asociaciones culturales en la mcbo gomecista
TRANSCRIPT
1
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD DEL ZULIA
FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN DIVISIÓN DE ESTUDIOS PARA GRADUADOS NIVEL MAESTRÍA HISTORIA DE VENEZUELA
INTELECTUALES Y ASOCIACIONES CULTURALES EN MARACAIBO DURANTE EL GOBIERNO
DE JUAN VICENTE GÓMEZ (1908-1936)
Trabajo de Grado para optar al Título de Magíster Scientiarum
en Historia de Venezuela
Realizado por: Lcda. Gabriela Medrano
C.I.: 14.005.764
Tutora: Dra. Arlene Urdaneta
Maracaibo, octubre de 2009
2
INTELECTUALES Y ASOCIACIONES CULTURALES EN MARACAIBO DURANTE EL GOBIERNO
DE JUAN VICENTE GÓMEZ (1908-1936)
3
4
5
MEDRANO, GABRIELA; Intelectuales y Asociaciones Culturales en Maracaibo durante el Gobierno de Juan Vicente Gómez (1908-1936) Trabajo de Grado para optar al Título de Magíster Scientiarum en Historia de Venezuela. La Universidad del Zulia, Facultad de Humanidades y Educación. División de Estudios para Graduados, Maestría en Historia de Venezuela, Maracaibo, Zulia, Venezuela, 2009. p 266.
RESUMEN
Partiendo del proceso histórico zuliano y maracaibero entre los años 1908-1936, se indagará en torno a las prácticas políticas y culturales de los intelectuales zulianos que, durante ese periodo, permitieron orientar la consolidación del Estado nacional y mostrar como la actividad petrolera logró dinamizar el mencionado proceso. El mismo será apreciado en dos periodos: el primero que abarca desde 1908 a 1920, caracterizado por un escenario de transición que parte de una ciudad dependiente de una economía agro-exportadora; y un segundo periodo, entre 1920-1936, impulsado por la explotación petrolera y la siembra de caña de azúcar. Se analiza el contexto del momento enmarcado en los principios del positivismo, los cuales imprimirían su sello en la actuación de las asociaciones culturales, los lemas de gobiernos y los rituales patrios, convertidos en los mecanismos efectivos para propagar las ideas impulsadas desde el gobierno nacional; sumados también tantos a los programas de educación y las escuelas como centro en la que promovieron estos nuevos principios. Paralelamente, los intelectuales se erigieron como un sector capaz de crear propuestas con una visión nacional, como en el caso de la abundante creación de textos escolares. La metodología empleada fue la analítica-sintética propia del método histórico para abordar las fuentes históricas y develar las singularidades del proceso. Los resultados permitieron determinar que la ciudad de Maracaibo fue un oscilante escenario en el cual el hilo conductor y de alianzas sería la cultura, convirtiéndose las asociaciones culturales en el espacio de encuentro de los políticos, comerciantes e intelectuales. Se establecerán las nuevas relaciones de poder entre mencionados actores marabinos, constituidos en una elite que monitoreó las transformaciones urbanas de Maracaibo.
Palabras clave: intelectuales, asociaciones culturales, rituales patrios, Maracaibo.
6
MEDRANO, GABRIELA; Intellectual and Cultural Associations in Maracaibo during Juan Vicente Gómez’s Government (1908-1936) Work of Degree to choose to Magister Scientiarum's Title in History of Venezuela. Universidad del Zulia, Faculty of Humanities and Education. Division of Studies for Graduates, Mastery in History of Venezuela, Maracaibo, Zulia, Venezuela, 2009. p 266.
ABSTRACT
Based on the historical process of zulian and marabin between the years 1908-1936, will explore around political and cultural practices of intellectuals Zulians during that period, allowing them to consolidate the national state and show how the oil industry managed to boost the mentioned process. It will be appreciated in two periods: the first covering from 1908 to 1920, characterized by a transition scenario that starts with a city dependent on agro-export economy and a second period, between 1920-1936, driven by the exploitation seed oil and sugar cane. It analyzes the current context framed by the principles of positivism, which would print his stamp on the activities of cultural associations, government slogans and patriotic rituals, converted into effective mechanisms to propagate the ideas promoted by the national government; also added to many education programs and schools as a center in which promoted these new principles. In parallel, the intellectuals were erected as a sector capable of creating proposals for a national vision, as in the case of abundant creation of textbooks. The analytical methodology used was the synthetic self-historical method to address the historical sources and to reveal the peculiarities of the process. The results have revealed that the city of Maracaibo was a swing stage on which the thread and alliances would be the culture, making cultural associations in the meeting place of politicians, businessmen and intellectuals. will establish the new power relations between actors mentioned Maracaibo, formed into an elite urban transformations monitored Maracaibo.
Keywords: Intellectual, cultural associations, native rituals, Maracaibo.
7
ÍNDICE GENERAL
pág.
Frontispicio………………………………………………………………………………..III
Veredicto……………………...…………………………………………………………..IV
Resumen………………………..…………………………………………………………V
Abstract...…………………………………………………………………………………VI
Índice general…………………………...…………………………………………….….7
Índice de cuadros……………………….………………………………………………..9
Índice de ilustraciones……………………...…………………………………………..10
Dedicatoria……………………………………………………………………………….11
Introducción……………………………………………………………………………...13
CAPÍTULO I: MARACAIBO A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX…………………….25
1. La ciudad como escenario de interacciones sociales…………………….....26
2. Escenarios urbanos de la ciudad de Maracaibo a inicios de la explotación
petrolera …………………………………………………………………...…… 33
3. Los intereses regionales durante los gobiernos andinos …………………..41
4. Impacto de la actividad petrolera y de los capitales extranjeros en la
economía nacional ……………………………………………………………..58
5. La ciudad de Maracaibo en la configuración de la sociedad petrolera.….69
CAPÍTULO II: EL POSITIVISMO EN LA VENEZUELA GOMECISTA……...…...88
1. Las ideas del positivismo venezolano ……………………………..…………90
2. Los propulsores del pensamiento positivista. Intelectuales y hombres del
gobierno de Gómez …………………………………………………………….94
3. La educación positivista: herramienta de propagación de los ideales
nacionalistas …………………………………………………………………...101
4. Los intelectuales y su producción …………………………………………...113
5. La paz y el orden en los programas de enseñanza ………………………124
8
5.1 Los programas de enseñanza de Historia de Venezuela ….........126
5.2 Programas de Rudimentos de Moral e instrucción Cívica ……….135
5.3 Los programas de enseñanza de la Geografía de Venezuela ….142
5.4 Los propósitos ocultos de los programas de enseñanza ………..145
6. Los intelectuales y las escuelas marabinas ………………………………..151
CAPÍTULO III: NEGOCIOS, INTELECTUALIDAD Y POLÍTICA EN LA MARACAIBO GOMECISTA ………………………………..……………………….164
1. Los intelectuales marabinos y su legado ………………………….………..165
2. Las nuevas familias de abolengo en Maracaibo……………..…………….172
3. Las asociaciones culturales: eje de integración de la sociedad marabina ………………………………….………………………………………..………183 3.1 Asociaciones culturales de duración esporádica ………………..…192
3.2 Asociaciones culturales de actividad permanente ………….……...197
4. Los lemas en la construcción de los lazos afectivos entre los ciudadanos
comunes y el gobierno nacional ……………………………….…………….200
5. Las actividades culturales y los ritos patrios en Maracaibo…………….....207
5.1 La prensa y los ritos patrios...………………………………..……….224
6. El Benemérito y sus celebraciones en Maracaibo …………………...…....228
Conclusiones…………………………………………………………………………...237
Anexos…………………………………………………………………………………..241
Referencias Bibliográficas…………………………………………………………….249
Fuentes Manuscritas…………………………………………………………………. 258
Fuentes Primarias Impresas…………………………..……………………………...262
Fuentes Hemerográficas……………………………………………………………...266
9
ÍNDICE DE CUADROS
Nº Nombre Pág.
1 Textos escolares editados en el Zulia años 1908-1936 …………………..117 2 Horario para los grados primero, segundo, tercero y cuarto de instrucción Primaria ………………….............................................................................149 3 Las escuelas en la Maracaibo gomecista ..................................................153 4 Relación de asociaciones culturales, miembros y tipos de eventos …......184
5 Jurado seleccionado para la escuela de Artes y Oficios …………………..222
6 Las Bibliotecas del estado (muestra del año 1914-1915) …………...…….223
7 Periódicos editados por las asociaciones culturales ……….………………227
10
ÍNDICE DE ILUSTRACIONES
Nº Nombre Pág.
1 Transformaciones en la Maracaibo petrolera (Ministerio de Obras Públicas 1935)…………………………………………68 2 Remodelación de la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá en la época petrolera (Ministerio de Obras Públicas 1935)………………. 78 3 Obras públicas realizadas durante el boom petrolero (Ministerio de Obras Públicas 1935)…………………………………………79 4 Construcción de edificaciones en la Maracaibo petrolera (Ministerio de Obras Públicas 1935)…………………………………………80 5 Alumnas de la escuela Federal de Mujeres Baralt. (Memorias del Ministerio de Instrucción Pública 1933)…………..………………………...133 6 Alumnas de la Escuela Federal Baralt (Ministerio de Instrucción Pública 1933)…………………………………………………………………..152 7 Alumnos del Colegio Sucre (Memorias del Ministerio de Instrucción Pública 1933)…………………………………………………………………..218
11
DEDICATORIA
A Dios y la Virgen María,
por ser mis guías y mi apoyo.
A mis padres Nazaret y Cruz,
por su amor y estímulo.
A mi hermana Estefany, por su
paciencia y amor.
12
INTRODUCCIÓN
13
INTRODUCCIÓN
Los estudios históricos y la historiografía venezolana contienen suficientes
datos e investigaciones relacionadas con el gobierno gomecista (1908-1936) el
cual por poseer particulares modos de acción y penetración cultural, arrastra
consigo una nutrida base en el campo de la política en Venezuela. No obstante, la
relación existente entre las asociaciones culturales y los intelectuales de la época,
-abiertos a un discurso más nacionalista y menos autonomista-, es un aspectos
poco estudiado y, menos aún profundizado y contextualizado, dentro del período;
de allí la importancia de plantear y ejecutar este estudio.
Algunas investigaciones1 ofrecen importantes marcos referenciales para
abordar esta temática. La presente investigación indagará en torno a las prácticas
políticas y culturales de los intelectuales zulianos y las asociaciones culturales
que, durante ese periodo, permitieron orientar la consolidación del Estado
nacional
En tal sentido, el estudio de los intelectuales y asociaciones culturales en
Maracaibo, durante el Gobierno de Juan Vicente Gómez (1908-1936), pretende
ser un aporte significativo para la compresión y análisis de la Consolidación del
Estado nacional venezolano.
1 Investigaciones aplicadas como marco referencial: Segnini, Yolanda. Las luces del Gomecismo; Cardozo, Germán. Historia Zuliana. (Economía, política y vida intelectual en el siglo XIX); Urdaneta, Yeris. Gómez y el gomecismo en el Zulia; Parra, Reyber. Los Intelectuales de Maracaibo y la centralización gubernamental en Venezuela (1890-1926); entre otros.
14
En la actualidad, los estudios regionales han ganado espacio en la
historiografía nacional, alcanzando en los últimos lustros, un auge sin
precedentes; sus aportes teóricos han permitido evaluar la relación dialéctica
entre lo singular y lo particular, con lo general. Ello plantea la necesidad de
nuevas investigaciones que se aproximen a la disertación de lo regional,
enfatizando en el estudio analítico de la consolidación del Estado nacional en
Venezuela. La propuesta que aquí se presenta aborda la historia de la región
zuliana desde esta premisa.
Durante el gobierno de Juan Vicente Gómez, los intelectuales y las
asociaciones culturales han mostrado una capital importancia en lo que respeta a
la formación y consolidación del estado nacional venezolana, constituyéndose en
un elemento primordial al permitir constitución de nuevas relaciones entre los
diversos sectores de la sociedad. Para desarrollar la presente propuesta, se
analizó el contexto de la Marabino en los albores del siglo XX, y en particular la
actuación de los intelectuales en medio de la ruptura paradigmática que
representó la presencia de los ideales positivistas, y a lo cual se le agregó la
actividad petrolera.
La temporalidad asumida se erigió como un desafió, en virtud de la
escasez de investigaciones historiográficas de corte nacional que aborden, esta
temática, desde la óptica de la historia regional. Todo ello a pesar de las
abundantes fuentes documentales que existentes con relación al período
seleccionado, como el caso de los programas escolares, las comunicaciones
15
oficiales, las memorias y cuentas del gobierno regional y de los ministerios entre
otras. La metodología empleada fue la analítica-sintética propia del método
histórico para abordar las fuentes históricas y develar las singularidades del
proceso estudiado. De tal suerte que, esta investigación se convierte, entonces,
en una reflexión para aportar elementos que profundizan y aborden el proceso de
consolidación del Estado nacional en Venezuela, así como evidenciar la manera
de incorporarse la región zuliana a dicho proceso.
Igualmente, constituye un esfuerzo por aportar luces sobre la Venezuela
que se construye, a partir del siglo XX, y cómo las particularidades de una región,
en este caso el Zulia, asume los procesos de cambio vividos en todo el país,
particularmente, a partir de la instauración de la actividad petrolera. En definitiva,
se plantea la necesidad de concebir a la nación como un espacio plural, donde
cada región del país percibe e interactúa, en cada proceso nacional, de manera
singular.
Por tanto, se hace necesario analizar las ideas, de la nación civilizada y
heroica, creadas desde el gobierno y sus intelectuales, así como sus lemas, y la
forma de comunicación utilizada, para entablar relación con los ciudadanos
comunes. Al mismo tiempo, se estudió la presencia de la ideología positivista y las
características de un gobierno nacional, fuerte y centralizador de poder y, de igual
modo, los mecanismos utilizados, a través de la educación formal e informal, en
los cuales las escuelas y los programas de enseñanza son parte de este proceso.
Así mismo se planteó la necesidad de analizar las relaciones y actuaciones
de un grupo de intelectuales en Maracaibo la cual, como todo cuidad cambiante,
16
se debatía, entre la modernidad artificial de los discursos y la realidad caótica que
presentaba. Puede verse, entonces, que el eje conductor de las alianzas,
establecidas en la época, sería la cultura, como elemento que amalgamó varios
sectores de la sociedad marabina; además presenta la ruptura que significó la
transición, de una economía agro-exportadora a una economía impulsada por la
actividad de exploración y explotación petrolera2; particularidades sucedidas en la
región zuliana3.
En medio de este país cambiante, con nuevas reglas de juego político, y
bajo rupturas de los procesos tradicionales del pasado, cabe preguntarse: ¿Cómo
las regiones históricas de Venezuela asumieron este proceso? ¿Cuál fue la
actuación de los intelectuales? ¿Cómo fue el proceso de consolidación del Estado
nacional? Sin dudas, estos acontecimientos habrían de repercutir en el Zulia
cambiando así, la forma de entender la política, por parte de una nueva
generación de intelectuales y actores sociales.
Los resultados de la investigación revelan que la actuación de los
intelectuales y asociaciones culturales deben ser abordados en dos períodos. La
primera etapa comprende los años de 1908 hasta 1920, y se trata de un periodo
caracterizado por la presencia de una economía agro-exportadora; una sociedad,
2 El petróleo pasó a ser el factor determinante en aquella prosperidad económica del período gomecista; desde los comienzos del siglo XX el petróleo empezó a surgir como energía vital para el desarrollo industrial del mundo. En 1913 se iniciaron las exploraciones en el Occidente, en 1914 se descubrió el célebre pozo "Mene Grande", y en 1922 se produjo el reventón del pozo "Barrozo 2", que reveló la existencia de una inmensa reserva petrolífera. 3 El tiempo de las regiones no siempre es coincidente con el de la nación, que generalmente se toma como el de la región de mayor empuje sociopolítico.
17
con prácticas heredadas del siglo XIX, con dos espacios bien definidos: el casco
central y su actividad portuaria, y, por otra parte, las otras áreas conformadas por
los caseríos lejanos. Un segundo periodo de penetración de la actividad petrolera,
abarcó los desde 1920 hasta 1936, y en el mismo la dinámica de la ciudad de
Maracaibo, cambió por completo: se desplaza así la actividad del puerto, como
eje de la economía, debido a la explotación del petróleo, el asfalto y la producción
de caña de azúcar en la región zuliana. Como consecuencia, de estas
actividades económicas, la ciudad expandió sus espacios hacia el norte de la
carretera de Bella Vista; evidenciándose un cambio en las modas, costumbres y,
además, se consolidarían nuevos actores sociales bajo el escenario de una
sociedad heterogénea.
La cultura se erige, en este complejo escenario, como crisol que aglutina
los más diversos sectores de la sociedad, y el lugar de encuentro por excelencia
serán las escuelas, como expresión de la educación formal, y las asociaciones
culturales, como un elemento propio de la educación informal. Bajo este
panorama, Maracaibo desarrolló, de forma paralela una cara pujante, comercial y
letrada, y otra, con abundante población y carente de los servicios públicos.;
sumándose a ello, los conflictos y alianzas generados por la lucha por el poder
central sobre el gobierno regional, los cuales tendrían como resultado una serie
de gobiernos provisorios, características de los regímenes de Cipriano Castro y
Juan Vicente Gómez.
Pese a los cambios originados -a raíz de las transformaciones económicas
y políticas, en el imaginario de la sociedad de la época-, quedan todavía ideas del
siglo XIX, los ciudadanos que habitan Maracaibo, durante el lapso estudiado, se
18
debaten entre un discurso tradicional, adquirido del siglo XIX, y una ciudad que se
expande, y muta su ritmo de vida y poco a poco incorpora nuevos espacios. La
capital zuliana se convirtió así, en el epicentro financiero y de servicios de la
actividad petrolera; además de las múltiples transformaciones de la ciudad, como
la llegada del alumbrado público, la telefonía, el cine y la radio, aunado a las
nuevas alianzas de poder entre los intelectuales, políticos y comerciantes de la
época.
La Maracaibo, de inicios del siglo XX, es una ciudad heterogénea, de
múltiples escenarios urbanos y con diversos actores sociales, testigos de la
consolidación de una elite que transformaría su medio, y la cual actuaría, de
alguna manera, en forma armónica tanto con el gobierno central como con el
regional; permeado todo bajo la presencia de las ideas del positivismo4, los cuales
servirían de sustento para los cambios que se gestaban en la sociedad.
Los diversos intelectuales nacionales y regionales establecerían su
accionar bajo los designios de los principios positivistas. Ideas que serán
difundidas desde las universidades como espacios dedicados a las elites, los
rituales patrios y los lemas de gobierno que abarcaban a toda la población; siendo
este un elemento innovador de comunicación política para el momento. Además,
los espacios educativos serán esenciales a los fines de promover los principios
del positivismo a través de los programas educativos.
4 El positivismo venezolano, que fue producto de las ideas introducidas por Rafael Villavicencio, Vicente Marcano y Adolfo Ernst, comienza a ser divulgado en la Universidad Central de Venezuela, y tiene su mayor auge a finales del siglo XIX y principios del XX.
19
En general los espacios educativos fueron ambientes donde se
entretejieron socialmente, diversos grupos, dando cabida de ese modo a la
difusión de un discurso nacionalista que impregnará a toda la sociedad. En
Maracaibo, existieron escuelas que marcaron el desarrollo de la cultura y la
educación en la región, como fueron la Escuela de Artes y Oficios, la Escuela de
Comercio, y la de Ciencias Políticas, entre otras; acompañadas por la
implementación de los programas de enseñanza que, en el área de las ciencias
sociales afianzaron las ideas nacionalistas y positivistas de paz, orden y progreso.
En el caso concreto de Maracaibo, no sólo los programas de educación fueron
propulsores de los ideales nacionalistas, sino también la producción de libros la
cual se constituyó en una propuesta innovadora desde el Zulia para toda
Venezuela. Igualmente, la actuación de las asociaciones culturales fue clave para
la construcción de un discurso nacional capaz de minimizar los afanes
autonomistas.
Por su parte, los espacios que brindaban las asociaciones culturales eran
ideales para construir nuevas relaciones; además de promover el discurso
nacional el cual abarcaba la creación de figuras patrias, promotoras de un
sentimiento de unidad nacional. De allí que los rituales patrios5 se convirtieran en
un elemento de acción privilegiada para penetrar la sociedad, y difundir los
ideales nacionalistas que permitieron la construcción de un pasado mítico, común
para toda Venezuela; por eso, los rituales patrios eran celebrados con un gran
5 Tanto las actividades culturales como los rituales patrios asumieron como elemento clave las figuras célebres del proceso de independencia, los héroes patrios a manera de una especie de estereotipos nacionalistas, a seguir por todos los ciudadanos; además de ser un elemento de unión nacional.
20
despliegue de actividades que involucraron a diversos sectores del cuerpo social
de Maracaibo. Todas estas actividades eran acompañadas por la inauguración de
una obra para la ciudad.
Tales ideas fueron fundamentales para crear un discurso, más
nacionalista, que abarcara a toda Venezuela; especialmente en el Zulia donde se
pasó, de un discurso autonomista a un discurso conciliador, ante las exigencias
del gobierno central. Por tal razón los espacios de las asociaciones culturales y
las escuelas, se convirtieron en sitios idóneos para la difusión de las nuevas
ideas; es allí, donde los intelectuales rompen con los cánones tradicionales de
conducción política, y comienzan a establecerse nuevas negociaciones con los
actores políticos y económicos de la región y el país.
La intelectualidad marabina aprovechó este complejo escenario para
cambiar su hábitos y, así, establecer novedosas relaciones, y penetrar diversos
sectores como los políticos, económicos y culturales. La mezcla de estos
intelectuales era síntoma de una ciudad heterogénea, en pleno proceso de
transformación. Surgen de ese modo nuevos grupos de poder como las familias
Paris, Belloso, entre otras, que le imprimen una nueva dinámica a las relaciones
de la elite. Estos hechos hacen necesaria la revisión acuciosa de tan interesante
período de la historia republicana de Venezuela; época de la consolidación del
Estado nacional venezolano y de importantes transformaciones en el Zulia.
Se ha dividido la obra en tres capítulos, el primero titulado: “Maracaibo a
principios del siglo XX”, donde la ciudad es concebida como un espacio múltiple,
un escenario de interacciones sociales, el ámbito donde los intelectuales
21
convergen e interactúan. Por otra parte, Maracaibo es vista en momentos de
transición, donde las reglas de juego cambian y se transforman amparados en el
negocio petrolero; donde los intereses regionales y nacionales, durante el
gobierno de Juan Vicente Gómez se entrecruzan, haciendo que, el impacto de la
incipiente actividad petrolera, sea un elemento de repercusión inexorable para la
región zuliana, abriendo paso a la nueva ciudad reinventada a partir de la
presencia del petróleo.
El segundo capítulo denominado: “El positivismo en la Venezuela
gomecista”, estudia la presencia de los principios positivistas durante el gobierno
de Gómez, los mismo se transformaron en un mecanismo para aglutinar a la
mayoría de los intelectuales del momento, en torno a la idea de paz y orden.
Grandes hombres, tanto en Venezuela como en el Zulia, trabajaron para construir
un discurso que representara a toda la población; para ello, se valieron de
considerables mecanismos; como la implementación y creación de programas
educativos y la proliferación de textos, en función de instaurar el tan anhelado
esquema de progreso, orden y trabajo proclamado por el gobierno de Gómez.
Sin dejar, a un lado, el importantísimo desempeño de los intelectuales dentro de
las escuelas zulianas para promover la cultura y los rituales patrios. Este capítulo
aporta un valor agregado al exponer otra cara del positivismo venezolano,
tradicionalmente olvidada, y el cual jugó un rol significativo en la construcción de
un sentimiento nacional, contribuyendo, así, a la consolidación del Estado
22
nacional venezolano a través del análisis los programas educativos en el área de
las ciencias sociales6.
Así, se plantea la necesidad de examinar, y ahondar las investigaciones del
periodo, para razonar y justipreciar la participación de los principios positivistas
dentro de la historia venezolana. Así como también la producción de libros los
cuales se constituyeron en un aporte, de la intelectualidad zuliana para el resto
del país.
En el tercer capítulo: “Negocios, intelectualidad y política en Maracaibo”, se
presenta a los intelectuales marabinos, y su legado durante el gobierno de Juan
Vicente Gómez; sus actuaciones y relaciones, así como a las nuevas familias de
abolengo en Maracaibo, surgidas de las nuevas actividades económicas que se
imponen en la región zuliana, así como sus relaciones con el poder y los
diferentes actores.
A su vez se presentan a las asociaciones culturales, como ejes de
integración de la sociedad zuliana, a través de sus actividades y de los ritos
patrios, lo cual ayudó a moldear al nuevo ciudadano. Es preciso observar cómo
los ritos patrios fueron utilizados por el gobierno nacional para crear una campaña
e imagen a favor de los mismos, sumado a la una profusa divulgación de lemas
inspirados en el modelo positivista: toda una innovación dentro la comunicación
política en Venezuela.
6 Para estos fines en la presente investigación se analizaron los programas educativos de Historia de Venezuela, Rudimentos de Moral e Instrucción Cívica, Geografía de Venezuela y Cantos Escolares.
23
Este trabajo de grado se articula con la línea de Investigación: “Formación
del Estado nacional en Venezuela, cuyo investigador responsable es el historiador
Germán Cardozo Galué y forma parte del proyecto “Colectivos Sociales y
Participación Ciudadana y escenarios Urbanos”, bajo la responsabilidad de las
historiadoras Arlene Urdaneta Quintero y Maxula Atencio Ramirez.
Por último, se hace imperante aprovechar el espacio para atestiguar,
mediante estas líneas, mi eterno agradecimiento por la paciencia, la formación
académica y las palabras de aliento de mi tutora: Dra. Arlene Urdaneta, y mi
gratitud a los profesores Germán Cardozo e Ileana Parra por su valiosa
colaboración.
Así mismo, deseo expresar mi profunda gratitud a la coordinación de la
Maestría de Historia de Venezuela, encabezada por la profesora Nevi Ortin de
Medina, por permitir la formación académica de los nuevos historiadores. Y
reconocer el aporte, durante el proceso de recopilación de fuentes, por parte de
Juan Carlos Morales Manzur y de Sonia Rangel, directivos del Acervo Histórico
del Estado Zulia; gracias por abrir las puertas de esta institución para reconstruir
la historia de nuestra región. De la misma, manera aúpo el reconocimiento al
Centro de Estudios Históricos de la Universidad del Zulia, por el soporte
institucional que permitió el desarrollo de esta investigación. Y finalmente quiero
agradecer la colaboración de Nelly Cardozo, a los compañeros de la maestría,
por su amistad y solidaridad, y a mis transcriptores de las fuentes manuscritas,
por su paciencia y colaboración.
24
CAPÍTULO I
MARACAIBO A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX
25
CAPÍTULO I
MARACAIBO A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX
La ciudad de Maracaibo a principios del siglo XX estaba liderada por las
elites sociales y políticas, conformadas por un grupo heterogéneo constituido por
políticos, intelectuales, docentes, empresarios y comerciantes que marcarían el
rumbo de los acontecimientos en la región. La asociación de estos actores
sociales estaría direccionada por la actividad petrolera y las modalidades políticas
propias de los gobiernos andinos, en especial del periodo de gobierno de Juan
Vicente Gómez.
Las elites políticas, económicas e intelectuales ejercieron un rol
preponderante en la configuración de los espacios públicos, como escenarios de
reproducción de los nuevos valores orientados por el pensamiento positivista, y
quienes conducirían el proceso de la transición del circuito agro-exportador a la
sociedad petrolera.
Las transformaciones lideradas principalmente por los intelectuales de la
época, permitieron formar un ciudadano adherido a un imaginario social y a un
discurso que dejaba a un lado los discursos autonomistas y las prácticas
sociopolíticas tradicionales para dar paso a esquemas políticos más cónsonos
con el Estado nacional en afianzamiento.
26
1. La ciudad como escenario de interacciones sociales
Venezuela a partir del proceso de independencia hasta principios del siglo
XX, inició un proceso de ingeniería social orientado a alcanzar varios objetivos:
construir un sistema de representación política unificado, organizar el Estado
republicano moderno y lograr la gobernabilidad del territorio; para ello se
requerían diversos elementos como la educación y la sociedad civil, las cuales
fueron herramientas para promover las actividades culturales, y en ese marco
cumplieron una función política especial para contribuir a la formación necesaria
del ciudadano constructor y defensor de la nación y lograr la estabilidad en la
política interna del país.
A través de la cultura7 se pretendió formar a un hombre nacional que
respondiera al proyecto político del momento. Este proceso se debe considerar en
dos momentos diferenciados entre sí, el primero que abarcó los años de 1908 a
1920, cuando aún las ideas del positivismo y la actividad petrolera era incipiente y
la ciudad de Maracaibo era dependiente de la actividad agro-exportadora; y una
segunda etapa transcurrida desde 1920 hasta 1936, cuando la actividad petrolera
irrumpe con fuerza y comienza a desplazar la tradicional economía marabina.
En este mismo periodo las ideas del positivismo se implementaron con toda
su fuerza en el imaginario social, impulsadas por un grupo de intelectuales, 7 La cultura, según Tomás R. Austin Millán, es la red o trama de sentidos con que le damos significados a los fenómenos o eventos de la vida cotidiana, la misma se puede entender como el sentido que tienen los fenómenos y eventos de la vida cotidiana para un grupo humano determinado. Citando a Clifford Geertz: “ la cultura es la trama de significados en función de la cual los seres humanos interpretan su existencia y experiencia, así mismo como conducen sus acciones; la estructura social (sociedad) es la forma que asume la acción, la red de relaciones sociales realmente existentes. (2000 :10)
27
políticos y negociantes quienes actuarían desde distintos escenarios para lograr
sus objetivos, a medida que establecían novedosas relaciones con diversos
sectores de la sociedad. El objetivo del colectivo era brindarle apoyo al proyecto
de gobierno impulsado por Juan Vicente Gómez.
Para lograr ampliar su acción de poder utilizaron como elemento conductor
a la cultura, entendida como un instrumento de acción y vaso comunicante con
diversos sectores de la sociedad; se expresaron así políticos y comerciantes de
nuevo cuño que surgieron en las primeras décadas del siglo XX, favorecidos por
la economía petrolera y la industria azucarera.
El manejo del elemento cultural será entonces visto en dos escenarios:
las escuelas como centro de propagación de un nuevo ideal nacional y las
asociaciones culturales, que con sus actividades utilizaron los espacios públicos
tradicionales de la ciudad de Maracaibo para exaltar las bondades de la nación
moderna y de sus dirigentes; estos espacios serían las plazas donde realizarían
sus actividades y los nuevos escenarios urbanos que se generaron a partir de la
presencia de la actividad petrolera como: el cine, la radio y otros, creados por las
mismas asociaciones, como espacios de congregación de la población y de la
difusión de los nuevos ideales positivistas.
La acción conjunta de las elites expresaron un mismo sistema de
pensamiento y acción en donde los avances de las escuelas en la formación de
un hombre civilizado, retroalimentaban los progresos de las asociaciones
culturales. El sistema de Instrucción Pública, visto como la educación formal
impartida en instituciones (escuelas) por docentes, estuvo delineada por un
28
currículo nacional, caracterizado por ser universal, secuencial, estandarizado e
institucional. Pretendía garantizar la continuidad de nuevos liderazgos en el poder;
además debía responder a las necesidades históricas de configurar al ciudadano
que defendiera y legitimara el statu quo de la sociedad.
Por otra parte las asociaciones culturales formaron parte de la educación
informal, incluían actividades educativas no estructuradas, organizadas en
espacios públicos diversos, alcanzado por el ciudadano común a través del
aprendizaje por imitación. Tal educación fue obtenida por medio de una
combinación de observación y emulación de miembros específicos de la
sociedad.
Asimismo esta combinación de dos sistemas de propagación de ideas
sirvió como base para lograr la formación de un ciudadano nacionalista, exaltador
de la nación, pero sobre todo se convirtió en un elemento aglutinador de los
actores sociales más importantes del gobierno de Juan Vicente Gómez en
Venezuela y particularmente en el Zulia; en esta región la explotación petrolera
produjo una serie de transformaciones en las estructuras sociales, políticas y
económicas que repercutirán de manera significativa en este proceso.
En el caso del sistema político del gobierno de Juan Vicente Gómez, el
factor intelectual y cultural fue emblemático debido a la nutrida circulación de
prensa, revistas, folletines y libros dedicados a temas como las bellas artes, la
literatura, entre otros. Yolanda Segnini (1987) en su obra Las Luces del
Gomecismo, da cuenta de las abundantes producciones que circulaban en
Caracas, lo que se repetía con algunas jurisdicciones como en el caso del Zulia.
29
Los intelectuales8 en este período darían forma a un nuevo modelo de sociedad,
amparado en las doctrinas del positivismo.
Para comprender cómo los intelectuales de inicios del siglo XX actuaron,
es preciso explorar su acción en el ámbito de las asociaciones culturales
entendidas como un recurso para lograr mayor participación ciudadana en un
gobierno caracterizado por las restricciones democráticas, además, sus miembros
eran docentes en escuelas y autores de un número importante de textos
escolares de circulación nacional y regional.
Las asociaciones culturales que interactuaron en el espacio público9,
tienen, tanto en Venezuela como en el resto de la América Latina, un eje histórico
común, caracterizado fundamentalmente por dos hechos: por un lado la herencia
colonial; y por el otro, la lucha por la independencia; procesos que marcarían la
organización y configuración de las ciudades. En el espacio público, los hechos
culturales y las manifestaciones artísticas y educativas, así como también las
8 Laureano Vallenilla Lanz, Pedro Manuel Arcaya, José Ladislao Andará, Elías Toro y Diego Carbonell, entre otros, en el contexto nacional; y en el Zulia Francisco Eugenio Bustamante, Alejandro Fuenmayor, entre otros.
9 El proceso de apropiación de los espacios públicos en Venezuela y en especial de Maracaibo, que comienza a ser parte de la vida cotidiana a finales del siglo XVIII, debe ser entendido como una tímida conquista de lugares para difundir las luces, como por ejemplo los intentos de establecer en Caracas las Academias de Derecho Público y español y de las Matemáticas. La esfera de lo público en Venezuela comienza a gestarse con mayor amplitud, en torno a la actividad política desempeñada por la Sociedad Patriótica de Caracas, que se desplegó con la creación de dependencias en Puerto Cabello, Barcelona, Barinas, la cuales se convirtieron en escuela para la propagación de sus ideales independentistas. El debate político se transforma entonces en tema de interés público, aun cuando era un espacio para las elites políticas y económicas del momento. Aunque en el Congreso Constituyente de 1811-1812, como lo expresa Veronique Hébrard “el espacio político, lugar de la decisión y la acción, sobresale todavía ampliamente sobre los espacios públicos, lugar de la deliberación y de la oposición”, lo público quedó reducido a algunas sesiones públicas y a las peticiones dirigidas al mismo. (Hèbrard. 1998 :196)
30
interacciones del poder político, serían decisivos en el moldeamiento de los
ciudadanos.
En el siglo XIX como consecuencia del proceso independentista se
abrieron otros espacios públicos que trasladaron las veladas típicas, ocurridas
únicamente en las salas de las casas, hacia los incipientes cafés, que incluían
posadas, salones de lectura y de bailes, así como también de academias. El
proceso de sociabilización de la ciudad no significó en ningún momento que los
espacios tradicionales perdieran su vigencia, como el caso de las tiendas,
pulperías y escuelas, sino que convivían en la esfera de lo privado y los espacios
públicos. Los espacios privados estarían marcados por las veladas íntimas que
ocurrían en los salones de las casas de familia. Según Gabriela de la Peña10, la
ciudad es una estructura material, como realidad objetiva y tangible de una
organización espacial de la sociedad, donde se desarrolla un tipo de interacción
humana propia de las condiciones que la enmarcan, donde ocurren las múltiples
redes de intercambio por las que transita cada urbe, de la cual parten los
individuos para moldear su conveniencia y su supervivencia conjunta.
Los ciudadanos que habitaban en Maracaibo11 para el momento, se
debatían entre un discurso tradicional heredado del siglo XIX, que eran
10 Peña de la, Gabriela. Simmel y la Escuela de Chicago en torno a los espacios públicos en la ciudad en: http://sincronia.cucsh.udg.mx/pena03.htm 26/08/2006)
11 Maracaibo logró transformar algunos de sus espacios coloniales y rurales a lo largo del siglo XIX en un espacio con características propias de lo urbano. En los municipios Matriz o Cabecera, Santa Bárbara y San Juan de Dios y hacia los vecindarios de Cristo de Aranza por el camino real de los Haticos y Santa Lucía con el vecindario El Empedrado, surgieron los escenarios urbanos a partir de los cuales fue construida la ciudad de la época moderna a través de decretos, leyes y ordenanzas que jerarquizaban el valor de las tierras donde se concentraban las principales actividades que dinamizaban la vida cotidiana de Maracaibo. (Atencio. 2003: 24)
31
expresiones de esta dinámica histórica propia de una ciudad que se expande y
cambia su ritmo de vida, y los principios del pensamiento positivista, que traía
consigo nuevas prácticas sociales.
Al mismo tiempo Georg Simmel's12 define a la ciudad como el campo de
acción sobre el cual los individuos establecen relaciones conforme al constante
cambio de estímulos, de especialización, de racionalización, y las demostraciones
exteriores a través de las cuales los individuos establecen relaciones entre sí. Se
establecen lo que Simmel denominó “áreas naturales”, que no era más que la
asociación de individuos que compartían intereses o funciones, visto como una
herramienta social en la lucha por la supervivencia en una entidad regida por la
ley del más fuerte.
En el caso del Zulia las asociaciones culturales junto con las escuelas
constituirán el espacio necesario para formar un ciudadano activo en la defensa
de la nación, sentimiento que se expresaría en la exacerbada lealtad al gobierno y
a su presidente. De este modo se hacía uso de sus derechos sociales y políticos
expresado en una participación controlada de la vida pública del Estado.
Atendiendo a las consideraciones de lo concebido como ciudad, es
necesario definir lo que se entiende por espacio público. Para ello es preciso
tomar en consideración los materiales simbólicos, saberes prácticos, al igual que
12 Unos de los principales propulsores del estudio de la ciudad y su espacio público, además de ser fundador de la Escuela de Chicago, grupo académico de investigación que se propuso, a través de sus trabajos, estudiar ciertos aspectos de la vida urbana como: transformación, cambio, movilidad, interdependencia, diversidad y distancia social; descrito a partir de la concepción de la ciudad como un espacio formado por comunidades en constante mutación, agitación e interacción. (Peña, 2006)
32
la diversidad, la comunicación y negación entre los distintos actores sociales, todo
esto implica distinguir dos elementos importantes:
Hablar de los espacios públicos es hacerlo desde los dos conceptos que sintetiza: el espacio como marco, (re)producción y apropiación de los sujetos que lo viven y sobreviven; y de lo público como forma de interacción basada en lo fragmentario, lo superficial y lo visible. (Peña, 2006: 11)
En este sentido, es importante acotar que el espacio público y los
acontecimientos sociales que ahí se dan lugar constituyen un campo de estudio,
basado en la interacción de ideas y de acciones que despliegan los agentes
sociales proactivos, dentro de los procesos de producción y apropiación de los
diversos escenarios y la improvisación de saberes propios de la supervivencia en
la ciudad.
La vida social es imaginada como un proceso mediante el cual los actores
resuelven colectivamente los problemas, adaptando la naturaleza y la persistencia
de sus soluciones. Maracaibo, a partir de estas ideas, es considerada por Maxula
Atencio como: “un mosaico heterogéneo de escenarios urbanos participando en el
proceso histórico local, con sus actores sociales y construcciones arquitectónicas
al servicio de determinadas funciones, usos e intereses…el imaginario
maracaibero fue el resultado de conocer y aprehender lo que aquella ciudad-
puerto le ofrecía cotidianamente al habitante y visitante. Era la forma de captar los
objetos, sujetos y estructuras” (2003: 2-3). La ciudad de Maracaibo13 era la
morada de múltiples colectivos sociales en una serie de escenarios urbanos 13 La ciudad de Maracaibo de los primeros años del siglo XX es “producto de la dinámica surgida en los escenarios urbanos, donde ocurrieron los acontecimientos, los hechos, las acciones, funciones y participaciones de la elite en el contexto ligado a la formación del Estado y la nación venezolana; características dialécticas del periodo republicano en la larga y mediana duración del siglo XIX”. (Atencio, 2003: 16)
33
diversos, relacionados entre sí, en un proceso de formación, crecimiento y
consolidación de los mismos.
Toda esta interacción social está vinculada con las prácticas de
ciudadanía, ejercida en diferentes contextos y en distintas dimensiones de índole
política, social y cultural, relacionadas entre sí, donde la instrucción
tradicionalmente obligatoria, normalizada y pública ha sido un instrumento
fundamental para crear y consolidar un sentimiento común de pertenencia,
identidad y cohesión dentro del modelo del Estado nacional. Por su parte, las
asociaciones culturales ofrecían otros espacios de participación propicios para la
configuración de un ciudadano ejemplar y útil. Esta unión permitió promover las
transformaciones necesarias para el impulso hacia la nación moderna.
2. Escenarios urbanos de la ciudad de Maracaibo a inicios de la explotación petrolera
La ciudad de Maracaibo a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, era
una ciudad-puerto, dinamizada por la economía agro-exportadora. Estaba provista
en esencia por dos escenarios importantes: sector Santa Lucía, Santa Bárbara,
Chiquinquirá y Cristo de Aranza, espacio considerado como el casco central,
punto nodal de la actividad comercial, política e intelectual de la región zuliana. Y
el segundo escenario constituido por los caseríos más alejados, donde habitaban
las personas de escasos recursos que se trasladaban a través del tranvía y el
camino real hacia el centro de la ciudad. (Atencio, 2003)
34
El impulso y consolidación de la ciudad de Maracaibo se vinculó a las
elites zulianas decimonónicas, quienes presentaron y construyeron una imagen
de progreso de la misma, apoyado en las actividades realizadas por los
extranjeros y las casas comerciales14 de amplia trayectoria en la economía
zuliana, a esto lo que se le sumó la actuación de las autoridades regionales con
la proclamación de leyes, decretos y ordenanzas que estimularon el avance de
los espacios urbanos de Maracaibo. Esta dinámica fue entronizada por los
enfrentamientos con los gobiernos nacionales15 que atropellaban la autonomía de
la región, en beneficio de medidas centralizadoras promovidas por el gobierno de
turno. En respuesta, las elites y las diversas asociaciones, gremios y
agrupaciones defendieron la autonomía de la región e impulsaron cambios en la
estructura urbano-arquitectónica de los escenarios más importantes de la ciudad,
como lo eran los municipios Matriz, Santa Bárbara y Santa Lucía, obras16 que de
14 Las casas comerciales en Maracaibo a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX fueron el eje de la economía de la región, destacando las casas alemanas (Blohm & Cia, H.L. Boulton, entre otras); italianas (Oliva Riboli & Cia, Fossi F & Cia, entre otras), Holandesas-Curazoleñas( J.& H.D.C., Jacobo Lopez H., entre otras), venezolanas (Fávila & Salas, Boccardo, entre otras) y las zulianas (Paris & Nuñez, Juan E. Paris & Cia, Cook & Hermano Dubuc, entre otras). Estas casas comerciales mantuvieron el comercio local en un alto nivel por mucho tiempo, siendo el producto de mayor comercialización el café. (Quijano, 2002: 22)
15 El enfrentamiento autonómico del Zulia con el centralismo caraqueño fue siempre una constante en la política regional, agudizándose en la década “de 1870, vivió los efectos del centralismo bajo la dirección de Guzmán Blanco. En la práctica política empleó los mecanismos de poder constitucionales con leyes y decretos para dominar y controlar por medio de las rentas e impuestos, los recursos y riquezas regionales…el 19 de mayo el congreso promulgó una ley que insta a los estados Falcón y Zulia a fusionarse entre sí o con otros estados… Con esas leyes Guzmán Blanco afectaba la autonomía del Zulia como entidad federal, y Maracaibo perdió su capitalidad trasladándola a Casigua”. (Atencio, 2003: 62)
16 Durante los últimos años del siglo XIX y los primeros del siglo XX, se ejecutaron construcciones con las técnicas mas novedosas de la época, se inauguraron modernos servicios públicos, como el alumbrado eléctrico, el tranvía; se mejoraron las calles en la ciudad y se dio especial atención al ornato público en general. (Atencio, 2003: 64)
35
alguna manera representaban el imaginario urbano de progreso y civilización de
las elites marabinas.
Los escenarios urbanos de Maracaibo17 de finales del siglo XIX, eran
unidades o especie de mosaicos en constante transformación, donde las élites
locales, según palabras de Maxula Atencio, se mantuvieron cohesionadas en
torno a la idea de convertir a Maracaibo en un centro urbano tan importante como
los organizados en Europa; para ello dinamizaron los espacios de la ciudad
creando casas comerciales, viviendas y edificios públicos; la ejecución de dichas
obras, acompañadas con el ornato público, las festividades de las fechas patrias
y religiosas, fueron el sostén de los nuevos proyectos urbanos. Sin embargo, las
dificultades de la ciudad eran latentes: la falta de agua dulce, las carreteras llenas
de polvo y las enfermedades, eran obstáculo permanente para su progreso.
En medio de este escenario estarían siempre presentes los intelectuales18,
conformados por un grupo heterogéneo de poetas, escritores, médicos,
periodistas, vinculados con las elites políticas y económicas, quienes participaron
en la conducción de la región y accionaron estrategias para impulsar el desarrollo
y consolidación de los espacios urbanos de Maracaibo. Este grupo de
17 Maracaibo de finales del siglo XIX, estaba constituida por unos espacios urbanos bien definidos, el puerto eje central de la economía de la Maracaibo decimonónica, de mayor importancia, la Plaza Baralt, lugar de concentración de la actividad comercial y la Plaza Bolívar, que fue el eje de las actividades culturales y de esparcimiento, manteniendo esta imagen en las primeras décadas del siglo XX. (Quijano, 2002 : 19-20)
18 Alejandro Fuenmayor, Pedro Paris, Rogelio Illarramendy, Dr. David M. Capriles, Felipe Garbiras, Luís F. Paris Atencio, Daniel Henríquez, Numa Guillermo León, Constantino G. Pinedo, Dr. José Vicente Matos (hijo), Pedro Simón Paris, Dr. Benito Segundo Rubio, Ramón Villasmil, Diodoro Alvarado (hijo), Manuel S. Taborda, Emegdio Rodríguez, Presbítero Olegario Villalobos, Francisco Eugenio Bustamante, Francisco Rincón, Simón Montiel Pulgar, Trinidad Montiel Moreno, Adolfo D’Empaire, Ramón Soto González, Venancio Hernández, Julio Belloso, Guillermo Quintero Luzardo, Cruz Lepage, J. Trujillo Arraval, Evangestista Fernández, José María González Delgado, entre otros.
36
intelectuales se convirtió en pensadores, científicos, políticos, filántrópicos y
servidores públicos, quienes poseían una recta conducta admirados por sus
contemporáneos. (Cardozo, 1998: 232)
Sin embargo, Maracaibo durante los primeros años de la explotación
petrolera era una ciudad-puerto en la que predominaba la apariencia heredada del
siglo XIX19; según Atencio, la ciudad poseía una fisonomía compartida entre lo
pueblerino y lo rural, que caracterizó los primeros años de la formación del Estado
y la construcción de la nación, mantenida hasta entrado el siglo XX.
La ciudad de Maracaibo parecía tener al mismo tiempo dos caras: una
pujante y comercial, centrada en el puerto, y otra con abundante población
marginal y servicios públicos deficientes (Quijano, 2002: 28). Además, la
mentalidad de la población y costumbres tradicionales estarían presentes sin
mayores cambios, tal y como lo señala Elisa Quijano: predominaba “la mentalidad
antigua que aun permanecía en los ciudadanos quienes continuaban creyendo en
pócimas, brujos y curanderos…para la cura de la lepra aparecían redentores,
hacedores de milagros provenientes de distintos países como Cuba, Filipinas,
México que ofrecían la cura milagrosa con brebajes y haciéndose poseedores de
poderes sobrenaturales” (2002: 29 ); se le suma una ciudad con problemas de
delincuencia, alcoholismo y juegos de azar, la instalación de Botillerías;
19 “En la década de 1830, Maracaibo contaba con 16.000 habitantes, concentrados en las parroquias de la Matriz o Catedral, Santa Bárbara y San Juan de Dios… a mediados del siglo XIX fue ampliado nuevamente el centro de la ciudad por el aumento de la población, las actividades económicas, culturales, políticas, religiosas y sociales… para 1855 el centro de la ciudad era el espacio urbano por excelencia debido a las actividades comerciales, a esto se le sumó la construcción de las casas comerciales que imprimió una dinámica nueva al centro de la ciudad, sumado a los capitales privados que dotaron de servicios y equipamientos urbanos a la ciudad. (Atencio, 2003.)
37
actividades que ocupaban los espacios públicos y eran denunciados por la prensa
regional20.
Sin embargo, existía una dualidad entre esta realidad y lo que expresaban
los poetas e intelectuales de la época al exclamar una ciudad llena de progreso,
sin considerar las carencias que la misma presentaba, según Bermúdez y
Romero:
La Maracaibo decimonónica está llena de contradicciones. El Lago es un gigante indómito que la aísla del resto del país, pero que le permite un intenso intercambio comercial con el extranjero gracias a su salida al mar. Pese a la actividad portuaria, que supone el arribo permanente de marinos y de extranjeros, así como la presencia de inmigrantes extranjeros establecidos en Maracaibo que traen consigo nuevas tradiciones, costumbres y gustos, la ciudad no dispone de muchos hoteles ni restaurantes y no ofrece una vida nocturna. (2006: 20)
El puerto de Maracaibo, como eje de su economía, era sin duda un
escenario de contradicciones y de carencias, mezclas de viejas y nuevas
costumbres que se irían incorporando poco a poco. Su estructura urbano-
arquitectónica no estuvo ajustada a sus necesidades. Los contemporáneos
hacían esfuerzos por mejorar esta situación:
Hacia finales del diecinueve, gracias a la consolidación del circuito agro-exportador y al repunte económico del comercio del café, Maracaibo ve surgir nuevos edificios y cuenta con tranvía de tracción animal, luz eléctrica, telégrafo, teléfono, imprentas, periódicos, etc., pero carece de acueducto, buenas cloacas, calles pavimentadas y presenta serios problemas de salubridad. Se trata de una ciudad idealizada por sus poetas, pues la culta
20 El rol de la prensa regional fue de vital importancia para impulsar el progreso de la ciudad y expresar la discusión de ideas en torno a las necesidades de la misma, además de realizar las denuncias constantes sobre los males que acontecían en la ciudad, uno de los casos más emblemáticos fue la revista quincenal Patria i Ciudad de Rogelio Illarramendy, así como también otras publicaciones como Ecos del Zulia, entre otras, en las cuales se presentaron contantes denuncias sobre las calamidades de la ciudad, generalmente eran artículos de opinión de intelectuales zulianos. (Quijano, 2002)
38
Sultana del Lago tiene un aspecto que deja mucho que desear. La ciudad “moderna y progresista” de la cual se enorgullece la elite comercial e intelectual local, es en realidad conservadora y clasista. Mientras la mayoría de los inmigrantes alemanes, holandeses e ingleses se dedican al comercio, buena parte de los criollos son dueños de tierras y se consagran a la agricultura en los espacios aledaños a la ciudad. El resto de ellos incursiona en el comercio u ofrece sus servicios profesionales como abogados, médicos e ingenieros. Son hombres cultivados que se han formado en el Colegio Nacional, fundado en Maracaibo en 1837 y en ocasiones continúan estudios en el exterior. (Bermúdez y Romero, 2006)
En una ciudad llena de contrastes, que se mantendrían así en las primeras
décadas del siglo XX, los intelectuales21 de la época intentarían poner de
manifiesto sus conocimientos y sus dotes para hacer sentir que a pesar de las
dificultades existía un compromiso con el progreso. Los intelectuales desarrollaron
una serie de artículos, ensayos, poesías, cuentos, obras de teatros, además de
estar al frente de la dirección de periódicos22, demostrando una actividad cultural
abocada a resaltar las maravillas de una ciudad cambiante, entre estos
intelectuales destacan:
José Ramón Yepes, Manuel Dagnino, Idelfonso Vásquez, Valerio Perpetuo Toledo, Apálico Sánchez, Jesús María Portillo, Francisco Eugenio Bustamante, Francisco Ochoa, Sisoes Finol, José María Rivas, Octavio Hernández, Eduardo López Rivas. Algunos de ellos fundan, editan y redactan los más importantes medios impresos del período, los cuales emplean como instrumento para dirigirse a sus pares, tener poder y un cierto control político local e incidir sobre la política regional y nacional. Es también una forma de demostrar que no se vive en la barbarie pese al deplorable estado de la ciudad. (Bermúdez y Romero, 2006: 6)
21 Los intelectuales marabinos desde el siglo XIX trabajaron por mejorar el aspecto urbano de la ciudad con la realización de obras arquitectónicas que eran promovidas por asociaciones como: La “Sociedad Masónica”, Las “Juntas de Fomento”, La Sociedad “Mutuo Auxilio”, “Amigos del País”, la de “Artesanos”, La “Sociedad Progresista”, “Ecos de la Juventud”, el “Gimnasio del Progreso”, entre muchas otras. (Atencio, 2003: 34-35)
22 La prensa local estuvo formada por los más selectos intelectuales zulianos, los cuales utilizaron este medio para crear una pedagogía política y profundizar la educación, para incorporar nuevas ideas a los habitantes de la ciudad de Maracaibo. (Atencio, 2003: 92)
39
Las producciones intelectuales23 tienen un curso distinto al devenir de la
ciudad, en este campo florecen muchas publicaciones24 que dan cuenta de una
actividad cultural importante para los últimos años del siglo XIX y los primeros del
XX.
Los intelectuales de estos años, según Germán Cardozo, eran médicos,
jurisconsultos o sacerdotes, entre otros, con una formación variada que iba desde
el castellano, pasando por las lenguas clásicas, hasta llegar a la filosofía, esto les
permitía tener un espacio amplio de actuación que pasaba por la poesía, la
oratoria, el redactar artículos para prensa, actividades acompañadas con la
atención de enfermos, los asesoramientos jurídicos, la actividad docente o alguna
función en la administración pública. (1998: 233)
Sin embargo, la ciudad era un escenario difícil para coexistir, por ejemplo,
las calles eran en su mayoría de tierra, sólo algunas contenían pavimento de mala
calidad, utilizaban piedras, concreto y asfalto que esparcían un polvo por toda la
ciudad; en épocas de lluvia eran cubiertas con aguas negras, además de las
23 “Durante el siglo XIX y las primeras décadas del XX, al igual que otras esferas de la vida regional, Maracaibo fue el centro de la actividad intelectual y publicitaria del Zulia, como resultado de la reafirmación de su hegemonía económica y política sobre el resto del territorio… La influencia intelectual recibida e impartida desde la Universidad del Zulia y de su antecedente inmediato el Colegio Federal de Primera Categoría” tendría su efectos en la vida intelectual de la región que se organizó entorno a la universidad, a sus luchas para crearla y mantenerla abierta y el esfuerzo por mantener el ritmo de actividades culturales luego de su cierre. (Cardozo, 1998). El período en el que permanece cerrada la universidad, la intelectualidad zuliana, realizó diversas protestas, sin embargo, no lograron su objetivo de reapertura de la misma, pero al mismo tiempo trató de mantener su nivel cultural creando en 1930 la Escuela de Ciencias Políticas. (Ortin, 2001 :3)
24 La revista El Zulia Ilustrado reseña los órganos periódicos que para el año 1889 circulan con regularidad en el Zulia, catorce en total, entre ellos: La Beneficencia (1874-1935), El Boletín Comercial (1880-1889), El Mutuo Auxilio (1877- 1889), El Teléfono (1888-1890), El Zulia Ilustrado (1888-1891), El Fonógrafo (1879- 1917), El Posta del Comercio (1879-1887), Los Ecos del Zulia (1880-1917); refiriéndose a estos tres últimos como “diarios de grandes dimensiones con imprenta propia; y los demás son publicaciones semanales, quincenales o mensuales, sólo a finales del siglo XIX. (Bermúdez y Romero, 2006)
40
deficiencias en el servicio de aseo, los desniveles en las aceras, problemas con el
incipiente trafico de la época, falta de cloacas y de agua potable, deficiencias en
el servicio eléctrico, eran parte de una realidad rica en contrastes. (Quijano,
2002).
