; Mota,

2008; Muñoz-Alonso, 2010;

Navarro, 2004; Ochoa, 2005;

Rincón, 2007; Reynoso, 2004;

Rocha-Loredo y Ramírez-Marcial,

2009; Román, 1994; Rzedowski y

Palacios-Chávez, 1977; Valdez,

Foroughbakhch y Alanís, 2003;

Vázquez-García y Givnish, 1998;

WilliamsLinera, 1991, entre otras

más; para mayor detalle, véase

literatura de los anexos I, II, III, IV,

V y VI).

En relación con la topografía

de las áreas de distribución, es

muy variada: con relieves

accidentados o abruptos, en

laderas con pendientes

pronunciadas o inclinadas, con

ángulos de entre 30 y 45 °,

aunque se han registrado datos

extremos como 5° en los estados

de Chiapas (p. ej. Ramírez-Marcial,

2002) y Jalisco (p. ej. Cuevas,

2002), o hasta de 70 a 100° en los

Page 117: Bosque mesófilo de México.docx

estados de Chiapas (p. ej. Flores,

2001), Hidalgo (p. ej. Alcántara y

Luna, 2001), Jalisco (p. ej.

Santiago-Pérez y Jardel-Peláez,

1993) y Veracruz (p. ej. Vargas,

1982). Se desarrollan

regularmente en cañadas, donde

se retiene mayor humedad y se

resguardan del efecto desecante

de los vientos, así como de una

insolación severa.

Respecto al sustrato

geológico, parecen no mostrar

preferencia, pues crecen lo mismo

sobre calizas con topografía

kárstica, que sobre lutitas, o en

laderas de cerros andesíticos o

basálticos. Los suelos pueden ser

de tipo Acrisol órtico, como en el

estado de Oaxaca (p. ej. Ortega,

2000; Olea, 2002), Andosol, en el

estado de Michoacán (p. ej.

García, 1998), Cambisol o

Regosol, en el estado de Chiapas

(p. ej. Martínez, 1998; González-

Espinosa, 2000; Galindo-Jaimes et

al., 2002; RochaLoredo, 2006), y

Litosol en el estado de Nuevo León

(p. ej. Martínez-Ávalos y Mora-

Olivo, 2000); su textura puede ser

de tipo migajón-arenosa, como en

el estado de Michoacán (p. ej.

García, 1998) hasta arenoso-

arcillosa, como en el estado de

Chiapas (p. ej. Martínez, 1998).

Los suelos varían de someros a

profundos, de colores amarillo

pardo a rojizos, generalmente con

abundante materia orgánica y con

pH ácido (4-6); en el estado de

Veracruz (p. ej. Williams-Linera,

Page 118: Bosque mesófilo de México.docx

2002) se encontró registrado un

pH = 3.7-3.9 (ácido).

Page 119: Bosque mesófilo de México.docx

38 BosQuEs MEsÓFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

A pesar de la topografía

abrupta y accidentada en la

que se desarrolla el BMM, son

sitios poblados desde tiempo

atrás, y es frecuente que los

terrenos del BMM se utilicen

para actividades agrícolas, en

general para autoconsumo:

cultivos de aguacate, cacao,

caña de azúcar, frijol, manzano,

naranja y maíz; no así para el

café, ya que es un cultivo que

llega a ser de tipo intensivo

[aproximadamente 15% de la

superficie del cultivo de café en

México está establecido en

fragmentos de BMM (Bartra et al., 2002)]; también se

emplean, aunque en menor

proporción, como agostaderos.

La explotación forestal (a nivel

local), así como la recolección

excesiva de los productos no

maderables (tierra, piedra,

musgo, plantas y animales) son

actividades que afectan la

Page 120: Bosque mesófilo de México.docx

Composición florísticaDependiendo del sitio de desarrollo y su ubicación en el país (obviamente las características ambientales cambian), las diversas expresiones en su composición, fisonomía y estructura darán como resultado una gran variedad de

asociaciones de esta formación (véase Apéndice 3). Según Williams-Linera et al. (2013), la variación en la precipitación de acuerdo con el incremento

en la altitud, en el estado de Veracruz, crea cambios en la estructura y

riqueza de especies entre los diferentes tipos de BMM (para nosotros,

asociaciones). De acuerdo con Ruiz-Jiménez et al. (2012), intentando

clasificar los bosques mesófilos de montaña, confirman que,

florísticamente, sus resultados se correlacionan con las provincias

florísticas existentes en el país, además de que las localidades con BMM

más cercanas entre sí presentan mayor similitud florística.f orística, más diversa que la reportada

para otras formaciones vegetales. Rzedowski

(1991, 1996) estima que alrededor de 2

500 especies de plantas vasculares

habitan de manera exclusiva en los BMM de

México, cifra que representaría

aproximadamente 10% de la riqueza

florística estimada para el país (calculada

en ese momento en 22 800 especies).

Estas 2 500 especies exclusivas o

preferentes del BMM se distribuyen en unos

650 géneros agrupados en unas 144

familias, de las cuales las dicotiledóneas

estructura y el desarrollo

natural de estos bosques.

Banderillas, Veracruz, región conocida como

Centro de Veracruz, incluida dentro de la zona

montañosa húmeda que se localiza desde la

Sierra Norte de Oaxaca hasta el norte de

Puebla.

FoTo: J. DANiEL TEJERo DÍEz

Page 121: Bosque mesófilo de México.docx

Agua Verde a orillas del

Lago Zirahuén,

Michoacán, actualmente

gravemente reducido por

construcción de

conjuntos habitacionales.

Los BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA EN MÉxico 39

las monocotiledóneas con 700

especies, las pteridofitas con 500

especies y las gimnospermas con

diez especies (para información

detallada respecto a la composición

florística en el país véanse Tejero-

Díez et al. y Villaseñor y Gual-Díaz,

este volumen). Respecto a las

principales formas biológicas

representadas en los BMM de

México, el mismo Rzedowski (1996)

estima las siguientes cifras: cerca

de 450 especies de árboles, unas

800 epífitas (haciendo hincapié en

que superan cualquiera de las otras

formas biológicas), más o menos

600 especies de arbustos, unas 600

especies herbáceas y solo unas 50

especies de bejucos (datos referidos

a especies exclusivas o

preferenciales). Con relación a

géneros de árboles

cuantitativamente importantes en el

BMM, enlista los siguientes: Alfaroa,

Alnus, Carpinus, Carya, Chi-

ranthodendron, Cinnamomum,

Clethra, Cleyera, Cornus, Dalbergia,

Dendropanax, Fraxinus, Juglans,

Liquidambar, Matudaea, Meliosma,

Nyssa, Oecopetalum, Oreomunnea,

Oreopanax, Persea, Prunus, Quercus,

Styrax, Symplocos, Ternstroemia y

Zinowiewia. Prevalecen aquellos de

afinidad geográfica meridional,

sobre los boreales, y solamente 2%

restringe su distribución a los límites

del país.

En 1977, Rzedowski y

Palacios-Chávez destacan la

Page 122: Bosque mesófilo de México.docx

presencia de un BMM puro de

Engelhardia mexicana (actualmente

en el género Oreomunnea) de la

familia Juglandaceae, en la región

de La Chinantla (al N del estado de

Oaxaca) y lo consideran como una

reliquia del Cenozoico. Muestran

un perfil esquemático de la

vegetación entre Valle Nacional y

Cerro Pelón (estado de Oaxaca), a

lo largo de un gradiente altitudinal

desde 100 a 2 900 m, y ubican la

presencia de este BMM en una de

las regiones más húmedas del

país, en donde la precipitación

total anual puede llegar a 6 000

mm. Destacan, además, que

sostiene algunas de las

comunidades vegetales mejor

conservadas en el país, y

presentan una discusión de las

relaciones geográficas actuales de

la flora de este bosque, en la que

sobresale la gran participación de

elementos florísticos distribuidos a

lo largo de América Tropical,

aunque muchos lo hacen

preferente o exclusivamente en

las regiones montañosas. Si bien

la composición florística muestra

géneros restringidos a esta región

(como los géneros Aporophyllum y

Ceratozamia), la mayoría se re-

parte principalmente en el

Hemisferio Sur, como Drimys,

Podocarpus, y Weinmannia, y otros

tienen su área de distribución en

México, Centroamérica y SE de

Asia.

Ambos autores encontraron

que en el bosque de Engelhardia

existen elementos meri-

Page 123: Bosque mesófilo de México.docx

40 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

dionales en una proporción

siete veces mayor que en los

boreales, mientras que en la

comunidad de Liquidambar-

Quercus-Clethra del SO del

estado de Tamaulipas, esta

proporción baja a menos de

dos.

Considerando el

endemismo, solamente 2% de

los géneros restringe su dis-

tribución a los límites del país,

aunque este porcentaje

aumenta a 12% si se toma

como referencia a México y

Centroamérica. A nivel de

especie, Rzedowski (1996)

menciona que, aunque no es

posible realizar un análisis

similar al anterior —es decir,

contando el endemismo de una

muestra de dos familias y

cuatro géneros, de las 92

especies de árboles

seleccionados exclusivos o

restringidos al BMM—, 96%

limita su área de distribución a

México y Centroamérica, y 53%

se han visto solo en este país.

Finalmente, Rzedowski (1991)

estimó que la totalidad del BMM

de nuestro país contiene

aproximadamente 30% de taxa

endémicos a México y, más o

menos, 60% si se toma como

marco de referencia

conjuntamente a la región,

desde México hasta el N de

Nicaragua (para mayor detalle

Page 124: Bosque mesófilo de México.docx

sobre el ende-mismo de plantas

vasculares y vertebrados

terrestres, véase capítulos por

grupo).

Rzedowski (1996) hace un

detallado análisis de las

afinidades geográficas de la

flora del BMM en el que destaca

la conjunción de elementos

florísticos meridionales

(sureños) y boreales

(norteños), y hace un justo

reconocimiento a Hemsley

(1886-1888), el primero en

hacer notar e intentar

cuantificar estas afinidades

geográficas. Miranda y Sharp

(1950) y Martín y Harrell (1957)

resaltan esta composición

mixta, sobre todo sus

relaciones florísticas con la

región del E y NE de Estados

Unidos; al comparar sus

disyunciones florísticas,

propusieron algunos

planteamientos

paleoecológicos para explicar

este fenómeno.

Posteriormente, Miranda

(1960) y Sharp (1966) hicieron

ver el hecho de que en el BMM

de México se concentran

también elementos florísticos

del SE y E de Asia, y postulan

las posibles causas de su

relación fitogeográfica.

Rzedowski (1996) señala las

relaciones florísticas con los

bosques similares de

Suramérica, en particular con

los de la región andina, y

subraya la importancia

Page 125: Bosque mesófilo de México.docx

cualitativa que estos elementos

tienen en la flora de nuestro

país. Cabe hacer notar que,

aunque es notoria la relación

florística cualitativa de los BMM

mexicanos con los de Sura-

mérica, al analizar con detalle

la composición florística del

BMM de algunas áreas de

México, el estrato con árboles

del BMM suele tener una

elevada proporción de

elementos florísticos boreales,

mientras que en el sotobosque

predominan plantas con

vínculos meridionales, además

de que, en algunos casos, como

en el de las epífitas, no existe

representación alguna de

afinidad septentrional. Un

hecho que destaca Rzedowski

(1996) es que, en relación con

la distribución geográfica y la

composición florística de los

BMM, en términos generales, la

presencia de los elementos

florísticos suramericanos

disminuye al ir aumentando la

latitud.

Page 126: Bosque mesófilo de México.docx

Los BosQuEs MEsÓFiLos DE MoNTAÑA EN MÉxico 41

Orígenes del bosque mesófilo de montaña

De acuerdo con Rzedowski

(1996), uno de los criterios que

se consideran en biología para

estimar la antigüedad de

algunas familias o géneros, o,

como en este caso, de una

comunidad vegetal es la

riqueza de elementos

florísticos de distribución

restringida. Agrega que los

BMM existen en el territorio

mexicano desde hace mucho

tiempo, y que el endemismo a

nivel de especie de estas

comunidades puede ser

consecuencia de la

distribución fragmentada de

este bosque en el país. Esta

fragmentación sugiere que el

área original debió haber sido

más continua en épocas

geológicas pasadas y que el

patrón actual de distribución

del BMM apuntaría a

considerarlo como relictual.

En 1978, Rzedowski

reconoce que la contribución

más importante sobre el

conocimiento de esta

formación es el trabajo de

Miranda y Sharp (1950), el

cual contiene una gran

cantidad de información

básica, así como una

interpretación de las

relaciones geográficas y

posibles orígenes de su flora.

Page 127: Bosque mesófilo de México.docx

Región Prioritaria

HuitepecTzontehuitz en la

Altiplanicie Central de

Chiapas.

Los registros fósiles muestran que sus componentes, y el BMM mismo, tu-

vieron una larga historia evolutiva. Graham (1976) menciona que durante el

Plioceno Medio, en el SE de Veracruz, existió este tipo de vegetación. Palacios-

Chávez y Rzedowski (1993) mencionan que una comunidad vegetal similar a

un BMM debió haber existido en el N del estado de Chiapas durante el Mioceno

Inferior y Medio. El hallazgo, en sedimentos de Chiapas, de polen de géneros

hoy característicos del BMM —tanto de afinidades boreales, como Acer, Car-

pinus, Fagus, Liquidambar, Tilia, Ulmus y otros más, como de afinidades me-ridionales, como Brunnelia, Calatola, Hedyosmum, Phyllonoma, Struthanthus,Tillandsia, etc.— apoyan esta

antigüedad. Destaca un grupo de

géneros distribuidos también en

Asia, como Dendropanax,

Magnolia, Styrax, Symplocos,

Ternstroemia, así como géneros

hoy restringidos a los BMM de

México y áreas adyacentes, como

Alvaradoa, Chiranthodendron,

Matudaea y Olmediella, así como

restos de pteridofitas, como las

familias Cyatheaceae,

Dicksoniaceae, Gleicheniaceae y

Lycopodiaceae. En el registro fósil

de esos tiempos (Mioceno Inferior

y Medio) y lugares (N del estado

de Chiapas), existe un grupo de

Page 128: Bosque mesófilo de México.docx

plantas, como Castanea, Corylus,

Iriartea, Keteleria, Larix,

Liriodendrum, Nothofagus,

Platycaria, Sequoia, Tsuga y otros,

actualmente ausentes en la flora

nacional.

Page 129: Bosque mesófilo de México.docx

Landa de Matamoros,

Querétaro, localidad entre El

Humo y Neblinas, en la

Región Terrestre Prioritaria

Sierra Gorda-Río Moctezuma,

Área Natural Protegida

Reserva de la Biósfera Sierra

Gorda.

42 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Dada la diversidad climática y fisiográfica del territorio mexicano, cabe pensar en la posible

presencia del BMM en épocas anteriores al Mioceno, probablemente desde el Eoceno mismo o aun

antes, tal como han sugerido McVaugh (1952), Axelrod (1975) y Vargas (1982).

De acuerdo con Rzedowski (1996), existe un vínculo florístico significativo entre la flora del BMM

de México con el E y SE de Asia, aunado al hecho de que muchos géneros comunes entre ambas

áreas se han reconocido también en estado fósil en parte del territorio de Estados Unidos. Así, cabe

postular la idea que el BMM de México pudo haber intercambiado especies de la porción S del

continente de Laurasia, a principios del Cenozoico. Esta hipótesis es congruente con la idea de

conexiones florísticas entre México y la parte central de Norteamérica y con el bosque caducifolio del

este de Estados Unidos. Al analizar la composición florística del BMM de México, resulta difícil explicar

la presencia en éste de elementos florísticos de afinidad o de origen sudamericano, sobre todo si se

toma en cuenta que el “puente” centroamericano se estableció hace solo 5.7 millones de años y que

durante todo el periodo terciario no hubo contacto terrestre entre lo que es hoy el sur de

Norteamérica y el norte de Suramérica (Dengo, 1973).

Una parte de los elementos florísticos del BMM de origen meridional arribó a

México durante el Plioceno y el Pleistoceno, cuando ya existía comunicación entre

Norte y Suramérica. Sin embargo, el registro fósil indica que algunos de estos elemen-

tos estaban ya en México desde épocas anteriores, por lo que existe la posibilidad de

que haya habido una migración en forma escalonada a través de islas que aparente-

mente existieron desde el Cretácico entre Norte y Suramérica (Dengo, 1973), lo cual

supondría que en tales islas prevalecieron condiciones ecológicas apropiadas para

el establecimiento y la supervivencia de las plantas en cuestión (Rzedowski, 1996).

Palacios-Chávez y Rzedowski (1993) dieron a conocer el hallazgo de un BMM

muy diverso, en depósitos de edad Pliocénica Inferior y Media, en una región costera del N del estado de

Chiapas, localidad que en aquella época también se ubicaba en una isla. Sugieren que durante ese tiempo,

el clima del área era bastante más fresco (5-7 °C) que el actual. Si esta interpretación es correcta, cabría la

posibilidad de pensar que, al menos durante ciertas épocas, algunas de las islas pudieron haber

funcionado como vías de migración para plantas menos termófilas, es decir, de ambientes más frescos

(Rzedowski, 1996).

Page 130: Bosque mesófilo de México.docx

Los BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA EN MÉxico 43

Como bien lo menciona Rzedowski (1996), la proporción de

elementos endémicos en los BMM y parte de Centroamérica sugiere que

estos territorios han funcionado como centros de origen y radiación de

la flora de estos bosques. Es posible que géneros como Ceratozamia,

Cobaea, Conostegia, Deppea, Heliocereus, Oecopetalum, Rumfordia y

Symplococarpon sean ejemplos de estos ende-mismos; además,

comenta que es probable que una parte de los géneros que se

consideran neotropicales del BMM se hayan generado en México y

Centroamérica, y después se extendieron hacia América meridional; es

evidente que mientras algunas plantas migraban hacia el norte, otras lo

hacían hacia el sur.

Por ejemplo, en el grupo de epífitas, destacan aquellas de filiación

neotropical, particularmente Orchidaceae, Araceae y Bromeliaceae, y de

entre éstas, las orquidáceas, que son de distribución cosmopolita y

están bien representadas en la región intertropical del antiguo mundo,

pero los géneros de orquídeas característicos del BMM de México son

casi todos americanos. En marcado contraste, los géneros de trepadoras

leñosas son mayormente de filiación boreal, varios de ellos distribuidos

también en Asia, como Celastrus, Gelsemium, Hydrangea, Parthenocissus,

Philadelphus, Schisandra y Vitis (Rzedowski, 1996). En 1991, Rzedowski

comenta que en el BMM de México y Centroamérica existe un conjunto

de géneros comunes con el este de Asia, de los cuales varios están

representados en Suramérica; otros, en cambio, están presentes en el

este de los Estados Unidos; otros más, como Cleyera, Deutzia, Distylium,

Engelhartia, Microtropis y Mistrastemon, se han colectado solo en México,

Centroamérica y Asia.

La proporción de familias y de géneros exclusivos o

preferentemente representados en el BMM le dan a éste una

individualidad propia, pese a su distribución geográfica tan

fragmentada y cambiante a lo largo del tiempo. Además, a pesar del

necesario intercambio florístico con otras comunidades vegetales

(principalmente con el bosque tropical perennifolio) y de haber perdido

otros elementos florísticos, el BMM ha mantenido, a lo largo de millones

de años, el tronco básico de su flora característica. Lo anterior se pone

de manifiesto al comparar el conjunto de polen fósil del norte del

estado de Chiapas con los inventarios actuales.

Ecotonías y su relación con otros tipos de vegetación

Page 131: Bosque mesófilo de México.docx

Los ecotonos (término introducido por Clements en 1905) son

transiciones entre comunidades o formaciones diferentes a lo largo de

cambios en los gradientes ambientales, compuestas por fronteras más

o menos conspicuas (Holland et al., 1991; Hansen y di Castri, 1992). El

intercambio de especies entre comunidades vecinas y su presencia en

estas transiciones sugiere su valor como reservorio de diversidad a lo

largo de gradientes ecológicos (Schilthuizen, 2000).

Page 132: Bosque mesófilo de México.docx

que considerarla como una donde se entrelazan especies del BMM y el bosque de

44 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Al observar la vegetación

a diferentes escalas, es posible

ver cambios relacionados con

discontinuidades en la

vegetación (ver ejemplos en

González-Medrano, 2003) y con

el suelo o el sustrato geológico;

esto se hace más evidente, por

ejemplo, en suelos de tipo

yesoso o salinos, donde los

cambios más o menos

graduales y apreciables definen

una zona de transición o

ecotono entre sistemas

ecológicos adyacentes

diferentes (Escribano et al.,

1997). De acuerdo con Harper

et al. (2005), una de las

consecuencias de la

deforestación es la

fragmentación de los bosques y

el aumento de la proporción de

vegetación de bordes, lo cual

detona influencias bióticas y

abióticas en la composición de

especies, estructura y

funcionamiento de los

ecosistemas, que contrastan

con las condiciones del interior

de los parches de hábitat

original remanente. Es

importante considerar que

bordes y ecotonos

corresponden a dos hechos

diferentes: el primero es el pe-

rímetro de un bosque

fragmentado deliberadamente,

y el segundo es un efecto

Page 133: Bosque mesófilo de México.docx

natural de enlace de una

vegetación a otra.

Algo muy significativo

respecto a las zonas de

ecotonía es que su composición

faunística y florística es mayor

que la suma de cada uno de los

componentes de las

comunidades adyacentes, lo

cual implica un incremento en

la riqueza y biodiversidad de

dichas regiones (Escribano et

al., 1997).

Según Ern (1973), el BMM

es la vegetación clímax de los

bosques de pino, dominados por

Pinus leiophylla, P. teocote, P. rudis, P. oaxacana, P.

montezumae y algunas de los de

P. hartwegii. Por ejemplo, los

bosques de pino, con predo-

minancia de P. patula, P. tenuifolia y P. pseudostrobus, a

semejanza de los de P. strobus

var. chiapensis, viven

frecuentemente en colindancia

con el BMM, pues sus exigencias

ecológicas son aparentemente

similares. La comunidad de

Alnus firmifolia se interpreta con

frecuencia como una fase

sucesional, tendiente a res-

tablecer el bosque de Abies

religiosa, mientras que Alnus

arguta se ha observado como

secundaria en el BMM de muchas

regiones del este de México,

aunque algunas asociaciones en

que prevalece Alnus parecen

formar parte de series su-

Page 134: Bosque mesófilo de México.docx

cesionales de encinares y

pinares (Rzedowski, 1978).

Esta formación se

relaciona con el bosque de

Quercus y con el bosque de

Abies, en cuyas asociaciones de

BMM suelen tener como

dominante o codominante a una

o varias especies de Quercus

(encinares altos y densos, ricos

en epífitas y trepadoras, con

estructura compleja). Algunos

conocedores de la vegetación

mexicana consideran a estos

bosques extremos de encino

como otro tipo de asociaciones

del BMM (Rzedowski, 1978). Por

ejemplo, en el estado de

Colima, Padilla et al. (2008)

reportan una región cuyas

condiciones ambientales y

composición fl orística no

pueden ser asignadas a una

comunidad vegetal

determinada, y hay

Page 135: Bosque mesófilo de México.docx

Los BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA EN MÉxico 45

encino, es decir, comunidades ecotonales. Otro ejemplo lo tenemos en

el estado de Michoacán, con regiones muy atípicas de BMM, mezcladas

con bosques de enebro (Juniperus flaccida) y tropical caducifolio (León-

Paniagua et al., 2010).

En las montañas del centro y norte del estado de Oaxaca se han

encontrado, en colindancia con diferentes asociaciones de BMM, bosques

de P. pseudostrobus var. oaxacana, P. lawsonii y P. leiophylla, o bien, de P. rudis en las partes más altas y de P. pseudostrobus en las más húmedas,

donde también hay bosques de P. ayacahuite, P. patula y P. strobus var.

chiapensis (Miranda y Sharp, 1950; Verduzco et al., 1962). También, en la

Sierra Norte del estado, reportada como la región con mayor superficie

de BMM en el país, se han registrado zonas en las que se entremezcla el

BMM con bosques altos perennifolios y encinares tropicales.

En el estado de Puebla reportan una región donde el BMM colinda

con un matorral tropical (León-Paniagua et al., 2010). De acuerdo con

Puig, Bracho y Sosa (1987), en el estado de Tamaulipas, los ecotonos

entre esta formación y otros tipos de vegetación que la rodean no se

presentan de manera muy marcada, y se observa una entremezcla, en

su cota más alta (1 500 msnm), de elementos del bosque de pino-

encino con Ternstroemia, Carpinus y Ostrya; hacia los 800 msnm limita

con el bosque tropical, donde se mezclan elementos del BMM, como

Quercus germana y Rapanea myricoides, con algunos elementos del

bosque tropical; a su vez, elementos de este último suben al BMM,

incluso hasta los 1 100 msnm. En el estado de Querétaro, se registra

una zona de interrelación entre el BMM y el bosque de pino-encino

(Arreguín et al., 1996).

El apéndice 4 muestra una compilación de 19 tipos de ecotonos.

La realización de estudios ecológicos y de riqueza en cualquiera de

estas zonas (por ejemplo, las de los estados de Chiapas, Hidalgo,

Guerrero o Oaxaca) representaría un gran avance, por lo anteriormente

comentado.

Respecto a estudios particulares y precisos de bordes y ecotonos

en el país, existen los realizados en el estado de Jalisco, hace poco más

de veinte años, por un grupo de investigadores mexicanos, entre los

que destaca el M. en C. Enrique Jardel Peláez. Los estudios son de tipo

ecológico y abordan el manejo de los bosques en la Sierra de

Manantlán, entre ellos, el BMM (Jardel et al., 1989; Jardel et al., 1996;

Jardel, 1998; Jardel et al., 2004; Jardel et al., 2006, Jardel et al., 2008;

Page 136: Bosque mesófilo de México.docx

etc.). Como muestra de lo anterior, en 2009, Santiago-Pérez et al. comentan que para el estado de Jalisco (Sierrra de Manantlán) las

condiciones de borde han sido favorables para algunas especies

arbóreas con alta capacidad de dispersión: Carpinus tropicalis, Fraxinus

uhdei, Tilia mexicana, y las especies zoocoras: Cornus disciflora, Styrax

ramirezii y Zinowiewia concinna.

Page 137: Bosque mesófilo de México.docx

46 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Por sus características notables (alta diversidad, alto endemismo, la

superficie reducida en su distribución, altamente amenazado), los

estudios de fragmentación del BMM (inducida y con efecto borde) y de sus

ecotonos son de relevancia, pues su entendimiento llevaría a tener

prácticas adecuadas en cuestiones de conservación de esta formación,

así como de hábitats manejados con fines productivos y de restauración

(Lindenmayer y Franklin, 2002). Vale hacer notar que existe, por un lado,

el desconocimiento del efecto (efecto borde) producido por la

fragmentación (pérdida del área original y aislamiento de fragmentos) en

el área de extensión del BMM en el país, y que existe también una

profunda ignorancia sobre la interacción del BMM con otros tipos de

vegetación adyacentes a él (ecotonos). Por ello, sería de gran relevancia

hacer estudios encaminados al conocimiento de la dinámica de cualquiera

de los dos eventos presentes en el BMM, para entonces elaborar propues-

tas de recuperación, mantenimiento y protección, así como para prever

las posibles consecuencias ecológicas del cambio climático sobre las

formaciones participantes.

ReflexiónEl BMM requiere estar inmerso en nubes de manera predecible y

prolongada; sin embargo, el calentamiento global está reduciendo

críticamente la entrada de humedad al sistema, en la región y

temporada acostumbradas, ya que la altura a la que se forma el banco

de nubes se está elevando. Al reducirse la densidad de nubes en las

altitudes donde se encuentra el BMM, ocurre que hay: menor

precipitación, menos días con neblina y un aumento en la duración e

intensidad de los periodos de sequía (Williams-Linera, 2012). De las

comunidades vegetales que se desarrollan en nuestro país, quizás el

BMM sea uno de los más vulnerables y amenazados por los siguientes

factores: el cambio climático global, que afecta la fenología de todos los

grupos de organismos; la deforestación de formaciones vegetales de

regiones adyacentes (conversión de selvas húmedas a potreros, lo cual

tiene un alto impacto sobre la formación de nubes), y la deforestación

del propio BMM para destinar el suelo del bosque a la agricultura de

subsistencia o a cultivos extensivos de café (esto último en los estados

de Chiapas, Oaxaca y Veracruz). Todo ello afecta el equilibrio ecológico

Page 138: Bosque mesófilo de México.docx

del bosque y ha ocasionado que éste se encuentre en condición de

riesgo para su supervivencia.

Si bien es cierto que se han hecho esfuerzos muy loables para su

conservación, a la fecha parecen ser insuficientes ante la magnitud de

los procesos de deterioro y modificación a que se encuentra expuesto

el BMM.

Page 139: Bosque mesófilo de México.docx

Los BosQuEs MEsÓFiLos DE MoNTAÑA EN MÉxico 47

Como menciona Budowski

la tragedia es que los bosques

nublados tienden a desaparecer

como parte del fenómeno global de

conversión de bosques en otros

usos. De los bosques nublados de

antaño ya no existe sino cierto

porcentaje, hoy estimado en solo

500000 km2 en todo el trópico

húmedo.

Se enuncian elocuentes

argumentos para la protección

absoluta de ciertos bosques

nublados y protección parcial de

otros. Esta tarea ya no compete

tanto al investigador científico, sino

al ‘decisor’, sea a nivel nacional o

mundial, con el respaldo de fondos

y equipos multidisciplinarios y

estableciendo plazos para obtener

logros (Stadtmüller, 1986).

Page 140: Bosque mesófilo de México.docx

Cerro Tzontehuitz, municipio

Chamula, Chiapas, localidad

enclavada en la Región

Terrestre Prioritaria Huitepec-

Tzontehuitz.

Page 141: Bosque mesófilo de México.docx

48 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

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Page 177: Bosque mesófilo de México.docx

Los BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA EN MÉxico 57

APéNDICE 1Región y grupos de trabajo en el bosque mesófilo de montaña en México

ColimaPocos estudios en el estado. El M. en C. Arturo Solís-Magallanes, M. en C.

Eloy Padilla-Velarde y el Dr. Ramón Cuevas-Guzmán, del Depto. de

Ecología y Recursos Naturales-IMECBIO, Centro Universitario de la Costa

Sur, Universidad de Guadalajara, hacen uso del término bosque mesófilo

de montaña como tipo de vegetación.

ChiapasHay estudios para el estado realizados por el Dr. Mario González-

Espinosa, Dr. Miguel Ángel Pérez-Farrera, Dr. Neptalí Ramírez-Marcial,

Dr. Pedro Francisco Quintana-Ascencio, quienes, junto con otros

investigadores del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), utilizan el

concepto de tipo de vegetación (y en varios de sus trabajos el de sus

asociaciones).

GuerreroCon respecto al estado, los trabajos de la Dra. Nelly Diego-Pérez y

colaboradores del Laboratorio de Plantas Vasculares, así como del Dr.

Jaime Jiménez-Ramírez, Dra. Susana Valencia-Ávalos y colaboradores

del Herbario (FCME), ambos de la Facultad de Ciencias, Universidad

Nacional Autónoma de México, han sido consistentes en sus

publicaciones ya que manejan este bosque como un tipo de vegetación

existente en el estado (BMM).

HidalgoPara el estado, la Dra. Isolda Luna-Vega y colaboradores, del

Departamento de Biología Evolutiva, Facultad de Ciencias, Universidad

Nacional Autónoma de México, han manejado en sus estudios al BMM

como tipo de vegetación, aunque en algunas publicaciones han

denominado a bosques con características ambientales de BMM, como

bosque de encino (húmedo).

Jalisco

Page 178: Bosque mesófilo de México.docx

En el estado, el M. en C. Enrique Jardel-Peláez, Dr. Ramón Cuevas-

Guzmán y especialistas en flora y vegetación del estado, Depto. de

Ecología y Recursos Naturales-IMECBIO, Centro Universitario de la Costa

Sur, Universidad de Guadalajara, han

Page 179: Bosque mesófilo de México.docx

58 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

mantenido una constante en el manejo de este tipo de bosques, como

uno de los tipos de vegetación registrado en la Reserva de la Biósfera

Sierra de Manantlán.

OaxacaCon relación a este estado, el Dr. Jorge A. Meave del Castillo y sus

colaboradores del Laboratorio de Ecología y Recursos Naturales,

Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de México, han

estudiado principalmente la vegetación de La Chinantla. En sus trabajos

han empleado diversas nomenclaturas y definiciones, como bosque de

encino, o bosques tropicales húmedos de montaña (se refieren a un

bioma), no han dejado claro el uso del término, el nivel geográfico ni las

condiciones ambientales en que se desarrolla el BMM en México. Su

información se basa en lo registrado por el Dr. Rzedowski, y proponen

usar Bosque Tropical Húmedo de Montaña (BTHM), término y definición

semejante a lo propuesto por Villaseñor en 2010 (Bosque Húmedo de

Montaña).

TamaulipasSobre los estudios del estado, los del Prof. Henri Puig, M. en C.

Francisco González-Medrano, Biól. Rosa Bracho, Dra. Leticia Ponce de

León, Dra. Laura Arriaga Cabrera, así como los recientes del Dr.

Gerardo Sánchez-Ramos y otros conocedores del BMM del Instituto de

Ecología y Alimentos, Universidad Autónoma de Tamaulipas, han

dejado claro que el BMM es un tipo de vegetación, de los más conocidos

estructural y florísticamente en el país.

VeracruzEn el estado, la Dra. Guadalupe Williams-Linera y otros especialistas

del Instituto de Ecología, A. C. lo han considerado comunidad biológica

o tipo de vegetación y lo han denominado Bosque de Niebla; es otro de

los BMM mejor conocidos en el país.

Región del BajíoPara esta región hay estudios como el de la Flora del Bajío y de

regiones adyacentes, realizados por especialistas de la flora y

vegetación de la región (que corresponde a los estados de Guanajuato,

Michoacán y Querétaro) como la Dra. Graciela Calderón de Rzedowski,

Page 180: Bosque mesófilo de México.docx

Dr. Emmanuel Pérez-Cálix, Dr. Sergio Zamudio-Ruiz, Dr. Eleazar

Carranza-González, entre otros del Centro Regional del Bajío, Instituto

de Ecología, A. C. Estos especialistas emplean básicamente la

clasificación de la vegetación del Dr. Rzedowski.

Page 181: Bosque mesófilo de México.docx

Los BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA EN MÉxico 59

NacionalEl Dr. José Luis Villaseñor-Ríos, Dr. Lauro López-Mata y colaboradores

han manejado de manera no muy clara la definición de BMM ya que lo

consideran como un sinónimo del denominado por ellos Bosque

Húmedo de Montaña (BHM). En una obra, nombran a esta formación

como bioma, también como ecosistema y hasta como tipo de

vegetación ( López-Mata et al., 2012). Al parecer, la definición manejada

corresponde a un bioma (véase Villaseñor y Ortiz, 2013), pues, aunque

no comentan los tipos de vegetación que incluye, podemos deducir que

se trata de un bioma.

Otra publicación importante a nivel nacional es La lista roja de

especies arbóreas mexicanas del bosque nublado (The Red List of

Mexican Cloud Forest Trees), en la que, en cada ficha de especie, el

BMM puede ser manejado como ecosistema o comunidad forestal, o

como tipo de vegetación (como lo sugiere el título). No se emplea un

Page 182: Bosque mesófilo de México.docx

término de manera homogénea; se expresa el nivel de agrupación en

que se compiló la información de cada especie.

Page 183: Bosque mesófilo de México.docx

60 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

APéNDICE 2Sinónimos registrados del bosque mesófilo de montaña en México

En español

Nombre sinónimo en español FuenteLira y Riba, 1984; Luna, 1997; Morales-Pérez, 2000;

Bosque caducifolioRamírez, 1999; INE, 1999; Flores et al., 1971Espejo-Serna et al., 2007; Ramírez-Marcial et al., 1998;

Bosque de neblinaHágsater et al., 2005Ramírez-Marcial, 1999; Pérez, 2006;

Bosque de nieblaRodríguez-Laguna et al., 2006; Solano, 1999

Bosque de niebla siempreverde González-Villarreal, 2005

Bosque deciduo Miranda, 1952

Bosque deciduo húmedo McVaugh, 1985

Bosque deciduo templado Marroquín, 1976; Rzedowski, 1966

Bosque deciduo templado de montaña Briones, 1991

Bosque enano Espejo-Serna et al., 2007; Hágsater et al., 2005

Bosque enano de neblina Acebey y Krömer, 2008

Bosque húmedo Morrone et al., 1995

Bosque húmedo de montaña Velázquez-Rosas, 1997; Villaseñor, 2010

Bosque semihúmedo Espejo-Serna et al., 2007

Bosque incipiente Ramírez-Marcial et al., 1998

Bosque lluvioso de montaña Horváth y Navarrete-Gutiérrez, 1997; Lira et al., 2006

Bosque mesofítico de barranca Hágsater et al., 2005

Bosque mixto húmedo McVaugh, 1985

Bosque montano de Chimalapas Eisermann et al., 2006

Bosque montano húmedo Peterson et al., 2004

Bosque montano siempre verde Sánchez-M, 2004; Howell y Webb, 1995

Bosque perennifolio nublado Hágsater et al., 2005

Bosque sucesional intermedio Ramírez-Marcial et al., 1998;

Bosque tropical templado Sharp et al., 1950

Matorral nublado Hágsater et al., 2005

Matorral nublado de montaña Miranda, 1952

Matorral arbustivo húmedo Salazar-C y Soto-Arenas, 1996

Page 184: Bosque mesófilo de México.docx

Los BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA EN MÉxico 61

En español [concluye]

Nombre sinónimo en español FuenteMatorral perennifolio de neblina

Breedlove, 1981(Chiapas)

Páramo de altura Miranda, 1957

Selva alta perennifolia de montaña Espejo-Serna et al., 2007Álvarez, 1977; Hágsater et al., 2005; Ishiki, 1988;

Selva baja perennifoliaLira y Riba, 1984; Miranda, 1943

Selva baja siempre verde Miranda, 1952

Selva de neblina Bruijnzeel y Hamilton, 2001

Selva húmeda de montaña Meave et al., 1994

Selva lluviosa de montaña Hágsater et al., 2005

Selva mediana perennifolia Morales-Pérez, 2000

Selva mediana perennifolia de montaña Ramírez, 1999; Salazar-C, 1988

Selva mediana subperennifolia Pérez-Farrera, 1995;

Selva montana de neblina Bruijnzeel y Hamilton, 2001

Selva perennifolia de montaña Soto-Arenas, 1992

Selva tropical de neblina Bruijnzeel y Hamilton, 2001

En otro idioma

Nombre sinónimo en otro idioma Fuente

Cloud forest

Álvarez-Aquino et al., 2005; Briones-Salas et al.,

2006; Canseco-Márquez et al., 2000; Goodwin,

1954; Flores-Palacios y García-Franco, 2008;

Mehltreter et al., 2006; Papenfuss y Wake, 1987;

Pineda et al., 2005; SolísMontero et al., 2005;

Martin, 1951; Mickel y Smith, 2004; Espejo-Serna

et al., 2007Deciduous woodlands Mickel y Smith, 2004

Elfin forest Hágsater et al., 2005; Espejo-Serna et al., 2007

Elfin woodland Beard, 1955

Evergreen cloud forest Scialabba, 2003; Mickel y Smith, 2004

Evergreen cloud scrub Carlson, 1954; Breedlove, 1981

Forêt caducifoliée humide de montagne Puig, 1974

Forêt dense humide de montagne Trochain, 1957

Forêt mésophile de montagne Ponce de León, 1989

Humid montane forest Krömer y Acebey, 2007; Martin y Harrell, 1957

Lower montane humid forest Rico-Gray et al., 1998; Hietz, 1997

Lower montane cloud forest Flores-Palacios y García-Franco, 2008;

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62 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

En otro idioma [concluye]

Nombre sinónimo en otro idioma FuenteGuzmán-Guzmán y Williams-Linera, 2006; Koptur et al.,

Lower montane wet forest1998; Williams-Linera, 1997; Mickel y Smith, 2004

Lower montane rain forest Pérez-Farrera et al., 2000; Soderstrom, 1982;

Mountain mesophyll forest Chávez, 2010

Mesophytic montane forest Daniel, 2009

Moist forest Matuda, 1950

Moist subdeciduos cloud forest Luna y González-Espinosa, 2011

Mountain mesophyll forest Pineda y Halffter, 2004

Montane cloud forest Mickel y Smith, 2004

Montane forest López-Barrera y Manson, 2006

Montane moist forest Winkler et al., 2005;

Montane rain forest

Breedlove, 1981; Cervantes-M. y Jiménez-R., 2002; Keller y Breedlove, 1981; Soto-Pinto et al., 2001; Mickel y Smith, 2004; Beard, 1955; Ramírez-Marcial et al., 2001

Subdeciduous cloud forest Vázquez, 1994

Tropical cloud forest Gallina et al., 1996; Arriaga, 1988; Csorba et al., 2004

Tropical lower montane forest Mehltreter et al., 2006

Bernabe et al., 1999; Pineda et al., 2005;

Tropical montane cloud forest Williams-Linera, 2002; Williams-Linera et al., 2005;Ornelas et al., 2004; Ordano, 2005; Haeckel, 2006

Tropical montane rainforest Csorba et al., 2004

Wet forest Matuda, 1950; Mickel y Smith, 2004

Wet montane forest Mickel y Smith, 2004

Page 186: Bosque mesófilo de México.docx

Los BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA EN MÉxico 63

APéNDICE 3Asociaciones registradas del bosque mesófilo de montaña en México

En español

Asociación FuenteAsociación Alfaroa costaricensis Lozada et al., 2003;Asociación de Pinus-Quercus-Liquidambar

Ramírez-Marcial et al., 2001; Ramírez-Marcial, 2002; Ramírez-Marcial, 2003;

Asociación de Quercus castanea, Q. magnoliifoliaOrozco, 1995

y Q. scytophylla

Asociación de Quercus castanea, Q. magnoliifolia,Q. obtusata, Q. scytophylla y Pinus montezumae Orozco, 1995 var. lindleyi

Asociación de Quercus obtusata, Q. castaneaOrozco, 1995

y Pinus oocarpa var. oocarpa

Asociación de Quercus-Podocarpus Ramírez-Marcial, 2002;

Asociación Mirandaceltis monoica- Bachem y Rojas, 1994;Chamaedorea sp.

Asociación Nectandra sinuata-Trophis chiapensis Bachem y Rojas, 1994;

Asociación Pinus maximinoi-Pinus chiapensis Bachem y Rojas, 1994;

Asociación Pinus oocarpa y P. chiapensis Flores, 2001;

Asociación Pseudolmedia oxyphyllaria-Ficus sp. Bachem y Rojas, 1994;

Asociación Ternstroemia tepezapote-Trophis sp. Bachem y Rojas, 1994; Pérez-Farrera et al., 2007Asociación vegetal Quercus-Matudaea-

González-García, 2005Hedyosmun-DendropanaxBosque caducifolio de Quercus, Carpinus

Sousa, 1995y Liquidambar

Bosque de Clethra Franco, 2005

Bosque de Clethra-Liquidambar Franco, 2005

Bosque de Cupressus con Liquidambar Franco, 2005

Bosque de encino húmedo Díaz-Barriga y Cházaro, 1993Bosque de encino Quercus castanea, Q. obtusata,

Molina-Paniagua y Zamudio, 2010y Q. rugosa

Bosque de Engelhardia mexicana Rzedowski y Palacios-Chávez, 1977

Bosque de Fagus grandifolia subsp. mexicana Godínez-Ibarra et al., 2007

Bosque de Fagus-Magnolia-Quercus Salazar y Soto-Arenas, 1996

Page 187: Bosque mesófilo de México.docx

64 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

En español [continúa]

Asociación FuenteBosque de galería de Alnus Ambriz, 2003

Bosque de haya Sharp et al., 1950

Bosque de lauráceas Lozada et al., 2003;Escamilla y Robledo, 1996; Espejo-Serna et al., 2010;

Bosque de LiquidambarPalacios-Ríos, 1992

Bosque de Liquidambar-Quercus Franco, 2005

Bosque de Magnolia-Podocarpus Fritsch, 1997

Bosque de encino-pino húmedo Espejo-Serna et al., 2007

Bosque de pino-encino López-Barrera et al., 2005

Bosque de pino-encino húmedo Peterson et al., 2004Ramírez-Marcial, 1999; Ramírez-Marcial, 2002; Flores,

Bosque de pino-encino-Liquidambar2001; Luna, 1997; Bolom, 2000; Hágsater et al., 2005

Bosque de Pinus-Quercus-Alnus Peralta, 2007

Bosque de Pinus patula-Liquidambar Franco, 2005

Bosque de Quercus-Clethra Franco, 2005

Bosque de Quercus-Liquidambar Franco, 2005

Bosque de Quercus-Podocarpus Fritsch, 1997

Bosque húmedo de Quercus-ericáceas González-Villarreal, 2005

Bosque húmedo de Quercus y Engelhardtia Solano, 1993

Bosque húmedo de encino Salazar, 1993Carranza, 2004; Díaz-Barriga y Cházaro, 1993; Salazar,

Bosque húmedo de pino-encino1993

Bosque mesofítico de Quercus-Carpinus Salazar y Soto-Arenas, 1996Bosque mesófilo de Calophyllum, Cedrela,

Espejo-Serna et al., 2007Oecopetalum y Cecropia

Bosque mixto de encino-pino con Liquidambar Espejo-Serna et al., 2007

Bosque montano alto de Quercus Rincón, 2007

Bosque montano alto de Vaccinium-Weinmannia Rincón, 2007

Bosque montano bajo de Cyrilla racemiflora Rincón, 2007

Bosque montano bajo de lauráceas Rincón, 2007

Bosque montano bajo de Zinowiewia Rincón, 2007

Bosque montano de Oreomunnea mexicana Rincón, 2007

Bosque premontano de Clethra-Miconia Rincón, 2007Bosque premontano de Pleuranthodendron-

Rincón, 2007Chamaedorea

Comunidad de Ficus-Coccoloba-Dipholis-Sapium Long y Heath, 1991

Comunidad de Liquidambar-Quercus-Pinus Long y Heath, 1991

Page 188: Bosque mesófilo de México.docx

Los BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA EN MÉxico 65

En español [concluye]

Asociación FuenteComunidad de Quercus salicifolia Long y Heath, 1991

Comunidad de Quercus-Matudaea-Dendropanax- González-García, 2005; Long y Heath, 1991; Hedyosmum

Encinar de Quercus oleoides Escobar-Ocampo y Ochoa-Gaona, 2007;

Encinar húmedo Espejo-Serna et al., 2007

Matorral de Clusia y Roupala Salazar y Soto-Arenas, 1996

Matorral húmedo de Clusia, Oreopanax, RoupalaSalazar y Soto-Arenas, 1996

y Eugenia

Matorral húmedo de Oreopanax y Clusia Salazar, 1993

Matorral nublado de ericáceas Salazar y Soto-Arenas, 1996

Selva alta subperennifolia de lauráceas Gregory y Riba, 1979Selva baja perennifolia con Weinmannia, Espejo-Serna et al., 2007Cavendishia, Rapanea, Liquidambar, Clethra

Selva mediana perennifolia con Liquidambar- Ramírez, 1999Quercus skineriiSelva mediana perennifolia de montaña con

Ramírez, 1999Quercus-Oreomunnea-SloaneaSelva mediana perennifolia de montaña con

Ramírez-Marcial et al., 1998;Podocarpus-AlfaroaSelva mediana subperennifolia con Hymenaea

Espejo-Serna et al., 2007courbaril

Selva perennifolia de montaña con lauráceas Soto-Arenas, 1992

Page 189: Bosque mesófilo de México.docx

66 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

En otro idioma

Asociación FuenteBeech forest Miranda y Sharp, 1950

Cool moist oak-pine forest Adler, 1965

Engelhardia forest Miranda y Sharp, 1950

Humid montane oak forest Luna et al., 2006

Humid pine-fir forest Mickel y Smith, 2004

Humid oak-pine cloud forest Gram , 1998

Humid pine-oak forest Mickel y Smith, 2004

Laurel forest Mickel y Smith, 2004

Liquidambar (ocozotal) forest Miranda y Sharp, 1950

Liquidambar forest Miranda y Sharp, 1950; Mickel y Smith, 2004

Mixed oak forest Miranda y Sharp, 1950; Figueroa-Rangel y Olvera-Vargas, 2000

Moist pine forest Hanken et al., 1999

Moist pine-oak-Arbutus forest Mickel y Smith, 2004

Moist pine-oak forest Mickel y Smith, 2004

Moist pine-oak woods Mickel y Smith, 2004

Moist oak forest Mickel y Smith, 2004

Moist oak woods Mickel y Smith, 2004

Montane oak forest Ramírez-Marcial et al., 2006

Montane pine-oak forest Ramírez-Marcial et al., 2006

Oak forest with Liquidambar, Drymis or pines Mickel y Smith, 2004

Oak-pine-fir cloud forest Adler, 1996

Oak-beech forest Mickel y Smith, 2004

Oak-Magnolia forest Mickel y Smith, 2004

Pine-oak cloud forest Mickel y Smith, 2004

Pine-oak forest with fir and Podocarpus Mickel y Smith, 2004Carlson, 1954; Csorba et al., 2004; Horváth y Gómez,

Pine-oak-Liquidambar forest2001; Zuill y Lathrop, 1975; Mickel y Smith, 2004

Pine-oak-Ostrya forest Mickel y Smith, 2004

Sycamore forest (Platanus) Miranda y Sharp, 1950

Weinmannia forest Miranda y Sharp, 1950

Wet montane forest of oak and Liquidambar Mickel y Smith, 2004

Wet oak-pine-fir forest Adler, 1996

Wet oak woods Mickel y Smith, 2004

Wet pine-oak forest Mickel y Smith, 2004

Wet pine-oak-Liquidambar forest Mickel y Smith, 2004

Page 190: Bosque mesófilo de México.docx

Bosque lluvioso de montaña baja/Bosque

Los BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA EN MÉxico 67

APéNDICE 4Ecotonos con bosque mesófilo de montaña registrados en México

Ecotono FuenteBosque caducifolio/Selva alta perennifolia Acebey y Krömer, 2010

Bosque de niebla/Bosque de encino-pino Terra Nostra et al., 1997

Hernández et al. 2005de pino-encino

Bosque lluvioso de montaña/Bosque Luna, 1997estacional perennifolioBosque mesófilo de montaña/Bosque

Escamilla y Robledo, 1996caducifolioBosque mesófilo de montaña/Bosque

Velázquez y Domínguez, 2003; Zamora, 1992de galería

Bosque mesófilo de

montaña/Bosque de pino-encino

Bogert, 1969; Campos-Villanueva y Villaseñor, 1995; Espejo-Serna y López-Ferrari, 1994; Espejo-Serna et al., 2007; Flores, 2007; Fragoso, 1990; Hanken, Wake y Freeman, 1999; Hernández, 2000; Hernández, 2005; Hernández et al., 2005; Juárez, 1992; Mendelson III y Toal, 1996; Ochoa, 2005; Panero y Villaseñor, 1996; Saldaña y Pérez-Ramos, 1987; Tejero-Díez y ArreguínSánchez, 2004; Tejero-Díez, 2007;

Bosque mesófilo de

montaña/Bosque de Pinus

Cuevas, 1994; Figueroa y Guzmán, 2005; GonzálezVillarreal, 2005; Hernández, 2005; Hernández et al., 2005; Horváth, March y Wolf, 2001; Myers, 1974; Santiago-Pérez, 2006; Santiago-Pérez et al., 2009; Vargas, 2006; Velázquez y Domínguez, 2003Bosque mesófilo de montaña/BosqueCerón-Carpio et al., 2006

de Pinus-Abies

Bosque mesófilo de montaña/Bosque Fragoso, 1990, Franco, 2005; Padilla, Cuevas y Koch,de Quercus 2008Bosque mesófilo de montaña/Bosque

Croat y Carlsen, 2003; Peterson et al., 2004tropical caducifolio

Bosque mesófilo de montaña/Bosque

tropical perennifolio

Alcántara, 2003; Andrle, 1967; García-García, Alfaro y Santos-Moreno, 2006; Nieto-Montes de Oca, 2003; Torres, 1992; Vega, 1982

Page 191: Bosque mesófilo de México.docx

68 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Ecotono Fuente

Bosque mesófilo de montaña/Bosque

tropical subcaducifolio

Andrade et al., 2007; Calderón de R. et al., 2004; Cuevas, 2002; Cuevas, López-Mata y García-Moya, 2002; Jiménez-Machorro, Sánchez y García-Cruz, 1998; Juárez, 1992; Navarro, 1986; Navarro, 1992; Ortiz-Ramírez, 2002; Terra Nostra et al., 1997Bosque mesófilo de montaña/Bosque tropicalTerra Nostra et al., 1997

subcaducifolio/Bosque de pino-encinoBosque mesófilo de montaña/Matorral

Santiago-Pérez, 2006; Santiago-Pérez et al., 2009secundarioBosque mesófilo de montaña/Selva baja

Espejo-Serna et al., 2007caducifolia

Bosque mesófilo de montaña/Selva mediana Castillo-Campos, Robles-González y Medina-Abreo,

subperennifolia 2003Bosque mesófilo de montaña/Vegetación

Franco, 2005; Ruán, 2006secundaria

Cloud forest/Tropical semideciduous forest Salazar, 1999

Page 192: Bosque mesófilo de México.docx

SISTEMA DE INFORMACIÓN DEL BOSQUE

/ M / MESOFILO DE MONTANA EN MEXICO: recopilación y sistematización de datos e

Martha Gual-Díaz

6 9

Bosque mesófilo de montaña en la Reserva de la Biosfera

El Cielo; corresponde, además, a la Región Terrestre

Prioritaria y al Área de Importancia para la Conservación de

las Aves –El Cielo–.

¿Dónde está el conocimiento que perdemos con la información? ¿dónde está la sabiduría que perdemos con el conocimiento?

T.S. ELIOT

Resumen

La sistematización de los datos e información sobre

biodiversidad facilita y agiliza la generación y el

acceso al conocimiento; por lo tanto, es crítico

desarrollar herramientas y métodos que integren la

información biológica, ya que aunque actualmente

existen numerosos trabajos de investigación, éstos

no siempre son de fácil acceso. En octubre de

2006, la CONABIO inició el Sistema de Información

del Bosque Mesófilo de Montaña en México (SI-

BMM), basado en información contenida en las

publicaciones científicas relacionadas con este tipo

de vegetación en México. A más de seis años de

compilar y sistematizar información, se presentan

los resultados, incluyendo una evaluación completa

de los logros obtenidos con dicho Sistema.

Se trata de la fuente actual más completa de

datos e información primaria, actualizada,

analizada y sintetizada sobre el conocimiento de

las plantas vasculares y los vertebrados terrestres

que habitan en esta formación vegetal. El SI-BMM

tiene la capacidad de proporcionar la información

básica necesaria para apoyar la toma de

decisiones en programas encaminados a la

conservación (protección, sustentabilidad,

restauración, reforestación, entre otros) del

bosque mesófilo de montaña (BMM) de México. El

SI-BMM tiene tres componentes básicos: una base

Page 193: Bosque mesófilo de México.docx

de datos de referencias bibliográficas, una base de

datos taxonómica-biogeográfica y su biblioteca.

Page 194: Bosque mesófilo de México.docx

70 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

IntroducciónEl Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) es un tratado internacional

que tiene como objetivo general promover medidas que conduzcan a

un futuro sostenible; es jurídicamente vinculante con tres objetivos

específicos:

La conservación de la diversidad biológica

La utilización sostenible de sus componentesLa participación justa y equitativa en los beneficios que se

deriven de la utilización de los recursos genéticos

La conservación de la diversidad biológica es un interés común de

toda la humanidad. El CBD cubre todos los niveles: ecosistemas,

especies y recursos genéticos, así como biotecnología; en otras

palabras, todos los posibles dominios que están directa o

indirectamente relacionados con la biodiversidad (CBD, 2010). Cerca de

70% de la biodiversidad del mundo se concentra en 17 países, México

es uno de ellos; nuestra diversidad natural y cultural está vinculada con

algo trascendente: la cosmovisión que se tiene de ella y la manera de

aprovecharla (Sarukhán et al., 2009). Si bien en México se cuenta con

grandes cantidades de recursos, también estamos en los primeros

lugares en tasas de deforestación en América Latina (segundo lugar) y

a nivel mundial (sexto lugar) (Capital Sustentable, 2011). Esta

problemática es consecuencia, básicamente, del cambio de uso de

suelo para dar lugar a superficie de uso agrícola, ganadero o urbano.

Otros factores que atentan contra la biodiversidad son el tráfico ilegal

de especies (vegetales y animales) y el aumento de las poblaciones

humanas, mismos que afectan directamente a los ecosistemas.

En la actualidad, la información biológica alcanza magnitudes

insospechadas: día a día se generan grandes cantidades de datos que

deben ser recopilados, estandarizados, sistematizados y puestos a

disposición de los usuarios en todo el mundo. En los últimos años, se

han desarrollado sistemas geográficos y de información sobre

biodiversidad, los cuales permiten conjuntar los datos almacenados

para interpretarlos y realizar acciones prácticas en materia de

conservación (Escalante et al., 2000). Sin embargo, los avances en

materia de protección, manejo y uso sustentable de la biodiversidad se

Page 195: Bosque mesófilo de México.docx

ven frenados por el desconocimiento que se tiene de un buen

porcentaje de especies, por lo que generar, rescatar y sistematizar el

conocimiento de la biodiversidad (cultural, ecológica, genética, de

especies, etc.) es prioridad mundial.

Page 196: Bosque mesófilo de México.docx

sisTEMA DE iNFoRMAcióN DEL BosQuE MEsóFiLo DE MoNTAÑA EN MÉxico 71

AntecedentesLa existencia de datos e información sobre biodiversidad en diferentes

campos del conocimiento y la fuerte demanda de integrar, sintetizar y

visualizar esta información para diferentes propósitos y tipos de

usuarios está permitiendo el desarrollo de un nuevo campo de

investigación, que puede ser nombrado informática de la biodiversidad

o bioinformática. Este campo representa la conjunción del uso y manejo

de la información biológica con herramientas informáticas para su

análisis y entendimiento efectivo (véase Apéndice 1). El acceso a la

información taxonómica consistente y científicamente confiable es

esencial para muchas actividades en el campo de la biodiversidad

(Canhos et al., 2004; Jones et al., 2006).

Una de las instituciones encargadas de fortalecer el conocimiento

sobre la biodiversidad mexicana es la Comisión Nacional para el

Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CoNABio). En materia de

información, la CoNABio tiene como objetivo central: la generación,

compilación, manejo, análisis y divulgación de información sobre la

diversidad biológica de México, además de facilitar el acceso al

conocimiento. Constituye un punto de enlace entre el sector académico

(generador de la información), los tomadores de decisiones y el público

en general (usuarios de la información). Por otro lado, dada la magnitud

de la diversidad biológica de nuestro país, la CoNABio otorga apoyo

financiero a proyectos realizados por especialistas en diversos temas,

cuyos resultados le son útiles para lograr sus objetivos y cumplir sus

funciones. Estos proyectos se presentan en respuesta a convocatorias y

a políticas específicas sobre temas que se consideran prioritarios en el

programa anual de actividades de la CoNABio, o bien, se realizan por

encargo cuando, de acuerdo con esas prioridades y programas, se

requiere obtener información específica sobre cierto tema o asunto.

El Sistema Nacional de información sobre Biodiversidad (SNiB),

creado por la CoNABio hace más de dos décadas, es un sistema de

compilación, integración y distribución de información taxonómica-

biogeográfica-especímenes resguardados en colecciones biológicas

científicas (nacionales y extranjeras), que apoya a investigadores y

especialistas. Puede ser considerado como uno de los resultados más

tangibles del esfuerzo nacional de los últimos veinte años en torno al

conocimiento de la biodiversidad de México.

En octubre de 2006, la CoNABio inició el proyecto Sistema de

información del Bosque Mesófilo de Montaña de México (Si-BMM), que

Page 197: Bosque mesófilo de México.docx

forma parte integral de una planeación estratégica que la CoNABio está

desarrollando para este tipo de vegetación, y que apoyará la toma de

decisiones en materia de protección, conservación, uso sustentable,

restauración, reforestación, entre otros, del bosque mesófilo de

Page 198: Bosque mesófilo de México.docx

72 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

montaña de México. Como parte de la mencionada planeación

estratégica, en noviembre de 2007 y junio de 2008, la CoNABio convocó a

varios especialistas en diferentes áreas del conocimiento de este tipo de

bosques a participar en dos talleres, en los que se llevaría a cabo un

diagnóstico de su estado de conservación y conocimiento. El objetivo de

estos talleres era identificar las áreas en las que debería implementarse,

de manera urgente, planes y acciones dirigidos a su conservación,

manejo sostenible y restauración, y otras en donde pudieran realizarse a

mediano y largo plazos. En 2010, producto de estos talleres, se publicó el

libro El Bosque Mesófilo de Montaña en México: amenazas y oportunidades para su conservación y manejo sostenible, una de cuyas aportaciones

relevantes fue la delimitación de 13 regiones prioritarias para la

conservación del BMM en México. Ambas actividades fueron financiadas

por la CoNABio y por Microsoft Research, ya que estaban inmersas en un

programa piloto para Latinoamérica (participaron Costa Rica, Colombia y

México), conocido como ARK 2010, cuyo principal objetivo era identificar

acciones prioritarias para la conservación y restauración de los bosques

de niebla.

Construcción del SI-BMMEl Si-BMM se desarrolló como prototipo, basado en ejemplares

reportados en literatura científica referente al BMM. Utilizando

publicaciones disponibles en formato digital o impreso, se siguió un

procedimiento para manejar los datos y la información, controlar la

toma de decisiones para el análisis y selección de la misma y así poder

utilizarla e incorporarla en la base de datos taxonómica-biogeográfica

(véase Apéndice 2). También se siguió un procedimiento para el control

de publicaciones en la base de datos de Referencias (véase Apéndice

3).

La información editorial de publicaciones seleccionadas que

contenían al menos: tipo de vegetación [BMM o algún ecotono con BMM

(apéndices 2-4 en Gual-Díaz y González-Medrano, este volumen)],

estado, localidad, sitio o coordenadas, y nombres, fuera de especie o

infraespecie (forma, subespecie o variedad) fue incorporada al sistema

de información Biótica 5.0, diseñado por la CoNABio para el manejo de

datos curatoriales, nomenclaturales, geográficos, bibliográficos y de

parámetros ecológicos.

Para la construcción de este sistema, se siguió un riguroso protocolo

de control de calidad en la entrada de la información, basado

Page 199: Bosque mesófilo de México.docx

principalmente en el Procedimiento para la Sistematización de información

desarrollado durante la realización de este proyecto, en el Protocolo de

Control de Calidad y en el instructivo para la Conformación de Bases de

Datos Taxonómicas-Biogeográficas Compatibles con el SNiB (estos últimos

desarrollados por la Subcoordinación de inventarios Bióticos). Para mayor

detalle del método seguido en la construcción del sistema ver la figura 1.

Page 200: Bosque mesófilo de México.docx

Búsqueda de

referencias del BMM

REFERENCIAS

PRODUCTOS ADICIONALES

Incorporación de referencias

Base de Datos de Referencias

CONTROL DE CALIDAD

Biblioteca del BMM

Actualización del

índice y Bd de referencias

Integración de correcciones

Análisis de información contenida en

las publicaciones

S I / N OElaboración del eje de captura

e incorporación de la

información

Revisión y consulta con expertos

Revisión anual Subcoordinación de Inventarios Respuest

a de revisiones

S I

¿La publicación contiene los

datos mínimos?

Base de Datos Taxonómica-

Biogeográfica (T-B)Integración de correcciones

TAXONÓMICA-BIOGEOGRÁFICA

Reporte semanal y mensual de actividades Revisión y corrección BD T-B

sisTEMA DE iNFoRMAcióN DEL BosQuE MEsóFiLo DE MoNTAÑA EN MÉxico 73

Page 201: Bosque mesófilo de México.docx

FiGuRA 1. Método para la

construcción del Sistema

de Información de los

bosques mesófilos de

montaña de México

El producto final es un sistema de información sobre el conocimiento taxonómico-biogeográfico del bosque mesófilo de montaña de México, el SI-BMM, que ayudará a la toma de decisiones en materia de conservación de este tipo de vegetación. Los componentes del Sistema son:

Base de datos taxonómica-biogeográfica en el sistema Biótica

5.0 ◦ Instructivo para la conformación de bases de datos

taxonómicasbiogeográficas compatibles con el SNIB

◦ Protocolo de control de calidad de información

◦ Procedimiento para sistematizar información en el SI-BMM

Base de datos de referencias en el sistema Reference Manager

12 ◦ Procedimiento para sistematizar información en el SI-

BMM

Biblioteca de BMM

Page 202: Bosque mesófilo de México.docx

74 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Como ya se comentó, el sistema está basado en información

contenida en publicaciones, por lo que se decidió iniciarlo con la

conformación de una base de datos de Referencias, constituida por la

información editorial-documental y sus publicaciones en formato

digital e impreso sobre el bosque mesófilo de montaña y de estudios

llevados a cabo básicamente en México, y algunas en otros países. La

búsqueda de referencias bibliográficas se realizó a través de internet y

en bibliotecas especializadas de universidades, instituciones y centros

académicos mexicanos. Cada una de ellas se incorporó en el programa

Reference Manager 12, un software diseñado para manejar bases de datos

de referencias bibliográficas. Paralelamente a la conformación de esta

base de datos, y producto de la obtención de las publicaciones

impresas y digitales, se conformó la biblioteca del BMM de México.

La validación de los nombres para su ingreso al sistema siguió un

proceso riguroso y normalizado para esta actividad, aplicable en

cualquier proceso que integre información sobre especies (para

detalles sobre la validación de los nombres de los taxones se

recomienda ver cada capítulo de las plantas vasculares y de los

vertebrados terrestres de este volumen). Para el caso particular del Si-

BMM, se realizaron las siguientes actividades:

Consulta de literatura especializada (sistemas de clasificación,

listas de autoridad, etc.)

Consulta de sistemas con información biótica, por medio de Internet

Consulta a especialistas de los diferentes gruposColaboración en el desarrollo del proyecto ‘El bosque

húmedo de montaña en México y sus plantas vasculares.

Catálogo florísticotaxonómico’ (Dr. José Luis Villaseñor)

Finalmente, cada especie o infraespecie (forma, subespecie o

variedad) contenida en esta base de datos está representada por al

menos un ejemplar, mismo que respalda su presencia en una o más

regiones (estado y municipio), en uno o más sitios (coordenadas) y en

una o más localidades en el país.

ResultadosEn México, el sistema de información biológica más consultado es el

SNiB, la consulta y distribución de datos e información es pública. Una

Page 203: Bosque mesófilo de México.docx

de sus características importantes es estar compartido, mediante

nodos, con otros sistemas informáticos o bancos de datos (p. ej. con el

GBiF-Global Biodiversity Information Facility). Ambos forman parte de la Red

Mundial de información sobre Biodiversidad (Re-

Page 204: Bosque mesófilo de México.docx

artículos 1540 (46.4%)capítulos de libros 581 (17.5%)

sisTEMA DE iNFoRMAcióN DEL BosQuE MEsóFiLo DE MoNTAÑA EN MÉxico 75

mib). Si bien el SI-BMM estará integrado en el SNIB, se mantendrá independiente y también estará disponible de manera pública en su propia página web.

Los componentes del SI-BMM contienen la

información que se muestra a continuación:

Base de datos de Referencias. Cuenta con

3 317 referencias (87% tiene disponible

su publicación, ya sea en formato digital

o impreso) sobre diversos temas y

grupos de organismos estudiados en

esta formación vegetal del país (no está

restringido al grupo de plantas

vasculares o vertebrados terrestres);

incluye un pequeño porcentaje de

referencias que corresponden a países

centroamericanos, africanos y asiáticos.

Como ya se había mencionado, esta

base de datos está respaldada por su

biblioteca (figura 2).

catálogos 7 (0.2%)periódicos/Diario oficial de la Federación 7 (0.2%)

libros 130 (4%)

FiG

u

R

A

2. Ti

po de publicaciones

compiladas en la base de

datos

Page 205: Bosque mesófilo de México.docx

reportes de proyectos e informes finales 151 (4.5%)

tesis 372 (11.2%)

fascículos, series o monografías 395 (12%)

Base de datos Taxonómica-Biogeográfica.

Comprende un total de 7 403 especies, de las

cuales 1 240 corresponden a vertebrados

terrestres (anfibios, aves, mamíferos y reptiles,

cuadro 1) y 6 163 a plantas vasculares (plantas

con flores, licopodios y helechos, cuadro 2).

Estas más de siete mil especies están

representadas por un total de 46 781

ejemplares, de los cuales 12 626 corresponden

a vertebrados terrestres (cuadro 1) y 34 155 a

plantas vasculares (cuadro 2). Como se indicó

antes y de igual manera que la base de datos

de Referencias, toda la información que la

integra ha sido rigurosamente validada.

Page 206: Bosque mesófilo de México.docx

76 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

CuADRo 1. Especies y ejemplares de vertebrados terrestres en el SI-BMM

CuADRo 2. Especies y ejemplares de plantas vasculares en el SI-BMM

Clase Especies Ejemplares División Especies Ejemplares

Amphibia 183 1 106 Lycopodiophyta 42 305

Aves 551 7 192 Magnoliophyta 5 479 29 391

Mammalia 257 2 205 Pinophyta 54 647

Reptilia 249 2 123 Polypodiophyta 588 3 812

Total 1 240 12 626 Total 6 163 34 155

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Page 207: Bosque mesófilo de México.docx

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Page 208: Bosque mesófilo de México.docx

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acuer

do

con

Almei

da

(200

8) y

Castil

Page 209: Bosque mesófilo de México.docx

105º 102º 99º 96º 93º

•Plantas vasculares y vertebrados terrestres en el bosque mesófilo de montaña

Bosque mesófilo de montaña serie IV (INEGI,

0 100 200 400 km

18º

24º

21º

15º

lo-

Acost

a

(com.

pers.,

2012

).

FiGuRA 3. Sitios de recolecta de

plantas vasculares y vertebrados

terrestres en el bosque mesófilo

de montaña de México.

Page 210: Bosque mesófilo de México.docx

sisTEMA DE iNFoRMAcióN DEL BosQuE MEsóFiLo DE MoNTAÑA EN MÉxico 77

Por último, respecto a los productos adicionales, derivados de la

construcción del Sistema, se tiene:

El documento Procedimiento para la sistematización de información en el SI-BMM, desarrollado durante la construcción del sistema.

Por el momento, es un documento de uso interno, mas en un

futuro estará disponible para apoyar la construcción de

sistemas de este tipo.

Organización del simposio Conocimiento Actual y Conservación del

Bosque Mesófilo de Montaña en México, en colaboración con

la Facultad de Ciencias (UNAM), en el marco del XVIII Congreso

Méxicano de Botánica (2010).

El manuscrito denominado Taxonomía para la Sistematización de la

Información Etnobiológica, que inicialmente incluía solo los

tipos de usos reportados para especies de plantas vasculares

y vertebrados terrestres de esta formación vegetal. Este

manuscrito aún no se ha publicado, pues se está ampliando

su contenido (abarcará los tipos de usos del país). La

información compilada se expuso en el VIII Congreso

Mexicano de Etnobiología (2012) y en el III Congreso

Latinoamericano de Etnobiología (2012).

Alcances de los datos e información del SI-BMMDocumentación de conocimiento

Como un ensayo de los alcances que puede llegar a tener todo o parte

del sistema, se preparó, en colaboración con la Dra. Susana Valencia

Ávalos (especialista en la familia Fagaceae), un manuscrito denominado

La familia Fagaceae en el bosque mesófilo de montaña de México, que, en

enero de 2013, se envió a la revista Botanical Sciences (no. referencia

MS1310, próximo a publicarse). En el artículo se analiza la diversidad

(alfa y beta), se identifican las especies dominantes, endémicas y

exclusivas del grupo en esta formación vegetal y se propone a la familia

como un grupo ecológicamente clave para esta vegetación en el país.

¿Refuerzo de información?SNIB-especies vs. SI-BMM-especies

Los componentes principales del SNIB son: las bases de datos

taxonómica-biogeográfica, construidas principalmente con datos de

ejemplares depositados en las diferentes colecciones científicas del país

Page 211: Bosque mesófilo de México.docx

y del extranjero, y los catálogos de autoridad, desarrollados para

resolver la problemática entre contenidos (diferentes formas en que se

puede ubicar taxonómicamente una especie y sus

Page 212: Bosque mesófilo de México.docx

78 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

sinónimos) y que, en teoría,

constituyen un referente

taxonómico de las especies

reconocidas de los diferentes

grupos de organismos para el

país (CoNABio, 2012). El

resultado de este proyecto

permitirá a la CoNABio tomar

decisiones respecto a la

pertinencia de este tipo de

aproximaciones en la

construcción de sistemas de

información, dado que es una

opción complementaria a la

construcción “tradicional” de

información del SNiB.

El contraste entre la

información taxonómica del Si-

BMM y la del SNiB (componente

Catálogo de Autoridad)

muestra que la información en

el Si-BMM es más completa, en

términos:

Taxonómicos

Geográficos

Calidad de información

Usando un grupo de

vertebrados terrestres

(anfibios), se comparó el nivel

de conocimiento compilado en

el sistema creado (diversidad

del grupo) con la información

taxonómica y biogeográfica de

este mismo grupo en el

Catálogo de Autoridad, en sus

dos versiones: la de 2009 y la

de 2013. Por su parte, el Si-BMM

Page 213: Bosque mesófilo de México.docx

actualmente incluye 48% de las

especies reconocidas en el país

(de acuerdo con los totales

reportados por Frost, 2013; ver

más detalles en Gual-Díaz y

Goyenechea, este volumen). En

ambos años los resultados

fueron entregados al área

correspondiente de la CoNABio

para su consideración (adición,

actualización o corrección en el

Catálogo de Autoridad).

Versión 2009, se detecta básicamente lo siguiente:

▶ Errores de omisiónDiez géneros no fueron

encontrados en el Catálogo de

Autoridad de Anfibios, de los

cuales ocho eran ranas o sapos

(entre ellos, dos con estatus

válido) y dos salamandras con

estatus válido (cuadro 3). Se

considera que los de estatus

válido, al menos, deberían

estar incluidos en el Catálogo.

Seis especies de ranas o

sapos y cuatro de salamandras

(todas con estatus válido)

tampoco fueron encontradas en

el Catálogo de Autoridad de

Anfibios (cuadro 4). Se considera

que estas especies deberían

estar incluídas en el catálogo.

ochenta y dos especies

con categoría de sinónimo no

se encontraron en el Catálogo

de Autoridad de Anfibios

(cuadro 5). Se considera que

deberían estar incluidas en el

catálogo ya que todas cuentan

Page 214: Bosque mesófilo de México.docx

con nombres de especies

válidas mexicanas.

Page 215: Bosque mesófilo de México.docx

sisTEMA DE iNFoRMAcióN DEL BosQuE MEsóFiLo DE MoNTAÑA EN MÉxico 79

CuADRo 3. Géneros no incluidos en el Catálogo de Autoridad Taxonómica de Anfibios

Orden Familia Genero Estatus géneroAnura Bufonidae Chaunus Wagler, 1828 Sinónimo

Anura Bufonidae Ollotis Cope, 1875 Sinónimo

Anura Centrolenidae Centrolene Jiménez de la Espada, 1872 Válido

Anura Centrolenidae Centrolenella Noble, 1920 Sinónimo

Anura Eleutherodactylidae

Syrrhophus Cope, 1878 Sinónimo

Anura Eleutherodactylidae

Tomodactylus Günther, 1900 Sinónimo

AnuraH y l i d a e M e g a s t o m a t o p h y l a

F a i v o v i c h , H a d d a d , G a r c í a , F r o s t , C a m p b e l l & W h e e l e r , 2 0 0 5

Válido

Anura Hylidae Ololygon Fitzinger, 1843 Sinónimo

Caudata Ambystomatidae Rhyacosiredon Dunn, 1928 Sinónimo

Caudata Plethodontidae Nototriton Wake & Elias, 1983 Válido

CuADRo 4. Especies no incluidas en el Catálogo de Autoridad Taxonómica de Anfibios

Orden Familia EspecieAnura Bufonidae Incilius mamoreus (Wiegmann, 1833)

Craugastor galacticorhinus (Canseco-Márquez

Anura Craugastoridae & Smith, 2004)

Anura Craugastoridae Craugastor saltator (Taylor, 1941)

Anura Hylidae Megastomatophyla mixomaculata (Taylor, 1950)

Anura Ranidae Lithobates pipiens (Schreber, 1782)

Anura Hylidae Plectrohyla arborescandens (Taylor, 1939)Pseudoeurycea obesa Parra-olea, García-París, Hanken &

Caudata PlethodontidaeWake, 2005Pseudoeurycea papenfussi Parra-olea, García-París, Hanken

Caudata Plethodontidae& Wake, 2005

Caudata Plethodontidae Pseudoeurycea bellii (Gray, 1850)Pseudoeurycea quetzalanensis Parra-olea,

Caudata PlethodontidaeCanseco-Márquez & García-París, 2004

Page 216: Bosque mesófilo de México.docx

80 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

CuADRo 5. Especies con estatus sinónimo no incluidas en el Catálogo de Autoridad Taxonómica de Anfibios

Orden Familia EspecieAnura Bufonidae Bufo canaliferus Cope, 1877

Anura Bufonidae Bufo cavifrons Firschein, 1950

Anura Bufonidae Bufo cristatus Wiegmann, 1833

Anura Bufonidae Bufo horribilis (Linnaeus, 1758)

Anura Bufonidae Bufo marmoreus Wiegmann, 1833

Anura Bufonidae Bufo nebulifer Girard, 1854

Anura Bufonidae Bufo occidentalis Camerano, 1879

Anura Bufonidae Bufo tutelarius Mendelson, 1997

Anura Bufonidae Bufo valliceps Wiegmann, 1833

Anura Bufonidae Chaunus marinus (Linnaeus, 1758)

Anura Bufonidae Ollotis valliceps (Wiegmann, 1833)

Anura Bufonidae Ollotis nebulifer (Girard, 1854)

Anura Centrolenidae Centrolenella fleischmanni (Boettger, 1893)

Anura Eleutherodactylidae Eleutherodactylus alfredi (Boulenger, 1898)

Anura Eleutherodactylidae Eleutherodactylus augusti (Dugès, 1879)

Anura Eleutherodactylidae Eleutherodactylus berkenbuschú (Peters, 1870)

Anura Eleutherodactylidae Eleutherodactylus decoratus Taylor, 1942Eleutherodactylus galacticorhinus Canseco-Márquez

Anura Eleutherodactylidae& Smith, 2004

Anura Eleutherodactylidae Eleutherodactylus greggi Bumzahem, 1955

Anura Eleutherodactylidae Eleutherodactylus hidalgoensis Taylor, 1942

Anura Eleutherodactylidae Eleutherodactylus hobartsmithi Taylor, 1937

Anura Eleutherodactylidae Eleutherodactylus saltator Taylor, 1941

Anura Eleutherodactylidae Eleutherodactylus laticeps (Duméril, 1853)

Anura Eleutherodactylidae Eleutherodactylus lineatus (Brocchi, 1879)

Anura Eleutherodactylidae Eleutherodactylus loki Shannon & Werler, 1955

Anura Eleutherodactylidae Eleutherodactylus mexicanus (Brocchi, 1877)

Anura Eleutherodactylidae Eleutherodactylus matudai Taylor, 1941

Anura Eleutherodactylidae Eleutherodactylus pozo Johnson & Savage, 1995

Anura Eleutherodactylidae Eleutherodactylus pygmaeus Taylor, 1937

Anura Eleutherodactylidae Eleutherodactylus rugulosus (Cope, 1870)

Anura Eleutherodactylidae Eleutherodactylus rhodopis (Cope, 1867)

Anura Eleutherodactylidae Eleutherodactylus spatulatus Smith, 1939

Anura Eleutherodactylidae Syrrhophus cystignathoides (Cope, 1877)

Anura Eleutherodactylidae Syrrhophus latodactylus (Baird, 1859)

Page 217: Bosque mesófilo de México.docx

sisTEMA DE iNFoRMAcióN DEL BosQuE MEsóFiLo DE MoNTAÑA EN MÉxico 81

CuADRo 5 [continúa]

Orden Familia EspecieAnura Eleutherodactylidae Syrrhophus longipes (Baird, 1859)

Anura Eleutherodactylidae Syrrhophus nitidus (Peters, 1870)

Anura Eleutherodactylidae Syrrhophus verrucipes Cope, 1885

Anura Eleutherodactylidae Tomodactylus nitidus (Peters, 1870)

Anura Hylidae Hyla arborescandens Taylor, 1939

Anura Hylidae Hyla baudinii Duméril & Bibron, 1841

Anura Hylidae Hyla bistincta Cope, 1877Hyla calthula Ustach, Mendelson, McDiarmid

Anura Hylidae& Campbell, 2000

Anura Hylidae Hyla calvicollina Toal, 1994

Anura Hylidae Hyla chimalapa Mendelson & Campbell, 1994

Anura Hylidae Hyla chryses Adler, 1965

Anura Hylidae Hyla chaneque Duellman, 1961Hyla ephemera Meik, Canseco-Márquez,

Anura HylidaeSmith & Campbell, 2005

Anura Hylidae Hyla ebraccata Cope, 1874

Anura Hylidae Hyla godmani Günther, 1901

Anura Hylidae Hyla hazelae Taylor, 1940

Anura Hylidae Hyla melanomma Taylor, 1940

Anura Hylidae Hyla microcephala Cope, 1886

Anura Hylidae Hyla miotympanum Cope, 1863

Anura Hylidae Hyla mixomaculata Taylor, 1950

Anura Hylidae Hyla mykter Adler & Dennis, 1972

Anura Hylidae Hyla nephila Mendelson & Campbell, 1999

Anura Hylidae Hyla pentheter Adler, 1965

Anura Hylidae Hyla picta (Günther, 1901)

Anura Hylidae Hyla smaragdina Taylor, 1940

Anura Hylidae Hyla smithii Boulenger, 1902

Anura Hylidae Hyla sumichrasti (Brocchi, 1879)

Anura Hylidae Hyla taeniopus Günther, 1901

Anura Hylidae Hyla thorectes Adler, 1965

Anura Hylidae Hyla valancifer Firschein & Smith, 1956

Anura Hylidae Ololygon staufferi (Cope, 1865)

Anura Leptodactylidae Leptodactylus labialis (Burmeister, 1861)

Anura Ranidae Rana berlandieri Baird, 1859

Anura Ranidae Rana brownorum Sanders, 1973

Page 218: Bosque mesófilo de México.docx

82 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

CuADRo 5 [concluye]

Orden Familia EspecieAnura Ranidae Rana maculata Brocchi, 1877

Anura Ranidae Rana omiltemana Günther, 1900

Anura Ranidae Rana pipiens Schreber, 1782

Anura Ranidae Rana pustulosa Boulenger, 1883

Anura Ranidae Rana sierramadrensis Taylor, 1939

Anura Ranidae Rana vaillanti Brocchi, 1877

Anura Ranidae Rana zweifeli Hillis, Frost & Webb, 1984

Caudata Ambystomatidae Rhyacosiredon rivularis Taylor, 1940

Caudata Plethodontidae Bolitoglossa resplendens (Stuart, 1943)

Caudata Plethodontidae Chiropterotriton multidentata (Taylor, 1939)

Caudata Plethodontidae Lineatriton lineola (Cope, 1865)

Caudata Plethodontidae Lineatriton orchileucos Brodie, Mendelson & Campbell, 2002

Caudata Plethodontidae Nototriton adelos Papenfuss & Wake, 1987

Caudata Plethodontidae Nototriton alvarezdeltoroi Papenfuss & Wake, 1987

4Información no actualizadaSe encontró sin actualizar la nomenclatura de tres especies (una rana y

dos salamandras) en el Catálogo de Autoridad de Anfibios,

considerando los nombres que actualmente corresponden a sus

sinónimos (cuadro 6).

CuADRo 6. Especies no actualizadas en el Catálogo de Autoridad Taxonómica de Anfibios

Orden Familia EspecieAnura Centrolenidae Hyalinobatrachium fleischmanni (Boettger, 1893)

Caudata Plethodontidae Nototriton adelos Papenfuss & Wake, 1987

Caudata Plethodontidae Nototriton alvarezdeltoroi Papenfuss & Wake, 1987

4Información incompletaSe encontró en el Catálogo de Autoridad de Anfibios un género de

salamandra de la familia Plethodontidae con autoridad incompleta:

Bolitoglossa Duméril & Bibron; el dato correcto de la autoridad es

Duméril, Bibron & Duméril, además de cinco especies con su autoridad

incompleta (cuadro 7).

Page 219: Bosque mesófilo de México.docx

sisTEMA DE iNFoRMAcióN DEL BosQuE MEsóFiLo DE MoNTAÑA EN MÉxico 83

CuADRo 7. Especies con autoridad incompleta en el Catálogo de Autoridad Taxonómica de Anfibios

Familia Especie Autoridad correctaBufonidae Bufo marinus Linnaeus, 1758 (Linnaeus, 1758)

Plectrohyla calthula Ustach, Mendelson, (Ustach, Mendelson, McDiarmidHylidae

McDiarmid & Campbell, 2000 & Campbell, 2000)

Hylidae Ptychohyla macrotympanum Tanner, 1957 (Tanner, 1957)

Hylidae Exerodonta sumichrasti (Brocchi, 1879) Brocchi, 1879

Plethodontidae Pseudoeurycea gigantea Taylor, 1939 (Taylor, 1939)

Nota. La presencia del paréntesis denota cambio nomenclatural en el tazón.

4Información incongruenteSe encontró en el Catálogo de Autoridad Taxonómica de Anfibios dos

especies con estatus válido, con año de publicación incorrecto (cuadro

8).

CuADRo 8. Especies con año de publicación incorrecto

Catálogo de AutoridadTaxonómica de Anfibios Especie Año correctoEleutherodactylidae Eleutherodactylus nitidus (Peters, 1869) (Peters, 1870)

Plethodontidae Thorius narisovalis Taylor, 1939 Taylor, 1940

En el contraste con la versión de 2013, se detectó lo siguiente:

4Errores tipográficosUna especie con estatus válido erróneamente escrita: Craugastor

hobartsmithi (escritura correcta: Craugastor hobarthsmithi).

Una especie con estatus sinónimo erróneamente escrita:

Eleutherodactylus berkenbuschi (escritura correcta: Eleutherodactylus

berkenbuschii).

4Información incompletaEl Catálogo de Autoridad de Anfibios no muestra seis géneros de sapos

o ranas (uno válido y cinco sinónimos, cuadro 9).

También se detectó la ausencia de cuatro especies de sapos o

ranas, con estatus válido (cuadro 10).

Igualmente, el Catálogo de Autoridad de Anfibios no incluye 28

especies y subespecies con estatus de sinónimo (21 especies y 7

subespecies, cuadro 11). Se considera que deben estar incluidos en el

catálogo, pues corresponden a nombres de especies válidas mexicanas.

Page 220: Bosque mesófilo de México.docx

84 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

CuADRo 9. Géneros no incluidos en el Catálogo de Autoridad Taxonómica de Anfibios

Orden Familia Género Estatus géneroAnura Bufonidae Chaunus Wagler, 1828 Sinónimo

Anura Bufonidae Cranopsis Cope, 1875 Sinónimo

Anura Bufonidae Ollotis Cope, 1875 Sinónimo

Anura Centrolenidae Centrolenella Noble, 1920 Sinónimo

Anura Centrolenidae Centrolene Jiménez de la Espada, 1872 Válido

Anura Hylidae Ololygon Fitzinger, 1843 Sinónimo

CuADRo 10. Especies válidas no incluidas en el Catálogo de Autoridad Taxonómica de Anfibios

Orden Familia Especie DistribuciónIncilius aurarius Mendelson, Mulcahy,

Anura Bufonidae Chiapas Snell, Acevedo & Campbell, 2012

Anura Craugastoridae Craugastor xucanebi (Stuart, 1941) Chiapas

Anura Leptodactylidae Leptodactylus mystacinus (Burmeister, 1861) Veracruz

Anura Ranidae Lithobates pipiens (Schreber, 1782) Chiapas,

Guerrero,Tamaulipas

Nota. De dichas especies, Lithobates pipiens, conocida como rana leopardo, probablemente fue considerada como una especie invasora.

