Por Gérard Pierre-Charles

experimentó desde entonces en Haití.Tenía sus raíces no en una tradici6nar­tística trabajada durante años, sino enlo que se podría llamarse "el tempera­mento artístico innato del haitiano" ... lacual se expresa en una inclinación naturalhacia el arte en sus diversas manifesta­ciones musicales, coreográficas y litera­rias. ¿Sería el reflejo del alma sensible deun pueblo compenetrado por una tierratropical de belleza fabulosa? ¿O el hechode que el hombre haitiano viva aún muycerca, íntimamente ligado a la naturalezalejos, muy lejos, de este siglo de máquinas,de angustias, de grandes urbes? Esta ten­dencia artística se manifiesta en la tradi­ción de los "simidors" (compositores ycuentistas populares, con sus infinidadesde ritmos y de leyendas). Se encuentraen el sencillo plástico de los "hounis",dibujantes y pintores de "Veves" y otrasobras iconográficas del simbolismo vudú.Se manifiesta también en el plano de lapoesía o de la novela moderna. No dejade ser sorprendente y altamente signifi­cativo que Haití, con sus 200 a 300 mil"habitantes sabiendo leer", haya creadoartistas de proyección internacional comoJacques Roumain (traducido a 17 idio­mas), Jacques Alexis aRené Depreste.

El caJIlpo de las artes plásticas ofrecióa esta sensibilidad artística la posibilidadde expresarse con más fuerza que en nin-

artes plásticas

la pintura primitivahaitiana

"Son escasas -escribía el antrop61ogohaitiano Rémy Bastien--::- las manifesta­ciones plásticas de carácter espontáneoque se hayan revelado repentinamentesin haber sido precedidas por largos si­glos de aprendizaje o fomentados porhondos cambios en la estructura socialo en la vida política de una nación."

Una revelaci6n de este alcance produjola pintura primitiva haitiana al surgiral final de la década de los 40. EnParís, Londres y Roma, de repente elmundo del arte se percat6 del nacimientode una nueva escuela pict6rica. Duranteuna exposición organizada en París porla UNESCO, en 1944, vino la consagra­ción de esta nueva escuela y las telasprimitivas de Héctor Hypolite fueronaclamadas por su calidad artística, sufrescura y espontaneidad. Un mundonuevo era revelado por esos lienzos tro­picales a la Europa de la posguerra,aún gris de los sufrimientos de ayer, "bla­sé" por las angustias del momento. Unmundo lleno de optimismo y alegría,un mundo de verdades en donde el rea­lismo se vestía de colorido, de todo lomaravilloso de la expresión sencilla deun pueblo sencillo y que se proyectabaen el plano artístico a través de los másoriginales experimentos de composicióny de creación.

Un brusco florecimiento pictórico se

mentalmente los psic610gos suelen esco­ger trabajos en la industria, en laeducación y en la clínica, en dondehasta el momento hay demanda de ellos.l y qué relaci6n hay entre la psicologíasocial y ese tema que a usted le interesade la vocaci6n y los afectos? I

Hablo en mi ensayo de c6mo, desde elprincipio de la vida, en el momento enque el niño empieza su relaci6n con lamadre a través del pecho, comienzan aestablecerse relaciones y estructuras quemarcarán los destinos del individuo demanera definitiva. Podríamos poner co­mo ejemplo, para aclarar lo que estoydiciendo, dos tipos de familias en camposdiferentes.

