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Bajo la sombra de SandinoHistoria de una revolucin inconclusa

Carlos Ernesto Garca

Carlos Ernesto Garca, 2007 Primera edicin: julio de 2007 Segunda reimpresin: abril de 2008 De esta edicin: Ediciones Rubeo S.L. www.insulalibros.com Ilustracin de portada: Edn Pastora en el aeropuerto de Managua tras la toma del Palacio Nacional. Fotografas interiores: Kim Manresa

ISBN: 978-84-935681-3-9 Depsito Legal: B-32085-2007Impreso en EspaaQueda terminantemente prohibida, salvo las excepciones previstas en las leyes, cualquier forma de reproduccin, distribucin, comunicacin pblica y cualquier transformacin de esta obra sin contar con la autorizacin de los titulares de propiedad intelectual. La infraccin de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual segn el Cdigo Penal.

MEMORIA DEL TIEMPO

Coleccin

A Marcelo Cruz Cruz (Juancito) A Francisco Mena Sandoval (Manolo) Dos hroes de nuestro tiempo. A Eduardo Sancho (Ferman Cienfuegos) Protagonista annimo de algunos pasajes de este libro.

InsulaLa

DE LOS LIBROS

INTRODUCCIN En la madrugada del 19 de julio de 1979, en el aire an suenan algunos disparos que anuncian la cada del dictador Anastasio Somoza mientras retazos de su ejrcito huyen en desespero por mar, tierra y aire buscando las fronteras de los pases vecinos. Atrs queda la desolacin de una Nicaragua en llamas que la nueva jefatura de gobierno habr de reconstruir en medio de otra nueva guerra que se anuncia a las puertas: la de la Contra. En las calles de Managua, Estel, Jinotega, Matagalpa, Len y otras tantas ciudades, los guerrilleros sandinistas han peleado casa por casa hasta aniquilar al enemigo y, ese 19 de julio, millares de combatientes marchan agotados pero triunfantes con la emocin que supone la posibilidad de reencontrarse con familiares y amigos. En el bnker de Somoza el telfono ha dejado de recibir las constantes llamadas de los asesores que, desde Washington, dirigan aquella guerra fratricida. Por el contrario, en el despacho, que hasta haca slo unas pocas horas perteneciera al dictador, algunos de los protagonistas de este libro discutan los destinos de una nueva Nicaragua. Cientos de periodistas se dieron cita en la capital aquella misma noche y los cables de prensa hacan sonar los teletipos de todo el mundo. El General panameo Omar Torrijos, as como otros aliados estratgicos de aquella revolucin triunfante, felicitaba personalmente a la comandancia del Frente Sandinista as como a sus compaeros de viaje Alfonso Rbelo y Violeta Barrios de Chamorro, representantes del llamado Grupo de los Doce, quienes pronto romperan esa alianza coyuntural para convertirse en los ms airados opositores al rgimen sandinista tras el alineamiento de estos con Cuba y la extinguida Unin Sovitica, as como de -7-

otros gobiernos de corte socialista. A travs de la solidaridad internacional, las brigadas mdicas y de alfabetizacin ponan en marcha sus proyectos humanitarios. Paralelamente a esto, la maquinaria de guerra nicaragense se preparaba para enfrentar militarmente a la contrarrevolucin que, con la ayuda econmica de la administracin norteamericana, se armaba hasta los dientes en la vecina frontera de Honduras. Las posiciones radicalmente opuestas entre Ronald Reagan y la Direccin Nacional del FSLN y su presidente Daniel Ortega Saavedra llevaron a Nicaragua a una larga guerra en la dcada de los ochenta en la que se organiz uno de los ejrcitos ms numerosos de Amrica Latina: El Ejrcito Popular Sandinista, que llegara a contar un contingente de ms de cien mil hombres y mujeres en armas. Con una economa completamente destruida se firman los Acuerdos de Paz y se da paso a la contienda poltica que, en 1990, se traduce en la prdida del poder por parte de los sandinistas y la llegada al gobierno de Violeta Barrios de Chamorro, que lidera en aquel momento la Unin Nacional Opositora, producindose el descalabro del FSLN. Los ultraderechistas nicaragenses con el apoyo de la Central de Inteligencia de los Estados Unidos, en 1993, intentan provocar un autogolpe que derribe al gobierno de Violeta Barrios que, segn ellos entienden, an conserva demasiadas alianzas con los sandinistas. El complot falla y se abre una nueva pgina en la historia de Nicaragua protagonizada por repetidos fracasos electorales del FSLN que mantiene, eso s, una importante cuota de poder poltico. Pero el pas est sumido en un clima de permanente corrupcin que ha llevado a la crcel al mismo ex presidente Arnoldo Alemn. En lo que va de esos primeros aos de los noventa a fecha de hoy, algunos importantes cuadros sandinistas se han ido alejando por motivos muy distintos, coincidiendo todos ellos en la necesidad -8-

de dotar a Nicaragua de una nueva izquierda. Daniel Ortega, con todo y ser el lder que an goza del respeto por parte de numerosos simpatizantes del Frente Sandinista, quienes le recuerdan por sus gestas revolucionarias, ha ido perdiendo esa confianza depositada ciegamente en otro tiempo. Algunos miembros de la cpula, as como mandos intermedios del FSLN, han sido blanco de graves acusaciones de corrupcin a las que en muchos casos no han sabido o podido dar una explicacin aceptable. La famosa piata que reparti casas, as como importantes propiedades agrcolas, por mencionar las ms visibles, cre entre algunos militantes sandinistas el descontento, pues razonablemente pensaron que los sacrificios de todo tipo, as como las ms de cincuenta mil vidas que se perdieron en aras de la revolucin no fue para el beneficio econmico ni material de unos pocos. El 19 de julio de 2004, cuando se cumplan exactamente 25 aos del triunfo de la revolucin nicaragense, Leonel Martnez y Carlos Wayman, ex oficiales del Ejrcito Popular Sandinista los dos, me sugirieron en El Salvador la idea de escribir un libro de entrevistas que rescatara la figura de algunos combatientes que haban quedado en el olvido, as que das ms tarde viaj a Managua donde me encontr con la noticia de que Edn Pastora, el mtico Comandante Cero, me haba estado esperando en el aeropuerto. La confusin en los horarios, hizo que en esa ocasin no pudiramos vernos. Ese mismo da, ya en el hotel y tras haber hablado con varios amigos, llegu a la conclusin de escribir un libro, no el que inicialmente me haban propuesto aquella maana en el caf Don Pedro de la Avenida Roosevelt de San Salvador, sino este con olor a plvora y que ahora usted tiene entre sus manos. Carlos Ernesto Garca -9-

EDN PASTORA

A

nochece. En la calle se ven oleadas de seguidores de Edn Pastora a quien todos recuerdan como el legendario Comandante Cero que en agosto de 1978, dirigi el asalto al Palacio Nacional. La noticia dio la vuelta al mundo. De aquello han pasado ya ms de 25 aos, pero su rostro ha vuelto a inundar las calles de la capital nicaragense desde que este antiguo comandante guerrillero decidi reaparecer a la vida pblica como candidato a la alcalda de Managua. Voy acompaado de Donald Mendoza y de Jos Valdivia. Hemos bajado del vehculo y al llegar a la puerta principal se escuchan los murmullos de quienes, vestidos con guayaberas blancas, musitan el nombre de Valdivia, quien en los aos previos a la cada del dictador Anastasio Somoza, fuera el segundo al mando de Edn Pastora en el Frente Sur, Benjamn Zeledn. Atravesamos una puerta de hierro y comenzamos a penetrar en la casa pasando por en medio de aquel pequeo ejrcito de correligionarios que no nos quitan la mirada de encima. Unas mujeres armadas con equipos de comunicacin nos reciben en uno de los pasillos de aquella casa de campaa. Alguien me dice que varias de esas amazonas son hijas del comandante Pastora, al que cuidan con sus fusiles de asalto. Se trata de mujeres jvenes que sin nimo alguno de disimular portan sus pistolas en fundas de cuero - 11 -

Foto:Kim Manresa

a la altura del pecho. Alcanzan a Jos Valdivia un aparato de telfono, ste habla y cuelga. Sin duda la llamada ha sido dirigida a la oficina que tenemos enfrente, hacia donde nos dirigimos. En la puerta se puede leer: Edn Pastora. En aquel despacho nos recibe un hombre de cabellera completamente blanca que, con una amplia sonrisa, se cuadra marcialmente delante de Jos Valdivia y bromea con l a lo Chapln. Aquel despacho est lleno de viejas fotografas de cuando el Comandante Cero andaba luchando en las montaas. Donald y Valdivia se marchan dejndonos solos para que podamos realizar nuestra entrevista, que al principio veo complicada. Especialmente porque Edn Pastora tiene muchos aos de no conceder entrevistas y no estoy seguro de que se vaya a sentir cmodo con algunas preguntas que he preparado. Edn Pastora pide no ser molestado por nadie, y sentados frente a frente, a una distancia no superior al metro y medio, iniciamos esta entrevista..- Nos encontramos frente a los 25 aos del triunfo de la Revolucin Sandinista. Hay muchas cosas sobre Edn Pastora que sabemos y otras tantas que desconocemos. Una parte quizs importante de la vida de Edn Pastora fue su infancia. Qu nos puede contar?

.- Bueno, a 25 aos del triunfo revolucionario de aquello ya no queda nada. Todo fue negociado en Manzanillo, Mxico, entre la Direccin Nacional del Frente Sandinista y el Gobierno de Ronald Reagan. Ellos negociaron la revolucin. Desgraciadamente todas las conquistas se perdieron. Me qued con el recuerdo de la infancia porque desde muy joven comenc a luchar. Nac y me cri en un pueblo que casi era un villorrio, una aldea, llamada Ciudad Daro. La misma en donde - 12 -

haba nacido el poeta Rubn Daro, por eso lleva su nombre. Nac a cien metros de donde l naci. En aquel pueblo de unos 3.500 habitantes y que hoy es una gran urbe comparndolo con aquello porque en la actualidad tiene 35.000 habitantes. Tengo el recuerdo de mi niez clsica en donde yo era uno ms del pueblo. Hijo de un campesino que viva de la tierra y de una artesana. Soy resultante de esa mezcla rara de un campesino y una artesana. Mi madre era costurera, Elsie Gmez. De ah nac yo. Y me cri entre aquellos talpetatales de las calles de mi pueblo. Entonces no exista ni tan siquiera carretera. No haban construido la Panamericana. Entre Daro y Managua uno haca un viaje de dos o tres das. Era un viaje en medio de carretas tiradas por yuntas de bueyes, vehculos que empezaban a penetrar a la zona, caballos y lomos de mula. Era una odisea viajar a Managua. As me cri. No haba radio, ni televisin, ni refrigeradora, ni telfono, no haba ninguna de todas estas comodidades que existen hoy en da. Desde luego los juguetes tambin eran escasos. No llegaban juguetes de fbrica y entonces los nios tenamos que hacer nuestros propios juguetes. Una carrucha, un hule y armbamos un tractor. Un par de botellas y tenamos una yunta de bueyes. Un taco con tapas de botellas hacindole de ruedas y tenamos un vehculo, un camin, un carro. Y as un palo con una cabeza que simulaba de caballo, tenamos nuestro caballo. bamos a cortar un pedazo de rama, y recuerdo que la mejor es el guayacn que entonces abundaba, hoy no se encuentra. Otra madera muy apreciada era el jcaro, el carao, el escobillo sobre todo, y hacamos el trompo con un clavo, y labrbamos nuestro trompo, una manila y hacamos nuestro juguete. El extremo aro de un barril era un juguete, era el aro con que corramos las calles. Era un nio feliz, inmensamente feliz, descalzo, con unos botones pegados a la camisa que sostenan aquellos pantaloncitos cortos que parecan shorts, ni siquiera usbamos calzoncillos. Repito, descalzos. Me cri as, jugando en ese pueblo y as recuerdo mi - 13 -

