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APROXIMACIONES AL ESTUDIO DE LA ASIMETRÍA FLUCTUANTE EN RELACIÓN A LOS DESÓRDENES VENOSOS CRÓNICOS EN EL SUROESTE ANTIOQUEÑO (JARDÍN) VALENTINA SUESCÚN LONDOÑO Trabajo de grado para optar al título de antropólogo ASESOR JAVIER ROSIQUE GRACIA PhD en antropología física UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGÍA MEDELLÍN COLOMBIA 2018

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APROXIMACIONES AL ESTUDIO DE LA ASIMETRÍA FLUCTUANTE EN RELACIÓN A

LOS DESÓRDENES VENOSOS CRÓNICOS EN EL SUROESTE ANTIOQUEÑO (JARDÍN)

VALENTINA SUESCÚN LONDOÑO

Trabajo de grado para optar al título de antropólogo

ASESOR

JAVIER ROSIQUE GRACIA

PhD en antropología física

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS

DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGÍA

MEDELLÍN – COLOMBIA

2018

2

TABLA DE CONTENIDO

Págs.

INTRODUCCIÓN 5

1. CONCEPTUALIZACIÓN 5

1.1. Simetría 5

1.2. Simetría bilateral 6

1.3. Desarrollo de estructuras morfológicas 7

1.4. Estrés y desarrollo ontogénico 8

1.5. Estrés, variación genética y asimetría 9

1.6. Estabilidad del desarrollo 10

1.7. Asimetría fluctuante e inestabilidad del desarrollo 10

1.8. Asimetría direccional 11

1.9. Ecología humana y salud 12

1.10. Relación salud-enfermedad y cultura 13

1.11. Factores de riesgo asociados a la enfermedad

cardiovascular

14

1.12. Clasificación CEAP 15

2. OBJETIVOS

2.1. General 16

2.2. Específicos 16

3. METODOLOGÍA 16

4. RESULTADOS 21

5. DISCUSIÓN

5.1. Asimetría del miembro inferior del cuerpo humano entre las

poblaciones (distribución geográfica o por localidad)

28

5.2. Asimetría del miembro inferior por sexo 29

3

5.3. Asimetría del miembro inferior en relación a la

salud/enfermedad

30

6. CONCLUSIONES 32

7. TABLAS DE RESULTADOS 34

8. BIBLIOGRAFÍA 42

TABLAS

Págs.

Tabla 1. Resumen del análisis de la varianza (ANOVA) para Cristianía y el casco

urbano de Jardín

34

Tabla 2. Resumen del análisis de la varianza (ANOVA) por sexo 35

Tabla 3. Resumen del análisis de la varianza (ANOVA) para población con

telangiectasias o venas reticulares (C1)

36

Tabla 4. Resumen del análisis de la varianza (ANOVA) para población con venas

varicosas (C2)

37

Tabla 5. Datos descriptivos para análisis de asimetría fluctuante en población de

Cristianía y el casco urbano de Jardín

38

Tabla 6. Datos descriptivos para análisis de asimetría fluctuante por sexo. 39

Tabla 7. Datos descriptivos para el análisis de asimetría fluctuante en población con

telangiectasias o venas reticulares (C1) del municipio de Jardín

40

Tabla 8. Datos descriptivos para el análisis de asimetría fluctuante en población con

venas varicosas (C2) del municipio de Jardín

41

4

RESUMEN

Se considera la asimetría fluctuante como uno de los mejores indicadores de estrés ambiental

poblacional debido a que aporta información relacionada con la inestabilidad del desarrollo y la

forma en que ambiente y genotipo interactúan para expresar un fenotipo que en su forma “ideal”

es simétrico. De esta forma, se busca identificar el origen de la asimetría que puede localizarse

en eventos de reducción de variación genética, enfermedad, o sucesos sociales, históricos y

económicos que conduzcan al desarrollo perturbado de sus individuos, en particular, y de la

población en general. El objetivo de este estudio es identificar la distribución y magnitud de la

asimetría fluctuante en el miembro inferior en una muestra del municipio de Jardín (Antioquia) a

partir de datos de un estudio de desórdenes venosos crónicos (DVC). La muestra de personas se

ha distribuido en subgrupos escogidos por su localización geográfica, dimorfismo sexual y la

presencia de telangiectasias o várices, de acuerdo a la clasificación CEAP para los DVC. Los

resultados sugieren que los grupos con mayor asimetría fluctuante son los mestizos residentes en

Jardín respecto a los embera-chamí de Cristianía principalmente en los perímetros y pliegues

cutáneos de pantorrilla; los hombres frente a las mujeres, en los pliegues cutáneos de grasa y las

alturas óseas; los sujetos afectados por várices frente a los que no tienen principalmente en los

perímetros y pliegues cutáneos de grasa; finalmente, los afectados por telangiectasias poseen un

patrón mucho más heterogéneo de asimetrías .

Palabras clave: Asimetría fluctuante, estrés ambiental, inestabilidad del desarrollo, antropología

física, pierna, miembro inferior, antropometría, desórdenes venosos crónicos, Jardín (Antioquia),

embera-chamí.

5

INTRODUCCIÓN

Los conceptos que se presentan a continuación son pertinentes en el estudio de la asimetría

fluctuante, éstos reúnen conocimientos de campos como la biología, la ecología humana, la

antropología física y/o biológica y las ciencias biomédicas, que conducen a la interpretación de

datos sobre el origen y la magnitud de la asimetría fluctuante como indicador de estrés

ambiental. En cuestiones del desarrollo, es necesario entender que a través de los planos de

simetría y ejes corporales se da origen a estructuras morfológicas pares. Una vez conformadas

estas estructuras, factores exógenos y endógenos interactúan en la etapa intrauterina, así, en el

caso dado de que los estímulos ambientales perturben el desarrollo ontogénico, el fenotipo de

cada individuo se encarga de responder y mantener el desarrollo estable gracias a la propiedad de

canalización, definida como la capacidad de una estructura para formarse a lo largo del

desarrollo ideal bajo una variedad de diferentes condiciones ambientales (Waddington, 1940).

De este modo, es posible medir la “huella” que dejó un desarrollo perturbado, asimismo, es

posible analizar su magnitud y la posibilidad de que su distribución sea poblacional. En teoría se

puede señalar que las enfermedades también hacen parte del modelo para entender el desarrollo

perturbado, por esta razón, se plantea una posible conexión entre ambos fenómenos que, además,

contribuya a la interpretación sobre el origen de la asimetría fluctuante y su posible utilidad en

antropología como indicador de estrés ambiental en la población humana.

1. CONCEPTUALIZACIÓN

1.1.Simetría

Entre los diversos elementos que nos ayudan a entender aspectos fundamentales sobre la

estructura y función de los organismos multicelulares está el de la geometría corporal, una de

cuyas características claves es la simetría, por ésta “entendemos la ordenación de las

estructuras corporales con referencia a algún eje o plano corporal ideal” (Baguñà, Paps,

Riutort & Ruiz-Trillo, 2002:535). La simetría como tema de investigación resulta ser un área

relativamente poco explorada, sin embargo, es un indicador útil cuando se estudian

poblaciones humanas y su interacción con factores estresantes tanto geográficos, como

socioeconómicos y ambientales, es decir, cuando se estudia al humano en el marco de la

ecología humana.

6

Sin embargo, el estudio de la asimetría como indicador del desarrollo de un individuo y su

grupo ha sido un terreno mayoritariamente explorado por biólogos, por ejemplo, en el campo

de la conservación biológica, sin implicar esto un impedimento para rescatar información útil

en el análisis de poblaciones humanas. De esta forma, alrededor de la década de los

ochentas, Leary y Allendorf (1989) junto con otros autores (Palmer & Strobeck, 1986)

preocupados en la producción académica de textos e investigaciones sobre la asimetría como

indicador de estrés, toman como punto de partida el concepto de estructura morfológica y

explican cómo, tanto animales como plantas, tienen múltiples copias de estas estructuras, así

“si el desarrollo de tales estructuras en los dos lados de un animal con simetría bilateral está

bajo control genético, entonces esperamos que sean idénticas porque son productos del

mismo genoma” (p. 214). En otras palabras, esto supondría que la asimetría sería un

indicador de la propensión de un individuo a desviarse de un fenotipo genéticamente

programado. En términos generales, es posible afirmar que el estudio de las asimetrías,

específicamente, la asimetría fluctuante proporcionaría información valiosa acerca de los

procesos de adaptación, en términos poblacionales, ya que, se ha demostrado que la

variabilidad morfológica individual proporciona a su vez un indicador temprano de estrés

ambiental y genético que ha sufrido la población en su conjunto.

1.2.Simetría bilateral

En varios mamíferos, y en el caso de la especie humana, el eje principal del cuerpo (cefalo-

caudal) y el plano medio corporal son evidencia de la simetría bilateral, definida como el

patrón corporal que se requiere para que los mamíferos, incluyendo los humanos, desarrollen

estructuras pares bilateralmente (derecha/izquierda), tales como los brazos y las piernas,

además de otros órganos asociados a los sentidos y muchos órganos internos. De forma

análoga, la asimetría da como resultado la localización de ciertos órganos hacia el lado

izquierdo. Estos procesos se determinan desde etapas muy tempranas del desarrollo

embrionario y “dependen de la expresión de cascadas de genes en regiones específicas del

organismo” (Bringas, 2012:37).

Así, teniendo en cuenta la etapa más temprana del ciclo vital, se establece que antes de que el

óvulo sea fecundado, éste se encuentra en una etapa de división celular conocida como

segunda división meiótica, la cual concluye cuando se lleva a cabo la fecundación; con esto

7

se libera el segundo cuerpo polar, cuyo papel es fundamental para el establecimiento de los

ejes corporales (ibíd., 2012). Este proceso al que también podemos denominar como

embriogénesis resulta ser fundamentalmente regulador, ya que implica que el destino de

células como los blastómeros1 no se fije de manera irreversible, sino que permite que éstas

reaccionen de forma flexible a estímulos de tipo ambiental.

Sim embargo, es importante tener en cuenta que “la simetría bilateral es un concepto teórico

muy lejano que raras veces existe en los organismos vivos” (Medina-Solís, 2003:618), es por

esto que, un cierto nivel de asimetría puede considerarse como un fenómeno común, normal

o esperado dentro del desarrollo de un individuo. La simetría a menudo se encuentra

modificada por variantes individuales o específicas, como lo pueden ser la genética, los

factores ambientales (clima, relieve), factores socioculturales y económicos. De esta forma,

establecer la etiología de las asimetrías implica un análisis multicausal, sin embargo, como

síntesis, podemos afirmar que el origen de la asimetría puede incluir: a). malformaciones

congénitas o genéticas; b). factores ambientales, entre los que están los hábitos y el estrés

ambiental; c). desviaciones funcionales y cargas mecánicas.

1.3.Desarrollo de estructuras morfológicas

Ya que la formación y desarrollo de los tejidos y órganos en el periodo fetal va acompañado

de la influencia del ambiente y posiblemente esté ligada a la manifestación de modificaciones

en las estructuras morfológicas, resulta conveniente que tengamos en cuenta los momentos

en los que, bajo condiciones normales, convergen estos fenómenos.

En el caso particular de este estudio, las estructuras morfológicas de mayor interés en las

extremidades inferiores comprenden el sistema esquelético y tejidos blandos. La extremidad

inferior comprende los huesos largos, aquellos que se tendrán en cuenta son el fémur, la tibia

y el peroné. En este orden, en el segmento proximal de la extremidad inferior (muslo), el

fémur es el hueso más largo, pesado y fuerte de todo el sistema óseo, su función es soportar

el peso corporal mientras el cuerpo se mantiene en posición ortógrada, o bien cuando el

individuo está en movimiento (ya sea caminata, trote, carrera, saltos, etc.), asimismo, las

1 Blastómeros: células con el potencial de formar cualquier tipo celular, y más adelante, con el tiempo, formarán

los distintos linajes celulares que posteriormente podrán multiplicarse, diferenciarse o morir (Bringas, M. G. S,

2012:37)

8

acciones llevadas a cabo gracias a la articulación del fémur con el coxal a través del

acetábulo incluyen la rotación medial y lateral, la abducción, flexión, tensión y extensión. En

cuanto a la osificación, el fémur tiene cinco centros donde la diáfisis y la epífisis distal son

las primeras en aparecer (esta epífisis aparece justo antes del nacimiento), la diáfisis aparece

alrededor de la séptima y octava semana de gestación (Scheuer y Black, 2000).

