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  • 7/29/2019 Badiou_Sujeto_Caguilhem

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    BADIOU, A. (1990), Hay una teora del sujeto en G. Canguilhem? Pgina 1 de 8

    Hay una teora del sujeto en Georges Canguilhem?

    Alain Badiou

    Traduccin de M Jos Muoz y Juan Bauz

    Presentacin

    Este artculo de Badiou, profesor de filosofa en la universidad Pars VIII-

    Vincennes y en el Collge International de Philosophie constituye el texto de la

    intervencin de este interesante autor en el Coloquio que sobre la obra de Georges

    Canguilhem se realiz en la Bibliothque del Collge International de Philosophie los

    das 6,7 y 8 de diciembre de 1990. Las Actas de este coloquio fueron publicadas por

    Albin Michel en 1993, y el artculo que aqu traducimos al castellano figura en las

    pginas 295-304 de esta edicin.

    M Jos Muoz y Juan Bauz

    Pregunto entonces: Hay en la obra de Georgues Canguilhem una teora delsujeto? Por supuesto, puede parecer intilmente complicado plantear en una obrafundamentalmente de historia y de epistemologa una cuestin a la que ella se sustrae demanera explcita. Que esta complicacin sea una travesa (travers) de filsofo, loadmito. Y cito a que comparezcan mis garantes. Testigos tan dispares, que no podemosdecidir si se trata de testigos de moralidad o de inmoralidad.

    El ms sospechoso de estos testigos no es otro que Heidegger, que, en suIntroduccin a la Metafsica, declara que es propio de la esencia de la filosofa hacerlas cosas no ms fciles, ms ligeras sino ms difciles, ms pesadas.

    El menos sospechoso de estos testigos ser el propio Georgues Canguilhem, queconcluye as el texto sobreLa cuestin de la normalidad en la historia del pensamientobiolgico

    1: el autor sostiene que la funcin propia de la filosofa es complicar laexistencia del hombre, incluida la existencia del historiador de las ciencias.

    No tememos pues complicarnos la existencia, y, por as decirlo, hagmoslo agusto( plaisir).

    No hay evidentemente [explcitamente] ninguna doctrina del sujeto en la obra deGeorgues Canguilhem. Tal es la simplicidad de lo que se puede constatar. Y ahempiezan las complicaciones, pues la complicacin es que el trmino: sujeto, queCanguilhem utiliza en varias ocasiones con una mayscula, el Sujeto, no deja de ser unoperador convocado en ciertos puntos estratgicos de la empresa de pensamiento lcidoa la cual aqu queremos rendir homenaje.

    Esos puntos estratgicos estn todos ellos situados sin duda sobre una lnea defractura, tienen un valor sismogrfico. Sealan fallas, discontinuidades entre las placastectnicas del pensamiento y lo que ste pretende gobernar en el acto. Creo localizartres de estas discontinuidades:

    1

    [Nota del traductor] Cf. G. CANGUILHEM,Idologie et rationalit dans lhistoire des sciences de lavie, Vrin, Paris, 2000, 2 ed. revisada y corregida, p. 121-139. El texto en cuestin al que aqu se refiereBadiou procede de una comunicacin de C. de 1973.

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    BADIOU, A. (1990), Hay una teora del sujeto en G. Canguilhem? Pgina 2 de 8

    - Una, casi ontolgica, que separa, en la presentacin natural, lo viviente de lo noviviente.

    - Una, operativa, que distingue la tcnica de la ciencia.- Una, principalmente tica, que articula en la medicina la dimensin del sabery

    la dimensin, digamos, de laproximidad2.

    Si el viviente es para Canguilhem, siempre de alguna manerapre-subjetivo, si esuna disposicin, una condicin necesaria sobre la que puede elevarse (sur quoi senlve)todo sujeto posible, es impensable si no se anudan con esa condicin, a propsito de esesujeto posible, en primer lugar, tres nociones esenciales que son: el centro, o lacentracin, la norma y el sentido. El nudo se formular por ejemplo as: todo viviente esun centro en la medida en que constituye un medio normativizado, donde loscomportamientos y disposiciones adquieren sentido con respecto a una necesidad.

