apuntes sobre nacionalismo, identidad y asturias

Upload: jorge-cos-renero

Post on 09-Apr-2018

214 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/7/2019 apuntes sobre nacionalismo, identidad y asturias

    1/9

  • 8/7/2019 apuntes sobre nacionalismo, identidad y asturias

    2/9

    Nmadas. Revista Crtica de Ciencias Sociales y Jurdicas| 24 (2009.4)

    Publicacin Electrnica de la Universidad Complutense | ISSN 1578-6730

    Otras veces se oponen dos maneras por las cuales accedemos a nuestras ideas. Por una parteestn las ideas que aceptamos despus de una reflexin concienzuda. Comparamosalternativas, sopesamos pros y contras y llegamos a la conclusin de que nuestra eleccin esla ms racional. El (supuestamente) no nacionalista cree funcionar de este modo. Por otro ladoestn las ideas que encontramos como si fueran revelaciones. Nos salen al paso y ante ellasexperimentamos fascinacin o alivio. Segn su oponente, el nacionalista abraza as su

    ideologa: como algo que esperaba ser descubierto y vivido con plenitud. Sin embargo esadicotoma entre creencias e ideas racionales no se sostiene, porque traza una lnea divisoriaartificial entre razn y sentimiento, como si el ser humano tuviera el cerebro escindido y fueraposible atenerse a razones extirpando las emociones o bien experimentar las emociones aciegas, sin reflexin.

    En general, reemplazar la crtica por la descalificacin equivale a colocar al adversario en unasituacin de inferioridad moral y colocarse a s mismo, tcitamente, en el altar de la verdadabsoluta. Ellosestn condicionados por las pasiones. Sus ideas las ensucian sentimientos queentorpecen la libre expresin de la razn. Nosotros, en cambio, liberados de semejantestrabas, hemos conocido la verdad. Ellos estn sometidos a la tirana de unos motivos casianimales: gregarismo, territorialidad. Nosotros, por el contrario, aspiramos a la unidad,defendemos lo comn. Nuestro marco de referencia es la humanidad. Somos universales. Si

    acaso, cuando advertimos que el universo o la humanidad son cosas demasiado abstractas,nos conformamos con defender unidades polticas lo ms grandes posibles, aunque rarasveces nos atrevamos a llamarlas imperios, esto es, naciones hipertrofiadas.

    Lo que tantas veces se presenta como crtica al nacionalismo, en suma, no es sinodescalificacin. Desautoriza a los nacionalistas e implcitamente confiere a los (supuestos) nonacionalistas la autoridad para establecer las reglas del debate.

    La verdadera critica al nacionalismo

    La crtica al nacionalismo debera situarse en otro terreno. Debera mostrar que su lgicainterna -como ismo o reduccionismo- conduce a una definicin sustancialista de un colectivohumano al cual se oponen otros, perdiendo de vista as las contradicciones que bullen en elseno de cualquier colectivo. Por supuesto, ese lmite sustancialista no siempre se reconocecomo tal. Desde un punto de vista terico, y en el caso de naciones sin estado, muchosnacionalistas admitirn posibilidades intermedias que los ms radicales -en realidad, los mscoherentes- tacharn de mero regionalismo, autonomismo o federalismo. Desde un punto devista poltico el lmite de la sustancializacin coincide con el de la independencia (una nacin,un estado) o al menos la soberana (la nacin decide libremente integrarse en otro estadoconservando autonoma poltica plena) y puede demorarse por razones estratgicas o diferirsecuando exista una incapacidad crnica para reunir el poder suficiente. En todo caso lasustancializacin de lo propio frente a lo ajeno funciona siempre como horizonte. Lo nacional eslo propio y lo propio es lo nacional. La nacin constituye la expresin poltica de una identidadque, en un primer momento, intentan definir con precisin personas que normalmentepertenecen al mundo acadmico o intelectual. Acto seguido esa identidad continadefinindose al mismo tiempo que se va construyendo e implantando (quienes no la aceptenvern ese proceso como una imposicin). Las expresiones artsticas y culturales que sepresten a ello sern tragadas por el torbellino identitario, que las devolver convertidas eniconos emocionales. En la medida en que el nacionalismo concentre poder poltico, todo unproceso de ingeniera social acabar por convertir en autntica la identidad nacional deacuerdo con un tpico mecanismo de profeca autocumplida que anular de factoa los pocoscrticos que queden, pues el espejismo habr pasado a ocupar el lugar de la realidad.1

    1 Es bien conocida la perspectiva constructivista segn la cual las naciones no son previas al nacionalismo sinoproductos de ste. Son construcciones ideolgicas y sociopolticas que en la poca moderna empezaron a vehicular

  • 8/7/2019 apuntes sobre nacionalismo, identidad y asturias

    3/9

    Nmadas. Revista Crtica de Ciencias Sociales y Jurdicas| 24 (2009.4)