Por otro lado, la tibia se encarga de soportar el peso corporal en la parte distal de la

extremidad inferior (la pierna). Este hueso articula con el fémur en el tercio proximal, con el

peroné en el plano lateral y finalmente con el astrágalo en el tercio más distal. La tibia

osifica en tres centros, el centro primario de osificación, es decir la diáfisis, aparece

aproximadamente entre la séptima y octava semana de gestación, mientras que la epífisis

proximal aparece justo antes de nacer y finalmente la epífisis distal aparece alrededor de los

dos meses postnatales (White, Black y Folkens, 2012).

En último lugar, el peroné es un hueso delgado, ubicado de forma lateral respecto a la tibia

con la cual articula una vez en cada epífisis. Sirve como lugar de anclaje para varios

ligamentos y forma el borde lateral de la articulación del tobillo. Al igual que la tibia se

osifica a partir de tres centros de osificación, siendo la diáfisis el primero en aparecer entre la

octava y novena semana de gestación, aproximadamente.

En conclusión, tener en cuenta las fechas o períodos de desarrollo haría posible establecer

una conexión entre los momentos en los cuales el estrés de tipo ambiental o genético afecta

estas estructuras físicas y las características métricas de huesos y segmentos corporales. En

teoría las características métricas exhibirían desviaciones fenotípicas como evidencia del

posible ruido del desarrollo.

1.4.Estrés y desarrollo ontogénico

Partiendo del reconocimiento del estado fetal como un período crítico del desarrollo, es

necesario conocer las consecuencias que trae la interacción entre factores exógenos y

endógenos en el momento mismo de la gestación. Así, hay estudios que sugieren que incluso

el momento en el que se pudiera dar algún pico de estrés durante el embarazo, determina la

magnitud de los efectos estresantes y modificará incluso la duración gestacional (Glynn et al,

2001). Según esto es posible afirmar que “a medida que avanza el embarazo las mujeres se

9

vuelven menos receptivas, fisiológicamente, al estrés” (p. 637), de esta forma, si el evento

estresante ocurre en los primeros meses de gestación, los efectos serán más notorios que si

ocurriese a finales del mismo proceso. El estrés fisiológico en la gestación puede ocurrir por

deprivación de alimentos, por medicación agresiva, por enfermedad, por lesiones o por

agentes de estrés psicosocial y afectivo. La protección fisiológica para el embrión es la

barrera placentaria y depende de la calidad funcional de la misma.

La explicación que se ofrece sobre la atenuación progresiva de la respuesta de estrés

fisiológico materno es que este fenómeno cumple una función protectora, de manera que, a

medida que se produce el estrés en etapas posteriores del embarazo, los efectos deben ser

menos profundos o devastadores, o al menos, no deben modificar la duración gestacional

(ibíd.). En términos temporales, se estima que cuando el evento estresante ocurre en el

primer trimestre la duración gestacional corta estará presente, mientras que las mujeres que

experimenten la perturbación después los primeros tres meses de embarazo tendrán una

longitud gestacional media más larga.

1.5.Estrés, variación genética y asimetría

Desde la biología, algunos autores sugieren que el estrés ambiental y, sobre todo, el estrés

genético son influencia directa para la asimetría fluctuante, así, existen tres tipos de estrés

genético implicados en este fenómeno: 1. La pérdida de variabilidad genética; 2. La

hibridación; 3. La incorporación por selección natural de una mutación con efectos

principales (Leary y Allendorf, 1989:214). Algunas observaciones apuntan a que un

individuo en la población, exhibe mayor asimetría en relación a los individuos de otras

poblaciones cuando éste tiene una variación genética reducida debido a cuellos de botella o

eventos fundadores, la pérdida de variación se interpreta como parte de un desarrollo

perturbado.

Entre algunos de los factores que ayudan en el análisis de la asimetría fluctuante reducida

puede encontrarse en el índice de crecimiento de una población y la naturaleza sedentaria de

un grupo, de esta forma, cuando una población tiene un índice de crecimiento

considerablemente alto debido, tal vez, a mejoras en la calidad de vida y mejores condiciones

ambientales y alimentarias, sus individuos tendrán una asimetría más baja o reducida,

asimismo, la asimetría de los organismos sedentarios puede reflejar con mayor precisión los

10

efectos del entorno local esto produce diferencias con los datos provenientes de individuos

que pertenecen a grupos más móviles (ibíd.).

1.6.Estabilidad del desarrollo

En términos morfológicos, “la capacidad de un organismo de producir un fenotipo ideal, pese

a las perturbaciones encontradas durante su desarrollo, es el mecanismo causal de la

estabilidad del desarrollo (ED)” (Benítez, & Parra, 2011:1459) (Zakharov, 1992), este

concepto es útil para evaluar múltiples tipos de estrés y la capacidad genotípica de corregirlos

o sobrellevarlos, en este mismo orden. Las estructuras bilaterales en el organismo

bilateralmente simétrico proporcionan un ideal preciso, una simetría “perfecta”, contra la

cual se pueden comparar las desviaciones. La definición clásica de Waddington (1942)

establece que “la estabilidad del desarrollo (ED) se define como la capacidad de un

organismo para producir un diseño predeterminado para un diseño corporal adaptativo bajo

un conjunto de condiciones genéticas y ambientales específicas” (1459). Además, “la ED se

refiere a las capacidades intrínsecas de un individuo para resistir accidentes y perturbaciones

durante su crecimiento y desarrollo” (Clarke, 1998 citado por Benítez & Parra, 2011:1459).

1.7.Asimetría fluctuante e inestabilidad del desarrollo

Otro concepto, directamente ligado al de la estabilidad del desarrollo, es el de la asimetría

fluctuante, identificada de ahora en adelante como FA (por la sigla en inglés de Fluctuating

Asymmetry). A menudo la FA es la herramienta más utilizada para estimar la ED,

entendiendo la asimetría fluctuante como la medida de pequeñas desviaciones al azar que

ocurren entre el lado izquierdo y derecho de los rasgos bilateralmente simétricos (ibíd.).

Definiciones como la de Graham et al (2010) explican que “la asimetría fluctuante consiste

en desviaciones aleatorias de la simetría perfecta en las poblaciones de organismos. Es una

medida del ruido del desarrollo, que refleja el estado promedio de adaptación y co-adaptación

de la población. Además, aumenta con el estrés ambiental y genético, aunque las respuestas

son a menudo inconsistentes” (466).

Aunque la FA es el instrumento por excelencia para valorar la ED, en esencia, esta medida da

cuenta de la inestabilidad del desarrollo (ID) o el ruido del desarrollo (RD). Así, cuando se

evalúan los diferentes niveles de estrés ambiental y el nivel de AF supera el valor esperado,

11

se pondría a prueba la aseveración de que la asimetría fluctuante es un indicador general y

sensible del estrés del desarrollo. En suma, en términos morfológicos, la ID supondría los

cambios más notorios como respuesta a la perturbación a la que el organismo no pudo

responder (Markow, 1995; Klingenberg, 2003; Nijhout y Davidowitz, 2003; Van Dongen,

2006).

1.8.Asimetría direccional

Por otro lado, otro tipo de asimetría es la asimetría direccional (DA, por la sigla en inglés de

Direccional Asymmetry), que, al igual que la FA se define en términos del desarrollo

direccional de un rasgo bilateral a través de uno de los planos de simetría, es decir, es el

desarrollo con lateralidad de un rasgo biológico que produce cambios métricos de un lado

respecto al otro (izquierda respecto a derecha o al revés). Sin embargo, la DA “ha sido

empleada principalmente para realizar inferencias acerca del comportamiento y estilo de

vida, en particular del tipo y nivel de movilidad” (Lotto & Béguelin, 2014). Por ejemplo, la

DA puede resultar de la acción diferencial de un lado sobre el otro, es decir, producto del

estrés mecánico asociado a estilos o condiciones de vida y trabajo, así como puede ser el

resultado de factores como la regulación hormonal y la variación genética, especialmente

visible en las extremidades y huesos largos (Van Dongen et al, 2014). Acerca de cómo las

poblaciones humanas presentan rasgos comunes en la expresión de la DA, hay estudios que

señalan que dichas características pueden haberse establecido de forma muy temprana en el

linaje humano (Trinkaus et al., 1994; Auerbach y Ruff, 2006). Finalmente, ya que la DA se

encuentra asociada a patrones de actividad, sería de esperarse encontrar diferencias

poblacionales que den muestra de la interacción de cada grupo social con su medio.

En resumen, es necesario distinguir en un primer momento dos tipos de asimetría: la

fluctuante y la direccional. En la asimetría fluctuante, la ventaja de un lado del cuerpo sobre

el otro es aleatoria, y la diferencia media entre los lados es cero para el total de la población.

En la asimetría direccional, las dimensiones de un lado del cuerpo son consistentemente

mayores que las del otro (Schell et al, 1985:317).

Sin embargo, según Leary y Allendorf (1989) dentro de las asimetrías bilaterales se pueden

distinguir en realidad tres tipos, la asimetría direccional, la antisimetría y la asimetría

fluctuante, cada una se diferencia en la distribución de los valores derecha-izquierda de un

12

rasgo entre los individuos, a su vez, ofrece una explicación que no es mutuamente excluyente

de otras al decir que “los diferentes tipos de asimetría son producidos por diferentes

mecanismos fisiológicos que operan para controlar el desarrollo de estructuras particulares”

(216). Por último, entonces, se dice que la asimetría direccional existe cuando un rasgo de

un lado de los individuos generalmente tiene un valor mayor que su contraparte, aquí, por

“generalmente” también se entiende que siga un patrón, mientras que la antisimetría existe

cuando la asimetría es la norma, pero el lado que contiene el rasgo más grande varía.

Finalmente, la asimetría fluctuante es el resultado de la incapacidad de los seres vivos para

experimentar un desarrollo idéntico en ambos lados del cuerpo. Esta conceptualización es la

más encontrada y es apoyada por otros autores (Palmer y Strobeck, 1986; Palmer y Strobeck,

1994; Palmer y Strobeck, 2001; Markov, 1995; Graham, 2010). Tanto la asimetría

direccional como la antisimetría son resultado de un desarrollo normal, de forma que, por

contraposición no son útiles como indicadores de desarrollo perturbado, aunque también

deben ser analizadas en el proceso en busca de la asimetría fluctuante y su magnitud.

Figura 1. Tipos de asimetría bilateral: a) asimetría fluctuante, b) asimetría direccional, c) antisimetría. Imagen

tomada de Palmer (1994).

1.9.Ecología humana y salud

Al tomar en cuenta el entorno como una variable de posible influencia en la incidencia de la

asimetría corporal, se debe tener en consideración la salud como un producto o resultado de

factores tales como la disponibilidad de alimentos nutritivos, agua saludable, medio ambiente

higiénico, vivienda apropiada, condiciones de trabajo exentas de riesgo y la existencia de un

sistema de atención de salud eficaz y orientado hacia la prevención (Acuña, 1982).

Asimismo, la salud de una población y sus regularidades o irregularidades en el desarrollo de

13

los individuos, constituye la expresión de determinantes y condicionantes de carácter

biológico, ambiental y social tanto históricos como presentes. Dichos condicionantes, no son

mutuamente excluyentes, se combinan y demuestran que la salud debe ser entendida como un

fenómeno multifactorial o multicausal. Algunas de las formas de abordar el problema de la

salud tales como la de Castellanos (1992) se han hecho populares y tienen mayor sustento

teórico al proponer “identificar los perfiles diferenciales de daños a la salud en grupos

poblacionales, esta propuesta incluye las condiciones ambientales (dimensión ecológica),

dentro de las condiciones de vida y considera explícitamente que los daños a la salud son

resultantes tanto de la dinámica interna de estas dimensiones, como de las respuestas sociales

ante procesos de cambio” (citado por Rojas, 1998:704). Así, cuando se evalúan las

condiciones de vida de un grupo determinado, es posible identificar modelos ecológicos de

una población.

