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Arquitectura Popular de la Comarca de la Jacetania: Aragüés del Puerto

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ARAGÜÉS DEL PUERTO

COMUNIDAD AUTÓNOMA: ARAGÓN

PROVINCIA: HUESCA

COMARCA: JACETANIA

ZONA: VALLE DE ARAGÜÉS

TÉRMINO MUNICIPAL: ARAGÜÉS

DEL PUERTO

LOCALIDAD O PEDANÍA: ARAGÜÉS

DEL PUERTO

C. UTM:

FORMA DE ACCESO: Salir de Jaca por

la carretera N- 240 en dirección Pamplona. A la altura de Puente la Reina debemos tomar

el desvío en dirección Hecho (A-176). Transcurridos unos 15 kilómetros veremos un

acceso a nuestra derecha que marca Aragüés del Puerto y Jasa (HU-212).

DEMOGRAFÍA DE ARAGÜÉS DEL PUERTO

Aragüés del Puerto es un municipio perteneciente a la Comarca de la Jacetania que

se levanta a 970 metros de altitud.

El fogaje de 1495 le daba 49 fuegos. A principios del siglo XVIII (1717) contaba

con 22 vecinos, mientras que a finales de esa misma centuria dieciochesca (1797) vivían

78 almas. En el censo de mitad del siglo XIX (1857) figuraban 508 habitantes, pero un

siglo después, en 1970, se redujeron a más de la mitad, llegando a tan sólo 200. En 2009

cuenta con 142 vecinos.

NOMBRES DE LAS CASAS

Casa Chiripas; Casa Maricas; Casa Tafalla; Casa Pericaz; Casa Mateu; Casa del Loco;

Casa Estanquero; Casa Blascoté; Casa Manso; Casa de Sanz; Casa del Blanco; Casa de

Cavero; Casa de Malaz; Casa Patrón; Casa Pascualico; Casa el Santo; Casa Sebastián;

Casa Don Pedro; Casa de Sancho; Casa Liro; Casa de Andrés; Casa Juan de Benita;

Casa Benito; Casa Chanremón; Casa Segador; Casa Chilico; Casa La Reina; Casa

Juliana; Casa Royo; Casa Royón; Casa Jaime; Casa del Rey; Abadía (desaparecida.

Estaba a la entrada del pueblo dónde ahora se encuentra la fuente).


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CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LAS CASAS DE ARAGÜÉS DEL

PUERTO

La arquitectura popular conservada en la villa de Aragüés del Puerto responde a

su fuerte tradición ganadera y está adaptada a la dura climatología propia del valle al que

da nombre. Pero además, las características generales de sus casas coinciden con las que

podemos apreciar en otros valles vecinos como lo son el de Jasa y el de Hecho.

Todas las calles del casco urbano de la villa de Aragüés conservan el tradicional

enlosado de cantos rodados, elemento necesario en este pueblo con vocación ganadera,

en el que con las losas de las calles se intentaba evitar que se formara barro con el continuo

paso del ganado. El casco urbano de Aragüés del Puerto está catalogado como conjunto

urbano de interés arquitectónico del patrimonio aragonés (BOA de 28 de diciembre de

2005) y la casa Liro está incluida en el Catálogo de patrimonio arquitectónico y

etnográfico aragonés.

Respecto a las tipologías de casas, en el núcleo de Aragüés del Puerto son

mayoritarias las denominadas casa- bloque (tipología a la que responden casi todas las

casas de la localidad: casa Royón; casa del Blanco; casa Sebastián; casa Sancho; casa

Andrés…), aunque también existen ejemplos bien conservados de casa- patio, como la

casa Liro, que presenta dos entradas totalmente independientes para las personas y los

animales. En la zona correspondiente al ganado de esta Casa Liro todos los edificios se

articulan entorno a un patio, de ahí la inclusión en la tipología de casa- patio.

← Casa- bloque

típica de Aragüés del

Puerto, situada en la C/

Aragüés, nº 6.