CuADRo 11. Especies no incluidas en el Catálogo de Autoridad Taxonómica de Anfibios

Orden Familia Especie o subespecieAnura Bufonidae Bufo horribilis (Linnaeus, 1758)

Anura Bufonidae Bufo marinus horribilis (Linnaeus, 1758)

Anura Bufonidae Bufo valliceps valliceps Wiegmann, 1833

Anura Bufonidae Chaunus marinus (Linnaeus, 1758)

Anura Bufonidae Cranopsis valliceps (Wiegmann, 1833)

Anura Bufonidae Ollotis nebulifer (Girard, 1854)

Anura Bufonidae Ollotis valliceps (Wiegmann, 1833)

Anura Centrolenidae Centrolenella fleischmanni (Boettger, 1893)

Anura Eleutherodactylidae Eleutherodactylus brocchi (Boulenger, 1882)

Anura Eleutherodactylidae Eleutherodactylus hidalgoensis Taylor, 1942

Anura Eleutherodactylidae Eleutherodactylus rugulosus rugulosus (Cope, 1870)

Anura Eleutherodactylidae Eleutherodactylus xucanebi Stuart, 1941

Anura Eleutherodactylidae Syrrhophus latodactylus (Baird, 1859)

Anura Eleutherodactylidae Syrrhophus cystignathoides (Cope, 1877)

Anura Eleutherodactylidae Syrrhophus longipes (Baird, 1859)

Page 221: Bosque mesófilo de México.docx

sisTEMA DE iNFoRMAcióN DEL BosQuE MEsóFiLo DE MoNTAÑA EN MÉxico 85

CuADRo 11[concluye]

Orden Familia Especie o subespecieAnura Eleutherodactylidae Syrrhophus nitidus (Peters, 1870)

Anura Eleutherodactylidae Tomodactylus nitidus nitidus (Peters, 1870)

Anura Eleutherodactylidae Tomodactylus nitidus (Peters, 1870)

Anura Eleutherodactylidae Syrrhophus guttilatus (Cope, 1879)

Anura Hylidae Hyla picta (Günther, 1901)

Anura Hylidae Hyla sumichrasti (Brocchi, 1879)

Anura Hylidae Ololygon staufferi (Cope, 1865)

Anura Leptodactylidae Leptodactylus labialis (Burmeister, 1861)

Anura Ranidae Rana pipiens Schreber, 1782

Caudata Plethodontidae Bolitoglossa resplendens (Stuart, 1943)

Caudata Plethodontidae Chiropterotriton chondrostega terrestris (Taylor, 1941)

Caudata Plethodontidae Pseudoeurycea cephalica cephalica (Cope, 1889)

Caudata Plethodontidae Pseudoeurycea bellii bellii (Gray, 1850)

4Información incongruenteDe acuerdo con uno de los lineamientos en la construcción de los

catálogos de autoridad, solo se consideran especies nativas; sin

embargo, se incluye una especie introducida, la rana toro, originaria de

Estados Unidos: Lithobates catesbeianus (Shaw, 1802).

4Omisión de información complementariaEn cuanto a otro tipo de información que se debe proporcionar en un

catálogo de autoridad, tenemos que el SI-BMM suministra información

que debería ofrecer el Catálogo de Autoridad Taxonómica de Anfibios,

como: categorías de riesgo de todas las especies incluidas en la NOM-

059-SEMARNAT (2010), IUCN y CITES; distribución conocida de los

organismos de cada especie, hábitos de las especies (alimenticios,

espaciales, temporales, etc.), número filogenético, código de barras,

hábitat y microhábitat, etc. El cuadro 12 resume la información que

está disponible en ambos catálogos.

Estos contrastes, que hemos llamado pruebas piloto, permiten

considerar al SI-BMM como un sistema de referencia, útil para evaluar

integridad y calidad de información, así como un donador de

información importante de las especies mexicanas, quizá por el acopio

de información de acceso limitado (en publicaciones de distribución

local o restringida), o bien por mantenerlo en constante actualización

con literatura de reciente cuño, páginas web de corte taxónómico (p. ej.

Page 222: Bosque mesófilo de México.docx

Amphibian Species) o por los especialistas participantes (hasta julio de

2013).

Page 223: Bosque mesófilo de México.docx

86 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

CuADRo 12. Información complementaria entre el Catálogo de Autoridad Taxonómica de Anfibios y el SI-BMM

Catálogo de Autoridad Taxonómica deAnfibios-SNIB SI-BMM

Cita nomenclatural ✓ ✓

Nombres comunes ✓ (excepto ocho especies) Parcial

Endemismo Ausente ✓Total para todas las especies en el

Distribución ParcialBMM como para especies endémicas

Hábitat (vegetación registrada) Ausente Solo para especies endémicas

Hábitos alimenticios Ausente ✓

Hábitos espaciales Ausente ✓

Hábitos temporales Ausente ✓

Categorías de riesgo Ausente ✓(NoM, IUCN y CITES)

Plant List-especies vs. SI-BMM-especiesPlant List (1.0) es una lista de especies de plantas conocidas en el

mundo; a la fecha de consulta (28 nov 2013), tenía 298 000 nombres

correctos (creada fundamentalmente entre el Jardín Botánico de Missouri

y el Real Jardín Botánico de Kew). En el BMM se tiene 2% de estas

especies. En el contraste, se encontró una discrepancia en 8% de las

especies, pues lo que en el Si-BMM está con un estatus correcto, en Plant

List está con estatus no resuelto o sinónimo. Al respecto y tras revisar

cada nombre de este porcentaje, se encontró que las especies del Si-BMM

fueron validadas por un especialista en el grupo, mediante un catálogo

de autoridad, o por medio de una publicación de corte taxonómico de

reciente cuño. Por ejemplo, especies de las familias Apocynaceae

(literatura de reciente cuño), Asteraceae (Dr. José Luis Villaseñor),

Clethraceae (literatura de reciente cuño), Cucurbitaceae (Dr. Rafael Lira

Saade), Bromeliaceae (Dr. Adolfo Espejo y Dra. Ana Rosa López Ferrari),

Cyperaceae (Dra. Nelly Diego Pérez), Euphorbiaceae (Dr. Jaime Jiménez

Ramírez y literatura de reciente cuño), Gesneriaceae (Dra. Angélica

Ramírez Roa), Lamiaceae (M. en C. Ma. del Rosario García Peña),

Lauraceae (Dr. Francisco Lorea Hernández y literatura de reciente cuño),

Rutaceae (Dr. Fernando Chiang), Solanaceae (Dra. Mahinda Martínez,

Dra. Ofelia Vargas, Dr. Aarón Rodríguez), para las familias de licopodios

y helechos (Dr. Daniel Tejero Díez y literatura de reciente cuño), entre

otros más.

Page 224: Bosque mesófilo de México.docx

Por otro lado, como producto adicional de comparar la información, se

encontraron nombres que en Plant List se consideran como correctos, mas

en tér-

Page 225: Bosque mesófilo de México.docx

CuADRo 14. Tazones no considerados en Plant List

Categorías taxonómicas Estatus válido Estatus sinónimoespecies 91 135

formas 0 1

híbridos 7 1

subespecies 32 1

variedades 83 42

Total 213 180

Consulta de la biblioteca personal del Dr.

Rzedowski, ubicada en el Centro Regional del

Bajío, Instituto de Ecología, A.C., Pátzcuaro,

Michoacán.

sisTEMA DE iNFoRMAcióN DEL BosQuE MEsóFiLo DE MoNTAÑA EN MÉxico 87

minos de nomenclatura son taxones que

debieran ser considerados como casos no

resueltos, por ser un nombre desnudo (nomen

nudum), en otras palabras: un taxón no

válidamente publicado, o publicado sin su

descripción o su tipo nomenclatural, o bien

nunca fue publicado y sigue inédito (ejemplos

en el cuadro 13).

CuADRo 13. Ejemplo de especies inéditas o no válidamente publicadas,

que en Plant List son consideradas correctas

Family Species GenusApiaceae Arracacia guatemalensis J.M. Coult. & Rose ex Breedlove

Piperaceae Peperomia denticularis Dahl

Fagaceae Quercus floccosa Liebm.

Staphyleaceae Staphylea tricornuta (Lundell) S.L. Simmons

Finalmente, otro resultado importante es la

aportación de 393 nombres no incluidos en Plant

List (se les hará llegar para su inclusión), de los

cuales 213 corresponden a nombres con estatus

correcto y 180 con estatus sinónimo (cuadro 14,

Apéndice 4). Con respecto a los nombres con

estatus correcto, más de 70% son nombres pu-

blicados a partir del 2002, por lo que muy

probablemente corresponde a un rezago en la

actualización de la lista (Plant List), por lo menos

en lo que corresponde a México.

Nuevamente, el SI-BMM se considera un sis-

tema de referencia para evaluar completitud y

calidad de información, así como un posible do-

nador de información importante de las especies

con distribución en el bosque mesófilo de mon-

taña en México, omitidas en el Catálogo de Au-

toridad de Anfibios de México o en Plant List. Por

otro lado, destaca que para el SI-BMM (y para cual-

quier sistema de información) es relevante contar

Page 226: Bosque mesófilo de México.docx

con bases de datos referencia, para poder

evaluar que su propia información esté completa

y sea de calidad. En ambos ejercicios se

detectaron errores en la tipografía (nombres

escritos erróneamente) de ocho especies de

plantas vasculares (cuatro

Page 227: Bosque mesófilo de México.docx

88 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

especies correctas y cuatro de estatus sinónimo, cuadro 15) y tres

especies de anfibios (dos actualizaciones y un error tipográfico, cuadro

16).

CuADRo 15. Especies de plantas vasculares corregidas en el SI-BMM después de la comparación con Plant List

Familia Especie SI-BMM Especie correcta Plant List Estatus especieAsteraceae Acourtia wislizeni Acourtia wislizenii Correcto

Asteraceae Bartlettina tamaulipanum Bartlettina tamaulipana Correcto

Asteraceae Chamaesyce dioeca Chamaesyce dioica Sinónimo

Asteraceae Roldana acutangula Roldana acutangulus Correcto

Bignoniaceae Tabebuia pentaphylla Tabebuia penthaphylla Sinónimo

Bromeliaceae Aechmea lueddmanniana Aechmea luddemanniana Sinónimo

Lauraceae Nectandra loesneri Nectandra loesenerii Sinónimo

Solanaceae Physalis sancti-josephi Physalis sancti-josephii Correcto

CuADRo 16. Especies detectadas en la comparación (SI-BMM vs. Catálogo de Autoridad Taxonómica de Anfibios) con error tipográfico (una especie) o no actualizadas (dos especies)

Orden Familia Especie SI-BMMNombre correcto Catálogo Anfibios

Estatus especie

Anura Hylidae Hyla eyrthromma Hyla erythromma válido

Anura Microhylidae Gastrophryne usta Hypopachus ustus sinónimo

Caudata Plethodontidae Cryptotriton adelos Thorius adelos sinónimo

Usos potenciales del SI-BMMEl nivel de conocimiento que cada país tenga sobre su diversidad

biológica resulta de gran valor para la planificación del desarrollo y el

diseño de políticas compatibles con el uso sostenible y la conservación

de los recursos naturales. Por esta razón, es posible afirmar que el

bienestar de una nación está asociado con el grado de conocimiento

que tenga de los distintos componentes que integran la biodiversidad

contenida en su territorio (CoNABio, 2006).

El Sistema de información del BMM de México proporciona

información de calidad para ser analizada y convertida en conocimiento

relevante para la toma de decisiones estratégicas; por ejemplo: para

proyectos encaminados a la conservación y protección, restauración,

aprovechamiento sustentable de los recursos, conocimiento de la

diversidad biológica, conocimiento y análisis de su distribución en

Page 228: Bosque mesófilo de México.docx

México y de sus afinidades biogeográficas, conocimiento tradicional,

desarrollo de su legislación y regulación, educación ambiental,

monitoreo de especies,

Page 229: Bosque mesófilo de México.docx

Preparación de la

información para la

generación de los mapas de

distribución de especies en

el bosque mesófilo de

sisTEMA DE iNFoRMAcióN DEL BosQuE MEsóFiLo DE MoNTAÑA EN MÉxico 89

elaboración de planes de desarrollo sustentable

regional, identificación y categorización de

especies amenazadas, evaluación de impactos

del cambio climático, control de especies inva-

soras, evaluaciones de impacto ambiental, entre

otros.

Asimismo, responde a la necesidad de

identificar vacíos de información, con lo cual se

priorizará la generación de nuevos conoci-

mientos. El SI-BMM aminora la dificultad existente

para acceder, difundir y usar la información, con

lo que puede fortalecer la capacidad de

colaboración entre diferentes usuarios.

Algunos de los beneficios de la construcción del SI-BMM son:

Rescatar y aprovechar investigaciones

publicadas en todo el país, y que

habían estado almacenadas durante

años en las bibliotecas.

Permitir a los tomadores de decisiones

formular mejores políticas con base

en mejor información relacionada

con el manejo sustentable de los

recursos.

Proveer mejor documentación sobre las

especies que se distribuyen en el BMM

en México.

Proporcionar acceso rápido y libre a la

información sistematizada para la

construcción de soluciones.

Mejorar la comunicación y

colaboración global para la

suma de esfuerzos.

Facilitar nuevas comparaciones y

asociaciones entre datos biológicos y

de otros tipos.

Page 230: Bosque mesófilo de México.docx

Literatura citada

Canhos, V. P., S. Souza, R. Giovanni y D.A.L. Canhos. 2004. Global biodiversity informatics: setting the scene for a new world of ecological modeling. Biodiversity Informatics 1:1-13.

Capital Sustentable, S.C. 2011. Guía para el desarrollo local sustentable. Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, Banco Mundial Departamento de México y Colombia, Región de América Latina y El Caribe. México.

Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio). 2006. Capital natural ybienestar social. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso

de la Biodiversidad. México. 71 p. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio). 2010. El Bosque Mesófilo

de Montaña en México: amenazas y oportunidades para su conservación y manejo sostenible. Comi-

Page 231: Bosque mesófilo de México.docx

90 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

sión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. México, 197 p.

Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio). 2012. Dos décadas de historia: 1992-2012. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. México. 102 p.

Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio). 2013. Catálogo de autoridad taxonómica de los anfibios (Amphibia: Craniata) de México. Base de datos SNIB-

Conabio. México. Incluye información del proyecto CS003.

Davenport, T.H. y L. Prusak. 1998. Working knowledge: how organizations manage what they know. Harvard Business School Press. Boston.

Escalante, E.T., J. Llorente-B., D. Espinosa-O. y J. Soberón. 2000. Bases de datos y sistemas de información: aplicaciones en biogeografía. Rev. Acad. Colomb. Cienc. 24(92): 325-341.

Escobar, E., P. Koleff y M. Rös. 2009. Evaluación de capacidades para el conocimiento: el Sistema Nacional de Información sobre la Biodiversidad como un estudio de caso. En: Conabio-PNUD. 2009. México: capacidades para la conservación y el uso susten-table de la biodiversidad. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad y Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, México, 102 p.

Frost, D.R. 2013. Amphibian Species of the World: an Online Reference. Version 5.5

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(31 de enero de 2013). Base de datos elec-

trónica en <http://research.amnh.org/vz/herpetology/amphibia/> American Museum of Natural History, Nueva York.

Jones, M.B., M.P. Schildhauer, O.J. Reichman y S. Bowers. 2006. The new bioinformatics: integrating ecological data from the gene to the biosphere. Annu. Rev. Ecol. Evol. Syst. 37: 519-544.

Sarukhán, J., P. Koleff, J. Carabias, J. Soberón, R. Dirzo, J. LlorenteBousquets, G. Halffter, R. González, I. March, A. Mohar, S. Anta y J. de la Maza. 2009. Capital natural de México. Síntesis: conocimiento actual, evaluación y perspectivas de sustentabilidad. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, México, 100 p.

Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD). 2010. Perspectiva Mundial sobre la Diversidad Biológica. Biológica 3. Montreal. 94 p.

Page 233: Bosque mesófilo de México.docx

Consultada en CBD (Convención sobre la Diver-sidad Biológica, <www.cbd.int>.

Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB). 2012. Actualizaciones de las estrategias y planes de acción nacionales en materia de diversidad biológica conforme al Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 y las Metas de Aichi para la Diversidad Biológica. Modulo 9 (serie B). Versión 1-julio 2012. Consultada en CBD

(Convención de Diversidad Biológica), <www.cbd.int>.

The Plant List (2010). Version 1.0. <www.theplantlist.org/> (consultada en noviembre de 2013).

Page 234: Bosque mesófilo de México.docx

sisTEMA DE iNFoRMAcióN DEL BosQuE MEsóFiLo DE MoNTAÑA EN MÉxico 91

APéNDICE 1

Conceptos básicos

Base de datos. Organización estructurada de un conjunto de datos e

información con al menos una característica en común que permite su

agrupación y su posterior recuperación.

Base de datos bibliográficos. Organización estructurada de referencias

bibliográficas para su control, manejo y disponibilidad.

Base de datos taxonómica-biogeográfica. Organización estructurada de datos

e información de los taxones (nomenclatural, geográfica, curatorial, etc.).

Estándares de control de calidad. Son indicadores de validación y precisión

de los datos, como referencias a glosarios o autoridades usadas para los

nombres (p. ej. catálogos de autoridad, sistemas de clasificación, etc.), así

como códigos o protocolos que consideran los tipos de error en el ingreso

de los datos.

Calidad de la información. Propiedad inherente de un conjunto de datos que

han sido ordenados y sistematizados bajo estándares de control, lo cual

proporciona un alto grado de confianza para su uso.

Conocimiento. Mezcla de experiencia, valores, información y know-how (habili-

dad, destreza, experiencia o capacidad) que sirve como marco para la

incorporación de nuevas experiencias e información (el conocimiento se

deriva de la información, así como la información se deriva de los datos)

(Davenport y Prusak, 1998).

Dato. Representación simbólica de algún atributo o característica de una

entidad; concepto básico para construir la información (Davenport y Prusak,

1998).

Page 235: Bosque mesófilo de México.docx

Información. El resultado de activar mecanismos de vinculación entre datos,

que permiten mantener coherencia e integridad de los mismos,

incrementando la capacidad y síntesis (organización) de estos.

Page 236: Bosque mesófilo de México.docx

92 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Herramientas de búsqueda (informática). Instrumentos que permiten a los

usuarios, de manera interactiva, localizar información disponible en

Internet.

Nodo. Medio de conexión entre dos o más elementos de un circuito o de una red.

Normalización de la información. Conjunto de acuerdos de

estandarización y reglas de validación de datos e información.

Red (informática). Grupo de computadoras que comparten información a

través de tecnología de cable o inalámbrica.

Sistema de información. Medios informáticos (programas), especialistas en

operación de los mismos, lineamientos, protocolos (p. ej. de control de

Page 237: Bosque mesófilo de México.docx

calidad, de captura de información, etc.), guías y mejores prácticas que

permiten integrar la información.

Page 238: Bosque mesófilo de México.docx

sisTEMA DE iNFoRMAcióN DEL BosQuE MEsóFiLo DE MoNTAÑA EN MÉxico 93

APéNDICE 2

Procedimiento para analizar y seleccionar información de una publicación para su incorporación en la base de datos taxonómica-biogeográfica

Al iniciar con el procedimiento de análisis y selección de una publicación

para su posible ingreso en la base de datos Taxonómica-Biogeográfica, se

deberá leer y analizar los datos, detectando los datos e información

básica para su selección y entrada en la base de datos, primero se debe

asegurar que los datos provienen de un estudio en BMM, o en éste tipo de

vegetación y con otros tipos de vegetación templada, tropical o

secundaria p. ej. asociada (ecotonos). En el siguiente listado se integran

las ecotonías que hasta el momento han sido incorporadas en la base de

datos Taxonómica-Biogeográfica, para su asociación con ejemplar:

Bosque caducifolio/Selva alta perennifoliaBosque de niebla/Bosque de encino-pinoBosque lluvioso de montaña/Bosque de pino-encinoBosque lluvioso de montaña/Bosque estacional perennifolioBosque mesófilo de montaña/Bosque caducifolioBosque mesófilo de montaña/Bosque de galeríaBosque mesófilo de montaña/Bosque de pino-encinoBosque mesófilo de montaña/Bosque de Pinus

Bosque mesófilo de montaña/Bosque de Pinus-Abies

Bosque mesófilo de montaña/Bosque de Quercus

Bosque mesófilo de montaña/Bosque tropical caducifolioBosque mesófilo de montaña/Bosque tropical perennifolioBosque mesófilo de montaña/Bosque tropical subcaducifolioBosque mesófilo de montaña/Bosque tropical subcaducifolio/Bosque de pino-encinoBosque mesófilo de montaña/Matorral secundarioBosque mesófilo de montaña/Selva baja caducifoliaBosque mesófilo de montaña/Selva mediana subperennifoliaBosque mesófilo de montaña/Vegetación secundariaCloud forest/Tropical semideciduos forest

Nota. En caso de existir una ecotonía diferente a las enlistadas, se deberá

incorporar en el catálogo (Tipos de vegetación/Tipo de vegetación SI-BMM &

Uso del suelo/Ecotono), previa discusión en el grupo de trabajo.

Page 239: Bosque mesófilo de México.docx

94 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Los datos básicos de una

referencia, para integrarlos en

un documento previo a la

incorporación de la base de

datos denominado por el

equipo de trabajo —Eje de

captura—, son:

1.Estado

2.Localidad

3.Sitio (punto, línea, punto-radio o polígono)

4.Nombres o

listados

florísticos y

faunísticos a

nivel de

especie o

infraespecies

(forma,

Page 240: Bosque mesófilo de México.docx

subespecies,

o variedad)

Si existen los datos

anteriores, la referencia es

ingresada. En caso de que

faltara solo el sitio, se solicita a

la Subcoordinación de Sistemas

de Información

Geográfica/Georreferenciación

la georeferencia de la localidad

en cuestión. Una vez completos

los datos, se ingresa la

información de la publicación

en la base de datos

taxonómica-biogeográfica.

Toda la información

disponible en la referencia

(sexo, edad, tipo de prepara-

ción, microambiente, datos

climáticos, datos topográficos,

forma biológica, insti-

tución/colección, num. de

colecta, num. de catálogo,

colectores, determinadores,

altitud, etc.) que cuente con un

Page 241: Bosque mesófilo de México.docx

campo en el sistema Biótica,

será obligatoria para su

integración en la base de datos

taxonómica-biogeográfica.

Page 242: Bosque mesófilo de México.docx

sisTEMA DE iNFoRMAcióN DEL BosQuE MEsóFiLo DE MoNTAÑA EN MÉxico 95

APéNDICE 3

Procedimiento para control de publicaciones en la base de datos de Referencias (Reference Manager)

1. Antes de seleccionar información de una referencia, es importante

revisar su estatus de ingreso en la base de datos, denotado con un dato

clave en el campo “Availability” de Reference Manager.

Si en el campo “Availability” de Reference Manager no existe dato,

la publicación deberá ser revisada para su posible

incorporación en la base de datos taxonómica-biogeográfica.

Si existe un asterisco (*) en el campo “Availability” de Reference

Manager entonces ya se está trabajando con la publicación,

por lo que ya no se deberá revisar.

Si existe cualquier otro dato diferente al asterisco (*) (por ejemplo:

‘Se ingresó Bds BMM’, ‘Revisado sin ingreso a la Bd’, etc.),

deberá estar reflejado en los índices correspondientes de los

archivos digitales e impresos.

Nota. Esos índices se encuentran tanto en forma digital como impresa

en la red interna de la CONABIO y en la biblioteca del BMM.

2. Durante la selección de información de una publicación, es importante

asegurarse de que exista una copia (digital o impresa) en la(s) carpeta(s)

correspondiente(s) (país o estado, grupo taxonómico o tema), así como la

clave que le corresponde en el índice. En caso de no existir copia digital o

impresa, se deberá hacer lo siguiente:

Las publicaciones impresas se deben incorporar a la carpeta o

librero que corresponda y se deberá actualizar el índice

impreso.

Las publicaciones digitales se deben integrar en la(s) carpeta(s) e

índices correspondientes (país o estado, grupo taxonómico o

tema).

Page 243: Bosque mesófilo de México.docx

3. Es importante que en cuanto se inicie la revisión de una publicación,

se incorpore un asterisco en el campo “Availability” del Reference

Manager, para indicar que ya se comenzó a trabajar.

Page 244: Bosque mesófilo de México.docx

96 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

4. Una vez que se termine de revisar una publicación, se deberá

actualizar el campo “Availability” de Reference Manager, así como los

índices correspondientes. La actualización debe hacerse de acuerdo con

las siguientes claves:

Claves usadas en Reference Manager:Se ingresó Bds BMM.Revisado, sin ingreso Bds BMM. No se pudo georeferir la

localidad. Revisado, sin ingreso Bds BMM. Sin datos

curatoriales.

Revisado, sin ingreso Bds BMM. Sin referencia de taxa/ejemplar en

BMM. Revisado, sin ingreso Bds BMM. Taxa/ejemplar ingresado con

autor(es), año. Revisado, sin ingreso Bds BMM. Sin localidad

precisa BMM.

Características taxón. (Esta clave puede ir junto con alguna otra

de la lista ya que solo indica que se ingresó información a nivel

nomenclatural.) * Indica que se está trabajando.

Claves usadas en los índices de referencias (digitales o impresos):!! = Revisado, sin ingreso Bds BMM.

No se pudo georeferir la localidad.

Sin datos curatoriales.

Sin referencia de taxa/ejemplar en BMM.

Sin localidad precisa BMM.

Taxa/ejemplar ingresado con...autor(es) & año.

¡ = Ingresar

curatorial * =

Ingresar nombre

# = Ingresado

curatorial # # =

Ingresado nombre

Notas

El orden de las referencias impresas en el índice de cada estado sigue el

orden en que aparecen las publicaciones dentro de la carpeta (orden

alfabético por autor). El orden de las referencias digitales en el índice de

Page 245: Bosque mesófilo de México.docx

cada estado sigue el orden en que aparecen los archivos digitales dentro

de la carpeta digital correspondiente (orden alfabético de los nombres de

los archivos).

El color de las separaciones en las carpetas corresponde al color del tema

(grupos biológicos) en el índice.

Page 246: Bosque mesófilo de México.docx

sisTEMA DE iNFoRMAcióN DEL BosQuE MEsóFiLo DE MoNTAÑA EN MÉxico 97

APéNDICE 4

Taxones no considerados en Plant List y que se encuentran en el SI-BMM (plantas con distribución en México)

Tazones con estatus correcto

División Familia Especie o infraespecieMagnoliophyta Acanthaceae Glockeria glandulosa oerst., 1855

Magnoliophyta Amaranthaceae Amaranthus hybridus var. hybridus L., 1753

Magnoliophyta Anacardiaceae Toxicodendron radicans subsp. radicans (L.) Kuntze, 1891

Magnoliophyta Annonaceae Cymbopetalum hintonii subsp. septentrionale N. A. Murray, 1993

Magnoliophyta Asteraceae Aldama dentata var. dentata La Llave, 1824

Magnoliophyta Asteraceae Aldama lactibrateata (Hemsl.) E. E. Schill. & Panero, 2011

Magnoliophyta Asteraceae Aldama oaxacana (Greenm.) E. E. Schill. & Panero, 2011

Magnoliophyta Asteraceae Aldama quinqueradiata (Cav.) E. E. Schill. & Panero, 2011

Magnoliophyta Asteraceae Baccharis multiflora var. multiflora Kunth, 1820 [1818]

Magnoliophyta Asteraceae Baccharis trinervis var. trinervis Pers., 1807

Magnoliophyta Asteraceae Calea ternifolia var. ternifolia Kunth, 1820 [1818]

Magnoliophyta Asteraceae Calea urticifolia var. urticifolia (Mill.) DC., 1836

Magnoliophyta Asteraceae Dahlia scapigera var. scapigera (A. Dietr.) Knowles & Westc., 1840

Magnoliophyta Asteraceae Lactuca graminifolia var. mexicana McVaugh, 1972

Magnoliophyta Asteraceae Leiboldia serrata (D. Don) Britton, 1906

Magnoliophyta Asteraceae Melampodium montanum var. montanum Benth., 1840

Magnoliophyta Asteraceae Microspermum debile var. debile Benth., 1840

Magnoliophyta Asteraceae Nelsonianthus tapianus (B. L. Turner) C. Jeffrey, 1992

Magnoliophyta Asteraceae Psacaliopsis paneroi var. juxtlahuacensis Panero & Villaseñor, 1996

Magnoliophyta Asteraceae Psacaliopsis paneroi var. paneroi (B. L. Turner) C. Jeffrey, 1992

Magnoliophyta Asteraceae Psacalium peltatum var. peltatum (Kunth) Cass., 1826

Magnoliophyta Asteraceae Pseudogynoxys chenopodioides var. chenopodioides (Kunth) Cabrera, 1950

Magnoliophyta Asteraceae Rumfordia floribunda var. australis R. W. Sanders, 1977 [1978]

Magnoliophyta Asteraceae Rumfordia floribunda var. floribunda DC., 1836

Magnoliophyta Asteraceae Stevia glandulosa var. glandulosa Hook. & Arn., 1838

Magnoliophyta Asteraceae Stevia ovata var. ovata Willd., 1809

Magnoliophyta Asteraceae Telanthophora grandifolia var. grandifolia (Less.) H. Rob. & Brettell, 1974

Magnoliophyta Asteraceae Tetrachyron omissum Rzed. & Calderón, 2008

Page 247: Bosque mesófilo de México.docx

98 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Tazones con estatus correcto [continúa]

División Familia Especie o infraespecieMagnoliophyta Asteraceae Verbesina oncophora var. oncophora B. L. Rob. & Seaton, 1893

Magnoliophyta Asteraceae Verbesina oncophora var. subhamata McVaugh, 1972

Magnoliophyta Asteraceae Vernonia karvinskiana subsp. karvinskiana DC., 1836

Magnoliophyta Asteraceae Viguiera cordata var. cordata (Hook. & Arn.) D’Arcy, 1975

Magnoliophyta Asteraceae Wedelia acapulcensis var. hispida (Kunth) Strother, 1991

Magnoliophyta Berberidaceae Berberis gracilis var. gracilis Benth., 1840

Magnoliophyta Bignoniaceae Cydista aequinoctialis (L.) Miers, 1863

Magnoliophyta Bignoniaceae Cydista aequinoctialis var. aequinoctialis (L.) Miers, 1863

Magnoliophyta Bignoniaceae Distictis buccinatoria (DC.) A. H. Gentry, 1973

Magnoliophyta Bignoniaceae Macfadyena unguis-cati (L.) A. H. Gentry, 1973

Magnoliophyta Bignoniaceae Pithecoctenium crucigerum (L.) A. H. Gentry, 1975

Magnoliophyta Bombacaceae Pseudobombax ellipticum var. ellipticum (Kunth) Dugand, 1943

Magnoliophyta Bombacaceae Quararibea yunckeri subsp. veracruzana W. S. Alverson, 1998

Magnoliophyta Boraginaceae Oncaglossum pringlei (Greenm.) Sutorý, 2010

Magnoliophyta Bromeliaceae Pepinia amblyosperma (L. B. Sm.) G. S. Varad. & Gilmartin, 1988

Magnoliophyta Bromeliaceae Racinaea adscendens (L. B. Sm.) M. A. Spencer & L. B. Sm., 1993

Magnoliophyta Bromeliaceae Racinaea ghiesbreghtii (Baker) M. A. Spencer & L. B. Sm., 1993

Magnoliophyta Bromeliaceae Racinaea rothschuhiana (Mez) M. A. Spencer & L. B. Sm., 1993

Magnoliophyta Bromeliaceae Tillandsia punctulata x T. kirchhoffiana Wittm., 1889

Magnoliophyta Bromeliaceae Viridantha atroviridipetala (Matuda) Espejo, 2002

Magnoliophyta Bromeliaceae Viridantha ignesiae (Mez) Espejo, 2002

Magnoliophyta Bromeliaceae Viridantha plumosa (Baker) Espejo, 2002

Magnoliophyta Bromeliaceae Werauhia gladioliflora (H. Wendl.) J. R. Grant, 1995

Magnoliophyta Bromeliaceae Werauhia hygrometrica (André) J. R. Grant, 1995

Magnoliophyta Bromeliaceae Werauhia noctiflorens T. Krömer, Espejo, López-Ferrari & Acebey, 2007

Magnoliophyta Bromeliaceae Werauhia nocturna (Matuda) J. R. Grant, 1995

Magnoliophyta Bromeliaceae Werauhia pectinata (L. B. Sm.) J. R. Grant, 1995

Magnoliophyta Bromeliaceae Werauhia pycnantha (L. B. Sm.) J. R. Grant, 1995

Magnoliophyta Bromeliaceae Werauhia vanhyningii (L. B. Sm.) J. R. Grant, 1995

Magnoliophyta Bromeliaceae Werauhia werckleana (Mez) J. R. Grant, 1995

Magnoliophyta Burseraceae Protium copal var. copal (Schltdl. & Cham.) Engl., 1883

Magnoliophyta Caesalpiniaceae Bauhinia coulteri var. coulteri J. F. Macbr., 1919

Magnoliophyta Caesalpiniaceae Senna multifoliolata var. multifoliolata (Paul G. Wilson) H. S. Irwin & Barneby, 1982

Magnoliophyta Caesalpiniaceae Senna racemosa var. moctezumae H. S. Irwin & Barneby, 1982

Magnoliophyta Campanulaceae Calcaratolobelia cordifolia (Hook. & Arn.) Wilbur, 1997

Magnoliophyta Campanulaceae Calcaratolobelia gibbosa (S. Watson) Wilbur, 1997

Page 248: Bosque mesófilo de México.docx

sisTEMA DE iNFoRMAcióN DEL BosQuE MEsóFiLo DE MoNTAÑA EN MÉxico 99

Tazones con estatus correcto [continúa]

División Familia Especie o infraespecieMagnoliophyta Campanulaceae Calcaratolobelia tenella (Turcz.) Wilbur, 1997

Magnoliophyta Campanulaceae Lobelia berlandieri var. berlandieri A. DC., 1839

Magnoliophyta Caprifoliaceae Viburnum jucundum subsp. jucundum C. V. Morton, 1933

Magnoliophyta Caricaceae Horovitzia cnidoscoloides (Lorence & R. Torres) Badillo, 1993

Magnoliophyta Caryophyllaceae Drymaria gracilis subsp. gracilis Schltdl. & Cham., 1830

Magnoliophyta Caryophyllaceae Stellaria cuspidata subsp. prostrata (Baldwin ex Elliott) J. K. Morton, 2004

Magnoliophyta Clusiaceae Ascyrum hypericoides L., 1753

Magnoliophyta Clusiaceae Hypericum oaxacanum subsp. veracrucense N. Robson, 2006

Magnoliophyta Commelinaceae Tradescantia zebrina var. mollipila D. R. Hunt, 1986

Magnoliophyta Convolvulaceae Ipomoea funis var. funis Schltdl. & Cham., 1830

Magnoliophyta Crassulaceae Echeveria semivestita var. semivestita Moran, 1954

Magnoliophyta Cyperaceae Rhynchospora aristata var. suberecta Kük., 1926

Magnoliophyta Elaeocarpaceae Sloanea ahuatoso Lozada-Pérez, 2008

Magnoliophyta Ericaceae Agarista mexicana var. mexicana (Hemsl.) Judd, 1979

Magnoliophyta Ericaceae Agarista mexicana var. pinetorum (Standl. & L. o. Williams) Judd, 1979

Magnoliophyta Ericaceae Comarostaphylis arbutoides subsp. arbutoides Lindl., 1843

Magnoliophyta Euphorbiaceae Euphorbia schlechtendalii var. pacifica McVaugh, 1993

Magnoliophyta Fabaceae Crotalaria rotundifolia var. vulgaris Windler, 1971

Magnoliophyta Fabaceae Dalea obovatifolia var. obovatifolia ortega, 1797

Magnoliophyta Fabaceae Desmodium skinneri var. flavovirens B. G. Schub. & McVaugh, 1987

Magnoliophyta Fabaceae Phaseolus lunatus var. silvester Baudet, 1977

Magnoliophyta Fagaceae Quercus crassifolia x Q. crassipes Humb. & Bonpl., 1809

Magnoliophyta Fagaceae Quercus crassifolia x Q. laurina Bonpl., 1809

Magnoliophyta Fagaceae Quercus delgadoana Valencia-Avalos, Nixon & L. M. Kelly, 2011

Magnoliophyta Hamamelidaceae Matudaea trinervia var. hirsuta (Lundell) L. M. González & N. Jiménez-R., 2004

Magnoliophyta Hamamelidaceae Matudaea trinervia var. trinervia Lundell, 1940

Magnoliophyta Heliconiaceae Heliconia collinsiana var. collinsiana Griggs, 1903

Magnoliophyta Iridaceae Colima convoluta (Ravenna) Aaron Rodr. & ortíz-Catedral, 2003

Magnoliophyta Iridaceae Tigridia alpestris subsp. obtusa Molseed, 1970

Magnoliophyta Iridaceae Tigridia mexicana subsp. lilacina Molseed, 1970

Magnoliophyta Juglandaceae Alfaroa costaricensis subsp. septentrionalis D. E. Stone, 2010

Magnoliophyta Juglandaceae Juglans major var. glabrata W. E. Manning, 1957

Magnoliophyta Juglandaceae Juglans olanchana var. standleyi W. E. Manning, 1957

Magnoliophyta Juncaceae Juncus tenuis var. tenuis Willd., 1799

Magnoliophyta Lentibulariaceae Pinguicula moranensis var. moranensis Kunth, 1817 [1818]

Magnoliophyta Lentibulariaceae Pinguicula moranensis var. neovolcanica Zamudio, 1999

Page 249: Bosque mesófilo de México.docx

100 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Tazones con estatus correcto [continúa]

División Familia Especie o infraespecieMagnoliophyta Lythraceae Cuphea avigera var. avigera B. L. Rob. & Seaton, 1893

Magnoliophyta Lythraceae Cuphea ferrisiae var. rosea S. A. Graham, 1988

Magnoliophyta Magnoliaceae Magnolia pacifica subsp. pacifica A. Vázquez, 1994

Magnoliophyta Magnoliaceae Talauma mexicana (DC.) G. Don, 1831

Magnoliophyta Malvaceae Lopimia malacophylla (Link & otto) Mart., 1848

Magnoliophyta Melastomataceae Centradenia floribunda subsp. floribunda Planch., 1849

Magnoliophyta Melastomataceae Centradenia grandifolia subsp. grandifolia (Schltdl.) Endl., 1843

Magnoliophyta Melastomataceae Meriania macrophylla subsp. macrophylla (Benth.) Triana, 1871 [1872]

Magnoliophyta Mimosaceae Acaciella angustissima var. angustissima (Mill.) Britton & Rose, 1928

Magnoliophyta Mimosaceae Inga latibracteata x I. vera Willd., 1806

Magnoliophyta Mimosaceae Leucaena diversifolia subsp. diversifolia (Schltdl.) Benth., 1842

Magnoliophyta Mimosaceae Mimosa albida var. albida Humb. & Bonpl. ex Willd., 1806

Magnoliophyta Mimosaceae Mimosa velloziana var. velloziana Mart., 1839

Magnoliophyta Myrsinaceae Ardisia nigrescens subsp. nigrescens oerst., 1862

Magnoliophyta Myrsinaceae Gentlea micranthera (Donn. Sm.) Lundell, 1968

Magnoliophyta Myrsinaceae Gentlea penduliflora (A. DC.) Pipoly & Ricketson, 1997

Magnoliophyta Myrsinaceae Gentlea tacanensis (Lundell) Lundell, 1964

Magnoliophyta Myrsinaceae Gentlea venosissima (Ruiz & Pav.) Lundell, 1964

Magnoliophyta Myrsinaceae Synardisia venosa (Mast.) Lundell, 1963

Magnoliophyta onagraceae Lopezia miniata subsp. miniata Lag. ex DC., 1813

Magnoliophyta orchidaceae Aulosepalum pyramidale (Lindl.) M. A. Dix & M. W. Dix, 2000

Magnoliophyta orchidaceae Epidendrum magnificum x E. anisatum La Llave & Lex., 1825

Magnoliophyta orchidaceae Nemaconia graminifolia Knowles & Westc., 1838

Magnoliophyta orchidaceae Nemaconia longipetala (Correll) Van den Berg, Salazar & Soto Arenas, 2007

Magnoliophyta orchidaceae Rhynchostele cervantesii subsp. cervantesii (La Llave & Lex.) Soto Arenas & Salazar, 1993

Magnoliophyta orchidaceae Rhynchostele maculata subsp. maculata(La Llave & Lex.) Soto Arenas & Salazar, 1993

Magnoliophyta orchidaceae Tamayorkis ehrenbergii (Rchb. f.) R. González & Szlach., 1998

Magnoliophyta orchidaceae Zosterophyllanthos cardiothallis (Rchb. f.) Szlach. & Kulak, 2006

Magnoliophyta Papaveraceae Argemone grandiflora subsp. grandiflora Sweet, 1828

Magnoliophyta Passifloraceae Passiflora ornithoura var. chiapasensis J. M. MacDougal, 2004

Magnoliophyta Platanaceae Platanus mexicana var. mexicana Moric., 1837

Magnoliophyta Poaceae Bouteloua curtipendula var. tenuis Gould & Kapadia, 1964

Magnoliophyta Poaceae Brachypodium mexicanum var. mexicanum (Roem. & Schult.) Link, 1827

Magnoliophyta Poaceae Chascolytrum subaristatum (Lam.) Desv., 1810

Magnoliophyta Poaceae Lasiacis divaricata var. divaricata (L.) Hitchc., 1910

Magnoliophyta Poaceae Lasiacis rugelii var. rugelii (Griseb.) Hitchc., 1911

Page 250: Bosque mesófilo de México.docx

sisTEMA DE iNFoRMAcióN DEL BosQuE MEsóFiLo DE MoNTAÑA EN MÉxico 101

Tazones con estatus correcto [continúa]

División Familia Especie o infraespecieMagnoliophyta Poaceae Leersia ligularis var. ligularis Trin., 1839

Magnoliophyta Poaceae Megathyrsus maximus jacq.) B. K. Simon & S. W. L. Jacobs, 2003

Magnoliophyta Poaceae Olmeca fulgor (Soderstr.) Ruiz-Sanchez, Sosa & Mejía-Saulés, 2011

Magnoliophyta Poaceae Parodiophyllochloa cordovensis (E. Fourn.) Zuloaga & Morrone, 2008

Magnoliophyta Poaceae Zuloagaea bulbosa (Kunth) Bess, 2006

Magnoliophyta Polygalaceae Hebecarpa barbeyana (Chodat) J. R. Abbott, 2011

Magnoliophyta Rhamnaceae Colubrina greggii var. greggii S. Watson, 1882

Magnoliophyta Rhamnaceae Rhamnus serrata var. guatemalensis L. A. Johnst., 1976

Magnoliophyta Rhamnaceae Rhamnus serrata var. serrata Humb. & Bonpl. ex Roem. & Schult., 1819

Magnoliophyta Rosaceae Guamatela tuerckheimii Donn. Sm., 1914

Magnoliophyta Rosaceae Photinia microcarpa subsp. hintonii J. B. Phipps, 1992

Magnoliophyta Rosaceae Photinia microcarpa subsp. microcarpa Standl., 1935

Magnoliophyta Rosaceae Prunus serotina subsp. capuli (Cav.) McVaugh, 1951

Magnoliophyta Rosaceae Prunus serotina subsp. serotina Ehrh., 1788

Magnoliophyta Rosaceae Prunus serotina subsp. virens (Wooton & Standl.) McVaugh, 1951

Magnoliophyta Rosaceae Spiraea cantoniensis var. lanceata Zabel, 1893

Magnoliophyta Rubiaceae Arachnothryx capitellata subsp. capitellata (Hemsl.) Borhidi, 1982

Magnoliophyta Rubiaceae Borreria ocymoides (Burm. f.) DC., 1830

Magnoliophyta Rubiaceae Borreria remota (Lam.) Bacigalupo & E. L. Cabral, 1999

Magnoliophyta Rubiaceae Borreria suaveolens G. Mey., 1818

Magnoliophyta Rubiaceae Crusea coccinea var. breviloba Loes., 1923

Magnoliophyta Rubiaceae Hamelia patens var. patens Jacq., 1760

Magnoliophyta Rubiaceae Hemidiodia ocymifolia (Willd. ex Roem. & Schult.) K. Schum., 1888

Magnoliophyta Rubiaceae Palicourea breedlovei (Lorence) Lorence, 2010

Magnoliophyta Rubiaceae Palicourea heydei (Standl.) Lorence, 2010

Magnoliophyta Rubiaceae Palicourea megalantha (Lorence) Lorence, 2010

Magnoliophyta Rubiaceae Palicourea sousae (Lorence & Dwyer) Lorence, 2010

Magnoliophyta Rubiaceae Psychotria panamensis var. ixtlanensis C. W. Ham., 1988

Magnoliophyta Rubiaceae Solenandra mexicana (A. Gray) Borhidi, 2002

Magnoliophyta Sapindaceae Serjania cardiospermoides var. cardiospermoides Schltdl. & Cham., 1831

Magnoliophyta Scrophulariaceae Penstemon miniatus subsp. apateticus (Straw) Straw, 1984

Magnoliophyta Scrophulariaceae Uroskinnera hirtiflora var. breviloba T. Wendt, 1983 [1984]

Magnoliophyta Scrophulariaceae Uroskinnera hirtiflora var. hirtiflora Hemsl., 1879

Magnoliophyta Simaroubaceae Picramnia antidesma subsp. antidesma Sw., 1788

Magnoliophyta Solanaceae Schraderanthus viscosus (Schrad.) Averett, 2009

Magnoliophyta Theaceae Gordonia brenesii (Standl.) Q. Jiménez, 2011

Page 251: Bosque mesófilo de México.docx

102 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Tazones con estatus correcto [continúa]

División Familia Especie o infraespecieMagnoliophyta Theaceae Ternstroemia lineata subsp. lineata DC., 1821

Magnoliophyta Tiliaceae Triumfetta martinezalfaroi Gual & F. Chiang, 2011

Magnoliophyta Ulmaceae Trema micrantha var. micrantha (L.) Blume, 1759

Magnoliophyta Urticaceae Phenax hirtus var. hirtus (Sw.) Wedd., 1869

Pinophyta Cupressaceae Hesperocyparis benthamii (Endl.) Bartel, 2009

Pinophyta Cupressaceae Hesperocyparis lusitanica (Mill.) Bartel, 2009

Pinophyta Cupressaceae Juniperus flaccida var. flaccida Schltdl., 1838

Pinophyta Cycadaceae Dioon edule var. edule Lindl., 1843

Pinophyta Pinaceae Pinus montezumae var. montezumae Lamb., 1832

Polypodiophyta Aspleniaceae Loxoscaphe thecifera (Kunth) T. Moore, 1861

Polypodiophyta Blechnaceae Blechnum appendiculatum x B. gracile Kaulf., 1824

Polypodiophyta Dryopteridaceae Elaphoglossum erinaceum var. occidentale Mickel, 2004

Polypodiophyta Dryopteridaceae Elaphoglossum martinezianum A. Rojas, 2010

Polypodiophyta Dryopteridaceae Lastreopsis effusa subsp. dilatata Tindale, 1965

Polypodiophyta Dryopteridaceae Megalastrum gompholepis R. C. Moran & J. Prado, 2010

Polypodiophyta Dryopteridaceae Mickelia bernoullii (Kuhn ex H. Christ) R. C. Moran, Labiak & Sundue, 2010

Polypodiophyta Dryopteridaceae Polystichum ordinatum x P. muricatum (L.) Fée, 1852

Polypodiophyta Hymenophyllaceae Didymoglossum bucinatum (Mickel & Smith) Ebihara & Dubuisson, 2006

Polypodiophyta Polypodiaceae Alansmia cultrata M. Kessler, Moguel, Sundue & Labiak, 2011

Polypodiophyta Polypodiaceae Alansmia senilis (Fée) Moguel & M. Kessler, 2011

Polypodiophyta Polypodiaceae Pecluma alfredii var. cupreolepis (A. M. Evans) A. R. Sm., 2004

Polypodiophyta Polypodiaceae Pleopeltis alansmithii (R. C. Moran) A. R. Sm. & Tejero, 2014

Polypodiophyta Polypodiaceae Pleopeltis angusta var. angusta Humb. & Bonpl. ex Willd., 1810

Polypodiophyta Polypodiaceae Pleopeltis bradeorum (Rosenst.) A. R. Sm. & Tejero, 2014

Polypodiophyta Polypodiaceae Pleopeltis collinsii (Maxon) A. R. Sm. & Tejero, 2014

Polypodiophyta Polypodiaceae Pleopeltis cryptocarpa (Fée) A. R. Sm. & Tejero, 2014

Polypodiophyta Polypodiaceae Pleopeltis lepidotricha (Fée) A. R. Sm. & Tejero, 2014

Polypodiophyta Polypodiaceae Pleopeltis lindeniana (Kunze) A. R. Sm. & Tejero, 2014

Polypodiophyta Polypodiaceae Pleopeltis madrensis (J. Sm.) A. R. Sm. & Tejero, 2014

Polypodiophyta Polypodiaceae Pleopeltis montigena (Maxon) A. R. Sm. & Tejero, 2014

Polypodiophyta Polypodiaceae Pleopeltis platylepis (Mett. ex Kuhn) A. R. Sm. & Tejero, 2014

Polypodiophyta Polypodiaceae Pleopeltis plebeia (Schltdl. & Cham.) A. R. Sm. & Tejero, 2014

Polypodiophyta Polypodiaceae Polypodium arcanum var. arcanum Maxon, 1938

Polypodiophyta Polypodiaceae Polypodium arcanum var. septentrionale Mickel, 2004

Polypodiophyta Pteridaceae Gaga arizonica (Maxon) Li. & Windham, 2012

Polypodiophyta Pteridaceae Gaga decomposita (M. Martens & Galeotti) Li. & Windham, 2012

Page 252: Bosque mesófilo de México.docx

sisTEMA DE iNFoRMAcióN DEL BosQuE MEsóFiLo DE MoNTAÑA EN MÉxico 103

Tazones con estatus correcto [concluye]

División Familia Especie o infraespeciePolypodiophyta Pteridaceae Gaga decurrens (Mickel) Li. & Windham, 2012

Polypodiophyta Pteridaceae Gaga kaulfussii (Kunze) Li. & Windham, 2012

Polypodiophyta Pteridaceae Gaga lerstenii (Mickel & Beitel) Li. & Windham, 2012

Polypodiophyta Pteridaceae Gaga monstraparva Li. & Windham, 2012

Polypodiophyta Thelypteridaceae Thelypteris puberula var. puberula (Baker) C. V. Morton, 1958

Tazones de estatus sinónimo

División Familia Especie o infraespecieEquisetophyta Equisetaceae Equisetum hyemale x E. myriochaetum Schltdl. & Cham., 1830

Magnoliophyta Acanthaceae Glockeria monolopha Donn. Sm., 1899

Magnoliophyta Acanthaceae Neohallia borrerae Hemsl., 1882

Magnoliophyta Anacardiaceae Rhus aromatica subsp. schmidelioides (Schltdl.) Engl., 1883

Magnoliophyta Araliaceae Didymopanax morototoni (Aubl.) Decne. & Planch., 1854

Magnoliophyta Araliaceae Gilibertia arborea (L.) Marchal, 1891 [1892]

Magnoliophyta Araliaceae Mesopanax liebmannii (Marchal) R. Vig., 1906

Magnoliophyta Aristolochiaceae Howardia foetida (Kunth) Klotzsch, 1859

Magnoliophyta Asteraceae Archibaccharis hirtella var. hirtella (DC.) Heering, 1904

Magnoliophyta Asteraceae Bidens odorata var. odorata Cav., 1791

Magnoliophyta Asteraceae Coelestina corymbosa (Zucc.) DC., 1836

Magnoliophyta Asteraceae Dyscritogyne adenosperma (Sch. Bip.) R. M. King & H. Rob., 1971

Magnoliophyta Asteraceae Heterochaeta pubescens (Kunth) DC., 1836

Magnoliophyta Asteraceae Neomolina pteronioides (DC.) F. H. Hellw., 1993

Magnoliophyta Asteraceae Pericalia sessilifolia (Hook. & Arn.) Rydb., 1924

Magnoliophyta Asteraceae Piptothrix areolaris (DC.) R. M. King & H. Rob., 1970

Magnoliophyta Asteraceae Piptothrix jaliscensis B. L. Rob., 1904

Magnoliophyta Asteraceae Piptothrix pubens A. Gray, 1887

Magnoliophyta Asteraceae Schistocarpha longiligula var. longiligula Rydb., 1927

Magnoliophyta Asteraceae Senecio galicianus var. galicianus McVaugh, 1972

Magnoliophyta Asteraceae Spilanthes oppositifolia var. oppositifolia (Lam.) D’Arcy, 1975 [1976]

Magnoliophyta Asteraceae Stevia berlandieri var. podadenia B. L. Rob., 1909

Magnoliophyta Asteraceae Vernonia cordata var. cordata Kunth, 1820 [1818]

Magnoliophyta Asteraceae Vernonia cordata var. hooveri McVaugh, 1972

Page 253: Bosque mesófilo de México.docx

104 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Tazones de estatus sinónimo [continúa]

División Familia Especie o infraespecieMagnoliophyta Begoniaceae Knesebeckia incarnata (Link & otto) Klotzsch, 1854

Magnoliophyta Bignoniaceae Enallagma sessilifolia (Donn. Sm.) Standl., 1938

Magnoliophyta Bignoniaceae Pithecoctenium echinatum (Jacq.) Baill., 1891 [1888]

Magnoliophyta Bignoniaceae Tecomaria capensis (Thunb.) Spach, 1840 [1838]

Magnoliophyta Bromeliaceae Podaechmea mexicana (Baker) L. B. Sm. & W. J. Kress, 1990

Magnoliophyta Bromeliaceae Werauhia nutans (L. B. Sm.) J. R. Grant, 1995

Magnoliophyta Burseraceae Terebinthus acuminata Rose, 1909

Magnoliophyta Cactaceae Epiphyllum thomasianum var. thomasianum (K. Schum.) Britton & Rose, 1913

Magnoliophyta Cactaceae Nopalxochia ackermannii (Haw.) F. M. Knuth, 1935

Magnoliophyta Cactaceae Nopalxochia ackermannii f. candidum Alexander, 1947

Magnoliophyta Cactaceae Nopalxochia ackermannii var. conzattianum (T. MacDoug.) Kimnach, 1981

Magnoliophyta Cactaceae Nopalxochia conzattianum T. MacDoug., 1947

Magnoliophyta Cactaceae Nopalxochia phyllanthoides (DC.) Britton & Rose, 1923

Magnoliophyta Campanulaceae Dortmannia cardinalis (L.) Kuntze, 1891

Magnoliophyta Capparaceae Gynandropsis speciosa DC., 1824

Magnoliophyta Caryophyllaceae Alsine procumbens (L.) Crantz, 1766

Magnoliophyta Commelinaceae Aploleia monandra (Sw.) H. E. Moore, 1861

Magnoliophyta Commelinaceae Athyrocarpus leiocarpus (Benth.) Benth. & Hook. f. ex Hemsl., 1885

Magnoliophyta Commelinaceae Campelia standleyi Steyerm., 1944

Magnoliophyta Commelinaceae Campelia zanonia (L.) Kunth, 1815 [1816]

Magnoliophyta Commelinaceae Cymbispatha commelinoides (Schult. & Schult. f.) Pichon, 1946

Magnoliophyta Commelinaceae Phaeosphaerion leiocarpum (Benth.) Hassk. ex C. B. Clarke, 1866

Magnoliophyta Commelinaceae Phaeosphaerion persicariifolium (Delile) C. B. Clarke, 1881

Magnoliophyta Commelinaceae Zebrina pendula Schinzl., 1849

Magnoliophyta Cornaceae Cynoxylon disciflorum (DC.) Hutch., 1942

Magnoliophyta Cucurbitaceae Ahzolia composita (Donn. Sm.) Standl. & Steyerm., 1944

Magnoliophyta Cucurbitaceae Anguria warscewiczii Hook. f., 1862

Magnoliophyta Cucurbitaceae Pepo ficifolius (Bouché) Britton, 1925

Magnoliophyta Cyperaceae Dichromena ciliata Vahl, 1805

Magnoliophyta Cyperaceae Dichromena colorata (L.) Hitchc., 1893

Magnoliophyta Cyperaceae Torulinium odoratum (L.) S. S. Hooper, 1972

Magnoliophyta Euphorbiaceae Acalypha macrostachya var. macrostachya Jacq., 1797

Magnoliophyta Euphorbiaceae Adenopetalum gramineum (Jacq.) Klotzsch & Garcke, 1859

Magnoliophyta Euphorbiaceae Cyclostigma draco (Schltdl. & Cham.) Klotzsch, 1853

Magnoliophyta Euphorbiaceae Cyclostigma xalapense (Kunth) Klotzsch, 1853

Magnoliophyta Euphorbiaceae Eumecanthus xalapensis (Kunth) Millsp., 1916

Page 254: Bosque mesófilo de México.docx

sisTEMA DE iNFoRMAcióN DEL BosQuE MEsóFiLo DE MoNTAÑA EN MÉxico 105

Tazones de estatus sinónimo [continúa]

División Familia Especie o infraespecieMagnoliophyta Euphorbiaceae Pedilanthus palmeri Millsp., 1913

Magnoliophyta Euphorbiaceae Pedilanthus tithymaloides (L.) Poit., 1812

Magnoliophyta Euphorbiaceae Ricinella barbinervis (Schltdl. & Cham.) Müll. Arg., 1865

Magnoliophyta Euphorbiaceae Ricinocarpus macrostachyus jacq.) Kuntze, 1891

Magnoliophyta Euphorbiaceae Ricinocarpus ocymoides (Kunth) Kuntze, 1891

Magnoliophyta Euphorbiaceae Ricinocarpus villosus jacq.) Kuntze, 1891

Magnoliophyta Euphorbiaceae Tithymalopsis sphaerorhiza (Benth.) Klotzsch & Garcke, 1860

Magnoliophyta Fabaceae Crotalaria bupleurifolia var. bupleurifolia Cham. & Schltdl., 1830

Magnoliophyta Fabaceae Crotalaria schiedeana var. schiedeana Steud., 1840

Magnoliophyta Gesneriaceae Pentadenia matudae Wiehler, 1977

Magnoliophyta Hydrophyllaceae Hydrolea ovata var. parvifolia D. L. Nash, 1979

Magnoliophyta Hydrophyllaceae Wigandia urens var. urens (Ruiz & Pav.) Kunth, 1818 [1819]

Magnoliophyta Iridaceae Rigidella inusitata Cruden, 1971

Magnoliophyta Lamiaceae Coleus scutellarioides var. scutellarioides (L.) Benth., 1830

Magnoliophyta Lamiaceae Salvia mexicana var. mexicana L., 1753

Magnoliophyta Liliaceae Bravoa geminiflora Lex., 1824

Magnoliophyta Liliaceae Smilacina amoena H. L. Wendl., 1850

Magnoliophyta Liliaceae Smilacina flexuosa Bertol., 1840

Magnoliophyta Liliaceae Smilacina macrophylla M. Martens & Galeotti, 1842

Magnoliophyta Liliaceae Smilacina paniculata M. Martens & Galeotti, 1842

Magnoliophyta Liliaceae Smilacina scilloidea M. Martens & Galeotti, 1842

Magnoliophyta Liliaceae Smilacina thyrsoidea (Baker) Hemsl., 1884

Magnoliophyta Loganiaceae Cynoctonum mitreola (L.) Britton, 1894

Magnoliophyta Malpighiaceae Banisteria argentea (Kunth) Spreng., 1825

Magnoliophyta Malpighiaceae Banisteria beecheyana (A. Juss.) C. B. Rob., 1910

Magnoliophyta Mimosaceae Calliandra anomala var. longepedicellata McVaugh, 1987

Magnoliophyta Mimosaceae Pithecolobium matudai Lundell, 1938

Magnoliophyta Moraceae Sahagunia mexicana Liebm., 1851

Magnoliophyta Myricaceae Myrica cerifera var. cerifera L., 1753

Magnoliophyta Myrsinaceae Amatlania jalapensis (Lundell) Lundell, 1982

Magnoliophyta Myrsinaceae Amatlania rarescens (Standl.) Lundell, 1982

Magnoliophyta Myrsinaceae Gentlea micrantha Lundell, 1964

Magnoliophyta Myrsinaceae Ibarraea lindenii (Mez) Lundell, 1981

Magnoliophyta Myrsinaceae Ibarraea matudae (Lundell) Lundell, 1981

Magnoliophyta Myrsinaceae Icacorea compressa (Kunth) Standl., 1924

Magnoliophyta Myrsinaceae Icacorea nigrescens (oerst.) Standl., 1924

Page 255: Bosque mesófilo de México.docx

106 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Tazones de estatus sinónimo [continúa]

División Familia Especie o infraespecieMagnoliophyta Myrsinaceae Oerstedianthus nigrescens (oerst.) Lundell, 1981

Magnoliophyta Myrsinaceae Yunckeria ovandensis (Lundell) Lundell, 1964

Magnoliophyta Myrsinaceae Zunilia alba (Lundell) Lundell, 1981

Magnoliophyta Myrsinaceae Zunilia cucullata (Lundell) Lundell, 1981

Magnoliophyta Myrsinaceae Zunilia verapazensis (Donn. Sm.) Lundell, 1981

Magnoliophyta Myrtaceae Calyptropsidium sartorianum (o. Berg) Krug & Urb., 1894

Magnoliophyta Myrtaceae Myrcianthes fragrans var. fragrans (Sw.) McVaugh, 1963

Magnoliophyta Nyctaginaceae Pallavia aculeata (L.) Vell., 1825

Magnoliophyta Nyctaginaceae Pisonia aculeata var. aculeata L., 1753

Magnoliophyta onagraceae Fuchsia microphylla var. typica Munz, 1943

Magnoliophyta onagraceae Jussiaea inclinata L. f., 1782

Magnoliophyta orchidaceae Acronia matudana (C. Schweinf.) Luer, 2005

Magnoliophyta orchidaceae Apatostelis rufobrunnea (L. o. Williams) Garay, 1979

Magnoliophyta orchidaceae Bothriochilus macrostachyus (Lindl.) L. o. Williams, 1940

Magnoliophyta orchidaceae Crybe rosea Lindl., 1836

Magnoliophyta orchidaceae Cymbiglossum cervantesii (La Llave & Lex.) Halb., 1983

Magnoliophyta orchidaceae Cymbiglossum maculatum (La Llave & Lex.) Halb., 1983

Magnoliophyta orchidaceae Dichaeopsis glauca (Sw.) Schltr., 1918

Magnoliophyta orchidaceae Dracontia pachyglossa (Lindl.) Luer, 2004

Magnoliophyta orchidaceae Dracontia tuerckheimii (Schltr.) Luer, 2004

Magnoliophyta orchidaceae Euchile mariae (Ames) Withner, 1998

Magnoliophyta orchidaceae Hexisea imbricata (Lindl.) Rchb. f., 1862

Magnoliophyta orchidaceae Lemboglossum candidulum (Rchb. f.) Halb., 1984

Magnoliophyta orchidaceae Lemboglossum cervantesii (La Llave & Lex.) Halb., 1984

Magnoliophyta orchidaceae Lemboglossum cordatum (Lindl.) Halb., 1984

Magnoliophyta orchidaceae Lemboglossum galeottianum (A. Rich.) Halb., 1984

Magnoliophyta orchidaceae Lemboglossum maculatum (La Llave & Lex.) Halb., 1984

Magnoliophyta orchidaceae Lemboglossum madrense (Rchb. f.) Halb., 1984

Magnoliophyta orchidaceae Lemboglossum rossii (Lindl.) Halb., 1984

Magnoliophyta orchidaceae Neolehmannia difformis (Jacq.) Pabst, 1978

Magnoliophyta orchidaceae Ocampoa mexicana A. Rich. & Galeotti, 1845

Magnoliophyta orchidaceae Oerstedella aberrans (Schltr.) Hamer, 1983

Magnoliophyta orchidaceae Oerstedella macdougallii Hágsater, 1994

Magnoliophyta orchidaceae Oerstedella myriantha (Lindl.) Hágsater, 1981

Magnoliophyta orchidaceae Physosiphon loddigesii Lindl. ex Hook., 1843

Magnoliophyta orchidaceae Physosiphon tubatus (G. Lodd.) Rchb. f., 1861

Page 256: Bosque mesófilo de México.docx

sisTEMA DE iNFoRMAcióN DEL BosQuE MEsóFiLo DE MoNTAÑA EN MÉxico 107

Tazones de estatus sinónimo [continúa]

División Familia Especie o infraespecieMagnoliophyta orchidaceae Platantheroides brevilabiata (A. Rich. & Galeotti) Szlach., 2004

Magnoliophyta orchidaceae Pseudencyclia varicosa (Bateman ex Lindl.) V. P. Castro & Chiron, 2003

Magnoliophyta orobanchaceae Conopholis alpina var. alpina Liebm., 1844 [1847]

Magnoliophyta Poaceae Diectomis fastigiata (Sw.) P. Beauv., 1812

Magnoliophyta Poaceae Ochlopoa annua (L.) H. Scholz, 2003

Magnoliophyta Poaceae Polytrias plumosus (Humb. & Bonpl. ex Willd.) Nees, 1829

Magnoliophyta Poaceae Rhynchelytrum repens (Willd.) C. E. Hubb., 1934

Magnoliophyta Potamogetonaceae Coleogeton striatus (Ruiz & Pav.) Les & R. R. Haynes, 1996

Magnoliophyta Pyrolaceae Chimaphila maculata var. maculata (L.) Pursh, 1814 [1813]

Magnoliophyta Ranunculaceae Ranunculus geoides var. geoides Kunth ex DC., 1818 [1817]

Magnoliophyta Rubiaceae Allenanthus hondurensis Standl., 1950

Magnoliophyta Rubiaceae Anisomeris brachypoda (Donn. Sm.) Standl., 1929

Magnoliophyta Rubiaceae Anisomeris protracta (Bartl. ex DC.) Standl., 1929

Magnoliophyta Rubiaceae Myrstiphyllum horizontalis (Sw.) Millsp., 1900

Magnoliophyta Rutaceae Fagara procera (Donn. Sm.) Engl., 1931

Magnoliophyta Rutaceae Sargentia greggii S. Watson, 1890

Magnoliophyta Sapotaceae Achras zapota L., 1753

Magnoliophyta Sapotaceae Bumelia pleistochasia Donn. Sm., 1893

Magnoliophyta Sapotaceae Bumelia verruculosa Cronquist, 1945

Magnoliophyta Sapotaceae Calocarpum sapota jacq.) Merr., 1923

Magnoliophyta Sapotaceae Chrysophyllum mexicanum var. typicum Cronquist, 1945

Magnoliophyta Sapotaceae Dipholis matudae (Lundell) Lundell, 1942

Magnoliophyta Sapotaceae Dipholis minutiflora Pittier, 1912

Magnoliophyta Sapotaceae Dipholis salicifolia (L.) A. DC., 1844

Magnoliophyta Sapotaceae Dipholis stevensonii Standl., 1927

Magnoliophyta Scrophulariaceae Vandellia diffusa L., 1767

Magnoliophyta Solanaceae Capsicum annuum var. annuum L., 1753

Magnoliophyta Solanaceae Cestrum anagyris var. anagyris Dunal, 1852

Magnoliophyta Solanaceae Lycianthes moziniana var. andrieuxi (Dunal) Bitter, 1919

Magnoliophyta Solanaceae Solanum bulbocastanum var. glabrum Correll, 1952

Magnoliophyta Styracaceae Strigilia argentea (C. Presl) Miers, 1859

Magnoliophyta Styracaceae Styrax argenteus var. argenteus C. Presl, 1835

Magnoliophyta Styracaceae Styrax glabrescens var. glabrescens Benth., 1840

Magnoliophyta Theaceae Laplacea grandis Brandegee, 1915

Magnoliophyta Ulmaceae Mirandaceltis monoica (Hemsl.) Sharp, 1958

Magnoliophyta Verbenaceae Camara trifolia (L.) Kuntze, 1891

Page 257: Bosque mesófilo de México.docx

108 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Tazones de estatus sinónimo [concluye]

División Familia Especie o infraespeciePinophyta Cupressaceae Callitropsis benthamii (Endl.) D. P. Little, 2006

Pinophyta Pinaceae Abies religiosa var. religiosa (Kunth) Schltdl. & Cham., 1830

Pinophyta Pinaceae Pinus oocarpa var. oocarpa Schiede ex Schltdl., 1838

Polypodiophyta Aspleniaceae Asplenium cuspidatum var. cuspidatum Lam., 1786

Polypodiophyta Dryopteridaceae Phanerophlebia nobilis var. nobilis (Schltdl. & Cham.) C. Presl, 1836

Polypodiophyta Lomariopsidaceae Rhipidopteris peltata (Sw.) Schott ex Fée, 1845

Polypodiophyta Polypodiaceae Pleopeltis macrocarpa var. macrocarpa (Bory ex Willd.) Kaulf., 1820

Polypodiophyta Polypodiaceae Polypodium colpodes var. colpodes Kunze, 1850

Polypodiophyta Pteridaceae Cheilanthes complanata var. complanata A. R. Sm., 1980

Polypodiophyta Pteridaceae Cheilanthes complanata var. interrupta Mickel, 2004

Polypodiophyta Pteridaceae Pityrogramma tartarea var. tartarea (Cav.) Maxon, 1913

Polypodiophyta Woodsiaceae Cystopteris fragilis var. fragilis (L.) Bernh., 1806 [1805]

Page 258: Bosque mesófilo de México.docx

EL BOSQUE MESÓFILO DE MONTAÑA:

UN ECOSISTEMA PRIORITARIO

GERARDO SÁNCHEZ-RAMOS,RODOLFO DIRZO

1 0 9

Por los caminos de El Cielo, Tamaulipas. Fom: JEAN Louis LAcAiLLE

MUQuiz

El bosque mesófilo en la perspectiva globalLa biodiversidad presente en los ecosistemas de

una región o país es el resultado de procesos

ecológicos y evolutivos que han venido

moldeándola —e incrementándola— a lo largo

de 3 500 millones de años de evolución orgánica

(Dirzo y Raven, 2003). Además del efecto de los

factores históricos, consideremos el impacto

constante de los factores ambientales, y podre-

mos decir que, en términos de la dinámica

temporal, en la biodiversidad el cambio es la

norma (Challenger y Dirzo, 2009). En la

actualidad, además del impacto de los cambios

naturales, la biodiversidad se encuentra

amenazada por numerosas actividades

antropogénicas, a tal punto que se ha propuesto

que el planeta ha entrado en una era distinta

que debería reconocerse como el Antropoceno

(Crutzen, 2002).

Entre las causas más importantes de

impacto antropogénico están la pérdida de

hábitat, la fragmentación de ecosistemas, la

introducción de especies exóticas invasoras, la

sobreexplotación de recursos, la contaminación

del aire, tierras, ríos y mares, además de los ya

visibles efectos del cambio climático (Bubb et al.,

2004). Si bien el cambio antropogénico guarda

semejanzas con el cambio natural, tiene

Page 259: Bosque mesófilo de México.docx

diferencias importantes, de entre las que

destaca tanto la magnitud como la tasa a la que

ocurre. Por ejemplo, aunque el

Page 260: Bosque mesófilo de México.docx

La conservación de la

biodiversidad presente en

los bosques mesófilos

representa un esfuerzo

significativo de

preservación de nuestro

capital natural, tanto por

los endemismos que les

son característicos como

por los servicios

ambientales

fundamentales que

provee este ecosistema.

110 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

planeta ha experimentado

cambios en la concentración de

carbono atmosférico en los

últimos 10 000 años, ahora

experimenta una tasa de

acumulación sin precedente, que

se acerca a 35% por arriba de los

niveles

previ

amente observados (Solomon et

al., 2007).

Asimismo, el cambio de uso

y de cobertura del terreno

pueden ser los factores

antropogénicos de mayor

impacto actual en los

ecosistemas naturales (Dirzo y

Raven, 2003), ya que se ha

destruido poco más de 40% de la

superficie terrestre libre de

hielos. El bosque mesófilo de

montaña (BMM) no es la

excepción a estos impactos, a

pesar de su particular valor

ecológico y de los importantes

servicios ambientales que

provee.

Todos los bosques de

montaña tienen un papel

importante tanto en el aporte de

agua (en calidad y cantidad)

Page 261: Bosque mesófilo de México.docx

como en el mantenimiento de los

patrones naturales de flujo de los

arroyos y ríos que nacen de ellos.

Los BMM tienen el valor adicional

único de captación de agua por la

condensación de nubes y niebla.

En condiciones de alta humedad,

la cantidad de agua que los BMM

interceptan directamente por su

vegetación (lluvia horizontal)

puede ser de 15 a 20% de la

cantidad de lluvia directa (lluvia

vertical), y puede llegar a ser de

hasta 50 a 60% en condiciones

más expuestas (Bubb et al., 2004). Aún más, estos valores

tienden a aumentar en los

bosques nubosos a mayores

altitudes. En las zonas con menor

precipitación, o durante periodos

extensos de sequía o estiaje,

estos valores pueden llegar a ser

de 700 a 1 000 mm de

precipitación equivalente

(Bruijnzeel y Hamilton, 2000;

Bruijnzeel, 2000).

Elemento importante de la

hidrología y la ecología de

bosques de niebla es la

abundancia de plantas epífitas.

Las formas de crecimiento de

éstas incluyen musgos, orquídeas,

helechos, árboles hemiepífitos y

bromelias que crecen en los

troncos, tallos y ramas, cubriendo

la mayor superficie de los árboles.

Las epífitas, que pueden llegar a

ser ca. 25% de todas las especies

del bosque (Foster, 2001),

capturan agua directamente de la

neblina, lo cual deriva en que

ellas mismas constituyen una

Page 262: Bosque mesófilo de México.docx

variedad de microhábitats para

invertebrados, anfibios y sus

depredadores, así como sus

descomponedores (Benzing,

1998). Se ha calculado que las

epífitas almacenan en su interior

de 3 000 litros/ha (Richardson et

al., 2000) a 50 000 litros/ha

(Sugden, 1981) de agua. Parte de

su valor ecológico es que proveen

al bosque con ca. 50% del to-

Page 263: Bosque mesófilo de México.docx

uN EcosisTEMA pRioRiTARio AMENAzADo 111

tal de entrada de nitratos y otros iones, así como de nutrientes que

llegan al suelo vía el agua y la materia orgánica que generan las

especies epífitas (Benzing, 1998).

El valor ecológico de este ecosistema se hace aún más evidente si

consideramos su cobertura a nivel global, notablemente restringida, y

que discutiremos enseguida.

Superficie forestal globalDebido a que una gran proporción de la biodiversidad planetaria se

alberga en los ecosistemas forestales, la necesidad de conocer la

extensión de los bosques y selvas ha cobrado gran relevancia en los

últimos años. Tan es así, que un grupo multidisciplinario de 15

investigadores de la Universidad de Maryland, en colaboración con

Google Earth Engine, han creado el primer mapa global de alta resolución

fina (30 m) de la superficie forestal del planeta, considerando la pérdida

y la ganancia de la superficie forestal. Esta poderosa herramienta —que

además es de acceso libre— mejorará en gran medida nuestra

capacidad de entender los cambios forestales antropogénicos y los de

causas naturales, con lo cual podremos comprender mejor las

implicaciones globales de estos cambios en los sistemas naturales,

sociales y económicos (Hansen et al., 2013). Así, se ha calculado una

tasa de pérdida forestal global de 2.3 millones de km2 durante el

periodo 2000-2012, con una ganancia (generación de nuevas áreas con

cobertura forestal) de 800 000 km2 en el mismo periodo (Hansen et al.,

2013). Los trópicos son el ecosistema con mayor tendencia de cambio

negativo, pues han perdido una cobertura de 2 101 km2 por año durante

ese periodo. Asimismo, se indica que los bosques subtropicales han

sufrido las mayores tasas de pérdida en la cobertura forestal, debido

principalmente a los usos intensivos del suelo forestal. Este análisis

global señala que, proporcionalmente, la tasa de perturbación de los

bosques tropicales de Mesomérica es cuatro veces mayor que la de las

selvas tropicales de América del Sur durante el mencionado periodo; los

países con mayor deforestación proporcional son Paraguay, Malasia,

Camboya e Indonesia. Este último es el país que registra la mayor tasa

de pérdida (más del doble de pérdida anual durante el periodo de

estudio: casi 20 000 km2). En términos absolutos, Brasil mostró la mayor

disminución anual de cobertura forestal de todos los países, con una

tasa de deforestación de 40 000 km2 y 20 000 km2 en los periodos 2003-

2004 y 2010 2011, respectivamente (Hansen et al., 2013) (figura 1).

Page 264: Bosque mesófilo de México.docx

De acuerdo con las tasas de deforestación en el mencionado

periodo (figura 2), se detectan cinco bloques de países: a] el integrado

por Rusia, Brasil, Estados Unidos, Canadá e Indonesia, que deforestaron

1 411 029 km2 (64.3% del total global); b] el conformado por China,

República del Congo, Australia, Malasia,

Page 265: Bosque mesófilo de México.docx

Cobertura forestal PérdidaPérdida y ganancia Ganacia

112 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

FiGuRA 1. Mapa global de cobertura, pérdida y ganancia forestal en el periodo 2000-2012 (Tomado de Hansen et al., 2013).

Argentina y Paraguay, que deforestó 311 023 km2 (14.2% del total

deforestado); c] el conformado por Bolivia, Suiza, Colombia, México y

Mozambique, que deforestó 126 007 km2 (5.74% de la pérdida global de

cobertura forestal); d] el cuarto bloque: Tanzania, Finlandia, Angola, Perú,

Myanmar, Costa de Marfil, Madagascar, Zambia, Venezuela, Camboya,

Vietnam, Laos, Tailandia y Chile, que deforestó ~205 550 km2 (9.4% de la

deforestación mundial); e) el quinto bloque, integrado por Nigeria,

Sudáfrica, India, Guatemala, Nicaragua, Francia, España, Nueva Zelanda,

Nueva Guinea, Filipinas, Polonia, Ucrania, Ghana, Ecuador, Portugal,

Alemania, Honduras, Camerún, Mongolia, Rep. Central Africana, Japón y

Bielorrusia, que deforestó 139 522 km2 (6.4% del total). Considerando la

superficie territorial total de México (poco menos de 2 millones km2), es

evidente que es uno de los países más alterados globalmente, por lo cual

ocupa el lugar 15, con una participación porcentual de ~ 1.09% del total

(es decir, 23 862 km2) (figura 2).

Page 266: Bosque mesófilo de México.docx

Ganancia de bosques. Aunque se han registrado grandes pérdidas

forestales durante el periodo 2000-2012, también ha habido ganancia de

cobertura forestal en algunos países (figura 3) y, por lo tanto, también a

nivel mundial (Hansen et al.,

Page 267: Bosque mesófilo de México.docx

0.190.200.220.220.220.220.220.230.240.250.260.270.280.290.310.310.350.380.410.410.430.470.540.550.550.560.570.590.60

0.670.680.680.700.880.890.910.981.091.151.161.361.73

2.142.16

2.682.692.79

7.2012.0312.04

16.4316.64

uN EcosisTEMA pRioRiTARio AMENAzADo 113

B i e l o r r u s i a J a p ó n

R e p ú b l i c a

C e n t r o a f r i c a n a M o n g o l i a C a m e r ú n H o n d u r a s A l e m a n i a P o r t u g a l

E c u a d o r G h a n a U c r a n i a P o l o n i a F i l i p i n a s N u e v a

G u i n e a N u e v a Z e l a n d a E s p a ñ a F r a n c i a

N i c a r a g u a G u a t e m a l a

Page 268: Bosque mesófilo de México.docx

I n d i a S u d á f r i c a N i g e r i a C h i l e T a i l a n d i a L a o s

V i e t n a m C a m b o y a V e n e z u e l a Z a m b i a

M a d a g a s c a r C o s t a d e M a r f i l M y a n m a r P e r ú

A n g o l a F i n l a n d i a T a n z a n i a M o z a m b i q u e

M é x i c o C o l o m b i a S u i z a B o l i v i a P a r a g u a y

A r g e n t i n a M a l a s i a A u s t r a l i a R e p ú b l i c a d e l

C o n g o C h i n a I n d o n e s i a C a n a d á E s t a d o s U n i d o s

B r a s i l R u s i a

0 515 20

Porcentaje

FiGuRA 2. Participación porcentual (%) a la deforestación global por país

(considerando 52 países) durante el periodo 2000-2012. Datos

tomados de Hansen et al. (2013).

Page 269: Bosque mesófilo de México.docx

1.34 1.33.30

5.81 5.89 8.05

8.37 8.711.98

12.32 12.49

13.52 13.69 14.74 15.28 15.43

19.58 21.05 21.06 21.89

23.62 24.08 24.88

26.54 27.63 27.96 28.41

34.50 36.42 36.62

41.43 43.78

44.16 44.46 45.92

52.31 52.854.57

55.59 57.459.73 59.85

62.38 64.88

66.05

86 .4887 .27

90.11

103.18123.00

FiGuRA 3. Ganancia forestal porcentual por país (considerando 52 países) durante el periodo 2000-2012. Datos tomados de Hansen et al. (2013).

114 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

P a r a g u a y Z a m b i a M o n g o l i a A n g o l a

B o l i v i a N i g e r i a M o z a m b i q u e

N i c a r a g u a R e p ú b l i c a C e n t r o a f r i c a n a

C a m b o y a H o n d u r a s G u a t e m a l a P e r ú

C a m e r ú n A r g e n t i n a V e n e z u e l a T a n z a n i a

C o s t a d e M a r f i l E c u a d o r M y a n m a r

B r a s i l C o l o m b i a R e p ú b l i c a d e l C o n g o

A u s t r a l i a G h a n a M é x i c o M a d a g a s c a r

L a o s I n d i a C a n a d á N u e v a G u i n e a C h i n a

T a i l a n d i a F i l i p i n a s I n d o n e s i a R u s i a

V i e t n a m E s t a d o s U n i d o s A l e m a n i a

M a l a s i a F i n l a n d i a P o r t u g a l J a p ó n S u i z a

U c r a n i a E s p a ñ a F r a n c i a P o l o n i a

S u d á f r i c a B i e l o r r u s i a N u e v a Z e l a n d a C h i l e

0 20 40 60 80100 120 140

Porcentaje

Page 270: Bosque mesófilo de México.docx

uN EcosisTEMA pRioRiTARio AMENAzADo 115

2013). Esta ganancia corresponde a 767 615 km2 de nuevas áreas

cubiertas por bosques. Países como Chile y Nueva Zelanda superan el

100%, respecto a su superficie forestal original. México está en el lugar 28

con una ganancia porcentual de 25%.

El cuadro 1 muestra la pérdida y ganancia forestal media (± 1D.E.)

del periodo 2000-2012. Bajo esta perspectiva de pérdida-ganancia

forestal, los países que mencionamos en el primer bloque de pérdidas

(Rusia, Brasil, Estados Unidos, Canadá e Indonesia) quedan ahora en los

lugares 18, 33, 16, 24 y 19, respectivamente. El balance para México

muestra una perspectiva poco halagadora, pues se ubica en el lugar

número 15 de los 52 países analizados con una pérdida de 23862 km2 y

una ganancia de 6 333 km2, es decir, una pérdida neta equivalente a 17

529 km2 (1.08% del total).

CuADRo 1. Superficie global de pérdida forestal, ganancia de nuevos bosques y cambio neto de la superficie forestal de 52 países [media (± 1 desviación estándar)] en el periodo 2000-2012

Camino a El Cielo, bosque de

platanus (Platanus

mexicana).

Pérdida forestal mundial (km2)

Ganancia de nuevos

bosques (km2)Pérdida neta de pérdida (km2)

Total de la superficie 2193131.0 767615.0 1425516.0

Media / país 42175.5 33019.9 27413.7

Desviación estándar (± 1)

83856.4 33019.9 54186.3

Fuente: Hansen et al. (2013)

Page 271: Bosque mesófilo de México.docx

Superficie mundial de bosquemesófilo de montañaEn el contexto global descrito

podemos ahora considerar el caso

particular de los BMM. De todos los

ecosistemas, el BMM ha sido señalado

como uno de los más vulnerables,

por su situación en las montañas y

laderas, y por su poca superficie

(Aldrich et al., 1997). La superficie

potencial, estimada a nivel mundial,

de BMM es alrededor de 381 000 km2,

aproximadamente 0.26% de la

superficie terrestre. Si bien esta cifra

podría ser una sobreestimación, ya

que otros tipos de bosques se

Page 272: Bosque mesófilo de México.docx

116 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

utilizados en estas estimaciones (Bubb et al., 2004), es

considerablemente menor (ca. 1.3 veces) que el único registro previo:

500 000 km2 (Bockor, 1979). Por otra parte, la distribución global,

considerando las regiones continentales (de un total de 96 394 km2), es

como sigue: 25.3% para América, 15.0% para África, y 59.7%, para Asia

(Bubb et al., 2004).

Por la extensión de su cobertura, este ecosistema ha sido

considerado raro, ya que representa solo 2.5% de la superficie total de

los bosques tropicales del mundo. En los continentes americano y

africano es aún más raro, ya que conforma 1.2% y 1.4%,

respectivamente, de los bosques tropicales de estas regiones. También

es considerado como un tipo de vegetación escaso entre todos los tipos

de bosques de las regiones tropicales de montaña, ya que ocupa 8.4%,

10.5% y 14.6% del bosque tropical de montaña en América, África y

Asia, respectivamente (cuadro 2).

CuADRo 2. Superficie global posible del bosque mesófilo de montaña, considerada como un porcentaje de: 1] todos los bosques tropicales; 2] los bosques tropicales de montaña

2] BMM (%)1] BMM (%) Bosques de bosques

Total bosques de bosques tropicales de tropicales deRegión tropicales (km2) tropicales montaña (km2) montaña

América 7 762 359 1.2 1150588 8.4

África 4167546 1.4 544664 10.5

Asia 3443330 6.6 1562023 14.6

Total 15373235 2.5 3257275 11.7

Fuente: Iremonger et al. (1997) y Kapos et al. (2000). Los cálculos de las áreas montañosas incluyeron un intervaloaltitudinal de 300-4 500 msnm. Tabla tomada de: Bubb et al., 2004.

Amenazas globalesCon la finalidad de analizar los impactos de la corriente destructiva del

Antropoceno, en el año 2000 se realizó una Evaluación de los

Ecosistemas (CoNABIo-MEA, 2008), enfatizando las consecuencias del

cambio de los ecosistemas en el bienestar humano. Como producto de

este esfuerzo surgieron cuatro conclusiones torales: a] en los últimos

50 años, los ecosistemas se han transformado de forma más rápida y

extensa que en ningún otro periodo de tiempo de la historia del

planeta; b] la modificación de los ecosistemas ha contribuido a obtener

considerables beneficios para el bienestar humano y el desarrollo

Page 273: Bosque mesófilo de México.docx

económico, pero estos beneficios conllevan un creciente costo de

degradación de muchos servicios ecosistémicos; c] la degradación de

los servicios ambientales podría incrementarse

Page 274: Bosque mesófilo de México.docx

uN EcosisTEMA pRioRiTARio AMENAzADo 117

considerablemente durante la primera mitad del presente siglo, y d] el

desafío para revertir la degradación de los ecosistemas y al mismo

tiempo satisfacer las mayores demandas de la sociedad es enorme, y

exige cambios significativos en las políticas, instituciones y prácticas.

Por otra parte, el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB)

estableció como meta para 2010 lograr una reducción significativa del

ritmo actual de pérdida de diversidad biológica, como contribución a la

reducción de la pobreza. Estos dos esfuerzos globales enfatizan la

importancia de analizar el impacto antropogénico en los ecosistemas

forestales, incluyendo el BMM.

Las principales amenazas para este ecosistema a nivel global son: a]

la deforestación, que a su vez conduce a la conversión del hábitat original

a tierras agrícolas y ganaderas, así como para el cultivo de drogas; b] el

cambio climático, particularmente de cara al futuro; c] la sobreexplotación

de recursos, incluyendo la industria forestal no sustentable; d] las

especies exóticas invasoras; e] en menor escala, aunque con una

trayectoria creciente, la creación de caminos nuevos, y f] los variados

tipos de desarrollo industrial a nivel local y regional, incluyendo la minería.

Con estos antecedentes, es ahora pertinente presentar un

somero análisis de las principales amenazas a los ecosistemas,

incluyendo el BMM al nivel global. Aquí enfatizamos el cambio de uso

del terreno, el cambio de la cobertura (deforestación) y el cambio

climático, pues son los factores de impacto más notable, actualmente

los dos primeros y en el futuro, el tercero (Challenger y Dirzo, 2009).

Más adelante, cuando nos enfoquemos en el nivel específico de los

BMM en México abordaremos los demás factores de cambio.

