barbero_la cultura como espacio de hegemonia

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  • 5/15/2018 Barbero_la Cultura Como Espacio de Hegemonia

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    Jesus I\1artin-B ar:bero

    Delo~n~ediosa las mediacionesComull tcacwll , culium y hegenlOnia

    CONV ENIO A NDRES B ETr.oSANlAFE DE BOG011\~----

    IV, REDESCUBR!ENDO A!. PUEBLO: LA CUlTURACOMO ESPACIO DE HEGEMONfJi.

    Nada expresa mejor el alcance y Ia incidencia que en el te~frena teorico tiene la crisis qu~ el redescubrimiento de 1 0popular efectuado en los illtimos afio~,Como si1a vieja ydenostada categoria se recargara de sentido merced a no sa-bernos muy bien que proceso? y nos desafiara a descubrirla dimension de 10 real hist6rico y 10 real social que ahf per-manece pujandopor hacerse pensar. M a s a lia de las modas-que a su manerahablan. tarnbien de 10 que enmascaran ysobre lo que en ultirnas se apoyan secretamente-c lavigen-cia recobrada pOl" 1 0 popular en los estudios historicos, en lasinvestipacione~ sobre la cultura Y sobre la comunicaci6n al-ternativa, 0enet campo de lacultura politicay lespolfticasculturales, rnarca una fuerte Inflexion, unjalon nuevo en eldebate y algunos desplazamientos-lmportantes. Para deli-mitarlos comenzaremos por estudiar los nuevos contornosque en la investigad6nhist6rica adquiere la ftgura del pue-blo. No se trata de un acre~entanliento del saber en cifras ydatos, sino de un primer desphlzainiento quereubka el/'Iu-gar" de 10 popular al asufilidfj)'como parte de la memoriaconstituyente del proceso historico, presencia de un sujeto-otro hasta hace poco negadpporuna historia para la que elpueblo 5610 podia ser pensado"bajo elepfgrafedel numeroy e1anonimato"l38. Junto a ese cambio de Iaperspectlva his-t6rica seabre paso una transformacion en lasociologia -laque hacen visibles las sodologfas de lacultura y de la vidacotidiana- y la antropologfa: de la demologfa'alaantropo-logia urbana. En conjunto,lo que se ernpiezaaprodudr es Iun descentramiento del concepto mismo de cultura, tanto.138 C. Ginzburg, E I q ue so y l os g us an os , p. 22.

    [ 83 J

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    e "E LOS MED!OS /t, l,l\S MED!/\C!ONES';

    en su eje y u'niverso semantico cor~o e~ el pr.agmatic~, y ~mredisefio global de las rslaciones cuttore/pueblo y puebto/cIa-ses sociales. En esc redisefio va a jugar un papeJ nnportante.~l rccncuentro con el pensamiento de Cramsci que, por en-cima de las modas teoricas y los ciclos politicos, logra actual-mente una vigencia que habia sido secuestrada 0 ignoradadurante largos . af ios.

    1.E1pueblo en la otra historiaEIpueblo, palabra vaga, poco querida de los histo-

    .... tura folklorica"-, se enfrenta el clero, duefio de la culture es-crita. Pese al esfuerzo de adaptacion que 1apropagacion delcristianismo exige y a la complicidad que de heche las cul-turas campesinas encontraban en ciertos rasgos de la men-talidad de los clerigos.Ia cultura clerical chocade frente conla o cultura de las masas campesinas, Cheque se sit(ia b a -139 J . Le Goff, T i emp o , t r ab a j o y c ult ur e e n e l O c ci de ni e medietal, version

    castellana de P o ur u n a uf re l '" y1 o ye n. A ge p p~lO~1 40 I bI de m , p. 14 .141 ibidem, p. 213 .

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    DE LOS MEDiaS A LAS MEDIACIONES

    sicamente en el conflicto entre el radonaiismo de la culturaeclesiastica -separaci6n tajante del bien y el mal, de 10 ver-dadero y 10 false, los santos y los demonios- y Ia equivoci-dad, laambigtiedad que pennea toda la cultura folld6ricapor s u . cr e e nc ia en fuerzas que son ahora buenas y de spue smalas en un estatuto movedizo y cambiante puesto que maspragmaticc que onto16gico de 10 verdadero y 10 falso. Demanera que el dualismo maniqueo y el esquernatismo apa-recen paradojicamente no como modos originalmente po-pulares, sino mas bien lmpuestos desde la tradid6n erudita.Resistida, y no poem, veces desafiada,la cultura oficial , repli-ca de tres maneras: iades trucci6n de los templos.Ios objetos,la s fo rm as iccn ogrM ica s de lo s dio se s, etcetern; la ohl i t craci6no abolicion de practices, rites, costumbres, devociones: y ladesl1aturalizaci61l 0deformacion de las mito logias y las t ema-t ic a s f o lk l o ri ca s que, r esemant i zadas . son recuperadas por 1acultura clerical,Pero ni el confl icto ni la represion paralizan el intercam-bio. A veces incluso 1 0 estimulan, ya que al poneI' muy cerca,"cuerpo a c ue rp o" . Ia s c ult ur es enfrentadas las expollen. Conel tiernpo la oposicion va dando lugar a un dialogo hecho 1 depresiones y represiones, de prestamos y rechazos" entreCristo y Merlin, santos y dragones, Juana de Arco y Melu-siana.Le Goff advierte que tanto el sabbat como la Inquisi-don aparecen solo cuando la simbiosis se rompio, mientrasque durante diez siglos tuvo lugar el gran dialogo entre 10escrito y 10o ral que transformo los relatos populates en lasieyendas co n que l os s e rl Of eS feudales empiezan a contar yescribir su historia, el mismo dialogo que impregna de 1 0rnaravil loso popular los relates evangelicos que proclarnanlos clerigos convirtiendo a los santos en hadas y a los demo-nios en fantasmas,El aporte L e G off estriba e n hab er logrado r es ca ta r ladinamica propia del proceso cultural: la cultura popular ha-ciendose en una dlalectica de perrnanencia y carnbio, de re-sistencia y de intercambio. Sobre textos y contextos del sigloXVI; M . Bajtin y C. Ginzburg invest igan tambien la dinarnica

