trabajo de fin de grado la ocupaciÓn japonesa sobre …
Post on 27-Jun-2022
7 Views
Preview:
TRANSCRIPT
LA OCUPACIÓN JAPONESA
PELÍCULAS
Alumn
Tutor
Curso Académico
Grado en Comunicación Audiovisual
Facultad de Comunicación
Trabajo de Fin de Grado
JAPONESA SOBRE COREA Y ANÁLISIS
PELÍCULAS QUE TRATAN EL CONFLICTO
Alumno: Irene Sánchez Ben
Tutor : Laura García Martín
Curso Académico 2018/2019
Convocatoria de Junio
Grado en Comunicación Audiovisual
Facultad de Comunicación
Universidad de Sevilla
ANÁLISIS DE
CONFLICTO .
2
ÍNDICE
1. Resumen
2. Abstract
3. Palabras clave
4. Objetivo y Metodología
5. Contexto Histórico
5.1 Ocupación japonesa sobre Corea
5.2 Guerra civil coreana
5.3 Consecuencias de la división de las dos Coreas
6. Análisis de películas
6.1 Ángeles sin hogar
6.2 Estrellas sin nombre
6.3 Dongju: Retrato de un poeta
7. Conclusiones
8. Bibliografía
8.1 Manuales
8.2 Artículos
8.3 Webgrafía
3
1. Resumen
En este trabajo se explicarán los hechos históricos que acontecieron en Corea durante
el siglo XX, centrándose en la ocupación de la península por parte del Imperio japonés y la
consecuente guerra civil coreana que resultó en una división en dos Estados que continúa
hasta nuestros días. Después se procederá a analizar tres películas (Ángeles sin hogar (1941)
Estrellas sin nombre (1959) y Dongju: Retrato de un Poeta (2016)) que narran y representan
los sucesos que tuvieron lugar durante estos años de ocupación a pesar de la separación
cronológica entre estas producciones. La finalidad es estudiar un tema reciente y presente en
la actualidad que no se estudia con suficientemente profundidad en occidente, sin embargo,
debería tenerse más en cuenta ya que como veremos estos países se han convertido en
potencias mundiales con las que existen relaciones internacionales económicas, sociales y
culturales.
2. Abstract
This project aims to explain the historical facts that took place in Korea during the
20th Century, focusing on the occupation by Imperial Japan and the consequential
Korean civil war that lead to the current division in two separate States. Then, there
will be an analysis on three films (Angels on the streets (1941), Nameless stars (1959)
and Dongju: The portrait of a poet (2016)) that talk about these years of occupation
regardless of the separation in time between the productions of these movies. The
point is throwing some light on a very recent and relevant topic that doesn’t get as
much acknowledgement over the West as it should given the fact that, as we will see,
these countries have become great world powers we have international relations with.
3. Palabras clave
Corea, conflicto, ocupación, Japón.
4. Objetivo y metodología
El objetivo de este trabajo es tratar sobre una historia desconocida u olvidada por
muchos pero que sigue siendo relevante a día de hoy, ya que ha construido parte de la
4
sociedad mundial y explican la cultura y el estilo de vida de las grandes potencias asiáticas y
sus relaciones con el resto del planeta. Además, esta investigación pretende homenajear a
todas las víctimas del régimen Imperial y a aquellos que lucharon por la liberación de Corea
analizando películas que tratan su sufrimiento y demostrar cómo el cine hace una gran labor
por recuperar la memoria colectiva.
Para ello, ha sido necesario un profundo estudio teórico previo sobre los
acontecimientos históricos en Corea y Japón recurriendo a manuales históricos y de
Relaciones Internacionales, artículos, trabajos de investigación y páginas webs fiables. A la
par se han visualizado numerosas películas sobre el conflicto y se han seleccionado tres de
momentos diferentes en la historia (una producida durante la ocupación, otra tras la liberación
y la última en la actualidad) para tener distintos puntos de vista y comprender la función del
cine y su papel en la sociedad. Por último, se ha realizado una pequeña entrevista a tres
personas coreanas para obtener una visión personal y mucho más cercana a los
acontecimientos. De esta manera, se obtendrán conclusiones mediante un método deductivo y
analítico.
5. Contexto Histórico
5.1 Ocupación japonesa sobre Corea
En mayo del año 1910 empezó la dominación colonial japonesa a la que estuvieron
sometidos los coreanos durante treinta y cinco años. Separados por el Mar del Este (también
llamado Mar de Japón) y a unos 210 kilómetros de distancia entre sus puntos más cercanos, la
península coreana era el objetivo más fácil para empezar la invasión que Japón ejecutaría en
los siguientes años. El plan de anexión, impulsado por el nuevo ministro residente Terauchi
Masatake, comenzó por suprimir los periódicos coreanos más importantes para evitar que los
órganos de prensa dieran noticia de lo que estaba sucediendo. Con la ayuda del primer
ministro coreano Yi Wanyong, quien solo velaba por la seguridad de su familia y la familia
real, se puso en marcha la ocupación y el paso de protectorado a colonia.
La Gobernación General comenzó la expropiación de tierras coreanas mediante el
mecanismo «estudio catastral», que obligaba a los propietarios a declarar sus territorios y dar
detalle de su uso y dimensiones arriesgándose a que fuesen confiscadas tras un corto plazo.
5
Datos de 1930 revelaron que la Gobernación habría ganado titularidad de un 40% de
superficie de toda la península coreana, siendo las empresas japonesas las posesoras del
derecho a explotar estas tierras y enriqueciéndose con su actividad. Algo parecido ocurrió con
los yacimientos mineros de oro, plata, carbón, plomo y hierro, donde los conglomerados
japoneses se hicieron con la industria extractora en Corea y multiplicaron su actividad,
convirtiéndose Japón en el mayor proveedor de materias primas para los países aliados
durante la Primera Guerra Mundial. Así, El país nipón llegó a dominar varios campos de la
economía y el comercio coreanos, administrando las redes ferroviarias, los aeropuertos y el
intercambio de productos como la sal, el ginseng o el tabaco con el exterior.
Los conocidos como “Disturbios del Arroz”1 se dieron a raíz de este problema. El país
colonizador sufría de una falta de arroz mientras que Corea era en su momento el gran
abastecedor de este grano. El control de su producción y distribución por parte de los
japoneses se acentuó a la vez que se desarrollaba el sistema capitalista, se eliminaron los
aranceles entre los dos países en 1920 y la mano de obra coreana era la mitad de costosa, de
forma que para los años 30, más del 50% de la producción de arroz estaba en manos del
régimen ocupacional. Los nativos tuvieron serios problemas de alimentación y tuvieron que
recurrir al sorgo y la soja importados desde Manchuria. El sector manufacturero fue también
impulsado, creando numerosas empresas de producción de textil, metal, herramientas y
máquinas, que utilizaban los recursos de la península para abastecer al Imperio, cuyo objetivo
era seguir expandiéndose por China. (Moreno J., 1991)
En el terreno social, emergió un clima de activismo y lucha por la independencia, pero
las leyes de represión japonesas acallaban cualquier forma de disidencia y todos los intentos
de disturbios que surgieron simultáneamente por distintas zonas del país fueron fuertemente
reprimidos. Aumentaron las multas, los sumarios judiciales y las detenciones, llegando a más
de 50.000 personas detenidas en 1912 y más de 140.000 en 1918, según informes de la propia
policía japonesa. Muchos se exiliaron en Kando, Manchuria y otros territorios cerca de la
península coreana desde donde pudieron impulsar las revueltas. En enero de 1919 se formó el
Nuevo Partido Coreano de la Juventud con el fin de presentar en la Conferencia de Paz de
Versalles el conflicto que estaba sucediendo en Corea y pedir su independencia, pero por
desgracia no se admitió el tema en los debates.