    Publicacin Electrnica de la Universidad Complutense | ISSN 1578-6730

    Por supuesto, los nacionalistas no vivirn eso como la construccin de una identidad, sinocomo una mezcla de descubrimiento, reencuentro y recuperacin. Lo propio est amenazado,reprimido. La supervivencia de lo nuestro peligra. Algo ajeno ha infectado el cuerpo denuestra nacin. Se nos han impuesto elementos artificiales. Por eso es necesario descubrirquines somos, reencontrarnos con nuestras races. No hay tiempo que perder, pues el declivees considerable. Nos espera una tarea ardua y llena de sinsabores. Al principio ni siquiera

    nuestro propio pueblo nos escuchar. Se necesitar mucha pedagoga y habr que transigir ala hora de colaborar estratgicamente con fuerzas polticas hostiles. Pero la meta final, lasoberana, lo compensar todo, porque significar la recuperacin definitiva de nuestraidentidad.

    La paradoja del nacionalismo

    Podemos decir que tal o cual colectividad humana en tal o cual territorio es una nacin ypodemos pararnos ah, conformndonos con aplicar esa etiqueta que, de tantas connotacionescomo alberga, apenas significa nada. Por eso lo interesante aparece cuando vamos ms all y

    comenzamos a sacar consecuencias. Diramos, entonces, que se trata de una nacin vieja,quiz milenaria, cuyas fronteras lingsticas y culturales se han mantenido ms o menosestables a lo largo del tiempo. Por supuesto, si somos astutos -y probablemente si somosnacionalistas de izquierda- nos defenderemos de la acusacin de esencialismo afirmando quelas realidades nacionales son construcciones histricas que evolucionan2, o que nuestronacionalismo no supone identidades cerradas y excluyentes 3. No obstante, seguimosasumiendo que algo se mantiene idntico por debajo de esa evolucin. Las naciones sonconstrucciones, s, pero no por ello dejan de ser reales. Y nuestra constatacin de esa realidadse transforma en una voluntad -poltica- de que dicha realidad permanezca. Ahora comienza elsegundo movimiento de la lgica nacionalista: para que la realidad nacional oculta se vuelvamanifiesta es preciso definir una esencia bloqueada por ciertas fuerzas sociopolticas yculturales contra las que debemos combatir. Y es aqu donde surge la paradoja: algunas deesas fuerzas forman parte de la colectividad humana cuya redencin nacional buscamos. As

    las cosas, no queda ms remedio que integrarlas seducindolas y educndolas para queadmitan la verdad. Si se empean en no admitirla, entonces quedan condenadas a la muertecivil (que los ms energmenos desean tambin fsica).4

    unas fidelidades colectivas cuya referencia durante el Antiguo Rgimen haban sido los seores feudales, los monarcaso la Iglesia. A este respecto es obligado mencionar libros como los de Anderson (1993), Billing (1995), Gellner (1988),Hobsbawn (2004), Hobsbawn y Range (2002) o Smith (1997, 2000).2 Es lo que hace el mejor terico del nacionalismo asturiano: Carlos X. Blanco (2007a). Dentro de la mismaconstelacin ideolgica, aunque desplazndose de la nacin a la cultura, Xaviel Vilareyo escribe que el ethnosasturiano no es un concepto uniformista, prefijado o rgido, ni tampoco esttico, sino que su etogenia viene llevndosea cabo a travs de los siglos y desenvolvindose o evolucionando, agrandndose si cabe, configurando cada vez unmundo propio ms rico, moderno y actual en consonancia con el desarrollo cientfico, social y cultural de la mismasociedad propietaria del ethnos (Vilareyo, 2008: 10; t raduccin ma).3 En este proyecto ser cataln no puede ser una herencia recibida del pasado -lugar de nacimiento, apellidos, lenguafamiliar-, sino una eleccin libre, expresin de una voluntad de ser. De ser tambin, en muchos casos. Porque no hacefalta que nadie deje de ser, que renuncie a sus orgenes, que reniegue de lo que era previamente, para ser tambincataln. Por eso nuestro proyecto nacional no es ni ha sido nunca tnico, sino inclusivo, civil, integrador, democrtico.No es tanto un proyecto de identidad, de identidad personal, pues cada cual tiene la suya o las suyas, cuanto deidentificacin con un pas, una gente, una cultura, unas formas de vida, un paisaje (Carod-Rovira, 2005: 36-37;traduccin ma). Ntese que en este discurso el nosotros se da por supuesto: ser cataln implica una identificacincon un pas, unas gentes, una cultura, unas formas de vida, un paisaje. Se habla de eleccin libre, pero quien no seadhiera a esa esencia queda por definicin excludo. La identidad aparece como un lastre, casi como un sacramento.Vilareyo es an ms claro: si un asturiano, nacido o residente en Asturias, se empadrona fuera de Asturias, pierde lacondicin poltica de asturiano, aunque no por ello pierde la vecindad civil o nacionalidad ni su pertenencia al ethnosasturiano (Vilareyo, 2008: 17-18; traduccin ma).4 En la lgica nacionalista desempea un papel importante la distribucin maniquea de los rasgos del colectivo al cualse le supone una historia comn que es como un ro que fluye superando obstculos artificiales. De un lado estn losrasgos positivos: los culturales. stos pertenecen al nosotros que define la nacin oprimida cuya historia fluira porcauces normales en ausencia de injerencias externas. De otro lado estn los rasgos negativos: los manejos polticosatribudos al agente opresor que obstaculiza dicho fluir identitario. Se habla, entonces, de un conflicto eminentementecultural: la cultura de todo un pueblo est reprimida. Y quien la reprime, el agente opresor, vende como poltico un

