apuntes los origenes del totalitarismo

Upload: javier-calderon

Post on 12-Oct-2015

23 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Apuntes : Los orgenes del totalitarismo, Totalitarismos; Hannah Arendt.Captulo 10: Una sociedad sin clases.I. Las masas. Impermanencia, ausencia de continuidad como caracterstica de la personalidad o mentalidad totalitaria. El factor inquietante en el xito del totalitarismo es ms bien el verdadero altruismo de sus seguidores antes que la atraccin del populacho por el mal y el delito. Los movimiento totalitarios pretender lograr organizar a las masas; no a las clases, ni a ciudadanos. Estos movimientos dependen de la pura fuerza del nmero, incluso pareciendo imposible en pases con poblacin pequeas. En vista de lo anterior, Alemania pudo establecer una dominacin verdaderamente totalitaria solo durante la guerra y despus de las conquistas del Este en donde le proporcionaron grandes masas de poblacin e hicieron posible los campos de concentracin. Solo donde existen grandes masas superfluas o donde pueden ser derrochadas sin desastrosos resultados de despoblacin es posible una dominacin totalitaria, diferenciada de un movimiento totalitario. Los movimientos totalitarios (M.T.) son posibles all donde existen masas que, por una razn u otra, han adquirido el apetito de la organizacin poltica. El termino masa se aplica a personas que no pueden ser integradas en ninguna organizacin basada en el inters comn. El xito de los M.T. entre las masas signific el final de dos espejismos democrticos: El primero consista en creer que el pueblo en su mayora haba tomado una parte activa en el Gobierno y que cada individuo simpatizaba con su propio partido o con el de otro. El segundo espejismo consista en suponer que estas masas polticamente indiferentes no importaban, que eran verdaderamente neutrales y no constituan ms que un fondo indiferenciado de la vida poltica de la nacin. Mientras que el individualismo caracterizaba tanto a la actitud de la burguesa como a la del populacho, los M.T. pueden afirmar justamente ser los primeros partidos verdaderamente antiburgueses. La relacin entre la sociedad de clases dominada por la burguesa y las masas que emergieron de su crisis no es la misma que la relacin entre la burguesa y el populacho, que fue un subproducto de la produccin capitalista. Las masas comparten con el populacho solamente una caracterstica, la de que ambos se hallan al margen de todas las ramificaciones sociales y de la representacin poltica normal. La ruptura del sistema de clases significaba automticamente la ruptura del sistema de partidos, principalmente porque estos partidos, siendo partidos de intereses, ya no podan representar los inters de clase. Los primeros signos de la ruptura del sistema continental de partidos no fueron las deserciones de los antiguos miembros de los partidos, sino el fracaso en el reclutamiento de los miembros de la nueva generacin y la prdida del asentimiento y del apoyo tcitos de las masas inorganizadas que repentinamente se despojaron de su apata y acudieron all donde vieron una oportunidad de proclamar su nueva y violenta oposicin. En esta atmosfera de ruptura de la sociedad de clases se desarroll la psicologa del hombre-masa europeo. Las masas, contra lo que se predijo, no fueron resultado de la creciente igualdad de condiciones, de la difusin de la educacin general, etc. Las masas surgieron de los fragmentos de una sociedad muy atomizada cuya estructura competitiva y cuya concomitante soledad solo haban sido refrenadas por la pertenencia a una clase. La caracterstica principal del hombre-masa no es su brutalidad y el atraso, sino su aislamiento y su falta de relaciones sociales normales. Procedentes de la sociedad estructurada en clases de la Nacin-Estado, cuyas grietas haban sido colmadas por el sentimiento nacionalista, era solo natural que estas masas, en el primer momento de desamparo de su nueva experiencia, tendieran hacia un nacionalismo especialmente violento, por el que los dirigentes de las masas haban clamado contra sus propios instintos y fines por razones