1 Disturbios o motines, según la traducción. Para más información sobre el acontecimiento: Tanaka, M. Motines del arroz en el Japón en el año 1918, 1971.
6
El día 1 de marzo de 1919 fue especialmente duro para los ciudadanos coreanos. Miles
de personas se reunieron en el parque Pagoda, en Seúl, para leer una declaración de
Independencia firmada por 33 figuras representantes. En la declaración se argumentaba la
larga historia del país y defendían su derecho a asegurar la eterna libertad del pueblo. A la par,
2 millones de personas en 211 distritos diferentes (de los 218 existentes en el país) salieron a
las calles en una suma de 1.500 concentraciones al grito de Viva Corea Independiente. Era la
revuelta más voluminosa y mejor organizada del país hasta el momento, lo que sorprendió a
las autoridades japonesas, que respondieron, igualmente, con la represión más dura y cruel de
la ocupación. Junto con los 33 firmantes, fueron arrestados unas 50.000 personas, la cifra de
manifestantes muertos sobrepasaba los 7.500 y la de heridos los 16.000, según confesó la
administración nipona. También, en el fuego provocado por la policía, se quemaron 715 casas,
47 iglesias y 2 escuelas. (Moreno J., 1991)
Japón, el Imperio del Sol Naciente, se había consolidado como gran potencia tras la
Primera Guerra Mundial, por lo que los gobiernos de las demás potencias prefirieron ignorar
las demandas y pedidas de ayuda de Corea antes que entrar en un nuevo conflicto.
A pesar de la cruda respuesta a los intentos de independencia, éstos no cesaron. Se
crearon numerosos gobiernos provisionales tanto dentro como fuera del país, pero faltaba un
órgano de unificación que pusiese de acuerdo las corrientes convergentes y redactase los
objetivos principales de los ciudadanos. En el mismo año 1919, en Shangai, aparece el
gobierno provisional de la república de Corea, que reanudó las misiones diplomáticas en las
Conferencias de Paz en Francia y Suiza para exponer los problemas que estaba sufriendo el
pueblo coreano y pedir una declaración en favor a su independencia, esta vez exitosas. A su
vez, en Manchuria, con un millón de inmigrantes coreanos, se creó un cuartel general que
organizó las fuerzas armadas de la resistencia, y El Diario de la Independencia, desde el exilio,
informaba sobre la actividad de todas estas organizaciones. (Fernández, C. & Borque, E.,
2013)
Estas tendencias revolucionarias tuvieron el apoyo financiero por parte de la
revolución bolchevique que estaba teniendo lugar en Rusia desde 1917 y la política de Lenin
de ayuda a países pequeños y débiles que luchaban por su independencia. A su vez, los
7
estudiantes coreanos que vivían en Tokyo siguieron la corriente anarquista y creían en la
oposición a las autoridades y el Estado como base de la libertad absoluta.
Japón, ante esta amenaza, decidió cambiar su plan colonizador para pasar a una
política de «Culturización», que supuso un aumento en el número de cárceles, detenciones por
presentar descontento con la política e ideología japonesa, confiscación y censura más
frecuente de publicaciones periodísticas y un cambio en el sistema educativo coreano para
parecerse al japonés.
El Movimiento por la Independencia del 10 de junio fue la movilización más grande
tras las del 1º de marzo. En 1926 el último rey de la dinastía Yi muere, incrementando el dolor
y el odio a la ocupación al igual que las ganas de manifestarse de nuevo. Con la ocasión del
funeral previsto para el 10 de junio, se planeó una movilización que fue descubierta
rápidamente por la policía japonesa que estaba alerta desde los hechos del 1919, también
impulsados por la muerte de un rey. La autoridad se organizó, requisó todo tipo de
propaganda, detuvo a varios líderes del movimiento y prohibió la entrada a Seúl que tuviera
propósito de atender al acto funerario. De nuevo, fueron los estudiantes quieres tomaron las
riendas e impulsaron las manifestaciones sin ser descubiertos.
Los nacionalistas democráticos, en un intento de pacto con el país invasor, unieron
fuerzas con los socialistas creando la Organización Única del Pueblo en 1927, que aunque fue
fuertemente criticada por los movimientos extremistas insurgentes, consiguió el
reconocimiento de la Gobernación General. Ésta prometió el cese de su política de
Culturización con vistas a calmar el ambiente revolucionario que había permanecido entre el
pueblo coreano, pero cuando Japón invadió Manchuria en 1931, la Organización fue disuelta.
La persistencia coreana por la independencia se manifestó numerosas veces pero fue
siempre combatida y reprimida duramente por la nación colonizadora hasta el día en la que
ésta cesó su ocupación.
5.2 Guerra civil coreana
Japón invade China en el año 1937 y entra en guerra con los Estados Unidos en el
1941 bombardeando Pearl Harbour. Estos atrevidos movimientos bélicos se dieron por la
8
obsesión del Imperio por ganar territorios, pero fue solo posible tras la «movilización total de
la nación», que consistía en una política de eliminación total de la identidad coreana para
reclutar soldados que luchasen por Japón. Bajo esta política se eliminaron todo tipo de
actividades culturales, se forzó a utilizar el idioma japonés en libros, periódicos y revistas y se
obligó a los coreanos a cambiar sus nombres por uno japonés o la conversión a su alfabeto.
De nuevo, se incrementó la expropiación de tierras de cultivo y se ocultaron bajo el
nombre de «donaciones», la mano laboral se redujo por el reclutamiento militar y los
agricultores tuvieron que trabajar más horas para seguir produciendo con el mismo resultado.
En total, 700.000 coreanos fueron enviados por obligación a trabajar en bases militares,
fronteras, minas de carbón y otras labores apoyando al bando japonés en la Segunda Guerra
Mundial. Las mujeres solteras, incluyendo menores, fueron sometidas a la prostitución
forzosa y sirvieron como «mujeres de confort»2 a los soldados japoneses combatiendo en
todos los puntos del país.
En 1943 se rinde Italia, lo que aumenta la esperanza de los países aliados a ganar la
guerra y prometen (Estados Unidos, Gran Bretaña y China) que Corea será liberada
considerando su estado de esclavitud al que ha sido sometido. Esta promesa se cumplió el 15
de agosto de 1945, cuando Japón se rinde incondicionalmente. Ante estos hechos Corea deja
de estar bajo el dominio japonés pero queda en duda de si los aliados ocuparían el territorio y
dejarían que el gobierno provisional estuviese al mando. A su vez, los líderes políticos más
influidos por el comunismo estimaban necesario una organización que atendiese rápidamente
al pueblo coreano, y los nacionalistas prepararon asambleas para consolidar las bases del
camino hacia la reconstrucción del país.