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    PUEBLO Y MASA EN LA CULTURA: LOS HiTOS DEL DEBATE

    cultural peropara estudiar no el proceso de constitution de10 popular, sino la configuraci6h a que ha llegado ya e sa c ul -Iura y sus modos de expresi6n .Ambos abordan 10 populardesde dentro: 8ajtiJ1 poniendo el acento en lo que la culturapopular tiene de extrana s ,de para lela a la oficial, de olra;Ginzburg indagando en las resistencias .su capacidad deasumir el conflicto activa, creativamente."- Lo que Mijai l Bajt in investiga es 10 queen l a c u lt u r a popu-

    lar al oponerse a la oficial la cohesiona. Io que al constituir-1a la segrega. Por eso su estudio se centra en la investigaciondel e s pa c io p r o p io , que e s la plaza publica -" e l s i ti o en qu e e lpueblo lleva la voz cantante"- y el t iempo f u er te que es elcarnaval, La plaza es el espacio no. segmentado, abierto a lacotidianidad y a1 teatro, pero un teatrosin distincion de ac-tares y e sp ec ta do re s. A la plaza l a c ar ac te ri za s o br e todo unlenguaje; mejor: laglaza es un lenguaje, "un tipo particularde comunicacion'" I configurado .(on base en la ausencia delas constricciones que especializan los lenguajes ofidales yasea el de la Iglesia, el de la Corte 0l de los tribunales. Onlenguaje en el que predominant en el vocabulario y los ade-manes, las expresiones ambiguas , ambivalentes, que no soloacumulan y dan salida a 10 prohibido, sino que al operarcomo parodia, como degradacion-regeneracion, 1/ contribulanala creacion de una atmosfera de libertad", Croserias, in-judas y blasfemias se revelan condensadoras de las imiigenesde la vida material, y corporal , que liberan 10 grotesco y 10comico, 10 dos ejes expresivos de la cultura popular. . "

    Despues de mucho indagar y preguntarme por el senti- 1 \do que tie ne la atr ibution del real ismo a 10 popular, y de en-contrar casi siernpre en esa atribucion una fuerte proyeccion ..

    /del etno-centrismo de dase, encontre en la caracterizacion .que del trealismo grotesco" hace Bajtin una pista feeunda.Se trata de un realismo que se sihla en antipodas de 1 0 que

    142 M. Bajtin, L a c ul iu ra p o pu la r e n l a E d a d M e d ia y ell e l Re n a cim i e n io , pp.13955.

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    OF LOS MEDIOS A l.AS MEOIACIONES

    un racionalismo disfrazado le ha endilgado norrnalmente a10 popular e lm a do g ro te sc o funciona par exageraci6ny de-gradacion y nopor calco.De forma que 10 que por medic de~sas operaCiones se rescata no es una mera afirmacion de 10real , sino u n a t op o gm f ia que afirrna como .rsalldadultima yesencial el cuerpo-mundo y el mundo del cuerpo, esto es,fila transferencia al plano material y corporal de 10 elevado,espiritual,ideal y abstracto,,143. Una topograffa que actuacomo valoracion de 10 bajo -la tierra, el vientre- frente a 10alto -el cieIo; el rostro-, que afirma 1 0 inferior porque "1 0 in-ferior es siempre un comienzo", Frente al realismo que no-, sotros conocernos, 0mejorreconocemos como tal, que es unnaturallsmo radonaBzado segun el cual cada cosa es unacosa puesse haiia separada, acabada y aislada, el realismogrotesco afirma un mundo en que el cuerpo aun no ha sidoseparado y cerrado, ya que 1 0 que haee que el cuerpo seacuerpo sonprecisamente aquellas partes por las que se abrey comunica con el mundo: la boca, la nariz, los genitales, lossenos, el ana, el falo. Por eso es tan valiosa la groserta; por-quees a traves de ella que se expresa 10 grotesco: el realismodel cuerpo; .El camaua l es aquel tiempo en que ellenguaje de la plazaalcanza e ll p ar ox is mo , 0 sea, su plenitud, la afirmacion delcuerpo d~l pueblo, del cuerpo-pueblo y su humor . Que di-ciente l a confusion en castellano del humor como llquidovisceral -los secretos hum ores del cuerpo que analizan losgalen os- y el humor resorte expresivo de la parodia y la r i-diculacion. Eso es 10 c a r n i c a antes de que se convirtiera en"genera menor": la parodia hecha cuerpo, carnaval. Con susdos dlspositivos claves en la risa y la mascara. La risa no encuanto zesto expresivo de 10 divert tdo. de la diversion, sinoen CU3!110 oposidon y reto, desafioa la seriedad del mundooficial, a su ascetismo por el pecado y su Identificaclon de10 valioso con 10 superior. La risa popular es, segUn Bajtin,

    14 3 Ib,dem, p. 24 .88

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    PUEBLO Y MAS A EN LA CULTURA: LOS HITOS DEL DEB"TE

    "una victoria sobre el miedo", ya que nace justamente detornar r isible, r idiculo, todo lo que da miedo, especialrnentelosagrado -t-del poder, de la moral, etc.-,. que es de dondep re ce d e 1 a c e ns u ra mas f ue rt e: I a interior . Mientras l a s e r ie -dad empata con el miedo, 10 prolqnga yproyecta, la risaconecta con lal ibertad. Umberto Eco trabaja y desarrolla esamisma relacion cuando alfinal de EI nom bre de la rosa poneen boca del ciego mon]e bibllotecario elmas formidableale-gato en que se haya recogido la posici6n deja Iglesia medi e -val, dela cultura oficial, frente a la risa , EI alegato [ustifica 1 3censura de 13 Iglesiasobre un misterioso libro; el mas nefan-do de todos los libros, ya que en ella risa es valorada como 'modo de expresion que corresponde a un modo de verdad.Ycontra eso Ia Iglesia tiene dos "razones" de peso: que "larisa libera al aldeano del miedo al diablo, po~que en la fiestade los tontos tambien el diablo aparece como pobre y tonto" iy que aquel libro "habrfa juslificado la idea de que fa lenguade los simples es portadora de algun saber f l14 i . La mascara, elotro dispositive de 10 comlco y del carnaval, dice aun masplenamente Ia negaci6n de la identldad.como univocidad .La m a S C a . 1 ' 3 e s t a en la m is ma lin ea de operac ion que l o s s o b re -nombres y los apodos: ocultacion, violacion, ridlculizacionde la identidad, y al mismo tiernpo realiza el movimientode la s metamorfosis y las reencarnaciones, que es el rnovi-miento de la vida. Pero Ia masca ra juega tambien sobreotro registro de sentido, es estratagerna de encubrimiento ydisimulacion, de engafio a la autoridad y volteamiento delas [erarquias.Sobre otros textos, muy diferentes a los de Rabelais pero

    del mismo siglo.Ios que recogen el juicio y la condena de unmolinero por un tribunal de la Inquisicion, Carlo Ginzburgha Investigado la dinamica cultural que permitio al moline-ro Menocchio en un pueblecito de la Italia del siglo XV Ielaborar una vision del mundo que condensa la resistenda