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El entramado urbano de Aragüés del Puerto se organiza mediante casas

unifamiliares dispuestas en hilera que, o bien comparten muros de medianería (Casa

Andrés- casa Alonso) o, mayoritariamente, cada casa deja con la siguiente un espacio que

puede variar entre los 30- 70 centímetros, denominado callizo o gallizo (callejón), que en

muchos casos puede estar cerrado con una pequeña verja o puerta, y que servía para

remarcar el sentimiento de propiedad individual de la casa, recoger el agua de lluvia y la

nieve evitando que caiga sobre la casa vecina, y como improvisado trastero.

En su casco urbano también pueden apreciarse algunos ejemplos de pasadizos en

arco, bajo los cuales discurre la calle, aprovechándose la parte superior de los mismos para

abrir pequeños balcones o enormes solanas.

↑ Pasadizo en arco Casa de Sancho ↑ Detalle de pasadizo

Los edificios domésticos de la localidad presentan en su mayoría planta

rectangular y generalmente constan de tres pisos, repitiéndose en casi todos ellos el

siguiente esquema constructivo: en la planta baja se ubica el patio, habitualmente solado

con cantos rodados dispuestos formando motivos geométricos o florales (patio de casa del

Loco y de casa Royón).


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El patio sirve de distribuidor y de él parten los accesos a las cuadras, cochineras,

gallinero, leñera, masadería, bodega y la escalera de acceso a la planta superior. Bajo el

primer tramo de escalera y como elemento característico de los patios de esta localidad

encontramos el zarracucho, pequeño habitáculo que servía para guardar animales

domésticos de pequeño tamaño (gallinas) o como trastero.

↑ Detalle patio de Casa el Loco ↑ Zarracucho de Casa Tafalla

En el primer piso encontramos como elemento principal y distribuidor de todo el

espacio doméstico la cocina. Centro vital de la casa Pirenaica, en Aragüés del Puerto han

desparecido la mayor parte de los fogariles antiguos (u hogariles), pero todavía se pueden

apreciar buenos ejemplares como los de Casa Tafalla y Casa Liro.

↑ Hogaril de casa Liro ↑ Hogaril de Casa Tafalla


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De la cocina se suele acceder a la “sala de respeto”, habitación importante y que

solía contar con un par de alcobas, abiertas a la sala a través sendos arcos, sin ventilación

directa y que se ocultaban mediante cortinajes. En el ajuar doméstico de los dormitorios de

la localidad de Aragüés destacan especialmente las camas, que eran generalmente de hierro,

altas, y con jergón de muelles (casa Royón con ejemplos de alcobas y camas).

Antiguamente era bastante frecuente que el forjado entre plantas se realizara con teja rojiza

realizada en Hecho, como todavía puede verse en la Casa del Loco de Aragüés.

↑ Sencillas alcobas y cama tradicional de Casa Royón

En los interiores de alguna de las viviendas de la localidad todavía pueden

apreciarse excelentes ejemplares de puertas, en muy buen estado de conservación y de

gran belleza, como la colección conservada en la casa Royón, con puertas decoradas

siguiendo la tradición manierista serliana, junto a otras con rocalla de aspecto rococó.

Por último y como remate de toda la estructura, el tercer piso lo ocupa la falsa o

solera, que podía utilizarse como pajar y que ocupa, en sección, todo el espacio disponible

bajo la cubierta.


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Las construcciones de esta villa se realizan a base de piedra tallada en

mampuestos, reservándose el sillarejo para reforzar las esquinas, mientras

que la piedra sillar bien escuadrada se emplea para las embocaduras de vanos y puertas.

Los muros de las construcciones tradicionales presentan ahora, en su mayoría, la piedra

vista (casa Liro; casa Sancho; casa Royón, casa Sebastián…), pero todavía encontramos

también muchos ejemplares con los muros revocados en color blanco, remarcando los

vanos y las esquinas de las casas con la piedra en su color (casa Andrés, casa del Blanco,

casa del Loco, casa Tafalla…).

