authier revuz - pag. 13 a 50

37
AUTHIER REVUZ, Jacqueline 1998 Palavras Incertas Campinas (SP Brasil) Editora Da Unicamp, 2001. Pp. 198 LAS NO-COINCIDENCIAS DEL DECIR Y SU REPRESENTACIÓN META ENUNCIATIVA – ESTUDIO LINGÜÍSTICO Y DISCURSIVO DE LA MODALIZACIÓN AUTONÍMICA CAPITULO I PGS. 13 A 26 1 Ah, no, cambiar bebés el día entero, yo creo que eso es una mierda… en el sentido propio de la palabra, en fin, propio [risas] si se puede decir. Escuchado en un tren suburbano [mujeres jóvenes hablando del trabajo de niñera, out.84] La respuesta a estas cuestiones es inseparable de un análisis de la evolución, desde 1968, de lo que se llamará mentalidades, si se adopta el punto de vista del historiador, opinión pública si nosotros nos conformamos con la objetividad o ideología, dominantes, si se pretende escapar de esta última. S. Quadruppani. Catálogue du prêt à penser Francis depuis 1968, 1983 En aquel momento señor gerente me hubiera dado placer si me pidiera que le entregase mi reloj, mi prendedor de corbata, mis botas y firmar un documento que lo reconocía como mi heredero: conforme la bella expresión popular según la cual, como las más célebres epopeyas, no se conoce el autor, sino que, como ellas, y contrariamente a la teoría de Wolf, ciertamente tuvo uno (uno de esos espíritus inventivos y modestos que se encuentra a cada año, que hacen hallazgos como “colocar un nombre en una figura”, pero cuyo nombre no divulgan), yo no sabía más lo que hacía. M. Proust. A la sombra de las muchachas en flor Estas reuniones, ellos las han boicoteado, la palabra es tal vez un poco fuerte yo diría, digamos ellos las han ignorado, aun cuando era para ellos que ellas habían sido organizadas. Oral [profesor evocando reuniones organizadas para los estudiantes] 19-7-84 Refinados, triviales, controlados, habladores… estos enunciados presentan un trazo común: en un punto de su desarrollo, el decir se representa como no hablando por sí, el signo, en vez de completarlo, transparente, en la atenuación de sí, de su función mediadora, se interpone como real, presencia, cuerpo- objeto encontrado en el trayecto del decir y que se 1

Upload: silvia-insa

Post on 09-Nov-2015

21 views

Category:

Documents


6 download

DESCRIPTION

traducción

TRANSCRIPT

INFORME DE AVANCE 2005

AUTHIER REVUZ, Jacqueline 1998 Palavras Incertas Campinas (SP Brasil) Editora Da Unicamp, 2001. Pp. 198

LAS NO-COINCIDENCIAS DEL DECIR Y SU REPRESENTACIN META ENUNCIATIVA ESTUDIO LINGSTICO Y DISCURSIVO DE LA MODALIZACIN AUTONMICA CAPITULO I Pgs. 13 a 26

Ah, no, cambiar bebs el da entero, yo creo que eso es una mierda en el sentido propio de la palabra, en fin, propio [risas] si se puede decir.

Escuchado en un tren suburbano [mujeres jvenes hablando del trabajo de niera, out.84]

La respuesta a estas cuestiones es inseparable de un anlisis de la evolucin, desde 1968, de lo que se llamar mentalidades, si se adopta el punto de vista del historiador, opinin pblica si nosotros nos conformamos con la objetividad o ideologa, dominantes, si se pretende escapar de esta ltima.

S. Quadruppani. Catlogue du prt penser Francis depuis 1968, 1983

En aquel momento seor gerente me hubiera dado placer si me pidiera que le entregase mi reloj, mi prendedor de corbata, mis botas y firmar un documento que lo reconoca como mi heredero: conforme la bella expresin popular segn la cual, como las ms clebres epopeyas, no se conoce el autor, sino que, como ellas, y contrariamente a la teora de Wolf, ciertamente tuvo uno (uno de esos espritus inventivos y modestos que se encuentra a cada ao, que hacen hallazgos como colocar un nombre en una figura, pero cuyo nombre no divulgan), yo no saba ms lo que haca.M. Proust. A la sombra de las muchachas en flor

Estas reuniones, ellos las han boicoteado, la palabra es tal vez un poco fuerte yo dira, digamos ellos las han ignorado, aun cuando era para ellos que ellas haban sido organizadas.

Oral [profesor evocando reuniones organizadas para los estudiantes] 19-7-84

Refinados, triviales, controlados, habladores estos enunciados presentan un trazo comn: en un punto de su desarrollo, el decir se representa como no hablando por s, el signo, en vez de completarlo, transparente, en la atenuacin de s, de su funcin mediadora, se interpone como real, presencia, cuerpo- objeto encontrado en el trayecto del decir y que se impone a l como objeto- la enunciacin de ese signo, en vez de realizarse simplemente, en el olvido que acompaa las evidencias incuestionables, se desdobla como un comentario de s mismo.

Es al estudio de esta configuracin enunciativa de la reflexividad metaenunciativa la modalizacin autonmica de la enunciacin atravesada por su auto-representacin opacificante- que es consagrado este trabajo. El permite inicialmente identificar, inventariar, clasificar y describir las formas lingsticas o discursivas a travs de las cuales se realiza el desdoblamiento metaenunciativo propio de esa configuracin. Intenta, en seguida, en el plano de la prctica del lenguaje, caracterizar la especificidad de este modo enunciativo desdoblado, marcado por una distancia interna, comprender su funcin en la economa enunciativa en general y demostrar sus realizaciones diversificadas, sus manifestaciones de posiciones enunciativas particulares a discursos, gneros, sujetos.

1. Marcas tericas

La primera parte sita al objeto observado y los puntos de vista tericos en funcin de los cules ser abordado. En los dos campos que le conciernen en tanto forma de autorrepresentacin del decir, el del metalenguaje (1.1) y el de la enunciacin (1.2).

1.1. A travs de una serie de oposiciones, la configuracin observada se especifica progresivamente como relacionada:

con el metalenguaje natural, observable en el discurso ( Vs. Lgica, externa), estudiado por J. Rey-Debove; esto es, el poder de reflexividad de las lenguas naturales, que es al mismo tiempo restriccin si se expone que no hay metalenguaje, o sea, una exterioridad del lenguaje desde donde sera posible tomarla como objeto. con la metalingstica comn, o epilingstica (Vs. Cientfica), que da acceso al sujeto del lenguaje a las representaciones de sujetos (de la lengua, del sentido, de la comunicacin)

con lo metaenunciativo, autorrepresentacin del decirse haciendo (Vs. Discurso sobre el lenguaje en general, sobre un otro decir) en el que el discurso sobre la prctica del lenguaje, al emerger de sta en puntos del decir que requieren ms de ella que un simple comentario, conjuga los dos planos de la prctica y de la representacin, como parte de esa prctica con la opacidad (Vs transparencia) del fragmento autorrepresentado del decir , esto es, aqul que pone en juego en la representacin, por la va de la autonimia, la forma significante del decir (ejemplo: para emplear una palabra especializada, X) y no solamente su contenido (ejemplo: para no ocultarle nada, P ); esta distincin se apoya de un modo general en la descripcin sintctico- semitica de autonimia desarrollado por J. Rey Debove en la estructura de acumulacin [cmulo] semitica [o]- que denota la cosa y connota la palabra- de la connotacin autonmica de donde proviene la nocin de modalizacin autonmica a travs de una redefinicin (que opera, entre otros, un dislocamiento para un punto de vista enunciativo) como modo de decir (oponiendo al modo de decir simple de un elemento X, que remite a un referente x, el modo complejo de una reflexividad opacificante, de forma que la nominacin del referente x se efecte haciendo intervenir, de alguna forma, el autnimo X, homnimo de X), con una modalidad reflexiva particular, caracterizable diferencialmente como tal, manifiesta en un conjunto de formas observables en la cadena (vs. las teoras pragmticas de la enunciacin como reflexividad).

1.2 En la oposicin, trazada por C. Fuchs en el seno de los abordajes de la enunciacin, entre una corriente pragmtica, que parte de conceptos lgico- lingsticos o de categoras relativas al lenguaje en actos o a la interaccin, y una corriente enunciativa en el sentido estricto, neoestructuralista, que parte en este campo heterogneo, donde se encuentran la lengua y sus exteriores- de las formas de la lengua ( marcada por los nombres de Bally, Benveniste, Culioli); es a esta ltima que se correlaciona mi trabajo.

El punto de vista aqu expresado -segn el cual una inevitable heterogeneidad (y de arranque una incompletud) terica afecta al abordaje lingstico de los hechos enunciativos, lo que impone que sean explicitados los exteriores tericos de la lingstica propiamente dicha, en los que la descripcin se ve obligada a apoyarse- est en oposicin, de un lado, con las concepciones que niegan o diluyen el objeto- lengua como orden propio en provecho de otro objeto que concierne a otros campos (Bourdieu, cuando reduce la lengua a lo social; las perspectivas comunicacionales, que fundan/fundamentan la lengua en el objeto total interdisciplinario al que ellas apuntan con buena voluntad) y, por otro lado, con la concepcin explicitada por Ducrot en su teora intralingstica de la enunciacin y del sentido, de una autonoma de lo lingstico, comprendiendo all al campo enunciativo.

