la secuencia mÁs temprana en el sitio de pukara, …determinar las características de la cerámica...
Post on 06-Jul-2020
2 Views
Preview:
TRANSCRIPT
FACULTAD DE LETRAS Y CIENCIAS HUMANAS
LA SECUENCIA MÁS TEMPRANA EN EL SITIO DE PUKARA, CUENCA NORTE DEL LAGO
TITICACA
Tesis para optar el título de Licenciado
en Arqueología
que presenta el
bachiller
DAVID ERNESTO OSHIGE ADAMS
DR. PETER KAULICKE
Lima, 2010
Agradecimientos
Esta investigación no se habría dado sin la colaboración de un gran
número de personas a quienes debo tanto admiración como agradecimiento.
Mi asesor, el Dr. Peter Kaulicke ha sido fundamental para poder articular
todas mis ideas y darle sentido al texto. Sin la colaboración de Elías Mujica
no hubiese podido conocer muchas cosas tanto de las excavaciones en el sitio
como datos de la cuenca en general, su desprendimiento y ayuda
incondicional, han sido de mucha utilidad.
Los consejos del Dr. Idilio Santillana han sido motivadores desde épocas de
pregrado hasta la actualidad. En Puno, mis grandes amigos, Cecilia Chávez y
Edmundo de la Vega, me han apoyado en todo momento por lo que estoy
eternamente en deuda con ellos. En Pucará, tengo un amigo fuera de serie,
Honorato Ttaca, quien no sólo compartió su gran sabiduría sino que también
me permitió entrar en su hogar y conocer a su familia. En cuanto al INC-
Puno, debo agradecer las facilidades dadas por los directores Rolando Paredes
y Carlos Landa.
También quiero agradecer a Liz Klarich por haberme ayudado tanto y ser fuente de
ánimo permanente y a mi amigo Hugo Ikehara quien me alentó durante esta
investigación. A mi mamá, Norma, por guiarme espiritualmente, a mi papá Fernando por
haberme dado valores, disciplina y amor por el trabajo. Rosa Marcelina y José Jiro han
sido muy importantes por su apoyo en todos los aspectos y Juergen Golte ha sido un
colaborador permanente. Finalmente quiero agradecer a todas las personas que directa e
indirectamente ayudaron en esta investigación y a Bárbara por su locura y genialidad
inacabable.
Índice...………………………………………………………………………………1 Introducción……………………………………………………………………….5 Capítulo 1 La cuenca del Lago Titicaca…………………………………………………..8 1.1.- Descripción geográfica………………………………………………………..8 1.2.- La cronología…………………………………………………………………..12 1.3.- El proceso cultural durante el Formativo…………………………………17 Capítulo 2 La investigación arqueológica en el sitio de Pukara………………….20 2.1.- Descripción general del sitio………………………………………………...20 2.1.1.- Ubicación, tamaño y organización espacial……………………..20
2.1.2.- Descripción del área monumental………………………………..24 2.2.- Antecedentes de investigación………………………………………………32 2.2.1.- Excavaciones y reconocimientos…………………………………..32
2.2.2.- Estudios de la cerámica…………………………………………….35 Capítulo 3 El Proyecto Copesco……………………………………………………………..41 3.1.- Objetivos………………………………………………………………………..42 3.2.- Metodología…………………………………………………………………….43
3.2.1.- Sectorización…………………………………………………………44 3.2.2.- Secuencia y estrategia de excavación……………………………48 3.3.- Las excavaciones………………………………………………………………49 3.3.1.- Temporada 1975-1976……………………………………………...49 3.3.2.- Temporada 1977-1978………………………………………………49 3.3.3.- Temporada 1979-1980………………………………………………50 3.3.4.- Temporada 1981……………………………………………………..54 3.4- La estratigrafía………………………………………………………………….54
3.4.1.- Descripción de capas, Sector BB Cuadrícula N2-3 E17-18……………………………………………………………………………….58
1
3.4.2.- Descripción de capas, Sector BB Eje Norte 4 (Cuadrícula N4-5 E17-18 y N4-5 E19-20………………………………………………………..61
3.4.3.- Descripción de capas, Sector BB Cuadrícula N6-7 E23-24…….66 3.5.- Secuencia general del sitio y fases de ocupación…………………………..70 3.5.1.- Fase I. Ocupación inicial del sitio………………………………….70 3.5.2.- Fase II. Época transicional pre Pukara.......................................71 3.5.3.- Fase III. Transición pre Pukara a Pukara………………………..71 3.5.4.- Fase IV. Época Pukara Clásico o Medio…………………………..73 3.5.5.- Fase V. Abandono del sitio y colapso de Pukara………………...74 3.5.6.- Fase VI. Reocupaciones tardías…………………………………….75 Capítulo 4 El material cerámico……………………………………………………………...78 4.1.- La clasificación morfofuncional………………………………………………78 4.1.1.- Descripción de las categorías formales……………………………79 4.1.1.1.- Vasijas abiertas…………………………………………….79
4.1.1.1.1.-Platos……………………………………………….79 4.1.1.1.2.- Cuencos……………………………………………80 4.1.1.1.3.- Tazones……………………………………………81 4.1.1.2.- Vasijas cerradas……………………………………………88
4.1.1.2.1.-Ollas sin cuello……………………………………88 4.1.1.2.2.- Ollas con cuello…………………………………..89 4.1.1.2.3.- Cántaros…………………………………………..91 4.1.2.- Descripción de las variaciones formales en la secuencia………97 4.2.- Decoración……………………………………………………………………….99 4.2.1.- Técnicas decorativas………………………………………………..100 4.2.1.1.- Pintura……………………………………………………..100 4.2.1.2.- Incisiones…………………………………………………..100 4.2.1.3.- Aplicaciones………………………………………………..101 4.2.2.- Categorías decorativas……………………………………………..101 4.2.2.1.- Decoración interna………………………………………..101 4.2.2.1.1.- Pintura…………………………………………...101 4.2.2.1.2.- Incisiones………………………………………...102 4.2.2.1.3.- Pintura e incisiones…………………………….103
2
4.2.2.2.- Decoración externa…………………………………….…104 4.2.2.2.1.- Pintura…………………………………………...104 4.2.2.2.2.- Incisiones………………………………………...105 4.2.2.2.3.- Pintura e incisiones…………………………….107 4.2.2.2.4.- Aplicaciones e incisiones………………………108 4.2.2.2.5.- Pintura, incisiones y aplicaciones……………109 4.2.2.3.- Decoración interna y externa…………………………...109 4.2.2.3.1.- Pintura…………………………………………………...109 4.2.2.3.2.- Pintura, incisiones y aplicaciones……………110
4.2.3.- Correlación de las categorías formales y las decorativas……..111 4.3.- Consideraciones estilísticas de los diseños decorativos…………………112 4.4.- Tecnología………………………………………………………………………117 4.4.1.- Análisis de pasta……………………………………………………119 4.4.2.- Conjuntos de pastas………………………………………………..122 4.4.2.1.- Conjunto 1A……………………………………………….123 4.4.2.2.- Conjunto 1B……………………………………………….123 4.4.2.3.- Conjunto 1C……………………………………………….123 4.4.2.4.- Conjunto 1D……………………………………………….123 4.4.2.5.- Conjunto 1E……………………………………………….123 4.4.2.6.- Conjunto 1F……………………………………………….124 4.4.2.7.- Conjunto 1G……………………………………………….124 4.4.2.8.- Conjunto 2A……………………………………………….124 4.4.2.9.- Conjunto 2B……………………………………………….124 4.4.2.10.- Conjunto 3A.……………………………………………..125 4.4.2.11.- Conjunto 3B………………………………………………125 4.4.2.12.- Conjunto 4………………………………………………..125 4.4.2.13.- Conjunto 5A……………………………………………...125 4.4.2.14.- Conjunto 5B………………………………………………126 4.4.2.15.- Conjunto 5C………………………………………………126 4.4.3.- Alfares………………………………………………………………...128 4.4.3.1.- Alfar A………………………………………………………128 4.4.3.2.- Alfar B………………………………………………………129 4.4.3.3.- Alfar C………………………………………………………130 4.4.3.4.- Alfar D……………………………………………………...131 4.4.3.5.- Alfar E………………………………………………………132 4.4.3.6.- Alfar F………………………………………………………133 4.4.3.7.- Alfar G……………………………………………………...134
3
4.4.3.8.- Alfar H……………………………………………………...135 4.5.- La secuencia cerámica más temprana en el sitio………………………...137 Capítulo 5 La cuenca norte durante el Formativo Medio…………………………...146 Conclusiones e interpretaciones…………………………………………….151 Bibliografía…………………………………………………………………………153 Anexos.
4
Introducción
El periodo Formativo en la cuenca del Lago Titicaca (aprox. 2000 a.C.-
450 d.C.), ha recibido en los últimos años mucha atención por parte de los
investigadores debido a que es una de las pocas zonas donde se produjo de
manera autónoma el proceso de complejización social que finalizó en la
creación del estado temprano (Bandy 2001; Beck 2001; Hastorf 2005; Janusek
2001, 2004, 2005; Klarich 2002, 2003, 2005a y b; Plourde y Stanish 2006;
Stanish 2001, 2003; entre otros). Este proceso correspondería a acciones de
grupos de individuos dentro de grupos más grandes con el afán de acumular
riqueza, poder y prestigio que se dan en un contexto social donde otros
intentan de mantener su autonomía individual (Stanish 2001:195).
El sitio de Pukara1 es famoso por su importancia en el proceso de
complejización social en la cuenca del lago Titicaca y por su extraordinaria
cultura material como vasijas de cerámica y escultura lítica.
Lamentablemente no ha recibido la atención necesaria para conocer más de
su historia como sí ha tenido su par en la cuenca sur del lago, Tiwanaku.
Además, casi todas las investigaciones realizadas, tanto excavaciones como
reconocimientos de superficie y análisis ceramológicos y estilísticos se han
ocupado del periodo Pukara Clásico o Medio, época cuando alcanzó su
1 Pukara es el nombre del sitio arqueológico y del sistema político mientras que Pucará se llama tanto el pueblo moderno como el río que pasa cerca de este.
5
máximo esplendor como entidad política (aprox. 200 a.C.-100 d.C.) (Ver Tabla
2 en Klarich 2005b: 198).
Sin embargo, se conoce de la existencia de una pirámide anterior a la que se
ve en la actualidad que representa la primera construcción monumental en el
sitio y la cual está asociada a los estilos Qaluyu primero y Cusipata después
(Mujica 1987, Wheeler y Mujica 1981). Este hecho, junto con el resultado de
nuevas investigaciones acerca de Qaluyu, las cuales han determinado que
existen sitios en otras partes de la cuenca norte que serían más importantes
que el sitio epónimo (vg. Cachichupa en el valle de Huancané-Putina)
(Plourde 2006, Plourde y Stanish 2008), hacen que se imponga un estudio
acerca de la naturaleza de la presencia Qaluyu y otros estilos o tradiciones
cerámicas tempranas en Pukara.
Es por este motivo que el objetivo principal de mi investigación fue
determinar las características de la cerámica más antigua del sitio con
énfasis en la no decorada, también denominada llana o burda. Esto debido a
que si bien es importante estudiar con fines comparativos la cerámica
decorada, creemos que se subestima el potencial informativo de las vasijas de
carácter supuestamente doméstico como ollas y cántaros.
6
Nuestra meta es determinar a) la relevancia de la ocupación Qaluyu en el
sitio de Pukara, b) si esta se logra definir por medio del análisis de la
cerámica y c) si fue Pukara y no el sitio epónimo el centro regional del valle
durante el Formativo Medio (aprox. 1300-500 a.C.). Antes de entrar en la
discusión de esta temática, se debe presentar el medioambiente, la cronología
y el proceso cultural que se produjo durante el Periodo Formativo en esta
área.
7
Capítulo 1
La cuenca del Lago Titicaca. 1.1.- Descripción geográfica. La cuenca del Titicaca está situada entre dos cadenas montañosas, la
Cordillera Real y la Cordillera Blanca abarcando unos 8,500 km²
aproximadamente aunque toda la cuenca hidrológica cubre alrededor de
50,000 km² (Stanish 2003:34) (Figura 1). Además, se caracteriza por grandes
depósitos lacustres y fluviales y por una topografía de relieve moderado con
una elevación en promedio de 4,000 m.s.n.m. que llegan hasta los 6,000 en los
picos de las montañas que rodean la cuenca (Wheeler y Mujica 1981: 3).
Esta elevación causa las condiciones climáticas difíciles. Winterhalder y
Thomas (1978:20) estiman que en los Andes, en general, la temperatura
media anual disminuye 0.5° C por cada 100 metros de elevación pero
mencionan, usando la información de Baker, et.al (1968), que en el altiplano
se registra una baja de 0.8° C por cada 100 metros. La temperatura media
anual llega a 8° C, combinado con una alta variación diurna/nocturna que
afectan los procesos fisiológicos de plantas y de actividades de los animales
(Winterhalder y Thomas 1978:23).
8
Figura 1. Mapa de la cuenca hidrológica del Lago Titicaca (Tomado de Stanish 2003: Map. 3.2).
Charles Stanish (2001:196) proporciona una buena descripción de las
condiciones geográficas y productivas de la cuenca. Esta se encuentra ubicada
en la parte fría altiplánica de los Andes y se puede dividir en dos zonas
ecológicas generales: la suni y la puna. La suni (entre 3,800 y 4000 m.s.n.m.)
incluye los márgenes del lago y las zonas a pocos kilómetros de sus orillas y
representa el límite superior de agricultura, la cual se puede practicar en la
modalidad de secano como con el uso de campos elevados o camellones. La
9
puna (entre 4000 y 4800 m.s.n.m.) es la zona para pastar grandes rebaños de
camélidos los cuales proveen de carne y lana y sirven como medio de
transporte.
El mismo autor (2003:36-40), ofrece una tipología de 12 zonas geográficas,
basada en características topográficas, uso de la tierra, altitud y vegetación:
1. Pastizales bajos (low grassland pampas): Planicies con una cobertura
de pasto grueso que se localizan en la suni y usualmente cerca del lago.
Estas planicies son los lugares más importantes donde se desarrolló la
agricultura de campos elevados.
2. Pastizales altos (high grassland pampas): Estas pampas se encuentran
en la puna lejos de los bordes del lago con cobertura de pastos bajos y
son secas a menos que haya fuentes de agua cercanas. Son las
principales áreas para el pastoreo de animales.
3. Bofedales (bofedales): Son pequeñas áreas de tierra pantanosa donde
crecen pastos y se encuentran tanto en la suni como en la puna.
4. Pampas desérticas (desert pampas): Se caracterizan por tener
agrupamiento de pastos esporádicamente en un suelo arenoso. Las
actividades económicas se restringen a las áreas donde hay qochas o
donde exista algún manantial que baje de los cerros. Se encuentran en
el sur de la cuenca donde caen menos lluvias.
10
5. Ambientes riberinos (riverine environments): Son lugares muy
productivos aledaños a los ríos. Existen relictos de campos elevados en
casi todos los ríos de la cuenca sobre todo en los ríos Ilave,
Desaguadero, Arapa, Illpa, Koani y Tiwanaku y en la pampa de
Pomata.
6. Cerros aterrazados (terraced hills): Estas representan los lugares
habitables más grandes de la cuenca. Producen una gran variedad de
cosechas sobre todo tubérculos y granos pero las terrazas fueron
usadas también para la construcción de viviendas.
7. Laderas de cerros sin aterrazar (nonterraced hills): La mayor parte de
la cuenca está rodeada de cerros sin aterrizar debido sobre todo a la
muy pronunciada pendiente pero también a la erosión, mala radiación
solar, mala calidad de suelos y la distancia con el agua. Estas zonas
son usadas para el pastoreo actualmente al igual que en el pasado.
8. Bolsones de valles (valley pockets): Son las áreas agrícolas más
importantes y donde se cosecha uno de los productos más apreciados, el
maíz, aunque también crecen otras plantas. Se encuentran en las
zonas de cerros aterrazados, protegidos de los vientos helados, con
fuentes de agua cercanas y además, orientados naturalmente para
capturar la energía solar.
9. Islas (islands): Existen varias islas grandes y docenas de más
pequeñas. La Isla del Sol, Taquile, Amantaní, Pariti, Paco entre otras,
11
10. Orillas (littorals): El borde del lago es el área más ocupada hoy así
como en el pasado. Se pueden obtener recursos lacustres como pescado,
totoras y otros productos. En la antigüedad, varias zonas en las orillas
fueron usadas como puertos para el intercambio de bienes y el
movimiento de gente.
11. Yungas (yungas): Son las áreas bajas periféricas que se encuentran
hacia el este y el oeste de la cuenca donde hay mejores condiciones
climáticas para la producción de alimentos como coca, maíz, madera,
alucinógenos, entre otros.
12. Totorales (reed beds): Representan un recurso lacustre muy
importante ya que la totora es la mayor planta industrial usada para
los techos de las casas y la construcción de paredes y botes. Además,
las raíces son comestibles.
1.2.- La cronología. Para la cuenca del Lago Titicaca, se han aplicado diversos tipos de
esquemas cronológicos. Por un lado está la secuencia de John H. Rowe usada
por diversos autores tales como Sergio Chávez (1992), Richard Burger, et.al.
12
(2000), Lee Steadman (1995), entre otros. Por otro lado, Lumbreras y Amat
(1968) proponen un modelo evolutivo para la parte norte y oeste de la cuenca.
Esta secuencia empieza con los cazadores-recolectores sin fechados
concluyentes pero probablemente anterior al 800 a.C., época cuando aparece
la cerámica Qaluyu.
Luego se definen las culturas agro-alfareras tempranas como: Qaluyu
(aproximadamente entre 800 y 500 a.C.), Pucara (200 a.C.-200 d.C.) seguidos
por un hiato cultural entre el 200 o 300 y 700 d.C. Después se inicia el
Periodo de Integración Regional (Tiwanaku, con fechados que oscilarían entre
el 900 y el 1300 d.C.), el Periodo Expansivo Altiplánico (sin fechados pero
posterior a Tiwanaku y anterior a la presencia Inca) y finalmente el Periodo
Colonial Incaico.
Este modelo fue reformulado por el mismo Lumbreras (1974) que mezcla
elementos de modelos evolutivos con los de carácter histórico. Así por ejemplo
propone que la secuencia es de la siguiente manera: Lítico, Arcaico,
Formativo, Desarrollos Regionales, el Imperio Wari, Estados Regionales y el
Imperio Inca. Stanish (2003:88-89) desarrolla un nuevo esquema cronológico
que llama “sistema cronológico dual” mediante el cual combina, en líneas
generales, el modelo evolutivo de Lumbreras con cronologías históricas
13
locales de diferentes áreas de la cuenca del Titicaca (v.g. la región de Juli, el
área Tiwanaku, etc.) (Figura 2).
Su secuencia cronológica general se divide en ocho periodos: Arcaico Tardío
(aprox. 5000-2000 a.C.), Formativo Temprano (2000-1300 a.C.), Formativo
Medio (1300-500 a.C.), Formativo Tardío (500 a.C.-400 d.C.), Tiwanaku
Expansivo (400-1100 d.C.), Altiplano (1100-1450 d.C.), Inca Expansivo (1450-
1532 d.C.) y Colonial Español Temprano (1532-1700 d.C.). Si bien esta
secuencia cultural suele ser aceptada por los investigadores dedicados al
área, existen variaciones y traslapes, entendidas como desarrollos diferentes
en la cuenca ya que algunas zonas pueden mostrar ciertos cambios mientras
que otras, aún poseen características anteriores (Kaulicke 2001:503).
En la cuenca sur del Titicaca, se perciben algunas variaciones. Los últimos
cuadros publicados, muestran coherencia entre ellos y, en estos casos,
también se mezclan elementos cronológicos evolutivos con los datos
históricos. En esta parte de la cuenca existe la ventaja de manejar más
información por contar con más investigaciones por lo que su secuencia está
mejor fundamentada con base en mayor cantidad de fechados
radiocarbónicos.
14
Figura 2. Cuadro cronológico de la cuenca del Lago Titicaca (Compilado de Hastorf 2008,
Janusek 2003, Klarich 2005a y Stanish 2003).
15
Según la información más reciente (ver Figura 8.2 en Bandy 2006:211; Figura
2 en Janusek 2004:125; Tabla 28.1 en Hastorf 2008:546), la secuencia se
inicia con el periodo Formativo Temprano (1500-800 a.C.) que se subdivide en
Formativo Temprano 1 y 2 correspondiendo a las fases Chiripa Temprano y
Medio respectivamente. Luego está el periodo Formativo Medio (800-200 a.C.)
que corresponde a la fase Chiripa Tardío subdividida en Chiripa Tardío 1
(800-500 a.C.) y Chiripa Tardío 2 (500-200 a.C.). El siguiente periodo es el
Formativo Tardío (200 a.C-500 d.C.) que se subdivide en Formativo Tardío 1
o Tiwanaku I- Qalasasaya (200 a.C-300 d.C.) y Formativo Tardío 2 o
Tiwanaku III- Qeya (300-500 d.C.).
Sigue el periodo Horizonte Medio (500-1100 d.C.) que corresponde a las fases
Tiwanaku IV-V; el periodo Altiplano (1100-1450 d.C.) que comprende la fase
del señorío Pacajes Temprano y finalmente el Horizonte Tardío (1450-1540
d.C.) correspondiente a la fase Pacajes-Inka. Lo que queda claro luego de
comparar las diferentes secuencias cronológicas es que, a pesar de algunas
diferencias en los fechados, el proceso cultural de complejización de la
sociedad es compartido en toda la cuenca intrínsecamente relacionada.
16
1.3.- El proceso cultural durante el Formativo.
A pesar que son imprescindibles mayores investigaciones en la cuenca,
con la información recuperada, se puede reconstruir la secuencia de eventos
económicos, políticos y religiosos que forman parte del proceso de
complejización social en la cuenca en general. El Formativo Temprano, está
caracterizado por pequeñas comunidades dispersas asentadas en lugares de
mayor aporte de diversos recursos como los lacustres, fluviales, agrícolas y
silvestres. Se produce cerámica pero, al parecer, sólo destinada al
almacenamiento, cocción y consumo de alimentos (Stanish 2003:2).
Durante el Formativo Medio surgen, por primera vez, élites con la capacidad
de movilizar trabajo más allá del nivel de una unidad doméstica (Stanish
2003:110) y aparecen los sitios con arquitectura corporativa (representados
por montículos y patios hundidos), cerámica fina, estelas y la explotación de
campos elevados o camellones (Stanish 2001:191; 2003:2-3; Kaulicke
2001:503). Es una época de competencia por recursos y seguidores entre
varios sistemas políticos; por el norte aparece Qaluyu, al sur Chiripa, al este
Titimani y al oeste Sillumocco, Ckackachipata y Huajje (Stanish 2001:201,
fig.4; 2003:3-4). Aparece también la Tradición Religiosa Yaya-Mama, la cual
fue definida como tal por Karen Mohr-Chávez y Sergio Chávez (1975).
17
Se caracteriza por centros ceremoniales con zonas de almacenamiento,
escultura lítica con imágenes sobrenaturales, parafernalia ritual como
trompetas de cerámica e incensarios y una iconografía sobrenatural que
incluye cabezas con apéndices y ojos divididos verticalmente (Mohr-Chávez
1988:17). Está entendida como una ideología panregional con una iconografía
especial que se complementa con el uso de trompetas e incensarios como una
estrategia de las élites (Stanish 2003:4; Kaulicke 2001:503). Es destacable
también que en esta época, los contactos con la cuenca cusqueña del
Vilcanota se hacen más evidentes (Kaulicke 2001:503; Zapata 1998:331-332).
La transición hacia el Formativo Tardío o Superior está marcada por la
adopción de jerarquías políticas y sociales así como económicas. Se
desarrollan entonces, por primera vez, sociedades estratificadas complejas
(Stanish 2003:137). Los dos casos más importantes son Pukara en el norte y
Tiwanaku en el sur pero se sugiere la existencia de varias otras entidades
políticas menores que se mantienen autónomas o semi-autónomas (Stanish:
op.cit.). Es un tiempo de complejización y crecimiento en toda la cuenca no
sólo de población sino también de prácticas rituales y alianzas políticas
(Hastorf 2005:94).
En las palabras de Hastorf (2008:545) “… el Periodo Formativo está definido
como el tiempo cuando los humanos empezaron a marcar su medio ambiente
18
creando asentamientos más permanentes a la par que domesticaron plantas y
animales. El Periodo Formativo vio la creación de una serie de entidades
políticas cargadas ritualmente y basadas intensamente en actividades agro-
pastorales” (traducción nuestra). Es importante presentar, como veremos en
el siguiente capítulo, las características generales así como la historia de las
investigaciones en el sitio de Pukara.
