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UN RECORRIDO POR EL ASOCIACIONISMO HISTÓRICO EN LA MANCHUELA DURANTE EL REINADO DE ALFONSO XIIISUBTÍTULO Número #
ASOCIACIONISMO EN LA MANCHUELA
DURANTE EL REINADO DE
ALFONSO XIII. (1902-1931) Un recorrido por el asociacionismo
histórico en la Manchuela durante el reinado de Alfonso XIII
VANESA TÓRTOLA GARCÍA
26 DE ABRIL DE 2016
UN RECORRIDO POR EL ASOCIACIONISMO HISTÓRICO EN LA MANCHUELA DURANTE EL REINADO DE ALFONSO XIII
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Un recorrido por el asociacionismo histórico en la
Manchuela durante el reinado de Alfonso XIII
Sin duda alguna, la Manchuela en su conjunto fue uno de los precursores en cuanto
a asociacionismo se refiere a nivel nacional. A lo largo de los comienzos del siglo XX,
quedó plasmada, en lo que hoy perdura, su inagotable sed de convivencia e
inconformismo, lo cual merece alabanzas y reconocimientos. Tanto en el ámbito
lúdico como en el deportivo, sanitario, social y comercial hubo gran disposición por
parte de la población de la Manchuela a la hora de crear asociaciones que
permitiesen progreso.
MOTILLA DEL PALANCAR CELEBRA ELCENTENARIO DE LA CREACIÓN DEL CÍRCULO DE LA CONCORDIA
Los motillanos brindan esta ocasión por el centenario de la que
fue la más lujosa asociación de la Manchuela. A pesar de su
desaparición, todos aquellos que mantuvieron relación con esta,
hoy celebran su creación reuniéndose en el antiguo “casino” de la
localidad.
Iniesta, historia viva de la
tauromaquia de los años 20
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OPINIÓN
Las Maravillas sociales de la Manchuela.
Creo que no me equivoco si afirmo
con rotundidad que la labor
histórica en cuanto a solidaridad de
esta nuestra comarca ha sido
intachable. Por su antigüedad y
perduración he de resaltar el
inmenso trabajo que, desde
tiempos decimonónicos, ha llevado
a cabo la Asociación de La Unión
Obrera de Motilla del Palancar.
Fue una de las primeras
sociedades de socorro mutuo en
nuestros alrededores y una de las
que con más eficacia logró aquello
que tenía por objetivo: ayudarse
unos a otros en caso de
necesidad. Si alguno de los socios
de aquella agrupación me está
leyendo, déjeme darle las gracias
por ser un ejemplo a seguir.
¿Y si ahora nos ponemos en la piel del taurino?
Es cierto que cada día las
manifestaciones y las protestas que
tienen lugar en la tauromaquia hacen
que paulatinamente el toreo se oculte
por llevar a cabo un hecho
verdaderamente atroz. Pero, ¿nos
hemos planteado lo que le supone a
gente cuyas raíces residen en el ruedo,
arrebatarles una parte de sí? En
localidades de nuestra Manchuela,
como Iniesta, el arte del toreo nació
alrededor del siglo XIX dando lugar a la
Asociación Taurina de la Villa de
Iniesta donde conviven familiares de
los que hicieron de esta afición una
forma de vida. Asociaciones como esta
luchan para que lo que es parte de sus
raíces no se esfume. Por respeto y
tradición, hagamos de nuestra tierra un
lugar en el que prevalezca el diálogo y
la empatía
y la serenidad
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OPINIÓN
El fútbol también es historia.
Me encantaría ver a los que, con tan
solo los pantalones recién sacados de
las vides, iban a jugar al fútbol, porque
su más importante objetivo era ganar
el partido contra el pueblo vecino.
