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LA CARICIA EN EL DESARROLLO AFECTIVO EN LA PRIMERA INFANCIA
PAOLA SUSANA CORDERO ANZOLA
20191176007
LEIDY MAGALY VACA MONDRAGÓN
20191176002
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN
ESPECIALIZACIÓN EN DESARROLLO HUMANO CON ÉNFASIS EN
PROCESOS AFECTIVOS Y CREATIVIDAD
BOGOTÁ D.C.
2020
2
LA CARICIA EN EL DESARROLLO AFECTIVO EN LA PRIMERA INFANCIA
PAOLA SUSANA CORDERO ANZOLA
20191176007
LEIDY MAGALY VACA MONDRAGÓN
20191176002
Trabajo de grado para optar al Título de Especialista en Desarrollo Humano con
énfasis en Procesos Afectivos y Creatividad
Asesora
MARÍA ARACELLY QUIÑONES RODRÍGUEZ
Ph D. Creatividad aplicada
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN
ESPECIALIZACIÓN EN DESARROLLO HUMANO CON ÉNFASIS EN
PROCESOS AFECTIVOS Y CREATIVIDAD
BOGOTÁ D.C.
2020
3
Nota de Aceptación
_________________________________
_________________________________
_________________________________
_________________________________
Jurado
_________________________________
Jurado
Bogotá D.C_________________________
4
La Universidad Francisco José de Caldas no se hará responsable de las ideas expuestas
por los graduandos.
Art. 117 del reglamento estudiantil
5
Resumen Analítico Especializado
TÍTULO: La caricia en el Desarrollo Afectivo en la Primera Infancia.
AUTOR (ES): Paola Susana Cordero Anzola, Leidy Magaly Vaca Mondragón
ASESOR/A: María Aracelly Quiñones Rodríguez
LUGAR: Bogotá D.C
FECHA: abril 2020
ACCESO AL DOCUMENTO: Universidad Distrital Francisco José de Caldas
LÍNEA DE INVESTIGACIÓN: Desarrollo Humano
SUBLÌNEA DE INVESTIGACIÓN: Lenguaje como expresión afectiva y artística.
BIBLIOTECA DE POSTGRADOS: Especialización en Desarrollo Humano con
Énfasis en Procesos Afectivos y Creatividad
MODALIDAD DE TRABAJO DE GRADO: Creación en el campo artístico
PÁGINAS: 82 ANEXOS: 2
PALABRAS CLAVES: Desarrollo Humano, Desarrollo Afectivo, Caricia, Primera
Infancia, Adulto Cuidador, Libro Álbum.
OBJETO: Libro álbum digital que expone diferentes tipos de caricias.
JUSTIFICACIÓN: Este trabajo de grado reconoce las manifestaciones de afecto, que se
entablan entre el niño o la niña en las edades iniciales y sus madres, padres y/o cuidadores,
como uno de los factores esenciales para el desarrollo del ser humano.
Cada niño y niña necesita que se le reconozca a través del contacto, de la palabra, besos,
mimos, susurros, toques, cariños, etc., aspectos que le aportan al desarrollo de la confianza,
el reconocimiento del propio cuerpo, el auto concepto, las aptitudes para comunicarse, la
empatía y la capacidad de manejar las propias.
Partiendo de lo anterior se considera la propuesta del libro álbum como una vía efectiva para
que tanto los grandes como los más pequeños puedan encontrar en imágenes y/o frases
6
cortas, una comprensión ampliada de lo que implica este reconocimiento a través de la caricia
y su impacto en el desarrollo afectivo en la PI.
OBJETIVOS Y ALCANCES: Indagar sobre el concepto de la caricia y su importancia
en el desarrollo afectivo en la primera infancia y a partir de allí crear un libro álbum digital
que ponga esta importancia en evidencia. El alcance de esta indagación es establecer un
primer acercamiento a la influencia que tiene la caricia en el desarrollo afectivo en la
primera infancia. Se presenta como una apertura que permite hacer más evidente el
impacto de la caricia, y por tanto su importancia, en las relaciones entre adultos y niño y
niñas en primera infancia, a lo cual aportará la experiencia de la lectura del libro álbum y
las diferentes interacciones que este propone.
BASES CONCEPTUALES: La propuesta principal de desarrollo humano en la que se
basa el presente texto es la relacional planteada por Miller en 1991, la cual expone como
aspectos primordiales del desarrollo: el género, la interacción, la infancia, la personalidad
y los vínculos emocionales, los cuales se van consolidando a medida que convivimos y no
comunicamos con otras personas.
El desarrollo afectivo, en esta línea, se comprende como el camino en el cual el ser
humano establece vínculos afectivos. Es por ello que la mirada de Vicens (2013) de
desarrollo afectivo se reconoce fundamental para la consolidación de esta categoría dado
sus aportes, desde la infancia y su contexto, a la explicación de la construcción de dichos
vínculos.
En cuanto a la caricia el referente principal que se abordó fue el de Shinyashiki en su libro
La caricia Esencial una psicología del afecto (1993) quien define la caricia como unidad
de reconocimiento humano que se gesta desde el nacimiento con el contacto físico y que
por ende aporta a los procesos de desarrollo humano.
Las categorías de primera infancia, así como de adulto cuidador se desarrollan, en mayor
medida, a partir de las publicaciones de Idartes (2015, 2017 y 2018) alrededor de los
procesos que se han gestado en el programa Nidos Arte en Primera Infancia, las cuales
reconocen este momento de la vida más allá de ser simplemente una etapa del ciclo vital
crucial para el desarrollo, sino que complementan esto reconociendo a los niños y las niñas
7
como seres participes, activos en su propio desarrollo y sujetos que tienen un saber propio
en concordancia con su momento de vida; seres únicos, singulares y diversos.
En este sentido el papel que cumplen los adultos cuidadores es crucial ya que la
sensibilidad de esta crianza y su comprensión para responder a las demandas o necesidades
de las niñas y los niños serán el motor de su desarrollo pleno. Esta figura de adulto
cuidador será comprendida, por tanto, como aquella que acompaña, contempla y respalda
sensiblemente los descubrimientos, exploraciones, juegos y creaciones de los niños y las
niñas, en libertad.
Por último, la categoría de libro álbum desde la propuesta de Ospina (2016) será
fundamental no solo para la comprensión de lo que este implica en sí mismo, sino también
para la elaboración del libro álbum digital La Dulce Caricia. La concepción de libro álbum
como una mezcla entre el lenguaje escrito, la imagen, la narración y lo que implica desde
los sentidos su encuentro, la experiencia de su lectura, planteada por Ospina, logra recoger
en gran medida de manera sutil y extraordinaria las categorías desarrolladas con
anterioridad y de alguna manera consolida la propuesta y la dota de sentido.
Este proceso de indagación y creación del libro álbum digital La Dulce Caricia reconoce
la diversidad, el desafío y la importancia de las experiencias verbales y no verbales
brindadas al bebé por parte de los adultos cuidadores y como estas experiencias,
construyen su cerebro y son fundamentales, también, en lo emocional, enraizando el
vínculo afectivo con las personas más cercanas.
DESCRIPCIÓN DEL PRODUCTO DE CREACIÓN: Libro álbum digital dirigido a
niños y niñas en primera infancia y sus cuidadores. Quien tenga relación con el libro
encontrará textos cortos en cada hoja, sugerencias para los cuidadores, a modo de pasos,
para crear caricias.
PRODUCTO FINAL: Libro álbum digital “La Dulce Caricia”.
FUENTES: En este trabajo de grado se incluyen referencias teóricas que abordan los
temas de: Desarrollo Humano (Papalia, (1997) (2012) Desarrollo Humano). Desarrollo
Afectivo (Vicens, (2013). Sentir y crecer. El crecimiento emocional de la infancia).
Caricia (Shinyashiki, (1993) La caricia esencial. Una psicología del afecto). Primera
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Infancia (IDARTES, (2015) (2017) (2018) Arte en Primera Infancia). Adulto Cuidador
(Quintero, (2015) Desarrollo emocional y afectivo en la primera infancia “Un Mundo
Por Descubrir y Formar En Los Infantes). Libro Álbum (Ospina, (2016) El libro Álbum.
Experiencias de creación y mundo posibles de la lectura en voz alta).
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Resumen
Este trabajo de grado explora el concepto de la caricia en el desarrollo afectivo en la
primera infancia. Para esto se recogen los hallazgos que emergen de la experiencia artística
“La Dulce Caricia” (2019) ocurrida en los encuentros Artes al Jardín y Artes al Colegio con
agentes educativos, realizada en el marco del proyecto Nidos Arte en Primera Infancia. A
partir de estos hallazgos se elabora un libro álbum digital dirigido a niños y niñas de primea
infancia, que, a través de una breve narración e indicaciones para el adulto cuidador que
acompaña la lectura, busca el reconocimiento y exploración de diferentes tipos de caricias.
Abstract
This document explores the concept of caress as an important part in the affective
development in early childhood. To develop the discussion, we collected the findings that
emerged from the artistic experience “La Dulce Caricia” (2019) occurred in the “Artes al
Jardín” and “Artes al Colegio” workshops with educational agents, that have been realized
in the framework of the proyect Nidos: Arte en primera infancia. From these findings, an
album book was created for early childhood children. It includes a brief narration and
indications for the adults who accompanies the reading. This book seeks the recognition and
exploration of different types of caresses.
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Tabla de contenido
Introducción ..................................................................................................................... 11
Justificación ..................................................................................................................... 12
Bases conceptuales .......................................................................................................... 15
Desarrollo humano desde una propuesta relacional .................................................................... 15
Desarrollo afectivo ........................................................................................................................ 16
Caricia ............................................................................................................................................ 19
Caricias para la supervivencia ................................................................................................... 19
Caricias positivas y negativas. ................................................................................................... 23
Infancia .......................................................................................................................................... 24
Primera infancia ........................................................................................................................ 25
Adulto cuidador ............................................................................................................................. 27
Libro álbum ................................................................................................................................... 29
Proceso de creación ......................................................................................................... 31
Contexto de la creación................................................................................................................. 31
Experiencia artística La Dulce Caricia en los encuentros Artes al Jardín y Artes al Colegio ...... 33
Fases del proceso de creación ...................................................................................................... 40
Concepto de diseño del libro álbum La Dulce Caricia. .............................................................. 40
Producto de creación .................................................................................................................... 42
Conclusiones .................................................................................................................... 69
Alcances y proyecciones .................................................................................................. 71
Referentes ........................................................................................................................ 72
Anexos ............................................................................................................................. 74
Anexo 1 Matriz .............................................................................................................................. 74
Anexo 2 Lluvia de ideas ................................................................................................................. 82
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Introducción
La caricia va mucho más allá del contacto físico, es la posibilidad del reconocimiento del
otro y de sí mismo lo que a su vez es la base para el desarrollo afectivo en el transcurso de la
vida humana y de manera particular en su primera etapa: la primera infancia.