Mientras se desarrollaban estos conflictos internos, la Unión Soviética y Estados
Unidos entraron en acción para ocupar la península. Los soviéticos, contando con la ventaja
geográfica, penetraron primero y se hicieron con Pyongyang y Jam Joung, las ciudades más
importantes de la zona norte. Un mes más tarde, aprovechando la desembocadura del río Han,
los estadounidenses entraron por Incheon hasta Seúl y asentaron sus tropas en el sur. Los
2 Mujeres de Confort: fueron aquellas mujeres, la mayoría coreanas, reclutadas por el Imperio japonés y forzadas en una red de esclavitud sexual para satisfacer a los soldados en burdeles militares construidos para este fin. En testimonios de víctimas supervivientes se cuenta como fueron violadas y golpeadas varias veces al día, sin oportunidad de resistirse. Según Amnistía Internacional, en un informe realizado en 2010, se calcularon hasta 200.000 mujeres y niñas atrapadas para servir en esta red. Informe: https://www.amnesty.org/download/Documents/36000/asa220012010es.pdf (última visita 01/06/2019)
9
rusos alentaron las ideas comunistas que habían surgido tras la liberación y el presidente Kim
Ilsung pronto expulsó a los nacionalistas y creó el Comité Provisional del Pueblo de Corea del
Norte. Mientras que en el sur las fuerzas norteamericanas optaron por un gobierno militar sin
aceptar el Gobierno Provisional creado en el exilio ni los intentos de creación de una
República Popular, pero permitiendo actividades políticas libremente, lo que desembocó en
mucha confusión y mala organización.
La división afectó de inmediato a ambas partes, al sur se situaba gran parte de la
producción agrícola mientras que la industria pesada tenía sus bases en el norte. El desarrollo
económico del país había sido muy irregular durante la ocupación ya que casi todos los
recursos iban destinados a Japón y se había incrementado y dirigido la producción hacia la
guerra. Con el fin del régimen imperialista, se dieron migraciones masivas de vuelta al país
desde Japón y China a Corea, en muchos casos teniendo que cruzar la parte norte y la frontera.
Mientras tanto, seguían las reuniones entre los vencedores de la guerra para resolver el
problema de Corea. China, Gran Bretaña, Estados Unidos y la Unión Soviética acordaron un
plan de cinco años para hacerse cargo con el país, a lo que el pueblo respondió rápidamente
con nuevas protestas. El Partido Democrático Coreano implantó un Cuartel Nacional para la
Unificación en el 1946 con el objetivo de eliminar la división entre norte y sur y establecer un
gobierno independiente que consiguiese la transición a un país reformado.
Naciones Unidas, en el año 1947, decidió que eran necesarias unas elecciones en toda
la península para decidir el futuro del país y la Unión Soviética y los Estados Unidos deberían
abandonar el territorio. La parte norte no aceptó la supervisión de estas elecciones, así que
fueron los surcoreanos los que el 10 de mayo de 1948 eligieron a 198 representantes de la
Asamblea Nacional. La República de Corea, nombre recién aprobado ese mismo año, puso en
marcha la declaración de una constitución y la proclamación del presidente Yi Songman para
todo el país. El gobierno de la nueva república fue aprobado y en la Asamblea General de las
Naciones Unidas y consecuentemente reconocido por más de cincuenta países. Los únicos
opositores fueron la URSS, quien dio el visto bueno al Gobierno comunista y a Kim Ilsing
para convertirse en el máximo autoritario de toda la península. Cuando las tropas rusas y
norteamericanas se retiran durante el año 1948, dejan a Corea dividida como harían más tarde
con Alemania en 1961.
10
Las consecuencias son catastróficas, en un panorama donde países del Asia Oriental
como India, la República Popular China, Pakistán o Vietnam están proclamando su
Independencia y luchando contra sus respectivas metrópolis, Corea se sumerge en una potente
guerra civil que duraría tres años y dejaría el país en un estado imposiblemente más pobre y
devastado.
La primera mitad del siglo XX estuvo marcada por esta división mundial en dos
bloques y la obsesión por mostrarse superior al otro. La Unión Soviética empieza los ensayos
de su propia bomba atómica, se proclama la República Popular China con un régimen
comunista, Estados Unidos sufre ataques internos por sus acciones en Asia, a la vez que se
descubre la masiva red de espionaje rusa que supone la creación de la CIA. De esta manera,
todas las naciones están tan ocupadas con sus propios problemas que la guerra en Corea deja
de ser culpa ni problema de nadie. (Avilés, J., 2010)
Este conflicto bélico fue todo un proceso compuesto por varias fases. Primero, el 25 de
agosto de 1950, avanza el norte en una ofensiva compuesta por unos 56.000 soldados y ocupa
gran parte del sur durante tres meses. Empujaron la frontera desde todos los puntos, el oeste
hacia Seúl, el centro, más complejo por el relieve montañoso, y el este por la costa. Ante la
invasión repentina, las tropas norteamericanas no tardaron en defenderse, Truman, que había
ordenado a las fuerzas militares estadounidenses de Japón proveer material de guerra a Corea
para su autodefensa, aportó apoyo aéreo y naval a la capital surcoreana mientras Estados
Unidos denunciaba los hechos a la ONU. Empezaban así los bombardeos a Corea del Norte,
que no dejó de avanzar hasta ocupar prácticamente toda la península, salvándose el puerto
más importante del país, al sur, el de la ciudad de Busan.
La respuesta desesperada se dio en forma de sorpresa, siendo las tropas
estadounidenses en Japón los que desembarcaron en una pequeña ciudad al oeste de Seúl,
Incheon, y se hacen con gran parte de lo ocupado por el régimen del norte. Simultáneamente,
desde Busan se consiguió retomar territorios, haciendo que los norcoreanos no pudieran
mantener los dos frentes. En menos de dos semanas, el sur volvía a estar en manos
norteamericanas
Con apoyo de catorce países de la ONU, decidieron cruzar la frontera y continuar
ascendiendo hasta el límite con China, lo que se considera un gran error en el desarrollo de
11
esta guerra, ya que la República Popular de China apoyaría al Norte por su semejanza
ideológica y daría de nuevo un giro inesperado a los acontecimientos. En una nueva ofensiva,
tan rápida como las dos anteriores, las tropas chinas se despliegan frente las aliadas y
comienzan a avanzar, volviendo a desplazar la frontera hacia el sur. El contraataque consistió
en demostrar la superioridad armamentística y devolver la línea divisoria a su posición
original, el paralelo 38.
Hubo disputas internas en el bando norteamericano. Truman quería limitar la guerra a
Corea mientras MacArthur, jefe de las tropas en Japón, veía necesario declarar la guerra a
China, contando con el material atómico del que disponían. El primero temía volver a
empezar una nueva guerra mundial si amenazaba al comunismo, así que sustituyó al general y
siguió con su plan.
El desgaste de ambos bandos hizo que en 1951 comenzasen las conferencias para
llegar a un alto al fuego, que se alargaron hasta el 27 de junio del año 1953, donde el
armisticio fue firmado y Corea quedó dividida en dos Estados: la República de Corea del Sur,
presidida por Synugman Rhee y fuertemente influida por Estados Unidos, y la República
popular del Norte, con Kim Ilsung al mando. Teóricamente, la falta de un tratado de paz
supone que ambos Estados siguen en guerra.
Las pérdidas humanas en la Guerra de Corea fueron cuantiosas, en el sur se contaron
257.000 bajas de soldados y unos 244.000 civiles muertos, en el norte, estas cifras se
doblaban, con cerca de 520.000 muertes norcoreanas y 900.000 por parte del ejército chino,
“aunque estos datos nunca se hicieron oficiales” (Fernández, C. & Borque, E., 2013) .En
cuanto a pérdidas materiales, un tercio de viviendas quedaron en ruinas, al igual que la
mayoría de construcciones públicas, puentes, puertos y caminos. También, casi la mitad de
instalaciones industriales, eléctricas y minas de carbón fueron destruidas.
En el terreno internacional, Estados Unidos quedó defraudada al haber acabado el
conflicto en su primera no victoria, se sintió vulnerable y decidió aumentar su sistema
defensivo conociendo la amenaza que suponía el auge del comunismo. China empezó a
considerarse una gran potencia al haberse demostrado dispuesta a participar en la guerra a
favor del régimen, y recibió todo el apoyo de la URSS para intentar frenar la actividad
norteamericana en el Pacífico.