  • 8/7/2019 apuntes sobre nacionalismo, identidad y asturias

    4/9

  • 8/7/2019 apuntes sobre nacionalismo, identidad y asturias

    5/9

    Nmadas. Revista Crtica de Ciencias Sociales y Jurdicas| 24 (2009.4)

    Publicacin Electrnica de la Universidad Complutense | ISSN 1578-6730

    El caso de Asturias

    El nacionalismo asturiano es minoritario y, especialmente el ms radical (el ms coherente),concentra las caractersticas que acabo de resumir.5

    As las cosas, hacer latir dicho pulso identitario dentro del corazn del nacionalismo exige unaprofunda transformacin del cuerpo social asturiano. Exige redimir al pueblo dotndolo deconciencia nacional y condenar al exilio civil a quienes no se dejen redimir. Da igual si stosforman un grupo grande o pequeo: desde un punto de vista conceptual es, para elnacionalista, minoritario por definicin.

    Suele partir del hecho de que losasturianos tienen un fuerte sentimiento de identificacin con su tierra. Sin embargo, esesentimiento nunca ha encontrado expresin poltica, y el apoyo de los asturianos a lasformaciones nacionalistas ha sido siempre exiguo.

    El principal obstculo para ese proceso de redencin es que el sentimiento identitario asturiano,un tanto regionalista y folclorista, no slo es compatible con el nacionalismo espaol sino que

    es su mejor aliado, pues este ltimo nacionalismo se ha solido caracterizar por la idea delmosaico o del crisol de razas y pueblos, un mosaico del cual los asturianos formaran parte conel honorable ttulo de los primeros espaoles. Asturias, cuna de Espaa. Este covadonguismofunciona como el muro contra el cual toda propuesta poltica que huela a nacionalismoasturiano se ha golpeado una y otra vez.

    Sin embargo se asume que la identificacin colectiva de los asturianos constituye el germen deun nacionalismo poltico que an no ha encontrado su va de expresin. Por qu? Porque unaminora de asturianos lo obstaculiza. En realidad, esa minora est compuesta por personasque slo tienen de asturianos el nombre, pues verdaderamente son espaolistas oantiasturianos.

    Menos mal que en el extremo opuesto existe otra minora concienciada capaz de decir alpueblo la verdad: vosotros no sois espaoles. En realidad, entrando en algunos foros y blogsde Internet6 tiene uno la impresin de que ciertas personas ni siquiera creen necesario dar estepaso. Consideran que los asturianos -el pueblo trabajador asturiano, se dice en ocasionesdesde posiciones de las que igual simpatizan con el castrismo que mimetizan las actitudesabertzales- ya poseen conciencia nacional suficiente como para que, eliminada la represinespaola, lo dems se d por aadidura y Asturias emerja ante el mundo como nacin hecha yderecha. La represin espaola, canalizada por los medios de comunicacin y los burguesescmplices del poder imperial castellano-madrileo, es como un velo que cae y muestra alverdadero pueblo asturiano henchido de orgullo nacional.7

    5 Historias del nacionalismo asturiano pueden consultarse en el libro de Pablo San Martn (2006).6 Por ejemplo: http://www.infoasturies.net/, http://www.darreu.org/, http://asturianrepublic.nireblog.com/, http://www.fai-asturies.org/principal.php?pag=inic.7 El nacionalismo asturiano tambin elabora su propia historiografa, a menudo empleando los mismos discursosmistificadores que el nacionalismo espaol. Asturias tiende a presentarse como una entidad nacional perenne quedesde la poca medieval ha visto escamoteada su independencia por un imperio -el castellano o espaol- que lacoloniz e introdujo en ella unos elementos extraos de los cuales el herico pueblo asturiano intent liberarse engestas como la de 1808 o las de 1934 y 1937, interpretadas en clave de insurrecciones nacionales obviando queposean otras muchas connotaciones, entre las cuales la nacional era inexistente en la conciencia de quienes luchaban(salvo que confundamos apego a la patria chica con nacionalismo, un apego que de todos modos seguira siendo uncomponente ms de aquellas insurreciones, no el nico ni, sobre todo en los dos ltimos casos, el principal). Lo quepodramos denominar covadonguismo inverso del nacionalismo asturiano constituye tambin un fenmeno llamativo,casi una ecolalia historiogrfica. Asumiendo que en las montaas de Covadonga, all por el ao 722, hubo unenfrentamiento entre grupos de hombres, podemos interpretar que eso fue la cuna de Espaa o slo la cuna de unestado asturiano que nunca ha vuelto a recobrar su merecida independencia por culpa de la opresin espaola.Pero somos nosotros, desde el presente y desde nuestra plataforma poltica deseada, quienes decidimos dnde cerrarel cupo de hechos histricos para ponerlo al servicio de nuestra ideologa. Quiz no quepa actuar de otro modo. Loque s cabe es ser consciente de esa operacin y no barrer para casa denunciando la falta de objetividad histrica de

