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BELLEZA FACIAL: EL ROL DE LA PROPORCIÓN MANDIBULAR
GONION/GNATHION EN LA EVALUACIÓN DEL ATRACTIVO
PARA DIFERENTES RAZAS
Facultad de Ciencias Sociales
Departamento de Psicología
David Peña Reyes
Trabajo de grado
Director: Julio Eduardo Cruz Vásquez
Bogotá D.C.
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RESUMEN
Este estudio se enfoca en el papel que cumplen las variaciones del ancho de la base del
mentón, en la evaluación del atractivo facial de hombres y mujeres. Existen diferentes
estudios en torno a la evaluación de la belleza facial que centran su contribución en aspectos
únicamente descriptivos del atractivo. Sin embargo, en la literatura no existen publicaciones
que presenten un método e instrumentos en torno a las proporciones de mayor atractivo en la
región mandibular. Por esto mismo la replicabilidad experimental en materia de belleza facial
se encuentra limitada. Se eligieron valores de la proporción gonion/gnathion y fueron
aplicados en fotografías de diferentes sujetos modelo de diferente raza. Estas fueron
evaluadas por participantes entre los 18 y 26 años de edad, con el fin de conocer sus
valoraciones del atractivo facial. Los valores seleccionados de la proporción mandibular
gonion/gnathion tratan de seguir la lógica del dimorfismo sexual expresada en la región
mandibular del cráneo humano. Con la ayuda de la antropología forense, se diseñaron
estímulos para cada uno de los tres grandes grupos de origen ancestral, y así conocer si la
morfología racial influía en la valoración del atractivo. La discusión de la presencia y mezcla
de los grupos raciales en la población colombiana se presenta, con el fin de hacer un paralelo
entre la pertenencia y la identidad racial. Gracias a la sistematización de la proporción
mandibular gonion/gnathion, se observó que las mujeres son capaces de identificar el
atractivo facial de rostros de mujeres al mismo nivel que los hombres lo hacen. Estos últimos
no parecen tener la misma habilidad que las mujeres cuando se trata de evaluar rostros
masculinos. También se encontraron diferencias significativas en los valores que debe tomar
la proporción mandibular gonión/gnathion en los rostros femeninos para aumentar el nivel
de atractivo.
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AGRADECIMIENTOS
Tengo una gratitud muy especial con todas las personas que de alguna manera colaboraron
con este proceso o simplemente se tomaron el tiempo de escucharme emocionado hablar de
él. Agradezco de manera muy especial a Laura Rojas y Juan Esteban Cifuentes quienes
fueron vítales en el desarrollo de la sección multimedia del proyecto. De igual manera,
agradezco a Camila Peña Cañon quien tuvo que aguantarme intensamente por alrededor de
un año haciendo preguntas. Sin su respaldo la publicación no tendría la solidez que tiene.
Finalmente, quiero agradecer a Julio Eduardo Cruz por haber creído en mí a pesar de las
dificultades. Julio es sinónimo de excelencia y no tengo dudas que seguirá liderando la
investigación psicológica de manera ejemplar. Fue un honor haber trabajado a su lado.
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INTRODUCCIÓN 6
PROPUESTA DE INVESTIGACIÓN 7
Objetivos 7
Preguntas de investigación 7
MARCO TEÓRICO 8
Selección sexual 8
La detección de la belleza 9
Señales universales de belleza humana 9
Masculinidad y feminidad 10
La proporción mandibular gonion/gnathion 11
Cráneo humano con las medidas base de la proporción mandibular 13
Orígenes Ancestrales 14
El problema de la raza en Colombia 14
Categorización social 16
Efecto de homogeneidad endo-grupal 17
MÉTODO 18
Origen_racial_de_los_modelos 18
Medición facial: Ancho del mentón 18
Medición Facial: Anchura biogoniaca 19
Valores de la proporción mandibular gonion/gnathion: 20
Participantes 21
Instrumentos 21
Procedimiento 22
Análisis de datos 24
RESULTADOS 25
Atractivo de la proporción mandibular gonion/gnathion en rostros femeninos 25
Atractivo comparado entre razas 26
Efecto de homogeneidad endo-grupal en el grupo caucásico 27
DISCUSIÓN 28
Limitaciones 28
Conclusiones tempranas 29
Diferencias en la evaluación de los rostros 29
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REFERENCIAS 32
ANEXOS 34
Anexo 1: Contrato de derechos de imagen 34
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INTRODUCCIÓN
Desde la década de los 70 el movimiento psico-evolucionista ha realizado enormes aportes a
la comprensión del fenómeno del atractivo sexual en la especie humana. Gracias a diferentes
estudios y experimentos que se realizan con base en los postulados de esta escuela, se obtiene
cada vez una mejor comprensión del papel de los diferentes signos en la evaluación del
atractivo. La expresión en mayor o menor medida de diferentes características físicas en la
especia humana, corresponde entre otras cosas, a un conjunto de estrategias desarrolladas
con el fin de garantizar el éxito reproductivo del individuo. Así pues, este estudio se centra
en la primera etapa de emparejamiento –la elección– (Buss, 1994) e indagará principalmente
dos de los vacíos de información que tiene la teoría contemporánea a la hora de abordar el
problema del atractivo físico:
Primero, examinando el posible papel que tienen los diferentes valores de la proporción
mandibular gonion/gnathion en la evaluación del atractivo facial. Para cumplir a cabalidad
este propósito, se desarrollaron estímulos que daban cuenta del dimorfismo sexual en la
región mandibular del rostro humano. Los manuales antropológicos de identificación ósea,
plantean que un mentón más ancho es signo de mayor masculinidad, mientras que mentones
más finos típicamente son signo de mayor feminidad. Así pues, el experimento evaluará el
atractivo de rostros con variaciones en el ancho del mentón. Se esperaría que consecuente a
la teoría evolutiva, dicho dimorfismo tuviese un impacto en la evaluación de rostros de
hombres y mujeres.
