descripción histórica y geográfica de las islas de canaria

UNA NOTICIA BREVE -

Las islas Canarias fueron descu- ,biertas por los genoveses y los ca- talanes en 1345.

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EFEMERIDES -1 28 de ~ihri l de 1669: Naict? en Las Palmas, torlador Castillo.

QUE DEDICA Y CONSAGRA AL BWIMCIPE NUESTRO SR.

. Pedro Fhgaistin del Castillo, Ruiz de 'Verfiara, sesto Alferez mayor hereditario de Canaria y &cano perpétuo de su ca-

hild'o y regimiento.

SANTA CRUZ DE TLNRRIFE, IMPREMTA I S L E & ! A . - ~ $ ~ ~ . Rog., Miguel Miranda.

Esta abra es -propieda& del Sr. Cmdc de 80 Vega Grande, quien persegui~ú ante Ea ley al que la ~eimprima sin sa constmti- miento.

Cuando anunciamos en el prospecto de nuestra B i ~ i r o - TECA ISLERA, las obras que nosproponiamospublicar en ella, y de las cuales u n a gran parte %os habia sido frmqueada por el ilustrado Dr. D. Francisco Maria de Leon, tenia- mos elpensarniento de yrocwarnos, en cuanto nos fuese posible, los códices originales mas auténticos que pudieramos adquirir, de aquellus obras, (í. fin de compararlos con los que j~osee dicho S r . de Leon, y evitar de este modo los errores uue tuviesen las wnias.

Por b s inue~t ;~aeiones hechas con el referido prop6.G- to, supimos que en el archivo del S r . Conde ác la Vega Grande, tercer nieto de D. Pedro Agust in del Castillo, exist ia el códice original dc la obra que hoy damos á luz , y habikndonos dirigido al S r . Conde suplicándole 410 solo que se sirviera franquearnos dicho códice, mas tambien autori- zarnos para su publicacion en la Biblioteca, hemos tenido la particular satisfaccion de que con la generosidad de que ha dado repetidas pruebns su patriotismo, pusiera ú nuestra disposicion el manuscrito original que exist ia en su archivo, y nos autorizase para hacer de 61 en nuestra Biblioteca las e& ciones que fuesen necesarias, sin exigir por la propiedad de dicha obra que le pertenece, retribucion de ninguna clase.

. A este acto t a n noblemente desprendido y patridtiro, deberá el público poseer l a estimable obra que damos á lug; cumpl2mos nuestro deber dándolo á conocer, y nos conapla- cernos en tributar en la parte que nos corresponde, este pú- blico testimonio de gratitud al generoso patriolósmo del Sr. C'onde .

Los EDIT~JRES.

Respuesta ds D . Diego A b a ~ e ~ de Silva, prehendah de e ~ t a santa Iglesia Catedral de t'anaria, al Sr. D. Pe- dro Agurtilt del Gustillo, Ruiz de Fergara, alferez mayor perpétuo de esta isla, su decano perpdttco; sobre la histo- r ia de estas islas que dicho Sr . pretende dar 6 luz, y se

dignó remitir.

Cuando para- inmensa deuda buscaba satisfaccion u n cuidado, siendo diligente exactor. el afecto: cuando por. no hallar decente alhaja para la recompensa en todo e l erario de mi ~osibilidad, recurria a1 inagotabk de mi gratitud, .(íinico modo de satisfacer) cuando es de tan soberáiia esfera el favor: cuando desesperanzadas de ejecuciones mis fuerzas, me contentaba a mis solas con liti- garle mayorias mi afecto al grande, que en usted conozco, me previene usted con un favor, tan esquisito, que por ' serlo no .alcanzd en sus imaginarios espacios la fantasía A soñarlo.

Reniitcrne usted (dice su modestia) para la censura (yo digo para mi admiracion, y enseñanza) la historia de nuestra$ Afortunadas islas de Canaria, nobilisimo parto de su erudicion fecunda. R'o tiene tan elisticos vuelos la critica, que presuma registrar tanta altura. No admito el moti- vu; pero la ocasion que me da tanto gusto, agradezco.

Estimo, Sr. mio y mi dueño, la* reniision del libro que es favor el mas escesivo de su generoso pecho. Unos libros envi6 la-rephblica de Bal)iionia B Ezequías, (1) glorioso rey de Judea; queria gratificarle, y no halló mayor don que ofrecerle: tambien consia que envid dones que ame- dilasen sus lihercilidades; cornpondrianse sin .duda del oro mas fino del Oriente del mas pulido diamante, &c. pero nótese el orden con que se refieren. Los libros en lugar primero, los .dones en scgundo. Jlisrit libros, et dona ad Esechiant. Los libros primeros en graduacion; porqueco- ino lo mas útil son , los lilros lo mas: los dones, aunque ricos;. como lo menos, depues.

;,Y, . que fuera si. el rnisrrio no1.k impulso de la accion . .acauda!ase, como. este para mi, tanla honra y utilidad? l o úlil. se . conoce en lo quo me enriquece, pues leccion*

. .

tan deliciosa lia sido dulce riego, que lia fecundado de tanta erudita noticia el árido estkril campo de mi nial cultivada intelectual potencia. Como leia tan gustoso, quedaba jamas satisfecho.

QUE semel placenb, el dscies repel,ita placebunt: (1) logrando a! mismo tiempo en lo repetido, usuras de interesado. O causaria sin duda tan insaciablesed el afecto, A quien ya con la repeticion hidrúpira, no apagarian su ansia todas las innundaciones del Kilo. Legi tanta anitni voluplate, quanlo amore ejus autorem semper prosecutus sum. Sed eurn leyendo dum cupio sedare sitim, siíis a l tera crescit." (2) Todo puede ser, y todo es así.

La honra se sabe por lo que me favorece; no porque pueda decirla, pues el mismo pudor de no merecerla, se- lla el labio para no poder esplicarla. Cediendo en esla parte el inter6s al sonrojo de no merecer tan hoiiroso favor, intento cortar el curso á la repeticion, que d e l ~ c recelar con una ingratitud. HAcese indigno del henericio quien ofende 6 su benefactoi-, ingrato. Pues para que de este no me vuelva usted á favorecer, l o le sabrb muy bien agraviar. Herir6 su modestia, que es lo que usted mas estinia, salpicando el esplendor d e tan lucida prenda de que usted se adorna: y para que la herida sea mas sensible, es el primer golpe tan fuerte que t iro desde Juego á sacar sangre.

Reconoce V. por gloriosos ascendientes, los mas nohles y esforsados Mkroes; y hahlando de mas cerca desciende V. de los mas famosos caballeros que pasaron de España á esta conquista, y en pueslos y ~ a l o r se señalaron en ella; como tanihien dos veccs de los entiguos Reyes 6 Guanarternes de nuestra Gran Canaria, y todo lo calla su modestia, hallando en esto solo diminuta Id Historia. Sabe V. niuy bien que:

Viriulz dece, non sanguine niti; y asi procura esmaltar el oro de la cuna con tanta singula- risima prenda como adorna su persona.

Si corriera con tanto acierto mi pluma en escribir, como V. en el pincel, le pudiera yo oon toda puntualidad re- tratar. Mucho tuviera que aprender Apeles, Zeucis, Par-

(1 ) Oratius, itc arle Poeticci. ('2) 8la.i.ticr.lls: in e log . Mirand.

- --.. rasio y el Ticiano, si iiulieran alcanzado este tiempo. En el estudio de humanas letras y ciencias matemáticas, con- templo á vd. tan erudito, que se queda muy atras, el Be- raldo. Tan puntualisimo Cosmógrafo, que solo parece se ba ejercitado en Euripides, Ylotomeo, Estrabon ó Pomponio.

Ni se lia ocultado 6 vd. la inteligencia de algunos otros idiomas, que habrán servido para fecundarse de forasteras

aot ic ias . Con tanta porieccion entiende vd. el franeks, corno si fuera nacido en Paris. Dígalo el diccionario de Mo- reri, tantas veces repasado: y esto todo sin haber salido de nuestro afortunado recinto. Aun mas. En todo hablar como maestro sin haber sido discipulo: dificultad que no se si la venci6 un Gerh imo . <~Numquan ab adolrscencia, aut Iégere, awt oiros doctos, que nesciebam interrogare cessavi; a tpe me ipsum Magislruna habui." (1)

Pero aun estoy en los umbrales. Todas estas prendas son como bultos, si birn lucidos, d como hermosas efigies, I

que adornan la antesala de mas herciicas virtudes. Es tas mejor que mi pluma, las publica la esperiencia y vocea la

-hma. ¿QuienL ignora el acierto, la rectitud, la prudencia, con que mas de dos veces ha e~ercido vd. la justicia? Con saber que vd. manda, se compone la República: el licencioso se contiene: el bueno se complace, los unos tímidos, los otros

1 satisfecbos y todos gustosos. E n los lances ocurrentes de mas dificultad, siempre se ha esperado para la resolucion d dictámen de vd. Digan10 t a n t ~ s informes hechos por el bien comun h los primeros ministros, todos los Consejos inme-. diatamente á S. M. tan llenos de prudencia y erudicion, y

*en que han tenido todos que admirar y nuestro país mucho que agradecer. Pero adonde me voy empeñando! Arrojo piricel y lienzo, que por rudo y tosco,. rnal puede hosquejar estos internos dotes del Iínimo. Con- cluyo: Silio ItBlico Hispalense, poeta singular y celebre orador, f2cé comtum air. A vd. Ie viene como nacido este elogio, pues es uno que vale por ciento. NO quiero dar mas que setrtir á quien quiero tan bien.

Vublvome ahora B la Historia. No hay antigueJad que no comprehenda. Pero para

decirlo con acierto, dirc! con Claudiano: Uno se peetom

cnnc1a wf usfas cosididit et major colleclis viribus, exit . Todo lo sucedido en nuestro pais isleño vivia sepulta-

do en un profundo silencio. V. con su aplicacion lo estrae I del leteo del olvido al Teatro del mundo: nuevo eslabon en l

la cadena de nuestro agradecimiento. Pero es digno darcpa- ro, que siendo todo tan antigun, á todos coge de nuevo. « Per tcpostwritas graluletur, quodante, vetustas non inre- llectum venerabatur. Cum dicm nove, non dicas nove."

Tirana jurisdiccion la del tiempo! Cuanto en su vas- to imperio se obra, tanto consigo mismo sepulta. Solo la vivacidad de una pluma sabe barajarle su saña. "Eaque gcruntur i n tempore, ne labalttur cum tempore, vivares littere debent menzorim commendare." A estas islas aumen- ta usted su fortuna, dando con los vivos de su Historia, nueva vida á su Patria.

Pero ya que ahora he logrado la ocasion, quiero (es lo que me toca,) preguntar para saber. Siempre que he leido el capítulo 32 de lnsulis Forlwzaiis, (1) tan decan- tado de Plinio, en que de ellas habla con claridad y acier- t o y de que usted se acuerda en su libro primero m$¡- tu lo 4, se me ofrece grave reparo; pues hallo que las que numera son ocho: Lalzzarote con el nombre de Pluvialia, por no tener algunas fuentes, que la rieguen con sus cris- tales, sino las que pró\ idas la ferian las nubes: C a ~ r a r i a la que ahora Fuerteventurtc, por las muchas cabras que aun hasta ahora se liallaii en ella: Hombrion el fierro, por sus árboIes y estanques tan celebrados: Junonia minar la G'o- mera: otra Junonia la Palma: Nivaria Tenerife; por la rnu- cha nieve de su Teide, elevado monte: Canaria siempre Ca- naria, á quien nos la pintacomo la hallaron nuestros españo- les, poblada de palmas y pinales. Las referidas son siete: en- t r e estas desci ibe, otra que llama Oram Solis ( t i 0 sC si por estar mas á Occidente) 6 Picmariom ab especie, por lo espacioso de un valle. Es fkrtil de árboles de estraña magnitud, pues dice se dilatar1 hasta 144 pies. Las noticias que dá de todas la esperiencia las acredita veridicas. Esta sola octava (;m todas sus serias s.: igiiora; ni entre las descu- hicrtas se halla. Estoy por creer si es la que llamamos de S. Blandano ó Rlandolt. En todo adhiero mi dictámen al

( 1 ) Pliitio, l ib. 6 c a p . 32.

de vd. en a t a s materias tan erudito, A quien venero como U oraoulo.

Declaro ya directamente mi sentir; pero templando mi insipedez, con la sal de Marcial.

&uid sentis, inpuis, de nostris Marce, libellis? 3ic ate oolicitus, Yontice, sepe Togas. ctadmiror, Stupeo, nihil est perfectius nllis" (1)

Deseo B vd. ililatadisima vida, gloriosa desc.endencia, para esplendor de la patria etc. Canaria 15 de enero de 1737 años. B. L. M: de d., su nias seguro capellan y ser- vidor.-Diego Alvarez de Silva.

Pudo haber hecho resaltar D. Die8o Alvarez e l esplendor del Sr: D. Pedro del Castillo, si liubiese leido el diccionario de Moreri, quien afirma (con todos los esrritcres, que cilacn Iii palabra Castillo) que lospersonages deesteapellido descienden del Cornelio Centurion, que florecib en tiempo de Cristo, y el primero de la gentilidüd que confesb á Jesu- cristo por verdadero Dios. Vease dicho Autor en la citada palaha Casli2lo.-Kri hijo de sanio Domingo.

El m o r A la patria, que como ensefia Ovidio, (2) PS de mayor valor qiie otra riizon, me ha iiiipelido, y hecho vencer cl piiclor de aiidai i~cndigando inas de cuarenta años Iia noticias, papeles, y libros, que fuesen has- tantes á dejar perpetuada SLI d ~ ~ l c e memoria, como nos dijo el misrno Ovidio (2) lo que me ha parecido que solo la pudicra dar por una historia particular de estas fortunadas islas de Canaria, su descuhrirnieiilo, naturaleza, y costumbres do sus naturulos, conquista, y varones ilustres, que de ellas se han producido.

Yero la variedad niolesta (le encoiitr;idas opiniones as¡ en los sucesos, como en los tiempos, en que Iialhri acaecido, me Iincia di ficilísiir,a. CS:U cmprcsn, como sentia Kii4tcro (3) mayormente cuando me Iiallab~ sin recurso de Archivos, en que los papeles de sil antiguedadsc guardasen, por las invasiones, y saqueos que los enemigos de nuestra santa lb, solo en la de TcncriTt? no las han Iieclio, lial)iendolas padecido todas las demas. No lin- biendo tenido otro favorable encurntro que cl de la historia, que en lengua' f r ances~ escribieron de los Lieclius de Mons. Juan de Bethencourl, sus capellanes F r . Pedro Bontier, y l uan Eevi:rier cn estas islas, y uuos testimonios autenlicados, que en nuestro poder se conservan, corno .interesado en los de D. Fernando Guadartheine, i i l - t imo Rcy de esta de Canaria, y otros manuscritos has- tanteniente, fi rni coiisiderasion defectuosos en rnuclias partes: y aunque el bachiller Antonio Viann escrihiú en verso la conquista de estas islas, y D. Juan Nuñez de la Peña, como naturales y veciiios de Tenerire, esmeráron- se en la de su patria, dejando las deinas Inuy desnudas. Y siendo esto para tanta o l m (que lo es grande para mis cortas fuerzas) pocl~s nlat eriales para atrcr erme á plan- tiricada, como muy limitados rnis talentos para tan arduo intento: Confieso he eslado muchas veces para rehusar

(1) Esl el amor patrio? rntione o a l e n l i w ami. OvA. ep i s t . nd Rufin.

( 2 ) Diilcis a m o r palria! qud t io~ ipres lan i ius u l lum, Ouid. lib. 1 de Pont. s l eg . 4..

(3) Kirktrius (pat. A l h a n ~ i t c s ) iti proemio lat. illtcslr+

XII

tanto empeño de que no me ha escusado el sentir de algunos fiiios amigos á quienes tengo oblijacion de aco- modarme, como quiso Aristoteles, (1) persuadihdome, para que venciese mis justos temores, con que rio dcj* se ofendida coii el olvido, que de ellas se ha tenido, iio dando la mas exacta noticia, que se pucda de su antigiiedad, de su sitio, da las costumbres de los que las habitaban, de las luces que tuvieron del evangelio, del valor que mostraroii cuando se conquistaron, y de los varones escelentes, que vinieron á cmprerderfa. Y aunque ser& muclra gloria para mi, si logro satisfacer alguna parte de las muchas, que se necesitan para esta historia, será acos- t a de las mas trabajosas tareas, como esclamd Salustio (:2) lo que dar6 por bien, si tengo la felicidad de conseguir mi deseo, y ddr B tu posteridad de tos tiempos la memoria de los in4gciec Iicclios de nuestros mayores, para nuestra imilacion, coino dice Plinio (3) y las mejores noticias de nuestras islas, y patria, caheza y metrhpoli de todas las de esta provincia.

Pues aunque algnnos quieran presumir de los que lian sido histoiiadores de ella, pasion en sus relaciones, afectare t?n todo igualar, y animar mis escritos con las mas ciertas . y fie1e.i relaciones originales, q u e lia ~ o d i d o c o n s e p i r mi diligencia, la que no he perdonado, hacien - dola no solo en estas islas, sino hasta pedirla en la real biblioteca de S. M. y otras obras de estrangeros, que re- cito por vestir mi historia con el aliño de las mas lieles comprobaciones, aunque padecerá los desaliiios, y despil- farros de mi tosco estilo.

Si en alguna parte lograre el que mis noticias puedan mover á otra mejor pluma, á que las adorne, y her- mosee con otro mas delicado estilo este asunto, y logre yo hacer á mi patria -el I~eneficio de resucitar el olvido

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(1) Oporíet me amicis accomodaré. ArGt. dib. 2 mayor Mo- ral. cap. 5.

(2) Mihi quidem, lantct si haicd quemquampar gloria sequa- tur scriptoretn, el uuthorcm rerum, tamen in primis arduum aide- trir res goslas narrarc. Salustius in proemio su@ hisforioe.

(3) Laudare oplimos airos, ac pcr hoc p - O C ~ T C B . F E ~ U ~ speculn Eumine, quod vidcíur ostendere mulluv utililafis habel, arrogantiw nihil Plin. Juaior. l3pis1. 15,

que sus antiguos hijo3 Iian tenido á su natural obligacion, y amor á los propios, como lo dijo S. Cirilo (1) y nos ,dice el Espíritu santo (2) la tenemos de alabar á nuestros parientes gloriosos en su generacion, lo que ser- virá de estimulo á los sucesores, para solicitar merecer lo mismo con sus virtudes: lo qiie declard S. Gregorio Na- - eianceno, disculpando el alaba o w ~ e e i e s e - d e - i ~ ñ - ; pues habiéndose 11a 4 lado oprimido con esta. dificiiltad el fúnebre panegírico de su difunta hern~ana Gorgonia

(3); resolvi6 que callar terdaderas glorias seria delito, aunque fuera en propia causa: dando la riizon que seria nias infeliz la virtud de los propios que la de los estraños; pues aquellos padecian el silencio por propios, mereciendo estos por estrangeros' las aclamacionec. Aunque engrande- cer al patriota y pariente lo quiere, y solicita impugnar siempre la emulacion de .lus muchos, que desconfian de que se haga niencion de los suyos, (si es que haya alguno que se haga tan poca merced) y satisfaciendo á su quejo- sa envidia donde no hay razon, sino á lo menos voluntad que les acoinpaña; les dirB lo que Virgilio (4)): que á los cuerdos habrá parecido bien el motivo; callen los necios.

Y porque las cosas que mas enoblecen una provincia, Reino 6 República son los naturalas que de ellas han salido, y tenido (por su valor, esfuerzo, letras ó virtudes) dignidades eclesiásticas, politicas 6 militares; harC mencion de los que he podido conseguir su noticia; no s ihdome posible hacerla de todos, lo que me es sensible por el honor que de ellos consigue la patria y sus parieiites, pagando el descuido de los mayores de todos Estados que no procuraron conservar sus niemorias, de que tenemos en todas nuestras islas bastantes escarmientos; pues escelentes Varones mas

( i ) Omnis enfna horno afficitur ad coinitem suum. Cathec 13. (2) Laudemus viros gloriosos, el parenies- nosiros dngenera-

tione sua. cap. 4.4. ( 3 ) Nec externus gdsquem laudetur si laude indignus sil,

nec familiaris el domeslicus conlemnatur, si virlutis laude przslet ne diocui el illi in lucrum ceda1 quod alienus ess, et huic detri- mento sit familiaritas vitce qua consueludo. Greg. Nazianx, ín m a l . ita morte Gorgoniae sororis sua.

( 4 ) Si forid virum quem conspexere silenf. Virg:

XIV

atentos á ejecutar que á escribir, nos hacen carecer de muchos 1)lasones de que pudierarnos repetir estimaciones, con vanidad permitida, hallando alguna luz por contingencia e n t r e inmensidad de tinieblas, perdiendose por estos olvidos

1 los lustres que se merecian, como esclam6 Séneca (1) siendo palria de un ilustre hijo; por serlo del poeta Homero liti- gan S Z t ~ e - c i u d a d e + - ~ ~ ~ ~ ~ ~ n o s dicen Aulo Gelio y Marco Varron. c2) -----___

Y aunque en el progreso de esta historia pudiera omitir la cila de muchos autores, por si mi lector los tuviere Q mano y quisiere examiiinr la verdad que en todo afecto, y logre sus deseos, he querido mostrar en alguna parte, y tras- lado lo que vimos mas notalble, pues por su autor quedará con mas validacion lo que refiero.

No poco siento el no haber podido lograr (por mas que lo he deseado) el seguir esta historia con la cronología tie- cesaria á la mas perfeccion de ella; pues esta y la geografia son los ojos que la hcrmoscan y conducen á la mayor inteligencia de sus lectores, como tiene Mons. de Valemont. (3) Yero ya me esforzar6 a que no quede mas que tuerta, y con la falta de un ojo; y que el de la geografia le tenga con In menos mala luz, que le pudiera dar mi turbia inteligencia y ceguedad, que he padecido desdc edad de siete años, en que perdí la vista para una corta distancia, aunque gracias 6 Dios bastante para la cercania sin anteojos.

Pero ya en cerca de setenta años con que me Iiallo, necesito mas de la piedad en mi lector, y por mas de cuarenta de aplicacion á complacerte; lo que no cstrañarás, sabiendo que los hombres mas elocuentes y eruditos ~ a s t a r o n en sus historias: Paulo Emilio treinta años, y Paulo Jovio

I treinta y siete en la suya, corno nos lo refiere el P. Moynet; (4) y que Virgilio empleó en una obra doce años, la que en doce horas de leccion se finaliza: aunque no sea la min para estas comparaciones por lo pobre de mi ingenio, siendo los suyos tan elevados. Si en algo hubiere acertado,

( i ) Part. controversiarum. Lib. 1 conl. 6. (2) Ssplem Urbes certcnt de stirpe insignis Homcri. Smirna,

Rhodas, Colophnn, Salamina, Chio, Argos, Alhenas-Aulo Cielio lib. 3, cap. 15. Varron. Lib. 1 de Icbsirnágeneb. ó 12tablns.

3) Mons. de Valernont. De los elementos de la historia lib. f. 4 ) P . Pedro.Uoynet, en su Arle dela hisloria. Di#. 1 , cnp. 1 .

apreciamelo, porque liabrti dádote gusto que es la qucl he deseado, como compatriota; y sino lo he logrado, perd6- namels. Vale.

PROTESTA DEL AUTOR.

Con el mas profundo rendimiento, obedeciendo los de- crefos de los Sinos. Vicarios de Jesu-cristo, y de la santa general Inquisicion: Digo que cuanto liuhicre referido en esta hifitoria, algunos succsos de personas virtuosas, 6 que tengan alguna fragancia dc santidad, milagros 6 revelacio- nesj no es mi ánimo el prejenir de ningun modo el juicio de nuestra santa madre la iglesia, B cuya infalibilidad toca declarar su certeza; y lo que no lo fuere, doy por no dicho, lo nnuio y repruebo: no queriendo otra cosa que lo que quiere nuestra iglesia Romana, sujetándome con la mayor humildad ii sir corrcccion, no pretendiendo se les (16 otra especie de erCdito, que el que merecen las relaciones fiisto- riales; y a 4 lo protesto.

PRINCIPIE 1)E ASTURIQS.

Siendo el Sr. Rey D. Fernando el quinto, glo- tiaso progenitor de V. A . entre losiieyes de España. da- los snins Ceiices, y quien mi;s dilatb su monarquia, y pro- Pg6 la cntti l ica reiigian, y quico hizo la conquista de í,anaria, que abrió puerta á la de u11 nuevo mundo. Y siendo Y. A . el que .despues de mas de dos siglos nos resucita con su aususto nombre, el dc monarca tan in- victo, danclonos su gcncroso Animo firmes esperanzas de q i x á SU imitncioii, Iicirnos de conseguir aquella misma fama, y gloria eterna, que se rncrccieron sus Iiazañas, y vicrido tarrihien sepultadas la qiic de su real brden hicieron siis vnsallos en estas islas; Iie querido ahora sacar- las de !as tiuie?~las del olvido, Iiaeithdolas públicas en csie li!)ro. que ofrezco reverente 5 los pies de V. A .

Suplico á V. A. con el rnas prcí'uudo rendimiento ¡o rli! la nccptncion, que iie coi~fiado de la Real piedad, y l-ict.;igr:idad de V. A . no por entendw que oferta t a n peqtiefia sea digna . d e tanta grandeza, sino para que la de1 augusto norribrc de V. A., sea defensa, amparo y auspicio, que libren cstc rnispohre trabajo de lasimpugnaciones de los pocos pios y menos rcspebuosos, y atentos á la venerable antigüedad.

Nuestro Sr. guarde la preciosa, cuanto estimable vida de V. A. como esta Monarqiiia ha menester. Canaria y Ericso de 1739.

cioa Risf6ric.a y Geográfica d e las islas de Canaria.

CAPITULO J.

el origen de las islas, y asiento de estas de Canaria.

@x3V@@~a* mas hermpsura del mundo y convenien- IYRF@WW cia del g6riero humano, pobl6 su soberam

@i"v'<$~@~riif ice el mar con tanta diversidad de isla- * f ~ ~ d i s t i r i g u i d a r , y separadas de la grande que , @ @ X W Q V G

&&'e~~Q%t%conticne la Tierra; pues a u q u e estas sori &$&&a$x,niembro de ella, y ser tainbien aislada de las aguas, por su magnitud se llama Continente 6 Tzerrn Jir- me, hacii?ndoIa mas cornirtiical)le por rmdio de las islas y sus vecindades, que en mas 6 menos distamias se acercan ti desvian, dando refugio y descatiso á los hombres en sus navegaciones y cnmr~rcios,

2. DuUoso g coatrovei.so fui: entre los fil6sofos antigiioa y modernos, si las islas fueron todas mostradas en el dia tercero de la creacion, que congrcgó Dios las agoas, y des- rubri6 la Tierra, como se v h en el Gb:iesis;(l) 6 si sw forma- - -- _____----

( i ) Genss. Cap. T.

rbii ;3i%püiis de los d e s g ~ r ~ s del Dílu~ioZTriiverc,af~ d p o ~ tcr- fs&i$di; $iuelob nacimientos: cuyo proi,lc!ma decidieroii los padres del colegio Conimbrisense (1) atirn.~ando haber criado el, todo Poderoso muchas íslss en el priiicipio del mur) do. sin negar las otras opinioiies.

3. El babe.r niicido muclias islas (2) y apnrecido si'alri- tamente en el mar, lo dice EsLrabon. Beriere I'liiio, y ?,en- ciona Aristdteles á la isla Delos, Tcra y Terrack en el inar Egeo, que dice SCneea y Mcxia, con otras que lrac el rrtis- mo PPlinio y otros escritores aiiti@:os; corno tarni~ien hun- dirse muchas ticrr,is con maraviIlosos terremotos, srimer* gibndose en las aguas muchos espacios de tierras, y levnn- tando otros del mismo piklago y de la misn~a suerte, rompiendo lo interior de los continentes, dejando aislado lo que antes er2 firmie; como lo fuC Sicilia con Cniabria, Ci- pre con Siria y otras que trae el mismo Plinio con oiros fil6sofos. 1. Supuestos estos principios que nos dan tan anri

guos como graves 3utores, tuvieroo muclias islas; 110s dejan campo para poder inferir, que las nuestras de Canaria, Cuya historia emprendo ;i escribir, pudieran ser reliquias d e áquelis isla Atlá;itida tan Faniosa, y cantada su gixiitio- za mayor que la Afrlca y Asia juntas. que dicc el Criciíis de PIaton en su T i m o que a ~ r u e b a Tertuliano y refiert? Eusebio, Iiaberse allegado con un terrible diluvio en el espacio dk un dia j una noche; cuyo as.ieiitci dicen tenia h la salida de las columnes de &'?rcil!e?; b Estrec!ii~ q 1 1 ~

;o? I!arriamos de Gihraitar, cr? este mar e)ci:ano, que s k i - do asi 'no pudiera menos su ' m a g o i i ~ d , que tener ocupa- do el sitio de astas naestras islas, y correr granOes di$- tanciiis hácia ia parteOccidental; b ser fragmentos dc oi.ras ttinipestades y terremotos que se mencionan en el prblo- gt del mismo Timeo dePI::ioti, haber padecidoestsscostas do kfrica, Besrnenbrádose de ella, como Siciliii de Italia, como tie- rie el padreEspinusa;auiique.semeoponeelquesi estolueseno d ia r i a Iiaherseconswv~doen .las grutas, bsilbterrineos algu- Bus de los diversos aiiimales, 6 fieras que se producen en su

,(1! PP. Coninbrtcenaes. Lib. de Celo ot Mundo infin. Stromal 2. n. 3.

'(2) Burlolom. Maslrfus, tomo 3. Phytoi . da. Celo, e t iifuado. Quest-4 art. 6, n. 172. I

1

w n t i n e n t e africano. lo que fuera mas dificuItoso en Ior hombres, por la menos resistencia de su naturaleza, sobre cuyas opíniones puede elegir, y seguir el lector la Que mas gustsre, siendo la mia, si danios cridito á Pla- ton an su Atlantidad, ser esta origen de las nuestras, si- tuhndolas el admirable artifice, autor del Universo, en lo

. mas, benigno, saludable, fCrtil y templado de los climas, en que la dividieron Claudio Tholorneo, y Lof dembs ge6grafors

Del sitio de nuestras islas en el mar Ockano, costas de lor rontinentes, que sus aguas baAapueblos y reynos mas 6e- &cos, y origen de los habitadores de estos:

1 Saliendo del mar mediterr6neo (principio de la navegacion) por el eslrwho de Hkiccles (hoy de Gibraltar) a! dilatado ocbano, que haiia las riberas meridionales de E s p ñ a , y las occidentales de Airica; se encuentran estas islas do Canarias, en 27 á 29 grados de elevacion del polo ártico, segun la division de la esfera, y en et. primero meridiano de ella, para 1a graduacion fantistica do longitud oriental.

2 Distan 250 leguas de la costa de Europa, y España, poblaciun del patriarca Tubal, hijo de M e t , y nieto d e NoP. Q los 143 años lesp pues del universal diluvio, segun Castillo (1) aunque Cepeda @) el año 131, en quedife- rencian otros. Iristruy6 Tubnl a sus gentes en el temor de Dios, y que pidiesen lar aguas, cuando las iiccesitasen, darido adoracion y declarándoles la Icy natural en que ba- hian de eivir, rnanteniendose de frutas siivestres, y vis- tibiidose de las pieles de Ius animales que mataban. Su- cedible su hijo Ibero, que di6 su nombre al reyno, como tiene Castillo, (3) p por su muerta sucqidió en el ldo- bca, el que procre6 á Brigo, de quien procedib Tago que Tu12 quinto Rey dc España, quo tanibirn fuC po-

.ti) Julian del ~ a s t i l i o , liist. de los Reyes Godos, l ib . 2 Disc. 2. ( 2 ) Francisco Cepeda, Resumpion general de Espa.na. ,(S) ,%lio.n del Caslilh, His!oria de los Iloyes Gogoa, lib- f . m ' lo aftadido Dicc. 2

sblacion de Africa, A quien sucedió su hijo Beto, de qug tom6 el nombre de Bélica la Andslocia, siendo el Glti- mo de la linea de No&, que destruyd Deavo, tirano padre de los Geriones, á quien succdió Hispalb, 716 años antes dcl nacimiento de nueslro Redentor Jesucristo, conforme Cepeda (1) manteniendo aquella sensillez primera.

' 3 Despues reinaron Hespero, y Atlante, y lrssucedii> Siciilo S; hijo, en cu lo iiempo*ú no mucho despucs, segun el padre RIariana ('2) infestaron á España ltjs Zu- zintos, naturales de la isla de Zazinto en el rnnr Joriio, inficionBirdola con la idolatría de los Griegos &c. (3)

4 Y retrocediendo del cabo, que hoy llamamos de S. Vicente, uno de los mas occidentales de Europa, y de Esj~aña por su ribera de Portugal, y Andalucia, puertos de Ayamonte, Buelta, Palos, Sevilla sli hIetr6poli, S;: i

Lucar, puerto de Snnta Maria y Cadiz, hasta la deseio- brxadura del Mediterrjneo: pasando la division de la la- t i tud de tres leguas de mar, la costa occidental referido de Africa, tercera parte del mundo, nombrando este vs- pacio del ockano, mar Gaditarao 6 golfo de las yeguus, por lo proceloso de sus ondas hasta el paralelo del cabo de Cantiri de la misma Alrica, que está á 32 grados de altura; cuyo terreno seguir8 hasta el cabo de Bojador. que es lo que cornprehendo en mi carta Geogrhlica, qcie precede á este libro, y los mapas que van tambien de- lineados de mi mano, para mayor inteligencia de iai asir&- to, y del progreso de 61, vietido el lector los sitios y pn- rages, donde fueron los swesos, y cacos que reriero do cada isla.

5 Son continentes á esta occidental costa de Alrica, las mauritanias (por el nomltre de los mauropíioros que la habitahan) provincias con que numeró el emperador 5lio Adriano á Espafia, año 99 del naciriiiento de Cristo sefior. nuestro, segun el padre Mariana, (4) Cepeda, teiiien-

(1) Ccpeda lib. 1, cap. 3 de su Resumpcion, hist. de Espada. ( 9 ) El P . JuanYariana, hist.gen. deEspaAa, lib. 1,cay. 1 1 y 42.

, (3) D. Lorenzo Malhcu e!z su adicion u las Jlores hislo~ia!ss de Busiere, parte, cap. 4 .

( 8 ) P. Maria?ia hisl. genelaal de Espalia, l ib . 5, cap. 5. Juab Bolero Denes, Aelnciones universales de{ UunJo: parte l.', lib. 6 ,

.DE CAXARPAS.. ' . . 5

do estas africanas provincias por capilal,es, los ciudadcs. de Fez, Marruecos, y Tarradante 'del regno de Sus. .La primera de ochenta mil vecinos, segun Juan Botero, Mar- ruecos de diez mil, coriforrn- al misino autor, lo que cs- fuerzan Ahraham OiWio, y T.iiis del IjEirinol; y la uiti- ma. de tres mil, aunque hoy las considero mas nii- nacrosas, coinprelicnder!se estos, y otros,iniichos, y graridcs pueblos, y reynos eii el nombre de Berbcria, dado por..siis primeros poblailores, que llamaron btírhiiro~, sitmdo esta opiriion mas comuti entrc lo; inisinos africaiios, que rc- fnere Mármol, (1) aunque otros tienen, que p o r , lo bes- . t ial de los que le habitaban. t . . .

6 DominQronlos diferentes y 5. estos,. Íiues- tros Espaiioles godo$, y los Romanos cristianos, ó q u k - ues dividid 1s salita, iglcsia, y sedc apostólica cn difercn-. tes Qbispados y H)iijct$s, que niushos lueron sufraghneos á la santa iglesia iiispalense, 6 de Sevilla, que rnencio- ria D. Diego Ortiz dc ZUñiga (ii) en los anales eclesihsti- cos de Se\illa, año 1251 -nhm 4, coi, Oderico Reg i~~ l t lo &C. y como dice el caballero Prdro Mejia (3). en sus Ccsa- ros antes del emperador Claudio, hasta mas del aiio de 700 de Cristo, que dice Mármol (4) y Pedro Dnries (3) que ontrb eii estus tierras la infernal secta de Mahoma, cuya

' rriuerte habia sido por el dc 622, s q p n Antonio &hc- Ilcd y el padre Bleda, 68 años antes que infcstrisen est'as tierras siis torpísimos secuaces, Maramamolin, corno m e n - ta el Ahad Carrillo, (6) Airibrosio de Morales, Mar ian~ (7)

otros; y úIiirname!ite winarori los Benaiiiariiics en Fez,

pkg. mihi 13%-Abrahan Mort4 i0 , l ka l ro del Mundo, Ta- bla 111, Luis del Mcirmol, Descripcion dc Africa, lib. 3 cap. 40, parle

( 1 ) . Luis de l Múrmo:, hist. de Afviea, lib. i , cap. 6 dc )a descrapc?on de Afrfca.

(2) D. Diego Or t i z de Lufiigu, Anales de Sevil la, a ~ o de 1251 nhm. 4 .

(3) Pedro -9fq'ia, en s w Cesares, vida de Erdclio cap. 3. ( 4 ) Luis d d ~Mdrmol, f í isí . da Africa, l ib . Bcap. 3. (4) Pedro Danes, Generales temporuin notis. pay. mihi 259,

nirm. 6 ( 6 ) Ábad Carril lo, dñnles del Mundo a50 tle 661, Iib 2, prig.

mihi 197. (7) P. Mariana, cap. l f del l ib . 6.

Narruecos, y Sus, l m t a e l año de 1571 que fueroo ren- cidos por los Beni=Otazes, y muy luego lo fueroti estos de ios Seriics, teniendo cada unos en sus tiempos en los referidos tres reinos, solo reducido á su poli- cia (tal cual cm ella) sus Cortes, Ciudades muradas ú &ros pocbs nias lu.gares, porque todas las sierras campañas, y los mas pueblos abiertos, los ocupaban 1,s Arábes, corno hoy se ericuentriin, y otras gentes rurales, que vivec sin sujecion, sino de algunos Jeques, robándose unos á otros 1 os ganados, vivierido en tiendds de cueros de animales J .oduarcs; b como les ofrece á la conveniencia de, 'los pastos, c o n h r n e la estacioii del tiempo.

7. Fertilizan estos reinos las muchas nguns de fuentes, .y de los grandes rios que les descienden de las fiildas del celebrado monte Atlante, que haceti ser abundantísirnos de trigo, cebada, arroz, vitias, olivnres y todos los drni;,s frutos para el mayor regulo de la licenciosa vida de sus h;il~itadorcs, corno en sus pastos y y e r l i a p viciosos ganados de todas suerte . y animales domEsticos, para el servicio: ~ i~Lal lur ,

-asnos, mi!los, cameilos que en abundancia se crian, y ,enti- dos, ~ i e r v o s y gazelos en sus sotos, 6 infinidad g variedad de fieras, dragones, serpientes. grifos, leones, tigrcs, osos, lobos y onzas, y otros en sus grutas, espesuras y n:on!añas.

8. Y siendo este altisin30 monte c l que por su vecindad di5 d estos nuestros mares el nanibre de. O c h n o Atlhitico, desde el referido cabo de Cantin, corriendo el Caho Vcrde 6 de Sierra Leona que entra el mar Ockano Ethiópico, harB relacion de 61, conforme á la de'ulian del Castillo, y otros uscritores.

9. Dividese oste rnotite en ni:iyor y menor Atlante, q m I el mayor tiene su principio en 30 grados de laiilud, al [m- I

\ dio-di2 de los reinos de Fez Marrliecos y de Sus, en cuya cum\wc dicen, que Atlánte once rey de España, gran rna- temático y astr6logo. (que segun ]%no fuc! el primero que conocib la Esfera) suhia la altiira de este monte, A consi- derar con mas inmedincion el curso de los ciclos, signos y planetas, que es la causa de decirse sustentaba el cielo con sus hombros. b e dia , dice Julian del Castillo, (1) no verse en este monte ninguna pcrsona, ni animal; y llegando O. -

( 9 ) Jorlim dcl Cadi l lu , Bist. Gúticu, tib. Dtsc 2.' fol . milbi'll.,

ol,scurccer la noclie, conictizaban resp1;;irdecer muchos lue- g o ~ , y A oirse de inuy luios, alarit!os y regocijos con iniisicas de flautas, poiidcros y t rowpas q u c t o c i b a n liaiinos 7 Sáiiros q u c bnl;it:iii en squcllas currhrcs, Iiaciciido tic I U r!ovlia dia, probando C ~ s l i l l o , liihcr s í i i i i . ~ ~ cori la verdad do S . Gsrdnirno q u e los refiere. (19

. ¶ O . E n t r e e s t e f;;!noso nlniite, y cl rio S i g c r 6 Pri:cg,;:l, rios dice Pjinio, se Iiallari eii los cercanos n!oi:tes Iinl;i!ai!os

' dc ciertas ge:;lcs q u u Ilaniari canarios, y i n i i ~ h o s ci~ri i~i t t ' s , toda suer te (!e serpicnies y pcrri;s, c a j a s cori!cs dividen de

-1;s demas carnes 'de !zs fiwüs. 4 % . Es frccuenie eii las costas de iiidr d e Iss sol~redichos

reinos, qric baña el Atlántico, ociirrir grandes Liatlcriiis, y .liallsr en c l h s grandes porcicnes do air;t:ar, ccgiCntlolas tra- htid:ls y- muertas etitre sus aii.?cii'iis y peñas. B l ~ u n o s h h e s afirman ciegawriite Iicii~er aportsdo ailiil iii q s c iorn6 al profeta Jonhs, y qiie n l l i le li!ir6; cn cuya veneraciori t i m e n i:n tcrnpIo e n la oiudnd ,dc Mcw, cilya ci!biei-ta (le esle su mntuar io y a i l c ron de Cl, es todo de costillas cic !:dlcnns. Llamari cjte s i i io IU %vid5 rlc Xesii y csts á o ~ i l l u dcl mai, como rcficre Mhrrnol $) y Ortel io (3)

$9. Toda la dernas costa que corrc del Allánte basta 13

E t i b l ~ i a , cs ár ida y'decpolktda, sclo 1:altitacla de Srühes y pns- toros, q u e suelen favorecer á los niariiivros dc nuestyas cin- bercacioncs pcscadoras, dándoles de sus ganados y ngija, por ciialquicra ropas, pero ellos desnudos 6 los que mas ucstid»s . . d e pieles; y- en muchas ocasior!es los hati ncog:aü y aiiiparü- do, sierido ac:)sadas de Ics corscrios de Argel, que Ics qiierian Lincer cautivos, y lcjs d e Salk, recogiliidclos e,n sus adüares, hasta q u e tienen ocasion cic o l rcs barcos pescadc- res, en que su res' l i tuyci~ 6 s a s casas.

Mi I c c ~ o r me peitlonc, si !c molesla las noticias, q u e le parczcaii ir11periiricnt.e~ 5 m i asunto, Iiallarido e n mi corta inteligencia, que si las crnito, me podrán hacer fü l ta en su pro@bso ara mas inteligencia de 151.

( 1 ) S. Geron. in vila D. Patcü. Plittio, Bisl. nnlurul, l i b . 5, ,ap. 4 .

(1) Luis del Marmol, Bi!:l. dc Bfrica, lib. 7. cap. ? t . (3.) Abrahan Orlclio, Tabla 118 de 1~s:Beycs de F r i y &fa+--

r l l b b o f .

. . CAPITULO 111.

D8 Ea poblacion de eslas islas de Cunaria, y origen de sus na- turules.

1. Vi~riiis y aun desvariadas opiniones he encontrado cn- , t re algunos e.scritores sobre el origen de los na- iuralss de estas islas, sintiendo unos haber sido hijos de NoQ, otros que africanos desterrados, por haber blasfemado de sus dioses 6 iJolos, y por ello echados j. estas islas, cortadas las lenguas: otros que romnno,s traidos por Quinto Sertorio, haciendo que cada isla fuera poblada de distintas naciones, sin nias esfuerzo ni autoridad de escritores antiguos q u e la su!n propia: s o l m que sin contradecir A alguto, se me ofrecen cli- ferentes reparos, siendo el primero mio ti 1s Últiriia opinioii, que no ericoritrándose en los morales de los habitadores (le e h , diñcrer?cia notable como se conocerh en su lugar, ui (m su idioma, mas que algunos vocirhlos, siendo as¡ quc, corno dice el doctor-Ecrnardo Alderete, (1) en su origen de la lengua castel!ana y otros, que la lengua vulgar con el tiempo se enwjece y muda, y en ciento 6 dos cierilos años se t rueca y corrompe, dc manera que mucho de ella no se entiende, y se tiene como si fuera lengua cstrangera. Y s i es- to sucede en tierras, provincias y lugares contiguos, es mas factible cn los quese hallan separados y aislados sin cornuni- C n C I 0 1 1 .

2. Y cuando les pudihrarnos conceder 1s diversidad tfo Icugrias, resiste í~lisoliitarnente, el que romanos ó africiinos las Iitihieran poblado; pires halláiidcse aquellas naciones in- feshdas de la idclatria, desde poco despucs que tuvo prin cipio, lu6 nuestra Espafia librc de cste contagio, hasta qsc winú en ella Testa 19 rey por Ics años del mundo de 2585, segun el Almd Carrillo, (2) que una armada de los Xa~intos venicios de la isla dc Zaziiito en e1 mar Jonio, crri- Iraron á la costa devalencia, i: iiiricion~ron con la idolatria de los griegis, hat,ienc!o precedido muchos años antes la po- Llacion de nuestras islas.

(1) DT. Bernardo Alderete en e l Orlgcn de la Lengua Castella- na, l ib. 2, eap. 6.

(2) Abad Carrillo, Anules dsl ~Wisndo 2575 Edad 1 P, fol . 21 vrdiu.

3. Aunque la grande ant igüedad de cstas cosas pcrmi- t e la diversidad en los discursos de los q u e las escriben; ha parecido al mio (aunque tan corto) ser lo mas verosirnil, fueron los p r i n c r n s pobladores de nuestra España e n el l icmpo sencillo de la Ley Natural , en q u e les instruyó Tul.al, de q u e nias me favorece Roman (1) c n s u República gent l l icaj diciendo, ha' quien diga. q m flispalo 9. O Bey d e Espaíia, t u v o Armada, y halló estas islas dr Cnnii; ia, de que se pue- tie infcrir, i, q u e se pobló d e s u gentes O q u c de antes r's- tabnn pobladas, siendo las úiiicas q u e por los años d e 1dCO d e nuestra salud se Iiallaroo con hahitadores en iodo cste mar Ociiano Atlhntico.

4. El maestro Pedru dc Ncdina (2) e11 sri Iihro de Ids

giraiideías d c España tiene, que cüantlo hlespeio 32. = Rey de Espafia, se pasó á Ita!ia por la invasioii qcie !e liizo A tlbn- le , no habicndo t iempo pürd recoger Ir, qiic teoia , dejó t res hijas llamadas Hesperias, y eqtns con ld mayor diligencia qiie pudieron recojieron todos Ics icsoros q u e dejh si1 padie, y se pasaron á cstas islas, q u e en lo'antiguo llamaron 1IcspB- I idcs, por lo referido y por Ir; suma r i q c c ~ a q u e trajcron. Fingieron los poetas q u e en e!las estaban Ics inanzanas de oro, y les dieron el nombre de Fortunadas o d c Bucnaven- iuia, creyendo la geniilitlnd cstar e n ellas el Para!so de la rleloctacion, aunque al t iempo q u r las cntrarori por nuestras arrnatlLis, sc hallaroit totnlrnente negadas h la mcrior riqueza.

5. Tamliien n o falt6 q u i m perisara scr pol!lxias cn el t i empo de T a g o 5 . O Bc.y de España, por los muchos vocablus v nombres q u e se hallaron en csta isla e n t r e sus naturales, il t iempo de s u conquista, q u e sc pueden a t r ibu i r que Ics usahaii h honor y memoria d e ectc ]Rey.

CAPITULO IV.

De losprimeros, que aportaron á estas Irlas de Canaria; y de Ea predicocion Evangtl iea, que tuvieron sus habita-

dores.

i. Estas islas d e Canaria, dc cuya situacion tengo se-

(1 j R ~ m a n , Rep . G8ticn par!. 9 , l i b . 8, cap . i i ( 2 ) Pedro Medina, l ib. de las Grandcras d e España, cap. 42,

f o l . 46.

halado en el capi tulo primero, son las quc coiicieieron 'los vscritorcs an t iguos con variedad de nombres, ,menos a ' esta (1:) Canaria, q ü r siempre Iia conservado en .las listas, q u e han Iieülio de ellas el primero q u e le dieron. Plinio, (1) ci? s i i natural historia dice: que J u b a Iiep de Mauritaoia eti la ~clacicin q u e hizo d e estas Fortiinndas, y su asien- t,o llama Onabriott 6 la q u e deciinos In isla del Hierro: Jtinnnict m a y o r ; la Palma: la Goniera Junoni'a m e n o r : Te- ric'riie la L9íivciri~: Canaria sicm1 r e ha sido cabeza dc este cucryio, cayo riom!>rc sirrnprc hiin segcido !(idos. Pla- t i a r i a Buertev~eixlur-a. Capror:'~. la de ILai.i:.orote. C:on eslos no:iil~res las i::cilcioria J t ~ I : i i , rey de Na:irita;iia, cii- yn reyrindo iuk p n i las ;!ños del rniir?tlo 4087 y los es- c r i t o r ~ - + y gc6grsf .1~ q u e p r in io ro !I~CCII JU ellas relacioti.

2 l3riti-c los I ~ u . : ant iguos qi ie constan \iaf)cr\as coiio- cido y n a v e y ú o . 11:)s dice Plinio cii cl libro 1, y Florinn (!e Ocampo, y ol íos , liiilicr sido Hanon! capiían genets l do Cnrtago, q u e por Grdmile aquelia s e ñ ~ r i a , síilib con una ilotii dc 60 peiir\iecosi~eri;!s, c i p l e m d c 50 remos en que $a!¡& dc. Caílix, A pn1)l:tr las ciudades de la costa acc ide i i~a l dc Bfricn, i.il;criis c!c w t c rnar atlii i t ico, y cor- riblido por ctlos, ilc;;ú a! C A ! ~ O verde. y mas ndela:~te segu,n cscrilic I\oi~;pi;iiio hielo, y t l ~ i a d t e Noi i:!r?a, (4) y Luis del fi~árjiiol; ?Liiiqrie C S C G S dos a:;toi.rs no dicen

- ( 1 ) Plinio l i b . G tup. 32 Ifisl. m l t r r a l k . 19'5TA. Por S P T

diccrsas las o p i r ~ i o f m acerca de los años que lcnia de criado el orbe cuando nacib nuestro redezdor no puedo presentar o1 lector, ciño Pjo en que pareció Juba segurido, pues si darnoir crddilo al c ~ i s l i a m 8 d r i c o m i o que pone F E nolat da Crisio 1400 ciños dc l a c ~ e a c i m es consiguienle que dicho,monarca pareció en 395%. S i crecmos nl P. Cornelio Ak~pide, Porecid en 3904, pues pone c l nncimienlo de Cristo e n 3350, de la creacion. Finalmente atendiendo á la cionologia de otros autores discordes eli el as-unto. sale inapcatle el tiempo, y ano d e l rey- nado de Juba , mas haT>'iendo dc seguir la cronoloyia que ms hn parocido mas fundamental y solida, me determine' u poner el t i e m p de dicho monarca en $087 anos de l a creacion, adhi- riendome u Amal -Gra~cson , que l a pone en 4133, sentnncla lo que es cntie lodos averiguado, y es que Juba floreció en 70s anos de l a fundacion de Roma, en lo que lodos eslun vnúnimes sorno tanabien en que fu.446 ahos antes de la venida d9 Cr@o

(2) fifariar(a, U$. clc E p E a l ib . t cupe d o la #((o*- gacion d e Eanon.

haber arr ibado 6 rs tas islas,'no pudiendo menos quc ver- Ias por los canales que p s a h a n , pucc cl monte de l'cide descubre su eminciicia 60 lcguns, d o la costa de Africa- y Fuerteventura, hoy 12 lagaas (le dictaircio, g s u visla no dejaria de provocar 6 s u rcconocimicnto.

3 Q u i n t o Sertorio, fiirnoso cnpitan . Roinano, siguiendo. cn sus g u e r r a civiles la p;ircinlid;itl de Marco, 7 persegüi- do ;y aun condenado rniierlr: por C)i;i, se rct i ró 6 Espa- fin. B doilde csl)erimentnndo s i i c w ~ s ntlvei.s:)s, y tamhirw en Africa, pensando pasar cictns idas de Caiiaria, q u e rc- Piere cl padre fi'dnriann. ( 1 ) c! q n e I:albin quicn decia q u e pasí, b ella, lo que dn pí)i cierto F i - n c h Ccperla, (i2) 1 Yliitarco dice, Iiaber cncotitrndo Q u i n t o Sertor io en el mar fhc l i t ano unas em!)arcacioncs, c u l n s gcntcs le diercin relacion de la amenidad de cstns is!au, donde Ii;i!iian estado; q con esta noticia convienen algunos e ~ i : r i t o r ~ s , e1 Cjlle p~~sí> ;í ellas Q divertir sus cnntrnticrnpos; siendo ijiio de los que üs i ¡o sintieron Lucio Floro.

4. Algunos 'coinenladores dc ApLino Alejandrino (3) Ínterprctaii I iulm estado aqui Cayo Cesar, por t h i r p a d las columnas de H(ircules. Y siendo estos succ.sos en t i c w po de las tinieblas, qoc p;idt!cia el mundo c.on su pentilidnct y pngatiismo, pasó i la q u e l i i r i c ron con la clara luz de la doctrina evangi':lica, sionc.10 cl primero que la anunció 6 Iiirestros afortunados islefios. S. Av i to, 'preshitero, na tuiral de 'Foledo, discipulo de S. %iirc,os Marcclo Eugcnio, scgnn- d o ohispo dc aquella ciiidacl (quien vino h E s p ñ a prirneio acompafiando al Apóstol S. Pedro, y seguida vcz á S Pa- blo, como lo dice Lucio Flavio b e á t r o , y rctiere Gcróoimo Quintanaj (1) trabajando este sarito presbítero e n t r e los ciegos gentiles d-, esta isla de Canaria., predicando s u celo, por ampliar la santa Fé de Jesu-cristo, ganú por ello la cor ronadel mart i r ioen el a ñ o .le 105 imperando Tra jano , como dice Flavio Dextro, y refiere D. Juan Tamago d e Salazar, (5)

( 1 ) l a r iana , lib. 3 cap. 42. (3) Ceperla r e s w p . hisl. d d España libro i cap. 10. ( 3 ) Apiano Alex. l ib. 4 cup. de las guerras civiles de loa

romanos. ( 4 ) Gerdnimo de Qu&t&a 4%. i cap. 30 de lizo antigue-

áades c& Madrdd. (51 820% Juan Zkmayo de Salazar m su Marlirilugio ro-

Luis Pwndo (1) y .'el P. Camino '(2) diciendo: En Canaria: isla del dominio español, S. Avito, presbítero disclpdo do S: ELigenio arzobispo de Toledo, fuC: coronado del martirio,

:con c11ya sangre fertilizó las pIant.3~ que dej6 de Cristo erir .Canaria, de cuyos frutos se conservaron algurias reliquias hasta los añosde632, seguo el mismo don Juan Tamayoen cl misnio dia.

5 . Don J u m Nuñez de la Fcña en su historia de estas islas, sin d'etmcrse i investigar 13 inteligencia geogrhficn. en scnt ir de S. Gerbnimo de haber cl apbstol S. IBnrtoloinb jlre(,!iciiili.i el et-angelio de S. I&iutco á aquellos Indios, qccs . se dicen fortunados: amante del patrio terrcno (favere- kido de lo que divn Si:neca) no quiso desapropiasle dc cstr honor, afirmando no se holiari5 quc otras islas, ni provincins hayan tenido el nombre de foitanarlas, 10 quo hallarian cn Eneas Silvio (3) (despues Pio 2". Poni.ificc) thn su Hisioria de Asia, en Pom;>onio Nela (4) y otros, que CI nomhre dc Fortunadas le tuvieron tanibien \as Islas Railas, Ciiio, y Snrrios, y lo dice Covarrubias, hii-

lrer tenido algunas otras Islas el nornlrre dc Fortuizo- das (5) y ya que rio podemos t.ener el alto hlason (Ic,

sctr mas Fortunados cnri la predicacion del Santo Apóstol, spárnoslo con la Arca (le plomo en que la diahhlica M-. I ~ i i i di: los gentilcs vicndo In Iicirrra que las crislianos haciari á su sagrado cucrpo, lo etitraioti en ella y lan- zaron a l mar, como dicc San Cregorio Turonerisc, g r e - fiere Pineda (6) traykndole las ondas por divina disposi- cioii desde la Iiildia, tanios millares de leguas de cosiiis -119 Asia q Africa por este mar Fortunado atlhntico, ?m- Lacando por el estrecho de Gibraltar, corriendo cl me- diterrá~ico ft la isla de Lipara, habiendo sido su predi-

mano. Dlsc. 3 Nonis janzcaris lona. l. (t ) Luis Prnndo, in croaicun. ( 2 ) h'icolas Causino en su Corlc santa tom. i i Etetndride

htstfirica, din 3 de Enero. <neas Silvio Hisr. dc la Asia meñ. cap. 79 ( 1 s .

: ( . I ) Ponaponio lilela, de Siltc orbis l i b . 2 cap. 7. (5) Sebustian dc Tobar,en su Tesoro de la lengua castc-

llana, refirie'ndosc d Habrahan Ort. v c r k forlo~nndd's. (6) P. Fr. Jzrnn Pineda,, tom. 3 parie 2 capit. 4Qpdgiaa

mihí 26. -

DE CANARIAS. 13.

eacion en Arabia felice, Armenia mayor, y India, como con muchos autores tiene Pineda.

6 Hallandose en la Trlanda esparcida la fama de estas islas por su temperamento saludalle, y hermosura de sus campos, creia la gentilidad ser los Elyseos beatos y afortunados. Entre las iriisiones que el sziito afan, y deseo de propagar la religion de Jesu-cristo, en que vi& el corazon del bendito Colurnbo el Magno, despaclib á diversas misiones del norte sus santos compañeros, y se- liaIO á la de estas islas nuestras á S. Brandan, como escribe Eduardo Kenisman, (1) ii que se le juntó su disclpulo S. Maclovio ó S. Malot, Escoces 6 Irlandes, ansioso de gozar la dulce y dichosa vivienda de este Terreiial Paraiso, y plantar en él la FB sanla, con su predicacion; estubierori estos santos ohreros evangélicos por espacio de siete años, m n diversas fortunas en estas islas; y el bienaventurado Maclovio, varon de grande abstinencia, resucitd en la isla llamada (en aquel tiempo) Ima, a un gigante Ilama- do Wildm, el cual referia las penas y tornlentos, que los judios y paganos padecian en el infierno, y bautiza- d o rnuri6 otra zer en tiempo del Emperador Constanti- no, como refiere el colcctor Agustiniano, y el obispo Gonzaga: y Iiabirndo 11i:clio otras conlersiones y milagros S. Maclovio, 6 S. Malot, pasú a Bretaña y fuó Obispo: de quieri hace mencion el padre San, dia 15 de Noviem- bre, y floreció en Francia en tiempo de Clotario primero, por los añus de 5f0 de Cristo: y en reconocimien- t o dcl fruto quc tuvieron los canarios, dice Gonzaga, (2) determinó la seráfica religion, cuando se plantificó en ella, que se tuviese como su especial titular y patrono d e su provincia.

7 Estas fueron las luces que nuestros afortunados is- leños canarios tuvieron de pi imero conocimiento de llios, siendo Nuncio un santo español de quien tenia la Mages- tad divina prevenido serian sus alabanzas continuadas por - su nacion. 1

8 Carecieron despues de su cultivo repetidos siglos con q u e volvieron á padecer el olvido de aquellas feli-

(1) Kenisman, en su traduc. fnglssa del Flor sanct. da I ) . Alonso Villegas, Juan Yoluno Antonio Yepes V. Heda.

( 2 ) Fr . F ~ a n c i t c o Gonzaga obispo de Mamrua, par& 4. S

cidades, y volvieron ií s u primera barbaridad, pues aunque Agustin Justiniano, (1) Obispo de Nebia en su Iiisto- ria de G h o v a nos dice que en el año de 1291, Tedicio de Ocia, y Ijgoiino de Vivaldo, ccn un hermano suyo, in- tentaron hacer u11 nuevo viagc, para lo que armaron dos galeras, y corrieron 6 este mar atlántico, no d6 mas razon de ello4 ni la adelanta Moreri, (2) rcliriendo lo mismo; dejándonos solo la presuncion de que del siglo SI11 de Cristo acá, (6 poco antes) se volvieron á conn- cer por algunos quc forzados de los vientos arribaron 8 estas islas, y ~olvieitdo 6 sus destinados viagcs, dieron rn- zon de ellas, como dice Juan Hotero Benes, (3) liabicntlo estado encubiertas desdc la ruina del Bomano impcrio.

CAPITULO V.

De los primeros movimientos que hubo, y mercedes pie se hici tron para que se conquistasen estas islas Canarias.

1 Teniendo la silla apostGlica la santidad de Clemt-n- t e VI, en el tercero afio de su pontificado, estando en la ciudad de Avifion año de 1344, nos dice Oderico Raj- naldo, (4) llegó a aquella Corte Pontificia D. Luis de la Cerda, Conde de Claramonta y Telamont en Francia, B pedir al Papa la embestidura de la conquista de las Islas Fortunadas, 4 su dominio con titulo de Príncipe y soberano de ellas, Iiaciendo horncrnage á la Santa Sede Apost¿+ lica y á todos los sumos Pontifices sucesores en .ella, 81 y todos los que en el Principado le succdicran reduciendo sus Naturales al gremio de nuestra Santa Re- lijion &. con que Ic concedió, y por sus propias manos Clemente VI, le coronó con corona d é oro, como lata. mente se refiere en la Bula, que á la letra trae Oderi- co en cl lugar de la nota señalado, la cual íuk dada eri

l i l Aaustin Jusliniano l ib . 3 de su hisf . dc G é n ~ v a , año de 12h' m;. 111.

(2) illoreri Diccionario P. Canarias lom. 2 pdg . mihi 54. (3) Juan Botero Bener Ralacioncs universales dcl mundo.

J ib . 6 de la l a a parte p d g . mihi 177. (4) Odcrico Raynaldo en Ea continuacion de los anales

scleriarficor de! Cardenal Baronio tomo 16 alío de 1344 ncim. 31.

Aviñon dia $7 de las kdendas d e Diciembre. Mabierid.0 el nuevo principe heclio .su acaptacion en el 'palacio hpos tólico de Aviñon, añu del nacimiento de jiuestro Señor de 1344 dia 28 d e No-viembie, y pasandase á Roma, dice Fran,cisco Petrarca, (1) haberle visto .pase.ando ,con pompa con su corona de oro y .cetro, caykndole aquel dia tanta agua del cielo, ..que volvió á su casa bi.en mo- jado, que le fui: agüero de hahkrsele frustrado, d no tenido efecto su animo, como tiene (-;erón,imo de Zurita (2) (que ha sido el que de los que ban escrito historia general, amplió la de estas islas fortunadas, ,ó ,Ca- narias.) Salazar de Mendoza (3) e,n las dign.idad,es de Cas- tilla, el abad Carrillo, (4) Tomas Walfingan (5) y ot,ros. Dió el Pontifice noticia de la nueva creacion, q u e ,hab;a hecho erl este príncipe, y de la investidura que le ha-. l ~ i a concedido ci D..Luis de la Cerda, los Reyes'@. A i o n s ~ XI de .Castilla, .D. Pedro 1.V de Arngoii, y D. Al<nso Iy de 130rt.ugal, Felipe VI rey de Francia, y á Andrhs, ,y Jpa- na, .reyes de Napoles y Sc i l i a , pidiéndoles ayudasen 150~ naves, soldados, y armas, para esta espedicion, .co,nce- dieiido á l o d a por ello muclias gracias, 15 indulgencias &c. v escriI,ieiido ci D. Luis corrohorindole en sus santos pro- E6sitas y deseos de reducir ,al gremio de la iglesia aquellas islas.

2 El rey P. AImso de ,Castilla respondiód ~u.S-nti. . dnd estando' en la ciudad de Alcal; de Henares, en .13 de

Marzo del referido año do 4344, dandole las gracias por la nierced hecha a aquel principesu pariente, puos aunque á su rcyno pertenecia la conquisto de Afiica, y,por lo que en tantas batallas habia vencido á los moros, ce- dia este derecho por la reverencia á la santa Sede, y convenia en todo lo que fuese de su voluntad &c. .

3 D. Alfonso r .y de,:Portugal dice, que aunque aquellas islas le pertenecian a 81 por su cercania, y :haber sus vasallos tomado posesion de sus terrenos, yque,por

: f 1) Pctrarta libro 2 tralado.6 capiiulo 3. 2) Gerónimo Zurita. Libro de los Auales de Ayagon, capi- - . ~. ,. tuio'39 año de 1481. , .

( 3 ) Pedro .Zalazai. Dignidades d e Cartilla. (4) El Abad Canilla en lasdnales del Mund.o. (5) Walfingan. -Historia de .Ing@frra, sogy'e B@ardo,3..o ,

.las guerras que Iiabia tenido con los reyes de Castilla, y con los moros se habia detenido á pasar sus gentes 3 su conquista, no o!stante por la obediencia que él, y todos sus predecesores Iiabian tenido á los sumos PontI- rices, promttia por su parte darle todo el favor y ayuda q u e quisiese &c. Cuya respuesta dib á su Santidad estando en su castillo de Monte-mayor, el nuevo, dia 12 de Ye- brero &c. Cuyas copias de cartas á la letra, y derniis noticias trac Odericu coii la hula referida.

4 Estas instancias del Papa Clemente VI á los referidos priiicipes, (1) que envib desde Avirion pnr sus nun-

4 0 s al rcy D. Pedro IV de Arngon, al Arzobispo de Neopatria y !I Rodulfo de Lofcyra, paia que le diese á D. Luis Puertos en las costas de su reyno, y tcdas las mcs asistencias, que necesitase para esta empresa. Pero avi- vándtw en aquel tienipo las guerras en que estaba encen- dida Francia con Inglaterra, y siendo D. Luis, jóven brio- so y heredero en aquel rcyno, parece dejb la empresa de las islas, y fuL: á emplearse en la ctsfensa de aquel rey- n o (como dice Bensoni, (2) axtor francés) aunque no falta quien diga qiic desde el año de 1338 hal~ia con la psrniision del rey dc Aragon, equipado dos na\ios, y pasado á invadir la isla de la Gomera, (3) pero que fue repul- saclo con gran pkrdida. Asi lo refiere la historia francesa de estas islas, sin que se me ofrezca mas fundamento en este asunb).

5 De la real estirpe, y ascendencia de este mrncio- nado principe nos hace Zurita, (4) Oderico Raynaldo (5) (y otros) relacion diciendo; era hijo de D. Alonso de 13

Ccrda y Cactilla; que casb en Francia con Rlofaliln, clc la casa real y nieto del infante D. Fernando de la Ceidii hijo del rey D. Alonso X de Caslilla y Leon, q u e fub desheredado de sgs rpynos. Tuvo D. Luis otro Ixrrriaao llamado Carlos de España, que fuC Condestable de Fraii- cia &c.

I (1) Gerlinimo Zurila Historia, de A~agon, libro 8 capitlí- 10 í pdg. 184. (2) Bensonir Talado de las Canarias. (31 Ogeron en su Historia de las mismas Islas. (4) Gerónimo Zurita libro 8 capiluio 1 parte l. . (5 ) Odetico Raynaldo tom. 6 .

DR CANARIAS.. 27

6 Los aprestos de armada, q u e para esta referida cm- presa fueron notorios e n aquellos puertos d e Aragon, mo- v ie ron los ánimos á algunos mallorquines, para haber per - trechado dos novios, por los años de 1369, y venir buscando á estas islas, y s iendo s u arr ibo á esla de Cana- ria prudenciaron el e n t r a r e n ella coh las mayores de- inostraciones de paz con sus naturales, q u e se convinieron con s u t rato, y prosiguieron reciprochndose toda buena amistad y regalos, coo q u e s e mantuvieron todo e l t iempo q u e estuvieron cn estos puertos, haciendo dos igle- s ias , la una e n el arenal del puer to de esla ciudad, d e la ndvocacion d c santa Catalina Mart i r , y o t r a d e S. Nico- las en el d e la Aldea donde colocaron c u a t r o imágenes, la una de Maiia S a n t i ~ i r n a o ~ r a de S. J u a n Evangelista, de Sta. Catalitra Martir, g la de S. PE'icolús, q u e dejaron aqui, y se hallaron por los ~ o n ~ u i s ~ a d o r c s , q u e duraron hasta e l a ñ o d e 130 , quu por su Iiechara tosca. fueron en te r - radas de 6rdeli del Si-. Oijispo 19 F e r n a n d o S u ~ r e z d e Piguerda, en la ermita d e S i a Catalina, q u e mantuvieron los canarios como las santas iinhgenrs.

7 D e este conlercio q u e nuestros canarios tuv ie ron con los mallorquines, quedaron mos advert idos e n muchas. cosas, y fdbricas de casas, y esperanzados e n la par tencia d e estos 5 q u e volverian á contratarles, Pcro como conocieron q u e las minas de C a r i ~ n n o suplinn los costos de los aprestos de vidgcs y navios, puesto q u e no era s u fuerza para rcducirlcis, si llegase el coso con iolencia, olvidarori e s h navegacion.

8 h a r o n algutios anos sin que hubiese aportado em- Rarcacion estos niares d e Canaria, y los caiiarios siempre atentos á si vinieran sus amigos los mallorquines, h s t a que seria por los de 1380 se vi6 se acercaba á la boca del barranco, q u e hoy pasa por medio d e esta ciudad, q u e e n aquel t iempo llamaban Kiginiguada, q u e e r a u n navio q u e coritrastaclo y a tormentado d e los vientos. furiosos, encallb e n aque l parage con 36 hombres; pe- r o lo agrio y I~rnvo, d e s u costa holo permit i6 el a r r ibo ti t ierra , d e 13 homhres, q u e iban del puerto de S. Lu-- car, para los de Galicia. Los cunar ios los tomaron, y lle varon al Guadarteme, qu ien les hizo t ra ta r humanair iente~, mandando a todos sus vdsaIIos con grandes penas, n o s e agraviase ninguno, si cl q u c les t ratasen con t o d o

caridad. Ejercithronse estos cristianos en ensefiar la dobtii-

n s cristiana á mucliachos. y á habkr la lengua castellana, y disponerlos para que recibiesen el santo bauliimo que muchos tuvieron por ser amigos del alliapo, y que se Ics tialara aiiiorosamonte, y con legalidad y verdad.

9. Estando en esta tranouilidad en medio de su irifortu- 1 -

iiio, llegaron navios á estos puertos, 860 de 1393 (que refiere el P;. Juan deMariana, (1) 1). Diego Ortii; de Zuniga (2) (y,otros) que hahiaii armado los vizcainos y andaluces en sus puerlos, para hacer gucrra y robos en estas islas de CU- naria, y,acomeliendo violentamente a sus naturales, quc les reptilsaron sus intentos con muertes de ambas partes se re- tiiaron á probar sus manos los Amudistas eri las otras islas de ia parte. del Ocste, de adonde parece socaron algunas ~ ~ o r c i o n e s do cera, y porúltinio pararon eii la isla de Lan- - zarote; que la saquearon .hacieiido presa de su rey y reina y 1'70 vasallos, centenas de cabras y dc sus cueros que cargaron; y con esta presa volvieron á íos puertos de Andaluc.ia para que conociksen IosÚtilQs que podian sacar, si contiiiua- sen aquella naYegacion que dice Zúiiiga, era' ya muy frecuente por los años de 13'39.

10. Muclio inquietó a los Canarios el acontecimiento y suceso que tuvieron con los aridaluzcs y vizcainos (tan cont.rario á lo que es:perinientaroii con los mallorquin&) que influidos del derboriio, que sentiria la aplicacion de los prisioneros, (que once años estaban en su poder, ins- truyendo en nuestra religion m u h s niños) toinaron la sospecha en que estos ivisariari á sus tierras, para que viiiieran fi hacer tales dsfios, con que se irritaron con ellos y los pusieron en prisi'ones muyestrechas, y a cuat'ro vizcainos y tres andaluc.es, que últi'inainente tornaron en el reencuentro en .que fue.rGi: cautivos muchos (te lcis naturales que Ile- vó la armada, y von este encono resoivierori cl arrojarlos .vivos al m&, 'siendo esta relacion ,dada por los mismos canarios; y que 'dejaron cscritos los mismos pacientes, co-

(1) P. Jiariana.-Ilisioria general de Esparia l ib . d6 cap 14 TI l i b . 19 cap. l.

(2) D. Dicgo Ortiz de Zwi iga .= . !na lcsde Sea i l la , año de 1399 n. 3.

DE CANARIAS.

mo se verá a la I'etra en otra parte.

CAPITULO VI.

D e la merced que e2 Rey D. Enrique 111 de Cartilla hizo de estas islas de Canaria u1 Almirante de Franc ia sons. Kubi de Bracamonte, y cesion que este hiro u Juan de Be-

thencourt su sobrino, quien hizo conquista de cuatro.

1 Corria el año de 1402 mel~ncólico 6 los hijos de la iglesia romana, por et cisma p d e c i a de tres Pa- pas &C. Espafia, en que reynaba 1). Enrique 111 contur- Ijrido con las guerras de Port-ugal y moros del reypo de Granada, aunque siempre vencedora &c. Francia., reynan- do C:arlos VI, que se veia invadida de Enrique IV de lnglaterra, quien le tenia tomado parlc del reyno, Con. las Casas de Orleans y Borgoña, encondidas con guerras intestinas y sangrientas. en que estaban divididas y en ~~arcialidndus las principales Familias francesas, andaban lliuctuando en ellas; y Juan de Betliencourt, caballero de la órden del Rey y su gentil-homtirc de Cimara, señor dc la Villa de Bethencoort en Caux, en la provincia de Normandia, y de la gran villa de Tintorera, quien pru- denciarido las fatales consecuencias de estas turbulencias,. sicndo dificultosola sepracion dealguna iriclinacion del Bnirntr que yahabia espriuientado eri l a ~ e ~ a r a c i o n d e su único hermano Ragnaldo de Bethciicourt, mayordomo mayor de Juan Duqued- Borgoña. resolviósu retiro di.1 royno, pasándose al puerto de la Rochela, dejando su casa, y en ella á mada- r n ~ 3'1~1ria di: Ibetlicncourt s.u m q e r , y acorn.pañado de ~nuchos caballeros que seguian su Jictimen de venir h. co:iquistar y convertir 6 la f B de Cristo Sefior nuestr.0, estas islas de Canaria, (que ya se sabia en todo el nor te de su situacioii y descutximhi. , , por España) empren-. dici serianien te esta empresa.

5 Era la Rochela se asocid con un caballero de aquella ciudad, Ilnrn3do Mons. Gadifer de la Sale, á que se.

. oireci6 (por hombre práctico cn el mar) un Bcrtin de Bernebal; y pertrechando ,un buen navio, y armándolo conv 80 hombres de guerra, saliera-n al mar el .dia primero de Mayo del aúo .referido de ,1402; .y prosiguiendo su viage. di6 con diferentes e m ~ r c a c i o n c s inglesas; de que hizo yre-

sa q u e ~ t r acredita en u n a instruccion dada por el Rey d e Francia al Obispo d e Cbartres , y otros pi\ra t ra ta r con los diputados del Beg de Ing la te r r i en el mes de J u l i o del espresado a ñ o de 1402 q u e se sacó u n estracto del tesoro y arcliivos, q u e dice: n l tem si d e la par te de h-

laterra se pidiere reparaciori de los atentados y presis fechas en la mar por el Sr. d e Dethencourt, (do lo cual o t ras veces lo han Iiecbo) re3ponderán q u e dicho Sr . de Bethencour t , y Garlircr de la Sale, vendieron lo q u e t e - nian e n el reyno, y se deüia q u e h b i a n ido á conquis- t a r las islas d e Canaria, y n o s e sabia m a s d c ellos:" Lo q u e contradice á J'lasiana, (1) ~ i n a l l o i i , (2) y o t ros historiadores de Espaiia, q u e querran fuese la venida dc Rethencour t á estas islas en el a n o de 1817, y dejando e s t o para o t ras mayores pruef~as, q u e de ello hare, paso 4 decir d e s u arr ibo .5 Catliz.

6 La noticia que se esparcib en aquel p u e r t o d c Ins p n m s hechas por I)ctlicncoiut: y lo hien afamado de su navio, di6 motivo k presumir h unos mercaderes genoveses, y florentinos (que hahian perdido embarcaciones de s u comsrcio) para acusarle de corsario leuantiitlo: Prcn- dieron á Bethencourt en el puer to d e Santa R f n i i ~ , j Ile- váronle á Sevilla, 5 donde estiiba Id corte, siL:nclolc este contrat iempo la pi1i:rt.a de facilitarle sus abonados g d-- sinteresados intentos, solo dirigidos á la dilatacion de \a cristiandad e n estas islas; pues n o probando los actores co- s i q u e perjudicase á Bc.thencourt; y hallandose en aquella cor te Mons. 'Rnk~f dc Rracarni)nte, su tio, .klmii'ante dc Francia , que babia servido y ayudarlo 6 los reves D. Juan 1 de Castilla, y á D. Eiirique B B B , c i i Iiijo, ~ o i ~ t í a Por- tugal, habiendo e l Almirante l a rnrrced de la conquista d e estas islas dc Cnti?ria, q!Ie le Irilo D. E n r i q u e , corno dice G e r j n i m o de Ziiriia. (3) la encomcndú el Al- mi ran te A su pariente, (hij:, de Marlama Maria da Bra- csrnonte, s u hermin?) a quien despues la confirmb la R o p a D." Catalina con t i tu lo d c Kcy de Canaria: y p o r

(1) P. Jr:ats de .Wariawa.-hisr. gtncral de Espaila clap. 9 l ib . 20 tom. 2.

(2) Esteban Gomsz Samalloa.-lib. 16 c a p . 2. ~ t i t n . 20, (3) Gerjnirn3 Zurita Anales de Bqxaña lib. 20.

ser tanhien sobrino de Mons. Beltrári Dusctiiin, 6 Cln- quin, aquel valeroso soldado y general que iiabia ayu dado al Rey D. Enrique, cuando mató á su hermano Don Pedro, que despues fub Condestable de Francia, de quien hace niernoria Pineda, Abarca, y otros Historiadorcs.

7 La c?iividin (contraria do las generosas y virtuosas iiciones) se rnanilestó á este tiempo, influyendo á Brrlin de Rernabál, Maestre del navio, que con mucba parta de la marinería comenz6 á amotinar, y embarazar al vinge, sin que sirviese de otra cosa que d~ que se' ccnociesa su ánimo, que el demonio influia por lo que sentia la pérdida que se le acercaba al dominio, que e n la infi- delidad dc ~ q u c l l o s bárbaros tenia. pues 6 pocas diligencias de Gcdifer, se vencieron aquellos intentos: Con que salió de Cndiz en el mes de Julio, y h ocho dias de viage llegaron B la isla de la Graciosa, que dista un cuarto de legua a1 norte de la isla de Lanzarote, adonde llego A dos horas de viage, dando fondo eri el puerto de Bubi- con. Ech6 sus espias á tierra eti busca de los haliita- dores de la isla, y no hallando en algurias horas persona alguna, se resolvió Bethencourt salir con sus soldados armados á explorar la tierra: dieron con los naturales, qi.8 ya venian con su Rey llamado Gundarfia, que viendo lo bien armado que los milites franceses estaban, y con la memoria de lo pasado con los vizcainos, se rindió el hár- baro rey con los suyos, haciendo todas las sumisiones á Bethencourt de rendidos, que les aceptG con todo cari- ño y alhagos; y dejándose regalar de las cosas de la tierra y reconocídola, edificcí en aquel sitio un castillo, q u o á honor del nombre del Almirante su t io noinbrolo Rubicon, y pertrechando10 y guarnecihdolo, quiso hacer confianza de Bertin de Bernebal, dejándolo á cargo de k l encargándole mucho el buen tratamiento de los rendidos naturales.

8 Pasb Bethericourt á la isla de Mervania (hoy Fuerte- ventura) quedista tres leguas al Sudeste deLanzarote; y cos. teandola doce leguas, se fortificó sobre una punta que hace sobre el puerto que hoy Ilamamos de la Peña, á la vanda del Noroeste; y por la poca concordia que mostr6 la gen- t e de mar, cautelándose de que no le faltase, se estuvo allí fortificando aquel sitio, para asi, en las entradas, que se ofreciera hacer, tener asegurada la retirada; y rin otra dili-

22 DESCRIPCIOET H I S T ~ R I C A

gencia, conociendo que lo dilatado de la isla era capaz de numerosos habitadores, y ser pocas las fuerzas que llevaba para proseguir su empresa; se volví6 á Lanzarote, y dejando en aquella isla á Mons. CJadifer dc In Sale por su Lugar- teniente, se pash Betliencourt a España.

9 Busenle Bctliericourt, tuvo nolicia GadiTtrr Iiaher arribado A una isleta desierta, que está entre L a n ~ a r o t e y Fuerteventura, que llamaron de Lobos marinos (por los muclios que en ella habia) una nao; y mandú Gadifer Bertiii que la reconociese; y viendo que no era una que esperaba, aunque eran esparioles, se hizo Berlin amigo de ellos y de su capitan Ilatnsdo Francisco Calvo; quiso tratar con 61, que con cuarenta compañi.ros que tenia en Rubicon, se queria pasar á España, lo que no quiso condescender Calvo, porque no quedase desamparado Gddifer de esta giiarni- ciori: con que se volvi6 Bertiri, d isponiend~ y trazand.0 s u ale foso co~razon su retiro 1í España 6 Francia, de que estaba muy remota la cor,íianza g satislaccion con que vivia Cadifer, quien deterrniiid acornpafiado dcl capitan Remon de Ecnedan, ir B la isla de Lohos liacer pesca de cstos animales, por el mucho numero que aportaban siempre en clla. Pasaron en la chalupa con provision p:ira dos dias, y p a s s " d ~ , volvi6 Remon por agua b Lanzarote (pues aunque no hay ningunas a g p s vivas, direreiites se proveian en al-

\gives aquellos naturales, de las lluvias.) Y siendo neccsa- ria para la pesca de Ics Lobos, mas gente de la quc \labia Ilcvado, lia116 que Bertin y sus prinieros aliados en el mo- tin, que escitaron estarido en Chd i~ , habia Iieclio fuga A la isla de 1~ Graciosa, á tratar otra vez de su viagu con el m- pitan Ordoñez; que babia tratado con Mons. deRctOeccocrt proveerle de pertrechos y municiones de guerra y boca, y habia ja 1legado;i aquella isla, qui.en tambien se resisti6 h consentir en4as traiciones deGBerlin de Bernehál, olrcció- la á Ordoiiez darle cuarenta de los naturales, para que Ila- gatido B Espana los vendiese, cura codicia le veiicib su primero conocimion?~; y esto ajustado se-volvió 6 Rubicon, á tiempo que habian llegado dos de los naturales eii nombre de sil rey, á pedirle le ayudase contra la gente del navio de Francisco Calvo que querian hacer presa de ellos.

10 Ofreciese Bertin á hacerlo; y previniendo que el rey SP juntase con 61, y su jente en sitio que le señaló, y V.O\- viendo los seucillw isleños con esta seguridad, y previnien-

DE CANARIAS. 2 3

do Bcrtin con sus alcvosas trazas el logro de la ocasion que se le ofrecia para hacer 61 la presa, sali6 dia 15dedulio por - la tarde, para una aldea que Ilatnalian la Grande AEddu yiie era el señalado sitio, ti donde Ilcgaron el rey y 24 de sus vasallos, á quien agasajh mucho, y regaló Heriin aquelld i iocb~, iii0str6nrlole (ficiicianieiiie) t o d , ~ segiii idad, para que dur- miesen coi] ella en una caca, á doiide los liim entrar y detuvo hasta que le parecib Iiora, que t omb la puerta, y con la espada en la mano hizo entrar sus Franccsee para que con violei\cias fuesen matando B los confiados isleños con sii rey, cuyo es fue r~o vencib las prisiones y libre de ellas, lo fue tambien de la traicion de Bertin, y 10 mismo otro de los suycs llamado Aungo; con que vibndose Bertiii ya descu- tierto, y desesperado de hacer mas prisioneros se partid con los 22 isleños al embarco de la nao de Fernaiido de Ordoñez, cúmplice en la alevosia y esecralsle maldad.

11 No paró en esta la de Beriin, sino excogitando otras mayores, mand6 i r á muclios espaíioles y franceses, que entra- senenel cdslillo de Rubicon, y robasen cuanto en 61 hallasenb irnpidiesehtí Rcinoii de Lenedan, que liabia venido al castillo para llevarla provision pedida por Gadifer de la Sale, y lequi- taron la lancha que tenia para su trasporte,sobre que se tia- bó contienda e n t e Remon y los amotinados, siendo estos el mayor número, y asi prrvaieci6, quitando la lancha, de- sarmando el castillo con cuantas armas tenia en E l ofensi- vas y defensivas, municiorres y mantenimientos, y lo mas torpe, violar las mugeres que en kl estaban españolas y francesas, d m h s .de agolpearlds.

12 El capitan Calvo, que %uva esta noticia, ocurrió al socorro de Gadifer, que se hallaha en la isla de los Lohcs eii los estremos de la necesidad, con once hombres que te acom- pañaban, poniendo de noche uri paño, que recogiese la h u - medad 'que chupsban para no perecer de sed, humedecien- do las bocas con este arbitrio.

13 Pasado este trabajo, Mons. Cadiler de la Sale en- t ró en el castillo de.Wuhioon, adonde crecid su sentimiento viendo lo hecho por Bertin y su tropa de coligados en sus infamias B inhwnaiiidades, con que por los que alli queda- h n , se motivó á enviará sus ca~ellanes á Bertin, para que sus exortaciones le moviesen á que dejase algunos viveres y armas, y que no llevasen la lancha y dejasen dos canarios que habia traido de Sevilla, de los que habian sacado de

Lanzarote los vizcainos y andaluces el a ñ o de 1393, q u e dejo dicho e n este libro, cap. V, los cuales estaban ins- t ru idos en nuestra santa Fe y lengua castellana, el u n o llamado Alonso, C Isabel los cuales robaba la l i l~er tad quo tenian, y ser paro la empresa de conquista t an tiece- sarios, q u c s u o!)stinacion n o quiso ceder, s ino lleno d e fur ia hizo q u e a la Isabel la arrojasen al mar, (que libraron los capellanes se aliogase) y recogiendo la lanclra tambien, se rat i raron á tierra, y se \ii i ieron solo con u n o y o t r o 6 Rubicon. 44 Dió Bert in y Ordofiez vela a s u navio con s u robo

para Cádiz a donde llegaron, y luego logrb u n Tiompeta que se llcvb d e Gadiier, pasar a t ierra, sabiendo estar Mons. d e Be thencour t e n Sevitla: corr ib á darle cuenta de lo obrado porBer t i i idc Eernehal; y sacan~loprovisionsehizo la causa eii Cádiz y puestos e n prisiorivs los reos. Entendido por Orda- fiez, q u e so c a u t e l a h aciisndo de s u delito, s e rnaritenia en el navio con los caut ivos isleños, se Ievantb de Cádix j se pas6 á venderlos e n los puer tos de la corona Je Aiagon.

CAPITULO VII.

f De las Jfercedes que hizo e l rey D . Enrique ir BeOfiencourt,

y e l p l e i t o ho~nenage que l e hizo.

1 Mons. J u a n d e Betbencour t , con la noticia de lo suco- dido e n Lanzarote, y conociendo no s e r para s u caudal, n i de particulares cabnllaros el supl i r los gastos de tünta empresa: s icndo s u án imo principal el q u e Fuesen csics is!as rc- <lucidas al p m i o de nuestra sagrada religiori; Iiizo rcpre- sentacion d e todo al Sr . rcy D. Enr ique . hacibndole plei4o homcaage, y á s u Real corona de Castilla, conquistáridolos en s u Real nombre cori s u favor, lo que fuC del agrado d e S. A . Hizole merced á Betbencour t de las c u a t r o islas, Lan- zarote, Fuer teven tura , &.mera y Hier ro , de los q u i n t o s de las mercaderias, q u e de ellas salieran, g fac:iltad d e la-

I brar moneda en estas islas: l ibrándole luego ve in te mil ma- ravedls, para que tnviasc provisiones á los q u e habian qiie-

1 dado e n el castillo con Mons. Giidifer d e la Sale; la sua l cantidad, y disposicion le t rampeb tambien u n E n q u e r a d d e la Boisiera FrdnctSs, de quiun se fió; con cuya nocc ia le re-

piti6 su favor el Sr. Rey D. Enrique 3 Mons..de Betheq- court, mandándole aprestar una fucrte nao Iien pertrecba- da y ürtillada con 80 españoles de tripulacion y guerra, que lleg6 á Lanzarote al tiempo de la mayor necesidad que por causa de Eiiquerad se les hahia aumentado, pasando la cua resma comiendo carne y padeciendo otros conflictos.

2 Escribiú Betbencourt á Gadifer, tlc las honras y mercedes que le habia hecho el Sr. Rey D. Enrique, y del pleito homenage que le tenia celelirado, y que la i:ao q u e Ic enviaba, la tuviera para todo lo que se pncliera ofrecer, sin m . sar en la emprcsa; y dándole úrden al capitan de ella, corriese y reconociese todas las islas rodeándoles sus costas, para instruirse en el modo gue hahian de tencr para en- t rar cn el!as, y encargindole lo que coiivetiia sufr.ir rnu- cbas cosas, y olvidar lo pesado, haciendo siempre lo mejor que sc pudiera &c.

3 De todo quedó muy satisfecho Gadifer, menos del homenage hecho h Cactilh, porque discurria en tener parte en cl seíiorio de las islas, por haber seguido cn esta jor- ilada i Betiieiicourt, en que i:ste nunca convend !la ' e n ello, s i n que S;: le faltase B su rernraiieraciozi.

4 Despues de \as alevaeias de Bertin, y sus secuaces ga~coíics y españoies, qucc'aron los naturales de Eanza- rote con p r ~ n d e inquietud y dcscoiifisnza de las operaciones tlc los cristianos, tan contrarks á lo que sc 10s I~nbia d a d o á entender por medio d e los i i i tbrpret~s, para que abraznsen la cagrnda religion: Criáronse entre los n~ismos naturales sentimientos d inquietudes, pues & los franceaos qi-ic podian tomar de Gadifer, maltrataban, h e rian, y mata!~aii, de que se sintió tanto, que les mand3 decir al Rcy que de no entregarle los prodictores, los trataria como enemigos declarados A todos sin reserva- cion.

5 Con esta ocasion se vino al castillo de Rubicon uno de los de mas estimacion de la isla; llamado Ache, 5 tratar con Gadifer acusando al Rey con intento aoble, y bnimo de hacerse Cl Rey, y volviCndose con los de parcialidad, y algunos dias despues envio á su sohrino Alonso (que fub el que Mons. de Eethcncourt habia traido por intérprete, uno de los irleiies que llevaron en su saqueo los vizcainos) que despues habia- arrebatado Bertin, p5 ra que dijese A Gadifer, que e1 Rey le era muy contra-

rio, y asi lo csperimenta.i.ia m i e n t r ~ s tuviera vida, yque en las muertes que se habían hecho á sus soldados era reo, que Ache daria forma á su prision, y $ ba- eer la de todos los que con 61 concur~ieron, aceptii Ga- difcr á q m le avisüse A que tiempo y .hora se pudiera lograr.

G Teniendo Ache conocimiento de fa poca gente que Gadifer tenia, para su defensa: cuando ha116 oporlunidad para que fucse preso cl Rey, avis6 á Gadifer fuese a un .cast.illo que Is seiialó, en que el Rey estaba con cincuenta vasallos, para donde se partió Gadifer con 20 de sus soldados hie!i armados, y caminando toda la noche del dia 24 de Novienibre &:l mismo año de 1402, llegb antcs del ama:iecer, y hall6 al Rey que estaha en una casa con su gente, segun se supo, confiriendo sobre 109 daños que pudieran hacer á Gadifer. y los suyos: y queriendo entrar en dicha casa, sj la disputaron niucho tiempo, hiriendo algunos de los de Gadifer, y saliendo cinco de los iiaturales, que fueron de los cdrnplices en la muerte de los soldados Franceses. fueron los tres m- ILinicnte bcrjdos dp una cstocada 7 una, y ios dos con las flechas, y les en!r;ron en la casa, y todos presos; y porque eran la mayor parte inocentes en la nluerte de Fraiiceses, y á pcdimcnto del alevoso Aclie, les dió l i - hertad GadiTer, reteiiiendo prisioneros a1 Bcy y otro . 1lan.iado A l b y qiie hizo encadciiar y asi los hizo contlucir al lugar dande babian corncti:lo las muertes, g se hallaron los cuerpos cu1)iertos de tierra: y queriendo liacer justiciar á dlby, asegurb el R e y no ser r r o en el delito, y que no se hallaria en las mayores diligencias, que sobre ello se hicieran, ~ romet i endo el Rey que 61 ~entregaria .á todos los agresores: y Ilevolos al castillo de Rubicon, donde pusirron dos pares de grillos al Rey de que le mud6 á una cadena, y pocos dias despues vino Ache al castillo de Bubicon, *y .vihdole el Rey se encendi6 en cólera, y le dijo q u e era ma- lo y traidor, y retirándose Ache se Tu6 con Gadifer, t rataodo de desposeer al Be7: serlo 61, \olvii.i~dore cristiano, con todos los de su bando, siendo tanta su ansia de reynar, que luego que salib cle allí, se vistib como Rey.

7 Confiado Gadifer, falto de &antenimientos para su

DE CANARIAS. 27

gente envió h un Juan Cortes, hombre d e valor, con una escuadra !i buscar cebada de que juntaron porcion los naturales, y 13 pusieron en un aritiguo castillo, cuya fábrica atribu eron haria un Lancelot Iilaloisel Frari- ces, que lenian iabia estado alii, y por quien dier0n el nombre á la isla (aunque en ninguna parte hallb t a l memoria de haber de asiento, ni mas tiempo que los Yizcainos, y Andaluces del a130 6393). PusiPronse en cn- mino siete de los soldados, pnr3 que fuese mas gente de Hubicon, para llevar la cebada, y con ellos Ache ya hecho Rey con otros 23 de su pttrcialidad, con sern- hlantes y demostraciones de In mas segura amistad; pero Juan Cortes, y sus conpnñeros, caiitelandose del a c o m pañarse con los isleños, se separó un poco, lo que no hizo un Guillermo Daridrac, que caminaha con ellos un poco distante: permitib Dios no disimulase mas la arnbi- cion y nmlicia del alevoso Ache; y acometiendo con su scnte Ci Dandrac, le dieron 13 heridas, a cuja hulla acomctih Juan Cortks y los que le acompañalxin, y con valor y presteza libraron á Dandrac, a l i u j e n t e r o ~ á Ache, y trajeron al castillo a l herido.

8 Aquella misma noche pudo el prisionero Rey con su industria librarse de la prision del castillo de Ru- bicon, y luego que llegó á si1 casa hizo coger á Ache, y o1 siguiente dia que fuese muerto, apedreado, y despues quemado, renrate bien rncrecido á siis traiciones.

9 Los soldados que hahian quedado en el castillo viejo en guarda de la cebada, cuando supieron la traiciori de Aclie con Dandrnc cogieron á un isleño y lo llevaron á u1i.a montaña, donde le cortaron la cabeza, y pusieron en lo alto de un palo, para que fuese horror y escarmiento su visla á los que le eanoci~sen, prosiguiendo en hacer guerra A todos los que cogiesen con muertes, robos, y cautiverios de uno y otro sexo y edades, andaiido siempre en compaña, dejando el castillo de Rubicon con la guarnicion precisa, haciendose respetar por este medio de los naturales, que habian abusado de la blandura de Ga- diíer.

10 Digno es de relacionar lo que sucedió en este tiempo con una lancba, que 12 de los revelados con Bertin habiendose vuelto A tierra desconfiados de la piedad de Gadifgr, y influidos del demonio, se fueron para Berb*

ria ea cuya costa s e ahogaron los diez, y los clos quedaron c a ~ t i v o s de moros en Marruecos; y suelta la lancha á la voluntad de los vientos y mares, volvi6 desde aquellas costas al puerto de la isla du la Graciosa, de donde la habian llevado, sin padecer el menor daño.

CAPITULO VIII.

De la entrada hizo Gadirer de Ia Sale en la ida ,

Bervania.

1 Hallándoge en este estado Gadifer y sus gentes p bien faltos de muchas cosas, proveyó Dios con la venida de la fragata que envió Mons. de Bethencourt con las provisiones que el Sr. Rey D. Enrique le liabia socorrido, dejando Gadifcr en el castillo de Ruvico~i todo lo

li iiecesario para su nianutencion y defcnsa. Salió de Lan- zarote con la gente recien venida de España y de la ya prac- ticada en esta isla, y dos intkrpretes á correr las demás islas con la fragata siendo los cabos de r n ü s satisfaccion su ja Ra- rrion du Lenedan, Haniquin Dauherbose, Ocdro de Revcl, Jarnes de Barega, y otras de sri espt.ricr;cia; y arribó priincro á la is!a de Fuerteveiitura. curca de noche, y por la mañana fuC &t ier ra en el puerto d e la PeGa (que Bctliencourl Iiahia fortificado en el modo que le permitió el poco tiempo qiie

cil estuvo, y con 30 1ioml)res tentó su ellirada corriei (!o la tierra en busca de sus naturales; p Ilegarido 6 un sitio qiia por un bosque de palmas y una buena fuente que hillaion en él, y otras aguas que de alli corrian, Ilaniarcln Rio de Palmas: y suhiendo una alta montaha, para descubrir la tier-

1 ra; no siendo la gente española prhctica en el pais isleño, y por la Lora & qiie subian que era ya bien tarde, que serian 20 hombres ballesleros, se retiraron, lo qiie sintió Gadirer: sin retroceder subid 13 subida con doce homhrcs, siendo salo dos archeros: volvieron a bajar al rio de Palmas y pasar con p l i g r o de despeñarse por unas losas tan lisas y reslmli- zas, que con los regatones de las picas se manteniao unos 6 oAros, aunque descendian 6 trepaban gatearido; y saliendo con este trabajo del peligro, entraron en un llano y ameno valle bien poblado de altas y frandosas palmas, corriendo muchas fuentes de buena agua por SUS terrenos, dando alli descanso á SUS fatigas. l

DECANARIAS. 99

2 Volvieron Q subir una gran cuesta, buscando isleños q u e domesticar, haeiCndolos prisioneros, para que tratándo- los con cariño les fuesen despues lauorables; y enviando delante tressoldados, encontraron un peloton de isleños, á quienes envistieron; y Pedro el Canario, interprete, les qui- t 6 una muger y despues otras dos en una cueva, que la una ahogó á un niño que tenia al pecho, porque su conflicto le apretb.

3 Vinieron á donde estaba Gadifer que celebrú la presa, y recelandose d e queen la espesura de las palmas pudiera haber gente emlioscadu, poniendo los pocos que le acornpaiia- ban en Orden, y siendo cargados de, serian 50 hombres naturales, pareció fuh solo A poner en salvo sus mugeres 4 hijos que caminaban con ellos; y no pudihdose bacer mas presa que de las mugeres y porque se acercaba la noche, se retir6 Gadifer con los suyos á la fragata.

4 Partiéronse para Canaria, adonde se Ilegb en pocas horas al puerto que llamaron de Gando, (entre Telde y Agüinies) á donde ocurrieron mas de 500 canarios, que les trataron bien y regalaron 6 Gadifer y los suyos, trayhndoles higos y grandes porciones de sangre de dragp, que segun dice la Illistoria Francesa, \aldrian mas de doscientosescudos de oro, no valiendo uno lo que les dieron en anzuelos, cuchillos y herrarnieiita vieja, y viniendose rnuclios á la fragata; y aun con esta parcialidad, no le consintieron á Gadifer entrar mas que B la playa.

CAPITIjEO IX.

Como pasó 6 la G r a n Canarin, y noticias que tomó de los naturales.

. 1 Queriendo levarse del puerto de Gando para i r mas abajo huscando hacer aguada, vieron que llegaba á la fragata nadando un canario, a l cual recogieron y se detuvieron, porque les Iial~ló en castellano, y de entre su mojada vestidura de pieles, sacó un zurroncillo en que tenia unos papeles que se pusieron á enjuear; y admirándose mucho francesas y espafioles, conocieiido ser Io escrito en lengua castellana, en el interin de que se enjugaba para l e m e ; refirió el canario su historia, que seria segun he visto en algunos papeles antiguos de esta forma:

4

2 «Elhmanme mis paisanos Teietan, pero mi nombre propio es Pedro: soy hijo de padres hidalgos (de cuyo estado

h a y mas de seis mil en esta isla): soy natural del valle de Ni- giniguada (sitio adonde cst5 hoy situada esta ciudad de las Palmas) en cuya costa habia encal1ad.o un navio español con 13 castellanos, que de 36 escaparoii la vida del naufra- gio, á quienes llamaroii los trece hernianos. y á quienes el Guanartbeme mandó dar libertad; y qucdhdose en aquel valle mas de once anos, siendo yo de edad ticrna, me cria- ron instruy(?ndame en la relinion catblica, me bautizaron y pusieron el nombre de Pedro, y tambien enseñaron los misterios de la santa Fi! de Cristo, á otros muchos en qce so ejercitaban mucho. y enseiiar á los canarios muchas obras de su coiiveniercia. Pero cl demonio que sentia lo que iba perdiendo con nuestra enseñanza, influyb á los canarios B sospechas de que a~isar ian á Espafia, de donde decian eran, para que hubieran venido al puerto mas inmediato a l mismo parage, unos navios quc tuvieron guerra con ellos

, (que serian los vizcüinos y andaluzes> en que hubo muertes de unos y otros, y algunos prisioneros que aqui quedaron; porque los canarios irrilados, prendieron á los caslellanos que aqui estaban, y á los que en la guerra cogieron, los hicieron morir, Uno de estos me di6 esos papeles que sieni-

, pre he traido conmigo en ese zurroncillo; pEes lie logrado encontrar con vosotros, mirad lo que dicen.

3 Enjuta la humedad de los papeles pudieron esten- derlos, J lejeron asi: ((En cinco de Julio de mil trecientos y ochenta y dos, hizo viage el na. io de Francisco Lopez, vecino de Sevilla, del puerto de S. Lucar para Galicia, y con tornienta derrotada, aportamos y dimos en la costa del Poniente dc esta isla de Canaria, en la boca de un barrcnco llamado de Eiginiguada; y de 36 personas que veniamos en el navio, solo sulimos con vida 13 por estar el mar rriuy Curjc- so, las olas rebentando muy lejos de tierra; y somos los siguientes: Andres Suarez, Juan Romero, Andres Galindo, Juan Bernandez, Ignacio de Fuentes, Antonio Lopez, Frao- cisco Tellez de Sevilla (hermano del caaitan del navio Fran- cisco Lopez, .que se ahogó con los dem'as). E n dicha parle fuimos presos por los canarios y llevados la tierra dentro, a presencia del Guadarteme, Señor de la isla; y cuando en- tendiamos ser maltratados de ellos, merecimos que nos re- %alasen eon carne asada, miel y harina de cebada tostada, l

DE CANARIAS. 3 t y nos dib libertad, poniendo penas A todos sus vasallos, para que no nos ofendiesen ni agraviasen."

3 «Es gente piadosa, caritativa J obediente Q su rey; porque entendida su voluntad, no faltarán & ella, y amoro- samente nos dieron muchas cabras para criar que es lo q m usan, y mucha cebada para fa sementera. Aiidan ios horn- bres y mugeres vestidos de ~ i e l e s amorosas, y las camisas son d e lo mas tierno de las palmas. PrCcianse de tener los ca- bellos rubios: es graride el número de la gente que hay en esls isla: los nobles son muchos, diferenciados de todos por los trages, y no trabajan jamas, porque es afrenta para ellos, y asi pagan h otros que les siembran y guardan sus ganados, y asi cada ut?o sustenta un gran numero de pastores y do criados para sus labranzas. Tienen mucho gobierno en su República, para que nombran en todos los lugares Faya- can?, que son como gobernadores, que entienden tdmbien en cdbrar una parte de los friitos que cada año pagan, y re crian para el Gnadarteme, y en casar los donceles y donce- llas, y en castiga; los delitos, quitando las vidas á 10s mal- hechores, mandándolos ecbar al mar, 6 debajo de piedras; y como son rectos en sus castigos, viven todos quietos y pa- cifico~. E s gente muy belicosa, y no se les ha de fallar h la lerdad, ni cometer traicion porque lo sienten mucho, demas de que lo castigan severamente."

4 «Bdbemos enseñado algunos muchachos la doctrina cristiana y hablar castellano, sin que lo entiendan ellos lo .que dicen: hemos bautizado algunos en secreto, y lo han guardado porque todos corriamos peligro, y espec~al un muchacho de ocho anos, poco mas 6 nienos, que se ha incli- nado 6 servirnos, llamado Tiferan en Canario, el cual te- .nemos eu nuestra compañia y le hemos bautizado, 7 puesto el nombre de Pedro: esperamos en Dios nuestro Sr. que ha de ser buen cristiano. Todos los de t s ta isla lo fue- -- ran, porque sus naturales son dócilas 1.5 inclinados á buenas costumbres en aquello que conocen ser bueno, y en hacer bien á los desvalidos: su Divina Magestad nos favorezca y lleve á nuestra tierra España para morir entre cristianos."

5 «Once años há que habitamos en Gran Canaria 13 espnñolesennuestra libertad y ya nalura!izados, nos han pre- ao los canarios, y juntamente con nosotros unos siete espa- ,ñoles, cuatro guipu.zcoanos ylostres sevillanos, quecautiva- ron en la guerra que les vinieron 4 hacer estas uacionec

este año de mil trescientos y noventa y tres, y nos tienen en una cárcel debajo de tierra: no sk lo que sera de nosotros. Hemos sabido coino llevan muchos naturales de esta isla cautivos 4 España, que han cojido en otras islas, y que en esta, aunque hicieron una torre, la fuerza de los canarios los rechazó de ella; y asi se emharcaron-los que pudieron, aunque no se cojieron nias que estos siete, a.uiique fueroti muertos niuclios canar,ios, porque acaharenios aqui las vidas, parque los canarios soti muy rigtrrosos, y ejecutan sus castigos inviolablemente. Solo Pedro el Canario nos trae el sustento y nos asiste: Dios nuestro sefior sea por no-

* > sotios, Amen.

De la entrada que hizo en Ea isla del Hierro Gadifcr.

1 Advertido con estas noticias que tomó Gaclifcr de la Sale del testamento (que los historiadores de Bethencourt llamaron de los trecr Iierrnanos) y dc La fuerza y ntímero de los canarios, pas6 a solicitar proveerse de agua, que segun el rumbo era ir á buscarla en las calmas dc la isla, 1a que ballnria donde lioy llaman el charco de Rlaspalo- ma, costa de Tiraiana. Pero rn~ciaron el riimbo por no esponer su poca gente A la resistencia de los sahr ios , y pasaron a la isla dcl Cierro y sin tomar en ella puer- to, aunque la costearon, pararon en le isla de 13 Come- i a , que está tí Xordeste de ella, disiacte 12 leglías. Lle- ,garon á tierra de noche; y guiados de niuclios fucgoc que teriian sus nioradores, y cchacdo el hagel a tierra. tomaron en el fuego que estaba mas cercano, uri honi- bre y tres mugeres que llevaro~i á la Fragata, y al di; siguiente f ~ e r o n á tierra armados, una escuadra de hom- t r e s á hacer aguada, y les acometieron de tal suerte los Go- meros, que les obligaron á retirarse, siii coger ninguna; y tomaudo la derrota para !a isla de la Palina, que est6

su noroeste nuevc leguas, les hizo retroceder el viento sin poder cojerlas sino voiver á la isla cicl Hierro: !!e- g r o ; de dii y tomaron tierra; y en veinte g dos dias que se mantuvieron sobre ella, solo pudieron cojea cua- t ro rnugeres y un ni&, algunas ovejas, cahras y puercos: los hombres se hahian retirado; agua muy pocc, cojieron.

