areíto sabado 25 de julio

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Areíto Zona de la Cultura y de las ideas www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Aimée Piccirillo SÁBADO 25.07.2015 Movimiento Interiorista ¡ ¡ 2 2 5 5 A A Ñ Ñ O O S S ! ! El movimiento INTERIORISTA Un movimiento literario se caracteriza por reunir a una comunidad de creadores que fincan su lenguaje y su temática en un terreno labrado por similares presupuestos estéticos. Pá g i n a 3 Un punto de vista INTERIOR La poesía y la escritura pueden echar la semilla al viento. Siempre habrá tierra fértil y disponible para una posterior cosecha. El punto esencial es aquello que se atisba detrás de la madeja complicada de la realidad cotidiana. Pá g i n a 4 EL VALOR DEL Movimiento Interiorista Las circunstancias del hombre actual son entreveradas y por tanto la interioridad de los seres humanos es muy compleja. Poder volcarla hacia el exterior, extraer lo más noble de lo que llevamos dentro es también un reto del arte. Pá g i n a 5 Página 2 MANUEL MATOS MOQUETE Bruno Rosario Candelier, Del logos al interiorismo Página 8 Vivencia estética en los encuentros del Interiorismo ¿Qué es en realidad una vivencia estética? Sin muchos aspavientos podríamos llegar a la conclusión de que es el estado de trasmutación en que se sumerge el ser al pasar por una experiencia artística... Pá g i n a 6 La narrativa INTERIORISTA El autor interiorista cree firmemente que el hombre tiene un propósito superior que guía su existencia y, que la verdad, los secretos y los misterios están ahí para ser develados. Pá g i n a 7

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Page 1: Areíto sabado 25 de julio

A re í t o Zona de laCultura y de

las ideas

w w w. h oy.co m .d oEditor: BavegadoDiseño: Aimée PiccirilloS Á BA D O 2 5.0 7.2 015

Movimiento Interiorista

¡¡¡222555 AAAÑÑÑOOOSSS!!!

El movimientoI N T E R I O R I S TAUn movimiento literario se caracterizapor reunir a una comunidad decreadores que fincan su lenguaje y sutemática en un terreno labrado porsimilares presupuestos estéticos.

Pá g i n a 3

Un punto devista INTERIORLa poesía y la escritura pueden echarla semilla al viento. Siempre habrátierra fértil y disponible para unaposterior cosecha. El punto esenciales aquello que se atisba detrás de lamadeja complicada de la realidadcotidiana. Pá g i n a 4

EL VALOR DELMovimiento InterioristaLas circunstancias del hombre actualson entreveradas y por tanto lainterioridad de los seres humanos esmuy compleja. Poder volcarla hacia elexterior, extraer lo más noble de loque llevamos dentro es también unreto del arte. Pá g i n a 5

Página 2

MANUEL MATOS MOQUETE

Bruno Rosario Candelier, Del logosal interiorismo Página 8

Vivencia estética enlos encuentrosdel Interiorismo¿Qué es en realidad una vivenciaestética? Sin muchos aspavientospodríamos llegar a la conclusión deque es el estado de trasmutación enque se sumerge el ser al pasar poruna experiencia artística... Pá g i n a 6

La narrativaI N T E R I O R I S TAEl autor interiorista cree firmementeque el hombre tiene un propósitosuperior que guía su existencia y, quela verdad, los secretos y los misteriosestán ahí para ser develados.

Pá g i n a 7

Page 2: Areíto sabado 25 de julio

2 Sábado 25 de juliode 2 015H OY A RE Í TO

Zona

Are

itoZo

na A

reíto

Octavio Paz (Poeta y ensayista mexicano, Premio Nobel)Cada poema es único. En cada obra late, con mayor omenor grado, toda la poesía. Cada lector busca algo enel poema. Y no es insólito que lo encuentre: Ya lo llevabade n t ro.

PORTADA LIBRO DEBRUNO ROSARIOCANDELIER, POR LASAMENAS LIRAS, UNESTUDIO CRÍTICOSOBRE MÍSTICA YCRE A CI Ó NTEOPOÉTICA DE LALÍRICA DE CREADORESDE LAS LETRASD O M I N I C A N AS ,H IS PA N OA M E RI C A N ASY EUROPEAS QUEABORDAN ELFENÓMENO DE LA

CREACIÓN LITERARIA A LA LUZ DE LAINSPIRACIÓN TRASCENDENTE.

LI B RO S

PORTADA DE LA ANTOLOGÍA DE LA POESÍATEOPOÉTICA Y PROTOMÍSTICA, OBRA DEBRUNO ROSARIOCANDELIER, SOBREA UTO RE SINTERIORISTAS DELAS LETRASD O M I N I C A N AS ,H IS PA N OA M E RI C A N ASY ESPAÑOLAS ENCUYAS CREACIONESENFOCAN LABÚSQUEDA DE LAINTERIORIDAD Y LATRASCENDENCIA ENEL ARTE DE LACREACIÓN VERBAL.

PORTADA DELM OV I M I E NTOINTERIORISTA, DE FAUSTOLEONARDO HENRÍQUEZ,ANTOLOGÍA DE TEXTOSINTERIORISTAS DEAUTORES DOMINICANOSQUE CULTIVAN EL MITO, LAMETAFÍSICA Y LA MÍSTICA,TRES VÍAS DE LA CREACIÓNLITERARIA PROPUESTASPOR EL IDEARIO ESTÉTICODEL INTERIORISMO DE BRUNO ROSARIOCANDELIER A TRAVÉS DE LA PRÁCTICACREADORA Y LAS VIVENCIAS FRAGUADAS ENLOS ENCUENTROS LITERARIOS DEL ATENEOINSULAR.

El interiorismo literario deBruno Rosario Candelier

Por Pura Emeterio Rondón

E sta edición especial de “A re í t o”, de-dicada al Movimiento Interiorista,festeja la aparición de esta grandiosaestética literaria en el 25 aniversario

de su creación, ya que el 28 de julio de 1990,Bruno Rosario Candelier dio a conocer enMoca los postulados del Interiorismo comoel ideario estético del Ateneo Insular.

El Diccionario de la lengua española de-fine Interiorismo como “Movimiento lite-rario fundado en la República Dominica-na, que expresa el impacto de lo real en laconciencia, la dimensión metafísica de laexperiencia y la belleza sutil con bellezat ra s c e n d e n t e”. En diversos textos, el crea-dor del Interiorismo, Bruno Rosario Can-delier, lo ha definido así: “Movimiento li-terario dominicano de finales del siglo XXque expresa mediante el lenguaje de la in-tuición el impacto que lo real produce en laconciencia, la dimensión interna y místicade lo viviente y la belleza sutil con sentidot ra s c e n d e n t e”.