puramente demaggicas. Para trocar la dictadura revolucionaria de Lenin en una dominacin completamente totalitaria, Stalin tuvo que crear artificialmente esa sociedad atomizada que haba sido preparada para los nazis en Alemania gracias a circunstancias histricas. Para esto primero se concentr en liquidar los vestigios del poder de los Soviets que an impedan la dominacin absoluta de la jerarqua del partido. El gobierno bolchevique procedi entonces a la liquidacin de las clases y comenz, por razones ideolgicas y de propaganda, con las clases poseedoras, la nueva clase media en las ciudades y los agricultores en el campo. Los M.T. son organizaciones de masas de individuos atomizados y aislados. Su caracterstica externa es su exigencia de una lealtad total, irrestringida, incondicional e inalterable del miembro individual. Exigencia incluso formulada antes de la llegada al poder. Sin embargo, all donde la dominacin totalitaria no ha sido preparada por un M.T. (ejemplo Rusia), el movimiento tiene que ser organizado despus y las condiciones para su desarrollo tienen que ser artificialmente creadas para hacer en definitiva posible la lealtad total, base psicolgica de la dominacin total. El totalitarismo no se contenta con dominar por medios externos (caso del fascismo italiano), a travs del Estado y de una maquinaria de violencia; gracias a su ideologa peculiar y al papel asignado a sta en ese aparato de coaccin, el totalitarismo ha descubierto unos medios de dominar y aterrorizar a los seres humanos desde dentro. Se elimina la distancia entre dominadores y dominados. El lder no es ms que un funcionario de las masas que conduce. Ni el nacionalismo ni el bolchevismo llegaron a proclamar una nueva forma de gobierno o afirmaron que sus objetivos haban quedado logrados con la conquista del poder. El objetivo prctico del movimiento consiste en organizar a tantos pueblos como le sea posible dentro de su marco y ponerlos y mantenerlos en marcha; un objetivo poltico que constituyera el final del movimiento simplemente no existe.II. La alianza entre el populacho y la lite. Etiquetar como estallidos de nihilismo esta violenta insatisfaccin por la poca de la preguerra y por los subsiguientes intentos de restaurarla significa pasar por alto cuan justificada poda hallarse la repulsin hacia una sociedad completamente penetrada por la perspectiva ideolgica y las normas morales de la burguesa. Sin embargo, tambin es cierto que la generacin del frente, estaba completamente absorbida por su deseo de ver la ruina de todo ese mundo de falsa seguridad, falsa cultura y falsa vida. La primera guerra mundial, algo paradjicamente, casi haba extinguido los autnticos sentimientos nacionales en Europa, donde, entre las dos guerras, resultaba mucho ms importante haber pertenecido a la generacin de las trincheras sea cual fuere- que ser alemn o francs. Los instintos antihumanistas, antiliberales, antiindividualista y anticulturales de la generacin del frente, fueron precedidos por las pruebas, toscas y pomposamente cientficas de la lite imperialista. Lo que resulta nuevo en los escritores de la generacin del frente era su alto nivel literario y la gran profundidad de su pasin. La alianza temporal entre la lite y el populacho se bas ampliamente en este genuino placer con el que la primera vea al segundo destruir la respetabilidad.Captulo 11. El movimiento totalitario.I. Propaganda totalitaria. Como los M.T. existen en un mundo que en si mismo no es totalitario, se ven forzados a recurrir a lo que comnmente consideramos como propaganda. Tal propaganda siempre se dirige a una esfera exterior, bien a los estratos no totalitarios de l apoblacin del pas, o a los pases extranjeros no totalitarios. La propaganda es, desde luego, parte inevitable de la guerra psicolgica, pero el terror lo es ms. El terror sigue siendo usado utilizado por lo M.T. incluso alcanzado el poder. La propaganda es un instrumento del totalitarismo, y posiblemente el mas importante, en sus relaciones con el mundo no totalitario; el terror, al contrario, constituye la verdadera esencia de su forma de gobierno. El