↑ Casa el Blanco ↑ Casa Royón ↑ Casa Andrés

Con fachada revocada en blanco. Muros de piedra vista. Revocada y sillares esquineros

Respecto a las puertas de las casas existen ejemplos tanto de portadas con grandes

arcos dovelados (ya sean de medio punto, apuntados o rebajados) y que presentan,

mayoritariamente, la clave tallada a la manera de un arco conopial (casa del Blanco; casa

Sancho; casa Liro…) y las adinteladas con los salmeres en voladizo (tanto con dintel en

piedra como en madera: casa Sebastián; casa Tafalla; casa de Andrés, casa del Loco…).

Dentro de estas portadas arquitrabadas se repite habitualmente en la localidad el esquema

de dintel tallado en forma de arquillo conopial, rematado por una cruz y que apoya en

sendos salmeres recortados con un perfil de dobles lóbulos cóncavos (casa Royón).

Dintel casa del Loco ↑ Portada dovelada casa Liro ↑ Puerta adintelada casa Royón


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Sobre los dinteles de algunas de las puertas, o en la clave de las arcadas, pueden

apreciarse algunas inscripciones alusivas a la fecha de la construcción del edificio y que

nos permiten encuadrar las construcciones de Aragüés del Puerto en una cronología que

abarcaría desde el siglo XVI (casa del Blanco) al siglo XIX, centuria esta última, a la que

corresponden la mayor parte de las inscripciones (casa del Loco o casa Ambrosio, entre

otras).

Las casas tradicionales de Aragüés del Puerto, como todas las pirenaicas, presentan

pocas aperturas en las fachadas, buscando con ello evitar que se escape el calor del

hogar y que las casas resulten frescas en verano. Los vanos son, por tanto, de reducido

tamaño aunque a partir de los siglos XVIII- XIX se fueron introduciendo balcones, que

caracterizan la arquitectura popular de la localidad.

La distribución de los huecos en las fachadas

responde a las necesidades de las habitaciones

interiores, no respetando, por lo general, una

disposición simétrica. Normalmente se repite el

esquema compositivo de: puerta y pequeño

ventanuco en la planta calle; y pequeñas ventanas y

balconcillo (o gran solana) en las superiores.

Casa Tafalla: pequeñas ventanas y solana →


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Es nota característica de muchas de las ventanas de la localidad la pervivencia e influencia,

incluso muchos siglos después, de detalles procedentes de estilos cultos como el Románico

y el Renacimiento pero especialmente el gótico, con dinteles labrados a la manera de

arquillos conopiales, e incluso con parteluz o mainel de tradición gótica (preciosa ventana

de casa Sebastián).

↑ Ventana gótica de Casa Sebastián y otros ejemplos de vanos con influencia de los estilos cultos.

Otro de los elementos peculiares de las casas tradicionales de la villa y que da

personalidad a sus viviendas es la galería o balcón secadero, que se aprovechaba para

secar los productos del campo y parte de la colada. Es habitual que estos balcones se abran

en el piso superior de la fachada principal, justo bajo el alero, aunque en ocasiones pueden

colocarse en otras fachadas secundarias buscando la orientación sur o suroeste. Si se sitúan

bajo el alero, aprovechan la prolongación de éste para cubrirse; sino, poseen un tejadillo

para protegerse del agua y la nieve. La solera de estas galerías se asienta sobre una losa

rectangular gruesa que apoya en canes también de piedra. Pueden reducirse a pequeños

balcones o a grandes galerías que recorren la fachada de extremo a extremo.


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↑ Ej. Balcón secadero con tejadillo. ↑ Galería casa Tafalla cubierta por el

propio alero

En relación con las cubiertas de las casas, es característica de la arquitectura

popular del Valle de Aragüés, así como de los vecinos de Echo y Jasa, la utilización de

teja cerámica plana como material de construcción de las cubiertas (casa Royón, casa

Sancho y casa Sebastián). Las localidades de Echo y Jasa contaron desde principios del

siglo XX con tejerías con las que surtían de este material a localidades vecinas como

Aragüés del Puerto, lo que motivó el abandono progresivo de la losa y la adaptación de

esta teja plana como material predominante en los tejados.

