boletín del aula canaria de investigación histórica nº 12

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En esta nueva edición del BACIH, correspondiente a junio de 2015, el lector encontrará diversa información bibliográfica, artículos de opinión, síntesis de proyectos de investigación, entrevistas, etc., centrados, especialmente, en la Historia de Canarias y en la Historia hecha en Canarias. Se incluye igualmente otras referencias de interés para todos los historiadores e investigadores.

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  • sumario

    BACIHBoletn del Aula Canaria de

    Investigacin Histrica

    EDITA:

    Aula Canaria de Investigacin Histrica

    LUGAR DE EDICIN:

    San Cristbal de La Laguna

    CONSEJO EDITORIAL:

    Blanca Divassn Mendvil (ULL, Seccin General), Zebensui Lpez Trujillo (ULL, Seccin General), Javier Soler Segura (ULL, Prehistoria y Arqueologa), Josu Ramos Martn (ULL, Historia Antigua), Roberto J. Gonzlez Zalacain (UPV, Historia Medieval)Vctor Muoz Gmez (ULL, Historia Medieval)Javier Luis lvarez Santos (ULL, Historia Moderna), Aarn Len lvarez (ULL, H Con-tempornea y Actual), Victorio Heredero Gascuea (ULL, H Contempornea y Actual)Historia del Arte), Esther Gmez Cceres (ULL, Historia del Arte), Kevin Rodrguez Wittmann (ULL-UDL, Historia del Arte), Grecy Prez Amores (ULL, Antropologa y Etnografa).

    COORDINADORES DEL N 12:Josu Ramos MartnJavier Soler Segura

    Esther Gmez Cceres

    E-MAIL DE CONTACTO Y WEB: [email protected]

    http://aulacih.weebly.com

    Visita nuestros perfiles y descarga nmeros anteriores en

    Nmero 12mayo de 2015

    ISSN: 1989-9378

    El Aula Canaria de Investigacin Histrica ha creado su Boletn (BACIH) con el objetivo general de difundir informacin sobre las inves-tigaciones histricas realizadas fun-damentalmente en el Archipilago y que, ms concretamente, tienen que ver con historia de Canarias. Sus miembros pretenden, de este modo, llenar el vaco producido por la falta de plataformas que publiciten y den a conocer fuera de los reducidos gru-pos de investigacin los trabajos que se estn llevando a cabo en las Islas en el marco de esta disciplina.

    El BACIH trata de hacer efectivo este compromiso del Aula, de buscar me-dios para exponer, debatir y divul-gar dicho conocimiento histrico. Pero tambin, de tender puentes de comunicacin con especialistas de otros lugares y mbitos de estudio con el objeto de establecer un dilo-go ms fluido y continuo con ellos. El Boletn, por tanto, ofrece al pblico una gua especializada sobre lo que se est haciendo dentro de la disci-plina histrica, y a los investigadores una herramienta til de informacin.

    ACIH les anima a participar en el Boletn enviando noticias, eventos y publicaciones a la siguiente direccin de correo electrnico: [email protected].

    EDITORIAL

    ACTIVIDADES DEL ACIH

    16

    OPININ

    5

    ENTREVISTAS

    9

    ARTCULOS

    22

    SECCIONES

    27

    Seccin General 28Prehistoria y arqueoloGa 37

    historia Medieval 46

    h conteMpornea y actual 56historia del arte 61antropoloGa y etnoGrafa 68

    historia antiGua 41

    historia Moderna 51

    Proyecto dos cero nueve(Miguel ngel Molinero, investigdor principal)

    Las Iglesias Ortodoxas en Espaa(Francisco Diez de Velasco, Investigador Principal)

    3

  • BACIH Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica N 12 mayo 2015 3

    editorial

    Con un poco de retraso, pero con la misma ilusin de siempre, llega el ltimo Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica.

    Este nuevo nmero del BACIH sigue plasmando nuestra inters por ofrecer contenidos relacionados con las ciencias sociales y humansticas desde el punto de vista de la investigacin en campos como la Historia, el Arte, la Antropologa o la Arqueologa, a la vez que ofrecemos informacin, opinin, debate y novedades bibliogrficas a travs de las diferentes secciones que desarrollamos en este boletn.

    Como ya hemos comentado en ejemplares anteriores, el BACIH ha sido complementado por la creacin de una pgina web (www.aulacih.weebly.com), de perfiles en redes sociales y de nuestro blog. A travs de estas nuevas herramientas conseguimos llevar, a todos los interesados, las novedades, tanto a nivel insular como internacional, de una forma ms dinmica y actualizada. Por este motivo, les animamos a que visiten estos recursos y que participen activamente en nuestro perfil social de Facebook.

    Como ya es habitual, en nuestras preocupaciones siempre est presente

    el futuro de las Humanidades y en estas aguas turbulentas se sumergen los artculos de opinin de este nmero. Jorge Snchez nos habla sobre la necesidad de aprobar una nueva Ley que cree el marco jurdico adecuado en materia de archivos y patrimonio documental en Canarias mientras que Adolfo Cueto nos da su opinin, compartida por muchos, sobre la delicada situacin que atraviesa la investigacin en Ciencias Sociales y en Humanidades en el sur de Europa, poniendo como ejemplo concreto Portugal, donde actualmente se encuentra desarrollando su actividad investigadora.

    En cuanto a las entrevistas, stas se han centrado en el mbito de la antropologa. Nuestra compaera, Grecy Prez, ha entrevistado al Dr. Jose Alberto Galvn Tudela, uno de los pilares de la antropologa social en Canarias, haciendo una amplia revisin de su carrera profesional con motivo de su jubilacin acadmica. La otra entrevista la realiza a la Dra. Lioba Rossbach, antroploga alemana que centra sus investigaciones en las religiones afrocubanas y que tambin es miembro de un proyecto de la ULL dirigido por el mismo Galvn sobre el cambio climtico antropognico y el conocimiento metereolgico tradicional.

  • BACIH Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica N 12 mayo 2015 4

    Entre los diversos objetivos del ACIH se encuentra la realizacin de actividades que se centran en la creacin de foros de debate, sirviendo de presentacin a jvenes investigadores. En esta ocasin queremos destacar la Jornada de Historia sobre la Represin Franquista en Canarias, desarrollada el 22 de octubre a travs de una mesa debate sobre este fenmeno y complementada por una visita guiada a algunos enclaves relevantes de La Laguna durante la Segunda Repblica y la Guerra Civil, y tambin el tercer seminario de Hacer Historia desde el Medievalismo, que tuvo lugar en marzo y estuvo centrado, en esta ocasin, en los aparatos del poder monrquico medieval entre finales del siglo XII y principios del XVI: el impuesto y la administracin.

    A pesar de las dificultades que atraviesan las Universidades para poder llevar a cabo proyectos de investigacin, los artculos de este nmero estn dedicados a dos proyectos que se estn desarrollando en la Universidad de La Laguna. Por un lado el Proyecto dos cero nueve dirigido por Miguel ngel Molinero y centrado en la actualidad en la TT209, una de las tumbas tebanas tardas menos conocidas en Egipto y por otro,

    el proyecto de Francisco Dez de Velasco sobre Las iglesias ortodoxas en Espaa cuyo resultado ser publicado a travs de una monografa en 2015.

    Por ltimo, pero no menos importante, hacemos mencin al tema de nuestra portada: La Esclavitud, cuestin sobre el que versa el XXI Coloquio de Historia Canario-americana celebrado este octubre en la Casa de Coln. Este encuentro cientfico, uno de los ms importantes del Archipilago, centra su atencin, en su ltima edicin, en la importancia que adquiere el Atlntico a partir del descubrimiento del Nuevo Mundo y el papel estratgico que tuvieron las Islas Canarias como nexo de comunicacin entre Europa, frica y Amrica. Dentro de este contexto, la esclavitud juega un papel fundamental en la expansin de los europeos hacia el Nuevo Mundo ya que la colonizacin de nuevas tierras allende el Atlntico por parte de portugueses y castellanos-entre otros-propici el incremento y el trfico de esclavos procedentes de las costas africanas e incluso Las Islas Canarias.

    Como pueden observar el nuevo nmero del BACIH est cargadito de temas. No se resistan. Pasen y lean.

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    BACIH Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica N 12 mayo 2015

    En el ao 1990, el Parlamento de Canarias aprob la Ley 3/1990, de 22 de febrero, de Patrimonio Documental y Archivos de Canarias (en adelante LPDAC), que desarroll las competencias que en materia de patrimonio documental y archivos reconoca el Estatuto de Autonoma de Canarias. Esta Ley codific los principios de custodia, conservacin, inventario, proteccin y difusin del Patrimo-nio Documental de Canarias, a travs del Sistema Canario de Archivos, determinando los documentos y archivos sujetos a proteccin, ya fueran de titularidad pblica o privada. Posteriormente, la publicacin de la Ley 14/1990, de 26 de julio, de Rgimen Jurdico de las Administraciones Pblicas de Canarias, transfiri a los cabildos insulares, en el mbito de su respectiva isla, las competencias en materia de museos, bibliotecas y archivos que no se reservase para s la Comunidad Autnoma. Dicha transferencia no se lleg a materializar nunca en la prctica, ni a travs de los correspondientes decretos de traspaso de funciones y servicios.

    Menos de 2 aos despus la LPDAC comenzaba a quedar desfasada con la entrada en vigor de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Rgimen Jurdico de las Administraciones Pblicas y del Procedimiento Administrativo Comn, sobre todo por lo contenido en sus artculo 35 h) y 37, que recogieron el derecho de los ciudadanos al acceso a la informacin pblica, archivos y registros.

    Hubo que esperar algo ms de una dcada para que se desarrollase reglamentariamente de manera parcial la LPDAC a travs del Decreto 160/2006 de 8 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento del Sistema de ges-tin documental y organizacin de los archivos dependientes de la Administracin Pblica de la Comunidad Autnoma de Canarias. Este Decreto propici que el sistema de archivos de la Administracin Autonmica mejorase sustancialmente en cuanto a organizacin y homogeneizacin de la gestin. Algo que no ocurri con el resto de las administraciones pblicas que no disfrutaron de una reglamentacin de este estilo, sobre todo en la administracin municipal (el 40 % de los ayuntamientos canarios carece de servicio de archivos, mientras que en muchos de los existentes no hay personal tcnico archivero al frente de su direccin o simplemente el personal no es suficiente para atenderlo).

    Pero el desarrollo legislativo no nos dio un respiro y al ao siguiente se public la Ley 11/2007, de 22 de junio, de acceso electrnico de los ciudadanos a los servicios pblicos, que reconoci el derecho de los ciudadanos a relacionarse con las Administraciones Publicas por medios electrnicos, estableciendo un modelo claro de administracin electrnica y asumiendo la conservacin de los documentos electrnicos administrativos como una responsabilidad del archivo. Y por si fuese poco, el ao pasado entr en vigor la Ley 19/2013,

    opininSobre la necesidad y el alcance de una nueva Ley canaria de archivos y patrimonio documental

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    BACIH Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica N 12 mayo 2015

    de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la informacin pblica y buen gobierno que, a pesar de la controversia suscitada, parece que se convertir en el astro rey alrededor del que orbitar la fundamental cuestin del acceso a la informacin pblica contenida en los archivos pblicos, (en el mismo sentido, el Gobierno de Canarias est elaborando un Anteproyecto de Ley regulador de la transparencia y del derecho a la informacin).