Dicho movimiento ha sido expuestopor Bruno Rosario Candelier, su ideólogo yprincipal orientador, con el conocimientointrínseco y la autoridad que le confierensu carácter de fundador y creador; luegopor integrantes del movimiento, como Pe-dro José Gris, Carmen Pérez Valerio, TulioCordero, Ofelia Berrido, Fausto LeonardoHenríquez, Guillermo Pérez Castillo, Ma-ría José Rincón, Ramón Antonio Jiménez,Emilia Pereyra y otros investigadores, do-minicanos y extranjeros, que se han ocu-pado de la estética interiorista aportando

nuevos elementos para su mejor com-p re n s i ó n .

Numerosas antologías han dado a co-nocer textos de integrantes del Interioris-mo en sus 25 años de existencia. Este mo-vimiento literario fomenta la creación y es-tudia y promueve el conocimiento y elanálisis de obras y escritores que abordanla dimensión interiorista que precedieronal movimiento. Es admirable la cantidadde trabajos realizados por Bruno RosarioCandelier, como los dedicados a san Juande la Cruz, fray Luis de León, Emily Dic-kinson, Rainer María Rilke, Francisco Ma-tos Paoli, José Luis Vega… Entre los do-minicanos analizados bajo esta perspec-tiva figuran Domingo Moreno Jimenes,Manuel del Cabral, Manuel Valerio, Fran-klin Mieses Burgos, Máximo Avilés Blonda,Sally Rodríguez, Freddy Bretón, Tulio Cor-dero, Carmen Comprés, Manuel SalvadorGautier, Ofelia Berrido, Emilia Pereyra,Noé Zayas... En palabras del creador delInteriorismo, “la trascendencia que funday justifica la Poética Interior del Ateneo In-sular es el nombre que identifica los prin-cipios de este movimiento literario”.

El Interiorismo constituye un referentede primer orden en el quehacer literariodominicano. La llamada de atención haciael cultivo del espíritu supone no solo unenriquecimiento notable en las letras delidioma, por su renovación y la creación denuevas obras, sino una forma de respuestaa un mundo tambaleante por la fuga gra-dual de los valores que en otras épocasbrindaron sustento. Ante el mundo que vi-vimos compulsivamente materialista e in-

manente, la propuesta interiorista de Bru-no Rosario Candelier y su grupo contri-buyen a la apertura de nuevas posibilida-des. A estos dos aspectos mencionados de-bemos agregar el carácter plural del grupo,donde caben jóvenes y adultos, mujeres yhombres. Su constancia ejemplar, hecharealidad gracias al carácter de honda con-vicción y tercamente firme de Bruno Ro-sario Candelier. Enfatizo este carácter plu-ral, tolerante y abierto, porque estableceun contraste significativo en un país tanatomizado y lleno de sectas de toda índole,en perjuicio de su desarrollo integral. Esmuy digna de imitar la postura tolerantede Bruno Rosario Candelier, que a todosacoge, hasta a sus enemigos declarados.Por eso me identifico con el retrato que deél hace Fausto Leonardo Henríquez: “Ano -che, cuando leía la Antología de la Mística,afianzó definitivamente en mí el conceptoque tengo de tu persona, a saber, que eresun hombre de Dios. Intelectual, humanis-ta, un “m i s i o n e ro” de vida interior, defen-sor de lo esencialmente importante en lavida. Tú hablas y escribes por la gente delmundo, como un teólogo laico con con-vicciones profundas de los valores del es-píritu y la trascendencia”.

Un movimiento literario reúne a escri-tores que comparten objetivos estéticoscomunes. El movimiento literario puedeconsistir en la creación de un grupo de au-tores que desean formar parte de un con-junto y que se reconocen como integran-tes de algo compartido. El Interiorismo re-descubre y valoriza, privilegiando una ma-nera permanente de hacer literatura.

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A RE Í TO 3Sábado 25 de juliode 2 015 H OY

El movimientoI N T E R IO R I S TA

U n movimiento literario se caracte-riza por reunir a una comunidad decreadores que fincan su lenguaje ysu temática en un terreno labrado

por similares presupuestos estéticos. Laplasmación de estos principios no es cons-ciente en la mayoría de los casos. ¿Cuálesson las causas que motivan la génesis de unmovimiento literario? Circunstancias vitalessimilares, una comprensión cercana de lahistoria, la tradición, la creación literaria; yla presencia de un elementoaglutinador y motor que en-cauza e impulsa estas energíasfundadoras en un determina-do momento histórico. En estecontexto podemos valorar lapresencia cultural del Movi-miento Interiorista en el culti-vo de las letras.

La piedra fundamental deledificio creador interiorista laconstituyó la fundación delAteneo Insular que, como or-ganización literaria, juega elpapel de cauce y motor de im-pulsos creadores. Esta orienta-ción creativa y formadora le da una trascen-dencia cultural y social a la visión poética delInteriorismo. Su estructura orgánica nos ha-bla de su vocación por llegar a los jóvenescreadores para impulsar su tarea y contribuiral desarrollo de sus respectivas comunida-des. La tendencia poética le sirve de criteriomodelador, tanto en las orientaciones temá-ticas, como en el lenguaje y los recursos téc-nicos. Para conocer de los postulados de estaestética del Movimiento Interiorista nada

mejor que la imagen clásica, pero tan reve-ladora, del espejo propuesta por Bruno Ro-sario Candelier, el creador del Interiorismo,quien abre su texto teórico en Poética In-terior: “Cuando el hombre se inclinó sobre lasuperficie del agua para beber, se produjo unhecho que repite toda criatura pensante encircunstancias diferentes y es el de abrevar elmisterio de la propia imagen, y esa contem-plación del yo exterior da lugar a meditarsobre el propio ser y sobre la naturaleza de la

reflexión y con ella en ladel ser que reflexiona so-bre el mundo y sobre loque emana de su propiomundo interior”. La ima-gen del espejo habla porsí sola: el descubrimien-to del sujeto provoca lainteriorización. Es el en-cuentro consigo mismoy, a través de sí, con elotro, con el mundo. Nose trata solo del encuen-tro, sino de la fructífera ytantas veces dolorosabúsqueda de la “íntima

urdimbre humana” de la que nos habla Ro-sario Candelier. Esta expresión del cami-no, de la búsqueda y, por fin, del encuen-tro, acerca a los poetas del Ateneo Insularal modo y a la esencia místicos. Los crea-dores de la Poética Interior reflejan en susobras ambos momentos, desvelando asísus claras conexiones con la poesía me-tafísica y mística de todos los tiempos, co-mo el hecho mismo de emplear la imagendel camino para reflejar el proceso inte-