Este trabajo de grado explora el lugar de la caricia como potenciadora del desarrollo
afectivo abordado como parte fundamental del desarrollo humano y tomando como actores
principales a los niños y niñas de primera infancia y a sus adultos cuidadores. La exploración
a profundidad de estos conceptos se realiza en el primer apartado, en donde además se
desarrolla la categoría de libro álbum como herramienta a través de la cual se materializa la
propuesta creativa asociada a esta indagación.
En el segundo apartado se explica el contexto en el cual se desarrolla la propuesta y se
explica de manera sucinta en qué consistió la experiencia artística que lleva el mismo nombre
que el libro álbum: La Dulce Caricia. Se exponen también los encuentros Artes al Jardín y
Artes al Colegio en los que se desarrolló la experiencia artística y el trabajo de indagación
con adultos cuidadores. Al final de esta sección se presentan los resultados de la indagación
y el análisis de la información que surgió de este proceso.
El tercer apartado expone en detalle las fases del proceso de creación que llevaron a la
realización del libro álbum digital, partiendo de las ideas iniciales para su elaboración, la
construcción de la línea narrativa, la descripción del diseño de imágenes, la justificación de
materiales y objetos que integran el libro álbum y la tipografía y esquema de color.
En la última sección se presentan las conclusiones de la indagación y los alcances y
proyecciones del producto creativo.
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Justificación
Este trabajo de grado tiene como lugar de partida la experiencia laboral que se ha adquirido
por más de tres años en el proyecto Nidos Arte en Primera Infancia1 (PI). Durante este
proceso se ha podido identificar la necesidad vital del afecto y el reconocimiento que
requieren niños y niñas por parte de sus madres, padres y/o cuidadores, esto a través de
interacciones afectivas como las caricias, las cuales se constituyen en uno de los factores
esenciales para el desarrollo del ser humano.
Las primeras manifestaciones de afecto y relaciones sociales que entabla el niño o la niña
se evidencian en las edades iniciales. Es en esta etapa de la vida, donde se recalca la
importancia de aportar a los procesos de desarrollo y acompañar las exploraciones del medio
y el mundo que los rodea. Sin embargo, el campo de la afectividad generalmente se ve
relegado a un segundo plano, muchas veces por excusas económicas, sociales, éticas,
religiosas, políticas e incluso aquellas relacionadas al tiempo, que se sobreponen al campo
de lo sensible con el argumento de un mayor cuidado y bienestar de los niños y las niñas.
Se observa que cada niño y cada niña necesita que se le reconozca a través del contacto o
de la palabra. En la infancia, ese reconocimiento se expresa a través de caricias, besos,
mimos, susurros, toques, cariños, etc.; aspectos que son tan importantes para el bienestar
como lo son la nutrición o la salud. Además, ese reconocimiento aporta al desarrollo de la
confianza, el reconocimiento del propio cuerpo, el auto concepto, las aptitudes para
comunicarse, la empatía y la capacidad de manejar las propias emociones, aspectos que se
consolidarán más adelante.
Sin una adecuada estimulación táctil, el cachorro humano no puede sobrevivir. En el
infante humano la mielinización2 del sistema nervioso está ligada a la estimulación táctil por
parte de la madre o los adultos y a la actividad lúdica que pone al cuerpo en contacto con
otros cuerpos, facilitando así experiencias de tacto-presión y manejo coordinado de los
diferentes segmentos corporales. En ausencia de una adecuada estimulación táctil, el niño
puede presentar severos trastornos de su sistema inmunitario incompatibles con la vida, o
1 Proyecto 993 Nidos Arte en Primera Infancia del Instituto Distrital de las Artes-Idartes. 2 El proceso de mielinización consiste en recubrir los axones (partes de las neuronas en forma de cilindro
alargado) con una sustancia llamada mielina o vaina de mielina, que se encarga de brindar protección
específicamente a estas partes de la neurona. Es importante que ocurra de manera adecuada para que los
estímulos nerviosos que envía nuestro cerebro a través de las neuronas circulen correctamente.
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alteraciones cognitivas que dificultan el proceso de socialización (…) Sin lugar a duda, el
cerebro necesita del abrazo para su desarrollo y las más importantes estructuras cognitivas
dependen de este alimento afectivo para alcanzar un adecuado nivel de competencia.
(Restrepo 2010, p. 51)
Encontramos en la propuesta del libro álbum una vía efectiva para que tanto los grandes
como los más pequeños puedan encontrar, a través de imágenes y/o frases cortas, una
comprensión ampliada de lo que implica la caricia y su impacto en el desarrollo afectivo en
la PI.
Se hace hincapié en la necesidad de que los y las cuidadores de los niños y niñas en primera
infancia aporten de manera práctica y positiva al desarrollo afectivo de los mismos, para que
puedan conocer y resignificar el lugar de la caricia en este que-hacer de cuidado. Es por ello
que proponemos como objetivo general de este trabajo de grado indagar sobre el concepto
de la caricia y su importancia en el desarrollo afectivo en la primera infancia y a partir de allí
crear un libro álbum digital que ponga esta importancia en evidencia.
Para llegar al cumplimiento de este objetivo proponemos los siguientes objetivos
específicos: 1. Categorizar los hallazgos, alrededor del concepto caricia, que emergen de la
experiencia artística3 “La Dulce Caricia”4 (2019) en los encuentros Artes al jardín y Artes al
colegio con agentes educativos cuidadores de niños y niñas de PI, realizada en el marco del
proyecto Nidos Arte en Primera Infancia. 2. Relacionar los conceptos que manejan los
cuidadores respecto a la Caricia con los autores propuestos en el marco teórico para el análisis
de la información. 3. Diseñar y crear un cuento álbum/sensorial, que exponga la importancia
de la caricia en el desarrollo afectivo en la Primera Infancia.
En este trabajo de grado se quiere, por tanto, abordar y reflexionar sobre la caricia, ese
toque, tacto y contacto que provoca o produce el acompañamiento del adulto cuidador y
donde es posible prestar una atención particular a su importancia en el desarrollo afectivo en
3 Es un modelo de atención directa dirigido a mujeres gestantes, niños y niñas menores de 5 años y sus
respectivos cuidadores, que comprende el arte como derecho y como elemento fundamental para la
transformación social y desarrollo integral. 4 Experiencia artística que tiene como objetivo generar en los niños y las niñas un reconocimiento del
concepto-acción “Caricia”, y las diversas maneras de sentir sobre la piel. La experiencia propone enunciar y
visibilizar la caricia como múltiple contenedor de sentidos y significados.
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la primera infancia. Un lugar de la caricia donde se pueda identificar cómo se ofrece, cómo
se comparte, cómo se entiende y donde finalmente aparezca la caricia como posibilidad de
reconocer a los niños y niñas como seres sintientes y en proceso de desarrollo, desde un
contacto real, concienzudo y afectivo.
15
Bases conceptuales
A continuación, se presenta de manera muy breve las categorías y los autores
principales que orientaron este apartado. Cabe aclarar que en el desarrollo de las bases
conceptuales se pondrán en relación estos autores junto con otros que han abordado, desde
lugares cercanos, las mismas categorías.
En un primer momento se desarrolla la categoría de desarrollo humano desde la teoría
relacional propuesta por Miller (1991), junto con la categoría de desarrollo afectivo desde
Vicens (2013) enunciados que conectan de manera directa con el concepto de la caricia, la
cual se aborda, en un principio, desde la definición del análisis transaccional propuesto por
Berne (1983); este concepto se trabaja, además, desde las nociones de caricia de autores como
Roberto Crema en su texto Caricias. Psicodanza y Análisis Transaccional. (1990) y La
caricia esencial un Psicología del afecto de Shinyashiki (1993).
Posteriormente, se abordan los conceptos de primera infancia y adulto cuidador
desarrollados desde las publicaciones realizadas por el programa Nidos Arte en Primera
Infancia de IDARTES (2015, 2017 y 2018). Este apartado finaliza con el concepto de libro
álbum desarrollado por Ospina (2016) quien expone sus características, funcionalidad e
importancia para los procesos y experiencias lectoras.
Desarrollo humano desde una propuesta relacional
El desarrollo humano se centra en el estudio de los procesos sistemáticos de cambio y
estabilidad de las personas. Desde la concepción, los seres humanos emprenden un proceso
de cambio que continua durante toda su vida y estos cambios que experimentan tienen
aspectos en común. Según Papalia (2012) los bebés crecen, son niños y luego adultos, es así
que el desarrollo humano se comprende desde tres ámbitos principales: el físico, el
cognoscitivo y psicosocial. El crecimiento del cuerpo, el cerebro, las capacidades sensoriales
y motoras hacen parte del desarrollo físico; la atención, la memoria, el aprendizaje, la
creatividad y el razonamiento conforman, por ende, el desarrollo cognoscitivo; y por ultimo
las relaciones sociales, la personalidad y las emociones son aspectos del desarrollo
psicosocial.
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El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD 1990) aclara que el
concepto del desarrollo humano es diferente en diversas partes del mundo de acuerdo a la
cultura. En algunos lugares es importante el crecimiento y desarrollo en cuanto a la riqueza
económica, mientras que otros insisten en el crecimiento de la riqueza humana, el cual se
centra en crear mejores oportunidades y posibilidades de elección para todas las personas.
En relación a lo anterior el Desarrollo Humano se centra en mejorar la vida de las personas
dando más oportunidades y libertad para vivir la vida, desarrollando las capacidades y dando
la oportunidad de poder usarlas. De este mismo modo se resalta la importancia del desarrollo
psicosocial desde los primeros años de vida pues, es desde allí que se forma la personalidad
y la emocionalidad del individuo que va a llegar a ser un adulto.
