boletÍn informativo no. 74 octubre 2013.-enero. 2014 · ca” . de inmediato mi mamá y yo rezamos...
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“Mucho, mucho, mucho”: este adverbio
de cantidad suele triplicarse como sinónimo de
un superlativo; aquí equivaldría a
“muchísimo”, pero no a un simple
“muchísimo”, sino a un doble “muchísimo”,
“muchísimo” .Pero esta modalidad expresiva
no prejuzga de qué va el superlativo; todo de-
pende del verbo o del sustantivo; al que se
aplique, que puede no ser siempre digno del
ser humano, ni mucho menos cristiano: “odiar
mucho, mucho, mucho”, “robar mucho, mucho,
mucho”, “traicionar mucho, mucho, mucho”,
“pecar mucho, mucho, mucho” , “beber mucho,
mucho, mucho, muchísimo” , no indica ética ni
santidad.
Cuando la Medre Dolores Medina lo usó
por triplicado hace ya 88 años en octubre de
1925, un par de meses antes de morir, fue pa-
ra resaltar un verbo esencialmente cristiano:
“amar” a Jesucristo. “¿Por qué no luchar por
ser todas de Aquel que tanto nos amó?
¡Amémosle mucho, mucho, mucho”. Vivamos
sólo para Él, y que Él sea nuestra fuerza y
nuestra vida” (RE, 313).
La Madre Fundadora del “Círculo Cató-
lico” de Tacubaya se movía, no “mucho, mu-
cho, mucho “, ni muchísimo”, sino siempre y
exclusivamente por el amor de Jesucristo. Y
Jesucristo nos dice que el “amor” de sus se-
guidores, como la M. Medina, debe ser siem-
pre “mucho, mucho, mucho” (hasta el “no va
más”), “hasta dar la vida por la persona ama-
da”.
La M. Medina trató de mantener siem-
pre una línea de amor máximo, sin limitación
de lugares, tiempos ni personas. Su es-
fuerzo no se redujo a un simple buen deseo, a
un efímero propósito como los que se hacen en
los ejercicios espirituales de cada año, que a
las pocas semanas queda reducido a lo míni-
mo. Los datos que poseemos de su biografía la
retratan como una persona de salud alternan-
te, de movilidad condicionada por una silla de
ruedas, con sobresaltos cardíacos, apartada del
gobierno porque las limitaciones frenaban su
actividad.
Pero también se afirma que su “mucho,
mucho, mucho” amor a Jesucristo y a los po-
bres la llevó a superar la barrera de sus en-
fermedades y a esforzarse por abrir colegios
para niñas pobres en México y Cuba. Su
“mucho, mucho, mucho” amor a Jesucristo la
mantuvo serena en la actividad restringida,
aunque sin dejar de ser enérgica para que sus
religiosas, las Hijas de la Pasión, no descendie-
ran de nivel en punto a caridad, ni de calidad
en el servicio educativo.
No es personaje para llenar columnas en
las enciclopedias de cultura general ni en las
de pedagogía; pero la Iglesia la incluye en la
Biblioteca de los Santos o en los catálogos de
los seguidores heroicos de Jesucristo. Su ideal,
sintetizado en el texto escrito hace 88 años, si-
gue siendo como “ una hoja de ruta” para sus
Hijas y sus devotos: “Amémosle mucho, mu-
cho, mucho. Vivamos sólo para Él, sea
nuestra fuerza y nuestra vida” .
LAS RAÍCES DE LA VENERABLE
M. DOLORES MEDINA
BOLETÍN INFORMATIVO No. 74 Octubre 2013.-Enero. 2014
CRITERIOS DE LA VENERABLE M. DOLORES
P á g i n a 2
III EXPOSICIÓN DE LOS SAN-
Bajo el lema “Ser
Santo es ser siem-
pre joven”, la co-
misión para las
Causas de los San-
tos de la arquidió-
cesis de México
organizó esta Ex-
posición en un am-
biente de “gran
fiesta”, por los si-
guientes motivos:
a) Celebrar el “Año de la Fe”.
b) 200 años de concluida la bellísima Catedral Metropolitana.
c) Celebrar el “Año de los jóvenes” en la arquidiócesis.
d) 50 años de inauguración del edificio del Seminario Menor.
La Exposición ha tenido lugar en el Seminario Menor (Casa Huipulco) los días 28 y 29
de septiembre último en las instalaciones del mismo: capilla, auditorio, salones, andadores y los
espacios de los jardines.
El objeto de la misma era recordar al pueblo fiel de México que “todos estamos llamados
a la Santidad “, y México tiene “modelos” bellísimos que nos deben entusiasmar a ser santos:
hombres y mujeres que dieron testimonio con su vida del amor a Dios y a los hermanos hasta
las últimas consecuencias.
Uno de los escritos ejem-
plares es la Venerable M. Dolo-
res Medina, mujer frágil sin re-
cursos ni salud, quien no se en-
cerró en sus propios problemas,
sino que se abrió a las necesida-
des de las niñas sin cultura ni
formación religiosa: descubrió
en ellas la imagen doliente de
Cristo Crucificado, y en ellas lo
amó y sirvió incondicionalmen-
te.