Soñaría con conocer a esas personas
que se evadieron de las desgracias y
miserias que asolaban los comienzos
del siglo XX y crearon una asociación
de fútbol que no se basó en millones ni
en campos estratosféricos. Ojalá
pudiera escuchar las ingeniosas
mentiras que cada jugador cometía
para ocultar a sus padres que iban a la
arena. Pagaría por tener el valor de
cada uno de ellos para jugarme mis
rodillas, tibias y peronés ante la
posibilidad de romperse y no poder
ayudar a sus padres en cada jornada.
Me encantaría conocer a los antiguos
integrantes de la A.D. Campillo.
Las vías férreas de la Manchuela
Es un logro que, tras los obstáculos
con los que se encontró España
para que la Revolución Industrial
marcase nuestro país, se
consiguiesen además desarrollar
diversas asociaciones que
defendían una mayor justicia
ferroviaria. Una de ellas sería La
asociación de defensa del ferrocarril
en Motilla del Palancar. Es una de
las pocas localidades de la
Manchuela en la que se pudo
establecer un servicio ferroviario, el
cual ofreció varias posibilidades
económicas y comerciales. Pero,
desde un principio, las vías férreas
no tuvieron como punto en el
trayecto la localidad. Así, se tuvo
que crear dicha sociedad, ejemplo
de lucha, superación y
reivindicación.
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Madrigueras: pionero musical en la Manchuela Nos sumergimos en el
interesante mundo que suscita la musicalidad en el municipio albaceteño
Conoceremos las raíces de la actual Catachana 82, banda musical madriguerense
A finales del siglo XIX, las
calles de Madrigueras
evocaban musicalidad y
armonía. El creciente deseo
de agruparse desembocó
en una de las bandas
musicales pioneras de la
Manchuela, siendo entre
estas la más prestigiosa por
sus prodigiosas y llamativas
armonías. Así, el municipio
albaceteño contaba, sobre
1890, con su Banda
Musical, la cual confluyó ,a
principios del siglo XX, en lo
que sería la antigua
Catachana, asociación
musical madriguerense.
Alrededor de la primera
década del siglo XX, se
puede afirmar con
rotundidad la existencia de
dos asociaciones musicales
Madrigueras: pionero musical en la Manchuela
Conoceremos las
raíces de la actual
Catachana 82, Banda
Musical Madriguerense
Historia de una tradición melodiosa
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locales: La Cagarrina y La
Catachana. La primera fue
nombrada de dicha forma
puesto que la formaban en
mayor parte cagarrines, es
decir, jóvenes y niños.
La segunda debe su
nombre, según diversas
fuentes, a su patrocinador,
un señor apodado “El
Tuerto Catachán”. Esta
asociación musical fue
compuesta en sus
comienzos por alrededor de
40 músicos, siempre
dirigidos por grandes
profesionales como el
paisano José María Parrilla,
director la banda en los
años 20.
Sumergiéndonos en esta
asociación de los
comienzos del nuevo siglo,
podemos destacar varios
rasgos cuanto menos
curiosos como pueden ser
la vestimenta. A finales del
siglo XIX y principios del
XX, los músicos vestían de
negro, elegantes y con un
gran toque de distinción:
una cuchara en el centro de
sus sombreros.
Banda de música de Madrigueras con su peculiar vestimenta, en la
que se puede apreciar la cuchara en los sombreros.
Músicos de la Catachana en 1890
Bandera de la Catachana
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El origen
A finales del siglo XIX , en
1890 concretamente, nació
una de las instituciones más
arraigadas en la localidad,
La Esperanza del Obrero, la
primera sociedad de Motilla
con fines sociales. Esta
asociación no se ha
mantenido intacta hasta la
actualidad, sino que en 1911
aparece la “sociedad
reformada, La Unión Obrera”,
una reforma que se llevó a
cabo debido a las nuevas
incorporaciones.
Los fundadores.