1.10. Relación salud-enfermedad y cultura

De esta forma, resulta inobjetable la relación salud-enfermedad y cultura, a partir de la cual

la antropología médica ha desarrollado teorías aplicando conceptos como “bienestar”,

“malestar” y “estar enfermo” (Greifeld, 2010). Por esta razón, es importante “recordar el

nexo entre la ciencia médica y la cultura, así como el hecho de que aquella sea el producto

social de las circunstancias históricas de diversa índole (social, económica, política y

científica) que han impulsado su desarrollo” (Devillard, 1990:81). En resumen, uno de los

grandes aportes del análisis proveniente de la antropología de la enfermedad es la premisa de

que la realidad orgánica es distinta de la forma en que la sociedad y el cuerpo médico la

percibe, la reconoce y la identifica como estado de salud o de enfermedad.

Por otra parte, existe una relación entre factores de riesgo y enfermedad, donde se reconoce

que los factores de riesgo asociados a casi cualquier enfermedad son además de biológicos,

conductuales y sociales. Este es uno de los conceptos desde el cual la antropología médica y

la antropología de la salud, así como la epidemiología avanzan e inician su análisis. Ferrante

y Virgolini (2005) plantean que “la relevancia de cada factor de riesgo dependerá no sólo del

grado de asociación con el daño de salud, sino también de la frecuencia del daño (magnitud),

de su gravedad (complicaciones o letalidad) y de la posibilidad de prevenirlo (vulnerabilidad)

con la acción sobre el factor de riesgo” (221).

14

Desde un enfoque específicamente epidemiológico, el impacto y la intervención deben estar

mediadas por los que Ferrante y Virgolini (2005) llaman “vigilancia epidemiológica”, la cual

se define como la recolección sistemática y continua de información para ser utilizada en el

diseño, monitorización y evaluación de intervenciones en salud pública. A pesar de la

existencia de otros métodos (por ejemplo, la investigación clínica) esta forma de proceder

recurre a métodos de relevamiento que tal vez tienen un menor detalle en la información en

comparación a otros, pero maximizan la validez, confiabilidad y sustentabilidad de las

intervenciones, ya que su objetivo no es precisamente probar hipótesis, sino la búsqueda de

fundamentación para la toma de decisiones. La vigilancia epidemiológica funciona como

guía en proyectos de prevención e intervención de diversas enfermedades. En última

instancia, aquellas conductas catalogadas como factores de riesgo suelen impactar más de

una enfermedad, usualmente dentro del grupo de las enfermedades no transmisibles. De esta

forma, la vigilancia epidemiológica genera la oportunidad de controlar diferentes

enfermedades a través del control de un factor de riesgo.

1.11. Factores de riesgo asociados a la enfermedad cardiovascular

Es ampliamente conocido que la enfermedad cardiovascular es la causa que cobra más vidas

alrededor del mundo, según la OMS. Dentro del conjunto de trastornos comprendidos bajo

este nombre están la hipertensión arterial, la cardiopatía coronaria, la enfermedad

cerebrovascular, la enfermedad vascular periférica, la insuficiencia cardiaca, la cardiopatía

reumática, la cardiopatía congénita y las miocardiopatías. Entre los datos y cifras que

sustentan esta realidad, la Organización Mundial de la Salud (2018) dice que en 2012

murieron 17,5 millones de personas por enfermedades cardiovasculares, lo cual representa el

30% de las defunciones registradas en el mundo, estas enfermedades afectan en mucha

mayor medida a los países de ingresos bajos y medios ya que cerca del 80% de las

defunciones totales por esa causa se producen en dichos países, además, afecta casi por igual

a hombres y mujeres.

A la luz de estos datos, es posible afirmar que la progresión y la gravedad que alcanzan las

enfermedades cardiovasculares está relacionada con la presencia y persistencia de factores de

riesgo a lo largo del tiempo, por ejemplo “se conoce que el proceso ateroesclerótico se inicia

en la infancia y el grado de extensión de las lesiones en niños y adultos jóvenes se

15

correlaciona con la presencia de los mismos factores de riesgo identificados en adultos”

(Subcomisión de Epidemiología y Comité de Nutrición, 2005:262). En suma, la formación

de hábitos a muy temprana edad, los estilos de vida sedentarios y la relación entre riesgos

para la salud y las conductas individuales que anteponen el goce de los beneficios de la

actividad presente sin tener en cuenta los posibles daños a largo plazo convierten este

fenómeno en un problema de salud pública. Cuando un problema alcanza tal dimensión es

necesario crear estrategias para reducir el riesgo, éstas deberían estar basadas en la

combinación de intervenciones más que intervenciones asiladas. Además del modelo

epidemiológico donde la enfermedad se origina por factores ambientales y comportamientos,

existen también modelos sobre el origen fetal de la enfermedad crónica, donde los factores

que perturban el desarrollo prenatal pueden tener incidencia en la vida adulta (Cameron y

Demerath, 2002), principalmente en la enfermedad isquémica de corazón (infarto), los

accidentes cerebrovasculares y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. El modelo del

origen fetal, se ha intentado estudiar también para encontrar claves sobre el origen de la

enfermedad renal crónica, la diabetes y la obesidad. La presente investigación tomará en

cuenta los desórdenes venosos crónicos.

1.12. Clasificación CEAP

La complejidad de los desórdenes venosos y la insuficiencia venosa crónica ha obligado a la

comunidad médica internacional a llegar a ciertos acuerdos acerca del uso de categorías

diagnósticas. Las clasificaciones diagnósticas tienen que especificar parámetros que

suministran datos sobre las características clínicas, los síntomas, la etiología, las alteraciones

anatómicas y los mecanismos fisiopatológicos que presenta un paciente. En la presente

investigación serán tomadas en cuenta las clasificaciones clínicas C1 y C2, que corresponden

a telangiectasias y venas varicosas, respectivamente; el informe de la clase clínica o la forma

de presentación de la patología es el primer paso hacia un plan de tratamiento, de ahí su

importancia. La definición de los signos de identificación de las telangiectasias está dada por

la confluencia de vénulas intradérmicas dilatadas cuyo calibre es inferior a 1mm, mientras

que, de las várices o venas varicosas, la descripción asume que son venas subcutáneas cuyo

diámetro es superior a 3mm en bipedestación, éstas pueden afectar a los troncos safenos, a

sus colaterales y a la red no safena (Perrin, 2006). Otro punto a tomar en cuenta es el hecho

de que la clasificación CEAP (clínica, etiológica, anatómica, fisiopatológica) establece las

16

clasificaciones clínicas por escala de gravedad, de esta forma, C1 y C2 hacen parte del

escalafón más bajo de riesgos. Finalmente, la clasificación CEAP es eficaz en tanto

instrumento estandarizado que mejora el intercambio científico y permite encontrar puntos en

común en diferentes publicaciones (Cairols & Iborra).

2. OBJETIVOS

2.1.General

- Identificar la aparición de asimetría fluctuante y su distribución en la población del

suroeste antioqueño, además, su asociación con los desórdenes venosos crónicos en el

municipio de Jardín, Antioquia.

2.2.Específicos

- Comparar la magnitud de la asimetría fluctuante por distribución geográfica, sexo y

clasificación clínica para los desórdenes venosos crónicos C1 y C2.

- Determinar los patrones de aparición de la asimetría fluctuante para cada grupo de

variables antropométricas (perímetros, alturas óseas y pliegues cutáneos de grasa) y

subgrupos de la muestra basados en la localización geográfica, el dimorfismo sexual

y la presencia de telangiectasias y venas varicosas.

3. METODOLOGÍA

Tipo de estudio: Estudio transversal con análisis cuantitativo y comparativo.

Población: Jardín y Cristianía, suroeste antioqueño.

Contexto

El Municipio de Jardín se encuentra localizado en la región del suroeste del departamento de

Antioquia entre un ramal de la Cordillera Occidental y el Río San Juan. Limita por el occidente

con el Municipio de Andes, por el norte con el Municipio de Jericó, por el oriente con el

Municipio de Támesis y por el sur con el Departamento de Caldas. Su extensión es de 224

kilómetros cuadrados. Su localización le permite tener accidentes orográficos desde 1.500 hasta

3.000 metros de altura sobre el nivel del mar, entre los que sobresale el Alto Ventanas. (Alcaldía

17

de Jardín, 2013). Se encuentra a 134 kilómetros de la capital antioqueña, sus coordenadas son

(N°5°35’58 - O°75°50’05”).

En cuanto a economía, la agricultura, determinada por el cultivo de fríjol, la yuca, la papa y el

maíz, se ha mantenido desde generaciones pasadas. La caña de azúcar sigue conservando

supremacía en el panorama de la producción, con toda su dimensión de cultivo, producción,

transporte, mercadeo y consumo. Esto se encuentra asociado a la existencia de Trapiches

Paneleros en diversos sectores del área rural del territorio municipal, entre los que se destacan el

Trapiche Panelero del Resguardo Indígena de Cristianía.

La diversidad de pisos térmicos, su hidrografía, su ecología vegetal y su capacidad de uso de la

tierra, le proporcionan una gama bastante amplia de posibilidades de producción agropecuaria.

En la actualidad, su principal producto es el café con 1.700 hectáreas de cultivo, seguido del

plátano con proporciones iguales, la caña de azúcar con 45 hect., el lulo con 42 hect., y el fríjol

con un total de 35 hect.

La actividad pecuaria se refiere básicamente a actividades ganaderas, porcícolas, avícolas y

piscícolas. En la cabecera municipal se encuentra el sector representado por confecciones de

ropa, panaderías, talabarterías, carpinterías ebanisterías, etc., los cuales le generan empleo a la

comunidad urbana. Además, se realizan actividades entre sus diferentes procesos mercantiles,

siendo los más importantes restaurantes y cafeterías. Le siguen en su orden: venta en graneros,

salsamentarias y legumbrerías. (Alcaldía de Jardín, 2013)

Por otro lado, la comunidad de Karmata Rúa o Cristianía, posee una población de 1.705

habitantes, según el censo de 2009, agrupados en 380 familias. En términos culturales, pertenece

étnica y lingüísticamente a los embera-chamí del grupo Chocó, resultante de varias migraciones

producidas desde el siglo XIX. La economía de la comunidad incorpora, igual que Jardín, las

mismas actividades productivas de la región, es decir, la siembra del café, la ganadería y en

menor medida el cultivo de caña de azúcar, plátano, maíz, frijol y hortalizas. Dada la distribución

y comercialización de sus productos sólo a nivel regional, son dependientes de la dinámica

económica externa (López, 2011).

18

Figura 2. Ubicación geográfica del municipio de Jardín y el resguardo indígena Cristianía (Karmata Rúa).

Elaboración propia.

Muestra

Está compuesta por 48 individuos del casco urbano del municipio de Jardín y 48 individuos de

Cristianía, de selección aleatoria. Se procuró mantener equivalencia entre la muestra de sexo

masculino y femenino, así, la combinación de ambas muestras está compuesta por 47 hombres y

49 mujeres con edades de 14 a 82 años. Todos los individuos pasaron por procesos de valoración

antropométrica y diagnóstico para desordenes venosos crónicos.

Antropometría

Las variables antropométricas a tener en cuenta en este estudio son: el perímetro máximo del

muslo, perímetro máximo de la pierna, perímetro mínimo de la pierna, altura de la pierna, altura

de la rótula, pliegue del muslo medio y pliegue de la pantorrilla lateral. Se calculó un error

técnico de medida (ETM) para mediciones repetidas y resultó menor al 1%, además, tanto el

cálculo del ETM como el control de estandarización fue realizado por un antropometrista experto

del Laboratorio de Antropología Biológica de la Universidad de Antioquia.

