ESTO PASAPoesía en Buenos Aires

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ESTO PASAPoesía en Buenos Aires

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Walter Lezcano

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Walter Lezcano (Goya, Corrientes, 1979). Es docente de Lengua yLiteratura en escuelas secundarias. Editor en Editorial Mancha deAceite y periodista freelance (aparecieron textos suyos en: Crisis, Nia Palos, suplemento Cultura de Tiempo Argentino, Brando, Rolling Stone,Revista Ñ, Clarín, Los Inrockuptibles, Anfibia, Eterna Cadencia, Otraparte, Bacanal y Radar de Página 12). Publicó: Los Mantenidos (Fune-siana), Jada Fire (Difusión Alterna), Tirando los perros (Gigante), 23patadas en la cabeza (Difusión Alterna), Calle (Milena Caserola) yHumo (Vox).

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Triglicéridos

Estuve a punto de cuidar mi saludpude haberme negadopero no lo hice:me entregué una vez más al río de aceite y la espuma.

El viento era una sábana que nos daba alegría. Me preocupaba por eso,quería que siguiera. El deseo constante es ese:continuar porque la idea de final es un cuento de nuestros padres.

(Una vez un médico clínico me preguntó:“¿cuántos años querés vivir, Walter?”.Yo, no sé por qué, me acordé de Alberto Olmedoy le dije:“Todos los que pueda”.Me respondió:“Si seguís así vas a poder muy pocos”)

Me señaló el atardecer. Era un lugar común de mierdatambién era hermoso. Me quedé con esto último.

Volviendo a casaentrelazamos nuestros dedosy fue como si pudiera lograr todo lo que me propusiera.

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Ese olor a podrido viene de algún lado

Después de bañarme desempañé el espejo y me miré la cabeza:otra cana.Una más. Hace tiempo que vienen apareciendoy a esta altura parece una invasión. Lo peor de todo es que no pude defenderme.Ganaron territorio de forma silenciosay ya nada me pertenece.

¿Cuántas son?Perdí la cuenta. Igual no tiene sentidollevar un registro de eso: es una batalla perdida.

Algo empieza a partir de ahora:la suave despedida de la carneel desfallecer lento de la memorialas resacas y las erecciones cada vez más espaciadas.

Es tiempo(¡tiempo es lo único que no tengo!)de pensar con tranquilidad en varias cosas:el cajónel testamentoy el INCUCAI.

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El fondo del mar es una habitación vacía

No recuerdo si fue el goteo de la canilla mal cerradao era mi vidaarruinada por tener estudios terciarios incompletos pero algo estaba fallando en ese instante:mi cabeza, de golpe, empezó a funcionarcomo si fuera una bomba de agua en el medio del campo.

Las tres de la tarde (en verano)es la hora ingrata:hay que estar preparado para el desastre. ¿O es que acaso sobrevivimos de pura casualidad?

Tal vez era el color de las paredes o el ventilador de techo que no arrancabao una infancia indescriptiblepero no pude parar a mi mente.Quería descansar, mi cuerpo lo pedía.Pero para eso faltaba.

El cemento era duromás duro que mis nudillos o mi frente.Lo mejor era intentar por otro lado. ¿Por dónde se sale de todo esto?era mi pregunta preferida. La única que necesitaba respuesta.

De chico me costaba comprender lo que era un sustantivo abstracto.La maestra me daba millones de ejemplos que hacían todo más difícil.

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En ese momento, esa tarde llena de asquerosa luz,lo entendí perfectamente:la abstracción era todo lo que no podía pronunciarni agarrarni escupirni lamerni destruir. Siempre fui lento para lo importante.¿La sabiduría era eso al final?¿Tan pobre era todo en el planeta tierra?No podía detenerme ahí. Quería descubrir más de mí. Probé con una paja. Una larga y desapasionada puñeta. No fun, me dije al final sin haber acabado. Y lo repetí: No fun. Dos palabras.Era un tema de los Stooges. Sí. También era la historia de mi vida.

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Se me cayó el vaso de cervezaencima del álbum de nuestro casamiento.Las fotos se ondularon lentamente.¿Qué carajo hacía mirando eso?Así es la vida en el planeta tierra:un golpe tras otro en las puertas del cielo.

La película continúa.

Me serví otra vez.Iba por un trago más.Algo redentor y espumoso:una oleada de vida.Pero ya estaba caliente.Escupí ese meo. Era la última botella, el último trago.

Ahora sí: ya termina.

Me fijé la hora. Todavía quería ponerme en pedo.Vos sabés: para olvidar.Era tarde. El chino ya había cerrado.Otro país que me dejaba en banda.

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Hay noches,noches hermosas como ésta, por ejemplo,en las que pienso en mis amigos. Ellos son del palo y fallecieron muy jóvenes.

Tienen bellos nombres para sus destinos trágicos:Nick Drake y Bill Hicks.Si te llamás así morirte es un trámite. Yo también quiero uno de esos nombres.

Y hay momentos,momentos como éste, por ejemplo,en los que no sé qué hacer con mi existenciay flasheo que el fondo de la olla está cada vez más cerca,y pienso en ellos, en mis amigos, y séque tampoco lo lograron. Saber eso no me hace sentir mejor.

Por suerte, lo que sigue es Alcohol & YouTube.

Hay una puerta en algún lugar

que tiene un cartelito verdedice EXIT:

quiero encontrarla.

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Gabriela Clara Pignataro

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Gabriela Clara Pignataro (Floresta, Buenos Aires, 1985). Escribe, esactriz y fotógrafa por corazón. En 2013 estrenó su opera prima deexperimentación teatral biodramática en CCMAtienzo. Publicó Laúltima oleada se llevó todo menos esto (Editorial Subpoesía 2013), Esoque no se parte es una respuesta (Difusión Alterna 2014), Muta (2014,Nulu Bonsai). Se encuentra trabajando en Proyecto 4/4 de investi-gación fotográfica analógica. Escribe reseñas, poesía y ensayos enlasalvajelucidez.tumblr.com y sobre todo observa y respira.

Sudestada

Salí a cortar los camposllené la casa de floresno necesitomover las piedraspara traer hacia míla montaña,el sólo traspaso de los cuerposmodifica la fisonomíadel paisaje.No intento alterarla dirección del sembradopara cambiar la cosecha,puedo extraerel deseo de raízy trasplantarloen la tierra que yo elija.No me es precisomover las piedras:soy la montañacompacta por fueralíquida por dentro,no estoy sobreviviendome muevo sobre el tiempocomo el magmapotencia de fuego,protege el cristalhasta la rupturaque descubrael brillo necesariopara correr de noche

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sobre el suelo ácidodel ríosin lastimarnos.La sudestada fue una cachetada,somos un barrioencendiendo sus lucespara ver la tormentaque lavará el hieloy la sangreen la entradade nuestras casas.Salí a cruzar los camposun coyote me comióahora escribesacudiéndose el polvodel desierto,mientrasel vapor de la duchalo inunda todo,dejo de escuchar mi formapara serel anillo cayendo en el volcán,mi perro ladrándolea las noticias en la radio.