A pesar de la complicidad
de concretar en este ámbito,
se puede afirmar que
además de los que en su
día firmaron el Reglamento
de la Esperanza Obrera en
1902, fueron cuatro
hombres motillanos, cuyas
raíces residían en el seno
de familias humildes de la
localidad, los que crearon la
asociación de La esperanza
obrera. Los fundadores
LA SOCIEDAD OBRERA: ESPERANZA DEL OBRERO
EL AYUNTAMIENTO DE MOTILLA DEL PALANCAR (CUENCA) CONTINÚA EN SU EMPEÑO DE SALVAGUARDAR LAS ASOCIACIONES DE SOCORRO MUTUO DE LOS SIGLOS XIX Y XX
La austeridad y las dificultades de integración social que acarrea este nuevo tiempo
provoca en los dirigentes del municipio un deseo inabarcable de mantener dichas
asociaciones a pesar de tener que efectuar cambios en ellas, intentando conseguir el
mayor asemejo posible. Desde esta sección se llevará a cabo una labor de investigación e
información para que, tanto los motillanos, como los paisanos de la Manchuela, descubran
como se intenta conservar de forma eficaz un modo de vida basado en la estabilidad y
subsistencia.
Reivindicando bienestar: Esperanza del Obrero y La Unión Obrera. por [Autor del artículo]
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concibieron la asociación
como obrera para que los
obreros y trabajadores
pudieran tener su lugar de
reunión y de esparcimiento
digno.
Diversas localizaciones
Las sociedades, en un
principio La Esperanza
Obrera y posteriormente La
Unión Obrera, contaban con
un salón para el ocio y
recreo en que se abogaba
por la buena conducta. El
de La Esperanza del Obrero
se situaba en la calle
Zarzuela, en lo que
anteriormente fue una
escuela de niñas. Sin
embargo, el local de La
Unión Obrera se ubicó en la
calle Comisario.
El acceso a la asociación.
Si la situación precisaba
esta asociación y se
necesitaba acceder a ella,
era necesario cumplir varios
requisitos como ser mayor
de 16 años, estar
emancipado y constar con
una buena conducta social
que diese lugar a la
aceptación de los ya
integrantes de La Esperanza
Esperanza del Obrero. Sin
embargo, aquel que
mostrase señales evidentes
de padercer alguna
enfermedad crónica no
podría ingresar en la
sociedad, así como tampoco
lo harían aquellos que
sufriesen sífilis u otras
enfermedades venéreas,
heridos en reyertas o
suicidios frustrados.
Austeridad y recreo
La asociación nació bajo el
Actual calle Zarzuela, Esperanza Obrera Actual calle Comisario, Unión Obrera
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seno de una humildad
desmesurada, la cual
obligaba a los socios, en
un principio, a llevar la
propia silla en la que uno
fuera a sentarse en el caso
de que estos quisieran
hacerlo.
Sin embargo, en 1911 con
el traslado del local en el
que se
establecían,
pudieron
desarrollar de
forma lúdica
diversos
acontecimient
os. De hecho,
se celebraban
con gran
ilusión los
bailes de las
fiestas
mayores como las Ferias,
las Nocheviejas, Reyes y,
especialmente los
Carnavales, en los que
hasta vendían bebidas y
los célebres bizcochos
blancos, que hacían las
confiterías de Motilla.
Durante el tiempo de
invierno, también era
frecuente que algunos
cómicos ambulantes
actuasen, bien bailando o
cantando o bien haciendo
destrezas con las cartas y
dados, consiguiendo así
recursos económicos,
puesto que se cobraba, en
la mayoría de las
ocasiones, entrada.
Además, en el
interior del
local estaba
prohibido,
curiosamente,
hablar de
política
Estatutos de La Esperanza Obrera de 1902
Actual calle Zarzula (Esperanza Obrera)
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Motilla del Palancar, precursor asociacionista
El asociacionismo no
comenzó a prosperar en la
Península hasta el Sexenio
Democrático (sección de la
A.I. T. Española y varias
asociaciones obreras). Motilla
fue uno de los pioneros en
este ámbito en la Manchuela,
bien con sus asociaciones de
socorro mutuo o bien con
asociaciones que arraigaron a
principios del siglo XX:
Sociedad Mutua de Seguros
contra Incendios o la S.