12
5.3 Consecuencias de la división de las dos Coreas
El desarrollo económico del Sur se debió a la dictadura del general Park Chunghee,
que lideró desde 1961 hasta 1979 e impulsó el sector exportador siguiendo el modelo japonés.
Los ciudadanos, que no disfrutaban de derechos sindicales, se convirtieron en trabajadores sin
descanso con el convencimiento de que tenían que levantar el país y alcanzar la prosperidad.
Este modelo no permitía las importaciones y daba grandes ventajas a las empresas cuya
actividad fuera exportadora. Sin mercancías ni capital exterior, el mercado interior era muy
poco competitivo, pero la concentración de recursos en pocas empresas reflejaba unos
números de crecimiento espectaculares, entre el 6 y 10% anual. (Avilés, J., 2010)
El dictador Park fue asesinado por un miembro de su propio servicio, pero para el
1980 otro general se puso al mando mediante un golpe de Estado. El nuevo, Chun Doohwan
no fue tan dictatorial como su antecesor, además se encontró con un pueblo cansado del
régimen autoritario y hubo numerosas manifestaciones en su contra. En la ciudad de Kwangju
se dio la más famosa, duramente reprimida por la policía y con un resultado de 200 muertos.
Durante los siete años que duró su mandato, el país seguía con su política de crecimiento,
pero Doohwan nunca fue apoyado.
Vistas las protestas llevadas por estudiantes y obreros, se convocaron unas elecciones
que ganó Roh Taewoo, quien presentó un programa con reformas democráticas, aunque
resultaron no ser tan beneficiosas como se pensaba. Ese mismo año, en 1988, los Juegos
Olímpicos se celebraron en Seúl e impulsaron una nueva imagen del país al resto del mundo.
(Brañas, J. M., 2007)
La oposición, de nuevo unida tras la confusión política que supuso sus primeras
elecciones para proclamar un líder, se reveló una vez más y eligió a un nuevo presidente con
un gobierno centrista, Kim Youngsam. Éste condenó a Chun y Roh por traición y corrupción,
aunque más tarde serían perdonados.
En el plano internacional, Corea del Sur fue reconocido como un país desarrollado y
bien incorporado al panorama mundial al ingresar en la OCDE en el 1996. La crisis financiera
que azotó Asia un año más tarde, sin embargo, afectó a la economía del país, que necesitaba
13
reformas en su estructura. Aunque las medidas del dictador Park ayudaron a levantar un
Estado completamente destrozado tras la guerra, estuvieron completamente basadas en el
sacrificio de los trabajadores por el bien del crecimiento, y el nuevo modelo de economía ya
avanzado, necesitaba afrontar la crisis de otra manera.
Con el presidente Kim Daejung, Corea del Sur se abrió al extranjero y aceptó las
ayudas del Fondo Monetario Internacional y los organismos financieros que controlaron los
bancos principales, dando la bienvenida a inversores internacionales. El sector público
también se encargó de sanear las cuentas de algunas empresas en riesgo de ruina para que no
cesara su actividad. De esta manera, la crisis aunque intensa, fue corta, y para el año 1999
Corea ya habría recuperado su rápido crecimiento, esta vez mucho más estable y con futuro.
En el Estado del Norte la historia fue muy diferente. El dictador Kim Ilsung impulsó
un sistema autárquico en el que él era el supremo líder y el pueblo tenía que rendirle culto,
muy parecido al modelo estalinista. Sus convicciones empezaron desde pequeño, siendo
proveniente de una familia cristiana que tuvo que emigrar a China tras la reciente ocupación
de la península. Por esa razón, fue un fuerte combatiente contra el Estado nipón, y en el 1941,
se unió al Partido Comunista Chino. Entrenado militarmente por la Unión Soviética, estuvo al
frente del Gobierno provisional coreano en su zona de exilio, y tras la derrota japonesa y la
liberación de Corea, este Gobierno se convirtió en Corea del Norte.
Kim Ilsung cerró el país completamente tanto cultural como económicamente, con
mínima actividad comercial con el exterior. La ideología que sigue, llamada «juche»3, está
basada en la fuerza y capacidad propia (Galindo, B., 2007). Tampoco quiso asemejarse a su
Estado aliado, China, cuyas reformas empezaron a impulsar el país, sino que se fue atrasando
con respecto al resto del mundo y su aislamiento solo creció con la derrota de la Unión
Soviética en el 1991. Este suceso, además, significó una eliminación total de las referencias
en la Constitución al régimen caído, y se impulsó aún más el nacionalismo y el culto al líder.
Antes de su muerte en 1994, una de sus últimas medidas fue incentivar la producción de
armas nucleares, lo que hasta día de hoy, ha mantenido alerta al resto del mundo.
3 Ideología «juche»: se puede traducir como “confianza en uno mismo” y se trata de la mentalidad de que uno tiene que lograr los méritos propios, sin depender de nadie y siendo responsable de los hechos que uno comete. Esto se refleja en el sistema autárquico impuesto en el país.
14
El sucesor, su hijo Kim Jongil, ya había recibido instrucciones para dirigir el país y
estaba completamente entrenado para continuar el régimen y sistema de aislamiento de su
padre. Es por eso que el mundo exterior carece de mucha información de los sucesos dentro
del país. Se sabe que la agricultura propia no podía abastecer alimento para toda la población
y el hambre ha causado cientos de miles de muertes.
En la actualidad, Corea se encuentra dividida en dos por la zona desmilitarizada,
territorio de cuatro kilómetros de ancho que cruza la península a la altura del paralelo 38
desde el armisticio declarado en 1953. La República Popular Democrática, al norte, es un
Estado autoritario y cerrado, la mayoría de su población (total de 25 millones y medio) vive
en la pobreza, cuenta con una mínima exportación y la esperanza de vida es de unos 71 años.4
En el sur existe la República de Corea, un país capitalista que comenzó tras la guerra una
reconstrucción estructural mediante el esfuerzo y duro trabajo, y es hoy una de las grandes
potencias tecnológicas mundiales. Con 51 millones de habitantes y la mitad residiendo en la
capital y su área metropolitana, Corea del Sur disfruta de una esperanza de vida elevada (82
años), gran riqueza proveniente de sus exportaciones y excelentes conexiones con el resto de
mundo, lo que constituye la mayor diferencia con su Estado vecino.5
El régimen norcoreano no permite que sus ciudadanos estén informados de lo que
sucede en el resto del mundo. No se puede acceder a Internet ni utilizar teléfono móvil propio
y solo se permite sintonizar la radio estatal. Estas prohibiciones han provocado la existencia
de actividades de contrabando y mercado negro que intercambia productos como películas
extranjeras y radios capaces de sintonizar emisoras surcoreanas con una minoría muy concreta,
lo que incrementa la corrupción. El Gobierno no persigue con dureza estos actos ni las
inversiones que empresarios chinos hacen en el país, seguramente por ser parte del minúsculo
volumen de actividad económica que existe con el exterior. (Fernández, C. & Borque, E.,
2013)
A día de hoy las Fuerzas Armadas siguen recibiendo gran atención y presupuesto, con
más de un millón de hombres preparados para el caso hipotético de una guerra. Desde la
muerte de Kim Jongil y la sucesión de su hijo Kim Jongun en 2011 ha aumentado el miedo a
4 Datos de 2017 de World Bank Group (https://data.worldbank.org/country/korea-dem-peoples-rep) (última visita 01/06/2019) 5 Datos de 2017 de World Bank Group (https://data.worldbank.org/country/korea-rep) (última visita 01/06/2019)
15
nivel mundial por el uso de armas nucleares debido a las numerosas pruebas con misiles que
se han realizado en los últimos años, replicados por parte del ejército estadounidense bajo el
mandato de Donald Trump en una especie de competición por demostrar quién está mejor
preparado.