DE- CAWABIASe-

2 Volvieron a hacer viaje sobre la isla de la Palma y tomaron puerto en ella, enfrente de un arroyo que corre al mar, donde se proveyeron de agua, y haciendo s u regreso volteando la isla de la Palma, y costeando á Tenerife y parte de Canaria. Llegaron á Lanzarote en el puerto de Bubicon, hallando á todos y sus prqgresos de conquista en.el mejor estado con mas de cien prisioneros, y muertos á muchos en sus reencuentros, y en tal estrecho á los naturales, que forzados de su abatimiento, y conocieiido no podian menos se venian rendidos al'oasti- 110, bautizándose los mas, que hallaban aptos para recibirlo; com cuyos efectos qued6 giistosísimo.Gadifer, que habia faltado de alli tres meses, en el recoiiocirniento da las islas.

CAPITULO XI;

Del arribo de M o n ~ . de Bethencourt & lairla de Lanza- roto en su oue&a de España, y su progreso en la con-

quista de estas islas.

1 Llegb Mons, Juan de Bethencourt al puerto de Rubicon de la isla de Lanearote, por princi-- pios de Febrero del año de 1404 tan lleno de mercedes del Sr. Rey de Cestilla, como empeñado en prose- gui r y acabar la conquista de las islas con una lucida compañia d e caballeros y soldados castellanos, y obligado al aumento de la grey de Cristo, para que trajo obreros evangklicos, los mas del serhfico 6rden.

2 LIen6 de jubilo á Gadifer y demas de su compañia,. y lo aumentó á todos y á Bethencourt, el ver los mu-- chos que de los isleños le salieron á recibir, postrándo- sele en tierra, señal de su rendimiento, y el que con afec- to 'hubieran recibido el santo boutlsmo, y que los que quedaban anduviesen con el Rey tan amedrentados que se esperaba no tardarian de venif voluntarios, como 10. hicieron. Y habiendo luego dispuesto Bethencourt el que saliesen partidas en busca de los pocos que con el Rey andaban, fu8 dentro de tres dias preso este con 18 desus vasallos Que le acom~añaban. Lleváronlo á la ~ resenc ia de ~ e t h i i i c o u r t , anto' quien se pogtrb, diciendd se tenia por vencido, y se rendia h su piedad, la que le pedia usa-

se con B i y 14 hiciese dar el Santo Bautismo. y 9' toda su casa y familia de que recibieron Mons. de h t l i e n - court, y Mohs. Gadifer tanto gozo, que so abrazaro~i y dieron la paz llorando; y recibiendo asi al Rey de Lan- earote dieron gracias á Dios de ser ellos, y sus aplicaciones causa de la salvacion de tantas almas.

3 Las instancias del Rey y su aplicacion en su catecismo, logrb se celebrase s u bautismo dia jueves primero de cuaresma 20 da Febrero del referido ano de 1404 siendo su p a d r i n ~ Mons. de Bethoucourt, que le hizo poner el nombra de Luis, ( 2 ) niostrando en su semblante el fervor coo que le recibia, y asi se prosiguib con los de su íamilia, y los de todos sus naturales, q ~ e d a n d o unido como miembro de la iglesia, y con los conquistadores como hijos suyos.

ca~~~rwto xIr. De la invasion que hizo Mons . de Bethencourt en las islas de Hervania y en ;a de G r a ~ Canaria: discordtcs con Monr.

de Gadifer, y viage de los dos 6 Espaiio.

1 Déjando ' ~ o n s . d.j Betbencourt la isla de Lanzarote I reducida, y encargado el cultivo d.: aqxellos renuevos de la iglesia á obrcros de religiosa vida, dispuso si1 viaje á reconocer las fuarzas de las demns islas; y entrando primero en la de Hervania ó Fuerteventura, i5 donde hiro viaje con la brevedad de su cercania, ecbb sii gente á tierra, á donde los condujo su misma persona y con la de Mons. de la Sale; y á poco espacio que entraron en la tierra, dicron con porcion de sus naturales, cuya resistencia no bastó h dilatar su prision, que hecha los reniitio a Lanzarote para que los lue- sen domesticando cariñosamente, para que as¡, despues les fuesen favorables en el progreso de la conquista, y reduc- d o n de sus 'paisanos. . -2 Aunque Mons. Gadifer de 13 Sde , d e d e la noticia del pleito homenage, hecho por Mons. de Bethencourt 81

- Rey de Castilla, sentia mucho la compañia de Betliencourt, no se hahia declaradocomo lo comenzó á hacer en este tiempo á que la prudencia de Eethencourt contem~orizb, pro-

. (1) Lcverrier Bici. de Bofhencourl, cap. 46.

DE CANARIAS. 35.

metiendole siempre que su renumeracion no le fallaria, fe- neciendose con la paz y unión, que se babia principiado, y persuadihdole 6 que pasase s e s u d a vez á Canaria, lo hixo Gadifer aunque con displicencia.

3 Pasb be Gando al Ganiguin (poblacion grande de ios Canarios siete leguas mas la parto del S u r de la isla) donde estuvieron ancoriido~ once dios: vino 6 verles Pedro el Canario, y despiies lleg6 un hijo ae Aytham, Fayacan, ú Virrey de aquella parte: dijeronles les darian iefresco, 7 les llevaron unos puercos: tomaron agua y poniendose los Canarios en emboscada. conocida la gente castellana y francesa, cuando iub el bote á tierra, les , tiraron del cabo á sugetar la Iancba, y tirar011 muchas piedras con que hirieron algunos de la lancha, en que estaba un hijo bastardo de Gadifer. llamado Anibal, h ~ m - bre de ~ a l o r aunque !a herido con un remo, ahuyentó á los Canarios, que se habian avanzado al mar á acome- terlos, y alargb el batel Ce tierra, y volviendo á la fra-

. p t a , cargaron de gentc y armas, con que volvieron SO-

brc 10s Canarios, que liabian quebrantado las treguas. 4 Salieron a tierra con mejor 6rden los castellanos y fran-

ccscs, y los canarios les recibieron con la misma, guarneci- dos con broqueles y rodelas, en que tenian pintadas las armas de Castilla; (despojns de los andaluces y vizcainos que liahian vencido) y aunquc los soldados catblicos les dispnra- ron muchas tleclias, conocieron poco efecto, y bin aventurar mas el combate se volvieron á la fragata.

5 Rclrocoditi de Canaria A Weryania Mons. Gadifer, y por haberle ccintrnriado cl tiempo. desembarcó en \a prime- r a - t i cm qüe toriió dv aquella .isla; y marchando con su genle con cuidado por la contraria de los naturales, se en- c o n W con una partida de gente casteltana que habian Ile @do de Espaiía cn una fragata, que acababa de llegar con muchas provisioncs para Mons. de Bethencourt, que era 110' el mes de setiembre, y dijeron que unos diez de sus compañeros que iban bien armados, encontraron una garti- da como de cuarenta canarios, que les habian acometido; y 10s s u ~ o s i c s habian apretado (seria coo las ballestas con que les retiraron.)

6 Llegó Mons. Gadifer á donde estaba Bethencourt, y con la fatiga de no haber adelantado Faccion, y con las q u e traia en su pensamiento de que perdia tiempo en su adelan-

tamiento tan retirado de su casa, repitiú todo fo que sobre esto se le ofrecia espresando rna vivamente sus sentirnien- tos ti Bethencourt, á quien movió el qu r juntos íueseri los dos á España, donde Gadifer hiciese ante el Rey sus representaciones, que habiendo llegado y hecho todo lo que juz- g6 sobre su asunto, no sac6 nada q u e le pudiera convenir;

ara sf Belhencourt á quien amplib cf Rey las mercedes; 6 [izo ratificacion de ellas, para que I~atiese moiieda en rslas sus islas, y cobrase sus quintos que fueron refrendadas ante el secretario Garir-ha, en .%villa, seria por octubre del año 1404. 7 Gadifer con este desengaño se volvió á su casa, cono-

cieiido lo bien salisfeclw y servido que el Rey ce Iiitliaba d e Belhencourt, quien con el favor Real y el de muchas personas de Seviila, aumentó sus aprestos de jentes, armas y municiones, para proseguir sus empresas. Se volvió A Fuer- teventura doitde Fuk recibido con celebraciones de todos los q u e en aquella isla habia dejado; y de Anibal, bastardo de Gadifer, it quien Betbencourt mostró su afecto en agasajar- lo en todo y llcvarlo consigo á Francia, con que quedó á su devocion en lo aparente, pues presto procurú mostrar sus sentimientos, y otros con 41.

CAPITULO XIIH.

'1 I.uego que Bethcncourt arril,b á Fuertercnlura. y 5 una fortaleza que Ilainaha liaico-roque, que liitbin rnniidntlo hacer al pie de una montaRa (a una legua del mar) proveida de una íuentc deagua, para de ella salir con seguridad, á hacer sus surtidas contra sus enemigos (y tenerla en la noticia que se le dio, que el Rey de Fez se nrrnaha para venir sobre 81, diciendo que todas estas islas le pertenecian) hallando parte de su gente en ella, los alcnto cl mismo dia á que salieran quince soldados en busca de los naturales, y encon- trándose con una partida fueron ai:omei;idos con valor, ma- tándoles de quince, seis, y los (temas fueron heridos. Reti- rándose con tal mal suceso á la fortaleza, sintibi~dolo mucho Bethencourt, partió sin detenerse con toda su gente para otra fortaleza que Ilarriaban Balrharais, donde residia Ani- bal; pero los naturalos q u e c s t a h n ya preveiiidos para todo,

dieron sobre Wico-Roque, la destrugercn y se fueron al puerto de los Jardines: tomaron por despojos mucho hierro

artillería, y rompieron unas arcas y tonelrs, y cuanto alli hallaron; y Bethencourt con cuanta gente habia en aquella isla de su compañia, y con ella se puso en campaña, acometiendo y venciendo muchas veces con muertes g prisiones de muchos isloños, que hacia pasar á Lanzarote, encargando su seguridad al Rey de aquella isla de quien la tenia Bethencourt, quien los hacia t r ah jn r abriendo cisternas, maretas g aljives, que antes de rendir la isla hahia demolido y arrasado, g ahora bacian gran falta á las gentes y ganados.

2 Juntaron los reyes de EIcrvaiiia (que eran dos los que tenla) y todos sus vasallos, capaces de disputará los nups- tros los combates; y salidndose de los castillos que tenian fabricados por las guerras que enire si teniaii, por el temor de ser sitiados en ellos de la gente dí! Bethencourt, que con s u gente volvi6 en principios de noviembre á Rico-Roque á reedificarlo; y maridando gente de la suya y naturales de Lanzarote que l a estaban dieslros en la Iñec1:a y archeros, y con ellos A Juan Corlks g &r6nimo Dandrac, y por mar otros muchos, que estuvieran costeando, para ocurrir A donde conviniera.

3 Salieron Juan Cortbs y Anibal de Balihnraia, con la gente de Lanzarote y otra de Bethencuurt, 5. llegaron á una aldea, á donde linl)ia mucho número de Ics naturales que sc iban juntando enella pnraixometer á losdeBetlieticourt, y entre ellos se liallal!a un hornlne de dttscornunal grandeza de cuerpo, igualmente fornido; y envistiendose los unos á los otros con corajoso ánimo, matándoles al primer golpe diez hombres, y entre ellos el desproporcionado Jayan, que era de tres varas de alto, de quien tenia noticia Belhencourt, y habia encargado s ~ i prisio~i y que le escnsasen su muerte, que no pudieron los nucstros sin quedar en peligro, de que les quitG un pasador de ballesta, siendo de los castellanos y de Lanzarote la victoria, y con todos los prisioneros y mil cabras entraron er, Rico-Roque. 4 Lograda esta victoria, y envidioso Anibal, Dandrac y

otros secuaces de Gadifer, que sintieron que Mons. de Be- thencourt adelantase tan Favorables sucesos, y ieneciese sin otra compañia la conquista, fomentaron algunas quimeras que pudieran detenerla, lo que la grande prudencia de Be- tliciicourt ylos su jos apagarcn con el desprecio; y prosi-

giiicrido c ~ i seguir á los naturales. y apocárdolcs las fuerzas c n todos los encuentros con muy poca perdida de la gen- t e dc Betliencourt, por la diferencia d e sus armas ofensi- vas de flechas y ballestas, 6 las de piedras de nianu y varas 6 palos de q u e vsolmn los islefios.

5 Ent ra ron con estas melancblicas rontingencias e n coii- si.lrrlicion sus dos reyes unidos para s u deferisa, (coiiocieii- d o q u e no la pudieran I i a ~ e r ) á t r a ta r e n t r e si y los suyos, 6 iiiformados dc tinos de ellos q u e liabinri sido prisioneros, la piedad de Betliencourt y huen t ratamiento q u e hacia 8 los q u c queriaii scr sus vasullos, acordaroii enviar uno de los siiyos B pedir licencia á Bethencourt , para i r á ponerse á su disposlcion con el deseo de ser cr is t ia i io~; ccjii q u e se re- gbc'ij6 mucho cl Animo de Betlicncourt, ofrrci&ndole al enviado todo bien y q u e .vittiese:i coli esto scguridcid á su p r e s v n ~ i a .

6 Helláiidose rnas pronto el Rey de la par te del nor te llamado Guize Rey de Maxorata 6 de q u o mira 6 L a n m rote, con la corn i~ iva de mas de cuarenta Iioniiii~es haciendo i i~ucl ios rendimiuntos 6 Belbericourt, y pcditlo el santo !:au- tisino, lo celebró mucho Bethei;coirrt; y en 18 d e enero de 4465 años lo recibió, siendo su p a d r i n ~ Mons. da: Beihen- court, , qt:etan~l,ieii le puso r.1 n o i 5 r e d e Luis; y en 25 de l r r ~ i s n o mes llcg6 el Rey de 13 handa da Jaridia. llamado Ayore, c m la inisrna cornpt i ia q u e el a i i t ecder i t e y con las rnisinits ceremorii:is, suini:;iones y rcnrlimieri- tos, pidih el agua del santu bautismo qr:e se solemnizó en fines de enero: púsosele el nombre de ~ l o n s o , teniendo este gloriaso principio (11 dicho ano de 1405, r e d u c i h d o s e coi1 gran !)revedad todos los naturales de Hcrvania al gren1i.o de nucslra sailta fk.

Del viage q u e hizo Eons. de Eeíhencourr al Reyno de Fran- cia, y disposicion que dejó en e l gobierno de las islas: su vuefla ú ellas con n~uchas familios, ?I pertrechos pura pro-

seguir la conquisla.

l . Gozoso Belhencourt de dejar c o n q ~ i s t a d a s las dps is!as, aumentando A la Iglesia hijos que poco antes lo eran dc la infidalidad, y dejando r n q encargado su cultivo evan-

pklico B sus capr:llaiies, y su agasajo y bxen tratamiento á Juan CortCs fr quien noiiibr0 por su Lugar-teniente; so partió para la Francia, dejando muy sentidos á los nuevos vas~lios por su auwicia; pero les a s e ~ r ó se detendria muy poco tiempo en ella.

2. Y IlevAndose consigo tres hombres g iitia rnuger islcñus, para que viesen !as cosas de la Francia, salió en principios de Febrero, y cn 21 dias de feliz viage, IlegO al puerto de Har(leiirt, donde sc le hizo un lucido recibirnien- lo, y pasatido de alli á su casa de la gran villa de Tin- torera. á doiide hall6 a su ~ i o Mons. Roberto de Braca- montc y aiisada madama da Bctliencourt, su niugcr, que estalla en su castillo de Bctliencoiirt, vino luego acom- p?ñada de muchos caballero9 y señores, siis parientes, 6 celebiar su arribo y bu~ i ios sucesos de süs coiiquistas, 6 que concurrií, Mons. fteiiialdo de Bt:tbcricourt su hcrma- no: y cstaiido ocho dias en cstos jbhilos, entrb luego !, disponer su vuelta á I n s is!ac, mandando publicar que to dos los maestrales de loda siier tc de oficios, que qtlisir- ran szguiric con SUS fainifias, !e> Iiaris rrpiirtirniento dc tierras en las isias, 5 cuja noiiaia ocurrit:ron muchas fd -

milias pobres, á ofrecerse en su seguiinicnlo, y mas (fe 160 homhres de guerra; y M31is. Rlasiot de Uatlicncourt, sil pariente, Suari r!e B'lecis. J u a n Eurcila y otros dos hidalgos, siendo I >S dcrnas qcnte mcc;!nica: t e r~ ihdo los á todos juntos, les previno lo ectuvicsx en Hüifleurt en G d ~ . Nayo. para que tenia tres navios suyos prontos; y con todos sus secuaces dieron vela el dia 9 de dicbo mcs, para las islas prósperamnte, arribando ii la de Lanzar»- tc Q S U pgerto de Nao'i, ií donde hizo su desenil!arco con el mayor lucimiento 31 s(m de clarines, trompetas, t ü m - bores y violines, y reciltido por los naturales, rnostraiido su regocijo al son de sus bocinas, silvos y voces, COI)

adrniiaciori de lo vistoso d ~ ' la gente francesa, hombres, niugcres v iiiños, altaniente voceaodo en su idioma: ya cenia su Rey y su padre, dando saltos y abrazandose onos á otros, con que manifestaban su contento.

3 Llegó -la noticia á Hervania del arribo de Mons. de Bethencourt L Lanzarote, y coa ella se partió en un;, lancha Juan CortBs, Anibal y otros cinco saldados; y queriendo hacer lo mismo Ivs dos Reyes, no lo permitió CortCs. por lo pequerio del batel, y asrgurándolcs que luego pa-

saria s u señor á verles, y le hallaron en el castillo de Ruhicon, donde estuvo muy poco descansando del viage; y disponiendo llevar toda la gente de guerra que babia trnido y la que hallaron mas apra de las islas, se pasó con sus eml)arcaciories á Fuerteventiira, á donde ha116 en la playa los dos reyes y mucbos de los suyos espli- cando el gusto que de verle tenian, con cuantas dernos- traciones potlian manifestarse. Lleg6 Mons. de Betlien- court al castillo de Rico-roque, que tenia reedificado, y puesto en hueiia defensa Juan el CortCs, y en el hizo nuevo recibimiento y festejo 6 los dos reyes, quienes con adrniracion de la música de los instrumentos, y galas de los caballeros francmes, estaban suspensos. 4 Dispuso Mons. de Bcthencourt su pasage con toda

su gente para gran Canaria, en dos galeras que tenia y otra que le, envi6 el Rey D. Enrique, saliendo el dia 6 de Octubre; y cambiándosele el v.enlo, les obli@ á correr á la costa de Berberia cercadel cabo de Byjador, ysallo cii

tierra con s3s conipañias, cautivando algunos 1iom:ms y mugeres del pais, que trajeron consigo, y cogieron muchos camellos y despues de ocho dias prosiguió su viaje a Canaria.

5 Una de las dos galeras volvió á arribar 8 Fuerte- ventura, y otra se propascí de Canaria á la islri de la Palma, dcinde estuvo su gente haciendo guerra á los pal- msros liasta que llegó y se juntó con ella la en que iba Mor,s. de Bethencourt, que Tué la que lleg6 á Canaria: y siendo su tripulacion la de soldados mas espertos, qiie comandaba Juan el Cortés, entre ellos Guillermo de .4u- berbose, Anibal, DandrUc: viendo 10s cariorios cerca de la ciudad de Arguinrguin, arrogantes con la cntrada que hicieron en la Berheria, y parecikndoles ineiios la fuerza de los canarios y que con pocos los vencerian acomctie- ronlos y retiráronlos la tierra á dentro: y cuando los canarios conocieron su desórdcn les cargaron, rompicroii con muerte de 28 hornhres entre ellos Juan cl Cortés, Ani- bal, Datidrkc, Godofredo y Guillermo Dauhethose, que fuC el que di6 priticipi6 al combate, y otrns de los principales que causaran á Bethencourt macho sentimiento, que haciendo retirar los que escaparon, y rccojido en las dos galeras, se pash 6 la isla de la P~lrnn, d ~ n d e ha- 116 lo que tengo dicho, h c i c a d o c r ~ h guerra & SUS naiuca-

Di3 CANARIAS. 41

les. 6 Con el mayor número de la de las dos galeras refor-

z0 sus tropas y entraron la tierra a dentro, teniendo diferentes combates con los palmeras, en que les malú mas de 100 de los naturales, aunque con pkrdicla de cinco de los suyos, en que se detuvo mas de mes y medio, sin poder adelantar mas por la aspereza de la tierra.

Do ln entruda que hizo Mons. de Rerhencourt en la isla del Hierro, y f(~cz1idad con que se l e rindid.

1. Retirando su gcnte Betiiencourt de la isla de la Palrna prudenciando su imposibilidad de fuerzas para rendir las dificultatlcs del mayor número que la defen- dia, favorecido de lo fromso de los sitios. auiso emdear- se en tornar la isla dvl Hierro, que ya tenia ~(bnocida.

2. P llevando consigo á un natural de aquella isla y hermano del Weg,qoe erade ella al tiempo de su prision, que se le liizo en la invasion de los andaluces y viscatiios (aunqirr cllos referian haberles repetido entradas, que habian despoblado la isla) alrntado por Au- geron, que habia estado en Aragon tiempo, y le trajo de Espafia Betlicncourt, llegaron á la isla y pasando a tierra con su gente, envió á Augeron para que tratase coii su hermano, si lo hallara vivo, y sus vasallos, el que fucsen á su amistad, que les tratarla con toda la q u e quisieran. Eogróls Augeron, atrayendo sus persuasionc!~ al

I Rey, s u l i e r m ~ n o , y 111 de los suyos, bajo de seguro á. la presencia de Bethcncourt, quien faltando á lo de cric- tiano y caballero, pues retuvo para si por su parte 31 isleños, repartiendo los dcmas como presa y vendiendo algunos como esclavos (asi lo dice su misma historia.) Ultimo rigor de la guerra como dice el 1'. Maestro Mar- quez, (1) queriendo su autor disculpar esta injusta accion con los pretestos de apaciguar los soldados, y aco- modar 120 de las familias que habia traido de Francia,

(1) Fr. Juan Marquez, l i b . i de su Gobierno cristiano, cap. 2, 5 2.

en aquella isla, para su labrariza, pues de no poblar con estas nuevas gentes la isla (dice) quedara jerina, como si dejando unas y otras y viviendo unidas, no seria el. mayor acierto.

3. Y aunque diferentes escritores quieren que Bethen- w u r t dejase conquistadas las cuatro islas (hoy de Seño- rio) y otros el que solo sujetó las dos de Laiizarote y Iuerteventrira, solamente lo que refiero es conforme a su citada historia, á que nie hc ceñido.

Fuelve Juan de Bethencourt 6 Francia por Roma: dale su Santidad Obispo para estas i s h y m.uere en su casa.

1. Vuelto kIoiis. de Bethencourt á la isla de Fuer- teventura, haciendo repartirnicnto de tierras y casas de las de los naturales de I U S islas de Lanxarute y las de esta entre las familias que habia traido de Esparla y Nor- rnandia, dandole la libertad de no pagar al Señor dere- .C¡IO ni utra coca, pBr nueve asos, q x pasado pagnria;~ .el quinto do lo quc cngicraii y criase:^, y que la orc l~i -

- .ila nadie la pudiera vender (esta es un g h e r o de yerba muy estimable y necesaria para tintas, la cual se ciia oomunmente en los riscos sin cultivo) y por que era poca la vecindad de las islas, y el trabajo de los phrro. (;os que dejaba, s d o tcnrlrian dc treinta, uno, basta q.ue hubiese prelado, el que iba á solicitar tuviesen. 2. Nombró por su Lugar-Tcnietite á su sobrino Ma-

ciot de Bethencourt, dándole su poder, para qoe norn- .brase alcaldes que administrasen justicia á las leyes de F.rancia, y para que en todas .las cosas que viese fuesen útiles y hon.rosas, ordenase y man.dase lo que le parccie- se, teniendo atencion siempre al honor de dicho Mons. de

.Betheiicoiirt su tio, en primer lugar y á .su provecho; y

. que se .hiciesen dos iglesias en aqwllas dos islas, y su cos-

. t o .de las rentas que le perteneciesen. 3. - Mand6 publicar en toda l a k l a que su viage de es-

t a i islas para España seria en 15 de Diciembre del mi;- mo año de MO.5, -para que -ocur-riesen a lo que -se -les .ofreciera, d.ejando repartido á cada uno de los reyes 4 400 obradas de tierra, en donde apetecieron: y dejando á to-

DE CANARIAS. 43

dos contentos en sus divisiones, s e pasú h l a isla de Lan- zarote, á donde di6 6 su ahijado, rey q u e babia s ido d e e:la, la misma cantidad de terreno e n inedio de la tierra, y la mejor vivienda como n:, fuese fortaleza q u e iieg6 á t o d o natural ; y á todos los d imas proveyó de los l e r ienos e n q u e quedaron salisfechos. Y lisbiendo sido su embar- c o el dia q u e reoalti 15 de Dicieinbre, y c o : ~ seis dias d e viagt! a r r ibó á Cádiz el dis 21 del mismo 'mes. 4. Xstaha el Rey D. Eririque ?II en Val!i~dolid, Q don-

de se pasó Mons. de Bethencourt , y visit6tr; y dandole cuenta de todo lo sucedido en la conquicta de Ins islas, !gustó ,el Rcy mucbo oirlo. Le representó la necesidad q u e ten ia de Pastor aquel rebaño, yh de Jeslicristo, g supli- :có se interpusiese con su Sant idad, a donde ocuri ia pa- .ra que se lo proveyese, como convenia; y el Hey le se- áa16 B D . Al11ert.o dc 'las Cascs, vnron docto, y q u e si1 aplicjcion le Iiabia hecho, con el comercio de al5unos ¡S- -leños entender su id i t~ma: Y escrihiendoal Papa pidikndaln le nombrase por Ohispo, se pusieron e n camino para R..;-

-mo D. 'Alberto y Bethencourt , que fue ion muy bien recibidos del S u m o Pontifice Inocencio sbplimo (que segun .Brozio, seria por Marzo del a ñ o de 1406) y besindole cl piL: Betliencourt, k inforniádole de lo que e ian Ins i sbs . -su sit'u.c-ion cerca de la Nerberia y la txcesidad de pastor -que'tt:rlia la nueva grey cristiana; le nombró coi] grande compljcencia s u j s al propuesto por ( l Rey de España; y

.dadas sus bulas, se vino sin detencion á s u Obispado c o n

.el t i tu lo de Ohispo de Ruhicon, iglesia de las antigi1a.s d e Africa, snfragánea á la 1Metrupolitana de Sevilla (co- ~ m o dice Zúñiga en sus anales). LIeg6 este nuevo Pastor 6 - l a isla d e Fuer teven tura por cl m2s de J u n i o del a ñ o d e IN%: ha116 e n aquelia isla 6 lblaciot d e Bethencourt : y dejando el Obispo dispuesto todo lo q u e convenia al pas- t o espiritual d e aU rebaño, y cul to divino e n la nueva lglesia de Santa Maria de Betliencuria, e n q u e dejb n.om- brado cura á s u capallan J u a n keverr ier ; se fue á S. War- - c i d de Rubicon d e Lanzarote, q u e fuk la primera catedral de estas islas de Canaria.

5 Mons. 'Juan do Bethencourt , l leg6 &'Francia á s u casa de Bethencourt por el mes de rnayo.de 1406; .y despues d e niuchos ,festejos q u e le hizo su - muger y parietitec, y habiendo vivido gustosamente cn su compirñia m u r i 6 . e n . s ~

44 DESCRlPCIOn EIST~BICA

gran villa de la Tintorera en el año de 1425.

CAPITULO XYII.

Del gobierno de Mons. Maciot de Bethencourl en estas islas, su mala conducla y remate de él.

1 Principios piadosos y f~vorables 6 sus nuevos vasallos tuvo Uaciot de Bethencourt, cumpliendo las últimas instruc- ciones y encargos que le hizo Mons. Juan de Bethencourt, su tio, fabricando los templos en una y otra isla, el de Lan- zarote en el sitio del castillo de Rubicon, para que en ellos l'uese Dios alabado;.y. en el gobierno de la Rcpúhlica benigno, á lo que le dirigió los exortos doctos y santos del prelado D. Fr . Alberto de las Casas, cuyo ardiente celo al bien de las almas y servicio del Rey con su prcdica- cion y ejemplo, aumental~a en Maciot las huenas acciones, pasando en ambas islas, para que todos gozasen de su doctrina.

2. Asi se mantuvo Mnciot el tiempo que vivió en estas islas el Obispo Casas, hasta que niiirió en la isla de Lanzarote, año de 2410, (1) segun se. infiere, pues no hallo positivamenle otro tiempo;. pues autique de la crea. cion de este prelado Iiacen mcncion en la historia de Be- thencourt, sus capellanes (por haber sido el prirncro Obis- po de estas islas) de su progreso no lenem3.s noticia.

3. D. Alonso Ortiz de Zhñiga (2) dice: q u e en el aiio de 1412 haberse hallado en el concilio que convocó D. Alonso de Exea, Patriarca de Lhlejaadria, y arzobispo de Sevilla, en aquel año D. Fr . Aloriso, Obispo electo do Rubicon, sufragáneo á aquel Arzobispado, que segun diclia historia citada, parece fuC el segundo Obispo U. F r . Alonso de Barramedo, de la órden de S. Francisco, segun algunas memorias; aunque no consta de ninguna el que hubiese pasado á estas islas.

(1) Hisl. de Juan dcBelhencourt, escrita por Juan le Verrier y F r . Pedro Bontier franciscanos, en los capilulos 88, 89, 100 y í01.

(2) D. Diego Orriz de Zúñiga, en sus Anales eclesidslicoc y regla- res de Sevilla, l ib. 10, año de 14i2.

4- En el intermedio de esta Sede Vacante, 6 de no mi- dir persona, que con su reslteto y mndurtz fuese r h o r a & los juvcailcs irripulsos de Maciot (le Bethencourt, d iv i r t ih- dole los delirios que se le aplaudi;iii por la libertad y aiii- bicion de sus geiltes fraiicesas. licvadt:~ del niira de la soberania en que sc halliil:,a, y do; ol~jíito de sus iritereses; soltú los riendiis a su voluiiiad, oprirriieridn y nraltratutido A los nucvcs cridianos sus vasal l~i~ , vendikndolos por esclavos y otras violenciits que les Iiacia, andando relirados por los montcs y asperezas, por tener a l g m alivio eii otras mayores fatigas.

5 (1) Lles6 á L a zarute año dc 1417 por Oliirpo nonibrado por le Snntitlad tle Miir~iiio V. D. Wendo, francbs de riacicm, y 1;ariente de I?ethericourt (que el Oliis~ro Murga en su Sinodal le tiene flor pi in~cro O h i s p de eslas islas, por el verso a u e nadecen algunos denuestroshisioriadoreseii hacer el a& de i.417 13 &;ida de Juan do l~eikeiicoui.t, Iial~iendo sido coiiio dejo prohado el de 1402). Y liiillando en estos tral~ajos los iiuevos Iiijos de la ialcsia, y perseguidos de quien los delbia pr.ottbgw Lli~cií'nrloles con S U gol~ieriio suave y justificado, q¿ie alirazasen coii mas efeclo el nombre crisliuno lo sinti6 en cstrcnio.

6 Los clamores, lhgrirnesv reiiilidassúplicns de Icsaflijidos hijas a su padre y pastor, le encendian iiiasel esplriluiilPre- lado para exork r á Maciot dc 8krhencourt, g A exitiir A siis fraricews á la rriayor caridad con que debiliii tratar B ].,S rniserahfes islcfios; pyro la o ld tx ic i i~n con que hallaba 6 Bclhericüurt, y cídicia en que le iiifluiaii sus secuaces, fatigaba y conlristaba el ctiloso y sü i~to deseo, aiectando en Iodo cuanlo hacia la mayor blandura, por no llegar a rompimiento.

7 Müciot dc Blethencourl, que proseguia en su tiránico y desp0t.ico gohicrno, de~atendia, las s~!titas g heiiignas plá- ticas y voces del Pastor, y rndniicstaba con los s~iyos la

. displicencia del horrreriage Iiculio por su t io Juan de Be- thcncourt á I U corona dc Castilla; y aun no f a lh escritor que diga, haber pedido á Francia ayuda de gcnte y iiavios

( 1 ) Y . Marinna. Parle l ib. SO, e n p . 8 de !a Hásloria general de Espciña. Ksleban Garibay Samnlloga, en su Co~npendio hisloriai de España, l i b . 16, cap . 9, n. i?& 9 otros, cualquier padecen el mismo yerro.

5

para separarse del dominio castellano. Motivó á que el Obispo promulgase celisuras y diese cuenta al Sr. Rey D. Juan el 2 ? que reinaba en Castilla, de todas las operaciones. y atentados de Maciot, y de los indicios veementes que tenia de habcr recurrido á pedir la protectiion de Eran- C19.

5. No dejaba de andar fluctuando el Animo de Blaciot entre los temores de esperirneiitar la indignacion del Rey l e Castilla; y discurriendo en mas inmediatos auspicios, se dice por algunos autores, hizo venta de las islas (110 sé con que poder de Juan de Belhencourt sil tio) B D. En- rique de Guzman, Conde de Kieblri, a tuja opinion no diera ascenso, si D. Diego Ortiz de Zúñiga (1) en sus andes rio dijera que en el aí>o de 3422 jvn se intitulaha el Conde Señor de ellua, y que en el dia S de Junio di6 & sus habitadores privilegio de franqueza de pcchos; pues aunque Peña (2) hace esta venta al conde, posterior á la que Maciot tenia hccha al Almirante Pedro Barba, y á la que hizo al Iinf8nle de Portugal! y que pasb á España á liacerla, no es vcrosimil se espusiese á tanto, r u a d o la primera FuB tan notoria la intervencion Real, y Iri segunda tan ruidosa entre las dos coronas.

9 El Obispo D. Mendo (en quien crecin cada dia mas ]a mortificaciori (,e no poder ver remediados los dafios y vejaciones que paílecian sus ovejas, por los mcdos totalmente violentos de Maciot, caballero mozo, arrebatado y nada favorable para el cultivo en unas nuevas plantas y de tan pocas raices en la fi! y religion catblica) viendo ya irremediable (y lo seria mas con la dilacion) enri0 B u n hermano suyo, que le acompañaba, para que liiciese las mas vivas y eficaces representaciones al Sr. Rey D. Juan el a ? de Castilla, y señora D." Catalina su madre, como señores del recurso y directo dominio: esto fué año de 1418, segun Zurila (3) y con acuerdo de su co~se jo , rnati- dú á aprestar cinco navios de Armudit y ponerlos á cargo del Almirante Pedro Barba de, Campos.

(1) D. Diego Orliz de Zúfiiga, Andes eclesidslicos y seglares. Ano de 1439 nQm. 10, p i g . mihi 319.

(2) D. Juan Nuñez de l a Peña, en la Descricion d e estas islas de Cariaria. Cap. 7 .

( 3 ) íierónimo de Zurita, en sus Anales de Aragon.

10 La religion de Sr. S. Friiucisco, qu'e: tenia sur misiones en estas islas, y F r . Joen de Baeza, Vicario Di- putado de la Santa Sede Apostblica en ellas, unidos todos con el Obispo despacharon tarribien a Koma á Fr . Joan b h s o de Tbudaren, Religioso Lego, y nalriral de estas Islas, como refiere Zuñiga (1) y pasó a representar tain-, bien las gravisimas vejaciones que ocasionaban los Fran- ceses, que pasaron con Joan de Bethenrourt, y coa Ma- ciot su sobrino, quienes haciun'horroroso el nombre cristiano; y con que se dilató tiempo la resolucion jiontificia. L3 santidad de Eugenio IV espidió una Bula en 29 de Octubre de 1436, curo trasunto a u t h t i c o , dice el mismo Súñiga se halla en el Archivo de la Santa Iglesia de Sevilla, \ d a n d o con rigurosas censuras y penas, que no fueran maltratados, ni algunos de aquellas partes toma- (los por esclavos, &c.

CAPITULO XVIIB.

De la Armada que e l Aey D. J o a n 11 y la Reina Doña Cutalina, su madre, ewiuron ú Pslas á cargo del Almiran- te Pedro Barba de Campos, para reprimir los escesos dr ,&íaciot de Bethencourt, y de las ventas que este hizo de el las .

1 Pedro Barba B quien se di6 el renombre de Cant- pos, Seiior de Castro-Forte y Castillo de Follc en el reyno dd Leon, en tierra de Campos, de Iús sefiorios de Villa- vicencio, Villada, Castro Mocho y Valde Segovia, capitan de los de mas memoria de su tierripo, que tuvo por liaberlo sido en servicio de la Repuhlica de Venecia, la honra gratide de haberle merecido el titulo de su Gentil Hombre Veneciano, y en España tener á su cargo la Real Armada en tienipo del mismo Rey D. Joan el 2 0 ven- cigndo con ella una batalla que di6 a los moros, que con la suya invadian nuestras costas, siendo su esforzado valor y sus grandes virtudes asunto de aquellos tiempos, para que Tuse decantadc y repetido en la posteridad.

2 A este ilustre caballero enconiendaron los reyes de Castilla el conocirriieoto de los excesos de Maciot, (1) y que

(1) Zúliigu, A m l e s de Seuilln, ano d e 14.34. (1) Historia d e l @y D . Jonn e l '2? cap. 255.

48 DESCRIPCION HIST~KICA

juctiticados los reprimiese y diese las providencias que cono- ciera coiivei~ir, conociendo por e r ror el q u e en n inqun t iempo estubierair estas islas separadas de La corona de Gastilla &C.

3 L l ~ g ú con SU escuadra á la isla de Lanzarote, y Ma- ciot d e Betliencourl. noticioso de las faculiades q u e traia el Almirante iindi:i su orpul lú y vendi6 las islas á L'edro Barba, qric accpt6 s u ofvrta y compirsicion. como amante de la paz; lu q u e aprobaron los myes D. Joari Doiia Ca- ta l ina sii madre, corno diccii Ziii.itii (1) y Carihay; cori -que dejó el t i tü lo de Rey q u e tlosdeJoari de H c t h e ~ c o i t r t su lio, estaba pose)eiirlo, qiiedhntl(,le á I W r o Barlia. (4j 4. Htihia casadosc Maciot con Thcguisi (hija de aquel

,Rey de Lanzarotc) con quieii tuvo dos Iiijas, q u e la ut:a se llam6 Margariiri de Belhericourt q u e casS citn Joon Anec- t a Perdomo, francks d c quien prccedcri todos los Eietheii- coures dc estas Islas tlc Canarin.

5 l in segunda hija fuC dona Maria de Betbencburt , 13

q'ue se llevó á la isla dc la Naderii, para donde Maciot so embarcó luego cjiie 'hizo l a veiila á Pedro Nnrl~a; y sin dn- tenerse en ella, dice Junr i Barros, (3) se conccrtb 6 las vsii- ,di4 al lnfaiite 1). Enrirjuc, hijo dcl Liey U. J u a n primero d<: Por tusa l , q u e w p r i se dice csta!,a en la poblacinn do la isla de S. Miguel cn Iris Tecccras, de donde, dejando Ma- .ciot casada B dona R f l r i a Beihericourt, su hija, cori R u y s

.Goiizalez Zarco, . . . .hijo d e J u a n Gnnzalcz Zari-o, capitnn y &scnl)r.idor tlc l i i ista de la Madera, a s o 1420, do quici; tiencii origen los Belliencoures de Portugal; y sus ventas Iiccbas, sc uolvih a Francja a donde murib: y i n o t ra ta r tantos y taii g r a w s esc.ritores de las menos repa- .yadas accioncs d u s u vida, corriera 13 pluma modesta por pr t icul : ; r oli!igncion qiie nos corrc, iiunquc sicmpre pre- Jiriera crl mi la d v !a verdad iliistórica q u c en t . d o afectar& a u i i q u e sea en niorkns partes bien á precio de mortifica- cien mia y (Ic mi ge i~ io .

6 Pedro I h d i a quod0 cn su sefiorio de las ¡SIAS conquistadas, partieularrnenlc cn la de Lanzaro'e, i donde

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14 j Gerdnlmo Zurila, en rus Anales, part, 2, l ib. 20, pdg . mihi 310.

( 2 ) P. Yariana., l ib . 20 cap. 9. i,3j Juan Barros, Dicada 1 de A s i a .

DB CANARIAS. 49

residi6 g:bcrnando con el o c i e r t ~ , paz g prudencia como eri tnrla parte se hahia esperimentado de sus justilica- dos procedimicntos y piadosa vida; con que fu8 atrageri- do á si, y B los silvos del pastor. aquel relmño, que andaba retirado al monte, de las asptmzas (le Maciot. de Be- tliencourt y de sus centes: con qiic cl O!ispo D. Wendo $026 de las dulzuras que su t)enignitIad apctecin en aque- 11a tierra, aunque se tral~ajal~a mucha par los ministros evan- gdlicos en unir a los naturales de Fuectcventur~ que andaban muy dispersos. 7. El Infante de Portugal D. Enrique, por la venta

quc le Iiizo IQlaciot do tiethencouri, se pns6 á Lishoa, y ayudado del Rey su hermano aprest6 12 caravelas, y en ellas pmharcb 100 caballos y 13 s d d a h y por geaeral á D. Fernando de Castro, para quc viniese á tomar posesion dc estas islas, tornando íí su cargo la conquista dc ellas. Súpose en Esparia del apresto qiic hacia el Infünte, y Pe- dro Barlra, q i x estaha bien fuera de pcnsar en estas cosas; prociar6 luego prevenir como tan soldado, los puertos por dondc conocia que en aquella isla piidicran ser acornctitfas las tleicnsas cic ellos. 8 Estando cn esta vigilancia (;¡fío de 1425) se descu-

Iwió la armada, qiie pasaha la vuelta de Siidoeste: Apor- 16 B las islctas de Canaria (hoy dn nucstra Sra. de la \.u%) SaIie:.on los rnílitrs Liicik~nos con su acostumlmda arso- giirrcia tomar tierra, y los ciinaiios ozurrierc~n á su disputa; que Iiiüieiclii con ta l valor, que no dieron lugar á los dcscim!)nrcadtis quc pudi.-ran cngcr sus b~tc lcs , dcjando nias de 309 hornlms en la Ciinnria playa: y creciendo cada hora el núrncro de rinturales, lemicron inas los que IPS veinn dc las cnrahcias Iiacer otro des~rnLcrco; y levantando In arinadn volvir,rí,ii h Lisboa con la íiincs- ta.noticia, I~ohiendo tcnido el Infante c?i gasto de 39.3 do- Has, coino dice D. Josb Pellizcr, .(¡) y hakiendo pedido la cnvestidui.a al Rey D. Joan el 2 F de Castilla que se 1s tenia negada.

9 Repitió el infante su armada con nras. gentes y'novios, juzgando haber sido poca luerza la de la primera,

(1) D. Josg Pellizer de Tova,., cronista mmyor de Caslilla, en el H c ~ o r i a l de los Sctioses de Fucrlevenlur~.

-y mala disposición de 'SUS c a $ h e s ; y .poniendo &.(a La- -jo del 'comando de Antonio C+onzalez, su guarda-ropa, y -volvien.do a tomar las mismas arenas de Canaria,y rcpa- rándose en ellas mieiitriis que los Canarios se convocaron

.y les cargaron con ial Curia que avanz'ndoles las trinche- ,ras que los lusitanos tiahiatt prefenido, que a los- golpes de sus espadas de accbuclie, y dardos de fina tea tostada,

-quedaron pocos en el sitio que pudieran tomar las lan- .&as: con que refrenb su orgullo el valor portuguks,~volviendo á Lisboa con mayores lamentos.

10 'Estas invasiones Iieclias'en Canaria por el infante .de Portugal, dice Zurita (1) Gomara y otros Iiistoriadorcs,

, fueron de sentimiento en Castiilh. de que hicieron los Beyes demostracion por ser contra el asicnto de paces

:que estaban acordadas entre estas dos coronas, enviando el Rey D. Joan 2.0 6 Portugal por embajador á D. Alon- SO Gafcia de santa Maria, Dean de Santiago de Galicia,

. y el Rey de Portugal suplicó a l Papa Eugenio .lV Ve- -neciano; en cuya disputa teniendo el de Cáslilla despa- c h a J o 6 Roma en su defelisa, y por s u embajador al Dr. Luis AIvaFez de Paz de, su consejo: y corriendo la noticia de que el Papa le hahia camcedido á Portugal, al mismo tiempo que el dicho D. Alonso Garcia de sanla 3Taria Deari .de S a d i ~ g o , -se hallaba por embajidor del

.Rey de Castilla en el conci!io de 'Bnsilea: conlpuso con su gran doctrina y erudicion y noticias de las cosas de

-España, un cornentario en quc prob6 tocar el derekho . d e las istas de Canaria, y pertenecerles A los reyes de Castil.la, corno sucesores del Wey D. Pelayo: .Can que no di6 lugnr el Papa fi novedad alguna y cesi la contienda, quedando las islas de Canaria p;r Castilla declara-

- das año de 1431, continuandose el derecbo..de Pedro Barba de Campos.

11 Halladu ya de mas de '70 años de edad el alini- . rante Pedro Barba. Rey de las islas, y lo mas agravado de muchos acliaques, pidió facultad al Rey D.. Joan el segundo (por el hornenage que le tenia hecho). para ce-

( E ) Gercinimo dc Zuvita en los Anales de -4ragon. Francisco Lopez d e Gomara, en la Historia general de las Indias, tratan- do de las Canarins, pdg: mihi 131.

der y traspasar su derecho en Hernan Perez caballero. sevillano.

12 Y dejando las cosas en el mejor estado quepudo, se despidió ctel Ohispo y naturales con gran sentimien- t o de unos y otros, se pas6 á España, quedandose en el puerto de S tnta Maria muy enfermo, y asi corrió el tiempo que vivió (constandome por u n comentario que esttt en nuestro poder, que por su antigüedad estd autorizado para mi estimacion, siendo original) el que lleg6 este ilustre calmllero A estarle manteniendo con leche de cabras, y a calorizarle, echandole niñas eri la cama, por la debilidad I que llegó su naturaleza. Murió en su se- nectud, y en tal opinion que hahiendose sepultado en la iglesia del convento de la Merced, fué necesario reser- . var su sepulcro con una reja de hierro, porque impru- dentemente piadoso aquel pueblo, savaba su tierra para hacer venerab!es sus cenizas.

De los dueños, que han tenido estas islas de Canaria, sus venias y traspasos, hasta haber sucedido en ellas Die- go G'arcia de Herrara y doha Inés Perazu su rnuger, señora propietaria, y de lo que hicieron en su conquista.

1 Ya como dejo dicho sucedió en el señorio de estas islas. por el traspaso hecho por Pedro Barba, IIer- nan Perez caballero sevillano; pero iiifornndo de las circunstancias que hacian mas respetables las islas, que quedaban por conquistar, fuerzas y ferocidad de sus naturales, procurd el quitarse de tanto empeño prudenciando las di- ficultades que le serian consecuentes.

% Vcndi6 h D. Enrique de Guznian conde de Niebla, sus derechos de la conquista Hernan Perez con las mismas facultades que hubo, pues aunque las habia obte- nido por la venta (1) que le hahia hecho Maciot, aa-

(1) Todas esins escrituras de v~,ntas y traspasos, y sus rca- les aprobaciones las refiere D. :$ose. Pellioer en el memorial de los Señores de Fuerteventura y haberlas aislo en e l Archivo de Sirnancns. Vfase núm 39.

tes quiso p c d k i ' lo que Ic 1;nhia 'dado por ellas, que M- l i r e n 13 contienda que s e o f i w i ó con c l infante d e Por- tugal , y el Rey sil Iirrniano, y la nprohacion que el Rey de Casiilla h n l k Becho cuando cl misnio M3ciot las pa- '

sb á Pedro Barha, y w t r b en In que le hizo H w n a n Pe-. tez, , p o r la que yn liitllaba a ; y o r a d n , y decliirncion hecha por el pontilice Eugmin JV; pcrn ofreciciidose la guerra ron el Rcy D. Veryodo I Y de Aragoii, y D. 30ali I I de Cristilla SU sobri:io. le pidió licencia para pn- derlas vender y seguir su servicio. la qiie le conceilii), estando cn Medirie dvl campo en 2 0 dc F e l m r o , del a ñ o de 1430: y con esta, fac!iltad estnndn e:) C;rn Luoar cle Barrnrnedii, otorg¿? esctitrira de venta á Guilleii de l a s Casas Miirtbt, alcalde rrtnyoi. du ScviIlo cri 25 d e Marzo del iriisirio nfio, qiil. c-onfirrnó el Rey i!stsii:fo ct! fa ciudad de ..tviln en 2.5 ( I r ? Agíi~to d e 1432, Iiw:ientlo nu2vn merced tlc rllns i i l rsferido Guill:!;~ de las Cnsor, h tnn- yor iili~iiihmient:,, cctrnq se vC en so!)rc carta, (hila r n Ocaria i d ' ! de Jitnic) (le 1433. 2 Guillen de liis C;isas, í, lucse por que su cd:id nvnn-

zatla le dtrt:ivo ii seyuir In em;)re;a, 6 p-ii-qiie qiii.in dar mas h:)rror saya y szr ern?lea m:is propio l n r n i ~ ! n l ! c r o mozo; h i ~ o p r r n n t a con Ri:r..inn Peram sri vcr!i:>, d o ñ a Inks Yeriiza v D. Guill(.n s:is lii,itis, c t d i ~ a ~ l o t c s las islas d e Cn!raria, y !ciiij:.ío de las co i i t~ i i i s tn t l ;~~ , y por cnriquis- lar ; por la harieníl:~ q u c teniati e n el li.tj:ir d e G:telva, por escritrira qu!: otorgaron en 28 d e J! i !~io de 1443, que c~i1f i r rn6 el Rey D. Joan II en Arevalo en 33 de Jul io tie 1447.

3 Con estos dcrech-s H:rnan Perazn hizo su a m a - mento e n Sevilla. iiim3riintIi~se rog dr! las idas d ~ ! Canaria, y yas6 á ellns ii su posesiori, y trnyendi, en su compafiia (;uit¡cn IJerazn su hij,,, Ilegti tí la i s h clc 1,nnzarotc con t res navios y eii ellos 200 Ilai!ccrt:r!~s, y p:)r SU ca;)itan Herrian Marikl P e r i i ~ a sri pnrientc; ysac;ir:do d c Ins dos isl:~s rpia* gentes y por c a ~ i t n n e s h M n k o P i c w t , Lsis di: Cazafins 5' Jupn d e Aday, antes d e entrar en empresa alg!ina, dispu- s o el que se rccoirociesen las islas y Iiaccr cn cllns asaltos en qui: se Icijrnseri algartos na t i~ra les (le qoicn tomar . n o - ticias que le dirigiesen sus movimientos: mando q u e uno de sus tiavios con 1mt;infc gente, que tocnst: en Tencrife; y babieodv echado de madrugada (guiados d e una luz que

estasa donde unos pastorcs) un3 t ropa e n la costa d o t iüimar, al amanecer dicron con siete g i ~ a a d c r o s de qu ien hicieron presa, y en Ins wil las tlcl m?r, de un pescador que tenia en ss crmpafiia u[? niiio de hasta seis 6 siete años; y retirhndose coriesto y porcion de ganado al n~iviu, dieron '

vuellzi !I Lanzarote con la presa, q!le estim5 I-Ierrian YC - raza por la graciosidad dcl niño, q u e dt.jO en su casa, para q u e se instruyese con el mnyoi. cuitlado y cnriiio: d i h e l e el san to bautísino con el nombre de .kntoniij, sieiido Mer- c a n 3e,raza s n padrino, rn3stranrlo Antonio una vivacidad QIU e n todo d:iha rnwst ras y es2crnnzas mxy favorables. 4 Quiso Peraza t.oni:ir por principio do sus conqoij tas ,

la isla de I i i Pi~lma- y con la nins Cucrza de gentes q a e aña- . . di6 la q u e habia traido, a r m b sus navios, y sd icndo de

Lanznrote. arrihó 6 un poer lo de dicha isla q u e llamaba Tihuya, pei-te:icciCi)te ii iin Rey iiombrado Chede, quicn tenia encorneiidado c l gohierno de su reyno á u n Iiombte do valieitc cspiritu y advertencia, a c ~ ~ m p f i a d o de un 0ulrirnn.-a, scñ;;lndo Yalmoro por valeroso, quc ~01 .1 \U visln dc la nrimtl;i sc previnieron 5 dcronilerse, a:lverti- dos d e 12s iriviisioneJ piisatlas se prisicroti en celada por el camino q u e c:~n»c,ian pudiera:^ en t ra r los españoles, q u e llegando a[ t i ro de s u s dardos y piedras cargaron como fieras, y hiriendo y rnatñndu con crnn prcsttza, do s u e r t r q u e antes qtie ordi-nnscn, tuvicron el I a s t i c i i o ~ ~ suceso (13 11;iI:er cairlo del cahollo en q u e iba lozano, cl jbven Guillen Perazo al golpe de una piedra q u e le dib e n In cabeza acafihndole la vida atravesado con los dardos, sin poder ser socorrido, piies aunque h la carga qiie pudieron darles con las I)alIr:stas en qiie cayeron iiiuclios palmeros q u e IGS tiizo relir,ir. ~310 sirvió para m i s que recoger el cadáver ci cnpitnn RIiirtLSI; y con esie p a r y pCrdidi1 d a r

e n los riavios y hacer s u vuvlta á Lanznrote, donde le bi- . cieron las luncbre; exequias; y c , n este sent imiento y p4rdida volverse. Esta pilrdida se lameibt:ibii e n estas islas hasta el siglo pasado con el metro an t iguo q u e refiero a q ~ i . e

I,lorad Damas, si Dios os vala; Gaillen Peraza quedb e n la Piilma La flor marvhkta d e la su cara: No eres Palma, eres Relama,

DESCRIPCIOX EISTÓQICA

Eres cipres de triste rama, ..

Eres desdicha y fortuna mala: Tus campos rompan tristes bolcanes: No vean placeres, sino pesares, Cubrati . t u s flores los arenales, Guillen Peraza, Guillen Peraz, 166 estti t u escudo, dó esth t u lanza? Todo lo acaba la mala andanza.

5 Entre las antiguas memorias que he mendigado para este asunto, encontrd siendo este caballero sobrino de D. Hernan Peraza, arcediíqio de Sevilla, camarero q u e habia sido del Papa quieri le regalb con una joya de grarr- de precio; y heredhndola,':D, Guillen la llevaba puesta sobre las armas, cuando entrb en el combate y la perrli6 con la mas estimable de su vida, quedando el Joyél por

, despojo de niogun valor a los palmeras.

De la religion, ritos, politica,.gobierno y costumbres de los antigtcos naturales de estas islas de Cunaria.

1 Antes de entrar en lo sucesion del señorío, y reyno de Canarias á Dirgo Garcia de Bcrrera, cayos progresos tuvieron varios efectos, y sucesos en cada una de las siete islas; me ha part?ciclo ser tiempo de dar razon de su religion, ritos, politica, Icjes, gohierno y coslumlxes de sus antiguos naturales, puesto que con las repetidas invasiones que desde el oilo de 1303 hasta e1 de 1406 se les hicieron sacanJo prisioneros de todas, que catequizandose y reducieiid( se en España, en las coi~quistadas y otras partes han manifestado ¿. informado de todo: con que ca- minaremos con mas claridad y conocimiento, y el de que no se hieo la p e r r a Q gente irrcipiente, iii pusilánime, sino á bien aJvertida política y valerosa; y si alguna dife-

' reacia hallare eii alguna de las islas, la txñalart5 para que se sepa.

2 De los.especiales privilegios que nuestro gran Dios hizo á algunas gentes, Fué el que no cayesen en la idolatria (como dice Roman) pecado comun'h todos los hombres sin luz, y favor Divino; pues no igiiorando níngun ra-

cional que bay Dios por luz natural, pero cual fuese este Dios, si es uno 6 mucl~os, fueron varias y muy diversas las opiniones, y de los ciegos filósofos de que provino por la culpa y por la falta de luz, y de andar ciega la faiitasia en todo, eligiendo para sus adoraciones y sacrificios á las mas viles ciiaturas que discurrian sermas favorables, regi- dos poy el demonio, quc cr)n su soherbia siempre apetece. y solicita ser tenido y adorado por Dios. hurtando y apropihndose á si lo que scllo es debida al Altisimo Dios y señor nuestro criador de todas las cosas y Único hien, no cesa de engañar B todas las naciones del mundo que han crecido y no les ha llegado la lumbre del santo evangelio.

3 De estas miserias y engaños, segun las tradiciones y conocirnier~to de nuestros mayores que nos lo dejaron escrito, parece fue': servida la Divina bondad librar, preservar y privilegiar á nuestras sentes que habitaban estas islas d e Canaria, no Iiall~ndose en ellos el mínimo res- quicio de eslas falsas adolaciones, debiendo solo por esto levantar la voz en coniícuas alaiJanzas á nueslro gran IXos con su conocirnienio por tan singulares I~eneficios. iOh! islas Afortunatlas mas que otra tierra del mundo! 4 Lucio Marlneo Siculo (1) y Mernanda Pulgar, es-

critores anliguos nos los acreditan, Julian del Castillo y otros escritores que nos dicen, que nuestros canarios d o - raban un solo Uios levantando las manos a1 Cielo; y .que tenian orstorios que rociabati con leche de cabras drpu- tadas para ello, que en su idioma llamaban animales saptos.

5 Tanian para implorar las divinas misericordias en SUS necesidades, personas religiosas y ejemplares eii sus morales virtudes que vivian en comunidad recogidas como monjes, 5 quien se estaba seiiaiado de los frutos que se co- gian y ganados que se criaban como d i e ~ m o , con que se rnanteniari y encerraban en cueias para el año sus granos y frutos; y si les sobraba hasta la siguiente cosecha, lo repartian enlre los que lo necesitaban.

' ( 1 ) Lucio Marineo Siculo, lib. 19 d e regios ic is , T i - fulo d e Cananys inszalis ndquisi l is .

Hernando del Pulgar, Hisloria de los reyes Ca.lhdlicos. J u l i a n d e l Castillo, His tor ia Gothica, l ib . 4 Disc. 13. J u a n Botero Benes, ReIaciolaes del mundo, l i b . 6 de la l." par-

te, , pcig. mihi 178. . ... . . > . .

6 Tan1 biim baliia mugrrcs recngidas de las de mas virtudes y nolilcs, q u e teninn e n casa diputada (que llamaban IIari-illaguadus) para el mismo ejercicio; y cn 10s

t iempos de :ienuria por falta d e Ilutias 6 eiiferrnedadea, el Rcy con S U S Iiccberes Marnenatos (que eran sus corse- jercs) saliari y traian ii los Izaicsnes, 6 saccrdoti~s y estos con este acompañamiento sacnlban las Hari-maguadas, y Ile- vahan al mar con palrnas. g á otros l u p r e j q u ? tenian señalados, y en el mar dando con las pilm3s sobre e l agua, y levantando las mnnos al ciclo, pediitn h Dios s u remcdio que siempre lo espcrimentahnn de la piedad divina. Manteriidim estas lhri-m,iguadds como los varoncs religiosoh, q u e vivian a u n q u e juntos, c n parages solita- rios v vermos.

r J

7 En cierta ocnsion q:12 YO p . x 6 e n la juriiJiccion d e G ~ i 3 , (L rldnrle Iliimrin la &tiasa, unas d:~s ho:rr',rcs do los primeros d e aquel lugar , q u e me acbmi;i5abnn. m e dijeron si queria ver u n o tic los ccnobios 0 conveiiios d e estos a~r t iguos . que csti eti un a f ! ~ , y rhpido sitio, sidire cl Itarrnnco que l l~rnnn d v Valeron: Guiáronrtis á 6.1 los dos liiilalgos, y en t re con h3stante pdiq-: l . y ~odks : , dc mi, haber causado atlmirncion ver Iii fllirica. q a e en un risco se Iiizosr'ri hcrramientns teiriplatlas. porque no las conocieron los ant iguos de estas islas (sino I n s c ~ s de peder- iiales, que lijnlmn en unos palus como Iinc~lias G azwlas, coa q ~ d a b r a b n i ~ lariiiiien las tnaderns, y corta!)aii el inas g u e - so pillo, U o t r o 6iboI.) En I U freritr; tle aqiiella rnont,a- tia. corlado como un grande arco, y dentro.de el A la cntrada, corria u n largo crrriun, b crugia q u e cnrria hácia dcritro, y (le un l i d ; , y o t r o con grande igualdad, y corre~poudericiü, muclio número dc celdas, b apownlos, unos sobre de otros ci-n sus veiitanillas, y á uit lado y o t ro de I;i entrada, cnino dos torrt.joiics, q u e se. subinri por

S dentro, c m ventanas para SU I u ~ q u e cnian s i h e la pro- frindidad dci referido Iiarranco: Rrprcsúntóserne lo q u e so 110s p i n h de la Tebaida &c.

cria y enscñanxa de las niñas fenian gran mbrábanles una maestra de 12s mugeTes do ia y cnpaci~latl para instruirlas y doclrinarfas

p a k e l m e j o r proceder; y e n no o r r e ~ l a n d o s e B todr! c o i ~ f o r n ~ e 41 la ley iiatural, reprehendia á la niña dicicndole: Si la hija de lulano (por ser todas las quo adinitian d eslaes-

DE CANARIAS. b?

cuela de las mas noliles, y otras q u e no lo eran, y tenian por las rnuesiras q u e matiifesiaban d e habilidad las

h q u e tenian sopari~das) hicieran lo q u e erraban, mereeian ser castigadas y daban e n el suelo con una vara q u e les era muy sensible y les servia de ei~mienda: Enseiiábanlas B coser laniarcos qiie eran los vesttiarius de h o m l m s y ntu- g e m , de jiieles gariiiizadas y diido d c t inta roja 6 i rna- rilla, con gualdra qile es yerba, q u e majada y cocida l a . bace; g cl color rojo con sangre de d i o j o y manteca de ca lms , con que les Iiiicia tan pcriri;ir!tlnte, q u e no se di- ferenciaba lo vivo del c d o r , del irias fino talilete. IPabi.4 diez años q u e tuve en mi rnano uua fnldilla de una de estas rol!as, quc á iia estar cierto q u e se hal~ia hallado envuelto e n ella el cuerpo de una canaria incorriipta, n o me pers~iadiera d e s u ant igüedad, pursto c;ue se hizo de ella una lio1.a - para guardar pedernales, y eslabones para sacar íuepo: I.;is nguji:s con que cosiar. eran espinas de pcci:s, y el hilo dc correill;is de cabras, tan finas corno cuemlas d e viliuelas, taiiibicn Iiacian dt: palmas tinas y cle las de su cogollo, Lelas muy suavcs para vestuarios interiorrs, y otras c~r i i : s idadcs para SU servicio.

9 E l recogiiniento d e las niñas noblvs en las (:asas, 6 serninai~ios q u e el roy tenia para las hijas de los nobles, era di? edad de ocho años, poco ina 6 menos,. y las rnantenian ellas como 20 años, q u e estando bien iiislru- idas, y de n a t u r ~ l e z a rol)ustii, las sacahan para casarla con niniiceho de iguiil calidid, siendo como dice Barros, (1) y refiere Rornan (i). q u e viendola pr imero el Rey, n o vikridola gorda, y con graii b:irriga, decia q u e n o era t iempo de casarla, pues c n vientre angostoseria la prolu disrniiioida; y estando como le p a r x i a corivenir, la goza- ba primero el Rey, p despues se la entregaba al iiovio, s iendo esto para ellos de mas aceplacion, como dico Arcliingelo Mt\diignaiio, (3) tanibien Poi tugues r n el EIo- norario de los de su nacion, q u e asi mismo ieiicre Ko- man, quien en cl citado capí tulo hace mencion d e las rnu- chas naciones que usalian esta biirbaridad, y e s k ~ primeros hijos se leniau por naturales del Guaílarthnfe, con

-

( 1 ) Jtrnn Burros, autor portugues, l ib . 1 cap. 12. Ddcada 1. (2) Roman. l ib . 3, rup. 12. l!eptiblicu tienlilica. (3) Arcaqelo Mudrignano; Ilinerario de lo* Porlugetcses. -

que al tiempo de la conquista se ha116 tener Teneds. Semidiin 42, y solo una hija d e s u mhtrimonio legitimo. segun su rito.

Solo al Rey era permitido casarse con primahermana 6 con muger de su hermano difuiito; y a los vasallos con primas segundas, 6 terceras.

10 E n los casamientos, se hacian solo con declarar- se las voluntades, y precediendo el conocimiento del Gua- dartheme, á la desposada: se celebraban coi1 bailes y banquetes, y entregundo los padres los dotes al marido, que eran de ganados si los tenian, u otros alimentos; y esta celebracion solo la tenian los canarios con una muger hasta morir, sin que en la vida de los dos pudiera haber otro casamiento, siendo mal informado Pedro Lujan (1) en decir que las canarias casaban con cinco maridos, aiendo entre ellos el adulterio, culpa que se pagaba con pena de la vida.

11 Vivian las mugeres canarias muy sugetas ti la voluntad de sus maridos, y en grande recoleccion, teniendo solo libertad para salir á los bafios al mar, acompañadas con otras dc su calidad, 6 familia, sin que hombre alguno pudiese hablarlas en el campo, ni pararse con ninguna, pena de la vida.

12 La ceguedad en que su gentilidad los tenian, daba los Guadarthemes la franqueza de. en llegando á algun lugar, (fuera de su corte) pernoctando eti 151, el admitir la torpe oferta, que el que le hospedaba, le hacia de su muger 6 hijas: Uso que, segun Habrabam Orte- lio, (2) han tenido otras naciones de las mas civiliza- das de Europa, no teniendo por afrenta que de esta suerte se fecunden sus hijas y mugeres.

13 Creian hahia u n Dios, que castigaba á los malos, y premiaba A los buenos, y asi lo dice Purchas, (3) autor francés. Pero su bestial ignorancia los precipitaba, (bailando y cantando,) de un alto monte que llamaban Tirnia, que tenian por religion morir asi, persuadidos que sus almas eran bienaventuradas, como refiere Pedro Rlar-

( 1 ) Pedro Lujan, Diálogos mnlrimoniales. (2) Abrahan Orlelio. Tabla mihi 10 (en su l'ealro del mun-

do) de las islas de Brelatia. .

(3) Purchaa, en sus Relaciones tom. 5 pdg . 12.

DE CANARIAS. 59

tir (1) teniendo tanta fuerza sobre los humanos enten- dimientos la opiniori de la religion buena b mala de los '

mayores, que ni el precio de la vida evidente, que co- nocidamente se les representa, ni otros, si los hay mas ti- sicos, los detiene ni horroriza.

18 Cuando nacion los hijos, les echaban agua, y la- baban las cabecitas, siendo este oficio de las mugeres de mej(8res costumbres virgenes: Ceremonia que disc:urro quedaria de las que por tradicion les quedaria de los va- roires santos, que dejo referidos en el capitulo d.", ú otros que estuvieron predicando en estas islas; interrumpiendo y olvidando el tiempo la demas forma, y decian que estas mugeres contraian parentesco con los padres, que embarazaba celebrar matrinionio con ellos.

15 Dicese creion la inmortalidad del alma: conocian habia demonio que halitaha, y padecia dentro de los bolcanes de la tierra; y que Dios les daba buenos años y castigaba agrarios.

16 Vivian en cuevas los mas, siendo este el primer asilo y remedio que arhilrh la necesidad á los primeros hombres, que las ballarian en los huecos de los riscos que despucs las artificiaron e n lo mas blando de ellos, y en chozas 6 casas que hacian de piedra seca cubiertas de ramas, y cubiertas de maderos y tierra, de que guarnecian por todos lados, siendo esta ruda y agreste morada, como dice S. lsidoro p) el resguardo del calor y frio, que incomodaba á los primeros, hasta que ofrece excogita- do por los mismos naturales 6 enseñados por los mallorquines, ú otros que les precedieron en la comiinicacion fabricaron las casas con mas forma y arquitectura civil, como se ve en la quehasta hoy permanece en Galdar del Gua- dartheme.

17 Tenian ciudades y pueblos bien armados y numerosos en sus vecindades, cuyos vestigios lo manifiestan en muchos sitios y campos de esta isla, los mas en las cercanias del mar, por la conveniencia de sus baños, y sus pescas, lo que ejercitaban con gran destreza con anzuelos de cuernos de carneros, 6 cabrios, y liñas de ojas f i i '

I i ) Pedro Illartyr, Década 3, cap. 7 . + . 2) S . Isidoro, l ib. 15 Eihimolog. cap. 12. '

nas y telillas de palma. He visto algunos de sus propios anzuelos bien echos; eran grantlvs nadadores y marisca- dores, que nsi esios, como el pescado, era comun alimento suyo, y carries de cabrio, carneros y puercos, que eran las carries que solo se criaban en eslas islas, y CO-

mian asadas, 6 cocidas. 18 No tuvicron scrncnteras de trigo, ni mas. conoci-,

miento de otras semillas, que de cebarla, que en todas" era al iiiiicii pan que usaban en pellae aiilasado con leche y miintcca de cahras, 6 caldos de las carnes cocid;is, y con eslas pelliis, que baciaii de harina de cebada tostada y molida (en molinillos que tenian de mar:o, que andahan con un palo 6 bastoncillo, que andaban al re- dedor) y llamaban gopo, y hoy lambien siendo cornun alimeiito de grai; sustcncia á la gente. rural y polxe, au.nquc de mejores granos, como para ¿.I lo es el rriillo 4 maix, y trigo y de la niisma cebada, la que era en los anli.guos canarios sratides las cosechas, que conser- vaban en las cuevas y c6nlbros de barro, en que se halla hasta este tiempo tan entera y con su castillo, que solo por estar el color un poco mas obscuro, pudo liaber persuadido á un c;inótiigo de esla santa Iglesia, a quien la mostrb, S B ~ de aquella antigüedad.

19 Labraban la tierra pare sus sembrados, arsndola á' fuer a di! sus brazos, tirando de uiios garabatos de madera iucrte, y para el riego de las tierriis, sacahati ace- quias por fugas y risctbs, hiiciendo arrrintrichcs de piedra sccn con tanta firmeza, que permanecen hasla boy eri muchas partes.

SO Tarribien Iiaciati albercones en que estancaltan el agua, para Iiacer sus riegos por (lulas, asi para sus cel~adas, habas B higueniles, que los tcniaii grandes, de una especiu muy diferente sus Iiigos de los q u e rlespues se lian producido t r ~ i d o s de España y otras p i t e s , siendo cquelios blancos, áspero su hollejo. rojos y muy dulces por dentro, que pasados al sol, diccn eran muy regalados y suaves ( y algunas de sus higueras se rriniitieiieii eii a l ~ u n a s ~iar tcs de esta isla) y guardalian pilados, tí hechos pasta para s u man- tenimiento, que lo teiiian tanlbien de yiirnes, madroños y mocancs, quc: maduros espriiriiari y Lacian miel, cociendo

. su zumo al fuego, en que le daban punto. 21 Cortaban 13s palmas por los cogollos, y disponien-

DE CANARIAS. 6 1

d d e s el cor te de suer te q u e destilaba e n u n odre q u e tia- cian de una piel do cabrio, recogian mucho, pues este 61,- hol destila con abundancia hasta esquilmarse, y d e CI ha- eiaii vino, vinagie, niicl, azúcar, y dátiles; siendo en esta isla dilatados los bosques q u e d e palmarcs habia por todas partes, los que desde luego d e la conquisla dieron princi pio los castellanos á s u destruccion, pues solo e n docde cstB hoy si tuada esta ciodad lo era; y a u n a legua de ella, q u e llaiiian Tamtsraraite, ví escri to por conquistadort~s Iirrber- se qu i tado e l q u e era divcrsion del Guaderteme, en q u e ha- bria mas de 203 palmas, y el palmar d e Arganeguin, q u e ha estado provcjenclo en muchas riecesidodrs q u e se hari padecido eii esta isla, s i h d o l e s sus palmitos al imento, y s u miel y vino, como la grande Sál~rica de estera:: y esco- bas q u e se sacan para las denias islas, y se gastan en esta.

22 La sucesion del reytio era de la ant igua familia de Senzidart, siendo los Últimos G u a ~ a s e n Semidan (que por su piadoso corahon llamaron el Bueno) qu icn dejdndo solo una hija d e nueve años sucedió en el reyno Soront Se- rnidansu herinano por derecho de inmcdiacicn q u e fue el q u e los an t iguos reyes de España (como se puede t c r e n c l P. J u a n de Mariana) (1) olwrvabon, y no el de represenla- cion q u e es hoy comun.

23 E s l e solo Guadarteme ten ia Canaria J si l C b r t e e n Galdar, quien ponia en 7'elde un Fajocan , q u e era en aquo partido como virrey, y o t r o e n Arganeguin q u e e r a o t r o par- t ido de esta isla; y en csda tino habia diferentes puetllos t en iendo e n cada u n o Fagacan para s u gobierno y adrni- iiistracion d e juslicia, con cier to número de Goayolanec que eran como regidores en mayor ¿I menor como lo era el p u e . blo, q u e estos y los Fayahuracanes nombraba el Griadarte- me en junta., q u e hacia c n s u consejo ó tagbror con los prl- meros minis tros q u e tenia para 81, llamados Hecheres-ha- menatos.

24 L o s Fayahuracanes, q u e como capilanrs, eran caudillos e n ld guerra de mucho respeto, q u e sc clegiari por s u nobleza, Kuerzas y desireza para el ejercicio de su emylco, obedeciendo los vecinos de sus pueblos á s u llamarriien- to, y de s u s bocinas con gran pron t i tud para seguir sus

(1 ) Mariana, LIisforia de España, cap. 3 lib. 20. 6

cuarteles A donde les guiaba el Fayahuracan, A que estahan asignados con sus a m a s . 25 Estas eran dardos de fina tea tostada, espadas lar-

gas y anchas de acebuche de la misma suerte, templadas con el luego, con que en la conquista desliarretabaii un cahal!~.

26 Dicese que su cria no era á los peclios de sus mn- dres, sino desde luego les diputahan cabras, que les diesen leche, hacihdose cuasi de su iiaturaleza para tener la grande ligereza parn saltar los riscos, y en los Ilarios y úspere- zas, y parn en los conibatcs retirarse de los golpes: Anto- nio Lehrija (1) dice, haber vi-to en Sevilla, lo que tuvo por milagro, eti un natural de esta BJa d:! Canaria, el cual sin apartar de un lugar el pii: sinirslro, asudrdaba á 8 pasos de distancia a los que le querian hcrir con una piedra, huyendo la herida, I ia~iendo una pequeiia decliiia- cion de la cabeza á un lado, 6 Iiurtando todo el cuerpo, 6 con una alternaiiva de las piernas, se libraha de los golpes que le tiiahan; y ccin esta destreza se burlaban do las heridas g no hacian blanco en sus contrarioq, que sus tiros lo perdiese, ni con l n s piedras que arrojaban cou sus brazos, ni con las puntas de sus dardos. 27 Por ciertos tiempos del año (que tcnian repartido

en 12 tiempos, como wsotros los meses) (por iiirias) juntaban los Reyes en sii Cúrte, y esta en la de b'raldnr, en cuya plaza en medio de ella tenian un espacioso circo h coliseo en que ccincurrian mucho número de gentes, y ii vista del Rcy mostraban su fortale~a, d(~streza, y ligereza de sus personas, unos gladinndo divididos ea Iratidos coc- trarios; otros en b,iiles, que por !o festivo apresurado J

gracioso, ha sido hasta hoy cele!mdo en nuestra España, y por haber sido originado en estas islas llaman rl Cana- rio, de quc hace mencion Botero Benes (2) y Covarru- bias (3) en su tesoro dc la lengua castellana, y cori$ucbas rnos;raban la fuerza y ardides con qiie se ejercitaben, para el vencimiento de sus contrarios; y todo el tiempo que se

(1 ) Antonio Lcbrijn, en su scgutida Dckada, cap . f . (2) Juan IJolcro Eenss, Relariones del mundo, lib, 6 d e Ea l.*

dni+:e, p c g . 178. (2) R. SeLaslian de ~ocarru'bias. T e w o de la lengtra cesle-

t i s y a , Pduse Canaria cap. 67 pág. 2.

DE CANARIAS. 63'

de ten ian en estos ejercicios fesfitos, miircialcs, hacia el Rey el gasto de los banquetes.

28 E n el castigo de los delitos eran inviolablcs: con pena de muer te se pagaba el hurto, el es tupro, la folse- dad cn los diclios y contratos, como los homicidios; y cran los ejecutores los prisioneros, á quien Iiacicin lambien carniceros, q u e cran los empleos mas viles q u c habian cn l re estos isleíios.

29 PXabia jueccs para tiobles y p l c l ~ e p s , y los d e la nobleza caian e n menos est inscion, si s e entrometian ií conocer de villanos en q u e Iiabia grande distiricion, q u e para mas conocimiento andabari los villanos trasquilados; pues la cabellera era la ant igua señal de iioblcza (1) las m u g r e s las cabezas, y los varones cabezas g hcrhas, 10 q u e liacian con lascas cortadoras de perdertiales, s in que se les dispensase el merior disimulo.

30 Castigaban de noche !I los hidalgos, ;y á los villanos d e dia, fuese con azotes, ó con muerte , q u e ejecu- t sban p o n i h d o l e s de espaldas sclire uca laja, y arroján- doles una pesada rol1ii.a piedra sobre el ~ ~ e c l i o .

31 Cuartdo el Rey salia, le acompafiabün los mas lus- trosos vasallos, llevando delante u n o u n a lanza (como guion de la Real Persona) q u e llamaban Anepa, con q u e li s u vista se paraban, y arrodillaban á su persona, y hesahan la delantera falda de su tamarco, y los pies limpiándoselos con los suyos.

32. S u s armas eran espadas de acebuchcs, como tengo dicho, y broqueles, 6 rodelas de drago acuarteladas, h seíialadas con diferentes divisas rojas, blancas 6 ncgras; lanzas largas, 6 dardos d e lea, tostadas las puntas, 6 de o t r o s f u e r t e s r a m o s q u e Ilama1:an hanoles. Es tas eran las arm;rs, y piedras arrojadas á mano, en q u e eran diestrisirnos, respetando en sus batallas A las mugeres de los vencidos, hijos y viejos teniendo solo aplicacion corajosa á los hombres d e guerra , á donde iban descmbarazadcs del larnarco, q u e

( 1 ) Mariana, Hisforia gcncwl de España, l ib . G cap. 13, y asi por cas t igo ignominioso wiandh Wamúa mutilur ti Pnulo s u pariente (aunque hoy quien diga que fud Griego y no Godo de tracionj por su deslrallad. Dicelo cambien Covarrubias, en c l Tesoro de la legvgua Caslellana. Tréass Trasquilar, pdg. mihi 195.

Ile~aban por resguardo sobre el brazo derecho, y lo demas del cuerpo descubierto menos las partes pudendas, cn m e eran muv r e ~ a r a d o s . * I

33 Las curaciones q u e bacian cn sus enfermedades, todas eran con simples: esto fuese e n heridas, b e n fiebres ó en cualquiera enfermedades. Estas se hacian con majadas, bechas emplasto 6 cocidas, y calientes. Ceboa, u n t o s y matitcca d e cabras; y muriendo, siendo varon, s e llamaban Iiornbrcs p m disponcrles á su eritierro; y si tiem- bras, venian m u g r e s , q u e u n o y o t r o sexo estaban diputados para ello, y por oficio c c n que se arianteniair. Britro- ducian por I D S bocas e n los cadavercs diterentes cordec. ciones de polros de piedra v i l a , de palo de brezo, d e coi= teza de pino, y de diversidad dc ~ e i b a s , y niariteca de cabras derret ida; y por espacio de qviiice dias le ungian, poniendo10 al sol, de u n o y o t r o lado, liasla quedar cn ju tn y pasado, q u c I P cnvolvian e n las gamumdas pieles de cabras Ú ovejas, en q u e le cosían con fines correas, y le ponian e n cuevas enriscaclas, q u e para estos depbsitos teninn, ó e n cajones d c lajas, cn qne les poiiian, y culirian con o t ias tan unidas, q u e ecliando sobre estos sepulcros gran cant idad de piedras, n o les caia el menor polvo; y asi ha- 118 yo t res sepulcros el año de 1704 cuando hice ailaoar el cerro d c Santa Catalina, i ~ a r a s i tus r la bateria de San Felipe, q u e delinee y construí e n el a ñ o de 1703.

34 Habiendo pasado mas de 250 años de Li conquis!a basta hoy, se ericucntran d e cstos cuerpos enicros cón pe- l o y barba los hombrrs; y las miigercs con sus pelos rubios, y d i s t i n g u i h d o s e por sus aspectos, su poca 6 mucha edad, y al menos los esqueletos, sin faltarles parte a13una, h s l a q u e les tocan con alguna vara ó palo, que al instante caian todo convert ido en ceiiiza, corioci8ndo- s e la estatura gigantcti en algunos de mas d e tres varas,

t rece p.es gconwtricos de largo en Lnas y otras islas. 35 Y mmititriido mi \ c c t o r á q u e en el progreso de

esta historia podrá encontrar algunas mas circunstancias que le informen d r las costumbres de los islefios canarios; pondré aqu i algo de lo q u e cozi mas inmediato coaoci- lnicnto canto el divino D. Baitolon;& Cayrnsco de Figuc- roa e n su 'd'en!p[o M i l i t . L a fama de Canaria q u e prosi- g u e á la festividad de S. Pedro Mai i . su Patrorio hiia 29 d e Abril, part . 1.

DE CANARIAS.

E n SUS costuml)res eran los Canarios Prudentes, avisados y compuestos: E n las batallas, hábiles, astutos, Valientes, atrevidos y constantes En la verdad y honor tan puntuales, Que sempiteriiamcnte aborrecida FuB de ellos la mpnt~ra , y la deshonra: Nobles en condicion, y muy sencillos: Nunca tuvieron ídolos; un solo Dios veneraban señalando al cielo: Lanzas de fina tea eran sus armas Tarjas de drilgo, piedra fulminante, Y espadas do azebuche, que en sus brazos No menos que de acero parecian: 131 trage era de pieles de animales, Que llamaban Tamarco, aderezado Curiosainenle á modo de ropilla: Eran de mucha gr.& las mugeres, Algo morenas, bcllas y piadosas, Honestos ojos, negros y rasgados; Su adorno era de pieles y esterillas De palma artificiosamente obradas.

36 Y p ~ o s i ~ u i e n d o este grave y elocuerite escritor e a su canto, tocando la conquista de esta isla y las familias, que á ella concurrieron; seguida cantando las victorias que tuvieron las armas Canarias de las poderosas de In- glaterra, y Holanda, de cuya autoridad, y verdad ine vil- ctrk a su tiempo, para corroboracion de 111 niia, como lo iic hecho en la naturaleza, y costumbres. dr los Canarios cn el retazo referido.

De la venida de Diego Garcia de hdcrrera, y Doña Incr I'eraza 6 estas Is l i t s , y lo que cn eilas hicieron.

1 Diego Garcia de IBerrcra, hijo de Pedro Garcia de Ilerrera, rico-home, y Mariscal de Castilla, Señor de Am- pudia, y Capitan General de la Fiontcra de Jercz, y da

.Doña Maria de Ayala. señora de[ Estado, y Casa de Aga- la, de cuyos ilustres troncos proceden las mayores Casas

d e Espaca. Acoi~paf iando á Pedro Garcia, su padre, y aplicado á la &ue.rro, se hall6 e n la que hizo á los rno- ros, y toma q u e les Iiizo de la Villa de Giniena, aiio tlu 1431, y e n la conquisla d s la ciudad de Aritequera, d o q u e el Rey se dió por m u y servido del Rtariscal, y de Qiego Garcia, s l i liijo, de qa ien el Conde de Niebla D. J u a n de Guzman, s u pariente, Lizo niucho aprecio, y le (Iej6 cn s u palacio, donde tenía á Dofia án&s Peraza de las Casas, parienta saya, señora propietaria del Reiiio de Canarias por la siicesion referida e n el cap. 19 que m u w tos sus abuelos y padre y Liermlino, Iiahiu qucdado 6 di+ posicion del Conde s u tio, quien dispuso y ojusth casamiento e n t ~ e Diego Garcia de Herrera y Doiia Inks Qc- raza de las Casas, aiio de 1448.

2 Con este matrimonio hallándose Dicgo de Werrera e n el Señorio de las islas conqiiistadas.y por 'conqriistar; pasados los dias d e sus festivos desposorios, que lo fueron e n t r e aquellos parientes del Cotide de Nie- bla, haciendo nuevo homenage al Rey D. Juan 2 ? y con s u Real licencia dispuso y pizblicb s u venida á estas islas á proseguir la conquista d c ellas haciendo las prevenciones y aprestos necescirios, para tal e:iipresa. Se le fueron ofreciendo muclius caballeros, soldados de á pi8 y d t ~ B caballo, y aprontando iiavios para s u t rasporte trayendo á Doña Bnes Peraza de las Casas, s u muger , dama vir- tuosa, hermosa y varonil; prendas que le hicieron en to- dn mas estimable: Y previnietido (como principal para la direccion d c toda su compañia al camino de! Cielo, y al cultivo de los islesos, y conquistil espiritual) obreros evan- gblicos; pidió re l ig jpos de la &den de S. Francisco, (de qu ien eran devotisimos) liijos del c o n v e n t , ~ del Abrojo d e la Proviiicia do Castilla, corno dice el o b i s p o Gonzaga (1)

3 Eligici por Capitant.s de s u hiieste Hernan Nar161 Peraza, deudo de Doña Inhs, cabailero de Sevilla; h l o n s o de Cabrera, caballero de Ctirdoba, hijo de Diego de Cabre- r a e l Bueno, veinte y cua t ro do aqnella Ciudad, y parien - te d e Diego d e Herrera, Gonzalo Jara-quemada, cabalte- ro de la casa del Comendador de Fregenal de la s ierra d e

(1) D. Fr. F~nnciüco Conzap, Obispo c lc Ma3lzta. De Ori- gine Scrcificos religiosos.

d.onde era n a t ~ r a l ; Alonso Sanchez de Morales; Luis de L e o n , hijo de Pedro Ponce de Leon, Señor de filariena;

Pedro Verde; Francisco Wyorga y otros muchos hidalgos y fan~ilias, y mugeres que bicieron dilatada comitiva, y con ella en tres iiavios, salieron del puerto de S. Lucar, mediado el año de 1449; y siguiendo el rombo dcl sudoest, arribaron felizmente á Lanzarole.

4 Fueron bien recibidos en aquella isla por sus habitadores los nuevos señorcs, asi por su afabilidad que desde luego manircstaron, como por su recomendable presencia, siendo Diego de Eerrera de edad de 26 años, y doña PnCs dc poco mas de 20, tistosos y bizarros con que crcci6 la acrptaciori de todos, viniendose B ofrecer SUS- tosos á su obediencia, y dando las hrdenes que le pare- - ci6 conveniente para el gobierno espiritual, que confiri6 con el Vicario eclesiSstico (por no Iiaber Obispo en la isla) y con los rcligiosos de S. Fianciaco, que desde en tiempo de Juan de Eclhencourt e s t a h n en la isla en un oratorio, que eligiuron 1.n Famara, sitio solilario y retirado una lcjua de la villa de donde acuditm á todos 10s ministerios, que vigilaban en el mayor hien de las almas y en donde dcjó Drego de Merrera los que trajo de ES- paíia, y remcidó los que alli lia116, como ya versados en las costurnbrcs y modales de los naturaies, para llevarlor consigo 4 Iris empresas que estaba para seguir en las de- mds islas.

5 lnformailos Dicgo de Herrera, y doña InPs, del estado en que cstaba la isla de 1Fuerteve:itura (hasta entonces Uervania) por SUS na tur~les , y Capraria de la aiitigüe- dad, alterada de sus naturales habitadores, por los temores y hostilidades; q3e espcrimeiitaron de BPaciot de Iie- thencourt; pues aunque el gobierno del hlwirante Pedro Barba los rrmtiivo suavizados todo el tiempo que Iiahian pasado sin determinados dueños, vivian recelosos de sus conduct;is; teniari como retraidos á los pocos conquistadores que entre cllos habian quedado con reprt irnientos hahiendose pasado á aquella isla los mas descontentos naturales de la de Lanzdsuie, y que habh en ella de Fuer- teventura.

6 Y estando tamhien los nuevos reyes de las islas en- terados de los dilatndoh terrenos de Fucrtcventura, abundancia de agiias, que cn divcrsos paragos se baiiahan, y

Otras conveniencies determinaron el p a s m e tí residir rn ella, con las nias lamilias, que Liabian traido dc Espafia.

De romo DIcgo Gnrc ia de H e w e r a , y dorZa d n t s Ycrctizn p u i a r o n 6 Fuer teven tura , redujeron. 6 sus i?lquieios nartr-

ra le i , y funduron convenlo de religiosos tninoristas.

1 P r u d e n t e y con maduro acuerdo, Diego Garcia dc J-lerrera previno el q u i t a r á los qiie habitaban en Fucr - teventura, el hor ror e n q u e los tenian los violentos procedimientos de Matiot y sus gentes, para que no hicie- svri resistencia 6 su, entrada, y para ello b i ~ o q u e los naturales d e aquella isln, y los de Lanxarote, (que dcsdo el t icmpo de Pedro Barba, y desde q u e i?l liabia arribado allí esperimentaban el modo y piedad q u e c.on todos se usaba) una noche cii las lanchas de sus navios so trans- portasen d e Rubicon al puer to de Corral, jo, y se intro- dujesen en la isla, y les informasen de la verdad y caridad de s u genio, y del de sus capitanes, y dernas gend

. t e s ile s u compañía, y diesen á los franceses y castellanos, la esperanza de tener brevemente los remedios, y liber- tades de q u e ca'lwiati.

2 Tuvo tan to acier to est? disposicion, qire llegados d e n t r o de t res d.ias, q u e foh el 14 dc Ju l io del glorioso doctor san Buenaveiit\ira, vinieron :í la playa todos los q i e la- habitaban con reiiditlns y fes~ ivas ilemostracioncs, B recibir los nuevos se:iores. y la lucida comitiva, y desde los puertos liacla la \.¡!la. caminaron con los mas espresi- vos regocijos de la ftrlicidad, que les cllrecian la vista y .semblantes dt: D i e p Garcia de Merrera y doiia InCs, y Ilcgando 8 la iglesia se cantú el T e Deun &c. como de I~nlbcr ganado uiia complt.ta victoria.

3 Y sentando s u corte ea aqi ielh villa, y et gobier- 11,) correspondiente para Iiüccrlo dichoso, t ra tó luego de la fundncion de un convento ?e religtosos d e la regular observancia de san Francisco, d indole por pritruno al se- ráfico doctor san Buenaventura, y q u e lo fuese de aquo. Ila isla; poniendola bajo de su proleccioii, y nombre de E'uerteventura.

4 Dieron priiicipio al material e ~ i f i c i o del convento

en lo mas ret i rado de la viHa sin perdonar ningun tra- Iiajo para abreviar el deseo de verlo formalizado; pero fallando en toda aquella isla, y Lanzaro te montañas de inaderas, y q u e solo Iiahia de palmas, dificultaba mucho en c s h parte la obra para perfeccionarla, si tuvieran de o t ras suficientes. 5 No se reservaban I r s religiosos (ni Diego d e Herre-

r a , ni doiia InCs) y h su iniilacion los demas caballeros 6 asi j t i r a llevar y cargar los materiales fi la par te q u a pcdia mas pron t i tud , para s u avio con la ansia de ver aquel lugar c n c o n t i n ~ a s alabanzas de Dior, y recogidos c n i.1 los obreros evangL:liaos, en cuyo celo se tenian Tia- tios los mayores frutos , como se veian sazonados espirituales en aquellos v ~ c i n o s : y luego q u c se vi6 fenecida la referida material ohra a u n q u e tosca y ruda, hizo Die- FO de Merrera q u e qaeddiido dos religiosos en el orato- r io d e Fumara e n la isla de E tizarote, sc pasasen los deinas á este, a u n q u e corto, formil convento, y para q u e s ~ l i e r a n 6 acompaiiarle eii sas jornadas que disponia para las demas islas.

G Dió las órdenes á sus capitanes y oficiales para quo cndc~ u n o previniese lo qi ic tocnha á su tarso,. para salir a la c;onquista de la isla de la Goniura, queriendo esper imentar su gente nueva, en 13 parte de menos fuerza, a u n q u e Bethcnc í~ur t la hdll15 con hastantc i5 n o po- derla vencer; y cuando ya todo se hallú p ron to , dejando en Fuerteventura por gobernador y para In asistencia d c doña InBc, al capitan Hernan MsrtBI Feraza , s u deudo ,y sacando cua t ro religiosos para la direccion espiritual de sus gentcs , se einbarcó con las q u e lrabia traido de Espiiiia, y do la q u e hallb e n las isla; 1. na tura les de ellas, y hizo s u viage coa toda felicidad á la isla d e la Gomera .

CAPITULO XXIJI.

De como los Gomeros recibieran vo?un!arios rí B.'ego G are ia de Herrera, y causa de quepro:edió sste hecho.

1 Llegó Diego Carcia de Rerrera con s u escuadra a l .puerto d e la isla d e la Gomera,, y disponiendo para s u desembarco ordenadamente 6 sus soldados para resistir los

combates q u e clchia cautelar, g discurrir por los anteceden- tcs, con q u e reliraron á los dos Mons. Aragoneses q u e di- c e Benzoni a ñ o de 1334.

2 Hall6 al llegar sus lanchas á t ierra la irio- pinada accion de venir sin armas á recibirles con muclias señales de rendimiento, lo q u e puso e n confusion 6 Diego Garcia de Herrera y á los suyos; y sin dejar s u s prevenciones en caso d c manifestarse estratagema, tomaron la tierra y el s i t io q u e mejor les pareció prevenir, para fortificar su alojamiento.

3 E s t e pucsto con los reparos q u e la prudencia debia para la cnmun seguridad de u n campo en t i w r a estrafia, encargó Herrera a slis lengiias eraiitinasen á los g o m e r ~ s lo q u e lLs inovin á recibirlo á 81 con tanta paz, y porque Iia- bian resistido b loa aragoneses: si tiabia alguno o t ro vivo d e aquel tiempo (pues liabian pasado 46 años) y LiabiVndolo h e c h ~ ) , dijeron á D i e p d e Bfcrrera, y sus secuaces las siguientes razones.

4 Dospues q u e rios hicieron guerra aquellas gentes q u e años atras vinieron á esta tiarra, matando muchas de las nuestras y nosotros de las suyas, porque nos dejaron bajo de la montaña un hombre, á quien estimaba- mos mas q u e U o t r o eii esta isla, porque era el q u e aorn- ponia todas las querellas q u e por hur tos y otros casos Iiabia, J no coiisentia cosa q u e fuese e n da30 de n i n g u n o J t o d m le obedacian y daban por l i q u e disponia or- denaba: y porque cste hombrc q u e llamaban LJ:i(lunn, era hijo de iin adivino, s u nombre Agt¿iainuge, qa ien le d i b regla para saber lo q u e h a 5 a d e suceder, y dijo á muchos de aquel t iempo como habian de v w i r genles por el mar, ti quien no impidiesen e n ningun caio, y los reci- hieseii bien, -y tomasen todo lo qur: aquellas gentes les mostrasen, porque todo era bueno, g no tendrian ninguii p l i g r o ni úaiío; porque venian de parte doaquel Señor de sobre todo, á quien ellos d'ibiin aquel diuzirio que q u e - maban; y por esta r3zon les hahian asi recibido, y reci- birian todo cuanto ellos los mandaran &c. Todo esto con- t iene una certificacion jurrdica ( 4 ) q u e he visto. Q u i e n

( 1 ) CerlifZcacion d a d a por Antonio de l a Peiia, escribano 'pUblico, y rliayor de l Cabi ldo de l a ida d e la Gomcra , a ñ o

hubiere visto lo q u e BartolomB Eeonardo Argensola (1j escribe d e lo q u e u11 Indio de Terrenate predijo los suyos, iio estraBar6 esto, pues casi es lo iiiismo; y ver lo q u e dice Solis da las predicc,iones Iieclias á M'lontezuma. ( 2 )

5 Q u e & DIerrera admirado de lo qrre via y habia suce- d ido , teniendo ser disposiciones d e Dios, q u e es q u i e n

coriocer las cosas por ~ e i i i r 1 revelarlas ii qiiieii Ice- r e s u voluntad, y perinitidolo para tiieri de los hombres: d ih las gracias Q s u Divina Majestad, por sus miser icor- dias, pues tetiiendo a q ~ ~ c l , l o s gcnliies por varon excelente á Miguao, para todos escucharle como Oráculo vivo, y. para q u e con csia ectimacion se atreviese á decirles s u c e s o s venideros, q u e observaron para lograr tanto beneficio, como el san to bautismo, q u e poniendose templos y minis- t ros eti ellas por Herrcra, tuvieron poca costa los obreros evoiigi.licos en s u reduccion.

6 E s t e favora!ile arribo y feliz soccso Fu6 dia 20 de e n e . r o del aiio de 1430, siendo rey $e aqilella isla Gaumet, q u e apadrinado por Diego Garcia, se Iv dirj el dc Sebastian y por patr0n.i de la i s l a w t e invictn.rn8i.tir. y. lo mismo su villa cnpilgl llamándola de San S e t d a n .

7 %as, Iiubo escritor q u e dijese l ~ a b e r a ~ o r t a d o A aquella isla , e n lo aiitiguocierto calmllero gallego llarnado D. Fernando d e Orrnkl, y hecho.desembarco en el puerto de Nipare y en- contrándose con los naturales, tuvo batalla, en q u e matac. taron u n hermano .del rey; y entrando mas en la tierra se apel l idaron, grande número d e defensores, g les cargaron $ los castellanos, y sitiaron u n paraje donde jdzgaron perecer, porque le estrecharon con palizadas por la par te mil5 frarica; y creciendo el asedio cada hora, se vib obligado Castro á rendirse pactos de picdad de los idefios, que lo fueron tanto, q u c los dejaron saiir de allí, qr ie Ic dieroii algunas .provisioiies iiue les c3rrespondió OrinSI cori vesti,- dos y otros gér~$ros, para ellos estrriños, y se reciprocaron tan ta amistad, q u c detenieiidose en la isla'tieinpo, lo tu-

de 1501, 9 favor de hone de drmas, d e quieu fui e l Adici- no Ascendiente.

(1) Lic. Uariolomé Leonnrdo Argenzola. Conquista d e las Holúcas, l i b . 5." pcig. 6 y 7 Lil B . C .

C2) Fr. Junn 1-19 iorqzccmodn. iionarquia Indianai litb. 2 cnpit. 90 y 91.

.vieron para instruirse y bautizarse m-uchos, tomando cl rey el nombre de D. Fernando Amalahuige, y q u e pidie- roii les quedase un clrrigo. q u e vivi4 algun t iempo e n t r e ellos, afiadiendo q u e cuando arribú 6 esta isla Mons. de Bethencourt , ha116 q u e diferentes capitanes gomeros te- . iiian los nombres el del termino d e Nulaguc, Srlernnndo rf 1- 3ervegue1p: el de Agana, Bernando Algabosucge: el d e Orone, JIateo Cindupe, g el d e Hipalan, Pedro Alhogal. Lo q u e no encontrb cn la historia de Bethencourt q u c t e n g o referida, y nsi cada u n o q u e Ieyere, crea lo q u e gustare .

'8 Dejb Plerrera el go l~ ie rno de la gente, q u e allí quedb A cargo de u n o de sus capitaiies, y cl d e los naturales á D. dtnbastiaii Couniet; y c n c ~ r j a n d o el espiritual á dos religiosos d e los q u e llevo, pasb con la demas comitiva B conocer el estado q u e teriia la isla del Hierro.

De cono hall6 Dicgo de 'Berrera la is la del Hierro, y de su regreso 6 la (19 L:ca:arofc; y prision que hizo en Cana-

ria de lo sobrinadel Gucrdarieme.

1 Las seis leguas q u e hay de la 'Goinera al Hie r ro navegando al sudoesle, las pas6 Hcrrera con sus i~avios, y di6 fondo en u n puerto, q u e estií A la dicha parte del sudoesle, slendo fortuna el asegurar este viage, por las gran- tics corrientes q u e hay en aquellas costas de , la isla, pues 1)ios5ndose d e clla, .precisa correr la navegac,id)n, para n o pord~!rse.

3 Salih á t ierra formada s u gente, por t ener entcn- dido andar sus naturales levantados por las sierras, y revelados de la olicdiencia &IJU a Betliencourt, pues aun- q u e U su les dejaba ya scritidos por haber sacado tan tos ciiutivos. faltándoles d In confianza q u e hicieron, dcjando s u gonierrio cstablcciclo. y & cargo de u n capi- t an Vizcaino Iliiniado Líizaro N. y al.gu:ios Franceses, y cspafiolcs. ai)usniido estos en el todo e n s u t ra tamien to y t r a to de sus inugeres, les incitaron á tomar 13 resolucion de Iiaber inucrto al capitan y , A nlucbos de los q u e le guarnecian en al Real que teuian con q u e hallb Her- , rera todo desconcertado.

3 Solicito Diego de Hcr r t ra en echar partidas dc su

gente h caza de 'los naturales, y cogiendo muclios muchachos y mugeres, les a p i i ~ h t.odos los agasajos y cari.- cias q u e juzgci necesarias 6 qui ta r les cl temor q u e habian concel~ido para sin sangro lograr el fin de co clks- poblar los pocos q u e la liabilal)an, p u c s a ~ i n q i i c era gen- ' te mas siniple q u e 13s denlas islas, no q ~ i e r i ~ f;iltasi!n Q los traljajos, ni viviendo los que dejaba para s u guai- dia y gobicrno advert,idos y caiitel.ssos con ellos por. lo que ya se babinn manifestado en s i~.gcnio~disiniulados y ven- g"ivos; y t r a j e n d o ' á su prescccia Herrcra los mas de los q u e andaban retirados en las montañas, en l re ellos a Arrnicbe, su rey, q u c coi:~i:iei!clo su poca fuerza, par2 rc- sistir la muclm de la .gente de Herrera , sc rindió. g Ics que le acompañaban, q u e por I i n l m algunos de los q u c babian gozado del cultivo svangklico, y c o ~ el qile les hi- cicron los operarios q u e llev6 Berrera , se hutizi!ron mu- &os, junto con s u Rey Armiche q u e se llamo iVarcos, apadrinado de Dicgo Garcia de Berrera , qujcn dando 6r- dcn a la sit tu as ion y fhbrica de Iglesia, y dejando en el la t ios religiosos, y de los mas prudentes, q u e le Itnbian 3eis- t ido y tenia ccnsigo, para plantilicar el mojor t rato can gente q u e queria asegurar, se despidih para s u vuelta á . Fuer teven tura , y Eaozarote, ofrecithidoles repetiria sus vueltas á aqncllas dos islas.

4 Tom6 el rumbo . d e lesnordeste por el. IVortc.de Cn- naria; y llegando de noclie sobre la punta d c Sardina, costa de Galdar, se estuvo ii la capa con sus navios, basta l a . madrugada q u e sali6 una lancha A t ierra , y hallando buen desembarco, taráronla, y se cubrí6 la 'gente de ciertos rrin- tos, q u e estaban e n la orilla, donde se estuvieron basta dos ó t r es horas da h a h r salido el sol, y v ie ron d e s u celada q u e venian t res mugeres liácia la costa del mar, y llegando cerca de donde estaba, á u n b a f i d e r o , y q u e se dispusieron al baño. salieron los casteflanos, y las aogie- r o n en Cl; reparando la diferencia q u e tenia la una, qute seria de diez y ocho 6 veinte años de edad, hermosa, y sus ropas en aquella especie .de gamuzas ialiricadas y tocado, y calzado estraño: Las otras dcs, la una seria &e 40 afios, y la o t ra d e menos. Tomaron el hatel 6 Ian- .cha, y con la presa fueron á sus navios, a u n ignorando s u valor, hasta q u e sosegadas del primer susto, hizo PIerrera q u e s u s Lenguas las examinasen, Q q u e dijeron conior-

mes q u e ellas hahian 1)ajado ií hafiarse como acostumbra^ ban: que era sobrina del Guadartheme, y se llamaba The- n e z o j a Vidiña: la de 40 años era s u aya, llamada Tazir- ga, y la o t ra s u criada se decia Orchena. 5 Est imd Diego d e Herrcra en mucho la presa y la

puso e n cl mas decente alojamiento del navio, a s i s t i h - dolcs con gran cuidado y regalo á T h e n e z o p , y se llev6 a Lanzarote donde se hallaba Dona Jnes Yeraza, q u e s e aleg16 mucho y aprecib lener una priricesa Canaria e n s i l compañia, y por ta l , y como corrpspcmdia la port6: y ha- M n d o l a instruido en nuestra Salita Fi., le celebraron s u bautismo, a p a d r i n h d o l n estos c~l!alleros, B quien asistieron todos los q u e le acompaiiaban eii sus empresas y las damas sus k u g e r e s que todas concurrieron 6 regocijar y solemnizar cl acto. Púsosele B The~cezoya el nombre d e Luisa, 6 Thezerga el de Mar ia ; y l n d s á Orckena.

6 Con este fc l ic i s im~ y djchosisimo empleo y baño, quedó hermosísin~a la princesa canaria, y luego solicita- r o n s u s padrinos el casarla con persona c c I U primera cii- lidad q u e alli se 1iallal:a haciendo eleccion de Mons. Wa- cid, de Betbencourt , hijo d e Juan Amete Pcrtlorno, y d e Rlargatíta de Bethencourt, naturales de aquella isla, y nieto d e Maciot d e Bethencourt Bracamont, señor q u e fuk d c estns islas, y de 'llieguisa infanta de Lariznro!e, d e c u j o consorcio y tálamo han procedido los Bethen- covres Bracamontes de Caldar, ya incorporados e n o t ras familias.

7 E n t r e los papcles antiguos, q u e logre para crkdito de mi asirnto; y q u e me vino de Lanzarote mas ha d e cuarenta años (aunque n o lie sabido el aiitur) me vinieron estns dos octavas.

h t i i n d o s e bañando con s u s damas, ldc Guadartlicme el bueno, In sohrina Tan bella q u e en el mar enciende llamas 'an blanca, q u e á la nieve mas se empina; 4 alieron españoles de e n t r r rarnas

Y desnuda FiiB presa e n la marina. Y a u n q u e pudo librarse cual Diana, lhl que la vi6 hañar en la Fontana.

-Par t i r se vi0 la naTe Q Lanzarote,

~ o n d e con el aaotisimo rocio La hañb en la fucnte cl sarcedolc 13e Dios: salib con tal hcllcza y I h o Que con ella casG ibonsicur Maciot, Que el noble 12etlicncourt era su tio: Y de estos dos, cual de jnrdin las flores I'rocedcn los ilustres Dulhcncorcs.

8 Por una prohanza (1) que por testimonio auloiitica- do se guaida en nuestro pcder, hccha A pcdimcnto de la sobrc diclia Luisa de Guadarlcnx, mugcr tlc Maciot de Betliencourt, en 31 de ?gasto dcl aiio de 1328, jiisiific6 ser hija de Aymedqa ,Coam virrey que FriB do 'fclde, y que fu¿. cristiario, y como tal deiendici Q los que los canarios aprisionaron en Aguimcs, y q~:erian quemai vivos. de que 10s libr6, ihhndo los Q Telde, qut aunque no lo dice, se dc- ja conocer fueron los de la torrs de Gando, como se verá adelante, y el tiempo en quc se hautirb Aymedeya Conrn.

