La música de La Cristalina Dejar una semillita regada Aportar para el desarrollo Aprovechar el gana-gana

Son las cinco de la tarde y en la escuela Horizontes, l a p ro f e s o ra Ma r í a Eugenia Moncayo les indica a los niños el sitio para guardar los instrumentos musicales.

La verdad es que ellos no quieren hacerlo, así el ensayo haya comenzado a las dos de la tarde, porque el aprendizaje musical y los valores que se transmiten los han contagiado de una nueva actitud, que sus padres también aprecian.

Disfrutan que sus hijos hagan algo diferente en el tiempo libre, pues no

tenían una actividad dirigida después de la escuela, y que se estén volviendo artistas, explica la profesora de música. Además, es muy gratificante porque se ve el talento de los niños y las ganas de aprender: ponen cuidado y aprenden rápido, son perseverantes y no fallan.

María Eugenia nació en Manizales, estudió bachillerato musical en el Conservatorio del Tol ima y pedagogía musical en la Universidad Surcolombiana del Huila. De ese departamento llegó a La Cristalina, luego de 14 años de labor en la Fundación Batuta, mediante un convenio de

LA MÚSICA DE LA CRISTALINA

Con la Preorquesta Infantil, padres de familia, niños y comunidad le sacan buen provecho y le dan ritmo al tiempo libre.

Un acto social en el que todos crecen y ganan.

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HOCOL para impulsar una escuela de formación artística como parte de las actividades de esparcimiento y uso del tiempo libre. Se trata de mejorar las condiciones de vida de la población.

HOCOL, a través de la Fundación, le propuso que realizara un proyecto vocacional entre el 21 de noviembre y el 24 de diciembre de 2010, en un horario intensivo. "Los niños desconocían lo que era una clase de música, reconocí las fortalezas pero también debilidades en disciplina, comportamiento, trabajo en equipo, valoración de la labor del otro. Con la pedagogía de la clase de música se han ido mejorando las deficiencias: en la Preorquesta los niños aprenden, de una manera lúdica, vivencial y práctica lo que significa ser parte de un grupo y sus reglas. La música mueve sentimientos y nos permite la socialización; cuando tocan la melodía y les suena la canción, se ponen felices".

El proyecto vocacional fue el germen de un grupo musical integrado por 40 niños, entre 8 y 14 años, que amenizó las fiestas navideñas. “Nos invitaron a las empresas Masa, Moreno Vargas, DWS y al campamento base y varias familias del barrio organizaron novenas en las que tocamos. Todos los días fueron de gira y concierto”. Hoy la reconocen en la zona como la Preorquesta Infantil de La Cristalina. Está compuesta por 3 grupos, el primero de 18 niños de preescolar y primaria; el segundo, de 40 estudiantes de grado 2 y 3 y el otro, de 28, con los de 4 y 5.

En este proceso de formación se ha establecido un contacto con los padres de familia “para que sepan de los horarios de la clase (todas las tardes de lunes a sábado) y se enteren de los progresos de sus hijos. Se sienten orgullosos y emocionados de verlos organizados y tocando un instrumento, y

reconocen que desde que los niños están en la Preorquesta les han hecho ver otros caminos, explica la profesora".

Para Ana Cortés, miembro del Comité Dinamizador de la Escuela Horizonte, su hija ha tenido un cambio: “Paula Catherine ha mejorado en la escuela y se mantiene ocupada pensando en lo que va a aprender. Además, es un talento diferente el que se le está desarrollando. Define muy bien sus cosas, la veo alegre y estable y ha mejorado su capacidad de relacionarse. Y para la comunidad las presentaciones de los niños nos están uniendo y hay mejor comunicación. La Preorquesta ha sido un motor de muchas cosas: convivencia, diálogo, respeto, orden y es importante para La Cristalina, un ejemplo para los padres”, resume Ana.

“Ahora los padres de familia están pendientes, los acompañan y apoyan; se dan cuenta de que aprenden y de que son bien tratados. Así, ha mermado

"Cuando se toca un instrumento, uno coge felicidad y emoción".