Miller (1991) citado en Papalia (1997) expone en su teoría relacional lo siguiente:
La personalidad se desarrolla a la par con los vínculos emocionales, no separados de ellos,
desde la misma infancia (…) los infantes se identifican con quien les brinda los primeros
cuidados no por lo que esa persona es, sino por lo que hace. (Miller, 1991, p. 29).
Miller (1991) argumenta que el bebé responde a las emociones de los otros le transmiten
y se siente cómodo si ellos también lo están.
Lo que la autora refiere es que la construcción de la personalidad se va dando a medida
que el individuo se relaciona con otras personas, convive y se comunica llamándole a esto
vínculos emocionales; menciona, además, algunas etapas del desarrollo humano, pero
enfatiza en los factores que influyen en el mismo (el género, la interacción, la infancia, la
personalidad y los vínculos emocionales).
De este modo se toma la teoría relacional del desarrollo humano para la elaboración de
este trabajo de grado y se enlaza con el tema de la caricia, ya que esta se relaciona con el
reconocimiento del otro, los vínculos que se crean desde edades tempranas y las emociones.
Desarrollo afectivo
“Las emociones tienen voz y hay que aprender a escucharlas.”
Melania Herrera Arias
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El desarrollo afectivo puede entenderse como ese camino en el cual el ser humano
establece afectos (emociones5, sentimientos6) y la forma de vivirlos y entenderlos. Esto
dependerá del ejemplo que se le dé, la manera en que se los transmitan o las experiencias
afectivas que les permite entender por qué sienten lo que siente.
Para Marín, Oñederra, (2014) este desarrollo inicia desde el momento en el que se
comienzan a establecer las primeras relaciones en la infancia, en el que el infante es insertado
en un grupo social.
El recién nacido utiliza el llanto como mecanismo de comunicación a la espera de que sus
necesidades sean cubiertas. Ante este reclamo acudirá el adulto, que tratará de satisfacer las
demandas del niño, que, si bien al principio responden a necesidades fisiológicas, suponen
también las primeras experiencias afectivas del bebé. (p. 7).
La solidez de las primeras relaciones que el bebé creará con las personas a su alrededor
determinará que crezca bien, esté saludable, aprenda de manera activa y confiada acerca de
sí mismo, otras personas, de su contexto y del medio ambiente; además, influirá en gran
medida en su posterior adaptación a la vida cotidiana, el colegio, la familia, la sociedad y la
cultura.
El desarrollo y la grandeza de las personas radican en su capacidad de comunicarse, de
disponer de herramientas, símbolos y lenguajes que les sirvan para establecer relaciones con
los demás. Esta extraordinaria capacidad aporta riqueza, complejidad y sentido a nuestro
desarrollo personal. (Vicens, 2013, p. 15).
En los primeros años de vida se busca naturalmente establecer relaciones a través de
balbuceos, expresiones faciales, gestos, etc., los adultos, por su parte, responden de igual
manera. Cuando los niños y las niñas no reciben una respuesta a esta comunicación o si las
respuestas son entregadas de una manera menos afectuosa, el cerebro del bebé no se formará
de una manera adecuada, lo que puede dar lugar a irregularidades en el aprendizaje, a este
5 Del latín, emotio, emotionis, que significa agitación. Por tanto, la emoción es un estado de agitación
(fisiológico y anímico) que se produce como respuesta a un estímulo externo. 6 Íntimamente ligados a las emociones, se puede decir que los sentimientos son las emociones
conceptualizadas o pensadas.
18
respecto Restrepo (2010) agrega, “Sin lugar a duda, el cerebro necesita del abrazo para su
desarrollo y las más importantes estructuras cognitivas dependen de este alimento afectivo
para alcanzar un adecuado nivel de competencia” (p. 51).
Los niños y niñas crecen inmersos en un contexto, un entorno y una cultura que van
configurando su mundo emocional y los vínculos afectivos que construye, los cuales
dependerán, a su vez, de las creencias y valores que allí se desplieguen (suministrados por
los padres, otros familiares, y cuidadores.). Estas creencias y valores van definiendo las
emociones que hay que reprimir, las que hay que mostrar y aquellas que es necesario
enmascarar. Según Vicens (2013) “El niño aprende muchas respuestas sentimentales y va
construyendo sentimentalmente su mundo, teniendo como punto de referencia su ambiente
familiar. Aprende miedos, pesimismos y optimismos, afectos y desafectos, bondad,
generosidad” (p.18).
Los vínculos afectivos o lazos afectivos son importantes para un buen desarrollo integral
de los niños y son la base para el desarrollo de su personalidad; influyen, además, en las
relaciones futuras que establecerá, como también en esa capacidad de sortear distintas
situaciones. Cuando los niños están rodeados de personas que les ofrecen vínculos afectivos
fuertes, son niños dispuestos, felices y con más confianza para explorar. De este modo, los
niños se sienten seguros y logran expresar sus ideas y sentimientos.
El desarrollo afectivo es un proceso de evolución de los vínculos afectivos y esas
cualidades que va adquiriendo el niño o la niña desde muy pequeños. Es importante dar una
muestra de los afectos de forma verbal y no verbal a los niños, con gestos de cariño como los
besos y los abrazos, un te quiero, aspectos que se convierten en formas de reconocimiento o
caricias, entablando lazos con otros. Sentirse mimado, acogido, bien tratado por los demás le
proporciona al niño la confianza y la capacidad de relacionarse, de dar a conocer sus
sentimientos y emociones construyendo significados de las mismas.
19
Caricia
Solo sabemos hacer lo que se hizo con nosotros.
Solo logramos tratar bien a los demás si fuimos bien tratados.
Solo sabemos tratarnos bien si fuimos bien tratados.
Si fuimos despreciados, solo sabemos despreciar.
Si fuimos odiados, solo sabemos odiar.
Si fuimos maltratados, solo sabemos maltratar.
No hay cómo huir de ese engranaje de acero: nadie es feliz solito.
J.A. Gaiarsa
Caricias para la supervivencia
Según Berne (1983) citado en Pereira (2011) en el Análisis Transaccional el tema de las
caricias ocupa un lugar central por cuanto se considera que todo ser humano necesita de estas
para su supervivencia. Para Berne, la comunicación y el conocimiento son en gran medida la
solución de los problemas emocionales y centra su planteamiento en las relaciones sociales,
donde la transacción es la unidad básica.
La unidad de relación social es la transacción. Si dos personas se encuentran la una a la otra tarde
o temprano una de las dos hablará, dará alguna indicación o mostrará agradecimiento por su
presencia. Esto se conoce como estímulo de transacción. La otra persona entonces dirá o hará algo
que esté relacionado con el estímulo, y eso se llama respuesta transaccional (p. 25).
En lo que se refiere el Análisis Transaccional este se reconoce como un modelo decisional
de la personalidad que ayuda a comprender al ser humano, la relación con los demás y con
él mismo, de este modo proporciona recursos que facilitan la expresión emocional, la
complacencia de necesidades psicológicas según las relaciones sociales que haya logrado. Es
así que estos recursos o estímulos pueden ser construcciones propias que pueden partir desde
mensajes, caricias, entre otros. Refiriendo así por caricia al estímulo premeditado que implica
la relación de dos o más personas. Estas se pueden dar a partir de un gesto, una palabra escrita
o verbal un contacto físico o desde algo simbólico que es transmitido o recibido. A partir de
lo anterior, Opin y Beltrán (2005) citados en Pereira (2011) afirman:
Se debe considerar que cualquier contacto, acción o mensaje tanto físico como verbal
o simbólico con el que una persona transmita a otra algún tipo de reconocimiento,
20
tanto positivo como negativo, es lo que se llama caricia. La caricia es, pues, la unidad
de reconocimiento social tanto biológica como psicológica. (p. 22).
Al respecto, se comprende la importancia de la caricia como esa necesidad del ser humano
de ser reconocido por los demás. Berne (1983) citado en Pereira (2011) menciona que
cualquier acto que implique el contacto o reconocimiento de la presencia de otro, o cualquier
estímulo social dirigido de un ser vivo a otro y que reconoce la existencia de este se le puede
llamar caricia.
Por otra parte, Roberto Crema en su texto Caricias. Psicodanza y Análisis Transaccional
(1990) define la caricia como:
Un estímulo intencional y emocionalmente dirigido de un ser vivo hacia otro ser vivo. Este
estímulo tiene una probabilidad de respuesta e implica individualizar y reconocer al otro. Su
importancia debe ser considerada una necesidad básica y primaria, cuya privación
compromete la existencia física y psíquica del organismo” (p. 1).
Crema (1990) habla de la caricia desde este lugar ya que es una manera de reconocer al
otro y de sentir que se hace parte de una especie. A su vez cita a Levine quien, a partir de
algunos experimentos con animales, demostró por un lado que los micos que no son criados
con madres o sustitutos a la misma (generadores de caricias) dejan de desarrollar relaciones
sociales y lazos afectivos cuando maduran, de esta manera da cuenta que la estimulación
táctil es importante en el comportamiento afectivo, el cual se da desde un principio por el
contacto corporal con la madre; por otra parte indica la importancia de esta estimulación así
como el alimento durante el desarrollo de los comportamientos. También demostró que las
crías de ratones que no son manipulados, se enferman y mueren, llegando a la conclusión de
que cualquier estímulo, así sea negativo, es mejor que el abandono. Por tanto, estos casos los
relacionan con el ser humano “Lo mismo sucede con los bebés humanos que necesitan que
los sostengan y acaricien (…). En realidad, cualquier ser humano a quien no se acaricie con
palabras alegres o manos suaves se marchitará y morirá por dentro”. (Berne (1975) citado en
Crema, 1990, p. 3).
Crema (1990) afirma que una persona que no recibe ninguna caricia debe poseer una
sensación de no estar viva, que le puede llevar a la locura o al suicidio. En efecto el ser
21
humano siente que existe en la medida en que recibe caricias, así mismo aprende y se
acostumbra a recibir y darlas desde niño y por lo tanto busca lo mismo cuando es adulto.