CAPlT831,O XXV. -

De como Diego de nerrera proueyd anduviese una cara6ela entre las islas de la Gomeru y Iiierro, ulezuda pura mun-

tenerlas.

i Aplicada la atencion de Diego Garcia d e Hcrrera, A las nuevas conquistadas dos islas, y cateclsmo que dejó encargado á los religiosos como fruto principal para mantener la paz comun de naturales y pobladores, y manuten- cion de unos y otros en el mejor golkrno, proveyó el que se perlrecbase una carabela con buena gente y bien armada para que pasase y se mantuviese e n dichas islas, las corriese y visitase con frecuencia, adiirtiEndoles Q los cabos de la carabela á quien puso bien instruidos, para que ocurriesen á cualquiera novedad y le noticiasen á la parle donde se Iialle, para dar las correspondientes providencias.

2 Tambien ordenó que aumentasen la tripulacion de

( 1 ) Probanza, ti infurmacion, fecha en 3L de Agosto & 1528 anle Alonso de S . Clemente escribano publico de las villas de G a l d ~ r , y Guicr.

, la carabela con naturales de quella isla, para ejercitarlos en nuestro modo de guerrear; y q u e pudiesen servir e n las entradas q u e se emprendiesen, y salleos en las demas islas,

1 aplicándose d e aquellas en las q u e tuviesen mas cercanas, como Tenerife, q u e dista d c 13 Gomera 5 leguas y e n la de la Palma q u e e: tá en su noroeste nueve leguas, lo q u e liicicron con frecuencia.

3 Hlaciendo robos c n las personas y ganados, les tenian iiiqiiietos, .y ya cuidadosos de las primeras surt idas q u e les liicieroii, andaban armados y con vigias para sus resguar- dos. 4 Sucedib q u e e n u r a de estas entradas 6 asaltos que

dieron los soldados d e la carabela, compuesta tamhieri de gomcros y lierreños por la parte q u e llaman hoy Tazacorte; se internaron algunos l i a s h el tbrmino d e los Llanos, adonde encontraron u n a agigantado palmera, y u n o de los soldados se a v a n ~ ó á ella; y querieiido herirla con la lanza (aunque ya le cercaron los q u e le acompañatiati) le dió con s u brazo la palmera tal desvio, q u e le descompuso; y entrnnclose al soldado bajo el brazo y rompiendo por los q u e ]e teiiian cercada, corrib con la presa á despeiiarlo, q u e 10 huhiero hecho, á no haber logrado o t r o alcanzarla con la espada y cortddole una pierna h la palmera, con q u e se logrb s u prision para llevarla á la Gomera, q u e Ilamribati G t q u f a n i u .

5 De esla w e r t e mantuvo Diego de Herrera aqucl las islas e n paz en t re si y sus vecinos, habilitándoio en las cosas de guerra, üoirtinunndi, invasiones con las vecinas, mientras n o estuvieron todas unidas y concordes en cl gremio de nuesira santa Iglesia, B q u e se pasaron mas d e t reinta años despues d e la conquista de la Gomera.

CA4PHTUL0 XXY J .

De 7a renida 6 Fuer l rvcn lura de Sun Diego, y Ybles Fr. Joan de S. l'orcds, religioso de S. IJrancisco.

1 Siendo como (:S c ier to y a v e r i ~ u a d o por todos los cronistas de la serhfica religion de S. Francisco, haciendo mencion de S. Diego cle Alcalá, hacerla tambicn de haberle mandado la obediencia, siendo lego, p o r guardian dei convento de Fuerteventura, viniendo en su compa-

fiia el Vble. padre F r . Joan de S. Torcás, sacerdote de señaladas virtudes, celu y doctrina, aunque en el año de su venida se ericuentra la incertidumbre de que hahiendo, corno dejo dicho en el capitulo 19, el a u t h t i c o ¡os- t rumento del aoo de 11147 de la venta de estas islas hecha por Guillen de las Casas, y permuta á B ~ r n a n Ye- raza, su yerno, Guillen Peraza y dona Inés Peraza, sus nietos que (por Ic muerte de su hermano Guillen en la Palma) casó esta setioro con Diego Garcia, y vinieron fi Ins islas año de 1480 como alli dejo dicho, y fabricaron cl convento á que vino ii ser guardian el glorioso S. Die- go, diciendo Morieta y Lisboa (romo refiere Rojo) (1) que volvió á España aíio de 1444 y Wandigo que el año de 1449 y Rivadeneyra, (2) de que se Iiallaha en S. Lucar de Barrameda, de donde fu6 año de 1450 B Roma, e n nue se celebró el juliileu, y se hizo la canonizacion de S. Bernardino de Sena(3) (y se juntaronAí:lla 33800 fragles de su religion) con que nos hace dificultoso averiguar el a ñ o y ticnipode la residencia de S. Dicgo (4) cn estas islas de Ca- naria, por el poco cuidado de los cronistas que sol(l re- Iieren el santo espíritu y deseo de lograr la corona del martirio con s u predicacion á los gentiles, para lo que se ernbarcb para esta de Canaria, y llegó al puerto clc Gando, para alumbrar su ceguedad con la luz del santo evangelio: mas el patron del navio temió la ferocidad que mostraron los canarios, saIieri(10 mucho número á c.ml:arazarles la en tras; se volvió ii Fiierleventura ofreciendo el santo 6 Dios, sus ansias, y 6 que le rcservaha para otros empleos de su agrado.

2 Ent rb San Diego en Fuerteventura con su bendito compañero Torchs, y otros ejemplares varones, abrazado con uiia grande y pesada cruz, que colocó sobre la puerta d e su contento, como triunfante bandera que horrorizaba a l infiernv, la que estuvo alli mucl~os años, aunque desvasta- da en algunas partes, que apeteció la devocion de los fieles

(1) Fr. Antonio Rojb, Bisl. de S . Dicgo, lib. S, cap. 9 . 12) Hivadeneym. Flor Sancl. dia 12 de nouicmbre, pag. mihf.

918. vida de S . Diego. (3) Fr. Eugenio Gonzalez de Torres en su Crdnica Serdfira,

i i b . 3. cap. 6 y 7. ( 4 ) Deja lambien problemúiico ~1.tiernpo de l a venida de S-.

Diego, culpando al l l lmo . Gosxaga, y a Rojo. 7

basta que .!a recogieron los religiosos; y paro que estuvíes.e ,con mas resguardo J: veneracion. 13 pusieron en cl altar de p a cyeva, comun retiro y oratorio del santo y silio de sus coiitinuas y gfandes penitencias.

3 Su bendito compaRero Torcás, siempre abrasado s i l coiazon cn amor de Pios y de los prójirni,~. no colic.itnl~a atrn -cosa q u e a g r e ~ r l e mas niirriero d e ?lmas al gremio de. .la iglesia y conocirniento de si) santisinla ley, y para lograrlo se salia 6 l~uscnr las hombres 5 las partes nras remotas ,? sierres mas fwgosns, corrieiido por ellas en alas dc caridad, y tanto deseo de Iqs conversioties de aquellos quc por rrias .j;restes, y menos culiivo, iio estohan crin la.laritlaclperfcctn do1 verdadero coiiocimicnlo. Conestc celo carninahn pnr los moyorcs peligros; y queriendo -pasar uno por abreviar tiempo y gantiric sus 6111iiis a la mayor gloria de Dios, ro- 6 6 de una eminente fuga, hasta caer en un profundo I a p .

4 Su campaácro que hl i in temido e! riesgo, J. se dr- tuvo c;;lrar en 81, salió corriendo por aque1:os yei-mos .& .buscar gentes, parasacar b recoaer el hcndito cucrpo; y 'habiendo pasado mar tlp. t ies horas, que se ocurrib a l sil.¡.,, sc vi6 por el cristal diafano de las aguas que estaha dc r ! ~ d i - !las en lo ppilutido en su fervorosa cracion, y sn!iendo ?e el!?, todo crnn elogios :t. Mnria Santisima y ai misterio dc

.sil inmaculada Concopcion, de qucern devotisinm. Pitizusr: e n esta ywsor ia (un poco scpqiado tlc este sitio; dooc!e La pcrpit ió el terrepo) UIIU 4Slesia con titulp de Wucstrn Sra. be In Dckiig.

, 3 Era Torchs grande tedloga; y as¡ se hal1;in qlgungs O ! ~ S suyas en cl arca, dondc están sus huesos, aunque q1.e t]/cxi, q ~ u v prtsatlos.sus I.ibros (!el 61eo qu,e vierten; y lleno 4~ los mCri10s y t r iunbs . que tuvo del niundo con su Iiu- -miI$ad, pohrcan b iiiculpable vida, snli6 do esta tí coloaar- cc, su, ilnoa en la gloria. Yacen sus reliquias en el convcti- :\o tic Fpcrlcvedura, en ünhucco del altar mayor, su cora-

sc l l e d A los reyes cat61ic~s.. y hoy dicen se vcnera eritre las. inuclios yuc estan e'n cl escorial..~ ....

6 L l e g s e cl tiempo que saliese nacstto santo aphstol y patrooo sq,ri Die.30 (le Alcal6 dc Ii,ut:rlevcnlura con q a n - dc setitimienlo siiyo por dejar el tesoro tan cstirnab1.e (le su S>qad.ito co.aipnñero; y .todos aquellos vecinos y naturales ]lenos.de Ihgimhs y lernura. de perder de vista so tra- ',lo -atigefi.eai- y todo de Qios, con que co-virtió miictias al-

. .

DE CANARIAS. 76 más s i b i i o , su vida miligroin, y su muerte $diiosa en Alcilá de Henares, ilia 32 de Noviemhre.del año d e 1463; estando alli 'su cuerpo fragante é iticorrupiihle, 'mere; ciendo ser pucsto cn el c.utáliv.p y número de los saii!oS cano<iizándolc f isia V Poiilifice Miximo, dia 2 de Julib nño de 1588, atiadikndonos . u n nuevo y digno iriterce- sor para con Dio$, rcfi6renlo el i b a d Carrillo, Garihhy, Mariana Alvarez. (1)

&a~saueó xxvsa. Del virrge que h 2 0 Dicgo Garcicc de i&rl-era (I knei ; íe : p c e s y rendzrtiiento de vasallo~je que hicieron los n u e ~ u

reyes de clqvlella ts!u a l Rey de España.

i Tcnieñdo Diezo Qnrcia clc Blcrrera muchos p r i s i ~ .ilcros iiatural6s d c la islh d e Terierife y la Yiiltna, Iinliiíiii hi:cIio los qUe.gu;iriieci;in las islas tle la Gomera y Biicrro, y salian á saltear & iiivadir las sobrediclias islas en I J S carahelns q u e para esto tes iiabia p i ~ s t o en dlas y «iras eiiiliarcaciones q u e mandaba dc Laiizaiote y Fue;- t even tura S Iiacci. las correrias, . y niiclioc dc 10s prisiu- iicros q u e fueron aprci;diúos y qutieran crisliános y la- .

dirios en la leiigua c ~ s ~ c l i a t i a para Iiiil~crsc infortnado con s q y r i d a d dc I U gente dc guerra que tendria . y demas, . .

de q u e le c o n ~ r r i i a prcvevir para la en~prksa de aqze- fla .isla: y corisiiltnndo c a n D . Dicgo L o p t : ~ de Illcsc- q u e Iiai)iu venido por Obispo tlf eslos islas de q u e yh h ü i h tomado posesioii en Su ig!~'. i3 (le S. Marcial de Wu- b c o n , y h a b a pasadoh Fuertever;iura, donde esia!ia Di+ .go Giircia de Herrera , quien a l c n l ~ n t l o su intciito con los santos y prudentes constbjos del ~iri:lado, 6 d i la~ i i r c l re- I~utio de Sesucri~t ,h , disl~uso' siis 3er:lrs de gut rri:;? sali6 it teniar con medios de paz la oon\;crsion y t ra to con los,puUnches de '8'cnerifa 6 dLncic Ikpú al puvrto de l 1iuiadci0, (hoy Sta . Cruz) e n el nies dt: .Buiiio.dUI a ñ o

de id64; y parque entendia de las fuerzas y número de gentes que babitalian la isla; premeditando los accidentes a e un contrario suceso, despachó diferentes de los naturales do la isla que traía en su armada, que ya cris-

-3iaaos y bien instruidos le pareció de mas confianza, para que en su nombre pasasen divididos A hablar con los Re- yes en quo estaba repartida aqiiella tierra, y representa- sen como su armada solo era á fin de sentar con fodos una segura paz y amistosa comunicrtcíon, y el mayor bien de todos e n religion y dmiiencia del mayor nionarca y poderoso Rey de Espaiia, sin que en ello sc les quitase del dominio que ellos poseian en sus territorios.

2 Hicieron su Iegdcia los guanches ladinos ponderando todo muy bien, y manifestando coi1 su vista de tragc, que llevaban muy decente, la graodeza del trato, riqueza, y porte de los españoles, lo seguro de sus adoraciones y fuerza de sus vencedoras armas, 6 que kallaridose presente Antonin el nifio, guanclie, que ya se habia rest i~ui - do 6 aquella isla, su patria, y declarado el singular beneficio de la poderosa mano de Dios, de haberles traido á su tierra aquella imhgen de su Santisima madre, que cs la misma 6 quienes aquelh gente adorabai~. y tenian por su a m p o corno antes de aquella ocasioii so lo tenia esplicado, como todo lo demas favorable &c.

3 Con estos eficaces informes que los reyes guanches 6 hidalgos de sus reinos tuvieron de sus mismos vascllos y conferido entre si, se resolvieron venir todos nueve que eran el Rey grande de Taoro, Imobac, el de Cut- mar 6de las Lanzadas, el Re] de Anaga, el Bey de d b o m , el Rey de l'acoronte, el Rey de Tegu~s l e , el Kep clc Icod, y el Rey de Daufe, y verse con Diego Garcia de Her- rera cuya presencia y la dc los capiiants y caballeros,

'que Ic acompañaban, sus adornos, galas, armas, y com- postura en la militar ordcnaiiza que tetlian, les, suspen- dió el concepto que tenian hecho contrario, y les per- suadió mas que aun las esprcsiones de los enviados y de Antonio guanche; y proponiendolrs mas vivamente por m e t ] i ~ de sus inthrpretes las paces, condiciones de ellas Con i a obedieiicia y homenage qua tendrian 6 los Reyes de Casbiila; se convinieron los nueve neyes y sus vasa- 110s hidalgos, haciendo las ceremonias de rendimiento y uasalla~;e, -y ,poscs i~e q u e de aquella isla daflan B Diego

DE CANARIAS. 81

de Herrera en nombre del Rey y Reyes su5 sucesores de Castilla de que dib fC Fernando de P h a g a , escribano publico de Fuertcventura, en 21 de Junio del año 1464.

4 'Hecho esto, gratilicb Diego Garcia de I-Ierrera con las mejores demostraciones que pudo á los nueve Reyes y personas q u e se mostraban de mas distincioii. y de- jandolos en la mayor concordia, les encargó la justicia dt! sus reynos, gobernando cada uno con toda la autoridad que hasta aI\i, en nombre del Rcy de Castilla, de quien les admitia vasallos, y as¡ correrian con recipro- ca amistad y trato: y sin dejar alli gente ni hacer otra cosa, se volvi6 I-Ierrera A Fuerteventura, donde se cele- brh mucho esta d i l i~encia por el Obispo D. Diego Lo- pez de Illescas, juzgando se facilitaria la cntera reduccion de aquella gentilidad.

- CAPITULO BXVIII.

De la entrada $e Biego Carcia de Yerret-a en Canaria, ba- Ltlla que tzteo con sus naturales, y martirio de cinco re&

giosos de san Francisco que ilec6 en su compañia.

1 Con la paz que dejó sentada Diego Garcia de Herrc-- ra con los isleños de 'B'enerife, juzg6 seria lo mismo con la gente canaria; y teniendv juuta su jente, solo se detu10 cn Fucrteveiitura en renovar provisiolies, y habiendo pc- dido cinco religiosos al B. Conlisario de la rcligion de san Francisco, que se hallaba en cl convetito dc nqiie!la it- la, le dici cinco discipulos de S. Iliego, L: Iiijos de su el!- cendidisirno espíritu, y perfeccion apostólica, que Ilecos dc gozo recibieron la lwndicion de su prelado y se despidie- ron dc sus Iiermaiios religiosos, en cuyas oraciones liaron alcanzarian dc tiueslro señor sus mayorcs biencs.

2 Salió Diego Garcia con su armada para Canaria, 6 donde arribó con hrcvcdad; g por las noticias que tenia de que los canarios eran guerreros, y que las últimas. ocasiones que hahian estado con ellos gentcs estrangcras,. Iiabian tenido batalla; salió á tierra, apercibido para ello (110 admitikndole amistosamente) siendo su desenibarc*) por la costa de Telde, cuyo Fayacan 6 virrey ocurrih sin de- teasion 6 su opósito, ha'ciendu convocar los mas cercanos. tc\rmirios; y sin admitir ninguna tregua, al son de las boci-'

tias. y o@?s i ~ ~ s t r u ~ i e n t o s , h+licos, le prtise.nio a ijc.rrcra .ia !)a@lJa; y aunque. tuvo t iempo pni:a'pi:eveniila, cerraron los, dos campos sin que I a . n o t ~ : d ~ , d d9 Rna tropg de cnha- ~ l @ l a q u e les a e o ~ e t i b , les hiciese pcrdcr un pi8 tic c.u terre., ni los i i ros tic hnilcstas, i i i &ras rrrm;:s de los caste-. llanos, .qli,e no potlier.do resistir ln ferocidad d c los Gen- t.ilcs, se vieron prr:cisadoe b, rctira.rsv á la plnya como rnejor pudieron, niinqcc tos Iieiiditos varo.nc:.; rcligl.os+, 'los solicitaban alentar pa,rn la victoria, 19 que cllos tuvieron qnedaiidosc en el campo canario, aí.ivuitilo su es- P i r i tu con lervorosss voccs; b s preílicaron 13 fC cle Jc- su.crislo (en su lengua cariar¡:? cn qrie eran versndos) y lo que les convenia jura SU snlva~ioi t , dejar S U ~ r x l ~ i l i - dad y - s e g u i r a Cristo c,rricificndo, fon:nntfo sri santo bac- t ismo; neganc1.0~0 á todo con f x o r diabbliw, los mas cer- ra ron coritra los apost6licos y santos prcdicudorcs, dan- rloles ~ni iclras golpcs y sen tenc ian&~lw á iriserte, lii qiio

oyeron coi> c u : m gozo dc sus almas, y n o cesatido sus cansadas vocos (h::sta rl lugar, que por. Dios apctwiaii.). fu.eron p~rsi?aclittritloles el camino. q u e dcbinii seguir pa- r a sir s ; t tva~ion, Basta q u e I l e g n d o i lo úttirno dc Utia profuiidEsi-na pena que vá al rnar en el camino de Te/- rlc, q,üc .f!nlnan el sntto dcl. c,asttllnn,o, n8> lejos de csis kiudac) (este s i t io señiila Qi i kos ) (1) a u n q e e hay trndi- ciones. lrabcr sido en In profundísima s i i m d:: Ginamn r, que cl-ista~i,Jo u n a ! e p a dcl mar, dicen sc? co inu i icn~co ,a id. d e una y otra prol'undidnd, s:ilicron ~ q u e l l u s t r i u ~ l r i - fes almas 6 coroi iane en 1;:s al iaras di: la gforiii, somil- d-o s u prcdica.cfori, artucbns .dc Izs tioicblas de la getilili- &d..

3: XQ f u e p o c a i a pbrdicia (Ic gente que tuvo Dieco. Garciq d e Berrera que hrneiitar; .pues aunque tnrnbieii la tuvieron los c.ina.rios, n o Fue para otra cosa q u e para enceodcr in>s sir eorage. Volviose ii Ei icr tavcntura

- . Norrera 5' hacer nueyos apr-s tos para d c s q r i i t m ~ . dc los; canarios., lleyando Prisioneros rnudius casarios, y d@n,- doles o t r o &al númcro.

Dl! CANARIAS.

' ' CAPITULO XXIX.

-DQ las paces que hizo Diego de Herrera con e l Faya- can de l'elde, á quien di6 treinta muchachos en rehenes; por hacer con íitulu de casa de orarion, una torre e n e l puerto

de Gando.

1 1,1eg6 DiegoGaraia dcPIerrerafiFucrtcventur3 con el sea t imiento de lo q u e habia esperimetitndo eii cl ~ a l o r d e 106' canarios; y a u n q u e el primer sent imiento de s u perdida le pulsaba ir La venganza, tombien le hacia rcflcxioriar la fuerza y niiníero de gente, q u e era i i ~ s u ~ c r a b l c á la suya' para vencerla con las armas, ni ponerse 6 temas para intro- ducir ka religion; y consullirrirlose rnas q u e scria cori el Ohis- po 1). Diego Lopez de Iliuscas, varr n prudentisimo, le en- d u l ~ a r h 10s dictámekies contrarios y peligrosos para segu:r la empresa, y volverse ;i tonlar el medio q u e le facililb la paz q u c dcjd cori los de Tetierife, pero con la sesuridad de cslablecer y construir en el puerto de Cando una torre.

2 IJrcviiio t rae r todos los maleriales para ella neccsa- rius, para siii dilacion tenicndose el permiso levanlarla; y con mas nhmero de gcnte de arnias, q u e sacb de Lanzaro- t e y Fuer tever r~ura (con Id castcllitna qric le acompañaba), \otvici ii Canaria previniendo ir los i la turaks dc ella, q u e dcsdo Bcthcncouri estalan en Lanzarote y Fur r teven tura mas icdeicitlos y seSuros c n nuestra santa fB, q u e por oin- gun caso diesen 4 cntcnder dotencr á la ~r i i ;ccsa Cnnaria 'S'ericxoya. r i i sus damas c n donrir~ios de I h s i e r n . sicndo estos sucl tos en la costa de Tcide, antes de ancorar los n2- vios en e! pucr'to, fuesen á vcrsc co:i cl F n p c n n di: s q a c l par t ido, y e n noinbre dc I í tcrre~a le pidiesen paz qce Id

ques ia t tcncr , y bucna amistad coi, el Fayocan, y todos sus slibditos, pues ceiiocia slis grandcs iuerzds y valor, y de los suyos. Todo eslo propuesto por los cristianos canario$ al Fayacan Bcntagoclie, Iierniano de la mügcr del Guadartlieme Gilayasent Scmidaa (6 sobrino cwno otros quieren) q u e a a n q u c hombrc de aspecto poco grato, por se r feo, y tuer to, y resuelto, n o le rallaba tamhien prudencia; Ilanib á una canaria vieja llainnda Rinima, q n c estaba e n Telcle dilsdc los ant igdos c a s t e l l a n ~ , ~ q u e cria- roii y educaron con Pcdro o1 canario, de qiiicn se ha (1;- d i o e a cl capítdo 29 dcl tiempo dc Bethcncourt, qu ien

tambien estaba alli, y los mandó Nentagoihe á que su- piesen el intento de Diego Garcia, y que si queria amistad con el y su gente, la' habia de dar seguridad de ella, y de nú, volveria á conocer mayor fuerza en sus canarios, y estrago y ruina cn los que traia I-ierrera en su compa- ñia: Respondió Herrera 5 los dos viejos etiviados, que la paz y hucna comunicncion queria; y para que fuese mas durable Ic pedia licencia para hacer en aquel puerto una casa de or.lcion para el Dios del cielo, como las tuvieron los mallorquines q w d I i trataron.

3 Con esta rvspuesta que Ilevwon á ~ e n t a ~ o h e , y decirle que los castellanos lenian re:jpeto h su va!or, y de los suyos, bajó con grandc ncompañariiiento de gente ar- inadd, lisbiendo despachado deliinte a los cunarioo cris* tianos. para que asegurasen Herrera de como aceptaba su amistad, y quedaba satisf~.clio con que los terniesen. 4 Salible A recibir Dierro de irhrrera con corresnon- ".

diente gurrdia, y dernos~racioncs dc grande arnistnd, seguridad en su trato, pero en in proposicion ac hacer la casa de oracion, conviiiiendo el Fayacrin, afiadib que para satisfacer al Guadar!hernc y 8 la confianza dc siis subditos (le que seria en todo tiempo segura, le tiisse treinta rnucliaclios hijos de sus vasallos tle las dos islas cristianas. que ellos Ics tratarian bien, rriieiit;as fuese buena su cor- responde3cia, y entregados que le fuesen pot1i:r entrur k la fábrica de la casa, que decia dedicaba a Dios, lo que gustarian mucho los canarios concurrir á ella.

5 No se dctuvo Dicgo Gnrcia de l-ferreia, n i 10s que l e acompniiabaii de los vecinos de i~ i i~ r t evc i i iu i a y kaiizarotc, ~ U F tenian hijos, deseando se cstdblecicse la Suena c o r r w poodencia con los canarios, de c u j a verdad confialdn la $a- lud de sus hijos, en su buen 1,i-ahmlerito, y qoeseria el mo- d i o de conservarse 10s knimos y Tacilita!~: s ~ ~ s cocversio- ncs. Dispusieron el que fuesebarco ú ~,rnerlos para (hecha su entrega) qiiedar unidos, y con mas cornui?icasioii: dic.- ronlos sus madres con In misma ücnEanza y Iiegatido breke ,

íí Canaria se sentó el tratado. 6 Eii In playa de Gnnd:, que PS el mejor de esta isla JC

Canaria mi ra i id~ 01 S U C S ~ C , legan y media de TciJe, y una de Agüinies, escogib Dicgo de Hcrrera sitio á la orilla del mar, un poco a l t o para cinstruir una torre cuadrangular, de sesenta y dos pies gebmetricos su cortina que =ira C la

DE CANARIAS. 85

1 ahia, de cuareiiIa y ocho de latitud, toda de fuerte tapia, hacieiido la mas con uiios espolones ú medios torre]ol.icilloS de argamara cn !os ángulos, C@nlO hoy 10 ~ ~ U c s t r a n sus cimicntc,s, y que se dejen inferir serian estos espoloties pnra en su cnrlinencia colocar algunas garitas, que descorli- l

nasen 6 fldnqueaseii sus lados, que se coronaban de ahnelias y saeteras segun las tratlicioncs.

7 Pusose en perleccion la torre ( h qtie a y u h r o n 10s caiiarios, P O F I B casadeornciqn que ellos dcseahnii.) Guarnpctd- la Diego Gaicia (le Herrera, y puso por alcaide á Pedro Chiiiiida, scguri algunas memorias (ó á Frat ic i~co Rjayorga, romo quisieron otros) encargando de su vigiloiicia, y (lile la tuviese en no perder ocasior, que se ofreciera de dano en los canarios y en sus ganados segun se tocó o se dejó discurrir despues de los efectos.

8 Corriendo alguii ticmpo, vino por Fayacan de Tel- de ~gmedeyoacan, hermano menor del Guadartherne The- nezor Semidan k hijode Soront SemidnnGuadartIien~e, hom- Im atfor,iado de todas virtudes morales, Lloreciendo eiitre todas la de la piedad cristiana que ejercit6 como aquí vere- mos, y como dejo dicho en el capitulo 20: murió reducido á nuestra santa f&, como se probó por doña Luisa su hija.

!) Estando en su gobierno el alcaide de la torre de Gan- do, hacia salidas de noclie con sus so ldad~s sol>t-e 10s ganaderos de Aguimes, á quienes roba lm los ganados, y rna- tnron algunas pcrsonas de los naturales, que sentidos de estos procediniientos, dieron cuenta ti Ayncdeyoacan, quien envió recado al alcaide con la querella de sus vasallos; y negandole el cargo se le repiti6, 1 asados algui~os dias, por los de Agüimcs la instancia: á que provegi) enviar al capitan Maoiriidra, su deudo, para que justificase en aquellas partes el hecho. Sucedió el volver los castellenos á hacer robos; y avisado Maninidra de que habian pasado á la parte donde estnhnn retirados los ganad~ , s y tomandoles los caminos de la vuelta y haciendola con buena partida, les s d i i 6 al encuentro y quitandoles la presa la hizo de los raptores a costa de muchas vidas; g desnudando los muertos y presos que remitió á Agiiimes, y poniendo á sus canarios los vestidos de los castellanos, esperó al romper Je t did á ponerse á vista de la torre, y rcprcc- ~ n t a n d o que venian batallando con los canarios que los cargaban con algun sanado por delante, g tcniendo ya prevtmido en

crnboscada cn para& cerca d c la t o r r e muclio n6rnerode canarios. cncuhiertos, eajeroii dc improviso s o l m los nues- t ros .

' 10. Oyendo los casfctlanos las bocinas y reconocido can la vista 1;) fati@, en q u e iba s i gentc!, retirándose

la torre, salieron al socorro cuantos ellos habion quo- d d o . iricrios unos c ~ i r e m o s ; y Iial~icnclo pasado adclan- tc do 10s ocultos canarios, coiiocier;do cstos quc?ílal)a la' t o r r e desguiirnc:~idii, se avanzaron á ell;i; y quedaiitlo algu~!osy?. : :c . C C ~ F W " C ) I I por d e u l r o las p i~or las \polvicro~i los demas a coger las espeldas de los engaíiíidos castellatic,~ /I quicii qu-ikaroii 13s vidas, despo.jaron dc las armas la to.Pre, y tciñinroii t a ~ de l o s ' prisioneros y difuntos; y dan.o fuego 6 la to r re e n . , s u s , 'maderas, la arruinaron, dojiindo so!o tu q u e hoy nos Iiace nicinoria de su fatal. -i~Crt!i&.

1 1 Pertl iaroiisc en esta ócnsion 11x1s de doscientos ccs- tc l lmos, y Iiiil)icr;, sido rna'or. ti no tenor la s~ ipcr io r i - dad de aquel!,is partes ~ ~ m c d c y o a c ~ i i ; p ~ i o s u~e l l i t l ando !os de Agiaiirics el q u e aqncllos prisioneros pagseii con fuego sus ale\cisins y &nosi y que hiciesen lo mismo cori 10s t rcinla muchachos rehenes, no solo n o l o consitiiib, sino hizo le pasasen á Telde los prisioiicroc para mas asc - gorarles las vidas.

De como lleg6 la nolicin h Dieco Garc ia de nerrerrr de Ea pérdidu de Ea terre dc Gmzdo, y pérdida de su grsnr- nicion, y de la generosa rerolucion de Dojla Luisa Gua-

dar lhen~e, por dar llbertud 6 los Relteizes.

1 Ha1lál)ase en el pucrto do Gando una ccrnvcla en- viada por D i c ~ ; o d e IIerrera, con algunas provisiones, po- ra la gente de g m r n i c i o n d e la torre, al t icmpo q u e de ella, sri getile de mar fueron preseiitados testigos de su pkrdida, y estrago; y zarpando de alli, liizo SU viage ;i Fuer teven tura B dar s u funesta noticia, q u e pasó t a m - bien á Lauzarote, levaoláiidose en una y otra isla los lamentos, por hijos y maridos, llorando unos g o t ros por perdidos 6 muertos , y todos contra Niego (Farci3 d c Rcr- r e r a y Dona Incs Pcraza su. nugcr, por Iial>er persuadi-

3d.h las -rnad.rec de-los inucliacbos q u e cnvih para los rehenes: voces todiis de suma contristacivn para estos do9 c a l ~ a l l e c o ~ , dificultiindosclcs cada instante rnas el remedio. de libertad j. los q!ie. quednrian \.¡Yos.

2, Al,terados todos los mas piincipal'rs vccino,s de kan-. ! zar0t.e. q u e se h:illai:an las ti mi ido^; como p d r e s y her- riiancis í ! ~ los qire coasideral;aii p r d i d o s . p o r rclieries y )jntallgs, se. conspiraron. y rcsolvit:roii á d a r poder contra Dicgp Garcia de Berrcra y Doña Iiics Peraüa, y q u e con I:! pasase 6 la C6rtr: dc Espafin Pedro de Aday, q Lui,s be Casafias.

3. .Doma Lvisa G;iadaribema, niuger d e Miiciot de Bc- th.enc.o,urt, q u c sentin mucho. ver á sus paclrinas Diegu d,c 44errcra padeciendo com profunda mel,ancalin aquel trabajo, ce espresb lo que les ncoinpai iab~: á ssnt i r , y que ~,cogi . tan.?o en su alivio, no e n c o n t r a l ~ o t ro , q u e scr clla quien n o se negase 6 n i n s u n peligro, ni á iiingun tra- ]:ajo, qiic. todo lo tendri;i por suave, á fin tll: co::ist!wir. P ve,rles a l e v e s ; q u e para esto le previnieran dos ;lavios, y se. rcc%,iesen los naturales canarios, q u e e j t u v i . c ~ n pri- iiotieros e n su podcr, y mas instruidos e n la fb de Jc- s,~ct-isto, que.con ellos se qucria pasar 2 Canaria, confro.dc~ primero en Dios y s u santisima madre; y por l o q w corio- eia dal á n i i w , y (:orazoa .pisdoso de.su t i a y. ' d e s u padre que. no,.sc3:csc,usnria.n A entregarle tad.os. los quo ellosstu.vie- 1-ri. en S.U ti,crra, y q u e lo harian gus tos t i s ,v i~ i id~Ia B ella,, quje,n les. ofreceria tambien de los q u e 1-levaba, los q u o quisieran quedarse q u e estando t h n instiwidos, como iban, s,ei:ia dc grande. .iitilidacl: para. todo. 4 D i d e muclms agradecimicntos Diego de Herrcm, y

dbña Inbs 5 su ahijdda, admira-ndo-su. gc-nerosa magnanimi-. l

dad, hija de s u real sangre. Y dcjaoc?o preve-nido q u e a a n - q.ue. se.dilatase s u aue l t s no [.es diese cuid.doj porque t o d o seria inetiester pasa juntas los -castel:lanos que istuvieseii- esparcidos por diferentes lugares; y pidiendo provisiones- ~ 9 ~ 3 . la gclnte q w i b a en-las embarcaciones, y Ileva.n:do d e las pi,eles, con q u e habisn. ido vestidas ellas y sus criadasj sg. qrnbarcó. cati ellas, y Maciot. de Betbancourt s u marido, liipieron viage A . Canaria desemharca.ndo. en la, costa de. Ga.!dar, en do.nde hoy. llaman. (.'aleta de b ~ r c a s , ~ solq. d ; ~ @ a hi.sa,, Maria. Tazirga, y como- no, b.acia nov.edad- eC tw,ae. pasaron por los canarios basta llega-r al palacio d;. Qua;-

i 85 DBSCBlPCIOM EIST~RICA

dart l icme s u tio, q u e conociendola, todo fub ~ d r n i r a c i ~ d dc ver A quien juzeaban muerta abogada e n el baño.

5 Refiri6le s u historia, a u n q u e callando ser ya cristiana y s u malrimonio, teniendc* en esto la fortuna d e q u e n o lo hubiese tleclnrado Pedro Chemida alcaide de la torre. q u e liabia remit ido Apmcdeyoacan, F a y s c h d e l'elde, á quien se le aviscí y pasii á ver s u bija. Hizo u n o y o t r o s u proposirion, y síiplicn doóa Luisa, q u e le con- cctlieron Ilonos do gozo, mandando llevar alli todos los prisioneros y iiiiios rehenes, q u e sin mi ra r .e[ c a n p d e mnarios , ,dioron con franqueza, nilnquc tuvo por bien coinun doña Luisa el Iiocor desembarcar los canarios, y q u e Ic:llcvaseii una gala cspañola y o t ra do T a z i r p para q u e viesen los suyos el porte con q u e la. tcnran, y la esti:nacion, que 'le habian dado.

A J u n t o s todos los Castellanos,. s int iú m u c h o Gundar- tliCnie el enibarco del 81-ayde, por q u c el t iempo qu.5 Ic Iiabia tenido, le hsbia enseñado algo de la Icngua E s p ~ 0 1 ~ 1 , y del modo de .vida, y costuinbres de los Gis- tellanos; y pioveyendolcs de algunas cosas p i ra s u iriage, sc particron al em'barque. 7 DoiTa Luisa les previno la espcrasrrl c n el P u e r t o ;

pcro no fuB mbiiestcr mas q u e la s iguiente n o ~ h e , que recogido todo Palacio, y criando conoció eslar e n Bt iodos dor!nidos, favorecida de Dios con resolucion mag- niínirna, se salió por medio de los perros bravos, y dcmas guardias, y t i r ó 3 la playa, donde la esperaban, y tiaitcs dt? ainnnecrr. dieron 6 la vela para Lanzarote, a donde lIeg6 6, Ilei~nr de gozo 6 los padres de los nitios' reiiencs, m:igercs, y Iiijos de los q u e quedaron vivos; y sobre todo, U sus prdrinos, leniendose Duiia Luisa

- l a s generales ~aclomacioncs d c su heroicidad. 8 , A u n q u e doiia Luisa avis6 á Rlaria Tazirga, para q u e

la siguicra al salir se fuB sola, quedlndose dicha Maria para o t ra ocasion para q u e Dios la rese rvdn .

9 . Conocida la falta de la iiifanta 'Fbenesop, fuBdc gran- dísimo s e n ~ i m i c n t o de s u padre y i io y d c toda 1a cor te .Galdhrica, por los estrenios q u e ambos hicieron, lmcisaiitio '1 Taxirga declaraue las razones. q u e le tiraba d e rclicion, ? marido Iiijos, quc conocieron los siiyos, y q u e igb (1 5 3

rnatrirnoilio con liiiea que se hul) ie~c-~~iI í1?3di; ~ O L r -a l (9oa.,' d e .vivía;

DB CANARIAS. 89

CAPITULO XXXI.

De la senida de Diego dc Silva & Fuerfccentcra, su ea- sarnie~to con doña AIuria de Ayula, hija de Diego Gar- cia de Herreru, junta de las armas de unos y otros, con que pasaron u Canaria.

g PIabia arril-iado 6. Fuerteventura D., Divgo dc Silva por general de una armada, que repetis el infante do Portugal, por otst:s derechos a estas islas, y qucriendo Silva tratar este negqcio antes de ronipcr la guerra con ,J)iego Ciarcia de Iierrcra, s d i 6 Q tierra con su permiso: y Iicispeclandole Diego Garcia, y Doha Ines l'craza su nlugrr cn su c m con gran. magnificencia, al dia sigiiiente .'rlcgí, Ur;a carabela de Cjadiz con la noticia de la par lie- d i o con Portucal, con qce todo fub celeLracioii la que .se aumentó: con qvc enamorado Silva, de Doóa Maria de Ayala, hija de Diego Garcia, dama liermosa y de 15 ó

.pocvs mas aiios, se hizo la boda, pero cspresaiido h Silva If;ecrern, el ercpefio en que se hallaba de la conquisla de Canari.,, prefirib el espíritu belicoso de Silva á las dali- ~ i n s dc su estado; el ayudar á su sucgro antes de des- pedir su armamento, que se componia de 800 infantes 7 100 caballos y Ilerrera que tenia 500 infantes. Y despo- p i h d o s c el venir á estrechar por 13 parte de Telde, Her- rera-los canarios, y que Silva lo hiciese por la de Galdar; uividil.ridose una y otra armada, y llevarido unas y otras gentes por cada parte, salieron tomando los dos diferentes rumbos.

2 Llegó Silva Q ancorar en el puerto, qrie eslá al pie de la cuesta de su nombre; y echando bien tcmprano IU gente En tierra, subid por el barranco que sube hácia los palmi~a- .les de Guia. Convocaronse los canarios, y con ellos el Guadarleme: y tomando la parte superior de la t ierra, les fueron cargando, retirándose Silva en los palmitales, á que .los cmarios pusieron ~fuogo; y porque les tenian tsmbien .cogido la parte por donde se Iiabian conducido se fberon apostando de aquella parte, y del fuego para 1.0s Llanos de Galdar, por si el sitio les favorecia á combatir á los canarios, quieces no daban lugar-á Silva para ordcnar sus gentes, hasta que llegaron á Galdar, adonde siendo insup,erable el núniero 69 las canarios, se valid Silva del Circo que en s u

Plaza tenian (para sus festejos) cubriendose con sus muralias de la pluhia de piedras y dardos, q u e les arrojaban los co- r a j o s o ~ canarios q u e t e ~ i i a n á menos precio de s u valor el interiorizarse en sus terrenos, g a u n en s u corte, aquellos hombres t an estrafios. P e r o el valientc Gnugaser t Sernidan, con su natural piedad, mandd á lossuyos, q u e pues aquc-

1 110s homhres habian tomddo por reiugio el sitio en q u e ]es e ra incvitahle s u ruina (pues ya tenia11 ello parasu prision) que les circulasen y dejasen perecer e n ella, g q u e relirhndose del t i ro de sus halleslas, hicicsen Idoqueo á aquel campq.

3 Dejando á siis capilanes ordenado esto, se r e t i r b Guajascnt l su palncio, donde ponikndose á sus pies Ya- xirga. le suplicd p c t d o ~ a s e la osarlia d e aque l l t~s horribrec, e n cuyo reiidimiento nada se ostentaha s u podcr, puek los tenia h lo q u e fuera de s n voluntad, á q u e perecie- sen de Iiamlire y sed: q u e si el ser valientes los hicic se tomai. alguna r imluc ion desespc*rados de la vida, seria á costa d e m~icl ios de sus ~ ~ ~ s - ~ l l o s , q u c Ic causarinn niuclios seiitiniicnios, á los que no diei.,i lugar s u piedad, la q u e le pcclia usase con cllos, clárirloles lihert,itl. 1. Ogb el generoso Guadartherne la súplica d:: Ta-

sirga, pucs le teiiin su piadoso cor~iaon contristado el lance, y estrecho cri q u c vcia los castellanos: y teniendo ya e s c o g i t ~ d ~ (segun manifcsfí, s u prontilud) el niodo de l i - ])rarlos, satisfaciendo en parte la saca c'e bus vasallos, dijo 6 l'azirga q u e él 10 deseaba, y que pi1i.a lo, ella les previ- niera pidieran qiierian les permitiera el Rey iiacei una S&-

plica delante de sus iasallas, y l l e ~ a n t i o CI al clrco. se abraz6ran con 81 con seheles de rendimiento, que asi kl lo dispondria con sus vasallos, a u n q u e mds mostraren i r r i ta- cioit. 5 Ilizose como cl Guadarteme lo dispuso con Tazirg?,

y B la mañana.siguiente (babiendo pasado la noche con I U tribulacion del bloqueo) Il0@ csta, y logrú ponerse en pa- r a p de dar luz ií SUS tinieblas, y nuevos aiicntos con sris d e l e i t a b l , ~ an:tncios: y clamando el ver al Rey, t i n o pievi- niendo á sus vasallos el sosicyo, si 61 no lo alterase con alguna accion, q u e tuviesen bien fortificado cl cordon con su numerosa tropa, de cuya vigilancia afectaba Cuadarterne con los ssyos la s ~ g u r i d a d de Ins castellanos. . 6 Lle3óse f 'ruadartheme al circo, de suer te q u e se

avanzd Ibiego de Silva: y: o t r a dos capitanes, abrazañ-

d o por las rodillas & Guadartlierne, cuya accion nicnos advertida d e los Canarios, los Iiizo mover con iracundia contra el sitiado escuadroki, q u e repard Guadartheme, mandbndoles detener, dicitndolea q u c todo aquello eran demostraciones de rcndiiriitwto , y q ü e si lo corisidera- j ~ t i r i era por fal tor leal respeto, y Iracwle mal; quema* prooto podian estar d ejecutarlo, que ellos h defeiiderlo, 1

q u e ainahnn tanto si1 vida, se Ia accgurasrSn, concecti&ndoles l i b e r ~ a d 5 aqucllos Iiumbies q u e por su parte se l a con-. cidia .

7 Voz IuL: esta que hizo n todo% los afiigidl~s castcllanos y lusitanos trocar en aclc!mncioncs y agradccirnici~- trs, s u s grandes latigns,.pcst16iid«~e todt:s h Cpundarthc- ine, y los cdnnrios cedieron ii la paz su3 e i ~ o j o s . Y potiii.ndosi: Guadarllicme h la cnirada del circo, y Iln- iiiando 6 los rr;as piincipnles cnhalleroc canarios y capitanes d e su ejercito, y otros coircspondicntrs d c 10r tlcl castclleno Ius Tu6 coiiciliando e n IU mayar uiiion, encar- ghndolos el ngrissjo d c los nuevos amigos, llevándolos á sus casas ó cueras clondt: tuviesen dcscaiiso y regi lo que bien le liabian mc~ies tc r . Y llevandose Guaílartlicme A Sil- va y o t ros cap i tmes b a ! ~ ~ ii s u palacio, Ic tuvo en C.1 dos dins y dos rioclies con el ri.tljor regalo, correspon- clictidole S i l l a con grat i tud y recoiiociniieiito ú tan piadosos y singulares beneficios; y hallanclo ii G u ~ d a r t l i e r n c cn cl modo posihle, al t iempo y oc,isioti, a p t o para darle el incontparab!~ dcl San to Bautismo, J ú s u p x i c n t c .ay- medejoacan, q u e estaba e!:fcrmo alli, sin volver á Teldc desde q c e lui: f ver á Tecezoya s u hija (Doña Luisa Cun- dartlieme). Pcsarosu de s u ida quedaron este principe y Bey y otros hermoseados y vivificadds sus vir tudes morales, levantadas al mayor grado.

8 Mas tiempo quisicra deterier Cuadartberne la com- p;iñia; pero conociendo q u e le seria d c rnolestia á Silva, por el cuidddo rn q u r cstariaii en sus navios, ignorando sil fortuna, haciendole provision de gofio d c cebada; carnes, manteca, miel y vino de pn lnm, salid con todas guarnecido de sus escuadrones canarios conducihndolos I'a costa de Agumastel, 6 d c Ayragn, adotidc cstabati an- corodos los nnvios e n el puerto que hoy se Ilama d e SiG va, y al ir bajando por la cuesta del mismo nombre, pa- decio Silw la nulidad d e sospechar era aquel paso para

'precipitarlo y á toda su gente, lo que reconocido por Guadnrthcme, le fuk de sentiiniento; y ahrazándose con Silva, fiandi, fi todos los suyos hiciesen lo mismo, asegurando h todos de b verdad, que profesaban, igualan- do el peligro, y asi Imjaroii al embarco.

9 Despidibse Diego de Silva con grande sentimiento 1

estimacion y ternura del Guadartlieme su padrino; y pi- dicndolc esperase un poco fuB á Iiordo y regalríle con una ropa, y capotillo de grana, y una espada dorada, y otras doce para que repartiese con sus Hecheres Amenatos, 6 Consejeros.

10 Hecha esta espresion de su gratitud, Diego de Sit- va di6 vela D sus navios, y fue al Puerto de Gando, a ver 6 Dicgo Garcia de Herrera, á donde le consideraba

saber de sus progresos, que en nada le habian sido favorables. Y hallándole con esta nielancolia le hizo relacion dc los sujos, asegurSndote con juramento el no vol- vthr á hacer guerra á un rey tan benigno, á quien debia su libertad, y la de todos los suyos, pues seria el merecer la pena de ingrato &c. Y volviBnJose ánilms 6 Fuer- leventura, escarmentados, para retirarse de acometer Her- rera por aquella partc á Canaria, y Silva para negarse 6 . todo lo que fuera contra ella.

'De los asaltos que hicieron los vecinos de Lanzarote en t,'anaria, y estratagemas con que los vencieron los naturales.

1 Armabati los vecinos de Lanzarote unas fustas ó barcas, c m que corrian estas costas de 13s islas gentilicas,

l y con particularidad rcpetian sus asaltos en el iup- ,,~r COS-

- t a de Ayumastel, O Ayrsga de esta de Canaria, lo que ro- oemas milita- pararon sus habitadores con dos vivas estrata,

res. La primera vigilando primera ocision (despues de Iia- I)er padecido algunos robos de su p . t e y ganados) e l tener prevenidos alguno, hombres de los mas Iijeros que mostrandose descuidados, y estando ya desembarcados los

l castellanos hicieron fuga hieia el monte, y los fuesen em- -peñando en su seguimiento, en donde acometicndoles otra ' mavor partida de canarios, fueron muertos y apresados los castellanos.

DE CANARIAS. 93

2 Y previniendo el q u e era menestcr variar de ardid, porque si vclviesen los iiivasorcs traerian cautelada la primera, cogieron partida de cuervos y ayotas. y otras aves montarazes cle rapiña y marítimas, y las cegaron y domesticaron e n las casas, y cuando descubrieroii las e m -

barcaciones surtas 6 á la vela, echaron las aves sobre las catas y ccrcanas á ellas, y los liombres de defensa ocul- t o s liasta la mejor ocasion, q u e la tuvieron asegurados los castellanos de q u e eslariaii desamparados do gentes rt lugar g costa, por lo q u e se mnnteriian las aves e n aquellas cercanias; se introdujeron por otra parte donde des- cubriari cahrios, y cmpeñados á roharlo les asaltaron c o n preskeza los canarios, sin q u e de cincnenla liombres, pu- Jieseii tomar á nado mas de t res 6 cuatro las embarcaciones nadando; conociendo e n s u fuga q u e al pasar muy cerca de Ins aves q u e ni le lantaban vuelo ni hacian o t r o l e t i ro , seria por eslar sin vista ni vuelos, lo q u e manifestado por los q u e tuvieron la esperiencia, pusieron e n temor, para n o volver a icquielnr los astutos canarios, y ellos quedar seguros.

De las quejas que se dierotz de Diego Gurcia de Hilerre- r a y dona lnés Pcraza su nzuqer por s u s vasallos; y como los Hgeyes católicos le tomaron, y conzpruron las tres

islas &c.

1 Walláhanse Pedro de Aday y Liiis de Cesañas, e n Iri coiEc de Sevilla, a donde les habia fievado el sentimien- t o de las disposiciones, q u e Diego Garcia de HTerrera Iial~ia dado á Pedro de Chemita alcaide de la to r re d e Gando en Canaria, abandonanclo la seguridad de los mucliachos que habia dado e n rchenes a los canarios, quienes indignados contra los lieclios de los castellanos t a n contrarios á s u confianza, pudieron haber qui tado 6 todos las vidas, y de los muchaclios q u e hicieron prisioneros, á n o ocurr i r la piedad de Aymejocoan, Virrey d e Telde, lo cual no se pudo o f i w e r á sus padres, madres, y cle- mas mugeres de los q u e habian quedado vivos d e los soldados, con cuyos podcres para quejarse hahian llevado para representarles B los Reyes católicos, q u e reyaaban p o r

8

m u e r t e del Rey D. E n r i q u e 1V siendo sucesora suya do- ñ a Isabel s u hermana, q u e cas6 con D. Fernando V d e CastiIIa pr íncipe *e Aragon. Y corr iendo el año de 1478 con barruntos q u e ya tenian de las Indias, admit ieron con cuidado la espresion de los querellantec: ci corno dice Zu- r i t a (1) considerando q u e una casa de tanta calidad an- daha e n podcr d c t a n pequeños dueños, y no cesacdo ct infante D. E n r i q u e d p Portri.3al de en t ra r por ccalqiricr camino á la conquista de ellas, intentando SU poscsion, enviando armada para coriseguirla, y ponerlas bajo el dc- minio dcl ]Rey D. A1oi;so SU sobrino, por su importancia para la nabegacion de la mioa de oro d c Guinea, pwtes- t ando para estas empresas, la l e n t a q u e le habia hcciio Maciot d e Betbencourt , sobre q u e infructuosaniente ha- bis enviado las armadas á Canaria, q u e dejú fecho con fan- t a s pérdidas de gen te g dinero, y la d inac ión ó merced, q u e d e estos islas babia heclio el Si.. D. Enrique 4. 0 cuando cas0 con doña J ~ i a n a intanta de Portugal año de 1435, á D. Mart in d e Atayde, conde de Atoguía, q u e cotidiijo á C h r - doba la infanta desposada, q u e refiere Juan Barros (4) y otros liistoriadores portugueses, y q u e el Conde traspasó es te derecho a l marquks lb. Pedro de J lenes t .~ , á qu ien lo cornprí, el infante D. Fernando, hermano del Rey D. Alon- SO el V d e For tuga l , quien despachó á tomar posesion A D. Diego d e Silva, afirrnündo q u e Wercan Yersza pas6 ii

P o r t u g a l á seguir el pleito, y en su consejo se sentenció d favor d e Diego Garcia de Herrcra y dotia Hnc!s Pe-azn sus padres: con q u e se r n o t i ~ ú q u e en la paz q c e se hizo el a ñ o d e 1479, q u e dice Barros y Chevini (3) e n el aiio de 1481, e n t r e Castilla y Portugal , g declarándose por Casli- Ila el señc*rio d e estús islas y s u conquista, y la dei reino d e Granada ; y por Portugal la de Fez y de Guinea, como se vC en la crón ica del rcy D. Aloiiso V (4).

2 Sentado todu lo referido, y naticioso Pedro de Aday y L u i s de Casañas de la restitucion d e los relienes, qui-

(1) Zziriia. Ahales de Aragcn, parlc 8. l ib . 10. (2) Juan Barros, en su Década 1." dcl Asia, cap. 12. (3) Barros, ibi .

M o n s . d~ Ch&gni: Tratodo de Faces, dude el siglo 15 hasta e l precenle, F". mihi 15. (4) %hiúnic'a Eel Rey D. Alonso 6.O (78 Porlugnl.

- .. - DE CANARIAS. .- 95

sicron volverse g reconciliarse con Diego Gareia de Ber- rera, quien resentido de la qucrella que ya tenian dada, no quiso asentir 6 la venida de los qmerellantes; con cuyo motivo volvieron 6 avivarla ante los reyes, de que resul- t ó despaclinr sus comp;\rendos en la C6rte á Diego Merre- ra y dofia Inbs Yeraza, dueña propietaria de las islas, para Tormalizar el juicio.

3 Casaron cn este tiempo Diego Garcia de Herrera y doíia h b s , 6 doña Costanza de Berrera y Sarmiento, su hija, con D. Pedro Weriiandez de Saavedra, veinte y cuatro de SCvilla, valeroso caballero (hijo de Hernan Darias Saa- ycdra: señor de Zaliara) y en esta celel~racion recibieron e l aribar del Real llamamiento: y aprestándose para su olede- cimiento, con la magnificencia que correspondia al titulo, quc gozaban de reyes de las islas, comparecieron en la C6r- te. Pero avivando su demanda Aday y Casañas contra Diego Garcia de Herrera, y su imposibilidad para la empresa de Canaria y conquista del resto de las islas, (pues solo el poder Bral seria quien pudiera conseguirlas) se determinb nada favorable á Herrera, aprestándose armada de órden de los reyes católicos. De lo que se agraviaron Diego Garcia y doña 1nks de la Real persona. quien para mayor conocimiento de los derechos y justicia de la causa y jus- tificacioci suya, remitieron lus reyes al Prior del Prado, y otros escogidos ministros de la mayor circunspeccion 7 11- tcratura, que examinaron con la madurez, y que en con- ciencia correspondia á la gravedad de la materia, y dieron el parecer siguiente, estando el rey catdico en el sitio y guerra de Granada.

lllduy poderosa Princesa, y muy ecclarecidu Beina y señora.

trVirnos con diligencia como V. A. mandó, el negocio de las islas de Canaria, asi acerca de las conquistadas, como las por conquistar; y vistos los títulos y escrituras de BBiego Garcia de Herrera y doña BnBs Peraza, su muger, vasallos vuestros; y asimismo lo que contra ellos se decia, g ciertas pesquisas qne en diferentes tiempos fueron fechas por el reverendo Q l k p o de W1Iondeñed0, que despues fue h Jaeti, y por Esteban Perez de Cabritos y otras escrituras

opuníamientos por algunos letrados, que para ello esta- i a n iochos. Nos p arece que los dichos Diego de Herrera y

l doña Piiks Peraza, su rnuger, t ienen cumplido derecho B lo propiedad, notoria posesion y mero mixto Imperio de las cua t ro islas conquistadas, q u e son: Lanzarote,Fuerteven- t u r a , Goinera (5 H i ~ r i o q u e e n allas tiene V. A . la superio- r idad y supremo dominio, q u e t iene en todas las otras tierras, lugarcs y villas, q u e son de los caballeros de vuestros reinos. Item, q u e el dicho Diego de Herrera y doña I n t s s u mugcr , t ienen darecho á la conquista de la Gran Canaria, y d e 13 de a'enerife y de la Palma, es suya y le pertcnecc la dicha conquista, por merced q u e de ella t u v o fecho de ju- r o de heredad, el muy Esce len te rey D J ~ a n vuestro padre, de gloriosa memoria (qlie haga santa Gloria) á Alon- s o d e las Casas, ascendiente de la dicba dona Eoks: q u e por algunas y razonables causas V. A . puede mandar conquis- t a r las diclias islas de Gran Canaria, Teneriie J . la Palma, y s i se ganaren las dichas islas, ó cualquicra de ellas, debe V. A. facer equivalencia pcr la q u e as¡ ganare A los diclios 1)iego dc Berrera, y dofia Inks, s u muger, por el derecho q u e á la diclia conquista tienen, y por los muchos irabajps

pGrdidas q u e hon recibido, y costas q u e han feclio e n Iri

prosecucion d c cllas, y especialmente ganado sola dicha is- l a d e Tenerife. e11 la cual han tenido y t i enen ahora ad- quirida alguna parte.=lndignus P r i o r de Prado.-Jon- &S Doctor.-.Roderzcus Docior."

4 E s t e parecer de t an graves varones, q u e dice Pelli- zer (1) hay en el archivo de Simancas, g se vi? A la letra en u n memorial del conde d e la Gornera, seria por lus aíios d e iIS1 o adelanle; pues dice D. Diego Ortiz de Ziici- g a (2) e o este año, q u e proscguian esta conquista los reyes católicos, d e cuya órden pasaron á ella muchos caballcros de Scvilla. a u n q u e se quejaba vivamente doña BnQs Pe- raza, mujer de Diego Garcia de Herreta, q u e se tenia p o r señora propietaria de ella. P e r o no siendo sus fuerzas las q u e necesitaba aquella conquista, y t e m i h d o r e los reyes catúlicos q u e gasasea á ella franceses; se antieiparon ií lis-

( 1 ) D. Josk I'cllizcr y Tocar, ccronisda de sic N a g e s l a d , en el r n e i n o ~ i a l de los soiiorcs de Pucrtevenlura, tiunt. 42 púq: mihi 5.

( 2 ) D. Diego O r t i z de Zziítiga en sus -Anales de Sevilla sito de 1481, n. 3.

cerla, y q u e se tratase de composicion con doíia Inés; y por guardarle justicia, se t o x 6 medio, como dice Gornara (1), de q u e le diesen los reyes qatOlicos el t í tulo derecho d e las n o conquistadas, y la di jnidad y el seiiorio delas conquistadas, quedándose con e l út i l de ellas, por precio de cinco cuentos d e maravcdis e n contado, renunciando D i e p d e Herrera y doña InBs todo el d e r e ~ h o . ~ ciccioti q u e tenian a las islas de Tenerife y la Talrna, q u e poscian infieles, y el q u e tenian á la de Canaria, q u e segun Snlazar de Mendona, (2) fue todo por seis cuentos de maravedis quedándose con

z Ins islas de kanzarotc , Fuerteventura, Gomero, Hierro, y Ins despobladas cercanas á la d c kanzarote: con q u e cc- saron los empeños de conquist:i en Diego Garcili de Herrc- ya ii las islas. Y poniendo r e n ~ a t c 6 este pr imer libro, p ~ ~ s e g i a i r e m o s el segundo con las fucrxris de los cloriosos re: es catY!icos para emprenderlas.

(1) Francisco Lopez de Goinarn, c i i la His!oricz general r f i l a s i v d i u s . 2'ratndo di: las Canarias, folio 121, de l o irnprc- sion dc Mcdinct d e l i'anrpo de l año dc 1553.

j2j D. Pedro 9ala;ür ds Mc:ldo:n. En su rnonorqiíirt de Es- ' puria. cap. 6 y T d e las Canarias.

D , J o s i r"'c!li:cr, en e l i.ncmorin! d e los scl íorcs tic Fuer- tcccwlura. nlim. 34. riiarg.

De la venida de Joan Kejon ci la conqztisfc do Canaria

membarazados los reyes cat t i l i~os D. Fernando V de Castilla y do- ña Isabel, de la guerra q u e les ha- ;a D. Alonco V. de Portirp21, quc- iendo corotmr ii SU w l ~ r i n a doña , q u e sc decia hija del rcg D. HV de Casti!la, por quien b a h dofia Isabel su iisrrnana, lo qrie con la Batalla de Toro, que re- 1 Padre Abarca: ( I I ) y vel:ido es- Weyes 6 Sevilla e n 'los psinri- 1478 y por hahes despues vuelto n Guadnlupe Fernando de Biis-

taraiante, criado de los reyes, conórdeties, para q u e se pucie- sen calor e n el apresto de armada de 20 carabelas, para i r á la mina de [iuinea, y echar de ella 6 Igs por lugor -

-

( 1 ) P. I>&o dc -4lc;rea. Año de 8477 y 478. Ralle 2." cap. 14 y 13.

ses, y q u e se recojiecen los procedidos q u e reslasen de induljencias, q u e los pontiGces tenian concedidas para los q u e d e cualquiera manera ayudasen á la reduccion, y conversion de las Canarias; cuya clistribGc,ion, y cohrauzn ti:- nia ií su cargo Fernando de Santillana, por varias ch- dulas reales, como dice Zuíiigo (1) y como Diego de Rerrera , marido dc doiia 1116s B'erazii, Señora Propie- taria, se llamaba Sefior, y a u n Rey de diclias Islas dc Canarias, pero destituido de poder, y fuerzas para su conquista, y s u defensa, casi con solo e1 Señorio en la apariencia, y el titulo, con q u e lo afeclaba, era ofcilsi- vo (como repi te Znñiga)'á los Reyes, le daiiaha para sil comercio y socorro, cuyo único recurso era Anclaluc,iii y Sevilla; y por q u e n o cesaba Portugal e n sus aprestos U invadirlas, y lo mismo los Franceses, antes de las quejas d e Pedro de Aday, y Cauaiias, y la declaincion q u e se diO contra Herrera y s u muger hicieron los Beves Ca- tcilicos los suyos,. y anticiprir s u posesion, nundando A J u a n Rejon, Caballero natural del W e y ~ o de Niebla, soldado prhctico, osado y vatiente; g q u e sc acons~?jAre, digo, acornpafihse e n las cosas de c ~ n s e j o con D. J u a n Berinnclez, caballero ckf igo , natural de Cc:lilla, quien trajo el ait.1110 d e h a n de la iglesia de Rubicon, con ó iden de que i?o se hiciese cosa en Iá conqnista, e n que no fuesen confornics. Dibles el Rey para ella 600 soldados de i piB y trcinta cn- hallos, sin los q u e traian mxcbos cabzlleros aventrirerris, los mas de los que se hallaron. en las victorias y Sotnlhs t oo- t r a Portugal, sobre '2'uro y i'nlc:izares de Zarnora; g vino por Alferez gencral de esta aimnda Alonso daimcs de So- to-mayor, cuaado de1 general Bejon, y por capitanes Alon- so Fernandez de kugo, cal)a.llero natural de Carinoiia e n ~ n d í ~ l u c i a , . y di3 sil naluralczn, original (le Galicia. d e q u e hace niencion Gnndara, (2j Hodrigo Zolorzano. Ber- iian del Castillo, natural del castiilo de Gnrci- Muiioz, 1 originario del valle de Trasmiera, montafia de ,Burgos, Ordoiio Be.-mudez, pariente del IPcan, y estando todos prontos a s u embarco i n el puerto de Santa M a -

( 4 ) D. Diego O r t k CEE ZkRign, Anales de Sevilla, nizo de i'r.78, n. 7. 1479. n.A, t481. n. 8.

(2) Gnndara (h. F e l i p j , en stc A-obi l i tar i~ de Gnlicia, l i b . 1, cap. 7.

r ia , se m a ~ d í , por los reyes catOlicos publ ica rá toqueife .trompetas, y tanibores so Real provisioi~; cuya fecha e s 32 de BHayo de 1478, (irmada de la Weyna, y d e Eiego d e Santander s u secretario, y dirigida al OBispo 1 Deaii de I U iglesia de R~ib icon , y á duati Lhejon, capiban de la flota, q u e enviaba para conquistar las islas de Canaria, en q u e les manda q u e no tomeii á $iiega Giircia clc Herre- i.a y d doña Hnks Pernza las islas de Larizarote, Fuer te - ventura, Gon~ora y Hierro, i i i cosa de ellas n i de sus 1.c-

cinos, R-c Con esta intimacion q u e para resguardo de 13iego de Berrera y de sus de~es l ios , mandaron hacer lo5 Weyes, salio la armadii y arribú al piicrto de las isletds d e esta isla de la graa Canaria dia de scñor S. J u a n & t u - . tista, al amanecer 24 de Jun io del sobredicho año de 1478; y haciendo repetidos saludos con la artilleiia, clarines, f l t í l ~ ~ d a ~ y banclsras, q u e ccliaron al airc!, dando gracia's h Dios de la feliciddd del viage, con el mejor tirden sa- lierhn h t ierra, y poniendo al;nlag;as y guardias, pusieron

. una t i e ~ i d 3 de carnpasa, hacierido de ella capilla para culebrar misa el -Dean; y por lo desacomodado del s i t io c n s u falta do agua, se puso toda la g c r ~ t c e n marclia la costa adelante, catniiio del s u r con sus espias y g ~ i i r d i a s nvanzadas, esplorondo la tierra dirigiendose á u n frorido- s o bosque de palraias, dragos, y alanieclas, q u e descii!,rie- son des.te cl mar, donde infirieron ito fiiltarian arroyos

. y fuentes. 3 Haliaron lasespias un canario viejo, q u e eslaba mn-

r-iscaado,.qrie IIevAndolo á Wejon, d iú eazon calial de todo io qtlr: se le piegunt6; y advirtiú q u e el s i t io mas ~ C O -

niodado ;í sri :;ente, por la a2,:iridnncia d e agua, y frescura del rio de Niginiguada, una corta legua dis tante al purr-, t o donde dejaban sus tiavios, y para resguardarse de los canarios (tí qu ien tendi ian presto e n S.J. oposito) era e l q u e k ! seiialú,'y á q u e les su id , que) es el q n e I iuy es bor- r i o dc san Antonio Abad d e esta ciudad.

3 Llegaron al referido iiigar; sin negarse n i n e u n trabajo ni omit i r t iempo ni diligencia, se aplicaron todos los de la nrm3cla ú cortar palmas del s i t io m3s al io , con q u e circular s u real y levantar parapetos con qiici ciibrir los asaltos, q u e le6 diesen los naturales, y asi lo hicieron con presteza, por- lo q u e les previno el mariscador, que sa qued$ gustoso con los castellanos, y iiiuy agasajado

de ellos. 4 Conten tó lo ameno del valle y agua del rio, todo

el campo y soldados, haciendo' cada uno con presteza sus alojamientos, y an tes q u e todo, iglesia e n q u e hacer A - i iuestro gran Dios los sacrificios, implorando sus favores, siendo intercesores, Maria Santisima s u madre y spliora salita Aria, de quien era devotisimo J u a n Rejon, y S. An- tonio Abad, aunqiie eslando todo comenzado, y solo e n e1 modo posible, hecho el resguirrdo del real de las h l . mas (hoy la ciudad del real de las Palmas.)

.5 1Bahiendo tenido los canarios aviso de la nueva armada, q u e estaba en el puerto y los q u e e n ella Eia!,ian venido, Iiaberse alojado e n Niginiguada; mandó el Gua- tlartheme al virrey de Telde, ocurriese con sus gentes, q u e h el lo liaitaria con las tropas, q u e habitabnn e n las bandas de Galdar juntas para dar batalla, y espulsar los q u e se introducian en su reriio; lo q u e s e vi6 el dia 28 de Jun io , q u e unos y otros se aparecieron por los altos de lus cerros, reciprocandose las voces de sus b6licos Ilama- rriientos de bocinas, y las naturales con qiic: se anima- ban al combate' capitaneados de los valientes Adargorna, Ventagagre, Doramas, Tazarte, Antindaria por Galdar; y por la par te de Telde el gran Maiiinidra con otros de sus mas sciialados con mas de 3 8 naturales.

(3 Los castellanos q u e se ballaron fortificados con los troncos de las palmas, y tomadas las avenidas de los caiiarios, pareció á Wejon como buen soldado (en q u e con- vino el Dean, y derrias oficiales) mantenerse cn sus lineas

,r.sperando esperimentar los acornelimientos canarios,?pa- i a pretenirles la repulsa, g determinar como les hiilhri

de hacer la guerra, con la ventaja clc armas de fuego, y arcos y denias con q u e se ballabari, y tropa de caballeria.

7 Bajó la tü rba canaria por la montaña (que hoy Ila- mamos de san FranEisco) rompiendo las damedas g saii- ces, márgenes q u e guarneciaii la ribera del r io Niginigua- da, por 13 parle del norte; y la olra de Telde por Ins Ijanos del sur , comandados de s u virrey, y dvl valcroso Blaninidra, acercandose al real aunque respetando SUS VI-

Ilns por q u e unos y otros repararon t a l daño q u e reci- bian dictantps, por el fuego q u e se les hacia, lo q u e les causó novedad.

8 A esto se fueron poniendo mas en 6rdcn los canarios; ,I o r de los con q u e le pareció á Rcjon q u e probascn del v . I

suyos, mandando acometerlcs con cincuenta caliallos bien armados con piqueros y ballesteros, que recibieron los ca- . narios s u golpe, sin turliacion, señalándose 6 s u avance y arresto, los capitanes Adargoma y Rfaninidra, q u e con largas espadas d e azebuche tostado, decprccidndo peligros, desarretabsn caballos y gInctes, internkndose tan to Adac- goma, q u e herido y atropellado, fue hecho prisionero; y a u n q u e estuvo en gran peligro su vida por la calidad de SUS

heridas, el gran cuidado d e los cirujanos castellanos le sa. iinron, quedando siempre prisionero.

9 R!hntuvose el combate todo el dia, s i e n d ~ mayor ei numero de canarios muertos y heridos, por lo ofensivo de las armas castellanas; pero t;im!,ien fueron de los nuestros muchos los heridos y muertos, aunque nuestra caballeria n o faltó del abrigo de la mampostería del Weal, Ins ta la noche q u e se paió la pclea; y se ret i raron los canarios con grande sentimiento de haber perdido A h d a r, norna, esperimenthndcse J F S causó tal coraje, q u e adelante ni dieron cuartel los prisioneros q u e hacian, siendo cn- t r e ellos villania el qu i ta r la vida h ninguno, q a e n o fuese batallando con las armas en la mano.

10 Babia en la colina del Keal en la cima de la referida montaña (hoy de san Francisco) y en la de san Juan , uiios lagares canarios, llarnados di: G i n i g u a k , por su ccrcania, á quien el cariario mariscador persuadió a s i Fagacan tuviesen union y comercio con los castellanos, y servian coi1 traerles provisiones de carne y cebada y otros frutos de la tierra, que se les pagaba y recompensaba e n otras, q u e los canarios estimaban, y asi se mantuvieron a3gun tiempo, hasta q u e algunos de nuestro Rea l hubieron de apetecer m3s d e lo voluntario y posible á los canarios, q u e pretcndie- i o n lograr con la - violencia; lo que les hizo separarse y re- t i rarse á lo inter ior de la isla, con q u e se carecio en ei Real d e m u c l ~ o s alivios4 inquietándose mas los demas canarios, apellidando traicion y falta d e verdad eri los castellanos, q u e era en t re ellos lo mas odiosu y abxrec ib le ; con q u e descansados del combate q u e babian tenido, se volvieroii á prevenir para volver con mas numeroso ejbrcito ií avanzarles.

En q u e se r e f i e r e la segunda batalla que Izwo Jztmia Rejotl con los saszarios, y cictoria que obtuiio.

1 Previniendo h a n Re,jon como esperto capitan, el 2 .

cstar en pais estrafio, g para asegurar la empresa, q u e el rey le 11al)ia fiado; lucgo q u e se separaron los canarios de la vista del Real, conienzó 6 fabricar con diez tapiales q u e habia Iraido, y golpe de gente, una to r re q u e dominase el Real y la carnparia con q u e pudiera resistir cualesquiera wlltos.

2 S oront Semidan, q u e era Guadartcme, volvi6 á d a r sus o rdenes 31 virrey de %elde, y á sus capitanes dc la par- t e (le G d d a r y 6 los d e Telde, convocados unos y otros, ap laza i~do dia, amanecieron el 20 de J u l i o e n las campanas del Real. H?asa(!o c1 r io Niginiguada, y sentidos ilc las guardias y centinelas, tocaron armas y scordaron todos ituestros g e f e y oiiciolcs., el dejar la to r re guarnecida, y sa- l i r A campana (por lo q u e tenian ya conocido del nodo de guerrear los canarios); y poniendo Ecjon e n Orden sus liues- tes, y dadas sus órdenes segun 10,s sitios qiie scfialó á cndn capitan, rec.i!)iero!i los Imriosos acometiinicntos que, corn- josoc hicieron los canarios, dándoles repet idas c a r p s de arcabiieeria y ballestas, con q u e mataron muchos (lo q u e no les contuvo) antes mas encendidos, atropellaron por sobre los caidos, disparando piedras y dardos que trnian doplicados, y con fuertes y pesadas mozas, y rriajidos O nioninntes, corraron con los nnestros, afrontandose con Sunn ReJnn el intrdpido y vaieroso Maninidra, q u e con la ' i1m1 d i r j

a l caballo, en qiie lo envistió morrtado, t a n griia p i p w en la cabeza, q u e cay6 muerto; g á n o scr l~rest ís i ino Alonso

- Jaiiries do Soto-Mayor en su socorro, (quien hir ió e n uii mtislo 9 Maninidra) liu!)iera peligrado Rejon: lance k que ocurrieron rnuclros caste!lanos por librarle, como so l o ~ r ó salvarle; y dándole o t ro cahallo, se renoró el corn- bate:, nlejorlindose nuestros castellanos; repitiendo las c : i i . gas de fuego y de ballestas, pues h los golpes de manos e r a s invencib!es los is lekis por su fuerza, lijcrcza g aiiirnosidad. En fin, cansados los canarios de la contienda, y ricntlo la ventaja de las armas y la dilicultad del vencirnierito,. ce- dieran 6 los oastel!anos la victoria: con que refrenaron e l

DB CANARIAS. . loa

orgullo canario, para q u e prudenciascn el volver á hacer otros acometimientos al Real.

3 Súpose dcspues por algunos prisioneros (qiic nucs- t ras partidas hicieron) Iiaber niucrfo mas de ochenta canarios, y a u n sido grande el número d c heridos q u e por ignorar el modo de curacion de balas y bodoqucs, fueron los mas muertos . D e los nuestros solo murieron siete, y corno 30 heridcs, q u e tuvieron sanidad en sus curas.

4 Con esta victoria, j retirados de estos contornos los canarios, t ~ i v i e r o n los castellanos t iempo para perreccionar la t o r r e , Iiacer la iglesia (le can Anton 5 casas del Deiin, y a igunos capitanes q u e bo j se manticrien sus memorias. y en mayorazgo la de Wernaii Garcia del Csstillo, J. de o t ras c3nqui~ tadores principales q u e despucs \ inieron con cl general Pedro de Vcra.

De la armada de Portugal, repetida por e l rey Q. A1o.w $' qt¿e qziso confederarse con los catiarios, rara espulsur los

castellanos.

1 La sospcciia q u e tupieron (6 aliso) ICS rcges catOl!- cos para aprcsiar y anticipar s u armada á esta conquista, se \ i O vcrificada con el arr ibo d e la Lusitana. Vidse q u e paso Mcia la costa del norte d e esta isla; y q u e estando t res di:is ancorada en cl puer to de Agactc, a1 fin de ellos volvid 5 ponersc sobre este puer to d e las islctiis, cerca dcl ano- checer.

2 .Juan Rejon, q u e i igi lante tenia observados estos sno- bim'entos. y noticioso por u n canario de los ant iguos amigos de Giniguada, que mantenian cl Real s u comercio; descubierta la armada hizo salir 200 honibres q u e se alo- jasen en t re los matos y malpaises de la isleta, donde estubiesen cubiertos, hasta conocer el fin de la armada; y 61 con otros tantos sali6 del Real á media noclie á esperarlos, cuhier to de los mcdanos de arena, nias cercanos al desern- barco, q u e reconoció estar dificultoso, por estar el mar em- Iimvecido: pero n o perdonando la menor diligencia, echó algunas espias por aquella rivera (por si el arresto d e los portugueses fuese tal) q u e se arrojaral: con cualquier ocasion q u e so les ofreciese.

3 E n esta esploracion q u e se hacia por la playa, s c encont ró u n canario arr imado á u n medano, á el q u e Ilcva- r o n á Bejon, y en el exinien q u e se le hizo; declarú lo q u e dejaron contratado los portugueses con los canarios de q u e viniesen SUS ejbrcitos a hallarse á la vista de s u desembarco, q u e vcnian á hacer al puer to de la,is- lela, y q u e si se le opusieran los españoles sus enemigos, en t re unos y otros quedarian castigados, y el q u e quedara vivo, seria expulst~do de s u isla, con cuyo con- cier to se Iiabian juntado muchos canarios, q u e estaban so- b re las veciiias rnontaiias coi1 diferentes capitanes, siendo el principal ú'tiridan, quien le mandó á 81 para q u e avi- ssso i los portugueses como estaban para acudir donde les a l ' lisasen.

4 Con esta disposicion, q u e habia en t re lusitanos y canarios, se puso Xejon en mas cuidado, y re t i rando al real el nuevo pris ionero, y asegurado en el con agasajo y conocido por el t ra to y caridad de los castellanos, sc redujo con hreveddd al catecismo de riucstra sagca- da rcligion y recibió el san to Bautismo.

5 Luego que amancció a u n q u e poco sosegwio el mar eípusicron los lusitanos su desembarco (cogiendo coi, trabajo la tierra) poco nias de 150 hombres, cuya ocasion ntt quiso perder Rejon, cargando sobre ellos y los q u e estahan á la par te de la isleta, q u e discurrieron por refugio los afligidos portugueses, q u c lo fueron desde q u e Bcjon Ics acometió, nluriendo A SUS manos, y de las d e los suyos, la mayor parte de los Icsernbarcados, y el res- to en el encuentro q u e tuvieron con los q u e ocurrieroii d e la isleta sin tener socorro de s u armada, q u e con la pbrdida d e dos lancliss de gente, y no \ e r á los canarios

1 q u e se mezclasen u ocurriesen e n la batalla, se tuvierorr por poco seguros e n cl puerto; con q u e zarparon d e él dejando perdidos mas de 200 hon-~bres, teni6ndolo por fu- iiesto s i t io d e s u s empresas, las playas y mares d e Canaria, pues t res veces les habian esperimentado adversos.

6 Arribaron á la costa de Jandia de la isla de Fuer- teventura, á d s n d e dejaron los canarios, que habian pasado con D. Diego de Silva á Portu@, L donde volvió 1 a armada á l lorar sus cuitas, y phrdidas repetidas. . 7 Los canarios, q u e vieron el es trago hecho en los confederados portugueses y lo alterado dcl mar para im-

DE CANARIAS.

pedirles los socorros de sus armas y la zelada que tenian los castellanos en la isleta, trágico remate de los invaso- res y la esperiencia que tenian de las ofetisivac armas de los españoles; les contuvo para no bajar á coinbalir- los, resernndose para sus defensas, que los prudentes conocian ya les serian trabajosas; y asi resolvieron su regreso 6 sus distritos, y los nuestros con el mejor brden U su real.

De ia tnla que resolvieron hacer los ca:tellanos en las plantas y mieses de los canarios, y conzo se ui&cr.o~z muchos i.Z

Real, y tornarovt e l santo baulisneo.

1 Libre Juan Rrjoil del embnrüzo de los portugiieses, y res; e ado de los canarios; juntó sus capitanes y dernas ca- 1 alleros akent~lreros, i conferir sobre el modo que facilita- rla el abreviar la conquista que tenia a su cargo: y aunque liu!~o á este fin difercotes pareceres, abrazo el de salir ii talar Ivs campos canarienses, para estrechar sus naturales con la falta de los frutos; pues aunque tambien rrsullalia de csto alguna parte de trabajo al Real, por lo que les cc- niunic,ilnn algunos amigos, tcnian el recurso á las otias isba conquistadas y na\es que venian de Espafia con pro- visionclq.

2 Este medio resuelto (dejando prevcriida 1s defensa, y ofensa del Real) sacó de ti1 300 hombres y 30 caballos, y salió por lus campos de Tamarazagte, Tenoja y Arucas, destruyendo los higuerales y sementeras que encontraban, dando fuego á las casas de sus lugares, y haciendo prisio- neras las personas de todas edades que Iugraban, que condujeron al Real, usando con ellas de toda caridad, con que -les t,onservabari el amor á nuestra religion, para haberse -con brevedad entrado en ella por la puerta del santo bautismo.

3 C o n esta nueva guerra, se afligieron mucho los canarios cenvecinos á estos parages, viendo que se proseguia por Tafira y la Vega, y que se les daba fuego á las semeri- teras, que se acercaba la cosecha, lo que obligb á rnuchos á venirse al Real con grandes lamentos, desarmados con los brazos cruzados, mostrando su rendimiento y pidiendo les

admitiesen e n s u aniistad y gremio, para vivir en uno. - 4 El crecido nhmcro q u e cada dia se aumentaba en e1

Real, puso á Rejoti en cuidado, para cautelar la seguridad y prudenciar la nianutencion de los agregados; y para ello los hizo acuartelar e n el centro del Real con guardias suficientes á contenerles cualquier movimiento q u e se les ofreciera, q u e no fuera favorable á los castellanos.

CAPITULO V

De las inquietudes y emulaciones que se encendierou en í rc los conquistadores.

1 Corrian con felicidad los sucesos de conquista como s e ha visto hasta aqui . P e r o como al itatural delos Iiom- hres n o es de cornun acepkacion las acciones d e los superiores, y mas cuando está dividido en diversas manos el gobierno, dividi6ndose tambieri e n parcialidades los subditos, segui! sus afectos y genios: y siendo corno se manilies- tn e n ni;mero mayor, g tvdos de la profesion inilitar, aün-, q u e tul-iesen otras aplicaciones cn lo necesario de los trn- bajos, los q u e seguirian la parcialidad d e Kejon, y me- tros la del Dean D. Juan Eerrnudez, para q u e no fuesen mas lemita .das las aclainaciones dc las victorias, acciones y acertados dictámeiies; afirmahan los mas. y negaban los nienos, y ya declarados en bandos, con gianriesgo de q u e r e r t'orn-iar s u tribunal con !as aiiiias para la decision de susapa- sioiiados afectos.

2 En este trabajosoestado se Iiallaha el Beel, y con- grande afliccion, alguiias personas, q u e e n él hal.ia enuen- didas e n el amor de Dios y del rey, viendo q u e peligraba uno y o t r o servicio, y era evidente la ykrdida de ainbao cosas q u e se tenia adelantado: se pasaron á pre~clicaila á todos, y ser aquella obra del comun enemigo, a u t o r de todo mo- t i n y envidia, y exortando á los dos gefes, á j ü e n o con- sintieran en tan pr jud ic ia l , y deplorable daño, embarazán- dose los felices progiesos de aumentar a l . gremio de la iglesia, t an to número de almas como se olrccia á. m a p r gloria de Dios.

3 Consiguieron los religiosos el sosiego d e estas disen- ciones, con que cada uno de los comandnntcs hicieran al R e y SUS informes,. para q u e resolvieran l o q u e inas fuese

BE CANARIAS.. aí>!l

da su Keal servicio: durando en esta suspcnsion cerca de sie- t e meses, y padeciendose en el Real faltas dc mantenimientos,. y por lo que con la tala carecia toda la isla, fa- voreciendose inuclio tiempo con pescados, mariscos y palmitos, purque los canarios retiraroti sus ganados á los altos y cumbics. 4 Y aunque la necesidad le precisaba á Rejon el salir

6 internarse en la isla para huscar algunas carnes, para el socorro del Real, por algunos enfermos que en bi habia, lo hacia con tan poca gente, que no sc atrevia sin prevenir muchos riesgos en los encuentros de los canarios y seguridad del Real, y de que se producian limitados efectos, pór las causas referidas.

CABLTUTO VI.

De la prouidenria que los señorés 'reyes catdlicos dieron (2 los Pwormes, mawdandopor gobernador de laconquista c5 Pe-

dro de la Atgnba.

1 En vista de las consultas hechas por Juan Rejon, el Dean Bermudez y otros desapasionados, proveyeron los rayes del que les pareció remedio a los daños que ofrecian tantas discordias, encargando á Pedro de la Algaba, el que con conocimiento de la magor averiguacioii de todo, fuese aplicando lo que hallara convenir á su Real servicio.

2 Llevó Pedro de la Algaha á esta isla, andando e l ntio de 1&8; y hartando para la altaneria de Juan Rejon el iiombrc de Superioridad, que traia para su displicencia, y á Bertnudez, para su complacencia, el no dejarle con igualdad U Rejon, soguia cada parcialidad el semblante de sus aplicaciones. Aunque Pedro del Algaba entró mandando que se obedeciese á Rejon, como á capitan! .y dcspues de haber solicitado por todos medios coriciliar los ánimos dispersos: entrú ú liacer secreta iníormacion de la verdad, siendo el primero exhmcn que hizo con el juramento necesario, el de e l Dean D. Juan Bermudez, inter- polando los que dc ambas facciones le parecian mas neu- trales, prudenciando en todas sus accioiics la mayor paz del Rral, J bien comunal de 81, persuadieodoles de su ánimo igual, y solo atento á su mayor conveniencia, sintiendo muclio lo que carecia d e mantenimientos, para que mani-

O

6 10 DESCRIPCION EISI~RICA

festó queria, que para s u logro fuese á Lanzarole Juan ~ e j o n , d e cuya representacion y eficacia esperaba q u e con !a mayor brevedad quedaria s u Fatiga clesahogacla.

3 Es ta propuesta hecha á Rejon por t an del servicia de sus magestades, y d á n d d e los avios necesari.x, escri- b i h d o l e á Diego Garcia de Herrera , pidihndole granos y carnes para provision del Real, dicidndolc la indigencia q u e padccia, esperando q u e como tan 6110 vasallo del R e y s e la remediara, n o t u v o efecto PII HIerrera. 4 ElallAl~ase en el Real, Pedro Casañas, Luis de c da^ y

otros vasallos de H e r ~ e r a , de los q u e de Bl dieron las quejas en la Córte: y confiados el conseguir s u perdori, y rcs- t í tucion sus casas, por el respeto 15 interposicion de Kc- jon, pidieron los llevase. Jlizola en s u embarco para Laii- xarotc, donde ha116 mal recihimicnto de Herrera: pues s a ~ biendo llevaba Rejon lossobrediclios sus vasallos, se le ne- g ó á todo, enviando decir n o se te deluvicse en s u tierra, pues de ella n o Iishia de sacar mas q u e volverse á llevar aquella' gen te bellaca q u e le queria irctroducir. Respon- diendole Rejon no iha ií forzar su voluntad, sino q u c como vasallo del Rey favoreciese la genle q u e tenia e n Caria- r ia para s u conquista, aliviandole las miserias q u e padecian por faltarles los manteniniieiitos, los q u c se I C paga- rian muy bien; y que el haber llevado aquellos s u s vasa- Hoc, fu6 por q u e no le pareciO le f m s d de tanta alteracion s u vista, teniendo tantas disculpas la causa que les movió al real recurso; q u e y3 n i ese favor n i el magor como comun A tantos caballeros y soldados no le hacia, dar ia d e todo rucn ta á sus Altezas, c c m o cosa tan notable e n s u deservicio, pues pudiendo se resistia a hacerla.

5 N o falta qu ien escr i l~a q u e esta despedida fuh san- g r ien ta . pues se acalor6 tan to cn l re Rejon y Heirera q u e ronipieron e n palabras, y en q u e Rejon disparando á Ber- rera una ballesta mat6 dos rriados á s u lado. Con q u e hizo s u vuelta á Canaria, sin o t ro fruto q u e este amarga, nacido de su iracuudia 6 intrepidez natural.

& fa atleka de &jan ú Camria. Causa guc .se l e Rizo por Pedro de b Alga&, con tpte %e e a o i ~ preso á Es-

pap2a.

9 B.k@ 9nan Rcjm este p i i w h d e vue1l.a ¿le la is- k Bc hnzaro te , mostrando vn tedas sus acciones la sa- tia que tcn;a contra Diqo Garcia de BIerrera. P aunque Pedro de la AAYgah, y D. Juan Berrnudez le procuraron aquietar (en medio ilc los setiiimientas que teniaa de verse sin FA s m r m q~ espemh3nJ m s s e emrdeciaRe- jon contra Diego Gircia de Herrcra, alribuyendo los oficios que 'hacia el Pem y gobernador á amisadcs que es- m tenian con Ilerrera, contra quiien ~rrrrquinaba volver á tomar mas satiskccion: p aijadikndole á esto el gober- nrdor que sir* &den S U J . ~ m saldria d e Conai ia, se exal- $6 licjon diciendo, q u e 81 no I%s habin menester de o t w p w &l era e9 todo en asta conq~is tn .

2 Viose obligado Pedro do la Algah ií mostrar lagu- goridad qwe el Rey le habia ~oiifericiio, haciendo autos contra Rejon d%: todo lo pasado; y con la mayor quietud que discurrí6 para n o perturbar el Real, Id: piwo en p i s i o n á Jiian Rejon bacjendo rncnos sensibles 10s sen- ilinlientos del alferez mayor Atonso Jaims su cuñado, 7 dc los niuclios sus amigos dc los cmquistadsres, y p r e vinicndo su embarco para &p&, a\ cargo de tres 6 rua- f ro personas qm tu para fmde s u seguridad y la del testimonio de sus autos, p a n entregarlos en la corte; sa'ieron de este puerto y 'aunque llegaron con felicidad al de Cadiz, alli pndo 'la astucia y maña de Re- jo", valiendase de ella ponerse e n libertad y maquinar to- d o cuanto con d l a se le:drecia, á sa tislacer s u ~ e n p t i v a ira- cui\dia.

3 T7ald6SF de4 favor d e D. Fernando Rejon, caballero y comendador de la 6rden de San t i a~o , & cuyo cargo estaha 14 artjlleria de las fronteras de la Andalucin, pa- rlente inmediato suyo, con quien esforz6 sus informes y disculpas que Iacilit0 tamliien el que los que le llevaban en cuardia (h avcrpnrados G sobornados) no p a r e cieron en la corte ni los autos que justificnban la causa' porque 1c remitian. Por estos niedios se habilit& Juan Be-

jon á volver h Canaria, trasendose 30 bombres de suss- tisfaccioii y acomodados á su geiiio, y hizo su embarco con prevenciones al logro de sus inteii-tos.

Del arribo de Juan Beion de vuelta á í'anaria, donde hizo dcgollar al gobernador Pedre de la Algaba.

3 Tili ianmlc entro 5 escribir en este capitulo, por los encuentros que hallo en las memorias que no? refieren tan funesta cntdstrofc, peligrando en su enrcdo la justicia, con que se denigró la honra del reo, y el conscn- timiento -d: los que concurrieron en el real. oficiales de la conquista y cal~alleros aventureros dándonos indicios vehementes contra Rejon, la cautela y asiucios que traia prevenidas para su desembrtrco en esta isla, para sus te- merarias y sacrílegas ejecuciones.

2 Para seguridad mia, y que el lector haga el juicio que quisiere, referir6 lo que he ballado escrito en copias de memorias antiguas que dan por autores á conquistadores que se liallaron presentes á lo que sucedió.

3 Antonio Zclcfio natural de Toledo, conquistador que se dice, r i n o en compaña de J u a n Rejon dice: ctY ha- nbiendo llegado á España Juan Rcjon, tuvo tal maña y ccsutileza, que se escapó y saltó de la prisioi,, y lo mas ((presto que le fué posible y sin que en Canaria se supic- «se su llegada y soltura, desembarcb una nodlc en el ccpuerto de las islelas, y publich con gran sagacidad y caii- ((tela, que traia riuevas provisiones reales d e capitan y go- ccbernador." Y como naturalmente la gente comun sea amiga dc novedades, sin mas examen d~ provisiones le ~hedecieron; y luego al otro dia prendió al Dean y al .gobernador Pedro de la Algaba, contra ei cuut hizo un 'mal proceso, y lo condenó á degollar, y asi lo hizo luego ejecutar sin dar remedio de apelacion; y al Dean des- ierrú enviandolo luego á Lanzarote, quedándose solo sin quien le íucse it la mano en sus tramas y desórdenes. t:oiitinub sus entra.ias contia los canarios, cn que t u i o nlguiias escaramusas, mantcciendose de los robos que 61, y los suyos les hac'aan &c.

4 Otra copia de manusciito, que se dice hecha por

el licenciado Pedro de Gomez Escudero, uno de los castellanos de la conquista, se refiere asi: ((Volvi6 Juan Re- rtjon á Canaria en dos dias del mcs de Mayo, vispera de crla Santa Cruz a l puerto de las isleta.;. Lleg6 de noche NS desembarc6 con luna y 30 hombres de guardia, y man- cdó al navio se largase fuera por no ser sentido: vinose «al real y fue sentido de la centinela, y lo callaron en ((gran secreto, por ser muy amado de los soldados que «era la gente que hahici traido: Aposentose casa de un «escuderu Pedro HernanJez, alcalde de Rejon, que vivia. «en la plaza de san Anton, parcd por medio de Lloneo. dairne de Soto-mayor (su cuñado.")

5 El dia de ta Santa Cruz, estando e1 Pean en mi-- SU. mayor a1 tiempo de Sanctus, entra) en la iglesia de san Anton acompañado de sus 30 homhres Juan Rejon, dou- d e fti6 grande el bullicio que tuvieron todos; y acabada la misa hizo prender á I'edro de la Algaba y poner en hierros, y despues al Deaii Rermudez. Hubo al principio algó de resistencia, que se apaciguó presentando la real rkduia 6 provisiori ante Estéban Perez alcalde mayor por sus altezas, que hccbo el ,obedecirniento, Iiizo pregoriari en la plaza á voz de pregc~nero cuyo tcnor era.

((D. Fernando y Doña lsahel &c. ITabiendo viSto este ((proceso de nuestro gobernador de Canaria< Pedro de la d l g a b a fulminando contra D. Juan Rejon, nucstro ca- ((pitan de la conquista de ella: fallamos que lo contra (41 intetitado no hubo I u g a ~ ; y lo restituimos á su honor ((y buena fama y lo damos por libre, y le mandamas que dvuelve á Canaria J acahe la conquista como le estaba ((encargada, y para ello y para lo demas á nuestro servi- «cio tocarite, te darnos poder y facultad &c."

6 Habiendose leido toda y pregonado. no solamente sc aquietaron los animos alteradcs, sino antes le sigieron todos 10 mas, y ohedecie~on (disimulando otros.) Los a p - . sionados contra el Deat~ y Pedro dc Ia Algaha hablaron mal y tanto qut: lo sintieron, mas que las prisiones, y asi dis- g~uso Reion fulminar proceso contra ellos, y h a 11' o muchos testigos, que dijeron intentaha el gobernador Algaba entregar las islas al dc Portugal, y que habia recibido, tantos y taies regalos y dineros por principios de paga, y liechos los cargos conclayh en sentenciarlo á muerte,

, y inandd ejecutar la sentencia sin ernInrgo dc npdacion,

mandando hacer cntlclso en la phza de san AnEon, y con tamborcs y ata!)ales, y ií voz de pregonero fe quit6 Ea cabeza, pirgonando su dclito pnr traidor de la corona real, y a1 Denn mnndb IImrar 6 8,aiizn~ote.

7 dVucho admiró d ver la brevedad de i.a vrsoich (le España de Juan R~j(jcrn, clr qnc sc dijo qire Fa ckdtila real fu& falsa, qne los imtigos contra el ~obernador lu cinn; y q;w soio por vengarse I¿. quilo la vida &c. Has- ta aquí hscudero.

S Sin negar h Rcjon Iialm siJo Iiomlm de valor, y afortunado solclado, q u e se mostró n Eos lances y encuentros qtie tuvo con los canarios; se le puede menos que conocer padecilj las nulidades de la iracundia y precipitucion natural, avivando kia sospcha de que lo referido, !o traia escogitaáo p r a su venganza; pues si antes de sa wlida d e Canaria liabia cometido el delito Al- gaba icc5nao !o calló? y si despues p r a que las cautelas de su desembarco? Swpecdo mi juicio, dejdndolo A Dios, quien parece riiostró en su c a s t i g ~ , y muerte de Rejon en los hra7os de su muger i: hijos pagando así 1a q u e hizo dar á Pedro de la Algaba, juzghndole con priesa, y a vista de Doña 1,eonor Xuarez, su mugar. y dos niños sus hijos, sin permitir recuaso, manifestando mas su ti- rania y violencia, pues rio di6 lugar ií ningiraa zszon, ni thrminos dc derecho, ni justicia, con anibicion de SW

absoluto en mandar.

De [a d n i d u de D. J u a n de Frias, primer Obispo de Canaria, y arribada de Pedro Cahron c m perlreehos y w o r r o s para ta conquista. que enviaron los R e y s Tu-

tdlicos.

1 Ano de 1479, nos dicc D. Diego Ortiz & Ziiñi- ga, pasó ií Canarias con el t i tulo de Obispo de San Mar- cial de Wubicon, qiie usaiian los Prelsdos de estas islas, D. Juan de Frias, CanOnigo de f a Santa Metropolitana iglesia do Sevilla, varon muy h proptlsito para tal empleo, por su virtud, valor, letras y apostólico cclo. Condújose 6 esta isla de Canaria en u c n escuadra, que do Óden de los señores Eejes catíilicos coaai~daba Pedro Gabroq

~ b a l l e r o sevilltino, con el cuidado de que los portugueses se armaban, para volver sobre estas islas, para que le proveyeron de armas, rnantcnimientos y municiones, y alguna gente.

2 Hallaron en esta Isla el nuevo prelado, y el general Pedro C a b r ~ n , el trágico succso de Pedro de la Al- gaba, y los empefios de Juan Rejon, en proseguir la 'guerra á los canarios, y disimulando el prelado y Pedro C t - hron los sentimientos del tir6nico Gobierno, sc resolvib este caballero á salir A hacer diversion á los naturales, acornetikndolos por las partes mas remotos de las Islas, para que llamándolos alli la defensa, dc'jasen mas libre de acomelímientos el Beal de las Palmas, y que con mas fran- q u w a entrasen los soldados de 01 y su gele, á penetrar mas los lugares de esta parte.

3 IIizose á la vela Pedro Cabron la vuelta del Sur, li 103 1 , puertosde Maspaloma y Arganiguin, echando gente en ellos;

y solicitando penetrará Tirajana, heild aquellos naturales Can prontos, que se encontr6 con el Fajaran de aquella co- marca, que sin Iiaber menester mas gentes de otras, le aco- meticron á Pedro Cabron, que poco haquiano en aquellos terrenos y sus asperezas, á los primeros artinces encontró cori una de las muchas piedras quc lo arrojaron los canarios, que le descompuso la boca dejandole pocos dicntes; y precisado á volverse A sus navios, que logrb con mucha perdida de los suyas, tuvo á buena fortuna ponerse en salvo y volverse al puerto del Real dc las Balrnas: y con infor mes del prt1lado de todo lo sucedido, y estado que teriian las cosas, y parcialidades causadas del sentimiento de la muerte de Algalia, y destierro del Dcari, prosiguib su viiige á España. Todo esto fu8 por el mes de Agosto del referido año, segun hallo en algunas memori.rs.

CAPETULO 8.

De la venida de Pedro de Vera pot. Gol;er.narIór de esla is- ¡a de Cnnar(a y SS" conq t t i sh , ncon?j)añado Az 2 f i ~ u e l d e

Uugica 8:c.

1 Antes del regreso del geticral Pedro Cabron á los puertos de Andalucia coi1 los inforrnes de! nuevo Pastor da Canarias, 7 los que el pcdo .hacer los Reyes de los

violentos procediniientos de Juan Rejon, parece se habían adelantado las quejas de Diego Giircin de Herrera, Seíior de las islas de Lanzarote, Fuertevetitura, Gomera y Hier- ro, y lo ejecutado A su vista en Lanzarote, con que se aprestaron las Reales brdenes, traidas de Guadalupe á D. Diego de Merlo, Asisteiitc de Sevilla. Mandase acudir con

I genle, armas y pertrechos á Pedro de Vera, aprestándose .armadas en que venia Pedro d e Vera y Miguel de M u - jica, que dicen Estehan Conratia, SamalIoa, Illescas, Ju- Jian del Castillo y otros.

2 Era Pcdro de Vera, Caballero, natural de Jerez da la Frontera, y de los famosos en el rcino de Aiidalu- cia, por su mucho valor, cstirnado criado del Rey D. Enrique 4 9 Alcaide de Jiniena, de donde se salid una noche y con la grnte suya, y la del Marques de Cadiz, su dcudo, avanz6 á BIedina Sidonia, que tenia á su cargo y guarda Doib Nuiio Basurto, qiricn saliendo su defensa á ticmpo que escalaba u\ muro Bcdro de Vera, lo sacó por la ropa, y I J despeñó de k l y gario la ciudad. IIabíale hecho el Rey, año de 1465, merced del Alferaz- go mayor de Jerez y Vera dc Alguacil niayoi. (1) como parcce de 13 proviswn que rcfiesc Velazqnez dc Nena, y los Weyes Católicos, por apartarlos de las ocasimes, que tati frecuentes andaban cn la Aodalucia, le envió á esta conquista de Canaria con titulo de Goberiiador y Capitao General, que retiere Hernando Pulgar.

3 Ea lustrosa ascendencia dc Pedro de Vera nos la esprcsa latamente Vela-/qucz de Mena en el, tratado que hizo de la casa dc los Vcras, y Julian del Castillo (9) en SU Ghtica, declarindonos ser conocida su antigua nohle- m, por ser Iiijo de Garcia di: Vera, nieto de Rodrigo dc Vera, caballero de la Y a n d a . y ascendiendo hasta su quin- t o abuelo, Rodrigo de Ver,!, hcrmniio segundo de Buy Tdartincz de Vera, ayo del Infanta de Ara3on y Sicllin, Maestre de Snatiago, Seíior dc la casa d e v e r a y ambos hijos de Mk~drtin de Vcra el Sustad:~r, Emliajaclor del Rey

----- I

(1) Mereed de los o/7eios de Alfcre: Mayor, y Alcalde Mnyor de Jerez. En Oviedo, en 8 dc -4g0~10 do 1455. Refrendada por Juan de Oviedo sscrc bano.

(2) Julian del Castillo, en e2 disctcrso 16, l i t v o 4 de los rs- yes GoGos, pag, mi,% 338.

DE CANARIAS. 3 l?

B. Aionso el V de Aragon. 4 Con .Pedro de Vera, añade Castillo, enviaron los Re-

yes á Miguel de Mujica, caya casa y solar conocido es muy notoria en Vizcaya, y por los grandes bandos que hasta aquel tiempo seguia, y Juan Alonso de Mujica, s u

. t io en aquellas provincias con el rbtulo de Oñus, contra ,los Gamboas, que diiraban desde los antiguos con desa- sosiego comun del Reiiio (1) sin que las Reales fuerzas fue- tan bastanks' a aquietarlos B costa de que, unidas estas inquietas y poderosas familias en campaña, desbaratsroii do$ Ejércitos Reales c a n o se refiere por aistintos autorcs

lo. dice él mismo. Castillo constándonos judicialmento p0.r irístrumentos que se-mantieren en nucstra familia. Pusieron tambien los Reyes h cargo de. Miguel de Muji- ca (-2) la lntendéncia y Gobcrnacion e c o n h i c a de la geii- t e de guerra, y Real Hacienda, dejando por consejt!ro dc1 Real de Castilia, á Garcia de Mujica, su hermano: y dispuesta la armada, salieron de CQdiz mediado el aim de 4480, siendo su arribo al puerto de las islptas de Cana- ria, en 18 del mes de .Agosto.

5 .Luego Il-e@ al 'Real cl aviso tuvo gran.'.gbzo el Obispo, como sonfusion y sentimiento Juan Rejon, por

-10 que sus obras le acusaban: y Lixi,endo .esfuerzo á sus ! pasiones, para el disimulo, pas6 al puerto con el Obis-

jw; y Pedro de Vera recibiendo con veneracion y agrado al Yrclado, .no se la neg6 a Rcjon: y ordenalido el deseniharco de la..gentl! . que traia puesta eri cjrden, hizo

.su marcha al Real de las 'Palmas; y mostrando las Rea- les provisiones y autoridades y facultades que se le habian conferidu por sus altezas, me'nos las .que traia de inquisiciones, que habia de 'secretos oficios, aunque sospe-

, .

. . ( i ] P . Mariana, Lib. 20, cap. 15 y 17, páq. mihi 395 y 396.

Casfillo, lib. L. Disrzcrso 40, p i g , mihi 306. (2) Juan Siberio de Mujica, primo-hermano de Migucl con-

quis~uda Canaria, vúloiú ti su casa en Villa-franca de t iuypus- coa. Pro216 su ascendencia y vanda que habla seguido, por justi/karior hecha ci su pe,Eimsnto, por anta Juan Gnrcia I r r iba dc Lari-ega escribano piiblico, de qxien hace mencion Francisco Xuiz dc Vergara, coino colegial stcyo en un mirmo colegio. Nú- mero 188, pág. mihi 147, ?.efiri¿ndose al P . Ark , en la lfbslo- rici de Royle.

chadas de Rzjon y sus secuaces, procediendo en estas el Gerieral Pedro de Vera con grande prudencia para que n o se ocasionasen los menores sentimientos, ni movimientos e n cl Real.

6 Esperaba Pedro d e Vera por horas una caravela d e CBdiz, q u e quedaba cargando de provisiones d e boca, y en ella para vcnir Roclrigo de Vera, s u hijo, á quicn es- criliió, luego q u e arr ibó á este puerlo, con orden secreta se mantuviese á bordo de la caravela; y si llegase ii ella Juan Re,ion, lo asegurase c m prisiones, cautelaiido coi1 s u ret i ro In paz del Real, y el motivo de parcialidades en las diversos afcctos, q u e comunmente se alte- ran con las ejecuciones, m o v i h d o s e los ánimos mas pa- cíficos.

7 Con el aviso de q u e estaba en el puerto Xodrigo d e Vera y otros c a l ~ ~ l l e r o s q u e venían dedicados A IU ern- presa á q u e todos estahan, queriendo manifestar s u complacencia, y por obscquitir al general Pedro de Vera, s u padrc, tomaron sus caballos los q o e en el Wcal estaban, y coi1 ellos Juan Eejon, y pasaron al puerto á visitar 6 los nuevamente venidos. Ilallaron ya en tierra á Vera, y los de s u comitiva: 5 Iiabiendo ya rccibido las órdenes dcl General s u padrc, cstimando á Bejon s u cortejo e n s u atencion y esprcsiones; le niaoiiestó la que tenia para eje- c u t a r la d e s u piisian (con sent imiento dc n o poder des- preciar su cutnplimieiito). Y eiitregándolo ii u n o d e los oficiales q u e llegaban con 61 de España, con otras guar-

-dias, le h i ~ o IIt:\ar ií la caravela, y inandb pítnerle en !,e- guridad d c prisiones: y dejando R ~ d r i g o de Vera todo lo q u c para ello convenia, se viiio a1 Real con los demas ca- halleros, q u e todos callaron sin dernostrncioii de ,scoti- i r~iento. Y tomando Rodrigo de Vera las demas disposiciones, autos y demas, q u e s u padre tuvo por mejor dis- p o n w en su despacho, y vuelta con el preso Q I n corte, y relacion del cslado en q u e Eallb la empresa, hizo s u viagc.

n e como Pedro de Vera di6 progreso ú la co~íquisla , sacando los Ca~zar ios que haE1Cl en e l Real de las Pahas.

i Hallándose Pedro de Vera libre del ein!mazo, q u e

DE CANARIAS. . 119

le acasiona\,a la causa q u e justificaba contra J u a n Rejon , (y su embarco y remisión q u e de 61 hizo á la Corte); e n

contraba con otro, q u e sus consideracioncs, y la d e los mas prudentes y cautelosos soldados conqu istedores le ten- rlriaa por mayor g peligroso, siendolo el grande:número ,

de prisioneros, q u e con el. valeroso Adargoma se hallaban e n el Real, A q u e se igualaba el de los Canarios,' q u e s e mostraban voluntarios e n el rc t i ro de sus patriotas, haciendo crecer la vigilancia en prcvenir los daños, para

. n o poder salir á campaña (huscantlo e11 ella á los q u e do- m i n a b a n sus Ingares 6 poblaciones)' sin dejar espuestos á los vencedores neceslrios e n la guiiida (le1 Rcal, y q u e valiéndose de la ocasion, lec cargasen los que estaban ven-

. cidos, y violet i t~s , siempre anhelando y 3isci.irrierido e n . su libertad, y los quc por fingida amistad cstarian en el Real, s e debia temer el q u e por libertar ti su pátria, se uniesen á tina sul~lcvacion, debiendo t c d o cupitan siem- ,pre presumir lo peor.