rior. Ramón Antonio Jiménez: “G olpearcon fuerza/la prisión del mundo/conju-rar/ con los párpados apretados/la vulga-ridad de los sentidos/(...)/y vivir es dejarde ser/avanzar por túneles oscuros”. La ex-periencia mística es inefable. El poeta luchapor atraparla con la palabra en toda la in-tensidad del instante. En los poetas inte-rioristas hay la conciencia del creador, laconciencia de que es su facultad de crearcon palabras la que le da el ser a lo bus-cado. Es la magia de la palabra y de la crea-ción. A pesar de su conciencia de lo ine-fable, el interiorista no abandona su laborirrenunciable, y es como resultado de estalucha que hallamos poemas donde nos to-pamos con el instante de la unión, del en-cuentro trascendente, con sus imágenesde fuego, luz cegadora, enajenación, aban-dono. A través de varios poemas recogidosen la Antología vamos a develar con ellos elmisterio del encuentro, cargado de para-dojas que son expresiones de la intensidadde la vivencia. Arturo del Valle, en "Sueñotangible", hace decir a Barranco: "Jubilosoquise tactar su luz intangible, que besabacon besos insonoros. Nos quedamos en-tonces en silencio, en un éxtasis profundo,imantados por el fulgor de una visión di-vina (...). Entonces sentí la embriaguezplena, la sedación rotunda y entrañable".

MAR

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t e ra

t u ra

‘‘ A pesar de suconciencia de lo

inefable, el interioristano abandona su laborirrenunciable, y escomo resultado de estalucha que hallamospoemas donde nostopamos con el instantede la unión...”

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4 Sábado 25 de juliode 2 015H OY A RE Í TO

Un punto de vistaI N T E R IO RU na tarde húmeda abandonaba Él

una aldea, rodeado de gentes ham-brientas. Un ciego exaltado inte-rrumpió el cortejo: “¡ Ma e s t ro ;

Ma e s t ro ! ”. Y Él: “¿Qué quieres que haga porti?”. Y el ciego: “¡Que vea, Señor, que vea!”.

En la introducción a la Divina comedia deDante, Tomás Carlyle dice: “El hombre biendotado será el que vea el punto esencial, ydeje aparte todo lo demás como superfluo”.Entre el tumulto y la confusión, aquel ciegosupo distinguir primero la voz esencial. Yluego le fue dado el don de la visión. La metaúltima de todo itinerario interior o todo pro-ceso creativo es, precisamente, “la visión”; esdecir una “conciencia total iluminada”. Setrata de una meta in fieri: la búsqueda nocesa aunque se haya avistado la luz. Cuandose es un joven escritor, no advierte uno quelas palabras vienen después, que son ellas lasúltimas invitadas al banquete. Primero estánlos desposorios con la inmensidad vital, elsagrado silencio y el adentrarse con humil-dad en “la interior bodega”. En una palabra,primero está el éxtasis. Después, viene el te-rrible problema de decir lo experienciado enlas propias espesuras interiores. Y es enton-ces cuando la “verdad estética” de quien sepredique escritor o poeta puede aparecercomo mímesis, nunca como substancia úl-tima. Porque la Verdad es indecible. Puededevelarse en gloriosas epifanías para huir enseguida dejando a su paso solo los toscosandrajos de sus destellos. Por eso, cuandocreemos que vemos, y cuando pronuncia-mos eso que vemos, ese acto nos sabe a glo-ria. Pero de estos destellos de luz a las os-curidades turbadoras no hay mucho trecho:van de manos a lo largo de nuestra andadurainterior. Ello explica que muchas veces a lavisión extática le siga la ceguera o la incer-tidumbre. Es decir, en el decurso de la vida, laconfusión y la luz casi siempre andan en-t re ve ra d o s.

Ver un poco, tan solo un poco y me basta.Pero yo no sé por qué insistir. El que ve nohace más que sufrir. A más luz, más dolor. Laceguera, es decir la apatía y liviandad vital,aparta del camino, donde la sombra, dulce ymansa, anestesia los bríos del alma. Y estoparece bueno. La luz, en cambio, es una con-dena. Una condena a amanecer eternamen-te contando las caracolas que las espumasiniciales donan. Una condena a hurgar enlos resquicios semidesnudos del alma. Unacondena a descubrir nuevas luciérnagas yrepartir sus destellos. Una condena a dete-nerse en el camino, bajar de la cabalgadura,curar al samaritano y preguntarle quién lo haherido y por qué. En fin, una condena a nodormir jamás. Porque dormir es la muerte, yno es honesto morirse mientras se está vivo.

Un muchacho imberbe era yo, escaso depan y flores, cuando quise adivinar de dóndelos caminos interiores venían y a dóndeiban. Porque eran hartas las noticias delviento. Y un día cualquiera de esos primerosverdores de adolescencia, me desperté conlas ganas irresistibles de deletrear el aleteonervioso de una libélula o de otear en el ho-rizonte cualquier leve sonrisa recostada enuna ventana triste. Y brotaron en manojoslas palabras que fueron los versos primeros.En ese tiempo, ya empezaba a procurarmeamigos para el camino -Antonio Machado,Pedro Mir, Rabindranah Tagore, Manuel delCabral, Domingo Moreno Jimenes, PabloNeruda, Antoine de Saint-Exúpery, EmilyDi c k i n s o n . . .

Un buen día tuve la suerte de tropezarmecon otro amigo, don Bruno Rosario Cande-lier. Esbelto él, de cálido mirar, y de un hablardiscreto, pero firme y entusiasta. Me hablóde lo que yo ya buscaba que él y un gruposelecto de iniciados, “inter ior istas” ellos, pa-recían haber ya encontrado: No me detuveyo para esperarte/ni tú para encontrarme. /Yfue así como sucedió, /asidos de polen,/depétalos y alas... Habiendo entrado yo en estenuevo ámbito, sentí que podía atravesar eseancho lago en mi propia barca. Ya había es-crito el poemario Latido cierto (1986) y Si elalba se tardara (1989).

Y brotó de este ambiente, del Interiorismohablo, La sed del junco (1999), donde afirmoque La ira de esta noche se ha calmado (...).