    Nos encontramos por lo tanto que, transcurridos 24 aos desde la publicacin de la LPDAC, la misma ha quedado desfasada en aspectos tan fundamentales como la distribucin prctica de competencias entre la Administracin Autonmica y los cabildos insulares, el rgimen de acceso de los ciudadanos a los archivos pblicos, el establecimiento de sistemas de gestin documental en los diferentes conjuntos de archivos de Canarias, la regulacin de la implantacin de la administracin electrnica y las relaciones por medios electrnicos entre administraciones y administrados, y el establecimiento de un rgimen jurdico uniforme al Patrimonio Documental Canario.

    Todo lo anterior convierte en exigencia la aprobacin de un nuevo texto legal que cree el marco jurdico adecuado para satisfacer los objetivos reseados. Los documentos son fuentes de informacin y garanta de derechos y deberes, tanto para los ciudadanos como para las propias administraciones pblicas. Por tanto, la correcta gestin de los documentos es esencial para la seguridad jurdica y la gestin eficaz y transparente de la administracin.

    As, la nueva ley deber contener para su ejecucin al menos cuatro aspectos principales:

    a) Establecer la gestin documental como el conjunto de funciones y procesos reglados, destinados a la identificacin, clasificacin,

    valoracin, conservacin, custodia, elimina-cin acceso y uso de los documentos, aplicados con carcter transversal a lo largo del ciclo vital de los mismos.

    b) Homogeneizar el rgimen jurdico aplicable a los documentos pblicos y privados integrantes del Patrimonio Documental Canario.

    c) Facilitar el derecho de acceso a los documentos integrantes del Patrimonio Documental Canario, atendiendo especial-mente a lo dispuesto en la legislacin estatal y autonmica sobre Transparencia.

    d) Promover desde las administraciones pblicas canarias, en el mbito de sus respectivas competencias, el uso de las tecnologas de la informacin y la comunicacin en el tratamiento, conservacin, gestin, acceso y difusin de los documentos de su competencia.

    e) Adaptar a la configuracin prctica actual de los archivos pblicos de Canarias la distribucin de las competencias correspondientes a cada administracin pblica, de acuerdo con lo establecido en el Estatuto de Autonoma de Canarias.

    Todo ello para que a travs de la nueva Ley se d cumplimiento a tres principios consagrados en la Constitucin: impulsar la eficacia en las administraciones pblicas, facilitar el derecho de acceso de las personas a los archivos y registros administrativos y salvaguardar el patrimonio documental.

    Jorge Snchez Morales

    Jefe de Seccin de Archivo de la Consejera de Presidencia, Justicia e Igualdad del

    Gobierno de Canarias

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    BACIH Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica N 12 mayo 2015

    de Portugal, pongamos por caso que hablo de la investigacin en Portugal.

    Como muchos ya habrn imaginado, me gusta Joaqun Sabina, y como el poeta ama Madrid cante lo que cante, yo tambin quiero al pas vecino. Por eso, y en arriesgada pi-rueta, voy a intentar decir mal para que se sepa que me preocupa el camino por el que va la in-vestigacin en el pas, y ms concretamente la concerniente a las ciencias sociales y humanida-des. Una situacin, por otra parte, comn a toda la Europa del sur. Y lo voy a hacer desde la ms simple condicin de observador, a pesar de que un titulo me acredite como historiador y de que yo me repita todos los das que lo soy.

    Van a tener que permitirme por eso que pres-cinda aqu de los datos cuantitativos que un buen profesional nunca dejara de consultar. No es mi intencin agobiar con flores a Mara ni al lector con nmeros. Estos son accesibles a quien desee verlos en muchos lugares. Van a permitir-me, digo, que ponga negro sobre blanco apenas una impresin, ya aeja y confrontada informal-mente con otros colegas, y sobre la que deseo estar equivocado. Los que leyendo estas lneas no las puedan suscribir, les ruego que me per-donen, y a los que las compartan, decirles que lo lamento.

    Cuando llegue por primera vez a este pas que me ha acogido a m como a tantos otros investigadores extranjeros, sobre todo espao-les, italianos y brasileo me llev una grata impresin. Desde mi gran ignorancia del medio acadmico luso, tuve el gusto de comprobar el buen nivel de sus docentes, la tremenda activi-dad de sus centros de investigacin, la buena formacin de quienes iniciaban trabajos y estu-dios, y la vala de lo que se produca. Claro que

    como en todas partes, aqu tambin se cocan y se cuecen habas estas no las voy a contar por-que tampoco vienen al caso. Pero en trminos generales, la impresin fue y sigue siendo esa. Contina sindolo, a pesar de los nubarrones negros que voy a referir.

    Cuando llegu a Lisboa, esta plaga bblica llamada crisis ya se cerna sobre nosotros, aun-que sonaba ms como una tormenta prxima que como la desgracia que pronto cumplir su sptimo ao. Entonces como hoy, buena parte de la investigacin universitaria se organizaba en pequeos centros dependientes de las facul-tades. En ellos se agrupaba el personal docente de las mismas, estudiantes de doctorando, ms-ter y de algn otro segmento de la enseanza superior, y haban conseguido atraer a muchas personas que, con otras trayectorias profesio-nales, alternaban los empleos que les daban de comer con su vocacin cientfica. Esos ncleos de investigacin contaban con una estructura administrativa mnima para soportar las activi-dades del colectivo; cierta autonoma financiera y un presupuesto que deba llegar para cubrir los costes de encuentros cientficos, divulga-cin, traducciones, etc. y para pagar a esos dos o tres personas cuyos salarios generalmente representaban la parte del len que hacan las veces de secretarios de muchas decenas y hasta centenas de miembros; y algn espacio fsico mnimo y compartido muchas veces para posibilitar su actividad.

    Para un lector despistado y ajeno a este mun-do, estos centros se asemejaran a asociaciones en torno a una aficin comn, sustentados con fondos pblicos. Y s, sera algo as si no fuese porque lo que se hace en ellos es cosa seria. No slo por el rigor de la mayor parte de lo que se publica y por el complemento prctico que

    Pongamos que hablo de ...

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    BACIH Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica N 12 mayo 2015

    ofrecen a la enseanza universitaria. Es cosa se-ria porque lo que se produce es ciencia, a pasar de que, en este tiempo canalla en que vivimos, bien da la impresin de que el conocimiento que no tiene una traduccin economtrica in-mediata no es digno de tal nombre. Sobre esto ltimo tal vez podamos reflexionar otro da.

    Lo que quiero decir volviendo al asunto es que con unos recursos administrativos, fsi-cos y financieros modestos y alguna autonoma funcional, los resultados han sido sorprenden-tes, tanto en nmeros relativos como absolutos, en convergencia con lo que se hace fuera y en su visibilidad. Y lo ha sido por la virtud multipli-cadora de esa estructura. El grueso de la finan-ciacin vena por vas indirectas: los profesores en ejercicio la reciban de sus salarios como docentes y proyectos, los investigadores en for-macin a travs de becas pre y posdoctorales, y unos cuantos de sus respectivos trabajos, que nada tienen que ver con la investigacin.

    Hoy se pide ms con menos.

    El modelo sigue siendo el mismo y, continan funcionando. Es cierto que los rigores del ajuste financiero han afectado mucho a la dispo-nibilidad presupuestaria de los centros. Aun-que casi peor que eso es el control necesario, claro que se hace del gasto, sobre lo que sin miedo a la rplica afirmo que, de la forma buro-crtica como se hace, perjudica gravemente la optimizacin de los recursos que se reclama. As pues, menos y peor aprovechados.

    Pero lo que afecta seriamente al nivel de pro-duccin de los centros son los ajustes que hasta el momento se han ido sucediendo por esa otra va de financiacin indirecta: las becas, aunque no slo.

    En las ltimas asambleas generales del cen-tro al que pertenezco saltaba a la vista la des-proporcin que se va consolidando entre el

    nmero de doctorandos y el menor de estu-diantes de mster. Alguien podra responder que se debe a que la duracin del doctorado es mayor y por eso ese monto permanece ms tiempo en las estadsticas que los estudiantes de mster. Sin duda es cierto. Pero, a mi modo de ver, tambin tiene algo que ver el aumento de los precios acadmicos de los nuevos ttulos, la contraccin de los programas de becas y, muy probablemente al menos para las rea que aqu nos interesan, tambin con el desajuste que se siente a nivel individual entre el esfuerzo y el tiempo invertidos en un doctorado y el re-conocimiento que se obtiene o las puertas que abre.

    Se vislumbra como posible paliativo a este estado de cosas un cierto mercenarismo concdanme este exceso en la investigacin. Y seguramente sea necesario, pero sabiendo que tiene costes. Todo los conocemos.

    En fin, con todo esto lo que pretenda decir es que, tal vez, slo tal vez y si la tendencia no se invierte, este modelo, pienso que barato y sorprendentemente productivo, podra perder esa virtud reproductiva, as como la fuerza de atraccin que ejerce sobre gentes que no viven de la investigacin. Podra suceder si se daa su masa crtica mnima en el caso de que no se haya daado ya.

    Esperemos que al final de este trecho incier-to no nos quedemos triste(s) como un torero al otro lado del Teln de Acero.

    Adolfo Cueto Rodrguez

    Doctorando de la UNED e Investigador delInstituto de Histria Contempornea de la

    Universidade Nova de Lisboa (IHC-FCSH/UNL)

  • 9entrevistas

    BACIH Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica N 12 mayo 2015

    Entrevista a Jose Alberto Galvn Tudela

    El antroplogo eterno

    Jos Alberto Galvn Tudela (Santa Cruz de Tenerife, 1944), es catedrtico de Antropo-loga Social en la Universidad de La Lagu-na.

    Entrevista realizada por Grecy Prez Amores

    Dr. Galvn, este 2014 tiene un significado muy especial para usted, pues se ha hecho realidad el sueo que durante muchos aos tuvo de un Grado de Antropologa en la Universidad de la Laguna. Para un fundador del rea de Antropo-loga Social y profesor de la mayora de los ac-tuales componentes de la misma Qu puede decir sobre este reto cumplido?

    Indudablemente para m ha sido un orgullo ver realizados mis sueos. Por una parte, se ha lo-grado formar un grupo de antroplogos, todos doctores, y en su mayora profesores titulares, especializados en diversas subdisciplinas y cam-pos de investigacin de la Antropologa Social, tales como Ecologa y Economa, Simbolismo y Cognicin, Teora e Historia de la Antropologa, Tcnicas de Investigacin Antropolgica... Por otra parte, se ha conseguido la instauracin de un Grado en Antropologa Social y Cultural en la Universidad de La Laguna, objetivo que ha sido el eje central de toda mi carrera acadmica, con un total de 42 aos, y que prximamente ver sus primeros frutos. La mayora de las materias del actual Grado de Antropologa Social y Cultu-ral estaban ya en las primeras etapas de nuestra disciplina, en la facultad de Filosofa, o haban sido propuestas en la formulacin de una Licen-ciatura de Antropologa Social tanto en las facul-tades de Filosofa como en la de Historia. Hace dos aos, el Grado comenz a impartirse en la

    Facultad de Ciencias Polticas y Sociales con dos primeros aos comunes y una especializacin, de otros dos aos, a partir del tercer curso, que para nosotros comenzar en el prximo ao aca-dmico 2014-2015. Quiero indicar que algo muy importante ha sido conseguir para cada discipli-na un profesorado especializado, de tal modo que la contratacin de este ha tenido una rela-cin directa con las temticas de sus Tesis Doc-torales y en prcticamente todos los casos con el perfil de las plazas de profesor titular. Es por ello, que nuestro alumnado ya est siendo consciente de los efectos favorables de esta estrategia en su formacin.

