Desde que mandamos, a finales de mayo, nuestro último boletín dedicado al viaje que acabábamos de realizar a nuestra casa de acogida en Bukavu, la vida ha seguido su curso en la casa, y en páginas interio-res, el P. Donato nos cuenta cómo ha ido todo después de nuestro regreso a España.

En cuanto a la zona, sigue habiendo múltiples conflic-tos, aunque los medios de comunicación convencionales siguen sin interesarse en ella, motivados principal-mente por los procesos elec-torales poco democráticos que se han desarrollado en esta zona de los Grandes Lagos.

En 2010, tanto Ruanda como Burundi celebraron eleccio-nes. En el primer caso, vol-vió a ganar por mayoría es-taliniana el anterior presi-dente Kagame y su gobier-no, gracias a que no se per-mitió acudir a las elecciones a los verdaderos partidos opositores. En el caso de Burundi, la oposición aban-donó el proceso electoral

alegando fraudes masivos y volvió a ganar el anterior presidente Nkurunziza.

Ahora le toca el turno al Congo, donde está previsto que se celebren elecciones presidenciales y nacionales en el mes de noviembre.

El presidente actual y su gobierno están haciendo todo lo posible para conti-nuar en el poder y, además de realizar un cambio electo-ral que elimina la segunda vuelta en la elección del pre-sidente, está poniendo todo tipo de trabas para que la oposición se exprese y haga campaña. También, alegan-do escasez de medios econó-micos, ha eliminado el nú-mero de lugares dónde vo-tar, precisamente en las zonas en las que el gobierno cuenta con menos apoyos.

Ante todos estos intentos anti-democráticos de perpe-tuarse en el poder (aunque sea a través de las urnas), la comunidad internacional no está siendo muy crítica, e incluso la Unión Europea (principal donante en las

primeras elecciones cele-bradas en el año 2006) había decidido no enviar observadores independien-tes a dichas elecciones.

Afortunadamente, gracias a la presión de numerosas ONGs europeas, sí enviará a un grupo de observado-res, lo que, de algún mo-do, ayudará a que las elec-ciones sean menos fraudu-lentas.

Confiemos en que, final-mente, se celebren tam-bién elecciones locales (ya que no se celebraron en el 2006), y que se produzca el esperado cambio demo-crático en todos los rinco-nes del país, pues, en la actualidad, al no haberse celebrado elecciones loca-les, en los pueblos y ciuda-des siguen gobernando los de siempre: personas que han accedido al poder por las armas o a dedo, y que anteponen sus intereses personales a los intereses y derechos del pueblo.

Cándida Leal Pardo

EDITORIAL

Mayo-Agosto 2011

LA VIDA SIGUE EN LA CASA DE ACOGIDA

El mes de marzo empezó con el grato recuerdo de la visita de Cándida y Mari Cruz que nos puso las pilas, pero ha sido un mes muy tormen-toso. Hemos vivido situacio-nes difíciles dentro de la ca-sa pues algunos chicos y chicas cuando pasaban por delante de la casa insultaban a las chicas diciéndoles ”prostitutas, mujeres viola-

das…”, lo que les ha hecho sentirse avergonzadas y ha provocado algunos inciden-tes con ellos. Tuvimos que pedir la ayuda de la policía de la infancia que nos ayudó a solucionar el problema. Una semana después, la misma policía nos trajo a dos chiquitas, supuestamente prostitutas, de unos 11 y 13

años, que habían encontrado en la calle. La convivencia entre ellas, y con las demás chicas, fue imposible pues una le decía a la otra que era bruja. Como es costumbre en las sectas por aquí cuando hay brujos hay que pegarles fuerte para que te tengan miedo y no te hagan nada, así que empezaron a pegar a las dos nuevas. Afortunada-