niez hasta que hubo un terremoto en mi alma, un estremecimiento en mi espritu, que cambi totalmente mi vida. Un 15 de julio de 1945 lleg un telegrama a mi casa. Mi madre abri el telegrama y lanz un grito. El grito fue: Asesinaron a Pnfilo. Mi padre se llamaba Pnfilo. Yo tena siete aos y medio. Aquella felicidad se trunc. Aquella paz se trunc cuando mi madre lanz el alarido, el grito que todava recuerdo. Todo fue confusin y llanto en aquella casa. La gente corra y me atropellaba porque nadie me hacia caso y yo preguntaba: Qu pas? Y qu pas? Contagiado, yo tambin lloraba sin darme cuenta. Nadie me haca caso hasta que una hermanita ma, la nica hermana, Elsi, me abraz. Y entre llantos, ella tena doce aos, me dijo: Asesinaron a mi pap. Desde entonces s lo que significa la palabra asesinar. Desde entonces me cri queriendo tener un padre. Y desde entonces me cri queriendo tener un arma para hacer justicia. Porque en aquella casa todo era en busca de la justicia y la justicia nunca lleg. Mi padre haba sido mandado asesinar por el Jefe del Estado Mayor de la Guardia de Somoza, el general Camilo Gonzlez. Desde luego nunca iba a ver la justicia. Me hice adolescente, me hice joven queriendo tener un padre. Mi madre qued viuda y con mil dificultades nos educ. Le habamos quedado cuatro o cinco hijos menores de edad. En un esfuerzo titnico, costurando hasta deshoras de la noche, mi madre me mand al Colegio Centroamrica donde adquir una gran conciencia revolucionaria porque adquir conciencia de clase. El Colegio Centroamrica era el colegio de la burguesa de Centroamrica y de esta burguesa y esta aristocracia nicaragense. Se burlaban de m. Al darse cuenta que era de Daro, me pusieron por apodo el indio. Creyendo que yo era el ms adinerado del pueblo por encontrarme en este colegio y empezaron por decirme cacique creyendo que era de los potentados del pueblo. Despus, el pseudnimo de cacique, ellos lo fueron degenerando y - 14 -

me qued como el indio Pastora. Con orgullo tuve que pelear todos los das para hacerme respetar. En la maana un pleito, y en la tarde otro pleito. Nunca me acort, nunca me vieron ahogado los hijos de los ricos. All aprend a darme cuenta que haban ricos y que haban pobres. All adquir conciencia de clase y all fueron mis primeros pinitos revolucionarios..- Nosotros sabemos que all inclusive aquellos asesinos de su padre fueron ajusticiados, segn la leyenda al menos, no? Qu hay de eso? Se siente usted realmente vengado de la muerte de su padre?

.- Yo era nio todava. Todo pasaba como una pesadilla inexplicable. Sin tener conciencia a fondo del drama que vivamos. Mi madre era una mujer que la haban mandado a los Estados Unidos a los 9 aos de edad y haba regresado a Nicaragua con 29 aos. Recin regresada se cas con mi padre quien se la llev a Daro, como desterrada, y nunca volvi a salir de ah. Entonces mi madre prcticamente era una norteamericana, una gringa, de mentalidad muy liberal, muy norteamericana. Entonces era una mujer con un temple de acero, con un carcter, que fue la que nos forj, templ el carcter nuestro ante la falta del padre cuando ella tiene que hacer el papel de padre y madre con sus hijos menores. Me ayud enormemente ese carcter de mi madre. Constantemente nos deca: A la crcel los voy a ir a sacar por cualquier delito, menos por el de deshonrar a una mujer y el de robar. No cuenten conmigo si estn en la crcel por esos motivos. Con esa educacin de mi madre aprend a amar la justicia y a ser recto ante los dems. A respetar a los dems. A ver a los otros con igualdad de derechos y de oportunidades. Esa mujer, cuando se sinti viuda porque le mataron a su marido, se convirti en una fiera. No permiti que sus hijos mayores se metieran en nada. Mand traer a unos asesinos a sueldo y con - 15 -

ellos veng a su marido. Lo suelo evocar como en sueos. Recuerdo el entrar y salir de hombres extraos, de hombres raros, con maletas extraas de hombres que llegaban en la noche y salan en la madrugada hasta que uno por uno fueron cayendo los asesinos de mi padre, y diez aos despus, un cuarto que se haba ausentado cuando vio caer a los tres primeros y que se haba perdido en el espacio, en el tiempo, no se saba dnde haba ido, Antonio Snchez. Regres al terruo de l, all donde haban asesinado a mi padre, mi madre fue avisada y quince das despus Antonio Snchez agonizaba con cuarenta y dos machetazos que le haban pegado mandados por mi madre. Desde esos das no volvi a ir a la iglesia, no volvi a ir a misa, no volvi a comulgar y ella slo rezaba a la Virgen del Perpetuo Socorro de quien era muy devota. Y ella estaba segura de que un da Dios la entendera y que la iba a pasar al reino de los cielos, porque lo que haba hecho era justo. Haba aplicado la justicia divina a travs del brazo de doa Elsie Gmez, viuda de Pastora. Ella entenda que Dios a veces hace la justicia a travs de los brazos de los hombres. Tan es as que hasta la hora de la muerte no quiso confesarse, no quiso pedir perdn porque no se arrepenta, y ante el confesor, el sacerdote que la estaba queriendo ayudar a morir, le dijo: Djeme en paz, que yo ahorita que me muera, me voy a entender con el Seor, l me va a entender, le voy a explicar y a entrar al Paraso, hasta el extremo que el sacerdote le dijo: Usted est segura, consciente de lo que est diciendo?. S -le dice-, s que me estoy muriendo. Entonces, se arrepiente?, pregunt el cura. No me arrepiento, por eso no le pido el perdn. Acepta la comunin?. Si usted me la da, yo la acepto. El padre le dio la comunin y as la prepar para el bien morir. sa era la madre del comandante Edn Pastora, templado el acero, en la adversidad de la vida aqu en Nicaragua, donde en los pueblos, caadas y montaas era diferente de las ciudades. All no - 16 -

exista la ley..- A qu edad tiene usted su primer acercamiento con la figura de Sandino? Cmo recuerda ese momento?

.- Yo me cri en una familia de conservadores, militantes del Partido Conservador. Y me cri oyendo hablar de Sandino, el asesino, el bandolero. Sandino le haba hecho la guerra a conservadores, a sus hermanos liberales cuando los liberales traicionaron los principios patriticos del liberalismo. Sandino combati a los liberales, a los conservadores y a los norteamericanos por su intervencin en Nicaragua pues la esencia del sandinismo es la defensa de la soberana. Cuando me voy al Colegio Centroamrica y dos o tres aos despus oigo en clase de historia de Centroamrica y de Nicaragua a un sacerdote que nos daba la clase de Historia, que era panameo, que tena su problema con los gringos all en la zona del Canal, hablar del gran patriota, del general de hombres libres, es decir del general Sandino y su Ejrcito loco, hablar del hroe de las Segovias, hablar del inmortal Sandino, yo me quedo de una pieza, estupefacto, y en m hay un choque enorme. Entre lo que en casa decan mis padres, mi madre y mi padre, y lo que est diciendo el jesuita, el imitador de Cristo, el representante de Cristo en la tierra, un sacerdote, no s lo que estaba pasando. Fue cuando me esper a la salida de la clase y le digo: Padre, explqueme esto, y le planteo la problemtica. Entonces el padre me empez a hablar de Sandino, y as todos los das me hablaba de Sandino y as me hice sandinista. Cuando conoc al verdadero Sandino, al hroe de la Segovia, en la vacacin siguiente, estoy en Daro confrontado a mi madre. En una discusin poltica tremenda del joven, o el adolescente todava, discutiendo con mi mam. Hay un momento que le increpo y le digo: Mam, no entiendo cmo vos pudiste ponerte al lado - 17 -

del invasor extranjero y no al lado del indio nacional. Mi mam se me ahuev. La vi sin defensas, la vi derrotada. Su gesto lo tengo grabado. Ella me dijo una cosa terrible: Bien tena razn tu padre de que no haba que darles mucha educacin a los hijos porque despus se volteaban contra sus padres. Me qued helado. Me hice la promesa de nunca volverle a contradecir; de nunca volver a discutir poltica con ella, de orla y respetarla, y as nos seguimos llevando muy bien con mi mam. Choques de generaciones. Choques de cultura. Y as me hice sandinista. Cuando discuta con mis hermanos de poltica, mi mam, con habilidad no tomaba partido. Cuando las cosas se iban calentando a extremo grado, mi mam mandaba parar. Porque mis hermanos s eran liberales, s eran conservadores y s eran antisandinistas. Eran unas peleas tremendas. Mi madre, a gritos, mandaba callarnos, y nos callbamos pero yo quedaba como toro en barrera, como len enjaulado, sin terminarme de desahogar. Cuando eran las discusiones sobre Fidel (estoy hablando del sesenta): Hijo -me deca mi mam-, por algo Dios dej que ese barbuchn ganara y yo saba que ella, lo deca para tranquilizarme, para calmarme. Haca esa observacin y me daba un vaso de agua porque yo quedaba tan endemoniado que me estaba asfixiando. La vieja corra a darme un vaso de agua. No haba podido ganarle a mi hermano, no nos dejaba seguir la discusin. Yo era un nio, de diecisiete o dieciocho aos, de veinte aos y digo nio porque para entonces, sin televisin, sin radio, sin todas estas modernidades, nosotros, de dieciocho, diecinueve, veinte aos, todava ramos nios. Ahora, de diecisis, de quince aos, ya lleva un hombre dos, tres, cuatro combates, y ya es un hombre maduro. As, de esa forma, fue mi adolescencia y mi juventud en Daro, alternando el internado, que es un reformatorio en la prctica, con los das de vacaciones en mi pueblo..- Pocos acontecimientos, como la toma al Palacio Nacional en

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agosto de 1978, han dado la vuelta al mundo. Me gustara saber qu siente o cmo se siente con el recuerdo de aquellos das.

.- La toma del Palacio la ide yo. Fue una idea ma, de 1970. Pasamos ocho aos proponindosela a la Direccin Nacional y ellos la rechazaban porque no tenamos capacidad orgnica para capitalizar los efectos polticos que iba a generar esa accin guerrillera. La Direccin tena razn. Cuando yo me acuerdo de la toma del Palacio y recuerdo las circunstancias polticas del momento, no me arrepiento de haberlo hecho y, en las mismas circunstancias volvera a hacer lo mismo. Cumpl con un deber revolucionario, con un deber orgnico, con un deber patritico, con un deber sandinista, y repito: en las mismas circunstancias volvera a hacer lo mismo. A veces me da tristeza tanto sacrificio, tanto herosmo, tanta heroicidad de parte de este pueblo para quedar otra vez en nada y acostumbro a decir que en mi vida vi el auge del fascismo, la derrota del fascismo, vi el auge revolucionario y vi la derrota revolucionaria y vi el retorno del fascismo, y creo que todava puedo luchar para volver a hacer la revolucin. No pierdo la fe porque la revolucin no ha fracasado. Fracasaron los hombres, como malos revolucionarios, como falsos revolucionarios. Entonces, esa accin que mundializ el sandinismo, esa accin que hizo que el mundo volviera los ojos a Nicaragua y se diera cuenta de la barbaridad que estbamos viviendo nosotros los nicaragenses bajo una familia dinstica, bajo una dictadura somocista apoyada por los norteamericanos hizo que aqu en Nicaragua cambiara la problemtica. Fue una gran cosa. Creo yo que es el principio del fin del somocismo. Desgraciadamente, la Direccin Nacional no le da la importancia en la historia que merece porque ninguno de ellos se atrevi a meterse en el Palacio, por cinco razones poderosas que se conjuran cuando se juntan los cinco dedos de la mano. A m - 19 -

me ha tocado catalizar tres insurrecciones, la de Monimb, una insurreccin espontnea de los indios en Monimb, Masaya, la catalizamos con la toma de Rivas, la insurreccin de septiembre la catalizamos con la toma del Palacio, y la insurreccin final la catalizamos con la guerra del Frente sur en la colina 155, pero para m esa accin es importantsima en la vida tanto personal como nacional, en la vida poltica de nosotros los nicaragenses..- A nivel internacional tambin hay un momento en el cual se produce la famosa ruptura de Edn Pastora con el Frente Sandinista.