Por otra parte, Steiner (1976) citado en Crema, (1990) considera que las reglas sociales
vigentes llevan a la mayoría de seres humanos a un estado de déficit de caricias, a su vez
habla sobre la regulación de las caricias y cómo estas deben ser intercambiadas. “Los niños
son controlados regulándoles su obtención de caricias, y los adultos trabajan y responden a
las exigencias sociales en el sentido de obtenerlas” (p. 4). Esto refiere a que existe una serie
de normas prejuiciosas que impiden, limitan y regulan el libre intercambio de estímulos
sociales constructivos, causando escasez de caricias. A partir de esto Steiner utilizó el
concepto de economía de caricias7 en relación con la falta de amor. “A medida que los seres
humanos se van volviendo cada vez más satisfechos en sus necesidades de caricias, serán
capaces de buscar y conseguir la armonía consigo mismos, con los otros y con la naturaleza”
(p. 4).
De este modo la caricia se constituye en una necesidad humana primordial, pues el ser
vivo que no tiene contacto con otros seres u objetos que le permitan vivenciar estímulos
sensoriales puede tener problemas en el desarrollo biológico y social, dado que el ser humano
necesita ser reconocido y aprobado por el otro desde las sensaciones y el estímulo de los
sentidos, (olfato, tacto, vista, gusto, oído). En esta medida esta estimulación es importante
para el desarrollo afectivo del ser humano, enfatizando en la importancia de recibir caricias
desde el momento en que nace. Los autores anteriormente mencionados coinciden en lo
fundamental de la caricia como estímulo sensorial (táctil, cinestésico y auditivo) que aporta
al desarrollo emocional, social, biológico, psíquico y comunicativo de los individuos. La
caricia no solo refiere a ese contacto físico sino a cualquier acto de reconocimiento hacía el
otro.
El autor Roberto Shinyashiki en su libro La caricia Esencial una psicología del afecto
(1993) define la caricia como: “Toque, cariño, estímulo. Es la unidad de reconocimiento
humano. Comienza en el nacimiento, con el toque físico. Después pasa a palabras, miradas,
7 Steiner fue quien por primera vez utilizó el termino Economía de Caricias, se inspiró en Reich que inventó el
término “Economía sexual” en su análisis político-sexual de la neurosis, que postulaba la existencia de una
manipulación de la energía sexual para obtener el control social.
22
gestos y aceptación. Indudablemente el toque físico es el medio más potente de
reconocimiento” (p. 22). Este autor también refiere las caricias como contacto,
reconocimiento o gesto de atención que aporta a los procesos de desarrollo humano.
Por tanto, la falta de estos estímulos en casos extremos puede conducir a la muerte.
Shinyashiki (1993) menciona estudios que realizaron con niños y niñas durante su primer
año de vida, quienes se encontraban en instituciones y a pesar de recibir alimento y remedios,
cuando se enfermaban no tenían muchas posibilidades de interactuar con adultos, por lo tanto,
afirma: “Después de los seis meses, estos niños comenzaban a presentar un cuadro de
indiferencia hacia los adultos, reflejos disminuidos y retardados, como si no se percataran de
lo que estaba sucediendo a su alrededor” (p. 14). Es así que, un niño o niña que no recibe
estimulación desde sus primeros años de vida tiende a presentar problemas de conducta,
problemas sociales, de aprendizaje, atraso en su desarrollo y hasta desnutrición. Un niño
necesita que lo toquen, lo mimen, lo besen, lo miren, que lo noten y reconozcan.
Cabe resaltar que las causas de la ausencia de caricias son variables, depende del contexto,
la crianza, las normas sociales, la falta de tiempo, el desconocimiento, entre otras.
Shinyashiki (1993) menciona que el psicoanalista Freud analizó y mostró todo lo malo que
esconde el ser humano, a lo que añade:
Pero es fácil ver que nosotros también escondemos todo lo que es bueno en nosotros: la
ternura, el encanto, el agrado de ver, acariciar, cooperar, la gentileza, la alegría el
romanticismo, la poesía, sobre todo el poder jugar con el otro. Todo debe ser serio, respetable,
comedido, fúnebre, aburrido, restrictivo, reprimido (p. 1).
En referencia a esto Steiner (1976) citado en Crema (1990) también menciona que son
los prejuicios y las normas quienes controlan e impiden las caricias. Los seres humanos por
naturaleza somos sociales y necesitan de las caricias para sobrevivir, sin embargo, estas cada
vez se dan y se reciben menos o tal vez no se es consciente de la importancia y el valor de
las mismas, pues el miedo a una mal interpretación hace que se eviten hasta llegar a
descartarlas o desconocerlas, lo que dificulta comprenderla como una forma natural de
comunicación.
23
Caricias positivas y negativas.
Las caricias pueden ser físicas, simbólicas, verbales o no verbales, incondicionales y
condicionales. Berne (1983) en Pereira (2011) expone además que las caricias pueden ser
positivas o negativas, según lo que provoquen: bienestar o malestar en el otro. Las caricias
positivas producen emociones o sensaciones agradables e invitan a comportarse de manera
positiva, se manifiestan generalmente mediante el afecto y el aprecio pueden ser una sonrisa,
un abrazo o un te quiero (p. 24). En palabras del autor son las caricias que nos hacen sentir
bien y favorecen la autoestima.
Las caricias negativas, por otra parte, provocan emociones o sensaciones desagradables,
son las que nos hacen sentir mal, por ejemplo, un “No te quiero”, un golpe, palabras
desagradables, la indiferencia, el desprecio, etc., demuestran que la persona reconoce la
presencia del otro, pero le hace daño, causando dolor, daño moral o físico reduciendo la
autoestima.
Además de las caricias positivas y negativas el autor menciona otro tipo de caricias como
lo son las caricias mixtas que son la mezcla de caricias positivas y negativas, son falsas y
tienen un contenido de desvalorización como ejemplo está el elogio cuando alguien hace bien
su trabajo, pero al mismo tiempo es cuestionado o desvalorizado. También se reconocen las
caricias condicionales las cuales se dan por conductas objetivas sean positivas o negativas,
por ejemplo, decirle a alguien que el postre esta rico porque así le quedó o por lo contrario
decirle que no sabe bien y que podría mejorarlo para la próxima vez. Por último, están las
caricias incondicionales, estas se dan por el simple hecho de ser y no porque la persona haya
logrado o realizado nada especial por ejemplo expresarle a alguien la alegría de verle.
Cabe destacar que las personas pueden aprender a dar y recibir caricias libremente. Hay
muchos tipos de caricias que gustan y no gustan según las personas y sus necesidades. Todos
los seres humanos necesitan y merecen caricias y siempre habrá alguien que las solicite y
alguien que esté dispuesto a darlas. Steiner (1997) citado en Pereira (2011) señala que “Las
caricias son una fuente poderosa de estímulos y ricas en información. Estas se obtienen en la
intimidad, en el trabajo, en los pasatiempos y en el juego” (p. 23).
24
Infancia
La categoría de infancia tiene un carácter histórico y cultural es por ello que ha tenido
diferentes apreciaciones a lo largo de la historia; para su comprensión se debe tener presente
que su interpretación depende del contexto cultural en que sea definida. Un breve recorrido
sobre el concepto de infancia, a través de la historia, revelará algunas de las transformaciones
que ha tenido esta categoría.
Según Casas (1998):
Etimológicamente infancia viene del latín in fale, el que no habla, es decir, el bebé. Con el
tiempo este concepto fue adquiriendo el significado de “el que no tiene palabra, es decir, el
que no tiene nada interesante qué decir, no vale la pena escucharlo (p. 25).
En la edad media el niño fue reconocido como hombre en miniatura; mientras entre los
siglos XVI al XVII se comprendió la infancia desde dos ópticas diferentes: a partir de una
condición inherente de bondad y pureza, y al tiempo como ser perverso y corrupto.
Más adelante, en el siglo XVIII, se le dio a dicha categoría de infante características
propias y se integró al infante en la afirmación del escritor e intelectual Jean-Jacques
Rousseau “El niño es bueno por naturaleza”. Ya en el siglo XIX proliferaron observaciones
de niños y niñas por parte de filósofos, pedagogos y científicos, considerándolos
excepcionales y especiales, a partir este momento se inauguró una amplia línea de estudios
sobre la infancia, en la cual participaron distintas disciplinas. No obstante, es con la
Convención sobre los Derechos del Niño de 1989 y su posterior ratificación en 1991 por el
Estado colombiano, que jurídicamente se reconocen los primeros 18 años como una etapa
con necesidades y demandas particulares, al igual que con derechos específicos.
En las sociedades actuales recién se comienza a reconocer a los niños y niñas como sujetos
de derechos desde sus primeros años de vida e incluso desde el momento de la gestación,
como seres libres con capacidad de construir ciudadanías y participar como individuos. Para
ello, ha sido necesario ampliar las miradas y reflexiones sobre las concepciones, imaginarios
y relaciones que se establecen desde el lugar del adulto en relación a los niños y niñas.
Sin embargo, pese a este reconocimiento, la imagen colectiva hegemónica de la infancia
vuelve repetidamente a los orígenes del concepto y se centra en la idea de los “Aún no: Aún
25
no adultos, responsables, capaces, competentes, con suficientes conocimientos, etc.” (Casas,
1998, p. 33). Hecho que ha significado poner el énfasis en su condición de personas adultas
en formación antes que, en su valor como seres sociales.
Este trabajo de grado comprende la infancia más que como un rango etario como una
potencia que no se puede ni debe condensar en teorías, manuales o pedagogías que la ubican
como debilidad, como algo a superar o dejar atrás por insuficiente, atrasada, no racional, etc.
Se comprende por tanto la infancia y particularmente a los niños y las niñas de Primera
Infancia, como sujetos renovadores y con infinitas cualidades y capacidades de
transformación. “Más que una etapa de la vida, es fuerza renovadora de la existencia”.