La consideracin de los hechos metaenunciativos, con lo que ellos implican en la autorrepresentacin del decir, y por lo tanto, en el distanciamiento interno, en una enunciacin desdoblada por su propio reflejo, presenta de modo especficamente agudo, la cuestin de la eleccin de los exteriores tericos, relativos a la cuestin del sujeto y de su relacin con el lenguaje, en los cules se apoya la descripcin: la lnea de fractura fundamental que pasa entre el sujeto origen (el de la psicologa y sus variantes neuronales o sociales) y el sujeto- efecto (sujetado al inconsciente), del psicoanlisis, o el de las teoras del discurso que postulan la determinacin histrica en un sentido no individual es aqu crucial. Si, en efecto, nos apoyamos, explcita o implcitamente, en un sujeto fuente intencional del sentido, que expresa a travs de una lengua instrumento de comunicacin como es el caso de la forma general de los abordajes pragmtico-comunicacionales, es entonces coherente considerar que el enunciador est en condicin de representar(se) su enunciacin y el sentido que all produce, y que tal vez le sea transparente: en ese caso, es posible considerar que las formas de representacin que los enunciadores dan de su propio decir sean un reflejo directo de lo real del proceso enunciativo.(16)

Si, por el contrario, como aqu, nos apoyamos en exteriores tericos que destituyen al sujeto del dominio de su decir as la teora del discurso y del interdiscurso como lugar de constitucin de un sentido que escapa a la intencionalidad del sujeto, desenvuelta por M. Pcheux; y de modo central, la teora elaborada por Lacan, de un sujeto producido por el lenguaje como estructuralmente clivado [fragmentado] por el inconsciente- , consideramos que el decir no podra ser transparente al enunciador, de quien se escapa, irrepresentable, en su doble determinacin por el inconsciente y por el interdiscurso: en ese caso, se impone la necesidad de repensar de modo diferente a un simple reflejo - el estatuto de los hechos, observables, de la autorrepresentacin. (17)

Aqu es donde la categora lacaniana del imaginario se pone en juego, y la funcin de desconocimiento asegurada estructuralmente en el sujeto por un ego[moi] ocupado en anular, en el imaginario, la divisin que afecta a su yo[je]; esta categora permite sobrepasar la alternativa bloqueada que presentan (reduciendo igualmente el sujeto y su enunciacin a lo que es su imaginario, para extraer de eso consecuencias opuestas) los abordajes pragmticos, de un lado, encerrando la enunciacin en un espacio de intencin, de interacciones, de representaciones (estrategias, relaciones con el otro, desdoblamientos, imgenes) ignorando decididamente lo que en la enunciacin podra escapar a ese registro, y de otro lado, durante todo un tiempo, el anlisis del discurso (M. Pcheux), desinteresndose - en provecho del estudio de los procesos discursivos, verdaderos sujeto-causa del decir- por las formas concretas de la enunciacin, tomadas como puras manifestaciones superficiales de la ilusin subjetiva.

En este cuadro as demarcado se sita el estudio de la reflexividad opacificante de la modalidad autonmica. Ella es considerada primero (partes 2 y 3) en el plano de la lengua, desde el ngulo de las formas por las cuales se realiza, en la linealidad del hilo de un decir sobre las cosas, ese retorno metaenunciativo que se vuelve sobre las palabras de ese decir. En seguida (parte 4) desde el ngulo de los tipos de representaciones de la interlocucin, del discurso, de la lengua, de la nominacin, del sentido cuya enunciacin ese retorno acompaa; representacin cuya funcin, en la economa enunciativa en general, - y tal como ella se manifiesta en los discursos particulares es considerada en su dimensin imaginaria, en relacin con lo real, irrepresentable por s mismo, de la enunciacin.

2. Cuestiones de fronteras de la modalizacin autonmica (de aqu en adelante MA) pg. 18

El recorrido efectuado aqu apunta a circunscribir el campo de esta modalidad de representacin reflexiva, opacificante, del decir en relacin con fenmenos diversamente vecinos, presentando un subconjunto de esas cuatro propiedades. Son citadas:

modalizaciones sin representacin explcita del decir, que se oponen a MA de forma discreta, y que presentan diversas posibilidades de combinacin con ella: por ejemplo, casi X, una especie de X, verdadero X Vs. digamos X, X si se puede decir, S propiamente dicho;

el discurso relatado indirecto (DI), que representa un decir otro de forma no opacificante, pero que presenta una relacin de afinidad en el plano de la co- ocurrencia y de la interpretacin con algunas formas de MA, en la configuracin de DI como fragmento textual :l dice que X; un conjunto de formas, analizado como modalizacin transparente del decir en discurso segundo, tales como: segn l, para l, l dijo por oposicin a las MA: segn las palabras de l, para retomar los trminos de l, pero que presentan, en algunos tipos de incisas como: dice l, l dice (cuyo tratamiento en algunos autores es discutido), casos de ambigedad o de equivalencia con la MA;

la cuestin de la frontera unas veces delimitada, unas veces atenuada en un continuo, entre opacificacin y transparencia, en las formas de autorrepresentacin del decir es dispuesta sucesivamente a propsito: de las formas en que (yo debo decir, yo me atrevo decir que),en (l) o (yo puedo decirlo, se puede decir) sin complemento ( yo debo decir, es preciso decir) expresiones idiomticas en cest (adv.) dire (cest-dire [, esto es, quiere decir], cest tout dire, cest pour dir, cest pas pour dire [no quiere decir] ) o de tipos diversos (no es preciso decir, no para decir, yo no te digo que) proposiciones circunstanciales del tipo para concluir, si ud. quiere saber (no opacificante) vs. Por as decir, si yo puedo decir (opacificante); del conjunto de estructuras de reformulacin X, lo que quiere decir, o que viene a decir, o sea, quiere decirY cuyo valor, opacificante o no, es sealado de forma desigualmente unvoca por factores sintcticos (naturaleza morfosintctica del constituyente Y, punto de insercin de la secuencia reformuladota + Y) y por la interpretacin de las relaciones semnticas X/Y.3. Las formas de la modalizacin autonmica

A partir de un material de ms de cuatro mil ejemplos recolectados, escritos y orales, pertenecientes a los ms diversos registros, son descriptos los diversos tipos formales por los cuales la configuracin que sobrepone los dos planos X y una representacin del decir de X- se realiza sobre un hilo nico del discurso. Este estudio expone, en particular, los puntos siguientes:

una reparticin de las formas en seis tipos alineados en una escala que va de los ms a los menos explcitos:

1) formas explcitamente metaenunciativas completas comportando un yo digo X (ej.: yo empleo esta palabra si bien que; ella hace yo dira X; lo que yo llamo X)

2) formas explcitamente metaenunciativas que implican un yo digo X, subordinadas a sintagmas circunstanciales, aposiciones (ej.: X, si yo puedo decir, como se dice, por as decir, en el sentido p, sin juego de palabra; X, palabra, expresin que)

3) formas explcitamente metalingsticas, con un autnimo X o Y ( ej.: X, la palabra X es inconveniente; Paulo dice X: lo que Paulo llama X: X, Paulo dice Y)

4) formas sin elemento autnimo, o sin elemento metalingstico unvoco (ej.: X, quiere decir Y; X o Y; X, en fin, Y; X que; X, etc)

5) seales tipogrficas (comillas, itlicas) y de entonacin, con un estudio crtico de los trabajos consagrados a las comillas, llevando a caracterizarlas como arquiformas de MA;

6) formas puramente interpretativas (alusiones, discurso indirecto libre, juego de palabras no marcado) que abren hacia la heterogeneidad constitutiva (cf. adelante, parte 4);

tipos sintcticos que corresponden a soluciones gramaticales diversas de inscripcin del desdoblamiento sobre la secuencia: construcciones dichas en sucesin (X, digo X), en superposicin (yo digo X/ X, en que un fragmento de cadena acumula dos estatutos patrn y autnimo y dos funciones gramaticales; ej.: cualquiera que haga, yo dira, tonteras parecidas) de nominacin por rodeos (lo que yo llamo X)

un empleo de incisas opacificantes ms libre que los parntesis clsicamente descriptos ( ej.: a, es la palabra, X), que corresponde a una verdadera ruptura sintctica, el funcionamiento regular de una pseudo-anfora, que marca de hecho la referencia y no la co-referencia (X, yo digo la palabra con) que, asociado al punto precedente (empleo libre), nos lleva a reponer la estructura ya dicha. Ruptura ligada o asociada el congelamiento, en diversos niveles, observables en las formas la cuestin de la aceptabilidad de las glosas en funcin de su extensin, de su combinacin entre s, de su recursividad; La presencia, tanto en la escritura como en la oralidad, - esto es, que deriva de una eleccin enunciativa y no de una restriccin funcional-, de las formas que marcan el carcter de procesos por etapas, inscripto en el tiempo (anticipaciones, bsquedas, correcciones, autoescucha) del decir sobre un elemento; La relacin entre los intercambios en un dilogo (X dicho por un / comentario sobre ese X enunciado por otro) y las estructuras reflexivas X/ autocomentario, caracterizadas como manifestacin de un autodialogismo inherente a la enunciacin.4. Encuentro y representacin de las no- coincidencias del decirLos comentarios metaenunciativos descriptos a continuacin, ya no en el plano de su estructura sintctica, sino lo que ellos dicen al sujeto del decir, llevan a este estudio a sealar cuatro campos de no coincidencia o de heterogeneidad que el decir se representa como localmente confrontado con puntos en que, as alterado se desdobla:

a) no coincidencia interlocutiva entre los dos co- enunciadores;[relacionable con la metacomunicacin, Cfr. Bateson, y cfr. Watzlawick]

b) no coincidencia del discurso consigo mismo, afectado por la presencia en s de otros discursos; [relacionable con la metadiscursividad propiamente dicha o metaenunciacin, tambin con lo intertextual o transtextual Cfr.Genette?]

c) no coincidencia entre las palabras y las cosas; [relacionable con la referencialidad, metacomprensin? Ver aportes de las lneas cognitivas y tal vez aportes de filosofa del conocimiento / epistemologas ontolgicas?]

d) no coincidencia de las palabras consigo mismas, afectadas por otros sentidos, por otras palabras, por el juego de la polisemia, de la homonimia, etc. ; [relacionable con lo metalingstico propiamente dicho Cfr. Jakobson, lo ya cristalizado en el cdigo?]Las imgenes que dan los enunciadores del encuentro que hacen localmente- en su decir, con diversas no coincidencias, y de la respuesta que les proporcionan, son comprendidas, no (cf. 1.2 arriba) como reflejo exacto que da acceso directamente a lo real de la enunciacin, sino en relacin a las hiptesis tericas sobre ese funcionamiento real. Y siguiendo stas es que, constitutivamente esto es, de forma inherente, permanente e irrepresentable- el decir se ve afectado por los cuatro campos de no coincidencia (a,b,c,d).