terror desempeo un papel mas grande bajo el nazismo que bajo el comunismo. El terror nazi se asemejo considerablemente al gangsterismo norteamericano. La propaganda comunista amenazaba al pueblo con perder el tren de la Historia, con permanecer desesperanzadamente retrasado con respecto a su tiempo, con gastar sus vidas inultimente, de la misma manera que el pueblo era amenazado por los nazis con vivir contra las leyes eternas de la naturaleza y de la vida, con una irreparable y misteriosa deterioracin de su sangre. La obsesin de los M.T. por las pruebas cientficas cesa solo cuando llegan al poder. El fanatismo de los miembros de los M.T. , tan distinto de la lealtad de los afiliados a un partido ordinario, es determinado por la falta de inters propio de las masas que se hallan completamente preparadas para sacrificarse a s mismas. Los movimientos totalitarios utilizan el socialismo y el racismo vacindoles de su contenido utilitario, de los intereses de una clase o de una nacin. La forma de prediccin infalible bajo la que se presentaban estos conceptos se tornaba ms importante que su contenido. Los lideres de masas en el poder tienen una preocupacin que domina a todas las consideraciones utilitarias: la de lograr que sus predicciones lleguen a cumplirse. El lenguaje del cientifisismo proftico corresponda a las necesidades de las masas que haban perdido su hogar en el mundo y estaban ya preparadas para reintegrarse a las fuerzas eternas y todopoderosas que por s mismas conducen al hombre, nadador en las olas de la adversidad, hasta las costas de la seguridad. La propaganda totalitaria perfecciona las tcnicas de la propaganda de masas, pero ni las inventa ni origina sus temas. Estos le fueron preparados durante los cincuenta aos de auge del imperialismo y de la desintegracin de la Nacin-Estado, cuando el populacho penetr en la esfera de la poltica europea. Los nazis fueron indudablemente superiores en la eleccin de tales temas para la propaganda de masas; pero los bolcheviques llegaron gradualmente a aprender la tcnica, aunque se apoyaron menos en los misterios tradicionalmente aceptados y prefirieron sus propias invenciones (conspiracin troskista, las 300 familias, maquinaciones imperialistas, etc.) La fuerza que posee la propaganda totalitaria descansa en su capacidad de aislar a las masas del mundo real. La ficcin mas eficaz de la propaganda nazi fue la historia de una conspiracin mundial juda. Las nociones exageradas relativas a un poder mundial judo pueden remontarse hasta el final del siglo XVIII, cuando se torn visible intima conexin entre los negocios judos y las Naciones-Estados. La creciente preocupacin de la burguesa de mentalidad imperialista por la poltica exterior y su creciente influencia sobre la maquinaria del Estado se vio acompaada por la firme negativa del mas amplio sector de la riqueza juda a comprometerse en empresas industriales y a abandonar la tradicin de las transacciones financieras. La propaganda nazi descubri en el judo al precursor del alemn dueo del mundo y asegur a las masas que las naciones que han sido las primeras en ver a travs del judo y las primeras en combatirle van a ser las primeras en ocupar su puesto en la dominacin mundial (utilizacin protocolos sabios de Sion). El verdadero objetivo de la propaganda totalitaria no es la persuasin, sino la organizacin: la acumulacin de poder sin la posesin de los medios de violencia. La razn fundamental de la superioridad de la propaganda totalitaria sobre la propaganda de los otros partidos y movimientos es que su contenido, en cualquier caso para los miembros del movimientos, ya no es un tema objetivo sobre el que la gente pueda formular opiniones, sino que se ha convertido dentro de sus vidas en un elemento tan real e intocable como las reglas de la aritmtica. En el momento en que el movimiento, es decir, el mundo ficticio que les albergaba, queda destruido, las masas revierten a su antiguo status de individuos aislados que, o bien aceptan felizmente su nueva funcin en un mundo transformado, o bien se sumen en su antigua y desesperada superfluidad.