Índices de asimetría fluctuante

En este estudio se emplean cuatro de los índices propuestos por Palmer (1994) para describir la

asimetría fluctuante en una determinada muestra, estos son: FA1, FA4, FA9 y FA10. El índice

19

FA1 es obtenido a partir de la media de la asimetría absoluta |R-L|, es decir, derecha e izquierda,

mientras que, el índice FA4 es la varianza entre (R-L), este a diferencia de FA1 tiene signo, es

decir, retiene información sobre la dirección de la asimetría. El índice FA9 es la correlación entre

derecha e izquierda, es decir, corresponde al porcentaje de variación bilateral que no se debe a la

co-variación positiva. Finalmente, el índice FA10, puede obtenerse de los resultados de un

ANOVA que evalúa el error de medición, la diferencia de tamaño entre individuos y la asimetría

direccional, todo esto para describir la magnitud de la asimetría no direccional después de

sustraer el error de medición.

El índice FA1 es rápido y fácil de obtener, se considera un estimador sin sesgos de la desviación

estándar de la muestra y se recomienda su uso para evaluar la diferencia entre varias muestras,

sin embargo, en caso de que exista asimetría direccional o antisimetría, resulta menos útil y

pierde potencia estadística importante cuando el tamaño y la diferencia entre muestras es

pequeña, además, es sensible a la dependencia de tamaño de |R-L|.

El índice FA4 es más sensible a los valores atípicos que FA1, y es mucho más poderosos cuando

se trata de encontrar las diferencias entre dos muestras, es mucho más eficiente que FA1 para

estimar la variación entre los lados y no se ve sesgado por la asimetría direccional, aun así, las

conclusiones derivadas de este índice deben ser parciales si hay antisimetría presente, este índice

es también sensible a la dependencia de tamaño de |R-L|. Finalmente, uno de los grandes contras

o inconvenientes de este índice es que produce unidades que no son intuitivamente fáciles de

entender, a diferencia de FA1.

El índice FA9 expresa la varianza entre lados como una proporción de la variación total entre los

lados y entre los individuos, este índice no se ve sesgado por la asimetría direccional, Palmer

recomienda no usarlo sino es en conjunto con otros índices ya que es muy dependiente de la

variación del tamaño del rasgo general en la muestra y al igual que los otros índices, las

conclusiones relacionadas con él deben ser parciales si hay antisimetría en la muestra.

El índice FA10 es el único índice que permite separar la varianza del error de medida de la

varianza total entre lados, no se ve sesgado por la asimetría direccional, junto con el índice FA4

es el más poderoso para evaluar diferencias entre dos muestras, sus resultados serán sesgados si

se encuentra antisimetría, además es también sensible a la dependencia de tamaño de |R-L|. Una

de las principales ventajas de este índice es la posibilidad de separar la varianza de la asimetría

20

no direccional, para la interpretación de este índice es necesario tener en cuenta que cuanto

mayor es el error de medición, menor será la confianza en la estimación de la varianza de la

asimetría no direccional. En último lugar, se recomienda usar este índice junto con FA1 y FA4.

Por último, partiendo del supuesto de una distribución normal de las variables, la relación entre

los valores esperados de los índices está dada por: a) una media (R-L) = 0; b) |R-L| no depende

del tamaño de la variable o rasgo; c) el error de medición está ausente (Palmer, 1994). De esta

forma, FA10 = FA4 /2, FA4 = FA5, este último índice se calcula a partir de la sumatoria de (R-

L) al cuadrado dividido por el número de la muestra, dicho procedimiento ofrece un grado más

de libertad que FA4, sin embargo, su cálculo es más complejo y depende del tamaño total de la

muestra y la diferencia entre (R-L). Finalmente se debe tener en cuenta que es esencial para el

estudio de la asimetría fluctuante tener precaución sobre el error de medición ya que este puede

distorsionar las diferencias entre muestras y dar una impresión equivocada de la magnitud de la

variación y la asimetría, esto porque al aumentar el error de medición aumenta también la

varianza sobre la media.

Hipótesis de trabajo.

a. La muestra de Cristianía tiene más asimetría fluctuante como producto de vivir en un

ambiente menos estable y con menor acceso a elementos básicos para la mejora de la

calidad de vida.

b. Los hombres son más asimétricos que las mujeres en la morfología de la extremidad

inferior ya que su proceso de maduración se extiende más en el tiempo y por ello

están expuestos por mayor tiempo a potenciales condiciones ambientales estresantes.

c. Las personas afectadas con telangiectasias son más asimétricas en la extremidad

inferior que las personas que no las padecen, ya que esta condición, aunque es una

enfermedad en un nivel leve, es producto de un desarrollo temprano perturbado.

d. Las personas afectadas por venas varicosas son más asimétricas en la extremidad

inferior que las personas que no las padecen, ya que la enfermedad es producto de un

desarrollo temprano perturbado.

21

Análisis estadístico

Se usó el programa SPSS en la versión 21, dependiendo de la naturaleza de la información y los

resultados esperados a partir de ésta, se usaron estadísticos descriptivos y de frecuencia,

asimismo, se realizaron análisis de varianza (ANOVA) para cada una de las variables

segmentando los datos en pares opuestos (Cristianía/Jardín; masculino/femenino; sanos/no-sanos

a partir de la clasificación clínica C1; sanos/no-sanos para la clasificación clínica C2) que

permitieran la comparación de la varianza en busca de asimetría fluctuante. En el análisis de

varianza se establece como factor aleatorio el lado (L) y factor fijo el individuo (I), haciendo

lectura de la media cuadrática para el error en la intersección, la media cuadrática para la

hipótesis entre individuos, la media cuadrática para la hipótesis de individuo x lado (I x L) y la

media cuadrática para el error de individuo x lado (I x L), estos datos provienen de la prueba de

efectos inter-sujetos. Adicionalmente, se calcularon coeficientes B de una regresión lineal para

cada variable para obtener el índice FA9.

Por otro lado, se usó una plantilla de Excel recomendada por Richard Palmer para el cálculo de

la asimetría fluctuante, la asimetría direccional, la varianza, el error estándar, el error de medida,

la kurtosis, la asimetría y las correcciones secuenciales para la significación conjunta (corrección

de Bonferroni), disponible en línea en http://www.biology.ualberta.ca/palmer.hp/asym/FA/FA-

Refs.htm#tools.

4. RESULTADOS

En las siguientes tablas se encuentran los resultados (tablas 1 a 8) concernientes a la asimetría

direccional, la asimetría fluctuante y su magnitud para cada uno de los subgrupos comparados y

cada una de las variables. En las tablas 1 a 4 se encuentran los datos necesarios para la

interpretación de la asimetría direccional y fluctuante en relación al error de medida de cada

variable antropométrica para Cristianía y Jardín. En las tablas 5 a 8 están consignados los datos

obtenidos para la interpretación de la asimetría fluctuante a partir del empleo de cuatro índices de

asimetría fluctuante propuestos por Palmer (1994).

22

Análisis de la varianza para Jardín y Cristianía

El resultado del análisis de varianza (tabla 1) para las muestras arroja que el pliegue del muslo

medio es el único rasgo evaluado que presenta asimetría direccional (DA) (p < 0,05) para la

muestra de Cristianía, mientras que para la muestra del casco urbano de Jardín las variables

perímetro de la pierna mínima, altura de la pierna y el pliegue de la pantorrilla lateral son los

rasgos con asimetría direccional. En cuanto a la asimetría fluctuante (FA) en relación al cálculo

de error de medida, todas las variables muestran valores muy significativos (p < 0,00001),

indicando que el error es inferior a la magnitud de la asimetría. Además, cinco de siete variables

totales muestran mayor asimetría para Jardín en comparación a Cristianía. Las variables con

mayor asimetría para Jardín son el perímetro del muslo máximo, perímetro de la pierna mínima,

pliegue del muslo medio y el pliegue de la pantorrilla lateral. El rango de diferencias va desde

73,486 a 4,477 para los valores de F en cada variable indicando que la importancia de la

asimetría fluctuante es muy diferente dependiendo de la variable antropométrica considerada;

por otro lado, las dos medidas de altura (altura de la pierna y altura de la rótula) son las únicas

medidas en que Cristianía superan en asimetría fluctuante a Jardín. De esta forma, es posible

afirmar que las variables más confiables para identificar la asimetría en la muestra de Cristianía

son las alturas de la extremidad inferior, mientras que en Jardín son los pliegues y los perímetros.

Análisis de la varianza por sexo

La comparación entre el sexo masculino y el femenino (tabla 2) para ambas muestras indica que

sólo las variables de altura de la pierna y pliegue del muslo medio presentan asimetría

direccional (DA) entre las mujeres (p < 0,05) y ninguna de las siete variables muestra valores

estadísticamente significativos para DA entre los hombres. Nuevamente, todos los rasgos

presentan asimetría fluctuante (FA) (p < 0,00001) que es superior al error de medida. En esta

comparación, cinco de siete variables superan la asimetría FA de los hombres respecto a las

mujeres, de esta forma, para el sexo masculino las variables que exhiben mayor variabilidad en

FA son el perímetro del muslo máximo, perímetro de la pierna máxima, altura de la rótula y el

pliegue de la pantorrilla lateral, quedando así sólo dos variables altura de la pierna y pliegue del

muslo medio como únicas medidas que presentan mayor variabilidad en FA en el sexo femenino.

Las diferencias entre los valores de F son moderados respecto a las diferencias encontradas al

comparar los grupos por localidad, indicando que el lugar de residencia tiene más importancia

23

que el sexo en la expresión de la FA. Así, la mayor diferencia encontrada entre valores de F es de

19,663 o es menor para las demás variables que muestran asimetría.

Análisis de la varianza para población con telangiectasias

Para ambas muestras (tabla 3), la comparación entre individuos sanos e individuos que presentan

telangiectasias (C1) o venas reticulares indica que sólo la variable altura de la pierna dentro del

grupo de los no sanos manifiesta asimetría direccional (DA) (p < 0,05) y ninguna dentro del

grupo de los sanos exhibe dicha característica. Por otro lado, un total de seis variables de siete

muestran asimetría fluctuante (FA) (p < 0,00001) para el grupo de los sanos, quedando una sóla

variable con asimetría para los no sanos. De esta forma, las variables con mayor variabilidad en

FA en la muestra de individuos sanos son el perímetro del muslo máximo, perímetro de la pierna

máxima, altura de la pierna, altura de la rótula, pliegue del muslo medio y pliegue de la

pantorrilla lateral, mientras que, en el grupo de los individuos no sanos, la variable altura de la

pierna es la única que presenta variabilidad, por ende, mayor asimetría fluctuante. La variable

altura de la rótula es la que más variabilidad muestra cuando se comparan los valores de F para

cada grupo, con una diferencia de 26.978 para la variable con mayor asimetría FA, las demás no

superan la diferencia de 14 unidades aproximadamente.

De este análisis de la varianza llama a la atención que sea el grupo de los que no presentan

telangiectasias el que presenta mayor asimetría fluctuante, esto partiendo del supuesto de que un

individuo con asimetría fluctuante será aquel con un desarrollo perturbado e inestable en los

miembros inferiores, y las telangiectasias de los miembros inferiores podrían ser consecuencia de

la misma inestabilidad dando mayor oportunidad al DVC, dada la incapacidad del fenotipo para

responder y corregir las consecuencias del estrés ambiental. No obstante, no se tuvo en cuenta si

había venas reticulares en una o en las dos extremidades, por ello como limitación del presente

estudio, hay que tener en cuenta que no se ha abordado directamente la asimetría de la

enfermedad, sino la de la morfología de la extremidad inferior.