    Durante muchos aos ha trabajado casi todos los temas que la Antropologa investiga: pes-ca, turismo, creencias y tradiciones populares, economa, poltica, migraciones, etc. Sin em-bargo, en los ltimos aos su atencin se ha entrado en la antropologa de las religiones. Aunque si duda se trata de un tema significa-tivo para las sociedades actuales, donde la multiculturalidad y la pluralidad religiosa son una constante, no est siendo una prioridad en cuanto a financiacin e investigacin se refiere. Qu papel cree que pueden jugar los antrop-logos en la lucha por la tolerancia y el respeto a lo diferente este siglo XXI, en una Europa cada vez ms sumergida en nacionalismos e intran-sigencia?

  • 10

    entrevistas

    BACIH Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica N 12 mayo 2015

    Mis campos de investigacin han sido mltiples. Excepto la investigacin realizada en Com-blessac (Francia) durante mi formacin en la investigacin antropolgica en Pars (1972-1974), de la mano de Claude Lvi-Strauss, Maurice Godelier y Jacques Barrau, entre otros, tu-vieron como unidad de observa-cin prioritaria las Islas Canarias, y eventualmente Galicia, donde llev a cabo una investigacin de campo, financiada por la Xunta, que public un volumen y se realizaron dos Tesis Docto-rales. En las islas me dediqu a la investigacin socioeconmica y ecolgica especialmente en zonas rurales como Taganana y El Hierro..., y en comunidades pesqueras de las islas de Teneri-fe, la Gomera, El Hierro, Lanzaro-te, Fuerteventura y La Graciosa. Alumnos mos completaron las cartas etnogrficas, y en algn caso su Tesis Doctoral, en La Pal-ma y Gran Canaria. Entonces. Co-menc a desarrollar los estudios

    sobre la identidad canaria y sus contrapuntos insulares, partici-pando activamente en el libro de Los Smbolos de la Identidad Ca-naria, y especialmente de la isla de El Hierro, tema sobre el que edit un libro y dirig una Tesina sobre la isla de La Palma. Perso-nalmente investigu en torno a las Fiestas Populares de Canarias en casi todas las islas; dirig una tesis doctoral sobre Los Carna-vales de Santa Cruz de Tenerife, y avanc en la historia de la Et-nografa y el Folklore Canarios en el siglo XX, como precurso-ras de la Antropologa Canaria, en dos volmenes. Todo esto se llev a cabo en las dos dcadas de los 70 y los 80. Ya a mitad de los 90, comenc el abordaje de la isla de Cuba, con una amplia investigacin en equipo mixto canario-cubano sobre las migra-ciones transnacionales de Ca-narias a Amrica, que se conso-lidar en la primera dcada del siglo XXI con las migraciones de Amrica a Canarias, formando

    parte del grupo Obiten (Obser-vatorio de la Inmigracin de Te-nerife). Durante la investigacin en Cuba, en 1998 me impact el mundo religioso de ascendencia africana, especialmente la Regla Congo y el Vod haitiano. Estos dos temas, migraciones y reli-giones, tanto en Cuba como en Canarias, me han absorbido es-tos ltimos 15 aos, dedicndo-los a realizar trabajo de campo tanto en Cuba, especialmente en la zona oriental, como en Ca-narias, y publicar varios artculos y libros, as como llevar a cabo la direccin de una Tesis Doctoral sobre la integracin y la crea-tividad de la Regla de Osha en Canarias. En 2013, a partir de mi inters en los estudios relaciona-dos con ecologa y cultura insu-lares, decid investigar sobre La Tabanca Caboverdiana en fri-ca. Un macro-proyecto sobre el tema no ha podido cristalizar en una investigacin conjunta, de-jndolo como herencia a jve-nes antroplogos/as canarios/

    Practicas de campo de Redev Forcen, Md de France, marzo de 1973. De izquierda a derecha: Plilippe Descola, actual director del College de France, Maurice Godelier, Anne-Christine Taylor y Jos Alberto Galvn Tudela.

  • 11

    entrevistas

    BACIH Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica N 12 mayo 2015

    as. Mi currculum abarca unos 17 libros, individuales y colecti-vos, y una centena de artculos, prlogos, captulos de libros, comunicaciones y ponencias en congresos nacionales e interna-cionales...Llegados a este punto, me pre-gunta por cul es el papel de los antroplogos en la lucha por la tolerancia y el respeto a las di-ferencias en el s.XXI en una Eu-ropa cada vez ms nacionalista e intransigente? En el marco del Grupo de Investigacin RELICAN (Religiones en Canarias) nos in-teres constatar, primeramente la pluralidad religiosa, minorita-ria pero no menos importante en Canarias; en segundo lugar mostrar la necesidad de tenerla en cuenta en un mundo cada vez ms globalizado y multicul-tural; y en tercer lugar, estudiar

    los procesos y causas por las que ha sido tan intensamente prac-ticada no solo por inmigrantes cubanos y venezolanos, sino tambin por canarios, a pesar de la incomprensin por las res-tantes iglesias y el Estado. Esta situacin de hecho nos ha re-velado entre otras cosas su pro-gresiva integracin, recreacin y adaptacin a las condiciones insulares, ecolgicas, polticas e ideolgicas, que no existen en Cuba. Sin duda, uno de los obje-tivos de la Antropologa es estu-diar la diversidad sociocultural, y fomentar la tolerancia religiosa.

    Este verano del 2014 fue ele-gido para hacer el pregn de las fiestas de Ntra. Sra. de las Nieves en Taganana, Tenerife, 43 aos despus, como bien seala en ese mismo pregn, justo, donde se inici en su

    trabajo como antroplogo y realizo su tesis doctoral. Este homenaje, sin duda alguna, a su carrera como investigador y docente, ha resultado ser ade-ms un cierre de ciclo, como usted mismo seala, pues da inicio a su jubilacin acad-mica, comenzando su labor como profesor honorario de la ULL. Cunto queda de aquel antroplogo de 27 aos?

    Qu queda de aquel antrop-logo de 27 aos, que comen-z su andadura investigadora realizando trabajo de campo en Taganana? Indudablemente cualquier persona evoluciona, por tanto aquel antroplogo de 27 aos ya no es el mismo. No obstante, yo quisiera indicar que aquella investigacin me marc sobremanera. Aquel fue un es-tudio intensivo, que dur 6 aos.

    Entrevista en El Puntal n 15,febrero 1981

    Foto de archivo. Isla de la Gomera,agosto 2001

  • 12

    entrevistas

    BACIH Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica N 12 mayo 2015

    Por ello, aunque he realizado trabajos de menor calado tem-poral, la constante en mi vida in-vestigadora han sido las investi-gaciones largas temporalmente, compaginando la docencia y el trabajo de campo. Eso sucedi en los estudios de comunida-des pesqueras, en los estudios sobre identidades insulares, en el de las migraciones y en el de las religiones afrocubanas. Por otra parte, nunca he abando-nado la consideracin histrica y dinmica de los fenmenos socioculturales. He evoluciona-do, no obstante, en otro sentido. Siempre estuve preocupado por la teora, de tal modo que antes y durante el trabajo etnogrfico conoca las investigaciones pre-vias sobre el tema, sus supues-tos terico y metodolgicos, y a partir de ah me acostumbr a ponerlos en relacin con mi investigacin etnogrfica. En ese sentido, dentro de mis libros hay teora, pero creo no equivo-carme si digo que para m la et-nografa ha sido siempre lo que ms me ha fascinado. Ms an, mis derivas epistemolgicas han estado sobremanera influencia-das por el quehacer etnogrfico. En este sentido estuve fuerte-mente influenciado por el neo-funcionalismo sistmico de la Ecologa Humana, especialmen-te por el antroplogo americano Roy Rappaport, y por el marxis-

    mo estructural, a partir de mi es-tancia en Pars con antroplogos de la talla de Lvi-Strauss y Mau-rice Godelier, lo que se evidencia en mi monografa sobre Tagana-na. Desde este planteamiento fui evolucionando hacia la an-tropologa y ecologa procesual, de la mano de mis investigacio-nes sobre pesca y sobre todo de las religiones afrocubanas, el sincretismo, la performance y la hibridez. Recuerdo que en Paris, se distingua entre ser un buen etngrafo y ser un buen terico, poniendo como ejem-plos del primer caso al antrop-logo Lucien Bernot, que haba realizado trabajo de campo en Indonesia, y del segundo a L-vi-Strauss, que apenas lo haba hecho en Amazona, pero era un gran terico de la Antropologa. En ese sentido, mis profesores me hablaban de que uno poda ser muy buen terico y mal et-ngrafo o muy buen etngrafo y mal terico. Yo no he sido un terico puro. Yo cog, digamos, por la calle del medio, conside-rndome ms bien un notable etngrafo, que no ha abandona-do nunca la teora.

    Tengo entendido que ahora mismo colabora con investi-gadores de Alemania, Cuba y otros pases en estudios rela-tivos a la Antropologa del cli-ma Cules son sus planes de investigaciones futuras?

    Actualmente, lo que es un ejem-plo de mi continuidad y cohe-rencia terico-investigadora, trabajo sobre Antropologa del Clima. Ello puede parecer un re-greso a mis intereses en Antro-pologa Ecolgica y Econmica. No obstante, se articula con mis investigaciones sobre religiones afrocubanas, sin abandonar lo que podemos denominar la Eco-loga Simblica. En este sentido, estamos trabajando conjunta-mente con investigadores de Alemania, Cuba, y otros pases sudamericanos, sobre El Cambio Climtico, y los impactos locales en Cuba. En mi caso, aprovecho mis ltimos trabajos en dos ca-sas de santo en Contramaestre, suroriente de Cuba, analizando el impacto del Huracn Sandy (octubre de 2012) en rboles sagrados de la localidad, una gucima y un tamarindo. En las prximas semanas aparecer en un monogrfico de la Revista cubana de antropologa social y cultural BATEY, y ser presen-tada en el XIII Congreso de An-tropologa de la Federacin de Asociaciones de Antropologa del Estado Espaol, que tendr lugar en Tarragona, en los das 2 al 5 de septiembre.

    En el Teide, Tenerife. Mayo 2014. De izquierda a derecha: Jos Alberto Galvn Tudela, Grecy Prez Amores, Ubaldo Martnez Veiga y Anastasi-os Panagiatopoulos

    Me pregunta por cules son mis planes de investigacin futuros? Slo puedo decirle que, tras mi jubilacin a finales de agosto prximo, pienso terminar de investigar y tratar de publicar algunos trabajos que no pudie-ron hacerse hasta ahora, sobre diversos temas, tales como un volumen sobre comunidades pesqueras De la Restinga (El Hierro) a la Graciosa, otro so-bre La Inmigracin de cubanos en Canarias, y otro al que ms tengo cario, sobre El Bemb en Contramaestre (Cuba). Todos estn muy adelantados, pero hace falta desarrollar algunas cuestiones. A partir de ah, ve-remos cmo me encuentro de salud.