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INTEGRACIÓN

“Sin la Preorquesta uno se siente triste…”

Estas son las opiniones de algunos de los integrantes de la Preorquesta Infantil de La Cristalina:

• Paula Catherine, 12 años de edad: Quiero aprender a tocar todo, mi favorito es el metalófono. Lo bueno de tocar un instrumento es que cojo felicidad, emoción. Si uno comete errores, hay que solucionarlos.

• Lizet Tatiana, 11 años: Mi favorito es el xilófono. Lo bueno es que con las presentaciones uno conoce otros sitios. Ir a los ensayos es divertido. Tenemos 21 flautas, una pandereta, un tambor, un maracón y 6 placas.

• Luisa Fernanda, 9 años: Mi instrumento es la flauta fina. La música entretiene y es muy linda, se oye como si fueran pájaros. Uno tiene que aprenderse bien las canciones.

• Oscar Eduardo, 12 años: Yo toco el carrillón alto. Lo que más aprendemos es la disciplina, el respeto con los compañeros, la responsabilidad, las notas musicales y el cumplimiento.

• Víctor Manuel, 9 años: Toco la tambora y me gusta decir las cosas con la música. Es mejor ir a la Preorquesta que irse con los amigos a gaminiar, porque acá uno puede venir a aprender, hay profesora de música y podemos presentarnos.

En general, los niños dicen que cuando tocan sienten orgullo; además, “los papás se alegran y les gusta que seamos cumplidos”. En seis meses han aprendido el himno nacional y el de Puerto Gaitán, la música de navidad y la música colombiana, la Gatica Carlota, la Cumbia, La Perica, El Ratón y Colombia Tierra Querida.

el grado de violencia entre niños y entre familias porque se aprende a compartir. Estamos haciendo un acto social donde todos crecen y ganan”, resalta María Eugenia.

La filosofía detrás de este proyecto es formar integralmente a los niños para que tengan valores, sentido de pertenencia y sean capaces de afrontar sus seguridades musicales y personales; que se puedan mover e interactuar compartiendo y respetando a sus compañeros, a través de la música.

Son las seis de la tarde y los padres siguen llegando a preguntar si al día siguiente hay ensayo y a informar las tallas de ropa de los niños para el uniforme de la Preorquesta: jean, camiseta blanca con el logo de la orquesta y medias blancas, que corren por cuenta de HOCOL; los zapatos deberán aportarlos los padres. María Eugenia ha cumplido un semestre de labores en La Cristalina y sueña con que sus estudiantes puedan formar una orquesta con su set de cuerdas: violín, violas y violoncelo.

Con la música, niños, niñas y jóvenes se sienten más seguros, tienen más sentido de pertenencia y entienden lo que significa respetar al otro.

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DEJAR UNA SEMILLITA REGADA

Así lo expl ica Elkin Ramírez, uno de los s o c i o s f u n d a d o re s , mientras va sembrando bajo un sol intenso, l o s re c t á n g u l o s d e

pasto que terminarán de embellecer el campamento de Ocelote: “A la gente de acá se necesita enseñarle a hacer empresa y mostrarle que uno si puede lograr lo que se propone. Empezamos de cero y con los trabajos que hemos hecho conseguimos algo que no teníamos: ha sido una alternativa económica porque nos ha ayudado a salir adelante y darle mejor vida a la familia; coger

experiencia y responsabilidad laboral. Antes de la llegada y el apoyo de HOCOL para generar la empresa, el trabajo no alcanzaba para sostenerse bien; ahora con Agroxígeno tengo una casa en bloque, en una parcelita con 500 árboles alrededor. Es una imagen para mis hijos y que vean que uno si quiere el medio ambiente”.

Formar empresa es la oportunidad de tener y dar trabajo, comenta Elkin. Cuando los contratos son grandes, es decir, unas 10 personas, la mitad de los colaboradores son de La Cristalina y el resto, por partes iguales, son de Murujuy y Nueva Fundaciones. De esta manera se fomenta la unión entre las

Con Agroxígeno los habitantes de La Cristalina se han dado cuenta de que se puede crear empresa, salir adelante y hacerlo de la mano con otras veredas. Es fortalecer la capacidad de emprendimiento, incentivando la vocación productiva de grupos y regiones.

veredas, generando empleo y trabajo. Antes todo se traía de afuera, ahora entre todos nos estamos dando la mano, y las otras veredas nos están apoyando. Es lo que pasa con los viveros: en Nueva Fundaciones van a hacer uno y les compraremos las matas para no traerlas de Villavo; y así las 3 veredas podremos salir adelante. HOCOL quiere darnos la oportunidad de ser alguien y hacer empresa, y que el trabajo quede en La Cristalina. Además nos ha dado capacitación y conocimiento para desempeñarnos mejor y poder crecer.