Después de tantas lunas tormentosas/ estosvientos/ por fin/ transitan suaves (...). ¡Des-canse este velamen y venga el gozo pleno!Ahora solo busco/ no buscar ya más nada.En el mismo poemario añado: “Esta sed sehace honda/ Esta sed no se calma”. La “s e d”es un pre-existente omnívago: la sed está an-tes que el agua y se ahonda con ella. Por esoexistir es desear. Por supuesto, la sed es deluz: ¡que vea, Señor, que vea!, porque la os-curidad es mucha aún. A tientas, toda mo-ción adquiere su semántica en esta búsque-da, la búsqueda “del punto esencial”, queCarlyle dice. En La noche, las hojas y el viento(2008) mi aspiración era el deseo de caminarhacia la transparencia, hasta el silencio. En elcaso de la realidad, ver ese punto esencialdepende del grado de sensibilidad.

Por ejemplo, un ser insensible y con todaslas necesidades básicas materiales resueltas,al elevar la vista al firmamento creerá versiempre un cielo azul impecable, decoradode nubes blancas y perezosas, ajenas a loscaprichos del viento -la violencia y dureza dela vida, los grotescos olores de los callejoneso las surrealistas y truculentas transaccionesen las relaciones humanas le parecerán undecorado del que se puede prescindir en elconjunto del “impecable paisaje”. En cam-bio, a una persona “despier ta” le dolerán losvericuetos de una sociedad poblada de tri-quiñuelas, con sus larvadas u obvias formasde violencia y en donde la sobrevivencia esun doloroso parto cotidiano.

Aquí el punto esencial significará un pun-to de luz, o la posibilidad de vida y esperanzaante lo grotesco del paisaje humano; ante eldolor y la crueldad de una existencia que sevive como fatídico círculo vicioso. Significaráel develamiento del mal y el pronuncia-miento de que vivir con dignidad es posible.En este nivel de sensibilidad, el saber equi-vale al compadecerse, por medio de una pa-labra y de una acción concreta.

La poesía y la escritura pueden echar lasemilla al viento. Siempre habrá tierra fértil ydisponible para una posterior cosecha. Elpunto esencial es aquello que se atisba de-trás de la madeja complicada de la realidadcotidiana; y es también aquello que se sueñacomo posibilidad de provocar cambio y ver-dor en un poco atractivo paisaje. Ves la po-sibilidad en una materia informe, atisbas or-den en la confusión, ves al Espíritu Creadoraletear sobre el caos primordial, ves la pu-reza en el vulgar cieno. No negamos lo gro-tesco y absurdo de la realidad; no. Es soloque privilegiamos, como enseña el Interio-rismo, el sueño posible conjurado y arrojadosobre esta realidad desde unos ojos y unavoluntad creativa que se resisten a aceptar elcaos como la última palabra sobre la crea-ción o este mundo que se nos ha dado comotarea existencial. ¡Que vea, Señor, que vea!/Adentro, debajo de la piel del alma, /puedoencontrar una razón /para arrancarle al cielouna estrella /y ponerla al lado de tus sue-ñ o s.

TULI

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Page 5: Areíto sabado 25 de julio

A RE Í TO 5Sábado 25 de juliode 2 015 H OY

El valor delMOVIMIENTO INTERIORISTAE l surgimiento del Movimiento Inte-

riorista se produce en un momentoclave. Aparece en el instante en quese da una búsqueda del hombre y la

mujer por encontrar verdades que no hansido respondidas a lo largo de años, a pesarde que el materialismo y numerosas corrien-tes filosóficas y religiosas han intentado darrespuestas. El mundo ha cambiado y pre-valece el desconcierto. No nos sentimos se-guros. Nadie sabe, con certeza, hacia qué de-rroteros nos conduce el devenir.

Existe una explosión tecnológica que hatransformado la industria y que coloca enestadios sorprendentes la comunicación y latransmisión de información. No obstante,abundan la miseria y las injusticias. No he-mos conseguido construir sociedades feli-ces, donde los seres humanos coexistan ar-mónicamente. La muerte, las enfermeda-des, el crimen, los conflictos y los interesesparticulares nos agobian al final de la cen-turia que, como todos observamos, ha pa-rido muchos avances y muchas taras. Enconsecuencia, en medio de este desconcier-to muchas “ve rd a d e s” son cuestionadas. Porejemplo, se ha puesto en tela de juicio quesolo debamos apelar a la razón para modi-ficar la realidad circundante, para crear unmundo distinto, más confortable. Millonesde personas enfocan sus esfuerzos hacia laexploración de su interior. Apelan a la in-tuición para seguir hacia delante en un es-pacio cada vez más desorganizado. Buscanrespuestas dentro de ellos mismos. La me-ditación, la reflexión, empiezan a proveertranquilidad a los más avispados. La civili-zación occidental nos ha enseñado a respe-tar y a rendir culto al respecto racional y anegar y desprestigiar la intuición. Procede-

mos de un sistema educativo, de una culturaque nos ha enseñado a santificar la abun-dancia mal repartida, a temer a Dios, antesque amarlo y a estar siempre preparados pa-ra atacar y hacer la guerra. En pocas pala-bras, hemos sido estimulados a ignorarnuestros más sanos sentimientos. Esto haocurrido con mayor énfasis en la crianza delos hombres, que, en aras de cultivar unaaparente fortaleza, deben continuamenteahogar su voz interior, esa que, sin embargo,conservamos todos, aunque con mayor omenor potencia.

Obras maestras han sido creadas gra-cias a que, quien ha sido el canal, ha de-jado que se transmita libremente la ener-gía creativa. La película Amadeus nos en-seña que Mozart componía música per-fecta en cuanto a la técnica. Su música,prodigiosamente inspirada y aún insupe-rable, brotaba con gran facilidad y de ma-nera espontánea. Desde la más tempranainfancia del genio, las notas musicales lle-naban su interior hasta rebosar.

A mí, que valoro completamente la li-bertad en la creación, y que creo en la bús-queda incesante de maneras de expresiónliteraria, me parece un gran acierto que elInteriorismo proclame que no pretendeconstituirse en una coyunda que ahogue lasensibilidad o comprima el talante perso-nal, como ocurre con algunos movimien-tos estéticos cerrados. Es todo lo contrario.A mi modo de ver, el Interiorismo es unanueva puerta que se abre, un punto de par-tida y una orientación novedosa que en-cauza por nuevos rumbos creadores. Y lle-ga oportunamente, cuando parecería quequedan pocas posibilidades creativas, po-cos trillos que descubrir.

Nos dice Bruno Rosario Candelier, presi-dente del Ateneo Insular y creador del Mo-vimiento Interiorista, que la Poética Interiorprocurainteligir el interior del ser y el acon-tecer, auscultar la subjetividad propia paracaptar el aliento soterrado del inconsciente yla sustancia de los sueños, visiones y utopías,y prestar atención al dictado inaudito de larevelación. Todo creador tiene un impetuo-so torrente interior que se ve en la necesidadde exteriorizar. Eso lo sabe y lo siente quiencrea. Mientras pueda permitir que su saviamás profunda fluya libremente probable-mente su aporte sea mayor, más verdadero ymás sincero y por tanto más trascendente.