19
Capítulo 2
La investigación arqueológica en el sitio de Pukara.
2.1.- Descripción general del sitio.
2.1.1.- Ubicación, tamaño y organización espacial.
El sitio de Pukara se ubica en el distrito del mismo nombre, provincia
de Lampa, departamento y región de Puno, a unos 80 kms. al noroeste del
Lago Titicaca, en el Km. 106 de la Carretera Puno-Cusco. Se encuentra a 15°
2´ 50´´ Latitud Sur y a 70° 19´ 10´´ Longitud Oeste del Meridiano de
Greenwich y a una elevación aproximada de 3,910 m.s.n.m (Paredes 1985:6).
Se encuentra en el valle del río Ayaviri-Pucará, el cual nace al norte de La
Raya, en el límite de los departamentos de Puno y Cusco y tiene un recorrido
aproximado de 150km. en dirección noroeste-sureste y es un importante
afluente del río Azángaro por su margen derecha (Peñaherrera del Águila
1986:182) (Figura 3).
En cuanto al tamaño del sitio, no hay consenso debido a la aplicación de
diferentes metodologías de medición, la vegetación y la alteración continua de
la superficie por parte de los pobladores actuales del pueblo de Pucará que
dificultan la identificación de restos culturales de carácter no monumental.
20
Figura 3. Mapa mostrando la ubicación de Pukara y los sitios Formativos más importantes
de la cuenca del Lago Titicaca (Tomado de Stanish 2003: Map. 6.1).
Según Erickson (1988:12), el sitio mide aproximadamente 4 km² con
plataformas piramidales y templos con patios semisubterráneos y incluyendo
los montículos asociados cerca al río al este (Stanish 2003:142; Klarich
2005a:56). Mujica (1979:186; 1991:278; 1996:19) plantea un tamaño similar
(4-6 km²) tomando en cuenta la zona monumental, las zonas cercanas al río y
21
la parte norte hasta el río Qaluyu (Wheeler y Mujica 1981:Fig.10; Klarich
2005a:56). Para Chávez (1992:48), el sitio cubriría una extensión de 1000 x
1500 m., es decir 1.5 km² midiendo por el norte hasta el Área I de la
excavación de Kidder, por el sur hasta los límites del pueblo actual, por el
oeste hasta el Peñón y por el este hasta las terrazas aluviales cercanas al río
(Figura 4).
Asimismo Stanish (2003:142-143), sugiere que el sitio alcanzó una extensión
de 2 km² al tomar en cuenta únicamente el núcleo arquitectónico central y los
alrededores con materiales en superficie pero no los montículos al este debido
a que hay zonas sin ocupación entre estos y el centro. Sobre la base de las
últimas investigaciones realizadas en el sitio, el estimado actual del área
alcanza por lo menos un km² (Klarich 2005b:186). Sólo excavaciones en las
zonas periféricas pueden definir con más exactitud el tamaño real del sitio.
A pesar de la escasez de datos confirmados, el sitio de Pukara presenta
diferencias en cuanto a su organización espacial que permite postular
diversas áreas funcionales. Kidder (1943:5) menciona que la arquitectura del
sitio está compuesta tanto por estructuras de mala manufactura visibles en
los desmontes cerca al río y en la pampa al sur del pueblo actual como de
elaborados templos hundidos en la ladera aterrazada (Qalasaya).
22
Figura 4. Mapa y foto aérea mostrando el área monumental del sitio y las áreas de excavación de Kidder en 1939 (Tomado de Klarich 2005a: Figura 4).
23
Por otro lado, según Mujica (1979:186-187; 1991:278-280; 1996:19-20), el sitio
tiene dos aspectos arquitectónicos: El sector monumental con al menos seis
pirámides truncas (la Qalasaya al oeste, una al norte, dos al este cerca al río,
la de la Lagunita al sur y una en la cumbre del cerro Pucaorqo) y las zonas de
vivienda de manufactura rústica hechas con piedras de río y campo unidas
con mortero de barro. Debido a la densidad de los basurales, entendidos como
desechos de alimentos y cerámica, tallas en hueso y líticos, entre otros
artefactos, se deduce una ocupación permanente, identificada ya por Franco
Inojosa (1940:129) quien deduce una “densísima población” a orillas de río
debido a la extensión de los basurales.
El sitio, por lo tanto, como menciona Klarich (2005a:57), tiene dos áreas
generales: una céntrica, de características monumentales con el complejo de
la Qalasaya, las pirámides de los alrededores y la pampa central y otra
periférica cerca al río donde se ubican las construcciones domésticas y los
extensos basurales.
2.1.2.- Descripción del área monumental.
La pirámide más impresionante que ha recibido mayor atención por
parte de los investigadores es la llamada Qalasaya. Esta es una construcción
monumental que mide 315m. de largo en dirección norte-sur, 300m. en
24
dirección este-oeste y 32m. de altura (Mujica 1996:20). Está compuesta por
plataformas artificiales que le dan el aspecto de pirámide escalonada trunca y
sólo tiene frontis este y sur ya que está empotrada en los cerros que sirven
como límites (Calvario al oeste y Pucaorqo al norte). En la cima de la
pirámide, existen tres recintos muy probablemente ceremoniales alineados en
el eje norte-sur que miran al este (Mujica 1991:280-281) (Figura 5).
Figura 5. Vista del frontis de la pirámide Qalasaya desde el noreste con el Peñón detrás
(Foto tomada por el autor).
Estos recintos han sido los que más llamaron la atención debido a su parecido
con las construcciones en Chiripa, cuenca sur del Lago Titicaca. De los tres, el
25
más estudiado hasta la fecha ha sido el central o Templo Blanco y Rojo,
excavado íntegramente en 1939 por Kidder que involucra un área
aproximada de 1796.5m² (Chávez 1992:78). Este tiene forma de herraje y está
compuesto por una plaza cuadrangular delimitada por un muro de lajas
blancas. Alrededor de la plaza y a un nivel más alto, hay una plataforma
enmarcada por muros hechos con piedras rojas que forman pequeños cuartos
(Mujica 1991:282).
Kidder (1939:343-344) señala que en total mide 50 por 40 m. mientras que la
plaza hundida tiene 15m² de extensión y 1.5 m. de profundidad (Figura 6). En
los cuatro costados de la plaza hundida se observan cámaras con nichos en las
paredes que servían para entierros y colocación de objetos como astas de
venado, huesos de cuy, vasijas llanas y algunos adornos delgados de oro y
plata. Chávez (1992:80) añade que, en la cámara este, se encontró también un
hacha de piedra; todas estas asociaciones serían indicios que estamos frente a
contextos funerarios de personas importantes, quizás jefes de linajes o de
élites. Estas asociaciones culturales corresponden a la fase Pukara Clásico, es
decir en el apogeo del sitio durante la última parte del Periodo Formativo
Tardío.
26
Figura 6. Vista desde el suroeste del recinto ceremonial con patio hundido en la cima de la
Qalasaya excavado por Kidder (Foto tomada por el autor).
El proyecto dirigido por Mujica y Nakandakari también realizó excavaciones
en este patio hundido llamado por ellos Sector BB. Como veremos más
adelante, en éstas, se llegó hasta la roca madre y lo más importante es que se
tiene toda la secuencia de ocupación de esta zona. A pesar que las áreas de
excavación no fueron muy amplias, se logró conocer que por debajo de la
pirámide que se ve actualmente y que pertenece a las fases Pukara Medio y
Tardío, existe otra más antigua que tiene forma y una técnica constructiva
diferente que corresponde a un periodo o fase anterior llamado Cusipata que
está fechado tentativamente entre 600 y 250 a.C. (Mujica 1996:21).
27
En cuanto al frontis este de la pirámide, llama la atención que no se trata de
una pared única sino conformada por juegos de plataformas con diversas
características que forman tres bloques o sectores asociados a los recintos
ceremoniales ya descritos (Figura 7). Además, existe en la parte más baja de
la pirámide una gran plataforma de 160m. de largo por 60m. de ancho y una
escalera central que une esta parte con la cima de la pirámide (Mujica
1991:281). La zona monumental del sitio comprende otras estructuras, menos
conocidas por falta de investigación, que evidencian complejidad y una gran
labor corporativa.
Figura 7. Vista desde del este del frontis de la Qalasaya y de la escalera central (Foto
tomada por el autor).
28
Otra estructura excavada por Kidder en 1939 (1940:343), es el Área IV que
está ubicada en la pampa central también y fue escogida por tener un
monolito parcialmente expuesto ya que no había muchas evidencias
arquitectónicas, sólo un montículo bajo. En las excavaciones se descubrió que
la estructura medía aproximadamente 30 x 40m. y estaba conformada por un
recinto de tres lados con algunos cuartos pequeños. Kidder señala que el
monolito debió haber caído de una posición alta o que fue depositado
horizontalmente y que se encontró por debajo y alrededor de este, mandíbulas
humanas y fragmentos de cráneo.
Chávez (1992:62) menciona que las piedras usadas en la construcción de la
estructura del Área IV son en su mayoría sin trabajar aunque se hallaron
algunas piedras talladas así como piedras pequeñas y adobes. En su
interpretación toda esta estructura está compuesta hacia el oeste de una
plataforma rectangular baja pero larga y sin techar, un montículo bajo al sur
y un área abierta sin plataforma al este. La última estructura excavada en el
sector monumental es la llamada Área V o “Enclosure 4” por Kidder. Se
encuentra en una terraza baja de la Qalasaya (Figura 8) al noreste de los
patios hundidos sobre la pampa central e inmediatamente al oeste del
montículo norte (Klarich 2005a:58).
29
Figura 8. Vista desde el suroeste de la gran plataforma al pie de la Qalasaya y donde se
encuentra el “Enclosure 4” excavado por Kidder (Foto tomada por el autor).
Chávez (1992:74-78) informa que Kidder hizo una excavación de prueba en la
parte norte y aunque lamentablemente los materiales se encuentran
mezclados, la importancia de esta estructura es clara. Chávez asimismo
menciona que este sería el templo más grande del sitio midiendo 73 x 65m. y
que existen muchas semejanzas en cuanto a la construcción con los patios
hundidos de la cima de la Qalasaya. En cuanto a las estructuras que no han
sido excavadas, Stanish (2003:143) señala que frente a la pirámide Qalasaya,
en la pampa, hay una serie de montículos que muy probablemente tienen
30
patios hundidos y directamente al sur de esta área, hay al menos tres
montículos con patios hundidos asociados a áreas habitacionales.
Además menciona que hay evidencias que los patios fueron usados para
festines competitivos a gran escala y que estas fiestas, ceremonias y otros
ritos eran una estrategia de las élites para hacer alianzas. Kaulicke
(2001:504) añade que el sitio pudo haber albergado a varias élites, las cuales
construyeron arquitectura corporativa sobre la base de patrones de
construcción de los sitios primarios regionales junto con especialistas que
habrían llevado al sitio desde sus lugares de origen.
En 2006 Klarich dirigió un proyecto de mapeo digital del sitio, el cual
comprobó para esta zona del sitio de la existencia de varios montículos con
patios hundidos en la cima. Sin embargo, lamentablemente no pudieron hacer
recorridos totalmente debido a que estos terrenos tienen diferentes dueños y
para demarcar los límites de sus propiedades, han construido muros de
piedra que obstaculizaron la labor. Lo que sí se pudo comprobar por
materiales diagnósticos encontrados en superficie, es que el Montículo de la
Lagunita corresponde al periodo Pukara Clásico o Medio (ver Fig.10 en
Klarich 2005b:194).
31
Klarich (2005a:59) añade que tanto este montículo como el Montículo Norte,
serían los límites del área monumental del sitio. Y que en cuanto a este
último, a pesar de no haber sido excavado arqueológicamente, gracias a
remociones modernas, se lograron observar bloques de piedra, una posible
entrada al oeste y cerámica Formativa.
2.2.- Antecedentes de investigación.
2.2.1.- Excavaciones y reconocimientos.
Fue Luis Valcárcel siendo Director del Museo Nacional el que primero
se interesó en el sitio de Pukara debido a su escultura lítica. El lo visitó en
1925 y luego en 1934 y 1935 (Franquemont 1986:1; Kidder 1940:341) y señala
que el sitio es otro gran centro de la cultura del altiplano (Valcárcel 1935:1).
Luego, Julio C. Tello escribe acerca del sitio en 1929 aunque recién lo visitó
en 1935; su interés también se centró en las representaciones de la
litoescultura ya que él lo consideraba como manifestación de la dispersión
Chavín (Franquemont 1986:1; Paredes 1985:13).
En 1937, Alfred Kidder II hace una prospección de una amplia zona de Perú y
Bolivia y señala a Pukara como un sitio que tiene relación tanto con
Tiahuanaco como con Chiripa. Y además le parece el lugar más prometedor
para excavaciones inmediatas que vio en el Perú (Kidder 1938:9). Por esta
32
razón, regresa en 1939 y entre enero y julio efectúa las primeras excavaciones
en el sitio con la cooperación del Museo Nacional de Lima y de José María
Franco Inojosa del Instituto Arqueológico del Cusco (Kidder 1940:341; Franco
Inojosa 1940:129). Es importante la observación de éste último quien
menciona que el sitio no es una fortaleza como lo indica la toponimia siendo
más bien un centro sagrado de gran importancia (Franco Inojosa 1940:135).
Kidder excavó en seis áreas: I, II y III cerca de las riberas del río Pucara; IV
en la pampa central; y V y VI en las terrazas y la plataforma central de la
Qalasaya (Klarich 2005a:50). Estas excavaciones fueron parte de los
Proyectos de Investigación en América Latina del Instituto de Investigaciones
Andinas. Luego, entre junio y septiembre de 1941 regresó al área con el afán
de buscar sitios tempranos en Puno y la escultura de las culturas tempranas
de la hoya del lago Titicaca con apoyo de Rowe durante agosto (Kidder 1943:
prefacio, p.v; Rowe 1942:66). Hizo un recorrido importante, desde Ilave por el
sur hasta Conima por el noreste y los valles de Azángaro y Pucará por el
norte (Kidder 1943:37).
En 1949, Manuel Chávez Ballón de la Universidad Nacional San Antonio
Abad del Cusco hizo excavaciones en el sitio por encargo de Tello y aunque no
publicó el informe, se conoce por información de los pobladores que excavó
cerca al montículo de la Lagunita, en el extremo sur de la pampa central
33
(Klarich 2005a:52). En 1955, Kidder volvió a Pukara y junto con Chávez
Ballón hicieron dos pequeñas excavaciones cerca al sitio. En éstas, se recogió
muestras de carbón para realizar fechados y también cerámica que ellos
llamaron Qaluyu (Kidder 1956a:29, Kidder 1956b:7-8). Es importante señalar
que a esta cerámica nueva, la relacionan con Chavín y Chanapata (Paredes
1985:15). En 1964, Máximo Neira Avendaño y Jorge Flores Ochoa condujeron
excavaciones de prueba en esta zona aunque tampoco se publicaron los
resultados (Klarich 2005:53).
El segundo proyecto con excavaciones extensivas se llevó a cabo entre 1975 y
1980. Primero con el Primer Curso de Métodos y Técnicas en Arqueología
Andina dirigido por Luis Lumbreras (Lumbreras y Amat 1968:76-77). Luego
con el Plan Copesco dirigido por Elías Mujica y Ernesto Nakandakari entre
1975 y 1978, por Jorge Ismodes, Percy Paz y Percy Bonnett entre 1979 y 1980
(Wheeler y Mujica 1981:24) y por Jorge Ismodes en 1981. Se hicieron varias
excavaciones en el área de la plaza hundida y también una reconstrucción de
las terrazas y escalinatas de la Qalasaya. Es de este proyecto de donde
proviene el material de estudio de esta tesis.
Finalmente, en el 2000 Elizabeth Klarich realizó una prospección geofísica y
recolección de superficie en la pampa central, luego en el 2001, hizo
excavaciones en la misma zona, cerca al Área IV de Kidder sobre la base de
34
los resultados de la prospección geofísica. En estas excavaciones encontró
evidencias de un cambio en el uso de la pampa central que pasó de ser un
lugar público abierto a una serie de espacios privados y semiprivados donde
artesanos o individuos locales que hacían rituales de pequeña escala y
actividades domésticas. La autora (2005b:202) plantea que durante la
ocupación Pukara Inicial, la Qalasaya y la pampa fueron elementos
complementarios mientras que en las siguientes ocupaciones (Pukara Medio o
Clásico y Pukara Tardío), el barrio central se diferenció entre los espacios
mundanos (la pampa) y los monumentales cada vez más esotéricos
(Qalasaya).
2.2.2.- Estudios de la cerámica.
El primero en realizar investigaciones estilísticas y tecnológicas de la
cerámica del sitio fue Edward Franquemont (1986) quien analizó la cerámica
proveniente de las excavaciones de Kidder y trató de plantear una cronología
para la cerámica de Pukara buscando diferencias en la pasta, forma y
decoración de las vasijas y correlacionándolas con los datos de las
excavaciones. A pesar que no tenía evidencias claras de estratigrafía ya que
dichos materiales provenían de contextos mezclados, identificó 3 unidades
estilísticas en orden cronológico: Cusipata, Pucara Pampa y Pucara Río.
35
Para poder construir la secuencia, tuvo que comparar las características de
las distintas unidades estilísticas con otros estilos de la región, los cuales
tenían ya una antigüedad asignada. Así, “amarró” el inicio de la secuencia, es
decir, el estilo Cusipata con el estilo Qaluyu, el cual se conocía que era más
temprano que Pukara mediante fechados radiocarbónicos.
Franquemont se basó en primer lugar en las anotaciones estratigráficas de
Kidder pero más importante fue la semejanza que percibió entre Qaluyu y
Cusipata en cuanto al uso del pigmento marrón y la forma de los cuencos. Los
datos estratigráficos provenientes de las excavaciones del grupo de la
Universidad Nacional del Cusco liderado por Máximo Neira en la zona de
Huayapata confirmaron la sospecha de Franquemont que Qaluyu y Cusipata
eran cercanos temporalmente.
En estas excavaciones, en los niveles más profundos, se encontró cerámica de
pasta marrón que tenía alguna semejanza con la cerámica de estilo
Chanapata del Cusco identificada por Rowe (Rowe 1955:142; ver Bauer
1999:115) y que a su vez, se relacionaba estilísticamente con la cerámica
Qaluyu. El estilo Qaluyu fue definido por John Rowe sobre la base de
fragmentos de superficie del sitio epónimo. Luego Lumbreras y Amat
(1968:78-79) contribuyen con la definición de variantes dentro de este estilo.
Por encima de esta cerámica de pasta marrón, se encontró cerámica Pukara
36
decorada con diseños geométricos y encima de esta, había niveles con
cerámica Pukara decorada con diseños naturalísticos (que corresponden a lo
que Franquemont llamó Pucara Pampa y Pucara Río respectivamente).
Pero Franquemont también comparó cada fase de su secuencia con fases
previamente establecidas en otras regiones y que a su criterio, estaban
emparentadas estilísticamente. Así, menciona que hay relaciones entre
Cusipata y Qalasasaya de la cuenca sur del Lago Titicaca así como con
Ocucaje 8; Pucara Pampa con Ocucaje 9 y Pucara Río con Ocucaje 10 / Nasca
1 de la costa sur del Perú. Además, hizo una tipología formal de los
materiales y los clasificó en 7 formas generales, 5 de las cuales fueron
subdivididas (1986:4-8; Klarich 2005a:196).
La primera categoría corresponde a los Tazones abiertos con sus variantes A,
B, C y la Vasija de Base Anular (o de base pedestal). La segunda categoría,
las Vasijas con cuello con sus variantes A, B, C y D divididos así según forma,
diámetro y presencia de decoración incluyendo aquí ollas y cántaros. La
tercera categoría son los Tubos de cerámica, los cuales siempre están
decorados con iconografía incisa compleja. La cuarta categoría corresponde a
keros o vasos altos (beakers) mientras que en la quinta categoría se
encuentran los tazones altos de paredes convexas (incurved bowls y
tumblers). Las vasijas en forma de caja son la sexta categoría y la sétima
37
corresponde a un conjunto de fragmentos inubicables en las demás categorías
y denominados “otros artefactos cerámicos”.
El siguiente estudio publicado acerca de la cerámica del sitio es el de John
Rowe y Catherine Brandel (1971) quienes presentan un catálogo con dibujos y
fotos de cerámica entera y fragmentada con decoración Pukara para facilitar
estudios comparativos. Ellos usaron para esto la colección del Museo Nacional
de Antropología, Arqueología e Historia en Lima, algunas vasijas del Museo
Arqueológico del Cusco y 2 fragmentos provenientes de una recolección de
superficie hecha en 1966.
Luego, Mujica (1987) hace un análisis de la cerámica Cusipata usando datos
de sus excavaciones en la pirámide Qalasaya y complementándolos con los
materiales de las excavaciones de Kidder en el Area IV. El confirma la
cronología de Franquemont y la refina proponiendo nuevas subdivisiones
tomando en cuenta características de la pasta, forma y decoración de la
cerámica. Mujica propone una tipología con 5 tipos de cerámica Cusipata:
Cusipata Inciso; Cusipata Pintado, el cual a su vez se divide en Crema sobre
Marrón y Crema sobre Negro; Cusipata Engobe Rojo y Cusipata Mica Llano.
38
En su análisis formal encuentra dos formas de vasija típicas aunque no
incluyó la cerámica llana donde menciona que es posible que se reconozcan
más formas. Por un lado están las vasijas abiertas representadas únicamente
por cuencos y por otro, las vasijas cerradas donde hay ollas y cántaros
pequeños. Los cuencos tienen lados divergentes y ligeramente acampanados
con un reborde pronunciado en el labio al exterior y un marcado bisel al
interior mientras que en el caso de las ollas, la forma más conocida tiene
cuello corto con o sin reborde.
Existe una correlación entre forma y decoración ya que el tipo Cusipata
Pintado se da sólo en cuencos mientras que el Cusipata Inciso así como el
Cusipata Engobe Rojo pueden darse tanto en cuencos como en vasijas
cerradas. Mujica relaciona sus tipos con los de Franquemont y llega a la
conclusión de que lo que él llama Cusipata Pintado y Cusipata Inciso
vendrían a ser lo que Franquemont denominó Cusipata y Pucara Pampa
respectivamente.
Mujica reafirma que Cusipata sería una fase intermedia entre Qaluyu y
Pukara, así como se confirma la continuidad cultural entre Cusipata y
Pukara ya que se usan las mismas fuentes de arcilla y mismos temperantes
siendo la única diferencia que la cerámica Pukara está mejor cocida.
Finalmente, Sergio Chávez (1992) publica como Tesis Doctoral el análisis más
39
completo estilístico y tecnológico de la cerámica proveniente de las
excavaciones de Kidder en 1939. El objetivo descriptivo principal de su
estudio es conocer la naturaleza de las formas, técnicas, temas, motivos,
diseños y elementos así como descubrir las reglas del estilo decorativo Pukara
(1992:18). En cuanto a su tipología formal la cerámica está dividida en 2
grandes categorías, las vasijas de acceso restringido y las de acceso no
restringido que corresponden básicamente a tazones y cántaros (jars)
respectivamente.
Estas categorías principales se subdividieron en muy grandes (oversized),
grandes, medianos, pequeños, efigies y miniaturas. Asimismo, las formas
restringidas como las no restringidas fueron clasificadas en 11 grupos cada
una. La identificación de estos 22 grupos se realizó sobre la base del análisis
de atributos como formas de borde y labio, forma y grosor de las paredes,
altura de las vasijas, entre otros, así como también de la técnica de
manufactura (1992:509). Antes de discutir sobre el análisis realizado de la
cerámica, debemos presentar los detalles de las excavaciones y contextos de
los cuales proviene el material en cuestión.
40
Capítulo 3
El Proyecto Copesco2.
Los materiales analizados en la presente tesis provienen de las
excavaciones realizadas en el sitio de Pukara como parte del Sub-proyecto
Puesta en Valor de Monumentos del Plan Copesco (Comisión Especial para
Supervigilar el Plan Turístico Cultural PERU-UNESCO) mediante la Unidad
Especial Ejecutora del Instituto Nacional de Cultura (INC). Este Plan fue
concebido como un proyecto de desarrollo regional para la zona sur del país
(Cusco y Puno). En este, se trabajó en la restauración y puesta de valor de
monumentos históricos así como en obras de equipamiento e infraestructura
turística. Por esta razón y dado que el proyecto era multidisciplinario contó
con la colaboración de arqueólogos, antropólogos y arquitectos.
En el caso de Pukara, el proyecto se inició en agosto de 1975 y culminó en
setiembre de 1981. La intervención arqueológica fue dirigida por Elías Mujica
y Ernesto Nakandakari en el periodo 1975-1978; por Jorge Ismodes, Percy
Paz y Percy Bonnet en el periodo 1979-1980 (Wheeler y Mujica 1981:24) y por
Jorge Ismodes en 1981.