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Explosiones sobre Belgrado

- Lo concretotocarme los párpadosrevisar si estoy ciegapor no ver-Tengo los ojos hinchadosel sol me llegará suave no lo voy a soportarel dolor de hacer aguael aire que condensael meridiano de una noche larga- Lo posiblelavarme la cara tres vecesllenar la bañera de salvolverme pez hasta arrugarmetodas las escamas se desprenden en otoño-Dar vueltas, Belgradolos soldados en la guerradisparan, se cubren, se tapanla pólvora los hace llorarquieren abrazarsela balacera, nieblaimposible desblindarseel terror de limpiar la sangre seca de los miedosel deseo dopaminadola razia de las emocionesno deja oler el amorque navega por lo bajoabisal precipicio inesperadofinal del recorrido- Lo probable

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la fiebre vuelveel reset del registrodejar de estar cercaya no mirarnos llegargesto de mediodía al solen calma -Sentir los músculos temblarque crezcan los huesoshasta tenerla misma altura que vos- configurar el mundo desde ahí comprender la falta de aire -Loop ad infinitumasfixia tener espaciola misma altura que vosno extrañar que me abraceshacer cumbre en el viaje ultrasónicolas imágenes en tu cabezahasta el mundo, surcode las plantas, objetos vivosque nos mirany me gusta tocar- Lo imaginadola autopista se parte al medioGodzilla desnudocae sobre las casas oesteslos autos, los perros, las banquinasprovincia de Buenos Airesme escupe las manos -Un agujero en la frenteun árbol sin raíces flota

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las hojas tambiénreloj de arena quecae no puedecae no puede cae detenerse sin desintegrartodo lo que pesaun caballo relincha arrodillado prefiere dormirse dulcea correr herido de muerteen el medio de la lluviala contingencia en pausade la espera.Todas las cosas pasaron de alguna manera escondidaun pájaro que no se deja pintarcuerpo medusatocando el espacio infinitochocándose, disparando el latidoen un campo minadotodo estallala explosión en el oído me devuelve qué pasóla puerta se abrióse cerróla solapa de tu ataúd de cueroqué pasóafuera se hace de díanunca dormí.La cama está armadano hay nada para desayunar,hoy va a ser un díade esos tristes.

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7 movimientos en las góndolasdel supermercado

I-I

Tantos descubriendo la pólvora

fuego de artificio sobre las casasestruendo

otrosencendiendo faroles

la luz que ilumina los pasoslo que se revela fuerteno tiene sonido

el milagro es internomostrar el estigmaesdemagogia-no expliques tu almapuedo olerlacomo la menta frescaen la lenguacuando el cubitose deshiela-

I-II

Algunosdisfrazando la ironíaen nuevas formas inteligencia reaccionariavacíaTu verdad mi verdad

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la verdad forzadaes un bebé enanotambaleandoen una cámara gesellinclinada,nuestro cubículo de sentenciasdinamita la miradadespués de mañana.

Arrojar la piedra lejosno destruyela neblina:la atraviesa y se pierde,permanecemosigual de ciegoslevantando polvovistiendo fantasmascon trajes mineraleshaciéndose fuertesen la fronterade los miedosEstamos hechosde la misma materia de la queremosdeshacernosel movimiento escambio de densidadesen un cuerpo sanodespuésde comprender la estructura atómica del veneno.

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II

Soy errorla falla del chalecola aguja, el hilola pinza que ajusta el vestidoal borde mutanteque se regeneray acierta:el único dolor inútiles la tristeza estérilla pólvora mojadade una imagen accesoriaprendida como alfilera la inmediatezde la novedadque no respirapasado su cuartode hora.El resto, a veces involuntarioespasmo es tracción que girala muda de cosechasal equinocciode mayor potencia.Entonces el error que irrumpióla línea continuaintrodujoel filo de la verdadcon que cortola gelatina que me separadel mundo.

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III

A vecessimplementeno se puede,simplementeno se esla fuente que debatransportarel oleaje que quiereahogarsesolo,sin maderasdonde abrazarse.

IV

Descubriste la pólvoraqué bien,te entrego el premioojalá sepas,hacer fuego en el centro del río.Necesitamos branquiasuna verdad violentauna caparazón vacíasobre la playapara reconocer el cuerpohaciendo sombraen el pastodejando marcasmás potentesque el dogma transparentede la indolencia,que la espesura

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pueda flotarsobrevivirmientras las terrazasquedan bajo agua.Un planeta sobreexigido en su circularidaduna raza melancólicaque al parecerextraña el mar,el origen de su vidao una multitud idiotacapaz de destruirlotodo.

V

Prendo la radioapilamiento de formassalgo a la calleapilamiento de formasmiro el espejoapilamiento de formasNo quiero ser un calcode la sastrería de la desesperación.La voluntad tiene volumenla fortalezase hace carneel terror de cambiarlo todoes un mosquitodisecándose en la medianera del verano.Hay muertos hacia arribamuertos hacia abajohay que evitar morirse

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antes del tiempo exacto.Hay que moverse viento a favorde la honestidadde los huesos.

VI

La duración no espáramo precisode la extensiónde un momento.Toda una tarde fuela llama del anafehirviendo el aguauna y otra vez.Toda la educación fueun invierno mirando a mi abuelaelegir las hojas verdesentre las matas secas.Todo el amor fuellevarte a un lugar del barriodonde nunca me habían mirado,bajo la sombra blancade un jazmín del paíscruzamos la frontera,no volvimosa hablarnos.Toda la calma fuerecibir el impactoesperarlimpiar las crucesde la ropa

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mirar los restosreconocerlosy enterrarlos:no hay manto santoque cubra los actospara siempre.Hay una vereda triste,una esquina de ladrillosdonde me mataron,hay una casa con las ventanas abiertasdonde ya nadie escuchalos domingos de al lado,hay un ángulo del techodónde se junta el soly se hace un nidoque junta a las arañaslas vuelve mansos cristalestejiendo trama irreveladaLa vida es un animal salvajemoviéndose a ciegas,en la dirección correcta.

VII

Y sigue siendo amorel principio de destrucciónde su propia institución,es el fin del comunicadopara liberarloen un nuevo símboloque no hable por él,que sea su propia bocaaprendiendo a respirar sin amnesia

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Roberto “Poroto” Riera

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Roberto Riera (Buenos Aires, 1967). Cocina, escribe y recita. Publicólos poemarios Los Síntomas del mono (2009), De Oreja a Oreja (2010),Sancocho (2011), Todos somos garganta (2012). Participó en las anto-logías de poesía Antangología y 2017, Nueva Policía contemporáneaTomo II; todos editados por Milena Caserola. Sigue vivo.

Si de lejos ves veniruna guayabera, y se ve

la canoa llena y se veun hombre remando, soy yo.

Los Wawancó

La certezaes tu mejor excusapara creerque la ropa está limpia.Tantos años de militanciase desparraman en un santiaménen el descanso de la escalera.La señora del lavadero es un amorte hace precio a cada lavadono te cobra el valet.Cascanueces,sabe de tus buenas intenciones,por eso el suavizante.

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La vida continúaepisodio final

No es para nada difícil morir rápido,los hechos de la historia lo confirman.Lo difícil es vivir rápidodonde ser verosímilsignifica ser valiente,y ser valiente se puede interpretarde muchas maneras.

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el perímetro asfixiasemejante diamante no cabe en un alhajerono hay lugar tal entre bijouterie de tan poca montalas palabras cuelgancomo éstasi, éstala que nunca másel perímetro se achicacomo soga al cuelloy te sube la presiónle robás las pastillasa tu maridoque ahora no calificalo tuyo no son los niñosni el regatóny el perímetro se achicatodavía másy que como soga al cuelloaprietacomo siemprecomo desde hace tanto tiempode un carbón puede salir un diamanteeso es algo que sabéspero que nunca te va a pasar.

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El blanco es blancoterminemos con esta pavadadel blanco tiza,el blanco hueso,el blanco marfil;eso es berretín de tilingoreciclaje menemistaaluminio por madera,por suerte conozco genteque lee el blancoaunque esté un poquito sucio.

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Fratelo

Huelo a mi hermanoestá en el airefragancia a floteen el mar hediondo,un respiro de melodías al medio díala bombita de 25 al final del túnel de Américamirada y palabra limpiaseñal que no se cae.Mi hermano en el aire se deja irolor a huevo de centaurocentinela del preámbulo de constitución,la letra chica del pan de mantecaaire fraternal que agudiza el olfatola nariz nunca miente:lo que se huele no se pierde,es para toda la vida.

