atencion temprana para niños con ceguera

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atención temprana para los niños

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  • ATENCIN TEMPRANA A NIOS CON CEGUERA O DEFICIENCIA VISUAL Atencin temprana a nios con ceguera o deficiencia visual 1a edicin: Organizacin Nacional de Ciegos Espaoles (ONCE), 2000 de esta edicin: ONCE, Direccin General, Direccin de Educacin las autoras Coordinadora del libro: Mara ngeles Lafuente de Frutos Diseo de portada: Direccin de Comunicacin e Imagen, rea de Diseo Coordinacin de la edicin: Direccin de Cultura y Deporte Cuidado de la edicin: Carmen Roig ISBN: 84-484-0235-9 Depsito Legal: M-49095-2000 Realizacin Grfica: CARCTER, S.A. Cristbal Bordi, 35 - 28010 MADRID

  • INDICE Relacin de autoras NOTA PRELIMINAR PRLOGO PRESENTACIN 1. Introduccin 2. Justificacin MARCO CONCEPTUAL. DEFINICIN Y EVOLUCIN DEL CONCEPTO DE ATENCIN TEMPRANA 1. Definicin 2. El dficit visual como factor de vulnerabilidad 3. Criterios bsicos que se han de considerar en la atencin temprana 4. Otras consideraciones OBJETIVOS DE LA ATENCIN TEMPRANA POBLACIN OBJETO DE LA ATENCIN TEMPRANA MODELO DE INTERVENCIN Y METODOLOGA 1. Deteccin, prevencin, rehabilitacin e interdisciplinariedad 2. Un modelo de intervencin 3. mbitos de intervencin 4. reas de intervencin 5. Metodologa de intervencin 6. Distribucin de casos 7. Recursos materiales EL TRABAJO CON FAMILIAS EN EL MARCO DE LA ATENCIN TEMPRANA A NIOS CON CEGUERA O DEFICIENCIA VISUAL 1. Los padres: protagonistas en la intervencin en atencin temprana 2. Un modelo de intervencin familiar 3. Dinmica emocional INCORPORACIN DEL NIO A LA ESCUELA INFANTIL 1. Introduccin 2. Bases para la integracin desde atencin temprana 3. Grupo de socializacin 4. Metodologa de intervencin en la incorporacin del nio en la escuela

  • INTERVENCIN ESPECFICA EN BAJA VISIN 1. Introduccin 2. Valoracin funcional de la visin. Generalidades 3. Evaluacin de la visin funcional 4. Estimulacin del desarrollo visual INTERVENCIN ESPECFICA EN ALUMNOS CON DEFICIENCIAS ASOCIADAS A LA VISUAL 1. Aspectos generales: introduccin 2. Evaluacin 3. Desarrollo e intervencin EVALUACIN Y VALORACIN DE LOS NIOS CON DFICIT VISUAL 1. La evaluacin en atencin temprana 2. Aspectos a tener en cuenta en la evaluacin 3. Objetivos de la evaluacin 4. Evaluacin del desarrollo en atencin temprana PERFIL Y FORMACIN DE LOS PROFESIONALES 1. Capacitacin profesional 2. Caractersticas personales: actitudes A MODO DE CONCLUSIN. PROPUESTA DE ORGANIZACIN 1. Propuesta de organizacin 2. Funciones de los programas de atencin temprana y profesionales ANEXO I- GLOSARIO DE TRMINOS ANEXO II- ESCALAS DE VALORACIN Y MATERIAL DE ESTIMULACIN ANEXO III- REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS ANEXO IV- OTRAS REFERENCIAS: 1. Revistas 2. Vdeos 3. Direcciones de Internet

  • RELACIN DE AUTORAS Mara Rosa Candel Martn-Rincn. Centro de Recursos Educativos "Espritu Santo" de la ONCE, Alicante. Cristina Garca-Trevijano Patrn. Centro de Recursos Educativos "Luis Braille" de la ONCE, Sevilla. Ana Iglesias Vzquez. Equipo Especfico de Atencin a la Educacin Integrada de personas con ceguera o deficiencia visual de Baleares. Merc Leonhardt Gallego. Centro de Recursos Educativos "Joan Amades" de la ONCE, Barcelona. Mara Rosa Lucerga Revuelta. Equipo de Atencin Temprana a nios con ceguera y deficiencia visual de Madrid (IMSERSO-ONCE) Mara Rosa Mayo Tagarro. Equipo Especfico de Atencin a la Educacin Integrada de personas con ceguera o deficiencia visual de Asturias. COORDINACIN: ngeles Lafuente de Frutos. Departamento de Atencin Educativa. Direccin de Educacin de la ONCE

  • NOTA PRELIMINAR El libro que el lector tiene entre sus manos es el resultado de la ciencia y la experiencia de cualificadas profesionales en el rea de la atencin temprana. Cuando hablamos de nios ciegos, como ya apuntara Mary Warnock en su Informe (1978), esta rea de intervencin educativa adquiere especialsima relevancia. En efecto, la ceguera o deficiencia visual grave implican una mengua esencial para el nio en su desarrollo cognitivo, afectivo y social, que exige una actuacin especfica y complementaria que compense tal carencia o deficiencia. Es en este contexto en el que adquiere pleno sentido la obra que presentamos. Atencin temprana a nios con ceguera o deficiencia visual pretende ofrecer a los diferentes profesionales que intervienen directamente en programas relacionados con esta rea fundamental, una gua permanente y un referente bsico que les ayude en su quehacer cotidiano y ordinario. La sencillez expositiva, la claridad conceptual y la operatividad de las propuestas son cualidades extrnsecas nada desdeables de esta til herramienta de trabajo. La ONCE, en su vocacin de servicio pblico, quiere contribuir al adecuado desarrollo educativo, afectivo y social de los nios ciegos y deficientes visuales. Para ello, ha contado, para la redaccin de este libro, con expertas profesionales que han dedicado desde hace aos su esfuerzo y su trabajo a la mejora de la calidad educativa de nuestros nios y nias. Quisiramos, por tanto, dejar clara constancia en esta breve nota de nuestro agradecimiento a ellas y, en general, a todos los especialistas que da a da trabajan en este campo, en la confianza de que esta obra les ser sumamente til y provechosa. Mara Rosa Villalba Simn g

  • PROLOGO El objetivo principal de esta obra es colaborar en el asesoramiento y orientacin de los profesionales de la atencin temprana, especialmente de los que se dedican a la educacin de personas con dficit visual, proponiendo los criterios metodolgicos bsicos en este campo, desde un enfoque que necesariamente ha de ser preventivo. Para ello, procurando dotar al texto de la mxima claridad expositiva y de un formato que facilite la lectura, se desarrollan los aspectos generales que justifican la necesidad de una reflexin sobre la atencin temprana (apartado 1); se define el marco conceptual, los criterios bsicos, los objetivos especficos a considerar y la poblacin objeto de la atencin temprana (apartados 2, 3 y 4); se presenta un modelo de intervencin (apartados 5 y 6); se desarrollan las bases para la integracin del nio en la escuela infantil y se analiza la intervencin especfica con nios que poseen resto visual y con los alumnos con deficiencias asociadas a la visual (apartados 7, 8 y 9); se proponen los aspectos a tener en cuenta en la evaluacin y valoracin de los nios con dficit visual y la concrecin del perfil idneo de los profesionales que se dediquen a esta poblacin (apartados 10 y 11) y, para terminar, se concreta una propuesta de organizacin de la intervencin en atencin temprana (apartado 12). Adems, se ha aadido un breve glosario con la definicin de los trminos ms significativos aparecidos en el libro, una amplia bibliografa que pretende orientar sobre los textos que pueden ayudar en el trabajo y, por ltimo, se ofrece un listado de revistas, direcciones de Internet y una seleccin de vdeos que completan la documentacin aportada. Cada uno de los apartados del libro presenta una estructura similar: van precedidos de una pequea introduccin para informar acerca del sentido y contenido general del apartado, a continuacin se desarrolla el tema a tratar y, por ltimo, se realiza una sntesis final que destaca los aspectos ms relevantes de cada uno de los puntos. Para terminar, se desea transmitir un carioso recuerdo a todos los nios y nias con los que se ha trabajado y que tanto han contribuido a nuestro saber y a sus familias. Asimismo, se agradece el patrocinio de la ONCE que ha hecho posible la consecucin de este trabajo y la publicacin de este libro. nicamente queda agradecer de manera muy especial a las profesionales que han participado en la elaboracin de este libro por haber aportado sus conocimientos, su profesionalidad, su experiencia, su rigor cientfico y su gran capacidad de trabajo en equipo. ngeles Lafuente de Frutos Coordinadora

  • PRESENTACIN 1. Introduccin Este estudio se inicia abordando aspectos generales de la atencin temprana, sus orgenes, sus marcos de actuacin y su soporte legal. Se realiza un breve recorrido por la evolucin de la atencin a los bebs con dficit visual y su situacin actual. Finalmente, se presentan algunos aspectos que justifican la necesidad de una reflexin especfica sobre la atencin temprana a nios1 con dficit visual, tanto en aspectos de contenido como de organizacin. La atencin temprana ha adquirido una progresiva importancia en estos ltimos aos, de forma paralela al desarrollo de la atencin a personas con discapacidad. Como criterio generalizado puede aceptarse que "una buena intervencin sobre el nio con deficiencia *2 o alto riesgo de ella, realizada a la edad ms temprana posible, representa el mejor modo de influir de manera positiva y decisiva sobre el desarrollo ulterior de su vida" (Alonso Seco, 1997). As, en el transcurso de las dos ltimas dcadas, el trabajo en atencin temprana se ha consolidado tanto en instituciones pblicas como privadas, desde los mbitos educativo, sanitario y de servicios sociales. La evolucin de la atencin temprana se encuadra, en el estado espaol, dentro de un proceso general que comienza en Estados Unidos en los aos 50, cuando algunos profesionales empiezan a plantearse la necesidad de atencin en las primeras edades a nios con dificultades; pero ha sido en los aos 70 y 80 cuando esta necesidad ha obtenido reconocimiento universal, se ha desarrollado una legislacin especfica y se han creado o subvencionado servicios desde los poderes pblicos. Existe abundante legislacin internacional que es el soporte legal de lo anteriormente descrito, leyes que han sido ratificadas por Espaa. Entre stas, podemos citar:

    1 Para facilitar la lectura, salvo en aquellos casos en que se especifique se utilizan los trminos genricos para aludir tanto al gnero masculino como al femenino. 2 El asterisco (*) seala aquellos trminos que, por su importancia o novedad, han sido tratados en el glosario que se adjunta como anexo I. El Plan de Accin Mundial Para las Personas con Discapacidad, elaborado por las Naciones Unidas en 1982, que contempla, especialmente en sus puntos 16 y 46, este tipo de servicios: "Ha de prestarse la mxima atencin al proceso de desarrollo y maduracin de los nios con deficiencias... Para muchos nios, padecer una deficiencia supone crecer en un clima de rechazo y de exclusin de ciertas experiencias que son parte del desarrollo normal. Esta situacin se puede ver agravada por la actitud y conducta inapropiada de la familia y la comunidad durante los aos crticos del desarrollo de la personalidad y de la propia imagen de los nios". El Consejo de Europa, en su Resolucin de AP3 del Comit de Ministros, de 17 de septiembre de 1984, se refiere concretamente a ello, destacando:

  • "...la importancia fundamental de que los nios que sufren una deficiencia real o que corren el peligro de padecer una *minusvala, puedan beneficiarse de una estimulacin y tratamiento precoces, con el fin de lograr el pleno desarrollo de sus capacidades naturales y de limitar, en lo posible, las repercusiones de la deficiencia. Conviene prestar una atencin especial a la participacin de la familia en la aplicacin de la estimulacin y tratamiento precoces". Ms recientemente, en la recomendacin del Consejo de Europa para una poltica coherente para las personas discapacitadas, adoptada por el Comit de ministros de abril de 1992, se establecen como prioritarias, entre otras medidas, el diagnstico y la intervencin precoz. Con posterioridad, estos aspectos se recogen en el Plan de Accin para las Personas Discapacitadas (1995-2000).

