boletín las alcublas nº 5

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las alcublas Boletín informativo de La Asociación Cultural Las Alcublas (ACLA) - nº 5 agosto 2010 EL CICLO EL CICLO DEL TRIGO, DEL TRIGO, LA SIEGA LA SIEGA

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las alcublasBoletín informativo de La Asociación Cultural Las Alcublas (ACLA) - nº 5 agosto 2010

EL CICLOEL CICLODEL TRIGO,DEL TRIGO,LA SIEGALA SIEGA

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LaAsociaciónCultural LasAlcublas (ACLA) se viste de fiesta paracelebrar con yporAlcublas un veranomásde sol y de luz.Nuestras actividades estándiseñadas y pensadas paraqueAlcublasalcance enun futuro la relevancia que semerece y para ello solo nosqueda ir paso apaso, abriendo camino ennuestra historia, desde elrecuerdo vivo y el sentimiento alcublano.Nuestra asociación trabaja enundespachode su sede obien en elcampo, en elmonte, tropezando con la flora y la faunaalcublanas,conociendo cadahuella que el hombreha legadoanuestra tierra: carri-lás, neveros,mojones, arquitectura enpiedra seca…ACLAhadescubierto rincones dondenuestros gallipatos crecen y sereproducen. Para ello, hemosdesbrozado sendas ymarcado caminosquedespués otros podrándisfrutar, con sus familiares y amigos.Hemos visitadopueblos yhemos compartido actividades conotroscolectivos, y lo hemos realizadodisfrutando, pensando, escribiendo,narrando, leyendo, escuchando, fotografiando,midiendo, perosobretodo sintiendoqueAlcublas, pueblo amable, acogedor, enunentorno sano y rural entrañable, sea reconocida en lo que vale.Estamoshaciendo “ruta“ por unpaisaje rural quequeremos,pero aúnnos falta algo: TÚ ¿te apuntas?ACLA te abre sus puertas, TEESPERAMOS.

SUMARIO

Editorial ......................................2la historia forma parte del futuro........3El trigo en alcublas. Siglos XVII y XVIII ..4La escasez de trigo. Siglos XVII y XVIII...5Otras actividades en torno al trigo.......6El origen de los molinos de alcublas ....7Del trigo al pan, un proceso familiar ...8Para trillar, eras. Las eras de Alcublas ..9diario de abordo: las actividades .......10la siega (papa, yo queria segar) ........11

Textos: ACLAFotografias: Serafin Martinez, AlejandroLatorre, Alicia Garrigó, Rafa Casaña,José Luís AlcaideDiseño: J. Blanco

alcublaslasNº 5. II Época. AGOSTO 2010

ACLATe lo poneFÁCIL

Mientras dure laactual situacióneconómicaASOCIARTE

sólo te costará3 EUROS.

Y si eres menorde 30 años,pensionista o

estás en el paro1,5 EUROS

¿A QUEESPERAS?

EDITORIAL

Menores de 30 años, pensionistas y personas en paro.

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Las Alcublas - 5 / Agosto 2010 3

La historia forma parte del futuroEn nuestro Boletín de enero de 2009 incluí-amos un artículo que se titulaba “LaHistoria no sólo está en los libros”, en elcual hablábamos sobre esa otra historiamás cotidiana y cercana en el tiempo a laque apenas prestamos atención y que sinembargo para las nuevas generaciones esalgomuy,muy lejano y prácticamente des-conocido.En años anteriores lamanera elegida paramantener viva lamemoria de parte de estahistoria fue realizar sendas exposicionessobre la Colonia Alcublana y sobre lasHorchateras de Alcublas, que nos acerca-ban la realidad social de los alcublanos yalcublanas durante parte del siglo XX.Cuando después del verano pasado empe-zamos a diseñar la actividad para el 2010decidimos sin embargo trabajar en otralínea, rompiendo un poco la dinámica deexposiciones, encarando un proyectoambicioso en el que además se buscabainvolucrar, como ha sido siempre en casitodas nuestras actividades, a colectivosajenos a ACLA.

Recrear el Ciclo del Trigo fue una idea quenació dirigida básicamente a los niños trasconstatar que lamayoría de ellos no habíatenido en susmanos un puñado de granosde trigo y que, a pesar de que la huella deltrigo está presente en numerosos rinconesde nuestro pueblo –los pajares, las eras,los “rulos” de piedra de las eras, losMolinos, el antiguo granero de losmonjesde Valdecristo, los hornos…-,muchos deellos desconocían los pormenores del pro-ceso por el cual un grano llega a convertir-se en espiga y una espiga acaba convertidaen harina con la que amasar y cocer unpan.Afortunadamente la idea fuemuy bienacogida por todos aquellos que podíanconseguir que fuese una realidad, que asu-mieron junto a nosotros su parcela de res-ponsabilidad en este proyecto cuya finali-dad es claramente didáctica, pero que sidestaca por algo es por estar desarrolladocon todo el cariño delmundo: la AMPA(Asoc. deMadres y Padres de Alumnos), laDirección y todo el profesorado del colegio

de Alcublas, la Asociación el Catxirulo, lasAmas de Casa, la Asoc. de Jubilados y otrasmuchas personas se han volcado para rea-lizar las actividades de este Ciclo del Trigoque también ha despertado el interés delosmedios de comunicación, en especial deCanal 9, que están siguiendo las diferentesfases.Lo importante de la experiencia de esteaño es que nos permite aunar esa recupe-ración de lamemoria histórica de la locali-dad a través de una actividad económicadesaparecida, y al tiempo nos permitetrasmitir los valores de respeto por elpasado, por losmayores y por la historiacomo fuente de enseñanzas.Este no es sólo un proyecto de ACLA, sinoque es un proyecto de todos y para todos,pero sobretodo es un proyecto para losniños y niñas de Alcublas, para esos niñosque son el futuro de esta localidad, un pue-blo que utiliza su pasado para progresarcon paso firme hacia elmañana.