Análisis de la varianza para población con várices

El análisis de varianza entre individuos no afectados e individuos con diagnóstico de venas

varicosas (tabla 4), C2 en la clasificación CEAP, obtuvo como resultado que el pliegue del muslo

medio es la única variable con asimetría direccional (DA) y ocurre en el grupo de los sujetos con

24

varices (p < 0,05), mientras que ningún otro rasgo muestra esta distribución entre los no

afectados de DVC. Todas las variables dan valores estadísticamente muy significativos (p <

0,00001) para la aparición de asimetría fluctuante (FA), donde cinco de siete variables, en total,

muestran al grupo de afectados por encima de los no afectados por várices en términos de

variabilidad en FA. El perímetro del muslo máximo, perímetro de la pierna máximo, altura de la

rótula, pliegue del muslo medio y pliegue de la pantorrilla lateral son las medidas con valor F

más alto entre los afectados, el rasgo con mayor asimetría fluctuante en relación al cálculo de

error de medida es la altura de la rótula con una diferencia de aproximadamente 29 unidades de F

entre ambos grupos. Las variables perímetro mínimo de la pierna y altura de la pierna son las

únicas variables en las que el grupo de los sanos supera la variabilidad en la evaluación de

asimetría fluctuante.

Análisis de asimetría fluctuante a partir de índices de asimetría para la Jardín y Cristianía

En términos de comparación, la valoración de asimetría fluctuante para las muestras de Cristianía

y Jardín (tabla 5) deja como resultado que el cálculo del índice FA10 pone a Jardín por encima

de Cristianía en términos de variabilidad de FA con cinco de siete variables en total, con valores

mayores para la asimetría no direccional; las variables perímetro del muslo máximo, perímetro

de la pierna máximo y mínimo, altura de la pierna y pliegue de la pantorrilla lateral son las

medidas que muestras más asimetría para Jardín, mientras que Cristianía sólo supera a Jardín en

asimetría en las variables altura de la rótula y pliegue del muslo medio. Sin embargo, el error de

medida para este último rasgo es ligeramente más alto que el error de medida para los demás, lo

que conlleva una menor confianza en la estimación de la varianza. El patrón de distribución por

variable de la asimetría fluctuante se acerca bastante al índice FA1 donde cuatro de siete

variables aún muestran a Jardín como la muestra con mayor variabilidad, sin embargo, en este

índice de asimetría, el patrón de asimetría para Jardín se centra en los perímetros y el pliegue de

la pantorrilla lateral mientras que en Cristianía el patrón corresponde a variables de altura de la

pierna y el pliegue del muslo medio. Por otro lado, el cálculo de asimetría fluctuante con el

índice FA4 confirma la predominancia de la asimetría para la muestra de Jardín, pero, con un

total de seis de siete variables permitiría afirmar que la asimetría afecta el miembro inferior de

forma extensa, es decir, afectaría perímetros, alturas y pliegues al mismo tiempo, aunque, el error

de medida para el pliegue del muslo medio en Jardín es relativamente más alto que en las demás

25

variables. Cristianía supera únicamente en el perímetro del muslo máximo a la asimetría de

Jardín. Para el índice de asimetría FA9 calculado a partir de la pendiente de una regresión lineal,

aunque se obtienen valores bajos, las variables más confiables para buscar asimetría en la

muestra de Cristianía serán el perímetro de la pierna mínima y el pliegue de la pantorrilla ambos

con coeficientes B de 0,069, mientras que, para la muestra de Jardín, las variables más confiables

serán el perímetro del muslo máximo con coeficiente B de 0,060 y la altura de la pierna con

0,037. Para esta comparación los índices FA1 y FA10 apoyarían conjuntamente la validez de un

patrón de asimetría para ambas muestras.

Análisis de asimetría fluctuante a partir de índices de asimetría por sexo

El análisis de asimetría fluctuante (tabla 6) para hombres y mujeres de las muestras de Cristianía

y Jardín a partir del índice FA10 muestra que los individuos de sexo femenino exhiben mayor

variabilidad en las medidas y con un total de cinco de siete variables en total, con valores más

elevados de FA que superan a los individuos de sexo masculino, así, las medidas perímetro del

muslo máximo, perímetro de la pierna máximo, altura de la pierna, pliegue del muslo medio y

pliegue de la pantorrilla lateral serían los rasgos que varíen con mayor frecuencia en la asimetría

fluctuante de las mujeres, por otro lado, la asimetría del grupo masculino sólo supera a su

opuesto en las variables perímetro de la pierna mínima y altura de la rótula, sin embargo, en el

grupo femenino, la variable que menor confianza muestra para la estimación de la varianza es el

pliegue del muslo medio, ya que su error de medida es ligeramente más elevado a los demás.

Mostrando concordancia entre los índices de asimetría entre el cálculo de FA10, y FA1, aunque

con diferente magnitud, las mismas variables con FA se mantienen con los dos índices, sin

embargo, ninguno de los dos permite identificar un patrón ya que, para el grupo de las mujeres,

la asimetría está presente en dos de tres perímetros, en una sola altura de dos posibles, y está

presente en ambos pliegues, de igual forma, para los hombres la asimetría está únicamente

presente en un perímetro (pierna mínima) y una altura (altura rótula). El índice de asimetría FA9

muestra valores bajos para ambos sexos, sin embargo, las cifras son ligeramente más altas para

los hombres donde el perímetro de la pierna mínima y el pliegue de la pantorrilla lateral tienen

un coeficiente B de 0,080 y 0,093, respectivamente. Para el grupo de las mujeres las variables

con valores más altos son el perímetro del muslo máximo y la altura de la rodilla, con valores

para coeficientes B de 0,073 y 0,024, en el mismo orden. Finalmente, el índice FA4 pone de

26

nuevo al grupo femenino por encima del masculino en términos de variabilidad de FA con

valores para las variables perímetro del muslo máximo, altura de la rótula y ambos pliegues por

encima de los valores para el grupo de los hombres, que sólo sobrepasa en las variables altura de

la pierna, y perímetros máximo y mínimo de la pierna, no obstante, al igual que en la tabla

anterior (tabla 5), el error estándar del pliegue del muslo medio para el grupo con mayor

asimetría es ligeramente más alto que los demás. Para esta última evaluación tampoco hay un

patrón constante en el tipo de variables dónde hay asimetría fluctuante.

Análisis de asimetría fluctuante a partir de índices de asimetría para población con

telangiectasias

La tabla 7 se analiza a la luz de la hipótesis de trabajo que afirma que un individuo con C1 será

aquel cuyo desarrollo del miembro inferior estuvo más perturbado, en este caso, el diagnóstico

corresponde a la aparición de telangiectasias. Siguiendo esta lógica, el análisis de asimetría

resultante de la aplicación del índice FA10 contradice dicha presunción: un total de seis variables

entre siete en total muestran una mayor asimetría para el grupo de los individuos sin C1 sobre los

afectados con C1, la única variable con asimetría no direccional que excede el valor para este

último grupo es el perímetro de la pierna mínima, según este resultado, el patrón de distribución

de asimetría fluctuante en el miembro inferior de individuos sanos afectaría los dos perímetros

máximos, alturas y pliegues de la pierna, aunque, por otro lado, los resultados para la asimetría

fluctuante bajo el índice FA1 sustentan la hipótesis inicial de que los individuos con C1 sí

exhibirían una propensión a la asimetría asociada a la enfermedad, de esta forma, cuatro de siete

variables tienen valores superiores a los de los individuos no afectados, las tres variables de

perímetros más el pliegue de la pantorrilla lateral, mientras que, para los individuos no afectados,

la asimetría fluctuante sería más fácilmente identificable en las dos variables de altura y el

pliegue del muslo medio. El uso del índice FA4 contradice de nuevo la hipótesis guía, dejando

así al grupo de los no afectados por encima de los afectados como el grupo con más variabilidad

en cinco variables, pero, en este caso, se presenta por bloques, de forma que la asimetría se

evidencia en las tres variables de perímetros y en las dos de pliegues cutáneos, dejando a las

alturas como las únicas variables con asimetría fluctuante para el grupo de los afectados por C1,

por otro lado, el error estándar de (R+L)/2 para la variable pliegue del muslo medio en ambos

grupos de comparación es levemente más alto que para las demás variables, lo que hace que este

27

rasgo no sea confiable para la estimación de la varianza, lo mismo pasa con la variable altura de

la pierna entre los no sanos. En último lugar, la aplicación del índice FA9 presenta valores muy

bajos para los coeficientes B, para el grupo de los individuos sanos las variables con mayor

poder explicativo serían el perímetro del muslo máximo y el pliegue de la pantorrilla latera, con

valores B de 0,064 y 0,050 respectivamente, mientras que para los afectados con C1, son el

perímetro de la pierna mínima y el pliegue de la pantorrilla. El análisis final no permite

establecer un patrón en común entre los cuatro índices para la asimetría fluctuante en la muestra.

Análisis de asimetría fluctuante a partir de índices de asimetría para población con várices

El análisis de la tabla 8 corresponde al diagnóstico de la presencia de venas varicosas, al igual

que la tabla anterior (tabla 7), es analizada bajo la hipótesis de trabajo que dice que un individuo

afectado por C2 será aquel cuyo desarrollo estuvo más perturbado, por ende, será quien más

asimetría manifieste en los miembros inferiores. Según el índice FA10, el grupo con mayor

asimetría es el de los C2, donde cinco de siete variables tienen valores más elevados en la

columna de asimetría no direccional, el patrón de distribución identificado es: ambos pliegues

cutáneos, dos de tres perímetros de pierna y en una altura. Las únicas variables en la que el grupo

de los no afectados supera en asimetría FA a su contrario son el perímetro de la pierna mínima y

altura de rótula, en términos generales, este método sustenta la hipótesis inicial. La aplicación

del índice FA1 confirma la variabilidad de los afectados por encima de los sanos con un total de

seis variables con valores más elevados, pero en esta ocasión, el patrón de aparición de asimetría

corresponde a los dos pliegues cutáneos, dos alturas y dos perímetros de la pierna, dejando al

perímetro de la pierna mínima como la única variable que supera en asimetría al grupo de los que

tienen C2. El empleo del índice FA4 muestra cuatro de siete variables con valores más altos, los

rasgos perímetro del muslo máximo, perímetro de pierna máxima y mínima junto con el pliegue

de la pantorrilla lateral son las variables donde mayor asimetría se encuentra entre el grupo de los

sujetos con C2, mientras que para los sanos estos valores se sitúan en las variables altura de la

pierna, altura de rótula y pliegue del muslo medio. El patrón de distribución de asimetría de este

índice aparece un poco más claro que para FA10 y FA1 ya que aparece en bloques, así, actúa al

mismo tiempo en todas las alturas o en todos los perímetros, de igual modo, hay que tener en

cuenta que para el grupo de los no afectados, el pliegue del muslo medio tiene un error estándar

más alto que en el resto de las variables, lo mismo que el perímetro del muslo medio, altura de la

28

pierna, pliegue del muslo medio y pliegue de la pantorrilla para el grupo de los sujetos con C2.

Para finalizar, el análisis de FA9 deja como resultado que las variables perímetro del muslo

máximo y pliegue de la pantorrilla lateral son las únicas con valores significativos para la

asimetría en ambos grupos, aunque, de nuevo, los coeficientes B arrojan valores muy bajos y

poco significativos en la regresión lineal.

5. DISCUSIÓN

5.1. Asimetría del miembro inferior del cuerpo humano entre las poblaciones (distribución

geográfica o por localidad)

La comparación de los análisis de la varianza para las muestras del casco urbano de Jardín y

Cristianía indican que Jardín exhibe un mayor nivel de asimetría fluctuante. Para este conjunto

de análisis, todas las variables tienen valores muy significativos (p < 0,00001), sin embargo, las

variables perímetro máximo del muslo, perímetros mínimo y máximo de la pierna, pliegue del

muslo medio y pliegue de la pantorrilla lateral son los que muestran un valor más elevado en F

indicando de esta forma una variabilidad más alta (tabla 1), mientras que para la población

indígena de Cristianía, los valores sólo son más altos para las variables de alturas de la

extremidad inferior, es decir, altura de pierna y rótula. Este sería entonces uno de los posibles

patrones de distribución en la geografía del suroeste. Los resultados observados difieren

parcialmente de lo esperado, ya que se partía del supuesto de una probabilidad más alta de

asimetría fluctuante para los indígenas en todas las variables, basado en el hecho de habitar un

ambiente menos estable en relación a la calidad de vida y el acceso a elementos básicos para la

vida. No obstante, este grupo sólo presenta asimetría fluctuante significativa para las alturas

óseas, esto implica que, a pesar de tener una asimetría menos extensa en el miembro inferior, el

fenómeno está presente en estructuras más difíciles de modificar dado su origen desde momentos

más tempranos del desarrollo, mientras que, Jardín tienen mayor número de variables que

manifiestan asimetría, sin embargo, son variables altamente modificables por procesos

postnatales relacionados con el estilo de vida.

