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@fenedif1 FENEDIF Contactos: [email protected] (02)2456088 9no. Boletín Quincenal www.fenedif.org UNA MIRADA DESDE LA MUJER CON DISCAPACIDAD ECUATORIANA Para contextualizar la conmemoración del “Día de la mujer trabajadora o de la mujer” tenemos que remontarnos al 8 de marzo de 1857, en el que un grupo de trabajadoras textiles tomó la decisión de salir a las calles de Nueva York para protestar por las míseras condiciones en las que trabajaban. Esa misma ciudad, el 5 de marzo de 1908, fue escenario de nuevo de una huelga polémica para aquellos tiempos: un grupo de mujeres reclamaba la igualdad salarial, la disminución de la jornada laboral a 10 horas y un tiempo para poder dar de lactar a sus hijos. Durante esa huelga, perecieron más de un centenar de mujeres quemadas en una fábrica de Sirtwoot Cotton, en un incendio que se atribuyó al dueño de la fábrica como respuesta a la huelga. Continuando en la reivindicación de sus derechos, durante la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Trabajadoras celebrada en Copenhague (Dinamarca) en 1.910, más de 100 mujeres aprobaron la decisión de declarar el 8 de marzo como “Día Internacional de la Mujer Trabajadora”. Las Naciones Unidas se sumaron a esta conmemoración con el reconocimiento en 1.975 del día 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, en el marco de la celebración del “Año Internacional de la Mujer”. Aunque a lo largo de las últimas décadas se han conseguido grandes avances en materia de derechos y en pro de la igualdad de hombres y mujeres en sociedades más igualitarias, uno de los principales problemas que todavía sufren las mujeres de todo el mundo, es la violencia intrafamiliar o de género. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la violencia es la principal causa de muerte de las mujeres de entre 15 y 44 años. El índice de mortalidad a causa de la violencia de género supera los porcentajes de decesos por cáncer, accidentes de tránsito o malaria. En Ecuador, la población femenina representa el 50,4% de habitantes, ascendiendo a un total de 7,3 millones de personas según el censo del año 2010. Según el Centro de Estudios de Población y Desarrollo Social (CEPAR, 2004), el 46% de ecuatorianas afirma haber vivido violencia física, psicológica o sexual. La encuesta nacional realizada en 2011, arrojó más datos acerca de la violencia en el país: - La violencia de género sobrepasa el 50% en todas las provincias del país. - Mujer con discapacidad sufre una doble discriminación, por ser mujer y por ser persona con discapacidad. Aunque desde el gobierno de Ecuador se ha avanzado en la igualdad formal a través de la aprobación de políticas y normativas, todavía no se ha alcanzado la igualdad real buscada por hombres y mujeres en la sociedad ecuatoriana.

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Una mirada desde la Mujer con Discapacidad Ecuatoriana

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Page 1: Boletin 9 fenedif

@fenedif1

FENEDIF

Contactos:[email protected](02)2456088

9no. BoletínQuincenal

www.fenedif.org

UNA MIRADA DESDE LA MUJERCON DISCAPACIDAD ECUATORIANA

Para contextualizar la conmemoración del “Día de la mujer trabajadora o de la mujer” tenemos que remontarnos al 8 de marzo de 1857, en el que un grupo de trabajadoras textiles tomó la decisión de salir a las calles de Nueva York para protestar por las míseras condiciones en las que trabajaban. Esa misma ciudad, el 5 de marzo de 1908, fue escenario de nuevo de una huelga polémica para aquellos tiempos: un grupo de mujeres reclamaba la igualdad salarial, la disminución de la jornada laboral a 10 horas y un tiempo para poder dar de lactar a sus hijos. Durante esa huelga, perecieron más de un centenar de mujeres quemadas en una fábrica de Sirtwoot Cotton, en un incendio que se atribuyó al dueño de la fábrica como respuesta a la huelga.