(IDARTES, 2015, p. 47)
Primera infancia
Dentro de esta concepción amplia de infancia, la PI fue y aun hoy es considerada como
una etapa del ciclo vital crucial para el desarrollo pleno del ser humano en todos sus aspectos
y decisiva para la estructuración de la personalidad, la inteligencia y el comportamiento
social. Una etapa donde se da el aprendizaje de las relaciones, la expresividad, la percepción
del mundo; en la cual se conforma gran parte de la personalidad y se revela trascendental, ya
que lo que suceda en estos años va a fundamentar los procesos en etapas posteriores del
desarrollo humano. “Esta es una etapa del ciclo vital en la cual se generan oportunidades para
el impulso del crecimiento y desempeño humano en las áreas socioemocional, académica y
económica de la sociedad” (Bernal y Camacho (2010) en IDARTES, 2017, p. 19)
En concordancia con lo anterior UNICEF define la Primera Infancia o infancia temprana
como una etapa crucial para el desarrollo de los niños y niñas. Por ello es fundamental
asegurarles, desde el inicio de sus vidas, adecuadas condiciones de bienestar social, una
apropiada nutrición, acceso a servicios de salud oportunos y una educación inicial de calidad,
así como fomentar el buen trato y el cuidado de sus familias y de la comunidad donde habitan.
Por otro lado, conforme la ley 1098 de 20068 se determina lo siguiente en cuanto a la PI
8 Capítulo 2, ARTÍCULO 29. DERECHO AL DESARROLLO INTEGRAL EN LA PRIMERA INFANCIA
de la ley 1098 de 2006, por la cual se expide el Código de la Infancia y la Adolescencia.
26
La primera infancia es la etapa del ciclo vital en la que se establecen las bases para el
desarrollo cognitivo, emocional y social del ser humano. Comprende la franja poblacional
que va de los cero (0) a los seis (6) años de edad. Desde la primera infancia, los niños y
las niñas son sujetos titulares de los derechos reconocidos en los tratados internacionales,
en la Constitución Política y en este Código. Son derechos impostergables de la primera
infancia, la atención en salud y nutrición, el esquema completo de vacunación, la
protección contra los peligros físicos y la educación inicial. (Ley N°1098, 2006, art.29).
En el documento Estrategia de Atención Integral para la Primera Infancia. Un modo de
concebir, comprender y actuar (2014), del programa de Cero a Siempre, mencionan la
importancia de entender que la PI juega un papel importante, puesto que en esta etapa de la
vida se desarrollan gran parte de las sintaxis neuronales que permiten no sólo el desarrollo
físico e intelectual del niño o la niña, sino la capacidad de adaptabilidad al medio social y
demás relaciones sociales futuras.
Para el programa Nidos9 Arte en Primera Infancia, la niña y el niño de PI son concebidos
como seres participes y activos en su propio desarrollo, poseen, pese a su rango etario,
capacidades y derechos para tomar decisiones y están en constante desarrollo de su
autonomía e identidad. Los niños y niñas son sujetos que tienen un saber propio en
concordancia con su momento de vida y así mismo son reconocidos como seres únicos,
singulares y diversos.
Aunque la PI está marcada por un notable crecimiento físico y significativo desarrollo
sensorial y perceptivo, también implica, como ya se expresó, el despertar de habilidades
socioemocionales y justamente es en esta línea que se sitúa este trabajo de grado, la cual trata
de establecer la ampliación de la relación niño-adulto dirigida al reconocimiento de los niños
y niñas de PI por parte de los adultos cuidadores desde el afecto y lo sensible que implica la
caricia.
Esa disposición afectiva es fundamental: por un lado, asegura una posterior autonomía,
para soltar la mano es fundamental haber sido conducido por ella; pero, por otra parte, lo
9 En la estrategia “Formación para la transformación del ser”, se inscribe el proyecto 993 Experiencias Artísticas
para la Primera Infancia del Instituto Distrital de las Artes - IDARTES, cuyo objetivo es crear e implementar
experiencias artísticas para la primera infancia que aporten a la formación integral del ser, en niños y niñas
menores de 5 años, junto con sus familiares y/o adultos cuidadores, maestros, artistas y demás agentes que se
encuentren en contacto con esta población etaria.
27
afectivo no agota allí su valor, también tiene un lugar en el conocimiento. El afecto es un
saber que ignora que sabe, es una sabiduría que comprende profundamente; es evidente que
para conocer algo es conveniente sentirlo previamente. Se conoce, se apropia de una manera
más totalizante e integral, aquello que nos afecta. (IDARTES, 2015, p. 50)
En este sentido el papel que cumplen los cuidadores y cuidadoras en la PI es crucial ya
que la sensibilidad de esta crianza y su comprensión para responder a las demandas o
necesidades de las niñas y los niños serán el motor de su desarrollo pleno.
Adulto cuidador10
Es innegable que para los niños y niñas en PI es fundamental el acompañamiento y
respaldo de sus padres, madres o cuidadores(as). Es por ello que, al situar el lente en este
cuidado desde el afecto, se comprende el cuidado como el respaldo que el niño o la niña
recibe del adulto en la medida en que le deja ser y permite la afloración de una infinidad de
posibilidades a las que puede llegar en libertad. “Las posibilidades que tiene el niño y la niña
para explorar están íntimamente relacionadas con la disposición de los adultos y las adultas
acompañantes” (IDARTES, 2017, p. 72).
El lugar de este cuidador implica una corresponsabilidad (Cuidar a la primera infancia es
un deber de toda la sociedad, por esto se habla de corresponsabilidad, responsabilidad
compartida entre madres, padres, docentes, etc.) que consiste en acompañar, contemplar y
respaldar los descubrimientos, exploraciones, juegos y creaciones de los niños y las niñas en
libertad. Los adultos que acompañan el crecimiento de los niños y niñas en sus primeros años
de vida deben ser sensibles a lo que este pueda estar sintiendo o tratando de hacer el bebé y
ser capaces de responder de una manera tal que el niño comprenda y se sienta seguro con el
respaldo que le está brindando el adulto que lo acompaña.
10 En este apartado la atención se centrará en la visión de cuidador que desarrolló el Programa Nidos Arte en
Primera Infancia en tanto cuidador como aquella persona que potencia el lugar de libertad de expresión y
creación de los niños y niñas y además les otorga reconocimiento a través del afecto. Cabe anotar que, aunque
el cuidado también aborda aspectos como la nutrición y la salud, de suma importancia para el desarrollo de los
niños y las niñas, estos no son el interés principal de este trabajo de grado.
28
En los primeros años de vida, los padres, miembros de la familia inmediata y cuidadores
en espacios como jardines y/o guarderías (con los cuales puede llegar a compartir alrededor
de 150 horas al mes) son los principales proveedores de cuidado. El vínculo entre estos
cuidadores y el niño o niña en la PI se desarrolla a través del contacto visual, sonrisas, gestos
etc., lo cual, como ya se expresó anteriormente, implica también el motor que impulsa el
desarrollo de procesos cognitivos. Estos vínculos, fortalecidos a partir de estas interacciones
afectuosas, crearán un canal de comunicación efectivo por el cual el niño podrá conocer el
mundo que lo rodea.
El sostén emocional se da en el marco de un vínculo estable, un vínculo de apego, con los
cuidadores primarios. Este vínculo se establece desde el momento del nacimiento y permite
construir un lazo emocional íntimo con ellos. Por estable entendemos un vínculo cotidiano y
previsible, y en los primeros tiempos, con la presencia central de una o más personas que se
ocupen de la crianza del bebé. La estabilidad y la previsibilidad en el vínculo con sus
cuidadores le permiten al infante construir una relación de apego seguro. (Quintero, 2015, p.
26)
Es así que los adultos deben tener en cuenta la manera en que construyen las relaciones
con los niños y las niñas, las cuales deberán estar encaminadas al respeto, cuidado, afecto,
reconocimiento, los estímulos, la escucha, entre otras.
El trato con calidez y la disposición hacia los niños desde que están en el vientre materno,
así como el rol fundamental de todos los que ejercemos como cuidadores ya seamos
padres, hermanos, abuelos, tíos, maestros, médicos, es a mediar y acompañar a los niños
en su experiencia vital” (Ministerio de Cultura, 2017).
Los adultos deberán ser capaces de atender con sensibilidad los comportamientos o
sentimientos de los niños, poder satisfacer sus necesidades emocionales buscando un
bienestar para los mismos. De esta manera se reconoce la caricia como un factor importante
para los procesos afectivos y las relaciones que los niños y niñas van entablando con los
adultos y sus pares.
Entender este lugar de cuidado como un acompañamiento hacia la perfilación de la
sensibilidad es imprescindible en este trabajo de grado. Permanecer a la expectativa de la
acción del niño o la niña es el papel que cumple un cuidador, provocando el gesto, el contacto,
el roce, la caricia con el propósito de favorecer la emergencia de sensibilidades y afectaciones
29
que visibilizaran el acercamiento delicado a la realidad del otro, no solo a la de la infancia
sino también de ese otro (a) adulto con el que se comparte. A este respecto, Restrepo (2010),
señala este valor afectivo que también se cultiva desde la escuela (el rol del maestro-cuidador)
“La estética pedagógica exige una actitud de precisión y cuidado, que solo puede alcanzarse
si aceptamos el importante papel que juega la dinámica afectiva en el ambiente educativo”
(p. 36)
De acuerdo a lo anterior, se considera relevante concienciar a los adultos cuidadores
alrededor de la relación entre el desarrollo afectivo de los niños y las niñas con la calidad de
sus interacciones sociales futuras, aspecto que en muchos contextos no se tiene en cuenta;
por otro lado, recalcar las implicaciones que lo afectivo puede, igualmente, tener en el
desempeño escolar y la salud mental de los mismo en un futuro. A este respecto Quintero,
(2015) afirma:
El infante estará más abierto y disponible a la actividad intelectual cuanto mejor se
resuelva su necesidad de seguridad y afecto. En definitiva, la vida afectiva del infante
es la base de la vida afectiva del adulto, de su carácter y personalidad (p. 21).
Libro álbum
¡Cuánta virtud hay simplemente en ver!...
Somos tanto como vemos.
Thoreau
En los libro-álbum el texto y la imagen funcionan de manera conjunta construyendo una
historia, lo cual le permite al lector complementar con la imagen lo que ha leído en el texto,
y viceversa; logrando así que se involucre activamente con el libro. Quien lee estos libros
busca sentido a las historias teniendo en cuenta estos dos aspectos, que van relacionados: el
lenguaje visual y el verbal. Esta lectura se convierte en una propuesta innovadora que por lo
general se asocia a niños y niñas y podría leerse como simple o sencilla, sin embargo, es una
lectura compleja ya que requiere de una doble lectura e involucra elementos comunicativos
y semióticos profundos.