De ese modo, adems de las operaciones que ellas representan de precaucin, diferenciacin, especificacin del sentido - que pueden ser descriptas en trminos de estrategias comunicacionales, de gestin de hechos locales de NO- UNO, las formas de representacin de los hechos de no coincidencia aparecen como manifestando, de un modo que no deriva de la intencionalidad, la negociacin obligatoria de todo enunciador con el hecho de las no coincidencias fundamentales que atraviesan su decir : negociacin que deriva de un trabajo de denegacin, en que las formas de representacin, trazas, emergencias de no coincidencias fundamentales, aparecen al mismo tiempo como mscaras, en la imagen que da de ellas, al mismo tiempo circunscriptas (esto es, constituyendo el resto, por diferencia, como UNO) y dominadas (justamente por un enunciador capaz, a partir de su posicin de dominio metaenunciativo, de controlar su decir)

Los discursos presentan las realizaciones ms diversas de esa negociacin, manifestando el tipo de imagen que ellos producen, en s mismo, del juego de no coincidencias, de posiciones enunciativas propias a sujetos particulares, a tipos de discurso, a gneros.Cada uno de esos campos A (= a/a), B (=b/b), C(= c/c), D (= d/d) es sucesivamente estudiado segn el mismo procedimiento: la explicitacin de los abordajes tericos que permiten (en oposicin a otros abordajes, principalmente de tipo comunicacional) colocar el carcter constitutivo de NO-UNO. A la vez sigue la descripcin de la variedad existente de figuras - o imgenes- metaenunciativas de ese NO-UNO, y el anlisis de discursos, abordados segn el tipo de imagen que ellos ofrecen desde NO-UNO, tanto en el plano cuantitativo (nmero de puntos representados como afectados por ese NO-UNO) cuanto en el plano cualitativo (tipos de figuras presentadas).

As, de forma esquemtica:

A. La no coincidencia interlocutiva es presentada, con apoyo en una concepcin pos-freudiana del sujeto, no-coincidente consigo mismo por el hecho [a causa] del inconsciente, como fundamental e irreductible entre dos sujetos no simetrizables, remitiendo a un artificio tan sofisticado cuanto lo sean sus teorizaciones , la comunicacin concebida como produccin de uno entre los enunciadores.

Las figuras que, puntualmente, as toman lugar en el decir se inscriben en dos versiones: (1) conjurar el hecho de que una manera de decir o un sentido no son entera o absolutamente compartidos, por estrategias diversas (forzamiento a decir en una sola voz: digamos X; llamado a la buena voluntad del otro: X, permtame decir, suspensin del decir a la voluntad del otro: X, si quisiera, si entiende lo que yo quiero decir), o sea, intentar restaurar el UNO de co- enunciacin all donde parece amenazado. O, al contrario, (2) tomar en cuenta, en ese punto, lo NO-UNO, marcando que las palabras que yo digo no son las suyas (X, como Ud.(s) no dice(n); X, yo se bien que a Ud(s) no le(s) gusta la palabra ) o que las palabras que digo son las suyas, no las mas (X, como Ud(s) acaba(n) de decir, como a Ud(s) le(s) guste decir, etc.)

Diversos dilogos, un texto polmico, el gnero de divulgacin cientfica son, entre otros, analizados como realizacin especfica de esta panoplia de figuras.

B. La no coincidencia del discurso consigo mismo se presenta como constitutiva, en referencia al dialogismo bajtiniano considerando que se trata de toda palabra que, por producirse en el medio de lo ya dicho de los otros discursos, es habitada por el discurso otro y a la teorizacin del interdiscurso, en anlisis de discurso, que remite el yo hablo aqu y ahora al algo habla en otro lugar, antes e independientemente (M. Pcheux), y apunta, en el plano del sujeto, a lo que M. Schnieder llama la no-propiedad fundamental del lenguaje.

Sealando entre sus palabras la presencia extraa de palabras marcadas como pertenecientes a otro discurso, un discurso esboza en s el trazado sealando una interdiscursividad representada- de una frontera interior/exterior. Un cierto nmero de oposiciones se destaca en el conjunto de esas formas, permitiendo especificar tipos de frontera entre s y lo otro, por las cuales un discurso produce en s mismo, por diferencia, una imagen de s: as entre otros, (1) marcas de inseguridad o incerteza de lo trazado, (desde el elemento citado con todas las precisiones, hasta la reiteracin no marcada); (2) exterior apropiado al objeto del decir (esto es, en que una palabra no de s se impone como palabra de esto de lo cual se habla; por ejemplo: palabra de otro lugar, de otra poca, de otra teora, de otra persona de la cual se habla, y que se impone como apropiada a ese objeto) vs asociado al discurso, (o sea, que se impone en apoyo, conflicto, asociacin de ideas al discurso, a partir del campo de fuerza del interdiscurso); (3) manera de decir otro (ajeno) tomado como un campo ropaje diferente para un mismo contenido vs como punto de vista diferente sobre lo real; (4) exterioridad de una palabra o del sentido de una palabra (X, en el sentido cristiano, en el sentido de Bourdieu); 5) tipo de otro: otra lengua, regin, poca, registro, sociolecto, discurso terico, posicin poltica; (6) el exterior de lo repetido en el singular (imgenes de la relacin con la estereotipia);

Cada una de estas oposiciones, y su combinacin, son ilustradas por el estudio del discurso que las coloca en escena diferencialmente, discurso diverso sobre el pasado, romances regionalistas, textos tericos, textos polticos escritura de Barthes, de Flaubert.

C. La no coincidencia entre las palabras y las cosas es expuesta como constitutiva, en la doble perspectiva; por un lado, de la oposicin reconocida por la lingstica entre el cuadriculado de distinciones de la lengua sistema acabado de unidades discretas y el continuo, las infinitas singularidades de lo real a nombrar, que inscribe un juego inevitable de nominacin; y, por otro lado, en trminos lacanianos, de lo real como radicalmente heterogneo al orden simblico; esto es, de la falta (constitutiva del sujeto como fallo) de captura del objeto por la letra, que desemboca en la prdida inherente al lenguaje al que responden, bajo modos opuestos, la escritura - que habita esa separacin y la produccin de mitos consoladores lenguas perfectas diversas, que rechazan la separacin.

Notaremos que, si los dos desvos precedentemente evocados inscriptos respectivamente en la relacin con el otro (inter) locutor y con el otro discurso son examinables en el cuadro del dialogismo bajtiniano, no ocurre lo mismo con los desvos C y D, que conciernen a lo real de la lengua como forma, por un lado, como espacio de equvoco, por otro -, a los cuales la perspectiva dialgica da espacio en su abordaje de la enunciacin.

Las figuras que, puntualmente, dan lugar a esa separacin en el decir, se presentan en tres tipos:

(1) figuras del UNO realizado en la nominacin, considerado bajo el ngulo de la coincidencia del enunciador con su decir (haciendo jugar intencionalidad, deseo personal, normas colectivas: X y yo digo bien X; me atrevo a decir X, lo que se puede, lo que es preciso llamar X);o de la coincidencia de la palabra con la cosa (X, es la palabra, exacta, justa, que conviene; X en el sentido estricto; X propiamente dicho)

(2) figuras de la adecuacin sealada, que representan una enunciacin entre el decir y el no decir (lo que se podra llamar X; yo no digo X pero casi; dir X?), o una denominacin entre dos palabras (X, yo me equivoco al decir Y; X, yo debera decir Y?; X, o antes Y; X, no Y; X o Y);

(3) figuras de falta de nominacin considerada, sea en el plano del modo de decir ausente para s mismo (en las modalidades suspendidas: si se puede decir, o anuladoras: yo no dir X que) o que presentan una imperfeccin (X, yo empleo X ante la falta de algo mejor, por comodidad, provisoriamente; X, por as decir), sea en el plano de la distancia descripta entre la palabra y la cosa (distancia especificada: X, es un eufemismo; o distancia fluida : X, entre comillas;).

En este trayecto, aparecen, de forma notable, por un lado, en el plano de los fenmenos tratados reflexivamente, por los enunciadores, entre otros, la metfora, el neologismo, el eufemismo y la hiprbole, y un conjunto de oposiciones gramaticales (finitud, nmero, tiempo, modo) muy raramente en cuestin en los otros campos de no coincidencia y, por otro lado, en el plano de las formas de glosa, la importancia particular de la modalizacin explcita que presenta una escenificacin compleja de recursos modales de la lengua (modalidad de enunciacin, polaridad afirmativa /negativa, auxiliares modales, modos y tiempos con valor modal, adverbios, subordinadas).

Diversos discursos son considerados a partir del tipo de representaciones que ellos ofrecen de esta distancia palabra/ cosa: discursos tendencialmente vrgenes de este tipo de formas (matemtica, poesa) discursos con representacin moderada de esa distancia, discursos con fuerte presencia de formas (1), de coincidencia, discursos diversos (entrevistas, textos literarios- N. Sarraute, C. Simon - ) fuertemente marcados por las formas (2) y (3) de no coincidencia.

D. La no coincidencia, en fin, de las palabras consigo mismas es expuesta contra los abordajes monosemizantes que reducen a fenmenos ldicos, o accidentales, del lado de la recepcin, la dimensin del equvoco del decir- como consustancial al juego que Lacan llama Lalangue, en la lengua, consagrando fundamentalmente el sistema lingstico de unidades distintas, y los enunciados, al equvoco de una homonimia generalizada, aqulla en que se anclan la poesa, la prctica psicoanaltica, y que Saussure haba encontrado con temor en los anagramas.

Las figuras que, puntualmente, testimonian el encuentro de los enunciadores con el equvoco que juega en sus palabras, se muestran de cuatro tipos: (1) respuestas de fijacin de un sentido (X, en el sentido de p; X, no en el sentido de q; X, sin juego de palabra;); (2)figuras del decir alterado por el encuentro con lo NO-UNO, disculpas, reservas, modalidades irrealizantes del decir, ligadas al juego de un sentido a ms (yo me equivoqu diciendo X; X si yo me atrevo a decir;); (3) el sentido extendido en lo NO-UNO (X, tambin en el sentido de q; en el sentido de p y en el sentido de q, en los dos sentidos, en todos los sentidos de la palabra);(4) el decir reafirmado por no-uno, frecuentemente imprevisto, del sentido (X, es el caso de decir; X, es la palabra!; X, para decirlo en una palabra preciosamente ambigua;).

Dentro de estas cuestiones que, entre otras, se encuentran colocadas en este recorrido: (a) la del modo diferente o no por la cual los enunciadores aprehenden reflexivamente la diversidad de los NO-UNO inscriptos en ese campo, de la polisemia ms fina en el marco del signo, a las homonimias ms libres con relacin a las unidades de lengua, (b) la de la interpretacin a dar, en discurso, a la glosa en todos los sentidos de la palabra.