    1 44 U . E co , E l n am br e d e In ro sa , pp. 5 7 4 Y 5 7 6 .89

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    DE lOS MEDIOS A LAS MEDIACIONES

    activa de las c la s e s p o pu l aT e s de ese t i empo, La pista de en-trada Sf haUaen la discrepanda profunda y (OBstante entre elmundo de que haplan las preguntas de los jueces y el mun-do de las respuestas de Menocchio,.EsteuHinlO .a.su vezformado por dos estratos sobre los quese apoya la lrreduc-tibilldad y creativic;lad del molinero: un nucleo de creenciaspopulares autonomas, de "oscuras mitologtas campesinas"de remota tradici6n oral, y una sorprendente pero clara con-vergenda de la s ide as y po sicio ne s de M an occh io con la s de__lo s intelectuales m a s progresistas de Ia epocaComprender Ila "discrepancia" desde la que se produce la vision del mo- ilinero implica estudiar a la vez la memoria y la circularidadcul tural de iR S que se all~enta es.ctvision. H,a,cia .1 0 cu ai n o .1ha y mas acceso que mediante la reconstruccion del moqQ_de.leer de Menocchio, ese lugar deride memoria y circulacion Js on activadas., '. Loque ha hetho 'pcsible la tectum que Menocchio fec"tu a de unos po Sps lib ro s n o es tanto la geniaJidad del moli -nero -y ello noporque un molinero no pueda ser gerual-,sino la converg~nda de Ia imprenta y la Reforms. La im-prentaposibmt~n.do que los libros lleguen hasta las aldeascampesinas, permitiendo asi 1a confml l taci6n can las ideasque venian de la tradieion oral, y proporcionando un sumi-n is ir o d e p a la b m s co n que "expresar la oscura e inarticuladavision del mundoque bullia en su fuero Interne"!". LaReforrua dnndole audacia para atreverse a hablal" y ca n tarsus sentimientosa los vecinos de laaldea ydefenderlos antee l tribunal de la Inquisici6~.,Q ue d i f eren t e la mane r a comoGinzburg entiende e l p ape l ju gado po r la imprenta al que leatrlbuye la concepcion mcluhaniana: ninguna fuerza intri-seca a la tecnologia que desde sfmisma explique nada, sinoproceso de l i berac ion de una energia social qu e estalla en laarticulacion de la expans ion de Ia lectura que la imprentapermite !legar mas alla del reducto-monopolio de los doc-

    145 C. Ginzburg, 0]1 . cit" p. 1 03 ,90

    PUEBLO Y MASA EN LA CULTURA: LOS HiTOS DEL DESAi F

    tos co n el radicalisrno cultural que se expresa y refuerza enla Reforma, es decir, co n los movimiento sociales que hallansu modo de expresion, en ese tiempo, a t r aves de la lucharellgiosa.A partir de esos procesos que hacen posib~e la Je~tu~a,

    tanto objetiva como subjetivamente, Men~cchlOJee~;es~I~-damen i e 10 que lee.Yque son unos pocosIibros nada ong l-nates": vidas de santos, un pOema burlesco, un florllegiobfblico, un Iibro de viajes, una.cronica, el Coran y el Deca-meron. La dave de la lectura efectuada no viene tampocode los lib ro s m is rn o s. " M as im po rta nt e que e l te xto e s la cla -ve de lectura, el tamiz que Menocchio interponia incons-cientemente entre ely lapagina impresa: un tamiz que ponede relieve ciertos pasajes y oculta otros.que exasperaba elsignificado de una palabra aislandola delcon texto, que ac-tuaba sabre la memoria de Menocchio deforrnando la pro-pia lectura del texto, ,1 .16, Laeficacia de ese tamiz nos saca delos textos y nos obliga a b u ce a r en la memoria cultural cam-pesina, no para encontrar en ella 1 0 que e ,lmolinero ,Ie.hacedecir a los textos, sino la fuente del confl ictoque ongina ladesviacu in , esto es, la mezcla del choque y el dialogo entre 1 0ora l y 1 0 escrito planteado por Le Goff. S610. desde ahi esexplicable la presencia en 1 3 concepcionelaborada por ~e-nocchio de una tolerancia religiose radicalmente extrana ala intolerancia de los inquisidores, una finisima sensibilidada los diferentes modos de injusticia de los ricos y}as formas

    '1" " . . . t 1 . T , te de ... . ia ~ sos la . . "r lae mercant i lizacion ue 10 n:i lgioso, una n u . . . . " ; ) ClY a I(dimension dogmaticadela religion y a quedarse co n la e xi-genda moral que empa taba con su tradicion, y una utopia"ingenue" que le llevaba a desear "hubiese un mundo nue-vo y OITO modo de vivir",

    L,eyen(io a (~anzbu_rg uno no a la s en =sacion de que el investigador tambien ejerce una lecturad iad II A' ~ cuadro ~~~I ~~ 1"" c e sv ia c a I es ueClr , que !eCOmpOi le un uaUl ClI n yuo:::: rc146 Ibidem, p, 72 ,

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    \ ~ .D& LOS MEDIOS A LAS MEDfi\C!ON S

    cultura popular resulta dernasiado coherente y la vision deMenocchio excesivarnente progresista. Y sin embargo 1a ri~queza y la precision de la reconstruccion del contexte histo-rico sociocultural y del proceso de maduraci6ndelas ideasde Menocchio nos aseguran de la veracidad y la [usteza de1 8 conclusi~nes a las que llega el historlador . .En ultimas, lasensad6n a que aludo remite quiza mas, mucho mas, anuestra complicidad con esa deformad6nqueha convertidola efirrnacion de Marx -las ideas dominantes de una epocason las ideas de la clase dominante- en la justificacion de unetnocentrismo de clase segtin el cual las clases dominadasnnl;of"1u", .;r10 lC " t" "\A:.\t"\Yt,..,.:u"\-:\rt:::u: .. AD Y'l~nrl1"L("';'" 1 r 1 , . . . " . . , r r . : : C " ' 4 - ~ f.""rlI;:lV ..........i.i"i...i.i. .i ' i ,..i .....'"~....,., .i.i.U Lv a, ; : --; ; ,.i iyu...........

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    DE LOS MEOIOS A LAS MEDIACIONES

    ra supra 0 t ransnacional, Perspective que permite cornpren-derc61110 la destruccion d e la s fiestas o la persecucion de lasbrujas ernpata sinhlato alguno con la enculturacion que re-alizan Ial iteratura de cordel.Ia puesta en circu laclonde unaiconografia y latransformacionde los espectaculospopula-res. Esa enculturacion se ra estudiada con detalle en la se-gunda parte.Desde una linea de analisis que roza a rates el culturalis-