    As concebida, la centracin pone objeciones a la pretensin de que la teoracientfica considere el real que constituye su objeto bajo una descripcin nica yunvoca. La pluralidad de los vivientes da testimonio enseguida de la pluralidad de losmundos, si entendemos por mundo el lugar del sentido, tal que alrededor de un centro se

    relaciona con normas. De ah que sea necesario referirse efectivamente a un conflicto deabsolutos, precisamente sealado en el famoso textoEl viviente y su medio3.

    En un primer tiempo, Canguilhem absolutiza lo real, bajo la forma unificada quela ciencia fsica4 le atribuye, al menos idealmente. Lo cito:

    La calificacin de real no puede, en rigor, convenir ms que al universoabsoluto, ms que al medio universal de elementos y de movimientos revelado por laciencia, cuyo reconocimiento como tal se acompaa necesariamente de ladescalificacin a ttulo de ilusiones o de errores vitales de todos los medios propiossubjetivamente centrados, incluido el del hombre. [Op. cit., 180]

    Se observar al pasar que la centracin est aqu explcitamente asociada a unaconnotacin subjetiva. No es sin embargo ms que para exponer esta connotacin aldescrdito que le inflige la absolutidad [el carcter absoluto] del universocientficamente determinado.

    Pero muy poco despus, esta absolutidad se ve contrariada por otra. Porque, diceCanguilhem: el medio propio de los hombres no est situado en el medio universalcomo un contenido en su continente. Un centro no se resuelve en su entorno. Y,pasando de la centracin al efecto de sentido, enuncia la insuficiencia de toda biologaque, por sumisin completa al espritu de las ciencias fsico-qumicas, quisiera eliminarde su mbito toda consideracin de sentido. Acabando finalmente el cierre del nudo,

    Canguilhem pasa del sentido a la norma, para concluir:Un sentido, desde el punto de vista biolgico y psicolgico, es una apreciacin

    de valor en relacin con una necesidad. Y una necesidad, es para quien la experimenta yla vive un sistema de referencia irreductible y por eso absoluto.

    El trmino absoluto no est ah por azar, insiste:

    2 [NT] Es decir del saber referencial del mdico y de ese saber cuando es aplicado a un sujeto prximo,un prjimo en la clnica.

    3 [NT] Cf. G. CANGUILHEM, La connaisance de la vie, 2 ed. revisada y aumentada, Vrin, Pars,

    1965, p. [Trad. cast. de Felipe Cid en Ed. Anagrama, Barcelona, 1976, en esta edicin el texto al que serefiere Badiou figura en las p. 151-181]4 [NT] Es la ideologa cientfica que comnmente se conoce como fisicalismo.

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    BADIOU, A. (1990), Hay una teora del sujeto en G. Canguilhem? Pgina 3 de 8

    Hay un centro de referencia que podra decirse absoluto. El viviente esprecisamente un centro de referencia.

    He aqu pues, como ven, que la absolutidad objetiva del medio universal se

    redobla con la absolutidad subjetiva de la necesidad, la cual da su energa al triplete dela centracin, de la norma y del sentido.Este conflicto de absolutos comporta que segn el lugar desde donde se habla, lo

    que es propiamente real, lo que hace diferencia en lo real, vara completamente. Conrespecto al universo absoluto, o medio universal, los medios vivientes no tienen ningnsentido que permita clasificarlos, o compararlos. Como dice Canguilhem, si se adopta elpunto de vista del en s, habr que decir que el medio de los valores sensibles ytcnicos del hombre, no tiene en s ms realidad que el medio propio de la cochinilla odel ratn gris.