    http://www.infoasturies.net/http://www.infoasturies.net/http://www.infoasturies.net/http://www.darreu.org/http://www.darreu.org/http://www.darreu.org/http://asturianrepublic.nireblog.com/http://asturianrepublic.nireblog.com/http://asturianrepublic.nireblog.com/http://www.fai-asturies.org/principal.php?pag=inichttp://www.fai-asturies.org/principal.php?pag=inichttp://www.fai-asturies.org/principal.php?pag=inichttp://www.fai-asturies.org/principal.php?pag=inichttp://www.fai-asturies.org/principal.php?pag=inichttp://www.fai-asturies.org/principal.php?pag=inichttp://asturianrepublic.nireblog.com/http://www.darreu.org/http://www.infoasturies.net/
  • 8/7/2019 apuntes sobre nacionalismo, identidad y asturias

    6/9

    Nmadas. Revista Crtica de Ciencias Sociales y Jurdicas| 24 (2009.4)

    Publicacin Electrnica de la Universidad Complutense | ISSN 1578-6730

    Puede objetarse que, en unas elecciones donde los asturianos participan libremente, elporcentaje de votos nacionalistas es testimonial. Pero se replicar que los procedimientoselectorales propios de la democracia burguesa no sirven para representar la autnticavoluntad popular, o al menos que la situacin de fascismo (o predemocrtica) que padeceAsturias, presa de un poder ideolgico y econmico detentados por unos medios decomunicacin y una burguesa al servicio de Madrid, invalida cualquier apelacin a unos

    procedimientos democrticos que, adems, estn viciados de raz, pues emanan de lalegalidad espaola impuesta tras la muerte de Franco. Otros dirn que los derechos nacionalesasturianos -la lengua, la soberana- son ajenos a la aritmtica electoral, de igual forma que losderechos humanos no se votan ni se discuten, sino que son innegociables y, a lo sumo, seconquistan.

    En cualquier caso, quienes se obstinen en considerarse espaoles se colocarn al otro lado dela trinchera. Se dir que pertenecen a clases sociales opresoras o bien que son periodistas,intelectuales o polticos al servicio del enemigo: cipayos. Si proceden de las clases medias obajas, entonces viven autoengaados, manipulados ideolgicamente por los cipayos, de loscuales pueden acabar formando parte.8 Habr tambin quienes rechacen expresamente elnacionalismo espaol sin considerarse por ello nacionalistas asturianos. Estos son casi peores,pues son ms difciles de categorizar. Sern mirados como cmplices -por omisin- del

    espaolismo, como seres pusilnimes y ambiguos que hacen el juego al nacionalismo espaol,de acuerdo con la conocida mxima segn la cual quien no est conmigo est contra m. 9

    Pues para el nacionalista lo natural es sentir una adscripcin nacional. A lo mejor quienes sesienten espaoles, mientras no molesten, estn en su perfecto derecho de serlo, aunque talvez deberan redefinirse como castellanos, andaluces, extremeos, etc. Pero hay otrosindividuos que no se sienten nada. Su adscripcin nacional no entra en el meollo de su alma;las patrias no conmueven su corazn. Estos individuos, casos patolgicos, no experimentanesa pulsin natural que consiste en la identificacin colectiva.

    Testimonio autobiogrfico

    Durante un tiempo me interes por Asturias y llegu a conclusiones tan afines a las de losnacionalistas asturianos que no rechac la etiqueta y hasta publiqu algunos textos fcilmenteadscribibles a ese movimiento.10

    nuestros oponentes ideolgicos y reservndonos la interpretacin correcta del pasado. Cuando algunos historiadorescritican la lectura nacionalista de hechos como la declaracin de soberana de la Junta General del Principado en 1808o la creacin del Consejo Soberano de Asturias y Len en 1937, no es porque sean agentes ideolgicos delespaolismo, sino porque las cosas no pueden estar tan claras. No hay una objetividad pura a la que remitirse. Loshechos son equvocos por naturaleza. Excepto, claro est, si el nacionalismo se vuelve hegemnico, dicta la historiaque debe impartirse e investigarse, y condena al ostracismo a aquellos historiadores que niegan la lectura en clavenacional de episodios como los mencionados. Con el correr del tiempo la nacionalista pasara por la nica lecturaposible hasta tal punto que se caera en los mismos absurdos en los que cae el nacionalismo espaol cuando suponeuna Espaa eterna que se retrotrae hasta Atapuerca. (Un ejemplo de historiografa nacionalista asturiana es el libro deMariano Surez Rodrguez, 2004.)