Así, los escenarios urbanos de aquella Maracaibo fueron determinados por
la participación de las elites, quienes se concentraron en la utilización de los
espacios abiertos en los cuales realizaban celebraciones, conmemoraciones y
fiestas religiosas, según Atencio:
…en los desfiles se combinaron las máximas de los espacios urbanos abiertos, como fueron las plazas, las calles y las iglesias, lugares públicos donde se concurrían y se mezclaban socialmente los ciudadanos. Los adornos de las calles y plazas con la asistencia de la banda musical de la localidad, y la novedad del servicio eléctrico que permitió el uso del espacio durante las noches. (2003: 96)
Esta situación adquirió mayor notoriedad en los años del boom petrolero,
donde las celebraciones en espacios abiertos fueron prioritarias para los
gobernantes de turno, por cuanto las ocasiones servían para inaugurar obras
importantes para el estado. Entrado el siglo XX, comienzan de forma paulatina a
incorporarse los adelantos de ese momento, manteniendo algunas de las difíciles
situaciones del siglo pasado; y otros casos se recrudecerían o generarían nuevas
problemáticas, como el caso de los vehículos que fueron incorporados de manera
rápida a la vida cotidiana, generando caos debido a que la organización de la
ciudad no era la más indicada. Sin embargo, los verdaderos cambios se sentirían
con la llegada del petróleo a la economía del país, en especial del Zulia.
41
Finales del siglo XX, Maracaibo se convierte en el centro de la economía,
los grandes bloques financieros se transformaron en compañías anónimas, los
bancos y las transacciones bursátiles elevaron el costo de la vida, como parte de
los acontecimientos que ocurrían en la ciudad, sin embargo en el orden político
tendrían otro cariz; los enfrentamientos y negocios eran parte de la dinámica de la
política regional en su relación con el centralismo de Caracas.
3. Los intereses regionales durante los gobiernos andinos
Los cambios en la ciudad de Maracaibo sólo se comprenden en las
trasformaciones de la Venezuela de los albores del siglo XX. En lo político aún
tenía un vestigio heredado del siglo XIX, donde los caudillos y las constantes
guerras civiles fueron comunes. Sin embargo, durante los gobiernos de Cipriano
Castro (1899-1908) y Juan Vicente Gómez (1908-1936), se introducen las
transformaciones necesarias para modificar la estructura de poder decimonónica
amparada en los beneficios que otorgaba la creciente renta petrolera.
Al llegar Castro al poder se encuentra con un escenario de conflictividad
política: los enfrentamientos entre los diferentes bandos liberales y conservadores
eran parte del quehacer político nacional. La instauración de su gobierno en 1899
representó en Venezuela la restauración de los principios liberales; en este ámbito
de la política nacional resultaba innegable el desconcierto interno debido a las
rivalidades entre los diversos actores sociales que habían gobernado al país, y la
inestabilidad económica; sin embargo, este gobierno sólo asumió las reformas
territoriales para controlar la voces disidentes de las regiones del país.
42
Los constantes enfrentamientos y disputas internas resultaron evidentes
durante los momentos iniciales del gobierno de Castro. Según Pino Iturrieta, para
este gobierno la política se concebía como un asunto de obediencia a cualquier
precio, imponía su control a través de la fuerza, su opositores naturales fueron los
caudillos de las diferentes regiones del país, quienes se aferraban a sus cuotas
de poder frente al centralismo avasallante, además de los banqueros negados a
apoyar al gobierno (1991:19-20), así ha sido ampliamente estudiado por Dilian
Ferrer ( 2007), “Ciudadanía y Construcción de la Nación a Inicios de la Venezuela
Petrolera”25, donde se esboza la confusión que existía en el país, lo que obligaba
a equilibrar las alianzas regionales, quedando claro que el nuevo gobierno y sus
políticas no eran bien vistas por los líderes del país, pero en el Zulia la situación
era vista bajo otros parámetros:
En el escenario zuliano, al parecer los líderes políticos veían La “Revolución Restauradora” como una revuelta más, a la cual no estaban interesados en sumarse. La Consolidación del circuito comercial y la jerarquía funcional de la Ciudad de Maracaibo en torno a los Andes y a las proximidades colombianas de Santander del Norte, hacían necesario que los dirigentes de la región tuvieran un sutil tacto para manejarlas situaciones. Era necesario sostener en equilibrio la balanza política con relación al poder central. Sin embargo, la “restauración fue combatida desde el Zulia. (Ferrer, 2007: 123)
Por otra parte, para el Zulia el gobierno de Cipriano Castro26 significó una
ruptura de las alianzas políticas, alcanzadas en el periodo anterior, en el gobierno
25 Tesis para optar al título de Doctora en Ciencias Humanas de la Universidad del Zulia. (2007) Inédita.
26 Cipriano Castro no presentó programa de gobierno pero su propuesta estaba expresada en su eslogan “Nuevos Hombres, Nuevos Ideales, Nuevos procedimientos”. Según Dilian Ferrer este gobierno sin programa pero con un lema que anunciaba unas transformaciones profundas, se basó en procedimientos centralistas y autoritarios, que no permitieron la realización de tan anunciado eslogan. (2007: 128)
43
de Ignacio Andrade y el gobierno del Estado, ejercido por su hermano Alejandro
Andrade; estas alianzas se constituían en una garantía de estabilidad para la
región, era una posibilidad que apuntalaba hacia un gobierno mas autónomo en el
Zulia. (Ferrer, 2007: 123)
Para el Zulia comienza un periodo de inestabilidad, seguido por varios
gobiernos provisorios27; los enfrentamientos fueron constantes durante el
gobierno de Castro, lo que implicó cambios del presidente del estado, así como
acciones represivas en contra de los intereses del Zulia. Según lo expresado por
Dilian Ferrer “lograr el equilibrio gubernamental y la sumisión del Zulia al nuevo
oficialismo “Restaurador” no era un asunto fácil de resolver, las divergencias
políticas entre los ciudadanos y la falta de unicidad nacional eran duros escollos
que sortear para alcanzar estos propósitos políticos” (2007: 149); sin duda las
tensiones generadas por los intereses locales28 y nacionales hacían difícil la
situación en la región zuliana.
27 Los enfrentamientos fueron diversos, comenzando desde inicios de la revolución Restauradora, en ese año se nombró como jefe civil y militar del “Estado Maracaibo” al General Francisco Tosta García impuesto por Castro, esto fue vigorosamente atacado por Helímenas Finol, quien era dirigente del partido nacionalista. El 17 de febrero de 1900 el gobierno de Castro nombró presidente del estado al colombiano Benjamín Ruiz, esto simbolizó una humillación para el Zulia. Este presidente sólo duró tres meses en el poder y fue sustituido por el General Aurelio Valbuena, quien en un principio fue bien visto por la región por ser oriundo del estado, pero él mismo no logró pacificar el territorio. Por otra parte, en el momento de la presidencia de Valbuena, Castro se había empeñado en ayudar a los movimientos liberales colombianos que se habían levantado en el Departamento de Santander contra el gobierno conservador; en respuesta, el gobierno colombiano cooperó con el General Rangel Garbiras en una invasión contra Castro. La invasión llegaría hasta la población de Encontrados, esto originó una tentativa de alzamiento en la ciudad de Maracaibo. El desequilibrio de la zona obligaba al gobierno nacional a mantener la centralización de las rentas, esto produjo un enfrentamiento con el Concejo Municipal del distrito Maracaibo, por su parte, Castro manejaba la disidencia con la remoción de las autoridades, Valbuena fue sucedido por Juan Francisco Castillo. (Ferrer, 2007)
28 En 1901 los gobernantes de Mérida irrumpieron en el Zulia, con la intención de conseguir una salida por el Lago de Maracaibo que beneficiaría su comercio; en 1904 Castro concedió provisionalmente el Puerto de Palmarito al Estado Mérida, esto suponía un castigo para el Estado por sus rebeldías.
44
Los cambios constantes de los gobiernos regionales hacían difícil la
gobernabilidad de la región, cada gobernante enfrentó problemas de diversa
índole, pasando por movimientos armados, así como la centralización de los
recursos económicos y la designación de los funcionarios públicos por parte del
ejecutivo nacional; en 1902 se sumaba a las persecuciones políticas y las
consecuencias del bloqueo internacional de los puertos29.
Por su parte el presidente Castro ordenó los empréstitos forzados, tanto
para las casas comerciales extranjeras y nacionales, con la finalidad de recaudar
fondos para el gobierno nacional, lo cual generó malestar y protestas. A esta
situación se le sumaba la forma de conducción del gobierno por parte de Castro,
según lo expresa Dilian Ferrer, era “por medios de redes de hombres vinculados
por la solidaridad construida mediante la amistad, el parentesco y el
compadrazgo, a estos individuos en su mayoría de origen andino los instaló en los
gobiernos locales” (2007: 144). El gobierno se organizaba de acuerdo la voluntad
de un sólo hombre, lograr el equilibrio en el gobierno era una tarea difícil sumado
a la falta de unión nacional.
29 Las reclamaciones internacionales por parte de la potencias Europeas que propiciaron el Bloqueo eran estimadas, según lo expresa Manuel Rodríguez Campos, por encima de los ciento ochenta millones de bolívares, una cifra que era 7.5 veces mayor al presupuesto de la nación, situación que se agravó con la merma de los ingresos fiscales y la crisis recesiva mundial. Este bloqueo fue calificado como una ofensa a la soberanía nacional y al mismo tiempo algunas voces de la época como César Zumeta calificaron el hecho como un enfrentamiento inter-imperialista, debido a la preocupación europea por la expansión de los Estados Unidos, que establecía protectorados en el Caribe y empezaba a controlar a América Latina. las potencias Europeas trataban de poner a prueba la Doctrina Monroe y al mismo tiempo intentaban afianzar su presencia en América Latina. (1991: 113-115)
45
Por su parte las elites intelectuales de Maracaibo desarrollaron una serie
de actividades científicas y culturales30, heredadas de las actividades realizadas
en el siglo XIX. En los primeros años del siglo XX destacó la creación del grupo
Ariel31 (1901) y de la publicación de una revista del mismo nombre, la cual
circulaba en periodo semanal, dedicada a asuntos de literatura, encabezado por
Semprun y Emiliano Hernández; Proshelio de Burtòn Olivares; Los Principios de
Jesús Enrique Lossada; Gutemberg de Octavio Hernández, Los Trujillos de los
Yepes y El Tribuno de Jorge Schmidke; pero al mismo tiempo realizaron acciones
en el campo de la política, al asumir actitudes contrarias al gobierno central
cuando vieron amenazada la autonomía regional32, tal es el caso de Francisco
Eugenio Bustamante, Rector de la Universidad del Zulia, quien como
30 “El periodo comprendido entre 1870 y 1908, correspondiente a las presidencias de Guzmán, Crespo, Andueza y Castro, registra en Maracaibo algunos sucesos conmemorativos: primer centenario del nacimiento del Libertador, con la excelente exposición centenaria y presencia del Zulia; la inauguración del Teatro Baralt; la instalación de la primera sociedad Dramática de Aficionados; la celebración del natalicio de Urdaneta; la creación de periódicos de nerviosa y agitada existencia” (Bosh, 1984: 18). Estas manifestaciones dan cuenta de una actividad cultural e intelectual muy productiva desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX en el estado Zulia.
31 El grupo de los intelectuales arielistas figuraron como colaboradores del Cojo Ilustrado, entre ellos destacan: Emiliano Hernández, Elías Sánchez Rubio, Rogelio Illarramendi, Jesús Semprún y José. A. Butrón Olivares entre otros, opuestos a la estética del último romanticismo hispano, además dirigieron sus preferencias por la literatura francesa y por acentuar la nota autóctona americana. (Bosch, 1984: 20)
32 Algunos maracaiberos como Ramón Ferrer Ríos, jefe del complot, Luis Besson Lalinde, Luis Hernández, entre otros, quienes participaron en levantamientos en contra del gobierno de Castro, que quizás serían parte de las causas del cierre de la Universidad del Zulia (Urdaneta, 2000). Según Nevi Ortin durante el gobierno del General Cipriano Castro, en 1904 dejó de funcionar la Universidad del Zulia, pero los intelectuales no se resignaron a que el Zulia, que contaba con suficientes recursos naturales y económicos, no tuviera una institución de educación superior y científica, donde pudieran asistir los hijos de esta región, por ello durante el gobierno del General Gómez realizaron diversas gestiones dirigidas a lograr la reinstalación de la Universidad, sin embargo, lo único que consiguieron fue la instalación y funcionamiento en Maracaibo, de una Escuela de Ciencias Políticas. (Ortin, 2001: 3)
46
representante ante el Congreso de la región 33 defendía los legítimos derechos de
los zulianos. Esta actitud política no era novedosa para el momento, pero luego
de la década de los años veinte, lo común era ver a los hombres de letras en
cargos políticos y culturales al mismo tiempo, en una actitud condescendiente con
las autoridades de turno.
En medio de avatares políticos, tanto en el gobierno nacional como el
regional, el presidente Castro buscó una reforma constitucional para mantenerse
en el poder, sin embargo, sus problemas de salud lo obligaron a separarse de su
cargo y dejar encargado a Juan Vicente Gómez, su compadre y amigo, quién
logró concretar un golpe de Estado, que le permitió llegar al trono por espacio de
veintisiete años.
Con la llegada al gobierno de Juan Vicente Gómez34, se modificaron los
esquemas políticos y culturales, aun cuando se continúa y refuerza lo que Castro
había implementado, es decir, la concentración y centralización de los poderes, se
hizo mayor énfasis en la creación de un ejército nacional, lo que le permitió
concentrar un importante poder militar basado en la lealtad personal. También
contó con un aparato de control y represión política, fundamentado en gran
33 Para ampliar este periodo, véase la tesis doctoral de Dilian Ferrer, “Ciudadanía y construcción de la nación a inicios de la Venezuela petrolera”, quien de manera novedosa aborda esta época tan poco estudiada por la historiografía venezolana.
34 La arquitectura del gobierno castrista se desplomó el 19 de abril de 1908 como consecuencia de las intrigas y nuevas adhesiones que demostraron el deterioro del castrismo. Ahora el “gomismo” se apoderó del poder y sumaba dentro de su seno a los castristas “blandos”, así como supuestos leales “restauradores”, concretando la llamada “evolución” política. De esta manera, al presidente Castro se le excluyó del poder pero continuaba el dominio andino, sólo que ahora serían comandados por Juan Vicente Gómez…Desde aquel momento, el gobierno se orientó a establecer una estrecha relación con el capital extranjero, y posteriormente, con la explotación petrolera, podrá lograr concretar de manera extraordinaria grandes cambios en el país. (Ferrer, 2007: 208)
47
medida por la variedad de informaciones que obtenía a través de una red de
solidaridades, tanto en el ámbito nacional como internacional.
En los inicios del gobierno de Gómez, el lema era “Patria y Unión”, que
simbolizaba el esfuerzo por permanecer en el poder, para ello estableció alianzas
con diversos sectores de la sociedad venezolana y reformas a la constitución
nacional. Era necesario contrarrestar a los focos de oposición, por lo que se inició
una reforma militar para crear un ejército nacional unificado. Por ello, durante el
gobierno de Gómez se instaló la Academia Militar35 (1911), elemento que sirvió de
base para mantenerse por espacio de veintisiete años en el poder, debido a la
organización y dotación castrense.
Los primeros años del gobierno de Juan Vicente Gómez estuvieron bajo un
clima conciliador, estableció alianzas en las regiones del país y buscó el mayor
número de apoyos. Así mismo procuró aliarse con aquellos intelectuales que le
dieron el sustento a su gobierno y promovieron las ideas del positivismo y
modernización del Estado, esto fue un pedestal fundamental para formar una
sociedad con nuevos lineamientos, amparados en la paz, el orden y el progreso,
para con ello moldear un ciudadano con una nueva conciencia y práctica social.
Las relaciones internacionales con las grandes potencias estaban
resquebrajadas en Venezuela a la llegada de Gómez, había que crear empleos,
35 Uno de los objetivos clave del gobierno era organizar las Fuerzas Armadas, para lo cual Gómez logró eliminar las montoneras, creando un grupo selecto para el resguardo del orden (La Sagrada) y a la vez formó brigadas compuestas por cuatro batallones cada una, ubicadas en los estados estratégicos del país como: Zulia, Táchira, Maracay y Caracas. (Alarico, 2007)
48
equilibrar el presupuesto nacional y formar el Consejo de gobierno36, por lo que su
plan de gobierno inicia con el restablecimiento de las relaciones internacionales,
comenzando con los Estados Unidos y la atracción de las inversiones extrajeras;
realizó ajustes en el presupuesto, ordenó las cuentas y fiscalizó la recaudación de
impuestos, lo que permitió pagar la deuda originada por el Protocolo de
Washington en el año 1912 a causa del bloqueo. Además aceleró la construcción
de obras públicas, y asentó el centro del poder no en Caracas sino en Maracay,
permitiéndole mayor apertura a su gobierno. (Alarico, 2007)
El ascenso de Gómez al poder fue recibido en el Zulia con agrado por
algunos sectores, las elites políticas, económicas y culturales expresaron sus
sentimientos anticastristas y a favor del nuevo gobierno que representaba una
esperanza para los intereses del Zulia. Algunos marabinos que apoyaron al
gobierno de Gómez se asociaron en la Junta Patriótica del Zulia y aquellos que
veían con recelo al gobierno nacional y reclamaban los derechos sobre las minas
y salinas se agruparon en la Junta de la Autonomía37, encabezada por los
doctores Pedro Paris y Pedro Guzmán (Parra, 2004: 120). Las primeras medidas
tomadas por Gómez anunciaban cambios para la región, como lo expresa Dilian
Ferrer:
36 El consejo de gobierno tenía bajo su responsabilidad emitir opiniones sobre los asuntos del Estado que fueron sometidos a su consideración y se estimó necesario su análisis, además el presidente de este organismo, según la ley del año de 1913, podía cubrir las ausencias temporales del presidente de la República, (Alarico, 2007: 104)
37 Su actuación se centró en evitar que la Asamblea Legislativa le diera el visto bueno a la reforma constitucional propuesta por el gobierno en el año de 1909, organizaron una protesta frente a la oficina telegráfica de Maracaibo, al mismo tiempo publicaron sus ideas en los periódicos de la región, dejando espacio a la negociación siempre y cuando se respetara la condición de estado autónomo del Zulia. (Parra, 2004)
49
Los anuncios en el ámbito comercial eran prometedores. En el Zulia las expectativas crecieron en torno a las declaraciones emitidas por el nuevo mandatario con relación a su intención de facilitar el comercio de exportación. Las disposiciones tendrían a ser ampliamente liberales y aseguró públicamente que los derechos de exportación que pesaban sobre el café y el cacao, serian “suprimidos”. Como hábil comerciante, Gómez sabía que esta medida sería interpretada como “una reforma capital” por el sector comercial. (2007: 217)
Las proclamas en el ámbito económico eran promisorias para el país y
para el estado Zulia debido a las facilidades que se otorgaban al comercio de
exportación. Sin embargo, Gómez debía legalizar su permanencia en el
régimen, para ello modificó la Constitución, permitiendo convocar a elecciones
en condiciones bastante favorables, para ello gobernó a través de la
concentración del poder en él como presidente y comandante en jefe del
ejército; para lograrlo se ajustaba cada carta magna según los requerimientos y
necesidades del Benemérito, además de controlar los votos del Congreso
Nacional, ente encargado de elegir al presidente de la república. Al mismo
tiempo creó una estructura legal y administrativa que se adaptaba a las
necesidades y exigencias de cada momento en el que fueron planteadas.
Los cambios en las constituciones se relacionaban con aspectos tales
como la duración del periodo presidencial, la educación y la libertad de prensa,
entre otros. Entre las constituciones de 1909 y 1914 se hace evidente el control
de la libertad de prensa, la primera reza: “se calumnie, injurie o que fuera perjuicio
de tercero quedan al agraviado expeditas sus acciones para deducirlas ante los
tribunales de justicia competentes, pero el inculpado no podrá ser detenido o
preso en ningún caso sino después de sentencia ejecutoriada”. (Constitución
artículo 23, numeral 6); mas en la constitución de 1922 se le agrega: “pero el
50
inculpado podrá prestar fianza de cárcel segura para responder por los efectos de
la detención hasta sentencia ejecutoriada, en aquellos casos en que obrare auto
de detención contra él”. (Constitución 1922, artículo 22, numeral 6)
En el contenido de la constitución de 1925 se retomaron los planteamientos
de las constituciones de los años 1909 y 1914, mientras que para las
constituciones de 1928, se prohibieron las propagandas del comunismo; y en las
cartas magnas de 1929 y 1931 se le agrega instigación a delinquir por parte de
los medios de comunicación.
Es importante hacer notar que los representantes del Zulia ante el
Congreso Nacional eran hombres vinculados a los negocios o intelectuales
destacados dentro del ámbito regional, como el caso de Enrique Paris, (firmante
de las constituciones de los años 1909, 1929); Rogelio Illarramendi, (firmante de
las constituciones de los años 1928, 1929, 1931), y Juan Paris, hijo, (firmante de
las constituciones de los años 1929, 1931, 1936), quien además fue Presidente
de la Cámara del Senado, entre otras destacadas figuras de la región zuliana,
como: J. E. Serrano, Ramón Villasmil, G. Trujillo Durán, entre otros.
Por su parte, la prensa escrita no siempre fue vista con agrado por el
gobierno nacional. Las más fuertes restricciones fueron las contenidas en la
última constitución del gobierno gomecista del año 1936, que estableció:
La libertad del pensamiento, manifestado de palabra, por escrito o por medio de la imprenta, u otros medios de publicidad, pero quedan sujetas a pena, conforme lo determine la ley, las expresiones que constituyan injuria, calumnia, difamación, ultraje o instigación a delinquir. No es permitido el anonimato, ni se permite ninguna propaganda de guerra ni encaminada a subvertir el orden político o social. Se consideran contrarias a la independencia, a la forma política y a la paz social de la Nación, las doctrinas
51
comunista y anarquista, y los que las proclamen, propaguen o practiquen serán considerados como traidores a la Patria y castigados conforme a las leyes. Podrá en todo tiempo el Ejecutivo Federal, hállense o no suspendidas las garantías constitucionales, impedir la entrada al territorio de la República o expulsarlos de él, por el plazo de seis meses a un año si se tratare de nacionales o por tiempo indefinido, si se tratare de extranjeros, a los individuos afiliados a cualquiera de las doctrinas antedichas, cuando considerare que su entrada al territorio de la República o su permanencia en él pueda ser peligrosa o perjudicial para el orden público o la tranquilidad social.38
Es por esta situación que en este periodo del gobierno de Gómez la
mayoría de las publicaciones periódicas39 fueron de carácter cultural o dedicaban
grandes espacios a los temas literarios, obras de teatro, exposiciones de pintura,
entre otros eventos de corte cultural y artístico, de allí el número tan elevado de
publicaciones que se registra referido a esta temática40.
Otro de los cambios más evidentes fue lo relacionado a la educación; en
todas las constituciones se consagró el derecho a la libertad de enseñanza. Así
como el gobierno fomentó la enseñanza técnica de los obreros, también exigió
que los profesionales debieran tener título para ejercer el rol del educador dentro
de las escuelas, aspecto determinante para la difusión de los nuevos valores
positivistas.
38 Constitución 1936, artículo 32, numeral 6.
39 Las publicaciones hemerográficas en Venezuela durante el gobierno gomecista sufrieron los problemas de restricciones políticas y de obtención de materias primas para su circulación, pero a pesar de ello se mantuvo un número importante; entre los años 1909-1913 circularon 515 publicaciones, entre los años 1914-1918 se editaron 250, esta reducción se debió a los efectos de la Primera Guerra Mundial. Para 1919-1925 se presentaron 437 y, en los años entre 1926-1935, 260 publicaciones en todo el territorio nacional. (Segnini, Yolanda 1987: 81-83)
40 Véase: Segnini, Yolanda, en su obra: Las luces del Gomecismo.
52
Además, durante el gomecismo, se construyeron una serie de importantes
carreteras41 en todo el país, e igualmente se mejoró la educación, la salubridad, la
hacienda pública, los correos, los telégrafos, la gestión fiscal, bajo la idea de paz,
orden y progreso. Esta organización permitió adelantar y profundizar el proyecto
modernizador del gobierno, ello condujo a que muchas regiones aisladas del país
comenzaran un proceso de unificación territorial, que llevó asimismo a tener un
mejor dominio del estado. Este fue un proceso que también lograría centralizar las
finanzas públicas de forma más eficiente, así como el mejoramiento del sistema
de comunicación, que dio paso a que las informaciones fueran más fluidas entre
las diferentes regiones del país y el centro de poder.
Las comunicaciones personales42 de Gómez demuestran su lazo con los
pensadores e intelectuales del momento. Les requería para crear una opción
favorable al gobierno y evitar las especulaciones sobre la falta de gobernabilidad
o atenuar los rumores de invasiones o desestabilizaciones. Un ejemplo de esta
situación fue cuando el General Gómez le envió una misiva al presidente del
Zulia, General Gumersindo Méndez:
41 Carreteras que permitieron la comunicación de muchas regiones aisladas del país, la construcción de importantes vías de comunicación y obras públicas se iniciaron en el año 1910 con la conformación de una Comisión científica y exploradora del occidente de Venezuela, que debía realizar los estudios pertinentes para la creación de carreteras en los estados Falcón, Zulia, Lara, Portuguesa, Trujillo, Mérida y Táchira, que originó en 1925 la inauguración de la Gran Carretera Trasandina, la cual permitió unir por vez primera y por vía terrestre a los estados Táchira, Mérida y Trujillo. Así como también las vías que comunicaban a la ciudad de Mérida con los Distritos Campo Elías y Sucre, de unos 35 kilómetros de largo por 10 metros de ancho; y una en el Llano Grande de unos 5 kilómetros de extensión; la carretera entre Timotes y Trujillo y la que comunicaba a Tovar con Santa Cruz de Mora, por citar algunas de las carreteras edificadas en el gobierno de Gómez. (Artigas, 2006)
42 Gómez a diario conoce sobre el rancho de la soldadesca en las guarniciones, sobre el transcurrir rutinario en las aduanas, sobre los alumnos admitidos en los colegios, referencias al clima de los Andes o al verano en los llanos, junto con noticias sobre los conspiradores o aquellos personajes indiferentes al gobierno. Todo se le informaba al presidente desde detalles importantes para la política hasta el contenido del equipaje de algún señor influyente. (Pino, 2006: 45)
53
Las desavenencias que existen entre el gobierno que Ud. Dignamente preside y la municipalidad de Maracaibo, deben desaparecer en el seno de la cordialidad y de la armonía, para bien del Zulia y la gloria de sus gobernantes. Cualquiera que sean las causas de esas disidencias, tienen que parecer pequeñas ante la magnitud del patriotismo que me complazco en reconocer en Uds. unidos se complementa recíprocamente y haga la felicidad de ese estado. Yo no puedo creer que no haya medios de zanjar las dificultades que hoy, desagraciadamente, los distancia. Más arduos y complicados son los problemas de la administración nacional… en este momento en que me dirijo a Uds. me encuentro rodeado de todas las personalidades importantes de la Política, del Comercio, de las Industrias, de las Letras y del periodismo, que han venido a las fiestas de Maracay, otorgándome un grande honor al aceptar mis invitaciones, para proporcionarle a la República el espectáculo jamás visto de exhibir los partidos y los hombres en el santo propósito de echar las bases imperecederas de la paz y del incesante progreso de la patria. El respetable cuerpo diplomático presencia este consolidar espectáculo. Así espero verlos a Uds. y desde luego me adelanto a felicitar a Uds. Y tanto como Uds. al Zulia tan digno de consideración y respeto por la inteligencia, laboriosidad y patriotismo de sus Hijos. Soy su amigo J.V. Gómez. 43
En otro orden de ideas, el proceso político del Gobierno de Juan Vicente
Gómez en el Zulia poseería una serie de variantes con respecto al proceso
nacional por cuanto en la región, particularmente en los escenarios públicos de
acción de la educación y asociaciones culturales, el factor de la actividad petrolera
fue un elemento que generó una dinámica muy particular. En primer lugar surgió
un grupo de intelectuales que trabajó en favor de ciertas ideas del gobierno
nacional, y por otro lado un nuevo grupo económico que aprovechó el gobierno
para establecer conexiones y hacer importantes negocios.
El gobierno de Gómez también enfrentó una oposición que con relativa
fuerza desafiaba las medidas que se pretendían imponer desde el gobierno
central. En Maracaibo se organizaron en varias agrupaciones en contra del
43 Boletín del Archivo Histórico de Miraflores, 1961: 64.
54
gobierno, como: la Agrupación Cívica del Zulia; los Estudiantes de la Universidad
del Zulia, que para el momento estaba clausurada y también conformaron varios
grupos: Centro Científico Experimental del Zulia, Centro Científico de Estudiantes
del Zulia, la Asociación de Estudiantes del Zulia y el Centro Estudiantil del Zulia.
Estas agrupaciones pretendieron llenar el espacio dejado por el cierre de la
Universidad. El sector estudiantil en los incipientes años del gobierno de Gómez
no participó en ninguna protesta abierta contra el gobierno nacional, pero algunos
integrantes de este sector realizaron actividades políticas clandestinas y fueron
formadores del liderazgo del año de 1928. (Urdaneta, 2000: 37-41)
Durante el periodo de gobierno de Juan Vicente Gómez y a pesar de sus
alianzas con algunos sectores, comenzaría otra etapa de enfrentamientos con la
región zuliana44. El gobierno de Gómez en el Zulia transcurrió en medio de
constantes pugnas, una de las más significativas fue cuando en 1911 el gobierno
regional y el Concejo Municipal de Maracaibo se enfrentaron; el primero era
partidario del gobierno nacional y acusaba al Concejo de mantener una situación
de inestabilidad en el Estado. Otro de los elementos de discusión fue el apoyo del
desmembramiento del puerto de Palmarito por parte del Gobierno Nacional. La
sociedad civil zuliana manifestó en contra del gobierno, creando una junta
denominada “Agrupación autónoma del Zulia45”, auspiciada por los comerciantes
44 Enfrentamientos que mucha veces fueron solucionados con la remoción de los presidentes de Estado, es por ello que en este periodo desfilaron varios presidentes, entre los que destacan el Gral. José Ignacio Lares (1908), Gral. Gumersindo Méndez (1910), Gral. José María García (1911), Dr. José Antonio Chávez (1915), Gral. Alberto Aranguren (1916), Gral. Santos Matute Gómez (1917), José Rafael Gabaldón Iragorry (1920), Renato Serrano (1924), Gral. Isilio Febres Cordero (1925), Gral. Vincencio Pérez Soto (1926), Dr. Leonardo Villasmil (1935), Gral. León Jurado Rovero (1935).
45 Esta agrupación funcionó en la sede de la Sociedad de Artesanos, con la intención de protestar ante el Congreso Nacional por el despojo de territorio y la devolución de las salinas y minas; entre
55
de la región, quienes buscaron la defensa del territorio y la proclamación de la
autonomía del estado y al mismo tiempo intentaron generar protestas en las calles
de la ciudad. (Ferrer, 2007)
En tanto que en Caracas se conocía de un atentado contra Gómez,
propiciado por Cipriano Castro en 1911, todos los concejos municipales del país
enviaron una carta de apoyo al gobierno, pero en el caso del Zulia la mayoría de
los concejos ignoraron la situación, a excepción del concejo del distrito Miranda
que envió una misiva de apoyo al gobierno de Gómez (Urdaneta, 2000). La
comunicación de apoyo enviada por el concejo municipal46 de Miranda expresaba
la defensa y necesidad de mantener a Gómez en el poder:
Que el benemérito General Juan Vicente Gómez preside hoy los destinos de Venezuela, con el voto unánime y espontáneo de todos los venezolanos; Considerando: Que él es el factor mas necesario e importante en la paz, engrandecimiento y prosperidad del país;…Acuerda: Primero protestar solemnemente contra el insólito atentado que iba a tener lugar en la persona del General Gómez47.
El acuerdo fue firmado por todo el concejo municipal, sin embargo este
apoyo no era representación del sentimiento de la mayoría del pueblo zuliano. En
los años siguientes los enfrentamientos continuaron, durante 1913 y 1914 desde
todos los rincones del país se enviaron cartas favoreciendo la idea de que Juan
Vicente Gómez continuara en el poder. (Urdaneta, 2000: 42)
sus miembros se encontraban Carlos Santos, Arturo Cuenca, Abraham Belloso, David Belloso, Juan Paris, Luis Paris, Rodolfo Auvert, Joaquín Amado, Benito Roncajolo, entre otras personalidades destacadas del Zulia. (Ferrer, 2007: 220)
46 Las personalidades que firmaron el acuerdo fueron: Federico Troconis, presidente; J. M. González y Ermelindo Crespo, vice-presidente; los vocales: José Gregorio Rodríguez, Jaime Faría, Luis A. Padrón y el Secretario, J.C. Olivares.
47 La Conjuración, 1911: 481.
56
En el año 1917 se enfrentaron de nuevo los intereses del Zulia y los del
gobierno nacional, pues al presidente del estado, José María García, se le
acusaba de tener un monopolio de alimentos, esto afectaba a los comerciantes48
de la región, quienes ejercían una influencia notable en el Estado.
En 1918 ocurrieron dos hechos interesantes: el primero de ellos fue la
revuelta por el nombramiento del General Santos Matute Gómez como presidente
del estado, medio hermano de Juan Vicente Gómez; el otro evento se relaciona
con los intentos de separación del Zulia del país, que según el cónsul de Estados
Unidos, Emil Sauer, eran impulsados por los alemanes. (Urdaneta, 2000: 40-47)
Mientras que el resto del país también vivía sus disturbios en contra del
gobierno de Gómez, en 1912 se produjo el complot Mochista, el cual fue
debelado; al mismo tiempo Jorge Bello se alza y es enviado preso al Castillo de
Puerto Cabello. Al siguiente año los estudiantes efectuaron varias protestas y se
evitó la invasión por Coro; también se reveló la conspiración de su mano derecha
y compadre Delgado Chalbaud (Padre), quien fue apresado en La Rotunda. La
oposición al gobierno de Gómez se resistía a su reelección e intentaron presentar
sus candidatos para la presidencia, pero sin éxito. (Alarico, 2007)
En 1914 se producen las invasiones y levantamientos de Arévalo Cedeño,
Horario Ducharne y del General José Rafael Gabaldón, los cuales no obtuvieron
48 Por la trascendencia del comercio en Maracaibo se había establecido una Escuela de Comercio donde se dictaban clases de idiomas relacionados con las colonias extranjeras que hacían vida comercial en la región; además se procuraba una formación académica vinculada con la actividad comercial, con conocimientos básicos relacionados como derecho mercantil, contabilidad, entre otros.
57
el éxito deseado. En relación a estas situaciones combativas, el punto mas álgido
de los primeros años del gobierno de Gómez fue el levantamiento de un grupo de
jóvenes49 oficiales, cadetes y de estudiantes en el año 1919, el cual fue
controlado y fuertemente reprimido. (Alarico, 2007)
Las manifestaciones continuaron en 1928 con la sublevación de un grupo
de estudiantes universitarios. Un incipiente grupo de jóvenes,50 entre los que
destacaron: Raúl Leoni, Jacinto Fombona Pachano, Miquel Otero Silva, Fernando
Márquez, Joaquín Gabaldón Márquez, Rómulo Betancourt, Guillermo Prince Lara,
entre otros, quienes con sus discursos de la celebración de la semana de
carnaval incomodaron al gobierno nacional. La detención de estos jóvenes y su
posterior liberación catapultaron a estos líderes como relevo dentro los cuadros
políticos de la nación.
Uno de los enfrentamientos más serios que tuvo que sortear el gobierno de
Gómez fue la expedición del vapor “Falke”, ocurrida en Cumaná el 11 de agosto
de 1929, que a diferencia de sus predecesoras, incluía un plan estructurado de
apoyo terrestre; fue organizada por la Junta Suprema de Liberación Nacional51;
pese a ello, el proyecto de invasión resultó en una derrota. (Martínez, 2006) 49 Sus líderes principales fueron: Luis Rafael Pimentel, Manuel María Aponte, Miguel y Cristóbal Parra, Félix Andrade, Argimiro Arellano y Pedro Betancourt, entre otros. (Alarico, 2007: 128)
50 Este fue un movimiento de naturaleza simple, cuyos objetivos abordaban apenas los asuntos del aula de clases, sin embargo se comprometieron con la realidad del país y el fruto de sus acciones sería vislumbrado veinte años después. (Pino, 2006)
51 Su líder fue el General Román Delgado Chalbaud, quien después de catorce años de presidio se encargó de organizar en Paris todo lo atinente a esta acción armada. Para ello, quedó constituida, el 5 de julio de 1929, la Junta Suprema de Liberación Nacional, órgano encargado de estructurar, coordinar y dirigir la expedición a través de sus miembros. Esta Junta estuvo integrada por viejos caudillos, profesionales de carrera e intelectuales y contó además con la participación de pobladores de la zona. (Martínez, 2006)
58
Durante el gobierno de Juan Vicente Gómez fueron muchas las escaramuzas que
terminaron controladas, y sus líderes apresados o enviados al exilio.
Sin embargo, en el lapso de tiempo entre los años 1908 a 1920, la ciudad
de Maracaibo iría de la creación de ciertas alianzas hasta desencuentros que no
pasarían de ser ciertas contiendas sin mayores consecuencias para el gobierno
nacional. Pero la presencia de una naciente actividad petrolera sería decisiva para
modificar las normas y prácticas políticas, económicas y sociales de las décadas
siguientes. La explotación petrolera y los capitales trasnacionales entraron en el
escenario nacional para establecer nuevas reglas de juego en la política.
4. Impacto de la actividad petrolera y de los capitales extranjeros en la economía nacional
La presencia de una embrionaria economía petrolera en la década de los
años veinte, incidió en la gestación de cambios en Venezuela, y de manera
particular, en el estado Zulia y en los distintos escenarios de la ciudad de
Maracaibo. Se evidencian estas transformaciones con la creación de nuevos
espacios públicos, al mismo tiempo se consolidan nuevos actores sociales
marabinos.
Las transformaciones en la sociedad venezolana, en particular la
marabina, serían impulsadas por la exploración y explotación petrolera. En el
gobierno de Juan Vicente Gómez son restablecidos los derechos concesionarios
a la New York & Bermúdez Company, que le habían sido retirados por el gobierno
59
anterior. Con los derechos restablecidos por Gómez, los apoderados de la
empresa británica The Venezuelan Development Co., John Allen Tregelles y N.G.
Burch, recibieron una concesión de 27 millones de hectáreas, que incluía los
estados Sucre, Delta Amacuro, Monagas, Anzoátegui, Carabobo, Zulia, Falcón,
Táchira, Mérida, Lara, Trujillo y Yaracuy. La concesión Tregelles-Burch fue
cancelada en 1911, y en 1912 el venezolano Max Valladares obtuvo una
concesión que cubría el mismo territorio, para traspasarla al día siguiente a la
Caribbean Petroleum, subsidiaria de la General Asphalt. (Parra y Parra, 1985)
Es importante destacar que la explotación de hidrocarburos no sólo se
concentró en el petróleo sino también en el asfalto52, que si bien no tuvo la
relevancia del boom petrolero, igualmente dejó sentir su impacto en la economía.
En el caso del Zulia, desde el año 1900, se entregó la concesión de la mina
Inciarte al Dr. Pedro Guzmán, la cual fue dada en condición de perpetuidad. Esta
concesión53 fue vendida un año más tarde a George W. Crichfield, representante
de la empresa United States and Venezuela; concesión que sería sometida
después a un largo litigio debido al cambio de leyes sobrevenido en 1904, que
afectaba las ganancias de la compañía debido al incremento del impuesto por
hectárea: de 10 a 40 centavos. (Vetencourt, 1987)
52 El desarrollo de la explotación del asfalto en Venezuela contaba con dos regiones por excelencia: una en oriente, alrededor del Lago de Guanoco y la zona de Pedernales, y la región occidental en la mina Inciarte en el estado Zulia. Una de las empresas más importantes en este ramo fue La New York and Bermúdez Company que monopolizaba la producción de asfalto del desaparecido estado Bermúdez, la cual se vio envuelta en largo litigio por el dominio de las minas: La Felicidad y Venezuela. (Vetencourt, 1987)
53 La venta de la concesión del Dr. Guzmán al empresario estadounidense Crichfield, nunca fue aprobada por el Congreso, por eso cuando ocurrió el cambio de la Ley de Minas en 1904, los reclamos realizados por este empresario no tendrían ninguna fundamentación. (Vetencourt, 1987: 122)
60
En 1910 la mina Inciarte fue reabierta por la empresa Zulia Asphalt
Company, subsidiaria de la Caribbean Cool Company, constituida en la última
empresa organizada a fin de explorar el asfalto, esto como consecuencia de que
la industria petrolera sustituyó la necesidad de obtener directamente este
producto. (Vetencourt, 1987). A pesar de la importancia de las concesiones del
asfalto, el recurso que causó mayor revuelo fue el petróleo. Durante las primeras
décadas del siglo XX este recurso se transformó en el motor de la economía; los
primeros años de la actividad fueron más rentables para las industrias petroleras
que para el gobierno nacional.
En los primeros años del siglo XX, la explotación del recurso petrolero en
Venezuela quedó en manos de la angloholandesa Royal Dutch Shell, y la
Standard Oil, de los Estados Unidos. A finales de 1912 la Caribbean Petroleum
pasó a estar bajo el control de la Royal Dutch Shell, iniciando, además del
negocio del asfalto, exploraciones en la búsqueda de petróleo. Es así como en
1913 se descubre el primer campo petrolero en Venezuela: el campo Guanoco, al
completarse con éxito la perforación del pozo Barbabui 1. La Caribbean
Petroleum, dueña mayoritaria de la New York & Bermúdez Company y subsidiaria
de la Royal Dutch Shell, intensificó la exploración geológica en todo el territorio
nacional, y en 1914 perforó también con éxito en la costa oriental del Lago de
Maracaibo el pozo Zumaque I, que con su producción inicial de unos 200 barriles
diarios (b/d), permitió el descubrimiento del primer campo venezolano de
importancia mundial, el campo Mene Grande. (Pino, 1993)
61
Para los primeros años del gobierno del Gómez, en el Zulia se vivieron dos
procesos de forma paralela, por una parte la instalación del capital trasnacional y
por otro lado la siembra de caña de azúcar en la región del sur del Lago de
Maracaibo, actividades que cambiarían de forma definitiva el aspecto de la ciudad
de Maracaibo y sus costumbres. La primera actividad estaría impulsada por los
capitales extranjeros, y la segunda desarrollada por las familias zulianas
asociadas con esos capitales, en especial la Paris, de gran prestigio en la región.
(Rodríguez y Bermúdez, 2007)
La iniciativa de las de familias prominentes de la entidad zuliana, como los
Paris, en Maracaibo y en Urdaneta; los Carroz, Lizarzábal, Cedeño, Matos, Pérez,
Pulgar, Medina y Troconis, en Sucre y Colón, permitió fundar en el sur del Lago
de Maracaibo, en el entonces distrito Sucre, las compañías anónimas Unión
Agrícola (1909), Central Azucarero del Zulia (1912) y Central Azucarero Gran Vía
(1917), con capital criollo. (Rodríguez y Bermúdez, 2007)
Pero en 1913 emerge un nuevo colectivo social vinculado con capital
extranjero para establecer la Venezuela Sugar Company, que luego será
conocida como Central Venezuela, la cual destronó del negocio a las primeras
compañías para catapultarse como la sociedad de mayor producción de azúcar
en el país. El Central Venezuela54, de la familia Paris55, fue copando el mercado
54 La entrada de capitales extranjeros permitió la consolidación del Central Venezuela, que se constituiría como la corporación de mayor producción azucarera del país hasta mediados del siglo veinte, cuando fue superada por los centrales azucareros de los estados Lara y Yaracuy, promovidos por el plan azucarero nacional. (Rodríguez y Bermúdez, 2007: 13) 55 Según Rodríguez y Bermúdez, la influencia de la familia Paris en la sociedad zuliana, andina y caraqueña le facilitó la concentración de las tierras necesarias para la explotación agrícola y en particular de la caña de azúcar, lo cual le dio mayor capacidad de desenvolvimiento y maniobra en las distintas instancias del poder. El comercio de la caña y sus derivados acicateó la dinámica económica con la profundización del proceso de industrialización del azúcar que se convirtió en la génesis del empresariado azucarero nacional. (2007:11)
62
azucarero nacional y se convirtió en un confiable suministrador del mercado
internacional. (Rodríguez y Bermúdez, 2007)
Los colectivos sociales en torno al negocio del azúcar conformaron una red
en la que confluyeron importantes personalidades56 del estado Zulia, en especial
de los distritos Colón, Sucre, Urdaneta y Maracaibo, bajo el esquema de firmas
mercantiles. Sociedades agrícolas desde finales del sigo XIX y XX fueron
incrementando capitales y ganancias fortaleciendo un sector atractivo y productivo
de la economía zuliana y venezolana.
A pesar de la importancia de la actividad azucarera, el petróleo tuvo un rol
preponderante dentro la economía de la región y de la nación. Pero fue en
diciembre de 1922 cuando el potencial petrolero del país resultó plenamente
confirmado con el reventón del pozo Barroso 2, también en el Zulia. Para 1928, el
país se ubica como el segundo productor mundial de petróleo y el primer
exportador. Las primeras concesiones otorgadas en Venezuela estuvieron regidas
por las legislaciones mineras vigentes en la época. A finales del siglo XIX y
durante las dos primeras décadas del XX no había en el país leyes propiamente
petroleras. (Pino, 1993)
En 1917, durante la Primera Guerra Mundial, iniciada ya la exportación de
hidrocarburos venezolanos y recién nombrado Gumersindo Torres como Ministro
de Fomento, se decide suspender el otorgamiento de nuevas concesiones y
someter a revisión las condiciones en que venían siendo concedidas. Hasta esa 56 Alonso Urdaneta Urdaneta, Eduardo Carrasqueño Villasmil, José Lorenzo Montiel, Belisario Marín (hijo), Ismael Nava Parra, Rafael Arturo Urdaneta, César Lizarzábal, Juan Paris (hijo), Joseph Y. Paris, Julián Arroyo, Norman P. Coffin, Hebert E. Latter, Oscar J. Reichard, Adolfo Enrique Carroz y el Dr. Eliseo Delgado, entre otras personalidades vinculadas con la producción de caña de azúcar. (Rodríguez y Bermúdez, 2007)
63
época en Venezuela, las empresas sólo cancelaban los impuestos regulares
correspondientes a cualquier actividad económica, pero nada pagaban por el
derecho mismo a la explotación del recurso. Es así como en octubre de 1918 se
promulgó el primer Decreto Reglamentario del Carbón, Petróleo y Sustancias
Similares, que fijó la regalía entre 8% y 15% y se estableció, también por vez
primera que, una vez finalizada la concesión, debían las minas revertirse a la
nación sin pago alguno por parte del gobierno. (Pino, 1993)
En julio de 1920 se aprobó la primera Ley de Hidrocarburos, fijándose el
mínimo para la regalía en 15%. En esta Ley se estableció también la figura de las
reservas nacionales, concepto según el cual, una vez finalizado el período inicial
de exploración, la mitad de la superficie examinada revertía a la nación y el
gobierno debía negociar esas reservas. Molestas por estas medidas, las
compañías extranjeras y sus aliados, los comerciantes de concesiones, lograron
derrotar al ministro Torres en sus incipientes intentos nacionalistas. Se
promulgaron así nuevas leyes de hidrocarburos en 1921 y 1922, y Torres fue
removido del Ministerio de Fomento. Las compañías llegaron incluso a participar
directamente en la redacción de estas nuevas leyes. Además de reducir los
tributos y regalías, permitieron que todas las concesiones otorgadas desde 1918
se ajustaran a la nueva ley, disminuyendo así sus aportes fiscales. La ley de 1922
se mantuvo vigente, salvo reformas menores en 1925, 1928, 1935 y 1936, hasta
la ley de 1938. (Pino, 1993)
Los cambios jurídicos y económicos se evidenciaron en las costumbres, en
la generación de nuevos empleos, en la ampliación de los espacios públicos y en
64
la introducción de nuevas costumbres aportadas por la nueva oleada de
extranjeros que llegaban a la ciudad de Maracaibo. Al mismo tiempo se generó
un incremento de los productos de primera necesidad, y se presentaron algunos
incidentes y luchas por el poder regional57; asimismo se presentaron ciertas
protestas, como el caso de los agremiados de la Asociación de Tipógrafos del
Zulia, quienes realizaron una huelga parcial en 1919. Las insatisfacciones también
se presentaron en el ámbito petrolero, en protesta contra las trasnacionales
petroleras en el año 1925 en la zona de Mene Grande. (Ferrer, 2007)
Sin embargo, antes del desarrollo petrolero, Maracaibo era un próspero
puerto, dónde las transacciones mercantiles movilizaban gran volumen comercial
de productos y mercancías destinadas a dinamizar el comercio de importación y
exportación. A pesar del inicio de la explotación petrolera, las tradicionales
actividades del puerto se mantenían; se sumaban las de servicio asociadas con la
comercialización del mineral. Por otra parte, la economía petrolera impactó la
economía y gobierno nacional. Afirma Ramón Santaella, que:
Durante la fase del gomecismo (1909-1935), el gobierno se apoya en una nueva oleada de capital extranjero de mayores proporciones y repercusión económica, política, social y espacial. La intervención del capital petrolero permitió al gobernante de turno promover una política que, a partir de 1910, fue denominada etapa del desarrollo nacional, rompiendo, en apariencia, con la vieja política del progreso que acompaño al liberalismo económico. (1985: 630)
57 Para apaciguar algunos de estos inconvenientes, el gobierno de Gómez en la región utilizó diversos recursos como la ejecución de mejoras en la infraestructura de la ciudad de Maracaibo. En el año 1916, bajo las órdenes del Gobierno del General J.M. García, se decretó la creación de la avenida Gómez para enlazar los caseríos de Bella Vista y el Milagro, entre otras. (Ferrer, 2007: 279)
65
El desarrollo de los capitales extranjeros58, como consecuencia de la
actividad petrolera, originó mayor deseo de centralización de los poderes
regionales, debido a la renta que generaba el petróleo; esta actividad petrolera
coexistió con las actividades económicas que se desarrollaba en el país, tal es el
caso de la región cercana al Lago de Maracaibo59, que gozaba de un comercio
relacionado con el café y los productos agrícolas de la zona de los Andes
venezolanos y el Norte de Santander. Brian McBeth afirma que “Maracaibo como
centro exportador de cacao y café siempre fue económicamente independiente
del resto del país, y se consideraba el centro comercial más importante de la
República” (1985: 537). Esta actividad económica60 cohabitó con la industria
58 En 1912 comienza a concretarse el movimiento del capital extranjero, diferenciándose dos espacios bien definidos: la zona rural y la urbana del país. Esto originó una movilización de los campos hacia las ciudades en todo el país.
59 La actividad comercial desde mediados del siglo XIX se caracterizó por la aparición y consolidación de una fuerte colonia de extranjeros, especialmente alemana. Estas colonias instauraron fuertes lazos comerciales, sus actividades estarían íntimamente vinculadas con el Circuito agro-exportador. Estas actividades comerciales nacieron desde tiempos de la colonia, lo que permitió el establecimiento de grandes casas comerciales dedicadas al manejo y comercialización de los productos elaborados en los Andes venezolanos y el norte de Santander. La presencia de las casas comerciales se hizo efectiva a partir del año 1843 con la entrada de Theodor Fr. W. Schön y Heinrich Wilink (Cardozo, 1998: 162). La presencia extranjera realizó importantes aportes en el desarrollo y consolidación del Zulia como centro comercial; por ejemplo, los adelantos que hiciera John Boulton, que estableció sus actividades en la década de 1880, se constituyó en factor primordial en el desarrollo del transporte marítimo y lacustre. También destacan otros empresarios de origen europeo como: Gustavo Sing, Hans Zittlossen, Wilhem Büsing, Henry Penha, Otto Firnhaber, Ulises Pardi, Tito Abbo, Zeferino y Luis Raúl Fossi, entre otros. Todos ellos marcaron el desarrollo de la región. (Olivares 1981). La colonia alemana fue una de las más destacadas, propiciando la fundación de la Cámara de Comercio, empresas, fábricas, fueron precursores de la aviación comercial, promovieron la creación de zoológicos y jardines botánicos y de ciertos clubes, como el Club del Lago, que por un periodo recibió el nombre de Club Bismarck, este era punto de encuentro de los alemanes ubicados en el Zulia. La actividad económica de los alemanes se vio disminuida por los efectos de la primera guerra mundial, sumado a la derrota militar sufrida por Alemania. (Pérez. 1988: 25-28)
60 A raíz del movimiento comercial, el estado Zulia tenía otras áreas económicas desarrolladas: la agrícola e industrial eran dos de ellas. En 1883 se realizó en Caracas la primera exposición industrial y agrícola del país, donde el Zulia destaca por sus productos de alta calidad; en virtud de esto el Presidente Guzmán Blanco dijo que el aporte del estado era fundamental para el éxito de la exposición. El desarrollo generado en el Zulia se puede evidenciar con la creación en 1880 de la Compañía de seguros marítimos, debido a que gran parte del comercio se realizaba a través de los barcos que surcaban el Lago de Maracaibo. En 1882 se funda la primera institución bancaria,
66
petrolera hasta los años de la segunda guerra mundial, cuando definitivamente lo
concerniente al petróleo se impuso sobre la vieja estructura económica. El
petróleo, entre el lapso de 1915 y 1917, se convertirá en uno de los
condicionantes del gobierno del General Juan Vicente Gómez, en especial, en lo
concerniente a las relaciones con las empresas internacionales y a la política
exterior que imperará durante su larga permanencia en el poder.
A mediados de la década de los veinte, el petróleo ya ocupaba el primer
lugar como producto de exportación del país, sin embargo las ganancias en su
mayoría eran para las trasnacionales, y las condiciones de los trabajadores61 no
eran muy favorables. El jugoso negocio petrolero era superior a la tradicional
actividad agrícola, tanto así que los capitales extranjeros europeos y
norteamericanos llegaron a intervenir en el ámbito político con la destitución de
autoridades locales62 de acuerdo a sus necesidades, no obstante, la relaciones
entre el gobierno y la empresas petroleras beneficiaban a los funcionarios más
que comenzó sus actividades con un monto de 160.000 bolívares. El Banco de Maracaibo, nombre que recibió la institución fundada por la Sociedad de Mutuo Auxilio del Zulia, tenía por filosofía el bienestar social, y a su vez era un centro de asistencia social a la cual pertenecieron distinguidas personalidades como: José Andrade, Juan Luciani, Ramón March, Manuel Bracho Orozco, Julio García, Alfredo Vargas, Abraham Belloso, José Jiménez, José González Meo, Ángel Urdaneta, entre otras notables personalidades, que impulsaron el desarrollo de la banca nacional. (Ocando, 1986: 288). Por otra parte, la instalación del servicio telefónico de la ciudad comenzaría en el año 1879 con la compañía inglesa “Maracaibo Telephone Company”; luego esta empresa fue adquirida por el señor Lucas Evangelista Rincón, pasando a manos zulianas. El teléfono llegó mucho antes que la electricidad y el acueducto. El servicio de alumbrado público comenzó a funcionar el 2 de junio de 1888 a través de la compañía “Maracaibo Electric Light Co”.
61 Para el año 1925, los trabajadores de la Caribbean Petroleum Company de Mene Grande, solicitaron por escrito la mejora de las condiciones de trabajo, logrando apenas la reducción de una hora de trabajo diario; esto generó la primera huelga de obreros petroleros que se extendió por doce días, con pocos resultados favorables para los trabajadores. (Ferrer, 2007)
62 La destitución del jefe civil del campamento número 2 del distrito Perijá en 1921, por solicitud de la compañía Perijá Exploration Company, es un claro ejemplo de la intervención de los capitales extranjeros en los asuntos de la política en Venezuela, en especial en el Zulia. (Ferrer, 2007: 325)
67
cercanos al General Gómez, así es el caso del presidente del estado Santo
Matute Gómez63, el cual aprovechó para beneficiarse con negocios de la
administración pública, por ello la postura adoptada por el gobierno nacional fue
en todo momento la de respaldar a los capitales extranjeros y la centralización de
la designación de los presidentes de estado y otros funcionarios de importancia,
para mantener su gobernabilidad.
Para poner orden ante las compañías petroleras y calmar los malestares
de la población, por órdenes de Juan Vicente Gómez en el estado Zulia el 7 de
junio de 1926, se nombró como presidente del estado a Vincencio Pérez Soto,
quien comenzó con un plan de gobierno que contemplaba una mejora cuantiosa
en la infraestructura, creando para ello la Junta de Fomento General del Estado,
formada por los respetables comerciantes de la época, además de liquidar ciertos
monopolios y mejorar las condiciones de trabajo de los obreros petroleros.