    mo pero que proEorciona sin embargo una riquisima infor-macion, P . Burke 49 estudia el proceso de enculturacicn delmundo popular y distingue enel dos etapas: una primeraque va de 1500 a 1650 y durante Iacual el agente de la en-culturacion es el clero; y una segunda, de 165Ua l~OU,en laque el agente primordial es yaplenamente Iaico. La primeraesta movilizada por el surgimiento de la Reforma protestan-te vla Contrarreforma catolica Clue, desde propuestas dog-J .... ~,._ ........maticas y metodosvde accion diferentes.vconvergen-sinembargo en el mismo objetivo de purificar las costumbresde los restos que aun'quedan de paganismo. Y ello tanto en1 0 que respecta a las representaciones y practices religiosascomo en las dema. s practices culturales desde las baladas alas danzas pasando po r la medicine. Las crtticas de Erasmoa los predicadores populares son una buena muestra de esaconvergencia: nada de tolerancia con la supersticion 0 conlos modes de expresion en que ella se esconde, y por tantoninguna concesion al lenguaje vulgar, y sobre todo "ningu-na busqueda de emod6n 0 de historias que puedan hacerrefr";Despues de 1 0 que los trabajos de Bajtin y Eco nos han.perrnit ido comprender sobre ellenguaje y Iarisa del pueblo,se entiende mejor el sentido de ese"ponerse seria" de lareligion y de la busqueda a toda costa de una reforma decostumbres que rompa el mestizaje de 1 0 sagrado y 1 0 pro-fano, El racionalismo que ya Le Goff detectaba como el in-zrediente dave de la cultura clerical en la alta Edad Mediav149 p, Burke, C u lt ur u p o p ol ar e IIcllTunJl'llllloticnltl, Mil. in, 1')80.

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    ~i ,I

    PUEBLO Y MAS A EN LA CULTURA: LOS HITOS DEL OEBAfF

    va a to rnar, aho ra sf , diffcil los intercambios, Catolicos y pro-testantes espfan en las danzas.y losjuegos, en lascancionesy los dramas, aquellas pellgrosas emocioties, oscuros senti-res y secretas pasiones que'dan asilo a lasupersticion. Candiferencias entre cat6licos y protestantes, que comportansinembargo no pocas contradicdones,. Seg(iI1 1 0 prueban lostestimonies reunidos por Burkel.mientras los catolicos bus-can la modi ficaci6n de l~scostumbres.Ios protestantes se em-penan en una aboI ic i6n completa de las tradiciones Y . la moralpopular, y elloen nombre de la IInuevas virtudes" cristianascomo Ia sobriedad, la dil igencia y la discipline, es ..decir, lasque componen la mentalidad requerida por la productivi-dad. Hable de contradicciones en el sentido de que si bienlos protestantes en un principio alentaron las revueltas cam-pesinas, muy pronto sc.convirtieron'en slls enernigos y losprimeros en tratar de romper las reladones entre fiesta yrevuelta popular mediante una'separacion radical entre ce-Iebracion religiose y f iesta popular.Al rnismo tiempo quedan entrada en sus celebracioriesal Idlorna que habla la gen-te aboliendo el latin, y a un cierto tipo de cancion popularpara rnusicalizar los hirnnos religiosos, los protestantes se.vuelven mas y l11aS intolerantes con todo 10 que en la moralde la gente entrafia supervivencias de 1av ieja cultura, comola espontaneidad, el rechazo al ahorro que alienta su gene-rosidad y un cierto gusto por el desorden Y el rela]o.En la segunda etapal mas importante que larepresion es

    el proceso de laidzaci6n,el desencantamiento del mundoinducido por la expansion de losnuevos modes de conocery trabajar, y que vienen a radicalizar la ruptura entre la cul-tura de la minoria y la de la mayoria, Tanto Calvino comoCarlos Borromeo aneta Burke, creian en el poder la magia;en la segunda etapa 1 3 magia mas que una herejia.sera con-siderada una tonteria: algo que ya no tiene sentido, Y lassupersticiones en lugar de ser vistas como falsa religion pa-saran a ser miradas primero y estudiadas despues comopracticas i rracionales. De otro lado, la division del trabajo yla estandarizacion de ciertos utensilios -ceramica, relojes,

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    DE LOS MEDIOS A LAS MEDIACIONES

    sabanas __y la organizaci6n de losespectaculos por .instan-das Institucionales van dejando sin piso la red de intercam-bio de 'lUt se alimgl1taban las culturas populates.A inyestigar ese "qu edar s in piso", la erosion de 1a " eco -nomia nioral deIa plebe", ha dedit:ado Edward PalmerThoI11psO,1un tmbajo de historia querenueva radicahnen.telaconcepcion que se tenia de las relaciones .entre movimien-tos socialesy dil1amica CllIt .uraLPara Thompsonno es posi-ble una histqriade.ladase obrera sin que .ella asuma lamemoriay la.experiencia popular, y nosolo.a.modode an-tecedente en eltiernpo, sino de constituyentedel movi-miento obrero en sf mismo. Propuestaque irnplica repensarlos tres conceptos basicos: el de clase, elde pueblo y el deculturaJ5.Unadase social eSt segun.Thompson unmodo.deexperimentarla existenciasocial y nOU11recorte casi mate ...matico en I a r ela cio n a .lo s m e dic s de p ro du cc io n. " La claseaparece cllan~() algtln{}~hotnbres, como.resultado de expe~rienciascomunes (her~dada.s 0 compartidasjsienten y arti-,culan la id.entidadd.e. sus interesesentre ellos y contra otroshombres cuyos intereses sondiferentes (y corrienternenteopuestosj.alos suyos"lSl .Clase es.pues una categona histo-ri~a mas q~e econornica. Y decir eso significa romper tantocon el modele estatico marxista que deriva las clases, su po-sici6n V hasta.su conciencia, mecanicamente de sulugar enlas rel~ciones de produccion, como con el modelo d'-eunasociologia funcionalista que. reduce las clases a una estra-t ificaci6ncuantitat iva en terminos de salaries, de tipos detrabajo 0 nive les de educacion -.Desde ambos lados la ten-dencia es a pensar las clases como 1/ entidades". Pero "las c1a-ses no existen como entidades separadas que miran en

    150 E. P, Thompson se rnueve dentrn de hi linea de de losestudios historicos en que se ubican los trabajos de Hobsbawm y G.Rude, pero Sf: dis tanc ia de es t os en la importancia que le i1trihuye ala cxperiencia cul tura l de las dases populates por cnc ima del Iuncio-namiento ideologico de esas cultures.