30
Los libro-álbum permiten la lectura, aunque aún no se comprenda el lenguaje escrito, esto
se logra a través del juego, la imagen, y la narración que allí residen, permitiendo la
compresión del sentido de lo que transmite el texto.
Un álbum ilustrado es texto, ilustraciones, diseño total; es obra de manufactura y
producto comercial; documento social y cultural, histórico y, antes que nada, es una
experiencia para los niños. Como manifestación artística que equilibra entre el punto
de interdependencia entre las imágenes y las palabras, entre el despliegue simultáneo
de dos páginas encontradas y en el drama de dar vuelta la página (Arizpe & Style,
(2004) en Ospina 2016, p. 50)
El papel esencial del adulto cuidador en el libro álbum es reconocido ya que este es el
mediador en el proceso de lectura; tanto el texto, como la imagen, pueden tener muchas
funciones y características y es el lugar del adulto cuidador el que le dará un carácter más o
menos importante para el bebé.
En La Dulce Caricia todos los elementos cuentan, la relación de la imagen, el formato, la
tipografía, el texto, los colores, el relato, las texturas, etc; aspectos que contribuyen a dar
sentido a la historia en general. Todos se convierte en objeto de lectura que debe ser leído y
disfrutado en esa relación bebé-adulto cuidador. Cada lectura será una experiencia única a
través de lo que se omita, lo que se toque, lo que se entone, lo que se huela, lo que se escuche
y con lo que se interactúe. La propuesta de materiales del libro tiene en cuenta la interacción
directa y segura del bebé con el mismo y sus elementos. No obstante, reviste gran importancia
que la interacción siempre se realice en compañía de un adulto cuidador; una compañía desde
el afecto y lo emocional para que cada palabra que se lea, cada acción que se realice permita
el gozo y disfrute del bebé y la comprensión ampliada, por parte del adulto cuidador, de lo
que implica la caricia en el desarrollo afectivo de ese pequeño o pequeña a quien lee.
Este libro álbum busca también posibilitar un lugar donde el compartir de esta experiencia
alrededor de la lectura y por supuesto de la caricia pueda infundir tanto en los niños y niñas
de primera infancia y sus adultos cuidadores, serenidad, protección, afecto; un lugar en el
cual, en concordancia con lo que menciona Sendak (sf) en Ospina (2016) la experiencia de
la lectura también sea comprendida como una dulce caricia y pueda aportar a la formación
de futuros lectores.
31
Cuando mi padre me leía, yo me recostaba sobre él y me volvía parte de su pecho o sus
brazos. Y yo creo que los niños abrazados y sentados en las piernas – siempre asociarán la
lectura con los cuerpos de sus padres, con el olor de sus padres. Y eso siempre te hará lector.
Porque ese perfume, esa conexión sensorial dura toda la vida. Al fin y al cabo, somos
animales. Si observamos a los cachorros, veremos que necesitan ser lamidos para sobrevivir.
Pues bien, nosotros también necesitamos “ser lamidos” para sobrevivir. Y la lectura se
convierte, de alguna manera, en "un lamido". Cuando no sólo oyes un cuento entrañable, sino
que además estás apretado por la persona más importante para ti en el mundo, la conexión
que se establece no puede disolverse. Por ejemplo, ahora estoy leyendo a Shakespeare de
corrido, y cuando me alarmo y me asustó, y me detengo y vuelvo a comenzar, hay una especie
de conexión visceral con mi padre, como lector, que me hace continuar. Si hay algún consejo
que yo pueda dar, sería ese: si estás buscando una manera de acercarte a tus hijos, no hay
nada mejor que sentarlos en las piernas y leer. Cuando los pones frente a un computador, a
un televisor, los estás abandonando porque están sentados en un sofá o en el piso y
probablemente estén abrazando un perro. Pero no te están abrazando a ti (p. 32).
El proceso de indagación y creación de este libro álbum reconoce la diversidad, el desafío
y la importancia de las experiencias verbales y no verbales brindadas al bebé por parte de los
adultos cuidadores y como estas experiencias, construyen su cerebro y son fundamentales,
también, en lo emocional, enraizando el vínculo afectivo con las personas más cercanas.
Proceso de creación
“La caricia es una necesidad biológica para el niño,
imprescindible para su supervivencia” (Mulet, s.f.)
Contexto de la creación
Este trabajo de grado, propone la creación de un libro álbum digital que expone la
importancia de la caricia en el desarrollo afectivo en la Primera Infancia; este tiene como
referente principal los hallazgos que emergen de la experiencia artística “La Dulce Caricia”
32
(2019) en los encuentros Artes al jardín11 y Artes al colegio12 con agentes educativos,
realizada en el marco del proyecto Nidos Arte en Primera Infancia.
Es así que a continuación se contextualizará brevemente el marco del proyecto, el
significado e implicaciones que conllevan las experiencias artísticas y los encuentros de las
Artes al Jardín y Artes al Colegio; se realizará una breve descripción de la experiencia
artística La Dulce Caricia y finalmente se expondrán algunos de los hallazgos surgidos de la
realización de la experiencia artística en los encuentros mencionados.
El Proyecto 993 Nidos Arte en Primera Infancia del Instituto Distrital de las Artes-
Idartes, busca crear e implementar experiencias artísticas para la primera infancia que
aporten a la formación integral del ser, en niños y niñas menores de 6 años, junto con sus
familiares y/o adultos cuidadores, maestros y demás agentes que se encuentren en contacto
con esta población etaria.
Las experiencias artísticas se definen como encuentros concebidos para que los niños y
las niñas tengan la oportunidad de vivir, conocer, contemplar y experimentar los lenguajes
de las artes compartiendo con otras personas (niños y niñas, familiares, cuidadores y
cuidadora, maestros y maestros) y desarrollando sus capacidades mediante propuestas desde
el cuerpo, la intervención artística del espacio y de transformación de las materias. Las
experiencias artísticas promueven el disfrute, la apreciación, creación y apropiación de las
múltiples posibilidades que ofrecen los lenguajes de las artes.
11 Estas son jornadas de encuentro con las artes, nacidas en el año 2016. Se proponen como un espacio para el
intercambio y fortalecimiento de prácticas artísticas y pedagógicas a través de la vivencia de experiencias
artísticas, con la participación de las maestras y maestros de la Secretaría Distrital de Integración Social –
SDIS y los y los artistas del proyecto Nidos - Arte en primera Infancia del Idartes. 12 Esta es una jornada de encuentro con las artes, nacida en el año 2019. Se propone como un espacio para el
intercambio y fortalecimiento de prácticas artísticas y pedagógicas a través de la vivencia de experiencias
artísticas, con la participación de los profesionales de acompañamiento técnico, agentes educativos,
psicosociales, y auxiliares pedagógicos de la Secretaría de Educación Distrital, y los artistas del proyecto
Nidos - Arte en primera Infancia del Idartes.
33
Experiencia artística La Dulce Caricia en los encuentros13 Artes al Jardín y Artes al
Colegio
La experiencia artística La Dulce Caricia fue construida en el año 2019 por las artistas
comunitarias14 Paola Cordero y Leidy Vaca. El objetivo de la experiencia fue generar en los
niños y las niñas un reconocimiento del concepto-acción “Caricia”, y las diversas maneras
de sentir sobre la piel, a través de la adecuación de una espacio completamente blanco (esto
se realizaba con ayuda de tela quirúrgica blanca que cubría las paredes), la interacción con
diversos objetos generadores de caricia, el acompañamiento de una pista sonora muy suave,
tranquila y relajante y la interacción con dos personajes (artistas comunitarias) vestidas
completamente de blanco que no hablaban y solo se comunicaban a través de los objetos con
los cuales ofrecían las caricias.
Esta experiencia incluía momentos específicos (inicio-nudo-desenlace) en los cuales los
niños y las niñas interactuaban con las artistas comunitarias y los elementos; en algunas
ocasiones contemplando pequeñas y sutiles acciones que generaban las artistas comunitarias
en relación a la caricia, y en otras interactuando de manera directa con los objetos, realizando
caricias sobre sus propios cuerpos, sobre los cuerpos de sus pares o de los adultos que hacían
parte de la experiencia.
Los encuentros, Artes al Jardín y Artes al Colegio, llevados a cabo en el año 2019 en el
marco del proyecto Nidos Arte en Primera Infancia tuvieron como objetivo principal permitir
a los y las participantes vivenciar la experiencia artística La Dulce Caricia y reflexionar,
desde una serie de actividades previas y posteriores a la experiencia, alrededor del concepto
“Caricia” tanto a nivel personal, como en relación al cuidado que brindan a los niñas y niñas
de PI en su rutinas diarias de trabajo. Las reflexiones mencionadas anteriormente quedaron
registradas a través de encuestas que se realizaron a los y las participantes previo a la
13 Estos encuentros buscan promover la presencia de las artes como una práctica que nutra la atención
integral a la primera infancia. Se ofrecen con el ánimo de disfrutar, apreciar y apropiar las artes de manera
conjunta en el contexto de las experiencias artísticas, donde a su vez se genera un intercambio con la experiencia
pedagógica de los agentes educativos participantes y los artistas comunitarios del proyecto. Estos encuentros
están enfocados en el adulto, sin ello desdibujar las posibilidades lúdicas que las experiencias conllevan, por el
contrario, se invita a participar a través del juego y la exploración, y a reconocerse desde las particularidades
de cada uno, como seres que inciden en las interacciones de los niños y las niñas en el entorno educativo. 14 Las y los artistas comunitarios son artistas, profesionales o empíricos, que realizan la atención directa de las
experiencias artísticas con los niños y niñas de primera infancia.
34
experiencia artística, y notas que las artistas comunitarias tomaron de los comentarios de los
agentes educativos posterior a la realización de la experiencia.