También era necesario controlar la venta de terrenos de nacionales a las
empresas extranjeras. Con estas medidas la supremacía del estado se hizo
evidente, al tratar de poner orden en la administración de los recursos del Estado
y las empresas trasnacionales petroleras. (Ferrer, 2007)
El gatuperio del negocio petrolero había favorecido las arbitrarias
conductas de las empresas, que tenían por costumbre ignorar a las autoridades
locales, o sobornarlas. Para corregir estas faltas Pérez Soto ejecutó un plan de
gobierno que contemplaba el pago de impuestos por parte de las compañías
petroleras para el desarrollo de Maracaibo; pretendía que fuera una ciudad 63 Medio hermano del presidente Juan Vicente Gómez.
68
moderna y se adaptara a las exigencias del crecimiento poblacional atraído por el
petróleo. Este proyecto se reflejó en las acciones adelantadas por un hombre
fuerte como Pérez Soto; en el Zulia permitió pasar del lema “unión, paz y trabajo”
a una nueva consigna “viva Gómez y adelante”, para demostrar cómo el gobierno
nacional se reafirmaba en el Zulia. (Ferrer, 2007)
Ilustración # 1 Transformaciones en la Maracaibo petrolera
(Ministerio de Obras Públicas, 1935)
69
5. La ciudad de Maracaibo en la configuración de la sociedad petrolera
Maracaibo antes de la llegada de las compañías petroleras64 era una
ciudad de reglas sociales definidas que giraba en torno a su actividad portuaria.
La actividad petrolera en los primeros años del siglo XX, según los expresa Elisa
Quijano, no era concebida por los venezolanos y zulianos como un producto que
pudiera sustituir a la agricultura, era en muchos casos vista como otra actividad
extractiva, sin embargo las ganancias que se obtenían a través de su extracción y
exportación, permitían ya para el año 1925, invertir en la realización de algunas
obras de infraestructura para la región. (Quijano, 2002). El alcance que
progresivamente tomó la actividad petrolera permitió impulsar la consolidación del
estado nacional venezolano al favorecer la integración territorial y la creación de
un mercado nacional y reorganizar la infraestructura del país.65 (Cardozo y
Urdaneta, 2005)
La capital del Zulia se convirtió en centro financiero y de servicio, donde la
actividad petrolera se hacía sentir, pero la ciudad mantenía la estructura urbana
decimonónica que rápidamente colapsó durante estos años. Según Cardozo y
Urdaneta:
64 La actividad petrolera comenzó en la región en los primeros años del siglo XX con expediciones de estudio y exploración ante las posibilidades de encontrar asfalto. En un primer momento la actividad se restringió a los campos ubicados en la Costa Oriental del Lago…no fue sino hasta el “Reventón” del pozo Barroso 2, el 14 de diciembre de 1922, cuando se inició verdaderamente la llamada “época del Chorro”. (Quijano 2002: 73)
65 En el caso específico del Zulia, la construcción de la carretera trasandina, que permitió direccionar la producción agrícola hacia otros puertos del país, inició la desestructuración del secular circuito agroexportador de occidente que tuvo a los puertos fluvio-lacustres como salida natural, y a Maracaibo como puerto nodal. (Cardozo y Urdaneta, 2005:150)
70
…la introducción de los tranvías en el último tercio del XIX y el automóvil a principios del XX habían ya originado el caos en una ciudad que conservaba las estrechas y coloniales calles, en su casi totalidad de tierra, trazadas para carruajes y animales de carga. El espacio urbano, antiguo casco central donde se confundían las viviendas con el movimiento mercantil, no sumaba más de cien cuadras. (2005: 161)
La actividad petrolera producirá evidentemente una alteración en la región
zuliana, como consecuencia, la ciudad de Maracaibo expandió sus espacios
hacia el norte de la carretera de Bella Vista, con la creación de nuevos caseríos.
Se comenzaron a evidenciar cambios en las modas y costumbres; el habla sufrió
algunas variaciones; se agregaron expresiones inglesas y renovación en los
comportamientos de los dirigentes políticos; la ciudad comenzó a experimentar
cambios notorios; según palabras de Cardozo y Urdaneta:
A la par que se producía este proceso de pérdida de identidad y distanciamiento de la clase dirigente, los sectores medios y de menos recursos afianzaron su dominio espacial en el viejo casco maracaibero; en abierta oposición y protesta a las pautas y modelos que se imponían conservaron y acentuaron el habla y modismos locales y se aferraron con más ahínco y entusiasmo a las tradiciones religiosas y profanas: fiestas de La Chinita y carnaval. Expresaron en las gaitas el sentir local y regional sobre el mundo que desaparecía y los cambios que afloraban. (2005: 162)
La razón de estos cambios fue variada, tanto en el aspecto social como en
la infraestructura de la ciudad: el aumento vertiginoso de la población, el colapso
de los servicios, la carencia de alojamientos, poca existencia de restaurantes,
aumento de la actividad portuaria, entre otros. Y como la presencia de los
extranjeros atraídos por el nuevo negocio, originó la configuración de nuevos
escenarios urbanos de Maracaibo y en otras regiones del estado; en
consecuencia se transformaron algunos centros poblados y se crearon otros en
la Costa Oriental del Lago, como Cabimas, Lagunillas, y se establecieron los
71
campamentos para trabajadores extranjeros, donde las condiciones de vida eran
notablemente superiores a la del resto de los zulianos. (McBeth, 1985: 535-539)
Todos estos cambios también generaron la presencia de nuevos procesos,
como la especulación de los sueldos, el alza incontrolada en los alquileres, el
incremento de monopolios y algunas complacencias de funcionarios
gubernamentales, bullicio y delitos en las zonas donde se producía la actividad
petrolera; sin embargo, el resto del país sintió con menos fuerza los cambios
originados por dicha actividad. Así como también un incremento de la población
conllevó a nuevos problemas como la falta de viviendas y de escuelas, en la
documentación de la época se revelan las consecuencias de esta situación; un
ejemplo de ello fue cuando en el año 1928 la comunicación dirigida al presidente
del estado, Vincencio Pérez Soto, por parte del jefe civil del Distrito Bolívar, Pedro
Rubio, se expone la necesidad de la creación de más escuelas en las poblaciones
de Santa Rita y Cabimas:
En virtud del incremento que han venido cobrando los pueblos de este Distrito, a causa del desarrollo de la industria petrolera que ha traído un floreciente impulso a la vida activa de la localidad, y una incesante afluencias de familias procedentes de otros pueblos del estado y esta población (Santa Rita) y de la de Cabimas, un crecido numero de niños pobres, edad escolar que están careciendo de instrucción por no haber establecimientos docentes donde pudieran recibirla, pues no hay sino dos escuelas federales que funcionan en este municipio y otra en Cabimas66.
La Maracaibo de la época era conocida como “petrolandia”, donde
convivía el maracaibero culto con el visitante extranjero; el primero con una
tradición heredada del siglo XIX, que en muchas ocasiones rechazaría los
66 Solicitud de creación de escuelas en los Distritos de Santa Rita y Cabimas. Acervo Histórico del Zulia, Año 1928, Tomo 10, Legajo 16.
72
cambios67, y el segundo poseía abundancia de dinero y una propia identidad,
favoreciendo cambios en las generaciones mas jóvenes de la ciudad -inclinados
por los nuevos hábitos- propiciaron nuevos esquemas sociales para los cuales el
ciudadano común no estaba preparado. (Quijano, 2002: 86)
El gobierno de Gómez durante pleno boom petrolero68, carecía de
preparación en la materia petrolera, esto permitió que los diferentes consorcios
extranjeros dedicados al petróleo encontraran un campo fácil para sus
operaciones; la falta de preparación técnica y de conocimiento de la actividad
petrolera le dejaba el camino abierto para la exploración y explotación de los
recursos sin mayores problemas. El marco jurídico que acompañó dicha actividad,
fue en muchas ocasiones redactado por los abogados de la empresas petroleras,
lo que les permitió manejar el negocio petrolero con ventaja frente al gobierno
nacional. (Quijano, 2002). Las leyes formuladas en los primeros años del gobierno
de Juan Vicente Gómez tuvieron un carácter entreguista y tolerante, los
redactores69 venezolanos, así como los abogados de las empresas petroleras
67 Véase en la prensa de la época los abundantes artículos de opinión referidos al tema.
68 En Venezuela, la primera concesión para la explotación de petróleo fue otorgada el 24 de agosto de 1865 por Jorge Sutherland, Presidente Constitucional del Estado Soberano del Zulia, al ciudadano norteamericano Camilo Ferrand para sacar y exportar petróleo o nafta en todo el estado Zulia, concesión que caduca al año siguiente por incumplimiento de contrato. En 1878 se otorga una concesión a Manuel Antonio Pulido para explotar el petróleo descubierto en su hacienda “La Alquitrana”, para lo cual creó la Compañía Minera Petrolia del Táchira que comenzó a operar efectivamente en 1883. Ese mismo año, se produce otra concesión que es entregada a Horatio Hamilton y Jorge Phillips sobre el lago de asfalto de Guanoco, y que fue posteriormente traspasada a la New York and Bermúdez Company. El 14 de agosto de 1905, Cipriano Castro había promulgado una Ley de Minas que se constituyó en la base legal de las concesiones petroleras. Esta Ley permitía el traspaso de concesiones y derechos a la explotación del petróleo por lapsos de 50 años, con beneficios impositivos para el estado venezolano de dos bolívares por hectárea de superficie de la concesión. (Pino, 1991)
69 Existió el intento de generar leyes que beneficiaran al gobierno nacional, el ministro de Fomento (en varias oportunidades) Dr. Gumersindo Torres, contribuyó a la generación de reglamentos y
73
generarían una serie de leyes que beneficiaban a los consorcios extranjeros, a
esto se le sumó la conducta apacible de los funcionarios a quienes le
correspondió implementarlas. (Rodríguez, 1983)
La actividad petrolera originó cambios importantes como la construcción de
la red ferroviaria interna, el ferrocarril San Lorenzo-Mene Grande, el Mene de
Mauroa-La Ensenada, El ferrocarril La Salina-Lagunillas, así como las carreteras
Mene de Mauroa-Los Puertos de Altagracia, Las Morochas-Tasajeras. (Parra y
Parra, 1985). A pesar de este crecimiento del estado, no existió en su momento
una planificación del desarrollo, lo que agudizó otros problemas como la
inseguridad y el vandalismo. Sin embargo, no todo el desarrollo del estado tuvo
ausencia de planificación, pues los campos petroleros fueron territorios de
excepcional organización, apostándose como núcleos de progreso exclusivos
para los trabajadores petroleros, quienes contaban con escuelas, hospitales entre
otros beneficios que perfeccionaban su calidad de vida, lo que instauró la
presencia de un nuevo modelo de constitución espacial citadino y de las nuevas
poblaciones que surgen a raíz de la actividad petrolera.
Los cambios incluyen aspectos tan cotidianos como los nuevos modismos
que se incorporaron en el habla, según Parra y Parra:
La explotación petrolera implica la llegada de grandes contingentes que provienen de otros países, los cuales con su idioma traen la denominación de diversos objetos o situaciones que comienzan a ser conocidos en la región y para los cuales no existen denominaciones en castellano, o se prefiere utilizar el nombre extranjero por cuestión de prestigio…de allí que encontremos expresiones tales como: “croché” (Clutch), “full”, “guachimán” (watchman),
leyes que permitieron una mejor posición del gobierno nacional frente a los consorcios petroleros. (Rodríguez, 1983)
74
“guatercló” (water closed), “espitao” (speed out); cuyo uso cotidiano las asimila al habla de los zulianos. (1985:141)
Estos cambios en el lenguaje no sólo se evidenciaron en el habla
cotidiana sino también en la prensa que circulaba durante el gobierno de Gómez;
sin embargo, el voseo mantuvo su preponderancia en los sectores más populares
mezclado con las nuevas palabras, que poco a poco se fueron incorporando.
También se produjeron algunas novedades en los patrones de comportamiento
religiosos, pues la llegada de la industria petrolera trajo consigo algunos grupos
de creyentes de carácter protestante.
En otro orden de ideas, el advenimiento de la radio y el cine también
modificarían algunas costumbres del zuliano, ambos medios de comunicación
masivos se involucran en las actividades patrias y con ello reforzarían las
propuestas oficiales de moldeamiento del ciudadano nacional requerido.70
Representaron una nueva forma de pensar los espacios urbanos; estos dos
elementos establecieron nuevas vías de relaciones y alianzas entre los grupos
sociales; las clases pobres junto con los intelectuales comenzaron a interactuar
con estos nuevos formatos de reproducción de ideas; los espacios generados por
ellos implicaban una redefinición de los espacios públicos y privados.
Así, el gobierno de Juan Vicente Gómez en Venezuela, en función de la
construcción de obras públicas, adquiere vital importancia, pues permite
70 El cine nacional hacía especial énfasis en la representación de espacios y tipos nacionales. Para la época de Gómez se realizaron versiones cinematográficas de novelas de Rómulo Gallegos, “La Trepadora”, realizada por Edgar Anzola y Jacobo Capriles (1925); y “Ayarí o El veneno del indio”, (1931), de Finy Veracochea. Los autores de estas producciones fueron considerados empresarios, y su actividad vista como poco intelectual. (Rivas, 2002)
75
conquistar el ideal de progreso propuesto por el régimen. En el Zulia, por su
condición petrolera, el gobierno nacional acudió siempre a la designación de
presidentes71 de estado de su entera confianza con el fin de impedir los intentos
separatistas y manejar los recursos petroleros, pero en muchas ocasiones no se
atendieron las necesidades del la región zuliana. (Quijano, 2002)
Uno de los hombres de confianza para el estado fue Santos Matute
Gómez (1918-1925), periodo de gobierno cuestionado por abuso de poder y
prácticas de corrupción, además de la proliferación de los juegos de azar,
prostitución y delincuencia. Por su parte, la ciudad colapsó ante la llegada
eminente de la actividad petrolera; las medidas públicas tomadas por el gobierno
regional fueron bastante escasas, algunas, como la ampliación de la avenida
Gómez, propuesta para el año 1919, fue iniciada tres años después. El servicio
eléctrico presentó constantes fallas y el puerto necesitaba de una ampliación, la
falta de agua potable era una calamidad; la ciudad era centro económico de la
región pero carecía de las más elementales infraestructuras para un centro
económico tan importante.
Ante el evidente fracaso de Santo Matute, Gómez colocó al frente del
estado a Febres Cordero (1925-1926), quien intentó darle una cara más ordenada
a la ciudad de Maracaibo; estableció nuevos parámetros, entre los cuales destacó
la construcción de aceras en las calles pavimentadas por parte de los vecinos de
las mismas y estableció convenios con la compañía “proveedora de agua”, para
evitar las destrucción de las calles pavimentadas. 71 La práctica de poner hombres de su entera confianza en los puestos clave del gobierno era lo común para Juan Vicente Gómez, en todo el país los presidentes de los estados eran amigos muy cercanos y legales a los intereses del gobierno nacional, en el caso del estado Mérida sus principales incondicionales fueron Esteban Chalbaud Cardona, Amador Uzcátegui G., José R. Dávila y Rafael Paredes Urdaneta. (Artigas, 2006)
76
En la misma tónica reactivó la construcción de la carretera de Los Haticos y
La Arreaga, así como la renovación de varias calles72 de la ciudad; en el campo
de la salud se observaron mejoras con la creación de Medicaturas y comisiones
de sanidad, sin embargo la acumulación de basura en las calles no pudo ser
solucionada, así como los juegos clandestinos. A pesar de los cambios ocurridos
en Maracaibo, la cuidad todavía presentaba problemas que obstaculizaban su
desarrollo y la actividad petrolera no descollaba con todo su fervor. (Quijano,
2002)
Esto requirió de una reorganización del estado, para ello Gómez recurrió a
un hombre aún más leal a él y mano fuerte, para controlar las empresas
petroleras y sus abusos, así como instaurar orden en las finanzas públicas,
entonces apeló a Vincencio Pérez Soto73, quien ocupó cargos de importancia
dentro del gomecismo.
Con su llegada, se propuso establecer un plan de acción que permitiera al
Zulia entrar a los dominios de la causa rehabilitadora y controlar la actividad
petrolera, así como mejorar efectivamente los servicios en la ciudad, y a la vez
presentar a Gómez como el único camino hacia el progreso. Tarea nada fácil
debido a la compleja situación en la que se encontraba el estado; las deficiencias
en los servicios públicos y las actividades realizadas por la industria petrolera que
no beneficiaban a la población en general. Sin embargo, Pérez Soto cumplió un
72 La reparación de las calles como la Colón, Pacheco, Vargas, Comercio, Urdaneta, Venezuela, Oriente, Av. Guayaquil, El Milagro, Obispo Lazo, Bolívar, Ciencias, entre otras. (Quijano, 2002)
73 Nació en el Tocuyo, Estado Lara. Fue militar y político, asumió la presidencia del estado Zulia el 7 de junio de 1926. Llegó al Zulia con fama de hombre fuerte, hasta cruel en sus procedimientos, venía de presidir en otros estados: Portuguesa (1913), Apure (1918-1921), Bolívar (1921-1923), Trujillo (1924-1926), con buen resultado, en estos dejó sembrada en el alma colectiva admiración por la obra de adelanto moral y material que hizo revivir dichos estados. (Rodríguez, 2004)
77
gobierno en pro del consenso de los diversos sectores de la sociedad marabina y
a la par, intentó sofocar cualquier conato de rebelión. (Quijano, 2002)
El Gobierno de Pérez Soto se caracterizó por una serie de construcciones
de edificaciones durante los años 1926-1935, caracterizadas por la relevancia
formal, tecnológica y social, a través de la cual se procuró dar la imagen moderna
y progresista que legitimaba al régimen, así como también satisfacer las nuevas
necesidades que surgieron en la ciudad a consecuencia de la explotación
petrolera, para ello creó la Junta de Progreso del Zulia. (Quijano, 2002)
Durante la presidencia de Pérez Soto (1926-1935), éste se dedicó a
reorganizar todas las ramas del poder público, estudió y organizó el sistema
rentístico, regimentó la Hacienda del Estado, estableció control en la recaudación
y liquidación de los tributos y cobró estrictamente los impuestos necesarios; no
estableció nuevos impuestos. Todo esto con la finalidad de que fuesen aplicados
al fomento de obras públicas y que además se invirtiesen con evidente provecho
en la comunidad. (Quijano, 2002)
Asumió en la primera fase de su gobierno una postura que le permitió
ganarse el apoyo popular, pues su posición en contra de las compañías petroleras
debido a los maltratos contra los trabajadores, aunque le generaría conflictos con
ciertos funcionarios del gobierno nacional -como el caso del Ministro de Hacienda
José Ignacio Cárdenas, quien lo acusó de no colaborar con la construcción del
acueducto- situación que duró poco, le permitió ganarse cierto apoyo popular.
(Urdaneta, 2000). Sin embargo, tuvo que enfrentar cierta disidencia, como las
protestas cívicas de 1928, las cuales no pasaron de ser pequeñas
manifestaciones.
78
Además organizó un plan de obras públicas urgentes en la ciudad de
Maracaibo, iniciando así un proyecto de pavimentación de las principales calles
de la ciudad. Dichas obras consistieron en un programa de dotación y mejora de
los servicios de infraestructura; además se realizaron importantes obras de ornato
y embellecimiento de la ciudad. (Quijano, 2002)
Muchas de estas obras fueron consideradas en su momento los proyectos
de envergadura que dejaron huella en la política del "Plan Rehabilitador", además
eran aprovechadas para materializar el culto a los "héroes" y para conmemorar
los aniversarios de la “Causa Rehabilitadora”, celebrada el 19 de diciembre de
cada año.
Ilustración # 2 Remodelación de la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá en la época
petrolera (Ministerio de Obras Públicas, 1935)
79
Durante la presidencia de Pérez Soto también se reconstruyeron obras
como La Cárcel Pública, Imprenta del Estado, Palacio de Gobierno, Palacio
Legislativo, Manicomio del Zulia, Refacción del Edificio del Cuerpo de Seguridad,
Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá, Escuela de Labores Hermenegilda
de Gómez, Asilo de Mendigos y el Hospital de Nuestra Señora de Chiquinquirá.
De igual manera se realizaron reparaciones mayores a edificios, como el Teatro
Baralt, el Nuevo Matadero, entre otros. Asimismo se consumaron nuevas obras
como el mercado principal, el Instituto Pro-infancia, el Instituto Profiláctico
Antivenéreo y el Hospital Antituberculoso; muestra sin duda de un avance en
materia de edificaciones que Maracaibo y el Zulia no habían visto antes. (Zawisza,
1987).
Ilustración # 3 Obras públicas realizadas durante el boom petrolero (Ministerio de Obras Públicas, 1935)
80
Ilustración # 4 Construcción de edificaciones
en la Maracaibo petrolera (Ministerio de obras Públicas 1935)
El gobierno de Pérez Soto introdujo en la ciudad de Maracaibo variedad de
mutaciones, de significativo impacto en los pobladores de la misma: la mezcla de
construcciones de tendencias europeas del siglo XIX, con estructuras realizadas
en hierro y su férreo comportamiento frente a las industrias petroleras extranjeras,
concibieron una mezcla perfecta de progreso y adelantos para una ciudad que
reclamaba una nueva estructura que soportara el peso de los cambios originados
a raíz de la explotación petrolera.
A pesar de la metamorfosis originada a raíz de las transformaciones
económicas, en el imaginario de la sociedad estaban presentes las ideas del siglo
81
XIX, donde se establecían los espacios públicos como los más importantes, y
todos aquellos espacios nuevos generados por la actividad petrolera no tenían el
mismo rango dentro de la sociedad, tal como se muestra con la solicitud de la
ubicación de la escuela de Labores Hermenegilda de Gómez, en carta enviada al
gobierno regional, referida al secretario de gobierno:
Querido Don Leonte: El 24 de los corrientes es la exposición de labores de la escuela Hermenegilda de Gómez, y yo deseara que fueras tú, si el general no va, a presidir el acto, abriéndolo y cerrándolo con breves discursos alusivos al momento y especialmente a la mujer zuliana. Empéñate en conseguir con el general, para efectuar la exposición de labores, los salones del Palacio Legislativo, donde podrá el público admirar el trabajo de las alumnas en un año de labor, y porque la gente de pro de Maracaibo siente cierta repugnancia en que ciertos actos se efectúen en la parroquia San Juan de Dios, por ser la parroquia de Los Saladilleros. Esta razón por la cual la escuela de Labores ha venido decayendo, porque siendo la escuela de la Aristocracia de Maracaibo, por darle al obispo Godoy el local en que esta la Columna, lanzaron a la escuela de Labores a un local del Saladillo, y los nobles de Maracaibo nunca han querido hacer migas con la gente de aquelos (sic) dominios saladilleros. La única cosa de los saladilleros que admiten los nobles de Maracaibo, es la fiesta de la Chiquinquirá, y esto porque según la leyenda la virgen se negó a venir a residir entre los Patricios…Salud, fuerza y vigor F.A. González Maldonado.74
Los espacios de la ciudad estaban dominados por los esquemas mentales
del siglo XIX, las adyacencias de la basílica eran consideradas como el asiento de
las familias pobres, mientras que Los Haticos se consideraban para las familias
pudientes, de allí el pedido de la aristocracia marabina.
A pesar de ello, el gobierno de Gómez en el Zulia transcurrió en medio de
constantes pugnas75 y protestas por parte de los pobladores de la región; una de
74 Solicitud de creación de escuelas en los Distritos de Santa Rita y Cabimas. Acervo Histórico del Zulia, Año 1928, Tomo 10, Legajo 16. 75 En 1911 el gobierno regional y el Concejo Municipal de Maracaibo se enfrentaron, pues el primero era partidario del gobierno nacional y acusaba al Concejo de mantener una situación de inestabilidad en el Estado. Los enfrentamientos continuaron durante 1913 y 1914; todos los
82
esas manifestaciones fueron las huelgas petroleras. La primera de ellas ocurrió en
el año 1925, escenificada en Mene Grande, logrando pequeñas mejoras76 en las
condiciones de trabajo. La segunda manifestación de los obreros petroleros se
originó un año después en Cabimas, que sólo consiguió la entrega de algunas
medicinas, (Tennassee, 1979). Estas dos huelgas fueron el inicio del movimiento
obrero en Venezuela, sin embargo, para controlar la situación, el gobierno de
Gómez organizaba todos los años la escogencia de delegados sindicales en
representación de la masa obrera, para así acallar las voces de protestas y
mantener el cumplimiento de los tratados internacionales. (Salazar, 2000)
En 1928, también los intelectuales zulianos reaccionaron contra el gobierno
nacional, a modo de ejemplo se puede citar cómo en los meses de mayo y junio
se realizaron protestas; para este momento los discursos pronunciados eran
promovidos por los organismos Seremos y la Institución Bolivariana; los dirigentes
de estas agrupaciones como Isidro Valles, Aniceto Ramírez y Astier, Ciro Nava,
Rogelio Illaramendi, Jesús Enrique Lossada, Eduardo Mathias Lossada, entre
otros, realizaron un ciclo de conferencias en la Plaza Bolívar: la primera versó
sobre el tema del alfabetismo, esto fue considerado un insulto para el gobierno
nacional y además se incautaron varias hojas sueltas en algunos periódicos de la
región con contenido ofensivo para el gobierno regional. (Urdaneta, 2000: 54-57)
rincones del país enviaron cartas favoreciendo la idea de que Juan Vicente Gómez continuara en el poder, el Zulia sólo se limitó a enviar una carta de apoyo, representando a la población de Santa Rita. En 1917 se enfrentaron los intereses del Zulia y los del Gobierno Nacional, debido a que al presidente del Estado José María García se le acusaba de tener un monopolio de alimentos. (Urdaneta, 2000:40-47)
76 Las mejoras alcanzadas por esta incipiente huelga fue la reducción de la jordana laboral de 10 a 9 horas diarias, aumentar el sueldo mínimo de 4 a 5 bolívares, disponer de servicio médico sin medicinas y revisar las condiciones de las viviendas. (Tennassee, 1979)
83
En general, el Zulia 77 en su devenir intelectual de finales del siglo XIX y
comienzos del XX, fue el escenario de las más diversas manifestaciones
culturales; una época denominada la “Edad de Oro”, debido a la riqueza de
hombres de ciencia y letras, con abundantes producciones consagradas a todas
las áreas del conocimiento.
Para los años de 1910-1936, no se contaba con una Universidad, sin
embargo la actividad cultural e intelectual se mantuvo a pesar de las situaciones
de enfrentamientos con el gobierno nacional. Durante esta época existieron una
serie de intelectuales, entre los más destacados: Francisco Bustamante, Manuel
Belloso, Héctor Cuenca, Guillermo Trujillo Durán, Rafael Yépez Trujillo,
Hermógoras Chávez, Elías Sánchez Rubio, Ramiro Nava Bracho, entre otros.
Hombres de letras y ciencias que le dieron luz y brillo a esta tierra. (Olivares,
1981). Muchos de ellos sembraron sus conocimientos en las aulas de clase del
estado Zulia, además de ser columnistas de las publicaciones periódicas de la
región. Todos los intelectuales de la época se relacionaron con diversos sectores
políticos y económicos de la sociedad, donde el eje conductor fue la cultura.
La elite intelectual marabina se apegó de las circunstancias del gobierno
del benemérito, algunos se enfrentaron abiertamente y otros respaldaron las
medidas tomadas por la administración central, llegando a ocupar cargos de
77 En el siglo XIX, existieron alrededor de unas doscientas publicaciones periódicas, de carácter político, literario, científico, de los más diversos tópicos; como: El Rayo Azul (1864), de carácter literario; El Fonógrafo (1879), diario de la mañana dirigido por Eduardo López Rivas; El Zulia Ilustrado de 1888-1891, una de las impresiones periodísticas de mayor relevancia, publicación que contaría con 36 entregas, dirigida por López Rivas, cuya pluralidad de temas dieron origen a la participación de una variada gama de profesionales que aportaron sus ideas, entre ellos se encontraban literarios, científicos e históricos que hicieron de esta una referencia importante para el momento. (Bermúdez y Romero, 2006).
84
importancia, y otros intelectuales manejarían un discurso más ponderado y
neutral, con el cual evitaban las confrontaciones directas. (Parra, 2004)
Lo más interesante fue que mientras el escenario político y económico era
cambiante, la actividad intelectual tendría otra forma de desarrollo que le permitió
mantener un cierto nivel de producción. En los primeros años del siglo XX la
producción literaria contó con la publicación de la revista Ariel, que haría aparición
en el año 1901, perteneciente a grupo de pensadores del mismo nombre, quienes
se opusieron al romanticismo hispano y fueron partidarios del positivismo.
También resalta la revista Fulgores (1918-1919), el Diario Panorama (1914), Alma
Latina (1919-1920), cuyos directores fueron Udón Pérez y Yépez Trujillo.
Además destacan las publicaciones “El Ciudadano” de Marcial Hernández,
“Proshelio” de Burton Olivares, “Los Principios” de Jesús Enrique Lossada,
“Gutemberg” de Octavio Hernández y “El Tribuno” de Jorge Schmidke; también se
editó la revista “Válvula”, perteneciente al grupo Seremos, enfrentados
ideológicamente al gobierno de Juan Vicente Gómez. De acuerdo con lo
expresado por Nelson Osorio, citado por Velia Bosch, la importancia del grupo
Seremos “estriba fundamentalmente, desde el punto de vista histórico, en que
aparece como el primer grupo organizado que se plantea abierta y colectivamente
el problema de la renovación artística, vinculándola además a los problemas
sociales y políticos del momento.” (Bosch, 1984: 22)
Desde el punto de vista cultural, estas manifestaciones artísticas y literarias
estaban reducidas a un grupo de elites, que según Yolanda Segnini, fueron
resultado del acceso a la instrucción, grupos que disfrutaban de los medios
85
económicos necesarios para emprender cualquier actividad relacionada a este
sector, a pesar de que la mayoría del país era analfabeta y vivían en condiciones
rurales. (1993: 203)
Todos los acontecimientos ocurridos en Venezuela tendrían eco en el Zulia,
con ciertos matices. El desarrollo de la política en el estado Zulia imprimiría en el
escenario cultural su huella; las luchas y alianzas de las elites marcarían sin duda
el inicio del siglo XX. Así como la presencia del positivismo en Venezuela y su
influencia en los diferentes colectivos sociales de la época jugarían un rol
preponderante en la configuración de nuevos espacios y originarias formas de
establecer conexiones con las elites.
Maracaibo se convierte entonces en el centro de estas innovaciones, pasa
de ser una ciudad con reglas sociales bien definidas a una metrópoli de
constantes cambios y creciente instauración de nuevos espacios urbanos que
exigían otras normativas para regular el comportamiento del nuevo ciudadano.
Por otra parte, la actividad comercial y petrolera tendría una gran incidencia en
estas mutaciones. Los actores sociales más relevantes de la época iniciaron un
proceso de reajuste a nuevas maneras de negociación y establecimiento de
vínculos con el poder, y de apropiación de un nuevo discurso político y patriótico,
bajo los designios del positivismo.
En términos generales, la ciudad de Maracaibo y la región zuliana iniciaron
un crecimiento y desarrollo como respuesta a las demandas generadas con la
explotación petrolera, y además permitió consolidar una economía de espectro
nacional y el desarrollo de la infraestructura.
86
Todo ello permitió consolidar a Maracaibo como epicentro de la economía
nacional, por ello es necesario revisar los argumentos ideológicos que utilizó el
gobierno nacional para mantener la unidad del Zulia con el resto del país, lo que
motiva la revisión de los postulados del positivismo en Venezuela y su influencia
en el Zulia, así como el dominio ejercido por la intelectualidad zuliana y las
escuelas de la región.
87
CAPÍTULO II EL POSITIVISMO EN LA VENEZUELA GOMECISTA
88
CAPÍTULO II EL POSITIVISMO EN LA VENEZUELA GOMECISTA
Venezuela a comienzos del siglo XX era un país de transformaciones
constantes debido al impacto de la economía, cambios que dieron paso a nuevas
relaciones de poder entre los actores de los diversos sectores de la sociedad,
quienes trazaron un nuevo campo de acción para establecer alianzas novedosas
que representaron un apoyo fundamental para promover los ideales del gobierno.
En respuesta a este proceso se da espacio a las nuevas ideas positivistas que
circularon profusamente en todo el territorio del país; en el Zulia fueron asumidas
de manera particular, y sirvieron como plataforma para reforzar la identidad
nacional.
Maracaibo fue un escenario de múltiples transformaciones, debido a que se
combinaron los espacios tradicionales con los nacientes, creando una dinámica
social novedosa impulsada por la actividad petrolera, lo que dio cabida a nuevas
relaciones políticas, económicas y sociales, generando cambios en las relaciones
entre los tradicionales liderazgos con el poder central.
La intelectualidad marabina, en respuesta a las necesidades de la nación y
la región, asumió las ideas que circulaban en el país, propiciando una serie de
acciones por parte de la sociedad civil y del gobierno nacional, como la
producción de libros, creación de escuelas, organización de actividades patrias,
entre otras.
Las ideas del positivismo se constituyeron en soporte del imaginario social.
La actividad intelectual y de las asociaciones culturales fueron pieza efectiva y
89
eficaz para homogenizar el discurso nacional, en detrimento de las peroraciones
autonomistas, debido a que se constituyó en un recurso que reforzaría la
presencia del gobierno gomecista en la región.
El positivismo apareció ante los ojos de los intelectuales venezolanos como
la doctrina salvadora; en ella se concentraron todas las ilusiones de
transformación social, pues surgió como un movimiento de liberación política,
económica, cultural, científica y sirvió a muchos sociólogos y escritores para
justificar los desmanes de grandes dictaduras. En términos generales, el
positivismo significó en Venezuela, una renovación de los distintos campos del
saber, una modernización ideológica y cultural.
Para la ciudad de Maracaibo los principios del positivismo fueron
elementos que sustentaron el engranaje de las actividades culturales y educativas
de la elite marabina. La ciudad se convirtió en escenario de una serie de vínculos
entre comerciantes, políticos e intelectuales que ejecutaron una variedad de
rituales y actos culturales, todos bajo el amparo de esta corriente. Se valieron de
las escuelas y de las asociaciones culturales como vehículo para hacer llegar su
mensaje a los ciudadanos comunes y con ello concretaron los ideales del
gobierno al formar a un ciudadano necesario para la nación. Las escuelas y sus
actividades estarían dentro de la educación formal dirigida por el gobierno
nacional, mientras que las asociaciones culturales estarían bajo la modalidad de
la educación informal, que le imprimiría mayor libertad de acción.
90
1. Las ideas del positivismo venezolano
Las ideas positivistas en Venezuela durante el gobierno de Juan Vicente
Gómez fueron el sostén ideológico de la creación de un gobierno sólido y con
una sensación de apegado a su pueblo; serviría para mantenerse en el poder y
hacer progresar a la nación. Esta doctrina era difundida por un grupo de
intelectuales y políticos, tanto en el ámbito nacional como regional.
Durante este período, los positivistas abarcaron un espacio amplio dentro
la sociedad, actuaron en cargos públicos como educadores, articulistas de
prensa y miembros de asociaciones culturales. En Maracaibo las elites
aprovecharon los múltiples cargos para desplegar su praxis en distintos campos
como el educativo, el político, el económico y el cultural.
Así, el positivismo78 en Venezuela sería producto de una serie de ideas que
circulaban en los diversos escenarios europeos, los cuales en el país tendrían
unas características distintivas como la depuración y la formalización en el
lenguaje, el análisis lógico, la claridad en las construcciones teóricas, es decir, la
78 Fue A. Comte quien en 1844 le diera nombre a esta corriente de pensamiento en su obra Discours Sur L`esprit positif. El positivismo fue una doctrina que formalizó lo que se consideraba el modo de producir conocimiento por parte de la ciencia; estableció una delimitación rigurosa entre el saber científico y otras formas de conocimiento (la metafísica y la teología); la misma procuraba ser una alternativa frente a la religión, se caracterizó por ser secular y universalista; deriva por ello en una ética y una concepción de mundo que trasciende el marco de la filosofía del conocimiento. El utilitarismo y el individualismo radical son manifestaciones relevantes de la ideología positivista. Su objetivo fundamental era tratar exclusivamente los fenómenos observables, los hechos, los datos empíricos y la verificación de los procesos. El conocimiento estaba basado en los hechos, en el carácter positivo de los mismos. El análisis se establecerá en la formulación de leyes o enunciados teóricos que poseían una validez universal, lo que le confería un carácter objetivo, pues independientemente del sujeto que observase el hecho, su apreciación sería regida por una ley universal, obraría en función de la naturaleza racional del mundo físico. Estos fueron los planteamientos centrales e iniciales del positivismo. (Ortega, 2000: 198)
91
construcción de una filosofía racionalista y empírica79, ideas que llegarían a
Venezuela y tendrían su mayor auge durante este periodo de gobierno.
Las características particulares del positivismo venezolano son descritas
por Arturo Sosa, en su obra El Pensamiento Político Positivista Venezolano, quien
resalta la convicción de la intelectualidad caraqueña con respecto a que las
sociedades avanzan por determinadas etapas buscando niveles de
perfeccionamiento superior, esto es visto como la única forma para lograr el
desarrollo de una sociedad civilizada. Además, aseguran los positivistas de la
época que la inmigración de europeos era necesaria, debido a que permitía
acelerar la evolución del pueblo venezolano, es decir, el papel preponderante de
una cultura superior y civilizada que sería el modelo a seguir, por ello la actividad
de las trasnacionales petroleras era vista con agrado por la intelectualidad
venezolana. (1985: 17)
El cénit del positivismo en Venezuela llega entre finales del siglo XIX y
principios del siglo XX, debido a que esta filosofía comienza a ser divulgada en la
Universidad Central de Venezuela y es introducida por Rafael Villavicencio,
79 Entorno al primer tercio del siglo XX se generaron críticas y revisiones de los principales postulados de esta corriente. Fue en Alemania donde estas reflexiones se concretan en lo que se conoce como: Positivismo Lógico, que implicaba una incorporación de los enfoques racionalistas. Es en el llamado Círculo de Viena donde se asienta esta idea, y otras como: el monismo científico, la invalidez de la diferencia entre las ciencias naturales y sociales, además de la incorporación de las construcciones teóricas que se enfrentan a la tradición del empirismo decimonónico. Por otra parte se utiliza el recurso de la semiótica como medio de comunicación científica; en el lenguaje reposa el proceso deductivo o analítico, cuya naturaleza tautológica le asegura la calidad de “verdadero”. (Ortega. 2000: 201). El Círculo de Viena se constituye en 1924, fundado por Mortiz Schilck, adquiere este nombre en el año 1929 e incorporan la tradición racionalista al positivismo. Este grupo fue conformado por filósofos de las Universidades de Berlín y Viena, y sus planteamientos posteriormente emigran a América facilitando su desarrollo y su notable influencia social.
92
Vicente Marcano y Adolfo Ernst, pero será Villavicencio80 quien, a través de sus
cátedras, generaría discusiones de alto nivel que se impondrían en el
pensamiento de los intelectuales de la época.
En este aspecto se presentaron tres generaciones: una primera generación
conformada por Adolfo Ernts, Rafael Villavicencio, Vicente Marcano y Arístides
Rojas; una segunda generación encabezada por Luis Razetti, David Lobo,
Guillermo Delgado Palacios, José Gil Fortoul, Alejandro Urbaneja, Nicomedes
Zuloaga, Lisandro Alvarado, Luís López Méndez, César Zumeta y Manuel Vicente
Romero García. Y la tercera generación agrupa a Laureano Vallenilla Lanz
(máximo exponente del positivismo en Venezuela), Pedro Manuel Arcaya, José
Ladislao Andará, Elías Toro y Diego Carbonell, entre otros. (Bigott, 1995)
Los primeros aportes científicos del positivismo en Venezuela estuvieron
relacionados con las ciencias naturales, en el campo de la botánica, geología,
ictiología, astronomía y medicina; a partir de la segunda mitad del siglo XIX se
impulsaron los primeros trabajos experimentales en el país. (Bigott, 1995)
En el campo de las ciencias sociales, los incipientes estudios formales
documentados se vincularon a la corriente naturalista y evolucionista. Muchas de
80 Existen pensadores positivistas del siglo XIX que fueron importantes para establecer estas ideas dentro de la intelectualidad venezolana, como es el caso de Rafael Villavicencio, quien en su discurso pronunciado en la Universidad Central el 8 de diciembre de 1886, deja clara la necesidad de que las futuras generaciones comulguen con la ideas del positivismo: “Creo, señores haber demostrado la armonía en el progreso de las ideas cuyo conjunto constituye la civilización por las leyes del espíritu humano, por las leyes sociológicas, y por la filiación de los hechos históricos. Vosotros, jóvenes que os dedicáis a la noble carrera del saber, no desmayéis en la gloriosa jornada que habéis comenzado. Vosotros los unos en el poder, los otros en la opinión pública, tendréis mañana en vuestras manos los destinos de la patria; no olvidéis que las ciencias y las artes han importado definitivamente la idea del progreso al lado de la del orden sólo conocida de los antiguos.” (Villavicencio: 1522 )
93
estas investigaciones se desarrollaron en el área del costumbrismo y el folklore;
entre sus exponentes mas representativos estaban: Tulio Febres Cordero,
Francisco Tosta García, Francisco de Salas Pérez, Gonzalo Picón Febres, Miguel
Mármol y Arístides Rojas81.
Para comprender el caudal de ideas y diferencias en torno a esta corriente
de pensamiento y la formación de un sentimiento nacionalista, es necesario
revisar algunos de los planteamientos de los pensadores82 positivistas de la
época del gobierno de Gómez, quienes dieron sostén y apoyo al régimen para
lograr un proceso de ideologización, exaltando las figuras patrias.
Las ideas positivistas fueron un elemento utilizado para consolidar el
Estado nacional venezolano, su forma de propagación fue en el ámbito
académico y educativo a través de la educación formal y de las asociaciones
culturales. Estas ideas se plasmaban en diversas actividades como las
celebraciones patrias, que llegaban a la inmensa mayoría de la población; estas
celebraciones se convirtieron en un elemento de gran significado, las cuales se 81 Por decreto presidencial del 29 de abril de 1926, dispuso proceder a reunir los trabajos de Arístides Rojas, que no se encontraran en las “Leyendas Históricas” y “Orígenes Venezolanos” para editarlos por cuenta del gobierno nacional, con motivo de cumplirse el primer centenario del nacimiento de Rojas; esta edición de obras estaría compuesta por las publicaciones de artículos en periódicos, revistas y folletos que por su extrema rareza ni son conocidos por el público, ni se encuentran al alcance de los estudiosos. (Recopilación de Leyes y Decretos de Venezuela, Tomo XLIX, año 1926)
82 Existieron varios pensadores importantes para la época del gobierno de Juan Vicente Gómez, uno de ellos era Luis Razetti, quien en su discurso en el Centenario de Darwin el 12 de febrero de 1909, dejo filtrar su devoción por las ideas del positivismo: “creo en el progreso y en la verdad, y estoy convencido de que la ciencia es el único factor de la civilización”, (Razetti: 517-528). De su devoción por Darwin no queda duda, es el camino de las ciencias naturales en el que se deben desenvolver las sociedades, era necesario dejar a un lado las visiones románticas y metafísicas de la misma. Todas las ciencias para Razetti tenían que ser positivistas, ya que todos los procesos eran regidos por leyes universales y naturales. Su mayor aporte lo realizó en el área de las ciencias médicas. Al mismo tiempo reconoce la importancia e influencia que ejercieron sobre él los primeros positivistas abiertamente conocidos, como lo fueron Adolfo Ernst y Rafael Villavicencio.
94
realizarían en los espacios públicos de las diferentes ciudades del país. En el
caso de Maracaibo, las plazas públicas fueron el lugar preferido por excelencia en
los primeros años del siglo XX, pero luego de la presencia de la actividad
petrolera se anexaron otros espacios como los cines y la radio, elementos que
dinamizaron la circulación de las ideas positivistas en la región zuliana y el país.
2. Los propulsores del pensamiento positivista. Intelectuales y hombres del gobierno de Gómez
El positivismo venezolano fue un movimiento combatiente que habría de
soliviantar la vida nacional en todas sus manifestaciones. El positivismo ofrece la
esperanza de dar solución a los problemas nacionales. Esta corriente estaría
impulsada por un selecto grupo de pensadores de la época, quienes tendrían un
doble papel, que hasta el momento no se había dibujado en los escenarios
políticos del país: los promotores del positivismo eran intelectuales, poetas,
periodistas y articulistas con una condición de actores políticos de alto renombre
en la administración gomecista, por ello es necesario revisar el pensamiento de
algunos de estos intelectuales.
Para Vallenilla Lanz el positivismo era una vertiente del pensamiento
necesaria para comprender la sociedad y su evolución; algunos de los
planteamientos fundamentales del positivismo para este erudito fueron
pronunciados en su discurso del año 1930, a propósito del “Centenario de la
muerte de Simón Bolívar”, donde advierte la necesidad de implantar dicha
corriente de pensamiento:
95
Juzgamos por ello como la más noble labor a que puedan consagrase nuestros modernos hombres de ciencias, la de aplicar al estudio de la evolución histórica de Venezuela los fecundos métodos positivos, a fin de que ese pasado tan oscurecido por los viejos conceptos, por la literatura épica y por las pasiones banderizas, sea en realidad fuente saludable y fecundas de enseñanzas. (Vallenilla: 364-474)
En este mismo discurso Vallenilla insiste en la necesidad de realizar
investigaciones desde la perspectiva positivista, puesto que era una tarea urgente
e ineludible, pero reclama que serán ejecutadas desde una postura seria y no
como vendedores de una idea. La necesidad de fomentar el conocimiento del
país desde la óptica del positivismo era una necesidad imperiosa. La actuación de
muchos intelectuales y asociaciones culturales eran una labor de construcción de
la patria:
Ardua y dilatada es labor, múltiples y profundos que se requieren; pero si son contadas las inteligencias que pueden emprender una obra tan complicada, el solo conocimiento de cuantos esfuerzos se necesitan para llevar a término, debe contener en los límites de una prudente abstención a los que se dedican al estudio de la sociología y la historia, y no pretende como los publicistas diletantes cambiar el carácter del pueblo con artículos de periódicos y hacerlo feliz con constituciones de papel. (Vallenilla: 364-474)
Por ello las actividades culturales se convirtieron en un elemento para
difundir el nuevo ideario; en el caso de Maracaibo las asociaciones culturales y
las escuelas tomaron los espacios públicos apoyando la difusión de las ideas
positivistas. La toma de los espacios públicos tradicionales en un primer momento
y luego los nuevos generados a partir de la actividad petrolera, permitieron llegar
a la mayoría de los ciudadanos.
De igual manera era obligatorio concebir la historia del país como una
evolución natural, necesaria para lograr el tan anhelado progreso y la paz, por ello
96
fueron importantes los tres siglos de coloniaje español, que prepararon el
advenimiento de la nacionalidad venezolana. Era imperioso que todos los
intelectuales trabajaran para construir una verdadera historia común, regida por
estos principios, ideas que poco a poco serían plasmadas en los libros de
enseñanza y los programas de clases del área de ciencias sociales:
Todavía existen, no sólo entre nosotros sino en la América entera, muchas mentalidades encasilladas en las viejas teorías teológicas, metafísicas y racionalistas que desconocen por completo las leyes fundamentales de la evolución y del determinismo sociológico: todavía hay quienes creen en el imperio absoluto de la razón y del libre albedrío, y deductivo cuyo natural desenvolvimiento conduce forzosamente a apartarse de la observación de los hechos históricos, como bases positivas de toda evolución social. (Vallenilla: 364- 474)
Para el autor no se trataba de un simple proceso de crear una historia
nacional, ni tampoco el ser una fábrica de ideas que se adaptase al gobierno, sino
de presentar -bajo su criterio- una verdadera historia, ideas que eran aceptadas
por un grupo de intelectuales afectos al gobierno de Gómez. Desde diferentes
espacios de acción ayudaban a promover tales principios; en Maracaibo las
escuelas, las asociaciones culturales, los lemas, la producción de libros y los
constantes artículos de opinión de los diferentes intelectuales fueron los
mecanismos empleados para generar las ideas de identidad nacional.
La historia que planteaba Vallenilla era la que consideraba como máximo
líder de la historia del país a Simón Bolívar, padre del nacionalismo, de la unión
nacional. El culto hacia Bolívar fue utilizado como punto de partida de la unidad
nacional, de allí la importancia de la celebración de las fechas patrias que
exaltaran la figura de los héroes patrios. En Maracaibo, cada celebración patria
97
contó siempre con el apoyo de los intelectuales y las asociaciones culturales, de
alguna manera se plegaron a la idea de una conciencia nacionalista:
El Libertador es también en este sentido el creador de la nacionalidad venezolana. Porque al someter a su autoridad las montoneras de Páez, Monagas, Zaraza; Cedeño y a la multitud de caudillejos menudos que andaban bregando por cuenta propia, regados en las inmensas soledades de nuestra llanuras, y concentrarlas para dar frente al Ejercito Expedicionario, economizó a Venezuela largos años de aquella anarquía provincial y caudillesca que azotó a la República Argentina, por ejemplo, desde la caída del Régimen llamado presidencial en 1827. (Vallenilla: 364-474)
Este discurso pronunciado en una fecha tan emblemática como lo es el
“Centenario de la muerte de Simón Bolívar”, deja claro que para la época era
necesario, a juicio de este pensador, la instauración del modelo positivista para la
evolución y progreso del país, pensamiento que fue apoyado por las elites del
momento.
Por otro lado, entre los pensadores de esta corriente estaría José Gil
Fortoul, quien llegaría a ocupar el cargo de Ministro de Instrucción Pública como
ferviente defensor de las ideas del positivismo. En su obra Filosofía
Constitucional, se aprecian algunos de los principios de esta corriente al plantear
que el desarrollo de los Estados se verifica en plena civilización cuando se han
constituido las nacionalidades, esas grandes armonías de los intereses humanos,
análogos en la sociología a los que son razas en la antropología. (Gil Fortoul,
469-475)
98
De sus ideas positivistas no hay duda, además en su condición de ministro
también logró posicionar muchos de sus pensamientos en las escuelas
venezolanas. Otro de los pensadores importantes para la época era Luis Razetti,
quien en su discurso del Centenario de Darwin, el 12 de febrero de 1909, dejó
colar su devoción por las ideas del positivismo.
Las ciencias médicas han alcanzado en nuestra época la alta jerarquía de ciencias verdaderas y positivas, porque desecharon resueltamente el oscuro camino del dualismo metafísico, callejón sin salida para el progreso intelectual, y establecieron la nueva doctrina sobre la base del estudio directo de la naturaleza humana, a la luz de los principios del determinismo filosófico, que reconoce como guía único e infalible, el criterio empírico de la observación y de la experiencia. (Razetti: 517-528)
Al mismo tiempo reconoció la importancia e influencia que ejercieron sobre
él los primeros positivistas abiertamente conocidos en el país, como lo fueron
Adolfo Ernst y Rafael Villavicencio. Todas estas ideas positivistas circularon en
diferentes espacios públicos, así como las escuelas, que serían la base para
consolidar la identidad nacional.
En esa tónica, en el estado Zulia se evidenció la temprana presencia de las
ideas positivistas, demostrado así en las acaloradas discusiones entre Francisco
Eugenio Bustamante y Manuel Dagnino. En su obra El Gran Libro (1883),
Bustamante consolida sus ideas positivistas y se define como evolucionista
mucho antes que Luis Razzeti en Caracas. (Quevedo, 2004)
La obra de Francisco Eugenio Bustamante lo ubicó como unos de los
primeros pensadores zulianos en asumir las ideas del positivismo; en su trabajo
expone de forma metódica su posición sobre las teorías creacionistas del
universo y del origen del hombre. Su pensamiento le valió el ser admirado por
99
algunos de los intelectuales de la época y criticado por otros, entre quienes
apoyaban sus postulados estarían Luis Razetti y Rafael Villavicencio. (Quevedo,
2004)
El escenario de mayor difusión de los ideales positivistas de Bustamante
fue la Universidad del Zulia y su periódico; desde la rectoría de la misma impulsó
el desarrollo de una reforma académica, que lo conduciría a crear nuevas
cátedras83, así como a la dotación de materiales e infraestructura, más sin
embargo, el punto más resaltante fue la creación del periódico, espacio que sirvió
como base al debate filosófico, científico y político.
El periódico de la Universidad del Zulia fue el espacio donde convergieron
una serie de intelectuales que apoyaban las ideas de Bustamante, entre los que
destacan Marcial Hernández, Fernando Guerrero Fuenmayor, Juan Tinoco, José
Encarnación Serrano, Augusto Ortega, Guillermo Quintero Luzardo, entre otros,
quienes conformaron un grupo84 encaminado a la apertura del debate dentro de la
universidad con respecto a las tendencia positivistas y materialistas de la ciencia.
(Quevedo, 2004)
83 En este sentido Bustamante dio cumplimiento al cambio de planes iniciados en la gestión anterior. Para la facultad de filosofía y letras se presentó un grupo de nuevas cátedras como Literatura Castellana, Literaturas Antiguas, Literaturas Modernas, Lingüística y Filosofía, además se debía también estudiar Biología General, Historia Natural, Antropología y Sociología. Todas estas cátedras bajo las orientaciones científicas del positivismo. (Quevedo, 2004: 81-82)
84 Este grupo de intelectuales denominó a este movimiento “reacción científica”, utilizando este apelativo en diferentes momentos para indicar la discusión sobre la ciencia y las intenciones de reforma que éstas perseguían en el escenario de la Universidad. (Quevedo, 2004: 90)
100
Desde el punto de vista de las ideas políticas, dentro del positivismo en
Venezuela se presentó un nutrido grupo de intelectuales, quienes reaccionaron
contra los principios establecidos por el clero, la educación y la historia tradicional,
sin embargo no todos los intelectuales apoyaban estas ideas, una parte de ellos
se inclinó por las ideas comunistas, como el caso de Pio Tamayo, Ricardo
Montilla, Pedro Manuel Ruiz, y otros que no estarían de acuerdo con dichos
postulados.
En el caso del Zulia también existió un grupo apegado a las ideas
comunistas, entre ellos: Olga Luzardo, Ángel Emiro Govea, Pedro Barboza de la
Torre, José Martínez Pozo, Gabriel Bracho y Rodolfo Quintero, este último,
fundador del partido Comunista en la región. Estos personajes intentaron crear
espacios para la difusión de sus ideales y organizar los sindicatos obreros, al
mismo tiempo, mantuvieron relaciones con quienes confrontaban al gobierno
nacional, sin embargo, debido a las severas restricciones con respecto a las ideas
comunistas, sólo se constituyeron en los primeros pasos de los comunistas en la
región. (Urdaneta, 2000)
Los ideales positivistas fueron difundidos a través de la educación formal e
informal, ambos sistemas utilizaron los escenarios públicos y las celebraciones
patrias para penetrar al ciudadano común. La educación formal, entendida como
el proceso de adquisición de conocimientos, habilidades y actitudes con un fin
ético. Dentro de la educación formal, en el periodo de Gómez, existieron dos
elementos clave para la divulgación del pensamiento positivista: la labor ejercida
por las escuelas y sus maestros -quienes no sólo se conformaron con su rol de
educadores, sino que también fueron autores de textos escolares- ocupando
101
diferentes cargos dentro de la sociedad; y el siguiente elemento fue la
implementación de programas educativos cargados de un alto contenido
positivista.
Por su parte, la educación informal se vio definida como todas y cada una
de las instancias a través de las cuales un ciudadano incorpora las consignas y
determinaciones de la estructura social en la que interactúa. En el caso del
gobierno gomecista, la misma tendría dos puntos de apoyo: la sociedad civil,
organizada a través de las asociaciones culturales y la campaña del gobierno
nacional, materializada en los lemas del gobierno, que permitieron llegar a toda la
población.
Estos dos escenarios fueron asumidos en Maracaibo con características
propias de su proceso histórico. Para comprender los ideales del positivismo en la
sociedad venezolana y marabina se comenzará por analizar el sistema educativo
y sus programas de educación, lo que se constituye en un elemento innovador
desde el punto de vista historiográfico, debido a que es un tema que poco ha sido
estudiado en el país.