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Hay cierto tufilloen la comodidad de la ambigüedadque alarma más que el ántrax,si el lenguaje es un virus,el acting hace metástasis.No alcanza con llevar una sunga de lycrapara clavarse en Acapulco,porque si todavía no perdiste los dientes de lechedifícilmente entiendas la diferenciaentre carne y cañón.

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los cuatro elefantes que sostienen al mundohan decidido comenzar a caminarcada uno en línea rectadejando caer el tablero,

los elefantes que sostienen el tablero del scrabbleno saben cómo se juegasolo uno tiene cierta ideasabe aquellode que hay fichas, letras, palabra, que se triplica, etcéteray el tablero caede llenocontra el pisoentoncesel adolescente pelirrojo, judío, de rulos, de hebraicaque vive encerrado en su cuarto frente a la compuen un piso en Manhattany que es un genio en el burakoya no sabe como revalidar su certificación de Ronin,se la pasa de ventanilla en ventanillahaciéndole entender a cada una de las empleadas, que élno es Rooney,que él es un Roninque él es un samurai errantesin rumbo,sin dueñoy mientras tanto,en Buenos Aires,a míno se me cae una idea.

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todo y todo y másdos vueltas de llavedoble llavecadenitapasador y el viento sigue pasando por debajo de la puertaacompañado del canto del gondolierique se priva de llevarnos, por lo antes dicho,cerrojos, trabas, combinaciones.En estos tiempos, donde la opinión es gratisla niebla gana los canalespor eso no se ve más allá de la narizy el gondolieri no puede hacer lo suyoqué grato sería para todos abrir la bocadisipar la brumay cantar como un gondolierillevando por los canales las buenas intenciones.Esto es sencillo:el tipo de remera a rayas, con el palo, que parece que rema:combate a muerte a la moralinaque hace de Viena un gran pan de los peoreslevante la mano el que no tuvo el culo sucioel que no pudoel que creyó otra cosa.El que entiende todo para el ortodeberá entender que las prioridadesganan por afano.En la cima de Uritorcotodos tienen razónen cuestiones interplanetarias;si el vientito sigue pasando por debajo de la puerta las llaves

al de la góndolael tipo canta de novelay sabe cómo mantenerte a flote.

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"No te hagas el vampiro que vos tomas sol",eso cantan las chicharrasa capelamientras cosen las burbujitas de mi líquido en cefalorraquídeolaboriosas como pobresenhebran y cosenenhebran y cosencon un hilo que a veces se pierde.Pero las tipasconocen los tiempos de cada animaly no lo arrebatanes que solo ellas saben cómo hacerdesde los árbolescon poca brasasin instrumentosy a grito pelado,carne a punto y piel crocante.

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Rocío Macarena

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Rocío Macarena (Buenos Aires, 1985). Estudió música en su ado-lescencia y ahora se encuentra terminando un Profesorado en Len-gua y Literatura. En 2007 participó de un taller de poesía dictadopor Javier Adúriz, y hace dos años asiste al taller de Osvaldo Bossi.Participó en las Antologías de El Rayo Verde 2013 y 2014. Algunos de sus poemas pueden leerse en el blog:http://mildiasenninive.blogspot.com.ar/.Actualmente prepara lo que sería su primer libro de poemas.

la espalda del río*

hace días acampo en tierra solitaria repaso las conjugaciones el plazo los términos temer y partir no eran parte del poema el resto sí pero eso es otro asunto

de vez en cuando oigo los pasos de mi madre perdiéndose en la arena no la veo y sin embargo sé que es ella quien susurra versos junto a mi carpa acerca pequeños pájaros con el ala herida

piedritas de colores que encontró en el agua

como la madre niña madre que una vez fue y que sigo esperando temiendo añorando

aunque repase las conjugaciones el plazo los términos no no era así

y mi vista se pierde en la espalda del río

* Este poema toma su nombre de un verso de Julio Arístides.

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“...porque el hombre juzga por sus ojos, pero Di-s mira el corazón”

I Samuel 16:7

cuando nacíya estaba destinadasería una niña miope y estrábicaque confundiera siempreel amor con la violencia

a los cuatro años me llevaba por delantepuertas ventanas y baldosas mal puestasde modo que vivía con las rodillas moradasy una clara expresión de desconcierto

a los seis fruncía el ceño para intentar descifrarlos garabatos de tiza que hacía la maestray aunque ya sabía leer conseguíacomprender bastante pocode todo aquello

esa maestra fue la que te hablóde mi esfuerzo por very a partir de entonces fuimos a hacer fila tantas vecesal hospital de niñosque ya antes de llegarpodía reconocerel olor de las gotitas que el médico

me aplicaba en cada ojopara poder luego mirar

dentro de ellosy quién sabe lo que veríaya que cada visita era un aumento de graduación

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de nuevo había que correr para llegarde la óptica a la escuela del hospital al trabajo

porque no había nadie más que vospara hacer que estos ojos vieran

mamá si hubieras creídoque tu niña estrábica y miope podría

a fin de cuentascantar reír correr bailarsin necesidad de instrumentosque deformaran la realidad

ahora tengo veintiochoy aunque no tengo problemas para ver las baldosas

todavía me caigo de vez en cuandovivo en la última casa que habitamos juntasy nuestro gato duerme a mis pies

a falta de los tuyosfumo escriboy de vez en cuandopara acompañarme pongo un disco

todo el destino esun sendero que

se mueve

mientras sigo intentando algún poemapienso: debe ser cierto lo que dice esta canciónporque aunque sigo necesitando anteojos puedo verque en este mundo nada tiene contornoexceptola gratitud

*La itálica es una cita de un tema de Cassio Carvalho.

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cuando tengo pesadillas sueño con palabrascientos de hilos forman frases

variantes de sí mismascambiando de color de trazo y de fondocon el entusiasmo de adquirir por fin

una vida propia

pasan delante de mis ojos cerradosy no puedo hacer otra cosa que leerlaspensar en ellas con obsesióncon deseo de entenderlascomo se piensa en un amado que nos dejó

sin mayores explicaciones

así anudándose unas con otraslas palabras forman una red interminableel sentido y el absurdo quedan al mismo nivel:en los sueños lo que importa es la vistano la razón

cuando me despierto estoy empapadaun sudor helado recorre mi espaldame acaricia los muslos la caracomo un amante que vuelve a nosotrosy sin explicaciones nos recuerdaque por más palabras que digamosel cuerpo es lo único que importa

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mamushka

el otro día alguien me dijoparecés una mamushkael frío me forzaba a abrigarmede pie a cabeza de mejilla helada

a labio partidoun gorro rojo de algodón coronabalas interminables capas que me separaban del mundo

a veces me imagino de esa manerauna mujer encima de otra más pequeñay otra más aun y así

sin términose van acomodando una-al-lado-de-la-otrano por tamaños sino por varianteunas de trazo más finootras de color brillante o esmalte frágilde ese que se salta al menor rasguñolas últimas se ordenan por traje brillo de los ojoso cantidad de pintura invertidauna tras otra se encadenan innumerablesmujercitas de inconstante porcelanahasta que no es posible vislumbrar

el más mínimo movimientola mínima intención

que permita retrocedera su primer estado

a veces me imagino encerrandocada pequeña vasijita hueca

en su inmediata hermana mayorpienso que cuando acabe la serieme sentiré más tranquilasabré que hay un finsabré

que hay un comienzo1

me despierto y camino hasta la cocinaun ojo todavía cerrado y las manos torpesuna copa estalla tan cerca de míy se convierte al instante

en pequeños dientes transparentesabro la heladeray de repente una cebolla cortada a la mitad

rueda y cae sus capas se abren y su diminuto y helado corazónme acaricia en un roce

los dedos de los piesel día no está empezando bien piensotengo que salir

abro la puerta del departamentodespués la del ascensordespués la puerta cancel

ya estoy por fin en la callecamino unos pasos hacia la esquinay es entonces que la veo(para esto salí para esto)ahora camina al lado míoahora me pasa ahora me deja atráslleva una mini negra y un saco que me sorprende