Las reflexiones a las que llegaron al final de la jornada se dieron alrededor de la
importancia de la caricia y del contacto en el ámbito educativo. Los participantes
manifestaron que la experiencia del día, en su totalidad, estuvo cargada de aspectos
importante para su práctica pedagógica y para su vida personal y afectiva. Se reflexionó y
profundizó en la manera en cómo recibimos afecto en la infancia y en el impacto que ese
legado tiene en la práctica actual. Los participantes manifestaron haber sentido, de parte de
las artistas comunitarias, un trato respetuoso, amable y sensible, destacando que esa
sensación generada en ellos como adultos se potenciaría en mayor medida en los niños y las
niñas.
En este encuentro se aplicaron encuestas, previa a la realización de la experiencia artística,
a 40 participantes: 20 maestras de la Secretaría Distrital de Integración Social – SDIS (Artes
al Jardín) y 20 profesionales, hombres y mujeres, de acompañamiento técnico, agentes
educativos, psicosociales, y auxiliares pedagógicos de la Secretaría de Educación Distrital
(Artes al Colegio).
Se logró recoger algunas descripciones, percepciones y observaciones en cuanto al tema
de la caricia a partir de preguntas detonadoras como: ¿Qué es una caricia? ¿Qué caricias
conoces? ¿Es importante la caricia en primera infancia? entre otras.
Estas encuestas se registraron en una matriz15 en la cual se incluyeron las respuestas de
los y las participantes y se agrupan de acuerdo a las percepciones comunes. En esta
clasificación se identificaron cinco categorías emergentes que se describen a continuación,
junto con las subcategorías más relevantes que surgieron de cada una de las respuestas.
● Emociones: Las emociones se pueden comprender como aquellas reacciones,
particularmente orgánicas o instintivas, que se experimentan en relación a una
vivencia determinada. Cabe aclarar que las emociones son intensas y pueden ser
15 Ver anexo 1 Matriz
35
breves en el tiempo. Las subcategorías emergentes de esta categoría fueron agrado
y tranquilidad.
● Sentimientos: Se comprenden los sentimientos como estados afectivos de ánimos
que, a diferencia de las emociones, subsisten a lo largo del tiempo. Las subcategorías
emergentes de esta categoría fueron amor, cariño, ternura.
● Acciones afectivas: Todo aquello que indica que se está haciendo algo, este hacer
implica movimiento o cambio de estado o situación en relación a los afectos. Las
subcategorías emergentes de esta categoría fueron expresar, demostrar, abrazar,
rozar.
● Corporeidad: Se comprende la corporeidad en relación a la existencia de lo
corporal, tomando en cuenta aspectos físicos, motores, intelectuales, sociales y
afectivos. Las subcategorías emergentes de esta categoría fueron contacto físico,
partes del cuerpo y expresión verbal.
● Valor ético-moral: Este trabajo comprende el valor ético-moral como aquello
relacionado con los valores morales que guían el comportamiento de las personas en
una sociedad determinada y las costumbres, normas, tabúes y convenios establecidos
por cada sociedad. Las subcategorías emergentes en esta categoría fueron otredad,
autorreconocimiento y respeto.
En la categoría “emociones” la mayoría de participantes manifiestan sentir agrado y
tranquilidad al ser acariciados, reconociendo además su significado pues manifiestan sentirse
vivos e importantes para los demás cuando esto ocurre.
o Como ser humanos es importante sentirnos agradados. (Encuesta, 2019).
o La caricia es importante “porque ayuda a tranquilizar a hacer sentir o
sentirme viva, que le importo a los demás”. (Encuesta, 2019).
Lo anterior se relaciona de manera muy cercana con el concepto de desarrollo
afectivo, el cual se entiende como ese camino en el cual el ser humano establece unos afectos
(emociones, sentimientos) una forma de vivirlos, entenderlos, transmitirlos y tener unas
36
experiencias afectivas que le permite, sentirse importante en el mundo y entender, además,
porque sienten lo que siente.
Al comprender la importancia de la caricia como esa necesidad del ser humano de ser
reconocido por los demás, este trabajo de grado, y por ende el producto de creación artística,
pretende que el adulto cuidador reconozca la implicación de la caricia, el afecto y lo sensible
en el desarrollo afectivo en la primera infancia, tengan la posibilidad de vivenciar
experiencias sensibles y pueda transmitirlas a los niños y niñas.
En la segunda categoría “sentimientos” el amor, cariño, y la ternura son los protagonistas
ya que estos son reconocidos en su mayoría por los encuestados, pues identifican sentirlos al
recibir la caricia y son conscientes de que a partir de la misma son evocados, y demostrados.
o Cariño, aprecio, amor, amor por sus hijos y familiares. Amor propio.
(Encuesta, 2019).
o La caricia es una forma de demostrar amor hacia uno mismo y hacía otra
persona. Me siento protegida amada y consentida. (Encuesta, 2019)
Delicadeza, con dedicación, frecuentemente, con amor, con respeto, con
agrado. (Encuesta, 2019).
El sentimiento incluye la capacidad de pensar, reflexionar y reconocer de manera
consciente sobre lo que se siente. Es por esto que es fundamental ese reconocimiento desde
la caricia pues es a través de ella que el niño o la niña aprende del cuidado, el cariño y el
placer. Estos primeros acercamientos a los estímulos de reconocimiento desde las caricias le
darán al niño algunas percepciones de la realidad y el mundo en el que vive, lo cual influirá
en sus sentimientos y la manera en cómo los expresa a los demás.
En la tercera categoría “acciones afectivas” el expresar, demostrar, abrazar, rozar, se
identifican como acciones predominantes en relación a la caricia. La caricia se puede
demostrar y expresar a través de emociones y sentimientos, desde una interacción como un
abrazo o un roce suave, una forma verbal (te quiero) y no verbal (gestos de afecto),
estimulando los sentidos. Se reconoce la importancia de estas acciones como complemento
imprescindible de la “caricia”, no solo desde la acción de rozar suavemente o consentir, si no
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también desde otras acciones como una palabra bonita, un aroma, un gesto de amabilidad, un
beso, protección, una carta, un masaje, entre otros.
o Expresión física de afecto, mediada a través de la interacción, puede ser un
abrazo y roce suave. (Encuesta, 2019).
o A través de las caricias puedo demostrar infinitos sentimientos hacía las
personas que me rodean. (Encuesta, 2019).
Berne (1983) desde el análisis transaccional lo refiere como un modelo decisional de la
personalidad que ayuda a comprender al ser humano, la relación con los demás y con él
mismo, de esta manera proporciona recursos que facilitan la expresión emocional, y esto se
puede dar a partir de un gesto, una palabra escrita o verbal, un contacto físico o desde algo
simbólico que es transmitido o recibido.
Shinyashiki (1993) a este respecto refiere al hambre de estímulos la cual es comprendida
en relación a las sensaciones físicas que estimulan los sentidos (olfato, vista, tacto, oído,
gusto) una buena comida, el sonido del viento del mar, el olor de las flores, un toque de la
mano de la persona amada, el roce de la piel con piel, la vista de un bello paisaje; y, al hambre
de contacto que refiere a la necesidad y deseo de los seres humanos de estar en contacto los
unos con los otros, contactos que se generan con un abrazo, una mirada, tener esa sensación
de que se pertenece a la especie humana. Estás hambres y/o necesidades van más allá de la
comida y abrigo, pues, según el autor, el individuo no solamente es feliz con el alimento,
ropa y vivienda, sino que necesitan de otros aspectos para sentirse bien.
En la cuarta categoría “corporeidad” la expresión física, el contacto físico, las partes del
cuerpo y la expresión verbal son los aspectos que las y los participantes relacionaron en
mayor medida a la caricia.
o Caricias corporales piel a piel, caricias con telas, plumas, papel. (Encuesta,
2019).
o Consentir una parte de mi cuerpo con respeto y amor. (Encuesta, 2019).
o Abrazo, mirar a los ojos, tocar la cara. (Encuesta, 2019).
o Con amor y sinceridad. Acercarse a la persona, le hablo, la abrazo, le
expreso mi sentir. (Encuesta, 2019).
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El cuerpo es el primer lugar al que se asocia la caricia, es el primer receptor de la misma
y el lugar desde donde surge, de hecho, se convierte en el primer vehículo y receptor de
caricias ya que durante los nueve meses de gestación la piel del feto es estimulada por el
contacto con el útero de su mamá, a este respecto, menciona Mulet (sf ), existen hipótesis
que dicen que las primeras caricias que reciben los bebés son las contracciones uterinas en el
momento del parto a lo cual llaman “abrazos uterinos” los cuales estimulan los nervios de la
piel de los bebés.
El mismo autor argumenta que “médicos de California comprobaron que los niños
masajeados lloran menos, tienen mejor carácter y duermen mejor y que los bebés acariciados
aumentan de peso más deprisa que los no acariciados, son más activos y responden mejor al
entorno”. (Mulet, s.f p., 11)
La quinta categoría “valor ético-moral” refiere a la otredad (reconocimiento del
otro), al auto-reconocimiento y al respeto como los principales aspectos que potencian la
caricia, ya sea desde el brindarla o recibirla. La caricia se reconoce como un encuentro, donde
el propio cuerpo se conecta con la sensibilidad del otro, en dicha conexión es indispensable
por tanto tenerle muy presente desde un acercamiento respetuoso y por tanto concienzudo;
es importante aclarar que merece respeto la resistencia a la caricia y que esta no puede ser
impuesta, ni arbitraria.
o Me permite expresar de forma corporal mis emociones o sentimientos hacia
otra persona. Ayuda a construir lazos de afectividad, confianza y respeto con
las otras personas. (Encuesta, 2019).
o Porque me siente querida, siento que soy importante para la persona que me
brinda esa caricia. (Encuesta, 2019).
o Es importante ya que, por medio de la caricia, demostramos que nos
queremos y respetamos como somos. (Encuesta, 2019).
o Agradables, un abrazo, un apretón de manos, arreglarnos los pies,
aplicarnos una cremita, permitiéndome sentir que me quiero. (Encuesta,
2019).
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En relación a lo anterior se encuentran concordancias, en las respuestas de los y las
participantes, en cuanto a la interpretación de la caricia, ya que indican que está es una
expresión que, por lo general, surge entre personas conocidas que dan y reciben las caricias
con respeto y cariño; manifiestan que la caricia es delicada y pura, se demuestra a otros y así
mismos, se expresa de forma verbal, escrita, gestual, aceptando a los demás como son.