Segundo, observando si diferentes modelos de origen ancestral mandibular tienen influencia
en la apreciación de los rostros. Tomando nuevamente como referencia la antropología
forense, existen tres tipos de origen ancestral óseo: el africano, el caucásico y el indio. Este
tipo de clasificación racial, tendrá como objetivo indagar por las posibles diferencias en la
evaluación del atractivo facial para dichos grupos.
Se espera para futuros estudios en esta línea de investigación, una mayor exactitud en cuanto
a los mejores valores de la proporción mandibular a la hora de predecir el atractivo facial.
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Sin embargo, esta primera aproximación conceptual y experimental, sienta las bases del
avance en la comprensión de los vacíos de información presentados anteriormente.
PROPUESTA DE INVESTIGACIÓN
Objetivos
1) Encontrar una relación entre el ancho biogoniaco y el ancho de la base del mentón
que pueda explicar el atractivo facial, tanto en rostros de hombres como en rostros
de mujeres
2) Encontrar si existen diferencias en los valores preferidos que toma la proporción
Go/Gn para cada tipo de rostro: africano, caucásico e indio
3) Encontrar si existe un sesgo de homogeneidad endo-grupal dada la identidad racial
de los participantes en la evaluación del atractivo facial
Preguntas de investigación
1) ¿Existen diferencias significativas en la evaluación del atractivo de las
diferentes proporciones de rostros masculinos y femeninos?
2) ¿Existen diferencias significativas en la evaluación del atractivo de acuerdo al valor
que toma la proporción Go/Gn para los rostros de cada tipo de origen ancestral?
3) ¿Existen diferencias significativas entre las medias del nivel de atractivo reportado
para rostros de origen africano, indio y caucásico, dado el grupo de identidad que
reportaron los individuos?
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MARCO TEÓRICO
Selección sexual
Las condiciones genéticas que favorecen la adaptación de un individuo a su entorno son
apreciadas o desamparadas dado un ambiente. Una fortuita relación entre condiciones y
ambiente, facilita la posibilidad de que el organismo pueda reproducirse, extendiendo su
legado y sus genes. Este proceso lo conocemos como selección natural. Sin embargo, cuando
Darwin elaboró su teoría de la evolución también le asigno un espacio a aquellas condiciones
que, aunque no siempre son las más aptas en términos de supervivencia, tienen un valor para
la especie en términos de oportunidades de apareamiento (Buss, 1994). Estás condiciones
que favorecen la selección de pareja dentro de la especie es a lo que nos referimos como
selección sexual. Por su parte, el dimorfismo sexual es otra característica que ha imperado
en las páginas de la evolución de las especies. Se trata de características sexuales
diferenciadas entre los sexos de una especie. Típicamente, asociamos este dimorfismo sexual
con características de selección sexual. Además, es común encontrar en la naturaleza que la
exageración de una característica de este tipo (selectiva sexual y di-mórfica) resulta atractiva
para los miembros del sexo opuesto (Etcoff, 2000).
En el curso de la evolución de las especies, las tácticas que los individuos emplean para
competir por acceso a la reproducción están dadas por las preferencias del sexo opuesto
(Buss, 1994). En el caso de la especie humana, la investigación se ha centrado en encontrar
aquellas características distintivas de cada sexo, que han sido favorecidas por el curso de la
evolución para que sean percibidas como atractivas. Durante el 99% de su historia, la especie
humana vivió en la época de cazadores y recolectores (Etcoff, 2000). Desde entonces, dichas
preferencias se han transmitido de generación en generación y configuraron lo que hoy en
día somos como especie.
Hasta hoy día se discute si los hallazgos encontrados en dimorfismo sexual mandibular son
del todo producto de la selección sexual o si también existe un componente de selección
natural (Bejdova et. Al, 2013). El trabajo en torno a este estudio, intenta validar si la idea del
atractivo en el dimorfismo mandibular puede aportar a la discusión.
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La detección de la belleza
Entender la belleza como una señal dirigida a los demás individuos de la especie es
fundamental. Es un hecho que la detección de la belleza tiene consecuencias de vital
importancia para la especie. Por eso mismo, no es de extrañarse que tengamos la capacidad
de ver una cara durante una fracción de segundo (150 µsegs) y valorar su belleza con alta
exactitud, al punto de incluso poder darle la misma valoración que cuando la examinamos
con detenimiento (Etcoff, 2000). Lo bello, -en general- le da una respuesta al cuerpo de
satisfacción y placer, es algo que anhelamos y buscamos constantemente. De ahí a que la
pregunta de ¿Qué es bello? Sea tan importante. Desde el paradigma evolucionista, el objetivo
es encontrar aquellas señales que, gracias al aprendizaje y el paso de los genes durante miles
de generaciones, han desembocado en unos patrones selectivos que permiten reconocer lo
que es bello, lo que es atractivo.
Más allá de una interpretación estética en la que el individuo concibe su cuerpo como una
expresión de su ser, el trabajo empírico se enfoca en encontrar patrones comunes que puedan
sustentar, que la búsqueda individual de la belleza está guiada en el fondo por un instinto de
ejercer atractivo sobre el entorno que nos rodea, y de esta manera, aumentar las
probabilidades que tenemos de hacer que nuestros genes puedan transmitirse (Etcoff, 2000).
Con esto no se piensa negar en ningún momento la influencia de la cultura en este tipo de
fenómenos, sino entender desde un estudio formal las influencias que nuestras preferencias
innatas ejercen sobre nuestras decisiones.
