art - risa de la muchacha tracia y la astucia de tales

Upload: matiasbarrios86

Post on 03-Apr-2018

226 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/28/2019 ART - Risa de La Muchacha Tracia y La Astucia de Tales

    1/6

    DEBATE

    como el fruto casi natural de la universalizacin de la escritura fue, de hecho, unamuy particular forma de entender lo quedeba considerarse como valioso y, por elotro, hacernos conscientes del esfuerzo

    que supuso dicha transicin histrica donde la figura emblemtica, Scrates, quedparadjicamente atrapado entre sus nuevas ambiciones analticas y el silencio alque lo oblig su propia perspectiva tica.

    NOTAS1. Sergio Prez Corts, Palabras Je filsofos.Oralidail, escritura y mem oria en la filosofa anti-gua, Mxico, Siglo XXI Editores, p. 14.2. Edward Said, Orientalixm, Nueva York, Vin-tageBooks, 1979.3. Hannah Ai^ndt, La condicin humana, trad.

    de Ramn Gil Novales e intr. de Manuel Cruz, Barcelona, Paids, p. 210.4. Sergio Prez Corts, op. cit., p. 47.5. Cfr. ihld., p. 147.6. Cfr. ibd., p. 195.7. Cfr. ibd., p. 119.

    L A R IS A D E L A M U C H A C H A T R A C I A Y L A A S T U C I A D E T A L E SEnrique Serrano GmezUniversidad Autnoma Metropolitana-lztapalapa, M xico

    En su libro Palabras de ilsofos...,SergioPrez condensa una gran cantidad de informacin con el objetivo de reconstruirla comprensin de la filosofa en el mundo grecolatino. Su propuesta, como lmismo seala, es desplazar por un momento la atencin de los aspectos doctrinales, sistemticos y argumentativos quenormalmente dom inan la aproximacin alos textos clsicos, para concentrada enlas palabras, los susurros, que estos escritos dejan or. Me parece que su objetivocentral, al destacar la importancia de laoralidad como medio privilegiado de laactividad filosfica, es desnaturalizar nuestras propias creencias sobre el sentido deesta peculiar actividad terica.

    La organizacin acadmica del trabajofilosfico , que caracteriza a nuestras sociedades, ha propiciado que se privilegiela escritura. Sin duda, la profesionaliza-

    cin y especializacin de la filosofa hatenido efectos positivos, considrese, porejemplo, los avances recientes en lgica,la aparicin de nuevas ciencias o bien lasposibilidades de difusin de ideas msall de los mbitos culturales particulares,lo que ha posibilitado recientemente, unaglobalizacin de la difusin filosfica. Sinembargo, cuando la filosofa se ve encerrada en los muros acadmicos, por msamplios que stos sean, se generan numerosos riesgos. Especialmente existe unoque, aunque no es exclusivo de la filosofa, tiene efectos fatales para ella: me refiero a la prdida del vnculo entre la filosofa profesional y las otras actividadessociales.Es cierto que la actividad de los filsofos siempre result extraa al resto de losmortales. Recordemos la risa que provocaen la muchacha Tracia la torpeza de Tales

    RIFP / 24 (2004) 1 7 3

  • 7/28/2019 ART - Risa de La Muchacha Tracia y La Astucia de Tales

    2/6

    Palabra de filsofos

    de Mileto, o bien las opiniones que tenande Scrates sus conciudadanos. Sin embargo, a pesar de que la extraeza y lasburlas que sta provoca representan fenmenos constantes, sus causas son distintas. Si Tales no vea por donde caminabaera porque se dedicaba a observar las estrellas y el conocimiento que obtena deello no slo le permita predecir eclipses,sino tambin determinar el momentooportuno en el comercio del olivo paraobtener riquezas. Esta segunda parte de laancdota, generalmente, se pasa por alto.En el caso de Platn, su exigencia de salirde la caverna nada tiene que ver con refugiarse en un extrao y misterioso mundotrascendente, como han sostenido sus intrpretes cristianos; la salvacin siempreest aqu y ahora. Se trata de romper conla tirana de la inmediatez, para acceder auna persjjectiva global de este mundo y,as, construir un sentido fundamentadoque nos permita actuar en l.