Amigos de la Escuela, lo que
nos muestra como el
asociacionismo, de una u otra
manera, caló en el pueblo
creándose en poco tiempo
entidades de todo tipo.
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1911-1935 1936-1941 1942-1976
Afiliados a La Unión Obrera
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Esta semana
entrevistamos a
Sebastián Huerta, jugador
de la A.D. Campillo desde
la temporada 1954-1955
a la 1960-1961 cuya
experiencia y recuerdos
nos llevan a los inicios de
la asociación.
P. En principio, querría
remarcar lo agradecidos
que estamos con usted
por acceder con tal
gratitud a esta
entrevista que nos
ayudará a conocer un
poco más el origen de
una asociación de la
Manchuela como esta.
Así pues, partamos
desde el
principio,¿cómo se
forman las raíces del
A.D CAMPILLO?
Considero todo un honor
que una redacción como
esta se interese por la
que fue en gran medida
una parte esencial de mi
vida.
Hemos de remontarnos a
1921/1922, años en los
que comenzaron los
partidos de carácter
amistoso en las eras que,
aunque como terreno de
juego no tenía las
dimensiones
reglamentarias de largo y
ancho, se practicaba
fútbol con equipos
cercanos a nuestra
localidad. Fue en 1925
cuando se estableció de
forma definitiva la A.D.
CAMPILLO.
P. A pesar de la
austeridad que los
tiempos traían consigo,
SEBASTIÁN HUERTA, CENTROCAMPISTA TRAS EL ASCENSO DE LA A.D. CAMPILLO, UNO DE SUS ANTIGUOS
JUGADORES NOS MUESTRA CÓMO FUE ESTA ASOCIACIÓN EN SUS INICIOS.
Sebastián Huerta en uno de sus partidos con la A.D. CAMPILLO
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¿había un personal de
mantenimiento que
acondicionara el campo
de fútbol?
Pese a que yo todavía no
había nacido en los
inicios de la asociación,
se con total seguridad
que en esos tiempos el
dinero era muy valioso y
no se gastaba en
acondicionar el recinto
que encerraba
entretenimiento. Eran los
propios componentes del
equipo los que debían
disponer la era donde se
iba a disputar el partido,
quitando las piedras,
botes, matas.. Cargaban
sobre sus hombros cuatro
palos para construir las
porterías y dos cuerdas
que hacían de larguero e
en cada una.
P. Y los jugadores
¿quiénes eran?
El equipo en muchas
ocasiones estaba
formado por amigos y
vecinos que así
satisfacían su afición.
Para poder participar en
el partido, muchos de los
componentes tenían que
burlar la vigilancia de sus
progenitores, ya que el
fútbol en aquellos años
no era de buen ver,
principalmente en
pueblos poco poblados.
P. La equipación
necesaria ¿era
proporcionada por
algún particular?No, en
absoluto. Los mismos
jugadores que componían
el equipo, debían aportar
los elementos precisos
para la práctica de dicho
deporte: botas,
camisetas, pantalones,
etc… dándose la
circunstancia de que si
alguno no disponía de
botas, jugaba con
alpargatas o abarcas. Las
camisetas muchas veces
no coincidían en su color
pero la ilusión era mucho
más fuerte y servía para
contrarrestar toda clase
de obstáculos. Esta
situación se fue
regenerando y en los
años en los que yo jugué
nos fueron
proporcionadas las
camisetas, zapatillas y el
resto de equipación
puesto que la situación en
aquel entonces era ya la
reglamentaria.
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P. En aquel
entonces, ¿se
contaba con
una Junta
Directiva o
eran los
propios
jugadores los
que se
autogestionab
an?