Este, no lo dudes, es también TÚ proyecto.

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La economía alcublana de los siglos XVII yXVIII se basaba, casi totalmente, en la agri-cultura y la ganadería, actividades en lascuales existía un fuerte componente deautoabastecimiento. Precisamente por esaorientación el principal cultivo era el de loscereales, básicamente trigo y cebada,seguido del cultivo de la vid, cultivo esteúltimo en el que además existía un impor-tante componente comercial. Aunquemuchomenos extendido que los anterioresexistía también el cultivo de algarrobos yolivos, localizado en el término de Liria, declimamás suave y, finalmente, se cultivabanogales, almendros y otros frutales, aun-que plantados siempre de forma dispersa yen muy poca cantidad. A estos árboleshabría que añadir las higueras, cuya plan-tación comenzó a ser abundante desde lasegundamitad del siglo XVIII, posibilitandolaaparición, yaenel sigloXIX,deunaeleva-da producción de higos que, una vez secos,se destinaban a la comercialización.Se trataba de una agricultura de secano detipo extensivo, caracterizada técnicamentepor la práctica generalizada del barbecho yla roza en las tierras de cereales, por el usolimitado de abonos y por la utilización delas caballerías como animales de labor.En sus “Observaciones .....” Cavanilles nosda noticia sobre la práctica del barbechocuando al hablar de Alpuente, La Yesa,Andilla y las Alcublas indica que, salvoalgunas viñas, “ todo lo demás son eriales osembrados, cuyos campos descansan unaño entero desde que dieron la cosechapara reparar las pérdidas y fructificar des-pués de este descanso “.

Elemento básico en la alimentación de laépoca, al trigo se dedicaba aproximada-mente la mitad de la tierra cultivada; en elaño 1738 suponía, junto con la cebada yotros cereales, el 76 % de los cultivos,hecho que nos indica la enorme dependen-cia de la sociedad respecto a este cereal. Esprecisamente por esa dependencia por loque el trigo es el cultivo en el que mejor serefleja la fragilidadde laeconomíaalcubla-na.A través de diferentes acuerdos de lasautoridades de la villa nos es posibleconocer algunos de los años en los quehubomalas cosechas, así como losmeca-nismos utilizados para intentar evitar laaparición de crisis de subsistencias o, almenos, paliar sus efectos. Los periodosen los que se sucedieron malas cosechasdurante varios años, son los comprendi-dos entre 1628-1632, 1635-1637, 1644-1652, 1763-1768 y 1777-1780.En el mejor de los casos, los efectos de

una mala cosecha podían paliarsemediante el recurso a los excedentes detrigo de la cosecha anterior, pero si estahabía sido mala o los excedentes escasosera necesario recurrir a la compra enotras villas, compra que no siempreresultaba fácil, ya que si las malas cose-chas eran generales nadie estaba dis-

puesto a vender sus excedentes, y en elcaso de hacerlo era a unos precios muyelevados. Esta situación se agravaba con-siderablemente cuando, como en losperiodos que hemos señalado, se sucedí-an varias malas cosechas, traduciéndoseestas crisis, casi inmediatamente, en unaumento de la pobreza, un descenso delnúmero de matrimonios y consecuente-mente de las concepciones y, en general,en un freno para el desarrollo socioeco-nómico de la villa.Una economía como la alcublana, basadacasi por completo en la agricultura, era unaeconomía frágil cuyo equilibrio podía versefácilmente alteradopor la incidencia dedosmalas cosechas consecutivas. La sociedadde la época era consciente de esa fragilidady de la imposibilidad de enfrentarse conmedios humanos a la sequía, el granizo, lasheladas o las plagas. Este hecho dio lugar ala aparición del culto a determinados san-tos y al recurso frecuente a las rogativas, demanera que la economía aparecía ligada enciertamaneraa lareligión,pudiéndoseafir-mar que el agricultor vivía con los ojosvueltos hacia el cielo, temeroso de las con-secuencias de la tormenta que se acercabao esperando unas lluvias que nunca llega-ban, pero también implorando la ayudadivinaparaquenosemalograse lacosecha.

EL TRIGO ENALCUBLAS ENLOS SIGLOSXVII Y XVIII

Como complemento a la recreación del CICLODEL TRIGO hemos pensado que puederesultar interesante conocer algunos detalles sobre el trigo, su cultivo y su consumo enla localidad durante los siglos XVII y XVIII, porque así entenderemosmejor hasta quépunto un cultivo hoy en día desaparecido de la localidad por imperativos de la economíademercado, influía en prácticamente todos los aspectos de la vida local.