Señales universales de belleza humana
Los investigadores sugieren que los estándares multiculturales de belleza
reflejan una preferencia evolucionada por rasgos físicos asociados a juventud.
Una piel lisa, un buen tono muscular y un cabello brillante son sinónimos de buena salud
(Boyd & Silk, 2001). Actualmente tenemos valiosa información acerca del atractivo que
existe en características fisiológicas como la simetría de la cara o la proporción
cintura/cadera en las mujeres. Una mayor simetría facial denota un mejor sistema
inmune heredado por el individuo, por lo tanto rostros con esta característica son una señal
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de buenos genes. Por su parte, se ha comprobado que la relación que existe entre la cintura
y la cadera en el cuerpo de las mujeres es un indicador de atractivo físico. Los hombres
reportan encontrarse más atraídos hacia mujeres con un índice cintura cadera cercano a
0,7, puesto que denota condiciones saludables en el cuerpo.
Masculinidad y feminidad
Las señales físicas que resultan atractivas para un hombre en el cuerpo de una mujer, están
asociadas a fertilidad y juventud. Recordemos que, una mujer a los 20 años se encuentra en
su tope de fertilidad y que aun siendo una quinceañera este índice es muy elevado (Boyd &
Silk, 2001). Así que rasgos típicamente más femeninos son aquellos que muestran fertilidad.
Los rasgos asociados a masculinidad también están relacionados con salud, pero desde
características que denoten capacidad de supervivencia. La fuerza y una mayor estatura, son
típicamente características que las mujeres reportan como más atractivas. Sin embargo,
existen otras características asociadas a masculinidad que vienen desde el rostro. De hecho,
reportes muestran que imágenes manipuladas de rostros de hombres con características más
masculinas, fueron valorados como rostros más saludables por mujeres a las que se les invitó
a evaluar diferentes rostros (Jones, 2012).
La señal de masculinidad/feminidad en la que se centra este artículo, corresponde a la
relación que tienen dos de las dimensiones mandibulares más notorias en la vista frontal del
rostro. Un ejemplo claro se presenta en la siguiente imagen, donde en una escala de 1 a 5 se
caracterizan los niveles de masculinización/feminización que puede presentar la base del
mentón (Rodríguez, 2004):
Imagen_1
Niveles de masculinización/feminización del mentón
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La proporción mandibular gonion/gnathion
El paradigma evolucionista concibe al dimorfismo sexual como el principal motor en la
selección sexual en las especies. Habiendo puesto el interés en la especie humana, lo
siguiente es seleccionar una señal física que pueda ser analizada en el proceso de valoración
del atractivo. Durante varias décadas, antropólogos y arqueólogos han utilizado aspectos del
cráneo y el ancho de mandíbula como rasgo fundamental en el reconocimiento óseo forense
de los sexos. Llegándose a considerar en algunas poblaciones como un estimador del 90% de
fiabilidad en la detección del sexo (López, 2007). La región mandibular se presenta como
una sólida caracterización del dimorfismo sexual en la especie humana, presente en el rostro
humano y por lo tanto, sujeto a ser juzgado en el proceso de evaluación del atractivo del
rostro. Es por esto último que se ha escogido la mandíbula como componente del atractivo
en este estudio psicológico.
Esta publicación se centra en la evaluación de la belleza facial, por lo cual la variable
independiente principal es la proporción mandibular gonion/gnathion. Esta proporción,
corresponde al valor de la razón entre la anchura biogoniaca (medida punto a punto entre
goniones) y el ancho de la base del mentón (medido paralelamente al gnathion).
A la hora de construir un índice que permita observar la relación entre dimorfismo sexual y
atractivo reportado, los componentes de la proporción mandibular gonion/gnathion tienen
fuertes evidencias de su validez conceptual. La anchura biogoniaca es una de las medidas
más di-mórficas para algunos antropólogos (Rodriguez, 2004). De manera similar, otros
autores afirman que la base del mentón es el componente esencial en la identificación del
sexo tanto en adultos como en niños (Krenzer, 2006). A diferencia de otras medidas de
dimorfismo mandibular como la eversión goniaca (Krenzer, 2006), la proporción mandibular
es muy perceptible desde una perspectiva frontal del rostro, lo que permite una evaluación
más intuitiva e instrumentos más eficientes, pues esta traduce de manera simple y eficaz los
aspectos di-mórficos del rostro humano.
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𝑃𝑟𝑜𝑝𝑜𝑟𝑐𝑖ó𝑛 𝑀𝑎𝑛𝑑𝑖𝑏𝑢𝑙𝑎𝑟 =
𝐴𝑛𝑐ℎ𝑢𝑟𝑎 𝑏𝑖𝑜𝑔𝑜𝑛𝑖𝑎𝑐𝑎(𝐺𝑜 − 𝐺𝑜)
𝐴𝑛𝑐ℎ𝑜 𝑑𝑒𝑙 𝑚𝑒𝑛𝑡ó𝑛 (𝑃𝑎𝑟𝑎𝑙𝑒𝑙𝑜 𝑎𝑙 𝐺𝑛)
Es importante mencionar, que el mayor aporte desde la psicología evolutiva no es meramente
la construcción de este índice, sino la creación de un nuevo concepto que permite llevar la
discusión a un nuevo plano. Nótese que ambas medidas de la proporción tienen un
componente de dimorfismo sexual en términos de tamaño. Hasta ahora, las diferencias di-
mórficas de la mandíbula se han presentado como aspectos meramente longitudinales del
rostro humano. Este tipo aproximación limita a los diferentes campos del conocimiento, pues
siempre se deben tener muestras y poblaciones relacionadas a la hora de emitir juicios sobre
atractivo, dimorfismo y reconocimiento de sexo. Las conclusiones siempre tendrán que estar
acotadas a una población. Sin embargo, el interés real de este nuevo paradigma está en la
relación de las dos medidas, en la razón de ambas. La apuesta en la proporción mandibular
como un signo claro de dimorfismo sexual, ubica la discusión de la belleza facial a la altura
de otros estudios en señales universales de belleza humana. De igual manera le abre la puerta
a las disciplinas tradicionales antropológicas y psicológicas a utilizar este nuevo recurso.