2 Toda la información acerca del proyecto ha sido extraída del Informe Final de Ejecución de Obra, Sitio Arqueológico de Pucará-Puno, 1982 presentado al Instituto Nacional de Cultura por la Unidad Especial Ejecutora del Sub-Proyecto Puesta en Valor de Monumentos del Plan Copesco. Dicho Informe así como los dibujos de perfil y de planta de las excavaciones fueron gentilmente compartidos por Elías Mujica.
41
3.1.- Objetivos.
El proyecto en el sitio tenía como objetivo principal recuperar la mayor
cantidad de material cultural posible, la consolidación de estructuras en
deterioro y la puesta en valor de las mismas. Por estos motivos fue especial
ya que no se reducía únicamente a la puesta en valor del sitio sino que
también estaba dirigido mediante excavaciones arqueológicas a la obtención
de información acerca del sitio, del área donde se encuentra y la relación
existente entre esta y otra áreas de la región.
Cabe destacar que para conocer mejor la idea general del proyecto en Pukara
dentro de los planes originales, se encontraba la restauración de la iglesia del
pueblo, Iglesia de Santa Isabel del siglo XVIII (objetivo que no se cumplió por
falta de fondos) y la construcción de un Museo de Sitio. Sin embargo, a pesar
de que el proyecto no tenía como finalidad únicamente la puesta en valor del
monumento, las excavaciones arqueológicas muchas veces estaban sujetas a
los requerimientos de la restauración. Es por esta razón que, por lo general,
fueron restringidas y no siempre tuvieron las medidas que hubiesen sido más
útiles para la exploración netamente científica.
42
Así los objetivos de la intervención en el sitio se pueden resumir en los
siguientes puntos:
1.- Definir la secuencia ocupacional y confirmar que fue un desarrollo largo
que se produjo in situ. Se buscaba identificar tanto los antecedentes como
posibles fases dentro de la época Pukara.
2.- Determinar en los sectores de los templos en forma de herraje con patio
hundido; tipos de relleno, posibles drenajes, posibles estructuras, estabilidad
de suelos y posibles pisos originales.
3.- Establecer en los sectores de las terrazas del frontis de la pirámide
principal; posibles pisos originales, cimientos de muros, otras estructuras, etc.
3.2.- Metodología.
El proyecto tuvo tres etapas de investigación:
a) Labores de campo que incluyeron prospecciones, recopilación de datos
etnohistóricos, análisis arquitectónico, registro fotográfico y las excavaciones.
43
b) Análisis en gabinete donde se buscó documentación histórica, se hizo una
clasificación ceramográfica y se procesaron fichas, cuadernos de campo,
dibujos y fotografías.
c) Trabajos de laboratorio donde se hizo análisis de suelos, de material
botánico y lítico.
Gracias a la observación detenida en las prospecciones superficiales, se logró
una aproximación al conocimiento de la configuración, distribución, y plan
arquitectónico de la pirámide principal. Esto fue básico para la zonificación
del sitio y para la posterior designación de las unidades de excavación.
Además, mediante la recolección de material cultural, se logró distinguir la
presencia de estilos cerámicos pertenecientes a épocas diversas como Pukara,
Collao, Inca y Colonial incluso. Luego, en cuanto a las excavaciones, se aplicó
el sistema de coordenadas cartesianas con orientación cardinal y la unidad
básica fue de 2 x 2 metros, la cual pudo aumentar o disminuir en tamaño
según las necesidades y la intervención se realizó mediante la remoción de
capas naturales.
3.2.1.- Sectorización.
El sitio ha sido dividido en 13 sectores, ordenados mediante letras
alfabéticamente (de la A a la M) como se explica a continuación:
44
Sector A: En la ribera del río, lugar conocido como Huaqsapata; son
construcciones escalonadas truncas.
Sector B: Pirámide principal o Qalasaya.
Sectores C y H: El primero ubicado en Huaqsapata y el segundo al
norte de la Lagunita. Son estructuras rectangulares de posible función
administrativa.
Sector D: Ubicado en la pampa del pueblo actual y constituido por
desechos domésticos asociados a abundante material cultural y
estructuras simples (posibles viviendas).
Sector E: Estructuras escalonadas ubicadas al este del Qalasaya y
asociadas a ésta.
Sector F: Ubicado en la pampa entre los sectores H y E y corresponde a
estructuras cerradas de función desconocida; fueron excavadas por
Kidder.
Sector I: Estructura escalonada asociada a la lagunita.
Sector J: Conjunto de andenes en la base del Peñón.
Sector L: Muros de contención en la ladera este del Puca Orqo.
Sector M: Estructuras escalonadas en la cima del Puca Orqo.
La sectorización se basó en elementos y/o espacios arquitectónicos
determinados por el uso y función y también en unidades. La Pirámide
principal o Qalasaya (sector B), se ha subdividido a su vez con el fin de definir
45
mejor los recintos y espacios a trabajar con una nomenclatura coherente. Así,
la sectorización responde a ejes constructivos combinando en la delimitación
de sectores, estructuras o espacios que determinan fácilmente las unidades.
El sector BA, se encuentra al norte; el sector BB al centro y el sector BC al
sur y están delimitados por los recintos o templos (en U) en la cima de la
pirámide central. Los sectores BE, BF y BG se encuentran de forma paralela
a los anteriores pero hacia el frontis de la pirámide. Constan de plataformas
largas y angostas y ahí se ubican los muros de contención de las plataformas
y las escaleras. Cada sector tiene espacios más pequeños llamados sub-
secciones.
46
Figura 9. Plano mostrando la sectorización de la Qalasaya. Los sectores BA, BB y BC corresponden a los recintos con patio hundido mientras que los sectores BE, BF, BG y BH son el conjunto de plataformas que conforman el frontis de la pirámide. Se muestran en color oscuro las áreas de excavación del Plan Copesco donde se halló el material que fue analizado en este trabajo (Adaptado de Klarich 2005b: 198, Fig.13).
Estos reciben su propia nomenclatura donde se trata de delimitar su
composición arquitectónica (las plataformas son P y seguidos de números
arábigos donde 1 es la plataforma de más abajo). En cuanto a los espacios
abiertos ubicados al oeste de las estructuras en U, también se les ha
considerado como subsecciones pero en la nomenclatura se usa apóstrofes
(v.g. BA´, BA´´, etc.).
47
3.2.2.- Secuencia y estrategia de excavación.
Durante la temporada 1975-1976, en líneas generales se determinó
casi la totalidad de los muros de contención de las plataformas y se dio pautas
para el posterior trabajo de consolidación, mejor conocimiento del conjunto
arquitectónico y arqueológico y se permitió ajustar métodos de excavación y
trabajos de campo. Se hicieron excavaciones en los sectores BC, BF, BG, BC y
BE logrando los mejores resultados en los tres primeros.
En la temporada 1977-1978 las investigaciones se centraron en el sector BB,
más específicamente en el llamado “Templo blanco y rojo” excavado por
Alfred Kidder II como ya lo hemos señalado. Se hicieron excavaciones para
recuperar material cultural y determinar elementos arquitectónicos dañados.
En la temporada 1979-1980, se enfatizó el trabajo en los sectores BF y BG
donde se hicieron excavaciones con el fin de conocer las ocupaciones finales de
las plataformas, definir niveles de restitución de pisos y el tratamiento
posterior de éstas. En estos sectores se hizo hallazgos sorprendentes de
estructuras anteriores a la que se ven en la actualidad.
En la última temporada, la correspondiente a 1981, se hicieron excavaciones
en la escalera central, el mantenimiento de las intervenciones anteriores así
48
como el arreglo de estructuras en los sectores que componen el frontis de la
pirámide principal.
3.3. Las excavaciones.
3.3.1.- Temporada 1975-1976.
En el sector BC se eligieron contextos donde había mayor cantidad de
elementos arquitectónicos poniendo énfasis en el llamado “Templo sur”, el
cual se encuentra en la última plataforma de la pirámide. Aquí se hallaron
las lajas que conformaban los niveles medio e inferior del templo y
estructuras Incas de una ocupación posterior mientras que en los sectores BF
y BG las labores fueron orientadas a las plataformas que conforman el frontis
de la pirámide con la intención de recuperar material cultural, consolidación
de estructuras en mal estado y la puesta en valor de éstas. La mayor parte de
los materiales analizados en el presente trabajo provienen de estas
excavaciones en el patio hundido del sector BB.
3.3.2.- Temporada 1977-1978.
Las excavaciones en el “Templo Blanco y Rojo” fueron orientadas a la
ubicación de elementos arquitectónicos dañados; el análisis de su estado; la
asociación de estos elementos con otros y la recuperación de las lajas de
49
piedra que sirven como contención del nivel hundido. Así fue posible
determinar posibles niveles de ocupación del templo sobre los cuales restituir
nuevos pisos para cuidar los primeros.
Durante las excavaciones en el patio hundido se llegó hasta el talud natural
sobre el cual se hizo la edificación encontrándose estructuras pre-Pukara
Clásico o Medio y se ubicaron los drenajes, los cuales pasan por debajo de los
muros y plataformas adyacentes a la construcción. Finalmente en la parte
norte del Sector BB se encontró un gran piso de lajas de piedra el cual al
parecer conecta ese sector con el Sector BA y sobre el cual se ha encontrado
evidencias de ocupación de los periodos Collao, Inca y Colonial.
3.3.3.-Temporada 1979-1980.
En esta temporada se hizo los hallazgos más importantes del sitio. En
las plataformas 2 y 3 de los sectores BF y BG, se encontraron muros que
corresponderían a una pirámide anterior, la cual tiene distinta orientación y
manufactura a la que se ve en superficie (Figuras 10 y 11). Asimismo, en la
terraza 1 del sector BG se halló un recinto que se encuentra por debajo de las
construcciones Pukara Clásico o Medio. Se llega a esta edificación por una
escalera de piedras labradas y el acceso se hace a través de una puerta de
doble jamba que se encuentra en el muro Este.
50
Dicho recinto tiene medidas de 3.25m. de largo por 1.40m. de ancho con una
altura promedio de 1.65m (Figura 12A). Además se encontró seis hornacinas,
una en los muros norte y sur y dos en los muros este y oeste (Figura 12C).
Cabe destacarse que las del muro oeste fueron las únicas que se encontraron
selladas con barro y que en el interior había esculturas líticas pintadas de
colores. Una es una cabeza humana (Figura 12B) y la otra una figura
antropomorfa.
51
Figura 10. Dibujo de perfil del Eje Norte 44 del Sector BF mostrando detalle de la Plataforma 3 (Redibujado del documento del Proyecto Copesco).
Figura 11. Dibujo de perfil del Eje Norte 42 del Sector BG mostrando detalle de la Plataforma 3 (Redibujado del documento del Proyecto Copesco).
52
Figura 12. Fotos del recinto asociado a la pirámide más antigua del sitio (A, B y C) y del monolito hallado in situ en una plataforma inmediatamente encima de dicho recinto (Adaptado de Klarich 2005b: 199, Fig.14).
Por otro lado, en la parte sur del Sector BG, se trabajó en la liberación de
escombros y puesta en valor de la gran escalera central de la pirámide.
Finalmente en esta temporada también se intervino mediante prospecciones
y excavaciones en la estructura del periodo Colonial ubicada en la plataforma
superior de la pirámide. En estos trabajos se conocieron enlucidos de barro y
cal, restos de adobes y pisos y una poza de piedra.
53
3.3.4.- Temporada 1981.
Esta temporada fue la más corta y a pesar que se hizo trabajos
arqueológicos en el frontis de la pirámide principal, estos estuvieron abocados
sobre todo al mantenimiento de las intervenciones anteriores, la mayor parte
del tiempo del proyecto se usó en la construcción del Museo de sitio.
3.4.- La estratigrafía. Con respecto a este tema, debemos lamentar el hecho que no hemos podido
conseguir algunos datos de las excavaciones. Así, en el caso de los dibujos de
perfil de los sectores BF y BG (Figuras 13 y 14), no tenemos datos de las
capas sino que se muestran los cortes en ejes de las plataformas con detalles
en algunas de estas. En cuanto al sector BB, si bien las capas no están
descritas detalladamente y no obtuvimos todos los perfiles, es de utilidad la
información recuperada. En la Figura 15 podemos apreciar una vista de
planta de este sector, la cuadriculación y la ubicación de los perfiles que se
detallarán más adelante.
54
Figura 13. Dibujo de perfil del Eje Norte 42 del Sector BF (Redibujado del documento del Proyecto Copesco).
55
Figura 14. Dibujo de perfil del Eje Norte 42 del Sector BG (Redibujado del documento del Proyecto Copesco).
56
Figura 15. Dibujo de planta del Sector BB con la ubicación de las cuadrículas y los perfiles citados en el texto (Redibujado del documento del Proyecto Copesco).
57
3.4.1.- Descripción de capas, Sector BB Cuadrícula N2-3 E17-18 (Figura 16). 2A: Tierra negra. No se analizaron fragmentos de este nivel por pertenecer al
periodo Pukara Medio/Clásico.
3B: Tierra roja con gravilla. No se analizaron fragmentos de este nivel por
pertenecer al periodo Pukara Medio/Clásico.
4C: Tierra blanca. No se analizaron fragmentos de este nivel por pertenecer
al periodo Pukara Medio/Clásico.
5D: Tierra roja. Se encontró un tazón grande de paredes divergentes rectas y
borde aplanado inclinado.
6D: Tierra negra. Se encontró un cuenco pequeño de paredes divergentes y
borde redondeado; un cántaro grande de cuello ligeramente cóncavo
divergente y borde redondeado engrosado externo; una olla con cuello
mediano de paredes ligeramente cóncavas verticales y borde biselado; una
olla sin cuello de paredes muy inclinadas y borde engrosado interno
redondeado y un tazón grande de paredes divergentes rectas y borde
aplanado inclinado.
58
7DE: No se halló descripción de la capa. Se encontró una olla con cuello
mediano y de paredes ligeramente cóncavas verticales y borde engrosado
externo; una olla con cuello mediano y de paredes ligeramente cóncavas
convergentes y borde engrosado externo; dos tazones medianos de paredes
divergentes rectas y borde redondeado; un cántaro mediano de cuello
ligeramente cóncavo vertical y borde biselado y un cántaro pequeño de cuello
ligeramente cóncavo divergente y borde engrosado externo redondeado.
8DE: Tierra negra. Se encontró un tazón mediano de paredes divergentes
rectas y borde aplanado inclinado.
9E: Tierra roja con grava. No se encontró bordes identificables con alguna
forma.
10E: Tierra amarilla arenosa. No se encontró bordes identificables con alguna
forma.
11F: Tierra negra arenosa. No se encontró bordes identificables con alguna
forma.
X: Lentes rojos. No se encontró bordes identificables a alguna forma.
59
Y: Tierra negra arenosa. No se encontró bordes identificables a alguna forma.
Figura 16. Dibujo del perfil oeste de la Cuadrícula N2-3 E17-18 del Sector BB (Redibujado del documento del Proyecto Copesco).
60
3.4.2.- Descripción de capas, Sector BB Eje Norte 4 (Cuadrículas N4-5 E17-18 y N4-5 E19-20) (Figura 17). 4C: No se halló descripción de la capa. Se encontró un tazón grande de
paredes divergentes rectas y borde engrosado externo.
6C: Tierra roja con rayas negras y blancas semi compacta. No se encontró
bordes identificables con alguna forma.
6D: Tierra roja con gravilla compacta. Se encontró una olla sin cuello de
paredes ligeramente inclinadas y borde redondeado; un tazón pequeño de
paredes divergentes rectas y borde redondeado; un tazón pequeño de paredes
verticales convexas y borde redondeado; un tazón mediano de paredes
divergentes rectas y borde redondeado; un tazón mediano de paredes
divergentes convexas y borde engrosado externo; un tazón mediano de
paredes divergentes rectas y borde aplanado horizontal y dos tazones grandes
de paredes divergentes rectas y bordes redondeados.
7D: Tierra negra con rayas rojas y gravilla. Se encontró un plato mediano con
borde engrosado externo; una olla con cuello corto vertical y borde engrosado
externo; una olla con cuello mediano ligeramente cóncavo convergente y
borde redondeado; un cántaro grande de cuello ligeramente cóncavo
divergente y borde aplanado horizontal engrosado externo; un tazón mediano
61
de paredes verticales rectas y borde aplanado horizontal y un tazón grande de
paredes divergentes rectas y borde ligeramente redondeado.
8D: Tierra negra con rayas blancas arenosa. Se encontró un cántaro pequeño
de cuello cóncavo divergente y borde engrosado externo redondeado; un
cántaro mediano de cuello cóncavo divergente y borde engrosado externo
redondeado; un cántaro grande de cuello ligeramente cóncavo divergente y
borde aplanado horizontal engrosado externo y un tazón mediano de paredes
divergentes rectas y borde redondeado.
8DE: No se halló descripción de la capa. Se encontró un cántaro mediano de
cuello ligeramente cóncavo divergente y borde redondeado y un cántaro
grande de cuello cóncavo divergente y borde aplanado inclinado engrosado
externo.
9E: Tierra roja con gravilla arcillosa compacta. Se encontró una olla sin cuello
de paredes inclinadas y borde redondeado puntiagudo.
10E: Tierra roja intercalada con tierra negra arenosa y blanca. Se encontró
un tazón mediano de paredes divergentes rectas y borde redondeado y un
tazón grande de paredes divergentes rectas y borde ligeramente redondeado.
62
11F: Tierra mitad roja con gravilla y mitad blanca arenosa. Se encontró una
olla con cuello mediano ligeramente cóncavo vertical y borde redondeado.
12G: Tierra negra con rayas amarillas arenosas. Se encontró una olla con
cuello corto vertical y borde aplanado horizontal.
13H: Tierra roja con gravilla arcillosa con rayas negras arenosas. No se
encontró bordes identificables con alguna forma.
14H: Tierra gris arenosa suave. Se encontró un tazón grande de paredes
verticales rectas y borde redondeado.
15I: Tierra negra arenosa compacta. No se encontró bordes identificables con
alguna forma.
16I: No se halló descripción de la capa. Se encontró una olla sin cuello de
paredes inclinadas y borde rectangular alargado; un cántaro grande de cuello
ligeramente cóncavo vertical y borde engrosado externo y un tazón mediano
de paredes divergentes rectas y borde aplanado inclinado.
63
17I: No se halló descripción de la capa. Se encontró un tazón mediano de
paredes divergentes rectas y borde engrosado externo y un tazón mediano de
paredes divergentes cóncavas y borde redondeado.
18I: No se halló descripción de la capa. Se encontró un plato pequeño de borde
redondeado; un tazón pequeño de paredes divergentes convexas y borde
redondeado; un tazón mediano de paredes verticales rectas y borde
ligeramente redondeado; un tazón grande de paredes verticales rectas y borde
aplanado horizontal y un tazón grande de paredes divergentes convexas y
borde redondeado.
19I: No se halló descripción de la capa. Se encontró una olla sin cuello de
paredes ligeramente inclinadas y borde aplanado inclinado y un tazón grande
de paredes divergentes rectas y borde engrosado externo.
20I: No se halló descripción de la capa. Se encontró un tazón mediano de
paredes divergentes rectas y borde redondeado.
23I: No se halló descripción de la capa. Se encontró dos ollas sin cuello de
paredes ligeramente inclinadas y borde engrosado interior y exterior y una
olla sin cuello de paredes ligeramente inclinadas y borde aplanado inclinado.
64
Figura 17. Dibujo de perfil del Eje Norte 4 del Sector BB (Redibujado del documento del Proyecto Copesco).
65
3.4.3.- Descripción de capas, Sector BB Cuadrícula N6-7 E23-24 (Figura 18). 4C: Tierra blanca arenosa semi compacta. Se encontró un cántaro grande de
cuello ligeramente cóncavo divergente y borde engrosado externo redondeado.
6C: Tierra roja con rayas negras y blancas semi compacta. No se encontró
bordes identificables con alguna forma.
5D: Tierra roja con gravilla compacta. Se encontró un cántaro mediano de
cuello ligeramente cóncavo divergente y borde engrosado externo puntiagudo.
6D: No existe descripción de la capa. Se encontró un cuenco grande de
paredes divergentes y borde redondeado; un tazón mediano de paredes
divergentes rectas y borde redondeado; un tazón mediano de paredes
divergentes rectas y borde aplanado inclinado; un tazón grande de paredes
verticales convexas y borde engrosado interno y externo y un tazón grande de
paredes divergentes rectas y borde aplanado inclinado.
7D: Tierra negra con rayas rojas y gravilla. Se encontró un cuenco pequeño de
paredes divergentes y borde redondeado.
66
8D: Tierra negra con rayas blancas arenosa. No se encontró bordes
identificables con alguna forma.
9E: Tierra roja con gravilla arcillosa compacta. No se encontró bordes
identificables con alguna forma.
10E: Tierra roja intercalada con tierra negra arenosa y blanca. No se
encontró bordes identificables con alguna forma.
11F: Tierra mitad roja con gravilla y mitad blanca arenosa. Se encontró un
plato mediano con borde engrosado externo.
12G: Tierra negra con rayas amarillas arenosas. Se encontró una olla sin
cuello de paredes inclinadas y borde redondeado alargado y una olla sin
cuello de paredes ligeramente inclinadas y borde aplanado horizontal.
13H: Tierra roja con gravilla arcillosa con rayas negras arenosas. No se
encontraron bordes identificables con alguna forma.
14H: Tierra gris arenosa suave. No se encontraron bordes identificables con
alguna forma.
67
15I: Tierra negra arenosa compacta. Se encontró un cántaro pequeño de
cuello ligeramente cóncavo divergente y borde redondeado; dos ollas sin cuello
de paredes ligeramente inclinadas y borde redondeado y un tazón pequeño de
paredes divergentes rectas y borde engrosado externo.
16I: No existe descripción de la capa. Se encontró un plato grande de borde
redondeado.
17I: No existe descripción de la capa. Se encontró un cuenco grande de
paredes divergentes y borde redondeado; un cántaro pequeño de cuello
ligeramente cóncavo divergente y borde aplanado inclinado alargado; una olla
sin cuello de paredes muy inclinadas y borde engrosado interno redondeado;
una olla sin cuello de paredes ligeramente inclinadas y borde engrosado
externo; un plato mediano de borde redondeado; un tazón grande de paredes
verticales convexas y borde redondeado y un tazón grande de paredes
divergentes rectas y borde engrosado externo.
18J: No existe descripción de la capa. Se encontró un tazón grande de paredes
divergentes convexas y borde redondeado. En este nivel, se detuvo la
excavación por producirse una filtración de agua.
68
Figura 18. Dibujo de perfil del Eje Este 22 del Sector BB con la cuadrícula N6-7 E23-24 (Redibujado del documento del Proyecto Copesco).
69
3.5.- Secuencia general del sitio y fases de ocupación.
La primera secuencia completa de la historia ocupacional del sitio fue
propuesta por Wheeler y Mujica (1981) en un reporte a la National Science
Foundation (NSF). En esta, se proponen seis épocas, desde tiempos pre-
Pukara hasta la ocupación Colonial. Esta secuencia ha sido enriquecida con
los datos del “Informe Final de Ejecución de Obra, Sitio Arqueológico de
Pucará-Puno, 1982”.
3.5.1.- Fase I. Ocupación inicial del sitio.
Esta fase corresponde a la primera ocupación del sitio cuyas evidencias
fueron hallados en tres zonas. Primero sobre roca madre, en las capas I y J de
la plaza hundida del Sector BB asociadas a un muro pobremente construido y
huesos animales; luego en la plataforma 3 del Sector BG y finalmente en el
Sector BF en el primer tramo de la escalinata de la Plataforma 1 y en la
esquina suroeste de la Plataforma 4, también sobre la capa estéril.
Ya que estos niveles se consideran como pre Qaluyu y dado que existen
algunos fechados para Qaluyu (Mohr-Chávez: 1977) que lo ubican entre 1400
y 800 a.C., se sugiere que la primera ocupación del sitio se encontraría
aproximadamente cerca del año 1400 a.C. aunque dejan en claro que su
70
entendimiento para estos niveles, no es el mejor debido a la falta de datos
(Wheeler y Mujica 1981:26).
3.5.2.- Fase II. Época transicional pre Pukara.
Esta ha sido identificada en las capas F, G y H de la plaza hundida del
Sector BB con asociación a un muro bien hecho de 0.60m. de altura, el cual al
parecer sirvió como contención de una plataforma por lo que se toma como el
inicio de la arquitectura no doméstica del sitio. En esta época, se iniciarían
las interrelaciones con otros lugares dentro y fuera de la cuenca ya que se
menciona contactos con el valle del Vilcanota y la cuenca sur del Titicaca.