BOLETIN

Editorial 1

La vida sigue en la casa de acogida

1-3

II Jornadas de Solidaridad con África

3

Semana sobre África-Instituto Juan de Herrera

4

Mujeres africa-nas:Zinga Mbane

4

No estamos solos: otros proyectos

5

Ayudando a uno de los grupos más vulnerables

5

La vida surge cada día

6

Casa de acogida de niñas de la calle

6

Apoyando la agri-cultura y la educa-ción

7

La salud es un derecho

8

Contenido:

La fruta madura, cae sola

¡COLABORA CON NOSOTROS!

mente estaba el vigilante que tenemos en la casa y pudo controlar la situación. Al final tuvimos que llevar a estas dos chicas a la organización “Los amigos de Jesús” que acoge a niños y niñas de la calle. Otra de las chicas que teníamos en la casa se ha ido a vivir con una hermana y sigue en contacto con la casa. Después de todo esto ha vuelto un am-biente de paz dentro de la familia (la casa de acogida) y actualmente las chi-cas tienen muy buena relación y, visi-blemente, las aguas han vuelto a su cauce… En marzo hemos visitado dos casas de prostitución en el pueblo de Kadutu, en las que hemos podido hablar con las chicas. Hemos tenido tres encuentros con ellas, algunas quieren salir de allí, otras nos han confesado que ya no pue-den vivir sin dinero. Y en abril, además de las anteriores casas hemos tomado contacto con otras dos casas de tole-rancia en las que las chicas tienen si-tuaciones parecidas de explotación e incluso hemos tenido dificultades para contactar directamente con las chicas pues tienen “guardianes” para impedirlo. Por otro lado seguimos en contacto con las 10 mujeres que visitamos en el ba-rrio de Panzi. Son unas mujeres que después del cuidado médico en el Hospital de Panzi, no pueden volver a sus poblados porque la gente ya las ha marginado o porque los que las violaron que-maron sus casas y mataron o se llevaron a sus maridos. Se han quedado en el barrio de Panzi en una casa a medio hacer, de don-de desgraciadamente las están echando porque el propietario quiere seguir con las obras. Aho-ra ellas no saben qué hacer y nosotros no sabemos qué hacer con ellas. Hay tres chicas de entre 15 a 21 años, que también han sido violadas, dos de ellas tienen niños, que ya sufren desnutrición así que hemos decidido recibirlas con sus bebés en la casa de acogida. Las obras en la casa Las obras dentro de la casa van avan-zando, hemos acabado las estructuras principales de las dos escaleras interio-res. Queda revestirlas con cemento y piedrecillas. Por cierto hemos decidido hacer dos (lo que no estaba previsto), porque nos pareció mucho más econó-mico hacerlas a la vez, ya que al no tener electricidad hemos tenido que

alquilar un grupo electrógeno que nos ha costado 55 $ al día. Hemos finaliza-do lo que quedaba por hacer para cubrir el techo del segundo piso (con made-ras), así como el baño del segundo piso (enlucir, fontanería), electricidad, las cerraduras de las puertas… Cuando se haya acabado por completo este piso, tendremos disponibles cuatro habitaciones donde podrían caber como mínimo cinco literas. Pero de momento nos faltarían 4 literas, 4 armarios, 10

mantas, 20 sábanas, 20 toallas, 20 al-mohadas… Hay también en el segundo piso una habitación que pensamos que podría servir para una educadora. Allí también haría falta una cama, dos sába-nas, una almohada, una o dos mantas, un armario… En cuanto a las obras fuera de la casa, hemos hecho una canalización

del agua hacia fuera, porque el agua nos estaba estropeando la valla. Además hemos construi-do una pila grande para lavar la ropa y otra para lavar la vajilla. Esto hacía falta por-

que se lavaba la ropa y la vajilla por cualquier sitio con lo cual la parcela estaba siempre sucia. Es verdad que no estaba previsto, pero era urgente. En cuanto a lo que estaba previsto, que era la alambrada, se está haciendo y esperamos que esté terminada en breve. No hemos podido comprar todavía el contenedor para el agua, porque esto supone un soporte de cuatro pilares, o sea una construcción (arena, ladrillos, barras de hierro, cemento, mano de obra…), una tubería para llevar el agua al conte-nedor (cuando se trate del agua que viene de la empresa de distribución de agua). Además, aún no hemos