El estudio de discursos diversos (en el campo meditico, terico, literario: Le Canard enchain, Levi-Strauss, Barthes, Lacan, Restif de le Bretonne, Breton) hacen aparecer diferencia notables, tanto en el plano cuantitativo como en el cualitativo, entre los discursos que manifiestan, en cantidad igual de formas observadas en ese campo, relaciones muy diferentes con el sentido, conforme privilegian, por ejemplo, el tipo (1) de reduccin o el tipo (4) de seleccin positiva del equvoco.

5. Ese decir que no es obvio pg. 26 a 28

Esas palabra porosas, cargadas de discursos que ellas tienen incorporados y por los cuales ellas restituyen, en el corazn del sentido del discurso hacindose, la carga nutriendo y destituyendo, esas palabras embutidas, que se escinden, se transmutan en otras, palabras caleidoscpicas en las cuales el sentido, multiplicado en sus facetas imprevisibles, apartase, al mismo tiempo , y puede, en el vrtigo, perderse, esas palabras que faltan, faltan para decir, faltan por decir defectuosas o ausentes aquello mismo que les permite nombrar, esas palabras que separan aquello mismo entre lo que ellas establecen el eslabn de una comunicacin, es en lo real de las no- coincidencias fundamentales, irreductibles, permanentes, con que ellas afectan el decir, que se produce sentido. As es que, fundamentalmente, las palabras que decimos no hablan por s, sino por Otro: Otro que abre el discurso sobre su exterioridad interdiscursiva interna, la nominacin sobre la prdida relativamente a la cosa, la cadena sobre el exceso de su significancia, la comunicacin sobre la abertura intersubjetiva, y, en la totalidad, la enunciacin sobre la no-coincidencia consigo mismo del sujeto, dividido, de esa enunciacin.

Este espacio de no coincidencias donde se hace el sentido, nutrido de esas heterogeneidades que lo distinguen de la fijacin nica del signo, es tambin, indisociablemente, aquel donde el podra deshacerse, si no se protegiese, oponindose a su dispersin, una fuerza de ligacin, de cohesin, de UNO que hace obtener un habla, que hace como que obtener un habla sea, entre otros, hacer tener junto lo que no hace otro sentido sino el de lo no ser uno

Es en el vrtice de esta contradiccin, que agudiza la tensin entre lo que es uno y lo que no es uno, donde se produce la enunciacin, que aparece la configuracin enunciativa compleja de la reflexividad opacificante; all donde el lapso, por ejemplo, hace hueco de no uno en el tejido del decir, all donde al contrario, en un discurso enunciado sin choque y bajo un modo patrn (sin opacificacin), es de forma no visible que juega las distancias de las no coincidencias donde el discurso se constituye, en la superficie aparentemente unida que el desenrolla y que es aquella en que, de hecho, da ms cerrada de las redes de costuras o de colagges (pegotes) invisibles , la modalidad autonmica sobre la cual en el plano formal se tiene destacado el carcter de ruptura ligada aparece, ella, en ese juego de uno que junta y de no- uno que rasga, como un modo de costura aparente, que resalta en un mismo movimiento la falla de la no coincidencia enunciativa (contrariamente al modo de la superficie nica) , y su sutura metaenunciativa (contrariamente al modo de ruptura bruta del lapso).

Manifiestas en la superficie del decir, las glosas metaenunciativas no son del orden del ornamento. A travs de esas formas que testimonian el modo por el cual un decir se mantiene en el juego dispersante de las no- coincidencias, por el trazado de suturas con que ellas reaseguran su unidad, como en un cuerpo de cicatrices que atesta su cohesin en el lugar de sus heridas cerradas; ellas son, para un sujeto que es sujeto al ser hablante, esto es, un ser pegado a su lenguaje, juegos serios de otro modo, yo entiendo fundamentales, que el de estrategias interactivas en espejo, que juegan, tocando. - con su modo singular de ser presos en el lenguaje, que es en particular un modo singular de colocarse en esas o de hacer con esas no- coincidencias y lo que ellas inscriben de divisin fundadora y de amenaza de desligamiento el corazn del sujeto y del sentido.

Mas all del yo del aparato formal de la enunciacin que, designando al sujeto de la enunciacin en esa misma enunciacin, le permite, conforme al anlisis de Benveniste, constituirse como tal, el conjunto de las formas en yo digo X de la metaenunciacin opacificante, otro registro del hombre en la lengua, no puede ser considerado como el que , describiendo la enunciacin y su sujeto en esa misma enunciacin, le permite configurarse, asegurarse una imagen, preservada (conforme el contorno que le disea la lnea recortada de los segmentos opacificados) sobre el juego incesante e irrepresentable de las heterogeneidades a travs de los cual ella se realiza?

Lejos de la relacin burguesa con la lengua, en que, segn Bourdieu, la prctica metaenunciativa, comprendida por l como consumo ostentatorio, de lenguaje con funcin de distincin social encontrara su anclaje, es (bien evidentemente en las formas socialmente diversificadas) la relacin humana con la lengua que sta, fundamentalmente, testimonia.

En el camino, fueron encontradas posiciones extremas que ignoran de forma opuesta el compromiso inherente a la representacin metaenunciativa de un hecho local de no-uno: sobre la versin del registro de lo UNO a que tiende el discurso matemtico formalizado, o sobre el que, fingiendo, ideolgicamente, producirse en otros discursos, no puede dar lugar por poco que sea al espacio de un no-uno; sobre la otra, en que el gesto de retorno metaenunciativo operado sobre distancias, por eso mismo circunscriptas, no se podra inscribir en escrituras poticas vueltas al juego de lo no-uno. Una no tolerando, igualmente cicatrizada, menos lastimada, la otra no consintiendo el engao de la menor sutura.

Entre estos extremos se desarrolla la variedad ilimitada tanto en el plano cuantitativo como en el cualitativo: tipos de distancias reconocidas, puntos donde ellas son localizadas, formas de respuesta que les son alcanzadas de modos con que se opera en los discursos, por la imagen que cada uno disea de s mismo de sus no coincidencias, testimoniando as una posicin enunciativa especfica (ligada a una ley de gnero, una regularidad de naturaleza discursiva, una singularidad de sujeto), esta negociacin compromiso obligatoria, inherente a la enunciacin, con el hecho de las no- coincidencias que la atraviesan.

Traduccin al portugus: Mara Onice Payer

(Pg. 29 a 50)

EL ENUNCIADOR GLOSADOR DE SUS PALABRAS: EXPLICITACIN E INTERPRETACIN:

La cuestin del sentido de las unidades lexicales ser tratada aqu no desde el punto de vista del lingista que describe las palabras en la lengua o en el discurso, sino de ese descriptor tan particular del sentido de las palabras que es su enunciador, cuando las comenta al mismo tiempo que las enuncia, a travs del bucle autorreflexivo del decir que se vuelve explcitamente sobre s mismo.

Por oposicin a los modos de decir simples modelo- de un elemento X, esta modalidad enunciativa del desdoblamiento del decir de X por la representacin de ese decir seala a travs de la suspensin de la evidencia del uso de X el descubrimiento en X , por parte del enunciador, de alguna cosa que no pasa desapercibida y a la cual su comentario responde1. En la topografa de problemas enunciativos presentados explcitamente por esos comentarios del enunciador a saber: distanciamiento en relacin al interlocutor que no forma uno con l (X, si vos concords), apropiacin en su discurso de palabras que vienen de otro discurso (X, como dice), falla entre la palabra y la cosa (X, la palabra no es apropiada) aparece el problema del sentido que no es obvio para un elemento X del decir, mostrado a travs de glosas que desdoblan el decir de ese elemento por la explicitacin aqu y ahora de su sentido.

En su diversidad, lo que todas las formas de explicitacin del sentido tienen en comn es ir contra el carcter univocante del mecanismo de reduccin contextual (lineal o situacional) de la pluralidad polismica y homonmica potencial de un elemento, tal como lo encontramos formulado en Breal, el inventor de la polisemia en la lengua, que restringe la percepcin, por el enunciador de una pluralidad de sentidos de su decir a un punto determinado: aquel de las trocadillas o de la poesa:

No vale la pena suprimir los otros sentidos de la palabra: estos sentidos no existen para nosotros, ellos no llegan a los lmites de nuestra conciencia [] y esto que decimos para quien habla vale tambin para quien escucha [] que no est ms expuesto que nosotros a dejarse confundir por las significaciones colaterales que duermen en lo ms profundo de su espritu (1897, p. 146, cursivas de la autora).

O tambin en Vendrys:

Cuando decimos que una misma palabra tiene muchos sentidos al mismo tiempo, somos, de cierta manera, engaados por una ilusin. Entre los diversos sentidos de una palabra, slo emerge a la conciencia aquello que es determinado por el contexto. Todos los otros son abolidos, extinguidos, no existen [] en el lenguaje corriente, una palabra tiene un nico sentido por vez (1939, p.206, cursivas de la autora)

Tambin encontramos esta formulacin en el campo de la psicolingstica contempornea, cuando la ambigedad del lenguaje es considerada a veces duramente, seala A. Trognot (1987) como un artificio de la obra lingstica, sin ninguna realidad enunciativa, en uso.

Sin cuestionar la realidad del mecanismo de reduccin de la pluralidad potencial del sentido, sin el cual, dada la diseminacin ilimitada dentro del cual opera, ningn enunciado tendra sentido y al cual se articula, como veremos enseguida, el trabajo interpretativo de las glosas , lo que cada comentario manifiesta es, con efecto, precisamente este esfuerzo que el enunciador deber hacer para tratar suprimir o acoger, segn el caso estos otros sentidos que no duermen, sin embargo existen, no abolidos por el contexto, en un punto X del decir.

Lo que sigue es un trayecto de la diversidad de las formas de explicitacin reflexiva del sentido de un lexema X y de los mecanismos interpretativos que ellas envuelven aquello que ellas traducen a partir del enunciador y aquello que ellas atribuyen al interlocutor. Analizamos los dos tipos de respuesta que presentan al descubierto, por parte del enunciador de un no-uno del sentido en su decir: aquella respuesta que fija explcitamente un sentido para X y aquella que, por el contrario, desdobla X en una pluralidad de sentidos.