Además, se propone un nuevo estilo local altiplánico que llaman Zeta y está
definido como una cerámica de pasta roja con decoración incisa curvilínea
(Wheeler y Mujica 1981:26-29).
3.5.3.- Fase III. Transición pre Pukara a Pukara.
Esta época ha sido situada entre 850 y 200 a.C. sobre la base de
cronología relativa de cerámica. Las evidencias de esta época fueron halladas
en las capas C, D y E de la plaza hundida en el Sector BB, en las plataformas
2, 3 y 4 del Sector BF y en el atrio del Sector BG (Wheeler y Mujica 1981:29).
Lo más importante para este periodo fue el hallazgo de una pirámide
escalonada de cinco niveles que precede a la que vemos en la actualidad.
71
Thomas Lynch (1981:204) agrega que esta pirámide anterior estaría fechada
quizás entre el 800 y el 200 a.C. y que lo más importante de este hallazgo es
que se descubrió que existe continuidad entre las dos etapas culturales.
En las excavaciones se encontraron cuatro de los muros de contención de las
plataformas y al parecer existe un quinto nivel por lo que se deduce que la
primera pirámide tenía la misma altura que la segunda aunque era más
pequeña. Los muros tienen un ancho aproximado en la base de 3.40m. y en la
cabeza de 2.90m. con una altura de 4 metros. En cuanto a la cerámica, este
periodo es particular puesto que se dan a conocer tres nuevos estilos o
tradiciones alfareras con diversos orígenes y que estarían hablando de
contactos cada vez más fuertes con otros lugares y con zonas más alejadas
también.
Wheeler y Mujica (1981:34-40) señalan a Pukara Inicial (llamado
originalmente Pucara Río por Franquemont en 1967) como un estilo indígena
altiplánico ya que tendría como antecedente el estilo Zeta ya descrito y sería
asimismo, antecedente directo del estilo Pukara Clásico. El siguiente estilo
es el Cusipata, el cual ya había sido definido como tal por Franquemont
(1986) pero con base en las excavaciones de Kidder en la pampa central (Área
IV) y no con materiales del Qalasaya. Wheeler y Mujica (1981:34) mencionan
que dicho estilo es parecido a la cerámica pintada Qaluyu pero que no podría
72
considerársele de tradición altiplánica y que más bien tendría sus orígenes en
el valle del Vilcanota al norte debido a su semejanza con la tradición
Marcavalle.
El tercer estilo mencionado para este periodo de transición es el llamado
Ramis, el cual es definido como una cerámica de pasta negra, mal hecha, con
mala cocción y decorada con diseños incisos geométricos, los cuales fueron
rellenados con pintura roja brillante y verde clara post-cocción. Por sus
características se propone que es una cerámica originaria de las tierras bajas
amazónicas del oriente (Wheeler y Mujica 1981:40).
3.5.4.- Fase IV. Época Pukara Clásico o Medio.
La Época IV corresponde al tiempo donde se entierra ritualmente la
pirámide anterior y se da un proceso de renovación y agrandamiento del
templo, así como la construcción de tres plazas hundidas en la cima del
Qalasaya. La segunda pirámide se construyó de la siguiente manera (ver
Figuras 6 y 7): 1) Se levantaron muros rústicos paralelos a los muros de
contención de las plataformas; 2) Se rellenó el espacio intermedio con arcilla
de río; 3) Se construyeron nuevos muros de contención adyacentes a los
muros rústicos, los cuales sostienen también un relleno compuesto de piedras
73
grandes en la base y pequeñas en la parte superior y 4) Se niveló el piso de la
nueva plataforma.
Los autores lamentan, sin embargo, la escasa cantidad de cerámica que
pudieron recoger de esta época debido al trabajo previo de Kidder en 1939
(Wheeler y Mujica 1981:40-43). Es de este periodo que tenemos la mayor
cantidad de fechados, Klarich (2005a:241) presenta 15 fechados C14 de sus
excavaciones en la pampa central del sitio, los cuales tienen un rango de
entre 360 a.C. y 240 d.C. y 11 de ellos se encuentran entre 180 a.C. y 120 d.C.
3.5.5.- Fase V. Abandono del sitio y colapso de Pukara.
La Época V es la denominada ocupación Pukara Decadente y abandono
del sitio, proceso que al parecer se desarrolló de forma pacífica y rápida. Las
evidencias fueron halladas en la cima de la pirámide, en la zona entre las dos
plazas hundidas que están hacia el norte (BB y BA) donde se descubrieron
una serie de patios sin techo donde se habría producido actividad doméstica.
Asociada a los restos de fauna se encontró cerámica que mantiene
características Pukara pero con nuevas formas y de manufactura menos
elaborada.
74
3.5.6.- Fase VI. Reocupaciones tardías.
Esta fase corresponde a las reocupaciones tardías del sitio. La primera
se produjo mucho tiempo después del colapso de la entidad política Pukara y
es uno de los enigmas para la cuenca norte del Lago Titicaca puesto que aún
no se han encontrado ocupaciones pertenecientes al Horizonte Medio. La
primera reocupación se realizó por los Collas alrededor del 1250 d.C., quienes
usan con más intensidad las laderas al pie del Peñón aunque también hay
evidencias de ocupación doméstica y cistas intrusivas en las plataformas del
Qalasaya.
Los Incas reocupan el sitio aproximadamente en el 1471 d.C. gracias a las
acciones de Tupac Yupanqui quien vence en batalla a los Collas que se habían
sublevado. Las remodelaciones Inca se encuentran en dos lugares: En el
límite de los sectores BF, BE y BH donde construyen una escalinata
mediante una combinación de peldaños y rampas y en las plataformas 4 y 5
del Sector BG donde edifican un muro con hornacinas trapezoidales.
Finalmente, la evidencia del periodo Colonial se encuentra en los sectores BA
y BC. En el primero de ellos, se encontró nueve casas de planta rectangular
dispuestas una al lado de la otra y separadas por un pasadizo de 1 metro de
ancho. En el segundo sector también se encontró nueve casas aunque de
75
manufactura más rústica y aglutinadas sin ningún orden. Asimismo en el
límite con el Sector BB, se encuentra una gran estructura que funcionó como
iglesia cristiana, la cual fue construida con muros de barro con base de piedra
y en una de sus paredes, se encontraron siete hornacinas, algunas de las
cuales conservan restos de pintura.
Esta cronología fue reformulada luego por Mujica. La secuencia cronológica
de los estilos cerámicos para la cuenca norte sería de la siguiente manera (ver
Figura 1 en Mujica 1988:79): Qaluyu (1400-800 a.C); Cusipata (800-500 a.C.);
Pukara Inicial (500-200 a.C.); Pukara Medio (200 a.C-100 d.C.) y finalmente
Pukara Tardío (100-380 d.C.). En cuanto a la secuencia en el sitio de Pukara,
Mujica (1987:28) menciona que en las capas más antiguas, hay cerámica mal
definida pero se ha identificado cuencos bajos de lados rectos y divergentes
con incisiones delgadas y ollas sin cuello.
Así él propone que la cerámica Qaluyu, es introducida tardíamente en la
secuencia más temprana del sitio ya que se encuentra en niveles por encima
de los que contienen esta cerámica descrita aunque asociada a otros estilos
cerámicos que tampoco se conocen bien. Por encima de estos niveles, hay
otros con materiales Qaluyu y Cusipata mezclados, luego Cusipata solo y
después Cusipata asociado a una cerámica similar a Pukara que vendría a
ser la fase más temprana del estilo Pukara (Mujica 1987:25; 1988:87).
76
Finalmente, por encima de esto y sobre el nivel de arcilla roja ya mencionada,
se encuentran los materiales Pukara Clásico o Medio.
77
Capítulo 4
El material cerámico.
4.1.- La clasificación morfofuncional.
Decidimos realizar esta clasificación en lugar de buscar tipos ya que
normalmente, las tipologías se basan únicamente en ciertos atributos
formales o estilísticos. De acuerdo con Lumbreras (1987:3), sostenemos que
tiene que haber una relación entre la forma de la vasija y la función que ésta
debió cumplir. Esto quiere decir que la vasija debe tener ciertas
características en forma y estructura física para que sirvan eficientemente
en la función para la cual ha sido elaborada.
El primer paso es según Lumbreras (op.cit.) y Orton, Tyers y Vince (1993:78),
clasificar la cerámica diagnóstica haciendo dos grandes grupos que
corresponden a la clase de las vasijas. Las dos grandes clases que tenemos
son las vasijas abiertas y las vasijas cerradas. Luego se debe ubicar dentro
cada clase las diferentes categorías (i.e. tazón), sus variantes (i.e. de paredes
verticales) y finalmente los atributos específicos (i.e. labio redondeado).
En el análisis morfofuncional se han registrado platos, cuencos y tazones
como vasijas abiertas y ollas sin cuello, ollas con cuello y cántaros como
vasijas cerradas. El total de fragmentos analizados fue de 4582 sin embargo
78
la mayoría de estos son muy pequeños como para ser identificados como parte
de alguna forma de vasija específica. Por este motivo, los resultados del
análisis se encuentran basados en el número de bordes con un tamaño
mínimo de 5% para que sean representativos. El total de vasijas identificadas
fue de 299.
4.1.1.- Descripción de las categorías formales.
4.1.1.1.- Vasijas abiertas (N=150, 50.16% del total).
Son vasijas de acceso no restringido cuya función está asociada al
consumo de alimentos sólidos y líquidos y el ancho máximo se encuentra en
la boca. Se reconocieron las siguientes formas (Figura 19):
4.1.1.1.1.- Platos (P) (N=5, 1.67% del total).
Son vasijas de base plana, de paredes muy inclinadas y muy cortas. A
pesar que la cantidad de ejemplares es muy limitada y por lo tanto no es
representativa, debemos resaltar que la manufactura es consistente. La
superficie interior fue alisada y la exterior bruñida y ambas fueron engobadas
aunque no presentan decoración. Se encontraron muy pocos ejemplares sin
embargo fueron clasificados según el tamaño de la vasija y la forma del labio
en las siguientes categorías (Figura 20 y Tabla 1):
79
a) Platos pequeños con labio redondeado (P1) (Lámina 01, Fig.1).
b) Platos medianos con labio engrosado externo (P2) (Lámina 01, Fig.2).
c) Platos grandes con labio redondeado (P3) (Lámina 01, Fig.3).
4.1.1.1.2.- Cuencos (C) (N=8, 2.67% del total).
Son vasijas de paredes convexas y base redondeada donde el diámetro
máximo se puede encontrar en el borde o en el cuerpo. La superficie interior
generalmente estuvo alisada o bruñida mientras que la exterior presenta
alisados y pulidos aunque en la mayoría de casos no, no se pudo determinar
el acabado debido a la erosión. Ambas superficies fueron engobadas y no
presentan decoración. En este caso se encontraron pocos especímenes aunque
fueron clasificados según el tamaño de la vasija, la forma de las paredes y la
forma del labio en las siguientes categorías (Figura 21 y Tabla 2):
a) Cuencos pequeños (Diámetro de entre 7 y 10cms.) (C1).
De paredes verticales y labio redondeado (C1A) (Lámina 02, Fig.1).
De paredes divergentes y labio redondeado (C1B) (Lámina 02, Fig.2).
b) Cuencos medianos (Diámetro de entre 11 y 15cms.) (C2).
De paredes divergentes y labio aplanado horizontal (C2A1) (Lámina
02, Fig.3).
80
De paredes divergentes y labio aplanado inclinado (C2A2) (Lámina 03,
Fig.1).
c) Cuencos grandes (Diámetro de entre 16 y 20cms.) (C3).
De paredes verticales y labio redondeado (C3A) (Lámina 03, Fig.2).
De paredes divergentes y labio redondeado (C3B) (Lámina 03, Fig.3).
4.1.1.1.3.- Tazones (T) (N=136, 45.48% del total).
Son vasijas de base plana donde el diámetro máximo se encuentra en
el borde. Las superficies interiores estuvieron generalmente alisadas o
pulidas. Este alisado interno se realizó mayormente con algún tipo de tela
debido a las marcas aunque en muchos casos se habría utilizado un objeto de
punta roma, una coronta de choclo o simplemente la mano.
Las superficies exteriores fueron generalmente pulidas o bruñidas. En los
casos pulidos, las superficies interiores también estuvieron pulidas mientras
que en los casos bruñidos, estas estuvieron sobre todo alisadas. Ambas
superficies estuvieron engobadas y casi no se presentan decoraciones. En este
punto debemos mencionar que cuando la decoración se encuentra en la
superficie interna, no lo está en la externa y a su vez, cuando se presenta en
la externa, no hay decoración en la interna.
81
La primera clasificación de estas vasijas está basada en su tamaño según el
diámetro del ancho de la boca. Como se observa en el Gráfico 1, vemos que la
distribución de los diámetros tiene una tendencia relativamente normal
aunque tiene carácter multimodal. Sobre la base de esta información y
tomando en cuenta los rangos de tamaño en clasificaciones anteriores para
cerámica del mismo sitio (vg. Klarich 2005b), definimos tres tamaños (Figura
22 y Tabla 3):
a) Tazones pequeños (T1) (N=16, 5.35% del total).
Tienen un diámetro de entre 5 y 10 cm. y la mediana se encuentra en 9 cm.
Se dividieron según la orientación y la forma de las paredes y la forma del
labio en:
Tazones pequeños de paredes verticales (T1A):
Rectas y con labio aplanado horizontal (T1A1) (Lámina 04, Fig.1).
Convexas (T1A2):
- Con labio redondeado (T1A2A) (Lámina 04, Fig.2).
- Con labio engrosado interno (T1A2B) (Lámina 04, Fig.3).
Tazones pequeños de paredes divergentes (T1B):
Rectas (T1B1):
- Con labio redondeado (T1B1A) (Lámina 05, Fig.1).
82
- Con labio ligeramente redondeado (T1B1B) (Lámina 05, Fig.2).
- Con labio engrosado externo (T1B1C) (Lámina 05, Fig.3).
- Con labio engrosado interno y externo (T1B1D) (Lámina 05, Fig.4).
- Con labio aplanado inclinado (T1B1E) (Lámina 06, Fig.1).
Convexas (T1B2):
- Con labio redondeado (T1B2A) (Lámina 06, Fig.2).
- Con labio aplanado horizontal (T1B2B) (Lámina 06, Fig.3).
- Con labio aplanado inclinado (T1B2C) (Lámina 06, Fig.4).
Cóncavas (T1B3):
- Con labio redondeado (T1B3A) (Lámina 07, Fig.1).
- Con labio biselado (T1B3B) (Lámina 07, Fig.2).
83
2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32
Diámetro
0
5
10
15
20
25
30
Fre
cuen
cia
Mean = 16,29Std. Dev. = 5,06N = 137
Gráfico 1. Histograma mostrando la distribución de los diámetros de boca de los tazones.
b) Tazones medianos (T2) (N=60, 20.06% del total).
Tienen un diámetro de entre 11 y 16 cm. y la mediana se encuentra en 14 cm.
Se dividieron según la orientación y la forma de las paredes y la forma del
labio en:
Tazones medianos de paredes verticales (T2A):
Rectas (T2A1):
84
- Con labio redondeado (T2A1A) (Lámina 07, Fig.3).
- Con labio ligeramente redondeado (T2A1B) (Lámina 07, Fig.4).
- Con labio engrosado interno (T2A1C) (Lámina 08, Fig.1).
- Con labio engrosado externo (T2A1D) (Lámina 08, Fig.2).
- Con labio engrosado interno y externo (T2A1E) (Lámina 08, Fig.3).
- Con labio aplanado horizontal (T2A1F) (Lámina 08, Fig.4).
- Con labio biselado (T2A1G) (Lámina 09, Fig.1).
Tazones medianos de paredes divergentes (T2B):
Rectas (T2B1):
- Con labio redondeado (T2B1A) (Lámina 09, Fig.2).
- Con labio redondeado con asa (T2B1B) (Lámina 09, Fig.3).
- Con labio engrosado externo (T2B1C) (Lámina 10, Fig.1).
- Con labio engrosado interno y externo (T2B1D) (Lámina 10, Fig.2).
- Con labio aplanado horizontal (T2B1E) (Lámina 10, Fig.3).
- Con labio aplanado inclinado (T2B1F) (Lámina 10, Fig.4).
- Con labio biselado (T2B1G) (Lámina 11, Fig.1).
Convexas (T2B2):
- Con labio engrosado externo (T2B2A) (Lámina 11, Fig.2).
- Con labio aplanado horizontal (T2B2B) (Lámina 11, Fig.3).
85
Cóncavas (T2B3):
- Con labio redondeado (T2B3A) (Lámina 12, Fig.1).
- Con labio redondeado con asa (T2B3B) (Lámina 12, Fig.2).
c) Tazones grandes (T3) (N=60, 20.06% del total).
Tienen un diámetro de entre 17 y 29 cm. y la mediana se encuentra en 20 cm.
Se dividieron según la orientación y la forma de las paredes y la forma del
labio en:
Tazones grandes de paredes verticales (T3A):
Rectas (T3A1):
- Con labio redondeado (T3A1A) (Lámina 13, Fig.1).
- Con labio engrosado interno (T3A1B) (Lámina 13, Fig.2).
- Con labio engrosado externo (T3A1C) (Lámina 14, Fig.1).
- Con labio aplanado horizontal (T3A1D) (Lámina 14, Fig.2).
Convexas (T3A2):
- Con labio redondeado (T3A2A) (Lámina 15, Fig.1).
- Con labio engrosado interno y externo (T3A2B) (Lámina 15, Fig.2).
Cóncavas (T3A3):
- Con labio engrosado externo (T3A3A) (Lámina 16, Fig.1).
86
- Con labio engrosado interno y externo (T3A3B) (Lámina 16, Fig.2).
- Con labio biselado (T3A3C) (Lámina 16, Fig.3).
Tazones grandes de paredes divergentes (T3B):
Rectas (T3B1):
- Con labio redondeado (T3B1A) (Lámina 17, Fig.1).
- Con labio ligeramente redondeado (T3B1B) (Lámina 17, Fig.2).
- Con labio engrosado externo (T3B1C) (Lámina 17, Fig.3).
- Con labio aplanado inclinado (T3B1D) (Lámina 18, Fig.1).
- Con labio biselado (T3B1E) (Lámina 18, Fig.2).
Convexas (T3B2):
- Con labio redondeado (T3B2A) (Lámina 19, Fig.1).
- Con labio engrosado externo (T3B2B) (Lámina 19, Fig.2).
Cóncavas (T3B3):
- Con labio redondeado (T3B3A) (Lámina 20, Fig.1).
- Con labio engrosado interno (T3B3B) (Lámina 20, Fig.2).
- Con labio engrosado externo (T3B3C) (Lámina 21, Fig.1).
- Con labio biselado (T3B3D) (Lámina 21, Fig.2).
- Con labio redondeado con asa (T3B3E) (Lámina 21, Fig.3).
87
4.1.1.2.- Vasijas cerradas (N=149, 49.83% del total).
Son vasijas de acceso restringido cuya función se encuentra asociada a
la producción, almacenamiento y/o transporte de alimentos sólidos y líquidos
y su ancho máximo se encuentra en el cuerpo. Se reconocieron las siguientes
formas (Figura 23):
4.1.1.2.1.- Ollas sin cuello (O1) (N=21, 7.02% del total).
Son vasijas mayormente globulares con boca medianamente ancha,
paredes convexas y base estrecha. Las superficies interiores
mayoritariamente estuvieron alisadas con algún tipo de tela y en la tercera
parte de los casos no fueron engobadas. Mientras que las superficies
exteriores en la gran mayoría recibieron como acabado el bruñido y casi la
totalidad tenían engobe. Fueron clasificadas según la orientación de las
paredes y la forma del labio en las siguientes categorías (Figura 24 y Tabla
4):
a) De paredes muy inclinadas (O1A) (N=3):
Con labio redondeado (O1A1) (Lámina 22, Fig.1).
Con labio engrosado interno redondeado (O1A2) (Lámina 22, Fig.2).
b) De paredes inclinadas (O1B) (N=4):
Con labio engrosado interno redondeado (O1B1A) (Lámina 23, Fig.1).
88
Con labio engrosado interno redondeado puntiagudo (O1B1B) (Lámina
23, Fig.2).
Con labio engrosado interno redondeado alargado (O1B1C) (Lámina
23, Fig.3).
Con labio engrosado interno rectangular alargado (O1B1D) (Lámina
24, Fig.1).
c) De paredes ligeramente inclinadas (O1C) (N=14):
Con labio redondeado (O1C1) (Lámina 24, Fig.2).
Con labio engrosado externo (O1C2) (Lámina 24, Fig.3).
Con labio engrosado interno y externo (O1C3) (Lámina 25, Fig.1).
Con labio aplanado horizontal (O1C4) (Lámina 25, Fig.2).
Con labio aplanado inclinado (O1C5) (Lámina 25, Fig.3).
4.1.1.2.2.- Ollas con cuello (O2) (N=41, 13.71% del total).
Son vasijas mayormente globulares con boca ancha, paredes convexas
y base estrecha. Las superficies interiores mayoritariamente fueron
acabadas mediante el alisado con algún tipo de tela y recibieron engobe. En
cuanto a las superficies exteriores, casi en la misma proporción estuvieron
alisadas con alguna tela o pulidas aunque en varios casos, el acabado no fue
posible distinguir debido a la erosión. Se clasificaron según la longitud del
Es posible que en algunos casos, se haya confundido esta categoría de vasija con la de cántaros debido a la gran similitud en la boca y cuello.
89
cuello, la forma y orientación de las paredes y la forma del labio en las
siguientes categorías (Figura 25 y Tabla 5):
a) Con cuello corto y paredes verticales (O2A1) (N=4):
Con labio redondeado (O2A1A) (Lámina 26, Fig.1).
Con labio engrosado interno (O2A1B) (Lámina 26, Fig.2).
Con labio aplanado horizontal (O2A1C) (Lámina 27, Fig.1).
b) Con cuello mediano y paredes ligeramente cóncavas (O2B1) (N=32):
Convergentes (O2B1A):
- Con labio redondeado (O2B1A1) (Lámina 27, Fig.2).
- Con labio redondeado con asa (O2B1A2) (Lámina 27, Fig.3).
- Con labio engrosado interno (O2B1A3) (Lámina 27, Fig.4).
- Con labio engrosado externo (O2B1A4) (Lámina 28, Fig.1).
- Con labio engrosado interno y externo (O2B1A5) (Lámina 28, Fig.2).
Verticales (O2B1B):
- Con labio redondeado (O2B1B1) (Lámina 28, Fig.3).
- Con labio redondeado con asa (O2B1B2) (Lámina 29, Fig.1).
- Con labio engrosado interno (O2B1B3) (Lámina 29, Fig.2).
- Con labio engrosado externo (O2B1B4) (Lámina 29, Fig.3).
- Con labio biselado (O2B1B5) (Lámina 30, Fig.1).
90
- Con labio engrosado interno rectangular y externo redondeado
(O2B1B6) (Lámina 30, Fig.2).
- Con borde engrosado interno y externo redondeado y labio
redondeado (O2B1B7) (Lámina 30, Fig.3).
- Con borde engrosado interno y externo redondeado y labio aplanado
horizontal (O2B1B8) (Lámina 31, Fig.1).
Divergentes (O2B1C):
- Con labio redondeado (O2B1C1) (Lámina 31, Fig.2).
- Con labio engrosado externo (O2B1C2) (Lámina 32, Fig.1).
c) Con cuello mediano y paredes cóncavas divergentes (O2B2A) (N=5):
- Con labio redondeado (O2B2A1) (Lámina 32, Fig.2).
- Con labio engrosado interno y externo (O2B2A2) (Lámina 32, Fig.3).
4.1.1.2.3.- Cántaros (Ca) (N=87, 29.09% del total).
Son vasijas mayormente entre globulares y elípticas, con cuello y
presentan la base estrecha. Debemos recalcar que dado que tratamos con
fragmentos del borde de las vasijas, es posible que algunos ejemplares
denominados cántaros sean en realidad ollas. Las superficies interiores
generalmente fueron alisadas con alguna tela y engobadas. El acabado en las
91
superficies exteriores se divide casi equitativamente en alisado (sobre todo
con tela), bruñido y pulido y todas presentaron engobe.
La primera clasificación se realizó tomando en cuenta los diámetros de boca,
los que nos dan información acerca del tamaño de las vasijas. Como se
observa en el Gráfico 2, la distribución tiene un carácter multimodal por lo
que se definieron tres tamaños (Figura 26 y Tabla 6):
a) Cántaros pequeños (Ca1) (N=39, 13.04% del total):
Tienen un diámetro de entre 5 y 11 cm. y la mediana se encuentra en 9 cm.
