animación tema 2 el animador y dinamizador deportivo

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TEMA 2. EL ANIMADOR Y TEMA 2. EL ANIMADOR Y DINAMIZADOR DEPORTIVODINAMIZADOR DEPORTIVO

2.1. Concepto y características del animador.

2.2. Funciones.

2.3. Requisitos.

2.4. Aspectos de la personalidad a desarrollar.

2.5. Conocimientos a desarrollar.

2.6. Cómo aprende el monitor.

2.7. Perfil del animador.

2.8. Papel y actitudes del animador.

Formajoven (2002): “Curso de monitor de ocio y tiempo libre”. MSC.

2.1. Concepto y caracter2.1. Concepto y caracteríísticas del sticas del animadoranimador

•Concepto:

Un monitor es una persona que trabaja con los niños y jóvenes educándoles en su tiempo libre.

•Características:

-Estar al lado de los niños y jóvenes, como adultos, acompañándoles y ayudándoles en su itinerario hacia la madurez. Estar presentes ya es un nivel de intervención.

-Estar a favor de los niños y jóvenes, favoreciendo la vivencia de experiencias, los contactos humanos y los aprendizajes.

-Estar al servicio de los niños y jóvenes, cogiendo el papel de un medio, de un instrumento educativo, en la construcción de una historia donde los protagonistas son ellos.

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1. FUNCIÓN PEDAGÓGICA: El educador en el tiempo libre es un modelo adulto de referencia para los niños y los jóvenes, de manera expresa, les ofrece, en su tiempo libre, un marco de valores humanos dentro de una opción explícita de modelo de sociedad y de persona.

2. FUNCIÓN DE ANIMACIÓN DEL GRUPO: El educador en el tiempo libre vela por la construcción de la vida colectiva en el si del grupo de niños o jóvenes, por la regulación de su funcionamiento y la resolución de conflictos.

3. FUNCIÓN TUTORIAL: El educador en el tiempo libre vela por el proceso de desarrollo y por el progreso de cada niño o joven, su integración en el grupo y su inserción en el medio.

4. FUNCIÓN ORGANIZATIVA Y DE SEGURIDAD: El educador en el tiempo libre gestiona los recursos y organiza los medios educativos y la vida cotidiana. Tiene la responsabilidad de velar por las condiciones materiales, sanitarias y de seguridad.

5. FUNCIÓN DIDÁCTICA: El educador en el tiempo libre programa y desarrolla las actividades facilita los aprendizajes y los adapta a las características diferenciales de los grupos y de las personas.

6. FUNCIÓN MEDIADORA: El educador en el tiempo libre facilita la comunicación entre el medio social, cultural y natural y el niño y el joven, tanto en el sentido de ayudarles a interpretar el entorno y actuar en consecuencia, como en el sentido de procurar un medio acogedor yabierta a la diversidad y la comprensión.

7. FUNCIÓN DE REPRESENTACIÓN DE LA ENTIDAD: El educador en el tiempo libre representa, ante la sociedad, de las familias y de los mismos niños y jóvenes, un modelo de institución, de iniciativa social en el terreno educativo.

2.2. Funciones2.2. Funciones

2.3. Requisitos2.3. Requisitos• Equilibrio y madurez personal

• Comportamiento social cortés y actitud de buena convivencia

• Carácter amable, abierto, comunicativo, de disfrutar con el trato con los niños

• Iniciativa, curiosidad por el entorno, disposición a la acción

• Espíritu de cooperación con el equipo de monitores y monitoras y con la asociación

• Actitud de aprender y autoexigencia

• Sintonía con los principios y valores humanos de la asociación



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2.4. Aspectos de personalidad a desarrollar (I)2.4. Aspectos de personalidad a desarrollar (I)

• Madurez: la madurez personal del monitor/a es la clave del éxito en su tarea educativa. Es necesario que haya una distancia de edad suficiente como para garantizar que los problemas con los que se enfrenta el niño son problemas ya superados por el monitor. Es necesario que el monitor se conozca a él mismo y se acepte para poder conocer y aceptar al niño.