Como ya he
dicho antes, en
1925 se
estableció con
total seriedad y legalidad
la A.D. CAMPILLO lo que
acarreaba consigo el
contar con una Junta
Directiva que fue
presidida por D. Julio
Cervantes la cual se
encargaba de recaudar
fondos para la asociación
deportiva.
P. En cuanto al
entrenador ¿qué nos
puede contar
Sebastián?La A.D.
Campillo siempre ha
estado caracterizada por
ser entrenada con mano
dura. Creo que todo
comienza
con
nuestro
primer
entrenador,
el
presidente
en la
Junta, D.
Julio
Cervantes.
Era un
militar
retirado y
residente
en el pueblo cuya
profesión hacía que
actuase en cada partido
con la máxima energía y
autoridad. Fue famoso
por promocionar la lista
de socios del club,
llegando a decir: “el que
no sea socio no debe
entrar al campo”, frase
Equipo de fútbol que jugaba en El Nogueral
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que, tras tantos años, se
sigue recordando con
simpatía. Fue un hombre
que supo ganarse el
aprecio del pueblo
haciendo gala en todo
momento de su arraigado
andalucismo y sus
ocurrentes frases.
P. Una vez
reglamentadas las
medidas ¿ se pasó a un
recinto apropiado para
las ocasiones
futbolísticas?
La entrada de un equipo
corporativo no echa hacia
atrás la austeridad y
pobreza de aquel
entonces. Se intentó
acondicionar las eras
para cada evento, de
hecho, se pedía permiso
a los propietarios para
poder jugar al fútbol en
sus terrenos. Fue durante
los primeros años cuando
se jugó en una era que
fue conocida como “El
Nogueral”. Años más
tarde, sobre 1929-1930,
el campo fue solicitado
por sus propietarios y la
asociación se vio
obligada a tener que
pagar un alquiler. Así, se
decidió comprar un
terreno que constituiría lo
que fue “El Convento”.
P. Por último y antes de
concluir, ¿cuéntanos
como era la afición de
aquellos felices años
20?A pesar de no
presenciar los inicios del
equipo, se lo que es notar
la pasión del público en
los años 50 con la difícil
situación que el país
sufría, dejando de un lado
los problemas y la
ideología con el fin de
pasar un buen momento.
Por ello, se que en los
felices años 20, la afición,
fiel y serena, no decaía.
Al contrario, se que
estaba más y más
arraigada, acudiendo a
cada encuentro, dejando
notar su fervor y
entusiasmo. Si algo no ha
cambiado, sin lugar a
dudas, es esto. Aunque la
afición se fuese
renovando, tras las vallas
que delimitaban la arena
se oían los gritos y los
ánimos que empujaban a
la A.D. CAMPILLO a la
victoria.
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Una de las
localidades más
grandes de la
Manchuela está de
celebración. Y es que
en este mismo día
hace 100 años se
fundó una de las
asociaciones,
entonces llamadas
sociedad, que mayor
repercusión ha tenido
en el municipio a
pesar de su actual
ausencia. Estamos
ante el el centenario del
Círculo de la Concordia,
el popularmente llamado
“casino de los ricos”.
Si nos remontamos
justamente un siglo atrás,
podremos vivir en primera
persona lo que fue el
progreso del
asociacionismo
motillano. La
localidad
conquense
contaba con
una asocaición
de socorro
mutuo
inaugurada a
finales del siglo
XIX, la cual
llevaba a cabo
fines sociales.
A pesar de la
distinción social
claramente
palpable, las familias
más acomodadas del
municipio acudían al local
donde se reunían todos
los socios de La
MOTILLA DEL PALANCAR CELEBRA EL CENTENARIO DE LA CREACIÓN DEL
CÍRCULO DE LA CONCORDIA
LA SOCIEDAD DE LA DIFERENCIA CUMPLE AÑOS
Integrantes del Círculo de la Concordia en una de sus reuniones
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Esperanza Obrera. En
realidad, dichas familias
(Lujanes, Sandovales,
Vigiles…) acudían muy
de vez en cuando a dicho
local ya que querían
convivir con los
trabajadores siendo tan
solo “socios” con el fin de
colaborar con sus cuotas
y su aliento.