en el calor agobiante de febreropero lo que no voy a poder olvidares que en cada pierna tiene un tatuajeahí arriba de los gemelosen ese lugar sensible donde la piel se afina

y comienza a formarse un pliegueen esos rinconcitos escondidos de las piernas ella se tatuóuna palabra que resuenacon cada uno de sus pasos

pensar sentir

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camina apurada alejándose de míy esas palabras forman un ritmo

que hasta ahora no había conocido

quiero escribir sobre esto y a la vezsupongo que no es necesarioque la vida debería ser esoun punto de apoyo breve y enseguida

el peso del cuerpo cambiando caminar siempre hacia adelantecon sólo dos palabras

adheridas a la piel

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me gusta mirar los edificiosa veces de frente y a veces de reojohay tanta simetría en sus balconestanta infinita igualdad en sus ventanas

como nunca la habrá en otra cosa

porque hasta el arquitecto más despistado sabecómo ordenar el espaciodar aire a los ambientes

calcular el tamaño de las habitacionesporque hasta en lo más gris de un edificio

hay simetríaen sus ventanas quietas que observan todo lo que pasay en sus columnas siempre atentas

sosteniéndolo todo

en los edificios antiguos uno puede encontraruna amplia terrazabarandas de hierro forjadaspuertas de madera añeja y aldabas

de bronce relucientey rostros rematando la base de un balcónjardines internos y cúpulas siempre seguras

con su dedo finísimo apuntando al cielo

pero los edificios nuevos también me gustancuadrados y con esas habitaciones tan chiquitascomo para que un alma sola las habitey no encuentre lugar

ni para ella mismaaun asíson tan hermosas sus paredes blancassus ventanas diminutas y sus pisos apenas pisadosapenas impregnados de calor

o de voces humanas

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incluso lo que no se puede ver de un edificio me gustalos cimientos allá en lo profundo

capas y capas soportando lo que venga

siempre quise ser un edificiopoder observar sin que nada me toquesostenida por inmensas columnasconservar la entereza a pesar de la lluvia a pesar del solsabiamente diseñada

a prueba de grietas y derrumbes

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Nicolás Igarzábal

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Nicolás Igarzábal (Buenos Aires, 1985). Es licenciado en periodismoy colabora en las revistas Rolling Stone, Viva y Access. Con diezaños de trayectoria trabajando en medios gráficos, publicó notas enel Suplemento Sí! del diario Clarín, en Ñ, La Mano, Hecho en BuenosAires, Rock Road Mag, Stage-D, Desde Abajo y El Acople.com. Tiene treslibros de poesía editados ("Rutina Caracol", "Mi ansiedad es un perropekinés" y "20 poemas, 20 colectivos") y uno periodístico titulado "Ce-mento, el semillero del rock" sobre la historia de mítico boliche de lacalle Estados Unidos.

Meteoritos

Hagamos de cuentaque es viernes; que estás tiradatan rubiamenteen tu cama, masticando broncascomo chicles de mentay haciendo globospara volar por toda la habitación; que tenés otro par de labios de repuesto, que las visitas ya se fueron y el futuro se pasea en jogging por tu casa.

Quiero ser tu almohada, quiero ser tu insomnio, besarte con la boca del estómago cuando te vayas a dormir.

Vos abrazameque yo te cuido de los meteoritos.

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Jauría

Un poemaque se parezca a tu sonrisa,pero que no sea tan perfecto;una novela larga y precisa,como la escupida desde una terraza;un guión insoportable y cruel, como aguantar un estornudo.

Escribir y escribirhasta que los huesosse nos salgan de la carne.

Si mi ansiedad era un perro pekinés,hoy es una jauría entera.

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Avalancha

Cruje esta bocaque es bocapero también una jauría de perros; aserrín en el piso, soy polvo de madera, cadáveres de árbolessin autopsia alguna; los días gotean por mi bocaque es bocapero tambiénuna bazuca; astillar la realidad,vestirme de vos, no trastear, no sacarse la cascarita, encontrar el chimichurride la vida,hacer todo con amor, hacer todo con humor, quererse hasta que la soledadse quede pelada;mi risa es una avalanchacayendo sobre mi bocaque es boca pero tambiénun camión de caudales; hay un montón de silenciosolvidados en el bolsillo derechode mi inconsistencia; todas las respuestasse esconden

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entre mi nombrey mi apellido; otras se ocultan en mi bocaque es bocapero tambiénuna cloaca; ya no tengo pelos,son alambres de púasobre mi cabeza; escribir en minúscula,y sentir en mayúscula, blindar nuestra autoestima, tener algunos jeites a mano, resbalar sobre esta bocaque es bocapero tambiénuna cornisa.

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Miedo

A que mi boca se empaste y la sonrisa se me oxide.

A salir a la calle con las ideas despeinadas.

A que mis lagañas no combinen con la ropa que llevo puesta.

A que nadie me ronronee cuando llegue a casa.

A que me tropiece y caiga en el lugar más común de los lugares comunes.

A firmar una relación sin haber leído la letra chica.

A que no venga nadie a mi funeral y lo tenga que posponer.

A que la paranoia me esté siguiendo.

A que este otoño sea el mismo que el año pasado pero más gastado.

A que la muerte tenga un cargo público en el gobierno.

A que el cinismo se convierta en el alimento balanceado de la sociedad.

A que mi vida sea un plagio de otra mucho mejor.

A que me detengan por hacer apología de tu saliva.

A que este tumor de humo y concreto llamado ciudad me consuma en hora pico.

A que haya gente que no conozca el mar pero sí la Coca-Cola.

A que me diagnostiquen fiebre cuando es soledad.

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A que estemos admirando a las personas equivocadas.

A cruzarte en la calle y que, en vez de decirte todo lo que te extraño, te diga: “Hola”.

A que un día mi cabeza deje de ladrarme y se me corte la inspiración.

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Melina Alexia Varnavoglou

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Melina Alexia Varnavoglou (Villa Ballester, 1992). Estudia Filosofíaen la Universidad de General San Martín (UNSAM). Participó dediversos ciclos literarios en la ciudad de Buenos Aires, tales como“Mundial de Poesía” organizado por Añosluz editora, “Tercer Jue-ves” organizado por Fernando Bogado y fue ganadora de un Slamde Poesía Oral. Colaboró en el proyecto audiovisual “Literatura His-térica” y en la grabación del audiolibro “La vida en Córdoba” de Vi-cente Luy. Actualmente asiste al taller de Osvaldo Bossi y se hallafinalizando su primer poemario, titulado “Gatas que lloran de noche”.

Tango

No lo supe nuncapero el tangofue mi primera experiencia sexual.9 años apenas,falda negra de gamuzaa kilómetros de la rodilla-un ataque genial al código de convivenciaque decretaba los 3 centímetros por encima-los zapatos de flamenco de mi mamá-ella le pintó una flor roja en el taco,para poder reconocerme ese día-y él, el chico que me gustaba, me lo disputaba con una rubiaque el día de elegir las parejasse enfermóy le encajaron al gordito.Yo, 9 años apenas o 10en el patio del colegiohaciendo el 8como si en eso me fuera la vida,la firma con sangre de mi belleza.Su mano arrimándose hasta esa zona que más tarde los adultosconsiderarían prohibida.Casi agarrándome de la axilaen el final."Mi Buenos Aires querido"¿qué sabía yo de Buenos aires,de hombres, entonces?¿del querer?¿qué sabía yo de mí misma?Sonó el "chan chan".

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Llegamos perfecto.Sonreímos.

No nos saludamos despuésÉl se fue con sus amigosYo miré victoriosa a la rubiecita.