1. Fijar explcitamente un sentido pg. 31La figura por la cual un enunciador desdobla reflexivamente el decir de una unidad, a travs de una explicitacin univocante del sentido de esa unidad en su decir, constituye, en s, una ruptura de la evidencia del UNO de las palabras y de su sentido en el decir. Escoger en un punto determinado de la cadena una unidad X, en relacin a las otras unidades del paradigma examinables en este punto de la cadena, no es suficiente en este caso. Es necesario, adems de eso, fijar el sentido que esa unidad recibe, en relacin a los otros sentidos (polisemia) o a las otras palabras (homonimia, paronimia) susceptibles de entrar en este segmento X del decir. Al asumir el esfuerzo de especificar de esta manera el sentido de un elemento X, el enunciador da testimonio de la potencialidad de otro sentido que l encuentra, no en la lengua, pero en las palabras aqu y ahora, en contexto, y de lo cual debe proteger activamente su decir.

As, la operacin de fijacin de la movilidad potencial del sentido de una unidad del decir es tambin solidariamente una atestacin de la realidad enunciativa del no-uno del sentido, al cual esa operacin opone un trabajo activo de especificacin de un sentido, llenando, en el segundo plano, metaenunciativo, del desdoblamiento del decir, la falta del primer plano, a travs de una operacin contextual de eliminacin en X de un sentido inoportuno que, entretanto, X autoriza o favorece. Esta oposicin diferencial, negativa, en relacin a otro sentido de q especfico (ms o menos preciso) contra el cual el enunciador coloca su sentido, se presenta a travs de la variedad de sus formas como constitutiva del sentido de las glosas de fijacin del sentido de X.

Este contenido negativo aparece explcito en un conjunto de formas:

A) Glosas solamente en la forma negativa: X, no en el sentido de q. Este tipo de glosa elimina la amenaza del sentido q y apunta hacia la construccin contextual de un sentido p para X, que por la explicitacin es colocado como complementario de q en el conjunto de sentidos de X. Por ejemplo:

1) Lo que es evidente es que hay una moral. Foucault dice que hay muchas maneras de analizar las morales [...] Es esa moral que est naciendo. Es un estilo, no en el sentido como lo entiende Bourdieu, sino una auto-estilizacin, que se impone [...] (Entrevista con un socilogo autor de un libro sobre maratonistas, Libration, 14- 3- 87, p. 35).

2) [...] considero que ese libro est verdaderamente marcado por esa nostalgia. No en el sentido de tristeza; la nostalgia para m no es un sentimiento triste, negativo (Ph. Labro, entrevista, Lire, oct. 86, p. 111).

3) Fabien? [...] l podra quemarse no estoy hablando de poker- no, l arde sin ruido. Se extinguir muy rpido, creo [a propsito de la vida, en general, de alguien que, adems de eso, juega] (C. Baroche, ...Et il vewntait devant ma porte, p. 230).

4) Es necesario agradecer a Robert Pandraud, ministro responsable de la seguridad: l dar a los franceses una ocupacin (sin alusin a un perodo incmodo de nuestra historia) que les rendir dinero. Le bastar a cada ciudadano transformarse en un alcahuete [...] (Le Canard encan, 21-5-86, p. 1).

Esta forma presenta frecuentemente la variante de especificar el sentido q, apuntando como inoportuno, como resultado de un juego a partir de un sentido primero de p, tenido como normal, aunque sin que este mismo sea precisado (comparar 5 con 4):

5) [...] la desclasificacin de Ben Jonson. Ese mismo canadiense que asombr sin emplear un mal juego de palabras- al planeta el ao pasado durante los campeonatos del mundo [...] (Le Monde, 28-9-88, p. 12).

En este ejemplo es importante notar que adems de la operacin de rechazo, demostrando el develamiento del sentido de q en X, su eliminacin explcita puede funcionar como forma retrica -denegatoria- de inclusin.

B) Glosas de forma doble, que suman el contenido negativo al contenido positivo de especificacin de un sentido p, X en el sentido de p y no en el sentido de q, constituyendo as una figura de fijacin mxima del juego del sentido en X. Por ejemplo:

6) Es el aspecto de la idea de personalidad concebida como un ciclo comportamental comandado por un medio (en el sentido biolgico visto anteriormente y no en el sentido sociolgico de un simple ambiente) y entonces [...] (B. Ogilvie, Lacan, La formation du conept de sujet, p. 73)

7) [...] no son todava ideas, es slo una conducta inconsciente (no en el sentido de un inconsciente freudiano, sino de una no- coincidencia) (A. Culioli, en Actes colloque S.A.E.S., 1971, P.68).

8) Ella es grande, nerviosa [...] ella hace strip-tease en las barracas del bulevar de Clichy y fue psicoanalista feminista. [...] Yo la haba conocido en una revista, una mensual, no un espectculo, de psy anrquicos (G. Hocquenghem, Eve, p. 31).

9) A l [Marcel Aym] le gustaba mucho tambin los colores alegres. [...] Ah, s, y de los pequeos traseros tambin, las pequeas alegres con sus relieves (en el sentido topogrfico de la palabra. No los restos) (A. Boudard, Le Monde des livres, 4-8-89, p. 9).

C) Pero la forma ms utilizada es mayoritariamente aquella de la especificacin exclusivamente positiva del sentido de X X, en el sentido de p- que hace intervenir interpretativamente el otro sentido q. A continuacin se presentan esquemticamente los modos principales de especificacin de p, esto es, de descripcin metaenunciativa del sentido de una unidad lexical (estas formas ya fueron parcialmente encontradas en los enunciados de ms arriba).

a Parfrasis a travs de una expresin compleja (sustituible o no sintcticamente a X (10) vs. (11) respectivamente-, situada en el plano estricto de la palabra (12) o del referente (13)):

10) [El Ministerio Pblico] tambin declar al magistrado incompetente, es decir, incapaz constitucionalmente de inculpar a Christian Nucci (Libration, 2-5-87, p.5).

11) Los inmigrantes se sienten tan a gusto en Marsella que los incidentes racistas, es decir, los insultos de los magrebinos a los franceses se multiplican (National Hebdo, n 73).

12) Que sea preciso generalizar los abusos y arrojar afuera a Freud junto con el agua del bao [...] es una jugada ms de las fuerzas de reaccin. Dije bien reaccin: aquello que reacciona en contra. El libro de M. Maschino es de cabo a rabo una reaccin contra su propia historia inacabada (C. Clment, Le Matin, 13-10-82, p. 24).

13) [Billie Holiday] era una mujer fatal, en el sentido de que la fatalidad se apoder de ella desde el inicio y no la abandon jams; [...] (F. Sagan, Avec mon meilleur souvenir, p. 17)

b Sinonimia:

14) La lingstica reduce a una operacin intelectual de codificacindecodificacin una relacin de fuerza simblica, quiere decir, una relacin de codificacindecodificacin fundada sobre una relacin de autoridadcreencia. Escuchar es creer. Como se puede escuchar en las rdenes (en el sentido de comandos), o mejor an, en las palabras de orden. (P. Bourdieu, Leconomie des changes linguistiques, en Langue franise, n 34, 1977, p. 20)

15) Mas que trabajo, en el sentido de parto del trmino, que es avanzar en este libro! (Correspondencia privada, 20-7-88)

16) Para edificar su teora de las interacciones verbales, los pragmticos recaen precisamente sobre los casos delicados, sobre los fenmenos marginales (entendidos como laterales ya que estn lejos de ser minoritarios en el discurso), [...] (J. Bellemin-Nol, Critique, mayo 82, n 420, p. 411)

c Dupla antonmica:

17) [...] no queda otra salida sino intentar problematizar y pasar del estado de ser seducido al estado de seductor, actividad alegre, no convencional, ligera, en el sentido de no pesada, que coloca la duracin en peligro (F. Delay, La sduction breve).18) Despus, su produccin es menos singular, quiero decir ms rutinaria (FR3, Bote lettres, programa sobre Marcel Pagnol, 28484)

d Contextualizacin adicional:

Este tipo de especificacin se relaciona con la operacin de reduccin de la plurivocidad potencial de las unidades en la lengua, operacin realizada generalmente a travs de la doble contextualizacin contexto lingstico de las otras unidades de la cadena, contexto extralingstico referencial que aprisiona toda unidad enunciada. En efecto, al explicitar los elementos contextuales adicionales, esas glosas se presentan como garanta del levantamiento, en el plano metaenunciativo, de mecanismos normales de establecimiento contextual del sentido, que se muestran como insuficientes en un determinado punto, siendo as, diferente el mecanismo de especificacin.

d1) Tenemos las formas: X, entiendo XY y X, hablo de Y, donde la unidad sintagmtica XY ((19), (20)) o la relacin referencial X Y (21) se inscriben en la estricta coherencia lineal o referencial del enunciado al cual pertenece X. Por ejemplo:

19) La obra de mi vida, entiendo aqu la obra escrita, aquella que veo ordenada sobre un ancho estante de mi biblioteca [es] finalmente un largo grito de alarma (G. Duhamel, Espoirs et preuves, p. 17).

20) Cules seran las secuelas si el transplante fracasase? Cules podran ser las causas del fracaso, causas psicolgicas, digo (G. Raimbault, Entrevista, en M. Bertrand y B. Donay, Psychanalyse e Sciences Sociales, p. 136).

En estos enunciados, el Y (crite, psycologiques) especifica X como siendo su expansin en el plano metaenunciativo y se encadena regularmente en la secuencia lineal en el plan-patrn.

21) Un tipo dej su diario sobre la poltrona de al lado [...]. No haba sucedido nada en el mundo, nada de nuevo, las guerrillas, los escuadrones de la muerte, los hambrientos [...] Las fosas de derecha (hablo de las opiniones) como de izquierda (querido, queridsimo Pol Pot!) [...] (C. Baroche,...Et il ventait devant ma porte, p. 60).

d2) Tenemos las formas: X, como se dice XY y X, como se dice X de Y; donde como es la marca de aquello que en la especificacin contextual del sentido de X, en el plano metaenunciativo, no se inscribe totalmente en el encadenamiento sintagmtico- referencial del plan- patrn, pero se sita en algn otro lugar heterogneo al contexto lineal (22) o referencial (23), en fin, en otro lugar diferente de aquel al cual X se asocia de hecho en el plan- patrn. El sentido de X es fijado explcitamente en el plano metaenunciativo a travs de un movimiento de dislocacin explcito, de deslizamiento, en los valores contextuales de las palabras, que constituye una de las formas de representacin metaenunciativa de la metfora, como, por ejemplo, en los siguientes enunciados:

22) El tejido de las palabras- valores constituye un aparato terminolgico, un poco como se dice aparato de poder (R. Barthes, Le bruissement de la langue, p. 282).