    3 Acuerdo Parcial. En Espaa encontramos los orgenes institucionales de la atencin temprana en la creacin del SEREM (Servicio de Rehabilitacin de Minusvlidos), en 1974, y el plan de ayudas a disminuidos, de 1977. Aunque inicialmente la atencin temprana se enmarcaba dentro del rea de los servicios sociales, a partir de los aos 80 encuentra soporte legal en los mbitos de la Educacin y la Sanidad. Alonso Seco, en el texto antes citado, destaca cmo cada uno de estos sectores han remarcado la importancia de la intervencin precoz. Los derechos de los nios objeto de atencin temprana estn recogidos en la Constitucin, en su artculo 49, y en la Ley 13/82 de Integracin Social de los Minusvlidos (LISMI). Con el desarrollo autonmico se produce una situacin diferente en cada Comunidad Autnoma. En todas ellas la atencin temprana es un derecho reconocido explcitamente, aunque varen los modelos y las instituciones implicadas. Bsicamente esta necesidad se recoge en las instituciones relacionadas con los servicios sociales, la educacin y la salud, desarrollando y creando infraestructuras ms o menos coordinadas, segn cada Autonoma. La pionera en este sentido es Catalua que desarrolla en 1985, con el traspaso de competencias del entonces llamado INSERSO (Instituto Nacional de Servicios Sociales), los primeros programas institucionales autonmicos de atencin precoz, creando el Programa Sectorial de Estimulacin Precoz. Al mismo tiempo, desde diferentes entidades privadas se pueden destacar mltiples iniciativas. Siguiendo a Alonso Seco (1997): "En estas dos ltimas dcadas se ha cumplido un gran objetivo, que la Atencin Temprana haya tomado carta de naturaleza. Queda todava el reto de mejorar los cauces organizativos ms operativos para aumentar la eficacia de lo ya conseguido". Hasta el inicio de los aos 80, la atencin educativa a los nios con ceguera o deficiencia visual se llevaba a cabo en centros especficos y la edad de ingreso en los mismos era la establecida en el pas como obligatoria (seis aos). Dado

  • el retraso madurativo que se observaba en algunos alumnos y las secuelas, a veces irreversibles, que otros presentaban en el momento de acceso a los colegios, algunos profesionales plantearon la necesidad de la educacin preescolar, con el fin de prevenir dichos retrasos. Por otra parte, cuando comienza a atenderse a estos nios desde la edad preescolar se vuelve a plantear la necesidad de atencin en edades an ms tempranas. As, gradualmente, fueron surgiendo en el pas distintas experiencias de apoyo a la integracin y atencin temprana. Por ejemplo, en Barcelona comienza a prestarse atencin temprana a los nios con ceguera en el curso 1978, desde La Caixa (Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros). En el marco de las instituciones pblicas, puede citarse la creacin de la unidad de atencin a nios con deficiencia visual de cero a seis aos, en mayo de 1981 y que empieza a funcionar en Madrid, desde el INSERSO (actual Instituto de Migraciones y Servicios Sociales, IMSERSO). Al mismo tiempo, se extiende la atencin a los nios con dficit visual desde los diferentes Equipos de Atencin Temprana de los centros base del INSERSO, dentro de sus programas generales de atencin temprana. En julio de 1983 se firma un acuerdo marco entre el Ministerio de Educacin, el INSERSO y la ONCE (Organizacin Nacional de Ciegos Espaoles) en materia de atencin educativa a personas con ceguera o deficiencia visual. En este acuerdo de carcter nacional quedaron establecidos los criterios de actuacin de los tres organismos, sirviendo como principios inspiradores de los siguientes convenios. Este acuerdo es significativo, no tanto por los recursos que pone en funcionamiento, sino por el cambio de poltica educativa para la poblacin con deficiencia visual, que es reconocido pblicamente por los organismos competentes en la materia. Fue pionero en la configuracin de la atencin educativa vigente hoy en Espaa y supone, tambin, un reconocimiento especfico del derecho a la atencin temprana. En estos aos existen dos movimientos que confluyen en la puesta en marcha de diferentes servicios de atencin temprana a nios con dficit visual. Por un lado, desde el mbito de lo pblico (fundamentalmente el IMSERSO) y, por otro, desde el mbito de lo privado (La Caixa; Cruz Roja; ONCE; diferentes asociaciones como ASPAIDEV (Asociacin de Padres de Invidentes y Deficientes Visuales) en Mlaga; APANDEVIC (Asociacin de Padres de Nios Deficientes Visuales de Cartagena), etc.) La ONCE, en colaboracin con las distintas administraciones, ha asumido progresivamente la atencin temprana a nios con dficit visual, inscribindola como un servicio educativo ms que se presta desde los Centros de Recursos Educativos* y los Equipos Especficos* de atencin a la educacin integrada de personas con ceguera o deficiencia visual. Paralelamente al desarrollo de estos servicios, se llevan a cabo jornadas, encuentros, seminarios, cursos, etc. Puede destacarse la celebracin en Madrid de varias jornadas de mbito nacional, organizadas por la ONCE en los

  • aos 1992 y 1996, a las que asisten profesionales de todos los Equipos Especficos. En estos encuentros se pone de manifiesto la necesidad de un enfoque preventivo que evite las desviaciones que pueden presentar los nios con ceguera o deficiencia visual en su desarrollo y la importancia de homogeneizar criterios que procuren la prestacin de servicios de atencin temprana con unas mnimas garantas de xito. La atencin a las primeras edades se ha ido consolidando, por tanto, como un servicio ms que ofrece la ONCE, en coordinacin con las diferentes administraciones, en todo el estado espaol. Su situacin actual puede describirse como una realidad heterognea4 que incluye diferentes niveles de organizacin. Actualmente es un criterio generalizado considerar a la atencin temprana como un espacio diferenciado, donde se resalta su dimensin preventiva y teraputica. Sin embargo, en la actualidad, en la mayora de los casos, todava se est desarrollando la intervencin desde una perspectiva pedaggica, considerndola como una etapa educativa ms, no diferenciada de la intervencin que se realiza con el resto de etapas.

    4 La intervencin en atencin temprana prestada desde la ONCE, en coordinacin con las diferentes administraciones, constituye una realidad heterognea que incluye diferentes niveles de organizacin: Equipos especializados en atencin temprana. Equipos donde existe uno o varios maestros que atienden de forma especfica o preferente a los nios de atencin temprana. Equipos donde la atencin temprana se rige por los mismos criterios que la atencin al resto de la poblacin: zonificacin, nmero de casos, etc. Equipos que derivan la poblacin de atencin temprana a gabinetes privados y/o a gerencias de servicios sociales con los que se mantienen coordinaciones puntuales. El equipo especfico asume estos casos en el momento en que inician su escolarizacin en la escuela infantil. 2. Justificacin A lo largo del presente estudio se insistir en el hecho de que la aparicin del dficit visual puede ser un elemento de desestructuracin para el nio y su familia. Poder identificar los sentimientos negativos, permitir que sean expresados para que la familia pueda reorganizarse y guiar todo el proceso es parte fundamental de la intervencin teraputica que, en su vertiente preventiva, incluye la posibilidad de generar recursos y favorecer condiciones que puedan aminorar el impacto y ayudar a las familias antes de que se instalen sentimientos, expectativas o prcticas educativas inadecuadas o desintegradoras. Para realizar una intervencin con garantas es fundamental la especializacin, competencia y dedicacin de los diferentes profesionales. Tomando en cuenta todo lo anterior, en este trabajo se intenta unificar criterios para establecer una estructura mnima donde pueda insertarse de manera coherente el trabajo que se realiza en atencin temprana. Se ha trabajado y discutido desde la experiencia y la formacin personal, intentando tener siempre presente el desarrollo de una atencin de calidad a

  • los nios con dficit visual y a sus familias, con un planteamiento coherente y realista dentro de los recursos disponibles. Nuestro deseo ha sido, en todo momento, una continua mejora tanto en la atencin prestada como en la comprensin de los procesos relacinales de crecimiento de los nios. En todo caso, hemos querido tener presente a los nios con ceguera o deficiencia visual y a sus familias, con los que hemos compartido muchos aos de nuestra vida profesional. La atencin temprana a nios con dficit visual se inscribe en el marco general de esta disciplina que est en evolucin, que se ha consolidado desde diferentes mbitos y que requiere, para ser realmente eficaz, un esfuerzo de coordinacin de todos los organismos y profesionales implicados. El trabajo dirigido a bebs con dficit visual tiene un amplio recorrido histrico. Sus contenidos bsicos y sus prioridades tcnicas estn suficientemente formalizados. Se hace necesario un esfuerzo organizativo para que los nios y sus familias estn adecuadamente atendidos. Este estudio presenta, por un lado, aspectos de contenido terico y, por otro, propone una estructura organizativa que asume lo especfico de este programa, al mismo tiempo que lo hace accesible a toda la poblacin que lo necesita, dando soporte al trabajo de los profesionales implicados. Volver al Indice / Inicio del capitulo