.-Bueno, quiero decir que mi salida del Frente Sandinista es uno de los momentos ms duros de mi vida, despus de la muerte de mis padres y de mi hermano Pnfilo. Fue algo doloroso y Dora Mara Tllez me vio llorar como un nio. Haber dejado la revolucin por la que yo haba luchado toda mi vida. Imagnese lo que signific eso. Haber dejado lo que me haba costado tanto: dolor de mi madre, de mi esposa, de mis hijos, de mis seres queridos. Definitivamente, yo quise salir sin ocasionarle dao a la revolucin, ni siquiera a la Direccin Nacional y dej una carta impresa que muchos no la entendieron, que se quedaron en lo superficial, en el bao del pastel, en lo guevariano y no profundizaron cuando yo dije: Por mi mente pasan mil problemas, que a veces me entristecen. No me entendieron cuando dije: Tuve que esperar otras condiciones que me permitieran marchar. No me entendieron cuando dije: Espero que un da la historia reconozca el papel poltico militar del Frente Sur Benjamn Zeledn, trampa estratgica del Frente. Porque el Frente Sandinista, para secuestrar, para confiscar mi popularidad, una de las medidas que tom fue que no se hablara del Frente Sur. Una de las medidas fue desconocer el papel heroico de miles y miles de compaeros, de 1.850 muertos, desconocer el papel de 2.500 heridos que hubo en esa guerra, - 20 -

desconocer la guerra, trampa estratgica en la que cay Somoza. Andaba de puntillas y nunca hice por darle problemas a la Direccin Nacional, a quienes les hera y ofenda el amor que este pueblo me tena. Entonces, para secuestrar y confiscar la popularidad de Edn Pastora, me fueron apartando y apartando hasta no hacer nada, y yo he sido un hombre que sirvo para todo menos para no hacer nada. Entonces, cuando vi que ya me tenan sin hacer nada, opt por invitar al comandante Jos Valdivia, a ir a probar una tesis que consista en que yo le deca a la Direccin Nacional del Frente que no era a El Salvador que tenamos que ir, que era a Guatemala, porque en El Salvador no haban condiciones polticas ni militares para lanzar a ese pueblo a una guerra o una insurreccin y, que en ese pas haba un gobierno que estaba haciendo reformas, y que los compaeros salvadoreos ya haban planteado la lucha de clases y que no se poda dar una insurreccin general. Los compaeros salvadoreos no haban hecho un trabajo internacional como lo hicieron despus cuando Francia y Mxico reconocen al Frente Farabundo Mart como la fuerza beligerante, pero en ese momento no lo haban hecho. Que en El Salvador iban a pelear contra un ejrcito, el mejor ejrcito de Centroamrica, que iba a luchar defendiendo a la institucin, al Ejrcito, no a la burguesa, ni a la oligarqua, ni a ninguna familia, a ninguna clase social. Los salvadoreos contaban con una organizacin mejor que la nuestra, pero que no tenan ninguna experiencia militar. Los guerrilleros salvadoreos eran capaces de realizar el mejor secuestro y en un acto de recuperacin econmica conseguir treinta o cincuenta millones de dlares. En ese sentido nos aventajaban en mucho pero que no era lo mismo montar una manifestacin de cien o doscientos mil salvadoreos con pancartas para hacer reivindicaciones sociales que ir con un fusil en rfaga y encontrarse con un ejrcito con tanques disparndote un vergazo de 105 mm., o una ametralladora 50 o un G-3 en rfaga. Los compaeros en El - 21 -

Salvador tenan que foguearse y organizarse militarmente. Yo expona a la Direccin una y otras razones de esta naturaleza polticas y militares recordndoles que nosotros tuvimos una retaguardia que fue Costa Rica, y que los nicaragenses no podamos ser una retaguardia estratgica para los salvadoreos. Podamos como mucho ser una retaguardia a cuentagotas de las cosas que necesitaran pero un filn de armas como lo tuvimos con Costa Rica no lo podamos ser. Hablaba as y les deca que las condiciones estaban dadas en Guatemala, que en aquel pas haba un gobierno desprestigiado, el de Lucas Romeo Garca, un gobierno militar que acababa de matar al socialdemcrata Alberto Fuentes Mohr y que Torrijos, el general, estaba indignadsimo. Adems, como al Macho Carazo en Costa Rica, al presidente le haba salido bien ser la retaguardia de Nicaragua, Lpez Portillo en Mxico quera ser la retaguardia de la revolucin centroamericana. Que en Guatemala haba fuerzas revolucionarias con experiencia poltica y militar, unas organizaciones a las que les roncaba la carabina. Exista ORPA (Organizacin Revolucionaria del Pueblo Armado) una organizacin, que poda jugar el papel tercerista que nosotros jugamos en su da en Nicaragua. Les suger que apoyramos a los guatemaltecos, mientras que los salvadoreos iban madurando en lo militar. Que desarrollramos esta fuerza que era socialdemcrata, y que la accin, la sacrosanta accin, los iba a unir con las bases de las FAR (Fuerzas Armadas Rebeldes). No saba yo que la Direccin del Frente Sandinista ya haba pactado con Alarcn, el Mico Alarcn, la ultraderecha, que Nicaragua, el Frente Sandinista, no iba a ayudar a la guerrilla guatemalteca, a cambio de que el Gobierno de Guatemala no le ayudara a la Contra que estaba en Honduras. Yo desconoca eso. Despus del fracaso de la insurreccin general salvadorea lanzada en enero de 1981, cuando se empantanan en una guerra de guerrillas sin solucin porque el imperialismo norteamericano iba - 22 -

a impedir que cayera El Salvador, en Nicaragua los agarramos con los pantalones bajos. Nunca haba visto en la historia de la humanidad liberarse a dos pueblos a la vez. Era imposible que los gringos dejaran que cayera, que se liberara El Salvador. Mi tesis era, con todos estos argumentos: Guatemala. As que, cuando yo no estaba haciendo nada, invit a Jos Valdivia a que me acompaara a irle a buscar a los guatemaltecos lo que les haca falta: la logstica. Porque los revolucionarios guatemaltecos estaban en la poca que yo haba estado veinte aos: si tuviera un fusil, si tuviera un lanzagranadas, si tuviera una granada, si tuviera una radio, si tuviera un explosivo, si tuviera, si tuviera, si tuviera veinte aos estuve as. Entonces, invit a Valdivia, y este se fue conmigo. Pero hubo una gran confusin. Mis compaeros crean que yo iba molesto con la Direccin y que me iba a combatir a la Direccin. No es cierto. Me fui. El mundo se sorprendi. Se dio la mxima de Jos Mart, que en poltica lo real es lo que no se ve, y tambin los compaeros de la Direccin Nacional creyeron que yo me iba en un plan con el general Omar Torrijos para volver contra la Direccin, y no es cierto. Yo me fui en un plan con Torrijos para combatir a Lucas Romeo Garca. Me retuvieron en Cuba por gestiones de la Direccin Nacional, un mes, dos meses, tres meses. Pude salir de Cuba, me fui a Mxico, hice contactos con ORPA y empec a ayudarles. En ese momento la CIA (Central de Inteligencia Americana) me contacta y me pregunta qu es lo que ando haciendo. Yo s que estoy en el territorio de la CIA y que si no platico con ellos, si no me manejo con la Central de Inteligencia Americana, dura ms un chilote en las tapas de un chancho que yo vivo. Entonces empiezo a manejarme con la CIA. Le explico que ando tratando que en Guatemala no pase lo que pas en Nicaragua. Que ando tratando de ayudar a una fuerza revolucionaria demo- 23 -

crtica para que no gane la izquierda en Guatemala. Entonces me preguntan que por qu no voy a arreglar el problema en Nicaragua primero. Y les digo que porque en Nicaragua ya es un hecho consumado. Ya el Frente tiene dos aos, tiene ya tres aos, y que ha montado una fuerza que ya no se puede derrotar, y que como el Frente Sandinista habla en nombre de 50.000 mrtires, que como el Frente Sandinista habla en nombre de la Revolucin y de Sandino, tiene un capital poltico enorme y que no se puede derrotar. Entonces me dice: Y si le damos todo lo que usted necesita para que arregle el problema de Nicaragua antes del de Guatemala? Les pregunto que cmo puedo confiar en ellos. Y me dicen: Qu prueba quiere? Y les digo: Dejemos arreglado el problema de Guatemala. Denme para armar seis, siete mil hombres de ORPA en Guatemala y me voy a arreglar el problema de Nicaragua despus. Me pidi un plazo de 72 horas 73 horas, se fue a Washington, regres y me dijo: Trato hecho. Vamos a darle las armas para 6.000 hombres para que usted se vaya a Nicaragua. Yo pens: me dan armas para 6.000 hombres, ms las que ORPA tiene, ms las que les he metido, me voy a la montaa de Guatemala, que es una caja de hierro, no me mata la CIA, y tenemos prendido Guatemala. Cuba y Nicaragua entonces pueden dar todas las armas a la guerrilla Guatemalteca, que tenemos la prueba de que fue la Central de Inteligencia la que nos arm. Hablo con los de ORPA y consciente de que no van a entender esta maniobra omito que es la CIA la que nos va a financiar. Por el contrario, les digo que son comerciantes de armas que me venden los equipos, me los drapean, y cometo un error al decirles que las armas y el equipo me lo dan en 150 200 dlares. Se quedan sorprendidos al ver que me las dan tan baratas, pero yo compongo la torta, el error y les aclaro que es con el compromiso de que cuando nosotros ganemos les vamos a dar permiso para que ellos anden en su negocio de venta de armas desde Guatemala al mundo y conformo a los guerrilleros de ORPA dicindoles que - 24 -

una vez triunfado, yo vili varga, valo verga, no valgo nada dentro de las estructuras de mando y que no tienen los guerrilleros guatemaltecos, los revolucionarios guatemaltecos ningn compromiso con esta gente. Me creen y empezamos a recibir las armas. Soy el nico que ha conseguido que la Central de la Inteligencia Americana, a travs de Mr. Duane Claridge, jefe de la CIA para Amrica Latina, mande a dotar de armas a un movimiento guerrillero latinoamericano. No s si esto se comprende o no, pero lo cierto es que a los revolucionarios guatemaltecos les cayeron 1.000, 2.000 no s cuntas armas. Y cuando ORPA sinti que tena dos, tres mil armas, crey que tena a Dios agarrado de los gevos y que con eso iba a derrotar al gobierno de Guatemala. Yo a gritos les deca que no, que no tomaran ninguna accin militar porque ellos estaban preparando la ofensiva, la ofensiva de 1982. Que no hiciramos nada hasta que tuviramos 10, 12, 15.000 hombres armados, entrenados, organizados para lanzar una ofensiva final. No hicieron caso. Lanzaron la ofensiva y los desbarataron. Guatemala le protest a Nicaragua. Cmo iban a creer los guatemaltecos que yo no era mandado por el Frente Sandinista? y entonces el FSLN llam a los guatemaltecos y les dijo: O trabajan con Edn Pastora y se nos van todos de aqu, o trabajan con nosotros y cortan a Edn, y all vino cuando los de ORPA, unos curas europeos, espaoles, franceses, llorando me dijeron que no podan seguir trabajando conmigo. Qu pas? Que en los movimientos revolucionarios hay dos tipos de revolucionario el que est con un arma en la montaa, lamentndose, si tuviera, si tuviera y si tuviera, y el otro revolucionario que anda en busca de los boletos de avin, de las invitaciones a los Congresos, de las casas de protocolo, de las botellas de whisky y de las mujeres preciosas. Y desgraciadamente ste es el revolucionario que manda, no el que est en la montaa, y es ste - 25 -