II. Organizacin totalitaria. Las formas de organizacin totalitaria, diferenciadas de su contenido ideologico y de sus slogans propagandsticos, son completamente nuevas. Estn concebidas para traducir las mentiras propagandsticas del movimiento, tejidas en torno a una ficcin central en una realidad actuante, para construir, incluso bajo circunstancias no totalitarias, una sociedad cuyos miembros acten y reaccionen segn las normas de un mundo ficticio. El principio del jefe desarrolla su cacter totalitario solo a partir de la posicin en la que el movimiento totalitario, gracias a su posicin nica, coloca la jefe; solo a partir, pues, de su importancia funcional para el movimiento. El medio de organizacon mas sorprendentemente nuevo de los movimientos en su fase anterior a la conquista del poder es la creacin de las llamadas organizaciones frontales, la distincin que trazan entre los miembros del partido y sus simpatizantes. Una ventaja el marco totalitario es que puede ser repetido indefinidamente y mantiene a la organizacin en un estado de fluidez que permite constantemente insertar nuevas capas y definir nuevos grados de militancia. El factor importante para los movimientos es que, incluso antes de conquistar el poder, daban la impresin de que todos los elementos de la sociedad se hallaban encarnados en sus filas. En el centro del movimiento, como el motor que se pone en marcha, se halla el jefe. Est separado de las formacones de lite por un circulo interno de iniciados que difunden en torno de l un aura de impenetrable misterio correspondiente a su intangible preponderancia. Debe su elevacin a la jefatura a una sobresaliente capacidad para manejar las luchas por el poder en el seno del partido ms que a sus cualidades demaggicas o burocrticas. La tarea suprema del Jefe es encarnar la doble funcin caracterstica de cada escaln del movimiento: actuar como la defensa mgica del movimiento contra el mundo exterior y, al mismo tiempo, ser el puente directo por el que el movimiento se relaciona con ese mundo. Principio del jefe: cada funcionario no es solamente nombrado por el jefe, sino que es su encarnacin viviente y se supone que cada orden emana de esta fuente siempre viviente. Los M.T. imitan todo el aparato de las sociedad secretas, pero lo vacan de lo nico que podra excusar, o se supone que podra excusar, sus mtodos, es decir, de la necesidad de salvaguardar un secreto. Los medios por los que Stalin troc la dictadura unipartidista rusa en un rgimen totalitario y los partidos comunistas revolucionarios de todo el mundo en M.T. fueron la liquidacin de facciones, la abolicin de la democracia interna del partido y la trasformacin de los partidos comunistas nacionales en ramas de la Komintern dirigidas desde Mosc. El totalitarismo nazi comenz con una organizacin de masas que slo fue gradualmente dominada por las formaciones de elite, mientras que los bolcheviques empezaron con las formaciones de lite y organizaron las masas segn estas. Captulo 12. El totalitarismo en el poder. Peligros al M.T. : Evolucin haca el absolutismo , poniendo fin al impulso interno del movimiento; y, una evolucin hacia el nacionalismo frustrara su expansin exterior, sin la cual no puede sobrevivir. Tanto Hitler como Stalin formularon promesas de estabilidad para ocultar su intencin de crear un estado de inestabilidad permanente (desdn a la teora de la revolucin permanente de Trosky). Doble tarea contradictoria del dirigente totalitario: establecer el mundo ficticio del movimiento como una realidad tangible y operante de la vida cotidiana y, por otra parte, tiene que impedir que ese nuevo mundo desarrolle una nueva estabilidad. El dirigente debe impedir a cualquier precio que la normalizacin alcance un punto en el que pueda desarrollarse un nuevo estilo de vida. Paradoja del totalitarismo en el poder: la posesin de todos los instrumentos de poder gubernamental y de violencia en un pas no es precisamente un bien puro para un M.T. La lucha por la dominacin total de la poblacin total de la tierra, la eliminacin de toda realidad no totalitaria en competencia, es inherente a los mismos regmenes totalitarios; sino persiguen como ltimo objetivo esta dominacin total, es posible que pierdan todo tipo de poder ya conquistado. El totalitarismo en el poder utiliza la administracin del Estado para su fin de conquista mundial a largo plazo y para la direccin de las sucursales del movimiento; establece la Policia secreta como ejecutora y guardiana de su experimento domestico de constante transformacin de la realidad en ficcin, y, finalmente, erige los campos de concentracin como laboratorios especiales para realizar su experiencia de dominacin total.