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Nochebuena

Pasamos nochebuena en tu casaesa que hace tanto no veías.Lavamos las copas con polvoantes de las doceAhí estaba el pesebre en una cajarotulada con tu letra de caligrafía militar.Tu auto, impecablecomo lo dejasteempotrado en el garajecon el motor fundido,mis dibujos infantiles con tizaen las paredestodavía resistían a la humedady las jaulas de pajaritos, vacías¿Te acordás cuando los liberábamos en la terraza?

Salimos a caminar por el jardínpara que muevas las piernasdespués de la comida ¿Te acordás del girasolque te pedí que plantaras?¿y de tus jazmines?Mirá, ahí están, en marzo seguro floreceny de esa planta que se abría una vez cada tres años¿Te acordás de esa nocheque nos quedamos despiertosjugando a las cartaspara esperarla?

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Y así íbamos nombrando la ausencia de cada cosa:Yo lo hacía con palabras,vos, con la mirada.

¿Por qué no hablarás más, abuelo?¿será por el dolor?¿o por sabiduría?

Ya se escuchaban los primeros tiros en la calleasí que salimos,bajo los fuegos artificialescaminábamos.Enseguida aprendimos a acompasar la marcha:cinco pasos pequeños tuyosequivalían a dos míos.Pasabas el dedo por las rejascomo un chicohasta que no te pude detener.

Con dulzura te separaste de mi brazo y fuiste decidido hasta el árbol,con furia arrancabas las hojasy las dejabas caer ¿querías destruirlo, abuelopara olvidarlo? ¿querías que no fuerael tiempo, ni tus hijos, ni Diossino la fuerza de tus propias manosquienes lo mataran?

Así debería ser, abuelo.Así de violentos deberíamos ser con el pasado.

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Manchas

Tengo manchas en la piel,muchasy diferentes.No sé a qué se deben,ni hace cuánto aparecieron.

Tampoco sé si me interesa.

Pero mis amantes preguntany yo por cortesía siento que debo dar alguna respuesta.Entonces, digo, por ejemplo:

Ésta me la hice andando en bicicletapor una calle muy angostacontra la rueda de un colectivo;ésta otra, dormida al sol, sin crema protectora;ésta grande, como un sello, más oscura en los bordes y amarilla en el centro,es una quemadura de cigarrillo;éstas en hilera, pequeñitas, quizás sean picaduras de araña.

Algunas veces, cuando intuyoque sus vidas son más desgraciadasy que su piel esconde un horror igual, digo -para no ser menos-que me las provocaron otros amantesen un rapto de furia o de pasiónantes de irse.

Nunca son las mismas las historiasy tampoco suficientes las respuestas.

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Miento, porque no sé, mientoy sigo inventando historiascomo si esperara alguna nochedar con la última, la verdaderay que de pronto,todas las manchas desaparezcan.

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Manos

Pidiendo mi boleto de colectivouna mañana cualquiera, lo noté:Mis manos ya no son de niña.

No es su tamaño lo que ha cambiadosino, más bien, su comportamiento.Son veloces y certerascomo el repique de una máquina de coser.Automáticas, sus decisiones:Ya no es el amor lo que las mueve.

Lejos está ahora ese mundodonde cada objeto comúnera, para ellas, amuleto.Un ovillo de lana, el universocada pétalo, su mariposa,mi cetro imperial, un chupetín.

Las cosas son tan sólo las cosas.Nada las espera.

Mis manos ya no son de niñay temoque cuando las toquentampoco sientan la diferencia.

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Muñequita rusa

De repente no puedo parar de pensaren esa chicaque leyó poemas rusos una noche.En su cara, su semblante,esa mirada de mogólica o de ángel.En esos pómulos erguidos como mástilesque imagino, deben ser tan filososcomo una pelvis raquítica, cuando uno los roza.

No pienso mucho en ella,pero cuando lo hagoes fulminante:Empiezo a buscar sus fotos,y, por desgracia, todas están producidaspor algún efecto de photoshopo tienen estrellitas en el fondo.

Tiene el pelo indistintamente rubio,fucsia o violetaSiempre está con su novio skinhead o con su hijo en ellas.

Tiene un hijo, me digo.Y es muy joven.Seguro debe trabajar de algo horrible para sobrevivir.

Y entonces imagino su día a día,su cara contra la mugre del mundosin que ella note esa resistencia.Y luego imagino su cuerpo llenándose de vejezo de cáncer al rozar los cuarentay pienso en lo frágil que es la belleza.

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Gonzalo Unamuno

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Gonzalo Unamuno (Buenos Aires, 1985). Es autor de los libros depoesía De otra luz (2007) y Distancia que nadie ocupará (2011), del librode relatos El vermú de la gente bien (2009), de las novelas Acordes me-nores para Marion Cotillard (2011) y Que todo se detenga, (2015) y delensayo Peronismo y literatura (2014, aún inédito).En 2013 compiló junto con Enzo Maqueira la antología Buenos Airesrespira poesía. Poemas suyos fueron traducidos al francés. Conduceel programa radial especializado en literatura contemporánea Guar-dia con la joven.

A estarse varadomejor despedirse y ya,dedicarse uno a retrazarla feria alegre de una mentira mejor,al menos,u otra verdad,comprender, súbitamente,lo que ya no se aguarda,

curioso,preferible silencioa tantas voces casi tuyas.

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Una esperanza

Ya partió ese avión en el que no embarcaste.El pálido boceto de un viajero enajenadodescompone sus vagos colores en el negro,desanima los últimos trazos de un rostroque tal vez fue tuyo.Sueña con su revolución un niñoen tu conciencia.Puede que en otro tiempoel sobresalto anheladodiese contra tu vidaaunque no haya evidencias.Lejos del día en que llegabasa tiempo al aeropuertoqueda, al menos,junto al boleto de avión,la cuenta del café,y el crimen mensual del inquilinato,como secreta esperanza en tu haberel deseo de un buen aterrizaje.

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Los ojos del poeta

Cuando en su causa inexorable,fértiles, ávidos, por norma agudos,despiertan en algo los ojos del poeta,y se hacen en ello y lo convierten,resplandece febril un panorama incomprensible.

Bajo las formas brotan contrariados.

Voz de lo visible,celebran y consagran horizontes,tejen imposibles, meandros superpuestos.

Los ojos del poeta, estuarios de la duda,fragmentan el destino y son cadencia.Reniegan del influjo, no carecen;los ojos del poeta no amanporque temen.

Temen el fin, el mañana enceguecido.Sufren por ser.Creen ver,inexistentes.

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Los días de ella

Por alguna razón es martes, otro,con su cóctel de colores repetidoscon sus estas otras cinco de la tarde y sigo haciendo nada.

Pienso que tal vez vaya a poder con mi destierro de su piel imaginario,la ensoñación donde un día cualquiera me adentrocuando enrostro una calle con su cara.

Como el instante también del día ése,en que fueron mis líneas en su búsquedapara arrastrarla delante de mis ojos.

¿Somos?

¿Qué es esto, lo creado,esta desesperanza sin dos que nadie espera?

¿Qué me niega inasible en la memoria,la amarilla autonomía de su pelo?

¿Cómo ir del que siente al que ejecutasosteniéndome de pie en lo sentido?

Pudo ser otra, me convenzo, o miércoles.

Pero es martes hoy en que me encallosin posible en el bolsillo de mañanasin haber en el hay de este presente.

Un martes más, otro, dan las cinco y sigo haciendo nada.No hay ninguna moraleja en esto.

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Me pregunto si voy a morirantes de que suene el teléfono y sea ella,o jueves, o viernes, o domingo.

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A Franciso UrondoPoeta compañero

Mataron a Urondoporque morían más que la muerteque a él no lo atrapay entoncesse matarondisparándole a Pacoque vive en las florescomo en las balas.