Una posible explicación en referencia a la alta asimetría para Jardín está relacionada con la

pérdida de variabilidad genética en un grupo, así, una reducción en el número de individuos por

29

fenómenos de cuello de botella (Leary y Allendorf, 1989) o incluso, por endogamia entre éstos

sería el origen de la asimetría, ya que, la perdida de variabilidad también se interpreta como parte

de un desarrollo perturbado. Además, la población amerindia probablemente más adaptada

genéticamente al medio posee seguramente un desarrollo más estable en los tejidos del cuerpo

excepto en el esqueleto.

Por otro lado, los análisis de asimetría resultante de la aplicación los diferentes índices de

asimetría fluctuante confirma a Jardín como el grupo con mayor asimetría fluctuante, donde, los

índices FA1 y FA10 muestran un patrón de aparición relativamente similar al que mostraba el

análisis de varianza, mientras que, para el índice FA4 el patrón es aún más claro y la asimetría se

manifiesta en todas las variables, excepto el perímetro máximo del muslo donde el valor de

NxSE2 es superado por el valor para la misma variable en la muestra de Cristianía. (Tabla 5)

En último lugar, el análisis para la asimetría direccional en ambos grupos deja como resultado

que hay asimetría direccional en todas las variables, pero no es una asimetría significativa. Sin

embargo, en Cristianía, la única variable que muestra dicha distribución de forma significativa es

el pliegue del muslo medio (P < 0,05), mientras que, para Jardín, las variables perímetro mínimo

de la pierna, altura de la pierna y pliegue de la pantorrilla lateral son las que tienen de forma

inequívoca asimetría direccional (P < 0,05). Estas diferencias se pueden explicar a partir de la

diferencia postnatal en estilos de vida, actividad física, entre otros (Tabla 1).

5.2.Asimetría del miembro inferior por sexo

La comparación entre sexos deja como resultado al grupo de sexo masculino como el conjunto

con mayor asimetría fluctuante. Al igual que en el análisis de la varianza para Cristianía y Jardín,

todas las variables tienen valores estadísticamente significativos, pero aquellas con valores F más

elevados para el grupo de los hombres son los tres perímetros para el miembro inferior, es decir,

perímetro máximo del muslo, perímetros máximo y mínimo de la pierna, seguido de altura de la

rótula y el pliegue de la pantorrilla lateral, de forma que las mujeres en la muestra superan a los

hombres sólo en las variables altura de la pierna y pliegue del muslo medio (Tabla 2). El patrón

de distribución para este caso es claro sólo para las variables de perímetros. Los resultados

obtenidos sustentan lo esperado ya que, dados los procesos de maduración en los hombres, éstos

30

tardan más en alcanzar el pico de estabilidad en los procesos de crecimiento y maduración, lo

que, a su vez, dejaría a este grupo expuesto por mucho más tiempo al estrés ambiental. En la

otra mano, la asimetría fluctuante en el sexo femenino podría ser producto del envejecimiento

por el tipo de variables afectadas.

En contraposición a lo dicho, el análisis de asimetría fluctuante a partir de los cuatro índices

propuestos por Palmer (1994) arroja como resultado lo contrario, aquí, el grupo con mayor

asimetría fluctuante es el de sexo femenino confirmado por los índices FA1, FA4 y FA10. Aquí

el patrón de distribución coincide para FA1 y FA10, pero es completamente diferente para FA4,

así, las únicas variables que aparecen como asimétricas en los tres índices son el perímetro

máximo del muslo y los dos pliegues cutáneos (Tabla 6). La lectura de los datos es poco

interpretable dado que el ANOVA y los índices producen resultados opuestos.

Para la asimetría direccional, sólo tienen valores significativos (P < 0,05) las variables altura de

la pierna y pliegue del muslo medio en la muestra de sexo femenino. Finalmente, ninguna

variable tiene valor P significativo para el grupo de sexo masculino. Las diferencias de

distribución en relación a la asimetría direccional para ambos grupos pueden explicarse gracias a

los estilos de vida y los patrones de acumulación de grasa en el caso del pliegue cutáneo (Tabla

6).

5.3.Asimetría del miembro inferior en relación a la salud/enfermedad

- Telangiectasias (C1)

Los resultados del análisis de la varianza para la muestra de individuos que presentan o no

telangiectasias o venas reticulares, en principio, contradicen por completo la hipótesis de trabajo

acerca la presunción del grupo afectado como el más asimétrico. La evaluación deja como

resultado que las variables perímetro máximo del muslo, perímetro máximo de la pierna, altura

de la pierna, altura de la rótula, pliegue del muslo medio y pliegue de la pantorrilla lateral son los

rasgos donde se manifiesta asimetría muy significativa (P < 0,00001) en los sanos, dejando así la

variable perímetro de la pierna mínima como la única con valores elevados de asimetría para los

afectados con C1 (Tabla 3). La única explicación posible acerca de este resultado puede

conectarse con la etiología misma de las venas reticulares, ya que éstas son venas superficiales

31

con diámetros de aproximadamente 1mm y no deberían intervenir en la modificación de

estructuras morfológicas que forman el miembro inferior, asimismo, la aparición de estas venas

está relacionada con el proceso de envejecimiento y las exigencias laborales de los individuos.

Los resultados del uso de los índices de asimetría FA4 y FA10 para la muestra de C1 confirma

los resultados del análisis de la varianza, únicamente el FA1 arroja resultados que sustentan la

hipótesis de trabajo (Tabla 7). Bajo el índice FA1, el patrón de distribución está relacionado con

las tres variables de perímetros y un pliegue cutáneo. Tanto los resultados de ambos

procedimientos como el hecho de que éstos contradigan la hipótesis inicial contribuyen a que las

conclusiones acerca de este fenómeno sean de un valor explicativo bajo.

Finalmente, el análisis de asimetría direccional para este grupo de comparación deja como

resultado que sólo la variable altura de la pierna tiene valores significativos para el grupo de los

afectados por C1 (P < 0,05), mientras que, para el grupo de los sanos, la variable pliegue del

muslo medio es la única en acercarse a la asimetría direccional con un valor justo en el límite

(Tabla 3).

- Varices (C2)

A diferencia de los resultados obtenidos para C1, los resultados de la comparación del análisis de

varianza para el diagnóstico de venas varices (C2) sustentan la hipótesis inicial, dejando el grupo

de los enfermos como la muestra más asimétrica. Todas las variables tienen valores

estadísticamente muy significativos para la aparición de asimetría fluctuante (P < 0,00001), sin

embargo, para la muestra de los sujetos con C2, las variables perímetro máximo del muslo,

perímetro máximo de la pierna, altura de la rótula, pliegue del muslo medio y pliegue de la

pantorrilla lateral son las medidas cuyos valores F sobrepasan a la muestra de individuos sanos

(Tabla 4), estos últimos solo sobrepasan en asimetría a la muestra de sujetos afectados por

várices en las variables perímetro mínimo de la pierna y altura de la pierna.

El análisis de la asimetría fluctuante a partir de los índices FA1, FA4, FA9 y FA10 confirma y

sustenta la hipótesis acerca de cómo la enfermedad y la asimetría son producto de un desarrollo

temprano perturbado. La distribución de la asimetría para la muestra de individuos con C2 para

los índices FA1 y FA10 es similar, aunque FA1 tiene un patrón más claro, fácil de interpretar,

donde dos perímetros máximos, alturas y pliegues cutáneos presentan asimetría al mismo tiempo,

32

aunque, por otro lado, el índice FA4 a partir del cálculo de NxSE2 ofrece otro patrón de

distribución posible pero cercano donde, los perímetros máximo y mínimo de la pierna, junto con

el perímetro máximo de muslo y el pliegue de la pantorrilla poseen asimetrías pero no detecta

asimetría en las alturas de la pierna. Cuando es posible identificar un patrón de distribución es

más factible pensar que la asimetría fluctuante está asociada con los periodos más tempranos de

la vida, es decir, prenatal y perinatal, a su vez, es posible afirmar que asimetría y enfermedad

pueden aparecer a causa del estrés ambiental (Tabla 8).

Para terminar, todas las variables presentan asimetría direccional, pero, sólo la variable pliegue

del muslo medio tiene un valor significativo (P < 0,05) para la muestra de los individuos

afectados con C2 (Tabla 4).

6. CONCLUSIONES

En términos generales, la exploración poblacional en busca de asimetría fluctuante (FA) para las

muestras de Jardín y Cristianía, tanto por análisis de la varianza como por índices de asimetría,

deja a la muestra de Jardín como más asimétrica, con una tendencia en la manifestación en

perímetros y pliegues cutáneos del miembro inferior, mientras que para Cristianía, se produce en

alturas óseas. Este fenómeno tiene un posible origen en procesos de endogamia existentes en

ambas poblaciones, pero con distribución diferente. En cuanto al dimorfismo sexual, el grupo de

los hombres es el más asimétrico bajo el análisis de la varianza, sin embargo, son las mujeres las

más asimétricas bajo los índices de asimetría, lo que indica que, por procesos de maduración que

se prolongan en el tiempo, los hombres están más expuestos al estrés ambiental y tendrán más

asimetría, además, los resultados en índices indican que éstos son sensibles a la variabilidad

femenina y deben ser usados con cuidado. Los resultados para la población afectada por

telangiectasias o venas reticulares no muestran mayor asimetría que aquellos que no las

presentan, una posible explicación para esto es que la naturaleza misma de este desorden venoso

clínico indica que son venas con 1mm de diámetro aproximadamente, son asintomáticas y no

están directamente relacionadas con el padecimiento de otras complicaciones venosas, razón por

la cual no tendrían por qué intervenir en la modificación de estructuras morfológicas como

huesos, músculo o tejido adiposo. Por otro lado, el resultado para la población afectada por

várices muestra mayor asimetría fluctuante por encima de quienes no están afectados por ambos

33

métodos exploratorios, es decir, análisis de la varianza e índices de asimetría, por esto, es posible

plantear que la asimetría fluctuante y la enfermedad podrían tener un origen temprano.

Finalmente, en relación a la lectura de resultados y la identificación de patrones de distribución

de la asimetría fluctuante, los índices FA1 y FA10, en la mayoría de los casos, siguen el mismo

patrón, asimismo, ofrecen los resultados de más fácil comprensión y poder explicativo, mientras

que, el índice FA9 siempre resulta en valores bajos y con poco poder predictivo de la asimetría

fluctuante.

El estudio de la asimetría fluctuante es una cuestión de alto interés para los profesionales en

ciencias biológicas y ecología, aportando datos relativos a la estabilidad y el ruido del desarrollo

al que se ven sometidas las poblaciones naturales, sin embargo, el estudio de este tema en la

antropología física, aunque existente, es relativamente escaso, además de esto, no se cuenta con

métodos estandarizados que permitan llegar a conclusiones comunes o permitan la comparación

de resultados entre diferentes fenómenos y poblaciones, a pesar de que existan manuales de

métodos y técnicas que invitan a la investigación sobre el tema. Más aún, no existen estudios de

asimetría fluctuante que relacionen las enfermedades cardiovasculares y los desórdenes venosos

crónicos con la manifestación de asimetría de este tipo, por estas razones, los resultados

obtenidos en este estudio son un acercamiento preliminar a la forma en que se puede abordar esta

temática desde una perspectiva antropológica.