2 Con estas c a ~ t e l i s y , prevenciones se Iiollaria Pedro de Vera fatigado el discurso, epcogitnndo medios dilicu!tosos en la prictica, ,y e l i ~ i c n d o por mas LAcil ahusar de

.la fk de los .Cauarios instruid!~s, y de la verdad tan con- , natural en ellos, Ics, propuso el q u e qucriati eriviorlos a

conquistar la isla d e Senerife con otra escuadra d e s u gen- . i e castellana, asegurándolcs ,con. la s o l c m n i h d de llevarlos á la Hglcsia de S r . . San Anton , ii donde tenia u n c18- r igo prevenida e n s u ca,sii una hhstin sin consagracion e n iiiia patena. Y habiendo Pedro de Vera hcclio h r m a d e jurciniento por ella de scguridiid c n lo por 61 pro- ,puesto, n o habiendo los canarios querido ofrecerse al embarco sin este seguro, q u e en t re si se babia conferido, ,

- y d e q u e les daria los premioscorrespondienles, quedaron los canarios satisfecllos con la simclada pramcsa y j u . ramcnto del Gencral, y se aprontaron á embarcarse e n

. dos navios 200 canarios con su capitan Adargomn, con %O castellanos, y por C ~ J O BIernando de Vera s u Iiijo, loa despach0, liat~ikndole dado 61den de conducirlos á España.

3 Yas-)sc la primera noche del viage; y no viendo con el dia ,la isla de TeneriTe, q u e siempre la tenia? á la vista en la dislancia mayor dc 18 leguas, q u e t iene de Canaria, lo estrañaron y comenzaron á desconfiar. Mani- festáronlo á P e r n a n d o de Vera, qu.ien prociuraba divertir-

10s con que cl viento contrario y aguajes de la noche res habia hecho relirar; que aquel dia pudiera ser se les me- jorase para que viesen á Terierife. Pero mantenikridose

.la siguiente noche, qae verificaron con el amanecer s b que se descubriese tierra, tomb Adargoma, y sus canarios la resolucion de decir á Vera: O que aquel dia les volviese á Canaria. 6 todos habian de perecer juntos eii el

, mar; con que tuvo por bien volver las proas, y arribar á la isla de Lanzarote que tenia ya montada.

4 Hicieron su desembarco en el pu ?rto del Arrecife. y hallándose en aquella isla D. Diego de Silva, caballero agradecido de la generosidad que esperimentú de los canarios en el sitio de Galdar, 13 informado de la promesa b e cba por Pedro de Vera vituperando de los canarios, y procu- rando sosegarlos y consolarlos sin culpar á Vera; les socor- rib de todo, y prometi6 llevarlos consigo h Portugal, para

-donde tenia presto dispuesto volver; y asi lo hizo, y pidid al Rey D. Alonso les diese sitio para aquellos canarios, qtie les señaló en el cabo de S. Vicente. y fundaron el q u e llaman Sagres, donde se ha confundido (con la confusion. de portuguese~) el r0tulo de canarios.

5 Dejados en Lanzarote los 200 canarios, volvi6 Ber- nando de Vera con los dos navios y castellanos que les a- compañaban á dar nuticia á Pedro de Vera, su padre, d e lo sucedido, lo que entendido por los canarios que hahian quedado en el Real de las Palmas, se escandalizaron de suerte que prorumpieron los sentimientos de la mala fb con que se 11dI1ia portado Pedro de Vera, y enga- ño tan autorizado, \ituperando los malos procedimientos. de castellonoa, y levantándose todos los que se o f r e c i e r o ~ o mostraron voluntcric?~ en servicio de los Reyes Cat6li- cos; se alzaron á los campos para Iiacer tan cruda guerra, c l U d e alli adelante era su rendimiento b precio de inuclia sangre; todo por consecuencia de haberles faltado á los c:inari S repctidris veces h la verdad, que ellos a- lilahan sobre todo y les era insupci.sl)!c. Rlucho sintib el ohis- ,,o D. Juan dc Piiiis vcr dcsliechlis todos los trabajos y

1 -frutos, que juzgaba tener saponados con su predicacion 1 y cullivo cn sus renuevos crisiiarios (que habia muchos;

con que tenia sus delicias el celoso prelado) y ya coii- vertidos e n retnma.

DE CANABIAS. 121

De Ea entrada que hizo Pedro de Verd con su gente en los catnyos canarios, y reencua niro que tuco con s u s t i a .

turoles.

1 La avilantez con q z c se inoslrnl~an los canarios que se liabion levantado dcl Real, y el alieiito q u e tomaron los otros. con quien sc asociaron para preseniarsc los mas d e los d i ~ s a la l i s ta do los nuc\stros, h i ~ o el q u e I'edro d e Vera dispusiese su gcnte y sítlicsc i í buscarlos; y s o l m la I.oma dr Arucas sc e i x o n t r b con mucho nfimero de lo? caiiarios, q u e c a p i t a n e ~ d o s del viileroso y ardienlisimo Dorarnas, le esperó al comlmte, con otros fiiyacrines del Guadartbeme (que en GaId,ir se pieparaha con mas Tuer- zas,) y oycndose el toque de las violentas bocinas de los canarios, ií q u e correspondieron las t rompetas de los cas-' rellanos, se acometieron unos á otros ceirandose en poi- fiada hatalla, donde Ilovian las picdtas, dardos, y porra-. zus, quc con mazos y montantes de arebuche repartian e n los castcllaoos, constantes los canaiios y tan corajosos e n la riña, q u c muclio t iempo sc contendi6 dudosa, pues se desliarretaltan algunos caixllos 6 la fuerza de Iosbra- zos. y cor tan tes ccpndas y montantes canarios, y se veian jm~ados y rotos los escudos castellanos, por sus arrojados dardos y piedras.

2 Doramas iintrfipido s e avanz i~ al general Vera por medio de muchos caballeros q u e estaban inseparados d e s u Indo, con q u e t u v o ocasion de q u e Pedro de Hozes, caballero d e valor le entrase la lanza por u n costado a t iempo q u e Dorarnas descarg.aba el furioso golpe d e s u espada e n el general Vera, qu ien pudo bcrir tambien á Do- ramas; y cargado de los demas, fub hecho prisionero: con que a1 concüiso de gen te castellana a este empeño, fueron r o t o s los catiarios; y sin cuidar del seguimiento, asegura- ron el preso haciendole la primera curacion, para retira r lo a l Real doride la aplicacion del Obispo J la caridad q u e le mostró, TacililG la conversion de Doramas, q u e se conoci6 mortal por los cirujancs, por la calidad d e sus heridas, siendo hechos con el muchos prisioneros; 7 dejando muchos muer tos en el campo, no á poco precio de los caslellanos.

1 Era Doranias hijo de padres viilarios y irasquitados, pero dc un marcid espíritu y dotado de formidables fuerzas, con que conocia sus ventajas para liabcr convocado otros de su csfera, que espcrimentó á su proporcion, que coiigrcgó á su voluntad J' se retiró con ellos al frondoso, fresco g ameno I)osque, U quien dio su nonihre (cuya descricion rcservo para otro lugar.) E n el serialó su dominio, y dc él salia 6 saltear y Iiacer daño con su escuadra en los luprcs , hacicndose scspetar en todos los de la isla.

4 Esta altirez de Doramas, teniendo á todos cn menos, erib las cniulacinnes que aun en los de mas lustro- sos nacimientos so es erimenla aun de los que les son P iguales. Y corriendo as noticias á un caballero canario que asistia en la ciudad de Ar,anncpin llamado Benta- ga!lre sabiendo tambieit que Doramas soberhio con su valor iiabia hecho pasar muclios ganados quc Iiahia rci-

h d o , á mas dilatadas carnpiRas en la parte de Rfaspalo- nia, uo faltó quien le impusicce que Iiahia pasado solo 5 ejJas, y scGalbndolc quo la divisa quc tenia en el cscudo, era estar acuartelado de rojo y blanco, se puso 6 es- perarle Bentagagre en cl camino por donde habia de vol- lcr, g estando sentado en una piedra, pasó Doramas sin hacer caso de 81, lo que enccndi6 i Beiitagajrc de nuwa ira y Ic dijo: Aqui sonlos los dos solos: y arrojindole una puñada de titwa, levnntb Doramas cl Cscudo para c ~ i - l)rirse, J sallanda sobre 61 con prestcza Bentagajre le trabcí uria pierna de suerte que le hizo cacr, y ponIt+ dole una espada en el pecho y turbado Doranrias con el inopinado suceso viciidosc rendido, le preguntó ti Bentn- g y r c quien era? 6 qiie le respondio este: conócete tu primero. Conbzcome: soy trasquilado, aíísdib Doranias. En- tonces, quitandole IJS armas le dejó ir, baciendole juramento Doramas de no igualarse mas con los hidalgos, y ofreciendole le guardaria secreto, Bentagajre le vol\ ici las 8FRMS.

5 Despues de esto, habiendo tenido Doramas un recn- cuentro con los castellanos en que mostró su valor, so tecoaeilic5 con el Guadart heme! quien le perdon0; y, ogen- do tY elogios de lo que se hahia manifestado su bizarria en servicio del reyno, volvif, Doramas y dijo: otro hay mas guapo y diestro, y fuerte cn 61, y caballero que me

ha tenido bajo de sus pies. 6 FuB esta victoria muy celebrada en el Real, de que

se dieron .gracias b Dios por todos en la iglcsia de S. Anton, de que no juzgaron poderlo hacer, por el estreclio en que les tuvieron los catiarios, que aflojaron victido cai- . do á Doramas, quien sintiendo las heridas, y cortado unti pierna á Pedro dc Rozes, (q i~e fue cuando r r c iba la que le di0 en el pecho Vera) le dijo: quien me Iia muerto fub el traidor, que no me liirió sino por detrbs.

CAPITULO, XIIJ.

De l a disposicion que hizo V e r a para pasar tí firbricar la T o r r e de dgae le , donde p z ~ ~ o por A(caide u Aloriio

de .Lugo.

P. Instruido Pedro de Vera, y ecteramcnte informado por algunos que hahian sido prisioiicros de los Ca- narios de Caldar, en las corieriiis, ó asaItos, que los mstcllanos que habitaban cn Lnrizarote y Fuerlevcnt~ira, hombres advertidos, y que supieron notar y reparar en sus ofensas; confirió con sus Capitanes y cab:~Ileros aren- tureros, priíclicos enla guerra, el mododeliacersela 6 los canarios por todas partcs,en queconspiraron conformes (advertidos dc los puertos, y parages mas propios para la diversion) el que llevando oficiales, tapiales y peones 7 gente de guerra saliesen por mar á hora de llcgar a l amanecer, para cstar en tierra sin opósito dc la gente de la tierra cn el puerto del Agaete( hoy de IasNieves,) y situar una torre 6 fuerte en la inmediacion A 81 salió

tierra Vera y Lugo can diez caballos, y cien hombres ballesteros y lanzeros; y guarneciendo el parage por alguna ocurrencia dc los naturales, construyeron la \Ta- rre, incesantes en el trabajo, hasta dejarla en dcferisa y guarnecida con 50 hombres, y los caballos con que bacer correrias en la cercania de la Corte de Galdar, y demas dt! aquellos parages, inquietando por lodas partes I(1s canarios, y estrechandoles con improvisos asaltos los de la Torre de A g a e t ~ , robAndoles los ganados, fru- tros, y talandoles las plantas, les era de notable senli- miento y fatiga.

2 Vuclto Pedro de Vera al Real en sus embarcscio-

121: DESCBIPCIO N I I IST~RICA

nes, dispuso enviar avisos á los- Sres. Rcyes Catolisos del .estado y disposicion, en quc tenia la Conquista, y I,! necesidad que tenia de viveres y gente para abreviar . el renair la ferocidad de los Canarios.

CAPITULO XIV.

Del arribo de Jziun Kejof) 6 este Pzccrto d e C a w r i a , pa- satzdo ci hacer la cc~nquisia de lu Isla de la Pulnaa; y su mi~crte violenta en la de la Go~neru. Queja q n e did 6 los .

Reyes Doña Eluira de Soto-»íayor, su muger;. y Ilan~atnien- lo que se hi;o 6 Bernan Peroia, Señor da dtchu isla.

1 Los crhditos de lalor, con que corria en la corte el capitan Juan Kejon, y do práctico y esperimentado en la guerra, quc sc hacia en estas Islas: el empeña, que sc pro- sigui6 por el Rey 6 infante de Portugal, para tomar una dc las Islas. por la importancia que le era para la nave- gacicm dc la mina dcl oro de Guinea; y la protcccion del ~omendador Rejon, su pariente, que tcriia todo favor en la Corta, fítcilitó á Juan Ecjon, no solo el que fuese perdo- liado, por los católicos reyes, los csccsos cometidos en su gobierno de esta isla d e Canaria, sino el que sc le hiciera merced del comando de la conquista de la Isla de la Pal- ma, aprontandole navio. pertrechos, vivcres y gente (especial honor) para que luego viiiiese, y liiciescadenias de la conquista la defelrsa necesaria contra cualquier acoine- timiento de Portugal.

2 Arrihó ii este puerto de las islctas de Canaria, ha - biendo salido del Puerto de Santa Maria de Cadiz, trayeii- do en su compañia á Doña Elvira dc Soto-mayor, su muger, y cuatro hijos y hijas; el mayor de 13 años. DiOse la noticia en el Real, y .luego fut: el Alferez Mayor Alonso' Jaimes de Soto mayor á verle, y á su hermana, con cama- radas, que lo hahiaii sido de Rejon, con voluntad del h- deral Pedro de Vera ilevatidole un buen refresco, quo re- crhió con mucho cariiio, y agradecimiento; y envió decir á Vera solo habia hecho aquella parada en el puerto, por dar descanso á su muger; y sin dctencinn pasar á ejecutar lo que el Rey habiaconfiado de su cuidado, sin renovar pasiones.

3 Ejecutb su viage hácin la Pa!rr,a, y los vientos le obli-

-DE CANARIAS. 125

garon el arr ibar j. las plajas, 6 desembarco del Valle d e Armigua de la Isla de la Gomera, á dondedesembarcó con s u muger 6 hijos, y ocho soldados: y liacieiidouna tien- da de cainpaña, les puso s u alojarriiento, porque el viento persistia contrario.

4 Llegaron á aquel s i t io algunos pastores, q u e les Ile- varon algunas carnes: y hal)iendose hallado el u n o en la is-

- la de 1,anzarote al t iempo q u e Rejon t u v o cl disgusto con n i e g o Garcia da Herrera, g siendo Señor de la Gomera, y residiendo e n ella PTernan Peraza, s u liijo, le d i6 cuenta de como eslsba alli J u a n Rejon: Y sicndo Hernari Perazo, caballero mozo y voluntario, mandó llamar algunos hombres de su confianza del band,o del mismo Armigua (estan- d o dividida aquella Isla e n cuatro, q u e era este d e Ar- migua, y Agulo, y los otros dos, q u e lo eran contrar ios l l an~ados de Orona, y A guna) y sin detenerse mandó lo prendiesen á J u a n Rejon, y llevasen a su presencia: F u e - ron a ejecutarlo, y conociendo Rejon la resolucion, se puso e n defensa con los pocos que tenia e n tierra, y los gomeros con el empeño de cumplir con s u Señor, acometieron intrkpidos á Rejon; y arrojhndoie u n dar- do, cayó en tierra con la mortal herida q u e recibib, revol- c lndose en la falda de la afligida, y aliogoda de congoja, s u muger , bañado en s u sangre. iOb! fuerza del destino, y decreto y justos juicios del Altísimo!

5 Volvieron los enviados gomerus con la noticia del suceso á Plernan Pcrsza, quien apagado el pr imer furor, mostró sentimiento, y pas6 luego a Armigua, llevandose el cuerpo difunto, y la inconsolable viuda y buerfa- nos, á quien solicitó dar alivios con sus frívolas discul-

I pas, y dandole al cuerpo srpulcro, y haciendole las exequias con la mas pompa q u e pudo La viuda hizo que el navio o navios, q u e llevaba á la Palma, Rcjoc s u marido, retrocediesen 6 aquel puer to principal de la Go- m e r a , y se embarcó cii ellos para Canaria.

6 F u b este caso de mucho sent imicnto A Alonso Ja ime de Sotomayor, y á muchos de los canarios, q u e es ia l~an e n el n e a l de la faccion d e J u a n Rejon, acom- paiíándoles e n todo rl general Pedro d e Vera, aplican- doce mucho en los consuelos, q u e pudiera darle. á la inconsolable viuda, quien instada de s u dolor dispuso si11 i n . termision de t iempo pasarse á la Cor te con sus hijos, y

1 o

'1 26 DBSCBIPCION BIST~RICA

representar sus penas los Reyes Catblicck, quejándose agriamente de Mernan Peraza, Señor de la Gomera, de cuya 6rden se Iiahia muer to á s o marido. 7 Mandose. luego comparendo, y se despach6 juez

?esquisador a la Gomera, á I-Iernan Peraza; y con 1s justificacion y prueba q u e llevó el J u e z se puso en pri- .siori luego q u e llegó h la cor te el reo: y favorecido de algunos rejigiosos de S. Francisco, q u e repitieron sú- . plicas á la Reyna Catalina, disculpando 'á Peraaa, dicen algunos p n e l e s ant iguos, rac i l i~ó el favor de la Catalina .Reyna, y arhi t rar el casar á Wernan l'eraza con D." Beatriz de Bobadilla, hermana d e la Marquesa d e Moya, dama de SU Palacio, cngas estimalrles prendas de discrecion y hermosura, causaban algunos desvelos á la Reytia.Propúsolo al Rey, quien n o aceptaba el medio prcpon- derando e n s u aprecio la rectiliid d e justicia, y méritos .de ia c?i:cn, lo qu,e pndo vencer la Weyna, efcctimndo .el casa!:ii:iito, y inandando el Rey, q u e llegando á la Gornera, y dejando en aquella lsla sin detenerse en ella, sacase 200 de sus vasallos, y passse á Canaria, á servir con

'ellos en s u conquista todo el tiemp.2 ciae fuese' la real voluntad, lo q1.s cumpliese, pena de la vida, y no tu- .viese mas ti tu:^ q:le de Sr. de la Isla.

8 N o se de;:t;o en raas t icmpo q u e el de la celebra- ,cien de su bada 2 e r n a n Prraza, y tomando una caravela s e puso en viage trayendo á s u muger; arribaron a Lan- -zarote donde ~ i e r o n á Diego Herrera, y D." TnPs Pers- za, sus padres, y luego que pasó á la Gomera a cumplir

. l o q u e e \ Rey le mandó, hizo prcgonar la Keal órden - p a r a q u e p e n a de la vida, ocurriesen h la villa !os q u e

concurrieron á la muerte de Rejon, y fueron como 80 homl!res; con q u e se embarcb para Canaria llegando h la media nocbe al puerto d e Agaete, y al ümanecer de-

'.sembarc6 y le recibib Alonso de L u g o q u e se alegró, y de la mayor guarnicion para s u to r re , ' y para hacer sus

y trabajar á los canarios; y Peraza dcspachó la can labela sin mas detencion, q u e cuan to escribió al general

1 . Vera, datidole cuctita de s u historio, y órdenes de los Re- yes, y q u e el .no haber enderezado su viage a preselitár- sele, fue por no dar q u e sen t i r ql alferez mayor Alonso .Jaime,. q u e alli le tenia á s u disposicion, para lo q u e g u s t a s e mandarle que fuese del servicio de los Reyes..

; DE CANARIAS.

g Tanto ei general, como dlonso Jaime r ieron muy satisfechos de la resignacion de Peraza, y de que quedase ayudando a'i alcaide Eugo; con que se logró 13 presa que se dir6 en el capitulo siguiente.

De como las partitlas y espias que batiajz las cercanias dc Galdar, lograron la prision de TTkenesort Semidan, Gua-

dartiterne de la isla.

f El número que aumentO la guarnicion de la torre empeiió el cuidado de Lugo, s u alcaide. á ser incesante en echar tropas J e gente de ií pi6 y d e á caballo, que batiesen todos aquellos terreiios, con ~ U P tuvieron por bien para s u seguridad los canarios que eran convecinos, el retirarse k las cumbres y sitios ásperos y mas propios á su defensa, con que dejaron jermos los contornos GaldAricos, cuy os presa%.ios encendian y enarde- cian el áiiimo-&-l:lien&t-~emldaii, pues aunque miraba en el desamparo de sus vasallos, y el retiro que habian hecho de su corte, la desconfianza de la duracion de su reyno, y lo adelantado de la empresa de los castellanos, no se descaecian sus aplicaciones á mantener cuan- to estuviera en su poder, ni en su vigilancia con los po-

.tos que le acompañaban de sus Gagres Fayahucanes He- clieres Amenatos y otros pocos hidalgos á rondar do dia

- y de noche, y circulando aquellos campos celarlus s u vigilancia.

2 Lleg6 la nodie 12 del mes de Febrero del año de 2483; y flucti~ando su coraaon y combatido de las pro- celosas ondas del profundo piklago, en que le sumergian sus cuidados, se enLró en una cueva que está á la parte de oriente, retirada poco del lugar de Galdar con los men- cionados de su guardia y compañia, quizás á conferir lo que la turhacion quc les rodeaba permitiese respirar el corazon, acobardado ó animoso. Pero retidida la naturaleza al trabajo y pasion del sueño, quedaron todos dor- midos y cml~argados los sentidos.

3 Las espias que 81wso dt: Lugo traia siempre á la vista de los canarios, aunque á distancia observando el paradero de la tropa, ya bien cerrada la noche, se acer-

caron al sitio, y explorando todas sus partes, guiadas de u n a corta luz, sintieibon e n u n a gru ta el resuello q u e les asegurb d e la seguridad con q u e harian s u presa.

E n t r a r o n silenciosamente e n la espelunca, hallando e n ella aqaellos 13 hombres rendidos los espíritus; y haciendose los mas dueños d c la puerta, y los otros de las 1 armas canarias, cuando dispertaron sc hal laron sin teiier accion, q u e les fuese favorable. 4 Algunos han escrito q u e todo lo tcnia prejcnido

Guadartheme con Lugo, pulsado su corazon de superior - impulso, q u e le tenia predestinado con el santo bautis-

mo, q u c con t a n t o fervor dese5 y recibió de mano d e l g r a n Cardenal Arzobispo d e Toledo.

5 Ap\ichronse los c ~ s t c l l a n o s 6 la mayor seguridad d o los presos, para conducirlos 6 la t o r r e de Agaete, Gue dis tai ia dos leguas del s i t io .en q u c se Iialloban, llegando an tes del amanecer el dia, con cuya luz conocieron el valor de la presa; c a n sumo gozo y celeliracion del alcai- d e Alonso Fernandez de Lugo, p Hernan Bernza, reci- procándose los csploradorcs las alegres enhorabuenas de s u suerte .

6 Despachó k u g o luego una harca, en q u e con el aficial q u e liabia comandado la escuadra, escribió al general Vera, y reverendísimo Obispo, y dcmas cal;allrrcs q u e e n el Real de las Palmas estaban,la plausible noticia q u e dib general regocijo: y rindiendo todos á Dios las debidas gracias, concurr iendo para esta accion en la Bgle- s ja d e san h n t o n , considerando era el medio con q u e se facilitaria (11 deseado fin de la empresa.

7 Gustosos el general y Obispo cotiririeron, y c o n j03 demas caballeros respondieron brevemente, apla7ándo- Je dia, en q u e asegurado d e estar libres los campos, por donde habian de transitar, de invasiones de los canarios, y con cien hombres, q u e le enviaron e n las otras barcas, para q u e con los mas q u e ( sin dejar falto dc la p a r - nicion suficiente ) viniere acompañando & Guadartherne, y demas q u e le acornpañahan del Real, se saldrian los mas

1 lucidos con el genera I y Obispo á encontrarles e n la mi- t a d del camino., ponibndose por unos y otros los medios y modos mas graves y festivos para recibir y a- compañar al G u a d a r t h m e , q u e fodo se logró 6 igual del comiin deseo.

DE CANARIAS. . 1.29

8 Los canarios de la par te de Telde, con noticia d a estar e n el Real d e las Palmas el Guadarthcme, se convocaron para venir A sacarlo d e e n t r e los castellanos, pro- metiendose tí vender sus vidas por el precio de l iber ta r - lo. Y enviandole á prevenir ti Guadartheme de s u resolucion, les repulsó s u in ten to diciendo: se hallaba gustoso, y q u e queria ver el poderoso Rey q u e Ics habia ~ o m e n s a d o á dominar, q u e se sosegasen, q u e el volvc- r ia , y les aseguraria de lo q u e les seria mas conveniente. Vinosele al Real con ansia d e verle el gran capitan &fa- ninidra s u pariente, qu ien satisfecho de la estimacion y respeto con que los castellanos asistiaii h Guadnrtheme, mostró quererse quedar e n el Real, y o t r o s hidalgos qiie con 41 veniati; lo q u e aceptó Vera datidole la correspoii- d ien te distincion a Haninidra y h los dcmss hidalgos, de q u e se agradó muclio á Guadarthcme, qiic agradeció B Vera y deinas caballeros del Real, a quien I i i ~ o sus re- comendaciones, siendo el Obispo D. Juan de Fr ias qu ien mas se hizo cargo, con el deseo de la conrt:rsion d e aque- )Id noh!e Eray q u e recuperaba, y espcraha se le aumen- taria á s u imitacion.

CA PlTULO SVH-

Del emburco q t r e se hizo d e Thenesort-Semidan. Gua- dartheme, con los 15 de su con~pañia , a l cuidado y a$s- tencia d e Higuel de M-ica, para que Tos presentase ic los señores -Reyes cnthlicos; y la estimacion que de él hicie-

ron, hasta su vuel ta á esta isla de Canaria.

1 Milcbus pretendientes se mostraron para la condu- cion y encargo dcl Guader then~e , q u e conferido f n t r c los primeros del Beal, fue deterinioada la eleccion del scginn- d o e n auioridad del gobierno de la conquista, q u e lo era Migucl de Mugicn. Asi, para q u e sc le dieseal Guatlar- tlicmc toda la q u e la posibilidad pcrniitia, se le enco- rnendo a este cal~al lero. llevando por s u interprete á J u a n Mayor, homhre versado y diestra en la lengua canaria, como quien desde muchacho los liabia t ratado (sien- d o de los primeros rehenes q u e se dieron por D i e ~ o d c Herrera, para la to r re de Gando) y mas para los caballe- r o s canarios, porque Guadarthcme n o dejaba de csplicar-

130 DESCRIPCION I I ICT~RICA

se, ' p c r la aplicacion que Dahia tenido ' t ra tando con- los castellanos q u e Iaabia tenido k l , y s u hermano Guayasen- Semidsa , prisio1;ercs.

4 Hizo Rlujica w v i a ~ e á Cbi l iz con felicidad, Tbenerort-Semidan y sus.canarios. Y i:iir~iido.en la bahia las naas de la Real armada, y demas n a c i o n e i estrafias,

1 y e n tierra los suntuosos edilicios de q u e en s a reyno so carecia, los pomposos t rnges de las diversas gentes qur! encontraba, los cuerpos del ej&rci.to d e i i~fanter ia y caba-

. llería, q u e rnarcliabai~ para la f rontera d c Granada, y t:l

t r en be artilleria, comenzb, a inferir con admiracion su- j c i las g r a n d e z x del Monarca q u e les dominaba; y pasan- d o h las ciudades de Sevilla, (;oidova, y deinns 5 doirde estaba la corte, criando Ileg6 6 vista dc los Reyes w t 6 - licos, conducido de Miguel de Mugica, q u e Ic present6 al Rey cat6lico. .

3 E r a 'l'beiiesort-Semidan principe de agradable p r e ~ sencia y inágestuosa yista, a l lo y bien proporcionado en

. simetria, Color claro, barba y cabello iiegro, fuerte, y sud- - t ü e n sus movimientos, de ánimo piadoso y guerrero, SU

edad como de 35 años. Quiso Rl'ujica viesen los l leyes el t w g e de q u e usahan, y las pieles de q u e se vestilin, gamuzadas y coloridas con fineza, 7 asi Ics puso e n la Beal presencia 5 CI, y sus Gayrcs y deinas magnates q u e le asislian.

4 Luego q u e Ile8ij. dclante del Rey, arrodillado ~ J ~ S O

la real mano .y puso sobre sci cabeza: echble el ihcy ltrazo y levantole; G u a d ~ r l l t e i n e lleno de gozo g 10s ojos de lugrimns, dijf 6 In lengua J u a n Mayor, lo mucho q u e reconocia s u felicidad de verse reritlido á RIonosca tan poderoso y eatblico, q u e le pedia le hiciera ~?arl ic ipar d c este sumo bien con ,cl santo bautisnio, de q u c el Keg ¡nos- t r 6 s u regocijo, i se Ií, prometib: y encargandole 6 Mu- jira la asistencia y ciiidarlo d c Gundartcmc., y dando órde- ries para SUS asisfenciasj portes, I:as6al coarto d e l a R e p a a- tóliea, donde se duplicarori las celebraciones, y en c f dBua-' dar.theme las ailniiraciones de la rnageslad del p lac io , Y concurso; a u n q u e usando de u n diJirr:ulo grave.

5 El Rey cat6lico mandó luego se le proveyese a l GuaJartheriic de sus propias reales ropas d e grana y seda, y h sus. caballeros canarios respcct ivamcii t~, y casas Rea- les en que aposentarlos en la calls de Santa Cruz de Sevilla,

DE CANARIAS. 131

raciones correspondientes, y caballos de s u real caballe- riza, para q u e anduviese cabalgando el i:uadartheme; q u e lo hizo muy bien e n fuerza de s u real ioclinacion, n o I~abiendose visto en Canaria caballo alguno, basta q u e los llevd J u a n Rcjon, y les esperimentaron e n la batalla feroces, sin turbacion suya n i de sus canarios.

6 Sucedió q u e e n el dia 21 d e Abril de aquel a ñ o ds 1483, el Rey de Granada Mabomat, llamado el Hey chico, habiendo salido con s u ejkrcito sorprender la ciudad de Lucena, s e le contrar ió la suer te quedándolo el cn los reencuentros q u e t u v o con el Conde de Cehra y con el alcaide de los donceles, como dice D. Aritonio Suarez de Alarcon, (1) quien llevándole prcso a l R e y católico ti las ciudades de C6rclova y Sevilla,, hallandose e n ellas Guadartbeme, mandó el Rey católico ~ n d u v i c s e n estos dos Reyes juntos, como tr iunfo de SUS armas; y asi lo anduvieron como nos consta plenameii- t e prohado e n papeles q u e se guardan e n nuestro poder. (2)

7 E s t o FuA estando ya celebrado el bautismo de D. E'erriando Guadart l i tmc en la ciudad de Tolcdo, á don- d e le selemnizaron los católicos Beycs D. Fernando V y D." Isabel Wcyes de Castilla, siendo sus padrinos, y preste d e él, el gran Cardenal de España D. Pedro Gorizalez de Mendoza, Arzobispo d c aquella ciudad de Toledo, sien- d o D. Fernando el primero Rey q u e vieron los Reyes católicos e n s u presencis, reiidido vasallo suyo, y CeIiL presagio de los rnuclios Reyes y reynos, q u e fuera de s u continetite Iia'uiari de dominar.

8 Habia pedido licencia I'liguel J c Rfujica á los Re- ycs cat6licos, para volver á s u casa e n la proviiicia de Guipúzcoa y Villa-franca, y sacar gente y navtos pira

( 1 ) D. ,Antonio Suarez i c Alarcon, en los Iieehos del S; . Alhr-. con, en sus Comentarios, lib. 1 , pdg. mihi 12 col. 2. .

( 2 ) .Probanza hecha d pedimento de doña Margarita Fer- nandez Guadarienze, ( h g a de D.. Fernancto) muger de Miguel de Treros Cnravajal, p w ante el licenciado Francisco Perez de Espinosa, Tenicnie de Gobernador de esta Isla, y de Hernando de Patlilla; escribano publico por los Sres. Reyes. En 23 de. Mayo de 1526 qrtc se guarda pors teslimonio aulcnticado e* poder nuestro.

traer á la conquista de Canaria, y volver á los piicrtos , de Andalucia B buscar al Giuadaatheme D. Eernendo,

po r lo que su persona aonvenia para facilitar la ireso2etciaw ds los que habian sido sus vasallos, 5i lo que se 'iaa5la ya ofsecído D. Fernando hacerlo B sus padrinos, pam mayor gloria suya.

1 9 Ejecuthlo asi Mujica trayendo 200 soldados vlzcai- nos, y navios propios, en que gastó setecientos mil ima- ravedis corno me oonsta de una escritura o t o r y d n por el licenciado Garcia Oñes de Mujica, su herrnaiio, del consejo de sus Altezas (1) á favor del Adelantado D Pedro Fernandez de Lugo,.y viniendo junto tarnbien con Ni- guel, Juan de Siveno Mujica, su primo hermnno con gente á su costa, y navio suyo, dejando su casa y se- parandose de los bandos que centeltaban aun entrc 13s cenizas de los Oiías y Gamhoas, que mantenian como he- reditarios entre Mujicas y Gambcas, 6 Abendrtfio~.

Porque pa re~erh á mi lector poco costo el de selc- cientos mil maravedis hecho para navios, y 200 Iiomhres; abreviizndo esta digresion dirb 10 que en su historia del regno de España, el Rey D. Alonso el Sabio (2 ) d a fa guerra que el Eeg D. Alonso el X de Eeon, hizo A so hijo D. Fernando 111 de Castilla el Santo, que ganó !i

Sevilla, porque le debia diez mil maravedis que pagado ces6 la contienda, y se hizo la paz. Setenta y seis añcs antes de este gasto de Miguel de Mojica, que furii? el dc 1407 que testó el Rey D. Enrique IIB, mandó erigir siete

( 1 ) El Eiccnciado Garcia de Nujica del Reat consejo, ??e- sentt una escritura que otorgd en 1c ciudad; de Paleacia. d favor del Adelantado de eslas islas D. Pedro Pernandez de h q n de ocho cavallerias de tierra de regndio, rn la Isla de Tenerife. de que SPC Alteza l e habia hecho nzerced, con encomienda y cta sa&faccion d e los 7003 que Miguel de Mujica, su herri:...~:~, hizo en Ea conquisla de Gran Canaria era 30 de Julio .de i531, por ante Francisco Fernandez de íhlroa 6 Piqueroa, S e c ~ e l n - vio de la Reina, y escribano de Paleneia, la cual hice protoco- lar c o n autoridad de Ea IEeal justicia de esta Isla de Canarie, ante Francisco Mendozu Bzccrra, escribano, en 83 de Jidio de i726;

(2) D. dlonso el Sabio Rey de Caatilla, onceno de este nombre, en la Historia que escribib de Bspaiia. Por&. 4, cap. 40.

(Barcilaso, parte 2, cap. 5, y en 1a mismaporl. lib. 4, cap. 6.

capc1lai:ias en la santa Tolcsia catedral de Toledo, primada de las Esparias, de l Z h 0 niaravedir cada uiia de prin- c ipdi , que son cinco pesos y rnedio de renta cada año, como dice Garcilaso; y mandó asi mismo q u e el cabildo de aquella Iglesia Ic Iragan doce aniversarios, 7 que se le diese por cada u n o 200 rnaravcdrs, lo q u e drce el mismo Garcilaso: quieii añade q u e por lo-+ años d e 1500 se comprb un inayorazLo de los rncjores de Estreniadu- sa por docientos mil maravedí3 de principal, q u e no son mRs de scter ientos y i rc inta y seis pescts: y por no dilatar n:as esta digresion, me remita á lo q u e refiere el padre CalancIias, (1) qlricn d i atrcs mayores pruebas ii mi . - concepto.

10 '. Arsih6 á . e s t a isla %izuel de Xuiica dia 21 de e)c- t u b r e , segun Zuri ta , con su gcn tc bien pertrechada de amios, .municiones de bcca y guerra, y el Guadartherxe D. P e r ~ n n d o , y su cristiana familia, l lenando de jiíbilo todo cl. Real, con rnucl~as aclam;iciones y cclclraciones, y d c los m ~ c h o s cah:iileros canzrios, s a s parientes y va- snllos q u e A 61 se habian ido agregatido, despues de su pert ida A España.

1 i En inter in q u e estas cosas se h c i a n con Guadzr- tiieii-ic, y por Mujica e n España, vino U Canaria- el socorro de geu te y viveres, q u e Iiabian enviado los Wejes c ~ l 6 l i c o s á Pedro de Vera, con los capitanes, Mons. BJe- d io , eal)allcro a n q o r x s , y Cristobal de Medina, de la co- nmcida fxriilia sevillana, de q u e l inw incncion Zuri ta . (2)

De Zus 'discordias, y guerrilla que se encendid e n t n los coaa~ios por la ausencia y prision de Guildarlherne í'he nesort, sobre nombrar gobernadores del rcyno, por la me-

aor edad de Iasprincesas.

1 Ciiando socedió 13 prision de TLicnesort C;uadar- tLeme, sc Iiailaba la Corte de Galdar con solo la gen te Ya-

( 1 ) h. Cdanchas, Hist. d e la religion dc S. Aguslin e n e l PerY, 1ll:r. 1, cap. 10.

(1) Gc?dnimo d e Zurita, en sus dnalrs dc l iragon, part. 2, l i ? ~ ~ o 93 2299. mihi 31 1.

la:iega al servicio de BI, y guarda de las dos infantas illasnquera hija del difunto Guadar~lieriie Guayasen, quc llamaron el bueno y á Guayarmzna, bija d e Tlienesort Guadartbeme, y con el acidente q u e padecian, temiendo el q u e se frecuentasian las invasioiies de los castellanos, se ret i raron todos á la tierra á darles mas seguro sin d i a r

I persona a l g u n a e n aquel sitio. 1 2 Hicieron á' la segu!ida noclie s u marclia, Iloia ndo , sus I n b i i l a ~ á las parles mas fuertes y acomodadas de la

cumhre, á donde se convocaron los mas principales cana- . rios, y de la real casa de Semidan, á q u e concurr iendo

los Fayacanes de Telde, se a r r imó Benlejui .Yemidan horn- b re sobeihio agrio, y t u e r t o de u n ojo, y otros Ii8cclie- res Amenatos &c. 6 príncipes de la sangre á dar I U l o r - ina d e go!)icrno q u e Iiebian d e tener y observar. Y a u n - q u e el fin era uno, y una la resolucion q u e se babia dc tener, s ino se encontraba con el embarazo del esc:ollo de 13 variedad, y repugriancia de dictámenes, en los q u e la ambicion se hacis mostrar 6 cara descubierta, y con mas obstinacion e n l'agooresle, u n o cle los mas poderosos He- chcres Anienatos, q u e pretendió le declaraseii Guadar- thcme &-.

3 I h b i a s e conferirlo sobre negarle á Tbenesort el merecer el l í tu lo q u e tenia por La sospecha que tuvieron (no sin alguna fragancia) los canarios de q u e bnbia sido s u prision vo lur i~ar ia , y q u e por consecuencia perdia c l dercsho de inmedidcion Guayarmina s u bija, y por d i o < ebiera volver el reyno á Masequera, como bija dc Gua-

ver: con jasen G u a d a r t l i e ~ e el bueno, no obstante ser mu, cuya controversia se encendieron lbs gcrros d c q u c levan- t a ron las armas; con q u e solicltci cada parcialidad mantenerse tomando 13 nlns fuerte, y q u c ha116 oportunidad el de d e s p e h r á Tapooreste, para qu i ta r el mas robusto embarazo, y con 81 fueron o t r o r de s u bando, volando por los riscos.

4 P o r este medio se concordaron e n nombrar, en i n - terin q u e otra cosa se oirecia, dos gobernadores para la parte- de Galdar, á Bentejui, y para la d e i'eltle, al Faya, tuer to d e u n ojo, con t í tulos de Restes 6 Mense- les , con poderes para q u e estos nombraran los dernas minis t ros de paz y guerra, q u e hallaran convenir &c.

5 E r a á este ticmpo Fayacan d c Teldc Aytliarny, l ier-

mano de Guadartlieme, y resisíir el q u e lo Fue- se el Faga, liall6 mayor el pariido contrario, recuri i6 & prcvenir los del suyo piirn asegurar sus vidas con el re- t i ro , q u e le siggicron á tornar p r asilo el Real d e los espa~ioles, lo q u e logr6 con la' mayor prcsleza, Liallando e n el gencral Vera, reverendisiino Obispo, y demas caballero;: todo agasajo y ,regalo; promesa q u e le hizo Ve- ra á Guadortheirie tí su partida, que se lo pidió usase con sus vasallos y q u e no se les ¡;>quietase aiient.ras su vuel- t a con q u e esperaba e n Dios v.c~lcerles, s in los estragos de la guerra. Recil1i6 el sanlo bautismo A.ytliamy, c e n el nombre de.Diego siendo s u padrino Pedro -de Vera y Phrroco, el Obispo.

6 Esta division d e gobierno que con este prctesto hi- c i rrun los canarios en las partes principales de Galdar, y Telde, e n q u e esíaba la isla al t iempo de s u retidimien- t o á la corona de (:astilla; di6 ocasion áalgurios escritores, para decir h a l ~ e r en Canaria dos Reyes, siendo asi q u e solo tuvo un scñor cuyo apellitlu era Semiclan, varo- nia q u e se mantuvo por muchos siglos, seguu w s tra- . tradirioacs.

De' lo que hizo D. F e r n a n d o Guadartheme para u n i r los canarios á las tropas castellanas; y como salió á folici- t a r a t r a e r los que e s ~ a b a n ret i rados con las infuntas ca-

nar ias .

1 EsparciPronse por los canarios (que freciientalmn c l Real de las Palmas) las noticias de Iiaber vuel to de E s - ~ a í i a Cuadartheme. las estimaciones con a u e le t ra taron

. y veneraban los castellanos, la mayar fuer& de,gentes q u e habia venido con Al; y el agradahle t rato y acogida q u e de todos se les hacia, lo q u e se fuC: divulgando e n t r e los .canarios retirados, t o m a n d s cada dia mas fuerzas la [ama para persuadir á muchos q u e estaban horrorizados de los caslcllanos i. irteducibles, segun ha l ian mostrado para haberse reducido B venirse al Real, á rendirse á s u Gua- dartheme, y seguir su. destino y disposiciones.

2 Inforinaron á D. Fernando Guadarteme, á su hcr- mano Id Dieco Aythcmy, como los demas caballeros cana-

rios d r l t i ránico gobieriio q u e se ejercitalls. y las mucrtcs q u e se ocasionaban en t re los q u e no le olvidaban con lealtad, y los q u e e n el todo le considerabaii contratios, con q t ~ e se a , ~ r c s u r ó g nloviO al general Pedro de Vera y demav capilanes, para q u e se previn,esen sus gentes, que parecie- sen bastaiitcs, y Guadarteme con 500 de sus caimios, J a

1

I ~ i i s t i r i n o s 6 ya de s u satisfaccion, march6 una mañana para la ciudad d c Telde, con u n buen cuerpo d c castellanos q u e comairdaba el genpral Vera y sus capitanes, y otro D. Fcrnando, y sus dos parientes D. Diego Aytcmy y D. P e d r o Maniriidra: y llegado a la cima 6 al tura de la cuesta g r ~ n d e , viendole las guardias avanzadas q u e v c n k el F a j a EZeste ó Menccy d e aquella parte , con 2 3 hombres guar- nccib el gran poblado ;e Seodro. Y puesto cn !)atalla, es- per6 cl cuerpo, q u e mandaba el general Pcdro de Vera y sus capitanes Mujica y Cristdbal de Rlolina, q u c se le mos* t r i , por la par te de Or ien te primero, q u e cl q u e con sus c a n x i o s 1levai:a Guadiirtenie, g que por mas pr jct icos di rigieron hlaninidra y h y t l i e m j por la d e Occidente, q u e conocido este por el F a j a . iuh por el respeto q u e le infun- di6 la \ i s la de su señor, se decag6 el ánimo. Ret ir6ndo- se los suyos e n precipitada fuga, al t7cr la suspcnsion y turbacion del Faja , les \olvib A Ilumar u n o dc s ~ s capita nes pzra rendirse al Guadarleinu, lo q u e n o l h o el F a y a q u e prosiguió la f?iga, ternercso de s u beeho, 6 acusado del crii-ncn de s u desleal!ad; y coi1 los muchos q u e le s iguieron t i r ó al efugio d e Las cuinbres A donde sc n -m- tenia Bcntejui con los demos levantados, q u e i inn tcn ian y guardaban á las dos infantas niñas.

3 Wecogió el rendido capitan mas de 300 c a n n r i o ~ que llevó, llabiendo dejado las armas; y paesto á los pies de D. Fernando Guadarteine, le pidió perdon d e haber seguido al Faya . y pronicti6 d e qrre 61 y aque l l .~ gen te q u e se le hahia i!nc.~mendad«, le seria en todo fiel, c:mo lo espcri- ~ n e n t a r i a e n toda parte, hasta perder todos la vida e n segu imien to d e todo lo q u e fuera su voluntad.

4 Eecibióle con agrado Guadarternc, y perdonando & todos, les mandó recoger las armas q u e Ii-+bim dcpueslo,

1 J' que s e 3gwegasen á los ~ ( i p i t a n e s Maniriidra y A ) themy, (S incorporados y uiiidos con los castellaiios, pueslos e n Orden, discurriendo y pasando todo lo de Seridro, (pueblo bastaotcmente dilatado) bajaron á reconoccr las fhr t i les

DE CANARIAS. 137

campiñas d e Teldr , q u e hallaron yermas de hombres; y descansando e n ellas aquel dia, se volvieron antes de la noche al Real de las Palmas, q u e de ellas dista dos leguas, alegrando al reverendisimo Obispo y la guarnicion de la .

t o r r e del Mcal con el buen suceso, q u e se Iiabia tenido e n el rendimiento de aquella gen te y ret i ro del Faya, y de los q u e le seguian, dcjando libre la cercania de Teldc.

CAPITULO XIX.

De la r e s o l w i o n que hicieron Pedro de V e r a y sus capitanes de dar rsnzcite u la conquista de Canaria, con el auxi-

l io de D. Fernando Guadarteme y sus canarios. ,

1' Con impaciencia miraha G t a d a r t e m e Id mucLa gec- tc, con q u c se hallolx~ el Mral, asi castelhna, como d e s u s c a n a r i ~ s , sin q u e se e m p l ~ a s e n en los cperaciones, á q u e debian apliuursc siii detencion; y confiri#ndolo con el gc- riera1 y dcrnos capitanes, se tom6 la resolucion d e preve- n i r todo lo coiiveniente y preciso para la marclia. Divi- dieron sus gciitcs el general Vera con sus corrpafiias cas- telldnos de Rlonsci~ Pedro de S. Est6ban g Cristbbal de Me- dina, Miguel de Mujica, y su primo Juaii de Siherio Mu- jica y L x c a n o , con SU infanteria bsllcstera de vizcainos; y D. Ei'ern~ndo Guadarteme con los capitanes D. Diego A y . tliamy SU hermano, y U. Pedro J laninidra y otros cabn- lleros sus parientes coti mas dc 500 canarios, que compo- nian mas dc 10,200 Irombres. Dejbse el Wcol bien guarnecido y asistido del r e ~ e r e n d i s i m o Obispo y algunos ecle- siásticos, llevando para al iento cspiritucil del e j h c i t o , t res religiosos dominicos, (1) qiic fueron el P. F r . Martin Ca- ñas, F r . Diego Villavicencio y Fr. J u a n Lebrija, hijos del convento de Jerez, do quien hace mencion la Historia general d e le órdcn y otros franciscos. Habiendo t o d o s implorado el divino fairor, salieron en forma del Real, dia S d e Abril del a ñ o de nuestra salud de mil cuatrocientos

( d ) 61 Obispo de Monopoli D. Fr. Juan Lopez, hace Memo- rla de estos tres P.P. que asistieron cola el general, Vera a la coizqttista de Canaria, Hisloria de la religion de Slo. Dontingo. Part. 3, cap. 68, tratattdo del conzento de Jerez.

y ochenta y cuatro. Montaron ii caballo los principales generales y capitanes, y muchos de los caballeros ventu- reros, y D. Fernando Guadartheme; y caminando por tier- r a accesible mas de scis leguas, comenzaron á penetrar la sierra cori bastantes diticultades de estrechos y asperezas q u e causaban los malos tránsitos d e riscos y bretiales q u e se iban ronipiendo prnosamenle mas de cuatro leguas, has- t a llegar á la fortalrza d e Ajodar, q u e esde l ras d e la isla adonde estaba el F a j a y Kenthejui con las dos infantas, muchas mugeres y muchaclios.

2 E s la fortaleza de Ajodar sitio alto, 6 inespiignable (hacia la par te del puerto de Tazartico) cercado de eminentes y tajados riscos, con una mala y peligrosa subida, y la superficie de un dilatado llano favorecido d e una fresca fuen te de agua vi la , bastante á prokeer mas de cien personas con abundancia, y e n su cercania muchos ásperos riscos, en q u e se aseguraban gran ciimero de naturales. J,lcgaron A sus dragonales Faldas los conquistadorcs; y 1). Fernando Cuadartemc procur6 el q u e se rindiesen, sin los rigores de la guerra; y conociendose por todos la obstina- d o n , con q u e el Faya y dcmas caballeros canarios q u e en la fortalezan estaban, se negaban á los partidos que Gua- dartente lec proponia; so Ilcnó Miguel de Mujica de tan to coraje, q u e aprontando sus ballc~steros viacainos, acornetii, con tanto ardimiento, q u e despreciando dificu!tadcs t r e p ó por la montaña y sus ricos, hasta el medio de la a l tu ra dc ella, adonde vi6ndole ya los cautolosos canarios q u c la dp- fei-iclian, salieron con el coiicciiniento de q u e no puclian ser soc.orridos de la denlas gen te custcllana. ni sus auxiliares canarios, arrojándoles piedras muy grandes, y cargándoles coi1 SUP dardos, despeñaron coii la furia d e Iss piedras q u e rodaban, á Miguel de Miijica, rayendo con los golpes d e ellas, conio intrbpido capitan, y l a inayor parte de sus vizcainos, cuya pavorosa vista hizo temer al genera: Yera, y retirarse los mas d e los castellanos; lo q u e reparó D. Fernando Guadarteme, con ocur r i r con todos s u s cnnarios j. alentar a l general q u e se abrazó con Guadarteme p i d i h d o l e s u favor porque se miraba soloenlre los peligros q u e le ame- nazaban loscanarios, q u e ccimenzaban li bajar de las c u m - bres con el Faya. -

3 A este movimiento que se mostraron los rebeldes canarios, mostrb D. Fernando todo lo leal de s u ánimo,

DE CANARIAS. 139

reprehendiendo ccmo rey al Faya s u falta d e respeto, de acometer e n su,presencia los q u e SI protegia; con cuyas .voces llamó el Faya sus gentes, y comenz6 6 dar lastimo- .sos gr i tos .al Guadarteme, dici4ndole: ((Guadarteme mira - ((quien eres, y mira quien fueron t u s pasados, y q u e eres «señor de Gran Canaria toda. Favorkcenos, y vente á nos, , ((que en t u mano cslh, mataremos cuanto; liai estan " L o quc, despreciando Guadarteme y esforzando sus canarias, general y capilanes castellnnt~s, respondió al Faya y á Bcnthejui y á todos sus coligados: q u e C I haliia visto la cara do los r e j e s sus señores, y su grande poder; q u e n o le jiluguicse Dios, q u r L I Ics f ü w traic!or, s ino leal. Y retirhndose los relxldcs cooariosá sus alturas, por 'ias le jcs de obediencia q u e en mcdio de s u deslealtad les dominaba naturalmente; coti es te scguro hizo Guadarlrmc! se rcunieseii los castellanos dispersos en s u fuga, q u e si aque l dia quieie Gucdai teme, no queda castellano a \ida, por lo qut: Ics era contrar io el sitio y propicio a los canarios, diestros g Itaquianos en sus aspereías, y asi lo ju- raron e n la oitada probanza los mas de los prilicipales conquistadores. (4)

4 J u a n de Siverio Wujica, q u e espueslo á la misma fortuna, seguia á su jlrirno, aunque menos infausta, pues se resguardó por haber salido tí recoger su coc'rpo, q u e hall6 Iiecho pedazos las piernas y brazos, y muy herida la caheza, B q u e ocurr ió Vera, q u e e n el modo posible Iiicieron relirar con una escolta dc soldados castellanos y canari )S de la sa1isfacci:n de Guadartheme, h a c i h d o l e los primeros reparos de curacion, aunque desconfiado de s u vida, con sent imiento coinun; y sacando tamhien á los lastimados soldados se sacaron de aquellos parages y condujeron á Galdar, adonde estaba situado, y guarnecido Alonso de Lugo, y Peraza, adonde llegado Wujicri murió, y se le dib sepultura en una capilla adonde se decia misa, con la advocacion de Señor Santiago.

5 Pusiéronse ecpias por el General Vera y por el Gua-

(1) Znformacio~i hecha ci pedimenlo de doña Margarita Per- ncindez Guadorleme, en los servicios de su padre, por anle Fer- nando de Yad i l l a , escribano en 23 de Mayo dc 1526, y del Licen- ciado Percp de Espinosa, Teniente de Gobernador.

darlhenie, á los canarios q u e estaban en la fortaleza, los q u e observaron q u e 4 13 siguiente noche la desampararon, siguiendo el valle de san Ricolas arriba, p q u e pararon en olra, q u e eslá en t re Tcjcdii y Acuza, q u e llaman h'cntayga, cuya senda les siguieron Vera con bastan- t e s cas~el lanos, y con s u s Iiuestes canarias D. Fernando Guadartlierne, con cl cinpefio d e no dejarlos hasta ren- dirlos.

6 Estaha la fortaleza de Bentayga Bien proveitla de mantenimientos. EstA rodeada d c encun~brados riscos; e n lo mas eminente rnuclias cuevas eu q u e liahitar, y liaber hecho alrnacen en s u suhida, a u n mas inaccesible q u e e n la de Ajodar, y á s u pié una cnu+losa perenne fuen- t e de buena agua de q u e usaban. Sin poderaeles impedir esthvier4)n alli a lgunos pocos dias, que por haberse entra- d o juiitos todos los canarios, q u e en Ajodar Iiabian quedado fuera por los cercanos riscos era mayor el gasto do los mantenimientos. S e vieron precisados á dejar aque l asilo, en q u e tenian sus infantas resolviendo el F a g i y Bente,jui levantar el puesto y pasar á tenerlo en un ines- pugnablc B inaccesible peíion q u e está á la par te de Ti- rajana, q u e llaman Anzit. L a noche de1 22 de Abril si- guiolcs toda lo t ropa castellana y la canaria; y cuando se lleg6 al pi& del peñon, hizo D. Fernando ponerle cerco con los castellanos y sus canarios, dejando á s u hcrma- n o D. Diego y parientes con ellos, y él manirestandose pr imero al Faya y Bentejuí, subib 6 lo alto donde estalla su hija y sobrina, y saliendole los Restes á recibir llenos d e muchas lágrimas, le snplicaron con rnuclias sumisiones el q u e no los dejara; q u e a u n podia recuperar lo perdido. Heprehenciioles Guadarlheme s u ol;stinacion e n q u e qucrian maritcnerse con la bestial vida que tenian y miserias, cuando podian ser en todo felices dan- d o la obediendia á los muy allos y muy poderosos Reyes catciliccs, cuyas grandezas e ran incomparables y s u religion la mas segura, suave y verdadera, q u e n o le retar- dase á 61 el gusto q u e deseaba tener , y ellos el poseer con el san to bautismo, la esperanza dcl sumo bien &C.

y haciendo los Restes pr6logo dc sus melancí,licos juicios, con repetidos suspiros, prorrumpieron en q u e harian cuan- t o les mandaba, cun tan to q u e sc rel i raran , todas las tropas, volvibndose al Real de las Palmas, á donde ellos

DE CANARIAS. 14 f.

vendrían, no como rendidos, sino -como voluntarios á entregar con sus Señoras las dos Infantas, su isla de Canaria, para los rejes que le habia espresado su grandeza. Con este final di6 D. Fernando gracias al altlsimo Dios, de ver ya, st! repetirian en su Reino las debidas alabanzas, cumyliria su palabra á sus católicos padrinos, y s u posteridad serviria las supremas Magestades. Abra- 26 Q los Rvstes con el estrecho vinculo de amistad que ya se merecian; g totalmente regocijado, se despidió de su hija y sobrina, y de tod~>s, á quienes encargb la presteza en lo que le prometieron bajo de seguro.

'7. Raj6 D. Feinando con los brazos abiertc,~, rebo- zando su gozo con el General Pedro de Vera y demas capitanes y conquistadores, y sus parientes y vasallos canarios, reciprocándose todes, las alegres y gustosas enhorabuenas, que lucgo participaron a1 Reverendisimo Obis- po, y de que !a marchahan todos al Rcal, á donde Ile- garon con los jhbilos deseados.

Dia jueves 29 de abril por la mañana, año de 1481 del glorioso MArtir S. Pedro de Verona, (cuya festividad celebra esta isla como de patrono suyo) alisaron lasguar- dias mostrarse tropas de gentez que venia por el camino de Telde: y conocido las que eran, salieron al encuentro el reverendísirno Obispo, el General Pedrode Vera, y todo lo lucido del Real; y en el sitio á donde se venera hoy el convento de este santo patrono (órden de Señor Santo Domingo) llegaron los Rcstes canarios, trayendo en aa- das á hombros de Hidalgos, á sus dos infantas, Guayarmi- nu y Nasequera Semidan, que entregaron al general Pe- dro de Vera en nombre del Bey, para que las tuviese como hijas de Reyes, educasen 6 instrujesen por cristianos caballeros, lo que prometiti Vera. Y estando presente Francisco Mayorga, alcalm mayor del Real, y Jiia- na de Bolafios, su miiger, se hicieron cargo de ellas, 15 instruyeron hasta darles el Santo Bautismo, que celz- bró el Rmo. Obispo B. Juan de Frias, siendo padrino Rodrigo de Vera, hijo del general, con el aplauso correspondiente á los deseos que habia en tudos de que llegase este caso. PreviniSronseles los nombres á Guayarmina de Margarita, y á Maseqnera de Catalina: esta casó con Hernando de Guzrnen, natural de Toledo, caballero hi- dalgo, bijo de Alonso Perez de Guzman, y nieto de Her-

11

n a n Perez de Guxman, señor d e Latres y Alenvillete, d e qu ien proceden los Guzmanes d e Galdar. Doña Margari- ta, eas6 con 1). Miguel d e Trejo Carbajal, caballero hijo- dalgo, natural de Placencia, hijo d e Alonso Perez de Car- hajal y de Elvira Fernandez Trejo, Señor de Giimafdo y

B la Corchuela, d e quien hay descendericia. 8 Ostentaron los Canarios e n todas las defensas y a-

cometimientcs s u valor nativo, y la generosidad de s u s animos e n siis mas principales hechos q u e gobernaron sus G~iadarthemes. Dair0 s u conquista mas q u e la de todas las demas. Treinta, y mas años, se contendió e n s u conquista , viniendo solo para ella seis armadas reales en diferen- t es tiempos y diferentes príncipes. Las tres envió el infante de Portugal D. Enrique, y las otras t res el Iiey Católico D. Fernando el V de Castillo. sin otras muchas batallas B invasiones, q u e antes les hicieroli los vixcainos y andaluces, Bethencourt , Herrera y Silva, q u e todas vencieron las de estos particulares, q u e t r iunfaron e n las otras islas, siendo la de la Palma, y TeneriEe las últimas. No se hallará que á estas se empeñase, como e n esta, el poder Beal, s ino armamento hecho por los conquistadores de Canaria, y vecinos q u e e n ella estaban, para que vendieron sos posesiones de rcpartimientos, & ingenios de azú- car q u e en Canaria tenian, con q u e ayudaron y a l e ~ t a - r o n al Adelantado D. Alonso Fernandez de Lugo, concurr iendo para rendir á Tenerile, en t res años con t res reencuentros q u e tuvieron con sus naturales; lo q u e n o ignorando D. J u a n Nuñez de la Peña, le pudo haber con- tenido para n o decir: q u e costb Tenerife (1) sola eii SU

(1) Un año despues de conquistada esta isla, una gran mul- titud de canarios se mantuvieron en los monlcs y muy cercanos al Real de las Palmas, y muchas ocasiones (ci que los ¿levaba el odio que tenian u los castellanos) solicitaban emplear en ellos su corage. Fuetos atrayendo 9 la mayor parle de estos rebeldes, D. Fornando Guanartheme, acompañado de caballeros

. canarios y algunos castellanos. Los RR. 1'1'. Fr. Diego de las Canas y Fr. Juan de Lebrija, entendiendo los asaltos que los ~efer'idos bárbaros hacian, se unieron d salir u batalla con eElos como soldados de Jesucristo, para reducirlos a su santa fd, d ser dichosos con la corona del martirio, que les di6 la obsiinacion de los furiosos gentiles en el monte del Lentiscal. Fueron presos de ellos y llevados Ú los eminentes despeñaderos(los quepor

conquista, mas que las otras islas juntas: k hiriendo la au- tovidad de D. Bartolome Cairasco, p q u e dijo; fue conquistada Tencrife por Diego de Merrera, olvidando el. te+ timonio que le hicieron sus naturales- de vasallage y rendimiento á los reyes cat6licos, por ante Fernando de Párraga,,escribano público de Fuerteventura. E n mucha o\~ligacion debe .estar Tenerife á D. Juatr Nuñez su hijo, que por serlo, le disculpa el debido amor ii su pátria.

Oe la ereccion é inslilucion de la S a n t a lglesia Catedral de Canaria.

1 Antes de tratar de otras cosas phblicas y politicas de esta isla de Canaria, 'debo asentar la Sede, de donde nos ha de dar el Prelado, el gobierno espiritual á nuestras almas, y de todos los fieles de esta dibcesis, forman- d o y dando ministros para las continuas aldlianzas á nnes- t ro Omnipotente Dios.

2 Luego que se hizo la prision de Guadartherne, in- ferido por el revercndisimo Obispo de estas islas D. Juan de Frias, que se hallaha en esta lo poco que se dilata- rian las fatigas de conquista; envió sus poderes para que por la Santa Bglcsia patriarcal ds Sevilla (de quien es esta sufraalinea) dieran órderi k institucion para la fun- clacion dc esta Canari~nse; para lo que aquel venerable y circunspecto cahildo diputb (por Bula de la Santidad de Sixto N ) á los RR. DD. Juan de Ayllon, abad de Valladolid y Dean de aquella patriarcal Iglesia, D. Iñi- go Manrique,. proto-notario apostólico, tesorero de aquella iglesia y vicario general eri lo espiritual y temporal, por - esta causa se llaman Las cuevas de los frailes, segun se deja inferir) y el uno de los dos bewiilos pad~cs abrazado con un si- mulacro de Cristo predicando con ezpirilu, bajd junlamenfe con su compa6ero desde la altura a la profuncliclad del barranco para subir sus gloriosas almas triunfantes ci la ce~eslialidad de la gloria.

Refiere este lriunfo d e stts hermanos el Obispo D. F r . Juan Lopez, lralando del conaenlo de Sanlo Domingo de la ciu- aad de Jerez, de Soade vinieron con el general Podro de Ve- ra, á quien asistieron en eE tiempo d e su Gobierno,

ei Reveretidisirno D Iñigo Manrique. arzobispo de Sevi- Ila, su tio, presectes algunos prebendados de Canaria, en 22 dias del mes de Mayo del año 1183, por ante Alfon- so Gonzalez Tarifa, notorio y contador de aquella sanla Iglesia, viernes á hora de tercia, para que en esta santa Iglesia de Canaria, h?ibies~ treiiita prebendas, entrando en ellas las dignidades siguientes: Dean, Arcediano, Clian- Efe, Tesorero, Maestre-escuela y Prior, que son seis l're- bendas y diez y ocho canongias, restando sers prebendas que se reparten rn doce Racioneros, á mtdia canongia cada uno; y que hubiese mas dos dignidades, una de Arcediaiio de Fuerteventura y otra de Arcediano de Tenerife (porque p!egue á Dios de la dar á los cristianos.) Que las canongios y iaciones vacantcs en los meses ordinarios, fuesen simullaneamente protcidas entre el pre- iado con su cabildo, salvo eii las dignidades que solamente pertenezcan al prelado, esceptuando el Deanasg?, que fuese eleccion del Cabildo y provision de su Santi- dad, cuya institucion ces6 con el Brcve del Santisirno l[nocencio VIII, dado en Boma á 13 de Diciembre de 1486, en que cedio á los reyes Ctitblicos de Castilla, el Palro- nato de esta santa Iglesia, y asi es suya la provision de dignidades, canongias y raciotics que unas y otras tic- nen voto en b u Cabildo, en cuanto no es eleccion can& nica, cn que solo la tieoen los canh igos in sacris; y la de o ~ h o Capellanes Reales, en que se dividieron dos canongias; y una canongia que el Sumo Pontifice Paulo JY (6 instaricia del Rey D. Felipe U, año de 1558) su- primió en cada uria de las Iglesias Catedrales de Espa- ña, y de la de esta de Canaria,.para los gastos del San- t o Oficio, que refiere D. Francisco Kuiz de Vei gara.

4 Repútase el valor de las l'rehendas de esta Santa Iglesia Catedral de Canaria á 800 ducados cada una al año (de á 48 maravedis cada real, que se dice de mala tnoneda la de estas islas) que suman 253600 ducados, y lo mismo al Obispo, y la Fabrica Catedral tiene la tercia parte de lo que Ir: toca al Prelado; y en las tres islas que son Canaria, Tenerife y la Palma, tiene dos novenos 6 tercios su Magestad, que llaman tercias Reales, subiendo en todo algunos afios, los valores conforme su- ben b bajan el de los granos.

,3 Ha sido esta Santa Iglesia decorada de Canó~igos ,

DE CANARIAS. 145

6 Dignidades suyas q u e h a n s ido el Maestre Escuela D. l'edro Moya de Contreras, natural de C6rdoba, e n Anda- lucia, q u e salid d e ella por fundador d e .la Inquisicion d e MBjico, donde fuk Arzobispo de aquella Ciudad Vi-

. rey y Capitan General de aquel Reino de nueva España y mur ió presidente del Real Consejo d e Indias: D. Do- mingo Pantaleon d e A b r e u na tura l d e la isla de la Pal- ma, una d e estas de Canaria, Arzobispo d e . Santo. Do- .mingo, isla española: D. X a r t i n Garcia de Cisneros, ca- n6nigo d e esta Santa Iglesia, fue por Inquisidor a Mur- cia, boy obispo de Almeria. D. D. Francisco Pablo Matos arcediano t i tu la r de esta santa iglesia, y natural de ella, obispo d e Yucatan q u e vive: D. Manuel de Sosa Hethen- cour t , obispo de Cartagena en Indias e n este a ñ o de 1756, na tura l d e esta isla, y criado en esta santa iglesia ca- t e d r a l .

4 FuB creciendo con gran presteza la pohlacion de. es-ta ciudad del Real 'de las Palmas, y á su igual s e a u -

. mentb con la fertilidad del s i t io y terrenos, d e muchas . diversas y f r u c t l k r a s pliintas q u e se t rajeron deEspaña , .

y de t o d a s semillas para scmhrados q u e s e producian c o n abundancia, y las caiias de azucares ('2 q u e s e hizo un- grande comercio con todas naciones part icularmente con GCnova, I 'ortugal y norte, con que aumentandose los diezmos, a lentaron y levantaron 1 ~ ~ s ánimos para q u e se tra- t a s e edificar u n magnífico templo en quc se hiciesen á Dios los debidos sacrificios; para c u p traza se t raju por maestro mayor de. la material obra, a ñ o de 2500 (diez y seis años despues d e s u conquista) por el eclesiástico cabildo, á Diego Alonso Montaude, á quien se seña'l6 (se- g u n corria aqiiel t iempo sesenta dohlas de salario al a ñ o q u e saldria á catorce cuartos y .rnaravedís por . di'a , lo q u e conviene con lo q u e refiero en e l . capitulo 16 de este libro. Cimentó e l edificio con excefenla planta, q U 8

prosigió J u a n d c Palacio o t r o grande maestro, levantando con admirables y singulares columnas y bovedas, s u magestuosa obra corintia, a u n q u e qued6 e n el piiiicipio del crucero, cerrando alli con el a l t a r mayor, siendo lo

. hecho una filigrana d e cantetia, q u e acabada, fuera admi-

. racion de Europa e n el primor y hermosura; cuando no -

. , en la grandeza de s o planta. 5 Dedicose B Señora Sta. Ana madre de Maria Santi-

Sima nuestra señora, y se comenzaron A celebrar los divinos oficios e n este san to templo, víspera de Corpus dcl a ñ o d e . 1570. Sirvese .esta iglesia con la mayor gravedad y puntual idad e n los oficios y su coro con afectuosas y devotas voces, canta las alabanzas al Señor, levantando- s e mas. los espir i tus de los fieles, con las dulces voces d e

1 SU capilla de música. 6 E l cabildo de esta santa. iglesir provee d c sacxistan

mayor,. maestro d e sagradas ceremonias, apuntador, per- t iguero , campanero, capellanes, mozos d e coro, dos sa- cristanes menores para la sacristia mayor, y o t ros para . las capillas, y sepulturero.

. 7 Tiene este templo diferentes órganos, siendo el mo- . yor d e excelente fábrica, a u n q u e antigua, y dos orga-

nistas mayor y menor, q u e s iempre son los mas diestros d e estas islas.

8 Contigi io á este edificio, es té el t r ibunal de San ta Cruzada, cuyos jueces su4delegados nombra el comisjr io general de Cruzada. Son prebendados d e esta santa 'iglesia; 6 inmediato . s e halla la casa de cuentas á don- d e preside o t r o prebendado q u e se nombra cada a ñ o por contador mayor, q u e manda á ocho oficiales seglares, q u e cont inuamente estan empleados en ajuslar las de diezmos hacimientos y denias q u e corresponden a1 obispado, canongias y demac d e fAhrica y salarios; con q u e todose hace con la mayor coordiriacion y regla.

CAPITULO XXl.

De las entradas que hizo Diego Garcia de Berrera en la costa de Africa, como construy6 en ella el cast i l lo en San-

ta Cruz de ntar pequeiia.

1 Il[allándosa Dieco Garcia d e Merrcra e n SII regrcso de España 6 s u isla dt: Lnnzarote (despues del Ifamainien- t o qite le hicieron los H e ~ e s cat6licos por la queja q u e de 81 dieron sus vasallos por la pkrdida d e los rehenes de la to r re de Gando) ya dest i tuido dc prosegilir en la conquista de las t res islas d e Canaria, Tenerife y la Pal- ma, teniendo mucha gente y municiones, para desistir d e esta empresa determinb aplicarla e n la de hacer castillos en !U costa de Afrisa, con qiie hacer guerra 6 aque-

Ila frontera que le amenazaba con su cercania y con sus presas y correrias; hacerse respetar, y poblar susislas.

2 Salió de Lanaarote Diego Garcia de Herrera acom- pañado de muchos caballeros de los que le habian venido á ayudar en las conquistas de las Islas: y llevando muchas provisiones para la pro.ita fábrica de la fuerza, que iba á situar;en seis embarcaciones hizo el transpor- l

te, llegando B media noche á Mar pequeña, que dista 33 leguas de travesia de mar, y á la boca dc un rio, que entra la tierra adentro mas de tres Icgnas, capaz de 50- Petas, hergantines y otras fustas y mayores bastimentos, ó v,tsos á ta entrada.

3 Al amanecer puso su gente cn tierra, y previno de trinchera el recinto, que intentó fortificar, lo que eje- cut6 con toda presieza, basta ponerle Artilleria y aloja- niientos; y por alcayde á Alonso de Cabrera su deudo. Y dejando presidiado al castillo, que nombró de Santa Cruz de mar pequeña, y haciendo algunas presas de gente, y ganados, se volvió á Lamarote, dejándoles una FUS- ta para que diesen los avisos de lo que se ofreciera, pues prudenciaha que la novedad habia de incitar a los moros el que intentasen acometimientos.

4 No se dilató mucho el que convocados diferentes jeques árabes, cargaron sohre el castillo con 108 peones, y 3 3 lanceros, y les pusieron sitio; pero no pudiendo embarazar el aviso, luego que sentaron su campo zarpó la Fusta, y con brevedad arribó tí Lanzarote; y dando la noticia, ocurrib Berrera, y en su compañia Pedro Her-

1 na l ide~ de Saavedra, Mariscal de Castilla y seíior de Sa- I liars, cnliallcro sevillano que Liabia casado con Doña Cons-

tanza Sarmiento, su hija: Juan Alonso de Sanabria, Go- lternador de la isla de Fuerteveiitura, y capitan de las compañias destinadas al Africa, y otros caballeros, y hasta 600 hombres en seis navios y barcas. Pas6 al socorro y d tiempo de su arribo, aumentaban su fuerza 10s moros con otro jeque ó capitan acabe llamado Adiad, con 23.500 lanzas y adargas.

5 Entró Herrera con sus, embarcaciones en el rio lo mas arrimado á tierra; y haciendo fila, disparando algunos vasos cargados de metralla al campo árabe, que es- periment6 su datio, fuk levantando su campo, y retirán- dose, sin haber tenido mas fruto que el asedio, y de no

haber tenidi, coxer ias dc los castetlaios, cuyo valor ca- noc i i ron e n sus resistencias y p~rd ic las de sus huestes,

6 flahieuilo desembarcado s u s gelites Merrera, les alo- jb contra las murallas del Castillo, pí:ra darles mas de- iahogo e n el descanso, y de noclie se recogiiin dentro, para preservarlos de algun súbi to asalto de los árabes, dies-. t r a s e n todos a c o m e t i ~ i e i i t o s furtivos.

7 Pasados pocos dias, se vino al castillo u n árabe, que desde q u e llegó B distancia q u e pudieron conclcer sus se- ñas, las venia haciendo d e seguridad en su t,rato: Admi- t i h e á él y dec.lai-ó s u sinceridad ue ánimo, pidiendo por señas el santo bautismo. klaniábase Gelurgut , y cuan- d o estuvo instruido (que con brevedad se maiiiiestú) se

,bau t izó siendo s u padrino un caballero llamado J u a n Ca- macho, cuyo nombre el igi6 con coirocido afecto. dando e n todo muestras de u n verdadero hijo de la Iglesia, y asegurando á todo el campo de E U verdad., para haber fja- d o d e 19 diferentes cabalgadas, q u e hizo D i r g o de Ber - re ra e n aquellos campos Afric.anos, con grande suexte, en todos' los q u e J u a n Camacho fub adalid.

8 Gui6 e n una que se hizo con su gente, t res leguas, liacia la par te de la ciudad de Tagaost, q u e dista seguii ' L u i s del Mlrmol, 20 leguas del mar á 16 de la parte del Septentrion, del monte at!ante. Divisaron las espias u n carnello h!anso, B cuya setia ascgur6 Camacho haber en aquella cercania, Daduur, 6 pci-jlacion portál i l de árabes, de que previno a l capitao Cabrera que mandaba la t ropa; y descubiertos 'los pal;ellones, di6 stibita- mente sobre ellos, cautivando 160 personas de todos sexos y edades, volvierido con :a presa, y muchos generos d e ganados á Mar pequeña.

9 FuC: J u a n Carnacho Iiornbre memorable por su proceder, y s u notable vivir, s iendo e n mas 'd., cuareiita entradas, q u e se bicieron por los sucesores d e Diego de Herrera, adalid feliz, pues de toclac sus empresas salió coti victoria. Mur ió en Lanzarote a n o de 1591 de 146 de edad. Casóse dos aRos an tes d e s u m u e r t e con rnuger de 20 años, en quien dejb u: hijo, como lo dice F r . J u a n

' Ahreu.

DE CANARIAS.

CAPITULO XXII.

De la muerte que los Gomeros dieron á H e r n a n Peraza , su señor, y castigos que hizo Pedro de Vera, Gobernador

de Canar ia , elc. .

1 Cornunmente acaecon t rágicos sucesos á los hombres q u e corren ciegos ei i t re los precipicios de sus pasiones y vicios. E n estas í iuctual~a Berna11 Peraza (señor d e la isla de la Gomera) rnuclio t iempo Iiahia con 10s U-

mores de u n a hermosa vasalla suya, llnrn~ila l b a l f a q u e residia y habitaba en una cueva del tkrrnino de Giiade- dume, d a s Icguas d e la villa. Y sicntlo es te s i t io d e u n o de los r u a t r o Imrirlo~, en q c e 15. isla esiabíi dividida desde s u ant igüedad, por la d i s t i n c i m de nobles y plebeyos; y siendo este de Hl)alla del prinicro habian hecho due lo sus parientes del m,il t r a t o y desprecio qiic de ellos Iia- cia su señor . Cclosos se convocaron t res de los mas inmediatos y se ret i raron á u n a Iinja aisldda del mar, e n donde se declararon s u Animo de vengar la injur ia que padccian, qu i tando la vida á Hernan Peraza.

Y estando convenidos los t rcs e n el hecho, cuando volvieron á t i e r ra conocieron tibieza e n el u n o , q u e les dijo: ,,Amiqos, el qu i ta r la vida al Señor n o podrá ocultarse, y se ha de vindicar pnr lds Justicias; y asi tomemos o t r o medio de satisLiccion." N o dieron Iu- gar á mas razones los iracundos Gorneros, y atravesaron con los dardos al compañero y pariente, y en el mismo lugar d e s u muer tc , t u v o s o sepulcro.

2 El dia 20 de Noviembre (le1 a ñ o de 1487 (bien infausto á Peraza) sali6 d e la villa con el prctesto de ver unos cortijos q u e teriia e n aquel pago. acompafiado de u n criado, q u e le era fiel de sus secretos. Cuando llegó cerca de la cueva, se desmontó del cal)nllo, y de- jándoselo al criado e n t r e u n o s árboles, por cuy6 pi8 corria una fuente, se fu8 á la cueva, donde eslalm Ihalla, y con ella s u madre, e a quien artliao los mismos senti- inientos; y sin detenerse se salió y f i ib á a v i s a r á los pa- r ientes de aquel bando, y al modio dia se oyeron grandes silvos s o h e los vecinos riscos: y saliendo 6 la novedad Ibrilla, vió irse desprendiendo por ellos la muchedum h e de los agresores, de q u e avisb a Peraza, qu ien to-

mando unas enaguas, con la prisa mal pucstas, y otras á la cabeza, y una talla, salió haciendo el papel d e i r por agua a la fuen te donde habia dejado e l caballo.

3 La celosa madre de Iballa, q u e acompañaba los pa- r ientes q u e conoció ser Peraza el q u e salia con el difraz

I dió voces en s u idioma, q u e entendió 0 sospecho Her- t nan Yeraza; y por mss q u e aprcsuro el paso f u k alcan-

zado y muerto, atravesado de los dardos de sus alevo- sos vasallos.

4 El criado viendo m u e r t o b s u seriar, m 9 n - t ó e n el caballo y par t ió á rienda suelta, y en s u scgui- miento los agresores, tan suel tos q u e cuando Ilegi, d en- t r a r e n la torre , doride estaba Dona Buatriz de B ~ b a d i l l a , le dispararon los dardos, q u e dejaran clatados en la puerta, q u e solo tuvo lugar de cerrar , y qui: prontas las armas se puso la demas familia e n deiensa, alentados del varonil espir i tu de Doña Bedtriz para q u e no fuesen todos muertos , segun lo m l ~ s t r a r o n los agresores en s u obs- t inada furia, con q u e acechaban la to r re , s iendo fsvora- hle suceso de los defensores el haber niuerto con u n pasador de hallesta h Pedro Hautacuperche, con q u e levan- t a ron el asedio, despues de haber repe t ido los asaltos.

5 Dsspach6 luego aviso Doña Beatriz d e Bobadilla 31

General Pedro d e Vera, del conflicto en q u e se hallaba, y el peligro q u e le amenazaba á ella y á sus niños, pi- d i h d o l e s u favor, ii q u e atendió Vera con la mayor presteza, n o fiando aque l negocio de n inguno de los valien- t es capitanes y caballeros q u e le acompañaban. Y dejan- d o encargado el Gobierno de Canaria al c2pitan Gonua- lo Jaraquemada, le nombró por s u Teniente , y aproi , tán- dose con 400 hombres en sus eml);ircaciones, se pasú á la Gomera, donde dispuso el hacer las fúnebres exequias pa- r a el pr imero domingo s igu ien te al de s u arribo, haciendo publicar e n toda la isla, el q u e todos asistiesen pena de t e n e r ptir culpados a todos los q u e faltasen á concur r i r e n la Tilla al funesto Ilcimamiento, q u e lo fué e n t o d o y SUS

consecuencias. 6 J u n t o s todos los i.asallos, e n especial los de los ban-

dos de Orone y Agana, d i6 6 rden Pedro de Vera los cir- cundasen y prendiesenindistintamente con el mayor rigor,

- hechas las exequias; siendo el bando de Orone, aquel que

e n Real provision de los Reyes católicos de 26 de Mayo dc 1478, q u e dice D." Inks Beraza haber s ido s iempre leal, quejándose de los tres de Agana, IJipaliin yAlmigua, q u e le desobedecisn. Fulminose la suma del proceso con q u e les condeno á las inas crueles muertes q u e escogitó la ferocidad; pues ademas de haber sido muchos los ahor - cados en u n llano sobro la villa q u e basta hoy s e nombra el Llano de la horca, fueron unos hechos cuartos, arrastrados, enpalados, y otros ligados d~ pies y manos, y arrojados al mar.

7 E n t r e los q u e injustamente padecieron, fueron dos gorneros q u e se mandaron por D." Beatriz de Bobadilla echar al mar con pesadas piedras al cuello, B invocando su inocencia el arriparo de nuestra Señora de Candclarin, fueron librcs saliendo sanos a la playa sosteniendoles los pesos. Y p o r phblico este milagro, hizo de Ql informacion el padre Fr. Bartolomh Casanova, de la ó rden de S. Francisco, y refiere el padre F r . Alonso de Espinosa, de la órden d e Slo. Do- niiiigo en los milagros de nuestra Señora de Candelaria, I.ib. d." milagro 56.

8 Alguno de los bandos cautelandoge d e Pedro de Ve- ra , se haljian retraido á u n si t io fuerte q u e dicen Gara- jonal, donde f u e c o n s u gente, y resictiendose á seguii- dos Ilamamieritos, lesacometió y precediendo muchas niuer- tes e n la resistencia, les en t ró á Fuerza de armas y es- t rago á la Villa, y sentenció á los mismos gkneros de m u e r t e á todos los q u e evcediesen de la edad de 15 años, j á estos declaró por esclavos por la culpa de sus padres, j dejando ajusticiados mas de 500, quedó la isla mas yer- m a q u e sosegada; con q u e se vol\ i6 á Canaria.

l

De las justicias que hizo Pedro de Vera con los gomeros que estaban en Canaria, librase uno de la rnuerle por intercesion de Santa Catalina Martir; y falta al respe-

to del Obispo, Pedro de Vera.

1 P o r la sumaria q u e hizo e n la Gomera Pedro de Vera, dicen ha116 tener t ra tado con los Gomeros (que habia traido el difunto Bernan Perctza, cuando vino á servir csta. conquista de mandado del Rey) el q u e hicieran con

.. 52 DESCRIPCION H I S T ~ R I C A

Vera y sus capitanes lo mismo q u e ellos con su señor; por lo q u c dió orden á los capi tanes q u e asistian cri Telde y Galdar, q u e una noche asegurasen e n s u s distritos á los q u e en ellos Iiallasen con los dernas q u e hubiese en el Real de las Palmas; ejecutaronse las prisiones, y repi t ió la inconsideracion de Pedro de Vera sus atroces manda- tos.

2 No escarmentando Vera de sus i!ijustos procedimientos, llevaron al patibulo con otros nueve a u n Pedro Aguachiche, el ú l t imo q u e arrojó e l verdugo con qu ien cayó, y la liorca; y por ser cercana la noclic le m a n d ó Vcirt, volver la carcel, sin pordonar acuidu.ite de q u e - dar s i n lesion ni alteracion del suplicio. Al dia siguien- t e iriandó que u n !)arco saliese y le echase ligado al m a r con una pesga al cuelio q u e se ejccutb a vista de rninis- t ros q u e mandó para ello. Al s iguiente diii se en t ró Pe- dro Agucicliiche casa de Vcra, y con humildes raLones le dijo en presencia de mucho concurso. Y3, scñor , se h a ejecutado en mi t u voluntad, pero n o es la de Dios de que y b pndezc'a inoccnteJ por la inturccsion de s u s a n t a inár t i r Santa Catalina. Por el amor de u n o y otro, te pido mitigues t u s enojos.

3 Encendinse mas cn cólera el general; g l lamando - a l Arraez de \ Barrio, sin dar c ~ B d i t o á sus descargos n i

á la relacion de los demas compalicros.y ministros, volvió a mandar obstinado con pcna de vida al Arraez del Bar- rio, y con oscribatio q u e diese f6, que lo volviesen á llevar y con majores pesos y ligaduras l o arrojasen u n a legua al niar, retirado de toda t ierra . 4 Volviose A ejecutar, y volviose Aguachiche al sigui-

en te dia & en t ra r casa dc Vera; qu ien con los q u e le acompafiaban, q u e J ó absorto con el estraiio suceso, co- nocicndo no se r mhgica. Y prcgrintando al paciente Agua- cliicbe, respondió: ya he dicho scñor, q u e l i o s me ba lihrado por interccsion de mi santa ahogada, todas las veces q u e has mandado ejecutar en ini t an cruda muer- t e , incocando s u amparo venia á mi una rnuger ves-

. t ida de blanco, g en el mar ponia dos luces dclante d e mi, q u e me giiiaban, abriendo las aguas, y caiiiinaba eti- juto: lo q u e oiclo por los q u e estaban presentes, glorie ficaron á Dios, que es t an admirable en sus santos, y da tantas evidencias d e su grandeza. Aiiadio Pedro Agriachi-

DE CANARIAS. 153

clie A Vera:. mira seiior que has quitado la vida á muchos inocentes.

5 El piadoso y celoso pastor D. Juan de Frias, cuyo ánimo se hallaba contrislado al ver las demasiadas, y crueles injusticias del general Vera, y lo poco que le contenian sus exortaciones, y casos estraños que le predicaban, y no aterraban, se resolvi6 á decir lo que Dios se ofendia de aqu~l los vinlentas operaciones, y de que hubiese declarado y niandado veiider por esclavos á los muchachos Gomeros, contra lo mandado por su santidad y por el rey; que enmendase este hecho, y de no, hallaba inseparable de su úbl~gacion pastoral dar cuenta A su Magestad.

6 Airado Pedro de Vera de las espresiones (que como padre !e hizo el Obispo, y 151 oy6 como bravo leon) bra- mando con igual coraje, prorrumpi6, muy ageno de hombre y caballero cristiario: calla Obispo, que os atreveis y desmandais mucho contra mi: aseguro gue si hablais mas os hark poner un casquete ardier~do sobre la corona. 7 Retirosc el Prelado por no csponer á mas injurias

y blasfemias el sagrado de su dignidad y desprecios d su persona: y encerráiidose en su casa, dispuso su viage, y pasb á la córte, dando cuenta á los reyes católicos, que conio tales, en todas sus obras, mandaron lue, 00 p. r o ~ e e r de Gobernador de esta isla de Canaria y pesquisidor, á Francisco Maldoliado, caballero de Salamanca, y por comparendo á Pedro de Vera.

CAPITULO XXlV.

De la venida de Francisco de lllaldonado por Gobejna- dor de esta islu, y pesquisidor de los excesos de Pedro

de Vera, & quien remitid preso 6 la cdrle.

1 Por fines del año de 1488, arrih6 al puertode laS isletas, Francisco de Maldonado, Gobernador de esta isla con diferentes encargos y facultades conferidas por los reyes catblicos, siendo la principal la de justificacion de los cargos becbos por el Obispo á Pedro de Vera, á quien hallando comprchendido en los que le hizo, le remiti(> preso á Sevilla, donde sus altezas residian (dando las providencías á la guerra del Reino de Granada) y el Obis-

po avivando el desagravio de las ofensas hechas á su dignidad, no teniendo Pedro d e Vera descargo alguno que le pudiese aliviar la menor cuipa, y oprimido s u rigido natural.

2 A este tiempo Iiegb B verle su hijo D. Fernando l de Yera: y viendo ¡o favorecido que se hallaba el Ohis-

po en su demanda, y que su padre tenia en su contra I todos los juiciosos dictbmenes; exasperado como caballe-

ro moro y criado con libertad precipitado el ánimo, es- parció pasquines contra la soberania y coiitrs el Obispo. Y retirandose Q Jerez s u patria, se tomó en la corte agriamente, y hecha la justificacion del delito, se despacharon provisiones para su prision: y siendo cometido al bachiller Trujillo, teniente de Jerez; y por haberse pasado Fernando de Vera b Portugal, se hizo al Teniente el cargo de haberle avisado a Vera para su fuga, lo que parece hubo de tener plena probanza con que fu8 condenado Fernando de Vera á muerte en rebeldia, y al bachiller Trujillo se ejecutó por revelar las Reales órdencs.

3 Despues de pasados algunos años, se sentenció el pleito de libertad de los Gomeros, dindolos por lihrcs donde quiera que se h u b i ~ r a n vendido, dejando el de- rpcho $ salvo a los compradores, para que lo repitiesen contra los vendedores; y por haber muerto el Ot~ispo D. Juan de Frias, le sirvió á Pedro de Vera de indulto sus grandes servicios hechos á los Bieyes D. Enrique l V y D. Fernando el V que no los perdieron dc vista en medio de la irritacion que les causó su descomedimento con el Obispo; diciendo Velazquez de Mena en su tratado de la casa de los Veras, le confirrn6 el titulo de Gobernador de las Canarias, y le hicieron Proveedor de las armadas y ejt5rcitos; para cuya prueba refiere difrrentes Reales CC- dulas, la una dirigida al Gobernador y Proveedor Pedro de Vara, sobre las provisiones hechas en Aragon, refrendada del Secretario Fernando de Zofra, sa fecha en Bur- gos en 27 de Diciembre dc 1488, y firmada del Rey y Reina, y de otra de los mismos Reyes, refrendada del rr. ferido Secretario; dada en el campo sobro Baca en 15 de Julio de 1489. Aunque el Obispo ii!iurga (1) dice ha-

( i) Obispo Murga, en la ereceion de este Obispado de Ca- nat8ias, cap. 6.

DE CANARIAS. 155

úer muerto lleno de lepra en la prision, en que hubiera sido mas feliz rrierecer con la paciencia en esta vida, purgando con ella tan gran pecado, conio haberse desa- catado con el prelado, teniendo en menos su digiiidad y su persona, debiendo por todo venerarle y engrandecerle: - 4 No falta quien diga liaber asistido Pedro de Vera en el sitio y tomo de la ciudad de Granada, y que retirado del servicio de los Reyes católicos, muri6 en la ciudad de Jerez, su pAtria, y enterrado en la capilla niayor del convento de Santo Domingo, entierro propio del a- pellido de los Veras, aunque es aquel convento fundacion y patroiiato del Rey D. ~ l o n s o X de Castilla.

5 IJallándose Francisco Rhldonado desembarazado dc los principales encargos que el Rey le habia hecho, dis- currió en tentar las fuerzas de los guanches que domi - naban la isla de Tenerife; y para esta empresa convidó B Pedro Haroandez de Saavedra, yerno de Diego Garcia de Berrera, caballero de esperiencias militares, para que U-

niendo sus fuerzas A las que ($1 tenia prevenidas, con muchos de los caballeros que habian sido conquistadores de csta isla de Canaria y algunos de los mismos canarios. Aprestose la armada, y venido con la suya Pedro Hernan- &L. pasaron dc esta isla de Canaria al puerto del Bu- fadero (hoy de Santa Cruz de Tenerife.) Y bahiéndose avis- fado lo mas del dia por los navios los Guanches, ya advertidos por los muchos asaltos que se les daban por caballeros de esta isla (especialmente por Alonso de Lugo Alcaide de la torre de Lagacte) se convocaron y previnieron para el recibimirnto.

6 Llegó la armada aquella noche, y por la mañana hicieron sin oposiciori el desembarco: apresuró su marcha Maldonado, con recelo de que no le cargasen en terreno menos acomodado B batallar, y adelantó á Saavedra, quien se detuvo mas tiempo en ordenar su gente: y poco esperto Maldonado en el modo de guerrear de los isleños, á poco espacio fué asaltado con tanta presteza y furia, que no se le dió el menor lugar á la defensa, sino á una precipitada fuga, valiimdole en ella la cercania de Pedro IIernandez, que le sostuvo, y la ferocidad de los Guanches, que se retrajeron 6 las espesuras del monte. , 7 Fueron mas de uuarenta hombres los muertos y he-

ridos que tuvo Maldonado, con cuyo mal principio desis-

156 DESCRIPCION HIST~RIGA

ti6 de la empresa y retrocedió tí Canaria, y Saavedra á su Isla de Lanzlirote con el sentimiento de la perdida de la gente, y costos del arrnanento.

8 Por muerte del Obispo D. Juan de ~ i i a s , creó por Obispo de esta Iglesia la Santidad de Inocencia VlII 6. D. Fr . Miguel de la Cerda, hijo de los Duques de Me- dinaceli, docto y celosisirno Pastor, que pasando luego al amparq de sus ovejas, y en particular de los míseros gomeros, facilitándoles la ejecucion de la sentencia que se di6 en su Iihertad: y comenzando á sentar las dernas cosas de su Ol>ispado, rnuri6 año de 1491, segun el Obis- po Murga. ( 1 )

CAPITULO XXY.

Da las disposiczones que se haciam para conquistar las islas de Tenerife y l a Palma, y como se le hizo Ea merced

de su gobierno á Alonso Fernandez de Lugo.

1 La continua vista A que tenian la isla de Teneri- fe los conquistadores que babian sido de esta de Cana- ria, y la cercania de su triinsito que con frecuencia pasaban á hacer en ella presas de gente y ganados, les avi- vaba el deseo de aumentar honra, que es lo que mas inci- ta á los hombres, mayormente 6 los que nacen con obli- gacones heredadas, de aiiadir hijos a la iglesia, y vasallo6 á sus católicos Reyes.

2 Discurrian segun sus afectos, en el sujeto que aso- ciándose para la empresa, debieran elegir por gefe. Y no sieiido ficil la union en tanta variedad de inclinaciones les detenia tambien los pocos medios que se hahian rtiu- nido, pues estaba la isla muy á los principios de su eultivo, poblaciones y comercio, para sus gastos producir-

I

6e. 3 Entre los principales conquistadores, á que se ha-

bian atendido en repartimientos, y que ga tenia fabrisa- do ingenio, y hecho dilatadas heredades, era Alonso Fer- nandez de Lugo, que muerta en Galdar Doña Luisa de

( t ) El Obispo Muiga en las Consliluciones sinodales de este D

Obispado, en el cap. 7 , en 24 ereccion de dl.

DE CANARIAS. 1 51

Fonseca, s u muger, y con motivo de llevar España á Doña Leonor Suarez, s u cuñada, viuda del it~feliz Pe- d r o de la Algaba, y representar 6 los Reyes la injusta muor te de s u difunto: su desamparo y de sus hijos: y con esta ocasion g de haberle protegido alguuos puderosos, y hcmbres de caudales, hallando q u e los reyes se llalla- 1,an con el t r iunfo del Re ino do Granada, qrie ya ]la-

¡ bian rendido; y ofreciéridose L u g o á hacer todos los gas- t o s de la conquista de estas dos islas que restabari por conquistar , y ponerlas bajo s u dominio (olerla que fu6 gustosarrrentc adnlilidd por los caldlicos reyes, y celcl)rán- dose las escr i turas de obligacion á Lugo) le dieron el Go- t i e r n o de una y otra, con el t í tulu de Capitaii Gencral d e las partes d e AFrica, desde cl Cabo de Aguer Iiasta el de Bnjador. Y hecha la conquista de las r d c r i d a s dos islas, le nombraron por repart idor d c s u s tierras, ron otra persona, q u e trombrarian los Reyes, q u e 6 esto le acompañase, como refiere Fr. Alonso Espinosa (3)

4 Con esta merced y facultades que le confirieron los Be! es catdlicos, A Alonso Fcrnandez de Lugo, y la segu- r idad de otros asientos q u e Iiizo, y conciertos con dife- r e n t e s caballeros y hombres de iiegocios, Iiizo poner han- deras e n Sevilla, q u e convocaran, con el clarin de la fama d e la fertilidad do las islas Fortunadas, muclias gentes, miembros dc: los cuerpos desunidos, por liaberse fenecido la conquista del Re ino de Granada (como Iial)i- tuado á riiancjar las armas) se le adhirieron.

5 S i ~ u i e r o n á D. Alonso mudios caballeros parier,tcs suyos, y otros de distincion, que i lustraron la comitiva, y escitaron los ánimos d v los que componiari el armamen- to: y bacicndo s u embarco en el puerto de Cádiz para Canaria, a ñ o d e 1493 por fines del mes de Jul io, s iguió s o n a rdor s u destino proyectado,

* . - . 1 . 1 , . . ,_ .. . .

( 1 ) Espinosa, l ib. 3 de la Conquisra de Tonerifc, c a p . 4. 3 2 a

CAPITULO XXVI.

Del arribo de Alonzo Pcrnandez de I,ugo á Canana coio armadu pnra hacer la conquista de las 1 s t ~ ~ de ZQ Paltxa

y Tenerfe , U donde ibu por Capitun G'cnerul.

1 Presuponiendo mi falta de noticias, v el re t i ro de las Islas de Teiierife y l a Palma, y lu antigirn tle tos sucesos, m e hahri? di! vriler dc lo qiie buhiere logrado de los escritos, q u e en dichas islas pudieron invcrstigai y recoger en t icmpo mas prbsimo á los siiccsns. los pirdresFr. Alon- so de Espinosa, de la Orden de Santo Dorninto, y Fr. J u a n A b r t : ~ ~ &lindo, c!e la Ordvn de Enn Frii~iciscn, ám- bos eitrafins de &as Hslns, qiie el pr-irriero se aplic6 6 escr ibir la C o n q u i s h de Tenerile aparicion y milagros de riuiistra Señnrii de Caridelnria, y el scgiindo con mas ge- nernlitlatl, dicen, d e las Islas; pues c.t.nio dicen Marcilio Lesbio Tucitles, y Cornrl io Btipntc. porque á su na tnra - leza, y cercaiiia sc debe mayor crbdito á lo q u e escriben de sus patrias. porque m elliis I~eheti mas claras Iiis agiias p o r Ia inmediacion de sus narimientns, teniendo mejor lugar #:Sta opirlior), cuacdo el csc r i l~ i r de sus p r n p i ~ s tier- ias , iio son á las otras coritrarias ni e n prrjuicio de las no suyas, faltniido á la verdad hist.6rica, que con sinceridad seguir& me habrC de cciiir a sus relaciories. -

CAPITULO XXVII.

la Tlegnda de Alonso Ferncanclez de Lugo 6 Canaria, y lo,que en ella aumcnló sus fwrzas pnra la conquista

de la Palma y Tenerife ete.

1 Celchrose por t,odns los caballero!: conquij~.adores, el srril-io tle Aloiiso de Lugo á este puerto, coii tan lucida y esperirnt.ritada corniliva e i i las gucrras clt? Granada, drsearido urriple:irsc en la conquistii de las dos islas; q u e ]es scrvin d u sonrojo fuesen poseitlas de grntiles, y nia- gorrrier,t,e mítniiestú D. Fernando Gundiir~tieme su júbilo

que gobernase estu empresa D. Alonso, reconociendo fciicidad suya e n la prisinn q u e por 41 tuvo: y por

g\m Negó B ' t iempo q u e s e hallaba s u Kcal y le a 1 ' isimo co- aazon oprimido con el sentimiento de que ]Fleruando d e

Borras, personero de csta isla, babia representado al Rey catdlico, hallarse con número de canarios que pudieran levantarse con la isla; J. por haberle el Rey hecho merced (1) de que le asistiesen á Gusdartbeme cuarenta parientes, se mandasen salir los que pareciese, para Espa- ña U otros Reinos, lastiniavdo su sencillez y seguridad, el verlies siilir tí donde no sirviesen como 61, á lo que desde luego se o f rccd , y todos los dichos sus parientes, y aso- ciados como se vió ntreditado, y su valor. 2 Envi6 el general Lugv cal~alleros de su satisfaccion,

y sus asocintlos á las islas da Fuerteventura y Lanzarote, á convidar rriuclios hidalgos que en ellas residian, y A persuadir i otriis personas, para la empresa, con los intereses de los premios y honores dc empleos, y de reparti- mieiitos.

3 duritiironse las jentes en el Real de las Palmas, 9 l~anErit,ron In forma, y modo de hacer la guerra, y de donde babian de darle principio en que c,onspirarnn conformes, el que fueran clesde luego á la isla de la Palma quc por metior cn terreno y liahitadores, se facil i t~ria mas s u rendimiento, que con el quedarian los conquistadores con mas aliento y espfritu para acometer á Teiierife.

Conquista de la'islu de la Palma.

4 Con esta resolucion fueron aprontando la marcha y v i x p todos los caballeros czstellanos, cariarios y de las islas de Lai~zarote y Fuerteventura por el mes de Se- tiembre de 1491: y en el dia 29 que se celehra la de- dicacion del arcángcil S: Miguel, arribó Alonso de Lugo con su armada al puerto de Tazacorte. Salid luego á tierra, previniendo los asis~iccrn, y liallándose desemharaza- do el tcrrcno, fuE su primer empeño el fortificarse en lo mas acomorlatlo de 81; e informado de ser lsla agria, alta , y quebrados sus teirenos, y ásperus en lo mas; dejan- d o proveitlo aquel sitio de retirada, en que puso mas de SO fiombres de guarnicion, y con un oratorio de Sr. S. M i p e l , cuya fortaleza imploro para sus vencimientos, puso mano 4 la obra.

( 1 ) Prov!s:on real d a d a en Ctirdova d 26 de Noviembre de $491, refrendada de Alonso de Mavmo, secretario.

1 5 Dcj6 en cl h a l ' todos los caballos, y salib con todas s u s escuadras á pi6, guiado de Juan de la Palma, natural de la isla (y ant iguo pri.sionero y l e~ igua) Y IiabiPndoie di- r ig ido para donde dicen los Llanos, t k r n ~ i n o de u n C a - pi tan llarnndo Mayaleligo cuyas gantes se le hicieron prc- sentes, mostrándose e n arma, 'y Arden de acometerle.

6 IIizo L u g o fuese 3uan de la Palma, á que coovitlasc aquella gente con la paz , qi;e era lo que buscah cn q u e - Ila tierra y q u e recibirran la religion d e hsucr i s to , q u e en ello, y e n se r rendidos vasallos de los reyes cal6lico-, serian Ieiices. Responditi Mayantiqo q u e fa paz q u ~ r i a man- t e n e r con todos, y guerra con ninguno, dando á Eu;o muestras d e seguridad.

7 F u e Alonso de L u g o penetrando con inmensos trabajos las asperezas, y profundidades, y despefiacleros d'c 14 isla, hasta los t6rminos de Tigalate y Mazo, adonde fe encontrb con dos capitanes Ilamridos Jariguo y Harahaqzrtr, que eran los mas temidos y arrestados d e las comarcas, quienes no quisieron oir las oferlas y amistades de Eugo , y acomctiendole, y á los suyos, precisdndoIes á ~ a l c r s e d e poner e n batalla á los suyos, y avanzarles con las balles- t as y lanzas, con quc mataron, estrecharon y vencieron á muchos Palmeras, haciondolos caulivos, 10 q u e les Iior- roriz6 mucho las muertes de tantos,. y rei:onocieron 'a ca- r idad, benignidad y clemeiicia de L u g o con los rendidos, para haberse dado á los castellanos, y tomando muc11os el a g u a del santo bautismo.

8 Volvi6 Alonso Fcrnandcz do L u g o al R r a l con toda la e n t e que sacú d s 61, dando kuelta á la inaccesible isla de la Palma: pues a u n q u e n o t u v o formal resistencia de los naturalcs, les ponian c n muchas ocasiones de peligros. arrojhridoles piedras de las alturas, y sitios q u e dominaban.

9 Habia dejado klonso de L u g o si11 acometer un si t io que se respetaba por el mas impenetrable de todos los d e la isl-, y p o r %aherlo prevenido, se babia Iieclio el recep- táculo de hombres viejos, mugeres y ,niños, desde q u e s in -

~ t ieron la en t rada d e estrañas aaciories, conducidos p o r u n capitan q u e nonihraban Tunaustí, en donde di- ecn la Caldera 6 tkrmino de Eccerd, llamada 3si por SII figura y .profundidad, con dos entradas, la u n a por u n barranco, y la otra por o t ra parte igualmente agria, que

5 otras naciones hubioran side invencibles, por lo ásperas que son y dilatadas, y tan ahundantes de agua, quedaban provision para niolex dos ingenios. Circdan este terreno 6 riscos, grandps pinales y arboledas frescas de laureles, palmas y otros gCnaros. Entrb Lugo con gran trabajo y peligro, fiandose de los paiineros rendidos, cuyos hombros le servian de escala.

10 Matid6 decir á Tanausú se rindiese con todos los que tenia en aquel sitio, á los reyes catbIicos, 6 la haria cruel guerra: que aceptase la paz que le ofrecia, y dejarle libre en sus tierras. Respondiol'e el palmero capitan que se saliese con los suyos á un llano que le señaló, y le esperase en el dia siguierite, que CI iria y resolve- ria con los suyos en lo que se habia de quedar.

11 No replicó Lugo por no dilatarse, ni a 10s SUYOS

en las incomodidades de aquel sitio, cuya suma frialdad de su cumbre dejb helados la precedente nocLe mubhos niños de los naturales, y hubieron de perecer en su de-

. sabrigo miaclios hombres. Salió al puesto señalado por el capitan Tanausu: y acoartelandose con los suyos en forma de batalla, (corno prudente gobernador) y previ- riieridose los nioviriiientos contratios, puso sus centiiielas y descanso aquelld noche hasta que claro el dia, se mos- t ró Tanausu con sus gcntes, y se suspenfib a distancia en el mismo llano; y no haciendo sena1 alguna en mas dc dos horas se montenia cn el puesto, cautoloso Eugo s i esta detencion crn esperar mas fuerza de gente se resolvib I darle asalto en que fueron mucrtos y heridos algurios pa!iiicros y aprisionado Tanausll riiidiendo todos los suyos las armas que teriian, csclamaiido el que Iiabirndo venido sobre cl seguro do lo tratado, viendo la genle do Lugo en arma tciiiió llegar, siendo su ánimo el haser todo rvndimicnto li los Reyes catOlicos y rcligion qu:: le Liiibia propueslo el genera¡ Lugo.

12 Este inopinado acoincLimierito fué tan sensible á Tniiaosri y dc tal tiistez? quc fucron sus dias muy cortos de vida n o Icvaiitaiido los ojos ni. comiendo, en lo q u e la tuvo Iiaslii morir.