Por la variopinta mezcla
de clases sociales, en
1916 aparecía el Círculo
de la Concordia. Esta
sociedad también era
conocida entre los
paisanos más humildes
como “casino de los ricos”
puesto que el local donde
se reunían era, en gran
medida, más lujoso que el
resto de asociaciones
locales. De hecho, si se
quisiese pasar a formar
parte de la sociedad, se
debía abonar una cuota
mensual de una peseta
(el doble que en La
Esperanza Obrera). El
círculo era el lugar de
encuentro, fraternización
y negocios de la élite
social motillana,
prósperos comerciantes
de azafrán, grandes
agricultores, abogados,
clero, juez, farmaceútico,
médico…Su casino se
ubicó en un local del Sr.
Massó en el Riato Norte y
pronto se trasladó a lo
que se conoció como Bar
Lara, local que resultaba
más apropiado y
confortable.
Actual edificio donde se
encontraba el bar Lara, ahora
abandonado.
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Ha pasado algo más de un
siglo y todavía no se han
esclarecido los motivos del
por qué, la Asociación de
Defensa del Ferrocarril,
fundada en 1909,
desapareció, así como
también lo hicieron varios de
sus integrantes. Aquellos
socios que no
desaparecieron, afirmaron en
su día no saber nada de lo
ocurrido.
Sin embargo, los
descendientes de aquellos
desaparecidos que hoy
viven, todos de clase media
alta, están levantando de
nuevo el caso para desvelar
lo ocurrido años atrás.
Todo comenzó a finales del
siglo XIX; en aquel tiempo se
habían presentado y
aprobado diversos proyectos
de unir en tren Madrid y
Valencia pero sin llegar a un
acuerdo sobre por dónde
pasaría el ferrocarril. En
LA CRÓNICA EL MISTERIO SIN RESOLVER DE LA DESAPARICÍON DE LA SOCIEDAD DE DEFENSA DEL FERROCARRIL DE 1909
Asociación de Defensa del Ferrocarril que presidió la Asamblea magna celebrada en Motilla de
Palancar para solicitar la concesión del ferrocarril directo de Valencia a Madrid.
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Motilla del Palancar, los
vecinos más influyentes
formaron la Asociación de
Defensa del Ferrocarril. En
1909 publicaron un folleto
dando publicidad a las
gestiones realizadas para
conseguir que la localidad
fuera un punto del trayecto.
Sin embargo, el interés por
construir una línea
ferroviaria que pasara por el
municipio conquense no
beneficiaba a todos los
empresarios de la comarca.
Se tiene constancia de la
presencia de empresarios
cuyo interés residía en que
las vías cruzasen su
localidad y no la de Motilla.
Como bien puede ser el
Señor Modesto Gosálvez y
Barceló, ya fallecido, al cual
se le atribuye la culpa de la
desaparición de algunos
miembros asociados. Fue
poseedor de dos fábricas de
papel, que pasando el tren
por La Roda y
posteriormente Utiel y
Valencia, daría salida a sus
empresas al Mediterráneo.
Finalmente, en 1911, todos
los proyectos ferroviarios
que incluían a Motilla del
Palancar quedaron al
margen en un principio, así
como se aguaron todas las
propuestas de la
asociación. Esta perdió de
forma misteriosa meses
antes varios miembros,
algunos de
ellos de forma inexplicable
a la vez que otros
decidieron abandonar por
voluntad propia. Esta
asociación había puesto
un gran interés en el
proyecto, puesto que una
salida de escape rápida
como el ferrocarril podría
impulsar la economía del
pueblo en tiempos difíciles.