José Luís Alcaide Verdés

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Aunque en ocasiones, como en 1709 ó1780, años en los que se hicieron procesio-nes y exorcismos contra la langosta, lasplagas eran las responsables de las malascosechas, las causasmás comunes eran elpedrisco y la sequía. Precisamente éstaúltima era una auténtica obsesión para losagricultores, que se veían impotentes paraevitarla. Esa impotencia derivó en la proli-feración de las rogativas como únicoremedio contra la falta de lluvias.En los libros de la Villa aparecen multi-

tud de acuerdos para realizar novenas yrogativas “a María Santíssima para queruegue a SuDivinaMagestad nos dé la llu-via del cielo “(1739), siendo frecuente elrecurso a la insaculación para elegir laadvocación bajo la cual se realizarían lasrogativas a la Virgen, entrando en los sor-teos la de la Salud, la del Remedio y la delRosario. El gran número de acuerdossobre rogativas podría hacernos pensar,sobre todo en la segunda mitad del sigloXVIII, en un climamuy seco; la explicaciónes sin embargo que se hizo habitual implo-rar lluvias en cuanto las lluvias de prima-vera se retrasaban un poco, tal como esposible deducir por la fecha de muchos delos acuerdos adoptados por las autorida-des para realizar rogativas.Sobre la efectividad de esta medida paraobtener lluvias debemos decir que

muchas veces se realizaban las novenas ya los pocos días llovía, tal como ocurrió en1674 y 1679, años en los que se acordó rea-lizarlas a finales de abril y en los que setuvo que suspender la procesión a laCueva Santa por causa de la lluvia. Detodos modos, atribuir estas lluvias a lanaturaleza o a la intervención divina esalgo que no nos corresponde a nosotros.De todos los remedios para evitar la esca-sez el mejor era sin duda el acopio dereservas, y para este fin existía, probable-mente desde mediados del siglo XVI, unalmudín o pósito de la villa. Gestionadopor un “almodinero“ nombrado por lavilla, el almudín tenía por finalidad asegu-rar el abastecimiento de trigo a los vecinosen los años de escasez, tanto para la siem-bra como para la alimentación.Básicamente podríamos decir que elalmudín funcionaba comounbanco dondelos vecinos recibían, previo depósito deuna fianza, un préstamo de trigo que debí-an devolver después de la cosecha conunos determinados intereses por cadacahíz recibido. El almodinero era el encar-gado de gestionar los préstamos y lasdevoluciones, llevando la contabilidad detodas las operaciones, mientras que losjurados, y en el siglo XVIII el alcalde ordi-nario, eran los encargados de asegurar,mediante la compra a otros vecinos o a

otras villas, la existencia de unas reservassuficientes en caso de necesidad. Si un añono se utilizaba la reserva del almudín lavilla la renovaba con grano nuevo, ven-diendo el viejo a las panaderías, las cualesestaban obligadas, por una cláusula en loscontratos de arrendamiento, a comprar eltrigo del almudín que la villa les quisiesevender.Conun carácter diferente, aunque en cier-to modo complementario del almudín,existían en la villa varias cambras ograne-ros cuya finalidad era el préstamode trigo,cebadauordio. Cadaunade estas cambrastenía a su frente a un cambrero nombradopor la villa que las gestionaba. La diferen-cia de estas cambras con el almudín estri-baba en que los cereales eran de los veci-nos que querían prestar con intereses, enlugar de ser de la villa. De todos modoscambras y almudín tenían un problemacomún, que era el retraso en la devoluciónde los préstamos.Ya en al siglo XVIII, en concreto en el año1756, tuvo lugar la fusión de las cambrasde trigo y el almudín en unúnico pósito, enel cual, por orden del Intendente Generaldel Reino de Valencia, debía haber unfondo perpetuo de doscientos cahíces detrigo, de manera que se asegurase así elaprovisionamiento de la villa.

LA ESCASEZ DE TRIGO EN LOSSIGLOS XVII Y XVIII

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Para el aprovechamiento del trigo no bas-taba con su cultivo y recolección, sino queeran necesarios diferentes procesos detransformación que se iniciaban con la tri-lla en las eras y que continuaban con lamolienda del grano, la elaboración de lamasa y la cocción de ésta en el horno. Unaparte importante de las actividades relacio-nadas con el aprovechamiento del trigofueron utilizadas por Valdecristo y por lavilla para obtener beneficios, bien en dineroo en forma de servicios públicos,mediantesu conversión en regalías: así, los derechospara tenermolino y hornos eran regalíaspertenecientes a la Cartuja,mientras quelos derechos por la criba del trigo en lascompraventas y la venta de pan o de trigoal pormenor en las panaderías pertenecíana la villa.

Losgarbillos.Todos los vecinos que compraban trigo o

lo adquiríanmediante su trueque por vino- prácticamuy extendida -, tenían la obliga-ción de avisar al garbellador oficial de lavilla para que lo cribase, recibiendo éste porsus servicios un dinero por cada barchillagarbillada. Para nombrar al garbellador lavilla subastaba públicamente el arrenda-miento de los garbillos, concediéndolo portres años almejor postor. En el año 1761,único año del que nos ha llegado la escritu-ra de arrendamiento, el precio a pagar porel arrendador era de tres libras anuales,cantidad que resulta insignificante y quepor símisma no justifica la existencia deesta regalía. Sí que la justifica sin embargoel hecho de que el arrendador debía garbi-llar todo el trigo que comprase la villa demanera gratuita, excepto cuando hubiese degarbillarlo fuera de la villa, cobrando eneste caso lamitad del derecho de garbillar.