puesto el canalón para recoger el agua de la lluvia. Por tanto hasta que estos supuestos no se cumplan, no podemos comprar el contenedor. Los talleres En marzo no hemos tenido nada de particular con los talleres. En el taller de costura no hemos producido, pero esta-mos insistiendo en que todas las chicas aprendan de todo ya que no saben qué es lo que más les puede ayudar en el futuro, así que todas tienen que apren-der a coser. Tampoco hemos producido jabones porque se nos rompió el densí-metro. Ya lo hemos comprado y dentro de muy poco volveremos a fabricar ja-bones. En cuanto a la ganadería, nues-tros cerdos siguen creciendo… Estamos finalizando el horno y esperamos que en mayo podremos empezar con la produc-ción de pan. Estamos pensando que hará falta un techo de aluminio para proteger de la lluvia y el sol a los que trabajen. La alfabetización no ha parado en la casa, pero de las cuatro alumnas que había sólo han que dado dos y Faida querría tener más alumnas. Conclusión Al finalizar abril tenemos 17 chicas, pero Christelle se va a marchar en el momen-to que consideremos más adecuado para ella, así que quedarán 16 chicas y 10 bebés/niños. La organización del día es la siguiente: De las 8 a las 10 de la mañana, apren-den a coser. De 10 a 12, unas se van a sus escuelas y las otras tienen la alfabetización en casa. Por la tarde, se decidan a los demás talleres. Once de las chicas están estudiando y dos chiquitas (las gemelas). Cuatro es-tudian la Primaria, dos en la escuela de

monjas Sta. Veró-nica y otras dos en la es-cuela pú-blica At-henée d’Ibanda. Ocho es-tudian la Secunda-ria. Dos en la es-

LA VIDA SIGUE EN LA CASA DE ACOGIDA (cont.)

Construcción de las escaleras

Instalación de la alambrada

De excursión

¡COLABORA CON NOSOTROS! Página 3

cuela de monjas Anunciate Coccheti y 6 en la escuela pública Nidunga. Los resultados escolares de las chicas no han estado mal. De hecho, sobre las 13 que estaban estudiando, 11 han logrado lo necesario para seguir con la clase siguiente, o sea, 50%, y más, en algunos casos. Dos han tenido menos del 50%. No me ha gustado que se hayan quedado en el límite… Pero, hay que decir que una ha sido la primera de su clase, y eso hay que mencionarlo, pues ha sobresali-do del conjunto… Es María (la del-gadita). Para celebrar estos buenos resulta-dos, hemos ido unos días de excur-sión a Uvira, cerca del lago Tanga-nika. Han sido momentos especiales de convivencia, de intercambio, y de descanso; momentos de alegría y de amistad. Hemos sido hospedados por unas reli-giosas muy majas. Es verdad que nos

conocemos desde hace mucho tiempo, pero eso no justifica la excelente acogida que nos han dispensado. Desgraciadamente, no hemos podido disfrutar totalmente de estos momentos, porque nuestra alegría se vio interrumpida por un accidente: la niña de Maria, chupó parte de un bolsito que había estado en contacto

con el ácido para fabri-car jabones. Afortunadamente, todo quedó en un

susto y está fuera de peligro. También tuvimos que ingresar a la niña de Mugoli

por la malaria. En cuanto a Aurelie (que tiene una mi-nusvalía), la hija de Neema, estamos es-

perando que nos confirmen la fecha de su operación y confiamos en que todo salga bien. Nuevamente, os damos las gracias a todos los que apoyáis nuestro proyecto.