Fueron clasificados según la forma y orientación de las paredes del cuello y la
forma del labio en:
De paredes ligeramente cóncavas (Ca1A):
Convergentes y con labio redondeado (Ca1A1) (Lámina 33, Fig.1).
Verticales (Ca1A2):
- Con labio redondeado (Ca1A2A) (Lámina 33, Fig.2).
- Con labio engrosado externo (Ca1A2B) (Lámina 33, Fig.3).
- Con labio engrosado interno y externo (Ca1A2C) (Lámina 33, Fig.4).
- Con labio aplanado horizontal alargado (Ca1A2D) (Lámina 34, Fig.1).
92
Divergentes (Ca1A3):
- Con labio redondeado (Ca1A3A) (Lámina 34, Fig.2).
- Con labio engrosado externo redondeado (Ca1A3B) (Lámina 34,
Fig.3).
- Con labio engrosado externo puntiagudo (Ca1A3C) (Lámina 34,
Fig.4).
- Con labio aplanado horizontal alargado (Ca1A3D) (Lámina 35, Fig.1).
De paredes cóncavas (Ca1B):
Divergentes (Ca1B1):
- Con labio engrosado interno y externo (Ca1B1A) (Lámina 35, Fig.2).
- Con labio engrosado externo redondeado (Ca1B1B) (Lámina 35,
Fig.3).
- Con labio externo puntiagudo (Ca1B1C) (Lámina 35, Fig.4).
- Con labio biselado (Ca1B1D) (Lámina 36, Fig.1).
93
2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Diámetro
0
5
10
15
20
Fre
cue
nci
a
Mean = 12,83Std. Dev. = 5,014N = 87
Gráfico 2. Histograma mostrando la distribución de los diámetros de boca de los cántaros.
b) Cántaros medianos (Ca2) (N=25, 8.36% del total):
Tienen un diámetro de entre 12 y 15 cm. y la mediana se encuentra en 13 cm.
Fueron clasificados según la forma y orientación de las paredes del cuello y la
forma del labio en:
De paredes ligeramente cóncavas (Ca2A):
94
Verticales (Ca2A1):
- Con labio biselado (Ca2A1A) (Lámina 36, Fig.2).
- Con labio engrosado externo (Ca2A1B) (Lámina 36, Fig.3).
- Con labio redondeado (Ca2A1C) (Lámina 36, Fig.4).
Divergentes (Ca2A2):
- Con labio redondeado (Ca2A2A) (Lámina 37, Fig.1).
- Con labio engrosado interno (Ca2A2B) (Lámina 37, Fig.2).
- Con labio engrosado externo redondeado (Ca2A2C) (Lámina 37,
Fig.3).
- Con labio engrosado externo puntiagudo (Ca2A2D) (Lámina 38,
Fig.1).
- Con labio biselado (Ca2A2E) (Lámina 38, Fig.2).
De paredes cóncavas (Ca2B):
Divergentes (Ca2B1):
- Con labio redondeado con asa (Ca2B1A) (Lámina 38, Fig.3).
- Con labio engrosado interno y externo (Ca2B1B) (Lámina 39, Fig.1).
- Con labio engrosado externo redondeado (Ca2B1C) (Lámina 39,
Fig.2).
- Con labio engrosado externo puntiagudo (Ca2B1D) (Lámina 39,
Fig.3).
95
c) Cántaros grandes (Ca3) (N=23, 7.69% del total):
Tienen un diámetro de entre 16 y 30 cm. y la mediana se encuentra en 19 cm.
Fueron clasificados según la forma y orientación de las paredes del cuello y la
forma del labio en:
De paredes ligeramente cóncavas (Ca3A):
Verticales (Ca3A1):
- Con labio redondeado (Ca3A1A) (Lámina 40, Fig.1).
- Con labio engrosado interno (Ca3A1B) (Lámina 40, Fig.2).
- Con labio engrosado externo (Ca3A1C) (Lámina 41, Fig.1).
Divergentes (Ca3A2):
- Con labio engrosado externo (Ca3A2A) (Lámina 41, Fig.2).
- Con labio redondeado y engrosado externo (Ca3A2B) (Lámina 41,
Fig.3).
- Con labio aplanado horizontal y engrosado externo (Ca3A2C)
(Lámina 42, Fig.1).
De paredes cóncavas (Ca3B):
Divergentes (Ca3B1):
- Con labio redondeado y engrosado externo (Ca3B1A) (Lámina 42,
Fig.2).
96
- Con labio aplanado inclinado y engrosado externo (Ca3B1B) (Lámina
43, Fig.1)
- Con labio biselado (Ca3B1C) (Lámina 43, Fig.2).
4.1.2.- Descripción de las variaciones formales en la secuencia.
Dado que la cerámica analizada no proviene en su gran mayoría de
contextos asociados a arquitectura sino que más bien se trata de rellenos
constructivos, donde se podrían mezclar fragmentos de distintos lugares y
épocas, ha sido muy difícil reconstruir la secuencia formal. No obstante la
dificultad, hemos encontrado las siguientes tendencias que detallaremos a
continuación:
La categoría formal más ubicua es la del tazón grande en su variante
de paredes divergentes. La frecuencia podría señalar la relevancia del
consumo de alimentos sólidos y/o líquidos en reuniones populares en
las ocupaciones más tempranas del sitio.
En la mayoría de veces, las ollas sin cuello se encuentran en los niveles
más antiguos lo que concuerda con muchas secuencias tempranas de
los Andes Centrales.
97
En estos niveles más profundos, se han identificado muy pocos
cántaros los cuales empiezan a tener mayor presencia en los niveles
intermedios o en los más cercanos a la fase Pukara Clásico. Esto podría
indicar que en las primeras ocupaciones del sitio no se usaron muchas
vasijas de almacenamiento y/o transporte de líquidos y sólidos.
En el sector BB, los niveles inferiores presentan mayormente ollas sin
cuello de paredes ligeramente inclinadas y tazones grandes de paredes
divergentes. Luego son más populares los tazones grandes y medianos
y se empiezan a usar con más frecuencia los cántaros. Finalmente, las
formas más utilizadas son los tazones medianos de paredes divergentes
y los cántaros pequeños.
En el sector BG, Plataforma 3, en los niveles más profundos alcanzados
por la excavación, la forma mayoritaria es el tazón grande de paredes
divergentes. Asimismo, se halló la única olla sin cuello de esta
plataforma. Luego, sigue siendo popular el tazón descrito pero se usan
muchos cántaros pequeños.
En la terraza inferior del mismo sector, donde se halló el recinto con los
nichos con esculturas líticas asociado a la pirámide anterior, las
características mencionadas se mantienen. En los niveles inferiores,
98
En los niveles inferiores de la Plataforma 2 del Sector BF, se halló
mayormente tazones medianos y ollas con cuello mediano. En los
siguientes niveles, las ollas con cuello mediano siguen siendo populares
pero junto con los cántaros. Luego, en los niveles superiores, esta
tendencia continúa pero predominan los cántaros pequeños.
En las capas más antiguas de la Plataforma 3 del Sector BF , se
encontró tazones y ollas con cuello mediano. Luego, las formas más
recurrentes son los cántaros pequeños y medianos, las ollas con cuello
mediano y los tazones.
4.2.- Decoración.
Los fragmentos decorados no son abundantes cuyas variantes fueron
analizadas en dos niveles. El primero se refiere a las técnicas y el segundo
corresponde a las categorías decorativas. Dada la poca cantidad de ejemplos,
no se pudo realizar ningún análisis estadístico que sea representativo y, en la
99
gran mayoría de casos, los fragmentos son muy pequeños como para poder
reconocer el diseño entero.
Sin embargo, en algunos casos ha sido posible reconocer ejemplos claros de
estilos ya definidos y en otros, sobre la base de estas nuevas evidencias, se
proponen algunas consideraciones para una mejor definición de un estilo en
particular. Asimismo, hemos registrado casos de decoración que nos ha sido
difícil encontrar paralelos comparativos con ejemplares que hayan sido
publicados hasta la actualidad.
4.2.1.- Técnicas decorativas. Se reconocieron 3 técnicas: pintura, incisiones y aplicaciones.
4.2.1.1.- Pintura.
Esta técnica se ha encontrado con colores blanco, negro, crema y
marrón oscuro generalmente aplicados sobre un engobe rojo. En todos los
casos registrados, se trata de pintura pre-cocción.
4.2.1.2.- Incisiones.
Estas han sido representados en la cerámica en dos maneras: Una con
líneas delgadas hechas con un instrumento filudo y otra con líneas gruesas.
En este caso, la mayoría de veces fue hecha con un instrumento de punta
100
medianamente afilada aunque en algunos casos hemos registrado que la
incisión se realizó con un objeto de punta roma. Esta técnica se realizó
generalmente cuando las vasijas se encontraban en pasta cuero pero en
algunas ocasiones se hicieron incisiones cuando la pasta ya estaba seca.
4.2.1.3.- Aplicaciones.
Esta técnica se define como la adición de cerámica sobre la superficie
de la vasija antes de la cocción. En casi todos los casos registrados, se trata de
una tira que colocada alrededor de toda la vasija pero en algunos, se trata de
una protuberancia redondeada.
4.2.2.- Categorías decorativas.
Estas fueron definidas a partir del aislamiento de una técnica o la
combinación de estas con lo cual, se reconocieron 4 grupos: “Pintados”,
“incisos”, “pintados e incisos”, “con aplicado e incisos” y “con aplicado,
pintados e incisos”. Fueron organizados a su vez según el lugar en la vasija
donde se aplicaron, resultando así la siguiente clasificación:
4.2.2.1.- Decoración interna.
4.2.2.1.1. – Pintura.
Se registraron sólo 3 casos en esta categoría, todos pertenecientes a
tazones de labio biselado. Los tres además comparten los colores usados, el
101
color del engobe, el tipo de diseño escalonado aunque con ligeras variaciones y
la ubicación en la vasija (en el bisel). Así en el primer caso (Lámina 44, Fig.1),
observamos un “escalonado” alargado negro con crema sobre un engobe rojo,
el cual se encuentra también en la parte exterior de la vasija.
En el segundo ejemplar (Lámina 44, Fig.2), tenemos un diseño más elaborado
y es el único caso registrado en la muestra. Se trata de un “escalonado” que se
repite usando colores negro o marrón oscuro y crema pero con la técnica del
negativo. Para esto, la vasija fue primero engobada con color rojo interior y
exteriormente, luego se pintó la zona del bisel del color oscuro y finalmente la
pintura crema se dispuso de tal manera que delimita rectángulos dejando un
espacio al medio sin pintar en forma de escalonado con lo cual este diseño se
observa del color oscuro.
El tercer caso (Lámina 45, Fig.1) corresponde a un “escalonado” más simple
que los anteriores con una combinación de colores negro y crema. Este diseño
se encuentra sobre un engobe rojo que también ha sido aplicado a la
superficie externa de la vasija.
4.2.2.1.2.- Incisiones.
Se identificó sólo un ejemplar con este tipo de decoración (Lámina 45,
Fig.2). El diseño corresponde a una línea recta delgada hecha pre-cocción
102
utilizando un instrumento filudo. Esta línea se encuentra en la parte
superior, muy cerca del labio y al parecer rodearía toda la boca de la vasija.
4.2.2.1.3.- Pintura e incisiones.
En esta categoría encontramos pocos ejemplares. Llama la atención
que, en todos, el diseño es “escalonado” con diversas variantes y se encuentra
en la parte superior de la vasija. Estos diseños se han realizado mediante
incisiones delgadas cuando la vasija se encontraba en pasta cuero aunque en
algunos casos, las incisiones se hicieron cuando la vasija ya estaba seca. El
instrumento utilizado para la decoración habría sido uno delgado de punta
filuda.
En todos los casos el diseño se ha realizado mediante incisiones que forman el
“escalonado” combinado con pintura que rellena estos espacios. La pintura
siempre es negra, blanca o crema y roja o naranja. Todo esto se encuentra
siempre por encima de un engobe rojo, el cual también se ha aplicado a la
parte exterior de la pieza (Láminas 46, 47 y 48). A veces, se ha dejado
intencionalmente un espacio sin pintar para utilizar el color mismo del
engobe en la formación de los paneles decorativos (Lámina 48, Fig.1).
Casi en todos los casos, las líneas incisas que forman el diseño son rectas
mostrando “escalonados” simples alargados (Lámina 48, Figs. 1 y 2),
103
“escalonado” simple engrosado (Lámina 46, Fig.2) o “escalonados” dobles
(Lámina 46, Fig.1). Sin embargo hay un ejemplar único ya que se trata de un
“escalonado” que, si bien sigue el mismo método de combinar incisiones con
espacios pintados de colores distintos, el trazo no es recto sino curvilíneo
(Lámina 47, Fig.2).
4.2.2.2.- Decoración externa.
4.2.2.2.1.- Pintura.
Se identificó, a pesar de haberse registrado mayor variedad de diseños,
estos son exclusivamente geométricos. Esto quiere decir que no presentan
ningún tipo decoración naturalista con características antropomorfas,
fitomorfas o zoomorfas limitándose a líneas rectas y curvas, rombos,
reticulados y pintados en zona. En todos los casos, la pintura se aplicó a la
vasija antes de ser cocida y se combinan como máximo 3 colores.
El único diseño identificado de forma completa y casualmente el más
recurrente, se trata de rombos concéntricos de color crema pintados encima
de un fondo marrón oscuro o negro y todo esto sobre un engobe rojo (Lámina
49, Fig. 3; Lámina 50, Fig.1; Lámina 51, Fig.3). En otros casos, a pesar de no
poder reconocerse completamente los diseños, es posible identificar la misma
técnica y combinación de colores que se usó para las vasijas con los rombos
104
concéntricos (Lámina 50, Fig.2; Lámina 51, Figs. 1 y 2, Lámina 52, Figs. 1 y
3).
Aparte de estos ejemplares que podrían conformar un estilo decorativo, se
identificaron otras variantes como líneas gruesas pintadas de crema sobre un
engobe rojo (Lámina 49, Fig.8), líneas gruesas pintadas de negro sobre un
engobe rojo (Lámina 49, Fig.1; Lámina 52, Fig.2), líneas gruesas pintadas de
crema sobre pintura negra (Lámina 49, Fig.9) y un caso único de un diseño
“reticulado” hecho con dos tonalidades de pintura negra sobre un engobe
crema (Lámina 50, Fig.3).
4.2.2.2.2.- Incisiones.
En esta categoría hemos identificado 4 grupos estilísticos. El primero
corresponde a vasijas con líneas rectas horizontales muy gruesas y profundas
colocadas de forma paralela una con otra hechas con una herramienta de
punta roma cuando la vasija estaba en pasta cuero (Lámina 53, Fig.1;
Lámina 55, Fig.2). El segundo grupo está formado por vasijas con una
decoración realizada con trazos curvilíneos gruesos o muy gruesos profundos
formando diseños elípticos concéntricos en forma de voluta también cuando la
vasija estaba en pasta cuero y con un instrumento de punta roma (Lámina
53, Fig. 2 y 3; Lámina 55, Fig.1; Lámina 56, Fig.1). Un caso especial presenta
una combinación de dos tipos de incisiones. Se nota la misma técnica junto
105
con otra de líneas muy delgadas hechas con un instrumento filudo cuando la
vasija estaba seca pre-cocción (Lámina 59, Fig.1).
El tercer grupo corresponde a fragmentos con incisiones gruesas y muy
profundas hechas cuando la vasija estaba en pasta cuero con un instrumento
filudo. Estas incisiones son líneas, puntos, círculos y elipses que forman
figuras geométricas que no son identificables debido al tamaño de los tiestos
(Lámina 56, Fig.3; Lámina 57, Figs. 1 y 3; Lámina 58, Figs 1, 2, 3 y 4). Sin
embargo en dos casos excepcionales se observan algunas líneas, elipses y
círculos que forman una figura fitomorfa de la que se puede identificar el
tallo, las ramas y la flor en la parte superior (Lámina 57, Figs. 2 y 4).
En el último grupo no hay coherencia entre los casos sino que se trata más
bien de los fragmentos que no entraron en algún grupo. Se han registrado
líneas gruesas poco profundas formando un diseño geométrico las cuales
fueron hechas cuando la vasija estaba en pasta cuero con un instrumento de
punta roma (Lámina 54, Fig.3). También líneas delgadas poco profundas
hechas cuando la vasija estaba en pasta cuero con un instrumento filudo
(Lámina 54, Figs. 1 y 4).
Además un diseño formado por una línea horizontal y círculos alargados muy
gruesos y profundos hechos cuando la vasija estaba en pasta cuero con una
106
herramienta de punta roma (Lámina 59, Fig. 2). Finalmente también hay
casos de líneas incisas muy delgadas hechas con una herramienta filuda
cuando la vasija estaba seca pre-cocción (Lámina 54, Fig.2; Lámina 56, Fig.2).
4.2.2.2.3.- Pintura e incisiones.
Se identificaron dos grupos de fragmentos que comparten esta forma
de decoración. El primero de ellos, en el cual se encuentran la mayoría de
casos, se trata de líneas incisas delgadas y poco profundas que forman figuras
geométricas. Estas incisiones se hicieron mayormente cuando la vasija estaba
en pasta cuero aunque en algunos casos, se aplicaron cuando se encontraba
ya seca antes de ser cocida. Luego estas figuras delimitadas por las incisiones
eran pintadas siendo la combinación de colores más frecuente la de rojo y
negro o rojo, negro y crema.
En cuanto a los diseños, dado que en la mayoría de veces, los fragmentos son
muy pequeños, no se puede identificar la decoración completa. Sin embargo,
se han reconocido “escalonados” (Lámina 60, Fig.2); “cuadrados simples”
(Lámina 63, Fig.4); “cuadrados concéntricos” (Lámina 63, Fig.1); “X
pequeñas” (Lámina 63, Fig.2), entre otros.
En el otro grupo se encuentran los fragmentos cuya decoración consiste en
una línea incisa horizontal muy delgada y poco profunda hecha con una
107
herramienta filuda cuando la vasija estaba en pasta cuero antes de ser
cocida. Esta incisión se encuentra asociada a una banda gruesa pintada
horizontalmente por encima. En estos casos, se combina el color negro de la
banda con el rojo del engobe de la vasija (Lámina 61, Fig.3; Lámina 62,
Fig.3).
En este grupo se ha incluido un fragmento que muestra una ligera variación
con la técnica anteriormente descrita. Se trata también de una línea incisa
muy delgada hecha con un instrumento filudo cuando la vasija estaba en
pasta cuero pero en este, la banda pintada horizontalmente por encima,
incluye el borde y parte del labio y es de un color menos oscuro (Lámina 61,
Fig.2).
4.2.2.2.4.- Aplicaciones e incisiones.
En estos casos, se registró que las incisiones son generalmente gruesas
hechas pre-cocción cuando la vasija estaba en pasta cuero. Los diseños,
mayormente en los casos de incisiones horizontales, debieron haber sido
realizadas con un instrumento medianamente grueso de punta roma. En los
casos de incisiones diagonales o verticales, las incisiones son delgadas o
medianamente gruesas y la herramienta utilizada probablemente era de
madera delgada y de punta filuda. Las incisiones aparecen siempre sobre el
aplicado sin importar de qué tipo sea este (bulto redondeado o tira).
108
Se ha identificado un diseño inciso de línea corta pero con tres variantes:
a) Dirección vertical (Lámina 64, Fig.1; Lámina 65, Fig.1).
b) Dirección diagonal (Lámina 64, Figs. 3 y 5; Lámina 65, Fig. 2 y 3;
Lámina 66, Figs. 1 y 2).
c) Dirección horizontal (Lámina 64, Figs. 2, 4 y 6).
4.2.2.2.5.- Pintura, incisiones y aplicaciones.
Sólo se registró un caso donde las tres técnicas decorativas se
encuentran utilizadas juntas en la pared exterior de la vasija. La pintura
usada es negra, amarilla y roja y presenta incisiones delgadas que forman
dos círculos concéntricos todo esto sobre un bulto aplicado para darle volumen
al diseño (Lámina 69, Fig.2).
4.2.2.3.- Decoración interna y externa.
4.2.2.3.1- Pintura.
En esta categoría se reunieron sólo 4 casos, de los cuales 3 podrían
pertenecer a un mismo estilo decorativo. Asimismo, en dos ejemplares la
decoración interna se trata únicamente de una banda de color aplicada sobre
el engobe de fondo en la zona superior de la vasija. En uno de estos, la
decoración exterior corresponde a líneas gruesas formando una figura
lamentablemente indescifrable de color negro sobre un engobe rojo (Lámina
67, Fig.2). En el otro, el diseño es una figura geométrica cuadriculada hecha
109
mediante líneas gruesas de color crema sobre un fondo negro y todo sobre un
engobe rojo (Lámina 68, Fig.1).
Mientras que en los otros dos casos, la decoración corresponde a diseños
ejecutados con líneas gruesas de color crema sobre un fondo negro. Todo esto
sobre un engobe rojo, el cual se encuentra aplicado también en la parte
exterior de la vasija. En ambas vasijas esta decoración se encuentra ubicada
en el bisel interno del borde. En un caso son sólo líneas ondulantes (Lámina
67, Fig.1) mientras que en el otro, el diseño es más elaborado mostrando una
figura en forma de gota de agua ancha con líneas gruesas muy cortas dentro
(Lámina 68, Fig.2).
4.2.2.3.2.- Pintura, incisiones y aplicaciones.
Sólo se registró un ejemplar de esta categoría, el cual presenta una
combinación de pintura negra y crema e incisiones delgadas formando un
diseño escalonado. Todo esto se encuentra sobre un engobe rojo en la parte
interna de la vasija mientras que el aplicado se encuentra en la parte externa
a modo de pequeña agarradera (Lámina 69, Fig.1).
110
4.2.3.- Correlación entre las categorías formales y las decorativas.
A pesar que los casos de fragmentos decorados que corresponden a bordes o
que puedan identificárseles como parte de una categoría formal, no son
abundantes, se han identificado algunas tendencias:
Cuando existe decoración interna pintada o pintada e incisa, en la
gran mayoría de casos, se produce en tazones medianos y grandes
de paredes divergentes y de labio biselado. El único caso de
decoración incisa se presentó en un tazón mediano de paredes
verticales.
En cuanto a la decoración externa pintada, esta se encuentra
mayormente en tazones medianos y grandes de paredes
divergentes.
En el caso de la decoración externa pintada e incisa, se ha
encontrado un caso de tazón mediano de paredes verticales; un
tazón grande de paredes divergentes; una olla con cuello mediano
de paredes convergentes y un cántaro pequeño con cuello
ligeramente cóncavo vertical.
111
Cuando se aplicó decoración incisa externa se encontró en dos
tazones pequeños de paredes verticales; un tazón pequeño de
paredes divergentes; un tazón mediano de paredes divergentes; un
tazón grande de paredes divergentes; un tazón grande de paredes
verticales y dos ollas sin cuello de paredes ligeramente inclinadas.
En el caso de aplicarse decoración interna y externa, esta se da casi
totalmente en tazones grandes de paredes divergentes. El único
caso que no se encuentra en esta categoría formal se trata de un
cántaro pequeño donde la decoración interna es tan sólo una
pequeña banda pintada cerca del borde.
4.3.- Consideraciones estilísticas de los diseños decorativos.
Se ha identificado evidencias de 4 estilos cerámicos ya definidos
aunque parcialmente en la literatura correspondiente como son Qaluyu,
Cusipata, Pukara Inicial o Cusipata Inciso y Ramis. Asimismo, existen casos
que no pueden ser colocados completamente dentro de estos grupos pero dado
que son muy escasos, no existen bases sólidas como para aseverar la
existencia de nuevos estilos locales o foráneos o si se trata de variantes de los
ya mencionados. En la muestra se nota la existencia de los diseños hechos
mediante incisiones gruesas como simples líneas o volutas en vasijas que
112
generalmente corresponden a tazones con engobes marrones o grisáceos
(Láminas 53 y 55). Estos diseños han sido mencionados como pertenecientes
a este estilo anteriormente (ver Lumbreras y Amat 1968: 103, Fig.1: g y h;
Steadman 1995: 588, Fig.49: a, b, c y d).
Mohr-Chávez (1977: 1025) menciona que estos diseños han sido hallados en el
mismo sitio de Qaluyu y que tienen semejanza con los que ella encontró en
sus excavaciones en Marcavalle dentro de las fases cerámicas más
tempranas. Steadman (1995: 538) añade que en el sitio de Camata, cuenca
oeste del Titicaca, también se encontraron estas decoraciones pero en la fase
“Late Qaluyu 1”, lo que quiere decir que se inserta tardíamente en la
secuencia más temprana de ese sitio.