3. La educación positivista: herramienta de propagación de los ideales nacionalistas
Los postulados positivistas no sólo fueron evidenciados en los discursos de
ciertos intelectuales, sino también en la instrucción pública, elemento articulador
entre el pensamiento nacional y las ideas positivistas. La instrucción pública,
102
entendida como la educación formal del Estado venezolano, contribuyó en gran
medida a la implantación de nuevas ideas e imágenes en torno a la unidad
nacional, que ayudó a la consolidación del Estado nacional venezolano a través
de la formación del pensamiento de carácter nacionalista.
La educación formal, dirigida por el ministerio de instrucción pública, y las
asociaciones culturales en su rol de educación informal, se convirtieron en eje de
alianza entre las elites del momento en la ciudad de Maracaibo, a través de las
cuales se establecen relaciones personales e intelectuales que posteriormente
generarán consenso y opiniones públicas, además de producir un sin número de
textos escolares que llevarían al aula los preceptos del positivismo antes de la
instauración oficial de los programas educativos. Los textos escolares
corresponden al primer periodo de transformaciones durante el gobierno del
Benemérito, entre los años 1908-1920, donde la producción de textos escolares
en el Zulia fue abundante. Y en la segunda etapa, desde 1920 hasta el fin del
gobierno, fueron los años en los que se consolidaron los principios del positivismo
en la educación venezolana.
Los espacios educativos en Maracaibo, al igual que en Venezuela, fueron
lugares donde se entretejieron socialmente diversos grupos de personalidades,
quienes ejercían variadas funciones públicas; compartirían en las escuelas y en
otros espacios públicos como las plazas, los teatros y las iglesias, considerados
como escenario para propagar las ideas del positivismo. Dentro de este grupo de
intelectuales destacan los marabinos Alejandro Fuenmayor, Juan Besson, Raúl
Cuenca, Octavio Hernández, Manuel Belloso, entre otros quienes realizaron una
labor en pro de la educación y cultura.
103
Las escuelas fueron un escenario complejo, dando paso a la relaciones
entre los más diversos sectores de la sociedad, difundiendo el pensamiento
científico y la renovación de ideales que permearon a toda la sociedad. Por ello, la
educación ha sido considerada un proceso complicado, según Luis Antonio Bigott
(1995). Su núcleo fundamental pasa por una senda de ideologización que no
puede ser un conjunto social abandonado y anónimo por ninguna filosofía que
requiera cambiar la realidad, ni por el Estado que se plantee una modificación
profunda de la sociedad. El Estado será siempre el encargado de orientar y
controlar la educación formal, es por ello que el positivismo en la educación
venezolana y en los espacios culturales sería una pieza clave para comprender
las transformaciones que ocurrieron durante el gobierno de Juan Vicente Gómez.
Las instituciones educativas son parte esencial de la educación formal.
Conformaban el escenario ideal para reproducir y establecer los parámetros
requeridos por el Estado para formar al ciudadano común: los programas de
educación son las bisagras de este proceso, complementadas por la actuación de
las diversas asociaciones culturales.
En el caso de Maracaibo, la presencia de un número importante de
escuelas que establecieron una labor de difusión de nuevas ideas y armaron una
plataforma discursiva en favor de los planteamientos nacionalistas, se
constituyeron en dinamizadores de la sociedad, que por primera vez apreciaba
una ampliación constante de los espacios educativos. En un espacio donde la
actividad petrolera atrajo a ciudadanos de diversos puntos del país, este proceso
se profundizó por el incremento de la población y la constante solicitud de
creación de nuevas escuelas.
104
Sin embargo, los positivistas no sólo se dedicaron a implementar las ideas
dentro de la sociedad venezolana, sino también a discutir el modelo de la misma
y el proyecto de país85 que se requería; según Jorge Bracho “es dentro del
contexto escolar donde los individuos conocerán y asimilarán los fundamentos del
ideario positivista. La escuela no es tan sólo transmisora de la doctrina positivista,
es también un eslabón necesario para el conocimiento del nuevo orden científico-
técnico” (1995: 56); por ello esbozaron ciertas ideas importantes para el desarrollo
de la educación. Esta discusión estaba enmarcada en las ideas que circulaban en
América Latina, encabezadas por Alexander Bain86 y Herbert Spencer87, y los
85 En europa, donde la heterogeneidad de las sociedades que la conforman dieron origen a la construcción de una educación nacional con características distintas en cada país. Se dieron grandes debates que proporcionaron la génesis de distintas normas sobre la instrucción pública y la producción intelectual. En el caso de Alemania, después de la firma del tratado de Tilsit en 1807, se creó una nuevo país con un sistema educativo renovado, que procuró crear un modelo de hombre con una concepción de moral radicalmente opuesta a la sumisión, se eliminó la educación intelectualista, pues la misma no debía restringirse sólo a las clases cultas, sino también a la gente común, que era la gran mayoría; se debía educar para el trabajo de acuerdo a cada sexo, esto permitiría una formación para la vida real. Por otra parte en Francia, la educación entre los años 1880-1883 fue laica, gratuita y obligatoria; la educación religiosa es sustituida por la instrucción moral y cívica, y todo el personal de las escuelas debía ser laico. Todos estos preceptos propios del positivismo. En la misma tónica de discusión se planteó para Inglaterra una educación con una función individual ejercida por la sociedad mediante la constitución de asociaciones que tendrían múltiples orígenes (Estado, Iglesia, entre otros), que buscaron la inclusión de grandes masas de pueblos que no contaban con la misma, generando así la ampliación de los derechos sociales y políticos. Esta discusión tan variada en cada una de las naciones europeas sólo se entenderá observado la realidad de cada una de ellas, que fueron adquiriendo los principios del positivismo de acuerdo a su contexto, lo mismo que ocurrió en América Latina, y en especial con Venezuela. (Bigott, 1995)
86 Alexander Bain, en su carácter de filósofo, adscribió al llamado "positivismo inglés". Se destacó en la aplicación de la filosofía a la psicología, cofundador de la revista científica “Mind” (Mente), al tiempo que fue un renovador de la psicología al hacerle aprovechar a esta ciencia los descubrimientos de la fisiología y la patología; siendo un destacado representante del asociacionismo insistió en la actividad espontánea del cerebro y defendió posturas idealistas contra el realismo de Herbert Spencer. Sus principales libros fueron El sentido y el intelecto (1855), Las emociones y la voluntad (1859), Estudio del carácter (1861), Lógica deductiva e inductiva (1870), La mente y el cuerpo (1873), La ciencia de la educación (1879), Estudios sobre James Mill y Stuart Mill (1882). Su obra más importante estaba dirigida a la reformulación de los planes de estudio, que conllevaran a exponer de forma ordenada el proceso de transmisión de los conocimientos de acuerdo al desarrollo mental. (Bigott, 1995)
105
pensamientos que provenían del continente europeo, con el fin de convertirse en
modelo para el país. Las ideas de una educación laica, por sexo, la sustitución de
la educación religiosa por una instrucción moral y cívica, fueron algunos de los
planteamientos que circularon para el momento. La discusión en el viejo
continente fue muy variada debido a la heterogeneidad de la sociedad, y cada
país adecuó los ideales positivistas según su realidad.
En América Latina circuló una variedad de ideas en torno a la educación y
los principios del positivismo, las cuales se utilizaron para dar soporte a la
instrucción pública. Alexander Bain consideraba que la educación debía contener
las disciplinas científicas, humanísticas y la lógica, colocando a las ciencias
naturales por encima de las disciplinas literarias.
Por su parte, Herbert Spencer, creía que la educación era un proceso que
permitía al individuo adaptarse al medio, donde los conocimientos idóneos son los
que permitan conservar y desarrollar al individuo, la familia, la sociedad y el
estado; por ello la educación debía centrarse en la enseñanza de las ciencias y
las técnicas, más que en las aéreas humanísticas. Por otra parte la educación
87 Herbert Spencer, fundador de la filosofía evolucionista en Gran Bretaña y uno de los más ilustres positivistas de su país, concibió la sociología como un instrumento dinámico al servicio de la reforma social. Dedicó su vida a elaborar su sistema de filosofía evolucionista, en la que considera la evolución natural como clave de toda la realidad, a partir de cuya ley mecánico-materialista cabe explicar cualquier nivel progresivo: la materia, lo biológico, lo psíquico, lo social, etc. Aplicó la teoría de la evolución a las manifestaciones del espíritu y a los problemas sociales, entre ellos el de la educación, con su obra Educación: intelectual, moral, física. Su doctrina quedó principalmente expuesta en su Sistema de filosofía sintética. (11 volúmenes)
106
moral debía utilizarse como elemento reforzador en la formación de los
ciudadanos, la educación debía ser más individualista88.
Estos dos pensadores que influenciaron el pensamiento educativo en
América Latina presentaron diferencias, que abarcaron aspectos como la
concepción de la educación y la pedagogía. En el caso de la educación, la visión
de Spencer planteaba que todo proceso de enseñanza debía ir de lo simple a lo
complejo, siguiendo el proceso de la naturaleza, educando al individuo para su
actuación eficiente en la vida. Por otra parte, Bain estableció que la educación
influye en el hombre en su conducta moral, y la labor educativa tenía que ser
impulsada por el propio individuo para su bien y el de las personas que lo
rodeaban. A pesar de las diferencias que existieron entre estos dos pensadores,
sus ideas fueron aceptadas en América Latina89, aunque en cada país fueron
adquiriendo ciertos matices que se adaptaron a las diferentes realidades. Los
principios positivistas fueron la base para la conformación de los sistemas
educativos en toda América Latina a principios del siglo XX.
88 Los principios educativos de Herbert Spencer se basaban en siete postulados: 1) Lo relacionado con la educación espontánea, se debía proceder de lo simple a lo complejo. 2) El desarrollo del espíritu es un progreso de lo indefinido a lo definido. 3) Las lecciones debían ir de lo concreto a lo abstracto. 4) La educación del país debe concordar con la de la humanidad. 5) Los conocimientos deben ser de lo empírico a lo racional. 6) La educación debe estimular el desenvolvimiento espontáneo. 7) La actividad sana es agradable, de lo contrario es perjudicial.
89 En América Latina existieron varios pensadores que influenciaron el pensamiento educativo, en México, Gabino Barreda; en Uruguay, Francisco Antonio Berra; en Chile, Juan Enrique Lagarrigue; en República Dominicana, Eugenio María Hostos, entre otros. (Bigott, 1995). Y se realizaron varios congresos educativos. En el caso de Argentina, en 1882, se realizó el Congreso Pedagógico Internacional Americano, participando delegados de toda América Latina, Francia, Inglaterra y los Estados Unidos, donde se discutieron diversos temas como el estado de la educación, la legislación y la acción del estado sobre la misma; además se discutieron algunas de las ideas de estos pensadores, como la educación masificada y las técnicas para una educación agrícola; por otra parte en México se realizó el Congreso Higiénico-Pedagógico en el que se analizaron las condiciones idóneas para la educación, los métodos de enseñanza, todo ello dentro del ideario positivista.
107
En todo el continente, el positivismo logró influir en las políticas educativas
más que ninguna otra corriente. La educación positivista sirvió de sustento, e
inclusive justificó la presencia de regímenes autoritarios, inspirados en el lema de
libertad, orden y progreso. Según el Dr. Juan Cajas, los positivistas
latinoamericanos se inspiran en la obra de Comte, Spencer, Stuart Mill y Darwin;
en el caso mexicano la frase, “menos política y más administración”, atribuida a
Porfirio Díaz, es un ejemplo que ilustra esta influencia. Los pueblos no quieren
democracia, lo que quieren es dictadura, afirmaban los intelectuales mexicanos.
En el caso venezolano se habla del cesarismo democrático: el hombre fuerte
necesario para encaminar a Venezuela.
El positivismo se instala como una filosofía convertida en ideología, cuyo
objetivo sería el de ayudar a transformar, por la vía de prácticas culturales
concretas, los grandes problemas sociales y nacionales del continente. Así, con
base en el positivismo, se construirá una disímil tradición cultural a la que
entregaron sus servicios numerosos pensadores, cuyas influencias dejaron huella
en la práctica educativa.
En el contexto venezolano, varias de las ideas de Spencer y Bain, fueron
acogidas. Las discusiones de la época giraban en torno a las propuestas de una
educación que transformaría los hábitos del pueblo; la misma debía estar dirigida
a mostrar los descubrimientos de las ciencias. Este enfoque de los pensadores
positivistas dejaba atrás las explicaciones metafísicas y teológicas de los hechos.
Los pensadores de esta corriente se propusieron abrir paso al progreso, a una
nueva concepción de la educación en el país, y por ende, a cubrir ciertos
requisitos del gobierno de Juan Vicente Gómez.
108
La educación positivista abogaba por el cumplimiento del deber, y los
valores humanos recibieron mayor atención que los religiosos; la escuela debía
preparar al infante para ser un ciudadano: toda una novedad en relación con la
educación moralizante vigente en el país. Esta presencia doctrinaria, junto a la
corriente evolucionista en la educación venezolana, según Luis Antonio Bigott,
sería un “factor que, a la larga, permitiría y facilitaría el desarrollo de una actitud
más consciente hacia el progreso” 90(1996: 97), que implicaba una idea de orden,
es decir, de alguna manera apoyaba la reorganización del Estado venezolano.
Otro de los elementos positivistas fue el relacionado con la religión91 y la
educación. Estos principios fueron debatidos en el Congreso Pedagógico de
189592 (Bigott, 1996: 100-101), en el cual se discutieron una variedad de ideas,
pero sobre todo se dedicaron al aspecto religioso. En este congreso participaron 90 Este pensamiento fue impulsado por Antonio Leocadio Guzmán, quien en su condición de Secretario de Interior y Justicia, en el año 1849 se dirigió ante el Congreso y expresó la necesidad de una educación científica, pero sería su hijo Antonio Guzmán Blanco, quién daría forma a este pensamiento, decretando el 27 de junio de 1870, la educación pública gratuita y la creación de un sistema de escuelas primarias, paso originario hacia la consolidación de un sistema educativo nacional.
91 Aun cuando en Europa, en el Congreso de 1881, se decía: “Guardemos de los fanatismos, porque hay dos: el religioso y el irreligioso. El segundo es tan malo como el primero”. La discusión por la escuela laica no fue tan revolucionaria como parecía; según Aníbal Ponce, lo que se pretendía era reglamentar en las escuelas la enseñanza religiosa, para no crear conflictos en las instituciones asistidas por personas de diversas religiones.
92 En medio de las ideas positivistas que enmarcaron el final del siglo XIX y el umbral del siglo XX, comenzó a gestarse un movimiento dirigido por los doctores Napoleón Lander, Prudencio Diez, entre otros, quienes se abocaron a crear el Gremio de Institutores, con el interés de mejorar las condiciones del profesorado nacional, estrechar relaciones entre los mismos, crear una biblioteca, solicitar el beneficio de la jubilación, crear un centro de formación pedagógica diurno y nocturno; todo esto para mejorar la calidad de la educación. Los miembros de esta agrupación organizaron el primer encuentro Pedagógico del país, el 8 de mayo de 1895, en el Liceo Pedagógico en Caracas, dentro de un movimiento europeo, donde se incluyó a América Latina. A este evento asistieron diversidad de profesionales como médicos, literatos, políticos, historiadores, entre otros. En este Congreso se discutieron los problemas más urgentes de la educación venezolana, como las deficiencias de las edificaciones escolares, la higiene escolar, uniformidad en los textos escolares, entre otros aspectos, y centraron su atención en la discusión sobre cuál sería la educación más conveniente, despejando dudas entre la educación católica o la educación laica. (Bigott, 1996: 119)
109
dirigentes obreros, políticos, médicos, logias masónicas, prensa y activistas de
academias, que expresaron sus ideas sobre la educación, el quehacer científico y
la sociedad del momento93.
Sin embargo, el enfrentamiento en Venezuela fue entre la iglesia y los
partidarios del positivismo, con respecto a la pertinencia de la educación laica
sobre la religiosa94. El lema de la educación religiosa era “Creed y no preguntéis”.
La presencia del positivismo en las escuelas venezolanas originaría cierta
resistencia por parte de varios sectores de la sociedad, opuestos al cambio de la
educación religiosa por una laica, propia de los positivistas:
Los partidarios de una educación diferente a la tradicional tomaron como bandera la experimentación, el sensorialismo y la investigación de los hechos por los hechos mismos, en procura del cultivo de la razón; los partidarios de la escolástica, del dogmatismo, se atrincheraron en el espiritualismo, ya no sólo como manera de explicar la vida presente del educando sino como única posibilidad de conducir correctamente el futuro del individuo mediante la educación. (Luna, 1970: 75-76)
93 La forma como se discutieron los temas fue a través de la presentación de ponencias, algunas de ellas fueron el fruto de una comisión: Edificación escolar, por Dr. Juan Hurtado Manrique. Comisión: Dr. Jorge Nevett, Dr. Pablo M. González, Dr. Juan Lameda; Unificación de los textos en las escuelas primarias, por Don Amenodoro Urdaneta. Comisión: Dr. Demetrio Aguerrevere, Dr. Rafael Cruz Guitian, Dr. Alberto Marquis. Higiene escolar, por Dr. J.M. de los Ríos. Comisión: Dr. Luis Razetti, Dr. Antonio J. Villegas, Dr. Francisco de la P. Ruiz Mirabal. Influencia de la escuela normal en la escuela primaria moderna, por Br. Julio Castro. Comisión: Dr. José I. Arnal, Dr. Narciso López Camacho, Dr. Pedro Manuel Ruiz, entre otra gran variedad de temas.
94 Entre los sectores más conservadores de la sociedad que defendían la educación religiosa se encontraba la Iglesia Católica, que a través del Diario La Religión realizaron una campaña en contra de la educación laica, entre estos hombres se encuentra la figura emblemática de Monseñor Juan Bautista Castro (Arzobispo de Caracas entre 1903-1916), bajo su tutela la Iglesia venezolana comenzó su proceso de reestructuración a finales del siglo XIX, un baluarte inestimable. Él, a pesar del clima hostil por parte del gobierno nacional, pudo volver a asegurar los cimientos de la Iglesia e imprimirle una nueva vitalidad. Bajo el impulso de Castro hubo un resurgimiento religioso en todo el país. Fue un hombre de gran dinamismo y un entusiasmo que contagiaba a todos los que colaboraban con él. La acción pastoral que llevó a cabo estuvo marcada profundamente por su fidelidad a las directrices emanadas desde Roma, y la defensa de la educación religiosa fue emblemática. (Conde, 2001)
110
La sociedad venezolana en general seguía con sus prácticas sociales
heredades del siglo XIX, la vida familiar y los principios religiosos estaban
estrechamente vinculados; era la forma de concebir el mundo, el comportamiento
de las familias estaba regido por los cánones católicos.
El enfrentamiento entre la iglesia y los positivistas no sólo sería por la
educación sino también por el aspecto político. Las relaciones de la iglesia
católica con el gobierno nacional95 fueron tensas si se considera el hecho de que
sus más destacados funcionarios eran fervientes defensores de los principios
positivos, contrarios en muchos aspectos a los dogmas de la fe cristiana. Las
tensiones fueron persistentes a lo largo del gobierno de Gómez, y múltiples los
hechos donde las relaciones de la iglesia y el gobierno tuvieron sus altercados96,
95 El gobierno de Juan Vicente Gómez mantuvo una postura enigmática con respecto a la Iglesia. No la persiguió, pero tampoco la apoyó. Esta ambigüedad se manifiesta en las leyes fundamentales del país. Las constituciones de Venezuela mantenían las garantías de libertad de reunión y de libertad religiosa. De repente, en 1914, precisamente cuando va a afianzarse Gómez en el poder, se aprueba un Estatuto Constitucional en el cual se insertan las leyes de 1837 y de 1874, contra la vida religiosa. Esto se repitió en la Constitución de 1922, y habrá que esperar a la del año 1924 para que esto sea modificado. (Conde, 2001: 281)
96 Una de las controversias en la relación gobierno-iglesia fue la Expulsión de Monseñor Salvador Montes de Oca, el Cardenal José Humberto Quintero otorgó el origen de esta expulsión al caso de una mujer valenciana casada y acosada sexualmente por un jerarca del régimen. El obispo de Valencia escribió una denuncia pública contra el divorcio, que trajo consigo su destierro (1929). El Gobierno pretendió extenderlo a todo el Episcopado, solidarizado con su colega. Gómez le respondió a los Ministros diciéndoles que “con cuántas tropas contaban ellos”. “Se han alzado con papeles”, le responden. “Pues si es con papeles, son ustedes los que tienen que derrotarlos”. Esta respuesta muestra la sagacidad de Gómez al desvincularse de ese plan de acción contra la Iglesia. Una vez más su postura es ambigua, aunque trató de dotar a Monseñor Montes de Oca generosamente de dinero para sus gastos en el exterior. El conflicto se resolvió en 1931, cuando Gómez se encargó nuevamente de la Presidencia, y en Gabinete fue considerada la petición del Arzobispo de Caracas y se “dispuso levantar la expulsión”, como anota el acta del Consejo de Ministros. El mismo presidente emitió un Decreto en el cual se suspendió el destierro sin exigir al obispo de Valencia retractación alguna. (Conde, 2001: 283-284).
111
a pesar de ello, también se permitió en algunos momentos dilatar97 las relaciones
entre ambas partes.
Uno de los conflictos fue a raíz de la nueva Ley de Educación de 1924: el
Nuncio y arzobispo de Caracas, Monseñor Rincón, se dirigieron al Presidente
Gómez, pidiendo que en las escuelas públicas se autorizasen las clases de
religión. Aprobada la Ley, el Arzobispo demanda ante la Corte Suprema de
Justicia, para que se declaren nulas las trabas introducidas para la ley de
educación religiosa. El gobierno nacional presiona a la iglesia e hizo que los
representantes de la misma desistieran de la demanda y se estableció una Junta
Conciliadora que terminó con el incidente. (Conde, 2001)
A pesar de los vaivenes de la política para con la iglesia, buena parte de
las congregaciones98 religiosas se dedicaron al campo educativo, en colegios
para seglares, o en la regencia de seminarios (jesuitas, lasallistas, eudistas,
benedictinos, salesianos, paúles, maristas), pero éstos y otros como capuchinos,
redentoristas, claretianos, carmelitas y dominicos, presentaron una ayuda ingente
como párrocos en todos los rincones de la geografía venezolana, desasistida de
atención pastoral y educativa. (Conde, 2001)
97 En 1916 se transformó la Delegación Apostólica para Venezuela en Internunciatura. En l923 se crearon en Venezuela cuatro nuevas Diócesis y el Vicariato Apostólico del Caroní. Este hecho mostraba palpablemente el crecimiento de la Iglesia. Se pasaba de seis obispados a once circunscripciones eclesiásticas. Esto coincidió también con el establecimiento en el país de la Sede de la Nunciatura Apostólica de Caracas. (Conde, 2001: 287)
98 Las congregaciones femeninas hicieron una labor insustituible en el campo asistencial. Todavía en los años 40 la mayoría de los hospitales, asilos y ancianatos estaban en manos de la Iglesia. Estas mismas congregaciones femeninas llevaron también una gran labor educativa en los colegios, escuelas o normales que fundaron, y sobre todo en la catequesis para niños y jóvenes. (Conde, 2001)
112
Sin embargo, en los reglamentos de las escuelas se dejaba un espacio
abierto para la educación religiosa, por ello el artículo 17 del reglamento de las
escuelas de 1918, refiere: “En las escuelas Primarias se proporciona la
enseñanza religiosa a los alumnos cuyos padres y representantes lo exijan,
siempre que el número de aquellos pase de diez pertenecientes al mismo culto”
(Ministerio de Instrucción Pública, 1918: 332). Esto demuestra que el Estado
venezolano no pudo conseguir que la educación fuera totalmente laica, pues tuvo
que permitir la educación religiosa en las escuelas venezolanas, lo que deja ver
que el positivismo en las escuelas convivió con la práctica religiosa.
Los pensadores positivistas como Briceño Vásquez, López Méndez o
Romero García, expresaron juicios negativos acerca del papel del clero católico
en los asuntos políticos y culturales del país; debido quizás a que una parte de los
pensadores de esta corriente, como: Maldonado, Arcaya y Vallenilla Lanz,
reivindicaron el papel de la Iglesia en la sociedad venezolana, debido a su
condición moralizante y su contribución al orden y estabilidad del país.
(Cappelletti, 1994: 36)
En el caso del Zulia, y a pesar de la confrontación, la mayoría de las
Intendencias de Instrucción fueron ocupadas por personeros de la Iglesia católica,
que además eran considerados personas idóneas, que no desdecían del buen
nombre de la administración Nacional y promovían la fe católica, como fue el caso
de los Presbíteros Rafael Beltrán, Luís María Mora, Rodolfo Bohórquez, Miguel
Ángel Otero, Carlos Fonseca y Monseñor Doctor Felipe Santiago Jiménez, entre
otros.
113
La revisión de los contenidos que se incluían en los programas de las
materias de enseñanza de la época, permite comprobar que existía una perfecta
convivencia entre los valores y normas propios de la moral católica y el modelo de
buen comportamiento proyectado en la escuela laica, ideada por los intelectuales
positivistas. En plena expansión de la secularización, algunas voces expresaron
que el ejemplo de conducta a desarrollar en los niños tenía que inspirarse en el
modelo cristiano.
Todo esto ocurre en las primeras décadas del siglo XX, donde aun las
ideas del positivismo se mezclan con las viejas tradiciones heredadas del siglo
XIX, sin embargo, en el caso de Maracaibo, existió la preocupación por fortalecer
la educación, uno de estos intentos fue la creación de un sin número de libros
propuestos para ser utilizados dentro de las aulas de clase, y la aplicación de los
programas de enseñanza, que lograron alcanzar un número importante de
ciudadanos comunes permitiendo un influjo constante de ideas que imponían
estilos de vida, formas de conducta, hábitos y creencias, que moldearían al
ciudadano de ese momento, lo que generó la construcción de un discurso
nacionalista, apegado a los ideales del gobierno de Juan Vicente Gómez.
4. Los intelectuales y su producción
El positivismo en Venezuela presentó varias formas de penetración; la
utilización de lemas, los artículos de prensa, los espacios universitarios entre
114
otras formas, pero la educación, sus programas y los libros fueron una pieza
fundamental para la divulgación de sus ideales, esto permitió que la mayoría de
los ciudadanos de alguna manera se hicieran partícipes de los mismos.
En Maracaibo, los espacios educativos y la producción de libros tuvieron una
gran acogida y se constituyeron en una propuesta de la región para el país,
debido a que algunos de los textos fueron aprobados por el Ministerio de
Instrucción Pública como texto oficiales de uso en las escuelas, por ello se
analizarán algunos casos emblemáticos como la producción de libros y el
movimiento literario de los primeros años del gobierno de Juan Vicente Gómez.
La producción intelectual y su incidencia en la formación de la ciudadanía
de la época se convirtieron en un influjo constante que imponían estilos de vida,
formas de conducta, hábitos y creencias, que moldearían al ciudadano de ese
momento. Los libros se convirtieron en el mecanismo de metamorfosis y
divulgación del saber; la transmisión de estos conocimientos tiene dos escenarios
fundamentales: uno el institucional, que tenía lugar en los establecimientos
dedicados a la educación, un espacio regulado y organizado, donde los libros
forman parte fundamental. El otro escenario serían las plazas públicas, donde se
realizaban los actos patrios, convertidos en una forma de transmisión de ideas, y
la prensa, a inicios del siglo XX, siempre ayudó a la divulgación de los nuevos
principios que regían a la sociedad. Todos estos libros destacaban el orgullo por
el terruño, la grandeza de la nación y se constituyeron en la propuesta de las
elites marabinas del momento.
115
Esas primeras nociones de historia fueron transmitidas a través de los
textos escolares, convertidos en una preocupación constante para los
funcionarios del área educativa, por cuanto su carencia de contenidos, su dispar
calidad y la falta de uniformidad, provocaron gran inquietud. Las licitaciones, las
subvenciones, las recomendaciones y los rechazos tendieron a determinar qué
textos debían utilizarse, además debían ser pautados en concordancia con los
programas de enseñanza.
Los textos utilizados en las escuelas ocuparon un destacado lugar en la
transmisión de los contenidos oficiales, efectivos aparatos ideológicos y soporte
físico de contenidos culturales. Se puede decir, por un lado, que el hecho de que
el Estado se consolidara tendía a garantizar la ocurrencia de las condiciones
necesarias para la conformación de la ciudadanía; y por otro, que toda vez que el
Estado monopolice la posibilidad de imponer significaciones, cuenta con los
recursos necesarios para disponer que la ciudadanía se piense a sí misma; es
decir, que los procesos por los cuales la ciudadanía comienza a reconocerse
como tal son de índole político y se inscriben en un esfuerzo estatal por gozar del
reconocimiento de sus miembros.
Por tanto, durante el periodo comprendido entre 1908-1920 existió un
número considerable de propuestas relativas a mejorar la educación, una de
estas se relaciona con los textos escolares realizados en Maracaibo, donde el
Ministerio de Instrucción Pública dedicó buena parte de su tiempo en la revisión
de los mismos. Como resultado se plasmó en las Memorias y Cuentas del
Ministerio de Instrucción Pública, que los textos escolares no cumplían con las
consideraciones de la pedagogía moderna. Los textos en su mayoría omitían
116
fechas importantes y presentaban errores ortográficos. La Comisión Revisora de
Textos creada por el ministerio expuso las razones que obligaban a cambiar y
mejorar los textos:
Muchos libros que han pasado por el examen de esta comisión, excelentes tal vez para otros países, no corresponden exactamente a nuestras necesidades, por haber sido compuestos por autores de las respectivas nacionalidades peculiares en vista de circunstancia, necesidades e indicaciones… hay entre esos textos algunos, en particular los de Geografía e Historia Nacional inadaptables a nuestro medio escolar por razones obvias99.
Los libros no se adaptaban a las necesidades de la nación, ni estaban
escritos bajo los parámetros establecidos en los programas del Ministerio, esta
situación era preocupante por parte de los marabinos dedicados a la enseñanza,
quienes propusieron una serie de textos, que serían aprobados por el Ministerio.
Los textos utilizados en Maracaibo y el resto del país debían pasar por una Junta
Calificadora que daba el visto bueno a los mismos.
En Maracaibo fueron escritos muchos libros por hombres de reconocida
trayectoria en la educación y las letras. Estos textos tendrían una relevancia, pues
todos contenían en su mayoría una enseñanza basada en los principios del
positivismo, así como una formación civil y social del niño.
La formación ciudadana es un proceso complejo, donde el papel de la
institución escolar es clave, ya que al ocuparse de él desde un proyecto
sistemático, continuo e integral, los programas y los textos escolares constituyen
uno de los principales mecanismos que el Estado ha poseído históricamente para
99 Ministerio de Instrucción Pública, 1914: 40.
117
contribuir a definir significaciones, e imaginarios sociales. La “patria” que se
presentaba, resultaba condición indispensable para concretar la paz, el progreso y
el orden. La historia relatada en los textos presentaba una preponderancia de lo
político en su rumbo por constituir el marco institucional del Estado nacional.
Todos los libros hechos en Maracaibo simbolizaron una propuesta concreta
de la región para el país, los textos contaban con la factura técnica exigida por el
ministerio100, pero sobre todo se adaptaban a las necesidades de la escuela, uno
de los mayores problemas presentados por los textos utilizados en el momento.
En el siguiente cuadro se puede apreciar el número de publicaciones
zulianas durante los años 1908 al 1920, sus autores y el uso de cada uno de los
mismos:
Textos escolares editados en el Zulia Años 1908-1936
Libros de producción
regional
Autor101
Patente y editores
Utilidad
Tesis de Higiene o el Cuento de la Salud
Marcial Hernández Con patente. Autorizado por José Gabaldón, 22 de diciembre de 1919.
Propuesto como libro de escolar.
Colmena Lírica Udón Pérez Editado por la Presidencia del Estado.
Para el centenario de la incorporación a la independencia venezolana por
100 Para ampliar esta información se recomienda revisar los diferentes informes de la revisión y aprobación de los textos escolares que aparecen en las memorias y cuentas del Ministerio de Instrucción Pública entre los años 1908-1920.
101 La mayoría de los libros presentados fueron iniciativas de los autores, con el interés por mejorar la educación marabina y venezolana.
118
parte del Zulia. Irama Elías Sánchez
Rubio Editado por la Presidencia del Estado.
Para el centenario de la incorporación a la independencia venezolana por parte del Zulia, además de ser un “estudio de las costumbres y uso de las tribus goagiras que enriquece la Etnografía Patria”.
Geografía Médica del Zulia
Junta del III Congreso Venezolano de Medicina (Dres. José Encarnación Serrano, Antonio Acosta Medina, Santiago Rodríguez R., Emilio Ochoa, Rafael Navarrete Serrano).
Editado por la Presidencia del Estado.
No se conoce.
Vidas Oscuras José Rafael Pocaterra
Con patente intelectual de fecha 26 de septiembre de 1918.
No se conoce.
Manual del Boys Scouts
No se tienen mayores datos.
No se tienen mayores datos.
Propuesto para ser utilizado en las escuelas.
Tratado de Alimentación
Augusto Ortega102 No se tienen mayores datos.
Propuesto como texto escolar.
El Zulia en la Independencia Sur Americana
Compilador: Varios Autores
No se conoce información.
Propuesto como texto escolar.
Curso Superior de Aritmética
Enrique Vílchez Hermanos Belloso Rossell Editores.
Propuesto como texto escolar.
Primer curso de Aritmética
Enrique Vílchez Hermanos Belloso Rossell Editores.
Propuesto como texto escolar.
102 Estos son algunos de los libros hechos en el Zulia, que contaban con la aprobación del gobierno; esta aprobación era realizada por una comisión nombrada para tal efecto, en el caso del Libro del Doctor Augusto Ortega, titulado Tratado de Alimentación, fue propuesto por el autor para ser utilizado en la cátedra de Higiene, pero la comisión encabezada por Marcial Hernández determinó que el libro sólo trataba un aspecto de la materia, pero sin embargo podía ser utilizado como texto de lectura diaria.
119
Novísimo Libro Primario de Lectura y escritura Simultánea
Alejandro Fuenmayor
Hermanos Belloso Rossell Editores.
Propuesto como texto escolar en el ámbito nacional.
Nociones de historia Patria, desde el descubrimiento hasta nuestros días, para uso de las escuelas primarias elementales y superiores
Alejandro Fuenmayor
Hermanos Belloso Rossell Editores.
Propuesto como texto escolar en el ámbito nacional.
Guía Metodológica de las lecciones de Historia Patria
Alejandro Fuenmayor
Hermanos Belloso Rossell Editores.
Propuesto como texto escolar en el ámbito nacional.
Aritmética 1er grado
Alejandro Fuenmayor
Hermanos Belloso Rossell Editores.
Propuesto como texto escolar en el ámbito nacional.
Iniciación al estudio de la historia patria
Hipólito Cisneros Hermanos Belloso Rossell Editores.
Propuesto como texto escolar.
Nociones Geográficas de Venezuela
Br. Fernando Criollo
Hermanos Belloso Rossell Editores.
Propuesto como texto escolar.
Libro Tercero de Lectura
Alejandro Fuenmayor103
R.V. Ortega & Cª editor.
Propuesto como texto escolar.
Elementos de la Geografía Universal
Fernando Criollo Con patente intelectual.
Propuesto como texto escolar.
Historia Antigua de Venezuela
Agustín Bracho No se tiene información.
Propuesto como texto escolar.
Documentos para la Historia del Zulia en la Época Colonial
No se tiene información.
No se tiene información.
Creado para el Centenario de la Independencia de Venezuela, como libro que sirviera para recordar las grandezas del pasado.
Cuartilla Gimnástica de Salón
Miguel Ángel Granado
No se tiene información.
Propuesto como texto escolar.
Sinopsis Dr. Hernández No se tiene información.
No se tiene información.
Catecismo Cívico Arístides Calano No se tiene Propuesto como 103 Destacado personaje de la intelectualidad marabina, quien fue valorado mucho más en el exterior que en su propio país. Más adelante, en el primer punto del Capítulo III, se extenderán los datos de este intelectual de la elite de Maracaibo.
120
información. texto escolar. Cuadro #1 Fuente: Memorias del Ministerio de Instrucción, Memorias y Cuenta del Gobierno Regional 1910-1936, Tomos Manuscritos del Acervo Histórico del Zulia y los periódicos El Avisador y Ecos del Zulia.
Los libros son una herramienta para propagar ideales. La formación
ciudadana ha sido siempre un mecanismo que el Estado históricamente utiliza
para contribuir a definir significaciones e imaginarios sociales a través de
disciplinas específicas como la Moral e Instrucción Cívica, Historia, Geografía y
cantos escolares, es por esto que los libros utilizados en las escuelas son
elementos de gran utilidad, según Silvina Gvirtzla, la manera en que los libros de
texto asumen la tarea de contribuir a la formación ciudadana y de generar
imaginarios sociales hace que los mismos se conviertan en piezas dignas de
análisis.
Se considera que los textos escolares pueden diferenciarse en cuatro tipos.
(2000:15). El primer tipo de libro escolar que se considera son los manuales,
compendios y libros de instrucción cívica, con una función explícita en la
formación de la ciudadanía común. El lenguaje propio de estos textos es
informativo, de tipo legal, se plantean los derechos y los conceptos jurídicos
relacionados con las nociones de patria. La pretensión fundamental de este
primer tipo de libros es formar a un alumno conocedor de sus derechos y
obligaciones, convertirlo en un buen ciudadano; permitir la plena inclusión de los
sujetos en una nación. En el caso de Maracaibo se propusieron y utilizaron
algunos libros con estas características, como: el Manual del Boys Scouts,
Cuartilla Gimnástica de Salón de Miguel Ángel Granado, Catecismo Cívico de
Arístides Calano; aun cuando no se conoce su contenido exacto, se deduce que
121
estén relacionados con esta temática, bien porque en su documento de
aprobación o en algún informe de un inspector de escuela hacen referencia, o
hace alusión a su utilización y los progresos observados en los niños.
También existen los libros de lectura, donde el aspecto ciudadano aparece
revestido de un carácter distinto a la tónica legal; lejos de limitarse a informar en
los textos, se recurre al lenguaje literario y la emotividad se coloca en primer
plano, utilizando la poesía, fábulas y fragmentos de novelas costumbristas o
históricas, por ejemplo, la Colmena Lírica de Udón Pérez e Irama de Elías
Sánchez Rubio; es importante destacar que muchos de estos libros fueron
editados con recursos del gobierno y otros con capitales privados.
La tercera clasificación se relaciona con los libros de lectura de instrucción
moral y cívica, que recuperan estrategias discursivas descritas a partir de
contenidos exclusivamente relativos a la formación de la ciudadanía, con la
transmisión de contenidos específicos, considerados indispensables para la vida
social de todo ciudadano que se precie. El mecanismo por el cual se pretende que
sean aprehendidos, es a través de la movilización de sentimientos de devoción
por la patria en un lenguaje ameno y elegante, que permitía una fácil compresión.
En el caso de Maracaibo y sus elites se conocen libros editados,
relacionados con esta área, como lo muestra la Tesis de Higiene o el Cuento de la
Salud de Marcial Hernández, propuesto y aprobado como libro de lectura;
Novísimo Libro Primario de Lectura y escritura Simultánea, y el Libro Tercero de
Lectura de Alejandro Fuenmayor, de este último se conocen en la actualidad
122
algunas reediciones, donde la mayoría de las lecturas son dedicadas a temas
patrios.
El cuarto tipo lo conforman los libros de texto de otras disciplinas, en
particular los de Historia104, donde los hechos, personajes o procesos del pasado
son convocados selectivamente, contribuyendo así a ofrecer una identidad
imaginaria común, incluyente, cuyo principio ordenador es la nacionalidad. Los
personajes son convocados para ser ejemplo de virtudes morales, se resaltan las
actitudes de entrega a la patria, la omisión de las ambiciones personales de los
próceres. La tendencia es a utilizar a la historia para contribuir a crear normas
morales, así que la historiografía fue así subordinada a intereses políticos de la
época, que ayudaron a consolidar el proyecto de país.
La historia es apreciada como un proceso que avanza inevitablemente
hacia un nuevo orden natural denominado progreso, consistente en la acción
humana sujeta a una vida en común, regulada por un Estado, todo ello
garantizaría una especie de religión hacia la idea de patria.
Este tipo de libros son de los más abundantes en la época: El Zulia en la
Independencia Sur Americana; Historia Antigua de Venezuela; Documentos para
la Historia del Zulia en la Época Colonial; Nociones de Historia Patria, desde el
104 Los primeros manuales realizados en Venezuela fueron pocos, destacan los de Paulo Andrade en el año 1887, Lecciones de Historia Patria; el Compendio de la Historia de Venezuela de Alejandro Peoli y otro del mismo nombre de José Ignacio Lares; pero es importante subrayar el Compendio de Historia y Geografía de la Sección Zulia en el año 1888 de Silvestre Sánchez, destacado docente hasta muy entrado el siglo XX, así como la Historia de Venezuela escrita por Rafael María Baralt. Como se aprecia, las iniciativas zulianas por generar libros es una actividad que data del siglo XIX, mucho antes de que fuera decretada la enseñanza obligatoria de la Historia de Venezuela, que se estableció en 1893. Por decreto del ejecutivo nacional se dispuso que en la instrucción de las escuelas elementales debía incluirse la historia patria. (Bracho, 1995: 65-66).
123
descubrimiento hasta nuestros días, para uso de las escuelas primarias
elementales y superiores; Guía Metodológica de las lecciones de Historia Patria,
estos dos últimos de Alejandro Fuenmayor; Iniciación al estudio de la Historia
Patria de Hipólito Cisneros; por citar algunos. Y también destacan los dedicados a
la difusión de la geografía como complemento de la historia nacional, como el
caso de Elementos de la Geografía Universal y Nociones Geográficas de
Venezuela.
Podemos definir como característica de los libros escolares la intención de
que el ciudadano se reconozca como tal, primero haciendo referencia al
conocimiento de los deberes y derechos del ciudadano y luego a través del
sentimiento de una dimensión afectiva enaltecedora de los valores patrios, como
lo muestran muchas de las cartas de aprobación de los mismos por parte del
Ministerio de Instrucción Pública.
La tarea de formar ciudadanos, bajo la defensa del Estado no es un
proceso aislado, sino que la expansión de los libros de lectura de origen nacional
y el control del contenido de sus mensajes deben ser vistos, entonces, como parte
de una fuerte huella estatal que intentó definir y fundar las pautas morales de la
joven nación. Así, de una manera u otra, implícita o explícitamente, los textos
escolares del período seleccionado se abocan, bajo la égida del Estado, a la tarea
de formar ciudadanos. Esto fue completado con la implementación de los
programas educativos de uso oficial en Venezuela entre los años 1920-1936, que
permitirían difundir con mayor amplitud los principios del positivismo y contribuir a
la formación del ciudadano.
124
5. La paz y el orden en los programas de enseñanza
El gobierno de Juan Vicente Gómez procuró normalizar el sistema nacional
educativo para penetrar múltiples sectores de la sociedad; los programas de
educación fueron el elemento que permitió hacer operativas las ideas de
formación de un ciudadano. La ciudadanía como construcción social en el
proceso de modernidad y en el proyecto de conformación del Estado-nación tuvo
como eje primordial y decisivo la modelación de hombres y mujeres que
respondieran al nuevo estilo de vida urbana. (Graterol y Delgado, 2008)
Fue necesario diseñar un nuevo entramado cultural que condujese a los
diversos sectores de la sociedad hacia un imaginario de la comunidad nacional,
para que comprendiera su pasado heroico y glorioso orientado a magnificar el
nuevo Estado nacional y la modelación de un tipo de ciudadano apegado a su
identidad nacional105. (Graterol y Delgado, 2008)
El gobierno del Benemérito diseñó las directrices de lo educativo, el
discurso escolar debía ser reflejo del discurso de la nación, por ello la escuela se
convierto en el espacio propicio para reproducir la compleja estructura de control
social inscrito en los currículos educativos y, en particular, en el área de
conocimiento de las ciencias sociales, por ser estas materias las que aportarían el
105 Según Joan Pagès, la identidad nacional es el conjunto de características de la identidad colectiva de una comunidad política a la que todos los ciudadanos son invitados o incitados a pertenecer. Entienden que esta identidad se forma a través de la cultura cívica, la cultura social, el patrimonio (que incluye naturaleza, historia, culturas, lenguas patrimoniales y producciones culturales) y el patriotismo.
125
conocimiento de las teorías, principios y leyes que rigen la cultura, la economía, la
política y la sociedad.
Por su parte las elites zulianas apoyaron la masificación de escuelas, y a
través de las asociaciones culturales reforzaron las ideas que circulaban en el
país, como promover los valores patrios, que eran parte esencial de la propuesta
educativa y el proyecto nacional.
Es importante destacar que todo era parte del aparato ideológico del
Estado con un rol, y es en la escuela donde se formaron a los niños de todas las
clases sociales, para ello se elaboró todo un esquema ideológico que disfrazó con
materias como castellano, lecciones de cosa, para pasar a materias ideológicas
como la instrucción moral, la historia y la geografía del país. (Louis Althusser,
1969), por ello es necesario analizar algunos de los programas de educación del
gobierno de Gómez.
Así en Maracaibo se libró una batalla con la consolidación de algunas
escuelas y la solicitud, en repetidas ocasiones, de su creación, como se aprecia
en la cantidad de pedidos que reposan en los documentos del Acervo Histórico
del Zulia; los cambios económicos florecían por la actividad petrolera: mayor
número de escuelas y al mismo tiempo de ciudadanos que accedían a la
instrucción pública, creando una plataforma que favorecía los ideales positivistas
y los discursos nacionalistas.
Estos espacios públicos que sufrían transformaciones por la actividad
petrolera serían utilizados en actos donde la exaltación de las figuras patrias y del
presidente de la república era el eje conductor; los intelectuales, comerciantes y
126
políticos de la época se aglutinaron en torno a los nuevos y tradicionales espacios
públicos para generar una muestra de apegos a las ideas del gobierno nacional.
Las escuelas marabinas se esmeraron en realizar todo tipo de actos donde
se exaltaba este paradigma, soportándose en los principios del positivismo, que
centraba su propuesta educativa “en los aspectos propios de la nacionalidad, la
patria y los hombres que lucharon por su establecimiento, y cómo se originó el
presente” (Bracho, 1995: 31), ideas que se exhiben en los programas del área de
ciencias sociales: Historia de Venezuela, Rudimentos de Moral e Instrucción
Cívica y Geografía de Venezuela, que permitieron la consolidación de este
pensamiento en la sociedad venezolana. Con ello se promovió un vasto
movimiento de construcción de la tradición patria para mejorar los contenidos,
métodos y acentuación del carácter nacional de la enseñanza, por lo cual se
promovieron planes y programas que daban preferencia a los ramos referentes a
la República, su geografía, tradiciones, historia y organización política,
permitiendo consolidar la corriente positivista en Venezuela.
5.1 Los Programas de enseñanza de Historia de Venezuela
Los programas de Historia de Venezuela del modelo positivista106 asumido
por la intelectualidad venezolana buscaban explicar la situación de anarquía del
106 Según el Dr. Juan Cajas, la influencia del positivismo hizo posible la elaboración de grandes sistematizaciones filosóficas y sociológicas que remiten fundamentalmente al proceso de constitución del Estado y la Nación en América Latina, aun cuando la variedad cultural de la misma la hiciera muy heterogénea, el positivismo como ideología permeó gran parte de los procesos de construcción nacional. La influencia de la filosofía positivista es una muestra de que todo proceso educativo siempre es parte de una apreciación de Estado.
127
país y la necesidad del orden y progreso que requería la sociedad. Los contenidos
presentados se basaban en los preceptos positivistas, lo que generó en algunos
de ellos criterios externos y no desde la óptica venezolana.
La mayoría de los contenidos estaban basados en la periodización de
grandes acontecimientos y fechas importantes como eje común, presentados
como rupturas históricas y se realizaban desde la mirada europea, por ello
tendían a ser programas con visiones eurocéntricas.
El enfoque eurocentrista y etnocéntrico en la orientación de los programas
de las Ciencias Sociales durante el gobierno de Gómez, evidencia una tendencia
de universalidad que define un contexto de los programas de historia. (Graterol y
Delgado, 2008)
Por otra parte la idea de nación se sustentó en el predominio de la raza
blanca o europea y la exclusividad de la religión católica, apostólica y romana; en
esa visión europeizante, donde había muy pocas referencias a los mestizos, se
reforzó la idea de superioridad de la nación con respecto al contexto
sudamericano. Según Graterol y Delgado la promoción a través del discurso de la
exaltación de una etnia o raza se debía a la tendencia a recrear una figura
superior a otra, el conquistador a expensas del aborigen, el otro (la barbarie), el
otro (el excluido), el dominado en la conformación de la población venezolana. Un
discurso excluyente, negador de la diversidad cultural y la multietnicidad. (2008:
718). En líneas generales se presenta la historia del país con un enfoque político:
Primera época: Descubrimiento y conquista. Segunda época: La Colonia. Tercera época: La Independencia; Tentativas de Independencia; la Primera República (18143-1814); el Resurgimiento (1815-1819); La libertad de los países que formaron la Gran Colombia (1819-1821); El Auxilio del Sur. Cuarta
128
Época: Venezuela parte integrante de la gran Colombia hasta 1830; La República Central (1830-1858); La República Federal107.
En esta división de la historia de Venezuela poco se consideraban los
procesos prehispánicos, puesto que la temática abordada giró en torno a los
principios del positivismo que supone la presentación del estudio de la historia a
partir de las batallas y las fechas patrias importantes; se buscaba exhibir a la
misma como la ciencia natural de la sociedad, donde estas fechas eran una
especie de ícono que le permitía obviar los procesos más comprometedores o
que no se ajustaran a la idea de nación que se quería imponer.
La cronología considerada para presentar la historia, partía sólo desde la
aparición de la escritura; es importante resaltar que aun cuando esta cronología
aplica a todos los años de estudio, una pequeña distinción fue realizada en el
primer grado de la educación formal cuando se estableció la disertación de
algunos elementos de la región, con técnicas de estudio basadas en la pedagogía
positivista, es decir, de lo particular a lo general: la enseñanza de esta materia en
el primer grado se limitará a simples relatos al alcance de la mente infantil,
aprovechando la curiosidad natural del niño para iniciarlo en el estudio de nuestra
historia, de modo tal que empiece a darse cuenta del amor que se le debe a la
patria y del respeto que ella merece. Los relatos en un principio deben referirse
sólo a la región natal. (Ministerio de Instrucción Pública, 1935 Apéndice 9-66)
Era necesario presentar una historia que encauzara al niño hacia el estudio
de una historia patria, que fuera esencialmente nacionalista, la enseñanza debía
107 Ministerio de Instrucción Pública, 1935, Apéndice: 9-66.
129
estar enfocada, rememorarse a los hechos culminantes tratando de dejar
impresos en la mente del infante un concepto claro de dichos acontecimientos y
del carácter de los personajes más notables, y que no se recargara de manera
alguna la memoria del alumno con nombres, fechas ni números. El maestro
debería valerse de mapas y croquis trazados en el pizarrón para explicar a sus
discípulos las marchas seguidas en las campañas y los lugares de batalla más
importantes, sin detenerse en detalles. (Ministerio de Instrucción Pública, 1935.
Apéndice 9-66)
La historia era apreciada como la justificación del pasado, caracterizada
por la presencia de los hechos políticos y militares, sin articulación entre los
mismos, lo esencial era reforzar el culto a los héroes patrios:
Dividir la materia en ciclos o periodos naturales cada uno con su unidad y su carácter, y, dentro de cada ciclo, los asuntos más importantes deben tratarse en unidades metódicas separadas. Por ejemplo, las guerras y la política externa de una parte; el gobierno y la administración interior…Dentro de cada unidad metódica deben preferirse los hechos más resaltantes, considerados en su unidad… con la agrupación final de las unidades metódicas, se tendrá el cuadro completo y claro de cada periodo histórico.108
La historia era sin duda vista como una parcela, cada proceso histórico era
desmontado en hechos resaltantes y su enseñanza se concentraba mayormente
en destacar la figura de los héroes y el proceso independentista, esto generó un
imaginario social entorno a personajes clave, como el caso de Bolívar109,
108 Ministerio de Instrucción Pública, 1935. Apéndice: 9-66.
109 El culto hacia Bolívar se remonta a los primeros gobiernos republicanos del país, podría decirse que desde 1842, cuando son devueltas la cenizas del padre Libertador, comienza a formarse su culto. En ese momento el Presidente José Antonio Páez crea una especie de religión civil que se mezcló con los actos oficiales que celebraron para tal ocasión. A esto se le sumó la devoción profesa realizada durante el Gobierno de Guzmán Blanco, uno de los presidentes que más contribuyó a la formación del culto bolivariano. (Pino, 2003)
130
Urdaneta, Ribas, Páez, Monagas, entre otros, que sirvieron de base para generar
un sentido de pertenencia y de unidad nacional. Fue esto pilar de aquella voluntad
por catequizar las costumbres a partir de la conducta ejemplar de los hombres
destacados en la historia.
El culto a los héroes, según Pino Iturrieta, es producto de la necesidad de
crear un elemento unificador de la nación venezolana: “el santoral erigido en lo
adelante no es un capricho sino una necesidad; en adelante los próceres de la
independencia, especialmente Bolívar se convierten en símbolos patrios”. (2003:
22). Su utilización sirve para agrupar al pueblo; por su parte, la sociedad se
identifica con este estereotipo. A estos héroes no se les concibe defectos, son
una especie de seres llenos de virtudes, sus discursos y actuaciones no están
sujetos a discernimiento.
Así, los héroes deben ser sentidos por la gente como emblema mayor en
términos personales y gregarios, según Pino Iturrieta: “en la medida en que tienen
un propósito de cohesión, como en todas las sociedades establecidas, los
objetos-símbolos110 y hombres-símbolos forman parte de una rutina cívica que no
puede someterse a análisis, mucho menos a censura”. (2003: 23)
En este sentido se buscó destacar el ejemplo de Bolívar111, con la imagen
del héroe que desterró el dominio español; se convierte en la figura que sirvió
110 El escudo y la bandera nacional.
111 En los programas de educación del área de historia de Venezuela presentaban a los héroes patrios, como Bolívar, Páez, Ribas, entre otros, a través de una mirada idealizadora. Un ejemplo de ello: Simón Bolívar: rasgos biográficos. Bolívar después de la pérdida de la República en 1812; La guerra en Oriente en 1813; Mariño y Piar y la defensa de Maturín. La campaña Admirable. Entrada de Bolívar a Caracas. Bolívar el Libertador. (Ministerio Instrucción Pública, 1935 Apéndice: 9-66)
131
para aglutinar la historia patria, fue presentado como un ser perfecto, lleno de
virtudes, el gran luchador de la independencia nacional. Todo esto con el firme
propósito de transmitir valores, creencias y representaciones de características
nacionalistas, por ello se concebía a Bolívar como el semidiós sobre todos los
demás hombres del país: el más importante.
En las distintas regiones del país se le debía dar culto a esta célebre figura
por encima de los héroes regionales, las fechas patrias debían girar en torno a
Bolívar. Para ello, los escenarios públicos fueron soporte importante para cumplir
tal fin; las plazas centrales de cada estado eran dedicadas a Bolívar, allí se
realizaban los actos patrios, en donde todos invariablemente rendían homenaje al
gran Libertador; la ofrenda floral y lanzamiento de las salvas eran una
escenificación revelada en todos los actos, era la forma de rendirle tributo a esta
especie de hombre-dios.
En esa misma tónica se resaltaban algunos hitos históricos primordiales
para crear un idea de unidad nacional que permitiera organizar el estado a través
de un pasado mítico y glorioso, donde las escuelas y los escenarios públicos eran
el vehículo esencial para que la población fuese arropada con este discurso
nacional, para crear una conciencia ciudadana donde el hombre común se
sintiera identificado con las hazañas de los héroes de la patria, siendo éstos el
ejemplo perfecto a seguir.
Por su parte, la enseñanza de la historia según los programas oficiales,
debía orientarse de lo concreto a lo abstracto, de lo simple a lo compuesto, pero
siempre tomando como eje el proceso histórico desde la vida del héroe o desde la
132
cronología europea. A juicio de Luis Antonio Bigott, “cuando se ha adquirido
cierto número de verdades, la generalización alivia la memoria y ayuda a la
razón”. (1995: 127)
En el reglamento nacional de escuelas del año 1918, se estableció lo
concerniente a la enseñanza, en el Artículo 14 y 15 establecen el sistema de
enseñanza convenido para los maestros: Artículo 14: En las escuelas Primarias la
enseñanza es “Directa” del Maestro al alumno; simultáneo para todos los alumnos
del mismo grupo; y “Práctica e Intuitiva”, principalmente por las observaciones
concretas para llegar en último término a la generalización. (Ministerio de
Instrucción Pública, 1918: 337).