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    Entrevista a Lioba Rossbach Qu hace una antroploga alemana

    como t en un tema como este?

    Liona Rossbach de Olmos (Niederbrechen, Alemania, 1955), doctora por la Universi-dad Johannes Gutenberg en Maguncia y profesora de Antropologa en la Universi-dad Johann Wolfgang Goethe en Frankfurt am Main. Es tambin investigadora y do-cente en el Instituto de Investigacin Cul-tural Comparativa de la Universidad Phili-pps de Marburg.

    Entrevista realizada por Grecy Prez Amores

    Dra. Rossbach, podra iniciar esta entrevista parafraseando la popular frase de: Qu hace una antroploga alemana como t en un tema como este? Pero ya sabemos que las religiones afroamericanas se han extendido por todo el mundo y que Alemania es uno de los espacios transnacionales donde tienen actualmente su enclave. Sin embargo, la pregunta se hace necesaria Por qu las religiones afrocubanas?

    Cada pregunta tiene una breve respuesta as como tambin otra diferenciada. Mi respuesta corta es la siguiente: Cuando a partir del 2000 descubr la santera afrocubana en Alemania, estaba en auge el estudio de la llegada y presencia de aquellas extraas culturas o religiones en el pas del antroplogo, el cul antes se haba trasladado a las tierras de estas. La migracin y las culturas de los emigrantes extranjeros eran el tema del momento. Se estudiaba las relaciones de parentesco de los Ghaneses y la veneracin de los espritus de los vietnamitas que se haban establecido

    en Alemania manteniendo sus costumbres como algo oculto de la cotidianidad alemana. La antropologa de la migracin segua siendo en auge en 2004, cuando con el profesor Mark Mnzel empezamos con la investigacin sistemtica de la santera en Alemania dentro de la especialidad de la etnologa de la universidad Philipps de Marburg.La respuesta ms larga tiene que ver con mi perfil etnolgico. Yo hice mi doctorado sobre las estructuras sociales de los afrocolombianos del Choc. En los aos de mi trabajo de campo 1987 y 1988, la investigacin afroamericana estaba todava muy influenciada por el enfoque de aculturacin de Melville Herksovits y su bsqueda a restos africanos o africanismos. No obstante, referente al Choc, yo llegue a la conclusin que resultaba imposible cualquier oportunidad de compresin de la cultura actual afrochocoana con sus influencias catlicas e indgenas tratando de identificar los africanismos. Esto era de especial importancia respecto a las

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    estructuras sociales. Entre los afrochocoanos existen relaciones poligmicas, aceptadas medianamente por el estado, y al mismo tiempo exista un tab de entrar en relaciones matrimoniales con las parientes afines o polticas. Su lgica solo podra explicarse en sus propios conceptos afrochocoanos y no en relacin a un legado africano. Pero, al terminar el doctorado yo quera llegar a conocer una cultura africana real de afroamericanos. La santera tena fama de ser muy africana o sea, era considerada la ms africana de los afroamericanas. Para satisfacer esta curiosidad, me pareca ideal estudiar la presencia de la santera en Alemania. Hoy s que la relacin de la santera con frica es mucho ms compleja, por no decir, complicada, porque se han formado tendencias criollas y africanas en el sistema de adivinacin de if.

    Resultaba imposible cualquier oportuni-dad de compresin de la cultura actual afrochocoana con sus influencias catlicas e indgenas tratando de identificar los africanismos.

    Actualmente desarrolla un proyecto muy interesante junto al Dr. Ernst Halbmayer, donde tambin colabora el Dr. Jos Alberto Galvn de la ULL sobre el cambio climtico antropognico y el conocimiento meteorolgico tradicional, donde plantea la necesidad de que el discurso cientfico del cambio climtico integre distintas visiones culturales del mundo. Segn sus investigaciones podra comentar algunas de las conclusiones a las que su trabajo le ha llevado.

    En el libro Antropologa del clima en el mundo hispanoamericano las compiladoras hablan de la todopoderosa ciencia como una nueva religin. Se refiere, por supuesto, a la ciencia natural que aspira tener la verdad. Yo dira, lo que tiene la ciencia natural y, sobre todo, la climatologa, son datos estadsticos sobre una diversidad de elementos meteorolgicos como viento, precipitaciones, presin at-mosfrica etc. que se llaman clima. Con estadsticas pueden pronosticarse tendencias pero nunca acontecimientos concretos. Las tendencias tienen impactos especficos que nunca pueden predecirse con seguridad. As mismo, no se puede predecir la recepcin del cambio climtico por parte las comunidades locales. Unas poblaciones conocen tal vez el discurso cientfico sobre el cambio climtico y aceptan sus explicaciones, otros integran los acontecimientos climticos pertinentes en su cosmovisin tradicional, los terceros

    sincretizan por llamarlo as lo cientfico con lo religioso y otra comunidad lleva los dos discursos paralelos. Entonces respeto a la recepcin del cambio climtico a nivel local sabemos que no existe una verdad, sino varias. Y de verdades nicas anteriores sabemos me refiero a la misin cristiana que nunca tiene una repercusin completa y congruente con las espectativas de los que propagan la misin. Mi conclusin es que el cambio climtico tiene sus rostros culturales y estos son muy diversos.

    Respeto a la recepcin del cambio climtico a nivel local sabemos que no existe una verdad, sino varias.

    Ha recibido premios, becas, realizado estancias de investigacin y docencia en distintos pases y centros reconocidos y tiene muchas publicaciones desde el inicio de su carrera como antroploga Cmo de difcil le resulta ahora continuar con las labores de investigacin? y Cmo ve el futuro para los antroplogos en una Europa cuya prioridad formativa y de investigacin se centra ante todo en las carreras tcnicas y cuyos criterios de calidad, certificacin y productividad son ms cuantitativos que cualitativos?

    Es cierto que el mundo ha cambiado mucho en las

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    ltimas dcadas. Lo que desde hace 50 aos pareca universal hoy ya lo vemos como cosa del pasado. Tomemos como ejemplo simple el matrimonio y la familia nuclear. Antroplogos como Georg Peter Murdock identificaron matrimonios y familias nucleares en todo el mundo y fue una universalidad para ellos. Hoy en da los divorcios, las familias patchwork o las familias monoparentales son tan frecuentes que los supuestos universalismos se perdieron en los estudios antropolgicos.

    Lo que desde hace 50 aos pareca universal hoy ya lo vemos como cosa del pasado.

    Personalmente veo que los enfoques de las investiga-ciones cambian mucho y muy rpido. Dado que se han desintegrado las grandes escuelas toricas de nuestra disciplina, lo que impera actualmente es la creatividad y originalidad individual que siempre va acompaada con la fuerza para imponerse. Entonces una investigadora como yo no se pregunta: Es esta posicin compatible con la teora X? sino reflexiona sobre si o no es vigente la posicin que esta desarrollando.Las dinmicas recientes hacen difcil para la antropologa encontrar y defender su espacio en el mundo cientfico y acadmico. Hay adaptaciones

    a las nuevas realidades como, por ejemplo, la etnografa multisituada. Este metodo ya no parte del etngrafo que viaja a estudiar otra cultura lejana en el entorno de ella, sino de una realidad compleja. Lo que intenta la etnografa multisituada es (per)seguir una temtica a travs de diferentes niveles de realidades administrativas, virtuales, reales etc. Lo que tambin veo es que el mtodo de la antropologa o sea la observacin participante mantiene todava su valor porque ninguna otra ciencia social o cultural tiene un contacto tan ntimo con los sujetos de estudio. No obstante, es dudoso que esto salvara a la antropologa ya que otras ciencias han copiado el mtodo.

    Qu papel cree que debera tener la figura del antroplogo para el mundo contemporneo y para la Antropologa, teniendo en cuenta su relevancia como ciencia y su potencialidad de accin y de intervencin?

    Yo tengo la confianza y lo considero una cuestin de tiempo que el mundo acadmico tome nuevamente conciencia del gran valor de la antropologa. Nuestro mundo globalizado tendr siempre que enfrentarse lo diverso en lo global, las diferencias en los problemas comunes. Y veremos que los expertos netamente tcnicos no tienen ni la sensibilidad ni los instrumentos de manejar estas situaciones. La antropologa por sus conocimientos de otras culturas tiene

    siempre presente un mundo imaginario en el que las cosas pueden ser diferentes y no tienen necesariamente que ser como son. Esto es unconocimiento, un know-how esencial, tambin para el futuro.La antropologa tiene algo en comn con la santera en mi pas. Como religin siempre ser un poco marginal, sin embargo su presencia es al mismo tiempo importante. Tal como la santera muestra que una religin puede realizarse fuera de iglesias o templos, que la msica con baile puede ser parte de la religiosidad o que la religin se practica para mejorar la vida en este mundo y no en el ms all, o sea, nos muestra que lo que conocemos como la religin puede adquirir expresiones muy diferentes, asi mismo la antropologa como ciencia marginal nos muestra, que diferente puede ser el mundo en otros contextos.

    Dado que se han desintegrado las grandes escuelas toricas de nuestra disciplina, lo que impera actualmente es la creatividad y originalidad individual que siempre va acompaada con la fuerza para imponerse.

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    ACTIVIDADES DELAULA CANARIADE INVESTIGACIN HISTRICA

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    La actividad, celebrada el mircoles 22 de octu-bre, tuvo como objetivo el debate entre algu-nos de los principales estudiosos de la represin franquista en Canarias. Se propuso la celebracin de una mesa debate sobre este fenmeno que marc el perodo de la Guerra Civil y defini, a partir de entonces, las relaciones sociales en el conjunto del Estado. La idea de esta actividad est relacionada con el Encuentro de Historia sobre el franquismo en Canarias, celebrado en abril de 2013 y del que recientemente se han pu-blicado sus actas (BACIH Extraordinario n 2)

    El estudio de la represin franquista en Canarias ha venido marcado por dos momentos histricos concretos: el iniciado tras la muerte de Franco y la aparicin de las primeras publicaciones a par-tir de mediados de los 80 y, recientemente, por el llamado proceso de la recuperacin de la Memo-ria Histrica y el aumento de trabajos publicados a partir de la primera dcada del presente siglo. Con los participantes en la mesa principal, as como con los asistentes entre los que estuvieron

    algunos investigadores de reconocido prestigio se plante un debate en el que se intercambiaron opiniones y reflexiones sobre lo estudiado, pero tambin sobre las metodologas y las fuentes uti-lizadas. Dos generaciones de historiadores con el objetivo comn de investigar la utilizacin de la violencia durante la dictadura de Franco. De igual forma, se abri un dilogo sobre nuevos horizontes para avanzar y profundizar en la in-vestigacin sobre la represin franquista: la nece-sidad de ahondar en nuevas vas de investigacin y lneas temticas.

    La mesa-debate cont con una actividad para-lela y previa a aquella, que consisti en un iti-nerario definido en la AutoGua de la Memoria Histrica de La Laguna y que realizaron dos de sus autores: Aarn Len lvarez y Luana Studer Villazn. La misma llev a realizar una peque-a visita por algunos puntos emblemticos del casco urbano de la ciudad y que tienen enorme relacin con la Segunda Repblica y la Guerra Civil.