que cuando ve que yo estoy poniendo en peligro las casas de protocolo, las botellas de whisky y las muchachas preciosas, ordenaron que me cortaran. Y as, los verdaderos revolucionarios me cortaron. Me qued profundamente enojado, porque por una parte vea al Frente como el perro del hortelano, que ni coma ni dejaba comer. No dejaba luchar a los revolucionarios por una parte y por otro lado estaban poniendo en peligro la seguridad del Estado revolucionario en Nicaragua con su inmadurez de traer la guerra este-oeste a Nicaragua y al no saberse manejar con los gringos, creyendo que cada uno era un Fidel cuando ni los nueve juntos forman el puro que Fidel se fuma. Cada uno de ellos lleg a creerse ms que Fidel, y en la dcada de los ochenta hasta se rean y se burlaban de los consejos que Fidel Castro les daba, cuando les deca que no trajeran el tanque T-55 A y B smbolo del poder sovitico porque iban a alarmar el rea centroamericana. Y cuando Castro les aconsejaba que no pusieran la tarjeta de racionamiento, se burlaban de l. Y cuando les recomendaba que no se pelearan con los norteamericanos, que se manejaran con los gringos, se rean, decan que Fidel Castro era un viejo loco. Se crean ms que Fidel Me cortan, me quedo como dijo Salamn el panameo, sin techo y sin piso, pero me quedo con los gevos hinchados. Me voy a Costa Rica a rumiar mi clera y se da una situacin: la contrarrevolucin est llegando a aquel pas. El coronel Enrique Bermdez, con todos los dirigentes contrarrevolucionarios, y los Estados Unidos, a travs de su embajada en San Jos estn presionando a Luis Alberto Monge que acaba de ganar las elecciones presidenciales para que le abra la frontera sur a la contrarrevolucin. Me comienzo a preocupar. Hablo con mis compaeros, Carlos Coronel y otros, y les explico que si la Contra entra por el sur, los primeros muertos somos nosotros que estamos en el terreno de ellos en Costa Rica. - 26 -

En esas cavilaciones y dudas terribles estbamos cuando se aparece a mi casa Fernando Berrocal y Orlando Araya, de la Juventud de Liberacin, que son los ms de izquierda de Liberacin, con el vicepresidente electo Fait, y me dicen: Edn, haz algo. Y es cuando me cuentan que estn presionando a Luis Alberto Monge que es la derecha de Liberacin y que ste est comprometido con los gringos y va a abrir la frontera a la Contra. Llamo a Carlos y le digo: Somos hombres muertos. Y me dicen que haga algo. Y les digo: Hacer algo, cmo? Metet vos, me surgieren. Y les digo: Yo?, y con qu armas?, les pregunto. Nosotros te damos las armas, aseguraron. Hablo con mi compa, y por necesidad poltica nos tenemos que meter a llenar el espacio que iba a llenar la contrarrevolucin. Entonces, las primeras armas que recibo vienen de manos de Rolando Araya, presidente Luis Alberto Monge y el vicepresidente Fait, que acaban de ganar las elecciones. Imagnese. Con el milln de dlares que me han dado los de ORPA para comprar armas a los narcos y a los traficantes de armas, y que yo tena que guardarlo porque no me quedaba otra ya que no les poda decir que las armas me las est dando la CIA, comienzo a comprar armamento, a mover gente y a montar la estructura. Me pronuncio con un documento que los revolucionarios latinoamericanos, centroamericanos y el mundo no conocen, un pronunciamiento eminentemente sandinista, revolucionario, donde denuncio que la Direccin del Frente con la mala conduccin del proceso revolucionario, est poniendo en peligro la seguridad del estado revolucionario. Y que de no ser que el pueblo armado expulse del poder a los que el dedo acusador y sealatorio de Sandino los muestra como traidores y asesinos, si el pueblo armado no los destituye del poder, podemos volver al pasado. Palabras profticas. Desgraciadamente no me equivoqu. Y digo desgraciadamente porque el pueblo es el que ha tenido que pagar un costo terrible con estas profecas. Me meto y organizo la Alianza - 27 -

Revolucionaria Democrtica (ARDE) y resulta que el mundo no me entiende. Los revolucionarios de El Salvador, de Honduras, de Guatemala, no me entienden. Los revolucionarios mexicanos, colombianos, los nrdicos europeos, los peninsulares italianos y espaoles, no me entienden. No me comprenden porque el mundo cuando vea Nicaragua lo vea negro o blanco, no vean otros matices. El norte y el sur, me confundan como contrarrevolucionario, y al ms grande sandinista, al ms grande revolucionario lo comienzan a ver como contrarrevolucionario..- Cmo perciba usted que se vea su discurso en Europa, cmo se vea su accin en aquellos momentos?

.- Quiero decirle que en Europa, tampoco me entendan. Me vean como un contrarrevolucionario. Vean a Nicaragua, con el gran capital poltico que tena el Frente Sandinista, que todo lo que criticaba a la Direccin Nacional era contrarrevolucionario y no entendan la disidencia..- Omar Torrijos la hubiera entendido?

.- El general panameo Omar Torrijos y el Presidente de Venezuela Carlos Andrs Prez entendieron mi disidencia perfectamente bien. Los que mencion antes no comprendieron y se dio lo que ya se conoce hasta que se produjo el entendimiento del Frente Sandinista con el presidente Ronald Reagan. Cuando Seplveda, a peticin de los Estados Unidos, solicit el encuentro entre el Frente Sandinista y el gobierno de Reagan y los dos accedieron. Vino lo de Atlanta, Georgia, para negociar la agenda, en cuatro rondas y puestos de acuerdo vinieron a Manzanillo, Mxico para en trece rondas de negociaciones entenderse entre Reagan y la Direccin Nacional del FSLN. Yo s que no se pasa a una segunda ronda sin ponerse de acuer- 28 -

do en la anterior. En qu se pusieron de acuerdo en trece rondas de negociaciones? No se saba. Slo se supo que se haban puesto de acuerdo en la ltima: en decir que no haban llegado a ningn acuerdo. Reagan no haba querido pagar el costo poltico ante sus aliados, ante sus amigos, ante sus partidarios, al reconocer que se haba entendido con los sandinistas y, la Direccin Nacional del Frente Sandinista, no quera pagar el coste poltico al saberse que se haba entendido con Ronald Reagan y que all el Frente haba negociado la revolucin. Desmontar la Revolucin y el Ejrcito Popular Sandinista; desmontar todo a cambio de que Reagan respetara el estatus quo poltico y econmico de la Direccin Nacional. Por eso es que Estados Unidos nunca habla de la piata. Por eso Estados Unidos nunca habla de la problemtica econmica del Frente Sandinista..- Pero usted s puede hablarnos de eso

.- Eso estoy haciendo. Negociaron y ya vieron ustedes cmo el Frente sac a patadas a todos los internacionalistas, y cmo se dio la danza de los monos de Mosc con los monos de Washington. La Direccin Nacional aparentando que se estaba entendiendo con la Contrarrevolucin lo que ya estaba acordado en Manzanillo, Mxico, y Oscar Arias al que le haban dado el Nobel de la Paz para que ni el huevoncito de Edn Pastora le contradijera, fue el encargado por los gringos para implementar aquellos acuerdos. Y as se dieron las plticas de Esquipulas, las plticas en la Dominicana, en Sapo y aqu en Managua, aparentando entre los monos de Washington y los monos de Mosc que se estaban entendiendo cuando ya estaban entendidos..- Cul es el golpe militar ms fuerte que usted recibe estando al frente de ARDE, en el suelo de Costa Rica, al estar combatiendo

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contra las fuerzas del Ejrcito sandinista?

.- Militarmente tengo tres o cuatro golpes duros porque los compaeros se fueron a hacer las actuaciones sin la autorizacin ma, contra la orden. Uno, en Palo Ralo, donde nos matan a 27 a 33, no recuerdo bien. Por un disparate de uno de los combatientes, que se fue a atacar y se qued celebrando la toma, llegaron los helicpteros, los rodearon y los acabaron. Slo dos salieron con vida; El otro golpe fue donde cae un compaero, que haba sido teniente del Ejrcito Popular Sandinista y que luego se vino conmigo All muere l, con 11 17 ms; El otro golpe fue cuando Coyote, que tambin sin mi autorizacin, ataca Blue Field y all mueren 22 compaeros, y el otro fue cuando la muerte de Cicln, donde nos matan a 90 compaeros y a ciento y pico de colaboradores ms porque Toms Borge, cuando se dio cuenta que haba muerto Enrique Smit dio la orden de que mataran a todos los colaboradores nuestros, que eran civiles que estaban amarrados una vez hechos prisioneros. Una orden desgraciadamente de asesinato, porque matar a prisioneros amarrados es un asesinato..- Cuando la revolucin haba sido piadosa con muchos de los guardias nacionales probadamente asesinos, no?

.- Aquello de implacables en el combate y generosos en la victoria fue una de las mentiras que el Frente vendi. Otra de las mentiras es decir que la Contra estaba compuesta por guardias y mercenarios. El Ejrcito, las tropas del Ejrcito se quedaron estupefactas cuando se dieron cuenta de que toda la Contra era de campesinos. Todos los guardias haban muerto o desaparecido muchos aos antes. Porque los guardias eran mortales, y el Frente los manejaba como que nunca se moran, nunca se acababa la guardia. Entonces, esos fueron los cuatro golpes ms dolorosos que recib militarmente. De all todo fue victoria en guerra de guerrillas. - 30 -

.- Y polticamente?

.- Polticamente, el ms duro que recib es cuando la Direccin Nacional, que gritaba que primero se ahogaban los peces, a que los ros dieran marcha atrs o bien que primero se caen las estrellas antes de sentarnos con la contrarrevolucin a los quince das estaban sentados con los dirigentes de la Contra en vez de entenderse con su hermano disidente del sur. Ahora, recientemente, Toms me dijo -y usted se lo puede preguntar a Toms: Edn, te quiero decir una cosa muy personal. Gracias a Dios se te ocurri la locura genial de hacer ARDE. Si no hubiera sido por ARDE se mete la Contra por el sur y la Contra norte y sur nos matan a todos. Vos, con tu obcecacin de no unirte con el norte, obligaste al imperialismo a negociar con nosotros. Vos salvasteis la situacin. Cuando o eso a Toms, pens que yo mereca una medalla, una nica, esa medalla, por haber hecho ARDE. Entonces le dije a Toms dos cosas: Toms dec eso en pblico. Y Toms me dijo: Vos sabs que en poltica hay cosas que no se pueden decir. Le contest, le repliqu: Y cmo te quedaste ronco de estar preguntndome por cunto haba vendido mi carn? Se tir una carcajada, levant los brazos, me dio en la cabeza y me dijo: No cambis, segus siendo el mismo Edn. S -le digo-, no cambio, los que cambiaron fueron ustedes. Se puso serio, severo, me volvi a ver y me dijo: Por qu? Y le dije: No me jods, Toms. Aqu entramos con la mochila vaca. Vos, yo, y todos los compaeros, y ahora todos ustedes tienen las alforjas llenas de dlares. Me vio profundamente y dijo: S cmo te has de sentir por tu situacin econmica. Maana voy a recibir un dinero y te voy a ayudar. El maana sigue siendo una tentacin, nunca lleg el dinero.- Los corridos dicen que son para cantar una leyenda al hroe.