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A mi padre

Alimentarme es sólo que me estreches la mano.Tu mano atardecida por el correr de los años,delgada y temblorosa.Si pudieras, apenas, mano que me faltas,comprender que te hubiera elegidode entre todas las manos,estarías tanteándome el pelode extensa enredadera. Porque de esa mano,gemela de tu otra, nacieron estas míasque te invocan y te regresan.

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Agustina Paz Frontera

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Agustina Paz Frontera (Buenos Aires, 1981). Vivió en la ciudad deNeuquén entre los 4 y los 17 años. Es Licenciada en Comunicación(UBA) y Maestranda en periodismo documental. Trabajó en mediosde comunicación. Sus libros publicados son Una excursión a los ma-punkies (Pánico el pánico, 2013 y Ediciones con doble z, 2014) y Lacentral del sentir (Nulú Bonsai, 2014).

las paredes de colchón

no queda en ningún lado el precipicio que nos armapor callejones luminosos andábamos cuandonos volvimos estos perros en plazas que ya no existenle empezamos a decir de una vez y para siemprea esto que olfateamos: le dijimos al amigo te amobarda abajo en camioneta de piedra, con mesuraprecisa del desborde de todo lo que se nos iba a venircon una pata en el lomo, con las piernas en la carauna fertilidad de puntos, carretas, pasos de baileel espejo vertical, extendido, de agua, que es esa cara de amigoviajamos y nos visitamos, nos contamos por teléfonoque la miseria de la vida era áspera como vómito de vodkapor las luces de los autos nos llegamos hasta ahorafuimos como peces en fiestas del terror, con el mar en las espaldas encorvadas de estudiar las maneras de seresquivos al dolor y esperar que esa voz perrunadel amigo que es amigo de todos mis amigosporque hay uno que siempre insiste que igual está buenoseguir dándole murra al hastío subir más arriba del árbolque desde allá el río es verde profundo que a la playa se la puedenombrar cada palabra como si fuera la primera vezque en ronda de humanos comparte un jugo de naranjasexprimido en casa con la madre de una que es como la madrinade todos los que decimos: sí, vamos, queremos pasarla bienapretados en un colectivo donde nadie te pregunte de qué raza veníscómo hacerle entender al resto que no es una cicatriz sinola entrada al mejor boliche de tu vida con arte de ser los que viven bienla amistad es una casa con paredes de colchón

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un fotón

¿no voy a poder escribir nunca más?si me pongo un recuerdo de disparador vuelami cabeza junto con esas imágenes de otrosno hay un tema, un estado que me lleve a palabras que salen como de una canilladanzantes y llenas de sí mismasno, nunca más se va a dar ese tránsitotan estúpido y confiado entre y los dedos palitos que raspan el tecladosi leo para buscar ideas me dan ganas de leero bañarme, o dormir o conversarnada de sentarme a diagramar un perfil de emociónun chorrisqueo de personani el amor ni la vida ni un accidente fatalme dan ganas de contarlo con graciao desprenderme de eso para darle formay después leerlo con cosquillas de que hayasalido algo empapado de mis cosasincluso he bajado mi calidad de chateoy mis chistes, será que bebo menosserá que me tomo lo mejory no queda restoserá que no tengo nada¿fue la poesía una adolescencia de un año?¿una noche transversal entre la escuela y el mercado?me gustaría escribir poemasen los que no esté la palabra tecladoque no hablen ni de mí ni del presenteque no hable entonces ni de leyes ni de sucesosque no use una emoción fuerte-porque siento fuerte-para explicar con sus palabras otra cosa¿pero cómo?

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¿cómo hacer? ¿desde dónde empezar?¿podré empezar ahora?

soldados, que se caen del horizonte no pueden evitar quedesde la otra lomada se escuche lo que dicen-vamos, podemos-síy nada máspero parece que así y todocomo una fábula el poema habla de mí¿tendré que seguir hasta olvidarme que me leo?-es así como funciona la vida acá, vas a tener que decidirsi voluntario u obligado-queda mucho por atravesar, esa casa es la de quien te dije-sí, ahora somos nosotros 2, después de la sabanase nos suman los animales-son de fiar o son inventos?-son muy de fiar-claro, son los que dieron vuelta el partido-son esos, los que dieron vuelta el país

olvidateno voy a volver a escribir,acaso sólo si cambio yo¿cómo se puede escribir un poema?hay que estar en trance, trabado, idiotademasiado solo, defendido de algono se puede másque si hablar de adentro, si de afuera, si decir azul para nombrarlo tristesi decir contracturado cimiento para decir mamáo decir sólo hermana cuando hablo de mi hermana¿quién sabe? ¿yo no?¿es ahora o nunca?¿quién sabe? ¡yo no!¿habrá que escribir como instinto divino de derroche creído?

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¿habrá que escribir sin motor sin fritolim sólo porque pica?qué se yo, vos no, claro que no

¿no voy a poder escribir nunca más?

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Música tensión

Música tensióndentro deMúsica emotivaen la carpeta deMúsicadentro deRecursos

Música tensiónjunto aMúsica alegredentro deMúsica emotivaen la carpeta deMúsica

Efectos de audio:ambulanciatránsito pesadobarrida largaaplausosgritos alegressuspiro de sustoportazo 1 2 3tiros 1 2 3 4 5 6 7 8 9goldentro decarpeta FX de audiojunto aMúsica tensiónencarpeta madreRecursos para editar

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hay un problema muy grande en Japónel mar avanzó sobre el paísy no sabemos si la ola va a llegarhasta acá

hoytodos somos un ojo que miralas imágenes de los autos navegando sin voluntad sin motor losautos como barcos mecidos por olas sin viento sin espuma de colo-res de marcas tipo nissan se suben unos a los otros se chocan se hun-den y resurgen como dioses de metal y todo sin audio nos sentimoscomo hermanos apretados de los ojos por los hilos invisibles denuestra generación

para todo esto el jefe llamóy dijousen la carpeta Música tensión

La redactora va a bajar con 7updel tsunami espiritualque la tuvo anochesin poder parar de bailarplacas geológicas subterráneas se mueven por las noches en su océano particular

no la sorprende nada más

mira el televisor 1el 2, el 3hoy, todos somos Japónsorbe de la pajita un tragoque le raspala faringe con amor

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con azúcar con limóny escribe:

El tsunami en Japón deja centenares de muertos y heridos.El noroeste de la isla se encuentra en estado de alerta.Las imágenes que difundió la televisión japonesaparecen de película. El presidente de Japón...

para

¿en Japón hay presidentes?

nadie sabey escribe:

Japón está tan lejos, no me pasa nada si se mueren un millónellos de inundación? yo me muero deshidratada de tanto alcoholellos de radiación? yo me muero deshidratada de desamoraprieta la tecla para borrar y borrahasta donde dice televisión

¿Viste lo de Japón?che, ¿viste lo de Japón?

tanta humanidad viendo al mismo tiempola imagen de la ola giganteescuchando juntos la música tensiónle hace mal al mundo a alguien a todo

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En el valle de la ondate paraste en la ventana de tu cuartoibas a gritarles a los obrerosque dejaran de hacerte mierda con sus formasde construir paredespero ahí nomás te clavó uno la miradaarrebatada saltaste a tu camate sentiste con onda asesinate dijiste en voz tensa—sos la peor

buscaste onda en el diccionarioy descubristeque todo estaba ahí desde el principio

por la ventana ahora te entróuna canción, él canta porque quiereun tema de amor románticopegado a la mañanay vos te regocijásporque estásen el valle de la onda

ahora te creés lo másporque le pusiste nombre a tu bajón.