    151 E. P. Thompson, Laformaciol1l! isl6l' ica d e la c/I1SC obrcr. Vol.I, p. 8,96

    PUEBLO Y MASA ENlA CULTURA: LOS H!TOS DEL DEBATE

    derredor, encuentran una clase enemiga y empiezan Juegoa Iuchar. POl' el contrario, las gentes se encuentran en unasociedad estructurada en modos determinados exnerimen.I tan 1~e.xplotad6n, identifican puntos de interes antag6nico'lconuenzan a luehar por estas cuestiones y en el proceso deluella sedescubren C01110c lase "152. Rompiendo.con una tenaz Itradicion historiografica, Thompson replan tea las relacionespueblo/class al descubrir en Ia plebe de lo s molines prein-dustriales unsentido politico hasta ahora.soslayado 0nega-do explfcitamente, Pero .es que Ia dimensi6npolitica delmotin no.es legible directamente en las'acciones y 5610 pue-'de sercaptada r eiir ie nd o e l m otin a la culiura de la que h

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    IIila costumbre" que parad6jicamente expresa una forma de I I i f Idefender la idenndad. Debfarnos esperar hasta la crisis que \ I atraviesa hoy la ldea'del progrcsopara entender el sentido de Iesa contradicci6n, y el "a rsenal de protesta" que ha y en mu- 1 .elias de las practices y los ri tos populares, invisible arsenal Ipara quien desde una nocton estrecha de 10 politico se ern- Ipefia en politizar la cultura desconociendo la carga politica ique escondenn~ poras de las pract ic a s y ' la s expresiones eul-/turales del pueblo. _-AThompson se le critica el enfasis puesto en la continui-dacl_de la eoncienciarebelde, Ye l v e r s en as de resistencia allidonde otros no ven sino muestras de irracionalidad153, Pero esd'ff' 'I . _, " 1" hI' rl1 . cr romper con una OlJ sunaaa uaCtiClon ver s e Ov,llj?"Oa ex t rema r c i er t a s posiciones. El remez6na que h a s om e ti dociertasseguridades ylas plstas queese remez6n abre biencompensan sin embargo los enfasis que haya que corregir,Un u l t i J . l 1 o avanceen la "revisi6n" de la idea sobre 10 po-pular desdelos estudios hist6ricos es el que proporciona la

    tematizad6n del gusto, de la sensibilidady la estetica popu-lares. Basta hace bien poco 10pepular era hasta tal puntor:onsiderado 10 contrario de 10culto que de todo aquello queoliera a "C1.llhlra"lo popular aparecia automaticamente des-cartado.En los ltbros de historiapodlamos informarnosacerca de l as f o rma s de vestir 0co rne r , de l a mu s ic a que gus-laban 0de c6mo organizaban sus viviendas los rices: acercade los pobres s610 nos contaban 5U estuptdcz 0 sus revuel-ta s, s u explotaci6n, su resentimiento y sus levantamientos:todo ellosin cotidianidad clare esta. y sin sensibHidad. Hagocaricatura pero creo que bien reconocible. Por eso resulta tanrenovador un estudto como el de Zeldin154, en el que la in-vestigad6n del ultimo siglo -1848 a 1948- en Francia no in-forma solosobre el buen gusto, sino tambien sobre el "mal

    DE LOS MED!OSA LAS MEDIAC!ONES

    153 tv!. Shiach, A na ly si s o f t h e COllcept o f ' th e P o p ul ar ' in t h e C u ltH r e Studies,pp. 5 8 55,154 Th. Zeldin, H i si oi re d e s p a ss io n s j 'r m 1( ;a is e s, Vol. 3: G oM e t c or ru pt io n,Pans, 1979:

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    II

    PUEBLO Y MAS A EN LA CULTURA: LOS HITOS DEL DEBATE

    ~us t o" ; yen e J que f o rman p ar te d e 1 0 q ue a hf a pa re ce comocultura tanto los modos oficiales de entender la salud como:05

    rpopulares,y la decoracion del habitat de los barriosobreros y hasta el humor U 1 , . l meno~ l~."h:n~on-"-- - t -b del .. ..... . '"JC: l:>t 1cl pell eet: na-er ejado de confundir el"mal gusto" con la ausencia delgu s to ! . '

    2. Cultura, hegemonia y cotidianidad

    \II .tl .

    EI camino que ha nevado a las ciencias sociales crfticas ... ;"I ~~.........h u", U r r r-teresarse en .a cultura, y particularmente en la culture popular, pasa en buena parte por Cramsci. De las "relecturas".~ I~s que tan d?doS ~stuvieron los afios sesenta, pocas tanJ~stamente rectamadas porel momenta que seestaba vi-viendo, y tan decisivas, como la de Cramsci, Perc mas quede una. relectura en este caso se trata do un descubrimiento._ - 1 - . ~ .. . . _ . : > Ltv. ,. H'JUL !lS~ ~)ara n~ po~os m a rx is ta s, d e una veta depensamjen~to que,compleJas circunstancias histcricas habian manteni-d~ cast ee?~~at y que otra coyuntura destapaba, sacaba a laluz. EIanalisis delporque y el alcance de ese reencuentro seha hecho ya a uno y OITO lade del At 1a'mNi'Y,J55A' . l- ... ... _ "......... .. ~ II . __ ~J . qUI nos i ll le re -sa .~enal?r unicamente el papel jugado por el pensamiento deGI amso en el desbloqueo, desde el marxismo, de la cuestioncult~r~l y la d~mensi6n de clase en la cultura popular.

    Esta, en ~nmer lugar, el concepto de hegemonia elaboradopO~,~ram~Cl, haciendoposible pensar el proceso de domi-na~,lon s?oaI ya no como imposlcion desde un exterior y sin- r = sino como un proceso en el que una clase hegemo- . Iruza en la medida en que representa intereses que tarnbienreconocen de alguna manera como suyos la s clases suballer-n.as. y /I en la medida" significa aqui que no ha y hegemontasino que ella ,;e hace y ~e.deshace, se rehace permanente~ ,~mente en un proceso VIVll~O", hecho no s610 de fuerza sino t '

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    : J E LOS r-AED!vS A L/' ,S MED!! \C!ONES

    tarnbien de sentido, de apropiacion del sentido por el poder,de seducci6nydecompUcidad. Lo cual implica una desfun- :cionalizaci0l1 de la ideo18gia-no todo 1 0 que piensan y ha- Icen. los sujetos c. : tela h.ege.monla. Sirv.e ala reproducdon de l isistema- y una ree~aluaci6n del espesor de Jocultural : cam-po estmte~co en la lucha pOl' ser espacio articulador de los ,c on flic to s" ', Y e n segundo l u ga r , e l c o nc e pt o gramsciano defolklore como culture popular en el sentido fuerte, es decir,como "concepcion del mundo y de la vida", que se halla IIencontraposicion (esencialmente implicita, mecanica, objeti-va) a la s c on ce pc io ne s d el mundo of iciales (0 e n sen tido m asamplio, a laS concepciones de los sectoresct~Hos de la.socie-id 1 lu ci , h i t" ,,1:>7 G . I 'ad) surgt os con a evo ucion lS onca . -ramsci 19aculture popular a subalternidad pew no en modo simple.Pueselstgriificado de esa insercion dice que esa cultura eslnorgari ica, fragmentaria, degradada, pero tambien que esacultura tiene una particular tenacidad, una espontanea ca-pacidadde adherirse a las condiciones materiales de la viday sus camblos , y a veces un valor po l it ic o p r o g re s i st a , det r an s f o rmac ion .En un trabajode explicHad(m ydesarrollo de In concep-cion gramsciana delo popular, A. Cirese hace residtr 1 0 esen-cial en concebir filapopularidad como un uso y no como unorigen, como un heche y no como una esencia, como posi-d6n relacional y no como 50stancia, ,15S. Es decir, que frentea toda tendenda culturalista, el valor de 1 0 popular no resideen su autenticidad 0su belleza, sino en su representatividad

    156 De Cramsd en castellano: Alita/asia, selcccinn, traduccion y notas deM . S ac ri sta n , S lg lo Xxl, Mex ic o , 1 9 74 ; Cull 11m y litem/tim, seleccion deIordi Sole-Tura, Edtciones Peninsula, Barcelona, 1977.Para una deli-'~litaci6n del concepto de I lcgcmol1ia: P. Anderson, S l it G r t nn s ci , enespecial el capitulo titulado "Hegemonie: l'histoire du concept", pr~~23-a 44; Ch. Mouffe, "Hegemon fa e ideologta en Cramsci" en Arte,. socicdad, idcolag[ .1 , No.5, Mexico, J978.