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Amparo Ochoa cant aqu en Nicaragua durante un festival, una cancin preciosa, hermosa sobre el asalto al Palacio Nacional. Usted est borrado de la historia en ese momento. Se menciona la liberacin de Toms; se cuenta incluso el estado de nimo de Anastasio Somoza; el miedo de los que estaban en aquel momento secuestrados, pero a usted no se le menciona. Se le ha borrado.

.- Se habla hasta de Tirado Lpez, que nada tiene que ver con la toma del Palacio. A m no se me menciona. Queran tapar el fornculo con un dedo. Queran tener engaado a este pueblo. A un pueblo se le puede engaar una vez, se le puede engaar dos veces, no se le puede engaar siempre..- Observaba las fotografas que tiene aqu en su despacho, entre las que se encuentra, en lugar destacado, la del general panameo Omar Torrijos con quin, es sabido, usted lleg a mantener una estrecha amistad.

.- Sobre el general Torrijos, le quiero decir que me considero en Nicaragua el nico torrijista, porque mantengo mi posicin de sandinista, que es la esencia del sandinismo y del nacionalismo y la esencia del torrijismo es el nacionalismo. Sin embargo, ahora que su hijo gan las elecciones, no invit al nico torrijista, Edn Pastora. As es la poltica, as son estas cosas. Quiz ahora que me vea actualizado y si tengo mi cuota de poder, y ms si voy como candidato para presidente en los comicios del 2006, tal vez Martn Torrijos, me vuelva a sentir como antes. Torrijos una vez me dijo: T eres el hijo que me hubiera gustado tener. El viejo, yo creo que al nicaragense que ms quera, ms admiraba y se identificaba con l, era conmigo. Inclusive, yo me atrevo a decir a veces, que por mi fue que Torrijos se meti a la guerra. - 32 -

Una vez que hablando de mi padre se me rodaron las lgrimas, l se impresion mucho. Me invit a beber champn rosado. Dijo que nos olvidramos de los dolores, que eran momentos de alegra. Y despus que pas ese momento difcil, duro, me dijo: Hombres como t son los que necesitan los pueblos. Y yo te voy hacer entrar al frente de un ejrcito. Qu quers?. Armas, mi general le contest. Era el 78, inmediatamente despus de la toma del Palacio. Eso sera como en septiembre, cuando Torrijos me llam a que le contara toda la experiencia al Estado mayor General de la Guardia Panamea, que queran orla, contada de labios del actor. Y ah estaba Garca Mrquez y cuando le dije: Armas, general, Torrijos se volte hacia donde estaba Noriega, y le dijo: Coronel, vea qu cositas tiene ah y maana entrgueselas al comandante Pastora. Y ese da me pegu una borrachera con champn rosado que al da siguiente fui con toda la goma que da el champn a recibir 1.500 armas, que para nosotros era todo el arsenal del mundo, y nos lanzamos a la guerra contra Somoza..- Durante el asalto al Palacio Nacional, hubo un momento en el que Pastora se descubre el rostro dndose a conocer y que fue muy polmico.

.- Ese da que habl, o esa noche que habl con Toms, me dio la disertacin de que estuvo bien que me hubiera quitado el pauelo de la cara. Que por primera vez el Frente tena un rostro, y me dice: Y con esa cara de buenote, campesino, que tens vos, favoreciste mucho, porque todo el mundo crey que todos los sandinistas ramos buenotes como vos. Me habl media hora de que era bueno que me hubiera quitado el pauelo del rostro. Lo dej hablar, hablar y hablar. Y al final, cuando termin, le dije: Toms, yo no me quit el pauelo. Se sorprendi. Y le dije: No me lo poda quitar, porque nunca me lo puse. - 33 -

.- Y eso es verdad? Nunca se puso el pauelo?

.- Es verdad. Ah est la foto. No lo llevo ni siquiera en el cuello. Porque el pauelo se lo haba dado a un diputado que me lo haba pedido en el Palacio. Y los muchachos se suben el pauelo cuando la prensa, la televisin invade el autobs. Entonces, los muchachos, por atavismo, se suben el pauelo y se cubren el rostro. Seguramente que si hubiera andado el pauelo tambin me hubiera cubierto el rostro. Nunca me lo quit. Y Toms tena esa foto que est viendo usted, la tena en su oficina. No s si la puso esa noche que yo llegaba o si la tiene siempre. Y se la seal y le dije: Mir, Toms, ni siquiera tengo el pauelo en el cuello. El primer sorprendido de lo que le estaba diciendo era el propio Toms..- Eso en qu ao pas?

.- Ahorita, en el 2001. Luego le voy a ensear un libro que me regal. Vino aqu a mi casa a invitarme, el 22 de enero que era mi cumpleaos, porque me quera hacer una cena, y lo que quera era cumplirme, preguntarme por mandato de la Direccin, si yo ira a la plaza el 19 de julio, si me invitaban, y le dije que s. Slo me prestan el micrfono un ratito para saludar el pueblo y me dijo: No jods vos lo que quers es robarte el show..- Tanto miedo le tienen?

.- Todava, y no s por qu..- Su relacin personal con Daniel Ortega y el resto de miembros de la Direccin Nacional del FSLN, en este momento cmo es?

.- Yo los quiero. Son mis hermanos. Les tengo un gran cario. Tambin hay un gran resentimiento porque echaron a perder la - 34 -

revolucin. Hay un gran malestar de mi parte. Pero no es recproco este cario. Porque el que me tiene miedo no me puede querer. El que me tiene celos por mi popularidad, por mi protagonismo, por mi larga lucha, por el amor que me tiene el pueblo, no me puede querer. Yo a ellos, s. Y he hablado de estas cosas con ellos, con Toms, y le voy a ensear ese 22 de enero el libro que me trajo Un grano de maz de una entrevista que l hizo con Fidel, y me puso una dedicatoria: Para Edn Pastora, cuya amistad durar siempre, no Cuya amistad, con todos los parntesis, durar siempre (aqu vuelve a imitar jocosamente la voz de Toms).- Lo de los parntesis es sospechoso, no?

.- Lo de los parntesis es de cuando estuvimos en la disidencia agarrndonos del pelo y dndonos golpes. Una disidencia dura porque hubo sangre de por medio Entonces, una vez que me encontr en el teatro, me dijo: No s, cuando te veo, si arrecharme o abrazarte, porque te quiero y te tengo un gran cario, pero cuando hablas mierda me arrecho.- Usted es querido por el pueblo, pero ha sido muy querido tambin por las mujeres.

.- Mire, tengo fama de que soy mujeriego, y no es cierto. Y tengo fama de que soy mujeriego porque las reglas lo llevan a eso. Tengo un ojo pcaro, tengo fama de valiente, Juan Charrasqueado, Gabino Barrera, los hombres valientes son mujeriegos, no hay comandante que no sea mujeriego, a los hombres famosos las mujeres se les prestan, se les brindan, el uniforme es afrodisaco. Entonces, hay una porcin de leyes por las que la gente cree que soy mujeriego y no es cierto. Si yo hubiera sido mujeriego, Yolanda, mi mujer, hace tiempo que me hubiera abandonado. Soy el nico comandante que mantengo mi esposa de hace ms de - 35 -

cuarenta aos. Soy el nico comandante que no cambi de mujer, la mujer del pueblo, la india Yolanda, la mujer que me acompa en la tristeza, en el abandono, en el hambre, en la amenaza de muerte, la mujer que me acompa en la guerra, en el exilio, es la misma mujer que tengo. Todos los comandantes cambiaron su mujer del pueblo con aristcratas, con burguesas, porque sus pieles son muy delicadas por las cremas que usan, porque sus cuerpos son muy perfumados y sus vestidos y sus cuerpos adornados. No, yo no. Sigo con la misma mujer de siempre y sigo leyendo en la misma cartilla, aunque cancaneado a veces, pero leo en la misma cartilla..- Otra de las cosas que siempre han llamado la atencin en usted, es su gran aficin a la pesca, como tambin lo eran los grandes sabios chinos no?

.- Bueno, las p me persiguen, pero no digo las putas, digo las p: Pastora, peleo, pesco o peco. Entonces, s, la pesca es mi oficio preferido. Y he sido ganadero, tabacalero, caero, corredor de bienes races, he sido constructor, estibador, garzn de oficio en Ginebra, y la pesca es el oficio que ms me llena porque cuando estoy cansado alterno la pesca como deporte y entonces cambia la problemtica. Y el mar me encanta. Cuanto ms bravo, ms me gusta. A veces lo siento que es un monstruo que me desafa. A veces siento el mar, que es la inmensa soledad que me acompaa y el nico lugar donde estoy libre. Sin semforos, sin vas, sin polica, sin stop. Ah hago lo que quiero, y en la soledad del mar siento a veces que mi espritu es una gaviota que vuela y vuela, y no hay norte ni hay sur, no hay calles, no hay avenidas, no hay policas. Es ah donde me siento realizado, donde me siento inmensamente libre, me encanta la libertad, ms que la vida misma.

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.- Qu hay de cierto en que durante la guerra contra sus ex compaeros del Frente Sandinista, Edn Pastora lanz piedras desde el cielo?

.- S. Cargu tres aviones 206 con mil libras de grava piedras de pulgada y media. Se la dej caer a los compaeros. Yo habl con un artillero que me dijo que les causaba ms terror que una bomba. Definitivamente se manejaron muy bien. No dijeron nada, ningn comentario, y yo cre que no les haba hecho efecto, y los haba desbaratado. Dos helicpteros fuera de combate, heridos, muertos, un sinfn de perforados barbaridades les hice, pero esto no lo supe hasta despus, que capturamos unos prisioneros del Ejrcito. Y como al principio no dijeron nada, yo cre que no les haba hecho dao y entonces suspend el operativo. La prensa lo coment: El comandante Pastora les lanza piedras a sus antiguos compaeros, pero no eran piedras preciosas.- Usted tambin ha sido fundador de muchas cosas.

.- S, soy el fundador de Radio Sandino. Me fui a Panam. Compr una radio de 150 wats, me vine, la traje a la frontera, y con antena dirigida mand a Richard Lugo, a lvaro Ferrey, a que hicieran las transmisiones con una plantita elctrica de 1.000 wats, el transmisor era apenas de 100 wats 150 wats, con una antena dirigida, la onda rebotaba en el mar, y todo el Pacfico lo cubra, hasta Corinto. Despus lo pasaba al lago y cubra toda la costa oeste del lago. Despus lo pasaba y cubra la costa este del lago y as estbamos haciendo maravillas y fue tan positivo el experimento que el Frente orden la adquisicin de una radio de 1.000 wats, que la manej posteriormente Jos Valdivia en Liberia (Nicaragua), y los efectos fueron tan positivos que se compr una ms potente y se llev a la hacienda de Pepe Figueres en la lucha y se es el origen de La Voz de Sandino. - 37 -

.- Usted fue, segn la leyenda, tambin el fundador de la Fuerza Area.