    Ahora me considero desplazado a otro lugar ideolgico,mucho ms incmodo -desde luego, no el nacionalismo espaol-. Nada malo puedo decir,individualmente, de los nacionalistas a quienes conoc en persona o a travs de la red. Mi

    8 Esta situacin de abandono de la lengua nacional y, por ende, de abandono de los resortes de un resurgimientonacional slo puede ser entendida en trminos de estrategia perfectamente planificada desde Madrid en connivenciacon los agentes colonizadores locales y toda una corte de cipayos perfectamente instalada en Uviu [Oviedo] y enotros sitios claves de su'provincia' (Blanco, 2007b: 25). Defender, como pretenden algunos, la lengua asturiana y almismo tiempo meter las 'morcillas' que estn metiendo en la arena del debate poltico, no puede ser ejemplo mayor decolonizacin espaolista por medio de la cooptacin de nativos, movilizacin de cipayos y transformacin de un sentirnacionalista importante en la poblacin asturiana en poco ms que un movimiento regionalista y folclrico sinarticulacin poltica para no molestar a los poderes capitalistas que dirigen sus hilos desde Madrid, con la connivencialacayuna de Uviu (Blanco, 2007b: 36).9 [E]n lo que respecta a la percepcin poltica de Asturias, si no se tiene una posicin asturiana es que se ha elegidouna espaola (FENA, 2002: 10; traduccin ma).10 Recopilados casi todos en: Loredo (2008). Tambin me molest en aprender la que supuestamente era mi lengua(lo cierto es que slo domino el espaol).

  • 8/7/2019 apuntes sobre nacionalismo, identidad y asturias

    7/9

    Nmadas. Revista Crtica de Ciencias Sociales y Jurdicas| 24 (2009.4)

    Publicacin Electrnica de la Universidad Complutense | ISSN 1578-6730

    crtica es terica. Para ellos representar un retroceso o acaso una traicin. Para m no es quesea una evolucin, porque tampoco creo en los errores necesarios. Es simplemente undesplazamiento o un giro que, pudor aparte, quisiera completar ahora con una breve referenciaautobiogrfica.

    Llevo ms de diez aos viviendo en Madrid. Cuando visito mi ciudad de origen, Gijn, percibo

    con hartazgo una actitud que me parece tan estomagante como la del madrileo convencido deque de Madrid al cielo. Con la mejor intencin del mundo, amigos y conocidos dan porsupuesto que vivo desarraigado, instalado en la nostalgia perpetua, y algunos me preguntan,ao tras ao, si sigo en Madrid, como si mi lugar natural fuese Gijn. Me atribuyen unaidentidad: la de asturiano, la de gijons. Constato adems una conmiseracin bastanterepelente: la de quien se ha quedado al lado de los suyos y se apena de quien ha tenido queemigrar. El hecho es que los mos estn repartidos por lugares entre los cuales se hallaMadrid. Las patrias (chicas o no) y las naciones ya se me han vuelto entidades demasiadoabstractas como para emocionarme. No digo que sean irreales: digo que son abstractas. Yoignoro cul es mi sitio, y lo peor -para quienes gustan de las identidades- es que ni siquiera meimporta demasiado. Cada biografa es nica y transcurre donde transcurre, sin que las morriastengan derecho a lastrarla.

    El enemigo del pueblo

    Mi camino de Damasco comenz hace poco ms de un ao cuando un profesor de laUniversidad de Oviedo fue linchado moralmente tras proponer una enmienda contraria a lacreacin de una licenciatura en filologa asturiana.11 La enmienda, presentada con nombres yapellidos, prosper en una votacin privada de la Junta de Facultad, cuya mayora la apoy.Pues bien, el profesor en cuestin no fue tratado como un adversario sino como un enemigo.Algunos sectores nacionalistas y asturianistas lo trataron como un agente del espaolismocolonizador, un acadmico incompetente que no merece su puesto y un mercenario de lospoderes polticos (espaolistas) que gobiernan el Principado. Recibi amenazas e insultos por

    correo electrnico. Algunas paredes del campus universitario aparecieron con pintadas en lasque se le insultaba. Dos encapuchados se presentaron de improviso en su despacho parapedirle cuentas.12 Algunos intelectuales asturianistas cuestionarion su competenciaprofesional.13 Algunas organizaciones polticas nacionalistas denunciaron, sin aportar pruebaalguna, que tena intereses ocultos y posibemente estaba vendido al poder polticomayoritario.14 Tambin se sugiri que, aunque las amenazas no eran justificables, erancomprensibles debido al clima de represin que padece el pueblo asturiano -sofismatpicamente batasuno que culpabiliza a la vctima y victimiza al agresor-.15

    El nacionalismo minoritario acaba utilizando las mismas armas que el nacionalismohegemnico. Se basan en la descalificacin: nosotrostenemos razones, ellostienen intereses.