Este artículo recoge en esencia el ideal de la educación venezolana en el
momento, y se establece el método de estudio de lo particular a lo general, una
educación directa y grupal al mismo tiempo, basada en la observación del hecho
de forma directa, propia del positivismo (Cappelletti, 1994: 32), además, en el
artículo siguiente se resalta que “La enseñanza no ha de fundarse exclusivamente
en la memoria, por tanto el maestro no debe tomar nunca las lecciones teniendo a
la vista un libro de texto, ni permitir que los alumnos den respuestas aprendidas al
pie de la letra.” (Ministerio de Instrucción Pública, 1918: 337)
133
Ilustración #5. Alumnas de la escuela Federal de Mujeres Baralt.
(Memorias del Ministerio de Instrucción Pública 1933: 370) En cuanto a las culturas indígenas, sólo se utilizaban para referirse a la
política española en tiempos de la colonia y para hacer alusión a alguna
reivindicación; esta defensa del indígena contra el español se asoció a la
exaltación de los valores patrióticos. Sin embargo, cuando se hacía referencia a
los indígenas siempre se les presentó como una necesaria dominación para el
advenimiento de la civilización; los indígenas era gente inferior que gracias a la
acción de las naciones civilizadas adquirieron los conocimientos necesarios para
poderse desarrollar; su presencia en los contenidos de los programas fue siempre
escasa, sólo eran relacionados como parte de la evolución natural de la nación:
La acción conquistadora; los medios puestos en práctica para realizarla, la resistencia opuesta por los naturales; sus armas defensivas. Principales Conquistadores; Caciques más destacados. Isabel La Católica y sus instrucciones a favor de los indios; resultados que tuvieron sus disposiciones y las dictadas por otros reyes de España con el mismo fin. Fray Bartolomé de las Casas y la aplicación de su proyecto para redimir a los indios.112
112 Ministerio de Instrucción Pública, 1935. Apéndice: 9-66.
134
De igual manera, el estudio de los elementos propios de la historia regional
reflejan la necesidad de conocer y valorar cierta diversidad del país, y al mismo
tiempo permitió lograr la real consolidación del Estado nacional a través de un
proceso educativo de carácter obligatorio; pues partía de lo local para llegar a lo
nacional como punto de encuentro.
El pensamiento positivista hizo de la historia del país y de las distintas
etapas en las que se divide, la razón por la cual el hombre viene de superar
estadios primitivos o de ignorancia en el campo de lo cognoscible, hasta llegar al
estadio positivo: etapa suprema a la que debería llegar el ser humano, con el
propósito de transmitir valores y creencias, para consolidar una mentalidad
nacional que refuerce los lazos de unión en el ciudadano venezolano.
Por tanto, las elites marabinas se acoplaron a la promoción de dichas
ideas, en cada acto público se evidenció un apego a los discursos nacionalistas
vinculados la creación de la idea de una historia patria. La presencia de los
intelectuales políticos y comerciantes en los rituales patrios y en la toma de los
espacios públicos contribuyó en la divulgación de los ideales patrios. A pesar de
los constantes cambios evidenciados en la ciudad, cualquier acto público era
propicio para expresar estas ideas patrias: la inauguración de una obra, un
artículo de prensa o el discurso de orden de un distinguido miembro de la
sociedad, servía para difundir esta noción de historia patria.
135
5.2 Programas de Rudimentos de Moral e Instrucción Cívica
Para darle al pueblo una formación completa era necesario incluir en los
programas de enseñanza aspectos relacionados con la vida cotidiana del
ciudadano y la formación de valores, por ello la implementación de la materia de
Rudimentos de Moral e Instrucción Cívica113; la educación debía concordar, en su
modo y orden, con la instrucción de la humanidad, considerada desde el punto de
vista histórico, el individuo ha de ser igual en su progreso como en cualquier
sociedad. (Bigott, 1995)
La educación debía ser lo mas práctica posible para que, de manera fácil,
se grabaran en la mente infantil los principios de moralidad y civismo. Se preferían
los ejemplos históricos; anécdotas; cuentos que lleven a una conclusión moral;
historietas; comentarios sobre sucesos ocurridos en la calle o en la escuela;
biografías no sólo de personajes militares, sino también de hombres civiles que
hayan distinguido por su moralidad y virtudes cívicas, con el fin de despertar en el
niño los sentimientos del hombre de bien y del buen ciudadano. (Ministerio de
Instrucción Pública, 1935. Apéndice: 9-66)
Las ideas expuestas en el contenido fueron una herramienta útil para
formar a un ciudadano, que en lo individual tendría por norte el heroico trabajo de
113 Esta materia de enseñanza no es novedosa, desde el siglo XIX se utilizan los manuales y cartillas de urbanidad y buenas costumbres, siendo el más famoso el Manual de Urbanidad y Buenas Costumbres para uso de la juventud de ambos sexos de Manuel Antonio Carreño, editado por primera vez en 1853 y en 1855; fue recomendado por el Congreso Nacional para el uso de todos los ciudadanos venezolanos. Esta obra se convirtió en referencia para América Latina, editado en países como Colombia, México, Panamá, Puerto Rico y República Dominicana, entre otros.
136
los hombres que en el pasado ayudaron a construir la patria, ejemplo para
fomentar el amor por la nación venezolana:
Del amor por el hogar y la escuela vendrá el cariño por el terruño y derivará poco a poco el amor por la patria, por sus glorias y sus héroes, para lo cual se valdrá el maestro de explicaciones variadas que ponga de relieve el sentimiento de patria, ejemplos y narraciones atractivas y sugestivas, de modo que germine en el niño el espíritu de heroísmo, abnegación, sacrificio que redundará mañana, convertido en hechos, en bien de la patria, en el campo del civismo, de la ciencia o el trabajo114.
La formación patria en esta cátedra sería presentada desde el núcleo de la
familia hasta llegar a la necesidad de disciplina según las normas jurídicas de la
sociedad, en consecuencia, se formaría a un hombre y mujer obediente,
identificados con su país, por tanto, sería un buen ciudadano. La cátedra de
Rudimentos de Moral e Instrucción Cívica tendría dentro su objetivos la formación
patria y moral de los educandos, se buscaba ampliar en el niño las ideas sobre la
familia y los elementos que la constituyen; la sociedad y los miembros que la
forman, la disciplina que debía existir en todo agrupación de personas.
Luego era necesario explicar los temas patrios como la nación y el
gobierno; diversas formas de gobierno, deberes y derechos de los venezolanos;
organización política del país; organización administrativa; los poderes públicos,
su organización y atribuciones. Todos estos argumentos eran tratados de
preferencia por medio de sencillos ejercicios, haciendo que el alumno observe y
palpe en lo posible las manifestaciones de los tres poderes, por dramatizaciones
sencillas (Ministerio de Instrucción Pública, 1935. Apéndice: 9-66). Esa
114 Ministerio de Instrucción Pública, 1935. Apéndice: 9-66.
137
presentación de la tradición patria y de sus héroes fue reforzada con la
enseñanza moral y cívica de los cantos patrios:
El maestro aprovechará el valor educativo del contenido moral de los cantos escolares. Enseñará a sus alumnos el Himno Nacional con la explicación de su significado para todo venezolano, el respeto y veneración que merece y el deber que tiene todo ciudadano de conocerlo; les enseñará también la significación de los otros símbolos de la patria: el escudo y la bandera115.
También se haría hincapié en valores como la honra, la honestidad, el
cumplimiento de las obligaciones familiares, el respeto a las leyes y las
autoridades, el amor a la patria, conceptos que se presentarían como sinónimos
de un buen ciudadano. Esos preceptos debían ser transmitidos para que la
comunidad erradicara los males y vicios. Los valores como la vanidad, la
soberbia, el hurto, la ostentación, la ira y la venganza, se tratarían de instruir
entre otras formas, haciendo palpar al niño la oposición entre la virtud y el vicio
contrario o viceversa, por medio de ejemplos diversos y, hasta donde la discreción
lo permita, de sucesos ocurridos entre los mismos alumnos. Buscando inculcar de
esta manera el amor a la virtud y el odio al vicio; cuyas fatales consecuencias se
harán notar no sólo desde el punto de vista personal, sino en cuanto a la familia,
la sociedad y la patria.
La enseñanza de la instrucción cívica serviría de base para el hogar y la
escuela, permitiendo comprender al niño que por la virtud de los miembros de la
familia próspera se desarrolla el hogar, y por las cualidades morales y cívicas de
los ciudadanos se engrandece la patria; y se establecerían comparaciones entre
115 Ministerio de Instrucción Pública, 1935. Apéndice: 9-66.
138
el hogar, la escuela y la patria misma. (Ministerio de Instrucción Pública, 1935
Apéndice: 9-66)
En Maracaibo las elites se dedicaron a escribir y difundir una serie de
artículos de prensa destinados a criticar los malos hábitos que se observaban en
la ciudad, sobre todo a partir de la presencia de la actividad petrolera que trajo
consigo nuevas costumbres y reforzó otras que no eran bien vistas por la
sociedad, como la proliferación de expendios de licores, prostíbulos, entre otros.
La necesidad de promover los valores era una tarea prioritaria para el
gobierno y las elites marabinas, quienes en sus ideas del comportamiento
ciudadano seguían presente los ideales del siglo XIX. En los momentos de
transición y consolidación de la actividad petrolera, la sociedad en general sufrió
cambios en sus hábitos, desde la forma del habla hasta la incorporación de la
mujer en el trabajo, provocando una preocupación en los intelectuales, quienes se
esforzaron por promover las buenas costumbres a través de los libros escritos
para las escuelas y los artículos de prensa, donde se realizaban reflexiones en
torno a esta situación.
La idea del progreso, orden y civilización, eran ideas que se presentaban
constantemente, las cuales eran impuestas en el imaginario social de la época.
Estas ideas eran consideradas por el gobierno nacional como una necesidad para
consolidar el desarrollo del país. La escuela y la educación se convierten en el
escenario natural para impulsar esta propuesta. Era obligatorio erradicar la
barbarie, darle paso al progreso, para que todos los ciudadanos pudiesen ser
139
civilizados. En esta cátedra era necesario enseñar los beneficios de la
educación116 que combatía los males de la sociedad.
Al mismo tiempo la formación de los niños no sólo se basaba en el
desarrollo de su personalidad, sino también en inculcar el esfuerzo por el trabajo,
elemento primordial para el progreso del país:
Los hábitos de trabajo, orden, laboriosidad y otros similares, serán fijados en el niño, como es natural, de un modo práctico; por ejemplo: con trabajos escolares en los que aparezcan correlacionados ejercicios de clases diversas… muy relacionado con el orden está el tema del aseo, y para el caso es conveniente los medios prácticos de revisión de uñas, manos, cuello, orejas, etc., hasta donde sea posible, comprobar el uso del baño diario; revisión de los vestidos; mantener por medio de los mismos alumnos el aseo de los pupitres, libros, cuadernos y demás útiles escolares117.
En el ámbito de las ideas de progreso, propias del positivismo, no se puede
dejar a un lado lo relacionado con la higiene para combatir las enfermedades que
azotaban a la población. Es por ello que algunos de los libros propuestos en las
escuelas de Maracaibo se dedicaron a este tema, considerado vital para
desarrollar al país.
Por otra parte se consideró, dentro del proyecto de cambios impulsados por
el gobierno, que el ciudadano debía saberse conducir, tanto en sus actos privados
116 El programa estaba enfocado a mostrar la ventajas de la educación y los beneficios de la misma para la sociedad: “Desarrollo de la personalidad en el niño, demostraciones prácticas para despertar el amor a los estudios, sobre los males individuales y sociales que produce la ignorancia, y sobre la necesidad de instrucción y de la obligación escolar entre los 7 y los 14 años. Pueden emplearse con este fin, ejemplos y comparaciones entre el hogar, la escuela, los padres y los maestros, el hombre ignorante y el que ha recibo instrucción”. (Ministerio de Instrucción Pública, 1935. Apéndice: 9-66)
117 Ministerio de Instrucción Pública, 1935. Apéndice: 9-66.
140
como públicos118, no sólo por la imposición, sino por el progreso que significaba
para el individuo y la sociedad. La enseñanza de Rudimentos de Moral e
Instrucción Cívica fue entendida como la ciencia del buen obrar para el
ciudadano, puesto que enseñaba el ser bueno con todas las obligaciones:
obedecer a los padres, no tomar lo ajeno, estudiar las lecciones, ser gratos a los
maestros, asear el cuerpo, servir a la patria.
La educación cívica modela la conducta moral de los sujetos en la
sociedad, un elemento clave para comprender que la formación pasa, de ser un
acto íntimo del sujeto consigo mismo, para convertirse en una consecuencia de la
propia conducta humana a partir de las motivaciones externas dadas por los
diversos grupos sociales con los que se interactúa. Así la sociedad se vuelca a
ocupar un puesto importante en la formación del ciudadano. (Juárez, 2007)
Esta área del conocimiento fomentaría una ciudadanía social, donde el
individuo aprende modales, costumbres y reglas de civismo, por eso la escuela
era concebida para iniciar al hombre en el conocimiento de los derechos y
deberes sociales y políticos; debía rodearse de una atmósfera de civismo,
organizar por la fuerza del hábito y del razonamiento un mecanismo espontáneo
en su inteligencia y voluntad de cumplimiento a las leyes y al ejercicio de sus
118 Las normas sociales también trascendieron en la formación de los alumnos: “Se procurará que el niño observe y palpe, hasta donde sea posible, cómo se recompensan las buenas acciones y la virtud en general; y se encauzará en el sentido que se acostumbre a experimentar y a considerar como el mejor premio la satisfacción de la conciencia, por el fiel cumplimiento del deber”. (Ministerio de Instrucción Pública, 1935. Apéndice: 9-66)
141
deberes y derechos; era el clima confortante y saludable de moral que debía
rodear la vida del niño en la escuela:
Ejercitado el niño en el conocimiento de las autoridades del hogar y la escuela y en el resto al principio de autoridad, puede indicársele, entonces, cómo están constituidas las autoridades de la parroquia, municipio o ciudad donde se halle la escuela; se le recalcará el respeto y la obediencia que merecen, y prácticamente, se le hará ver la necesidad del orden público y de la existencia de los agentes de quienes depende119.
Igualmente se requiere que el alumno en esa construcción de la ciudadanía
social y de civilidad conozca ciertas reglas sociales personales y colectivas. Una
buena formación intelectual y moral es primordial en función de conservar la salud
pública, un elemento de la construcción de los derechos sociales de los
ciudadanos; inculcar a los alumnos hábitos de ahorro y economía, poniéndoles de
manifiesto las ventajas materiales y morales de tales virtudes; el cultivo en el niño
de ciertos sentimientos y cualidades morales, como el honor, la justicia, la
honradez y el respeto al derecho ajeno, debía efectuarse particularmente por
medio del ejemplo.
La propuesta del gobierno nacional no sólo era moldear el comportamiento
en los escenarios públicos del ciudadano, sino también penetrar la esfera de lo
privado; el hombre y la mujer tendrían un modelo de comportamiento a seguir, su
buen desempeño permitiría el progreso y desarrollo del país.
119 Ministerio de Instrucción Pública, 1935 Apéndice: 9-66.
142
5.3 Los programas de enseñanza de la Geografía de Venezuela
Existió la presencia de otro rasgo del positivismo en la educación
venezolana relacionado con la enseñanza de la geografía; los intelectuales de la
época le atribuyeron a la disciplina de geografía ciertas potencialidades
patrióticas; desde sus perspectivas, los contenidos como las descripciones del
territorio nacional, de sus paisajes y recursos económicos, contribuirían a la
socialización de los sujetos en los valores nacionales.
En planes de geografía sería la relación hombre-medio donde los factores
físicos y naturales influyeran y determinaran los caracteres humanos. Se acuña el
término de medio geográfico para entender las condiciones naturales de un área
influyente en el comportamiento humano, factor este donde se centran los
programas de enseñanza del área.
El conocimiento geográfico del país por parte de los ciudadanos era clave
no sólo para el desarrollo de la economía, sino para reforzar el sentido de
pertenencia social en cada uno de los individuos; entonces era patriota el que se
comprometiera a situar al país entre los estados más prósperos, ya sea a través
de acciones individuales o colectivas.
En la enseñanza de la geografía desde el criterio positivista privaba la
necesidad de alcanzar el progreso y la civilización; Venezuela era un país
atrasado pero se encontraba en condiciones de alcanzar la civilización; para
lograrlo era preciso el dominio del conocimiento geográfico. Por ello parte de los
contenidos de los programas de geografía de Venezuela eran destinados a
conocer las condiciones del medio ambiente que rodeaba al estudiante:
143
“Conocimiento de la geografía del estado (Territorio federal o distrito federal)
dónde se halla el distrito, la Geografía física: costa (si las hubiere) el relieve, la
división del territorio en regiones físicas, cada estudio físico, político y económico,
irá acompañado del trazado del respectivo croquis”. (Ministerio de Instrucción
Pública, 1935. Apéndice: 9-66)
Era significativo potenciar la formación de ciudades organizadas, de allí el
menester de dar lección sobre la estructura de las mismas. En Venezuela, y en
especial en Maracaibo, las ciudades crecieron de manera no organizada y con
deficiencia en sus servicios públicos; el conocimiento de la ciudad beneficiaría la
creación de una conciencia para mejorar las condiciones de las mismas, para ello
los programas educativos hacían hincapié en la creación de croquis de la ciudad
natal para indicar la posición aproximada de sus diversas secciones (caseríos o
parroquias), de los barrios más interesantes, de los ríos, los edificios notables,
plazas, monumentos y cualquier otro detalle de importancia. (Ministerio de
Instrucción Pública, 1935. Apéndice: 9-66)
Los positivistas consideraban que la organización de las ciudades era
factor clave para el desarrollo del ciudadano, es por esto que en las escuelas se
transmitía la necesidad de que las sociedades giraran en torno a ellas, lo que
haría de sus ciudadanos hombres y mujeres patrióticos, favorecedores del
florecimiento del país. En este sentido, se desarrolló también en torno a
cuestiones como el progreso y la necesidad de europeizar al país a partir de la
inmigración masiva. La figura del inmigrante120, desde esta visión, poseía
120 La presencia de un contingente de inmigrantes llegados al país, debido a la incipiente actividad petrolera, era considerada como un elemento para el progreso del país por parte del gobierno
144
connotaciones positivas, pues serían un buen modelo a seguir, por lo que la
llegada de extranjeros debido a la explotación petrolera, era considerada como un
elemento positivo.
La geografía presentaba entonces los objetos naturales y los humanos,
quienes eran sometidos a las circunstancias naturales, y por lo tanto, susceptibles
de ser abordados por un mismo método, caracterizado por incorporar en él las
etapas de observación, análisis y generalización.
El positivismo también se encuadró dentro de un plan nacionalista,
permitiendo la posibilidad de contribuir a la formación y socialización de la
población con respecto a los valores patrióticos; en este sentido, el conocimiento
del territorio venezolano y su difusión en la enseñanza ocupó un destacado papel.
Desde esta visión, la geografía era entonces concebida como un campo de
conocimiento diferenciado en el ámbito de las ciencias naturales, y que por lo
tanto debía realizar su contribución a la formación de un ciudadano nacional, ya
que permitía el desarrollo de un sentimiento de identificación grupal del individuo
con su ámbito territorial.
Los programas de educación del gobierno de Juan Vicente Gómez
constituyen una pieza primordial para propagar los ideales nacionalistas. Este
análisis de los programas de educación del presente periodo se establecen como
una muestra innovadora, debido a que la historiografía nacional no había
considerado analizar los programas educativos desde el punto de vista de una
herramienta principal para propagar los ideales del gobierno nacional, según
nacional, sin embargo, no siempre las consecuencias fueron positivas, también se evidenciaron aspectos negativos, como la proliferación de prostíbulos, venta de licores y juegos de azar.
145
Ángel Cappelletti, todas estas materias demuestran la influencia positivista en la
educación; en Venezuela el positivismo presentó ciertas características
asumiendo que la educación debe “hacer del cerebro humano el fiel reflejo del
mundo exterior, es la ambición suprema de la ciencia positiva, pero para regular lo
de adentro por lo de afuera”. (1994: 36)
Se ubican en una situación privilegiada las materias que debían formar una
conciencia patria y amor por los héroes nacionales, como la historia y geografía
nacional, siempre con el fin de formar un ciudadano ajustado al proyecto nacional.
En la misma tónica se ofrecía la cátedra de Cantos Escolares, que estaba
destinada a enseñar el Himno Nacional y canciones alusivas a la patria, las cuales
debían ser impartidas inculcando el significado de cada una de las letras y la
importancia de conocer cada unas de estas canciones. Sin duda, el aprendizaje
de estos cantos reforzaría la idea de crear un ciudadano nacional; y serían
utilizados en los actos patrios, que arropaban los escenarios públicos, una
especie de publicidad patriótica, que amenizaban las celebraciones de las
efemérides nacionales.
5.4 Los propósitos ocultos de los programas de enseñanza
Los planes de estudio oficiales tienen siempre fines explícitos e intenciones
ocultas, un fin que a simple vista no se puede apreciar. El currículo oculto
constituye una forma de capital educativo, es un medio de control social, el cual
promueve la aceptación de un destino social sin atender a consideraciones
146
racionales y reflexivas; en el caso venezolano la inculcación de valores, la
socialización política, el adiestramiento en la obediencia y en la docilidad, y la
perpetuación de las funciones estructurales de las clases tradicionales, pueden
ser caracterizadas generalmente como control social; estas serían algunas de las
intenciones ocultas que intentaría imponer el gobierno nacional a sus ciudadanos.
(Cabrera, 1991)
Paradigmas o ethos ocultos, eran planteados en los programas de
educación del periodo gomecista, y se reflejaban en los aspectos de la vida
cotidiana, como en la pedagógica; eran ideas que no estaban abiertamente
formuladas y explicitadas, pero que existieron y tenían sus efectos en las
actitudes y las formas valorativas que condicionaban el normal proceso de
aprendizaje de los estudiantes. (Cabrera, 1991)
Se trata de develar una especie de pedagogía invisible, estrechamente
relacionada con la ejecución de rutinas en la institución, rutinas intersubjetivas
que legitimaban de manera sutil los rituales patrios: era la forma de reafirmar el
comportamiento leal y fiel a la patria.
La presentación de los contenidos conlleva a la formación de un ciudadano
que debía caracterizarse por el amor a su terruño, al apego irrestricto a la
constitución y a las leyes; debía crear una atmósfera de civismo, proyectar un
clima confortante y saludable de moral, que no era otra cosa que obedecer de
manera ciega los designios del gobierno nacional.
Por ello, los programas de enseñanza reflejan una historia producto de
personalidades excepcionales, plantadas por encima de las circunstancias; y la
147
presencia de los héroes como hombres de gallardía y capaces de responder a los
desafíos del momento histórico que les tocó vivir. (Roux, 1999)
La historia se convirtió en un mito explicativo, nacida en un pasado
glorioso; los ritos patrios contribuirían a exacerbar un recuerdo sacralizado, cuya
periódica conmemoración permitía a los ciudadanos comunes entrar en comunión
con los héroes. La educación estaba destinada a la transmisión de valores
cívicos, era apreciado como un sistema de predicación moral apta para promover
el espíritu patriótico en los jóvenes, por ello parte de la historia era presentada
como un hecho sagrado, un mito. (Roux, 1999)
Los programas de enseñanza de Historia de Venezuela impuestos por el
ministerio pretendían imponer un nacionalismo concebido como una práctica
ideológica-política que buscaba las reivindicaciones nacionales, se asumía como
un proceso de producción, transmisión y consumo de significaciones ideológicas
(Cabrera, 1991), donde la articulación de los programas educativos, las escuelas,
los ritos patrios y la actuación de las asociaciones culturales, eran fundamentales
para configurar al ciudadano del momento.
Estas ideas divulgadas por el gobierno, de forma sutil y apacible,
encontraban en otras acciones del gobierno el complemento ideal para que los
ciudadanos se comportaran dócilmente ante el régimen; algunas de ellas eran los
famosos castigos en las cárceles nacionales, según Pino Iturrieta:
Lo que acontece en los presidios se conoce en la calle. Es común que se transmitan las versiones sobre los horrores ocurridos recientemente en la Rotunda y en el Castillo, que algún prisionero puesto en libertad muestre la marca de los grillos o el testimonio de la tortura. Sin embargo, las historias de tanta inhumanidad sólo provocan obediencia…La mayoría de los venezolanos es un sumiso rebaño de vasallos. (2006: 50-51)
148
Ese sentido de obediencia y sumisión de los ciudadanos comunes ante las
leyes y el poder no sólo era una lección oculta e implícita de los contenidos
educativos, eran al mismo tiempo una forma de acción diaria del gobierno; por un
lado las maneras sutiles de establecer la obediencia ciudadana a través de la
educación, y por otra parte la toma de medidas represivas contra los opositores,
eran la estrategia trazada a lo largo del periodo presidencial para mantener la
gobernabilidad.
A esto se le sumaba la forma en que los ciudadanos escolarizados tenían
que recibir las clases, la mayor parte del día la pasaban en la escuelas, en
jornadas de dos turnos. Todas las materias del área de las ciencias sociales
tenían un horario de clase que asignaba el Ministerio de Instrucción Pública,
donde destacaban las materias consideradas como forjadoras del ciudadano que
el gobierno requería, como se puede observar en el siguiente cuadro, donde se
aprecia que sesenta por cierto del tiempo es dedicado exclusivamente a las
cátedras de formación ciudadana:
149
Horario para los grados primero, segundo, tercero y cuarto de instrucción primaria
Mañana: Horas Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Sábado 8:30 a 9:00
Lectura Lectura Lectura Lectura Lectura Moral e instrucción cívica
9:00 a 9:10
Recreo Recreo Recreo Recreo Recreo Recreo
9:10 a 9:40
Aritmética y sistema legal de pesos y medidas
Aritmética y sistema legal de pesos y medidas
Aritmética y sistema legal de pesos y medidas
Aritmética y sistema legal de pesos y medidas
Aritmética y sistema legal de pesos y medidas
Lecciones de cosas
9:40 a 9:50
Recreo Recreo Recreo Recreo Recreo Recreo
9:50 a 10:20
Lengua Castellana
Lengua Castellana
Lengua Castellana
Lengua Castellana
Lengua Castellana
Trabajos manuales
10:20 a 10:30
Cantos escolares
Cantos escolares
Cantos escolares
Cantos escolares
Cantos escolares
Cantos escolares
10:30 a 11:00
Historia de Venezuela
Historia de Venezuela
Historia de Venezuela
Historia de Venezuela
Historia de Venezuela
Expedición de boletas
Tarde: Horas Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Sábado
2:00 a 2:30
Escritura Escritura Escritura Escritura Escritura
2:30 a 2:40
Recreo Recreo Recreo Recreo Recreo
2:40 a 3:10
Geografía de Venezuela
Geografía de Venezuela
Geografía de Venezuela
Geografía de Venezuela
Geografía de Venezuela
3:10 a 3:20
Recreo Recreo Recreo Recreo Recreo
3:20 a 3:50
Urbanidad e Higiene
Moral e instrucción cívica
Lecciones de cosas
Urbanidad e Higiene
Moral e instrucción cívica
3:50 a 4:00
Cantos Escolares
Cantos Escolares Cantos Escolares
Cantos Escolares
Cantos Escolares
4:00 a 4:30
Educación Física
Educación Física Educación Física
Educación Física
Educación Física
Cuadro #2 Fuente: Memorias del Ministerio de Instrucción Pública. Año 1928: 59.
150
Esto implicaba que el alumno todos los días recibiría formación en valores
ciudadanos y patrios. La historia y la geografía nacional eran materias donde el
alumno debía asistir todos los días; esto aseguraba la formación de los valores
patrios ciudadanos, generando a futuro comportamientos civilizados y apegados a
un sentimiento nacional, el apego a las buenas costumbres, así como la
inclinación a las leyes: se convertiría así al venezolano en un ciudadano ejemplar.
La educación venezolana, a través de sus programas de educación,
buscaba difundir un discurso de unidad nacional, todo el país tenía un pasado
común, un presente igual y un futuro común; no existían espacios para las
diferencias regionales, discurso generalizado que llegó a los ciudadanos comunes
a través de la instrucción pública. En Maracaibo, a pesar de los cambios
promovidos por la actividad petrolera, los intelectuales, comerciantes y políticos
se sumaron a la propuesta para profundizar esta idea de un país unificado.
Sobre la base de las ideas expuestas se puede apreciar que la formación
ciudadana del mandato de Gómez, se basó en los principios del positivismo, que
sirvió de herramienta para llevar a cabo el proyecto modernizador del gobierno.
Todo ello permitió la consolidación del estado nacional.
Definitivamente, el instrumento básico para el gobierno nacional fue la
utilización de la educación como apoyo para la promoción de sus ideas, fue la vía
para que todo el pueblo pudiera conocer las propuestas de Juan Vicente Gómez,
con ello se moldeó la nueva forma de ciudadanía, que en el caso de Maracaibo
encontraría sostén en una serie de intelectuales, portavoces de estos ideales. Sin
duda, bajo las ideas positivistas se desarrollaron los programas educativos de las
151
escuelas del país en la búsqueda de un nuevo modelo de ciudadano dentro de los
cánones de civilidad, que tanto preocupaba al gobierno y sus intelectuales.
6. Los intelectuales y las escuelas marabinas
El sistema educativo trascendió en la formación de los ciudadanos y de los
ideales patrios, junto con las elites intelectuales de la época. En Maracaibo, las
comunidades intelectuales inculcaron creencias, sistemas de valores y normas de
comportamiento, permitiendo establecer una cohesión social que legitimaba las
instituciones y autoridades, es por ello que el estado recurrió a la educación
formal y no formal, a los actos patrios, ceremonias, a los lemas, al culto
personificado, a los héroes y a la sacralización de los símbolos patrios, para
lograr su objetivo como de lugar.
En definitiva, la escuela pública se convirtió en una institución en la que se
depositó una serie de valoraciones positivas y expectativas de lo que se esperaba
conseguir a partir de la acción desde la enseñanza pública. La política educativa y
quienes estuvieron involucrados en su ejecución buscaron una educación integral,
que desarrollaría las capacidades físicas, intelectuales y morales de los alumnos,
pretendiendo fijar un universo de valores sobre los que se cimentara la naciente
comunidad.
La escuela pública tenía por objeto extender la matriz identitaria sobre toda
la comunidad, para conformar la sociedad civil a la que se aspiraba, era
imprescindible que la comunidad de individuos reconociera su pertenencia a la
152
nación. La vastedad del territorio y la población heterogénea se convirtieron en
desafío para quienes entendieron como prioridad promover el sentimiento de
fidelidad a la patria.
Ilustración # 6 Alumnas de la Escuela Federal Baralt. Fuente: Ministerio de Instrucción Pública 1933: 367
En Maracaibo existieron un número importante de escuelas que podrían
catalogarse de especiales, pues no sólo se dedicaban a la mera actividad
educativa, sino que también eran partícipes de actividades patrias, y destacan
porque muchos de sus docentes eran intelectuales de renombre, con una
actuación cultural y política destacada. Estos docentes son formadores de una
nueva clase de líderes nacidos bajo la sombra de la actividad petrolera.
153
A continuación se presentan las escuelas destacadas por su actuación e
importancia de sus docentes, quienes las convirtieron en un espacio público por
excelencia para la formación del estado nacional y del ciudadano:
Las escuelas en la Maracaibo gomecista
Escuela Tipo de escuela
Docentes
Escuela de Comercio
Pública Brs. F. Esparza García, Enrique Vílchez, Carlos Andrade, González Peña, Marcial Hernández, Fernando Criollo, Leopoldo Sánchez, F. Araujo García, Octavio Hernández, entre otros.
Escuela de Puericultura y Enfermería
Pública y de niñas
Dr. Adolfo D´Empaire, Francisco Eugenio Bustamante, Rodolfo Pérez.
Escuela de Artes y Oficios
Pública Cora Vallema, Juan Villasmil, Manuel Puchi, Gral. José Pinto, Rolindo Hernández, Soledad González, Blanca Garbiras, Adalgisa Cosme, Eduardo D`Empaire.
Escuela de Labores Hemenegilda de Gómez
Pública y de niñas
No se encontró el nombre de los profesores.
Escuela de Ciencias Políticas
Pública, fue aprobada por Vincencio Pérez Soto en 1930
Drs. Jesús Enrique Losada, Manuel Matos Romero, José de los Santos Parra, Nemesio Castillo, Pedro Guzmán, Antonio Planchart Burguillos, Pedro Paris, Eduardo López.
Escuela Nacional de Varones
Pública Drs. Marcial Hernández, Rodolfo L. Pérez, Francisco Rincón, Leopoldo Sánchez, Octavio Hernández, Brs. Rogelio Illaramendi, Carlos L. Andrade, Nemesio Castillo, Julio Arraga, Enrique Vílchez, entre otros.
Escuela Nacional de Niñas
Pública Dr. Raúl Cuenca, Enrique Acosta, Helvia Sariol, Daría de J. De-Windt, María Bracho.
Escuela Federal Urdaneta
Pública Ovelio Olivero, Toribio Urdaneta, Víctor M. Ortegas Navas, Ciro Nava, Francisco Esparza, José del C. Luzardo.
Escuela Auxiliar de Artesanos
Pública No se encontró el nombre de los profesores.
Escuela Federal Graduada Baralt
Pública No se encontró el nombre de los profesores.
Escuela o Colegio Federal de Maracaibo
Pública Jesús Enrique Lossada, Francisco Briceño Perozo, José Otilio Mármol, José Antonio Chávez.
154
Escuela Comercial de Maracaibo
Pública Rafael Capo de Alsina.
Escuela Preparatoria de estudios Musicales para reorganizar la banda del estado
Pública Leopoldo Martucci.
Escuela de Perforadores General Juan Vicente Gómez
Pública No se encontró el nombre de los profesores.
Escuela Venezuela
Publica y de niñas para el tejido de sombreros de paja Lucatera
Enriqueta Carroz, Marina Correa.
Instituto Maracaibo
Privado Raúl Cuenca.
Colegio de Nuestra Señora de Chiquinquirá
Privado- religioso Congregación Hermanos Maristas
Idelfonso Gutiérrez.
Colegio Sucre Privado Rafaela Capo de Alsina. Instituto Don Bosco
Privado y religiosa
Presbítero Juan Soleri.
Instituto Pestalozziano
Privado Hermágoras Chávez, Dr. Enrique Acosta, Br. Cecilio L. Otero, Luis Cardozo, Octavio Hernández, Filógenes Richardson.
Instituto Sagrado Corazón de Jesús
Privado Alfonso Ortega.
Nuestra Señora del Pilar
Privado regentado por las Religiosas Hermanas de Santa Ana
No se encontró el nombre de los profesores.
Colegio Alemán de Maracaibo
Privado de la Asociación Deutscher Schulverin
Br. F. Pérez Bustamante, Dittmer.
Cuadro #3 Fuente: Memoria y Cuenta del gobierno Regional 1910-1935 y Memorias del Ministerio de Instrucción Pública 1910-1936
155
Además de estas escuelas, que jugaron un papel importante en la
configuración de los espacios públicos y la formación del ciudadano, existieron
otras de las cuales no se conocen mayores detalles, pero siempre estuvieron
presente en los actos públicos y patrios que se celebraron en el estado, como el
caso de las escuelas Francisco E. Bustamante, Fredeswinda Cabrera, Alejandro
Andrade, Udón Pérez y José María Negretti.
Todas las escuelas detalladas en el cuadro anterior contaron con dos ejes
comunes: el primero fue que la mayoría de sus docentes eran intelectuales de
renombre con una amplia actuación cultural y política. En segundo lugar, se
convirtieron en puntos de referencia de cultura, civilidad y buena educación,
sustituyendo el espacio dejado por el cierre de la Universidad del Zulia
Es interesante apreciar cómo en la mayoría de estas escuelas dos de las
cátedras fundamentales son la historia y geografía de Venezuela, y la
participación activa en la celebración de las fechas patrias, muchas de ellas
promovidas o creadas por las asociaciones culturales o por intelectuales
vinculados con los nuevos factores económicos de la región.
Un ejemplo es la Escuela de Artes y Oficios121, que recibió el apoyo de un
grupo de empresarios zulianos vinculados al sector de la producción del arroz,
aportando la suma de 4.000 bolívares, entre ellos destacan Juan Paris,
Wenceslao Moreno, Fernando Villalobos Silva, J.A. Parra Chacín y José Lares;
esta obra estaría dirigida por la Junta Centenaria de la Independencia.
121 Decreto para la escuela de Artes y oficios. Acervo Histórico del Zulia, Año 1910, Tomo II, Legajo 7.
156
Asimismo surge en el escenario marabino la escuela de Ciencias
Políticas122, impulsada por Jesús Enrique Lossada, Eduardo Mathías Lossada,
Pedro Paris y Ángel Francisco Brice, quienes lograron su fundación; esta escuela
permitió los estudios de derecho en el Zulia con la opción de presentar las
pruebas para el Título de Doctor en la Universidad Central o en La Universidad de
Los Andes. Sin duda esta escuela vino a llenar el espacio dejado por el cierre de
la Universidad del Zulia.
Siguiendo con la misma tónica, La Escuela de Artesanos, fundada por la
Sociedad Auxiliar de Artesanos, asociación que funcionaba desde 1878 y
agrupaba a todos los artesanos de la región, realizando diversas conferencias
relacionadas con la artesanía en pro del nivel técnico de sus agremiados. Todas
estas instituciones del estado, apoyadas de forma amplia por la sociedad
marabina, dentro del ámbito escolar fueron moldeadoras de las generaciones de
relevo para el Zulia. Sus estructuras curriculares fueron adaptadas a las
necesidades de la región.
Debe considerarse que la presencia de estas instituciones significó la
preparación de los estudiantes en un oficio útil, ejemplo de este criterio fue la
Escuela de Comercio y de Artes y Oficios. Estos planteles también asumían el
enfoque positivista venezolano, relacionado con la tecnificación, que a juzgar por
Cappelletti, existía una necesidad de aplicar la ciencia a la producción, es decir,
tecnificar el trabajo, fundamentado en los nuevos avances de la mecánica,
122 Solicitud para la creación de la Escuela de Ciencias Políticas, Acervo Histórico del Zulia, Año 1928, Tomo III, Legajo 25.
157
química y la biología; la forma de lograr esto era a través de la educación. (1994:
36-37)
Destaca por su trascendencia y labor la Escuela de Artes y Oficios123, pues
mejoró la calidad de la educación, con una visión relacionada a la necesidad de
formar a los ciudadanos en el trabajo, indispensable para el progreso de la
población. Una característica propia del positivismo era la existencia de escuelas
que prepararan para las funciones laborales y fomentara el amor a la patria.
En cuanto a la mencionada formación para el trabajo -característico del
positivismo- en las escuelas marabinas, la diferencia de sexos fue tomada en
consideración: cada uno debía aprehender su rol en función de su sexo. Mientras
en los varones la enseñanza apuntaba a desarrollar su virilidad y el trabajo duro,
para las niñas se insistió en que había que educarlas en función de su misión en
la sociedad. Las hijas del pueblo serían las ciudadanas útiles a la república:
futuras esposas y madres, junto con las materias comunes. Se dispuso una
enseñanza especial para favorecer su preparación como administradoras de la
casa.
Ese fue el sentido de materias como Economía Doméstica y Labores
Manuales, con las que aprenderían los conocimientos y destrezas imprescindibles
123 Contaba con un personal docente de excelente calidad, por ejemplo el profesor de Dibujo y Pintura: Manuel Ángel Puchi Fonseca (1871-1941), quien realizó estudios de pintura en Italia, Florencia, fue Presidente de la Academia del desnudo del Círculo Artístico del Zulia, fundador de la Escuela de Artes Plásticas del Zulia; entre sus obras destacan:”La última Página”, “El Arte Dormido”, “El Purgatorio”. Este excelente pincel zuliano formó parte del personal docente de la Institución, lo que podría significar un nivel de preparación adecuado a las necesidades de la población. (Olivares, 1981: 167)
158
para que cumplieran con sus tareas. La educación femenina resultaba esencial
para que se interiorizara la función suprema de la mujer: la maternidad.
Sobre la base de una enseñanza en común quedó claro que las
ciudadanas y los ciudadanos tendrían responsabilidades distintas en el marco de
aquella sociedad. Virtud, inteligencia, destreza, fidelidad, obediencia, valor,
confianza en sí mismo, perseverancia y máxima salud y robustez física, se
exigían en aquel modelo de ciudadanía inspirado en el positivismo. Un modelo en
el cual, el hombre debía cumplir con solvencia su condición de jefe y sostén del
hogar y ciudadano activo para su patria. Para las ciudadanas, su responsabilidad
civil, en tanto formadora de los futuros hijos de la nación, las remitía al ámbito
doméstico.
En las memorias del gobierno regional, cuando el Inspector González Peña
declara sobre la Escuela de Artes y Oficios expresó: “este importante Instituto que
llena una necesidad entre nosotros, dada la natural afición a las Artes que anima
a los hijos del Zulia para que lo eleve a los conocimientos del progresista
Magistrado que rige hoy nuestros destinos”. (Memoria y Cuenta del Gobierno
Regional, 1919: 275). Esto confirma la trascendencia de la escuela para
Maracaibo; en el año 1913 en las Memorias del Estado, el inspector de instrucción
pública Jovianiano Sánchez, deja claro el lugar que ocupa esta institución en la
región:
Se necesitaba un centro docente en el que el hijo menesteroso, el hijo del proletariado, inhábil por sus condiciones sociales y económicas para conquistar cómoda y eficazmente el bien preciado de la Instrucción, pudiese adquirir el conocimiento de una profesión honrosa y lucrativa, que alejara de las tremendas vicisitudes de la incapacidad y la miseria y le sirva de arma de combate para abrirse paso a través de las peripecias de la vida. La lucha por la existencia, la batalla por el pan, circunstancias ante los centros poblados...
159
se necesita despertar y alimentar aptitudes, formar el artesano consciente del mañana, el luchador apto del porvenir en el seno de nuestras capas populares124.
Esto evidencia las ideas de ciudadanía que el Estado requería para su
proyecto modernizador: una búsqueda de igualdad, de acceso a los beneficios
que el gobierno otorgaba al pueblo. Además compaginaba con los planteamientos
positivistas y de las elites intelectuales formar a un hombre para el trabajo, a la
mujer para el hogar, que el ciudadano tenga la oportunidad de avanzar hacia un
progreso que permita a la nación desarrollar todo su potencial.
Con respecto a las instituciones educativas privadas o dirigidas por la
Iglesia Católica125, fueron también forjadoras de ciudadanos y de generaciones
de relevo. Durante los años estudiados se fundaron un número considerable de
instituciones privadas dedicas a la educación, como el caso del “Colegio Nuestra
Señora del Pilar”; también se puede nombrar el caso de la “Escuela del Niño
Jesús I Asilo de la Providencia", fundado el 1 de marzo de 1916; el Colegio
Alemán; el Colegio Sucre; el Colegio Virgen de Chiquinquirá (Maristas); el Colegio
Bolívar; el Cagigal; Instituto Pestalozziano, el Instituto Urdaneta, entre otros.
Todas las escuelas siempre mostraron un gran interés por el mantenimiento de
las directrices del gobierno nacional, y ofrecieron siempre actividades para
fomentar los valores patrios.
124 Memoria y Cuenta del Gobierno Regional, año 1919: 119.
125 Las relaciones con la Iglesia Católica presentaron altibajos, sin embargo, en el área educativa no existieron mayores problemas.
160
Igualmente destacó la preocupación de los marabinos en el aspecto
educativo, todos los ciudadanos debían acceder a la educación bajo la condición
que fuese, en este caso las escuelas nocturnas eran consideradas imperiosas.
Las mismas destacaban por su ubicación, establecidas en las áreas cercanas a la
actividad comercial del Puerto de Maracaibo, con un volumen relativamente fuerte
de comercialización, puesto que muchas personas desde edad muy temprana se
dedicaban a trabajar para apoyar el sustento familiar, como lo muestra la creación
de las siguientes escuelas: “... Art. créanse dos escuelas nocturnas, una para el
municipio Santa Bárbara y otra para el municipio Santa Lucía de este Distrito
Capital...” (Decreto: Acervo Histórico del Zulia. Año 1914, Tomo I)
Así, la ciudad, inmersa en dos etapas: la primera de 1908-1920, bajo la
influencia de la economía agro-exportadora y donde los espacios urbanos
estarían bien demarcados y presentados como mosaicos heterogéneos; la
preocupación por la educación siempre fue una bandera de las elites intelectuales
marabinas. El puerto de la ciudad era el escenario natural de la economía de la
región, que aspiraba a convertirse en centro de referencia, tanto en lo referente a
la cultura, como en lo científico. Era la Maracaibo que sus intelectuales
idealizaban.
Y una segunda etapa, donde la explotación petrolera (1920-1936) se
consolida; el aumento de la población permitió que toda la comunidad marabina
expresara su necesidad por tener un mayor número de escuelas que permitiesen
alcanzar el tan anhelado desarrollo, donde las elites políticas, económicas e
intelectuales ejercieron un rol preponderante en la configuración de los espacios
públicos; serían ellas quienes conducirían el proceso histórico de transición entre
161
el circuito agro-exportador y la economía petrolera, dentro de una ciudad
heterogénea y cambiante, rodeada de nuevas ideas que buscaban crear un
discurso nacionalista.
Todo esto es una muestra del estado general de la situación educativa.
Estas escuelas permitieron el desarrollo y consolidación de los espacios públicos
en Maracaibo y fueron una herramienta de primer orden para propagar las ideas
de patria, nacionalismos y los ideales del positivismo que promovía el gobierno
nacional.
Por otra parte es necesario destacar la presencia de un número importante
de intelectuales, quienes tendrían una labor docente en las diferentes escuelas de
la ciudad. Muchas de ellas pertenecieron o fueron promovidas por las
asociaciones culturales. Estos docentes cumplieron variedad de funciones dentro
de la sociedad marabina, entre ellas destacaron -por se miembros de las
asociaciones culturales y por ocupar cargos públicos- articulistas de la prensa
regional y autores de un número importante de obras didácticas que fueron vistas
con buenos ojos, tanto por el Ministerio del ramo, como por el gobierno regional y
nacional; además de mantener relaciones y vínculos con los sectores productivos
y políticos de la región.
En consecuencia, las escuelas y las acciones culturales modularon a los
intelectuales del gobierno de Juan Vicente Gómez, el grupo más heterogéneo del
momento, cumpliendo múltiples funciones: políticas, académicas, docentes y
culturales. La utilización de la cultura como elemento articulador de las
actividades políticas y sus relaciones económicas, le sirvió a este grupo de
162
notables para pasearse por una diversidad de escenarios que en su momento
fueron novedosos.
Es importante destacar la presencia de elementos olvidados por la
historiografía venezolana para la consolidación del estado nacional, el primero
relacionado con la educación y la implementación de los programas de educación,
convertidos en eje propagador de los ideales del gobierno, vigorizando las
celebraciones nacionalistas, donde la figura de los héroes patrios sirvió para crear
la anhelada unidad nacional. Y el segundo elemento relacionado con las
propuestas concretas de los intelectuales marabinos en la creación de libros
constituidos en referencia en el ámbito nacional. La producción de libros en
Maracaibo estuvo enmarcada dentro de un movimiento cultural amplio, que en las
primeras décadas del siglo XX estuvo envuelto por los cambios que trajo consigo
la actividad petrolera.
163
CAPÍTULO III
NEGOCIOS, INTELECTUALIDAD Y POLÍTICA EN LA MARACAIBO GOMECISTA
164
CAPÍTULO III
NEGOCIOS, INTELECTUALIDAD Y POLÍTICA EN LA MARACAIBO GOMECISTA
Las mutaciones que ocurrieron en Maracaibo durante los primeros años del
siglo XX fueron estimuladas por una confluencia de factores: una economía en
auge, debido a la explotación petrolera, así como la instauración de las ideas del
positivismo en el seno de muchos colectivos sociales. Las relaciones económicas,
políticas y culturales presentarían un esquema novedoso con respeto a los
observados en el siglo XIX, donde los intelectuales marabinos utilizarían los ritos
patrios y las escuelas como plataforma para generar ideas entorno a un
sentimiento nacional, lo que sería una de las características más emblemática de
este grupo de intelectuales, políticos y negociantes, quienes asumieron roles
como el de políticos, escritores y docentes, promotores de un discurso más
nacionalista y menos autonomista.
Por su parte, este grupo heterogéneo de personalidades se agruparon en
las asociaciones culturales; desde sus actividades realizarían una campaña
favorable al gobierno, mientras sus miembros eran intelectuales que al mismo
tiempo tendrían una actuación en los negocios y la política.
165
1. Los intelectuales marabinos y su legado
En el caso del gobierno de Gómez, sus intelectuales descollados126 darían
forma a un nuevo modelo de sociedad amparada en las doctrinas del positivismo.
Los intelectuales se convierten en modelos de la sociedad civil y política, ellos
eran quienes elaboraban la ideología de la clase dominante, transformándola en
una “concepción del mundo” que impregna todo el cuerpo social. (Portelli, 1979:
99).
La actuación de los intelectuales se convirtió en un elemento clave para
formar a un ciudadano nacional. Su amplio radio de acción y relaciones
permitieron permear a todo el cuerpo de la sociedad. Dentro de este escenario
las agrupaciones de tipo cultural se constituirían en pieza de primer orden en la
formación de un hombre nacional.
El círculo natural de las asociaciones culturales sería la propia ciudad de
Maracaibo, sus actividades se darían en un espacio cambiante producto del
empuje que generaba la explotación y comercialización del petróleo.
Maracaibo giró en torno a la artificialidad de lo moderno, práctica que la
distinguiría como un emplazamiento civilizado, incluso, el discurso oficial
apuntaría entonces a considerar la vida rural como opuesta a la civilizada, e
intentaba imponer por su parte a la ciudad como centro urbano para que esta se
convirtiera en escenario de demostración de la buena educación de los
126 Laureano Vallenilla Lanz, Pedro Manuel Arcaya, José Ladislao Andará, Elías Toro y Diego Carbonell, entre otros, ocuparon en su mayoría cargos en la administración como ministros, jefes de despachos, consejeros, miembros del Congreso Nacional, entre otros.
166
ciudadanos; asimismo se percibía como lugar en donde los individuos podían
alcanzar la cultura y el refinamiento necesario para ser civilizados. Es por ello que
la Maracaibo de las postrimerías del siglo XIX, estuvo marcada por un proceso de
transformación urbana que incluye el alumbrado público, ampliación de la ciudad
y la telefonía, que representaban las ideas de progreso y orden.
Los espacios de la ciudad también serían ocupados por las asociaciones
culturales; los cambios urbanos ampliaron las zonas públicas para dejar más
delimitadas las privadas. Por su parte, los actores sociales127 se ven involucrados
en esta nueva configuración de la ciudad, presentando un nuevo esquema de
interacción política, económica y cultural; destacados por sus estudios, cargos
públicos y reconocimientos recibidos, sobresalieron Juan Besson, Jesús
Semprum Pulgar, Raúl Cuenca, Carlos Luis Andrade, Octavio Hernández,
Hermógaras Chávez, Alejandro Fuenmayor, entre otros.
Estos intelectuales128 mezclaron su actividad cultural con cargos en la
administración pública, representando un colectivo social heterogéneo, cuyo
punto de encuentro eran las asociaciones culturales, donde los hombres de la
cultura zuliana se enlazarían en tales espacios. Se puede observar, en la sinopsis
127 Para ilustrar la relación de los intelectuales con los asuntos públicos, se ha realizado un seguimiento prosopográfico de algunos intelectuales, por considerarlos a ellos, el grupo más representativo. Se ubicaron sus actividades desde las escuelas hasta los cargos públicos que ocuparon durante el gobierno de Juan Vicente Gómez. Véase Anexo 1.
128 El movimiento intelectual zuliano no escatimó esfuerzo para conseguir una formación académica a pesar del cierre de la Universidad del Zulia; muchas familias enviaron a su hijos a la Universidad Central de Venezuela, como lo revela el censo de esta casa de estudio para el año 1927, donde el estado con el mayor número de alumnos inscrito era el Zulia, con 58 alumnos, seguido por Carabobo con 53 alumnos. (Memorias del Ministerio de Instrucción Pública, 1927: 434-435)
167
de cada uno de estos intelectuales, la relación entre cultura y política, como
distintivo del pensamiento zuliano de principios del siglo XX.
Los intelectuales conformaron una red se articulada con mucha diversidad
de personas: comerciantes, políticos, negociantes, poetas, escritores que hacían
parte del acontecer zuliano. Las redes de intelectuales129, según palabras de
Biagini y Devés, suponen un conjunto de personas que mantiene lazos sostenidos
y participa de proyectos educativos, políticos o culturales comunes, desde la
sociedad civil y hacia extramuros, en o más allá del Estado-nación. La
intelectualidad normalmente se ha articulado para dar a conocer la producción,
circular información y difundir ideas. (2004)
Esta actividad cultural y política de la elite intelectual fue heredada de las
ultimas décadas del siglo XIX, donde la misma desempeñó una profusa labor
intelectual a la par de sus actividades políticas, que en su mayoría fueron
contrarias a los intereses de los gobiernos nacionales. (Parra, 2004). Pero luego
de entrado el siglo XX, la intelectualidad zuliana cambió la forma de relacionarse
con el poder central; utilizó la cultura como vaso comunicante para establecer de
alguna manera un apego al discurso del gobierno nacional, sin perder la idea de
la defensa de la autonomía de la región. Comenzó a ser parte de un discurso
orientado a la formación de un discurso más apegado a lo nacional que a lo
regional.
129 En todos los países latinoamericanos se conformaron redes de intelectuales que buscaron diseñar modos distintos de forjar la patria y de formular la nación. Es el momento de las grandes aportaciones de Molina Enríquez y de Justo Sierra en México, de Mariátegui, de Árguedas y De la Riva Agüero en Perú; de Freire, Torres y Vianna en Brasil; de Alcides Árguedas en Bolivia; de García Monge y Brenes Mesén en Costa Rica y, sobre todo, de Alberto Masferrer en El Salvador. (Casaùs, 2006)
168
La mezcla de tan variado grupo era síntoma también de una ciudad
cambiante. Los comerciantes y políticos del momento se enlazaron con las
actividades culturales, que hasta el siglo XIX eran reservadas sólo para
intelectuales, cambiando el modo de hacer política, negocios y la cultura en
Maracaibo.
El grupo de intelectuales del siglo XX se expresó en medio de un proceso
de mutación, según Nilda Bermúdez, el colectivo social vinculado con el quehacer
intelectual actuaba en un espacio geo-histórico que estaba entrando en el proceso
de transición en el cual empezaban a convivir dos bases económicas: la
agroexportadora y la petrolera, estos elementos permiten definirlo como un
colectivo de la transición, que traía sobre sí el peso de la mentalidad tradicional
heredada del siglo XIX en cuanto legado cultural, al mismo tiempo se acomodaba
a la nueva realidad y reaccionaba ante los cambios y transformaciones que sufría
la sociedad. (2002: 43)
Este grupo de intelectuales tenía que experimentar y vivir los inicios de la
transición, el proceso de cambios que se dio en el país en todos los órdenes de la
vida a partir de la explotación petrolera durante la primera mitad del siglo veinte.
Para sobrevivir a este periodo se utilizó la cultura como hilo conductor para
alcanzar alianzas y relaciones que de alguna manera les permitiera establecer
contactos con el gobierno central y regional. La política siempre ha necesitado
de ésta para establecer horizontes y sentido de pertenencia.
169
En el caso de Juan Besson130, fue un intelectual de renombre durante el
gobierno de Gómez; su actividad como académico estuvo marcada por las
influencias de sus compañeros del Centro Literario del Zulia (2 veces fue
presidente de esta institución) como: Udón Pérez, Emiliano Hernández, Guillermo
Trujillo Durán, Dr. Marcial Hernández, Elías Sánchez Rubio, Dr. Olinto Bohórquez,
entre otros; todos académicos de gran factura. Esta actividad intelectual la mezcló
con cargos dentro de la política131 y la administración privada; sus puestos
rondaron desde cónsul de la República de Guatemala en Maracaibo (1931), Fiscal
Nacional de Bancos, Registrador Principal del estado Zulia, Tesorero de las
Rentas Municipales del distrito Maracaibo, Secretario Privado del Presidente del
estado, Secretario General de Gobierno, Director de la Sección Política, Diputado
a la Asamblea Legislativa y a las constituyentes; Cajero, Secretario y jefe de la
Sección Administrativa de la Junta Directiva del Gran Ferrocarril del Táchira;
hasta gerente de los Tranvías Eléctricos de Maracaibo (1920), entre otros. Una
pluralidad de cargos con una amplia gama de funciones, donde el elemento
cultural nunca fue abandonado.