.- Bueno, una vez que aterric en Panam, en mis viajes argentinos, veo un Barn Beech Craft muy bonito, bien pintadito, me fui a donde el general Torrijos, se lo ped, y aquel hombre no me negaba nada. Me dio el avin y me mand donde el jefe de la Fuerza Area, que se lo acababan de quitar al narcotrfico, lo acababan de arreglar, y el jefe de la Fuerza Area, se llev las manos a la cabeza cuando supo que Torrijos me estaba regalando el avin. Le puse tirabombas y dos ametralladoras 30mm. en la nariz e hice un cazabombardero. Vino a ametrallar, a bombardear la loma de Tiscapa. Y as fue el origen del primer avin de la Fuerza Area. Compr un Push and Pull y cuando hice una estructura se la tuve que pasar a Paul Atha, y ahora todos creen que el fundador es l y no este ciudadano que es el que fund la Fuerza Area, que celebra su da pero nunca invitan a Edn Pastora, su fundador..- S que el General Omar Torrijos le regal a Usted un anillo, qu otros recuerdos as conserva Edn Pastora.

.- Bueno, el reloj que se recupera en el Palacio me lo regala el Frente un ao despus del triunfo, o sea dos aos despus del operativo del Palacio. El Frente, la Direccin, tuvo ese reloj, y me lo regala como una condecoracin, como un reconocimiento, como un estmulo, como algo que me ligaba a la accin. Era un Rolex, que era de Jos Somoza Abrego, y as me qued ese reloj, y una vez que fui a donde Torrijos con el reloj, me pregunt que si yo tena anillos. Y le dije que no que el nico anillo de bachillerato que yo he tenido me lo haba robado la seguridad de Somoza una vez que me captur y me tortur. Y me dice: Se ve feo una mano pelona. Te voy a regalar un anillo. Un anillo con siete o - 38 -

nueve brillantes grandes. Un anillo que entonces vala 10.000 dlares. Le dije: no, no, general, perdone. Entonces, l, con todos los tics que tena, que se peinaba y se despeinaba, me dice: Eso es lo malo de ustedes los revolucionarios, se acuerdan de uno y lo valoran hasta que uno muere. Yo quiero que ands mi anillo. Ante ese argumento no me qued ms que aceptarlo. Lo guardo como un tesoro. Y tengo tambin, otro anillo que me dio Alan Garca. Son mis condecoraciones..- El hombre que ha manejado en armamento, en materiales militares, millones de dlares, como es Edn Pastora, que tuvo ese apoyo internacional, llmese la CIA, llmese como quiera, usted les ha pedido ayuda en algn momento, o se la han brindado?

.- En mi vida yo he manejado como ciento cincuenta millones de dlares, que nos dio Gaddafi, Fidel Castro, Carlos Andrs y la CIA. Cuando me los daba Gaddafi nadie me deca que yo era agente de Gaddafi. Cuando me los daba Fidel, nadie me dijo que yo era agente de Fidel, y lo mismo con Carlos Andrs o con Torrijos. Cuando recib ayuda de la Central de Inteligencia Americana, en las mismas condiciones, sin condiciones, me decan que yo era agente de la CIA y muchas ms cosas, todas insultantes. La verdad es que nos dieron una ayuda los salvadoreos de veinticinco millones de dlares producto de un acto de recuperacin econmica cuando secuestraron all al hombre de la National, no s quin, porque lo que s era cierto es que los salvadoreos eran maestros en esas cosas, nos podran dar ctedra. Nosotros ramos nios de teta en eso..- Pero no en almacenar el dinero, que por cierto s que se pudri.

.- S, se les pudra, definitivamente. Nos dieron veinticinco millo- 39 -

nes de dlares, sin factura, sin recibo, sin contabilidad, sin a quien rendirle cuentas porque no hay contabilidad. No se me qued un dlar pegado en las manos. Y sabe por qu? Por dos razones. Porque mis padres me ensearon a no tocar lo que no era mo. Y la otra razn, porque cada dlar de esos estaba salpicado de sangre, porque eran dlares de un pueblo para un pueblo que estaba luchando por su libertad, que se estaba muriendo por su libertad y su democracia. Me han dicho de todo, mis adversarios polticos: incoherente, errtico, ambicioso, vanidoso, egocntrico, mercurial, impredecible, loco, hijo de puta, me han dicho agente de la CIA, garganta de Reagan, aliado del imperialismo, traidor, Can. La Contra me ha dicho que soy agente de Fidel Castro, agente de Humberto Ortega, dcimo miembro de la Direccin Nacional, infiltrado en la Contra para no dar entrada a la Contra por el Sur. Me han dicho de todo, de todo. Calificativos hicieron falta, adjetivos hicieron falta en el castellano. Lo que nunca me pudo decir Toms, ni el ms connotado contrarrevolucionario es ladrn, piatero, deshonesto, cobarde, ni maricn. Tengo veintin hijos, estoy probado que soy muy macho. Entonces, estas son mis cartas de presentacin. Hoy, soy catalogado por el pueblo de Nicaragua como el hombre ms honesto, ms incorruptible, como el histrico luchador social. Nicho Marenco recientemente en sus calumnias, con sus infamias, haba hecho una grabacin diciendo que los hroes tambin sienten hambre, dando a entender que por hambre tambin me haba vendido. Lo tuvieron que retirar porque estaban reconociendo mi heroicidad. Este pueblo sabe quin soy..- Nosotros nos acercamos a una posibilidad poltica. Segn algunos, su opcin poltica en Nicaragua es vlida. Es consciente de ello, no? Dentro de un proyecto democrtico Le apuesta al apoyo internacional?

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.- El nico en Nicaragua que puede volver a mover el mundo, hacer que el mundo vuelva los ojos otra vez a Nicaragua es Edn Pastora. Por su prestigio mundial ante los rabes, los asiticos, los europeos, los latinoamericanos. Edn tiene un prestigio de luchador social, un enorme prestigio de hombre incorrupto, un enorme prestigio de guerrillero histrico, de hombre independiente, honesto. Yo creo que podemos hacer uso de ese prestigio, si yo llego a tener una cuota de poder, para hermanar ciudades del mundo desarrollado con barrios y comunidades de Managua, y as poder hacer algo por Managua. Porque de lo contrario, nadie podr hacer nada. La alcalda est endeudada con 500 millones de crdobas. 250 millones de crdobas que le qued debiendo la alcalda del periodo de Arnoldo Alemn y de Sedeo al Instituto Nacional de la Seguridad Social, y Herty, este ao, para poder hacer todo eso que est haciendo, tuvo que sacar un prstamo de 12 millones de dlares al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que son como 200 millones de crdobas, ms 9 millones de dlares que le dio la empresa espaola de luz elctrica Unin FENOSA. Si Herty no hubiera podido hacer eso, sencillamente, por muy capaz que hubiera sido no hubiera pasado de ser un botabasura, un tapabollos de las calles de Managua. El prximo alcalde, si no apela a la comunidad internacional, se va a dedicar a pagar la deuda, a pagar intereses y a amortizar la otra deuda. Porque el presupuesto de la alcalda es de 600 de 700 millones, pero el 60 y 70 por ciento se va en administracin y apenas el 30 40 por ciento se va en obras. Y con este 40 por ciento se va a dedicar a pagar la deuda, que no quiso comerciar o que no quiso negociar Herty o no pudo negociar con el Instituto de la Seguridad Social y a pagar los intereses del servicio de estos 200 millones de crdobas..- Si Edn Pastora pudiera resolver tres cosas de Managua, por cules comenzara?

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.- Una, definitivamente, la farmacia popular en cada barrio de Managua, con medicamentos genricos. Si no hay salud no hay estudios. Si no hay salud, no hay trabajo. Si no hay salud, no hay alegra. Y Nicaragua es un pueblo pobre y con unas medicinas carsimas. Aqu, enfermarse es un lujo. Aqu, enfermarse es una desgracia. Aqu tienen derecho a enfermarse slo los ricos. Los pobres se mueren. Entonces, tratara de resolver el problema salud. La otra necesidad estratgica es la construccin de un ferrocarril rpido, Metro o como se le llame, o monorriel. Ah estn los proyectos, y eso se paga l mismo con su servicio. El otro proyecto que empezara es el de tapar los cauces. Los cauces son los basureros que contaminan el agua, no es La Chureca. Lo ensucian ms los cauces que la misma Chureca. Los cauces son las fuentes ms grandes de contaminacin que hay. De ah salen todas las enfermedades de Managua. Estoy seguro que independientemente de la basura, el urbanismo, el ornato, las calles, etc., etc., hay que resolver el problema de la niez. Esos nios en los semforos, creo que es una vergenza de los managua, o deba ser una vergenza de los ciudadanos de Managua, una deshonra de los managua. Hay que agarrarse de instituciones benficas, de los boy scout, de la Cruz Roja, de los bomberos, para resolver este problema de esta niez en los semforos. Si yo viera un nieto mo pegado en el vidrio de mi carro pidiendo limosna, yo me pongo a llorar. Cuando veo un nio y les veo las caras, all pidiendo, experimento una sensacin que slo la sent cuando me torturaba Gonzalo Lacayo y me hacan lamer mi sangre en el piso. Un sentimiento de impotencia. Y ms que yo no les doy limosna. No me gusta dar limosna. Yo estoy dispuesto a darles mi vida, pero me parece que darles limosna es fomentar eso. Me parece que dar limosna es el que quiere calmar su conciencia. El que lo hace es para que lo vean que est dando limos- 42 -

na. Resolvera ese caso si fuera alcalde de Managua. Otra cosa es que, tenlo por seguro, atendera a los de la tercera edad, no tienen un recinto donde ir. Los hombres y las mujeres ancianos, a dnde leer el peridico, dnde ir a hablar de poltica, dnde ir a hablar babosadas, dnde ir a hablar mierda, con dignidad, con seguridad ciudadana, con aseo, no tienen un lugar. Las madres, con sus nios, no encuentran sitio dnde ir con seguridad y con dignidad, dnde ir en sus coches, a pasear a sus nios, no tienen. Managua es la ciudad ms cruel. Hay que volverla ms humana. Es una ciudad sin andenes, sin rampas para que suban los lisiados. Yo volvera la ciudad de Managua ms humana, ms cristiana, dira..- Tengo entendido que a Edn Pastora le gusta la poesa.

.- Pues s. A mi mujer la enamor, all en los aos 60 recitndole poesas. Y le he rallado unos papeles y de repente me salen. Hoy estaba recordando con mi hija una de las poesas, de los versos que le hice a mi mujer: Qu lejos estamos, Yolanda, la mar nos separa, qu lejos estamos. Inclina tu cuerpo de palma, extiende tus brazos cual lanza gigante cual puente inconcluso. Ah estn tus dedos buscando los mos es nulo, Yolanda la mar nos separa. Te inclinas, te empinas y ah estn tus dedos - 43 -

es nulo Yolanda, la mar nos separa. En cambio, tu alma y mi alma sin cuerpo de palma sin brazos, sin lanza gigante, sin puente inconcluso, tu alma y mi alma sin dedos se tocan, se abrazan, se funden en mgico beso. sa es una de las cosas que rall all, cuando estaba en el exilio, en la soledad, en la tristeza, cuando aoraba volver a mi pueblo, de calles pedregosas, cuando cansado de tantas amarguras quera ver esas lomas empastadas, cuando en vuelo solitario como rayo de luz sobre la nieve, recordaba mi infancia y mi pueblo, rallaba papeles, contaba estas cosas, y le deca a Yolanda: Un da tomar en mis manos tus manos sonrosadas,/ sern tus ojos incensarios y seremos dos risueos pero eternos visionarios. La poesa me gusta. Dicen que los nicaragenses tenemos de msico, de loco. Yo digo, no, los revolucionarios. Porque tenemos un alma sensible, sentimental, porque sentimos, amamos a nuestro pueblo, y porque amamos a nuestro pueblo tenemos que matar y tenemos que exponer a que nos maten por ver a nuestro pueblo libre.