    11 http://estudios.universia.es/noticia.jsp?idNoticia=6817&title=FRACASA-PROPUESTA-ASTURIANO-COMO-TITULO-GRADO&idSeccion=5, http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2008070300_46_653092__Sociedad-y-Cultura-Tres-jovenes-intimidan-profesor-propicio-cambio-asturiano. He aqu mi propia defensa del profesor y las reaccionesque suscit entre los lectores:http://opinion.asturnews.com/?p=12212 Insisto en que la enmienda fue presentada a cara descubierta y en que la votacin fue privada. Algunos de quienesparticiparon en el linchamiento moral del profesor llegaron a proponer que este tipo de votaciones fuesen pblicas paraas saber quin votaba en contra de la lengua asturiana (para poder poner en la picota a ms enemigos de pueblo).13 Uno de ellos, del Partido Popular, escriba un artculo calificndolo repetidamente de profesor de las perfrasisverbales, y de poco ms (http://lasturieslliberal.wordpress.com/2008/06/26/articulu-dhumberto-gonzali-si-en-filoloxia-tan-pa-facer-politica-que-se-presenten-a-les-elecciones/, traduccin ma).14 Unid Nacionalista Asturiana habl del voto de 34 personas que responden a intereses sectoriales y en ocasionesmercenarios (http://www.asturnews.com/index2008.php?idn=6780, traduccin ma)15 En el comunicado emitido por la organizacin poltica nacionalista Andecha Astur se poda leer que elcomportamiento represor practicado por el arecismo [en referencia al presidente asturiano] [] no va a generar lasumisin completa que con ello se pretende, y terminar por generar respuestas cada vez ms directas en el seno dela sociedad asturiana que no creemos que sean en absoluto deseables(http://www.andecha.org/index.php?option=com_content&view=article&id=113:aa-considera-pateticos-los-intentos-de-fdez-de-castro-de-presentase-comu-victima&catid=1:nacional&Itemid=62, traduccin ma).