L a C o r p o r a c i ó n A g r o x í g e n o Agroambiental se conformó en junio de

Elkin Ramírez, uno de los promotores de la empresa, viene de Nocaima.

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PARTICIPACIÓN Y RELACIONAMIENTO

2009. Los seis socios, Marco Antonio Farfán, Angélica y Julio Moreno, William Guevara, Elkin Ramírez y Camila Narváez, se reunieron en Las Gemelas y al ver las necesidades que tenía HOCOL pensaron que había una oportunidad para ofrecer trabajo relacionado con el cuidado del medioambiente. Hablaron y a HOCOL le pareció muy buena la idea y les dio una serie de pautas para crear la empresa y poder contratar con ellos y algunos de sus contratistas. Hoy la marca está impresa en el pecho y la espalda de los uniformes verdes de sus operarios. “Agro por lo de las matas y oxígeno para purificar el aire y ambiental porque se trata de ahorrar el agua, recoger y reciclar las basuras y cuidar el medioambiente”.

“Igualmente hemos aprendido que debemos ampliarnos por otros lados, aprovechando la buena imagen y la fuerza de la asociación para enfrentar el futuro. Si la petrolera se va, sabemos que nos dejaron una semillita regada para nosotros mismos”, asegura el secretario de Agroxígeno, Elkin Ramírez, un emprendedor nacido en Nocaima, Cundinamarca, que hace 12 años vive en la región.

Hoy Elkin, junto con dos de sus traba-jadores, James Torres, de La Cristalina, y Cristo Rey Suárez, de Nueva Fundacio-nes, siembran durantas y terminan de empradizar y revegetalizar con grama las 4 hectáreas del campamento.

“Cuando empezamos en 2009 no tuvimos mucho trabajo, en febrero de

2010 sembramos acacias por donde pasa la tubería; hicimos cercas vivas y plantamos árboles nativos en el poblado. Desde 2006, cuando HOCOL entró a Ocelote, se empezó a notar el progreso. Eran cinco casitas, el estado de las vías era pésimo y se gastaban 2 o 3 días desde Puerto Gaitán; no había acueducto ni polideportivo y la calle de entrada era un barrial. Luego llegó la bomba, la luz eléctrica, las empresas de carros, las residencias y la gente. Ahora hay mejor vida y progreso, y en los jardines del campamento de Ocelote brillan las palmas y las flores blancas, rojas y moradas”.

En Agroxígeno se trabaja duro y se procura que habitantes de tres veredas participen de las labores acordadas.

Elkin, James y Cristo Rey manitienen el hermoso entorno del campamento.

"Ahora hay mejor vida y progreso".

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Contribuir al desarrollo d e i n f r a e s t r u c t u r a básica que responda a las necesidades más sentidas de los habitantes de La Cristalina, sobre t o d o e n e d u c a c i ó n ,

recreación, deporte, cultura y salud, ha sido un empeño en el que confluyen las organizaciones comunitarias legales y representativas de la comunidad, autoridades locales y regionales y entes del sector público y privado. Un proceso en el que el diálogo franco y abierto, la capacidad de situarse en la perspectiva del otro y el interés de alcanzar más equidad han sido aprendizajes prácticos para todos.

La Cristalina, como recuerda Rosita Ibarra, vicepresidente de la Junta de Acción Comunal, quien llegó a vivir a la Inspección hace 9 años, era un incipiente caserío que cinco años después, en 2007, comenzó a poblarse. Entonces iniciaba labores la petrolera en Ocelote y arribaron muchos colombianos de todos lados, buscando construir una forma de vida.