  • MARCO CONCEPTUAL. DEFINICIN Y EVOLUCIN DEL CONCEPTO DE ATENCIN TEMPRANA

    Se presenta una definicin de atencin temprana general y otra especfica de la intervencin dirigida a los bebs y nios de corta edad con ceguera o deficiencia visual. A continuacin se analiza la concepcin del dficit visual como factor de riesgo para el desarrollo y, finalmente, se enumeran algunas consideraciones que deben especialmente tenerse en cuenta en la intervencin. 1. Definicin El Real Patronato de Prevencin y Atencin a Personas con Minusvala define la atencin temprana como el conjunto de medidas puestas al servicio del nio que presenta trastornos o disarmonas en su desarrollo, en las reas motoras, sensoriales o mentales, o riesgo de padecerlas, as como al servicio de sus familias y de su entorno, con la finalidad de garantizar y potenciar al mximo el desarrollo de las capacidades fsicas, psquicas, sensoriales y sociales de ese nio, desde los primeros momentos de su vida. Un dficit sensorial durante los primeros aos de vida entraa un grave riesgo de que se produzcan detenciones o desviaciones del desarrollo con secuelas, a veces, irreversibles para el sujeto. Por tanto, la atencin temprana a nios con ceguera o deficiencia visual comprende el conjunto de medidas, de orden psicopedaggico, mdico y social, encaminadas a la consecucin del desarrollo del nio sin otras discapacidades que las estrictamente inherentes a su dficit visual. Lidia Coriat5 (1974), pionera de la atencin temprana, afirma: Es a travs de la madre que se introducen, en el campo de la relacin con su hijo, los elementos que apoyarn al nio afectado por deficiencias... Como estamos hablando de nios y no de cosas, no se trata de reparar sistemas nerviosos o de colocar informaciones en su debido lugar como se hara en una biblioteca, sino de ofrecerle al nio la posibilidad de recuperar o construir su lugar como persona. 5 Lidia Coriat, neuropediatra Argentina, es una de las pioneras en Atencin Temprana y referencia obligada en este rea si se contempla desde una perspectiva parental, amplia y humana. 2. El dficit visual como factor de vulnerabilidad Un individuo sano nace dotado de un programa biolgico adecuado para adaptarse al mundo exterior y para poder asimilarlo. El beb sano nace con unas respuestas conductuales que primero son reflejas y, progresivamente, van hacindose ms intencionales. Los adultos prximos al nio, principalmente la madre, estn capacitados de forma natural para interpretar estas reacciones y poder responderlas. De este modo, si no hay otras perturbaciones, los bebs se hacen progresivamente ms competentes y los padres ms eficaces.

  • Cualquier discapacidad* sensorial, fsica o psquica rompe este desenvolvimiento natural y obliga al individuo y al entorno que le acoge a realizar un esfuerzo de adaptacin y a suplir, con recursos alternativos, las carencias que presente el nio. Pero este esfuerzo suplementario, este rodeo adaptativo, no siempre resulta viable. En parte, por razones debidas al propio dficit y, en parte, por la situacin de desinformacin y de crisis emocional en que suelen encontrarse los padres. La existencia de una discapacidad es, en s misma, un factor de riesgo para el desencadenamiento de otras perturbaciones del desarrollo que se asocian a la discapacidad original. Son precisamente estas limitaciones aadidas a la disfuncin misma las que deben prevenirse en los Servicios de Atencin Temprana, desde una intervencin cualificada y cuidadosa, porque es en estos primeros aos cuando todava puede ser modificable el funcionamiento psquico. En el caso de los nios con ceguera o deficiencia visual, podramos aglutinar estas dificultades iniciales en torno a dos ejes: En lo cognitivo, el dficit visual impone una seria limitacin para interpretar buena parte de la informacin exterior y para integrar los estmulos que, en estos casos, llegan de forma sesgada o incompleta. En lo emocional, la privacin de la mirada como cdigo universal de contacto y de comunicacin interferir la relacin del beb con sus padres. Esta situacin de partida coloca al nio en una situacin de riesgo que, en combinacin con otros factores psicosociales, puede producir detenciones o desviaciones del desarrollo y, en el peor de los casos, la desestructuracin psquica. Ahora bien, es un hecho que la misma situacin traumtica no genera en todos los sujetos idntica respuesta, lo que hace pensar que tenemos un margen para realizar la intervencin preventiva. El dficit visual puede tener una influencia desestructuradora sobre el psiquismo, pero es la interaccin dinmica entre padres y beb lo que proporciona el margen individual al sujeto para dar respuestas ms o menos adaptadas. Desde estas consideraciones, y dada la trascendencia de los primeros das y meses para el futuro de toda una vida, la atencin temprana constituye un derecho de cada nio y su familia que permitir crear las bases, los apoyos y los "andamiajes" para influir en el desarrollo individual de su personalidad y de su autonoma. La atencin temprana es, por tanto, de importancia crucial para prevenir y disminuir los efectos de la deficiencia. En consecuencia, desde el mbito familiar, el modelo de trabajo se orienta en

  • una doble vertiente preventiva y habilitadora, que exige una intervencin interdisciplinar. 3. Criterios bsicos que se han de considerar en la atencin temprana Antes de entrar en el desarrollo de los objetivos y la metodologa que se ha de seguir en la intervencin en atencin temprana, conviene realizar algunas consideraciones generales: Cada nio tiene su propio perfil de desarrollo y cada familia su propia dinmica relacional, por tanto, requieren una atencin cuidadosa e individualizada. Todas las reas de desarrollo del nio estn interrelacionadas. Las primeras interacciones y relaciones, as como los modelos que utiliza la familia, son el primer vehculo para movilizar el desarrollo y el crecimiento del nio. Los perodos sensibles* no aparecen de forma idntica en todos los nios, los ritmos de desarrollo son distintos. El respeto a estos perodos sensibles personales es una tarea compleja y difcil, que exige el conocimiento de los estudios que relacionan los principios tericos con la experiencia de desarrollo de los nios afectados por un dficit visual. Las primeras alertas, sntomas o problemas de conducta que puede presentar el nio con dficit visual indican, a menudo, problemas en su vinculacin afectiva, en la modulacin sensorial y su procesamiento y en la organizacin motora o mental. Es imprescindible que los profesionales de la atencin temprana creen una alianza teraputica con la familia, sin la cual la intervencin posterior podra quedar invalidada. Las posibles desviaciones del desarrollo o las alteraciones que presente la conducta del nio deben ser observadas conjuntamente por los padres y los profesionales. La intervencin adecuada con el nio y su familia se debe realizar lo antes posible. Es necesario prestar atencin a las primeras vinculaciones y tener en cuenta la importancia crucial de las primeras experiencias vividas por los nios en sus relaciones iniciales con el mundo exterior, as como la importancia de los perodos crticos*. Por tanto, estas experiencias debern ser gratificantes y adecuadas a la evolucin del nio, por lo que es necesario: Evitar la anticipacin de conductas y aprendizajes para los que el nio no est preparado, pues esto podra originar:

  • - desinters por determinadas conductas y evitacin de otras prximas de nivel inferior; - excesiva dedicacin de tiempo; - aparicin de sentimientos de frustracin. Evitar la insistencia en conductas o aprendizajes que el nio ha asumido, dado que esto podra dar lugar a: - disminucin de la fuerza motivadora exploratoria, de curiosidad, de afn de saber; - prdida de inters por nuevas adquisiciones; - actitudes negativas; - retrasos innecesarios en los procesos de desarrollo. 4. Otras consideraciones Los profesionales de la atencin temprana deben tener en cuenta, en su intervencin, estos otros aspectos: Considerar lo delicado del momento en que tiene lugar la intervencin. En los inicios de la vida se gestan funciones muy complejas de importancia vital para el desarrollo del psiquismo del nio y que requieren la existencia de un continente que necesita intimidad. El profesional debe entrar en contacto con la realidad y problemtica de la familia sin invadirla. La actitud teraputica ha de estar orientada a preservar, en todo lo posible, este continente protector. Las dificultades propias de cada familia. El excesivo protagonismo del dficit provoca una demanda explcita de asistencia al nio, lo que puede dar lugar a cierta falta de conciencia de la necesidad de atencin al grupo. Es necesario, por tanto, reformular la demanda para que los padres consideren la necesidad de colaborar activamente. El profesional realizar un trabajo de aproximacin comprensiva y emptica al grupo familiar, contactando de forma sensible con la situacin de riesgo que se ha creado y con la vulnerabilidad del grupo. Esta vulnerabilidad se sita en relacin con el dao que podra infundirse al elemento nuclear de unin emocional de sus miembros, es decir, al vnculo*. Por otra parte, el profesional potenciar y subrayar el papel protagonista de la relacin amorosa en la dinmica familiar, considerado como factor organizador de la vida emocional del grupo. Dificultades propias de los equipos especficos. El trabajo teraputico con las familias es de gran complejidad y requiere una inversin importante en formacin. Los equipos han de desarrollar,

  • especialmente por medio de la supervisin, un espacio mental de grupo para la familia. La familia es tambin objeto de tratamiento. Los profesionales deben tomar conciencia de que en este trabajo se da un proceso dual: del equipo a la familia y de la familia al equipo. Dificultades derivadas del modelo asistencial. Todava domina un protagonismo excesivo del trastorno individual. El dficit visual en los primeros aos de vida entraa un grave riesgo de que se produzcan detenciones y desviaciones del desarrollo con secuelas, a veces, irreversibles. Por tanto, la atencin temprana a esta poblacin comprende el conjunto de medidas de orden psicopedaggico, mdico y social encaminadas a la consecucin del desarrollo del nio sin otras discapacidades que las estrictamente inherentes a su dficit visual. La ceguera o deficiencia visual supone un esfuerzo de adaptacin al nio y a su familia. Las dificultades pueden aglutinarse en torno a dos ejes: En lo cognitivo, el dficit visual impone una seria limitacin para interpretar buena parte de la informacin exterior y para integrar los estmulos que, en estos casos, llegan de forma sesgada o incompleta. En lo emocional, la privacin de la mirada como cdigo universal de contacto y de comunicacin interferir la relacin del beb con sus padres. No intervenir en edades tempranas puede traer consigo, en algunos casos, una desestructuracin del psiquismo. Volver al Indice / Inicio del capitulo

  • OBJETIVOS DE LA ATENCIN TEMPRANA Se define el objetivo general de la atencin temprana y los especficos que lo desarrollan. El objetivo general de la atencin temprana es ayudar al nio y a su familia a encontrar nuevas formas de adaptacin que permitan conseguir, en el mbito cognitivo, una estructuracin coherente del mundo fsico y alcanzar, en el aspecto emocional, un desarrollo armnico de la personalidad. Dos son los objetivos bsicos en atencin temprana: Favorecer, desde el nacimiento, el desarrollo de todo nio con dficit visual. Dar soporte a la familia desde el momento de la deteccin del dficit, prestndole una atencin individualizada. Estos objetivos se concretan en: Favorecer y facilitar los procesos de desarrollo, socializacin e integracin del nio. Organizar la asistencia al grupo familiar, tomando como base de trabajo el desarrollo de elementos de contencin* del sufrimiento de las familias afectadas. Informar, asesorar y apoyar a los padres. Implicar a los padres en el crecimiento de sus hijos. Generar recursos en el entorno familiar. Lograr una coordinacin interna y externa con los recursos de la zona. Fomentar la reflexin y el estudio sobre instrumentos clnicos y psicopedaggicos especficos. Dos son los objetivos bsicos en atencin temprana: Favorecer el desarrollo de todo nio con dficit visual desde el nacimiento. Dar soporte y apoyo a la familia desde el momento de la deteccin del dficit, prestndole una atencin individualizada.