23) Las condiciones de esa toma de sentido (como se dice de un cemento) se podran constituir en objeto de investigacin [...] (D. Oster, Passage de Znon, p. 175).

24) Es un pas administrado, liberal, muy maduro, como se dice de ciertas frutas.( (R. Debray, La neige brle, p. 191).

e) Caracterizacin- determinacin

Se trata estrictamente de expansiones del sintagma definido en el sentido de, que saturan p a travs de:

sintagmas preposicionales del tipo en el sentido de SN, donde SN designa un lugar discursivo en el cual X recibe el sentido requerido aqu. Esta estructura es evidentemente diferente de X en el sentido de N de (14), por ejemplo, que es parafraseable, considerando el N mencionado como N es el sentido de X. En la estructura en el sentido de SN se debe colocar como parfrasis para un sentido SN (en uso) al siguiente: SN proporciona el sentido de X:

25) [...] la estilstica del lenguaje es un elemento del aparato (en el sentido de Pascal) que tiene por funcin producir o mantener la fe en el lenguaje (P. Bourdieu, Lconomie..., cf. ex. (14)).

26) Los monumentos, religiosos sobre todo , inventariados, restaurados en el sentido de Viollet-le-Duc, esto es, restablecidos en un estado completo que puede no haber existido jams en un momento dado y elevados, de repente, al escaln de tipo ideal (M. Perrot, Libration, 28- 11- 86, p. 40).

27) En la prctica, ciertos jvenes, de 10 a 11 aos de edad, son verdaderamente agresivos, en el sentido del artculo 328 del Cdigo Penal (Lvnement de jeudi, 24-4-86) [Propuesta de un abogado].

relativas:

28) [...] ella se refugia en los lugares romnticos en el sentido en que se entiende la palabra como sinnimo de pintoresco y de salvaje (B. Didier, Lcriture femme, p.114).

adjetivos relativos y calificativos, que ponen en juego, como en los casos precedentes, lugares discursivos fuentes de una polisemia no- inventariable:

29) El acceso a una problemtica del sujeto (en el sentido freudiano del trmino) estando as completamente cercado [...] (J. L. Houdebine, Tel Quel, n 67, 1976, p. 95).

30) En el curso de lingstica general encontramos, as, aquello que debe ser reconocido como una contradiccin en el sentido materialista del trmino (P. Henry, Le mauvais outil, p.4).

dominios correspondientes a una polisemia inscripta en la lengua:

31) El compaero amoroso es una cmara, en el sentido ptico del trmino,( donde se renen los movimientos originados en procesos psquicos ajustados desde la infancia (J. Rousseau- Dujardin, entrevista, Cahiers du Grif, n 31, 1985, p.15).

32) Nadie consigue explicar, entre tanto [...] cmo, suprimiendo las clases en el sentido escolar de la palabra (confrontar Legrand), se modifican las relaciones entre las clases sociales, [...] (J. C. Milner, De lecole, p.65).

trazos semnticos generales (concreto/ abstracto, fsico/ psquico, activo/ pasivo etc.):

33) Ustedes se transforman cada vez ms en una especie de plano de reflexin de mis palabras (en el sentido fsico del trmino) (J. Rousseau- Dujardin, Etudes Freudiennes, n 19-20, p.48).

34) Es necesario que la tarifa sea cmoda para el analista entiendo en el sentido psquico del trmino (R. G., en A. Hesse, Les analystes parlent, 1981, p. 253).

el conjunto de facetas del sentido donde se mezclan, de una manera compleja, nociones metalingsticas y apreciaciones subjetivas (figurado, etimolgico, literal, estricto, fuerte, pleno, verdadero, bueno...); as, por ejemplo el trmino propio:

35) Cuntas madres, cuando el nio ya dispone de una autonoma potencial para cuidar de su cuerpo, no consiguen privarse de manipularlo, de tocarlo, de saber mejor que el lo que debe comer o hacer! [...] Esas madres (a veces los abuelos o el padre) son, en el sentido propio, pederastas (F. Dolto, La difficult de vivre, p.98).

36) Es difcil imaginar mayor diferencia como referencia social y cultural [que la de Monory] con la de los profesores. [...] Cuando los observamos, Ren Monory y los profesores dan la impresin de no poder, en el sentido propio, entenderse (Monory est sourd et les instits ncoutent pas, Libration, 3-2-87, p. 27).

37) Esa pelcula es loca, en el sentido propio (Conversacin privada, 4-12-89; entusiasmo de un adolescente por el film Vol au-dessus dun nid de coucou (Un extrao en el nido) en el cual la accin se desenvuelve en un hospital psiquitrico).

38) l fue aceptado en el concurso y fue as que reencontr a Antoine Vitez: Me acuerdo de nuestro primer curso. Despus de una corta introduccin, l nos dijo: Vamos a trabajar. En dos minutos, fui conquistado. Interpretamos en seguida en el sentido propio.( Yo reencontr el carcter ldico del juego, como cuando era nio y me cubra [...] con harapos viejos encontrados en las maletas [...] (Brochura- programa de la Comedia Francesa, n 179, octubre 1989, p. 35).

A partir de esta rpida presentacin de las formas de tipo X en el sentido de p, quisiera apuntar hacia el aspecto de trabajo interpretativo, reenviando al contexto, de esas glosas de fijacin explcita del sentido de un X, que el enunciador siente como insuficientemente sustentado por el contexto. Satisface esa deficiencia con la asignacin contextual- del sentido de los elementos especificadores, de tipo pleno, fuerte, propio, cuyo valor no es unvoco.

Sin embargo, dentro de los lmites de este artculo, me ocupar solamente de un aspecto del trabajo interpretativo: aquel que involucra el contenido negativo q, constitutivo del sentido atribuido a X, que las glosas de especificacin positiva no explican pero que contribuyen a construir. Para probar la necesaria relacin de interpretacin en grados variables de un sentido q por oposicin a aqul del cual la glosa toma su sentido, basta probar el juicio de incompresin (de inaceptabilidad?) de enunciados como:

39) l la levant; ella era leve, en el sentido de no pesada.

40) Para el profesor, el primer contacto con la clase, en el sentido escolar, es frecuentemente determinante.

Por oposicin, respectivamente con (17), donde el contexto de la seduccin permite inferir fcilmente el sentido ligera = frvola, en relacin al cual la glosa toma su sentido, o en (32) marcado por la problemtica de las clases sociales, (39) y (40) constituyen un tipo de tautologa interpretativa por la falta o dificultad para construir del elemento rechazado.

El juego interpretativo sobre el cual opera la glosa en el sentido p es doble: no trabajando solamente sobre la naturaleza del sentido q, al cual responde la glosa, sino tambin sobre la naturaleza de lo rechazado que afecta ese sentido q; este, corresponde, pura y simplemente, a no en el sentido q, que aparece explcito en (1)- (3) y (6)- (9), pero corresponde adems, de manera diferente, a no solamente en el sentido q.

De esa manera, se inscriben interpretativamente del lado del verdaderamente rechazado, como por ejemplo en (17) y (32) citados ms arriba, las glosas que requieren la eliminacin del sentido usual de incompetente (10), de restaurados 826), de pederastas (35), del sentido espacial en de derecha (21), del sentido familiar de cmara (31).

El no en el sentido q que implica X, en el sentido p, no tiene slo una funcin de desambiguacin: a partir de la simple eliminacin del sentido q inoportuno (no fue q lo que yo dije), un deslizamiento puede operarse para una asercin no- q en relacin al referente. Por ejemplo, el yo estoy hablando de las opiniones en (21) termina en la eliminacin del sentido espacial, no permitiendo inferir un segundo plano asertivo: las fosas no estn situadas espacialmente a la derecha. Por el contrario, la orientacin del sentido que explicita (16) al completar X en el sentido p (fenmenos marginales, entendidos como laterales) a travs de una asercin no- q (los fenmenos no son minoritarios) me parece que est funcionando tambin en (17). La diferencia de sentido entre la formulacin realizada actividad ligera, en el sentido de no pesada, y aqulla que sera lgicamente equivalente de actividad no pesada (si la glosa fuese simplemente una eliminacin del sentido frvola, irreflexiva, poco importante) me parece que pasa por la asercin derivada: no es una actividad frvola, irreflexiva, es una actividad importante, que involucra a la persona.... De la misma manera, si en (33) plano de reflexin en el sentido fsico dice ms que muro-de-eco, es porque la glosa no en el sentido de actividad intelectual elimina el sentido q; sin embargo, podemos observar el caso de el analista no est ah para pensar sino para hacer escuchar el significante, o de (14), donde en la nebulosa de sentido q de la palabra orden que, en ese contexto, rechaza en el sentido de comando esto es, el sentido religioso pasible de ser inferido por la palabra creencia, creer; y el sentido de estructura formal pasible de ser inferido por lingstica, codificacin. no est prohibido de ser entendido. En el lugar donde el primer sentido es eliminado, puede ser repuesta la asercin polmica de que la lengua (entendida esencialmente como lugar de violencia social) no es orden propia u orden simblica.

Hacia el otro lado del juego combinatorio de semas realizado a travs de los sentidos de las unidades de la cadena, juego del cual las glosas son testimonio, cuando la oposicin p / q deriva de la homonimia o de la polisemia institucionalizada (strip-tease activa el sentido de espectculo de revista (8); seductor activa el sentido de frvola en ligera (17)), las glosas se presentan como un afloramiento. Cuando la oposicin p / q se inscribe dentro de la polisemia no- inventariable que el funcionamiento discursivo imprime a las unidades lexicales (cf. por ejemplo, sujeto en el sentido freudiano (29) o aparato en el sentido de Pascal (25)), se trata de otro juego, tambin constitutivo del sentido de las palabras aqu y ahora en el discurso: el juego descripto por Bajtin como dialogismo fundamental de todo discurso, consecuencia del hecho de elaborarse ste en medio de lo ya-dicho de los otros discursos y especficamente, de lo ya-dicho que, sedimentado en cada palabra, hace de ella un lugar compartido donde se confrontan discursos diferentes, portadores de sentidos diferentes para esa palabra. El llamado explcito a un cierto exterior discursivo, de apoyo, para anclar en l el sentido de X, se presenta como un movimiento de defensa contra un exterior discursivo, vivido como capaz de, a partir del campo interdiscursivo de fuerzas, imponerse, esto es, de forzar en X las puertas del discurso para imponer all su sentido (movimiento que explicita, por ejemplo, en (1) la glosa no en el sentido de Bourdieu en el discurso de un socilogo).