13 As~gurado Alonso Fernandez de Lugo de no quedar cn tolla Ih isla dc la l'alms, gentes quese opusiescri á las suyns, dando ld s gracias a Dios quele di6 victoria cn sicte ~ C S C S sclo de cuidado sin pdd ida de ninguno

de su cornpafila, al son de tambcr rs y ela~ines hizo "loda^ las ceremonii!~ d a posesion :>(ir !os 9ejes vat61lc-os D Fernando y 3." Escibel, cantando el T e - E e ~ ~ a n &c. dia de la santa Cruz, 3 dt: Mayo del a ñ o dü uueatia salud du 1491.

14 E s t e ac lo celebró Alonso de L o g o en el sitio que se ve la ciudad de Sar~ ta L r u ~ , por ser el mas acomodado á pobldcion por s u puerto y w \ i d a d de aguas, a u n q u e n o dilatado su terreno: mudando el Real q u e tenia hecho e n Tazacorte, por carecar de estas p r i r i c ip les conveniencias, lo dej6 alli guarnecido can hastariL gente, y salió de alli á plantilicar la conquista de In isla de 'fenerife, con toda la mayor y mas lucida parte de su gente, dejando á cargo d e J u a n ltiernatidcz de Logo,, s u sobrino, hijo de un hermano, para q u e la mantuvieseen el mejor gobierno &c.

15 Los palmeras sintiendo menos fuerzas en los cspa- ñoles q u e ebtahan e n la isla para repulsar SUS intentos, se volvieron al monte mas de 300, hacienda daños y aco- m e t i m i e n t o ~ 6 los que rnaritenian el Beal, g procurahan la poblacion. Y viendose obligados 6 prevenir olros mayores embarazos despacharon aviso á Luto, que luego proveyó remedio despachando 6 Dicgo R d n i p e z d e Tn- lavera por cabo de 30 hombres, q u e drrihó con ellos B u n puertecillo á barlovento dcl Real, q u e toi i i6sn nombre; y saliendo con sus soldados á t icrrd y tornr>ndo razon del parage donde hallaría los levantados diO sobre ellos; y aunque can ~ h r d i d a de algunos de sus soldados, preil* djó á muchos s u industiia, y haciendo horiorosos casli- gos en ellos, se contuvieron y enmendaroii los deinas, procediendo con lealtad.

DE LA ISLA DE TENEWBFE.

De la aparicion de Ea Z~migen de nuestra Señora de Can- de Earin.

1 Glorioso asunto me convida antes (?e t ra ta r de la encumbrada isla de Tenerife, y no podrC en t ra r en ella h t r a ta r de s u conquista, sin liacerlc la debida salva á los

privilegio^ que le concedi6 el cielo á SUS terrenos. 2 Salve dir:liosísima y felicisima t ierra donde la om-

n ipo ten te mano puso la ImLgen de su santisinla madre p o r protectora d e todas sus bienps. Salve dichosisima Ni.- varia á donde la mas cándida paloma q u e t u rnas pura y blanca nieve, asent6 el vuelo que dió desde el cielo, para amparo y auspicio del ' mns afortunado suelo. 6 campos cliseos de, todas estas islas. Salve dichosa Tcnerifc, g u e innierliatanlente gRzas de la luz que t e envró nuestro grande Dios con la de s u santisima madre para alumbrar con ella la ceguedad de los gentiles 7 de los muchos q u e Ics Iian sucedido con el beneficio de la gracia y cairlo por nuest,r> miseria. Salve playas de tu mar guarnecidas g fortificadas, para ser dr.feritlidas de los comunes enuinigos dc.1 santísimo notnlm, con las plaritas de la podttrusisiina Reyiin angelical, (1) v de sus ejkrcitos como sc vvia no solo en el t icmpo d e la genlilidad, sino en 10s n u e s t r o s

3 Al tiempo que . s e gol~ernaba la isla de Tenerife c a n In plurnliilad dc I'ieyes, y q u e no cont4e i ido la gcnt.iliil;;d ci~rernnriias d~ cultos h ningunn deitlatl; la om- .nip,,t~sncia tlivina quiso mostrar A estos I,hrbaros, el que la Iiahia, rnnridiindo siis arigklicos ministros se la rnostra- sen y p i s i w ~ i e n susaspcrcz;is y páramos, q u e coiic.icie- seii su oiiirilp~i-cncia eii la Imhpm d e si1 sairtisinid rna-

, . tor& de caliras por la costa del iiiar cle'l re!rio de ~ ü i i n a r á tioras d c iccogcrlas en sus cahañas, queriendo para e l paso qiie subiesen por una cañada, q u e yace n o lejos á rnn;lo derecha tle la cueva, qiie era el c:ornuii palacio del Tky , se esporcib el ganado y como espnritado resistió el pasar, y ni con 1 1 1 silyo ni otras violentas diligencias no pudieron los paslorcs vencerles el temor que lci detenia,

. ( f ) P . Fr. Alonso Bspínosa, l ib . 1 . O de l a imagen de Can- delaria, c a p . O y 10.

(2) P. Espinosa en dicho libro, cop. 2. (3) P . Alonso Andrade, en ck palrocinio de Ntra. Sra. li-

tulo i7pÚr.rcsfo 7.

hasta q u e el mas ccrcano repar6 q u e en t re unas ramas se veia un bul to de muger á pocos pasos de la rivera, es trañ6 el cs traño l rage muy diferente del q u e alli se usaba, Y observando el inviolable precepto de no poder bsc b!ar con muger e n ningun ptiramo, haciale señas para que dejase el sitio; y no hacieiidolo, IevantO iin gui- jarro para t i ra r al bulto, pero mostrando la santisima HEeyna s u poder qiiedb et brazo helado y seco, y la nia- n o encogida, de suer te q u e la quedó como enter- rada e n el cerrado puño, y en todo despavorido y me- droso y solo con aliento para dar voces al o t ro pastor su compaúero, q u e acudió á la instancia; y viendo lo suce- d ido qued6 absorto y atribulado, viendo 10 inlproviso del d a ñ o q u e esperirncntaba quien tan lozano se mostraba, so- !o á vista del prodigioso bulto. Recobrando el Qnimo (por- q u e asi lo permitib la divina providencia) para que mas s e radicasen las scfiales de s u poder fu8 Q reconocer s i era m u g e r la que se manifestaba; y viendola inmóvil s e Euk llegando, 1 sacando un pederniil (Únicos cuchillos do q u e usaban p.ara todos sus cortes) aplicb ii u n dedo d e la santisima I(m:gen, y muy satisfecho de q u c asi lo ejecu- taba reparó e n q u e dos de los suyos estaban atasajados y hechos pedazos. Ayui creci6 mas el t emor y la admiracion de u n o y otro. Pero porfiando como necios segunda y tercera vez, á querer her ir los dedos d e la santisima Hmágen se le aumentaron las hcridas y dolores e n los suyos. Temblarido de pavor se ret i raron y ocurr ieron á la cueva dcl Rey, á quien iiilormaron de lo sucedicro inosirandole sus Icsiones, y diciendolc la novedad de hallarse y quedar aquella rnugcr en el cercano sitio.

1 Quedó el Bey suspenso: y despues da muchas ad- miraciones, y preguntas, mandó convocar j. sus mas cercanos vasallos, y eonsojert~s con q u i r n coiifirib el caso y resolvieron el q u e pasasen todos al sitio, reconocer el bulto, y alli discurr i r lo mejor, q u e pudieran hacer. Quedaronse R distaiicia donde rl respeto, y el t emor d e q u e les su- cediese algun infortunio, les detcnia el llagar á tocar con sus manos, la q u e veian con admiracion, e n todo tan es,traña á s u coni inuada vista, pues a u n q u e miraban ' la fisonomia d e muger , q u e no hablaba, h a b i h d o l e tocado con u n a vara, para ver si la podian hacer q u e die- sc algana schal de viva; solo repararon etz lo mucho

DE CANARIAS.

q u e el rostro le resplandecia, y cn la fragai~cia, q u e esalalla, q u e cn todo les causaba mayor veneracion, y aprecio; pero tcmor cl succso de los pastorcs. P o r u l t imo e n t r e sus varios pareceres, se les ofreció cl Ilcvar- la al palacio, b cueva del Rey: pero aqui la dificultad de rehusar todos el tomarla, h q u e se le ofreci6 al R e y fueseti los dos pastores, q u e la hallaron los primeros, q u e la tomasen sobre sus hombros. Obedecieron al ¡m- p x i o del Rey con revercntc temor a u n q u e poco les durci; porque llcgando h tocar la santisinla Hn16gen quedaron rnilagrocanmite B vista de tottüs, cl u n o ágil, y sin nin- %un embarazo en s u mano y lirazo, y el o t r o en sus dedos sin lesion; y el ganado, que Iiabia quedado inrn0l i l , se volkib á juntar y siguib B la pi7rte de su cahaña.

5 La admiracion de todos los circunslantes, al vcr t a n maiiifiesios milagros, !~ ,van tb Ius manos al Cielo, conociendo Iii deidad qiic debian venerar y servir desde luego; y asi el Rey con fervoroso afaclo, y humildo corazoti, le llegó á tomar e n brazos, y llamó h sus privados, para q u e solos ellos gozasen del suave y alegre trabajo d e llcvarla con la mayorrevcrencia, q u e supie- r o n . Pero la santisima irnágen, siendo de tan ligero peso su materia (por ser dc madera) liabierido caminado u n ror- t o trecbo, siendo el Rey y loc suyos, hombres niemliru- dos y de grandes fucr~. is , clamaron, pidiendo socorro y ayuda á los inuclios q u e se Iiabian juntado; porque (11 peso y carga q u e senlian iio los dejaban mover, 6 q u c c o n c u r r i c r o n muchos, para proseguir el ramino liss- t a la cueva del Bey, donde le pus;cron en u n lugar separado de ella, alfombrando el sitio con gamuzadas pieles de c a l m s y enramhridolc con las J erbas mas olorcsas que se Ics ofrecian.

6 E n este paso mostró la santísima Imliqcn qutlria co- municar á tcdos In ditba do q u e le !Ievnsrjn y vei!erasci-i no solamente los Reyes, siiio los mas huniildes pnstorcs, diciiosos siempre e n ser los primeros en las mas gloriosas Y istac.

7 E n este sitio donde se pidió e l socorro por el Rey y sus privados dedicó la devocion de los primeros cris- tianoa (informados d e lo acaecido en lo reciente d e la po- Iilacion de esta isla) u~ia ermita q u e hoy se mantiene con la advocacion de nuestra %ora del Socorro, muy b e -

cuontadu de la dcvocion de los fieles. 8 Hallabase la ida con poca conformidad en t re sus

reyrios; pero observando políticarnenle la uiiion en dar noticia al Rey de Taoro, (que e ra como su emperador, 6 tenido por mas poderoso) y cuenta de l i i ~ novetladee q u e acaecian en cada reviio de la cnnservacion comuii, le avisaron lo acaecido. Es to era por tenerles prcdiclio u n adivino 6 brujo q u e Ilamnblin Cuanamefie, q u e hahia d e se r sojuzgada la isla de unas gentes blancas que bq-

bian de venir por el mar eii urios pijzros blaricos; cgn .que eslahan prevenidos, y con p a r t i c d a r atenciori á lo que pudiera venir de fuera.

9 El Rey de Giiirnnr, hnllindose con tan estrafia y prodigiosa novedad di6 cuenta al Rey Bcncomo de Tao- ro , y 6 los demas .Re!es, aiiatlicndo al primero, p o r medio de SUS mviados, las circunstancins de aquella mu-

.ger ,estrangcra, q u e se hahia hiillatlo en su reyno, y tenia en su cueva, y los lespelos, y vcritxacion, q u e se conciiiaban con s u vis ta . lisojeáridole coi1 la oferta d e qut! si gtistaba se la lleva-rin 5 i o ctlrte, lo qse no a x f p t 6 el Rey Beiicomo, r e s p n d i h d o l e , q u e c;)nsidaradas l i s dernas tradiciones, do que era inform id:,. pnwcin ser h aja del Sol, y por tal, digna cle q u e el Tuc:s::á visitarla en la t ierra , que 1iiihi;i elcaido estar; y ni;iiztlti convocar a. los mas principnli% vasallus, q v c acompiidatio c..n mas de seiscientos de ellos, todos á iiiia concoi<le pa-L Ilv- garnn á la cueva, B doride estnlta la saiitisiinn inrmhgcn, el Rey con los suyos, a ten to á la 1tr.rrnnsurn q u e adíni- raba e n la santísima iniágeii, y enternecido dc los afer.fos de sus geiitiles, q u e la ven~lrabnn con ocu!to coiiociinien- to; espentroii la venida de los deinas Bhcycs q u e difiric- ron poco sus arr ibcs coi1 la comiiivn tic rnuclios de los SU-

yos. El Rey d e Abona, el Rey di: ihtle.je, ol {le Tth%iivste, el de Tricorantc y el Re:! deN;igii, y todos, en ~ i ~ t i i di: la Reina del Cielo y Tierra , srisptm~os a la marnvillorn visl.a, cbjeto de las atenciones do tocios, le coritalmi~ corno prodigio, y le juzgaban todo u n miingro. siendo resiielto de comun acuerdo de s r r aquello cosa ccl~:stial, y q u e corno

j t a l fuese revcrenciada, y para ellv se le dipulase lugar separado de los comunes albergues de los homhres, 8 donde vendrian 10s Reyes á visitarla y reverenciarla, rnante- ni-Bridose en t re todos una segura paz, pues que con aquc- ,

I la venida su habia ocnsionado, la confirmaban en su iiom- bre dando la mayr:)r seguri,arl. Pi~saroii la santa imhgen ii cnn cutivecita q u e estaha cerca (le la del Rey de G ~ i r n a r , ponjknilale s o h e uiias pit:tJras cirbicirtos con pie1c.s (!e cabras gamuzadar, y enramando con flores y yer!ins olorosas, ofrecikiitlole todos los q a c alli se hallaron v venian h verle las cabras mas vistosas. y de mejor casta d e sus rebaños, q u e pasó su numero de 600, seña- landoie el Rey de Taoro, para q u e pashsen, el t6r- miiio de Tegueste, proliihiendo, pena de la vida, h 10s pastores que lo quehrnniascn, viniendo á visitar e n cier to dia t.ados los afios, asi loa Reyes como otras muchas personas y A lestcjnrle coii direrentes jueros, y en ellcis se hacia el giisto de los ganadns q u e sc pioiiucian.

10 Fueronse esforzando en los pcintiles los altos c o n w cept.os de ser dt.id:id la q u e les asisiia, 7 la venernvion q n e ellos le hacian á su gran(1ez.i. Las fragaticias celes- tiales J' music;is anghlicas eran cuntinuiitlas en aquel sir t i o y las procesiones q u e nriinirahnn riiiiclias noalles con graride n i i m ~ r o de luces d e cera, q u e hallaban por la8 mananas, n i a t ~ r i a q u e ellos riu conocian por que e n s u isla n o la h;il,ia (1).

1 t B1uc;ho tic.mpo vivieron Itis nfortonados is!eños en esta c.oiiiusion de stlmirnciones, hasta q u e por tiilcrei Its (t1 Señor niostr:ir por u n o de sus mismos nnturnlcs, el te- . o r o q u e Iirs hnhia enviado (2) silcedieiidí) In q i ~ e I!evo rcferido eig el lihro primero, poseyendo las islas Acrnan Pc- raza, q u e seria por principios dcl ni10 de 1448, Iinher tomado al nifio giianche Anton q u e s e crií, y I,nutii.6, B iiistruyó en la isla d c I,;inzaroti?, y Rakiendo venido á ella Diego ( h r c i a de Wersern, q u e sucedió en el scilorio de las islas, conoc~iendo los talentos de Ant.on giinn- che, siendo su .ánimo conquistar las islas por los medios d e !a p ~ , y sctisieclio tic qiie ; inton pudiera vencer rnu- cho J disponerla en t re siis paisanos, estando para enviar iiavio á la isla do1 Hierro, di6 órden I P dejasi?n en Te- nerife SU isla, echandolo en la costa d0:idi: hubia s ido tomado, lo g u e se ejccutb; y Ariton con cl olor del par

(1) P . Espinosa, l ib . 2 cap. 9. (2) P. Egpinosta lib. 1 ca7. 19.

t r io SUCIO y haciendo rriemoria de la cueva de la morada do sus padres, se dirigió ella, prcviiiiendo á los gunn- clies q u e descubria con voces e n s u idioma (que Iiabia mantenido con el cullivo do los otros sus patriotas q u e e n Lania ro te quedabari) p m q u e la novedad del t rage 110 Ics provocase algun mal tratamiento; y rcfiriendo- Icis s u causa y pidiendo le Ilevaseri pr imero á la presencia del Rey, a quien hizo larga relacion de s u historia, t r a to y costumbres de los csp:iñoles, en cuyo poder habia estado, rel i j ion q u e profesaba y lo q u e les hobia t raido á las islas q u e era la conversion de ellas al verdadero Dios &c. Satisfaciendo Anton A muchas preguntas q u e el Rey le hizo, discurrió qurt como quien babia salido d e s u tierra y t ra tado con los q u e adoraban al Dios verdadero, Señor de cielo y t ierra , conoceriari aquella muger q u e ohraba tantas maravillas, le IlevB .el Rey con sus principales vasallos a donde estaha la san- tlsima Imagen, tí cuya presencia se arrodilló Anton, con profunda reverencia C hizo á todos hicieran lo mismo, lo que ejecutaron con pront i tud.

12 Levantóse Antori y esplicandole el favor q u e el ha- cedor del mundo les habia hecho, dlndoles á la Bmá- gcn de s u santistma madre por s u patrona y abogada pa- r a quc tuviesen cl s u m o bien de esperar muy presto el conocerla y adorarla como todos los cristianos, sabed (les dijo) agradecer este incomparable Lenoficio, sirvi6ndola, y esperad cl f ruto de s u intercesion.

33 Para q u e sea mas comun s u venerlicion, y q u e csth con mas decencia, ponedla en parte separada, y q u e sea cerca del mar, pues eligih s u pr imero asiento en la iiimediacion á sus riberas: mirad q u e es madre de Dios q u e confesais, y á quien los cristianos adoran. Dadle gracias por la proteccion q u e os hará tcni6ndola en vnes- tra t ierra.

64 Divulgose por toda la isla la declaracion qüe An- tonio habia hecho, y esforzadq~s los tínimos de los nata- rales guaiichec cn agradar á la señora, t ra taron d c rnu- darla á la cueva q u e ostaba en mas cercania al lugar dc s u aparicion y cercana al mar, que era rccogiiniento de ganado para alli ordeñarlo, y llamaban Chinguaro y hoy rueca de S . Rlns juntándose mucho número de Guanchcc con los Reyes d c Taoro y Giiiniar, & csta t r d i i c i o n que

solemnizaron con ' g&udes regocijes c , ~ - r ? repetian en mr- chas dias q u c tenian asignados. liaciccdo la costa d c cc- midas de los ganados dedicados á nornlirc de la lrn6qen lo q u e se mantuvo hasta d c s p e s dc conquistzda la isla.

B?c como Sancho de Berrera, cbn noíicia q u e tuvo de unos ipanches prisionrros de Ea iniáyn que ?e hab'o cyarwido con tanlas marul:iZ/as en su tierra, la roE6, y reniéndoln c n Fuerteventura, no les fallaba de estar prcscnrc cw Tc-

nerife, y de su restitrtcion.

d Con ¡a posesion que tenia Qiego Garcia d e Bícrrcra d c las islas d e la Gomera y del Hierro, transiiaban con frG- cuericia sus embarcaciones y p n t e s por las costas d c Tcnc- rife, y par te de Güimar adonde fur t ivamenle ~ont inuaba ia s u s invasiones haciendo algunos prisioneros q u c sc lleva- h a n tí Lanzarole y Fuerteventura, que era la residencia de Ilerrera. D e estos naturales instruidos tuvo iiileligericia del tesoro q u e tenian en Tenerife, de quc ccrlificado Dic- -.,o Garcia, quiso participar de el, y para lograrlo, dispuso pasase su hijo Sancho d e IIerrera á aqcella isla; sentando paz con SUS Beses y cn especial con el de Güimar y sus va- s a l l o ~ , adonde le informaron estar la santisirno i n ~ i g e n , dAndcBles s u palabra de q u c sus gentes n o lcs Iiarian cl m e n o r dafio, ni correrías en s u s costas.

2 Convinieron los guaiichcs en estas paces, ,i fin de '1il)rarse d e las hostilidades q u e se les Iiacian; y firmadas, sa- l id tí t ierra Sancho de Herrera en la playa de Candelaria, y con la inmediacion de la cueva no fue menester mani- fcstar el ánimo que le conducia para que los mismc,s guanches con s u misma atenciou desde luego le llevasen á q u c veneraso la imágen q u e les liabia esplisado el guanche An- tonio, se r de la adoracion de los cristianos. Sancho de Her- Tera, que n o deseaha o t ra cosa con fervorosas ansias, pos- t r a d o e n t ierra esclamh á la santísima virgen. Di6 B entender á los gentiles n o ser aquel la prenda para los q u e no conocian su valor, q u e siendo la madre de Dios, i quien ellos n o conocian, y los cristianos adorahan y confesaban romo su cr iador y Redentor; era razon q u e se la dieran,

para q u e 151 la llevase á sus templos á donde sus saeerdo- $es le Iiacian saciificios, y todos los fieles l e sus coritinuas alabanzas.

3 Resisti6rortse 141s guanches tí Herrera, dicibndole n o era justo q u c dt!.jnsen salir d e su Reino, á quien se bahia ido á b1: a d e i i m de tenerles prevenido el gran Rey de Taoro, mirasen muclio por . ique l ln muger , por cuyo medio espe- rasen Ics 1iai)ia de venir el mayor bien: con q u e desconfia- d» S.t;ivti:b, recurr i5 á s u orbitrio para lograrlo q u e fué dejar s.!svgnr los guiinclies y disponer s u enibarco sacan- d o el bordo la vuclia d e Canaria, hasta q u e le pareció volver la proa al mismo pilrilce de donde Iiiibia salido, y como media rinche echar el biitel R t ierra con el conocimiento da adonde estaba la Irnigen saiitisima, y con el rn:iyor silencio sacarla y puesta en el niivio seguir s u viage á Fuerteventura, á donde su padre Divgo de Her- rern, con el aviso qac le envih del inesiirrinlde rolm q u e hahia const:guido y Ilevnl~a, juii1.ó á t o d i > ~ los eclt!siisti- cos, y deirias q u e coiiduc.ia al mas deccriie rec i l~ i rn i t~~i to , con q u e le p d i i i llevar A colocar á 1: parroquia de su villa, c o ~ i d u ~ i k i i d o l e en dila~iitla prowsion. con l : ~ tlcvocioi~, y alegiia q u e de tíiiiio Iiien como en si considt-ra!~an, los ofre- .tia la vista di: la gloriosi1 irnkpcri. Colociírorilii en el a l tar mayOr tic 1;) igicisiii tlc snii Snlvadow, primera parroquia que se fiiri(l6 en aqi:ella isla, por Juan de @e:lirncoiirt. 4 Píiwse eii In d twncia todo el devoto cuitJiid0 y aseo

q u e perinitih la psihiliil;id cn las muchas Iiicrs y lámparas q u e lo iip!icó la cfevacioii; pe roá la rn;inatia siguieiite se halló I n !tci!in qLie \ .uclto su santísirrio rostro para la pared, mostraba 10 q a e er;i scivida y ;igrarlada con la asistt~ncia que lu haciaii los sencilios gi~niiches; g atrihiiycnilose por 10.5 cristiario~ de Fuerteveiitiira á casu;~litlades, se vvlviii á manos d e sac~. idi>tes 1;) irnAgc.n al pueblo, lo que se rsptrirnen- taba luego volvedes la c.spiiidii. Criiitristti rra:icho i Berre- ra esta accitrn, J' rei:bri.i0 h Iiacer rogalivas y q u e no hasfaron; y prc)siguiciiduse la i r i t l i~c i i~ io i i Divina, s e inanifest6 miis con iniiotl;ir una epidcinia [le modorra, de q u e murieron rnilcbw ~ o n g < l j i t d o ~ y Ilci~os do tristeza 6 q u e no se resistí0 Heirera , y deterniinó volver á s u gen- t i l pueblo la san~ísirna irn5pen.

5 N o desarnparb la santisiiiiri virgen á los guanches, no fdtándoles de su vista el tiempo que la benian eii Fuerbe-

ventura. El Rey de Güimar, desconfiado d e q u e las instan cias de Sancbo de Herrera, por llevarse la santa imágen, no produjesen algiin e f ~ c l o , hacia q u e todos los dias fuesen personas dt: su Palacio, con alternacion á reconocerla y ado- '

rarla, belllndola sicrripre en su lugar. teniertdo esperiinenta- do los q u e ciiidal.iaii de la irnágeri, ser mas ~or r t inuadas liis ct:lestiales iniisicas, friigancias y procesiones por las plagas, con q u e nini~ife+taSa el Señor sus agtada!)les disposiciones & iricornprehensihies juicios.

6 Volvi6 Saiicllo tie Herrera á las fclices playas de Can- delaria, su iiiarnvillosa irriágeii, no pudientlose ya resistir á la voluirt~id Diviii;i. Liegh la tino A elins. y saliendo los guancties á conocer In q u c se les ofrecia; y dici6ndoles Herre- ra (11 rnolivci, dijcrnn sci. engnno. pues su imágen no Irs fal- t a l a . F i l o ~ ~ r ~ s e l a Bcrwrn. y con su vista fueron á fa cueva, donde no I~ailhntlola conovií.riin imsel prodigio, para ha- .ber Irvonfatlo m:is su ;,dr,rar:ion, recoriociends mas s u poder y Divinidad pi1i.i irritloie Eerrcra confuso eti su triste suerte , y cont~cieiido la dc los gentiles, á quicn iiunca nias 110s- tiliuh con asitltos. No siendo de estrañar estos favores, q u e nuestro Scñc~r lince b la' gentilidad, ccm mnstrarles 7 poner c n t r e el!os Ilis in~hgentls de su santísima Madre, como se verá lo q u e t rae c l padre Oballe (1) briherse ba\l:,do en la ribera en lu parte de Alorco, B dondellaniaii Tuhulca, e n u n a erisrnarla q u e corona un callado q u e remata á un llano, q u e sirve de grada 6 u n r peiia en forma de capilla 6 nicbo tlontle si> ve una prodigiosa irriágeii de BIaria san- tisirnn con su prccil~sisiino hijo en los l~iazos. hecho per- fectisimi,meiilc de las penas como obra di:l Altisiinr! &c. 7. El Parlrc b lonso de Andraíle de la compañia de le -

sus. esinntlo f:n la rriision de estas islas por 1,)s años d e 6633, Ileiio de davocion á esta Santísima imágen, hizci copiar a un pintor s u forma de escultiira, ropage, postura y forma de lelrcro, q u e le guarriecen el c into y ropas; y ' 1levAr:dolo ;i Espaiia. e n el colegio de la sagrada c~rnpa i i i a de A Icalb, juntns los varonert q u e se hallaron todas lengiiiis erudi tos , interprelaron (sacando de muclias confusiones) lo que las Letras coiitenian (aunque des-

(1) P.. Atonso de Cballe en su relacion det rcfne de Chile, cap- 20 pug. ntzhz, 393.

pues en e s b s islas, diferciites doclos lo lian hecho seguir su cspir i iu y devocion) Y estando en Roma e n aquel t iempo cl Padre Atannsio Híirker; u n o cle los mas erudi tos varones q u e se hallaron en el muiido, buscado y liallac!~ a diligtncia de la Santidad d c Urbano VIII, ha- liicndo \ isto y considerado la estampa, dijo ser de labor ñ r ; i l : i p el tragc propio suyo, teoicnd,) por cierto la trac- l is cn la popa algun n a l i o derrotado y por divina or- denitcion se t ial~in conducido A a q u ~ l l a playa con alguna creciente. Y en cuanto a la dcclaracion de las letras, convenia tarnltier~, porque Iris dicciones cstalian en al~revia- turas, que los árabes usair, intróducidns a2ii la f6rrna g6- tica, POF 10s Godos que doriiinaron parlc dc aquclla ticrra; auriquc no inc parccc podrá negarse, que el hallarla los pastores sepriiada de Id rar te q u e h t i n n las olas del mar. y puesta de pi8 sobre las pedas, sol^ pudo ser por Bíitiistci io aiigeiico.

Cortyuis¿a de la isla de Tenerife.

fi ElegO al puerto de dñago , hoy d e Santa Cruz, da la isla de T e n e r i k , D. Alonso Fernandez de \,ugo, con la armada q u c dejó [rendida la isla de la Palma);,y fijan- d o lucgo c n tierra una sanlísima cruz, como tr iunfan- t e bandera do nuestra redericion, aloj6 todas sus t ropas e n s u cercania, como abrigo y amparo contra los mayores enemigos.

2 I,uego hizo atr incherar con diligencia el Real y asegurarse de aiialqirisr in ten to d e los naluralcs: y por q u e considerando, como práctico militar e n el guerrear de eslas islas, y e n las diversiones' q u e le pudieran hn- ccr cada u n o d e los rcyes, e n q u c se linbia informado estaba aquella isla dividida y de los tbrminos 6 terrenos d e sus situasioncs: fiando negocio el mas importante del celo, y seguridad dt: D. Fernando Guadartheme d t a Ca- naria (que con setenta caballeros dt' s u Real familia, s e habia ofrecido i aquclla empresa) le encargó fucse á tra- t a r con el Rey de Anaga (en cuyo lbrmino se hallaba) so-

. l icitando s u amistad, para asegt,mrse de los daños y diversiones q u e le pudiera baccr con svs gentes en los aco-

DE CANARIAS. 173

.metimientos de los B e r e s d e la par te del poniente d e la isla, metios del deGüirnar, q u e por el conocimiento q u e tea ia ya con los cristianos españoles, y por la adoracion d e la santisima iinhgen, sc babia conciliado con ellos para n o . . .

ofenderles. 3 Logró D. Fernando Gundai thcme el atraerse al Real

al Rev de Anaga y asegurar á D. Aloneo de Lugo d c su neutralidad, y a u n de ayudarle en diferentes oportunida- des.

4 Siendo el cuidado d e D. Alonso, segun t u v o de estos reyes los informes, el del poder del Rey Bencomo d e 'i'aoro, por lo numeroso d e sushues tes y por lo ardien- t e de s u espír i tu y siiperioridad q u e los demas Reyes l e reconocian; mandó á D. Fernando del Castillo caballero de la órden de Santiago, y capitan de caballos q u e ron 20 ginetes y 30 pcones, saliese 6 conocer terreno, y r l i r igihdose a la L q u n a q u e dista una legua d e Santa Cruz explorando sus amcnas campañas y frondosas y ires- cas niboledas, solo pudo hacer presa de una porcion d e ganado, salvándose en las cspesuras los pastores, como refiere Peña (1) volviendo luego al Heal dando con este refresco á sns comilitones las alegres noticias de las ameni- dades de la tierrii descubierta.

5 Habiendo descansado ó detenidose en los reparosdel Mral cua t ro diris, siendo su desembarco el pr imero d e Mayo, ya con la seguridad q u e le dib el Rey d e Anapa, y tenia del de Giiiinar, dispuso salir con su cuerpo d e ejercito bácia la Laguna. q Ilogando á donde está hoy la iglesia de nuestra señora de Gracia con guardias avanzadas, sentó alli s u campo u n dia y uria noche, e n cuyo tiempo esperaba hubiesen becho alguna demostracion los naturales q u e no se manifeskd~an, hasta q u e al siguien- t e dia se desüuhrib venir muchas gcntes q u e esperb Lu- g o con prevenir su gente para cualquier intento de los q u e vcnian, y conociendo en las señas y marchas q u e Ile- vahan ser de paz, salió con algunos de los suyos á re- cihir al que los capitaneaba q u e por su distincion se rna- nileslo s u estimncion, y declaró el lengua ser de Güirnar, quien por respeto de la -

(1) Pena, en la Descripcion de csiaj islas, l ib . l. rop . i4, 13

santfsima. venia personalmente á ratificar 5 los castellanos su amistad, y á ofrecerse e n ayudar sus inteiitos rega- Jandoles con algunos ganados y cebada. Agradeci6 L u g o estas demostraciones de A c ~ j r n o , y regalo con q u e ase- guraba la verdad de sus alcctos, y adter lencias con q u e le dejb informado para s u conducta, en les fuerzas y gen- t e s q u e Quebelii Iienccmo Rey de 'faoro tenia, dando el de Güimar en abono y crkclilo de sus ofertas á los cas- téllanos repetidos seguros y liomenages.

6 Avisaron las guardiiis q u e tenia esparcidas el general Lugo, con especialidad á la par lc de TBOCO, vcnir otro grueso d e guznches por aquella parte, y volviendo- s e á formar L u g o e n Forma ric resistir los accidcntesque los naturales trajesen t raradcs en su contra, reunido con las armas prestas, recibid al Rey Bcntonio o Rencomo q u e ,arrogante se vino á mostrar i los castellanos á quicnes n o ten ia e n mucho. Y I l e g ~ n d o h saludiirlc G u i l k n ~ s l e l l a - n o (lengua que llevaba Eugo) le d ~ j o el Bey: iquC mo- t ivo t ~ n i a s u capitan pera lia1,er pasado 6 s i l t ierra y detenerse t an to e n ellu'? á q u e le acadió Guil!en Castc- llano q u e á solicitar sentar ' con kl una amigable paz . y Q requerir le conocicse que la ley de Cristo era la verdadera y por ta l la proresara, corno lo hacian los de las d e m a s islas retididiis todas á los Wejes cat4licos de Es& paña, q u e hiciese lo niismo poniendose bajo s u proteccion y obediencia. Respondiú 6 esto con semblante oira- do,. y apresuradamente con impaciencia mezclando cólera y turbacion, p rorumpió Beneoinc.: ctDecid á t u capilaii ((que o o me niego B todo t ratado de nmistiid pues es .de

'-«utilidad comun, pero en cuan to seguir s u religion q u e time informaré d e ella y lo acordar6 .con los mios, y re- asolviendo eii l o d e rendirme al Rey de Espaíia, s i c ~ d o tiotro Iioml~re ccrno 16, nunca cotivendri., n i 5'6, n i \os amios, y que asi s e retirase de sus reynos)) y volviendo las espaldas A Lugo, Ee volvib con los suyos 6 'laoro qucdan- .dose en el mimo campo los castellaiios.

DE CANARIAS. 175

CAPITULO XXXI.

04 ZQ cnlqada que hizo Alonso de Lugo en el reino de Taoro; y pdrdida y rola que Curo con su gente en Senlejo,

1 Retirado á su Reyno Bencomo, hizo convocar los Reyes de l'acoronte, Tegueste, Adeje y Abona. con qiiie- ,les junto en su I'agóror, les esprrsb las proposiciones que le habia hecho el Capilan Español, tan contrarias á su crédito y valor, como era que se rindiesen'al vasallage de otro Rey, y dejasen su libertad y dominio de tan valerosos vasallos: que mirasen lo que se abatinn y lo que decaian en no unirse, para espulsarlos de sus terrenos, que 61 estaba resuello á hacerlo; que de ellos estaba persuadido barian lo misnio: y que si el Capitan Español intentase penetrar sus tierras, lo d(.jnsen einpeíiar cn ello y tomándole las espaldas en su retirada, Ticilmenle seria desbaratado, pues sitios tenia, que les ayudariaii con sus estrecheces. 2 Alonso de Lugo dominado de SU ardimiento, y na-

da prudente en lo q u e dehiera premeditarcl guerrear, introducibndcse sin conocimiento dc los terrenos, lo que D. Fernando Gu:idarkherr.e, y sus cal~alleros canarios le ad- virtieroii, como lo dice F r . Alonso Espinosa, (1) no pro- siguiera, sin dtbjar prevenidos los retiros, y con buena retaguardia, cautclando los contrarios sucesw, siguió su voluntario dicthrnen, saliendo de su carnpaiiiento de la La- guna, y mandó marchar LiicIn l'aoro, go?ando formali-

-dad en la marcha, conforme favoreciac los lerrenos: y no ballarido gentes en todo el tránsito de los reinos do Ta- coronte y Trguesle, se juzgaba respetado y vencedor; pero D. Fernando Guadarthcnie y los suyas priidenciaban & cada paso alguna estratagema 6 celada, prevenida de los gu:inches en alguno de los estreclins caminos que encon- .traban, y de esta sucrle ufano el General Lugo penetró hasta Taoro, cuyo Rey Iiabia mandado se esparciesen cantidades de ganados cabri»s, en qiie se cebasen los castellanos, encubriéndose en las cumbres de los riscos que dominaban los angostos caminos y oscuros bosques y ma-

(i) Espinosa, lib. 3, cap. 5 clt la conquista do Tencrife.

976 DESCRIYCIOX BIST~RICA

torrales, io que puntualmante observaron. 3 Los castellarios q u e vieron el campo poblado dc ga-

nado, y sin past ,oresque les guardasen, sc aplicaron h re- cogerlo, tomándoles las vueltas por donde pudiera espar- cirse, B instaron al General L u g o se tornasen con la presa á Sla. Cruz: hicieron la recoleccion, y anrlcrezánrlola con gran contento h los pasos por doridc se habian intro- ducido, y llegando á u n proiuiido barranco todo lleno de asperezas, g desiguales pcñascos, cuando menos prevenidos e n las armas caminaban, oycroi? furiosas voces g silvos q u e acompañaban una nube de piedras sobre el ganii- d o y castellanos, desuniendose g retirándose por sobre los soldados el ganado a los riscos y hosqucs; J. los soldados puestos en confcsion con el sUl!ito asalto de la mil- chedumBre de guariches, sin hallar óiden, ni á doodc hn- cer pi8 los caballos, atropellando á los süyos sin poder hacer daño á los contrarios. Tioguaro capitan y Iierma- n o del Rey da Taoro, de quien " t e h . ; " e " " % c p j ' - 7 ~ ~ 1 ' 3 : ~ ~ -

L.* 'S* z' .?,x :2.&+ ,presa, % n t a ~ a d 76s suyos á la total derrota, en q u e vttio á los castellanos, quienes solo cuidaban de salir del estrc- cho sitio, sin poderse favorecer unos a otros, antes si se atropellaban p los caballos q u e sin obedieiicia corrian, va- liendose los guanchcs d e los privilegios q u e les dib e1 in- faus to sitio, soberbios con haber logrado el vencimiento d e los nuestros, con perdida de muclias vidas de los q u e an tes s e guzgahan invericiblcs. Teniendose u n blasfemo soldado por tan ciego en el conocimiento del poder de .Dios, q u e a l e n t h d c s e en el conflicto los castellanos con q u e Fiasen de Dios, q u e con su ayuda vt:ncerian, prorrurn- g i ó u n o poseido dcl demonio: espcro sin s u ayuda vcn- cer gen te t an iiifame y tan ruin(iol!! vana arrogancia! sieiido solo Dios quien da las victoriasá quien esservido) y asi papí, Iiiego su grave culpa siendo macr to al golpe de una piedra.,

4 Con grande trabajo fueron saliendo los castellanos á menos mal sitio, a donde con dificultad se fueron juntan* do, para unirse las tristes r c l i q ~ i a s , ~ u e quedaron y se pudieron u n i r por el gcaeral Lugo, sin dejhrles de seguir el alcanze los g u a n c h ~ s . Y estando D. f k d r o Maiiinidra, canario, al lado de Lugo, ternblandoleel cuerpo, y los dientes dando u n o con otro, blandiándole, la lanza le dijo á 1Mani.ni- &a: q u 8 es ese miedo? A q u e el valeroso canario respon- dió. ((No es en mi temor, sino temblar I U S carnes por el aprieto

DE CANARIAS. 177

en q u e las ha de poner hoy el corazon." 5 El Rey Bencomo, no descuidado del suceso d e la

batalla, ocurr ió á dar favor á s u hermano Tinguaro ; y ha- llhndole sentado, le dijo: ;,que descuido era el suyo, cuan- d o los suyns estahan tan encendidos combatiendo con sus enemigos? !I que le respondió Tinguaro: ((Yo como capi- t an he liech(~ mi oficio, dando las disposiciones para el vencimiento: hagan los carniceros el suyo, siguiendo la victoria q u e tuvieron :ompleta."

6 Salió el general E u g o herido, y descompuestos 10s dientes del golpe de una piedra, salvhndole algunos caballeros canarios, q u e con s u Rey n o se separaron del gober- riador Lugo, y 30 guancbrs Jel re ino de Guirnar; pues tiabibndole muerto el caballo, para escaparlc la ida le proveyeron de o t ro q u e andaba á s u libertad, por haber perdido á su dueño; y. niudándole u n soldado la ropa de gra- tia (con q u e Ic distinpoian en la batalla) por la pa:da q u e 61 vestia, le costJ al soldado la vida esta gzla, porque le persiguieron los guanclies creyendo ser el gobernador.

7 Distinguiese en este infausto dia, cl esfuerzo d e Bcdro Benitez el tue r to , periente del Auelantado Alonsa Fernandez de Lugo, caballero de fuerzas escesi\as, de q u i e n dijeron los guanches: q u e si hubieran rnuclios q u e tantas liazaíias hubieran hecho, no hubieran ellos vencido. Li- braríinse de la batalla 30 csstellanos en uiia cueva jun to al mar, y 80 ó 90 canarios cn una b;tja aislada de las mis- irias aguas,

S Estando en la batalla, quiso Dios que tio acabnsen los c -~s td la i ics en las foriusas manos de los guanchcs. Les en- v i 6 tan grande tempestad de truenos, relárripagoc y agua- ceros, q n e les dividi0 los campos, retiriíndose el guariclie p ~ a su reino de Taoro, y los castellanos por diferentes scndas para Santa Cruz, con las obscuridadcs de la noche, cortando iiiadvertidamerite por Cetieto, que fuC la for- iiiiia de no encontrar en la Laguna al Rey de Tacoronte lo dcrrias q u e los esperaban para acabarlos.

9 Llegaron á Sta. Cruz aquelia madrugada dcl dia 6 de Majo, del año 1494, y hallaron que cl viento austral q u e ventaba, laabia levantado los navios del puerto; y doblando la punto de Kriga, l i ~ b i a n hallado calmas en la costa de la Oro ta la , en cuyos I~ordes los canarios, (que su for tuna les Leiiia cn fa Iwja) cluithndose las camisas, ca-

* pearon con ellas A los navios, que conociendo no podian ser otras genles que las castellanas, llevadasalli de algun contrario suceso, echaron los hateles los navios. y recogieron toda la gente, do quien supieron lo acascido en la batalla, ignordndo su fin, que cuando el tiempo rindib,

, sripieron e n Sta. Cruz. 10 El Rey Bencomo de Taoro, uniendo al valor da

victorioso, lo generoso de su Real sangre, hiro memoria de los 30 españoles, que le informaron los suyos estar retirados enriscados eri la cueva de Sentejo, sitiados sin comcr y sin esperanza en su salida, por el wrco que le tenian cierito de sus guanchs . Llarn6 fi su capitan Sigoiik y les mandó decir con el saliesen de la cueva, fiando de suda- labra Real su libertad; y los afligidos castellancs, que se hallaban en el último estremo, temiendo en menos el ser engañados, que desconfiar de la Real palabra. que les con- vidaba, con la despreciada vida bajaron confiados en las divinas misericordias: se entregaron al Capitan, que les con- sol6 con 1s libertad propirpsta, y l lwó á Bencomo, qae les recibid limignarnente; les hizo dar de comer, y alent6 para la niarcha, que ron una buena guardia encomendó d S.goñe, para que no Iuescn rnaltrst,?dos de los Gaanches y entregasen A su general e R S~nt:i Cruz.

11 l'asando estos Guanches en conducta de lus 30 es- pañoles por el estrecho parage de la batalla de Smtejo, se 1evatit6 de enlrc los muertos uno que, conforme a l scn- t i r del Padre Espinosa (1) se llamaba Juan Beniiez; y al del Padre Fr. Luis Quiros, (2) Luis de Ledesaa, que agradecido A Dios, fui? de los primeros religiosos de san Francisco, p muri6 en Garachico con grande fragancia de Santidad incorporase con los españoles que le gmrdaron el secreto. por tiabrrle visto solo ellos: llegaron á donde hacia sombra un bosquecillo de frondosos arboles; quisieronles dar descanso los guancbes, y repararoa en aquel mas de los que Beticomo les habia entr9gado. Y estando ciertos en SU cuenta, y que el uno sobraba, volvieron A dar cuentzral Rey, quien luego se hizo cargo del comu sucederia; y perdonlindole, recibikndole en pena las congojas y triste-

' (1 ) P. Fr. Espinosa, en la Congztisra de l 'enet i fe . l ib. 3, cap 6. (2) F r . Luis de QUWOS, en la farnZacEon dc la religion se&$-

. ca, cap. 16, dcl couvtnto de Garachico.

tas, gue entre los cuerpos muertos padeceria, por escapar la VI^: mandole con los demas á Santa Crux. Llegó e[: Capitan Sigofib con su gente guancba, guardando los 31 castellanos de parte de s11 Rey; y entregándoselosal Ge- neral Lugo, be mostr6 agradectdo y obligado á Bencomo de su generosa accion.

12 No fuh la del General Alonso Fernandez de La- go correspondiente, n i á caballero, ni á lo que le enseña- ba un rey LQrbaro en lo referido, cuando se pudiera con- siderar enemigo, B irritado con los españoles en devorarle SUS ganados y desolar sus tcrreiios &c. aunque vencedor pues dcbicrs Lugo corresponder en todo al apdec imien- to de aliado, como le ayud6 el Rey de Güimar contra e l rey de 'i'aoro, enviindole sus vacallos para que en su quebranto le asisticsen fieles vioiándolcs los fueros de SU libertad, convid5ndoles á entrar en sus navios, y que le* vantasen áncoras, y los mandnse vcnder á Espaila nias de doscientos, usando de Ia falsedad y poca fi: que debiera en todo giiatdar á sus amigos, habiendoles prometido dejarlos reconciliados con el Rey de Taoro, para que no les h~ciese daño en su Reino.

113 Siguieron los engañados guanches su fortuna tr iste en España, pasando su esclavitud, hasta hallarse ladinos, que se presentarun 6 los cathlicns Begcs, informándoles de su padecido engaño y cruel alevc,sia, de quien debian cspe- rar remuneraciones. Di6 5 los reyes tanto enojo, que rnan- d6 luego darlcs libertad, ocurriendo los compradores á re- 'petir sus precios al ~ e n d r d o r . Sintió el Rey de Ginimar este hecho del General Lugo; y mandándole c'spresar agrias quejas, se portó con desconfianza en sus coniedeiacioncs.

14 Los oficios que D. Fernando Cuadartbernc Labia Iiecho con el Roy dc Anagn, alinndole con el general I q o , deshizo conociendo sus falacias y poca seguridad eri los cstreclios vinculos de amistad que Ic liabia ascgu- rado teniendo muclias ecpericnciiis de los coritiiiuados da- nos que los espaiioles hacian en su reyno, mandando á que enmendase estos agravios á uno de sus capitanes Ila- mado IIayneto que con 400 guanches se vino ti Santa Cruz; y cercando el torrcon á donde estaban los espa- ñoles heridos de la batalla de Sentcjo, y pocos para to- j

mar armas mostraron el valor de su nacion con toda ro- sistencid a sus avances, le mataron á Hayueto 170 p a n -

ches y inucbos heridos con q u e mostraron qiie si sc les habia alejado la for tuna d e u n desgraciado dia no erd general contra los suyos; aunque oscurecidos con ambicion, codicia y rnala correspondencia a los que con tanla verdad, seguridad y lealtad les liabian asistido en ticiripo d e la mayor necesidad; caso en q u e so11 conformes. Fr. Alonso de Espinosa (1) y P e h (2)

15 La pkrdida de gente, q u e habia tenido el Gene- ral i i lonso de L u g o en la batalla d e Sentejo y .lenias eii- cuentros, y d e otros accidentes, q u e eran por mas do 500 personas, y faita de socorros en mas J e un año, q u e babia sentado s u campo en aquella isla; hizo el discurr i r dejar- se d e la empresa, basta lograr mejor fo r tuna , y q u e s e ofreciese la o c ~ s i o n de aue otros le avudasen: Dues s u ha-

I , , cieoda le habia faltado, para 119 proseguir, sin wponer- se al u l t imo qcebranto, sin poder dejar guarnicic#n q u e n o fuese espuesta á los acometimientosde lodos los Re- yes, p e s 1; acusaba lo he-o _con los vacallos del K g

-A- ------- $ e , ~ ~ u ~ ~ , ~ $ ~ _ í ~ u + r a ~ t á ~ l a ~ ~ c o n ~ el-y de Annga: Wecogio sus gentes, y se pasó á Canaria. - '

CAPITULO BXXIP

De lo que le favoreció el Duque d e Medina Sidonia D. J.aa de Guznmn, y diferctites rn,ercaderes geraovests 9u,e re hallaban en Canaria, paru hacer segunda entrada en

T e n e r i k .

d Lleg6 el General Aionso ]Fernandez de Liigo 5 Ca- naria, con menos op;nion de la qi te habia eacado c r i la Ibuena conduct,a, q u e hritlia tenido d e castellano de la '

to r re de Agaete, y Fortuna en la prision del G u a h r t l i e - me, ganhndose en todo muclias estirnricion'es, que aun- q u e en la batalta de Sentejo. FuB u n a hora niala de ior- tuna contraria, á la Fechoria alevosa que obró cori los viisailus del Rey de Güirn:ir, (contra las seatcncias Pon- '

tificias, y Beales D~clariiciones á favor de la l iber tad de los naturales de estas islas) iio se le Iialiaba descargo.

(1) Espinosa, l ib . 3 de la conquisla de Tenerifo. ( 2 ) D. Juan Nuñez de la Pefia, Descripcion de las islas islas,

l ib . 1, cap. 14.

DE CANARIAS. '181

Eii f in coriociase su valor, y el empeño ' d e no dejar ne- -gocio, que habia costado tanla sangre, y rcputacioti: y t ra tando de proseguirlo, s e le ofrecieron Francisco de Palomar, #¡colas de Angelete, Guillermo del Blanco, y Dlateo Viña, mercaderes genovcses, q u e se hallaban en Canaria , á armarle I; darle ayuda en lo q u e pudieran alcanzar f~ t an ta ernprc.sa y conociendo n o podrian proseguir á !as contingencias do ella, dieron poder á Gon- zalo X w r e z de Maqrieda, q u e se liallaba en Cariaria en 13 clc

n te Gonzalo de la RuLla, escribano ph- n s u nombre, yendo á E s p u b , t r i t ase ,

B l~ ic iese . compaiiia ccln cualquier persona, que quisiera obligarse á ayudar á dicha conquista con 600 infantes y 30-g ine les .

2 LlegaJo q u e fuh Maqueda a Cadiz, trat'ó el negocio con algunas p e r s o t a , de quien solo sacaba entreteni- (lo el tiempo, hasta que se pasó a la ciudad de S. Lucar A dotide lo propuso tí D. Juan de Guznian, D u q u c de Me- t1i:ia Sidonia, en qu ien solo pudiera t ener aceptacion negocio ?e tanta magnitud, q u e le consi-Jeró corno tan dcl servicio de Dios, e n la dilatacion de s u santo nombre, y del servicio del Rey en el aumerito de sus vasallos aiiadien- dose aquella isla de Tenerifc á las otras q u e estaban conquistadas. Admit ió el D u q u e el proteger la empresa, q u e solo lo pudiera s u grandeza; g luego mandó poner hande- ras, y uii es tandarte para la caballeria' y con puLlicacioii de leva, se reclutaron los 600 hombres; y nornhró por Maebtro de Carnpo ó Capitan mayor de csla gente á Ber- iiardirio Estupiiian Cabeza de Baca, caballero Serezano, y por Capitan de los 30 ginetes á Diego de Mesa, y otros capitanes y oficiales para la refererida lnfariteria, q u e con los aprestos necesarios salieron de S. Eucar por el mps d e O c t u l m , y navegaron á Canaria, adonde nrribaroii c«ii .-- - . felicidad.

3 E n inter in d i estos- avios que se hacian en los (u& a

tos de Andalucia, hacia el Gobcrnador Alonso de Lucro sus aprestos en canaria , auxiliado de sus amigos, y es@- cial de Lope Fernandez de la Guerra, conquistador de Ca- naria, q u e vendió dos ingeriios de azucar, para asistencia de este despacho, y o t ros mücbos caballeros canarios, alentados da la conducta de D. Fcrnando Guadartheme, s u hermano E. Pedro Naninidra, y demas sus parientes que

e n ninguna fortuna dejaron de seguir h D. AIORSO Fer- nandez d e Lugo, q u e e n todos formaron un cuerpo de mas

S ,- r I d e 500 hombres de esto d e Canaria y demas Islas, q u e al ! arribo d e las gentes del D u q u e fueron prontos á unirse y hace1 s u embarco para el P u e r t o de Santa Cruz, don-

l de I l e p r o n e n el mes d c Noviembre. Hicieron luego que echaron las áncoras, salva con toda la artilleria a la San- t ís ima imagen d e Candelaria, amort iguando con sus ecos los ánimos d e los guancbcs, q u e sc considerahan victoriosos y animando A sus socios coi1 las dulces voces de los clarines y t ronipetas con q u e salieron a tierra, siendo su primcra a p l i c a c i ~ n la reedificacion de la torre, para s u defensa y alojnrnieiito, mientras se hacian para todos. 4 Hechas las prevenciones necesarias para el Real. y

drjando e n C1 á D. Fernando Guadartheme con s u s ea- narios, para q u e le fuese guardia, dispuso todo el resto de s u geente, q n e fueron cerca de 1000 hombrrs d e i pié y á caballo y haciendo todos oracion á la Santisima Cruz a s e g u i a d o en Dios ($1 principio de la empresa, salid para las Vegas dc la Laguna, j. donde t u v o noticia lo esperaba Bencomo, con los Ccyes de Tacoronte, Tegucste y Zebcn- sui, señor de la Yunta del IIidalgo. Subib Alonso de Lu- go con mas presteza de lo q u e juzg6 Iiericomo, q u e creyh atacarlos cn la Cuesta, y q u e le fume esta prevencion mucha parte para s u triunfo, y viendolo frustrado interior¡- eando s u gen te mas á la Laguna, esper6 L u g o s u avance formado: Y acometido d c los Guanchcs fueron rechazados con notathe esfuerzo con algunas mangas d c arcabucti- ros y ballesteros q u e licvaba L u g o eii la vanguardia (teniendo basta cntoncc>s en meni)s j. los castellanos ) Eri- cendibse la batalla: retumbaban los recios golpes: reñian todos á porfia; y aunque L u g o cons idcra l )~ la inuchedum- bre d c los Guanches, y la poquedad de los suyos, pues ha-

para resistir írn- oniendoles delanta

la honra d o la nacion, 6 infamia dc ser vencidos. 6 Al t iempo q u e p ~ s a b a esto e n la Laguna, D. Fer-

nando Guodartbeme, q u e quedaba e n Santa Cruz, inflama- do e l Bnirno, y con u n sobrenatural impulso, moví6 s u gente y t i ró á la Laguna. Habia puesto el Adelantado en la cuesta á .lua!r Beoitez y Fernando del I-Ioyo para q u e no corisintiese subiese nadie del Real de Santa Cruz, por

DB CANARIAS. 183

que en algiin contrario suceso tuviesen libre retirada. Lle- ;6 Guadartheme, y estos caballeros quisieron detenerlos con que el Adelantado quedaba eii estrecho, y dudaban t i seria vivo. Mas se et~cendi6 D. Fernando, y enristran- do la lanza liizo lugar 8 los suyos, diciendo que IY ha- I ~ i a de ver la cara dcl Adelantado vivo b rriuerto: Y Ile- p n d 0 Q la batalla 5i tan buena ocasion, que le necesita- ha el Adelantado, po,iiCndoso á su lado, valiéndose de este beneficio de los Canarios, que los guancbes con es- t e no imaginarlo socorro, comenzaron 6 dcsarnparar el campo, hallando en todas partes la muerte: y ayudados del miedo, sin bastarles -el vcr el valor con que reñia con una alalGúii7ei- ReJr de - Taoro con que se deíendia ;da - ~ i e t ~ ' h o r n b r e s P cahíillo; pero viendose en estreclio, rmih?i 16s Pies lo que lo p d i a n vencer las manos. y coi~iqndo la inontiiña arrhli, que hoy llaman de S. no- que, se ha116 acomeiido de un toldado llamado Pedro No. Ú $ fp~br~de-Bu¿n"dia que' le paso con la lanza en una canal, y ~ e . liáciít.1a- cuesta, aunque dicen que cuando le l i~lla- r~yaii"n"n"o b a g a rnuZrto, p que gozcí del mayor h e - ¡¡:io, d b d o l e el santo lputismo. Dechiróse por los castellanos la victoria: y siendo el primer empleo del Adclm- tado y caballeros conquisladores, rendir á Dios las gracias recogiCndose el campo de campaña, y en él vhos prisioneros y número de las arnias de que se apra echaron en esta hatalla de las phrdidas en Sentejo, montantes, picas y espadas, pucs de las Iiiallestas solo supie- rol1 usar para su mal, pues encontranrlo una armada entre los despojos de campaña 6 ignorando su uso tanto la ma- u

nosearon, que se disparó, y pasandole A un guanche el pecho lesirvió de escarmiento para huir de ellas sin tocarles. Ueestos prisioneros sesupo I,i muerte del Rey de Taoro. 4

6 Los guanches del rcino dc Güimar, sin embargo de los sentimientos que tenian de los castcllanos, se mantcnian neutra\es, declarindose Q favor de Lugo con esta victoria, socorriendoles de alli en adelaiite con todo lo que en s u Reino habia: y siendo en todo leales; 14 74 fub esta batalla e horas cori bien d

-D. Juan Nuñez de la Peña (1) en su Descripcion 1 ( i ) . D. Juan Nuñcr de la Pelra, lib. 1, rap. 13, pág. mihi 145.

3 84 DESCRIPCION W S T ~ R I C A

!,. bnciendo mencion de esta batalla, quiere no haber sido r; ,', Bencomo Rey de Taoro, el muer to en la cuesta de S. . - I:Roque, s ino el principe Titiguaro s u hermano, Jo_qu,o $ en los n,o p a ~ c l c s ., TiGG--z.? del Gua&rtherr!e -- :: . ., - --. Y S?,, mira_-certificado-<er :,; r- nnade q u e ten'iuidó rniCil~i lo '13 Rey j* Z T a o r o 5 u n capitan llamado Sigoñd q u e ct-n 400 soldados ; tomase las retiradas de los' castellanos teniendo s u vana

conlianza v soberbia, volverian ji Santa Cruz en fusa de s u coml.)nte y los acabase. Montúvose Sibofik en los p u w tos con mas . d e dos horas de la noche, y yri desesperado de la tardanza oyendo t ropa de caballos y lamentos de horniires, ya creyeron la derrota y acometiendo furiosos los guaiiches, se iiallaroii con 30 heridos de a pii! y de á cahallo, q u e se habian ret,irodo publicada la victoria, para curarse en Sta. Cruz. Trabose fuer te combatc;

. y muer tos 13 g 26 heridos de los guanchrs, cedici el valor - lastimado á la fuerza de los muclios; siendo prisiotic- ros les lievaron á una cueva que esta e n medio de la fiigaddt: u n risco, donde maniatados, y con 100 hombres d e guarda los dcjb Sigoíik, q u e desconfiado, subib á la Lagu- na; g hallando los estragos q u e Iiabian padecido, fueron alguiios de estos prisioneros de los castelianos: y dando noticia de los prisioneros elpañoles q u e habian hecho y tenis& e n la cueya; mand6 luego e\ general Lugo á Pe-

. d r o dé Vergara, y Lope Bernandcz de la Guerra, c o n una escuadra de castellanos y otra d e guacches d e Giiirnar,

- y los linos por lo al to del risco en donde estaba la cueva, y los guanclies q u e la guardaban en un ~ n d e n de la en- irada: 7 arrojando grandes piedras s o l m los guatiches, las desalojaron 6 hicieron volar el risco, q u e fueron acnhados á- rnanus de los gusnches de GUiinar q u e les aguardahati en la profundidad del b a r r a n c , ~ , con q u e desen11:arazaclo a l anden, entraron los castellanos y sacaron los aprisionados cspafiolas, y cotidujcron al cuarlel, donde todos fueron sanos.

, S Dejando el Adelantado Alonso Fernandez de T.ugo, \'' ahntida la soberbia en q u e Iiabia puesto á los gunnches la victoria q u e hahian cantado e n Sentejo, sc ret i ró 6 pasar el invierno (que se niostró rigoroso y .proseguia con muchas tormentas) en el Real de Santa Cruz q u e aseguró el general con trincheras y regulares ret luctossu recinto 3 bacierido acomodados a lo jamic~tos , como asiento en q u e

considerJ el Adelantado se habia de adelantar con el tiempo con dilatada vecindad por s u temperamento abrigado y cercania ii Canaria.

9 Pasose coti gran quietud hasta la primavera da1 si- 147 p a u i e n t e a ñ o de 1i95, fuese por haberlo Dios permitido 3 ó 110rque se inficionaron los aires con la corrupcion de tan tos cuerpos muertos eii los precedentes cornlmles de castellanos y guaiichcs, se eiiccndió tal epidemia en los reynos de Tcguei te , Tacoronte y Taoro, q u e eran rnuchos los muertos, y sc contagió todo ko mas de la isla q u e d a i ~ d o desolada y yerma en niuclios parages, los hom- Iwee melancólicos y con pocos ülieritos, siendo la epidemia q u e se padech toda modorra en t re los naturales.

10 D e psto di6 avis'o B los castellanos q u e estaban e n el Kcal, una mugcr q u e se apareció en lo a l to de u n a riioiitaña con grandes vaces en s u idioma á q u e ocurr ió cl lengua y decia Lque les detenia sin suhir á la La- guna? .pues iio hallariati quien se Ics opusiese, ni q c e temer, para tomar la tierra.

11 R4and6 el general L u g o unos s o l d a d ~ s de á caballo q u e esplorasen la t ierra y reconociescn la verdad, volvieron con la presa de algunos hombres q u e con s u visla y desaliento lo acreditaban.

12 La inquietud de la guerra, y principios de la epidemia ocasionó el ilo haberse hecho sementera y q u e en el

. t i empo q u e , se hallaban padccieroii sobre el espresado irn- bajo al de estar liambreudos y faltos, y los castellanos alcanzados de la niisma miseria, pues aunque el comercio de las demos islas les socorria en bueiia correspon-

, dencia, proveian á los del reyno d e Güiuiar e n l o posible.

13 PI'o obstante todas esias incomodidades dejando proveido de guardia el Real de Santa Cruz se pas6 el Adelantado á sentarlo tambien con la mayor parte de las t ropas á la Laguna, e n el s i t io q u e hizo la iglesia d e iiucstra Sefiora d e Gracia; y guarneciendo10 con buenas trincheras, conforme la obligacion del prudente capitan ii cautelar los accidentes 6 iritentos de los enemigos en cu- . los terrenos campaban.

14 RIantúvose e n el Real saliendo e n partidas á coi- re r la t ierra y haciendo algunas presas e n los ganados

cn muchos hombres . y . mugeres, q u e famklicos solo te-

nian el trabajo de verlos b encontrarlos, pues no había en ellos retisteiicia, viniendose á la piedad de sus contrarios, que estaba nianteniendo el Adelantado á fuerza de la honra, y de no abandonar lo ganado, viendo pro-

icio aunque Q tanta costa, el sen~blanle de la fortuna que k favorecia en minorarle los enemigos y abatirles los es- plrilus altivos que antes mostraban.

15 Lope Fernantlez de la Guerra, caballero conquistador de Conaria, y que por tal liabia sido atendido por sus meritos y calidad en los reparlimientos de terrenos y aguas, con que se hallaba con dos ingenios molientes, mirti rl conflicto eii que estaba el Adelantado, y estado de la conquista de aquella isla, el póco avio que daban los armadores, y la indigencia del tiempo: se le ofreci6 al Adelantado en su favor y dcmas caballeros, y se pasb á Canaria, donde vendi6 sus dos ingenios en 1 6 3 ducados, con que previno de lo necesario de boca y guerrai. con cuyo aliento se restituyh á Tenerife, darido este aliento á los que en el todo le carecian, siendo tan acepto, como estiinado; pues sacando fuerzas de flaquesa, se Iiabian estado manteniendo con los espiritus del honor y cortcsia cariñom del qeneral, y su valor resuelto y rescatada prudencia se hahia estado asegurando el respeto y dominio en los soldador, quc solo Ics pudiera acallar el amor en los aprietos de las calamidades padecidas.

16 Con estos nuevos aliciitos que tuvo el Adelan- tado Alonso de Lugo. deterininb salir de la Laguna, y dirigir su campo al Heyno de Tzoro, lleviíndole con la mejor ordenanza, advertido de la desgracia pasada en el camino de Sentejo, siendo dbbiles las oposiciones que le in- tentaban fiacer los guanchrs; pues todas eran vencidas, has- t a llegar y sentarle en donde dieron nombre de Realejo, termino del mismo reino de Taoro, Iiacicndo de alli muchas surtidas y presas en los guanchvs, valihndnse con especialidad Alonso Fernandez de Lugo, de Lope Fernan- dez de In Guerra, y Zlernando de la Guerra; como se vi6 que cstahan unos capitanes guanclies en cierto pa- ruge, le eiicomeiidó á este caballero, qiie saliese á recoiio- cer sus intentos; y siiliendo tambien los guanches a registrar el ánimo de los españoles, como 20 naturales, des- cuhicndn primero S. Lope I-Iernandez, se enibosceron, y al pasar le acometieron en lugar poco ii propdsito á su de-

DE CANARIAS. 189

rensa; y asi'hixoaetroceder tu eaballo hasta el sitio en que lo pudo manejar, y pues se habian empeñado los guanclies eti acometerlo, les envisti6 valeroso, y matando á seis tiugcrori los demas, que sigui6 L q e Hernandez de la Guerra, hasta que pudo conseguir á uno en la carrera, B hizo prisionero Ilev6ndolo al Ileal, á donde examinado declaró tcriei el Rey pre-ienidos 5 3 hombres para el siguiente dia darles asalto con dos escuadrones, hacieiido en aquel Iaiict: el íal!iirio esfuerzo.

17 151 Adelantado sc desvelaha en discurrir el modo d s supiir coi1 la iiiduslria el menor número de su gente previniendo los desi~iiios sin los peligros que pudiera cau- s a r la rnucli~diimi~re con el doniiaio y -conocimienio de 10s ierienos, bosques y vcrcdcs, no tcnicltdo esperanza d\: ningiin socorro, nio~ivt,s todos invorni~les 6 los naturales que vrniaii á poiier su ticrra cn libertad, aea!mndo con los espnñolt~~.

18 E n estas vigilias pasó aquella noclic 1,ugo y e s - cogiendo lo rn!~jor dvl siiio di) idicnclo su gente en dos partes, Lugo con la rniiad (le la cnballciia, y en otro sitio Lope IJern<iridez (!u la tiuerra con la otra mitad de peo- tics y cnballos, c5peraroii a l enenligo y su acometimiento furioso, lo que les desordenó su intento y favorcci6 al do los c~stellanos que les esperaron coi1 grande sosicgo, dhn- dolcs r ~ p ~ t i t l n s cargas con los arcnl~uces y lxillestas, con que les Fueron apocando, y rindiendo su orgullo, aun que porfiados, durando asi cerca de ponerse el sol, dia 23 de Diciemhre, del año de nuestra salud de 1695, can- tindo$e por C~sl i l la la victoria retirándose los guanches medrosos para no intentar otr;:s pruelm tei~iendo bastantes del valur cspñol , que dió A Jlios las rendidas gracias di! la felicidad que gozaban, viendo nlrgre el semlilante de .la fortuna, a donde les hal~ia mostrado tan adusta con la Imtalla de Sentcjo cuyos terrenos poseian ya sin tener sino firmes esperanzas de poseer toda la isla.

19 Baiaron el Real cnstellnno al Realrio. fortificando * - el sitio por si se volviese á alentdr el enemigoque 6010 se manifcstsha en algiinns partes, sin juntarse, aba- tidos los animos, corriendo nuestras partidas con gran lilwr- tad, mantcmiendose algunns dias, Iiasta que por lo rigoroso del iiivierno, y descubierto del pucsto se retiró el Ade- lantado con todo su campo á Santa Cruz en principios del

DESCBIPCION H I S T ~ Z ~ C A

mes ds E n e r o de 1496 donde se mantuvo sin embarazo, ni n o v e m n i e s de Julio, q u e rolvi6 marcIlar al R e i n o d e Taoro, sin encont ra r mas qlie niiserias, y

-14196 espectáciilos de cuerpos comidos de pwros, y f&tidos cadá- veres: El Rey de Taoro, y el de Tacoronte con &ben-

I s u i ( q u e desde el dia de lo batalla se ret i raron desras del risco 6 montaña de Tigniga) desampararon sus reinos y vasallos, sin 61iirno de volvrrlos á regir teniendo los te- n ~ o r c s de cuando se les asaltase por los españoles, para q u e tenian vigias, de quienes fueron avisados de tener p e s t o el campo e n lo dfto d e Taoro.

20 La noche dcl dia 21 habiendo los Reycs cnnfcrido y determinado su ul t imo acuerdo y de la imposibilidad, e n q u e les liabia puesto s u for tuna , movi6 sus gente4 y rrrarctió A u n si t io cercano, a donde estabari los españo- les, pero inferior por mostrar e n todo s u rcndimicnto, - seria la disliii~cia lo q u e alcanzaria u n t i ro d c mosquctz.

, 21 N o drjó d e causar algo de desvelo el resto del dia j ('b mas la noche h los Espa5oles por si I.>s reyes de Zde-

jc y Abona, Icod y Daute se hubieran unido; pero llegando \iL el dia j lausible -- - á España d e s u san to patrono Seño? %u--

J t i ago-hpús to[ , en ql ie s e do clac^^ el in ten to d e los r c j c s Nivarios, h a c i ~ ~ i i d o seiias de paz, á q u e envió el Adclan- t a d o al Capitan Gsnzalo del Castillo, con el l e n p a para q u e declarasen sus Bnimcos, q u e eran de rendirse al rey do España y ser sus vasallos, recibiendo el santo baii- t ismo. VolviO el &pitan CIaslillo con noticia d c t a n t o jubilo plira todo el campo, y llegaron todos los R ' i ~ a r i o s con I d s mayores espresiones d e s u iirielicitiad, de Rejes a vnsallos y de dominantes á vencidos. El A d c h n ( a d o y s u s ciipitancs cabalmente satidechoc, reconoc i~r ido á las di-

I vinas misericordias el t r iunro de sus armas, aclamaron poy i

11

pa t ronp -- -- de l a j s l s h Soiior San Cristohal, prornetii'ndole 1 para s u rnemoria, nornbroria la primera ciudad de su oom- 4 bre, pues acornpañalia en s u dia al q u e lo era de todo el reino'íie España .

I 23 Los Reyes d e Daute, Adeje, Icod y Abona, q u e no i

Iiahian concur r ido4 la defensa de la isla con cl Eey de Taoro, ni demas de la par te del N o r t e y Oriente, por algunos reparos q u e habian hecho e n sus intereses, juzga- I ~ a n que pudieran contrarestar las fuerzas de los espafioles, de~andose para ver las de los fines, que tan nral se

DE CANARIAS. 189 '

mostró, hallrindose debilitados por las epidemias y hambres que habian padecido: convocados en Icod, y en diferentes congresos, que formaron sobre el seguir la guerra; resolvieron serles imposible teniendo lo demas de la isla ya declarada por vasallos de los Reyes de Espaiía, aña- diendose sus fuerzas contra las de sus mismos patriotas, y que por último serian vencidos q puestos en esclavitud, que lo que les convenia era rendirse voluntarios antes quc lo fuesen precisados, y declarando su resolucion cada uno de los Reyes ií sus vasallos, al dia siguiente tomaron su marcha con los que les quisieron seguir y se presentaron al Adelantado dándole la obediencia en nombre de los Reyes de España 6 quien querian seguir en todo, y abrazar su religion. Esto fuh dia 29 de Setiem- bre del referido año de 1496 uedando toda la isla rendida y dispuesta á dar p ~ i : B sus poblaciones, leyes y cultivos, que se verá en el libro torcero siguiente en las descripciones geográficas de cada isla.

De la dcseripcion geográfica de estas Isl:ts de Gran C'---ml:-

Be la Descripcion de la Isla de Gran Canxria, y de s u s lugares.

ehiendo bien hacer la promelida relacion geográfica de estas islas e la Gran Canaria, la priucipio

por esta, no por ser patria mia, ser conocida por todos los escri-

antiguos y modcrnos por cabeza i , y la prirnera del empeño de

osos Reyes católicos, en la con- las de este mar Occéano At-

2 Es Canaria de figura casi circular, su ngitud es de 32 leguas, y 11 de latitud y

38 de circunferencia. Su altura del polo está 28 grados y dos y medio de latitud orictital; situada entre la isla de Tenerife y Fuertcventura en i p a l distancia de 18 leguas de su puerto principal dc nuestra Señora de la Luz.

Su temple cíilido y húmedo, viviendo en ella los hombres con gran templanza en una continua primavera. To- dos sus terrenos fbrtiles y de frulos abundantes; dando en las mieses de trigo y millo ¿los frutos en cada ~ ñ o ; viendose verdeguear todo de Enero á Enero en las cercanias de diferentes lugares, produciendose en su cultivo todas las frutas de España y otras de las Indias como plátanos, yapnyas, nnones y guayabas, patatas y papas en aburidanciri, estas idlimas de estraños cliinas traidas A estas islas.

3 Fue grande su comercio de azucares, moliendo en sola esta isla 22 ingenios, moliendo algunos hasta los añcs de 1659, siendo la concurrencia de embarcaciones tal, que llegaron B ser en los puertos inmediatos á Telde de mas de 16 de todas naciones tlcl Norte, España é Ila- lia, sin las que veniaii al puerto de esta ciudad. 4 Luego de la conquista de esta isla, se formó el ca-

bildo y regidores anmles para su gobierne econámico y politico, hasta quc S. M. les nombró vitalicius 6 renuii- ciables siendo el de allerez mayor, el que primero se prc- veyó perpktno en Juan de Siverio lllujica y Castillo, año de f559, que vinculó su heritxtao filiguel de Nujica y Castilla, que le sucedió, corriendo 28 oficios de regidores rc~iunciahles, hasta el afio de 1634 que S. M. el Sr. Rey D. Felipe 1V di6 en parle de satisfnccion de los quintos, (que tenia en el reyno de Tierra-firme D." Porcia Fernandez de 1 .~30) la facultad de beneficiar la perletui- dad de dichos oficics en cstas islas, y por esta concesion se perpetuaron algunos, perdrendosc los mas, por omi- tirse haccr las ríwuncias en tiempo.

5 Las viñas son do vidueños, malvacias y demas g6- neros qiie producen Licores sazonados y olorosos tambien en abundancia, de que se sacan tambien a~uardientes que se gaslan bien en ebta isla, y se comerciati en Indias. Los ganados de tc>d;ts suertes mayores y rncnorec se producen eri abundaiicia, no solo para proveerse, sino á l'e- nierife, de que se sacan escelcntes quesos, en especial de ovejas, g en fin goza de todss las conveniencias nececa- rias á la vida humana,. no negandoce los mas ásperos riscos de criar en sus asperezas dulces panales y miel por las muchas avejas que se crian en Canaris, sobre que es- tá situada una renta concrjil que se impone con otrás, la

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noche primera de cada año, demas de los colmenares do- mksticos que tienen muchos labradores.

6 De los animales domi5sticos y serviles al humano uso, hay de todas suertes siendo el camcllo el de maycir carga en estas islas, y de ellos dice el padre Josk de Acosta, (1) Iiaberlos visto en el Perii, llevados de estas provincias y multiplicados allá, y ningunas fieras se crian en sus partes, ni otro giinero de animdles ponzoñosos, de que las ha preservado ladivina piedad. *

7 Volateria tiene con abundancia: perdices, palomas. t6r- tolas, codornices, torcaces y otros g h e r o s de pájaros, que divierten el gusto; como otras domksticas: pavos. gallinas, capones, patos, gansos, surites y sus pichones. Las codornices se producen en gran numero en sus montes y campiáas.

8 No les faltan á tan veloces y f~vorables aves, al- guaciles que les alcanzen en su vuelo y devoren, habiendo mucbos azores 6 alcones, aletos, gavilanes, águilas, bu- tardas, h aguilillas, vilanos, cuervos, guirres, y cernl,ca- los y otras aves de rapiña.

9 IIay dilatadas montañas de pinaies, de donde se pro- vean do maderas para las mejores fábricas, tanto por ser maderas incorruptibles a! agua, como lo fuerte y dbcil para labrarse y su color encendido y hermoso.

10 La de Doramas (2) que dejo ya tocado, de su iiermosu- ra, variedad de árboles coposos y desc(dlados en grao manera unidos: tiles. laureles, palos blancos fortisimos, harhuza- nos, viñátigos, bresos, jayas y palmas triunfaiites y otros ghcros , todos tan ircscos, y serpeando los cristalinos arro- jos en apacibles llanos donde se halla toda la diversion y gusto en la caza de toccaces y canto de los p r j A aros canarios y mirlos. Dista de esta ciudad tres leguas hácia la parte del norte. Canta sus diversionesel Dr. D. Rarto- 1oin6 Cairasco, can6nigo de esla santa Iglesia, en su Tem- plo militante, y en otras partes. Los señores Reyes catolicos D. Fernando y D." Isabel de Castilln, hicieron A esta isla de Canaria, el inapreciable cuanto especial pri-

(1) P. Acosla, en su IIisloria t~alura.1 y moral de I.ar Indias, l ib . 9, m p . 33. -

(2) Wonle de Doramar.

vile$o de incorporarla 6 si1 Real corona de Castilla, (1) pro- met iendo pbr sí,' y los clcrnas señores Reyes sus siiceso- res no separarla ni parte de clla .porque mejor se pohla- s e - . y fuese mas'noblecida, lo q u e convid6 b q u e se a u - nientascn sus 'pnblacioncs y comercios en no iml, 'oner en

- sus 'dsrechos. m i s de 'un seis por ciento en todos los g é m - ros q u e entrasen y.saliesen &c. como consta del Real privilegio dado por los dichos monarcas a r o d e 1528 e n . . 19 de Setiembre. - - 11 Creció la polilacion del Real de las Palmas y di - vidiose e n Vcgueta y Triaiia; corriendo por medio del r io Ni.guln-iguada; d c donde se -abren d o s azequias una por la par te . superior q u e baña la Vegueta y d6 agua para todas sus -fuetites, en part icular para la mayor (le la plaza di: la santa Iglesia, riegos de sus Iiuertas y jardines y usos comunes, y otra por la de Triana, sus itiontes y riegos de huertas d e hortkliias y sembrados.

1-n la par te de la Vegusta está siiuatla la santa iglcsia y tiihunalcs, en Triana eran los comercios, t ien- das du mercaderes: s u vecindario ser6 hoy cle 2CB vecino: feligfeses de una parroquia contigua á la catedral, tenientiose dada la 'providencia e n los casos de haberse roto el puente q u e hace con~unicahla la ciudad, el q u e aclnlinistre los'sacramentos el capellao del monasterio de monjas de san Barnardo q u c estk al estrenio de Triana, hácia la parte del norte . De s u fundacion y d c los tle- mas conventos dii4 en sus aílos de la serie de este 0- Iiispado.

13 El comercio q u c trajo á esta Isla tanta variedad de Nacioiies, especialmente del Septentrion: la espul- sinn de blebrcos .que se hizo de España. comercio q u e tuvieron estas islas con Porlugal; y continuadas entradas, q u e de estas islas se hacian en la costa de Africa, de cuyos nrituralcs herberiscos crecib el númcro en todas estas islas; hizo quc c.1 vigilante cuidado del canto Tribunal cle la FB se aplicase 6 preservar de su contagio estas sicte islas, y provey6 de un inquisidor en esta de Canaria, q u e lo f u b el primcro el licenciado Bartolu~nC? Lopez Tribaldos, á

(1) C é d d a de i n c o ~ p o r a c i o n de esla I s la 3 l a Real corona d e Cas l i l la , fué hecha cn l a ci t tdad ctc S u l a m a n c n , eva 20 da E n e r o de 6487; re f rendada dc F e r n a n d o Alvares de T o l e d o , e icribano.

DE CANARIAS. 195

quien di6 el titulo el inquisidor general D; Fr. Diego De- za, Arzobispo de Sevilla, año de 15Ok suhordinado á la Inquisicion, donde finalizahan las causas que aqui fulmina- ban de aquella ciudad de Sevilla,en cuya forma se pro- sigui6 por el bachiller Martin Jimenez, Chantre de esta santa Iglesia, y fiscal que hsbia sido de 1s Inquisicion de Sevilla, nombrado para esta Inquisicion por D. Alonso Manrique, Inquisidor General y Arzobispo de aquella ciudad año de 1524, y Ic sucedió D. Luis de Yadilla, Dean de esta santa Iglesia de Canaria, y natural de Manianilla, Arzobispado de Sevilla, y le di6 el titulo de Inquisidor de esta Jnquisicion año de 1527. ScparGse esta Inquisicion de Canaria de la de Sevilla, como dice Paramo (19 vi- iiiendo por inquisidor el' licenciado Pcdrc 0r t iz .de Funez, racionero de la. santa Iglesia de Toledo, y fiscal que hahia. sido de aquella Inquisicion, despacbándolc el t i tulo para Inquisidor de Canaria, el Cardenal inquisidor Ge- neral D. Diego do Espinosa, año de 1567.

Fundacion de la inquisicion de 1Cléj.ic0.

14 Y por el honor que resulta á este Tribunal y á nucstra. Catedral B isla debo hacer aqui mencim de la fundacion de la inquicicion de la ciudad dc Mbjico, saliendo para ella, año de 1570, el licenciado D. Juan de Cervan- tes, natural de esta isla, doctoral de esta Sjntn Iglesia Ca- tedral, grande en Jurispmdencia y eruditisimo; y D. pedro de Moya y Contrera Rlaestre Escuela de esta nuestra .Santa Iglesia, Varon insigne que por haber muerto antes dc llegar á la Veracruz D. Juan de Cervantes, Tu6 quien hizo la fundacion del santo tribunal en 12 de Setiernbre del aíío siguiente de 1571.

13 Remitiendole el P\ey la visita de In nueva Espa- ña, y sus oficiales, privando unos y suspendiendo A otros, Tu6 ~rzobispo de Méjico: y pasando a la Córte á dar cuenta de su visita, le diS el Rey la del Cons~ jo Real de las Indias, y fu8 su Presidente, en cuyo empleo murid, como refiere Fr. Juan de Torqucmada. (2)

(1) inquisidor Luir de Púrama, de Orig. of f i c i i .Sanh 1%. quisilionis, 126. 2, cap. 20 H. (4) Torquemnda, njonarquin h~rlinna, en c[ lomo 1, libr, 5,

cap. 5'9 y 25, y l i b . 19, cap. 39.

16 E l Gobierno juridico; civil y crinlinal, asi en esta Isla como en las demas, padecia desconciertos y trabajos e n los litigantes, por n o tencr los litigios recurso, s ino al costoso y dilatado, pasando por apelacion á la Meal Chancilleria d e Granada, por tenues que fuesen, hasta q u e e n el año de 1526 los señores emperadores D. Carlos, y Doña Juana, su madre, reyes dé Castilla, a tentos i dar

I 10s mayores alivios á los Iiabitadores de estas Islas, mandaron poner e n esta de Canaria (1) el tribunal de la Real Audiencia con tres Jueces, q u e conociesen de todos los pleitos y causas, q u e fuesen en grado de apelacion 6 su- plicacioii y d e las fuerzis q u e hacen los Jueces eclesiis- ticos, precediendo el tribunal Regio el Ministro mas an- t iguo, siendo los primeros los licenciados Pedro Paradi- nes, Pedro de Surita, y Pedro de ~ d u z a . Yúsose por S. M . Regeiite en el Tribunal, y cornenzú su Gobierno en el doctor Hcrnan h e z de Grado, atio de 1566, el q u e h o y subsiste, y con presidente Capitan General de las islas, no d i s t inguihdose e n el t rage mas q u e andar i e m p r e coi1 gorra, capa y espada, hasta q u e a causa de q u e en la Cór t e so faltb por u n iorastero U! respeto h uno de los rni- nistros del Consejo, t e n i h d o l e por abogado, previniendo

. para lo de adelante, mandó el seiior Rey D. Fel ipe 11 vis- tiesen la Garnsclia por sefial de veneracion y de'cencia no solo, s ino para difereiiciarse como dice el coronista Luis Cabrera de Cúrdova, y F r . Antonio Remesal. (2) 16 El tribunal de jueces subdelt.gaclos de Sta. Cruzada, (3). .

se compone del rloctoral de eqtasanta Iglesia, y doscanúnigos que e s el número, aunque suele crecer con algunos supes- numerarios, presidiendo el mas ant iguo q u e concurre.

Err 10 espiritual e s t i esta isla como todas las demas, bajo la jurisdiccion del obispo y su provisor, y cadd isla e n sus primeras instancias, e n la d e los vicarios, que hacen sus veces, y q u e t iene e n cada una.

17 Las religiones que con su doctrina y enseñanza nos -

( 1 ) Cédula de Ea fundacion dc esla Real Audiencia, año de 1526.

(2) Luis Cabrera de Cúrdoca en su Hisioria, l ib . 12, cap. $1, ano de 1579. Fr. Anlonio Remesal, en l a Historia general de las Indias, lib. c a p . 24.

(3) Cédula en Eo, vitla de Toma, Reho de PorlugaE en 22 de d'inyo de 1551.

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dir igen y ejcrnplihan, son: de santo Domingo, u n convento: o t r o de S. Francisco y de S. Agnstin; y una casa d e residencia de la compañia de Jesus, todas con estudios fusniales, y t res mot~astcrios de rciigiosas, dos d e S. Ber- nardo d e calzadas y descalzas, y o t ro de santa Clara.

18 E n lo militar gobierna uii capitan á guerra q u e lo es el corregidor, y guarnecen la ciudad y s u puer to diferentes fortalezas y u n re si dio de donde se sacan sus guardias.

19 Corre esta ciudad situada de norte á sur , miran- d o á oriente q u e bañan las aguas del mar Occkano a t l in - tico, y abunda de las dulces de azequias y pozos de perennes manantiales de buena calidad, todas circuristancias q u e quiso tuvicsen los pucblos, el Glosofo Aristbtcles, (1) para la vida humana, y sus convcriiencias.

20 Son naturales de esta ciudad, el doctor D. F r a n - cisco kllatos, arcediano t i tular de esta santa iglesia y actual Obispo J e Yucalán O Campeche. Fue lo el licenciado D. Cerúnimo Aiigulo y Figueroa, fiscal de esta lnquisicion y canbnigo d e esta Santa Ilglcsia, insigne le tra- do y adniirables prendas q u e fueron considcradas por D. Diego Arce Reinoso, inquisidor general, quien le hizo del Consejo de la General Inquisicioii.

21 Juan d e Siberio Mujica y Vera, canhnigo d e esta santa Iglesia catedral, q u e hizo el viage de Tierra Santa, y escribi6 s u perogrinacion, y u n t ratado contra las co- medias; fub vcnerado por si: vir tud: Hace mcncion d c CI D. Nicolas Aiitonio en su llil~liotcca IIisp. lit. 1.

22 E1 Dr. D. BarlolomL: Cairasco de F i g n ~ r o a , pr ior y canónigo dc esta Santa Iglesia, a u t o r de los a'etnplos militantes y Triunfo de las virludes, y de otras obras escelentes q u e Ir dieron el renombre d c Divino: IIace memoria de este ilustre varon el M m t r o Gil Gonzalez DA- vila; en la liistori3 del Rey Exirique III, cap. 79, p$g. milii 194; y en los teatros de las santas Iglesias, t ea t ro de la dr Osma, pig. milii 420. F r . Andres de Valdecebro, en el Templo de la Fama, ar t iculo 14, iiunqüe Ic equivoca el apellido (con el de un s u sobrino) lo coloca á igual del Tasso ó Torquato; y D. Nicolas Antonio en s u Biblio- . teca española Lit. B. Fue este divino Orfeo tan insig-

( t ) Aristotcles, l i b . 7 d e s t4s poi i l i t o s , cap. 11.

.ne en la música, y usó con tal destreza de su lira, que cuando la taiii:i, quedaban suspensos los que. le oiaii s u dulce nrriionia, caushndoles lo q u e cniita Virgilio del Te- bano hnfion, epiogri 2. Orfeo, egloga S y Arion egloga 8. Muriú D. Bctrtolornh dia 12 de Octubre del año de 1610, de edad de 70 afius. Yace en su capilla de Santa Catali- na niitrtir de esla Catedral, con el epitafio s iguiente cn s u lápida.

Liricena et Va les Tolo Celebratus in Orbe

nic Jacet, inclusus nrjmine Ad . ~ F ~ T ( L Pokarts.

1 Juan de Siberio RPujica sirvib de capilan cn la guerra de Africa, A los rclycs dc rJortugal q u e le estimaron sus huenns servicios, d h d o l e el h d ~ i t o de Cristo, q u e ol)tuvo con encoinienda.

2 D. Fernando del Castillo Cabeza dc Vaca y tiayras- co, cuyo valor sc aclmir6 en los p n i ~ e s bajos dc Flandes. don& ascendiú por las p l a s del nlBrito de soldndo, alferez, capitan do inlanterla y de caballos, Maestro de Cam- po do espaiioles y Sargento General de Batalla, con reten- cion de tercio, cn q u e le atajb la muerte. Señalose e n los s i t ios de Terrsmnnda, CharsleRoy, Mastr iq~ie, lIau- IlcJarda, Eiburgo, y en los socorros de Buchan, Conde San Guillcn y de Ruan, d¡sling?iiendo su valor en el re- cncucntro de\ pueiite dc Locrc, en q u e detiivo al ejhrci-

i l o d e Francia. 3 D. Pedro de Medrano, ccipitan dc inianteria, y de

caballos eii Plandes, donde se iiataron sus desri~esi~raclas f u c r ~ a s .

D. .Tos6 Vifiol y Betliencoiirt, capitan d c las Reales Guardias, sirvi6 con a p r o h c i o n en RIilan da capitan de 1 infanteria; y e n España siendo a!udante rcal, coi1 h i e n a irileligeticia c n la forlificncion, fu6 caballero de! órden de Alchntara.

P). Lorenzo Viñol. sil Iicrmano, caballero del há- hito de Santiago? capitan de infanleria, e n Vlantles, y de las Bealcs guerdias eri Ríadrid, castellano dcl castillo de 1 S. Juan de U u a .

l

DE CANARIAS.

D. l ~ r ~ n c i s c o Tomas del Castillo 11ui.t d e Vergara, nii hermano, capitan d e infaiiteria en Flantlrs, sargento niriyor, gohernadcr d c la provincia d c Vera-Paz e n la d e Guatemala, teniente de capitan geueral, castellano de A- inatic; y. sobre todo, saliG (1,. s u t;obierno sin cargo píi- blico, ni secrcto. libre y sin cosla.;, y 4 cargo dc penas Je cirnara del Real consejo, las q u e se rausaroii en s u residencia. Qej6 la carrera y tomo el eslado eclcsitistico e n q u e v i le .

4 E n fkrtiles llanadas 6 media legua del mar 7 puer- t o s de Mclciiara y la nlacler*a y aun del de Gando, fuii- J6 el capitan Gonzalo Jaraquemada (natural de Frogeiial d e la sierra en Extremaduro) el lagar d c Tcldc an los !!anos a u e Ilanian de Jara. dondc s i tu0 su casa. Y nor

I

Iiaber descubierto h u n t i ro dc mcisquctc nias abajo lii fi.osca ahuntlante y perenne frientc, la prosiguió Cristcibal Garcia del Castillo en el poragc q u c Iia crecido j i i polilacion dc 390 vecinos arruados, y mil ciento setent'i y tres vecinos divididos con u n a parroquia muy bucna. dos lieiiefici~dos dc provision Real, u n convento dc religiosos d c saii Francisco; u n hospital formado en ticinpo e n q u e se feneció la conquisla de la isla. La piedad de lnks Chamarsita h limosnas q u o juntaba de los caballeros con- q u i s t a d o r ~ ~ en una casilla q u e tenia , recogia los pohres enfosn-ios, y creció e:? caudal de suerte q u c sc Iialla q u e e n el año de 1548, prestri para la fábrica de esta catedral 300 d(,blas, y 100 para el Iiospital de san Mart in. Es 1~:gdr muy proveido de todo regalo de carnes de todas suertes y las mejorcs de esla isla, por los muchos verdes de SUS c a ~ p i ñ a s y plantas de millos, y todas mieses 7 plantas. F u k logdr rico y d c i n ~ ~ c h o comercio en t iempo d e los azucarcs, concurriendo tlc sus puertos 16 y 20 ein- bnrcaciones juntas.

5 F u e r o n hijos de s u pila cl padrc Llalvaro de la Mata, de la compañia de Sesus, prepósito de los estudios de Se- villa. E l padre Marcos del Castillo, tlc la compañia de Jesus, catedrático de prima, consultor y calificador de las inquisiciones de Cbrrlova , Granada, Murcia y Sevilla, provincial de la Andalucia, de cuya vir tud y gobierno se

maiitieiien memorias c n toda su religion, el padre F r . Juai i del Castillo y Suri ta , de la religion d e san Francisco, provincial de estas islas, y comisario general de los Reynos de nueva España el 22 adondc fue a ñ o 1609, y calificador de la inquisicion de Jlejico, de quien hace mencion el padre F r . J u a n de Torquemada. (1)

6 El doctor D. Francisco Mesia g Castillo, Dean y ca- nónigo de esta sanla iglesia, varon d e loables virtuosas costumbre5 y letras.

7 El licenciado D. Francisco Mesía Frias Salazar y Castillo, s u sobrino, inquisidor apostcilico de estas islas y mas ant iguo de los reynos de España, arcediano t i t u - lar de ehta santa iglesia catedral.

8 El doctor D. Diego Botcl'o, inquisidor de este san- t o oficio, y candnigo d c esta santa iglcsia.

3 E l doctor D. Andi6s Roineru Suarez. inquisidor d c esta santa inquisicion y dignidad de esta santa iglesia.

10 El doctor D. Díego Romero Botello, Dean g canó- nigo d c csla sanla iglesia, consultor y ordinario d e esta inqtiisicion.

11 D J u a n Jaraqneimda, caballero de la 6rden de !$n~iago, capiLan d c infdnteria del presidio de estas islas, maestro de cdinpo de la a rmlda Real, maestro de campo y gobernador de Lareche e n bfríca, presidente gohernador y capitan general del reyno de Chile, donde man- t u v o la suer ra con el s o b e r h y famx+o Aynavillo, r a u - dillo de las tropas CLiilesc~s, de q u e Iiace particular memoria cl padre Alonso de Ovalle, (2) Volvi6 ií Espana, y fue castellano del castillo de Pamplona y g o b e r n a d ~ r del reyno de Navarra.

12 D. Diego Sopranis del Castillo Suarez Bonce d e Lean capitan q u e lué vivo 15 alios en el ejkrcito do Flandes, y 12 sargento mayor basta sor ref,rnmdo en reforma general; fue coronel dc alemanes a l l a . PIallose e n aquellos paises en el socorro general de la villa de Chm- brag, e n q u e se tlerrotb el ejkrcito de Francia mandado p o r el principe dc Ccndk que estaba fortificado. Toma del fuer te de Rosin, s i t io y toma de la Heria, y de la villa

( 1 ) Torqucmada, en su Monarquia Ind iana , lib. 19, cap. 28, parte 3.

(2) P. Ovalle de l a compañia de Jesics, en su Relacion His- toria del P(t.ino de Chile, l ib. 6 , c n p . 18, p d g . m i h i 267.

~e CANARIAS. 201

de Condé: en el sitio de ArdrCs, B interpresa que se in- t e n t b e n la villa de Calrs, habiendo sido noinbrado di; fcrentes veces d e manguardia; como tanibien en todas las salidas q u e se hicieron asi de la villa como del castillo de Camhray, donde se Lialliilm de guarnicion con su tercio, mandando la infanteria en las entradas q u e se hicieron cii Francia, a:argando las contribucioiies y ronipiendo los combores del cneniigo. IHnilose en la defensa de Camlm.y lo q u e Iiizo con particular valor dcsvelindos: en fortificar y defender los pueslos que Ic señolaran, por ser ex- per to en la fortificacion, disputandole los asaltos al enemigo con muer te de niuchos, caosandole gran p h d i d a donde rec i l~ ib heridas mortales, retiraridole en la plaza, hasta q u e lo hicieron i r A Bruselas. Y sicndo señalado SU

tercio para ir A Gante q u e le sitiaban no quiso dejar de seguirle, estando con dos muletas y las heridus akiertas, n o obstante las protestas de los cirujancis, del riesgo eviden te d e perder la vida.

13 Asegurado de las heridas vino fi España, J S. M. le hizo gobernador y capitan general de la isla Trinidad y provincias de Guayana donde fu8 prisionero, por la mu- chedumbre de enemigos q u e le situaron, y vuelto á Espalia fu6 nombrado por S. M. p c ~ r gobernador y castellano del castillo de Jaca y teniente del Virrey y capitan general del reyno de Aragon, maestro d e campo de toda la gen- t e de guerra del reyno, y m u r i ó e n Jaca donde se sepul- t6 aunque no su memoria, año de 1702.

14 A poco mas de dos leguas de Telde, hácia la par te del sur, está s i tuado el lugar de Agüimes, Chrnarn Episcopal (reserva q u e hicieron los reyes Católicos e n la incorporacion de esta Isla de Canaria.) Tiene 63.3 vecinos divididos: los 172 eii el lugar del Ingenio; 65 en el d e Carrizal; y los deinas e n diferentes pagos, arruados e n el lugar dv Agüimes, con una parróquia con su cura, seis ermitas, y un convento dc Santo Do. mingo, que tendrá 12 Religiosos: fundase año de 1649 con el t í tu lo d e Nuestra Señora dc las Nietles. Todos sus naturales es gen te hhbil, y buenos labradores: mucha cria de ganados, y de las mejores carner;: buenas acei-

lunas, y todo genero de 'frutos. 15 Fueron hijos de su pila el Dr. D. Pedro Lozano

del Vallc, deaii y canónigo de la catedral de Oaja~a. 16 D. Luis Aguiar y Toledo, cuyos hourosos pro-

i.,ediinfeiitos dan mucha estimacion á su patria, iu6 en I Flandes capitan de iriianteria, sargento mayors, teniente

del castillo dc Amberes, maestro de campo de Ter- oioviejo, general de balalla, y gobernador de Nioporte, con los crPditos de ser de los mayores politicos militares de aquellos paices.

17 D. Carlos del Campo, capilan de infanteria, que fu6 en Flandes y Cataluña, y hoy castellano del castillo de la montaña de San Francisco en esta ciudad de Canaria.

18 Es lugar asperísimo, por lo quebrado de su situacion en la sierra de esta isla, remoto de csta ciudad ocho leguas: su vencidad de 416 vcrinos, muchos negros, que se mantiene su color tan alezado, como si vinieran ahora de Cuinca, ignorando cl tiempo de su entrada; sabien- dosc solo el quc fué lihre de cautiverio. Los irutos del lugar son de buena calidad, aunque no muchos, las le- gumhrcs y pasas son muy Luenas. Los duraznos de mucho regalo, y vinos, aunque son las viñas cortas. Carnes dc cahrios son las mas, aunque tiene de todas: una par- roqsia con su cura, ? tres ermitas.

39 Está en las cumbres de esta isla, y en lo inas enriscado, y fragoso de ella: el terreno en que esta la parroquia se corre, y la 1.arraquia se ha solido hallar distante de su fundo: porque suelen decir que en aquellos terrenos hay pocos bienes raices, porque todos son. muebles. Tiene 293 vecinos juntos J' divididos, con u n cura. Aunque la Aldea de S. Nicolas es de su jurisdiccion; por lo retirado y dilicultosos caminos, se le ha pueslo en su ermita Sacramento. Produce muchas col- menas y ganados, particularmente cabrio. Las aguas, que cn sus términos niiceii_condujeron los- antiguos; minan-

do uiia alta sierra por mas de un cuarto de legua por las entrañas de la tierra, con particular arierto, pasan- doce Ii regar los campo5 de la Vega, g dc csta Ciudad.

ACUZA Y ARTENBRA.

20 Estas dos aldeas son de la jurisdiccion de Gal- dar en lo espiritua1;distando cerca de cuatro kguris, f r - nieiido Acuza 50 vcciiios y 40 Artenara donde se le ha puesto Sacramento, sin perjuicic~ de su parroquia. Los granos de estos terrenos son los de mas pcso, y subs- iancia de vsta isla, aunque pocos por lo quebrado de las tierras, siendo solo para cria de ganados, y de la calidad de Tejeda, y Tirajona. Tiene un capellan, que resi de en Artenara, iglesia de S. MaLinj Apostol, donde está el sdcrainento y celebra el santo sacrificio cn todas las festividades; y cada 15 dias dice dos misas, la una cn la iglcsia de nuestra Sefiora de la Concepcion dc Accza, distan20 una legua de mal transito.

21 Volviendo sobre el mar que baiia la isla por 1:i

parte del norte csta siluado el lugar dc Agacle, B doce leguas de la isla de Tencrife, con 170 ~ec inos , con par- ioquia, un cura, que antes fub beneficio de provisioii Kcal y dos ermitas; la una de nuestra Seiioi-a de las Nieves, donde dijo la primera misa el divino Cairasco, (1) wrno lo canta en su Templo Militante el dia G de Agosto, y otra de S. Sebastiaii. Mantiénese en scr el primer cuerpo de la torre en que estaba alojado Alonso Fernnndez de Lugo con sus gentes, al tiempo de la conquista, de donde salia A correr los campos, y logr6 la prision'del Guaclartlieme: hoy sirve de granero, b bodegas de las ha- ciendas de parientes mios, de quien es lo mas de estos terrenos, que 'son proveidos y regalados de todos frutos y carnes, y de sus mares con los mejores peccs.

( 1 ) Cuizasco, l'enaplo. ##ilitnnle, parte 2, Postisidnd de las Nieves.

22 Corricndo la misma costa del mar bhcia levante á dos leguas de Agaete, eslh el lugar de Galdar: y aunque no puedo blasonar do numerosa poblacion, pues solo tie-

i ne 360 vecinos, lo puede hacer de su antigüedad y de haher sido corte de sus antiguos gusdarthemes ,i reyes de

i esta isla rnantcniendo sus memorias con la casa donae daha sus audiencias. Tiene buena parrdquia con un beneficiado, que dividió del de Guia el seííor emperador Cár- los V por In provision de 5 de Diciembre del año de 1533 con 4 ermitas. hvecindaronse en sus cuevas nobles lamilias, de quien procedih P. Juan Aguilar Carrascosa, ca- I d l c r o de la órden de Santiago, de que le hizo merced el Sr. Rey D. Felipe 11, sirviendole de rapitan eii laba- talla naval de Lepanto, donde se señaló y despues castellano del castillo de Belen, en la rivera del Tajo en Portugal, cerca de Lisboa, donde tambien se le di6 el hábito de Cristo con encomienda, y lo i u k D. Marcos Verde de Aguilar. su s&no, canbriigo de esta santa iglesia catcdral, que se mandó enterrar en su capilla de la santísima Trinidad de su parróquia: y por la memoria que d c ello le hizo el Obispo D. F r . Juan de Toledo, mandando poner en ella estos dísticos, la hago refiriendolos:

ñ i c sitos isie Marr us Patrie inderessus atnator Cujtcs i n extinclus flagrat atnoracinis: 194atentas Aguilas tccdis quoque clarus 1Geris Caltlaricus Princeps tollit irn astrapater, Se meritis auxit possitis per ruras sacellis Et culturn, sucris duns alimenta viris. Annua justa sibi statuit mensura per evunz Justa joaretatali rnanere perpetua Hste prior Temnpli canonum de more sacerdos Proestilit hyninr dicis debita jura choris Praescius (adde) su@ signuvit lempora morlis, Et consanguineis Zuclibus apla dedit. NulEa proemet tellus, animus tenet aslra superstcs, Corpus et in patria moUe quiescit humo. Hiec PrceiuZ /ido de prompsit pectore vales Lictorea que domus, e t memor hospicii.

, DE CANARIAS. 20s

23 E n jo alto del llano, que dicen las Vegas de Galddr, distante como un tiro de fusil, camino de Giiia, está un convento de religiosos de San Francisco de hasta 24 religiosos fundado en el año de 1520, buscando en el retiro mas libertad para emplearse en la oracion, y con- teinplacion; y asi Iia tenido varones eximios en las v i l -

tudes: y liahiendose levantado un tormentoso tiempo en el dia 26 de Encru del año de 1562, se juirtb el guardian con su comunidad en la iglcsia, el santisinio Sa- cramento descubierto, cayó un rayo, rompi6 la campana: ?as6 fi ia iglesia, consumih el Sagrario, dejando in- demne el Santísimo y los religiosos, como lo reficre el obispo de Mantua.(l) 24 Fueron moradores de este religioso convento e[

docto padre Fray Gerúnimo de Vera, que siendo religioso profeso de la brden de predicadores, y calificador del Santo Oficio; halbiendo predicado de concepcion, le IIa- m6 el Señor, con fervoroso espiritu, y se retiró á la vida conteniplativa, que ejcrcith en aquella soledad, recibiendo el hhbito del serhfico instituto, viviendo con particular retiro, vida anghlica con suma humildad, virtudes y opinion, hasta dar A Dios su esplritu en el mismo 'convento.

25 El P. Fr. Pedro de Montes, lego devotlsimo del Snntisimo Sacramento. y de singular confianza en las divinas misericordias: hízole el Senor el singular favor de revolarle el dia de su muerte; y previnihndose recibió los santos sacramentos y se iuh a goaur de la gloria.

26 El padre Fr. Fiíincisco del Infdiite, que vino de España en compañia del doctisimo prelado 1). Bartolo- - m6 de Torres, obispo de estas islas en el año de 1567. Habiendo sido catedrático de latinidad y griego, cn diferentes Universidades, lo llev6 Dios A este convento, (

donde recihi6 el santo hábito, viviendo en 81 con ejcm- plar virtud, humildad y pobreza, y murió con grandes setiales de gozar de la bienaventuranza.

27 El padre F r . Rafael de los Cobos, retirándose á es- e ta soleciad de las diversas partes, donde fue prelado: vi-

(1) El obispo de ~%'anlun D . Francisco Gonzaga. De orig. SE- ~.dphicae regida? Franc i scan~ , concento de S . Anlonio de Galdar consl. 3 p d g . mihi 1170. - -

3 5

vi6 con grande observancia, y santos ejercicios: pasó de esta vida mortal año de 1646. Dicen se mantiene' incor-, .rupto en la h6veda dc este conveiito, siendo este con-, vento en todos tiempos un jardin de fragantes frutos. .

28 A un cuarto de legua de Galdar, hácici la parfe del sur, se halla á su vista el lugar de Guia, supeiando las vegas, campañas, y otras buenas vistas de mar, y terrenos abundantes de todas carnes, mieses, magrales, y .otrcs plantas. Tiene muy buena parróquia con un bcnc- Ficiado de provision Real, ron 540 vecinos, con un hos; picio de la &den de S. Fraricisco, coi: buena iglesia, fa- bricada en la casa que se cri6, y hacia sus rigorosas penitencias, Catalina de S. Mateo, cura admirable vida acab6, .religiosa conversa en el monasterio de Santa €la- r a de esta ciudad dia 26 de 3Yayo de 1695. Sus doshei- manas, h o n o r de S. Benito, religiosa del niismo convento, y Marina de la Trinidad, ilustraron el suelo de su nacimiento con ius virtudes, asi como muchos de sus naturales, con 13s armas.