El otro caso que está relacionado estilísticamente al “estilo Qaluyu” es un
fragmento que muestra la técnica de pintura denominada por Lumbreras y
Amat (1968:78) como Qaluyu “Oscuro sobre Claro” y por Steadman (1995:
425) como “marrón o negro sobre crema” (traducción nuestra). Este muestra
lo que he denominado “reticulado” pero que, dado el tamaño pequeño del
tiesto, no se puede identificar la forma total del diseño (Lámina 50, Fig.3). Es
muy posible se trate de los rombos continuos con reticulado interior que
encontró Lee Steadman (1995: 577, Figs.37f, 38f) en Camata, que es el diseño
más común en el sitio desde las épocas tempranas. Mohr-Chávez (1977:1024-
113
1025) también manifiesta haber encontrado este diseño en vasijas de
Pikicallepata y Marcavalle.
Elías Mujica (1987:26, Fig.6a-f), ha incluido la mayoría de casos que nosotros
también hemos analizado Los fragmentos de este estilo que aún no han sido
publicados, comparten con los otros la combinación de pintura crema sobre un
fondo oscuro (marrón oscuro o negro) y todo esto sobre un engobe rojo. Los
diseños son los mismos tales como líneas rectas y ondulantes (Lámina 49,
Fig.4 y 6; Lámina 52, Fig.1) o rombos concéntricos (Lámina 49, Fig.3; Lámina
51, Fig.3).
Ejemplos de cerámica de este estilo han sido hallados en el mismo sitio de
Pucará pero en la pampa central por Elizabeth Klarich (2005a: 342, Fig.10)
pero fuera de este, no se han identificado mediante excavaciones. Karen
Mohr-Chávez encontró varias similitudes entre la cerámica Cusipata y la
Marcavalle crema/marrón pero que se necesitaba mayor investigación para
determinar mejor esta relación (1977:1027).
El siguiente estilo fue denominado en primer lugar Pucara Pampa
(Franquemont 1986:9), Pukara Inicial (Wheeler y Mujica 1981:34) y
finalmente Cusipata Inciso (Mujica 1987:24). Se trata de vasijas con
114
decoración incisa que delimita áreas que luego son pintadas mayormente de
negro, blanco o rojo. Estas áreas son por lo general figuras geométricas tales
como cuadrados, rectángulos y escalonados (Lámina 46, Figs.1 y 2; Lámina
47, Fig.2; Lámina 48, Figs. 1 y 2; Lámina 60, Figs. 1, 2 y 3; Lámina 69, Fig.1).
Un ejemplo de este estilo ha sido publicado por Klarich (2005a: 342, Fig.2)
proveniente de sus excavaciones en la pampa central del sitio de Pucará.
El cuarto estilo descrito con anterioridad es el denominado Ramis por
Wheeler y Mujica (1981: 40) y está definido como una cerámica negra de mala
manufactura y cocción con diseños geométricos incisos y pintura post-cocción.
Esta cerámica sería contemporánea con los estilos Cusipata Pintado y
Cusipata Inciso y provendría de los valles orientales. En la muestra
analizada se registraron varios fragmentos de esta cerámica, que
probablemente corresponden a vasijas para consumos de alimentos líquidos o
sólidos. Esto debido a los ejemplares publicados por Wheeler y Mujica
(1981:41, Fig.25:1 y 2), a nuestro hallazgo de dos tazones pequeños (Lámina
56, Fig.3; Lámina 58, Fig.3) y un posible tazón con base pedestal (Lámina 58,
Fig.4).
Existen dos casos importantes como mencionáramos en la descripción de los
tipos decorativos. Estos son los únicos fragmentos de toda la secuencia más
temprana del sitio de Pukara en los cuales se puede advertir una decoración
115
naturalista. En esta oportunidad es de tipo fitomorfa donde se identifica una
planta con tallo, ramas y una flor en la parte superior (Lámina 57, Fig. 2 y 4).
En los otros fragmentos, la decoración es similar a la ya descrita, es decir
diseños únicamente geométricos.
En todos los fragmentos analizados, lamentablemente debido a la erosión, no
fue posible documentar la presencia de pintura aplicada luego de cocidas las
vasijas. Sin embargo, esta sería parte de la técnica decorativa ya que Klarich
(2005a: 227) menciona que en la pampa central de Pukara halló dos
fragmentos que corresponderían a este estilo, los cuales presentaban pintura
post-cocción. Además Steadman (1995: 446) menciona que en Camata
encontró cerámica similar en niveles de su fase “Pucara Inicial”. Además
señala citando a Chávez (1985:151) que cerámica de este estilo ha sido
hallada en Taraco en niveles pre-Pukara incluyendo una trompeta.
Un estilo diferente y poco conocido, se compone de vasijas que presentan
como decoración la técnica de aplicado en tira con incisiones sobre este.
Klarich (2005a: 227) opina que esta cerámica al igual que la Ramis, no sería
local. Existe mucha semejanza y a partir de esto coherencia puesto que se
han encontrado en el mismo sitio, entre los casos que ella publica (2005 a:
340, Fig.s 2 y 3) y los que hemos identificado nosotros (Lámina 64, Figs. 2, 3 y
5).
116
4.4.- Tecnología.
La secuencia productiva de la cerámica se inicia con la recolección de
arcilla de una fuente natural. Las arcillas tienen un componente mineral que
se origina en la desintegración de rocas en partículas muy finas. Este
tamaño sumado a su forma laminar le dan las características físicas y
químicas a las arcillas para poder ser trabajadas en la manufactura de
vasijas (Orton, Tyers y Vince 1993: 114).
A la arcilla se le añaden materiales no plásticos con diversos fines que se
relacionan con la modificación de sus propiedades dado que según sea el uso
que se planea darle a la vasija, la pasta tiene que cumplir ciertos requisitos
específicos para que sea eficiente. Estos materiales pueden ser minerales (i.e.
cuarzo), orgánicos (i.e. semillas), bio-minerales (i.e. conchas) o hechos por el
hombre (i.e. cerámica molida) (Rye 1981: 31). Muchas veces es difícil
distinguir entre los componentes naturales de la arcilla y las inclusiones no
plásticas añadidas por el ceramista. En nuestro caso el principal obstáculo
fue el hecho que las arcillas son arenosas por lo que contienen naturalmente
mucho cuarzo y mica.
El siguiente paso es la formación de la vasija según diferentes técnicas, las
cuales tienen que estar necesariamente relacionadas a tradiciones al igual
que la selección de arcillas e inclusiones. Dado que nuestra muestra Para ver buenas descripciones de estas técnicas consultar Rice 1987: 124-136 y Rye 1981: 58-88.
117
corresponde únicamente a fragmentos pequeños, fue imposible reconocer la
técnica de manufactura empleada. Sin embargo, es probable que las vasijas
más pequeñas como cuencos y tazones pequeños y medianos fueron hechas
mediante el estirado digital y quizá algunas con anillado. Mientras que las
vasijas más grandes como tazones grandes, ollas y cántaros debieron haberse
hecho usando el anillado de grandes dimensiones.
Luego se procede al acabado de las superficies tanto interiores como
exteriores con el fin de darle a la vasija un tipo de apariencia en particular u
otorgarle alguna característica especial con respecto a la función para la cual
se la está haciendo. En nuestro análisis los acabados pueden incluir el uso de
engobes; alisados simples, alisados con tela y en raras ocasiones alisados
brochados; bruñidos y pulidos. Después de darle el acabado requerido y
eventualmente la decoración a la vasija, se le deja secar para que se evapore
el exceso de humedad en la pasta. Es por esta razón que en el altiplano la
época de producción de cerámica no puede coincidir con la estación de lluvias
ya que sencillamente las vasijas no se podrían secar correctamente y se
fracturarían en la cocción.
Finalmente en cuanto a la cocción, esta puede ser tanto oxidante como
reductora. En el primer caso, debido a que hay una buena circulación de
oxígeno, se consiguen distintos de matices rojizos. En nuestro análisis
118
registramos rojos, rojo marrones, marrones, marrones claros, naranjas,
naranja claros y naranjas oscuros. En el segundo caso, la atmósfera no
permite la oxidación de las partículas de hierro de la pasta por lo que se
producen coloraciones grises y negras.
Es pertinente mencionar que en nuestra muestra, si bien encontramos
pastas oscuras, no se ha podido determinar con un alto grado de confianza
que el color sea producto de una cocción reductora. Esto debido a que existen
diversos factores que pueden lograr estas tonalidades (i.e. cocción oxidante
incompleta, características particulares de la arcilla, procesos tafonómicos,
entre otros). Además, las pastas grises o negras registradas encajaban en las
de colores oxidantes por lo que se les consideró como parte de estas.
4.4.1.- Análisis de pasta.
Este fue realizado macroscópicamente utilizando lupas de 10x y 20x y
se tomó en cuenta en primer lugar el color, luego las características de los
materiales no plásticos (color, forma, tamaño, cantidad y homogeneidad de
distribución), dureza, porosidad y textura, así como la cocción. Estos
resultados son preliminares puesto que se necesitan análisis petrográficos
para corroborar su validez.
Hemos usado la misma metodología propuesta por Cecilia Chávez Justo en el “Análisis de la Cerámica del Sector Medio y Bajo de de la Sub-cuenca del Río Huancané (Puno-Perú)” debido a que se ha comprobado su eficacia para la cuenca norte del Lago Titicaca en sitios de las regiones de Huancané y Taraco (la autora, comunicación personal).
119
Con respecto al color de las pastas se usó la Tabla de colores “Munsell Color
Chart”. Se reconocieron 3 grupos con sus respectivas variantes, diferencias
que se asume corresponden a fuentes distintas.
Rojo.
- Rojo marrón.
Marrón.
- Marrón claro.
Naranja.
- Naranja claro.
- Naranja oscuro.
El color de los materiales no plásticos se determinó mediante una inspección
ocular simple.
La forma de los materiales no plásticos se definió usando la Tabla de
Barraclough (1992) en Orton, Tyers y Vince (1993: 238, Fig. A.5) y se
dividieron en:
- Angulares.
- Sub-angulares.
- Sub-redondeados.
- Redondeados.
120
El tamaño de los materiales no plásticos se definió mediante la Tabla de
Matthew, Woods y Oliver (1991) en Orton, Tyers y Vince (1993: 238, Fig. A.4)
y se agruparon en:
- 5% (Escasa).
- 10% (Mediana).
- 20% (Abundante).
- 30% (Muy abundante).
La homogeneidad de la distribución de los materiales no plásticos se definió
utilizando la Tabla de Barraclough (1992) en Orton, Tyers y Vince (1993: 238,
Fig. A.4) y se separaron en:
- Mala.
- Regular.
- Buena.
La dureza se determinó relativamente y se dividió en:
- Poca.
- Mediana.
- Mucha.
121
La porosidad también fue definida relativamente y se separó en:
- Poca (pasta compacta).
- Mediana (pasta semicompacta o semiporosa).
- Mucha (pasta porosa).
La textura de la pasta se determinó mediante el tacto y la inspección ocular
simple y se definieron los siguientes grupos:
- Fina.
- Media.
- Gruesa.
- Muy gruesa.
Mediante este análisis se definieron 52 pastas, de las cuales 8 son de color
marrón, 10 son de color marrón claro, 10 son de color rojo, 4 son de color rojo
marrón, 7 son de color naranja, 10 son de color naranja claro y 3 son de color
naranja oscuro (Anexo 1).
4.4.2.- Conjuntos de pastas.
Estos fueron determinados juntando pastas que compartían ciertos rasgos
principales como el tipo y color de inclusiones no plásticas con énfasis en las
que eran más abundantes. Se distinguieron 15 conjuntos (Fig. 27):
122
4.4.2.1.- Conjunto 1A.
Compuesto por las pastas 1 y 20, las cuales son porosas y de textura gruesa.
Los colores de pasta registrados en este conjunto son marrón y rojo.
4.4.2.2.- Conjunto 1B. Compuesto por las pastas 11, 35, 37, 43 y 51, las cuales son semi-porosas y de
textura media. Los colores de pasta registrados en este conjunto son marrón
claro, naranja, naranja claro y naranja oscuro.
4.4.2.3.- Conjunto 1C.
Compuesto por las pastas 2, 8, 10, 12, 23 y 33, las cuales son semi-porosas y
de textura fina. Los colores de pasta registrados en este conjunto son
marrón, marrón claro, rojo y naranja.
4.4.2.4.- Conjunto 1D.
Compuesto por las pastas 29, 44 y 50, las cuales son semi-porosas y de
textura media. Los colores de pasta registrados en este conjunto son rojo
marrón, naranja claro y naranja oscuro.
4.4.2.5.- Conjunto 1E.
Compuesto por las pastas 30 y 52, las cuales son de semi-porosas a porosas y
de textura entre media y gruesa. Los colores de pasta registrados en este
conjunto son rojo y naranja oscuro.
123
4.4.2.6.- Conjunto 1F.
Compuesto por las pastas 9, 14, 18, 22 y 46, las cuales son semi-porosas y de
textura gruesa. Los colores de pasta registrados en este conjunto son marrón
claro, rojo y naranja claro.
4.4.2.7.- Conjunto 1G.
Compuesto por las pastas 21, 36 y 41, las cuales son semi-porosas y de
textura fina. Los colores de pasta registrados en este conjunto son rojo,
naranja y naranja claro.
4.4.2.8.- Conjunto 2A.
Compuesto por las pastas 16, 27, 47 y 48, las cuales son semi-porosas y de
textura fina. Los colores de pasta registrados en este conjunto son marrón
claro, rojo y naranja claro.
4.4.2.9.- Conjunto 2B.
Compuesto por las pastas 3, 6, 15 y 31, las cuales son semi-porosas y de
textura gruesa. Los colores de pasta registrados en este conjunto son marrón,
marrón claro, y rojo marrón.
124
4.4.2.10.- Conjunto 3A.
Compuesto por las pastas 17 y 49, las cuales son de semi-porosas a porosas y
de textura entre media y gruesa. Los colores de pasta registrados en este
conjunto son marrón claro y naranja claro.
4.4.2.11.- Conjunto 3B.
Compuesto por las pastas 4, 25, 26, 28 y 39, las cuales son semi-porosas y de
textura gruesa. Los colores de pasta registrados en este conjunto marrón, rojo
y naranja.
4.4.2.12.- Conjunto 4.
Compuesto por las pastas 32 y 38, la cuales son porosas y de textura gruesa.
Los colores de pasta registrados en este conjunto son marrón claro, naranja,
naranja claro y naranja oscuro.
4.4.2.13.- Conjunto 5A.
Compuesto por las pastas 7, 24 y 40, las cuales son semi-porosas y de textura
media. Los colores de pasta registrados en este conjunto son marrón, rojo y
naranja claro.
125
4.4.2.14.- Conjunto 5B.
Compuesto por las pastas 13, 19, 34 y 45, las cuales son semi-porosas y de
textura fina. Los colores de pasta registrados en este conjunto son marrón
claro, rojo, naranja y naranja claro.
4.4.2.15.- Conjunto 5C.
Compuesto por las pastas 5 y 42, las cuales son porosas y de textura fina. Los
colores de pasta registrados en este conjunto son marrón y naranja claro.
126
CONJUNTO PASTAS COLOR
1 A 1 Marrón 20 Rojo
1B 11 Marrón claro 35, 37 Naranja 43 Naranja claro 51 Naranja oscuro
1C 2, 8 Marrón 10, 12 Marrón claro 23 Rojo 33 Naranja
1D 29 Rojo marrón 44 Naranja claro 50 Naranja oscuro
1E 30 Rojo marrón 52 Naranja oscuro
1F 9, 14, 18 Marrón claro 22 Rojo 46 Naranja claro
1G 21 Rojo 36 Naranja 41 Naranja claro
2 A 16 Marrón claro 27 Rojo 47, 48 Naranja claro
2B 3, 6 Marrón 15 Marrón claro 31 Rojo marrón
3 A 17 Marrón claro 49 Naranja claro
3B 4 Marrón 25, 26, 28 Rojo 39 Naranja 4 32 Rojo marrón 38 Naranja
5 A 7 Marrón 24 Rojo 40 Naranja claro
5B 13 Marrón claro 19 Rojo 34 Naranja 45 Naranja claro
5C 5 Marrón 42 Naranja claro
Figura 27. Cuadro de los conjuntos de pastas.
127
4.4.3.- Alfares.
Estos fueron definidos mediante la combinación de conjuntos de pastas y
características tecnológicas de la manufactura como son la porosidad y
textura. Se definieron 8 grupos (Fig. 18):
4.4.3.1.- Alfar A.
Compuesto por los conjuntos 1A, 1E y 1F.
Colores:
Marrón, marrón claro, rojo, rojo marrón, naranja claro y naranja
oscuro.
Inclusiones más importantes:
Blancas angulares de entre 1 y 2mm, en mediana cantidad y de
homogeneidad regular. También presentan mica dorada en mediana
cantidad de homogeneidad regular y en menor medida se encuentran
inclusiones negras y transparentes.
Porosidad:
Mediana.
Textura:
Gruesa.
Acabado:
Alisado, bruñido y pulido en ambas superficies.
128
Cocción:
Oxidante completa e incompleta.
Vajilla asociada:
Mayormente tazones grandes y medianos, y ollas con cuello mediano.
En menor cantidad cántaros pequeños.
4.4.3.2.- Alfar B.
Compuesto por los conjuntos 1B y 1D.
Colores:
Marrón claro, rojo marrón, naranja, naranja claro y naranja oscuro.
Materiales no plásticos más importantes:
Inclusiones blancas angulares de hasta 1mm, en mediana cantidad y
de homogeneidad buena. Además presentan inclusiones transparentes
angulares de hasta 0.5mm, en mediana cantidad de homogeneidad
regular y pueden incluir inclusiones plomas angulares o redondeadas y
naranjas sub-angulares.
Porosidad:
Mediana.
Textura:
Media.
129
Acabado:
Alisado y pulido en las superficies interiores; pulido y bruñido en las
superficies exteriores.
Cocción:
Oxidante completa e incompleta.
Vajilla asociada:
Mayormente tazones grandes y cántaros pequeños. En menor cantidad
ollas con cuello mediano.
4.4.3.3.- Alfar C.
Compuesto por los conjuntos 1C y 1G.
Colores:
Marrón, marrón claro, rojo, naranja y naranja claro.
Materiales no plásticos más importantes:
Inclusiones blancas angulares de hasta 0.5mm en abundante cantidad
y de homogeneidad buena. También presentan mica dorada, e
inclusiones transparentes angulares, plomas angulares o negras
angulares de hasta 0.5mm en mediana cantidad y de homogeneidad
regular.
Porosidad:
Mediana.
130
Textura:
Fina.
Acabado:
Alisado y en menor medida pulido en las superficies interiores; alisado,
bruñido y pulido en la parte exterior.
Cocción:
Oxidante completa.
Vajilla asociada:
Mayormente tazones grandes y medianos y ollas con cuello mediano.
En menor cantidad cántaros medianos.
4.4.3.4.- Alfar D.
Compuesto por el conjunto 2A.
Colores:
Marrón claro, rojo y naranja claro.
Materiales no plásticos más importantes:
Inclusiones transparentes angulares de hasta 0.5mm, en mediana
cantidad y de homogeneidad buena. También presentan mica dorada
blancas angulares o negras sub-angulares de 0.5mm en regular
cantidad y de homogeneidad regular.
Porosidad:
Mediana.
131
Textura:
Fina.
Acabado:
Alisado en las superficies interiores; bruñido y pulido en las superficies
exteriores.
Cocción:
Oxidada completa.
Vajilla asociada:
Mayormente tazones medianos y cántaros medianos.
4.4.3.5.- Alfar E.
Compuesto por los conjuntos 2B y 4.
Colores:
Marrón, marrón claro, rojo marrón y naranja.
Materiales no plásticos más importantes:
Mica dorada laminar en mediana cantidad y de homogeneidad regular.
También presentan inclusiones transparentes angulares de hasta
1mm, en mediana cantidad y de homogeneidad regular.
Porosidad:
Entre mediana y mucha.
Textura:
Gruesa.
132
Acabado:
Alisado en las superficies interiores; bruñido y alisado en las
superficies exteriores.
Cocción:
Oxidado completo e incompleto.
Vajilla asociada:
Mayormente tazones medianos y cántaros pequeños. En menor
cantidad tazones grandes.
4.4.3.6.- Alfar F.
Compuesto por los conjuntos 3A y 3B.
Colores:
Marrón, marrón claro, rojo, naranja y naranja claro.
Materiales no plásticos más importantes:
Inclusiones plomas angulares de entre 1 y 2mm, en mediana a
abundante cantidad y de homogeneidad regular. También presentan
mica dorada en mediana cantidad y de homogeneidad regular. Además
pueden presentar en menor cantidad inclusiones transparentes o
negras redondeadas.
Porosidad:
Mediana.
133
Textura:
Gruesa.
Acabado:
Alisado y bruñido en las superficies interiores; bruñido, alisado y
pulido en las superficies exteriores.
Cocción:
Oxidado completo.
Vajilla asociada:
Mayormente cántaros medianos y en menor cantidad cántaros grandes
y pequeños.
4.4.3.7.- Alfar G.
Compuesto por el conjunto 5A.
Colores:
Marrón, rojo y naranja claro.
Materiales no plásticos más importantes:
Inclusiones blancas redondeadas de hasta 1mm, en abundante
cantidad y de homogeneidad regular. También podían presentar en
menor cantidad inclusiones transparentes sub-angulares o negras
angulares.
Porosidad:
Mediana.
134
Textura:
Gruesa.
Acabado:
Pulido y alisado en ambas superficies.
Cocción:
Oxidado completo e incompleto.
Vajilla asociada:
Mayormente tazones medianos y grandes.
4.4.3.8.- Alfar H.
Compuesto por los conjuntos 5B y 5C.
Colores:
Marrón, marrón claro, rojo, naranja y naranja claro.
Inclusiones más importantes:
Inclusiones blancas redondeadas de hasta 0.5mm, en abundante
cantidad y de homogeneidad buena. También podían presentar
inclusiones transparentes redondeadas o angulares, plomas
redondeadas o negras redondeadas en mediana cantidad y de
homogeneidad regular.
Porosidad:
Mediana.
135
Textura:
Fina.
Acabado:
Alisado y pulido en las superficies interiores; pulido y en menor
cantidad bruñido y alisado en las superficies exteriores.
Cocción:
Oxidado completo.
Vajilla asociada:
Mayormente tazones medianos y grandes. En menor cantidad cántaros
pequeños.
136
ALFAR CONJUNTOS A 1A 1E 1F B 1B 1D C 1C 1G D 2A E 2B 4 F 3 A 3B G 5 A
H 5B 5C
Figura 28. Cuadro de los alfares y los conjuntos de los cuales están compuestos.
4.5.- La secuencia cerámica más temprana en el sitio.
Debido a que la cerámica analizada proviene de contextos reducidos y
generalmente de rellenos constructivos, el proceso para reconstruir la
secuencia fue bastante difícil. La mayoría de veces, los rellenos que se usaron
para las edificaciones están compuestos de basura en la que se mezclan
depósitos de diversas épocas. Esto conlleva el problema de tener en un mismo
nivel cerámica que no necesariamente fue usada contemporáneamente. Sin
137
embargo, en algunos contextos se pudo definir secuencias coherentes sobre la
base de la exploración de los alfares.
En esta exploración, en primer lugar, resalta que, a lo largo de la secuencia,
casi todos los alfares producen casi todas las categorías formales lo que quiere
decir que no hubo alfares exclusivos (Gráfico 3). Esto es importante puesto
que podría ser un indicador de la poca centralización y/o jerarquización del
proceso productivo de vasijas cerámicas. Hay que resaltar también que es
posible que esto signifique que las tradiciones alfareras de esta época no sean
especializadas y que una misma unidad productiva tenía que producir su
vajilla completa.
Por otro lado, es importante señalar que generalmente en todos los alfares, la
categoría formal más recurrente corresponde al tazón, en especial los grandes
y medianos. Sólo en el caso del Alfar F, hay más cántaros que tazones; esto es
interesante puesto que este sería uno de los alfares más tempranos en la
secuencia.
138
Gráfico 3. Categorías formales según alfar.
AB
CD
EF
GH
Alfa
r
02468101214 Cantidad
Form
a de
vas
ija
Cue
nco
Cán
taro
gra
nde
Cán
taro
med
iano
Cán
taro
peq
ueño
Olla
con
cue
llo c
orto
Olla
con
cue
llo m
edia
no
Olla
sin
cue
llo
Plat
o
Tazó
n
Tazó
n gr
ande
Tazó
n m
edia
no
Tazó
n pe
queñ
o
139
Nuestro análisis incluyó cerámica proveniente de tres sectores del sitio. Como
ya hemos mencionado, debido a la falta de contextos seguros, la
reconstrucción de la secuencia se dificultó enormemente sin embargo se ha
registrado elementos muy interesantes en cuanto a la cronología de la
muestra. En el sector BB notamos que existen ciertas tendencias que luego
fueron confirmadas en los otros sectores.