    Si en cambio nos instalamos en la configuracin presubjetiva de la centracin,de la norma y del sentido, si uno es entonces una cochinilla, un ratn o un humano, las

    cosas son muy distintas. Con respecto a la absolutidad de la necesidad, la realidadabsoluta del medio universal es una antinatura indiferente. Los Modernos lo saben, hanrenunciado a la armona de los dos absolutos. Canguilhen alaba a Fontenelle por habersido precisamente el que supo dar un giro bromista a una idea absurda y deprimente alos ojos de los Antiguos, la de una humanidad sin destino en un universo sin lmite.Aadira que es precisamente por esta razn que el concepto de sujeto es, de modoejemplar, un concepto moderno: seala el conflicto de los absolutos.

    Pero he aqu un giro de tuerca suplementario a la complicacin. Sera demasiadosimple oponer lo absoluto del medio universal a la absolutidad presubjetiva de lacentracin viviente. Tratndose en todo caso del sujeto humano est implicado en losdos trminos del conflicto. En tanto que sujeto de la ciencia, es constituyente pormatemtica, experimentacin y tcnica, de ese pretendido universo absoluto real en elque cualquier centro est ausente. Pero, en tanto que sujeto viviente, objeta a esteuniverso por la singularidad movediza de su medio propio, centrado, normativizado, endefinitiva significante. Desde ese momento, sujeto viene a nombrar de alguna manera,no uno de los trminos de la discordancia de los absolutos, sino ms bien la cuestin, elenigma de esa discordancia misma.

    Ahora bien, lo que concentra este enigma es precisamente el estatuto del sujetocognoscitivo en las ciencias de la vida. Se trata del sujeto cientfico, acorde con eluniverso descentrado, o del sujeto viviente, productor de normas al que siempre unanecesidad absoluta viene a centrar? Esta cuestin anima la casi totalidad de los textos de

    Canguilhem. Y sin duda llega a sostener al respecto que el sujeto de las ciencias de lavida est exactamente en el punto en el que se ejerce el conflicto de los absolutos.Por un lado, Canguilhem repite que el ser viviente, obviamente, es la condicin

    primera de cualquier ciencia de la vida. Conocemos la frmula de la introduccin al suobraEl conocimiento de la vida5: el pensamiento del viviente debe tener del viviente laidea del viviente. sta se prolonga por la constatacin que para hacer matemticas,parece suficiente con ser un ngel, pero para hacer biologa, necesitamos a veces,sentirnos animales. La singularidad presubjetiva de la centracin se propone alconocimiento porque la compartimos. Es lo que hace que el viviente, a diferencia delobjeto de la fsica, resista a toda constitucin trascendental. Ms generalmente, como

    5 [NT] Cf. Op. cit., n. 3, p. 11.

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    BADIOU, A. (1990), Hay una teora del sujeto en G. Canguilhem? Pgina 4 de 8

    Canguilhem lo dice enEl concepto y la vida6, hay, desde el momento en que el vivientees tenido en cuenta, una resistencia de la cosa, no al conocimiento, sino a una teora delconocimiento que proceda del conocimiento a la cosa. Ahora bien, en la materia,proceder a partir de la cosa, es situarse en el punto de su absolutidad, y as pues a partirde la centracin y del sentido. Canguilhem no ceder nunca sobre este punto, y en La

    cuestin de la normalidad en la historia del pensamiento biolgico7

    , afirma una vezms: La interrogacin sobre el sentido vital de esos comportamientos o de esasnormas, aunque no da cuenta directamente de la fsica y de la qumica, forma tambinparte de la biologa. En este sentido delimitado, nos encontramos necesariamente conuna dimensin subjetiva de la biologa.

    Pero, por otro lado, sometida al ideal de la ciencia, la biologa participa de unaruptura con la centracin y la singularidad del medio. Comunica con la neutralidadque gobierna los conceptos del medio universal. Es pues tambin no tanto presubjetivacomo asubjetiva. Ciertamente, la ciencia es efectivamente una actividad normativizada,o -dice Canguilhem en su texto sobre El objeto de la historia de las ciencias8, unaactividad axiolgica. El nombre de esta actividad es, aade, acorde al espritu

    cientfico, la bsqueda de la verdad. Pero la bsqueda de la verdad da cuenta de laabsolutidad de la necesidad viviente? La norma que regula la bsqueda de la verdadacaso no es sino la prolongacin de las normas vitales que centran el sujeto de lanecesidad? He ah lo que no podra establecerse ms que en el marco de una doctrinadel sujeto, aunque estamos en el torno (rouet).