P. Donato Lwiyando

LA VIDA SIGUE EN LA CASA DE ACOGIDA (cont.)

en Kinshasa; la atención a la mujer en un centro de salud comunitario de Cos-ta de Marfil y una mirada sobre la ma-

ternidad en Áfri-ca.

Este Encuentro fue el colofón a diferentes activi-dades desarro-lladas durante dichas Jornadas que incluyeron una gala de ar-tes marciales; una actividad de café solidario, para recaudar fondos; un en-

cuentro de músicos para la solidaridad y la exposición de cuadros “Arte para la Solidaridad”.

Desde aquí damos las gracias a la Fun-dación El Pájaro Azul, organizadora de

estos actos, por invitarnos y por apoyar nuestro proyecto financiando la escola-rización de nuestras chicas durante un año.

Dentro del marco de las II Jornadas de Solidaridad con África de Oviedo, el día 7 de mayo tuvo lugar el II Encuentro sobre La situación de la mujer en el África subsahariana, en el Auditorio Príncipe Feli-pe.

África Tumaini acudió invitada a dicho acto, a través de su Presiden-ta, para hablar de su reciente viaje al Con-go, de los orígenes de los conflictos en los Grandes Lagos y, co-mo no, de nuestro proyecto.

El acto resultó muy interesante, pues las restantes participantes hablaron de un proyecto de formación para mujeres

II JORNADAS DE SOLIDARIDAD CON ÁFRICA

En la barca

También hay que divertirse

Aurelie jugando con los regalos que les llevamos

¡COLABORA CON NOSOTROS!

El 13 de abril, acudimos al Instituto Juan de Herrera de El Escorial , invitados por el Grupo Escolar de Amnistía Internacio-nal de dicho Instituto.

Durante la semana habían estado llevando

a cabo diversas actividades sobre África para mejorar el conocimiento de los alum-nos sobre este olvidado continente.

Nuestra ONG participó hablando de nues-tra casa de acogida, del por qué de la vio-lación y su uso como arma de guerra y del origen de la violencia en la República Democrática del Congo, violencia que sigue perpetuándose y que viene motivada por los conflictos bélicos en torno al ex-polio de los grandes recursos naturales de dicho país.

El público asistente, formado principal-mente por estudiantes y profesores del Instituto, contó también con la presencia de algunos padres de alumnos.

A nuestra charla siguió un animado colo-quio donde pudimos disfrutar con el inte-rés y los conocimientos sobre África mos-trados por los estudiantes.

Desde aquí les animamos a que sigan interesándose por África y a que contribu-yan a la mejora de la vida de los pueblos empobrecidos mediante la denuncia de las

situaciones injustas en las que viven y su solidaridad, dentro de sus posibilidades.

¡Ánimo, chicos!

SEMANA SOBRE ÁFRICA—INSTITUTO JUAN DE HERRERA

mantenerse en el poder, pero Zinga no pudo soportar la traición de su hermano y tomó las riendas del po-der.

Fue reconocida como reina in-discutible por el pueblo en 1624. Su único deseo era de-fender a su pueblo de la inva-sión de los blancos.

Su aspecto imponía y estaba dotada de una gran personali-dad. Nunca quiso someterse a los portugueses y hasta su muerte, en 1663, con 81 años de edad, conservó su indepen-dencia.

Sus enemigos trataron de aca-bar con ella narrando que co-metía atrocida-des con

sus enemigos y que era una especie de hechicera. Llegaron inclu-so a acusarla de caníbal. Pero la reali-dad histórica es otra. Aun-que tuvo que

aliarse con bandas criminales, lo hizo para no caer en manos de los invaso-res y para salvar a su pueblo de la

esclavitud. Su gente se post-raba y besaba la tierra cuan-do Zinga se acercaba, agradecida de haberla salva-do de caer en manos de los traficantes de esclavos.

La reina Zinga se vio obligada a ceder en algunas cosas. Así se explica su nueva con-versión al cristianismo. Fue bautizada

a los 40 años con el nombre de Ana de Souza, aunque más tarde renegó.