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Cráneo humano con las medidas base de la proporción mandibular
Imagen 2
Medidas base de la proporción mandibular
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Orígenes Ancestrales
Así como en los casos del sexo, la estatura y la edad, para el diagnóstico del origen ancestral
(también llamado de raza, filiación biológica o filiación poblacional) la antropología forense
propone hacer comparativos entre las métricas de diferentes componentes óseos, teniendo
como punto de contraste poblaciones referentes (típicamente tomadas de zonas geográficas
marcadas, cementerios o fosas). De esta manera, la estadística otorga una fiabilidad poderosa
en la clasificación de nuevos restos óseos. Este sistema, sentó las bases del concepto
antropológico/biológico de raza. En la literatura forense es común encontrar tres grandes
grupos en términos de raza y se relacionan con las grandes migraciones de las etapas
tempranas de la especie humana.
A saber, se trata de los grupos africano, caucásico e indio (también conocido como
mongoloide o asiático). También es sabido, que esos tres conjuntos se pueden sub-dividir en
más categorías y que dada la lógica de los reconocimientos óseos, entre más información se
tenga de la población de origen del sujeto a ser identificado, mejor será el resultado.
En la estructura ósea del cráneo de los tres grupos, existen variaciones en aspectos como la
dentición, el perfil, el pómulo malar (hueso cigomático), la abertura nasal, el mentón, entre
otros (Ramsey, 2007). Surge así el interés en encontrar si de alguna manera, el origen racial
de los sujetos tiene alguna implicación en la evaluación de la proporción mandibular
gonion/gnathion.
El problema de la raza en Colombia
Uno de los objetivos del estudio es encontrar la proporción mandibular más atractiva para
cada uno de los tres grupos raciales. Sin embargo, ignorar las limitaciones del marco
ortodoxo del origen racial resultaría ingenuo. La cuestión se dificulta, pues teniendo en
cuenta el esquema antropológico-forense, es muy poco probable encontrar individuos con
composiciones genéticas de rasgos raciales puros.
Si las migraciones modernas y los procesos de colonización no se hubiesen dado, es posible
que los individuos de cada uno de estos grupos hubiesen continuado reproduciéndose
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únicamente con sus pares raciales, y hoy en día estas categorías se mantuvieran intactas. Sin
embargo este no es el caso. Hoy día un esqueleto en una región como Colombia cuenta con
aportes genéticos de los 3 grupos raciales (Rodriguez, 2004). El proceso de mezcla genética
entre estos 3 troncos raciales que se dio en América a partir de la colonización se conoce
como miscegenación.
De allí a que los autores más reconocidos en identificación ósea en Colombia presenten 4
razas vigentes para la población del país: mestizos andinos, mestizos costeños, indígenas y
afrocolombianos. La composición genética de cada uno de estos grupos, tiene una variación
en los aportes que cada uno de los 3 orígenes ancestrales tuvo en la genética del ciudadano
contemporáneo.
Para hacernos una idea de dicha composición, tengamos en cuenta los análisis de pruebas
de paternidad responsable (análisis del cromosoma Y). Un colombiano promedio, equivale
a 62 genes caucasoides, 26 indios y 12 africanoides. Esta proporción varía según los
departamentos. Se observa un mayor porcentaje caucásico en Antioquia, Santanderes,
Cundinamarca y Boyacá (70%-73%). La dominancia del componente indígena se da en
Nariño, Casanare y Caquetá (25%-49%). Por su parte, la supremacía de aporte africano se
da en las regiones del Chocó, Atlántico, Cauca y Valle (21%-76%).
Otros estudios hacen énfasis en el ADN mitocondrial (heredado por parte de la línea materna)
y muestran que poblaciones como la de Bogotá poseen un 78% de halogrupos indios
(ADNmt), Antioquia 89%, Quibdó 43% e indígenas un 97%. Por su parte, los halogrupos
africanos se distribuyen en Bogotá en un 1,1%, Quibdó un 21,4% e indígenas un 0%.
En términos de identificación ósea, Medicina legal reporta que el 72% de los casos de restos
identificados en esta institución corresponden a mestizos con rasgos predominantes
caucasoides, 28% a mestizos con rasgos indígenas, 7% a rasgos indígenas y solo 1% de
rasgos africanoides (Rodríguez, 2004). Sin importar el enfoque técnico que se tome, es muy
difícil sostener la idea de razas sin terminar encontrándose con un mestizaje intrínseco a la
cultura e historia colombiana. Pese a este hecho, una vez identificados los patrones más
característicos de la región mandibular de los tres grupos raciales, estos serán sometidos a
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variaciones en la proporción mandibular gonion/gnathion. De esta manera, habrá una mayor
certeza a la hora de considerar o no, las variables morfológicas de los tres grupos raciales en
futuros estudios del atractivo facial.
Categorización social
De manera natural y adaptativa, los seres humanos categorizan a otras personas rápidamente
de acuerdo a sus atributos (como por ejemplo la edad, la afinidad con un partido político,
etc.) de tal manera que formamos impresiones rápidamente y usamos la experiencia pasada
guiar nuevas interacciones. Este proceso se conoce como categorización social. Aunque con
frecuencia nos puede llevar a cometer errores, la categorización social optimiza recursos
fundamentales como tiempo y energía (Kassin et Al, 2010).