La utilidad del conocimiento de la asimetría trasciende en el estudio del cuerpo desde una

perspectiva estética donde la simetría es una expresión cercana a la belleza y la perfección.

Dicho fenómeno también habla de la forma en que genotipo y medio ambiente interactúan y

como cada pequeña desviación del fenotipo “ideal” cuenta, tanto a nivel individual como

poblacional, las consecuencias de las fuerzas ambientales y la capacidad de corrección y

adaptación de cada grupo poblacional.

34

7. TABLAS DE RESULTADOS

Tabla 1. Resumen del análisis de la varianza (ANOVA) para Cristianía y el casco urbano de Jardín *= 1 si es bilateral Niveles de significancia del modelo mixto

Lados (L) Individuo*interacción (I * L) Error de medida Lados=DA Individuos FA> Error

medida

Muestra Variable MC gl MC gl MC gl MC gl F P F P** F P**

Cri

stia

nía

Muslo_Max 3,104 1 248,007 47 2,459 47 0,210 192 1,262 0,267 100,856 0,00001 11,729 0,00001

Pierna_Max 0,061 1 55,716 47 1,121 47 0,189 192 0,055 0,816 49,700 0,00001 5,935 0,00001

Pierna_Min 1,488 1 11,461 47 0,491 47 0,086 192 3,033 0,088 23,365 0,00001 5,692 0,00001

Altura_Pierna 2,153 1 183,575 47 1,980 47 0,094 192 1,087 0,302 92,699 0,00001 21,163 0,00001

Altura_Rod 0,856 1 57,547 47 3,3 47 0,091 192 0,259 0,613 17,438 0,00001 36,317 0,00001

Pliegue_MusMed 72,802 1 662,089 47 7,156 47 1,867 192 10,174 0,003* 92,522 0,00001 3,833 0,00001

Pliegue_Pant 1,280 1 176,111 47 3,028 47 0,485 192 0,423 0,519 58,161 0,00001 6,246 0,00001

Jard

ín

Muslo_Max 0,001 1 98,674 47 3,167 47 0,037 192 0,000 0,984 31,155 0,00001 85,215 0,00001

Pierna_Max 1,1517 1 63,224 47 1,205 47 0,162 192 1,259 0,268 52,485 0,00001 7,451 0,00001

Pierna_Min 5,420 1 24,013 47 0,689 47 0,025 192 7,871 0,007* 34,870 0,00001 27,498 0,00001

Altura_Pierna 14,089 1 255,654 47 2,258 47 0,137 192 6,241 0,016* 113,244 0,00001 16,431 0,00001

Altura_Rod 2,84 1 83,445 47 1,72 47 0,063 192 1,651 0,205 48,513 0,00001 27,163 0,00001

Pliegue_MusMed 0,493 1 682,122 47 2,580 47 0,063 192 0,191 0,664 264,401 0,00001 40,794 0,00001

Pliegue_Pant 15,886 1 258,493 47 2,654 47 0,036 192 5,986 0,018* 97,400 0,00001 73,551 0,00001

MC: Media cuadrática; gl: grados de libertad; DA: Asimetría direccional (Direccional asymmetry, en inglés); FA: Asimetría fluctuante (Fluctuating asymmetry,

en inglés) * P < 0,05; ** P < 0,00001. Elaboración propia.

35

Tabla 2. Resumen del análisis de la varianza (ANOVA) por sexo *= 1 si es bilateral Niveles de significancia del modelo mixto

Lados (L) Individuo * interacción (I *

L)

Error de medida Lados=DA Individuos FA> Error medida

Muestra Variable MC gl MC gl MC gl MC gl F P F P** F P**

Mas

culi

no

Muslo_Max 1,084 1 168,489 46 1,655 46 0,060 188 0,655 0,423 101,825 0,00001 27,410 0,00001

Pierna_Max 0,414 1 73,282 46 0,881 46 0,069 188 0,469 0,497 83,142 0,001 12,707 0,00001

Pierna_Min 0,036 1 22,340 46 0,813 46 0,048 188 0,045 0,834 27,472 0,00001 16,893 0,00001

Altura_Pierna 0,077 1 204,513 46 2,072 46 0,155 188 0,037 0,848 98,715 0,00001 13,390 0,00001

Altura_Rod 2,252 1 51,565 46 3,229 46 0,075 188 0,697 0,408 15,968 0,00001 42,840 0,00001

Pliegue_MusMed 1,609 1 162,694 46 2,881 46 0,604 188 0,558 0,459 55,475 0,00001 4,768 0,00001

Pliegue_Pant 1,103 1 61,547 46 1,629 46 0,037 188 0,677 0,415 37,778 0,00001 44,322 0,00001

Fem

enin

o

Muslo_Max 7,833 1 211,765 48 3,802 48 0,184 196 2,060 0,158 55,697 0,00001 20,678 0,00001

Pierna_Max 4,384 1 55,619 48 1,365 48 0,277 196 3,210 0,079 40,733 0,00001 4,032 0,00001

Pierna_Min 0,829 1 16,955 48 0,501 48 0,063 196 1,654 0,205 33,830 0,00001 7,983 0,00001

Altura_Pierna 23,971 1 166,594 48 2,002 48 0,078 196 11,977 0,001* 83,234 0,00001 25,710 0,00001

Altura_Rod 1,241 1 60,865 48 1,825 48 0,079 196 0,680 0,414 33,351 0,00001 23,177 0,00001

Pliegue_MusMed 42,355 1 683,906 48 7,383 48 1,311 196 5,737 0,021* 92,628 0,00001 5,630 0,00001

Pliegue_Pant 3,227 1 189,268 48 4,270 48 0,475 196 0,756 0,389 44,328 0,00001 8,989 0,00001

MC: Media cuadrática; gl: grados de libertad; DA: Asimetría direccional (Direccional asymmetry, en inglés); FA: Asimetría fluctuante (Fluctuating asymmetry,

en inglés) * P < 0,05; ** P < 0,00001. Elaboración propia.

36

Tabla 3. Resumen del análisis de la varianza (ANOVA) para población con telangiectasias o venas reticulares (C1) *= 1 si es bilateral Niveles de significancia del modelo mixto

Lados (L) Individuo * interacción (I * L) Error de medida Lados=DA Individuos FA> Error medida

Muestra Variable MC gl MC gl MC gl MC gl F P F P** F P**

Sanos Muslo_Max 0,087 1 214,438 68 2,930 68 0,109 276 0,030 0,864 73,183 0,00001 26,828 0,00001

Pierna_Max 0,942 1 75,968 68 1,162 68 0,069 276 0,811 0,371 65,397 0,00001 16,832 0,00001

Pierna_Min 1,175 1 21,291 68 0,602 68 0,052 276 1,953 0,167 35,375 0,00001 11,565 0,00001

Altura_Pierna 8,914 1 236,797 68 2,581 68 0,130 276 3,453 0,067 91,735 0,00001 19,813 0,00001

Altura_Rod 7,32 1 72,497 68 2,888 68 0,07 276 2,535 0,116 25,107 0,00001 41,465 0,00001

Pliegue_MusMed 21,956 1 614,472 68 5,523 68 0,900 276 3,975 0,050 111,25 0,00001 6,134 0,00001

Pliegue_Pant 5,976 1 233,818 68 3,009 68 0,262 276 1,986 0,163 77,698 0,00001 11,487 0,00001

No sanos Muslo_Max 3,222 1 141,611 25 2,570 25 0,164 104 1,254 0,273 55,108 0,00001 15,642 0,00001

Pierna_Max 0,083 1 39,082 25 1,214 25 0,462 104 0,068 0,796 32,187 0,00001 2,631 0,00001

Pierna_Min 0,060 1 15,353 25 0,806 25 0,067 104 0,074 0,788 19,04 0,00001 12,052 0,00001

Altura_Pierna 5,560 1 267,472 25 1,000 25 0,080 104 5,561 0,026* 267,544 0,00001 12,494 0,00001

Altura_Rod 6,220 1 103,691 25 1,409 25 0,097 104 0,442 0,512 73,614 0,00001 14,487 0,00001

Pliegue_MusMed 11,660 1 560,544 25 4,693 25 1,173 104 2,484 0,128 119,434 0,00001 4,001 0,00001

Pliegue_Pant 0,023 1 159,648 25 2,941 25 0,266 104 0,008 0,930 54,283 0,00001 11,074 0,00001

MC: Media cuadrática; gl: grados de libertad; DA: Asimetría direccional (Direccional asymmetry, en inglés); FA: Asimetría fluctuante (Fluctuating asymmetry,

en inglés) * P < 0,05; ** P < 0,00001. Elaboración propia.

37

Tabla 4. Resumen del análisis de la varianza (ANOVA) para población con venas varicosas (C2) *= 1 si es bilateral Niveles de significancia del modelo mixto

Lados (L) Individuo * interacción (I * L) Error de medida Lados=DA Individuos FA> Error

medida

Muestra Variable MC gl MC gl MC gl MC gl F P F P** F P**

Sanos Muslo_Max 0,196 1 178,430 64 2,435 64 0,139 260 0,081 0,777 73,277 0,00001 17,480 0,00001

Pierna_Max 2,642 1 60,115 64 0,731 64 0,136 260 3,613 0,062 82,202 0,00001 5,390 0,00001

Pierna_Min 0,064 1 18,601 64 0,743 64 0,051 260 0,087 0,770 25,026 0,00001 14,495 0,00001

Altura_Pierna 6,094 1 255,543 64 1,760 64 0,066 260 3,463 0,067 145,230 0,00001 26,554 0,00001

Altura_Rod 2,675 1 87,007 64 2,684 64 0,083 260 0,997 0,322 32,414 0,00001 32,433 0,00001

Pliegue_MusMed 4,200 1 628,648 64 5,052 64 1,017 260 0,831 0,365 124,435 0,00001 4,969 0,00001

Pliegue_Pant 0,862 1 201,169 64 2,808 64 0,272 260 0,31 0,582 71,650 0,00001 10,331 0,00001

No sanos Muslo_Max 2,147 1 184,282 29 3,745 29 0,092 120 0,573 0,455 49,202 0,00001 40,823 0,00001

Pierna_Max 0,425 1 68,880 29 2,086 29 0,265 120 0,204 0,655 33,016 0,00001 7,880 0,00001

Pierna_Min 1,089 1 20,885 29 0,469 29 0,067 120 2,322 0,138 44,537 0,00001 7,043 0,00001

Altura_Pierna 9,545 1 247,163 29 2,991 29 0,225 120 3,191 0,085 82,630 0,00001 13,269 0,00001

Altura_Rod 0,924 1 77,936 29 2,211 29 0,065 120 0,418 0,523 35,250 0,00001 33,956 0,00001

Pliegue_MusMed 52,834 1 524,808 29 5,041 29 0,885 120 10,481 0,003* 104,113 0,00001 5,697 0,00001

Pliegue_Pant 4,838 1 254,764 29 3,406 29 0,244 120 1,421 0,243 74,805 0,00001 13,964 0,00001

MC: Media cuadrática; gl: grados de libertad; DA: Asimetría direccional (Direccional asymmetry, en inglés); FA: Asimetría fluctuante (Fluctuating asymmetry,

en inglés) * P < 0,05; ** P < 0,00001. Elaboración propia.