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DONALD MENDOZA

M

i reloj marca las siete en punto de la maana y espero sentado en el saln de una modesta casa de Managua a Donald Mendoza, quien a los pocos minutos aparece por la puerta del fondo. Una seora, amablemente nos sirve caf. Estoy a punto de realizar una entrevista al que en su da, con slo 24 aos de edad, se convertira en el primer agregado militar del Gobierno Sandinista en la embajada de Washington ante los Estados Unidos y que posteriormente en el ao 1993, fuera ya del ejrcito, acompaado de un pequeo comando guerrillero, se tomara por asalto la sede de la Unin Nacional Opositora con todo el gobierno de Nicaragua en pleno salvo su presidenta Violeta Barrios de Chamorro, accin que forzara a una negociacin con los secuestradores de varios miembros sandinistas que se encontraban como rehenes de antiguos miembros de la Contra en el norte de Nicaragua. Acordamos evocar algunos pasajes de su infancia e ir pasando, como en una pelcula, los principales aspectos que marcaron su vida hasta convertirse en jefe de la guerrilla en tiempos de Somoza, hablar sobre sus das como agregado militar y principalmente dejar constancia de todos los preparativos que marcaron aquel memorable asalto a la UNO que llegara a cambiar el rumbo - 45 -

Foto: Kim Manresa

de la historia en Nicaragua. Pedimos ms caf y aprovechamos el silencio de esa hora para que la cinta comience a correr registrando las palabras del ex mayor del Ejrcito Sandinista, Donald Mendoza..- Tengo entendido que usted tuvo una infancia difcil en los tiempos de los Somoza, como la mayora de nios aqu en Nicaragua y si fuera posible, le agradecera que en esta conversacin se remontara hasta aquellos aos.

.- Bueno, yo nac en el centro de Managua, casualmente aqu por donde vivo actualmente. En un barrio que se llamaba Buenos Aires. Ese barrio quedaba prcticamente en la parte central, que se perdi por el terremoto de 1972. Nac un ao antes de que ajusticiaran al tirano Somoza, en 1955. Nac en una familia bastante pobre donde el padre era un obrero, un pintor de casas, y mi madre una mujer que trabajaba en los mercados. Era vivandera, as le llaman aqu en Nicaragua. Al parecer mi familia algn tiempo tuvo ciertas posibilidades econmicas en el campo, pero en Nicaragua las cosas siempre venan de ms a menos, de menos a ms, eso estaba en dependencia de quien estuviera en el poder. O sea, si los liberales llegaban al poder, los conservadores se empobrecan y viceversa. Entonces, nosotros estbamos en el centro de esa situacin, entre las ciudades de Len y Granada. Vivamos en la periferia de Managua, en la parte del campo, porque Managua en aquellos tiempos prcticamente era una ciudad muy pequea y la finca nosotros la tenamos en una zona que se llama Ticualtepe, que actualmente est como a unos 18 16 kilmetros del centro de la ciudad. Pues ah nac y me cri. Despus nos trasladamos hacia la capital, al barrio de Buenos Aires, donde mi niez fue la niez normal de un nio pobre. Recuerdo que estudi lo que entonces le llamaban - 46 -

el Infantil, que es lo que hoy se podra decir el kindergarten, o sino el preescolar. Estudi en un colegio pblico donde te regalaban el cuaderno y el lpiz. Iba descalzo al colegio. Despus, cuando yo tena cuatro aos, en 1959, nos trasladamos al famoso barrio Rivero. Se llama as a raz de que los terrenos para construir fueron vendidos por don Manuel J. Rivero al que mi abuela compr un lote y all crec yo, en ese barrio. Nos trasladamos del centro de la ciudad a la periferia porque realmente la vida era muy costosa en el centro de la ciudad y entonces nos fuimos all, a ese barrio. All estudi la primaria en el Colegio Don Bosco de Managua, de los Salesianos, donde slo tenamos que pagar una cuota mensual pero era prcticamente gratuito. Estudibamos todo el da, maana y tarde. Despus entr al Instituto Nacional Ramiro Goyena, donde me bachiller. Aquel era el mejor instituto pblico a nivel nacional. Puede decirse que ese Instituto tuvo el honor de que en l estudiaran muchos hermanos nicaragenses que despus llegaran a empuar las armas para luchar contra la tirana de Somoza. Por ejemplo, all estuvo como alumno Carlos Fonseca, uno de los fundadores del FSLN, Julio Buitrago y una serie de compaeros. Creo que tambin estudi Leonel Rugama, y muchos otros que estn vivos que no voy a mencionar porque no tiene importancia mencionarlos. Se mencionan a los que mueren, no a los que viven. Estudiaron bastantes que hoy incluso son diputados, de ambos bandos, tanto del de la derecha como del de la izquierda en Nicaragua. Altern mis estudios de secundaria trabajando a medio tiempo pues venda peridicos con lo que me pagaba los estudios y compraba mi ropa. Recuerdo que mi primer par de zapatos me lo puse a la edad de 10 aos. Los compr a base de recoger dinero de ahorro. Tena una alcanca con combinacin que la abuela me compr donde meta mi dinero. Cuando tuve la cantidad de treinta pesos fui con mi ta a comprar un par de zapatos. Eso me qued en la vida fijo. As tambin altern mis estudios de primaria ven- 47 -

diendo con mi madre en el mercado donde yo le ayudaba a ella. Cuando era nio caminaba grandes distancias para llegar al mercado, tal vez dos o tres kilmetros. Durante ese trayecto miraba a otros nios que iban bien vestidos con sus mams de la mano y me preguntaba si era normal que unos anduvieran as mientras que yo tena que ir al mercado a trabajar en lugar de viajar a la escuela como ellos. Cuando pasaba por un colegio que se llamaba Rubn Daro, miraba las filas de chavales con su uniforme entrando al colegio. Ese colegio quedaba tambin ah en el centro de Managua, ms o menos a unas seis, siete cuadras exactamente por donde yo viv. Era uno de los mejores colegios de la clase media, media-alta y acomodada de Nicaragua. Entonces, mirando a m mam le preguntaba por qu haban esas diferencias y ella me contestaba: Bueno, lo que pasa es que ellos tienen mejores condiciones econmicas. Pero hasta ah pues nunca cuestion nada, porque mis sentimientos eran los de ayudar a mi mam para que hubiera un poco ms de dinero en la casa, y eso fue as desde que yo era muy pequeo. En Nicaragua haba dos cosas, o eras antisomocista, conservador, o eras somocista, pero toda la poblacin nicaragense estaba ligada al Rgimen. Un Rgimen que se haba enquistado en este pas desde 1934, a raz de que asesinan a Sandino. Entonces, desde el 34 hasta cuando yo tengo uso de razn, ya a principios del 70, que estoy en secundaria, los Somoza seguan mandando en Nicaragua y aqu hablar de clase media era hablar del somocismo, hablar de clase media, alta o baja, era hablar de somocismo. Eso hoy lo entiendo, pero en aquella oportunidad no entenda por qu haba esas diferencias entre unos que iban a un tipo u otro de colegios. En el mercado miraba como se desenvolva la gente. Tambin me preguntaba por qu m madre, que en aquel tiempo era una mujer con seis hijos, porque despus nacieron dos ms, tena que trabajar tan duro en aquel puesto de ventas del mercado de Managua, que se llamaba el Mercado San Miguel. - 48 -

En 1972 yo no estaba involucrado directamente en cuestiones polticas. S me gustaba ir a las marchas que sacaban los estudiantes contra el alza del costo de la vida. Despus eran marchas de los maestros que reclamaban mejores salarios o de los trabajadores que los estudiantes de secundaria respaldaban. Y ms an el Goyena, donde estudiaba por la tarde, que como dije anteriormente, fue un centro de gran agitacin y de protestas. En ese instituto estudiaron muchos dirigentes valientes que lucharon contra los Somoza. Slo por mencionar a algunos: Carlos Fonseca, que fue bibliotecario del instituto; Julio Buitrago que muri en el 67, ah por las Delicias del Volga, en Managua vieja, que era un gran compaero de la guerrilla urbana, y otro de apellido Rosales. Un montn de gente valiosa. Al principio yo participaba en las manifestaciones, porque me gustaba ver aquella fila de estudiantes que iban en protesta. Entonces me sumaba a ellas. Yo no estaba organizado, legalmente no lo estaba, pero en ese ao de 1972 me organic en el Frente Estudiantil de Secundaria, que era un frente que ya prcticamente era dirigido por el Frente Sandinista y comenc a trabajar ya con ms inquietudes. En lo personal no haba realizado ningn tipo de contacto con los miembros del FSLN. El 10 de mayo de 1972 haba una huelga a nivel nacional. Esa huelga era contra el costo de la vida, contra el alza de la leche y de la gasolina. Es increble, que la gasolina subi apenas cinco centavos y la leche subi de golpe, de quince a veinte centavos, y fue entonces que en ese da mucha gente sali a las calles. Esa huelga del 10 de mayo del 72, que fue en un da normal de semana, salieron toditos los colegios de secundaria. Se paralizaron las universidades y se concentr la huelga en la Avenida Roosevelt, que hoy queda aqu en el centro de la ciudad. El terremoto la bot, bot los edificios, pero ah qued el nombre, de esa avenida que va de donde est el monumento del Ejrcito, viene de norte a sur. En esa que era la avenida principal de Managua, - 49 -

donde se podra decir que la capital de Managua era la Avenida Roosevelt, cruzaba con la 15 de septiembre, que era la otra avenida importante. Ah estaban concentrados ms de dos mil estudiantes que ese da se enfrentaron a la Guardia Nacional de Somoza. Hubo muchos heridos y detenidos, entre ellos yo, quien fui capturado ese da en la Avenida Roosevelt. Nos montaron en una zaranda, tipo furgoneta, y me llevaron preso al Hormiguero. All estuve preso y para que mi familia se diera cuenta mand una nota en un tarrito de esos de latas de sardinas. Ah met un papel donde yo deca: Me llamo Donald Mendoza Garca. Vivo en el Barrio Rivero, tal direccin. Si alguien recoge esto que avise a mi familia, que estoy detenido aqu en la crcel del Hormiguero. Porque el temor de muchos estudiantes nicaragenses era que caamos presos y nos asesinaban. Somoza haba cubierto este pas de crmenes, de asesinatos Pero no fue, sino hasta el tercer da que ellos permitieron que viera a mi familia, porque esa noche de la detencin me golpearon y torturaron para que dijera que yo andaba metido en cuestiones polticas. Me sostuve en que no era as, en que no era parte de ninguna organizacin, y en realidad no lo era, aunque simpatizaba con el Frente pues a los que moran los miraba como a hroes. Algo que me impact en mi vida fue la muerte de Julio Buitrago, que cay all, donde deca anteriormente en la Divisin del Volga. Este hombre se enfrent, prcticamente l y dos compaeros ms solamente, a una gran cantidad de guardias. Se podra hablar de cuatrocientos guardias, con dos tanquetas, una avioneta que bombarde. Eso impact en mi vida porque me acerqu como a cien metros de donde estaba el combate. Fui y pregunt que cuntos estaban peleando. Y la gente deca: Slo dos. As fue como la muerte de Buitrago marc mi vida. No conoc a Julio, pero la forma en que los medios de comunicacin escrito, la prensa en aquel tiempo, la misma Novedades que era del Somoza, destaca- 50 -