Si nosotros tomamos una familia deescasos recursos encontramos que desdeel principio las carencias econ6micas ysociales determinarán que la madre déel pecho al niño durante un periodo pro­longado; se vive en un cuarto en el quefrecuentemente hay muchos componen­tes de la familia. Esto genera una cer­canía en términos de piel entre ellos, loque implica un contraste total con unniño que nace dentro de una familiarica. Ese niño nace en un hospital contodas las reglas de la asepcia, la higiene:hay una distancia considerable con lamadre desde el principio. Uno y otro ni­ño van a estar manejando situacionesafectivas prácticamente diferentes. Pos­teriormente, el pobre va a jugar con to­da una serie de niños de la colonia enáreas o espacios reducidos, en tanto queel otro va a jugar en un jardín hermosoy amplio, para él solo. Después irán ala escuela. Uno irá a una escuela haci­nada, sobrada de niños; se sentará enbancas en las cuales estarán sentados treso cuatro y a veces más compañeros. Elotro asistirá a una escuela de pocos ni­ños; va a tener una papelera grande paraél y habrá un gran campo dentro delcolegio. Uno va a ir a la escuela en uncami6n con la mamá, apretado; el otroirá en un coche grande, él solo. Estose seguirá repitiendo posteriormente máso menos en esta línea. Es obvio que elprimero tendrá gran habilidad para ex­presarse mascularmente, para aprendera luchar rápidamente con la calle ycon una serie de elementos externos. Elniño rico, naturalmente, va a ser redu­cido, concretizado, controlado; proba­blemente desarrollará más rápido, pro­cesos ideativos y racionales. A la largaen la etapa adulta de la vida, en unoy otro, ese aprendizaje determinará queelijan ocupaciones que estarán en rela­·ci6n con lo que han aprendido desdetemprana edad. Independientemente deesto, podríamos decir que como proble­ma biol6gico-genético, ambos pueden te­ner las mismas aptitudes, pero el apren­dizaje que han tenido, que es totalmentediferente, está directamente relacionadocon estructuras que determinan afectosy la distancia o la cercanía con la cualse manejarán frente a las personas, ocu­paciones, objetos, y todo lo que encuen­tren en sus vidas.

-Ciudad imaginaria, Prefete Dufaut

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gún otro campo y alcanzó tanta alturaprecisamente porque en la obra de crea­ción intervino el pueblo auténtico, elcampesino haitiano ...

Mientras la pintura de caballete serealizaba en Haití en los salones y estudiosfrecuentados por artistas intelectuales, noalcanzó nunca brillo ni fama, ni origina­lidad creadora. Así, durante un siglo ymedio de evolución nacional, Haití nun­ca contó con pintores destacados.- El pintor, animado del sentimiento de

la naturaleza, se limitaba en ser un ro­mántico paisajista. Cielos soleados, her­mosos valles con palmas reales, verdescontornos de montañas; la audacia delos colores, raras veces estimulaba la ima­ginación creadora.

Por el periodo de la posguerra em­pezó a soplar un caluroso viento de crea­ción artística, barrió con las antiguasformas y las copias demasiado clásicas.Sopló en el corazón, el espíritu y en elalina mismo de aquellos genios que an­daban sueltos entre montes y ríos de latierra haitiana.

El primitivismo surgió como una fuerzade la naturaleza, expresando con coloresvivos y espontaneidad todo lo que el al­ma del haitano tiene de personalidad pro­funda.

Los artistas se dejaron llevar por lapendiente de sus tendencias innatas yprimitivas, alcanzando un estilo y un mo­do de expresarse propio a ellos mismosy al ser colectivo. La belleza negra vinoa animar su pincel. Las formas físicas,los paisajes íntimamente ligados a ununiverso lleno de colorido y de misterio,representaron el mundo mismo del cam­pesino y de la gente humilde haitiana.

El "Centro d'Art" de Puerto Príncipefue fundado por el pintor norteamericanoDewit Petters. Al orgañizar el mercadode esa pintura dio un fuerte impulso aeste estallido. Permitió al pintor darsecuenta del éxito que tenía su obra en un"extramimdo" incoloro en donde la quin­taesencia de colores y la fuerza de lasexpresiones espontáneas parecían algomágico.

No faltó que este movimiento artísticorecibiera la influencia de tipo sociopolíti­co. El año 1946, en Haití representó unperiodo de grandes sacudimientos socia­les y de avance de la personalidad na­cional. Se observó un esfuerzo, una ten­dencia, toda una filosofía para valorizarel folklore haitiano, en su aspecto musicalsobre todo. Las canciones animadas porel tambor africano conquistaron "droitde cité" en las manifestaciones socialesy culturales.

Empujado por este amplio movimien­to, esta doble corriente artística y social,la creación pictórica dio lugar a algunastelas y murales de inspiración histórica;pero más allá de esas formas artísticas,promovió la aparición de verdaderas es­cuelas, cada día más audaces en su bús­queda y sus proyecciones.