• Equilibrio emocional: el monitor y la monitora no pueden ser personas con altos y bajos en su estado de ánimo, ni personas que se dejen dominar por las emociones, ni que busquen compensaciones afectivas en el trato con los niños porque le falten en su vida personal. El monitor desequilibrado emocionalmente puede hacer daño a los niños sin querer, ya que les puede utilizar inconscientemente para satisfacer sus necesidades.

• Fortaleza física y psíquica: el trabajo con niños es un trabajo cansado tanto físicamente como psíquicamente. Requiere una constancia y tenacidad, un esfuerzo constante en circunstancias no siempre favorables (acampadas bajo la lluvia, actividades demucho desgaste físico, situaciones tensas, etc.)

• Autodisciplina o autocontrol: un monitor/a tiene que tener el máximo control sobre su persona: para no perder la paciencia, para levantarse por las mañanas del campamento, para dominar la sed, el hambre, el calor y el mismo cansancio.

• Imaginación-versatilidad: la educación en el ocio es mucho más compleja y ofrece muchas más posibilidades que en otros espacios más reglamentados. Esto, que es una ventaja indudable, es a la vez un reto para nuestra capacidad de inventar, adaptar, improvisar…

• Extroversión-participación: para ser un piloto de avión, un auxiliar administrativo, un minero…te puedes permitir ser inhibido, tímido. Pero en cualquier trabajo educativo esto no funciona. Sería tan inconveniente como si un piloto de avión tuviera vértigo, como si un auxiliar administrativo tuviera alergia a la máquina de escribir, como si un minero tuviera claustrofobia. Es necesario que el monitor y la monitora sean comunicativos, participativos, estimulando estas capacidades en los niños

2.4 Aspectos de personalidad a desarrollar (II)2.4 Aspectos de personalidad a desarrollar (II)



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2.5. Conocimientos a desarrollar2.5. Conocimientos a desarrollar• Analizar el medio social y cultural concreto

(barrio, pueblo) donde desarrollará su tarea educativa.

• Observar e interpretar las características psicofisiológicas de los niños con quien trabajará.

• Reflexionar sobre el sentido y la finalidad de la tarea educativa (objetivo principal).

• Diseñar un planteamiento educativo sencillo en el que quede recogido todo lo anterior y los medios con los que lo llevará a cabo.

• Conocer las posibilidades educativas de un amplio abanico de técnicas y a la larga irse especializando en algunas.

2.6. C2.6. CÓÓMO SE APRENDE A SER MO SE APRENDE A SER MONITOR (I)MONITOR (I)

Primero: se aprende imitando

Para poder crear, tener un estilo propio, imaginar, etc. primero es necesario “saber copiar”. Todos los buenos monitores y buenas monitoras han tenido “buenos maestros”, es decir, otros buenos monitores y monitoras en quien fijarse.

A veces será necesario fijarse en como esta persona con más experiencia pide la atención de los niños y niñas, como para una broma de mal gusto, como consuela a un niño entristecido, como explica un cuento o dirige una canción…



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Segundo: se aprende con el tiempo

No hay nada que se aprenda enseguida. La experiencia pide paciencia. Pero para sacar todo el jugo de la experiencia es necesaria no vivirla pasivamente, sino activamente, con los ojos y las orejas bien abiertas. También hay quien no es capaz de sacar jugo de la experiencia. Es necesario trabajar de lleno.

Tercero: se aprende estudiando

Estudiar quiere decir leer mucho, escribir mucho, reflexionar mucho. Ningún buen monitor/a es un inculto. No hay ningún peligro de convertirse en una rato de biblioteca: la tarea de monitor de por si es práctica, inmediata. Es necesaria completarla fundamentarla, darle cualidad con la reflexión teórica. Además, leer estimula la imaginación, abre la puerta a nuevas ideas, recursos, etc. Todo junto nos estimula y nos hace más creativos.

2.6. C2.6. CÓÓMO SE APRENDE A SER MONITOR (II)MO SE APRENDE A SER MONITOR (II)

2.7. Perfil del animador (I)2.7. Perfil del animador (I)

• Es un pedagogo creador. Tiene más preparación práctica que teórica.

• Orienta, no impone ni manipula resultados. Tiene gran cualidad para facilitar la participación de todos.

• Ayuda a la desaparición de tensiones inhibidoras. Cuenta con una buena capacidad de improvisación estando siempre atento a lo que la evolución y la vida interna del grupo pide en cada momento.