As, marcando un posicionamiento en el interdiscurso, todas esas glosas que se apoyan explcitamente en el exterior, muy frecuentes en los discursos tericos y polticos, testimonian implcitamente la presencia o gestacin relativamente al discurso que est siendo hecho de un exterior, a cuya fuerza de captacin las glosas se oponen: por ejemplo, si en el sentido freudiano en (29) descarta el conjunto de otras significaciones posibles para sujeto, es claramente a un otro discurso especfico que el se opone, el discurso marxista contexto discursivo dominante para el discurso del cual trata el enunciado en cuanto un sentido del trmino sujeto (como conjunto de relaciones sociales) es producido ah; la referencia a Pascal en (25) funciona como una defensa especfica contra el riesgo de absorcin (en esa poca) por el discurso althusseriano y sus aparatos ideolgicos del estado. La glosa en el sentido materialista de (30) es una proteccin contra el sentido lgico del discurso epistemolgico dominante. En otro registro, la glosa de fijacin del sentido de la palabra racista en (11) testimonia un momento en las relaciones de fuerzas ideolgico- polticas: la presencia del discurso de Le Pen cuya proposicin litnica es que no hay otro racismo en Francia sino el racismo antifrancs es lo que funda la posibilidad de esta definicin, mas la necesidad de referencia explcita de este sentido, incluso dentro del cuadro del National Hebdo, muestra al mismo tiempo su carcter marginal a la cara del sentido recibido consensualmente en la comunidad.

Juego sobre la identificacin del sentido q a travs de la combinatoria de semas en el contexto y / o de las relaciones de fuerzas en el ya-dicho interdiscursivo , juego sobre una simple eliminacin del sentido q o sobre su conversin en una afirmacin de no-q sobre el referente, la fijacin de X en el sentido p es an un juego entre el no en el sentido de q y no solamente en el sentido q, en el cual la especificacin del sentido p corresponde, de hecho, a un X tambin en el sentido p que se opone a la exclusividad del sentido q en X, mas no a su presencia. La glosa se apoya, por el contrario, en el carcter contextual evidente de q para acrecentar all un segundo sentido, la fijacin explcita de un sentido reuniendo aqu, de manera interpretativa, las formas por las cuales, explcitamente, un enunciador requiere una pluralidad de sentidos en X: as, por ejemplo, en (12) el sentido poltico presente en las fuerzas de reaccin no es abolido sino ajustado al sentido etimolgico, como en (15) el sentido de trabajo se combina con el de parto; o en los enunciados (36) (38), donde contrariamente al funcionamiento de (35), en que el sentido usual, no etimolgico, de pederasta es evidentemente rechazado el comentario en el sentido propio sera conmutable por tambin en el sentido propio o en los dos sentidos o en todos los sentidos de la palabra, formas en las cuales, como veremos abajo, el sentido p explcito no elimina concordar por entenderse en (36), extraordinario por loco en (37) o la acepcin teatral por tocar en jouer (38).

Frecuentemente es fuera del contexto lineal prximo que los elementos sern convocados para construir de manera no-discreta la interpretacin de en el sentido p como eliminacin o preservacin de un sentido q: as, el enunciado (13) no consigue por s mismo separar en el lugar el sentido usual de mujer fatal. Y el espacio interpretativo abierto por la glosa podr as ser el lugar de construcciones diferentes del sentido de un X explcitamente fijado, o ser incisivamente utilizado como en ese enunciado de Drumont (41), en que lo ya-dicho en el cual ese enunciado se inscribe (ya-dicho donde encontramos, por ejemplo: Por el hierro [...] o por la expulsin es necesario que el judo desaparezca) permite dar a la glosa en el sentido p, bajo la cobertura de mala fe de un rechazo del sentido usual de exterminar el siniestro valor premonitorio de en todos los sentidos de la palabra:

41) [Es necesario exterminar a los judos] tomando la palabra exterminar en el sentido en que la tomaba Racine; colocarlos fuera de las fronteras, situarlos afuera, [...] (Drumont, La libre parole, 2-11-1897, citado en J. P. Honor, Le Vocabulaire de lantisemitisme).

2. Solicitar explcitamente una pluralidad de sentidosEsta es una respuesta metaenunciativa inversa a la descubierta en X del no-uno del sentido: la respuesta de la acogida, de la exhibicin explcita de una pluralidad de sentidos, a travs de formas diversas, dando lugar, as, a la interpretacin.

Es el caso de tambin en el sentido p, que especifica el otro sentido que ser agregado al sentido que tiene como evidente, explicitando uno de los valores interpretativos- encontrados para en el sentido p:

42) Cuantos fisioterapeutas se preguntaron si no habran escogido su profesin sobre todo porque es una manera vivible de expresar [...] su deseo de manipular a los otros, en el sentido figurado tambin (Th. Bertherat, Courrier du corps, p. 76).

Tenemos tambin la especificacin de uno y del otro sentido X en los dos sentidos p y q:

43) La creacin de una aristocracia intelectual, porque la aristocracia social es, en el sentido propio y figurado, decapitada (Oral universitario, nov. 1983)

44) Las primeras slabas [...] mensaje auditivos smbolo de nuestro nacimiento, sinnimo del presente, en el doble sentido de actual y de don que es el vivir efectivo para ese nio, que, de ser imaginario para los padres, pasa a ser realidad (F. Dolto, Limage inconsciente du corps).

45) Se trata de un cdigo, en el doble sentido de la palabra (de interpretacin y penal): aqul del marxismo- leninismo oficial (R. Debray, Lettre aux communistes, p.81).

46) Mi objetivo es [...] contribuir para el estudio de las vas (en sus dos grafas, va y voz)( y medios (las medias textuales) por los cuales se significa esa ideologa (H. Mitterand, La production du sens..., Coll. De Cerisy, 1975, p.126).

47) Esa pelcula se funda sobre el principio de la balada, en los dos sentidos del trmino(( (Telerama, n 2101, abril 1990, p. 146).

La abertura para una pluralidad de sentidos en X se hace tambin, con igual frecuencia, sin especificar los sentidos solicitados, a travs de dos formas diferentes: en los dos sentidos de la palabra y en todos los sentidos de la palabra, que se revelan, interpretativamente, como casi equivalentes. Para la primera forma tenemos las ocurrencias que siguen (interesa observar que, en oposicin a su frecuencia, no encontr ninguna ocurrencia de en los tres sentidos de la palabra):

48) La lengua es un cdigo con un cierto juego dentro del cdigo. [...] Ah est su economa en los dos sentidos del trmino (J. Bastuji, Modles linguistiques, v. 2, 1983, p. 90).

49) [...] ropaje prestado que emplea el plagiario, autor con falta de texto, para contener, en los dos sentidos del trmino, un mundo interior mal definido [...] (M. Schneider, Vouleurs des mots, p. 377).

50) Vos, cuando queds sola, vos te refugis en la fajina a fondo! Es menos peligroso que mudar, en los dos sentidos del trmino((( (H. Maure, Le cinquantaine au fminin, p. 207).

Se puede observar en esos enunciados la manera definida como el enunciador hace referencia a los dos sentidos de la palabra y, aqu, sin el apoyo de la especificacin de p y q, como en las formas precedentes.

Contrariamente a lo que sera el funcionamiento de las formas como X en los dos sentidos de esa palabra y X en los dos sentidos que esa palabra puede tomar aqu, que distinguiran en teora- una dualidad de sentidos efectivamente realizados de una pluralidad virtual ms amplia, las formas estereotipadas del tipo en el doble sentido de la palabra, se presentan como permitiendo, en su indeterminacin entre token (ocurrencia) y type (signo), una superposicin operada por el enunciador entre la plurivocidad que l percibe y solicita reflexivamente para tal ocurrencia de X y la plurivocidad virtual que l atribuye al signo X.

As, esas formas testimonian de manera compleja la reduccin que se opera, en el proceso enunciativo, de la virtualidad semntica de un signo. Como todas las glosas que trabajan sobre el sentido, sea para asegurar explcitamente lo uno o para, a fortiori, como aqu, decir lo no-uno, esas formas cuestionan, como ya dijimos, el carcter radical de esa monosemantizacin que el contexto y la intencionalidad operaran en el proceso enunciativo sobre la virtualidad semntica de un signo. Pero al mismo tiempo, la no distincin entre pluralidad del sentido de la ocurrencia y del signo que esas formas manifiestan, a las cuales los enunciados recurren regularmente para decir lo no-uno de X, aqu y ahora, me parece, demuestra el proceso de reduccin de las virtualidades del sentido del signo, que se opera efectivamente en la enunciacin. La abertura para la dualidad de sentido de la ocurrencia de X se confunde en la forma metaenunciativa con la restriccin de esa dualidad de la pluralidad virtual del signo X.

En los ejemplos que siguen de esa figura de lenguaje tomada en su doble sentido, apuntaremos al hecho de que, asociada al mismo signo X jeu- jouer [juego- jugar], la forma refiere interpretativamente, segn el contexto, a pares de sentido diferentes: sentido ldico y de fluctuacin en (51), sentido ldico y musical en (52):

51) [...] evaluar el margen del juego (en el doble sentido de la palabra)( dejada para los sujetos por el sistema lingstico (Bull. De SHESL, 4 trim. 1987, p. 6).

52) El lugar de la musicoterapia fue interpretado de hecho no en el cuadro teraputico preestablecido o pre- conceptualizado, pero en los mrgenes: las personas que eran, por ejemplo, musiclogos y msicos tenan un jefe tolerante, deseoso de experimentar, que les permitiera jugar en el doble sentido del trmino-, y algo sin duda efectivamente jug all (Musicothrapies, LAne, n 9, p. 14).