En la actualidad, es recordada con admi-ración y se la consi-dera un símbolo de la lucha por la inde-pendencia.

Fuente: Los africanos—Leo Salvador- Ed. Mundo Negro

Se llamaba Zinga Mbandi Ngola y en las crónicas podemos encontrar su nombre escrito de diferentes formas: Nzinga, Singa, Nsinga, Jinga, Ginza o Ana de Souza.

Fue una de las grandes muje-res de las que la historia ha guardado su nombre y re-cuerdo porque hizo lo que pu-do por el bien de su reino.

Cuando los por-tugueses inva-dieron las cos-tas de Ángola en 1482, con-quistaron nu-merosos reinos y establecieron en Luanda su centro de operaciones para desarrollar el mercado de escla-vos. Este mercado floreció y enrique-ció a muchos y se perpetuó en el tiempo.

Fue en este marco histórico cuando nació la princesa Zinga en 1582. Su hermano el rey Mbandi colaboró es-trechamente con los portugueses a cambio de consolidar su autoridad y

MUJERES AFRICANAS: ZINGA MBANE

“Mujer de gran carácter, su aspecto imponía”

Estatua de la reina Nzinga en Luanda, en la plaza Kinaxixi

Vista aérea de Luanda (Angola)

¡COLABORA CON NOSOTROS! Página 5

Por motivos de seguridad, cuando fui-mos al Congo, a Buka-vu, para visitar nuestro proyecto, lo hicimos a través de Kinshasa.

Es un viaje más largo y más costoso, pero de-bido a la labor de de-nuncia que venimos realizando sobre la situación en los Gran-des Lagos y la nefasta influencia sobre el Congo del actual go-bierno ruandés del

Presidente Kagame, nuestros amigos conocedores de la zona nos aconsejaron que no fuésemos a través de Kigali (Ruanda) e inclu-so a través de Bujumbura (Burundi).

Como no hay mal que por bien no venga, esto nos permitió realizar algunas

visitas muy interesantes en Kinshasa, además de saludar a conocidos y ami-gos.

Teníamos gran interés en conocer otros proyectos solidarios y cómo habían ido resolviendo los múltiples problemas que surgen en un país africano como el Congo.

Ahora, aprovechamos las páginas de nuestro boletín para compartir con voso-tros algunas de estas visitas, que espe-ramos os resulten interesantes.

NO ESTAMOS SOLOS: OTROS PROYECTOS

sado típico) y verdura con un poco de pescado.

El día de nuestra visita tenían depor-te. que no es obligatorio.

Tienen una tele, pero sólo la ven una hora después de cenar.

Todo lo tienen muy limpio y reciclan la basura para utilizarla como abono en la huerta que cultivan dos de los chicos a los que no se les da bien

estudiar. Y dan forma-ción a los que lo prefie-ren. Tienen electricidad e instalación y zapate-ría.

También ceden una es-pecie de chiringuito, que tienen en el jardín, para que las chicas y mujeres del barrio vengan a aprender a coser con máquinas portátiles.

Tienen placas solares para cuando falta la luz (que es con frecuencia).

Tienen cuatro habita-ciones grandes con lite-ras y los educadores,

por turnos, se quedan dos días com-pletos para cuidar a los niños por la noche.

El centro es para niños de 8 a 12 años. La idea es reunificarlos con sus familias y que éstas no les rechacen.

Hacen una ficha del niño, con sus características, familia, problemática, etc. Luego se hacen informes de es-cucha y de seguimiento para ver su

evolución. Hay un educador encargado de buscar a las familias, ave-riguar cosas sobre ellas y ver las posibi-lidades de retorno. Tam-bién realizan reuniones con la gente del

barrio del niño y les explican que no es un brujo. A veces llevan a un mé-dico o a un psicólogo para que les explique la situación real del niño.