Cambio de uso del terreno y cobertura: deforestaciónComo apuntamos al inicio de este capítulo, el cambio de uso del terreno

se perfila como el factor de impacto predominante de los BMM. El

proceso de deforestación y la consecuente degradación del medio

ambiente conducen a la pérdida de la diversidad biológica, uno de los

problemas más agobiantes a los que se enfrenta la sociedad

contemporánea en su conjunto (Dirzo y Raven, 2003; Ehrlich, 1988;

Ehrlich y Ehrlich, 1981). Este proceso continúa produciéndose de

manera intensa en muchas regiones del mundo, particularmente en las

zonas tropicales, y sus consecuencias en el mantenimiento de la

biodiversidad han sido reconocidas desde hace tiempo (Myers, 1988), si

bien los detalles específicos aún están poco estudiados

Page 275: Bosque mesófilo de México.docx

cuantitativamente. Esta laguna es particularmente evidente en el caso

de los ecosistemas mexicanos.

En México, la deforestación ha tomado proporciones alarmantes.

Las aproximaciones hechas para la década de los 80, a partir de

estadísticas gubernamenta-

Page 276: Bosque mesófilo de México.docx

La produción de agua es

un servicio ambiental

tangible de los bosques

mesófilos de montaña.

FoTos: JEAN LouIs LAcARLE MUQuQ

118 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

les, muestran que solo 23 a 32%

(44.2 a 81.8 millones de ha) de la

superficie del país mantenía una

cubierta de bosques cerrados y

los cálculos de la magnitud de la

deforestación oscilaron entre 365

000 y 1 500 000 ha por año en

ese mismo periodo (Cairns et al.,

1995).

Cambio climático

Los

ecosistemas terrestres y

oceánicos actúan como

amortiguadores que man-

tienen la temperatura mundial

a un nivel habitable. Si se

compara con el registro a

largo plazo, la concentración

atmosférica actual de CO2, el

principal motor de impulso del

cambio climático, es de ~400

ppmv (ca. 35% mayor que en

cualquier momento histórico

de los 420 000 años

anteriores). Esto es el

resultado de las

perturbaciones

antropogénicas al ciclo

mundial del carbono. La

concentración

está también aumentando en una tasa que es

al menos 10 y quizá hasta 100 veces más rápi-

da de lo que se había observado anteriormente

(Falkowski et al., 2000).

Page 277: Bosque mesófilo de México.docx

Actualmente, ca. 3/4 partes

de las perturbaciones

antropogénicas directas al ciclo

mundial del carbono se deben a

la quema de combustible fósil,

cuyas emisiones superan ac-

tualmente 6 Gt C/año, y siguen

aumentando. Desde mediados

del siglo XIX, la adición acumu-

lativa de CO2 antropogénico a la

atmósfera por cambio de uso del

suelo ha sido muy elevada

(~156 Gt C), sigue de cerca a la

ocasionada por el uso de

combustible fósil (~280 Gt C/

año) y continúa siendo una

importante emisión antropógena

(~2.2 Gt C/ año) (Hougthon,

2003).

Los cambios previstos en el

clima en los próximos 100 años

son más visibles, y se prevé que

serán mayores y que se

producirán más de prisa que los

estimados anteriormente (como

mucho +6 ºC o más para 2100).

Aunque los ecosistemas

terrestres (y oceánicos) contri-

buyen con la captura del ~60%

de las aportaciones directas

antropogénicas de CO2 a la

atmósfera, no es probable que

los mecanismos fisiológicos de

fotosíntesis, responsables de la

Page 278: Bosque mesófilo de México.docx

uN EcosisTEMA pRioRiTARio AMENAzADo 119

absorción de este gas de efecto invernadero, funcionen de manera

suficiente en el futuro. Por tanto, el sumidero de CO2 de la Tierra

seguramente disminuirá a nivel global y podría incluso convertirse en

fuente predominante en el próximo siglo (Cox et al., 2000), dando lugar

a cambios climáticos aún mayores.

La utilización sostenible de los bosques puede proporcionar un

beneficio para todos los sectores de la sociedad, derivado del

mantenimiento de las existencias de carbono en ecosistemas forestales

sanos, mediante la producción sustentable de productos forestales

(maderables y no maderables), incluyendo la regeneración forestal

activa, que podría ayudar a evitar las aportaciones directas de nuevo

carbono a la atmósfera. En suma, una buena ordenación forestal es

parte de la solución (Apps, 2003).

Un aspecto relevante en el papel de los BMM como captores de

carbono es su dinámica hidrológica. La presencia y continuidad de las

nubes en el BMM es un factor que permite la presencia y el

mantenimiento de una gran cantidad de biomasa, aportada por las

especies en conjunto del BMM. En un estudio eco-hidrológico del BMM de

la Reserva Forestal “La Cortadura”, del municipio de Coatepec,

Veracruz, en el que se compara un BMM maduro con uno en regene-

ración natural, los autores, Holwerda y Gotsch (2012), utilizaron

colectores de neblina para medir el impacto de ésta sobre la

vegetación. Como parte de sus hallazgos, se encuentra que la

deposición de niebla en la época seca fue de 50 mm para el BMM

maduro y 40 mm para el BMM secundario. Además, los autores midieron

el flujo de savia inducido por la transpiración (de la rama hacia la hoja)

y el flujo relacionado con la absorción foliar de niebla (de la hoja hacia

la rama), y encontraron que la cantidad de agua absorbida de la niebla

por las hojas de los encinos durante la estación seca fue equivalente a

9% del agua consumida por transpiración durante este periodo. Los

autores expresan que en ausencia de esta absorción foliar, el agua

habría tenido que ser extraída de la reserva de agua disponible en el

suelo. Los autores discuten que a una escala global, existe cada vez

más evidencia de que las más altas temperaturas del mar y de la

superficie terrestre, resultantes del cambio de uso del terreno y

climático, provocarán periodos de sequía más pronunciados y una

disminución de la presencia de niebla en los bosques de montaña, lo

cual afectará la capacidad de acumulación de biomasa y, por lo tanto,

de captura de carbono. Este estudio hace evidente la necesidad de

Page 279: Bosque mesófilo de México.docx

trabajo de investigación para poder cuantificar el impacto del cambio

global sobre el hidroclima del BMM a nivel global y en México, para

medir los efectos relacionados sobre el funcionamiento ecohidrológico

de este ecosistema, altamente valorado por su biodiversidad y sus

servicios ecosistémicos (Holwerda y Gotsch, 2012).

Page 280: Bosque mesófilo de México.docx

120 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

El bosque mesófilo en la perspectiva nacionalCuriosamente, el BMM es el único de los principales tipos de ecosistemas

terrestres de México que no presenta evidencia de asentamientos o

centros ceremoniales prehispánicos de gran tamaño. Una posible

excepción sería la región alrededor de la actual ciudad de Xalapa,

Veracruz, en donde el paisaje (aunque montañoso) presenta condiciones

más favorables para los asentamientos humanos y las actividades

agrícolas que la mayoría de las regiones del país que ostentan este tipo

de vegetación (Williams-Linera, 2007). Si la topografía abrupta típica de

las regiones de BMM parece haber desalentado el desarrollo de

asentamientos prehispánicos, su clima, relativamente fresco, muy

húmedo y nublado, tampoco habría sido tan favorable, comparado con

el clima de las selvas secas y los bosques templados. Esto, además, se

relaciona con el hecho de que el mecanismo de fotosíntesis del maíz

(del llamado tipo C4), fuente alimentaria fundamental de las culturas

indígenas, requiere altas temperaturas y altos índices de radiación solar

(Paliwal, 2001). Por todo ello, aparte de un aprovechamiento de tipo

extractivo, como la obtención de plumas de los quetzales (Pharomachrus mocinno mocinno) y de la resina del árbol de liquidámbar (Liquidambar

styraciflua), usadas en grandes cantidades como tributo al imperio

azteca (Peterson y Peterson, 1992), no existe evidencia de una

afectación seria a las áreas de BMM en México durante el periodo

prehispánico. Estos factores indican que el fenómeno de la

deforestación y transformación masiva de los BMM es relativamente

reciente, empezando por el desplazamiento de la población indígena a

estas tierras marginales (por su accidentada topografía, humedad

excesiva y suelos erosionables) durante la conquista española, seguido

por el cultivo del café en plantaciones establecidas durante el Porfiriato

y, después, por el reparto agrario durante el siglo XX (Challenger, 1998).

En las últimas tres décadas, la destrucción de los BMM siguió

extendiéndose debido a la producción de café en modalidades “no

tradicionales” (a sol directo, sin el dosel del bosque original o sin

sembrar árboles frutales que dieran sombra a los cafetos), producto de

las políticas de fomento del ahora extinto Instituto Mexicano del Café

(Inmecafé). Otro factor importante de alteración de estos bosques es

la tala crónica a pequeña escala, en especial en los bordes de las

áreas remanentes del bosque primario. Esta actividad se realiza cada

año por comunidades de campesinos cuya producción es

esencialmente de subsistencia y con una población que sigue en

Page 281: Bosque mesófilo de México.docx

aumento (Rzedowski, 1978; Bubb, 1991; Cayuela et al., 2006).

Además, los bosques mesófilos son afectados por la ganadería

extensiva y, en menor medida, por el crecimiento urbano y el

aprovechamiento forestal de productos maderables y no maderables

(Challenger, 1998; WilliamsLinera, 2007).

Page 282: Bosque mesófilo de México.docx

uN EcosisTEMA pRioRiTARio AMENAzADo 121

En el marco de esta trayectoria cultural humana, este ecosistema

ha sido seriamente dañado, con tasas de cambio negativo de gran

magnitud, de manera que hacia 1976 su cobertura ya se había

reducido a menos de la mitad del área original. Así, su cobertura

inicial, de por sí limitada a un área estimada en 3.1 millones de

hectáreas, se vio reducida a solo 28% de la original (870 000 hectá-

reas) en 2002. Ese año, la cobertura que se consideraba como

conservada apenas representaba 47.6% y el resto correspondía a

vegetación secundaria. En suma, es evidente que la vegetación

secundaria predomina en este ecosistema (Challenger, 1998; Williams-

Linera, 2007).

Estimaciones de la superficie remanentede bosque mesófilo de montaña en México

En nuestro país, ha habido diferentes esfuerzos científicos,

gubernamentales e institucionales para dimensionar este ecosistema.

Destacan las evaluaciones llevadas a cabo por el INEGI en cuatro series,

así como el Inventario Nacional Forestal (2000). La Serie I del INEGI

(elaborada en la década de 1980), la Serie II (desarrollada en la década

de 1990), la Serie III (elaborada en el periodo 2002-2005) y la Serie IV

(lograda en el periodo 2007-2010) representan una importante fuente

de información, que apoya los estudios temporales de las comunidades

vegetales y la generación de información estadística, así como el

monitoreo de la cubierta vegetal de México y los principales usos del

suelo que ahí se desarrollan (INEGI, 2012).

Basándonos en la Serie IV y utilizando los datos de las cuatro

series, se llevó a cabo un proceso de depuración con la finalidad de

actualizar la información del último registro que se tiene de manera

oficial, mediante el siguiente procedimiento. Se comparó espacialmente

(mediante la superposición de 495 polígonos) la cobertura de vegetación

y el uso del suelo de las series: II (1993), III (2002) y IV (2007) del INEGI,

para lo cual se hizo lo siguiente:

a]Se seleccionaron los polígonos resultantes de la superposición,

mayores a 25 ha, dadas las características de la cartografía

(escala y descripción del método del INEGI). Los polígonos

menores de 25 ha fueron eliminados, principalmente por

problemas en la construcción cartográfica de las series. Estos

Page 283: Bosque mesófilo de México.docx

polígonos fueron pequeños pero numerosos, aproximadamente

17 960, equivalentes a ca. 276 km2.

b]Se analizó la combinación de tipo de vegetación y usos para

clasificarlos en las siguientes categorías y transiciones: i] Sin

cambios: la vegetación de BMM en cualquier estado (primario,

secundario en sus tres clases) no cambió en las tres series); ii]

Recuperación: la vegetación BMM se recu-

Page 284: Bosque mesófilo de México.docx

Para la superficie de pérdida, ignoramos la estimada por el

Inventario Forestal Nacional 2000 y el análisis se hizo bajo el criterio de

las series I y IV del INEGI. La

CuADRo 3. Ajuste de las series I (1976), II (1993), III (2003) y IV (2007) del INEGI, para

clasificar los grandes tipos de uso del suelo del BMM en México

Uso del suelo Participación porcentualSin cambio 80.13

Recuperación 2.00

Degradación 11.64

Deforestación 6.21

Total 100

Información proporcionada por Raúl Jiménez Rosenberg, CONABIO.

122 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

peró de alguna fase secundaria a primario; iii] Degradación:

paso de un BMM primario a uno secundario; iv] Deforestación:

paso de BMM en cualquier estado a un uso.

En el análisis se detectó incongruencia de algunos sectores

definidos como BMM que al parecer corresponden a algún tipo de

vegetación distinto del BMM, incongruencia que aparentemente surge

de errores en el etiquetado de los polígonos correspondientes. El

estado de Guerrero fue el más afectado por este tipo de problemas. No

obstante, esta incongruencia apenas representó alrededor de 12% en

todo el análisis. Esto nos indica que llevar a cabo un análisis

cuantitativo con base en los datos de las series de vegetación y uso

debe verse con precaución y sujetarse a un análisis posterior basado en

información de sensores remotos y verificación de campo de mayor

resolución. Sin embargo, es evidente el valor de este intento en cuanto

a generar una primera cifra indicativa en general ya que, además de

que se clasificó ca. 95%

del área del mapa de

distribución potencial

del BMM, el nivel de

incertidumbre no es de

gran magnitud.

En términos generales, se encontró que la

categoría Sin cambio ocupó el primer sitio, seguida por

las de Degradación, Deforestación y Recuperación de

este ecosistema (cuadro 3), con un grado de

incongruencia, como se dijo, de 12% (INEGISerie IV,

2008).

Este ajuste entre las series presenta una

incongruencia equivalente a 2 521.7 km2, diferencia reportada en la evolución del análisis de datos en

las cuatro series del INEGI (I, II, III y IV), a lo largo de 31 años en que se estudiaron los tipos de

cobertura y el uso del suelo del BMM en México.

Con la información disponible llevamos a cabo un análisis para

determinar la superficie de pérdida neta por deforestación que ha

enfrentado este ecosistema en 31 años de registro. Para calcular la

tasa de deforestación utilizamos la siguiente fórmula:

Page 285: Bosque mesófilo de México.docx

TD= (Sf-Si)t donde: TD = superficie de pérdida netaSf=superficie finalSi = superficie inicial yt = lapso de tiempo entre ambas estimaciones de la superficie (en años)

Page 286: Bosque mesófilo de México.docx

uN EcosisTEMA pRioRiTARio AMENAzADo 123

FiGuRA 4. Superficie estimada del BMM en México en distintos momentos

y fuente de información correspondiente a la estimación en cada

periodo: INEGI series I, II, III y IV y el Inventario Nacional Forestal

mile

s de k

il m

etr

os

cuadra

dos

FiGuRA 5. Cambio de uso de suelo en la superficie del BMM en

México,

entre las series II-III y Serie IV. Como se aprecia, existe una

incongruencia entre las series de acuerdo con la Serie IV del

INEGI.

mile

s de k

il m

etr

os

cuadra

dos

1 6

1 4

1 2

1 0

8

6

4

2

0

- 2

- 4

3531 037

30

25

2018385 18237

1735918252 16977

15

10

5

0 Cobertura

1976 1993 2000 2003 2007

Sin cambio Recuperación Degradación Deforestación Incongruencia

13 605.03

339.61

1976.691055.45

km2, analizamos cómo está dividida en

cuanto a los cambios que se han

generado. Encontramos que 13 605.03

km2 no han sufrido cambio, es decir,

80.1% de la cobertura remanente, mien-

tras que el área deforestada corresponde a

poco más de 1 000 km2, y la recuperación

apenas es perceptible (figura 5).Como resultado de esta dinámica temporal de cambio en la

cobertura se ha generado un mapa (figura 6) que muestra la

distribución actual y los diferentes tipos de uso del suelo (en sus

categorías más amplias) del BMM en México. El análisis aquí presentado

hace ver que el BMM se perfila como un ecosistema que ha perdido poco

de su cobertura inicial. Por otra parte, la dinámica reciente sugiere un

estado estable en cuanto a su cobertura. Sin embargo, es de hacer

notar que la resolución espacial de este análisis no permite observar la

configuración en detalle en cuanto a la fragmentación (aspecto que

reducción de superficie fue de 1 408.20

km2, con una estimación de TD=45.43

km2/año.

La trayectoria temporal de la

cobertura del BMM en México se muestra

en la figura 4. Resalta que los BMM

originalmente (décadas 40-60) cubrían

1.55% del área del país (31 037.13 km2).

Para 1976, la proporción se redujo al

0.92% (18 385 km2); 17 años después, en

1993, los BMM cubrían 0.91% (18 237 km2);

ese valor porcentual se mantuvo diez años

después (2003), para finalmente llegar a

ser de 0.84% de la superficie original, con

el último registro, en 2007, equivalente a

16 976.80 km2. Esta, que es la cobertura

oficial actual estimada en México (INEGI-

Serie IV, 2012), parece estar estabilizada

(figura 4). No obstante, es de hacer notar

que la cobertura actual de este importante

ecosistema representa apenas 54.7% de

mesófilo de montaña en México es de 16 976.80

Page 287: Bosque mesófilo de México.docx

regeneración sin cambios degradación deforestaci

124 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

FiGuRA 6. Superficie y distribución del bosque mesófilo de montaña en México. Superficie total = 16 976.8 km2. (Fuente: Serie IV del INEGI).

impactada por los efectos del borde, y el estado estructural del bosque

remanente (p. ej., potencial de regeneración, condición de la fauna).

Además, falta por considerar la vulnerabilidad y el potencial de

conservación del BMM de cara a los factores de cambio futuro, en

particular el cambio climático, la sobreexplotación de recursos,

aspectos que analizamos enseguida.

El potencial de conservación de la biodiversidad del bosque mesófilode montaña a la luz del impacto antropogénico

En el país se informa de la presencia de bosque mesófilo en poco más

de 100 localidades distintas, lo que deja ver que este ecosistema se

distribuye principalmente en fragmentos, también llamados ‘parches’ o

‘manchones’, cuyas dimensiones son variables, desde unas pocas

Page 288: Bosque mesófilo de México.docx

hectáreas hasta decenas de miles de hectáreas (Challenger, 1998).

Esta información nos permite colegir que, si bien el BMM sigue

existiendo en casi todas las áreas correspondientes a su distribución

Page 289: Bosque mesófilo de México.docx

uN EcosisTEMA pRioRiTARio AMENAzADo 125

natural, en muchas de ellas ha sido reducido a fragmentos muy

pequeños o ha sufrido perturbaciones muy profundas. Esta situación se

ejemplifica con el caso del antaño extenso bosque mesófilo de la región

de Xalapa, Veracruz, y que ha sido transformado a otros usos en un

90% de su superficie original (WilliamsLinera et al., 2002b).

Biodiversidad, cambio de uso del terreno y coberturaDada la dramática reducción de su cobertura original y su enorme

importancia para la conservación de la biodiversidad y de los servicios

ambientales que provee, no es exagerado considerar al BMM como “un

hábitat en peligro de extinción” (Bubb, 1991) y uno de los ecosistemas

“más amenazados” a nivel global (Hamilton et al., 1995).

Para situar esto en perspectiva, ahora presentamos una aplicación

teórica que alude al significado de la pérdida de cobertura forestal del

BMM, así como sus posibles consecuencias sobre la biodiversidad,

modeladas a partir de la Teoría de Biogeografía de Islas, en la que nos

basamos utilizando la siguiente fórmula:

S = cAz donde: S=especies

c=una constante

z = la pendiente (tasa) de cambio en el

número de especies en función del área

(A).

Esto implica que, suponiendo un valor aproximado de z de — 0.25,

podríamos adelantar que, a este nivel de deforestación (el cambio en A

del modelo), aproximadamente 10% del número de especies contenido

originalmente en el BMM (S) se ha perdido ya, o está amenazado de

extinción local, a menos que se recupere el área eliminada y la

recuperación sea tal, cualitativamente, que permita la supervivencia de

las especies amenazadas (ver detalles de la aplicación de este enfoque

teórico en Dirzo y Mendoza, 2008). Esta proyección de extinción

esperable (quizá parcialmente ya ocurrida) ayuda a percibir el gran

riesgo de amenaza a la biota del BMM, con una expectativa de perder —

10% de la riqueza de especies, en el equilibrio correspondiente a 54%

remanente del área. Es evidente que esta aplicación teórica debe verse

con precaución puesto que presenta las limitantes inherentes al modelo,

en particular que: a] desconocemos el valor de z más apropiado para

este tipo de ‘insularización’ generada por la deforestación del BMM, y b]

que carecemos de las suficientes herramientas empíricas o teóricas para

Page 290: Bosque mesófilo de México.docx

definir el tiempo (p. ej., equilibrio) en que se podría materializar la

pérdida de las especies señaladas para llegar a la extinción. Hasta ahora

hay muy pocos estudios que hayan calculado el ‘tiempo de equilibrio’

necesario para acomodar a

Page 291: Bosque mesófilo de México.docx

126 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

las especies remanentes en el hábitat que queda, después de una

reducción dada en el área del ecosistema en cuestión (véase Dirzo y

Mendoza, 2008, para una discusión de la aplicación de este enfoque de

modelaje de la extinción), y este es un aspecto que merece

investigación detallada. Más allá de lo pronosticado por este modelo,

hay que tener en cuenta que este enfoque solamente considera los

riesgos de extinción por pérdida absoluta de área, sin considerar los

posibles efectos adicionales de la fragmentación, entre otros factores.

El efecto independiente de otros factores, en particular el de la

fragmentación y del borde, los discutimos brevemente enseguida.

Los estudios de fragmentación, en general, sugieren que los

ecosistemas fragmentados son incapaces de sostener, a largo plazo,

poblaciones viables de muchas especies de flora y fauna, y que, en el

largo plazo, se podrían extinguir en estos sitios. Aunada a esta situación,

la sobreexplotación de ciertas especies mediante la caza inmoderada las

ha llevado ya a la reducción numérica o a la extinción local (Challenger,

1998). Esta situación, de por sí muy grave, se torna aún más preocupante

a la luz de investigaciones recientes que indican la presencia de especies

microendémicas de fauna, incluso de mamíferos, hace muy poco

desconocidas para la ciencia, que sobreviven en manchones relictos del

BMM (Carleton et al., 2002).

Por otra parte, durante las décadas de 1980 y 1990 se dio una

especial atención al decreto de áreas naturales protegidas (ANP), que

incluyen manchones aún bastante extensos de BMM, asegurando con

esto la conservación de algunos de los manchones remanentes. Algunas

de estas ANP son Reservas de la Biosfera, entre las cuales destacan: El

Triunfo (decretada el 13/03/1990; 199 177 ha) y La Sepultura

(06/06/1985; 167 310 ha) en Chiapas; Sierra de Manantlán (23/03/1987;

139 577 ha) en Jalisco; Sierra Gorda (19/05/1997; 383 567 ha) en

Querétaro; El Cielo (15/06/1985; 145 530 ha) en Tamaulipas, y Los

Tuxtlas (23/11/1998; 155 122 ha) en Veracruz, que incluye algunos

manchones en los sitios de elevación intermedia de esta sierra. Además,

existen áreas de BMM bien conservado en la Sierra Norte de Oaxaca, que

aún carecen de protección oficial. Vale destacar, en el lado positivo,

que, en muchos casos, las comunidades indígenas que pueblan estas

regiones hacen esfuerzos importantes, por su cuenta, para mantener en

buen estado de conservación a estos bosques (WWF, 2010).

Especies endémicas

Page 292: Bosque mesófilo de México.docx

Una situación que hace al BMM un ecosistema crítico para su

conservación, además de los servicios ecosistémicos referidos

anteriormente, es su gran riqueza biológica, representada por la

riqueza de especies, la concentración de ende-mismos y las especies

que se consideran, bajo los criterios nacionales y globales,

Page 293: Bosque mesófilo de México.docx

5 0

porc

en

taje

del te

rrit

ori

o y

esp

eci

es

25

0

FiGuRA 7. Representación proporcional de los principales biomas de México,

en relación con el territorio nacional, y de plantas vasculares presentes en

territorios especies

E c o s i s t e m a s B o s q u e s B o s q u e s S e l v a s S e l v a sáridos y templados mesófilos altas secassemiáridos de coníferas perennifolias

uN EcosisTEMA pRioRiTARio AMENAzADo 127

como amenazadas, considerando tanto plantas como animales, hongos

y microorganismos diversos. Efectivamente, la contracción histórica (en

tiempo geológico) de la distribución original de estos ecosistemas que

los llevó a su distribución en parches, creando archipiélagos de islas

ecológicas esparcidas sobre las zonas montañosas del país, indujo la

evolución vicariante de muchos taxa, que ha conducido a la especiación

in situ y, con ello, a una aportación muy importante al conjunto de

especies endémicas de México (Challenger, 1998).

Dejando de lado el problema de extinción local relacionado con el

área remanente y la tasa de cambio de los BMM que discutimos

anteriormente, la figura 7 ilustra la importancia de los BMM en términos

de la riqueza de especies, considerando las plantas vasculares, ya que

muestra la cobertura de los principales biomas de México, junto con su

contribución proporcional a la flora total del país, suponiendo un total de

30 000 especies (Rzedowski, 1991). Partiendo de la expectativa de que

cada bioma aporte especies a la flora total en función de su extensión,

las dos barras de cada bioma deberían tener una altura similar. Contra

esta expectativa, es evidente que los ecosistemas tropicales, de manera

especialmente marcada los BMM, aportan muchas más especies de lo

que se esperaría en función de su área. En efecto, con una cobertura de

apenas 1.6%, el BMM aporta cerca de 10% del total de las especies de

plantas vasculares de la flora del país, una contribución proporcional

considerablemente mayor que la de cualquier otro gran tipo de

vegetación de México.

Más allá de la riqueza absoluta de

especies de plantas, destaca el hecho de

que una gran proporción de ellas tiene

una distribución exclusiva en este tipo

de ecosistema. Así, se estima que

aproximadamente 30-35% de las

especies vegetales de los BMM son

endémicas a los mismos (Rzedowski,

1993; Villaseñor, 2010).

El elemento endémico en la biota

de los BMM tiene relación directa con el

hecho de que aquí se concentra también

una cantidad considerable de especies

amenazadas. Por ejemplo, se calcula que

del total de las 762 especies arbóreas (correspondientes a 85 familias

Page 294: Bosque mesófilo de México.docx

botánicas) que habitan los BMM en México, casi tres cuartas partes (71%),

pertenecen a alguna categoría de amenaza (60%), o están próximas a

ella (11%). Dentro de éstas, 37.9% están bajo la categoría de peligro o

peligro crítico, y tres ya se extinguieron (Challenger, 2011).

Page 295: Bosque mesófilo de México.docx

128 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Amenazas al bosque mesófilo de montaña en México

Especies amenazadas, vulnerables y en peligro de extinciónEn un esfuerzo por llevar a cabo una síntesis numérica sobre los

resultados del estado de conservación de las especies de BMM para

México, presentamos la evaluación del estatus de un total de 762

especies de árboles del BMM en cuanto a su ubicación en alguna de las

categorías oficiales de protección (cuadro 4). De estas categorías, las

de mayor representación en orden descendente son: de preocupación

menor, en peligro, vulnerable, en peligro crítico y casi amenazada.

Estas tres últimas categorías acumulan un total de 464 especies, que

conforman 61% del total.

CuADRo 4. Estado de conservación, número de especies arbóreas y su participación porcentual dentro de los bosques mesófilos de montaña de México (González-Espinosa et al., 2011)

Estatus de conservación Número de especies Porcentaje (%)Extintas en estado silvestre 3 0.4

En peligro crítico 83 10.8

En peligro 206 27.0

Vulnerable 175 23.0

Casi amenazada 78 10.2

Datos insuficientes 2 0.3

Preocupación menor 215 28.3

Total 762 100

Además de las plantas, otros organismos presentan una situación

comparable. El cuadro 5 muestra algunos grupos biológicos que se han

estudiado en los BMM mexicanos. Resalta el porcentaje de endemismos

(21.4%) del total de las especies calculadas para este ecosistema,

especies que, por definición, se pueden considerar vulnerables, así

como las especies que se encuentran bajo protección federal (15.1%),

también consideradas, de entrada, como vulnerables. El grupo de los

mamíferos presenta una relación de endemismo/amenaza de 33% /

26%, respectivamente. Entre los reptiles, esta relación es similar:

57.4%/ 54.6% de endemismo/amenaza. En los anfibios, la relación es

de ca. 2:1, con 63.4% / 35.5% de endemismo/amenaza. Estudios

futuros sobre las densidades de las especies de mayor vulnerabilidad

Page 296: Bosque mesófilo de México.docx

apoyarán la formulación de un plan de manejo científicamente avalado

para estos grupos.

Page 297: Bosque mesófilo de México.docx

n m

ero

de e

speci

es

am

enaza

das

8 0 0

7 0 0

6 0 0

5 0 0

4 0 0

3 0 0

2 0 0

1 0 0

0

anfibios

reptiles

y = 0.9349 x + 37.802R2=0.99558

aves

•plantas

0 1 0 0 2 0 0 3 0 0 4 0 0 5 0 0 6 0 0 7 0 0 8 0 0 9 0 0 n ú m e r o d e e n d e m i s m o s

FiGuRA 8. Regresión lineal que presenta a las especies amenazadas como un factor dependiente del grado de endemismos presentes en el BMM de México.

uN EcosisTEMA pRioRiTARio AMENAzADo 129

CuADRo 5. Número de especies (por grupo biológico) presentes en los bosques mesófilos de montaña de

México, endemismos, especies bajo

protección especial y referencia

Grupo biológico

Número de especies en BMM

Especies endémicas

Árboles 450 -

Arbustos 600 -

Epífitas 800 -

Hierbas 600 -

Helechos 630 750

Hongos 594 -

Mamíferos 257

Aves 1700 201

Reptiles 249 143

Anfibios 183 116

Total 6 063 1 295

* Se presentan los datos

más recientes, publicados

en este volumen por los

expertos para cada grupo

biológico dentro del bosque

mesófilo de montaña

mexicano.

Para dimensionar la

fragilidad de las especies

presentes en el BMM, dado el

notable grado de endemismo

de la biota de este eco-

sistema, realizamos un

análisis de regresión,

considerando el grado de

amenaza dependiente del

grado de endemismo por

grupo de estudio (figura 8). Si

Page 298: Bosque mesófilo de México.docx

bien resalta la relación

positiva y estadísticamente

significativa entre ambas

variables, es notable la

ausencia de información en

áreas de un nivel intermedio

de especies endémicas. El

hecho de que la amenaza

esté tan correlacionada con el

nivel de endemismo subraya

la fragilidad de la biota de los

BMM, tendencia que, de no ser

atendida correctamente,

aumenta la posibilidad de que

las especies se pongan en

una trayectoria acelerada

hacia la extinción.

Page 299: Bosque mesófilo de México.docx

La dimensión humana,

aunque exigua, constituye un

factor de amenaza que,

mediante programas de

educación, puede sumar a

sus habitantes a ser parte

proactiva de la conservación

de este ecosistema.

130 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Fragmentación del hábitatLa fragmentación de los

ecosistemas naturales emerge

como consecuencia de que,

con la deforestación, la

configuración espacial del

área de hábitat remanente se

con

vierte en un archipiélago de

fragmentos del ecosistema

natural, inmerso en una

matriz de terrenos antrópicos.

La fragmentación ha sido

considerada una de las

principales amenazas para la

conservación de la diversidad

biológica (Whitmore, 1997;

Lawrence et al., 2002), y es el

resultado de los procesos an-

trópicos asociados al cambio

de uso del terreno, en

particular: a] la deforestación,

b] el incremento de la frontera

agrícola y pecuaria, y c] la

expansión de las manchas

urbanas hacia los bosques y

selvas naturales (Kattan y

Murcia, 2003). Además de la

reducción de área por la

deforestación, las

consecuencias y efectos de la

fragmentación provocan el

aislamiento y una variación

Page 300: Bosque mesófilo de México.docx

microclimática que se

manifiestan en forma de

gradiente desde el borde,

generando lo que se

conoce como el ‘efecto de borde’, que alcanza

una dimensión de hasta 100 m (Lovejoy et al.,1986). En el caso del ecosistema de interés en

este capítulo, esto puede ser exacerbado por el

hecho de que el BMM se encuentra aislado física

y climatológicamente en la parte media de lasmontañas, usualmente dentro de un estrecho

margen altitudinal de 300 m, dependiendo de

la altura en donde se forman las nubes (Aldrich

y Hostettler, 2000).

En un estudio llevado a

cabo por Williams- Linera y

colaboradores (2002) sobre el

efecto de la fragmentación y las

modificaciones en el uso del

suelo del BMM en la zona central

de Veracruz, los autores

analizaron un total de 12 843 ha

de BMM y encontraron que

quedan solo 19 fragmentos de

bosque no perturbado, que

cubren únicamente 10% del área

potencial. Los usos del suelo

dominantes fueron: pastizal

(37%), urbano (18%), vegetación

secundaria (17%) y bosque

perturbado (17%). Los autores

destacan que la escasa

superficie plana en la región

(3.2%) es utilizada preferen-

temente como espacios urbanos

Page 301: Bosque mesófilo de México.docx

y pastizales. Al igual que muchos

otros BMM en México, en esta

Page 302: Bosque mesófilo de México.docx

uN EcosisTEMA pRioRiTARio AMENAzADo 131

región de Veracruz, el

bosque no perturbado se

ubica sobre pendientes

muy fuertes, orientado

más bien al norte,

rodeado por potreros, e

incluye parches de bosque

perturbado y vegetación

secundaria. Los autores

discuten que el efecto de

borde reduce el área real

del bosque en un 15-54%

adicional, dependiendo

del tamaño del fragmento.

Finalmente, los autores

subrayan que 90% del

bosque de niebla ya ha

sido destruido y el resto

está en peligro de

desaparecer, y comentan

lo que es apremiante en

muchas regiones (sino es

que en todas) en las que

existen BMM aún en buen

estado de conservación:

un plan de desarrollo

regional que considere la

conservación del bosque

por su biodiversidad y

como fuente de servicios

ambientales, que proteja

los fragmentos de bosque

no perturbado, promueva

la restauración ecológica

de bosque perturbado y

establezca corredores que

conecten los fragmentos

entre sí y con el bosque

Page 303: Bosque mesófilo de México.docx

La llamada ‘lluvia

horizontal’ incrementa

hasta ca. 60% la cantidad

de agua disponible para

el ecosistema y para las

comunidades humanas

de la región.

remanente (Williams-

Linera et al., 2002).

En los últimos años, un número creciente de estudios ha demostrado que el

bosque de niebla y su biodiversidad son particularmente sensibles a los cambios

causados por la fragmentación (Williams-Linera, 1992; Kattan et al., 1994, Restre-

po y Gómez, 1998). Los estudios disponibles sugieren que al ser fragmentado el

BMM, aumenta el riesgo de extinción local de las especies típicas de plantas y ani-

males de este bosque, ya que son expuestas a una disminución de humedad y a los

efectos de borde (más insolación, viento y temperatura). Los efectos negativos de

la fragmentación se presentan espacialmente a diferentes escalas y principalmente

son: una alteración del microclima dentro y fuera del remanente de bosque y el

aislamiento de cada fragmento de los otros parches remanentes (Saunders et al.,1991). La información también indica que, independientemente de que se conser-

Page 304: Bosque mesófilo de México.docx

ve el área de un bosque, si

éste es fragmentado, se

incrementa el efecto de

borde de cada parche, así

como las condiciones no fa-

vorables, tanto bióticas como

abióticas, lo que se traduce

en una reducción del hábitat

disponible para las especies

nativas (Williams-Linera et al., 1995; Kattan et al., 1994;

Restrepo y Gómez, 1998).

Además, la fragmentación

puede impedir el movimiento

de los individuos entre

remanentes de bosque e

interrumpir el flujo génico,

un proceso crítico para la

preservación de la diversidad

genética (Bierregaard et al., 1992; Moilanen y Hanski,

1998). Los umbrales de la

fragmentación y el efecto de

borde adicional, más allá de

los cuales la persistencia de

especies

Page 305: Bosque mesófilo de México.docx

132 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

de plantas y animales (Matlack, 1993; With y Crist, 1995) se ve

comprometida, aún son desconocidos y esto representa un campo de

investigación esencial.

La fragmentación tiene además la peculiaridad de que opera en

sinergia con otros factores de perturbación. Por ejemplo, facilita el

acceso de personas que extraen diversos recursos del BMM, incluyendo

la extracción crónica de leña, particularmente de encinos (Quercus spp.)

(Ramírez-Marcial et al., 2001), así como la cacería furtiva conducente a

la defaunación (p. ej., Galetti y Dirzo, 2013).

Considerando que el BMM es uno de los ecosistemas forestales

menos estudiados del país (Ramírez-Marcial et al., 2001; Velázquez et

al., 2003), no es extraño que se conozca muy poco sobre el impacto

que la sobreexplotación, en particular la perturbación por extracción

forestal, tiene en el subsistema de bajo tierra, ya sea en México o en los

BMM en otros lugares. Ha sido ampliamente documentado en otros

ecosistemas que esta perturbación llega a afectar el ciclo de nutrientes

(Nilsson et al., 1993; Finér et al., 2003) y la biota del suelo (Davies et al.,

1999; Lavelle, 2000; Brown et al., 2005; Pietikäinen et al., 2003). En par-

ticular, la perturbación que ocurre bajo el subsistema del suelo tiene

efectos que pueden ser de dos tipos: de corto plazo (< 1 año) y de

largo plazo (> 10 años).

En el corto plazo, los residuos del arbolado extraído producen un

mantillo (materia orgánica) en descomposición en la superficie del suelo

rico en nutrientes; por debajo del suelo se crea un detritus en

descomposición de las raíces muertas (olsson et al., 1996; Finér et al.,

2003). El impacto que genera la actividad del desmonte es

particularmente importante en los bosques que crecen en suelos

pobres, tal es el caso del bosque mesófilo. En estos ecosistemas, las

plantas están adaptadas para utilizar de manera eficiente los nutrientes,

la descomposición es lenta y la mayoría de los nutrientes son

secuestrados en la biomasa vegetal y microbiana (Waide et al., 1999;

Hobbie, 1992; Vitousek, 1984; Bruijnzeel y Proctor, 1995; Tanner et al.,

1998). La entrada repentina de residuos ricos en nutrientes junto con el

aumento de la radiación que llega al suelo puede llevar a un aumento

temporal de la tasa de descomposición y aumentar la disponibilidad de

nutrientes (Butterfield, 1999; Pietikäinen et al., 2003; Finér et al., 2003),

particularmente en la capa superior del suelo, donde se producen la

mayoría de las interacciones bioquímicas planta-suelo. El incremento en

la disponibilidad de la materia orgánica (rica en nutrientes) tiende a

Page 306: Bosque mesófilo de México.docx

reducir la proporción de la descomposición fúngica/ bacteriana, lo que, a

su vez, produce cambios importantes en la composición de la

comunidad de macroinvertebrados (Wardle, 1999; Pietikäinen et al.,

2003), lo cual tiene consecuencias en el proceso de reincorporación de

los nutrientes.

A largo plazo (> 10 años), los efectos del desmonte a menudo

incluyen un retraso en la respuesta del sistema a la perturbación inicial

del suelo (Bengtsson et

Page 307: Bosque mesófilo de México.docx

uN EcosisTEMA pRioRiTARio AMENAzADo 133

al., 1996; Zaitsev et al., 2002) o una serie de efectos indirectos en la

dinámica de sucesión en la vegetación y composición de la comunidad

después del abandono (Gross et al., 1988). Por otra parte, después de la

perturbación y en sucesión temprana, la diversidad de especies de

árboles disminuye con relación a los bosques antiguos (Ramírez-Marcial

et al., 2001), lo que lleva a una disminución en la diversidad de los

recursos disponibles para el suelo. Esto, unido al pulso temporal de

aporte de recursos, podría conducir a un sistema más uniforme y a una

menos diversa fauna de macroinvertebrados en el suelo.

El cambio climático y su impactosobre el bosque mesófilo de montaña en México

Los Modelos de Circulación General (GCM en inglés) pronostican la

redistribución de los ecosistemas naturales con base en los cambios de

temperatura y precipitación esperados en el futuro cercano bajo una

serie de supuestos, principalmente relacionados con la concentración

de CO2 atmosférico. En términos muy generales, los modelos

pronostican que los cambios más marcados se darán en sitios de altas

latitudes, en principio fuera de las áreas de distribución de los BMM

mexicanos. Sin embargo, la ubicación altitudinal de los BMM supone que

esta expectativa no es aplicable para los mismos. De hecho, un estudio

reciente sobre los cambios esperados en la cobertura de los

ecosistemas forestales de México, incluyendo los BMM, en tres

escenarios correspondientes a sendos GCM (Villers y Trejo, 1998) indica

que, en comparación con su distribución potencial, las selvas tropicales

bajas (selvas perennifolias y caducifolias) serían impactadas en un

grado menor o incluso no impactadas, mientras que los ecosistemas de

sitios ubicados a mayor altura, incluyendo los bosques templados y los

BMM, serían los más impactados. En particular, los tres modelos de

circulación indican de manera consistente una reducción drástica, de

modo que podrían quedar restringidos a entre 15% (el modelo basado

en un aumento de la temperatura en 2 ºC y una reducción en la pre-

cipitación de un 10%) y 40% (el modelo Community Climate Model,

CCM) de su cobertura original. Este impacto, en sinergia con los

impactos de cambio de uso del terreno y sobreexplotación discutidos

anteriormente, supone, en esencia, una degradación mayúscula de los

BMM y de la singular biodiversidad que albergan, así como una pérdida

de los servicios ecosistémicos que de ellos se derivan. La aseveración

de que los BMM constituyen los ecosistemas tropicales más amenazados

Page 308: Bosque mesófilo de México.docx

se hace particularmente evidente a la luz de estas amenazas

antropogénicas proyectadas para el futuro cercano, lo que a su vez

demanda atención prioritaria dirigida a la protección y diseño de planes

de restauración de estos ecosistemas, en México y globalmente.

Page 309: Bosque mesófilo de México.docx

134 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Especies nativas y exóticasLas especies invasoras

desplazan a las especies

nativas de flora y fauna por

competencia directa,

depredación, transmisión de

enfermedades, modificación

del hábitat, alteración de la

estructura de los niveles

tróficos y sus condiciones

biofísicas, y por la alteración

en los regímenes de fuego

(Chornesky et al., 2005). Un

grupo de expertos mexicanos

(INE-UNAM, 2013) analizó las

especies de plantas invasoras

registradas en cinco

ecosistemas de México, y

destacan que la selva baja

caducifolia presenta 12.6% de

las especies invasoras

registradas en el país, la selva

mediana caducifolia aporta

6.9% del total, con 48

especies; los bosques de pino

y de encino albergan 4.71%

(33 especies) y 4% (28

especies), respectivamente.

En el BMM han registrado 28

especies invasoras, lo que

equivale a 3.28% del total,

que corresponde al lugar

número trece de los

ecosistemas evaluados.

Por otra parte, aunque

las invasiones de

invertebrados dentro del suelo

han sido poco investigadas,

uno de los pocos estudios

Page 310: Bosque mesófilo de México.docx

Los periodos de estiaje del

bosque mesófilo de montaña

en Tamaulipas, más la

presencia de plagas,

generan incendios

forestales: una amenaza más

para este vulnerable

registra que del total de 129

especies de lombrices de tierra

de México, 14-31% son

exóticas y están presentes en

los BMM (Fragoso, 2001). Esta

invasión de especies exóticas

puede generar una pérdida de

especies nativas por el

desplazamiento competitivo

que les causan las especies

exóticas, si bien los

mecanismos de

desplazamiento aún son poco

conocidos.

Sanidad forestalAmenaza latente para los BMM son las plagas forestales. Dada la vulnerabilidad de

los BMM al cambio climático, el cual puede impactar a este ecosistema en forma

sinérgica con la proliferación o

intensificación de plagas, es importante analizar

cuidadosamente este aspecto en los BMM, en el siguiente escenario (Guevara y

Dirzo, 2012). Es posible

formular la hipótesis de que los

aumentos de temperatura

conduzcan a un desarrollo más

rápido de algunos insectos y

que, por otra parte, el

enriquecimiento de CO2

atmosférico exacerbe el daño

causado por insectos. Una

Page 311: Bosque mesófilo de México.docx

atmósfera enriquecida en CO2

tendrá como consecuencia un

aumento en la relación C:N

(proporcionalmente menos

nitrógeno), lo cual, a su vez, im-

plicará una respuesta de los

insectos en términos de

aumentar el consumo de tejido

vegetal para compensar la baja

calidad del tejido vegetal,

empobrecido en valor

nutrimental. Así, es previsible

que, al menos, algunos insectos,

nativos o exóticos, aumenten

sus niveles de

Page 312: Bosque mesófilo de México.docx

uN EcosisTEMA pRioRiTARio AMENAzADo 135

consumo de follaje y

generen episodios de

defoliación masivos,

ocasionales o crónicos. Por

estas razones, es

indispensable desarrollar

el mejor conocimiento

posible de las plagas de

los BMM mexicanos, un

aspecto pobremente

abordado hasta ahora.

Esto es especialmente

crítico dados los

antecedentes de plagas fo-

restales en México. Por

ejemplo, en el período

1995-2002, la superficie

forestal afectada por

plagas y enfermedades en

México alcanzó un

promedio anual de 14 506

ha. Las causas de este

deterioro forestal son

variadas: mal manejo

silvícola, incendios

forestales, tala

clandestina, falta de

compromiso de los

propietarios de los

terrenos forestales para el

manejo cuidadoso del

bosque, problemas de liti-

gio entre comunidades y

ejidos, y falta de recursos

para atender

oportunamente brotes de

plagas y enfermedades.

En el BMM de la Reserva de la Biosfera

Page 313: Bosque mesófilo de México.docx

Época de estiaje en 2011, camino a San José, Tamaulipas.

El Cielo (RBC), se han llevado a cabo

estudios para determinar el daño a las especies de interés forestal (ecológico y de

aprovechamiento forestal), los cuales incluyeron un Diagnóstico Fitosanitario Fo-

restal de la RBC, cuyo objetivo fue diagnosticar con oportunidad y confiabilidad los

problemas fitosanitarios forestales de la RBC. La metodología se basó en muestreos

de los ecosistemas in situ y muestreos de sitios con daños severos determinados

específicamente, mediante uso de encuestas (Sánchez-Ramos, 2002). Los resulta-

dos muestran que la sanidad del BMM se ve amenazada, en términos generales,

por insectos defoliadores, entre los que destaca el ataque en Podocarpus reichei,

árbol que presenta defoliaciones masivas en la época de lluvias (mayo-septiem-

bre), que llegan a alcanzar hasta 80% de pérdida foliar por el insecto Anisodes

gigantula (Sánchez-Ramos, 1999). Otra plaga notable es el barreno del encino

(Pantophthalmus roseni), que ataca al encino rojo (Quercus germana) (Sánchez-

Ramos y Reyes-Castillo,

2006). Comparando árboles

sanos con árboles con daño

Page 314: Bosque mesófilo de México.docx

severo, se encontró que la

calidad del follaje es

afectada por esta plaga,

pues el consumo foliar de los

insectos naturales de esta

especie fue

significativamente mayor en

los encinos sanos que en los

dañados, lo cual se

correlaciona con el hecho de

que el grupo de árboles

dañados tuvo mayor

concentración de fenoles

que el grupo de los sanos.

Este efecto en cascada bien

podría afectar numerosos

pasos de la cadena trófica

en el BMM. Estos estudios

pioneros para el BMM

subrayan nuestro

argumento de la imperiosa

necesidad de abordar el

mejor estudio posible de las

plagas y su interacción con

los

Page 315: Bosque mesófilo de México.docx

136 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

otros impactos

antropogénicos de

importancia en los BMM,

incluyendo el cambio

climático y enriquecimiento

de carbono atmosférico, así

como el cambio de uso del

terreno (ver análisis de estas

interacciones múltiples en

Guevara y Dirzo, 2012).

Consideraciones finales de las amenazas y la vulnerabilidad de los bosques mesófilos de montaña

Con base en la información

analizada en los apartados

anteriores, en este queremos

destacar los principales

factores de amenaza a la

biodiversidad, considerando

el grado de endemismo, las

especies que por las

amenazas detectadas se

encuentran bajo algún

esquema de protección y la

vulnerabilidad ecológica de-

terminada por las singulares

áreas donde se desarrollan

estos bosques en México. Así,

la figura 9 presenta una

estimación del impacto

relativo de los principales

factores de amenaza.

Page 316: Bosque mesófilo de México.docx

Otros 20%

Sanidad 20%

Especies invasoras 5%

Pérdida de hábitat 55%

FiGuRA 9. Evaluación proporcional de

las amenazas predominantes para

el bosque mesófilo de montaña en

México.

Es evidente que la pérdida de

hábitat (principalmente por

actividades antrópicas) sería la

principal amenaza del BMM (~ 55%

del impacto total estimado). El

impacto relativo de la problemá-

tica de sanidad del ecosistema se

ha calculado en 20%, del cual una

proporción considerable (ca. 20%)

puede ser atribuible al cambio

climático, en conjunción con otros

factores, probablemente

operando en formas complejas de

sinergia. El impacto de las

especies exóticas representa 5%,

pero, como argumentamos, este

aspecto aún está poco explorado.

Las amenazas resumidas en

esta

secci

ón y los detalles discutidos a lo

largo de este capítulo hacen ver

que, en el mediano plazo, el BMM

está en riesgo serio de perder una

fracción considerable de su

funcionalidad y continuidad de su

cobertura en nuestro país. La

protección y el manejo

sustentable de este ecosistema

representan una agenda crítica

Page 317: Bosque mesófilo de México.docx

para asegurar la persistencia de

los paisajes remanentes de BMM

en México.

AgradecimientosLos autores desean agradecer

especialmente a Martha Gual

Díaz por la invitación a escribir

este capítulo, por la

información facilitada, y por

su paciencia, así como trabajo

editorial en el manuscrito. De

igual forma, agradecemos a

Raúl Jiménez Rosenberg por

su aportación para las

estimaciones de superficie del

bosque mesófilo de México. La

mayoría de las fotografías

fueron amablemente

facilitadas por Louis Lacaille

Múzquiz. Guillermina Gómez

leyó una versión previa e hizo

comentarios constructivos.

Page 318: Bosque mesófilo de México.docx

uN EcosisTEMA pRioRiTARio AMENAzADo 137

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Page 327: Bosque mesófilo de México.docx
Page 328: Bosque mesófilo de México.docx

ECOLOGÍA Y MANEJO DE LOS BOSQUES MESÓFILOS DE MONTAÑA EN MÉXICOENRIQUE J. JARDEL-PELÁEZ, RAMÓN CUEVAS-GUZMÁN,

ANA LUISA SANTIAGO-PÉREZ, JUAN

MANUEL RODRÍGUEZ-GÓMEZ

1 4 1

Bosque mesófilo de montaña en Santiago Comaltepec, Oaxaca.

IntroducciónEn este trabajo se hace una revisión general del

conocimiento actual sobre la ecología de los

bosques mesófilos de montaña de México (BMM)

y se presentan algunos datos nuevos sobre sus

características y distribución en relación con

factores ambientales, como el clima y los

regímenes de incendios forestales. Se discuten

también las implicaciones del conocimiento de

los patrones y procesos ecológicos

característicos de los BMM, como fundamento de

su manejo con un enfoque de ecosistemas que

integre tanto la conservación como la

restauración y el aprovechamiento sustentable.

¿Qué es el bosque mesófilo de montaña?

Como lo discuten Gual-Díaz y González-Medrano

(este volumen), lo que actualmente llamamos

BMM en México ha recibido diferentes nombres o

incluso ha sido considerado como distintos tipos

de vegetación. Estas aparentes inconsistencias

en la denominación de los BMM reflejan en

realidad la dificultad de clasificar unidades de

vegetación con características comunes y que,

al mismo tiempo, presentan variación espacial a

través de gradientes ambientales, así como

variación temporal relacionada con regímenes

de perturbación y etapas de la sucesión.

Page 329: Bosque mesófilo de México.docx

Los BMM presentan una variedad de

características fisonómicas, florísticas y

ecológicas intermedias

Page 330: Bosque mesófilo de México.docx

142 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

entre los bosques caducifolios de latitudes templadas (Greller, 1988) y

los bosques de niebla de los trópicos (Stadtmüller, 1987), sin que

encajen del todo en los criterios de clasificación de estas formaciones

vegetales (Miranda, 1952; JardelPeláez et al., 1993; Vázquez-García,

1993).

¿Cuáles son los atributos que permiten definir a los BMM como un tipo de

vegetación particular o como un ecosistema caracterizado por ese tipo de cubierta vegetal? Partiendo de los estudios sobre la vegetación de México

(Rzedowski, 1978, Miranda y Hernández-Xolocotzi, 1963; González-

Quintero, 1974) y Mesoamérica (Hartshorn y Peralta, 1988), o de distintas

regiones del país (Miranda, 1947, 1952; Rzedowski y MacVaugh, 1966;

Lauer, 1973; Puig, 1976; Breedlove, 1981), los BMM pueden definirse de

manera general como el conjunto de bosques mixtos dominados por

árboles latifoliados, que se encuentran en zonas montañosas de altitud

media (600-2800 msnm aproximadamente), en condiciones bioclimáticas

mesotermales (con temperatura media de alrededor de 10 a 20 °C) y

húmedas (esto es, con una evapotranspiración potencial inferior a la

precipitación pluvial anual).

Fisonómicamente, los BMM varían dependiendo de las condiciones del

clima (figura 1). Aunque predominan las especies arbóreas de hojas

planas (latifoliadas), algunas coníferas entran en la composición del BMM,

tanto en ecotonos como en etapas tempranas e intermedias de la

sucesión. Son generalmente bosques densos con una estratificación

vertical compleja y abundantes epífitas, además de lianas y bejucos

(aunque menos abundantes que en las selvas tropicales húmedas de

tierras bajas). Por la altura del dosel (15-30 m), son bosques medianos

(González-Medrano, 2004), aunque en sitios protegidos del viento es

posible encontrar árboles mayores a 40-70 m de altura (Miranda, 1952), y

en las cimas de montañas expuestas a vientos constantes, el dosel puede

ser menor a 10 m, formando un “bosque enano” (elfin forest o dwarf forest

en la terminología anglosajona) (Puig, 1976; Breedlove, 1981).

La composición arbórea de los BMM es mixta: generalmente

ninguna especie o género llega a representar más del 50% de la

cobertura de dosel o del área basal en los rodales maduros. A escala de

rodal o de sitio, la riqueza de especies arbóreas y los índices de

diversidad de los BMM son menores que los de selvas tropicales y del

mismo orden que los de bosques caducifolios templados (Gentry, 1988,

Jardel-Peláez et al., 1993); y aunque su diversidad a no es alta,

presentan una alta diversidad R o de recambio entre localidades

Page 331: Bosque mesófilo de México.docx

(Santiago-Pérez y JardelPeláez, 1993; Williams-Linera, 2007). La alta

variación en la composición de especies entre localidades y regiones

del país (Ruíz-Jiménez et al., 2012) da lugar a que, a escala nacional, los

BMM sean el tipo de vegetación con mayor número de especies por

unidad de superficie (Rzedowski, 1978, 1996; Villaseñor, 2010;

Villaseñor y Gual-Díaz, este volumen).

Page 332: Bosque mesófilo de México.docx

EcoLoGÍA y MANEjo 143

Una característica notable de los BMM es la mezcla de especies que pertenecen a familias de dis-tribución holártica y neotropical (Miranda y Sharp, 1950; Puig, 1976; Rzedowski, 1978, 1996; Luna-Vega et al., 1988, 1989; Jardel-Peláez et al., 1993; Quintana-Ascencio y Gonzá

Page 333: Bosque mesófilo de México.docx

lez-Espinosa, 1993; Villa-señor, 2010). En general, una alta proporción de las especies arbóreas que dominan el dosel pertenecen a la flora Arcto-Terciaria (Graham, 2011), mientras que en el subdosel y el sotobosque predominan es-pecies de afinidad neotropical y son comunes los elementos florísticos

andinos. Esta composición se relaciona con el origen histórico, la ubicación geo-gráfica y la posición altitudinal de los BMM en la tran-sición de zonas cálidas a templadas húmedas.

Historia naturaldel bosque mesófilo de montañaLa

partic

ular

Page 334: Bosque mesófilo de México.docx

compo

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florísti

ca de

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BMM

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(Grah

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2011).

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Page 335: Bosque mesófilo de México.docx

arbóre

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(Raven

y

Axelro

d,

1974;

Tallis,

1991).

El

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FiGuRA

1. Los

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Page 336: Bosque mesófilo de México.docx

das de

la

Sierra

de

Manan

tlán,

Jalisco,

donde

la

precipi

tación

anual

es de

1 800

mm.

FoTos:

ENRIQuE

JARDEl-

PElÁEz

Page 337: Bosque mesófilo de México.docx

144 BosQuEs MEsÓFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

tolerancia a la sombra representa

una ventaja competitiva

importante en los bosques densos

(Bazzaz, 1979). Las especies

arbóreas tolerantes pueden

establecerse a la sombra y su

regeneración avanzada les

permite ocupar los claros

pequeños que se forman por la

muerte y caída de árboles del

dosel; esto les permite remplazar

a las especies intolerantes

durante la sucesión (figura 2).

En la actualidad, los bosques

dominados por coníferas se

mantienen en ambientes con

condiciones limitantes para las

angiospermas, como clima frío o

con inviernos húmedos y veranos

secos (Waring y Franklin, 1979),

algunos suelos pobres en

nutrientes (Kruckeberg, 2004) o

regímenes de incendios que

forman claros extensos (Bergeron

et al., 2004). Los bosques de pino

de regiones intertropicales

húmedas, donde los bosques

latifoliados dominan el paisaje,

persisten solamente en

condiciones en las que ocurren

eventos de perturbación, como

incendios forestales o

deslizamientos de suelos que

forman claros extensos y ex-

ponen suelo mineral. Por ejemplo,

en los BMM de zonas muy

húmedas, como El Triunfo,

Chiapas, o la Sierra Norte de

Oaxaca, Pinus strobus se

Page 338: Bosque mesófilo de México.docx

FiGuRA 2. Regeneración

avanzada de especies

arbóreas en un claro de

bosque mesófilo de montaña

en la Sierra de Manantlán,

Jalisco. FoTo: ENRiQuE JARDEL-PELÁEz

encuentran formando rodales

relativamente pequeños en

parteaguas y laderas abruptas,

donde ocurren deslizamientos de

suelo que forman claros (figura

3). En contraste, en zonas

húmedas pero con una estación

seca relativamente larga, como la

Sierra de Manantlán (figura 4),

existen condiciones propicias

para la propagación de incendios

forestales que favorecen la domi-

nancia de los bosques de pino y

encino en el paisaje, lo que

restringe al BMM a barrancas y

hondonadas que funcionan como

refugios del fuego (Jardel-Peláez

et al.,

2004

a).

En el pasado geológico, la

distribución de los bosques

latifoliados presentó ciclos de

expansión y contracción

asociados a la variación climática

de largo plazo (Raven y Axelrod,

1974; Toledo, 1982; Tallis, 1991;

Graham, 2011). Durante los

periodos cálidos y húmedos del

Terciario, en el Eoceno (54-38

Map, millones de años antes del

presente) y Oligoceno (37.5-27

Map), se desarrollaron extensos

bosques latifoliados bajo

condiciones cálidas

(megatermales) y húmedas,

análogos a selvas tropicales

lluviosas, y bosques latifoliados

mesotermales húmedos, análogos

Page 339: Bosque mesófilo de México.docx

a los bosques caducifolios

templados, que se extendían

hacia el norte de la masa

continental de Laurasia, ya

separada entonces de Gondwana

(Wolfe, 1985). En esa época, lo

que actualmente es Sudamérica

formaba un continente aislado

(Gentry, 1982). El clima se hizo

más frío y seco durante el

Mioceno (27-10 Map) y se

Page 340: Bosque mesófilo de México.docx

ARRiBA, FiGuRA 3. Rodal de

Pinus strobus establecido en

un claro abierto por un

deslizamiento de suelo en

medio del bosque mesófilo

de montaña en la Reserva de

la Biosfera El Triunfo,

Chiapas.

ABAJo, FiGuRA 4. Ecotono entre

el bosque mesófilo de

montaña de hondonadas con

el bosque de pino de laderas

en zonas húmedas templado

cálidas de la Sierra de

Manantlán, Jalisco.

EcoLoGÍA y MANEjo 145

redujo la

extensión de los

bosques

tropicales y

paratropicales

de Laurasia

(Wolfe, 1985;

Graham, 2011).

Géneros como

Podocarpus,

Engelhardia

(Oreomunnea) o

Cyathea (que en

la actualidad

solo se

encuentran al

sur de la mitad

meridional de

México), así

como otros que

son comunes a

los bosques

caducifolios

templados y a

los BMM acuales,

como Carpinus,

Ilex, Liquidambar,

Quercus, Prunus

y Tilia, han sido

registrados en

la palinoflora

del noreste de

lo que ahora

son los Estados

Unidos (Greller

y Rachele,

1983).

Elementos

florísticos de los

Page 341: Bosque mesófilo de México.docx

actuales

bosques

caducifolios

templados se

encontraban

establecidos en

el sur de México

durante el

Mioceno

(Graham, 1976,

2011), por lo

cual Rzedowski y

Palacios-Chávez

(1977) han

resaltado la

importancia del

BMM de

Engelhardia

(Oreomunnea)

mexicana, de La

Chinantla, como

una reliquia del

Terciario. Esto

indica que el

origen de los

BMM de México

es bastante

antiguo y se re-

monta a un tipo

de vegetación

análogo que ya

estaba presente

en el Mioceno;

esto es, el origen

del BMM es

anterior al

Pleistoceno (2.5

Map), como se

pensaba

anteriormente

(Martin y Harrell,

1957).

Page 342: Bosque mesófilo de México.docx

Probablemente

durante el

Mioceno y el

Plioceno, un tipo

de vegetación

análogo al actual

BMM alcanzó su

mayor extensión

y desde

entonces es

posible

identificar una

composición

florística básica

de este tipo de

vegetación

(Graham, 1976;

Rzedowski y

Palacios-Chávez,

1977;

Rzedowski,

1996; González-

Espinosa et al.,

2012). La

disyunción entre

el bosque

caducifolio

templado del

este de

Norteamérica y

el BMM de

México fue

resultado del

cambio hacia un

clima más frío y

seco durante el

Plioceno (10-1.5

Map) y el

surgimiento de

la barrera de

condiciones

áridas entre

Page 343: Bosque mesófilo de México.docx

Texas y el

noreste de

México (Axelrod,

1975). Al mismo

tiempo, otro

evento clave

para el origen de

los BMM ocurrió

entonces con la

formación del

puente terrestre

que unió a

Norteamérica

con Sudamérica,

lo que facilitó el

intercambio de

la biota entre

dos continentes

hasta entonces

separados

(Gentry, 1982) y

dio lugar a la

formación de la

Zona

Mesoamericana

de Transición

Biogeográfica

(Halffter,1987) y

a la mezcla de

especies de

afinidades

holárticas y

neotropi-

Page 344: Bosque mesófilo de México.docx

146 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

cales, que se observa en diferentes tipos de vegetación de México y

Centroamérica, pero especialmente en los BMM (Rzedowski, 1978,

Gentry, 1982; Wendt, 1989).

En resumen, puede decirse que los BMM actuales representan una

vegetación análoga a los bosques húmedos templados del Terciario, en

los que persisten elementos de la flora Arcto-Terciaria compartidos con

bosques del este de Norte américa, Europa y este de Asia, enriquecidos

por la creciente penetración de elementos neotropicales durante los

últimos seis o siete millones de años. Durante el Pleistoceno, el BMM, al

igual que otros tipos de vegetación, probablemene estuvo sujeto a

ciclos de expansión y contracción debido a la alternancia de periodos

glaciares e interglaciares. Durante el Holoceno (los últimos 12 000

años) se desarrollaron las condiciones climatológicas que determinaron

la distribución potencial del BMM actual (Toledo, 1982), para luego

volver a contraerse y fragmentarse con la expansión de la influencia

humana y las fluctuaciones climáticas (Figueroa-Rangel et al., 2010,

2012), lo cual redujo la superficie y distribución de los BMM a la que

observamos hoy en día. Esta historia de cambios dinámicos en la

vegetación no es solo interesante en sí misma, sino que, en un contexto

de cambio climático global, aporta lecciones importantes para la

conservación y la restauración de los BMM, como se discute más

adelante.

Condiciones ambientales y variación de los bosques mesófilos de montañaSi bien el conjunto heterogéneo de bosques mixtos latifoliados de las

montañas de México se puede agrupar bajo la denominación de BMM, es

importante tomar en cuenta la existencia de variación dentro de este

tipo de vegetación. Esto ha sido enfatizado por Rzedowski (1978) y otros

autores (por ejemplo Puig, 1976; Ruíz-Jiménez et al., 2012; Gual-Díaz y

González-Medrano y Jardel-Peláez et al. este volumen). Dado que todos

los BMM comparten características generales y que al mismo tiempo

presentan una variabilidad que es relevante para su manejo, es mejor

utilizar el plural para referirnos a ellos. El cuadro 1 muestra las

características generales de los tipos de vegetación agrupados por

Rzedowski (1978) como BMM, descritos por Miranda (1952), Miranda y

Hernández-Xolocotzi (1963) y Puig (1976). Las diferencias básicas entre

las unidades de vegetación definidas por estos autores se refieren a su

fenología, la cual está relacionada con las condiciones bioclimáticas. Por

ejemplo, la condición siempre verde de los BMM, denominada selva

Page 345: Bosque mesófilo de México.docx

mediana o baja perennifolia por Miranda (1952) y Miranda y Hernández-

Xolocotzi (1963) va aunada a mayor humedad que la del bosque

caducifolio. De acuerdo con la clasificación climática de Köppen,

modificada por García (1973), la selva se encuentra en climas cálidos

húmedos lluviosos todo el año (Af) o monzónicos (Am) y se extiende a

climas templados lluviosos (Cfa) o húmedos con se-

Page 346: Bosque mesófilo de México.docx

Bosque denso

multiestratificado

(dosel relativamente

abierto o

discontinuo). Altura

de dosel 25-30 m.

Epífitas abundantes.

El grupo de baja

altitud es el más

complejo

estructuralmente.

Periodo caducifolio

Liquidambar, Quercus, Clethra, Alnus, Carpinus, Magnolia, Podocarpus

Alchornea,

Beilschmiedia,

Dendropanax,

Liquidambar, Morus,

Oreopanax,

Robinsonella, Saurauia

Fagus, Quercus, Clethra,

Magnolia, Turpinia,

Cleyera, Cornus,

Citharexylum, Ilex, Tilia

Fagus, Quercus, Magnolia, Turpinia, Cleyera, Cornus, Citharexylum, Ilex, Tilia

Bosque caducifolio húmedo de montaña (3)

18 >1500

Tropical con_____________________________ estación seca _________________________________

muy corta,

de altitud

media,

fresco,

neblina

frecuente.1000-- Ribereño 15 2000

2000

- De baja800-1000

altitud

1000-

- De laderas 2200

(3 000)

14-18 2000

EcoLoGÍA y MANEjo 147

CuADRo 1. Características generales de la selva mediana o baja perennifolia y del bosque caducifolio de acuerdo con Miranda (1952) (1), Miranda y Hernández-Xolocotzi (1963) (2) y Puig (1976) (3)

Tipo de Altitud Temperatura Precipitación Composiciónvegetación (msnm) Clima (°C) (mm) Estructura (géneros)

Selva

mediana o

baja

perennifoli

a (1, 2)

1 2 0 0 -

2 500

Af, Am, Cfa y Cfb, temporada seca corta, nieblas frecuentes, ambiente fresco y

±18 >1500-2000

Selva muy

densa,

multiestratifica

da,

siempreverde,

15-30 (35) m

de altura del

Billia, Clusia, Engelhardia

(Oreomunnea), Meliosma, Oreopanax, Podocarpus, Saurauia, Styrax, Symplocos, Weinmannia, Cyathea

Bosque

caducifoli

o (1, 2)

1 000 -

2 0 0 0

Cfb, locali-

dades más

húmedas

que las de

los

encinares.

<18 > 1200 (2000)

Bosque “no muy denso”, con pocas especies arbóreas. Altura del dosel 20 25 m (40-50 m). Árboles caducifolios por periodos cortos

Liquidambar,

Quercus, Engelhardia

(Oreomunnea),

Meliosma, Oreopanax,

Podocarpus, Nyssa,

Cornus, Carpinus,

Clethra

quía estacional corta (Cfb), mientras que el bosque caducifolio se

encuentra solo en este último tipo climático (Miranda y Hernández-

Xolocotzi, 1963).

Otra diferencia señalada por Miranda (1952) es que probablemente

en el bosque caducifolio sea mayor la influencia de heladas que en la

selva siempre verde. Puig (1976) resaltó también las diferencias en la

Page 347: Bosque mesófilo de México.docx

fenología, estructura y riqueza de especies entre sus tres

agrupamientos ecológicos, que están asociados con

Page 348: Bosque mesófilo de México.docx

148 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

condiciones semicálidas o templadas, o bien con suelos húmedos en las

vegas de ríos (cuadro 1). Los autores citados discutieron también,

aunque de manera general, la posible relación de las variantes de los

BMM con la influencia de perturbaciones y con diferentes etapas

sucesionales. Por ejemplo, el bosque caducifolio con dominancia de

Liquidambar styraciflua, con mezcla de encinos y pinos y con un subdosel

de especies de la selva mediana o baja siempreverde, puede representar

una etapa intermedia de la sucesión (Miranda, 1952; Puig, 1976). En

condiciones relativamente más secas dentro de su área de distribución,

como es el caso de la Sierra Madre Occidental (González-Elizondo et al., 2007, 2012), la Sierra Madre del Sur (Miranda, 1947; Meave et al., 1992;

Jardel-Peláez et al., 1993, 2004b; Cuevas-Guzmán, 2002; Sánchez-

Rodríguez et al., 2003; Mejía-Domínguez et al., 2004) o la Faja Volcánica

Transmexicana (Luna-Vega et al., 1989), los BMM se encuentran asociados

a geoformas convexas (hondonadas, cañadas o barrancas) donde se

acumula humedad y esta persiste durante la estación seca del año. Los

bosques de las vegas o riberas, con especies de géneros como Alnus,

Fraxinus, Platanus, Populus o Salix, que tanto Miranda (1952) como Puig

(1976) consideran como parte de los bosques caducifolios, están también

asociados a condiciones de suelos húmedos por su ubicación en el

margen de cuerpos de agua.

El conocimiento de las condiciones ambientales que caracterizan a

los paisajes en donde se distribuyen los BMM es fundamental para

entender su ecología y aportar elementos para su manejo. Factores

bioclimáticos, como la temperatura, la precipitación y la humedad,

determinan la distribución de las especies, la productividad primaria

neta y atributos fisonómicos de la vegetación, como su altura,

densidad, biomasa y fenología, los cuales permiten identificar, en el

espacio geográfico, distintas zonas de vida con una vegetación

potencial característica (Holdridge, 1962). La geomorfología produce a

su vez la redistribución de la radiación solar (efectos de sombra y

exposición) y los materiales (agua y nutrientes del suelo) en el paisaje,

creando gradientes topográficos, catenas de suelo y variación

intrazonal en la vegetación dentro de una zona de vida (Hugget, 1995;

Bailey, 1996). Por ejemplo, en la zona húmeda templado-cálida de la

Sierra de Manantlán, Jalisco, el BMM se encuentra asociado a geoformas

cóncavas mientras que los bosques de pino, que forman la matriz

circundante, están asociados a laderas convexas y posiciones

topográficas altas, con suelos relativamente más secos y mayor

Page 349: Bosque mesófilo de México.docx

exposición a agentes de perturbación, como incendios, vientos y

deslizamientos de suelo; en condiciones intermedias se encuentran

bosques mixtos de pino y latifoliadas (Jardel-Peláez et al., 2004b).

Para caracterizar las condiciones bioclimáticas en las que se

distribuyen los BMM en México, se empleó un sistema de información

geográfica que permite

Page 350: Bosque mesófilo de México.docx

EcoLoGÍA y MANEjo 149

cruzar un mapa de distribución potencial de este tipo de vegetación

(Serie IV del INEGI, 2007) con un mapa de zonas bioclimáticas a escala

1:250 000 (JardelPeláez et al., 2011). Este último fue elaborado con

base en el Sistema de Zonas de Vida de Holdridge (1962), utilizando

datos de temperatura y precipitación obtenidos de mapas digitales del

Atlas Climatológico de México (Centro de Ciencias de la Atmósfera,

2013). En el Sistema de Holdridge, las zonas bioclimáticas son

clasificadas en función de tres variables: la biotemperatura media

anual (el promedio de temperaturas mayores a 0 °C y menores a 30 °C,

intervalo en el cual no está limitado el crecimiento de las plantas), la

precipitación anual y la razón de evapotranspiración potencial (RETP),

que es un índice de la humedad calculado a partir de la biotemperatura

y la precipitación (Holdridge, 1962). Las zonas de vida son

denominadas por el tipo de formación vegetal que potencialmente pue-

de desarrollarse en ellas (bosque, matorral, estepa, desierto), el piso

altitudinal (relacionado con la biotemperatura), la humedad (definida

por la RETP) y la región latitudinal. Hay que aclarar que se trata de una

clasificación de las condiciones bioclimáticas relacionadas con la

vegetación potencial y no de una clasificación de la cubierta vegetal

actual.

Tras la cruza de los mapas, determinamos el número de celdas (250

× 250 m) cubiertas por BMM por zona bioclimática, a partir de lo cual se

elaboró una tabla de contingencia y se estimó un índice de asociación

(residuales estandarizados de Pearson; en Everitt, 1977) entre el BMM y

cada zona. El análisis de asociación utilizado discrimina los traslapes

marginales entre las categorías de vegetación y el bioclima, debidos a la

generalización inherente a la escala de los mapas, lo cual permite

identificar cuáles relaciones entre categorías son significativas, esto es,

mayores a las esperadas al azar (cuadro 2). El BMM se traslapó con nueve

zonas de vida diferentes, pero solo en cuatro de estas la asociación fue

estadísticamente significativa (cuadro 2). Puede verse que la

precipitación presenta una amplia variación (1 300 a 4 500 mm), pero el

factor más importante que determina la disponibilidad de agua para el

crecimiento de las plantas es la proporción de la cantidad de lluvia que

potencialmente se pierde por evapotranspiración, esto es, la RETP

(Holdridge, 1962). La evapotranspiración potencial (ETP) es una función de

la temperatura y es mayor en sitios cálidos que en sitios fríos. La RETP se

obtiene dividiendo la ETP entre la precipitación, por lo que valores

menores a uno indican que llueve más de lo que se evapotranspira y

Page 351: Bosque mesófilo de México.docx

valores mayores a uno indican un creciente déficit de humedad. Los BMM

se asociaron con sitios húmedos (RETP>0.5<1.0), muy húmedos (RETP >

0.25 <0.5) o pluviales (RETP <0.25) (cuadro 2).

Las condiciones de biotemperatura (Tbio) a las que se asociaron los BMM

(cuadro 2) variaron entre 12 y 24 °C. Dentro de este intervalo, pueden

diferenciarse dos pisos

Page 352: Bosque mesófilo de México.docx

150 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

CuADRo 2. Superficie y valor de asociación (e, residuales estandarizados de Pearson) del bosque mesófilo de montaña de México con las zonas bioclimáticas (Sistema de Holdridge) en las que se encuentra distribuido. Las asociaciones positivas significativas (e > 3.0, p > 0.005) se resaltan en negritas. Las condiciones bioclimáticas que caracterizan a las zonas de vida son la biotemperatura media anual (Tbio), la precipitación anual (P) y la razón de evapotranspiración potencial

Superficie Asociación Condiciones bioclimáticas AltitudZONA DE VIDA Tbio

ha % (e) (°C) P (mm) RETP Descripción (msnm)

Bosques muy húmedos y pluviales montano altos

8-11 1100-2300 0.25-0.5 Templado fresco2369 0.13 -32 2200-3000+

muy húmedo

Bosques muy húmedos 13-18 1800-2800 0.3-0.5 Templado cálido150438 8.0 836 1400-2200

montano bajos muy húmedoBosques húmedos 14-18 1300-1500 0.6-0.7 Templado cálido

395675 21.0 375 1400-2000montano bajos húmedoBosques secos 13-18 500-1000 0.9-1.4 Templado cálido

11775 0.6 -265 1400-2200montano bajos subhúmedo

Bosques muy húmedos 524013 27.8 729 19-23 2500-4500 0.25-0.5 Semicálido muy 500-1400y pluvial “premontanos” húmedoBosques húmedos/muy 19-23 1600-2500 0.5-0.8 Semicálido muy

768681 40.7 266 500-1400húmedos “premontano” húmedo a húmedo

Bosques secos/húmedos Semicálido

“premontanos” 34231 1.8 -360 19-23 1000-1500 1.0-1.5 subhúmedo 500-1400

Bosques muy húmedos 24-25 4000-4500 0.3-0.5 Cálido muy100 0.01 -12 <500

tropicales/subtropicales húmedo

1887 282 100

Fuente: para el mapa de vegetación, INEGI (2007); para el mapa de zonas de vida, Jardel-Peláez et al. (2011)

altitudinales: el montano bajo con condiciones templado cálidas

(Tbio≥12°≤18°C), que se encuentra aproximadamente entre los 1 400 y 2

400 (2 800) msnm, y un piso transicional al que se designó como

‘premontano’, con condiciones semicálidas (Tbio > 18° < 24 °C) entre los

500 y 1 400 msnm. Es conveniente aclarar que en el Sistema de

Holdridge, en la región latitudinal subtropical, donde se encuentran los

BMM de México, el piso premontano corresponde propiamente al piso basal

(el que llega hasta el nivel del mar); sin embargo, la transición entre las

regiones latitudinales tropical y subtropical es gradual y en la porción

meridional de México podemos identificar un piso premontano de

transición, aproximadamente entre los 500-600 y los 1000-1400 msnm

(Jardel-Peláez et al., 2011). Una observación importante es que los BMM se

distribuyen en altitudes medias, alrededor de lo que Holdridge (1962)

llamó ‘línea de escarcha’, esto es, la isoterma de Tbio de 18 °C, que marca

Page 353: Bosque mesófilo de México.docx

el límite de elevación encima del cual comienzan a presentarse heladas;

este límite marca la

Page 354: Bosque mesófilo de México.docx

EcoLoGÍA y MANEjo 151

división entre las regiones latitudinales tropical y subtropical y los pisos

altitudinales premontano y montano bajo en el Sistema de Holdridge. La

línea de escarcha corresponde a la isoyeta de temperatura mínima

extrema de 0 °C, que, como lo señaló Rzedowski (1978), marca la zona de

remplazo de la flora de zonas cálidas tropicales por la flora de zonas

templadas. El otro límite importante es el de 12 °C de Tbio, que marca la

transición a las zonas templado frescas del piso montano alto. Los BMM de

mayores elevaciones (2 400 a 3 000 msnm) se encuentran en esta

transición.

Debe tomarse en cuenta que los límites entre los pisos altitudinales

son generalizaciones y que un mapa de zonas de vida es resultado de la

modelación espacial de variables climáticas a partir de datos de

estaciones meteorológicas, que en México tienen una cobertura

relativamente baja en zonas montañosas. Por otra parte, la variación

altitudinal de la temperatura está influida por el efecto de masa de las

montañas (Grubb, 1971), por la posición de las montañas respecto a la

línea de costa y por la influencia del relieve, que da lugar a que valles u

hondonadas donde se presentan inversiones atmosféricas presenten

temperaturas inferiores a las de laderas o barrancas con mayor altitud,

por las cuales ascienden vientos húmedos y cálidos. Lo que en un mapa

de zonas bioclimáticas aparece como un límite discreto, en el terreno es

en realidad una transición gradual. Si se comparan los cuadros 1 y 2,

podemos observar que los BMM en condiciones pluviales o muy húmedas

(donde la ETP es menor a la mitad de la precipitación) corresponden en

términos generales a la selva mediana o baja perennifolia, y los de zonas

húmedas (RETP > 0.5 < 1.0) al bosque caducifolio de Miranda y

Hernández-Xolocotzi (1963).

El cuadro 3 presenta como ejemplo información adicional de las

condiciones bioclimáticas de algunos sitios de BMM reportados en

diferentes trabajos, con una clasificación más detallada de las zonas de

vida, que incluye zonas transicionales. Estos sitios pueden separarse en

seis grupos por sus características bioclimáticas y fisonómicas: 1]

bosques muy húmedos o pluviales montano bajos, con una distribución

relativamente extensa en laderas de montaña y fisonomía siempre

verde, que en las cimas expuestas a neblina y vientos constantes

forman bosques enanos o que en la transición al piso montano alto

forman un ecotono con bosques mixtos de coníferas; 2] bosques muy

húmedos premontanos, también con una distribución extensa en

laderas y que en altitudes bajas entran en transición con las selvas altas

Page 355: Bosque mesófilo de México.docx

perennifolias; 3] bosques montano bajos de la transición entre zonas

húmedas a muy húmedas, donde el BMM se encuentra asociado a

barrancas y hondonadas o a sitios expuestos a neblinas frecuentes, en

medio de una matriz del paisaje en la que predominan bosques de pino

o encino con mezcla de especies latifoliadas típicas del BMM; 4] bosques

de zonas húmedas montano bajas, donde el BMM está restringido a

barrancas u hondonadas húme-

Page 356: Bosque mesófilo de México.docx

Luna-Vega et al. 1994

Bosque muy

húmedo montano

bajo/ premontano

Bosque muy

húmedo montano

bajo/ premontano

Puig 1976

Zuil y

Lathrop

1975

Bosque muy

húmedo montano

bajo/ premontano

Bosque

pluvial

premontano

Rzedowski 1978

Williams-

Linera et al.

1996

Bosque húmedo/muy húmedo montano Bosque

húmedo

montano bajo

Mejía-Domínguez et al. 2004

Williams-

Linera et al.

1996

Bosque húmedo montano bajo

Bosque húmedo/

seco montano

bajo

Santiago-Pérez y

Jardel-Peláez

1993Sánchez-

Rodríguez et al.

2003

Bosque húmedo montano bajo/premontano

Grupo Localidad Estado Altitud Tmed Tmin Tmax Tbio

ETP (mm)

P (mm) RETP

A

El Cielo Tamps 1100 14 -2 34 18 936 2522

Huautla Oax 1678 17 12 23 17 1001 2536

B

Tlanchinol Hgo 1365 18 13 22 18 1063 2416 0.44

Huauchi-

nangoPue 1600 19 12 19 17 1067 2500 0.43

Finca

Prusi

a

Chis 1040 22 15 28 20 1234 2625 0.47

Pluma

Hidalgo Oax 1338 21 17 25 19 1162 2824 0.41

Santo

DomingoGro 1300 23 nd nd 19 1239 5058 0.24

C

Omiltemi Gro 1900 15 8 21 16 888 1820

Las Joyas Jal 1950 16 13 18 15 907 1826 0.50

Chicon-

quiacoVer 2063 14 10 19 15 850 1681 0.51

D

Sto. Tomás

TeipanOax 2400 12 nd nd 13 740 1400 0.53

Huaya-

cocotlaVer 2168 14 8 20 14 821 1312 0.63

Ahu

a-

catlá

Pue 1300 16 14 21 19 1027 1610 0.64

Acatlán Ver 1751 15 10 20 16 933 1453 0.64

E

Cerro

Huitepec Chis 2200 15 8 22 14 854 1114 0.77

El Terrero Col 2200 15 8 22 14 854 997 0.86

F

Cuzalapa Jal 1250 18 nd nd 19 1094 1250 0.88

Manantlán Jal 1450 19 11 27 18 1082 1243 0.87

Zona de vida Referencias0 . 3 7 B o s q u e

m u y h ú m e d o Puig et al. 1987montano bajo

0 . 3 9 B o s q u e m u y h ú m e d o Rzedowski 1978montano bajo

Bosque muy húmedo Acosta-

premontano Castellanos 1997

0 . 4 9 B o s q u e h ú m e d o / m u y Meave et al. 1992húmedo montano bajo

Bosque húmedo/muy Jardel-Peláez et al.húmedo montano bajo 2004

Bosque húmedoRzedowski 1978

montano bajo

Bosque húmedoPuig 1976

montano bajo

Bosque húmedo/ Ramírez-Marcial

Bosque húmedo mon-Vázquez et al.1995

tano bajo/premontano

152 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

CuADRo 3. Condiciones bioclimáticas y zonas de vida de localidades con bosque mesófilo de montaña

Page 357: Bosque mesófilo de México.docx

EcoLoGÍA y MANEjo 153

das en

medio de

la matriz

de pinares

o

encinares;

5]

bosques

de

barrancas

en la

transición

de zonas

templado

cálidas

húmedas

a secas y,

finalment

e 6] los

sitios más

bajos de

condicion

es

semicálida

s (piso

premonta

no)

húmedas,

donde el

BMM está

también

restringid

o a

geoformas

cóncavas

y en el

piso

inferior

entra en

Page 358: Bosque mesófilo de México.docx

transición

con selvas

medianas

subcaduci

folias.

Puede

conjeturar

se que las

variantes

A y B de

los BMM

el cuadro

3,

correspon

den a un

tipo de

vegetació

n zonal,

esto es, a

la

vegetació

n

potencial

esperada,

dadas las

condicion

es

bioclimáti

cas. La

variante C

es

transicion

al,

mientras

que las

variantes

D, E y F

correspon

den a lo

que

Holdridge

(1962)

Page 359: Bosque mesófilo de México.docx

llamó

‘asociacio

nes

edáficas’

o

‘atmosféri

cas’, en

las que,

debido a

condicion

es

intrazonal

es más

húmedas,

la

vegetació

n es

diferente

a la

esperada

en función

del

bioclima;

en este

caso, los

BMM están

asociados

a

condicion

es

intrazonal

es más

húmedas

(geoforma

s

cóncavas

o

exposicion

es con

neblina

frecuente)

que las

Page 360: Bosque mesófilo de México.docx

típicas de

la zona de

vida

donde se

encuentra

n.

El

cuadro 4

presenta

una

clasificació

n

preliminar

de los

basada en

sus

condicione

s

bioclimátic

as, que

puede

servir

como una

hipótesis

de trabajo

para

nuevos

estudios

más

detallados

. Los

muy

húmedos

se

localizan

en su

mayor

parte en la

vertiente

del Golfo

de México

y la Sierra

Page 361: Bosque mesófilo de México.docx

Madre de

Chiapas,

mientras

que los

BMM

zonas

húmedas

se

localizan

en la

vertiente

del

Pacífico

(Sierra

Madre del

Sur, Sierra

Madre

Occidental

) y la

parte

norte de la

Sierra

Madre

Oriental,

así como

en la Faja

Volcánica

Transmexi

cana. Esta

distribució

n

correspon

de aproxi

madamen

te con la

de otro

trabajo en

el que se

analiza la

composici

ón de

especies

Page 362: Bosque mesófilo de México.docx

Humedad

Húmedo (RETP >0.5 <1.0)

BMM húmedo templado fresco hondonadas) (transición a bosques de pino-

encino y bosques mixtos de coníferas)

BMM húmedo templado cálido (barrancas

y hondonadas). Bosque caducifolio

(transición a pinares y encinares)

BMM húmedo semicálido (barrancas y

hondonadas) (transición a selva mediana

subcaducifolia)

de los

en

relación

con las

condicione

s

bioclimátic

as (Ruíz-

Jiménez

al., 2012),

aunque es

important

e señalar

que la

distribució

n de las

especies

obedece

no solo a

factores

bioclimátic

os, sino

también a

procesos

histórico-

biogeográf

icos.