  • POBLACIN OBJETO DE LA ATENCIN TEMPRANA En este apartado se determinan los posibles beneficiarios de la atencin temprana Las diferentes actuaciones que se desarrollan desde la intervencin en atencin temprana van dirigidas a todos los nios con dficits visuales graves con edades comprendidas entre el nacimiento y los 4 aos, prorrogable hasta los 6 aos, en funcin de la edad de desarrollo y de las caractersticas psicosociales del nio. El criterio de atencin es la consideracin de que el dficit visual est condicionando el desarrollo del nio y su relacin con el medio. La edad de salida del programa oscilar entre los 4 y 6 aos de edad, establecindose los criterios de derivacin teniendo en cuenta la metodologa especfica utilizada en atencin temprana y las caractersticas particulares del nio y no exclusivamente como consecuencia de la edad cronolgica o de criterios de escolarizacin. Asimismo, podrn ser beneficiarios de los servicios de atencin temprana todos los nios con alto riesgo de padecer dficits visuales graves, en la medida en que sean destinatarios de las actividades de prevencin que podamos poner en marcha y de otras medidas de atencin de las que pudieran beneficiarse directa o indirectamente. Los programas de atencin temprana van dirigidos a todos los nios que padecen un grave dficit visual, en el perodo comprendido entre el nacimiento y los 4 aos de edad, prorrogable hasta los 6 aos, en funcin de la edad de desarrollo y de las caractersticas psicosociales del nio.

  • MODELO DE INTERVENCIN Y METODOLOGA Se presenta un modelo de intervencin que ha sido experimentado y revisado de forma sistemtica y que precisa de un trabajo multiprofesional. Se analizan brevemente los mbitos y las reas de intervencin, la metodologa a seguir y los recursos materiales precisos para llevarla a cabo. 1. Deteccin, prevencin, rehabilitacin e interdisciplinariedad La intervencin en atencin temprana necesita de un trabajo interdisciplinar que englobe distintos mbitos (mdico, psicolgico, pedaggico y social) y contemple los siguientes aspectos: Trabajo de deteccin en maternidades y hospitales. Trabajo de prevencin con neonatos, bebs y nios con riesgo de dficit visual severo. Trabajo favorecedor de un normal desarrollo del nio en todas las reas y, en especial, del desarrollo de una personalidad sana. Trabajo favorecedor y potenciador del desarrollo de las funciones visuales desde las primeras etapas de la vida. Trabajo de coordinacin interdisciplinar en hospitales, servicios de atencin temprana, escuelas infantiles, profesionales de los centros de recursos educativos, etc. 2. Un modelo de intervencin El funcionamiento de grupos es de una gran complejidad y nuestros conocimientos son limitados. Por una parte, debemos estar en constante bsqueda y abiertos a la creacin de nuevos modelos de intervencin y, por otra, revisar las premisas esenciales que los configuran. Como dice el Dr. G. Salvador6; necesitamos construir mucha ms experiencia de trabajo con las familias (Salvador, 1995), a lo que aadimos: ... as como con los nios afectados por un dficit visual. Con toda sencillez, exponemos aqu uno de los modelos de intervencin en atencin temprana, modelo que ha sido experimentado y revisado de forma sistemtica: a) Deteccin Mantener un contacto peridico con profesionales de las maternidades y hospitales (neonatlogos, pediatras, oftalmlogos peditricos, enfermeras, trabajadores sociales...), por medio de una relacin directa o a travs de seminarios, charlas, conferencias, etc., que propicien el conocimiento de las repercusiones y consecuencias que puede determinar el dficit visual en el

  • desarrollo del nio y que pongan de relieve la importancia de una atencin temprana realizada lo antes posible. b) Prevencin Se atender a todo nio con riesgo de severo dficit visual desde su nacimiento. El conocimiento, por parte de los profesionales del mbito sanitario, de los riesgos que implica la ceguera o deficiencia visual para el desarrollo del nio, facilita extraordinariamente el trabajo de la atencin temprana. De esta forma se disminuyen los efectos del dficit, en especial en los casos menos severos, ya que se favorece una normalizacin a los pocos aos de vida. En los nios ms gravemente afectados, el hecho de poder propiciar un trabajo global e integrador con el nio y su familia puede ser decisivo para disminuir los graves riesgos que implica la falta total de visin. 6 G. Salvador, mdico y psiquiatra. Asesor y supervisor de Equipos de Atencin Temprana en Catalua. Especialista en el trabajo con familias y su organizacin. Ver el captulo dedicado a "Funcions emocionis de la familia", del texto citado en el apartado de bibliografa. c) Desarrollo evolutivo El profesional especialista en atencin temprana posee conocimientos tericos y prcticos que ayudarn al nio y a sus padres en la orientacin y seguimiento de las distintas etapas de desarrollo, teniendo en cuenta las capacidades personales y los ritmos que cada nio y cada familia puedan presentar. Por otra parte, este profesional realizar un trabajo personalizado con los padres desde una funcin de contencin del sufrimiento y la ansiedad que, en las distintas etapas de elaboracin del duelo, stos experimentan, a la vez que ha de favorecer el contacto con esas dificultades y su expresin. Los estilos de vida y la organizacin de las familias estn en constante proceso de cambio, que debe ser contemplado y analizado detenidamente. El crecimiento emocional se enmarca, cada da ms, en nuevos modelos de familia (monoparental, pluriparental, etc.). Por otra parte, las variaciones del mercado laboral determinan tambin cambios de forma de vida, por lo que aparecen nuevas maneras de crecer, o bien, de regresin y/o de enfermar. La consideracin de todos los elementos que aparecen en la dinmica familiar y su ajustada evaluacin son la mejor garanta de proteccin que el profesional puede ofrecer. d) Desarrollo visual El profesional especialista en atencin temprana favorecer y potenciar, lo antes posible, el inicio y desarrollo de las funciones visuales en sus diversas etapas, teniendo en cuenta el grado de afectacin que los nios pueden presentar y sus dificultades personales. Este trabajo se realizar de forma estrecha con los padres que, con su amor y esfuerzo, propiciarn la continuidad de estas funciones. e) Interdisciplinariedad

  • Ante los continuos cambios que se estn dando en nuestra sociedad, antes mencionados, los profesionales dedicados a la pequea infancia deberan pensar cmo organizarse para, de forma interdisciplinar, cubrir la necesidad implcita o explcitamente manifestada por las familias: ser acompaados, ayudados y atendidos para hacer frente a la necesidad de promover un crecimiento emocional adecuado, en unos momentos en que el grupo familiar est en riesgo. Por ello, un trabajo continuo y coordinado con distintos profesionales del mbito sanitario, social, psicolgico y pedaggico es imprescindible. Por tanto, se potenciarn sesiones de coordinacin interdisciplinar entre todos aquellos profesionales que intervengan en el trabajo que se est realizando y que aportan un mejor conocimiento del nio. As, por ejemplo, es aconsejable mantener sesiones de seguimiento de la intervencin con los siguientes profesionales: Neonatlogos, pediatras, enfermeras, oftalmlogos peditricos, trabajadores sociales, etc., en los casos de un neonato con ceguera o deficiencia visual internado en un hospital. Oftalmlogos que estn tratando la patologa ocular del nio, a fin de realizar la evaluacin y seguimiento del trabajo de estimulacin visual. Profesionales de otros servicios de atencin temprana que traten los casos de nios con trastornos asociados. Es conveniente establecer quin de los profesionales que atiende al nio ser la persona de referencia que unifica toda la informacin frente a la familia y se hace cargo de un trabajo directo con ella. Profesionales de guarderas, escuelas infantiles, plantas hospitalarias oncolgicas, equipos especficos, etc. Psiquiatras infantiles que ayudan al profesional especialista en atencin temprana a orientar el trabajo con el nio y la familia, a situar o resituar su propio rol de especialista y a supervisar su propio trabajo, a fin de que se pueda comprender mejor el tipo de personalidad que el nio est desarrollando e incidir en un buen trabajo de orientacin y soporte. 3. mbitos de intervencin Los mbitos de intervencin son los siguientes: Atencin conjunta a los padres y al nio. Atencin a toda la familia. Atencin individualizada al nio en el centro. Atencin individualizada a los padres. Grupos de padres. Grupos de nios. Grupos de hermanos, cuando sea necesario.

  • Coordinacin con otros profesionales en un trabajo conjunto interdisciplinario. Sensibilizacin en hospitales y maternidades. Escuelas infantiles. 4. reas de intervencin Con el objetivo de favorecer el desarrollo global del nio se tendrn en cuenta las siguientes reas de intervencin: Desarrollo afectivo y emocional. Desarrollo sensorial. Desarrollo perceptivo-cognitivo. Comunicacin y lenguaje. Desarrollo psicomotor. Autonoma personal. Estimulacin visual. 5. Metodologa de intervencin A continuacin presentamos la metodologa de intervencin que deben seguir los servicios o programas de atencin temprana: Contacto inicial con quien haya realizado la deteccin del caso, intercambio de informacin e historial clnico y primer encuentro con la familia. Entrevista inicial con la familia, en el hospital, en la sede del equipo, segn la edad del nio y sus circunstancias en el momento de la derivacin. En esta entrevista de acogida se recoger informacin sobre la estructura y el funcionamiento de la familia, las preocupaciones, dificultades y expectativas que tienen respecto a su hijo, sobre ellos mismos y con relacin a su entorno. Recopilacin de las evaluaciones realizadas por otros profesionales que participen o hayan participado en el proceso (trabajador social, psiclogo, oftalmlogo...) Evaluacin conjunta del terapeuta especialista y del psiclogo, a travs de los diferentes procedimientos de trabajo que puedan informarnos del funcionamiento global del nio: entrevistas, sesiones de observacin directa, pruebas estandarizadas, etc. Finalizada la etapa de valoracin, cada profesional aportar al resto del equipo los datos ms relevantes de su especialidad, con el fin de elaborar el plan individualizado de atencin, de manera que se tengan en cuenta los factores biopsico-sociales y se concreten los objetivos y el plan de seguimiento. Cuando se inicia un tratamiento de forma directa con el nio y su familia se realizarn una serie de observaciones para determinar qu tipo de intervencin es ms aconsejable establecer, conforme al desarrollo y momento evolutivo en el que se encuentre el nio. Asimismo, se valorarn las caractersticas que