Desgraciadamente, con bastante fre-cuencia el niño regresa al centro por el rechazo de la familia. Vimos a uno que acababa de regresar y el pobre-cito estaba muy traumatizado. Al parecer le habían torturado. Muchas veces, estas creencias se las inculcan a las familias los gurús de la gran cantidad de sectas que existen.

En Kinshasa, tuvimos la oportunidad de visitar el centro para niños de la calle Bana Ya Poveda.

Lo dirige desde hace unos diez años Maribel, de la institución Teresiana. Los niños y niñas de la calle son los más desgraciados de todos, pues se les considera brujos o embrujados y nadie quiere saber nada de ellos. Por eso, se les ve deambulando por las calles sin rumbo.

El centro atiende a 62 niños: 40 en el propio centro y 22, que han sido reunificados con sus familias y que van a la escuela normal.

Funcionan con un horario diario: se le-vantan, arreglan las habitaciones y limpian la casa, se lavan y desayunan y después tienen 2 horas de es-tudio/repaso. Van a clase por la mañana o por la tarde, según turno.

Comen en el centro y un día típico consta de un desayuno consistente en leche y un bollo, la comida que consiste en arroz y alubias y la cena a base de fufú (especie de pan ama-

AYUDANDO A UNO DE LOS GRUPOS MÁS VULNERABLES

“A los niños de la calle se les considera brujos y nadie quiere saber nada de ellos”

Maribel con uno de los niños y el centro al fondo

Calle de Kinshasa después de la lluvia

¡COLABORA CON NOSOTROS!

Con las Hermanas Blancas de Kins-hasa, fuimos a visitar una maternidad en la que trabajan. Estaba plagada de pacientes. Pagan 1.000 FC (aprox. 1 $) cada vez que van a consulta y cuando les toca el par-to ya lo tienen todo pagado.

Tienen consultas pre-parto, sala de partos y tres paritorios. Normalmente permane-cen tres días ingresadas. Lo tenían todo limpísimo y muy bien organizado. En ese momento, tenían unas 20 mujeres que habían dado a luz. Los niños eran preciosos.

También tienen un labora-torio para realizar análisis y para tratar el SIDA. Los medicamentos no se pa-

gan, pero sí la consulta, que sirve para los gastos del centro. Tienen también un aparato para ecografías y las hacen

una vez a la semana y solamente en aquellos casos en los que se prevé que puede haber complicaciones.

Cuentan también con una farmacia y así se aseguran de que el paciente recibe el medi-camento correcto, ya que la mayoría de las farmacias existentes no son demasiado fiables.

Luego nos han enseñado el hospital donde tratan a muchos tuberculosos y

después hemos ido a otro sitio, justo al lado, donde estaban las muje-res con sus hijos para va-

cunarles. Había un montón. La mayoría eran muy jóvenes y ya tenían 3 ó 4 hijos. Las abuelas, que había también

bastantes, eran todas muy jóvenes. Y las niñas eran una monada, todas arre-gladitas, con pulseritas en los brazos y el pelo con esos peinados tan típicos africanos.

Al principio, las madres no parecían querer que las fotografiásemos, pero en cuanto hicimos una primera foto a una madre con su hija, empezaron a animar-se el resto, y todas querían que hiciése-mos una fotografía a sus hijos.

den para ayuda del centro.

Si asisten a las clases, se les da una comida y una cena y pueden quedarse a dormir o venir sólo a dormir. El objetivo del centro es buscar a sus familias y que pue-dan volver a sus casas.

El coordinador nos ha contado un poco como funciona todo. El año pasado (2010) consiguieron que volviesen a su casa 120 niñas. La tasa de reincidencia (niñas que vuelven a la calle) es de unas 20. Hacen infor-mes men-suales y luego uno anual reco-pilatorio que envían a las organizacio-nes que les ayudan.