    Parece bien finalmente, que la ciencia, y an ms generalmente la accinhumana que informa, no puede dejarse pensar en el estricto marco natural que proponeel nudo de la centracin, de la norma y del sentido. A propsito de un texto de AdamSmith sobre las religiones politestas, Canguilhem saluda la profundidad sinostentacin de la observacin segn la cual el hombre no se ve conducido a forjarse unasobrenaturaleza ms que en la medida en que su accin constituye, en el seno de lanaturaleza, una contranaturaleza. El sujeto, al menos el sujeto humano sera desde esemomento lo que ultrapasa en la ilusin sobrenatural la contranaturaleza de su acto? Sinduda es necesario pensar aqu que en todo caso el sujeto del saber biolgico trata de ladiscordancia entre su operacin y su objeto, entre naturaleza y contranaturaleza, yfinalmente de la discordancia entre los absolutos. En lo cual no es reductible ni alviviente ni al cientfico.

    Lo que quiere tambin decir, y evoco aqu la segunda gran discontinuidad,donde el trmino sujeto es de alguna manera apelado, que ese sujeto no es ni tcnico nicientfico. Porque Canguilhem ama presentar la tcnica, en la filiacin bergsoniana,

    como una continuacin del efecto de las normas vitales. Aunque la ciencia ultrapase loslmites de la centracin. As en el artculo Mquina y organismo9, escribe lo siguiente:

    La solucin que hemos intentado justificar, tiene la ventaja de mostrar alhombre en continuidad con la vida mediante la tcnica, antes de insistir en la rupturacuya responsabilidad asume por la ciencia.

    6 [NT] Cf. G. CANGUILHEM,Etudes dhistoire et de philosophie des sciences concernant les vivantset la vie, Vrin, Paris, 1994, 7 ed. aumentada, p. 335-364. Se trata del texto de dos lecciones pblicasdictadas en Bruselas en febrero de 1966.

    7 [NT] Cf. Op. cit., n. 1.8

    [NT] Cf. Op. cit., n. 6, p. 9-23. Se trata de una conferencia dada el 28 de octubre de 1966 en Montreal,cuyo texto modificado y aumentado figura como introduccin al libro citado.9 [NT] Cf.El conocimiento de la vida, Op. cit., p. 117-149.

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    BADIOU, A. (1990), Hay una teora del sujeto en G. Canguilhem? Pgina 5 de 8

    Propongo pues decir que el sujeto, en el punto en que estamos, llama en vaco laarticulacin de una continuidad natural y de una discontinuidad contranatural, ellamisma proyectada en el complejo de la tcnica y de la ciencia, donde se realiza unconflicto de absolutidades.

    La consideracin de la medicina, viene, una vez ms, a saturar o complicar este

    enunciado provisional. Si hay un tema particularmente constante en la obra deCanguilhem, es la irreductibilidad de la medicina a lo que se presenta en ella decientificidad eficaz. En 1951, declara firmemente que el acto mdico quirrgico no esms que un acto cientfico porque el hombre enfermo que se confa a la conciencia msan que a la ciencia de su mdico, no es solamente un problema fisiolgico a resolver,es sobre todo un desamparo a socorrer. En 1978, el recurso a las connotacionessubjetivas es todava ms masivo:

    El enfermo es un Sujeto, capaz de expresin, que se reconoce como Sujeto entodo lo que no sabe designar ms que mediante posesivos: su dolor y la representacinque se hace del mismo, su angustia, sus esperanzas y sus sueos. Entonces aun cuando

    bajo la mirada de la racionalidad se desprendera en todas estas posesiones otras tantasilusiones, queda que el poder de ilusin debe ser reconocido en su autenticidad. Esobjetivo reconocer que el poder de ilusin no es propio de la capacidad de un objeto.() Es imposible anular en la objetividad del saber mdico la subjetividad de laexperiencia vivida del enfermo. () Esta protesta de existencia merece ser escuchada,tanto ms cuanto que opone a la racionalidad de un juicio bien fundado el lmite de unaespecie de suelo imposible de perforar.