Las razas funcionan también como categorizaciones sociales (Vala et al, 2012). Así que al
igual que se hizo desde el marco antropo-biológico, es importante comprender a fondo las
implicaciones del concepto de raza como un proceso de categorización social. Evidencia de
este fenómeno se puede encontrar al analizar los reportes gubernamentales.
Para el censo de 1993, en Colombia solo el 3,34% de la población se reconoció con algún
grupo étnico (1,6% indígena, 1,5 % negro , 0,2% sin grupo étnico). En una ciudad como Cali,
el 0,5% de los encuestados se reconocían como afrocolombianos, mientras que en el censo
del mismo año se reportaban un 10,5% de individuos con origen de municipio
afrocolombiano en esa misma ciudad. Otras encuestas como el CIDSE-IRD-COLCIENCIAS
reportaron un 27,5% de hogares afrocolombianos. Mientras tanto, la clasificación de los
encuestadores alcanzaba el 23,3% y los individuos auto-clasificados apenas un 17,1%. Estos
datos permiten ver como existe una disonancia cuando se trata de identidad y origen racial.
Estos datos son muestra de la dualidad que presenta este documento entre la noción de raza
biológica y la noción psicológica de raza.
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Efecto de homogeneidad endo-grupal
Una de las consecuencias de la categorización social es el efecto de homogeneidad endo-
grupal (también conocido como sesgo de favorabilidad endgo-grupal). Este último se define
como la tendencia de asumir que hay mayores similitudes entre miembros de grupos a los
que un sujeto no pertenece (grupos externos) que similitudes entre los miembros de grupos a
los que un sujeto pertenece (grupos internos).
Adicionalmente, los efectos de homogeneidad endo-grupal comparten una tendencia de
mayor asignación de recursos atribuidos a miembros de grupos internos frente a evaluaciones
semejantes a miembros de grupos externos. También se presentan diferencias a la hora de
evaluar en términos de valencia (mayores rasgos atribuidos a miembros de grupos internos)
y emociones (más emociones secundarias atribuidas a miembros de grupos internos) (Kassin
et Al, 2010).
Algunos autores han llegado a poner esta asignación de recursos en función del tiempo,
planteando el concepto de sesgo temporal endo-grupal (ITB). Este ocurre cuando la gente
toma más tiempo evaluando miembros de grupos internos, que evaluando personas de grupos
externos. Existe amplia literatura empírica que muestra como el sesgo temporal endo-grupal
se presenta en personas que utilizan la categorización social para ordenar grupos por razas,
evaluar sujetos luego de haberlos clasificado racialmente e incluso emitir juicios racistas tras
dicha codificación (Vala et al, 2012). Evaluar una valoración del atractivo en función de la
raza como producto del efecto de homogeneidad endo-grupal, es materia de este estudio.
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MÉTODO
Origen_racial_de_los_modelos
Fue fundamental la construcción de estímulos visuales que incorporarán las modificaciones
en la proporción mandibular gonion/gnathion de la manera más precisa posible. Se tomaron
fotografías del rostro de 6 sujetos que colaboraron como modelos en el proceso. Estos 6
sujetos se distribuían en parejas de cada sexo, para cada uno de los grupos raciales. Las
características de los grupos raciales que debía contener cada modelo se presentan en la
siguiente tabla:
Medición facial: Ancho del mentón
Para manipular el ancho del mentón, se midió la distancia entre el trichion (Tr) (punto
donde comienza la línea del cabello en el medio del rostro) y el gnathion con respecto al
centro de la cara. Sobre el gnathion, se subió el 1% de dicha distancia (Tr-Gn) y se trazó
una paralela de manera tal que las intersecciones laterales de la mandíbula formaran el
ancho de la base del mentón del individuo:
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Imagen_3
Ancho de la base del mentón y medidas relacionadas
Medición Facial: Anchura biogoniaca
Por tratarse de fotografías de rostros humanos y no de restos óseos, la identificación de los
goniones es tan importante como dificultosa. Para ubicar ambos puntos, primero se
identificó el ángulo de la mandíbula y luego se seleccionaron los dos puntos más laterales
sobre este (Krenzer, 2006):
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Imagen 4
Anchura biogoniaca
Valores de la proporción mandibular gonion/gnathion:
Cada modelo tuvo 3 fotografías, la fotografía original sin manipulación alguna (proporción
natural), una con una proporción que intenta hacer más fina la base del mentón (proporción
mayor) y una tercera cuya proporción intenta hacer más gruesa la base del mentón
(proporción menor). En la tabla 2 se presentan los valores de la proporción mandibular
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elegidos para el experimento. Estos valores fueron fijados arbitrariamente luego de obtener
el valor medio de las proporciones naturales y sumarle/restarle una desviación estándar a
ellos. Ambos estadísticos se tomaron sobre las muestras del mismo sexo.
Participantes
El cuestionario se repartió mediante redes sociales entre estudiantes, principalmente de la
Universidad de los Andes. Luego de finalizar el muestreo, 108 personas colaboraron con su
respuesta. Todos estudiantes entre los 18 y los 26 años de edad y en un 95% estudiantes de
la Universidad de los Andes. Dentro de la muestra hubo 48 hombres y 60 mujeres.