Hemos esta-

También con las Hnas. Blancas, visita-mos una casa de acogida para niñas de la calle en la que trabajan. Las niñas se

han puesto contentísimas cuando nos han visto llegar. La verdad es que íba-mos con caramelos y nos han recibido muy bien. Los han devorado rápida-mente.

Es un centro abierto y si las niñas deci-den asistir a las clases, se les da alfa-betización. El día de nuestra visita tení-an manualidades y estaban haciendo collares y pendientes, que luego ven-

do haciendo collares con las niñas y disfrutaban mucho mos-trándonos cómo se hací-an. También nos han can-tado y han bailado con el salero que caracteriza a los africanos.

Nos han enseñado también otras activi-dades que realizan, como tinte de telas y algunas otras labores de costura.

Desgraciadamente, hay muchos niños y niñas de la calle pero han surgido muchos centros de este tipo y suelen estar en con-tacto entre ellos, lo que les sir-ve para agrupar a los niños según edad o nivel de proble-mas.

CASA DE ACOGIDA DE NIÑAS DE LA CALLE

LA VIDA SURGE CADA DÍA

Mujeres embarazadas esperando a ser atendidas

A la espera de las vacunas

¡COLABORA CON NOSOTROS! Página 7

Cuando regresamos a Kinshasa para to-mar el vuelo de regreso a Madrid, nos hospedamos, como no podía ser de otro modo, en casa de las Hnas. Dominicas del Rosario, que siempre han sido nuestro punto de referencia en el Congo.

Beatrice fue a recogernos al aeropuerto y al día siguiente fue Petro quien nos acom-pañó en un paseo por Kinshasa, previa visita a la agencia de viajes para facturar el equipaje y evitar los mil y un proble-mas que te plantea la facturación en el mismo aeropuerto.

Con Petro, muy implicada en trabajos que tienen que ver con la mujer, visitamos la parcela que está reacondicionando para la escolarización. Consta de dos pequeñas casas que están sido reparadas, pues están en bastante mal estado y pudimos ver el contenedor-escuela que estaban utilizando para las clases de apoyo/recuperación que

se dan a todos los niños que no pueden acceder a una enseñanza normal. Los ni-ños nos hicieron una demostración de sus conocimientos. Pudimos ver, de nuevo, que el pueblo congoleño no se rinde ante las dificultades y, en un lugar poco propio para la enseñanza como es un contenedor, estaban tranquilamente aprendiendo.

Recorrimos el barrio y terminamos en la Acade-mia (proyecto llevado a cabo desde sus inicios por Ana María) que es un con-junto de dos edificios, que han ido desarrollándose y mejorando a lo largo del tiempo, y que ofrece a los estudiantes de enseñanza media y superior un lugar donde estudiar, y encontrar

los libros a los que normalmente no tienen acceso. La biblioteca estaba llena de estu-diantes preparándose para los exámenes. En el otro edificio, cuentan con una pe-queña cafetería e imprenta/ciber-café que en ese momen-to no funciona-ba, pues las conexiones allí suelen ser muy malas y se va la luz con de-masiada fre-cuencia.

Los estudian-tes que perte-necen al proyecto Academia, reciben be-cas para sus estudios a cambio de cuidad y acondicionar las infraestructuras del

barrio que, sobre todo, en las épocas de lluvia, quedan totalmente intransitables, pues son tierras muy arenosas que tienden a hundirse.

Estuvimos en la casa en la que lle-van a cabo la preparación de las novicias que, como esperábamos, nos recibieron con los brazos abier-tos. Una de las enseñanzas que reciben es el español y no tuvimos problemas en entendernos en nues-tro idioma con la mayoría de ellas.

Pudimos ver el bonito jardín-huerta que tienen, donde cultivan todo lo que pueden como ayuda para su alimentación y, a veces, para su venta, según la cosecha.