    En el primer texto, el desamparo invocado remite al hecho de que la centracinsubjetiva se da ineluctablemente en el campo en el que opera el mdico. En el segundotexto, el sujeto es lo que es como capacidad de ilusin, por lo cual se sustrae a todoproceso de pura objetivacin. Precisamente la capacidad de ilusin y el error que stapuede conllevar como prueba del sujeto es aqu decisiva. Nos recuerda que, comentandola doctrina del fetichismo en Auguste Comte, Canguilhem da esta frmula: En elcomienzo era la Ficcin. Lo que comienza en el mundo de la ficcin es precisamente laresistencia del sujeto humano a dejar destruir la absolutidad de su centracin. Lamedicina debe poder dialogar, mediante sus propios relatos, y no slo mediante su sabercon la ficcin en la que el sujeto enuncia esta resistencia.

    El tema del sujeto trama finalmente una triple determinacin negativa:- La centracin, que es el absoluto del viviente, hace obstculo al despliegue

    objetivo de un universo absoluto.

    - El sentido, que transita por la suposicin de las normas, hace obstculo alacabamiento de una biologa ntegramente reducida a lo fsico-qumico [como querra laposicin fisicalista].

    - La ficcin, finalmente hace obstculo a un abordaje fro por el puro saber deldesamparo del viviente.

    Esta egologa negativa, se la podra transcribir en un calco de la famosadefinicin de la vida por Bichat, frmula que Canguilhem cita muy a menudo. Diramosentonces: El sujeto es el conjunto de las funciones que resisten a la objetivacin. Perohabr que aadir enseguida que no se trata ah de un inefable. Existe claramente a losojos de Canguilhem una disciplina de pensamiento que se apropia el dispositivo de estasfunciones de resistencia. Esta disciplina de pensamiento es la filosofa.

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    BADIOU, A. (1990), Hay una teora del sujeto en G. Canguilhem? Pgina 6 de 8

    La cuestin se convierte entonces en por qu sesgo filosfico preferencialCanguilhem aborda ese tema del sujeto, que la epistemologa y la historia no indicansino en hueco, en vaco (en creux)?

    Por lo que concierne al sujeto del conocimiento, o sujeto de la ciencia, el mejorpunto de partida me parece encontrarse en un texto muy denso y complejo, texto en el

    que Canguilhem aborda las reservas, o las cuestiones, que suscitan en l ciertosdesarrollos de Bachelard. He aqu algunos fragmentos esenciales de este texto:

    Bachelard continua utilizando el vocabulario de la psicologa para exponer unracionalismo de tipo axiolgico (...) El Sujeto divido cuya estructura presenta no estdividido ms que porque l es Sujeto axiolgico. Todo valor divide al sujetovalorizante. Ahora bien, si nosotros podemos admitir los conceptos de psiquismonormativo y de psicologa normativa no tendramos, al respecto, que extraarnos anteeste psicologismo de normalizacin? (...) En todos los casos, no se refutar aBachelard una total lucidez concerniente a la dificultad de constituir de arriba abajo elvocabulario de una epistemologa racionalista sin referencia a una ontologa de la razn

    o sin referencia a una teora trascendental de las categoras.

    Canguilhem sostiene aqu firmemente, aunque fuese contra Bachelard, que ladoctrina del sujeto que sostiene la objetividad de la ciencia no podra ser psicolgica.Este axioma anti-psicologista, Canguilhem no ha dejado de sostenerlo con, en el fondo,el mismo vigor que el primer Husserl, aunque con una intencin muy diferente. A l leparece que Bachelard no se desmarca lo suficiente, cuando aborda la cuestin crucial delas normas, de un psicologismo mejorado.