    http://estudios.universia.es/noticia.jsp?idNoticia=6817&title=FRACASA-PROPUESTA-ASTURIANO-COMO-TITULO-GRADO&idSeccion=5http://estudios.universia.es/noticia.jsp?idNoticia=6817&title=FRACASA-PROPUESTA-ASTURIANO-COMO-TITULO-GRADO&idSeccion=5http://estudios.universia.es/noticia.jsp?idNoticia=6817&title=FRACASA-PROPUESTA-ASTURIANO-COMO-TITULO-GRADO&idSeccion=5http://estudios.universia.es/noticia.jsp?idNoticia=6817&title=FRACASA-PROPUESTA-ASTURIANO-COMO-TITULO-GRADO&idSeccion=5http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2008070300_46_653092__Sociedad-y-Cultura-Tres-jovenes-intimidan-profesor-propicio-cambio-asturianohttp://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2008070300_46_653092__Sociedad-y-Cultura-Tres-jovenes-intimidan-profesor-propicio-cambio-asturianohttp://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2008070300_46_653092__Sociedad-y-Cultura-Tres-jovenes-intimidan-profesor-propicio-cambio-asturianohttp://opinion.asturnews.com/?p=122http://opinion.asturnews.com/?p=122http://opinion.asturnews.com/?p=122http://lasturieslliberal.wordpress.com/2008/06/26/articulu-dhumberto-gonzali-si-en-filoloxia-tan-pa-facer-politica-que-se-presenten-a-les-elecciones/).traducci%C3%B3nhttp://lasturieslliberal.wordpress.com/2008/06/26/articulu-dhumberto-gonzali-si-en-filoloxia-tan-pa-facer-politica-que-se-presenten-a-les-elecciones/).traducci%C3%B3nhttp://lasturieslliberal.wordpress.com/2008/06/26/articulu-dhumberto-gonzali-si-en-filoloxia-tan-pa-facer-politica-que-se-presenten-a-les-elecciones/).traducci%C3%B3nhttp://lasturieslliberal.wordpress.com/2008/06/26/articulu-dhumberto-gonzali-si-en-filoloxia-tan-pa-facer-politica-que-se-presenten-a-les-elecciones/).traducci%C3%B3nhttp://www.asturnews.com/index2008.php?idn=6780http://www.asturnews.com/index2008.php?idn=6780http://www.asturnews.com/index2008.php?idn=6780http://www.andecha.org/index.php?option=com_content&view=article&id=113:aa-considera-pateticos-los-intentos-de-fdez-de-castro-de-presentase-comu-victima&catid=1:nacional&Itemid=62http://www.andecha.org/index.php?option=com_content&view=article&id=113:aa-considera-pateticos-los-intentos-de-fdez-de-castro-de-presentase-comu-victima&catid=1:nacional&Itemid=62http://www.andecha.org/index.php?option=com_content&view=article&id=113:aa-considera-pateticos-los-intentos-de-fdez-de-castro-de-presentase-comu-victima&catid=1:nacional&Itemid=62http://www.andecha.org/index.php?option=com_content&view=article&id=113:aa-considera-pateticos-los-intentos-de-fdez-de-castro-de-presentase-comu-victima&catid=1:nacional&Itemid=62http://www.andecha.org/index.php?option=com_content&view=article&id=113:aa-considera-pateticos-los-intentos-de-fdez-de-castro-de-presentase-comu-victima&catid=1:nacional&Itemid=62http://www.andecha.org/index.php?option=com_content&view=article&id=113:aa-considera-pateticos-los-intentos-de-fdez-de-castro-de-presentase-comu-victima&catid=1:nacional&Itemid=62http://www.asturnews.com/index2008.php?idn=6780http://lasturieslliberal.wordpress.com/2008/06/26/articulu-dhumberto-gonzali-si-en-filoloxia-tan-pa-facer-politica-que-se-presenten-a-les-elecciones/).traducci%C3%B3nhttp://lasturieslliberal.wordpress.com/2008/06/26/articulu-dhumberto-gonzali-si-en-filoloxia-tan-pa-facer-politica-que-se-presenten-a-les-elecciones/).traducci%C3%B3nhttp://opinion.asturnews.com/?p=122http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2008070300_46_653092__Sociedad-y-Cultura-Tres-jovenes-intimidan-profesor-propicio-cambio-asturianohttp://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2008070300_46_653092__Sociedad-y-Cultura-Tres-jovenes-intimidan-profesor-propicio-cambio-asturianohttp://estudios.universia.es/noticia.jsp?idNoticia=6817&title=FRACASA-PROPUESTA-ASTURIANO-COMO-TITULO-GRADO&idSeccion=5http://estudios.universia.es/noticia.jsp?idNoticia=6817&title=FRACASA-PROPUESTA-ASTURIANO-COMO-TITULO-GRADO&idSeccion=5
  • 8/7/2019 apuntes sobre nacionalismo, identidad y asturias

    8/9

    Nmadas. Revista Crtica de Ciencias Sociales y Jurdicas| 24 (2009.4)

    Publicacin Electrnica de la Universidad Complutense | ISSN 1578-6730

    Si encima ese nosotros se define en trminos de un pueblo oprimido que luc ha por susderechos culturales, entonces las simpatas de cierta izquierda estarn aseguradas16

    . Da igualsi se trata de Asturias, Irlanda o Palestina: se hace abstraccin de las diferenciassocioeconmicas e histricas y se decide que todo son colonias cuyo pueblo se encuentrasometido a poderes imperiales. La lucha contra estos poderes debe concitar todos nuestrosapoyos. Ya no hay combate ideolgico ni adversarios polticos, sino pueblos oprimidos frente a

    sus enemigos.

    Quiero ser chino

    Las identidades colectivas existen, desde luego. Lo que ocurre es que son cambiantes y, sobretodo, que es imposible, por principio, encontrar elementos esenciales privativos de ellas,elementos que las definan de un modo unvoco frente a otras. Si encima intentamos encarnaren las personas las identidades colectivas y definir en qu consiste ser un asturiano o unespaol, por ejemplo, entonces la catstrofe es completa, porque obligamos a cada individuo aadoptar una identidad que, siendo contradictoria y borrosa de suyo, al individualizarse se

    convierte en algo an ms contradictorio y borroso, puesto que los planos identitarios colectivoe individual son cualquier cosa menos conmensurables.17

    Circula por Internet un cortometraje en el cual un tipo con aspecto algo bohemio, hablandodesde una azotea que podra estar en cualquier gran ciudad espaola, intenta explicar por ququiere ser chino

    18

    . Su paradoja y lo que nos hace reir es que, sin saberlo, se da cuenta de quela identidad china es imposible de definir unvocamente y dice cosas como que no le har faltaaprender la lengua porque hay chinos mudos y no por eso son menos chinos, o que no tieneclaro si operarse sus facciones porque, en realidad, ser chino es algo que se lleva dentro.Cuando yo lo que quera ser era nacionalista asturiano, en vez de risa el vdeo me provoccierta irritacin. Ahora creo que expresa mucho mejor que yo todo lo que acabo de escribir.