    Jornada de Historia sobre la represinfranquista en Canarias

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    La ya tercera edicin del seminario Hacer His-toria desde el Medievalismo, organizado por el Instituto Universitario de Estudios Medieva-les y Renacentistas (Cemyr) de la Universidad de la Laguna con la colaboracin del Aula Ca-naria de Investigacin Histrica, tuvo lugar el pasado jueves 29 de mayo. Prcticamente en el cierre del curso y antes de comenzar los exme-nes de junio, esta reunin se present como una oportunidad ms para, a partir del acercamien-to a la Edad Media, seguir contribuyendo al di-logo entre especialistas en Historia sus distintas cronologas, espacios geogrficos y temticas.

    El seminario Hacer Historia desde el Medie-valismo III mantuvo la vocacin ya planteada de actuar como foro para el debate terico y para la presentacin de nuevas propuestas metodolgi-cas y de anlisis histrico por parte de jvenes investigadores. En esta ocasin, bajo el ttulo Tinta, dinero y aparatos del poder monrquico (ss. XIII-XIV): debates y mtodos, el programa qued compuesto por dos presentaciones que, en buena medida, incidan en muchos aspectos ya tocados en el segundo seminario Hacer His-

    toria desde el Medievalismo (BACIH 11, abril 2014, pginas 15-18). Si en aquel encuentro el marco de anlisis se circunscribi a la Corona de Castilla en entre los siglos XIV-XVI, las cues-tiones ligadas a la Historia de los Poderes y las metodologas de anlisis ms apropiadas para el replanteamiento de estos temas volvieron a ser protagonistas. Sin embargo, en esta ocasin el escenario nos retrotrae algunos siglos atrs, al perodo que va desde las dcadas centrales del siglo XIII a mediados del siglo XIV, y a un m-bito espacial ms amplio y que se abre a la com-paracin, entre Castilla y la Corona de Aragn.

    Efectivamente, continuamos enfrascados en la pregunta: gnesis del Estado moderno o agre-gacin de poderes? Tinta y dinero nos permiten evocar en las propuestas de dos jvenes investi-gadoras de la Instituci Mil i Fontanals (CSIC) de Barcelona y de la Universidad de Sevilla a dos de los nervios centrales sobre los que se fue conformando la autoridad de las monarquas del Occidente medieval entre finales del siglo XII y principios del siglo XVI. Estamos hablan-do del impuesto y de la administracin.

    Seminario doctoral

    HaCer Historia desde el MedievalisMo iiiTinta, dinero y aparatos del poder monrquico (ss. XIII-XIV): debates y mtodos

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    Interesaba aqu abordar aspectos ligados al despacho, puesta por escrito y registro de la accin de gobierno, al control sobre la recau-dacin, a las formas de gestin de la documen-tacin y de la tributacin a travs de las expe-riencias diferenciales de Castilla y de Aragn.

    Todo ello sin olvidar un aspecto clave para la investigacin: los agentes, las personas sobre las que se forjaron estas facetas de ejercicio del po-der monrquico y que sacaron, por otro lado, provecho de ello. Anlisis de redes sociales y prosopografa sern algunas de las metodolo-gas que ser necesario tratar para abordar estos sujetos histricos.

    El arranque del seminario lo dio Esther Tello Hernndez (Instituci Mil i Fontanals. CSIC. Barcelona) tratando sobre Estudiar la fiscalidad medieval: la contribucin eclesistica a las de-mandas reales (la dcima de 1375 en la Corona de Aragn). Su intervencin supona una suerte de aproximacin a la propuesta de su tesis doc-toral en curso, en la que se ocupa de las contri-buciones fiscales de la Iglesia en los territorios de la Corona de Aragn durante el reinado de Pedro IV el Ceremonioso (1336-1387). En este sentido, la ejemplificacin a partir del caso de la contribucin de 1375 nos permite aproximar-

    nos al entramado sobre el que se produca la gestin de este tributo impuesto sobre el clero. Concedido por el papado a los reyes de Aragn en esas dcadas centrales del siglo XIV, su obje-to no fue otro que ayudar a sostener el esfuerzo militar realizado por Pedro IV en Cerdea para sofocar los levantamientos contra el dominio catalano-aragons.

    En este sentido, Esther Tello nos ilustr so-bre el procedimiento desplegado para organizar la recaudacin de la dcima fundamentalmente en tierras de Catalua, con un complejo siste-ma de colectores y subcolectores encargados de llevar a la prctica la reunin de los productos del impuesto. Junto a las cuestiones que ataen al volumen de lo recaudado y su distribucin geogrfica, pudo constatarse cmo el destino de la dcima fue, muy particularmente, cumplir con los pagos debidos a los financieros presta-mistas de la Corona, cuyos adelantos sostenan realmente las necesidades econmicas de la mo-narqua de Aragn. Las aportaciones para unos primeros acercamientos a una prosopografa de los agentes fiscales resultaron de gran inters, igual que las evidencias de dos cuestiones ms.

    Por un lado, las enormes dificultades que entraaba la ejecucin de la recaudacin, blo-queadas a menudo no slo por las limitaciones que colocaba sobre la mesa las condiciones de comunicacin y transporte de la poca para

    Esther Tello Hernndez(Institucin Mil i Fontanals- Barcelona)

    Marina Kleine (Universidad de Sevilla)

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    personas y bienes sino tambin por la sucesin de resistencias al pago de tributos manifestadas por sacerdotes y congregaciones religiosas. La alegacin de privilegios de exencin dio, a me-nudo, lugar a largos pleitos que dilataron el cobro efectivo de partidas de la dcima hasta un buen nmero de aos despus de 1375. Por el otro, la debilidad econmica que acuci a la monarqua catalano-aragonesa en el siglo XIV, asfixiada por un abrumador endeudamiento, muy superior a los recursos del patrimonio regio y a la posibili-dad de recurrir a ayudas extraordinarias. Tal fra-gilidad afect notablemente al aparato financiero construido en torno a la Corona, en forma de crisis hacendsticas peridicas y bancarrotas que arrastraron a muchos de los prestamistas del rey.

    Continuamos la sesin de trabajo de esa tarde del 29 de mayo con la exposicin de la Dra. Ma-rina Kleine (Universidad de Sevilla) El mtodo prosopogrfico aplicado a la historia institucional: el ejemplo de la cancillera real castellana en el si-glo XIII. Esta investigadora brasilea nos dio la oportunidad de conocer algunas de las claves de lo que fue el objeto de su tesis doctoral, en la que ha aportado ms que reseables luces al conoci-miento de la organizacin real de la cancillera real castellana en tiempos del rey Alfonso X el Sabio. Su estudio, en este sentido, merece ser te-nido en cuenta, en la medida en que ha combina-do dos ejes. De una parte, un profundo anlisis diplomtico de la documentacin emitida por la

    cancillera de Alfonso X, ya de por s valioso por todo lo que aporta al conocimiento de la escritu-racin y normalizacin de la labor de gobierno en la monarqua feudal castellana del siglo XIII. De la otra, partiendo de las evidencias obtenidas a partir de la tarea que sealbamos, la pesquisa sobre la articulacin de la institucin cancille-resca, basada en un profundo conocimiento del personal que la compuso y de las funciones que estos individuos asumieron en ella.

    Si, en palabras de Lawrence Stone, la proso-pografa es la investigacin de las caractersticas comunes de un grupo de actores histricos por medio del estudio colectivo de sus vidas, el tra-bajo de la Dra. Kleine, como fue posible com-probar, es un ejemplo modlico de aplicacin de esta metodologa. Ms de 1.800 registros do-cumentales han sido manejados por ella, lo que supone un volumen extraordinario de informa-cin recopilada y tratada, teniendo en cuenta las condiciones de conservacin archivstica para el siglo XIII en Castilla. A partir de esta muestra, fue posible elaborar fichas de un conjunto de 175 individuos integrados en esa cancillera alfons, rigurosamente caracterizados pese a la desigual-dad de las noticias recabadas acerca de cada uno de ellos.

    Los resultados obtenidos han permitido a la investigadora no slo depurar y precisar las ca-tegoras archivsticas emanadas de la cancillera del Rey Sabio sino tambin profundizar en la

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    distribucin de cometidos asignados a los dis-tintos oficiales encargados de las distintas fases consignacin por escrito, refrendo y registro de las rdenes regias. Aunque las caractersticas de la documentacin han permitido un anlisis sociolgico del grupo humano integrado en la cancillera alfons fragmentario y desigual, ste no deja de ser, no obstante, valioso, por lo que se refiere a sus orgenes sociales y geogrficos, entornos familiares y trayectorias personales. Sin embargo, a partir de toda esta base puede afir-marse que el trabajo de Marina Kleine supone un avance sustancial en lo que toca al conocimiento del entramado institucional real que se estaba ur-diendo en el aparato cancilleresco castellano de la mitad del siglo XIII. Su complejidad queda de manifiesto, del mismo modo que su relevancia a la hora de convertirse en un pilar fundamental en el proyecto de reafirmacin del poder mo-nrquico emprendido por Alfonso X, del cual se beneficiara la Corona castellana durante los dos siglos y medio siguientes.

    El debate que sucedi a ambas intervenciones estuvo a la altura de lo esperado tras el alto ni-vel mostrado por ambas presentaciones. Tanto la

    exposicin de un proyecto de investigacin aun realizndose como la muestra de los resultados de una lnea de estudios ya madura y con frutos evidentes suscit no pocas disquisiciones. Los pormenores de la aplicacin de los mtodos de investigacin en materia hacendstica y prosopo-grfica fueron objeto de discusin, quedando de manifiesto cmo, en los ltimos estudios dedica-dos al ejercicio del poder en el mundo medieval, las cuestiones institucionales se han visto enri-quecidas por el protagonismo cada vez mayor que adquieren los protagonistas humanos, indi-vidual y colectivamente como verdaderos agen-tes de las distintas formas de interaccin social.

    Por tanto, queremos dar las gracias desde el Aula Canaria de Investigacin Histrica a todas las personas que participaron e hicieron posible esta edicin del seminario Hacer Historia desde el Medievalismo. De nuevo, nuestra gratitud hacia el IEMyR por la posibilidad que brinda para que actividades de esta enjundia puedan celebrarse en la Universidad de La Laguna y nuestros me-jores deseos para que, ms pronto que tarde, es-temos ya hablando de una cuarta cita para seguir debatiendo sobre Historia desde la Edad Media.

    Acceder a la documentacin y audios de las conferencias y debates [Enlace]

  • 22Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica (BACIH) N 12 mayo 2015 22Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica (BACIH) N 12 mayo 2015 22Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica (BACIH) N 12 mayo 2015

    artculosPoyecto dos cero nueve

    Miguel ngel Molinero Polo (investigador PrinciPal)

    Las iglesias ortodoxas en Espaa

    Francisco dez de velasco (investigador PrinciPal)

  • 23Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica (BACIH) N 12 mayo 2015 23Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica (BACIH) N 12 mayo 2015 23Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica (BACIH) N 12 mayo 2015

    Proyecto dos cero nueve

    Miguel ngel Molinero Polo (investigador PrinciPal)

    La TT 209 se encuentra en Nager-Rasayla, una zona conocida con el nombre moderno de Asasif Sur, en el wadi que va desde el Valle de los Colores al Rame-seum, el templo funerario de Ramss II, en la orilla occidental de Luxor.