Continuando en la reivindicación de sus derechos, durante la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Trabajadoras celebrada en Copenhague (Dinamarca) en 1.910, más de 100 mujeres aprobaron la decisión de declarar el 8 de marzo como “Día Internacional de la Mujer Trabajadora”. Las Naciones Unidas se sumaron a esta conmemoración con el reconocimiento en 1.975 del día 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, en el marco de la celebración del “Año Internacional de la Mujer”. Aunque a lo largo de las últimas décadas se han conseguido grandes avances en materia de derechos y en pro de la igualdad de hombres y mujeres en sociedades más igualitarias, uno de los principales problemas que todavía sufren las mujeres de todo el mundo, es la violencia intrafamiliar o de género. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la violencia es la principal causa de muerte de las mujeres de entre 15 y 44 años. El índice de mortalidad a causa de la violencia de género supera los porcentajes de decesos por cáncer, accidentes de tránsito o malaria.

En Ecuador, la población femenina representa el 50,4% de habitantes, ascendiendo a un total de 7,3 millones de personas según el censo del año 2010. Según el Centro de Estudios de Población y Desarrollo Social (CEPAR, 2004), el 46% de ecuatorianas afirma haber vivido violencia física, psicológica o sexual.

La encuesta nacional realizada en 2011, arrojó más datos acerca de la violencia en el país: - La violencia de género sobrepasa el 50% en todas las provincias del país.

- Mujer con discapacidad sufre una doble discriminación, por ser mujer y por ser persona con discapacidad.

Aunque desde el gobierno de Ecuador se ha avanzado en la igualdad formal a través de la aprobación de políticas y normativas, todavía no se ha alcanzado la igualdad real buscada por hombres y mujeres en la sociedad ecuatoriana.

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El hecho de ser mujer determina nuestra socialización, educación y carrera profesional. Desde el nacimiento de las atenciones, regalos y enseñanzas dirigidas a las mujeres son diferentes a las dirigidas a los hombres. Todavía nos parecen poco habituales algunas imágenes, que partiendo de una condición de igualdad entre hombres y mujeres serían “normales” o cotidianas en nuestro día a día. Una niña no acompaña a su padre al taller mecánico en el que este trabaja los fines de semana, para aprender el oficio o ayudarle. Es por este tipo de actitudes que las mujeres se ven condicionadas cuando se enfrentan a la toma de decisiones sobre su futuro: los estudios a seguir o su carrera laboral; sin considerar las opciones, que tradicionalmente nuestras sociedades “entienden” como masculinas. Y si decidieran hacerlo, la lista de dificultades con las que se enfrentarían es larga y dolorosa.

Al igual que las mujeres ven condicionadas sus decisiones por su género, los hombres también se ven afectados, ya que si un muchacho quisiera acompañar a su madre al taller de costura, donde aprendería a coser

y diseñar vestidos y trajes para la clientela, considerarían que es poco masculino y afeminado. Es desde este pensamiento colectivo que refleja los imaginarios de la sociedad ecuatoriana, desde el que las personas ven condicionadas sus decisiones y libertades de expresión, con mayor énfasis aquellas y aquellos que integran los colectivos LGBTI.

La socialización de la mujer con discapacidad depende en gran medida del tipo de discapacidad que sufra, si es adquirida o congénita, así como de la percepción que la familia tenga sobre la discapacidad, diferenciándose dos tendencias claras: aquellas familias sobreprotectoras que no permiten que la mujer se desarrolle por sí misma y para las cuales el manejo de sus vidas está limitado al espacio de decisiones que le concedan sus tutores en el seno de la familia; o aquellas mujeres en las que recae o depositan un gran peso de la familia: tanto del cuidado de otras personas como de los quehaceres domésticos o actividades productivas desarrolladas en el hogar.