  • presenta la familia y su grado de estructuracin y se determinar el espacio fsico donde se va a realizar la intervencin (sede del equipo, hogar familiar, etc.) Por ltimo, se asignar definitivamente el caso al profesional especialista en atencin temprana. Devolucin de la informacin a la familia: aspectos que se han observado y que pueden ayudar a la vinculacin con el hijo, tratamiento que se haya determinado, lugar en donde se va a llevar a cabo, presentacin del profesional que lo va a realizar y recursos que se ponen a su alcance para atender a su situacin particular. Atencin al nio conforme al plan de intervencin individualizado y, por tanto, adecuado a sus necesidades de desarrollo en los aspectos afectivo, emocional, comunicativo, social, visual, motriz, cognitivo y de descubrimiento plurisensorial. Atencin a la familia teniendo en cuenta su propia dinmica, empatia y comprensin de las dificultades. Al mismo tiempo, se realiza un trabajo de contencin y de ayuda a su reorganizacin emocional. La atencin a la familia se basa en el asesoramiento, la informacin y el apoyo necesarios, que posibilite la adaptacin a la situacin y permita una intervencin positiva que potencie la propia dinmica familiar. Trabajo con grupos de padres, de nios con ceguera, con baja visin* o con dficits asociados. Es importante crear estos grupos ya que proporcionan un espacio emocional en el que los padres pueden compartir sus experiencias con otros padres en la misma situacin y los nios pueden encontrar compaeros para iniciar un proceso de socializacin y, a la vez, realizar sus primeras identificaciones. Atencin a la escuela, introduciendo el significado del dficit visual en general e informando de las caractersticas y personalidad del nio en particular, orientando a los agentes de la comunidad educativa sobre las necesidades que presenta y la mejor forma de solventarlas. Establecimiento de un marco de colaboracin continua y seguimiento conjunto y coordinado de la poblacin de atencin temprana con los oftalmlogos, onclogos, etc. y dems profesional sanitario que atienda al nio. Asimismo el modelo establecido con la escuela se basar en un modelo dinmico que permita, partiendo de un diseo inicial, realizar modificaciones y adaptaciones al desarrollo y nuevas situaciones que vive el nio. Organizacin de grupos de maestros para que, peridicamente, puedan hablar sobre sus experiencias y dificultades con otros maestros que se encuentren realizando el proceso de integracin con el mismo tipo de nios. 6. Distribucin de casos El tiempo de dedicacin y el nmero de profesionales que se adscriban a los servicios o programas de atencin temprana para nios con ceguera o baja

  • visin se determinarn en funcin del nmero de casos y caractersticas de la poblacin atendida. En cuanto a la designacin del responsable de cada caso se tendr en cuenta, por una parte, la personalidad y la formacin del profesional y, por otra, las caractersticas particulares de cada nio. Para la asignacin del nmero total de casos a cada profesional se considerar que necesitan mayor dedicacin los nios que presenten alguna de las siguientes caractersticas: Ceguera total. Hipoacusia o sordera asociada. Deficiencias asociadas a la visual, siempre que las caractersticas del nio hagan aconsejable la intervencin directa. Desrdenes emocionales en los nios o sus familias. Estos factores determinarn el nmero de sesiones de intervencin directa y tambin las sesiones de coordinacin con los dems profesionales intervinientes. 7. Recursos materiales a) Espacio El espacio juega un importante papel en la organizacin de la persona. Por una parte, existe un tipo de espacio externo en el que el yo se desarrolla en contacto fsico y en interaccin con los elementos u objetos que en l existen, personas y cosas (mundo externo). Por otra parte, existe otro tipo de espacio interno, mental, en. el que la persona siente, experimenta, piensa y elabora en relacin con sus objetos afectivos o personas a las que se vincula (mundo interno). Entendemos, as, que existen dos tipos de espacio que se han de considerar en la intervencin en atencin temprana, el fsico y el mental: El espacio fsico es fcilmente delimitable. Si el nio se encuentra afectado de un severo dficit visual, el apoyo se puede realizar en el domicilio del nio, lo cual puede favorecer la intervencin en las primeras etapas. A partir del ao de edad puede alternarse el trabajo entre el domicilio y el centro para, progresivamente, realizarlo completamente en la sede del equipo. Si el dficit visual es menor la intervencin generalmente se llevar a cabo, desde el primer momento, en la sede. Es importante que los espacios en la sede del equipo sean apropiados para el nio con quien vamos a trabajar. Las caractersticas que deben reunir dependern de la edad, resto visual y peculiaridades del nio. Es importante, en todos los casos, que los espacios tengan una atmsfera tranquila y clida, que se pueda disponer de lugares cerrados y limitados para los ms pequeos

  • y de otros ms amplios y abiertos para los mayorcitos. Asimismo, se deber habilitar una sala vaca, sin elementos estimulantes que puedan interferir, especialmente pensada para nios muy activos o hiperactivos, dispuesta para poder colocar nicamente aquellos objetos que se precisen para cada nio concreto. Podra servir tambin para realizar sesiones de evaluacin. Por ltimo, sera conveniente disponer de un espacio debidamente equipado para realizar sesiones de estimulacin visual y de otro ms amplio para propiciar sesiones con familias o grupos de padres. El espacio mental es ms difcil de identificar ya que no es concreto ni fijo. No obstante, juega un papel importantsimo en la gnesis del vnculo y en la observacin y recogida de mensajes de la familia, que nos va a hacer sentir que algo sucede en la mente desde la experiencia compartida de encuentro / separacin. Una familia que tiene un nio con ceguera o deficiencia visual, que se encuentre desestructurada o fcilmente desorganizare en sus conductas, establecer un marco confuso de trabajo en su propio domicilio, motivo por el que no sera aconsejable este espacio. Un marco de seguridad y estabilidad, como puede ser el servicio de atencin temprana en la sede del equipo, puede ayudar a propiciar un suceder o experimentar en la mente de los padres, de forma ms estructurada. En el caso contrario, una familia bien estructurada, que tiene un nio con dficit visual que se encuentre en unas circunstancias particulares que dificulten el trabajo en la sede del equipo, puede hacer aconsejable iniciar el trabajo en el domicilio. La flexibilidad, el buen sentido y una revisin peridica nos ayudarn a escoger en cada etapa de la intervencin el espacio fsico que favorecer el espacio mental ms idneo para cada familia en particular. b) Tiempo La dimensin temporal que utilizamos se sita en dos vertientes: Dimensin temporal del vnculo que vendra dada, en parte, por la regularidad de las interacciones y tambin por la repeticin de la experiencia amorosa. Ese tempo emocional y su interiorizacin sern favorecidos, expresados y reforzados en todo momento por el profesional especialista en atencin temprana. Tiempo de dedicacin objetivo del trabajo. Hablaremos nuevamente de flexibilidad dentro de un tiempo preestablecido, siempre no inferior a una hora. Generalmente, la edad del nio y sus capacidades personales y circunstancias indican un tiempo de trabajo directo con l. No obstante, el trabajo con los padres es siempre de una duracin muy variable y, en la medida en que forma parte de la experiencia compartida, se va interiorizando en la mente grupal de la familia, convirtindose en un ente propio. Hemos de estar muy atentos a las seales que recibimos de los padres para orientar de una forma u otra nuestra intervencin.

  • En cualquier caso, se priorizar la atencin directa a los nios y sus familias frente a otras tareas. Es necesario, sobre todo en los casos de alto riesgo, buscar frmulas flexibles y efectivas que posibiliten que la atencin a los nios y sus familias no se vea interrumpida durante largos perodos de tiempo. c) Juegos y juguetes El profesional especialista en atencin temprana dispondr de un mnimo de juguetes y juegos apropiados para las distintas edades y etapas de desarrollo, tanto para nios con ceguera como para los nios con baja visin, que cuidar y repondr cuando sea necesario. Por otra parte, la limpieza de aquellos juguetes que van continuamente a la boca de los nios requiere de unos hbitos establecidos y de una infraestructura mnima. d) Material de estimulacin visual Se pondr especial cuidado en la seleccin de todos aquellos materiales que supongan para el nio la posibilidad de descubrir un mundo visual atractivo y sugerente para l. Disponer de distintos materiales adaptados al desarrollo de las funciones visuales se hace imprescindible en estos servicios. e) Material informtico y audiovisual Las nuevas tecnologas suponen una gran ayuda para la estimulacin visual. Se disponen todava de pocos estudios y materiales que se pueden utilizar con los ms pequeos, por lo que hay que limitarse a algn programa informtico de produccin propia, a vdeos de estimulacin (ver anexo III) o documentales grabados de programas infantiles. No obstante, deben utilizarse, ya que los nios con ceguera o deficiencia visual tambin se sienten muy atrados por las pequeas pantallas. f) Mobiliario El mobiliario disponible debe ser apropiado para los nios desde su ms temprana edad. Se dispondr, por lo tanto, de una colchoneta, cojines, hamaquita, andador, mesas, sillas, escaleras pequeas, etc. Sern necesarias cortinas oscuras que ayuden a controlar la luz de la estancia y permitan el trabajo de estimulacin visual con objetos luminosos focalizados. En este apartado se ha puesto de manifiesto un modelo de trabajo multiprofesional en el rea preventiva, que pretende tener en cuenta la labor de todos aquellos profesionales que, con su trabajo inicial de deteccin y diagnstico, favorecen la intervencin en atencin temprana de los nios afectados por un dficit visual. Asimismo, se presenta un modelo de intervencin que implica todos aquellos aspectos que han de tenerse en cuenta por el profesional desde una perspectiva holstica* y global de la atencin, as como aquellos aspectos materiales que deben considerarse en la intervencin en atencin temprana con nios con ceguera o deficiencia visual.