    Se trata de una de las tumbas tebanas tardas me-nos conocidas. Desde su inclusin en el catlogo de A. Gardiner y A. Weigall, en 1913, se le ha atribuido siempre una cronologa saita (ss. VII-VI a.e.), aun-que sin argumentos. En cuanto a su propietario, se le han dado varios nombres. Primero el de Hatas-hemro y, desde la dcada de 1950, el de Seremha-trekhyt. Sin embargo, hoy se sabe que este segundo trmino es un ttulo y se trata, por tanto, de uno de los cargos que desempeaba quien encarg la cons-truccin del complejo funerario, pero no su nom-bre. La estructura interior es conocida por el estudio realizado por D. Eigner en la dcada de 1970. Sin embargo, tuvo que trabajar sin poder retirar los de-psitos sedimentarios que cubran las cmaras, por lo que informacin importante qued oculta.

    En la actualidad, este yacimiento es el centro de atencin del Proyecto dos cero nueve (Archaeo-logical Mission of the University of La Laguna, Ca-nary Islands, Spain, AMULL). Este naci con los objetivos de:

    Identificar el nombre y la titulatura la insercin social del propietario de la TT 209;

    Ampliar el conocimiento sobre la arquitectura del complejo, tanto de las cmaras interiores como de los edificios en la superficie (la superestructura en trminos egiptolgicos), de los que no haba infor-macin disponible;

    Entender la relacin de la tumba con su entorno geogrfico y cultual, as como su contexto histrico, pues se halla en las laderas de un wadi tambin ocu-pado por tumbas de las dinastas XXI y XXII y en las proximidades de las grandes tumbas templo del Asasif Sur de las dinastas XXV y XXVI;

    Restaurar el complejo funerario.

    La AMULL ha desarrollado tres campaas ar-queolgicas desde 2012, una por ao (la de 2013 con cierto retraso debido a la inestabilidad poltica en el pas).

    Las actuaciones se han centrado en el patio y en la primera de las cmaras subterrneas, la sala trans-versal. En el patio se trataba, en la primera campaa, de despejar la entrada, pues estaba completamente oculta por basura y escombros procedentes de las aldeas cercanas y por arena y clastos aportados por las sucesivas riadas del wadi. En campaas posterio-res se ampli la zona de excavacin hacia el norte y el este en la ladera.

    Las tareas de conservacin han consolidado la fachada, que estaba debilitada por la presencia de un agujero en su parte superior oeste. Cerrarlo ha

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    supuesto devolver su valor esttico a esta parte de la tumba, eliminar un potencial peligro de debilita-miento del muro y fortalecer los apoyos de la bve-da interior, garantizando la seguridad del contenido de las cmaras.

    La excavacin estratigrfica del yacimiento ha puesto de manifiesto un depsito de niveles com-plejo y de evidente inters histrico. En l se combi-nan la edificacin de la tumba en la dinasta XXV, la accin erosiva del wadi, el uso ritual de la superes-tructura al menos hasta medio milenio despus de su construccin, el desmoronamiento paulatino del edificio en torno a los primeros siglos de la era, una posible reocupacin de las cmaras subterrneas en Periodo bizantino y, en un momento ms reciente, la accin de arquelogos, saqueadores y los habitan-tes de las aldeas cercanas. El registro de este dep-sito se ha realizado mediante un procedimiento ri-guroso de excavacin, con distincin macroscpica de cada una de las unidades estratigrficas, registro fotogrfico y planimetra mediante SIG.

    Un segundo conjunto de informaciones novedo-sas est constituido por la identificacin de estruc-turas arquitectnicas ms amplias y complejas que las conocidas hasta ahora. En el exterior, adems de los muros que delimitan el patio por tres de sus lados, se ha identificado un espacio rectangular al norte, en la ladera, que formaba parte de una su-perestructura, y el acceso hacia las cmaras subte-rrneas formado por una escalera de una anchura monumental con dos rampas laterales. En la cmara transversal interior, una puerta hasta ahora desco-nocida conduce hacia espacios subterrneos de los que no haba noticia alguna; sin embargo, no se ha podido acceder a ellos debido a que estn cubiertos por depsitos estratigrficos que habr que excavar en el futuro.

    Durante la segunda y la tercera campaa han aparecido varios marcos decorativos en torno a las puertas, con inscripciones y relieves. A travs de ellos se ha podido identificar el nombre, los cargos y el grupo tnico al que perteneci el propietario.

    Ahora podemos saber que las lecturas antiguas del nombre eran errneas porque tomaban como tal uno de los ttulos o una combinacin del nom-bre y alguno de los ttulos. Se lee Nisemro o, menos probablemente, Ashemro; la duda se debe a que el primer signo tiene varias lecturas posibles.

    La adscripcin tnica puede afirmarse por el pro-pio nombre, con paralelismos en la onomstica nu-

    bia, as como por el estilo del relieve, cercano a los de la Dinasta XXV, y la representacin de cabeza y rostro.

    Se han reconocido al menos diez cargos entre los que se incluye ao HAt, el que entra primero o al frente. Sin embargo, comparte con otros miembros de la elite nubia en Egipto que su titulatura no sea-la exactamente cul era su funcin en la corte teba-na. De cualquier modo, todos sus ttulos le colocan en la cspide social del reino.

    Con esta informacin, las innovaciones arqui-tectnicas y decorativas pueden entenderse como ensayos y adaptaciones de modelos ya existentes a las nuevas necesidades de exhibicin de bienes de prestigio por parte de las elites nubias a travs de una nueva poltica constructiva y del ritual funera-rio. Por ejemplo, la escalera monumental en medio del patio parece responder a un modelo intermedio entre las tumbas de la dinasta XXIIA tebana, de ori-gen libio, en concreto la del rey Horsiese, y las que se desarrollaron durante la dinasta XXV, que son el arranque de la arquitectura funeraria egipcia del Periodo Tardo. La excavacin estara as aportan-do una interesante informacin para comprender el inicio de la integracin social y administrativa de las elites conquistadoras nubias en el territorio egipcio.

    El Proyecto dos cero nueve dispone de un sitio web (http://proyectodosceronueve.weebly.com/) y una pgi-na de Facebook (Proyecto dos cero nueve - TT 209) en los que se pueden consultar las ltimas novedades y noticias sobre la investigacin en torno a la tumba de Nisemro.

  • 25Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica (BACIH) N 12 mayo 2015 25Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica (BACIH) N 12 mayo 2015 25Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica (BACIH) N 12 mayo 2015

    Proyecto

    Las iglesias ortodoxas en Espaa

    Francisco dez de velasco (investigador PrinciPal)

    El estudio del cristianismo ortodoxo y oriental en Espaa no contaba con una investigacin de conjunto que lo tratase o con una monografa que lo sintetizase. Desde que en 2010 fue reconocido el notorio arraigo a la Iglesia Ortodoxa por parte de la Comisin Asesora de Libertad Religiosa del Ministerio de Justicia esta carencia cobr una evidencia que requera una solucin ya que se trataba de una opcin religiosa que se singularizaba por su destacada importancia en el pas, tanto en el nmero de sus fieles, como en su implantacin territorial. La entidad principal que promueve este tipo de estudios a escala de todo el pas es la Fundacin pblica Pluralismo y Convivencia (http://www.pluralismoyconvivencia.es), creada en 2004 por iniciativa del entonces Ministro de Justicia Juan Fernando Lpez Aguilar, y que tiene como fines tanto la promocin de la libertad religiosa a travs de la cooperacin con las confesiones minoritarias, especialmente aquellas con reconocimiento de Notorio arraigo en el Estado espaol como el ser un espacio de investigacin, debate y puesta en marcha de las polticas pblicas en materia de libertad religiosa y de conciencia. La Fundacin ha planteado varias lneas de investigacin enfocadas al anlisis de la presencia de minoras religiosas en Espaa. Desde 2005 se desarrollaron una serie de proyectos dirigidos a su estudio por Comunidades Autnomas, que han dado lugar a una docena de libros publicados por la editorial Icaria de Barcelona entre los que se incluye el dedicado a Canarias, titulado Religiones entre continentes y coordinado desde la Universidad de La Laguna. Posteriormente el foco de las investigaciones se centr en las confesiones de notorio arraigo y su presencia en todo el territorio espaol. Desde la Universidad de La Laguna, a partir 2010, se desarroll el estudio del budismo en Espaa, reconocido de notorio arraigo en 2007. Culmin en un libro publicado por la editorial Akal de Madrid en 2013 titulado El budismo en Espaa: historia, implantacin y visibilizacin, entre otras publicaciones (http://fradive.webs.ull.es/budismo.html). Y desde 2012 un equipo centrado en la Universidad de La Laguna ha recibido el encargo de realizar el estudio sobre

    las iglesias ortodoxas y orientales en nuestro pas y para ello se ha firmado un contrato de investigacin entre la Fundacin Pluralismo y Convivencia y la Universidad de La Laguna.

    Se ha tratado de una investigacin compleja tanto desde el punto de vista logstico como metodolgico. Las iglesias ortodoxas y orientales en Espaa son diversas y aunque cuentan con un rgano central, la Asamblea Episcopal Ortodoxa de Espaa y Portugal, presentan modos de funcionar que exigen el anlisis particularizado. Para que el trabajo fuese operativo se dividi en cuatro bloques: tres dedicados a patriarcados especficos, que se han singularizado por la importancia del impacto de los mismos en nuestro pas y otro que recoge el resto de iglesias. El primer bloque se dedica al Patriarcado Ecumnico de Constantinopla, el que tiene la prelacin honorfica entre las iglesias ortodoxas y presenta el mximo rango cannico en Espaa ya que constituye desde 2003 un arzobispado con sede en Madrid, ubicado en el centro de culto ortodoxo del pas con ms dilatada historia, la Iglesia de los Santos Andrs y Demetrio, edificio exento ubicado en un barrio residencial de Madrid que desde aquel momento ostenta la categora de catedral. El segundo se dedica a la Iglesia ortodoxa de Rumana, la que mayor nmero de fieles y parroquias tiene en Espaa (superando el centenar y ms de medio milln de seguidores potenciales) y que ha elevado en 2007 al rango de obispado su estructura en nuestro pas. El tercero se centra en el Patriarcado de Mosc que, aunque tiene una estructura cannica de inferior nivel, pues depende de la autoridad del obispo de Pars, presenta una estructura destacada y en crecimiento con iglesias propias de gran relevancia arquitectnica y notable visibilidad entre las que destacan la Iglesia de San Miguel Arcngel de Altea (Alicante) o la de Santa Mara Magdalena en Madrid. El bloque cuarto recoge el variado conjunto de otras iglesias ortodoxas y orientales en Espaa (blgaras, georgianas, coptas, armenias, etc.), con especial dedicacin a dos grupos singulares de iglesias ortodoxas de carcter vernculo, la Iglesia Ortodoxa Espaola con sede principal en Barcelona y la Iglesia Ortodoxa Hispnica con sede principal