38

Tabla 5. Datos descriptivos para análisis de asimetría fluctuante en población de Cristianía y el casco urbano de Jardín Muestra (R+L)/2 FA4 FA9 (R-L) |R-L| = FA1 FA10

Etiqueta Variable N Media SE N * SE2 B SE Media SE Asim. Kurto Media SE MSm σ2i gl

Cri

stia

nía

Muslo_Max 48 49,708 0,928 41,337 ,044 ,020 0,208 0,185 0,448 2,375 0,917 0,131 0,210 0,750 39,245

Pierna_Max 48 34,285 0,440 9,293 ,020 ,027 0,029 0,125 0,229 1,215 0,647 0,082 0,189 0,311 32,263

Pierna_Min 48 21,093 0,199 1,901 ,069 ,037 0,144 0,083 0,481 0,038 0,462 0,052 0,086 0,135 31,739

Altura_Pierna 48 83,525 0,798 30,567 ,003 ,019 -0,173 0,166 0,660 0,584 0,905 0,104 0,094 0,629 42,620

Altura_Rod 48 44,654 0,447 9,591 ,053 ,048 -0,109 0,214 -0,121 1,918 1,066 0,148 0,091 1,070 44,435

Pliegue_MusMed 48 15,209 1,516 110,316 ,050 ,021 -1,006 0,315 -0,269 0,343 1,811 0,226 1,867 1,763 25,254

Pliegue_ Pant 48 9,579 0,782 29,353 ,069 ,026 0,085 0,206 0,473 2,419 0,969 0,150 0,485 0,848 32,943

Jard

ín

Muslo_Max 48 53,515 0,585 16,427 ,060 ,037 0,004 0,210 -0,146 3,172 0,987 0,152 0,037 1,043 45,907

Pierna_Max 48 36,273 0,469 10,558 -,036 ,025 0,145 0,129 0,240 0,431 0,701 0,082 0,162 0,348 35,057

Pierna_Min 48 22,226 0,289 4,009 ,037 ,037 -0,274 0,098 -0,681 1,939 0,525 0,073 0,025 0,221 43,637

Altura_Pierna 48 88,457 0,942 42,593 -,022 ,022 -0,442 0,177 -0,293 2,348 0,851 0,142 0,137 0,707 41,432

Altura_Rod 48 47,622 0,538 13,893 ,034 ,033 -0,199 0,155 -1,401 3,311 0,672 0,123 0,063 0,552 43,606

Pliegue_MusMed 48 19,738 1,539 113,689 ,010 ,013 0,083 0,189 0,200 2,427 0,921 0,134 0,063 0,839 44,726

Pliegue_Pant 48 12,617 0,947 43,047 ,029 ,020 -0,470 0,192 -0,275 0,674 1,053 0,134 0,036 0,873 45,732

R: Derecha (right, en inglés); L: Izquierda (left, en inglés); SE: error estándar (standard error, en inglés); FA: Asimetría fluctuante (Fluctuating asymmetry, en

inglés); B: Pendiente; Asim.: Asimetría; Kurto.: Kurtosis; MSm: Media cuadrada del error de medida; σ2i: Asimetría no direccional; gl: Grados de libertad

aproximados para la asimetría no direccional. Elaboración propia.

39

Tabla 6. Datos descriptivos para análisis de asimetría fluctuante por sexo. Muestra (R+L)/2 FA4 FA9 (R-L) |R-L| = FA1 FA10

Etiqueta Variable N Media SE N*SE2 B SE Media SE Asim. Kurto Media SE MSm σ2i gl

Mas

culi

no

Muslo_Max 47 50,694 0,773 28,084 -,002 ,021 -0,124 0,153 0,255 3,265 0,757 0,107 0,060 0,532 42,711

Pierna_Max 47 35,742 0,510 12,225 -,016 ,022 -0,077 0,112 -0,116 1,900 0,569 0,075 0,069 0,271 39,018

Pierna_Min 47 21,798 0,281 3,711 ,080 ,037 -0,023 0,107 -0,598 2,387 0,531 0,074 0,048 0,255 40,694

Altura_Pierna 47 89,485 0,852 34,117 -,019 ,021 -0,033 0,171 0,774 1,310 0,830 0,120 0,155 0,639 39,321

Altura_Rod 47 48,308 0,428 8,610 -,042 ,055 -0,179 0,214 -0,234 2,363 0,987 0,159 0,075 1,051 43,882

Pliegue_MusMed 47 10,637 0,760 27,147 ,002 ,026 -0,151 0,202 0,634 1,232 1,042 0,133 0,604 0,759 28,428

Pliegue_ Pant 47 6,878 0,467 10,250 ,093 ,033 -0,175 0,151 1,595 7,724 0,709 0,112 0,037 0,531 43,929

Fem

enin

o

Muslo_Max 49 52,492 0,849 35,319 ,073 ,026 0,326 0,227 -0,231 2,358 1,140 0,164 0,184 1,206 43,442

Pierna_Max 49 34,834 0,435 9,272 ,016 ,029 0,244 0,136 0,248 -0,237 0,776 0,085 0,277 0,363 30,191

Pierna_Min 49 21,527 0,240 2,822 ,005 ,032 -0,106 0,083 -0,009 0,054 0,457 0,052 0,063 0,146 36,546

Altura_Pierna 49 82,640 0,753 27,783 -,001 ,025 -0,571 0,165 -0,562 1,288 0,924 0,127 0,078 0,641 44,316

Altura_Rod 49 44,056 0,455 10,144 ,024 ,037 -0,130 0,158 -0,854 2,400 0,756 0,115 0,079 0,582 43,914

Pliegue_MusMed 49 24,031 1,525 113,956 ,002 ,022 -0,759 0,317 -0,568 0,334 1,677 0,232 1,311 2,024 32,218

Pliegue_ Pant 49 15,146 0,802 31,517 -,001 ,028 -0,210 0,241 -0,140 -0,100 1,301 0,154 0,475 1,265 37,800

R: Derecha (right, en inglés); L: Izquierda (left, en inglés); SE: error estándar (standard error, en inglés); FA: Asimetría fluctuante (Fluctuating asymmetry, en

inglés); B: Pendiente; Asim.: Asimetría; Kurto.: Kurtosis; MSm: Media cuadrada del error de medida; σ2i: Asimetría no direccional; gl: Grados de libertad

aproximados para la asimetría no direccional. Elaboración propia.

40

Tabla 7. Datos descriptivos para el análisis de asimetría fluctuante en población con telangiectasias o venas reticulares (C1) del

municipio de Jardín Muestra (R+L)/2 FA4 FA9 (R-L) |R-L| = FA1 FA10

Etiqueta Variable N Media SE N*SE2 B SE Media SE Asim. Kurto Media SE MSm σ2i gl

Sanos Muslo_Max 69 51,546 0,720 35,770 ,064 ,019 0,029 0,168 -0,072 3,387 0,946 0,123 0,109 0,940 63,013

Pierna_Max 69 35,383 0,428 12,640 -,013 ,020 0,095 0,106 0,116 0,773 0,654 0,071 0,069 0,364 60,112

Pierna_Min 69 21,757 0,227 3,556 ,047 ,028 -0,107 0,076 -0,644 2,580 0,465 0,053 0,052 0,183 56,656

Altura_Pierna 69 86,951 0,756 39,436 -,017 ,018 -0,293 0,158 0,041 1,209 0,950 0,114 0,130 0,817 61,284

Altura_Rod 69 46,641 0,418 12,056 ,001 ,037 -0,266 0,167 -0,433 2,375 0,924 0,128 0,07 0,939 64,734

Pliegue_MusMed 69 16,213 1,218 102,363 ,028 ,016 -0,461 0,231 -0,707 1,514 1,407 0,165 0,900 1,541 47,334

Pliegue_ Pant 69 10,347 0,752 39,020 ,050 ,019 -0,274 0,170 0,470 2,438 1,003 0,123 0,262 0,916 56,568

No

sanos

Muslo_Max 26 51,534 0,953 23,613 -,026 ,037 0,287 0,257 0,687 0,737 0,978 0,176 0,164 0,802 21,890

Pierna_Max 26 35,019 0,501 6,526 ,031 ,040 0,046 0,176 0,639 0,407 0,731 0,099 0,462 0,251 9,270

Pierna_Min 26 21,450 0,314 2,563 ,059 ,053 0,039 0,144 0,064 0,105 0,587 0,084 0,067 0,246 20,982

Altura_Pierna 26 83,515 1,309 44,551 -,015 ,017 -0,378 0,160 0,719 1,716 0,702 0,108 0,080 0,307 21,127

Altura_Rod 26 44,865 0,815 17,270 ,025 ,030 0,126 0,190 0,547 -0,404 0,744 0,121 0,097 0,437 21,652

Pliegue_MusMed 26 19,316 1,896 93,465 ,008 ,029 -0,547 0,347 -0,005 1,509 1,243 0,265 1,173 1,173 13,856

Pliegue_ Pant 26 12,521 1,012 26,628 ,054 ,033 0,024 0,275 -0,685 -0,074 1,063 0,174 0,266 0,892 20,642

R: Derecha (right, en inglés); L: Izquierda (left, en inglés); SE: error estándar (standard error, en inglés); FA: Asimetría fluctuante (Fluctuating asymmetry, en

inglés); B: Pendiente; Asim.: Asimetría; Kurto.: Kurtosis; MSm: Media cuadrada del error de medida; σ2i: Asimetría no direccional; gl: Grados de libertad

aproximados para la asimetría no direccional. Elaboración propia.

41

Tabla 8. Datos descriptivos para el análisis de asimetría fluctuante en población con venas varicosas (C2) del municipio de Jardín Muestra (R+L)/2 FA4 FA9 (R-L) |R-L| = FA1 FA10

Etiqueta Variable N Media SE N*SE2 B SE Media SE Asim. Kurto Media SE MSm σ2i gl

Sanos Muslo_Max 65 52,592 0,676 29,703 ,071 ,019 0,045 0,158 0,620 3,398 0,871 0,115 0,139 0,765 56,856

Pierna_Max 65 35,787 0,393 10,039 -,001 ,018 0,165 0,087 0,770 0,564 0,549 0,057 0,136 0,198 42,043

Pierna_Min 65 21,866 0,218 3,089 ,058 ,033 -0,026 0,087 -0,568 1,995 0,522 0,058 0,051 0,231 55,451

Altura_Pierna 65 86,710 0,809 42,541 -,009 ,014 -0,250 0,134 0,575 1,375 0,821 0,092 0,066 0,565 59,269

Altura_Rod 65 46,358 0,472 14,481 ,025 ,034 -0,166 0,166 -0,233 2,832 0,873 0,127 0,083 0,867 60,089

Pliegue_MusMed 65 18,141 1,270 104,839 ,035 ,017 -0,208 0,228 -0,839 3,251 1,195 0,174 1,017 1,345 40,423

Pliegue_ Pant 65 11,306 0,718 33,509 ,039 ,020 -0,130 0,169 0,708 2,321 0,977 0,118 0,272 0,845 52,081

No

sanos

Muslo_Max 30 49,270 1,012 30,724 ,025 ,037 0,218 0,288 -0,654 2,579 1,138 0,201 0,092 1,218 27,589

Pierna_Max 30 34,193 0,619 11,495 ,021 ,038 -0,097 0,215 0,309 -0,312 0,948 0,125 0,265 0,607 22,014

Pierna_Min 30 21,254 0,341 3,488 ,019 ,037 -0,156 0,102 0,340 0,404 0,446 0,066 0,067 0,134 21,202

Altura_Pierna 30 84,495 1,172 41,208 -,012 ,031 -0,461 0,258 -0,198 1,490 1,014 0,196 0,225 0,922 24,767

Altura_Rod 30 45,715 0,658 12,989 -,016 ,044 -0,143 0,222 -1,061 2,064 0,880 0,152 0,065 0,715 27,314

Pliegue_MusMed 30 14,726 1,708 87,518 ,002 ,025 -1,084 0,335 -0,027 -0,912 1,726 0,223 0,885 1,385 19,566

Pliegue_ Pant 30 10,154 1,190 42,483 ,075 ,027 -0,328 0,275 -0,699 -0,068 1,112 0,192 0,244 1,054 24,963

R: Derecha (right, en inglés); L: Izquierda (left, en inglés); SE: error estándar (standard error, en inglés); FA: Asimetría fluctuante (Fluctuating asymmetry, en

inglés); B: Pendiente; Asim.: Asimetría; Kurto.: Kurtosis; MSm: Media cuadrada del error de medida; σ2i: Asimetría no direccional; gl: Grados de libertad

aproximados para la asimetría no direccional. Elaboración propia.

42

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