Para empezar debemos mencionar que existen alfares que al parecer se
encuentran en toda la secuencia, sobre todo los casos A y B. Luego existen
alfares que progresivamente van apareciendo y son vigentes hasta el final del
Formativo Medio. En el Gráfico 4 se observa que los Alfares F y G se
encuentran mayormente en las últimas capas donde aparece material del
Formativo Medio o las que corresponderían a la transición hacia el Formativo
Tardío, época Clásica o Media del desarrollo Pukara.
Sin embargo, también se observa que estos alfares aparecen en el último
nivel, lo que quiere decir que corresponde a la cerámica más antigua del sitio.
Esto es importante puesto que estos alfares calzan generalmente en las
descripciones de cerámica Qaluyu. El hecho que se encuentren en los niveles
más antiguos tiene correspondencia con la cronología general de la cuenca.
Pero sobre la base de nuestros resultados podemos decir que esta tradición
140
alfarera no se restringe únicamente a los niveles más antiguos sino que
continúa vigente hasta la transición hacia Pukara Clásico.
Finalmente queremos resaltar que el Alfar C también se encuentra
consistentemente en toda la secuencia. Este alfar corresponde a lo que se ha
denominado Huaña I (Chávez Justo, comunicación personal). Esta sería una
tradición alfarera que estuvo desconocida o no documentada para la región, la
cual ha sido definida tentativamente como originaria del Formativo Medio y
que subsiste hasta el periodo Altiplano (reinos aimaras). Sin embargo ahora
sabemos que existe en lugares como Taraco y la zona de Huancané y con
nuestros resultados ampliamos los lugares donde aparece esta tradición.
141
C D DE E F G H I
Capa
0
10
20
30
40
50
Can
tid
ad
Alfar
A
B
C
D
E
F
G
H
Gráfico 4. Distribución de los alfares por capas, Sector BB.
4.5.2.- Sector BF.
En este sector, la secuencia de alfares es mucho más clara (Gráficos 5 y
6). Podemos observar nuevamente que los alfares A y B se encuentran casi en
toda la secuencia mientras que otros como el Alfar H no se encuentra desde el
inicio pero sí continúan hasta el final. Esto sugiere la presencia de tradiciones
que se encuentran desde las primeras épocas de ocupación mientras que otras
tradiciones fueron incorporándose al repertorio del sitio o se inventaron en el
mismo y siguieron en uso hasta al menos inicios del Formativo Tardío y quizá
perduran por mucho más tiempo.
142
En este sector, los alfares cuyas características coinciden con las
descripciones de pastas o alfares Qaluyu, aparecen en la mitad de la
secuencia. Llama la atención que su aparición sea de forma conjunta y
además que no se les haya registrado en los niveles superiores. Esto sugiere
que su uso en esta parte del sitio no fue muy duradera lo cual tiene sentido si
es que tomamos en cuenta que la cerámica analizada proviene de los rellenos
constructivos y no de niveles de ocupación.
Sin embargo, a pesar de trabajar con el riesgo que la cerámica esté mezclada,
en este sector también apreciamos la presencia de la tradición Huaña I, la
cual no se encuentra desde el inicio de la secuencia sino que aparece en los
niveles intermedios y continúa vigente hasta el final.
B C D E F G H I
Capa
0
2
4
6
8
10
Ca
nti
da
d
Alfar
A
B
C
D
E
F
G
H
Gráfico 5. Distribución de alfares por capa, Sector BF-Plataforma 2.
143
D E F G H
Capa
0
3
6
9
12
15
Can
tid
adAlfar
A
B
C
D
E
F
G
H
Gráfico 6. Distribución de alfares por capas, Sector BF-Plataforma 3.
4.5.3.- Sector BG.
En este sector también vemos la misma tendencia que en los otros dos.
En el Gráfico 7 podemos observar también que el Alfar A y esta vez en menor
medida el Alfar B, están presentes a lo largo de toda la secuencia y que
existen tradiciones que se registran sólo en algunos niveles. Este es el sector
donde potencialmente encontramos más niveles mezclados y a la vez menos
cantidad de cerámica. Estos contextos, al igual que los del sector BF,
provienen exclusivamente de rellenos constructivos.
144
2R B C D
Capa
0
5
10
15
20
Can
tid
ad
Alfar
A
B
C
D
E
F
H
Gráfico 7. Distribución de alfares por capa, Sector BG-Plataforma 3.
145
Capítulo 5
La Cuenca Norte durante el periodo Formativo Medio.
En el primer capítulo ya se señaló que durante el periodo Formativo
Medio, aparecieron élites que compiten en busca de poder, recursos y mano de
obra. Es así que surgen los sitios con arquitectura corporativa, la cual ha sido
definida básicamente como un conjunto de montículos y patios hundidos,
cerámica fina y estelas (Stanish 2001:191; 2003:2-3). Esta competencia se
produce en toda la cuenca del Lago Titicaca donde varios sistemas políticos
surgen casi contemporáneamente. Por el norte aparece Qaluyu, al sur
Chiripa, al este Titimani y al oeste Sillumocco, Ckackachipata y Huajje
(Stanish 2001:201, fig.4; 2003:3-4).
Dado que hay lamentablemente pocas investigaciones en torno a estas
competencias de élites en esta región, nuestras conclusiones solo pueden ser
preliminares. Sin embargo, es posible arribar a ciertas aseveraciones válidas
sobre la base del estudio de la secuencia de cerámica más temprana en el sitio
de Pukara. Para poder desarrollar estas ideas primero se debe observar el
marco temporal y espacial. El periodo Formativo Medio de la cuenca norte
está fechado tentativamente entre 1300 y 500 a.C. A pesar de ser
constantemente citado en la literatura, el desarrollo Qaluyu no ha podido ser
146
definido correctamente por falta de datos. Existe el gran problema, que al
igual que con Chiripa en la cuenca sur, Qaluyu es a la vez un sitio
arqueológico, un sitio tipo, un periodo cronológico, un estilo de cerámica y
arte en general, una cultura, un marcador de horizonte arqueológico y un
ícono de los materiales pre-Pukara (Plourde y Stanish 2008: 247).
Es por esta razón que el sitio epónimo ha sido considerado durante mucho
tiempo como la “capital de la cultura Qaluyu”. Sin embargo, seguir hoy con
ese error es inaceptable ya que se dispone de suficiente información como
para proponer que dentro de la jerarquía de sitios Qaluyu, este sería uno de
segundo orden. En el valle de Pucará, donde está ubicado, el sitio de Pukara
aparece como un candidato de mayor importancia para ser considerado el
sitio más importante o centro regional del valle.
Mujica (1981:78) menciona sobre la base de reconocimientos superficiales,
hallaron varios sitios en el altiplano y un sitio en la cabecera del valle de
Vicanota. Estos según cantidad y tamaño, corresponderían a ocupaciones
seguidas con poblaciones pequeñas que estarían relacionadas entre sí por
parentesco. Además debido a la homogeneidad que encuentra en los sitios,
sugiere una ausencia de jerarquía entre estos y en la estructura
socioeconómica.
147
Si bien nos parece que Mujica acierta al pensar en una relación cercana entre
los grupos, creemos que con los nuevos datos obtenidos de recientes trabajos,
se puede sugerir una jerarquización de sitios. Según Stanish y Plourde
(2008:248-249), las ocupaciones más densas e importantes del periodo Qaluyu
se concentran alrededor de los pueblos de Taraco y Arapa y varios sitios
relacionados con Qaluyu se registran en el valle de Huancané-Putina.
En esta región existen de más de veinte sitios en el mismo rango de tamaño
que el sitio epónimo (entre 5 y 10has.) y otros bastante más grandes (de 20 a
más hectáreas). Recientes excavaciones en Taraco realizadas por el Programa
Collasuyo a cargo de Charles Stanish han demostrado la existencia de
secuencias largas y con ocupaciones densas con niveles que contienen sólo
materiales Qaluyu, luego varios estratos con cerámica asociada a Qaluyu y
Pukara y finalmente las capas con materiales exclusivamente Pukara
(Chávez Justo, comunicación personal).
Esto sugeriría que si bien existe una diferencia cronológica entre Qaluyu y
Pukara, hay un tiempo de coexistencia de ambos estilos. De acuerdo con los
resultados de Taraco, esta coexistencia, parece ser bastante larga por lo que
se deduce que las relaciones entre los grupos que están asociados a estos
estilos son mucho más complejas y cercanas de lo que se imagina. O es
posible que no sean diferentes grupos sino uno sólo que hace uso de una
148
misma tradición de manufactura de cerámica y que lo que cambie con el
tiempo sea la tecnología, con lo que logran vasijas mejor hechas y más finas.
Un solo grupo sería en realidad un grupo de grupos, es decir una sociedad
fragmentaria que se articula mediante ciertas características que hacen que
se consideren afines entre ellos a pesar de sus diferencias. Es probable que el
elemento aglutinador más importante en estas sociedades haya sido la
religión y por lo tanto, la aparición en esta época de la Tradición Religiosa
Yaya-Mama, es muy importante en este sentido.
Esta tradición religiosa se caracteriza por centros ceremoniales con zonas de
almacenamiento, escultura lítica con imágenes sobrenaturales, parafernalia
ritual como trompetas de cerámica e incensarios y una iconografía
sobrenatural que incluye cabezas con apéndices y ojos divididos verticalmente
(Mohr-Chávez 1988:17). Estos elementos se encuentran en los sitios ubicados
en el periodo Formativo Medio en la cuenca norte con particularidades que
subsisten ya que corresponderían a esfuerzos de élites diferentes en el
proceso de competencia por seguidores y contribuyentes.
Por ello la aseveración de Stanish y Plourde (2008:251) que las primeras
sociedades complejas en la cuenca norte del Titicaca son conocidas
149
colectivamente como Qaluyu parece correcta. El mayor desafío, entonces,
sería identificar estas colectividades arqueológicamente, lo cual tendría que
incluir necesariamente excavaciones en los sitios con arquitectura
monumental pero también en los contextos domésticos correspondientes.
Además, se tendría que hacer un análisis detallado de la producción de
materiales culturales asociados donde resalta la cerámica por su gran
distribución y conservación.
150
Conclusiones e interpretaciones
Durante el periodo Formativo Medio, surgen en la cuenca del Lago
Titicaca las primeras sociedades complejas con rango que se
manifiestan en sitios con arquitectura corporativa y otros elementos.
Estos sitios estuvieron dirigidos por élites que competían entre sí por el
control del acceso a bienes tanto locales como importados. Gracias a la
eficiencia de este control, pudieron tejer relaciones sociales disparejas
con lo que consiguieron movilizar a la población más allá de las
necesidades estrictamente domésticas.
Dependiendo de la habilidad de las élites, podían atraer mayor o menor
cantidad de gente a los sitios que regentaban. Sería por esta razón que
existen diferencias en cuanto al tamaño y en menor medida a la
complejidad de los asentamientos.
Esto quiere decir que los sitios más grandes habrían recibido, por lo
tanto, mayor población atraída por los ofrecimientos de las élites. Este
éxito de las élites se habría traducido también en orígenes más
diversos de las poblaciones que migraron hacia estos centros.
151
La mayor diversidad de lugares de origen de las poblaciones, conlleva
también una mayor cantidad de tradiciones que convivían en estos
sitios. Estas tradiciones tendrían que ver con todos los aspectos de la
vida de la gente, incluyendo por supuesto la producción de cerámica.
En la muestra analizada en este trabajo, se reflejan tradiciones
contemporáneas representadas por los alfares. Debido a los diversos
orígenes señalados, existen diferentes tipos de pastas, conjuntos de
pastas y finalmente alfares que podrían ser considerados como Qaluyu.
Esto significaría que habría varios “estilos Qaluyu” o varias tradiciones
dentro de estas colectividades que reciben dicho nombre.
Con respecto a esto, es importante señalar la existencia del estilo
llamado Huaña I en Pukara en casi toda la secuencia con lo cual se
confirma las sospechas iniciales de que esta tradición que ha sido
recientemente definida sea contemporánea con Qaluyu y subsista en
los periodos posteriores.
152
Bibliografía
Bandy, M. 2001 ¿Por qué surgió Tiwanaku y no otro centro político del Formativo
tardío? En: Boletín de Arqueología PUCP (5). Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima.
Bauer, B. 2001 Las antiguas tradiciones alfareras de la región del Cuzco. Centro
Bartolomé de las Casas, Cusco. Bauer, B. y C. Stanish. 2001 Las islas del Sol y de la Luna. Ritual y peregrinación en el lago
Titicaca. Centro Bartolomé de las Casas, Cusco. Beck, R. 2001 Architecture and polity in the Formative Lake Titicaca Basin, Bolivia.
En: Latin American Antiquity 15(3). Blitz, J. 1993 Big Pots for Big Shots: Feasting and Storage in a Mississippian
Community. En: American Antiquity 58(1). Braun, D. 1983 Pots as Tools. En: Archaeological Hammers and Theories. Keen, S. y J.
Moore, (eds.). Academic Press, New York. Chávez, S. 1992 The Conventionalized Rules in Pucara Pottery Technology and
Iconography: Implications of Socio-Political Development in the
153
Northern Titicaca Basin. Tesis doctoral inédita. Michigan State University.
Chávez, S. y K. Mohr-Chávez 1975 A Carved Stela from Taraco, Puno, Peru, and the Definition of an
Early Style of Stone Sculpture from the Altiplano of Peru and Bolivia. En: Ñawpa Pacha 13, Berkeley.
Conklin, W. 1983 Pucara and Tiahuanaco tapestry: Time and style in a sierra weaving
tradition. En: Ñawpa Pacha 21, Berkeley. Franquemont, E. 1986 The Ancient Pottery from Pucara, Peru. En: Ñawpa Pacha 24,
Berkeley. Goldstein, P. 2000 Exotic Goods and Everyday Chiefs: Long-Distance Exchange and
Indigenous Sociopolitical Development in the South Central Andes. En: Latin American Antiquity 11(4).
Hastorf, C. 2005 The Upper (Middle and Late) Formative in the Titicaca Region. En:
Advances in Titicaca Basin Archaeology-1. Stanish, C, Cohen A. y M. Aldenderfer, (eds.). University of California, Los Angeles.
2008 The Formative Period in the Titicaca Basin. En: Handbook of South
American Archaeology. Silvermann, H. y W. Isbell, (eds.). Springer, New York.
154
Inojosa, J.M. 1940 Informe sobre los trabajos arqueológicos de la Misión Kidder en
Pukara, Perú (enero a julio de 1939). En: Revista del Museo Nacional 9(1), Lima.
Janusek, J. 2001 Diversidad residencial y el surgimiento de la complejidad en
Tiwanaku. En: Boletín de Arqueología PUCP (5). Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima.
2004 Tiwanaku and Its Precursors: Recent Research and Emerging
Perspectives. En: Journal of Archaeological Research 12(2). 2005 Residential Diversity and the Rise of Complexity in Tiwanaku. En:
Advances in Titicaca Basin Archaeology-1. Stanish, C, Cohen A. y M. Aldenderfer, (eds.). University of California, Los Angeles.
Kaulicke, P. 1994 Historia General del Perú. Los Orígenes. Tomo I. Editorial Brasa,
Lima. 1998 Reflexiones finales: Problemas y Perspectivas. En: Boletín de
Arqueología PUCP (2). Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima. 2001 Cronología, Identidad, Urbanismo y Estado en los Andes Centrales y
Surcentrales entre los siglos V a X D.C.: Algunas reflexiones finales. En: Boletín de Arqueología PUCP (5). Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima.
Kidder II, A. 1942 Preliminary Notes on the Archaeology of Pucara, Puno, Peru. Actas y
Trabajos Científicos del XXVII Congreso Internacional de Americanistas (Lima 1939). Lima.
155
1943 Some Early Sites in the Northern Lake Titicaca Basin. Peabody Museum of American Archaeology and Etnography, Harvard University.
1948 The Position of Pucara in Titicaca Basin Archaeology. En: Reappraisal
of Peruvian Archaeology. Bennett, W. (ed.). Society for American Archaeology and Institute of Andean Research, Menasha.
1956a Digging in the Titicaca Basin. En: University Museum Bulletin 20(3). 1956b Archaeology in the Lake Titicaca Basin. En: Philadelphia
Anthropological Society Bulletin 9(2). Klarich, E. 2002 Occupation and Offerings: Elite Household Organization at Pukara,
Lake Titicaca Basin, Peru (200 BC-AD 200). Ponencia presentada en el 67th Annual SAA Meeting en Denver, Colorado.
2003 Informe sobre las excavaciones de la temporada 2001 en Pukara, Perú:
Una discusión sobre la organización del sitio, la cronología local y su posición en el Formativo Tardío. Ponencia presentada en el 51 Congreso Internacional de Americanistas en Santiago, Chile.
2005a From the Monumental to the Mundane: Defining Early Leadership
Strategies at Late Formative Pukara, Peru. Tesis doctoral inédita, Universidad de California, Santa Bárbara.
2005b ¿Quiénes eran los invitados? Cambios temporales y funcionales de los
espacios públicos de Pukara como reflejo del cambio de las estrategias de liderazgo durante el Periodo Formativo Tardío. En: Boletín de Arqueología PUCP (9), Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima.
Lumbreras, L. 1981 Arqueología de la América Andina. Editorial Milla Batres, Lima.
156
Lumbreras, L. y H. Amat. 1968 Secuencia Arqueológica del altiplano occidental de Titicaca. Ponencia
presentada al 37 Congreso Internacional de Americanistas (1966). Lima.
Lynch, T. 1981 Current Research. En: American Antiquity 46(1). Mohr-Chávez, K. 1977 Marcavalle: The Ceramics from an Early Horizon Site in the Valley of
Cuzco, Peru, and Implications for South Highland Socio-economic Interaction. Tesis doctoral inédita, University of Pennsylvania, Philadelphia.
1987 Traditional Pottery of Raqch´i, Cuzco, Peru: A Preliminary Study of its
Production, Distribution, and Consumption. En: Ñawpa Pacha 22-23 (1984- 1985).
1988 The Significance of Chiripa in Lake Titicaca Basin Developments. En: Expeditions 30(3). Mujica, E. 1978 Nueva Hipótesis sobre el desarrollo temprano del altiplano, del
Titicaca y de sus áreas de interacción. En: Arte y Arqueología 5-6, Lima.
1979 Excavaciones en Pucará, Perú. En: Arqueología Peruana, Lima. 1985 Altiplano-Coast Relationships in the South-Central Andes: From
Indirect to Direct Complementary. En: Andean Ecology and Civilization. Masuda, S., Shimada, I. y C. Morris (eds.). University of Tokyo Press, Tokyo.
1987 Cusipata: una fase pre-Pukara en la cuenca norte del Titicaca. En:
Gaceta Arqueológica Andina 4(13). Instituto Andino de Estudios Arqueológicos, Lima.
157
1996b La Pirámide Qalasaya. En: Medio de Construcción, Lima. Orton, C., Tyers, P. y A. Vince 1993 Pottery in Archaeology. Cambridge University Press. Paredes, R. 1985 Excavaciones Arqueológicas en Pukara, Puno. Tesis de Licenciatura. Universidad Nacional San Antonio Abad, Cusco. Plourde, A. y C. Stanish 2006 The Emergence of Complex Society in the Titicaca Basin: The View
from the North. En: Andean Archaeology III: North and South. W. Isbell y H. Silverman (eds.). New York.
Rice, P. 1987 Pottery Analysis: A Sourcebook. The University of Chicago Press,
Chicago y Londres. Rivera, M. 1975 Una hipótesis sobre movimientos poblacionales altiplánicos y
transaltiplánicos a las costas del norte de Chile. En: Chungará (5). Universidad de Tarapacá, Arica.
Rowe, J. 1942 Sitios históricos en la región de Pucara, Puno. En: Revista del Instituto Arqueológico 6(10/11). Universidad de Cuzco, Cuzco. 1976 El Arte Religioso Del Cuzco en el Horizonte Temprano. En: Ñawpa
Pacha (14). Berkeley. Rowe, J. y C. Brandel 1971 Pucara Style Pottery Designs. En: Ñawpa Pacha (7-8), Berkeley.
158
Rye, O. 1981 Pottery Technology: Principles and Reconstruction. Taraxacum, Inc. Washington, D.C. Skibo, J. 1992 Pottery Function: A Use and Alteration Perspective. Plenum Press,
New York. Stanish, C. 1994 The Hydraulic Hypothesis Revisited: Lake Titicaca Basin Raised
Fields in Theoretical Perspective. En: Latin American Antiquity 5(4). 2001 Formación estatal temprana en la cuenca del lago Titicaca, Andes
subcentrales. En: Boletín de Arqueología PUCP (5), Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima.
2003 Ancient Titicaca. The Evolution of Complex Society in Southern Peru
and Northern Bolivia. University of California Press, Berkeley. Steadman, L. 1995 Excavations at Camata: An Early Ceramic Chronology for the Western
Titicaca Basin, Peru. Tesis doctoral inédita. University of California, Berkeley.
Valcárcel, L. 1932 El personaje mítico de Pukara. En: Revista del Museo Nacional (1),
Lima. 1935 Litoesculturas y cerámica de Pukara. En: Revista del Museo Nacional
4(1), Lima.
159
160
Wheeler, J. y E. Mujica. 1981 Prehistoric Pastoralism in the Lake Titicaca Basin, Peru (1979-1980
Field Season). Reporte presentado a la National Science Foundation. Zapata, J. 1998 Los cerros sagrados: panorama del Periodo Formativo en la cuenca del
Vilcanota, Cuzco. En: Boletín de Arqueología PUCP (2). Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima.
FORMA TAMAÑO FORMA DE LABIO CÓDIGO PEQUEÑO REDONDEADO P1
PLATO MEDIANO ENGROSADO
EXTERNO P2 GRANDE REDONDEADO P3
Tabla 1. Clasificación de los platos.
FORMA TAMAÑO ORIENTACIÓN DE
PARED FORMA DE LABIO CÓDIGO
PEQUEÑO VERTICAL REDONDEADO C1A DIVERGENTE REDONDEADO C1B
CUENCO MEDIANO DIVERGENTE APLANADO HORIZONTAL C2A1 APLANADO INCLINADO C2A2 GRANDE VERTICAL REDONDEADO C3A1 DIVERGENTE REDONDEADO C3A2
Tabla 2. Clasificación de los cuencos.
FORMA TAMAÑO ORIENTACIÓN DE PARED FORMA DE LABIO CÓDIGO VERTICAL RECTA APLANADO HORIZONTAL T1A1 VERTICAL CONVEXA REDONDEADO T1A2A ENGROSADO INTERNO T1A2B REDONDEADO T1B1A PEQUEÑO LIGERAMENTE REDONDEADO T1B1B
5<d<10 DIVERGENTE RECTA ENGROSADO EXTERNO T1B1C ENGROSADO INTERNO Y EXTERNO T1B1D APLANADO INCLINADO T1B1E REDONDEADO T1B2A DIVERGENTE CONVEXA APLANADO HORIZONTAL T1B2B APLANADO INCLINADO T1B2C
DIVERGENTE CÓNCAVA REDONDEADO T1B3A BISELADO T1B3B REDONDEADO T2A1A LIGERAMENTE REDONDEADO T2A1B ENGROSADO INTERNO T2A1C VERTICAL RECTA ENGRODSADO EXTERNO T2A1D ENGROSADO INTERNO Y EXTERNO T2A1E APLANADO HORIZONTAL T2A1F BISELADO T2A1G REDONDEADO T2B1A
TAZÓN MEDIANO REDONDEADO CON ASA T2B1B
11<d<16 ENGROSADO EXTERNO T2B1C DIVERGENTE RECTA ENGROSADO INTERNO Y EXTERNO T2B1D APLANADO HORIZONTAL T2B1E APLANADO INCLINADO T2B1F BISELADO T2B1G DIVERGENTE CONVEXA ENGROSADO EXTERNO T2B2A APLANADO HORIZONTAL T2B2B DIVERGENTE CÓNCAVA REDONDEADO T2B3A REDONDEADO CON ASA T2B3B REDONDEADO T3A1A VERTICAL RECTA ENGROSADO INTERNO T3A1B ENGROSADO EXTERNO T3A1C APLANADO HORIZONTAL T3A1D VERTICAL CONVEXA REDONDEADO T3A2A ENGROSADO INTERNO Y EXTERNO T3A2B ENGROSADO EXTERNO T3A3A VERTICAL CÓNCAVA ENGROSADO INTERNO Y EXTERNO T3A3B BISELADO T3A3C GRANDE REDONDEADO T3B1A
17<d<29 LIGERAMENTE REDONDEADO T3B1B DIVERGENTE RECTA ENGROSADO EXTERNO T3B1C APLANADO INCLINADO T3B1D BISELADO T3B1E DIVERGENTE CONVEXA REDONDEADO T3B2A ENGROSADO EXTERNO T3B2B REDONDEADO T3B3A ENGROSADO INTERNO T3B3B DIVERGENTE CÓNCAVA ENGROSADO EXTERNO T3B3C BISELADO T3B3D REDONDEADO CON ASA T3B3E
Tabla 3. Clasificación de los tazones.