Laspanaderías.La existencia de la regalía de las panaderí-as tampoco se justificaría por los ingresosque suponía para la villa, pero a cambio desu arrendamiento la villa obtenía unas con-traprestaciones importantes, que podemosconocer gracias a una escritura del año1761. Las principales condiciones del arren-damiento eran las siguientes:• El arrendador debía tener una panadería ytodo el pan que fuese necesario, tanto paralos vecinos como para los forasteros. Cadavez que faltase pan la villa le impondríaunamulta de 10 sueldos. Asímismo, tenía

la obligación de tener abierta la panaderíadesde lamañana hasta las diez de la noche.• Todo el trigo que utilizase o vendiese en lapanadería debía sacarlo del almudín de lavilla, con la advertencia de que si lo com-praba en otro lugar se le impondría unamulta de tres libras, excepto cuando fuesepor orden de la villa. Por otro lado debíavender el trigo al precio que le indicasen lasautoridades.• Hasta las doce delmediodía el panaderotenía preferencia para ir a cocer el pan a loshornos, pero pasada dicha hora debíatomar turno como los demás vecinos.Desde que se construyó el horno nuevotenía la obligación de ir a cocer el pan cadadía a uno de los dos hornos, para no perju-dicar a los arrendadores de éstos.• Tenía la obligación de ir fuera de la villa abuscar trigo cuando fuese necesario, nocobrando por el transporte si la distanciaeramenor o igual a cuatro leguas, ycobrando 1 sueldo y 6 dineros por legua enel caso de que la distancia fuese superior. Siiba a El Toro oManzanera se le pagarían 3sueldos, y a los demás lugares proporcio-nalmente.• No podía vender el pan fuera de su casa, ysi las autoridades querían poner a una per-sona en el horno para sellar el pan, podíanhacerlo, de forma que si hallasen pan en lapanadería sin estar sellado, debía pagarunamulta.Por las condiciones anteriores podemosver que la villa obtenía, a cambio del arren-damiento de esta regalía, unos serviciospúblicos en algunos casos gratuitos, comoera el abastecimiento de pan, y en otroscasos en unas condicionesmuy favorables,como era el transporte de trigo desde otraslocalidades. Además, y este aspecto eramuy importante, a través de la obligaciónde comprar el trigo a la villa y de respetarlos precios que esta fijase se hacía posiblemantener el almudín como reserva para losaños de escasez.Finalmente la villa establecía dosmeca-nismos para evitar posibles fraudes queafectasen a su control sobre los precios y asumonopolio como abastecedora de trigo alas panaderías: el primero de ellos erasellar el pan en los hornos, y el segundo laprohibición de vender pan en otros lugaresque no fuesen las panaderías. Con el prime-ro de estosmecanismos se conseguía tenerun cierto control sobre la cantidad de trigoque consumían los panaderos, datos que,

comparados con los de ventas del almudín,permitían descubrir posibles compras detrigo a terceros; con el segundo se conse-guía unmejor control sobre los preciosestablecidos para la venta.

Loshornos.Los hornos eran, sin duda alguna, una delas regalías quemayores ingresos reporta-ban a Valdecristo. El hornomás antiguoestaba situado en la calleMayor, lindandocon la Casa de la Villa y con la casa y gra-nero delmonasterio en la localidad. Desdemediados del siglo XVII a este horno sesumó otro horno, propiedad también delmonasterio, sobre cuya localización sólosabemos que “linda con casa de herederosde Juachin Ibañes, con corral de JosephCerverón y dos vías públicas “, tal como seindica en una escritura de 1760. Ambos hor-nos eran arrendados periódicamente, aun-que desconocemos los pormenores de estoscontratos; sólo sabemos que su duraciónera de tres años y que la cantidad a pagarera importante, ya que, por ejemplo, en elaño 1760 se pagaban ochenta y seis libras,seis sueldos y ocho dineros por cada hornoy año.Precisamente la importancia de esosingresos pudo estar en el origen del conflic-to que se desató en 1687 entre la villa yValdecristo, cuando la primera intentó con-vertir en suya esta regalía. Ante la negativadelMonasterio la villa decidió iniciar pleitopor los hornos, para lo cual contrató alabogado de Valencia Don Bruno Salcedo,sufragando los gastosmediante el sistemade decenas entre los vecinos. En 1688 sedictó sentencia sobre este pleito, aunquedesconocemos su contenido. Sin embargo sísabemos que esemismo año la Villa arren-dó los dos hornos “viejo y nuevo “, para unperiodo de tres años y por 226 libras cadahorno, hecho que indica que la sentenciafue favorable a Alcublas. Valdecristo, comoera lógico, apeló la sentencia y el año 1694se firmó una Concordia entre elmonasterioy la villa por la cual los hornos volvían a seruna regalía de Valdecristo.La importancia de los hornos ibamás alládel servicio que ofrecían, puesto que, juntocon la iglesia, eran uno de los puntos deencuentro de los vecinosmás frecuentados,lugares de intercambio de ideas y de trans-misión de noticias de todo tipo.