Instrumentos
El principal instrumento de trabajo fue un cuestionario de recolección de datos. Este se
compone de dos ámbitos fundamentales: la utilización del diferencial semántico (Guerrero
& Salas, 1975) en la escala de medidas bipolares del atractivo y las imágenes modificadas
presentadas a los participantes. El cuestionario recolectó aspectos ordinales para el atractivo
de las 3 proporciones aplicadas en cada modelo. El constructo de atractivo facial se midió
también por medio de la conjunción de las medias de las valoraciones en las siete escalas
bipolares, donde 1 correspondía al valor más extremo de uno de los adjetivos y 7 el valor
más extremo del adjetivo opuesto. El último componente del cuestionario era la pregunta de
identidad racial. Allí el sujeto observaba las tres parejas raciales (hombre y mujer) y
seleccionaba el grupo con el que se sentía más identificado.
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Procedimiento
Mediante un cuestionario en línea, a los participantes se les presentó una breve descripción
de la investigación, así como el respectivo consentimiento informado antes de proceder con
la toma de datos. A continuación, iniciaba una serie de 18 imágenes manipuladas de rostros
masculinos y femeninos. Se exhibía al mismo sujeto modelo con los 3 tipos de proporción
mandibular gonion/gnathion. Allí, se les pidió a los participantes que reportaran al más
atractivo y al menos atractivo, generando automáticamente una escala ordinal del atractivo
reportado. Las etiquetas son de referencia y en ningún momento fueron mostradas a los
participantes:
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Luego de esto, el sujeto modelo que fue reportado como el más atractivo pasa a ser evaluado
por las 7 escalas bipolares (Guerrero & Salas, 1975):
Desagradable ● ● ● ● ● ● ● Agradable
Imperfecto ● ● ● ● ● ● ● Perfecto
Despreciable ● ● ● ● ● ● ● Admirable
Escaso ● ● ● ● ● ● ● Abundante
Enfermo ● ● ● ● ● ● ● Sano
Feo ● ● ● ● ● ● ● Bonito
Antipático ● ● ● ● ● ● ● Simpático
Al final del cuestionario se le presentaron las 3 parejas de sujetos ordenados por raza (con la
imagen en su versión de proporción natural), y se le pidió al participante que eligiera el grupo
con el que se siente más identificado. El término “raza” jamás se hizo explícito en el
cuestionario.
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Se repartió el cuestionario entre el 5 y el 7 de Mayo de 2019 mediante redes sociales. En
algunas listas de difusión se ofreció como incentivo para participar, la rifa de productos
cosméticos. El cuestionario tenía una sección de demografía que preguntaba por sexo, edad
y pertenencia a la comunidad estudiantil de la Universidad de los Andes. 6 personas fueron
descartadas del estudio por ser menores de edad. 2 personas decidieron no participar luego
de haber leído el consentimiento informado. Finalmente, se cerró la encuesta el 7 de Mayo
con 108 respuestas válidas, estas se tabularon en Excel y se procedió a hacer el respectivo
análisis de datos con el soporte de SPSS.
Análisis de datos
Para poder resolver las preguntas de investigación se planteó un triple modelo de ANOVA
de medidas repetidas. En el primer modelo, las medidas repetidas corresponden a las
proporciones evaluadas ordinalmente a lo largo de los 6 sujetos modelo. En el segundo
modelo, las medidas repetidas corresponden a los grupos raciales presentados a lo largo del
cuestionario, estás con diferencia del primer caso fueron evaluadas mediante el promedio
del diferencial semántico. Se ejecutaron las pruebas de normalidad y esfericidad pertinentes.
Para los casos en que no se cumplía el supuesto de esfericidad, se utilizó el estadístico
ajustado de Greenhouse-Geisser. En los casos en que se encontraron diferencias
estadísticamente significativas entre las medias de los grupos, se hicieron comparaciones por
pares con el ajuste de Bonferroni. De igual manera, en las secciones del análisis donde el
tamaño muestral lo permitió, se introdujo el sexo del participante como moderador en el
modelo con el fin de encontrar interacciones relevantes. El tercer modelo tenía como objetivo
evaluar el efecto de homogeneidad endo-grupal. En este también se utilizaron los puntajes
obtenidos a partir del diferencial semántico y se ejecutó el mismo análisis de varianza del
segundo punto. La diferencia radicó en que para este caso, se filtró la base de datos en
función de la identidad reportada del participante. El único grupo con un tamaño muestral lo
suficientemente grande para soportar la prueba fue el de identidad caucásica.
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RESULTADOS
Atractivo de la proporción mandibular gonion/gnathion en rostros femeninos
Se encontró que la valoración del atractivo facial en rostros femeninos, se ve afectada por la
proporción gonion/gnathion, F(1,991) = 5,153, p<0,01, η2p= 0,046. Por lo tanto existen
diferencias estadísticamente significativas en este aspecto y se rechaza la hipótesis nula que
afirma, que las tres proporciones comparten medias iguales en la valoración del atractivo
facial.
En cuanto a las comparaciones por pares, no existen diferencias estadísticamente
significativas en la valoración del atractivo facial en rostros femeninos entre la proporción
natural y la proporción mayor, ni entre la proporción natural y la proporción menor. Sin
embargo, sí existen entre la proporción mayor y la proporción menor al nivel de p<0,01.
Tampoco se encuentran diferencias significativas en el modelo cuando el sexo de los
participantes funciona como moderador.
Las relaciones entre los valores medios de los grupos se presentan en la tabla 3. Nótese que
por tratarse de medidas ordinales, valores más cercanos a 1, significan mayor atractivo:
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Atractivo comparado entre razas
Se encontró que la valoración del atractivo facial discriminado por raza para rostros
de ambos sexos, se ve afectada por el grupo racial, F(1,917) = 35,642, p<0,05, η2p=
0,252. Por lo tanto existen diferencias estadísticamente significativas en este aspecto y se
rechaza la hipótesis nula que afirma, que los tres grupos raciales comparten medias iguales
en la valoración del atractivo facial.