Estas tejas planas presentan diversas tonalidades (dependiendo del color de la

arcilla con la que se realizaban) encontrando ejemplares de color negruzco o pardo, hasta

otras más rojizas. Tienen forma rectangular de 31 x 16 cm, y un espesor de 2 cm, y van

provistas de un muñón lo tetón, que se engancha a los listones de madera de la estructura

de la cubierta. Para resolver el encuentro de los faldones de la cubierta se emplea otro tipo

de teja parecida a la árabe pero de mayor tamaño.

De esta utilización aún pueden verse ejemplares (casa Royón, casa Sancho o casa

Sebastián), aunque muchas de las casas han optado por renovar sus tejados con materiales

más modernos como teja plana roja

o la Uralita.

← Cubierta tradicional de casa

Sebastián, con gran chaminera, lucana y

teja cerámica plana.

La inclinación de las cubiertas oscila entre los 30º y los 40º, respondiendo al duro

clima de estos valles con abundantes nevadas. Resulta también característica de la

volumetría externa de algunos de los tejados de la localidad la existencia de una doble


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pendiente en los faldones, de forma que cuando la vertiente se aproxima al

alero se quiebra para disminuir el ángulo de inclinación a unos 20º, dotando

de una silueta peculiar a la vivienda.

Las cubiertas más habituales en la localidad vierten a dos aguas, aunque también

existe algún ejemplar aislado a tres y a cuatro aguas. En cuanto a los aleros, vuelan

bastante poco sobre la línea de la fachada y los más frecuentes son de tablas sobre canes de

madera; en éstos, es bastante frecuente en Aragüés del Puerto el que la última hilera de

tejas planas que conforman la cubierta sobresalgan en voladizo sobre la línea de fachada

haciendo oficio de alero (Casa Royón).

Característico de algunos tejados de la

localidad, si bien de manera no demasiado

abundante, es la apertura en ellos de lucanas o

locanas, a modo de mansardas, cuya función es

la de dar iluminación a la falsa y poder salir al

tejado a hacer reparaciones. En la silueta de

muchas de las casas se están empezando a ver

lucanas modernas, abiertas al aprovechar

reparaciones en los tejados.

En las chimeneas o chamineras de Aragüés del Puerto realizadas en piedra toba o

tosca, podemos encontrar ejemplares de casi todas las tipologías1 existentes:

Dentro de las chimeneas de sección circular encontramos ejemplares troncocónicos

(más anchas en la base y se van estrechando hacia la cúspide), aunque sin duda resaltan las

monumentales chimeneas cilíndricas conservadas en la localidad, de las que quedan

muestras excepcionales y de enorme tamaño en casa Sebastián y casa Liro.

Esta tipología de chimeneas remata en un tejadillo más o menos plano de losas o

tejas, y para la salida de humo optan por una sola hilada de columnillas de tosca o lascas en

zig- zag formando triángulos. La cúspide de las chimeneas de sección circular rematan con

el tradicional espantabrujas, elemento práctico para soportar las losas de remate pero

también signo protector de la casa y de uno de sus puntos más vulnerables, la chimenea,

por la cual, según las creencias populares pirenaicas, era por donde accedían las brujas y

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GÁLLEGO RANEDO, Carmen, “Estudio etnográfico sobre las chimeneas o chamineras en el

Altoaragón” en Homenaje a Amigos del Serrablo, 1989, Pág. 79-95.


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los malos espíritus a las casas. En los espantabrujas de Aragüés del Puerto

encontramos desde cruces (casa Liro, casa el Blanco), a remates

antropomórficos como el de casa Sebastián.