OTRAS ACTIVIDADES EN TORNO AL TRIGO

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Las Alcublas - 5 / Agosto 2010 7

De los restos históricos que han llegadohasta nuestros días relacionados con elaprovechamiento del trigo, además delhorno viejo de la calle Mayor, que se con-serva aunque tapiado, y del edificio delantiguo granero de Valdecristo enAlcublas, sin ninguna duda los másimportantes por su singularidad y carác-ter emblemático son los Molinos de vien-to del Cerro de los Molinos.Apesardeserunelementonecesariopara latransformación del trigo en harina, no exis-tía a principios del siglo XVII ningún molinoen Alcublas. El derecho para construir y uti-lizar molinos en la villa era exclusivo deValdecristo, que poseía unmolino en Altura,el cual eraarrendadoperiódicamente, y nin-guno en Alcublas, con lo cual los vecinos deesta última localidad se veían obligados adesplazarse a otras villas para la moliendadel grano, con las molestias y gastos queimplicabanestosviajes. Estosdoselementos-monopolio señorial y desplazamientos for-zosos-, se hallan en el origen de algunos delos enfrentamientos que tuvieron lugarentre Valdecristo y Alcublas a lo largo delsigloXVII.En el año 1631 se seguía llevando amoler eltrigo fuerade la villa, con los inconvenientesquedeellosederivaban.Estasituaciónfuelaque llevó al Consejo General de Alcublas aadoptar el siguiente acuerdo en su reunióndel 19 de enerodedichoaño:“ El Consejo General de la presente Villa, enpresencia del Bayle determinó que se supli-que al Padre Prior y Convento de Val deChristosesirvanhazerunmolinodevientooseencarguedeotracualquier suerte,porquelos vezinos de la presente Villa tienen muygrande necesidad y padecen grande trabajode yr a otros lugares amoler “.Apesardeesteacuerdo, lasuplicade lavillano fue atendida por Valdecristo, y se siguiócon un enfrentamiento entre villa y cartuja,construyéndose un molino “de sangre” (detracción animal) en el año 1635, aunque seobtuvo licencia de Valdec risto para 10 añosnadamás.Esta súplica del Consejo General parece serque no fue atendida por Valdecristo, deforma que se llegó al año 1635 sin ningún

cambio en la situación. Sin embargo esemismoaño los acontecimientos empezarona acelerarse, y desde la “súplica “ de 1631 sepasaa la “ solicitudde licencia “ ymás tardeal enfrentamiento abierto con los monjes.Así la situación, la siguiente referenciasobre el molino aparece en septiembre de1643, cuando el Consejo General acordó“hazer el molino de viento“, consignándoseen los libros de cuentas diversos pagos alherreropor trabajosparaelmolinodevien-to. Todo lo anterior parece indicar que, unavez construido el molino de sangre, se des-estimó su uso por inapropiado para lasnecesidades de los vecinos, decidiendo sus-tituirlo por uno de viento.Lamayorparte de las obrasde estemolino,el primerode losdosqueseconstruyeronenel cerrohoy llamado“de losMolinos” se rea-lizaron en el año 1644. Uno de los primerospasos que se dieron fue buscar un molinoque sirviese demodelopara el que sedesea-ba construir. En relación con esto aparece lasiguiente referencia en los libros deCuentas:“Item se pagó amossenMañes y a Pedro deCubasporyraXàbeaaverelmolinodevien-to y traer el official, diez libras “.Es interesante constatar laparticipaciónenesta tarea del párroco y de Pedro de Cubas,quienporesas fechaseraelencargadodelasobrasde la torrede la iglesia.Conposteriori-dadaestegastoaparecenotrosquenosayu-dan a conocer algunos de los artífices delmolino: así sabemos que la torre delmolinola construyó el cantero Joan Valls, JoanChesa, “ aserrador ”, se encargó de las obrasdecarpintería,yelcanteroDomingoPérezseencargódel umbral del edificio.Para financiar las obras se recurrió al siste-ma de derramas o recolectas entre los veci-nos, realizándosedosenelaño1644.Apesarde estas derramas, de las cuales quedabanexcluidos lospobresde la localidad,aprinci-pios de 1645 apenas quedaba dinero para

proseguir las obras y el Consejo General, ensu reunión del nueve de marzo, acordótomar un préstamo de 100 libras para conti-nuar con la construcción del molino. Detodos modos ese año las obras no debieronavanzar mucho, ya que apenas aparecenpagos en los Libros de Cuentas, algo quecontrasta con la abundancia de referenciasen los años 1644 y 1646.El año 1646 se acabaron de construir las

aspas y la maquinaria del molino, colocán-dose lasvelas,quehabíansidoadquiridasenElVillar: lo único que faltaba eraunmoline-ro que lo hiciese funcionar, algo que se solu-cionóel 29de septiembre, cuando se contra-tó a unmolinero de origen francés, dándolede paga “12 libras 10 sueldos por mes paraque rija el molino”. Aunque la villa teníamolino, lapropietariadelderechoparatenermolino seguía siendo la cartuja, y de hechoeste derecho fue el origen de enfrentamien-tos entre ambaspartes.Hasta el año 1679 siguenapareciendoen loslibrosde lavilla referenciasadesplazamien-tos a Altura y Bejís para moler trigo, peroentre esemismo año y 1687 aparecen en losLibrosdeCuentasdiferentespagos-madera,cuerdasyciscapara la techumbre -, destina-dos al molino, comprándose incluso unanueva muela de piedra que se trajo desdeValencia: podría tratarse de reparaciones enelmolinoyaexistente,pero loprolongadodelasobras–casiunadécada-yelhechodequesecompraseunamueladepiedra,noshacenpensar que fue en estos años cuando seconstruyóelsegundodelosmolinosdevien-to de la localidad, que fue arrendado por lavilla ese mismo año de 1687 a AntonioEsquerer,molinero de origenmallorquín.Estas son las últimas noticias que aparecenen la documentación municipal relativas almolino, sobrecuyaactividadduranteel sigloXVIII no conocemosnada.