29 fllostrAronlo con la gloriosa fama de un bizarro soldado, y valeroso hijo de Canaria, el l~rigadier D. Adrian de Bethencwrt y Franchy, natural de este lugar. Le sac6 de kI en su tercio por alferez, el macstro da Cam- po D. Fernando del Castillo, año de 1685, en cuya compañia pasó al ejercito de Flatides, y sirvió en aquel ejercito hasta la reforma general; y en el dc 1600 pa- s6 á Espafia, y di6 compaiiia para Rlilan, en cuyo ejiir- cito sirvi6 en las ocasiones, basta el año de I Í C 6 que volvió á Espaíia, á capitan de las guardics de S. M.: y despuas da varios y agradables servicios, hizo el especial 6 la corona, estsndo en !a Villa de Requena, en la provincia de Cuenca. 32 leguas de Valencia, donde con ocasion del levantamiento que hizo aqucl Reyno, faltan- -do á la obediencia de su legitimo soberano cl Rey D. Felipe Y, sali6 nuestio D. Adrian con los vecinos de la Villa de liequena, auxiliado de sus tropas veteranas, á castigar los rebeldes, ejecutando cuanto cabe en el valor. Y habiendo sido la Villa sitiada en el mes de Ju- nio do 3706 por el Conde Petersbourg, cornaudante de

J>E CANARIAS. - 237.

las armas inglesas, que conducia A Castilla, estando siir fortificacion, ni defensas, sino lugar casi abierto, se r e sisti6 diez y nucve dias, sufriendo 10s asaltos y vigoro- so fuego del ejbrcito enemigo con iridecible valor, hasta que les fuk preciso rendirse á la necesidad de ver mi- iiad;i la Villa, diversion que dió lugará que hubiese recibido S. M. la gente de Francia con el duque de Or- leans, y rnaríscal de Vivink, y espblsar los enemigos de Castilla, conociendo debcrsele á la gran conducta dc nuestro D. Adriün, con tanta satisfaccion del Rey, que teniendo la noticia dc la rendicion de la plaza de Otan, encargó á D. Adrian el socorro de Musalquivir, que sali6 á hacerlo en dos galeras que le detuvierori los contrarios vientos borrascosos sin poder vencerles, ni lo procelosn dc los mares, que con intrepidez solicit6 avanzar en difercntes ocasiones, que lo interitó con eviden-, ies peligros de la vida, hasta que en esta porfia llegó el aviso de estar tomadas por los cueniigos cstas importati- tes fortalezas de Africa.

30 Nornbróle S. M. por comandante do la ciudad de Tortosa, y teniendo los rcheldcs (auxiliados de las armas inglesas y alemanas) tomado el puerto de los Alfaques en la desembocadura del rio Ebro, y en cl castillo de S a n Juan, salib con las tropas de s u guarnicion y lo riu- dio y tomó por EspaÍía.

Resentidos los eiiemigos que las armas de las dos coronas tuviesen estos y otros felices progresos, ceso]- ~ i b el maestro de campo general, conde de Es la reml~eq imultar á Tortosa, que considero mas fácil, por motivo dc estar aun abiertas las brechas que le habia hecho el duque de Orleans en su asedio, y que estaban muchas d e sus partes acc:esihles, y con solo cinco batallones en s u defensa; con que escogicndo 5 3 alemanes dc su ejérci- to, granaderos, y con grande número de Michelotes el dia 3 de Diciembre del año de 1708, sali6 de Tarrago- na con su persona la noche del dia referido, y al amanecer dia de San Francisco Javier, le atacó por diferentes partcs, á cuya defensa m u r r i ó el brigadier co. mandpnte D. Adrian con espada en mano: y encontrán- dose deptro. de la plaza con los. enemi,rros, Sub empleo de su carga de fusileria nuestro D. Adrian. comandante de la pfaza, faltarido una vida que merecia ser .eterna

208 DESCRIPCION BIST~RIGA

para mayor honor de su patria, y servicio del rey, digna memoria de nueslra cstimacion, debiendo la mia te- nerle prescnte para m i sentiniiento en todo tiempo, por mi cariño, habernos criado juntos y estrechos enla- ces de parentesco. D. Cristúbal de Quintana, que siendo en el ejbrcito de Flandes sllerez y capitan de infanteria, se hallb+en.el avance que se di6 á las líneas que tenian los enemigos forlificndas schre la plaza de Cam- bray, donde muriO al golpe de una bala, portándose con especial valor.

31 D. JosB de Medina, que f ~ 6 alferez, asistid en el mismo Iíince, capitan de infantería y de caballos en aquel e.ihrcito- , .32 El coronel D. Gonzalo Suarez de Quintana, sir-

vib en Oran, donde fuB alferez ayudante del general de hatalla Castillo, capitan de infanteria en lilandes y Ca-

I taluña, capitan de las reales guardias; niuri6 cn la bre- cha, y avance de la Villa de Briucga, ostentando su la- Jor, y esfuerzo año dc 1710.

33 De la jurisdiccion de Guiii, divide la profurididad de un barranco á Moya, l u p r d,q los aires mas puros y sanos que hay en toda esta isla, niostrando lo saludable de su temperamento, el que suele entrar y s31ir el aiío sin morir le l igrh d e su parroquia dc 150 que tiene, como sucedi6 el año de 1736: está contiguo á la montaña de Oramas, de quien dice el ol~ispo Murga (l), scr de las grandiosas cosas de los dominios de España, polilada de variedad de árboles, tan cerrados y copados, que el ma- y o r so1 no baja á la tierra, y tan altos, que casi se pier- -de la vista, siendo incrkdulo á lo que de ella le decian; pero vihilol~o añadió haberle dicho poco. Tiene en su par- rhquia, ciira; y de su jurisdiccion rlos ermitas: gwa de todas carnes, frutos y mieses, con abundancia de frescas -y delicadas aguas.

: 1 ) D. Cristdbal de la Cúmara y Ililurga, en Ea Re¿acion que .hace en ia Sinodo de .este Obispado ,y sus lugares, pág. mihi 340 P. .

34 A vista de Moya está el lugar de Firgas, gozando del mismo temperamento y aguas, su nacimiento e n Doramas: su vencidad de 75 vecinos y alcalde: tiene un convento de la órden de predicadores, que se fundó el año de 1613: asisten en 61 comunmente ocho religiosos, que sirven como ayuda de parróquia & la del lugar de Arucas, de donde dista media legua,

ARUCAS

35 A distancia de dos leguas y media de la ciudad de las Palmas, y del inar B media legua, se halla situado el iumar de Arucas, habitado de 530 vecinos, buena parro- ? quia, cura, seis ermitas, y alcalde, que tiene poco que hacer por lo arreglado de su vecindad: sus frutos abun-

. dantes de todo lo necesario al regalo: fueron los inge- iiios de azíicar de este lugar y del de Firgas los últi- mos que molierbn en esta isla.

TEKMI

36 Volviendo mas hicia el centro de esta isla, Ta parte del oesudoeste de Arucas, se halla el lugar de Te- rori, en quc está la miraculosa, devotisiina y hermosisi- ma írnágwi de nuestra Señora del Pino, de quien dice

-D. Crist6l)al de la Cámara, y Murga (nuestro obispo de *buena memoria, en su sinodal) haber aparecido eo un pino que yo tonoci (bastnntemerite grande) ;i dos varas

-distante de la principal puerta de eu buena parróquia, -árbol 11ien maravilloso en su tamaño y misterioso en s ~ i s -circunstancias, pues vi en el medio de su altura, á las pri- incras gajadas U brazos, que de C I se dividian, un gran circulo de culantrillo de pozos, tan frondoso y fresco, como si estuviera en un risco muy Iiumedo, y sobre de 61 dos áiboles dragos, con mas de tres veras de alto, con sus hermosas copas, y me dijcror', por tradicion, haberse caido otro. y que todos eran iguales, y en u n rnisrno paraje nacidos. Yo di, habrh doce años, á D. ku-

-cas Cori~jero de Moliiia, onestro obispo, una plancha d e cera, que se mantenia en mi casa, con la veneracion de-

ser en ella estampada una planla de zapato 6 sandalia, que sc me decia se hai~ia dado ii un hermano de ini abuelo, siendo gobernador de este obispado, por bnbbr- sele pedido licencia por un marinero portugurs, para subir 31 s01)redicho pino, y r e ~ i s ~ r n ~ en 61 una laja, que por: tradicion se decia estar en kI y haber sido peana de la santísima imhgen: y subicndo con esla prevencion de ce'ra, y una cruz en 61 segun nic parecia, del pik del pino, de mas de uiia vara de alto, una barrena y u n clavo; y subiendo á descubrir la laja y estanipando el pi& eii la cera, al dcjar la cruz fija en el alto de donde estaba el culantrillo, caidosele el clavo, harrenb el pino, dejando la cruz aseguracla cda la barrena.

El dia lunes 3 d p Abril, segundo de pascua de resurreccion, h las siete de la maííana, año de 1684, el tiempo sosegado, se vi6 inclinar este prodigioso árbol,

. p o r lo alto de las campanas, que pendian de 41: y ocurriendo 6 prevenir la ruina que ameiiazuba la inmediacion de la iglesia, sacando el Santisirno, y la santa imagen dc nuestra señora, fu8 con gran quietud y pausas cayondo Iiacia parte d ~ n d e nada ofcndió la grandeza de sus ramas: y alAichridose diferentes personas a recoger la prediclia laja, no se pudo Iiallar, y solo se hallb la cruz clavada con la bar~cna, que nos di6 testimonio da lo que llevo prevenido.

37 Entre los dragos (dicco) í u b la aparicion de la celestial imhgen, cuga hermosura lo certifica, y hacia prorrumpir a1 corazoii endiosado dcl ohispo D. Bartolo- rnk Garcia Jinicnez que la ii~63eri de Candelaria era de la madre de Dios, y la del Pino, de la Gracia, Su bul- t o s e ~ h de cinco pa!inos, con la iiri63en de su saiitisi- ~ i i o hijo sobre el brazo izquierdo: si1 vesluario todo es- tofado de oro, roja la túnica y el matito azul; descubre- se sobre el pecho la caniisa, donde se ven (en esta forma) unos rótulos, (1) cuga iiiteligeiicia reservo para quien Dios quisierc.

38 La vista de esta santisima irnhgen, y de su santisirno hijo llenan el alma de un celestial y S obrenatu- ral regocijo, á que muevcn con lo hermoso y atractivo

( 4 ) T'iase la lamina nl fin.

DE CANARIAS. 211

de su presencia. Ceííia 6 cercaba el tronco del admirable Brbol un circo de tapias c m su puerta, que con Ila- ve guardaba una fuente de agua, que s s dice salia de1 pino, y que la habia puesto un cura, para que los que ocurrian i lo milagroso de las aguas en sus necesidades por lo que pagaban, por remediarse, y por esto ce- $6 este benelkio divino, segun las tradiciones.

39 Hall6nie presente en ocasion que el concurso de muchas personas de esta ciudad quisieron medir la circunferencia del tronco del árbol, y fueron cinco brazas, y 10 Iargo de un baston: era eminente, y sus ramos frondúsos, cuya especie no se Iiallaba en mas de una legua de distancia: dicese que cn tiempo de la gentilidad, se veia una luz ,) estrella que alumbraba aquel sitio, y que rcconocihdose por el obispo D. Juan de Frias, hecha la conquista, se hallb este inestimable tesoro para enriquecer y amparar nuestras nesesidades y congojas.

40 Hizose la iglesia al pi8 del pino, la c u d se iú- corporó á la catedral de estas islas por el obispo D. Fernando de Arze, año de 1514, concurriendo diputados capitulares de su cabildo fi la cclekracion de su festividad de la santísima natividad 8 de Setiembre de c id8 año, celebrando los divinos oficios, y con la mitad de la capilla de música, con que se solemnizan sus maiti- nes, misa y procesion. 41 Hdlase en la cercania de este lugar una fuente

de agua agria, que sc aplica á mucIias enfeirnedades por rnedicina eficaz, i5 que ocurren de todas las islas muchas personas, conocicndosc la fortaleza del agua, en que echdn- dole una pierna de carnero eii la fuente, la consume, dejandola en el hueso: y una niorieda de cabro cn breve espacio la pasa, de suerte que se deshace entre los dedos, y si se le arroja un puñad.0 de tierrs se hace el agua de color de leche hirviendo y levántandose el agua con notablc inquietud.

42 El lugar es muy proveido de carnes de todo gB- neto, cazas y pesca de excelentes anguilas, granos y frutas de todas suertes. Dista dc la ciudad de las I'alrnas tres leguas B la parto dei oeste, J e penosos caniinok por lo quebrantado de su tránsito. Tiene su cura por parrdquia- nos 573 vecinos juntos y di\ ididos. y cuatro crrnitas,

(13 A dtls leguas de esla ciudad del Real de las Pd- mas á la parte del oeste en sitio alegre, fresco yameiio, esta situado el lugar de la Vega todo poblado de viñas, Qrboles írutalcs de todos géneros y senlbrados, carnes, cazas de conejos, perdices y palomas, todas conveniencias para los recreos continuados iodos los veranos; por 10 que síendo dueños de las heredades, vecinos de la ciudad, se retiran á gomr de ellas, y do las delicias de las irescuras de sus perennes arroyos y "fuentes, tiene par6quia con 660 vecinos junios y esparcidos, alcalde y seis ermitas, sin muchos o ra t c~ ios privados, de que estan proveidos en las . casas de di,version, los dueños, vecinos de 1a ciudad.

44 Dikronle este nombre por el santo titular de su ~a r róqu ia , que se erigió cn el año de 1681, desmem- braiidose su cuFato de los que t i m e la catedral, y es presentacion de su cabitdo: tiene 206 vecinos con coa- t ro érmitas, con las aldeas de Tenoga y Tamarazayte; sus terrenos so11 de pocas aguús, aunque suelen tener buenas sementeras de trigo y millo, siendo pocos los Arboles

. frutalesy carnes que se p~oducen en los terminos de s u julisdiccion.

ERECCION DEL OBISI'ADO DE ESTAS ISLAS, Y SUCESlON DE EL HAST-4 EL PRESENTE.

45 Deseando no padecer algun yerro 6 equivocacion eii esta ski ie de ohispos, seguirk las mas puntuales noticias, que logre cie lj antiiüedud, v p ro&gui r~ la que pone hasta su tiempo el obispo D. Cristól:nI de la Cima- ra y Murga en su Sínodo. Y no pareciendome podr6 fal- t a r á la verdad, continnando los qiie basta hoy se han seguido, como ni tampoco en lo sucesivo en los tiempos de cada prelado.

46. Ya tengo rcferido en el capitulo 16 del libro 1." como teniondo Mons. Juan de Bethencourt conquistadas cinco islas de eslas de C.inaria, dejando por gobernador de'ellas 5 Masiot de Bethencourt, su sobriiio, año de

DE CANARIAS. : 213

1405, se pasb á España g de Valladolid a Roma con re- c\>mendücion del rey Id, Enr ique 3 ? para la Santidad de 1iio;eiicio VI1 para q u e nombrase obispo de la cristiana g r q que habia en ellas, á F r . Alberto d e las Casas quien luego vino á cuidarla, Ilcgando á la isla dc Fuerteventu- ra , estando visitando y aletitando, como buen pastor, s u rebaño, hasta q u e muri6.

47 E n la casa de cuentas de esln catedral me dicen se llalla u n libro q u e se intitula de Rrcibitnienlos, en q u e se refiere, q u e el antipapn D. Pedro de Luna , q u e Ilarria- Ion Benedicto X I I l cn el a ñ o 10 de su pontificado q u e fuc': el d c 2 4 0 4 estando e n la ciudad de Marsella, en las nonas dcl mes de Ju l io , espidii) breve, por el cual hizo ciudad 6 Rubicon, y catedral la iglesia de san Mnrcial, prometiendole nombrar obispo b r a v e n i ~ n l e q u e la rigiese, haciendola sufrsgtínea á la de Sevilla, dhndole por di6- eesis suya, la isla d e Lanzarote, con todas las demas islas de Canaria, y nornbrú por ohispo de Rubicon á D. Alberto, q u e cotifirmí, el Papa Mart ino V en Roma á 11 d e las kalendas de Abril de 1489.

48 Y viendo 13 sucrsion poiititicia d e F r . Josk Al- varrz d c la Fuente , (1 ) hallo opiniones muy contrarias á

- lo rcieritlo, pues Jicc, q u e e n las cbrles q u e Iiixo el Rey de Ca.itilla e n T o r d a c i l l , ~ ~ , qu i t6 la obediencia del ariti- papa Bcnedicto a n o de 1402, lo que habia Iiccho el rey

. de Francia por los años de 1379. mnirdando q u e ningu. no de su reino acudiera por despachos á su curia sitian-

- dole estrechamente e n Aviñon, de donde sali6 disfraza- d o e n distinto hhbito de s u dignidad, vitiic':ndose el antipapa Luna á Cataluña, a ñ o de 1395. Solo pudiera atribu i r eii caso de ser dicha bula hecha á la pr imera iio- ticia de estas conquistas, quere r usar de I:i foculiad pon- tiricia en q u e el antipapa se ju7gaha-

49 Sucedii, e n este obispado, á D. F r . Alberto de las .. Casas, D. Fr. Alonso d e Barrameda, del órden de saii . Francisco, q u e se ha116 en el concilio liispalcnsc, q u e con-

vocó D. Alonso de Evea s u arzobispo, patriarca de A- Iejandria, a ñ o de 1412, segun D. Diego Or l iz de Lúfii- ga (2) e n sus anales sevillanos, siendo D. F r . Alonso, --

, ( 1 ) Fr . ,709; Alvarez de Ea Puente, e,& la sucesion Ponlificia, V ida de Ronifueio 9 , $s. 14, 15, 19 y 28, parte 5 . d i o de 1412.

(2 ) D. D i e g . ~ 0rti.z de Zziiiiga;_en'sus Anales de Sevillu, l ib . X.

ol~ispo elcctu suFraghrico al Arzobispado de Sevilla. 5 0 D. Mendo, de nacion fran~bs, y pariente de ,Mons.

Juan de Belliencourt, fuh el tercero obispo, siendo cons- tante por difercntcs aut#~res, fue nombrado por el Pon- tifice Martirio Y, cuya usumpciori fu8 en 11 de Noviem- l ~ r e de 1417 por lo que no pudo ser el primero obispo, como quiso el obispo Murga cn su sinodal. FuB

'grdride y celoso prelado, como lo mostró en la liher- tad de los nuevos hijos de la Iglesia, que oprimia Ma- siot de Bethencourt, su deudo y paisano, vendiendolos

'por esclavos, con que l ixia horroroso al nombre de cris. tianos, lo que no pudiendo contener las santas y suaves exorlaciones del pastor, rccurrih á Roma por nledio de un religioso lego de S. Francisco (1) natural isleño, sobre que espidih hula la santidad de Eugenio IV en 24 de Octubre de 1434 en Favor de los nuevos cristidnos

-isleiios, vedando con penas y rigurosas censuras, que no fuesen milltr~tados ni tomados por esclavos algunos de estas islas: y el b y D. Jcan el 2." como señor del recurso directo, a pcticion del obispo con armada contra Masiot, al Almirante Pedro Barba de Campos, señor de Castro-iorte, quien obligó A Mssiot á vender el derecho que tenia á las islas, al mismo Pedro Barba, en que con- vino el Hlcy, con que vi6 el obispo el logro de sus deseos.

51 El d. O Obispo de Bubicon, fub D. Fernando, cuyo apellido se ignora, y solo se dice ser tcúlogo de Fama, y que fu6 de los quc asistieroi~ en el Concilio de Constan- cia: vino B su obispado que mantuvo lo mas cabal en la religion y paz de los islcfios, y de aquí fuC promovido al ohispaili, de Lkrida en Cataluíia. En este obispado fuS nonibrado 5. prclado D . Juctri; y estando consagrado para venir, le nombra el Pontifice Eugenio 4. en otro obispado.

52 Sucediú en 61 D. Diego Ixpez de Illcscas, por nom- brainiento del Papa Nicolao V. Alentó este pastor nwcho h Diego Garcia de Herrcra en la empresa de las islas,

- asistiendo personalmente c,i algunos acometimieiitos que hizo en esta isla y la de Tenerife.

53 E l ú l t imo o l h p o , q u e fa8 nombiado para Rubi- con en la isla de Lanzarote. fub D. Fr. Tornas Serrano, de la drden de santo Doniingo, muy docto, y religioso cuyas circunstancias consideradas por la santidad de Pau- lo 11, pon~if ice, le detuvo para otros negocios de la Igle- sia, con q u e n o pasó á estas islas. 54. E n el a ñ o dc 1 4 7 9 pasb & Canaria a u n con el t l -

t u l o d e obispo de San Rlarcial de Rubicon (1) D. J u a n d e Frias, canúnigo de la sanla iglesia de Sevilla, A quien parece nombrb Sisto IV y di6 su Bula para )a traslacion de la iglesia d e Rubicon á Santa Ana de Canaria, e n SO d e i\\'ovieiribre de 1485, q u e se celebra cada a ñ o con octalm. Oirccibronsele al obispo nepocios q u e n o pudo tolerar, ni dejiir su dignidad sin dcfi.ntlerlos, y pasar á España, y n~urici e n la ciudad (le Sevilla, s u patria.

55 E1 2. obispo con el t i tu lo d e Canaria fue D. F r . Mípuel de 1'1 Cerda, hijo de los duques d e Rledina Celi, y del órden de S. Francisco. FUI!! el q u e hizo poner en ejecutaion la libertad de los gomeros, q u e litigó y defcniliU el obispo D. J u a n d e Frias. FuCL D. F r . Mi-

-gucl , creatura del Papa Bnocencio VIHI, y murió en Cn- naria a ñ o de 1491.

56 D. Diego de Muros, natural d e la villa de Muros e n Gdic ia , dean de Santiago, y abad comendatar io del inoriasterio Renito de san Martin de la niisma cuidad, embajador de los reyes catúlicos a1 rey de Navarra, a c b rirno propugnador de la impia y fdlsa doctrina d e Lutero, por q u e mercai6 la alencion de la santa Seclc. Nombrólo l a santidad de Alejandro VI por obispo d c estas islas a ñ o de 1493: fu4 el primero q u c hizo constituciones en s u catedral: coneediúsele por los reyes ratúliaos por &mara cpiscopal el lugar d e Awirnes s u jurisdiccion:

9 , Fue grande derenso'i de la eclesidstica, y en su t iempo fueron conquistadas las islas dc la Palma, y Tenerife por Alonso Fernandez de Eugo, qu ien le repartid terrenos al prtllado en las cercanias de la Laguna, q u e l laman huertas del obispo, q u e se di6 á las Iglesias de aquel la isla, Fui: promovido de este obispado al d e Mondoñedo,

, (1) Traslacion dcF Obispado dc Robicon ci Ca?zaria, y su Ca- leoral. , - .

y de 81 a1 de O ~ i e d o . Nomhrose este prelado para queasis- t iese á In r e y a Doña Juana e n su demencia, para q u e fuese tratada con la vencracion debida 4 su Real persona, año d e 1508, como refiere el maestro Gil,Gonzalez Davila. (1)

.FuB fundador del colegio mayor de Oviedo, en Salarnanca 1 &c. y 'mur ió este insigne prelado a ñ o dc 3524 y e s l i

. sepul tado en s u santa Iglesia de Oviedo. 57 D. Pedro de Ayala sucedió e n este obispado: era

d e las casas de los coiides d e F u e n salida, dean d e la santa iglesia de Toledo, primada d e las Españas: vino á esta isla -, y defetidi0 CQn gran cuidado la jurisdiccion civil del lugar de bgüimes, cámara episco,pal de esta diócksis: dicese mi!riD en dicho lugar, ya promovido al obispado de Placencia.

58 D. Fernando Vazquez de Arce, natural de Villo- ria, en las Inontalias d e Burgos, d e la casa d e Arce, prior, primera dignidad de la santa iglesia de Osrriri, coincndador

. d y la 6rden d c Calatrava: Dcfcndi6 y li t igó con gran va- valor los tkrminos de Bgüimes; dejándolos con miicba claridad: rnurk5 en este s u obispado.

59 D. Fr. Juqn Feraza de la orden de santo Dornin- go (liijo de Pedro l e r n a n d e z de Saavedra, y doóa Con+ tanza Sarmiento, biju de Diego Garcia de Herrera, y do- Íía Ines Peraza, señores q u e fueroii de estas islas) Cuk obis . po de estas islas de Canaria. Noml)rólt: el señor empera-

. dor D. Cárlos V, como rcliere Fr. Aiitoiiio de Sena ea e l rol. 299 en el cronicon de s u 6rden d e preclicacl(lres:. y so lialia q u e en 2 de Set iemlxe de 13=, D. F r . Vicen te Yeraza Obispo de Tierra lii-ine O Panamb, su hermano, estaba en esla Isla visitando el hospital de Telde, lo q u e se infiere seria p o r coniision de nuestro Obispo D. Fr. J u a n Po raza su hermano.

6 0 . D. Luis Cabeza de Vaca, nat'tiral de Jaen, varon docttsimo, maestro del emperador Carlos V, fuBs c r ia tu ra del Papa Adriitno VI añp de 1523, y sc torn6 posesion por s u apoderado e n iniGrcoles 14 de Octubre del mis- irio año; y parece eouió por visitadores al obispo Vitu- risense D. F r . Francisco de Zaniors, quien se Iialla q u e en

(1) E l Mtro. Gil Gonzalcz Ddoila, en su Zeatvo Eclesicisti- co de. la Sanla Iglesia J e Oviedo, lorn!~ 3, pn'giwn mihi t48.

16 d e Julio d e 1530 t o m 6 cuentas al Hospita¡ de Telde,. p o r este prelado, jun to , c o n . D . Gil de Fuen~es,. 'arcediano .de 'esta ,santa l$esia. . FuB d e este obispado .promovi- d.), det.enibnd-ose. e n España, ' hasta el referido año de 6530.: fuB promovido al ohispndo de Salamanca, dC don- d e lo fu8 á Plocencia, en donde f u e electo arzobispo de Galicia q u e n o 'acipt.6 por su crecida edad, y mur ió e n Diciembre- de 1550 de 85 años.

61 D. Juan de Salarnancs, natural de Rúrgos, vino pr?r oiiisp.o de Canaria a á o de 1532: Tu6 nombrado por la Sant idad de Clemente Vi1 y mur ió en este suobispado.

62 D. ~ n t o n i o 'de la Grüx, natural de Burgos, te$- logo insigne, fui! nombrado para este ohispado, y viniendo' á él, mur ib en la Ciudad de Chdiz. 63 D . A'lonso Ruiz Virnez, dcl Órden d e S. Benito,

natural del reyno de Navarra, predicador del cmpc:rü.dnr Carlos V, fu6 nombrado por el poniifice Paulo 111. P o r sus g randes letras t u v o comunicacion en todos sus I ~ u e n o s escritos, con Erasmo Eolerodamo: litigh con gran valor los derechos d e s u chmara episcopal; y .viniendo de Agüimcs, mur ió en Teldc: trajose á enterrar eii su catedral, e n el presbitcrio d e la q u e es hoy iglesia del sagrario, al lado del evangelio, como lo mueslrs s u Iápi- d a con un rótulo, q u e la circula dic,iendo: ctAqui yace el severendisimo señor D. Alonso Ruiz Virnez, Obispo de Canaria: falleció á 19 de Encro dtp.1555 años.

64 D. F r . Francisco de la Cerda, d c la órdcn d c :santo Domiogn, provincial de la Andalucia, hijo de los condes de Cabra, f u e creacion de Ju l io 111: n o pas6 a l obispado, enviando por visitador d e 151 A P. S a ~ c h o Trujillo, . c a n h i g o de Sevilla y obispo de Miirruecos, a ñ o de 1551 en 30 de Setiembre: bendijo la iglesia del bos- pita1 de P'elde, y conccdió e n ' ella indulgencias. Visitó generalmente el obispado: volvió D. Sancho ii Sevilla, y siendo el Últimn del t i tu lo obispo de Marruecos, quees-

. t a b a suf r sg ineo y al Amparo de aquel arzobispiido desde el t iempo de los Reyes, S. Fernando, y D..Alonso el Sa- bio. que la santidad de Gregorio IX sabiendos el desam- .paro, e n q u e vivian muchos cristianos, per-mitido en m u - chas partes de Africa, especial en l o s R e j n o s d e Fez y Marruecos, les ' nombr6 ' obispo; con t i tu lo Delesado .de Africa, a ñ o d e 1237, como cuenta en sus anales eclesiás-

ticos Oderico Raynaldoj (1) y iefiere- D. Uiego Ortiz de; Zuñiga en el libro 15 de sus anales'año de 1560. . 65 D. Fr. Rlelchor Cano, de la brden de santo Do- mingo> maestro tan insigne, como publican sus eminentes obras, no acelitb este obispado, aunque algunos de

I sus escritos salieron con este titulo: y antes Iiabia ofrecido este obispado el emperador -Cárlos V. á Fr. Barto- lonit: Carranza, arzobispo que fuc! de Toledo, como se ve en ia priinacia dcl mismo arzobispado.

66 Y aunque oiniliera el hacer mencion de los pre- lados que no pasaroii á estas islas, me parece no dejar8 de defraudar la honra, que han tenido en la atencion de sus rnonarcds, en ecliar mano para que i~ fuesen los mas eminentes Iiomhres del reino.

67 D. Diego Deza, natural de la ciudad de Sevilla, hijo de Juan de Tabara, yDoña Alaria Ponce de keon, originario de la ciudad dc Toro, auditor de Rota, fui! uom- hrado obispo de estas islas, y confirmado por el Ponti- ficc Paulo IiV. Ganó ejecutoria de todos los litigios de Aguimes de esle obispado: fue promovido al de Coria, donde murió electo del de Jaen.

6 8 D. BartolomL' de Torres, natural de Trevilla Ya- Ilejera, arzohispado de Birrgos, fue electo oliispo de estas islas, año de 1566: fue colegial niayor del culegio de Oviado en Salamaca, catedrAtico de filosoíia en la inis- ina universidad, y de tícperas, y prima de teologia, y canúnigo de Sigüeiiza: fu8 considerado por uno de los hombres mas doctos de Esparia, y por tal lo llevó á In- glaterra el rey D. Felipe 11, año de 1554, cuando pasti fi casarse con la reina Maria su tia.

69 Pasóle las bulas la santidad de Pio V e n rl mismo año de 1566, y en 9 de Octubre tomb posesion de esta santa Iglesia par su apoderado; y en el siguiente de 1567 arribó A Tenerife dia S7 de Mayo, trayendo en su compañia cua- t ro padres de la compañia de Jesus, que á sus instancias envib san Francisco de Borja, prepósito general de su reli- gihin: vino por mayor, cl ~postólico varon Diego Lopez, de cuyo encendido esplrjtu, refiere diferentes casos el car-

(1) Oderico Raynaldo, en sus Anales Eclcsidslicos, afio de 1837:

m CARARIAS. 319

denal Cietifuegos- -en la vida de san ,Fraricisco de Bor- - ja. (1)

70 FuB nuestro obispo en todo grande; y estando visitando las islas se sinti4 accjmetido de grave achaque, con que se embarcó para esta isla? y vino Iiaciendo su testamento por el mar (2) y llegando al castillo de nuestra se- ñora de la T,uz, lo otorgb alli {tia 1 ? de Febrero de 1568. en que fallucib: (3) esta su cuerpo sepultado en el mismo' pre&iterio del sagrario de esta santa Iglesia, al lado del drl Obispo D. Alonso Virnez con su Iripida que liene por orla el epitafio siguieotc: ,,Aqui yace el muy ilustre y re- verendisirno obispo de Canaria D. Bartolome de Torres, doc- to r clarlsiino er, teologia: fallccih eri l? de Febrero de 1568:"

71 D. Fr. Juan dc Alzolares, de la trden de san Ge- rúitimo, y general que fu6 de su religion, fui: natural de Vizcqa, predicador del re] D. Fclipe 11. Varon muy es- timado; f ~ i é clecto en este obispado en 17 dc Setiembre del año de 15G8: tomii posesion por su apoderarlo, cn 8 de Marzo de 1569, y cri 29 del niisrno mes se recibib el prelado por su cabildo.

72 E n el siguiente aiio- de 1570, vispera cle Corpus. s e comenzaron B re leb~ar los divinos oficios en la niieia santa iglesia catedral de señora santa Ana.

7i3 Y en 15 de Julio del mismo año, sport6 a! piier- t o de Tazacorte de la isla de la Palma una nao de la flota que Iiabia salido de Portugal, y navegaba al Bra- sil, y en ella e l venerable padre J g n ~ c i o de Acevedo con 39 padres de su religion, de la coinpafiia de Jesus, B misiones oe aquellas provincias, cuya l ida de sus nomhres refiere el padre Luis de Guzman (4) y el su-

(1) Vida do san Francisco de Borja, escrita p6r el Cardenal Cn'en-fwgos, l ib. 5 cap. 6.

('2) I'estamenlo del Obispo D. Bartolomi de Torres, otorga- do en el cast~llo del puerlo de Aiueslra Señora de Ea Luz deesla, isla, en 1 . de Febrero de 1568, ante Francisco Casares escvi- bano público.

, (3) Y en el mismo dia, ante Francisco Mendez escribano pú- blico, hizo uaa donacion a t . P . Diego Lopez de la compaílfa de Jesus, para que fundase tcn colegio de su religion en esta ciudad. (6) P. Luis Guzrnan, en las Misiones de la compañia ea e l

Brasil, cap. 49 y 50, paq: rnihi 289 y -295.

ceso d e ellas: y dejando e n J u a n d e Monteverde esti- mahlas reliquias, se volvib B embarcar, para pasar' al Puerto de la ciudad d e aquella isla; y doblando la piin- t a de Fuencaliente, encontraron con Jaquez de Seria, herege hugonote, capitan corsario de la reina de Nava- rra , quien acometió á la iiao, e n q u e navegaba la religiosa compañia, q u e despues de haberse defendido cuanto p ~ r m i t i b la posibilidad, fuC! aprisionada, y martirizada, y su caudillo el padre Igiincio de Acevedo, anduvo t res dias sobre las aguas, con una imágen de RIaria Saiiti- síina nuestra señora, abrazado, repi t iendo el santisimi, nombre de Jestis, sin haber podido los infames rninis- t ros de Salanas, qui tar le el sagrado s imulacro d e s u s arnallos Jesus, y JIaria, ni lo en t regb el bendito pa- d r e Acevedo, hasti1 llegar u n bajel d e católicos, á quien Ic d i6 aquella inestimable prendo, q u e sc venera hoy, salpicada de sangre en c n o d e los colegios del Brasil: y la santa madre Teresa de Jesus vid, segun dicc el cardenal Cienl'uegos, (1) sub i r al Cielo las gloriosas almas de los soldados d c Jesucristo á coronar sus victorias. 74 Murió el o!)iipo en esta isla d e Canaria chn 7 Ma-

yo de 1574: yncc scpul lado su cuerpo en el presbiterio del Al fa r mayor dc la nueva catedral.

75 1). Crictdbal Vela, aa tura l de la ciudad di> Avi- la, hijo de Basco RTuñez Vela, Vircv, gobernador y capi- t an de los reinos del Perú : fue catedrhtico d e escoto, y 1nacsti.o en la universidad de Salarnanca; fuk nombrado obispo de Canaria en 14 de Diciembre d e 15'14 y obtuvo las hulas del pontirice Grcgorio XIU. Tomb posesion en s u Iglesia e n 3 de Jun io año de 1575: visi-

-ares d e t 6 persoiie!mente los mas ásperos y remotos !u, su obispado: hizo sinodo, q u e le iub apelado; y teniendo e n todo las prendas de un gran prelado, le promovieroo de esta Iglesia 6 la de Burgos, por muei%e del cardetial D. Francisco Paclieco de Toledo, afio de 1581, y vivielido en su arzol:ispado 18 años, siendo e n una y otra iglesia Igs pofircs, depositarios de sus f ru tos g rentas, q u e gozó en la Bienaventuranza.

76 D. Fernando h e d a , na tura l de Esponte Dei en - -- (1) 171 Carde?zal Alvarer Cienftcegos, Vida de S . ralac cisco

de Borja, lib. 5, cap'.'ii. .

las montaiias de Burgos, fuk colegiar de Sigiienza, y discipulo de D. Bartoloink de Torres) nuestro otiispo; de alli pasó ii colegial del Colegio viejo, y catedrático de Salamanca, magistral de la santa iglesia de Avila, de donde salió á este obispado año de 1581; fuk recibido en su catedral en 6 de Mayo de 3582; y estando bisitando la isla de Tenerife) murió en la Cuidad de la Laguna afio de 1585: está sepultado en la parrbquia de la Con- cepcion de aquella ciudad.

77 D. Juan de ZUñiga, inquisidor de Toledo, fuk electo obispo de estas islas en el mismo aiio; pero no querikndole pasar las bulas la santidad de Sisto V por considsrocion particular, fuk despues obispo de Murcia B inquisidor general.

78 D. Fernando Xuarex de Figueroa, natural de Savicite en el obispado de Saen, del hábito de Calatrava prior de su convento, y capellan de la Magestad del seiior Felipe 11, quien le encomendh, y fi6 de su prudencia, graves negocios, y el obispado de Placencia, que gobec- n6 alguii tiempo; y el año de 1587 iuh presentado en el obispado de estas islas, que le pasb el santisirno pontifice Sisto V y se recibih en su iglesia en 24 de Julio de 1588: y habiendo regido este obispado nueve años, fu8 promovido al de Zamora, para donde salid en 26 de

' Mayo de 1596. 79 E n el mes de Junio de 3592 vino á esta ida el Pa- " dre Fr . Pedro Basilio de Peñalosa, monge Benito, natu-

ral de esta ciudad, hombre docto, calificador de la inquisicion que trajo la fundacion del monasterio de mónjas de san Bernardo, (1) y para ello del convento de las due- ñas de Sevilla á Dofia Isabel de GarcL's, por abadesa, y Do. tia Francisca Ramirez, priora, que hicieron juramento de observar los estatutos y constituciones del referido monasterio dc santa Maria de las dueñas, siendo hoy conven- to que encierra 88 religiosas. Hizo este prelado la puerta mayor de su catedral, de piedra azul, en que e1nplc6 8i000 ducsdos.

80 El Dr. D. Francisco Martinez, natural de Cenizeros, obispado de Calaliorra, colcgial del mayor de AlcalB, don-

(1) Nónjas d e S. Bernardo, fundadas en Canaria. - 16

222 DESCRIPCION HISTÓRICA

de fiié el lleno de todas sus cátedras, hasta la de Pri- ma: profundisimo y sutilisinio e n sus argumentes; fub electo obispo de estas islas de C a n a r h e n el a ñ o d o 1.596, y espedidas las bulas por al pontífice Clemente VII I , t o m ó la posesion d e s u Iglesia e n 14 de Ahril del a ñ o de 1597: Fu6 Prelado vigilanlisirno, g bacia ohservar con la mayor rectitud, c1 E s t a t u t o de la puridad de lim- pieza e n su iglesia, de donde fub promovido al obispado d e Cartdgena, para donde se embsrcS de esta ciudad en Noviembre del a ñ o de 360'7, g t o m 6 posesion de aquella iglesia en Enero de 3608, y de aquel obispado, pasó al de daen, donde 1nuri6 con grande opfnion de vir tud, 7 gobierno.

81 'B'rajo á esta isla por s u provisor a D. Mart in Garcia de Cenizeros, s u pariente, candnigo d e esla S: n- t a iglesia catedra¡; y yasando B Madrid B la justa del subsidio, s e le di6 la plaza de inquisidor d e Murcia, d« dvndc pacU á ser cibispo do A!meria.

82 13. F r . Francisco d e Sosa, de la órden de San Francisco, general q u e FuB de toda s u religion, natural d e Toledo; fub Iiornbre e n t c d o grande, porque rncreci6 la esiirriacion e n todas partes de los reyes y ponlifices: fut: electo general en el capil3lo q u e se celebrb e n Ro- m a aiio d e 1600, en q u e presidib e: cardenal Burgerio, d e comision del saritisimo padre Clenienie V111, salicn- '

d o F r . Fr,jncisco d c Sosa con cnsl todos los votos, año d e 1608: iuC electo obispo d e Canaria, pasándole! á es- t a iglesia Paulo V, y tom6 posesion de s u obispado; pe- r o siendo embarazado e n negocios grandes, para no pasar á este obispado, hizo reniincia de 61 en el siguien- t e añq de 1609, gozando la pension d e 4 0 0 0 ducados e n su mitra episcopal; y e n e! aiio d e 1 6 1 3 envi6 á esta santa iglesia catedral la cabeza, 6 cráneo de r;leñor S. . Joaqiiin, padre de N'aria Santisima uircstra srñora, q u e recibieron los cabildos e n procesion de la iglesia de S. Francisco, por haberlo t r ~ i c l o á su cuidado cl piidre pro- v i n 4 a l de esta religioii á estas idas, á quien IU entre- g 6 el obispo Sosa, q u e con bula d e la santidad d e Cle- mente VBII, d a d a - e n Borria á 23 dp Agosto d e 1600, d io facultad á nuestro donante, siendo general de s u se- ráfica religion, para poder transferir reliquias de un lugar 8 otro: y estando en Veriecia en el convento de lav iña ,

tuvo noticia que estaha en el del guaraian del con~ei i to de Constantinopla, esta reliquia dcl casco de Sr. S. Joaquin. padre de nuestra señora. Cometió al padre comisario de lbs lugares santos de Orieiite, hiciese iiiformacion en forma; y de clla .consta que dicha reliquia estaha en un monasterio de S. Basilio de Juded, con gran veneracioii y aprecio, que era su noticia notahle; y que e1 ahad la habia empefiado, con ctras cosas, 6 un cal~allero italia- no de la fiimilia del embajador dc Venecia, en aquella corte, y la trajo al dicho convento de Consiantinopla, y murió en mano del guardian, y leentregcí l d reliquia de donde quisieron tomarla diierentes príncipes de Italia, y en especial el duque de Mantua, qiiien escribió cotice ello, a n ~ e s t r o obispo Sosa; y usando de la sobredicha bula, ordenb al referido padre comisario sacase la reliquia, y la enviase á Espaca con el padre Custodio de aqlie- IIa provincia, cuando viniese al capitulo general de To- ledo, donde la recibió en 26 de Ahril del aíio de 1606: y por haber sido obispo de estas islas, y ser patroua de su cstedrdl señora saiila Ana, esposa de setíor S. Joaquin, hizo donscion de esta reliquia de f6, y verdadero tcsti- rnonio, que firriih y se116 siendo obispo de Osms, B in. quisidor general de la suprema, refiriendo, que estando liabin seis mests en Madrid, enfermo, desahucia- do de los rnkdicos, D. Aritonio de Monrroy, su amigo, le fu8 á ver: y liabláodole, sin que le cor~ociese, le puso sobre la cabeza la reliquia de seíior S. Joaquin, y de- jandosela por ser de noche, amaneció bueno, y dentro de poco le fue á ver y dar gracias á Dios por su recuperada salud, y volverle Ia reliquia.

82 Diose peticion por el provisor de este cabildo an- t e el obispo D. Antouio Corrionero, para que reconociese esta reliquia, y pasó á reconocerla á la santa igie- sia con dos rr,kclicos, pera si era partc insigne, y decla- rándola por tal como ser desde los ojos Iiasta el celebro, por auto de 33 de Abril de I G l G , mand6 se celebrase su dia con oficio doble dc coniesor no pontlfice: lo que me ha parccido referir aqui, en comprobacion de esta reliquia, por Iiabcr visto estos testimonios, sin oponer- me 5 Otras opiniones que del-JO venerar.

83 Año de 1638, sicwdo rbispo de Osma, le nom- br6 el rey D. Felipe 111 por enibajadoe a lq santipad

-de P a u h V, para que determinase por articulo de fé, haber sido la virgen santisima madre de Dios, concel,ida en g r x i a sin mancha de pecado original, que asi lo tenia (en cortas) jurado su reino, de tenerlo firmemen- te, g de morir, si fuese necesario, confesando esta verdad, como reficre el maestro Gil Gonzalez Dávila, siendo D. Fr. Francisco de Sosa el primero que nombró el rey, para llevar esta embajada al pontifice; pero murib electo obispo dc Segovia, can que se embaraz6 la jornada, 7 nombró en su lugar al maestro F r . Plácido de Tosanto, general que babia sido del órden de san Be- nito, obispo de Guadix, y Últimamente fui! nombrado D. F r . Antonio Trexo, general que fue de San Francisco, y obispo de Carlagena.

$4 D. Juan Carriaso, natural de Valladolid, y originario de las montañas de Burgos, de la órden de S. Francisco, prior de Mhrida, capellan de S. M. que conociendo sus grandes taletitos le ocupb eri negocios graves, y habiendole dado este obispado de Canaria, que le pasó el pontifice Paulo V. año de 1610, y tom6 posesion por su apodcrado A 20 de Xoviembre del mismo año: y no viniendo B el por anciano y . molestado de gota, le pasaron al obispado de Guadir.

8.7 D. Francisco Gamurra, fué electo obispo de estas islas de Canaria, quien no aceptándolo, le pasaron al obispado de Cartagena, y de 61 al de Avila, donde ~ u r i ó año de 1616.

SG D. Lope de Velazco, natural de Toledo, capellan de S. M. prior de Ronces-talles en el regno de Navarra, dondc fub nombrado obispo de Canaria, y le pasó la iglesia la santidad de Paulo V, arribó A Canaria en 3 del mes de Abril del año de 1613, trayendo en su compa- ñia para alivio de su cuidado pastoral, cuatro padres de

y recibidose en su iglesia el dia 4 del mismo mes: murió el dia veieiite y nueve de Octubre del mis- m o año: está sepultado en el presbiterio de su santa .iglesia catedral a l lado del evangelio,

$7 D. Antonio Corrionero, natural de Avila-fuente. oltispado de Salamanca, donde se gradu6 en Derechos y despuesse p c ó á?a universidad de Valladolid, donde tuvo las majores cátedras; íu6 oidor de (;ranada y de Valladolid y regente de la-real Audiencia de Sevilla, de donde fub prome-

t i d o obispo de Canaria, y pasádosele las bulas de esta santa iglesia por el pontífice Paulo V en 6 de Octubre de 1614: arribó á esta isla mibrcoles santo por la noche 31'5 de Abril del año de 1615; y al siguiente dia jueves santo, se recibió en su iglesia: fut5 asistente á todos los oficios: hizo los ol eos, y el sábado santo di6 órdenes: fuk muy devoto de nuestra S e i i o r ~ del Pino, á quien costeó un retalilo; y habiendo sido promovido al obispado de Sala- manca año de 1621,' le envió una lUmpara, fabrictida en aquella ciudad: visitb este obispado.

88 D. Fr. Pedro de Herrera, ~iatural ' de Sevilla, del órden de predicadores catedrático de Prima de la uni - versidad de Salamanca, fuL: electo obispo de estas islas año de 1621: pasóle la iglesia la santidad de Paulo V gozó un año este obispado, sin venir á BT pascí al de Tuy en Galicia, y de el al d e Tarazona, donde murió cargado de años y mkritos.

89 1). Fr . Juan de Cuzman de la órden de san Fran- cisco, provincial de la provincia de Toledo; di6selb este obispado aiio de 1622, en que le pasó la iglesia el'pon- fice Gregorio XV, fuC recibido en su iglesia á 22 de Ju- lio de 1623, y en el de 1627 fub promovido a1 arzobispado de Tarragona, trajo h su iglesia la caljeza de San- t a Ursula.

90 El Dr. D. Crist6bal de la Cámara y Murga natural de villa de Archimega en las moritañas de Burgos, 1118 colegial mayor de Oviedo en Salamanca, magistral de las santas iglesias de Badajbz, Murcia y Toledo, eligiose obispo de estas islas de Canaria en 22 de Marzo de 1627; . pasble la iglesia la santidad de Urbano V l l l y arribb á este puerto de Canaria en 18 de Mayo de 1628, reci- biendose aquel mismo dia en su iglesia por su apodcrn- do, visitb todo este obispado dos veces sin reservar ermita ni lugar sagrado en todas estas islas, pasando por todas sus asperezas, predicando en todas las p a ~ t e s que par6 confirmando y ejercitando su caridad, convoc6 y celebro en esta ciudad de las Palmas sinodo provincial á todos los párrocos y liombrcs doctos de esta diocosis, en que ordenó las constituciones y ie~.ec eclesiásticas, con que. se gobierna este abispado. Fundó (1) y do16 cli esta c;u- ,. - -

(1) Esírilvra dc fiaidnciurt otn~gc:!~ en !9 dc !Flar,-o d c 1 Gel,

. & d el monasterio de. ~ c c o l e t a s -do 5. Bcrnnrdn, .nombrando á sus parier~tes por patronus con preseri:ncion du 4 religiosas para j u e impuso do-cs y ?13nd6 que n o se exceda cl n.úrnero d e 22 dr! velo y t r es legas q u e sean legitimadas de legitimo rmtrimonio, consagró su iglesia con t i tu lo de señor san I ldcf imo, arzobispo a e Toledo,

1 - reedificó el palacio de la Ji,onidad, q u e habia quemado y

destruido el ejhrcito holandks q u e en t ró en esia ciudad a ñ o de 1599, y con estas santas obras y ot ras muchas q u c liizo del servic,io d e Dios se le levantaron m~ict ios Cinulos y encuentros con los ministros de la audie.ncia y algunos candnigos que ocasionó el q u e el Rey D. Fel ipe IV enviase por visitador y pcsquisador á D. L u i s Enriqucz, alcalde del crimen de la cliancilleria d e Granada, de q u e resultd ser privados los oidores que loa motivaron, y ba- b e r tenido comparendo dos c a n h i g o s q n e pasaron á la cor- t e de donde sitlicrori con menos airc del q u e j u z p r o n siis procedimicntos. Es tuvo en estas islas este prelado siete ~ r i o s j fuB promovido al obis;mdo d c Salainanca, dejando setit,ado y dispuesto con el cal~i ldo de esta s a ~ t a iqlesia el a ñ o de 1629, q u e desde entonces hubiese distri!mcio-

' nes cotidiantts, para q u e 10s mas que nsistiernn en el co- r o de s u catedral, las gozasen, y que asi iiul~iasv mas coii- curso de prelwndados al cul to v d i ~ i n í i s alahiinzas-

91 El doctor D. Francisco Sanchez de Villanueva y ' Vega, obispo q u e fu6 T r o p w y arzobispo de Tasraiito

en el reyno d e Kiípoles, predicador q u e fr:6 d. S. M. y asistente y periiteiaciario de IU cantidad de Urbano VIII; estirnose por de los mayores, mas pcrfeclo y aventajado orador dulce y elocuente de s u siglo, como dice el Dr. Montalvan. (1) Fui: de Tar ran to promovido por S. M . > estc ohispado de Canilria año de 1635, y se le pasó la iglesia por la santidad de Urhano VI!!, fuh muy confor- irle a 5u dignidad ostentandola con todas las par tes - d e grandeza, manscduinbre, benignidad y caiitlad; año de 16% halljindose molestado de achaques y cargado de asos, se. pasb á la corte espcranzado de la Illeyna D." Issbel de Bor- 1 on, y la hall6 difunts; con que encontrh tal sequedad en

ante Juan Garcia Cnbczn, escribano pQblico. (1) D . Juan Perez Uontalec;n, e n su Purntod. Indica de los

inge.nios de, filadr,id, n. 101, p i g . mihi 266.

el presidente d e Caslilla y camaristas, que se vi6 precisado B volver á s u obispado e l s iguiente a ñ o de 1646, que arribd á las islas d e Lanraro te y Fuerteventura, d e donde vino á csta de Canaria, clinnde estuvo hasta el a ñ o d e '_651, q u e obtuvo licencia y se pasb á la cor te doii- .de se mantuvo con una pension de 6'iJ ducados, hacien- d o renuncia de este obispado, y murib alli.

92 El doctor D. Rodr iqo Gutierrez de Rosas, na tura l d e Madrid, y o r i g i m r i o de las monlañas, FuLL colegial y rector de san Ildeíosso de Alcalá y de su universidad, cate- drht ico de Prima, y canónigo magislrol de Cuenca: foB de los tehlogos mas cminentes de España, como lo elogia Montalvan: (1) fue llamado á la cbrte para la junta que e n ella se mand6 formar sobre la &cima y subsidio, concedido por el sumo poiitifice al rey Fel ipe 4 9 y vinien- d o d e ella le encontrh la noticia de liaherle proveido e n este obispado, cn el mes d e Agosto. por licencia pedida por el oZispo D. Francisco Srrnc'uez, y causas que di6 para ella, s e h l a n d o l e solo al Dr. Bosns, para mantencr la dignidad col1 toda la jurisdiccion, y para visItar las isla?, u n a limitada rcnia fue a s u santidad de reparo, para dilatarle el despscho d c bulas. lrasta q u e renunció todo el obispacio S a n c l m , reservando la p e ~ s i o n hasta s u muerte.

93 Lleg6 el obispo D. Bodrigo Gutierrez al puerto ds C a r d o d c cs!a isla en 10 de Yarzo dcl ario dc 1652 con bastante trabajo g peligro de haberse swnerjirlo, segun. lo ahierto qot: sc hal!b el navio con diferentes runiSos, sin podei. vencer cl agria el trabajo de las hcmlias, ni los torto- res con q u e le ligaron, presagios (le las tormentas q u e d e s u geiiio ~ r t ! k n t e y iiirido celo se fueron oricinanrlo, sin q u e se rccerviisc su cahildo, t r ibonal , ni coiliunitlad, con - quien n o cliocase, como con sus individtios, escediCndose de íos t h m i n o s propios dc SU d ignidad, y pasándose h los totalmcnte violentos y acometimicntos personales, invadicn- d o I ~ s CGSBS del dean, por ~u propia persona, sin q u e valiese el refugio, ni atrancarse en lo mas ret i rado de sus cuar- t o s , dislocando las puertas, d c que resulti, salir cl dean herido c n la csbeza gravemente, Ilc\ándolg preso á s u pa-

( d ) D. h a n Ptret Montalcan, en íEicho l ib. n.' 285, pn'g. wihi 076.

lacio; teniendo J A eti otros diferentes prebendados que habia estrbido de su misma aula capitular, sin que el recurso y remedio de la fuerza, declarado por el regio tribunal de la audiencia, les valiese, resistiendose el obispo á su 6rden y obedecimiento: fue inseparable de la representacion de la Audicricia, el proveer temporalidades, es- irañándole de los dominios del Rey, cupa resolucion, y conocida la del obispo, da poner entredicho y en su embarco pasar á Cessiitio adivinis, pronto ya el iiavio, y los auxilios militares, cedió su cabildo: y junto todo el cle- ro, comunidades religiosas, caballeros y ciudadanos, se unieron a componer este lance, y que no se esperimentasen tan deplorables consecuencias. Todos suplicaron á la audiencia suspendiera la ejecucion en el prelado, y se ti¡- ciese en un eclesiástico que se nombro provisor, que fub echado al reino de Inglaterra, de donde pasó 5 Madrid,

dondo fuk llamado el obispo, y murió en aquella c t r t e antes de fenecerse 6 resolverse el dubio 6 dubios, en que tanto le empeñaron sus ardientes disposiciones.

95 El maestro D. Fr. Juan de Toledo, de la órden de san Gerónimo, ftié natural de Toledo, y ex-General de su religion, catedrático de iJrima en las universidades de Avila y Coim1)ra y antes en su religion regente de sus colegios du Gliadalupe y e\ Escorial, insigne en sagrada teologia eccoldstica y moral, varon eti todo grande en la iglesia, como le vi6 proí'&ic~mente la senta doctora santa Teresa de lesus, como refiere Santiago R e d o ~ d o (1) B la que lo fuB de este prelado, siendo muy niña encargando B sus padres la estimacion que merecia, porque queria Dios fuese casada y madre de un hijo grande de sil iglesia como se viti eii su vida y en sus virtudes, cjemplo, piedad y doctrina. Llam6le la rnngestad del Ray D. Fe- lipe 1V por su predicador, que obedeció por segundo decreto habiendose cscusado su humildad al primero, como lo Iiizo con el obispado de Guamanga que tamhien renun- cib, amandn su monAstico retiro, pero S. M. que le CO-

mocia sus m&-itos y lo que convenia á la iglesia, fuese pastor de mas dilatado rebafio que el que contenia prior

(1) Santiago. Y a r l i n Redondo, en una dedicatoria que hizo d nuestro obispado de la &le&la de la IFcolvgdn lfforal d e l P . Germano Busewbafi.

d e Gi~adalupe; l e rcpiti6 la eleccion presentándole en es- t e obispado de Canaria a ñ o d e 1659, pasole las bulas Ale- jandro VI1 y le recibi6 s u iglesia e n 4 d e Diciembre dcl rriismo año; y e n 34 de O c t u b r e del propio a ñ o comen- 26 esta isla A padecer los efectos d e una grande plaga de langosta, (1) q u e pasó de la costa de Berberia, destruyendo todo g h e r o de plantas y frutos q u e n o reservan- d o ningun g6ncro para verse verde, devoraba las corlezas, y por ú l t imo se comian unas á ot ras y se esperimentó q u e se mantenian vivas ensartadas y colgadas mas d e un nies sin alimentarse de cosa alguna. En este castigo ~ U C

mand6 el Sei ior , qui tando el alimento li todo viviente q u e habitaba estas islas por alcanzar á todos, ejercitd el fervoroso espír i tu del pastor los mas amorosos ejemplos d e caridad manteniendo con sus limosnas tan to pobre q u e ya n o se pt)dia sin diíicullad distinguir, creciendo cada dia su numero cuanto mas faltando el alimento con poca esperanza de los muclios de consegziirlo al precio de otros bienes los q u e se aumentaban espirituales en el prelado, edificando al pueblo sus santos ejercicios con q u e lo fer- vorizaba para impetrar las divinas misericordias por me- d io da devotas rogativas, oraciones y penitencias continuadas en todo u n año que d u r ó este azote de q u e Tu6 libre esta isla en el mismo dia 14 de Octubre del s iguiente q u e fue feliz.

95 N o le fallaron algunas cuestiones á nuestro obis- PO con la audiencia, manteniendo la autoridad y lustre d e s u dignidad; y como las dirigia s u grande modes- t ia y t ranquil idad de Bnimo, fueron poco ruidosas, dandole Dios, y el rey la satisfaccion d c venirle t i tu lo de presidente de este tribunal, y de capi tan genera l d e estas islas, y suspension de estos empleos 6 D. Gerónimo d e Benavente y Quiñones q u e los ejercia, manejándolos el prelado con la afabilidad, y prudencia natural d e padre: y deseándole cl rey mas cerca, le promovici y llamó para el obispado d e Leon, para donde se embarcó e n el puer to dc San ta Crrrz d c Tenerife e n el mes d e A b r i l del aiio de 1667, dejándole el gobicrno d e la audiencia, y d e capitan general, 'al conde d e Puerto-llano, y toda es- t a provincia con el sent imiento d e s u ausencia . ----- -

( 1 ) Langosla año de dG19.

.' 96 El Dr. D. Bartolomk Garcia Gimenez, natural de Salamanca; arzobispado de S e ~ i l l a , de cuya universidad fué hijo, y colegial en el cdegio mayor de Cuenca e n Salamanca, y catedri t ico de Escoto en dicha univrrsi- dad: uno de los rnas celeltrados ieb!ogos moralcs de Es- paña: fué c ~ n ó n i g o lectoral de la santa iglesia de Sevi- lla, de donde fuh electo obispo d c estas islas, a ñ o d e 1664, a los 46 de s u edad: pasdle las bulas tlc su iglesia d1 santísimo padre Alejandro VI!, e n 14 de Mar- 20 de 166.5. Ernharcóse cn Cjdir. por el rnes de J u n i o del mismo, e n u n a saetia, acompañado (!e la flota, con quien se propasb de estas islas á la de santo Domingo 6 donde le proveyeron para volver U estas islas, e n una pequciia caravela, en q u e padeci6 tormentosos contras- t es y Irahajos, en que se vierun manifirstos dos h v o - res del seiior, dándole e n el mar por conflicto (quebrado u n palo la ~nibarcacion) el remedio por mrdio de los cnernigos ingleses, secuaces de Olivero Crornavel, prolec- t o r da aquel reino, encontrando e n lo mas snparatio d e las tierras, una uno de esta nacion, q u e le p robe jb de todo lo q u e necesilaba, para prosegcir s u trabajoso viage á estas islas, á donde llegb a l puar to de Sdrila Cruz d e 'P'encrif'e en 29 de Diciembre.

97 IPa116 al obispo D. Fr. Juan de Toledo en aquella isla, ejerclenrlo sus empleos de pwsidente, y capitnn geiieral; concediéndole cues t ro prelado, el que ccle!)rase órdenes eclesiásticas: y en el año de 4666, par el nies de Karzo p3sA de aquella isla á la de la Baln~a, cn q u e el enemigo del gbnero Iiumano, c j ~ r c i ~ a n d o sus cantra- dicioties al santo celo d e nuestro le derrot.6 el viage con u n recio temporal lo Ultimo de la isla, d c donde volvib á Tenerife: y viniendo para Canaria pade- ci6 otra tormenta, q u e le hizo arribar 6 la aldca dt? S. Nicolas, dia 22 de Ncviembre del referido aiio de 66; y transitando por los aspzris i rno~ y peligrosos pasos, llegb á asta c~i idad, despues de cua t ro dias, recibiendoso en s u iglesia cl 5 de Diciemlwo, rnos~rnndo en todo s u rect i tud, y santo celo, caridad, y vigilsncirt de verdadero pastor, sin qLie las lloras del sueiio le rindiesen, ni diesen descanso, discurriendo ií todo en el mayor curn- plimiento de su o b l i p c i o n , y aprovechamiento espiritual d e las almas d e s u cargo, dando instruccioties á sus pár-

rocos, para s u gobierno escribiendo rnuclias exortaciones. y cartas pastorales, q u e se adrniran en todos con grande veneracion.

08 OP decir muclins veces á D. Eucas Coiieiero do Molitia(obispo de estas islas y d e i p u ~ ~ arzobispo de h r - gc,s) q u e no Iiabia dejado el obispo l imenoz nada q u e llacer, ni a x l a n t a r B sus socesores, pues todo lo tenia prevc 'nid~ y dicho; y q u e mandándosv ejecutar, y observar s i ~ s edictos, se o \ ~ r a b a con la mayor s ~ g u r i d a d .

99 Fue de~lot is imo de la santisima Virgen Blüria, y s u imógen de la Candelaria de Toneriie. consagrando e n la fhbrica de s u templo y convento grandes sumas; y 4 esla iglesia catedral una IBrnpaia de exelente obra, fa- bricada e n G h o v a , arden en ella 29 luces e n obsequio da nuesiro Seáor Sacramentado, siendo el valor de esta hermosa ofrenda de mas d e 5 1 3 reales de plata ant igua

100 A n o llevar el cuidado de la brevedad, que afec(amos, rcfirieramos el iervc)roso celo, rect i tüd, prudencia, humildad y dernas virtudes, q u e resplandecieron e n este ilustrisirno prelodo, siendo asunto d e u n dilatado volumen, cuya memoria rio faltará, nd solo e n los q u e Ic conocimos y vcnwarnos, viviendo y muriendo e n la coman aclamacion de u n varon justo, scgun nuestra fb larrrilde.

101 Año de 1672 renlicció cl obispado, y Tu6 electo el Dr. D. Antonio de Ebarro, y Cordoba; pero no que- rieiidole pnrar las balas la s int idad de Inoccnclo XI, le mantuvo 23 añcs, 4 meses y 17 dias, aumentdndoscltt los rní!ritos para s u gloria, á q u e pasó día 14 deMayo, 3. O dc pasrua de ~ s p l r i t u san to del a ñ o de 1690 (á q u e nos persuadimos piadosamente) en el lugar de Santa Cruz de Tencrife, de donde fu8 conducido Q s u sepulcro d 3 Candelaria.

102 D. Bernardo Vicuña y Suaso. colegial mayor, de S. Ildefonso de Alcalti, abad de Santillans en las montañas, inquisidor de la ciudad deLogroño , s u patria: pasole las bulas d e este obispado la santidad de Inocencia XIII e n 12 de Nobiembre de 1691 arribb al puer to d e la L u z de este isla- dia de Agosto del afio de 169.2. Recihio- s e en sil iglesia el dia 4 del referido mes; y despues d e haber visitado todo sn ol)ispado, se pas6 á 'l'enerifo, e n donde sucedieron los horrorosos terremotos, q u e prcce-

dieron y sucedieron á los volcanes, que reventaron en ' las cercanias de los lugares de Candelaria y Arafo, que habia reventado en Enero del año de 1704, causando espantosos estragos; y en el lugar y puerto de Garachi- co por el nies de Mayo de 1705; y entre estos conflictos, murió el pastor entre los desamparos de una choza, en el campo, dia 31 de Eriero del año de 1705: sepultose en

i la parroquia de la villa de la Orotava, su natural, piadoso, benigno, y limosnero: en su tiempo año de 1697 se fundó el colegio de la compañia en esta ciudad de Ca- naria en donde se colocb el Santísimo en Enero del mismo año, pues cintonces se verifico completa y perfecta dicha [undacion.

103 El doctor D. Juan Ruiz Simnn, natural de la Rioja, arxobispado de Tarragona, cura de S. Miguel de Ma- drid, tedlogo de los graiides moralistas de España: coii- firmóle la eleccion de este ol~ispado la santidad de Cle- mente XI dia 22 de l'ebrero de 1706: llegó 6 este purr- t o en 8 de Julio del mismo año: visitó las islas; y p- rando en la isla de Tenrrife, murió en el puerto de la '

Orotava, lunes 6 de luriio, año de 1712: está sepultado en el prebisterio de esta parróquia al lado del evangelio. 304 El doctor D. Lucas Conejero de Molina, natu-

ral de Gáceres en Estremadura colegial en el mayor de Cuenca de Salamanca, doctoral de las santas iglesias de Coria y Placencia y opositor á la de Toledo: fue Je ingenio vivo, y de genio galante, y limosnero: d ihe le es- t e obispado y le pasó las bula, el pontiika Clemente XI en 25 de Mayo de 1714: llegó á este puerto dc la Luz lunes 1 de Julio del año de 1735 y de este obispado

'Tu6 promovido al arzobispado de Burgos, año de 1724, á donde muriú en 21 de Marzo, mibrcoles santo año d e 1728.

105 El doctor D. Feliz de Berriuí, Zapata, Mendoza y Cerda, natural de Granda, colegial del colegio mayor de Cuenca en Salamanca, nrrediano de Ronda, d i g n i d ~ d de la santa iglesia de Málaga, marquhs de Benaaiego, que renunciú en su hermano, con los demas estadosde su nobillsirn3 casa; Fub nombrado obíspo de Canaria, CU- gas bulas le pasó el sumo pontífice Bunedicto XIII, dia 20 do Novictnbre del año de 1724: tomó puerto en el dc la Luz de esta Ciridatl juews 13 de Setiembre de

DE CANARIAS. 233

1125; y en domingo 16 del mismo mes se recibiú en su catedral, su salud bien quebrantada de achaques interio- res: y no recu~eárndose en el temperamento benigno de esta isla, se pasó al de Santa Cruz de Tenerife, !y de alli á la isla de la Palma; y volviendo á Santa Cruz mu- rió de un accidenteapoplktico dia 23 de Mayo de 1730. Sepultaronle en el p&biterio de su parroquial.

106 El doctor D. Pedro Manuel Dávila y Clrdenas, natural de Monheltran, obispado de Sevilla; fuk colegial mayor del colegio de Oviedo en Salamanca; catedrhtico de filosofia: docto teólogo del gremio, y claustro de la de Valladolid; catedrático de Durarido, filosofia natural, sagrada escritura, visperas y prima, julilado dos veces, sieiido rector: canóiiigo magisiral de su santa iglesia catedral, de dundtt fuk electo obispo de esta iglesia de Ca- naria á los 53 años de su edad. I'asóle las bulas nues- t ro santísimo padre Clemente XII dia 6 de Agosto de 1731: arribó al puerto de Santa Cruz de Tenerife, por contrariedades de viage en 1 de Junio de 1732, con- solando co.1 su vista á aquel pueblo y con su predicacion, la muerte de su antecesor piadoso que les faltó de re- pente confirmaiido, y dando órdenes generales, siendo s u descanso estos ejercicios pastorales; y sin detenerse en otros se pasó A esta isla en 8 del refqrido mes, domingo de la santísima Trinidad. Recibióse en su catedral dia 10, y habiendo visitado todo su obispado, sin reservar lugar por áspero, 'ni retirado que fuese. Convocb Sinodo, y lo celebró en esta santa iglesia, con muchos hombres doctos,. párrocos y diputados seglares de las ciudades, en los dias 28 de Agosto del año de 1735, y .linalizú el Jia 6 de Setiembre.

107 Desde el primero di3 de su entrada en tierra de su Diócesis, ya henos visto ejercitar su oficio pastoral, comenzando á caminar por las sendas á que le condujo nuestro divino maestro, evangelizando A su grey con ejemplos de piedad y caridad predicando y exhortando, fervo- rizando y alentando nuestra tibieza en el santo temor de Dios su ardientisimo celo, en que prosigue infatigable.

Del Gobierno de esta isla de Canar'ka, y de lo sucedado eso .los tienzpos de algunos de los que la han regido.

WabiBndo~e fuiidado el gobierno primitivo de esta Isla e n caballcros politicos, militures y en otros puramente ju- ristas, les irk repi t iendo los tiempos a n q u e fueron norn- hrados, y vinierori á esta isla, haciendo memoria de los casos q u e debieron vigilar y cuidar cada u n o e n el de su cargo.

1 El primero q u e t u v o t i tu lo de gobernador d e esta 1s- la, como dejo dicho en el cap. VI del lih. 1, fué el infelice P e d r o del Algaba, q u e vino á lb conquista de esta isla a ñ o d e 14'79 á quien dcgolló J u s n Rejon, por la disposicion d e SUS astutos procedimiectos, q u e pag6 en la isla de la Gomera, muriendo iolentatnentc á manos de unos paslo- res, corno se refiere.

'2 Pedro d e Vera caballero, alíerez mayor do Jerez d e la Frontera, tj quien enviaron los Be!cs catblicos 5. proseguir la coriquistcr de esta isla de Canaria aijo de 1480, y finaliz6 á 29 de Abri l a ñ o d e 1484. Dibron!e los Reyes la comisioii de repart i r los terrenos de esta isla e n t r e los conquistadores y pobladores. ( i )

3 N o puedo omi t i r el t r a t a r en este lugar, por hnher acaecido en este ticnipo, seguii nos diceel Incii Garcilaso, p) la novedad mayor q u e admir6 A las t res partes del mundo descubriendose u n nuevo brbe, J: ser ocasionado del primero coinercio de esta isla de Canaria.

Macialo Alonso Sancliez de Guelva, natural de aquella villa, en el condado dii fliebla. piloto de una- peque- ña embarcacion suya, con q u e en t iempo de la conquista de esta isla, frecuentaban s u comercio, trayendo á los conquistadores los efectos q u e mas iiewsitaban, y retor- nando los q u e prodvcia la t ierra inculln, dc carne, se- cinas, cebo y piolcs: y volviendo s u viage de este con- f l a to , le arrebató u n recio tiempo (que seria leste) y le

(1) D . Fernando y Doña IsabcE dieron cnmision ci Pedro de vera en 'loledo, para repartir tierras aun anles de eslur la isla roR uislada, año da 1480.

E! lnca Garzilaso, en sus Comenlarios Reales, cap. 3. (2) P. Calahorra, en la CrÓnica de S . dguslin en e l Perú,

lib. 1, cap. k que Gomara refiere.

l leyb corr iendo A las partes de occidente, sin sosegar en 28 dias, q u e arr ibó B t ierras ignoradas, y no conocidas sin q u e pudiese s u pericia observar la altura, e n q u e se hal!aba. Salió á t ierra, y adinirando muciiüs cosas, escrl- hió lo q u e v i6 y pudo; y tornando agua, lefia, y o t ras cosas de provisiori para s u vuclta, cuando le parecib el t iempo favorable, y de la t ierra , siguió á t i en to s u víage, q u e asi fub nios dilatado d e lo q m penco Alonso Uancbez, con q u e padeaió tantas faltas, q ~ t : sieiido 17 los compaiivrofi, con que cumcnzb Id for tuna de su viage, cuando llegd 6 la Tercera, solo se hallaron vivos cinco hcmbres: y arribando 6.n casa de Crislóbal Colon, quo unos quieren estuviese e n Ea isla dv la Madera, y otros que fuese e n esta isla de Car:aria. les p ioeur6 la salud con todo regalo; pero no estaban ya las naluralczas para aprovecliaiw, y r ~ u i i e r o n todas, sicndo cl úl t imo Alonso Sanchez dc Guelva, q u e correspondid agradecido á Colon entredindole sus relaciones, y las deriias observaciones q u e pudo Iiacer cri su v ~ e l t a , con q u e subieron las islas afortunndas, y lo Tu6 Colon en s u empresa, ario d e 6498, habiendo sido el dcsgarrd dc Alonco Sancbez, fenecida esta conquista dc Canaria. año de 1484; por todos los íilósofos ant iguos ignoradn el que b a l i e s e estos antipcdas; y solo se tiene q u e Sdneca, (1) con Furor pobtico, bubiese pro- nosticado esto desciibrirniento, cuando dijo e n la tragedia Medca: trvendrán siglos despues de muchos años, en q u e el Orcbano s u d t e 13s ataduras de cosas, y pa- rezca muy gran tierra, y con grandes vientos dr!scubra nuevos orlies y no sea Thile cabo de las tierras."

4 Francisco de Maldonado, caballero de Salamanca, B quien los rcyes catblicos enviarun por gobeinador, pesquisidor y justicia mayor, año d e 1488 y q u e repartiera tierras.

Alonso Fajsrdo, d e la caca de los marqueses d e los Vele% vino por gahernador, y repartidor .de t ierras y

, aguas a ñ o de 1492, luC el q u e fabricó el castillo del puer to de la Lux, poniendo en 61 dos cañones; reediíi- cb e n la Berberia, el castillo de Santa Cruz de mar pe- queña, q u e los reyes católicos tomaron d Diego Garcia

II - (1). Séncea in M e d a a , Aetu 2. infini. R e f i k e l o Abrahqn

Orlelro, en eL Teatro del Orbe d e la Tierra, Tablas.'

d e Herrera en la compra que le hicieron de estas islas I y pusieron á cargo de los gobernadores de Canaria su

proteccion, nombrando alcaides de 81, que le estubiesen defendiendo, contra las invasiones del Jarife, rey de Fez, como fueron Alonso de Cabrera, Diego de Cabrera, Die- go Mehan de Bethencourt y otros vecinos de Lanzarote &c. Tuvo el gobernador Fajardo muctias disputas con el ohispo D. Diego de Muros, sobre traer 6 no, vara alta cl alguacil eclesiástico, las que terminaron con que se difereticiase, poniendole á la vara u n casquillo de plata, dándose en este tiempo, sitio para la santa iglesia catedral.

5 Antonio de Torres vino por gobernador año de 1497.

6 Lope Sanchez Valenzuela? gobernador de esta isla año de 1499 fue á quien cautivaron moros, viniendo de España; y t raghdole los corsarios al puerto de las isletas, fu4 en 41 rescatado y di6 el sitio para hacerse 13 iglesia de nuestra señora de los Remedios, á pedimento de Juan de Porras; murib en su gobierno.

7 Juan de Siberio Mujica, caballero vizcaino, conquistador que fu8 de esta isla, primo-hermano del capi. tari Miguel de Slujica, A quien mataron los canarios en la batalla de Adojar, era rejidor mas antiguo y decano del cabildo de esta isla, quien le nombrd por gobernador por muerte del predecesor.

8 El doctor Alonso Escudero, gobernador de Cana- ria, vino $ ella en fines de Noviembre del año de 1500: fué el primero legista, que se nombrh en su tiempo: di6 la reina licencia (1) para saltear y hacer entradas en la Berberia, de cuyas presas, que se hacian de moros y moras, procedieron muchos perjuicios en la conjuncion de tan vil raza, con que se macularon muchas familias.

6 El licenciado Sebaetian Briceños, gobernador de esta isla, año de 3513.

10 Lope de Sosa Cabrera, vino por gobernador de esta isla afio de 1515: de aqui fue proinovido A gobernador del reino de Nueva España.

11 Pedro Suarez de Castilla, cahallero sevillano, vi-

( i) Ckdula dada por ¡a R-eina en Salamanea, (Doña, Juana) en 2 de Noviembre de iSO5.

no $ este gobierno año de 1517, donde cas6 6. D.' Mal ria de Castilla, su hija, ccm D. Guillen Yeraza de Aya- la, primero conde de la Gomeró, hijo de IIernan Pera- za(á quien dieron muerte sus vasallos año de 1488) y de D." Beatriz de Bobadilla.

12 La fama en que habia puesto á esta isla de Ca- naria su fertilidad y grande comercio de azúcares c m España, Italia, Yortb~gal y .otras naciones, incitaron á los enemigos naturales del Norte, 6 que las molcstasen coi1 sus invasiones y corsos, siendo el primero que lo intentó Juan Florint, franchs, afio de 1522, con siete navios; y manteniendose algunos dias sobre este puerto de las isletas, logró la presa de otras siete enibarcacio- nes que venian de Chdiz con muchas familias, qvr, so venian 5 avecindar á esta isla, y cargadas de mer.aderias.

13 Lue7;o mand6 Pedro Suarez de Castilla armar cin- 00 navios, que estaban en el puerto de la Luz, y nom- br6 por capitanes A Arriete de Bethencourt, y á Juan Pardomo de Belhencourt, su herrnaiio, y ~ t r o s que fueron en su seguimiento: y dándoles alcance sobre la pun- t a de Cando, les obligaron A soltar la presa sin haberse aprovechado de nada, y haciendo fuerza de vela, se r e tiraron, con que volvieron 31 puerto, victoriosos de haber salvado y puesto en libertad tantos horribres y mugeres, de quien supieron ser el Animo de Florint Ilcvarles á vender á Berberia. *

14 De esta fechoria salió Florint con el sonrojo de no haber logrado su intento, y tiró sobre las islas de los Azores, donde apres6 dos navios, en queel famoso Bernando Cortes enviaba al emperador Chrlos V, la rechmara de Monte-suma, y mas de 88 castellanos en Ijarras de oro, y muchas perlas, y piedras preciosas, con que hizo su vuelta á Francia con tan gran tesoro, que presentó ásu Rey. que luego le di6 esruadra, para que prosiguiese en sus corsoc; pero entre estas islas y España tuvo el encuen- t ro de tres navios vizcainos, que lo rindieron y Ileva- ron á Sevilla, de donde le remitieron preso al emperador, quien sabihdolo, mandó que en el lugar que la encontrasen le ahorcasen á Florin, y sus capitanes, lo que se ejecutd en el puerto del Pico, como refiere el capitan Bernal Diaz del Caskillo en la conquista dcNue- va España. (1 li lu pág. sigw2enle)

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238 DECCRIPCION HICT~BICA

15 El Doctor Bernardino d e A n ~ y a , caballero de Sa- 'lamanca., vino por gober'nador d e e s t a isla a ñ o de- 1523, en cuyo t iempo afligid esta t ierra la enfermedad de modorra , e n q u e padecieron muchas gentes, muriendo, durando mucho t iempo este trübajo, hasta q u e se ocurr ib B quit,ar el kupariar, *, M ~ n c e b i u pública, q u e por c8dula Real (S) se mantcnia para propios del cahildo; y s e hizo en el rriismo si t io la ermita d e In santísima Cruz, con

q u e cesó el contagio. 16 Con la to r re de Santa Cruz de Mar pequeña p.

s u guarnicion se hacian en Alricn muchas cabalgadas e n -?os moros de s u costa occidental, Iiaci~indosc muchos c a u - i ivas , lo q u e el Sarik, rey de Fez, ve aplicó B quii.ar .con incesantes asaltos y fuerza de sus genles, con q u e vino k conseguirlo año de 1324, e s l a n c ! ~ sus socorros á cargo del .gobernador de esta isla, qiie por las enier- -medades, quc en ella se padecian no pudiernn ser B t iempo; y con esta perdida se transfirió el t l tu lo de su alcayde, y 'el salario de 503 marasedis a los corregidores de Canaria, como lo t rae e! Bo!)adilla, (3) y Ic gozan has- t a este tiempo.

11 N a r t i n Gutierrez Ceron, veinte y cuatro, de Sevilla, vino por gobsrnaclor de esta isla a ñ o da 1526 , este a ñ o s e mandó f i iníhr e n esta ísla, la real audiencia con t rcs

-'ministroS, por cthlula :&da e n Granada. 18 Bernardo del Nero,. natural de 'Florencia, vino a ñ o

d e 1529; y habiendo tenido ciertos lances con Pedro d e Adruza, u!io de los primeros oidores dt: ecta Audiencia, s e auxilió con t res regidores y remitid á España con prisio- mes, de q u e resultó mandar el Consejo viniese pesquisi- d a r el licenciado Pedro dc Reina, corregidor de Tcneri- fe, á cuya noticia hizo Bernardino del Nero f u p para Portugal : los regidores fueron enviados presos Q Españ;~ con secuestros de hienuc, y estuviéroil algun t iempo en

:la Mata de Dfedina Sidoriia, y fucron suel tos y vueltos h esta isla, con una corta condecacion de inaravedises, y

IZ) Bsrnal Diaz del Caslil lo Conauisfa de Nueva españa cap. i& i a g . 16 a

14) Cedula dada DW la Rctlna D.a Isabel, cn Alralá de Re- n&.ei, en dos de Ma?jo de 1503.

(3) Bobadilla. Lib. 5 capala f Q pag.mihi. 1197.

DE CANARIAS. 939

el oidor. se volvió B Vizcaya, su tierra. 19 E s t e a ñ o de 1529 niand(! el Rey al licencia& Fran-

cisco Ruiz de Melgarejo, por visitador y reformador d e %stas islas; bizo las ordenanzas para esta real audiencia,

y las del gobierno da esta ciudad de Canaria, y s u tierra. 20 Martin Gutierrez Ceron volvió por gobernador de

esta isla de Canaria, a ñ o de 3532 22 Eii estos tiempos bernardino de Lescano Mujica,

regidor de esta isla, y primer alguacil mayor de la inquisicion d e esta islas, hijo de Juan de Sivrr io Mujica, conquistaclor q u e habia sido d e esta; llevado d e su celo al mayor servicio dcl emperador Carlos V, viendo q u e los enemigos de SLI c ~ r o n a frecuentaban con s u s corsos, estas islas: haciendo muclias presas y daños, y q u e se habian sitiiado en una isla despoblad^, q u e llaman de Lobos, en t re Lanraro te y Fuerteventura, donde daban sus carenas, y hacian sus aguadas en las partes yermas de estas islas, causando muchas inquietudes, cuando so juntaban: para rcparo de ecics dafios, mandb hacer t res navios de guerra e n Vizcaya los partrechó y armO d o gen te y todo lo necesario, todo á su costa; siendo u n o de los navios de tanta íurixa, q u e h a b i h d o l e envitido h Sevilla a t m c a r pertrechos de guerra, pai-a si y los Je- mas, fu8 embargado d e orden be1 emperador para q u e fuese á Indias por almirante de los galeones, lo q u e s e ejecut6 g hahiendo vuclto con ia plata, volvici á esta isia, siendo su capitan, Simon Loi.eiizo, natural del A!- garve, donde fué corsario dc gran fama, por In q u e lo liahia rraido Ber~ ia rd ino de Lezcano: y estando e n e l puerto d e la isla de la Palma, pasando B su visita d o s galeonts franceses de giierra, sc levantó del puerto, y fuP sobre ellos; y dAndoles alcance, se j u ~ t a r o n , y bom- hardearon, y ech6 A fondo al uno, y a1 otro, q u e era el comandante, l o rindió despues de u n largo combate, y d i6 libertad á 40 mugeres y mucbos hombres, y e n t r e ellos cua t ro religiosos y religíosas, q u e iban 4 fundar e n s a n t o Domingo, y l ia l~ian apresado e n unos navios Españoles: y siguiéndo su corso nuestros navios, liicie- r o n diferentes prcsas, y desarmaron á los que nos in- quietaban y einharazahaii á los q u e comerciaban con nuestras islas, e n cuya defensa era todo s u desvelo, parsi

lo q u e tenia aplicatla s u dilatada hacienda en caso du

q u e las presas no alcanzaran !I suplir sus costos, teniende B la puerta de su magnifica casa, un terraplano alto con

,miicha artilleria, para dderidcr nuestra isla, &c. 22 El licenciado Agustin de Zurva rh , caballero vizca¡-

no, vino por gobernador de esta isla deCanarid año d e 1 5 3 5 , ~ fuA de losinagores repúbiicosvigilante y pcifico: esmeroseeri las excelentes obras pWicas neccsnries 4 de adorno, corno se ven en la audiencia, casas de cal~ildo, drcel , peso dc la haiina, fuente que hermosea su. plaza principal, plaza de gradas, gradas de los Wernedlos, carniceria, empedra- dos de sus ralles, con otras ruentes, y casa pírb1:ca. mani- festándose en ~ o d a SU gran polhica y gobiernv.

23 El licenciado Beriiardirio de Ledesma, vino á este gobirrno, 360 de 1536. 24 El licenciado Juan Ruiz de Legarte, gobernador de

esta isla, año de 1538. 25 El l icencido Agustin de Zurvarán volvid al go-

bierno de esta isla año de 1540, y perfecciond las olrae, que habia principiado.

26 Alonso dcl Corral sucedid en este gobierno afio de 154.3, en cuyo aúo, una macana lunes 29 de Octubre

3rnaneci6 dcntro del puerto de las isfetas, Juan Afunso, corsar.io frances, halliendo aquella noche echado gente e n tierra, y clavado una picza de artiileria de bronce que estaba en el castillo aun sin acabar. Apresd tres navios que estaban en el puerto, basta que le desalojaron con la artilleria que hizo llevar Berriardino de kes- cano Xujica, regidor de esta isla, de la que tenia B la puerta de su casa montada.

27 El licenciado Juan Ruiz de Miranda, gobernador deesta isla, . i ino b e113 año de 1546.

28 D, Radrigo Maiirique de Acuña vino por gobcr- iiador de esta isla año de 1550; y en el de 1553, que reinaba en Frailcia Enrique U, y se mantenian las mis- inas guerras, vino cna escuadra suya. y se mantuvo so- ]>re este piierto, hasta que apareci6 una flotilla, que venia á él de España con muclias familias: y reconoci-

I {lo el intento del corsario, que avelejb á su encuentro, armb cuatro 6 cinco navios que estahan en el puerto, y nombrd por comandante de ellos á Gerdninio Baptista Maynel, escribano publico, que era de esta Isla, hombre prhclico, y de valor; y por capitanes de los navios P

lbll 6ANARXa5. 244

Masiot de Betbencourt, y sus cuñados Luis de Eerrera, Juan de Herrera y Díego de Herrera, con mucha gente de esta isla, que aicanzando los enemigos á batalla saiigrieii- ta y porfiada, venc ie ro~ siete embarcaciones, apresando muchos enemigos que se repartieron entre los vecinos de esta isla, aunque con la pCrdida de Gerbaimo Baptista, que murió ii los últimos tiros, y 16 soldados tí cuyo precio se re- cuperb la presa, y se cantb victoria.

29 El licenciado Juan Rezerazo de Vigil, gobernador de esta isla año de 1553.

30 Pedro Ceron, cabüllero de la órdm úe Santiago, veinte y cuatro, y natural do la ciudad Sevilla, vino par capitan gcneral de estas islas en dicho oño de 1553, fundó cl niayorazgo de Arucds por haber casado con D." Sofia de San- ta Gadea, dueña de aquellos terrenos cn que fundó i n p nio.

31 D. Rodrigo Manrique dc Acuña, volvib á ser gobernador dc esta isla aíio de 1555.

32 El doctor Francisco Mesia Marquez y Pedroza, natural de la villa de Villa-caritin, obispado de Segovia, colegial en el mayor de san Clemente de Bolonia, vino á es- t a isla por gobernador y justicia miiyor año de 1556. Fué el primero juez superintendente del comcrcio do Indias, ministro y consultor de esta inquisicion de Canaria. Wi- eo en esta ciudad la fuente de Triana. De aqui le pro- vey6 cl Rey pcir oidor visitador de la audiencia de la isla dc santo Domiiigo, visitador y pacificador de aquella audiei~cia y de la provincia de Cartagena, y su gobcrnador de que se dib por bien servido, dándole las gracias J d6ndcise por deservido de lo inquieto que se 11alIaI~a san- to Domingo, como nos consta de carta de 26) de Julio de 1575, firmada de la re31 mano que esth en nuestro poder, original, en que le ordena vuelva fi aquella audiencia á poner concordia en ella, y que trabaje con su buena discrecion y prudencia, como de 61 confiaba, y quc de lo que fuera hacieiido Ic fuese dando aviso, lo que puso Francisco Wesia luego en ejecucion, saliendo de Carta- gen% y encontrado con un corsario, con quien combatió, por apresarle: f u e muerto de un tiro de la artilleria' contraria. Cas6 en Canaria, de quien sc mantiene sucesion en esta isla y en España &c.

33 D. Juan f'acheco de Betiavides, hijo segundo de

los condes de Santi-Estevan dcl Puerto, vino por gohernador d c esta isla a110 de 1539. Tuvo grandes diferencias, y lancis con los licenciados Villena y Espinosa, oidores d e esta real audiencia, sobre q u e di6 cuenta al rcy, qu ien envih por visitador al doctor Herrian Perez de Grado, y privó á estirs dos ministros, y consultando la necesidad qu? esto audiencia tenia de regente, fu6 el primero q u e vino á este ernpleo el mismo doctor Mernan Perez de Grado a ñ o de 1.566, casb D. J u a n l'aclieco e a esta isla, y hay en eibada lustrosa sucesion e n aquel la ciudad, d e este rnatrimoriio.

34 E l licenciado Diego del AguiIa, vino por gobar- nador año de 1562 y e n cl d c 1565, volvi6 á esta isla por provisor dcl obispo D. Crist6b';l Vela, fu6 doctoral do esta sanla iglesia v arcediano d e F u e r t e ~ w i t u r a .

35 Año de 9569 cl Jarife, rey de Fez . i r r i lado dt: las entradas, qu:: le hacian en los puertos de Ia costa do Berberia, y lugares cerelnos ;i ella, los condes d e Lanzarote y Fuertevontura, g sus gentes; e n l i ó á Da- vaxi, SU arroez, con n u m e ga!eras, y e n ellos 600 mosqueteros, á la isla de Lanzarole, donde entraron mikrco- Lcs nueve de Septicrnbro, donde estuvieron 35 dias, que- mando y destruyendo la t icrra cuya noticia tenida e n Canaria por la audiencia, q u e tenia tan;hieii niano en las cosas de lo guerra, proveyo luego d e socorro, g por general h Juan de Ciljerio RBujica y Caclillo, alferez niayor d e esta isla, con cinco ~rnbarcaciones, y en cllas 300 hombres, y por capitanes 6 Juan de lIerrern, Angcl d e Betliencourt y Francisco dc Torres; y cuando Ilegaroii á vista de Lanzarote, teniendo los moros sus atalavas en Guanapay y o t ras partts, juntas sus gentes con 40 cautivos, se lovaron sin t icmpo y iiiucha mar, tomaron la vuelta d e Berberia, y sc perdieron e n la costa de San BartolomC, ahogándose los mas, y zozobrhdoce las galeras y artil!eria, con todos los demas pertrechos.

36 D. J u a n de Benaiidrs, natural de Guadix, vino por gobernador de esia isla año de 1572.

Diego de Melgarejo le sucedi6 eri es te gobierno, y vino á el a ñ o de 1575.

37 D. Martin d e Benavides vino al gohierrio de esta isla a n o de 3379. Este caballero hizo el fuer te de santa Ana, ! u11 trozo da muralla: e n s u t i empo padeció

DE CANARIAS. 243'

esta ciudad o1 que una avenida del torrente, que la divide, inund6 y se Ilevú dos barrios y el puente, por donde se caminaba: juzgh precisa esta obra y muy necesaria; .y jriritarido los materiales para obrar un puente de un ojo, de arco, y argamaza para su resistencia, porque no le volviese 3. coger el invierno conel quebranto, recogib una poca de cantsria de ruina que el pasado habia tenido y la muralla d e la parte de mediodia sur; y la aplicb al puente, que acahb con algunos rema- tes de cantería, y dos simulacros, uno de santa Ana, y otro de san Pedro Mártir, pa t ron de esta isla, como saa- ta Ana de s u iglesia catedral, y una octava en medio, que decia.

AlBgrate Canaria, pues t e hallas De tales patronos deiendida, De torrps, puentes, fuertes, y murallas Y hhlico ejercicio enriquecida, Con estas, y otras ínclitas medallas Te ves y t e verás ennoblecida, P o r t u gohernador, que cn paz y el) lides2 Se nombra P. Martin de Benavides.

3& B este cuidado y aplicacion de este caballero al' ciimplimiento de su obligacion y servicio del rey y del público, no le laltaron Bmulos 6 maisines, que en su residencia le pusiesen cargo en tal punto, con que los pocos cantos que trajo de la ruiua de la muralla de la parte que ponder~ron debiera ~ ~ i t e s aplicarse a su reparo, por ser la que guarnecia la ciudad hácia la p r - t e de la B~rberia, y bahía dejado abierta, por hacer el puente y poner su nonlbre, que le sentencib el Juez de residencia á degüello: lo que apelado al supremo con- se jo se desestimb, rnanditndose se quitase el hltimo verso, atendielido á D. Martin, como buen goliernador; viéndose lo que previene el polltico Bobadilla (1) de J p . h e n o s y maiw gobernadores en sus residencias.

39 Tomas de Cangas vino por gobernador de esta

(1) &astillo de Bobodil la. Xib. S de su Pot i l i ca cap. 1 num- 29, hasta el taum 30.

isla a60 de 3584. 40 Alvaro de Acosla le sucedió e n este gobierno, y

vino á 81 aiio de 3586. 41 E n estos años se hallaha la monnrquia de España

e n bastantes estrechos, en q u c le ponian las potencias del norte , q u e mencionan Aiitonin d e H e r r c r a . ~ Luis Cabre- r a d e Cbrdoha (1) y eii -cuidados las defensas de sus armadas, ,amenazando las ciudadcs marilirnas b por otras

. causas nonihrh a D. Luis de la Cueka g Benavides, se- ñ o r de Belmár (capitan d e ginetes de Granada) por gobernador rnpitan general de esta real audiencia, fiando S. M. de SUS grandcs esperieiicias militares este gohier- n o y le eiivih á 61 en el a ñ o de 1589, trayendo 600 infantes cn tres compañias, curos capitanes eran: J u a n d e Bcd-mar, Gaspar Hernandcz y Juan Jaraquemada, caballero de la órden de Santiago, natural de 'kelde en esta isla, con órden de q u e visitiihe las de esta provincia, pa- r a q u e proveyese en cada una sohre los defectos de sus defensas, lo q u e hizo D Luis, acompaiiado de D. Fer- nando Xuatez d e Figwcroa, obispo; y volviendo á Cana- r ia "hnllú mal un ido lo formal d e los ministros de juc- ticia con las hcencias militares, turbindose el gohierno con diferencias en t re los primeros y en cspecial cuento e n t r e D. Luis de la Cueva, hijo del general ( q u e despues mudando genio y cstado, n~erecii, ser Cardenal de la San- t a iglesia dc Roma t i tulo de la santa cruz, criatura de Gregorio BV) con el licenciado Rodrign de la Olivera, oidor de esta real audiencia quien impulsado de s u s injurias 11evh á la corte su sentimicilto á. representar su agravio, y las islas las inquietudes q u e esperimentaban con los alojamientos di: los soldadcs sobre q u e s s ocasiona- r o n niucbas muertes de ellos y vecinos.

En este tiempo arribí, á Fuerteventura Javan Arraez. moro corsario (2) con siete galeras, desembarcando 600

(1 j Anlonio de Herrara: Hisla. del rey Phelipc PI.parl. 3, pdg. S y 6.

Luis Cabrera de Cdrdooa: en su Hisloria det mismo rrvj l ib . 12 y 10.

Lorenzo V a n d h Harvon: en c l Epiiome de la misma histo- r ia, .%mrro cle Malla pag . mthi. 98.

(2) I m a s i w de flloros e:r Fuertevenlura y pérdida d e 200 rol- dados Espcvieleo.

.. DE CANARIAS.

- hombres, Liasfaiites á la corta vecindad de aquella isla, y coriiendola toda, desfpues de haher quemado la Villa, sus casas y pajeros, y los vecinos huyendo de unas partes á otras, tuvo noticia de su invasion D. Luis de la Cue- ya, y envió 200 hombres de su gente con un capitan, á que socorriesen á aquellos aflijidos. Llegaron ií la punta de Jandia mareados y estropeados de la navegacioii; y caminando por aquellos terrenos donde llaman las siete Fuentes, tuvieron encuentro con los moros, y mai prevenidos 6 aparat-ados fueron rotos de los ene,rnigos muriendo los mas de los nuestros y siendo cautivos los que que-

.daron con vida. 42 Este infeliz suceso, y los que hahian corrido en C i -

iiaria, se representaron en In Chrta, que no pudo vencer la prudencia y valor de D. Luis de la Cueva, Facilitaron el que se mandase por el Rey volver á su primer pik el gobierno, asi en lo tocante á la guerra como en lo demas; y á'D. .Luis de la Cueva, que de,jando los soldados que le parecieron para guardia de los Castillos, volviese á España con la demas Inianteria, embarcándose en los navios que viniese el regente, doctor .Antonio ~ r i a s ; lo que hizo D. Luis, de sus Iiijos; D. Alonso de la Cueva, fuk embajador Ala Rephblica de Venecia, D. Luis, fu6 cardenal y nuestro gobernador, capitan general eii cl reyno de Galicia en la guerra de Portugal.

43 S. M. dio orden al gobernador, (1) que hubiese en esta isla, estuviese subordinado al regente de la audiencia, quien tuviese en todo la mano, como antes solian, en las cosas de la guerra, dando orden al gobernador de una vez la que hahia do guardar tudo el tiempo quc aqui estuviese en todas las ocasiones que se oirecieseo, sin que fuese menester pedirla de nuevo. 44 Melchor de Morales vino á Canaria año de 1592,

con titulo de corregidor y capitan á guerra, muriú en esta isla.

65. Alonso de Alvarado, valeroso, prudente y práctico soldado, como lo bahia mostrado en Flandes, Cataluña, y Portugal, donde liabia sido maestro de campo; vino

= - por gobernador de es ta , i d a ario de ' 1595, trayendo por -

(1) C¿duEn dada e?& Madrid, en 21 dc Mayo de 1594, diriji- da a D. Luis dc la Cueva, y secretario Andrcs de Prada.

su teníente al licenciado Antonio Pamochamoso, q u e héi bia sido audi to r de s u regimicnto. y esperimentado e n el conocimiento militar. 46 Luego q u e Alonso de Alvarado, tomó posesion d e

este gobierno, con noticia de los ernpeñcs con q u e s e disponiari los enemigos del Norte para contra España (1) y conociendo I U poca fuerza q u e habia e n esta isla, para defenderse de superiores ucometimientos, q u e siempre debe cautelar todo goliernador; se aplicó h cuhr i r con trincheras las marinas del puerto para guardar la poca gente q u e tenia. Y en el dia 6 de e)ctubre viernes a! amanecer corno refiere Werrera, (21 p r e c i e r o n sobre e l puer to de las Islelas 25 novios q u e despues se supo ser ingleses salidos de Pl imouth ; siis generales Francisco Dra k y J u a n Aquines de Mor, con 4000 homLres de mar y guerra. Las s icte naos d e la Beyna y las demos de mercaderes con otros dos generales de tierra, q u e eran Nicolas Clifoib y Tomás Blasquifeld. Enviaron al puerf.o una lancha con solos ocho soldados á reconocerlo y luego volvib á la armada de donde de 13 navios sacaron 500 hombres y repartidos e n 27 lanchas grandes y pequeñas y 27 banderas les entraron guareciendo 15 naos de guerra y Ile- gmon á la caleta de Santa Catalina donde echaron ánco- ~ C I S tí cosa de las nueve de la mañana, y a SO pasos de tierra, empezaron á cañonear la gente q p e estaba cn las trincheras puesta por órden de Alvsraoo corregidor de esta ]Isla. L u e g o llegaron dos pie7us de campo, y con ellas dctuvic- r o n al eiiemigo, y una cañonada del Castillo de la Luz Ife- v 6 la vitacora de una Nao, y matG cinco ingleses: y ieco- n ~ c i d o el daño, se pasaron co:m 300 pasos mns abajo, donde estaba el gobernador con otraq cua t ro piezas"; con u n a cargada con u n saquillo de balas mató en una lancha j. u n Capitan ingles, y A otros cuatro por lo que s e reliraronal a r - royo del liornillo. Acudieron los ministros d e la aiidien;v cia, con su regente P ~ d r o Lopei, de ihlday, y los de inquisicion q u e scrisn como 48 personas las q u e el gobcrnador señaló estuviesen como sobresalieotcs para cuando la

(1) Aconteiimienfo que hizo d Canaria Praixisco DraRz con su armada, y victoria que íleclla sel i ico . - (2 ) . Antonio de Herrera, Hisloria de Feliqe 2.", lercera parte , Izb. 11, cap. 29.

ocasion lo pidicse y lo inisino al obispo D. Fernando Xua- rez de Figireroa q u e lo era d e estas islas, qric! llegci con ti11 estandartc 7 s u clerccia y alpuiia gente de P ~ C armada y el prior y frayles de santo Domingo con o l r o estan- dar te do nuestra señora del Rosario, arinadns de arcabu- zcs y alabardas, animando J cxortando ti todos á la deiensa de la patria y rcligion.

47 Dos de las riaos de guerra culirian las lanchas de la par te del castillo de la Luz, y Iits denlas Liácia la parle de la ciudad, 1:aticndo con s2i a r ~ i l l e r i a el caslillo de santa Ana y gente d~ ia marina, y scometieritlo i5 ella todas 13s lancbas de boga arrancada, la gente de las t r incberss con la mosqueteria y aitil leria de campo que en la habia alo- .iado el gobernador, Ics repitieron sus cargas, B hicieron retirar tornando puesto donde rin friesen ofendidos, q u á l o f~icrot i mucho los inglescs clcl castillo de la Luz con sus tiros, siendo su cusielllii~o, Constantin Cairasco, algiiacil mayor de esta inqiiisicicin, y regidor de esta isla, y del d e santa Ana, Foiriandn d c Lezcano Mujica y Castilla, asiniis- ino regidor, r n a l ~ r ~ t a i i d o cua t ro naos, de suerte q u e u n a

. se afonclú cn el puerto. A las dos de la tarde hicieron vela los enemigos, disparando á la ciudad rnuclia artille- r i ~ ; y a u n q u e un¿\ bala dio en la coinpatiia del obispo, n o hizo el menor daño; y niontando Dralí con s u arrna- da la \ue l ia del Esoueste, y dojindo B l o i i s ~ de Altarado tt SU tenicnte Antonio Parnochamoso en la ciudad con cua- t r o compaiiias, se mantuvo aqsella noche en la campaña del puerto, hasta el s iguiznte dia sübado, q u e no sc vi6 la armada.

48 Súpose haberse pasarlo al Ganiguin, donde salió a tierra el gencrul Francisco Drak con 800 homhres á hacer aguada y leña, y por n o ser a su. satisfaccion, determidó i r á liaceila 6 la Gorncra: pero en este e n t r e tantosalicron 12 pastoies, y dieron coc u n capitan Ilaniado

_ Greiniston, caballero de cuenta, y con una compañia, q u e iba á juntarse con Drak; les instaron á dicho capi- t an y once hoinhres, y prenctieron dos, y uri roarinero \aleroso llamado Gaspar Ham, q u e se huyb d e los ingleses, de qu ien se supo la perdida que hal)ian tenido, rriatándoles 200 hombres, muchos heridos, y muer te de otros t res capitanes.

49 D. Bxtolomir Cairasco(l de lupág. sig.)cn siite-inplo

militante, festividad de San Pedro MSrtir 29 de Abril, te&- r e esta victoria en la parte l.a y en su esdrujuela, y el maestro Gil Gonzalez Dávila en el teatro de las santas iglesias. tomo 2." de la santa iglesia de Zamora.

50 Shpose de los prisioneros, era el ánimo de los capitanes posar á Indias, con quc determinó el goberne- dór Alonso Alvarado, ai isar Q Puerto-Kr,o donde estaba la flota del reyy aprestó sin dilacion un paquebot el cual lleg6 tres dias antes que los ingleses, B quien esperaron prevenidos, con que le hicieron una buena rcsis- tencia, en que mataron á Juan de Ayyones &; y despues en Portovelo hirieron á Francisco Drak, que mu- ri6 en cerca de alli eri aquel viage, como todo lo refiero Herrera (2).

Victoria qzte re tuvo en esta isla contra las armadas dr Holanda y ZeIanda.

58 Tcio S O S C ~ ~ su ánimo el goberndor Alonso de Al-. varado en todo su tiempo de vigilar y proveer como zeloso en el servicio del rey y esperio soldado, todo l o necesario en las c a a s de defensa de la is!a cuanto le per- mitin la posibilidad, recelando la solicrl)ia de las provincias unidas de Holanda y Zelanda rebeldes, cuyo ánimo era arruinar las ciudades maritiinas del reyno de Espasa, para lo que forniaron una poderosa armada de 80 navíos de guerra con 103 hambres de deseml).trco.

52 Salieron del puerto de Flesingas y tomaron la irucl- ta de Ecpafia y :legaron á la Coruña que acometieron; pero estando todas las provincias prevcnidas, les retiraron con la arti!leria de los castillos de aquella ciudad con que les frustraroii los intentos, y tiraron á destruir estas islas donde llegaron B esta de Canaria sihado a: amarieccr dia.

(1) Cairasco, Templo Mil i ía?zte , dia 29 do A b r i l , parlo 1, y en su Esdrzcpwlca. Mro. Gtl Gonzalez Ddvi lu. Tealro de las dglerias, lomo 2, en el de l a Slcc. Ig les ia de Za?nora, pig. miki 420.

( i A n l o n i o de Herrera en d i c h a par le . H t s t o r i a ds Fcl ipc 2." capt lulo 30 y en la 3.a parte, l ibro t2 capilulo 1.

26 de .Junio de 1529 en tres escuadras, cada una con su capitana y almiranta y generales, siendo Pieter Wanderwoes el mayor, mostrando sus insignias ser de Holanda y Ze- landa.

53 IHieose del castillo con su artilleria señal de reba- t o para llamar las gentes de los campos y la atalaya con h u s o s .

54 Alonso de Alvarado gobernador, hizo luego salir las cinco cornpañias de la Ciudad 'con oiice p&zas de campaña con que guartreció ia caleta de santa Catalina y las trincheras dv las n!arírias del puerto; como puestos 10s 'mas avanzados al desembarco. Rlarcliaron al mismo -para- ,ge la audiencia, el obispo. D. Francisco Martinez con to- -dos los eclesiácticcis regulares y ~ecuiares, los inquisido- -res -y SUS ministros, todos con SUS armas y jcndoncs que -les distinguian, y 5. poco mas de una hora se ha116 lo iiias .dc la gente de los campos.