    Pero es claro que una solucin de tipo trascendental no convendra por tanto aCanguilhem. Le conviene tanto menos cuanto que la biologa moderna le parececonfirmar una de sus ms antiguas intuiciones: en el conocimiento de la vida, los apriori no estn del lado del sujeto sino del lado del objeto, o de la cosa. El vivienteprescribe el pensamiento del viviente, lo que Canguilhem, en El Concepto y la Vida,opone explcitamente a la suposicin de un sujeto trascendental, cuando escribe: No esporque yo soy sujeto, en el sentido trascendental del trmino, es porque soy viviente quedebo buscar en la vida la referencia de la vida. Y, comentando el descubrimiento delcdigo gentico, verdadero logos inscrito en la combinatoria qumica, concluye:Definir la vida como un sentido inscrito en la materia, es admitir la existencia de un apriori objetivo, de un a priori propiamente material y no ya solamente formal. Dondese ve que el sentido mismo, categora mayor de la centracin subjetiva, trabaja contra lahiptesis de un sujeto trascendental.

    Canguilhem finalmente parece rechazar tambin un sujeto sacado de lo quellama una ontologa de la razn, o sea un sujeto extrado del lugar de las Ideas, como enPlaton, o coextensivo a una cosa pensante, como en Descartes. Lo que no deberasorprender, pues tales sujetos, aunque no traten el conflicto de los absolutos, tienden aenganchar a la fuerza el sujeto centrado en la absolutidad del universo, lo que les cierrael camino de un pensar adecuado del viviente.

    Ni psicolgico, ni trascendental, ni substancial, qu puede ser entonces,positivamente, ese sujeto del que todo efecto visible es sustractivo, o de resistencia a laobjetivacin? Canguilhem, con la discrecin filosfica que est en l como una tica deldecir, sugiere, me parece, dos pistas.

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    BADIOU, A. (1990), Hay una teora del sujeto en G. Canguilhem? Pgina 7 de 8

    En el texto sobre Galileo10, Canguilhem retoma el proceso del sabio, y concluyepor la absolucin. Por qu? Por que Galileo ha tenido razn, segn l, al invocar, afalta de pruebas actualizables de sus hiptesis, el futuro infinito de su validacin.Tendramos ah una dimensin capital del sujeto del saber, que es su historicidad. Unavez iniciada la posicin singular de un tal sujeto, es de su esencia suponerse como

    infinito tanto en su regla como en sus efectos. Cito:

    Galileo asuma para l, en su existencia de hombre, una tarea infinita demedida y de coordinacin de experiencias que pide el tiempo de la humanidad comosujeto infinito del saber.

    Si el sujeto de la ciencia puede tener simultneamente los dos absolutosconflictivos que son su centracin viviente y el ideal neutro del medio universal, es quel se deja representar, en cada caso singular, como cautivo de una tarea infinita. Estatarea trabaja precisamente en la separacin de los dos absolutos. Ella sustituye (relaie)la singularidad del viviente por la historia infinita de la consecuencia de sus actos y de

    sus pensamientos. Humanidad es entonces el nombre genrico de todo sujeto vivientesingular, en la medida en que se sostiene en la historia de verdades.

    La otra pista concierne a la naturaleza de la tarea misma, tal como sigue bajo lasuposicin de un sujeto infinito del saber. Encontramos aqu lo que creo que es, tras elde centro, el concepto quizs ms importante de Canguilhem, y que es el dedesplazamiento. El texto ms desplegado alrededor de este concepto es el siguiente,sacado del Concepto y la vida:

    El hombre se engaa cuando no se sita en el lugar adecuado para recogercierta informacin que l busca. Pero tambin, es a fuerza de desplazarse que recoge lainformacin, o desplazndose all, mediante todo tipo de tcnicas (...) los objetos unosen relacin con los otros, y el conjunto en relacin con l. El conocimiento es pues unabsqueda inquieta de la mayor cantidad y de la mayor variedad de informaciones. Porconsiguiente, ser sujeto de conocimiento, si el a priori est en las cosas, si el conceptoest en la vida, es estar nicamente insatisfecho del sentido encontrado. La subjetividades entonces nicamente la insatisfaccin. Pero est quizs ah la vida misma. Labiologa contempornea, leda de una cierta manera, es, de alguna forma, una filosofade la vida.