En cuanto a las comparaciones por pares, existen diferencias estadísticamente significativas
en la valoración del atractivo facial entre los participantes hombres y las participantes
mujeres. De igual forma, existen diferencias estadísticamente significativas entre el grupo
africano y el grupo caucásico, entre el grupo africano y el grupo indio y entre el grupo
caucásico y el grupo indio. Todos los efectos se reportan con una significación p<0,05.
Tampoco se encuentran diferencias significativas en el modelo cuando el sexo de los
participantes funciona como moderador.
Las relaciones entre los valores medios de los grupos se presentan en las tablas 4 y 5. Se mide
el atractivo a través del diferencial semántico. Valores más cercanos a 7, significan mayor
atractivo:
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Efecto de homogeneidad endo-grupal en el grupo caucásico
Al evaluar las respuestas del grupo de participantes que reportó identidad caucásica, la
valoración del atractivo facial para rostros de ambos sexos se ve afectada por el grupo
racial de los modelos, F(1,924) = 30,476, p<0,05, η2p= 0,262. Por lo tanto existen
diferencias estadísticamente significativas en este aspecto y se rechaza la hipótesis nula que
afirma, que los tres grupos raciales comparten medias iguales en la valoración del atractivo
facial cuando se evalúan las respuestas de los participantes que reportaron identidad
caucásica.
En cuanto a las comparaciones por pares, existen diferencias estadísticamente significativas
entre el grupo africano y el grupo caucásico, entre el grupo africano y el grupo indio y entre
el grupo caucásico y el grupo indio. Todos los efectos se reportan con una significación
p<0,05. Tampoco se encuentran diferencias significativas en el modelo cuando el sexo de los
participantes funciona como moderador.
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DISCUSIÓN
Limitaciones
Pese a haber hallado diferencias significativas, los resultados del atractivo comparado entre
razas se encuentran limitados por el diseño de la prueba (η2p= 0,252). La razón de esto es el
poco control que se tiene frente a los diferentes estímulos que se presentan en las pruebas de
medidas repetidas por razas. Los innumerables detalles que afectan la valoración de los
sujetos modelo no necesariamente están ligados a la composición mandibular de su grupo
racial. En términos simples, una cuota importante de la valoración de los participantes se
dirige a la evaluación de los aspectos individuales del sujeto modelo. De cara a futuras
intervenciones, la mejor solución consiste en ampliar el portafolio de modelos para que el
efecto individual tenga un efecto menor en la evaluación y el puntaje obtenido para las razas
tenga una potencia estadística mayor. La prueba ordinal de medidas repetidas no es
vulnerable a los aspectos individuales del atractivo, puesto que la valoración se hace en
contraste con las fotografías del mismo sujeto, con variaciones en la proporción mandibular.
Gracias a esto, los 6 sujetos modelo aportan información consistente y no sesgada sobre el
papel de la proporción mandibular en el atractivo. Esto último no pasó con la valoración por
razas.
Por otra parte, el efecto de homogeneidad endo-grupal hallado en los participantes que
reportaron identidad caucásica valida nuevamente la idea de preferencia de castas desde la
percepción interna de este grupo. Pese a esto, también cuenta con las limitaciones reportadas
anteriormente. Los resultados son vulnerables a la belleza propia de los modelos y en las dos
etapas experimentales competentes de la raza, los participantes evaluaron más a los modelos
que a sus razas. Respecto a la aplicabilidad en los grupos de identidad africana e india, el
análisis de datos no se pudo hacer pues el tamaño muestral resulto insuficiente. Esta sub-
representación no es de extrañar, pues como se reportó previamente, existe una disparidad
entre los colombianos que presentan características morfológicas de las razas africana e india,
y los colombianos que reportan identidad con estos grupos.
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Conclusiones tempranas
Las conclusiones más importantes de este estudio partieron de observar el reporte de
diferencias significativas que presentan las proporciones mandibulares mayor y menor, en la
evaluación de rostros femeninos. Este hallazgo tuvo la capacidad de resolver varias
cuestiones tras un primer experimento. En primer lugar, al poder extender la conclusión para
todas las sujetos modelo del estudio, la preocupación por la composición morfológica ósea
distinguida entre razas pasa a un segundo plano. El patrón de valoración en los rostros de
mujeres se dio con tal consistencia en los tres grupos de origen ancestral, que las diferencias
significativas lograron un error tipo I inferior al 1%.
En segundo lugar, los resultados alineados con la teoría validan la calidad de la proporción
mandibular gonion/gnathion como instrumento de medición del atractivo y ponen a la región
mandibular como un referente en la belleza facial del ser humano. Por primera vez con una
argumentación cuantitativa y bajo una situación experimental controlada, parece tener
sentido considerar la región mandibular como una señal susceptible a exageración que puede
resultar atractiva en el proceso de elección de pareja. Gracias a esto, hay razones para pensar
que el dimorfismo mandibular se debe -en parte- a un proceso de selección sexual en la
especie.
Diferencias en la evaluación de los rostros
Con respecto al atractivo de la región mandibular, la conclusión más temprana es que los
rostros con características más femeninas resultan más valorados en los rostros de las
mujeres. De forma contraria, las características más masculinas resultan menos valoradas en
los rostros de las mujeres. Hallar una correspondencia con los planteamientos del dimorfismo
sexual resulta no solo satisfactorio sino contundente.
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Por supuesto que la siguiente pregunta inmediata es ¿Por qué no se encontraron resultados
estadísticamente significativos en la evaluación de los rostros de los hombres? Fue necesario
descomponer los resultados de los análisis de varianza para poder llegar a una respuesta.
Observe la tabla 7. Nótese que tanto hombres como mujeres tienen la misma preferencia
marcada por la proporción menor en los rostros femeninos.