En la narrativa tenemos que ir prestán-doles cultura a los personajes. Aportar lo quetenemos dentro, transformar la realidad conestos ingredientes nos conducirá a realizarobras más creativas y de mayor profundi-dad. Si somos capaces de auscultarnos po-dremos dotar de profundidad nuestros va-lores, textos y personajes. Cuando vamos aescribir, muchas veces no nos preguntamosnada. Lo hacemos como un ejercicio irre-flexivo. Pero ocurre que poder escribir conalgún acierto es un privilegio. Un don. Unaresponsabilidad. Por tanto debemos ejercer-lo en base a determinadas reflexiones esté-ticas y filosóficas. Lo más juicioso sería queconsultáramos con nosotros mismos, connuestra imaginación, con nuestro mundoíntimo, con el cúmulo de experiencias quegrandes cultores han guardado para noso-tros. Habría que preguntarse qué tenemos,qué vamos a decir, cómo podemos trascen-dernos, qué podemos aportar, qué busca-mos y qué queremos.

La puesta en servicio de los sentidos in-teriores -la intuición, el sentido común, laimaginación, la memoria sensible y el ins-tinto- a favor de la creación literaria nos harárealizar producciones permeadas por unamayor sensibilidad, enriquecidas con enfo-ques inusuales. La Poética Interior proponeel empleo de técnicas interiorizantes comoel diálogo interior, para establecer un diá-logo consigo mismo, la reflexión interior y laintroyección meditativa, para traducir la im-presión de la vivencia interior. No se trata dereflejar fielmente la realidad como si fuése-mos cámara fotográfica. Lo que distingue aun escritor de otro no es sólo su estilo, latécnica que utilice, el dominio artesanal deloficio. Más importante que todo eso es quesea capaz de dotar su obra de una experien-cia humana, de una visión de la sociedaddistinta, de un enfoque nuevo. Cada cual ha-brá de buscar sus tópicos. Pero debemos te-ner en cuenta que tenemos una amplitud detemas que podemos abordar tomando encuenta los postulados del Movimiento Inte-riorista que nos ayudarían a enriquecerlo.Por ejemplo, la alineación, los efectos de lacibernética, la soledad que producen las me-ga-ciudades y los estilos de vida actuales, eldesarraigo sentimental de millones de nues-tros coetáneos, etc.Nuestras narraciones,nuestras poesías pueden reflejar expresio-nes de la imaginación, invención pura y unenfoque profundo de la mujer, de los ado-lescentes, de los envejecientes y de todo elque pueble el planeta. Bien podemos escri-bir para buscar, para experimentar, para in-dagar, pero desde perspectivas más profun-das, más próximas al alma, a la intuición. Elescritor de una época se distingue del es-critor de otra época porque tiene una per-cepción diferente del mundo. El creador senutre de lo que acontece en su entorno so-cial y los fantasmas y los temores que lo aco-san son precisamente los de los años que leha tocado vivir. Sabiendo esta realidad, sinrenunciar a la búsqueda del pasado para co-nocer la trayectoria y la experiencia humana,debemos tener los sentidos alertas para ver,oler, palpar, intuir, imaginar y profundizartodo lo que nos rodea. Por eso, creo que no eserrado que propongamos que echemos mi-radas sobre nuestras vidas, que reflexione-mos sobre el misticismo, el pensamientomágico, la intuición, la soledad, la corrup-ción y la frivolidad imperantes y otros temas.El mundo de hoy nos permite explorar unarealidad más compleja. Las circunstanciasdel hombre actual son entreveradas y portanto la interioridad de los seres humanos esmuy compleja. Poder volcarla hacia el ex-terior, extraer lo más noble de lo que lleva-mos dentro es también un reto del arte. ElMovimiento Interiorista nos oferta impor-tantes herramientas.

EMIL

IA P

EREY

RAL i

t e ra

t u ra

Wolfgang Amadeus Mozart

Page 6: Areíto sabado 25 de julio

6 Sábado 25 de juliode 2 015H OY A RE Í TO

Vivencia estética enlos encuentros delI nte r ior i s moU n elemento que nunca deberá ser

pasado por alto cuando se estudie elMovimiento Interiorista es la maes-tría con que lo ha orientado su crea-

dor y conductor, don Bruno Rosario Can-delier. Y no me refiero a su capacidad ex-traordinaria para plantear conceptos teóri-cos a base de los cuales pueden, quienes searropan bajo este manto estético, producir labelleza por medio de los sentidos. Tampocome refiero a su tenaz labor de promoción ycaptación de escritores para que promuevanen sus creaciones los postulados de esta es-cuela y tendencia literaria. Al punto que merefiero es al acto de mostrar por medio de lapráctica del quehacer grupal los elementosque han de definirnos, algo que se mani-fiesta por la insistencia del maestro en per-mear nuestras conciencias con determina-dos conceptos.

Para nosotros es conocida la palabra lo-gos. Por su amplia preparación en filología,muchos deben manejar sus aristas. Lo quees común en la misma proporción a todoquien haya participado en alguna velada in-teriorista es el perseverante martilleo conque el doctor Rosario Candelier trata deablandar nuestra coraza asimilativa paraque absorbamos no solo los pormenores eti-mológicos y semánticos de este vocablo, si-no su significado esencial en cuanto a que “ellogos encierra la esencia del espíritu en cuyavirtud el hombre piensa, habla y crea”.

Yo creo que esta loable tarea es ya, de porsí, un extraordinario mérito para el creadordel Interiorismo, porque nos pone en el ca-mino para desarrollar la conciencia huma-na, propiciar la capacidad reflexiva y fecun-dar la vida del espíritu. Son pocos los en-cuentros y los trabajos que en ellos presentanuestro guía, en que no trate este concepto.Rosario Candelier enseña que el logos ca-naliza la esencia de la sabiduría universal ar-chivada en la memoria cósmica. Ese con-cepto lo han asimilado muy bien y lo hanvivenciado en los encuentros del Ateneo In-sular los interioristas Pedro José Gris, RamónAntonio Jiménez, Oscar de León Silverio, Sa-lly Rodríguez, José Frank Rosario, Iki Tejada,Tulio Cordero, Carmen Pérez Valerio, Gui-llermo Pérez Castillo, Carmen Comprés, Án-gel Rivera Juliao, Manuel Salvador Gautier,Ofelia Berrido, Rafael Peralta Romero, EmiliaPereyra, Miguel Solano, Fausto LeonardoHenríquez, Jennet Tineo, Melania y PuraEmeterio Rondón, Noé Zayas, fray Pablo deJesús, Eduardo Gautreau, Rafael Hernández,Roxana Amaro, Gisela Hernández, QuibianCastillo, Eddy Sosa, fray Jit Manuel Castillo,Roberto Miguel Escaño, entre otros.