    El conocer tiene que ver con la capacidad de manejar las distancias; se trata depoder alejarse de lo familiar, de lo inmediato, as como aproximarse a lo lejano, alo extrao. Precisamente este manejo delas perspectivas que se abren en las distintas distancias es una de las habilidadesque con mayor frecuencia se pierden en lafilosofa acadmica. En efecto, al igualque sus colegas del mundo clsico, el filsofo actual rompe con la inmediatez delo cotidiano; pero, frecuentemente, ello nole sirve para acceder a una visin flexiblede su mundo, sino para quedar atrapadoen la inmediatez de los problemas que definen su estrecho campo de especializa-cin. Lejos de aproximarse al ideal del sabio, en su sentido clsico, se convierte enun cretino con ttulo de doctor. Este divorcio entre la filosof a y la vida, para decirlo de una manera dramtica, provocativa, ha sido ya criticado por el romanticismo, Schopenhauer, Nietzsche y, reciente

    mente, por Sloterdijk y Safranski, entremuchos otros.Una de las virtudes del trabajo de Sergio Prez consiste en el manejo magistralde los medios acadmicos para hacer unacrtica de la filosofa acadmica moderna.Podemos decir que se trata de una actividad autocrtica, la cual demuestra que, apesar de todo, cuando se ejerce seriamente, la filosofa acadmica genera la vitalidad suficiente para romper con sus propios corss y, de esta manera, abrirse anuevos horizontes. En el breve espacio deeste ensayo, voy a tratar de imitar estemtodo, con el objetivo de subrayar loque es, para m, la principal aportacindel libro que ahora nos ocupa.Como buen ratn de academia, lo primero que se me ocurri durante la lecturade Palabras de filsofos... es que se tratabade una excelente introduccin al tema delas doctrinas no escritas de Platn. Desdeque me aproxim por primera vez a esteasunto, gracias a la investigacin del profesor Hans Kramer, plasmada en su libroPlatn y los fundamentos de la metafsica,me result fascinante no slo la propuesta,supuestamente, platnica para solucionarel problema de las relaciones entre la unidad y la pluralidad, la universalidad y laparticularidad, sino tambin esa actitud denegarse a escribir el aspecto fundamentalde una teora filosfica. Los discpulos dePlatn tenan que pasar por un largo proceso de aprendizaje hasta que el maestrose dignara a exponeries, de manera oral,las tesis centrales de su filosofa. De hecho, una de las pruebas que exista en laAcademia platnica para detectar la vocacin filosfica de un individuo era ver lareaccin del alumno a la exposicin de esadoctrina, que Platn llevaba en su alma.En la famosa Carta Vil, Platn narra,cuenta, que se dio cuenta de inmediato queel tirano de Sicilia careca de dotes filosficas, porque al exponerte algunos aspec-

    1 74 RIFP / 24 (2004)

  • 7/28/2019 ART - Risa de La Muchacha Tracia y La Astucia de Tales

    3/6

    DEBATE

    tos de su doctrina del Bien, de inmediatoquiso Dionisio escribirla, y ms adelanteagrega:En efecto, no existe ni existir nunca un es-crito mo sobre estos temas, pues en modoalguno es algo de lo que se pueda hablarcomo otras disciplinas, sino que es graciasaun frecuente contacto con el problemamismo y gracias a la convivencia con l,que de repente surge dicho saber en elalma, igual que la luz que se desprende deun fuego que brota, alimentndose a partirde entonces a s mismo [Carta Vil 341a].Algunos expertos pueden aducir quehay dudas fundadas sobre la autenticidadde esta carta, por lo que ella no demuestrala existencia de estas doctrinas no escritas.Yo no tengo la autoridad acadmica paracuestionar la posicin de estos eruditosescpticos; sin embargo, puedo advertirque los argumentos que se utilizan en ellapara defender el imperativo de no escribirdicha doctrina, son muy parecidos a losque se manejan en el Fedro, dilogo quees aceptado ampliamente como una obraautntica. Casi al final de este dilogose narra la historia, ambientada en el anti-guo Egipto, de las invenciones del diosTheuth, el cual las ofreci al rey Thamusafirmando que era preciso ensearias asus subditos porque les seran de gran uti-lidad. Ante las dudas del rey, el dios pre-sent cada una de estas invenciones expo-niendo minuciosamente sus ventajas, a lo

    que el rey responda aprobando o desa-probando, segn le pareciese bien o mallo que deca la ingeniosa divinidad.Pero cuando llegaron a lo de las letras (laescritura), dijo Theuth: Este conocimiento,oh rey, har ms sabios a los egipcios y msmemoriosos, pues se ha inventado como unfrmaco de la memoria y la sabidura.Pero l le dijo: Oh artificiossimoTheuth! A unos les es dado crear arte, aotros juzgar qu dao o provecho aporta a