FORMA TIPO ORIENTACIÓN DE PARED FORMA DE LABIO CÓDIGO MUY INCLINADA REDONDEADO O1A1
ENGROSADO INTERNO REDONDEADO O1A2 ENGROSADO INTERNO REDONDEADO O1B1
INCLINADA ENGROSADO INTERNO REDONDEADO
PUNTIAGUDO O1B2
OLLA SIN
CUELLO ENGROSADO INTERNO REDONDEADO ALARGADO O1B3 ENGROSADO INTERNO RECTANGULAR ALARGADO O1B4 REDONDEADO O1C1 ENGROSADO EXTERNO O1C2
LIGERAMENTE
INCLINADA ENGROSADO INTERNO Y EXTERNO O1C3 APLANADO HORIZONTAL O1C4 APLANADO INCLINADO O1C5
Tabla 4. Clasificación de las ollas sin cuello.
FORMA TIPO ORIENTACIÓN DE CUELLO FORMA DE LABIO CÓDIGO REDONDEADO O2A1
DE CUELLO
CORTO VERTICAL ENGROSADO INTERNO O2A2 APLANADO HORIZONTAL O2A3 REDONDEADO O2B1A1 REDONDEADO CON ASA O2B1A2
LIGERAMENTE CÓNCAVO
CONVERGENTE ENGROSADO INTERNO O2B1A3 ENGROSADO EXTERNO O2B1A4 ENGROSADO INTERNO Y EXTERNO O2B1A5 REDONDEADO O2B1B1 OLLA REDONDEADO CON ASA O2B1B2
ENGROSADO INTERNO O2B1B3
DE CUELLO MEDIANO LIGERAMENTE CÓNCAVO VERTICAL ENGROSADO EXTERNO O2B1B4
BISELADO O2B1B5
ENGROSADO INT. RECTO Y EXT.
RED. O2B1B6
ENGROSADO INT. Y EXT.
REDONDEADO O2B1B7
ENGROSADO INT. Y EXT.
REDONDEADO O2B1B8
LIGERAMENTE CÓNCAVO
DIVERGENTE REDONDEADO O2B1C1 ENGROSADO EXTERNO O2B1C2 CÓNCAVO DIVERGENTE REDONDEADO O2B2A ENGROSADO INTERNO Y EXTERNO O2B2B Este tipo de labio es "Engrosado interno y externo redondeado y aplanado horizontal"
Tabla 5. Clasificación de las ollas con cuello.
FORMA TAMAÑO ORIENTACIÓN DEL CUELLO FORMA DE LABIO CÓDIGO
LIGERAMENTE CÓNCAVO CONVERGENTE REDONDEADO Ca1A1
REDONDEADO Ca1A2A
LIGERAMENTE CÓNCAVO VERTICAL ENGROSADO EXTERNO Ca1A2B
ENGROSADO INTERNO Y EXTERNO Ca1A2C
APLANADO HORIZONTAL ALARGADO Ca1A2D
PEQUEÑO
5<d<11 REDONDEADO Ca1A3A
LIGERAMENTE CÓNCAVO DIVERGENTE ENGROSADO EXTERNO REDONDEADO Ca1A3B
ENGROSADO EXTERNO PUNTIAGUDO Ca1A3C
APLANADO HORIZONTAL ALARGADO Ca1A3D
ENGROSADO INTERNO Y EXTERNO Ca1B1A
CÓNCAVO DIVERGENTE ENGROSADO EXTERNO REDONDEADO Ca1B1B
ENGROSADO EXTERNO PUNTIAGUDO Ca1B1C
BISELADO Ca1B1D
BISELADO Ca2A1A
LIGERAMENTE CÓNCAVO VERTICAL ENGROSADO EXTERNO Ca2A1B
REDONDEADO Ca2A1C
CÁNTARO REDONDEADO Ca2A2A
ENGROSADO INTERNO Ca2A2B
MEDIANO LIGERAMENTE CÓNCAVO DIVERGENTE ENGROSADO EXTERNO REDONDEADO Ca2A2C
12<d<15 ENGROSADO EXTERNO PUNTIAGUDO Ca2A2D
BISELADO Ca2A2E
REDONDEADO CON ASA Ca2B1A
CÓNCAVO DIVERGENTE ENGROSADO INTERNO Y EXTERNO Ca2B1B
ENGROSADO EXTERNO REDONDEADO Ca2B1C
ENGROSADO EXTERNO PUNTIAGUDO Ca2B1D
REDONDEADO Ca3A1A
LIGERAMENTE CÓNCAVO VERTICAL ENGROSADO INTERNO Ca3A1B
ENGROSADO EXTERNO Ca3A1C
GRANDE REDONDEADO ENGROSADO EXTERNO Ca3A2A
16<d<30 LIGERAMENTE CÓNCAVO DIVERGENTE ENGROSADO EXTERNO Ca3A2B
APLANADO HORIZONTAL ENGROSADO EXTERNO Ca3A2C
REDONDEADO ENGROSADO EXTERNO Ca3B1A
CÓNCAVO DIVERGENTE APLANADO INCLINADO ENGROSADO EXTERNO Ca3B1B
BISELADO Ca3B1C
Tabla 6. Clasificación de los cántaros
Colores sin engobe Gris: 7.5YR 5/1, 6/2, 7/2; 2.5Y 4/1, 2.5Y 5/1, 6/2; 10YR 4/1 Gris oscuro: GLEY 1 4/N, 3/1; 2.5Y 4/1; 2.5YR 4/1; 5YR 4/1, 4/2, 5/2; 7.5YR 4/1 Negro: GLEY 1 2.5/N, 3/N; 2.5Y 2.5/N, 2.5/1, 3/1; 5Y 2.5/1; 5YR 2.5/1, 5YR 3/1; 7.5YR 2.5/1, 3/1; 10YR 2/1, 3/1 Marrón claro: 7.5YR 6/3, 6/4; 10YR 5/4, 6/3, 6/4, 7/4 Marrón: 7.5YR 4/2, 4/3, 5/2, 5/3, 5/4; 10YR 5/3 Marrón oscuro: 2.5Y 4/2, 5/2; 7.5YR 3/2; 10YR 4/2, 5/2 Rojo claro: 2.5YR 4/2, 5/2, 6/6, 6/8, 5YR 5/6; 7.5YR 7/3, 7/4; 10R 4/4, 5/3, 5/4, 6/6 Rojo: 2.5YR 4/6, 5/6, 5/8; 10R 4/6, 5/6 Rojo marrón: 2.5Y 5/3; 2.5YR 4/3, 5/3, 5/4, 6/4, 5YR 4/3, 4/4, 5/3, 5/4, 6/3, 6/4 Naranja: 5YR 6/4
Colores con engobe Gris: 2.5Y 4/1, 5/1, 6/2; 2.5YR 5/1, 5Y 6/1; 5YR 5/1; 7.5YR 4/1, 5/4, 6/1; 10YR 4/1, 5/2, 6/2 Gris oscuro: GLEY 1 4/N; 2.5Y 4/1; 2.5YR 5/1; 5Y 4/1; 5YR 4/1, 4/2 Negro: GLEY 1 2.5/N; 2.5Y 2.5/1, 3/1, 4/1; 2.5YR 2.5/1; 5YR 3/1, 5/2; 7.5YR 2.5/1, 3/1; 10YR 2/1 Marrón claro: 2.5Y 5/4; 5YR 5/3, 5/4, 5/6, 7.5YR 6/3, 6/4; 10YR 5/2, 5/4, 6/3, 6/4, 7/2, 7/4, 8/3 Marrón: 5YR 5/3, 7.5YR 4/2, 4/4, 5/2, 5/3, 5/4, 5/5 Marrón oscuro: 7.5R 4/6; 7.5YR 3/3; 10YR 3/2, 4/2, 4/6, 5/2 Rojo claro: 2.5YR 4/2, 6/6; 5YR 5/6, 6/6, 7/4; 7.5YR 7/3; 7.5R 4/4, 4/6, 5/4; 10R 4/2, 4/3, 4/4, 5/3, 5/4, 6/4, 6/6, 6/8 Rojo: 2.5YR 5/6; 7.5R 4/6, 4/8, 5/8; 10R 4/6, 4/8, 5/6 Rojo oscuro: 2.5YR 3/2; 7.5R 3/6; 10R 3/6
Rojo marrón: 2.5YR 4/4, 5/2, 5/3, 5/4, 6/3, 6/4; 5YR 4/3, 5/3, 6/3, 6/4 Naranja claro: 2.5YR 5/6, 6/4; 5YR 6/4, 6/6, 7/4; 7.5YR 6/6, 7/3, 7/4 Naranja: 2.5YR 4/2; 5YR 6/4, 6/6, 7/8; 7.5YR 6/6, 7/6; 10R 5/4
DESCRIPCIÓN DE PASTAS Pasta 1 1) Color: Marrón. Código Munsell: 2.5YR 4/3, 7.5YR 4/4, 7.5YR 5/3, 7.5YR 5/4, 10YR 4/2, 10YR 5/3. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 2mm, mediana, regular. Mica dorada laminar, mediana, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 2 1) Color: Marrón. Código Munsell: 7.5YR 3/2, 7.5YR 5/2. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 0.5mm, abundante, regular. Inclusiones transparentes sub-angulares de hasta 0.5mm, mediana, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura fina 3) Cocción: Oxidante. Pasta 3 1) Color: Marrón. Código Munsell: 2.5YR 6/8, 7.5YR 5/3, 7.5YR 5/4, 10YR 4/2, 10YR 5/3. 2) Antiplásticos: Inclusiones transparentes angulares de hasta 1mm, mediana, regular. Mica dorada laminar, mediana, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 4 1) Color: Marrón. Código Munsell: 7.5YR 5/3, 7.5YR 5/4, 7.5YR 5/6. 2) Antiplásticos: Inclusiones plomas angulares de hasta 2mm, abundante, regular. Mica dorada laminar, mediana, regular. Dureza poca, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 5 1) Color: Marrón. Código Munsell: 5YR 4/3, 7.5YR 5/4, 10YR 5/3. 2) Antiplásticos: Mica dorada, abundante, buena.
Inclusiones blancas redondeadas de hasta 0.5mm, abundante, buena Porosidad poca, dureza mucha, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 6 1) Color: Marrón. Código Munsell: 7.5YR 5/3, 7.5YR 5/4. 2) Antiplásticos: Mica dorada laminar, mediana, regular. Inclusiones transparentes angulares de hasta 1mm, escasa, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 7 1) Color: Marrón. Código Munsell: 5YR 4/3, 7.5YR 5/3, 7.5YR 5/4, 10YR 4/2. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas redondeadas de hasta 1mm, abundante, regular. Dureza poca, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 8 1) Color: Marrón. Código Munsell: 5YR 4/3, 7.5YR 4/3, 7.5YR 5/4, 7.5YR 5/6. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 0.5mm, abundante, buena. Dureza mediana, porosidad mediana, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 9 1) Color: Marrón claro. Código Munsell: 2.5Y 5/2, 2.5Y 6/3, 5YR 5/4, 7.5YR 6/4, 10YR 4/1, 10YR 5/4, 10YR 6/3, 10YR 6/4. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de 1mmmm, mediana, regular. Mica dorada laminar, mediana, regular. Inclusiones transparentes angulares escasa, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 10 1) Color: Marrón claro. Código Munsell: 2.5 Y 5/3, 5YR 5/4, 7.5YR 6/4, 10YR 4/1. 2) Antiplásticos:
Inclusiones blancas angulares de hasta 0.5mm, mediana, buena. Mica dorada, mediana, buena. Inclusiones plomas angulares de hasta 0.5mm, escasa, regular. Dureza mediana, porosidad mucha, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 11 1) Color: Marrón claro. Código Munsell: 5YR 5/4, 7.5YR 5/3, 7.5YR 6/4, 10YR 5/2, 10YR 6/3. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 1mm, mediana, regular. Inclusiones plomas sub-angulares de hasta 1mm, escasa, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura media. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 12 1) Color: Marrón claro. Código Munsell: 2.5Y 5/2, 5YR 5/4, 10YR 6/3. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 0.5mm, mediana, buena. Inclusiones negras angulares de hasta 0.5mm, escasa, buena. Dureza poca, porosidad mucha, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 13 1) Color: Marrón claro. Código Munsell: 5YR 5/4, 7.5YR 6/4. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas sub-redondeadas de hasta 0.5mm, abundante, buena. Inclusiones transparentes redondeadas de hasta 0.5mm, mediana, buena. Dureza mediana, porosidad mediana, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 14 1) Color: Marrón claro. Código Munsell: 2.5Y 5/2, 5YR 5/4, 10YR 5/2, 10YR 5/4, 10YR 6/4. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 1mm, mediana, regular. Inclusiones transparentes sub-angulares de hasta 1mm, mediana, regular. Inclusiones lilas sub-angulares de hasta 1mm, escasa, regular. Dureza poca, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante.
Pasta 15 1) Color: Marrón claro. Código Munsell: 5YR 5/4, 7.5YR 6/3, 7.5YR 6/4, 10YR 5/4, 10YR 6/3. 2) Antiplásticos: Inclusiones transparentes angulares de hasta 1mm, mediana, regular. Mica dorada, mediana, regular. Dureza poca, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 16 1) Color: Marrón claro. Código Munsell: 2.5YR 6/6, 5YR 5/4, 7.5YR 6/4. 2) Antiplásticos: Inclusiones transparentes angulares de hasta 0.5mm, abundante, buena. Mica dorada, mediana, buena. Inclusiones blancas angulares escasa, buena. Dureza poca, porosidad mediana, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 17 1) Color: Marrón claro. Código Munsell: 5YR 5/6, 7.5YR 6/4. 2) Antiplásticos: Inclusiones plomas angulares de hasta 1mm., abundante, regular. Mica dorada, mediana, regular Inclusiones transparentes angulares de hasta 1mm., escasa, regular. Dureza poca, porosidad mucha, textura gruesa 3) Cocción: Oxidante. Pasta 18 1) Color: Marrón claro. Código Munsell: 2.5Y 5/2, 5YR 5/4, 7.5YR 6/4. 2) Antiplásticos: Mica dorada laminar, abundante, regular. Inclusiones blancas angulares de 1mm, mediana, regular. Dureza poca, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 19 1) Color: Rojo. Código Munsell: 10R 5/8. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas redondeadas de hasta 0.5mm, abundante, buena. Inclusiones plomas redondeadas de hasta 0.5mm, mediana, buena.
Inclusiones negras sub-redondeadas de hasta 0.5mm, escasa, regular. Dureza poca, porosidad mediana, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 20 1) Color: Rojo. Código Munsell: 2.5YR 5/6, 10R 6/8. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 2mm, mediana, regular. Inclusiones negras angulares de 1 mm, escasa, regular. Dureza mediana, porosidad mucha, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 21 1) Color: Rojo Código Munsell: 10R 5/6, 10R 5/8. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 0.5mm, mediana, buena. Inclusiones plomas angulares de hasta 0.5mm, mediana, buena. Inclusiones transparentes sub-angulares de hasta 0.5mm, escasa, buena. Dureza mediana, porosidad mediana, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 22 1) Color: Rojo. Código Munsell: 10R 4/6, 10R 5/6, 10R 5/8, 10R 6/6. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 1mm, mediana, buena. Mica dorada, mediana, buena. Inclusiones transparentes redondeadas de hasta 1mm, escasa, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 23 1) Color: Rojo. Código Munsell: 10R 3/6, 10R 5/6, 10R 5/8. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 0.5mm, abundante, buena. Inclusiones transparentes sub-angulares de hasta 0.5mm, mediana, buena. Inclusiones negras sub-angulares de hasta 0.5mm, escasa, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura fina. 3) Cocción: Oxidante.
Pasta 24 1) Color: Rojo. Código Munsell: 10R 4/8, 10R 5/8. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas redondeadas de hasta 1mm, abundante, regular. Inclusiones transparentes sub-angulares de hasta 1mm, mediana, regular. Inclusiones plomas redondeadas de hasta 1mm, escasa, regular. Dureza poca, porosidad mediana, textura media. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 25 1) Color: Rojo. Código Munsell: 2.5YR 4/8, 10R 5/4, 10R 5/8. 2) Antiplásticos: Inclusiones plomas angulares de hasta 2mm, mediana, regular. Inclusiones blancas angulares de hasta 1mm, mediana, regular. Dureza poca, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 26 1) Color: Rojo. Código Munsell: 10R 5/8. 2) Antiplásticos: Inclusiones negras angulares de 1mm, mediana, mala. Inclusiones plomas angulares de hasta 1mm, escasa, mala. Dureza mediana, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 27 1) Color: Rojo. Código Munsell: 10R 5/8. 2) Antiplásticos: Inclusiones transparentes angulares de hasta 0.5mm, mediana, buena. Inclusiones blancas sub-angulares de hasta 0.5mm, mediana, buena. Dureza mediana, porosidad mediana, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 28 1) Color: Rojo. Código Munsell: 2.5YR 5/8. 2) Antiplásticos: Inclusiones lilas muy angulares de hasta 2mm, mediana, regular.
Inclusiones plomas angulares de 1mm, mediana, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura muy gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 29 1) Color: Rojo marrón. Código Munsell: 2.5YR 5/4, 5YR 5/4. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de 0.5mm, mediana, regular. Inclusiones transparentes sub-angulares de 0.5mm, mediana, regular. Inclusiones plomas redondeadas de hasta 0.5mm, escasa, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura media. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 30 1) Color: Rojo marrón. Código Munsell: 2.5YR 5/4, 5YR 5/4. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 1mm, abundante, regular. Mica dorada, mediana, regular. Inclusiones plomas sub-angulares de hasta 1mm, escasa, regular. Dureza mediana, porosidad mucha, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 31 1) Color: Rojo marrón. Código Munsell: 2.5YR 4/6, 5YR 3/2. 2) Antiplásticos: Inclusiones transparentes angular de 0.5mm, mediana, regular. Mica dorada y negra, escasa, regular. Dureza mediana, porosidad mucha, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 32 1) Color: Rojo marrón. Código Munsell: 2.5YR 5/4, 5YR 4/2. 2) Antiplásticos: Mica dorada laminar, mediana, regular. Inclusiones transparentes angulares, mediana, regular. Dureza poca, porosidad mucha, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante.
Pasta 33 1) Color: Naranja. Código Munsell: 5YR 6/4. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 0.5mm, mediana, buena. Inclusiones negras angulares de hasta 0.5mm, mediana, buena. Dureza mediana, porosidad mediana, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 34 1) Color: Naranja. Código Munsell: 2.5YR 5/6, 5YR 5/6. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas sub-redondeadas de hasta 0.5mm, mediana, buena. Inclusiones transparentes sub-angulares de hasta 0.5mm, escasa, buena. Dureza poca, porosidad mediana, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 35 1) Color: Naranja. Código Munsell: 5YR 5/6. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 1mm, mediana, regular. Inclusiones plomas sub-redondeadas de hasta 1mm, escasa, regular. Inclusiones lilas sub-redondeadas de hasta 1mm, muy escasa, regular. Dureza poca, porosidad mediana, textura media. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 36 1) Color: Naranja. Código Munsell: 2.5YR 5/6, 5YR 5/6. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas sub-angulares de hasta 1mm, mediana, buena. Mica dorada, mediana, buena. Dureza mediana, porosidad mediana, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 37 1) Color: Naranja. Código Munsell: 5YR 5/6, 5YR 6/4. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas sub-angulares de hasta 1mm, mediana, buena. Inclusiones naranjas sub-angulares de hasta 1mm, mediana, buena. Inclusiones negras redondeadas de hasta 1mm, escasa, buena.
Dureza mediana, porosidad mucha, textura media. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 38 1) Color: Naranja. Código Munsell: 5YR 5/6. 2) Antiplásticos: Mica dorada laminar, mediana, regular. Inclusiones transparentes angulares de 1mm, mediana, regular. Dureza poca, porosidad mucha, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 39 1) Color: Naranja. Código Munsell: 5YR 5/6. 2) Antiplásticos: Inclusiones plomas angulares de hasta 2mm, abundante, regular. Mica dorada, mediana, buena. Dureza poca, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 40 1) Color: Naranja claro. Código Munsell: 2.5YR 5/6, 5YR 6/4. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas redondeadas de hasta 1mm, mediana, regular. Inclusiones negras angulares de hasta 1mm, escasa, regular. Inclusiones lilas sub-redondeadas de hasta 1mm, muy escasa, regular. Dureza poca, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 41 1) Color: Naranja claro. Código Munsell: 2.5YR 5/6, 5YR 6/6. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas sub-angulares de hasta 0.5mm, mediana, buena. Inclusiones plomas sub-angulares de hasta 0.5mm, escasa, buena. Dureza mediana, porosidad mediana, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 42 1) Color: Naranja claro. Código Munsell: 2.5YR 5/6, 5YR 6/6. 2) Antiplásticos:
Inclusiones blancas redondeadas de hasta 0.5mm, mediana, buena. Inclusiones negras redondeadas de hasta 0.5mm, mediana, buena. Dureza mediana, porosidad mucha, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 43 1) Color: Naranja claro. Código Munsell: 2.5YR 5/6, 5YR 6/6, 5YR 7/4. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas sub-angulares de hasta 1mm, mediana, regular. Inclusiones plomas sub-redondeadas de 0.5mm, mediana, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura media. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 44 1) Color: Naranja claro. Código Munsell: 2.5YR 5/6, 2.5YR 6/4, 5YR 6/6, 10YR 7/6. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 1mm, mediana, buena. Inclusiones transparentes sub-angulares de hasta 0.5mm, mediana, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura media. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 45 1) Color: Naranja claro. Código Munsell: 2.5YR 5/6, 2.5YR 6/4, 5YR 6/6. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas redondeadas de hasta 0.5mm, abundante, regular. Inclusiones transparentes redondeadas de hasta 0.5mm, mediana, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura media. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 46 1) Color: Naranja claro. Código Munsell: 2.5YR 5/6, 5YR 5/6, 5YR 6/6, 7.5YR 6/6. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 1mm, mediana, regular. Mica dorada laminares, mediana, buena. Inclusiones transparentes sub-angulares de hasta 1mm, escasa, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante.
Pasta 47 1) Color: Naranja claro. Código Munsell: 5YR 6/4, 5YR 6/6, 7.5YR 6/6. 2) Antiplásticos: Inclusiones transparentes angulares de hasta 0.5mm, mediana, buena. Mica dorada, mediana, buena. Inclusiones negras sub-redondeadas de hasta 0.5mm, escasa, regular. Dureza poca, porosidad mediana, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 48 1) Color: Naranja claro. Código Munsell: 2.5YR 5/6, 5YR 6/6, 7.5YR 6/6. 2) Antiplásticos: Inclusiones transparentes angulares de hasta 0.5mm, mediana, regular. Inclusiones plomas sub-redondeadas de hasta 0.5mm, mediana, regular. Inclusiones negras sub-angulares de hasta 0.5mm, escasa, regular. Dureza poca, porosidad mediana, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 49 1) Color: Naranja claro. Código Munsell: 2.5YR 5/6, 5YR 6/6, 7.5YR 6/6. 2) Antiplásticos: Inclusiones plomas angulares de hasta 0.5mm, mediana, regular. Mica dorada, escasa, regular. Inclusiones negras redondeadas de hasta 0.5mm, muy escasa, regular. Dureza poca, porosidad mediana, textura media. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 50 1) Color: Naranja oscuro. 2.5YR 5/6, 2.5YR 5/8, 2.5YR 6/6, 2.5YR 6/8. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 1mm, abundante, buena. Inclusiones transparentes angulares de hasta 0.5mm, mediana, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura media. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 51 1) Color: Naranja oscuro. Código Munsell: 2.5YR 5/8, 2.5YR 6/6, 2.5YR 6/8. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 1mm, mediana, buena.
Inclusiones plomas angulares de hasta 0.5mm, mediana, buena. Dureza mediana, porosidad mediana, textura media. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 52 1) Color: Naranja oscuro. Código Munsell: 2.5YR 5/8, 2.5YR 6/6, 2.5YR 6/8. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 1mm, abundante, regular. Mica dorada, mediana, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura media. 3) Cocción: Oxidante
top related