En el Sur, la amenaza de guerra con Corea del Norte es una preocupación más, pero
igual de importante es el gran número de familias que quedaron separadas por el paralelo y la
pérdida de la mitad de una población antes unida. La diferencia entre ambas Coreas solo ha
incrementado en estas casi siete décadas, lo que significa que se el sistema autoritario del
Norte se colapsara, la unificación súbita del país supondría unas circunstancias muy extremas
como migraciones por todo el país y diferencias culturales y sociales que necesitarían varios
años para desaparecer.
Aun así, varios presidentes surcoreanos del siglo XXI como Kim Daejung y Roh
Moohyun han estado muy abiertos a reuniones y negociaciones con el país vecino con el
objetivo de estrechar relaciones y facilitar la transición gradual de su régimen. El
acontecimiento más reciente y esperanzador fue la participación de Corea como una sola
nación en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018 que precisamente tuvieron lugar en la
península, en la ciudad de Pyeongchang. El equipo femenino de hockey sobre hielo fue el más
significativo en este evento, compuesto por 35 atletas (23 del sur y 12 del norte)6 que jugaron
en cohesión dando un ejemplo de lo unida que está la población coreana pese a su división
política y territorial.
6. Análisis de películas
A continuación, se procederá a analizar tres películas que muestran sucesos ocurridos
durante la ocupación de Japón que sufrió Corea e intentan de alguna manera reflejar la vida y
el daño por el que tuvieron que pasar los ciudadanos afectados. Están en orden cronológico
atendiendo a la fecha de producción desde la más antigua a la más reciente.
6 Artículo del Comité Olímpico Internacional (COI) sobre el equipo y su entrenadora https://www.olympic.org/news/the-female-coach-behind-the-unified-korean-ice-hockey-team-a-symbol-of-peace-and-hope (última visita 01/06/2019)
16
La primera se trata de una de las pocas películas coreanas que sobrevivieron a la
guerra y la más diferente respecto a las demás, puesto que es la única de las analizadas que se
produjo bajo el régimen colonial. Durante la ocupación y tras el endurecimiento de las normas
respecto la identidad de los ciudadanos, solo se permitió la creación de películas
propagandistas que lograsen pasar un duro control de censura e impulsaran el deseo de los
jóvenes por participar en la guerra y alistarse al ejército japonés.
La segunda fue rodada poco después del fin de la guerra civil en la península cuando
Corea del Sur empezaba a desarrollarse como país y tuvo la libertad de hablar sobre su propia
historia y denunciar los actos bárbaros que había sufrido el país. Tiene un espíritu positivo a
pesar de todo, recordando a los valientes que lucharon por la nación y agradeciéndoles el
esfuerzo y empeño que pusieron por conseguir la libertad. Aunque representa acontecimientos
reales, hace uso de personajes ficticios que ayudan a construir la trama.
Por último, la tercera película es un biopic de un poeta coreano reconocido por su
posición independentista y sus obras, que solo se hicieron famosas post mortem. Tiene un
tono tranquilo y triste ya que se atiene a contar la realidad tal y como pasó. Mientras que las
dos primeras están en blanco y negro por la fecha de rodaje, esta se presenta así
intencionadamente para llevar al espectador al periodo en el que se basa.
Mediante estas tres películas tan distantes entre sí pretendo hacer hincapié en las
diferentes maneras en las que el cine coreano ha representado el mismo hecho y en la
necesidad del séptimo arte por contar historias del pasado para que no queden olvidadas todas
las personas que lucharon por la libertad.
6.1 Ángeles sin hogar7 (집없는 천사, 1941)
Del director Choi Ingyu y con 73 minutos de duración. Ángeles sin hogar cuenta la
historia de dos hermanos huérfanos rescatados de las calles por un matrimonio abusivo que
les hace vender flores por la ciudad de Seúl a cambio de comida y un techo. Ella, más mayor
pero aún adolescente, es presionada por la pareja para que trabaje en un bar y gane dinero a
cambio de favores sexuales. Cuando el pequeño comete el error de gastar algo de lo recogido
7 Título en español traducido del coreano por la autora del trabajo.
17
ese día en un caramelo, se gana una paliza por parte del señor Kwon y amenazan a su hermana
de ser vendida en el bar por una gran cantidad. El chico, sintiéndose culpable y en un intento
de salvarla, huye.
Más tarde, es de nuevo acogido, esta vez en un orfanato en proceso de construcción,
donde hay otros niños sin hogar. Aunque el objetivo final del señor Bang, quien los refugia, es
altruista y bondadoso, su manera de cuidar a los menores se asemeja al trato brutal de los
Kwon. En sus ojos, los está educando y disciplinando para que se conviertan en “buenos
hombres” y puedan servir en un futuro al ejército, pero realmente los explota haciéndoles
trabajar para mantener el asilo.
En la escena final, los niños se reúnen y se inclinan en reverencia, jurando lealtad al
Imperio. El mayor de los chavales muestra su espíritu de líder leyendo el voto en japonés,
siendo esta la primera vez que se usa el idioma en la película. Esta secuencia, algo
incongruente con el resto de la historia, es lo que ayudó en el proceso de censura a ser
aprobada por ambas partes, coreana y japonesa, y llegar a ser una de las películas más
famosas de la época y recomendada por el Ministerio de Educación. (Yecies, B. & Howson,
R., 2013).
Pero, ¿cómo puede triunfar un largometraje en idioma coreano con un elenco
totalmente local? Para 1941, Corea ya había estado bajo el mando colonial más de 30 años y
había aprendido de sus duras medidas, sobre todo el control que se tenía sobre las
producciones locales. Fueron muchos los directores los que tuvieron que hacer sutiles
cambios para complacer al régimen. Para el público nativo la historia era un mero thriller ,
aunque sirvió para introducir ideas propagandísticas en pro del ejército en situaciones donde
los coreanos podían verse identificados (con el uso de ropas tradicionales o el mismo lenguaje
después de las duras medidas contra la identidad coreana). Así, esta audiencia disfrutaba y se
implicaba con la cinta de manera positiva mientras recibían estos mensajes secundarios.
El discurso implícito se percibe en el deseo por los adultos con poder por rescatar a los
niños de la miseria a través de la doctrina imperialista, con valores como la obediencia, el
orden y la subordinación, lo que acaba siendo el motivo de que los pequeños puedan
sobrevivir. De esta manera transforma a los antes salvajes e infantiles menores en
adolescentes preparados para ser voluntarios en la guerra.
18
Algunos personajes secundarios utilizan nombres cristianos como María, Katie, Anna
o John, y no porque los subtítulos los recojan así, sino que los utilizaban la familia del señor
Bang por ser de clase alta, demostrando un gusto por lo extranjero que simpatizaba con el
Imperio al mostrar a personas coreanas con una voluntad de cambiar su identidad, como
estaba ocurriendo en la realidad cuando los ciudadanos se vieron forzados a utilizar nombres
japoneses. Otro aspecto claramente pro-ejército es una corta escena donde todos los niños que
están trabajando fuera ven a un avión de guerra pasar por el cielo sobre ellos y gritan
“llévanos” y “vayamos juntos”, enseñando el deseo propio de participar en la guerra.
Gracias al estilo del director Choi se pueden disfrutar de escenas realistas como si se
tratase de un documental, como pueden ser los huérfanos trabajando el cultivo, haciendo y
comiendo fideos, algunos planos amplios de Seúl de noche y otros, por el contrario, cortos.