CuADRo 4. Clasificación

preliminar de los bosques mesófilos

de montaña de México en

función de las

condiciones

bioclimáticas

Page 363: Bosque mesófilo de México.docx

Tbio (°C) Piso altitudinal

>10

<12°

Montano alto

(2400-2600 m)

>12°

<18°Montano bajo(1400-2400 m)

> 18°

<24°

Premontano

(600-1 400 m)

Page 364: Bosque mesófilo de México.docx

FiGuRA 5. Mapas de los

bosques mesófilos de

montaña y vegetación

circundante (indicando las

condiciones bioclimáticas) en

la Sierra de Juárez, Oaxaca y

las Sierras de Manantlán-

Cacoma, Jalisco y Colima. El

área en ambos mapas es de

10 000 km2 (100 × 100 km)

y la escala de análisis fue

1:250 000 (Fuente: Jardel-

Peláez et al., 2011; INEGI,

154 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Interacciones de la vegetación en el mosaico del paisaje

La

v

ariación de los BMM en su

distribución espacial,

asociada a condiciones bio-

climáticas (zonales) y

geomorfológicas

(intrazonales), tiene

consecuencias para su

dinámica a escala del

paisaje. Esto puede

ejemplificarse comparando

dos regiones contrastantes

(figura 5): la Sierra de Juárez

(Oaxaca) y las Sierras de

Manantlán y Cacoma (Jalisco

y Colima). Los mapas en la

figura 5 son resultado de la

cruza de la vegetación

(Serie IV del INEGI, 2007) con

las zonas de vida (Jardel-

Peláez et al., 2011). Al

compararlos puede

apreciarse que la extensión

de los BMM es mayor y más

continua en la Sierra de

Juárez, donde el clima es

más húmedo en la mitad

noreste, que recibe la

Page 365: Bosque mesófilo de México.docx

Sierra deManantlán-Cacoma

Sierra de Juárez

96°44´ W 0 5 10 20km

95°42´ W

16°

49

´ N

17°

45

´ N Oaxaca

Ixtlán

19°

12

´ N

20°

07

´ N

Casimiro Cast i l lo

AutlánEl Grullo

0 5 10 20km

104°42´ W 103°45´ W

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

12

13

14

15

16

17

influencia de los vientos

alisios cargados de

humedad provenientes del

Golfo de México; en esta

vertiente, un BMM templado

muy húmedo

Sierra e Juárez, Oaxacaierra de Juárez Oaxac erra de Manantlán-CacSierras de Manantlán-Cacoma, Jalisco-ColimaJalisco-Colim

MM muy húmedo montano bajo/montano alto

MM húmedo/muy húmedo montano bajo

MM muy húmedo montano bajo

MM muy húmedo premontano

MM húmedo/muy húmedo premontano

QQ muy húmedo montano

QQ

húmedo montano

QQ seco premontano

PQ-A montano alto

Page 366: Bosque mesófilo de México.docx

PP muy húmedo

montano PP húmedo

montano PP subhúmedo

montano PP muy

húmedo premontano SA

selva alta perennifolia

SM selva mediana

subcaducifolia SB selva

baja caducifolia

Coberturas no forestales

Page 367: Bosque mesófilo de México.docx

EcoLoGÍA y MANEjo 155

cubre las partes altas de las montañas y a altitudes medias es

remplazado por un BMM muy húmedo semicálido; este último entra en

transición al norte con la selva alta perennifolia de las tierras bajas. Al

suroeste de la Sierra de Juárez, en la vertiente hacia el Pacífico, el BMM

es relativamente más seco (húmedo transición a muy húmedo

montano bajo) y su distribución está fragmentada en medio de una

matriz de bosques de pino y de encino. Esta condición es similar a la

que se observa en las Sierras de Manantlán y Cacoma, donde los

rodales de BMM son relativamente pequeños y dispersos.

En la región de Manantlán-Cacoma, 69% de la superficie de BMM se

ubicó en áreas con precipitación de 1 200 a 1 500 mm y en el resto, la

cantidad de lluvia anual fue de 1 500 a 2 000 mm anuales; la RETP varió

entre 0.5 y 1.0 (condición húmeda). En contraste, en Sierra de Juárez, 70%

de la superficie de BMM presentó una precipitación mayor a 1 800 mm

(30.6% con precipitación mayor a 2 500 mm) y una RETP menor a 0.5

(condición muy húmeda). En resumen, en las zonas muy húmedas, el BMM

tiene una extensión relativamente más extensa y continua, mientras que

en las zonas húmedas, la distribución es más fragmentada o discontinua,

lo cual puede limitar la disponibilidad de hábitat adecuado y el tamaño de

poblaciones viables, así como la dispersión y el flujo genético entre

poblaciones de las especies de plantas o de animales con distribución

restringida al hábitat de BMM. La supervivencia de muchas de estas

especies depende entonces de su capacidad para colonizar áreas

adyacentes o dispersarse por los hábitats en la matriz del paisaje

circundante. Algunas especies de plantas de los BMM se distribuyen

también en otros tipos de vegetación adyacentes, como los bosques de

encino y de pino (Ramírez-Marcial et al., 1998, 2001, Jardel-Peláez et al.,

2004c, Santiago-Pérez et al., 2009), mientras que animales como las aves

utilizan varios tipos de hábitat en el mosaico del paisaje (Santana, 2000).

Su conservación depende, por lo tanto, no solo de mantener hábitat de

BMM, sino también del hábitat adicional en la matriz del paisaje

circundante.

Si consideramos que la dinámica de los BMM está influida por la

interacción con la vegetación adyacente y efectos de borde (Williams-

Linera et al., 1998, López-Barrera y Newton, 2005; López-Barrera et al.,

2006, 2007; Santiago-Pérez et al., 2009) y por regímenes de

perturbación naturales o antropogénicos (Williams- Linera et al., 2002,

Jardel-Peláez et al., 2004a), y que los BMM han estado sujetos

históricamente a ciclos de expansión y contracción por las

Page 368: Bosque mesófilo de México.docx

fluctuaciones climáticas y la influencia humana (Figueroa-Rangel et al., 2010, 2012), entonces es necesario pensar en enfoques de

conservación que tomen en cuenta el manejo del mosaico de unidades

ambientales que caracterizan a los paisajes de montaña, su dinámica

de cambio espacio-temporal y las interacciones entre tipos de ve-

getación y hábitats. Esto implica que no solo se requiere medidas de

protección

Page 369: Bosque mesófilo de México.docx

156 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

del BMM en parques o reservas de extensión limitada, sino de un manejo

a escala del paisaje, que integre la conservación y la restauración con

el aprovechamiento sustentable. Lindenmayer y Franklin (2002) han

hecho énfasis en la importancia del manejo de los bosques de

producción para la conservación de biodiversidad en la matriz

circundante a las áreas protegidas. Esto es aplicable a los BMM que

forman parte de un ecosistema mayor, compuesto por un mosaico de

tipos de vegetación con diferentes usos del suelo. Además, en un

contexto de cambio climático global, el mantenimiento de corredores

biológicos y conectividad entre distintos tipos de hábitat y las buenas

prácticas de manejo en los sistemas productivos de la matriz

circundante son condiciones esenciales para la conservación de las

especies de plantas y animales los BMM.

Regímenes de incendiosOtro factor adicional a considerar, sensible al cambio climático, es el de

los incendios forestales. El fuego ha sido históricamente un importante

factor ambiental en la configuración del paisaje y la dinámica de los

ecosistemas terrestres, así como una fuerza selectiva importante en la

evolución de su biota (Whelan, 1995, Bond et al., 2005, Pausas y Keeley,

2009). Los prejuicios existentes en relación con los incendios forestales

han limitado el reconocimiento del papel de este factor ecológico (Bond

y van Wilgen, 1996). La distribución actual de muchos tipos de

vegetación en el mundo no se explica solo por su relación con el clima,

sino también por la influencia de los regímenes de incendios (Bond et al., 2005). En zonas húmedas con sequía estacional, como las de la

vertiente del Pacífico (figura 6), el régimen de incendios frecuentes,

característico de los bosques de pino y algunos encinares (Jardel-Peláez

et al., 2009, 2011), limita la extensión de los BMM.

Un régimen de incendios consiste en la amplitud de la variación

natural o histórica en los eventos de fuego que ocurren en los

ecosistemas forestales y que se caracterizan por: 1] la frecuencia (el

número de incendios por unidad de tiempo en un área o su inverso, el

intervalo de tiempo entre incendios sucesivos), 2] la estacionalidad

(periodo del año en que ocurren incendios), 3] la intensidad (la fuerza

física o cantidad de energía liberada por el fuego), 4] la severidad (los

efectos del fuego en el consumo de biomasa, mortalidad de plantas,

cambios en la estructura y composición de la vegetación, etc.), 5] el

tamaño y patrón espacial de las áreas quemadas y 6] la sinergia del

Page 370: Bosque mesófilo de México.docx

fuego con otros agentes de perturbación (Agee, 1993; Sughiara et al., 2006; Jardel-Peláez et al., 2009).

Desde que las plantas colonizaron las superficies terrestres hace

unos 420 millones de años, han existido condiciones para que ocurran

incendios forestales por la combinación de biomasa combustible (la

materia prima para la propa-

Page 371: Bosque mesófilo de México.docx

EcoLoGÍA y MANEjo 157

gación

del

fuego),

una

atmósfera

rica en

oxígeno

(el

comburen

te que

alimenta

la

reacción

de

oxidación

que

produce

la

liberación

de

energía

en forma

de luz y

calor

durante la

combusti

ón) y

fuentes

de

ignición

(como la

caída de

rayos)

(Pausas y

Keeley,

2009).

Prácticam

ente

cualquier

Page 372: Bosque mesófilo de México.docx

FiGuRA 6. Mapas de régimen

potencial de incendios

forestales en la Sierra de

Juárez, Oaxaca y las Sierras

de ManantlánCacoma,

Jalisco y Colima. (Fuente:

Jardel-Peláez et al. 2011).

superficie

terrestre

con

cubierta

vegetal

puede

incendiar

se, pero

la

variación

espacial

en clima,

geomorfol

ogía y la

misma

vegetació

n produce

diferentes

regímene

s de

incendios

a escala

del

paisaje

(McKenzie

et al.,

2011).

El

potencial

de

propagaci

ón y

comporta

miento

del fuego

en los

ecosistem

as

terrestres

está

determina

do

Page 373: Bosque mesófilo de México.docx

básicame

nte por

las

propiedad

es físicas

y el

estado de

las camas

de

combusti

ble,

formadas

por la

biomasa

de

plantas y

el

mantillo

del suelo

(Riccardi

et al.,

2007), y

por las

condicion

es del

estado

del

tiempo y

la

Sierra de Juárez, Oaxacaierra de Juárez Oaxa

Page 374: Bosque mesófilo de México.docx

16°

49

´ N

17°

45

´ N Oaxaca

Ixtlán

96°44´ W 0 5 10

Sierra deManantlán-Cacoma

Sierra de Juárez

1

2

3

4

5

6

cSierras de Manantlán-Cc, Jalisco-Colimaerra de Manantlán-C

Incendios superficiales frecuentes de baja severidad

Incendios infrecuentes,

restringidos por humedad,

superficiales o de copa de

severidad mixta a alta

Incendios infrecuentes,

Page 375: Bosque mesófilo de México.docx

restringidos por humedad

y combustibles,

superficiales, de severidad

mixta a alta Incendios

raros u ocasionales,

limitados por humedad, de

severidad mixta a alta

Incendios raros u ocasionales, limitados por combustibles, de severidad baja a mixta

Coberturas no forestales

Page 376: Bosque mesófilo de México.docx

158 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

topografía (Pyne et al., 1996). La cantidad de biomasa (combustible

potencial), el combustible disponible (el que está lo suficientemente

seco para arder) y la tasa a la cual se reconstruyen las camas de

combustible después de un incendio dependen del clima, que también

controla tanto la productividad primaria neta como la humedad del

combustible. Las condiciones óptimas para la propagación de incendios

ocurren en ecosistemas lo suficientemente húmedos para que se

acumule biomasa y se formen camas de combustible continuas, pero

con una estación seca en la cual hay combustible disponible para el

fuego (Agge, 1993, Sughiara et al., 2006, Jardel-Peláez et al., 2009).

Los ecosistemas propensos a incendios, como los bosques de

pino-encino, se encuentran en ambientes húmedos con sequía

estacional y generalmente presentan un régimen de incendios

frecuentes (con intervalos de retorno menores a 30 años), superficiales

y de baja severidad. Las camas de combustible se recuperan

rápidamente después de los incendios, pero la frecuencia del fuego

limita la acumulación de combustible y la intensidad de los incendios;

además la selección favorece especies adaptadas para resistir,

sobrevivir o reproducirse bajo ese régimen de incendios (Agee, 1993,

Bond y van Wilgen, 1996).

Cuando la duración de la estación seca es corta, ya sea por el

patrón anual de la lluvia o por condiciones de baja temperatura y baja

evapotranspiración, se reduce la probabilidad y la frecuencia de los

incendios (éstos ocurren con intervalos de retorno de varias décadas).

Esto favorece la formación de camas de combustible densas, que

pueden mantener la propagación de incendios intensos y severos, que

forman claros grandes donde se reinicia la sucesión. El régimen de

incendios infrecuentes, superficiales intensos o de copa y de alta

severidad (de remplazo de rodales) es característico de bosques de

coníferas de zonas templado frescas (Agee, 1993, Jardel-Peláez et al.,

2009). Los ecosistemas renuentes al fuego se encuentran en zonas con

clima semiárido o árido, donde no llegan a formarse camas de

combustible densas y continuas (por ejemplo, en los matorrales

xerófilos), o en zonas de clima lluvioso, donde el fuego está limitado por

la humedad persistente la mayor parte del año, como es el caso de las

selvas tropicales húmedas y los BMM (Jardel-Peláez et al., 2009, 2011).

Aunque las condiciones en las que se distribuye la mayor parte de

los BMM (cuadros 2 y 3) son muy húmedas y, por ello, la propagación

del fuego está limitada, los incendios llegan a presentarse en años

Page 377: Bosque mesófilo de México.docx

anormalmente secos. Esto ha ocurrido en el sureste de México, durante

las temporadas de sequía extrema después de eventos de El Niño,

como sucedió en 1998, cuando se quemaron áreas extensas de selvas

húmedas y BMM en Chiapas (Román-Cuesta et al., 2003) y en los

Chimalapas (Asbjornsen et al., 2004).

Page 378: Bosque mesófilo de México.docx

EcoLoGÍA y MANEjo 159

En selvas tropicales lluviosas y BMM, los incendios son un fenómeno

raro u ocasional, que puede ocurrir a intervalos de cientos de años. Dado

que las condiciones húmedas y relativamente cálidas son constantes, las

tasas de descomposición del mantillo son altas y las cargas de

combustible en el mantillo del suelo son bajas; además, la hojarasca de

latifoliadas membranosas suele ser poco inflamable. En estas

condiciones, los incendios suelen ser superficiales y de baja intensidad.

Sin embargo, la severidad de sus efectos llega a ser alta, debido a que las

especies arbóreas de las selvas húmedas y los BMM no están adaptadas a

un fenómeno que ocurre con muy baja frecuencia; sus cortezas son

generalmente delgadas, por lo que el cambium se daña o muere por la

elevación de la temperatura y además tienen raíces finas superficiales,

entreveradas con la hojarasca, que se queman o desecan durante los

incendios (Cochrane, 2009; Jardel-Peláez et al., 2009).

En áreas donde los BMM se encuentran sobre suelos orgánicos,

pueden ocurrir incendios subterráneos con efectos muy severos; esto

ocurrió en 1998 en Los Chimalapas (Asbjornsen et al., 2004, 2005) y ya

Miranda (1952) había hecho referencia a este fenómeno, cuando señaló

que en la selva mediana perennifolia sobre suelos orgánicos derivados

de roca caliza, en periodos de sequía prolongada, llegan a ocurrir

incendios causados por tormentas eléctricas y “la masa turbosa [del

suelo] arde fácilmente”.

El régimen potencial característico de incendios de los BMM es de

incendios raros u ocasionales, limitados por la humedad, superficiales

ligeros y de severidad mixta a alta (Jardel-Peláez et al., 2009, 2011),

similar al de las selvas altas perennifolias (Cochrane, 2003). En este

tipo de régimen, los incendios que llegan a ocurrir modifican la

estructura de la vegetación formando claros con un microclima más

seco que el del interior del bosque y causan la acumulación de

hojarasca y residuos leñosos por la mortalidad de árboles, lo cual crea

condiciones favorables para la propagación de nuevos incendios, cuyos

efectos son aún más severos (Cochrane, 2003). Cuando se presentan

varios incendios sucesivos, las selvas húmedas pueden ser

remplazadas por una vegetación sabanoide (dominada por pastos con

árboles y arbustos dispersos) que es más inflamable y retroalimenta la

ocurrencia de incendios (Cochrane, 2009).

En el caso de los BMM, los incendios recurrentes pueden llevar a su

remplazo por bosques de pino-encino (Jardel-Peláez, 1991, Jardel-Peláez

et al., 2004a), cuyas camas de combustible son altamente inflamables;

Page 379: Bosque mesófilo de México.docx

esto puede producir un cambio de régimen con incendios más

frecuentes, que favorecen la persistencia de los pinos, resistentes al

fuego superficial y con capacidad de establecerse en los claros. A la

inversa, cuando ocurren periodos de varios años sin incendio en bosques

de pino-encino contiguos a BMM, en zonas con condiciones húmedas o

muy

Page 380: Bosque mesófilo de México.docx

160 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

húmedas por el clima o la

geoforma, las especies arbóreas

del BMM pueden colonizar y

establecerse en el sotobosque de

los pinares (Saldaña-Acosta y

Jardel-Peláez, 1992; Vargas-

Jaramillo, 2010; Llamas-Casillas,

2013). Si el periodo sin fuego es

suficientemente largo (más de

20-30 años), se forma un

subdosel de latifoliadas (figura

7), que puede, con el tiempo,

remplazar a los pinos durante la

sucesión (Jardel-Peláez et al.,

2004a).

En la figura 6 se muestran

los mapas de regímenes

potenciales de incendios (RPI) en

el paisaje de la Sierra de Juárez y

las Sierras de Manantlán y

Cacoma; el RPI de una unidad del

paisaje es el que puede inferirse

a partir de las condiciones

bioclimáticas y la vegetación

actual (Jardel-Peláez et al., 2011).

En la figura 6 se observa que en

la porción noreste de la Sierra de

Juárez (la vertiente húmeda del

Golfo de México) predomina en el

paisaje un régimen de incendios

raros u ocasionales, limitados por

la humedad, de severidad mixta

a alta, mientras que en la

vertiente del Pacífico de la misma

sierra y en Manantlán y Cacoma,

predomina un régimen de

incendios frecuentes,

superficiales, de baja severidad,

característico de los bosques de

Page 381: Bosque mesófilo de México.docx

pinos y encinos que rodean al

BMM.

Este régimen de incendios

limita la distribución espacial de

los BMM, que quedan confinados

a unidades geomorfológicas

húmedas (barrancas, cañadas y

hondonadas), que funcionan

como refugios del fuego. Dado

que los regímenes de incendios

están controlados a escala del

paisaje por el clima (McKenzie et

al.,

FiGuRA 7. Regeneración

avanzada de árboles

latifoliados del bosque

mesófilo de montaña bajo el

dosel de bosque de Pinus

patula en Xiacuí, Sierra de

Juárez (izquierda) y de

bosque de P. douglasiana, en

la Sierra de Manantlán, Jalisco

(derecha).

Page 382: Bosque mesófilo de México.docx

EcoLoGÍA y MANEjo 161

2011), se predice que el calentamiento global aumentará la actividad

de incendios (Flannigan et al., 2000); esto acrecentará la vulnerabilidad

de los BMM a los incendios y puede favorecer su remplazo por pinares y

encinares. Tomando esto en consideración, el manejo del fuego es

fundamental para la conservación de los BMM (Jardel-Peláez, 2008). En

las zonas muy húmedas, la combinación de: la fragmentación causada

por la deforestación, una mayor frecuencia de igniciones debidas a

quemas de desmonte y los efectos del cambio climático, puede inducir

un cambio en el régimen de incendios, que provocaría, a su vez, el

remplazo de los BMM; en las zonas húmedas, la vulnerabilidad del BMM

al fuego es mayor.

Dinámica y sucesión ecológicaLos ecosistemas forestales son dinámicos y están sujetos a cambios

temporales en su composición y estructura (Peterken, 1996, Oliver y

Larson, 1996). Estos cambios de estado pueden ser graduales,

originados por el remplazo sucesional de especies, pueden ser pulsos

inducidos por fluctuaciones del clima, o bien pueden ser cambios

abruptos causados por agentes de perturbación, naturales o

antropogénicos, que reinician, arrestan o desvían la sucesión. La

combinación de estos cambios con la influencia de gradientes

ambientales da lugar a la formación de mosaicos dinámicos en el

paisaje. Conocer y entender tanto estos patrones y procesos dinámicos

como la amplitud de la variación natural o histórica en los ecosistemas

es fundamental para su manejo (Peterken, 1996, Landres et al., 1999,

Lindenmayer y Franklin, 2002). El conocimiento y entendimiento de la

dinámica de los BMM es todavía incipiente, pero a partir de los estudios

disponibles, es posible describir algunos aspectos generales.

El primer aspecto básico para entender la dinámica de los BMM es

el conocimiento de los regímenes de perturbación. En ecología, una

perturbación es un cambio abrupto en el estado de un ecosistema (esto

es, en su composición, estructura, biomasa, cobertura, etc.), algo que

es parte de su dinámica y que no tiene necesariamente una

connotación negativa (White y Pickett, 1985; Terradas, 2001). Una

perturbación es producto de eventos relativamente discretos en el

tiempo y espacio (disturbios ecológicos, sensu White y Pickett, 1985),

que son causados por diversos agentes meteorológicos (huracanes,

tormentas, sequías o incendios causados por rayos, por ejemplo),

hidrológicos (inundaciones), geológicos (deslizamientos de suelo),

Page 383: Bosque mesófilo de México.docx

bióticos (ataque de parásitos o patógenos) o antropogénicos (tala,

desmontes, quemas, etc.) (Manson et al., 2009; Jardel-Peláez et al.,

2013). Estos eventos varían en su frecuencia, estacionalidad,

intensidad, severidad, tamaño y patrón espacial, y en su sinergia con

otros agentes, dando lugar a distintos regímenes de perturbación.

Page 384: Bosque mesófilo de México.docx

162 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Los ecosistemas terrestres de México, entre estos, los BMM, están

sujetos a la influencia de agentes de perturbación, como huracanes,

tormentas, sequías, deslizamientos de suelo, ataque de parásitos y

patógenos, incendios forestales e intervenciones humanas (Manson et

al., 2009, Calderón-Aguilera et al., 2012). Huracanes, tormentas y

frentes fríos (nortes) son algunos de los agentes de perturbación más

importantes en los BMM de la vertiente del Golfo de México y del

sureste. Asociados a lluvias torrenciales y cuando ocurren en las

laderas de montaña, es común que causen deslizamientos de suelo, un

factor de formación de claros en los BMM al que hizo referencia Miranda

(1952). Como ya se señaló, los incendios forestales pueden afectar a

los BMM en años anormalmente secos. Las sequías, plagas y

enfermedades forestales afectan también a los BMM, mas han sido poco

estudiadas. Los efectos de las sequías merecen atención especial:

muchos de los disturbios ecológicos, como incendios, plagas,

enfermedades y mortalidad de plantas por estrés hídrico, están

relacionados entre sí y su frecuencia e intensidad puede aumentar

conforme el clima se calienta (Grant et al., 2013). Las sequías afectan

con frecuencia al territorio mexicano (Manson et al., 2009) y, aunque

sus efectos más críticos se manifiestan en zonas subhúmedas o

semiáridas, pueden ser un factor crítico de perturbación en los BMM.

Factores antropogénicos, como desmontes agrícolas, apacentamiento

de ganado, extracción de madera y quemas, han sido históricamente

un importante factor de perturbación, que muchas veces conducen a la

alteración o degradación de los BMM (Jardel-Peláez, 1991, Ramírez-

Marcial et al., 2001).

La formación de claros por la caída de árboles juega un papel

importante en la dinámica de los BMM, al igual que en otros bosques

latifoliados (Hartshorn, 1978, Lorimer, 1980). Un estudio realizado por

Arriaga (1987) mostró una alta tasa de caída de árboles y formación de

claros por la influencia de vientos fuertes y huracanes en el BMM de El

Cielo, Tamaulipas. Dado que muchas de las especies de estos bosques

son tolerantes a la sombra y presentan regeneración avanzada, los claros

de pequeña extensión (<1 ha) cicatrizan rápidamente (figura 2). Los cla-

ros grandes, como los que resultan de huracanes, deslizamientos de

suelos o de incendios o desmontes, son colonizados por especies

intolerantes a la sombra, de rápido crecimiento y reproducción por semilla

(especialmente cuando hay exposición de suelo mineral), como Pinus strobus (figura 3), P. douglasiana o P. patula (figura 7), o bien por especies

Page 385: Bosque mesófilo de México.docx

que producen rebrotes vegetativos (varias especies de Quercus y otras

latifoliadas) o que forman bancos de semilla en el suelo.

Para el caso de los bosques de la Sierra de Manantlán, Jalisco, se

ha planteado que el BMM persiste bajo una dinámica de claros de ‘grano

fino’, esto es, de formación de claros pequeños abiertos por la muerte y

caída de árboles del

Page 386: Bosque mesófilo de México.docx

EcoLoGÍA y MANEjo 163

dosel, que cicatrizan con la regeneración avanzada de las especies

arbóreas latifoliadas, en contraste con los bosques de pino, que

requieren para su regeneración la formación de claros extensos, con

una dinámica de ‘grano grueso’ producida por factores como incendios

de severidad mixta (Saldaña-Acosta y Jardel-Peláez, 1992; Jardel-Peláez

et al., 2004a; Llamas-Casillas, 2009). Respecto a la regeneración natural

en claros, Sosa y Puig (1987) señalaron la importancia de la mul-

tiplicación vegetativa y de la regeneración avanzada en la cicatrización

de claros en el BMM de El Cielo, Tamaulipas, e indicaron que solo Acer

skutchii presentó regeneración por semillas dispersadas por viento y que

la regeneración desde el banco de semillas fue observada solo en

arbustos. De acuerdo con los autores citados, el potencial de

regeneración del BMM está en el banco de plántulas y juveniles

(regeneración avanzada), cuyo crecimiento se libera por la formación de

claros pequeños. Lo mismo se observa en el BMM de la Sierra de

Manantlán (Saldaña-Acosta y Jardel-Peláez, 1992; Saldaña-Acosta,

2001). En claros relativamente grandes, especies con semillas

dispersadas por el viento, como la ya señalada A. skutchii y otras como

Liquidambar styraciflua, Carpinus tropicalis, Fraxinus uhdei o Alnus spp., juegan

un papel importante en la regeneración natural de los BMM. Miranda

(1952) observó en Chiapas que los rodales dominados por especies de

Liquidambar, Cornus o Carpinus “parecen ser de origen secundario”. Otros

autores, como Miranda y Sharp (1950), Zuill y Lathrop (1975) o Puig

(1976) han discutido la naturaleza secundaria de los rodales de

liquidámbar con mezcla de pinos y encinos en áreas de BMM. Puig

(1976) observó que en altitudes entre 800-1000 m, los claros son

colonizados por especies neotropicales de géneros como Bocconia,

Cnidoscolus, Croton, Conostegia, Dendropanax, Miconia, Piper, Psycothria,

Saurauia, Trema, Urera, Vernonia y Palicourea, mientras que por encima de

los 1500 m bajan las temperaturas y el aile Alnus jorullensis es la principal

especie colonizadora de claros. Otras plantas de etapas tempranas de la

sucesión, señaladas por Puig (1976), son Baccharis conferta, Cornus

disciflora, Citharexylum, Myrica cerifera, Pinus patula, Sambucus, Ternstroemia y

Vernonia.

Por arriba de la ‘línea de escarcha’ —la isoterma de

biotemperatura media anual de 18 °C, de acuerdo con Holdridge (1962)

o de temperaturas mínimas extremas de 0 °C, de acuerdo con

Rzedowski (1978)—, aproximadamente entre los 1 400-1 500 msnm, el

establecimiento de especies de distribución tropical está limitado por la

Page 387: Bosque mesófilo de México.docx

temperatura. En altitudes medias (1 900-2 000 m) en la Sierra de

Manantlán, se ha observado que las áreas abiertas presentan

temperaturas más bajas y mayor oscilación térmica que en el interior

del BMM o de los bosques de pino-encino adyacentes, en los que

regeneran especies latifoliadas (Santiago-Pérez et al., 2009). Esto parece

indicar que en los BMM, el patrón de dominancia

Page 388: Bosque mesófilo de México.docx

164 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

de especies de afinidad holártica en el dosel y de especies de afinidad

neotropical en el subdosel y sotobosque, observado por diferentes

autores (Miranda y Sharp, 1950; Miranda, 1952; Puig, 1976;

Rzedowski, 1978), es resultado de un patrón sucesional, en el cual las

especies pioneras (dominantes en el dosel en etapas intermedias,

como liquidámbar, encinos, pinos, ailes, etc.) son aquellas que toleran

las bajas temperaturas y la alta oscilación térmica en los claros. Las

especies de afinidad neotropical se establecen en el sotobosque,

cuando la cubierta arbórea modera las temperaturas.

Miranda (1952) observó que el bosque caducifolio puede intercalarse

con bosques de Pinus strobus y que la selva mediana siempre verde se

mezcla con el bosque caducifolio, donde “los arbustos y árboles

bajos ...son especies que se encuentran también en la selva mediana

siempre verde”, de géneros como Clethra, Saurauia, Turpinia, Cedrela,

Toxicodendron, Zinowiewia, Ocotea, Eugenia, Prunus, Xylosma, Rapanea,

Persea, Dalbergia, Symplocos, Weinmannia, Oreopanax, Magnolia, Cleyera,

Matudaea, Podocarpus, Hediosmum y Nectandra, entre otros. La

estratificación vertical de bosques de pino o encino con subdosel o

sotobosque de latifoliadas típicas de BMM, o de pinos, encinos o

liquidámbar como componentes del dosel de BMM, observada en

diferentes trabajos (Miranda, 1952; Zuill y Lathrop, 1975; Puig, 1976;

Jardel-Peláez, 1991; Meave et al., 1992, QuintanaAsencio y González-

Espinosa, 1993; Luna-Vega et al., 1994; Williams-Linera et al., 1996;

Ramírez-Marcial et al., 1998, 2001; Catalán et al., 2003; Mejía-Domínguez

et al., 2004; González-Elizondo et al., 2007) puede interpretarse como un

indicador de un patrón sucesional como el descrito por Oliver y Larsen

(1996), en el cual Pinus, Quercus, Liquidambar styraciflua y otras especies o

géneros con árboles dominantes o dispersos en el dosel (como Abies

guatemalensis, Alnus acuminata, A. jorullensis, Carpinus tropicalis, Cornus disciflora o Fraxinus uhdei, entre otras), con temperamento intolerante a la

sombra o de tolerancia intermedia, son los remanentes de la primera

cohorte de árboles establecidos en claros, mientras que las especies que

forman el subdosel o el sotobosque corresponden al establecimiento de

nuevas cohortes de árboles tolerantes a la sombra.

Las especies latifoliadas de los BMM colonizan los bosques de pino-

encino o de encino adyacentes (Jardel-Peláez, 1991, Saldaña-Acosta y

Jardel-Peláez, 1992; Ramírez-Marcial et al., 1998, 2001; Saldaña-Acosta,

2001; Santiago-Pérez et al., 2009) y llegan a formar un subdosel (figura

7); en terrenos suficientemente húmedos y en ausencia de incendios

Page 389: Bosque mesófilo de México.docx

(Vargas-Jaramillo, 2010), pueden remplazar a los pinos en el dosel; esto

es, los pinares y los encinares pueden ser una etapa intermedia en la

sucesión que lleva al establecimiento de un BMM (Ern, 1973; Sánchez-

Velásquez y García-Moya, 1991; Jardel-Peláez et al., 1995, 2004a,

2004b;

Page 390: Bosque mesófilo de México.docx

EcoLoGÍA y MANEjo 165

Ramírez-Marcial et al., 1998; Quintana-Ascencio et al., 2004). La figura 8 mues-tra una interpretación del patrón sucesional observado en los BMM

de la Estación Científica Las Joyas, en la Sierra de Manantlán, Jalisco. Las dos

Page 391: Bosque mesófilo de México.docx

tendencias obser-vadas en la sucesión difieren básicamente en el origen de los claros. En un caso, el incendio o el deslizamiento de suelo en laderas después de lluvias torrenciales expone suelo mineral y los pinos se establecen dominando las etapas tempran

Page 392: Bosque mesófilo de México.docx

as e intermedias de la sucesión; esto da lugar a una sucesión que corresponde al modelo de ‘florística de remplazo’ de Clements (1916), pero cuando ocurren nuevos incendios superficiales se arresta la sucesión o bien, se reinicia cuando

Page 393: Bosque mesófilo de México.docx

FiGuRA 8. Patrones de

sucesión en el bosque

mesófilo de montaña de la

Sierra de Manantlán

(basado en Jardel-Peláez

et al., 2004c).

ocurren incendios severos de remplazo de rodal, después de largos periodos sin fuego, que facilitan la acumulación de altas cargas de combustible (Jardel-Peláez, 2008;

Bosque de pino-encino

Page 394: Bosque mesófilo de México.docx

Claro abierto por incendio de remplazo,

cortas intensivas + fuego o

deslizamientode sueloFAsE iNiCiAL

FUEGO

FUEGO

Campo agrícola abandonado

FAsE iNiCiAL

Herbazal-matorral Zea diploperennis,

Rubus spp., Senecio salignus, Acaciela

angustissimaFAsE HERBACEo-ARBusTivA

Matorral con árboles emergentes

Buddleja parviflora, Persea hintonii, Fraxinus uhdei, Carpinus tropicalis

FAsE DE EsTABLEciMiENTo

Bosque latifoliado

joven Carpinus tropicalis, Cornus disciflora,

Fraxinus uhdei,

Bosque mesófilo de montaña

FAsE DE MADuREzMs

Page 395: Bosque mesófilo de México.docx

166 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Llamas-Casillas, 2009, 2013). Una alta incidencia de incendios puede

llevar a un cambio de estado en el que se mantienen los bosques de

pino-encino.

En el segundo caso, el de un campo agrícola abandonado, el

establecimiento de vegetación herbácea y arbustiva limita la

regeneración de especies arbóreas; los herbazales y matorrales pueden

persistir por años o incluso décadas, hasta que algunas especies de

árboles se establecen a la sombra de los arbustos y cuando crecen

comienzan a sombrearlos y desplazarlos, lo cual facilita el

establecimiento de más árboles tolerantes. En este caso, la sucesión

corresponde al modelo de ‘florística inicial’ de Egler (1954). Una vez

establecido el BMM en la etapa final de la sucesión (el clímax, que es el

estado potencial de máximo desarrollo de la vegetación en función de

las condiciones bioclimáticas predominantes), esta puede mantenerse

por largos periodos de tiempo bajo una dinámica de claros pequeños,

cuya cicatrización da lugar a un proceso de microsucesión. El ciclo su-

cesional puede reiniciarse con nuevos eventos de perturbación, que

formen claros extensos con alteración significativa del suelo (incendios,

deslizamientos de suelo, desmonte y cultivo) o sin ella (tormentas de

viento, huracanes).

Manejo de los bosques mesófilos de montañaPartiendo del estado del conocimiento de la ecología de los BMM,

podemos señalar los siguientes aspectos clave para el manejo de esta

formación vegetal: 1] su conservación en áreas protegidas o mediante

otros instrumentos de gestión del territorio, 2] el manejo de la matriz del

paisaje circundante, 3] el manejo del fuego, 4] el aprovechamiento

sustentable de recursos naturales en sistemas de producción silvícola y

agroforestal, 5] la restauración ecológica o la rehabilitación productiva

de áreas transformadas o degradadas ocupadas originalmente por BMM

y, por último 6] el manejo de los BMM en el contexto de la mitigación y

adaptación al cambio climático global. El manejo de los BMM requiere un

enfoque integral basado en un enfoque de ecosistemas (Christensen et

al., 1996). Es común que ‘manejo’ y ‘conservación’ sean considerados

como cosas diferentes, lo primero relacionado con intervenciones

dirigidas al aprovechamiento de recursos naturales y lo segundo, con la

protección de la naturaleza. En realidad, manejo implica un proceso, un

conjunto de acciones dirigidas al alcance de fines determinados. Desde

una perspectiva de manejo de ecosistemas, incluye tanto la

Page 396: Bosque mesófilo de México.docx

conservación de la naturaleza como el aprovechamiento sustentable de

los recursos naturales y la restauración o rehabilitación de áreas

degradadas (Jardel-Peláez et al., 2008).

El manejo de ecosistemas es un proceso social, puesto que está

dirigido a lograr objetivos socialmente establecidos, que pueden ir

desde la producción de materias primas forestales hasta la conservación

de hábitats y biodiversidad como

Page 397: Bosque mesófilo de México.docx

EcoLoGÍA y MANEjo 167

reconocimiento de su valor intrínseco o por su importancia en la

regulación ambiental. Además, el manejo es realizado por

organizaciones humanas y consiste no solo en intervenciones técnicas,

como pueden ser las acciones de protección de un hábitat silvestre en

el terreno, el combate de incendios o la aplicación de quemas

prescritas, la silvicultura, el control de la erosión, la reforestación, etc.;

el manejo incluye también intervenciones institucionales —formación

de organizaciones para llevarlo a cabo, diseño y aplicación de leyes y

normas, negociación de acuerdos, resolución de conflictos—, así como

intervenciones comunicativas, por ejemplo: educación ambiental para

la apreciación de los valores del patrimonio natural o el reconocimiento

de la dependencia humana de los servicios ecosistémicos (Jardel-Peláez

et al., 2008). El punto de partida para la conservación de los BMM es el

reconocimiento público de su riqueza biológica, unicidad y funciones de

regulación ambiental. En este sentido, la comunicación, la educación

ambiental y la divulgación científica juegan un papel clave.

La conservación, la restauración y el aprovechamiento sustentable

de los BMM implica todo este conjunto de intervenciones técnicas,

institucionales y comunicativas encaminadas a contener y revertir

procesos de deforestación (pérdida neta de cobertura forestal),

degradación (pérdida de componentes y alteración de patrones,

procesos y funcionamiento de los bosques remanentes) y sobrexplo-

tación de los recursos naturales.

Deforestación, degradación y transformaciónLos BMM están sujetos a múltiples factores de cambio y amenazas que

incluyen no solo el avance de la frontera agropecuaria y la explotación

de recursos forestales (Challenger, 1998; Ramírez-Marcial et al., 2001;

Toledo-Aceves et al., 2011; González-Espinosa et al., 2012), los

incendios forestales (Román-Cuesta et al., 2003; Asbjornsen et al., 2005;

Jardel-Peláez et al., 2009) o el cambio climático (Villers-Ruíz y Trejo-

Vázquez, 1998; Pounds et al., 1999; Ponce-Reyes et al., 2012), sino

también la creciente presión de la minería, la construcción de vías de

comunicación, la urbanización o la producción de estupefacientes.1

Varios autores consideran a los BMM como “el ecosistema forestal más amenazado en México” (Challenger, 1998; Toledo-Aceves et al., 2011; González-Espi-

Page 398: Bosque mesófilo de México.docx

Las condiciones de clima y suelo en las que se desarrollan los BMM, particularmente en la Sierra Madre del Sur y Sierra Madre Occidental, son favorables para el cultivo de amapola (Papaver somniferum). Aunque los terrenos de cultivo son generalmente de pequeña extensión, contribuyen a la fragmentación del BMM, y el uso extensivo del fuego para limpiar las parcelas o borrar sus rastros provoca la propagación de incendios forestales extensos (Balcázar, 2011). La narco-producción ha sido un factor crítico de transformación del BMM.

Page 399: Bosque mesófilo de México.docx

168 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

nosa et al., 2011), aunque lamentablemente esta situación se comparte

con otros ecosistemas de extensión reducida, como los bosques mixtos

de coníferas de las montañas, los bosques de galería en la ribera de ríos

o los manglares de las costas. Como lo han señalado González-Espinosa

et al. (2012), es necesaria una evaluación adecuada tanto de la superficie

como del estado actual en que se encuentran los BMM. La superficie

actual de alrededor de 1.8 millones de hectáreas de BMM es una

estimación gruesa, con limitaciones debidas a la generalización de los

polígonos de vegetación a la escala 1:250 000 de los mapas del INEGI

(2007). Una parte importante de esta extensión corresponde a áreas

alteradas o con vegetación secundaria. Sobre los datos del INEGI,

Challenger y Soberón (2009) estimaron que 52% de la superficie de BMM

corresponde a bosques secundarios y que la extensión actual cubre

solamente 58% de su área de distribución potencial, estimada en

aproximadamente 3.1 millones de hectáreas. Estas cifras dan una idea

general del grado de transformación de estos bosques y de los retos que

implica su manejo.

Conservación y restauraciónEl interés en la conservación de los BMM ha llevado a implementar

diversas medidas de protección, que incluyen el ordenamiento ecológico

del territorio (OET), el establecimiento de áreas protegidas, restricciones

legales para el aprovechamiento de recursos forestales y la aplicación de

instrumentos económicos como el ‘pago por servicios ambientales’ (PSA).

En los OET, las áreas con cobertura de BMM están, por lo general, bajo una

política de protección, al tiempo que se han establecido varias áreas

naturales protegidas para conservar los BMM o para incluir su protección

entre sus prioridades, como es el caso de las reservas de la biosfera El

Triunfo y La Sepultura (Chiapas), El Cielo (Tamaulipas) o Sierra de

Manantlán (Jalisco), por señalar algunas; se han establecido también

parques estatales como el de Bosques Mesófilos del Nevado de Colima,

en Jalisco, o el Omiltemi, en Guerrero; en otros casos, comunidades como

las de la Unión Zapoteco-Chinanteca (Uzachi) o Ixtlán, en la Sierra Norte

de Oaxaca, han establecido reservas comunitarias para proteger sus BMM

(Abardía y Solano, 1995; Chapela y Lara, 1995; Alatorre, 2000). El estado

de protección de los BMM ha sido abordado en otros trabajos (Challenger,

1998; Bezaury y Gutiérrez, 2009; CONABIO, 2010; Toledo-Aceves et al.,

2011). Aproximadamente 154 392 ha de BMM están dentro de áreas

protegidas federales, lo que representa 1.3% de la superficie del SINAP

Page 400: Bosque mesófilo de México.docx

(Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas) y poco más de 8% de la

superficie total de los BMM de México (Bezaury y Gutiérrez 2009). Otras 51

869 ha de BMM se encuentran dentro de áreas protegidas estatales

(Bezaury et al., 2007). En conjunto, las áreas protegidas federales y

estatales suman 206 261 ha, cerca de 11% de la superficie de

Page 401: Bosque mesófilo de México.docx

EcoLoGÍA y MANEjo 169

los BMM; por lo tanto, aún existe potencial para ampliar la superficie de

unidades territoriales dedicadas a su conservación.

La restauración ecológica es un complemento fundamental de la

conservación de los BMM, ya que ofrece la posibilidad de recuperar áreas

deforestadas o degradadas que posteriormente se pueden incorporar a

unidades de conservación o de producción. El potencial de restauración

de los BMM es importante, ya que su distribución actual es

aproximadamente la mitad del área que podría ocupar considerando las

condiciones ambientales, y la mitad de los BMM remanentes presentan

cierto grado de alteración. La restauración del BMM ha recibido atención

en varios estudios aplicados (por ejemplo, Ortiz-Arrona, 1999; Saldaña-

Acosta et al., 2001; Ramírez-Marcial et al., 2003, 2005, 2008; Quintana-

Asencio et al., 2004; González-Espinosa et al., 2007a, 2007b; Jardel-

Peláez, 2008). En estos trabajos se resalta la importancia de aplicar el

conocimiento de los principios ecológicos y entender los procesos de

regeneración natural y sucesión ecológica, así como las interacciones de

las especies; es necesario también considerar las condiciones de los

suelos, las técnicas de propagación de las especies y su

comportamiento en el terreno (González-Espinosa et al., 2007). La

restauración ecológica es un proceso cuyo punto de partida es el control

de los factores de cambio que han causado la pérdida o degradación del

ecosistema de interés. Si las áreas degradadas han sido poco alteradas

y aún cuentan con potencial para regenerarse naturalmente, el control

de los factores de cambio y la protección de dichas áreas pueden ser su-

ficientes para asegurar su recuperación. A esto se le ha llamado

equivocadamente restauración ‘pasiva’, e incluso se confunde con la

regeneración natural de áreas de cultivo abandonadas, pero no es lo

mismo. Controlar factores de cambio y proteger áreas para su

regeneración no es, en absoluto, pasivo; al contrario, implica una serie

de intervenciones, como el control del pastoreo, de la tala o de nuevos

desmontes, el manejo del fuego, la protección y vigilancia, el

establecimiento de acuerdos con pobladores, etc. (Jardel-Peláez, 2008).

En áreas donde el grado de alteración es alto, por ejemplo, donde

los suelos se han erosionado o compactado, es necesario realizar una

serie de intervenciones dirigidas a recuperar el suelo y la cubierta

vegetal o, incluso, a reintroducir especies. La regeneración natural, la

selección y propagación de las especies adecuadas para reforestar áreas

desmontadas, las técnicas de recuperación y conservación de suelos, la

reforestación sucesional emulando el patrón natural de remplazo de es-

Page 402: Bosque mesófilo de México.docx

pecies, las plantaciones de enriquecimiento con especies nativas

amenazadas son algunos ejemplos de las intervenciones técnicas para la

restauración.

La restauración implica definir una condición de referencia como

meta de las intervenciones de restauración. En muchos casos, la

condición original del ecosis-

Page 403: Bosque mesófilo de México.docx

170 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

tema, previa a la degradación, se desconoce o bien, las condiciones

actuales impiden volver a ese estado, ya sea por el grado de alteración,

la extinción de especies o el cambio de las condiciones ambientales.

Entonces se plantea como alternativa la rehabilitación o, incluso, el

establecimiento de ‘ecosistemas noveles’ (Hobbs et al., 2009). La

restauración o, en su caso, la rehabilitación productiva puede ser una

alternativa viable, complementaria a la conservación, siempre y cuando

las áreas restauradas o rehabilitadas puedan mantenerse a largo plazo

mediante su incorporación a áreas protegidas o a sistemas de

producción. En este sentido, la restauración implica no solo las

intervenciones técnicas basadas en principios ecológicos, a las que se ha

dado mayor atención, sino intervenciones institucionales que permitan

establecer las organizaciones humanas que sean capaces de

implementar el manejo y mantenerlo a largo plazo, así como los

regímenes de derechos, los acuerdos y los mecanismos de resolución de

conflictos que permitan la gestión del territorio y los recursos naturales.

La viabilidad de los proyectos de restauración implica una mayor

atención a estas cuestiones y no solo a los aspectos técnicos.

Manejo a escala del paisajeLas áreas naturales protegidas son, sin duda, instrumento fundamental

para la conservación, pero su superficie es siempre limitada y cubre

solamente una fracción del paisaje forestal. A esto debemos añadir que

las áreas protegidas no son lo suficientemente grandes para asegurar la

conservación de toda la biodiversidad y están sujetas a la influencia de

factores externos (Janzen, 1983); por ello es necesario adoptar prácticas

de conservación en los sistemas productivos de su matriz circundante

(Lindenmayer y Franklin, 2002). Como se ha señalado antes, la con-

servación de un ecosistema de extensión reducida y fragmentada, como

el BMM, depende del manejo del paisaje que lo rodea (figuras 5 y 6).

Mediante procesos dinámicos que ocurren en el paisaje —como los

ciclos de expansión y contracción de la vegetación asociados a

fluctuaciones ambientales, la influencia de regímenes de perturbación,

los procesos de regeneración natural y sucesión ecológica, los efectos

de borde, las migraciones de la fauna, la dispersión de las plantas, el

flujo genético entre poblaciones, los cambios en el uso del suelo, etc.—,

los BMM están en continua interacción con el paisaje circundante.

Muchas especies de plantas y animales de los BMM se distribuyen en o

utilizan el hábitat de los ecotonos y tipos de vegetación natural o

Page 404: Bosque mesófilo de México.docx

transformada adyacentes, como los bosques de coníferas, encinares,

selvas húmedas, cafetales y matorrales secundarios, o dependen de

estos para mantener la conectividad entre fragmentos de BMM.

En áreas como la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán y en

otros paisajes similares, la conservación del BMM solo es posible si al

mismo tiempo se con-

Page 405: Bosque mesófilo de México.docx

EcoLoGÍA y MANEjo 171

servan (bajo protección en las zonas núcleo o bajo aprovechamiento en

las zonas de amortiguamiento) los bosques de pino y encino, así como

la conectividad con las selvas medianas subcaducifolias de las partes

bajas y los bosques mixtos de coníferas en las partes altas (Jardel-

Peláez et al., 2004d). En otros lugares donde los remanentes de BMM

están dispersos entre paisajes con usos agropecuarios o incluso en la

interfaz con ciudades y pueblos, como en el centro de Veracruz

(Williams-Linera, 2007), la conservación y la restauración de este tipo

de vegetación depende de un manejo a escala del paisaje.

Incentivos económicos para la conservaciónAdemás del establecimiento de áreas protegidas, se han puesto en

práctica otras medidas dirigidas a la conservación de áreas forestales,

basadas en programas con financiamiento público o en incentivos

económicos. Entre estas acciones destacan el programa de pago por

servicios ambientales hidrológicos (PSAH) y un fondo patrimonial, de

reciente creación, destinado a la conservación de biodiversidad; ambas

acciones han sido impulsadas por la Comisión Nacional Forestal

(Conafor) y en ellas se ha dado prioridad a la protección de los BMM

(Conafor, 2012). El programa de PSAH, pensado inicialmente como un

mecanismo de mercado, pero implementado en la práctica como un

subsidio, otorga un pago por hectárea para incentivar la protección de

bosques en cabeceras de cuencas hidrológicas. Aunque se ha señalado

que el PSAH se ha asignado en áreas con bajo riesgo de deforestación

(Muñoz-Piña et al., 2008), en la práctica ha servido como un

complemento importante de acciones de conservación en áreas

protegidas y en bosques manejados por comunidades (Madrid, 2010).

Además del programa de PSAH de la Conafor, en otras áreas boscosas

que incluyen BMM, como Coatepec, Veracruz o Cerro Grande en Colima,

se han impulsado mecanismos locales de pago por servicios ambienta-

les (Paré et al., 2008).

Otro esquema de incentivos económicos que puede contribuir no

solo a la conservación, sino también a la restauración y al desarrollo de

mejores prácticas de manejo es el programa de Reducción de

Emisiones de la Deforestación y la Degradación Forestal (REDD+),

dirigido a la mitigación del cambio climático en el sector forestal

(Conafor, 2012). Los incentivos económicos otorgados por medio del

PSAH y REDD+ pueden apoyar la conservación, restauración y

aprovechamiento sustentable de los BMM, pero presentan varias

Page 406: Bosque mesófilo de México.docx

limitaciones y son objeto de debate. Este tipo de programas han sido

cuestionados porque pueden ser un mecanismo de enajenación de

derechos y de privatización de las tierras y recursos naturales de

comunidades locales, amenazando incluso la soberanía de los países

sobre sus áreas forestales (González-Espinosa et al., 2012).

Page 407: Bosque mesófilo de México.docx

172 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

La discusión de los mecanismos de pago por servicios ambientales

y mercado de carbono está fuera de los objetivos de este trabajo, pero

es importante enfatizar que frente a las expectativas que han generado

como una alternativa para contener la deforestación y la degradación,

presentan riesgos de efectos perversos que van desde la limitación de

dominio de los dueños de tierras forestales a la dependencia de un

subsidio externo para la protección temporal de ciertas áreas, sin

asegurar que esta se mantenga en el largo plazo. Para ser operativos,

los mecanismos de incentivo económico deben basarse más que en

subsidios o mercados, en esquemas de compensación por los costos de

oportunidad, así como por los costos incrementales que implican tanto

la conservación como la adopción de mejores prácticas de manejo de

áreas forestales; estos esquemas de compensación deben basarse en

acuerdos duraderos y justos entre proveedores y usuarios de los

servicios ambientales, que fortalezcan los derechos de propiedad de

comunidades agrarias y de dueños particulares de terrenos forestales y

que promuevan acciones de manejo productivo de los recursos

naturales para que sean sustentables en el largo plazo (Graf et al., 2003,

Madrid, 2011).

El Fondo Patrimonial de Biodiversidad (FPB), por ejemplo, busca

focalizar apoyos en áreas forestales importantes por su riqueza

biológica que están fuera de áreas protegidas; pone énfasis en la

formación de corredores biológicos y la conectividad entre ecosistemas

a escala regional, tratando de integrar acciones e instrumentos de

política pública, complementarios para el manejo del territorio, como

pago por servicios ambientales, áreas protegidas, ordenamiento

territorial, buenas prácticas de producción silvícola, manejo forestal

certificado, servidumbres ecológicas, etc. (Conafor, 2012). El FPB ha

adoptado explícitamente un enfoque de manejo de paisajes regionales.

El primer paquete de inversión del FPB se asignó en 2012 a la Sierra de

Cacoma, en Jalisco, considerando como un objetivo central la

conservación de BMM y el mantenimiento de conectividad entre las

áreas protegidas de la Cuenca del Río Ameca y la Reserva de la

Biosfera Sierra de Manantlán, así como la protección de hábitat del

jaguar y de la cabecera de las cuencas que drenan hacia la Reserva de

la Biosfera de Chamela-Cuixmala.

Manejo del fuego

Page 408: Bosque mesófilo de México.docx

Dada la influencia de los regímenes de incendios en la distribución de

los BMM, el manejo del fuego constituye un componente importante del

manejo de la matriz del paisaje. Como se señaló antes, los pinares y

encinares que rodean al BMM son propensos a incendios (figura 6); en la

Sierra de Manantlán, por ejemplo, entre 2001 y 2008 alrededor de 11%

de la superficie de BMM era parte de polígonos de áreas incendiadas, y

aunque generalmente el fuego se extingue al entrar a las

Page 409: Bosque mesófilo de México.docx

EcoLoGÍA y MANEjo 173

barranc

as y

hondona

das

húmeda

s con

bosque

latifoliad

o, es

común

observa

r daño

en los

bordes

de esta

vegetaci

ón

(Balcáza

r, 2011).

Además,

los

incendio

s

forestal

es

arrestan

la

sucesión

en

rodales

mixtos

de pino

latifoliad

as

(figura

8).

En

la

Estación

Page 410: Bosque mesófilo de México.docx

Científic

a Las

Joyas y

áreas

adyacen

tes de la

Reserva

de la

Biosfera

Sierra

de

Manantl

án se

han

puesto

en

marcha

acciones

de

manejo

del

fuego

vinculad

as a la

restaura

ción de

BMM

(Jardel-

Peláez,

2008).

La

exclusió

n del

fuego

mediant

e la

prevenci

ón y

combate

de

incendio

s no

Page 411: Bosque mesófilo de México.docx

FiGuRA 9. Manejo del fuego y

restauración de bosque

mesófilo de montaña en la

Estación Científica Las Joyas,

Sierra de Manantlán, Jalisco.

La supresión de incendios

forestales favorece el

establecimiento de

latifoliadas y el remplazo de

los pinos por medio de la

sucesión en hondonadas

húmedas (lado derecho); en

laderas, la aplicación de

quemas prescritas favorece

la persistencia de los pinos y

crea una franja de

protección para el bosque

mixto de pino-latifoliadas en

etapas intermedias de la

sucesión (lado izquierdo). En

medio se observa un camino

que sirve como brecha

solo

ayuda a

proteger

los

rodales

de BMM,

sino que

favorece

el

establec

imiento

de

árboles

latifo-

liados

de BMM

en los

pinares

que los

rodean

y su

posible

reempla

zo

sucesion

al.

En

este

sentido,

se ha

suprimid

o el

fuego y

se han

controla

do otros

factores,

como el

apacent

amiento

de

ganado,

Page 412: Bosque mesófilo de México.docx

para

favorece

r la

restaura

ción de

BMM por

regener

ación

natural,

pero

esto

aument

a, a su

vez, el

peligro

de

incendio

s en

roda-les

en

etapas

interme

dias de

la

sucesión

, con

altas

cargas

de

combust

ible, lo

cual

hace

necesari

o

manten

er un

cinturón

de

protecci

ón a

través

Page 413: Bosque mesófilo de México.docx

de

quemas

prescrit

as en

rodales

de pino-

encino

circunda

ntes a

los

rodales

de

bosque

mixto

de pino-

latifoliad

as y

BMM.

Esto se

ilustra

en la

figura 9,

donde

puede

observa

rse un

rodal de

bosque

de pino

con

subdose

l denso

de

árboles

latifoliad

os del

BMM,

donde el

fuego se

ha

excluido

durante

Page 414: Bosque mesófilo de México.docx

30 años,

contiguo

a un

rodal de

pino

tratado

con

quemas

prescrit

as.

En zonas muy húmedas (figura 6), los incendios en BMM son un evento raro

que solo ocurre en años muy secos (Román-Cuesta et al., 2003; Asbjornsen et al.,2004;

Jardel-Peláez

et al., 2009),

pero la

incidencia

de estas

condiciones

de sequía

extrema

puede

aumentar

con el

cambio cli-

Page 415: Bosque mesófilo de México.docx

mático

(Villers-Ruíz

y Trejo-

Vázquez,

1998) y la

fragmentaci

ón puede

aumentar la

vulne-

rabilidad del

BMM a los

incendios.

Por estas

razones, es

indispensabl

e no solo el

manejo del

fuego, sino

también

poner en

marcha

acciones que

permitan

contener y

revertir

procesos de

deforestació

n y

degradación.

Silvicultura y sistemas agroforestalesDebido a la

reducida

extensión de

los BMM, a

su

estructura

compleja y a

su riqueza

de especies,

Page 416: Bosque mesófilo de México.docx

rara vez se

considera su

manejo

silvícola

para la

producción

forestal. Sin

embargo,

los BMM

albergan

una gran

variedad de

recursos

forestales

maderables

y no

Page 417: Bosque mesófilo de México.docx

174 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

maderables (Challenger, 1998),

incluyendo maderas finas, fibras

como la pita, plantas medicinales,

alimenticias, ornamentales o

forrajeras, etc. La silvicultura

puede ser, en algunos casos, una

alternativa no solo para conservar

los BMM y los bosques

circundantes bajo

aprovechamiento productivo, sino

para ampliar la cobertura y área

de distribución de especies de los

BMM. Aunque en general es

preferible proteger los rodales

remanentes de BMM, en algunos

sitios es posible un manejo

silvícola para la producción de

madera.

El método silvícola

recomendable es el de selección

individual o en grupos,

considerando características de los

BMM, como la dinámica de

formación de claros (Arriaga,

1987), la presencia de

regeneración avanzada (Sosa y

Puig, 1987; SaldañaAcosta y

Jardel-Peláez, 1992) y el

predominio de una estructura de

edades multietánea (Puig y

Bracho, 1987; Jardel-Peláez et al.,

2004a). En la Sierra de Manantlán,

rodales explotados selectivamente

en la década de 1960 (Jardel-

Peláez, 1991) para la extracción de

encinos (Quercus nixoniana, Q.

xalapensis, Q. candicans), pino (Pi-

nus douglasiana) y pinabete (Abies

guatemalensis) presentan un

Page 418: Bosque mesófilo de México.docx

FiGuRA 10. Rodal con un

subdosel denso formado por

la regeneración natural en

un bosque mesófilo de

montaña sometido a corta

selectiva en la Estación

Científica Las Joyas, Sierra

de Manantlán, Jalisco. La

fotografía fue tomada

cuarenta años después de la

intervención de corta; en

medio se observa la antigua

brecha de extracción.

estrato denso de árboles jóvenes,

cuyo crecimiento es resultado de

la liberación de la regeneración

avanzada por la corta de árboles

dominantes del dosel (figura 10).

Esto indica que es posible

mantener áreas de BMM bajo

métodos silvícolas de selección.

Varias especies de los BMM

con madera de buena calidad y

potencial silvícola pueden

manejarse con fines productivos,

ya sea estableciendo plantaciones

en áreas anteriormente

desmontadas o favoreciendo su

regeneración bajo dosel de pinos o

encinos.

Entre estas

espec

ies se encuentran algunas que son

colonizadoras de claros, como aile

(Alnus jorullensis), arce (Acer skutchii), liquidámbar (Liquidambar styraciflua), nogal (Juglans major),

fresno (Fraxinus uhdei), pinos

(Pinus strobus y P. douglasiana

entre otros), pinabete (Abies guatemalensis), varias especies de

encinos (como Quercus nixoniana o

Q. xalapensis) y otras que

presentan rebrotes vegetativos y

pueden manejarse bajo métodos

de reproducción de monte bajo

(como Tilia americana var. mexicana

y varias especies de Quercus) o

Page 419: Bosque mesófilo de México.docx

que se establecen bajo el dosel de

bosque de pino (Carpinus tropicalis,

Clethra fragans, Cornus disciflora,

Magnolia iltisiana, Prunus serotina,

Ternstroemia spp.).

Page 420: Bosque mesófilo de México.docx

EcoLoGÍA y MANEjo 175

La propagación o la regeneración inducida de estas especies con

potencial maderable puede ser una opción para ampliar su área de

distribución en áreas desmontadas o como componentes de pinares y

encinares, lo cual abonaría a su conservación. Ramírez-Marcial et al. (2006, 2008, 2010) y González-Espinoza et al. (2012) han señalado que

varias especies de Quercus, que forman parte de los BMM, son

relativamente fáciles de propagar, constituyen un grupo funcional en la

sucesión y pueden ser utilizadas para la restauración y la producción

silvícola. Igualmente, otras especies de crecimiento relativamente

rápido, como Alnus acuminata, Carpinus tropicalis, Clethra spp. y

Liquidambar styraciflua, pueden servir para estos fines.

En la restauración del BMM, también los pinos pueden ser

utilizados como especies que permiten establecer una cobertura

arbórea que facilita el establecimiento de las latifoliadas tolerantes a la

sombra (Saldaña-Acosta et al., 2001, Ortiz-Arrona, 1999), siguiendo un

enfoque de ‘reforestación sucesional’ (Herrera et al., 1990). Esto indica

que pueden ponerse en práctica acciones de restauración o de

rehabilitación dirigidas a recuperar superficies de BMM o de bosques con

una composición de especies cercana a la del BMM, que pueden ser

manejados y mantenidos a largo plazo para la producción forestal.

En áreas dedicadas a la producción de madera en la zona de

amortiguamiento de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán se ha

planteado el manejo de rodales mixtos de pino-latifoliadas. Como parte

de las prescripciones silvícolas, las latifoliadas del BMM establecidas en

los rodales de pino no se cortan, para mantener diversidad y servir como

un componente del hábitat de la fauna silvestre; la regeneración natural

de estas latifoliadas es favorecida por el control del fuego y el pastoreo;

la corta de pinos en el dosel libera su crecimiento, y los árboles que

alcanzan una talla comercial adecuada pueden ser cortados en el futuro.

El liquidámbar es quizá una de las especies con mayor potencial

silvícola, ya que se establece bien en claros y en un amplio intervalo de

altitud, tiene madera de calidad, crece relativamente rápido y su

propagación en vivero es bien conocida (es un árbol ampliamente

utilizado en zonas verdes urbanas). El fresno (Fraxinus uhdei) tiene

características similares. Otras especies de BMM con un importante

potencial son los ailes (Alnus spp.), que están asociados con

microorganismos fijadores de nitrógeno, sirven como mejoradores del

suelo y se utilizan en sistemas agroforestales y silvopastoriles (Valdés y

Page 421: Bosque mesófilo de México.docx

Galicia, 1997). Es posible que otras betuláceas como Carpinus tropicalis y

Ostrya virginiana tengan un potencial similar.

El cultivo de café de sombra bajo dosel de especies arbóreas de

BMM ha sido considerado como otra alternativa productiva para

mantener parte de la biodiversidad de estos bosques (Moguel y Toledo,

1999). Los cafetales de sombra mantie-

Page 422: Bosque mesófilo de México.docx

176 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

nen varias especies arbóreas y tienen una estructura física similar a la

de los BMM, por lo cual pueden ser un uso del suelo complementario a la

conservación en la matriz del paisaje bajo manejo.

La investigación y la experimentación con especies de BMM con

potencial silvícola o agroforestal es necesaria para desarrollar

alternativas productivas en zonas bioclimáticas húmedas y muy

húmedas, donde la extensión de los BMM se ha reducido al ser

remplazada por pastizales y cultivos de baja productividad.

Manejo del bosque mesófilo de montaña y cambio climático globalEl cambio climático global antropogénico es uno de los factores más

críticos que amenazan el futuro de los bosques montanos tropicales y

subtropicales (Still et al., 1999; Williams-Linera, 2007). Diversos

estudios indican que el territorio mexicano puede ser particularmente

sensible al cambio climático y las zonas de montaña pueden ser

significativamente afectadas por este fenómeno (Villers-Ruiz y Trejo-

Vázquez, 1998; Magaña y Gómez, 2009; Manson et al., 2009; Ponce-

Reyes et al., 2012). Los efectos del cambio climático actúan

sinérgicamente con otros factores, como la influencia de la

deforestación en el clima a escala regional debido a las interacciones

biofísicas de la cubierta vegetal con la atmósfera (Lawton et al., 2001), o

bien, la combinación del impacto de huracanes, sequías e incendios

que se estima será alta en las ecorregiones donde se localizan los BMM

en México (Manson et al., 2009).

La vulnerabilidad de los BMM al cambio climático implica que deben

adoptarse medidas de adaptación de su manejo a este fenómeno. La

conservación y restauración de los BMM puede también contribuir a la

mitigación del cambio climático. La historia de cambios en el clima y la

distribución de la vegetación en el pasado geológico (Wolfe, 1985; Tallis,

1991; Graham, 2011; Figueroa-Rangel et al., 2012) muestran que, desde

su origen, los BMM (o los tipos de vegetación análogos a este) han estado

sujetos a ciclos de expansión y contracción, bajo la influencia de las

fluctuaciones de largo plazo en el clima y, durante el Holoceno, bajo la

influencia humana. El conocimiento de estos procesos históricos es

relevante para el diseño de políticas y acciones para la conservación de

los BMM y otros ecosistemas asociados a estos en el mosaico del paisaje.

La cobertura actual de los BMM en el territorio mexicano puede

considerarse residual y su distribución actual es análoga a un

archipiélago en medio de un océano o matriz, formada por otros tipos de

Page 423: Bosque mesófilo de México.docx

vegetación natural, transformada o cultivada (Vázquez-García, 1993;

González-Espinosa et al., 2012). El diseño de las medidas de

conservación, centradas principalmente en el establecimiento de áreas

protegidas o políticas de ordenamiento territorial, se ha enfocado en

proteger espacios con ciertos tipos de vegetación o hábitats,

Page 424: Bosque mesófilo de México.docx

EcoLoGÍA y MANEjo 177

adoptando un enfoque estático, esto es, suponiendo que los tipos de

vegetación que representan a diferentes ecosistemas mantendrán una

distribución estable. Sin embargo, el cambio climático implica el

desplazamiento de zonas bioclimáticas y cambios en la distribución de

comunidades bióticas y especies (Villers-Ruiz y Trejo-Vázquez, 1998;

Ponce-Reyes et al., 2012), por lo cual se ha planteado que la adaptación

al cambio climático en el manejo de áreas protegidas implica combinar

la planificación a escala del paisaje con un enfoque de ecosistemas, el

mantenimiento de conectividad entre las áreas protegidas, el buen

manejo de sus regiones de influencia y la restauración ecológica

(Conanp, 2012).

Se supone que el calentamiento global provocará un

desplazamiento de zonas de vida, lo cual afectará a las comunidades y

especies de los pisos altitudinales más elevados (Golicher et al., 2008).

De este proceso ya existen evidencias, pero el fenómeno puede ser aún

más complejo e impredecible. El cambio climático consiste no solo en el

calentamiento global, sino en una alteración del sistema climático que

puede llevar a una mayor oscilación en las variables climáticas, a

cambios en el patrón de lluvias, una mayor incidencia de eventos

climáticos extremos, como huracanes o sequías, e incluso a la aparición

de nuevas o diferentes condiciones del clima (ver capítulos en Martínez y

Fernández, 2004). Si bien hay suficiente certeza de que el cambio

climático está ocurriendo, hay también una alta incertidumbre en torno a

cómo se manifestará y cuáles serán sus efectos a escalas regional y

local, en las cuales se aplican las intervenciones de manejo. En este

escenario de incertidumbres, es más complicado establecer estrategias

de manejo y no hay recetas aplicables, por lo que se requiere un cambio

de enfoque hacia un manejo adaptativo de los ecosistemas (Walters y

Holling, 1990; Christensen et al., 1996). Así, los esquemas rígidos de

ordenamiento territorial o zonificación y de definición de polígonos

decretados como áreas protegidas, así como el énfasis en la

conservación de hábitats o ecosistemas específicos, muestran sus

limitaciones y solo pueden ser válidos en el corto plazo. Como lo ha

señalado Graham (1988), abordar la conservación con un enfoque en

áreas protegidas y tipos específicos de hábitat podría ser adecuado si las

comunidades bióticas respondieran a los cambios ambientales como

unidades intactas, pero la evidencia paleoecológica indica que las

especies pueden responder de manera individual a los cambios y que las

comunidades son ensamblajes temporales y contingentes. Según el

Page 425: Bosque mesófilo de México.docx

autor citado, esto implica que, en el diseño de estrategias de

conservación viables a largo plazo, hay que pensar en procesos

dinámicos de cambio en el clima, en la distribución individual de las

especies y en la variación de la composición de las comunidades,

considerando el establecimiento de áreas protegidas extensas que

incluyan diferentes tipos de hábitat y que estén conec-

Page 426: Bosque mesófilo de México.docx

178 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

tadas por corredores. “Es fútil”, dice Graham (1988), “suponer que

asociaciones de especies (‘comunidades’) que observamos hoy día y que

estamos tratando de capturar en nuestras reservas, van a ser iguales a

lo largo de extensos periodos de tiempo.” Esto refuerza la idea de que es

indispensable complementar los instrumentos convencionales de

conservación en áreas protegidas con la incorporación de prácticas de

conservación en los sistemas productivos que operen en la matriz

circundante a parques y reservas (Lindenmayer y Franklin, 2002).

Respecto a las medidas de mitigación del cambio climático, entre

las que actualmente destacan iniciativas como REDD+, el ‘sector forestal’

puede contribuir conservando el carbono almacenado en los bosques,

incrementando la captura de carbono mediante la restauración y

plantaciones o mejorando y desarrollando buenas prácticas de manejo

que ayuden a reducir las emisiones de carbono y otros gases con efecto

invernadero, conteniendo o incluso revirtiendo la deforestación y la

degradación forestal. Sin embargo, esto no va a reducir por sí solo un

problema generado por un sistema económico basado en la producción

y consumo intensivo de mercancías, cuyo desarrollo histórico es la

causa del cambio climático antropogénico y otros componentes del

cambio ambiental global. Mecanismos como REDD+ han generado más

expectativas que resultados (los más concretos han sido la apertura de

un espacio para la especulación financiera con el posible desarrollo de

un mercado de carbono y el financiamiento para organizaciones

conservacionistas, programas gubernamentales, consultores e

investigadores). El desarrollo de un mercado de carbono como medida

de mitigación del cambio climático es cuestionado también por ser una

forma de desviar la atención sobre la necesidad de reducir las emisiones

de gases con efecto invernadero en los sectores de la industria, energía,

transporte y servicios, trasladando el problema al sector forestal y

creando además un espacio para la especulación financiera, mediante

un mecanismo controlado por actores supranacionales y por las fuerzas

del mercado (Bumpus y Liverman, 2008; Newell y Paterson, 2010). En

cuanto a la implementación práctica de REDD+ en el terreno, no está

claro aún cómo se generarán beneficios reales para los pobladores y

dueños de terrenos forestales, así como incentivos para la aplicación de

buenas prácticas de aprovechamiento forestal y cómo se pondrán en

práctica salvaguardias para conservar la biodiversidad, proteger

cuencas y respetar los derechos agrarios, las culturas indígenas y la

soberanía nacional.

Page 427: Bosque mesófilo de México.docx

Instituciones y manejo de los bosques mesófilos de montañaSe ha señalado más arriba que el manejo es un proceso dirigido por objetivos socialmente establecidos y realizado por organizaciones humanas (Jardel-Peláez

Page 428: Bosque mesófilo de México.docx

EcoLoGÍA y MANEjo 179

et al., 2008). La conservación, restauración y aprovechamiento

sustentable de los BMM y los territorios del paisaje que los circunda

requieren una base institucional, esto es, de organizaciones, leyes,

normas y acuerdos, mecanismos para la acción colectiva, la

cooperación y la resolución de conflictos, la planificación, la puesta en

práctica de los planes y su evaluación con una participación efectiva

de diferentes actores sociales involucrados (Ostrom, 2000, Tucker y

Ostrom, 2005; Graf et al., 2003; Jardel-Peláez et al., 2004d; Berkes,

2007; Paz-Salinas, 2008). La conservación de la biodiversidad (y esto

se aplica claramente a los BMM) es una cuestión socio-ecológica y no

solo biológica (Berkes et al., 2009). En México la mayor parte de la

superficie forestal se encuentra en terrenos bajo formas de propiedad

colectiva de la tierra, como comunidades indígenas y ejidos. Los terre-

nos forestales que existen bajo propiedad de comunidades agrarias (en

estados con superficies significativas de BMM) varían en proporción

respecto del total de BMM por estado: desde 80-81% en Guerrero y

Oaxaca, hasta 30-45% en Veracruz, Hidalgo o Jalisco, pasando por 54%

en Chiapas (Chapela et al., 2012). De acuerdo con Boege (2012), 62%

de la superficie de BMM se encuentra en comunidades agrarias, la

mayor parte en territorios indígenas (54%) y 38% en predios privados

o en terrenos nacionales. Esto indica que, para la conservación,

restauración y aprovechamiento de los BMM, el manejo forestal

comunitario juega un papel clave.

En México se han desarrollado varios ejemplos exitosos de manejo

forestal comunitario, integrando la conservación al aprovechamiento

sustentable de los recursos forestales (Bray et al., 2003, Bray y Merino,

2004). En comunidades indígenas de la Sierra Norte de Oaxaca se han

establecido zonas de conservación para la protección de BMM (Abardía y

Solano, 1995; Alatorre, 2000); en reservas de la biosfera como Sierra de

Manantlán, la conservación del BMM y de la matriz circundante depende

de un manejo basado en la cooperación entre las comunidades locales

y la dirección del área protegida (Jardel-Peláez et al., 2004d), mientras

que en los Altos de Chiapas, la restauración del BMM está vinculada con

el manejo de territorios indígenas (González-Espinosa et al., 2008). En

regiones densamente pobladas, como el centro de Veracruz, el BMM se

encuentra en la interfaz con zonas urbanas (Williams-Linera, 2007) y las

acciones de conservación y restauración están, por lo tanto,

estrechamente relacionadas con la planeación del desarrollo urbano y

la infraestructura.

Page 429: Bosque mesófilo de México.docx

En resumen, el manejo integral de los BMM y de la matriz

circundante del paisaje y el futuro de su biodiversidad dependen de la

puesta en marcha de alternativas de conservación, restauración y

aprovechamiento sustentable basadas en intervenciones institucionales

y comunicativas, no solo técnicas.

Page 430: Bosque mesófilo de México.docx

180 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

ConclusionesLos BMM de México han sido ampliamente estudiados en lo que se

refiere a la diversidad de su flora y de algunos grupos de la fauna,

como puede apreciarse en otros capítulos de esta obra; numerosos

estudios han abordado la caracterización de su composición y

estructura, así como la identificación de patrones biogeográficos. Sin

embargo, existe aún una gran cantidad de trabajo pendiente para forta-

lecer el conocimiento de patrones y procesos ecológicos, cuyo

entendimiento es necesario para el diseño de prácticas de manejo

apropiadas para la conservación, restauración y aprovechamiento

sustentable de los BMM. Considerando que el manejo es también un

proceso social y no solo un conjunto de intervenciones técnicas, es

indispensable no solo fortalecer el conocimiento de la biota y de la

ecología, sino también el entendimiento del contexto socio-ecológico y

las interacciones entre las sociedades humanas y los ecosistemas de

montaña. Asimismo, es necesario evaluar las experiencias prácticas de

manejo de los BMM, generadas por medio de numerosas acciones

realizadas en áreas protegidas, bosques de comunidades agrarias,

proyectos de restauración, etc. La revisión de estas experiencias queda

fuera de los alcances del presente trabajo y solo puede apuntarse la

importancia de documentar y analizar lo que sin duda representa una

gran riqueza de lecciones aprendidas.

La conclusión central de este trabajo es que la conservación de los

BMM y de su biodiversidad requiere una estrategia basada en un

enfoque de manejo de ecosistemas a escala del paisaje. No basta con

la preservación de los remanentes de bosque en mejor estado dentro

de áreas protegidas, sino que es necesario diseñar sistemas regionales

de conservación que integren ‘archipiélagos de reservas’ (Halffter,

2007) con el manejo de la matriz circundante de sistemas productivos

agropecuarios y forestales, incluyendo la aplicación de buenas

prácticas silvícolas para la producción forestal, el desarrollo de sistemas

agroforestales y silvopastoriles, el manejo del fuego, la restauración

ecológica y la rehabilitación productiva e, incluso, la conservación de

hábitat adicional y de especies del BMM en otros tipos de hábitat, que

sean adyacentes y estén en la interfaz de los bosques con las áreas

agrícolas y urbanas.

Page 431: Bosque mesófilo de México.docx

La conservación, aprovechamiento sustentable y restauración de

los bosques mesófilos de montaña es, sin lugar a dudas, relevante para

la sociedad por la riqueza biológica, unicidad, belleza y funciones

ecológicas de estos ecosistemas, de las cuales se derivan múltiples

servicios de regulación ambiental y de provisión de recursos naturales y

valores culturales.

Page 432: Bosque mesófilo de México.docx

EcoLoGÍA y MANEjo 181

Literatura citada

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Page 474: Bosque mesófilo de México.docx
Page 475: Bosque mesófilo de México.docx

LAS PLANTAS VASCULARES DE LOS

/ M BOSQUES MESOFILOS DE MONTANA

Adolfo Espejo-Serna

1 8 9

Stanhopea tigrina en la Reserva de la Biosfera El Cielo.

Especie endémica, habita bosques de encino, mesófilos de

montaña y de pino-encino; considerada como amenazada

(NOM-059-SEMARNAT, 2010), y en el Apéndice II (CITES,

2010). FoTo: JEAN Louis LAcAiLLE MÚzQuiz

Introducción

México, con cerca de 30 000 especies de

plantas vasculares (Toledo, 1988; 1993;

Villaseñor, 2003; EspejoSerna et al., 2004;

Espejo-Serna, 2012), ocupa entre el cuarto y el

quinto lugar en diversidad vegetal a nivel

mundial (Groombridge y Jenkins, 2002). Dicha

diversidad no puede ser explicada solo en

función del número de especies que la

constituyen, sino también por la pluralidad

igualmente rica de formas de crecimiento y de

vida (Villaseñor, 2003), que a su vez se ve

reflejada en la enorme variedad de formaciones

vegetales (González-Medrano, 2003; Rzedowski,

2006) y en el gran número de provincias

biogeográficas (Arriaga et al., 1997; Morrone,

2005) presentes en el territorio nacional. El

número y la abundancia de especies presentes

en uno o varios lugares determinados, en

conjunción con sus historias evolutivas, con sus

diversas y múltiples relaciones con la fauna y

con los factores abióticos de los distintos sitios,

han generado una gran variedad de tipos de

vegetación, tales como bosques de encino,

bosques de coníferas, diversos bosques

Page 476: Bosque mesófilo de México.docx

tropicales caducifolios y perennifolios,

pastizales, etc.

Entre todas estas formaciones vegetales

destaca, por su enorme riqueza, aquella que en

términos

Page 477: Bosque mesófilo de México.docx

Disocactus speáosus,

especie endémica, registrada

comúnmente en matorral

xerófilo, aunque existen

reportes de su presencia en el

bosque mesófilo de montaña;

considerada en el Apéndice II

(CITES, 2010). FoTo: J. DANiEL TEJERo

DÍEz

190 BosQuEs MEsÓFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

generales conocemos con el

nombre de Bosque Mesófilo de

Montaña (BMM). En realidad y

como queda claramente expuesto

en este libro, dicho “bosque” no

es una comunidad homogénea a

todo lo largo de su distribución,

sino que está constituido por una

gran diversidad de asociaciones

vegetales, resultado de la

agrupación de diferentes

especies en diferentes lugares.

Adem

ás de la biodiversidad genérica y

específica que albergan los

bosques mesófilos, todos ellos

son distintos en composición y

estructura, y constituyen, por lo

tanto, una riqueza biótica por sí

mismos. Lo anterior ha dado

lugar a una amplia nomenclatura

relativa a dicha(s) formación(es)

vegetal(es). Como puede

constatarse en Gual-Díaz y

González-Medrano (este

volumen), se han aplicado cerca

de 70 nombres a las

comunidades que en conjunto

solemos denominar Bosque

Mesófilo de Montaña.

Con una cobertura actual

cercana a 0.5% del territorio

nacional (más detalle en

Page 478: Bosque mesófilo de México.docx

Villaseñor y Gual-Díaz, este

volumen), los BMM concentran,

como se documenta en los

capítulos de Tejero-Díez et al. y

Villaseñor y Gual-Díaz de este

volumen, cerca de 20% de la

flora vascular de México, es decir

6 163 especies, de las cuales 5

533 corresponden a plantas con

flores y el resto a helechos y lico-

podios. Si a lo anterior añadimos

que cerca del 25% (ca.1 542) de

las mismas son endémicas de

México, podremos darnos una

mejor idea del capital biológico

que representa dicha formación

vegetal para el país. Cabe

mencionar que los BMM también

presentan una importante

biodiversidad y endemismo

faunísticos, como en los insectos,

los mamíferos y las aves (para

los dos últimos grupos más

detalle en González-Ruíz et al. y

Navarro-Sigüenza et al., este

volumen), por mencionar algunos

grupos. Los BMM constituyen pues

el tipo de vegetación que más

especies por unidad de área

aporta a la biota nacional.

Los BMM están constituidos

por diversas sinusias, es decir, por

diversas comunidades con una

estructura uniforme caracte-

rizadas por plantas que presentan

un solo tipo de forma vital. En los

BMM, dos de dichas sinusias son

especialmente importantes, tanto

por su estructura como por su

riqueza familiar o específica: la

formada por los árboles (sinusia

arbórea) y la constituida por las

Page 479: Bosque mesófilo de México.docx

epífitas (sinusia epifítica). En la

primera es de notar la diversidad

de familias que aportan

elementos a su estructura, no

siendo ninguna de ellas

dominante en el estrato arbóreo y

entre las cuales podemos

mencionar: Aquifoliaceae, Betula-

ceae, Clethraceae, Clusiaceae,

Cornaceae, Fagaceae, Hamame-

lidaceae, Lauraceae,

Magnoliaceae, Myrsinaceae,

Styracaceae y

Page 480: Bosque mesófilo de México.docx

pLANTAs vAscuLAREs 191

Theaceae, entre

las

angiospermas;

Pinaceae y

Podocarpaceae,

entre las

gimnospermas,

y Cyatheaceae,

entre los

helechos.

Es muy

importante notar

que la sinusia

epifítica

presenta en los

BMM su mayor

variedad y

desarrollo

(Rzedowski,

1996). En ningún

otro tipo de

vegetación las

epífitas alcanzan

la diversidad y

abundancia que

presentan en

estos ricos

ecosistemas. Así,

familias como

Orchidaceae,

Bromeliaceae,

Cactaceae,

Gesneriaceae,

Piperaceae,

Aspleniaceae,

Dryopteridaceae

, Polypodiaceae,

Hymenophyllace

ae y Gram-

Page 481: Bosque mesófilo de México.docx

Dioon edule, especie

endémica, habita diversos

tipos de vegetación, desde

ecotonías de bosques

tropical caducifolio y

encinares, hasta bosques de

pino-encino, de encino y

mesófilos de montaña, así

como matorrales xerófilos;

considerada en peligro de

extinción (NOM059-

SEMARNAT, 2010), casi

amenazada (IUCN, 2010), y

mitidaceae,

encuentran en

esta formación

vegetal las

condiciones

necesarias para

el desarrollo de

muchas de sus

especies. Por

último, es

conveniente

mencionar aquí

que de las casi 1

650 especies

epífitas

presentes en el

país,

aproximadament

e 1 100 (66.6%)

habitan en

alguno de los

BMM que

prosperan en el

territorio

nacional.

Al menos

21 de las 32

entidades

federativas y

315 de los 2 456

municipios (incl.

delegaciones)

del país tienen

en su territorio

algún tipo de

BMM. De las 176

áreas naturales

protegidas a

nivel federal, al

menos 11

abarcan

porciones de es-

Page 482: Bosque mesófilo de México.docx

tos bosques

(figura 1). Por

otro lado, en

2010 la CONABIO

identificó 13

regiones y 44

subregiones en

las que existe

BMM en México,

de las cuales 15

subregiones

tienen prioridad

crítica para su

conservación,

17 cuentan con

prioridad alta,

10 están en

prioridad media

y de tres se

carece

información

(figura 2).

Además, de

acuerdo con la

información

taxonómico-

biogeográfica

obtenida de

aproximadamen

te 700

referencias

bibliográficas

relativas a las

plantas

vasculares

presentes en los

BMM, existe un

total de 1 550

sitios y 1 413

localidades de

colecta

reportados para

Page 483: Bosque mesófilo de México.docx

toda el área de

distribución

conocida de BMM

(figura 1).

El deterioro

y la

fragmentación

de la cubierta

vegetal del

planeta debidos

a la

deforestación

son dos de los

factores del

cambio global

que mayor

impacto han

tenido sobre la

biodiversidad

(Harris, 1984;

Wilson, 1988;

Orians et al., 1996; Pickett et al., 1997; Fielder

y Kareiva, 1998;

Sala et al., 2000;

Myers et al., 2000; Dirzo y

Raven, 2003;

Souza, 2006).

Dirzo et al. (2008)

comentaron

que, como

consecuencia de

la modificación

del uso de la

tierra y la

conversión de la

vegetación

original, existen

paisajes

Page 484: Bosque mesófilo de México.docx

altamente

modificados,

formados por

islas de bosques

y selvas

primarios,

inmersas en una

matriz de

vegetación muy

perturbada, lo

que constituye

un complejo

mosaico de

terrenos con

diferentes usos

que, en

conjunto, po-

dríamos llamar

‘vegetación

antropizada’.

Entre las

consecuencias

más evidentes

de la

modificación de

la vegetación

primaria están:

la pérdida de

especies de

flora y fauna, los

cambios en

Page 485: Bosque mesófilo de México.docx

Sitios de colecta de plantas vasculares Áreas naturales protegidas estatales Áreas naturales protegidas federales 0 100 200 400 km

18º

24º

21º

15º

FiGuRA 1. Áreas naturales protegidas y sitios de colecta de las plantas

vasculares en el bosque mesófilo de montaña.

192 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

105º 102º 99º 96º93º

la estructura y composición

de los bosques y las

modificaciones en los

procesos ecológicos que en

ellos se presentan. México

se encuentra en la lista de

países con mayor

deforestación a nivel

mundial. Se han registrado

tasas de deforestación que

varían entre 1 y 8%

anuales, dependiendo del

tipo de vegetación y del

periodo estudiado (Dirzo y

García, 1991).

Es preocupante que

actualmente, a pesar de su

valor tanto ecológico como

antrópico, se conserve

menos de 50 por ciento de

Page 486: Bosque mesófilo de México.docx

la cobertura original del

bosque mesófilo en el país.

Como ya han señalado

diversos autores (p. ej.

Challenger, 1998; Luna et al., 2006; Rzedowski, 1996;

Villaseñor, 2010; Williams-

Linera, 2007), la

conservación de los BMM

debe ser fundamental para

los mexicanos ya que son

las formaciones vegetales

con la menor extensión

geográfica en el país, pero

con la mayor biodiversidad

(Challenger, 1998), de

modo que cuidando una

extensión pequeña de

territorio se preserva una

gran bioriqueza. Además,

son ecosistemas que

impiden la erosión y por lo

tanto fomentan la

conservación del suelo,

capturan carbono en la

vegetación y son los que

más agua captan y con-

servan, por lo que el

servicio ambiental que

prestan es de suma

importancia. Son también

el tipo de vegetación que

contiene mayor número de

especies amenazadas y en

peligro de extinción.

Page 487: Bosque mesófilo de México.docx

F iGuRA 2. Regiones

prioritarias para la

conservación y

sitios de colecta de

las plantas

vasculares en el

bosque mesófilo de

montaña.

pLANTAs vAscuLAREs 193

105º 102º96º 93º

Pode

mos decir

que los

estudios

florístico-

taxonómico

s formales

relativos al

BMM se

iniciaron a

mediados

del siglo

pasado,

cuando

fueron

publicados

los pri-

meros

listados de

sus

component

Page 488: Bosque mesófilo de México.docx

es

vegetales

(Miranda,

1947;

Miranda y

Sharp,

1950;

Leopold,

1950). En

1996,

Rzedowski

presentó

un análisis

preliminar

de la flora

vascular de

los bosques

mesófilos

de México,

obra en la

cual aportó,

además de

las listas de

familias,

géneros y

especies,

un análisis

de las

afinidades

geográficas

de dichos

taxa.

Catorce

años

después

del trabajo

de

Rzedowski

apareció la

obra de

Villaseñor

(2010), en

Page 489: Bosque mesófilo de México.docx

la cual

dicho autor

presenta

un listado

completo

de la flora

de estos y

de otros

bosques

agrupados

en lo que él

denomina

‘bosque

húmedo de

montaña’.