Es claro una vez más lo que es bello en términos de la región mandibular cuando se trata de
un rostro femenino.
Observe ahora la tabla 8. En cuanto a los rostros masculinos, las mujeres destacan la
proporción menor y los hombres evalúan casi de manera idéntica los tres estímulos.
Se puede celebrar nuevamente la marcada preferencia que tienen las mujeres por aquellos
hombres con características más masculinas en su rostro. Nuevamente, la belleza facial ha
mostrado su camino. Por otra parte, vale la pena preguntarse si ¿La indiferencia de la
evaluación masculina sobre rostros de otros hombres tiene alguna importancia? Tratándose
de una muestra bastante equilibrada en número de hombres y mujeres, no es de extrañar que
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esta falta de apreciación de los participantes hombres, limite las diferencias estadísticamente
significativas únicamente a los resultados encontrados en los rostros de mujeres, donde
ambos sexos lograron identificar componentes marcados de la belleza facial.
Sin embargo, lo realmente interesante del caso es entender que mientras las mujeres son
hábiles identificando la belleza de sus competidoras, los hombres no. Este último es el
verdadero hallazgo del estudio. Pese a este gran resultado, queda abierta una pregunta aún
más trascendental, que se espera resolver más adelante: ¿Por qué los hombres no lograron
evaluar con el mismo éxito que las mujeres los rostros de otros hombres?
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Yasar, M. (2013). The human skeleton in Forensic Medicine.
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ANEXOS
Anexo 1: Contrato de derechos de imagen
DOCUMENTO DE AUTORIZACIÓN DE USO DE DERECHOS DE IMAGEN
SOBRE FOTOGRAFÍAS Y DE PROPIEDAD INTELECTUAL OTORGADO AL
DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE LOS ANDES.
Yo, ______________________ mayor de edad, domiciliado y residenciado en _________,
identificado con la cédula de ciudadanía No. _____________ de ___________, en mi calidad
de persona natural, mayor de edad, cuya imagen será fijada en una fotografía que utilizará y
publicará el Departamento de Psicología de la Universidad de los Andes, quien para todos
los fines del presente documento se denominará LA PERSONA, por una parte y por la otra
DAVID PEÑA REYES, identificado con la cédula de ciudadanía No. XXXXXXXXX de
Bogotá, quien en su calidad de estudiante afiliado al DEPARTAMENTO DE
PSICOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE LOS ANDES, quien de ahora en adelante se
denominará EL DEPARTAMENTO; hemos acordado suscribir el presente documento de
autorización de uso de derechos de imagen sobre fotografía, procedimientos análogos a la
fotografía, así como los patrimoniales del autor y derechos conexos, el cual se regirá por las
normas legales aplicables y en particular por las siguientes Cláusulas:
PRIMERA – AUTORICAZIÓN: LA PERSONA, mediante el presente documento
autoriza la utilización de los derechos de imagen sobre fotografías o procedimientos análogos
a la fotografía, así como derechos patrimoniales de autor (Reproducción, Comunicación
Pública, Transformación y Distribución) y derechos conexos, al EL DEPARTAMENTO
para incluirlos en fotografías o procedimientos análogos a la fotografía. SEGUNDA –
OBJETO: Por medio del presente escrito, LA PERSONA, autoriza a EL
DEPARTAMENTO, para que de conformidad con las normas internacionales que sobre
Propiedad Intelectual que sean aplicables, así como bajo las normas vigentes en Colombia,
use los derechos de imagen sobre fotografías o procedimientos análogos a la fotografía, así
como los derechos de propiedad intelectual y sobre Derechos Conexos que le puedan
pertenecer para ser utilizados por EL DEPARTAMENTO. PARÁGRAFO – ALCANCE
DEL OBJETO: La presente autorización de uso se otorga a EL DEPARTAMENTO, para
ser utilizada en ediciones impresas y electrónicas, digitales, ópticas y en la Red de Internet.
PARÁGRAFO: Tal uso se realizará por parte de EL DEPARTAMENTO, para efectos de
su publicación de manera directa, o a través de un tercero que se designe para tal fin.
TERCERA – TERRITROIO: Los derechos aquí Autorizados se dan sin limitación
geográfica o territorial alguna. CUARTA – ALCANCE: La presente autorización se da tanto
para formato o soporte material, y se extiende a la utilización en medio óptico, magnético,
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electrónico, en red, mensajes de datos o similar conocido o por conocer en el futuro.
QUINTA – EXCLUSIVIDAD: La autorización de uso aquí establecida no implica
exclusividad en favor de EL DEPARTAMENTO (de Psicología). Por lo tanto LA
PERSONA se reserva y conservará el derecho de otorgar directamente, u otorgar a cualquier
tercero, autorizaciones de uso similares o en los mismos términos aquí acordados. SEXTA –
DERECHOS MORALES (Créditos y mención): La Autorización de los derechos antes
mencionados no implica la cesión de los derechos morales sobre los mismos por cuanto en
conformidad con lo establecido en el artículo 6 Bis del Convenio de Berna para la protección
de las obras literarias, artísticas y científicas; artículo 30 de la Ley 23 de 1982 y artículo 11
de la Decisión Andina 351 de 1993, estos derechos son irrenunciables, imprescriptibes,
inembargables e inalienables. Por lo tanto los mencionados derechos seguirán radicados en
cabeza de LA PERSONA.
Dada en Bogotá DC a los 8 días del mes de Enero del año 2019
EL DEPARTAMENTO LA PERSONA
DAVID PEÑA REYES __________________________
C.C. No. XXXXXXXX de Bogotá C.C. No. _____________de______
Departamento de Psicología
Universidad de los Andes