  • EL TRABAJO CON FAMILIAS EN EL MARCO DE LA ATENCIN TEMPRANA A NIOS CON CEGUERA O DEFICIENCIA VISUAL En este apartado se presenta un modelo de intervencin familiar donde se analizan los aspectos que pueden influir en la dinmica familiar ante la discapacidad visual del hijo, tomando como principio general el que los padres son los protagonistas del trabajo en atencin temprana. 1. Los padres: protagonistas en la intervencin en atencin temprana Para poder asimilar el mundo exterior, para realizar la adaptacin al mismo y para ir consiguiendo las conductas concretas que marcan el desarrollo, el nio con ceguera o deficiencia visual se ve obligado a realizar algunos rodeos y buscar caminos alternativos de adaptacin, ya que los previstos para sus coetneos videntes resultan, a veces, impracticables para l. Es lgico pensar que son los adultos ms prximos al nio, generalmente los padres, quienes pueden ayudarle a buscar estas vas alternativas; sin embargo, la familia, no siempre est en disposicin de poderlo hacer, por no tener la informacin suficiente y, en muchas ocasiones, por estar sufriendo un bloqueo emocional que puede llevar a paralizaciones o a intervenciones contraproducentes. Estas situaciones son, por otra parte, comunes y naturales ante el nacimiento de un hijo con una deficiencia. El objetivo de la atencin temprana es precisamente ayudar al nio discapacitado y a su familia a encontrar estas nuevas formas de adaptacin. Son los padres los nicos que pueden dar a su hijo un espacio real y simblico, fsico y afectivo. Slo los padres pueden despertar en su hijo el deseo de vivir, de conocer y de amar el mundo. 2. Un modelo de intervencin familiar En el mbito de trabajo con familias son objetivos obligados: Explicar las peculiaridades especficas que la ceguera impone al desarrollo del nio. Orientar sobre el momento evolutivo de cada nio, objetivos inmediatos y estrategias para la consecucin de este modelo. Dar informacin general sobre posibilidades y recursos que el nio ir teniendo a lo largo de su vida. Sin duda, el logro de estos objetivos es imprescindible para que los padres puedan ayudar a su hijo. Pero para que ellos puedan estar en disposicin de ayudar y de comprender las orientaciones que los profesionales pretenden dar, deben gozar de un estado emocional sereno, incompatible a veces con la angustia y la desorganizacin psquica que conlleva el nacimiento de un hijo con un dficit como resulta ser la deficiencia visual.

  • Los sentimientos que los padres tienen hacia su hijo y el proyecto implcito que sobre l se han forjado, no siempre consciente, condicionan inevitablemente su comportamiento con l. Todos los profesionales que trabajan con familias han podido comprobar, en numerosas ocasiones, que resulta estril informar sobre lo inadecuado de una determinada conducta o sobre la importancia de una prctica determinada para lograr una adquisicin funcional. Puede resultar contraproducente insistir en una determinada orientacin cuando se comprueba que algo est impidiendo a los padres llevarla a cabo. Los motivos no explcitos suponen un serio obstculo a la buena marcha de muchos programas detalladamente elaborados. Es innegable que las actitudes y los comportamientos que los padres mantienen con sus hijos tienen un componente psquico y que su motivacin debe buscarse en cuestiones afectivas, no siempre manifiestas. Sentimientos como la tristeza, la rabia, la culpa, etc., tan frecuentes ante el nacimiento de un hijo discapacitado, determinan la historia de la relacin entre un nio y sus padres y perturban la vida de la familia. Desde esta concepcin, se propone un modelo de intervencin familiar que, sin restar importancia alguna a los aspectos informativos, reserva espacios especficos para abordar con los padres cuestiones en las que se interfieren aspectos afectivos como son los conflictos que pueden estar ocasionando un problema particular o una situacin general que perturba una relacin sana con el hijo e interfiere su desarrollo. Se relacionan a continuacin los espacios previstos para la familia: Presencia de los padres en las sesiones Hasta los dos aos y medio o los tres aos, los padres estn presentes en las sesiones de tratamiento de los nios, ya que el objetivo no es ensear al nio sino conseguir que los padres asuman plenamente su protagonismo durante la crianza y educacin de sus hijos. Aproximadamente a partir de los tres aos, se pretende preparar al nio para la vida social y para las tareas preescolares, puesto que ya puede y debe gozar de mayor autonoma. Entonces, se programarn sesiones exclusivas para el nio. En cualquier caso, la comunicacin con la familia debe garantizarse en otros espacios. Entrevistas de seguimiento Peridicamente, y siempre que la situacin lo aconseje, el terapeuta concertar algunas entrevistas con los padres, sin el nio, a fin de valorar la evolucin del tratamiento o de abordar cualquier cuestin de inters. En estas ocasiones, se tratarn los temas que no resulte adecuado hablar en presencia del nio.

  • Entrevistas de devolucin Despus de haber efectuado alguna revisin o tras la aplicacin de pruebas estandarizadas, se concertar una entrevista con la familia para devolver la informacin obtenida. Psicoterapia Cuando la conflictiva psquica de algunos padres desborde el proceso habitual de aceptacin de la discapacidad del nio o los problemas comunes que su crianza y educacin suelen presentar, se aconseja realizar un tratamiento de psicoterapia, que se llevar a cabo por los profesionales del programa de atencin temprana cuando, entre ellos, haya psicoterapeutas acreditados, o por profesionales ajenos, si fuera necesario. Escuela de padres Algunos temas de inters general que sea conveniente tratar y debatir en grupo se plantearn en reuniones especficas convocadas a tal efecto y que tendrn un carcter informativo. Dinmica de grupos Sabiendo que algunos perodos del desarrollo resultan crticos y reactualizan estados de ansiedad, relativamente comunes, se podran organizar dinmicas de grupo para abordar estos temas, siempre que entre los profesionales del equipo haya personas con formacin para ello. Son grupos teraputicos de objetivo limitado, voluntarios y de duracin preestablecida. 3. Dinmica emocional La adaptacin a situaciones vitales nuevas tan intensas como la maternidad o la paternidad no siempre es fcil y resulta menos idlico de lo que se haba supuesto. La relacin con un hijo real conlleva movilizaciones emocionales complejas. El nacimiento de un hijo, an siendo un nio sano, supone para los padres la renuncia del hijo que en su fantasa haban esperado e imaginado. La discapacidad es, en s misma, un hecho traumtico y su mera presencia coloca a los padres en una situacin afectiva difcil. Ante el nacimiento de un hijo con ceguera o deficiencia visual, los padres se hallan inmersos en una crisis emocional durante los primeros meses de vida del beb que, en el mejor de los casos, supone la elaboracin del duelo por la prdida del nio sano esperado y la asuncin de un hijo real con una deficiencia. Las diferencias, tanto en las ansiedades que la noticia del dficit despierta como en los procesos que cada familia atraviesa, son muy marcadas. No

  • obstante, como en todo duelo, pueden encontrarse unas etapas relativamente comunes, como varios autores han descrito: En un primer momento, la situacin es imposible de creer, es inadmisible y los padres tienen una sensacin de irrealidad y aturdimiento. Algn tiempo despus de haber recibido la noticia, los padres se revelan contra la idea y se lleva a cabo un peregrinaje mdico, en la confianza de despertar de "la pesadilla", a la bsqueda de una solucin mgica. Cuando los padres empiezan a comprender que la situacin es irreversible, la mayora de ellos se defiende del dolor restando gravedad e importancia al dficit visual. Esta negacin es til al principio y ayuda al establecimiento de los primeros vnculos. Si se intentara intervenir en este momento, para que tomaran conciencia del problema, se podra producir una depresin tan profunda y con efectos tan destructivos que sera muy perjudicial si se produce antes de que la madre y el beb hayan encontrado una forma propia de relacin y de que sta haya descubierto las partes sanas y amables de su hijo. Posteriormente, surgen estados depresivos de intensidad muy variada y de caractersticas cualitativas muy diferentes en cada caso. Debajo de estos estados depresivos hay sentimientos muy diversos que necesitaran ser matizados en cada persona. Principalmente, puede hablarse de dos tipos (siguiendo la clasificacin de H. Bleichmar, 1976): Depresin de tipo narcisista, en la que lo intolerante del dficit viene por el golpe que ha recibido la autoestima de la madre o del padre. Depresin culposa, en la que la ceguera del hijo se vive con un matiz de castigo por alguna falta del sujeto. En este caso, aparecen sentimientos de culpa o de vergenza. Estos sentimientos son naturales durante el proceso de adaptacin y suelen dar paso a una posicin ms sana en la que el dficit del nio se integra en el conjunto de sus capacidades y, entonces, puede reconocrsele y amrsele. Es un momento de integracin que permite la aceptacin del nio como persona total. Las crisis, obviamente, no se superan de una vez por todas, sino que suelen producirse descompensaciones o reediciones de posiciones anteriores cuando el nio tiene que enfrentarse a dificultades o a perodos evolutivos nuevos. Este proceso de duelo y las crisis posteriores a las que acabamos de aludir deben respetarse. El papel de los profesionales se limitar a acompaar y apoyar a los padres en estas difciles etapas, mientras que se van dando sugerencias y orientaciones encaminadas a favorecer el desarrollo del nio y a facilitar la vinculacin con l.

  • Sin embargo, hay veces en que las situaciones no evolucionan como sera deseable y estas etapas naturales se intensifican o se prolongan excesivamente, o bien aparecen actitudes que impiden verdaderamente el crecimiento sano del hijo. En ocasiones, alguno de los progenitores padeca anteriormente algn problema psquico latente o manifiesto que un hecho traumtico como ste puede desencadenar o agravar. En estos casos es necesario hacer un diseo de intervencin especfico donde se analice la situacin en particular por medio de una serie de entrevistas, un tratamiento de psicoterapia, una consulta psiquitrica, etc. No es fcil describir en un espacio reducido cules son los principales obstculos que encuentran los padres para alcanzar esa actitud equilibrada, que permite al nio crecer y desarrollarse armnicamente. An a riesgo de caer en esquematismos, se desea subrayar la importancia de dos ncleos conflictivos en torno a los cuales se aglutinan los problemas de muchos padres de nios con ceguera o deficiencia visual: la dificultad para amarles y la dificultad para dejarles crecer en el sentido ms pleno de ambas palabras. El primero de estos ncleos se hace ms presente durante el perodo de la vinculacin. Para que los padres puedan amar a su hijo tienen que poder descubrir en l aspectos positivos que despierten su deseo; tienen que poder llegar a disfrutar con l. Esto no siempre resulta fcil por diversas razones. A muchos padres les resulta difcil, en general, identificarse con un nio que padece un dficit que, de alguna forma, se vive como algo ajeno. Adems, el carcter tan llamativo que el dficit visual tiene para los otros, coloca a los padres en una posicin an ms difcil para realizar esta identificacin. Por otra parte, la privacin especfica de la mirada como vehculo de la interaccin, obstaculiza el reconocimiento mutuo y la comunicacin. La imposibilidad de esta vinculacin y la de investir al nio como objeto narcisista traer para ste consecuencias fatales que, en los casos ms graves, podra llegar al desarrollo de un cuadro psictico. Sin embargo, a pesar de tantos obstculos muchos padres descubren en su hijo capacidades y aspectos amables y consiguen cubrir esta etapa de la vinculacin sin grandes problemas. Queda entonces por superar un segundo perodo, el que comienza con la separacin de la diada madre-nio que conduce a ste a la individuacin, segn describi M. Mahler (1977). Es preciso comprender entonces que el nio es un sujeto independiente. Los padres, ambos, tienen que saber dejarle crecer. Esto significa que, de alguna forma, tienen que saber renunciar a l. Quiz resulte paradjico pero la discapacidad, que para algunos padres supone