Cuatro

años más

tarde

aparece

esta obra,

que

compila

una

enorme

cantidad de

información

relativa a

esta

comunidad

vegetal y

que

seguramen

te será de

enorme

utilidad e

importancia

para

biólogos,

biogeógrafo

s, ecólogos,

et-

nobiólogos,

Page 490: Bosque mesófilo de México.docx

taxónomos,

educadores

ambientale

s, así como

para los

tomadores

de

decisiones

involucrado

s en la

agenda

nacional de

conservació

n y

desarrollo

sostenible

en México,

quienes

contarán

con datos y

argumento

s para

promover

la

conservació

n y el

manejo de

los BMM

(Jardel-

Peláez et al., este

volumen).

En los

capítulos

de Tejero-

Díez et al. y

Villaseñor y

Gual-Díaz,

relativos a

las plantas

vasculares

de los BMM,

Page 491: Bosque mesófilo de México.docx

reconocido

s

especialist

as exponen

la

informació

n

Page 492: Bosque mesófilo de México.docx

Quercus martineái, endémica y

exclusiva de los bosques

mesófilos de montaña de la

vertiente del Pacífico de

México; considerada en

peligro crítico (Lista roja de

especies arbóreas del

bosque mesófilo de montaña

en México, 2011), y con

datos insuficientes (IUCN,

194 BosQuEs MEsÓFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

que se tiene hasta ahora acerca

del conocimiento taxonómico-

florístico de las plantas

vasculares presentes en los

bosques mesófilos de montaña

en México. Incluyen, además,

análisis sobre la diversidad,

abun

dancia, distribución y afinidades

geográficas de las especies que

habitan este tipo de vegetación.

Los catálogos de especies que

acompañan dichos análisis son el

resultado de varios años de

trabajo de cientos de taxónomos

que han recolectado y estudiado,

desde hace más de 60 años, a las

especies vegetales que

prosperan en los BMM.

Aunque no existe un registro

suficientemente detallado y

completo de la composición

florística del país (Rzedowski,

2006; Espejo-Serna, 2012), la

experiencia de las últimas

décadas sugiere que el número

estimado de taxa reconocidos

para la flora de México está aún

por debajo de 90%; de ahí la

importancia de seguir haciendo

estudios regionales florísticos y

de vegetación que aporten in-

Page 493: Bosque mesófilo de México.docx

formación valiosa al inventario

nacional (Cartujano et al., 2002;

Villaseñor, 2003). Además, es

importante realizar esfuerzos

para sintetizar y analizar la

información existente, tanto para

dar a conocer lo realizado como

para definir estrategias

adecuadas para el conocimiento

de la riqueza biológica del país

en un plazo conveniente, antes

de que sea imposible hacerlo

(Villaseñor, 2004).

Para concluir, es necesario

decir que, a pesar de todos los

esfuerzos hasta ahora realizados,

el inventario final de la riqueza

vegetal de los BMM en México es

todavía una tarea incompleta y

por eso es urgente seguir

apoyando estudios dirigidos a

inventariar las áreas que se

señalan como pobremente

estudiadas (Tejero-Díez et al., y

Villa-señor y Gual-Díaz, este

volumen), y que nos ayuden a

comprender cada vez mejor estas

importantísimas comunidades,

únicas y peculiares en su

composición y estructura.

Cleyera integrifolia. especie

endémica, habita bosques

húmedos (de encino, de oyamel,

de pino-encino, y mesófilo de

montaña); considerada en

preocupación menor (Lista roja

especies arbóreas del bosque

mesófilo de montaña de México,

2011).

FoTos: J. DANiEL TEJERo DÍEz

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Page 496: Bosque mesófilo de México.docx
Page 497: Bosque mesófilo de México.docx

LICOPODIOS Y HELECHOS

EN EL BOSQUE MESÓFILO José Daniel Tejero-Díez, Alin N. Torres-Díaz, Martha Gual-Díaz

1 9 7

Onocleopsis hintonii, habita bosques de pino-

encino y mesófilo de montaña. FoTo: J. DANiEL TEJERo

DÍEz

Introducción

El bosque mesófilo de montaña (BMM) en México

(sensu Miranda, 1947 y Rzedowski, 1978) es una

formación vegetal propia del clima tropical-

subtropical (García, 1980) de montaña, donde el

ambiente atmosférico se caracteriza por la

presencia de neblinas o alta humedad

persistente, frecuente o estacional que

generalmente envuelve a la vegetación. El

sistema de neblinas (o la elevada humedad

atmosférica retenida en el cajón que forman las

paredes de las cañadas) influye en la interacción

con la vegetación local mediante el tamiz de la

radiación solar, la reducción del déficit de vapor

y la supresión general de la evapotranspiración

(Hamilton et al., 1993). Aunque desde el punto

de vista florístico y fisonómico se conocen varias

sinusias (Villaseñor, 2010) de este bosque, en

general se considera que hay dos o tres estratos

de árboles, que forman un dosel compacto. El

dosel superior puede ser de tipo caducifolio

facultativo y el (los) inferior(es) de tipo

perennifolio, con hojas medianas a grandes, de

coloración obscura, esclerófilas o herbáceas,

glabras a glabrescentes y cutícula delgada; se

trata de especies higrófilas (Daubenmire, 1979)

que se excluyen en sistemas subhúmedos y

Page 498: Bosque mesófilo de México.docx

soportan climas mesotermos, y que funcionan

como indicadoras de este ambiente.

Page 499: Bosque mesófilo de México.docx

198 BosQuEs MEsÓFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Las especies arbóreas

indicadoras de esta vegetación

en México han sido mencionadas

por Rzedowski (1996) y

Villaseñor (2010).

El sotobosque contiene una

mayoría de especies perennes

herbáceas y destaca

especialmente la elevada

presencia taxonómica y en

biomasa de las epífitas; hay

menor presencia de lianas y

hemiepífitas, en comparación con

el bosque tropical inmediato

inferior. Tanto en el sotobosque

como en el estrato de las epífitas,

los licopodios, doradillas, flor de

peñas, etc. (Lycopodiophyta) y

los helechos, carricillos, colas de

caballo y psilotos

(Polypodiophyta), —

pteridobiontes de aquí en

adelante para simplificar—,

detentan una alta proporción de

especies: 20 y 30%

respectivamente (Rzedowski,

1996; Williams-Linera, 2005;

Jean-Yves et al., 2009; Villaseñor,

2010).

La elevada diversidad de

pteridobiontes en la región de

media montaña en el trópico ha

sido documentada por

numerosos autores, como Hemp

(2002), en las montañas del

Kilimanjaro, África; Kessler

(2001), en los Andes de

Sudamérica; Bhattarai et al. (2004), en la región montañosa

Page 500: Bosque mesófilo de México.docx

Botrychium schaffneri, habita

bosques de pino, de

encino, de pino-encino y

mesófilo de montaña. FoTo: J.

DANiEL TEJERo DÍEz

del Himalaya; Kluge et al. (2006) y

Watkins et al. (2006), en Costa

Rica, en Centroamérica; Tejero-

Díez y ArreguínSánchez (2004),

Tejero-Díez y Mickel (2004),

Campos-Salas (2011) y Tejero-

Díez et al. (2011), en diferentes

sitios en México; sin embargo, su

distribución horizontal o vertical

dentro del bosque depende de la

tolerancia a la luz, humedad y de

su preferencia por un

determinado sustrato (Bogh,

1992).

El éxito ecológico de esta

taxocenosis en la montaña tro-

pical ha tratado de ser explicada

en términos fisiológicos, eco-

lógicos o evolutivos: en primer

lugar, la

comb

inación óptima de alta humedad

y temperaturas moderadas en

elevaciones medias permite el

establecimiento de la fase

sexuada (dependiente de sitios

húmedos) de estos organismos

(Kessler, 2001; Hemp, 2001,

2002; Bhattarai et al., 2004; Kluge

et al., 2006), además de la alta

eficiencia fotosintética del

esporófito debido a la presencia

de un fotorreceptor (fitocromo 3)

no convencional (Kawai et al., 2003). Desde el punto de vista

ecológico, el éxito puede enten-

derse por la mayor cantidad de

hábitats que ofrecen estos bos-

ques, que incluyen la distribución

Page 501: Bosque mesófilo de México.docx

vertical y el epifitismo (Moran,

2008), y por la heterogeneidad

espacial, topográfica, climática y

de suelos (Norton, 1994; Kessler,

2001; Bhattarai et al., 2004;

Bickford y Laffan, 2006; Kessler et al., 2011). Finalmente, hay que

considerar los procesos históricos

y evolutivos que ocurren en los

bosques de angiospermas a

partir del Terciario (Ricklefs,

2004; Schuettpelz, 2007;

Schuettpelz y Pryer, 2007). Muy

probablemen-

Page 502: Bosque mesófilo de México.docx

LicopoDios y HELEcHos 199

te todos estos

factores están

correlacionados y

juegan un papel

importante en la

alta riqueza de

especies de

pteridobiontes en

la media montaña,

donde tienen un

papel

sobresaliente en

el balance hídrico

(Ambrose, 2004).

Se sabe,

además, que en

México, el BMM es

la formación

vegetal más di-

versa,

considerando la

reducida

superficie (menos

de uno por ciento)

que ocupa

(Rzedowski, 1996;

Palacios-Prieto et al., 2000). De los

diferentes cálculos

sobre la riqueza

de especies y su

componente

pteridobióntico

que existen para

México en este

tipo de

vegetación,

Rzedowski (1991,

1996) indica que,

Page 503: Bosque mesófilo de México.docx

de un conjunto de

2 500 especies

estrictamente del

BMM, al menos 500

(17 a 20%) son

pteridobiontes;

según Villaseñor

(2010), en el

bosque húmedo

de montaña (BHM)

habitan cerca de 6

790 especies de

plantas

vasculares, de las

que al menos 526

son pteridobiontes

(7.4%), de las

cuales, 295,

considera, son

exclusivas de la

comunidad.

Seguramente, la

diferencia en las

cifras generales es

producto de los

límites o niveles

de regionalización

de lo que cada

autor entiende por

BMM (formación

vegetal o tipo de

vegetación, o

como parte de un

bioma). Por ello,

en este trabajo se

intenta

caracterizar las

especies y el

comportamiento

ecológico de los

pteridobiontes, a

la luz del concepto

Page 504: Bosque mesófilo de México.docx

Vittaria graminifolia, habita

bosques de encino, de

pino-encino, mesófilo de

montaña y perennifolios.

FoTo: J. DANiEL TEJERo DÍEz

definido en Gual-

Díaz y González-

Medrano en este

volumen.

Integración de informaciónSe consultó un

gran número de

trabajos de índole

florístico-taxonó-

mico en relación

con el BMM y los

pteridobiontes

(367 referencias,

véase literatura

en el Anexo I). La

lista de especies

obtenida se

depuró, se

actualizó la

nomenclatura, se

excluyeron

nombres

registrados sin

distribución en el

país y se

eliminaron

nombres

asignados por

determinaciones

erróneas. La obra

empleada para lo

anterior es la de

Mickel y Smith

(2004), y para las

actualizaciones,

monografías de

reciente cuño. La

lista depurada se

analizó en

términos de la

Page 505: Bosque mesófilo de México.docx

distribución es-

pacial y de altitud

de cada especie,

lo que permitió

segregar especies

no propias del

BMM, de acuerdo

con el

conocimiento que

se tiene de su

biología. Con la

base de datos

formada, se

obtuvo el listado

taxonómico

definitivo (véanse

Lista de especies

de licopodio y

helechos o bien, la

Lista comentada

en el Anexo I), y

se hizo un

estimado de la

riqueza florística

de esta formación

vegetal con

respecto a otras

del país a partir

del índice de

biodiversidad

taxonómica (IB):

IB = S/Ln A, donde

S = número de

especies

registradas y Ln A

= logaritmo

natural del

tamaño del área

(Squeo et al., 1998;

Ponce et al., 2002;

ÁlvarezZúñiga et al., 2012).

Page 506: Bosque mesófilo de México.docx

200 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

De acuerdo con la distribución conocida de las especies, cada una

se asoció con alguna de las regiones prioritarias para la conservación del

BMM (CONABIO, 2010), excepto Chiapas, que se consideró como una. La

similitud florística entre todas y cada una de las regiones fue analizada a

partir de su presencia o ausencia, mediante el índice de Jaccard y se

agruparon de acuerdo con el método de promedio aritmético (UPGMA).

Para analizar los espectros de formas de vida de cada región y sus

cambios, se asoció a cada taxón su forma de vida de acuerdo con el

concepto de Raunkiaer (1934), considerando algunas modificaciones

dispuestas en Mueller-Dombois y Ellenberg (1974).

La flora de pteridobiontesLos licopodios y helechos son parte de las plantas vasculares y se

diferencian del resto por carecer de semillas. Su ciclo de vida está

compuesto de dos fases pluricelulares, cada una con diferente

morfología, independencia ecológica, número cromosómico y función

reproductora (Moran, 2004; Sheffield, 2008). Aunque estos grupos

(licopodios y helechos) comparten este ciclo biológico, así como la

presencia de tejidos vasculares en la fase esporófita (fase que

comúnmente observamos o conocemos como helecho, el cual produce

esporas para su multiplicación), ambos son líneas evolutivas

divergentes (Pryer et al., 2004).

Se reconocen 1 380 especies de licopodios y aproximadamente 9

573 especies de helechos en el mundo (Mehltreter, 2010). De 75 a 85%

de las especies se distribuye en las montañas tropicales de dos grandes

regiones: una en América, entre el sureste de México, Las Antillas,

Centroamérica y Los Andes de Venezuela a Bolivia, y otra en el Viejo

Mundo, en el sureste de Asia y Malasia. Las zonas templadas de ambos

hemisferios y África tienen relativamente pocas especies (Tryon, 1986;

Kessler, 2010). En las selvas altas perennifolias de Costa Rica, la

diversidad de ambos grupos llega a ser de 21 especies/100 m2

(Whitmore et al., 1985), o en Ecuador, hasta 50 especies/ha (Poulsen y

Nielsen, 1995). En México, este grupo es más diverso en las elevaciones

medias de áreas tropicales montañosas, especialmente donde

predomina el BMM o bosque de neblina (Mehltreter, 1995).

Mickel y Smith registran que, hasta 2004, México poseía 1 008

especies de pteridobiontes; en los últimos diez años este número ha

aumentado a 1 030 porque se han descrito nuevas especies (p. ej.

Rojas-Alvarado, 2003; Krömer et al., 2007; Li et al., 2012; Moran y Prado,

Page 507: Bosque mesófilo de México.docx

2010;) o encontrado nuevos registros en el territorio (p. ej. Mora-Olivo

y Yatskievych, 2009; Tejero-Díez y Torres-Díaz, 2012) (cuadro 1). Por lo

tanto, nuestra pteridoflora equivale a 9.4% de la flora mundial de

pteridobiontes (por separado: Lycopodiophyta: 106 especies, 7.7% del

mundial, y Polypodiophyta: 924 especies, 9.7% del mundial). La

proporción

Page 508: Bosque mesófilo de México.docx

LicopoDios y HELEcHos 201

CuADRo 1. Conspectus de la pteridoflora del bosque mesófilo de montaña

México Bosque mesófilo de montaña

Géneros Especies Géneros% del total para México Especies

% del total para México

Licopodios

Lycopodiaceae 3 20 3 100 18 90

Selaginellaceae 1 80 1 100 29 36.2

Isoëtaceae 1 6 0 0 0 0

Helechos

Cibotiaceae 1 2 1 100 2 100

Culcitaceae 1 1 1 100 1 100

Cyatheaceae 3 14 3 100 14 100

Dicksoniaceae 2 2 2 100 2 100

Gleicheniaceae 4 7 4 100 7 100

Onocleaceae 1 1 1 100 1 100

Plagiogyraceae 1 1 1 100 1 100

Psilotaceae 1 2 1 100 2 100

Equisetaceae 1 6 1 100 2 33.3

Blechnaceae 2 20 2 100 16 80.0

Polypodiaceae 19 131 18 94.7 104 79.4

Hymenophyllaceae

6 48 6 100 39 81.2

Dryopteridaceae 15 149 13 86.6 111 74.5

Dennstaedtiaceae 4 23 4 100 19 82.6

Marattiaceae 2 6 2 100 4 66.7

Woodsiaceae 5 43 5 100 33 76.7

Aspleniaceae 4 89 4 100 60 67.4

Tectariaceae 1 7 1 100 3 42.8

Lindsaeaceae 4 9 3 75.0 6 66.7

Thelypteridaceae 2 71 2 100 42 60.2

Osmundaceae 1 2 1 100 2 100

Saccolomataceae 1 2 1 100 1 50.0

Ophioglossaceae 2 14 2 100 7 50.0

Pteridaceae 32 221 22 68.7 90 40.7

Lygodiaceae 1 3 1 100 1 33.3

Lomariopsidaceae 3 12 2 66.7 9 75

Anemiaceae 1 22 1 100 4 18.2

Schizaeaceae 2 3 0 0 0 0

Page 509: Bosque mesófilo de México.docx

202 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

CuADRo 1. Conspectus de la pteridoflora del bosque mesófilo de montaña [concluye]

México Bosque mesófilo de montaña

Géneros Especies Géneros% del total para México Especies

% del total para México

Marsileaceae 2 8 0 0 0 0

Metaxyaceae 1 1 0 0 0 0

Oleandraceae 1 1 0 0 0 0

Salviniaceae 2 5 0 0 0 0

Total 132 1 030 109 82.6 630 61

de pteridobiontes, a su vez, representa más de 4% de la flora vascular

del país (según datos aportados por Villaseñor, 2004), solo un poco

más alta que el promedio mundial de 3.6% (Kreft y Jetz, 2007; Kreft in Kessler, 2010). De acuerdo con los autores anteriores, esta cifra puede

aumentar hasta 13% en algunos países tropicales montañosos como

Costa Rica o Ecuador.

Para el BMM de México, Rzedowski (1996) considera que

aproximadamente 500 especies de pteridobiontes son exclusivas o

preferentes de esta formación; sin embargo, un buen porcentaje se

comparte con formaciones limítrofes. De acuerdo con los resultados

reportados en este trabajo, existen 6 163 especies de plantas

vasculares (5 533 especies de plantas con flores, véase Villaseñor y

Gual-Díaz, este volumen), de las cuales los pteridobiontes representan

poco más de 10% del total registrado en este tipo de vegetación. Esta

relación aumenta cuando se trata de estudios florísticos locales, donde

los pteridobiontes han sido bien documentados; en el bosque mesófilo

de las montañas del Pacífico e interior continental, las cifras van de 13

a 16.5%, es el caso de la Sierra Mazateca, en el estado de Oaxaca

(Lorea-Hernández y Munn-Estrada, 2005) y en la Sierra de

Temascaltepec, en el estado de México (Ledesma-Corral et al., ined.)

respectivamente, y hasta 32% en localidades de la Sierra Madre

Oriental, como Tlanchinol, en el estado de Hidalgo (Alcántara y

Luna,1997; Álvarez-Zúñiga et al., 2012) y el centro de Veracruz (García-

Franco et al., 2008).

Las 630 especies listadas (véase la Lista de especies de licopodios y

helechos y la Lista comentada en el Anexo I), se agrupan, de acuerdo

con Smith (2010) y Smith et al. (2006, 2008), en 109 géneros y 29

Page 510: Bosque mesófilo de México.docx

familias: Lycopodiophyta, 47 especies, cuatro géneros y dos familias, y

el resto en Polypodiophyta. En el BMM están representadas más de 60%

de las especies pteridobiónticas de México, más de 82% de los géneros

y prácticamente todas las familias, algunas de las cuales se desarrollan

completamente en este tipo de bosque, como Cyatheaceae y Psilota-

Page 511: Bosque mesófilo de México.docx

LicopoDios y HELEcHos 203

CuADRo 2. Índice de biodiversidad taxonómica (IB) en diferentes formaciones vegetales en México

Tipo de vegetación (primaria y secundaria) Área (ha) *

Número de especies

Riqueza de especies por ha(número de especies / log. nat. del área)

Bosque mesófilo montaña 1 853 636 630 43.65

Bosque tropical caducifolio

16922162 536 32.20

Bosque tropical perennifolio

9238151 438 27.26

Bosques templados de

coníferas y latifoliadas32636376 402 23.24

Humedales 2619803 205 13.87

Matorral xerófilo 58060354 125 6.99

Pastizales 12 092 051 21 1.28

* Fuente: INEGI, 2007

ceae (cuadro 1). Esta formación vegetal ostenta, a nivel nacional, el

primer lugar en diversidad del grupo (cuadro 2).

Desde un punto de vista interpretativo, los géneros en los

pteridobiontes tienen mayor valor que la categoría taxonómica de

familia, debido a que en pocas familias se concentra un número elevado

de las especies; lo anterior, debido al éxito evolutivo del orden

Polypodiales a partir del Terciario (Lovis, 1977; Rothwell, 1987; Schneider

et al., 2004; Schuettpelz, 2007). Los géneros con veinte o más especies

en el país son trece, lo que equivale a 53.5% del conjunto a nivel

nacional (cuadro 3, figura 1). Para el BMM, los géneros con más de diez

especies son quince (cuadro 3, figura 2) y engloban poco más de 58% de

la pteridoflora registrada en esta formación vegetal (630 especies).

Aunque los géneros que caracterizan al BMM ostentan el primer lugar en

diversidad a nivel nacional, al compararse ambos espectros (cuadro 2),

se observa que son pocas las coincidencias en posición y grupos

taxonómicos, ya que varios de ellos son más diversos en ambientes más

cálidos y secos, como el bosque tropical caducifolio (segundo lugar en

diversidad de pteridobiontes (cuadro 2), o bien en ambientes más

frescos, como los bosques templados subhúmedos (cuarto lugar en

diversidad del grupo, cuadro 2).

Si bien faltan muchos estudios para definir las afinidades

ecológicas de los taxa de pteridobiontes en México, a grandes rasgos,

se puede indicar lo siguiente: Asplenium y Elaphoglossum son propios de la

zona húmeda montañosa, el primero en el sotobosque, como epífito y

en rocas, el segundo como epífito, en rocas y taludes de tierra

Page 512: Bosque mesófilo de México.docx

(Rouhana et al., 2004; Mehltreter, 2008). Thelypteris tiene muchas

especies termófilas, principalmente como riparias y en zonas alteradas

(Walker y Sharpe, 2010). Su buena representación se debe a que

algunos autores

Page 513: Bosque mesófilo de México.docx

204 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

CuADRo 3. Géneros mejor representados en México y en el bosque mesófilo de montaña

México BMM

Género especies ( % ) Género especies ( % )

Asplenium 87 (8.4) Asplenium 57 (9.0)

Selaginella 80 (7.8) Elaphoglossum 49 (7.8)

Thelypteris 70 (6.8) Thelypteris 41 (6.5)

Elaphoglossum 64 (6.2) Polypodium 30 (4.8)

Cheilanthes 42 (4.0) Selaginella 29 (4.6)

Adiantum 35 (3.4) Diplazium 24 (3.8)

Pleopeltis 30 (3.0) Hymenophyllum 21 (3.3)

Polypodium 27 (2.6) Pleopeltis 19 (3.0)

Notholaena 27 (2.6) Ctenitis 16 (2.5)

Diplazium 26 (2.5) Pteris 16 (2.5)

Anemia 20 (1.9) Huperzia 15 (2.4)

Hymenophyllum 22 (2.1) Adiantum 14 (2.2)

Ctenitis 21 (2.0) Blechnum 13 (2.1)

Gaga 17 (1.6) Polystichum 13 (2.1)

Polystichum 18 (1.7) Cyathea 10 (1.6)

Pteris 18 (1.7) Otros 263 (41.7)

Pellaea 15 (1.4)

Blechnum 16 (1.5)

Huperzia 15 (1.4)

Argyrochosma 12 (1.2)

Dryopteris 13 (1.3)

Didymoglossum 11 (1.1)

Pecluma 10 (1.0)

Melpomene 10 (1.0)

Cyathea 10 (1.0)

Otros 314 (30.5)

consideran la vegetación de ríos y arroyos en la montaña como parte

del BMM, y estos humedales funcionan como corredores biológicos que

conectan a las zonas ecológicas aledañas. Pleopeltis se define como un

taxón epífito, con claras evidencias morfo-anatómicas xerofílicas, propio

de la región húmeda de montaña, donde forma histosoles de dosel,

sumamente importantes en el balance hídrico de la atmósfera del

sotobosque y como microhábitat para numerosos organismos

Page 514: Bosque mesófilo de México.docx

(Ambrose, 2004; Tejero-Díez, 2009; Smith y Tejero-Díez, 2013).

Selaginella es un

Page 515: Bosque mesófilo de México.docx

FiGuRA 1. Espectro taxonómico de géneros mejor

representados (con veinte o más

especies) en México.

FiGuRA 2. Espectro

taxonómico de

Hymenophyllum Diplazium

Cheilanthes Elaphoglossu

m Thelypteris

Polystichum

Hymenophyllum Diplazium

LicopoDios y HELEcHos 205

género

muy bien

representa

do en

distintos

hábitats en

México; sin

embargo,

el grupo

heterófilo

no

poiquilohíd

rico, que

es el que

contiene a

la mayoría

Page 516: Bosque mesófilo de México.docx

FiGuRA 2. Espectro

taxonómico de

Polystichum

Hymenophyllum Diplazium

de las

especies,

es propio

de los

sistemas

húmedos

de

montaña,

principalm

ente en el

límite

inferior

semicálido

y en

ambientes

secundario

s (Korall y

Kenrick,

2002).

Polypodium (s.s.) e

Hymenophyllum son

géneros

icónicos

del dosel

(epífitos) y

rocas en

los

bosques

húmedos

de

montaña

(Rzedowski

, 1996;

Nieder et al., 1999;

Krömer y

Kessler,

2006;

Mehltreter,

2008).

Page 517: Bosque mesófilo de México.docx

Diplazium se

encuentra

ligado a

los arroyos

y áreas de

pulverizaci

ón de

caídas de

agua en

los

microhábit

ats más

húmedos

del BMM y

su

importanci

a aumenta

hacia el

bosque

tropical

perennifoli

o

(Praptosuw

iryo,

2008). Por

el

contrario,

están poco

a

medianam

ente

represen-

tados

géneros

sobresalie

ntes en el

espectro

nacional

pertenecie

ntes a la

familia

Pteridacea

Page 518: Bosque mesófilo de México.docx

e, como

Adiantum o

Dryopterid

aceae

como

Ctenitis,

mucho

más prós-

peros en la

zona

xérica

(Hietz,

2010) o

cálida del

país,

respectiva

mente.

Huperzia

Page 519: Bosque mesófilo de México.docx

0 . 3

0 . 3

0 . 5

0 . 8

1 . 3

1 . 3

1 . 3

1 . 9

3

5 . 47 . 5

8 . 3

1 1

1 1 . 1

1 1 . 1

17.5

23.6

2 4

206 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

F i GuRA 3.

Distr ibuc ión

estata l de

las especies

de

Pter idobiont

es del

bosque

mesóf i lo de

montaña.

Tabasc

o Tlaxcala Sina

loa Guanaju

ato Durang

o Nue

vo Leó

n San Luis Poto

sí Distrito Federal Morelos Colima

Nayarit Michoacán

Jalisco

Puebla

Tamaulipas Que

rétaro Estado

de México

Hidalgo Guerre

ro Oaxaca Chiapa

s Veracr

uz BMM

Page 520: Bosque mesófilo de México.docx

100

3 5 . 2

3 8 . 4

4 2 . 5

5 2 .1

porcentaje de

especies

es un género de amplia distribución del

grupo de los licopodios, bien represen-

tado en los Neotrópicos (Øllgaard, 1992;

Mickel y Smith, 2004); habita en eleva-

ciones medias o superiores como epífita

péndula, en microhábitats umbrófilos y

particularmente húmedos, como en

márgenes de ríos y quebradas, dentro de

los bosques de niebla (Barrera et al., 1996).

Al considerar el nivel estatal, las

entidades con más de cien especies de

pteridobiontes en el BMM son: Veracruz,

con un poco más de 52%; Chiapas, con

más de 42%; Oaxaca, con más de 38%;

Guerrero, con 35%; Hidalgo, con 24%;

Estado de México, con más de 23%, y

Querétaro, con más de 17% (figura 3).

Este orden puede cambiar cuando se

terminen estudios pteridoflorísticos

profundos en estados cuyos BMM aún son

poco conocidos, como los casos de Puebla

o Hidalgo.

Riqueza florística del bosque mesófilo de montaña

Diferentes autores (Rzedowski, 1996;

Villaseñor, 2010) han indicado que el BMM

tiene una alta riqueza de especies en

relación con su área de extensión, y que

la taxocenosis de los licopodios y

helechos se encuentra bien representada

en dicho sistema. Al comparar la riqueza

de pteridobiontes de diferentes hábitats,

se observa que, efectivamente, el BMM

presenta cerca de once especies más por

hectárea que la comunidad más cercana

en riqueza (cuadro 2). El bosque tropical

Page 521: Bosque mesófilo de México.docx

LicopoDios y HELEcHos 207

caducifolio

presenta una

buena cantidad

de

pteridobiontes,

lo que se

puede explicar

por la mayor

superficie

territorial de

este tipo de

vegetación con

respecto al

bosque tropical

perennifolio

(INEGI, 2007) y

sus vínculos

con los

bosques de la

zona templada

mediante ríos y

cañadas,

principalmente

en la vertiente

del Pacífico

(Campos-Salas,

2011) y

algunas zonas

en el Golfo de

México. Por el

contrario, si

consideramos

exclusivamente

la flora de un

estado en la

vertiente del

Golfo de

México, como

Veracruz

Page 522: Bosque mesófilo de México.docx

Arriba, Anograma leptophylla,

habita bosques de encino,

mesófilo de montaña y

otros de tipo descíduo.

Abajo, Selaginella pallescens,

habita bosques templados

y mesófilo de montaña.

FoTos: J. DANiEL TEJERo DÍEz

(Tejero-Diez et al., 2011), el

bosque tropical

perennifolio es

el segundo tipo

de vegetación

con mayor

riqueza de

pteridobiontes.

Los humedales

son la otra

comunidad con

alta riqueza de

licopodios y

helechos, pero

hay que

considerar que

en esta

clasificación

está incluida la

vegetación

riparia.

En un

sentido

fitogeográfico,

al analizar la

riqueza de

especies del

BMM en las

distintas

regiones en

que Rzedowski

(1978) ha

dividido el país,

en la Región

Mesoamericana

de Montaña

(compuesta por

las ‘provincias’

Sierra Madre

del Sur, Sierra

Madre oriental,

Page 523: Bosque mesófilo de México.docx

Serranías

Meridionales y

Serranías

Transístmicas)

se observa un

patrón

consistente en

un incremento

del número de

especies en

las serranías del sur y oriente del país. El patrón

latitudinal identificado se correlaciona con el de

la diversidad macro-orgánica en el planeta, que

ha sido ampliamente documentado en la literatu-

ra (Brown, 1988; Moran, 2008), mientras que lasdiferencias encontradas entre las serranías orien-

tales y occidentales radican en las características

climáticas propias de cada una de ellas (García,

2004). La mayor humedad existente en la vertien-

te del Golfo de México se

Page 524: Bosque mesófilo de México.docx

manifiesta en la mayor

riqueza de helechos (Kessler, 2001) o en la combi-

nación óptima de humedad y temperatura media

(Bhattarai et al., 2004; Kluge et al., 2006).

Distribución de los pteridobiontes en las regiones con bosque mesófilo de montañaExisten varios

trabajos que

intentan

relacionar o

regionalizar

fitográficamente

los distintos frag-

mentos de BMM

en el país

(Acosta, 2004;

CoNABIo, 2010;

Ruíz-Jiménez et al., 2012); sin

embargo, para el

análisis en este

trabajo

consideraremos

la regionalización

en áreas

prioritarias para

la conservación

del BMM

Page 525: Bosque mesófilo de México.docx

propuesta por la

CoNABIo en 2010

Page 526: Bosque mesófilo de México.docx

0 100 200 400 km

Región VIII • 169 (0)

Región IV • 194 (1)

Región II • 112 (0)

Región VI • 198 (2)

Región X • 300 (5)

Región I • 168 (4)

Región III • 334 (2)

Región V • 324 (0)

Región VII • 196 (5)

Región IX • 458 (16)

Región XI-XII • 507 (37)

18º

24º

21º

15º

FiGuRA 4. Regiones

prioritarias para la

conservación del

bosque mesófilo de

montaña y

pteridobiontes

registrados en ellas

(entre paréntesis,

208 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

105º 102º 99º 96º93º

(figura 4). A partir de la

distribución conocida de

las especies (Mickel y

Smith, 2004 y la

compilada), asociada por

su presencia o ausencia a

once de las trece regiones

propuestas (en el estado

de Chiapas se consideró

solo una región de las tres

que la CONABIO le asigna),

se realizó un análisis de

similitud que, a partir de

un corte de 50% del

dendrograma obtenido

(figura 5), se observa que

la distribución de los

pteridobiontes muestra

cuatro grandes

tendencias:

Page 527: Bosque mesófilo de México.docx

a)La región VII Los

Tuxtlas,

correspondiente a

la Sierra de los

Tuxtlas-Santa

Marta, en el estado

de Veracruz, es la

región más aislada

y con pocos ende-

mismos (para Ruíz-

Jiménez et al., 2012,

corresponde al

grupo C), vinculada

con la flora de

Banderillas, cerca

de Jalapa, también

en el estado de

Veracruz. Sin

embargo,

considerando a los

pteridobiontes, Lira

y Riba (1984)

sugieren una

similitud con las

zonas mesófilas del

estado de

Guerrero.

b)Para el estado de

Chiapas, que de

acuerdo con la

CONABIO (2010)

corresponden a las

regiones XI Sierra

del Sur de Chiapas,

XII Montañas del

Norte y Altos de

Chiapas y XIII

Cañadas de

Ocosingo, se

aprecia una

similitud cercana

con las regiones

Page 528: Bosque mesófilo de México.docx

propias del sureste

mexicano, desde la

Sierra Madre

Oriental (SMOr), a

la altura de Puebla

y Veracruz, hasta

Chiapas (para

Page 529: Bosque mesófilo de México.docx

FiGuRA 5. Dendrograma

donde se muestran los

grados de similitud

entre las diferentes

regiones del bosque

mesófilo de montaña a

conservar.

b

R IR I I R I V R V IRV I I I __RX R I I I RV R IX RX I I -X I I I RV I I

d

c

a

LicopoDios y HELEcHos 209

Helechos BMM Distancia

100 7550 250

Ruíz-

Jimé

nez

et al., 2012

,

corre

spon

de a

los

grup

os A

y B).

Esta

s

regio

nes,

sobr

e

todo

la de

Chia

pas,

conti

enen

la

may

or

rique

za

de

espe

cies

y el

may

or

Page 530: Bosque mesófilo de México.docx

núm

ero

de

ende

mis

mos.

c)La

form

ación

de

un

cong

lome

rado,

repre

sent

ado

por

las

regio

nes II

Serr

anías

de

Naya

rit, IV

Sierr

a

Madr

e del

Sur y

Franj

a

Neov

olcán

ica

de

Jalisc

o, VI

Cuen

ca

Alta

Page 531: Bosque mesófilo de México.docx

del

Bals

as,

VIII

Sierr

a Sur

de

Mich

oacá

n y X

Cordi

llera

Cos-

tera

del

Sur,

apun

ta en

gene

ral a

las

mont

añas

de la

verti

ente

del

Pacífi

co

(Sier

ra

Madr

e

Occi

dent

al-

SMO

c y

Sierr

a

Madr

e del

Page 532: Bosque mesófilo de México.docx

Sur-

SMS)

y

Faja

Vol-

cánic

a

Tran

sme

xican

a

(FVT)

.

Cabe

señal

ar

que

la

regió

n II

en el

extre

mo

norte

y la

regió

n X

en la

Sierr

a

Madr

e del

Sur

apar

ecen

com

o un

bloq

ue

con

medi

ana

Page 533: Bosque mesófilo de México.docx

relac

ión

con

el

resto

del

grup

o. A

difer

encia

del

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o B,

estas

regio

nes

por

solas

care

cen

de

espe

cies

endé

mica

s,

prob

able

men-

te

por

un

inter

cam

bio

activ

o de

espe

cies

de

zona

Page 534: Bosque mesófilo de México.docx

s

cálid

as a

temp

ladas

(Lun

a–

Vega

et al., 2012

). La

anter

ior

distri

buci

ón se

expli

ca

por

la

recie

nte

apari

ción

de la

FVT

dura

nte

el

Mioc

eno

medi

o a

tardí

o

(Gó

mez-

Tuen

a et al., 2005

) y la

Page 535: Bosque mesófilo de México.docx

relati

va

unifo

rmid

ad

climá

tica

(Lun

a–

Vega

et al., 2012

);

para

los

pteri

dobi

onte

s de

mont

aña,

lejos

de

que

la

FVT

sea

una

barre

ra

(Fa,

1989

;

Delg

adillo

,

1988

,

Rzed

owsk

i,

1978

Page 536: Bosque mesófilo de México.docx

),

pare

ce

que

ha

actu

ado

com

o

puen

te

entre

las

dos

Sierr

as

Madr

e del

país.

d)La

regió

n I

Sierr

a

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e

Orie

ntal

Pleg

ada,

haci

a la

parte

norte

de la

Sierr

a

Madr

e

Orie

ntal,

apar

Page 537: Bosque mesófilo de México.docx

ece

com

o

una

entid

ad

pteri

doge

ográf

ica

pobr

eme

nte

relac

iona

da

con

las

del

sur,

tal

com

o lo

apre

cia

Acos

ta

(200

4) y

que

Ruíz-

Jimé

nez

et al. (201

2)

pres

enta

com

o un

subg

rupo

Page 538: Bosque mesófilo de México.docx

del

conj

unto

A.

Son

pocos los

licopodios y

helechos del

BMM con

distribución

restringida:

cerca de 70

especies

(12%) se

localizan en

una sola

región. A

nivel de

género

(cuadro 1),

Alansmia, Ceradenia, Enterosora, Lellingeria y

Leucotrichum (Polypo-

diaceae), así

como

Cibotium (Cibotiaceae

) y

Didymochlaena (Dryopterida

ceae)

contienen

más de la

mitad de

sus especies

con este

tipo de

Page 539: Bosque mesófilo de México.docx

distribución.

El resto

Page 540: Bosque mesófilo de México.docx

210 BosQuEs MEsÓFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

de las especies comparten dos

o más regiones, lo que indica

una alta vagilidad de este grupo

de plantas vasculares.

Aunque se puede observar

ciertas coincidencias con las

Provincias Florísticas de la

Región Mesoamericana de

Montaña de Rzedowski (1978),

la distribución de los

pteridobiontes resulta ser

mucho más laxa y forma

provincias más amplias que las

propuestas por dicho autor. Así,

se observa que los BMM de la

FVT forman un bloque junto con

los de la SMS y la SMOc, donde

los extremos de las sierras del

Pacífico tienen menor similitud

por efecto de distancia (Ruíz-

Jiménez et al., 2012). Es

interesante observar cómo la

región I (Sierra Madre Oriental

Plegada), al norte de la SMOr,

presenta una liga lejana con el

bloque mencionado: se trata de

una pteridoflora de afinidad más

xérica, constatada por sus

espectros de formas de vida

(ver formas de vida en este

capítulo).

Por otra parte, hay una

relación estrecha entre la

pteridoflora de las montañas del

centro-sur del Golfo de México y

Chiapas (sur de SMOr y

serranías meridionales y de

Chiapas): es una pteridoflora

más higrófila que su contraparte

Page 541: Bosque mesófilo de México.docx

Elaphoglossum piloselloides, habita

bosques de encino, de

pino-encino y mesófilo de

montaña.

occidental. De este último

contexto, se excluye a la región

norte de la SMOr, por lo que se

puede suponer que la cuenca

del río Pánuco y el clima más

xérico del norte de la SMOr han

funcionado como una notable

barrera al intercambio de los

pteridobiontes con el sur, y el

aislamiento ha conllevado

procesos de vicarianza.

La región alta en los

volcanes Los Tuxtlas-Santa

Marta es otra “isla biogeo-

gráfica”, que ha influido en la

particularidad regional de la

pteridoflora mesófila de

montaña.

La mayor concentración de

especies y más alta cantidad de

endemismos se encuentra en

Chiapas, aspecto que coincide

con otros trabajos que destacan

la

exce

pcionalmente alta riqueza

biótica de la región

mesoamericana (Myers et al., 2000), aislada por el Istmo de

Tehuantepec al norte y la

depresión lacustre de Nicaragua

al sur.

Se han realizado pocos

estudios de fitogeografía

pteridológica de México como

para reforzar o refutar estas

observaciones. Sin embargo,

Luna-Vega et al. (2012), a partir

del estudio de dos grupos de

Page 542: Bosque mesófilo de México.docx

Polypodium, proporcionan una

larga explicación de la dinámica

fitogeográfica en los helechos

de la Provincia Mesoamericana

de Montaña en Norteamérica.

Señalan que los helechos

exhiben una mayor tolerancia

ecológica que las plantas con

semilla y que esta tolerancia ha

per-

Page 543: Bosque mesófilo de México.docx

LicopoDios y HELEcHos 211

mitido la co-existencia de especies en áreas que presentan condiciones

climáticas de templadas a tropicales.

Aparte de la alta vagilidad de los helechos, otra explicación para

las pequeñas diferencias numéricas de especies encontradas entre las

distintas regiones (ya comentadas) del BMM mexicano son las

características climático-topográficas más o menos semejantes que

prevalecen en cada provincia comparada y la relación de cada especie

con las condiciones ambientales. Aunado a lo anterior, la pteridoflora

del BMM tiene una distribución regional prácticamente coincidente con

la similitud bioclimática obtenida por Ruíz-Jiménez et al. (2012), al

comparar grupos y subgrupos de BMM. Por ello, los pteridobiontes se

pueden postular como unos excelentes indicadores bioclimáticos.

Formas de vidaFactores ambientales —como la cantidad y distribución de la humedad,

la magnitud del periodo de sequía, la temporada de nieve o heladas, la

distribución latitudinal y altitudinal de la temperatura o sus oscilaciones

anuales— no solo determinan la presencia o ausencia de algunas

especies, sino también influyen en su hábito, su forma de crecimiento y

forma de vida predominante (Krebs, 1985). Page (1979) destaca las

formas de crecimiento de los helechos en el ambiente mésico tropical,

y enfatiza para la zona forestal de media montaña, el carácter

facultativo en el microhábitat terrestre y rupícola-epífito de las

especies, la presencia de elementos arborescentes y la cantidad de

helechos pequeños, como los hymenofiláceos, en microambientes de

muy alta humedad. En el presente ensayo, a partir de la interpretación

de las formas de vida (Raunkiaer, 1934), se puede observar que existe

un espectro que aparentemente puede definir al BMM (figura 5), el cual

presenta variaciones según la posición latitudinal y la ubicación del

BMM en las sierras del Pacífico o del Golfo de México.

En este espectro de formas de vida destaca, en todos los casos, el

componente de los hemicriptófitos, claro indicador del clima mesotermo

(Orshan, 1986); en las zonas más secas del Pacífico y norte del Golfo de

México, este componente alcanza entre 40 y 60% de la pteridoflora,

mientras que al sur, y en relación con el aumento de la temperatura y

humedad (Vargas, 2001), disminuye entre 20 y 40 por ciento. Los

caméfitos tienen una proporción menor a los hemicriptófitos; este biotipo

tiene en los pteridobiontes un significado inverso al que se observa en las

Page 544: Bosque mesófilo de México.docx

plantas superiores (Palacios, 2006). En general, son mesotermófilos (que

se encuentran en el espectro más cálido de los templados); las especies

con tallos masivos se favorecen en sitios de humedad edáfica y

atmosférica elevada (p. ej. Oneo-

Page 545: Bosque mesófilo de México.docx

Región XI-XIIIRegión VRegión I

% d

e es

pecies

% d

e es

peci

es

% d

e es

peci

es

6 0

5 0

4 0

3 0

2 0

1 0

0

6 0

5 0

4 0

3 0

2 0

1 0

0

6 0

5 0

4 0

3 0

2 0

1 0

0F E Cr H CaCr H Ca F E

F ECr H Ca

% d

e es

peci

es

6 0

5 0

4 0

3 0

2 0

1 0

0Cr H Ca

Región II

F E

% d

e es

pecies

6 0

5 0

4 0

3 0

2 0

1 0

0

Región IV

% d

e es

peci

es

6 0

5 0

4 0

3 0

2 0

1 0

0

Región VI

212 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

6 0

5 0

4 0

3 0

2 0

1 0

0

6 0

5 0

4 0

3 0

2 0

1 0

0

6 0

5 0

4 0

3 0

2 0

1 0

0

% d

e e

speci

es

Región VII

% d

e e

speci

es

Región III

% d

e e

speci

es

Región IX

Cr H Ca F E CrH Ca F E Cr HCa F E

FiGuRA 6. Espectros de formas de vida en los bosques mesófilos de montaña.

Caméfitos (Ca) que considera aquellos

con tallo masivo (p. ej. Onocleopsis hintonii) en tono obscuro y herbáceas

(p. ej. Selaginella), Criptófitos (Cr),

Epífitos (E), Fanerófitos (F),

Hemicriptófitos (HC), Hidrófitos (H).

Entre los pteridobiontes, el

componente terófito (en tono claro)

Page 546: Bosque mesófilo de México.docx

(T) (p. ej. Anogramma) prácticamente

no está representado y es dudoso;

estos se consideraron como

hemicriptófitos.

clopsis hintonii), mientras que

las herbáceas

(p. ej.

Selaginella spp.)

forman parte

de una flora

recurrente o

viaria (de

caminos y

carreteras) de

la misma zona

ecológica.

Muchas

de las

especies de

Cyatheaceae

presentan

tallos tipo

estípite, que

alcanzan

varios metros

de altura; este

biotipo

fanerofítico es

propio de las

asociaciones

más húmedas

y meso-

termófilas del

BMM

(principalmen

te de los

estados

Page 547: Bosque mesófilo de México.docx

LicopoDios y HELEcHos 213

de Chiapas,

Hidalgo, Guerrero,

oaxaca y Veracruz;

son escasos en los

estados de Jalisco,

México, Nayarit y

Querétaro, y el

resto de los

estados con BMM

no cuentan con

registro) y límite

superior del

bosque tropical

perennifolio. De

acuerdo con otros

trabajos en México

(Tejero-Díez y

Arreguín-Sánchez,

2004; Tejero-Díez

y Mickel, 2004), no

se encuentran en

otros tipos de

vegetación, así

como tampoco en

asociaciones de

BMM con clima

subhúmedo y de

altura en la cuenca

del río Balsas-Faja

Volcánica

Transmexicana, o

bien se

encuentran como

relicto (Zepeda et al. 2008). Como ya

se ha destacado

en este ensayo,

los pterobiontes

epífitos sobresalen

Page 548: Bosque mesófilo de México.docx

Asplenium praemorsum, habita

bosques de pino-encino, de

pino y mesófilo de montaña.

FoTo: J. DANiEL TEJERo DÍEz

en el espectro

biológico como un

componente

importante del

BMM. En general,

se observa que, en

los grupos a y b

(región de Los

Tuxtlas, Sierra

Madre oriental y

Sureste), entre 20

y 50% de su

pteridoflora tiene

este hábito,

mientras que en

las regiones del

Pacífico este

biotopo desciende

a menos de 15%,

aspecto bien

explicado por las

diferencias

climáticas (García,

2004) entre ambas

vertientes.

ConservaciónSi bien una buena cantidad de especies de pteridobiontes son colonizadores

o parte de

una flora

sinantrópica

(Walker et al., 2010), en el

mundo, y espe-

cialmente en

México, esta

Page 549: Bosque mesófilo de México.docx

taxocenosis se

encuentra muy

mal evaluada

en cuanto a su

riesgo de

extinción

(Arcand y

Ranker, 2008;

Tejero-Díez y

Arreguín-

Sánchez, 2004;

Mehltreter,

2010; Tejero-

Díez et al., 2011). En

Bolivia, con una

pteridoflora

similar a la

mexicana,

Kessler et al. (2006)

evaluaron que

122 especies

(10.4%) de las 1

168 especies

existentes,

deben ser

protegidas; en

cambio en

México, sólo 3%

de su

pteridoflora está

en la NoM-059-

SEMARNAT-2010.

De este

conjunto de

especies, 25

están

registradas para

el BMM: trece de

ellas en la

categoría de

Page 550: Bosque mesófilo de México.docx

“protección

especial”, seis

“amenazadas” y

seis en “peligro

de extinción”

(cuadro 4).

Por otra

parte, los

acuerdos

internacionales

(CITES, 2012)

regulan el

comercio de 18

especies,

correspondiente

s a las de hábito

arborescente

(familias

Cibotiaceae,

Cyatheaceae y

Dicksoniaceae),

especialmente

cotizadas por su

uso ornamental.

Considerando el

alarmante

proceso de

deterioro que el

BMM presenta

(CoNABIo, 2010),

tendría que

evaluarse con

mayor detalle el

componente

pteridobióntico

(entre otros),

pues presenta

las siguientes

ventajas: es

relativamente

bien conocido

en el país, sus

Page 551: Bosque mesófilo de México.docx

procesos

biológicos y

geográficos son

particulares y

tiene

características

de indicadores

ambientales

(Mehltreter,

2010).

Page 552: Bosque mesófilo de México.docx

214 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

CuADRo 4. Especies registradas en el bosque mesófilo de montaña protegidas por la NOM-059-SEMARNAT-2010 y su categoría de riesgo

Familia Nombre científico Categoría NOM-059

Aspleniaceae Asplenium auritum A

Aspleniaceae Asplenium serratum A

Cibotiaceae Cibotium regale P

Cibotiaceae Cibotium schiedei P

Culcitaceae Culcita coniifolia Pr

Cyatheaceae Alsophila firma P

Cyatheaceae Alsophila salvinii Pr

Cyatheaceae Cyathea aristata Pr

Cyatheaceae Cyathea bicrenata Pr

Cyatheaceae Cyathea costaricensis P

Cyatheaceae Cyathea decurrentiloba Pr

Cyatheaceae Cyathea divergens var. tuerckheimii Pr

Cyatheaceae Cyathea fulva Pr

Cyatheaceae Cyathea godmanii Pr

Cyatheaceae Cyathea schiedeana Pr

Cyatheaceae Sphaeropteris horrida Pr

Lomariopsidaceae *Nephrolepis cordifolia P

Dicksoniaceae Dicks onia sellowiana Pr

Lycopodiaceae Huperzia dichotoma A

Marattiaceae Marattia laxa Pr

Marattiaceae Marattia weinmanniifolia Pr

Polypodiaceae Campyloneurum phyllitidis A

Polypodiaceae Serpocaulon triseriale A

Psilotaceae Psilotum complanatum A

Selaginellaceae Selaginella porphyrospora P

Amenazada (A), Peligro de extinción (P), Protección especial (Pr).

* Exótica con potencial de invasora (Tejero-Díez y Torres-Díaz, 2012)

Se registraron 84 especies, con distribución en el BMM, endémicas

del país (más de 13% del total registrado), de las cuales, 49 se

consideran como exclusivas del BMM y, por lo tanto, todas deberían

integrarse a la NOM-059 en una futura edición. Es importante mencionar

el registro de doce especies introducidas en la pteridoflora del BMM:

cuatro al parecer asiáticas, Macrothelypteris torresiana (Veracruz), Pteris cretica (Distrito Federal y Veracruz), Pteris vittata (estados del noreste de

México) y Thelypteris dentata [Querétaro (Aceñolaza et al., 2007; Mic-

Page 553: Bosque mesófilo de México.docx

LicopoDios y HELEcHos 215

kel y Smith, 2004; Pérez-García et al., 1999; Tejero-Díez (com. pers.),

2012)]; una surafricana, Asplenium aethiopicum [Veracruz (Panigrahi, 1962;

Mickel y Smith, 2004)]; una de Australia, Nueva Zelanda y Polinesia,

Pteris quadriaurita (Tejero-Díez y Torres-Díaz, 2012) y seis de origen centro

a suramericano Nephrolepis cordifolia (Oaxaca), Nephrolepis exaltata (Tamaulipas y Veracruz) y Nephrolepis hirsutula (Veracruz), Nephrolepis pectinata (Chiapas), Nephrolepis pendula (Veracruz) y Pteris propinqua [Veracruz e Hidalgo (Cermeño, 1991; Mickel y Smith, 2004; Tejero-Díez y

Torres-Díaz, 2012)]. Con relación a estas especies, es importante el

seguimiento de su comportamiento en las regiones registradas, pues

podrían convertirse en un problema, ya que llegan a ser plantas

invasoras, como Nephrolepis cordifolia, N. hirsutula, N. pectinata y Thelypteris dentata (Tejero-Díez y Torres-Díaz, 2012), y por lo tanto son

extremadamente competitivas con las especies nativas y acaban por ser

más exitosas (prolíficas, plásticas, etc.) que éstas.

Uso y aprovechamiento del grupoA manera general, los pteridobiontes prestan un conjunto de servicios

ecosistémicos básicos, como los de provisión, pues tienen un largo

historial como recursos alimenticios, ceremoniales, medicinales,

aromáticos y ornamentales (May, 1978). En México, generalmente se

extraen grandes cantidades de pteridobiontes del BMM para ser

vendidos como planta ornamental. Las especies de los géneros más

socorridos para tal fin son Adiantum, Asplenium, Cyathea y Dryopteris. En

varias localidades con BMM de los estados de Puebla e Hidalgo se ha

documentado la extracción de fibra del tallo (maquique) de los helechos

arborescentes (Cyatheaceae) para usarlo como sustrato para el cultivo

de plantas epífitas, como las orquídeas, y para elaborar macetas

zoomorfas (Eléuterio, 2006). Actualmente, las comunidades étnicas en

varios de los sitios con BMM (como Cuetzalán, Puebla) aprovechan la

belleza escénica del porte de los helechos en las cañadas y ríos y han

organizado una infraestructura ecoturística. Es bien conocido el aporte

a los servicios de soporte en distintos ambientes (protección y

formación de suelo, fijadores de nitrógeno, controladores del proceso

de erosión en las pendientes pronunciadas) y de regulación, con los que

auspician el balance hídrico bajo el dosel en el BMM (Ambrose, 2004;

Arcand y Ranker, 2008; Mehltreter, 2010).

Conclusiones

Page 554: Bosque mesófilo de México.docx

La mayor diversidad de los pteridobiontes del planeta se concentra en

las montañas tropicales (cerca de 85%), especialmente en el BMM, en

donde constituyen entre 16 y 60% de la flora vascular (Moran, 2008).

En México, se documenta la presencia de 630 especies que crecen en

el BMM (bajo un concepto amplio), que

Page 555: Bosque mesófilo de México.docx

216 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

equivale a más de 67% de la pteridoflora (1 030 spp.). Esta cifra

representa alrededor de 23%, según los cálculos de Rzedowski (1996),

respecto de las especies exclusivas o preferentes, un número mucho

más acorde con los cálculos a nivel mundial de la flora vascular, la cual

varía, localmente, entre 13 y 17% en la zona de la vertiente del

Pacífico-cuenca del río Balsas, y 32% en las montañas de la vertiente

del Golfo de México.

Son quince los géneros de mayor relevancia que contienen más de

58% de los pteridobiontes considerados para este tipo de vegetación, en

orden de importancia decreciente: Asplenium, Elaphoglossum, Thelypteris, Polypodium, Selaginella, Diplazium, Hymenophyllum, Pleopeltis, Ctenitis, Pteris, Huperzia, Adiantum, Blechnum, Polystichum y Cyathea. Se pueden considerar

como los representativos, aun cuando Diplazium, Selaginella y Thelypteris representan especies del límite inferior más termófilos. Los cálculos de

riqueza pteridoflorística del BMM en comparación con otros tipos de

vegetación en México confirman lo que autores como Rzedowski (1978,

1991), Villaseñor (2010) y Ruíz-Jiménez et al., (2012), entre otros, han

indicado: es el más rico en especies con relación al tamaño del área.

En el caso de los helechos y licopodios, la riqueza espectacular en

este tipo de vegetación se debe a las particularidades de dependencia

de la humedad en la fase sexuada del ciclo biológico diplobióntico, las

adaptaciones higrofílicas específicas de la fase esporófita y la mayor

cantidad de microambientes que se generan en la estructura de este

bosque, donde el espacio de dosel puede ser ocupado por sus

condiciones benignas de temperatura-humedad.

La distribución de las especies en las regiones en que se ha

dividido el BMM resulta mucho más amplia que la división de las

provincias de la Región Mesoamericana de Montaña delimitadas por

Rzedowski (1978); sin embargo, resulta muy significativo que tanto el

espectro de forma de vida como los grupos biogeográficos coinciden

muy estrechamente con el comportamiento bioclimático del BMM (Ruíz-

Jiménez et al., 2012), lo que confirma la utilidad de las pteridofloras

como indicadores ecológicos.

En este último sentido, la pteridoflora del BMM está siendo muy

afectada por el impacto que se ejerce en México contra este hábitat

(CoNABIo, 2010), en el que una mínima apertura de la cobertura del

arbolado puede afectar la retroalimentación humedad-luz-materia

orgánica que se da en la estructura del BMM por la presencia de los

pteridobiontes, afectar la particular biología reproductora de las

Page 556: Bosque mesófilo de México.docx

especies, que finalmente terminan por mermar sus poblaciones, y

afectar la diversidad del entorno. Considerando el alto grado de

conocimiento florístico y taxonómico de los licopodios y helechos en el

territorio nacional (Mickel y Smith, 2004), la pertinencia de ambos

como indicadores ecológicos y su riqueza en los

Page 557: Bosque mesófilo de México.docx

LicopoDios y HELEcHos 217

BMM como proveedores de servicios ecosistémicos (reguladores de la

humedad en sus microambientes, etc.), es fundamental aumentar el

número de especies de pteridobiontes en la NOM-059, al menos las que se

consideren como propias (exclusivas) del BMM (49 especies). Esto

conllevaría darle a este tipo de vegetación un estatus de protección más

sólido.

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Page 570: Bosque mesófilo de México.docx

EL BOSQUE MESÓFILO DE MONTAÑA EN

MÉXICO Y SUS PLANTAS CON FLORESJosé Luis Villaseñor,

Martha Gual-Díaz

221

Oreomunnea mexicana, restringida al bosque mesófilo de

montaña de los estados de oaxaca y Veracruz; considerada

en peligro (Lista roja especies arbóreas del bosque mesófilo

de montaña de México, 2011). Es conocida comúnmente

como palo de zopilote o zopilote.

IntroducciónLa conservación y el manejo de los bosques es

una prioridad mundial, especialmente en los

trópicos húmedos. Su indiscutible importancia se

manifiesta en la enorme riqueza biológica que

encierra. En el último lustro, en México, un

creciente interés por conocer mejor al bosque

mesófilo de montaña (BMM) ha generado

importantes contribuciones sobre diferentes

aspectos de su diversidad vegetal (Williams-

Linera, 2007; Sánchez-Velázquez et al., 2008;

CoNABIo, 2010; Figueroa-Rangel et al., 2010; Nava-

rrete et al., 2010; Ramírez-Marcial et al., 2010;

Villaseñor, 2010; González-Espinosa et al., 2011;

López-Pérez et al., 2011; Toledo-Aceves et al., 2011; Cruz-Cárdenas et al., 2012; López-Mata et

al., 2012; Ruiz-Jiménez et al., 2012). Se ha

comenzado a compilar y publicar el inventario de

su riqueza florística, pues es una de las forma-

ciones vegetales con mayor variedad de plantas

con flor (Ruiz-Jiménez et al., 2012; Villaseñor y

ortiz, 2013), está concentrada en una reducida

superficie del territorio nacional (Rzedowski, 1996;

Cruz-Cárdenas et al., 2012) y su supervivencia está

sujeta a ingentes amenazas debidas a las

actividades humanas (CoNABIo, 2010; Toledo-

Aceves et al., 2011).

Mediante la compilación y la

sistematización de la información bibliográfica

Page 571: Bosque mesófilo de México.docx

de las plantas vasculares del BMM, la CoNABIo

(2007-2012) logró inventariar florísti-

Page 572: Bosque mesófilo de México.docx

222 BosQuEs MEsÓFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

camente esta formación en el

país. Con esta información, se

realizó una revisión crítica de las

especies de este grupo, tratando

de certificar su existencia en

sitios con dicho tipo de

vegetación. De esta manera, los

taxones de plantas vasculares

registrados han sido evaluados y

contrastados contra el catálogo

de especies del bosque húmedo

de montaña (BHM-Villaseñor,

2010), y contra revisiones

taxonómicas, listas florísticas y

muchas otras fuentes de

información, con el fin de docu-

mentar fehacientemente su

validez y presencia en sitios

donde se ha documentado la

presencia de BMM, o de

vegetación secundaria derivada

de éste, o bien, de algún otro

tipo de vegetación con

elementos de esta formación en

México.

Como resultado, hasta

2013 se tiene verificada la

existencia de al menos 5 533

especies de plantas con flores

(véanse Lista de especies de

plantas con flor y Lista

comentada en el Anexo II),

cohabitando en la extensión de

este tipo de vegetación. Dicha

verificación implicó la consulta y

revisión de 2 187 referencias

bibliográficas (véase Literatura

citada en el Anexo II) y el

registro de 30 038 especímenes

Page 573: Bosque mesófilo de México.docx

Magnolia sharpii, especie

endémica, habita bosques

húmedos (de encino, de pino-

encino y mesófilo de

montaña); considerada en

peligro (Lista roja especies

arbóreas del bosque mesófilo

de montaña de México,

2011). FoTo: NEpTALÍ RAMÍREz MARciAL

respaldo de las especies en

cada una de las regiones

registradas (véase Lista

comentada en el Anexo II). Toda

esta información constituye

parte del “Sistema de

Información del Bosque Mesófilo

de Montaña (SI-BMM)”, que ha

construido la CONABIO (Gual-

Díaz, este volumen) y cuyos

resultados respecto a las

plantas con flor se presentan

brevemente en este resumen.

Riqueza florística del bosque mesófilo de montaña en México

El SI-BMM tiene documentada la presencia en el BMM de 5 533 especies de plantas

con flores, que, sumadas a las 630 especies de helechos y plantas afines (Tejero

- Díez et al.,

este

volumen), alcanzan una riqueza conocida de 6 163 especies en to-tal (cuadro 1). Dicha cifra

representa más de 99% de las

especies consideradas por

Villaseñor (2010) en el BHM y

más de 27% de la riqueza

florística del país. Algo notable

al respecto es que la riqueza

descrita en el BMM de México

representa 2% de la riqueza

florística mundial.

Page 574: Bosque mesófilo de México.docx

Esta riqueza de especies

se distribuye a su vez en 204

familias, que, de acuerdo con

lo calculado a nivel mundial,

correspondería a 48% y con

respecto al nacional a 83%; en

cuanto a los géneros, se

registra 1% en esta formación

de lo conocido mundialmente,

y 60% con relación a lo

nacional (cuadro 2);

predominan las plantas del

grupo de las Magnoliophyta.

Con respecto a las familias, en

el BMM sobresalen 27,

representadas

Page 575: Bosque mesófilo de México.docx

pLANTAs coN FLoREs 223

CuADRo 1. Diversidad

taxonómica de plantas vasculares

en el bosque mesófilo de montaña de

México

División

I.Helechos y plantas afines

Lycopodiophyta

Polypodiophyta

II. Gimnospermas

Pinophyta

III. Angiospermas

Magnoliophyta

CuADRo

2. Diversidad de

plantas con flores a nivel

mundial y en

el bosqu

e mesófilo de

montaña

División

Familias

Géner

os

EspeciesBMM

1619

Mundial1

12200

270000

Nacional2

2 685

800

Fuentes: 1

CONABI

O

(2006); 2 Villaseñor y Ortiz (2013).

Page 576: Bosque mesófilo de México.docx

Araceae

Cyperaceae

Bronneliace

ae Poaceae

Orchidacea

e

5 5

7 5

141

2 2 3

4 4 3

FiGuRA

1. Familias de monocotiledónea

s (Liliopsida) que

contribuyen

con 17% de lo registrado en el bosqu

e mesófilo de montaña.

por

50 o

más

espec

ies

cada

una,

en las

cuale

s se

conce

ntra

65%

de lo

regist

rado

en el

BMM.

Dicha

s

famili

as

perte

nece

n a

las

clase

s

Liliop

sida

(17%

) y

Magn

oliops

ida

(48%

)

(figur

as 1

y 2).

B

ásica

Page 577: Bosque mesófilo de México.docx

mente

, los

estudi

os

florísti

cos-

taxo-

nómic

os

susten

tan la

alta

diversi

dad

conoci

da en

esta

forma

ción;

tambi

én

destac

a la

prese

ncia

de

282

especi

es

detect

adas

como

introd

ucidas

, prin-

cipalm

ente

de

África,

Asia y

Europ

a

(véas

e

Lista

de

taxon

es

introd

ucido

s en

el

Anex

o II),

lo

que

indica

la

existe

ncia

de

áreas

per

tur ba

das o

con

remo

ción

de

veget

ación

origin

al. Su

impa

cto

en el

BMM

aún

no ha

sido

evalu

ado.

En

gener

Page 578: Bosque mesófilo de México.docx

al,

este

tipo

de es-

pecies

ha

sido

catalo

gado

como

causa

nte de

des-

equilib

rios

ecológ

icos

entre

las

poblac

iones

silves-

tres,

cambi

os en

la

comp

osició

n de

especi

es y

en la

estruc

tura

trófica

,

despla

zamie

nto de

especi

es

nativa

s,

pérdi

da de

la

biodiv

ersid

ad y

reduc

ción

en la

diver

sidad

genét

ica,

entre

otros

fenó

meno

s.

L

os

estud

ios

circu

nscrit

os a

la

regió

n

ocup

ada

por

esta

forma

ción

han

contri

buido

al

conoc

imie

nto

Page 579: Bosque mesófilo de México.docx

de la

notabl

e

riquez

a

veget

al, la

cual

se

distri-

buye

de

maner

a

discon

tinua

en

todas

las

caden

as

monta

ñosas

del

país:

en la

vertie

nte

del

Golfo,

a lo

largo

de la

Sierra

Madre

Orient

al,

desde

la

porció

n

Page 580: Bosque mesófilo de México.docx

5 0

5 2

5 4

5 5

5 4

6 1

6 5

6 7

7 1

7 2

8 0

8 1

8 6

8 5

101

1 2 9

1 2 9

1 3 6

1 7 3

2 2 7

2 4 1

5 3 8

224 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

FiGuRA 2. Familias de

dicotiledóneas

(Magnoliopsida) que

contribuyen con 47%

de lo registrado en el

bosque mesófilo de

montaña.

Cucurbitaceae

Begoniaceae

Myrtaceae

Verbenaceae

Myrsinaceae

Malvaceae

Scrophulariace

ae

Asclepiadacea

e Apiaceae

Rosaceae

Mimosaceae

Fagaceae

Acanthaceae

Piperaceae

Lauraceae

Euphorbiaceae

Melastomatac

eae

Lamiaceae

Solanaceae

Rubiaceae

Fabaceae

Asteraceae

sur de los estados de Nuevo

León y Tamaulipas hasta

Veracruz, continuando por

Oaxaca y Chiapas; en la

vertiente del Pacífico, su

presencia es más espaciada,

pues hay parches (islas sensu

Vázquez-García, 1995) desde

el sur de Sonora hasta

Chiapas (Challenger, 1998) y

Tabasco (Almeida, 2008;

Page 581: Bosque mesófilo de México.docx

Ofelia Castillo Acosta, com.

pers., 2012); en la Faja

Volcánica Transversal, su

presencia es todavía más

dispersa, ya que se observan

remanentes escasos a lo largo

de toda su extensión (figura

3).

Aunque se tiene un

conocimiento bastante

satisfactorio a nivel nacional

del recuento florístico del BMM

y del área de cobertura

nacional que cubre esta

formación, es todavía difícil

precisar con mayor detalle su

extensión y la repartición de

dicha riqueza a escalas más

finas. Se tienen reportes de

que su extensión es menor a

1% del territorio nacional

(Rzedowski, 1996),

porcentaje que no se

encuentra lejos de lo que

hasta 2007, según el INEGI,

ocupaba esta formación

(considerando vegetación

primaria y secundaria),

calculado en

aproximadamente 18400

km2, de 1 959 248 km2 (de

área continental) en que está

estimado el territorio

nacional. Si solamente se

considera la vegetación

primaria, el área ocupada se

reduce a 0.4% (cuadro 3).

Pese a lo anterior, otros

informes incrementan su

extensión hasta 7% de la

superficie del país (Cruz-

Cárdenas et al., 2012), infor-

Page 582: Bosque mesófilo de México.docx

mación que corresponde al

bioma denominado BHM y que

engloba al BMM.

Una manera de

circunscribir con mayor

detalle la extensión del BMM

es analizar la distribución

geográfica de sus elementos

endémicos, es decir, aquellos

Page 583: Bosque mesófilo de México.docx

105º 102º 99º 96º 93º

0 100 200 400 km

Bosque húmedo de montaña (Cruz-Cárdenas et al., 2012)

Bosque mesófilo de montaña serie IV (INEGI,

Sierra Madre del Sur de Jalisco

Serranías de Nayarit

Sierra Sur de Michoacá

Cordillera Costera del Sur

Cuenca Alta del Balsas

Sierra Madre Oriental Plegada

Huasteca Alta Hidalguens

Centro de Varacruz

Sierra Norte de Oaxaca

Los Tuxtlas

Sierra del Sur de Chiapas

Montañas del

Norte y Altos

Cañadas de Ocosingo

18º

24º

21º

15º

pLANTAs coN FLoREs 225

FiGuRA 3.

Comparación entre

el territorio

ocupado por el

BMM (INEGI, 2007),

el BHM (Cruz-

Cárdenas et al., 2012) y las

regiones

prioritarias para la

conservación del

BMM (CONABIO,

2010).

CuADRo 3. Cambios en extensión

ocupada por el bosque mesófilo

de montaña en México de

acuerdo con el INEGI

Bosque mesófilo de

montaña (vegetación

primaria)

Page 584: Bosque mesófilo de México.docx

Bosque mesófilo de montaña

(vegetación secundaria: arbustiva, herbácea)Área total (km2)

taxones

que viven

exclusiva

mente en

su

territorio.

Rzedowsk

i (1996)

document

ó 13

familias

que viven

preferent

emente

en el

y 650

géneros

con al

menos

una

especie

restringid

a.

Los

análisis

encamina

dos a

entender

la

distribuci

ón

taxonómi

ca y

geográfi

ca de esta

riqueza

florística

han

Page 585: Bosque mesófilo de México.docx

permitido

document

ar la

existencia

de al

menos 22

familias

que

registran

una

important

e riqueza

genérica

en el

(cuadro

4).

Destacan

las

familias:

Asteracea

e

(sesenta

géneros

con

elemento

s

endémico

s);

Orchidace

ae (48

géneros

con

elemento

s

endémico

s);

Fabaceae

(25

géneros

con

elemento

s

Page 586: Bosque mesófilo de México.docx

endémico

s);

Rutaceae

(12

géneros

con

elemento

s

endémico

s); Poa

ceae (13

géneros

con

elemento

s

endémico

s);

Euphorbia

ceae (11

géneros

con

Page 587: Bosque mesófilo de México.docx

226 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

CuADRo 4. Familias de plantas con flores que registran 14 o más géneros con representantes en el bosque mesófilo de montaña

Familia Géneros en BMM

(N = 1619)Total géneros en

México (N = 2,663)Géneros exclusivos

del BMM (N = 45)

Clase Liliopsida (Monocotiledóneas)

Bromeliaceae 17 19 1

Orchidaceae 139 173 11

Poaceae 91 157

Clase Magnoliopsida (Dicotiledóneas)

Acanthaceae 27 42 3

Apiaceae 28 36 2

Asteraceae 159 378 1

Bignoniaceae 16 35

Boraginaceae 18 36

Cactaceae 20 64

Cucurbitaceae 21 34

Ericaceae 18 24

Euphorbiaceae 35 37

Fabaceae sensu lato 54 148

Gesneriaceae 17 29 2

Lamiaceae 27 33 1

Malvaceae 27 80

Melastomataceae 19 27 4

Rosaceae 22 30

Rubiaceae 71 105 3

Scrophulariaceae 33 55

Solanaceae 25 33 1

Verbenaceae 14 23

elementos endémicos); Bromeliaceae (nueve géneros con elementos

endémicos); Lauraceae y Solanaceae (seis géneros con elementos

endémicos), y Lamiaceae (cinco géneros con elementos endémicos)

cuya riqueza genérica se encuentra registrada de manera importante

en esta formación.

Por otra parte, hasta la fecha, se han registrado alrededor de 26

géneros viviendo de manera exclusiva o casi exclusiva en el BMM, tres

de ellos endémicos del territorio nacional (cuadro 5). Destacan, en

primer lugar, la familia Orchidaceae, que cuenta con siete de estos

Page 588: Bosque mesófilo de México.docx

géneros, seguido por Melastomataceae (tres), Gesneriaceae,

Hamamelidaceae y Rubiaceae (dos géneros cada una). Con un género

Page 589: Bosque mesófilo de México.docx

pLANTAs coN FLoREs 227

CuADRo 5. Géneros de plantas con flores creciendo de manera exclusiva o casi exclusiva en el bosque mesófilo de montaña de México

Familia Géneros (total/en BMM)Acanthaceae *Buceragenia (1/1)

Asteraceae Squamopappus (1/1)

Bromeliaceae Hohenbergiopsis (2/1)

Cyrillaceae Cyrilla (1/1)

Dichapetalaceae Tapura (1/1)

Gesneriaceae Corytoplectus (1/1), Neomortonia (1/1)

Hamamelidaceae Hamamelis (1/1), Molinadendron (1/1)

Lauraceae *Mocinnodaphne (1/1)

Melastomataceae Graffenrieda (1/1), Meriania (1/1), Stanmarkia (1/1)Barbosella (1/1), Cyrtochiloides (1/1), Eurystyles (1/1), Heterotaxis (2/1),

OrchidaceaeKefersteinia (1/1), Plectrophora (1/1), Scelochilus (1/1)

Primulaceae Synardisia (1/1)

Rubiaceae Eizia (1/1), *Omiltemia (1/1)

Santalaceae Antidaphne (1/1)

Schisandraceae Schisandra (1/1)

Solanaceae Plowmania (1/1)

Entre paréntesis se indica el número de especies que hay en México y en el BMM. * Endémico del país.

y una sola especie conocida en esta formación están las familias

Acanthaceae, Asteraceae, Bromeliaceae, Cyrillaceae, Dichapetalaceae,

Lauraceae, Primulaceae, Santalaceae, Schisandraceae y Solanaceae.

Además, se detectaron al menos 1 458 especies endémicas de México

y cuya presencia en el BMM se ha documentado (véase Lista de taxones

endémicos en el Anexo II).

De la misma forma, existen familias que Rzedowski (1996)

menciona que prosperan preferentemente en esta vegetación y cuya

representación endémica se concentra en un género. Tal es el caso de

las familias: Begoniaceae (21 especies endémicas del género Begonia),

Fagaceae (51 especies endémicas del género Quercus), Clethraceae (14

especies endémicas del genero Clethra), Dioscoreaceae (14 especies

endémicas del género Dioscorea), Araliaceae (11 especies endémicas

del género Chamaedorea), Magnoliaceae (ocho especies del género

Magnolia), Myrsinaceae (ocho especies endémicas del género Parathesis),

Lentibulariaceae (seis especies endémicas del género Pinguicula),

Theaceae (siete especies endémicas del género Ternstroemia) y

Aquifoliaceae (cuatro especies endémicas del género Ilex).

Page 590: Bosque mesófilo de México.docx

228 BosQuEs MEsÓFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Por otro lado, la posición

intermedia del BMM entre los

bosques templados y los

bosques tropicales de tierras

bajas (en otras palabras, en

contacto con varios tipos de

vegetación, véase Gual-Díaz y

González-Medrano, este

volumen), lo ubican en un

intervalo altitudinal (promedio 1

500-2 500 m), donde convergen

especies de tales biomas y en el

que encuentran sus límites de

distribución. Por ejemplo, poco

más de 600 especies endémicas

de México se conocen

solamente de los bosques

templados y del BMM, en tanto

que otras 200 se distribuyen en

los bosques tropicales húmedos

y encuentran su límite

altitudinal en el BMM. Mucho

menor es el endemismo que

muestra una amplia tolerancia

ecológica, y, en consecuencia,

se distribuye desde los bosques

tropicales hasta las regiones

montañosas donde predominan

los bosques templados

(alrededor de 100 especies).

Un mejor conocimiento

acerca de la distribución

geográfica y ecológica de los

endemismos, así como del

componente no endémico,

permitirá delimitar mejor al BMM

como formación vegetal y

definir más claramente los

atributos ambientales que

Page 591: Bosque mesófilo de México.docx

Triumfetta columnaris,

especie endémica, habita

bosques de pino, de encino

y mesófilo de montaña. FoTo:

J. DANiEL TEJERo DÍEz

determinan su presencia en

ciertas regiones del país (López-

Mata et al., 2012) y su presencia

actual en forma de archipiélago

(Vázquez-García, 1995).

Determinar cuáles son las

zonas de nuestro país que

requieren mayor exploración es

una de las preguntas que se

hacen los botánicos dedicados a

estudios florísticos y

taxonómicos. Por ejemplo, la

información existente a nivel

nacional muestra que Jalisco,

Michoacán, Guerrero, Oaxaca,

Chiapas y Veracruz son los

estados con mayor número de

espec

ies de plantas vasculares

registradas. Algunos de ellos son

los que acusan mayor número

de especies de plantas con

flores en su extensión de BMM.

Aunque pudiera pensarse que

las floras de tales estados están

adecuadamente conocidas, no

es así, ya que en ellos todavía

hay regiones por conocer a

profundidad, sin contar los

continuos taxonómicos. De esta

manera se logrará en el corto

plazo un inventario más

confiable de todo el territorio

(Magaña y Villaseñor, 2002;

Villaseñor y Ortiz, 2013). Por

otra parte, el conocimiento de

los atributos ambientales que

Page 592: Bosque mesófilo de México.docx

determinan nuestra flora aún es

incipiente.

Page 593: Bosque mesófilo de México.docx

pLANTAs coN FLoREs 229

Riqueza florística del bosque mesófilo de montaña en las regiones prioritarias para su conservación

La CONABiO (2010) propuso 13 regiones del país como prioritarias para la

conservación del BMM. Estas regiones se distribuyen siguiendo las

principales cadenas montañosas y abarcan desde el paralelo 25° N en el

estado de Nuevo León hasta los 16° N en el estado de Chiapas. La figura

3 muestra dichas regiones y la extensión del BMM (estimada por el iNEGi,

2007) y del BHM (estimada por Cruz-Cárdenas et al., 2012), así como la

ubicación del BMM en comparación con el BHM. La información aquí

plasmada, sin duda, servirá como herramienta para identificar opor-

tunamente los sitios por preservar, para su manejo, rehabilitación y

conservación.

El cuadro 6 resume la riqueza de especies de plantas con flores

conocida en la actualidad para cada una de estas regiones prioritarias.

Aunque no se hizo una evaluación precisa, empíricamente se observa

una riqueza proporcional a la extensión de la región prioritaria y más o

menos equivalente entre ellas. La región con menos riqueza de

especies registrada es la porción de la Sierra Sur de Michoacán (MiC) y

la de mayor diversidad registrada es la Cordillera Costera del Sur (SUR).

Ambas regiones (la de menor y mayor diversidad) constituyen lo que se

conoce como la provincia fisiográfica de la Sierra Madre del Sur, cortada

en su

CuADRo 6. Riqueza de plantas con flores registradas en las regiones prioritarias para la conservación del bosque mesófilo de montaña en México

Región prioritaria Acrónimo EspeciesEndémicas de México

XIII Cañadas de Ocosingo OCO 1,755 129 (19)

V Centro de Veracruz VER 2,723 676 (11)

X Cordillera Costera del Sur SUR 3,287 1,060 (114)

VI Cuenca Alta del Balsas BAL 3,254 1,116 (39)

III Huasteca Alta Hidalguense HID 2,486 741 (27)

VII Los Tuxtlas TUX 1,477 175 (19)

XII Montañas del Norte y Altos de Chiapas

ALT 2,157 230 (31)

II Serranías de Nayarit NAY 1,517 408 (26)

I Sierra Madre Oriental Plegada ORI 1,896 523 (40)

IV Sierra Madre del Sur de Jalisco JAL 2,116 701 (85)

IX Sierra Norte de Oaxaca OAX 3,226 895 (78)

VIII Sierra Sur de Michoacán MIC 646 199 (1)

Page 594: Bosque mesófilo de México.docx

XI Sierras del Sur de Chiapas CHP 2,922 438 (107)

5,523 2,196 (597)

Entre paréntesis se señalan las especies endémicas de distribución restringida a la región prioritaria.

Page 595: Bosque mesófilo de México.docx

Begonia stigmosa, especie

endémica de la vertiente del

Pacífico (Guerrero, Jalisco,

Estado de México, Michoacán,

Morelos, Nayarit y Oaxaca),

habita bosques mesófilo de

montaña y tropical

subcaducifolio.

230 BosQuEs MEsÓFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

extremo septentrional por la Faja

Volcánica Transmexicana —

donde se asienta

preferentemente la región

prioritaria Cuenca Alta del Balsas

(BAL)—, que registra una riqueza

de especies equivalente a la de

la Sierra Madre del Sur (cuadro

6). Es importante señalar que

parte de esta región sur del país,

donde se asientan estas tres

regiones prioritarias (BAL, MIC,

SUR), fue la que estudió Miranda

(1947

) para describir este tipo de

vegetación tan especial que

conocemos actualmente como

bosque mesófilo de montaña.

También hay que destacar que

su BMM, aunque no tan

ampliamente estudiado como el

de otras regiones del país (por

ejemplo, la Sierra Madre Oriental,

que incluye las regiones HID, ORI y

VER), revela una importante

riqueza florística, tan rica como

la registrada en esta última

cadena montañosa.

El cuadro 6 también indica

el número de especies

endémicas de México

registradas en cada una de las

regiones prioritarias y el

Page 596: Bosque mesófilo de México.docx

número de ellas restringidas a

su territorio (endémicas

locales). Destacan también las

regiones del sur del país (BAL y

SUR), con más de 1 000

endemismos cada una. Por su

número de endemismos

restringidos locales, además de

la región Cordillera Costera del

Sur (SUR, 114 especies

endémicas), sobresale la región

de las Sierras del Sur de Chia-

pas (CHP), con más de cien

endémicas restringidas. Vale

subrayar que todas las regiones

prioritarias, además de

contener un importante

contingente de especies

vegetales, registran un alto

número de especies endémicas

nacionales y endémicas locales,

lo que enfatiza su valor como

zonas de alto interés para la

conservación de la flora de

México y de esta formación,

fuertemente amenazada por las

actividades humanas. Su des-

trucción daría como resultado la

extinción de este invaluable

capital natural otorgado por la

naturaleza para el cuidado de la

nación mexicana.

Un análisis de proporciones

de la riqueza de especies re-

gistradas en las regiones

prioritarias (figura 4) revela dos

grupos importantes: aquellas

regiones que sobrepasan la

media esperada (seis regiones) y

aquellas que manifiestan un

déficit en su número de especies

(cinco regiones). Solamente dos

Page 597: Bosque mesófilo de México.docx

regiones (Montañas del Norte-ALT

y Altos de Chiapas-JAL) registran

un número satisfactorio de

especies tal y como el modelo

sugiere. Explicar el menor

número de especies a lo

esperado es un reto interesante;

por ejemplo, la situación de Los

Tuxtlas (TUX) seguramente es

distinta de la de MIC, las dos

regiones que registran la menor

riqueza de especies. La primera

(TUX) probablemente se explique

mejor por la falta de exploración

en la región, con deficientes vías

de comunicación y con

numerosos

Page 598: Bosque mesófilo de México.docx

0.08130.07690.0725

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pLANTAs coN FLoREs 231

CuADRo 7. Especies compartidas entre

las regiones prioritarias para la

conservación del bosque mesófilo de montaña en

México

ALT BAL

ALT 2,157

BAL 1,416 3,254

CHP 1,723 1,764

HID 1,185 2,068

JAL 992 1,729

MIC 388 582

NAY 782 1,291

OAX 1,624 2,374

OCO 1,235 1,036

ORI 950 1,531

SUR 1,524 2,476

TUX 1,030 1,000

VER 1,424 2,375

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Page 604: Bosque mesófilo de México.docx

232 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

contrastantes: el primer grupo está conformado por las regiones ALT,

CHP (Sierras del Sur de Chiapas), oCo (Cañadas de ocosingo) y TUX; las

tres primeras en el sureste del país, en los estados de Chiapas y

Veracruz, mientras que la región TUX está aislada en el extremo sureste

del estado de Veracruz. Las demás regiones se encuentran separadas

de las cuatro mencionadas por el Istmo de Tehuantepec, accidente

orográfico que al parecer está causando una importante segregación

entre los miembros del BMM del país.

En conjunto, el primer grupo registra 752 especies restringidas a los

territorios de las cuatro regiones prioritarias; 86 de ellas constituyen

endemismos locales (cuadro 6). Las regiones ALT, CHP y oCo caracterizan a

los del estado de Chiapas y florísticamente destacan como una unidad

florística particular, distinta de los otros BMM del país. La ubicación de TUX

en este ensamble resulta ligeramente superior en especies compartidas

(cuadro 7), aunque también comparte un importante número con oAX

(Sierra Norte de oaxaca), la región más sureña del segundo grupo y su

vecina en la región del país, al oeste del Istmo de Tehuantepec.

El Istmo de Tehuantepec ha sido identificado como límite geográfico de

especies (p. ej. Pérez-García et al., 2010), como barrera biogeográfica

que promueve especiación en grupos relacionados (p. ej. Peterson et al., 1999), como nodo biogeográfico (p. ej. García-Marmolejo et al., 2008) o

bien, como uno de los tres lugares donde han ocurrido sucesos

vicariantes asociados con la evolución biótica del componente

Neotropical (p. ej. Morrone, 2005). Para el caso del BMM, esta región

podría postularse como factor importante para explicar los patrones de

distribución de su componente florístico y se podría citar numerosos

ejemplos para cada uno de estos cuatro procesos mencionados. El

segundo grupo incluye las nueve regio-

Page 605: Bosque mesófilo de México.docx

A L T C H P T U X O C O B A L V E R H I D O R I J A L M I C S U R N A Y O A X

55.0 65.0 75.0 85.0 95.0

FiGuRA 5. Similitudes florísticas entre las regiones

prioritarias para la conservación del bosque mesófilo de

montaña en México.(Las abreviaciones de las regiones se explican en el cuadro

nes prioritarias restantes, pero también podría subdividirse en otros dos conjuntos (figura 5), que

muestran cierta correspondencia geográfica. Uno de ellos lo constituyen las regiones ubicadas en la

vertiente oriental del país, asentadas principalmente en la Sierra Madre oriental (Huasteca Alta

Hidalguense-HID, Sierra Madre oriental Plegada-oRI y Centro de Veracruz-VER). A este grupo se une BAL

(Cuenca Alta del Balsas), que agrupa todos los fragmentos de BMM ubicados a lo largo de la Faja Volcánica

Transmexicana. El otro conjunto lo constituyen las regiones localizadas en la vertiente occidental, a lo

largo de la Sierra Madre

Page 606: Bosque mesófilo de México.docx

Arriba, Lycaste deppei,

habita bosques mesófilo de

montaña y tropical

subcaducifolio,

considerada en el apéndice

II (CITES, 2010).

Abajo, Platythelys

vaginata, habita bosques

mesófilo de montaña y

tropical subcaducifolio.

pLANTAs coN FLoREs 233

occidental

(Serranías de

Nayarit-NAY) y

de la Sierra

Madre del Sur

(Sierra Madre

del Sur de

Jalisco-JAL, MIC,

Sierra Norte de

oaxaca-oAX y

SUR).

Las tres

regiones

florísticas

identificadas

(figura 5),

además de

configurar

unidades

geográficas y

patrones de

diversidad

característicos,

con mucha

seguridad

también se

relacionan con

patrones

ambientales

específicos. Por

ejemplo,

aunque no se

evaluaron datos

que lo

confirmen, es

evidente que

los BMM de la

porción

occidental del

Page 607: Bosque mesófilo de México.docx

país son, por lo

general, menos

húmedos que

los de la porción

oriental o

sureste. Quien

ha visitado

sitios en ambas

vertientes

puede constatar

que los días con

neblina (o

lluvia) son más

frecuentes en

sitios ubicados

en HID, oRI o VER

que en JAL, MIC o

SUR. Quizá la

respuesta a lo

anterior (y a la

vegetación en

general en

nuestro país) es

de tipo

climática.

En general,

al sur del

Trópico de

Cáncer, la

vertiente del

Golfo de México

es más húmeda

que la vertiente

del Pacífico,

como resultado

de la acción de

los vientos

alisios.