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Fernando Bogado

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Fernando Bogado (Buenos Aires, 1984). Nació en el Churruca, enParque Patricios, hijo de un bombero y de una empleada del Regis-tro Civil. Vivió gran parte de su vida en San Martín y hace poco semudó a Almagro, cosa que lo pone muy contento. Escribe poesía yla edita y hace circular a través de fanzines, plaquetas y proyectoseditoriales autogestivos en los que participa desde 2006, como laeditorial Letrasgulario, la editorial Casi Incendio La Casa y su actualproyecto, la Editorial Punto Muerto. Es docente en la cátedra de Teo-ría y Análisis Literario C en la UBA y en instituciones de nivelmedio, investiga en algunos proyectos, escribe para Radar de Página12 y Le Monde Diplomatique y de vez en cuando traduce. Entre suslibros más o menos importantes podemos contar La paz desnuda(2007), Patria (2009), Cŷ (2011) y el recientemente editado Jazmín pa-raguayo. Poesía reunida 2014-2006 (2014). Lleva adelante el ciclo depoesía y música Tercer Jueves desde 2011 con Gabo y Oscar Cumany escribe guiones para varios programas de La Tribu, además de co-laborar con la columna de libros del programa Todo tiene un límite(Blue 100.7).

Web fernandobogado.comTwitter @letristefebo

El escritor latinoamericano y la tradición

Un escritor se toca la barba y piensa con la barba: “mi compromiso es con toda la tradición occidental”;y me acuerdo que nunca me sentí tan latinoamericano como cuando escuché un discurso de Chávez, pelado por la quimio, en unhotelrelativamente copado de La Paz. Chávez citó a Heidegger y habló delnazismo y Nietzsche;yo estaba leyendo sobre literatura argentinay tenía muchas ganas de ir al baño compartido(un tipo enceró justo el camino que llevaba hasta el baño, escuché unpoco más del discurso,pensé en mis amigos, en los que tengo cerca y en los que no:siempre pienso en mis amigos, no sé, es esa cosade que me toquen el timbre a las 7 de la tarde, y yo justo haciendo algo, y pasate en un rato y tocamos una cancióno jugamos a las cartas o escuchamos un discoy vemos una peli bien de tiros, bien con minas y cosas que explotan).

Tengo un amigo que hace mucho que no veo, Arias: se fue al norte, a ese norte que visité haciendo turismo estudiantil, casi, y pensaba que lo iba a ver: escribí un poema sobre ély me acordé de que comíamos galletitas, no es para hacerme el pobre, pero siempre comíamos galletitas porque no teníamos mucha plata.

Pensé, pienso, en los poetas cagados de hambreo repartiendo fotocopias en los trenes… Digo bien poetas, tipos que escriben bien, nada de cositas que ponés en la heladerao le regalás a un pariente o sacás de una de esa fotos boludas de Facebookcon marco negro y una frase que te hace pensar en la vida.

No sé cómo andará Chávez o Evo, pero yo en ese momento meacuerdoque estaba mareado por lo irregular del horizonte

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y bien de Buenos Aires tenía que ser yo, pensando que todo es plano y transitable. Pensé esocuando fui al Machu Picchu y vi las ruinas, y pensé en los Incascagando en la tierra, tapando la cagada con más tierra y dejándola ahí, y que el tiempopase y ya no haya más nada, y pensé que estoy envejeciendo, posta, que tengo cara de másgrande,que me sorprenden otras cosas, que huelo diferente, y después volvimos de Machu Picchu en tren, me acuerdo, y pensé que el tren era parte de una empresa inglesaque vendía los tickets en Cuzco justo al lado de un Mc Donalds, creo, y muy cerca de allí había un Starbucks al que quisimos entrar pero nos echaron los precios, y me acuerdo de que dudábamos entre sacar soles o dólares del cajeropor el tema del cambio, por no sabercuál nos convenía mas: nunca me sentí tan latinoamericano.

[poema extraído de la serie “Oral. 2007-2013” en Jazmín paraguayo. Poesíareunida 2014-2006 (2014)]

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a Héctor Viel Temperley, que escribió“vengo de comulgar y estoy en éxtasis”.

Vengo de entregarmey estoy desnudo.

Bajo la sombra de este jazmín paraguayovoy a dibujar un temploque tenga de extensiónla longitud de mi brazo.

Bajo la sombrade este jazmín paraguayovoy a dormir mi cuerpo:que toda tu sangre, jazmín, me recorra;que toda tu sombra:vine desnudo a entregarmeal Dios de los ejércitos;vengo de entregarme.

“Aquel que viva en mí”que se entregue también.

Quiero estar desnudocomo cuerpo sin vida…Pegado.

Vengo de entregarme, jazmín desnudo. ¿Qué más se me va a pedir?

Vengo de rendirme.

[poema extraído de la serie “Realidad de la hermosura (miseria de la poesíaI)”, dentro de la sección mayor “Jazmín paraguayo” en Jazmín paraguayo.Poesía reunida 2014-2006 (2014)]

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El novio cubano de mi madretiene una voz hueca:como si la quietud profundadel mar caribeñose le hubiera quedado pegada a la bocael mismo día en que huyóal gélido clima de Barilochecon su hermano.

El novio cubano de mi madrehabla poco;si dice algo importantetrato de prestarle atenciónporque me cuesta entender la formaen que el mar le hace mover la bocay levanta una pequeña ola en su lengua.

El novio cubano de mi madrepara hablar de cubatoma un plato hondo-en donde hasta recién comió con lentitudun puchero improvisado-y dice: “cuba es estoy el resto la oscuridad del mar”, perono sabeque en cada beso que le da a mi madreestá el mar.

Al novio cubano de mi madreno le gusta hablar mucho de castroo de aduanasaunque una vez confesó:“en mi paísser extranjero es una carrera universitaria”.

[poema extraído de la serie “Plano de distancias (miseria de la poesía II)”,dentro de la sección mayor “Jazmín paraguayo” en Jazmín paraguayo. Poesíareunida 2014-2006 (2014)]

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La ruta: a nadie le gustan los poemas cortos.

No nos dan tiempo a concentrarnos en otra cosa.

[poema extraído de la plaqueta “Este envase contiene el juego de ocho na-ranjas exprimidas aproximadamente” (2009), recopilado en Jazmín para-guayo. Poesía reunida 2014-2006 (2014)]

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Un caballosueltoen el medio de un descampadode Belo Horizonteen la larga avenidaque termina en el lagocontaminado- a veces la gente baja comogotasa trotar la formadel lago artificial-,

un caballoen el descampadocon olor a muertocerca de la plantade donde robé floresy los murciélagos hacen su casa;

un caballoquietomarróninvariable:

un caballogira la cabezay me miracaminar como una gotaen el medio de la callehacia el lago de caballosque trotancomo murciélagos quemados,una avenidade gente que va como lagoshacia el caballo de fondoel riñón artificial

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que es puro paisajey huele a mierday a flor robada a un murciélago,

un caballocagado de hambre.

A quien dedicarle tanto paisaje de piel de caballo muerto.

[poema extraído de la plaqueta “Cŷ” (2011), recopilado en Jazmín para-guayo. Poesía reunida 2014-2006 (2014)]

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Jazmín

Cuando pienso en una florpienso en lo furioso.

Los jazmines, para mí, son la naturaleza prendida fuego.

[poema extraído de la serie “Oral. 2007-2013” en Jazmín paraguayo. Poesíareunida 2014-2006 (2014)]

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En San Martín se fuma porro

En San Martín se fuma porro, se trabaja doce horasentre paredes grises, fábricas,talleres mecánicos: se come de dorapaen las parrillitas improvisadas de la esquina;se deja embarazada a una prima, se besa con gusto avinagrado de trasnoche,se coge sudando-nada de pajearsey no hacerse cargo-, se hiere.

En San Martín, si te cortáste pones la gotita en la herida abiertay a seguir laburando, flaco;se compra frulaen la casa del transaque cuelga zapatillas casi nuevasen los cables;

En San Martínlos perros lloran

al mediodía, se compra el Olé, se fabrican telas, se baila en Soul Train, en San Martín se fuma porro.