Por su parte, Rogelio Illarramendi también dejó una huella importante en
Maracaibo, pues fue parte del grupo Los Mechudos, también preceptor de las
escuelas estatales; docente en el “Colegio Federal de Varones” e “Instituto
130 Besson fue: miembro de la Academia de Historia de Venezuela, Academia Antioqueña de la Historia, Centro Histórico del Zulia, Miembro de la Academia de la Historia Internacional de Paris, y del Club Alianza, así como también tuvo gran actividad en periódicos de la época y la producción de libros, además participó en Junta Directiva de los actos conmemorativos del centenario de la Muerte del Libertador, año 1934.
131 Su actividad política no sólo era en el ámbito regional sino también en las luchas internacionales de la época, fue fundador de la “Sociedad Revolucionaria Banda Cubana”, la cual enviaba fondos para sostener la lucha por libertad de Cuba.
170
Maracaibo”; además fue docente en otras regiones del país, su producción
literaria es abundante: escribió para un sin número de periódicos y revistas de la
época, así como también fundó una serie de publicaciones dedicadas a múltiples
temas, como las constantes denuncias sobre los problemas que presentaba la
ciudad. Una de las más importantes fue la revista “Patria y Ciudad” (1919). En su
actividad política ocupó cargos en el gobierno del Zulia como encargado de la
Secretaría General de Gobierno, Diputado al Congreso Nacional (1929), entre
otros.
En esta misma línea de mezclar las actividades intelectuales con la política
y los negocios, emerge también Raúl Cuenca, quien trabajó en el gobierno de
Ignacio Andrade y fue diputado de la Asamblea Legislativa del estado entre otros
cargos; además fundó uno de los institutos de mayor prestigio de la sociedad
marabina de la época como lo fue el Instituto Maracaibo132. Escribió libros que
comercializaban los Hermanos Belloso; también recibió distinciones
internacionales por sus libros y fue articulista de los periódicos de la época.
En el escenario gomecista también se destacaron: Octavio Hernández,
Hermógaras Chávez, Jesús Semprum Pulgar, Eduardo Mathyas Lossada, Jorge
Schimidke, Jesús Enrique Lossada, Manuel Ángel Puchi Fonseca y Julio Árraga,
por nombrar algunos de los intelectuales que cumplieron múltiples funciones en
esta sociedad cambiante.
La diversidad de campos de acción política, económica y cultural fue
aprovechada por otros intelectuales, como Alejandro Fuenmayor, con su amplia 132 Escuela de gran renombre en la sociedad marabina y formadora de importantes generaciones de relevo.
171
producción intelectual, quien se desarrolló al frente de la revista Literaria “Nuevos
ideales”; fue colaborador en “El Cojo Ilustrado”, “Eco Venezolano”, ”Nuevo
Tiempo”, “El Semáforo de Cumaná”. Escribió doce libros en el área educativa
“Novísimo Libro primario de lectura escritura (28 ediciones),”Lenguaje práctico” y
gramático,” “La vida del Libertador”, entre otros. El libro de Fuenmayor,
popularmente conocido como “Novísimo” fue editado por los Hermanos Belloso
Rossell, grupo editorial que aprovechó el boom literario marabino para realizar
una cantidad importante de negocios con la intelectualidad marabina, produciendo
un sin número de textos de gran impacto en el ámbito nacional.
Por su parte, David Belloso Rossell, comentó que debido al éxito del libro
de Alejandro Fuenmayor y su visión de comerciante, se propuso llevarlo a otras
regiones del país, como Táchira, Mérida, Trujillo y Lara, para promocionarlo,
donde regaló varios ejemplares con el fin de dar a conocer la obra; al mismo
tiempo se dejaron libros consignados para su venta, esta labor también se realizó
en la capital de la república, donde se agotó su existencia, lo que propició su
tercera impresión.
El libro pasó de Caracas al resto del país, fue vendido por espacio de
cuarenta y siete años y los derechos de autor fueron cedidos por Fuenmayor a los
Hermanos Belloso Rossell, y su precio fue siempre el mismo: un (1) bolívar de
valor. (1968: 1132). La importancia de esta obra radica no sólo en su
trascendencia en el ámbito nacional, sino también porque su autor se caracterizó
por ser adelantado a su época. Este hombre, abogado y literato, fue autor de
muchas obras escritas, especialmente para las escuelas; en Venezuela no se
valoró su labor; llegó a ser ministro de educación de la República Dominicana,
172
donde realizó una brillante misión para aquella nación. En Venezuela su labor
trascendió el gobierno de Gómez, luego llegaría a ser ministro en el gobierno de
Medina; fue Inspector de Instrucción Pública en Caracas.
Una de las características más resaltantes de este grupo tan variado, fue
que sus actividades políticas, económicas y culturales no sólo se expresaron en
Maracaibo, sino que abarcó el país, y en algunos casos llegó hasta el extranjero.
Por otra parte, varios de los intelectuales pertenecieron a una nueva generación
de familias posicionadas en los espacios públicos, económicos y políticos de la
región y el país, logrando crear una nueva dinámica en la política regional.
La elite marabina de la época fue un grupo heterogéneo, creado de
relaciones que les permitió establecer una dualidad de cargos y el manejo de un
discurso que se congraciaba con los ideales del gobierno nacional; la utilización
de un lenguaje nacionalista hizo que este grupo de hombres y mujeres se
presentara ante Maracaibo y Venezuela como una ruptura con respecto a las
prácticas heredadas del siglo XIX, a la par que permitió el nacimiento de nuevos
grupos económicos de poder en la Maracaibo gomecista.
2. Las nuevas familias de abolengo en Maracaibo
Las elites en la Maracaibo de comienzos del siglo XX se convirtieron en
puntos referenciales en la configuración de nuevos espacios y en el
establecimiento de nuevos modos de relacionarse. Estas elites estarían
173
integradas por intelectuales, políticos y comerciantes, muchos de los cuales
estarían vinculados por ser miembros de familias marabinas que se transformaron
en una fuerza y plantearon colectivamente nuevos esquemas para relacionarse
con el gobierno central y regional.
Dentro de estas familias de abolengo se erguirían los Carroz, los Paris, los
Belloso, Cedeño, González, Chourio, Basabe y Soto, entre otras. Las familias
que se impondrían en las primeras décadas del siglo XX, en su mayoría se
vincularon a la explotación de la caña de azúcar y a la actividad editorial.
Una de estas familias, la Belloso, integrada por Manuel Belloso y Samuel
Belloso, fundadores de la firma comercial M.A. Belloso & Hnos, que años más
tarde se expandió a diversos ramos de la economía. Su actuación económica fue
amplia en la época; dentro los miembros de esta familia destaca, por su labor de
negociante, Manuel Belloso, debido a que abarcó los negocios, el trabajo social y
cultural, además de ser presidente de diversas instituciones.133
La familia Belloso apareció relacionada a múltiples negocios y actividades
políticas y culturales. Una de las actividades más productivas fue el negocio
editorial, por medio del cual se publicaron un número importante de libros de gran
acogida en Venezuela, en especial los textos escolares. Así como la fundación, el
1 de diciembre de 1914, del Diario Panorama134, patrocinado por las empresas del
133 Perteneció a instituciones como la primera asociación de Empleados de Comercio, presidente del Consejo Municipal de Maracaibo, de la Clínica de Niños Pobres, del Instituto Pro-Infancia, Director de la Fundación Mendoza seccional Zulia, Junta Protectora del Patrimonio Histórico de la Nación sección Zulia, entre otras.
134 El diario Panorama se convirtió con el correr del tiempo en referencia obligada en el periodismo zuliano, su primer director fue Ramón Villasmil; entre los redactores se encontraban Adalberto Toledo, Octavio Hernández y Rogelio Illarramendi, su lema era: “Por el Comercio y por el Trabajo.”
174
Ferrocarril del Táchira y del Puerto de La Ceiba; los primeros ejemplares del
periódico anunciaban el costo de la suscripción nacional y su valor para el
extranjero.
Además, la familia Belloso participó en importantes eventos culturales,
como en la Junta de la exposición Industrial (creada por la Junta del Centenario
de la Independencia) en 1910, Junta del Carnaval de 1916, Junta Colaboradora
del Centenario de 1821, Junta Centenaria de la Batalla de Carabobo en 1922,
Junta del Buen Maestro en 1929, Junta Directiva de los actos conmemorativos del
centenario de la muerte del Libertador, año 1934, entre otros. Esta familia
mantuvo, al igual que la familia Paris, relaciones con un grupo muy heterogéneo
de intelectuales y políticos, debido a intereses afines y encuentros constantes en
diversos espacios políticos y culturales, uno de los cuales correspondería a las
asociaciones culturales entre intelectuales, entre ellos: Arturo A. Cuenca, Joaquín
Mac-Gregor, Amílcar Morales, José Joaquín Paris, R.J. Alegretti, Dr. José
Encarnación Serrano, Juan Besson, O. L. Criollo, Dr. Jesús Enrique Lossada,
Aniceto Ramírez y Astier, Dr. Carlos Montiel Molero, Luis G. Ferrer, entre otros.
La presencia de grandes familias asociadas con la política, la economía y
la cultura fue decisiva en la conformación de los nuevos espacios urbanos, que
aparecieron como consecuencia de la actividad petrolera y explotación de la caña
de azúcar. La expansión y crecimiento de la ciudad se debió, en gran medida, a la
presencia de los capitales extranjeros y nacionales que impulsaron la creación de
nuevas edificaciones, así como los límites de la ciudad se debieron extender por
el aumento de la población.
175
La mayoría de los actores sociales de la época tuvieron la habilidad de
invadir espacios propios de los comerciantes y políticos, y estos a su vez de
relacionarse con los intelectuales. El gran valor de estas familias surgidas en el
escenario marabino fue su conformación como nuevos ejes económicos que se
articularon con diversos sectores de la sociedad.
Estas familias estuvieron siempre dispuestas a apoyar a los presidentes
nacionales y regionales de turno. Negociaban con uno y otro, posición que les
permitió mantenerse en cargos estratégicos y desarrollar, por ejemplo, el
proyecto regional azucarero. Los integrantes de estas familias lograron con este
proceder, acrecentar su poder, el comercio y las relaciones locales y centrales.
Otra familia importante, desde el punto de vista económico, político y
cultural, fue la familia Paris, siendo un caso emblemático durante los años del
Gobierno de Gómez, según Marisol Rodríguez:
La familia Paris lideró el grupo de comerciantes poderosos que extendieron su acción en diferentes ámbitos de la economía y la política, para concentrar en manos de una minoría las tierras necesarias para la explotación agrícola y en modo particular de la caña de azúcar, lo cual les dio mayor capacidad de desenvolvimiento y maniobra en las distintas instancias del poder. (2006: 4)
Esta familia creó y fundó una serie de compañías en diversas áreas, que
les permitió ocupar un campo de acción muy variado, siendo su fuerte el proceso
productivo de la caña de azúcar135 en el distrito Sucre del estado Zulia. La
135 La explotación de la caña de azúcar se realizó en pequeñas proporciones en el distrito Sucre, desde el siglo XVII, aun cuando cobró mayor importancia en el XX cuando se incrementó sustancialmente la inversión de capitales criollos y extranjeros en el occidente venezolano, lo cual incidió en la extensión de los espacios cañales, diversificando la economía nacional y modificando paulatinamente la dinámica comercial de la región sucrense. Los escenarios de producción de caña fueron gestando un circuito azucarero que se consolidaría en la segunda década del siglo
176
dinámica sucrense impuso una nueva concepción en el negocio azucarero y
propició la vinculación del agricultor y el comerciante con otros actores sociales de
distintas localidades y regiones del país. Es así como los militares, intelectuales y
políticos, se incorporaron a las operaciones financieras de la industria cañera.
La dinámica en la que se involucró la familia Paris se inició entre los años
1909 y 1912, cuando aparecieron las primeras alianzas colectivas136 en torno a la
producción de caña de azúcar, como la Unión Agrícola (1909)137 y Central
Azucarero del Zulia (1912), domiciliadas en Maracaibo. En este periodo se
instituyó una industria azucarera que reorientó la inversión de capitales
encaminados a reanimar otras fuentes de riqueza agrícola, fuera del café.
Pero sería la familia Paris, como líder de un colectivo social, la que daría
un impulso importante para la definitiva industrialización de la caña y el negocio
del azúcar. Según Rodríguez y Bermúdez, la influencia ejercida en la sociedad
zuliana y caraqueña por parte de los Paris, le facilitó concentrar las tierras
veinte; al mismo tiempo se explotaban otras especies menores como plátanos, árboles frutales, maíz, cacao y café. (Rodríguez, 2005)
136 El colectivo social de la corporación azucarera conformó una red económica desplegada de sur a norte y de oeste a norte del estado Zulia, en la que confluyeron personalidades de los distritos Colón, Sucre, Urdaneta y Maracaibo. La mayoría se asociaba con otros colectivos en firmas mercantiles, sociedades agrícolas y pecuarias o razones sociales fundadas desde finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, quienes incrementaban las ganancias y el número de accionistas de la compañía. (Rodríguez y Bermúdez, 2007: 16) 137 La Unión Agrícola se constituyó en la primera compañía papelonera que procedió a ensayar una nueva forma de organización, a la cual se sumaron hacendados, comerciantes, militares, políticos e intelectuales de la época para maximizar sus ganancias con la producción de papelón o panela, las mieles y el aguardiente en las unidades agrícolas que operaban con trapiche de tracción animal, hidráulico o a vapor. Esta corporación azucarera enviaba sus productos a Maracaibo para ser distribuidos en Curazao, Europa y las distintas regiones de Venezuela. El éxito de la compañía y el respaldo del presidente de Venezuela, Juan Vicente Gómez, indujo a los miembros de la corporación a promover el primer central azucarero del país, denominado Central Azucarero del Zulia, el mismo fue pionero de los centrales en Venezuela, se estableció con numerosas dificultades; contó con el aporte de inversionistas nacionales, del presidente de Venezuela Juan Vicente Gómez y de especialistas caribeños, y se mantuvo por más de veinte años en el juego de la oferta y demanda de azúcar en el mercado nacional y extranjero. (Rodríguez y Bermúdez, 2007)
177
necesarias para la explotación agrícola, y en particular de la caña de azúcar, lo
cual le dio mayor capacidad de desenvolvimiento y maniobra en las distintas
instancias del poder. (2007). Esto les permitió fundar The Venezuelan Sugar
Company138 en el año 1913 con capitales locales, regionales y nacionales,
sumado a los capitales estadounidenses que les permitió aliarse con los grupos
de poder ubicados en el Zulia, los Andes y Caracas para así desarrollar la
empresa azucarera más próspera del país; además de los vínculos de este
colectivo social con el gobierno del general Juan Vicente Gómez, lo que generaría
un gran apoyo del gobierno central a esta actividad.
Para el año 1919, la empresa pasó a denominarse “Compañía Anónima
Central Venezuela”, estableciendo su sede en Maracaibo. Este cambio fue
presentado por los Paris como acto de reafirmación patriótica, y al mismo tiempo
al nacionalizarse el central, la industria se convertiría en propiedad de la mayoría
de los socios residenciados en el país. Este periodo coincide con el proceso de
industrialización petrolera, que marcaría la dinámica de cambios constantes de la
región zuliana en la segunda década del siglo XX.
La reputación de los Paris, por su capacidad gerencial en el negocio del
azúcar, aunado a la conexión con el régimen gomecista y a la vinculación con
capitales estadounidenses e inversionistas criollos, facilitó el crecimiento de este
emporio azucarero, el cual le permitió erigirse como la referencia de la industria
azucarera nacional.
El colectivo social formado por la familia Paris se entretejió en función de
sus particulares intereses; se manifestó como líder de sus propias luchas y 138 Para ampliar la información, consulte la obra de Rodríguez, Marisol: “Cuando llovió azúcar en Bobures”.
178
reivindicaciones, un colectivo que no sólo se abocó a la actividad de la caña sino
que incursionó en otras ramas económicas.
Las múltiples actividades y espacios en los que se vieron involucrados los
integrantes del clan Paris, les permitió desarrollar un sin número de empresas y
acciones en la región, así como en el país; la primera de ellas relacionada con el
negocio de la madera, fue para los Paris elemento clave para penetrar el
comercio en el occidente del país, lo cual les permitió concentrar riqueza, prestigio
y poder económico. (Rodríguez y Bermúdez, 2007)
Por su parte, la fundación de la compañía Paris Hermanos, cuyos socios
fueron Juan Evangelista Paris y Luis Felipe Paris, irrumpieron en el comercio de
Maracaibo para crear una nueva tendencia de hacer negocios en la ciudad; esta
asociación mercantil mantuvo relaciones comerciales con las islas caribeñas, los
Estados Unidos, Colombia y Europa. (Rodríguez, 2006)
El primero de los hermanos de la familia fue Juan Paris, quien fundó dos
firmas mercantiles, la primera: Juan E. Paris & Co., que comerciaba conservas
americanas y europeas, avena, vinos, dulces, aceites, sardinas, mantequilla,
quesos, servilletas y frutas; además, esta misma firma sirvió como agente de la
línea de vapores Caribbean Stamship Co.
La segunda firma mercantil fue Paris & Núñez, la cual comerciaba prendas
de vestir y calzados para damas y niños, driles de colores para niños, corsés
americanos, entre otros productos, así como también representó como accionista
en Nueva York a The Maracaibo Electric Light Company, y fue socio del Banco de
Maracaibo, así como también accionista principal de Venezuela Sugar Company.
En el ámbito de la política fue vicepresidente de la Cámara de Comercio de
179
Maracaibo; de la Asamblea de Agricultores, Ganaderos, Industriales y
Comerciantes de Maracaibo. (Rodríguez, 2006)
Su actuación dentro del mundo de la cultura abarcó una serie de
actividades dentro de asociaciones culturales, como es el caso de la Junta
Colaboradora del centenario de 1821 , donde concurrió con actores sociales de la
talla de los doctores Francisco Eugenio Bustamante, Pedro Guzmán, Marcial
Hernández, Alberto Roncajolo; de los señores Rafael Belloso Rincón, Juan E.
Besson, Carlos M. García, José María Carramillo, Manuel A. Puchi Fonseca,
Eduardo Delgado, entre otros importantes hombres de las letras, pintura y del
mundo de la política, así como también en la Agrupación Cívica del Zulia, y
miembro de la Cruz Roja de Venezuela; participó como integrante de la junta
directiva del concurso de arroz y promotor de la junta cooperadora para la
construcción de horno crematorio en el Zulia. Por otro lado, Juan Paris, junto con
Wenceslao Moreno, Fernando Villalobos Silva, J.A. Parra y José Lares, estaban
encargados de la ejecución de la Escuela de Artes y Oficios del estado, según
reza el decreto del Presidente del estado, Gumersindo Méndez, del año 1910:
Que la escuela de artes y oficios es una obra que por su índole, necesidad, y moralizadora importancia reclama el mayor interés por parte del gobierno, pues ella significa un paso de verdadero progreso en el orden material, y un avance de evidente trascendencia en el proceso de la educación popular; considerando…. Que es propósito de este gobierno que tales trabajos y todo lo relativo de la escuela de Artes y Oficios estén bajo la inmediata dirección de una junta que imprima actividad y eficacia a lo dispuesto en el presente decreto139.
La junta encabezada por Juan Paris fue comisionada a recoger el dinero
necesario para construir la obra, capital que debía ser entregado a la Junta 139 Decreto de la creación de la escuela de Artes y Oficios. Acervo Histórico del Zulia. Año 1910, Tomo II, Legajo 7.
180
Centenaria de la Independencia para que ésta supervisara la obra y la diera por
culminada.
Otros miembros de la familia Paris también fueron exitosos empresarios,
políticos e intelectuales, como el General Luis Felipe Paris Atencio140, quien
constituyó la sociedad pecuaria Paris & Corona, a través de la cual solicitó tierras
baldías y ejidos para la explotación agropecuaria.
El abogado Pedro Paris fue pilar fundamental de la intelectualidad de la
época: apoderado de varias firmas comerciales, litigó defendiendo la causa de
personalidades zulianas. Otro miembro de la familia fue Juan E. Paris (hijo),
considerado propulsor y fundador de la Venezuela Sugar Company. También fue
miembro de la junta directiva de la Sociedad Patriótica Mercantil, constituida para
140 Marisol Rodríguez expresa “que el general Luis Felipe Paris Atencio, tuvo una actuación destacada en la fuerza armada nacional y en el quehacer político y económico de la región zuliana. En la primera década del siglo XX, durante el Gobierno de Cipriano Castro, Luis Felipe Paris desempeñó un rol de primera línea como hombre de confianza del régimen de turno. Fue el jefe de operaciones del litoral de los distritos Urdaneta y Perijá, manteniendo el control de esos espacios, período en el cual el piso político y popular del gobierno castrista estaba en plena efervescencia. Escudado en su autoridad que ejerció con vehemencia frente a los revoltosos del orden público, tomó la iniciativa de solicitar a sus superiores ser designado jefe civil y militar del distrito Perijá, nombramiento que le fue concedido; además ocupó el cargo de Inspector General del Ejército del Estado Zulia y ratificado por el general Aurelio Valbuena, jefe civil y militar de la jurisdicción. También fungió como registrador principal accidental de la entidad zuliana. Formó parte de la Junta Subalterna de Inmigración y Colonización, también como directivo en la Cámara de Comercio de Maracaibo, diputado principal a la Asamblea Legislativa del Zulia y jefe civil y concejal del distrito Urdaneta. Pedro Paris fue quien abrió paso al Gobierno de los Estados Unidos en idea de expandir la doctrina Monroe en América Latina; a la par fue juez de Primera Instancia en lo Civil y en lo Criminal del estado Zulia, como secretario y juez suplente del Poder Judicial, y también como diputado suplente en la Asamblea Legislativa de la región zuliana, y ocupó la tesorería del Colegio de Abogados del Estado Zulia. Formó parte del jurado para seleccionar al procurador general de la entidad zuliana y presidió el despacho de rentas del estado, y Juan E. Paris (hijo), fue fundador de la Venezuela Sugar Company; ocupó los cargos de administrador y vicepresidente de esta corporación, que junto con familiares y representantes de esta organización encauzó sus esfuerzos en darle soporte jurídico a esta firma internacional, con sede en los Estados Unidos, registrada en el Zulia en 1920 como Central Venezuela. Y por último, Enrique Paris representó una pieza clave en las estratégicas alianzas de los Paris con los grupos de poder para afianzarse económicamente y desarrollar el proyecto azucarero. Hizo carrera en las milicias, alcanzando el rango de general del ejército, y también desempeñó un papel relevante en el quehacer político venezolano durante el Gobierno de Cipriano Castro. (Rodríguez, 2006)
181
celebrar el centenario de la Independencia de Venezuela, además fue vocal
principal de la Cámara de Comercio de Maracaibo.
También, Enrique Paris, quien fue electo diputado a la Asamblea Nacional
Constituyente y al Congreso Nacional en los años 1900 y 1901. Por decreto del
general Aurelio Valbuena fue nombrado jefe civil y militar del estado Zulia, y
Tesorero General de las rentas públicas del estado. Además fungió como
vicepresidente del estado Zulia. En 1911 se encargó de la gerencia de la
Compañía Anónima Gran Ferrocarril del Táchira y de la firma Paris & Méndez.
La familia Paris estuvo involucrada en diversas actividades culturales,
como fue el caso de la Junta del Carnaval de 1916, Junta del Certamen Industrial
de 1918, Junta Colaboradora del Centenario de 1821, Junta del Buen Maestro en
el año 1929, esta última ejecutó la Construcción de la plaza del Buen Maestro en
un terreno ubicado al final de la calle Bella Vista, que contaba con un kiosco de
concreto armado que perteneció al Presidente del estado Vincencio Pérez Soto, el
cual donó a la Junta del Buen Maestro, la que se comprometía a entregar dos
premios anuales a los maestros con mayor número de niños alfabetizados. Según
Leszek Zawisza, en la construcción de esta plaza contribuyó el ingeniero León
Jerónimo Hoet141, quien logró crear un espacio agradable para aprovechar el
paisaje del Lago de Maracaibo, ampliando así los espacios de la ciudad, que
crecía en estos años debido a la presencia de la actividad petrolera; esta plaza
destacaba por su forma y estética:
141 El ingeniero Belga León Jerónimo Hoet llegó a Venezuela como trabajador de The Caribbean Petroleum Corporation, en el año 1919. Allí se formó como ingeniero constructor, luego en el año 1926 renuncia a la compañía y su nombre comenzó a aparecer en varias obras importantes para el Zulia, como en la Basílica de la Virgen de Chiquinquirà, el Teatro Baralt, el Instituto Pro-infancia, edificio de los Seguros Sociales, entre otros.
182
La Plaza forma un alargado paseo, sembrado de grama y árboles, que se prolonga en el malecón protegido de ambos lados con largos tramos de Balaustradas Barrocas. Los Faroles, las puertas ornamentales y las rejas forman un hermoso parque, en medio del cual se eleva un pequeño pabellón octagonal, que originalmente tenía adosada una escalera de caracol para subir a la terraza embarandada, diseñada como un “belvedere”, donde se ofrecía la hermosa vista del lago…con un perímetro de 1.500 metros cuadrados y se dotó de un alumbrado cónsono con la importancia de la obra. En el centro del parque se levantó un Kiosco de líneas modernas. (Zawisza, 1987)
Esta obra, pionera en su época, es parte de las contribuciones que los
comerciantes hacían junto con la intelectualidad. Así mismo, la familia Paris,
representada por Pedro Paris, impulsó la creación y fundación de la Escuela de
Ciencias Políticas del estado, junto a Jesús Enrique Lossada, Rafael Chacín,
Eduardo Mathias Lossada, Héctor Montero, Ángel Francisco Brice y Clemente
Manucci, destacados juristas que recibieron todo el apoyo de gobierno regional
para la apertura de dicha escuela:
El ciudadano presidente del estado ha recibido la atenta comunicación de ustedes, de cuyo contenido se impuso con agrado, y me encarga responderles que es para él satisfactorio que en esta ciudad se haya establecido una escuela de Ciencias Políticas conforme a las prescripciones de la Ley de Instrucción Superior. La organización de un curso de derecho en esta capital es un nuevo exponente de paz civilizadora, porque evidencia que dentro del sistema cultural que el Benemérito Jefe General Juan Vicente Gómez ha fundado y sostenido en el país, al amparo de leyes inspiradas en los principios de la pedagogía moderna, encuentra campo y apoyo para desarrollar sus aspiraciones, la juventud ordenada y respetuosa de las instituciones sociales, que es la llamada a realizar la finalidad de sus esfuerzos. El primer magistrado del estado acoge con el mayor beneplácito este paso hacia delante en la evolución intelectual del Zulia, y congratulándose patrióticamente con ustedes, hace votos por el éxito y acierto en sus labores de enseñanza, asegurándoles una vez más su aprecio y consideración muy distinguida. Dios y Federación. Por el Secretario General de gobierno. A. García Delepiani142
142 Creación de la Escuela de Ciencias Políticas. Acervo Histórico del Zulia. Año 1928, Tomo: III Legajo: 25.
183
Esta escuela fue inaugurada el 21 de agosto de 1928 y atendió a un
variado grupo de alumnos. La familia Paris mantuvo buenas relaciones con los
gobiernos de turnos, así como intelectuales de renombre como: Julio Antonio
Añez, Jesús María Nava, Hermógaras Chávez, Joaquín Mac Gregor, Manuel
Ángel Belloso, Félix Andrés González Maldonado, Abrahán Belloso, Rodolfo
Auvert, Arturo A. Cuenca, Amílcar Morales, R.J. Alegretti, Dr. José Encarnación
Serrano, Juan Besson, O. L. Criollo, Dr. Jesús Enrique Lossada, Aniceto Ramírez
y Astier, Dr. Carlos Montiel Molero, Luis G. Ferrer, entre otras personalidades con
las cuales compartieron trabajos en juntas, asociaciones culturales, relaciones
políticas o culturales.
La actuación de las familias de abolengo y los intelectuales ejercieron un
rol predominante en la sociedad marabina, permitieron la conformación de nuevos
espacios públicos, de nuevas alianzas con el gobierno central y de una actividad
cultural importante; dentro de esta actividad estaban las asociaciones culturales,
las cuales se transformaron en el punto de encuentro de los diversos actores
sociales del Gobierno de Juan Vicente Gómez.
3. Las asociaciones culturales: eje de integración de la sociedad marabina
Las asociaciones culturales fueron el escenario ideal para que concurrieran
los más diversos sectores de la sociedad marabina durante el gobierno de Juan
Vicente Gómez. Frente a un gobierno centralizador y de fuerza las asociaciones
se transformaron en un mecanismo de negociación y acoplamiento a los nuevos
ideales impulsados por el gobierno nacional.
184
Sumados a los cambios que se originaron en la economía petrolera
aparecieron un número importante de asociaciones culturales articuladoras de
actividades en pro de la formación del ciudadano común, sus integrantes serían
un grupo heterogéneo de personalidades que ocuparon diversos espacios en el
diario acontecer de Maracaibo y el Zulia. Estos colectivos sociales143
establecieron relaciones tomando como eje común a las asociaciones culturales y
sus actividades; en el siguiente cuadro se muestra la relación de las mismas, sus
miembros y algunas de sus actividades más destacadas:
Relación de asociaciones culturales, miembros y tipos de eventos
COMITÉS ORGANIZADORES Y ASOCIACIONES DE
EVENTOS CULTURALES ESPECIALES
MIEMBROS DE LAS COMISIONES O ASOCIACIONES
EVENTOS O ACTIVIDADES
Junta Directiva de los actos conmemorativos del Centenario de la Muerte del Libertador, año 1934
Arturo A. Cuenca, Joaquín Mac-Gregor, Amílcar Morales, José Joaquín Paris, Abraham Belloso, R.J. Alegretti, Manuel A. Belloso, Dr. José Encarnación Serrano, Juan Besson, O. L. Criollo, Dr. Jesús Enrique Lossada, Aniceto Ramírez y Astier, Dr. Carlos Montiel Molero, Luis G. Ferrer.
Actos públicos de estilo patrio por el centenario de la muerte del padre de la patria.
Comisión que representa al Zulia en el Tercer Congreso Venezolano de Medicina, año 1922
Doctores: José Encarnación Serrano, Antonio Acosta Medina, Santiago Rodríguez R., Emilio Ochoa, Rafael Navarrete Serrano.
Congreso realizado en la ciudad de Valencia144
Junta Colaboradora del Centenario de 1821
Doctores Francisco Eugenio Bustamante, Pedro Guzmán, Marcial Hernández,
Actos conmemorativos de estilo patrio.
143 Se entiende a estos colectivos sociales como actores concretos, sectores, grupos que con su carga de representaciones sociales, identidad e imaginario histórico, participaron local y regionalmente en el corto, mediano y largo plazo en los escenarios de las regiones históricas, y a partir de éstos de la nación. Véase Germán Cardozo Galué, Venezuela: de las regiones históricas a la nación. Discurso presentado al honorable Cuerpo de la Academia Nacional de la Historia por su incorporación entre los Individuos de Número.
144 Los miembros de esta comisión que asisten al tercer Congreso de Medicina, elaboran un libro titulado: Geografía Médica del Zulia.
185
Alberto Roncajolo; Señores Juan E. Paris, Rafael Belloso Rincón, Juan E. Besson, Carlos M García, José María Carramillo, Manuel A. Puchi Fonseca, Eduardo Delgado.
Junta del Certamen Industrial de 1918
Dr. David M. Capriles, Felipe Garbiras, Luis F. Paris Atencio, Daniel Henríquez, Numa, Guillermo León, Constantino G. Pinedo, Dr. José Vicente Matos Hijo, Pedro Simón Paris, Dr. Benito Segundo Rubio, Ramón Villasmil, Diodoro Alvarado Hijo, Manuel S. Taborda, Emegdio Rodríguez y Olegario Villalobos.
Certamen Industrial promovido por el periódico “La Hacienda”, dirigido por: Víctor V. Maldonado.
Sociedad Glorias al General José Antonio Páez
Arturo A. Antunez, José Austria, Kubiv Arieta, Francisco Faria, Cesar Andrade, Sócrates Villalobos, Cisnes Rosales, Ulises Fuenmayor, Hermógaras Chávez Rafael Boscán.
Funda el 1 de mayo de 1911. actos patrios en las plazas de Maracaibo.
Junta de la exposición Industrial (creada por la Junta del Centenario de la Independencia) 1910
Raúl Cuenca, Marcial Hernández, Rafael Yépez S., Clodomiro Rodríguez, M. Trujillo D., David Belloso, Juan Dall Oslo, Luis A. García, Jorge Pinedo, Eduardo López B, Régulo March, Gumersindo Sisoes Meléndez, Gumersindo Méndez
Exposición Industrial.
Junta Centenaria de la Batalla de Carabobo 1922
Julio A. Añez, Luis Raúl Fonsi, Francisco Eugenio Bustamante G., Dr. José Ramón Pinedo, Joaquín Mac-Gregor, Adolfo D´Empaire, Rafael Martínez, Pbro. Dr. Heliodoro Núñez, Manuel Ángel Belloso, Blas Menda, Ramón R. Villasmil.
Actos públicos y patrios.
Junta por el caso de la gripe española
Francisco Eugenio Bustamante, Francisco Rincón, Simón Montiel Pulgar, Trinidad Montiel Moreno, Adolfo D’Empaire, Ramón Soto González, Venancio Hernández, Julio Belloso, Guillermo Quintero Luzardo, Cruz Lepage, J. Trujillo Arraval, Evangelista Fernández, José María González Delgado.
Investigación sobre el número de infectados y la gravedad de los mismos.
Sociedad Protectora de la Niñez
José Matos H. 1910, Ministerio de Instrucción Pública.
Boys Scouts (Sociedad de Caballeros y el Clero)
W. R. Douglass 1918, Trabajos con las escuelas.
Junta de Institutores del Zulia
No hay información Enseñanza elemental y gratuita a los niños de lugares apartados, 1931.
Sociedad Deutscher Schulverein, regentes del Colegio Alemán
No hay información Actividades educativas.
Legiones Sanitarias Escolares de la Asociación de Instructores
Manuel Villegas Actividades escolares, charlas sobre la patria, higiene y la moral.
Junta del Buen Maestro, 1929
Julio Antonio Añez, Pedro Paris, Jesús María Nava, Hermógaras Chávez, Joaquín
Construyen la Plaza del Buen Maestro y
186
Mac Gregor, Manuel Ángel Belloso, Félix Andrés González Maldonado, Abrahán Belloso y Rodolfo Auvert.
entregan un Premio Anual al maestro con mayor número de niños alfabetizados.
Junta directiva del Carnaval de 1926
Pedro Paris, Carlos Brige, Coronel Guillermo Balza, Víctor Raúl Sandoval.
Carnavales y desfiles.
Sociedad Auxiliar de Artesanos Fundada en 1878
Serapio Osorio, Luis Oquendo, José Buses, Mario Hernández, José María Bravo, Ángel Francisco Ortiz, Reyes Hernández, Gerardo Ortega, I. Urdaneta, Dr. V. de J. Hernández, Manuel Bracho, Abrahán Castro, Víctor M. Chaustre, Agustín Trujillo, Jesús Morillo, Herminio Molero, José del C. Prieto, Manuel Reyes, Luis Ortega Núñez, Rodolfo Hernández, Mario González, Miguel Reyes. E. F. Rosales.
Labores diversas, fundación de escuelas, charlas.
Asociación de Maestros, fundada el 18 de diciembre de 1927
Luis Oquendo Institucionaliza un premio al maestro con mayor número de alfabetizados llamado José Antonio Infante, dicta charlas, editor de la revista Pro-patria.
Junta homenaje al maestro Chávez
Luis Oquendo, Presidente Homenaje en el XXV del Instituto Pestalozziano, 1928.
Junta del Centenario de la Batalla de Naval del Lago de Maracaibo
Acero Miranda, Presidente. Colabora con la Junta Cementos Romanos
Crea un monumento en memoria de los héroes de la batalla de 1924 y su desfile.
Junta Centenaria de la Independencia
Presbítero Felipe Jiménez, M. Araujo Ch. D.
1911, desfile patrio.
Junta Homenaje a Urdaneta
Enrique Vílchez (1926), Coronel Witremundo Urdaneta, Arturo Antunez, Pedro Herrera, Marco Delgado, Justo Bernal, Aquiles Ferrer, Medarno Cepeda, Heraclio Arausa Sosa, Martínez Muñoz.
1911-1926 homenajes y discursos a Urdaneta.
Centro Científico de Estudiantes
M.A. Fuenmayor Rivera Tienen un periódico titulado Los Principios
Centro Literario del Zulia
Juan Besson, Udón Pérez, Emiliano Hernández, Guillermo Trujillo Duran, Dr. Marcial Hernández, Elías Sánchez Rubio, Dr. Olinto Bohórquez, Guillermo Trujillo Durán, entre otros.
Actos por las fechas patrias 1910, además editaron la revista “Prosa y Verso”.
Asociación de Obreros y Artesanos
Francisco Valera, Manuel F. Araujo A.
Se establece en el año 1908 la Fundación de escuelas y charlas; Tiene un periódico: Clase Obrera.
187
Sociedad de Beneficencia
Eduardo Mall Se funda en 1907. Tiene un periódico: La Beneficencia
Centro de Humanidad y Progreso
J. P. Medina Chirinos, Cesar Rodríguez, Juan Panlino, Víctor Montero, Ricardo Partera, Hermógaras Chávez, Héctor Troconis.
Creación de asilos, 1910.
Junta del Carnaval de 1916
Lucio Troconis, Francisco E. Bustamante, Lucio Troconis Baptista, Gustavo Zingg, Dr. Temístocles Fernández, Gral. V. Márquez Iragorri, Sr. Joaquín Núñez, Sr. Manuel Belloso, Federico Schoeder, Julia Añez, Frederic Bartlett, Sr. J. N.C. Henríquez, Dr. Alfonso Sánchez Santamaría, Pedro Paris, Dr. Américo Menda, Dr. Ramón Dávila, Sr. Henry Bencke, Dr. Jaime Luzardo, Luis Oliva, Dr. Luis Raúl Fossi, Alfredo Enrique Cook, entre otros.
Actividades relacionadas con el Carnaval y desfile.
Sociedad Quirúrgica del Zulia (1918)
Francisco Eugenio Bustamante, T. Montiel Moreno.
No se conoce
Centro Artístico del Zulia (Fundado el 29 de Junio de 1916)
Julio Arraga; Manuel Puchi Fonseca, Ely Saúl Rodríguez, Vidal Calderon, Ataúfo Guerrero, Pedro Villasmil, Dr. Adolfo Colina, Jesús Enrique Lossada, Padre Olegario Villalobos, Nephtalí Rincón, Edmundo Urdaneta, José Castillo Romero y J.M. Lares.
Obras, exposiciones.
Ateneo del Zulia (1934) Eli Saúl Rodríguez, Antonio Angulo Luzardo, entre otros.
Asociación General de estudiantes de Venezuela, Seccional Zulia
Víctor Manuel Wilson, Antonio D´Empaire, Rubén Ríos, Eugenio Govea, Ciro Govea, Jesús E. Losada, J.R. Mendoza Troconis.
Actividades de protesta.
Cámara de Comercio de Maracaibo
R.J. Alegretti, W. Büssing, F.J. Ronday, H. Zittlosen, Alcibiades León, Joaquín Mac Gregor, Dr. J.M. Leonardi Villasmil.
Actividades culturales y sociales.
Agrupación Cívica del Zulia
Carlos Santos, Arturo A. Cuenca, Julio Martínez N., Abraham Belloso, Luis E. Belloso, Joaquín Mac Gregor, Arístides Urdaneta(h), Enrique Paris (h), Tarcilio Pachano, Gustavo Osorio Reyes, Jorge Pérez, C. García Fernández, Federico Nones, Joaquín A. Silva, Max Maib Gurruceaga, Wenceslao Rodríguez, Isauro M. Serrano, Manuel A. Govea, Renato Almarza, Roque Inciarte, Silvestre Villalobos, Abraham Atencio, Carlos M. García, J.M. Ortega Rincón, Juan Paris (h), Simón R. Paris, Blas Hernandez R., Eduardo Lopez B., José R. Pinedo,
Actos en fechas patrias 1910.
188
Samuel Belloso, Luis Paris, entre otros. Agrupación Literaria “Seremos”, fundada en 1925.
Francisco de Rossón (Fundador), Héctor Cuenca, Ramón Díaz Sánchez, Manuel Noriega Trigo, Isidro Valles, Gabriel Bracho Montiel, Ely Saúl Rodríguez, Alonso Pacheco, Ciro Nava, Manuel González Molina, Julio Bustamante, José M. Bermudez Vargas, Santiago Hernández Yepez, Rafael Angel Berroeta, Valmore Rodríguez.
Actividades literarias y de oposición al gobierno.
Grupo Ariel Elías Sánchez Rubio, Emiliano Hernández, Rogelio Illarramendy, J.A. Butrón Olivares, Gustavo Cohen, Eliseo López.
Actividades culturales y políticas.
Cuadro #4 Fuentes: Materiales manuscritos del Acervo Histórico del Zulia, Memoria y Cuenta del Gobierno Regional, Memorias del Ministerio de Interior, Ministerio de Instrucción Pública 1910-1936.
Las actividades realizadas por las asociaciones culturales estarían en su
mayoría relacionadas con las efemérides patrias, las cuales se consideraban
necesarias para construir una mentalidad nacionalista y formar un ciudadano
modelo de acuerdo a las exigencias del gobierno central, inspirado en los
planteamientos del positivismo. Existieron en Maracaibo múltiples actos y
asociaciones que resaltaban las ideas nacionalistas, como el caso de la Junta
Directiva de los actos conmemorativos del Centenario de la Muerte del Libertador,
en el año 1930; Legiones Sanitarias Escolares de la Asociación de Instructores,
Asociación de Obreros y Artesanos, Cámara de Comercio de Maracaibo,
Agrupación Cívica del Zulia, Centro Literario del Zulia, entre otros grupos que se
abocaron a esta labor.
Es importante destacar que los miembros de las asociaciones gozaban de
prestigio en diferentes esferas públicas de la sociedad marabina, pues era un
grupo heterogéneo conformado por religiosos, políticos intelectuales,
comerciantes y educadores que mezclaban a las tradicionales elites del siglo XIX
189
con los nuevos grupos de poder que comienzan a gestarse en las primeras
décadas del siglo XX. Entre las personalidades vinculadas con estas asociaciones
destacaban: Dr. David M Capriles, Felipe Garbiras, Luis F. Paris Atencio, Daniel
Henríquez, Numa Guillermo León, Constantino G. Pinedo, Dr. José Vicente Matos
Hijo, Pedro Simón Paris, Dr. Benito Segundo Rubio, Ramón Villasmil, Diodoro
Alvarado Hijo, Manuel S. Taborda, Emegdio Rodríguez, Olegario Villalobos,
Francisco Eugenio Bustamante, Francisco Rincón, Simón Montiel Pulgar, Trinidad
Montiel Moreno, Adolfo D’Empaire, Ramón Soto González, Venancio Hernández,
Julio Belloso, Guillermo Quintero Luzardo, Cruz Lepage, J. Trujillo Arraval,
Evangelista Fernández, José María González Delgado. Hombres de reconocida
trayectoria, pertenecientes a diversos sectores de la sociedad.
Las asociaciones culturales en Maracaibo se pueden clasificar en dos tipos,
las primeras con una duración esporádica y de actividades concretas relacionadas
con las fechas patrias o eventos específicos, cuyo fin era resaltar un hecho dentro
de la historia del país o algún evento importante para la región o el país. El
segundo grupo de asociaciones, de actividad permanente, vinculadas a la gestión
cultural, su objetivo era mantener actividades vinculadas con la cultura y la
educación, sin dejar a un lado la celebración de las fechas patrias.
Todas las asociaciones contribuyeron de manera significativa a la
configuración de un discurso nacionalista; un nacionalismo concebido como una
práctica ideológico-política consistente en la reivindicación del carácter de nación
de todo el país, que requería un proceso de producción, transmisión y consumo
de significados por parte del ciudadano común. (Cabrera, 1991)
190
En la acción de transmisión de este discurso nacionalista, las asociaciones
culturales asumirían un rol predominante debido al desarrollo de sus actividades,
enfocadas en gran medida a la exaltación de las fechas patrias que ayudaron a
fortalecer dicho discurso, bajo la erigida base de los principios positivistas.
En el siguiente gráfico se muestra la clasificación de estas asociaciones
según su actividad, todas vinculas con la idea de extender la civilidad entre los
ciudadanos comunes y erradicar los vicios, las malas costumbres y llevar a la
ciudad de Maracaibo al tan anhelado progreso, para así estar en sintonía con las
propuestas del gobierno nacional, apoyada a su vez en los ideales de la filosofía
positivista:
Tipos de asociaciones culturales en Maracaibo
191
Las primeras asociaciones culturales de tipo esporádico se creaban en
ocasiones muy específicas; eran constituidas por hombres de diversa índole:
médicos, intelectuales, comerciantes, políticos, sacerdotes, entre otros, que se
reunían en función de la celebración de una fecha importante dentro del proceso
histórico del país. Las actividades realizadas permitían de alguna manera
construir un lazo de comunicación entre los dirigentes regionales con los
nacionales.
Las asociaciones culturales emprenden el cimiento de la idea de un
ciudadano más nacional e identificado con un modelo más civilizado, legatario de
las grandes hazañas realizadas por los héroes de la independencia; un hombre y
mujer consiente de su pasado y la necesidad de progreso. Estas asociaciones se
constituyeron en redes en las que pudieron articular a tipos muy diversos de
personas, sobre todo a la intelectualidad, para dar a conocer la producción,
circular información y difundir ideas novedosas para el momento. (Biagini y Devés,
1999)
La red intelectual formada por las asociaciones culturales en Maracaibo
supusieron un conjunto de personas que mantuvieron lazos sostenidos y
participaron de proyectos educativos, políticos o culturales comunes desde la
sociedad civil, tales redes se propusieron compartir y potenciar el conocimiento y
la ideas de un hombre nacional. (Biagini y Devés, 1999)
Éstas se presentaron al nuevo prototipo de intelectuales de la época como
un grupo de profesionales vinculado al ámbito de la cultura, el periodismo, la
política y los negocios, quienes procuraron propagar las ideas del gobierno central
192
en cuanto a nación y nacionalidad. Eran partidarios de la homogeneización
nacional para formar un ciudadano identificado con su país y no con su región.
(Casaús, 2006). Para ello las escuelas y los programas de educación fueron un
elemento primordial que permitió darle sustentos a los discursos de estas
asociaciones. Estos discursos y sus actuaciones estarían inspirados en el
positivismo.
Estas actividades no eran exclusivas de los intelectuales de la región o del
país; en toda América Latina, durante las primeras décadas del siglo XX, por la
influencia de los movimientos sociales e intelectuales de los países vecinos, se
diseñaron modos distintos de forjar la patria y de formular la nación. Es el
momento de las grandes aportaciones de Molina Enríquez y de Justo Sierra en
México; de Mariátegui, de Árguedas y De La Riva Agüero en Perú; de Freire,
Torres y Vianna en Brasil; de Alcides Árguedas en Bolivia; de García Monge y
Brenes Mesén en Costa Rica y, sobre todo, de Alberto Masferrer en El Salvador.
(Casaús, 2006). La conformación de discursos nacionalistas recorrió todo el
continente americano, en el Zulia encontraría en las asociaciones un espacio ideal
para su difusión.
3.1 Asociaciones culturales de duración esporádica
En Maracaibo existían tres clases de asociaciones culturales de duración
esporádica, dedicadas a exaltar los hechos históricos nacionales; otras, creadas
para darle relevancia a los héroes regionales o las fechas emblemáticas para
193
Maracaibo y el Zulia; y aquellas que se crearon para ocasiones especiales
relacionadas generalmente con actividades académicas o necesidades del
momento. Todas trabajaron en función de crear una serie de actos caracterizados
por la toma de los espacios públicos; las asociaciones trabajan la mayoría de las
veces en coordinación, unas con otras. La toma de los espacios públicos estaría
relacionada con el municipio matriz, Santa Bárbara y Santa Lucía en primera
instancia, donde las plazas y calles principales eran los escenarios escogidos
para la celebración de las fechas patrias.
Las asociaciones que se consagraron a las fechas patrias realizarían
actividades culturales como: Junta Directiva de los actos conmemorativos del
centenario de la muerte del Libertador, año 1934, entre sus miembros se
encuentran: Arturo A. Cuenca, Joaquín Mac Gregor, Amílcar Morales, José
Joaquín Paris, Abraham Belloso, R.J. Alegretti, Manuel A. Belloso, Dr. José
Encarnación Serrano, Juan Besson, O. L. Criollo, Dr. Jesús Enrique Lossada,
Aniceto Ramírez y Astier, Dr. Carlos Montiel Molero, Luis G. Ferrer. Se aprecia
que existía una variedad de profesiones, desde comerciantes, médicos,
intelectuales, literatos y religiosos; algunos de ellos en cierto momento realizaron
críticas al gobierno, como el caso de Jesús Enrique Lossada, pero al mismo
tiempo otros personajes tuvieron relaciones más estrechas con el gobierno,
algunos con ciertos cargos dentro la administración nacional y otras relaciones de
tipo comercial.
Otras de las asociaciones creadas fueron: la Junta Colaboradora del
Centenario de 1821, que tendría por objeto coordinar todas las actividades
relacionadas con tan importante fecha, que contaría entre sus integrantes con lo
194
más selecto de la intelectualidad marabina, que incluía a pintores, médicos,
empresarios, entre otros; destacan los siguientes maracaiberos: doctores
Francisco Eugenio Bustamante, Pedro Guzmán, Marcial Hernández, Alberto
Roncajolo; señores Juan E. Paris, Rafael Belloso Rincón, Juan E. Besson, Carlos
M. García, José Maria Carramillo, Manuel A Puchi Fonseca, Eduardo Delgado.
También se crearon otras asociaciones como: Sociedad Glorias al General José
Antonio Páez, y Junta Centenaria de la Independencia de 1911, entre otras que
siempre resaltaron los valores patrios.
El hilo conductor de esta relación eran las actividades culturales y
académicas, un espacio abierto donde el interés de los diversos sectores de la
sociedad se cruzaban y relacionaban, dejando lugar para el encuentro sin
mayores divergencias. El escenario político de esta relación sería bajo las
acciones del gobierno centralista, que además percibía los beneficios de la renta
petrolera, situación que situaba a los gobiernos regionales en una situación de
desventaja, pues no manejaban los recursos económicos sino sólo las
asignaciones, generando una dependencia económica de las regiones.
Esta situación obligó al gobierno central a instalar en la presidencia del
estado a hombres de su entera confianza, y consolidar la construcción de grandes
obras y la celebración de las efemérides patrias como mecanismo de cohesión de
la región con el resto del país. Dentro esta idea el positivismo proporcionó la base
ideológica para crear una idea de unidad nacional, propagados en los programas
de enseñanza, que serían parte de la actuación de las asociaciones culturales.
195
Las ideas del gobierno nacional, definitivamente apostaba por la promoción
del progreso del país, en cuanto a la política, la tecnología y sobre todo la cultura.
Por su parte las asociaciones en correspondencia realizaban actividades
culturales para tal fin y se constituían en el escenario perfecto para la difusión de
las ideas del gobierno nacional y se reforzaban con la inauguración de alguna
obra de importancia para la ciudad de Maracaibo.
Por otra parte se encuentran las asociaciones culturales145 esporádicas o
de corta duración dedicadas a poner de manifiesto los procesos históricos
regionales, enmarcados dentro de la visión más nacionalista de los mismos,
harían actividades encuadradas dentro de este pensamiento nacionalista, en este
sentido se presentaron las siguientes asociaciones: Junta Homenaje al Maestro
Chávez, presidida por Luis Oquendo y la Junta del Centenario de la Batalla Naval
del Lago de Maracaibo, la cual procuró que se creara un monumento en memoria
de los héroes de esa batalla y un desfile en el año 1924. También era muy común
por esos años la creación de la Junta Homenaje a Urdaneta, donde sus
integrantes pasaron por médicos, militares y miembros destacados de la sociedad
zuliana: Enrique Vílchez, Coronel Witremundo Urdaneta, Arturo Antúnez, Pedro
Herrera, Marco Delgado, Justo Bernal, Aquiles Ferrer, Medarno Cepeda, Heraclio
Arausa Sosa, Martínez Muñoz.
Otro tipo de asociaciones esporádicas que existieron fueron aquellas
creadas para ocasiones especiales relacionadas generalmente con actividades
145 En el resto del país también se conformaron algunas agrupaciones de tipo cultural, en el caso de Maracay se estableció un Centro Cívico, que tendría por objetivo la diversión y expansión cultural de los oficiales del ejercito venezolano. Esta asociación contó con una biblioteca y un museo militar. (Angarita, 2007)
196
muy específicas o necesidades que surgían en el momento. Entre ellas destacan
las consagradas a las gestiones académicas y culturales, por ejemplo: la
Comisión que representa al Zulia en el Tercer Congreso Venezolano de Medicina,
año 1922, realizado en la ciudad de Valencia, formada por los doctores José
Encarnación Serrano, Antonio Acosta Medina, Santiago Rodríguez R., Emilio
Ochoa, Rafael Navarrete Serrano.
Los miembros de esta comisión elaboraron un libro titulado Geografía
Médica del Zulia; también destaca la Junta por el caso de la Gripe Española146
que investigaba el número de infectados y su gravedad, constituida por los
médicos más destacados de la época: Francisco Eugenio Bustamante, Francisco
Rincón, Simón Montiel Pulgar, Trinidad Montiel Moreno, Adolfo D’Empaire,
Ramón Soto González. Venancio Hernández, Julio Belloso, Guillermo Quintero
Luzardo, Cruz Lepage, J. Trujillo Arraval, Evangelista Fernández, José María
González Delgado. A la par de este tipo de actividades también se realizaron
exposiciones, como el caso de la Junta del Certamen Industrial de 1918,
promovido por el periódico “La Hacienda”, dirigido por Víctor V. Maldonado y
acompañado por el Dr. David M. Capriles, Felipe Garbiras, Luis F. Paris Atencio,
Daniel Henríquez, Numa Guillermo León, Constantino G. Pinedo, Dr. José Vicente
Matos Hijo, Pedro Simón Paris, entre otros.
146 Esta junta emitió un informe sobre la llamada gripe española, en el cual se llegó a la conclusión de que esta enfermedad de carácter endémico presentó unos cinco mil caso en la región, de una variedad benigna de la enfermedad y sólo se registraron cuatro defunciones; además recomendaban desinfectar las casas, los edificios públicos y las calles para evitar el contagio. (Memoria y Cuenta del Gobierno Regional, 1919: 75)
197
Además estaban las juntas que todos los años se constituían para la
celebración de los carnavales en la ciudad, destacan entre sus integrantes
miembros de los diversos sectores de la sociedad marabina, como la ocurrida en
1916, integrada esta comisión por Lucio Troconis, Francisco E. Bustamante,
Lucio Troconis Baptista, Gustavo Zingg, Dr. Temístocles Fernández, Gral. V.
Márquez Iragorri, Sr. Joaquín Núñez. Sr. Manuel Belloso, Federico Schoeder,
Julia Añez, Frederic Bartlett, Sr. J. N. C. Henríquez, Dr. Alfonso Sánchez
Santamaría, Pedro Paris, entre otros destacados hombres de la sociedad; y la
junta del año 1926, formada por Pedro Paris, Carlos Brige, Coronel Guillermo
Balza, Víctor Raúl Sandoval, quienes todos los años realizaron caravanas,
comparsas y desfiles en las principales calles y plazas de la ciudad.
3.2 Asociaciones culturales de actividad permanente
Las asociaciones de actividad permanente, por su parte, estaban
vinculadas a la gestión cultural sin dejar a un lado la celebración de las fechas
patrias. Estas asociaciones permanecieron por largo tiempo en los escenarios de
la ciudad y cumplieron un rol importante en la difusión de las ideas que apoyaba
el gobierno nacional. Existen dos clases dentro de este tipo de asociaciones, las
relacionadas directamente con la educación y las vinculadas con la actividad
cultural propiamente.