  • un obstculo insuperable durante la vinculacin, para otros se convierte en una buena razn para justificar una relacin simbitica con el hijo. Esta relacin simbitica patolgica, por supuesto, se produce tambin con hijos sin discapacidad orgnica. Pero en los casos de nios con discapacidad la realidad objetiva parece aliarse con el deseo inconsciente de uno de los progenitores, frecuentemente la madre, e impide penosamente el crecimiento del nio y el establecimiento de una relacin sana. En general, en cuanto se sobrepasan los aspectos puramente informativos, el trabajo con familias entraa muchas dificultades por la multicausalidad que condiciona cada proceso. As ocurre en este caso concreto, para aceptar y ayudar a crecer a un hijo con ceguera o con baja visin. Debe tenerse presente que toda madre o padre trae su propia historia psquica y que cada nio plantea unas necesidades muy diferentes. Siendo conscientes de esta complejidad y de las limitaciones de la intervencin como profesionales, se trata de ayudar a los padres, en la medida en que su situacin psquica, su situacin sociocultural y los recursos lo permitan. El objetivo de la atencin temprana es ayudar al nio y a su familia a encontrar nuevas formas de adaptacin. El trabajo con familias requiere una formacin y sensibilidad especiales, ya que la intervencin entraa muchas dificultades por las diferentes causas que condicionan cada proceso, en este caso, el de aceptar y ayudar a crecer a un hijo con ceguera o deficiencia visual. Siendo conscientes de esta complejidad y de las limitaciones de la intervencin como profesionales, se trata de ayudar a los padres, en la medida en que su situacin y los recursos lo permitan. Volver al Indice / Inicio del capitulo

  • INCORPORACIN DEL NIO A LA ESCUELA INFANTIL En este apartado se presentan las bases para la integracin en la Escuela Infantil que se ha de realizar desde atencin temprana, as como la metodologa ms idnea para llegar a conseguir unas primeras adaptaciones a este nuevo medio social. 1. Introduccin En el captulo dedicado a la Integracin, incluido en el informe final realizado por el grupo de estudios Helios II, de la Comunidad Europea sobre Atencin Precoz7, en el ao 1996, se afirma: Existe cierta tendencia a excluir de la integracin un cierto grupo de personas con discapacidad. Esta tendencia se basa en los dficits del nio en lugar de basarse en sus posibilidades, es decir, sus capacidades. La integracin no ofrece una solucin individual adaptada a cada nio. Por ello, nos debemos cuestionar cmo debemos cambiar las condiciones en la enseanza a fin de que todos los nios puedan vivir y aprovechar esta experiencia de educacin comn o conjunta. Esto quiere decir que es necesario olvidar los objetivos pedaggicos idnticos para todos y cambiar hacia un concepto de educacin personalizada e individualizada. Debemos ofrecer a los nios la posibilidad de participar segn sus capacidades. Nosotros reclamamos la creacin de jardines de infancia y de escuelas de integracin, la reorganizacin de escuelas normales as como la toma de conciencia y el cambio de ptica de los educadores y de las instituciones. Reclamamos una nueva formacin para los profesores y los educadores especializados. Y... Si las discusiones fructferas se hacen realidad, la creacin de sistemas escolares integrados necesitar una seria revisin de la pedagoga, del currculo, de la organizacin escolar y de sus ideologas. Adems la creacin de prcticas sociales integradoras necesita igualmente que la toma de conciencia de la discapacidad exija ms que la creacin de clases y la introduccin de programas accesibles. Los nios deberan ser orientados a reflexionar sobre la discapacidad. Es igualmente necesario ser crtico en aquellos planteamientos restrictivos y aplastantes de normalizacin as como de otros valores propagados internacionalmente en el seno de nuestra sociedad. Los planteamientos son muy serios. La situacin demanda una respuesta cuidadosa. A fin de poder participar en la construccin de su vida y en el hecho de poder elegir la lucha por los cambios, precisan disponer de derechos. Poder y control son elementos centrales del proceso de emancipacin (Barton, 1991). 7 Helios: Tercer programa de Accin Comunitaria a Favor de las Personas con Discapacidad, Helios II, 1993-1996. Teniendo en cuenta estas premisas, el planteamiento de la integracin desde atencin temprana exige una reflexin de todos aquellos cambios que deben

  • iniciarse en las etapas evolutivas en las que el nio es ms vulnerable y hay un mayor riesgo de alteraciones en su desarrollo. Slo en la medida en que se puedan tratar las dificultades y problemas que plantea la integracin para el nio con un severo dficit visual, se podrn abrir vas adecuadas a una integracin exitosa actual y futura del nio. Se deja aqu el camino abierto a la reflexin y a nuevos planteamientos. 2. Bases para la integracin desde atencin temprana Con frecuencia, la Escuela Infantil significa para los nios y sus familias el primer contacto con un sistema educativo. Para el nio, la escolarizacin supone la separacin de la madre y de la seguridad de la familia, as como la vivencia de nuevas experiencias. Para las madres y padres de nios con discapacidad visual supone la confrontacin con una institucin y sus ideas en aspectos relacionados con el desarrollo, las capacidades y los comportamientos de los nios en un ambiente previamente determinado y correspondiente a edades concretas. La integracin tiene un ritmo, no puede hacerse con prisas. Exige una evaluacin cuidadosa de las posibilidades emocionales del nio y de la familia con relacin a la separacin y a los nuevos cambios que se van a experimentar. Con respecto al nio, las condiciones bsicas que se deben tener en cuenta para la incorporacin en la escuela infantil son las siguientes: a) Debe tener una madurez emocional y social que posibilite la integracin. b) Haber adquirido el "yo" o estar en un proceso organizador adecuado. c) Disponer de un lenguaje comunicativo, oral o gestual. d) Disponer de experiencias previas de separacin. e) Disponer de experiencias en el trato con otros nios. Asimismo, tendremos en cuenta que los nios que se encuentran con mayor dificultad para iniciar la integracin son: Aqullos que han tenido prdida o cambios frecuentes maternos o paternos durante la primera infancia. Aqullos que han sufrido separaciones traumticas por enfermedad o muerte de los padres durante la primera infancia. Aqullos que no han podido interiorizar una experiencia suficientemente buena porque, o bien sus madres no les pudieron dar un soporte bastante seguro, o bien porque el nio es tan intolerante con cualquier frustracin que la ms pequea ausencia de la madre da como resultado la destruccin del recuerdo de las buenas experiencias.

  • 3. Grupo de socializacin Antes de la entrada de un nio en el jardn de infancia es conveniente, siempre que sea posible, organizar un pequeo grupo de nios, grupo que representa un espacio de preparacin de la futura integracin. Los objetivos son: Disponer de un espacio en el que poder facilitar la separacin* madre-hijo, favoreciendo as el proceso de individuacin*. Atender las necesidades emocionales y sociales de cada nio. Disponer de un espacio donde el nio pueda expresar sus conflictos mediante el juego. Preparar para la socializacin y posterior integracin en la guardera o escuela. Compartir vivencias y experiencias entre los nios y entre las madres. Ayudar al nio a disponer de recursos para adaptarse mejor a la realidad. Ayudar a descubrir y conocer a otros nios con dficit visual y diversos comportamientos sociales. 4. Metodologa de intervencin en la incorporacin del nio en la escuela El proceso de intervencin se prepara conjuntamente con los padres. Se realizan sesiones de trabajo con ellos, en las que se les ayuda a pensar cuestiones como: qu supone para la familia, en especial para la madre, esta primera separacin; qu fantasas crea la escuela en su mente; qu expectativas, miedos y grado de confianza en otras personas manifiestan los padres; qu tipo de escuela se plantean y si es adecuada al nio y a sus posibilidades actuales; si establecen una separacin mental ms o menos adecuada desde el momento en que se plantea la escuela, etc. Con la suficiente antelacin, se realizar un primer contacto con la escuela elegida y se considerarn las ventajas e inconvenientes que plantea para el nio con ceguera o deficiencia visual. Si se considera oportuna la escuela, se convocar una reunin con todos los profesionales interesados. Se ofrecer informacin sobre el dficit visual y sus repercusiones en el desarrollo y, a continuacin, se hablar sobre el nio concreto que se piensa integrar: cmo es, qu capacidades tiene, qu dificultades presenta, ansiedades y miedos que puede manifestar, condiciones a tener en cuenta y, en general, todos aquellos aspectos que puedan ayudar a los maestros y educadores en su tarea y comprensin del nio. Es importante que toda la escuela comparta el proyecto educativo integrador y que el nio, como consecuencia de ello, participe en la dinmica general escolar. La incorporacin en la escuela deber ser progresiva, iniciando esta difcil

  • etapa para el nio y la madre, en compaa de sta, siempre que sea posible y la relacin entre ambos lo aconseje o, en su defecto, con alguna persona familiar para el nio. Paulatinamente, la persona que desempear las funciones de "yo auxiliar" ir desapareciendo y este rol lo ocupar su educadora directa de la guardera o escuela infantil, iniciando de este modo el aprendizaje de compartirla con otros nios. Es recomendable no sobrecargar el horario escolar a fin de que el nio pueda ir realizando su adaptacin de forma racional y comprensible para l. Al mismo tiempo, se deberan crear las condiciones oportunas para que los padres se sientan apoyados y "acompaados" y para poder ofrecerles la oportunidad de manifestar y compartir con el especialista de atencin temprana sus sentimientos y dudas. En el inicio de la escolarizacin todos los padres experimentan sentimientos de ansiedad y muchas dudas. Cuando el nio tiene una discapacidad, los miedos se multiplican y la separacin es mucho ms dolorosa, apareciendo en estos momentos, adems, elementos permanentes de comparacin, as como la constatacin de las limitaciones y dificultades de su hijo. Por otra parte, el proceso de integracin debe ser acogido con ilusin por parte de la escuela, aceptando y entendiendo la especificidad del nio con ceguera o deficiencia visual, respetando su derecho a ser diferente y favoreciendo los cambios estructurales y organizativos que se consideren oportunos. Existen muchos interrogantes que producen, asimismo, inseguridad o ansiedad en el maestro. Por tanto, ante los nuevos sentimientos y expectativas que genera la incorporacin del nio con dficit visual a una clase, el especialista mantendr entrevistas con el maestro y, en su caso, con el resto de agentes de la comunidad educativa, lo antes posible. El propsito de stas es intercambiar puntos de vista y permitir hablar de todos aquellos aspectos que les preocupan. A partir de estos contactos, la asistencia del especialista a la escuela se adecuar a las necesidades del nio y del maestro. La orientacin y apoyo que se ofrezca se centrar en el seguimiento de la evolucin del nio con ceguera o deficiencia visual. En otras palabras, en comprender sus conductas y as facilitar su relacin con el medio, en particular, la interaccin con sus compaeros, las habilidades sociales y los primeros aprendizajes escolares. El especialista no slo contribuye con su experiencia y conocimiento a facilitar este proceso, sino que asesorar en la adaptacin de materiales y aportar el material tcnico adaptado que se necesite: fichas adaptadas en relieve, material especfico de preparacin a la lecto-escritura en Braille, lupas, atril, luz adecuada, juegos y juguetes adaptados o especficos, etc. Se irn introduciendo, asimismo, tcnicas Braille, tcnicas de movilidad, de conocimientos de nuevos espacios, hbitos de autonoma, etc. Esta informacin ser explicada al maestro y a los compaeros del nio a fin de que compartan y conozcan los instrumentos que el alumno con dficit visual utiliza. El especialista deber crear a lo largo del curso espacios para que el maestro participe en la evolucin del nio, as como ofrecer orientaciones sobre cmo afrontar los problemas que se susciten y las dudas u opiniones que se planteen.