55 -S~irgió la armada frontero de la punta del Palo y puerto ?e las Metas, y delante de todas la capitana de Pie- ter Woriderwoes, y su almiranta: g dando los costaJos al castillu; soltaron Loda la artilleria, y dando vuelta repitie- -ron sus rociadas, y haciendo niuestras de alegria con tambores y trompctas, á cuyo i.iempo les corresponilió el cas- -ti110 con su gruesa artilleria, haciendo mucho daiio en los eneniigos, de suerte que quedó la capitana tan maltrata- da, que por ultimo quedó en 61 medio quemada. Y sos- pechando el gobernador no fuese la armada á hacer su -desembarco Q la caleta de santa Catal'irm, ordeiili poner la gente y arlilleria repartida en las trincheras con los capitanes Juan Ruiz de Alarcon, Jos6 Bernandez y Juan Mar- te1 Peraza; y habiendo peleado la armada con el castillo .cae6 de todos sus navios 150 lanchas, que llen6 desolda- dos con 27 banderas; y arrimándose á la marina del puer- t%, se les di6 una fuerte carga de artilleria de campo, mos- qneteria, y del castillo con un cañon pedrerb cargado de metralla, con lo que se hizo grande daño en la vanguardia de las lanchas, anegándose dos de ellas y retirhndose las o- tras bácirl sus navins, y volvieron todas á la caleta de santa Catalina, siendo incesante la artilleria de la armada, matando de núestra gente solo un hombre, y un par de bueyes, y rnuch6'el .,daño de las lanchas; yendo ti fondo uuas :y -anegándose otras, con que-se 'volvieron a retirar hacia el

puer to ; y el gobernador siguiendo s u intento con la ap- t i l leria y gen te a igual d e las lanchds, y acometiendo á u n parage poco mas ret i rado de la punta de Santa Cata- lina q u e llaman la Matanza (por la q u e alli se hizo aquel d ia ) q u e estaba descubierto por ser el mar lleno de bajos y escollos: habiendo hecho antes consulta todas las la t ichs, y viniendo B ellas s u gerieral, acornetieren á aquel parage con precipitada furia y encallaron y arrojaron e n tier- r a como 70 hombres, á quicn acometieron los naturales y mataron á lodos los desenlbarcados coiltra las mismas lanchas, sin guardar mas ordenanza, arrojándosc a las Jan- chas den t ro del mar; y el capitan Cipriano de Torres ccin una alabarda, el agua al pecho, tomó la lancha capitana, y di6 al general l a n d e r w o e s t u n fuer te go lpe e n la cabeza, q u e lo arroj6 al agua Itbrhndole el scr muer to lo armado q u c estaba, aunque le dió tres heridas; y la mosque- terln d e las otaas lanchas matai0orl l Cipriano de Torres; siendo este acometimiento de grande confusion en t re los enemigos que murieron muchos, y t res de sus capitanes, y t r es lanchas naufragadas; y d e los nuestros miirleron viniendo de las trincheras al socorro (por se r en descubierto) el capitan de Arucas y el capitan Juan Ruiz cle Alarcon, á q u i e n levantó cl maestro de Campo Herriando del Castillo Cahezn de Vaca, desde s u caballo, estando inuerlo en el suelo t i a y h d o l o h las ancas de CI: y encon- t rando con el gobernador Alvarado, á quien una bala d e canon de los navios hdbia quebrado u n muslo y muhr to le el caballo, lo levantó el r ~ i s r n o maestre de campo Castillo, de sobre s u propio caballo, y ponikndole delante d e sl en el arzon delantero, re t i ró los dos cuerpos hasta e n t r e - garlos á gentes q u e los pusiescn en paragc de segur i - dad, curasen 6 diesen decente sepultura: y valvibndose B la campaña, encontri, nuestra gente de retirada, el ene- m i g o en tierra y alguna artilleria q u e con trabajo r e t i ~ a - ban, quedando la mas en poder del enemigo, á que se avanzb por librar u n sacre, q u e logró ii precio d e mucho peligro por la fusileria del enemigo: pero desmontando d e s u caballo, l e pudo echar mano y arrastrarle Iiasta q u e le proveyeron á s u valor de u n par de bueyes con q u e le puso en parage nuestro. Rindióse e n aquel s i t io del desembarco, el valor á la fuerza y á la mult i tud.

66 ConociBndose de I R armada estar su g e n t e en ticrra

Hicieran muchas salvas de alegria: echaron muchos gallar- de tes y grinpolas, y llamadas s u s lanchas (menos siete, que e n el desembarco perdieron) las reforzaran con mas de 4 2 hombres con sus coroneles y demas oficiales; y sitiando el casd tillo de nuestra Señora de la Luz mandaron al alcayde Atzton Joven se rindiese, 6 lo volarian, 6 pasarian toda su gentu á soga y cucliillo. Hesporidib elalcayde le leniaen-nombrede S. M. y estaha determinado á defenderlo, 6 morir : volvie- r o n á repetirle ~ a s a r n e n ~ z a s s o b r e el rendimiento q u e vicn- dose cortado dc socorro, la plaza d e armas descubierta, u n honibrc muerto y con t a n poderosa armada en el puer to cotivino e n s u renclirnieiito con 'E8 hombres, á los cuales les fucron atando las minos, y enviando presos á la armada,

5'7 Retirada nuestra gente ú la ciudad, nornkrb la audiencia por gobernador, al licenciado Antonio Pamo- cliamoso, por las esperiencias qtre Iiabio de s u s opcra- ciones, 'quicii lucgo mandó fortificar las puertas de la ciudad, y reforzar el caslillo de santa Ana, de qu ien c m alcaycla Alonso Venegas y Calderon, y fortificar Id

montaña d e San Francisco, y reduc lo q u e estaba donde hoy ia Casa-¡?;lata.

58 ?etÚvose el enemigo hasta la noche eri el puer- t o y el domingo amaneció cerca d e la ermita d e San Sebastian, y hospital de San Lázaro q u e estaban u n po- c o mas 5 la ciudad, d e lo q u e está el molino dev ien- to: y sacando del castillo d e la Luz once piezas gruesas d e bronce, y e n t r e ellas un caííon en te ro de 80 libras d e bala; s i tuaron s u hateria en el hospital d e San Lá- zaro, contra el fuer te d e santa Ana. y parae l risco d e San Francisco, siendo sus cargas muy continuados, con q u e maltrataron mucho los parapetos del fuerte d e santa Ana, de donde se le mataron mas de 300 hombres, los t res dias, q u e se detuvieron sin en t ra r en la ciudad, y solo u n a cañonada le mató 20 hombres-en q u e le cogió u n a fila. Fal taron municiones particularmente d e balas (aun- q u e nunca de p6lvora, por la mucha fábrica q u e habia e n esta isla): Labráronse y fundi8ronse muchas de plomo; y por n o haber moldes correspondientes, lo recono- ci6 el enemigo, con q u e s e alent6 mas al combate, teniendo detrás. de la ermita de San Sebastian, gran 116- mero d e mosqueteros, que salian en forma, cada manga da 20 soldado.^, dando rociadas al fuerte, tan continua-

das, que embarazaban el fuego de la artillerla, por lo descubierto que estaba el pavimento de la arlillerla, y ator- mentada la fortaleza de los golpes de las balas.

59 Procuró el enemigo subir á lo alto de la Jornada de Santa Catalina, para tener dominada la campaiia, en que estaba su campo; pero salieron dos compañias de nuestra gente del campo que se lo impidió, haciendoles muclio daño.

80 Solicilbse por el gobernador Bamochamoso el que con pipas y colcliones sc reformase la defensa del castillo de Sanla Ana, cuyas llaves babia arrojado á el mar, en una eañonda que habia disparado B los navios Alonso de Vene- gas: y hallando el ingeniero ser imposible la defensa por la falta de municiones, se mandaron hacer pedazos las puertas para la salida del alcayde y soldados; lo que conocido por el enemigo asestb una bateria de la artilleria fi la puerta y á la muralla á hacer brechas; 'y viendo que por todds partes cesaban las defensas, mandaron á la muralla 200 mosqueteros, y levantaron un soldado que la reconociese, y otros con fuego de alquitran prendiesen en Iris puertas qeic prosiguieron con la seguridad de tener reconocido haber abandonádose la ciudad, donde entraron mi6r- coles 30 de Junio. 61 Retirose nuestra gente al lugai de la Vega, á dorr .

d e ya estalra el gobernador Alonso de Alvarado, herido, y la audiencia con lo demas de la ciudad, que en los tres dias se habia asegurado lo mas precioso; y en la espesura de la montaiia de Oramas, y lugar de Moya, las reli- g i o s ~ s de San Bernardo, y en otras partes remotas, muchas familias.

62 Túvose eiiteridido como 2500 hombres mosqueteros del enemigo, marcliaban por el camino Tamarazayte, que subieron por la montaña de Santa Catalina con 12 I ~ a n ~ e r a s para entrar en la ciudad, por lo alto del risco de S. Francisco: y aunque el capitan Juan Martel Peraza, que venia de Tenerife encontrb alguna de esta gente, solo pudo detenerle su vista; y v ihdola tan avanzada, re- tirtise por no perderse.

63 Uespachdse por la audiencia y gobernador, postillones á todos los lugares, mandando con graves penas, todos ocurriesen al lugar de la Vega; y juntos, se dispuso inquie- tar en la ciir?ad al enemigo; y asi se les prosiguió en

. .

DE CANARIAS. 2-53

mata~ los á todos los que se les desmandaban, y á todas las postas, que se ponian en los caminos la eutrada d e la cir~dacl; y al siguiente dia de que estaban alojados, mandí, el general Wanderwucs dos prisioneros de los que tenian del castillo de la Luz, á tratar de rescate de la isla, vidas, ciudad y campos &, á cuyos tratados resolvieron enviar al doctor U. Bartolomb Cayrasco, de cuyos ventajosos talentos se fiaron y de su prudencia, tan importante negociado, y por su acompañado se envió al capiian Antonio Lorenao.

64, Vinieron á la ciudad y hs116 Cayrasco al general Wanderwues, aposentado en su casa, que le recibió con toda urbanidad; y en los, tratados le propuso; se habian de entregar por la libertad 6 indem- nidad de lu ciudad, 4003 ducados: que se habian de intitular los naturales de esta isla vusallos de los estados de la Liga de Holanda y Zelanda, en cuyo reconoca'. miento habian. de pagar cada año 103 ducados: á lo que le respondió Cayrasco que lo trataria, aunque por su parte todo lo riegaba, y se levdntó y Wanderwues lo bajd acompañando hasta la puerta.

65 Volvidse luego y Antonio Lorenzo, y entregaron las propvsiciones á la audicncia y gobernador: que determinaron se le volviesen y se mandó echar bando, pena de la vida, ninguno hablase con los eiiemigos, sino que se vendiesen las vidas al inestimable precio de la honra, de la religion, y finos vasallos de tan cat6licos reyes: y asi, todos en esta resolucion salieron luego, viernes, á esperar y huscar al enemigo, y acometerles en toda parte: y á. la entrada del monte del Lentiscal se estuvieron esperando al enemigo, sabiendo se muvian de la,&- dad; y el sábado 3 de Julio inand6 el gobernador, y el oidor Milla al sargento mayor de esta isla, con el ingeniero, fuesen A reconocer los designios del enemigo; y liegando & vista de la ciudad, y oyendo repicar las campanas y sentidos de las guardias, que tenian avanzadas, les dispararon algunos mosqueteros, tocando los tambores y trompetas á marchar; con cuya ocasion se volvie. ron, avisaron y pusieron en órden el gobernador y gentes, repartidos en diierentes partes del monte Lentiscal. emboscadas por los lados del camino que pasa Q la Ve- ga por mcdio de 81: y viendo de 61 subia el encmigo el

18

lomo arriba en dos escuadrones, en que iban 4a hombres con 14 banderas; y antes de entrar en el monte, se dividieron en cinco escuadrones; .y separando el uno, lo ~aandírron diese fuego B las casas, que por alli habia, y entrando los demas por el referido camino del monte, llegaron á donde hoy llaman la Cruz del ingles, á vista de la vega, cerca de una acequia de agua, que el gobernador habia hecho quebrar; y con l a fatiga del camino, y calor que llevaban, se llegaron á beber el agua cenago- sa de los charcos.

66 El gobernador Pamochamoso, viendo al cneniigo tan internado en lo espeso del monte, di6 6rden al bargen- t o mayor avisase A los oficiales, saliesen y acometiesen al enemip , lo que hicieron con gcan presteza, dandoles mucha griteria y tocando los tambores, con una gran rocia- da de los arcabuces y chuzos; y el capitan de icaballos Mi- guel d* M u j i ~ a y L'astillo con 25 caballos, les avanzó a la yanguardia; y cayendo A los primeros golpes mas de 80 holandeses, .se horro~izaron y tomaron tal espanto, que no hubo oficial poderoso á.detenerlos, cayendo de los p r i m e ros, el comenda~lte de los 4 3 hombres Ilamadd Monet Darcál, .un ,alferez con la bandera en la mano, y un trompeta, y .siguihdales el alcance fueron en yecipitada fuga sobre los riscos del Drrigonal, de donde se derriscaron mucbos aunqae -algunas compañías de la retaguardia se acogieron ii la montaña de Tafira, de donde dieron á nuestra gente algunos tiros al pasar en su alcance por el llano, con pkrdida nuestra y mucha suya: y en fin los que lograron primero entrar en la ciudad -con su fuga, dieron la noticia al general, qu'en se embarc6 aquella noche, dando órden á los suyos hicie- rnn lo mismo, dejando puesto fuego á los templos, conventos y principales edificios púhiicos; lo que al siguien- t c dia ejecutaron.

67 Llegó nu:stro gobernador aquella mañana siguien- t e del dia 4 con toda la gente sobre la ciudad: y vien* do el fuego, se .arrojaron á ella y los enemigos salieron vibndolos y se embarcaron precipitadamente; y repar t ih- dose los nuestros á apagar los incendios y sogoir el enemigo se pudo lograr apagar el fuego de San Fraiicisco, pe rd ih lose solo la iglesia, el peso dela harina, los grarie. nos del pdsito, casas de la audiencia, acuerdo, casas de

DE CANARIAS. 255

cabildo, cárceles alta y baja, casas episcopales, y conti- guas, con otras como 40. de la ciudad, los maderos de los castillos de la Luz y Santa Ana, los conventos de nionjas de S. Bernardo y santo Domingo, el que, por habér- sele negado la entrega de un herege.de su nacion, que por el santo oficio se tenia en CI A penitencia, desde luego habian quemado con rabia, ayudando á su incendio con comhuslibles, que avivasen sus llamas. E n fin hallose tenian puestas las mesas para almorzar. Y los fardos del saqueo, que no pudieron lograr mas que e l embarco de la artillería y campanas, como 150 pipas devi- no y 20 cajones de azucar, que todo valdría como 12a ducados en su poder.

68 Estuvo la armada ancorada en el puerto cuatro dias: y soltando de los prisioneros que tenia de In guarnicion del prierto, pidió se le enviasen los de su aacion, y de n4, que volveria su gente á tierra, donde no dejaria hombre con vida, y templo que no des- truyese, derribando la catedral, casas desde la mayor á menor, sementeras y Iiaciendas, que no desolase: á lo que no se le respondió teniendose puestas guardias en toda la marina y teniendose echado bando, pena de la vida, a quien comunicase con ellos.

60 FuB su perdida de mas de 223 hombres, la capita- tia y otra nao, que quedaron en el puerto, la muerte del comandante de los 4 3 hombres, que salieron al monte, tres capitanes y un alferez: en los cuatro dias que estuvieron por último surtos en el puerto, echaron muchos muertos envueltos en serones.

De los nuestros muri9 el gobernador Alonso de Al- varado, los capilanes Ciprian de Torres, Juan Ruiz de Alar- con,Clemente Jordan, y Andres de Bethencourt, y mas de 32 hombres y 26 heridos.

Murió el gobernador en la Vega, de donde se trajo su cuerpo á enterrar en IU santa iglesia catedral con la pompa debida ir tan grande y valeroso soldado.

71) Estuvo la armada cn esta isla desde 26 de Junio hasta 8 de Julio, que salió de este puerto, y se pasb á !a isla de la Gomera, donde se le mataron mas de 107 liombres, de que se hará particular mencion, y de la que hace de tan memorable suceso el maestro Gil Gonzalez Divila, y del de esta isla de Canaria; y lo canta

niiestro Cayresco (1) en la festividad de San Pedro lkirtil., cn su templo niilitante.

71 Informado S. M. de los quebrantos padecidos en esta &la de Canaria, y que ocasionaron la invasion que hizo la armada holandesa, mando por gohernador ú Ger6nimo de Valderrama y Tovar, año de 1601, soldado de conocimiento é inteligencia de la arquitectura militar, y de quien hace memoria el doctor Bavia, (2) para que dispusiese lo mas conveniente 6 las defensas, y levantó luego, y puso en defensa los castillos de la Luz, y de san- t a hna , y deji, plantificada la fortificacion de la montafia de San Francisco, conviniendose con las trazas que en- vió el comendador Tiburcio Spanoqui, ingeniero.

72 El capitan Luis de Mecdoza Salazar, sucedib en este gobierno, y vino a 151 por el aiio de 1607, y conti- nub la fortificacion de la montaña de San Francisco, conforme á las órdenes de S. M., aunque tuvo por mas necesario hacer sobre la punta que mira B In campaña de los arenales y montaña de San Lázaro, y domina la ciudad, ml baluarte que llaman Punla de diamante.

73 El capitan Francisco de la Rua natural de Tala- vera de la Reina, sucedib en este gobierno, y entrb en él año 1612, soldado de grandes esperiencias A quien tambien memora el doctor Bavia. (3) Hizo con grande acierto y consideracion, la fuerza ir Casa de mata, a l fin de la muralla contra el risco de San Francisco, subiendo por 81 la muralla, á rematar á la Punta de diamante, cerrando el paso al enemigo; y estando eii estas obras mu- rió en 1.0 de Enero en esta ciudad: está sepbltado en el presbiterio de la capilla mayor del convento de San Francisco, año de 1615.

74 D. Fernando Osorio, caballero gallego, sucedió por muerte de Francisco de la Rua, en este gobierno, y vi-

(1) El M i r o . Gil Gonzalez Dúvila en su Teatro de l,as G.ran- deaas de Madrid, lib. 1, cap. 9 , pdg . mil~i 52.

Cayrasco, Templo Militante, 'parle 1 en la Fpstividad de S . Pedro marlir, 89 ds Abril, pdg. mihi 287. Prosigue la Fama.

(2) -El ,Dr.. Bavia (Luis) ea su Hislória Pcnlifical, parte 3, cap. 80, pag. mihi 424.

(3) Gaoia en la citada Historia. parte 3, ea?. 79, pdg. mi- ha 221.

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no á 81 año de 1616 quien á la hora que llegó se pa- só á reconocer la fortificaciori trazada en el risco de San Francisco; y haciendo diferentes consideraciones, resolvió el fabricar el castillo de Paso angosto, que hoy se ve en dicha montaña.

75 Pedro de Barrio-nuevo y Melgoza, vino por gobernador de esta isla, año de 1621, é hizo proseguir y cerrar dicho castillo, hacihdole foso y puente levadizo. 76 E n estos tiempos, habiéndose ligado las potencias

de Inglaterra y Holanda, y que tambien la Francia hacia movimientos, corno toca Cepeda, Parra y otros, (1) y como dice el Rey en su real cedula p) con intento de o f ~ n d e r las costas é islas de estos reinos; manda que con !as mago- res jornadas se pasase á la ciudad de Cádiz D. Francis- co de Andia 6 Irrazabal, señor de las casas de Andia 15 Irrazahal, comendador de Aguilarejo, de la órden de San- tiago, del consejo de guerra y veedor general que habia sido de Flandes; q-ue hallaria en dicho puerto una nao segura; para que sin detenerse pasase y reconociese las marinas y fortifirneiones, armas . y todo lo necesario para que estén en defensa Bc.; y llegando á estas islas en fines del mes de Junio, trayendo 110 soldados prácticos, y por capitanes D. Martin de l'ejuda, D. ~ n t o n i o del Pino, D. Antonio de Haro y D. Andres de Frias; y con 40 soldados que habia de presidio en esta ciudad hizo 150, pro- veyhdolos de todo con 900 arcabuces, 150 mosquetes y 900 picas. Y habiendo hecho visita en las tres islas de S, M. y cumplido su encargo se votvib á España: y aunque en su viiige fuh apresado por turcos, no fuk conocido; y rescatado por un judio, fub luego echado en dominios de España, y llegando á la Corte, informó de todo,. y lo que convenia se pusiese en estas islas persona superior en el gobierno de todas, práctico en las cosas de Ia guerra, por ser la defensa de ellas de mucha importancia, como se manifiesta en la instruccion dada para inslituir el gobierno de la Capitania general; con que proseguirh en el'

( 1 ) Cepoda, Resumpln Historial de E'spañn, l ib. 4, cap. 16. Dr . D. Mnnuel Juan do Ea Parru, en su Compendio d e

la Historia gencral dc Espnfin, lib. 5. ( 2 ) Cédula dc 29 dc Mayo de 1625, en gzte mamd8 a csiac

idas, ri D . Francisco Irrnznbal y Andia, fecha en Madrid.

de corregidores y q i t a n e s á guerra, por ser del cargo de la Capitania grneral, lo principal de sus defensas. 77 El capitan y sargento mayorD. Juan de Hivera Zam.

hraria, Tué nombrado por gobernador y capitan general de estds islas, y presidente de su real audiencia, año de 1623 ~plicóse luego su cuidado en hiiccr en la punta de la Ca- leta de santa Catalina, un fuertr, por r;er cl parage á don-

- de dos veces ha acometido el enemigo á desembarco,. y para que con su artilleria ayude a1 castillo de In Luz, y ale- je -al enemigo, por estar en sitio que descubre. fuera de la punta de 13 isleta, el que no da jo wabado y lo dojó á que l* hiciesen los que le suced' !esen. . . 78. Don Hñigo de Brizuela Urhina y Vallejo. del consejo de guerra, alferez mayor de la órden de Santia, "O , cn- mendador de Oreja, seiior de las villas de Apilanes, y de la casa y solar de los 'Vallejos, &c. vino por gobernador capitan general de estas islas y presidente de su real audiencia, ano de 1634 y inuriú en esta ciudad jueves. 27

' do Noviembre de 1637: está sepult:,do en la capilla mayor de l? iglesia de san Francisco.

79 B. Luis Fernandez de Córdova y Arce, veinte y cuatro de la ciudad de Córdova, y seiior de la villa del Carpio, sucedió en este gobierno de Capitan general de estas islas, y presidente de su real audiencia., y vino por

' el ,mes de Mayo de 1638. Este caballero habia servido con grande aprobacion la capitania general y presidencia del reino de Chile, como refiere el B. 0vai:e; (1) y los iamosos

-reenclientros ;y batallas que tuvo ron los val~rosos Lien- t u r y Luvipillsn, caudillos de los chilcscos, con felices sucesos, cn que se aylicb sin podonar incomodidad, riesgo ni peligro. Fcrieciú cn esta isla el reicrido fuerte de santa Catalina, lo artilló y proveyó de municiones y defensa, y lo mismo al de san Pedro. P habiendo pasado ii visitar l [ ~ . isla de la Palma, se ofreció un ' navio de guerra con bandera neutral á traerlo á Teiierife; y luego que se hizo á la vela, entraron eri la cámara sus oficiales y se declararon ser holandeses, 8 bicieron prisionero al. general Don.Luis Fernandez de Cdrdova, y llevaron á Ams- terdam, donde D. Luis se quejó al .magistrado de alevo-

(1 ) P. Alonso dc Ovalls en s u Historia nnrrncion del reino de Chile, l ib. 7 cap. 8 prig. mihi 298.

BE CANARIAS. 259

s. d a aquel capitrn, A quien condenaroti en las costar que se. hicieron en su restitucion á las islas, y depusie- ron de su empleo: y etr 28 de Octubre del año de 1639- arrib6' á la isla de Lanzarote, acompañado de ocho navios cm que le despacharon los-estados;: dé Lanzarote, pasb A visitar á Fuerteventura,, de donde salió con los mismos na-. vios para Tenerift: &c.

80- D.. Pedro Carrillo de Guzrnan, caballéro de la ' di; den de Santiago vi'no. afio de. 1647, por gobernador cah- pitan gen.eral de estas islas y presidente desu real audiencia,. fui: gobernador de las armas del reyno de Galicia, y EjBr- cito de Monterey, y general de la ártilleria de Estremadura.

81 D. Alonso Dfivila y Guzman, cahallero de la brden de Calatrava, fuk gobmnadór. y capitan general de . estas idas y presidente de*' su real audíencia, 4 cuya PO-- sesion vino en el mes de Junio de 1650: hallbse en el ' puerto de santa Cruz de la. isla de Tenerife, al tiempo . que arrib6 alli la flota de nueva España del' cargo del: general D. Diego dk Egues, de brden de S. M. por e@arla- esperando para apresarla, I:a.rrrmada d e hglaterra, de cuyo+ reino era protector Ol iue~ io Cromwel; mandada por el almirante Roberto Blalie, diestro marinero, aunque de profesion letrado, coin.o dice F r . Hernando- Camargo y Salcedo, (1) coronista general. de la. brden de S. Agus-

. tin, de cuyo arribo tuvo noticia Blake por los navios q u e de su armada surcaban estos mares, y ocurri6 á acometer-. la .lunes 30 del mes de Abril año de 1657, estando asegurada ya la plata del .Rey en tierra. Componiase la con-- trafia armada de 27' navios de guerra, con q u e en el r e b rido dia á las nueve de la ' mañana, trab6 su combate con la capitana y almiranta de España, q u e defvndib con par- ticúlar valor el almirante D. JosB Centeno; y conockn- doce los demas navios que eran 14 mas de mercaderes, imposible la resistencia, se die.ron fuego., lo que pudieron cs-- cusar llegándose fi tierra 6 encallando, con que no pelig ra-- ria tanta gente como peligró: entre las llamas y el agua,. sirviendo encallados con su artilleria; ayudando al fuego .

que hacian los castillos, que fuk mucho, con que maltra-

(l), Fr. Hernando Camrsrgo y Sulcedo, en el Gobierno FIEslol rinl u la hlsloria del P. Juan do Mariana, año dc 1655. p d g . mihi 140.

taron dos navios, y murieron mas dc 500 inglescs. sin muchos heridos, segun las cartas dc aquel reiiio; y detier-

l r a murieron cuatro vecinos y un religioso dc San Agus- I t in, c e s ~ n d o su c.ombate con los castillos con la oscuri-

dad de la noche, que salió de estos mares la vuelta del norte.

82 Con estos motivos de guerras se pasó D. Aloiiso 1

Dávila á fortificar á Canaria, B hizo la muralla de la parte de los Reyes, aunque quedó imperfecta en su arquitectura y mala materia, con que ha sido poco existente, pues en ochenta años se mantienen solo sus malos cimientos.

83 Sucedió D. Sebastian IIurtado de Corciiera y Gaui- ria, caballero vitcaino, y de la brden de Alcántara, del Consejo de guerra y de edad avanzada, vino poi gobernador y capitan general de estas islas, y presidente de esta roa1 audiencia, por el mes de Noviembre del año de 1659 con los crCditos de gran soldado, y de condicion rigida, que mostró en muchas rcsoluciones suyas, bien que jus- tificadas.

84 B,i\>ia sido este caballero gohernador, y cepitan general de Filipinas. y presidente de su. real audiencia, donde riridi6 la soberbia de Cachil Corralut , rey de Rlinda- nao, conquistándole todo su reino, y el de Yoolo, asistido del venerable Padre Marcelo Mastrilli, 'en estas empresas, como se lo habia predicho en NApoles san Fran- cisco Javier, mostrándole en vision un caliallero de la cruz verde, amigo suyo, quien facilitándole su paso al Japon, logrb con su martirio coronarse' en la gloria, cchmo refiere el P. Juan Eusebio y Uon Juan Baños de Velazco.(l)

85 Siendo niño se crió D. Sebastian en Canaria, coi1 D. Pedro Hurtado de Gaviria, inquisidor, que despues lo fu8 de la suprema, y vuelto de sus empleos militares de Flandes y tierras orientales, inuriú en la isla de T e n o ~ i - fc año de 1660, y se depositó su cuerpo en una bóveda del convento de san Agustin de la ciudad de la Lagund.

86 D. Gerónimo de Bcnavente y Quiñones, caballero

(1) El P . Juan Eusetio Nieremberg en sus Pnrones claros de la compañia de Jesus, cap. I G hasla e1 25 de Ea vida del venerable P. dfurcelo Mnstr i l l i .

Juan Bmios de VeEasco, crortisín de S . M en lo F.* par, t e de la Hisrorieponti/icin. Tom. 2, cap . 4 p d g . mihi 130.

de la drden de Santiago, vino por gobernador capitan general de estas islas y presidente de esta rcai audiencia año de 1661: fue soldado de grandes crkditos, porque mereció la atencion de S. M., quien le fib 10s primeros cmpleos en los ejbrcitos de Flandes, donde despites fui! maestro de campo general, y capitan general de la Bor- goña &c.

S7 Fenecido su tiempo del de estas islas, mandi, S. M. lo prosiguiese D. Fr . Juan dv Toledo, obispo de estas islas, con los empleos de gobernador, capitan general y presidente de esta real audiencia &c.

88 D Gabriel Lazo dr, la Vega y Cbrdova, caballero de la. brden de Santiago, coiide de Puerto-Llano, vino por gobernador, y capitaii gencral de estas islas, y presidente de su real audiencia, y Ileg5 á ello en Abril de 1666. Tuvo encuentros y disensiones .tales con sus ministros, que para su sosiego mandó el rey mover de la regencia de la audiencia do Scvilla, en que se lialla- fia y darle plam de su real consejo que dejí, jurada, Ci 1). Lorenzo Santos de San Pedro, cal)allero de la órden de Sautiago: señor dela villa de Baños, gobernadory capitan genero! de estas islas, y presidente de la real audiencia, y visitador de ella con todas las demas facultades, y am- plitud de comisiones; y lleg6 por el mes de Mayo do 1667. Depuso del gobierno al conde de Pucrto-Llano, y hecha su visita le volvió el gotiierno al tiempo de su embarco, para volver a España, que fub en S de Di- ciembre, en una nao inglesa, que tenia paz con la repuhlica de Argel; y navegando con csta seguridad fub asaltado de Alid Arraez B vista de Lisboa; y quebrando los vinculos de la paz lo Ilev6 y daclarb presa.

89 Dibse cuenta á Inglaterra, quien despachú una cscua- dra contra Argel, 6 pedir satisfaccioti y restitucion de la presa; y rcsisii4ndose á las proposiciones del inglcs, ca- ñone6 13 ciudad, quernb algunos navios de los moros, t: hizo presas, qucddndo en prision D. Lorenzo Santos, y demas rluc la acompañabati, costcando el rey Católico la libertad de su ministro cn 203 dlicados, &c.

00 D. Juan de Balboa Nogrovejo, caballero de 13 brden de Santiago, y capitan gencral que babia sido dc la isla cspnñola de santo Domingo, vino por gobcrnador cnpitan general de estas islas y presidente dc su

real audiencia por cl mes de filayo del aíio de 1671. Ers el año de 1676, e1 rey de Francia, mandhi al cande de Estres, su almirante, á las partes de Amhrica, y al conde de Blinac, con 18 ravios de guerra, fuesen á atacar la isla del Tabago, que tenian fortificada los holancieses. Llegaron por Noviembre frontero de Canaria, y hacien* (lo dcmostraciones de acometerla, se uso toda esta isla con proiititud en defensa; los tres c f ias que se mantuvo la armada á la vista siendo su corregidor y capiran guerra D. Juan Cuallo de Portugal, caballero de la 6 ~ - den de Santiago.

- 91 FuC Balvoa caballero muy diestro y polctico, aunque tuvo la desgracia de que estando pronto á SU regreso á España, lleg6 una embarcacion dd Cádié que le notició quctlar en queDa ciudad D. José Tapia, pronto para vetiir á sucederle, que no se dilataria cuatro dias, y ha- lliindosv haber llegado al puerto de santa Cruz un navío de g u e r a Holandes, se ajustó con 81 para su viage, por liaher guerras ron otra potencia: en fin no pudien- dose detener el Holandes, se resolvió á embarcarse en 61. creyendo dcjar B su sucesor eii estas islas, lo que fué tan contrario, corno haber padecido tantas tormentas, J. baberlo arril~ado tí Gibraltar, donde ha116 haber muerto D. Josb de Tapia.

92 Llcg6 D. Juan de Balvoa á Cádiz, y halló toda su fortuna vuelta de su idea, y dando cuenta á la reina go- I)ernadora, remiti4 á su consejo la resolucion; tuvo maohos votos contra su cabeza, que le nioder6 en un pre- bid¡«. y por Último á indulto, considerando su edad crecida.

93 D. Ger6nimo de Velazco, gobernador que habia siJo de Puerto-Rico, llegó 6 esta isla de Canaria. por el mcs de Mayo del afio de 4678 por gobernador y capitan general de eslas islas, y presidcnte de esta real audiencia. P habiendo tenido diferencias con el maestro de campo D. Juan Aguado de Córdova, corregidor y capitan á guerra de Tenerilc, le arrestó en Gn caslillo, y traídole la, AU- dicncia preso á Canario, mandó S. M. visitador á a). Fer-

t nando EHcrrera y Vaca, y soltar á D. Juan Aguado, &. $4 D. Fclix Nieto de Silva; conde de Guaro, caballero

de la brden de Alcántara, goheriiador de la citidad de Cá- diz, caballero de justihacion en todas sus acciones, vino

por gobernador y capitan general de estas islas y presidente de esta real audiencia. Lleg6 al puerto de Santa Cruz de Tenerife por Diciembre del año de 1680, y estando en estas islrs, dando ejemplo con sus virtudes fue promovido á asistente de Sevilla y se embarcb para ejercerlo en 1s de S~ t i embre de 1685: y de diclia ciudad pasó por virey y capitau general del Reino de Orán, donde murib.

95 D. Francisco Bernardo Varona, general de la artilleria, caballero d e la 6rden de Santiago, vino por gobernador y capitan general de estas islas, y presidente de esta real audiencia, dia 1 9 de Mayo de 1685. Habia sido golrernador de Palamos en Cataluña: soldado niuy práctico y de gran rectitud, celo y vigilancia. Pasó do estas islas por gobernador de la plaza (le Ceuta, q a e for- tificb ron nuevas obras, cuya importancia se ha dado á Conocer.

96 D. Antonio de Eril Vizentelo y Toledo, conde de Eril, sargento general dv batalla, vino por gobernLdor capitan general de estas islas, y presidente de csta rcal au- diericia. Habia sido gobernador de Ciudad-Rodrigo: vino á este gobierno en el mes de Julio de 1689,

97 D. Pedro de Ponte y Llanera conde del Palmar, maestro de campo general, cahiillero dcl 6rden de Calatra- va, natural de Garacliico en la isla de Tenerife, vino á estc gohieriio y capitania general, y presidencia de la real audiencia, con quien tuvo desde su arribo muchas discordias, y en su patria disgustos y contradicciones de sus mismos parientes y patriotas. Llrg6 á esta isla dc Canaria en el mes de Julio del año de 1697, I-iahienbo sido presidente y capitan general del Reino de Tierra fiirme, y Panamá.

9S D. Miguel Gonzalez de Otazo, dc la hrden de Santiago, teniente general del reyrio de Cataluiia, donde mostr6 su valor en diferentes empresas. Viiio á estas islas por capitan general, y presidente dc esta real audiencia, afio de 170:: rnurió en la ciudad dc la Lagu- na de Tenerift: año de 3705.

99 D. ~ g u s t i n de Robles y Lorenzana, cabal!ero del - drdcn de Santiago, gobernador que habia sido de Bucnos Aircs en el Perú. vino' por gobernador y capitan general de estas islas y presidente de csta rcal audiencia: llagb A este puerto por el mes de Noviembre del dicho año de 1'105; y en su tiempo por el mes de h'oviembre dia

6 acometida la isla dc Tenerifc por e! puerto dc santa Cruz de la escuadra azul de Inglaterra, mandad- por cl almirante Giningo auxiliando las potencias del archidu- que Cárlos de Austria, suponicndo con una carta que mandó a tierra rl referido almirante estar ya rendidos, y á su. devocion 12s reynos do Espaca, para que lo hi-

t ciescn nuestras islas, lo que repulsó D. Josb de Ayala .corregidor y capitan á guerra de aquella isla, por hiiber el dia precedente pasado á esta de Canaria el capitan general contra los ministros de esta audiencia, pren- diendo A unos, y haciendo refugiar á otros sobre el cumplimiento 15 no de una provision de este tribunal, con culo aviso do 13 armada se pas6 á Teneril'e donde halló lialier hecho viage la ariiwda, liahiendo cañoneado el lugar y castillo de santd Cruz.

100 D. Fernando Cliacon Rlledina y Salazar, calmllcro dcl brden de Santiago, gobcrnridor de la escuadra de Azogucc, cnhalltro de valor y csperto niarinero vino por capiran general de eslas islns, y presidente do esta real au (liencia por el mes de Mayo de 1709: lleg6 á este puertode Canaria: casó, luegó que llegó á Tenerife, con una hija dc D. iigustin de Robles; y despues fu6 teniente general del mar, donde murib con los crbditos de un bizarro y crisiisno soldado, y general.

101 D, Veritura de Lacdaeta y Borna,. caballero del Ór- den JeSantiago, del concejo de guerra, vino por gohcrnador y capitan general y presidente de su real audiencia: ar ri- 116 al puerto de la Lu7 de esta isla, en princip:os del mes de Marzo del aiio de 17113. En su ticmpci, a50 de 1718 noche 19 del mes de Enero, con violcnta mocion del pueblo, embarcaron para Españd á D. Diego Navarro, que con titulo de administrador de tabacos, usaba do otras comisiones ó facultades que tuvieron por odiosas, no dejando en la isla ninguno de su familia. 102 Con esta accion que se hizo en aquella isla, so

tuvo por inquietas estas isla3 y motivb ií S. M. enviar para su paciíicaciori ó castigo al mariscal de campo D. José de Chavez gobernador actual dc Alicante y castellano de su castillo, caballei-o dc Caiarcs cn Estrema- dura, quien Ileg6 6 esta de Cana& cn cl mcs dc Julio y desenibarcb con caufelas clc drsconocido, cn la caleta de esta ciudad, aunque desdc luego se conoció, y se le

maiiifestb por mi. 103 Envi3 tambien S. M. al infeliz D. Juan Anto-

ni0 Ceballos, caballero de la órden de Santiago, corregidor que babia sido de Salamanca, por inlendehte geiieral de estas islas,

104 D. Juan dc Mur y Aguirre, cabatlero de la lir- den de Santiago, gobernador que iiabia sido de Arcia en los reynos del Pcrú, IIesó á esta isla en el mes de Abril del año de 1719 por gobernador 1 capitan general, y presidente de esta real audiencia; y gozand(3 por su genio desinteresado, todos de toda paz y tranquilidad, asi naturales como estrangeros, se levantó el dia 18 de Junio del año de 1720 la catástrofe infausta que motivó para su ruina y la de estas islas, el genio Agrio y despbtico de D. Juan Antonio Ceballos, intcndente general de estas islas, quicn queria estender su jurisdi~cion mas a \ \& de lo que se le permitia, desatendiendo á la ordinaria á quien el Rey la tiene conferida. Esto dimanó de que estando un esclavo suyo negro mal amistad0 con una muger libre, los aprehendib en su casa, los castigb y mand6 poner dos argollas en sitio público, para esponerlos en ellas lo que causd escándalo en la genté popular de Santa Cruz. Co- menzaron á moverse con esta noticia, quitando la noche precedente las argollas, que repitio poner el intecden- te: y aunque el alcalde y otros caballeros le representaron la inquietud, y que remitiese aquel negocio al corregidor, no quiso, espresando su poder, destemplhndose en voces, y HII castigos al esclavo y muger para que los sacó de la cárcel é hizo I l e m á su casa, que ocasionó amo- tinarse los palanquines de caleta, y ocurrir á !a casa del intcndente con piedras y asaltos: ent-raron en ella, y sa- cnron arrastrando á D. Juan dntonio Ceballos por los pies, y aunque ocurrieron muchos eclesiásticos, y el párroco con el santisimo no pudieron contener el infernal tumul- to, pues no respetando la divina presencia, ni permitir- le acabase de confesar debajo de la sacratisima forma que tenia en su niatio el párroco, la dieron muchos golpes mortales, y á los sacerdotes que les predicaban, y reprendian su execrable ma!dad y sacrilegios.

105 Llegó la nolicia al capitan general á la Laguna, quien con tres .tiros d e mulas, abrevii, la bajada á Saii- ta Cruz, tray4ndose muchos caballeros, p tres letradc3;

y luego que llegó, hizo retirar el cuerpo del intenden- t e al castillo, donde le hicieron todos los remedios, q u e no alcanzaron ni á retistuirle los sentidos, que tenia perdidos, muriendo sin ellos dentro de pocas horas.

106 Aplicóse la diligencia del capitan general á Ia aprehension de los que se discurrieron cbmplices, q u e eran los \ hombres mas inmundos del pueblo, mulatos, negros, caleteros, carniceros &c.; y fulminándoles sus procesos, se sentenciaron á muerte de horca, y garrote á 12, que se eiecutó el dia 26 de Junio dentro del castillo principal de Santa Cruz, de las 11 de la mañana á las tres de la tarde, quedando eolgados de las trone- ras, hasta el dia siguiente,. que les cortaron las cabezas, y clavaron en diferentes sitios públicos del lugar, y salidas de sus caminos, echando otros á galeras.

107 El siguiente año de 1721, fue infeliz para las islas, por la penuria de granos, y mantenimientos, P que sobrevino la epidemia en todas las islas, muriendo solo en esta de Canaria mas de 73 personas, por haber ocurrido 1 ella de las otras, especialmente de Fuerteven- tura y Lanzarote. Ejercitaron su caridad los gefes, gene- iales y obispo; espendiendo el primero mas de 309 pesos, y 203 el prélado, y siendo el capitan general incansa- ble eia los socorros de las necesidades piiblicas, hasta rendirse su robusta salgd, muriendo en el trabajo de abrir pozos y minas para proveer de aguas á la c iudal de la Laguna, adonde faltaron.

108 D. Lorenzo Fernandez de Villavicencio, caballero Jerezano, alcalde perplituo de los reales alcázares de aquella ciudad, asistente que habia sido de la ciudad de Sevilla, marques de Valhermoso, y teniente general de los reales ejtlrcitos de S. M., sucedió en este gobierno, viniendo por capilan general de estas islas, y presidente de esta real audiencia: arrib6 esta isla de Canaria, en el mes de Diciembre del año de 1721, y se mantuvo en t5I hasta el de 1735 que vino á sucederle.

109 D. Francisco Josl: de Emparan, caballero del 6r- den de Santiago, teniente general de los reales ejkrcitos de S. M. gobernador que habia sido de Fuenterabia, que defendió valerosamente en el asedio qbe le puso el general de Francia, duque de Bervik: lleg6 al puerto de San- ta Cruz de Teneiife en el mes de Junio de 1735, y pas6 B

DE CANARIAS.

asta isla á recibirse en el empleo de presidente de esta real audiencia en 1. O de setiembre del sohredicho año.

CAPITULO 11.

~ e s c i i p i o n de Ea isla de Ttnerile. .

1 La isla de Tenerife es de las tierras mas elevadas del niundo, por su celebrado Teide, escedibndose A las nubes como Olimpo, can16 Lucano, y rcfiere Rilendoza la situacion de esta kmosa isla. Esta en 28 grados y 10 minutos de altura del polo Ortico, y un grado y cuarenta rninutosde longitud: t i m e 15 leguas de sudoeste á nordeste, y en lo mas ancho nueve. La punta del nordeste, que llaman de Naga, corre con la punta de la peninsula de Canaria entre oesnoroest y n o r ~ e s t 4." de oest, y tiene su derrota 18 leguas del puerto de Santa Cruz, de donde se vb esta isla de Canaria, al lesuest, distante cosa de 12 leguas. Abunda de todos frutos, gronos, trigo, millo, cebada, papas y otros gcineros, aunque su principal comercio e s de vinos generosos de rnalvasiii, para las partes septentrio- nales, y viduetios para la ArnBrica, sacando de ellos grandes cantidades de aguardientes, siendo la malvasia en cantidades t an crecidas que se han llegado á rrnt~arcar para Ingla- terra en número de 13 y 143 pipas, á precio que en muchos años se pagahan á 75 ducados cuyos valores Li- cieron tan poderosos mayorazgos que se titularon muchas caras c u j a opulencia babiendo cesado y destruidose por mantener su porte que juzgaron indispensable, y creciendo sus poblaciones y vecindarios son mayores los gastos, por haberse hecho escasos los alimentos y no bastantes las cosechas de granos y ganados; necesitando comunmetrte del socorro de las islas convecinas y muchas veces el de las naciones comerciantes, pues aunque es abundante, sus terrenos son poco aptos para sementcra por estar poblados de riscos en que se crian bosques y arboledas muy frondosas de pinales, laureles, viñátigos, barbusanos y '

otros g h e r o s de Arboles, y particularizando la grandeza de los pinos; dice Edmond Scory caballero ingles en sus observaciones (reparadas por (4 en aquella isla) que d e u n solo árhol se cubrió la iglesia de nuestra señora de los Remedios de la ciudad de la Laguna, cuya Ion-

gitud era de 80 pies geomAtricos, y de S8 de latitud, y lo mismo la iglesia de señor san Benito de la misnis ciudad de 100 pies de largo y 35 de ancho. Tambien se hallan en esta isla muchos del extraño árbol que llaman h a g o , de cuyo humor acucliillándose su corteza, se hace sangre buscada para muchos remedios. E n el medio de csta isla se levanta el encumbrado monte Teidc, comenzando su subida del lugar y puerto de Garachico, segun lo que ohservi, g dej& relacionado el cahallaro Scory en la jornada que hizo h su cima, poniendo dos dias y medio de camino á dicha su altura; su forma es de u n pan de azucar piraniidal, pero remata en una superficie de casi un cuarto de legua de circuito, y cn medio se hace una hoya con bocas por donde vomita fuego yazu- fre, siendo este monte uno de los ignivomos 6 vomita- doros de iucgo, como el Hecla de Islandia y Etna d e Sicilia, arrojando muchas cenizas y piedras pomes;,piiéde- se caminar siete leguas eri su subida en mulos o caballos y el resto de su subida á pié, con gran dificultad. Todas las cercanias que circundan por tres leguas sus faldas estan pobladas de frondosos árboles de todas las especies que se pueden hallar en Europa por el grande número de fuentes de frescas aguas que les bañan, y crecidas en el invierno bajar en grandes torrentes. E n medio de su altura hace un frio intolerable, como calor en su eminencia, por lo que toma de ia rcgion del fuego. Para subir esta montaiia, se ha 'de tomar en los meses de verano y por la parte del sur, y esto de dia, y por la region cálida que está á aos leguas distante de sa eminencia, es necesario caminar por la banda del norte, y dc noche llevando cada uno su provision de viveres: de su altura sv descubren todas las islas con gran distincion y aun en los dias claros se dice baberse visto laisla de la Madera que dista 60 leguas.

2 E n la estremidad, rí cima de esta maravillosa mon- taña nunca llueve, ni hay aire, esperimentándose aquí las mismas circunstancias que en el famoso Olimpo en la Tbesalia, exederce á la region del aire, y acercarse ii la del fuego: carece de la virtud generativa de plantas. A la parte del sur salen venas de azufre, q u e descienden a donde está la region de las nieves, por elrc las cuales se manifiesta el sulfúrco en muchas partes en los

DE CANARIAS. 269

tiempos del verano, saliendo los fuegos á In vista por la cima de este allisirno monte por una de sus bocas 6 res- piraderos que tiene, que si sc hace rodar por cllos alguna piedra grande, resuena como si cayera sohre abundancia de vasos de cobre, como dice cn sus relaciones Emond Scory, llamarido los ~spañoles aquel silio el Caldero del diablo. V h s c desde esta altura todas las islas, pareciendo todas al pib de su montaña que estzin todas unidas, bor- dadas y frangeadas de nicvcs, siendo todas nubes bajas. A la mitad de su subida esth una cueva muy dilatada, ilena dc agua helada con mucha nieve, y figuras forma- das de ella en. su circunferencia y sc presume que en s u profundidad es cristal de roca; liasta esle sitio se puede subir en cabalgaduras, y fub a donde se quedó ii pernoctar el padre Luis Fevillee de la religion tic los miiiimos, doctisimo mateniático de la academia real de ciencias de Francia, habiendo sido enviado por el rey cristianísimo, á ohservar estos sitios, y por el rey catdlico nuestro S e ñ o ~ D. N. Guerrero, que fui: el que trepó la montaña, lo que fu8 invencible á Fevillee, por su edad, y trabajada salud.

3 f4n poblacion principal de esta isla es la ciudad de la Laguna, situada por el adelantado Alonso Fernandez, de Lugo en un espacioso llano, sohre unas montaíias á la parte del norte, por lo que es muy fria, con neblinas y vientos, y continuadas lluvias: las casas son niuy Iihmedas, y las que est in situadas al lado de la Lagu- na, que se forma de las aguas quc ocurren al invierno de unas montañas cuyos márgenes estahan poblados de ara boledas y eran la divcrsion de las noclics del vcrano, la niuclietlum11re de phjaros y aves peludosas y nocturnas q u e allí se liallal~an que Iiacian levantar á los golpes de piedras, y los muchos halcones, gcriri~ltes y otros d e cstns especies, que los seguian e: alcance, dc que cuenta Emond Scory (1) en las referidas relaciones, haberle dicho el gobernador, que era entonces, Iiaberse cogido un iialcon en este sitio quc sc Ic cnvió al duque de Ler- rnn h la Andalucia, de dondc Icnvantb vuelo, y vueltose alli con las piliuelas del tluquc sino hal~ia descansado cn

( 1 ) ~ e l a c i o n q i c 'corre cscrila en los idiontas ingles y frunces. . .

19

270 DESCRIPCION H I S T ~ R I C A

la gabia de algun navio, pas6 de un vuelo 250 leguas, p e s a d o 16 horas del t iempo q u e fuB eiitrcgado, al q u e se huyd del palacio del d u q u e segun se supo.

4 E s la ciudad de la Laguna de las 11ieu acuartcla- das de España: todas sus calles anchas y derechas, y con vistosas jardines: todas las casas adornadas d c frula- les arboledas, por la natural humedad, a u n q u e es cierto carece de arroyos y fuentes, q u e en algunos veranos les es la provision d e aguas trabajosa. Tiene dos parróquias, q u e s e sirveo con grandisima decencia, y asistencia de clbrigos, una con e l Patronazgo d e nuestra señora de la Concepcion, y otra de nuestra señora de los Remedios; e n la primera Iiay t res bent:ficios d c la provision real; y e n esta otros t res beneficios entercis, y dos medios de la misnia provision: tienen una y o t ra 1982 vecinos juntos. y divididos: t res convcntos, el u n 9 d e S. Francisco, q u e s e fuiid6 a ñ o de 3498; o t r o dc san to D o n ~ i n g o fundado e n el do 1527: y ot ro de S. Agustin eri el de 1500; y casa d c residencia de la compañia do Jesus. fundada en el d e 1732; todos t res con estúdius generales. E;.;tra- muros se v& u n convento d e recolectas Franciscos, con el t i tu lo d e S. Diego del morite, el cual fundó J u a n de Agala; dos ~onver i tos de monjas, el primero de Sta . Cta- ra , y o t r o d e Sta. Catalina de Sena, g diez y seis r rmitas y dns bospitalcs, uno de enfermos ordinarios, y otro de convalecientcs.

5 Tiene para s u gobierno militar y político. corregidor y capitan á guerra. teniente letrado y 56 rcgidores, los q u e dcj6 riombrados y sitiiados el referido ~ d c l a t i t a - d o D. Alonso de Lugo, y aprobados por S. M.

De las drdenes q u e tuvo Aloliso de . h g o , para que pasase 6 la costa de Africa d silunr ciertos casiiCSos.

6 Dejando el adelantado fundada la ciudad de la La- guna, y norma dada para s u gnbierno político, t u v o Ordencs de los reyes catblicos, (1) para q u e oprcstasc la g c n t e d e guerra, que hallase e n esta isla, y de la q u e

(1) -Zurita en el l ib. 4. de las Empresas de Italia cap. 42 año d 150.

. . .- DE CANARIAS. 27 1

Iiuijiese en Caimrii, y pasase cbn ella Ii la costa de lo3 reinos de Fez, Marruc?cos y Sus, cuyas empresas tenia puesto á su cargo desde le nomlmron -r.api?an general de estas partes de Alrica, desde el cabo de Guer hasta el de B~jador , como refiero en ci capitulo XXl lib. 11 por l a ' que se haliia suscitado entre el rey D. Ma- nuel de Portugal y los de Castilla el derecho de algutias tierras eritre estos cabos y el de Naute, con cuyo asuato liligaba en Roma el cardenal D. Bkrnardino di: Carkojal, obispo. de Cartanena: representaba al Yapa Alejandro G O, lo cierto de que las dcis Mauritanias Tin- gitaiia y parte de Fa Cesariense reino de Fez y Marrue- cos con Tremecen, Tu6 largos ticmpos poseidos por muchos reyes Godos, en cuyo derecho suc,edió l'elayo 1. rey de Galicia y sucedieron en estas acciones los reyes de Castilla y Leon, pertenecibndoles por esta causa la .

conquista de Fez, porque no la pudo dar ningun Papa i los reyes de Borlugpl, particularme:~te, siendo aquellos reyes feudalarios de Castilla, con que otorgb e l Papa á c s h s rcves hasta los referidos cabos de Boiador v Nau- te, sob& lo cual se tomó asiento con el re; D. hanuet , que fuesen personas á ver los liniitcs del referido reino de Fez, para que. se señal6 por los reyes católicos ií Antonio de Torrcs, golmnador de la. isla de Canaria año de 1497, nombrando otro por su parte el de Yor- tugal; que viriieron á juntarse B esta isla de Canaria, y en la de Tenerife para reconocer por la costa del Ocka- no, los límites del reino de Treinecen, que era la conquista d e Poitugal, cuya concesiori de la conquista do Africa hubieron los rejes católicos, por bula apost6lic;i dcl año de 2494, que refiere Zurita. (1)

7 Sali6 el adelantado Lugo del puerto de Santa Cruz con buena armada, y llegb B Canaria donde la reforxh con gente, artilleria y otros peltrecbns: y llevando prevenido un parque, ó castillo de madera, arrih0 á la costa de Berbcria en el puerto de RiiI, puerto de Mar pe- queña, que esta á cinco leguas de la villa de Tagaos, ciudad de 8 9 vecinos, cercada be Buenos muros; y en tsta costa deseinbarcci su parque y gente, con que lue-

(1) Zurita l ib. i. cap. 39. . -

g o le fortific6 con ft~so, y guarnecib de suer te q u é a u n q u e al dia s iguiente acudieron los alcaides de Tn- p o s c o n 80 caballos y 400 peones lanzeras á resistir los nueslros y aconieterlos, se puso tal diligencia, -que e n 13 dias q u e la cercaban, n o la osaron acometer: y por quedar s i tuado á la barba de u n rio, y cerca del mar: formóse tarnbien u n a t o r r e subrc la puer ta de! parque, y a u n q u e s u paca fuerza Iiacia mucha s c - l ~ r e los árabes, q u e tcnian division por el batido d e los de Abdelrnar, liubo algunos combates con la mucl i~ t lum- b r e q u e ocurrit), en q u e mur ió el valeroso I?edro Beni- tez el t u e r i o y Francisco Benítez, su hermano, 9oi)rinos del Adelantado, regidores de Tenerife, hijos d e s u her1r.a- na D." Incs de Lugo, como lo Jeclara e n una escr i tura q u e o torgó el adelantado a n t e Anton d e Vallejo, ejcri- hano público, (1) en q n e hace mencion de estos honrados servicios y fcahorias por los reyes ca td icos . Tenia e l ade- lniitndo la par te del niar .y del rio, con q u e pudo nian- tcncrse t iempo contra los 6rabes o fuerza de ellos, y conservar el derecho q u e se pretendia e n la conquista d e aquellas provincias, que e r a n d e l reino de Castilla, q u e estaban fuera de-los limites -del reino de Fez , q u e era de los reyes de Portugal , qu ien tambicn ~ e d i a n A los de Castilla, por medio de s u embajador, n o fuesen sus vasallos ó pescar ii estos mares basta ~1 sobredicho cabo de Boiador, iriicntras n o s e determinase la justicia.

Prosigue lnpoblcion de la: isla de Tenerife.

8 Vuelto el Adelantado íi Tenerife, y s u gente de armc- da, se prosiguió la poblacion d e b s lugares de la isla, asi los que Iiabian s ido d e la habitacion d e los cuanches, ccl- .ano d e los q u e recogieron de mas cdmodos terrenos.pn- .m la prnduccion dt, plantas y semlirados, y dando principio por donde 'lo tnvo primero, que Tu6 p r el puerto (1) q u e f los i:nturnlcs llamaron de Añago, y a ora de Santa Cruz; digo q u e es dc los menos malos puertos de la isla, donde todos son .dcsabrigados y de mal fondo y mares; pero

-(1) Escriíura anlc Anton de Vallejo ~escrihnno público de :Teneri[e, en 28 de Agosto de 1506. . .

(2) Llrgnr y puerlo de S a n l a 'Cruz.

FE CANARIAS. 273

hoy es de mayor comerc io d e navios, y fortificado con t res castillos y diferentes bateri#s y triticheras, guiirnecidos los castillos con ventajosa artilleria, d e q u e tambien e s t h pro- veidas las baterias, q u e e n t o d o s e mantiene infanteria y artilleros. Compbnese el lugar d e 1370 vecinos, parrdquia y dos conventos d e religiosos dominicos y franciscos, u n o g o t r o con buena comunidad: dista de la ciudad de la La- guna, una legua. E s natural d e e s t a c i u d ~ d el venerable padre Josb d e Ancheta d e la compañia de Jesus, a qu ien se venera por sus grandes virtudes, y cspir i tu celoso J e la honra d e Dios, por lo q u e le rotulan el npóstol del Bra- sil. Nació aiio de 1534 y se baut i ró e n la pnrróquia d e los Remedios en 7 d e Abril: por mas q u e nos han que- r ido usurpar esta gloria, el P. Simon de Vasconce- los e n el lib. i d e la vida de este ilustre campcon, cap. 1.

9 Son naturales de csta ciudad el coronel D. Grispar Fiesco, q u e sirvih en los estados d e Flandes, donde fui! capitan de infanteria y de caballos, y despues paso 6 las reales guardias.

10 El ten ien te coronel D. Alvaro de Mesa, capitan de infanteria cn Flandes, y despues teniente coronel do infanteria, con q u e pasó h España, y de allí á la guerra de A f r i c ~ , donde murió.

11 Don Antonio Benavides, capitan de hs rcalcs gwar- dias, de dondeloproveybS. M. p3r gobcrnadory cap i~angene- ral de los presidios de la Florida, q u e defendio coa saIienie . esfuerzo y política contra inglcses O indios q u c se habian sublevado, por lo que le premió el Rcy con el t í tn lo de conde de Apalache y castellano del castillo d e S. J u a n dc Ulua.

12 T a g a n ~ n a csta situada casi en In punta de Wnga, q u e es In mas avanzada al norte d e esta isla con 175 vecinos, parroquia y cua l ro ermitas, lugar muy fresco, y inoiita- fias de lrondosa arholcda, y buenos frutos.

13 Tejina es lugar de 150 vecinos con parróquid, ciin- t r o ermitas: t iene viñas y sembrados.

14 Dos Tcguestes, nuevo y vicjo: se componc do 200 vecinos, parrbquia, y cua t ro crmitas.

13 Tacoronte c s t i distante de la kaglina u n a Icgua: es lugar de rnuclia InI)ranza, todo dc sequcros; pero la fertilidad del terreno produce dilatados frutos, aiinyue con

estrecliez de agrias: t iene buena porrbquia con cerca de 900 vccinos, cinco ermitas y u n convento d u san Bgüstiii .

¡di El !ugar del Sauzal se compone d e 218 vecinos, buena parrdquia, y t rcs ermitas y 'muchas v i ñ ~ s eii su distrito, las q u e daremos por supuestas e n todos los siguientes lugares.

17 L a Matanza t iene 317 rccinos, parróquiü y dos ermitas.

18 Ea 'i'ictoria, s u p ~ r r ó , ~ u i d con tres ermitas y 329 ~ e c i n ~ s

19 Santa brsula t i ene parrbquia, t rcs crniitas y 290 ~ e c i nos.

20 El puerto d a la Orotava t lene 650 vecinos, buc- ila parr6quia d e pro.vision real, t r es ermitas, dos conventos de frailes dominicos y franciscos, y, u n conveiito dv santa Catalina d~ Sena de 50 religiostis: t iene para su defensa una to r re con poca írrtilleria, asegurbndose en la hravezii del p ~ e r t o , y descomodidad de los nnvios, s ienJo cl de rnnyor núrncro q!jc arribaban á esta isla; á donde s e l i~ci i i la carga de todos Iris irialvacias. '

21 Ei) la parte q u c mira al nor te eii una ahundante falda, eslá situada ta Chotava, que se s:paró de I U jn- risdiccion de In L i i ~ u n a a ñ o do I&W con t i tu lo Jc Villa y para su g o h i m i o u n tenients letrado, q c e norn1)ra el corregidor de w t a isla: t ienc d o s . par r íyu ies de prorision real: u n vicario, q u e conoce de las causas eclcsibs- ticas: tiene a6 ermitas: un bospital dc enfcrrnos ordi- riarios: v t r es conventos do fri~ilcs do~nínicos. franciscos y agustinos, con bastantes cornuniiladcs, y cstutlios d e filosolio y teologia, colegio de la compafiia de Jastis con cstiiriio iIc primeras Ictras, dos conventos de 1'43-

ligioses tlomiiiicas y clains. Contienen las dos parróqiiias d i6S vecinos Ticiic esta billa mi1c1;a nobleza, 6 hijos q u e h ilusLran D. @?rtolotnd Hknibcr Dean de esla santa iglesia catedral de Canarios. El rc\ercridisirno padre m e s - t r o Fr. C a y ~ t ~ i r i o Benitez escrilor del cirden de santo Do- mingo.

En el st:r\icio de! rey lo hicieroti D. Antonio de Al- faro, niaestro do campo clt: Flaiidcs, gobernador d c Iris guardias del duque dc B,iviera.=D. I tedro Ueriilez, s u hermano, gul,ernnbor y o a p i h n general do la is la d c CuLa. maestro clc cainyo, (Irit. fuC d e Elandes.=El ma-

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est;.o de campo, D. Marcos de n e t b e n c o u r t y Castro, caballero de Calatrava, gobernador y capitan general de la provincia d e Caracas.

22 Lcs Realejos son dos lugares q u e se diwiden con poca distancia, t iene cada u n o s u parrdquitc; cada una con dos h e n e h i a d o s d e provisioii real: diez errnitas, cinco e n cada division; llámanse Rcalejo d e arriha, y d e abajo. como tengo dicho: fueron asiento d e batalla tle los dos campos, c,astellano y d e gunnclics, el dia que s e r indieron á los señores. reyes cat6licos: liay e n esto lugar u n convenlo .de religiosos agustinos, y o t r o d c r e . ligiosas recol:!ctas d e la misma brden. O t r o convento liay d e religiosos franciscos; , y en u n o y o t ro lugar 887 ve- cirios.

23 El lugar d e la Guancha t i cne 224 vecinos, par- rhquia y c u r a , con una crmita.

24 San J u a n d e la Han-~bla es . lugar de 240 uecinos. cura, parroquia y una ermita.

25 El lugar de Icod, parróquia y d ~ ) s 1)enefici~dos de prescotacion re.71, dos conventos uno de san Agustin, y o t r o de san Francisco, u n convcnto de monjas de san Bernardo, 10 ermitas y hospital y 911 vecinos.

26 El lugar de Garachico cuya vista destruyeron los volcanes que convirtieron e n cenizas s u Iiermosurii, de 1703 vecinos habiendo antes padecido la devoracion de u n incendio de mas de 4.50. cases, vlspcra de san Josh, habiendo con cstas p h i i d a s retiradose s u vecindad 8 I( s ¡ligares convecinos,' solo Iia quedado hoy de 460 vccinou habiendo sido de los mejores edificios y nobleza de esta isla, buena p a r d q c i a con dos hneficiados de real pro- vis io~i , l rcs c o n w n t o s de frayles de la religiori de sant,o. Domingo, san Francisco y san Agustin y dos de tnonjas de santa Clara y la Coocepcioii, Yuvo gran 'coniercio y un puerto muy seguro y aseado q u e consumi6 cl volcan y fui: de los mas ricos de la isla, ilustriridolo hijos q u e con sus empleos e n el real servicio, fueron memoria co- m o el conde dcl Palmar, gentil Iiotn!~re de c ú m m de S. N. ,cal)allero cle Calatrava, gobernador capitan general d c eslas islas y p r c s i d ~ i i ~ c di: cs1.a real audiencia, l i n . biendo procedido- sarlo de la ilc Paiiarná y capitaii general de Tierra-firme, inncstro dc campo de los e s ~ a d o s do Plandes; yae S. M . le lionrú con t i tglo «dho)zorei?a de

rnaestro de campo geiieral y sus hermanos D. Francic- co d e P o n t e caballrro de Sant iago y capitün de cal:alloc de Flandes, y D. Diego de P o n t e caballero de Caldtra- va capitan d e caballo? e n el ejhrcito de Esiremadura y corregidor y capitan A guerra de esta isla de Canaria, gentil hombre de boca d e S. R I .

27 Daute, lugar cont iguo i Garacbico, t i ene 100 vecinos, parroquia, y cinco r r .

28 Buena vista parróquia Ys c provision real, ocho er- mitus, convenio d e S. Francisco, y 270 veciiios.

29 Los Silos, t icne parróquia, u n monartrr io de S. Bernardo con 24 religiosas, una Iicrrnita, y 275 vecir~oc.

30 El Tanque, lugar de 152 vecinos, con parróquiri una ermita, padecí6 mucho daño el año de 170.5 con las llamas del volcan.

31 Santiago es u n valle de señorío, que t iene 250 vecinos, parróquia, cinco ermitas y la vecindad diuidida.

32 El lugar de Chasna 6 Vildlor , patria del i lustre y venerable padre Pedro dc san Josb Bcthencourt, patriarca de la religion Belemítica, q u e confirml) la santidad de Pnoeencio Tí1 en 14 de Maizo de 1687 su ins t i tu to , hos- pitalzdad y ense6nnza de nifios: es lugar de nluclia aine- nidad y sementeras, t i m e parrdquia con beneficiado d e provision real, u n c o n l e u t o dc Agustinos e u d r o ernii- t a s y 475 vecinos juntos y divididos.

33 Arico t i cne parróquia con cua t ro ermitas q 232 vecinob.

34 E a Grariadilla t iene parróquia con cua t ro ermitas y 213 vecinos.

3.5 Adejc, lugar de setictira con parrbquio y Iwnefi- cio d e provision real, u n ror i~entn dc san Francisco, t res ermitas 141 vecino^ t iene u n cactillo ñrtillado a u n q u e dista del ni?r, j riiuele en estv Irignr u n ingenio de azucar, y hay cn cslos tct i enos rnuclias sernentcras g en Eo- dos los do cstns handas.

36 Guiiiiar t iene p r r h q u i a con I~enrficiado d e p r a ~ i - sion real, y c s tam!,ien dc Candclaria y Arafo, t icne un c o i i ~ e i ~ t o dc frayles dominicos dl: 10 á 32 religiosos, dos

1 errnitas cuyos parroquianos w 6 n cerca de 400. 37 Candelaii,, es rl ciiio (ir1 real convento que vene-

ra la milagrosa im2gen de nucstra Setiora, cn q u e esl;lii 30 religiosos dolninic(~s cn sus co i~ t inuas aiabanzas desde

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el año de 1530 quc 1% puso á s u cuidado e! obispo do vstas islas D. Luis Cabeza de Baca por s u a u t o de visi- t a q u e despues en el a ñ o de 1535 dilató el cabildo de aquella isla, pidiendo la real aprohacion de S. 3!., y so ' fundó el convento á qaicn guarnece u n reduclo con arti- .llcria en s u pla-a, la q u e se liacc respetar mas q u e pudiera el castillo de Arnbercs con todos los ejkrcitos del

p a i s , por la dciensa .que se le ofrece 6 todos* 38 Mecha la vecindad de estas islas de Canaria con-

forme A la aplicacion y eleccion de silios q u e iban cli- gientio las füinilius, levantaron los caballeros mozos y hom- I m s espiritucsos los ánimos A salir á nuevas empresas con que ir erigrandeciendo siis familias, honrando sus patrias, dl: los q u e mas se scfialaron D. Pedro Fernandez de Lu- fio, hijo scgutido del primcr Adelantado de eslas islas D. Aloiiso Fcrnandez d e L u g o y Iiermano de 13. Fran- cisco d c Lugo, á quien malaron los moros cn las costas de Africa, peleando con ellos cerca del caho de Guer , cuando el Adelantado su padre fui: como capitan gcneral dc aquella costa j. Iiarer los castillos de órden del seiior Emperador Carlos 5."

39 Este caballero q u e Sucediti ci su padre en el' ade- lantamierito de eslas islas eon las nuevas conquistas q u e so hacian en las indias, se pasrj á Espaiin y capitulócoii el Ernpcrador el conquistar la parte de Tierra-tirinc que llaiiinii de Santa Marta de mar tí mar, llevando de l a isla d e 'Fenerife muclios ea1,allcros sus parientes con otros vecinos de la misma isla y de esla de Canaria con q u e ol)rb I i azahs dignas de particular Iiistoria. Y 1inbií.n- 60se casado en 'JTeiicrifc con D." lnbs Peraza de Ayala, bija de D. Guillen Pernza rlc Ayala sefior de la Goincra, y UB D." Beatriz de Bohndilla, y ent.cnado dcl Adelanta- d o D. Alonso Fernandez de 1,ugo su padre , de qu ien t u v o por hijo b 1). Aionso Liiis Fcirnandez de Lugo,qiac! firh 3." Adelnntndo, y le nsistin en sus coiiquistas de 7 . Pierrr-firme, B quien envi6 A España con mucho tesoro Iriteriri q u e bl prosegiiia, y di6 priricipio á la del niicvo r q n o de -Graiiacin ó Castlila del Oro, (coino escribe el pa- d r e F r . Felipe de In Gindara ( 3 ) y cl o]lispo Piedrnhi- ta , ) U la que volvio D. Alonso con mas Ilicida compañia de

parietites y patriotas y o t ros de las demas islils ií la AmB- rica, prosiguiendo su valor las conquistas de su padre, venciendo innumerables ejhrcitos d e inilias guerreros, y pareciendole poco lo que e n el servicio del Rey hal~ia ohra- d o voIviti á España donde le empleó el 'emperador Car- los V en Flandes, d e coronel general, y -despues el Rey D. Felipe 11, siendo gobernador le empleó con el puesto de general para cl socorro $e la isla de' Córcega, q u e tenian ociipada los fraiiceses contra la señoria de Gkno- va, saliendo de Mhfaga con la armada, haciendo ret i rar los franceses y turcos, y los echó de aquella isla, recu- perando lo perdido, por la señoria de G6nova d e qu ien esa Cbrccqa, y despues pns$ al cerco de Scna, donde tam- 'hien hizo c&io de general 7 oiir6 en todo con graii sa- lar como lo dice el doctor Cl.islúbal Sitac.ea d e Figiieroa, y mur ió este iiustre hijo de nuej t ras islas en la ciudad

' d e Gante en Flandes. Cac6 esle caballero con D." e a - t r i a de Noroña y Mendoza, hermana d c D." Bcntr iz Mar- quesa de Can~arasa, y Tu6 s u hija D." Luisa Fernandcz de Lugo, q u e casó c w el diique d c Terranovn prirlcipe d e Asculí, y sucedió esta e n la casa del Arlelantido sii padre. y todos sus dereclios. Fiik hija de D." Luisa y de[ duque,. D." Borcia Magdaiena Fcrnaiidez de E u g o diique- sa de Terranova y princesa de Ascull, q u e casó con D. Antonio d c Lciva general del cjhrcito del Piainonte &c.. de quien proceden hoy las casas de. los duques de 'l'erra- nova, príncipes de Asculí. adelantados de'estas islas, condes de Tnlav~:ra, marqueses de Fuentes .

40 fiTantenit!nse las islas con los bklicos c s t w e n d o s , y aperciviriiientos, q u c liacian con f r y u e n c i a , para hacer en!radas en las costas cercanas de Afrisz; y en u n a , en que p í x c ~ r a n d o rnas de t res leguas pxra In ciudad de m nagaos, por el puerto de San llarlolomh, m c o n t r a r o n

j al alcaide de Tagaos t o n 80 moros, y dhiidolc bal;a:la le hicieron prisionero, t ra jendi , la presa B Tenerile: y 310-

jando al zlcaide en la ciudad dt: la Lacuna, ic pusieron con guardia en una casa decente; u n a ocasion q u e saf io á una vcnlana viendo q u e pasaban das lrailes d e San Agustin, con cuya v k t a sc 'a legr6, y IlamS á los religiosos, q u e entraron, y hI salió a s u cncue i~ l ro , p o n i h d o - s e de roclillas y brshndoles el hibi to; accion q u e infirieron 10s -religiosos t e r de católico, p preguntáiidoseio al

1)E CANARIAS.

respondici n o liaber tenido tal pensairiiciito, s ino porque tenia aquel ,vestuario, el santo q u e ellos tcnian canario, de qu ien recibimos grandes Iieneficios. Con este motivo fueron los religiosos üI prior, y Ic dijeron les acciones del alcaide, á quien pasú el prior á visitarle, y t rab6 a,nistad con 61, regalándole y agasajiindole e n t o d o

. y pidibndole q u e dispusiese cornc) pudicra enviar algunos religiosos á 'Yapos á ver el cu-rpo del sat1toj q u e vene- raba, lo q u e le aseguró con algunos de sus moros, y cartas para sil lugar tenivnte de Tagaos, fi qu.ien le ordenó la honra con q u e tratas:: aquello> padres cristianos, d.jandole .ver el cuerpo dul santo con libertad, que &I quedaha g a en rehenes, hasta qiie volvicse el prior, q u e era F r . E c i i i q ~ e de Olivcra, port,ugucs, natural de la Vilfa-viciosa: n o quiso fiar este negocio tic o l ro , y acoin- pafiado de o t r o religioso, tarnbien p-srtugues, se pasaron . a Berberin con algunos naturales de 'l 'e~erjfe, arribaron a l sol~rediclio puerto de San Bortoloixh, y .avisaron al t en ien te de 'kagaos, quien luego les vino tí reci l~ir : y llegando A un campo yermo, donde estaha u n grande ár- bol, y poco rc l i raJo de 61 está una cerca de tapia de t res \)razas cada ingiilq y en mcdio dc este cuadrütio ha- j o de u n cul)ierto d e tejad,ko rin cuerpo echisdo el ros- t r o bácia elciclo v;.stido del 116bito agustiniano, Iiasta los pies, Iss I~razos den l ro de las mangas sobre el pecho, por debajo del negro bóbito se ve algo del blanco, la cor- rea larga y ancha, calzados los zapatos, y la capilla puesta de ' iainnera q u e se descuhre parte del cerquilio, la b a r h hccbri coino de ocho dias; los ojos ccrrat'os, su aspecto c o ~ i o d e SO años d e edad; s u cuerpo, como si ahora espirara, y los bá i~ i tos y calzado de I n misina siiertc: quisikronlt: Besa'r cl háliito, y t raer ~ l g u i i a rcliquia, 1:)

. q u e no le ccnsiutivron los moros, q u e l o . Ilcgasc:: á lo- car, dicicndo q u e la carta no mnnrlaba mas, siiio q ~ i e te uit:seii; g queri6ndose informar dc su nornhre, y t,iempo que, estaba en aquel sitio, dijeron q u e ellos le llamaban: Aguslirtc, y s u santo cuerpo sit:rnprc Ic liabian teni& alii, sin haber tenido memoria d e s u muerte, s ino uria tradicion de sus mayores, y tener siempre cua t ro ~ i i o - ros de guardia A costa de la ciudad de 'ñagaas; y pre- guntándoles porque le r c v ~ r e n c i d m n tanto, dijcroi2 que por lo q u c . l es favorecio en S:IS necesidades, q u e ocur-

1 280 DESCBIPCION 1 1 1 5 ~ 6 ~ 1 ~ ~

r iendo 3 s u favor, y vistiendo y regalando al, w n o s cric- t ianos q u e t raian delante de s u cuerpo y le liacian oracion, esperimental~an su remedio en todos tiempos de pe- nurias y dolencias de pestes; y despidikndose bien pesaro- sos de dejar aquel tesoro e n t r e infieles, retirados algo del camino, llegaron rí una casa ant igua dond: vieron ol- gunos lihroc y otras halajas: les añadieron los %oros se r aquella fa rdorada del san lo Cristiano q u e habían visto y los l i l~ ros los q u e 61 tenia para sus rezos; y n o c o n s i n t i h d o - les llegasen 3 ninguno, creció su sentirnieiito. Volvieron a Tencriie, dondc Iiicieron relacion e n dcbida forma con los cristianos que les acompañaban, de todo lo q u e Ics habia pasado, de q u e hace larga mencion el padre maes- t r o Fr . Juan Marquez; y yo n o he querido ornítir el darla, por la q u e se hace en estas islas de este santo, q u e segun tradiciones q u e h c encontrado, unos le llaman T a d e o . ot ros Rartnlomé de.Canaría; y t iene el padre Marquez; (3) habien- d o estado en estas islas e n t iempo d e los gentiles, d e don- d e pas6 B la costa africana eii t iempo de la armada del principe d e la F o r t u n a 0. Fernando de la Cerda, que

. seria por los años de 3440 3 1450.

D e s c r i p c i o w g e o g r ú ~ c a de la is la Qe la Pahta .

41 Ea isla d c l a Palma eslh situada e n al tura d c 28 grados, y 52 minutos del polo ártico, y en 13 m i n u . tos di: Itmgitud del meridiano, distarite 18 b 20 11 guas dc Ia isla dc Tcncrife al oest-noroeste, y d e la costa ocüidcn- t a l de la Africn ochenta I ~ g u a s al Oest. T icne á 13 parte de! Srrcst la Ciudad d e Santii Cruz con buena bahia dond(! se surge B 20 30 y 33 brazas de profundidad: su longi tud de nor te 6 S u r de 10 Icguas, y d c la t i tud 9 con 27 de circunferencia: sti terreno hspero y quebrado: cs alla y i r a - p s a : llena de arlmledas y pinales, y de toda suerte dc 6r - holcs silvestres j frutalcs. Produce excelentes vinos malva- sias y v i d u e h s , 6 ingenios de azúcar, ganados d e todas calidades, aunque no z ~ i ~ r I i o s , g serncn(cras auoquc no mu-

l clias.

( 1 ) El M l r o . fr. .luan Ilfurquez cn el libro del origen dc l o a f?niles Hernti (nfios d c S n Agus l in cap. 19 $ 4 dc Zn siwgrtlar r c - aeraeion d e S. I'Itadeo ilc Canaria

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12 La ciudad de Santa Cruz es la principal poblacion en que habrá 1000 vecinos con I~uena parróquia y tres beneficiados de provision de S. M.: cuatro conventos, dos d e iraiies y dos de nionjas, dominicos y dc S. Francisco, y l o mismo los de monj~~s ; hospital en cluc hay sagrario, y sicte ermitas; y en los conventos de frailes cstiidios gene- +alcs. Lai' aituacion de la ciudad tiene poca latitud, y ano- clieci8ndole muy temprano, por la sombra de uri alto CISCO,

cp" ieiie por la espalda: se dilata la longitud 6 tina sola calle, habitindola gente niuy noble, y de escelentes ingenios. Tiene para su gobierno en lo eclesiistico, vicario, y para lo politico un teniente letrado que pone el corregidor de Tenerife con número de regidores y un coronel que gobierna las armas.

45 Ha teiiido Iiijos que han ilustrado su patria con empleos y obras estimables, sikndolo el padre Arce de la compañia de Jesus,. que pasó á respldndecer en las misiones de Paraguay, siendo apóstol venerado de aquellos indios. E n lo niilitar el Exrnv. Sr. Fraricisco D.az Pimicn- ta, señor de Pucrto Real, general de I R armada real del mar ockano, y cuyo nombre fub respetado por las naciones, reciiperando a Barcelona mas su crkdito, quc aun la fuerza de las armas, publicándose su muerte, cuando la pia- za estaba rcndida con sentimiento comun de los que la defendian. D. Francisco Hurtado, que fuC sargento mayor del general de batalla, D. Fernando del Castillo en Flaiidcs, fue gobernador de la Coruña, D. Antonio Al- varez de Abreu, del consejo y cámara de indias, escritor d e derechos reales.

4% Padeció esta ciudad la invasion que le hizo el .corsario frances Pie de palo, año de 1553 por el mes de Agosto, aunque fu6 la pbrdida del saqueo poca, res- pecto haber tenido tiempo para haber ocultado, lo mas precioso en el monte; hoy tiene tres castillos para su defensa con guardia de.soldados. 45 La poblacion de esta isla consta de 10 lugares,

de cuyos nombres bar8 memoria. 46 S. Pedro de Buenavista es lugar cuya vencidad

será de 200 vecinos: su parrbquia y tres ermitas. 47 La Breña tiene garrbquia con 200 vecinos, y er-

mita. 48 Mazo tiene parr&pia con beneiicio de provision

real: dos ermitas, y 350 vecinos divididos, y esparcidos por lo dilatado de su jurisdiccion: hállase en ella uria fuente de aguas calientes muy medicinal para baños. En su costa de mar en la plaga de San Simon, por el mes de Mayo de 1735, encalló un pez de estraña y mons- truosa forma: tvnia de iargo 120 pies geom6tricosJ y mas de 18 pies de alto: la caheza salia a un tercio de su largo: en el estremo de 61 mostraba dos resuellos: de lo que del pez se pudo aprovecliar se sacarun 70 pipas de aceite, Ilev~ndose el mar mucha porcion.

49 Los Llanos es lugar de 800 vecinos, divididos en diferentes sitios, tiene una buena parróquia de provision real, t res ermitas; en la de nuestra señora de las An- guslias, y en la de S. Miguel de Tasacorte, se veneran las reliquias que dejó el venerable padre Ignacio de Ace- vedo en Judn do Monla-verdd, el dia antes que pade- ciese su martirio. Hay en Argual y Tasacorte ingenios de Hzucar.

50 Las Kieves, tiene parrdquia a media legua de la ciudad, tres ermitas y 50 vecinos.

51 Punta llana tiene parróquia, dos ermitas. y su vecindad de 220 vecinos. 52 Los Sauzes, tiene parróquia con beiiehio de pro-

vi'sion real, cinco ermitas con 280 vecinos. 53 Punta gorda tiene parróquin con beneficios de

provision real, y 84 vecinos. 54 Tijarafe tiene 300 y mas vecinos, parróquia con

tjeneficio de provision de S. M. y una ermita. 55 Fuc' esta isla fatigada con un horroroso volcan

6u el año de 3585, vibndose que se levantb la tierra en un Ilane; y formada una montañci, reventh en espantoso fuego, precediendo espantosos t~ r remotos , arrojando la boca un rio de fuego, que quemb muclios terrenos corriendo mas de lcgua y media al mar con tanta furia, que alargb las salobres aquas mas de media legua, ca- lentando las aguas de manera, que se cogieron los peces en gran cantidad, que salían á tierra muertos. Oianse en todas las islas los tremendos ruidos del voraz elemento.

56 nepitióse el mismo trabajo en el año de 2678, en el niismo parage, y con los mismos efectos.

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Descripcion geogrii~ca de la isla de Lunzarole.

57. Volviendo á estas islas, doy principio en las de Se- ñorio, por liabcr sido Id de Lanzarole la primera que s e dcscii!,rid y conquistú aUo de 1102 por Juan de Beihen- court. Está siluada rsta isld a 20 leguas de la costa de Afri- ca, siendo la in;is orienial dt: estns islas en 28 8rados de e l e~ac ion y 35 n~inutos; y en 5 grados y 20 ininutos de longitud del meridiano. Su longilud 10 leguas, y 5 de la- t i tud, y 24 de circuilfeieneia: sus puertos son los mas acomodados y aljrigadus de estns islas p.ra mrenar navios, aunque no para inlintcnerse en ellos mocho tiempo. por ser sslkril de arboledus, letia y agua, provepkndose dv las Ilu\ias en algivcs y nlaralos, inai~trniimdose con ellas la gentes, ganados magorcs j. menores de que se producen gr,~ndcs criasones, part icul~rmcnte de cabrios y cdrneros, con que rnatiene irlucha parte del año á las islas dc Tenerife y la Palnia, y con granos de todas suertes, por producirse en sus terrenos en aíios Iiiimedos á 50 y h mas fanegas por una de simientes, a u q u e se ha destruido mucha parte de terrenos por los espantosos temblores de tierra y furiosos volcancs. Reventó uno dia viernes l. O de S e t i ~ n h r e de 1730 en la Aldea de Cliimafa?a, tres leguas d e la villa, que repitid, durando cuatro años, y deio- ].ando nueve aldeas, y levantando grandes montaña doiide no las habia, todas de terrenos quemados, quu sacó de las entrañas de la tierra, alcanzando la arena mas

-menuda, mas de seis leguas de distancia, Iiasta salir al mar de la parte del nordeste, y para la del oeste, intro- ducihndose en C I por mas de un cuarto de legua entre las

-ondas y profundidad de mas de 40 hrazas, que sobvesalia, vihelose el fuego, y altura de sus llamas por,mas de 50

leguas de distancia, y ogéridose los tronidos con irre- gular espanto, con cu jo trabajo se despobló mucha parte de la isla. Su villa tiene 390 vecinos los que se han apocado, y retirado á Fuerteventura. Ticce la v i - lla do Teguise baeiia parr6quia coi] dos beneficiados d e provisioii real: dos conventos de frailes franciscos, y dominicos; este ae 12 4 14 religiosos, y cl francisco (cuya antigiiedad es la mayor de estas islas) de 20 frailes: en el termino de la jurisdicciotr de esta villa, y susal- deas hay 20 ermitas.

58 dJaría, este lugar e s d e lo mas rel i rado par- t e del nordeste: y por tal reservado, ó libre de los v o ~ - canes: t iene ayuda de parróquia, t endrá 195 vecinos, te- n ien te de cura, qne cuida dc t r es aldeas, q u e son: nla- gua, Tavayaseco y Montaiía.

59 i'aizu, tninbien es ayuda de parróquia: compó . nese de 210 vecinos, y algunas ermitas e n los lugares, q u e consun~il i el volcan. Crianse e n esta isla caballos de escelente fuerza, de q u e s e proveen las demas islas.

60 E n t r e los Liijos q u e quedaron d e l l i ego Garcia de IIcrrera y doña InCs Peraza, íué u n o Sancho de Herrera. fi quicn llamaron el Viejo, q u e casó en Sevilla con doña Catalina Escobar de Roelas. E s t e caballero fue de gran valor B hizo ~ r a n d e s armamentos, q u c einpleb en saquear los pueblos africanos, L. iiiteriorizándose en sus cúmpañas, bizo algunas batidas de ciervos y corzos q u e trajo a estas islas; y hallando nias acomodados para q u e procreansen, los bcsques y espesuras d e la isla d e la Gomera, q u e po- seia IIernan Peraza, s u hermano, los puso alli. FiiB San- cho dc Herrera y doña Constanya Sarmiento, señora d e cinco partcs b dozavos en las islas, y casó con Pedro Mer- nandez de Saavedra, hijo de Pedro Hernaiidez de Saavedra, hijo tle Hernan Darios Saavcdra. mariscal de Castilla co- m e n d a d ~ r de Calradilla de la órden de Santiago, q u e casó con dotia Constanzn Sarmiento de Berrera, bija de Diego Garcia de Herrcra , sefior de las islas á quien d i6 e n ellas t res partes, de cuyo consorcio procrearon á Ye- <Ir0 I-ícrnandcz dc Saavedra, caba!lero de singular valor, q u e siguiendo los hechos de sus mayores hizo muchas en- t radas y saqucos en las plazas de Berberia. hacieiido grandes presas d e gentes g ganados e n ellas. Y el señor Em- perador Carlos V, satisfecho d e ellos, y cuan to se desve- laba e n s u real servicio, b a h i h d o s e perdido e n el cabo de Dalguer, q u e está en 29 grados 15 minutos d e la t i tud, cn la costa occidental del mar ochano en el Re ino de Sus, (hay en ella un admirable puerto, capaz d e cavios do a l t o boldo, segun L u i s del Mhrmol, (1) q u e tenian los reyes de Portugal) lo cital se s int ió por el Emperador, pues por la cercania a estas islas, podian los moros con scls arma- d a s e n el P u e r t o de Santa Cruz, el inmediato de Dal-

( 4 ) Luis del Ndrmol, en la Dcscripcion de Africa, Zíb. 3, cnp 26.

guer , y la veciiidüd de la villa Jc T d e t a n a armar navios, bergantiiies y galeotas.

61 RIandú S. M. afio de 154% s u real prorision á Pe- d r o Hernaiidez d e Saavedrii, teiiien,do noticia q u e vt:nian .algunas justas 4 los puertos circuiivecitios, el q u e con la g e n t e d e sus islas y de esta de Canaria g dcmas q u e te pli- rcciesi: fuese á reconocer aquellos sol)rediclios puertos, y

.si hallase fusta 13 queniase, y e n rxr:icular cri e l puer to d e Tafetana, lo qfie cumpliendo Pedro I1ern;lndez Saavedra, salií, cori s u p-evenida armada, de SU isla de Lanzar.)te; y ilegando á Tafetaria 6 la media iioclie, liizo deseail)arco de s u gente; y en t rando e n la villa, 13 halló desamparada do guardias, p r q u e los moros ' .estaban dando verdes & SUS c;lbaIlos en unos aduarcs fuera d e la villa; y -sacürido- .le lo q u e halllirotr, s e pasó cori s u jente al castillo que dis- taba inedia legua, y coi1 las lanzas y pinales le asaltaron hollando solo la r n u y r , hijo y demas ftimilia del alcayde, moros de su servicio, jhveiies y viejos, sol l indose por descuido u n arcabuz. Trajeroii los prisioneros y todo lo q u e en CI hallaron al embarco; y es tando e n esto sc liallaron asalta- dos y acomctidos d c todos los nioros, q u e al t i r o del a rcahsz se aprontaron, p ocurr ieron al castillo, donde tiall81rdose sin rnugcr, ni hijos,. y a lgunos niuertos, tiraron á segui r ,cl alcanze con la saiia d c vengar s u injur ia con gran t ropa de nioros: y P e d r o Hcrnalidez de Saave-. dra , biicikndolcs frente, hizo grande estrago ' en la gcn- t e tlol alcoyde; y aniinand; ú sus capilancs, y soldados cristiaiios, les exortaba á q u e pcleascn por s u ley, y por cumplir la 6rdeii del emperador s u señor: y haciendoles o~poldcrs s e fueron ernbart:arido, y esforzando e n q u e n o se embarcaba SI, sin ganar la biitalla, cargó ta l iiiucliedumbre de moros arrojando lanzas, y azagayas, q u e cayó c iuer to cl valienle P e d r o Hernandez, y los capitanes Palilo Matco Siinabria; Martiri do Castro Sanal,ria, J u a n Verde d e Bet l iencourt , Sancho Diaz, y u n N., Castellanos, hacicndo vitlerosos iieclios; fueron Ireridos muclios di: la mutilieduiril~re q u e crecia, coi1 q u e se alargaron las ,lanchas y fustas, ~ o l v i 8 n d o s e h Lan- ziirote con los sent imientos de la ptirdida, teniendo e n desprecio lo ganado.

62 Dejb Pedro Hcrnanc!ez dc Snaredra, por su Iiijo y de D." Constaiiza s u muger; ü 1). Agus t in d e Her-

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:286 D~SCRIPCIOX EIST~RICA

r e r a y Rojas; y fuera d e matr imonio á D. Francisco 7 D. Dicgo Sarmiento, declarados p o r naturales, y de ina- d r e de conocida calidad..

63 D. bgus l i r i d e Nerrera FLIB heredero del valor de .su padre, y de gran política y guerrero, conl inu6 las

I .entradas en la Eerberla, traycmdo niuchos caulivos de familias enteras q u e habia, con q u e potili5 las islas, lo q u e di6 motivo ú Kicolas I l a i s s (1) para decir e n su antorclia del mar, es tar la isla d e L a i ~ z a r o t e pohlada d e

. .nioros vasallos del rey d e Fspafia. Valiósc el seilor 'D. F e l i p e . 2 " d e la persona de D. Agustin, c o n d e de H m - zarote , para Ia reduceion d e la isla de la Nadera, e n las altercaciones q u e ocasionO .en Portugnl, 83. Aritopio P r i o r de Crato, hijo del infantc D. Luis, hijo 2 O del Rey D. Manuel, t en ido en una judia, como refiere Francisco Ce- .@a (2) Iiaciendole capitao general de la isla de la Madera a l conde de Lanzaiote: y pasando á ella con .c inco navios y 300 de sus vasallos, se apoderó de los crstillos, y fuerzas d e la isla, doiide se mantuvo todo el t iempo de In guerra d e Portugal , hasta que le concedii, el mismo Bey 1). Fe- lipe 2 O volver á su estado l~aciandole la merced de mar-

' q u e s a n o de 1584 y e jerci tando s u valeroso esltiritu en 14 entradas q u c 1iii.o con sus gentes y navios e n I U casla de Africa, luvo en unntleellascampaldesafio con el Xeque Iiomar uno de los Xequcs de mas valor deaquellas costas, á quien vonció y ton16 eri su rescate 40 moros. y caut iv6

<en sus entradas m i s de 13. 6PL :La fama de estas fichorias del conde d e Lanzaro-

t e D. Agusiin de Rcrrera , iiicitaron á Mornto Ari.aez , q u e con trvs galuotas saliese de Argel, y navegosa 6 este m a r Occéatio a l l in t ico a u n puerto del reyno de Ycz, q u e & SalP, y hizo en,(il rnzter eri órden t res Iiergantiiies de 14 bancos, el unit con 3 0 piloto. muy práctico en estos mares y cos,,a de Bcrberia, y trageodo cada. galeota &.la popa un h igar , t i r í , tom6 In derrota de estas islas, Ilegan- JO cerca de ellas dijo el piloto dutlsba n o 11ubii:sen pasado adelantte y Iiubiesefi errado el viage, á lo q u e res- .ponOiú Morato no se r posilile, y .sigriiendc, su discurso

(1) R'icolas Elams, e n su -A?ilorcha del Mar, IfidrograFa de la isla a s Lanzarofe.

('2) Cepeda, Elesumpla de Espafia, l ib. 4, cap. i5.

DE. CANARIAS. 288

y rumbo di?scubriix?n á I;anzarote, y Iüego an>airi6 las velas mantenihdosc hasta la nokhe que no los pudiesen .ver de la isla, y al amanecer se halld la isla asaltada d e este ladron cuyo desvelo. era hurtar; y logrci la presa de iiahec á las manos las prendas mas estimables del Mar- qu6s D. Bgustin de Herrera, que lo eran D." I m Be- nitez de la Cueva su rn.ijei y 81." Conslanza de Herrera, su Iiija, en fines de Julio del año de 1586, y eacapiin- dose el iHarquCs quicri sc junth ccn alguna poca gente

'retirándose Morato con la presa á sus bajeles un poco distante arbolh bandera de rescate, á que acudib el conde y libr6 sus prendas en preciu de 1 5 3 d~icados, y exi- biendo los 5 3 luego d i6 en rehenes á su hermano U. Francisco Sarmiento, que f116 A Berberia, y estuvo en la ~;iud?d de Marruecos, y a Dlnrcos de san Juan, vecino de Lnnzarote, basta el año de 1590, coirio cünsta de poder Gccho en Sevilia en 11 de Jiinio de 1593 ante Marcos An- tonio de Alfaro, dado. á Francisco de Figueras cesiona- rio de Raltasar Polo valenciano, residente en la dicha piudad dc Marruecos, p3za percibir del referido marques D. Agustin de Hetrera 30249ducados; refiriendo la historia de d igél , (1) que Moratí, sal i6 de Argel por el mes de Majo del año de 1585, 6 hizo el asalto con 250 lur- cos escepeteros, y sabiendo en su vuelta que le esperaha D. Mqrtin de Padilla, Adelanlado mayor de Castilla y general de las. galeras, en el estre4;lio de Gihrallar cori 18 galeras de España, y tomhndule 10s pasos se' retir6 La- raclie á doiidc se entretuvo un -mes; y una noche. muy &- cura y tormentosa, se resolviá á pasar el estrecho (sien- (lo ;el ,primero corsario de Argel que lo liabia ejecutado) pers~adi6ndose como fue que el Adelantado aquella noche se recogeria á los puertos á asegurarse del peligro que ame- nazaha. y liabiendo pasado e l estrecho dispar6 un cañon, señal de su fortuna por eslar fuera de 81, p r a q u e no esperase mas.

65 Tuvo D. Agustin de Herresa, rriuchas ocasiories, en q u e emplear su esfucrzo con navios ingleses y franceses eiieruigos, á quienes vencib su valor,, ya en cow-

( Z ) .,Historia de Argel, Bpilome de SUS reyes, cap. 14 l e Ma- mi-Baja Ar~iaula, rey 25, pcig. miki 90.

288 DESCRIPCION H T S T ~ R I C A

hates particulares, como en desafios, á q u e IiaLa su crQ tlito; como cumplió y vencib á Monsieur Argenton, cahallero francés, qu ien vino d e Francia e n u n navio, y riñe- r o n de porsona á persona, y le dejó vencicio; y comba- t iendo con difererites navios corsarios d e eslas naciones,

I les gan6 los navios y sus gentea. 66 Casó segunda vaz, muer ta D.a Tnes Henitez d c las

Cuevas, con D." Rlariana Rlanrique Eiiriquez, d e qu ien t u v o s u c ~ s i o n á D. Agustiii de IIerrera, scgundo marques, q u e se casb con D.' Luisa Bravo d e Cuznmn, tle q u i e n t u v o u n hijo, q u e inurib de s iete n f i ~ s , despucs q u e su padre, con q u e se deshizo el mayorazgo: y liti- gando D." Luisa, gan6 la succsion de bienes libres, por m u e r t e de s u hijo; y s e d ~ c l a r a r o i i con nulidad de espu- r ias !I D." Coiis~anza de Herrera, q u e se t i tu ló condesa de Lanzarote , hija del pr imero marques, la cual casó con Gonzalo Argotc d e Moliria, aquel grande escr i tor d e la nobleza de Andnlucia, prouincial d~ I,i santa Iicrinan- dad de aquel reino, veinte y c u a t r o de Sevilla, quien m u r i ó altcrndo el juicio e n esta ciudad de Cnnaiia, y ~ s t á sepultado eii la iglesia del hospital de San Martiti: .y quedando el es tado d e Lanzarote en D." Luisa Bravo, le sucedieron sus p i e n t e s , y hoy el marques.

67 A ñ o d c 1618, p o s e ~ e n d ~ el estado de Lnnzarote .el marques 2." D. Agustiii de Herrcra, dia 1 . 9 e Ma- yo, repi t ieron invnsioii en la isla de Lania ro te los nioros rlc Argel, (1.) llegando al puer to del Arrecife 34 riavios, y por gencralej T a b a c drraez y Hostaf Arrucz; desem- harcaron 2 3 tu rcos de Argel, destruyendo Id isle; g e n 18 dc dicho mes se d i b Ja cueva d e los vwdcs. dia viér-

'(1) Enrre los dr.~pojos q u e hicieron de l a isla los Turcos, f u i ?&no l a sanlisifna imagen de nueslra señora de Guadalupe, pa- -trena de la parr6quin de l a v i l l a ; y sacúndda e n Argel, l a pregonavon, para si hubiera a l g m cristiano que l a tomase, y viendo que .ninguno proveia. sacb e l ra.blc u n t w c o y l e parlid la cabeza n' la. santisima imágcn, íí cuyu ejecucion saiici un furio-

.so perro de enlreuvios madaros y dsvorii n l lurco; y hallándose presenle uno de los caulivrls que hat, ian llevado, (doiia Francis- .ea de Ayala) recogtd la rabexa. y sntientlo con bracerlad del cauticerio, l a irajo ci ScviEIa é hizo unir l a otra irncigen aunque siem.pre le h.a quedado la.seña1, con qcce se w n w v a y aumen- t a l u devocion de los f ie l+.

DE CANARIAS. - 289

nes, co'n mas de 900. persoiias de todos sexos y edades; por el'rnal acuerdo de los que estaba11 guardáridola, q u e fueron Pedro Bermudez, Luis de Betheiicourt, su hijo, e l capitan Alvelos, el capitan Alvarez Yanez, ' Francisco Amado el viejo, y . Baltasar Gorizalcz Peraza, y otros, 6 quien los turcos prometieron libertar; eslantlo en aqun- Ila fortaleza na.tiiral asegurados:. quemaron la ,villa, y en p~r t icular , la parrtquia, el convento i: iglesia de San. Francisc'o, las. ermitas, palaci-o de# niarqu¿.J, y ,los dos ~aslillos; y de ?ro haberles enseiiado la cueva, solo. hubieran llevado *el saqueo, liabihd?sele muerto. muchos mvros nlanos de los naturales. Le- vantar-on vela, vinieron detras de las isletas de esta isla; pasaron por Tenerife, y la %ome;a: , Ilegaroii al puerto de Tazacorle de Iá Pal'ma y costeando su ciudad, fueron Iiacia el estrecho d e Gibraltar, donde toparon una.escuadra de csp,añoles, y I'es quitarcin cuatro navios, donde libertaron muchos cautivos, y Ió9 dcrnas.los pasaron á Argel á la desGla,da,. que cautelaron su pasage por el estreclio. 1-IaIlUbanc e n N'áacTriJ los marqueses; que luego se aprontaroii A pasar & su ish, y proveerla de xn ias y defensas.

GS Y teniendo relicion de lo que es la Cueva de los vcrdss por personas dé cr6dito que iian estado e n ella,. digo que para enlrarlri so pasa primero por un calzailizo de malpais, tenienclo gra'rides dilicaltadcs para entrar en ella por una portiiiucla, que tiene dc largo mas de 12 pics; sicrnpri: se Iia de caniinar galcando una. persona sola, cuidaiido de caminar arrimado al risco, puespor 19 otr3 parte hay un caidcro tan p1.ofuiido; quc casi no se sabe su fin. A1 fin de. este caniino se encuentra. con uii foso, cl cual pasado, sc ciitra en la cucva priiicipal, que es tan cilla y grande, que un lioriilirc á calmllo, y con su lanza, pucde escararnimznr en ella, sin ofcntlcr b los que cstutieren clciitro. Al final tle ello liay otro caid8i.o muy grande, que cae 6 otra Cucva, quc es16 tbebajo de esta primera, 6 l i i c:uiil solo sc pucdc biijar con cuerda nsitla b una rdca. Y ~slni ido e:i cllíi sc cnrniiia 6 In pni,lc sccic- t a por uii caiiiirio áspero y deriscndcros asieiidosc uiios 1 i . í l ~ ot.ro.; por I i i grnntle ol?s~iii itlnd o peiiascos, bajando

sulicndo ~ ! l r s s y Ii;ijos, arril):~ Iia de l~abci luces y vn- rcs pnrqire falla:i:lo 1marán á un35 caldrras d c agua que

~ e t y a - del :nap: d o d e S-ia remedio ge~ccerái i , falthndoles Iss lu.ptb'res, y voces. Esta subido de fa roca serh como de oclio.$razas tic! al tura perpendicular, sin a r r imo cotno si se, s u b i e s e d e u n aposento bajo 6 un al to q u e tuviest una ~ o t u r a en medio , s in o t r a parte por donde Ctritrar; y 2si pUra subir y I~ajar la gen te quc viniese por la pue'rla so- c re ta , comida y bcbida, q u e Iinn d e en t ra r cada uno á s u e s p l d a , es menester brienns cuerdas, y asi ambas entradas son (lificilcc, & inespugrii11)les para poderlas ganar: lo dificultoso es el en t radcs sncorrtj por el riesgo de caer e n Elarios da enemigos, y s ino sc Ics lleva perecerán,. so- l o los veciiios ¿le Haria y otros ccrcanos les pueden acudir, porque lds dcmas es t jn relirados mds de cinco leguas.

69 A la par te del nor te de esta isla estan t res isletas .yermas de gen te y poklatlris de ganados cabrios, p3- ja-ros canarios y a i e s nocturnas ó acúatiles y de rripifia, alcuiies y ajetos; por el nies de Octubre se hace caza de las aves q u e ' s o n criadas en m a d ~ i g u e r a s t f t? &¡erra, y se maiilieneii de pcces y conejos (tiirnbieii nocturnas) q u e llaman pardelas q u e con dc rnuclia i ras i tud , e n la isla Graciosa se pueden pastar de 1 a 5.3 cahrios.

Deswipcion geogrú/ica de la isla de Fucrfeventztra

70 E n elevacion de 28 gratlos, y 24 minutos dcl piik~, ya eri cinco grados y veinte rn!iiutos de longitud, esth s i tuada la isla de Fuertevei i tura , coti 25 leguas de l o t - gitiid, y por lo mas nnclio s i r t e Icguas. Corre do nordeste & sudoeste , tendida 6 18 Icgiias de Canaria, y dis tante de la cosla de Bí.r!~eria 33 leguas, haciendo soii- da, q u e se u n e con t ierna firinc. La v r c i n d ~ d J polilacion será d e 7009 vrcinos divitlidos. con d o i bcoelicia- dos. de provision real en la parroquia de la villa de santa nI,iria de Betliancaria; dos ciiratos cn PAjara; ayuda d e pnrióquia, con 432 familias, y 19 ermitas: otra ayu- d a de parrciqiiia con u n cura e n la Oliva, habihclosc? aumentado el vecindario de toda la isla con el re t i ro q u e á ella hicieron del vo l~nt i de Lanzarole hasta 16'79. E n la sobredicha viila esth el conveiito cle S. Francisco, de q u e fub guarilian S. Diego cuyo patrocinio esperi- mentan todos los q u e acuden á implorarle e n sus riflic-

DE CANARIAS. 29 1:

cienes, valiéndose d e la tierra, donde hacia sus peaiten- cias, c u ~ a n d o s e con ella muchas dolencks, y otras necesidades, como s e ve probado er. una informacion, q u e se hizo 4 pedimento del padre F r . J u a n Felipe Cabeza. (1) padre.de esta provincia, g comisaiio d e dicha isla de Fuer teven tura , D e los milagros q u e Iiíihia obrado D i ó s por la inlcrcesioii d e S. Diego en la iovasion q u e e n ella hizo Xahan i i r raez moro con siete galeras, y 600 nloros a ñ o de 1593; examinado Lucas Perc!orno d e Vera, vecino de aquella isla, drjo q u e andando Ines Cerdeña, s u inuger, y su hijo, con otras muchas m y e r e s y muchachos, g Maria Mcrales, muger de P r d r o Franccs, cor- r i endo para Sandia, se encontraron con mas de 400 monis que caut ivaron t o d a la gen te que alli iba, IL brbndose la reierida Waria Wor;iles, s u marido tS hijos por llevar consigo, llena d e fk porciori d e tier- rd d e la referida cueva. y cuando se vi6 cercado d e a q u c - Ila ferocidad de enemigos, corncnió á derramar coiitra ellos la tierra, iovocando el favor del santo, y diciendo á grandes voces- ciégalo santo mio; y asi se libró de ellos: y a u n q u e comenzaron á seguirla, y 5 su marido B hijos dos moros clc a caballo, g ot ros ~ u c Í i o s de á pi6 por u n Ila-no, por donde n o pudieran,menos q u e verles (si el bie-

l naventurado S. Diego no lo? cegara y librára) no les pudie- r o n dar alcance, y asi se aclamaba en toda la isla, y I» misino la muger d.: Lucas i?crdoino, y s u ¡iij» sobradi- chos, estando e n mrdio de los moros debajo de una m t a , de donde sacaron diferentes mugcres y nitios que cautivaron, y los referidos fueron libres arrojando la t ierra d e la cueva (le S. Diego, y ülainando con voces y es- p i r i i u fervoroso n l santo para qiic les librara, y as¡ lo- fueron por su inteiccsiuii: y lo q u e depuso Lucns .r)Bcleari Astacio, regidor d c aquella isla, liaher visto arrojar á- da dicha los puñados de t ierra contra los moros, d e qiiiencs q u c ~ l 6 libre Iletandose los demas c ~ u l i v o s .

r rl Ceica de este c o n l e n t o e s l j un pozu de c:ristoli- nas aguas, q u e fc~bricó por su petsona el riiismo sdnto, .

consiguiend, h'icnumcrahles personas, con su agua y ni&- ritos del sanlo, 'sanidad de los achaques que padecen. E n un hueco, que con sus puertas y I!aves está en la

,capilla mayor d!:l convento, estb una arquita, en que se giiarda la cabeza y bucsos del venerable Fr. Juan Torchs, eshalando oteo, g una fragancia celestial, con algunos libros de s u usa, y teoldgicos estudios. Hallose cerca dc estc lugar una losa, donde está sepultadol)ic- 80 Chreis -de Hcfrera, curo epitafio dice: Ueo-maximo sacro. Aqui yacc cl i l u ~ t r e y gcneroso caballero, Diego Carcia dz Blcrrera, señor y Conquistador de estas islas, y r q n o de gran Canaria y dcl mar menor de Bcíberia, trece de 14 brden de Santiago del consejo del señor Rey D. Enriqne y del de los señores reyes ,catc5licos D. Fer- na~ ido y D." Isabel, veinte y cuatro de ta ciudad de Sc- villa, fundador do1 convento de señor san Buenaventura,. donde fuC gtiardian el sciíor san Diego. Fub hijo de los muy ilustres señores Pedro Garcia de Herrera mariscal de Caslilla y de D.". M ~ r i a de Agala su miiger, rcvis- iiieta dcl señor lhcy D. A l o n s ~ de Castilla y Leon. Pas6 Con sus armadas L la Berlwia, cautivó 700 moros, hizo c w Africa e l , caslillo de Mar pequzña el cual sustentd; vinie:on sobre estas islas las armadas dcl Rey D. Alon- so de l 'ortripl y vencib sus capilsnes y ej6rcitos.