• Nunca es dogmático.

• Posee recursos suficientes para mantener una línea constante y creciente, huye de la rutina.

• Nunca califica ni compara. Valora cada acción por sí misma.



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2.7. Perfil del animador (II)ESTILO AUTORITARIO: el líder o monitor se cree infalible, no tolera ninguna

oposición o resistencia.

El autocrático: el monitor tiene todo el poder de decisión, se tiene que hacer todo lo que él quiere, nunca consulta, ni tiene en cuenta las sugerencias. Se aísla del grupo, establece distancias, cree que no tiene que mezclarse con el grupo, el misterio, le favorece su prestigio ante los niños, con los que no se permite muchas familiaridades.

El paternalista: el monitor paternalista se muestra más accesible que el anterior, intenta pasar sus puntos de vista de una manera más sutil, buscando que los niños le reconozcan cómo es de lógico y beneficioso. Quiere ser reconocido como cabeza de una manera que todos le adoren, llenos de gratitud. Muchas veces hace referencia a su experiencia para convencer a los demás.

El maniobrero: no actúa nunca directamente, de frente, sino que busca la adhesión o la obediencia por otros caminos más retorcidos, por ejemplo, siendo amable con unos, desconfiando de otros, etc. Está convencido que el fin justifica los medios.

El despóta: desea estar en todos los sitios, influir en todo, se cree indispensable. Se queja de ser el que más trabaja, que los otros monitores no colaboran. Es intransigente, pide siempre la perfección absoluta. Hace que otros se sientan culpables, incapaces, desanimados. Crea mal ambiente allí donde va.

ESTILO PERMISIVO: el monitor se limita a dejar hacer al grupo de niños lo que quieran. Esto implica no evita ni reconducir problemas, ni tampoco neutralizar la acción de líderes dentro del grupo de niños que pueden y quieren imponen sus leyes.

El demagogo: deja la autoridad en mano de los niños o jóvenes, con el fin de causar buena impresión, ser popular entre ellos, etc. El demagogo solo habla mucho, prometo mucho, pero no hace nada y poco a poco se apartan. Muchas veces el demagogo busca la complicidad de los niños delante de los otros monitores, dice que “es uno más del grupo”. Bajo la excusa de que los niños se autoorganicentolera todos los desordenes y después los justifica. Está convencida que los que no actúan como él son unos autoritarios.

El buenazo: el monitor débil de carácter, sin autoridad natural, que actúa básicamente con ingenuidad. Muchas veces busca la compasión del grupo de niños. Pero los niños no la aceptan. Suelen ser muy duros con según qué debilidades de los monitores.

El desamparado: es el monitor colocada en una responsabilidad sobre su capacidad, demasiado fuerte, de demasiada envergadura. En ocasiones esto pasa en lugares donde, por falta de responsable, se dan responsabilidades tempranas a gente muy joven. Se desaniman y dejan progresivamente el grupo a su aire.

2.7. Perfil del animador (III)



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ESTILO DEMOCRÁTICO: el monitor confía en el grupo de niños y no renuncia a su papel específico dentro del grupo. A diferencia de los dos estilos anteriores, el monitor democrático está realmente al servicio del grupo y no de las aspiraciones o necesidades.

El cooperativo: intenta que el grupo encuentre la solución a sus problemas por el mismo, pero con su colaboración. Admite no ser infalible, confía en su diálogo, quiere que las decisiones sean interiorizadas, asumidas por los niños y no puras formalidades. Busca que el grupo sea progresivamente más autónomo en su gestión.

El catalizador: el monitor se pone en un papel de observador activo. Su función consiste en procurar poner el grupo en situación de toma de consciencia de los problemas, para que sean los niños solos quienes encuentren los problemas a partir de la reflexión. Este papel catalizador es propio de psicólogos o de educadores que trabajen con niños más grandes.

El semidirectivo: sería el monitor que actuaría básicamente como el cooperativo, pero que se reservaría una cierta dosis de dirección en según qué situaciones o momentos, para considerar que el grupo sea progresivamente más autónomo, pero no renuncia en ocasiones a dar pautas concretas en lo que hacer referencia al método o a los contenidos.