Para la segunda forma, la figura de apertura mxima en un punto X sobre el no-uno del sentido, esto es, el llamado para hacer jugar todos los sentidos de X, que, si es tomado al pie de la letra, inscribira en el decir un punto de proliferacin indefinida del sentido, funciona de hecho en el discurso con una variante de en los dos sentidos de la palabra, confirmando, a posteriori, el anlisis hecho ms arriba, segn el cual, para el sujeto enunciador, los dos sentidos que l percibe y solicita en el punto X de su decir (es decir, para la ocurrencia de X) se imponen como los nicos dos sentidos del signo X, esto es, todos los sentidos. Por detrs de la homonimia, en la oposicin entre X, en todos los sentidos de la palabra de la glosa metaenunciativa y lo Literalmente y en todos los sentidos, con lo cual Rimbaud acompaa su poesa, debe destacarse lo siguiente: la enunciacin que se entrega globalmente al exceso irreferible del sentido que se produce en ella, responde una posicin de control metaenunciativo localizando un punto de apertura del decir para el no-uno del sentido, apertura para una dispersin de todos los sentidos, que se muestra a s misma, interpretativamente, como siendo trada al espacio limitado del juego en X entre dos sentidos. As:

53) La Normanda es tierra de cultura, en todos los sentidos del trmino (Guide Bleu Normandie, p. 49).

54) [...] si vos te torcs una patilla, si perds un tornillo, no dudes en entrar en la ptica ms prxima, va a tener arreglo, con certeza, inmediatamente y gratuitamente, en todos los sentidos del trmino (Vivre avec ses lunettes, Cosmopolitan, abril 1985, p. 78).

55) Fue Jean Renoir quien la descubri en todos los sentidos de la palabra!- para su Dejeneur sur lherbe (picnic), y Catalina se qued [...] (Nouvel Observateur, 20-3-87).

56) De todas formas, es en seguida que el asunto se agrava. En todos los sentidos del trmino. ( Pues es justamente con el acuerdo de Pasqua que se organizaron en seguida [...] [utilizando] toda una red paralela cuya fuerza de choque est constituida por la mafia corsa de los juegos de azar (Levnement du jeudi, 22-1-87, p. 5).

57) Su libertad no viene de Dios ni de la Razn, sino del juego (tomen la palabra en todas sus acepciones) que le suministra el orden simblico, sin el cual l no hablara ni sera un hombre (R. Barthes, Prefacio en F. Flahaut, La parole intermdiaire).

(En este ltimo enunciado, observamos que la glosa todas las acepciones no incluye el conjunto de sentidos puestos en juego en los enunciados (49), (50) o (38), vistos arriba.)

Dos puntos merecen ser apuntados en esta rpida sntesis de formas que operan sobre la pluralidad de sentidos en X. En principio debemos destacar lo que distingue una prctica metaenunciativa de descripcin, hecha por el enunciador, del sentido de las palabras de su decir, de la prctica metalingstica del lexicgrafo: es la indiferenciacin de las formas de desdoblamiento del decir en relacin a lo que est en juego en el no-uno del sentido de X: la polisemia de una unidad lexical como economa (48), ((, por ejemplo; o la homonimia ms asistemtica de balada (47) o corsa (56). En el caso de la prctica metaenunciativa, la designacin uniforme de X por palabra o trmino no refiere a una unidad lexical, sino a un elemento de la cadena significante.

Por otro lado, debemos destacar, en todas las glosas que requieren de varios sentidos para un elemento, el carcter de insustituible que ellas atribuyen de esa manera al elemento X comentado, en la medida en que esa pluralidad de sentidos de la polisemia y tambin de la homonimia- corresponde un bloqueo absoluto de la sinonimia. Queda claro, por ejemplo, que si presente puede recibir los sentidos de actual, por un lado, y de don, por otro lado, como sinnimos en dos contextos diferentes, la conjuncin, solicitada en (44), de esos dos sentidos actual + don en un mismo contexto deriva de la radical singularidad del elemento presente; de ah el parentesco interpretativo entre las formas que solicitan explcitamente un doble sentido para un elemento X (valorizado por eso mismo como insustituible) y las formas del tipo es el caso de decir que apuntan explcitamente para la plena adecuacin de un elemento (fundada sobre su doble sentido).

********

Dentro de los lmites de este artculo, apenas evocar los tipos de esclarecimiento que trae, hacia un discurso, el conjunto de glosas de explicitacin del sentido que desdoblan el decir en las palabras comentadas. Trabaj aquello que, por su especificidad (frecuencia de los puntos de encuentro del no-uno del sentido; palabras comentadas; tipo de no-uno: polisemia u homonimia; modo de tratamiento del no-uno; reduccin o acogida;...), se dice sobre el posicionamiento de ese discurso en el interdiscurso y sobre la relacin subjetiva singular (permeabilidad o cierre) establecida con ese no-uno del sentido. As, para tomar esquemticamente un ejemplo fragmentario, la escritura terica de un Lvi-Strauss (con pocas glosas de reduccin del no-uno) se oponer evidentemente a la escritura de un Barthes (con glosas superabundantes de acogimiento del no-uno).

Sin embargo, ms all de las diferentes puestas en escena discursiva que las glosas permiten, aquello que me interesa subrayar aqu en el funcionamiento del gesto metaenunciativo de explicitacin del sentido de una unidad lexical en contexto es la complejidad de lo que est en juego en el plano del sentido reduccin contextual, explicitacin e interpretacin en el ir y venir entre un contexto de X, que se muestra como insuficiente para determinar unvocamente el sentido de ese elemento X, y una explicitacin que lo suple, frecuentemente, no por el modo autnomo de una descripcin donde se realizara el sentido de X, sino desembocando en un trabajo interpretativo apoyado... en el contexto.

Traduccin (de francs a portugus): Mnica Zoppi-Fontana.

N.T. del Francs al Portugus: expresiones que se prestan a su traduccin en portugus (ou seja, isto ,) no presentan ncleo sintctico que corresponda a cest.

Nota de SILVIA: Cfr. Reyes Siguiendo este enfoque, G. Reyes toma de Sperber y Wilson (1986) la nocin de uso interpretativo del lenguaje, desde la cual es pertinente considerar tanto las citas explcitas como implcitas, y desde la cual se puede contemplar que el discurso citativo adems de informar acerca de lo que dijo alguien, tambin puede tener como fin poner de manifiesto la actitud del hablante hacia lo que est citando: esa evaluacin es lo relevante. La gama de evaluaciones posibles va desde la apropiacin total hasta la ridiculizacin de lo citado (Cf. p. 597) En relacin con esto ltimo, se escribe acerca de la irona:

Comentario de Silvia: Cfr. La ley del gnero con el texto de Derrida discutiendo con Genette Conversar con Csar que fich sto para el primer informe 2004. Releer el fichaje y recuperar las fotocopias (dnde estarn?) Ver tambien libro de Manni, Gerbaudo y otros, 2006: 54)

( N. T.: Cest un pays polic, libral, trs avanc comme on dit de certaines viandes. En el francs, avanc siginifica avanzado y es, en relacin a una comida, casi podrido, deteriorado; frais, fresco. En la traduccin sustituimos viandes por frutas, para mantener el efecto de trocadilla.

( N.T. :.: en el original en francs Le partenaire amoureux est un foyer au sens optique du terme o se rassemblent les mouvements issus des processus psychiques rods depuis lenfance, el enunciado juega con los dos sentidos de la palabra foyer, como zagun y como foco.

( N.T. : en el original Il est reu au concours et cest ainsi quil rencontre Antoine Vitez: Je me souviens de notre cours. Aprs un petite introduction el nous a dit: Travaillons. En deux minutes, jai t conquis. Nous avons joutout de suite au sens propre. Je retrouvais le caractre ludique du jeu, comme lorsque jtais enfant, que je me revtais [...] de vieilles hardes trouves dans des malles [...], la palabra jouer permite el juego de palabras entre los sentidos de tocar (un instrumento) o representar teatralmente y de jugar.

( N. T.: en francs Mon objectif est [...] contribuer ltude des voies (dans les deux ortographes, voie et voix) et moyens (les mdias textuels) par lesquels se signifie cette idologie; voie= camino, va y voix= voz.

(( N. T.: EN FRANCS Ce film est fond sur le principe de la ba(l)lade, aaux deux sens du terme; ballade= balada y balade= paseo.

((( N. T: en francs Toi, quand tu te retrouves seule, tu te rfugies dans le mnage fond! Cest moins dangereux que de dmnager, dans les deux sens du terme; mnage = fajina, dmnager = huir, mudarse.

( N. T: en francs [...] dvaluer la marge de jeu (au double sens de ce mot) laise aux sujets par le systme linguistique; jeu = juego, diversin, jeu = representacin teatral, interpretacin de un instrumento musical.

( N. T.: en francs De toute manire, cest ensuite que laffaire se corse. Dans tous les sens du terme. Car cest bien avec laccord de Pasqua que sont ensuite organiss [...] [en utilisant] tout un rseau parallle dont la force de frappe est constitue par la mafia corse des jeux de hasard, el juego de palabras se funda en los sentidos de corse, entendido como corso e como agravarse.

(( N. T.: en el francs, como en el portugus (y espaol), economa tiene tres acepciones: administracin (en ese caso se asocia a un saber disciplinar), gestin de recursos que evite los gastos (se asocia en ese caso al ahorro) y organizacin interna de un sistema o juego.

a gente corresponde a nosotros. Cambio: la gente por nosotros.

LA TEORA DE LOS DOS OLVIDOS DE PECHEUX?.

Recuerdo algo que tomamos en el primer informe, sobre la diferencia entre METALENGUAJE y metalingstico, metadiscursivo y metacomunicativo no recuerdo fuente, pero me parece que de Camps... ( ver info, 2004)

Y TODO ATRAVESADO

!!!!! Escritor profesional, experto?!

PAGE \# "'Pgina: '#''" Esto es Lacan

NOTAS

Para un estudio sistemtico de esa configuracin enunciativa y para un resumen, cf. Authier- Revuz (1992) y (1993) respectivamente.

Aqu opera una doble restriccin sobre el conjunto de respuestas metaenunciativas posibles para el no-uno del sentido de un elemento X: a) las formas del tipo en el sentido p, en los dos sentidos de la palabra, explicitan el sentido por oposicin a las formas del tipo X, si yo me atrevo a decir, X, si es se el caso de decir as, que explicitan el modo de decir, modo que aparece como alterado o reforzado por el no-uno; b) los casos en que el lugar de X del no-uno es un lexema y no una construccin sintctica, ni incluso una locucin cristalizada.

Cf. nota **, en p. 44.

Cf. nota **, en p. 44, *, en p. 47.

BIBLIOGRAFA

- AUTHIER-REVUZ, J. (1991) Les non-concidences du dire el leer reprsentation mta-nonciative Etude linguistique et discursvie de la modalisation autonymique. Tese de Doutorado de Estado, Universidade de Paris VIII-Saint-Denis, 1992.

PAGE 15