EL ORIGEN DELOS MOLINOSDE ALCUBLAS

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Del trigo al pan, unproceso familiar

Serafín Martínez MarzEl trigo era básico de necesidad, la familiaque disponía de buenas talegas (sacos),tenía asegurado el pan para todo el año.Así como cebada, avena, pésoles, yedros,para los animales de labranza y comidapara el engorde de los que se tenían encasa y servíanpara llenar las jarras de fri-durayembutido. Laeconomíaenaquellosaños era de dependencia total de la agri-cultura. Loshornosexistentes en la locali-dad no vendían pan, lasmujeres hacían elmasijo (amasaban) para toda la semana, ylo cocían en ellos.Pararecordara losmás jóveneselprocesodelpan,voyacontarosagrandesrasgosloque se solía hacer, que es lo que estamosrealizandoesteañoconlosescolares,paraque no se pierdan nuestras tradiciones. Loprimero que se hacía, cuando llegaba elmes de septiembre (sobre todo a finales),era sembrar aquellos bancales (campos),que con anterioridad se habían preparadocondelicadeza y esmeropara la siembra.Por elmes deMarzo, se llevaba a efecto

la limpieza de lasmalas hierbas quehabí-an podido salir, era la llamada “escardá“,con esto ya se iban quedando los camposen condiciones hasta que llegaba elmomentode la “siega“.Poder observar toda La Hoya, Caldero,Rebalsador, Hombrías (son nombres departidas), en un color verde y como se ibatransformando en un amarillo, a medidaque se iba acercando el verano, era unadelicia, lo comento por lo diferente a loque es en la actualidad, donde pasamosde la floración del almendro enmarzo, alverde de almendros y viñas en primaveray verano.Llegaba lahorade la siega (tareaduraporexcelencia), si la primavera había sido llu-viosa, se hacían unas buenas hacínas (eltrigo bien colocado por si llovía), en todoslos campos.Yase ibanlimpiandoypreparandolaserasy pajares para la trilla, los hacinaderostenían que estar en perfectas condiciones,para poder “acarrear“(transportar) la

mies (trigo), y tenerla preparada paracuando diera comienzo la campaña de latrilla.Habíaun turnoestablecidoquenadie se lopodía saltar, eran los llamados días de tri-lla, cadapajardisponíadel suyoestableci-do, así se trataba de evitar los problemasparaelusode laera, aunqueseguramentesiemprehabíaalguienquenolocumpliese(sirva como ejemplo la llamada EraPleitos: se suponequeel nombre sería porestas cosas.Con las talegas procedentes de la trilla, seibanllenandolos “atrojes “queexistíanentodas las cambras del pueblo. De aquí yase iba sacando para llevarlo amoler a lasfábricas de harinas de la comarca, enVillar, Pedralba, Jérica, hasta que ya sedispuso de ellas en el pueblo. Con la hari-na que se traía, ya se disponía de lamate-ria prima para ir haciendo los masijossemanales y tenerlo en las llamadas cajasde pan, que solían tener todas las casas.Elquedisponíaparaelconsumodetodoelaño ya estaba contento y feliz, y aquellosque tenían excedentepara la venta, podéisimaginaros (tiempos de economía de sub-sistencia), con los cuatro duros que saca-ban, todo lo que podían realizar, compradecaballerías,nuevopajar, incrementarsupatrimonio, etc.También comentaros que se solían guar-dar elmejor grano, como simiente para lasiembra del año siguiente. Con el paso deltiempo se fueron transformandoestas tie-rras de cereales en viñedos y arbolado, yya laspanaderías empezaronaser lasquevendían el pan.Este artículo está dedicado, con cariño,respeto y admiración, a todos aquelloslabradores de mi pueblo, que cuando lle-gabaestacampaña,sedejabansusbuenasgotas de sudor en esos campos de trigo,segandodesolasol, con laúnicaayudadesus manos, corbella, zoqueta, vencejos yuna botija de agua para poder refrescarsede vez en cuando.

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Las Alcublas - 5 / Agosto 2010 9

Empezamos a enumerar Eras, unas por sunombre característico y otras contabilizandoel número:

EraMuñoz 1Era del tío Porras 1Era del tío Chelvano 1Era Polla 1EraMaría Luis 1Era del tío Gorrete 1Era del tíoMazo 1Era del tío Blanqueto 1Era de los Garbelles 1Era “los peñaperros” (Despeñaperros) 1Era del tíoMila 1Era de los Tiesos 1Era la Tiana 1Era Pleitos, también llamada por algunos“Plaitos” , y dos alrededor 3Era los Quicas 1Otramás abajo 1Era Lidonero, de abajo 1Era Lidonero de arriba 1Era Valero y tresmás alrededor 4

De la Cooperativa hacia la fuente de la Salud:EraMorena 1Era del tío Rozita 1Eras de la Salud 4Eras de la salud arriba la carretera 5La erica la Piedra 1

Si continuamos a derecha del pueblo:Eras Sastre 2Eras de Juan Porter 2Eras de Serrería 2Era de los Burgos 1Era de los Pugas 1Era del tío Birola 1Era del tíoManeta 1Era del tío Vitoria 1Era del tío Tubillos 1

Era del tío Cotorro 1Era de Peñarrocha 1

Pasamos al Cerrito de Santa Lucía:Era del tío Quiqueto 1Era del tíoMila 1Era de los Pilones 1Era de los Geas 1Le era del tío Chorro 1Otras dos que no conozco el nombre 2Era de la tíaMarca 1

Pasamos al otro Cerrito:Era del tíoMamella 1Era del tío Justo 1Era de losMoricatinos 1Era de Agustín Cebollos 1Era Emporlanada 1Otras dos que no conozco el nombre 2

Pasamos arriba de laMena:Era del tío Verdés 1Era de los Carapas 1Era de los Canaleros 1Era de los Rulletes 1En esta zona, a la derecha de la carretera,hacia la Cueva Santa se encuentran ocho odiez erasmás 10

A la izquierda de la carretera y detrás de laFidegüería:

Era del tíoMelampo 1Era del tío Pebrero 1Era de los Ponces 1Era de los Burreles 1Era de la Puerta Roya 1Era del tío Piné 1Era del tío Ginés 1Era de los tempranos 1Era de Santa Bárbara 1

Dentro de esta zona hay otras 8 ó 10 eras sinasignación o nombre peculiar.