↑Chimenea casa Liro ↑Chimenea casa Sebastián Chaminera de Aragüés del Puerto ↑

Pero sin duda llama la atención en la localidad de Aragüés del Puerto la gran

variedad y calidad de chimeneas rectangulares conservadas, con ejemplares de enorme

tamaño y monumentalidad.

Estas chimeneas rectangulares se corresponden en el interior con hogares adosados

al muro, de ahí que en el exterior de las fachadas de las casas rematadas con este tipo de

chimeneas se haga visible el volumen del fogaril, atizador o tizonera para poder colocar

los troncos. Rematan con tejadillo a doble vertiente de tejas y tienen collarines en la base

y/o a media altura para evitar que el agua penetre en la cubierta de la casa.


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↑ Chimenea rectangular de casa Tafalla (datada en 1852) ↑ otros ejemplares de

chimeneas de

← Atizador o Tizonera de casa Tafalla

CREENCIAS, SÍMBOLOS Y RITOS DE PROTECCIÓN

Respecto a las creencias y ritos de protección de las casas de Aragüés del Puerto, podemos

destacar los siguientes: Para prevenir las malas tormentas de granizo y pedrisco era

frecuente, y se sigue haciendo, encender en las casas velas bendecidas y al encenderlas

repetir la siguiente plegaria: “Santa Bárbara bendita/ que en el cielo estás escrita/ con

papel y agua bendita/ en la señal de la cruz/ Pater noster, Amén, Jesús. “

Para la festividad del Domingo de Ramos se hacían unos centros con plantas de la

zona como buxeta y laurel y luego se colocaban en las puertas y balcones para proteger a

la familia. También para esa festividad se preparaban unas varas de changuino y se

plantaban en los campos como símbolo de protección frente a tormentas y plagas. Todavía

en las puertas podemos ver ramos de laurel y la tradicional carlina o cardo de puerto, con

el fin de librar a la casa de tormentas, rayos, brujas, malos espíritus y enfermedades. Según

explica Violant y Simorra en su obra El Pirineo Español, y aunque referido al área vasco-

Navarra, este amuleto de la carlina se explicaba como protección de la casa frente a las

brujas, pues explica que éstas se

entretenían contando los pelillos

dorados de la flor, pero como son tantos

siempre les sorprende la madrugada.

← Detalle de una puerta de Aragüés del Puerto con la carlina como protección.

Otro ritual de la localidad era el de As enramadas que se celebraba para Pascua

Florida. El ritual comenzaba a las 6 de la mañana cuando los mozos cantaban la aurora e

iban colocando ramos de abeto, naranjas y galletas en los balcones y tejados de las mozas.

Ellas, les correspondían con algún alimento para hacer una merienda.

También relacionado con las flores, para San Juan, los vecinos de la villa cumplían

con la tradición de sanjuanarse y hacían unos ramos con rosas y sabuco que se bendecían

en la iglesia y luego se guardaban en las falsas de las casas hasta que, convenientemente


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secas, se cocían y se utilizaban para lavarse o para hacer vapores para curar

distintas afecciones.

Y como última tradición recogida en Aragüés, esta vez en relación con el fuego, era

frecuente que por la noche, antes de acostarse, se apilaran las cenizas en el centro del

hogaril y se colocaran las tenazas encima en forma de cruz, de forma que los gatos de la

casa no pudieran sacar las brasas y provocar ningún incendio, pero también como símbolo

de protección frente a los malos espíritus o las brujas.

OTRAS CONSTRUCCIONES AUXILIARES DE LA ARQUITECTURA POPULAR

Aragüés del Puerto ha sabido conservar y proteger varias de las tipologías de

edificaciones populares2.

Así, por ejemplo, a la entrada de la localidad se conserva un peirón bajo la

advocación de San Miguel. Está fechado en 1773, y

conserva una inscripción que reza: “El Ilustrísimo Señor

Don Francisco […], Arzobispo de Zaragoza y el

Ilustrísimo Señor Don Pascual López, Obispo de Jaca,

conceden 20 días de indulgencia rezando un Padre

Nuestro y Ave María delante de la imagen de San Miguel

Arcángel, capitán de los ejércitos de Dios. Rogando a Dios

por la conversión de los pecados. Devoción de Miguel

Casajús, 1773.”. Según explica Mª Elisa Sánchez Sanz, los

peirones parecen representar un sistema de protección, un

carácter votivo o una acción de gracias.