  • Por ltimo, resulta conveniente realizar reuniones peridicas con todos aquellos maestros de las escuelas o guarderas que participan en la integracin. Ofrecer un espacio comn de contraste de opiniones, de conocimiento de experiencias que realizan otros profesionales, de reflexin conjunta que, en definitiva, estimula y favorece estos procesos naturales, pero que a la vez resultan difciles y complejos. Se han presentado los principios tericos y prcticos que han de tenerse en cuenta ante la incorporacin del nio a la escuela infantil, cmo crear puentes adaptativos previos a la integracin y la metodologa de intervencin del profesional en este proceso. Son importantes no slo las necesidades del nio, sino tambin las vivencias de la familia y las necesidades que plantean los educadores en estas primeras etapas de adaptacin. Volver al Indice / Inicio del capitulo

  • INTERVENCIN ESPECFICA EN BAJA VISIN Este apartado se centra en la importancia del desarrollo de las funciones visuales* del nio por medio de una adecuada estimulacin visual. Asimismo, se proponen diferentes instrumentos que pueden ayudar al profesional a valorar la eficiencia visual. 1. Introduccin La intervencin en atencin temprana con nios de baja visin, tengan o no otros dficits asociados, es semejante, inicialmente, a la que se realiza con el nio con ceguera total. Es esencial intervenir para que el nio desarrolle su capacidad visual por pequea que sta sea, valorando y trabajando de forma integral, es decir, atendiendo a sus aptitudes, experiencias y ritmo de aprendizaje. Desde el punto de vista neurolgico, anatmico y fisiolgico, desde el nacimiento, el ojo y su funcionalidad se desarrollan paulatinamente, mejorndose y configurndose a medida que el nio recibe la estimulacin visual del ambiente en el que se desenvuelve. Todo ello es vlido en el caso de un nio con visin normal; sin embargo, en el caso de los nios con problemas de visin, el carecer de experiencias visuales puede inhibir el desarrollo funcional de la retina y del rea cerebral, si no son estimuladas. Los nios de baja visin, a partir de cierta distancia, ven la realidad de manera distinta y, segn su patologa, tendrn una percepcin visual diferente. Estn inmersos en un mundo borroso, impreciso, donde es difcil ver la realidad externa llena de objetos, a veces misteriosos, que aparecen y desaparecen sin finalidad ni explicacin causal. La intervencin en atencin temprana deber proporcionar al nio alternativas para que comprenda esa realidad, para que pueda discriminar e interpretar lo que ve, para paliar, en definitiva, el dficit visual que impide la percepcin, interpretacin y aprehensin de la realidad externa. Durante los primeros aos no es fcil determinar lo que un nio puede ver; sin embargo, debemos valorar lo antes posible cul es su capacidad visual potencial y empezar la tarea de estimular ese resto, teniendo en cuenta la edad del nio y sus caractersticas personales (patologa, nivel intelectual, familia, medio, etc.). Desde el punto de vista perceptivo y del aprendizaje, cuanto ms observe y use su visin, mayor capacidad tendr el nio de funcionar visualmente de manera eficaz. De acuerdo con el enfoque "desarrollista" de Barraga (1970), el resto de visin puede mejorarse con la prctica: cuanto ms se mire, sobre todo de cerca, ms se estimular el cerebro. 2. Valoracin funcional de la visin. Generalidades La valoracin funcional de la visin en el beb est condicionada por la

  • naturaleza de su patologa visual, ya que existe una variedad extensa de afecciones visuales (cataratas, nistagmus, retinopatas del prematuro, glaucoma, etc.), que hace que la visin de cada nio sea diferente. No obstante, pese a estas limitaciones, es necesario proceder a valorar la eficacia visual que el nio posee. No es tarea fcil evaluar las respuestas visuales de un nio, sobre todo, si no posee lenguaje, pero podemos observar e interpretar sus seales y manifestaciones mediante la expresin motriz ante el estmulo visual (pataleos, sonrisas, movimiento de mano para coger algo, movimiento de la cabeza para mirar, inmovilidad, etc.). El oftalmlogo puede proporcionar la informacin tcnica requerida (desde el punto de vista anatomofisiolgico), pero es a travs de la observacin del comportamiento del nio, da tras da, como puede obtenerse una evidencia emprica acerca de cmo ve. Por ello, slo el profesional que trabaje con el nio y, sobre todo sus padres, sabrn cmo va respondiendo ante la percepcin de las cosas. Encontrar la mejor forma de observar al nio depender de la creatividad con que se presentan los estmulos, teniendo en cuenta sus intereses y motivacin (preferencias de objetos, colores, brillos, etc.). 3. Evaluacin de la visin funcional El objetivo de la estimulacin visual es que el nio utilice la visin que tiene, para desarrollar as su eficiencia visual. Esto puede ser realizado a travs de diversos procedimientos, basndonos en la motivacin como punto de partida para comenzar el proceso de aprendizaje. En un primer momento, los nios pequeos con baja visin utilizan propioceptivamente su resto visual, es decir, ante estmulos ofrecidos para conseguir que den respuestas visuales (como luces, contrastes, brillos, objetos, etc.) prefieren su propio cuerpo como fuente de estimulacin; si en un momento determinado se fijan en algo, siguindolo o sonriendo, interrumpen rpidamente su respuesta de fijacin visual en el estmulo, volviendo a centrarse en sus propias sensaciones, manifestando comportamientos propios de bebs con ceguera. A continuacin, dentro de la evaluacin de la visin funcional, se abordarn tanto la observacin como las pruebas objetivas que existen para ello. 3.1. Observacin a) Informal Existen comportamientos, indicadores conductuales del nio que constituyen un repertorio muy importante: mirar, succionar, ritmo cardaco al ver a su madre, dirigir la mano hacia alguna persona u objeto, sonrer, etc. y que pueden ayudar a saber cmo ve, las estrategias que utiliza, la distancia ms adecuada, etc.

  • De acuerdo con Fantz (citado por Bowlby, 1976), la unidad de medida ms usada en nios pequeos es la conducta de mirar (mirada preferencial). La cantidad de tiempo que un nio dedica a mirar un estmulo guarda relacin con el inters que dicho estmulo suscita en l. b) Estructurada Puede realizarse la observacin del desarrollo visual del nio, teniendo en cuenta aspectos fsicos, perceptuales, cognitivos y motivacionales. Asimismo, se identificaran funciones pticas, ptico-perceptivas y viso-perceptivas. 3.2. Pruebas normalizadas, tanto generales como especficas para baja visin: Escalas de desarrollo. Pruebas de agudeza visual (de cerca, de lejos...), test de campo visual (NEF Trichter), test de aproximacin a la agudeza visual de Lea Hyvrinen, etc. Pruebas de evaluacin o valoracin: procedimiento de valoracin diagnstico (P.V.D.) de Natalie Barraga, lista de control de Mira y Piensa (Chapman y Tobin), VAP-CAP (evaluacin visual y programacin de Blanksby), proyecto IVEY, kit Leonhardt, etc. Material de estimulacin visual: Lilly & Gogo, Caja de luz* (Light box), etc. 4. Estimulacin del desarrollo visual La estimulacin visual en estas edades tempranas est constituida por un doble proceso. Por una parte, se presentan estmulos visuales para lograr una respuesta ocular y que sta se mantenga y se desarrolle (aprendizaje visual) y, por otra parte, dichas respuestas constituyen indicadores de evaluacin visual continua que le proporcionan al profesional la evidencia necesaria para interpretar, del modo ms objetivable posible, qu y cmo ve el nio. En la conferencia de ICEVI, (International Council for Education of People with Visual Impairment, Consejo Internacional para la Educacin de las Personas con Deficiencia Visual), celebrada en Bangkok, en el ao 92, se expuso lo siguiente: Los niveles de intervencin en estimulacin visual incluyen componentes que pueden ser apropiados para nios con diferentes niveles y edades de desarrollo cognitivo. Los nios con bajos niveles de desarrollo cognitivo pueden beneficiarse del entrenamiento para el uso de su baja visin y no deberan carecer de valoracin e intervencin. Por otra parte, los nios con desarrollo cognitivo normal y con niveles de visin muy bajos pueden recibir entrenamiento con los materiales apropiados a su edad. Nivel I- Estimulacin visual: la estimulacin visual sirve para crear conciencia de estmulos visuales y que lleguen a formar parte del proceso visual

  • (reaccionar, actuar y responder) mediante la comprensin del significado de la luz, la direccin de una fuente de luz, la forma de una fuente de luz u objeto; la coordinacin motora, sensorial y otras acciones y reacciones con la luz, y conciencia motora, sensorial y otras actividades con la forma de los objetos. Nivel II- Eficiencia visual: para ayudar al nio a interpretar visualmente los estmulos a la hora de crear imgenes visuales de objetos (siluetas, detalles, colores, contornos, configuraciones, modelos); tomar decisiones rpidas sobre informacin visual; coordinacin de la informacin visual con otros sentidos y acciones motoras; coordinacin de la comunicacin y el lenguaje con imgenes visuales; utilizacin del lenguaje oral y otras respuestas, a medida que se vaya necesitando confirmacin de hiptesis visuales; y anticipacin, identificacin y generalizacin de imgenes visuales especficas. Nivel III- Utilizacin de la visin: para ayudar a los nios a llegar a participar activamente en el desarrollo de su baja visin utilizndola para aprender a percibir e interpretar el entorno; cambiar la postura corporal para percibir mejor el entorno; cambios en el ambiente; utilizacin de las ayudas pticas prescritas; saber cundo coordinar los sentidos; saber cundo no hay que utilizar la visin; saber de las ayudas o impedimentos