Entre las asociaciones vinculadas con la educación cuentan aquellas que
se dedicaron a la fundación de actividades para estimular la alfabetización y a
resaltar la labor de los docentes, también a la creación o consolidación de
198
escuelas y actividades en pro de los estudiantes, entre ellas destacaron: Sociedad
Protectora de la Niñez, Boys Scouts (Sociedad de Caballeros y el Clero), la Junta
de Institutores del Zulia, que realizó la enseñanza elemental y gratuita a los niños
de lugares apartados; la Sociedad Deutscher Schulverein, regentes del Colegio
Alemán; las Legiones Sanitarias Escolares de la Asociación de Instructores,
consistiendo sus actividades en impartir charlas sobre la patria, la higiene y la
moral.
Igualmente estaba la Junta del Buen Maestro, formada por Julio Antonio
Añez, Pedro Paris, Jesús María Nava, Hermógaras Chávez, Joaquín Mac Gregor,
Manuel Ángel Belloso, Félix Andrés González Maldonado, Abraham Belloso y
Rodolfo Auvert, la cual se encargó de la construcción de la Plaza del Buen
Maestro y le hicieron entrega del premio anual al maestro con mayor número de
niños alfabetizados. A la par, la Asociación de Maestros, fundada el 18 de
diciembre de 1927, institucionalizó un premio llamado José Antonio Infante,
propuesto para el maestro con mayor número de alfabetizados; dictaban charlas
y además eran los editores de la revista “Pro-patria”. Todas esta asociaciones
surgieron por el interés de mejorar las condiciones de las escuelas y la educación
en Maracaibo.
Es importante mencionar aquellas asociaciones permanentes vinculadas
con la actividad cultural propiamente dicha, donde muchos de sus miembros
estaban vinculados a la economía de la región, pero de alguna manera siempre
se interesaron por la educación y las fechas patrias. Por otra parte, las
asociaciones que reunían a los comerciantes de Maracaibo también trabajaron
para el rescate de la cultura, entre ellas destacaron: la Sociedad Auxiliar de
199
Artesanos, fundada en el año 1878, dedicada a labores diversas, como el
establecimiento de escuelas y organización de charlas; el Centro Científico de
Estudiantes, contaba con un periódico titulado “Los Principios”; por su parte la
Asociación de Obreros y Artesanos, establecida en el año 1908, realizó
actividades como la constitución de escuelas y charlas, tenía un periódico
llamado “Clase Obrera”; también la Cámara de Comercio de Maracaibo,
conformada inicialmente en su mayoría por extranjeros como: R.J. Alegretti, W.
Büssing, F.J. Ronday, H. Zittlosen, Alcibiades León, Joaquín Mac Gregor, Dr. J.
M. Leonardi Villasmil, grupo encargado de realizar actividades culturales y
sociales, entre otras.
Del mismo modo existieron aquellas asociaciones que dentro de su labor
cultural realizaron algunas protestas contra el gobierno de Gómez: Agrupación
Literaria “Seremos”, fundada en 1925, la cual organizó actividades literarias y de
oposición al gobierno; en las misma tónica el Grupo “Ariel”, conformado entre
otros por: Elías Sánchez Rubio, Emiliano Hernández, Rogelio Illarramendi, J.A.
Butrón Olivares, Gustavo Cohen y Eliseo López.
También es interesante destacar aquellas asociaciones dedicadas a
labores de beneficio para las comunidades más necesitadas, entre ellas
sobresalió la Sociedad de Beneficencia, presidida por Eduardo Mall, quien tuvo un
órgano informativo conocido bajo el nombre del periódico “La Beneficencia”;
igualmente el Centro de Humanidad y Progreso, destacado por la creación de
asilos.
200
Las asociaciones culturales se establecieron como grupos de acción
colectiva que pretendieron direccionar los cambios vividos en la ciudad de
Maracaibo; eran colectivos heterogéneos que se movían entre una práctica
cultural y política heredada del siglo XIX y las nuevas que imponía el siglo XX.
Fue un grupo sabio a la hora de combinar aquel anticuado estilo de políticas con
los nuevos esquemas de negocios en la Maracaibo de inicios del siglo XX.
Puesto que la ciudad se concebía como el espacio idóneo para alcanzar la
civilidad, la labor de las asociaciones culturales era fundamental para crear una
conciencia hacia el progreso de la misma. Las actividades culturales y la
ritualización de las fechas patrias, sus héroes amparados en los programas
educativos y los lemas utilizados, fueron parte del proceso de propagación de los
ideales positivistas de la época, sirviendo de apoyo para la consolidación del
estado nacional; en Maracaibo tendrían un auge importante durante los años del
gomecismo.
4. Los lemas en la construcción de los lazos afectivos entre los ciudadanos comunes y el gobierno nacional
Las elites e intelectuales del gobierno de Juan Vicente Gómez utilizaron,
para darle sustento a sus discursos, los principios del positivismo, los cuales se
exhibieron de formas muy variadas en las escuelas, en los programas educativos,
en la prensa, en las asociaciones culturales y en los lemas de gobierno147,
147 La utilización de lemas durante todo el gobierno de Juan Vicente Gómez se considera como la génesis de las campañas de propaganda política en el país.
201
elemento innovador donde la acción del gobierno nacional tenía el fin de hacer
llegar un mensaje que involucrara una meta común y hacer partícipe a todos los
ciudadanos venezolanos.
Los lemas se pueden apreciar en una serie de frases cortas, utilizadas
durante todo el régimen, sin embargo no han sido analizados ni estudiados como
una herramienta que haya permitido de alguna manera establecer elementos de
carácter ideológico y crear lazos afectivos entre los ciudadanos comunes y el
gobierno nacional. Estos lemas reiterativos y ubicados en lugares estratégicos a
lo largo y ancho del país permitieron instituir y apuntalar a una imagen de
gobierno más sutil y menos represivo. En los escenarios públicos como las
plazas, los actos, en especial las celebraciones patrias y la firma de los
documentos oficiales, sería común la presencia de los lemas oficiales.
Los lemas de gobierno se constituyeron en un elemento innovador dentro
de los escenarios políticos del país, eran una forma de comunicación de la
administración nacional con sus ciudadanos y un mecanismo de propaganda
orientado al establecimiento de metas de progreso común para todos los
venezolanos.
Para precisar y unificar el concepto, se debe señalar que lema148 es una
palabra o frase breve que expresa el objetivo de un gobierno, un programa o una
acción gubernamental. Este término proviene del gaélico escocés, que significaba
en su origen, “grito de ejército.” De hecho, es un grito de síntesis que cristaliza
148 Sinónimo de slogan, palabra anglosajona que significa consigna o fórmula breve y original, utilizada para publicidad y propaganda política y también se considera norma que regula o parece regular la conducta de alguien. (Diccionario de la Lengua Española:1362)
202
una idea, define un asunto y, en el mejor de los casos, busca emocionar, exhortar
e inspirar a quienes lo escuchan o ven. (Valdez, 2003)
Para el gobierno de Gómez, los lemas inspiraban la idea de orden y
progreso. La utilización de muchas consignas breves, las cuales tenían por
características ser rítmicas y llamativas, eran repetidas en los actos públicos,
colocadas en la infraestructura de la época, y empleadas en todas las
comunicaciones oficiales; así como en las cartas personales dirigidas a Gómez,
que en todo momento parecían cumplir con el propósito de persuadir a los
ciudadanos en la necesidad de tener a un fuerte hombre en el Gobierno.
Las ideas positivistas marcaron la creación de los lemas, y desde el punto
de vista del gobierno se imponía la necesidad de sustentar la “Rehabilitación” a
través de frases cortas como “orden y progreso”, que generaron aparentes metas
comunes entre el gobierno y la sociedad civil.
Los lemas gubernamentales eran muy variados como: “el milagro de
diciembre149”, haciendo referencia a la toma del poder por parte de Gómez
durante ese mes; “El héroe de diciembre”, “el caudillo de la paz y el trabajo”, el
“Benemérito de la Causa Decembrina”, “paz y trabajo”, “repúblico decembrino”,
“Gómez único”; todos los lemas apelaron a una imagen redentora de aquel andino
necesario para la construcción de una nación civilizada; el hombre fuerte e
imperioso del que hablaba Laureano Vallenilla Lanz en su obra el Cesarismo
149 Este lema lo vinculaba de forma emotiva con el milagro del nacimiento de Jesús. Uno de los elementos característicos de los lemas de gobierno es apelar a los sentimientos.
203
Democrático150, estas frases redundadas en diferentes actos públicos y utilizadas
en las comunicaciones oficiales se hicieron del dominio público, y en cualquier
ocasión eran coreadas para agradar al presidente de la república.
La base ideológica de estos lemas se encontraba en los postulados del
positivismo que implicó la apelación hacia el orden, el progreso y la evolución
natural de todo el pueblo, y la conducción de la nación podía estar sólo en manos
de un hombre; por ello se requirió el uso de frases como: “unión, paz y trabajo151”,
“magistrado (J.V. Gómez) amante de la paz, del trabajo y del progreso”, como
referentes del gobierno gomecista, de este lema se pasó a una afirmación muy
elocuente: “Viva Gómez y adelante”152, esta última muy emotiva y muestra del
afianzamiento del líder de la rehabilitación nacional.
Así, los lemas gomecistas cumplieron con los elementos necesarios para
hacer eco en la población venezolana y marabina, tenían los elementos básicos
para ser considerados de gran impacto, cumplían con el objetivo de informar y
comunicar a la ciudadanía sobre las prioridades, acciones y determinaciones del
gobierno. Al mismo tiempo de persuadir sobre las bondades de los programas y
estrategias de trabajo del mismo; por otro lado, impulsaban y alentaban a la
sociedad hacia la búsqueda de nuevos estadios de desarrollo, tenían como
150 La obra El Cesarismo Democrático fue publicada por primera vez en 1919 y reeditado en múltiples oportunidades, además es considerado uno de los libros más importantes del positivismo latinoamericano.
151 La oposición al régimen le daba su propia interpretación al lema, unión en las cárceles, paz en los cementerios y trabajo en las carreteras. (Alarico, 2007:126)
152 La autoría del lema se debe a Ezequiel Vivas, secretario de Gómez en la etapa 1914-1918, sirvió para generar sensación de unidad nacional y de aprobación del régimen. (Alarico, 2007: 151)
204
designio reafirmar la política nacional, prometer y evocar al futuro resaltando una
idea de la sociedad. (Valdez, 2003)
Las frases utilizadas por el gobierno nacional153 también invocaron los
sentimientos para generar una empatía con los ciudadanos. Halagar, reconocer,
elevar el autoestima o explotar el ego de la ciudadanía era común para la época,
a través de frases que pudieran asociarse con los sentimientos, apelando a la
emotividad -como forma de entendimiento político- y no a la razón. Todo esto
permitía la construcción de legitimidad política del gobierno y contar con un
espacio público dentro de la sociedad. (Valdez, 2003)
Los lemas deben reunir una serie de características para cubrir el ánimo
de avanzar en el proceso de construcción de consensos sociales y legitimidad.
Las características más importantes de un buen lema de gobierno son las
siguientes: brevedad, sencillez, creatividad, ritmo, fácil de recordar, creíble,
persuasivo, emotivo, debe ser original, tener un valor simbólico, causar un gran
impacto, ser estético y generar notoriedad. (Valdez, 2003)
La contundencia de los lemas del gobierno de Gómez se traduce, según
Arturo Sosa, al trabajo realizado por el gobierno nacional, primero la pacificación
del país, que resaltaba la aparente paz que se respiraba, la unión tanto física a
través de la construcción de carreteras, así como alrededor de la figura del
Benemérito; y por último el trabajo que tendría una repercusión en la estructura
153 El fenómeno de la utilización de lemas de gobierno también se presentó en América Latina, amparado en los ideales positivistas. En el caso de Colombia, Rafael Núñez (1823-1894), presentó una consigna de “orden y libertad en justicia”, quien fue tres veces presidente de la república (1880-82, 1884-86, 1887-88), y cuyo lema era muestra de cómo los principios del positivismo y de las ideas circulaban en el continente. (Quintanilla, 2006)
205
económica, pues la llegada de la época petrolera significó la apertura de nuevas
fuentes de empleo.
El gobierno no era el único en generar lemas a su favor, sino que los
intelectuales y políticos del momento también forjarían una serie de frases
vinculadas a las ideas del gobierno y a los postulados del positivismo, en especial
en Maracaibo, donde los intelectuales gozaban de amplia actuación cultural y
política, una herramienta que permitió crear lazos de comunicación y generar una
armonía discursiva entre los miembros de las asociaciones culturales y el
gobierno central. Los intelectuales que formaron parte de las asociaciones
culturales en Maracaibo utilizaron lemas tan sonoros y rimbombantes como los
del gobierno; al parecer existió un clima favorable hacia la puesta en
funcionamiento de variados lemas, amparados todos en las ideas del positivismo.
La mayoría de las asociaciones culturales de la región eran integradas por
un reconocido grupo de hombres de negocios, de la política y de la cultura,
utilizaron consigna rítmicas y relacionadas con los ideales propuestos por el
gobierno. Entre las asociaciones que contaron con sus propios lemas estaban: la
Asociación de Obreros y Artesanos del estado Zulia que utilizó “Dios, Patria y
Trabajo”; la Junta Homenaje a Urdaneta firmaba su documentos con el rótulo
“Patria y Libertad”; por su parte, el Centro Científico de Estudiantes empleó la
frase “Dios, Patria y Ciencia”. (Fuentes manuscritas, Acervo Histórico del Zulia.
Años 1910-1920). La Sociedad Gloria al General José Antonio Páez acuñó el
lema “Dios y Patria”; el Centro de Humanidad y Progreso adoptó la expresión de
“Humanidad y Progreso”; la Asociación de Maestros empleó “Patria e Instrucción”;
206
hasta la Junta Directiva del Carnaval tenía su insignia: “Momo154 y Expansión”.
(Fuentes manuscritas. Acervo Histórico del Zulia, años 1910-1920)
La sintonía que mostraban los lemas de las asociaciones culturales
marabinas con los postulados nacionales dejaba claro que parte de la
intelectualidad zuliana apoyaba los principios del positivismo, y de alguna manera
aceptaban el discurso que involucraba a toda la nación. Los lemas en Maracaibo
incluyeron generalmente el elemento religioso al emplear en repetidas
oportunidades las referencias a Dios, aspecto que no fue utilizado en los lemas
del gobierno nacional, sin embargo unas características que sí fueron comunes se
relacionaban con la presencia de las ideas del positivismo. Las ideas de progreso,
de orden, propias de esta corriente, eran utilizadas de forma recurrente en los
lemas del gobierno; la idea generalizada de evolucionar para alcanzar el grado de
civilidad era fundamento del ideario positivista de la época.
El proceso de comunicación del gobierno con sus ciudadanos y de los
actores sociales que buscaban acoplarse a la dinámica de la política del
momento, se basó en buena medida en los lemas; tanto el gobierno como los
intelectuales buscaban causar ciertos efectos emotivos y crear ideales de
progreso, así que estas consignas fueron presentadas de manera sintética, con
fuerza y determinación.
154 El Rey Momo es considerado el rey de los Carnavales en numerosas festividades de América Latina.
207
La controversia generada a raíz de los lemas se debe a su aceptación o no
por parte de la sociedad en general o por un grupo en especial, lo que originó
cambios constantes para satisfacer a los diversos actores sociales. Los lemas
resumían la ideología del momento, y demostró su mayor eficacia como elemento
propagandístico, movilizador y conformador de la mentalidad nacional.
La influencia del positivismo no sólo se evidenció en la elaboración de las
diversas frases usadas durante el gobierno de Juan Vicente Gómez, sino en la
presencia que estas obtuvieron durante los discursos de los ritos patrios.
5. Las actividades culturales y los ritos patrios en Maracaibo
La ciudad de Maracaibo fue el centro de diversos colectivos sociales
vinculados entre sí, como consecuencia de una serie de actividades culturales.
Una de las actividades más destacada fue la celebración de las fechas patrias,
como un elemento público, donde enfatizaban la participación de muchas
asociaciones culturales y de las escuelas de la ciudad de Maracaibo.
Las actividades culturales y los ritos patrios se consagraron como factores
esenciales en la consolidación del estado nacional, desplazando de alguna
manera los discursos autonomistas por uno más nacional, propiciando el
desarrollo de actividades, que tomaron buena parte de los espacios públicos de la
ciudad de Maracaibo.
En Venezuela existe una larga tradición vinculada con estas celebraciones
patrias. Desde la aprobación de la Ley del 16 de abril de 1834, sancionada por el
208
Congreso de la República, la cual estableció la conmemoración de los
centenarios, natalicios y muertes de connotados héroes de la gesta
emancipadora, entre otras disposiciones que operaron como mecanismos para
fortalecer el gentilicio venezolano y debilitar el fuerte arraigo regional. En esta
labor, el poder central contó con la participación de los sectores intelectuales y
políticos que apoyaron y difundieron actividades, obras, instrumentos ideológicos
y elementos simbólicos que reforzaban el sentido de pertenencia a la nación
venezolana. (Benchetrit, Bermúdez y Carrizosa, 2007)
Durante el gobierno de Gómez las fechas patrias se convierten en rituales
que sirven en la sociedad para promover la identidad, consolidar su Estado
nacional y formar a sus ciudadanos. El ritual tiene una acción privilegiada para
penetrar la cultura de una sociedad y formar parte de su sistema de valores;
posee una tilde distintivo, la dramatización, entendida como la condensación de
algún aspecto que es focalizado, remarca un elemento significativo de una cultura
determinada. En consecuencia, los rituales poseen una esencia
predominantemente simbólica, por ello opera en el campo de las
representaciones sociales y resulta un mecanismo transmisor de ideologías.
(Pablo Daniel Vain, 2002)
En este marco los rituales hacen posible las representaciones, las cuales
orientan la formación de comportamientos que ayudan a plantear el ciudadano
deseado. Los rituales son mecanismos generadores de comportamientos, y
operan sobre las representaciones de los sujetos, y al mismo tiempo se produce
internalización de los contenidos. Sin olvidar que los rituales como la celebración
de las fechas patrias tienen una intencionalidad debido a que pueden transmitir
209
ciertas ideologías o visiones del mundo, y pueden intervenir en las normas y
valores del orden social dominante. Los rituales logran posibilitar a los actores
sociales para que enmarquen, negocien y articulen su existencia como seres
sociales y culturales. (Pablo Daniel Vain, 2002)
Las fechas patrias fueron un elemento significativo para trasmitir ideas
nacionales, se apoyaban en la educación formal, como las escuelas y programas
de enseñanza y en la educación informal, a través de las actividades patrias y
difusión de nuevos ideales, donde la acción de las asociaciones culturales jugó
un papel determinante, todo bajo un ambiente de ideales positivistas.
Las celebraciones patrias estuvieron acompañadas de varias actividades
realizadas para resaltar figuras históricas y así unificar criterios y sentimientos en
todo el país. Tanto las actividades culturales y los rituales patrios tomaron como
fundamento las figuras célebres del proceso de Independencia, como especie de
estereotipos nacionalistas ligados a fisonomías masculinas, característica de la
era moderna. (Palomar, 2004)
El proceso de independencia fue considerado el punto de unión y
encuentro de la sociedad venezolana, los participantes de este hecho fueron
apreciados como los hacedores del país. En los rituales se exaltaban a los héroes
vencedores, lo que contribuía a crear un sentimiento de amor por lo nacional y
local debido a que cada región debía contar con su héroe para demostrar su
contribución a la formación de una patria común. (Roux, 1999)
Por tanto, la representación de los héroes de la patria simbolizaban un
discurso nacionalista que permitió construir una identidad afincada en un pasado
mítico proyectado hacia el futuro por la necesidad de cimentar una identidad
210
social, cultural y política nueva, acorde con el proyecto nacional del gobierno de
Juan Vicente Gómez; además se trata de la condensación de una serie de
atributos morales y de conductas concentrados que simboliza ideales específicos,
como el caso de Bolívar, Páez, Urdaneta, Ribas, Sucre, entre otros.
El culto al héroe generado por los rituales patrios posee dos fundamentos
importantes, por una parte los diseños de los programas educativos referentes a
los contenidos patrios, como la historia y la geografía, y por otro lado los grupos
organizados que participan en las ceremonias patrias, como las asociaciones
culturales, contribuyentes en la formación de una especie de mito donde el héroe
es representante del poder, la nobleza, la hidalguía, la elegancia y el coraje; se
convierten en hombres con la fuerza moral para llevar a su pueblo de la opresión
del enemigo hacia el camino de la libertad, los acontecimientos históricos son
presentados como el resultado de la actuación de los héroes. (Roux, 1999)
La obligatoria celebración de las fiestas patrias fue un elemento del
discurso político que contribuyó a la creación de un pensamiento nacionalista, se
instauraron como una gama de actos cívicos populares para penetrar el espacio
social cotidiano y el imaginario colectivo. Los rituales se transformaron en
manifestaciones públicas que ayudaron a la integración de una persona dentro de
una colectividad nacional. (Roux, 1999)
El propósito del gobierno nacional era el de fortalecer el discurso patriótico
como sustento de un proyecto de gobierno de Gómez, por ello las actividades
patrias eran un recurso de importancia para tal fin. Las escuelas y asociaciones
culturales se convirtieron en activas participantes para fijar una determinada
versión de los “hechos gloriosos”. Las celebraciones de los aniversarios de la
211
independencia y el natalicio de algún héroe de la patria fueron la ocasión ideal
para que las instituciones hicieran su despliegue público. Los llamados desfiles
infantiles, conformados por los escolares y los certámenes literarios y musicales
referidos a las efemérides en los que participaban los alumnos, fueron las
estrategias más recurrentes.
La actividad con ribetes de deber cívico y servicio a la patria, provocó un
cruce entre las distintas concepciones de la nación que pugnaron por organizar
las diferentes tradiciones históricas que las legitimaran. Todas estas
celebraciones tenían cuatro características distintivas: 1. La participación activa
de las escuelas y asociaciones culturales; 2. La intervención del estamento militar
dentro de los actos; 3. La construcción de un discurso nacionalista, apoyada por
colectivos sociales, integrados por una variedad de actores de orígenes diversos,
como políticos, comerciantes, médicos, abogados, pintores, poetas, docentes,
entre otros; 4. La mayoría de las fiestas patrias estaban acompañadas por la
inauguración de alguna obra para el estado Zulia, como sucedió en el año 1921,
para celebrar el 12 de octubre, cuando se inauguró la Plaza Colón en la
prolongación de la avenida Gómez, por citar algún ejemplo.
Las asociaciones culturales en la Maracaibo de inicios del siglo XX,
realizaron una labor a favor de un discurso unificador, a través de una serie de
actividades que favorecían el discurso del gobierno nacional. Un ejemplo es el
Centro Literario del Zulia, que en el año 1910 realizó para el 4 de julio unos juegos
florales en honor de la independencia de Venezuela, esta organización estuvo
dirigida por Juan Besson, actividad que debía ser apreciada como una acto para
la cultura marabina y zuliana; de igual modo La Sociedad al General José Antonio
212
Páez propuso la elaboración de un monumento en honor de tan importante
personaje de la patria. Por su parte, la Asociación de Obreros y Artesanos del
Estado Zulia formuló en 1910 la idea de que en el paseo de la Independencia
fuese colocada una estatua:
La joven Venezuela en su primera centuria, que surge como cóndor inspirado, con sus batientes alas hacia la grandeza del porvenir; y es de la prensa nuestra resolución cuando acogimos este pensamiento del Ilustre diario “El Obrero” número 359 contenido en el siguiente párrafo: ”En el deseo de corresponder a la excitación que se nos hace, creemos que el referido monumento debe coronarse con una hermosa mujer de tipo criollo y mirando hacia el sur, envuelta a la bandera, la antorcha de la libertad, es la joven Venezuela que surge en la segunda centuria de su vida y surge gloriosa envuelta en el pendón de la patria, empeñando la sagrada cumbre que sirvió de guía a todos nuestros héroes para su hermoso final. La asociación de Obreros y Artesanos a quien le cabe la honra de ser la promotora de esta hermosa idea, tiene sus grandísimas gratitudes para con su digno gobierno y para muchas obras dignas de que por su espíritu altruista, rehabilitador y progresista le ha dado calor a esta idea que en breve se verá realizada.155
Al surgir buena parte de las agrupaciones culturales, estas se abrieron a
un discurso más nacionalista y se hicieron partícipes de muchos actos que
reforzaban esa idea; en el mismo sentido, la Agrupación Cívica del Zulia realizó
para el 24 de julio de 1910 una conferencia en el teatro Baralt, sobre esta fecha
tan importante para el país.
Las asociaciones culturales no sólo se dedicaron a organizar
actividades para resaltar héroes patrios, sino también para promover las
actividades educativas, todo relacionado con las ideas del gobierno nacional
referidas a un mayor progreso, civilidad y paz, por ejemplo destaca la labor de
155 Comunicación de la Asociación de Obreros y Artesanos del Estado Zulia para la celebración de la fecha patria. Acervo Histórico del Zulia, año 1910. Tomo XVIII, Legajo 9.
213
las legiones Sanitarias156 de la Asociación de Instructores de Maracaibo, quienes
realizaban charlas sobre la patria, la higiene y la moral; también la Asociación
Auxiliar de Artesanos contribuyó con la fundación de una escuela nocturna.
Este tipo de agrupaciones también recibió la ayuda del gobierno
regional, como la Junta del Buen Maestro157, la que recibió de manos del
Presidente del estado, Vincencio Pérez Soto, un kiosco. El apoyo del gobierno a
este tipo de actividades sería una forma de articularse con aquellos sectores
intelectuales o económicos importantes del momento.
Estos rituales, convertidos en actos públicos, generalmente se celebraban
en la Plaza Bolívar de Maracaibo, el cual era el espacio público por excelencia
desde el siglo XIX, sin embargo entrado el siglo XX se suman la utilización de
otras plazas como la Sucre, y se tomaron las calles para realizar los desfiles. En
la primera etapa, cuando la economía estaba signada a la agro-exportación
(1908-1936), la plaza Bolívar del municipio matriz era el espacio público por
excelencia, pero cuando la presencia de la actividad petrolera (1920-1936)
penetra la sociedad marabina, los rituales poco a poco fueron ubicándose en
otros espacios, hasta llegar a los más alejados del centro, como los caseríos de
San Francisco y Bella Vista, expuesto con amplitud más adelante.
Los rituales patrios a su vez contaban con micro-rituales asociados a la
tradición del siglo XIX, invariablemente presentes: el homenaje a la bandera, la
156 Creación de las Legiones Sanitarias en las escuelas. Memoria y Cuenta del Gobierno Regional. Imprenta del Estado. Maracaibo. Año 1932. 157 Donación de un kiosco a la Junta del Buen Maestro. Acervo Histórico del Zulia. Año 1929. Tomo II, Legajo 3.
214
ofrenda floral al padre de la patria y el lanzamiento de las salvas. La radio (como
elemento innovador) y el cine fueron los nuevos espacios utilizados para la
difusión de los actos conmemorativos, a la llegada de la era del petróleo.
Las fechas patrias ocupaban un buen espacio de la actividad cultural del
estado y permitieron la conjunción de actores sociales vinculados a la actividad
económica, política, educativa y cultural a través de las múltiples juntas que se
formaron para realizar los diferentes actos relacionados con las más destacadas
fechas patrias, entre ellas: el 12 y 24 de octubre, 14 y 19 de abril, 24 de junio, 5 y
24 de julio, y dos fechas que sobresalen, aportada por el gobierno nacional y
regional: 17 y 19 de diciembre158, para las cuales habían actos especiales,
dependiendo de su importancia, o si se trataba de algún aniversario se realizaban
diversas actividades.
Los rituales patrios consistían generalmente en actos en las plazas de la
ciudad y algunos dentro de las escuelas; por ejemplo, para el 14 de abril de 1934
el acto contó con los honores de la Bandera Nacional, seguido de una actividad
realizada en cada escuela y dirigida por los directores de las mismas, el cierre se
realizaba en la Plaza Bolívar con el lanzamiento de fuegos artificiales, lo cual era
muy común en la época.
Otra característica importante era la forma de involucrar a los estudiantes
de las diversas escuelas del estado. Para la celebración del día del árbol se
realizaban una serie de eventos apoyados en el trabajo de los estudiantes; el 27
158 El 17 de diciembre por la conmemoración de la muerte de Bolívar, y el 19 de diciembre porque era considerada la fecha en la que asume Juan Vicente Gómez la presidencia del país.
215
de mayo de 1934 se inició con el saludo tradicional a la bandera, para luego pasar
a:
…las 8 a.m. armonizando con el sentimiento católico de la colectividad zuliana, se efectuará en el Parque Sucre una misa para los escolares, que desde ese día llevará el nombre de “Misa del Árbol”. En este acto llevará la palabra un orador sagrado. A las 9 a.m. Concierto por la Banda Gómez en el parque Sucre. A las 5 p.m. Siembra del Árbol en la Plaza Urdaneta, conforme el siguiente orden: “Fiesta del Árbol” canto por las alumnas del Colegio de N. S. del Pilar. Siembra del Árbol, por los alumnos de las Escuelas asistentes, “El Buen Maestro”, marcha, por la Banda Gómez. Palabras por el Br. J. M. Rondón Sotillo, Inspector Técnico de la IV Circunscripción Escolar. “El Cotero”, Himno, por los alumnos del Colegio Católico Alemán. El Árbol Niño, recitación por una alumna del Colegio Sucre. “La Cosecha”, pieza musical por la Banda Gómez; Himno al Árbol, cantado por los alumnos de las escuelas Federales. A las 6 p.m. Descenso de la Bandera Nacional en el Palacio de Gobierno. A las 8 p.m. Retreta de Gala en la Plaza Bolívar. 159
La participación de los estudiantes y las diversas escuelas es notoria y los
lugares de encuentro eran por excelencia las diversas plazas de la ciudad, por
otra parte en la mayoría de los programas el cierre estaba relacionado con la
retreta o una velada. Para el 24 de octubre de 1933, la celebración de este héroe
Regional (Rafael Urdaneta), incluyó los honores a la Bandera Nacional, ofrenda
floral, diana y salvas, desfile de los estudiantes de las escuelas, ofrenda a los
jefes y oficiales del Batallón Bárbula Nº 7, los fuegos artificiales y la retreta. En el
decreto elaborado para este día festivo se esperó “un entusiasmo patriótico de los
habitantes de Maracaibo i del orgullo nacional de cada zuliano”. (Memoria y
Cuenta Gobierno Regional, 1933).
159 Memoria y Cuenta del Gobierno Regional. Año 1935: 45.
216
También algunas de estas organizaciones culturales tenían una labor en
pro de la educación y la cultura general del ciudadano, realizando actividades que
permitiesen abordar amplios sectores de la sociedad, por citar un caso, la
Asociación de Maestros en el año 1928, realizó un acto en la Plaza Urdaneta que
contaría con charlas dedicadas a explicar el significado del 19 de abril, el
analfabetismo y una procesión de los niños ante la bandera patria, donde se daría
un beso a la misma como señal de respeto y amor. Además, como punto fuerte
estaría la entrega de un premio denominado “José Antonio Infante”160 para el
maestro que alfabetizara más niños, así como la publicación de una revista para
tratar dicho tema. El analfabetismo era una preocupación recurrente del gobierno
nacional y regional.
Sin embargo estos eran programas sencillos comparados con aquellos
que se elaboraron para momentos especiales como el centenario de la muerte del
Libertador161 en el año 1930, que incluyó 17 días de conmemoración patria, donde
se resaltó con ahínco la figura del “gran hombre de la patria” Bolívar; los actos
dieron inicio el primero de diciembre, con la reunión de los concejos municipales
de los distritos del estado; todo debía coincidir con la hora y día de llegada de
Bolívar a Santa Marta. La oración fue realizada por Jesús Enrique Lossada y las
palabras de apertura fueron por el presidente del estado. Además se ordenó la
160 Comunicado de la creación de un premio por la Asociación de Maestros al Gobierno Regional. Acervo Histórico del Zulia. Año 1928, Tomo III, Legajo 25.
161 Programación de las fechas patrias. Memoria y Cuenta del Gobierno Regional. Imprenta del Estado. Maracaibo. Año 1931.
217
reconstrucción del Teatro Baralt, una obra que “reclamaba el progreso y
desarrollo del estado Zulia”, según el presidente del estado, Pérez Soto.
Luego del día dos, hasta el catorce, las actividades corrieron en manos de
los directores de las diferentes escuelas del estado, cada uno realizó la
consagrada ofrenda ante el altar del padre de la patria y América; participaron las
escuelas: Escuelas de Ciencias Políticas, Escuela Federal de Varones, Escuela
Hermenegilda de Gómez, Alejandro Andrade, Fredeswinda Cabrera, Instituto
Pestalozziano, Colegio Sagrado Corazón de Jesús, Colegio Corazón de María,
Instituto Vargas, Colegio San Luis, Escuelas Emiliano Hernández, Domingo
Briceño, Tinedo Velazco, Colegio Nuestra Señora de Chiquinquirá, Colegio
Nuestra Señora del Consuelo, Escuela Juan C. Gómez, Octavio Hernández,
Monseñor Sandrea, Colegio Simón Bolívar, Colegio Alemán, Colegio Nuestra
Señora del Pilar, Colegio Sucre, entre otros. Es pertinente destacar que muchos
de estos colegios eran privados y religiosos.
218
Ilustración #7 Alumnos del Colegio Sucre.
Fuente: Memorias del Ministerio de Instrucción Pública 1933: 372
Para los días catorce y quince se realizó la inauguración de la escuela de
Perforadores “General Juan Vicente Gómez”, (la cual fue necesaria para la
formación de mano de obra calificada para la industria petrolera) y un desfile con
los alumnos de esta novel escuela, para luego tomar juramento en la Plaza
Bolívar. El día 16 se procedió a inaugurar el Instituto Profiláctico Antivenéreo, y
se ofreció la bendición a los Institutos Protección a la Infancia, Gota de leche,
Hospital y Clínica de Niños Pobres, el Instituto Josefino y la colocación de una
pintura del Libertador en cada oficina pública, así como la misa que se
acostumbraba en estos actos. El gran cierre de ese día fue la realización de la
Procesión Cívica de las Antorchas, dirigido todo por los directores de las escuelas
públicas:
219
Se organizará la procesión en la “Plaza Sucre” y seguirá este itinerario: Calles de Boyacá y Padilla hasta la Plaza de Urdaneta, toma la calle de Vargas hasta la de Venezuela siguiendo hasta la plaza de San Juan de Dios, para tomar la calle de Las Ciencias, Hasta la de Colón, luego la del Comercio, siguiendo hacia el Este hasta tomar la de Urdaneta y terminar en la Plaza Bolívar. 162
Se abarcó el centro de la ciudad, donde todos los escolares participantes
llevaron uniforme, banderas y pendones alegóricos a la fecha, así como también
se presentó una carroza simbólica en honor al Libertador y su obra. Además en
los puntos cruciales de esta procesión, como la Plaza Sucre, Urdaneta y Bolívar,
así como el Edificio del Colegio Federal de Varones, habría grupos de niñas
cantando los himnos de las Repúblicas Bolivarianas y finalmente el cierre del día
estaría a cargo del Dr. Pedro Guzmán, quien diría la oración del día.
Para el 17 de diciembre se prepararon diversos actos, entre lo cuales
destacan los honores de la bandera, una parada del cuerpo de niños de las
escuelas, que seguiría la línea de tomar los espacios públicos de la ciudad:
Los cuerpos escolares, con uniforme de gala y en formación de Parada, situados a lo largo de la calle Venezuela, desfilarán por ella hacia el oeste, hasta la calle de Los Andes, para tomar la de Las Ciencias, siguiendo hacia el Este hasta la calle de Urdaneta para entrar por la parte Sur de la Plaza Bolívar y de frente a la Estatua del Libertador, para tomar la avenida diagonal hacia el este, hasta el parque Sucre, siguiendo la de Venezuela, hasta la de Urdaneta para visitar la plaza del Paladín Zuliano, donde terminará la Parada.163
Luego de esta parada se pasaría a la custodia de la Estatua del Libertador,
a cargo de las distinguidas damas de la sociedad, estarían distribuidas por kiosco,
162 Memoria y Cuenta del Gobierno Regional. Año 1931: 59.
163 Memoria y Cuenta del Gobierno Regional. Año 1931: 59.
220
que representaban los distintos países libertados por Simón Bolívar, entre los
apellidos que destacan entre estas damas, tanto nacionales como extranjeros:
Paralli, Mitui, Leonardi, Ristorcelli, Segnini, Rieck D`Empaire, Matehus, Belloso,
Amado, Paris, Cuenca, Yepes, Bustamante, entre otros apellidos de familias
importantes, involucradas a las nuevas actividades económicas ocurridas en la
región, como la producción de caña de azúcar.
Dentro de los rituales patrios, las exposiciones164 tenían un espacio
importante dentro del sistema educativo, convirtiéndose en puntos de referencia
para congregar al gobierno regional y a las damas y caballeros destacados de la
ciudad. La escuela de Arte y Oficios, organizaba este tipo de actividades y
mezclaba personalidades importantes del estado en una cita obligada y de
referencia, el mismo tiempo era considerado como acto dentro del cronograma de
las festividades para el 5 de julio:
El 5 de julio, clásico día de la patria y cumpleaños del establecimiento de la escuela, celebrose como de costumbre la exposición de sus obras, y el público quedó plenamente satisfecho de los trabajos exhibidos, que dejaron comprobado el esfuerzo de los discípulos y la competencia de los maestros que las dirigen. La clase de Piano y Canto manifestó en este día sus adelantos con la ejecución de piezas escogidas que amenizaron el acto, y la de dibujo con un certamen improntu, para el cual sirvió de modelo un busto del Esclarecido Ciudadano, General José A. Páez.165
Para estas exposiciones se organizaban actos que resaltaban algunas
tradiciones conservadoras heredadas de la tradición española, relacionadas con
los recitales de pianos, donde se tocaban piezas de renombradas figuras de la
164 Exposiciones realizadas todo los años escolares para el 5 de julio, como parte de los actos conmemorativos de esta fecha.
165 Memoria y Cuenta del Gobierno Regional. Año 1919: 278.
221
música clásica europea, así como la declamación de poesías. Esto lograba
convertir esta actividad en un espacio público muy concurrido, para el programa
del año de 1914 destacaba el siguiente cronograma:
Primera Parte 1º Norma-Bellini. Fantasía a dos pianos y a ocho manos, ejecutada por las señoritas Carmen Navas, Elisa Wilson, Cira Delia Velazco y Concepción González. 2º Revés des Soir-Polca Mazurca, J. Ivanosi, ejecutado en el piano por la señorita Silvia Elena Urdaneta. 3º Landler. Estudio a cuatro manos del método de Wolfart, ejecutado en el piano por las niñas Rosario Sánchez M. y Antonia Armas. 4º Escala y Estudio XVI del Método de Bertini, ejecutado por la Niña Esther Beracasa. 5º Composición poética por el señor Carlos Alberto Jugo.
Segunda Parte 1º Danse de Baschkirs, D. Drug, ejecutada en el piano por la señorita Elisa Wilson. 2º Danse Negre-J. Acher, ejecutada en el piano por la señorita Ana Josefa Montero C. 3º Rigolleto- Parafrasee, Franz Lisz, ejecutada en el piano por la señorita Ana Isabel D´Empaire. 4º Sinfonía de la Ópera Zampa- E. Marcelli, Mandolinas con acompañamiento de piano y triángulo, por las señoritas Mercedes Moreno y Blanca López y las niñas Olimpia Lares, Ana López y María Ignacia Soto. 5º Composición poética en verso, por el señor Jorge Schmidke. 6º Himno del Zulia, cantado por las alumnas de la clase de Música. 7º Exposición general de las obras de la Escuela.
Día 12 a las 8 a.m. 1º Himno Nacional por la Banda del Estado. 2º Composición poética por el señor Marcos Alvarado. 3º Lectura de los veredictos de los jurados correspondientes a las distintas asignaturas. 4º Composición en verso por el señor Carmelo Ramírez.166
En estas actividades participan hombres de letras que recitan sus poesías,
así como las ejecuciones en el piano eran de temas clásicos, en su mayoría
ejecutados por las jóvenes de la ciudad, entre las cuales algunas poseen
apellidos relacionados con las familias constituidas a lo largo de este periodo en
elites.
También se seleccionaban todo los años un jurado que calificaba y hacía
entrega de los premios que el gobierno otorgaba, éstas eran personas que
conocían las cátedras que impartían la escuela de Artes y Oficios, algunas de las 166 Memoria y Cuenta del Gobierno Regional. Año 1915: 152-53.
222
personas seleccionadas tienen apellidos de familias importantes de la ciudad,
tanto nacionales como extranjeros, como se observa en el siguiente gráfico:
Jurado seleccionado para la escuela de Artes y Oficios
Cátedra Jurado seleccionado167 año 1915
Jurado seleccionado año 1919
Carpintería Ernesto Cuenca, Manuel Araujo y Florentino Vallestero (sic)
Chirlillo A. Ocando, Manuel S. Taborda, Jesús Antunez.
Sastrería Marcos García, Rafael Rincón M., Víctor Manuel Chacín.
Alcibíades Galué, Ramón Guillermo Ocando, Ramiro D. Pozo y Guillermo Pomaska.
Dibujo y pintura
Simón González Peña, Teresa Puchi y Helvia Mac Gregor.
Br. Julio Árraga, José María Lares, Felipe Garbiras.
Música y canto
Vidal Calderón, Adela F. de Matehus, Carmen Ramírez.
Fulgencio M. Campos, Señorita Ana Segunda Rincón, Vidal Caldera.
Costura de sastre
Rolindo Hernández, Clementina Villanueva, Mercedes Urdaneta Ch.
Fermín Robles, señora Edelmira de Bastidas, señora Josefa de Villalobos.
Modistería Adela Franco, Flor Maggiolo, Elena Troconis.
Señorita Josefina Troconis Troconis, Blanca López Angulo, Isabel Troconis.
Floristería No se imparte esta clase Señoritas Natividad Boscán, Isabel Paris, Concepción Ochoa.
Trabajos de paja
María T. de March, Ramona Ochoa F, Francisco Pissani.
Dalia B. de Martínez, Ascensión Boscán y Rebecca Ojeda.
Herrería Graciliano Montero, Antonio García, Hermócrates Olivares.
No se imparte esta clase
Platería Rodolfo Montiel G., Juan Villasmil, Helímenas Soto M.
No se imparte esta clase
Labores María T. de March, Ramona Ochoa F, Francisco Pissani.
No se imparte esta clase
Tejidos de Jipijapa
María T. de March, Ramona Ochoa F, Francisco Pissani.
No se imparte esta clase
Cuadro #5 Fuente: Memoria y Cuenta del Gobierno Regional, 1919 y 1915.
También es importante destacar que las actividades culturales no sólo se
limitaban a ser ejercidas en los actos públicos o en las escuelas, también
existieron espacios consolidados para ese fin como el caso de las bibliotecas, las
167 Las materias dictadas por esta prestigiosa institución cambia de acuerdo a las necesidades y disponibilidad económica del momento.
223
cuales eran de un carácter mas tradicional y recibían un número importante de
donaciones realizadas por las familias Belloso, Losada, entre otras
personalidades. A continuación el cuadro expone la existencia de bibliotecas, en
su mayoría relacionadas con las asociaciones culturales, presentando una
cantidad de obras considerables:
Las bibliotecas del estado (muestra del año 1914-1915)
Biblioteca Año de fundación Números de libros o obras
Volúmenes
Biblioteca del Estado
1874 1437 obras 3216 volúmenes
Biblioteca del Colegio Federal de Varones
1883 942 obras 2040 volúmenes
Biblioteca del Colegio de Abogados
30 de marzo de 1896 204 obras 407 volúmenes
Biblioteca de la Sociedad de Mutuo Auxilio
18 de marzo de 1894 660 obras 1000 volúmenes
Biblioteca de la Sociedad Auxiliar de Artesanos
5 de julio de 1884 451 obras 575 volúmenes
Biblioteca Casa de la Beneficencia
12 de febrero de 1894
134 obras 227 volúmenes
Biblioteca del Hospital Chiquinquirá
1885 157 obras 281 volúmenes
Biblioteca del Club Comercio
3 de julio de 1890 539 obras 831 volúmenes
Biblioteca del Club Unión
22 de julio de 1913 205 obras 343 volúmenes
Biblioteca del Club Concordia
Abril de 1908 42 obras 58 volúmenes
Biblioteca del Centro Científico de Estudiantes
Al desaparecer esta asociación, simultáneamente desaparece la biblioteca.
Cuadro #6 Fuente: Tomos Manuscritos de los años 1915-1914. Acervo Histórico del Zulia.
224
Las actividades culturales desplegadas por los diferentes actores sociales
eran fundamentales para propagar las ideas del positivismo y consolidar el
estado- nación, así como servir de elemento comunicador entre los diversos
sectores de la sociedad en el poder central. La prensa regional también fue
partícipe de estas actividades, dedicando espacios en sus ediciones para difundir
las actividades patrias.
5.1 La prensa y los ritos patrios
Las actividades patrias realizadas en la ciudad de Maracaibo se
acompañaron por un despliegue de la prensa de la época, medio utilizado para
promocionar tales eventos. Los periódicos en el Zulia aprovecharon las ocasiones
de la celebración de las efemérides para presentar una amplia gama de artículos
y reportajes dedicados a exaltar el fervor patrio.
La ciudad de Maracaibo siempre contó con un número importante de
publicaciones periódicas. Según Yolanda Segnini, entre los años 1909-1913, en el
Zulia se editaron 25 publicaciones periódicas, mientras que durante los años
1914-1918 existían 15 publicaciones; para el período de 1919-1925 se presentan
24 y para los años de 1926-1935 circulaban 20 publicaciones168. Este movimiento
periodístico fue trascendental en cuanto a la circulación de ideas favorables para
las celebraciones patrias, eran espacios para que la intelectualidad marabina
dejara plasmadas sus ideas vinculadas a las efemérides.
168 Es importante considerar que en los años de la primera guerra se presentaron problemas en la economía mundial, y por ende, en la importación del papel, lo que afectó la circulación de algunos periódicos.
225
Los tres grandes periódicos zulianos de la época: Los Ecos del Zulia, El
Posta del Comercio y El Fonógrafo, dedicaron espacio en sus ediciones
especiales a la glorificación de las fiestas nacionales (el 19 de abril de 1810, el 5
de Julio de 1811, el 28 de octubre y el 24 de julio), y a engrandecer a los
fundadores de la patria. Los homenajes realizados por estos diarios en los
centenarios de tan importantes fechas eran exhibidos como símbolos de la
solidaridad y la justicia, eran un elemento que permitía la comunicación entre el
pasado y el presente, lo cual era visto como un rol fundamental en la unidad del
conglomerado social en torno a una sola identidad como nación, bajo el amparo
de los ideales del positivismo que permitieron recrear esta imagen sacralizada de
las fechas patrias. (Benchetrit, Bermúdez y Carrizosa, 2007)
El despliegue de la prensa marabina para promover las efemérides fue una
tradición heredada desde el siglo XIX; el diario El Fonógrafo tenía la costumbre de
dedicar espacios en sus ediciones a las celebraciones patrias, como las
celebraciones de finales del siglo XIX, los cien años del nacimiento del Libertador
Simón Bolívar, en 1883 y del General Rafael Urdaneta, en 1888, fueron algunas
que el periódico se dedicó promocionar. En ambas ocasiones El Fonógrafo
publicó durante varios meses una columna dedicada a ambos personajes,
también ofreció una edición especial de lujo para cada una de las fechas.
(Benchetrit, Bermúdez y Carrizosa, 2007)
En el siglo XX la prensa continuó con su labor de abordar las fechas
patrias, entre ellos, el diario El Fonógrafo, bajo la dirección de Eduardo López
Bustamante, creó una edición espacial para la celebración del Centenario del 19
226
de abril de 1810, preparada con un año de anterioridad, en la cual escribieron
hombres de la talla de Aniceto Ramírez y Astier, Udón Pérez, José María Rivas,
Felipe Tejera, Manuel María Osorio, Francisco Eugenio Bustamante, Aurelio
Beroes, Marcial Hernández, Leopoldo Sánchez, José Ramón Yepes, Guillermo
Quintero Luzardo, entre otros.
Los artículos de esta edición especial llevan por nombre: Francisco de
Miranda, precursor y mártir de nuestra independencia, “Nuestro Lago”; textos
escritos por Arístides Rojas relacionados con el cuadro de Martín Tovar y Tovar
“Firma del Acta de la Independencia”; los poemas de Rafael María Baralt, “Adiós a
la Patria”, “A Simón Bolívar”, “A la Batalla de Ayacucho”, “La media noche a la
claridad de la luna”, también contó con la primera edición de la composición
tipográfica de la música del Himno del Zulia, entre otros artículos. Lo que
demuestra el interés de la intelectualidad marabina por los temas patrios y que
sus rituales estuvieran a la altura de los elevados sentimientos patrióticos y
nacionalistas.
La prensa marabina siempre se mostró receptiva al destinar espacios para
las actividades patrias, actitud igualmente asumida por la intención editorial de las
publicaciones periódicas propiedad de algunas asociaciones culturales, quienes a
través de estos órganos informativos dedicaron espacios a la cultura y a las
efemérides; la evidencia de ello puede apreciarse en el siguiente cuadro:
227
Periódicos editados por las asociaciones culturales
Asociación cultural Periódico o revista Utilidad Centro Científico de Estudiantes
Los principios (Periódico)
No se tiene información.
Asociación de Obreros y Artesanos
Clase Obrera (Periódico)
Órgano de difusión de las ideas de la asociación.
Sociedad de Beneficencia
La Beneficencia (Periódico)
Órgano de difusión de las ideas de la asociación.
Asociación de Maestros
La Revista Pro-patria Creada para abordar los temas de analfabetismo en el Individuo, la familia y la sociedad.
Cuadro #7 Fuente: Memorias del Ministerio de Instrucción, Memoria y Cuenta del Gobierno Regional, 1910-1936. Tomos Manuscritos del Acervo Histórico del Zulia, y los periódicos El
Avisador y Ecos del Zulia.
La prensa169 se constituyó en un elemento difusor de las celebraciones
patrias y contribuyó a crear un sentimiento de apego por la nación, los
intelectuales y las asociaciones culturales aprovecharon este medio para exponer
sus ideas a favor de tales celebraciones.
Las actividades culturales también fueron utilizadas por el gobierno
nacional para favorecer su imagen, por ello las fechas clave para la
administración nacional eran celebradas de manera especial, pues era una forma
de llegar a todos los ciudadanos, por ello las actividades culturales significaron en
un arma de la política del momento.
169 A continuación se muestran algunos periódicos y revistas de circulación nacional y regional entre los años 1910-1936, con los cuales la presidencia del estado Zulia contaba con suscripción. Muchos de estos periódicos, según palabras de Yolanda Segnini, dejan grandes espacios para la promoción de la cultura y son de alguna manera aliados del gobierno nacional, lo que les permite circular con cierta regularidad durante esta época: La Información, Excelsior, El País, Comentarios, Occidente, La Columna, Billiken, La Nación, El Republicano, Paz y Labor, El Embajador, Letras Castellanas, Prismas, El Nuevo Diario, El Universal, Cultura Venezolana, El Radio, La Lira, La Hacienda, El Tocuyo, La Industria, Ideas. Fuente: Memoria y Cuenta del Gobierno Regional 1910-1936. Tomos Manuscritos del Acervo Histórico del Zulia.
228
No sólo las fechas patrias tenían sus rituales, las efemérides creadas por el
gobierno nacional para celebrar los acontecimientos más importantes del mismo
también se revistieron de un ritual, que era promocionada de la misma manera
que las efemérides nacionales.
6. El Benemérito y sus celebraciones en Maracaibo
Las asociaciones culturales y las elites intelectuales se mostraron
receptivas a la participación de los actos patrios, en los cuales hacían un
despliegue de actividades para enaltecer las figuras patrias y los ideales
nacionalistas, además se mostraron a favor de acompañar al gobierno nacional
en los festejos que se realizaban entorno a la figura del Benemérito nacional,
Juan Vicente Gómez; actos que también ayudaron a crear un imaginario social
vinculado con las ideas del “hombre necesario” en el gobierno y del progreso
requerido por el país.
Los rituales fueron un arma de propaganda utilizada por el gobierno de
Gómez, que le permitió una comunicación directa con el pueblo a la vez que sirvió
para crear una imagen más amable del régimen. Por ello las fechas
emblemáticas, como los aniversarios de la Rehabilitación, eran utilizadas para
realizar actos donde el ciudadano pudiese apreciar las bondades que les ofrecía
la administración nacional.
229
Los aniversarios del gobierno de Juan Vicente Gómez eran celebrados con
grandes fiestas, como el caso del XXVI aniversario de la Rehabilitación Nacional,
en homenaje del Benemérito en 1934; la toma de múltiples espacios públicos en
todo el estado Zulia fue una de las características que resaltó en esta celebración
gubernamental, las cuales comenzaron el día 18 de diciembre, con los
tradicionales rituales hacia la bandera nacional, para luego pasar a inaugurar el
nuevo pavimento de concreto de las calles de Los Andes, Tránsito y Hermanos
Caldera, ejecuciones que delineaban la idea de progreso de este gobierno,
posteriormente la Banda Gómez tocaría frente al Palacio de Gobierno y
finalmente se lanzarían fuegos artificiales.
Inmediatamente después, todas las escuelas del estado ofrecerían una
serie de charlas a los estudiantes, con base en los temas seleccionados por el
gobierno regional, los cuales se relacionarían con los siguientes aspectos:
…a las 4 p.m. se dictarán conferencias patrióticas y alusivas a la efemérides que se celebra, en todas y cada una de las Escuelas del Estado y Municipales, con estos temas: “La Obra de Patria del Benemérito General JUAN VICENTE GÓMEZ”, “La Instrucción Pública en Venezuela en el último cuarto de siglo”, “Venezuela al margen de la actual crisis económica de las naciones”, “La rehabilitación Nacional, fuente matriz de las actividades vitales de Venezuela”, “La resurrección y progresiva prosperidad de la industria pecuaria en Venezuela”, “El General Gómez, propulsor vigilante de la agricultura en Venezuela”170.
Todo esto seguido de una retreta ofrecida por la Banda Gómez, para los
alumnos de todas las escuelas, tanto públicas como privadas; luego habría un
repliegue especial e iluminación de gala en la Plaza Bolívar, y en la noche la
apertura de la exposiciones de las escuelas de Labores Hermenegilda de Gómez,
Escuela Venezuela de Tejidos de Sombreros de Paja Lucateva y el Círculo 170 Memoria y Cuenta del Gobierno Regional. Año 1935: 94.
230
Artístico del Zulia; adicionalmente se presentarían dos eventos para que todo el
pueblo fuese partícipe:
A las 8 y 45 p.m. Funciones cinematográficas que el Ejecutivo del Estado, a nombre del Benemérito General JUAN VICENTE GÓMEZ obsequia al pueblo de Maracaibo en los locales: Teatro Baralt, Nuevo Circo, Cine Alcázar, Cine Olimpia y Cine Lago. A las 9 p.m. Programa especial de selecciones musicales perifonadas (sic) por la “Radiodifusora Maracaibo”.171
La incorporación del cine dentro de las celebraciones resulta una
innovación para el momento; el espacio creado por el cine es una novedad que
poco a poco se fue integrando a la cotidianidad del marabino, aun cuando a
finales del siglo XIX ya se había iniciado en la ciudad el proceso de presentación
de películas, pero será en la segunda década del siglo XX cuando adquiera mayor
relevancia. Según lo expresado por Raquel Rivas:
El control del flujo errante del creciente público urbano se desplazó, en los primeros años 30, hacia medios productores de discurso que funcionaban sobre parámetros distintos a los del régimen letrado. En este momento de ingreso de la radio en Venezuela y de apertura de nuevas salas de cine en las que incursionaba el avance tecnológico del sonido, se hizo evidente una clara relación entre el espectáculo-la cual se accede por un acto de consumo- y los nuevos modos de comprender y representar los sentidos dispersos del espacio urbano. (2002: 91)
Implicaba entonces que el cine y la radio de alguna manera generarían
cambios en los imaginarios sociales de la época; el cine era un espacio para
relacionarse de manera poco conocida hasta el momento por los marabinos. Los
procesos culturales del cine y la radio permitirían redefinir lo público y lo privado,
171 Memoria y Cuenta del Gobierno Regional, año 1935: 94.
231
además de ser un punto de encuentro entre los diversos sectores de la sociedad.
(Raquel Rivas, 2002)
El cine era considerado un espacio público que captaba a buen número de
espectadores, y la radio penetraba con facilidad al punto más íntimo del
ciudadano; su casa, por ello no era de extrañarse que formara parte de las
actividades conmemorativas del 19 de diciembre, debido a que las mismas
significaban un avance tecnológico, además de llegar a un mayor número de
ciudadanos. La radio se transformó en un enlace entre las acciones del gobierno y
el ciudadano común, una comunicación que el gobierno nacional aprovechó para
reforzar una imagen agradable del mismo.