I. EL llamado estado totalitario. M.T. y la cuestin constitucional: los nazis nunca abolieron la constitucin de Weimar, sin embargo, nunca se mostraron preocupados por su propia legislacin. Hitler el estado total no debe conocer diferencia alguna entre la ley y la tica. En la URSS sucedi algo similar con la publicacin de la Constitucin de 1936, nunca fue abolida, pero progresivamente marginada. La relacin entre las dos fuentes de autoridad, el estado y el partido, son de ostensible autoridad, de forma tal que la maquinaria del Gobierno es habitualmente descrita como la fachada carente de poder que oculta y protege al verdadero poder del partido. Para los nazis la duplicacin de organismos era una cuestin de principio, y no slo un medio para proporcionar puestos a los miembros del partido. En Rusia lo mismo se ejemplific en que los soviets se convirtieron en el gobierno fantasma en cuyo centro, a travs de las clulas constituidos por los miembros del Partido, actuaban los representantes del verdadero poder. En Rusia, el poder ostensible de la burocracia del partido contra el poder real de la polica secreta corresponde a la duplicacin originaria del partido y del Estado, tal como se conoco en Alemania nazi, y la multiplicacin se torna evidente solo en la misma polica secreta, que es una red extremadamente complicada y completamente ramificada de agentes, dentro de la cual a un departamento se le asigna una tarea de supervisar y espiar al otro. (distribucin organizacional en Rusia: el aparato sovitico o estatal, el aparato del partido y el aparato de la NKVD.) Cuanto mas visibles son los organismos del Gobierno, menos es su poder, y cuanto menos se conoce una institucin, ms poderosa resultar en definitiva. Concepcin del poder en un rgimen totalitario: descansa exclusivamente en la fuerza lograda a travs de la organizacin. La carencia de estructura del Estado totalitario, su desdn por los intereses materiales, su emancipacin del incentivo del beneficio y, en general, sus actitudes no utilitarias, han contribuido mas que cualquier otra cosa a tornar casi imprevisible la poltica contempornea.

II. La polica secreta. El objetivo de un sistema unipartidista consiste no solo en apoderarse de la Administracin del gobierno, sino en lograr una completa amalgama del Estado y del partido, ocupando todos los cargos con miembros del partido, de forma tal que, tras la conquista del poder, el partido se convierte en una especie de organizacin propagandstica del Gobierno. La diferencia principal entre la polica secreta desptica y la polica secreta totalitaria descansa en la diferencia entre el sospechoso y el enemigo objetivo. Este ultimo es definido por la poltica de gobierno y no por su propio deseo de derrocar a este. La polica secreta totalitaria a diferencia de otras- se halla completamente sujeta a la voluntad del jefe, el nico que puede decidir quin ser el prximo enemigo potencial y quien puede seleccionar a los cuadros de la polica secreta para su liquidacin. La tarea de la polica totalitaria no consiste en descubrir delitos, sino en hallarse disponible cuando el gobierno decide detener a cierto sector de la poblacin. Los agentes de la polica secreta constituyen la nica clase abiertamente dominante en los pases totalitarios, y sus normas y escala de valores penetran todo el tejido de la sociedad totalitaria.III. Dominacin totalCaptulo 13. Ideologa y terror: una nueva forma de gobierno. El gobierno totalitario siempre transform a las clases en masas, suplant el sistema de partidos no por la dictadura de un partido sino por un movimiento de masas, desplaz el centro del poder del Ejercito a la polica y estableci una polica exterior abiertamente encaminada a la dominacin mundial.