PARA TRILLAR, ERASComo este año lo estamos dedicando adar a conocer a los niños de Alcublas elCiclo del Trigo, es necesario tambiénexplicarles que las eras y los pajares,hoy en día transformados en garajescuando no abandonados, cumplían unaimportante función y eran un elementoimprescindible para el labrador, algoque explica la existencia de tantas eras ypajares en la localidad.Para hablar de ellas, para dejar testimo-nio de su función y de su existencia, lehemos pedido aMiguel Peñarrochaayuda para elaborar un listado de laseras de Alcublas, y como era de esperaren una persona tan amante de su puebloy siempre dispuesta a colaborar, aquí ospresentamos una primera relación de laseras de trilla de Alcublas. LASERASDETRILLADEALCUBLAS

Por Miguel Peñarrocha

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Las Alcublas - 5 / Agosto 201010

DIARIO DE ABORDO: LAS ACTIVIDADESEste proyectoha sido reflejado en el día adía denuestroBLOG,donde se recogen, datos, impresiones y emociones.Transcribimos losmás relevantes.

LASIEMBRAHoy, comoestabaprevisto, a las diez y cuarto de lamañana los escolares del C. R. A. “ElPinar” Aulario deAlcublas, acompañados por sus profesores,miembros del AMPA, de laACLAy laConcejala deCulturahan iniciado el caminohacia laUmbría, enun radiante día,que presagiaba lomejor,másbien era esplendoroso.Los profesores antes de salir del aulario, han explicadoa los niños la actividadque ibanarealizar. Al llegar a la ramblilla les estaba esperandoMiguel, con su chaleco reflectante, paraindicarles el campo, esta lindando con el caminode la Seca.En el campo, que estabamuybienpreparadopara la siembra, esperabanXimo,ManoloPorter y sumujer, para coordinar que todo estuviese a punto. Antes de proceder a la siembralos integrantes de laACLAhanexplicado lo que era el trigo y que es lo que ibana realizar.Para gran sorpresa demuchosniños era la primera vez que tocabanel trigo yha sidomuydesuagrado, los profesores les indicabanque los bocadillos que se estaban comiendo estabanhechos de trigomolido.Losmiembros de laACLAhabían llenado en saquitos individuales para cadaniño, cuarentakilos de trigo.Manolo yXimo les han explicado comosembrar el trigo en el campo, los niñosatendíanmuy contentos las explicaciones.Enunambiente de fiesta se ha iniciado la “Siembra”, las cámaras fotográficas tirabanhumo,captando losmomentos y reacciones de los niñosConmuchas ganashan ido llenando lossurcos de semillas, que esperamosgerminen.Quedan todos emplazados para la escarda,quitar lasmalashierbas conazada, en elmesdemarzo. A la vuelta los niñosmáspequeñosiban cantando canciones con suprofesora.

“LAESCARDÁ”Hoynosha salidoundíamaravilloso, a las doce enpunto los alumnosdel CRAElPinar deAlcublas, así comosus profesores, han emprendido caminohacia laRamblilla, para seguircon el ciclo del trigo, el ambiente eramuy festivo, se los notaba a los chicosmuchasganas,también estabanpresentes laAsociacióndeMadres yPadres, UniónDemocrática dePensionistas deAlcublas, Satelvex, Canal 9 y laAsociaciónCultural LasAlcublas.Pasada laRamblilla, hemos cogido el caminode la Seca, hasta llegar al bancal enque estáplantado el trigo. Los niños estabanmuyalegres y después deunprimer contacto, nuestrocompañeroManoloPorter a procedido a explicar cual era la tarea adesarrollar hoy, laEscardá, almismo tiempoque explicaba enque consistía, varias personas estaban realizán-dola.La Escardá consiste enquitar lasmalas hierbas que salen, junto al trigo, que le quitan ali-mento paraque se desarrollemejor y sobre todo los cardos. quedespués, en la siega, seríadolorosopara los segadores, pues pinchanmucho. Almismo tiempoXavi, el presentador deCanal 9, iba preguntandoa los alumnos sus impresiones y la cámaragrabándolas.Comodecíamos en el cartel anunciador, si quehay “Collejas”, los chicos las hanprobadoy sele hahechounpresente a los deCanal 9, que también las hanprobado.Hemos iniciado elretornoal colegio, satisfechos deque todoshayandisfrutado y aprendido en esta etapadelCiclo del Trigo. Agradecemosal Colegio CRAelPinar deAlcublas, así comoa laAsociacióndeMadre yPadres, UniónDemocrática dePensionistas, Satelvex, Canal9 yAyuntamiento deAlcublas.

Hemos seguido conCanal 9hasta el hornode JoséVicenteGabarda, el cual noshaatendidoestupendamente ymás tardehemos subido a losMolinos, dondehan cerrado el reportaje.