    los que pretenden hacer uso de l. Y ahorat, precisamente, padre de las letras, porapego a ellas, les aibuyes poderes contra-rios a los que tienen. Porque es olvido loque producirn en las almas de quienes lasaprendan, al descuidar la memoria, ya que,findose de lo escrito, llegarn al recuerdodesde fuera, a travs de caracteres ajenos,no desde dentro, desde ellos mismos y pors mismos. No es, pues, un frmaco de lamemoria lo que has hallado, sino un simplerecordatorio. Apariencia de sabidura es loque proporcionas a tus alumnos, que noverdad. Porque habiendo odo muchas co-sas sin aprenderias, parecer que tienenmuchos conocimientos, siendo que, al con-trario, en la mayora de los casos, totalmen-te ignorantes y, adems, difciles de tratar,porque han acabado por convertirse en sa-bios aparentes en lugar de sabios autnti-cos [Fedro llSa-b],En oposicin a lo que sealan algunoscomentaristas, me parece que a lo largode sus obras Platn despliega slo un ar-gumento en contra de la escritura, el cualconsta de dos dimensiones complementa-rias, las que, a su vez, estn constituidaspor distintas tesis. Con ello quiero decirque si consideramos cada una de estas te-sis de manera aislada nunca tendremos unargumento contundente, ni comprendere-mos la posicin de Platn contra la escri-tura. La primera dimensin, la podemosllamar negativa y consiste en destacar lospeligros o desventajas de la escritura. ParaPlatn, por ms perfecto que sea un texto,

    por ms habilidad que tenga su autor,siempre ser ambiguo, lo que dar pie adiversas interpretaciones. Ello se debe,entre otras razones, a que el texto pierdela conexin con su contexto, es decir, ad-quiere una objetividad que trasciende lasintenciones de quien lo escribe. Esta tesis,cabe apuntar, es el punto inicial del desa-rrollo de la hermenutica. Precisamente laexperiencia del arte hermenutico confir-ma que es una ilusin esperar la supresin

    RIFP / 24 (200-1) 175

  • 7/28/2019 ART - Risa de La Muchacha Tracia y La Astucia de Tales

    4/6

    Palabras de filsofos

    del conflicto de interpretaciones. Para Pla-tn ello representa un grave peligro, pueslos textos pueden caer en manos de igno-rantes, de charlatanes o simplemente depersonas que no estn dispuestas a reali-zar el esfuerzo que exige la sabiduna.Pensemos en todos aquellos que convier-ten una teora con pretensiones de verdad,en una simple doctrina, que no se contras-ta con la realidad, y slo sirve para defen-der identidades particulares, ajenas a lacrtica, que slo brindan la sensacin deseguridad. En los escritos platnicos sedice que lo escrito es incapaz de ayudarsea s mismo:

    Pero, eso s, con que una vez algo hayasido puesto por escrito, las palabras ruedanpor doquier, igual entre los entendidos queentre aquellos a los que no importa en ab-soluto, sin saber distinguir a quines con-viene hablar y a quines no. Y si son mal-tratadas o vituperadas injustamente, necesi-tan siempre la ayuda del padre, ya que ellassolas no son capaces de defenderse ni deayudarse a s mismas [Pedro 275 d-].Posteriormente se agrega que la escri-tura se presta siempre a la falta de serie-dad, pues slo se requiere aprender dememoria un texto para parecer sabio sinserlo, esto es, sin tener la capacidad deprocesar informacin ante las exigenciasde las cambiantes circunstancias. Repetirgrandes frmulas, principios universales ofrases contundentes siempre ha sido unrecurso de los ignorantes para impresionara los que comparten su condicin. En re-lacin a esta tesis se establece una analo-ga entre los llamados jardines de Ado-nis y la informacin que se adquiere atravs de la escritura; analoga de la quehabla Sergio Prez en su libro. Con oca-sin de la fiesta de A donis, los griegos so-lan cultivar en pequeos recipientes se-millas que, gracias al calor del verano y a

    un ambiente de invernadero crecan rpi-

    damente. Pero las plantas de estos jardi-nes artificiales no podan dar frutos y mo-ran rpidamente. De la misma manera,cuando se obtiene una informacin a tra-vs de la lectura, si no se procesa median-te su relacin con otras informaciones quela apoyen y la contradigan, no podr serasimilada y pronto se olvidar. En el casode las personas con una memoria prodi-giosa, como es el caso de los eruditos, po-drn repetirla para impresionar a sus pr-jimos, pero no tendrn la capacidad deutilizara en el proceso de comprensin dela dinmica del mundo. Una indigestinde informacin conduce a la atrofia de lafacultad de asombro.