“Desde que llegó Hocol en 2006 a este campo, hicieron reuniones para socializar el proyecto; había poca gente y pocas casas, y de un momento a otro se pobló: los recién llegados pensaban que había trabajo, se fueron quedando, lo que trajo la necesidad de mejorar los servicios (planta eléctrica y bombeo de agua), mediante el aporte de todos".

Asimismo, se vio la conveniencia de agrandar y mejorar el Centro Educativo Horizontes, sede rural La Cristalina, carente de suficientes aulas y baños para atender la cantidad de niños. Se programaron varias reuniones para definir las acciones entre comunidad, empresa, alcaldía de Puerto Gaitán y gobernación del Meta, recuerda Camila Narváez, presidenta de la JAC.

El 8 de marzo de 2011, a las 11 de la mañana, fue la inauguración de las obras del Centro. Se reunió todo el pueblo, como mil personas, y el Diablo, Luis Ponare, fiscal de la JAC, y el señor Merejo lideraron el asado de las tres novillas. El sancocho estuvo a cargo de Bertilda y Aurora y otras señoras

La actividad petrolera impulsa el mejoramiento de la infraestructura básica. Así se va conformando un centro para la vida.

APORTAR PARA EL DESARROLLO

Un lugar para fomentar la recreación y el encuentro de los pobladores.

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EMPRENDIMIENTO

decoraron el Centro de Cultura con bombas, manteles y flores. Hubo danzas llaneras y cantaron Marta Carrillo y los niños. Servimos más de 200 platos, señala una de las organizadoras.

"La presidenta de la JAC agradeció la integración; el gobernador se asombró de ver todo tan diferente, y los de HOCOL estaban contentos de entregar una obra", comenta Rosita Ibarra. Las niñas desfilaron y se cortó la cinta. En la actualidad, la escuela tiene 4 aulas más, una para informática, baño con facilidades para personas en situación de discapacidad, un tanque para disposición de aguas residuales y otro para almacenar agua bombeada de un pozo profundo.

Los niños y las familias están felices con las nuevas instalaciones incluyendo el colorido parque de juegos. A un lado del polideportivo, en donde se realizaron los juegos interveredales, “una obra importante porque acá no habíamos tenido esa oportunidad de recreación” , se está levantando el Puesto de Salud mediante un acuerdo tripartito entre alcaldía, gobernación, HOCOL y las organizaciones de la comunidad.

“Es muy importante que la comunidad reconozca la JAC, es el eje para abrir más puertas", enfatiza su presidenta. HOCOL ha capacitado a los miembros de la Junta en manejo de cuentas, roles, organización y funcionamiento y “así se

puede trabajar mejor, porque uno sabe lo que hace cada uno. Todo esto es bienestar y mejor vida”, sostiene Camila Narváez.

En La Cristalina se ha puesto en marcha un proceso de organización y gestión para mejorar las condiciones de desarrollo comunitario. Se ha formado un centro para la vida en donde la gente, con diálogo y tolerancia, aprende y crece.

Centro de tradición y cultura

Acá hay mucho niño que le gusta bailar y cantar, sostiene Rosita Ibarra. Las clases de baile eran en la caseta vieja de piso de tierra y ahí salió la idea de tener un mejor salón, de modo que aprendieran gustosos a conservar la tradición llanera. El día de su inauguración hubo espectáculo de música y danza.“La cultura mejora la calidad de vida y sirve para el esparcimiento y la unión de la comunidad, sobre todo con este espacio agradable y fresco, en el que también se entra a conversar y eso produce proyectos buenos y salen los rumbos”. El Centro es un lugar para el aprendizaje, el entretenimiento y el encuentro; es un rectángulo abierto, con piso de baldosín, escenario y dos habitaciones para guardar la utilería y los instrumentos musicales de la Preorquesta Infantil de La Cristalina. Para su construcción, la comunidad colaboró con mano de obra y la Alcaldía y HOCOL aportaron recursos por $190,000.000

"Es muy importante que se reconozca la Junta de Acción Comunal".

El momento de destapar la placa que inaugura el salón cultural, un centro construido con aportes de la comunidad, HOCOL y la Alcaldía.