Una gran paradoja de la historia del cine coreano es como Choi Ingyu, al terminar Ángeles sin
hogar, prometió no volver a hacer más películas a favor de Japón y dirigió Hurra por la
libertad en 1946, convirtiéndose en la primera película tras la liberación que celebraba la
Resistencia.
Esta película forma parte junto a otras de una colección creada por el Archivo de Cine
Coreano llamada “El pasado no escuchado” donde se reúnen aquellos largometrajes coreanos
del periodo colonial que pudieron ser recuperados tras la guerra.
6.2 Estrellas sin nombre8 (이름없는 별들, 1959)
Esta película de 105 minutos se centra en la lucha estudiantil que tuvo lugar en 1929
en Gwangju, ciudad al suroeste de la península, y cómo se enfrentaron a la autoridad japonesa
durante la ocupación. Aunque las revoluciones fueron masivas y la película cuenta con una
buena cantidad de extras, la historia se centra en un grupo de jóvenes protagonistas.
Antes de cualquier imagen, el largometraje arranca con letras blancas sobre un fondo
negro donde se puede leer el siguiente texto9:
«Esta película está dedicada a todas las estrellas sin nombre 8 Título en español traducido del coreano por la autora del trabajo. 9 Traducido al inglés por el Archivo de Cine Coreano y traducido del inglés al español por la autora del trabajo.
19
que dieron su vida en el Movimiento Estudiantil de Gwangju por la Independencia
Esta película está basada en el acontecimiento real
del Movimiento Estudiantil de Gwangju por la Independencia.
Ha sido dramatizada pero mantiene el espíritu real de los jóvenes
en contra del régimen imperialista de Japón.»
A continuación, con la Torre en memoria del Movimiento de fondo, una voz en off en tono de
declaración oficial dicta lo siguiente:
«3 de noviembre de 1929
Es el día en que los estudiantes de la ciudad de Gwangju se levantaron en contra de los
japoneses.
Marcharon las calles en protesta
eligiendo la muerte antes que la vida bajo la opresión del dominio imperial.
Despertó el espíritu de orgullo nacional de todo el país.
54.000 estudiantes se unieron.
Muchos fueron heridos, asesinados y torturados en prisión.
Pero la antorcha de la justicia que fue encendida ese día
se convirtió en una llama furiosa que brilló en los corazones de todos los coreanos.
La sangre y lágrimas derramadas por los jóvenes
cambiaron nuestra historia para siempre, y nunca se secarán.
Su espíritu y legado permanecerán siempre entre nosotros
e iluminarán el camino para que la nación marche.»
La escena de apertura muestra a un padre de familia que debe huir a causa del régimen
japonés y deja a su mujer e hijos en casa, guardando una bandera coreana con la esperanza de
que su hijo Sanghun esté tan orgulloso de su país como lo está él. Después de esto se avanza
diez años en el tiempo, donde la madre le explica a Sanghun (interpretado por Hwang
Haenam) y a su hermana, ya jóvenes adultos, la última vez que supo de su marido y su deseo
por dejar como legado su espíritu independentista.
Cuando conocemos mejor a los hermanos y su grupo de amigos, vemos que tienen las
mismas ganas por recuperar el país como sus antecesores y están buscando la manera de unir
fuerzas para combatir a las autoridades. A la vez se introduce el primer conflicto: una
20
estudiante de este grupo de amigos, Yeongae (Jo Miryeong), tiene un hermano mayor que
trabaja para la policía japonesa, y debe elegir entre rebelarse o acatar las normas de su familia.
Es un elemento clave ya que sirve como fuente secreta que la organización estudiantil,
llamada Seongjinhoe necesita para infiltrarse en los planes de la policía.
El gran inspirador de los estudiantes es el profesor Song Unin (Choi Namhyun), quien
en contraste con la política del instituto por adaptarse a la medida anti-coreana del Imperio,
enseña a sus alumnos la verdadera historia del país y los héroes nacionales que murieron en
batallas pasadas. Al ser cuestionado, los estudiantes muestran su primer intento de rebelión,
saliendo de las aulas y forcejeando con los demás profesores, dispuestos a protestar hasta que
Song vuelva. Mientras los directores del centro debaten si la solución es alertar a la policía
sobre los hechos o no hacer el problema algo más grande de lo que debería ser, es el mismo
profesor quien les recomienda volver a casa.
Estos desacuerdos llegan a las manos en una pelea desatada en una estación de tren,
donde un pequeño enfrentamiento escala rápidamente. El bando japonés lleva armas como
palos y piedras, resultando en una brutal paliza a los coreanos sin que las autoridades hagan
nada para poner fin al conflicto ni proteger a las víctimas. De nuevo se pone expone la
disparidad entre los profesores, siendo Song el único que intenta detener la gran pugna y el
más perjudicado, ya que es llevado a una comisaría para ser interrogado y castigado
físicamente.
La trama avanza con el grupo de jóvenes de diferentes institutos organizando
reuniones en cubierto en la sala trasera de una pequeña panadería coreana que pronto levanta
las sospechas de los agentes. La lealtad de Yeongae es puesta en duda al ser su hermano quien
le pegó la paliza al querido profesor, pero ella se pone en riesgo para demostrar su voluntad
por ayudar, acabando asesinada por su propio hermano en la secuencia10 más dramática del
filme. Finalmente, la organización decide el día 3 de noviembre, festividad japonesa, para la
manifestación.
Desde el mismo instituto de Gwangju es donde comienzan a marchar los estudiantes,
saliendo a las calles. En otras zonas del país, donde había llegado la noticia de la insurrección
10 La secuencia comienza en el minuto 91.
21
gracias a los miembros representantes de Seongjinhoe, ocurre el mismo fenómeno, alumnos y
alumnas protestando en masa por la libertad. Es aquí cuando la madre de Sanghun le entrega
la bandera coreana que su padre dejó para el día en el que el pueblo se levantase contra Japón.
Antes del final, con imágenes de la movilización de fondo, podemos leer estas
palabras:
«El Movimiento Estudiantil de Gwangju por la Independencia se expandió por toda la nación
a Seúl, a Pyeongyang, a Busan, a Sinuiju, a Hamheung, a Jeonju, a Wonsan, a Daegu
Muchas estrellas sin nombre cayeron del cielo para iluminar la antorcha del espíritu nacional
contra el imperialismo japonés.»
La película decide acabar ahí, en un punto esperanzador y positivo, aunque los
resultados del movimiento fueron desalentadores. Se calcularon 582 estudiantes expulsados,
2.390 suspendidos por tiempo indefinido y 1.462 detenidos.11
Durante la película, los personajes recurren a cánticos nacionalistas como motivación,
pero siempre reciben una consecuencia negativa al revelar su posición ideológica. La
evocación de los sentimientos, por tanto, se consigue mostrando las trágicas vidas de los
coreanos sin endulzarlas, destacando la falta de romance en toda la historia. Al igual que las
técnicas cinematográficas carecen de complejidad (planos generales y sin movimiento,
escenarios repetidos, falta de transiciones, etc.) para no restarle importancia a la trama.