0
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40
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120
Afiliados a la Junta de defensa del ferrocarril
1909 1910 1911
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LO QUE NOS ESTAMOS
PERDIENDO
Sr. Director:
Con el creciente
antitaurinismo que acusa
estos tiempos, hemos dejado
al margen aquellos que se
desviven por la afición de los
toros, centrándonos tan solo
en la polémica que provocan
algunas noticias. Hemos
olvidado que muchos de
nuestros antepasados
lucharon por conseguir lo
que hoy es más que un
medio de diversión, es
tradición, es una forma de
vida. Antepasados que
lucharon por agruparse, por
crear asociaciones tales
como la de mi localidad, cuyo
origen reside en nada más y
nada menos que en el siglo
XIX. Por respeto, por
tradición, no cortemos de
raíz propongamos soluciones
que apacigüen y calmen la
crispación.
UNA AGRUPACIÓN SIN
IGUAL
Sr. Director:
Me encantaría que en esa
pequeña sección de vuestro
periódico, le concedieseis un
lugar a esta carta para que la
gente conozca lo que es una
gran agrupación con un
mismo interés en común.
Debido a la alegalidad de
esta asociación en sus
inicios, no se le puede
considerar como tal, pero sí
se podía hablar de
“Agrupación de Amigos del
Toro” o “Peña Taurina de la
Villa de Iniesta” cuando estas
se originaron. Desde hace
más de 100 años, ha existido
en el pueblo de
Iniesta(Cuenca) una gran
afición que se han desvivido
para que se celebrasen
espectáculos taurinos,
formando agrupaciones y
colaborando en todos los
cometidos de la
plaza(porteros, puertas de
barrera, enchiquerar…)ya
que este tipo de
espectáculos favorecía
económicamente al pueblo.
Tanta era la afición que
incluso algunos de los
partícipes de la agrupación
nombrada anteriormente,
concretamente uno de ellos
CARTAS AL DIRECTOR
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dedicado a la medicina,
actuaba de forma altruísta en
cada festejo taurino. Más allá
de eso, otro de los partícipes
confeccionó mantillas con
madroños y guarniciones con
espejos para las mulillas de
arrastre haciendo de esta
humilde agrupación, un
paradigma para las
asociaciones taurinas de la
comarca de la Manchuela.
Y AHORA, ¿POR QUÉ
TANTO?
Sr. Director:
Soy taurino, sí, lo afirmo, con
la vergüenza que consideran
hoy en día algunos
reconocerlo. El otro día
indagando a cerca de la
historia de este festejo en mi
localidad, Iniesta, vi como la
agrupación que convocaba y
organizaba las corridas
exigía un precio ínfimo
comparado con los de ahora.
En el año 1928 se pagaba
una media de 8 pesetas en la
sombra y 5 en el sol, el
equivalente a cinco y 3
céntimos de euro en la
actualidad. No creo que el
espéctaculo de aquel
entonces, en el que
prácticamente se llenaban
las 3500 localidades, fuesen
de menor calidad, ni de lejos.
Aunque ahora el nivel de
vida y gastos es diferente al
de los años 20, debemos
replantearnos si lo que es
una celebración debe
hacernos sangrar a nosotros
también.
LA CURIOSIDAD TAMBIÉN
MATÓ AL TORO
Sr Director:
Siempre es la ocasión
indicada para contar una
anécdota, y más si están
implicadas mis raíces, mi
Iniesta natal. Dentro de esta,
se encuentra una de las
plazas de toros más antiguas
de la Manchuela. Fue allí
donde, sobre 1925, uno de
los novillos se sintió atraído
por parte de las localidades.
Así pues, decidió lanzarse a
conocer aquel sector de la
parte del sol, originando la
consiguiente alarma y
aglomeración de público
intentando salir. Una de las
señoras de la grada fue
“achuchada” por el novillo,
resultando ser esta la mujer
del presidente de la
Agrupación Taurina
Iniestense. Finalmente, el
novillo tuvo una muerte
temprana pero no la muerte
por la que había sido creado.
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