2.7. Perfil del animador (IV)

Es evidente que nuestro estilo de ser monitor tiene que encuadrarse dentro de un estilo básicamente democrático, de confianza hacia la persona y hacia el grupo y de promoción de la autogestión dentro del grupo.

Pero esta perspectiva admite, si queremos ser flexibles con la realidad, diferentes matices:

• La edad de los niños: los niños más pequeños necesitan pautas más concretas del monitor que los adolescentes o los jóvenes. Cuánto más pequeño sea el niño, más seguridad busca en el monitor, y menos significado tiene para él la vida del grupo. Por lo tanto, será necesario una actitud y acción por parte de los monitores más directiva. Por ejemplo, en un grupo de 6-7 años sería absurdo dejar que resuelvan solos la integración de niños nuevos en la colonia.

• La conciencia del grupo: otro factor que incluso puede afectar grupos de más edad: la falta de cohesión del grupo. Cuánto más desintegrado está un grupo (aunque sea de adolescentes) más necesario será la mano del monitor. Si los niños todavía no se exigen entre ellos, aún no se siente comprometidos cuando se toma un acuerdo en la asamblea, cuando todavía no se conoce… no les sirve de mucha una actitud del monitor de excesiva confianza en el grupo. Primero tendrá que construir este grupo, darle sentido y cohesión para cada miembro, hasta que sea algo fuerte y vinculado.. Mientras será necesario que el monitor actúe como punto de referencia estable, dando pistas y orientaciones de las que daría en una situación más favorable.

• Las situaciones específicas de inseguridad o peligro: existen casos muy concretos (un accidente, una excursión de alta montaña que comporta ciertos riesgos), en los que estájustificada una actuación directiva por parte del monitor.

2.7. Perfil del animador (IV)



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2.8. Papel y actitudes del animador (I)1º Estar en acción

Ser monitor no es nunca una actividad sedentaria. Los niños y los jóvenes necesitan acción, testimonios, modelos.

La negligencia, la indiferencia, el cansancio y la desmotivación son incompatibles con la tarea educativa.

Estar en acción comporta respetar el ritmo biológico del niño (no necesariamente coincidente con el nuestro), conocer los límites de su atención, de su concentración y capacidad de espera, de sus necesidades de seguridad, movimiento y reposo.

La distorsión negativa de esta pauta de comportamiento nos llevaría al activismo, a saturar la motivación, a abusar del impacto

2.8. Papel y actitudes del animador (II)

2º Orden

Es necesario un marco de referencia organizativo, de vida cotidiana, que favorezca la convivencia y la comunicación entre los niños y jóvenes. El desorden es fuente de conflictos, angustias, dispersión, peleas.

Los monitores debemos ofrecer un marco equilibrado y firme sobre aquello que se puede y no se puede hacer, y debemos desplegar una planificación y previsión impecables. La vida de grupo y la evolución de la sociabilidad tienen que reposar, para consolidar, en la armonía y la seguridad.

La distorsión negativa de esta pauta de comportamiento nos llevaría a la rigidez, al reglamentarismo y a la intransigencia.



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2.8. Papel y actitudes del animador (III)

3º Afecto y buen humor

Los educadores debemos transmitir buenas vibraciones, optimismo, calidez.

Debemos descartar la agresividad en el trato, el sarcasmo, el pesimismo o el desánimo. No es posible educar sin una gran confianza en los niños, en el ser humano. No es posible educar sinó es transmitiendo felicidad.

La distorsión negativa de esta pauta de comportamiento nos llevaría a evitar las situaciones de conflicto y crisis, necesarias para la maduración de la personalidad.

2.8. Papel y actitudes del animador (IV)

4º Reflexión

La ética tiene que estar siempre presente y explícita, así como la “mirada hacia dentro” para ayudar al niño a conocerse mejor y a encontrar el sentido de sus acciones.

No hay suficiente con “vivir” los valores, es necesario también “halarlo”. Debemos encontrar un espacio para la reflexión ética en la vida cotidiana y no relegarla a los momentos de reñir, de conflicto o de fracaso.

La distorsión negativa de esta pauta de comportamiento nos llevaría a una presión psicológica o a una intervención excesivamente verbalista y llevaríamos a los niños y jóvenes hacia la desmostivación.



animación tema 2 el animador y dinamizador deportivo

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