Como se ha comentado anteriormente, no hay señales de que estos personajes
existieron realmente, sino que son un aparato cinematográfico para hacer a la audiencia tener
personajes con los que identificarse, en vez de intentar representar a la masa revolucionaria en
general sin ponerles cara ni nombre. Este recurso es efectivo, ya que es más fácil ponerse en
la piel de alguien que conocemos y consigue que cualquier espectador pueda entender el
sufrimiento de los afectados pese a ser de un tiempo o nacionalidad diferente. Es por eso que
esta película ha sido seleccionada para el trabajo, pienso que es muy fácil de seguir con un
mínimo contexto, se puede equiparar a otras películas sobre revoluciones donde el objetivo
principal es simplemente contar un hecho del pasado para que no quede olvidado y
11 Página oficial del Instituto Bachiller Jeil de Gwangju. 2010 (última visita 01/06/2019) http://ilgo.hs.kr/sub/page.php?page_code=intro_05_01_01
22
generaciones futuras puedan entenderlo y estudiarlo, y a la vez denunciar los crímenes del
bando opresor.
6.3 Dongju: Retrato de un Poeta12 (동주, 2016)
Dirigida por Lee Joonik, escrita por Shin Yeonshik, con 110 minutos de duración y
catalogada como drama biográfico, esta película cuenta la historia del poeta coreano Yun
Dongju (interpretado por Kang Haneul), quien participó en los movimientos independentistas
y fue arrestado por el gobierno colonial.
El largometraje comienza con el poeta siendo interrogado por un oficial militar
japonés y hace continuos saltos en la línea temporal mediante flashbacks para explicar cómo
se ha llegado a ese punto. Aunque la totalidad del filme se presenta en blanco y negro, no es
difícil distinguir el pasado del presente, ya que normalmente es una pregunta del
interrogatorio lo que lleva a revelar imágenes del pasado, y el periodo de encarcelamiento del
protagonista deja claros signos de desgaste en su físico que aclaran que han vuelto al presente.
Por el título, se puede asumir que el foco narrativo está solo en Dongju, pero desde el
principio conocemos a su primo y mejor amigo, Monggyu (interpretado por Park Jungmin),
cuyas decisiones afectan de tal manera al poeta que cambian el curso de su vida.
El desarrollo de su relación es clave para entender el curso de la historia: mientras que
Monggyu expresa una gran admiración por Dongju y sus poemas, ve el tiempo pasar y la
situación del país no mejora, por lo que rechaza a la literatura como un poder capaz de tumbar
al gobierno, sobre todo cuando nada de lo que escriben es publicado, y empieza a ampliar sus
lazos y contactos para debilitar el régimen impuesto. En cambio, Dongju nunca pone en duda
sus obras, continúa estudiando a la vez que leyendo a otros maestros literarios y escribiendo,
y vemos una voluntad por forjar su propia identidad y postura observando las decisiones
tomadas por su primo. Esta diferencia entre personalidades hace que su amistad se vea dañada
y tomen caminos diferentes aunque paralelos, mostrando así las muchas tonalidades de grises
que existen en la lucha coreana.
12 Título en español traducido del inglés Dongju: The portrait of a poet. El título original en coreano es solo Dongju, el nombre del poeta.
23
Ambos viven con sus familias en Jilin, China, quienes tuvieron que huir a causa de la
ocupación, lo que les predispone naturalmente a tener un carácter nacionalista y luchador.
Cuando se gradúan, viajan a Corea para entrar en la Escuela de Yeonhui y trabajan
conjuntamente en una revista de literatura. Gracias a una compañera, Dongju es capaz de
conocer a un escritor a quien admira y por momentos, parece que es feliz haciendo lo que le
gusta, aunque éste le avisa de que es arriesgado ser poeta en esos tiempos y no conseguirá su
objetivo (lo que es interesante dado su impacto en la actualidad). Pronto, cuando Japón
endurece sus medidas para eliminar la identidad coreana, los estudiantes son forzados a
cambiar sus nombres y utilizar el idioma japonés. Aquí empieza otro de los conflictos
personales que sufren los protagonistas, saben que acatar las órdenes sería ir en contra de sus
principios y moral, pero necesitan seguir estudiando y asegurarse un futuro. Finalmente, los
dos se cambian el nombre y viajan a Japón, el capítulo más decisivo de sus vidas.
Dongju se dirige a Tokyo y con un carácter individualista, sigue centrándose en sus
poemas, cada vez con más esperanza de publicarlos al conocer a un profesor y su hija Kumi
dispuestos a ayudarle a enviar sus obras a buenas manos para ser no solo custodiados sino
traducidos al inglés y distribuidos. Monggyu, en Kyoto, se dedica a comenzar un movimiento
en secreto con otros estudiantes coreanos en contra de la autoridad colonial. En este momento
sus caminos se cruzan de nuevo, Dongju no quiere participar al ver que la policía se ha
convertido en una masa sin escrúpulos alentada por el gobierno y sin ninguna simpatía hacia
los coreanos, sabiendo que el resultado de un levantamiento será fatal. Además, está centrado
en sus propias ambiciones, y su prioridad es entregar sus poemas a Kumi para su publicación.
El terrible desenlace llega cuando el plan es descubierto y ambos amigos son
encarcelados junto al resto de estudiantes revolucionarios. Se conecta de esta manera al
presente ficticio, las interrogaciones del oficial japonés, contando cómo los protagonistas
fueron encerrados en el mismo centro además de sometidos a pruebas médicas e inyecciones
que deterioran sus estados de salud. Los créditos detallan con fechas datos sobre la vida y
muerte de Dongju y Monggyu, donde destaca que murieron en prisión en febrero de 1945, seis
meses antes de la caída del Imperio nipón.
Durante la película, el guionista, reconocido por su artística y calmada forma de
escribir, intercala poemas escritos por Dongju (narrados por la voz en off de manera
melancólica) que reflejan la ansiedad que sufrió viviendo en un periodo como es que le tocó,
24
el rechazo a la supresión de libertades ejercida por el gobierno invasor y la impotencia como
estudiante e intelectual que no puede lograr su sueño. Además demuestra cómo aun habiendo
un personaje más carismático y conflictivo como es el de Monggyu, el verdadero protagonista
es aquel más sensible y callado, ya que la película no busca ser objeto de puro
entretenimiento. Con un presupuesto considerablemente bajo, un vestuario y puesta en escena
simple y más diálogo que acción, la película consigue transmitir mucho, no en forma de
mensaje político sino mostrando hechos de la historia contemporánea. No cabe duda de que
muchas escenas, sobre todo al acercarse el final, están dramatizadas y grabadas en clave
cinematográfica para hacer la historia más atractiva y emocionante, pero no deja de arrojar luz
sobre acontecimientos reales y el espectador no queda indiferente, ya sea de nacionalidad
coreana con un gran nivel de identificación o alguien extranjero mediante una apelación a la
empatía.
En una entrevista al director y al guionista realizada por Diva Vélez durante el festival
de cine asiático de Nueva York (NYAFF)13 Lee Joonik habla de la gran cantidad de películas
que tratan el periodo Nazi y el Holocausto mientras que muy pocas hablan del Japón
colonizador y en especial, Corea, sintiendo que había un esfuerzo por esconder los crímenes
de guerra y no hablar de ellos ni recordarlos. También compara a Alemania, una nación que ha
hecho todo por demostrar su arrepentimiento, con Japón, país que desde su derrota ha tratado
de parecer la víctima en vez de pedir disculpas a los afectados, por lo tanto su objetivo era
mostrar la verdadera historia a una audiencia tanto nativa como extranjera. A esto, el guionista
Shin Yeonshik añade su deseo por despertar la conciencia del público joven, que debe luchar
por las causas mundiales actuales y nos recuerda que Dongju y Monggyu fueron estudiantes
ordinarios que solo se hicieron famosos después de morir.