La localidad conserva además

perfectamente restaurado su lavadero situado

junto a la llamada fuen Nueva, que era uno de

los sitios a los que los vecinos iban a buscar el

agua pues, según nos contaron, en el pueblo

sólo había 3 pozos de agua, y eran privados (de

los que todavía quedan dos en sendas casas),

2 Tipologías de construcciones etnográficas sistematizadas por: SÁNCHEZ SANZ, Mª Elisa, en “Recorrido

por la arquitectura vernácula de Aragón. Tipologías y Símbolos” en Sukil, nº 4, Pág. 423- 438.


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por tanto los lugareños iban a por agua a la fuente vieja o a esta nueva, que

es la del lavadero.

Se conserva también la ermita de San Pedro, que alberga en su interior una

exposición etnológica de forma permanente.

La villa de Aragüés del Puerto contaba con herrería cuyo edificio se mantiene

todavía en pie aunque está siendo rehabilitado como viviendas de la DGA. En el pueblo se

tienen noticias de la existencia antiguamente de otra herrería pero fue demolida.

Y, por último, los vecinos recuerdan que existía sólo un horno comunal (no había

en casas privadas), pero hoy en día ha desaparecido.

BIBLIOGRAFÍA

- ALLANEGUI BURRIEL, Guillermo, “Urbanismo y casa tradicional en el valle

de Echo” en II Semana Cultural del Valle de Echo, Agosto, 1982.

- “Aragüés del Puerto” en Jacetania, nº 138, 1989.

- CALVO PALACIOS, J.L., “Aragüés del Puerto. Un valle pirenaico” en Pirineos,

(Jaca, 1971), Pág. 35-72.

- GÁLLEGO RANEDO, Carmen, “Estudio etnográfico sobre las chimeneas o

camineras en el Altoaragón” en Homenaje a Amigos del Serrablo, 1989, Pág. 79-

95.

- MADOZ, Pascual, Diccionario Geográfico- Estadístico- Histórico de España y

sus posesiones de ultramar, Madrid, 1845- 1850, Ed. Facsímil, Valladolid, 1986.

- MUR, Ricardo, Pirineos. Montañas profundas, ed. Pirineo, Huesca, 2002.

- RÁBANOS FACI, Carmen,

o “El viaje como fuente de estudio de la arquitectura popular. Metodología

aplicable” en Homenaje a Federico Balaguer, 1987, Pág. 29-36.

o La Casa Rural en el Pirineo Aragonés, ed. Instituto de Estudios

Altoaragoneses, 1990, Pág. 105- 122

o Arquitectura popular aragonesa, ed. Moncayo, Zaragoza, 1996, Pág. 47-52.

- SÁNCHEZ SANZ, Mª Elisa, “Recorrido por la arquitectura vernácula de Aragón.

Tipologías y Símbolos” en Sukil, nº 4, Pág. 423- 438.

- SATUÉ OLIVÁN, Enrique, “Arquitectura popular del Pirineo Aragonés” en

Jacetania, Febrero, 1983.


15

- UBIETO ARTETA, Antonio, Historia de Aragón. Los pueblos y

los despoblados, Zaragoza, 1985.

- VIOLANT I SIMORRA, Ramón, El Pirineo Español. Vida, usos, costumbres,

creencias y tradiciones de una cultura milenaria que desaparece, ed. Alta Fulla,

Barcelona, 1989.

- http://www.araguesdelpuerto.es/

CATALOGADOR: BELÉN LUQUE HERRÁN

FECHA: 27/09/2009

http://www.araguesdelpuerto.es/

aragÜÉs del puerto - comarca de la jacetania ... · otro de los elementos peculiares de las casas...

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