  • 26Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica (BACIH) N 12 mayo 2015 26Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica (BACIH) N 12 mayo 2015 26Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica (BACIH) N 12 mayo 2015

    en Sevilla. El equipo dividi el pas en zonas sobre las que llevar a cabo el trabajo de campo y desde luego esta labor de visita a los centros, dado que se encuentran diseminados por toda Espaa, ha presentado problemas logsticos en ocasiones difciles de superar. No se ha podido realizar, por tanto, la visita a todos los centros de culto, pero se ha intentado acceder a los ms relevantes en opinin del equipo de investigacin y tambin a todos aquellos que, desde los principales patriarcados con presencia en Espaa, se estimaron como importantes e imprescindibles. En todo caso, se ha conseguido la informacin suficiente de los dems centros por parte de los principales responsables de las iglesias. El principal mtodo de trabajo seguido ha consistido en desarrollar una investigacin de campo en la que la pieza bsica ha sido la entrevista a los responsables de las iglesias y a las autoridades de los patriarcados. Se ha empleado un modelo de cuestionario estandarizado, previamente consensuado en sus diversos apartados y caractersticas con la entidad que ha patrocinado el trabajo, la Fundacin Pluralismo y Convivencia, que ha resultado una adaptacin a las especificidades de las iglesias ortodoxas y orientales de los modelos que ya se emplearon con anteriori-dad en otras investigaciones llevadas a cabo desde esa fundacin, lo que permite la comparabilidad de informaciones. En el cuestionario utilizado se han incluido tanto preguntas sobre las caractersticas generales de los centros y sus responsables y asistentes habituales, como de su historia, necesidades y perspectivas de futuro que han servido de base documental del trabajo. Pero adems de los cuestionarios estandarizados, en ocasiones se emplearon

    modelos de escucha menos estructurados cuando la situacin lo requera, con entrevistas menos cerradas o realizadas ad hoc (por ejemplo para los responsables en niveles superiores a la parroquia). Tambin se observ en lo posible la vida religiosa de los centros, asistiendo a ceremonias, hablando con los fieles, documentando cmo se construan o remodelaban algunos templos (por ejemplo la Iglesia rusa de Santa Mara Magdalena en Madrid, visitada en una decena de ocasiones), o hasta cmo creca a lo largo de los aos la implantacinortodoxa en algunos mbitos, pues hay que tener en cuenta que, en particular en el caso de Canarias, donde radica la mayora del equipo de investigacin, el seguimiento de las comunidades ortodoxas se lleva haciendo de modo sistemtico desde 2006.

    La investigacin, en resumen, se basa en tres pilares que han requerido mtodos de abordaje diferentes: trazar la historia, mapear la implantacin y evidenciar la visibilizacin. Para la primera se han revisado los datos en diversas publicaciones previas y archivos (en particular el del Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia), para la segunda se ha empleado la observacin y las entrevistas, para la tercera se ha desarrollado una labor sistemtica de documentacin audiovisual, principalmente por medio de la confeccin de un archivo fotogrfico de los centros de culto y su entorno.

    El resultado principal del proyecto ser una monografa, que se publicar en la prestigiosa serie Akal Universitaria en el ao 2015 y que intentar alcanzar uno de los principales objetivos de todo proyecto de investigacin: que sus resultados se difundan en medios de calidad e impacto.

    Contrato de investigacin Las iglesias ortodoxas en Espaa entre la Fundacin Pluralismo y Convivencia (Madrid) y la Universidad de La Laguna, 2012-2016. Miembros del equipo: Mara Victoria Contreras Ortega (Universidad de La Laguna), Francisco Dez de Velasco Abelln (Investigador principal, Universidad de La Laguna), Roberto Carlos Rodrguez Gonzlez (Universidad de La Laguna), Sergio Pou Hernndez (Universidad Complutense de Madrid), scar Salguero Montao (Universidad de Granada).

    Madrid, Iglesia de Santa Mara Magdalena del Patriarcado de Mosc, inaugurada en 2014

  • SECCIONES

  • 28BACIH Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica N 12 mayo 2015

    seCCin General

    MonoGrafas

    Tous Meli, J.: Las Islas Canarias a travs de la cartografa: una seleccin de los mapas ms emblemticos levantados entre 1507-1898, Gavio de Franchy Editores, 2014, 262 pp. ISBN: 978-84-616-8536-3Contenidos

    Bibliografa del autor: Dialnet

    Pellitero Lorenzo, N. J.: Los caminos y la historia de La Palma: Tijarafe meridional, Nstor Jos Pellitero Lorenzo editor, 2014, 262 pp. ISBN: 978-84-617-0972-4Entrevista: El Sirinoque

    Bibliografa del autor: Dialnet

    Actas del XX Coloquio de Historia Canario Americana (2012). Cabildo Insular de Gran Canaria, Las Palmas de Gran Canaria, 2014 [recurso electrnico]Descarga: http://www.coloquiosdehistoriacanarioamericana2012.com

    Contenidos:

    SESIN INAUGURAL

    John Elliott: El atlntico espaol y el atlntico luso: di-vergencias y convergencias

  • 29BACIH Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica N 12 mayo 2015

    GEOGRAFA

    Rubn Naranjo Rodrguez: Prensa y medio ambiente en las Islas Canarias durante el fran-quismo

    Alejandro Gonzlez Morales, Candelaria Gon-zlez Rodrguez: Los cultivos americanos en la agricultura de Lanzarote

    Irne Dupuis: Hambre, residuos y alimenta-cin humana

    Daniel Castillo Hidalgo: Integracin o exclu-sin: aportaciones de la geografa econmica al estudio regional de puertos en frica occi-dental

    Luis Florine Liebermann, Artemi Alejan-dro-Medina: Turismo cultural y dark tourism: la inclusin de la arqueologa del conflicto como nueva oferta al visitante en destinos ma-duros

    Carmen Gloria Calero Martn, Carmen Rosa Delgado Acosta, Anna Ortiz Guitart, Alejan-dro Armas Daz: Espacio pblico y gnero en reas centrales renovadas: El Raval (Barcelona) y cuatro torres (Santa Cruz de Tenerife)

    Noem Herrera Lorenzo: Peatonalizacin y dinamismo comercial: el caso del centro his-trico de la ciudad de la laguna (Canarias-Es-paa)

    M del Carmen Daz Rodrguez, Juan Samuel Garca Hernndez: El espacio pblico en reas urbanas vulnerables: el caso de Aaza en s San-ta Cruz de Tenerife (Canarias-Espaa)

    Claudio J. Moreno Medina, Josefina Domn-guez Mujica, Ramn F. Daz Hernndez: Vi-sitas pastorales y geografa histrica: la isla de Fuerteventura

    SEMINARIO.

    SEVILLA-CANARIAS-AMRICA

    Antonio Gutirrez Escudero: La huella del maestro: trabajos de investigacin dirigidos por D. Francisco Morales Padrn

    Juan Jos Laforet Hernndez: Morales Padrn y Sevilla

    Eduardo Aznar Vallejo: El abastecimiento de las primeras flotas a Indias como muestra del comercio interior andaluz. El ejemplo de los productos alimenticios

    Ramn Mara Serrera Contreras: El Arenal de Sevilla, Puerto de las Indias

    Vctor Muoz Gmez, Juan Manuel Bello Len, Roberto J. Gonzlez Zalacain: Nuevas pro-puestas con viejas fuentes: la documentacin para el estudio de los puertos andaluces en la poca de los descubrimientos

    Carlos Alberto Gonzlez Snchez: La Sevilla del Quinientos: el Atlntico y su mercado tipo-grfico

    Luis Navarro Garca: Francisco de Saavedra, sevillano de Amrica

    Enriqueta Vila Vilar: Un canario universal que am dos orillas: Amrica y Sevilla

    Sandro Pellegrini: Los genoveses se instalan en Andaluca

    Manuel Lobo Cabrera: Sevilla, Gran Canaria y las Indias en el siglo XVI

    Mariano Gambn Garca: Sevillanos y andalu-ces en la colonizacin canaria y en la conquista de Amrica

    Nicols Gonzlez Lemus: Ataques navales isa-belinos a la flota de Indias en el Atlntico

    Javier Luis lvarez Santos: Los intereses por-tugueses en la ruta canario-americana durante el periodo de la Unin Ibrica

    seccin general

  • 30BACIH Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica N 12 mayo 2015

    Santiago de Luxn Melndez: La creacin de un estanco imperial espaol del tabaco: la po-sicin de Canarias en los flujos del tabaco del monopolio espaol 1684-1739

    M Isabel Paredes Vera: El Cabildo de Santo Domingo en la segunda mitad del siglo XVII y creacin del Cabildo de San Carlos de Tenerife en la Espaola

    Jos Ignacio Urquiola Permisn: Un cabildo canario en Amrica. Integracin, primeras dis-posiciones y problemas en la nueva villa de San Fernando Bjar

    Abel Jurez Martnez: Pasajeros de Canarias a finales del siglo de las luces con destino al hin-terland veracruzano

    Mara Ins Cobo Senz: La secularizacin de los cabildos: su contribucin a la moderniza-cin en las Islas Canarias y Amrica

    LAS LEYES DE BURGOS DE 1512

    Adelaida Sagarra Gamazo: Burgos 1512: la ciudad, los hombres y las leyes

    M Luisa Martnez de Salinas Alonso: Los de-bates de Burgos. Sus protagonistas en las cr-nicas

    Carlos Javier Castro Brunetto: Diferencias iconolgicas entre los indgenas de Amrica conforme a las Leyes de Burgos

    M. Montserrat Len Guerrero: Influencia de las Leyes de Burgos en la educacin del ind-gena

    Emelina Martn Acosta: Las Leyes de Burgos y las constituciones latinoamericanas: una re-flexin comparativa sobre la defensa de los in-dgenas

    HISTORIOGRAFA

    Cristbal Corrales, Ana Via, Dolores Corbe-lla: Voces del azcar en la documentacin ca-naria del siglo XVI

    Alejandro Martn Perera: El Memorial, instru-mento de mritos, servicios y estado de las Ca-narias: el trabajo en la Corte de Juan Francisco de Franchi Alfaro en 1649

    Claudia Faria, Graa Alves: Sobre ilhas, mares, destinos e escritas [sculos XV-XX]

    Irene Prfer Leske: El viaje cientfico cana-rio-americano (1799-1804) de Alexander Von Humboldt. Diarios y relaciones epistolares y su recepcin en la literatura en el siglo XXI

    ngel Ignacio Eff- Darwich Pea: Estudio co-dicolgico de tres manuscritos de la biblioteca municipal de Santa Cruz De Tenerife

    Nicols Reyes Gonzlez: Biografa histrica y mtodo prosopogrfico en la recuperacin de la memoria histrica: personajes canarios de los siglos XVIII, XIX Y XX

    Belinda Rodrguez Arrocha: La correspon-dencia privada del Fondo Arroyo Clavijo (AHPSCT): una fuente para el estudio de los vnculos histricos entre Andaluca, Canarias Y Amrica

    Pedro Nolasco Leal Cruz: Las Palmas De Gran Canaria segn las catorce ediciones de la obra del escritor ingls de viajes Alfred Samler Brown (perodo de 1889-1932)

    Inodelvia Ramos Prez, Pedro Nolasco Leal Cruz: Apreciacin de Gran Canaria por 12 escritores de viajes ingleses y franceses en el perodo de 1883 a 1910. Anlisis contrastivo

    Javier Soler Segura Una iniciativa de difusin y apoyo a los estudios histricos: El Aula Canaria De Investigacin Histrica (ACIH)