El largometraje tuvo una gran repercusión en Corea del Sur, con una recaudación total
de 9 billones de won coreano (unos 6.7 millones de euros) y ocupando el quinto puesto en su
primer fin de semana pese a ser una película en blanco y negro, de bajo presupuesto y
compitiendo con grandes blockbusters comerciales como fueron Deadpool y Zootopia.14. Este
interés en las tramas sobre el régimen colonial se manifiesta tanto en la oferta, la creciente
producción de filmes basados en personajes históricos estos últimos años (algunos títulos
13 Enlace a la entrevista https://screenanarchy.com/2016/07/nyaff-2016-interview-lee-joon-ik-and-shin-yeon-shick-on-dongju-the-portait-of-a-poets-unflinching-lo.html (última visita 01/06/2019) 14 South Korea Box Office Feb 19-21 2016 https://www.boxofficemojo.com/intl/korea/?yr=2016&wk=8&p=.htm (última visita 01/06/2019)
25
pueden ser El anarquista (2017) y Resistencia: La historia de Yu Gwan Sun (2019)) como en
la demanda, que se traduce en el público ocupando las salas de cine.
7. Conclusiones
Tras el análisis de la historia reciente de Corea y su evolución hasta la actualidad junto
con estas tres películas se puede entender mejor el panorama actual y el pensamiento de los
coreanos (o surcoreanos, por falta de contacto con los norteños) hacia Japón y el resto del
mundo. Las relaciones con Corea del Sur han mejorado indudablemente de forma exponencial
desde la llegada del nuevo siglo y la incorporación de internet a la vida cotidiana, llegando a
ser líderes en tecnología con empresas como Samsung, Hyundai, LG o Kia entre muchas otras.
La internacionalización de sus productos debido a la ola coreana o hallyu explica el creciente
interés por artículos provenientes de este país, ya sea cosmética, moda o aparatos electrónicos,
incluso el consumo cada vez mayor de obras audiovisuales como películas, series y música.
Sin embargo, el potente desarrollo económico del país no implica un olvido de su
pasado, es más, el orgullo de la nación reside en el hecho de haber creado una potencia
mundial desde los escombros en apenas sesenta y cinco años, lo que hace notable la existencia
de un resentimiento hacia el país colonizador por no haber ocupado y destrozado el país sin
admitir nunca sus crímenes.
Es por eso que cualquier percance despierta los sentimientos más patrióticos en la
población, como pasó recientemente (30 de abril) cuando una de las integrantes japonesas del
grupo de K-pop coreano TWICE, Minatozaki Sana, publicó en la red social Instagram una
foto con un comentario sobre el fin de la era Heisei dando la bienvenida a la nueva era Reiwa.
A efectos culturales, el cambio de periodo imperial se puede equiparar a la entrada de un
nuevo siglo y es celebrado sobre todo por aquellos ciudadanos que solo han vivido en un
periodo. A pesar de que esta publicación no hacía mención a los emperadores ni sus acciones,
la artista fue duramente criticada por los coreanos, con comentarios xenófobos pidiendo que
volviese a su país o que no utilizara el idioma japonés mientras resida en Corea, y ocupó las
portadas de casi todos los periódicos aquel día.
26
Es complicado obtener una opinión de todos los ciudadanos coreanos sobre un tema
tan amplio y no tendría sentido generalizar, ya que se ignorarían las diferencias de una
población diversa. Por eso, me baso en las respuestas particulares que me han concedido tres
personas nativas en una pequeña encuesta, los sujetos son una mujer de 43 años y dos de 21.
La primera pregunta se centraba en las películas, si conocían o habían visto las
analizadas en este trabajo y si eran capaces de nombrar algunos títulos semejantes sin
buscarlos. Todas coincidieron en no conocer las dos primeras pero sí la más reciente, y fueron
capaces de nombrar otras (Malmoe: Misión secreta (2019), Asesinato (2015), La era de las
sombras (2016), Operación Chromite (2016), La Hermandad de la Guerra (2004) y Área
común de seguridad (2000)). Con la segunda pregunta pretendía conocer si, a su parecer,
existía aún un sentimiento de odio hacia Japón por no haber admitido nunca los crímenes de
guerra y si, en caso de una disculpa oficial, cambiaría algo. La mujer de 43 respondió que es
sobre todo la generación veterana es la que siente una repulsión más fuerte hacia los invasores
y un reconocimiento de los hechos ayudaría en la conciencia. Las jóvenes opinan que el odio
hacia la población nipona se ha disipado con el tiempo y se trata más de un sentimiento de
orgullo patriótico, que solo surge cuando hay una apelación directa al pasado (por ejemplo,
ellas lloran al ver estas películas). Coinciden en que los mayores son los más afectados y aún
tienen la espina clavada, aunque piensan que pedir perdón no haría ninguna diferencia.
Por falta de sujetos de este rango de edad, les pedí algunas anécdotas de sus abuelos o
padres con relación a la ocupación y la guerra que pudieran servir de ejemplos reales de
afectados. Una abuela tuvo que casarse muy joven para evitar ser recluida como mujer de
confort, un padre tuvo que registrar su nombre en japonés, otra abuela aún utiliza números
japoneses para hacer cálculos matemáticos porque así lo aprendió en el colegio y dos abuelos
participaron en manifestaciones contra el Imperio.
Con todos estos datos históricos, culturales y sociales pretendo exponer unos hechos
tan poco conocidos por el mundo occidental e interpretar desde fuera el comportamiento de la
sociedad coreana actual, aportando también un objeto más de estudio a futuros investigadores
que lo necesiten. La realización de este trabajo también me ha ayudado a conocer otros
aspectos sobre un país en el que estaba interesada desde antes pero nunca había profundizado
tanto.
27
8. Bibliografía
8.1 Manuales
Brañas, J. M. La metamorfosis de Corea del Sur, Anuario Asia Pacifico, pp. 359-370, 2007.
Fernández, C. & Borque, E. El conflicto de Corea, Monografía núm.17, colección
Conflictos Internacionales Contemporáneos. Ministerio de Defensa de España, 2013.
Galindo, B. Diarios de Corea: Viaje a la última frontera de la guerra fría. Debate, 2007.
Moreno, J. El extremo oriente, siglo XX, capítulos 5-7. Síntesis, 1991.
Sepúlveda, I. & Avilés, J. Historia del mundo actual: de la caída del Muro a la Gran
Recesión, capítulo 11. Síntesis, 2010.
Yang, E. Corea. Historia de un proceso de reunificación. La catarata, 2007.
Yecies, B., & Ae-Gyung Shim. Korea's Occupied Cinemas, 1893-1948. The Untold History
of the Film Industry. Ilustrada, 2011.
8.2 Artículos
Tanaka, M. Motines del arroz en el Japón en el año 1918. Estudios Orientales Vol. 6, N° 3,
pp.
250-285, 1971.
Yecies, B. The Korean “Cinema of Assimilation” and the Construction of Cultural Hegemony
in the Final Years of Japanese Rule. The Asia-Pacific Journal. Vol. 11, Nº 4, junio 2013.
8.3 Webgrafía
Declaración Pública de Amnistía Internacional. Japón: Las “mujeres de solaz” celebran la
“manifestación del miércoles” número 900, 13 de enero de 2010.
https://www.amnesty.org/download/Documents/36000/asa220012010es.pdf
28
Museo Nacional de Historia Contemporánea Coreana. Liberación de Corea: Movimiento de
Independencia y Relaciones Internacionales. (Última visita 01/06/2019)
https://www.much.go.kr/en/contents.do?fid=03&cid=03_1
Página oficial del Instituto Bachiller Jeil de Gwangju, 2010. (última visita 01/06/2019)
http://ilgo.hs.kr/sub/page.php?page_code=intro_05_01_01
top related