    Referencias bibliogrficas

    Anderson, B. (1993). Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusin delnacionalismo. Mxico: FCE.

    Arana, A. (1998). El problema espaol. 4 ed. Hondarribia: Hiru.

    Bauman, Z. (2007). Identidad. Buenos Aires: Losada.

    Billing, M. (1995). Banal Nationalism. Londres: SAGE.

    16 Lo que no significa que el victimismo nacionalista sea exclusivo de la izquierda. Refirindose a Catalua, Jordi Pujolha dicho: Somos un pueblo derrotado, saqueado, mutilado, atado de pies y manos (Pujol, 1996: 142).17 El conocido libro de Zygmunt Bauman sobre la identidad (Bauman, 2007) maneja esa idea segn cual lasidentidades no pueden definirse unvocamente. Sin embargo, uno tiene la incmoda sensacin de que este autor ancree que las identidades existen como realidades que, aunque se mezclen y remezclen constantemente, son de algnmodo previas a esa mezcla, o al menos a nuestro intento de identificarlas. Deberamos ir ms all y fijarnos en elproceso mismo de construccin de las identidades: no hay identidad que no est construyndose; no hay manera dedefinir o siquiera identificar una identidad si no es construyndola o reconstruyndola; es imposible librarse del efectodel observador, esto es, del hecho de que las identidades slo aparecen ante nosotros cuando intentamos delimitarlas(por ejemplo, como antroplogos encuestando a nativos, como psiclogos culturales elaborando historias de vida,como historiadores reconstruyendo nuestropasado o como idelogos nacionalistas interpretando el sentir del puebloen clave nacional). Recordemos tambin lo que deca Carod-Rovira respecto a su propio nacionalismo catalnpretendidamente no esencialista o no identitario (nota 3). Rovira parece suponer que permitir la suma o yuxtaposicinde identidades (no hace falta que nadie deje de ser, que renuncie a sus orgenes, que reniegue de lo que erapreviamente, para ser tambincataln) es suficiente para dejar de pensarlas como esencias.18 http://www.youtube.com/watch?v=rr5SFhGPIjk(acceso el 12/09/08).

    http://www.youtube.com/watch?v=rr5SFhGPIjkhttp://www.youtube.com/watch?v=rr5SFhGPIjkhttp://www.youtube.com/watch?v=rr5SFhGPIjk
  • 8/7/2019 apuntes sobre nacionalismo, identidad y asturias

    9/9

    Nmadas. Revista Crtica de Ciencias Sociales y Jurdicas| 24 (2009.4)

    Publicacin Electrnica de la Universidad Complutense | ISSN 1578-6730

    Blanco, C.X. (2007a). La nacin asturiana. Oviedo: Espublizastur.

    Blanco, C.X. (2007b). Nacin asturiana: sobernaa y marxismo. Libro electrnico disponible enhttp://www.kaosenlared.net/noticia/nacion-asturiana-soberania-marxismo yhttp://carlosxblanco.blogia.com/.

    Gellner, E. (1988). Nacines y nacionalismo. Madrid: Alianza.

    Carod Rovira, J.L. (2005). Un pas, un futur. Tarragona: Cossetnia Edicions.

    Esparza, J.M. (2007). Cien razones por las que dej de ser espaol. Tafalla: Txalaparta.

    FENA (Fundacin d'Estudios Nacionales Asturianos) (2002). Flamenquismu n'Asturies. Laidentid llexitimaora de los partos espaoles. Oviedo: Andecha Llibros.

    Hobsbawn, E. (2004). Naciones y nacionalismo desde 1780. 2 ed. Barcelona: Crtica.

    Hobsbawn, E. y Range, T. (eds.) (2002). La invencin de la tradicin. Barcelona: Crtica.

    Loredo, J.C. (2008). Pegollos y muruecos d'Asturies. Cosiquines d'una lleenda urbana. Oviedo:Espublizastur.

    Pujol, J. (1996). Catalua-Espaa. Madrid: Espasa-Calpe. (Ed. de Ramn Pi.)

    San Martn, P. (2006). La nacin (im)posible. Reflexiones sobre la ideologa nacionalistaasturiana. Oviedo: Trabe.

    Smith, A.D. (1997). La identidad nacional. Madrid: Trama.

    Smith, A.D. (2000). Nacionalismo y modernidad. Madrid: Itsmo.

    Surez Rodrguez, M. (2004). Quin escaeci a Belarmino Toms? Socialismu y soberanan'Asturies. Oviedo: Andecha Fundacin.

    http://www.kaosenlared.net/noticia/nacion-asturiana-soberania-marxismohttp://www.kaosenlared.net/noticia/nacion-asturiana-soberania-marxismohttp://carlosxblanco.blogia.com/http://carlosxblanco.blogia.com/http://carlosxblanco.blogia.com/http://www.kaosenlared.net/noticia/nacion-asturiana-soberania-marxismo