En su rama original, las artes plásticashaitianas en sus años de surgimientocuentan con dos corrientes: la de losavanzados y la de los prlmitivistas.

Los primeros son aquellos quienes· apartir de ciertos elementos de formaciónclásica tratan de captar, logran captary expresar estampas de la vida haitia­na. Lo hacen con gran sensibilidad; perotodavía no logran expresar esta alma entoda su profundidad y sus expresiones.

Luce Turnier, Max Pinchinat, RolandDorcely, partiendo de su formación oc­cidental, crearon una gran diversidadde forma y expresión muy cercana alprimitivismo.

Los verdaderos primitivistas vienen delpueblo. A menudo antes le empezar aproducir, nunca habían visto obra dearte alguna, sino las ofrecidas por unanaturaleza tropical e isleña, rica en co­lores y formas.

Héctor Hypolite, el más famoso de losprimitivistas era, un Houngan, un sacer­-dote del Vudú. Antes de darse a corioceral público, su arte plástico era "maldito"en el ámbito de la intolerancia anti-vudú,desarrollado por el clero católico precisa­mente por 1944 ... Sus creaciones exal­taron las figuras ceremoniales del vudúles dio vida proyectándoles desde el mis­terio de santuarios hasta los escapara­tes de las galerías de arte.

Más restringido en su primitivismo,Philomé Obin encuentra la inspiraciónen su ciudad de provincia Cabo Haitia­no, sin sufrir influencia académica al­guna.

Castera Basile, un campesino de lasinmediaciones de Jacmel había decoradolas paredes de su "Caille" con los dibujosque más alegraban su sensibilidad primi­tiva. Descubierto por unos artistas yaavanzados, años después era el maestrodel pincel y su óleo "Pelea de gallos"ganaba en Puerto Príncipe un premiolatinoamericano de pintura.

Los murales de la Catedral episcopalde Puerto Príncipe representan la esenciadel arte primitivo de Wilson Bigaud, deObin y de Ba.Sile. "Los milagros de Ca­ná" cubren un espacio de 528 pies cua-

drados en que colores, rostros, formas,salen de una misma fuente: la imagina­ción creadora del pueblo. Y en los mo­tivos religiosos, personajes, santos y diosesaparecen con rasgos ?egroides¡ lo q~e. porsí mismos en la IconografIa haitIanatradicional representaba un paso verda­deramente audaz, manifestando ademásnuevos rumbos de la creación artística.

Toussaint Auguste es, de los primitivis­tas haitianos, quien más fama ha tt~nido,

sobre todo en el extranjero. Su obra "Na­tividad" fue escogida en 1966 por lasNaciones Unidas (Unicof) como temapara esas "tarjetas de navidad" distribui­das en el mundo por esa institución pararecaudar fondos de ayuda a la niñez des­amparada.

Toussaint Auguste, nacido en 1925, haorientado su obra hacia una fórmula de"Primitivismo Cristiano", ampliando asíel primitivismo origina,l que fue ante todola expresión del universo vivido por ar­tistas oriundos del pueblo, compartiendosu existencia, sus mitos y sus problemas."La fuga a Egipto", "Adam y Eva", es­tampas murales que integran el conjuntopictórico de la Catedral Episcopal, cons­tituyen manifestaciones duraderas de esasbúsquedas de formas nuevas.

Los verdaderos primitivistas ahora casihan desaparecido; acaso se han refugiadoen las alturas de nuestros montes inacce­sibles, de nuestros manantiales claros einagotables. La comercialización del artenacida del turismo y de las difíciles con­diciones de vida; la imitación; la falta denuevos empujes inspiratorios, todo ello haquitado mucho de su autenticidad a lapintura primitiva haitiana. Las telas deAntonio Joseph, de Dieudonné Cédor,de Louverture Poisson (El Velorio) y demuchos otros primitivos que nunca hanalcanzaJo la fama, quedan al lado de lasobras de los maestros Hypolite, Obin,Castera, tantos monumentos artísticosde raíces profundas y de alcance univer­sal.