¿Qué es en realidad una vivencia estética?Sin muchos aspavientos podríamos llegar ala conclusión de que es el estado de tras-mutación en que se sumerge el ser al pasarpor una experiencia artística, ya que por es-tética se entiende la reflexión sobre el artehecha desde el terreno de la filosofía cuyafinalidad es analizar el momento de la re-cepción o interpretación de la obra artística.Es decir, la vivencia estética no debe ser unaaventura aislada y pasajera, ni mucho me-nos mosaicos de percepciones; tienen queser experiencias modificadoras de nuestrasactitudes que nos hagan replantear el con-cepto de la belleza que, antes de vivirla, te-níamos sobre la creación de una obra. Voy ahacer un deslinde entre las vivencias esté-ticas experimentadas durante los pasadosdiez años en los encuentros interioristas enque he participado, tomando como referen-cia, por un lado, el contenido de las obrasque se someten a consideración y, por otro,el roce personal con los autores que las pro-ducen. Sin lugar a dudas que ha de sufrir unametamorfosis en su apreciación artísticaquien se encuentra ante los postulados deuna “tendencia estética que revela la verdadsubjetiva de las cosas expresada como cer-teza de la conciencia mediante el lenguajede la intuición”, según sostiene Rosario Can-delier. Esa para mí es la primera vivencia deun interiorista, acostumbrados como esta-mos a apreciar la belleza literaria a través deobras elaboradas bajo los tradicionales cá-

nones de ficción mimética y mítica. De he-cho creo que quien no puede asimilar estavivencia no logra pasar jamás por el tamizque representa la inserción en el Interioris-mo y de ahí las veleidades y dudas tan co-nocidas entre nosotros. Pero una vez logra-mos insertarnos en la dinámica planteadapor los preceptos que nos rigen y empeza-mos a entrar en contacto con la obra de loscreadores interioristas, las vivencias estéti-cas se van acumulando de tal forma que va-mos a dar con un ser desconocido en lo pro-fundo de nuestra esencia. Así se refrescan“los poros del alma” en el lenguaje místico dela conciliación con el Todo, según fray Pablode Jesús: “Ahora que está pasando la no-che/y que está sonando el canto desgarra-dor/del pavo real enamorado, /cae la lluviade la negrura íntima,/refresca hasta los po-ros de mi alma, /y en la cama del amor, /porfin apaciguado,/duermo contigo, oh Altísi-mo, duermo dentro de Ti”. O cuando hace-mos un descubrimiento tan limpio como laverdad poética de Ramón Antonio Jiménez:“Después del resplandor del lirio/la palabraes sombra”.

Pero si el contacto con estas creacionesnos inmuta hasta el punto de replantearnuestra actitud ante la obra de arte, no esmenos importante la conmoción que puedeproducir en nuestro ser la relación con susartífices. Ya he planteado que el MovimientoInteriorista me parece más que una simplecorriente estética, una forma de vida. Soyuno de los que pueden dar fe sobre la aper-tura de criterios para componer o expresarseen este movimiento literario. Inclusive entre

los mismos poetas que se dedican a cultivaruna vertiente específica dentro del Interio-rismo (la mística, por ejemplo), es fácil de-tectar la diversidad de criterios en cuanto alconcepto que se tiene del hombre y su rol enla sociedad, así como de las variadas formasen que pueden manifestarlo. Y esto es mu-cho más notable si lo ampliamos a la ex-tensión del grupo, donde Pedro José Grispuede contrastar y coincidir con la eclecti-cidad de Manuel Salvador Gautier sin queello cree una subordinación o rechazo deuno hacia el otro; o donde la sagacidad in-terpretativa y el buen juicio intuitivo y di-dáctico de Carmen Pérez Valerio interpelansin crear ruptura la pasión de Ramón An-tonio Jiménez; o donde el juicio estético delnarrador Rafael Peralta Romero se puedeamalgamar con la verticalidad de la poetaCarmen Comprés; o donde el profundo es-crutinio de misterios de Ofelia Berrido hacecausa común con la llana y sistemática ca-pacidad apreciativa de Pura Emeterio Ron-dón; en fin, donde todos, asiduos y even-tuales, en un momento determinado, pode-mos despojarnos de nuestros intereses crea-tivos particulares y sentarnos en derredor dela hoguera metafísica que nos convoca yaglutina, para hurgar nuestros adentros enbusca de la causa común: desentrañar elmisterio de la belleza y el sentido creado através de la palabra por medio del lenguajeintuitivo que nos proporcionan nuestros po-deres interiores. Este es, entre otros aspec-tos, uno de los grandes aportes que va a legara la historia literaria el Interiorismo de BrunoRosario Candelier.

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A RE Í TO 7Sábado 25 de juliode 2 015 H OY

LA NARRATIVAI N T E R IO R I S TAC omo representación es una literatura

plena de sentido que presenta alhombre y la mujer en los extremosde la vida, mostrando sus derrotas y

victorias; las pasiones y los deseos más des-tructivos; la decadencia de épocas terriblesdonde el tiempo se esfumó en un vivir sinsentido; la angustia del ser atado a una exis-tencia dolorosa cargada de sufrimiento; lamiseria material y la podredumbre del hom-bre sin valores; las frustraciones y el horrormás desgastante; y por otro lado, el desa-pego liberador, la felicidad, la paz de la rea-lización y el goce de la plenitud. La narrativainteriorista busca en las profundidades delser y devela todos aquellos secretos ocultosen su interior. Es el resultado de la mani-festación plena del escritor en estado crea-tivo, su conciencia y su fragilidad frente a larealidad que le tocó vivir. El quehacer de lanarrativa interiorista no es exponer la con-dición humana, sino trascenderla. En el pa-sado existieron escritores que abordaron es-te tipo de literatura, representantes del máspuro interiorismo aun antes de existir estaestética literaria que creara Bruno RosarioCandelier, el forjador del Movimiento Inte-riorista. Es Bruno Rosario Candelier quien leda forma y cauce a la literatura interior; ladescribe, define y promueve como una li-teratura transcendente.