72 Habri- en este convento como 20 religiosos, que sirvcn el divino culto. Esta isla cs falta de arbolcdas, y inadcras: salo ~ ic i i e algunos tnmarizcs que sirven, para algunos aperos para las sementeras, para lo quc tiene grandcs t c r r c n ~ s cn aiios lluviosos; porque auitquu tiene algutias aguas, no tiacvn e11 parages que sa aprovccheti, sino pnra algunos Iiaertos dc grancidos, incmlirillos, cirue- los, y alclurras viiias. 9 Ei1 anos hikiricd6s protluccli las scmentcras 5 cincuenta, y á scsciita btiegas por una dc siniieiitc, y algunas veces A niirs. 'i,< En 13 tleliesa de Jiindia, que son 30 leguas de

I~iigitucl, sep;ii.adiis con una pared, hay tcrrenos muy ircaeos. y con iriontes verdes y frondosos, I ~ a ñ i i d ~ ~ s - c ~ i i

diferenies m~naiii.iales, pastantlo e!i esta dc1it:sa grande nii- mero .dc ganado cai,rio, y el rrias resto de la isla, de que se sacan todos 10s R G O S gra~rdes c31.gazoncs para lak dcmas islas, vivas y licchas ~ecirias, que llanian tocine.l(ls.

Hay tambien en esta isla, muchos camellos, buegcs y car- iieros, los que se producen en abundancia. '74 Tiene esta is13 muchos puertos, y desembarcos aun-

qiie en ellos no hay defensa do artilleria, que guarde de enemigos las embarcaciones que comerciaii, ni que las puedan acometer.

75 A la parte de Barlovento, que es á la entrada del leste de la hocaina de Lanzarote, es16 mas cercana á Fuerteventara la isla dc Lobos mnrinos, á donde en lo antiguo ocurrian muchas de estas bcstias, tí solagearse eii sus playas, y bo) no pareceti, solo si innumerables conejos, y pardelas. Tiene esta isla un puertecillo, que llarnan el l)espctlmadero, donde carenaban navios corsarios. 76 Gobiernan i5 Fuerteventura un alcalde mayor con

cierto numero de regidores, que nombra el señor de la isla y un sargento mayor de provi&n de S. M. para las cosas de la guerra.

IIacianse de esta isla continuas entrddas en el frica, para que Iiabia compufiias destinadas, oautivando muchos moros, de que proceden Iioy algunos lugares enteros, que se dislinguen con sus capitanes, y demas oficiales, que llaman de ttulurules. Produce esta isla yatides caiiticla- des de orcliilla, que se comcrcia para tintas.

Descripcion geogrú~ca dela isla de la Gomera.

7 A cinco leguas de distanciii dc la isla de Trneri- Fe, por la parte dcl sudoeste está situada la isla de la Goinera, en clevacion de 28 grados y 8 minutos del polo, y ciiicueiita y siete niinutos dc loi~gitiid: su dimensioii, o laiguwa de .8 Iquas , G de ancho y 2'2 de circunferencia: es la isla frondosa de arboleda &e to lo gbnero de maderas- y frutales, abundante de aguas, pero muy quebrada, de tal suerle que en todos sris poblados, para ir B otro lugar, es meniester caminar á la cumbie, porque auii- q u e esti11 cercanos, median en su dictancia tales quebrados, C inaccesil~lcs profundidades y barrancos, que s:)lo Iiay I I~nos en las cun-ibres; sus bosques son muy cerrados de grandes arboledas, como soii barbusanos, v i -

ñátigos, tiics, loros, palo blanco, hayas y mocaneros de escesiv4,s gruesos y alturas, sin las dcmas ramas de [resp ciiras, y f:ien:es dc caudalos~s corrienles.. aguas cristuli-

nas: crianse en sus espesuras abundancia de venados, y ciervos, que se han producido de los que condujo de B~rbe r i a Sancho de Hersera, que se han conservado con la prohibicion de sacarlos, que los condes y señores dtt Iá isla 10s mantienen sin casarlos; y se crian tan corpu- lentos, que se halla que las pieles son de nueve pies geo- mt%riccis de magnitud: crianse tamhien miichos ganados mayores, ymeiiores de todas sueites, y cerdos, caballos, mulas, y drmas doin6sticos7 para el servicio. Hay abun- ddrrcia de cam. y coneioc; especie de liehres, y mucha votateria; y los toreaces, paloinas g perdices en tal abundancia, que las tiencii por plaga ofensiva a los seraltra- das, y por tales en ocasiones las conjuran. Hay tbrminos de c;ail)rios s ~ l ~ i i g e s , y se haccn feroces por 1 0 pin- giie de los pastns, caii qae es abundante de carnes. y peces. Tiene muclias viiias y cosechas de vinos de que sacan tambien cantidades de aguardieiiles, que se comerciao á la Ambrics: criase cantidad de seda, de que se fahricüri taíe- tanes y otras obras que de alli se comercian.

78 Su villa principal se llarnn de S. Sehastiati, situada & la vera de un barranco que nace en la curribre, y cor- - re al susueste: su vecindad de 40 casas: tiene iglesia parroquial con dos bene6ciados de pro.vision ~ e o l : su patrotia la asuncion de nuestra Señora; unconvento de san Fran- cisco en que son continuos 12 s:icerdotes 9 d s legos; fundacion del noble D. Guillen Pereza conde y señor de esta isla año d e 1533 que fub acometido y profanado el de 1.571, por unos piratas heregcs que la invadreron; y estando despedazando las santas imáqeiies, y haciendo otros sacrilegos insultns, el celo de 1;s reliiiosos, que habian retirádose entes del conv-ento, tuvieron esta no1- ticia; y encendidos con divino espiritii, volvieron 6 dc- fcnder lo que amaban: y.reprendiendo 5 loc impios he- .regcs su ceguedad, obstinacion y odio de la id., lec aco- -metieron B los soldatlos Je Cristo, bahientlo lozrado el -consuniir antes- las especies sacramerttales t ra thdolos CW-

Irno P ministros del iralierno los protervos luterai~os, lc~s llevaron a bordo de sus navios y al venerable cura dc la villa, les quitaron las vidas con divcrsos tormentos y ar- r.ojaron shs benditos cuerpos al mar que recogieron 11% ,naturales . y dieron sepulcro en la iglesia d e su convenlo .dande estarán hasta que unidos con sus a b a s sean co-

Incados -en la gloria, IlamahAnsc F r . Aiitotiio de santa Maria, F r . DCego Muñoz y F r . Gumiel, de quien hace mencion el oliispo Gonzag a... (1)

79 Tiene cerca de la rilla un Imen puerto á la parte del nordeste con 10 brazas de fondo ahrigado y d e k n - dido de todos los vienlos y es de los nlejoris d e estas islas 80 A la mitad del barranco c i ~ l r e la villa y el prier-

t o e s t i uiia t o r r e que sc fahrich de úrdeii d r l Rcy Fe- lipe 11. Es un cañon cuntiratlo de 36 pies geoinbtricos cada dngulo y lo mismo de al tura , teiiia tres s o l m d o s con- cua t ro garitas voladas, ascaurando en ella la plala q u e t ~ a i a n las.flotas d e América, q u e Iiacian escala en este puek- t o basta tener aviso d e la corte de estar limpios de enemigos los mares.

- 81 Eii el valle d e ~ r i n i g u a q u e e s muy ameno d e a r - 1)oledas frutales g frasco cun liridas iiguas, t i ene parró- qiiia con cura y 100 veoiiios cT)n un conkento del ó rden de san to Dominso, que su Fondú a ñ o de 4613, su ad- \ocaci»n San Fzcelt~e.

82 Cerca del mar en su plava inmcdiato a l lugar de Agulo en el mes de .lunio de 1715, airiljh y eticallú una horrorosa bestia marina de grandeza d e 90 pies g.comk- i r icos y de al to 40 y mas, la liocn la tenia al inedio del cuerpo tan larga q u e la qnijsda era de mas de t r es varas, tenia 60 dicrites cn cada quijada, y cada diente pe- saha libra y nietlia y encajaban en !iurcos q u c tenia la quijada d e arriha. P o r la boca pudieran en t ra r u n par de hueyes unidos, los tlieiltt~s q u e estaban t n dos filacesta- hanseparados unos de o t ros 'una mano, Il,s ojos q u e tenia en los I l o ~ i ~ b r o s eran dc la circunfercncin del grua- s o de uiia pipa, la t rompa y calicza era de la hechuia de la popa de un navio, los aletones de delante serain como el ancho y largo. do n-iedia vara, y el de la cola braza y nieclia, el cuero muy helludo, s u color obscuro, del grue- s o de dos dedos, d e q u e hicieron suelas d e zapatos q u e duraban mnq d e dos afios; para subir A s u a l tu ra , hacian con hachas escaloiies en sus costados, y habiendolo rolado e n dos partes, cortahan con haclios sin embarazar-

(1) Fr. Francisco Gonzaga. De orig. Seraph. rell'gionis 4 hiytrs operis, conv. pdg. mihi 1116.

se 80 Iionil)res, soltaba por la boca grandes pedazos de haña d e cuya manteca llenaron dos pipas, y de suace i - l e 12 ~ i ~ a s ; y por haher encallado muy dert t ro del mar y n o Iiaber dado I,igar sil crccienta, no be aprovechó pa-

l ra haber sacado nias de 40 pipas d e grasa, llevcíndose la creciente del mal i 3 mayor parte , n o tenia mas bueso q u e V I del espinazo, el rriicmbr.~ de la generacion de tres varas de largo y del grueso de u n barril. De la especie da este pez 6 casi, t1ra u n o q u e cuenta el padre F r . Luis d e Granada (1) snlici cn la playa de Pcniche ,760 (le 1575.

83 Siendo muy frecuente el salir á estas playas de nuestras islas diferentes especics de ballenas, se halla q u e e n el año d e 1549, salid en una careta de esta de Canaria una, en cuyo vientro se Iia116 un pan de fino anihar d e mas de cua t ro nrrohns, sohre q u e se s i g i ~ i ú pleito en esta real avdicwcia, e n l r c los que la Iiallaroii.

84 Griarneccn y dcfientlen su puer to dr;s fortalezas: e n u n a esthn s i tuados nueve cañones; y en otra t r c ~ , fabricados y maiilcnidos h costa del conde señor do la isla.

85 E n el a ñ o d e 3599, habiendo In grrinde armada d e los estados dc la liga, Holanda y Zclandn invadido á la isla d c Canaria, yinicron sobrv 'csta d e la Gomcra; y \iahicndo echado en t i c i m siete cornpaiiias de mosqueteros, piqueros y arcahuceros, y mas 120 hombres mos- queterus, q u e á u n mismo t iempo rnarciiaron A la sor- da, por diferentes caminos sin rumor de tnrnlior. los de la villa enviaron s ie te hombrr.s cJc los sriyos. q u e reco- nociesen el paso del enemigo, y en r,orticular In inarigii tle 320 bonihrrs. y si viesc.ri ocnsion Its acoinetieseri, C O -

mci lo hicieron cn tina ladera dos l~eml) r t s , qlic se adc- tantaron, q u e el u n o Ilar~-mI)an J u a n Fernandez de Mclo, y e1 ntro, por s u pcqueñrz y desmrdrado cuerpo, Ilariiii- ron Henriqui tas , q u e ajutlados de c!w perros, Itbs a w n - zaron cerca del puer to , y erniiia de San Sehastian, la- vorccidos de cua t ro soldados naturales de la isla: pasaron A cuchillo 107 g a n ~ n d o l e % las artnas, sin bnbcr n i n w to, ni pelisrado ninguno: solo si fueron heridos lere- mente los cinco; lo q u c refiere el maestro Gil Conzalez

(1 ) 131 P. P. filtro. Fr. Luis de Grnnndn, en el Sirnbolo de la FE, ~ r i r i l e r a parlr, p d g . mihi 90.

Dtívila, (1) cronista, por caso- notable, en s u Tcalro d e las grandezas d e 3ladrid lib. 1. O cap. 9, c i i ~ o horroro- s o suceso hizo apagar los ánimos h los soher1)ios flamen- cos, retirándose -con gran temor tlc los isleños.

$6 El a ñ o de IG18, la armada del tu rco Morato Arraez, q u e saque& la isla de Lanzarole, hizo etitratla en esta v i & dla, logrando el quenlarla juntsnlente con la torre q u e está e n el lnrraiico, y llcvarse la artilleria q u e liabia en ella.

87 Hay en esta isla demas d e la villa cua t ro iglesias parroquiirles con sus curas en los lugares de Weriiii- gua , Alajorb, Valle-Lierinaso y Cliipude, y e'n estos lugar rs 14 criiiitas, cíigcse e n toda Iii isla granos, .vinos y mucha seda de q u e se hocu comercio.

88 E n la villa está para su gobierno u n alcalde mayar para sentenciar los a u l o s q u e se apelan para la rcal riudie~kcia, no coniorrnanctose 13s parles; y u n sargento mayor para las cosas de la guerra: la gerile de ella son tle gran valor, p los del 1t;gar de Cliipude se hati dis- t ingu ido en las muclias presas, q u e lian hecho d e moros, .que se han d e s e m b ~ r c a d o e n s u s . costas.

89 E'ue natural de esta isla D. Francisco Orejon Gas- ' t o n , maest.ro d c campo q u e iuB d e Flandes, donde es- r,ril)io la politica y mecánica militar, obra de gran gobierno de los militares, y por tal la niandb observ.ar el marques de Gastafirma, s u genera l i~ imo. H u r i 6 D. Francisco Orcjon, gobernador y capi tan general d e la isla de la Balmna.

, .' Descripc.t'on geogrdfica de la isla del Hierro.

'90 E s t á s i tuada la isla del IIierro á la par te .mas -occidental d e riuestras islas en 27 grados y 53 minutos d e a l tu ra ; y cuestioiiandosc c n Europa el principio del meridiano fijo, para la graduacion de longitud oriental, p o r la variedad con q u e cada Macion queria tcimar ' s u meridiano, observándolo los españoles por la ciudad de Toledo (por decir -la mas ant igua ciudad, b poblacion del mundo) Los ingleses y holandeses lo t o m a n por el

+ ' . (1) El 'Mir . Gil Gonralez &vila, Teslro de las Grandezac de Hadrid, l i l 1. cap. 9, Bcynodo de Felipe 3.' pkg. mihiS7.

pico de Teiile, por el mas encumbrado -del mundo; y los árabes por el rstrecho de Gibraltar, y conferido con los mayores matemtíticos de Europa (en asamblea que se hizo en el Arsenal de l'aris, de órden del cardenal de Riclielieu, por ordenanza, que se iiiancld hacer por el Rey Luis Xlll de Francia dia 25 de Abril de 1634) que se ecliasc el primero meridiano por la parte mas occidental de la isla clel Hierro, convinieron en esto, y asi es la primera para esta gpdduacion.

9 1 La esteiision de esla isla es de 7 leguas de longitud. y G de latitud, y 22 de circunferencia. Es tan estbril de agua, que rio se halla paric donde baya el menor nacicijte de fuente. ni arroyo, proveyeridola iXos dc un árbol prodigioso, que veneraron 103 antiguos, y Iiicieron niuclios escritorrs particular mencion, como fueron los quc escribieron hasta el año de 1629, quu d11r6 destilando agua de sus ojas, cayendo con un furioso huracan, que refiere el padre Juan Eusebio, y relaciona el cahallero Pedro Mejin, Juliatl del Casti- llo, Geroniino Huerta, (1) Anotador de Plinio, Botero Benes, y otros muchos, lo que tioy no falta escritor que lo niega, por modernos habiendo sidu tan general.,iente conocido, y notado su provisioii que hacia con sus agnas h toda la isla, de que vino una relacion á mi mano, hecha por un curioso, que se aplicb en aquel tiempo ft examinar todo, y dice Iz llamaban los naturales Garev 7 estaha en una cañada en el pago de Tigalachc, como un cuarto de legua distante de la villa: era árbol grande: su especie no conocida: lo frondoso de sus ramas tenian 120 pies geometricos en torno: el grueso de su tronco como de doce palmos, y su altura de 40; las ojas mayores como de hure1 verde obscnro: tenia fruto al p s t o suave, aromitico y tierno á modo de piñones: destilaba ----u . - .. .- . .

(1) Eicseb(o Rierepberg, en el lom. 3 de su %iiosofia cap. G O . Pedro Mejia, en su Silva de varia Eeccion,, 2.= parte cap.

3.1, fol. .mihi 253. J&an del Ce@Ylg, en s i Hisbwia gótica, l ib. h..', Dispwt .

16 pcig, g ih j . 337. Gerdnimo Huerta en las anotaciones ci Plinio, l ib , 6

urp. 34 pdg. mihi 2-23. Jqan Boterp Betm, ~eluqioues del muqdo. lib. 6 , islas

.&l. ptyia.no aljrinlico, pqg. miht 178.

entre dis y noche 20 pipas en una alberca, que tenia al pie, cabada en tosca, ii que se poiiia guarda: dista del inar legua y media, de donde ;e Ic\aiiíaban unas nubes todos los dias, par.ticul:,rtrieiite reinando sures, 6 vicn- tos orientalcs, que auoientabaii las Iiuniedades, se des- tilalmn del Arbol, qu8 esla á si1 opdsitu: y en todo tiempo se repartian a cada vecino dos y tres arrol~as de agua. Para esta provision despiies que falló el arbol, se baccn estanques de marlcra de Lea, y mdretas píird el irivierno, y el terreno es fertilisimo y húmedo, con quc se pro- duceti los mejores pcistos de esias islas de que st! crian los mejores ganados de todas suertes, y de que SS pro- veeri las islas convccinas, corno tanibien de qucsoj excelentes,- carnes, cecinas, y vivas dr huena calidad, vinos delicados, siendo el autor de estas plaiitas uri ingles, que se aveciiidb en la antigüedad, llantado Juan Bill, en un parage cewa del golfo entre peñascos.

92 G;jese toda suerte de sementeras, annque niuchos años suele crecer la plaga de ciqarro~ies de la tierra: produce todas frutas, aves y caza.

93. No tiene la isla mas' de un uuerto. á cuya ,nave- L

garion lid11 de ser prácticos los marineros, que la fre- cuentan, y en meses determinados, previniendo las +a- rcas, y corrientes, por ser grandes l a s que tienen eoslas y saltaderus, por ser todds las costas de esta irspwas y hralm, y por tal segura de iiivasionrs.

94 No t i w e mas sagrario que en la parr6quia de la villa donde pone el rey dos bznefi~iados, y un convento que hay en ella de San Francisco, que se compone de 10i id religiosos: dista villa csta que llaman de Valurrde, dos leguas de áspera subida del puerto: tiene la isla como 520 vecinos juritos, y divididos en diferentes casales, 60- dos hijas de una pila bautismal; reside en la villa un a1- calde mayor, y regidores para su gobierno, que nombra el conde de la Gornera, señor de la isla, y en todas ellas hay 275 ermitas, donde todas las festivídades se ofcecea Dios el santo sacrificio de la misa, corno kambien ,m el meiicionado convcrito en que se alaba, glorifica, y dan las debidas gracias a nuestro gran Dios y señor, que sea ~betidito por siempre sin fin amen.

; Dcscripcion geogrúpca de Zci isla de En Xadera,

95 Au*:que la isla de 1.1 Madera n o sea hoy de las de la corona de Costilla, FP dprnuectra en esle niapn, en q u e comprehendo las costas, q u e baña nuestro mar Allán- l ico, y por tenerla esci itores por la reina de 61, y se r e n todo de las mejores islas q u e en 61 se contienen.

96 F u 6 hallada esta isla por un acaso impensado, 6 infausto de los amores de Koberto Machin (1) capitan in- glvs, y Ana d e ArTet de quien I i i ~ o rapto en la ciudad de Rristol de Inglaterra, re inando e n aqilel re ino Eduar - d o 111 a ñ o de 1344, y erribarchndosc: para seguir s u viage á España, fue derrotado con la furia d c los bientos. y corr iendo r o n la tempestad, dieron con aquella t ierra: y arribando :iun puerto Iiasta entonces icworado, sosegado

? y a e l niar salieron á t ierra, donde quiso dar descanso h la madama de las t o r n ~ e n t a s pasada, hallando la t ierra yerrnd; y estando cii es te descanso, se Ic ofrecib entrar- les u n t iempo por soltre la t icrra , tan fuerle q u e h i ~ o desgarrar el navio, y cortar los c a l m , sin potlcr evitar- Iv, y correr sobre la costa de Marruecos, donde encalld, teniendo á buena fortuna los q u e salvaron las vidas, que- d&i vsclavos de los moros, siendo este accidente t a n infausto á los infelices amantes, q u e niurieron á In necesidad, falleciendo primero la hermosa Ana de Arfet, e n cuyo parage lo mejor q u e pudo le labrú 81 una capilla, con e l nomhre de Je sus;donde enterrú ;i s u madama, y grab6 e n u n t ú m u l o SU laslimosa historia, y acabo su

con la de los pocos q u e con C I quedaran . 97 Los marineros, que encallaron en DIar ru~cor , Iin-

liaron e,, aquellas masmorras á u n español, llamado J u a n d e SLorales, diestro piloto; y refiriendole ellos ws des- venturas, pasado alguri tiempo, quiso este Morales pasar

los presidios de Portugal , y ciicoiitraridn con J u a n Gonzales Zarco, gentil h o m h e del infaiite 1). E n r i q u e d e l'artiigal, le tralG del descutwimiento d e 13 isla tlc la Madera, en q u e estaba impuesto por los referidos cauli-

( 1 ) Esla hisloria de dfachiri y dc Ana de Avfe l , la refiere Jielokail tom. 2 , parl. 2;". Nicolas de F e t , Grograka de ~ f r j c h . Mons. de Cheoigni, Ciencga de Corte, parle 2, art. 16 de ¡as i s - lcs de Africa.

DE CANARIAS. 301

vos; pero no tuvo efecto este dcscubrimicnto hasta 80 años despues por Juan tionzalez y Tristan Baez, año tle m i l cuatrocientos y veinte, de h d e q del príncipe d~ Portugal. Hallúse esta isla sin habitadores, toaa cubierta de arboleda, situada en altura de 32 grados y 16 minutos, y de longitud en un grado y 35 miiiutos, distante del sudoeste.

Los referidos descubridores le pegaron fuego para poder adaptarla !i la lahranza, con cuyo motivo la desampararon alguti tiempo, obiigándolos el calor del fuego, á recogerse al mar, por librarse de su. rigor y salvar las vidas.

98 Tiene esta isla mucbas montañuelas y bellfsimas llanuras, que son igualmeiite fértiles. Es fecunda en ca- fias de azucar, en miel, cera y trigo, y tiene viñas que producen esquisitos vinos. Quedó esta tierra tan fertilixaJa que producia sesenta por una fanega de simientes; mas al pres~i i te solo produce á diez b doce por fanega, Por la parte dc barlovcnto se halla poblada de frondosos bosques de olivos, viñiiticos, cipreses, y otrc-S muchos árboles de que se hacen obras inuy vistosas. Es isla de mucho comercio, muchas aguas, y hermosas riberas.

99 S u principal ciudad es el Furical acompañada dc un puerto fortificado de un fuerte castillo en un istuio, 6 islote á su entrada, alándose las eriibarcaciones. Au- torirala i?n obispo, sufragáneo ,? Lisboa, que tiene de renta como cinco mil ducados en cieri pipas de vino: cien fanegas de trigo, y lo demas en dinero. Tiene iglesia catedral con su cabildo de canónigos, y demas dignidades y prehendados: la justicia y gobierno son por uii capitan general, y un oidoi que nombra el rey con titulo de desembargador, cuyas apelaciories van al consejo de Lisboa. Hay otra villa que se Ilairia Naehico, con un buen puerto por el nomhre da Machin su primcr descubridor; y Santa Cruz con tres parróquias, en que habrá como 7 3 vecinos.

100 Dividese eii cuatro comarcas, que son: Funcal, Comcrico, Cámara de lobos y Santa Cruz: es abundaiite de todos géneros de frutas, peras, manzanas, dijrazaos, melo11esa cidras y naranjas: como tarnbien aves y carnes

todos @neros. El comercio de !os vinos es abundante 21

para proveer el Norte, y Brasiles. Ademas de las muclias fuentes que la hacen tan fresca y amena, tiene oeho ríac:luelos, que la riegan como un jardin muy cultivado; y asi lo dice Juiin Botero, (1) y refiere á Luis de Cada- mosto de la amenidad de esta isla, diciendo, que todo lo que se produce 'en ella es oro.

Dcscripcion geogrd&ca ,de l a i s l a ¿le P o r t o - S a n t o .

1 Diez leguas distante de la isla de la Madera, á ya parte del nordeste, y algo mas al leste, en altura de 33 grados y algunos minutos, arrimándose del norno- rueste al sudoeste está situado dicho puerto. Tendrá cinco leguas de longitud y dos de latitud. Tiene surgidero oeste sudoeste: una haliia junto á las casas, en medio de dicha bahia Y 12 brazas npiirlada. Descubrieron esta pe- queña isla Juan Gonzalez Zarco, y Tristan Baez Teye, aiío de 1419. Prodiice la orcliilla para tintas, poco trigo y cabras. Padeció este Puerto Santo correrias de . los corsarios, para cuyo resguardo tiene un castillo sobre una montaiia. No obstante, fuí3 saqueada por las armas de Bririton, corsario ingles, año de 1436, y frecuentada de las correrias de los Saktinos, que en el año de 1406 ro- baron 700 personas: es isla de señorio. Produjkronse en ella tanto los conejos, que devoraban las mieses, g pusieron en peligro a sus habitadores, no pudiendo reine- diar el estrago, y destrucion que conellos padecían. Hay aquí gran cantidad de arboles dragos, de donde se saca la g o m a q u e llaman sangre de drago, para diferentes remedios.

Islas Salvages

Ent re la isla de Tenerife, y la de la Madera se hallan unos dos islctes, 15 bajos, que llaman las Salvages, en 30 grados d e altura, y un grado y 54 minutos de longitud al norte un poco mas hácia la de noroeste .de la piinta de Nasa 27' leguas. Este bajo corre del nor-

' ( 1 ) Juan Bolero Benss, Relaciones u?~iueuales del Hundo. Is la de la Illadera, píig. mihi 178, Luisde Cademoslo.

DE CANARIAS. 303

deste, sudoeste, y tendrá de longitud media legua. Tie- ne orchilla, y gran cantidad de aves marinas y terres- tres de excesiva crasitud, que los españoles llaman pardelas, y los portugueses caparrias. Por los meses do Octubre pasan de la Madera todos los años á cazarlas, llevando cantidad de pipotes para llevar s u grasa, como para llevarlas en sal, y los pichones son regalados. Dos tres leguas al sudoeste de la p i n t a del sudoeste, hay una grande piedra, entre otras, que parece una vela.

sobre ]la isla Antilia, 6 de san Borondon ó Brandon, sus apariencias y eimientros.

1 pinion fu6 de los mas ant iguos escritores de nuestras islas el E~allar ocho c n número; y asi se repara e u el cap. 32 lib. 1. O d e Cayo Pliriio; (1) y reforzan-. do sus nombres, llamar la q u e n o conocemos, Ora Solis, por lo occidental de s u situacion, y Aprositus, hoy isla q u e ignoramos, y n o tratamos, aunque desde q u e estas RC conquistaron, se tenia la fama de ella, y relacionaban s u prodigiosa ocultacion, q u e menciona el maestro Pe- dro de Meditia, (2) r e f i r i e n d ~ Iiaber visto e11 u n Tholo- meo, dirigido al Papa Utliano, y jun to & s u planta u n a descripciori latina, q u e contenia el q u e esta isla Anti l ia fuci eri o t r o t iempo vista, y t ra tada de los lusitanos, y ahora iio se halla y q u e liay gentes q u e bal)lrin la lengua d e los godos esparñoles, q u e sc ret i raron de los moros, cuando el Rey D. Boclrigo perdió & E s p a ñ a a ñ o de 721, y que tienen un arzobispo y seis obispos, y cada uno SU

ciudad propia, que viven cristinnicimamente, abundantes de todos los bienes necesarios, y t ienen muy hueoos puertos y rios, y 87 leguas de largo de scpteotr ion á medio d ia 28 de ancho, situada casi e n el pamlelo del estrecho d e

(1) Cayo Plinio, en s u Historia n a l w a l , lib. 1 , cap. 33. (2) Mtro. Pedro de Medina, e n eE libro d e 117s G i v n d f z n s rle

España .

~ L r a l t a r en 36 gridos de altura, lo que sigue Antonio de Hecrera, Julian del Casti,llo (3) y otros, aunque el doc- to.!. D. Juan de Solorzano' lo tiene por . fabuloso; y yo no puedtb menos que reparar en cuanto á . la situacion, quu se pon? á esta isla Antilia en el paralelo del estrecho de Gibraltar, en 36 grados de altura; porque mirando la rc- gular graduacion de las tierras, continentes 6 idas, lo prinicro es lo que se aparta del ecuador G linea equinocial, el cabo 6 costa meridional be ella: y considerando esta, segun se. ha manifestado, correr d e entre las islas del Nier- r o 6 Gomera al oestnoruest, le considero en 25 grados: g .siendo cierto que sea su longitud de 87 leguas, 'solo akanzaria la punta, 6 estrerno septentrional á 33 grados. si'endo- notable diferencia.

2 El doctor Luis Morerí @) en su eruditisinro diccionario impreso en lengua francesa afio de 1712 letra T, hablando de la isla de Tenerife, y dc la altura del pico de Adan (6 de Teide) dice descubrirse . d i ,Bl todas estas islas;, n i u ' c h veces se ve de 151 una isla., que las cartas de geografia no apuntan, por q w si11 una especie da milagro, los nnvios no In eiicueiitran, intentan- d'o .muchas veces inutilmentc: cl llegar á ella: los que han estado en tierra, despues de haber salido, no la han podido volvcr h hallar, por cuya causa la llamaron la isla encantada, y de san Borondon, 6 Brandon, como refie- r e en la letra 1 pag. tnilii GSG, y que los portugueses la situan 100 millas de estas islas, que son 33 y media leguas.

3 Diversas veces se ha visto, y encontrado esta isla, de que tenemos muchos tcstirnonios, que lo testifican, siendo de las mas a ~ t i g u a s que encuentro; por los años de 1570, cn tiempo que cm regeiite de esta real audiencia el doctor HIeroan P e r e ~ de Grado, que corriendo en esta isla la noticia de aparecerse la referida isla de san Elandon en aquel tie-mpo, con mas frecuencia para dar noticia á S. M. por lo q u ~ pudiera convenir su real servicio, tratb de su jcstificacion, recibiendo testigos, y recibido

(1) Antonio de Herrera, Dee. primera, lib. 1, cap . 7 , infinae JuLiark del Castillo, Historia Gófica, l i b . 7, Disc. 2.

( 2 ) Dr. liloreii, Diccionario Lit. T , folio m i h i 740, Lil. 1, tomo 3, púg. mihi 626.

DE CANARIAS.

entre algunos, uno que declaró, que obligado de la fuerza de los vientos, viniendo del Rrasi: eo una caravela. cuyo nombre dijo, maestce y piloto, era un por- tiigues, llamado Pedro Beldo, que di6 fondo en un puer- to al cabo del sur de una isla á la boca de un arroyo: echaron el batel, y fueron á tierra cinco 6 seis hombres, con algunas armas: que hallaron mucha arboleda en el desembarco; y al tronco de uno que dijeron ser bar. busano, estaba clavada una cruz con un clavo, cuya caheza era como un real d e á cuatro, y cerca de ella tres piedras en triángulo. con señal de haber becho fi~ego, y que se Iiabia puesto Q cocer en algun perol cantidad de lapas cuyas coiichas se hallaron alli: y pasadose á entrar la tier-

, ra, vieroii unas vacas y buejes, las pieles y un rebaiio de ovejas; y quericiido tomcr algunas para llevar h la embarcacion, llegando cerca de ellas, se retiraron y entraron mas á la espesura del monte, y los dos liomhres q u ~ las seguian; y pasando á un llano el declaranle con otros com- pañeros, que era de tierra suelta, vi6 en ella seiialados pies liunmnos, cuyo tamaño era como dos de los suyos, y lo largo del paso 5i la misma proporcion: vieron tainbien muchas aves como gallinuelas, y otras como gallinas de Ber- heria, &c. y oyendo que düban voces de la calakela, y yien- do que gamba, y que el mar se arnpollaba, repitieron llamar á los que habian zeguido el ganado, y que no salieron: tomarun el batel con intento de iavl,rccer la cm- barcacion y volver por los referidos, y se vieron l u c p que llegaron á bordo, precisados á levarse obligados del huracan, que les acometió: y soli~itand,) mantenerse sobre la tierra, por coger los dos 6 tres Iiomhrcs, qne se les quedaron, al siguiente dia no be vi6 ni en otros dos, que porfiaron en su demandd, asegurando el piloto no estdr distante de clla, cula ocultacion le hiso proseguir su viage, conociendo no ser tierra de las Canarids, ni de la Madera, ni otra conocida. Y por provision de la audizri- cia de lres de Abril de 3570 en progreso de Iris diligcn- cias ii que se bahia dado principio, dirigida á Alooso de Espinosa, go1)ernador de la isla clcl Hierro, para que I r i - ciese inforrnacion, lo que lii/o ante Juan OTarqircz, escri- bailo, recihiendo mas de 100 tsstigos, que vieron la nien-

-eioiiada isla, hasta poncrse el sol, mostránd ose siempre que sc ve, dc un rnimo viso 7 forma, hacícnclo 9 n me-

dio una etisilhda, y e n cada lado una montaña, la una por Ia parle del norte baja tejada un pedazo, y desde esta iiiontuiia baja corr ier~dola tierra basta cerca del mar donde se 11ac:e una montaíia redonda q u e es el remate de toda la tierra por aquella hancid del sur, y desde esta montaña corre la tierra coino una cuesta ii dar al mar y con la rnisina piovision circular á las demas islas. se logr6 haberso encontrado con el piloto Pedro Bello, quien declaró e n todo coilteste B s u compaíiero, examinado en Canaria p o r el mcncionsdo-regente. De otras inforrriacioiies hace relooion Pena (1) habcrse hccho en diferentes tiempos, q u e se rnostrci ebta isla, y en t re ellas una q u e se h i w ~ 1 0 ~ " 1 i c c n c i a d o Pedro Ort iz de Fuiiez, inquisidor, esi t ando cn Tenci irt: haciendo visíta y uno de los testigos, q u e depuso haber estado en la isla, fu8 Marcos Vwde, q u e dijo, que volvier~do de Iu Berberia con la armada, observatido la a l tu ra de estas íslas vi i i 'a l lado del poniente, echando punto en la car ta , y coojetu~'and.o p o r el parage y sei?,iles ser la isla de san Blandon, arri- h 6 a las costas de clld, y corril:r.doles, surgió el navio e n la boca de uii barranco: srlib ii t icrra con algunos hombres cerca de media iargie, y h a b i h d o r e separado s u gente, !a que fuC necesaiio rccoger, por q u e del iiavio hacian sefin, y se volvio á 61, donde su acordó dcjar para el o t r o tiia hacer mas esploracion; y llegada la coche, Ic; s3ii6 tal t ienlpo por la boca del barraiico, q u e le h i ~ o garrar con las Bncoras arrastro, y eii breve t iempo pcrdid de visla la t ierra . Y o t ro frances q u e es tuvo en 'Fenerife por los arios de 1686, tambien d ~ p u s o , q u e corr iendo con tosineitta 5 estas islas, q~ iehrados los árboles, arr ihb á la isia encubierta, y salib tierra, don- di: ~ o r l ú u n árbol, estándolo Ialirando con rriuclin priesa, en q u e trabajb mas de medio dia, y yo ccrcnna la noche, le sottrevino una horrCisca, que le Iiizo salir d e aquel parage, 5. al o t ro di3 arrihó A la isla de IaPalmd: q u e la q u e d q 6 es t ierra de tnuclia arboleda, q u e nace desde la costa del mar con gran frondosidad; y d e o t ras personas, quc: ascguraron ser scalmente tierra, la q u e s e rnira de la distancia de los de Tenerife, el Hicrro, 60-

(1,) Jnun Rufiez de la Peña, cn su Dcscripcion de cslns islas de Cana~icc, l ib. 11, cap. 1: p ú j . 3.

DE CANARIAS. 309

mera y Palma, de donde h a n s ido sus úl t imas vistas e n cste tieiripo, dia de san Marcos '25 de Abril de 1730, estando todos los vecinos del Iugai. de Tijarafe de la isla de la Palma en la circunferencia de la ~ a r r ó ~ t i i a , para o i r la pKilica de mision, que bacian el re sentado Fr. Jos6 Zainbraiio, y el piesentado GarzBs, de esta brden [le s a n m Domingo, fi las horas de las cinco de la tarde vieron d ~ s c u b i e r t a y clara dicha isla, dos horas y rnedia q u e la noche la obscureci0, y Irel~iriridose puesto el sol de amhas partes, y- el m e d i o de la t.ierra obscuro; estaba c : t Iiorizonle claro, sin íirrumszdti de celages, el t iempo t)onancible, que lo se vieron en dicha tierra, dos celii- ges pequeños divididos, q u e corrian y se desbarataron, quedando la tierra firme, sin q u z les quedase diida fi 10s testigos oculares, afirmando ser tierra 6 su parecer ciertamente: y q u e al mismo t iempo estaban viendo d e Tun- ta-gorda, lugar cercano 6 Tijarafe, de la misma forma, y con las mismas ~ i r c u n s t a ~ i c i a s ; p asi lo declararon los beneficiados de los dichos lugares y los padres misioneros y vecinos y lo mismo se vi6 e n cl referido dia de la puerta dl! la parroquia dcl lugar de GaraTia de esta isla, 5 horas d e ponerse el sol, q n c SP juntaban los vecinos al rosario: y cuando salieron de haber cumplido con estq- devocion ¡a . volvieron á ver i o n el reflejo del sol, y clar.idad de la luna de la misma forma, y con las propias señas, estando el mar claro, limpio y sereno, y cielo y dcspejadus. horizonte.

4 Dicen tarn1)ien algunos haberla visto el dia 23 de Jtt- nio como -se vid el dia de san Marcos y el domingo 3." del nies de Seticrnbre del mismo a ñ o se tuvo presente del pago d e Tijuya antcs de salir el sol con las mismas scnales aunque con algunas ricbliiias por medio, p lo de- ma+ dc la t ierra -claro, mas de una hora azul como la isla del Hierro (que tambicri veian) q u e se iba cubrien- d o despues que se descubrió el sol.

5 E n el mes ?e Q c t u b k estando ocho hombres aser- rando~nadera cn la curiibru del Charco milando el mar á borr 4 1 ~ medio dia, vicron clqra y limpia la isla del Hierro B igual otra iile mas al oeste, mayor y mas rasa aunque con los tres rnonlañiis releridiis q u e cstalsan blaacds como pajonal, gal priiicipio q u e la virron cubierta la punta q u e m i r a 81 norte bOn cehgcs blancos q u e corrierun para el

310 DESCRIPCION HIST~RICA

sur, y se fuC descubriendo dejando limpia y clara toda la isla como las demas, y que sobre la tarde se volvieron 6 correr los eelages por medio de la tierra y sc obscureció dejando claras Ids dos puntas, afirmando todos ser isla ciertamente, y que siempre que se tia naiiifes- tado ha sido de u m misma forma, y asi consta de los aútos hecbos por el leniente de la Palma para esta ave- riguacion d t donde se escribió esta relacion en 9 de Abril de 1711.

6 Estando nuestro ohispo D. Pedro Dálila en visilir gcneral cn la isla del Hierro, avisaron verse la isla de san Blandon á que pasó el padre Francisco Ruano, de la com- pañia de Jesus y un capcllan del prelado y la vieron y me la mostraron dibujada. 7 El padre maestro Fr. Benito Feijoo (1) de la ór-

den de san Benito en su Teatro critico, eslor~ándose a impugnar el concrpto que se tiene de nuestro asunto tr-e los dos fcnómenos que el uno se ve mnchas veces por los moradores de la ciudad de Reggio del reyno de Nápoles que llaman la Morgana que se levanta sobre el mar vecino ii aquella ciudad. hacitScdose una magnífica apariencia en que se divisan edificios, bclvas, hombres, brutos y todo lo que puede componer una ciudad con el terreno adherente, que poco tiempo há observó el padre Luis Fevillee a in imo de la academia real de ciencias de Fran- cia, insignc matemitico que estuvo en estas islas, en la de Terierife año de 1725 de brden de los dos monarcas parecib una mañana ~:n frente de Marsella uua nueva tierra en que se veían j divisaban con los catalejos montes, árboles, rios, animales y todo lo dernas poldado un p i s , fu6 avisado Eevillbe quicn vi6 lo mismo de taii porten- tosa novedad, qaien hacieiido luego mas atenta reflexion volvió los ojos á la tierra de Dlarsella y lia116 representado en f a nueva tierra lo mismo que contenia cuanto habia en aquella de que coligib ser nube especular donde se impresionaba la figcira y campo que contenia eii frente como sucede en los espejos.

8 RIuy pronto anduvo el padre maestro Fcijóo en la pariedad de nuestra isla Borondónica pues la dc la Palma

(1) El P. Bnailo Feyjóo, Mlro. General de su religion Ee- ncdiclina, en su Teulro Crilico, lom. 5, . Disc. 10.

y el Hierro que son las mas cercanas en la distancia de mas de 30 leguas, teniendo tan difcrentesperspectivas 6 visos, se las quiere apropiar Q los dos fenomhos, no haciendose cargo de los ocultos juicios del altlsiino, y 10 que s u poder tiene determinado disponer como se ha vis- t o manifestar ú ocultar muclias partes del mundo; ¡cuantos siglos tuvo el nuevo mundo oculto! y en el tieinpo de tiuestros abuelos ller6 de Canaria á quien lo ma- nifestó, y Ins Batuecas en el riñon de España en el tiempo del Rey D. Felipe 11, y hal~er ocultado la provincia de Manskn en IU Georgia qiie trae y refiere como ocu- lar testigo el padre Agton hijo de un Rey de Armeniit que escribiú las cosas de Oriente de úrdrn del Yontifice Clemente V, y refiere Amaro Seatrro y D. Sebastian Fernandez de M(~drano, y las colouias que tenian los no- ruegos en la Groelandia las cuales se Iian ocultado y aunque lian salido diferentes escuadras de diversos principes en

-su husca, no las han podido encon tn r siendo de mucho trato, frecuentadas de las naciones sr;tentrionalcs, y su ocultacio~i despues del ario de 1400 y repetidose su demanda liasta el año de 1636, como lo tiene el doctor Wo-

~ reri (1) en su eruditisimo diccionario, aunque el padre Fcijho (2) vive asdgurado de que todo lo tiene negado.

FIN DE ESTA HISTORIA.

(i) Moreri, en su Diccionaaio, L,it. C T . p i g . mihi 302 de la erlicion de 1712.

(2) El Mlro. FqjjOo, to,mo 4, Discurso 10, n. 33 sobre la isla de S . Eorondon.

IINDPCE alfabético &e los escritores qire se citan en esta obi*i.

Aharco. Abrahan Brovio. Ahriihan Ortelio. Acosia. Agustin Justiniano. Alarcon. Alonso de Ovalle. Alonso el sabio rey de Castilla. ~ l o n s o de Espinosa, domínico. Alvarez. Aiidrade . Andresvaldecebro. Antonio Remesal. Antonio Sabelico Antonio Morales. Antonio de Lebrija Anxonio de Sena. Antonio de Herrera. Antonio Zeleño. Apiano Alejandro. - Arcángelo Madriguano Aristóteles. Aulo Gelio.

Barros. D. Bartolonik Cayrasco. Bartolorné Argensola. Bartolome Casanova. Eavia. Rernal Diaz del Castillo. Bernardo Alderete. Bensoy, autor Francbs. Bleda. Bobadilla Bontier.

Calanchas. Carrillo (el A'bad.)

DE CANARIAS-

Castillo (D. Julian del) Causino. Cepeda.' Chevignl. D. Cristobal de la Cámara. Cristobal Suarez de Figueroa. Cienruegos. Claudio Ptolomeo. Colegio Conimbricense.

- Corriefio Nepote. Covarrubias.

Diego Ortiz.

Eduardo Menisman Eneas Silvi6 (despues P.io 11.) Espinosa. Esteban Conrado; Estrabon. Eugenio Gonzalez de Torres.

Florian de Ocampo. Francisco Petrarca. Francisco Ruiz de Vergara

Garibay Garzilaso. Ger6nimo de Quintana. .Geriinimo de Zur i ta . Gil Gonzalez Dávila. Gomara. Gonzaga. Gregorio Turonense (San)

Rernando del Pulgar. Hernando Camargo. %Hurtado- (D. Pedro) . Historia francesa. '

José Pellizer (D.) Josb de Acosta (el P.) ,Tos&' Alvarez de la Fuente,

Juan Botero Benes. Juan Tamayo. D. Juan Nuñez de la Peña Juan de Abreu Galindo (Fr.) Juan de Torquemada. Juan E usebio Nieremberg. Juan Baños de Velasco. Juan Marques.

Kenisman, Hirker

Lisboa. Lucano Lucio Flavio Dextro. Luis Marineo Siculo. Luis de Ledesma. Luis del Mármol Luis Cabrera de Cijrdova. Luis de Guzman. Luis de Cadamosto. Luis Moreri Luitprando . Marcos Varron Mariano Marcilio Lesbio Marieta. Mastrio. Maten (D. Lorenzo) Mesia Montalvan, Moynet

~ i c o l a s Antonio (D.) Nicolas Bams , .

Oderico Reynaldo . Ogeron. ...

Ovidio . . .

-Parra .: Pedro. Gomez E~tudero-

DE CANARIAS.

Pedro Danes '

Pedro de Medina Pedro Martir Piedrahita Pineda Plinio Plutacco Bomponio Mela. Pulchas, frances. . .

Quiros Rcrman Rojo Riva de Neyra

. Salceao Samalloa Salustio Santiago Redondo. , Scory lngles Scbastian de Továr

Teatro de Osma Tomas Walfiiigao. Tucidides .

Vauder (D. Lorenzo) Wandingo Fraiiciscrno Vasconcelos (el P. Sinion) Velasquez de Mena ,%

Verrier Isidoro (San)

ZUñiga. Zurita .

CATALOGO be los Sres. obispos de eritas ishs por &den alfabético .

D. F. Alberto de las Casas, « Alonso de Barrameda. . i( Alonso Ruiz de Virnez.

DBSCRIPCION E ~ S T ~ R I C A

(( Antonio de la Cruz. Antonio Corrjonero.

(( Antonio de lbarro (( Bartolomk de Torres.

Bartolon~& Garcia Jimenez Bernardo Vicuña y Zuaso Cristóbal Vela.

u Cristóbal de ,la Cátnara y Murga. (( Diego de Muros. (( Diego de Deza. (< Diego Lopsz d e lllescas. N Feliz de Berna Zapata. (( Fernando Calvetos. (( Fernando Yazquez de Arce. (( Fernando Rueda. (( Fernando Suarez de Figueroa. (( Franeisco de la Cerda.

Francisco Martinez. K Francisco Ganiurra. (( Francisco de Sosa (( Francisco Satichez dc Viilanueva. (( Juan de Frias. (( Juan Peraza. K Juan de Salatnanca. (( Juan de Alzolarez.

Juan Zuñiga. K Juan Carriaso. (( Juan de Guzman. (( Juan do Toledo.

Juan Ruiz Sipon. K Lope Velasco. (( Lucas Conejero. (( Luis Cabeza de Vaca.

Melchor Cano. (( Mendo de Viedma. (( Miguel de la Cerda. (( l'edio de Ayala. (( Pedro de Herrera. r< Pedro Mtinuel Dávila.

Rodrigo Gutierrez de Rosas. (( Tomas Serrano.

CATALOGO de tos gobernadores, y ca- pitones á gaerra de esta isla de Canaria.

D. Agustin de Survarhn. (( Alonso Fajardo. (( Alonso Escudero. N Alonso d d Corral. (( ~ l o i i s o de Alvarado. u Antonio Pamachamoio. K Alvarv de Acosta. (( Antonio de Torres. rc Bernardino de Anaya. « Bernardiao de Ledesma. t( Bernardo del Nero. XC Diego de Aguila. (( Diego dr! Melgarejo. (( Fernando Osorio. (( Francisco Rlaldor~ado. (( Francisco Ruiz de Melgsrejo viene por

visitador y reformador. Francisco Mesia-Marquez Pedrosa.

(( Francisco de Rua. (( Gerónirno de Valderrama. t( Juan de Siverio. (( Juan Ruiz de Legarte. (( Juan Ruix de Miranda. (( Juan Rezerazo. (( Juan Pacheco de Benavides.

Juan de Benavides. u Juan Martin de Benavides. (( Lope Sancber. Valenzuela.

Lopede Sosa. Luis de la Cueva.

(( Luis de Mandoza Salazor. (( Rlsrtin Gutierrez Ceron.

Martin de Betiabides. (1 Melchor de Morales. N Pedro do Algaba. (( Pedro de Vera. K Pedro Suarez de Castilla. « Pedro Zeron,

22

(( Pedro Barrio. u Rodrigo Manrique de Aouiia. (( Sebastian Briceños. (c Tomas de Cangas.

CATALOGO de Pos capitanes generales y presidentes de la real aucliencia,

D. Agustin Robles y Lorenzana N Alonso Davila y Guzman « Antonio de Eril, N Felix Nieto dc Silva [L Fernando Cnacon u Francisco Bernardo Varona

Francisco Josh Emparan. N GaLriel Lazo de la Vega. cc. Gerbnimo de Benavetite y QuiAones c< Gerh in io de Velasco. rc Joct! de Cliaves viene por pacificador. « Juan de Toledo. K Juan de Rivera y Zambrana. U Juan do Mur y Aguirre. K Juan de Balboa Magrovejo. (( Lorenzo Fernandez de Villavicencio. I< Luis Fernaiidez de C6rdoba. r( R.l[iguel Gonzalez de Otazo I( Pedro Or r i l lo de Guzman. u Pedro Ponte y Llarena (( Sebastian Eurtado de Cwcuola. (< Ventura de Landaeta y Horna. (( Iñigo Brizuela.

DE LOS LIBROS Y CIPITULOS

LIBRO PRIMERO.

CAPITULO 1; Del origen de las islas, y asiento de estas de Canaria.

CAPITULO II. Del sitio de nuestras islas en el mar Occeano, costas de los continentes que sus aguas bacan, pueblos y reynos mas vecinos, y origen de los habitadores de estas.

CAPITULO III. De la pohlacion de estas islas de Ca- nario, y origen de sus naturales.

CAPITULO 1V. De los primeros que a ortaron h estas islas de Canaria, y de IU pre i' jcacion evan- gelira que tuvieron sus habitadores.

CAPITULO V. De los primeros movimientos que hubo, y mercedes que se hicieron para que se cori- quistasen estas islas.

CAPITULO VI. De la -merced que el Rey 0. Enri- que JII de Castilla hizo de estas islas de Ca- naria al Almirante de Francia Mons. Rubí de. Bracamontd y cesion que este hizo B Juan de RrtSencourt sn sobrino quehizo conquista de 4,

CAPITULO VIJ. De las mercedes que hixo el Rey D. Enrique á Bethencourt, y el pleito homenage q u e le hizo.

CAPITULO -VHL De la entrada que hizo Gadifer de la Sale en la isla Erbania.

CAPITULO 1X. Como pac6 8 18 gran cana& y-m- ficias que tomb de los naturales. .

CAPITULO X. De la entrada que hizo en la isla del Ilierro Gadifer.

CAPITULO X I . Del arribo de Mons. de Bethencourt 6 la isla dc Lanzarote en su vuelta de España y su progreso en la conquista de estas islas.

CAPITULO X11. De la invasion que hizo Mons. de Bethencourt en las islas de Erbania y en lo gtan C a n a ~ i a ; discordia con Mons. Gadifer y viage de los dos h España.

CANTULO X111. Como feneció la conquista de Erbania.

CAPlTULO XIV. Del viage que hizo Mons. de&- thencourt al reyno de Francia y disposicion que dejó en- el gobierno de las islas; su vuelta á ellas con muchas familias y pertrechos para proseguir la conquista.

CAPITULO XV. De la entrada que hizo Nons. de Bethencourt en I U isla del Hierro, y facilidad - con. que se le rindi6.

CAPlTCTLO XVJ. Vuelve Juan de Bethencourt a Fran- cia por Soma; dale su santidad Obispo para estas islas, y muere en su casa.

CAPITULO .XVII Del gobierno de Mons. Maciob de - Bethencourt en estas .islas, su mala conducta y " remate de él.

CAPlTULO XVIII. De !a armada que el rey D. Juan 11 y la reina doña- Catalina su madre enviaron 6 islas 6 cargo del Almirante 'Pedro Barba de Campos, para rqprimir los escesos de Maciot

. dc Bethencourt y de l a s ventas que este hizo de eHas.

CA1'ITULO XlX. D e 1. dueños que %an t-eiiiilo estas- islas de Canaria sus ventas y traspasos, has- fa haber sucedido en ellas Diego Garcia de

L . Hcrrera y doña In6s Perazo su muger, señora piopietaria, y de lo que hícieion an SU <conquista: . .

CAPITUZO XS. De la religion, ritos. política, gobierno y nostumbree de los antiguos naturales

- dE &sCis Islás de Canaria. . CAPtTCLO XXl. .De la vecija de Diego- Garcia do S - ., , &rrcra y X o ñ i J n b 1:eraza.á estas islas, y lo

- - " - - ,o- - - - - 0 * .- - * - - i

-- DE CANARIAS.. .. .. 3%

que en ellas 1 hicieron. 65 CAPITULO XXIIzDe como! Diegu Garcia de IIerre-

ra y doña Inhs Peraza pasaron á Fuerteventura, redujeron á sus inquietos natumles y fundaron convento de religiosos minoristas. 68

CAPITULO XXIII. De como los gomeros recibieron voluntarios á Diego G a ~ c i a de Herrera, y causa$ de que procedi6 este hecho. 69

CAPITULO XXIV. De como ha116 Riego de Iierrc- ra la isla del Hierro, y de su regreso á Lan- zarote, y prision que hizo _en Canaria de la so* brina del Guadartheme. - -72

CAPITULO XXV. Dc como Diego de Hcrrera pro-' veyb anduviese una caravela, entre las islas dc la Gomera y Hierro, armada para -mantenerlas. 75

CAPITULO XXVI. De la venida á Fuerteventura de S. Diego, y venerable Fr . h a n d e SantoEc6s, religiosos de San Francisco. 76

CAPITbLO XXVII. Del viage que hi to Diegcv Grircia de Herrera á Tenerifc; paces y rendimiento d e vasallage, que hicieron los nileve reyes de aquella isla al rey de Espafia 79

CAPITULO XXVIII. Do la cntrsds dc Diego de He- riera en Canaria: batalla que tuvo con sus na- naturales, y martirio de cinco religiosos de San Francisco, que llev6 en su compañia. 81

CAPlTULO XXIX. De lrls paces que hizo Dicgo de Merrera con el Fayacan de Tclde, á quien di6 treinta muchachos en rehenes por: hacer con t i - tulo de casa &e oracion una torre en el puer- '

t o de Gando. 83 CAPlTULO XXX. De como llcgt la noticia á Dic- . go Garcia dc Hcrrera, de la pkrdida de la tor-

re do Gando, y perdida do su guarnicion, y da -

la generosa resolucion de doña Luisa ci'adar- therne, por dar libertad á los rehenes. 86

CAPITULO XXXI. Dc la venida de Diego di: Silva ir Fucrteventura: su casamiento con D." Maria - de Aysla, hija de Diego Garcia de Herrera:

% junta dq las armas de unos y otros. con qria pasaron á Canaria. 89

CAPITULO S X S I I , Dt: los asaltos quc liicicron 10s.

vecinos de Lanzarote en Cariaiia, y estratagemas con que los veocihron ios naturales. 9-2

CAYlTULO XXXIZI. De las quejas que se dieron de Diego Garcia de Jlerrera; y lXD Ines Pera- za, su rnuger, por sus vasallos: y como los reyes cat6licos les tomaron, J compraron íás ties islas. !J3

LIBRO SEGUNDO

Que contiene las conquistas de Canaria, T c - merife, y la IBiilma: asalto de Dicgo dc

Herrera cii la costa de Africa.

CAPITULO l. De la venida de Juan Rejon á la conquista de Canaria 99

CAPITULO 11. En que se refiere la segunda lata- lla que tuvo Juan Rejoii con los Canarios p victoria que obtuvo 104

CAPITULO 111. De la armada de Portugal, repeti- - da por el rey D. Alonso el Y, que quiso con-

federarse con los canarios para espulsar los castellanos. 105

CAPITULO IV. De la tala que resolvieron hacer los castellatios en las plantas, y mieses de los Gana- rios y como se vitiieron muchos d Real, y tornaron el santo bautismo. 107

CAPITULO V. De las inquietudes, y emulaciones, qve se encendieron entre los conquistadores, 108

. CAPlTCiLO VI. De la providencia que los sefíores . reyes católicos dieron Q los informes, pan'dan-

do por gobernador de la conquisla á'Pedto de la Algalia. 109

CAPITULO VII. De la vuelta de Rejon d h a r i a ; causa que se le hizo por %dro d e la Algaba, con que le envi6 preso á Espafía ' 11s

CAPITULO 7111. Del arribo de Juan Bejo~ de vuelta á Canaria donde hizo degollar al gobernador Pedro del Algaba. 113

CAI'lTUJ-O 1X. De la vcnida. de D. Juan de Frias

. rimero obispo de Canaria, y arribada $0 ,Pedro h r o n con pertrechos, y M>M.C~OS p a r t i a Uon- quista que' enviaron los reyes cathlicos, -, ' ' : - . 114

CAPITULO' X. De. la venida de Pedro de Vera por ' ..gobernador de esta i d a de Canaria;: y: .su coa- quista, . acompañado de Miguel de . Mbjicz+: '- A15

CAPlTULO XI. De como Pedro de Vera. dib pro- '

greso Q Ia conquista sacando los canarios' que ha116 en el Real de las Palmas. 118

CAPITULO XII. De la entrada que hizo Pedro de Vera coti su gente en los campos' cáuarios, y- ' reencuentro, que tuvo con sus natura!es. 153 f

CAPITULO. X1lI. De Id disposicion -quehizo',. ;Vera..' para pasar fabricar, la torre de'Agaete, dofade:,. puso por -alcaide Q Alonso de 'Lugo: . - "- 183

CAPITULO XIV Del arrího de Juan Hejon ii este puerto de. Canaria pasando A bacer la conq.uis- .

ba .de la isla de .la Palma; y,su rnuerte violente' . - . en la de la Gomera; queja qua di6 IÍ los -r;eyes..,

'. D.a Elvira de Soto'mayor, sumuger,y-llamaniiento '

que se hizo B Hernaii Peraza, señor de dicha- isla. 124 CAPITULO XV. De como las partidas, y :espias .

que batian las . cercanias de Galdar. lograron - 1 I : prision der~henesort Sp idan , Guadartlieme de

*. ' . . . la isla. ,. 1 27 CAPITULO XVI Del embarco que se hizo de ,T5449-,.t

' , sort "Se~ni?ad, Guadhrtheme, ion los quince- 'de, ' l . su - compania, al cuidado y asistencia-dc Miguel

. , de .Muj.ica.; para que los-preseiitase--8 los .señores r q o catblicos; y la 'estimacion que de C t : bi-

.. , . ci.eron ha$% su yuelta. B esta isla de Canaria'. 329 ' "-.CAPITULO XVI'I: De ,las discordias y guerrillas '.que

se éncend&ori eatre los canarios, por la ausencia.' : y jirision.' de - Guadartheme Thenesort ' sobre.

. , '-nombrar goberriadores del, r a p o por ia menor edad ds las. priricesas. , , - 133

G@ITULQ XYPI: De.10 que hizo D.. Fernahdo , . . ti---G&darth'eme para rinir los canarios-'& -las. tro-. . . . .

, . . - ., pas, castellanas:-y Como sali6. a solicita'r y- traer - - a?asLque estaban' 'retirados con I'as infantas cana- . . . . . - : - . . , t . i , . < - .... . . . . . - . . riaE ., . 135

CAPITWQ . . . =?L. ?e . la. retiolllcion- . . . . . . . quo hicieron Pe- .% . - , ' 3 , . . . . . . . . . . . . . , , , . . .

dro de Vera y sus capitanes de dar remate á la conquista de Canaria con el auxilio de D. Fernando Guaddrtbeme y sus canarios. 137

CAPITULO XX. De la ercccion B institucion de la santa Iglesia catedral de Canaria. 143

CAPlTULO XXI De las eiitradas que hizo Diego Garcia de TIerrera eii la costa de Africa: como

- construyó en ella el castillo de santa Cruz de mar pequeña. 146

CAPITULO XXII. De la muerte que los gomeros dieron á Hernan Peraza su señd)r, y castigos que hizo Pedro de Vera gobernador de Cana- ria. 149

CAPITULO XXIII. De las justicias que hizo Pe- dro de Vera.con 1,)s gomeros que estaban en Cana~ia : librase uno de la muerte por intercesion de santa Catalina martir: y falta al respeto del obispo Pedro de Yera. 1st

CAPITULO XXIV. De la venida de Francisco de Mafdonado por gobernador de esta isla, y p.es- quisidor de los,escesos de' Pedro de Vera, á quien remitió á lg,corte. 153'

CAPITULO, XXEiDe las disposiciones que se liacian para conquistar las islas de Tenerife y Palma: y como se le hizo la merced de su gobicxno á Alonso Fernandez de Lugo. 136

CAPITULO BXVI Del arribo de ~ l o n i o Fernandez de Lugo á Canaria con armada, para hacer la conquista de las islas de la lJalrnit y Teaerifc j, donde iba p o ~ capitan general. 158

CIFITULO XXYII. De la llegada de Alonso Per- nandez de Lugo 5 Canaria y lo que en ella aumt:ntó sus fuerzas para la conquista de la . - - .. :., Palma, y Tenerice. 158

'Y-- Conquista de In isla de la Palma. 1.59

/" De la isla de Tenerife. 162 d' - CAPITULO XXVIIZ De la aparicion de la irnigen

de nucstra señora de Ciindetaria. 162 CAPITULO X X l S De como Sancho de Herrera con

noticia qur tuvo dc unos ~ u a n c b e s de la imágcii que ac Iiabia riparscido con tantas rna- ravillas cn su tierra,- IU roL6; y como lcnicn-

DE CANARIAS. 325 *'

dola en Fuerteventura no les faltaba de estar presente en Tenerife, y de su restituclon. 169

APITULO XXX Conquista de la isla dt: Tenerife. 172 APlTULO XXIS. De la entrada que hizo Alonso

Lugo en el reino de Taoro, pirrdida y derrota que tuvo coi1 su gente en Sentejo. 175

CAPITULO XXXII. De lo que le favoreció cl d u q a s de Medina Sidonia D. Juan de Guzman, y diferentes mercaderes genovescs que sc hallaban en Canaria, psra hacer segunda critrada en Te- nerife. 180

LIBRO TERCERO

De la Descripcion geográfica de estas islas de Gran Canaria. *

CAPlTULO 1. De la descripcion de la isla de Gran Canaria y de sus lugares. 191

E'undacion de la inquisicion de Mirjico. 195 Ereccion del obispado de estas islas, g sucesion de

61 hasta e! presente. 212 De1 Gobierno de la isla de Canaria, y de lo sucedido en

los tiempos ,de algunos de los que la han regido. 234 Victoria contra las armadas de Holanda g Zelaiida. 248 CAPITULO 11. Descripcion de la isla de Tenerife. - 267 Descripcion geografiea de la isla dc la Palma. 280 Descripcion geogrhfica de la isla de Lanzarote. 283 Descripcion geográfica de la isla de Fuertcventura. 290 Descripcion geogriifica de la isla de la Gomcra. 29.3 Descripcion geográliea de la isla dci Hierros. 297 Descripcion geogrhíica de la isla de la Rladcra. 300

Alfabético d e los liéroes y demns persa- uagzs que se wlueionan ee esta liisto- ria, como tainbien de las cosas mas

notables de ella *%E?%*

folio.

AehCl su pretension al reyao de Lanzarote. 25 s u muerte á manos del legitimo Rey. 27

Acusa y Artenara. 203 Adargoma, canario, es /cho prisionrro. 103 Adeje (el lugar de.) 227 Adrirn de Belhencourt, y Franchi. 206 Agaciiicfie, tiusquese Pedro. Aga~t.0. 203 Aguamuge, adivino de la Coniera. . 70 Agustino (Fr.) cuerpo de un santo de esta religion

q u e los rnoroc veneran y respetan en Tagaos, es Iiistoria digna de leerse 278

Aguslin de Herreia y Rojas (D.) sus conquistas y '

valor. 286 Ajodar, sitio alto 13 inespugnable. " 138 &Ibertci . . de las Casas (D.) primero' obispo de Rubi- : con. 43

:. Alonsa de Castilla (D.). respuesta suya Q Clemente. -l!J sobre la investrduro de D Luis de la Cerda

para la conquista de las Canarias. . Alonso ('0.) Rey de Portugal, prelende derecho de

1.5

.. estas- idas .h su corona'. 15 ~ ( o a s o de Barrameda ( S ) . Fr.) segundo obispo de '

: , : ' Rubicon. Aloiiso .'Jaimes be Soto-mayor,. vione á Canarias.

4? ¶.QO

' Alopso Pernandez de- Lug'b, viene b -Canaria. . ,. 1w

. ¡)ásele el titu!o de goberqdor de la conquista-de ..

'Il'epe~ifq y Palma. 9. . , : , L'i7. ,. .

Nombranle los reyes por repartidor de las tierras de dichas dos islas conquistadas que fueseo. 157 Sale de Canaria para la coi~quisba de la Palma y or- riba h Tazacorte. 159 Penetra hasta los tkrminos de Tigalale y Mazo, acomete á los palnieros y los rinde y cautiva. 160 Vence y aprisiona á Tanauszz capitan pelmcro. 161 Sale de In Pafma h plantificar la conquista de Te- nerife. 162 Llega al puerto de Santa Cruz. 172 Penetra hasta el reyno de Taoro y es desbaratado por los guancbes. 176 S u dédeel correspondencia a l rey Bencomo. 179 S u retiro de Tenerife á Canaria. 180 Manda con traicionvender los guancbes en España. 179 Vuelve á Tenerife ii proseguir la conquista. 181 Acomete á los guanches en las vegas de la Laguna, y los vence. 1 82 Retirase al Real de Santa Cruz. 184 Penetra con felicidad hasta el dicho r e p o d e Taoro. 186 Retirase victorioso al Reai de Santa Cruz. 1 87 Recibe á su amistad a los Reyes que voluntarios se le presentan. 188 Nombra 25 regidores de IU Laguna. 270 Recibe órden de la corte de que pase al Alrica á situar ciertos castillos. Alli mismo núm. 6 pa-

'

sa á las costas de Africa. 270 Da fondo en el puerto de Nul. 271 Vuelve a Tenerife y prosigue la poblacion de esta isla. 272

Alonso Sancbez de Guelva sus aventuras. '934 Alonso Fajardo. Fabricb el castillo del puerto de la

Luz de Canaria. y reedificó el de Mar pequeña en Berberia. 235

Alonso de Alvarado, s u venida á Canaria, y toda SU historia en el choque con los iriglescs. 243 Y con los holandeses. 248

Alonso Penegas y Caldsron alcaide del castillo do santa Ana. 231

Alvaro de -Mesa, sus empleos. 273 Anialahuyge, rey de la k m e r a en lo antiguo, Ila-

. . DE CANARIAS. . - . . ,329 l

mado despues D. Fernando. . -71, .tndaluces en Canaria. 18 inepa. Guion .que iba delante de la persona rea lcn- " t re Iss canarios. 73

Anibal, hijo bastardo de Cadifer. Moslrú su valor en Gando. 3.5

Anton Guanche prisionero de Hernan Peraza. 52 Anton 36ven alcaide del castillo del puerto de la . . ..

Luz. Resistese á eatregar 'al holandes esta for- . - ~

taleza. Ultimamente la entrega á mas.no.poder. '251 Antonio Gonxalez (D.) aporta en Canaria en nombre .-

del .infante de Portugal. Su . derrota y vuelta - -

' ' á Lisboa. . 49 - Antonio Pamoch~moso es nombrado por gobernador, , en ausencia del capitan A l ~ a r a d o en el choque

con los holandeses. . 25 . 1 Antonio Lorenzo acompaña al dtvino Cairasco en la :

contestacion con los holandeses, . , - . .., - 952 Antonio 'de Benavides; sus empleos.. 273 Antonio de Alfaro (D.) maestre de campo;- - 274 Antonio Alvarez de Abreu (D.). su empleo. 28 1 .Aprositus. Una de las islas afortunadas segun Plinio. 305

1 Arico (el lugar de) 276 Armiche, rey de la isla del Hierro, '.73

1 Recibe el bautismo, slli mismo. Sale del .Hierro .: l y pasa 6 la costa de Galdar, alli mismo nUm, 4. - -

Esta salida'fub de Diego Garcia d e -Hemera. . .~ alli mismo . . .

Brmigua. (lugar de). 295 Arucas (lugar de) 290 A tlante sucesor de -Hsspero. 2 Atlante (monte) - 6 Atlante X1 Rey de España .- ' 6 Atlántida, mayor que la Afrlca, y la Asia; - . -.:.:.:.2 ,. Audiencia; su,establecimiento en estas- islas Canarias, , :S - -

. . añode152& .& S u primero regente. ' ' - 242

, ' Augeron. Lengua enviado por Bethencourt á los herre-.d. . . - - . . . . . . . OS. - .. : 41

Avito (san) presbiteio :prtjdi&idor de ley evang¿dica en nuestras islas; , , . . , . . .

. - 1 , 1 , . .. : 9 A ymedeyacoan, .Y ice? de ' Te!de. '; - . ,

..- -j5 ' C

, . . - . . a ,

Ayoze, segundo rey cat6lico de ~uerteventura llama- ' * do despues Alonso. 38'

Aytbamy, Fayacan de Teldc. ' 135

. . . . .

. .

Rallena,. ¿ a que . snedló pn l i s playai de l? Pglrna. 282. Ballena .rrionstruosa. EncaIlO en las playas de la

Gorn~ra. . . 295 . - Banotes. Eran lanzis 6 dardos de ter de 10s cana-

, . rios 63 Barranco. Rio 6 torrente que divide la vegeta'dtr Tria- - ' : na. En el siglo dies y seis arrancb el puerite . . . y - se llev6 dos barrios. 243

&rtolornh (san) predici, el evangelio en .estas islas. . / 2 Bartolome Garcia Jimeries (el obispo D.) cklebre :'

' sentencia suya acarca de las dos imhgenes' . de . Candelaria, y del Pino. : 210-

Baitolom~ Benitez. 274' bateria de san Felipe. ~o'nstru~o); 61 autor de

esta obra.' - 63 Baile catxirio. . ' . . . 6.2 Beldo. Se dice baber edad0 en la islade san &andano. 307 Bemorno, Rey de Taoro en Tenérile. 'Su arrogar>-.

- - te rcsolueion, y doinipante coiitestacion . . con Iús españoles.' . . . - 374 Su generosidad para con ellos. 178

:' Muere á manos de Pedro Mayor. 182 ~ & e d i e t o . . Xlll Antipapa. Sale disfrazada huyendo .:.. de Aviñoii, donde le tcnian los fraiicéses arres-

tado. . . 213 Beutqoche. - Fayacan, 6 ~ a i & da Telde. 83 Beataguayre. easage cdeherrimo entre Bl y Doramas; 12'4 .3lent&júi, . . ciballero 'canario. Es nombrado gobernador

de. la parte de Galdar. 134 B&eria. . . . . . 3 ~ e r n & d ~ ~ ' ~ & i $ ; í ' & . . C&&a de fkka. ES- nonbrado , . .

maestro.de .eampo por el duque de.Medina Sido- -. 'da' 'paia la Eiinquista .de Tenerife. 181 -3ertin ds Berneval. Se enharca pira e i tas islas coi . . .

. - - D. Juaii de Betbeocourt. . * - - 1 9

-DE CANARIAS.. ' ' 33x

. .. . . . . . E s causa de un moiin en el viage; . . . - Sus tramas alevosas. . . 22

Prende á traicion al rey de ~,anzarote, y a h is-. ' ,

leños 22 Boba cuanto habia en ci.castillo y sc alreve iI forzar iI las mugeres. A-lli misiiio núm. 11. ES acusado, y ~ u e s t o en prisiones con sus aliados. 24

W h e n c o u r t (D. Juan de) sale al mar el dia l." de .:. :- : M;1yo. . - 1 . l9 .

Es preso en el puerto de ssnta Maria, y llevado. á Sevilla. Alli mismo núm. ti. Desernbarca.en Lan-,. :::

. aarote. . 21 Pasa 1 Fuertevsnfura, alli niismo núm. 8 . Su .re-_ - . ,

' greso á Lanzarote, .y de alli A- Espaha; 2 1 Franquic~asquelebace 1). Enrique rey de .~as t i l ld ; . 24

. . . . . . Sale de Fspaña y vuelve i'i Lanzarote, :. .:. 3 3 prende al rey de iiqoella isla, alli miemq n&m. .2.: . . " Su ebpada en Fu:rteveniura. , , , - . ; 34 S u vuelta á Espaiia con Gadifer. 36 .....

-. Su retcrno 1 Fuerteventura, alli mismo ~ u m . 7 . . :.. . ' . Su viage B Francia. . 2 . -39

Su fpqreso y iucido recibimierrto en ~ - i ~ a r ~ f ~ . . 39 : Pasa ii F u c r t e ~ e n t u r a salen .A rec ib i r fo~lo~~dos , - :

r r p (le.. aquella isla, a!!! mismo num. ..3.. $ale::;:,;- para Canaria: llevalo ' el tiempo ,& B~rbqf i s . : . : , ~ : :

. . . . . viene de. al!i b Canaria. . . , _. 40 Acomete B los canarios, y mueren 22 dé los nua.. tros, d[ i . mismo. ,Pasa á * . la Palma. y ,. matq mas de 100 de sus naturales. . . . . . . . . _ _ 4: Vuelve AFrancia por Boma á pedirobispo p a p es:... tas islas, . . . I _ . . . . . . . . . j 42 Su llegada 6 ~ r a h c i a y su muerte. . . :+ 43

h i o (hijo de Tago) de quien) la Andalucia .td&&;.ll,z . . . el, nombre de M i c a . . , . _ * . '. . :..&

~ ¡ a k (Roberto) almirante de . la. escuadra - ingles!, . - ,a que acomeliO una flota de .España, aocola& cn el puerto da Santa, Cruz. . . . . :..;.2bg . . ' . . -

. . . . . . fiosque'il' Qohtañana. de Dorrimas. . . . . . . . . . Ic.2&3

Bracamonte Almirante de l?Patic&.- . . . . . . . 20 Branda'no . . :'(San) enviado pui: d , B . . . . .. c o 1 k b b .,a::, Ioe- '

dicar en .estas islas. . . . . . . . - ' . . : . . . , ., .. , : !. :. . .-l.: ...:: . . 43 . . . . . . . . . BraW (h@i .de la) ,. , . . . , , . - . . , ,. ; .. ., . . . . :' ' . ~ i

i 332% DESCRIPCION H I C T ~ R I C A

Rrigo: hijo de Iduhea 3 Buenavista (el lugar de) en Tenerife. 376 Buenavista (lugar de) en la Palma. 281

Cabellera antigua señal de noldeza entre los ca-, narios. 63

Cabo d e S. Vicente. 4 Cabo de,Cantin. 6 Cabo de Bojador. 6 Cabo verde. 6 Canaria. Su descripcion geográfica. 131 Canarios. sus estratagemas para eludir el conato

de los españoles. 86 Son enviados á España por Pedro de Vera 200 de ellos. Toman resolucion de matar á los es- pañoles, si los alejan de las islas, y arriban á Lanzarote. 192 Origen 6 ascendencia de ellos. 8

Candelaria (el lugar de) 276 Canongias 54 Caprario E s Lanzarote 10 Carlos del Campo (D.) capitan de Infanteria. 202 Castillo de santa Ana. 243 Castillo de mar pequeña, fabricado por D. Diego

de Herrera. i 47 Sitiado por los árabes alli mismo nhm. 4 De- fendido por Herrera. 147

Ca~t i l lo de sants Catalina. 2.58 Catalina de san Mateo, y sus dos hermanas, 206

1 Cayeiano Benitez. (Fr.) 274 l Cairasco, vease Divino Cairasco . 179

Cenoviú, 6 convento de los antiguos canarios en Cuia. 56

Chasna (lugar de) 276 Cristóbal d e Medina. Viene á Canaria por conquis-

tador. 133 Crist6bal Garcia del Castillo (D.) prosigue la fun-

dacion del lugar de Te:de. 199 '~t is66bal de Quintana (D.) capitaq de infanteria en

DE CANARIAS. 333

- Flandes. 208 Clemente VI, dá la investidura de la conquista de

las Canarias á D. Luis de la Cerda. 14 Clotario, rey de Francia primero de este nombre 13 Columbo el Magno 13 Conquistadores de las Canarias. Disencion entre ellos. 308 Constantin Cairasco, castellano del Castillo de la Luz. 247 Convento de saii Francisco en Fuerteventura. Dase

principio á su fábrica. 69 Craneo de la cabeza de san Joaquin, que se venera

en la catedral de Canaria. 222 Cueva de los vrrdes en Lanzarote 289 Cipriano de Toíres, arroja al agua al general de los

holandeses. 250

Dai,drali. Es apuñaleado por Ache, y los suyos. 27 Darcal, comandante de los holdndeses. Matanlo los

nuestros en el monte kentiscal. 254 Daute (lugar de). 276 Deavo. tirano padre de los Ceriones. 3 Diego Garcia de Herrera. Viene á estas islas de Ca-

naria. 65 Arriba felizmente á Lanzarote. 67 Pasa á Fuerteventura. 68 Pasa á la Gomera. 70 Transita despues á la isla del Hierro. 72 Viene á Canaria y aprisiona las damas, que se estaban bafiando. 73 Pasa con ellas i~ Lanzarote. Alli mismo núm. 5 Arriba á Canaria. 8 1 Betirase á Fuerteventura: es llamado á la corte. 95 Su vuelta para Canario para construir en Gan- do una torre. Propone tratados de paz al pay- can Bentagoye. 83 Pierde la batalla en las costas de Telde y se retira a Fuerteventura. 81 Compranle los Reyes Católicos las tres prin- .

1 3

cipales islas. 96 P h a á las costas de Africa, y fabrica el castitlo llamado de Mar pequeña. 3 47 Regresa á Eanzarote. 147 Finalmente muere en Fuerteventura. 292

Diego de Alcala (san) vicze á estas islas. 77 Algunos milagros suyos. 29 1

Diego de Silva. Llega i Fuerteventura, sale de alli jw tamen te con Diego Garcia de Herrera para Canaria. 59 Enviste á los Canarios: retirase huyendo á un circo dc piedras, en que ellcs hacian sus lestejos. $9 Zusto y recelo que tuvo al bajar la cuesta de Silva (llamada asi de su mismo apellido) y generos id~d del Guadartheme de Galdar. 91

Dá $ la vela y pasa á Gando. V~lelve á Fuerteventura con Herrera.

99 92

Eleva eonsigo A Portugal 200 Caimrios. 120 Diego de Merlo. Recibe órdeiics de la Corte alusi-

vas ii la conquista. l a6 Diego Alonso Motitaude, primer maestro de lo fhbri-

ca de !a catedral de Canaria, vio0 B esta isla el año de 1500, 36 años despues de la conquista. 145

Diego Rodriguea de Talavrra: es eiiriado por D. Alonso de Lugo á contener /os pafmeros. Los rinde y aprisitbna. 162

niego Botello (el Dr. D.) inquisidor del santo oflcio. 200 Diego Romero Botello (D.) dean y canánigo de la

catedral de Canarias. '200 Diego Soprnnis dei Castillo Surires Poncc dc Leori

(D.) capitan en el ejbrcito dc Flandes. 200 Diego Lopez, Jesuita (el P.) uno de los primeros

"de wta religioii que vinieron 6 esta islas. 215 Diego Navarro (D.) ndmitlistrador del babaco. Lo em-

barcó el piicblo de 'P'encrife á España sin de- jdr en la isla ninguno de s u familia. 264

biv ino Cairasro (D. Gartolomé Figueroael) autor de los templos militantes, y de la csdrujúlea. 197 Es rnviado por el pueblo de Canaria, y sus justicias á contestar con los holmdeseo. 25.2

Domingo Pantaleon de Abreu (D.) sus empleos. 143 Dordmqs, valeroso cari'sio. Es liecbo prisionero. 121

Drake, general inglds. Su arribo á Canaria y demas - . coetingentes. 246 Dusclain, 6 Claquin, condestable de Francia. 20

Ecoerb, 'Sitio agrio en la isla de la Palma. 160 E!io Aliano. 4 Elvira de Sotomayor (D." mmüger de Juan Rejon. 324

Arriva á Canaria. 124 Sale para la Palma y arriva á la ~ o m e r a . 125 Muerto su marido vuelve á Canaria: 125

Pasa á la corte á quejarse de Hernan Peraza. 125

Fernando de Castro (D.) aporta en Caiiaria enviado por el infante de Portugal. d9 Retirase h Portugal frcstrado su proyecto. 49

Fernando del Castillo (D.) S d d de Santa Cruz á descubrir los terrenos de aquella isla en tiempo de Lugo con 20 ginetes y 30 peones, y regresa con felicidad trayendo al real un gran hotin. 373

Fernando del Castillo (D.) saca á las ancas de su caballo al capitao Juan Ruiz de Alarcon eh la refriega con los holandeses. 249 L o m i m o practica con el capitan Alonso de Al-

'varado; sachndolo sobre el arxon. 250 Fernando del Castillo (D.) pasa á Flandes año do

3685, Ilcvando en su compañia á D. Adrian de Bethencourt y Franchi. 206

Fernando del Castillo (D.) natural de la Palma, su empleo. 28 1

Fernando de Lescario y Nujica (D.) castellario del castillo de santa Ana. 297

Figueroa (D Bartolome de) vease Dieiao ~a i ;asco . Firgas. 209 Florin, corsario fra'nces, sus fortunas y sus desgracias. 237

Rrnncisco Calvo, aporta á Lanizarote y socorre á Gn- difer en IR isla de Lobos. 23

Francisco Paulo Matos (D.) sus empleos. 145 Trancisco de Maldonado, viene á Canaria por go-

hernador y pesquisidor ,de la conducta de Pe- d r o de Vera. 153 Pdsa con si l escuadra al pue r to de Sanla Cruz de Tenerife. 155 Salta 6 tierra, acomete h los guanches y se ve precisado á la fuga-. 155

Francisco Tomas del Castillo Buiz J e lTergara (D.) cdpitan de infantería en Flandes. 199

Francisco Rlesia y Castillo (el Dr. D.) deari y eanb- nigo de la catedral de Canarias. 200

Francisco Mesía Frias Salazar y Castillo (D.) inquisidor apost6lico de estas islas. 200

Francisco Diaz Pimienta, sus anipleos. 286 Francisco Hurtado (D.) sus empleos. 28 1 Francisco Orejon Jastori, natuial de la Gomera sus

empleos. 2911 Francisco Mesh Marquhz (D.) conslruy6 el pilar de

l'riana. 241 Fuerixventurn, es PImaria. 3 O

Gadifer de la Salle, asociado con el caballero D. Juan de Betbencourt. Vese oprimido del hambre y sed en la isla de Lobos. Se displicerita del pleito I iome~~aje que habia hecho Bethencourt al Rey católico. Prende al rey de L a n z a m t ~ . Arriva á F u e r t e ~ e n t u r a . Pasa de alli a l ,puerto de Gando. Su salida de Gando q su tlesend~arco en la Go- niei a. Pasa de alli para la Palrna, arriba en el Hierro. Su vuelta á la isla de la Palma. Vuelve h Lnnzarote.

Pasa Q Canaria por &den de Bethencourt. 36 Galdar, es beneficio dividido del de Guia por el

Emperador Carlos V, año de 1533. 204 Garachico (,lugar de). 215 Gaspar Fiesco (D.) sus empleos. 273 Gaumet, Rey de la Goniera, bautizado despues. 71 Gayanlanta, valerosa parmera. 76 Geriones, descendientes del tirano Deavo. 3 Gerónimo de Vera (Fr.) religioso profeso del órden

de predicadores, varió de instituto, se hizo franciscano y murió en el convento de Galdar con epinion de santidad. 205

Ger6iiinio de Valderrama, viene á Canaria á reparar las fortalezas de la isla. 256

Giningo, Almirante de la escuadra alul de Inglaterra. 264 Gomera, es Juooiiia menor. 1.0

Su descripcíon geográfica. 293 Goineros, caso memorable de 7 dc ellos contra los

holandeses. 296 Gonzalo de Jaraquemada (D.) viene á estas islas por

conquistador. 66 Queda por teniente de Pedro de Vera. 150 -

Gonzalo de Jaraquemada (D ) funda el lugar del'elde. 199 Gonzalo de Argote y Wolina.. 288 Gobernadores de Canaria, sujetos al regente de la au- .

diencid. 245 Granadilla (lugar de laj 276 Guanartlieme fD. Fernando). Lleva ií su palacio á

D. Diego de Silva. 91 Es preso con 15 dc sus vasallos. 127 Es enviado á España. 130 Recibe el bautismo en Toledo. 23 1 Vuelve A Canaria. 132. Marcha á T d d e con 500 canarios á reducir los rebeldes; 136 Sale segunda vez al mismo fin, y lo consigue. 137

Guadarfia, rey dc Laiiíarote, bautizado despues. 21 Guancha (lugar de la). 275 Guanches, su voluntaria rendicion al general Lugo. 185 Guia. 306 Guiniar (el lugar de). 276 Guillen de las Casas (D.) su Jerecho A la conquista

- de estas islas. l iP Permuta este derecho con Beriían Peraza su yerno. 52

Guillen Peraza. Pasa de Lanzarote ii l a Palma y ma- tánio e n ella. S3

Guize. Rey de Majorata en Fuerteven tura. 38

Halcon, ave para la caza. Caso raro que se cuenta dt, uno de esta especie. 269

Hanon, capitan general de Cartago. 1 O Haria (lugar de.) 284 Hernan Perez, caballero sevillano. Traspasa el dere-

cho de Iris islas ir I). Enrique de Guzmdn conde de Niebla. 51

Hernan Peraza. Su deiecho á la conquista de estas islas. 52 Su transporte á ellas y su arribo á Lanzarote. 52 Toca en Tenerife en la costa de Güimar, y aprisiona 7 ganaderos y un pescador. Dá. vuelta 6 Lanznrote con la presa. 53

Habiendo ido d la Gomera, rnauda prender a Juan Rejon. 3 25

- Pasa á la corte, llamado por comparendo. 126 Alli se casa con D." Beatriz de Bobadilla. Vuel- ve h Canarias. Aporta en Lanzarote de alli pasa á la Corriera; idtiniamente á Agaete Re esta isls. 126 Fínalmente lo matan los gomeros. 150

H e r n ~ n Garcia del Castillo. Viene de conquistador B Canaria. Enrique de Guzman (D.) conde de Niebla. Sa dereclio á la conquista de estas islas. 52

Elernando de Porras personero de Canarias. 158 Hesperias, hijas de Hespero. 9 Hesparo Sucesor dr: Hispalo. 4

' S aña. Hespero XII Rey de L p 9 Hispalo. Sucesor de Deavo. 3 Hispalo 1X Rey de Espafio. 9 Holande-s. Entran en Canaria. 268

Aqui empieza toda- su hisioria, entra11 tambien en la Gomera. 296

Hugolíno de Vilvtido. 14

Jbero. 3 Icod (lugar de.): 275 Idubea. 3 Ignacio Acevedo. Jesuita (el P.) 220 Jmágen de nuestra señora de Candelarla. Su apaci-

cion y demas. 163 JrnBgen de nuestra señora del Pino, 209 Imágen de nuestra señora de Guadalupe. ñobaniii de

Lanzarote y llevanla Q Argel los moros. 289 h e s Peraza (D.") muger de Biego Garcia de Herrera. 66 Ines Ctlatiiarrila, muger caritativa, natural de Telde.

Su piedad para cop los pobres. 199 Ingleses. Su entrada en Canaria y sus desgracias. 246 Inquisidor primero de Canaria aiío de 1504 Fuelo

el Licenciado D. BartolomC Lopez Tribaldo, Sucesion de los demas inquisidores. 195

7

Jandia. 9Z José Viñot y Betliencourt capitan de real'cs guardias

m.) 298 405-6 d e hfedina (D.) capitan de irifanteria en Flnndes. 208. J os8 de Chnves (D.) viene á Canarias con el motivo

dcl destierro aue hicieron en Tenerii'e de la persona y famiiia de B Diego Pu'avarro administrador del tabaco. 264

Josi. Anchela Jesuita (el P.) haccse mencion de C t y de su coiiducla, 272

Juan Cortks., L u p r teniente de Rcthencourt en su retirada á Francia. 39

Juan de Rethencourt, vcase Belhencoart. Juah Gmzalez Zarco, capitan y' descubridor de In isla

d e la Madera. 48 J u a n de Santorcás (el V. 1'. Fr . ) viene á estas islas.

E s t á sepultarlo e n cl conventode Fuerteventura, 77 y su corazon se le llevd i5 los Reyes católicos. 78

J u a n Rejon, viene á las Canarias y desembarca en elpuer- t o d e la Luz. 100 Su primer reencuentro con los Canarios. 102 Proyecta fabricar una to r re e n el Real de Canaria. 104 Segundo combate con los canarios eir q u e casi pe- ligra s u vida. 104 Sale á talar los campos dc tos canarios y apri-

- siona á algunos de ellos. 1 07 Pasa á Lanzarote por víveres y es mal recibido de Diego de Merrera. 1 $0 S u regreso a Canaria. 3 10 E s preso por el gobernador Algaba. 111 E s remitido tí España, y logra ponerse en l i - bertad. 113 Vuelve de Espalia ií Canaria y Iiacc degolldr á Pedro Algaba. 11 2 Destierra al Dean Bermudes á Ja isla d e Lan- zarote. 3 12 E s preso y remit ido á Espaaa. 11% Vuelve de España y arriba á Canaria. 124 Sale á ronqui3tar la isla de la Palma y arriba Q la Gomera. 125 Es acomeiido y muer to á manos de los gomeros. 125

Juan Mayor, lengua q u e acompaiió al Guanartlieme de Galclar á España. 1 29

Juan Siverio Mujica (D.) vienc á estas islas por conquis tador . 132

J u a n de Siverio Mujica y Castillo, es nombrado alie- Tez mayor perpbtuo de csla isla. a ñ o d e 3559. 393

Juan d e Siverio Rlujica y Vera, cnnhnigo de IU catr- dral d e Caiiaria. 197

J u a n d e Palacios, segundo maestro de la fábrica d e la catedral de Canaria. 145

J u a n Camacho, antes moro, dcspues cristiano, y adalid d e Herrera en las correrias d e Africa. 148

J u a n Alonso de Sanabria, Pasa á Mar pequeña. 147 J u a n de G u z n ~ a n , d u q u e de Medina Sidonia, ayuda

á la conquista de Tenerifc. 181

DE CANARIAS. 311

J u a n de Cervantas, natural d e esta isla de Canaria, pr imer inquisidor de Rlbjico y s u c o ~ n p a ñ e r o D. Pedro de Moya. 195

J u a n del Castillo y Zuri ta (el padre Fr.) fraiiciscs- no, siis empleos honoríficos. 200

J u a n Jaraquemada (D.) caballero del Grden d e San- tiago. 200

J u a n d e Aguilar y Carrascosa, caballero del órden d a Santiagll.

Juan Antonio Ceballos (D.) in tendente general d e estas islas. 265 S u tragedia. 265

J u a n Hill, ingles, a u t o r del plant iodeviñasen el Hier ro 2% Juba, Rey de Mauritania. 1 O Qunonia mayor, es la Palma. 10 Junvnia menee, es la Gorriera. 1 O

Laguna (ciudad d e la). . 269 Lancha, una q u e habiendo salido del puer to de Lan-

zarote con algunos aliados d e Bert in d e Berne- nal, llegb á las costas d e flllarruecos, y d e alli volvid por si sola á la isla d e la Graciosa. 25

Langosta en Canaria. 229 I Lanzarote es Capraria. 1 O

Llanos e n la Palma (lugar de los). 288 Lope Fernandcz de la Guerra, vende dos ingenios

suyos para proseguir la conquista d e Tenerife. 183 Lorenzo Viíiol cabnllero del li ihito d e Santiago. 198 Lorelizo Santos d e san Pedro (D.) es apresado por

los argelinos, y rescatado por el Rey d e Espa- ña. 26 1

Lorenzo ( lugar de san). 212 Luis de la Cerda (D.) pretende la iavestidura de la

conquista de Canarias. 14 L u i s de Aguiar y Toledo (D.) capilan d e infanteria

en Flandes. 202 - Luis Enr ique (D.) viene poi visitador á Canaria,

cuando las revoluciones que hubo en tiempo

del Sr . obispo Murga. 226 Luis de la Cueva y Benavides (D.) es ~ o m b r a d o por

la corte para provger lo necesario Q las forra- talexas de estas islas. 224

Luis Fernandez de Cordova (D.) lo aprisionan los holandeses por engaño, y ultimamcnted.es libre, y arriba á Lanzarote. 258

Luis Favillke (el padre) es enviado á estas islas por el Key de Francia á observar las ~ircunst~ancias del Pico de Teide. 26'3

Maciot de Betlieircourt. Queda por rugar teniente de su t io D. Juan, cuando este pasa á Francia segunda vez. 4 2 S u detestable conducta. 4.5 Vende las islas á Pedro de Barba. 48 S u casamiento y descendencia. 48. Su transporte ii la Madera y segunda venta de las islas que hizo al infante de Portugal, hi jo del Rey 1). Juan primero de este nombre. 48

RIaclovio o &la16 (San) discipulo de san Brandano. 13 Madera (ísla de la.) 30 O

Su descubrimiento inopinado. 300 Mahonia. 5 Mahomat Rey de Granada (llamado el Rey chico)

preso por el conde de Cahra. 131 Mailorquinas, arriban ti Canaria. 17

Fabrican dos herniitas en esta isla, una con la advocacion de santa Catalina martir en el arenal, y otra de sati Nicolas en la que llarnan la aldea de este niismo nombre. 17

Bla~inidra, valeroso canario, prende y mata a los espafioles. 85 Respuesta sentenciosa que di6 á Lugo en Te- nerife. 146

Manuel cle Sosa y Bebancurt (D.) su dignidad. 14.5 Mar pequeña en Africa. 147 Mar egeo. En kl' apa~ecieron súbitadente las islas

de Delos, Teta y Terrecia. 2

Marcos del Castillo de la compañia de Jesus (el Y.) sus empleos honorificos. 199

Blarcos Verde, de Aguilar (D,) c a n h i g o de la catedral de Canaria. 204

Marcos Verde, se dice haber estado en la isla de san B r a ~ d o n . 308

Marcos Rethencourt y Castro (D.) rnaestre de campo 275 Martin Gnrcia de Cisneros (D.) sus empleos. 145 Masequera, infanta canaria. se hautiza y se desposa

con Jlernando de Guzmati. 141 Matanza (lugar J e Id,) 27 4 Mauritanias. 4 Mazo (lugar de.) 282 Mesa, ciudad donde está fabricado un templo de COS-

tillds de ballenas por los mahoinetanos. 7 illignan, hijo de Aguamuge, adivino de la Gomera. 70 lMiguel de ~ l u j i c a (D.) viene B Canarias con I'edro de

Vera. 116 Su nobleza. 117 Aporta en las isletas. 117 Conduce á la corte á Tenesor Semidan Guanarte- me de Galdar. 130 Vuelve de Espaíía trayendo consigo A este priu- cipe ya bautizado, y á otros 200 soldados, y uporta á esta isla. 132 Acomete intrepido á los canarios. 138 Es despeñado. 138

Muere en Galdar. 139 Miguel Mujica y Castillo. (D.) Acoiriete tí los ho-

landeses en et monte Lentiscal. 254 Mildon, gigante á quien resucitb san Maclovio. 3 3 Modorra, epidemia que padecierort los gusnches. 185

Olra que padecieron los naturales de Canaria hasta que se estinguib el Lupanal. 238

Molinos de azucar en Canaria, duraron hasta el año de 1650. 192

Morato Arraez, mor4 argelino. Entra cautelosamen- t e en Lanzarote y cautiva á la muger y á la Iiija de D. Agustiii de ilerrera. 286 E n t r a Morato en la Gomera. 287

&lloros, entran en la isla de Lanzarote. 242 Entran tambien en Puerteveiitiira. - 24.4

1 M u r a l h del barrio d e los Reyes d e esta Ciudad. 260

Nieves, e n la Palma (lugar dd las) 289 Nivaria, es Tenerife 10 Nul, puer to e n las costas de Berheria. 27 1

Oficios divinos, cuando se d i4 principio á ellvs e n la catedral de Canaria. 145

Olandeses, vkase holarideses. Ombrion, es la isla del Hierro. L 0. Orchena, criada de Tlienesoya, hija del Gu:inartlieme

d e Galdar. 73 Ordoña, capitan de una fragata. Vende los isleños d e

Lansarote e n los puertos de Aragon 24 0 r o t a v a (villa d e la) 274 Oydores, s u forina d e vestido dispuesto por el Sr. F e -

lipe 11. 196

Palma (isla de la) es Junonia mayor. i0 Palmar (conde de el) sus empleos y sus Iiermanos. 275 P e d r o el Canario, apris iord t res i~leñi ts en Fuer -

teventura. 29 P e d r o Barba d e Campos, viene á Canaiias por al-

mirante. Su elogio. 47 Viene de pesquisidor de los excesos de Maciot. Llega á Lanzarole. 'J'ransfierese el derecho de las islas á Hernan Perez, cahallwo de Sevilla. 51 S u tr-insporte a Espaiia. 5 t

Pedro Mernandez d e Saavedra (D.) casa con doña Constanza d e Herrera , 95

Pedro Bustamante. Dánle órden los Heyes ca td icos

DS CANARIAS. 345

para que pase B la mina de Guinea con una escuadra. 99

Pedro de Algaba, vienz por gobernador de la conquista. 109 Llega á Canaria. 109

Prende 8 Juan Rejon. 111 E s degollado por orden de dicho Juan. 1 13

Pedro Cabron, viene á Canarias. 144 Pasa hasta el Ganiguin 6 Arganiguia. Sale á tierra.

Penetrase en 'Tirajana en donde encontró con una piedra que le tiraron los canarios, la que l e hizo volar parte de los dientes. 115 Vuelve i España. 115

Pedro de Hozes. Hiere á Doramas. 121 Pedro Caballero, viene á canarias por conquistador. 133 Pedro Mernandez de Saavedra (el dicho arriba.) Pa-

sa á Mar pequeña, 147 Pedro de Moya (D.) sus empleos. 145 Pedro Aguachiche. Caso raro que le sucedió. 1 S2 Pedro Benitez. el fuerte, sentencia que de su gran

valor profirieron los guanches. 117 Muere en las costas de Berberiii. 27 2

Pedro de Medrario (D.) ca-])¡tan dc infanteria. 198 Tedro Lozano del Valle, dean y canónigo dc la ca-

tedral de Guaxaca. 20 2 Pedro de Reyna, viene por pesquisidor á Canaria,

sohre las disencionesde Bernardino del Nero, g de Pedro de Adurza. 238

Pedro de saii José Bethancort (el P.) patrihrca de la religion Bethleemitica. 276

Pedro Fernandez de Lugo. Sus conquistas en la Amdrica. 277 Vuelto á España le dá Carlos V nuevos empleos, Su genealogia. 277

Pedro Basilio de Peñalosa(e1 lb.) Fundador de las bernardas en Canaria. 221

Pedro llamado Tafetan. Este fu6 el quc llevó al cuello un surroncillo, y nadando se entró en la nave de Gadifer. Llevaba en dicho surroncillo papeles de mucha estimacion. Es historia digna dc leerse. 30

Pedro Bello, se dice Iialier estado cn ta isla desan

Brandano. 908 Pedro de Vera. Su venida 6 Canaria. 116

Aporta á la isleta. 117 SU estratagema para prender á Rejon. 118 Envia 200 canarios á España. 119

I Arriban eslos á Lanzarote. 120 Da una envestida 8 los canarios- sobre la Loma de Arucas. 121

Pasa á la Gomera á conducir á Canaria á doña Ines de Bobadillii ja viuda. 150 Restituyese ti Canaria. 151 Despues de Iiaber cometido increibles atrocida- des en Iu Gomera. las que continuú en Canaria. 151 Se desboca cn palabras con e \ obispo, este pasa á la corte, dá cuenta de todo, y Vera es Ita- mado por comparendo. 153 Muere finalmente en Jerez. 154'

Pico de Teide. 267 Pie de palo. Corsario francbs, Saque6 la isla de

la Palma. 28 1 Pino eii.quo apareci6 una imágen de nuestra seño-

ra en Canaria. 209 Plansria. es Fuerteventura. 10 Porto santo. 302 Portugueses. Vienen á Canaria con una escuadra por

órden de D. Alunso el V. 49 Desembarcan. Son vencidos, j. I+s restantes se dan ii la vela. 1 06

Pozo de san Diego de Alcalá en Fuerteventura. 292 P u e d e antiguo de esta Ciudad. Tenia dos simulacros

I cn las vstremidades uno de Santa Ana y otro de Sn. Pedro Mhrtir, y esculpida una octava, que

i zqui se recita. 243 Puerto de la Orotabs 274 Punta llana (lugar de) 28 2 Punta gorda (lugar de) 282

Quint,o ;Sertorio, poblador segun algunos de las islas afortunadas., -8

DE CANARIAS.

~ a m b l a (lugar de 1s.) 275 Realejos. 275 Relijiosos lranciscanos (cinco.) Son precipitados por

los canarios. 82 Rico-Roque. Fortaleza en Fuerteventura demolida

por los naturales. 37 Rio N g e r G Senegal. 7 Roberto Blake (vease Blake) Roberto Machin, descubri-

dor casual de b isla de la Miidera. Es digna de leerse su rara aventura. 300

Bubicon (castillo de) Fabricado por Bethenco.ui t. 21

Saavedra (los señores de) sus conquistas, cacaniien- tos. . 284

Sancho de Herrera, sienta paces con los guanches 169 IIurta la imágen de nuestra señora de Candela-

' ria. 3 70 Lleva 5i la santa imágen á Fuortevet,tura. 1 70 Restitúyela despues. 171

Sancho de Herrera, llamado cl viejo, sus conquistas. 284 Santiago (Valle de). 2'76 Sauzal (el lugar del). 274 Sauzes (lugar de los). 282 Semidati, descendiente de los antiguos cejes de Cana-

ria. 6 1 Sentejo, Acentejo 6 Matanza, lugar de la horrible

batalla eritre espafioles y guanches. l'76 Siculo, hijo y sucesor de Atlante. 4 Sierra Leona. 6 Soront Seniidan, hermaio dc Guayarcii Seniidan. 61 Silos (el lugar de los). 276 Siria parle de su coiitinente se s:irncrgi6 en .el mar. 3

Taletan, llamado Pedro, su historia. . . . 30

'P'aganana, Tejina, Teguestes, Tacorolite. 273 Tago, quinto rey de España. 3 Tagoreste, caballero canario, 134

Es precipitado con otros. 131 Tagoror 6 consejo de los canarios. 61 Tamarcos, vestuario de los naturales de Canaria. 57 Tanausu, capitan palmero muy valeroso. 160 Tazirga, aya de Tenesoya. 74

Intercede por los españoles de Silva para con el Guanartheme de Galdar y les consigue la libertad. 90

Tedisio de Oria. 14 Telde (lugar de). 199 Tenesos Samid'tn, (luanrirtheme de esta ida, es pte-

so con 35 de sus vasallos. 128 Recibe el santo bautismo en Toledo. 128 Vuelve a Canaria. 132 Marcha á Telde con 500 canarios, primera y segunda vez á reducir los rebeldes. 136 Atrae al Real de Santa Cruz al rey de Anaga. 173

Tenesoya Vidiña, sobrina del Guanartheme de Galdar, es presa por Diego Garcia. 7 4 H e c i h el h u t i s m o y sele pone por nombre Liiisa. 74 Su casamicrito con Rlaciot de Bethencourt, nie- to ( c Mnciot Bethencourt y Brricarnorite. 74 Ya bautizada pasa Canaria desde Lanzarote juntamente con su marido á pacificar el teson de los canarios. 87 HUgese ocultamente de Canaria y vuelve á Lan- zarote. 88 Lleva libres á los rehenes que habían quedado en Canaria. S8

I Teror (lugar da). 209 t Testa 19 Mey de Espafia. 8

Tejeda (lugar de). 202 Tenerife., es Nivaria. 10

Sus nueve reyes vienen á verse con Diego Gar- cia de Rerrera. 80

Tijarafe (lugar de). 282 Tinguaro, liermano del rey Bencomo. Respuesta célc-

bre que di6 B su hermano. 177 Tirajaiia (lugar de). . 202

m CANARIAS. 369

Tirma, motite alto donde los canarios se divertinn. 58 Torre de Agaete, construida por Pedro de Vera. 123 Tuhnl hijo de Taphet y nieto de Nob. Sus instruc-

ciones que di6 A sus gentes. 8

Vega (lugar de la). 212 Victoria (lugar de la). 274 Volcan en la Palma. 282

Otro en Lanzarote. 283 Otro en (;arachico. 275 Ursula @anta, lugar de). 274

Wanderwu-, general de la escuadra holandesa que comhati6 A Canaria. 249

, Vizcainos en Canaria. 18 Y en Lanxarote. ii 8

Xerifes, secuaces de Mahoma. 5

Sballa, gomcra dama de Herncin Perara. 149 Yaiza (lugar de) - 284 Yglesia de Sn. Anton Abad. 105 Ye;lesia catedral de Canaria, su ereccion y demas ad-

h e r e n t e ~ circunstancias. 143 El Maestro mayor de esta fábrica. 145 El segundo maestro de dicha fábrica. 145

Yglesia de nuestra señora da1 Pino incorporada á la catedral año de 1514. 21 3,

Yglesia de nuestra Señora de los remedios de Canaria. 236 Ysla de lobos. e 293 Ysla de S. Horondon 6 Brandano. 305 Yslas de Canaria. Distan 260 leguas de España. 3 Ysletas desiertas á la parte del Norte de Lanzarote. 200

24

Zazintos. Inficionaron á Valencia con la idolatria de los griegos. 10

&landa, uniose con la ~olanda-para conquistar á Cana- naria. 2.48

descripción histórica y geográfica de las islas de canaria

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