También tienen conejos y, sobre todo, gallinas ponedoras, pues la venta de los huevos les ayuda para su manteni-miento. Petro nos comentó que además de la alfabetización y sensibilización

para mujeres, que comenzaron a realizar a raíz de las primeras elecciones de 2006, ahora está llevando a cabo una labor de mejora de la agricultura y de la cría de ganado. Nos comentaba que cada vez

tiene más claro que hace falta unirse para mejorar la vida del pueblo. Por ello, han organi-zado una especie de cooperati-va donde enseñan mejores métodos de cultivo y cría de ganado. Además, cuentan con un tractor que recorre los cam-pos de los diferentes compo-nentes de la cooperativa y que les ayuda en las labores más pesadas. Han mejorado los

rendimientos de los cultivos y están tra-tando de mejorar también la venta de los mismos.

Siguen trabajando con ánimo a pesar de que la situación del país sigue siendo mala y no se han notado mejoras reales desde las elecciones de 2006, aunque, en com-

paración con Bukavu, por ejemplo, Kinshasa está mejor, al menos en apariencia (edificios y carreteras) que hace unos años.

APOYANDO LA AGRICULTURA Y LA EDUCACIÓN

“En un lugar poco propicio para la enseñanza como es un contenedor, estaban tranquilamente aprendiendo.”

Contenedor-escuela y casa a reacondi-cionar

Niños recibiendo clases en el contenedor-escuela

A la entrada de la Academia

En la huerta y cocina al aire libre

LA SALUD ES UN DERECHO del herbario; una persona encargada de las labores de sensibilización y una secretaria para las labores administrati-vas, lleva funcio-nando desde el año 2008 con notable éxito.

Se ha alquilado una vivienda donde se pasa consulta y se atiende gratuita-mente a la gente.

El día que los visi-tamos había una gran cantidad de personas, tanto en la sala de espera, como fuera.

Han creado también unas cartillas per-sonales para los enfermos que acuden de manera periódica, donde registran las mejoras obtenidas con las diferen-tes plantas medicinales utilizadas.

También realizan grabaciones de los casos más complicados y de su evolu-ción a lo largo del período de curación.

Tratan a más de ciento y pico personas

Aprovechamos nuestro viaje a Bukavu, para visitar un proyecto que están fi-nanciando unos compañeros de Albace-te.

Se trata de un bonito proyecto que tiene como fin el estudio, la difusión y la promoción del uso de plantas medici-nales en Bukavu.

Con un equipo formado por un agróno-mo, que se encarga de la reproducción de las plantas; un curandero, que reali-za los tratamientos con las plantas; un médico, que complementa la labor del curandero; un biólogo que se encarga

a la semana, como media, y este nú-mero está incrementando enormemen-te pues está funcionando el boca a bo-

ca, y acude cada vez más gente.

También se rea-lizan labores de sensibilización e información para que la gente conozca el uso de determinadas plantas y pue-dan cultivarlas, recogerlas y utilizarlas sin correr ningún

riesgo.

Dado el difícil acceso de la gente a los centros médicos, no sólo por su coste sino también por las distancias, las malas infraestructuras y los práctica-mente inexistentes medios de transpor-te, el uso de plantas medicinales tradi-cionales podría ser la solución a corto y medio plazo para múltiples casos.

Asociación sin ánimo de lucro para el rescate de niñas violadas y víctimas de

la prostitución en el Congo

!NECESITAMOS TU AYUDA!

¡COLABORA CON NOSOTROS, CON TU TRA-BAJO, TUS SUGERENCIAS, LA DIFUSIÓN DE NUESTRO PROYECTO...ESTÉS DONDE

ESTÉS! Y SI NO TIENES TIEMPO, PERO SÍ MEDIOS,

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SIBLE

C/ Melchor Fdez. Almagro, 19—10º B

28029 MADRID

Tfno.: 913143437—678580339

Web: http://www.africatumaini.org

E-mail: contacto@africatumaini.org

C/C Caja Madrid: 2038 1836 73 6000360124

¡COLABORA CON NOSOTROS! Página 8

El equipo al completo Tomando nota de los enfermos a su llegada