Para el escritor interiorista la obra que es-cribe está animada por una intención queresulta de una fuerte experiencia íntima quese canaliza como una necesidad imperiosa.Su pluma se manifiesta en el objeto creadoguiada por un sentimiento colmado deenergía: receptáculo de la abarcadora y mis-teriosa fuerza que es la belleza. El narradorpercibe los objetos que captan su atención,atesora su valor e impacto inicial, es decir, laemoción y sensación inmediata que le pro-vocan y luego los convierte en forma; en elcolorido de las descripciones; en el sonidodel ritmo del logos; en ese yo distinto de suyo; el objeto convertido en sujeto en foco desentimientos y de imágenes con los cualesacoge el llamado de concebirse y concebir elu n i ve r s o. La función estética inducida porfuerzas ignotas es sin duda la acción fun-damental del escritor; ella mora en el actode la creación. El lector sensible es izadohacia las alturas de lo puro y lo bello por elconocimiento que allí encuentra; enton-ces queda impactado y no vuelve a ser elmismo. Y es que la conciencia del artistatiende a la integración, a una toma de po-sesión de la realidad y su enriquecimiento:a una afirmación de lo humano. Y cuandolas condiciones en que se realizó una obrade arte han pasado y se han perdido conlos siglos, la obra perdurará como un tes-timonio siempre válido a los ojos de loslectores a través del tiempo.

El Interiorismo nació en 1990 en Moca,bajo la inspiración y guía del pensamientoestético de Bruno Rosario Candelier. El au-tor interiorista cree firmemente que elhombre tiene un propósito superior queguía su existencia y, que la verdad, los se-cretos y los misterios están ahípara ser develados. Tiene lacertidumbre de que la verdadlo libera. Intuye y sabe, a tra-vés de experiencias persona-les profundas, que esa verdadestá oculta dentro de nosotrosm i s m o s.

Los interioristas abrigan unavocación de acceder a nivelessuperiores de conciencia. Tie-nen la convicción de que esta-mos compuestos de la mismasustancia de las piedras, de lasplantas y de los animales. Y esque la sustancia universal: una chispa de luz,de energía diminuta y eterna lo forma todo.Somos todo y estamos en todo. SomosU N O.

Revisemos además un fragmento de lanovela Un árbol para esconder mariposasdel laureado escritor interiorista Manuel Sal-vador Gautier. En la escena del recibimientode Tian, dice: “Yo soy el hijo del cielo, el hijode la tierra, el hijo del agua. Yo soy la trans-parencia del aire, la espesura del monte, elfragor de la cascada. Yo soy la clemencia delos espíritus, el portador del ruego. Yo vengodel fin del mundo a postrarme a tus pies”.

Las novelas, cuentos y dramas interioris-tas tienen la influencia de tres ejes primor-diales: la visión del autor sobre una épocaque busca imponerse en su obra; la visiónindividual del creador; y la visión interioristaque lo seduce y conforta. La literatura in-teriorista está creada por artistas de la pa-labra que sienten la necesidad de encontrarla esencia de las cosas; de conocerse a sí mis-mos, unirse al Todo y esto dota su obra de un

sello especial que permiteal lector ponerse en con-tacto con la verdad ocultaen el alma humana y lohace a través de las vocesy las obras de escritoresque usan como materiaprima el logos. Si bienBruno Rosario Candelierpropugna porque todoescritor del MovimientoInteriorista conozca y do-mine las técnicas delbuen escribir, afirma queson muchos los buenos

escritores que realizan la técnica a través dela intuición.

En el Interiorismo se utiliza el recurso demostrar de la realidad lo que nos envuelve ynos sublimiza; y del hombre, todo aquelloque lo mueve desde adentro: su dolor, su an-gustia, su frustración, su ansia de cambio ytrascendencia. Aurora, personaje de la no-vela El sueño era Cipango, de Bruno RosarioCandelier, afirma: “Habéis entendido mal elsentido de lo humano. Además de las bio-lógicas, tenemos inclinaciones intelectuales,morales, estéticas y espirituales. No pode-mos fragmentarnos como están los hom-

bres: unos con el signo del dinero en la fren-te; otros, con el signo de las armas, y los me-nos con el del amor que está en la Cruz”.Rosario Candelier, autor que posee el poderde la motivación en todo lo que escribe, ensu novela utiliza una premisa como esta: lalucha por lo material no da sentido a la vida,solo lo espiritual satisface al alma. Denota elinterés del autor por mostrar lo que consi-dera grandes verdades. El fin del personajeprincipal surge de sus propias acciones.

Veamos el lenguaje de El inapelable de-signio de Dios, de Emilia Pereyra: “Un des-tello mágico nos tocó unos segundos, a pe-sar de los embates del dolor y la melancolía.Casi persuadida, a punto de tomar el telé-fono, marcar y dejar que mi voz fuera es-cuchada por Rafael, no iría esa noche ninunca más, porque algo inexplicable, tal vezuna impetuosa y demencial tristeza, sacudíamis cimientos”.

Leamos una muestra de la novela El SolSecreto, de quien suscribe. El padre de laprotagonista, Felipe, le escribe a su madredesde el manicomio y le dice entre otrasfrases duras: “Para que tengas una idea delo que es mi vida, te cuento: mi día, díaigual a cada otro, día de días. Días sin prin-cipio ni fin, días sin sol ni luna, día tras día,iguales días, días sin tiempo, tiempo sindías, ausencia de días. Mis días en estecuarto blanco como la espuma del mar,como las nubes, como la nieve, como elespacio entre letras, como los canvas sinobra, blanco como todo lo que miro, blan-co como las páginas del libro por escribir.En este espacio blanco, en este vacío devida; pudiera SER, pero la mano inquisi-dora de “la norma” me tiene controlado”.

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Candelier quien le daforma y cauce a laliteratura interior; ladescribe, define ypromueve como unal i t e ra t u rat ra n s ce n d e n t e”.

FUENTE EXTERNA

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8 Sábado 25 de juliode 2 015H OY A RE Í TO

Bruno Rosario CandelierDEL LOGOS AL INTERIORISMOA la manera de un griego antiguo, du-

rante largos años, en Moca, su pue-blo natal, Bruno Rosario Candelierha vivido un retiro admirable y

ejemplar fascinado con la lectura, la crea-ción y la promoción de los valores más ge-nuinos de la cultura, los cuales no son otrosque los esenciales y permanentes legados dela humanidad universal. Desde la década delsetenta, Rosario Candelier ha sido en nues-tro país el orfebre de los temas clásicos en lareflexión humanística y el estudio de la li-teratura dominicana.

Si otros autores han descollado con éxitoen el estreno de temas traídos y llevados porla contemporaneidad, en busca de tópicos yorientaciones de actualidad, como son lapostmodernidad y la literatura light, RosarioCandelier ha hundido sus miradas en lo tras-cendente, buscando reinterpretar lo esen-cial del pensamiento para insertarlo ennuestra realidad.