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Esta es una publicación de HOCOL. Los programas aquí reseñados se desarrollan dentro de las actividades de Campo OceloteCoordinación Editorial: JUAN PABLO FERRO CASAS e ISABEL CRSITINA TREJOS VELÁSQUEZ Fotografías: HOCOL Diseño: JOHN TORRES Impresión: CEDRO IMPRESORESAcciones No. 2

Me llamo Luis Evelio Zárate Peña, soy de San José del Guaviare, tengo 32 años, mi papá era de Santander

y mi mamá es de Boyacá. Llegué a La Cristalina a trabajar como enfermero, luego de terminar un curso de promotor de salud en la Concentración de Desarrollo Rural de San José del Guaviare y de estudiar la Enfermería en Villavicencio. Al año de estar acá aparecieron las compañías petroleras y tuve la posibilidad de ejercer la enfermería en Ocelote 1 con la operación del taladro. Estuve tres meses como enfermero durante la perforación del primer pozo. Trabajé en transportar personal de la compañía y para eso hice cursos en la Cruz Roja sobre manejo de ambulancia y manejo defensivo, lo que también me permite reemplazar a mis conductores. Ellos hacen de enfermeros, y dos son de la región y dos de fuera.

Yo tuve esa visión de ser el primero en ofrecer lo del transporte, porque eso me daba una ventaja sobre los otros. Fui una de las primeras empresas constituidas como tal, y como no teníamos segura la cantidad de trabajo empecé en 2007 con una camioneta Toyota Hilux, que compré a crédito. Entre más días veía que llegaba más gente y más carros y así crecí mi empresa y alcancé a alquilar hasta 15 carros, busetas, camionetas, y le daba trabajo a la gente de la región. Sin embargo acá solo 3 personas tienen vehículos y están trabajando bien. En 2010 compré una ambulancia, y entendí que, aunque vale más, es mejor negocio: solo se mueve si hay un accidente y el carro está quieto y no

se desgasta. Tengo 2 ambulancias que les sirven a contratistas de HOCOL. Ahora Trasluder es con camionetas, carrotanques y ambulancias.

He aprendido del negocio de los vehículos con los de HOCOL, que me han enseñado cuánto podía costar el servicio de transporte de los ingenieros, un expreso, según el tiempo y el trabajo del vehículo, si es por días o meses la tarifa es diferente; la forma de comportarse con la gente para que le den a uno el servicio, saber relacionarse y lo otro es la calidad del carro.

Desde que llegaron, HOCOL nos decía que íbamos a tener trabajo y apoyo para que creciéramos como empresa; a mí me han apoyado con el trabajo para mis vehículos y a mi esposa -que está en un proyecto de porquerizas- y a varios más los han capacitado en diferentes cosas. Ella me ayuda en la contratación y en el manejo financiero por las capacitaciones que recibió de HOCOL. También a mi esposa se le ocurrió el nombre de

Visión, comprensión y capacidad de adaptarse al cambio, son tres elementos que supo aplicar Luis Evelio Zárate Peña para montar una compañía que ha crecido con las oportunidades que se abrieron en el entorno gracias a la llegada de HOCOL a La Cristalina.

APROVECHAR EL GANA-GANA

Trasluder: por Lucas y Leider, los dos hijos que tenemos, o sea las 2 primeras y las 3 últimas letras, y lo de tras por transporte.

Yo digo que uno se debe meter en lo que sabe; lo de mis papás fue el comercio y transportar la gente en voladora. Yo siempre he pensado más en generar empleo. Para aumentar el deseo de crear empresa, HOCOL ha preparado la gente, les ha dado los cursos, y los ha apoyado para que la puedan montar. Es crearle a uno seguridad de meterse en eso y que hay otras alternativas económicas. Las ganancias las invierto en el negocio de cría de ganado en San José. A mí me ha ido bien porque pienso en qué gastar el dinero y he sabido aprovechar las bonanzas. Por ejemplo, la que hubo en los primeros seis meses de 2010 cuando llegaron muchas empresas a esta zona.

HOCOL da trabajo y crecen las empresas. Es una relación de gana-gana. Si hay más empleo, nosotros ganamos más porque se abren oportunidades.

Para aumentar el deseo de crear empresa, HOCOL ha preparado la gente.

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