Asimismo, el

Golfo de México

es dominado

por una corrien-

Page 608: Bosque mesófilo de México.docx

te marina cálida

que representa

un aporte rico y

constante de

vapor de agua,

mientras que las

costas del

Pacífico del

noroeste de

México tienen la

influencia de la

corriente fría de

California, que

propicia una

mayor aridez,

especialmente

sobre la

península de

Baja California y

en las llanuras

costeras de

Sonora

(Espinosa et al.,

2008). López-

Mata et al. (2012)

identificaron

algunas

variables

ambientales

(bioclimáticas,

de

estacionalidad

climática o de

propiedad de los

suelos) que

influyen de

manera

determinante

en la presencia

o ausencia del

BMM en México.

Page 609: Bosque mesófilo de México.docx

De acuerdo

con Villaseñor et

al. (2005), al

estimar la

riqueza de

especies de

Asteraceae, se

observa que las

localidades de la

vertiente del

Golfo de México

son, en general,

más ricas en

especies que las

del Pacífico. Sin

embargo, tam-

bién puntualizó

que un conjunto

de localidades

distribuidas

sobre la

vertiente del

Pacífico tienen

más especies

que algunas

localidades

distribuidas

sobre las costas

del Golfo de

México. En otras

palabras, la

diversidad alfa

(riqueza local de

especies) es

mayor sobre la

vertiente del

Golfo de México,

mientras que la

diversidad beta

(remplazo o sus-

Page 610: Bosque mesófilo de México.docx

234 BosQuEs MEsÓFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

titución de especies) es, en

general, mayor sobre la

vertiente del Pacífico. La expli-

cación de ello radica en el

componente de las especies

endémicas, que es mayor sobre

las áreas del Pacífico.

Caracterizar al endemismo en

escalas más finas (p. ej. las

regiones prioritarias de la

CoNABio) permitirá postular

hipótesis que ayuden a explicar

mejor la repartición taxonómico-

geográfica encontrada en este

análisis.

Las amenazas a la

biodiversidad se distribuyen de

forma desigual, por lo que la

priorización es esencial para

minimizar la pérdida de

biodiversidad. Se espera que

esta síntesis mejore la

comprensión del BMM y

coadyuve a la identificación de

áreas puntuales a conservar en

el país. Es fundamental no

olvidar que el cambio climático

global es uno de los problemas

ambientales más graves que

enfrenta este tipo de bosques a

nivel mundial.

Page 611: Bosque mesófilo de México.docx

Pinus strobus, habita

diversos bosques húmedos

(de encino, de pino, de pino-

encino, mesófilo de montaña

y perennifolio); considerada

como vulnerable (Lista roja

especies arbóreas del

bosque mesófilo de montaña

de México, 2011), sujeta a

protección especial (NoM-

059-SEMARNAT, 2010), y en

preocupación menor (iUCN,

2010). FoTo: J. DANiEL TEJERo DÍEz

La información presentada

en este resumen es solamente

una pequeña muestra de los

recientes avances logrados para

un mejor conocimiento del BMM

en México. Pone en perspectiva

la magnitud del trabajo que se

tiene por delante si se quiere

asegurar la conservación de su

entorno y sus componentes para

las generaciones futuras. Sin

duda, la información florística y

su repartición geográfica será el

pilar donde se asiente toda la

información y análisis que se

produzcan para alcanzar esta

meta. La integración de la

información recopilada sobre el

BMM abre

las

posibi

lidades para el diseño y práctica

de numerosos estudios, para

entender, por ejemplo, los

procesos ecológicos o

bioquímicos, así como de

interacción entre las especies y

el mantenimiento de la

diversidad genética de los

fragmentos aún persistentes, en

las diferentes regiones

identificadas con relictos de BMM.

Finalmente, y como lo

comentan Dirzo et al. (2009), se

requieren estudios detallados

Page 612: Bosque mesófilo de México.docx

para poder entender la dinámica

de las poblaciones y

comunidades de plantas de los

fragmentos de vegetación, que

se encaminen a conciliar el gran

desafío ambiental de la

actualidad: conservar lo más

posible la biodiversidad, acomo-

dando, al mismo tiempo, las

necesidades de uso de los

ecosistemas por parte de las

comunidades rurales para así

mantener los servicios

ambientales de los que

dependemos tanto los

pobladores locales como los

regionales de todo el mundo.

Page 613: Bosque mesófilo de México.docx

pLANTAs coN FLoREs 235

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Page 620: Bosque mesófilo de México.docx

FAUNA DE LOS BOSQUES

/ M

Leticia M. Ochoa-Ochoa, Nancy R. Mejía-Domínguez

237

Hylocharis leucotis, especie residente y típica de los bosques

mesófilos de montaña, con distribución desde México hasta

Honduras y el norte y centro de Nicaragua; hábito alimenticio

nectarívoro y omnívoro; considerada en preocupación menor

(IUCN, 2012) y en el Apéndice II (CITES, 2012). FoTo: RuBÉN oRTEGA

ÁLvAREz

Introducción

México, cuerno de la abundancia, tierra de

dioses, es uno de los tres países con mayor

diversidad vegetal del mundo, los dos otros dos

son India y Perú (Rzedowski, 1996; Challenger,

1998). En diversidad faunística no nos

quedamos atrás, con menos de 2% de la su-

perficie terrestre global, México alberga

alrededor de 10% de la diversidad faunística

mundial en muchos grupos taxonómicos

(CoNABIo, 2008). Ambas características sugieren

que México es megadiverso, es decir, hospeda

más diversidad de la que se esperaría, dado el

tamaño que tiene. Este patrón de

megadiversidad se repite a pequeña escala en

el Bosque Mesófilo de Montaña (BMM), ya que en

1% del territorio nacional (superficie cubierta

por los BMM mexicanos) es posible encontrar

gran parte de esa megadiversidad (FloresVillela

y Navarro, 1993; Meave et al., 1996; Rzedowski,

1996; Gallardo et al., 1998).

Los bosques mesófilos de montaña

(Rzedowski, 1978; BMM), como se conoce o

denomina en México a las comunidades

vegetales que se desarrollan bajo la influencia

de niebla frecuente en las montañas del trópico

húmedo, constituyen una compleja transición

entre las comunidades tropicales de tierras

Page 621: Bosque mesófilo de México.docx

bajas y las comunidades vegetales de

ambientes templados, localizadas a mayor

altitud (Beard, 1955; Whitmore,

Page 622: Bosque mesófilo de México.docx

238 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

1975; Richards, 1996). La

naturaleza de esta transición

depende de la interacción de

factores históricos, climáticos y

orográficos en cada región y de

factores locales (orientación,

pendiente, altitud, etc.) que

definen las condiciones

ecológicas en que se desarrolla

este tipo de vegetación (Luna-

Vega et al., 2001). Esta com-

plejidad deriva en una

composición florística

heterogénea, considerando las

comunidades vegetales

clasificadas dentro de un BMM.

Ortega-Escalona y Castillo-

Campos (1996) y Gual-Díaz y

González Medrano (este

volumen) mencionan 40

nombres (sinónimos) para este

tipo de vegetación. Esta

variedad de nombres utilizados

está íntimamente ligada tanto

con la dificultad de definir

unidades discretas de

vegetación, problema que

notaron los ecólogos hace largo

tiempo y que Whittaker (1960)

llamó recambio o diversidad

beta, como con la complejidad

florística propia de estas

formaciones vegetales.

Page 623: Bosque mesófilo de México.docx

Ptychohyla zophodes, especie

endémica de Oaxaca, hasta

el momento su hábitat está

restringido al bosque

mesófilo de montaña de la

vertiente atlántica del norte

del estado, en altitudes

entre los 400 y 1 500 m;

considerada con datos

insuficientes (IUCN, 2010).

Prácticamente todas las

personas tienen una ‘imagen’ de

los bosques nubosos o BMM, y

curiosamente, en general, han

sido percibidos como sitios

extremadamente diversos, casi

mágicos. La luminosidad parcial

que atraviesa el dosel, la

humedad constante y el

ambiente fresco (algunas veces

casi frío) hacen de estos

bosques, sitios místicos donde

habit

an criaturas maravillosas. Entre

ellas, podemos mencionar aves,

como el quetzal (Pharomachrus mocinno), pavón (Oreophasis derbianus) y hocofaisán (Crax rubra;

mayor detalle Navarro-Sigüenza

et al., este volumen); mamíferos,

como el jaguar (Panthera onca),

tigrillo (Leopardus wiedii), oso

hormiguero (Tamandua mexicana) y

murciélagos (Phyllostomus discolor, Carollia sowelli y Sturnira ludovici; Pérez-Lustre et al., 2006;

CONABIO, 2010; véase mayor

detalle en González-Ruiz et al., este volumen); o nauyacas

arborícolas del género Bothriechis y ranitas arborícolas del género

Plectrohyla (véase mayor detalle

en Goyenechea y Gual-Díaz, así

como Gual-Díaz y Goyenechea,

este volumen).

Page 624: Bosque mesófilo de México.docx

Probablemente, la imagen

del quetzal volando entre los

árboles cubiertos por nubes es

la imagen perfecta de un

bosque nublado o BMM, y de

alguna manera esta imagen

hace alusión a la extrema

diversidad biológica de estos

bosques. En busca de las causas

de esta megadiversidad, se han

hecho innumerables estudios en

este tipo de vegetación, la

mayoría sobre la vegetación

misma, mas también sobre la

historia, la biogeografía

(incluyendo las relaciones filo-

genéticas de los fragmentos de

BMM, p. ej. Luna-Vega y

Magallón, 2010; Ruiz-Jiménez et al., 2012), los hongos (p. ej.

Abarca et al., 2004, 2006; Arias et al., 2010), los insectos (Morón-R.

y Terrón-S., 1984) y, por

supuesto, los vertebrados. Sin

embargo, hasta la fecha

Page 625: Bosque mesófilo de México.docx

FAuNA DE Los BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA 239

no se había hecho una

compilación de los vertebrados

del bosque mesófilo de montaña a

nivel nacional como la que se

presenta en este libro. El ejercicio

previo sobre fauna más robusto

es el de Flores-Villela y Gerez

(1994), un compendio que incluye

todos los tipos de vegetación de

México.

¿A qué se le llama bosque mesófilo de montaña?

En las montañas de la región

intertropical, afectadas por la

presencia estacional o

frecuente de niebla, se

desarrolla un conjunto

heterogéneo de comunidades

vegetales, conocidas

comúnmente como bosques

tropicales montanos de niebla

(Hamilton et al., 1995; Kappelle,

1996). Una particularidad de

estos bosques es la gran

abundancia y diversidad de

epífitas, tanto vasculares como

no vasculares (briofitas,

pteridofitas, orquídeas,

aráceas, bromelias, peperomias

y araliáceas; Gentry, 1995;

Mayorga-Saucedo et al., 1998;

Barthlott et al., 2001). Algunos

autores consideran que la

presencia de helechos

arborescentes (familia

Cyatheaceae) constituye un

rasgo distintivo de esta

vegetación (Stadmüller, 1987);

Page 626: Bosque mesófilo de México.docx

Pseudoeurycea ruficauda,

especie arborícola

endémica de Oaxaca,

habita bosques de encino,

pino-encino y mesófilo de

montaña, en altitudes que

van de 2 235-2 290 m.

sin embargo, este tipo de

plantas no siempre está

presente. El clima en que se

desarrollan los BMM es gene-

ralmente Cf (templado

húmedo), aunque también se

hallan en los climas Af, Am, Aw

y Cw (mayor detalle véase

Gual-Díaz y González-Medrano,

este volumen). La temperatura

media anual en estos sitios

varía entre 12 y 23 °C, con una

precipitación media anual no

menor a 1 000 mm, si bien

puede llegar a 3 000 mm e

incluso a más de 5 000 mm en

algunas zonas (Rzedowski y

Palacios-Chávez, 1977; Gual-

Díaz y González-Medrano, este

volumen). Estas características

proveen un habitat muy

particular para el desarrollo de

especies de animales, desde los

recursos para la alimentación

hasta los refugios disponibles.

Otra rasgo particular es que los

BMM se distribuyen a manera de

parches discontinuos, que

constituyen pequeñas exten-

siones de terreno para la fauna

que albergan (Munguía et al., 2008).

Historia y biogeografía del bosque mesófilo de montañaEl BMM se encuentra distribuido

altitudinalmente entre la selva

alta (o rain forest) y los bosques

templados compuestos

principalmente por coníferas. Por

ello es más cálido que los

bosques templados, pero más

Page 627: Bosque mesófilo de México.docx

fresco que los tropicales, lo cual

le permite actuar como “refugio”

o corredor entre ambos tipos de

vegetación, para los organismos

que habitan zonas montañosas.

Florísticamente, el BMM está

compuesto por elementos de

bosques templados asociados al

Page 628: Bosque mesófilo de México.docx

240 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Neártico, elementos de

bosques tropicales asociados

al Neotrópico y endémicos,

estos últimos muy

significativos en cuanto al

número de especies

(Rzedowski, 1978; Luna-Vega

et al., 1999; Luna-Vega y

Magallón, 2010). Por

supuesto, la proporción de

estos elementos varía

dependiendo de la ubicación

geográfica del BMM: los

elementos característicos de

los bosques en la Sierra

Madre Oriental no son los

mismos que en los de la

Occidental (Villaseñor, 2010;

Ruiz-Jiménez et al., 2012).

Lomolino y

colaboradores (2010)

relacionan el fenómeno de

extrema diversidad en

altitudes medias, altitud

correspondiente al BMM, con

el Pleistoceno (periodo

comprendido entre 20 mil y

2 millones de años atrás),

cuando la variabilidad

climática, la dinámica de los

paisajes y el cambio en los

niveles de los mares podrían

haber causado una increíble

cantidad de biotas en des-

equilibrio (non-equilibrium biotas), lo que habría

provocado un ‘boom’ en la

diversidad. Es decir, el

Pleistoceno fue un periodo

Page 629: Bosque mesófilo de México.docx

acelerado en las dinámicas

de especiación, dispersión y

extinción (Drakare et al., 2006). Esta controvertida

teoría de los refugios

pleistocénicos se ha

utilizado para explicar la

gran cantidad de

endemismos en México

(Wake et al., 1992; Smith et al., 2007; Wiens et al., 2007;

Munguía et al., 2008), pues

se ha argumentado que los

refugios pleistocénicos son

más comunes donde la

complejidad topográfica es

alta, es decir, donde hay

valles, cañadas, angosturas,

hondonadas, etc., ya que

esto incrementa las

posibilidades de aislar

comunidades con

temperaturas relativamente

altas durante los periodos

glaciares. Por el contrario,

en zonas planas o con poca

variación en la elevación, las

bajas temperaturas

prevalecerían y las

extinciones locales serían

comunes (Waltari et al., 2007). Sin embargo, vale la

pena resaltar que esta es

solo una teoría y además

bastante criticada,

Page 630: Bosque mesófilo de México.docx

Bothriechis rowleyi, especie

endémica de Oaxaca y

Chiapas, habita bosques de

encino y mesófilos de

montaña; sujeta a

protección especial (NOM-

059 SEMARNAT, 2010) y

considerada como

vulnerable (IUCN, 2010). FoTo:

aunque ampliamente utilizada. No obstan-

te, según estudios más recientes, los BMM de

México tienen una preponderancia de linajes

recientes de vegetación combinados con una

representación de linajes antiguos (Luna-Vega

y Magallón, 2010), posiblemente provenientes

de múltiples olas de migración en diferentes

periodos geológicos durante el Terciario y, por

supuesto, el Pleistoceno (Acosta, 2004).

La megadiversidad de

México (Mittermeier et al., 1997) ha intrigado desde

tiempos inmemorables a los

bioge

ógrafos, ya que la diversidad

alfa (número de especies en

una localidad) es

relativamente baja en México

en compara-

Page 631: Bosque mesófilo de México.docx

FAuNA DE Los BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA 241

ción con otros países

megadiversos (p. ej. Arita,

1997); es decir, si se compara

el número de especies

encontradas en una parcela de

10 x 10 m en, prácticamente,

cualquier lugar de México con

el número de especies

encontradas en una parcela del

mismo tamaño en Costa Rica o

Colombia o Brasil (otros países

megadiversos), siempre va a

ser menor el número de

especies encontradas en

México. Por lo tanto, si la

megadiversidad de México no

se basa en la diversidad alfa,

entonces debe ser explicada

en términos de diversidad

beta, componente que

cuantifica el cambio en la

composición de especies entre

localidades (Arita y León-

Paniagua, 1993; Sarukhán et al., 1996). La evidencia

empírica referente a los

vertebrados mexicanos

muestra constantemente altos

valores en la diversidad beta,

sin importar la escala espacial

a la que se haga el estudio. Por

ejemplo, a nivel de paisaje con

murciélagos (Moreno y Halffter,

2001), con anfibios (Pineda y

Halffter, 2004), o a las escalas

espaciales gruesas (~2 500 a

160 000 km2) para mamíferos

(Arita y Rodríguez, 2002;

Rodríguez y Arita, 2004), para

Page 632: Bosque mesófilo de México.docx

Cardellina pusilla, especie

endémica de México,

residente de invierno y

típica de los bosques

mesófilos de montaña;

hábito alimenticio carnívoro

e insectívoro; considerada

en preocupación menor

(IUCN, 2012). FoTo: RuBÉN oRTEGA

reptiles y anfibios (Flores-

Villela et al., 2005) y para aves

(Lira-Noriega et al., 2007), se ha

encontrado una alta diversidad

beta. Ochoa-Ochoa y

colaboradores (datos no

publicados) encontraron que la

diversidad beta de cada grupo

taxonómico contribuye de

manera diferente a la

megadiversidad de México. Las

diferencias en estas tendencias

quizá se deban a la variación

en la historia biogeográfica

(Koleff et al., 2008) y a la

percepción de la

heterogeneidad ambiental por

parte de cada grupo

taxonómico.

Además de la gran diversidad en México, la cantidad de endemismos es

muy alta. Entendamos endemismo como aquellas especies que tienen toda su

distribución dentro de los límites de la República Mexicana. Con excepción de

las aves, que tienen menos de

10% de endemismo, los otros

vertebrados terrestres

sobresalen en este aspecto, ya

que alcanza casi 60% en

anfibios, más de 55% en reptiles

y más de 40% en mamíferos. La

proporción de endemismos a

nivel de especie para el bosque

mesófilo de montaña es de 30%

(Flores-Villela y Gerez, 1994).

Un caso extremo son las sala-

mandras del género endémico

Thorius: casi en cada bosque

Page 633: Bosque mesófilo de México.docx

mesófilo de la Sierra Madre

Occidental se puede encontrar

una especie distinta (Rovito et al., 2013).

En resumen, se puede

decir que, debido a la variación

en elementos característicos y

especies endémicas, los BMM no

se deben considerar

monofiléticos (es decir, que

tienen un único

Page 634: Bosque mesófilo de México.docx

Marmosa mexicana, conocida

como rata zarigüeya o ratón

tlacuache, habita bosques

húmedos y deciduos, de

hábitos nocturnos y

arborícolas, rara vez baja al

suelo, se alimenta de frutas,

huevos, de insectos y

pequeños vertebrados

considerada en preocupación

menor (IUCN, 2012).

242 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

origen) y los esfuerzos por

conservarlos deben tomar en

cuenta el establecimiento de

reservas regionales,

provinciales y locales, que

puedan representar mejor la

distribución natural y hetero-

geneidad de los BMM de México

(Acosta, 2004).

Conservación del bosque mesófilo de

montañaPor la riqueza de recursos,

gran parte de los BMM han

tenido asentamientos

humanos por largo tiempo.

Estudios sobre la diversidad y

estructura de la vegetación

han encontrado evidencias del

manejo de los mismos; por

ejemplo, los apro-

vechamientos forestales disminuyeron la diversidad de especies, modificaron la

distribución espacial de los árboles y la diferenciación dimensional (ej. Corral-Rivas

et al., 2008; González-Espinosa et al., 2012).

Page 635: Bosque mesófilo de México.docx

La fauna de los BMM

padece también estas

presiones humanas. Para

ejemplificar, tomemos el

caso de los anfibios. Hoy en

día, los anfibios

neotropicales son

considerados el grupo de

vertebrados más amenazado

por la deforestación. Datos

recientes de México y

Guatemala muestran la

situación crítica de muchas

salamandras de la familia

Plethodontidae, cuyas

poblaciones están

declinando (Rovito et al., 2009). Este tipo de

fenómenos se ha vinculado

con la deforestación de

tierras bajas y de las zonas

pre-montanas, la cual ha

ocasionado que la capa de

nubes se eleve (Lawton et al., 2001; Nair et al., 2003; Ray et al., 2006), que haya, como

consecuencia, una reducción

de la humedad en el suelo

del bosque, y, finalmente,

que algunos anfibios

terrestres se vean

gravemente afectados.

México ocupa el cuarto

lugar en el mundo en

diversidad de anfibios, en

cuanto a número de

especies (AmphibiaWeb,

2012), o el quinto, según la

Evaluación Global de los

Anfibios (Global Amphibian Assessment, IUCN, 2011). De

las 250 especies endémicas

Page 636: Bosque mesófilo de México.docx

registradas para México,

80% son micro-endémicas,

es decir, son especies con

área de distribución muy

restringida (Johnson et al., 2001; Ochoa-Ochoa et al., 2009; Frías-Álvarez et al., 2010); muchas de ellas

pertenecen a los BMM. Se

espera, por razones de

parsimonia o principio de

Ockham (el cual enuncia que

en igualdad de condiciones,

la explicación más sencilla

suele ser la correcta), que

las especies endémicas o las

especies muy raras sean

más propensas a la extinción

debido a la pérdida de

hábitat u otros factores

(Lehtinen et al., 2003; Urbina-

Cardona et al., 2006). En

otras palabras, si una

especie se distribuye en

áreas pequeñas o su

población es pequeña es

más fácil que se extinga.

Page 637: Bosque mesófilo de México.docx

Choeronycteris mexicana, habita

lugares diversos, desde

bosques secos (espinosos,

tropicales caducifolio y

subcaducifolio), hasta

templados y húmedos (de

pino, de encino y mesófilo de

montaña); considerada como

amenazada (NOM-059-

SEMARNAT, 2010), y casi

amenazada (IUCN, 2010).

FAuNA DE Los BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA 243

Se ha estimado que la fragmentación ame-

naza a 89% de los anfibios neotropicales (Young

et al., 2004), ya sea por el aislamiento de sus po-blaciones, por la endogamia o por los efectos de

borde; esto último significa que las condiciones

ambientales del fragmento cambian: en los BMM,

esto equivale a menos humedad y más radiación

solar, lo cual, a su vez, causa un incremento de

especies generalistas u oportunistas, así como de

nuevos depredadores, e incluso la introducción

de enfermedades. Otro punto importante es lacreciente desconexión entre los ambientes acuá-

ticos y los terrestres. Las

conexiones entre ambos tipos

de ambiente son esenciales

para la reproducción de anfibios

y su persistencia (Stuart et al., 2004; Becker et al., 2007, 2010).

En muchos sitios, los BMM han

sido preservados (al menos en

parte) porque capturan agua, y

es común que un parche de

BMM relativamente bien

conservado tenga al menos un

arroyo. La transformación de los

bosques tropicales, incluidos los

BMM, ha tenido una historia

larga y descorazonadora, que,

durante los últimos siglos, ha

Page 638: Bosque mesófilo de México.docx

sido impulsada por el impe-

rialismo y el colonialismo,

ligados en diferentes sentidos

con la cultura de ‘propiedad del

mundo’ (Buckhingham, 2012).

Como consecuencia, la mayoría

de los BMM se han convertido en

sistemas complejos con

diferentes grados de

transformación.

Aunado a la tala o

deforestación, la extracción

masiva de hojarasca (para ser

vendida como abono orgánico

en las ciudades) de los BMM

tiene un efecto devastador

directo en ciertos grupos,

como las ranitas de hojarasca

de los géneros Craugastor y

Eleutherodactylus, o salamandras

de la familia Plethodontidae;

además tiene un efecto

perjudicial en el largo plazo

porque al extraer la hojarasca

se va dejando, poco a poco, sin

nutrientes al bosque.

Se han creado distintas

figuras ‘legales’ para

conservar, no solo éstos, sino

todos los tipos de vegetación,

entre las que se encuentran: el

pago por servicios

ambientales, el programa

REDD+ de apoyo económico

para la conservación y la re-

forestación (Knoke et al., 2009)

y, probablemente las más

interesantes, todos los

esfuerzos sociales, en

crecientes versiones y áreas,

destinados a la conservación

(Bezaury-Creel et al., 2012).

Page 639: Bosque mesófilo de México.docx

Estas expresiones sociales

provienen de personas o

comunidades que perciben la

importancia y la necesidad de

preservar parte de la

vegetación natural de sus

propiedades.

Vale la pena resaltar que,

a pesar de la extrema riqueza y

diversidad que representan los

BMM, para algunos de los sitios

el conocimiento de los

vertebrados

Page 640: Bosque mesófilo de México.docx

244 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

sigue en etapa de inventario (ej. para aves, Valencia-Herverth et al., 2011; para mamíferos, Pérez-Lustre et al., 2006; Aranda et al., 2012; para

anfibios, Vite-Silva et al., 2013; Sandoval-Comte et al., 2012; Ochoa-

Ochoa, 2012; para reptiles, Macip-Ríos y Muñoz-Alonso, 2008). En cada

uno de los capítulos tocantes a los vertebrados terrestres se indican las

regiones de nuestro país con vacíos de información. No obstante, debido

a la presión constante en los BMM por parte de las sociedades y tomando

en cuenta los elementos históricos, cantidad de endemismos, recambio y

estructura geográfica de los BMM, es necesario implementar reservas,

tipo islas, conectadas por dos tipos de corredores: uno a lo largo de

sistemas templados y otro que se distribuya por sistemas tropicales, con

el fin de permitir la posible dispersión de organismos cuyos orígenes

residen en dichos sistemas. Esto permitiría asegurar la conservación de

sus elementos en el largo plazo.

Como se mencionó al principio de esta introducción, esta es la

primera recopilación de la fauna propia de los BMM de toda la República

Mexicana. En el presente libro se podrá encontrar una compilación de

aves y de mamíferos del BMM. En el caso de anfibios y reptiles, se

presentan listas de géneros probablemente presentes en los BMM, por

entidad federativa, así como un análisis del estatus de conservación de

estos grupos. Vale la pena destacar que todos los capítulos cuentan con

una lista actualizada de especies del BMM.

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Page 655: Bosque mesófilo de México.docx

ANFIBIOS EN EL BOSQUE /

MESOFILO DE MONTAÑAEN MÉXICO

Martha Gual-Díaz,Irene Goyenechea Mayer-Goyenechea

249

Plectrohyla matudai, especie endémica, habita ambientes

acuáticos en selva alta perennifolia y bosques

mesófilo de montaña, de encino y de pino-encino, en

Oaxaca y Chiapas, considerada como vulnerable (IUCN,

2012).

FoTo: LETiciA M. ocHoA ocHoA

CuADRo 1. Riqueza de anfibios a nivel mundial

Autor Familia Género EspeciesFlores-Villela (1993) 36 398 4019

Frost et al. (2006) 48 467 5 948

Frost (2013) 73 530 7044

Evaluación del grupoLos anfibios están distribuidos en todos los

ambientes terrestres y de agua dulce, pero

ausentes en los hábitats más fríos y secos del

planeta (Frost et al., 2006). En 1993, se dio un

cálculo de 4 019 especies en todo el mundo;

para 2006 esta cifra aumentó a 5 948 especies,

y para 2013 se elevó a 7 044 especies en el

mundo. Estos cambios se deben a que se ha ido

conociendo más el grupo con el transcurso de los

años (cuadro 1).

Para América se registran

aproximadamente 241 especies en la región

Neártica y 2 465 especies en la Neotropical

(Duellman, 1999); por lo que esta última región

es la más rica y diversa en anfibios en todo el

mundo (Muñoz, 2010).

En la región Mesoamericana existen tres

países que se distinguen por su alta riqueza de

especies de anfibios: Panamá con 172, Costa

Rica con 178 (Savage, 1982) y el primer lugar es

para México, con aproximadamente 372 (Frías-

Álvarez et al., 2010). Esta evaluación de especies

Page 656: Bosque mesófilo de México.docx

registrada para nuestro país indica que, a nivel

mundial, ocupa el quinto lugar en cuanto a

diversidad (Angulo et al., 2006; Young et al., 2001).

De acuerdo con Liner (2007), México posee

una de las mayores herpetofaunas del mundo.

Sin embargo, el grupo está en grave riesgo ya

que más de 50% de las especies de anfibios del

país se encuentran ame-

Page 657: Bosque mesófilo de México.docx

250 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

nazadas (Angulo et al., 2006). Como quedó expresado en la conclusión

de la Evaluación Global de Anfibios (GAA, 2004), a nivel mundial, México

está ubicado en el segundo lugar, con mayor número de especies en

riesgo de extinción (Stuart et al., 2004).

Se tienen aproximaciones a nivel nacional del número de especies

que conforman al grupo de los anfibios, no así por estados ni

municipios, en donde se carece de listados completos que indiquen,

además, sus hábitos y el ambiente utilizado, por lo que su

representatividad por región o por ecosistema es casi nula.

Diversidad y endemismoLa riqueza biológica de México es un producto combinado de la gran

variación de topografía y clima encontrados en su superficie (Flores-

Villela y Gerez, 1994). Nuestro país tiene una historia geológica

compleja y su situación entre Norteamérica y Suramérica le otorga un

carácter único de transición faunística y florística que no tiene

comparación en el planeta (Savage, 2002). Wilson y Johnson (2010)

reportan que en México se distribuyen 318 especies de anfibios; por su

parte, Frost (2013) reporta 379 especies.

De acuerdo con Ceballos (2001), desde los tiempos de Darwin y

Wallace, la idea de que las especies se pueden caracterizar en las raras

y en las abundantes ha sido fundamental en ecología y evolución; en

décadas recientes, las especies raras se han convertido en un grupo

prioritario para la conservación, debido a su propensión a la extinción.

Nuestro país es un centro de endemismos (Ochoa-Ochoa y Flores-

Villela, 2006), ya que ocupa el tercer lugar a nivel mundial con mayor

cantidad de especies endémicas de anfibios, aproximadamente 250

especies (Angulo et al., 2006; Frías-Álvarez et al., 2010), dato que, de

acuerdo con Flores-Villela (1993) y FloresVillela y Gerez (1994),

contrasta con los otros grupos de vertebrados terrestres en México.

La diversidad del grupo se concentra sobre todo en el sureste

del país, en especial en la zona definida por Johnson (1989) como la

parte Noreste Nuclear de América Central (Northwestern Nuclear Central America), región en la que se han reportado al menos 85 especies de

ranas, 25 salamandras y dos cecilias (112 anfibios en total), y donde

una gran proporción de estas especies son endémicas (Muñoz, 2010).

Por ejemplo, en el estado de Veracruz se tenía registrado, hasta 2008

(Guzmán-Guzmán et al.), un total de 103 especies de anfibios,

cantidad que lo coloca como la tercera entidad con mayor riqueza de

Page 658: Bosque mesófilo de México.docx

especies, solo superado por Oaxaca y Chiapas (Flores-Villela y

CansecoMárquez, 2004).

Page 659: Bosque mesófilo de México.docx

ANFiBios 251

Anfibios en el bosque mesófilo de montañaDada la gran

diversidad del

grupo de los

anfibios en

México, se

presenta el pro

ducto de un

esfuerzo de la

Comisión

Nacional para el

Conocimiento y

Uso de la

Biodiversidad

(CONABIO

integrar el

conocimiento

expresado en

literatura

científica (118)

que hasta el

momento se

tiene de los

anfibios en el

(véase literatura

citada en el

Anexo III). Este

proceso de

integración del

conocimiento del

grupo permite

presentar ahora

una lista de 183

especies de

anfibios a nivel

nacional,

registrados en

Page 660: Bosque mesófilo de México.docx

400

350

300

250

200

150

100

50

017 10

M é x i co B M M

5 23 4

3 7 9

1 8 3

familias géneros especies

FiGuRA 1. Riqueza de familias, géneros y

especies de anfibios (Frost, 2013) y en

el bosque mesófilo de montaña en

México.

este tipo de

bosque (cuadro 2

y mayor detalle

véanse la Lista de

especies de

anfibios y la Lista

comentada en el

Anexo III).

CuADRo 2. Riqueza

de anfibios

registrada (2004-

2013) en México y

en el bosque

mesófilo de

montaña

Autor(es)

Flores-Villela & Canseco-Márquez (2004)

Liner (2007)

Wilson & Johnson (2010)

Frost (2013)

Autor(es)

Gual & Goyenechea (este trabajo)

Ten

emos

entonce

s que

48% de

lo

reportad

o para

México

por

Frost

(2013)

se

encuent

Page 661: Bosque mesófilo de México.docx

ra en el

BMM. En

el cua-

dro 2 se

muestra

la

riqueza

registra

da de

2004 a

2013 del

grupo

en

México

y el BMM;

en la

figura 1

se

compar

a el

conocim

iento de

familias,

géneros

y

especies

registra

do a

nivel

nacional

, de

acuerdo

con los

reportes

de Frost

(2013) y

el

registra

do hasta

el

moment

Page 662: Bosque mesófilo de México.docx

o en el

BMM.

Las

183

especies

de

anfibios

reportad

as en el

BMM es-

tán

represe

ntadas

por 119

anuros

(ranas y

sapos) y

64 cau-

dados

(salama

ndras),

de las

cuales,

118

especies

(72

anuros y

46

caudado

s) son

endémic

as para

el BMM

(véase

la Lista

de

especies

endémic

as en el

Anexo

III).

Page 663: Bosque mesófilo de México.docx

Por

otro

lado, de

las 17

familias

de

anfibios

que

existen

en

México,

diez se

encuent

ran

represe

ntadas

en los

BMM, lo

que

significa

que

59% de

las

familias

conocid

as de

anfibios

para

México,

se

encuent

ra

registra

do en el

BMM

(figura

2).

Existen

ocho

familias

de

anuros

Page 664: Bosque mesófilo de México.docx

que

habitan

en el

BMM,

pero son

cuatro

las que

compre

nden la

mayor

ri-

Page 665: Bosque mesófilo de México.docx

FiGuRA 2. Especies de anfibios por familia en México y en el

bosque mesófilo de montaña.

Centrolenidae

Leptodactylidae

Microhylidae

Ambystomatida

e

Eleutherodactyli

dae Ranidae

Bufonidae

Craugastoridae

Hylidae6 3

Plethodontidae _____________________________117

11

2

34

M é x i cB M M

6

11 8

72 4

1 12 7

1 03 5

2 23 9

6 21 0 3

252 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

queza; la familia Hylidae es la

mejor representada con 62

especies, seguida de

Craugastoridae con 22 especies,

la familia Ranidae con 11

especies y Bufonidae con diez.

Los anuros con menor número de

especies son: la familia Eleuthero-

dactylidae, que cuenta con siete

especies; Leptodactylidae, con

cuatro especies; Microhylidae,

representada por dos especies, y

Centrolenidae, con una especie

(figura 2). De las dos familias de

caudados (salamandras) que

habitan en los BMM,

Plethodontidae es la mejor

representada con 63 especies,

mientras que Ambystomatidae

cuenta con solo una especie

registrada (figura 2).

Page 666: Bosque mesófilo de México.docx

Pseudoeurycea cephalica,

especie endémica, habita

zonas húmedas de bosques

templados y mesófilos de

montaña. Considerada

amenazada (NOM-059-

SEMARNAT, 2010) o casi

amenazada (IUCN, 2010).

Muchos especialistas piensan

que aún faltan estudios

herpetofaunísticos en el país. Este

trabajo lo demuestra, pues a pesar

de haber sistematizado la

información de los anfibios

recabada y dada a conocer hasta

2012 en los BMM, el listado general

a nivel nacional es significativo, sin

embargo, el conocimiento que

sobre los anfibios se tiene tanto a

nivel estatal y municipal como por

tipo de vegetación es aún

insuficiente para algunos de ellos.

Se reconoció la existencia de

BMM en 22 estados de nuestro

país, 11 de los cuales tienen

insuficientes trabajos publicados

sobre anfibios, además de que los

informes llegan a mencionar solo

dos a diez especies, cifra que se

considera no apta para calificar el

conocimiento como suficiente. Los

estado

s que caen dentro de estas cifras

son: Colima, Distrito Federal,

Durango, Guanajua-

Page 667: Bosque mesófilo de México.docx

FiGuRA 3. Distribución estatal de anfibios en el bosque mesófilo de

2

3

3

4

4

7

7

8

8

8

1 0

1 1

1 1

1 3

1 7

3 3

3 3

3 9

5 5

6 7

7 2

1 8 3

379

ANFiBios 253

Nuevo León

Guanajuato Distrito

Federal Tlaxcala Durango

Nayarit Colima Sinaloa

San Luis Potosí

Querétaro Morelos

Michoacán Jalisco

Estado de México

Tamaulipas

Guerrero Hidalgo Puebla

Veracruz Oaxaca

Chiapas BMM

México

to,

Morelos,

Nayarit,

Nuevo

León,

Querétar

o, San

Luis

Potosí,

Sinaloa

y

Tlaxcala

(figuras

3 y 4).

Respect

Page 668: Bosque mesófilo de México.docx

o al BMM

del

estado

de

Durango

,

Villaseñ

or (com.

pers.,

2010),

de la

Universi

dad

Nacional

Autóno

ma de

México,

comenta

que este

registro

no

correspo

nde a

este tipo

de

bosques,

ya que

lo

verificó

personal

mente, y

los

element

os

florístico

s

correspo

nde a

otro de

tipo de

bosque

templad

Page 669: Bosque mesófilo de México.docx

o. En el

estado

de

Tabasco,

que

sería el

estado

número

22, se

reporta

sobre

una pe-

queña

asociaci

ón de

BMM,

dato que

es de

nuestro

conocimi

ento por

la M. en

C. Ofelia

Castillo

Acosta

(com.

pers.,

2012),

de la

Universi

dad

Juárez

Autóno

ma de

Tabasco,

pero que

no ha

sido

publicad

o. La

distribuc

ión

Page 670: Bosque mesófilo de México.docx

estatal

registra

da de

los

anfibios

en el

BMM se

presenta

en las

figuras 3

y 4 así

como en

el

cuadro

3.

Con

ocer los

listados

faunístic

os de un

área,

como la

estatal,

es

esencial

para el

desarroll

o de

estudios

de

diversa

índole,

pues

permitirí

a

desentra

ñar el

papel

ecoló-

gico y

evolutivo

que cada

Page 671: Bosque mesófilo de México.docx

grupo

tiene en

el lugar.

Por el

contrario

, es claro

y

rotundo

que

descono

cer las

especies

que

residen

en un

sitio

conduce

a

entender

aún

menos el

papel

biológico

que

desempe

ñan al

interior

de las

redes

ecológic

as. Por lo

tanto, el

hecho de

tener

descrita

y

clasificad

a la

fauna de

un sitio

nos da la

posibilid

Page 672: Bosque mesófilo de México.docx

ad de

llegar a

conserva

rla y

apreciarl

a

(Gadsde

n en

Ramírez-

Bautista

et al., 2010).

Los

listados

estatale

s

proporci

onan un

panoram

a

general

de la

distribuc

ión de

las

especies

; sin

embargo

, se

reconoc

e que en

territorio

s más

reducido

s que las

entidade

s

federativ

as

existen

zonas

que

Page 673: Bosque mesófilo de México.docx

potencia

lmente

albergan

un gran

nú-

Page 674: Bosque mesófilo de México.docx

FiGuRA 4 Distribución

conocida de los

anfibios en el bosque

mesófilo de montaña.

0 100 200

105º 102º 99º 96º 93º

4 0 0 k m

24º

21º

18º

15º

254 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

mero de especies que aún desconocemos. En cuanto a especies

registradas en 13 a 15 estados tenemos al sapo Incillus occidentalis con

un amplio intervalo de distribución, ambientes húmedos de vegetación

diversa, desde matorrales xerófi los hasta bosques de encino y

mesófilos de montaña; o bien a la salamandra o tlaconete pinto

Pseudoeurycea belli, de ambientes muy húmedos en bosques templados

(de pino y de pino-encino) y mesófilos de montaña.

En otro grupo de especies con registros estatales de entre 10 y 11

está el sapo marmoleado Incillus marmoreus, de ambientes húmedos en

bosques templados y mesófilos de montaña; la babosa o tlaconete

Pseudoeurycea cephalica, reportada en zonas muy húmedas de bosques

templados, pastizales y bosques mesófilos; o especies en ambientes

templados, secos o húmedos, como la rana Eleutherodactylus nitidus,

registrada en bosques templados, mesófilos y en matorrales xerófilos;

la rana enana Tlalocohyla smithii, que habita bosques secos (caducifolio y

subcaducifolio) hasta templados (de pino, de pino-encino) y mesó-fi los

de montaña; la rana Ecnomiophyla miotympanum, registrada en ambientes

húmedos de bosques templados, mesófilos, perennifolios y matorrales

xerófilos. Otro ejemplo es la rana arborícola Plectrohyla bistincta,

Page 675: Bosque mesófilo de México.docx

habitante de ambientes diversos que van desde matorrales xerófilos

hasta bosques templados y húmedos de montaña.

Page 676: Bosque mesófilo de México.docx

ANFiBios 255

CuADRo 3. Observaciones a la riqueza estatal de anfibios

Estado ComentarioRegistradas para el estado 72 especies de anfibios. La familia Hylidae es la mejor representada

Chiapascon 27 especies.

Colima Los anfibios del estado están poco estudiados. Se registran siete especies de cuatro familias.

Distrito Federal Solo hay registradas tres salamandras de la familia Plethodontidae.

Durango Se tienen registradas cuatro especies de cuatro familias de ranas.

Otro estado poco estudiado. Se han registrado tres especies de tres familias de ranas

Guanajuato y una de salamandras.

Se han registrado 33 especies de anfibios, representados por siete familias (cinco de ranas y dosGuerrero de salamandras).

Se han registrado 33 especies de anfibios en este estado. De estas, la familia mejor representadaHidalgo

es Hylidae.Se han reportado solo 11 especies de anfibios en este estado, representados por cuatro familias

Jalisco de ranas y una de salamandras.

Estado Los anfibios registrados están representados por 13 especies, agrupadas en cuatro familiasde México de ranas y una de salamandras.

Michoacán Estado representado por 11 especies de anfibios, en cuatro familias de ranas y una de salamandras.

Morelos En el estado hay representadas diez especies en cuatro familias de ranas y una de salamandras.

Las especies registradas para este estado son siete, distribuidas en cuatro familias (tres de ranas

Nayarit y una de salamandras). El grupo está muy poco estudiado en esta entidad.Están reportadas únicamente dos especies de ranas en el estado, donde el grupo está pobremente

Nuevo Leónestudiado.

Oaxaca

Se tienen registros de 67 especies de anfibios de seis familias (cinco de ranas y una de salamandras). Esta es la entidad con mayor número de salamandras, 23 especies de la familia Plethodontidae de los géneros Pseudoeurycea (13), Thorius (8) y Bolitoglossa (2). Las demás especies reportadas en los BMM del estado corresponden a ranas.

Este estado cuenta con 39 especies de anfibios registradas, pertenecientes a seis familias de ranasPuebla

y una de salamandras. La mejor representada es Hylidae, con 11 especies.

Estado con poco conocimiento del grupo, ocho especies de cinco familias. Las salamandras están

Querétaro representadas por la familia Plethodontidae.

Se han registrado ocho especies de anfibios pertenecientes a cinco familias. Es otro de los estados con

San Luis Potosí poco conocimiento de este grupo. Las salamandras están representadas por la familia Plethodontidae.Representado por cuatro familias y ocho especies de ranas; es otro estado en el que el grupo está

Sinaloapoco estudiado.Están registradas 17 especies de anfibios, pertenecientes a cinco familias de ranas y una de salamandras.

TamaulipasEsta última es la familia Plethodontidae, representada por seis especies.Es otro estado con escaso conocimiento del grupo. Hay solo cuatro especies registradas, pertenecientes

Tlaxcalaa tres familias de ranas: Bufonidae, Hylidae y Ranidae y una de salamandras: Plethodontidae.

Se tienen registradas 55 especies de anfibios pertenecientes a ocho familias de ranas y una deVeracruz salamandras. La familia mejor representada es Hylidae, con 19 especies. Es importante

mencionar

que solo en esta entidad se registran las familias Microhylidae y Centrolenidae.

Page 677: Bosque mesófilo de México.docx

256 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Poco más de 78% de las

especies en el BMM han sido

reportadas tan solo en una o

dos entidades estatales; de

ese porcentaje, 86 especies

son endémicas (más de 72%

del endemismo registrado en

el BMM), de las cuales 23%

tienen preferencia por los

bosques templados y

mesófilos de montaña.

Áreas diversas e importantes del grupo

Es interesante notar que

64% de la anfibiofauna

reportada en Puebla está

también registrada en el

estado de Veracruz; más de

60% de la riqueza de Hidalgo

se encuentra en el estado de

Veracruz; 29% de la riqueza

de Veracruz se encuentra en

el estado de Chiapas; casi

24% de la riqueza de Oaxaca

está contenida en Chiapas;

más de 66% de la riqueza

del estado de Hidalgo se

encuentra en Puebla; más

del 66% de la riqueza de

Guerrero está contenida en

el estado de Oaxaca, y más

del 55% de lo reportado en

Veracruz se encuentra en

Oaxaca.

Page 678: Bosque mesófilo de México.docx

Lithobates berlandieri, habita

zonas con bosque

templados y mesófilos de

montaña, así como zonas

de tipo seco. Sujeta a

protección especial (NOM-

SEMARNAT, 2010) y

considerada en

preocupación menor (IUCN,

2010).

Los estados de

Chiapas, Oaxaca y Veracruz

(figura 1) son los más ricos

en especies y endemismo

de anfibiofauna, además de

ser de los más estudiados

en este grupo de

vertebrados terrestres. Dato

importante es que en ellos

encontramos gran

porcentaje de la riqueza de

los estados aledaños, así

como especies únicas en su

territorio y compartidas

entre ellas (sobre todo

Chiapas y Oaxaca). Por

ejemplo, en Chiapas, se ha

reportado que el tipo de

vegetación más rico en

especies de anfibios es el

BMM

(en

se

gundo lugar, las selvas

altas): anuros (calculados en

más del 73%) y

salamandras (p. ej. las

endémicas del estado

Cryptotriton adelos, C.

alvarezdeltoroi, Dendrotriton megarhinus y D. xolocalcae) son

ejemplos de esta riqueza.

Los anfibios de esta entidad

que habitan los bosques

mesófilos tienen una

característica: ser

Page 679: Bosque mesófilo de México.docx

endémicos y tener

poblaciones

demográficamente raras (llamado tambiénrareza natural) o con una abundancia rela-

tiva baja (Muñoz-Alonso et al., 2013).

De acuerdo con Campbell

(1982), en México, el estado de

Oaxaca es considerado como la

región de mayor endemismo,

particularmente en los bosques

mesófilos de la Sierra de Juárez.

Es tan alto el grado de

endemismo en estos bosques

(mesófilos o de coníferas) que

es posible encontrar por

conjunto de serranías, una, dos

o más especies propias o

incluso géneros endémicos (uno

o dos); la presencia de los

géneros endémicos Cryophis (C.

hallbergi), Exiliboa (E.

Page 680: Bosque mesófilo de México.docx

ANFiBios 257

placata) y

Tantalophis (T.

discolor) indican

un

origen y

aislamie

nto más

antiguos

de la

fauna de

montaña

. El

número

y

distribuc

ión en

varios

sitios

distintos

y la

antigüed

ad de

los

taxones

endémic

os dan

la

impresió

n de

que, en

tiempos

muy

remotos,

más del

80% de

la

superfici

Page 681: Bosque mesófilo de México.docx

e de

Oaxaca

estuvo

cubierto

por un

extenso

bosque

mesófilo

, quizá

no con

la

cubierta

vegetal

que hoy

conoce

mos, ni

con una

similar,

pero sí

con una

equivale

nte

(Casas-

Andreu

et al., 1996).

Algunas

de las

especies

típicas

habitant

es de

estos

bosques

son las

ranas

del

género

Plectro-hyla (p.

ej. P.

avia, P.

Page 682: Bosque mesófilo de México.docx

guatemalensis o P.

ixil) y las

salaman

dras del

género

Bolito-glossa (p.

ej. B.

frankini o

B.

platydactyla).

Se

ha

manejad

o que

los

anfibios

de

Veracruz

son

semejan

tes a los

de Oa-

xaca (se

comentó

anterior

mente

que 55%

de la

anfibiofa

una de

Veracruz

está

contenid

o en el

estado

de

Oaxaca).

Guzmán

-

Page 683: Bosque mesófilo de México.docx

Guzmán

et al. (2011)

comenta

n al

respecto

que esto

se

puede

deber a

la

percepti

ble

similitud

entre

ecosiste

mas y

climas

de

ambos

estados.

Por otro

lado, se

sabe

que los

bosques

mesófilo

s y de

conífera

s de

Mesoam

érica

(incluido

Veracruz

) tienen

el mayor

grado de

radiació

n

adaptati

va en

todo el

Page 684: Bosque mesófilo de México.docx

continen

te, en

salaman

dras

(Wake,

1987).

Por

ejemplo,

para el

estado,

especies

endémic

as y

exclusiv

as de la

región

son las

salaman

dras

Chiropterotriton lavae,

Parvimolge townsendi, Pseudoeurycea lineola y

P. nigro-maculata, y ranas

o sapos

como

Incilius cristatus,

Craugastor spatulatus, Ecno-miohyla valancifer,

Page 685: Bosque mesófilo de México.docx

Megastomatohyla mixomaculata y M.

nubicola.

Endemismo en el bosque mesófilo de montaña

Sobr

e los

ende

mis

mos

regis

trado

s en

el

BMM,

tene

mos

que

118

espe

cies

(de

las

183

regis

trada

s en

este

traba

jo)

son

endé

mica

s

(algu

nas

Page 686: Bosque mesófilo de México.docx

espe

cialm

ente

de

este

ecosi

ste-

ma),

de

las

cuale

s 72

corre

spon

den

a

rana

s

(anur

os) y

46 a

sala

man

dras

(cau

dado

s). El

contr

aste

de

esta

infor

maci

ón

con

la

repor

tada

para

Méxi

co

(250

Page 687: Bosque mesófilo de México.docx

n m

ero

de e

speci

es

end

mic

as

2 5 0

200

150

100

5 0

0

Figura 5. Endemismos en

México

y en el bosque mesófilo

de montaña.

2 5 0

1 1 8

México BMM

espe

cies)

mue

stra

que

más

de

47%

se

conc

entra

en

este

tipo

de

vege

tació

n

(figur

a 5).

D

e los

22

esta

dos

dond

e se

tiene

regis

tro

de

algú

n

integ

rante

del

grup

o,

tene-

mos

que

los

Page 688: Bosque mesófilo de México.docx

más

ricos

en

ende

mis

mos

son

Oaxa

ca

con

55

espe

cies

(de

las

67

regi

s-

trada

s),

Vera

cruz

con

31

espe

cies

(de

las

55

regis

trada

s),

Guer

rero

con

27

espe

cies

(de

las

33

regis

Page 689: Bosque mesófilo de México.docx

trada

s),

Pueb

la

con

21

espe

cies

(de

39

regis

trada

s) e

Hidal

go

con

18

(de

las

33

regis

trada

s); el

resto

de

los

esta

dos

pose

e

entre

una

y 17

espe

cies

end

é-

mica

s. Sin

emb

argo,

no es

Page 690: Bosque mesófilo de México.docx

posib

le

afirm

ar

que

en

estos

cinco

esta

dos

se

conc

entra

el

may

or

porc

entaj

e del

ende

mis

mo,

pues

es

nece

sario

cono

cer

mejo

r al

grup

o en

los

esta

dos

en

los

que

hay

seria

s

defici

Page 691: Bosque mesófilo de México.docx

encia

s en

la

infor

maci

ón

que

de él

se

tiene

.

E

l

cono

cimi

ento

de la

rique

za

de

un

grup

o en

parti

cular

, en

un

marc

o

geo-

gráfi

co

dado

, es

un

requi

sito

previ

o y

fund

ame

ntal

Page 692: Bosque mesófilo de México.docx

para

eval

uar

la

situa

ción

de

cons

erva

ción

de

sus

espe

cies,

y

proc

eder

ento

nces

a

elab

orar

medi

das

de

pro-

Page 693: Bosque mesófilo de México.docx

258 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

tección concretas. El estado crítico de los ecosistemas, como

consecuencia de los acelerados cambios producidos por el hombre, ha

llevado a que instituciones nacionales y extranjeras, conscientes de

este peligro, propongan una serie de recomendaciones para la

preservación del medio ambiente. La medida prioritaria es el

conocimiento y la conservación de la biodiversidad de un área.

Riesgo y protecciónDe acuerdo con de Sá (2005), un tercio (32%) de las especies de

anfibios en el mundo están amenazadas, aproximadamente 122 se

han extinguido desde 1980 y, por lo menos, 43% de las especies están

en declive (disminución de sus poblaciones y desaparición). Por lo

anterior, buen porcentaje de los anfibios en México (casi 25%) necesita

con urgencia el trabajo de campo para confirmar su persistencia y

evaluar su situación actual, antes de que se pueda recomendar una

estrategia para su conservación (Ochoa-Ochoa et al., 2011).

Con relación a los instrumentos encaminados a la protección de la

fauna a nivel nacional y mundial, la Norma Oficial Mexicana para la

Protección de Especies Nativas de México (NOM-059-SEMARNAT-2010)

considera que 43% de las especies de anfibios del BMM están en alguna

categoría de protección, mientras que la Convención sobre el Comercio

Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre

(CITES) señala que solo 1% de las especies del BMM están en alguna

categoría de riesgo. Por su parte, la Unión Internacional para la

Conservación de la Naturaleza (IUCN) considera que 71% de las

especies registradas en el BMM están en alguna categoría de riesgo

(cuadro 3).

Por otro lado, el continuo transporte de la fauna y flora, ha sido una

práctica común del ser humano, lo cual ha facilitado la introducción

intencional o fortuita de especies a ecosistemas que no les son propios.

Estos sucesos, en muchos casos, han provocado serios estragos

ambientales; de hecho, se considera que después de la destrucción de

los hábitats, la introducción de especies exóticas es probablemente la

razón más importante de la desaparición de las especies nativas (Cano,

Hurtado y Josse, 2000). Es obvio que la introducción de especies afecta o

afecta-

Page 694: Bosque mesófilo de México.docx

CuADRo 3. Número de especies consideradas en alguna categoría de riesgo en México

y en el bosque mesófilo de montaña

NOM-SEMARNAT(2012) IUCN (2012) CITES (2012)

México 197 313 2

BMM 65 130 2

rá, directa o indirectamente, la vida silvestre nativa. En el BMM se detectó una especie originaria de

Norteamérica: Lithobates catesbeianus (rana toro) (Ávila-Villegas et al., 2007), que fue introducida a México

y cuya presencia se registró en el BMM del estado de Hidalgo (Ramírez-Bautista, 2010) y en, por lo

menos, la mitad de las entidades federativas del país (Casas et al., 2001).

Page 695: Bosque mesófilo de México.docx

ANFiBios 259

R

ecien

teme

nte

se

come

nzó a

evalu

ar la

situac

ión

actua

l de

algun

as

espec

ies en

riesg

o

crític

o de

extin

ción,

partic

ularm

ente

de

Thorius pennalatus y

Parvimolge townsendi (Sand

oval-

Comt

e et

Page 696: Bosque mesófilo de México.docx

al., 2012)

, y

aún

qued

a

pendi

ente

la

revisi

ón de

much

as

otras

espec

ies.

Debe

recor

darse

que

el

grupo

juega

un

papel

impor

tante

en los

ecosi

stem

as,

tanto

como

presa

s

como

depre

dador

es

(de

Sá,

Page 697: Bosque mesófilo de México.docx

2005)

.

L

os

anfibi

os

son

partic

ularm

ente

sensi

bles a

los

camb

ios

ambi

ental

es. En

ge-

neral,

son

los

prime

ros

anim

ales

en

declin

ar

notab

leme

nte

en

áreas

dond

e se

inicia

la

degra

dació

n

ambi

Page 698: Bosque mesófilo de México.docx

ental;

por

esta

razón

, este

grupo

de

organ

ismos

es

consi

dera-

do

como

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Page 699: Bosque mesófilo de México.docx

dond

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2012)

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Page 700: Bosque mesófilo de México.docx

bins y

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1995)

. La

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2001)

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Page 702: Bosque mesófilo de México.docx

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1996;

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por

Page 703: Bosque mesófilo de México.docx

Craugastor augusti, habita

las zonas húmedas de

bosques templados,

mesófilos de montaña, así

como de zonas secas.

Sujeta a protección menor

(IUCN, 2010).

hong

os y

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(Berg

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Page 704: Bosque mesófilo de México.docx

por la

IUCN

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Page 705: Bosque mesófilo de México.docx

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(acuátic

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deforest

Page 706: Bosque mesófilo de México.docx

ación,

ya

Page 707: Bosque mesófilo de México.docx

260 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

sea por la agricultura,

ganadería o asentamientos

humanos, lleva a la pérdida

de estos ambientes naturales

necesarios para que las

poblaciones se mantengan

en condiciones favorables,

incluyendo su reproducción y

supervivencia (de Sá, 2005).

En cuanto a la

documentación, en México

los trabajos publicados sobre

las especies de anfibios son

pocos y no recientes, o bien,

son estudios enfocados en

una sola especie (parciales).

Se considera importante

comenzar por aumentar los

estudios en los estados en

donde no existe ningún

registro del grupo para este

tipo de vegetación. Ello

permitirá lograr a corto plazo

el recuento completo de la

diversidad del grupo en

nuestro país.

ConservaciónSe requiere una evaluación

cuidadosa de la riqueza de

especies, del ecosistema y

del microhábitat que

ocupan, para entonces

seleccionar y crear nuevas

áreas de protección de su

hábitat, cuidando incluir el

mayor número de especies

del grupo. En principio,

sobra decir que debería

Page 708: Bosque mesófilo de México.docx

Tlalocohyla picta, habita zonas

secas y templadas, en

bosques de encino, de pino o

mesófilo de montaña. Sujeta

a preocupación menor (IUCN,

2010). FoTo: LEoNARDo FERNÁNDEz

BADiLLo

haber un tratado completo

con su información

taxonómica y de

distribución, sin dejar de

lado los estudios

filogenéticos en los cuales se

resalte el status taxonómico

único de varios taxones del

grupo y la naturaleza de

endemismo de muchos otros

(Flores-Villela, 1998).

Sin embargo, el estudio de los taxones del grupo no es equitativo en el país.

Por ejemplo, existe un escaso conocimiento sobre las salamandras en el BMM, como

las endémicas de Chiapas del género Dendrotriton (p. ej. D. megarhinus solo la

colecta tipo hecha en Cerro Tres Picos y D. xolocalcae solo colecta del Monte Ovan-

do), o las

ranitas del género Craugastor, como la endémica de Puebla C. galacticor-hinus (conocida solo por el ejemplar tipo) o la endémica de Chiapas C. montanus(pocas colectas hechas cerca

de la localidad tipo) o bien, la

endémica de Oaxaca C.

polymniae (conocida solo por el

ejemplar tipo). Por lo tanto, el

desconocimiento de la historia

natural de las especies, así

como la desaparición o

declinación de las poblaciones a

Page 709: Bosque mesófilo de México.docx

consecuencia de la

fragmentación y desaparición

del hábitat (lo que ha provocado

menos precipitación y humedad,

sobre todo para las especies

especialistas en micro-hábitats

terrestres, detalles en Rovito et al., 2009) impiden realizar

propuestas para proteger su

hábitat y, en consecuencia,

proteger los procesos ecológicos

y evolutivos que se desarrollan

en ellos.

Page 710: Bosque mesófilo de México.docx

ANFiBios 261

Literatura citada

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Page 717: Bosque mesófilo de México.docx

reptiles e el bqu ANFIBIOS EN Emesófil de moNtañaBOSquE mESóFIL

d ONtAñI r e n e G o y e n e c h e a M a y e r -G o y e n e c h e a , M a r t h a G u a l D í

e G o y e n e c h e a M e y M a r t h a G u a l - D í a z

263

Kinosternon hirtipes en México se distribuye desde Sonora y

Tamaulipas hasta Oaxaca, es una de las tres especies de

tortugas registradas en el bosque mesófilo de montaña,

habita en pequeños cuerpos de agua (charcas, ríos, pantanos,

etc.) en diversos tipos de vegetación; está sujeta a protección

especial (NOM-059-SEMARNAT, 2010) y en preocupación menor

(IUCN, 2010).

FoTo: LEoNARDo FERNÁNDEz BADiLLo

CuADRo 1. Riqueza de reptiles en México

Autor Familia Género EspeciesSmith y Smith (1976) 28 152 685

Flores-Villela (1993) 37 154 706

Flores-Villela (1998) 29 158 693

Flores-Villela y Canseco-

Márquez (2004)36 157 804

Liner (2007) 37 161 850

Wilson et al. (2010) 37 142 830

Uetz (2013) 38 165 855

Evaluación del grupoExisten alrededor de 9 766 especies de reptiles

en el mundo (Uetz, 2013), distribuidas en todos

los ambientes terrestres y marinos,

particularmente en latitudes muy altas o bajas,

dada su condición heteroterma (Flores, 1998).

En América, se reconocen aproximadamente 2

960 especies (Uetz, 2013), siendo la región

Neártica menos rica y diversa que la región

Neotropical. En el siglo XX en México el registro

de la diversidad de reptiles comienza con la

continua publicación (desde 1896-1910) de

descripciones de especies y trabajos diversos del

padre de la herpetología en nuestro país, Alfred

Auguste Delsescautz Dugès; continúa en 1976

con Smith y Smith, quienes documentan 685

especies; en 1998, Flores-Villela calcula que son

693 especies; en 2004, Flores-Villela y Canseco-

Márquez registran 706 especies, y en 2013, Uetz

documenta la existencia de 855 especies

(cuadro 1). Así, las cifras van cambiando

conforme se va conociendo mejor el grupo.

Page 718: Bosque mesófilo de México.docx

Smith y Smith (1976a, b) realizaron una

gran obra en la que quedó registrada la

diversidad herpetofaunística mexicana hasta

entonces conocida. No existe otro trabajo

conocido que supere ni el inventario ni el

conocimiento de los reptiles y los anfibios en

nuestro país. Los reptiles a nivel nacional

conforman uno de los grupos de mayor

diversidad, y, además,

Page 719: Bosque mesófilo de México.docx

264 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

un alto endemismo: poco más de 50% de las especies son propias de

México (Flores-Villela y Gerez, 1994; Flores-Villela, 1998).

La distribución natural de los elementos de este grupo no es

homogénea ya que depende de las necesidades ambientales de cada uno

de ellos. Hay regiones en el país con altas concentraciones de reptiles

registrados, así como las hay en las que el grupo está aún pobremente

conocido taxonómicamente. No obstante, se tienen aproximaciones del

número de especies que conforman el grupo a nivel nacional.

Diversidad y endemismoLa riqueza de especies es una medida útil para conocer la diversidad y

estructura de las comunidades (MacArthur y Wilson, 1967). En México,

la riqueza biológica es producto de la gran variación en la topografía y

el clima (Flores-Villela y Gerez, 1994), así como de una compleja

historia geológica que sitúa el territorio entre Norteamérica y

Sudamérica, posición que le otorga un carácter único de transición

faunística y florística, sin comparación en el planeta (Savage, 1982).

Como ya se dijo, en México se conocen 855 especies de reptiles (de

las cuales, aproximadamente 60% son endémicas, con base en Flores-

Villela y CansecoMárquez, 2004; Ochoa-Ochoa y Flores-Villela, 2006). Tal

riqueza lleva al país a ser el segundo con mayor diversidad de este

grupo, después de Australia (según Flores-Villela y Canseco-Márquez,

2004), si se agrupa a los anfibios y reptiles, México posiblemente ocupa

el número uno en diversidad de herpetofauna). De acuerdo con Flores-

Villela y Goyenechea (2000) y Flores-Villela y Canseco-Márquez (2004),

de la herpetofauna informada para el país en ese momento 33%

corresponde a los saurios, 31% corresponde a serpientes, 20% a los

anuros, 10.6% a las salamandras, y el restante 5.4% lo conforman las

cecilias, bipédidos, tortugas y cocodrilos.

Aquí, como en otras partes del mundo, el aislamiento de las

poblaciones bióticas de reptiles en elevaciones o depresiones ha

llevado al desarrollo de un alto endemismo. La extrema diversidad

topográfica y climática (Flores-Villela et al., 2004) ha llevado a nuestro

país a ser un centro de endemismos (Ochoa-Ochoa y Flores-Villela,

2006), que ocupa los primeros lugares a nivel mundial con mayor

cantidad de especies endémicas de reptiles (Flores-Villela, 1998; Flores-

Villela y Gerez, 1994), cantidad que contrasta con los otros grupos de

vertebrados terrestres en México.

Page 720: Bosque mesófilo de México.docx

Según Flores-Villela (1998), los estados mexicanos con mayor

riqueza de especies endémicas de reptiles son, en orden decreciente:

Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Guerrero, Michoacán, Jalisco, Puebla,

Sinaloa, San Luis Potosí y Nayarit. De acuerdo con Flores-Villela y Gerez

(1994), los ecosistemas en estos estados con mayor diversidad de

vertebrados son: el bosque de encino, el de pino-encino y

Page 721: Bosque mesófilo de México.docx

FiGuRA 1. Representatividad taxonómica de los

reptiles

en el bosque mesófilo de montaña.

1 3 8

se rp ien tes

l aga r t i j a s

5 0

2 1

1 06

familias géneros especies

3

1 0 8

2 2

140

120

100

8 0

6 0

4 0

2 0

0

REpTiLEs 265

el mesófilo, en los que, además, se ha registrado alta riqueza de

herpetofauna endémica (Wake, 1987; Flores-Villela, 1998).

Cruz-Elizalde y Ramírez-Bautista (2012) señalan el bosque

mésofilo de montaña (BMM) de una región sureña del estado de Hidalgo

como el tipo de vegetación que presenta mayor riqueza de especies de

reptiles (15), seguido del bosque de pino (13) y del bosque de pino-

encino (12).

Reptiles en el bosque mesófilo de montañaDada la gran diversidad de reptiles en México, se presenta el producto

de un esfuerzo de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de

la Biodiversidad (CONABIO) para integrar el conocimiento expresado en

la literatura científica (93 referencias) que hasta el momento se tiene

de los reptiles en el BMM (véase Referencias fuente en el Anexo IV).

En 1994, Flores-Villela y Gerez registraron 175 especies con

distribución en el BMM, lo cual significa que 24.8% de los reptiles del

país, conocidos para entonces, se encuentran en el BMM. Es relevante

subrayar que los factores ecológicos de los ambientes templados

influyen directamente en la riqueza y distribución espacial y temporal

de los grupos de reptiles (Mendoza-Quijano et al., 2006; Vitt y Caldwell,

2009). Los bosques templados, como el BMM o los de coníferas,

albergan un número considerable de especies, comparado con otras

zonas del país (Canseco- Márquez et al., 2004; Flores-Villela y Martínez-

Salazar, 2009). Sin embargo, el registro del

“número considerable” no es claro.

Retomando a Uetz (2013), en México se ha

registrado 855 especies de reptiles; los datos

obtenidos en este trabajo indican que dentro del

BMM se distribuyen 249 especies (véanse la Lista de

especies de reptiles y la Lista comentada en el

Anexo IV), es decir: aproximadamente 30% de los

reptiles conocidos actualmente se encuentra en los

BMM, lo cual registra un incremento de más de 5%

en las especies reportadas para este tipo de

vegetación.

Dentro de estas 249 especies, se tienen 108

especies en 21 géneros y diez familias que

corresponden a lagartijas (suborden Lacertilia); 138

especies en 50 géneros y seis familias que

Page 722: Bosque mesófilo de México.docx

corresponden a serpientes (suborden Serpentes), y tres especies en dos

géneros y dos familias que corresponden a tortugas (suborden

Testudines) (figura 1).

Las lagartijas del BMM están representadas por diez familias (figura

2). Sin embargo, la mayoría de las especies se

Page 723: Bosque mesófilo de México.docx

Gekkonidae

Eublepharida

e

Corytophanid

Phrynosomatide montaña. 133

2

1

3

6

6

6

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5

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M é x i co B M M

3 8

44 0

F iGuRA 2. Familias de lagartijas

representadas en México (Uetz, 2013) y en el bosque mesófilo

2 4

2 5

2 95 0

266 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

47

concentra en cuatro familias: Polychrotidae, Anguidae, Phrynosomatidae y Scincidae. La familia Polychrotidae está representada por 29 especies de un género, y la familia Phry

Anolis;nosomatidae está representada por 24 especies

de dos géneros: Phrynosoma (2) y Sceloporus (22). La familia Anguidae está representada por 25 especies de cinco géneros, de las cuales 15 pertenecen al género Abronia, el cual abarca 28 especies en toda su área de distribución en el país, por lo que más de 50% del género se distribuye en el BMM.

Otro de los géneros de la familia Anguidae que sobresale es

Mesaspis, el cual está compuesto por seis especies, en toda su área de

distribución en el país, de las cuales tres especies están registradas en

el BMM, lo que corresponde a 50% de lo conocido.

La familia Scincidae está representada en el BMM por cuatro

géneros y diez especies, de las cuales cinco corresponden al género

Plestiodon.

La familia Xantusiidae está representada por cinco especies del

género Lepidophyma, que consiste en quince especies a nivel nacional,

por lo que más de 30% de la diversidad del género habita en el BMM.

Page 724: Bosque mesófilo de México.docx

Llama la atención la familia Xenosauridae, ya que existen seis especies

del género Xenosaurus en el país, cinco de las cuales habitan en el BMM.

Las familias con uno a cuatro integrantes representados en el BMM

son Teiidae (cuatro especies), Corytophanidae (tres), Gekkonidae (dos)

y Eublepharidae (una especie). Es importante comentar que los

integrantes de cada una de las cuatro familias mencionadas son seis.

Las serpientes del BMM corresponden a seis familias, 50 géneros y

138 especies, de entre las que destaca la familia Colubridae con 103

especies en el

Page 725: Bosque mesófilo de México.docx

F iGuRA 3. Fami l ias de serpientes

representadas en México (Uetz, 2013) y en e l bosque mesóf i lo

de montaña.

REpTiLEs 267

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Page 730: Bosque mesófilo de México.docx

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Page 733: Bosque mesófilo de México.docx

hryacus undulatus, c

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Page 735: Bosque mesófilo de México.docx

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Page 737: Bosque mesófilo de México.docx

Las tortugas de agua dulce están representadas en el BM

Page 738: Bosque mesófilo de México.docx

M por tres especies

de dos familias: Rhinoclemmys rubida, de la familia Bataguridae, la cual agrupa

siete especies para México, y Kinostern

Page 739: Bosque mesófilo de México.docx

on herrerai y Kinosternon hirtipes, de la

familia Kinosternidae, que cuenta con 18 integrantes en México (figura 4).

Los porcentajes de re

Page 740: Bosque mesófilo de México.docx

presentatividad en cuanto a número de especies y fam

Page 741: Bosque mesófilo de México.docx

1Bataguridae

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Page 742: Bosque mesófilo de México.docx

lias

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3),

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Page 743: Bosque mesófilo de México.docx

FiGuRA 4. Familias

de tortugas

representadas en

México (Uetz, 2013)

y en el bosque Kinosternida

2

obti

ene

un

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enta

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de

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tativ

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Si se analiza la distribución de

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gu

Page 744: Bosque mesófilo de México.docx

ra

s

18

5 y 6 y cuadro 2), se observa que Chiapas es

el estado mejor representado, con 84 espe-

Page 745: Bosque mesófilo de México.docx

FiGuRA 5. Distribución

estatal de los reptiles en

el bosque mesófilo de

montaña.

1

4

6

9

1 0

1 4

1 5

1 6

1 8

2 0

2 4

2 4

3 0

4 0

4 3

4 6

5 8

6 2

7 4

7 5

7 8

8 4

2 4 9

8 5 5

268 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Tabasco Nayarit Sinaloa Durango Nuevo León Guanajuato Tlaxcala

Querétaro Distrito Federal Morelos Michoacán San Luis Potosí Estado de México Guerrero Tamaulipas Colima

Jalisco Hidalgo Puebla Oaxaca Veracruz Chiapas BMM México

cies; le siguen Veracruz con 78

especies, Oaxaca con 75, Puebla

con 74, Hidalgo con 62, Jalisco

con 58, Colima con 46 y

Tamaulipas con 43 especies. El

resto de los estados, con

registros del grupo con valores

de 40 o

menos

especies son

Guerrero (40), Estado de México

(30), San Luis Potosí (24),

Michoacán (24), Morelos (20),

Distrito Federal (18), Querétaro

(16), Tlaxcala (15), Guanajuato

(14), Nuevo León (10), Durango

(9), Sinaloa (6), Nayarit (4) y

Tabasco (1).

En general, los bosques

templados y los mesófilos de

montaña albergan un número

considerable de especies

comparado con el de otros

ambientes en el país; tan solo

en el BMM tenemos registrada la

presencia de 32% de las

especies de lagartijas, poco más

de 23% de las especies de

tortugas dulceacuícolas y más

de 67% de las especies de

serpientes reportadas en

México. Se ha documentado que

Page 746: Bosque mesófilo de México.docx

tal diversidad puede deberse a

que los ambientes templados de

montaña presentan los

requerimientos bióticos y

abióticos necesarios para

albergar una alta riqueza de

especies y de endemismos

(Wilson et al., 2010), los cuales

son resultado de procesos de

vicarianza (Cruz-Elizalde y

Ramírez-Bautista, 2012). Por

otro lado, hay quienes piensan

que puede deberse a factores

biogeográficos, al origen

reciente del área en tiempo

geológico, a la accidentada

topografía y a la variación en las

elevaciones de las montañas

(Johnson et al., 2010); así como a

los factores ecológicos, como

capacidad de colonización,

susceptibilidad a la ex-

Page 747: Bosque mesófilo de México.docx

Figura 6.

Distribución

conocida de los

reptiles en el bosque

mesófilo de

0 100 200

105º 102º 99º 96º 93º

4 0 0 k m

24º

21º

18º

15º

REpTiLEs 269

tinción o tolerancia a las temperaturas (Patterson y Brown, 1991). Por

ejemplo, en el estado de Hidalgo, Cruz-Elizalde y Ramírez-Bautista

(2012) argumentan que la alta diversidad de especies se debe al grado

de perturbación que promueve más tipos de microhábitats disponibles,

así como a la tolerancia de los reptiles a las variaciones de los factores

abióticos de estos ambientes, principalmente de especies generalistas,

ya que pueden invadir refugios o microhábitats que se encuentran

dentro y en la periferia de los tipos de vegetación analizados por ellos

(ecotonos). Macip-Ríos y Muñoz-Alonso (2008) presentan ideas muy

parecidas a lo anterior, respecto de las lagartijas en fragmentos de

bosque primario y cafetales.

De acuerdo con los resultados, el estudio del grupo en los BMM a

nivel estatal no ha sido equitativo: aparentemente se ha privilegiado la

vertiente oriental y las sierras del sur del país, regiones en donde existe

la mayor superficie de este tipo de vegetación; en cuanto a la vertiente

occidental, sobre todo en la parte norte (p. ej. Durango y Sinaloa), se

detectan grandes vacíos de información (véase figura 5, estados con

Page 748: Bosque mesófilo de México.docx

pocos registros de especies). Además, cabe subrayar que no existen

cocodrilos ni anfisbénidos en este tipo de vegetación.

Las tortugas son uno de los grupos de reptiles que, a pesar de que

no alcanzan los niveles de diversidad de las lagartijas o serpientes,

adquieren una gran importancia por integrar grandes cantidades de

energía, en forma de biomasa, a

Page 749: Bosque mesófilo de México.docx

Oaxaca

Cuenta con 75 especies de reptiles. El grupo de las lagartijas, el más diverso con 35 especies en siete familias, donde sobresalen Anguidae y Phrynosomatidae con diez especies cada una. Las serpientes estan presentes con 39 especies en cinco familias, donde 30 de ellas pertenecen a la familia Colubridae. Las tortugas representadas por Rhinoclemmys rubida.

270 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

CuADRo 2. Observaciones a la riqueza estatal de reptiles

Estado ComentarioCuenta con 84 especies de reptiles (41 lagartijas, 42 serpientes y una tortuga); sobresale una familia de lagartijas,

ChiapasPolychrotidae con 19 especies del género Anolis y una familia de serpientes, Colubridae con 32 especies.

Se conocen 46 especies de reptiles (19 lagartijas y 26 serpientes); entre las lagartijas destaca la familia Anguidae

Colima con nueve especies (siete del género Abronia). Dentro de las serpientes, la familia Viperidae está

representada

por siete especies de dos géneros: Crotalus y Ophryacus.

Con el registro de 18 especies. Ocho son lagartijas, en su mayoría del género Sceloporus (Phrynosomatidae)

Distrito Federal y 10 serpientes en dos familias, Colubridae con siete especies en seis géneros y Viperidae con

tres especies

del género Crotalus.

Se registran solo nueve especies, de las cuales dos son serpientes (Pituophis deppei y Storeria storerioides)

Durango y siete lagartijas de tres familias (Phrynosomatidae, Polychrotidae y Scincidae).

Con un registro bajo en el conocimiento del grupo, solo 14 especies. Cinco lagartijas en tres géneros y nueve

Guanajuato serpientes de las familias Colubridae (8) y Viperidae (Crotalus triseriatus).

Cuenta con 40 especies de las cuales 16 son lagartijas (en cinco familias, destacan por su número los géneros

Guerrero Sceloporus y Anolis). En cuanto a las serpientes se registran 23 especies en tres familias,

Colubridae (16),

Leptotyphlopidae (2) y Viperidae (5), y una tortuga de la familia Bataguridae (Rhinoclemmys

rubida).

Se conocen 62 especies de reptiles, de las cuales 25 son lagartijas de ocho familias (predomina Phrynosomatidae

Hidalgo con 12 especies), 35 serpientes en cuatro familias, sobresale Colubridae con 27 especies. Se

registran dos tortugas

del género Kinosternon.

Registra 58 especies de reptiles. 24 son lagartijas, sobresale la familia Anguidae con nueve especies (siete

Jalisco del género Abronia), 33 serpientes en cuatro familias, sobresale Colubridae con 23 especies, y

finalmente

una especie de tortuga de la familia Bataguridae (Rhinoclemmys rubida).

Estado

de

México

Cuenta con 30 especies de reptiles, de las cuales 14 son lagartijas, sobresale la familia Phrynosomatidae con ocho especies (siete del género Sceloporus). En cuanto a las serpientes son representadas por 16 especies en tres familias, sobresale Colubridae con 12 especies; destaca la presencia de Boa constrictor (Boidae).

Page 750: Bosque mesófilo de México.docx

Se conocen 24 especies. Nueve especies de lagartijas en cuatro familias Anguidae (1), Phrynosomatidae (5),

Michoacán Polychrotidae (1) y Scincidae (2); 14 especies de serpientes en tres familias, donde sobresale

Colubridae (diez

especies), y finalmente una especie de tortuga de la familia Bataguridae, Rhinoclemmys rubida.

Cuenta con 20 especies. Nueve especie de lagartijas en cuatro familias, Anguidae (2), Phrynosomatidae (4),

Morelos Scincidae (2) y Polychrotidae (1), así como 11 especies de serpientes en dos familias [Colubridae (8) y Viperidae (3)].

Con pocos estudios, se registran solo cuatro especies de reptiles. Una lagartija (Anolis nebulosus) y tres

Nayarit serpientes de las familias Colubridae (2) y Viperidae (1).

Otra de las entidades con pocos estudios del grupo. Se registran diez especies de reptiles. Ocho especies de

Nuevo León lagartijas en cuatro familias Anguidae (1), Phrynosomatidae (4), Scincidae (2) y Xantusiidae (1), y

finalmente

dos serpientes de la familia Colubridae (Pituophis deppei y Storeria hidalgoensis).

Page 751: Bosque mesófilo de México.docx

REpTiLEs 271

CuADRo 2 (concluye)

Estado Comentario

Pueb la

Existen 74 especies de reptiles. El grupo diverso es el de las lagartijas con 30 especies en siete familias, sobresale Phrynosomatidae (diez especies, de las cuales ocho son del género Sceloporus); 43 especies de serpientes en cuatro familias, destaca Colubridae con 35 especies, y una tortuga de la familia Kinosternidae (Kinosternon herrerai).

Cuenta con 16 especies de reptiles, de las cuales nueve corresponden a lagartijas en cuatro familias Anguidae (2),

Querétaro Phrynosomatidae (5), Scincidae (1) y Xantusiidae (1); así como las serpientes representadas con

siete especies

de en dos familias, Colubridae (5) y Viperidae (2).

Se conocen 24 especies de reptiles. 11 son lagartijas (seis familias) predomina la familia Phrynosomatidae con

San Luis Potosí cinco especies, así mismo las serpientes estan registradas con 11 especies en dos familias, destaca

Colubridae

(diez especies), y finalmente una tortuga de la familia Kinosternidae (Kinosternon herrerai).Estado con poco conocimiento de sus reptiles. Se conocen seis especies, dos lagartijas, Anolis nebulosus

Sinaloa(Polychrotidae) y Plestiodon parviauriculatus (Scincidae), y cuatro especies de serpientes de la familia Colubridae.

Tabasco Existe muy poco conocimiento del grupo en el estado, solo se registra una especie de lagartija, Anolis capito.

Cuenta con 43 especies de reptiles, 15 corresponden a lagartijas (seis familias), donde PhrynosomatidaeTamaulipas cuenta con seis especies; las serpientes estan representadas por 27 especies en tres familias, destaca

Colubridae

(21 especies), y las tortugas representadas con la familia Kinosternidae (Kinosternon herrerai).

T laxcala

Otro de los estados con escaso conocimiento del grupo, solo se registran 15 especies, de las cuales nueve especies corresponden a lagartijas (tres familias), destaca Phrynosomatidae con seis especies (cinco del género Sceloporus), y las serpientes con seis especies en dos familias, Colubridae y Viperidae, destaca el género Crotalus con tres especies.

Veracruz

Se reconocen 78 especies de reptiles. Las lagartijas representadas por 35 especies (ocho familias), destaca Phrynosomatidae con nueve especies (ocho del género Sceloporus); las serpientes registradas corresponden a 42 especies (cuatro familias), sobresale Colubridae (34 especies), y finalmente una tortuga de la familia Kinosternidae (Kinosternon herrerai).

Page 752: Bosque mesófilo de México.docx

Micrurus ephippifer, especie endémica de Oaxaca,

reportada en bosques de Pinus, Quercus y

mésófilo de montaña; además registrada en

bosques tropicales deciduos y semideciduos;

está sujeta a protección especial (NOM-059-

SEMARNAT, 2010) y como vulnerable (IUCN,

2010). FoTo: LEoNARDo FERNÁNDEz BADiLLo

Page 753: Bosque mesófilo de México.docx

272 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

los flujos de energía y ciclos de

nutrientes en los ecosistemas

que habiten y, por ello,

representar un componente

biológico esencial en cada nivel

trófico durante todas sus etapas

de vida (Odum, 1957;

Klemmens y Thorbjarnarson,

1995; Klemmens, 2000; Moll y

Moll, 2004). Su representación

en esta formación vegetal es

reducida (reflejo de su

diversidad a nivel nacional). Se

tiene el registro de tres

especies dulceacuícolas: dos del

género Kinosternon, con

distribución solo en los bosques

mesófilos de la Sierra Madre

Oriental, y la especie

Rhinoclemmys rubida, que se

encuentra en los bosques de la

vertiente del Pacífico, desde el

estado de Colima hasta los

estados de Oaxaca y Chiapas.

Las serpientes y lagartijas

son los grupos de reptiles mejor

representados en el BMM, ya que

se distribuyen a lo largo y ancho

de todos los bosques mesófilos

mexicanos; sin embargo, existe

un mayor registro de especies

en las regiones de las Sierras de

Chiapas, Sierra Madre del Sur y

Faja Volcánica Transmexicana,

una marcada disminución de

especies en la Sierra Madre

Oriental, y aún menor en la

Sierra Madre Occidental y

Altiplanicie Mexicana. Por

Page 754: Bosque mesófilo de México.docx

Barisia imbricata, endémica del

país (registrada por lo menos

en 20 estados), habita

diversos tipos de vegetación,

desde bosques templados (de

Abies, Pinus, etc.), mesófilo de

montaña, tropicales (deciduos

y semideciduos), así como

matorrales xerófilos; está

sujeta a protección especial

(NOM-059-SEMARNAT, 2010) y

en protección menor (IUCN,

ejemplo, con distribución en la

Sierra Madre Occidental,

tenemos especies endémicas de

lagartijas, como Abronia mitchelli, Anolis liogaster, Aspidoscelis costata,

Phrynosoma braconnieri y Plestiodon parviauriculatus; o bien con

distribución en la Sierra Madre

Oriental: Anolis sericeus, Holcosus undulata, Sceloporus olivaceus y las

endémicas Sceloporus bicanthalis y

S. serrifer.Se encontraron especies de

lagartijas y de serpientes

restringidas a una región en

particular, por ejemplo: las

especies de lagartijas Abronia bogerti, Mesaspis viridiflava,

Lepidophyma pajapanensis, Plestiodon sumichrasti o las introducidas Hemi-dactylus mabouia y H. turcicus, hacia

el Golfo de México; hacia el

Pacífico, Abronia chiszari, A. reidi, Anolis duellmani, Sceloporus serrifer, Sphenomorphus assatus; o bien,

Abronia matudai, A. ochoterenai, Anolis anisolepis, Basiliscus vittatus y

Sceloporus acanthinus hacia el

sureste del país. En cuanto al

grupo de las serpientes, tenemos

especies registradas solo en el

oriente como Clelia scytalina,

Page 755: Bosque mesófilo de México.docx

Coniophanes bipunctatus, Pliocercus wilmarai, Pseudelaphe flavirufa y

Rhadinaea forbesi; hacia el

occidente, las especies Cryophis hallbergi, Drymobius chloroticus,

Geophis anocularis, Rhadinaea myersi, Rhadinophanes monticola; o bien, en

el sureste del país, especies

como Coniophanes alvarezi, Dendrophidion vinitor, Geophys cancellatus, Imantodes cenchoa,

Leptophis modestus.

Page 756: Bosque mesófilo de México.docx

REpTiLEs 273

Exi

sten

especie

s de

amplia

distribu

ción en

gran

diversid

ad de

ambient

es o

tipos de

vegetac

ión;

algunas

pueden

estar

registra

das en

13-16

estados

en

México.

Por

ejemplo

, las

lagartija

s

endémi

cas

Barisia imbricata,

Phrynosoma or-biculare,

Plestiodon brevirostri

Page 757: Bosque mesófilo de México.docx

s,

Sceloporus spinosus y S.

torcuatus, o las

serpien-

tes

endémi

cas

Pituophis deppei, Salvadora bairdi, Thamnophis scalaris y

Crotalus triseriatus.

Tambié

n hay

especie

s de

lagartija

s y

serpient

es cuyo

registro

se

limita a

solo un

estado:

63% del

total de

lagartija

s en los

BMM y

61% de

las

serpient

Page 758: Bosque mesófilo de México.docx

Coleonyx elegans, reportada

en bosques de Quercus,

mesófilo de montaña,

perennifolio o

subperennifolio o bien en

cafetales derivados de

bosque mesófilo; está

considerada como

amenazada (NOM-059-

es

tienen

este

tipo de

distribu

ción.

Al

gunos

ejemplo

s de

especie

s de

distribu

ción

restring

ida son

las

lagartija

s en el

estado

de

Chiapas

: Abronia matudai, Anolis matudai, Anolis parviciculatus, Anolis pygmaeus y Sceloporus smaragdinus; las

del

estado

de

Guerrer

o:

Mabuya

Page 759: Bosque mesófilo de México.docx

brachypoda y

Xenosaurus penai; del

estado

de

Hidalgo:

Aspidoscelis gularis y

Sceloporus minor; del

estado

de

Oaxaca,

las

especie

s

endémi

cas

Abronia bogerti, Anolis quercorum,

Sceloporus subpictus, S. melanorhinus y

Xenosaurus phala-roanthereon; del

estado

de

Puebla:

Anolis damulus

Page 760: Bosque mesófilo de México.docx

y

Laemanctus serratus;

las del

estado

de

Tamauli

pas:

Gerrhonotus infernalis, Lepidophyma flavimaculatum y Xenosaurus platyceps, y las

del

estado

de

Veracru

z:

Abronia chiszari , A. reidi, Anolis duellmani, Plestiodon sumichrasti y

Lepidophyma pajapanensis. En

cuanto

a las

serpient

Page 761: Bosque mesófilo de México.docx

es,

tenemo

s en el

estado

de

Chiapas

a:

Adelphicos latifasciatus,

Coniophanes alvarezi, Conophis lineatus, Dendrophidion vinitor y

Geophis cance-llatus; en

Hidalgo:

Crotalus scutulatus,

Masticophis taeniatus y

Nerodia rhombi-fer; en

el

estado

de

Oaxaca:

Cryophis hallbergi, Drymobius chloroticu

Page 762: Bosque mesófilo de México.docx

s,

Geophis anocularis, G. duellmani, G. juarezi y

Rhadinaea bogertorum; en el

de

Puebla:

Ficimia streckeri, Masticophis mentovarius,

Micrurus bernadi y

Tantilla robusta;

en

Tamauli

pas:

Crotalus atrox, C.

molossus,

Micrurus fulvius y

Pseudelaphe flavirufa, y en el

estado

de

Veracru

z: Clelia scytalina,

Coniopha

Page 763: Bosque mesófilo de México.docx

nes bipuncta-tus,

Micrurus limbatus,

Pliocercus wilmarai y Rha-dinaea forbesi.