ron la noticia que impact a la sociedad nicaragense y llen a la juventud de un espritu que hizo nacer un sentimiento en donde todo el mundo quera ser como Julio Buitrago. Todos queran ser Julio Buitrago y enfrentarse a la dictadura. Yo me vine a mi casa, recuerdo. Y cuando llegu le cont a mi mam que me dio a entender que esos jvenes eran dscolos. Yo respet a mi madre pero dije: por algo luchan. Recuerdo que ese da que me capturaron pens: estoy aqu por mis ideales, y volv la mirada hacia el norte de la Avenida Roosevelt, porque El Hormiguero, donde yo me encontraba preso, era un centro de detencin por el que haban pasado cientos de nicaragenses. Muchos de los que lucharon con Sandino, all estuvieron en cautiverio, como yo estaba en ese momento. Volv a ver la Avenida Roosevelt y estaba un reloj, eran las diez y veinte de la noche. Me dije que iba a enmarcar este da en mi vida, las diez y veinte de hoy, 10 de mayo porque algn da Nicaragua va a ser libre de esta tirana, que me tiene aqu, injustamente preso. Porque yo no haba hecho absolutamente nada. Andaba luchando porque bajara el precio del combustible y que la leche no subiera. Y la consigna que tenamos era: No ms rifles. S ms escuelas. Somoza compraba rifles y no construa escuelas y esa era la consigna en que andaba yo aquel da. Estaba preso injustamente, pero no importaba, pues era por mis ideales. Algn da, si sala de aquella prisin, iba a seguir luchando. Ya en mi mente esa noche se qued grabada la golpiza que me pegaron. Porque me golpearon fuertemente, rajndome la cabeza y dndome fuerte en el estmago con el fin de hacerme decir que yo era del Frente. Y yo no era an del Frente Sandinista. Me soltaron y fui a la prensa con mi madre a denunciar lo que haba pasado. Mi madre dijo: Hasta aqu yo tengo una visin de lo que es el Rgimen de Somoza. Porque as como a mi hijo me lo entregaron vivo tambin me lo podan haber entregado muerto. Luego me fui a mi casa, pas el tiempo, y ese ao fue el terre- 51 -

moto de 1972, y al ao siguiente prcticamente me integr a trabajar con el Frente. Lo hice con algunos compaeros que hoy estn vivos, que ocupan cargos importantes en la secretara del Frente, uno de ellos lleg a ser jefe del Ejrcito que fue Joaqun Cuadra. Yo trabaj directamente con l. Despus de eso comenc una vida clandestina, prcticamente en el ao 73, despus del terremoto. Estuve por varios puntos de Managua, en los barrios orientales de Managua fundamentalmente, hasta que en el ao 1977 particip en acciones de recuperacin econmica. Asaltos a bancos para aportar dinero a la lucha, recuperaciones de armas me convert en un jefe guerrillero. Tena bajo mi responsabilidad un amplio sector de Managua, organic las milicias, las guerrillas urbanas, las casas de seguridad junto a otros compaeros, y as lleg la lucha final del 79. Nunca sub a la montaa pero s anduve clandestino en las reas rurales. Trabaj con el Frente en Masaya, en Len y un tiempo por el lado de Estel. Aqu en Managua trabaj con el compaero Farabundo Silva, comandante Moiss, que cay en Masaya. Era el segundo al mando de esa columna. Despus nos replegamos hacia Masaya, el famoso repliegue del que se habla cada 27 de junio. Avanzbamos en la parte de la retaguardia junto al difunto William Ramrez. Yo iba aparte, al mando de mi columna. Llegamos a Masaya donde me toc la defensa de la barranca y el privilegio de ser quien se tom por asalto el Coyotepe, que en el ao 1912 vio caer ah al general revolucionario Benjamn Zeledn. Entonces me toc tomar el Coyotepe el 17 de julio de 1979 de madrugada. Despus de una operacin que tenamos das de estarla planeando. Fuimos respaldados por restos de la guerrilla de Masaya y, cuando llegamos arriba del Coyotepe, ya la Guardia se haba ido. Prcticamente era el fin de la guerra contra Anastasio Somoza. As que, al da siguiente, nosotros comenzamos a bajar hacia Managua. Despus, una vez se dio el triunfo, me integr al Ejrcito y me - 52 -

mandaron a Washington de Agregado Militar y de Defensa del Ejrcito de Nicaragua ante los Estados Unidos. Estuve en ese cargo desde octubre del 1979 hasta mayo de 1983. A mi regreso de Washington me integr al Estado Mayor General y cumpl misiones en las zonas de guerra. Me prepar en el exterior, estuve un tiempo en Cuba donde realic estudios para el mando de tropas especiales. En 1992 sal del Ejrcito, me dediqu a las labores agrcolas, estuve trabajando en una finca que nos vendieron al lado de Matagalpa y en el ao 1993 me integr a trabajar como retirado del Ejrcito, y estando en eso en este pas se produjo una crisis profunda y en agosto de 1993 me vi en la obligacin moral de realizar la toma de la Unin Nacional Opositora (UNO) En Nicaragua, en aquellos aos, se vislumbraba una debacle. O sea, la derecha no aceptaba la existencia del Frente Sandinista, que era la izquierda, como tampoco vean con buenos ojos que el gobierno de la Violeta Barrios de Chamorro hubiera acordado una transicin junto al FSLN. Ellos decan: Gan la Violeta, gan la izquierda, y la izquierda aqu es el Frente Sandinista. Entonces, aqu era pasada de cuentas. Todas esas cosas las vislumbr con unos compaeros y realic una operacin que fue esa. Me tom la UNO, que era donde estaba el vicepresidente de Nicaragua y estaban personajes de la poltica nicaragense, y eso se dilucid el 27 de agosto de ese ao 1993. Entregu los rehenes. Me propusieron que me fuera a Espaa. No me quise ir y me qued en Nicaragua. Y actualmente pues aqu estoy. Me integr a la universidad a terminar mi carrera de derecho. Soy abogado, ejerzo de abogado. Siempre les ayudo a los retirados, prueba de eso es que he compartido mi casa para que ellos tengan un espacio donde exponer su problemtica. Y en eso estoy..- Pero Donald, usted recuerda de qu manera emocional se enfrent por primera vez a la idea de la muerte?

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.- En Managua. Hubo una barricada ah en la colonia Primero de Mayo donde me toc ir al frente de una escuadra porque no queran ir los otros compaeros. La Guardia vena avanzando en una calle que queda de la 14 de septiembre hacia el este. Esa avenida que hoy es una avenida principal. Ah venan avanzando y, Moiss, Farabundo y Silva me dicen: Ulises, ponte al Frente vos de la gente, porque estn retrocediendo. Entonces yo agarr, me fui y grit: Avancemos compaeros!. Avanzamos?, me pregunta uno. Claro que voy a avanzar respond- pero vos vas a salir detrs de m. Entonces, nos recibieron a pura bala, me tir al suelo al lado de un adoqun donde no haba ni un parapeto. Me llev las manos a la cabeza, puse la espalda a un lado y comenc a arrastrarme. Pens que ah poda morir porque varios compaeros cayeron alcanzados por disparos en la cabeza. Pero siempre pens que vala la pena. Senta un temor grande, y sent que esos eran mis ltimos momentos, pero vi como una compaera que estaba como a diez metros de m, con gran valenta, avanzaba a rastras, con una carabina. Una chavala como de unos catorce aos. Ella me dio un nimo tremendo, porque yo conoca a la compaera a quien le dije su seudnimo, que hoy no recuerdo. Le digo: Trate al suelo, te van a matar. No, Ulises, me respondi ella y dijo: segume, y cubrte, porque vos sos el jefe y no pods morir as por as. No - le digo segu hasta aquel palo. Cuando llegamos a ese lugar me sent que haba vuelto a nacer porque bamos a un rbol grande donde nos parapetamos los dos. M pseudnimo era Ulises, en memoria de un compaero cado..- Asaltar un banco exige de una organizacin logstica y de mucha valenta personal y a usted es de suponer que le toc participar en este tipo de acciones dentro de la guerrilla.

.- Bueno, tenamos que recuperar dinero quin iba a financiar la - 54 -

guerrilla? Prcticamente el mundo haba cambiado. La Unin Sovitica nunca nos respald. Cuba, que dicen que nos respald, es mentira. Lo que nos dio es entrenamiento, pero que nos dio dinero, que nos dio armamento tal vez al final nos regal unas cuantas armas, de las viejas de la Segunda Guerra Mundial, pero el Frente Sandinista financi su lucha con la ayuda de alguna gente nacionalista nicaragense y de varios gobiernos como el de Venezuela, Panam pero tenamos que recuperar dinero. Entonces personalmente me toc asaltar varios bancos, y era duro para m porque legalmente me estaba convirtiendo en un delincuente. Claro que yo justificaba esas acciones porque de qu otra manera podamos luchar contra Somoza, contra una tirana criminal, asesinos?.- Cmo fue su primer asalto a un banco y en qu condiciones se dio aquella accin guerrillera?

.- El primer asalto que realic fue al Banco Nicaragense, en Ciudad Jardn, en 1977, una maana como a las nueve. Fui de los primeros que entr al Banco, de corbata, con mi maletn. Recuerdo que estaba el guardia sentado en la entrada y le puse una pistola y dije: No se mueva!, ste es un asalto del Frente Sandinista! Entonces, aquel polica, que era un viejito, del susto, hasta se le cay el Garand. Met a todo el mundo en un cuarto y despus de vaciar el dinero en unos sacos nos largamos rpidamente. Ah recuperamos una gran cantidad de plata que lo mandamos al Frente. Ya para m fue normal, asaltarlo yo, o mandarlo a asaltar. Porque yo slo deca: vayan a recuperar dinero a tal banco, vayan a tal casa comercial que all hay armas, triganselas. Al final, habamos diseado tantas formas que ya la Guardia Nacional ni cuenta se daba. Nos llevbamos a los gerentes de los bancos a su casa y desde ah recuperbamos el dinero sin hacer tanta bulla. - 55 -

Al principio los bancos no tomaron ninguna medida seria de seguridad. Ya para 1978 que se dieron ms recuperaciones econmicas a nivel nacional, s pusieron a guardias nacionales o a varios agentes de la Oficina de Seguridad Nacional (OSN) que estaban all. En esas medidas que tomaron murieron muchos compaeros que fueron a asaltar bancos y estos hombres que iban vestidos de civil los mataban adentro, porque vos te cuidabas del guardia pero nunca te ibas a cuidar del civil que tena un arma y te mataba, pero al final nosotros ya no hacamos ese tipo de operaciones para recuperar reales. Estbamos en el plan de la ofensiva final y haba suficientes recursos econmicos..- Recuerda la accin a la casa de Chema Castillo?, Quin era realmente este personaje?

.- Jos Mara Castillo era un alto funcionario del rgimen de Somoza. Los Castillo son norteos. Jos Mara Castillo o Chema Castillo, como se le conoca, ese da estaba dando una fiesta privada en su casa de Los Robles al embajador de Estados Unidos en Nicaragua, Turner Shelton. El Frente Sandinista haba preparado una accin en la dcada de los setenta para quitarle presin a la montaa porque se haban recibido muchos reveses. La guerrilla estaba en el proceso de acumulacin de fuerzas, que era la estrategia. Se hablaba de acumulacin de fuerzas en silencio puesto que todo se haca de manera clandestina. No exista una propaganda que dijera que bamos a llevar gente a la montaa, sino que te reclutaban a vos, y te decan: Mir, quers ir a la guerrilla? Si decas que s, en tal da y tal lugar ya te mandaban al monte, pero no era un crecimiento masivo, sino selectivo porque era calidad en vez de cantidad. Se trataba de un hombre que aguantara en la montaa, que supiera que all poda morir. Que saba que atrs dejaba todo, su vida, su extraccin de clase se quedaba atrs, y l ya iba a las penurias de la guerrilla urbana o de la guerrilla rural. - 56 -

En este proceso de acumulacin de fuerza, eran pocos Eran siete gatos los que andaban en la guerrilla, y muertos de hambre, enfermos, algunos medio locos porque la montaa enloquece, pero c