    157 A. Cramscl, Cul t ur y l i teratura, P: 329.158 A. Cirese, E l I s( lYo s s a b re l a s c u ii u ra s slIhaltcnll15, p. 5J ,100

    PUEBLO Y MAS A EN LA CULTURA: LOS HITOS DEL OEB.4TE

    S?ciocultural',e~ su capacidad de materializar y de expresarel modo de vlvrry pensar de lasclases subalternas, las ma- .neras c?mosobreviven y Jasestratrgemas a trrves de lascu~J~s fdtran~ reorganizan 1 0 que viene de .1a;cultum hege-monica. y 1 0 .mtegran y funden con 1 0 que viene de su me-moria historlca.

    E1 rescate en positivpde I a c u lt ur a popular en un rno-meJ~ to de crisis comoel que a t r av i e s an las izquierdas, nopodia no lle va r a .e xa ge ra r e sa positividad, basta hacer de lacapacidad de resistencia y replica de las r1asps subaho1'pCirbd do imo ., '" , .C IC'!_" _ ~ "' . ( j _ " .. . U rpugnac ion hlmltaua, una alternatividadm eta ns tc a. L o mas grave de estaoscilad6n, C01nO ano t a Ca.cfa Canclini, es que "se insisti6 tanto enla contraposicion de1~.cuItura subaltern~ y la hegemonica, y enla necesidad po--l f ti ca d e defender la mdependendade l a p r ir n e r a, que amba sfueron pensadas como exterioresenl:re sf. Con.el supuestode que la tarea deja cultura hegem6nica es domil1ary 1adela cultura subalterna resistir, muchas invest igaciones no pa-recen tener otracosaqueaveriguarfuera de los modos enque ~,l~~~yotra cultura desempenansus papeles en este li-breto -'. Pero el que se haya llegado hasta ahf no significa,como parece pensar Garda Canclint, que ello revele los Ifmi-tes del pensamiento de Gramsd, ya que no creo que eso seaun,a n~era "expansion entusiasta" de su pensamiento, sinomas b11::'11 una profunda deforrnad6n, AquelJa que consistsen usar las palabras hegemonfa y subalternidad Ilensndclasdol ('nnh:>n;c~("\ rl~ ",v ; 'rl rl '11 h

    ._. """".J_H,"--,_U ~V .._~~ L~....~er~orh_~a\..tHf ? aqUeq::l~ buscaban rom.t . . . . .. : w : . _ . _ . . . . .. . . .. . . ..J ......."L! \- . q " I~ ~per, 5610 que ahara ese contenido es invertido: la capacidad

    159 ~. Cil~cia Canclini, "Cramsr] con Bourdieu", en N u l' !: s c c ie d a d, No.11, p. I[).101

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    f -OE LOS MEDICS A LAS MEOIACIONES i

    d e a c cum -de dorninio, imposicion y manipulacion- que ;antes era atribuida a la clase dominante, es traspasada ahora Iala capacidad de accion, de resistencia e impugnaci6n de la tclase dominada, Y entonces de 10 quehabla esa deforma- I . 'cion es de la dificultad que hay en elmarxismo para cambiarciertos esquernas mentales y ciertos presupuestos, que per-manecen vivos en s u a pa re n te negaci6n 0 su pe ra cion , E nultimas, la misrna deformacion es la mejor prueba de la jus-teza de la concepcion grarr isciana: estamos ante 1ahegerno- I tfila potente de un funcionalismo que penetra las categonasde su adversario hasta bloquearlas. Un antrop6iogo ilaliano Ies:)ecial.~ent~ _ s _ e ~ ~ ~ ! e - l. :: ~ t ic ~ ~ : . ~~ : ~ ~ ~ ~ ~l , : a ~ ; ~ : ~(~~~,i~~ I~~l~:~~~~~~~~:l~.:~~~'-d~~i i~d'~~l~~d~~:;i'd~'l~;~';i;~:~i-veles en el sentido que les da Cirese16 0,como del IIduro", el I .que exacerbalos antagonism os, en la linea de Lombardi Sa-triani"16 1, si~uael problema en la' imposibilidad teorico-rne- Itodologica de "rneter= el concepto ant ropologlco de culturaen la concepcion marxista de clase social sin caer en el al ter-nativismo, asi como en la dificultad de asumir desde el areade interes

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    DE LOS MED! 0 S , fI . . L l....S ~AE[) ( . f l . C iON E :s

    cioecon6mico, y una tendencia a replegarse, a encerrarse enel pequefio cfrcu 10 cuando las cosassalen mal.La accion de la industria cultural aparece estudiada y

    evaluada desde un criterio.basico: "EI efecto de las Iuerzasde cambio est? esencialmente condicionado por el grado enque la actitud nueva puede I 7poyarse sobre una acti tud anti-gua, ,163. L o c ua l no impide e l que la aed6n de 1 0 masivo seaa su vez s en tid a c om o una operad6n de desposesicn cultural.En l a a rt ic u la c io n de esos dos cri terios se halla 1 0 f undamen-talde la propuesta que le permite a Hoggart denunciar elchantaje pem no ahorrarse pOl' ello la necesidad de estudiar.....tnC"'rln rlA-nrIO"l1 ,....r~"YY\n co nrrtrlt1r'D _ A ce r mr Pl0i11!110 cuando\..n... ."lL .\ . V . ~"-J"'"VO:_ .