Gracias a todos yhasta la siega.S.Martinez y J. R. Casaña

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Las Alcublas - 5 / Agosto 2010 11

Con esta frase se resume el día tan esplén-dido y radiante que hemos tenido hoy.Siguiendo con el ciclo del trigo, hoy tocabala siega. Si cuando comenzamos con laidea, nos dicen en Acla, el resultado que seha ido consiguiendo, ninguno nos lo hubié-semos creído. Sin embargo, yo que heseguido el ciclo hasta el día de hoy, ya sepuede decir (pase lo que pase en la trilla),que estamos todos/as muy contentos, porver el resultado obtenido a nuestro plante-amiento.Ver la llegada de los niños/as, con sus pro-fesores, ya eraunbuenpreludio a lo que ibaa pasar a partir de esemomento.Empezaré contando que el día anterior porla tarde, un grupo de la Acla, junto al res-ponsable del campo, la presidenta de laAmpa y algún vecino, ya estuvimos prepa-rando elmomento de la “ siega”.Ver al amigo Miguel, a Ximo, Manolo,Jandro, el padreAlfonso y amí, con las cor-bellas y zoquetas preparadas para comen-zar, ya era de admirar. Rafa, Abel, Toni, Lolay Alicia se encargaban de preparar el espa-cio para poder trabajar al día siguiente.A todo esto, teníamos a un socio que no seperdía detalle de lo que estaba ocurriendo,precisamenteel otrodíamecomentabaquesiempre que venía a pasar las vacaciones asu pueblo, esta era la faena que le faltabapor ver, pues cuando llegaba, la siega ya

había acabado, así que al verlo allí de pie, ala sombra de un almendro observandotodosnuestrosmovimientos, sepodíaver lacara de satisfacción que tenía (bien porAlberto).Hoy miércoles a las 7 :30 h. ya estábamoscargando en el coche de Rafa, las mesas,pancartas y demás enseres necesarios parael evento. Llegamos al campo y Manolo yRafa se encargan de ir preparando losramos de espigas para los niños, Jandro,Miguel y yonos lanzamosa segar yXimo seprepara con gran parsimonia y sabiduríapara el arte de” atar”, se coloca el carrazode vencejos en la cintura (son 25), y congran soltura y elegancia, propia de un pro-fesional, nos hace una demostración decómo se ata un “ haz”(chapó por Ximo).A las 9 h. parada para almorzar y reponerfuerzas, pero en vez de quedarnos en el tajocomo hacían nuestros padres y abuelos,hemos cogido los coches y al bar. Estandoenplena faenabocateril, senoshanpresen-tado los del equipodeEnConexió, que vení-an a grabar, así que ya todos juntos noshemos marchado para esperar a losniños/as que venían desde el colegio conlas profesoras y monitoras del Catxirulo,junto con Lola y la reportera Alicia.Deciros que se nos ha agregado otro buensegador que no esperábamos, RafaelVicente “ Elcano”, otro gran descubrimien-

to, vaya destreza con la corbella y zoquetaen sus manos, parecía que estuviese cor-tandomiel en sus colmenas (bravo Rafael).Otra sorpresa de la mañana ha sido que latía Carmen Lázaro “La Pebrera”, se ha lan-zado corbella en mano al tajo, recordandopor un momento sus años jóvenes, dandoun ejemplo con supresencia y colaboración(perdone si he puesto mal el nombre o elmote), gracias tía. El sr. Angel también hacolaborado y pese a no haberlo hechonunca, al rato ya era unomás de la cuadri-lla.Los niños iban entrando al campo por gru-pos, paraqueviesende cerca comose sega-ba, así también recibían las explicaciones alas preguntas que hacían a los segadores, ala salida se les hacía entrega como recuer-do de un ramito de espigas con una tarjeta.Agradecer a todas las asociaciones que hanparticipado y colaborado en el acto su pre-sencia en el mismo, Ampa, Amas de Casa,Satel, Profesoras del colegio, Monitoras yprofesoras del Caxirulo y por descontado atodos/as componentes de la Acla, verdade-ros artífices de esta nueva andaduraAlcublana.Terminocon la frasequealvolveracasameha soltado mi hija “ Papá, yo quería segar”,si esto lo llega a escuchar mi padre, estoyseguro se hubiese emocionado.

LA SIEGA (PAPA, YOQUERIA SEGAR)

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ACLA agradece la colaboraciónde Colchones Star

... desde el 29 de Septiembrede 2007, un grupo de alcubla-nos y alcublanas y amantes deAlcublas, trabajamos...... realizando y promovien-

do estudios históricos relacio-nados con la localidad y sushabitantes.... recuperando el patrimo-

nio etnológico y desarrollandoestudios sobre el mismo.... fomentando la conserva-

ción del entorno natural ysobre la fauna y flora.

... desarrolando rutas ecotu-rísticas y promoviendo su difu-sión en el ámbito escolar y atoda la población en general.... fomentando actividades

deportivas y de promoción dehábitos saludables.... promoviendo y difundien-

do las bellas artes en todas susmanifestaciones (literatura,pintura, fotografía, escultura,artes escénicas...).... realizando visitas cultura-

les a otras localidades.

Casi tres años después,el grupo y la actividaddesarrolladase ha incrementado.Estamos orgullosos dehaber contribuido aldesarrollo yal renacimiento culturalde Alcublas.

Pero hemos de hacer más.CONTIGO LO HAREMOSMEJOR

NO HACEMOS MILAGROS, PERO...