Las actividades continuaron el día 19 con la acostumbrada y solemne Te-
Deum en la Catedral de Maracaibo, a la cual debían asistir todas las
personalidades del estado, cuerpo consular y el Batallón Bárbula Nº 7; iría
acompañado con un desfile de la mencionada compañía frente a la estatua del
Libertador, luego la inauguración de la calle Del Marino, posteriormente se daría,
en nombre del Benemérito, banquetes populares y gratuitos, un elemento
innovador dentro de la políticas aplicadas por el gobierno nacional, que servía
para mostrar una relación directa con el ciudadano, los banquetes serían servidos
en distintos espacios públicos de la ciudad:
Municipio Coquivacoa: frente al Matadero Público. Municipio Santa Lucía: en “La Natividad”, Plaza Santa Lucía. Municipio Bolívar: en la “Ciega de la Bahía”. Municipio Santa Bárbara: frente al “Nuevo Circo”. Municipio Chiquinquirá: en la “Plaza de la Basílica”. Municipio Cristo de Aranza: frente a la Jefatura Civil del Municipio y Municipio San Francisco: en la “Plaza de San Francisco”.172
172 Memoria y Cuenta del Gobierno Regional, año 1935: 96.
232
Los espacios tradicionales como las plazas (a pesar de la revelación del
uso de los cines en esta década) son puntos de referencia por excelencia; el caso
emblemático de la Plaza Bolívar, sin embargo, el crecimiento de la ciudad debido
al empuje de la explotación petrolera permitió adicionar nuevos espacios para los
rituales, como el Municipio Cristo de Aranza, la Plaza de San Francisco, los
cuales se convirtieron en áreas novedosas para los rituales, además, todos las
celebraciones contarían con la acostumbrada retreta y un desfile militar.
El gran cierre de la festividad era la retreta de gala, los fuegos artificiales, la
iluminación de la Plaza Bolívar, y la transmisión especial de la radiodifusora “Ecos
del Caribe”, que transmitiría el concierto; y varias presentaciones
cinematográficas en el Cinelandia, Teatro Metro, Cine Variedades y Cine Delicias.
Resalta el hecho de que existía un interés por la radio y cine; ambos medios de
comunicación masivos eran un elemento innovador y de mediación para la
difusión de nuevas ideas, que entró con mayor fuerza debido a otras costumbres
de los trabajadores extranjeros de las petroleras, quienes concebían como
usuales y necesarias las proyecciones cinematográficas, no así para los
marabinos.
El cine y la radio en Maracaibo se transformaron en puntos referenciales
de la nueva red simbólica dentro de los espacios de la ciudad, envuelta por el
cambio en la movilidad social y del urbanismo, como consecuencia de la
economía petrolera. Los nuevos espacios fueron aprovechados por el aparato del
estado para acercase a la población zuliana.
233
Así, los espacios públicos de Maracaibo en los comienzos del siglo XX,
fueron mezcla entre los espacios tradicionales y los nuevos, surgidos a raíz de los
cambios tecnológicos (cine y radio) y la incidencia de los cambios en la economía
marabina y zuliana, que dan una característica particular a la ciudad.
Una ciudad heterogénea, amalgamadora de tradiciones heredas de los
españoles, y las nuevas, incorporadas por los ingleses y holandeses que llegan
como consecuencia de la instalación de las diversas compañías petroleras; todo
acompañado de un discurso nacionalista e integrador para consolidar el estado
nacional. Parte importante de este discurso de unidad serían las escuelas, punto
de arranque para que muchos intelectuales iniciaran su actividad, y luego pasar a
ocupar cargos en la política y relacionarse con los comerciantes.
Las transformaciones que vivió Venezuela a inicios del siglo XX, permitió
consolidar el Estado nacional y la formación de un ciudadano nacionalista pese a
la gran diversidad del país. Por ello el rol de los intelectuales y las asociaciones
culturales fueron determinantes para lograr tal objetivo.
En Maracaibo el proceso de transformación presentó una dinámica
particular al resto del país, la estampa de la actividad petrolera sería un elemento
que marcaría pauta en la región zuliana. En este proceso de cambios existieron
dos momentos diferenciados, el primero marcado por una economía cuyo eje fue
el puerto de Maracaibo, para cubrir los movimientos de un sistema agro-
exportador. Y una segunda etapa influenciada por la actividad de exploración y
explotación del petróleo. Este último fue considerado como la máquina de vapor,
cuando produjo en la centuria anterior la revolución mundial; el petróleo, desde
234
los albores del pasado siglo ha sido un agente determinante a la hora de tomar
decisiones en los centros de poder, por ello el Zulia, y en especial Maracaibo, se
convirtieron en un centro de importancia para el poder central.
La ciudad de Maracaibo se debatía entre los discursos que vislumbraban
una ciudad pujante, frente a una realidad agobiada de carencias; era la ciudad de
múltiples espacios, en constantes modificaciones, donde la intelectualidad
luchaba por conseguir el tan anhelado progreso.
En este ambiente de mutaciones constantes, existió un elemento que
consintió la unificación del país: la cultura, que otorgó el engranaje de la sociedad
marabina y venezolana. Las herramientas utilizadas fueron las escuelas, las
asociaciones culturales, la producción de libros, los lemas y actos patrios,
convertidos en sistema formador del ciudadano, bajo el amparo de los ideales del
positivismo.
Los pensamientos del positivismo se establecieron en el imaginario social
como un fragmento seguro y real para homogenizar el discurso nacional, dejando
atrás las alocuciones autonomistas, debido a que se estableció como recurso que
reforzaría una conciencia nacional en la región zuliana.
Este escenario sirvió para que la intelectualidad marabina estableciera
novedosas relaciones con los factores políticos, económicos, sociales y
culturales. Un grupo de hombres bastante heterogéneo: médicos, abogados,
docentes, periodistas, políticos, entre otros, que a través de la asociaciones
culturales, escuelas, los rituales patrios, la producción de libros y lemas de
gobiernos ensamblaron un discurso nacionalista, apoyado en los programas
235
educativos que cristianizaron los ideales patrios, la propagación del culto a los
ídolos patrios y a los ideales del gobierno nacional.
236
CONCLUSIONES
237
CONCLUSIONES
Venezuela, a inicios del siglo XX, era un país de transformaciones
constantes debido a la repercusión de la economía petrolera; variaciones que
fueron dando paso a nuevas relaciones de poder entre los actores de los diversos
sectores de la sociedad, y los cuales trazaron un nuevo campo de acción para
establecer alianzas novedosas, apoyo fundamental que hizo posible los ideales
del gobierno de Juan Vicente Gómez.
Maracaibo en los umbrales del siglo XX, se hallaba liderada por las élites
intelectuales y políticas, integradas por una agrupación híbrida de políticos,
intelectuales, docentes, empresarios, comerciantes, los cuales determinarán el
rumbo de los sucesos en la región. La asociación, de estos actores sociales, se
gesto al calor de la influencia de la actividad petrolera y así como de las
modalidades políticas del gobierno de Juan Vicente Gómez. Este proceso se
evidenció en dos etapas, la primera, desde 1908 hasta 1920, periodo durante el
cual los imaginarios sociales correspondían todavía a las ideas decimonónicas, y
la economía era dependiente del circuito agroexportador. Y una segunda etapa,
que se presenta desde 1920 hasta 1936, constituyéndose en una fase de
constantes transformaciones e imposición de la economía petrolera.
La ciudad de Maracaibo se debatía entre los discursos que vislumbraban
una ciudad pujante, frente a una realidad agobiada de carencias; era la ciudad de
múltiples espacios, en constantes modificaciones, donde la intelectualidad
luchaba por conseguir el tan anhelado progreso.
238
Las elites marabinas desplegaron un rol sobresaliente en la conformación
de los espacios públicos, como escenarios de reproducción de los nuevos
valores, orientados por los principios positivistas; y, además, condujeron el
proceso de la transición del circuito agroexportador a la sociedad petrolera. En
respuesta a este proceso, se da espacio a las nuevas ideas, proclamadas por la
corriente positivista que transitaron copiosamente por todo el territorio nacional,
pero que en el Zulia fueron apropiadas, de manera particular, sirviendo como
plataforma para reforzar la identidad nacional. En términos generales, el
positivismo significó en Venezuela una renovación de los distintos campos del
saber, una modernización ideológica y cultural.
Las ideas del positivismo se constituyeron en el soporte del imaginario
social, la actividad intelectual y de las asociaciones culturales; fueron una pieza
efectiva y eficaz para homogenizar el discurso nacional en detrimento de los
discursos autonomistas, debido a que se constituyó en un recurso que reforzaba
la presencia del gobierno gomecista en la región. La intelectualidad marabina,
dando respuesta a las necesidades de la nación y la región, asumió las ideas que
circulaban en el país, originando una serie de acciones por parte de la sociedad
civil, como la producción de libros, creación de escuelas y las actividades patrias.
Para la ciudad de Maracaibo los ideales del positivismo fueron elementos
que sirvieron de sustento para engranar las actividades culturales y educativas de
la elite marabina. La ciudad se convirtió en el escenario donde se desarrollaron
una serie de vínculos entre comerciantes, políticos e intelectuales los cuales
ejecutaron una variedad de rituales patrios y actos culturales valiéndose, para
ello, de las escuelas y de las asociaciones culturales, como vehículo para hacer
239
llegar su mensaje a los ciudadanos comunes. Las escuelas, y sus actividades,
estarían dentro de la educación formal dirigida por el gobierno nacional, mientras
que las asociaciones culturales estarían bajo la modalidad de la educación
informal, lo cual le imprimiría mayor libertad de acción.
Las transformaciones, lideradas principalmente por los intelectuales de la
época, permitieron formar a un ciudadano adherido a un imaginario social, y a un
discurso, más nacional, que dejaba a un lado los discursos autonomistas y las
prácticas sociopolíticas tradicionales para dar paso a esquemas políticos más
cónsonos con el Estado nacional en fortalecimiento. Para ello, el rol de los
intelectuales y las asociaciones culturales fue determinante a los fines de alcanzar
tal objetivo.
Las innovaciones plasmadas, en los imaginarios sociales y actuaciones de
los intelectuales de la ciudad de Maracaibo, quedarían como huella de un cambio
que trazó una división categórica, entre el pasado heredado del siglo XIX y los
nuevos esquemas sociales, impulsados por la actividad de explotación petrolera
durante las primeras décadas del siglo XX. La presencia de los ideales
positivistas, la construcción de un discurso nacionalista, los rituales patrios y las
asociaciones culturales sembraron, definitivamente, una nueva forma de asumir
las relaciones políticas y económicas en la región.
240
ANEXOS
241
Anexo 1 Intelectuales en el Zulia durante el Gobierno de Juan Vicente Gómez
Nombre y profesión
Estudios realizados, distinciones
Cargos ocupados
Actividades académicas y producciones literarias
Juan Besson (1881-1951) Dr. en Filosofía, periodista, historiador
Los primeros años de educación los cursó en Maracaibo, luego estudió en Claverack Aacademy y en Hudson River Univesity, Estados Unidos. Distinciones: primer premio en el concurso de prosa de la fábrica de cigarrillos “La Protectora” (1902); El gobierno nacional le entrega la medalla de honor de Instrucción Pública (1905); Un Nardo de Oro, Narciso de Oro y una Azucena de Oro en los Juegos Florales del Zulia (1911); Diploma de Honor por colaboración en los juegos con motivo del centenario del Gran Mariscal Ayacucho (1924); Orden Francisco de Miranda (1949); Laurel de Oro y Primer Premio del certamen promovido por la Institución Zuliana de Caracas y diversos premios de honor de distintas instituciones históricas y periodísticas, así como del extranjero: Cuba, Francia, Chile, España y Colombia.
Miembro de las siguientes instituciones: Club Alianza, Academia de la Historia de Venezuela, Academia Antioqueña de la Historia, Centro Histórico del Zulia, Cargos: Fue cónsul de la República de Guatemala en Maracaibo (1931); Fiscal nacional de Bancos; Registrador Principal del Estado Zulia; Tesorero de las Rentas Municipales del Distrito Maracaibo; Secretario Privado del Presidente del Estado; Secretario General de Gobierno; Director de la Sección Política; Diputado a la Asamblea Legislativa y a las constituyentes; Cajero, Secretario y jefe de la Sección Administrativa de la Junta Directiva del Gran Ferrocarril del Táchira y Gerente de los Tranvías Eléctricos de Maracaibo (1920).
Escribe para los periódicos “El Cronista”, “Ecos del Zulia”. Funda el periódico “El Comercio”, “La Mañana” (1918-1921); “La Información”, “La Esfera”, “Renovación”, “Billiken”, “El Farol”. Escribió libros como: “Historia del Estado Zulia” (1930), “Historia de Venancio Pulgar (1932) y “Discursos y Biografía del General Tomas Heres. Fundó la sociedad Revolucionaria “Banda Cubana” (enviaba fondos para la lucha por la libertad de Cuba) y el Centro Literario del Zulia.
Dr. Jesús Semprum Pulgar (1882-1931) Médico
Los primeros estudios los realiza en el Colegio Pestalozziano y Colegio Sagrado Corazón de Jesús; estudia medicina en la Universidad del Zulia
Docente del Colegio Sagrado Corazón de Jesús. Sus maestros fueron el Ing. Eleazar Pulgar y el Dr. Francisco Eugenio Bustamante. Fue electo Miembro de la Academia
Publicó su novela “El Crucifijo” y funda la publicación “Ariel” (1901) y la revista “Sagitario” (1911); escribe para “El Cojo Ilustrado”, “El Universal”, (donde llega a ser jefe de
242
y obtiene su título en la Universidad Central de Venezuela; estudió inglés y francés.
Venezolana de la Lengua y rechazó la nominación. Formó parte del grupo “Los Mechudos”.
redacción); “Atenas”, “El Estado”, “Actualidades”, “El Nuevo Diario”, “El Gumersindal”, “Cultura Venezolana”, “Biliken” “Panorama”, “Alma Latina”, “El Constitucional”. En el extranjero colaboró con los periódicos “The World”, “Herald Tribune” y revistas como “boulletin of the Pan American Union” y la “Reforma Social” de Cuba, así como también en periódicos de Guatemala, El Salvador y Costa Rica.
Ing. Raúl Cuenca (1866-1945). Br. en Ciencias Políticas, Maestro de Instrucción Primaria. Agrimensor Público, Ingeniero, Dr. en Filosofía y Ciencias Exactas, Parlamentario y Periodista
Cursó estudios en el Colegio Bolívar, Colegio Federal, Universidad Central de Venezuela. En 1931 el gobierno nacional lo distinguió con la Medalla de Instrucción Pública y la orden Francisco de Miranda (1934).
Vicerrector del Colegio Federal y fundador de la Universidad del Zulia. Trabajó también en el Colegio Corazón de Jesús, Cagigal, Bolívar, Colegio Nacional de Niñas, Liceo Baralt. Trabajó en los gobiernos de Ignacio Andrade, diputado a la legislatura del Zulia, Miembro del Consejo Nacional de Instrucción, Trabajo en el Consejo Municipal del Distrito Maracaibo, Presidente de la Delegación de Instrucción Secundaria en el Zulia. Fue miembro de la Academia Venezolana de la Lengua.
Fundó el Instituto Maracaibo (1901), en este instituto se abrió un curso para el estudio de la medicina, sin embargo el gobierno central canceló el curso (1915); escribe para el diario “El Tipógrafo”.
Escribió libros como: Nociones de Geometría Plana, Elementos de la Geometría, Historia Antigua (ganador este libro de la mención honorífica en la exposición Internacional de Turín y Medalla de Oro en la exposición Internacional de Roma).
Carlos Luis Andrade (1869-1950) Br. en Ciencias Filosóficas
Estudió en el Colegio Federal, recibió la medalla de Instrucción Pública (1942).
Trabajó como docente y Director del Colegio Bolívar, Liceo Baralt, Instituto Pestalozziano; subdirector del Colegio Federal de Varones, surgido luego del cierre de la Universidad. Fue nombrado Inspector de Instrucción Pública.
Fundó el Colegio Cagigal (1889) junto con el Br. Manuel Fuenmayor; en 1916 funda el Instituto Urdaneta en el Distrito Urdaneta.
Octavio Hernández (1856-1925) Poeta, literato, políglota, gramático y dramaturgo
Director de la Gaceta Oficial del Estado Zulia; fue catedrático en Colombia, director de la Escuela de Comercio, Profesor del Colegio Federal de Varones, trabajó en diversos cargos públicos, fue cajero de H.L. Boulton, en el Gran
Escritor en: “Posta de Comercio”, “Revista Literatura del Zulia”, “Gutemberg”, “Panorama”, “La Esperanza”, “La Imprenta”, “El Fonógrafo”, “La Semana Literaria”, “La Pluma”, “El Cojo Ilustrado”, “Ecos del Zulia”, “Alma Latina”. Formó parte del
243
Ferrocarril del Táchira. Centro Literario del Zulia.
Hermógaras Chávez (1869-1942) Educador
Cursó estudios en el Colegio San Luis Gonzaga, y filosofía en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús; recibió la medalla de Instrucción Pública (1928).
Docente en el Colegio San Luis Gonzaga, Escuela Normal Central de Niños; Director de la Escuela Normal Nº 2 de la nocturna Sociedad de Artesanos; Director y Subdirector del Instituto Pestalozziano. Miembro de la Junta de Instrucción Primaria Nacional. Fue Concejal del distrito Maracaibo y vicepresidente del Consejo Municipal.
Fundó la “Unión de Trabajadores del Zulia”, por su influencia en los alumnos del Instituto Pestalozziano; éstos fundaron la seccional de la Federación de Estudiantes de Venezuela. Funda el Ateneo de Maracaibo junto con Ely Saúl Rodríguez.
Alejandro Fuenmayor (1887-1942) Pedagogo, novelista, políglota
Fue docente, Ministro de Educación en República Dominicana, Inspector de Instrucción Pública en Caracas y Ministro en el gobierno de Medina Angarita.
Estuvo al frente de la revista literaria “Nuevos ideales”; colaborador en “El Cojo Ilustrado”, “Eco Venezolano”,”Nuevo Tiempo”, “El Semáforo de Cumana”. Realizó doce libros en el área educativa, entre ellos: “Novísimo Libro primario de lectura y escritura (28 ediciones), ”Lenguaje práctico” y gramático” y “La vida del Libertador“.
Rogelio Illarramendi (1881- 1960) Historiador, periodista pedagogo
Estudió en el Colegio Nacional
Formó parte del grupo Los Mechudos. Fue preceptor de las escuelas estatales del Municipio Bolívar (1905), docente en el “Colegio Federal de Varones”, “Instituto Maracaibo”, así como profesor en Táchira, Trujillo, Caracas, Miranda. Ocupó cargos en el gobierno del Zulia como: encargado de la Secretaría General de Gobierno, Diputado al Congreso Nacional (1929) y también fue oficial clase “A” de la Dirección de Correos de Caracas.
Escribió para los periódicos y revista: “Ecos del Zulia”, ”Ariel”, participó en la redacción de los diarios “Panorama” (1914) y “El País” (1928). Fundó la revista “Éxodo” (1907), el diario ”El Regulador” (1917), la revista “Patria y Ciudad” (1919), el semanario “Miranda” (1937), “Pro-Patria” (1938) y “Cultura Zuliana”.
Eduardo Mathyas Lossada (1898-1969)
Cursó estudios en el Colegio privado del Maestro Valbuena, en el Colegio Nacional y
Fundó un bufete de abogados con su primo Jesús Enrique Lossada, fue consultor jurídico del
Publicó una novela, un poemario llamado “Piedras” en Francia (1929), así como el “Mesón de las
244
Br. en filosofía, abogado
en la Universidad de los Andes. Recibió la medalla del Abogado Zuliano.
Gobierno Regional, Ministro de la Corte Superior, Procurador del Estado, Consultor Jurídico de la Junta Revolucionaria de Gobierno de 1945, y de la Universidad del Zulia; Juez Superior en lo Civil; profesor de historia y francés en varias instituciones y Rector de la Universidad del Zulia.
estrellas”, “Cuentos Barrocos”, ”Nulidad de Testamento”, entre otros.
Jorge Schimidke (1890-1981) Escritor, periodista, poeta
Cursó estudios en el Colegio Cagigal, ganó el concurso del Primer Centenario del Historiador Rafael María Baralt (1910), fue miembro de la Academia Nacional de Venezuela.
Ocupó el cargo en la sección de Tierras Baldías, Bosques, Aguas y Fauna Silvestre del Ministerio de Agricultura y Cría.
Escribió para el diario “El Ciudadano”, “El Cojo Ilustrado”, “El Fígaro” (periódico cubano). Fundó la revista “Nuevos Ideales”, “Proshelios”. Escribió el libro “Oros del Alma” (1909); Libros de poesías: “Musa Heráldica” (1917), “Tisú” (1918), “Patria” (1921), El libro “Alma Antigua” (1924), “Casta Criolla” (1949), “Urna Votiva” (1949), entre otros.
Don Manuel Belloso (Muere en 1971) Comerciante
Empleado de la Casa Pinedo & Co., ejerció el poder general y la administración de la firma Antonio Meléndez; propietario del Central Azucarero “El Banco”. Fue cajero y administrador de las empresas de Navegación en el Lago de Maracaibo, del Gran Ferrocarril del Táchira, del Ferrocarril de la Ceiba; fundador y director del Central Azucarero Gran Vía, del Central Venezuela y director de la cervecería Zulia; fundador de la firma M.A. Belloso & Hnos. (1908); fundó la primera Asociación de Empleados de Comercio, presidente de la Junta del leprocomio de Providencia, Presidente del Consejo Municipal de Maracaibo, fundador y presidente de la Gota de Leche, de la clínica de niños pobres, del instituto Josefino para niñas Huérfanas; director de la Beneficencia del Hospital Urquinaona, Liga Anticancerosa del Zulia,
Editó un sin número de libros en la región que transcendieron al resto del país.
245
presidente de la Junta Conmemorativa del centenario de la muerte de Rafael Urdaneta, miembro de diferentes clubes sociales de la ciudad
Manuel Ángel Puchi Fonseca (1871-1940) Pintor y educador
Cursó estudios en la escuela de dibujo, bajo la Dirección de Luis Bicinetti; obtuvo una beca para cursar estudios en Italia, consiguió la medalla de oro y plata en una exposición realizada en el Palacio de Gobierno en los años 1895-1896, también ganó el concurso del Colegio Federal.
Fue el profesor de dibujo de la escuela de Artes y Oficios e Instituto Pestalozziano.
Realizó el cuadro del “juramento del Acta de Instalación de la Sociedad Mutuo Auxilio, perteneció al circulo de arte de Florencia, Italia; escribió varios artículos para periódicos en Florencia, para “El Fonógrafo”; abrió el estudio de pintura Arturo Michelena, fue presidente de la Academia del Desnudo, del Círculo Artístico del Zulia y Fundador de la Escuela de Artes del Zulia. Sus numerosas obras pictóricas fueron en muchas ocasiones vendidas para beneficiar alguna buena causa.
Julio Árraga (1872-1928)
Cursó estudios en la escuela de dibujo, bajo la Dirección de Luis Bicinetti; obtuvo una beca para cursar estudios en Italia.
Ganador del concurso del trono de la Virgen de Chiquinquirá, fue director de la Escuela de Dibujo y Pintura.
Abrió su propio estudio; fundador del Centro de Bellas Artes y del Círculo Artístico del Zulia.
Elías Sánchez Rubio (1881-1927) novelista
Cursó estudios en Trinidad, Colombia.
Organizó los primeros juegos florales del Zulia en 1911; participó en múltiples asociaciones culturales.
Escribió “La Leyenda del Almanzor”, cuentos breves; “Por Amor”, “Por Deber”, “Dorilacia” (1910); el Libro “Irama”, entre otros. Escribió para la “Revista Ariel”, el periódico “El Correo del Zulia”, “Los Ecos del Zulia”, “Panorama”; redactor de la revista “Alma Latina”; formó parte del grupo Los Mechudos, la Sociedad Vargas; fue secretario de la “Sociedad Pérez Bonalde”, filial de la de Caracas; del Centro Literario del Zulia; pronunció una serie de conferencias como: ”La Influencia del periodismo en los Artesanos” (1913), “El árbol supremo de Dios” (1924), entre otras.
246
Jesús Enrique Lossada (1892-1945) Abogado, docente, político, poeta y pintor
Cursó como interno en el Colegio que el maestro Federico Valbuena regentaba en el apartado Los Haticos de esta ciudad de Maracaibo, luego estudia en el Colegio Federal de Varones; se inscribió en la Universidad de los Andes, acogiéndose al recurso de permitírsele estudiar en Maracaibo, en privado. Así obtiene el título de Abogado de la República. En 1911 obtiene su primer laudo “La Estrella de Oro”, con un trabajo titulado “Es Dios la Naturaleza Misma o un Ser Distinto y Superior a Ella?” También gana un reconocimiento en la República Argentina, con motivo del cincuentenario de la Fundación de la ciudad de Bolívar de aquella nación. Desde 1934 hasta 1935, el Colegio de Abogados del Estado Zulia lo distingue como su presidente, confiriéndole igual honor en 1941-42. En este mismo año fue condecorado con la Medalla de Instrucción.
Fue el Bibliotecario del Colegio Federal de Varones y es nombrado profesor; posteriormente es Director en 1930; durante ese mismo año, al ser creada la Escuela de Ciencias Políticas de Maracaibo, es nombrado el Dr. Lossada su primer Director, de la que, además, fue profesor de las cátedras de Derecho Romano y Derecho Civil en 1945, pasó a asumir la Rectoría de la Universidad del Zulia. Cargos públicos: fue Juez de Primera en lo Civil y Mercantil en el Estado Zulia. Por aclamación fue, primero, Concejal y luego Presidente del Ayuntamiento marabino, entre 1936 y 1938. Allí realizó una admirable función social: fundó escuelas, construyó concentraciones, se preocupó por los asuntos apremiantes del Distrito. En 1942 vuelve al Concejo Municipal. De 1937 a 1940 fue Diputado por el Estado Zulia al Congreso Nacional. De 1945 a 1946 fue miembro de la Comisión Redactora de la Constitución y del Estatuto Electoral. Del 46 al 47 fue Presidente del Consejo Supremo Electoral. En 1947, Diputado a la Constituyente; fue Senador por el Estado Zulia al Congreso Nacional.
Fundó en 1910 el Centro Científico de Estudiantes, también una revista con el nombre “Principios”, en compañía de Candelario Reyes Medina, Carlos Montiel Molero, Tomás Eduardo León, Ángel Francisco Brice, Pedro Pablo Guzmán y Miguel Gerónimo Ocando, y en la que colaboraban escritores que ya gozaban de algún prestigio intelectual, como Carmelo Ramírez, M.A. Fuenmayor Rivera y Ciro Nava. Edita el folleto “El Propio Esfuerzo” en 1911. Funda y fomenta la revista “Psiquis” (1913), forma parte de la redacción del diario “El Fonógrafo, escribió una obra teatral: el drama “La Ley” (1916); libro de versos “Madréporas” (1918); El Reloj de los Girasoles” (1927); “La Evolución Jurídica de Roma” (1930). También escribió la revista “La Hora Literaria”. También fue pintor, disciplina que se puso de manifiesto el 1° de octubre de 1948, cuando en el acto de conmemoración del segundo año de la reapertura de la Universidad del Zulia, fue abierta una exposición de cuadros al óleo.
Guillermo Trujillo Durán (1884-1967) Farmaceuta
De sus estudios poco se conoce; se graduó de Farmaceuta. Entre los años 1910 y 1917 ganó diez primeros lugares en diferentes concursos literarios, tanto regionales como nacionales, fue condecorado en 1930 con la Orden Libertador en su
Instaló junto con su hermano un taller de fotografía, además de comprar una imprenta para el negocio de los periódicos. Junto a su hermano Manuel, fue el primero en proyectar una película en Venezuela (1897), construyó el Teatro Variedades, fue el primero en traer una fábrica completa para envases de hojalata.
Editó el diario “Gutemberg” (1911), “Rayo de Luz”, la revista “Prosa y Verso” (1909), “El Fonógrafo”, “El Mensajero”, “El Tipógrafo”, “Principios”, Americanas”, “el Obrero”; fue fundador y redactor de la Revista del Ministerio de Fomento, escribió para el teatro “El Arte por Dentro”, y vicepresidente del Centro
247
Fuentes: Tomos Manuscritos del Acervo Histórico del Zulia. Memoria y Cuenta del Gobierno Regional.
Segunda Clase. Además fue diputado por el estado al Congreso Nacional en 1914 y 1936; fue Secretario General de Gobierno en 1919; trabajó para el Ministerio de Hacienda.
Literario del Zulia; fue jurado de múltiples concursos de literatura y artísticos.
248
Referencias bibliográficas
249
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ANGARITA, Ernesto. (2007). El Control de Juan Vicente Gómez de las Tierras de Maracay y su Influencia en la Infraestructura Militar, en: Mañongo
Nº 28, Vol. XV, Enero – Junio.
ALARICO, Carlos. (2007). El Poder Andino: de Cipriano Castro a Medina Angarita. Los Libros del Nacional. Caracas-Venezuela.
ALTHUSSER Louis. Ideología y aparatos ideológicos de Estado. Enero-
abril de 1969, en: Biblioteca Cervantes Virtual www.cervantesvirtual.com/
ARTIGAS, Yuleida. (2006). Los Andes en la administración del estado venezolano: El Estado de los Andes (1881-1899) y el Estado Mérida (1899-1925), en: Pasado y Presente. Revista de Historia, Año 11 Nº 21 enero-junio.
Universidad de los Andes.
ATENCIO, Maxula. (2003). Actores Sociales y escenarios Urbanos en el Proceso Histórico de Maracaibo a finales del Siglo XIX. Trabajo de Ascenso
para Optar a la categoría de Titular. Facultad de Humanidades y Educación.
Universidad del Zulia, Maracaibo.
BELLOSO, David. (1968). Obras Completas. Banco de Maracaibo.
Buenos Aires (Argentina).
BENCHETRIT, H., BERMÚDEZ, N. y CARRIZOSA L. (2007), Edición Especial de un Diario zuliano: El Fonógrafo del 19 de abril de 1910 en:
Bitácora-e Revista Electrónica Latinoamericana de Estudios Sociales, Históricos y
Culturales de la Ciencia y la Tecnología, No. 1.
BERMÚDEZ N. y ROMERO M. (2006). Historia de un diario zuliano
decimonónico: El Fonógrafo. Sus aportes... en ÁGORA -Trujillo. Venezuela.
AÑO 9- N° 18 -julio-diciembre.
250
BERMUDEZ, Nilda. (2002). El proceso petrolero del Zulia en la visión de escritores, poetas y periodistas (1922-1930), en: Cifra Nueva, Trujillo 16,
julio-diciembre.
BESSON, Juan. (1957). Historia del Zulia. Hermanos Belloso Rossell.
Maracaibo (Venezuela). Tomo IV y V.
BIAGINI H. y DEVÉS E. (1999) “La red de los pensadores latinoamericanos en los años 1920”, en: Boletín Americanista, Nº 49
Universidad de Barcelona.
BIAGINI H. y DEVÉS E. (2004) Redes Intelectuales en:
http://www.mondialisations.org/php/public/art.php?id=11282&lan=ES
BIGOTT, Luis Antonio. 1995. Ciencia, Educación y Positivismo en el Siglo XIX Venezolano. Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia.
Caracas (Venezuela).
BIGOTT, Luis Antonio. Ciencia Positiva y educación Popular en la segunda mitad del siglo XIX, en: RODRÍGUEZ, Narcarid (compiladora) 1996.
Historia de la Educación Venezolana. Universidad Central de Venezuela. Caracas
(Venezuela).
Boletín del Acervo Histórico de Miraflores, Número 13, julio-agosto de
1961. Año III. Secretaría de la Presidencia Caracas.
BOSCH, Velia. (1984). Gente del Lago. 44 Poetas del Zulia. Fundación
para la Cultura zuliana, Caracas (Venezuela).
BRACHO, Jorge. (1995). El positivismo y la enseñanza de la historia en Venezuela. Fondo Editorial Tropykos. Caracas.
CABRERA, Luis. (1991). La Reproducción del sistema ideológico nacionalista, en: REIS, Revista española de sociología. Julio Nº 44, España.
CAJAS, Juan. (1998) Las experiencias de educación cívica: programas y campañas. Estudio de algunos casos de América. Instituto Federal Electoral.
251
Dirección Ejecutiva de Capacitación Electoral y Educación Cívica. Subdirección
de investigación en educación cívica y cultura política. México.
CASAÚS, Marta. (2006). Las Redes Intelectuales centroamericanas y sus imaginarios de nación (1890-1945), en: Circunstancias, Revista Electrónica
Cuatrimestral. Madrid (España) Año III - Número 9 - Enero 2006.
Constituciones Hispanoamericanas. Constituciones de Venezuela en
la Biblioteca Cervantes Virtual, en: http://www.cervantesvirtual.com/portal/constituciones/pais.formato?pais=Venezuel
a&indice=constituciones consultado 16/08/2007.
CAPPELLETTI, Ángel. 1994. Positivismo y evolucionismo en Venezuela. Monte Ávila Editores, Caracas (Venezuela).
CARVAJAL, Leonardo. (1996). Educación y política en la Venezuela Gomecista, en: RODRÍGUEZ, Narcarid (compiladora) 1996. Historia de la
Educación Venezolana, Universidad Central de Venezuela. Caracas.
CARDOZO, Germán. (1998). Historia Zuliana. (Economía, política y vida intelectual en el siglo XIX). Ediluz, Maracaibo.
CARDOZO, Germán. (2005). Venezuela: de las regiones históricas a la nación. Discurso presentado al honorable Cuerpo de la Academia Nacional de la
Historia por su incorporación entre los Individuos de Número.
CONDE, Rodrigo. (2001). Las relaciones Iglesia-Estado durante la época gomecista (1908-1935), en: Anales Vol. 1 Nº 1 Revista de la Universidad
Metropolitana. Caracas.
Diccionario de la Lengua Española (2001). Real Academia Española.
Vigésima Segunda Edición. Tomo I y II.
FERRER, D. (2007). Ciudadanía y Construcción de la Nación a inicios de la Venezuela Petrolera. Tesis para optar al título de Doctor en Ciencias
Humanas. Universidad del Zulia. Inédita.
252
GIL FORTUOL, José. Filosofía Constitucional (capítulo), en: ZEA,
Leopoldo (compilador). Traducción: Carlos Jacques y Marta de la Vega
Pensamiento positivista latinoamericano, tomo I. Biblioteca Ayacucho,
Colección Nº 71: 469.
GRATEROL, Aura y DELGADO, Flor. (2008). La ciudadanía en el discurso constitucional y escolar venezolano, en: Educere, año 12 Nº 43
octubre-noviembre-diciembre. Universidad de los Andes.
GVIRTZ, Silvina Dra. (2000). Los libros de textos en la construcción de la ciudadanía. Ediciones Novedades Educativas. Buenos Aires.
HÈBRARD, Vèronique. Opinión pública y Representación en el Congreso Constituyente de Venezuela (1811-1812), en: GUERRA Francois-
Xavier y LEMPÈRIERE Annick (compiladores) 1998. Los Espacios Públicos en
Iberoamérica, fondo de cultura Económica México. Pág. 196.
JUÁREZ, José. (2007). Fuentes ideológicas para un nuevo modelo educativo tendencias educativas de la Venezuela moderna en el período 1936-1948, en: Revista Educación en Valores Vol. 1 Nº 7, enero-junio. Valencia
Venezuela. LUNA, José (seud. Luis Cardozo) (1961). El Positivismo en la Historia
del pensamiento venezolano. Concurso de Ensayos “Laureano Vallenilla Lanz”
Caracas (Venezuela).
MARTÍNEZ, Gustavo. (2006). La invasión del “Falke” a Cumaná. Un intento por derrocar la dictadura gomecista, en: Procesos Históricos. Revista
de Historia Nº 006 Año III, Julio. Universidad de los Andes.
Mc BETH, Brian. (1985). El Impacto de las compañías petroleras en el Zulia (1922-1935), en: Tierra Firme Revista de Historia y Ciencias Sociales. Año
III, Nº 12, octubre-diciembre. Caracas (Venezuela).
253
MILLÁN, T. (2000). Para comprender el concepto de cultura. UNAP Educación y Desarrollo, Año 1, Nº 1, Marzo 2000, de la Universidad Arturo Prat,
Sede Victoria, en: http://www.geocities.com/tomaustin_cl/ant/cultura.htm
OCANDO, Gustavo. (1986). Historia del Zulia. Editorial Arte, Caracas.
OLIVARES, Atenógenes Hijo. (1981). Siluetas Ilustres del Zulia. Gobernación del Estado Zulia, Maracaibo (Venezuela).
ORTEGA, V. José. (2000). Los Horizontes de la Geografía. Ariel
Geografía Barcelona (España).
ORTIN, Nevi. (2001). La injusticia distributiva del Gobierno Central para el Zulia: Causa que impidió la reinstalación de la Universidad del Zulia en 1936, en Ágora. Diciembre Nº 2.
PAGÈS, Joan. (2003). Ciudadanía y enseñanza de la Historia, en:
Reseñas de Enseñanza de la Historia Nº 1, octubre. Revista de la APEHUN,
Asociación de Profesores de Enseñanza de la Historia de Universidades
Nacionales. Argentina.
PALOMAR, Cristina. (2004) El papel de la charrería como fenómeno cultural en la construcción del Occidente de México, en: Revista Europea de
Estudios Latinoamericanos y del Caribe 76, abril.
PARRA, F. y PARRA, M. (1985). El Petróleo y su influencia en las Transformaciones culturales en la región zuliana caso Cabimas y Lagunillas. Trabajo de Ascenso para Optar a la categoría de profesor asociado. Facultad de
Humanidades y Educación. Universidad del Zulia. Maracaibo.
PARRA, Reyber. (2004). Los Intelectuales de Maracaibo y la centralización gubernamental en Venezuela (1890-1926). Edición Universidad
Cecilio Acosta. Venezuela.
PEÑA de la, Gabriela. Simmel y la Escuela de Chicago en torno a los espacios públicos en la ciudad en: http://sincronia.cucsh.udg.mx/pena03.htm
26/08/2006)
254
PÉREZ, Carmen. (1988) Maracaibo y la Región Andina 1924-1935. (Encrucijada Histórica), CORPOZULIA, Maracaibo (Venezuela).
PINO ITURRIETA, Elías. (comp.) (1991) Cipriano Castro y su Época.
Monte Ávila Editores. Caracas Venezuela.
PINO ITURRIETA, Elías. (comp.) (1993) Juan Vicente Gómez y su Época. Monte Ávila Editores. Caracas Venezuela.
PINO ITURRIETA, Elías. (2003). El Divino Bolívar. Ediciones Alfadil.
Caracas Venezuela.
PINO ITURRIETA, Elías. (2006). Venezuela metida en cintura 1900-1945. Universidad Católica Andrés Bello. Caracas. Venezuela.
PONCE, Aníbal Educación y Lucha de Clases. Editorial Latina Buenos
Aires (Argentina).
PORTELLI, Hugues. (1973). Gramsci y el Bloque Histórico. Siglo
Veintiuno Editores México.
QUEVEDO, Yamarilis. (2004). Positivismo Zuliano: Francisco Eugenio Bustamante. Trabajo de Grado para optar al título de Magíster Scientiarum en
Filosofía. Universidad del Zulia. Inédita.
QUEVEDO, Yamarilis. (2004). La renovación de las ideas en la Universidad del Zulia: Francisco Eugenio Bustamante, en: Revista de
Filosofía Nº 47. Universidad del Zulia. Maracaibo.
QUIJANO, Elisa. (2002). La Maracaibo Petrolera Dualidad Urbana y social. Trabajo de Grado para optar al título de Magíster Scientiarum en Filosofía.
Universidad del Zulia. Inédita.
QUINTANILLA, Pablo. (2006). La Recepción del Positivismo en Latinoamérica, en: Logos latinoamericanos, año 1, No. 6, 2006, Lima: UNMSM.
Pontificia Universidad Católica del Perú.
255
RAZETTI, Luis. Discurso en el Centenario de Darwin, en: ZEA, Leopoldo
(compilador). Traducción: Carlos Jacques y Marta de la Vega. Pensamiento positivista latinoamericano, Tomo I. Biblioteca Ayacucho, Colección Nº 71: 517.
RIVAS. Raquel. (2002). Bulla y Buchiplumeo. Masificación cultural y recepción letrada en la Venezuela gomecista. Fondo editorial La Navea.
Caracas, Venezuela.
RODRÍGUEZ, Laura. (2004). Globalización, Regionalización y Federalismos: retos del nuevo milenio, en: VI Congreso de Historia REGIONAL
y Local Área Temática: Arquitectura y Urbanismo, Facultad de Arquitectura y
Diseño de la Universidad de Zulia. Escuela de Arquitectura. Departamento de
Historia y Crítica.
RODRÍGUEZ, Luis Cipriano. (1983). Gómez Agricultura, Petróleo y Dependencia. Fondo Editorial Tropykos. Carcas Venezuela.
RODRÍGUEZ, Manuel. (1991). El Bloqueo, en: PINO, E. (comp) Cipriano Castro y su Época. Monte Ávila Editores. Caracas Venezuela.
RODRÍGUEZ, Marisol. (2005). Rivalidades locales en el entorno cañero del distrito Sucre del estado Zulia, en: Provincia nº 14, julio-diciembre.
RODRÍGUEZ, Marisol. (2006). La familia Paris: estrategias y negocios
de un colectivo regional zuliano, en: Procesos Históricos. Revista Semestral de
Historia, Arte y Ciencias Sociales Número 9. Enero 2006. Universidad de Los
Andes. Mérida-Venezuela.
RODRÍGUEZ, Marisol y BERMÚDEZ, Nilda. (2007). La Iniciativa privada zuliana: Motor del empresariado azucarero nacional (1910-1936), en,
Economía XXXII Nº 24 julio-diciembre, Universidad de los Andes, Venezuela.
256
RODRÍGUEZ, Marisol, (2008). Cuando llovió azúcar en Bobures. La industria azucarera zuliana, génesis del empresariado venezolano (1890 - 1936). Ediciones del Vice-Rectorado Académico, Universidad del Zulia Maracaibo
ROUX, Rodolfo. (1999). La Insolente Longevidad del Héroe Patrio, en:
Toulouse C.M.H.L.B. Caravelle Nº 72.
SALAZAR, Ivan. (2000). La Huelga petrolera de 1936-1937. Acervo
Histórico del estado Zulia. Maracaibo Venezuela.
SANTAELLA, Ramón. (1985) La Dimensión del espacio venezolano durante el gobierno de Gómez, en: Tierra Firme Revista de Historia y Ciencias
Sociales. Año III, Nº 12 octubre-diciembre, Caracas (Venezuela).
SEGNINI, Yolanda. Vida intelectual y gomecismo en PINO, Elías.
(Compilador) 1993 Juan Vicente Gómez y su época. Monte Ávila Editores,
Caracas (Venezuela).
SEGNINI, Yolanda. (1987). Las luces del Gomecismo. Alfadil Ediciones.
Caracas (Venezuela).
SOSA, Arturo. (1985). Ensayos sobre el Pensamiento político positivista venezolano. Ediciones Centauro, Caracas (Venezuela).
TENNASSEE, PAUL (1979). Venezuela: los Obreros petroleros y la lucha por la democracia. Efi Publicaciones, Madrid España.
URDANETA, Yeris. 2000. Gómez y el gomecismo en el Zulia. Sinamaica.
Maracaibo (Venezuela).
VALDEZ Z Andrés (2003). Los Lemas de Gobiernos, en: Epoca 2, Año 6
Número 36, Julio de 2003.
VAIN, Pablo Daniel. (2002) Los Rituales Escolares y las Prácticas Educativas, en: Education Policy Analysis Archives. Volume 10, Number 13,
febrero.
257
VALLENILLA Lanz, Laureano. (1999). Cesarismo Democrático. Los
Libros del El Nacional. Caracas.
VALLENILLA LANZ, Laureano. Disgregación e integración (la influencia de
los viejos conceptos en: ZEA, Leopoldo (compilador) Traducción: Carlos Jacques
y Marta de la Vega. Pensamiento positivista latinoamericano, Tomo I
Biblioteca Ayacucho. Colección Nº 71: 364.
VETENCOURT, Lola. (1987). Monopolios contra Venezuela (1870-1914). Ediciones Faces. Universidad Central de Venezuela. Caracas.
VILLAVICENCIO, Rafael. Discurso en: ZEA, Leopoldo (compilador)
Traducción: Carlos Jacques y Marta de la Vega Pensamiento positivista latinoamericano, tomo I Biblioteca Ayacucho Colección Nº 71: 395.
ZAWISZA, Leszek. (1987). León Achiel Jerome Hoet: Un ingeniero de la vieja Maracaibo. Gobernación del Estado Zulia. Maracaibo.
ZEA, Leopoldo (compilador) Traducción: Carlos Jacques y Marta de la
Vega Pensamiento positivista latinoamericano, tomo I y II Biblioteca
Ayacucho. Colección Nº 71.
258
FUENTES MANUSCRITAS
Carta de la Asociación de Obreros y Artesanos del Estado Zulia que
solicita que en el paseo de la Independencia fuese colocada una estatua.
Acervo Histórico Zulia. Año 1910, Tomo XVIII, Legajo 9.
Carta al Secretario General de Gobierno para informar de la creación de un
periódico. Acervo Histórico del Zulia. Año 1910, Tomo II, Legajo 10.
Carta para informar sobre la propuesta de miembro honorario del gobierno
regional en el Centro de Humanidad y Progreso. Acervo Histórico del Zulia. Año
1910, Tomo XIII, Legajo 9.
Código de Instrucción Pública. Enero de 1910. Acervo Histórico del Zulia
Año 1910, Tomo 15, Legajo 19.
Decreto para la escuela de Artes y oficios. Acervo Histórico del Zulia. Año 1910, Tomo II, Legajo 7.
Actividades del Centro Literario del Zulia. Acervo Histórico del Zulia. Año
1910, Tomo 5, Legajo 20.
Creación del periódico de la Sociedad de Beneficencia. Acervo Histórico del Zulia. Año 1910, Tomo XIII, Legajo 9.
Actividades de la Agrupación Cívica del Zulia. Acervo Histórico del Zulia. Año 1910, Tomo XIII, Legajo 9.
Carta de la Asociación de Obreros y Artesanos del Estado Zulia. Acervo Histórico del Zulia. Año 1910, Tomo XVIII. Legajo 9.
Creación del periódico del Centro Científico de Estudiantes. Acervo Histórico del Zulia. Año 1911, Tomo V, Legajo 20.
Actividades de la Junta Homenaje a Urdaneta. Acervo Histórico del Zulia. Año 1911, Tomo VI, Legajo 2.
259
Libros aprobados por el gobierno Acervo Histórico del Zulia. Año 1911,
Tomo 7, Legajo 10.
Actividades de junta Centenaria de la Independencia del Zulia. Acervo Histórico del Zulia. Año 1911, Tomo 7, Legajo 10.
Revisión del libro de Fernando Criollo por la Junta Superior de Instrucción
del estado. Acervo Histórico del Zulia. Año 1912, Tomo 1, Legajo 2.
Revisión del libro de Agusto Ortega por la Junta Superior de Instrucción del
estado Acervo Histórico del Zulia. Año 1912, Tomo 1, Legajo 2.
Revisión del libro de Agustín Bracho por la Junta Superior de Instrucción
del estado. Acervo Histórico del Zulia. Año 1912, Tomo 5, Legajo 19.
Distribución de libros en las escuelas. Acervo Histórico del Zulia. Año
1912, Tomo 1, Legajo 2.
Informe sobre la aprobación de libros. Acervo Histórico del Zulia. Año
1912, Tomo 1, Legajo 2.
Fundación de la Asociación de Estudiantes del Zulia. Acervo Histórico del Zulia. Año 1912, Tomo V, Legajo 20.
Decreto sobre la creación de escuelas. Acervo Histórico del Zulia. Año
1914, Tomo I.
Decreto de creación de escuelas nocturnas. Acervo Histórico del Zulia. Año 1914, Tomo I.
Lista de Bibliotecas del estado. Acervo Histórico del Zulia. Año 1914,
Tomo I.
Lista de Bibliotecas del estado. Acervo Histórico del Zulia. Año 1915,
Tomo I.
260
Participación de las actividades patrias de la Asociación de Obreros y
Artesanos del Zulia al gobierno Regional. Acervo Histórico del Zulia. Año 1915,
Tomo XV, Legajo 19.
Escuelas del Distrito Maracaibo. Archivo Histórico del Zulia. Año 1916,
Tomo 6, Legajo 13.
Envió de libros desde Guayana. Archivo Histórico del Zulia. Año 1919,
Tomo 3, Legajo 17.
Decreto reglamento del Magisterio Escolar. Archivo Histórico del Zulia
Año 1919, Tomo 4.
Creación de la Junta Homenaje a Urdaneta. Acervo Histórico del Zulia.
Año 1924, Tomo 2, Legajo 12.
Creación de la Junta Centenario de la Batalla Naval del Lago. Acervo Histórico del Zulia. Año 1924, Tomo 2, Legajo 12.
Conformación de la Junta de Carnaval. Acervo Histórico del Zulia. Año
1926, Tomo XV, Legajo 31.
Lista de escuelas del estado. Acervo Histórico del Zulia. Año 1927,
Tomo V, Legajo 7.
Programación de las Fiestas Públicas. Acervo Histórico del Zulia. Año
1927, Tomo XV, Legajo 22.
Solicitud de los salones del palacio legislativo para exposición de la
escuela de Hermenegilda de Gómez. Acervo Histórico del Zulia. Año 1927,
Tomo XIV, Legajo 16.
Comunicado de la Creación de un premio por la Asociación de Maestros
al Gobierno Regional. Acervo Histórico del Zulia. Año 1928, Tomo III, Legajo 25.
Creación de la Junta Homenaje al Maestro Chávez. Acervo Histórico del Zulia. Año 1928, Tomo III, Legajo 25.
261
Solicitud de creación de escuelas en los Distritos de Santa Rita y Cabimas.
Acervo Histórico del Zulia. Año 1928, Tomo 10, Legajo 16.
Solicitud para la creación de la Escuelas de Ciencias Políticas. Acervo Histórico del Zulia. Año 1928, Tomo III, Legajo 25.
Carta de aprobación de la Escuela de Ciencias Políticas. Acervo Histórico del Zulia. Año 1928, Tomo III, Legajo 25.
Donación de un Kiosco a la Junta del Buen Maestro. Acervo Histórico del Zulia. Año 1929, Tomo II, Legajo 3.
Lista de suscripciones a periódicos del gobierno regional. Acervo Histórico del Zulia. Año 1929, Tomo XIII, Legajo 24.
Lista de escuelas y sus docentes Acervo Histórico del Zulia. Año 1930,
Tomo IV, Legajo 2.
262
FUENTES PRIMARIAS IMPRESAS
Conjuración Contra la vida del General Juan Vicente Gómez presidente Constitucional de la República. Protesta Nacional. Tipografía
América, Caracas. Año 1911.
Informe sobre la actuación de la sociedad Glorias al General Páez.
Memorias del Ministerio de Interiores. Tipografía Empresa El Cojo. Caracas.
Año 1911.
Informe de las escuelas del estado. Memorias del Ministerio de Instrucción Pública. Imprenta Nacional. Caracas, Año 1912.
Aprobación de textos. Memorias del Gobierno Regional del Estado Zulia. Maracaibo, Tipografía Maracaibo, Año 1913.
Programación de la exposición de la escuela de Artes y Oficios. Memorias del Gobierno Regional del Estado Zulia. Maracaibo, Tipografía Maracaibo. Año
1915.
Jurados seleccionados para exposición de la escuela de Artes y Oficios. Memorias del Gobierno Regional del Estado Zulia. Maracaibo, Tipografía
Maracaibo, Año 1915.
La Comisión Revisora de Textos Memorias del Ministerio de Instrucción Pública. Imprenta Nacional. Caracas, Año 1914, Tomo I.
Patentes de libros. Memorias del Gobierno Regional del Estado Zulia.
Maracaibo, Tipografía Maracaibo, Año 1915.
Jurados seleccionados para exposición de la escuela de Artes y Oficios. Memorias del Gobierno Regional del Estado Zulia. Maracaibo, Tipografía
Maracaibo, Año 1915.
Programación de los carnavales. Memoria y Cuenta del Gobierno Regional. Imprenta del Estado. Maracaibo, Año 1916.
263
Informes de creación de escuelas Memorias del Gobierno Regional del Estado Zulia. Imprenta del Estado, Maracaibo, Año 1917.
Información sobre los congresos pedagógicos Memorias del Ministerio de Instrucción Pública. Imprenta Nacional. Caracas. Año 1917.
Aprobación del Libro de Alejandro Fuenmayor. Memorias del Ministerio de Instrucción Pública. Imprenta Nacional. Caracas. Año 1917.
Reglamento de las escuelas Memorias del Ministerio de Instrucción Pública. Imprenta Nacional. Caracas. Año 1918, Tomo I.
Informe de los Boys Scouts en el Zulia Memorias del Ministerio de Instrucción Pública. Imprenta Nacional. Caracas. Año 1918, Tomo I.
Informes del estado de las escuelas. Memorias del Gobierno Regional del Estado Zulia. Maracaibo, Tipografía Maracaibo, Año 1919.
Programación de las fechas patrias. Memoria y Cuenta del Gobierno Regional. Imprenta del Estado. Maracaibo, Año 1919.
Informe de la Junta de la Gripe Española. Memoria y Cuenta del Gobierno Regional, Imprenta del Estado. Maracaibo, Año 1919.
Programación de las fechas patrias. Memoria y Cuenta del Gobierno Regional. Imprenta del Estado. Maracaibo, Año 1920.
Informe de la escuela de Enfermería. Memorias del Ministerio de Instrucción Pública. Imprenta Nacional. Caracas. Año 1921.
Programación de las fechas patrias. Memoria y Cuenta del Gobierno Regional. Imprenta del Estado. Maracaibo, Año 1925.
Decreto para reunir y publicar los trabajos de Arístides Rojas.
Recopilación de Leyes y Decretos de Venezuela. Litografía del Comercio.
Caracas. Año 1926, Tomo XLIX.
264
Censo de los alumnos de la Universidad Central de Venezuela. Memorias del Ministerio de Instrucción Pública. Litografía del Comercio. Caracas. Año
1927.
Horarios para las escuelas de la nación. Memorias del Ministerio de Instrucción Pública. Litografía del Comercio. Caracas. Año 1928.
Programación de las fechas patrias. Memoria y Cuenta del Gobierno Regional. Imprenta del Estado. Maracaibo. Año 1931.
Informes de las escuelas del estado Zulia. Memorias del Ministerio de Instrucción Pública. Imprenta Nacional. Caracas. Año 1931.
Creación de las Legiones Sanitarias en las escuelas. Memoria y Cuenta del Gobierno Regional. Imprenta del Estado. Maracaibo. Año 1932.
Documentos de fundación de escuelas. Memorias del Ministerio de Instrucción Pública. Imprenta Nacional. Caracas. Año 1933.
Documentación e imágenes varias. Memorias del Ministerio de Fomento.
Imprenta Nacional. Caracas. Año 1934.
Programación de las fechas patrias. Memoria y Cuenta del Gobierno Regional Imprenta del Estado. Maracaibo. Año 1934.
Informe de las escuelas federales. Memorias del Ministerio de Instrucción Pública. Imprenta Nacional. Caracas. Año 1934.
Programas de enseñanza de Ciencias Sociales. Memorias del Ministerio de Instrucción Pública. Imprenta Nacional. Caracas. Año 1935. Apéndice.
Programación de las fechas patrias. Memoria y Cuenta del Gobierno Regional. Imprenta del Estado. Maracaibo. Año 1935.
Conferencia sobre el gobierno de Juan Vicente Gómez. Memoria y Cuenta del Gobierno Regional. Imprenta del Estado. Maracaibo. Año 1935.
265
Ilustraciones de la ciudad de Maracaibo, obras en construcción. Memorias y cuentas del Ministerio de Obras Públicas. Imprenta Nacional. Año 1935.
266
FUENTES HEMEROGRÁFICAS
El Avisador. Maracaibo, sábado 4 de julio de 1914. Número 6231. Año
XXII-Mes 263. Información relacionada con la venta de libros y publicación de los
mismos por parte de los intelectuales.
Ecos del Zulia. Maracaibo, 17 de Julio de 1914. Fundador Valerio P.
Toledo. Información relacionada con la venta de libros y publicación de los
mismos por parte de los intelectuales.