    Olga Yanet Acua Rodrguez: El movimiento obrero en Colombia durante la primera mitad del siglo XX. Aproximaciones a un balance historiogrfico

    seccin general

  • 31BACIH Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica N 12 mayo 2015

    Francisco Fumagallo Daz-Llanos et ali: Anli-sis bibliomtrico de la productividad cientfica de las ciencias histricas en Canarias en el pe-rodo 1989-2010: problemas y perspectivas

    Francisco Fumagallo Daz-Llanos et ali: Pre-sencia canaria en la Alcal del siglo XVIII: un estudio sobre la estancia de los canarios Barto-lom Casabuena, Franciso Nava Grimn y Ma-nuel Jos Verdugo Alviturria en las Academias de Jurisprudencia Complutense

    Mara Nayra Rodrguez Rodrguez: Anlisis de las coincidencias lxicas entre el espaol de amrica y el espaol de Canarias a travs de La Chunga, de Vargas Llosa

    HISTORIA SOCIAL

    Esteban Alemn Ruiz: Algunas circunstancias del acceso al oficio de regidor en la isla de Gran Canaria en el siglo XVII

    Alexis D. Brito Gonzlez: Un instrumento para el conocimiento del discurso vital de los inmigrantes europeos en Canarias en el Anti-guo Rgimen: los expedientes de soltera

    Soraya Ponce A.: Cofrada del Santsimo Sa-cramento de Betancuria. Una aproximacin a la religiosidad popular

    Mario Ramrez Rancao: Santa Mara Nueva Espaa o Espaita

    Luis Alberto Anaya Hernndez, Cristina R. Court: Ciudadano del ocano Atlntico: La Macaronesia

    Jess Emiliano Rodrguez Calleja: La pobla-cin de Valsequillo segn el padrn parroquial de 1829

    Jos M. Martn Mejas: Aproximacin a la im-portancia histrica del camello en Canarias

    Manuel Ramrez Snchez: In Loving Memory: Escritura ltima y memoria en los cementerios ingleses de Canarias

    Miguel Surez Bosa, Manuel Rebollo Lpez: El tomate en Gran Canaria: los cosecheros-ex-portadores y la comercializacin

    Teresa Gonzlez Prez: Construyendo nacio-nes, edificando pueblos. Saberes, nacionalidad y rasgos de identidad

    Manuel Rebollo Lpez, Miguel Surez Bosa: La banca en Canarias durante el primer fran-quismo (1936-1958)

    SEMINARIO. CIEN AOS DE LA LEY DE CABILDOSVicente J. Surez Grimn: Del Cabildo-Isla a la formacin de los ayuntamientos modernos

    Manuel Ramrez Muoz: En el centenario de los Cabildos Insulares: reflexin sobre un regla-mento que cambi a Canarias

    Felipe Bermdez Surez: Manuel Velzquez Cabrera y los Cabildos Insulares

    Carlos David Aguiar Garca: El Cabildo In-sular De Tenerife en la primera mitad del siglo XX. Una institucin al servicio del poder eco-nmico dominante

    Manuel J. Sarmiento Acosta: Posicin institu-cional, competencias y financiacin de los ca-bildos insulares en el Estado autonmico

    Juan Hernndez Bravo de Laguna. Los cabil-dos insulares en la constitucin y el estatuto: transformacin o continuidad?

    seccin general

  • 32BACIH Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica N 12 mayo 2015

    ARTE

    Alicia de Jess Hernndez Padrn, Antonio Manuel Jimnez Medina: El escudo herldi-co de la ciudad de Arucas: intrahistoria de los proyectos y bocetos

    Manuel Jess Hernndez Gonzlez: Las ermi-tas de Buenavista Del Norte (Tenerife). Patroci-nio artstico y mentalidad religiosa en la poca moderna

    Carlos Rodrguez Morales, Pablo F. Ama-dor Marrero: El arte de Lzaro Gonzlez De Ocampo en Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote

    Juan Alejandro Lorenzo Lima: Tradicin, mo-dernidad y cambio. Reformas de componente sacramental en la Parroquia de Santa Mara de Gua durante el periodo de La Ilustracin

    Luis Josuha Rodrguez lvarez, Juan Alejan-dro Lorenzo Lima: De templo ilustrado a monumento histrico nacional. Reformas e intervenciones contemporneas en la Parro-quia De Nuestra Seora de La Concepcin, La Orotava

    Gerardo Fuentes Prez: Pblico, empresarios, directores, actores y escenografa en el Teatro Guimer de Santa Cruz De Tenerife durante el siglo XIX

    Jons Armas Nez: Creacin, reflexin y ac-tuacin en el patrimonio: el coro de la Catedral de Santa Ana, Las Palmas de Gran Canaria

    Amara M. Florido Castro: Los inventarios del patrimonio histrico industrial: Gran Canaria y Fuerteventura

    Pablo Jerez Sabater: Arte y palabra en la ju-ventud de Jos Aguiar: a propsito de Salterio de Jos Bethencourt Padilla (1920)

    Jaime Garca Garca: Los artistas tinerfeos en Madrid (Museo de Arte Moderno, 1943). Algo ms que una exposicin

    Gonzalo M. Pavs: En defensa del honor pa-trio. Un caso de censura en la II Repblica es-paola

    Mara Dolores Barrena Delgado: Los festivales de fotografa en Iberoamrica. Modelos con-temporneos de difusin de la imagen fotogr-fica

    Fco. Luciano Daz Almeida: California: del Caballero Fantasma al Jinete Fantasma: cam-bios en un cuaderno de aventuras espaol. 1946-1951

    Antonio Cano Gins, Francisca del Mar Pla-za Picn: Canarias y Amrica. Una visin del mundo compartida. El tornaviaje de la lengua espaola

    HISTORIA SOCIAL. MUJERES E HISTORIA

    M Eugenia Monzn Perdomo: Ni solteras, ni casadas, ni viudas Las mujeres ante la emigracin masculina a Amrica (siglos XVI-II-XIX)

    Yolanda Peralta Sierra: Presencias e imgenes femeninas en Gaceta De Arte (Santa Cruz De Tenerife, 1932-1936)

    Yanira Hermida Martn: La historia feminista como herramienta de prevencin de la violen-cia contra las mujeres

    Gloria E. Cabrera Socorro: Globalizacin y condiciones de trabajo de las mujeres en la acuicultura, Puerto Morazn (Nicaragua)

    Mara del Carmen Barrera Casaas, Ana Puy Rodrguez: Evolucin en la presencia de mu-jeres estudiantes de Geografa e Historia en la Universidad de la Laguna a comienzos del siglo XXI, Previo a la implantacin de los Grados

    seccin general

  • 33BACIH Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica N 12 mayo 2015

    HISTORIA POLTICA E INSTITUCIONAL

    Elisabetta Fiocchi Malaspina: La circulacin de Le Droit de Gens de Vattel en los pases his-pnicos

    M Dolores lamo Martell: Los regentes y la presidencia de la Real Audiencia de Canarias en el siglo XVIII

    Marta Mercedes Poggi: Cabildos en Amrica, entre la historia y la memoria. Los usos del pa-sado en los textos escolares argentinos, 1880-1930

    Pedro Luis Daz Cruz: Solicitudes y concesio-nes de aguas superficiales en Canarias ENTRE 1902 Y 1919: privatizacin del patrimonio h-drico del archipilago durante la etapa de con-solidacin del nuevo modelo productivo de ex-portacin

    Jos Ivn Rodrguez Macario: El Cirujano de Hierro en Gran Canaria. Consideraciones po-lticas sobre la visita de Don Miguel Primo De Rivera en 1928

    Olegario Negrn Fajardo: El proceso de depu-racin franquista de Fulgencio Egea Abelenda, Catedrtico de Filosofa del Instituto de La La-guna

    Yasmina lvarez Gonzlez: El debate educati-vo en Tenerife durante la Segunda Repblica a travs de la prensa

    Victorio Heredero Gascuea, Aarn Len l-varez: Fuentes y metodologa para el estudio de la represin franquista en Tenerife

    Juan Jos Daz Bentez: El ataque contra el bu-que alemn Corrientes en el Puerto De La Luz en mayo de 1940

    Guacimara Ramos Prez, Luana Studer Villa-zn: La fuente oral en la recuperacin de la memoria histrica: el caso de los desaparecidos de Tenerife

    Mario Ferrer Peate: Ecos del segundo Pleito Insular: el insularismo en la prensa histrica de Lanzarote y Fuerteventura

    Nstor Garca Lzaro: Las publicaciones peri-dicas de la oposicin al franquismo en Canarias (1959-1975). Una primera aproximacin

    Domingo Gar: Asesinatos impunes durante La Transicin democrtica

    ARQUEOLOGA

    A. Caldern Ordez, A. Trujillo Mederos, R. Fregel: Estudios de ADN antiguo en restos ar-queolgicos infantiles

    Ricardo Cabrera Lpez: Frecuencia de la fosa septal en la antigua poblacin del norte de Gran Canaria

    Marcos Moreno Bentez: Desde arriba se ve mejor. Aproximacin al uso del suelo en la Gran Canaria prehispnica (ss. XI-XV)

    Jos Molina Gonzlez: Las pintaderas de Gran Canaria desde el anlisis espacial. Nuevos plan-teamientos metodolgicos

    Mara Antonia Perera Betancort, Renata Anne Springer Bunk, Antonio Tejera Gaspar: Mon-taa Blanca de Arriba. Fuerteventura. Inscrip-ciones lbico-canarias y lbico-bereber

    Mara Castaeyra Ruiz, Rosa Lpez Guerrero: Llano del Sombrero (Betancuria. Fuerteventu-ra). Aproximacin arqueolgica y propuestas para su estudio

    Diana Gmez de la Ra et ali: La micromorfo-loga de suelos en contexto arqueolgico. Una aplicacin en el archipilago canario: Fiquini-neo - Pea de las Cucharas (Teguise, Lanzaro-te)

    seccin general

  • 34BACIH Boletn del Aula Canaria de Investigacin Histrica N 12 mayo 2015

    Daniel Becerra Romero, Soraya Jorge Godoy, Vicente Escobio Garca: La recoleccin de pa-pas cras en Lanzarote: un proyecto entre la et-nografa y la arqueologa

    Jos Barrios Garca, Juan Carlos Hernndez Marrero, Jos Miguel Trujillo Mora: Investi-gaciones arqueoastronmicas en La Gomera (Islas Canarias). El solsticio de invierno en las Toscas del Guirre

    Juan Francisco Navarro Mederos, Juan Carlos Garca vila, Eduardo Mesa Hernndez: Cro-nologa y funcin del poblado de cabaas del barranco de Las Ovejas, Lomo De Las Casas o Los Corrales (El Paso, Isla de la Palma)

    Artemi Alejandro-Medina: Definicin y as-pectos tericos de la arqueologa del conflicto como herramienta de estudio del siglo XX

    HISTORIA SOCIAL. MULTICULTURALISMO Y RELIGIONES EN CANARIAS

    Jos Alberto Galvn Tudela: Sobre itinerarios religiosos: reflexiones teorticas

    Grecy Prez Amores: Del pndulo al diloggn. Dibujando itinerarios religiosos

    Lioba Rossbach de Olmos: Cruces culturales: la santera afrocubana en Alemania entre ex-tens