El logos en la conciencia es una obra en lacual Bruno Rosario Candelier da continui-dad a una búsqueda de lo trascendente cuyapropuesta había sido esbozada en textos an-teriores y que sirve de fundamentación a laPoética Interior, que se caracteriza por en-fatizar la realidad espiritual en los seres hu-manos y en las manifestaciones del Cosmos,desde tres perspectivas: la mitopoética, lametafísica y la mística. Es lo que RosarioCandelier sugiere, cuando traza la ruta no-cional que va de Heráclito de Éfeso al Evan-gelio de San Juan. A partir de esos caminosconceptuales surcados por la etimología dela palabra logos se han ido labrando las di-versas imágenes de los seres humanos y hansurgido los diversos humanismos en tantoque grandes sistemas que se han encargadode elaborar diversos conceptos.

¿Hacia cuál concepto de logos nos diri-gimos en esta época marcada por el predo-minio de la imagen en contraposición a lapalabra, de la ausencia de sistema de pen-samientos y de valores espirituales, asentadaen el predominio de lo sensual, lo casual, loinstantáneo y lo fútil, a imagen y semejanzade la tecnología de la información y la co-municación: instrumental, desechable yesencialmente lúdica y hedonista? Por elmomento no tenemos respuesta a esa pre-gunta cuya satisfacción será obra del futuro.Por ahora solamente tenemos seguridad enel pasado de la palabra logos, perspectivadesde la cual parte Bruno Rosario Candelieren sus obras para la construcción de la Poé-tica del Interiorismo. En la Poética Interior

existe complacencia en la creencia en el lo-gos. En este autor todo va con todo. Esa no-ción atraviesa sus obras literarias. El logos enla conciencia es un eslabón de la búsquedade lo trascendente, cuya propuesta había si-do esbozada en textos anteriores. En la obraEl ideal interior, el autor plantea tres enfo-ques de que se vale la creación literaria, y engeneral el ser humano, puesto que en suconcepto toda poética es también una filo-sofía y una teología, de aproximación a larealidad: la realidad real, la realidad imagi-naria y la realidad trascendente. Desde esavisión se construye una nueva poética en Re-pública Dominicana, la Poética Interior, quese distingue de otras dos opciones funda-mentales en nuestras letras: el Postumismo,que parte de la realidad material y es lite-ratura mimética y testimonial; y la PoesíaSorprendida, cuyo punto de arranque es larealidad onírica, dando cabida a la repro-ducción del universo mítico y al mundo de laimaginación. Sin embargo, el Interiorismoparte de la búsqueda de la espiritualidad ensus manifestaciones y tendencias, tanto deíndole metafísica y mística sin excluir nin-gún pálpito, afirma Rosario Candelier, de la“interioridad humana y la de los aconteci-mientos y fenómenos”.

En la construcción de esa poética de lotrascendente, la reflexión emprendida porBruno Rosario Candelier se inspira de múl-tiples autores y bebe en las fuentes funda-mentales de la espiritualidad de la civiliza-ción occidental y la oriental. De ahí el re-descubrimiento del pensamiento helénico yla exploración de un conjunto de conceptosanejos, tales como logos, cosmos, numen,que desde los presocráticos fueron forman-do el pensamiento, la espiritualidad y loscomponentes de la conciencia humana.

En su obra Poesía mística del Interiorismo(2007), Rosario Candelier sitúa el ampliocampo de la trascendencia: la contempla-ción, la búsqueda del sentido y la divinidad:“El ámbito de la trascendencia es un espacioen el que se mueven contemplativos, me-tafísicos y místicos. La búsqueda metafísicaes una operación intelectual centrada en laexploración del sentido. La búsqueda mís-tica es una vivencia espiritual centrada en launión con lo divino”. Así podemos darnoscuenta de que la Poética Interior integra unhumanismo múltiple, en el que intervienentodas las posibilidades de lo trascendente.Por eso, cuando se refiere al logos, base de lareflexión metafísica en Occidente, o a la mís-tica, cuyo punto de partida es el logos cris-

tiano que es sinónimo de Verbo, en el evan-gelio de San Juan, el autor no se limita, aun-que sí se centra, a esos dos paradigmas de lacivilización occidental, sino que su búsque-da se encamina a descubrir y recuperar to-das las manifestaciones de la trascendenciao del interiorismo, términos equivalentes ensu obra. En ese sentido, es preciso entenderla poética del Bruno Rosario Candelier quese plantea en esta nueva obra, como un es-labón de un todo amplio y diverso, cuyo nú-cleo no es ni el Logos, ni el Verbo, sino ladimensión espiritual o trascendente, lo cualse nutre de diversas procedencias culturalesy de manifestaciones lejanas y cercanas, pa-sadas y actuales, antiguas, clásicas, moder-nas y post modernas.

Esa idea reveladora de la ilimitada am-plitud de la Poética Interior, queda expre-sada en otra obra del autor, El vínculo en-trañable (2008), en la que se ofrece todo elmenú del Interiorismo: “El Interiorismoofrece varias opciones para el que busca lainterioridad de las cosas, para el que le atraeel ámbito metafísico o para el que anhelaasumir y expresar la dimensión espiritual,interna y mística de lo viviente”. Lo esenciales eso: lo interior de cosas y fenómenos. Esaidea se expone en esa misma obra cuando serefiere a la estética del Interiorismo: “En tan-to estética literaria, el Interiorismo revela laverdad subjetiva, interior y profunda de lascosas, expresadas con la certeza de la con-ciencia mediante el lenguaje y la intuición”.

El Movimiento Interiorista no es solo do-minicano sino que se ha expandido a diver-sos países de América e incluso de Europa, yque para su mejor codificación y expansióncuenta hoy con una definición propuestapor Rosario Candelier para el Diccionario dela Real Academia Española, la cual podráleerse hoy y en la posteridad. Este movi-miento literario busca, mediante el lenguaje,poner de manifiesto la presencia de la di-vinidad en la naturaleza. O esta definiciónconsignada en el Diccionario de la lenguaespañola: “Interiorismo: Movimiento litera-rio fundado en la República Dominicana,que expresa el impacto de lo real en la con-ciencia, la dimensión metafísica de la expe-riencia y la belleza sutil con belleza trascen-d e n t e”. Con esa definición, tendremos Inte-riorismo para siempre en la historia de laliteratura dominicana e hispanoamericana,y a Bruno Rosario Candelier en la memoriacolectiva no solo de los adeptos a ese mo-vimiento sino del pensamiento y la culturade nuestra patria.

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