    El desplazamiento, como puede verse, nombrado ms arriba la errancia, es loque es supuesto de subjetividad libre al principio de todo conocimiento, error

    comprendido. Esta libertad se anuncia como insatisfaccin de un sentido. Ella es laenerga viviente que inviste la verdad como trayecto. Pues una verdad se obtiene en unconstante desplazamiento de las situaciones, desplazamiento que, en mi propio lenguaje,he llamado el rgimen de las investigaciones (enqutes). Y es ciertamente en el trayectode las investigaciones, o para Canguilhem en la libertad de los desplazamientos, quetrabajan las verdades sucesivas.

    Yo no empleo la palabra libertad a la ligera. En el artculo sobre Lo normal y lopatolgico

    11, Canguilhem declara:

    10 [NT] Cf. G. CANGUILHEM (1964) Galile: La signification de loeuvre et la leon de lhomme,

    enEtudes..., op. cit., p. 37-50.11 [NT] Cf. G. CANGUILHEM, Le normal et le pathologique, Paris, PUF, 1966; 2 ed. 1972. Trad.cast. de R. Potschart en S. XXI.

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    BADIOU, A. (1990), Hay una teora del sujeto en G. Canguilhem? Pgina 8 de 8

    La norma en materia de psiquismo humano, es la reivindicacin y el uso de lalibertad como poder de revisin y de institucin de las normas, reivindicacin queimplica normalmente el riesgo de la locura.

    Ahora bien, este poder de revisin de las normas tiene como mtodo obligado el

    desplazamiento, de suerte que el uso de la libertad est, en ltimo anlisis, comandadopor las reglas que autorizan o restringen el recorrido de los posibles y de lasexperiencias.

    No es ciertamente indiferente que la alegacin de locura no sea, en ningncaso, para Canguilhem, un motivo admisible para codificar estrechamente todo lo que sedesplaza, o quiere desplazarse. Se trata all de la verdad.

    El desplazamiento, en el fondo, sigue siendo una actividad del viviente, ya quese hace siempre desde el interior de la centracin normativa, o conlleva la exigencia deun desplazamiento del centro, que es tambin una alteracin (boug) del sentido. Pero lainfinidad de los desplazamientos aproxima tambin la realidad absoluta descentrada,precisamente por que ella supone como sujeto, adems del sujeto viviente, y a travs del

    sujeto viviente, un sujeto libre de desplazarse, es decir un sujeto historizado en elverdadero sentido del trmino. Y un tal sujeto a su vez no renuncia, muy al contrario, ala ficcin. Pues, como Canguilhem lo escribe en su texto sobre la Historia de lasciencias de la vida despus de Darwin

    12:

    La construccin ficticia de una devenir posible no est hecha para contestar alpasado la realidad de su curso. Por el contrario ella pone de relieve su verdaderocarcter histrico, en relacin con la responsabilidad de los hombres, ya se trate de loscientficos o de los polticos; ella purga el relato histrico de todo lo que podraparecerse a un dictado de la Fatalidad.

    El sujeto es pues finalmente, tres cosas: bajo el nombre de humanidad, expone lasingularidad al devenir infinito de las verdades; bajo el nombre de conocimiento, hacemella en la plenitud neutra del universo por la insatisfaccin nativa del viviente; bajo elnombre de ficcin, se sustrae a la tentacin de lo fatal. Esta humanidad cognitiva yficticia es primero y ante todo la libertad del desplazamiento, la libertad de ir y venir.

    Para Canguilhem, hay sujeto, y esta ser mi conclusin, en la medida en queexiste en el universo un viviente tal que, insatisfecho del sentido y apto para desplazarlas configuraciones de su objetividad, aparece siempre, en el orden de la vida y en elequvoco del adjetivo, como un viviente un poco desplazado.

    12 Cf. enIdeologa et rationalit, op. cit., p. 101-119.