[poema extraído de la serie “Oral. 2007-2013” en Jazmín paraguayo. Poesíareunida 2014-2006 (2014)]

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Leticia sabe

Leticia maneja como los dioses:aprendió de muy piba, eso no se lo podemos negar,el arte misterioso de enderezar el carroy ajustarse a los limites de los demás autos.

Envidia a las familias grandesy pisa la palta con el mismo tenedor.

Guapa, canchera como ella sola, adora pajearse pensando en el aguay más de una vez se maquilló un ojo solo para ser un astro perdido en el reflejo que encuentraen la cara de su garche fijo.

Mira películas solo después de las docey respira rapidito, como si el aire fuerauna risa glotona que le da frio ymás de una vez se confundióla cara post coito de un peatón con la sonrisa de tigre de bebida de infancia.

Maneja tan bien: solo para ella se dice que adora el espejo retrovisorporque es lo único en su vidaque todavía mantiene vínculos con el pasado.

[poema extraído de la serie “Nombre propio” (2013) en Jazmín paraguayo.Poesía reunida 2014-2006 (2014)]

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Carola milita en el mocase

De lo dicho al hecho: carola milita en el mocasey toma el mitre a retiro desde drago,se puede decir, adicta al cbcy al mate con mentaa la mañana.

carola contentadestapa cervezas con audacia masculinay eso que nunca se creyóprecisamentedueña de la androginiapor la que es identificada.apuesta contenta el mismo número de la quinielacuando regresa del trabajoconvencida de que el cambio social está hecho y que las horas de interina pronto alcanzarán la cima luctuosade la titularidady la obra social ad aeternum.

Resopla: carola respira acatarreada, adheridaal pulso vigilante que le deja en las sienesel tabaco negroque le copióa la Melicomo toque encantador para levantarse a algún guachitode barba irregular que se la avance en la peña.

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"Celular":carola muy bien podría ser confundida con ese nokia ladrillo negroque decora con un sticker de olorcito a frutillaque ahora huele a nada, carola, que ahora huela a tierra o a bronce o a lavandinay preguntale a uno de los turritos del mocasequién tiene ganas de salir con vospor lo menos para ver qué onda.

[poema extraído de la serie “Nombre propio” (2013) en Jazmín paraguayo.Poesía reunida 2014-2006 (2014)]

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Escribir: ¿qué era? ¿Tatuar en la hoja qué nombre?¿Dejar en el mundo qué cosa?

Escribir: ¿no era nada? Escribir: ¿no era perder la infancia? Escribir:

volver a dejar intacto el mismo mundoque me acosay me pierde.

[poema inédito del libro en preparación Los tiempos de una obra]

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Recibo el viento fresco[de la orilla de un descampado

que me recuerda al fondo de bosquede la estación de santos lugares

[en donde el frío domina y cuelgan de los árbolesjeringas gastadas de púberes adictos.

Mi tío tomauna herramienta

de su colección de herramientasordenadas según pareceres cambiantes,dispuestassobre una mesade maderahecha por mi tíoen algún momento que yo no atestigüé:digamos, en algún momento en que yo no era nadie para mi tíoni para ninguna persona en particular.

Como cuando se escribe.

[poema inédito del libro en preparación Los tiempos de una obra]

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Tesis III (Chacarita)

Tres tipos en cuerocagándose a cinturonazos

en las calles siempre de noche de Chacarita,

a pocos metros del comedor vaciadoy de la pileta que exhibe a nadadores como ofertas;

digo: bien mirados, esos

tres tipos pueden ser un momento estético.

Si reviso bien la lista, no sé cuál de todos zafa:

explotan los espacios

de arte independientey a veces estoy convencidode que todo es una estrategia paraponerse en pedo, fumar alguna cosa

y evitar darse cuentaque lo de las clases de stand updiezmaron

a un posible buena o medianamenterespetable

generación de poetas.

No trancen más.

Desconfío un poco de la gente adaptable:

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seamos honestos, hay ciertagracia melancólica

en comprarse una lapiceray leer un libro,

y ojo que no me hago el hipster:

no publico estoen un estado de facebook.

Son límites, nada más, ni mejores ni peores,

aunque rómulo mató a su hermanopor los límites

y lo de los cinturonazosalgo habrá tenido que ver

con cruzarlo prohibido.

No creo que trascienda, aunque les confieso un secreto:

cuando llueve a maresy al rato sale el sol

en la estación retiro-que cuenta con un cartel

gigante que dice“aquí se hacen castraciones”-,las piedras que parecen secas

empiezan a largarel agua almacenadaen las profundidades

cuando el trenpasa sobre las vías

y aprieta los

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márgenes de tierraque dan paso

a esa caprichosaacumulación

de rocasy filtros de cigarrillo usados.

El agua cuando sale respira, se agita:

la locomotora choca levementecontra el límite decemento

y el conductor baja, secándose la transpiracióndel día

con una sola manoy puteando por lo bajo

por algo que habrá pasado enla mañana

y

nada

de

eso

tiene

que

ver

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con

lapoesía.

[poema extraído de la serie “Miseria de la poesía III” (2014) en Jaz-mín paraguayo. Poesía reunida 2014-2006 (2014)]

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Flor Codagnone

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Flor Codagnone (Buenos Aires, 1982). Es licenciada en Periodismo.Realiza trabajos de edición, traducción y corrección. Brinda talleresy clínicas literarias. Escribió con Nicolás Cerruti Literatura ∞ Psico-análisis: El signo de lo irrepetible (Letra Viva, 2013). Tradujo Los Beatlesy Lacan: Un réquiem para la Edad Moderna (Galerna, 2013) y Antes dedecirnos adiós (Galerna, 2014). Publicó los poemarios Mudas (Pánicoel Pánico, 2013) y Celo (Pánico el Pánico, 2014).

Si vas a ser una de las chicas de Schiele,que tu cuerpo sea tu Viena.No uses bombacha,girá tu manoen la entrepierna, tu cuerpo escuálidosobre los hombros.Y, si vas a oler a sándalo,que tu sexo sea Viena,Freud, Schnitzler, el señor K., un ruiseñor.

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Temo a mi boca,violentamente temoa la idea de mi boca,a la curvas bajo el vestido,a la idea de tus manoso a la mirada bajo el vestido,a las cosas que puedosi me dejo. Violentamentetemo a mi boca, al sentido,a mis partes, a ser sola,a la idea de la idea de la ideacuando me desvisto.

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Las palabras van a morira la angustiay no hay signoque escape a ese paso.

Estamos condenadosa la música del adiós.

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El anzuelo de tu sexopuede atraparme.Merezco todos mis castigos:la fidelidad es mi ceguera.Entierro los ojos y escondolas manos, cuando se acabael aire vuelvo a tu sexo,me engancho siemprepor la boca, sangro.

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Estábamos drogados de palabras,necios de felicidad, sin saberque la angustiaera pan de las heridas.

Y cuando nuestros cuerposse hicieron carnequisimos hacer un llamado y correrhacia un agujero menos rapaz.

No podés decir que no lo intentamos,que no disfrazamos la carne, la sangre,con prendas rasgadas de origen,que no nos mentimos.

Y, sin embargo, acá estoysola, aunque haya alguien,desnuda, aunque haya alguien,ciega, aunque esté yo.

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Buscamos algo distinto.Una boca que bese a miely que sepa a beso,un rincón al que correrpara quedarnos quietos.

Un cuerpo roto, rasgado,que quepa en míy pueda encender el celo.

Un agujero, el que nos salva siempre,y una letra divina, antigua,que no se pueda decir ni escuchar,que no inscriba lo que significa.

Busco un nombre fuera del padre,más allá del nombre, después de míy de todos los varones.

Un cuerpo de mujer,que es mío, nada másque mío, mujertajada, escindida, imaginada,creada, sexuada, anudada.

No es lo que quise creer,que hay demasiadas sombras en mí,un cuerpo tomado por lutos infinitosde palabras. No,en mí, algo estallade vida.

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