Chetumal, Quintana Roo, México. “ Quiero dar
las más infinitas gracias y testimonio a la Venerable
M. Dolores Medina...por haberme escuchado en los
momentos más difíciles y desesperados… Ya agotada
mi esperanza le pedí ayuda, y gracias su intercesión
Nuestro Señor me escuchó y concedió ayuda a mi pe-
tición: mi hija había seguido el mal camino, salió em-
bazada a los 16 años y se metió en el vicio de las dro-
gas; yo estaba desesperada y no sabía a quién recu-
rrir ...No sé cómo llegó a mis manos el Misalito donde
viene la Oración a la Venerable M. Dolores Medina;
recurría a ella con toda mi fe pidiendo su ayuda y
¡bendito sea Dios que me escucho! Ahora mi hija lle-
va ya 4 años que dejó todo lo antes dicho y se alejó de
las malas compañías que tenía. Le sigo pidiendo su
ayuda y protección, para que por medio de su interce-
sión ante Dios Nuestro Señor Él escuche mis súplicas
y oraciones para que siga protegiendo a mis hijos.
¡Gracias Venerable M. Dolores Medina!” . Sra. Anabel
Villalobos A.
GRACIAS Y FAVORES RECIBIDOS POR
INTERCESIÓN DE LA VENERABLE, M. DOLORES MEDINA
.México D.F. La Sra. Guadalupe de la Paz
Méndez Luna, ofrece el siguiente testimonio: “ Mi
mamá tuvo que ser hospitalizada de emergencia, y
debía ser intervenida. Ella estaba sufriendo mucho
por no tener noticias de uno de sus hijos hacía más
de seis años, ausente desde entonces. Se le pidió a
un familiar que ayudara a localizarlo en el sitio
donde en alguna ocasión se le había visto. Mien-
tras, mi mamá, en vísperas de ser operada, provi-
dencialmente recibió la visita de un sacerdote pa-
sionista quien la confesó y le administró los últi-
mos sacramentos; y al despedirse de ella le regaló
una estampa de la Venerable M. Dolores Medina,
diciendo : “Pida a esta Madre con mucha fe todo lo
que le aflige, rezando la oración que aquí se indi-
ca” . De inmediato mi mamá y yo rezamos la Coro-
nita de la Confianza que aparece en su estampa y ,
al terminar de rezarla, sonó mi celular: era mi cu-
ñada que llamaba para decirme que mi hermano
desaparecido estaba en la línea...Todavía se me en-
china la piel al cuerpo al recordarlo, ya que la
“respuesta “ divina fue inmediata...Después, mi
hermano se presentó en el hospital y se reconcilió
con mi mamá, quien posteriormente murió tranqui-
la y apaciblemente en el Señor. Mis hermanos y yo
damos las gracias al Señor y a la admirable inter-
cesión de la Venerable M. Dolores Medina”.
“Que esta Navidad el nacimiento del niño
Jesús sea un símbolo de esperanza de amor y de
muchas bendiciones en nuestras vidas”.
Feliz Año 2014
LIBROS SOBRE LA MADRE DOLORES
“Raíz Evangélica” (1989)
“Dolores Medina” (1990)
“Historia de las Hijas de la Pasión” (1994)
“El camino de Dolores Medina” (1998)
“Dolores Medina, servicio y fideli-
dad” (2001)
“ Dolores Medina, Fundadora de las H.P.
(2007)
“Ayudar al necesitado no es una locu-
ra” (1985)
PARA COMUNICAR
las GRACIAS o MILAGROS
recibidos por la intercesión de
La Venerable Madre Dolores, o
adquirir su
biografía , estampas, y aceptar los
donativos
favor de dirigirse a:
Hna. Laura Gómez López
José Gómez de la Cortina , 6
Col. San Miguel Chapultepec
11850– México, D.F.
Tel.(0155) 55-15-02-67
E-mail: mmedina_
ORACION
( Sólo para decirse en privado)
¡ Oh, Dios! Tú que purificaste a tu sier-
va Dolores en la cruz del dolor y la
elevaste a una intensa vida de unión
contigo, dándole un celo ardiente por
la salvación de los hombres que la hi-
zo consagrar su vida a propagar la Pa-
sión santísima de tu divino Hijo y los
dolores que sufrió su santísima Ma-
dre, a la educación de la niñez y de la
juventud, y a orar y trabajar por la
santificación de los sacerdotes y aspi-
rantes al sacerdocio, te pedimos hu-
mildemente te dignes glorificarla ele-
vándola a los altares. Por su interce-
sión concédenos lo que te pedimos, si
es para bien nuestro. Por el mismo
Cristo nuestro Señor . Así sea.
Se hace la petición).
Padre Nuestro
Ave María
Gloria
(con aprobación eclesiástica)
P. Fernando Piélagos, c.p.
P. Carlos Lizarraga,, c.p.
Hijas de la Pasión de Jesucristo y de María Dolorosa