    Esta ltima tesis representa la articula-cin con la dimensin que podemos lla-mar positiva, la cual se refiere a la formade aprender de manera correcta. SegnPlatn, para acceder a la noesis, esto es, ala intuicin de la realidad inteligible, serequiere de un fuerte entrenamiento endianoia, es decir, en un razonamiento, so-metido a reglas, donde interviene una plu-ralidad de voces, ya sean de distintos per-sonajes o de diversas voces al interior dela conciencia. El recurso de utilizar en laescritura la forma del dilogo tiene el ob-jetivo de ensear a reproducir en la con-ciencia la polifona, propia de la comuni-cacin oral. Se trata de escribir la filosofaen el alma. La facultad de situarse, graciasa la imaginacin, en distintos puntos devista y de representar diferentes persona-jes, hace posible el dilogo polmico quedefine a la reflexin. En ella se trata dedesnaturalizar nuestras creencias y perder-se en una pluralidad de posiciones para,posteriormente, elegir diversas opcionesrepetidamente, en trminos de un procesode prueba y error, hasta alcanzar la com-binacin que nos lleva a formular unapropuesta de solucin al problema queenfrentamos. El inmenso placer que pro-duce el acto de noesis es lo que hizo que

    176 RIFP / 24 (2004)

  • 7/28/2019 ART - Risa de La Muchacha Tracia y La Astucia de Tales

    5/6

    D E B A T E

    Arqumedes exclamara Eureka!, peroeste dichoso momento no es un milagro,ni un regalo de la inspiracin o la Fortuna, sino el efecto de un trabajo constantey agnico.A veces, este efecto aparece de maneraretardada: cuantas veces hem os estado sumergidos en un problema durante un largo perodo sin encontrar ninguna salida y,de repente, en medio del sueo o de lacharla informal en una cena de amigos,sentimos el alivio que genera la visin deuna aparente solucin, la cual nos motivaa creer, ingenuamente, que, como mnimo, merecemos el Premio Nobel. Desgraciadamente, este efecto placentero pasarpido, en cuanto nos sumergimos denuevo en la confrontacin dialgica de lareflexin. Quiz el afn de los filsofostradicionales de acceder al absoluto se deba, parcialmente, a la vana esperanza deprolongar indefinidamente ese orgasmoespiritual. Con independencia de las ilusiones filosficas, lo importante ahora esdestacar que el fenmeno de la noesis retardada es un sntoma de que la reflexinno es trabajo que pueda ejercerse en unajornada limitada sino que, ms bien, setrata de una praxis, esto es, una actividaden la que se encuentra en juego la libertady, como tal, representa una forma de vida.Como se destaca al final del libro Pala-bras de filsofos..., la defensa de la orali-dad en el mundo clsico se encuentra entrelazada con la idea de que la actividadfilosfica exige un compromiso vital quedetermina todas las acciones:

    [...] se trataba de la necesidad de una perfecta concordancia entre los principios quese promueven y la vida que se realiza. Lafilosofa, que no era reducida a la serie dedoctrinas y principios, exiga de sus practicantes un cuerdo sin fisuras entre ambosaspectos. Elfilsofoofreca sus argumentosno slo en sus escritos sino tambin con elejemplo, especialmente en su independen

    ciarespectoa las necesidades fsicas y a lasataduras imaginarias de las convencionestradicionales [p. 29].El acuerdo entre la reflexin filosfica yla forma de vida produjo la imagen tradicional del filsofo con ropaje desaliado, cabello hirsuto, barba descuidada, maloliente, sometido a una dieta frugal y alrigor inhumano del celibato. La palabraviva, agrega Sergio Prez, adquira su mayor relevancia en esta correspondencia entre el contenido terico y la vida ejemplar.Desafortunadamente, esta imagen se ha