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    DE lOS MEDIOS A LAS MEDIACIONES

    cu itu ra con ll in , de la tradicion dernocratica que tiene su ejeen la cultura de la clase trabajadora; y por el otro, de la e l E l -boracion de un modele que permita dar cuenta de la COI11-, 1('6pleja climlmica de los procesos culturales contemporaneos ~ .En 1 0 Que respects a la asuncion de 1 0 popular como culture,10 m"~ notable del trabajo de Williams es 13 forma en quecapta la articulacion de las pracncas. I 167, ti 1 eAsf , para estudiar la prensa popu CI ! ' , inves I g a ~ ~ 11 1 . -d laciones politicas -forrnas de agru pacion y de expresion dela p.rotesta-, la relad6n entre la forma delectura popular y1 3 organizad6n social de la temporalidad, ellugar de don~evienen los modes de narrar que asimila esa pl'ensa -oratonaradical, melodrama, sermones rel igiosos- y las forma: desupervivenda y comercializaci6n de la cultur~ o ra l. L a l ln ,e ade fondo, la que permite enlazar toda esa vane~ad de prac-ticas; es la mismade Hoggart: 1 0 masivo trabajando desdedentro de 10 popular , De modo que la posibilidad ,de com-prender 10 que de veras pasa en la prensa popular tiene tan-to 0 mas que ver con 10que pasa en la ~abric~ y la taberna,en el melodrama y 10 mltines con su vocinglerta, sus pancar-ta s y sus pa_nJletos; quecon 1 0 que pas a en el n:und~ de losperi6dicos mismos, Sin que ello signif ique rebajar la impor-tancia de la revolud6n tecno16gica y su "secuestro" por loscornerciantes. " ...La construccion por Williams de un rnodelo para pensu~rla dlnamica cultural conternponinea tiene dos frentes. Elteorico, cue desarrolla las implicaciones de Ia introducd6n

    COl~c~ptograri)sdano de hegemot~fae~ 13teorl~ culture:},dcsplazando la idea de cultura del ambi to de la Ideol~?1ilcomo unico ambito propio, esto es, el de la reproduccion,hacia el campo de los procesos cOllstitutivos y por tanto trans-

    !66 R. Williams, Marxislllo y literatura, Barcelona, 1980; Cu lt ! 1m , S o ci%g ade If)colfnwicaciol ! y d e l a r t e, Barcelona, 1982.

    167 R.Wil liams, "The Press and Popular Culture; An Histor ical Perspec -tive" enN ew sp ap er H is !o ry ;f ro m t he 17 th ceniurv t o t il e P re se n/ D ay , pp .41 a 51.

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    II PUEBLO Y MASA EN LA CULTURA. LOS HITOS DEL DEBATEformadores de 1 0 social . Yel metodologico, mediante lapro-pUesta de una topologfa de f6f rr faclones culturales que /presents tres "estratos": arcaico.iresidual y emergente. Ar- Imica es 1 0 que sobrevive del pasado pero en cuanlo pasado , Iobjeto unicarnente de estudio 0 derememoracion. A dife-"re ncia de la anterior, 1 0 r es i dua l e S "1 0 que formado efectiva-Imente en el pasado se halla todavla hoy dentrodel proceso]cultural [...] como efectivo elemento del presente"!", Es la'capa pivote, yse lorna la clave del paradigma, ya que 10residual no es uniforme, sino que comporta dos tip os de ele-mentos: los que ya han sido plenarnente.incorporados a 11\culturadominante 0 recuperados por ella, y los que constitu-yen una reserva de oposicion, de impugnacion a 1 0 domi-nante, ios que representan al ternat ioas. La tercera capa.esformada por 1 0 emergen i e que es 1 0 nuevo, el proceso de in-novacion en las practicas y los significados. Ye sto tampoco :es uniforme, pues no todo 1 0 nuevo es alternative ni funcio- 'nal a la cultura dominante. La diferencia entre arcaico y re-sidual representa la posibilidad de superar el historicism asin anular la historia, y una dialectica del pasado-presentesin escapismos ni nostalgias. EI enmaranemiento de queesta heche 10 residual.Ia trama en el de 10 que empuja desde"atras" y 1 0 que frena, de 1 0 que trabajapor 1 1 3dominacion y ,..1 0 que resistiendola se articula secretamente can 1 0 erner-gente, nos proporclona la imagen rnetodo16gica mas abierta Jy precisa que tengamos hasta hoy. Yun program a que no es is610 de . invest igacion, sino de politica cultural. >La otra vertiente soclologica que esta asurniendo IIen se-

    r io" la cuestion cultural sc halla en Francia/ y pensamos quelos trabajos en los que se decanta la propuesta mas validason los de Pierre Bourdieu y Michel de Certeau.La idea-rnatriz que orienta el programa de traba]o desa-

    rrollado par Bourdieu es la que el mismo coloco como titulodel estudio sobre el sistema educativo: la de reproduccion.

    168 R. Williams, Aitlrxistno y l i tcnuura, p. ]44,107

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    DE lOS MEOIOS .A CAS MFDt/lf;IONES

    Pen sa r la re pro duccion e spa ra B ou rdie u la fo rm a de hace rcompatible en el marxisrno un analisis de la cultura que re-base su adscripciona-Ia super-eslructura pero que en todotiempo develesu caracter de clase. De la investigacion sobreel sistema educative hastalostrabajos sobre elconocirnientoo el arteese propositose ha visto operativizado en el con-certo de habiiusde c/nsl',que es e l qu e man tien e a In ve z lacoherencia del tra ye cto y dominasuteorla generill de laspractices. En su primera version el h n / l i t 1 l < ' ; es definido como"el producto de la interiorizacion de los principios de unarbitrarlo cultural.capaz de perpetuar en las practices losprincipias del arbltrnrio inl('rioriztlc1o" 169 Y'su rnodode ope-racion es caracterizado por el moldco de las practicas segunlos diferentes modes de "relacion a" -al1enguaje, al arte, aIa ciencia- que resultande l a s d if e r en te s maneras de adqui-sidon de esos b ie ne s cu ltu rale s. "E n materia de cultura 1 (1manerade adquirir se perpetua en 1 0 que es adquirido ba]ola forma de una cierta manera de usa r lo , el modo de adqui-sidon expresaen sf misrno las relaclonesobjetivas entre lascaracterfsticas socialesde aquelque adquiere y la cualidadsocial delo i ldquirido,,17(1.De esa definicion, que en sn genl'-ra lida d s e m an tie ne smernbargo liga da a u na co nce pcio nr cs tr in gid a de 10cul tural .pasan ; B ou rdicu a u na pro pu estad e a n a li si s deiacomjlcli'llcir. cul tural u bica d< l de pla no e n u nate oria gen era l de la s practicas . En ella el habitus deja de sermirado desde fuera --el producto- para pasar a ser "un sis-t e rna de dispo sicio ne s du ra ble s qu e in te gra ndo to da s la s e x-perieucias pasadas Iunciona como matri de percepciones,de apreciaciones y de acetones, y vuelve posible el cumpli-mienlo de t a re a s i n fi n it a rn en t e diferenciadas"!". Analizadadesde los h n b i t u s de clase la aparente dispersion de las prac-tica s co tidian as re ve la su origlnalidad, s u s i s te r n a ii c id a d .

    1(,9 P. Bourdieu y Passeron, L a R ep r od u c ti o n , p. 47.1 7 0 I N dc l1 I , p. 14 5 .171 P. Bourdieu, E s q ui sc d 'u ne i li eo r ie d e i a p r ac ti uu e, p. 178.