Mientras estos primitivos, aparecidossin tradiciones, sin influencias artísticasextranjeras dan libre curso a su sorpren­dente imaginación, produciendo así el im­pacto de su autenticidad, los pintoresavanzados se encontraron limitados porreglas académicas que conscientemente ono, restringen su poder creativo o losorientan según moldes, preferencias, ten­dencias no siempre afines a la realidaddel primitivismo. Es que además estosartistas no son primitivos: culturalmentemuchos de ellos han sido formados por eloccidente. Parte de esta dicotomía cultu­ral que lleva en sí la sociedad haitiana-africanismo, indigenismo, haitianismoversus occidentalismo, europeanismo-­se exp~sa en la diferenciación que mani­fiestan estos avanzados, comparados consus colegas,

Como lo señala Antz Derose, críticade arte y artista avanzada: "Gaston Be­llande es un prototipo de clasisismo; converdadero placer crearía una 'Choucou­ne" tan regular y perfecta en sus líneascomo la Gioconda de Leonardo da Vinci

-Natividad, Toussaint Auguste

y podría cristalizar con delicadeza nues­tra 'Erzulie Freda', la diosa de la bellezanegra, con el mismo acabado de la Venusde Botticelli."

Roland Dorceli manifiesta ya máscomposición, más búsqueda intelectual.Su pintura es casi impresionismo puro.Pero su composición no tiene nada decomún con Picasso y Matisse aunque tan­to. uno como otro siguen siendo en elfondo coloristas del mismo tipo de Dor­celli.

Spencer Depas y Pinchinat en su con­ciencia artística han agotado todas lasinspiraciones clásicas impresionistas yneoimpresionistas. Viven entonces en loabstracto, pero están siempre penetradosde una verdad artística que conmuevepor la sinceridad de sus obras.

Son precisamente aquellos pintores mo­dernistas avanzados los que se habíanconstituido en 1950 en el Foyer de ArtesPlastiques, librándose a la vez de la tuteladel Centro de Arte y de las líneas del pri­mitivismo.

La galería Brochette, fundada en 1958,reunía a algunos pintores de vanguardiaque habían soñado en acercar el arte alpueblo. Dos de sus principales fundado­res habían logrado pasos auténticos eneste camino: Dieudonné Cédor y Luck·ner Lazarre. El primero colocado entreel academismo, el primitivismo y al mo­dernismo, pinta para el pueblo. Sus cua­dros traducen las escenas cotidianas, lasposturas físicas más ordinarias, los perso­najes de la calle con sus cuerpos deshue­radas y largos. Luckner Lazarre nos hacerevivir con facilidad su potencia lJara ex­presar escenas de mercado, un cuadro demiseria con todos sus detalles que sólo

una sensibilidad de artista puede captaryexpresar.

La Galería Calfou es otra manifesta­ción de los esfuerzos emprendidos por lospintores haitianos para superarse y supe­rar difíciles condiciones de la producciónartística en un medio en que se mani­fiesta fuertemente, la falta de incenti­vos espirituales. Animado por el pintory ceramista Jean Claude Garoute proyec­ta toda la inquietud y la originalidadcaracterística de un arte plástico que noha logrado mostrar toda su riqueza, ni,transmitir su mensaje de fe y esperanza...

Precisamente a partir de los logros deCalfou y de las invenciones de algunospintores jóvenes se puede prever otrapágina en que la pintura autén!~ca hai­tiana volverá a ocupar el rango que le(,orresponde como manifestación de laimaginación creadora, del sentido dela belleza y del ritmo de un pueblo de­masiado ahogado para expresarse en to­das sus potencialidades.

Sin embargo, a pesar del oscurantis,­mo reinante y de las limitaciones de todoorden impuestos por la dictadura, lasartes plásticas haitianas manifiestan aúnhoy día potencia de creación, diversidad,natalidad. Harry Jacques, Philipe Augus­te despiertan toda clase de esperanzas ...

Como flores silvestres brotadas en unsuelo piedroso o en lodo laterizado ...surgen, nuevos artistas de talento. .. Esque el arte haitiano, su pintura, la poe­sía, la música y la danza. . . tienen raícesprofundas y encuentran su savia en losmisterios del alma de un pueblo sen­sible y alegre que por vivir en "el másbello infierno del mundo" puede nutrirseen las fuentes de inspiración más origi­nales que se puedan imaginar.

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