    convertido en un simple estereotipo, quees imitado por algunos, de manera ms omenos congruente, con la intencin deaparentar profundidad de pensamiento. Sinembargo, como hemos sealado, en nuestros das el ejercicio acadmico de la filosofa ha propiciado el divorcio entre lateora y la forma de vida. Por eso, no esextrao encontrar acadmicos especializados en la filosofa prctica de Kant que ensu vida cotidiana son incapaces de sometersus acciones a los ms elementales imperativos de la tica, o bien, autores de librosen los que se aspira a justificar sofisticadamente a la democracia, pero que aprovechan el mnimo poder que encuentran enla dinmica cotidiana para comportarse tirnicamente. Esta incongruencia no sloes ms ridicula que la imagen tradicionaldel filsofo, sino que resta credibilidad alas palabras. Como dira Hegel, se tomanun saber positivo, receptculos vacos que,en el mejor de los casos, slo pueden ensear algo de habilidad argumentativa.

    La tarea que realiza Sergio Prez de recuperar la vitalidad propia de la concepcin clsica nos obliga a confrontar nuestros presupuestos. Aunque en el mundodesencantado de la modernidad no creoposible rescatar la confianza platnica enla episteme como fuente de virtud, la contemplacin del compromiso que rega la

    RIFP / 24 (2004) 177

  • 7/28/2019 ART - Risa de La Muchacha Tracia y La Astucia de Tales

    6/6

    Palabras de fi lsofos

    vocacin de los filsofos griegos y roma-nos, nos invita a realizar un esfuerzo msall de la dimensin terica. Si bien he-mos asumido la inexistencia de una cone-xin analtica entre conocimiento y virtud,ello no implica, necesariamente, el con-

    formarse con la incongruencia; por elcontrario, se trata de proponernos crearuna conexin sinttica entre estos elemen-tos para otorgar no slo rigor acadmico anuestras expresiones orales y escritas, sinotambin vitalidad y autoridad moral.

    RESPUESTA A LO S FILSOFOS Y SUS PALABRASSergio Prez CortsUnivers idad Autnoma Metropol i tana-Iztapala , Mxico

    Ante todo quisiera agradecer la oportuni-dad que me ofrecen los colegas de la Re-vista Internacional de Filosofa Polticaabriendo el espacio correspondiente al de-bate, a mi trabajo. Luego, agradecer igual-mente a Mara Pa Lara y Enrique SerranoGmez por sus comentarios que sirvieronasimismo de base para la presentacin dellibro en su momento. En ambos comenta-ristas el espritu de mi empresa queda per-fectamente expuesto, lo que en cierto modocondiciona mi respuesta, condenndolams bien a agregar que a debatir, a precisarms que a confrontar sus palabras. En efec-to. Palabras de Filsofos... parte de unacierta concepcin del quehacer filosficoque se obstina en mostrar una y otra vezque resulta posible, desde una perspectivahistrica, a la vez tomar una distancia refle-xiva de nosotros mismos y, en consecuen-cia, establecer una mirada critica a nuestropresente. En este caso especfico, tal intentose concentra en los hbitos intelectuales delos filsofos antiguos con el fin de mostrarun universo sensiblemente diferente alnuestro, debido a la intensa participacin dela voz viva y la memoria, al menos en elmismo grado que la pgina escrita, en laproduccin y difusin del saber filosfico.

    En etiecto, la voz viva ha sido un mediode expresin permanente de la filosofa,pero no siempre ha recibido la misma va-loracin. En nuestros das, la palabra pro-nunciada ya no ocupa un papel preponde-rante debido a la conviccin de que la filo-sofa ha de ser producida, transmitida yenseada mediante el libro que es escrito,y luego ledo, en silencio. La autoridad delfilsofo descansa en sus escritos y no yaen sus palabras. No podra ser de otromodo porque durante muchos siglos he-mos estado inmersos en una cultura de laescritura, y sta ha acabado por imponersecon el peso abrumador de los hbitos coti-dianos. Las pginas no siempre fueron si-lenciosas y durante largo tiempo requirie-ron de la animacin de la palabra pronun-ciada, pero a fin de cuentas el milagro deltexto termin por acallar la voz. El marca-do carcter textual de la filosofa modernase manifiesta de distintas maneras, empe-zando por los lugares mismos de trabajo:sitios repletos de libros, notas y obras de re-ferencia, refugios ntimos, apartados, perso-nales en los que el sigilo refleja el placerdel escritor y el lector solitario ante su p-gina muda. Naturalmente, tal predominiode la cultura textual tambin se muestra

    178 RIFP / 24 (2004)