Las mujeres acceden al mercado laboral en desigualdad de condiciones comparado con los hombres. Partiendo de las características biológicas de las mujeres, y la falta de leyes y normativas positivas concernientes a los permisos por maternidad y paternidad, la mujer continua siendo la responsable del cuidado de los hijos e hijas, al menos en los primeros meses o años de vida; por lo que las empresas, ante esta situación prefieren contratar a hombres antes que a mujeres, ya que económicamente les supone un gasto inferior, tanto económico como de personal, pues al salir

por permiso maternal la madre, su puesto debe ser cubierto por otro trabajador o trabajadora. A todo ello hay que analizar que las mujeres tienen más dificultades para acceder a los puestos directivos o de toma de decisiones. Si revisamos el listado de integrantes de las directivas de las principales empresas mundiales, según un estudio realizado por la consultora Grant Thomton en el año 2013, el 24% de los roles directivos en el mundo son ocupados por mujeres, mientras que en Latinoamérica tan sólo el 23% de los puestos directivos están en manos de mujeres.

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APDISA CELEBRÓ EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

Siguiendo los datos arrojados por ese informe, las direcciones más ocupadas por mujeres en el mundo son en el ámbito de las finanzas, donde ocupan el 31% del total de estos cargos , y la de recursos humanos, donde consta el 30% de las estadísticas. Otros departamentos que usualmente se le confían a las mujeres son el Corporativo, el de Marketing y el de Ventas. Entonces, ¿cómo vamos a seguir saliendo a la calle, buscando trabajo, eligiendo nuestros estudios y/o carreras profesionales, o disfrutando las actividades lúdicas en una sociedad desigual?

Amerita dedicarle unos minutos de reflexión a nuestros comportamientos diarios, los cuales son

construidos e inocentes en la raíz de su pensamiento, pero que realmente, entrañan un aprendizaje de roles inherentes a las decisiones de sus protagonistas pero condicionantes de sus receptores.

Perdamos el miedo a romper los estereotipos y a vivir nuestra vida como nos gustaría que fuese, seamos la punta de lanza de cara a construir una sociedad más igualitaria que nos otorgue las mismas oportunidades a todos y todas. Pues la sociedad la construimos todos y todas, y los imaginarios sobre hombres, mujeres y LGBTI, y personas con discapacidad, también.

La Asociación de personas con discapacidad del Azuay APDISA realizó el 08 de marzo como celebración del Día Internacional de la Mujer un evento que concentro a varios grupos musicales y de danza de personas con y sin discapacidad de la ciudad de Cuenca, con la finalidad de posicionar a la mujer con discapacidad en un entorno de respeto y equidad a su doble condición

de mujer y mujer con discapacidad.Este evento que se realizó en las instalaciones de APDISA conto con la asistencia de 200 personas quienes pudieron apreciar la capacidad artística de este colectivo. Se creó un ambiente lúdico e igualitario en el que todos pudimos compartir para rendir el debido homenaje ecuatoriana con discapacidad

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CAMBIO DE MIRADA

El Servicio de Integración Laboral – SIL GUAYAS llevó a cabo el 08 de marzo del presente año una actividad que capacitó a aproximadamente 127 mujeres con y sin discapacidad, entre ellas estuvieron representantes de instituciones públicas y privadas; estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad de Guayaquil; madres, hijas y familiares de este grupo de atención prioritaria.

En el auditorio del SECAP se pudo compartir entre mujeres con todo tipo de discapacidad temas como autoestima; salud reproductiva y familiar de las mujeres con discapacidad; y deberes y derechos de las mujeres con discapacidad. El objetivo que se persiguio en esta charla fue demostrar que ellas pueden ser partícipes de todos los actos tanto laborales, sociales y lúdicos que se desarrollan en la sociedad de acuerdo a su condición. Visibilizar a este sector de forma positiva se esta logrando un cambio de mirada.

Contar con las distintas perspectivas de las asistentes contribuyó de manera efectiva para una retroalimentación al SIL GUAYAS, tomando en consideración el trabajo que estan consolidando con

las empresas. Este tipo de iniciativas fortalecen el proceso de plena inclusión de la población ecuatoriana con discapacidad en todos los ámbitos del quehacer nacional.