Co

mo se

puede

observa

r, la

distribu

ción de

la

riqueza

de las

especie

s de

reptiles

en el

BMM no

es

uniform

e, pues

al

parecer

existen

distribu

ciones

concent

radas

en

ciertas

regione

s del

país; sin

embarg

Page 764: Bosque mesófilo de México.docx

o,

también

se

detecta

un

sesgo

en el

estudio

de

estos

organis

mos ya

que se

encontr

aron

escasos

trabajos

sobre

los

estados

de

Guanaju

ato,

Nuevo

León,

Tabasco

y

Queréta

ro, al

tiempo

que hay

abunda

ncia de

publicac

iones

que

abordan

los

Page 765: Bosque mesófilo de México.docx

274 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

estados en los que se ha

registrado la mayor cantidad

de especies, como los estados

de Chiapas, Veracruz y Oaxaca

(figura 5). La riqueza

encontrada en estos últimos

coincide con la registrada por

otros autores (véase la

compilación de cifras en

Llorente-Bousquets y

Ocegueda, 2008), y también

con la mayor superficie de

bosque mesófilo en el país

(figura 6).

Si bien es cierto que para

cualquier tipo de estudio

(biogeográfico, inventario,

filogenético, etc.) es obligatoria

la compilación de información

publicada sobre los organismos

a analizar, igualmente

importante es la consulta de

los registros resguardados en

las colecciones, la consulta de

especialistas (para la valida-

ción de las especies) y el

registro de la información

concerniente al hábitat (clima,

suelo, vegetación, organismos

asociados, etc., útil para los

generadores de datos e

información). Por ejemplo, la

estructura vertical y horizontal

de la vegetación son factores

importantes que afectan la

distribución y el uso del hábitat

por parte de los reptiles, y esta

información no suele ser

documentada. Además, resulta

Page 766: Bosque mesófilo de México.docx

indispensable detallar el

microhábitat del cual

dependen para lograr la termo-

rregulación, ya que su

reducción o remoción afecta en

forma negativa todas las

demás funciones ecológicas del

lugar; otros datos que no

deben ser soslayados son:

tamaño poblacional, relaciones

faunísticas, alimentación,

reproducción, cantos,

comportamiento, etc.

(Manzanilla y Péfaur, 2000).

Tener datos e información de

este tipo permite ponderar

algunos factores de riesgo que

pueden afectar la persistencia

de las poblaciones en el

tiempo; contar con ellos

permite planificar mejor la

conservación. Actualmente, su

registro es escaso para la

mayoría de las especies de

reptiles mexicanos (Sánchez,

2011).

Page 767: Bosque mesófilo de México.docx

núm

ero

de e

speci

es

endém

icas

4 0 0

2 0 0

300

100

0

FiGuRA 7. Endemismo

de la clase Reptilia en

México y

en el bosque mesófilo

de montaña.

México BMM

3 7 6

1 4 6

Endemismo en el bosque mesófilo de montaña

Con relación al endemismo

registrado en el BMM,

tenemos que 146 especies

(de las 249 registradas en

este trabajo para el BMM)

son endémicas, algunas

especialmente de esta

formación, de las cuales 72

corresponden a lagartijas,

72 a serpientes y dos a

tortugas (véase la Lista de

especies endémicas en el

Anexo IV). Esta información,

contrastada con la

presentada para México

(376) para estos grupos,

aporta que más de 39% se

concentra en este tipo de

vegetación, como lo

comentan Flores-Villela

(1993); Wake (1987) y Cruz-

Elizalde y Ramírez-Bautista

(2012) (figura 7).

De los 22 estados

donde se tiene registro de

algún integrante del grupo,

Page 768: Bosque mesófilo de México.docx

tenemos que los más ricos

en endemismos son Oaxaca

con 64 (de 75 registradas),

Jalisco con 54 especies (de

58 reportadas), Veracruz con

51 especies (de 78

registradas), Puebla con 48

especies (de 74 registradas),

Colima con 41 especies (de

46 registradas), Hidalgo con

39 (de 62 registradas),

Guerrero con 37 (de 40

Page 769: Bosque mesófilo de México.docx

REpTiLEs 275

repo

rtada

s),

Chia

pas

con

29

espe

cies

(de

84

regis

trada

s),

Méxi

co

con

27

espe

cies

(de

30

repo

rtada

s),

Mich

oacá

n

con

23

espe

cies

(de

24

repo

rtada

s) y

San

Luis

Page 770: Bosque mesófilo de México.docx

Po-

tosí

con

21

espe

cies

(de

24

repo

rtada

s). El

resto

de

los

esta

dos

pose

en

entre

una

y 20

espe

cies

endé

mica

s, lo

cual

es

fácil

de

ente

nder,

pues

en

esos

esta

dos

está

poco

estu

diad

o el

Page 771: Bosque mesófilo de México.docx

grup

o.

E

n

cuan

to a

las

espe

cies

intro

duci

das,

se

dete

ctaro

n

dos

cuija

s o

geck

os

(com

únm

ente

cono

cidas

con

estos

nom

bres)

regis

trado

s en

el

BMM:

Hemidactylus turcicus y H. mabouia;

Page 772: Bosque mesófilo de México.docx

la

prim

era

prob

able

ment

e de

Áfric

a

(Álva

rez-

Rom

ero

et al., 2008

), y

que

ha

sido

repo

rtada

habit

ando

en

Méxi

co

en

bosq

ue

pere

nnifo

lio,

mato

rrale

s y

selva

medi

ana

subp

eren

nifoli

a

Page 773: Bosque mesófilo de México.docx

(Flor

es-

Villel

a,

1993

). La

segu

nda

pro-

vien

e de

las

regio

nes

del

Medi

terrá

neo

y

Medi

o

Orie

nte

(Álva

rez-

Rom

ero

et al., 2008

); se

ha

docu

ment

ado

su

exist

enci

a en

el

país

com

o

Page 774: Bosque mesófilo de México.docx

habit

ante

de

bosq

ues

tropi

cales

pere

nnifo

lios,

mato

rrale

s y

selva

medi

ana

pere

nnifo

lia

(Flor

es-

Villel

a,

1993

). Se

cree

que

amb

as

arrib

aron

al

país

en

los

barc

os

de

escla

vos

dura

nte

Page 775: Bosque mesófilo de México.docx

la

colo

nizac

ión

euro

pea;

amb

as

han

sido

consi

dera

das

por

difer

ente

s

autor

es

com

o

espe

cies

agre

sivas

que

pued

en

llega

r a

desp

lazar

y

depr

edar

espe

cies

autó

cton

as.

Por

ahor

Page 776: Bosque mesófilo de México.docx

Crotalus triseriatus armstrongi, subespecie endémica del

Eje Neovolcánico y sur de

la Sierra Madre Occidental,

en bosques templados de

pino-encino, de pino y

mesófilos.

a no

exist

en

inicia

tivas

de

contr

ol y

mitig

ació

n de

impa

ctos

ocasi

onad

os

por

estas

espe

cies

en el

país.

Riesgo y protección

Con relación a los instrumentos que protegen a la fauna a nivel mundial y nacio-

Page 777: Bosque mesófilo de México.docx

nal, la Norma Oficial Mexicana para la Protección de Especies Nativas de México

(NOM-059-SEMARNAT-2010) considera 136 especies de las 249 especies de reptiles re-gistr

adas

en el

BMM en

alguna

categor

ía de

protecc

ión

Page 778: Bosque mesófilo de México.docx

(más

de

54%).

Específi

ca-

mente,

incluye

siete

especie

s en

peligro

de

extin-

ción

(P),

seis

lagartij

as y

una

serpien

te; 40

especie

s como

amena

zadas

(A), 15

lagartij

as y 25

serpie

ntes; y

89

especie

s

sujetas

a

protecc

ión

especia

l (Pr),

36

lagartij

as, 50

Page 779: Bosque mesófilo de México.docx

serpien

tes y

las tres

tortuga

s que

se

distribu

yen en

los

BMM:

Rhinoclemmys rubida (registr

ada en

el BMM

de los

estado

s de

Chiapa

s,

Colima,

Guerrer

o,

Jalisco,

Michoa

cán y

Oaxaca

),

Kinosternon herrerai (registr

ada en

el BMM

de Hi-

dalgo,

Puebla,

San

Luis

Potosi,

Tamaul

Page 780: Bosque mesófilo de México.docx

ipas y

Ve-

racruz)

y K. hirtipes (solo

en el

BMM de

Hidalgo

) (NOM-

059-

SEMARN

AT-

2010).

L

a

Conven

ción

sobre

el

Comer

cio

Intern

acional

de

Especi

es

Amena

zadas

de

Fauna

y Flora

Page 781: Bosque mesófilo de México.docx

276 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Silvestres (CITES) valora

menos de 2% de las especies

del BMM en alguna categoría

de riesgo, ya que solo

considera a tres especies de

serpientes dentro de alguno

de sus apéndices: Boa constrictor, que aparece en el

Apéndice I, y Exiliboa placata y

Ungaliophis continentalis, ambas

de la familia Tropidopheidae,

que están incluidas en el

Apéndice II (CITES, 2012).

La Unión Internacional

para la Conservación de la

Naturaleza (IUCN) considera

166 especies (más de 66%)

de las documentadas en el

BMM en alguna categoría de

riesgo: dos especies se

encuentran en la categoría

casi amenazadas (NT), 37

especies en la categoría de

datos insuficientes (DD),

catorce clasificadas en

peligro (EN), 98 como

preocupación menor (LC) y

quince en la categoría de

vulnerable (VU) (IUCN, 2012).

La pérdida y

fragmentación del hábitat es

la más grande amenaza a la

que se enfrentan los reptiles

de los BMM. Aunado a este

problema, del que no está

exento ningún grupo

biológico, la sobre

explotación para venta como

mascota o para uso

Page 782: Bosque mesófilo de México.docx

Senticolis triaspis intermedius,

subespecie de hábitos

diurnos y nocturnos,

carnívora (principalmente

de pequeños mamíferos y

aves); habita en México y

Centroamérica en bosques

mesófilos de montaña y en

cafetales asociados a estos

bosques.

alimentario o artesanal es

otro de los problemas a los

que se enfrentan las

poblaciones de los reptiles

en los BMM. Por ello, se

requieren medidas urgentes

para poder conservar la

diversidad de reptiles en los

BMM, entre las que destaca la

evaluación de la diversidad

de reptiles en las áreas

naturales protegidas dentro

de los BMM.

En México aún son escasos los trabajos publicados sobre las especies de

reptiles, o bien, son estudios parciales, enfocados en conocer una sola especie.

Es importante aumentar el

número de estudios taxonómicos y de distribución del

grupo, por ejemplo, en los estados en los que no existe ningún registro de los

reptiles para este tipo de vegetación (y para otros), para así lograr, a corto plazo,

el recuento completo de la

diversidad del grupo en

nuestro país. Flores-Villela et al. (2004) comentan que,

desafortunadamente, mucha

información herpetológica

Page 783: Bosque mesófilo de México.docx

importante se encuentra

sepultada y, por ende,

inaccesible y como

información inédita; además,

hay información registrada

solo en los museos, en los

ejemplares resguardados en

ellos, jamás empleados en

alguna publicación científica.

Es importante tomar

medidas reales con relación a

la conservación del grupo,

pues gran parte de su

conservación depende de

nosotros. De acuerdo con

Ochoa-Ochoa y Flores-Villela

(2006), los requerimientos

ambientales del grupo son

específicos y poseen ámbitos

hogareños restrin-

Page 784: Bosque mesófilo de México.docx

REpTiLEs 277

gidos, por lo que resulta un grupo idóneo para realizar estudios sobre

centros de endemismo y otros aspectos de biogeografía histórica (hasta

2013 no se ha realizado ninguno).

El estudio de diversidad basado en las diferencias entre taxa

puede proporcionar elementos para planear su conservación y modelar

cambios antropogénicos actuales o potenciales a partir de la

deforestación o el cambio climático global (Rose y Grainger, 2003).

Desde la perspectiva de los sistemas de información geográfica (SIG), es

posible recopilar la información disponible e integrarla para apoyar los

procesos de planeación, conservación y uso de la biodiversidad del

país, y así determinar las regiones de mayor riqueza y diversidad, como

lo llevó a cabo este trabajo.

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Page 790: Bosque mesófilo de México.docx

LA IMPORTANCIA DE LAS AVES DEL BOSQUE MESÓFILO

DE MONTAÑA DE MÉXICOAdolfo G. Navarro-Sigüenza,

Héctor Gómez de Silva, Martha Gual-Díaz, Luis A. Sánchez-González, Mónica Pérez-Villafaña

279

Atthis ellioti, especie residente y típica de los bosques mesófilos

de montaña, con distribución desde México hasta El Salvador y

Honduras; hábito alimenticio insectívoro y nectarivoro;

considerada como amenazada (NOM-059-SEMARNAT, 2010), en

preocupación menor (IUCN, 2012) y en el Apéndice II (CITES,

2012). FoTo: RuBÉN oRTEGA ÁLvAREz

Introducción

La región Neotropical abarca, aproximadamente,

desde el Trópico de Cáncer hasta el Archipiélago

del Cabo de Hornos en América del Sur, pasando

por toda América Central e incluyendo las

Antillas y Galápagos (Vuilleumier, 1993). Es una

de las regiones biogeográficas más biodiversas

del planeta, ya que en ella, de acuerdo con Wege

y Long (1995) y Stotz et al. (1996), más de 3 600

especies de aves han sido registradas, entre

numerosas especies de otros seres vivos. Esta

impresionante diversidad no está distribuida de

manera uniforme, ya que unos pocos hábitats

concentran una gran proporción de la avifauna.

Por ejemplo, en la selva tropical lluviosa de la

Amazonia se han registrado hasta 2000 espe-

cies, mientras que en los ambientes áridos y los

de las montañas más elevadas, como los

páramos andinos, se aprecia una baja riqueza de

especies (Stotz et al., 1996, Sánchez-González y

Navarro-Sigüenza, 2009).

Entre los ambientes Neotropicales con

mayor diversidad de avifauna se encuentra el,

llamado en México, bosque mesófilo de montaña

(BMM), o bosque de neblina, de niebla, nublado,

nuboso, o inclusive selva nublada, en otras

partes de América. En bosques de este tipo se

han registrado alrededor de 1 700 especies de

Page 791: Bosque mesófilo de México.docx

aves (Fjeldsa y Krabbe 1990; Escalante et al.,

1993, Hernández-Baños et al., 1995, Stotz et al., 1996) y se

Page 792: Bosque mesófilo de México.docx

280 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

alojan altos porcentajes de endemismo (Brown y Kappelle, 2001). El

BMM mexicano contiene una de las avifaunas más ricas en número de

especies, de endemismos y de especies restringidas (Escalante et al.,

1993).

El conocimiento actual de la avifauna de estos bosques en el país se

remonta al siglo XIX y sigue en aumento (p. ej. Chapman, 1898; Sutton y

Burleigh, 1940; Wetmore, 1943; Lowery y Newman, 1949; Bjelland y Ray,

1977; Navarro-Sigüenza et al., 1991, 2004; Howell y Webb, 1992;

Escalona-Segura et al., 1995; Gram y Faaborg, 1997; Rojas-Soto et al., 2002). Cada uno de los trabajos, ya sea faunístico, un inventario, sobre

nuevos registros o registro de nuevos taxones, forma parte de la base de

estudios posteriores, que han logrado, en la actualidad, calcular la rique-

za de especies (taxonomía alfa) y los patrones generales de distribución

espacial y temporal de las aves en el BMM (Martin, 1955; Navarro-

Sigüenza, 1992; NavarroSigüenza et al., 2004).

Sin embargo, considerando que los principales causantes del declive

de las poblaciones de aves son el acelerado cambio de uso de suelo

(hacia la agricultura y la ganadería extensiva) y el inminente cambio

climático global, ambos factores antropogénicos, muchas de las especies

de aves, sobre todo las endémicas y especialistas, podrían extinguirse en

las siguientes décadas por la reducción de su hábitat (Thomas et al., 2004; Sekercioglu et al., 2008). En México, el BMM es la formación vegetal

con mayor fragilidad y probabilidad de desaparecer por estos dos

factores y por su distribución natural dispersa y superficie reducida

(Challenger, 1998).

AntecedentesEn general, se considera que el BMM en nuestro país ha sido bien

estudiado desde el punto de vista avifaunístico, pues los estudios y sus

respectivas publicaciones son relativamente frecuentes para los

estados de Chiapas (p. ej. Rowley y Orr, 1964; Hunn, 1973; Parker et al.,

1976; Vidal-Rodríguez, 1992, Greenberg et al., 1997; Gómez de Silva et

al., 1999; Morales-Pérez, 2000; Solórzano et al., 2000, 2003; Tejeda-Cruz

y Sutherland, 2005; Enríquez et al., 2006; Rangel-Salazar et al., 2009;

López, 2010); Guerrero (p. ej. Griscom, 1937; Edwards y Lea, 1955;

Rowley y Orr, 1964; Navarro-Sigüenza, 1992; Navarro-Sigüenza y

Escalante, 1993; Hernández-Baños et al., 1995; Almazán-Núñez et al., 2007; Blancas-Calva et al., 2010); Hidalgo (p. ej. Howell y Webb, 1992;

Chávez-León, 1999; León-Paniagua et al., 2001; Martínez-Morales, 1999,

Page 793: Bosque mesófilo de México.docx

2004, 2005, 2007; De la Barreda, 2006; Martínez-Morales, 2007;

Valencia-Herverth et al., 2008, 2010, 2011); Oaxaca (p. ej. Hoffmesiter,

1951; Rowley, 1966; Binford, 1989; Hernández-Baños et al., 1995;

Navarro-Sigüenza y Meave, 1998; Aragón y López-Ptaniagua, 1999;

Hunn et al., 2001; Cisneros, 2005; Watson, 2003; Ramírez, 2004;

Peterson et al.,

Page 794: Bosque mesófilo de México.docx

LA iMpoRTANciA DE LAs AvEs 281

2004; Blancas-Calva, 2006; Blancas-Calva et al., 2010; Luna et al., 2007;

Navarro- Sigüenza et al., 2007; Del Ángel, 2008; Rivera et al., 2009);

Tamaulipas (p. ej. Martin, 1951, 1955; Arvin, 2001; Ortiz-Pulido y Díaz,

2001; Gram y Faaborg, 1997; Gram, 1998; Eitniear y Baccus, 2002;

Eitniear y Aragón, 2004; Eisemann et al., 2006; Rodríguez-Ruiz et al., 2007; Rodríguez-Ruiz y Garza-Torres, 2010), y Veracruz (p. ej. Nelson,

1898; Chapman, 1899; Lowery y Dalquest, 1951; Andrle, 1967;

González-García y Terrazas, 1983; Sabina y Ornelas, 1999; Ortiz-Pulido et

al., 2000; Winker, 2000; Ortíz-Pulido, 2003; Montejo y McAndrews, 2006;

Soto, 2010; Ruelas-Inzunza y Aguilar-Rodríguez, 2010).

En contraste, existen muy pocos trabajos que se refieran a la

avifauna de los BMM en otros estados, como Colima (p. ej. Aranda et al., 2009; Cuevas et al., 2010); Sinaloa (p. ej. Domínguez y García, 2009;

Medina-Macías et al., 2010); Jalisco (p. ej. Reyna y Thomson, 2006;

Ramírez-Albores, 2007; Aranda et al., 2009); Michoacán (p. ej. Blake y

Hanson, 1942; Brand, 1960; Villaseñor y Villaseñor, 2000; Villaseñor et

al., 2005; Chávez-León, 2007); Nuevo León (p. ej. Hernández-Baños et al., 1995; Valdés-Peña et al., 2009, 2010); Puebla (p. ej. Sánchez-González et

al., 2007; Leyequien et al., 2010); Querétaro (p. ej. Navarro-Sigüenza et

al., 1993; Baccus, 1999; González-Salazar, 2008; Pineda et al., 2010;

Almazán-Núñez et al., 2013), y San Luis Potosí (p. ej. Lowery y Newman,

1951; León-Paniagua et al., 2001; Sahagún-Sánchez et al., 2013,

Sánchez-González y García-Trejo, 2010). Todos los estudios realizados en

el país han logrado concentrar un inventario importante de las aves del

BMM a nivel nacional.

Integración de la información de las aves del bosque mesófilo de montañaSi bien la mayor información sobre diversidad biológica está alojada en

las colecciones científicas, también existe otro proveedor de

información respecto al conocimiento que se tiene de los grupos de

organismos. Se trata de la que se publica en formatos diferentes

(digitales o impresos) sobre los diversos estudios llevados a cabo a lo

largo de décadas de documentación.

La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la

Biodiversidad (CONABIO), mediante su proyecto piloto “Sistema de

Información del Bosque Mesófilo de Montaña en México”, recopiló un

conjunto de publicaciones referentes al BMM, en las que se aborda el

estudio de las aves, entre otros grupos biológicos. Se reunieron 135

referencias bibliográficas en las que se reportan aves asociadas al BMM

Page 795: Bosque mesófilo de México.docx

en México o a algún ecotono con este tipo de vegetación. La

información fue sistematizada en una base de datos, y la nomenclatura

fue estandarizada siguiendo el arreglo del AOU (American Ornithologists

´ Union, 1998; así como sus suplementos hasta 2013).

Page 796: Bosque mesófilo de México.docx

282 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Las especies registradas fueron clasificadas en típicas, no típicas y

las de ocurrencia excepcional en el BMM, según su hábitat preferencial

de ocurrencia, de acuerdo con el ejemplo de Gómez de Silva et al. (1999), quienes discuten la ocasional incursión de algunas especies de

aves en la Reserva de la Biósfera El Triunfo, en Chiapas, ya que, por su

gran movilidad, algunas de ellas, que no ocupan habitualmente el BMM,

entran en él desde ambientes adyacentes. Con respecto a las especies

no típicas del BMM, dichos autores encontraron individuos que solo

sobrevuelan el BMM sin interactuar con esta formación vegetal,

individuos propios de otros hábitats que pasaban uno o pocos días en

estos bosques, y hasta especies propias de otros hábitats, de las cuales

algunas parejas colonizaron un área pequeña con perturbación

antropogénica dentro del BMM.

Se elaboraron también unos mapas que representan la distribución

potencial de la riqueza de especies de aves en los BMM, con base en

sumatorias temáticas de mapas de especies individuales, producto del

proyecto CE015 (NavarroSigüenza y Peterson, 2007), apoyado por

CONABIO. Son mapas de distribución potencial generados mediante

modelos del nicho ecológico (ENM-Environmental Niche Models) con el

programa GARP (Genetic Algorithm for Rules-set Production).

Riqueza de especiesMéxico, con sus 1 100 especies registradas de aves, se ubica entre los

primeros doce lugares a nivel mundial y contiene más de la mitad de las

aves conocidas de América del Norte, incluyendo la mayor diversidad de

migratorias NeárticoNeotropicales y un número elevado de especies

endémicas en su territorio (Hutto, 1986, 1992; Escalante et al., 1993;

Howell y Webb, 1995; Stotz et al., 1996; Hernández-Baños et al., 1995;

Arizmendi y Márquez-Valdemar, 2000; González-García y Gómez de

Silva, 2003, Navarro-Sigüenza y Sánchez-González, 2003).

El patrón geográfico general de la distribución de la riqueza de

especies en los BMM de México se encuentra en el mapa de la figura 1, en

el cual se observa que las zonas más ricas (incluyendo especies

residentes y migratorias) están a lo largo de la Sierra Madre Oriental, las

sierras de Oaxaca y la Sierra Norte de Chiapas; los BMM más pobres están

en el norte y oeste del país. Este patrón se repite cuando se analiza la

distribución potencial, tomando en cuenta solamente las especies

residentes (las que habitan todo el año en la región), como se ve en la

figura 2.

Page 797: Bosque mesófilo de México.docx

A pesar de que existen abundantes estudios sobre las aves del

BMM, en pocos se ha hecho un análisis global y amplio de su

composición. El primer intento por establecer patrones de distribución

de la riqueza de especies en los BMM de México fue el de Harrell

(1959), trabajo que permaneció inédito. Flores-Villela y Gérez (1994)

registraron para el BMM 298 especies; en contraste, Escalante et al.

Page 798: Bosque mesófilo de México.docx

FiGuRA 1. Distribución potencial de la riqueza

total de especies

en los bosques

FiGuRA 2.

Distribución

potencial de la

riqueza de

especies

residentes en los

bosques mesófilos 105º 102º 99º 96º 93º

105º 102º 99º 96º 93º

45 - 102 103 - 128 129 - 151 152 - 173 174 - 194 195 - 213 214 - 232 233 - 253 254 - 277 278 - 324

2 4 º

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LA iMpoRTANciA DE LAs AvEs 283

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Page 799: Bosque mesófilo de México.docx

284 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

(1993) reportaron 182; así, dependiendo de la cifra reportada por los

autores, alrededor de 17% o 28% de las especies conocidas en el país

se encuentra en estos bosques.

Hernández-Baños et al. (1995) realizaron un análisis de la riqueza

de especies en 33 manchones de bosque mesófilo y del bosque de

pino-encino húmedo adyacente en México y Centroamérica, y

abarcaron un total de 335 especies. Este análisis indicó que la riqueza

de especies, el endemismo y la restricción al hábitat aumentan de norte

a sur, con los valores más altos en la parte sur de Centroamérica (Costa

Rica y Panamá). Encontraron que en México, las zonas con la mayor

diversidad en estas tres variables se localizan al este del Istmo de

Tehuantepec y en la vertiente atlántica de las Sierras de Oaxaca y

Veracruz, y que tres estados (Hidalgo, Guerrero y Veracruz) contienen

una diversidad de 100 o más especies (cuadro 1).

Existe una cantidad importante de información a nivel local sobre

las aves de BMM en México, como la reportada por Martínez-Morales

(2007) en el noreste de Hidalgo; sin embargo, este mismo estudio

aclara que, a pesar de los esfuerzos que a la fecha se han hecho por

conocer la avifauna de este tipo de vegetación en Hidalgo, algunos de

los sitios de BMM que ya han sido inventariados aún no se estudian de

manera exhaustiva y varios sitios importantes prácticamente no han

sido visitados por ornitólogos. También está el estudio de González-

Salazar (2008) para el estado de Querétaro, específicamente para la

Reserva de la Biósfera Sierra Gorda, y la publicación de Villa-Bonilla et

al. (2008) para el estado de Puebla, en el municipio de Zacapoaxtla.

Existen diferentes factores que condicionan la variación espacial de

la riqueza de especies de aves, como el clima (Rotenberry, 1978; Cueto,

1996), mientras que la heterogeneidad ambiental, determinada por la

estructura de la vegetación, actúa

CuADRo 1. Número de especies de bosque mesófilo de montaña en cada estado de acuerdo con Hernández-Baños et al. (1995)

Estado Especies registradas Especies endémicasEspecies restringidas

al BMM

Guerrero 111 15 25

Hidalgo 100 12 23

Michoacán 78 5 9

Nayarit/Jalisco 71 9 12

Page 800: Bosque mesófilo de México.docx

Tamaulipas 79 8 13

Veracruz 139 20 36

Page 801: Bosque mesófilo de México.docx

LA iMpoRTANciA DE LAs AvEs 285

con mayor incidencia

a nivel local. Se ha

sugerido que en la

composición

específica de la

avifauna de los

diferentes ambientes

terrestres, la

estructura y

fisonomía de la

vegetación son tan

importantes que

determinan la

distribución y

abundancia de

aquella, pues están

asociadas con

recursos críticos,

como alimento, sitios

de nidificación o

refugio (MacArthur,

1975; Rotenberry,

1978, 1985;

Rotenberry y Wiens,

1980; Short, 1979;

Cueto, 1996). El

cambio altitudinal en

las montañas produce

gradientes climáticos

con variaciones

abruptas o graduales

en temperatura,

humedad relativa,

radiación solar y

precipitación, lo cual

influye en la

distribución y abun-

dancia de la flora

vinculada

Page 802: Bosque mesófilo de México.docx

Piaya cayana, especie

residente y típica de los

bosques mesófilos de

montaña, con distribución

desde México hasta El

Salvador y Honduras; hábito

alimenticio insectívoro y

omnívoro; considerada en

preocupación menor (IUCN,

2012).

directamente con la

presencia o ausencia

de la fauna (Körner,

2000). La alta

diversidad de aves en

los BMM, en

comparación con

otros bosques

templados, está

relacionada en parte

con la presencia de

recursos ausentes en

otros ecosistemas.

Por ejemplo, la

materia foliar

suspendida de los

BMM, en particular la

gran abundancia de

epifitas (incluyendo

hongos, líquenes,

bromelias y

orquídeas),

incrementa la

diversidad de aves

debido a que algunas

especies de éstas

están especializadas

para forrajear entre

las epifitas (Orians,

1969; Terborgh,

1971; Nadkarni y

Matelson, 1989;

Kratter, 1993; Sillett

et al., 1997).

Endemismo en las aves

El endemismo de la avifauna de los BMM en el territorio mexicano es relativamente

Page 803: Bosque mesófilo de México.docx

bajo en comparación con la de los BMM en la parte sur de Centroamérica o en

Sudamérica (Fjeldså, 1995, Hernández-Baños et al. 1995, Sánchez-González et

al., 2008; Sánchez-González y Navarro-Sigüenza, 2009). Aun así, de acuerdo con

Ceballos y Oliva (2005) y Groombridge y Jenkins (2002), México ocupa el octavo

lugar mundial en especies de aves endémicas. Escalante et al. (1993) y Navarro-

Sigüenza et al.

(2009) consideran

que las especies

endémicas y

cuasiendémicas

mexicanas se

concentran en la

región media de la

Sierra Madre

Oriental (SMO),

seguida por la Faja

Volcánica

Transmexicana

(FVT), el sur de la

Sierra Madre

Occidental (SMOc) y

la Sierra Madre del

Sur en el estado de

Page 804: Bosque mesófilo de México.docx

Guerrero, por lo que

se estima que en las

tierras altas del

occidente, centro y

sur del territorio se

concentra el mayor

endemismo de aves.

Este patrón general

puede ser

observado en el

mapa de la figura 3.

En nuestro

país, un gran

porcentaje de

especies endémicas

se encuentra

restringido a zonas

geográficas muy

pequeñas, por lo

que se consideran

de presencia muy

local y en ocasiones

Page 805: Bosque mesófilo de México.docx

24º

21º

18º

15º

0 - 5 6 - 9 1 0 - 1 4 1 5 - 1 9 2 0 - 2 3 2 4 - 2 7 2 8 - 3 1 3 2 - 3 5 3 6 - 4 0 4 1 - 4 7

286 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

FiGuR

A 3. Dist

ribución potencial de la riqueza de especies

endémicas en los bosques mesófilos de montaña.

105º 102º 99º96º 93º

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Page 835: Bosque mesófilo de México.docx

LA iMpoRTANciA DE LAs AvEs 287

C. nana, que se encuentra en la Sierra Madre Oriental, y C. pumilo, en el

BMM de Chiapas a Honduras; el tecolotito tamaulipeco (Glaucidium

sanchezi), que se distribuye en la parte norte de la Sierra Madre

Oriental, y las codornices del género Dendrortyx (D. barbatus y D.

macroura), de la Sierra Madre Oriental y las montañas del centro de

México, respectivamente. Por su parte, algunas especies

cuasiendémicas notables son: el pavón cornudo (Oreophasis derbianus) y

la tángara chiapaneca (Tangara cabanisi), ambos de la Sierra Madre de

Chiapas. Al igual que con la diversidad, la mayor cantidad de especies

endémicas de los BMM de México se encuentran en la vertiente del

Golfo de la Sierra Madre Oriental. Estudios recientes sugieren que el

endemismo en los BMM de la Sierra Madre del Sur podría ser más

elevado de lo que se considera actualmente, debido a la gran

diferenciación morfológica y genética de muchas de las especies que

los habitan (García-Moreno et al., 2004; Navarro-Sigüenza y Peterson,

2004; Sánchez-González et al., 2008; Barrera-Guzmán et al., 2012).

EstacionalidadLa variación temporal en composición de especies se manifiesta a lo

largo de las estaciones del año, mediante cambios en las especies

presentes y en la abundancia de sus poblaciones (Herrera, 1981). Una

gran cantidad de especies de aves que anidan en los bosques de los

Estados Unidos y Canadá pasan el invierno en regiones con climas

tropicales, desde México hasta la parte norte de Sudamérica y las

Antillas (Keast y Morton, 1980, Stotz et al., 1996). Sin embargo, la

mayoría se concentra en México, en el invierno, particularmente a lo

largo de las tierras bajas de ambas vertientes costeras (Stotz et al.,

1996, Kelly y Hutto, 2005).

La avifauna nacional tiene dos componentes importantes: las

consideradas ‘residentes permanentes’ (todo el año se encuentran

dentro de las fronteras nacionales), que conforman 70% de la avifauna

mexicana, y las ‘residentes temporales’, que se encuentran en el país

solo en una época del año (Navarro-Sigüenza et al., 2009). A su vez, las

‘residentes temporales’ se pueden clasificar en tres categorías: especies

migratorias, accidentales y transitorias (Escalante et al. 1993). La region

oeste de nuestro país concentra un gran número de especies de aves

migratorias (Hutto, 1981; Palomera-García et al., 1994; Escalona-Segura

et al., 1995). Martínez-Morales (2007) comenta que en la avifauna

estudiada en una porción de BMM del estado de Hidalgo, las migratorias

Page 836: Bosque mesófilo de México.docx

eran poco frecuentes. Por otro lado, en el estado de Tamaulipas, Gram y

Faaborg (1997) reportaron que 20% de las especies registradas en El

Cielo corresponde a especies migratorias.

Dada la cantidad reducida de individuos de especies migratorias

que ahí se presentan, el BMM no parece ser un tipo de vegetación con

una alta relevancia para

Page 837: Bosque mesófilo de México.docx

Ptiliogonys cinereus, e specie

residente y típica de los

bosques mesófilos de

montaña, con distribución

desde México hasta

Guatemala; hábito

alimenticio insectívoro y

omnívoro; considerada en

preocupación menor (IUCN,

2012).

288 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

especies migratorias, las cuales

se concentran en tipos de

vegetación adyacentes, como

la selva alta y mediana de la

vertiente del Golfo (Stotz et al., 1996), la selva baja en la

vertiente del Pacífico (Kelly y

Hutto, 2005) y en mayores

elevaciones, como bosques de

pino y pino-encino, a lo largo de

las cadenas montañosas

principales. Esto parece ser

resultado de los altos niveles

de

hum

edad de los BMM (Terborgh,

1971; Rappole, 1995; Stotz et

al., 1996). Sin embargo, en un

estudio de 17 localidades de

bosque mesófilo en México,

Escalona-Segura et al. (1995)

registraron 96 especies

migratorias neotropicales, que

representan

en promedio entre 20 y 40% del total de la avifauna de esos sitios. Estos números

también indican que 43% de las especies migratorias de Norteamérica usa esta ve-

getación como parte de su hábitat de invierno o de tránsito durante su migración.

Aparentemente, ninguna especie

Page 838: Bosque mesófilo de México.docx

migratoria está restringida a este hábitat,

pero estos bosques son fundamentales para la sobrevivencia del chipe Setophaga

chrysoparia, que habita durante el invierno en los BMM

de Chiapas y norte de Cen-troamérica y que, durante el tránsito desde o hacia estas regiones, utiliza los BMM

de la Sierra Madre Oriental (Rappole et al., 2003). Esta especie se encuentra enriesgo de extinción de acuerdo con algunas listas a nivel nacional (NOM-059-SEMAR-

NAT-2010) y mundial (BirdLife International, 2000). Otras especies migratorias para

las que parece que el BMM es importante durante su movimientos estacionales son

los chipes Oreothlypis crissalis, Setophaga townsendi y Mniotilta varia.

Restricción ecológicaAlmazán-Núñez et al. (2009)

comentan que son escasas

las investigaciones en

donde se analizan las

relaciones entre

componentes bióticos y

elementos del paisaje; algo

parecido comentan Bojorges

y López-Mata (2006),

quienes aseveran que en

México son pocos los

trabajos en los que se

correlaciona la riqueza y la

diversidad de especies de

aves con aspectos

Page 839: Bosque mesófilo de México.docx

estructurales de la

vegetación y que estos

trabajos suelen limitarse a

documentar la riqueza de

especies de aves terrestres,

residentes y migratorias.

Respecto a esto, Bell et al. (1997) enfatizan la

importancia que esta

información tiene para

orientar el manejo

sustentable de los recursos

naturales.

Uno de los pocos

trabajos que abordan este

tema es el de Sánchez-

González y Navarro-Sigüenza

(2009), quienes analizan la

restricción ecológica de la

avifauna

Page 840: Bosque mesófilo de México.docx

Strix fulvescens, especie

residente y típica de los

bosques mesófilos de

montaña, con distribución

desde México hasta El

Salvador y Honduras; hábito

alimenticio carnívoro;

considerada en peligro de

extinción (NOM-059-

SEMARNAT, 2010),

preocupación menor (IUCN,

2012) y en el Apéndice II

(CITES, 2012).

LA iMpoRTANciA DE LAs AvEs 289

de los bosques

húmedos de

montaña en el Neo-

trópico y concluyen

que algunas

especies están

limitadas al BMM y

otras ocupan una

gran diversidad de

otros ambientes, de

tal manera que se

puede distinguir un

conjunto de especies

de amplia

distribución

ecológica y otro de

especies restringidas

al BMM. Es de gran

relevancia que el

BMM de México a

Nicaragua se

distribuye a manera

de fragmentos,

mientras que el BMM

de Costa Rica a

Sudamérica forma

áreas más extensas

y continuas, pues es

precisamente entre

Costa Rica y

Sudamérica donde

se encuentra un

mayor número de

especies restringidas

al BMM, así como una

mayor proporción de especies restringidas respecto de los

Page 841: Bosque mesófilo de México.docx

ensambles de aves (27%

de los ensamblajes están representadas por especies restringidas al BMM). Entre

México y el norte de Nicaragua, las especies restringidas al BMM representan sólo

aproximadamente 6% de los ensamblajes avifaunísticos. Esto significa que la avi-

fauna del BMM en México y norte de Centroamérica está compuesta en gran parte

por especies que habitan tipos de vegetación adyacentes, tanto de las que habitan

zonas más altas (hasta 60%) como las que habitan zonas bajas (hasta 50%).

En los BMM

del este y sur de

México es

frecuente

encontrar

especies carac-

terísticas de las

selvas tropicales

altas adyacentes,

que tienen aquí

su límite norte de

distribución (p.

Page 842: Bosque mesófilo de México.docx

ej. Rhynchocyclus

brevirostris y

Spizaetus ornatus).

También, incluso

en mayor grado,

es común

encontrar

especies

características de

los bosques altos

de pino, encino y

pino-encino; la

avifauna de estos

últimos es la más

similar a la de los

BMM (Hernández-

Baños et al.,

1995). Por otra

parte, algunas de

las especies

restringidas a los

BMM pueden

considerarse

especies

indicadoras, es

decir, su

ocurrencia y

abundancia

podría estar

influida por las

características

del hábitat

(Niemelä, 2000).

Biogeografía e importancia evolutiva de la avifauna

Hernández-Baños

et al. (1995)

encontraron que

la avifauna de los

BMM mexicanos se

Page 843: Bosque mesófilo de México.docx

puede agrupar en

tres conjuntos

con importantes

historias de

conexión y

aislamiento entre

ellos: a) Oriente

de México

(incluye el

noroeste de

América Central y

Chiapas), b) Eje

Neovolcánico

Transversal y

Sierra Madre

Occidental y c)

Sierra Madre del

Sur e interior de

Oaxaca. De las

tres regiones,

focos potenciales

de diferenciación

y especiación son

las regiones de

Los Tuxtlas, en el

sureste de

Veracruz, y la

Sierra Madre del

Sur, en los

estados de

Guerrero y

Oaxaca. Esta úl-

Page 844: Bosque mesófilo de México.docx

Coragyps atratus, especie

residente y típica de los

bosques mesófilos de

montaña, con distribución

desde el norte de Estados

Unidos hasta el centro de

Chile y Argentina; hábito

alimenticio carroñero;

considerada en

preocupación menor (IUCN,

2012).

290 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

tima área es asombrosa por

sus especies endémicas de

BMM, como el extremada-

mente raro colibrí Lophornis

brachylophus, los colibríes

Eupherusa poliocerca y E.

cyanophrys, la tucaneta

Aulacorhynchus prasinus

wagleri, el hormiguero Grallaria

guatimalensis ochraceiventris,

las

char

as Cyanolyca mirabilis y

Aphelocoma unicolor

guerrerensis y la tangara de

monte Chlorospingus

flavopectus albifrons.

Otro trabajo relevante

sobre la biogeografía de la

avifauna del BMM (bosques

húmedos de montaña) en

Mesoamérica es el de

Watson y Peterson (1999),

en el cual comentan que la

latitud es el factor que más

influye en la distribución de

los grupos examinados en las

tres escalas espaciales

(Mesoamérica, Atlántico y

Centroamérica), aunque no

particularmente para el

grupo de endémicas. El

Page 845: Bosque mesófilo de México.docx

segundo y tercer factor son

la distancia de la costa y la

altitud. Indican que una

explicación más minuciosa

de los patrones de la riqueza

de especies y riqueza de

endemismos son los factores

históricos, y sugieren que

entre el Istmo de Panamá y

Mesoamérica, el aislamiento

ha proporcionado una

situación peninsular que

podría haber dado lugar a la

diferenciación y a la

especiación. De las

localidades de la vertiente

Atlántica, sobresale la región

de Los Chimalapas, en donde

se concentran grandes

cantidades de especies en un

área muy pequeña, y es el

lugar que alberga los BMM

más conservados y húmedos

del país.

En un análisis

biogeográfico global de los BMM

de América, Sánchez-González

et al. (2008) encontraron que

en los BMM de México y del

norte de Centroamérica se

forman dos grupos: la Sierra

Madre del Sur (formado por los

estados de Guerrero y Oaxaca)

y un grupo mayor, que abarca

los bosques del este de México

(incluyendo la Sierra de los

Tuxtlas) y los bosques del

norte de Centroamérica.

Además de estas áreas, se

obtuvo un grupo que contiene

a los bosques del norte de la

Sierra Madre Oriental (sur del

Page 846: Bosque mesófilo de México.docx

estado de Tamaulipas a norte

del estado de Querétaro).

Finalmente, los bosques a lo

largo del Eje Neovolcánico no

se recuperaron como un grupo

único (monofilético), lo cual

sugiere que contienen especies

pertenecientes a los distintos

grupos recuperados

mencionados anteriormente.

La formación de grupos

bien definidos obedece a las

condiciones ambientales

particulares que los BMM

requieren para su desarrollo.

De esta manera, las tierras

bajas (p. ej. el Istmo de

Tehuantepec, la Depresión del

Balsas, la Depresión Central

en Chiapas o la Planicie

Costera del Golfo) forman una

barrera eco-geográfica que

separa agrupamientos bien

definidos, como lo destacan

los estudios anteriores. Las

áreas de tierras bajas son

Page 847: Bosque mesófilo de México.docx

Penelopina nigra, especie

residente y típica de los

bosques mesófilos de

montaña, con distribución

desde México hasta

Honduras, y norte y centro

de Nicaragua; hábito

alimenticio frugívoro y

herbívoro; considerada en

peligro de extinción (NOM-

059-SEMARNAT, 2010) y

como vulnerable (IUCN,

2012).

LA iMpoRTANciA DE LAs AvEs 291

barreras para la

avifauna de los

BMM debido a las

condiciones

ecológicas (p. ej.

mayor

temperatura

media anual).

Debido a los

patrones

biogeográficos y

de restricción

ecológica, la

avifauna del BMM

representa un

modelo excelente

para estudiar los

complejos

patrones de

dispersión,

vicarianza,

diferenciación,

especiación y

estructuración de

comunidades. Se

ha sugerido que

las condiciones de

aislamiento de los

BMM, a partir del

último máximo

glacial (hace unos

120 mil años, Van

der Hammen y

Hooghiemstra,

2001; Jansson y

Dynessius, 2002)

han producido una

diferenciación

genética evidente

Page 848: Bosque mesófilo de México.docx

que puede

coincidir con la

divergencia

morfológica

(García-Moreno et

al., 2004, 2006;

Cortés-Rodríguez

et al., 2008;

Puebla-Olivares et

al., 2008). En

general, esta

diferenciación es

coincidente con

barreras

geográficas muy

importantes (por

ejemplo, el Istmo

de Tehuantepec),

por lo que la

estructura filo-

geográfica

coincide entonces

con la estructura

orográfica del

país. Entre las es-

pecies estudiadas

se encuentran

aves de diversos

grupos

taxonómicos,

como las

tucanetas

(Aulacorhynchus

prasinus, Puebla-

Olivares et al.,

2008), los colibríes

del género

Lampornis (García-

Moreno et al.,

2006; Cortés-

Rodríguez et al., 2008), las

Page 849: Bosque mesófilo de México.docx

especies del

género

Chlorospingus

(García-Moreno et

al., 2004;

Sánchez-González

et al., 2007;

Bonaccorso et al.,

2008), los

trepatroncos

(Lepidocolap-

tes, Arbeláez-Cortés et al., 2010) y el chipe rojo (Cardellina rubra,

Barrera-Guzmán et al., 2012). Algunos de estos estudios han de-mostrado que esa diferenciación es muy antigua y que ha tenidocomo centro de evolución las montañas de México, como ocurre

con los rascadores (Arremon brunneinucha, Navarro-Sigüenza et

al., 2008) y los colibríes del género Lampornis (García-Moreno

et al., 2006). En un estudio filogeográfico integral, en el que seincluyeron distintos taxones de aves, mamíferos y plantas, Ornelas

et al. (2013) concluyeron que la

Page 850: Bosque mesófilo de México.docx

evolución de la biota en los BMM

en Mesoamérica ha respondido a una combinación compleja de

distintas historias de expansión distribucional, aislamiento y dife-renciación biótica.

Resultados de la integración de información de avesCon base en la

información

compilada de las

aves en el SI-BMM de

México y empleada

para la realización

de este capítulo, se

registran 551

especies de aves

(véase la Lista de

especies de aves y

la Lista comentada

en el Anexo V), de

las cuales 72 son

endémicas o

cuasiendémicas al

territorio mexicano.

Tomando estas

cifras como

referencia y de

acuerdo con lo

reportado en

México, el BMM

tiene

Page 851: Bosque mesófilo de México.docx

292 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

poco más de 50% de la riqueza total y más de 27% de la riqueza de

endémicas del país. Sin embargo, considerando que existen

preferencias entre el hábitat que ocupa la avifauna, es necesario decir

que solo 196 de estas especies son de presencia típica en estos

bosques, 317 no típicas y 38 especies de carácter excepcional. Por otro

lado, de las especies endémicas o cuasiendémicas, 28 son típicas, 39 no

son típicas y cinco se consideran registros excepcionales de estos

bosques.

Estas cifras son diferentes a las reportadas por Flores y Gérez

(1994), quienes registran 29 especies endémicas y nueve restringidas a

esta formación vegetal; otros datos, como los de Escalante et al. (1993),

documentan 30 especies endémicas y 20 restringidas a este hábitat

(cuadro 2). Aproximadamente veinte años después, un gran número de

publicaciones dedicadas al estudio de las aves aporta diferencias que

muy probablemente se deben a cambios taxonómicos ocurridos entre un

trabajo y otro, o a registro de nuevas especies en esos ambientes; en

otras palabras, un gran avance en el conocimiento del grupo en estos

bosques.

Más de 35% de las especies típicas del BMM se concentran en cuatro

familias: la de los picaflores o colibríes (Trochilidae, 26 especies), la de

los chipes (Parulidae, 17 especies), la de los zorzales (Turdidae, 14

especies) y la de los mosqueros (Tyrannidae, 13 especies). El resto de las

consideradas como típicas de esta formación vegetal, o sea 126

especies, se distribuyen en 33 familias con ocho o menos especies cada

una (cuadro 3). Adicionalmente, existen 160 especies no endémicas cuya

presencia en BMM es típica y que se concentran en 37 familias (cuadro 3).

De las 28 especies endémicas al país (véase Lista de taxones

endémicos y cuasiendémicos en el Anexo V) y con presencia típica en

esta formación vegetal, se considera que habitan principalmente

bosques templados y húmedos, como bosque de pino, bosque de pino-

encino, bosque de encino o mesófilo de montaña, entre otros; o bien,

secundarios derivados de los anteriores tipos de vegetación, o bien, en

pastizales inducidos cercanos a vegetación templada (cuadro 4).

CuADRo 2. Riqueza de especies, endemismo y hábitat preferencial en el bosque mesófilo de montaña

Page 852: Bosque mesófilo de México.docx

Flores y Gérez(1994)

Escalante et al. (1993)

Típicas del BMM

(este trabajo)No típicas del

BMM (este trabajo)Excepcionales en el BMM (este trabajo)

Total especies 298 182 196 317 38

Total especies endémicas

29 30 28 39 5

Total especies restringidas

9 20

Page 853: Bosque mesófilo de México.docx

LA iMpoRTANciA DE LAs AvEs 293

CuADRo 3. Familias y géneros con especies no endémicas de distribución típica en el bosque mesófilo de montaña CuADRo 3 [continúa]

Familia GéneroNúm. de especies Familia Género

Núm. de especies

Accipitridae

Accipiter 1

Furnariidae

Anabacerthia 1

Buteo 2 Automolus 1

Buteogallus 1 Dendrocolaptes 1

Spizaetus 1 Lepidocolaptes 1

Sclerurus 1

Apodidae

Aeronautes 1 Sittasomus 1

Cypseloides 2 Xiphocolaptes 1

Chaetura 1 Xiphorhynchus 1

Panyptila 1

Emberizidae

Amaurospiza 1

Streptoprocne 2 Arremon 1

Bombycillidae Bombycilla 1 Diglossa 1

Caprimulgidae

Antrostomus 1 Haplospiza 1

Chordeiles 2 Melozone 1

Falconidae Micrastur 1

Cardinalidae

Caryothraustes 1 Formicariidae Grallaria 1

Pheucticus 2

Fringillidae

Chlorophonia 1

Piranga 1 Euphonia 1

Cathartidae

Cathartes 1 Spinus 2

Coragyps 1

Hirundinidae

Hirundo 1

Sarcoramphus 1 Notiochelidon 1

Cinclidae Cinclus 1 Petrochelidon 1

Columbidae

Claravis 1 Stelgidopteryx 1

Geotrygon 2 Tachycineta 1

Patagioenas 1 Icteridae Icterus 3

Corvidae

Aphelocoma 1 Mimidae Melanotis 1

Cyanocorax 1Momotidae

Aspatha 1

Cyanolyca 1 Hylomanes 1

CracidaeOreophasis 1

Odontophoridae

Dactylortyx 1

Penelope 1 Dendrortyx 1

Cuculidae Piaya 1 Odontophorus 1

Page 854: Bosque mesófilo de México.docx

Núm. de especiesGénero

BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

CuADRo 3 [continúa]

Núm. deFamilia Género especies Familia

Basileuterus 2

Cardellina 2

Myioborus 1Parulidae

Oreothlypis 5

Parkesia 2

Setophaga 5

Colaptes 1

Melanerpes 1 Trochilidae

Picidae Picoides 1

Sphyrapicus 1

Veniliornis 1

Pipridae Chiroxiphia 1

Bolborhynchus 1Psittacidae

Pionus 1

Ptilogonatidae Ptiliogonys 1

Ramphastidae Aulacorhynchus 1

Aegolius 1

Asio 1 Troglodytidae

Ciccaba 1Strigidae

Megascops 1

Strix 2

Thamnophilidae

Myrmotherula 1Trogonidae

Thraupidae Tangara 1

Tityridae Pachyramphus 2

Turdidae

294

CuADRo 3 [concluye]

Abeillia 1

Amazilia 1

Atthis 1

Campylopterus 2

Colibri 1

Doricha 1

Eugenes 1

Eupherusa 1

Heliomaster 1

Hylocharis 1

Lampornis 3

Lamprolaima 1

Lophornis 1

Selasphorus 3

Tilmatura 1

Campylorhynchus 1

Catherpes 1

Henicorhina 1

Microcerculus 1

Thryophilus 1

Troglodytes 1

Pharomachrus 1

Trogon 2

Catharus 6

Myadestes 2

Turdus 3

Contopus 4

Empidonax 3

Mitrephanes 1

Myiarchus 1

Myiopagis 1

Onychorhynchus 1

Rhynchocyclus 1

Zimmerius 1

Vireonidae Vireo 4

Tyrannidae

Page 855: Bosque mesófilo de México.docx

Apodidae

LA iMpoRTANciA DE LAs AvEs 295

CuADRo

4. Especies de aves endémic

as o

cuasiendémicas

de México, típicas

del bosque mesófilo

de montaña

Familia

Cypseloides storeri

Streptoprocne semicollaris

Caprimulgidae

Antrostomus salvini

Cardin

alidae

Pheuctic

us

chrysop

eplusPiranga erythrocephala

Columbidae

Geotrygon carrikeri

Cyanocorax dickeyi

Corvidae

mirabilis

Cyanolyca nana

Cracidae

wagleri

Emberizidaevirenticeps

Fringillidae

Coccothraustes abeillei

Furnariidae

Lepidocolaptes leucogaster

Icteridae

graduacauda

Mimidae

caerulescens

Odontoph

oridae

barbatusDendrortyx macroura

Strigidae

sanchezi

Atthis heloisa

Eupherusa cyanophrys

Trochilidaepoliocerca

Lophornis brachylophus

Thalurania ridgwayi

Page 856: Bosque mesófilo de México.docx

Troglod

ytidae

Campylo

rhynchus

gularisCampylorhynchus jocosus

Catharus occidentalis

Turdidae

Ridgwayia pinicola

Vireonidae

Vireolanius melitophrys

Con relación a la distribución de la riqueza de la avi-fauna del BMM a nivel estatal, tenemos que los tres estados con mayor registro de especies en orden de importancia son el estado de Veracruz (346 especies), Chiapas (345 especies) y Oaxaca (315 especies) (figura 4).

En

general,

en orden

decrecien

te, los

mayores

vacíos de

informaci

ón de

Page 857: Bosque mesófilo de México.docx

aves

del

BMM en

el país

están

en los

es-

tados

de

Sinalo

a (90

especi

es),

Tlaxcal

a (73

especi

es),

More-

los (43

especi

es),

Jalisco

(17

especi

es),

Colima

(14

especi

es),

San

Luis

Potosí

(2

especi

es),

D.F. (0

especi

es),

Guanaj

uato (0

especi

es) y

Nuevo

León (0

especies)

; además,

existe un

registro

de BMM

en el

municipio

de

Huimang

uillo,

estado de

Tabasco

(el más

sureño de

nuestro

país), sin

ningún

trabajo

de

investiga

ción.

Page 858: Bosque mesófilo de México.docx

2

1 4

17

4 3

73

90

118

142

1 4 6

1 5 7

1 5 8

1 6 1

274

315

345

346

San

Luis

Potosí

Colima

Jalisco

Morelo

s

Tlaxcal

a

Sinaloa

Michoa

cán

Nayarit

Hidalgo

Guerrero

Estado de

México

Querétaro

Tamulipas

Oaxaca

Chiapas

Veracruz

FiGuRA 4. Riqueza avifaunística por estado,

propia de los bosques mesófilos de montaña.

Página anterior, Vireolanius

melitophrys, especie residente y

típica de los bosques mesófilos

de montaña; con distribución

de México hasta Guatemala;

hábito alimenticio insectívoro y

omnívoro; considerada en

preocupación menor (IUCN,

2012). FoTo: RuBÉN oRTEGA ÁLvAREz

Page 859: Bosque mesófilo de México.docx

Arriba, Aphelocoma unicolor,

especie residente y típica de

los bosques mesófilos de

montaña, con distribución

desde México hasta El

Salvador y Honduras; con

hábito alimenticio omnívoro;

considerada como

amenazada (NOM-059-

SEMARNAT, 2010) y en

preocupación menor (IUCN,

2012).

Abajo, Cardellina pusilla,

especie endémica de México,

residente de invierno y típica

de los bosques mesófilos de

montaña; hábito alimenticio

carnívoro e insectívoro;

considerada en preocupación

296 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Conservación de las aves del bosque mesófilo de montaña

Desde hace décadas nuestro

país viene padeciendo una

intensa y rápida degradación

ambiental: pérdida de bosques

y humedales, desertificación y

erosión del suelo,

sobrexplotación de la fauna por

caza y captura para el comercio

de mascotas y, finalmente,

contaminación ambiental

(Simeón, 1995; Challenger,

1998). En años recientes,

comenzó a saberse del grave

estado de conservación en que

se encuentra el BMM, por lo que,

en la actualidad, estos bosques

se han vuelto una prioridad en

la designación de áreas para su

conservación.

En cuanto a las especies consideradas en alguna categoría de riesgo, de una

Page 860: Bosque mesófilo de México.docx

lista de 551 especies (típicas, no típicas y excepcionales) en el BMM, más de 19%

se encuentra en alguna categoría de riesgo y en alguno de los tres instrumentos

(legales y reglamentarios) que protegen la flora y fauna a nivel mundial y nacional:Norma Oficial Mexicana para la Protección de Especies Nativas de México-NOM-

059-SEMARNAT-2010, Convención

sobre el Comercio Internacional de

Especies Amenazadas de Fauna y

Flora Silvestres-CITES (2012) y la

Unión Internacional para la

Conservación de la Naturaleza-IUCN

(2012). Por otra parte, al consi-

derar las 199 especies

catalogadas con presencia típica

en los BMM, solo 58 especies se

encuentran en algún criterio de la

NOM-059-SEMARNAT-2010, CITES (2012)

o IUCN (2012) (cuadro 5).

Page 861: Bosque mesófilo de México.docx

Las aves se han convertido

en un grupo modelo para la

priorización de áreas que deben

ser conservadas, debido, entre

otras cosas, a que son fácilmente

detectables, lo cual ha favorecido

el estudio de su diversidad y

distribución (Mayr, 1946;

Peterson, 1998; Navarro-Sigüenza

y Sánchez-González, 2003).

Distintas iniciativas se han llevado

a cabo para su conservación a

nivel nacional, como las AICAS

(Áreas de Importancia para la

Conservación de las Aves;

Arizmendi y Márquez-Valdelamar,

2000), y a nivel global, por

ejemplo, BirdLife International

(2000). Estas iniciativas se han

basado en criterios que determi-

nan prioridades según el grado de

amenaza, el tamaño del área de

distribución, la restricción al

hábitat y las áreas de

reproducción o migración.

Page 862: Bosque mesófilo de México.docx

LA iMpoRTANciA DE LAs AvEs 297

Los BMM de México son prioritarios para su protección debido a que

es la formación vegetal más frágil y a que un buen número de las

especies de aves (y de otros grupos de vertebrados terrestres, plantas

vasculares, hongos e invertebrados) que los habitan se encuentran

restringidas a este hábitat. En las 230 AICAS designadas en México

(Arizmendi y Márquez-Valdemar, 2000), se encuentra representada la

mayoría de los parches importantes de BMM en el país. Desgracia-

damente, la distribución de las áreas naturales protegidas no es tan

satisfactoria como la de las AICAS, ya que áreas enteras de BMM, como

los de Oaxaca y Guerrero, se encuentran sin protección (Navarro-

Sigüenza et al., 2011). Las principales áreas naturales protegidas de

México que albergan grandes extensiones de BMM son las Reservas de la

Biósfera El Cielo, Los Tuxtlas, El Triunfo y Volcán Tacaná.

De las especies que se encuentran en alguna categoría de riesgo y

que están dentro de las199 especies registradas como típicas de los BMM

mexicanos, un buen número de ellas es exclusiva de alguno de los

macizos montañosos, como los de las sierras de Chiapas y del este de

Oaxaca (por ejemplo, el quetzal Pharomachrus moccino; el pavón cornudo

Oreophasis derbianus; el pajuil Penelopina nigra y la tángara chiapaneca

Tangara cabanisi); en la Sierra Madre Oriental (por

Cuadro 5. Número de especies del bosque mesófilo de montaña en alguna categoría de riesgo

Categorías

Total registrado

BMM

Número de especies con

presencia típica en el BMM

Número de especies con presencia no

típica en el BMM

Número de especies

excepcionales en el BMM

CITES (2012)Apéndice I 9 2 7 0

Apéndice II 100 40 51 9

NOM-059-SEMARNAT

(2010)

Amenazada 52 32 16 4

En peligro de extinción

31 23 8 0

Probablement

e extinta en

el medio

silvestre

1 0 1 0

Sujeta aprotección especial

70 24 39 7

IUCN (2012)

Casi amenazada 11 6 4 1

En peligro 6 4 2 0

En peligro crítico 1 0 1 0

Page 863: Bosque mesófilo de México.docx

Preocupación menor

500 171 294 35

Vulnerables 11 7 4 0

Page 864: Bosque mesófilo de México.docx

Campylorhynchus gularis,

especie residente y típica de

los bosques mesófilos de

montaña; hábito alimenticio

carnívoro e insectívoro;

considerada en

preocupación menor (IUCN,

2012). FoTo: RuBÉN oRTEGA ÁLvAREz

298 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

ejemplo, el tecolotito

tamaulipeco Glaucidium

sancheÉ, la chara enana

Cyanolyca nana y la codorniz

veracruzana Dendrortyx

barbatus) y en la Sierra Madre

del Sur (por ejemplo, la

coqueta cresta corta

Lophornis brachylophus, el

colibrí cola blanca Eupherusa

poliocerca y el colibrí frente

azul E. cyanophrys).

Los BMM son de los

hábitat más vulnerables ante

el cambio climático por la

tendencia a que disminuya el

número de días con neblina y,

como consecuencia, la

alteración de las interacciones

ecológicas y las variables

físic

as del ambiente (Pounds et al.,

1999; Still et al., 1999;

Sekercioglu et al., 2008). Las

aves restringidas al BMM son

muy vulnerables debido a la

(predecible) contracción de

sus áreas de distribución y

creciente fragmentación (para

más detalle véase Peterson et

al., 2001).

De acuerdo con Feria et

al. (2013), la perturbación de

las aves por el cambio

Page 865: Bosque mesófilo de México.docx

climático afectaría, directa o

indirectamente, a los seres

humanos, pues las aves son

proveedores de servicios

ecosistémicos, como la

polinización y la dispersión

de semillas. Se ha calculado

que las aves polinizan cerca

de 15% de las plantas en

muchos sitios de América

(Buzato et al., 2000), y que

las aves consumidoras de

frutos dispersan entre 30 y

70% de las semillas de

plantas leñosas en América y

Australia (Wilson et al., 1989).

Es sabido también que son

indispensables para

mantener la salud de los

ecosistemas ya que pueden

llegar a controlar entre 20 y

70% de las poblaciones de

invertebrados y reducir hasta

en 10% las plagas de cultivos

(Sekercioglu, 2006); también

son facilitadores de la

descomposición y el reciclaje

de los nutrientes al

alimentarse de carroña.

Todos estos procesos son

afectados, también, por las

actividades del ser humano.

Page 866: Bosque mesófilo de México.docx

LA iMpoRTANciA DE LAs AvEs 299

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MAMÍFEROS DEL BOSQUE /

MESOFILO DE MONTAÑAEN MÉXICO

NOÉ GONZÁLEZ-RUIZ, JOsÉ RAMÍREZ-

PULIDO, MARTHA

GUAL-DÍAZ

305

Leptonycteris nivalis, habita principalmente matorral xerófilo,

sin embargo se le ha reportado en diversos bosques secos

(caducifolio), templados (pino-encino) y húmedos (mesófilo

de montaña) en las Sierra Madre Oriental, Sierra Madre

Occidental y en el Eje Neovolcánico; considerada como

amenazada (NOM-059-SEMARNAT, 2010) y en peligro (IUCN,

2010). FoTo: ALBERTo E. RoJAs-MARTÍNEz

Resumen

El bosque mesófilo de montaña (BMM) es una de

las formaciones vegetales con mayor diversidad

específica en México; contiene una cantidad

considerable de especies endémicas y

proporciona gran variedad de servicios

ambientales para el hombre.

Desafortunadamente, esta formación, como

otras, está seriamente alterada por las

actividades humanas.

Los mamíferos del BMM representan un

grupo comparativamente diverso: se han

registrado 257 especies, que corresponden a

53% del total de las especies de mamíferos

terrestres de México; también se encuentran 85

de las 165 especies endémicas del país. Los

estudios realizados indican que a las especies

del BMM se les puede clasificar en cinco regiones

y en cada una de estas, es posible identificar al

menos dos subregiones. La distribución de

cincuenta especies se restringe al BMM, por

ejemplo: todas las especies de los géneros

Megadontomys y de Habromys se encuentran solo

ahí; el resto está compuesto por especies

filogenéticamente relacionadas, agrupadas en

diferentes niveles de la jerarquía taxonómica, ya

sea como géneros, subgéneros o grupos de

especies.

Page 891: Bosque mesófilo de México.docx

El área de distribución de las especies

restringidas del BMM es muy pequeña, oscila

entre 500 y 3 000 km2. A estas especies se les

conoce por un número peque-

Page 892: Bosque mesófilo de México.docx

306 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

ño de ejemplares, por lo general menos de veinte individuos en las

colecciones científicas. Varias de las especies gozan de algún tipo de

protección por parte del Gobierno de México; sin embargo, otras

especies con las mismas peculiaridades de distribución y rareza, y que

enfrentan los mismos problemas de amenaza, no están protegidas; en

esta situación están Neotoma angustapalata, Habromys chinanteco, H. delicatulus, H. ixtlani, H. lepturus, H. lophurus, H. schmidlyi, Cryptotis goodwini y C. griseoventris.

El BMM es un tipo de vegetación de distribución fragmentada que

ocupa una pequeña superficie no mayor de 18 000 km2, es rica en

especies raras, con historia evolutiva compleja, pero con escasas

expectativas de supervivencia en el mediano y largo plazos si no se

logra frenar el deterioro del ecosistema y se adoptan las medidas

adecuadas de manejo, recuperación y educación ambiental.

IntroducciónEl BMM se localiza entre los 800 y 2 200 metros de altitud, pero es más

frecuente entre 1 000 y 1 500 m (Challenger y Soberón, 2008), por lo

general en las vertientes hacia donde circulan los vientos de origen

marino. Son áreas húmedas como resultado de lluvias durante la mayor

parte del año y por la persistencia de niebla a nivel del suelo (Villaseñor,

2010). Por su posición altitudinal, el BMM se encuentra entre dos

ecosistemas: las selvas tropicales de menor altitud y los bosques

templados de mayor altitud, de tal manera que está constituido por

especies que penetran desde ambas regiones. Ello forma un ecosistema

de transición, con la particularidad de contener especies restringidas a

este ambiente, tanto de fauna (Espinoza y Sánchez, 2010) como de flora

(Valdez-Tamez et al., 2003; Villaseñor, 2010; Rzedowski, 1996). Las

regiones con BMM son de gran importancia por los servicios ambientales

que este proporciona: conservan el suelo al disminuir la erosión,

mantienen el ciclo hidrológico y favorecen la captación de agua

(Hamilton et al., 1995; Luna et al., 2001; Manson, 2004).

La superficie que cubre el BMM en México es muy pequeña, se

calcula en menos de 1% de la superficie total del territorio nacional

(Rzedowski, 1996). No obstante su tamaño, es una formación compleja

y concentra la mayor diversidad específica, tanto de flora como de

fauna (Challenger, 1998). Tan solo de plantas vasculares, se tiene

registradas 6 153 especies (véase Villaseñor y Gual-Díaz, este

volumen), que representan más de 26% de la flora del país; otro

Page 893: Bosque mesófilo de México.docx

ejemplo son los mamíferos del BMM de Chiapas que contiene 66% de las

especies del estado (Espinoza y Sánchez, 2010).

El aislamiento del BMM se originó por una compleja actividad

tectónica y oscilaciones climáticas, principalmente glaciaciones desde

finales del Cenozoico

Page 894: Bosque mesófilo de México.docx

MAMÍFERos 307

(Campbell,

1999), lo

que ha

propiciado

una

diferenciac

ión de las

biotas.

Este tipo

de

vegetación

es

ampliamen

te

conocido

por la

excepciona

l

concentrac

ión de

especies

endémicas

(Hamilton

et al., 1995;

Toledo-

Aceves et al., 2011):

de las

plantas

vasculares

contiene

más del

30% de las

especies

endémicas

de México

(Rzedowski

, 1991;

Villaseñor,

Page 895: Bosque mesófilo de México.docx

2010). Los

mamíferos

no son la

excepción

a este

patrón de

diversidad

y

endemism

os en este

bosque,

aun

cuando el

conocimie

nto de este

grupo es

limitado

todavía,

dado que

la mayoría

de los

estudios se

refieren de

manera

marginal a

los

mamíferos

en el BMM.

Algunos

trabajos

orientan su

interés

hacia

aspectos

taxonómic

os y con

ello, se

refieren a

un número

limitado de

localidades

de una

Page 896: Bosque mesófilo de México.docx

especie

particular

(e. g. Hooper,

1952;

Genoways,

1973; Huc-

kaby,

1980;

Schmidly et al., 1988;

Woodman

y Timm,

1999;

Romo-

Vázquez et al., 2005;

Woodman,

2011).

Otros

estudios

tratan con

mayor

detalle la

relación

fauna-

ambiente,

pero la

mayoría

analizan

regiones

biogeográfi

cas o

florísticas y

caracteriza

n mejor a

las

especies

que se

encuentra

n dentro

del BMM,

Page 897: Bosque mesófilo de México.docx

Nelsonia goldmani, especie

endémica, habita bosques

templados y húmedos (de

pino-encino, oyamel y

mesófilo de montaña) del

occidente del Eje

Neovolcánico Transversal;

sujeta a protección especial

(NOM-059 SEMARNAT, 2010),

y en peligro (IUCN, 2010).

FoTo: ANA LAuRA NoLAsco VÉLEz

por ejem-

plo, en las

monografí

as de

mamíferos

a nivel

estatal,

como en

Veracruz

(Hall y

Dalquest,

1963),

Tamaulipa

s (Álvarez,

1963),

Oaxaca

(Goodwin,

1969) y

San Luis

Potosí

(Dalquest,

1953), por

mencionar

sólo

algunas.

Otros

trabajos

que

contribuye

n en gran

medida al

entendimie

nto de la

mas-

tofauna

son los

inventarios

de alguna

zona en

particular,

en los que

una parte

Page 898: Bosque mesófilo de México.docx

o toda la

superficie

de estudio

se ubica

en el BMM;

es el caso

de rancho

El Cielo,

Tamaulipa

s (Vargas-

Contreras

y

Hernández

-Huerta,

2001;

Vargas-

Contreras,

2005;

Castro-

Arellano y

Lacher,

2005),

Omilteme,

Guerrero

(Jiménez-

Almaraz et al., 1992),

Tlanchinol,

Hidalgo

(Cervantes

et al., 2002;

2004b),

Sierra

Nanchititla

, estado de

México

(Monroy-

Vilchis et al., 2011),

Sierra

Mazateca,

Oaxaca

Page 899: Bosque mesófilo de México.docx

(Briones-

Salas et al., 2005),

Sierra de

Villa Alta,

Oaxaca

(Lavariega

et al., 2012),

Sierra de

Taxco,

Guerrero

(León-

Paniagua y

Romo-

Vázquez,

1993) y

Sierras de

Chiapas

(Espinoza

& Sánchez,

2010). En

esta

clasificació

n caben

los

trabajos

sobre

transectos

altitudinale

s (Briones-

Salas et al., 2005;

Vargas-

Contreras

y

Hernández

-Huerta,

2001; Sán-

chez-

Cordero,

2001;

Page 900: Bosque mesófilo de México.docx

Monteagud

o y León-

Paniagua,

2004). Los

estudios

de este

tipo son

impor-

tantes

porque

tienen

como

objetivo

central

analizar el

patrón de

distribució

n de los

mamíferos

en los

diferentes

estratos

altitudinale

s, y todos

ellos estu-

dian los

mamíferos

en el BMM.

Algun

os trabajos

revisan

con detalle

la taxo-

nomía

mediante

técnicas

morfológic

as o

molecula-

Page 901: Bosque mesófilo de México.docx

308 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

res de grupos de especies que se restringen al BMM; el análisis de la

información con estas técnicas aporta evidencia sólida del origen y

diversificación de los mamíferos, de su distribución y de la relación

histórica del grupo con el BMM. Estudios de esta naturaleza son básicos

para el conocimiento sobre endemismos y, por lo mismo, son de gran

importancia para la conservación de esta formación vegetal (e. g. Hooper, 1952; Sullivan et al., 2000; Carleton et al., 2002; Arellano et al., 2003; León-Paniagua et al., 2007; Rogers et al., 2007; Woodman, 2011).

No obstante los esfuerzos realizados, no se tiene una relación

completa de la riqueza de los mamíferos propios del BMM en México.

Por ello, queda pendiente un trabajo que examine de manera integral

la riqueza mastozoológica de esta región. Mientras tanto, este estudio

cumple los siguientes objetivos: 1) proporcionar el inventario

actualizado de los mamíferos del BMM en México, 2) conocer la

distribución geográfica de las especies de este ecosistema y 3) llamar

la atención sobre la importancia del BMM para la conservación de la

fauna.

MétodoConsiderando la delimitación del BMM de Rzedowski (1978) y Miranda

(1947) (véase Gual-Díaz y González-Medrano, este volumen),

compendiado por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la

Biodiversidad (CONABIO, 2010), se realizó una extensa búsqueda

bibliográfica con el fin de reunir toda la información existente de los

mamíferos terrestres de México, que se ubiquen dentro de los límites de

esta formación vegetal. Durante la recopilación de la información se

eliminaron los registros dudosos (véase Taxones excluidos en el Anexo

VI) y se actualizó la nomenclatura de las especies registradas en las

referencias consultadas. La nomenclatura se registró de acuerdo con el

catálogo de autoridad de Ramírez-Pulido et al. (2005), básicamente, y se

hicieron actualizaciones basadas en referencias bibliográficas de reciente

cuño. El análisis de la información nos permitió obtener una lista de las

especies que se encuentran en el BMM de México. Con esta lista, se

examina y comenta la riqueza de la región en comparación con la del

país, incluyendo endemismos, distribución, regionalización y estado de

conservación.

Resultados y discusión

Page 902: Bosque mesófilo de México.docx

Riqueza de especiesEn el BMM se encuentran 257 especies (véase la Lista de especies de

mamíferos y la Lista comentada en el Anexo VI), que pertenecen a 121

géneros, 29 familias y 11 órdenes. Las familias mejor representadas son

los roedores cricetidos, con 72 especies; los murciélagos de las familias

Phyllostomidae y Vespertilionidae, con 46

Page 903: Bosque mesófilo de México.docx

MAMÍFERos 309

y 27

especi

es,

respect

ivamen

te, y

las

musara

ñas

(Sorici

dae),

con 25

especi

es. El

resto

de las

familia

s

tienen

menos

de diez

especi

es

cada

una. La

mayorí

a de

los

género

s de

mamíf

eros

tienen

menos

de diez

especi

es,

pero el

género

Page 904: Bosque mesófilo de México.docx

de

roedor

es

Peromyscus es

el de

mayor

númer

o de

especi

es: 22.

Los

murciél

agos

del

género

Myotis,

así

como

las

musara

ñas de

los

género

s

Cryptotis y Sorex,

tienen

11 y 12

especi

es

respect

ivamen

te.

El

BMM

alberga

una

mastof

auna

diversa

, rica

Page 905: Bosque mesófilo de México.docx

en

endemi

smos y

especie

s raras

que

certific

an la

import

ancia

de la

región

para la

conser

vación

de la

fauna

silvestr

e

mexica

na. En

el BMM

habita

53% de

las

especie

s de

mamífe

ros

terrestr

es del

país, lo

que

represe

nta

una

alta

densid

ad, si

se

consid

era

Page 906: Bosque mesófilo de México.docx

que el

BMM

apenas

ocupa

cerca

de 1%

del

territori

o

nacion

al. Un

balanc

e más

sensibl

e, y

que

avala

la alta

riqueza

, es la

compar

ación

entre

la

diversi

dad del

BMM y

la de

México

en las

categor

ías

taxonó

micas

por

arriba

del

nivel

de

especie

. El

BMM

Page 907: Bosque mesófilo de México.docx

tiene

más de

65% de

las

especie

s de

carnívo

ros,

murciél

agos,

marsup

iales y

musara

ñas

que

habitan

en el

país. A

nivel

de

familia,

contien

e más

de 80%

de las

especie

s de los

murci

élagos

con

hoja

nasal

(Phyllo

stomid

ae), los

carnívo

ros

proción

idos

(Procyo

nidae)

y todas

Page 908: Bosque mesófilo de México.docx

las

especie

s de los

felinos

mexica

nos. En

cuanto

a los

género

s, el

BMM

tiene

todas

las

especie

s de los

género

s de

murciél

agos

Carollia,

Dermanura,

Eptesicus y

Glossophaga, y

de

ratones

Habromys y

Megadontomys.

En

cuanto

al

origen

de los

género

s en el

BMM,

no se

Page 909: Bosque mesófilo de México.docx

Cryptotis goldmani, especie

endémica del estado de

Oaxaca; habita bosques de

pino y encino y mesófilos de

montaña; considerada como

amenazada (NOM-059-

SEMARNAT, 2010) y con datos

insuficientes (IUCN, 2010).

FoTo: LÁzARo GuEVARA LópEz

percibe

una

tenden

cia en

particul

ar ya

que se

tiene

tanto

género

s

Neotro

picales

como

Neártic

os en

cantida

des

similar

es.

EndemismosLa posición geográfica del BMM, su aislamiento, la orografía, sus particularidadesclimáti

cas, el

tipo de

vegetació

n,

además

de su

historia

geológica

y

Page 910: Bosque mesófilo de México.docx

climática,

son

variables

que

favorece

n la

endemici

dad es-

pecífica

de varios

grupos

(Hamilto

n et al., 1995;

Carleton

et al., 2002;

Villaseño

r, 2010).

En

el BMM

existen

siete de

los 13

géneros

considera

dos como

endémico

s de

México

(54%):

Hodomys,

Megasorex,

Osgoodomys,

Pappogeo-mys,

Tlacuatzin,

Nelsonia y

Megadontomys; los

cinco

Page 911: Bosque mesófilo de México.docx

primeros

son de

amplia

distribuci

ón en la

vertiente

del

Pacífico

mexicano

, desde el

estado de

Sinaloa

hasta

Oaxaca

(Hall,

1981), y

Nelsonia

se

encuentr

a en el

centro-

sur de la

Sierra

Madre

Occident

al (Hall,

1981). La

mayor

parte de

su dis-

tribución

se asocia

a la selva

baja

(Armstron

g y

Page 912: Bosque mesófilo de México.docx

310 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Jones, 1972; Ceballos y García, 1995; Soler-Frost et al., 2003; Voss y

Jansa, 2009) o al bosque de pino-encino en el caso de Nelsonia (García-

Mendoza y López-González, 2005). Todos los géneros ocasionalmente

penetran en el BMM de las Serranías de Nayarit, Sierra Madre del Sur,

Franja Neovolcánica de Jalisco y Sierra Sur de Michoacán (sensu regiones prioritarias para la conservación del BMM en México; CONABIO,

2010), aunque no sabemos con certidumbre si existen poblaciones

residentes de estos mamíferos dentro del BMM. El género Megadontomys,

representado solo por tres especies de ratones gigantes, es el único

endémico de México y restringido al BMM (Peña y Domínguez, así como

Peña y Hernández, en 2005, reportan su presencia en bosques de pino,

de pino-encino y de encino, información errónea del hábitat de las

especies).

México es el país continental con mayor porcentaje de especies

endémicas en el mundo (Ceballos y Brown, 1995); en este sentido, el

BMM contribuye en gran medida a la alta endemicidad, es decir, de las

165 especies endémicas de México, en el BMM habitan 85, que

equivalen a poco más de 50% del total del país (véase la Lista de

especies de mamíferos y Taxones endémicos en el Anexo VI). El aporte

mayoritario lo hacen los roedores (52 especies), proporción esperada

debido a que el orden Rodentia es el más diverso y también con la

mayor cantidad de endemismos en México (Ramírez-Pulido et al., 2005).

La contribución de los otros grupos es comparativamente modesta:

decrece significativamente en las musarañas, grupo de gran diversidad

específica, con 19 especies, y en los murciélagos, por su alta vagilidad,

con solo nueve especies. El resto de los grupos tiene al menos dos

especies endémicas en el BMM (cuadro 1).

Ahora bien, de las especies anteriormente mencionadas, 50 se

encuentran restringidas al BMM (cuadro 2); la mayoría de estas especies

tienen pequeñas áreas de distribución, están restringidas a un solo tipo

de microhábitat, tienen un tamaño corporal chico (< 50 g) y son no

voladoras, como los roedores y musarañas. Las especies que se destacan

por sus áreas de distribución pequeñas (< 1000 km2) y que están

restringidas al BMM son los roedores. Habromys ixtlani, Megadontomys cryophilus y Microtus oaxacensis, y el insectívoro Cryptotis magna habitan una pequeña

área en las montañas de la Sierra de Juárez, en el estado de Oaxaca,

donde se les puede encontrar en el mismo hábitat. La distribución

geográfica de otros roedores es aún más pequeña, como es el caso de

Habromys lepturus y de Microtus umbrosus del Cerro Zempoaltepec, localizado

Page 913: Bosque mesófilo de México.docx

en el centro del estado de Oaxaca. Peromyscus melanocarpus se restringe a

la parte norte-centro de Oaxaca, y, a diferencia de las otras especies,

habita tanto en la Sierra de Juárez como en el Cerro Zempoaltepec

(Rickart y Robertson, 1985; Cervantes et al., 1993). La mayoría de las

especies endémicas del centro-norte de Oaxaca se conocen por pocos

individuos

Page 914: Bosque mesófilo de México.docx

MAMÍFERos 311

(<20 ejemplares; cuadro 2); sin embargo, tres especies —Microtus oaxacensis, Microtus umbrosus y Peromyscus melanocarpus— son relativamente

más abundantes en relación con el éxito de captura por unidad de

esfuerzo y de acuerdo con el hábitat. A Cryptotis nelsoni se le ha encontrado

en una pequeña zona del volcán Los Tuxtlas, en el estado de Veracruz

(Cervantes y Guevara, 2010), condición que podría cambiar en la medida

en que se intensifiquen los muestreos. El área de distribución geográfica

de esta especie está aislada de las otras especies congenéricas, existe la

posibilidad de un aislamiento temprano, que favoreció la especiación.

A Habromys delicatulus se le conocía solo en la localidad tipo de las

cercanías de Jilotepec, del estado de México (Carleton et al., 2002), pero

un registro reciente del extremo nor-oriental del estado de Michoacán

(Rogers et al., 2007), aumenta su distribución geográfica; sin embargo,

hasta ahora, a esas dos únicas poblaciones se les identifica como

disyuntas.

Otras especies se conocen solo por el ejemplar tipo y, por lo tanto,

procedentes de una localidad, como la musaraña Sorex stizodon y la tuza

Orthogeomys lanius, la primera es del norte del estado de Chiapas, de la

localidad Huitepec, y la segunda, del centro-occidente del estado de

Veracruz, en la localidad de Xico. En estos casos, caben dos

posibilidades: que el área de distribución sea mayor y que hasta ahora

no se ha capturado en otra zona, o bien, que al cambiar el hábitat por

las actividades humanas, las especies hayan desaparecido. En cualquier

caso,

CuADRo 1. Composición de especies de los mamíferos del BMM

en comparación con las de México

Orden Riqueza EndémicasRiesgo

(NOM-059-SEMARNAT-2010)

Artiodactyla 4 de 10 0 0 de 4

Carnivora 22 de 32 1 de 2 8 de 15

Chiroptera 92 de 141 9 de 18 19 de 32

Cingulata 1 de 2 0 0 de 1

Didelphimorphia 6 de 9 1 de 2 1 de 2

Erinaceomorpha 0 de 3 0 de 1 0 de 3

Lagomorpha 4 de 15 2 de 7 1 de 6

Perissodactyla 1 de 1 0 1 de 1

Pilosa 1 de 2 0 0 de 2

Primates 2 de 3 0 2 de 3

Page 915: Bosque mesófilo de México.docx

Rodentia 99 de 239 52 de 114 22 de 66

Soricomorpha 25 de 35 20 de 21 12 de 17

Total 257 de 492 85 de 165 66 de 152

Page 916: Bosque mesófilo de México.docx

312 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

CuADRo 2. Especies de mamíferos restringidas al BMM

Especie Número de ejemplares1

Tipo de distribución2

Área de distribución3

Estado de protección4

Soricomorpha

Cryptotis goldmani <100 Endémica >5000 Pr

Cryptotis goodwini <20 No endémica 500-3000 ?

Cryptotis griseoventris <20 Endémica >5000 ?

Cryptotis magnus <100 Microendémica <500 Pr

Cryptotis mexicanus >100 Endémica >5000

Cryptotis nelsoni* <20 Microendémica <500 Pr

Cryptotis obscurus >100 Endémica >5000 Pr

Cryptotis peregrina <20 Endémica 500-3000 Pr

Cryptotis phillipsii <20 Endémica 500-3000

Sorex ixtlanensis <100 Endémica >5000 A

Sorex macrodon <20 Endémica >5000 A

Sorex sclateri <20 Endémica >5000 A

Sorex stizodon <20 Microendémica <500 A

Sorex veraepacis <100 Endémica >5000

Rodentia

Habromys chinanteco <20 Microendémica <500 ?

Habromys delicatulus <20 Endémica 500-3000 ?

Habromys ixtlani <20 Microendémica <500 ?

Habromys lepturus <20 Microendémica <500 ?

Habromys lophurus <100 No endémica >5000

Habromys schmidlyi <20 Endémica 500-3000 ?

Habromys simulatus <20 Endémica >5000 Pr

Heteromys nelsoni <100 No endémica 500-3000 Pr

Megadontomys cryophilus <100 Microendémica <500 A

Megadontomys nelsoni <100 Endémica >5000 A

Megadontomys thomasi <100 Endémica 500-3000 Pr

Microtus guatemalensis >100 No endémica >5000 A

Microtus oaxacensis* >100 Microendémica <500 A

Microtus quasiater >100 Endémica >5000 Pr

Microtus umbrosus >100 Microendémica <500 Pr

Neotoma angustapalata <100 Endémica >5000 ?

Orthogeomys lanius <20 Microendémica <500 A

Oryzomys alfaroi >100 No endémica >5000

Oryzomys chapmani >100 Endémica >5000 Pr**

Page 917: Bosque mesófilo de México.docx

MAMÍFERos 313

CuADRo 2. [concluye]

Especie Núm. de ejemplares1

Tipo de distribución2

Área de distribución3

Estado de protección4

Oryzomys rhabdops <100 No endémica 500-3000

Peromyscus aztecus >100 No endémica >5000

Peromyscus beatae* >100 Endémica >5000

Peromyscus furvus >100 Endémica >5000

Peromyscus guatemalensis >100 No endémica >5000

Peromyscus megalops >100 Endémica >5000

Peromyscus melanocarpus >100 Endémica 500-3000

Peromyscus melanurus >100 Endémica 500-3000

Peromyscus ochraventer* >100 Endémica >5000

Peromyscus winkelmanni* >100 Endémica 500-3000 Pr

Peromyscus zarhynchus >100 Endémica 500-3000 Pr

Reithrodontomys bakeri <20 Endémica 500-3000 ?