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    IIl

    b L< I

    PUFf11 () Y fJlASA EN LA CULTURA' LOS HITOS DEL DEBATE

    Donde no apareda sino caos vvacio de sentido se descubreuna hornologta estructural entre las pract ices y.elorden so -c ia l q ue en aquellas se expresa. En esaestructuracion de lavida cot idiana desde el habi tus es donde se haee presente 1 3eficacia de la hegemonia "prograrnando" las expectat ivasylos gustos segun las clases.Y poraht pasan tam bien los lfmi-tes obietivo-subjetivos de las propuestas de transformacionde las alternatives que producen las clases populares"Elcampo en que elhabi tu5 funciona mas enmascarada-

    mente es e l del arte , 'Ierreno por excelencia de 1 3 denegacionde 1 0 social es sin embargo aguel en quede manera mas Iuertese demarcan los diferentes modes de relad6n ala cultura.Fabulosa paradoja el que siendo Iamusica la mas "espiri-tual" de las aries no haya. nada como los gus los musicalespara a firm ar la clase y distinguirse.He ahi la pa lab ra qu e ensu juego semantico articula las dos dimensiones de la corn-~P< l~ '- I~ ; ' ._ _ ,11, -, __ 1. l-d:_L: _:.:. .. \ .. .~_t .. . _ _.t~ AU~~~~~;~ _. t~ _.j: e-.1:''' CI un \..U lUctl. jiIH"I(III, IlCUtll.lC \.>111;:1

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    DE LOS MEOlOS A LAS MEDIACIONES

    en lanaturaleza UJ\a manera de percibir q tle no es lnas queuna entre otras posibles,,174,Etnocentnsino que couvierte ladivision de clases en su negaci6n: la negaci6n de que pue-dan existir otros gustos con derecho a ser tales. Una clase seaflrma negandole ala otra su existencia en lacultura, desva-lorizando pura y llanamente cualquier otra estetica, esto es,cualquier otra sensibil idad, que es 1 0 que en griego quiere decirestetica. Afirrnada en la distincion la cultura Iegttima recha-za ante todo una estetica que no sabe distinguir las formas,los estilos y sobre todo que no distingue el arte de la vida. Esloque Kant llamaba el"gusto barbaro", el que mezcla Jasatis-faccion artistica con la emoci6n hacienda de esta lamedidade aquella, ese mismo queescandaiiza a Adorno ai encon-trarlo informando la industria cultural, S era e n otro mementocuando abordernos Iacuestion de la estetica popular, sobrelEIque Bourdieu traza un mapa, que aunque responde tam-bien a un cierto etriocerltrismo J 1 10 c ae s in embargo ni en eldualismo kantiano ni en el populismo, como 10 demuestraal afirrnar que "la tentacion de prestar la coherencia de unaestetica sistematica a las lomas de posicion estetica de lasclases populares no es menos peligrosa que la inclinacion adejarse importer; sin darnos cuenta, la representacion estric-tarnente negative de la vision popular que esta en el fondode toda estetica culta"175 Como dije desde el comienzo, laidea que orienta la concepcion que Bourdieu tiene de 1 0 quees una practica es la que resulta de colocar la reproducci6ncomo proceso social fundamental, Desde ahf Bourdieu haelaborado el modele mas abierto, complejo y menos meca-nico posible para cornprender la relacion de las practicascon la estructura, pero ha dejado fuera, no pensada, la rela-do n de las practices con las s i i uac iones y 1 0 que desde eliasproduce de innovaci6n y transforrnacion.1'74P. Bourdieu, "Elementos de una teorta sociologica de la percepcionartfstica", en S o ci a/ u gi a d e l a r te , p~47 .175 P. Bourdleu, La Di s t i nc t i on , p. 33.

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    PUEBLO Y MASA EN LA CULTUHA: LOS HITOS DEL DEBATE

    Una de lascriticasmas certeras a las implicaciones de eserecorte, y uno de los intentos mas explfcitos pOl' incluir enla reflexion ese "otro lado" de las practtcas, 1 0 ha realizadoCerteau 17 6 , Esdemasiado peligroso pensar que la (mica sis-~em~ti.d~,adposible en las practicas, la (mica posibilidad deinteligibilidad, les venga de la logica de Iareproduccion. Elloe~ll1i~~ldriaa dej~r sin sentido todo otro principio de orga-ruzaoon de 10 social y de alguna manera todo otro discurso.Y no para negar 10 que en una teorfa centrada sabre el habi-tu s se rescata,sino para hacer pensable 10que alii no tiene repre-sentado~1~~rteaupr~pone una teonade lo s l l SOS c om o o p e ra d a r e sde ~P:'OPWCIOII que, slempre en relaci6n con un sistema de... ......... , ... ,~ ......... , ... _ .... -- . . . __ ' 1_!!!___ __ _ _p' (UL"" pOU l

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    DE LOS MEDIOS 1\ LAS MEDIACIONES

    nera C01110 los obreros aprovechando "tiernpos muertos"utilizan materiales del lugar donde trabajan y con las mis-mas maquinas de su jornada fabrican utensilios para su fa-milia, a 1a vez que liberan la creatividad castrada por ladivision y e1trabajo en cadena, Es la practica de las gentesdel nordeste brasileno introduciendo en el discurso rel igio-so astutarnente hechos de la vida, de la actualidad, 1 0 queconvierte a la narracion delmilagro del santo en una formade protests contra la inalterabilidad de un orden que dejaaS I de se r orden de la naturaleza y se lorna historia, Son losmodos de leer-escuchar de lagente no-letrada interrum-piendo le 16gica del texto y rehaciendola en funcion de lasituacion y las expectativas del grupo.Certeau piensa que el paradigma de esa otra 16gica se

    halla en la culture popular. No se trara, en ningun sentido,de una ida hacia elpasado 0hacia 1 0 primitivo en bnsquedade un modelo para 10autenlico a 10original. Contra la ten-dencia a idealizar 10 popular, contra ese "culto castrador",Certeau hareconstruido los hitos de su propia historia y elmapa de 16que esc culto cubrcl78.La cultura popular a la que se refiere Cerleau es la impu-

    ra y confl ictiva culture popular urbana. Popular es el nombrepara una gama de practicas insertas en la modalidad indus-trial, 0mejor, el "lugar" desde el que deben ser miradas paradesentrafiar sus tacticas. Cullura popular habla entonces node algo extrarlo, sino de u n resto y u n c stiio , Un resto: me-moria de la experiencia sin discurso, que resiste al discursoy sc deja decir solo en el reb to. Resto hecho de saberes in-servibles a la colonizacion tecnol6gica, que asi marginadoscargan simbolicamente la cotidianidad y Ia convierten en es-pacio de una creacion muda y colectiva. Y un est i l , esquemade operaciones. manera de caminar la ciudad, de habitat laG1Sa, de ver la television, un estilo de intercambio social, deinventiva tecnica y de resistencia moral .

    178 M. de Certeau, "La Beaute du mort", en La cu l tu re all pluricl, pp . 33 a 94 ,