Reithrodontomys

mexicanus*>100 No endémica >5000

Reithrodontomys microdon <100 No endémica >5000 A

Reithrodontomys

sumichrasti*>100 No endémica >5000

Rheomys thomasi* <100 No endémica 500-3000 Pr

Lagomorpha

Sylvilagus insonus <100 Endémica >5000 P

1 = ejemplares en colecciones científicas nacionales y extranjeras; 2 = endemismo en México, si el área de distribución es menor a 500 km2 es considerada microendémica; 3 = distribución calculada a partir de los mapas conocidos para las especies y se expresa en km2; 4 = especies bajo protección (NOM-059-SEMARNAT, 2010); la interrogación corresponde a una especie que enfrenta problemas de extinción, no está sujeta a protección; *indica especies que tienen algunas localidades de colecta fuera del BMM; **el estatus de riesgo corresponde a la subespecie O. c. caudatus. La información de distribución se obtuvo de trabajos especializados (Bradley et al., 2004; Carleton et al., 2002; Carraway, 2007; Cervantes et al., 1993; Frey y Cervantes, 1997a y b; Huckaby 1980; López-Ortega et al., 2003; Musser, 1964; Ramírez-Pulido et al., 1991; Rogers & Rogers, 1992; Romo-Vázquez et al., 2005; Smith y Jones, 1967; Woodman, 2011).

es altamente recomendable realizar esfuerzos enfocados en la

recolecta de estas especies particulares, puesto que es la única forma

de conocer la distribución y el hábitat, e incursionar en los estudios

sobre las relaciones evolutivas, hasta hoy pobremente conocidas.

La especie de mayor tamaño corporal, de entre todas las especies

restringidas al BMM, es el conejo Sylvilagus insonus, cuya área de

distribución se limita a una pequeña porción de <500 km2 en la Sierra

de Omiltemi, estado de Guerrero. Además es un conejo raro que está

sujeto a intensa cacería por los pobladores de la región (Cervantes et al., 2004a).

Page 918: Bosque mesófilo de México.docx

matorral (incluye pastizal) 19%bosque mesófilo de montaña 22%

selva húmeda 1%

selva seca 23% especies compartidaspor varios ecosistemas 4%

especies insulares (puede incluir varios ecosistemas 11%

bosques templados 20%

FiGuRA 1. Distribución de especies de mamíferos

endémicas en México, por ecosistema.

314 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

La magnitud de la riqueza de las especies restringidas del BMM se compren-

de mejor cuando se compara con la de otros ecosistemas del país que lo

superan en extensión geográfica, pero no en riqueza específica. Las

especies endémicas de México varían desde una en las selvas húmedas

(SH) hasta 38 en la selvas secas (SS), incluyendo las especies del

oriente de México hasta las de la Península de Yucatán (figura 1). El BMM

contiene 38 especies restringidas a este ecosistema y endémicas del

país. El resto de los ecosistemas en México tienen menor cantidad de

especies endémicas que el BMM, con excepción de la SS que registra una

especie más (figura 1). Si bien todos los biomas son importantes porque

contienen una cantidad similar de especies endémicas, por lo general

arriba de treinta espe-

cies cada uno, la SS, el bosque de coníferas (BT), los desiertos (MT) y el BMM destacan sobre la SH. Este

último contiene gran cantidad de especies exclusivas (Medellín, 1994), la mayoría de ellas compartidas

con Centroamérica; el BMM presenta también este fenómeno, pero en menor proporción, debido a que

contiene cincuenta especies restringidas a este bosque, 38 de las cuales son endémicas de México y 12

especies son compartidas con Centroamérica. Con esto, es evidente que el BMM es uno de los tipos de

vegetación más importantes en México, en cuanto a la cantidad de especies endémicas que resguarda.

Diversificación

Page 919: Bosque mesófilo de México.docx

Dos géneros de roedores son los únicos restringidos al BMM: Megadontomys y Habromys. El primero tiene especies alopátricas, una en la parte media

de la Sierra Madre Oriental (M. nelsoni), otra en la parte nor-central del

estado de Oaxaca (M. cryophilus), y la tercera en la Sierra Madre del Sur en

el estado de Guerrero (M. thomasi; Musser, 1964). El género Habromys tiene

siete especies, la mayoría se concentra en las sierras del estado de

Oaxaca, pero también hay especies aisladas en la Sierra Madre Oriental,

norte de la Sierra Madre del Sur, centro del Eje Neovolcánico y en las

sierras del estado de Chiapas. Las especies de este género son

localmente raras, con áreas de distribución pequeñas y han sido poco

estudiadas a pesar de los grandes esfuerzos de los últimos años (Carleton

et al., 2002; Castañeda-Rico

Page 920: Bosque mesófilo de México.docx

MAMÍFERos 315

et al., 2011;

León-

Paniagua

et al., 2007;

Musser,

1969;

Rogers et al., 2007;

Romo-

Vázquez et al., 2005).

Muestra de

ello es la

posibilidad

de una

nueva

especie

por

describir

en áreas

montañosa

s de

Oaxaca

(León-

Paniagua

et al., 2007).

Las

musarañas

del género

Cryptotis se

encuentran

discontinua

mente

distri-

buidas

desde el

este de los

Estados

Page 921: Bosque mesófilo de México.docx

Unidos de

América y

sur de

Canadá

hasta el

norte de

Perú; la

mayor

diversificac

ión se

encuentra

en las

montañas

del sur de

México y

Centroamé

rica

(Woodman,

2005). En

particular,

siete de las

ocho

especies

del grupo

mexicana se

distribuyen

exclusivam

ente en el

BMM,

además de

Cryptotis magna, que

es una

especie

evolutivam

ente

cercana al

grupo

mexicana (Woodman,

2005).

Estas

Page 922: Bosque mesófilo de México.docx

especies

filogenétic

amente

relacionad

as tuvieron

su

diversificac

ión en el

BMM del sur

de México

durante el

Pleistoceno

tardío

(Woodman,

2005).

Cuatro

de las

siete

especies

del género

Microtus de

México

habitan

exclu-

sivamente

el BMM

(cuadro 2),

todas

tienen

distribucio

nes

disyuntas.

Estas

especies,

aunque

están

relacionad

as

filogenétic

amente

entre sí, no

forman un

Page 923: Bosque mesófilo de México.docx

Microtus mexicanus, habita

principalmente pastizales;

sin embargo esta registrada

en diferentes bosques (de

oyamel, de pino o mesófilos

de montaña); considerada

en preocupación menor

(IUCN, 2010). FoTo: ANA LAuRA

NoLAsco VÉLEz

grupo

monofilétic

o (Conroy

et al., 2001;

Jaarola et al., 2004),

por lo que

es posible

que

invadieran

el BMM en

diferentes

situaciones

y

temporada

s (Conroy

et al., 2001).

Del

género

Oryzomys,

siete de las

11

especies

de México

se

encuentran

en el BMM,

todas, con

excepción

de O. couesi, conforman

el grupo

alfaroi (sensu Weksler et al., 2006) y

se

distribuyen

entre selva

alta y BMM,

selva

Page 924: Bosque mesófilo de México.docx

mediana y

BMM, pero

solamente

tres están

restringida

s al BMM

(cuadro 2).

Probablem

ente estas

especies

tuvieron un

proceso de

especiació

n vertical

al colonizar

el BMM,

pero aún

descono-

cemos los

patrones

de

diversificac

ión de este

grupo.

Todas

las

especies

restringida

s del BMM

del género

Reithrodontomys perte-

necen al

subgénero

Apodoron (R. bakeri, R. mexicanus,

R. microdon,

y R. tenui-rostris). Los

estudios

Page 925: Bosque mesófilo de México.docx

moleculare

s muestran

que R. mexicanus y

R. microdon son

especies

polifiléticas

(Arellano et al., 2003;

2005;

2006) y es

evidente

que se

necesita

una

revisión

taxonómi-

ca, tanto

morfológic

a como

genética,

detallada

de este

subgénero;

a pesar de

esto, es

posible

reconocer

en la

filogenia

del grupo

(Arellano et al., 2005)

por lo

menos seis

procesos

de espe-

ciación en

diferentes

periodos

históricos y

Page 926: Bosque mesófilo de México.docx

espacios

dentro del

BMM

mexicano,

y otros

más en las

montañas

de

Centroamé

rica

(Arellano et al., 2005;

Gardner y

Carleton,

2009).Los

ratones del género Peromyscus repre-sentan uno de los más diversos del mundo; su

Page 927: Bosque mesófilo de México.docx

Arriba, Ateles geoffroyi, habita

bosques lluviosos y húmedos

(perennifolio, subperennifolio

y mesófilo de montaña),

aunque existen registros en

manglares; considerada en

peligro de extinción (NOM-

059-SEMARNAT, 2010), en el

Apéndice II (CITES, 2010) y en

peligro (IUCN, 2010). FoTo:

RuBÉN oRTEGA ÁLVAREz

Abajo, Cryptotis peregrina,

especie endémica hasta el

momento de Oaxaca, habita

vegetación secundaria y

bosques espinoso, de

coníferas y mesófilo de

montaña; sujeta a protección

especial (NOM-059-SEMARNAT,

2010), y con datos

insuficientes para su

316 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

distri

bución se extiende desde

Canadá hasta Panamá y se

puede encontrar en

prácticamente cualquier hábitat

terrestre de Norte América

(Carleton, 1989). En la

actualidad, se reconocen 57

especies (Musser y Carleton,

2005). El BMM ha sido una

formación vegetal que ha

promovido esa gran

diversificación debido a que en

él se encuentran, de manera

restringida, diez de esas 57

especies. Aunque la clasificación

infragenérica está en discusión

(Bradley et al., 2007) y la

información es ambigua, existen

escasos trabajos sobre estos

grupos de especies (Carleton,

1989; Bradley et al., 2007;

Álvarez-Castañeda y González-

Page 928: Bosque mesófilo de México.docx

Ruiz, 2008). En este sentido, las

especies restringidas del BMM

forman parte de cinco diferentes

grupos de especies y, aunque

dos o más especies sean parte

del mismo grupo, la mayoría de

ellas no está cercanamente

emparentada entre sí (cuadro 2).

Por ello, la diversificación de

Peromyscus en el BMM ha tenido

varias e independientes

invasiones. El único grupo de

especies que está restringido al

BMM es el grupo megalops, que se

diversificó probablemente

durante el mismo periodo en la

Sierra Madre del Sur.

Las musarañas del género

Sorex del BMM contienen 12 de

las 16 especies de México, cinco

de ellas son exclusivas del BMM,

pero a diferencia de los otros ta-

xones, no se reconoce una

estructuración a nivel de grupos

(Carraway, 2007), por lo que es

difícil determinar la afinidad

evolutiva de estas especies con

el BMM. Cuatro especies

(Heteromys nelsoni, Neotoma angustapalata, Orthogeomys lanius y

Sylvilagus insonus) son las únicas

de su género habitantes

exclusivas del BMM,

probablemente tuvieron

procesos de especiación vertical

independiente del patrón de

diversificación del género.

BiogeografíaSon principalmente los ciclos

glaciales del Pleistoceno los que

propiciaron el aislamiento y

Page 929: Bosque mesófilo de México.docx

diferenciación en los ecosistemas

montanos (Simpson, 1974;

Pennington et al., 2004). Las

especies ahora montanas tenían

áreas de distribución más amplia

que las actuales, pues se

extendían hacia altitudes

menores en los periodos

templados (Wake y Lynch, 1982).

En los periodos interglaciares, el

área de distribución de estas

especies se retrajo hacia las par-

tes altas de las montañas lo que

propició que las poblaciones

continuas redujeran su área de

distri-

Page 930: Bosque mesófilo de México.docx

M~FERos 317

bución

hasta

quedar

subdividida

s en forma

de relictos

(Wake y

Lynch,

1982;

Woodman,

2005). Este

proceso

sucedió

varias

veces

durante el

Pleistoceno

, por

ejemplo:

durante el

Glacial

Máximo en

América

Central, el

área que

ocupaba el

BMM era 1

000 m por

debajo del

nivel

altitudinal

actual

(Graham,

1973;

Simpson,

1974) y el

clima era

sustancial

mente más

Page 931: Bosque mesófilo de México.docx

frío y más

húmedo

que en el

presente

(Wake y

Lynch,

1982); por

lo tanto, el

área de

distribución

de la fauna

era más

amplia y

posible-

mente

había

contacto

faunístico

entre las

diferentes

montañas

(Woodman,

2005).

Después

de este

periodo

glacial, la

superficie

del BMM se

redujo

considerabl

emente

hasta

quedar

fragmenta

do, como

hoy lo

conocemos

(Martín,

1955;

Toledo,

1982).

Page 932: Bosque mesófilo de México.docx

Urocyon cinereoargenteus,

habita todos los tipos de

vegetación en México;

considerada en

preocupación menor

(IUCN, 2010). FoTo: RuBÉN

oRTEGA ÁLVAREz

En la

actualidad,

el BMM se

encuentra

fragmenta

do y

repartido

en

diversas

regiones

de México,

formando

islas

virtuales

que en

ocasiones

se apartan

unas de

otras por

grandes

distancias,

en muchos

casos

infranquea

bles para

la fauna.

Este

aislamient

o ha

propiciado

en los

mamíferos

una

diferenciac

ión tanto

morfo-

lógica

como

genética

(García-

Moreno et al., 2006;

Page 933: Bosque mesófilo de México.docx

León-

Paniagua

et al., 2007), con

alta

selección

del hábitat

y poca

capacidad

de

dispersión.

Así sucede

con los

mamíferos

terrestres

pequeños,

como las

musarañas

, los

ratones y

las tuzas,

que

permanece

n aislados

geográfica

mente y

confinados

en las di-

ferentes

montañas

y laderas,

cuyo tipo

de

vegetación

principal

es el BMM.

Los

fenómenos

geológicos

y

climáticos

del pasado

Page 934: Bosque mesófilo de México.docx

han ge-

nerado una

historia

evolutiva

compleja e

interesante

s patrones

de

distribució

n de los

mamíferos

del BMM,

que han

sido

estudiados

por

diversos

investigado

res (Martín,

1955;

Hooper,

1952;

Baker,

1963;

Choate,

1970;

Engstrom

et al., 1981;

Sullivan et al., 1997;

2000;

Woodman

y Timm,

1999;

Edwards y

Bradley,

2002;

Carleton et al., 2002;

Arellano et al., 2005;

León-

Page 935: Bosque mesófilo de México.docx

Paniagua et al., 2007).

Los

estudios

realizados

han

identificad

o cinco

grandes

regiones

del BMM,

las que, a

su vez, es

posible

subdividir

de la

manera

siguiente:

1. Tierras

Altas de

Chiapas

(dos

subregione

s: Macizo

Central y

Sierra

Madre del

Sur de

Chiapas)

2. Sierra Madre Oriental (tres subregiones: por definir)3. Tierras

Altas de

Oaxaca

(tres

subregione

s: Sierra

Page 936: Bosque mesófilo de México.docx

de Juárez,

Cerro

Zempoalte

pec y

Sierra

Mazateca)

4. Eje Neovolcánico5. Sierra Madre del Sur (tres subregiones: Guerrero, Oaxaca y Sierra de Coalcomán).

Page 937: Bosque mesófilo de México.docx

318 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Uno de los grandes

acuerdos entre los

investigadores es que el Istmo

de Tehuantepec fue una barrera

geográfica que separa a la fauna

entre las montañas a los lados

del Istmo, lo cual apartó

biogeográficamente a las Tierras

Altas de Chiapas del resto de

México (Sullivan et al., 2000;

Carleton et al., 2002; Arellano et al., 2005; León-Paniagua et al., 2007). Este fenómeno se ha

comprobado con estudios

biogeográficos (Carleton et al., 2002), morfológicos (Woodman

y Timm, 1999; Conroy et al., 2001; Carleton et al., 2002;

Romo-Vázquez et al., 2005;

Woodman, 2005) y moleculares

(Sullivan et al., 1997; 2000;

Edwards y Bradley, 2002;

Arellano et al., 2005; León-

Paniagua et al., 2007; Esteva et al., 2010). De hecho, dadas las

consistencias entre los valores

de divergencia genética entre

los taxones montanos a ambos

lados del Istmo de Tehuantepec,

existe la hipótesis de que existió

un evento vicariante que pudo

haber afectado a todos los

taxones de mamíferos pequeños

de la misma manera (Rogers et al., 2007).

Page 938: Bosque mesófilo de México.docx

Alouatta pigra, habita

bosques secos, lluviosos y

húmedos (caducifolio, de

galería, perennifolio y

mesófilos de montaña);

considerada en peligro de

extinción (NOM-059

SEMARNAT, 2010), en el

Apéndice I (CITES, 2010) y

en peligro (IUCN, 2010).

FoTo: ANA LAuRA NoLAsco VÉLEz

Aunque, en la mayoría de los

estudios, las Tierras Altas del

estado de Chiapas se comportan

como una unidad diferente del

resto de México (Sullivan et al., 2000; Carleton et al., 2002;

Arellano et al., 2005; León-

Paniagua et al., 2007), es posible

que con análisis más detallados

se puedan subdividir en Macizo

Central y Sierra Madre del Sur de

Chiapas. Así lo muestran las

distribuciones alopátricas de dos

especies de roedores

filoge

néticamente cercanas, los

ratones Peromyscus guatemalensis y

P. zarhyncus, y las musarañas

Cryptotis griseoventres y C. goodwini.La Sierra Madre Oriental es

una región de diversificación de

pequeños mamíferos. De esta

zona son endémicas 11 especies

de micromamíferos, entre las

que destacan Megadontomys nelsoni, Habromys simulatus y

Peromyscus furvus. En esta Sierra

se presentan varias

subdivisiones, aunque todavía no

están bien definidas (León-

Paniagua et al., 2004). La

segregación entre especies

cercanamente emparentadas,

como P. ochraventer/P. furvus,

Page 939: Bosque mesófilo de México.docx

demuestra la separación entre

las subdivisiones. La primera

especie se distribuye en el

extremo norte de la Sierra y la

segunda, más al sur hasta el

estado de Oaxaca. La separación

entre ambas especies se hace en

San Luis Potosí. Otras especies

que demuestran que existe una

subdivisión dentro de la Sierra

Madre Oriental son Cryptotis mexicanus/C. obscurus, cuya dis-

tribución se separa en el centro

de la Sierra Negra, en el estado

de Puebla. También se han

realizado análisis moleculares

que muestran la segregación

genética dentro de la misma

especie, lo que permite suponer

la existencia de especies

crípticas con distribución

disyunta en Reithrodontomys mexicanus (Arellano

Page 940: Bosque mesófilo de México.docx

M~FERos 319

et al., 2005), R. sumichrasti (Sullivan et al., 2000) y Peromyscus furvus (Harris

et al., 2000; Ávila-Valle et al., 2011). La regionalización de la Sierra

Madre Oriental con base en la distribución de los mamíferos terrestres

no es clara todavía.

Las Tierras Altas de Oaxaca también tienen subdivisiones bien

definidas y estudiadas (Musser, 1969; Frey y Cervantes, 1997a y b; León-

Paniagua et al., 2007; Rogers et al., 2007). Son dos las principales

serranías distintivas en cuanto a su composición faunística: Sierra de

Juárez y Cerro Zempoaltepec, que aunque están muy cercanas entre sí,

la separación es clara por la depresión del río Cajonos. Es posible una

tercera subdivisión al norte de Oaxaca: la Sierra Mazateca, donde se ha

detectado una especie de Habromys no descrita aún (León-Paniagua et al., 2007).

El Eje Neovolcánico no es particularmente diverso en especies

restringidas al BMM; sin embargo, existen dos especies endémicas del

género Habromys (Carleton et al., 2002; León-Paniagua et al., 2007). La

Sierra Madre del Sur es un centro importante de diversificación de

especies del BMM debido a que tiene por lo menos ocho especies

restringidas. Esta sierra se subdivide en dos: la región este, en el

estado de Guerrero, y la región oeste, en el estado de Oaxaca (Carleton

et al., 2002; Sullivan et al., 2000). Es posible que exista una tercera

división en la Sierra de Coalcomán, en el estado de Michoacán; la

presencia de Peromyscus winkelmanni y Reithrodontomys mexicanus la

justifican.

Especies rarasVarios son los criterios que se utilizan para considerar una especie

como rara. Uno de ellos es el tamaño del área de distribución, otro es el

aislamiento geográfico —al que se asocian el tipo de vegetación y el

hábitat particular que ocupan— y otro es el bajo número poblacional

(Ceballos y Rodríguez, 1993). Por ejemplo, es común que algunas

especies de mamíferos, restringidas al BMM, presenten poblaciones de

tamaño reducido, como aquellas que se conocen por menos de veinte

especímenes representados en colecciones científicas nacionales o

extranjeras. Como ejemplos están las musarañas del género Cryptotis (C. goodwini, C. griseoventris, C. nelsoni, C. peregrina y C. phillipsii) o Sorex (S. macrodon, S. sclateri y S. stizodon), los roedores Reithrodontomys bakeri y las

siete especies del género Habromys (cuadro 2), la tuza Orthogeomys lanius y el conejo Sylvilagus insonus. Los casos más extremos de rareza son

Page 941: Bosque mesófilo de México.docx

Sorex stizodon y Orthogeomys lanius, que solo se conocen por un ejemplar,

el holotipo. La rareza de estas especies puede deberse a que son

localmente raras o son difíciles de recolectar, como los ratones

arborícolas del género Habromys.

Algunas especies de carnívoros, no obstante su amplia

distribución geográfica en el continente americano —como la del

margay (Leopardus wiedii), yagua-

Page 942: Bosque mesófilo de México.docx

320 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

rundi (Herpailurus yagouaroundi), ocelote (Leopardus pardalis), tayra

(Eira barbara), grisón (Galictis vittata), cacomiztle (Bassariscus sumichrasti), nutria de río (Lontra longicaudis), jaguar (Panthera onca),

oso americano (Ursus americanus),

tapir (Tapirella bairdii) y pecarí de

labios blancos (Tayassu pecari)—

son extraños en el BMM; los

escasos registros que existen lo

confirman. Todas las especies

mencionadas son raras en este

y otros ecosistemas, y están

consideradas en riesgo de

extinción por la intensa cacería

y comercio furtivo a los que

están sujetos. También es cierto

que al desconocer su

abundancia y distribución

precisas, el estado real de

conservación es incierto.

Especies introducidasLas especies introducidas son

aquellas que se encuentran

en un lugar ajeno de su área

de distribución original o

nativa (Lever 1985, UICN

2000). Es sabido que la

mayoría de las especies de

mamíferos introducidas a

México llegaron después de la

colonización europea

(Blackburn et al., 2004). En el

BMM se registraron dos

especies de mamíferos: la

rata negra o rata de

alcantarilla (Rattus rattus) y el

Page 943: Bosque mesófilo de México.docx

Glaucomys volans, habita

laderas húmedas de bosques

templados y húmedos (de

pino, de encino, de oyamel y

mesófilos de montaña);

considerada como

amenazada (NOM-059-

SEMARNAT, 2010), y en

preocupación menor (IUCN,

ratón doméstico o ratón

casero (Mus musculus), ambas

estrechamente asociadas al

humano y consideradas como

una seria amenaza, ya que

llegan a transmitir enfer-

medades y son responsables

de algunas extinciones en

islas mexicanas. Su impacto

en las poblaciones naturales

de otros organismos en el

BMM no ha sido evaluado.

Estado de conservaciónEl BMM contiene 40.8% de las especies que se encuentran en alguna categoría deriesgo en México (NOM-059-

SEMARNAT, 2010): 30 especies

amenazadas, 28 protegidas y 8

en peligro de extinción. Los

órden

es que tienen mayor cantidad

de especies en riesgo de

extinción son el Rodentia (22),

Chiroptera (19), Soricomorpha

(12) y Carnivora (8).

Llama la atención que la

Norma Mexicana (NOM-059-

SEMARNAT, 2010) no considera

bajo protección algunas

especies del BMM como: Neotoma angustapalata, Habromys lepturus,

H. ixtlani, y H. chinanteco y Cryptotis phillipsii, todas ellas con

distribución restringida,

Page 944: Bosque mesófilo de México.docx

endémicas de México y con un

tamaño poblacional pequeño

(cuadro 2). En el caso de

Habromys lophurus y Cryptotis goodwini, son especies que

extienden su distribución desde

el sur de Chiapas hasta

Page 945: Bosque mesófilo de México.docx

M~FERos 321

Guate

mala;

sin

embar

go, en

México

su

distrib

ución

es muy

restrin

gida y

solo se

conoce

n

ejempl

ares de

escasa

s

localid

ades y

el

númer

o de

individ

uos

conoci

dos

tambié

n es

reduci

do. De

Cryptotis griseoventris se

creía

que su

distrib

Page 946: Bosque mesófilo de México.docx

ución

llegaba

a

Guate

mala

(Carra

way,

2007),

pero

recient

ement

e se

propus

o que

la

especi

e se

encuen

tra

solame

nte en

México

y

restrin

gida a

la

región

de San

Cristób

al de

las

Casas,

Chiapa

s

(Wood

man,

2011);

así,

ademá

s de

ser

una

Page 947: Bosque mesófilo de México.docx

especi

e

endém

ica de

México

, se

caract

eriza

por

tener

pocos

ejempl

ares

conoci

dos.

L

a NOM-

059-

SEMARN

AT-2010

tampoc

o

consid

era a

Reithrodontomys bakeri, Ha-bromys schmidlyi y H. delicatulus,

pero

en este

caso es

compr

ensible

debido

a que

estas

especi

Page 948: Bosque mesófilo de México.docx

es

tienen

menos

de

cinco

años

de

habers

e

descrit

o. Las

especi

es

raras

del

BMM

tienen

mayor

riesgo

de

extinci

ón por

diverso

s

factore

s,

como

enferm

eda-

des,

pérdid

a de

diversi

dad

genétic

a,

cambio

s

ambien

tales y

presión

antrop

Page 949: Bosque mesófilo de México.docx

ogéni-

ca,

entre

otros

(Wilcox

y

Murphy

, 1985;

Ceballo

s y

Rodríg

uez,

1993;

Arita et al., 1997).

Por

otra

parte,

las

especi

es con

áreas

geográ

ficas

restrin

gidas

son

genera

lmente

consid

eradas

más

suscep

tibles a

la

extinci

ón que

las

especi

es de

amplia

Page 950: Bosque mesófilo de México.docx

dis-

tribució

n, por

ser

más

vulnera

bles a

los

efectos

de las

activid

ades

antrop

ogénic

as que

destru

yen o

modific

an su

ambien

te

(Ceball

os y

Navarr

o,

1991;

Gaston

,

1994).

En

nuestr

a

opinión

, todas

las

especi

es

mencio

nadas

anterio

rmente

deben

Page 951: Bosque mesófilo de México.docx

Reithrodontomys mexicanus,

habita en bosques de pino-

encino, mesófilo de montaña

y tropical caducifolio;

considerada en preocupación

menor (IUCN, 2010). FoTo:

oscAR MiGuEL pÉREz MAcÍAs

ser

eva-

luadas

para

consid

erarlas

en

alguna

catego

ría de

riesgo

por el

gobier

no

mexica

no.

S

on

pocos

los

estudio

s sobre

diversi

dad

genétic

a que

se han

realiza

do con

las

especi

es de

mamíf

eros

del

BMM, y

los

trabajo

s que

se han

elabor

ado

Page 952: Bosque mesófilo de México.docx

tienen

resulta

dos

poco

alenta

dores.

Castañ

eda-

Rico et al. (2011)

encont

raron

eviden

cias de

que en

dos

poblaci

ones

de

Habromys simulatus tienen

proces

os

genétic

os

perjudi

ciales,

tales

como

fijación

de

alelos,

deriva

génica

y

endog

amia.

Page 953: Bosque mesófilo de México.docx

Por otro lado, las poblaciones del género Mega-dontomys mostraron heterocigosidad reduciday niveles muy bajos de polimorfismo genético

(Werbitsky y Kilpatrick, 1987). En ambas espe-

cies se demostró que la diversidad genética es

pobre, lo que, aunado a la pérdida de hábitat y

disminución del tamaño de sus poblaciones, las

coloca, y posiblemente a todas las especies con

Page 954: Bosque mesófilo de México.docx

distribución restringida al BMM, en grave peligro

de extinción.

La

mayoría

de las

especies

restringi

das al

BMM

(cuadro

2)

enfrenta

n

peligros

reales;

en ellas

se

amalga

ma la

rareza,

área

geográfi

ca res-

tringida

y

represen

tan

líneas

evolutiv

as

únicas.

A

Page 955: Bosque mesófilo de México.docx

322 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

lo anterior hay que agregar que el BMM es uno de los ambientes más

amenazados a nivel mundial (Hamilton et al., 1995; Scatena et al., 2010). En México, se estima que más de 50% de la distribución original

del BMM ha sido remplazada por zonas de pastoreo y cultivos,

principalmente de café (Challenger, 1998; Cayuela et al., 2006). La

demanda de productos maderables y no maderables es otro de los

factores que complican el mantenimiento del BMM (Challenger, 1998;

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CONSERVAR LOS BOSQUES MESÓFILOSDE MONTAÑA, UN PROCESO DE EDUCACIÓN

MIGUEL ÁNGEL LEALJIMÉNEZ

327

La captación de agua es uno de los principales servicios

ambientales de los bosques mesófilos de montaña. Coatepec

de Harinas, Estado de México. FoTo: DANiEL TEjERo-DÍEz

La educación ambiental está muy lejos de ser la panacea que remedie los problemas ambientales generados por la crisis de civilización que hoy enfrenta el planeta, producto de las actividades humanas, pero sí es el piso en el que deberemos cimentar y construir, desde el presente, el futuro que permita a este planeta, sus especies y ecosistemas, continuar en una funcionalidad armoniosa con el ser humano, y que éste de paso, deje de ser Homo demens para realmente ser Homo sapiens.

Introducción

La conservación de los bosques mesófilos de

montaña y su biodiversidad depende de tres

elementos centrales: a] formulación de políticas

de conservación y de leyes que permitan un

manejo sustentable y que protejan su

funcionalidad en tiempo y espacio que aseguren:

1. Detonar procesos de erradicación de pobreza,

de equidad y justicia social, así como actividades

al interior y en zonas de influencia de los BMM que

sean realmente sustentables, generando

productos etiquetados para su comercialización. 2. Ordenar

ambientalmente el territorio. 3. Promover la organización y

participación social efectiva. 4. Reducir los niveles de

crecimiento demográfico y aumentar los niveles de

educación y salud. 5. Establecer sistemas comerciales

equitativos y abiertos, tanto internos como externos, que

incluyan aumentos de la producción para consumo local;

impulsar una reforma del Estado. 6. Generar una estrategia

socioeconómica propia de la región (Comisión Ambiental

Metropolitana, 2000); b] educación y capacitación ambiental

para la sustentabilidad, dirigida a todos los sectores involu-

crados (político, gubernamental, ONG, académico, industrial,

y comunitario), con el fin de generar los valores ambientales

adecuados, tanto para el manejo sustentable del BMM y su

conservación como para potencializar el ser individual y

colectivo, para la convivencia en ar-

Page 984: Bosque mesófilo de México.docx

La utilización sostenible

de los bosques mesófilos

de montaña, contribuye

no solo a la obtención de

productos forestales, si no

también a la captación de

carbono y a la mitigación

del calentamiento global.

Cuetzalan, Puebla.

328 BosQuEs MEsÓFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

monía al interior de la

comunidad, entre las

comunidades y los actores

relacionados con el BMM, y c]

que los dos puntos anteriores se

realicen en un ámbito regional,

nacional y planetario, ya que la

permanencia y conservación de

los bosques mesófilos de

montaña no depende solo de lo

que se haga

al interior

de ellos,

sino de la

salud misma

de la

biosf

era.

Escribir un capítulo de

educación ambiental exclusivo

para la conservación del bosque

mesófilo de montaña me remite

a pensar que no hay tal

exclusividad, pues pensarlo así

sería aislarlo del mundo y sus

problemas, los cuales impactan

la funcionalidad ecosistémica

del BMM. Sobre estos problemas,

Gual-Díaz y González-Medrano

(este volumen) mencionan que

de las comunidades vegetales

que se desarrollan en nuestro

país, quizás el BMM sea uno de

los más vulnerables y

amenazado por los siguientes

factores: el cambio climático

global, que afecta la fenología

Page 985: Bosque mesófilo de México.docx

de todos los grupos de

organismos; la deforestación

de formaciones vegetales de

regiones adyacentes

(conversión de selvas

húmedas en potreros, lo cual

tiene un alto impacto sobre la

formación de nubes), y la

deforestación del propio BMM

para destinar el suelo del

bosque a la agricultura

de subsistencia o a cultivos extensivos de café. Todo ello afecta el equi-

librio ecológico del bosque y ha ocasionando que éste se encuentre en

condición de riesgo para su supervivencia”.

Por lo anterior, los

programas y procesos

educativos ambientales que se

den al interior de las

comunidades que habitan el

BMM deberán ligarse a otros

procesos regionales, nacionales

y planetarios, sin olvidar que la

educación ambiental in situ es

imprescindible, mas que por sí

sola no resuelve el problema en

su totalidad, pues nos

enfrentamos a una crisis de

civilización, que pone en riesgo

no solo a la biodiversidad y los

ecosistemas de la biosfera, sino

que también se expresa en una

crisis política, económica, social,

por lo que la resolución de los

problemas entraña visualizar la

complejidad ambiental.

Así, la educación ambiental

es una, y en su hacer, diversa

Page 986: Bosque mesófilo de México.docx

(de acuerdo con la cultura,

espacio y tiempo en que se dan

los procesos), sin perder su

naturaleza regional, mas ligada

al planeta. Sin duda, en un

aspecto local (como en el caso

de las comunidades que habitan

los BMM) habrá que trabajar con

el aspecto cultural, recuperar

saberes comunitarios, capacitar

y trabajar sobre aspectos

democráticos, de

empoderamiento comunitario,

Page 987: Bosque mesófilo de México.docx

La modificación del uso del

suelo para la creación de

potreros o campos de

cultivo, así como la

fragmentación del hábitat

rompen el equilibrio en el

sistema de los bosques

mesófilos de montaña. En la

imagen se observa el

cercado de terrenos, lo que

impide la movilidad de

coNsERvAR, uN pRocEso DE EDucAcióN y cApAciTAcióN AMBiENTAL 329

de desarrollo local sustentable, y sobre todo

trabajar en el sER, buscando potenciar las

cualidades positivas individuales para generar

colectivos sustentables para una vida

comunitaria en armonía con su entorno

inmediato y planetario.

El presente capítulo explora diversas

concepciones en torno a la educación ambiental,

y se centra en la educación ambiental para la

sustentabilidad, por considerarla la más

adecuada en la formación de una sociedad con

visión regional y planetaria. Revisa de manera

general la conceptualización de ‘medio

ambiente’ y de ‘dimensión ambiental’, términos

variables según la perspectiva. La postura

adoptada al respecto responde al entendimiento

del autor sobre el punto de partida de la

educación ambiental para la sustentabilidad. Por

último, analiza los aspectos fundamentales de la

educación ambiental no solo para la

conservación de los BMM, sino para delinear los

procesos educativos y de capacitación ambiental

que permitan elevar la calidad de vida de las

comunidades que en ellos habitan.

Dimensión ambiental y conservación de la naturaleza

La conservación de la naturaleza

necesariamente pasa por el análisis de lo

que se ha llamado ‘dimensión ambiental’, ya

que los problemas y factores que ocasionan

la pérdida de los ecosistemas no están

desligados de los procesos políticos,

sociales, culturales y económicos del

sistema en el que se dan. Entender lo am-

biental involucra comprender la naturaleza

de los ecosistemas y la naturaleza de las

sociedades humanas, para finalmente dar

cuenta de cómo se articulan ambos

Page 988: Bosque mesófilo de México.docx

procesos: “no es solo un asunto filosófico,

científico o tecnológico, es fundamen-

talmente humano (IPN-Sedue, 1991).

Como sucede con muchos otros conceptos, el ambiente no acepta una

definición única. Trellez y Quiroz (1995) mencionan que: “el término ha variado

(y aún varia), tanto en el ámbito

comprensivo como en el contenido interpreta-

tivo, en función del momento histórico y de los

intereses políticos, sociales, económicos y de

estrategias de supervivencia de los pueblos”.

Al respecto, Novo (1997) menciona que “de

manera general, el término ha evolucionado

desde una concepción muy vinculada al medio

natural hasta una concepción más amplia, en

donde lo esencial son sus aspectos econó-

micos y socio culturales, poniendo de

manifiesto la correlación que existe entre

estos”, esta concepción es incluyente e

integral.

En general, el ambiente es interpretado

de dos maneras: una es desde las ciencias

sociales y otra,

Page 989: Bosque mesófilo de México.docx

330 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

desde las naturales; la primera lo acota al aspecto antropológico; la

segunda, a todas las formas vivientes; es decir, las ciencias naturales,

además de validar lo social, también visualiza el ambiente como el lugar

físico, biológico en un tiempo determinado, donde viven poblaciones y

comunidades de seres vivos, con o sin la presencia del hombre y donde

ocurren sus relaciones socio-culturales, con o sin impacto de este. Así,

Miller (1994) define el ambiente como: todas las condiciones y factores

externos, vivientes y no vivientes (sustancias y energías) que influyen

sobre un organismo u otro sistema específico durante su periodo de

vida.

La definición aportada por Quiroz y Trellez (1992) plantea una

visión antropocéntrica del concepto, y ubica al ser humano en el centro

mismo de la intrincada red de interacciones entre la sociedad y la

naturaleza, y menciona que:

Ambiente es cualquier espacio de interacción y sus consecuencias, entre

la Sociedad (elementos sociales) y la Naturaleza (elementos naturales), en

lugar y momento determinados. En esta dinámica concepción, el Hombre

es, a la vez, un elemento natural, en tanto ser biológico, y social, en tanto

creador de cultura y desarrollo en su más amplia acepción.

Así, el ambiente es un complejo sistema de interrelaciones, muy

activo, entre el espacio físico y el socio-cultural, en medio del cual está

la especie humana (como individuos o como grupos organizados),

actuando como motor de ese dinamismo.

Dimensión ambiental. Si el ambiente es uno en la Tierra y a la vez

multivariado, dependiendo de las características que conforman a los

ecosistemas y que influyen a las poblaciones de seres vivos, incluyendo

al hombre, la llamada dimensión ambiental es de índole exclusivamente

humana, es decir, es la delimitación de los procesos humanos con todas

sus características culturales y sociales, que aglutina lo natural en un

determinado espacio y tiempo, el cual está, a su vez, influido por otros

espacios y tiempos. La dimensión ambiental no es otra cosa que la ex-

plicación del ambiente humano, de sus interacciones, factores y actores,

efectos y problemas, y es a través de esta concepción que podemos

tener una mayor aproximación a la realidad ambiental de determinado

territorio. La dimensión ambiental permite incluir la complejidad del

medio ambiente, y solo así es posible potenciar acciones viables para la

Page 990: Bosque mesófilo de México.docx

sustentabilidad del sistema y recuperación ambiental en un futuro de

corto, mediano y largo plazo (Leal-Jiménez, 2011).

De manera general, Leal-Jiménez (2004 y 2011) menciona que la

dimensión ambiental está conformada por cuatro ejes básicos: eje de lo

político, eje

Page 991: Bosque mesófilo de México.docx

coNsERvAR, uN pRocEso DE EDucAcióN y cApAciTAcióN AMBiENTAL 331

socio-cultural y eje económico; el otro eje, el

ecológico, nos atañe a todos los seres vivientes

(figura 1). En él, cada uno tiene varios

componentes e indicadores que interactúan y se

interrelacionan constantemente. Así, si el

componente ecológico es sumamente complejo

de entender por sí solo, la suma de los otros

componentes dificulta aún más dicha

comprensión, por lo que pensar en el com-

ponente ambiental y la introducción de sus

elementos en los procesos educativos es pensar

la complejidad, o como expresa Novo (1995), es

“entenderlo como un marco significativo que

está definido por muchas categorías y factores, y

lo más importante no son los factores que

intervienen, en sí mismos, sino la relación entre

estos”, lo cual complica visualizar todas las

interacciones que se establecen, y de ahí decidir

qué elementos son necesarios de ser

incorporados en un proceso de análisis

ambiental para potenciar el desarrollo

sustentable en cualquier región (o en cualquier

estudio o proceso que abarque la concepción

ambiental).

Todo proceso de conservación, de desarrollo

sustentable, de educación y capacitación

ambiental debe partir del análisis de aquello que

conforma la dimensión ambiental, ya que al

hablar de lo ambiental hay que tener claridad de

los factores que componen ese ambiente, con

visión sistémica, elemento del que carecen la

mayoría de los programas y proyectos educativo

ambientales. En general, estos han tendido a la

simplificación y fragmentación del medio

ambiente, y por ello han tenido escaso impacto

en la formación de los individuos, colectivos, y en

la

DIMENSIÓN AMBIENTAL

Page 992: Bosque mesófilo de México.docx

SOCIO - CULTURAL

ECOLÓGICO

COMPLEJIDAD AMBIENTAL

ECONÓMICO

POLÍTICO

FiGuRA 1. La Dimensión Ambiental está conformada por

cuatro ejes básicos, que interactúan enmarcados por

la complejidad ambiental.

Page 993: Bosque mesófilo de México.docx

Los bosques mesófilos de

montaña son de los

ecosistemas más

vulnerables y amenazados

por las actividades humanas.

En las imágenes se puede

observar la tala clandestina,

fabricación de carbón

vegetal y quema del hábitat.

La Cortadura, Veracruz.

332 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

resolución de la problemática

ambiental. Novo (1997), al

referirse a los problemas

ambientales, establece que:

“estos son emergencias

ambientales y como tales no

pueden ser interpretados desde

un

plant

eamiento simplista, por lo que

debemos trabajar en un modelo

de causa-efecto”. Debemos

plantearnos los mecanismos de

autoorganización de los

sistemas, descubrir cómo son las

relaciones orden-desorden

dentro de los sistemas, cómo se

generan, mediante estos

procesos, los de orden-conflicto

en dichos sistemas, y cómo se

van generando las nuevas

formas de orden; todo esto es un

reto que debemos asumir para

hacer una interpretación

compleja (que se acerque a la

realidad) de los problemas

ambientales.

Para potenciar procesos

educativos de transformación de

la realidad es necesario abarcar

la dimensión ambiental y su

complejidad, lo que requiere la

interdisciplina, ya que de no

Page 994: Bosque mesófilo de México.docx

hacerlo se corre el riesgo de

simplificar un proceso

conformado por factores que

solo pueden ser visualizados,

solucionados o mitigados desde

los saberes de otras ramas

disciplinarias o desde los

saberes populares tradicionales.

Por otra parte,

independientemente de las

diversas concepciones que de la

dimensión y la complejidad del

ambiente se han dado en el

nuevo paradigma del

conocimiento y el desarrollo,

queda claro que en estas deben

aparecer expresados con

precisión y bien delimitados los

actores y factores que

conforman un sistema territorial.

Esta claridad será la base del

análisis ambiental y de poder

detonar procesos de

sustentabilidad que no solo

repercutan en la conservación

de la naturaleza, sino también

en el desarrollo local sustentable

de las comunidades que en ella

viven, pues corresponde a las

comunidades la conservación de

su entorno natural con ayuda del

estado, y no al revés como ha

venido sucediendo.

Educación ambiental para la sustentabilidadExisten diversas propuestas de

educación ambiental, cada una

de las cuales tiene una

concepción específica del mundo

y de la vida, y un tipo de hombre

y sociedad que se formarán en

Page 995: Bosque mesófilo de México.docx

ella, con una práctica educativa

particular (Comisión Ambiental

Metropolitana, 2000). Cabe

señalar que en cada una de

estas propuestas subyacen los

intereses de variados actores

sociales, intereses económicos,

ideológicos, de for-

Page 996: Bosque mesófilo de México.docx

coNsERvAR, uN pRocEso DE EDucAciÓN y cApAciTAciÓN AMBiENTAL 333

mación académica y hasta de praxis. Bravo (2008), al respecto,

menciona que “se observa un campo heterogéneo de prácticas y

sentidos de la educación ambiental. A grandes rasgos podemos

diferenciar discursos conservacionistas, ecologistas, ecoeducativos,

epistémicos, socioculturales críticos y antiesencialistas”.

Resulta complejo clasificar la diversidad de experiencias

educativas, por lo que, grosso modo y de acuerdo con sus alcances y de

lo que buscan, se establecen tres formas generales de conceptualizar

la educación ambiental (Leal-Jiménez, 2004):

1.Educación ambiental ecológica o biologista: el enfásis de la

educación ambiental está en transmitir conocimientos sobre

ecología o biología, bajo el supuesto de que un aumento en la

información redundará en un cambio de comportamiento de las

personas con respecto a la naturaleza. Promueve valores como el

respeto a la vida. Es la que suele practicarse para conservar una

especie o un ecosistema, y no incorpora en su hacer las di-

mensiones políticas, sociales ni económicas de la problemática

ambiental.

2.Educación ambiental conservacionista: suma a las premisas de

la anterior, la preocupación por conservar las especies y los

ecosistemas. Su énfasis está en la conservación de los recursos

naturales, en reducir los desechos y en cuidar los energéticos.

Se relaciona con la ecología profunda; no toma en cuenta las

necesidades ni condiciones sociales, económicas y políticas

humanas.

Estas dos visiones de educación ambiental son generalmente

apolíticas (en el sentido de una transformación del sistema socio-

económico), no están suficientemente orientadas pedagógicamente,

hacia la transformación, su hacer se caracteriza más por la información

y comunicación que por la formación individual y colectiva, y su

conceptualización proviene, en general, de los países del primer

mundo; hacen una crítica superficial de la sociedad industrial, sus

valores y el consumo, pues buscan la conservación de los ecosistemas

y recursos para seguir reproduciendo el modelo económico, político y

social con cambios superficiales, sobre todo de apropiación y manejo

de los recursos, y de conservación de especies y ecosistemas. Sin

embargo, con ellas no se alcanza la sustentabilidad.

Page 997: Bosque mesófilo de México.docx

3.Educación ambiental para la sustentabilidad: mantiene los

objetivos de conservación de especies, ecosistemas y recursos

naturales, mas su objetivo principal es el desarrollo integral del

ser humano. Parte de la realidad ambiental de sus

destinatarios, analizándola desde la dimensión

Page 998: Bosque mesófilo de México.docx

334 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

ambiental, es decir, desde lo ecosistémico, lo político, lo socio-

cultural y lo económico. Reconoce que las relaciones entre los

factores de una realidad ambiental son complejas, y solo

abordándolas desde su complejidad se puede diseñar un futuro

viable para una mejor calidad de vida. Se centra en los valores

universales del hombre, en esencia: la solidaridad, el amor, la

honestidad, la cooperación, la paz, la democracia, la libertad,

entre otros. Subraya la resistencia cultural, valora saberes,

símbolos, creencias de los grupos sociales, y genera, rescata y

fortalece el sentido de comunidad y de pertenencia a esta, de

pertenencia a un lugar y su ambiente. Realiza una crítica

profunda al modelo económico neoliberal, a la sociedad

industrial de consumo y a los valores que privilegia. En

concreto, busca generar la participación social con un amplio

sentido político para mejorar aquello que afecta al ser humano

directa e indirectamente, incluyendo los problemas de

deterioro y contaminación de los ecosistemas. Esta visión de

educación ambiental empodera a las comunidades para la

construcción de su sentido de vida y su desarrollo local, eleva

el capital social mediante redes que compartan conocimientos,

que practiquen la solidaridad o que actuen integrando

intereses comunes y en busca de la sustentabilidad (mapa

conceptual figura 2).

Sus objetivos de manera general son:

1.Crear conciencia sobre el ambiente y la realidad de los destinatarios.

2.Proporcionar conocimientos acerca de esa realidad, sus

problemas y efectos.

3.Crear y modificar actitudes para intervenir en su realidad,

mejorando su calidad de vida.

4.Crear habilidad para enfrentar los problemas a su alcance

y revertir sus efectos.

5.Crear la capacidad de evaluación de políticas y acciones

sobre la realidad ambiental.

6.Participación social para el cambio de políticas sociales y

económicas, o para el mejoramiento de su entorno y realidad

ambiental inmediata.

Page 999: Bosque mesófilo de México.docx

La educación ambiental en los bosques mesófilos de montañaLos bosques mesófilos de montaña poseen una rica y variada

biodiversidad, de ello dan cuenta los capítulos de este libro. Esta

biodiversidad ha generado una diversidad cultural que se expresa en las

comunidades que viven en los BMM: riqueza

Page 1000: Bosque mesófilo de México.docx

Ecológica Económica Polít ica Social y ética

coNsERvAR, uN pRocEso DE EDucAciÓN y cApAciTAciÓN AMBiENTAL 335

Marco conceptual de la educación ambiental para la sustentabilidad

CRisis DE CiviLizACiÓN

Desarrollo sustentable

Page 1001: Bosque mesófilo de México.docx

EA ecológica EA para la conservación

Parte de la realidad ambiental

Decisión y poder

político. Participación

Educación ambiental

Sociocultural

Ecológico Político

Dimensión ambiental

Económico

Complejidad ambiental

Educación ambiental para la sustentabilidad

Desarrollo integral del ser humano

Formación ética valoral

Comunidad Crear Rescatar

Crítica superficial a la sociedad industrial Sobrevivencia y reproducción del modelo de desarrollo Busca el cambio de actitud del hombre hacia su medio natural y de utilización de los recursos

No se alcanza la

FiGuRA 2. Mapa conceptual sobre la educación ambiental para la sustentabilidad (Leal-Jiménez, 2004).

Page 1002: Bosque mesófilo de México.docx

336 BosQuEs MEsÓFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

de saberes, creencias,

simbolismos, cosmovisiones.

Así, en los BMM podemos en-

contrar etnias con una larga

trayectoria histórica y también

comunidades representativas

de la cultura occidental

dominante, lo que implica un

trabajo educativo y de

capacitación que parta de la

dimensión ambiental de cada

lugar, valorando cada eje,

analizando procesos de cambio,

de empoderamiento, de

armonía comunitaria, de

individuos y comunidades

planetarias para generar

sustentabilidad.

Muchas de las

comunidades que habitan estos

bosques viven en condiciones

de pobreza, injusticia e

inequidad social, depresión

económica, problemática

ecológica y de cambio en la

jerarquía de valores. Al mismo

tiempo, hay procesos de

sustentabilidad que han

empoderado a ciertas

comunidades y propiciado un

desarrollo local (tal es el caso de

comunidades que se dedican a

la producción de café orgánico,

sin la deforestación de grandes

áreas o bajo el dosel del

bosque). Trascender hacia la

conservación de la naturaleza es

no solo crear conciencia sobre la

importancia de los ecosistemas

Page 1003: Bosque mesófilo de México.docx

La educación y capacitación

para la sustentabilidad no

solo busca la conservación

del ambiente natural, sino

que se centra en el desarrollo

integral del ser humano. En la

imagen se aprecia la

impartición de un taller

comunitario participativo.

y los recursos naturales, sino

generar un desarrollo humano

que tienda a la sustentabilidad,

erradicando la pobreza, ge-

nerando valores de solidaridad,

cooperación, paz, entre otros. La

educación ambiental juega un

papel fundamental en el

construir y poner en práctica

estrategias de desarrollo

humano que permitan elevar la

calidad de vida de nuestros

pueblos, por lo que su

concepción y práctica debe ser

diferente de la que realizan los

países desarrollados. La

educación ambiental debe

funcionar como factor

integrador del desarrollo

intelectual y colectivo,

relacionado (en específico) con

las necesidades de las

comu

nidades que habitan los BMM y

con la provisión de una mejor

calidad de vida para todos los

individuos. En este sentido es un

proceso para la organización,

para la actuación política, para

lo social y lo cultural.

En el contexto de nuestros

pueblos y comunidades, se

puede afirmar que la educación

ambiental tiene que ver con una

lucha política y cultural, es decir,

Page 1004: Bosque mesófilo de México.docx

la educación ambiental, además

de consistir “en reconocer

valores y aclarar conceptos con

el objeto de fomentar las

aptitudes necesarias para

comprender las interpelaciones

entre el hombre, su cultura y su

medio biofísico” (UNESCO, 1976),

es también la práctica y la toma

de decisiones en lo político, así

como la valoración y

potenciación de una resistencia

cultural, ante el embate de la

globalización, el neoliberalismo

y la homogeneización cultural,

ya que al tiempo que se han

venido perdiendo los saberes

tradicionales de manejo

ecosistémico, también ha ido

mermando el sentido de

comunidad. Es necesario que la

educa-

Page 1005: Bosque mesófilo de México.docx

Proteger los bosques

mesófilos de montaña resulta

altamente prioritario tanto

para la conservación de su

biodiversidad como por los

servicios ambientales que

proporcionan. San Mateo

Yetla, Cuenca Río

Papaloapan, Valle Nacional,

Oaxaca. FoTo: RAFAEL ToRREs CoLiN

coNsERvAR, uN pRocEso DE EDucAcióN y cApAciTAcióN AMBiENTAL 337

ción ambiental se dé en los términos expuestos

ya que solo mediante programas educativos que

privilegien la resistencia cultural podremos

hacer frente a aquellos procesos que dañan el

ambiente en su complejidad y que muchas

veces parten de la cultura occidental, la

globalización y el neoliberalismo económico.

Si bien no todo en la globalización es

negativo, debemos reconocer aquellos procesos

que empobrecen, laceran y destruyen el sentido

de comunidad, de cultura y de organización

social, ya que, como fue expresado en el Primer

Encuentro Intercontinental por la Humanidad y

contra el Neoliberalismo (EZLN, 1997):

El neoliberalismo ha podido propagar con mayor

facilidad los valores del individualismo, la

competencia, la acumulación privada de

riqueza, la discriminación social y racial, el éxito

personal por encima del bien común, la

intolerancia cultural y el menosprecio a los

derechos humanos más elementales de los que

menos tienen.

Así, para cambiar el modelo de desarrollo

económico desde lo político, la educación

ambiental juega un papel crucial. Los procesos

educativos ambientales deben formar

individuos críticos y participativos, que

conformen colectivos capaces de intervenir en

las decisiones políticas que les afectan, aun si

estas son positivas. Para lo anterior, debe darse

una lucha pacífica por la conquista de una

democracia participativa, factor indispensable

que debe estar presente en la nueva sociedad.

Los colectivos tendrían la responsabilidad

no solo de elegir a sus gobernantes, sino de

intervenir activa y constantemente en todo

Page 1006: Bosque mesófilo de México.docx

aquello que incumba a la sociedad y al sistema

que la hace funcionar. La democracia debe estar

presente en todos los esquemas de la sociedad,

desde la propia familia, la escuela, la comu-

nidad, hasta la nación. (“sin utopía, la vida sería

un ensayo para la muerte...” J.M. Serrat). La

lucha política y la democracia son factores que,

analizados en el contexto cultural de los

colectivos, pueden generar una valoración de la

tolerancia y la libre expresión de ideas, lo cual

nos llevará a transitar por un nuevo esquema y

a construir el nuevo paradigma de relación

hombre-hombre, sociedad-sociedad y sociedad-

naturaleza.

Por lo anterior, no se debe reducir ni

simplificar los procesos educativos ambientales a

conservación, manejo sustentable de recursos o

resolución de un

Page 1007: Bosque mesófilo de México.docx

338 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

problema ambiental, sino involucrar la relación política-sociedad-

naturaleza; de lo contrario no estaremos en capacidad de construir esa

nueva sociedad que nos lleve a conseguir la sustentabilidad, en el

ámbito regional. La educación que se dé al interior de los BMM deberá

rescatar aquellos elementos culturales que le dan ‘cuerpo’ a las

comunidades que en ellos habitan; rescatar la diversidad cultural

implica establecer mecanismos de resistencia cultural ante la

homogeneización que se viene dando a partir de la globalización

económica-cultural. Es necesario el rescate de valores y de saberes

ambientales. No debemos permitir que los sistemas sustentables de

utilización de recursos se pierdan, ni que se dé la imposición de

factores culturales que vayan en contra de la sustentabilidad.

Hoy más que nunca se deben rescatar estos saberes culturales y

luchar contra la homogeneización cultural, ya que la humanidad no

podrá sobrevivir sin su rica diversidad cultural, y para ello las nuevas

conciencias planetarias deberán vivir en el respeto y la tolerancia

buscando la armonía entre culturas en este mundo. Entendiendo así la

educación ambiental, ésta es subversiva ya que cuestiona el sistema

económico y sociocultural que viene del “mundo desarrollado”, por lo

que debe crear individuos creativos, críticos, conscientes, capaces de

participar en la transformación de su complejo ambiente en favor de

elevar la calidad de vida de los colectivos (entendiendo como calidad de

vida: un sistema ecológico sano, salud física y mental, vivienda digna,

vestido, igualdad de género, alimentación, educación con calidad,

democracia, recreación y esparcimiento, entre otros factores).

La educación ambiental como estrategia, en un sentido ambicioso,

busca formar hombres y mujeres con valores humanos más del Ser y

menos materiales; que los individuos adquieran valores como

cooperación, amistad, responsabilidad, paz, solidaridad, respeto,

democracia, y sobre todo amor (ya que el amor es detonante de casi

todos los valores); que a partir de la educación se conforme esta nueva

sociedad y se termine con aquellos valores que tanto daño hacen a

nuestro pueblo y al mundo en general, me refiero a los antivalores:

avaricia, el poder por el poder, individualismo, egoísmo,

antropocentrismo, racismo, consumismo, despotismo, etc.

Hacia donde tiene que ir la educación ambientalen los bosques mesófilos de montaña

Page 1008: Bosque mesófilo de México.docx

Se debe identificar y encarar la problemática ambiental por la que

atraviesan los BMM desde toda su complejidad, por lo que además de

los problemas temáticos a los que se les ha dado prioridad, se debe

evaluar el estilo de vida inherente al modelo de desarrollo privilegiado;

los procesos educativos deberán añadir temas que aborden: los

procesos democráticos en la región y nación, la producción y

Page 1009: Bosque mesófilo de México.docx

coNsERvAR, uN pRocEso DE EDucAcióN y cApAciTAcióN AMBiENTAL 339

consumo insustentables, el crecimiento y concentración poblacional, la

pobreza y su erradicación, la exclusión social de ciertos grupos y

personas, la equidad de género, la inestabilidad familiar, el aumento de

la inseguridad y violencia, la drogadicción y el narcotráfico, la

corrupción, el aumento de la vulnerabilidad ante los desastres

(naturales y creados por el hombre), además de los problemas en los

que hemos colocado a los ecosistemas, sus especies y recursos, así

como la conservación de estos.

Sin embargo, y a pesar de que los temas son importantes, los

procesos de educación y capacitación ambiental que se desarrollen

deberán, ante todo, partir de las demandas sociales y tender a

rescatar, reforzar y crear el sentido de comunidad, ya que es este uno

de los factores que más se ha lacerado con el actual modelo de

desarrollo, dejando a las comunidades despojadas de un proyecto

común, y ocasionando que, la mayoría de las veces, se deje la

resolución de la problemática ambiental a las autoridades

gubernamentales. Al respecto, Barkin (2001) menciona que

un supuesto fundamental para alcanzar el desarrollo sustentable es el que

haya comunidad, ya que estas estructuras tienen un proyecto de vida, o

mejor dicho tienen su proyecto de vida, el cual conlleva un compromiso de

trabajar en conjunto todos los comuneros para implementar y aceptar

órdenes que a veces no son las que convienen al individuo, porque las

órdenes son para la comunidad.

Por lo anterior, se debe recrear el sentido de comunidad que se ha

perdido en muchos estratos de la sociedad, rescatarlo y fortalecerlo en

aquellos donde aún prevalece, con un esquema de resistencia cultural y

con una tendencia hacia la sustentabilidad, buscando elevar la calidad de

vida de todos los habitantes de los BMM.

Y es que la comunidad tiene una fuerza propia, con un poder

político, y solo ella puede hacer frente a los efectos del libre mercado y

de la homogeneización cultural, producto de la globalización. En la

comunidad, los procesos son solidarios, existe un sentido de

pertenencia al grupo y al lugar en el que habitan, se valoran los

recursos y se atienden los problemas en conjunto. En la comunidad, el

individuo habla, expone, pero es el colectivo el que decide. En este

sentido, la educación ambiental juega un papel esencial, pues mientras

no se potencie el sentido de comunidad en los BMM, cualquier proceso

Page 1010: Bosque mesófilo de México.docx

educativo que tienda a conservar los recursos naturales o a aliviar los

problemas ambientales tendrá un éxito limitado; por el contrario, si se

crea comunidad, los programas educativos de valoración y

conservación de los recursos tendrán más posibilidades de éxito y de

permanencia en el largo plazo (Leal-Jiménez, 2004).

Page 1011: Bosque mesófilo de México.docx

340 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Así, los programas educativos ambientales que se desarrollen al

interior de los BMM también deberán orientar a las comunidades en la

participación de la instrumentación de las políticas públicas, así como

en un proyecto común, racional y sustentable, que les permita

apropiarse y manejar sus recursos naturales. Lograr comunidades

sustentables parte del trabajo con el ser individual y colectivo, en el

que sea prioritario formar valores ambientales y que el individuo se

identifique con su esencia natural y espiritual. Así, tanto el individuo

como el colectivo valorarán su autoestima, su potencial humano: el

primero reconocido como sujeto y como parte de un colectivo

comunitario, y el segundo como una sociedad democrática, justa,

equitativa y sustentable.

Hacia una estrategía de educación y capacitación ambientalen los bosques mesófilos de montaña

Determinar qué hacer con respecto a la educación y capacitación

ambiental en los BMM resulta relativamente sencillo, pero llevarlo a

cabo requiere compromiso y voluntad política de todos los sectores

involucrados, requiere que las prácticas ambientales sean

suficientemente pedagógicas y transformadoras, lo cual, des-

afortunadamente, no ha venido sucediendo en la mayoría de los

procesos de educación ambiental. Bárcena (1997) menciona que “la

práctica ha tenido que ver poco o muy poco con la teoría sostenida. En

la contradicción entre los valores proclamados y el comportamiento

cotidiano se escinde la vida de los individuos e instituciones... Se ha

olvidado que el acto educativo es el acontecer dinámico de las luchas

cotidianas y que la vida cotidiana es el hogar del sentido. No son los

conocimientos, la información, ni las verdades transmitidas a través de

discursos o consignas lo que da sentido a la vida. El sentido se

entreteje de otra manera: desde las relaciones inmediatas, desde cada

ser, desde los sucesivos contextos en los cuales se vive. El sentido de

trabajar por un ambiente sano se construye en un hacer diario, en una

relación personal y grupal y por ello, la toma de conciencia ambiental

ciudadana sólo puede traducirse en acción efectiva, cuando va

acompañada de una población organizada y preparada para conocer,

entender y reclamar sus derechos y ejercer sus responsabilidades”.

Generar un proceso de educación y capacitación ambiental en los

BMM de montaña no solo requiere una práctica pedagógica y

transformadora, sino de una estrategia capaz de definir, priorizar y

Page 1012: Bosque mesófilo de México.docx

aglutinar programas y actividades de educación y capacitación, una

estrategia interistitucional e intersectorial que avance hacia un objetivo

común: generar ciudadanos comprometidos con su comunidad, su

ambiente natural, con un cambio profundo de mentalidad, de conceptos

y valores respecto al medio ambiente. Para ello también se requiere

que quienes

Page 1013: Bosque mesófilo de México.docx

coNsERvAR, uN pRocEso DE EDucAciÓN y cApAciTAciÓN AMBiENTAL 341

impulsan estos procesos sean verdaderos profesionales, individuos con

conciencia y valores ambientales para una transformación de la

realidad ambiental hacia la sustentabilidad de los colectivos con

quienes trabajen.

El diseño de una estrategia, además de ser intersectorial, requiere

considerar diversos elementos. Reyes-Ruiz y Mayo-Aceves (1998)

definen estrategia como: “Un sistema de principios e ideas articuladas,

que plantean, de manera lógica y secuencial, una propuesta de trabajo

o de soluciones a un problema o conjunto de problemas”.

Esta estrategia, además de tener un sustento conceptual, deberá

partir de la realización de un diagnóstico participativo sobre la

dimensión ambiental y su complejidad en los BMM. Así, el diagnóstico

incluirá, por un lado: tipos de biodiversidad, problemas de

deforestación, especies en peligro, malas prácticas de manejo de los

recursos, y por otro: aspectos socioeconómicos, culturales, históricos

(tanto de los ecosistemas, como del desarrollo comunitario), políticas

internas y externas que afectan a las comunidades y los ecosistemas

(locales, regionales, nacionales y hasta globales). Reyes-Ruiz y Mayo-

Aceves (1998) mencionan que, en especial para el diseño de las

estrategias educativas, se deben estudiar aspectos como: tipo y

extensión de la oferta educativa en la región y comunidades, pro-

medios de escolaridad, caracterización del magisterio, principales

problemas del aparato educativo (escolar y no), percepción pública

(autoridades civiles y educativas, docentes, sociedad en general,

principales sujetos sociales, entre otros) sobre la problemática,

necesidades y la educación ambiental. A partir de ello será necesario

elaborar los objetivos estratégicos, que se derivan tanto del referente

conceptual como del marco situacional, y procuran definir cuáles son

las transformaciones que se pretenden en el contexto que enmarca la

estrategia. Podría expresarse como: plasmar los alcances y el rumbo.

Otro elemento es definir las modalidades educativas a abordar.

Estas modalidades educativas son: la educación formal (escolarizada

en sus diferentes niveles), la educación no formal (procesos educativos

flexibles, sin los requisitos de la escuelas, en general sistematizados) y

la educación informal (la intencionalidad educativa no es tan explícita,

no es sistematizada, son escasos los procesos que son evaluados y

tiende a servir como medio de información y difusión). La estrategia

deberá seleccionar una, dos o las tres modalidades, lo que ayudará a

Page 1014: Bosque mesófilo de México.docx

organizar los esfuerzos de manera diferenciada, sin que signifique no

establecer relaciones estrechas entre las mismas.

Un elemento central es caracterizar a los sujetos por atender

(sujetos estrátegicos y sujetos tácticos), pues ello nos dicta el tipo de

proceso educativo a desarrollar. Para definir en qué categoría ubicar a

cada sujeto, se toma en cuen-

Page 1015: Bosque mesófilo de México.docx

342 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

ta, como principal criterio, la mayor o menor contribución que dichos

actores sociales puedan hacer al proceso de construcción de una

cultura favorable a la sustentabilidad. Saber de qué tipo de sujeto se

trata permite aclarar el destino principal de las acciones y los recursos,

así como los alcances y posibles impactos en la modificación de la

realidad ambiental; también orienta la definición de los objetivos

específicos de la estrategia y la o las modalidades educativas a

abordar. Sin embargo, el principal punto de partida es el diagnóstico

realizado, de tal manera que dichos objetivos puedan ajustarse a las

características y necesidades particulares de los sujetos seleccionados

y de su realidad ambiental.

La estrategia deberá contener una serie de ejes temáticos, los

cuales son las ideas-fuerza que articulan toda la propuesta educativa.

Un ejemplo de eje temático puede ser la relación sociedad–naturaleza;

o bien, la construcción de una nueva ética, o el incremento de la

participación social, el desarrollo local y la sustentabilidad ambiental, o

la equidad de género y el empoderamiento de la mujer para la

transformación comunitaria, o algunos o todos ellos en su conjunto. A

partir de los ejes temáticos se desarrollan los contenidos temáticos, los

cuales son específicos para cada uno de los sujetos educativos, a través

de las modalidades educativas seleccionadas para ellos.

La estrategia deberá incluir el tipo de oferta educativa, la cual

especifica las actividades formativas y los materiales educativos y de

difusión que se dirigirán a cada sujeto educativo. Ejemplo de actividades

formativas son: talleres, cursos, diplomados; talleres y cursos de

capacitación sobre el manejo sustentable de ciertos recursos o procesos

de mejora ambiental; reuniones técnicas, seminarios, recorridos por los

ecosistemas, campamentos educativos, etc. En cuanto a materiales, estos

podrían ser audiovisuales, libros con contenidos regionales, materiales

impresos como folletos, revistas, trípticos, carteles, programas de radio y

televisión, conferencias, etc.

La estrategia deberá ser un proceso constante de sistematización y

evaluación, entendiendo la sistematización como un proceso colectivo

en el que se trata de construir críticamente la práctica, o parte de ella,

de un proyecto; resulta indispensable que en la medida en que se

desarrolle la estrategia, paralelamente se vayan identificando y

ordenando los elementos que se requiera registrar para su posterior

análisis. Para ello se tiene que recoger las experiencias positivas y las

negativas que cada actividad de la estrategia genere. Una vez hecho el

Page 1016: Bosque mesófilo de México.docx

registro y análisis, convendrá irlo confrontando con los postulados

teóricos y los planteamientos operativos, planteados antes de la puesta

en marcha de la estrategia. La intención de ello será llegar a

valoraciones y conclusiones que permitan validar, o no, los principios

conceptuales y prácticos de la referida estrategia, y determinar si se

alcanzaron los objetivos propuestos. En síntesis: tanto la sistematización

Page 1017: Bosque mesófilo de México.docx

coNsERvAR, uN pRocEso DE EDucAciÓN y cApAciTAciÓN AMBiENTAL 343

como la evaluación son procesos que deberán

estar considerados en la ejecución de una

estrategia de capacitación y educación

ambiental.

ConclusiónLos capítulos de este libro dan cuenta de la

gran importancia ecosistémica que tienen

los BMM, pues, a pesar de que su superficie

es menor a 1% del territorio nacional,

presentan una biodiversidad de las más

ricas de México. En ellos encontramos:

6153 especies de plantas vasculares (26%

del total reportadas para el país; los

porcentajes dados en este listado son

proporciones del total de especies del

grupo reportadas para México), de las

cuales alrededor de 2 500 son exclusivas

de los BMM (10% a nivel nacional); 183

especies de anfibios (48%); 249 especies

de reptiles (30%); 298 especies de aves

(28%; el dato más alto reportado para este

grupo); 257 especies de mamíferos (57%),

de las cuales 85 son endémicas

(aproximadamente 50% de los

endemismos mexicanos). Estos

porcentajes, tanto los de cobertura

territorial como de biodiversidad y

endemismos, hacen que los BMM sean

únicos en el país y prioritarios para su

conservación. Sin embargo, su explotación

mediante prácticas y actividades no

sustentables, las malas políticas de

desarrollo regional, problemas globales

como el cambio climático, y hasta pro-

blemas sociales, como pérdida cultural y

de manejo del ecosistema o la pobreza,

injusticia e inequidad en estas regiones,

Page 1018: Bosque mesófilo de México.docx

Especies de hábitos

arborescente y epífito –como

diversas orquídeas y

helechos– se extraen en

grandes cantidades para su

venta como plantas

ornamentales. Es urgente el

desarrollo de programas de

manejo para el

aprovechamiento

sustentable de los recursos

de estos bosques. Epífitas en

un bosque de Oreomunnea-

han colocado a estos ecosistemas y sus

especies al borde de la extinción.

A pesar de que se ha avanzado en las políticas de conservación de los BMM,

estas no han sido suficientes, ya que su

deterioro es cada día mayor, por lo que resulta

necesario replantear estrategias que

empoderen a las comunidades para que sean

ellas quienes los conserven con ayuda del

Estado, y no el Estado con ayuda de las

comunidades, como ha venido sucediendo;

que las comunidades decidan el manejo

sustentable de los recursos endógenos para

así generar un desarrollo local, en el que

participen de manera directa individuos y

colectivos, formulando políticas y diseñando

programas que den rumbo, aglutinen y

evalúen experiencias. La educación ambiental

para la sustentabilidad juega un papel

Page 1019: Bosque mesófilo de México.docx

344 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

fundamental, pues parte de un análisis no solo ecosistémico, sino

también político, económico y social, buscando las causas o los

detonantes de los factores que contribuyen a la problemática ambiental,

y su interrelación, así como aquellos que pueden contribuir a la

conservación de los ecosistemas y a una excelente calidad de vida para

las comunidades que los habitan. Así, para la conservación de los BMM se

deben necesariamente impulsar procesos educativos que busquen no

solo la comunicación o la enseñanza técnicocientífica, sino que sean

capaces de transformar y permitir el desarrollo integral de los pueblos

que en ellos habitan.

Para llevar a cabo las ideas vertidas sobre educación ambiental

para la sustentabilidad, sus alcances y su papel en la conservación de

los bosques mesófilos de montaña y en la construcción de comunidades

sustentables, será necesario analizar los documentos que den cuerpo

conceptual a la educación ambiental, así como convocar a expertos en

la materia, investigadores, comunidades, ciudadanos, sector

empresarial y gobierno, para desarrollar una estrategia que nos lleve al

proceso de cambio propuesto para la permanencia en el espacio y

tiempo de los BMM.

Conservar y proteger los BMM es una lucha por la conservación de

la misma biosfera y es una lucha por cambiar el modelo económico,

político y social que nos ha conducido a la crisis de civilización, es una

lucha por el rescate de la diversidad cultural de los pueblos ancestrales

que han habitado estos ecositemas. El cambio del paradigma de

desarrollo puede traducirse en un cambio de conciencia ambiental, en

formar individuos y colectivos planetarios capaces, a su vez, de abrir

paso a la sustentabilidad local, regional y mundial, de formar redes de

acción, internas y externas a los BMM, que generen procesos

democráticos participativos y que sean solidarias en la construcción de

un mundo mejor para todos, lo cual es aún posible.

Literatura citada

Barkin, D. 2001. Economía Ambiental, Conferencia Magistral. En: Memoria de la V Reunión Anual y 2° Foro sobre Valores, Consumo y Deterioro Ambiental. Red de Educadores Ambientales de la Región Centro de México.

Bravo-Mercado, M.T. 2008. La educación ambiental en México: visiones y proyecciones de actualidad. En: Bravo-Mercado, M.T. y F. Reyes-Escutia (Comp.). Educación ambiental para la sustentabilidad en México. Aproximaciones conceptuales, metodológicas y prácticas. Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas. México.

Page 1020: Bosque mesófilo de México.docx

Comisión Ambiental Metropolitana. 2000. Programa Rector Metropolitano Integral de Educación Am-biental. Instituto de Ecología. México.

EZLN. 1997. Crónicas Intergalácticas. EZLN: Primer Encuentro por la Humanidad y Contra el Neoliberalismo. Ejército Zapatista de Liberación Nacional. México.

Page 1021: Bosque mesófilo de México.docx

coNsERvAR, uN pRocEso DE EDucAcióN y cApAciTAcióN AMBiENTAL 345

Leal-Jiménez, M.A. 2004. Problemática en torno a la práctica educativa ambiental de diez gobiernos delegacionales del Distrito Federal, México. Tesis para obtener el grado de Maestro en Ciencias. Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias. Universidad de Guadalajara. Guadalajara, México.

Leal-Jiménez, M.A. 2011. Análisis ambiental y participación popular para el diseño de estrategias alternativas productivas sustentables. (El turismo alternativo en la región de Los Dolores, municipio de La Paz, B.C.S. México). Tesis para obtener el grado de Doctor en Ciencias Marinas y Costeras (Orientación Sustentabilidad). Universidad Autónoma de Baja California Sur. México.

Miller, T.G. Jr. 1994. Ecología y medio ambiente. Grupo Editorial Iberoamérica. México.

Novo, V.M. 1995. La educación ambiental: bases éticas, conceptuales y metodológicas. Editorial Universitas. Madrid.

Novo, V.M. 1997. La educación ambiental en la universidad. Antología del Módulo III, unidad III. Maestría en Educación Ambiental. Universidad de Guadalajara. Guadalajara, México.

Quiroz, P.C. y E. Trellez S. 1992. Manual de referencias sobre conceptos ambientales. Proyecto Medio Ambiente y Desarrollo Social – SECAB/FKA-. Santafé de Bogotá, Colombia.

Reyes-Ruiz, J. y E. Mayo-Aceves. 1998. Estrategia preliminar de educación ambiental para la Cuenca de Pátzcuaro. Centro de Estudios Sociales y Ecológicos, A.C. Pátzcuaro, México.

Trellez, S.E. y C. Quiroz P. 1995. Formación ambiental participativa: una propuesta para América Latina. Centro Ambiental Latinoamericano de Estudios para el Desarrollo Sostenible, Organización de Estados Americanos.

UNESCO. 1976. Informe final de la Reunión Regional de Expertos en Educación Ambiental de América Latina y el Caribe. Bogotá.

Page 1022: Bosque mesófilo de México.docx

La conservación,

aprovechamiento sustentable y restauración de los bosques

mesófilos, sin lugar a duda, son de trascendencia para la

sociedad, pues de su riqueza biológica, belleza y funciones

ecológicas derivan múltiples servicios de regulación

ambiental y de provisión de recursos y valores culturales.

Bosque mesófilo de montaña en Tila, Montañas del Norte de

Chiapas.

FoTo: NEpTALÍ RAMÍREz MARCiAL

Page 1023: Bosque mesófilo de México.docx
Page 1024: Bosque mesófilo de México.docx

347

AUTORES

Challenger Antony

Laboratorio de Ecología de Ecosistemas, Centro de Investigaciones en Ecosistemas, Universidad Nacional Autónoma de México

Campus Morelia

[email protected]

Cuevas Guzmán Ramón

Instituto Manantlán de Ecología y Conservación de la Biodiversidad, Centro Universitario de la Costa Sur, Universidad de Guadalajara

[email protected]

Dirzo Minjarez Rodolfo

Center for Latin American Studies, Stanford University

[email protected]

Espejo Serna Adolfo

División de C.B.S., Departamento de Biología, Universidad Autónoma Metropolitana. Unidad Iztapalapa

[email protected]

Gómez de Silva Héctor

[email protected]

González Medrano Francisco

[email protected]

González Ruiz Noé

División de C.B.S., Departamento de Biología, Universidad Autónoma Metropolitana. Unidad Iztapalapa

[email protected]

Goyenechea Mayer-Goyenechea Irene

Centro de Investigaciones Biológicas, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo

[email protected]

Gual Díaz Martha

Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad

[email protected]

Jardel Peláez Enrique José

Instituto Manantlán de Ecología y Conservación de la Biodiversidad, Centro Universitario de la Costa Sur, Universidad de Guadalajara

[email protected]

Page 1025: Bosque mesófilo de México.docx

348 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Leal Jiménez Miguel Ángel

Alianza por un Planeta Verde, A.C.

[email protected]

Mejía Domínguez Nancy

Departamento de Probabilidad y Estadística, Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas, Universidad Nacional

Autónoma de México

[email protected]

Navarro Sigúenza Adolfo G.

Museo de Zoología, Departamento de Biología Evolutiva, Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de México

[email protected]

Ochoa Ochoa Leticia Margarita

Departamento de Biología Comparada, Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de México

[email protected]

Pérez Villafaña Mónica G.

[email protected]

Ramírez Pulido José

División de C.B.S., Departamento de Biología, Universidad Autónoma Metropolitana. Unidad Iztapalapa

[email protected]

Rodríguez Gómez Juan Manuel

Instituto Manantlán de Ecología y Conservación de la Biodiversidad, Centro Universitario de la Costa Sur, Universidad de Guadalajara

[email protected]

Sánchez González Luis Antonio

Museo de Zoología, Departamento de Biología Evolutiva, Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de México

[email protected]

Sánchez Ramos Gerardo

Instituto de Ecología y Alimentos, Universidad Autónoma de Tamaulipas

[email protected]

Santiago Pérez Ana Luisa

Departamento de Producción Forestal, Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad de Guadalajara

[email protected]

Tejero Díez José Daniel

Carrera de Biología, Facultad de Estudios Superiores Iztacala, Universidad Nacional Autónoma de México

[email protected]

Torres Díaz Alin Nadyeli

Carrera de Biología, Facultad de Estudios Superiores Iztacala, Universidad Nacional Autónoma de México

[email protected]

Villaseñor Ríos José Luis

Departamento de Botánica, Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México

[email protected]

Page 1026: Bosque mesófilo de México.docx

AGRADECIMIENTOSExpresamos nuestro agradecimiento a todos ustedes que, desde sus diferentes puntos de vista,

contribuyeron a la sistematización de la información de cada uno de los capítulos del libro, así como

a la construcción de las bases de datos. Asímismo, agradecemos a los expertos que amablemente

se dieron a la tarea de revisar la información sistematizada de cada grupo de organismos y

retroalimentarnos. Nuestro reconocimiento a Raúl Jiménez Rosenberg, cuya idea original del

proyecto concluyó en este libro. Igualmente se agradece a las diferentes instituciones, sus

bibliotecas y personas que facilitaron el acceso a la información con la que se construyó este

proyecto. Especialmente a José Sarukhán, Pedro Álvarez Icaza y Elleli Huerta Ocampo, sin su

confianza y apoyo quizá no hubiera llegado a término la presente obra. Por último queremos

agradecer a todos los fotógrafos que amablemente nos permitieron publicar sus fotografías y con

ello enriquecer esta obra.

Colaboradores externos

Alamilla Fonseca LorenaFacultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México

Arias Montes SalvadorJardín Botánico Exterior, Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México

Babb Stanley Kathleen AnnDepartamento de Biología Comparada, Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de México

Basurto Peña FranciscoJardín Botánico Exterior, Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México

Campos Ríos María Goreti del Carmen Centro de Investigación Científica de Yucatán A.C.

Castillo Acosta OfeliaDivisión Académica de Ciencias Biológicas, Universidad Juárez Autónoma de Tabasco

Chiang Cabrera FernandoHerbario Nacional de México, Departamento de Botánica, Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México

Cifuentes Ruiz PaulinaInstituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México

De Santiago Gómez Jesús RicardoDepartamento de Biología Comparada, Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de México

Diego Pérez Nelly

Departamento de Biología Comparada, Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de México

Page 1027: Bosque mesófilo de México.docx

349

Espejo Serna Mario AdolfoDivisión de C.B.S., Departamento de Biología, Universidad Autónoma Metropolitana. Unidad Iztapalapa

Estrada Castillón Andrés EduardoFacultad de Ciencias Forestales, Universidad Autónoma de Nuevo León

Flores Villela Oscar A.Museo de Zoología, Departamento de Biología Evolutiva, Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de México

García Mendoza Abisaí JosuéJardín Botánico Exterior, Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México

García Peña María del RosarioJardín Botánico Exterior, Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México

Gómez Campos ArmandoLaboratorio de Etnobotánica, Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de México

González Espinosa MarioDepartamento de Ecología y Sistemática Terrestres, Área de Conservación de la Biodiversidad, El Colegio de la Frontera Sur

Hágsater Gartenberg EricHerbario de la Asociación Mexicana de Orquideología A.C., Instituto Chinoin A.C.

Herrera Monsivais María Concepción Instituto Tecnológico de Ciudad Victoria

Page 1028: Bosque mesófilo de México.docx

350 BosQuEs MEsóFiLos DE MoNTAÑA DE MÉxico

Jiménez Machorro RolandoHerbario de la Asociación Mexicana de Orquideología A.C., Instituto Chinoin A.C.

Jiménez Ramírez JaimeDepartamento de Biología Comparada, Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de México

López Ferrari Ana RosaDivisión de C.B.S., Departamento de Biología, Universidad Autónoma Metropolitana. Unidad Iztapalapa

López Maldonado AtzimbaBiblioteca Digital, Unidad de Telecomunicaciones, Centro de Investigaciones en Ecosistemas, Universidad Nacional Autónoma de México

Lorea Hernández Francisco G.Departamento de Biología Evolutiva,

Instituto de Ecología, A.C.

Lozada Pérez LucioDepartamento de Biología Comparada, Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de México

Martínez y Díaz de Salas MahindaEscuela de Biología, Universidad Autónoma de Querétaro

Mendoza Ruiz Aniceto CasimiroDivisión de C.B.S., Departamento de Biología, Universidad Autónoma Metropolitana. Unidad Iztapalapa

Navarro Pérez SoniaInstituto de Botánica, Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad de Guadalajara

Ochoa Ochoa Leticia MargaritaDepartamento de Biología Comparada, Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de México

Page 1029: Bosque mesófilo de México.docx

Ortiz Bermúdez EnriqueDepartamento de Botánica, Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México

Ortiz Calderón GildaHerbario Nacional de México, Departamento de Botánica, Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México

Pérez Calix EmmanuelCentro Regional del Bajío, Instituto de Ecología, A.C.

Pérez Farrera Miguel ÁngelHerbario Eizi Matuda, Escuela de Biología, Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas

Pipoly III John J.UF-IFAS/Broward Co Extension Ed Section, Parks and Recreation Division

Quero Rico HermiloJardín Botánico Exterior, Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México

Ramírez Marcial NeptalíDepartamento de Ecología y Sistemática Terrestres, Área de Conservación de la Biodiversidad, El Colegio de la Frontera Sur

Ramírez Roa María Angélica de la PazHerbario Nacional de México, Departamento de Botánica, Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México

Rendón Aguilar BeatrizDivisión de C.B.S., Departamento de Biología, Universidad Autónoma Metropolitana. Unidad Iztapalapa

Ricketson JonHerbarium, Missouri Botanical Garden

Rodríguez Contreras AarónInstituto de Botánica, Centro

Page 1030: Bosque mesófilo de México.docx

Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad de Guadalajara

Rojas Soto Octavio R.Red de Biología Evolutiva, Laboratorio de Sistemática Filogenética, Instituto de Ecología, A.C.

Sousa Sánchez MarioHerbario Nacional de México, Departamento de Botánica, Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México

Torres Colín RafaelHerbario Nacional de México, Departamento de Botánica, Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México.

Uetz PeterCenter for the Study of Biological Complexity, Virginia Commonwealth

University

Valencia Ávalos SusanaDepartamento de Biología Comparada, Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de México

Vargas Ponce OfeliaInstituto de Botánica, Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad de Guadalajara

Williams Linera GuadalupeDepartamento de Ecología Funcional, Instituto de Ecología, A.C.

Wong José Gonzalo RicardoDepartamento de Biología Comparada, Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de México

Zúñiga Trejo MarioBiblioteca del Sistema de Información Bibliotecario de Ecosur, El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San

Page 1031: Bosque mesófilo de México.docx

Cristóbal de las Casas

Page 1032: Bosque mesófilo de México.docx

AGRADEciMiENTos 351

Colaboradores internos

Arias Caballero de Miguel Paulina Subcoordinación de Especies Prioritarias

Berlanga García Humberto AntonioCoordinación del Programa NABCI y Temas de Vida Silvestre

Diego Escobar María Valentina Subcoordinación de Inventarios Bióticos

Espinosa Matías María de los Ángeles Coordinación General de Información y Análisis

Galindo Hernández PatriciaDirección General de Análisis y Prioridades

Herrera Maya VicenteSubcoordinación de Soporte Informático

Lara Morales LilianaSubcoordinación de Inventarios Bióticos

López Mendoza Rocío

Subcoordinación de Sistemas de Información Geográfica

Lozano Ramos Angélica Tania Subcoordinación en Información y Análisis

Martínez Hernández Israel Subcoordinación de Informática

Moreno Almeraya NadyaSubcoordinación de Sistemas de Información Geográfica

Muñoz López EnriqueCoordinación de Análisis Territorial de Corredores y Recursos Biológicos

Ortuño Sánchez PabloSubcoordinación de Informática

Ramírez Bautista JacintaSubcoordinación de Producción Editorial

Ramírez Vite SalvadorSubcoordinación de Inventarios Bióticos

Saavedra Cárdenas Edgar Leobardo Subcoordinación de Especies Prioritarias

Sánchez Chavana Miguel Ángel

Page 1033: Bosque mesófilo de México.docx

Subcoordinación de Soporte Informático

Tavira Escárcega ManelichSubcoordinación de Inventarios Bióticos

Urcid Perfecto LucíaSubcoordinación de Informática

Vargas Canales Víctor ManuelCoordinación del Programa NABCI y Temas de Vida Silvestre

Villaseñor Medina Edna Martha Coordinación General de Información y Análisis

Zea Salgado Marco AntonioSubcoordinación de Soporte Informático

Bibliotecas / Instituciones

Biblioteca del Centro de

Información Biológico

Ambiental, Universidad

Michoacana de San

Nicolás de Hidalgo

Biblioteca del Centro

de Investigaciones en

Ecosistemas,

Universidad Nacional

Autónoma de México

Biblioteca del Centro

Universitario de

Ciencias Biológicas y

Agropecuarias,

Universidad de

Guadalajara

Biblioteca del Instituto

de Biología,

Universidad Nacional

Autónoma de México

Biblioteca del Instituto de Ecología, A.C. Xalapa

Page 1034: Bosque mesófilo de México.docx

Biblioteca del Instituto de

Ecología, A.C. Centro Regional

del Bajío Biblioteca del Sistema

de Información Bibliotecario de

Ecosur (SIBE), El Colegio de la

Frontera Sur unidad San

Cristóbal de las Casas

Biblioteca Ricardo Monges

López, Facultad de Ciencias,

Universidad Nacional

Autónoma de México

Biblioteca de la

Universidad Autónoma

del Estado de Hidalgo

Biblioteca de la USBI

Xalapa, Universidad

Veracruzana

Microsoft Research, que a

través del programa piloto

para Latinoamérica

(participaron Costa Rica,

Colombia y México), conocido

como ARK 2010, apoyo

parcialmente parte del

proyecto. Unidad de

Documentación Científica de

la Facultad de Estudios

Superiores Iztacala,

Universidad Nacional

Autónoma de México

Page 1035: Bosque mesófilo de México.docx

Bosques Mesófilos de Montaña de México, diversidad, ecología y manejo

se terminó de imprimir en marzo de 2014 en los talleres de Offset Rebosán,

SA de CV,

Av. Acueducto 115, Col. Huipulco Tlalpan, 14370 México, D.F.

El tiro fue de 1000 ejemplares

Page 1036: Bosque mesófilo de México.docx
Page 1037: Bosque mesófilo de México.docx

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