La caricia puede ser el lugar de partida de la expresión de las emociones y expresiones
afectivas hacia los demás, lo cual incluye el sentirse reconocido e importante para otros. A
este respecto Shinyashiki (1993) menciona el hambre de reconocimiento la cual expone que
todos necesitan de un reconocimiento, que los identifiquen, saluden, que les den algún valor.
Se enfatiza en que los adultos tengan en cuenta las formas en que se relacionan con los
niños y las niñas, las cuales deben ser desde el respeto, el cuidado, el afecto, el
reconocimiento, los estímulos, la escucha, etc. De tal manera la caricia sigue estando en ese
lugar de reconocer al otro por medio de estímulos y acciones agradables que hacen sentir
bien al otro y así mismo.
Los cuidados cariñosos, amorosos y tiernos son fundamentales para el sistema nervioso
del bebé y esto aporta a que se desarrolle de manera adecuada y saludable. Es por esto que
es fundamental ese reconocimiento desde la caricia pues es a través de ella que el niño o la
niña aprende del cuidado, el cariño y el placer, aprende a amar, siendo tratado con amor y
siendo acariciado.
“El trato con calidez y la disposición hacia los niños desde que están en el vientre
materno, así como el rol fundamental de todos los que ejercemos como cuidadores ya
seamos padres, hermanos, abuelos, tíos, maestros, médicos, es a mediar y acompañar
a los niños en su experiencia vital”. (Ministerio de Cultura, 2017).
La caricia es necesaria para que el niño se convierta en un adulto capaz de amar y amarse
así mismo. Ser alimentados, abrazados, abrigados, elogiados y acariciados, es importante ya
que estas son formas de reconocimiento que indican al niño o la niña que hace parte de un
entorno social. El niño que no recibe caricias no logra establecer vínculos adecuados y
pueden tener dificultades para dar y recibir afecto cuando es adulto. Estos primeros
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acercamientos a los estímulos de reconocimiento, desde las caricias, le darán al niño algunas
percepciones de la realidad y el mundo en el que vive y esto influirá en la manera cómo se
relacionara con los demás.
Fases del proceso de creación
En la actualidad se reconoce que la calidad de las experiencias verbales y no verbales
ofrecen al bebé la posibilidad de un desarrollo cerebral sano, y es igualmente cierto que la
vida emocional está enraizada en el vínculo afectivo con las personas más cercanas que lo
acompañan en el proceso de crecimiento y desarrollo. Ese lugar afectivo, tan importante
como la nutrición fisiológica, le ofrece a los niños y niñas de PI seguridad emocional y
oportunidades permanentes para saber quién es, qué siente, dónde terminan y dónde
comienzan los demás.
Es por ello que con el ánimo de ofrecer experiencias de calidad desde lo verbal y lo no
verbal, este trabajo propone la creación de un libro álbum digital que permita evidenciar la
importancia de la caricia y el genuino lazo afectivo, psíquico y emocional que esta conlleva
en la relación de niños y niñas de PI y sus cuidadores.
Concepto de diseño del libro álbum La Dulce Caricia.
El libro álbum La Dulce Caricia se elabora a partir de referentes de los libros de tela para
bebés. Se propone la creación de un libro de álbum de tela teniendo presente el tema que se
abordará que es la caricia. Se busca que el libro pueda ser manipulado tanto por los adultos
cuidadores como por los niños y las niñas de forma segura y cuidadosa, y, por tanto, que en
sí mismo represente una caricia.
Este libro inicia con la bienvenida a las y los lectores y les invita a conocer distintos tipos
de caricias. Quien tenga relación con el libro encontrará textos cortos en cada hoja,
sugerencias a modo de pasos para crear caricias y los elementos para llevar a cabo estas
sugerencias expuestos en fotografías. De este modo se presenta en cada hoja y a lo largo del
libro una experiencia de caricia particular que se podrá leer y que se podrá sentir de acuerdo
a las sugerencias dadas.
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Lluvia de ideas16 y construcción de la línea narrativa.
Este libro álbum se construye a partir de una lluvia de ideas que surgen de la realización
de la experiencia artística La Dulce Caricia con niños y niñas de primera infancia y con
maestros y maestras. Se elabora teniendo en cuenta acciones que tanto los niños y las niñas,
como los adultos pudieran realizar; se contempla también la integración de elementos
adecuados al tema que acompañen la lectura y representen la caricia ampliada que se
descubrió en los referentes anteriormente mencionado. Por otro lado, se arrojan ideas en
relación a las ilustraciones, características de la factura del libro y algunas características de
las caricias que se pudieran incluir en el libro.
A partir de esta lluvia de ideas se comienza la realización de la línea narrativa, la cual se
basa en una secuencialidad de textos cortos y sencillos en torno a las características que
pueden tener las caricias (ser alargadas, olorosas, resbalosas), textos que a su vez riman. Se
construyen, además, breves indicaciones para los adultos cuidadores que acompañarán la
lectura del libro.
Diseño de imágenes.
Para la creación del libro álbum solo te toma en cuenta una ilustración que aparece en la
portada y a lo largo del texto: un diente de león, se selecciona esta imagen como figura que
se asocia fácilmente con lo suave, lo delicado y lo sutil, características que las y los
participantes encuestados de los encuentros Artes al Jardín y Artes al Colegio asociaron a la
caricia. El libro no tiene más imágenes ya que se propone una serie de elementos tangibles
que son los que permitirán generar caricias más allá de lo verbal y de lo visual.
Elementos.
La lectura del texto va acompañada de fotografía de objetos sugeridos que activarán la
interacción entre el narrador (adulto cuidado) y quien escucha y contempla la lectura (niños
y niñas de primera infancia).
16 Ver anexo 2 Lluvia de ideas
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La portada tiene el título del libro álbum “La Dulce Caricia” y la imagen de un diente de
león y la contraportada tiene unas indicaciones generales para los adultos cuidadores previas
a la lectura.
Tipografía y esquema de color.
Para el esquema del color se tiene un contraste cromático entre los títulos, el cuerpo del
texto y las sugerencias para los adultos cuidadores. Este esquema de color incluye los colores
adyacentes (son aquellos que se encuentran en una relación de vecindad dentro del círculo
cromático) que se presentan a continuación:
Análogos adyacentes
Títulos Cuerpo
Se proponer una gama de colores suaves y pasteles que están en concordancia con la
propuesta de la caricia. Para las ilustraciones de los dientes de león la propuesta cromática es
ligera para equilibrar la atención con los textos. En cuanto armonía se unifica con la cantidad
de blanco y colores apastelados que tienen los objetos.
Para la tipografía se realiza la selección de letras que no presentan líneas rectas, son
llamativas a la vista, convocan al juego, son legibles y adecuadas para ser presentadas tanto
a adultos como a los niños y niñas de PI.
Producto de creación
https://www.flipsnack.com/Ladulcecaricia/la-dulce-caricia-fztpltcx2.html
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• Cuéntale a tu bebé que van a compartir la lectura de un libro sobre la caricia.
• Lee este libro antes de compartirlo con tú bebé, en él encontrarás indicaciones de
algunas acciones que pueden realizar juntos.
• En cada página hay una experiencia de caricia diferente para ti y tú bebé, juega
con ellas y usa tu imaginación.
• Al compartir este libro con tu bebé te sugerimos buscar un lugar tranquilo y acompañar este momento con música
suave.
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Conclusiones
A continuación, se presentan las conclusiones surgidas del trabajo de grado presentado.
• La noción de caricia hace parte de nuestra construcción afectiva y cultural por lo que
cada persona tiene la posibilidad de reconocer, de maneras específicas, su valía y
naturaleza, y en el proceso de relacionamiento con el otro está en capacidad de
interpretarlas, recibirlas y así, rechazarlas o aceptarlas desde su individualidad.
• En el contexto de esta indagación las nociones de los adultos cuidadores entorno a la
caricia abarcaron la comprensión de esta como expresión física, como elemento
principal de interacción y de cuidado y como transmisora de emociones y afectos.
Aunque no identifican la caricia como algo vital, si la reconocen como una parte esencial
del cuidado, como mediadora y se comprende muy importante para el desarrollo de niños
y niñas.
• Esta indagación encuentra, además, que la caricia se extiende más allá del contacto físico
o del rose piel con piel. También se manifiesta en posturas corporales, gestos, tono de
voz, miradas o palabras, todas ellas potentes formas de caricia, que al ser brindadas por
parte de los padres, madres y cuidadores -aparte de expresar amor o cuidado- son
esenciales para que el niño o niña pueda definirse como individuo. Esto ya que la caricia
tiene la potencialidad de construir un relacionamiento con otros, valía como sujetos y
otorga un sentido al estar en el mundo, lo que resulta vital durante la infancia y a lo largo
la vida.
• A través de la caricia se establecen vínculos que influyen en el desarrollo afectivo
de niños y niñas, potenciándolo o reduciéndolo, al ser ellas medio de expresión de
emociones y sentimientos, que se transmiten del adulto cuidador al niño o niña y que
este identifica y apropia. Así, el amor, el agrado, la tranquilidad y la ternura que el adulto
cuidador proyecta a través de la caricia, construye la sensación de protección que el niño
requiere para su desarrollo afectivo; y que posteriormente, apropiará de modo que se
haga posible la multiplicación del reconocimiento del otro y la construcción de vínculos
afectivos positivos en el entorno social. Así, la caricia está vinculada a la intención con
la que se brinde, por lo que trasmite elementos positivos o negativos que afectarán la
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manera en la que el niño se siente reconocido y la manera en la que reconoce, en el acto
de la caricia, al otro.
• El desarrollo afectivo es un aspecto que no se presenta como fundamental en temas
relacionados con el desarrollo humano, es así que la caricia como elemento potenciador
del mismo, no se observa, al menos de manera consciente, por parte de los adultos
cuidadores de niños y niñas en primera infancia. Esta indagación, sin embargo, pone en
evidencia la importancia y necesidad de incluir este tema como parte del proceso de
desarrollo integral de niños y niñas en primera infancia a través de dispositivos como el
que aquí se propone: La creación de un libro álbum digital.
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Alcances y proyecciones
El alcance de esta indagación es establecer un primer acercamiento a la influencia que tiene la
caricia en el desarrollo afectivo en la primera infancia. Se presenta como una apertura que permite
hacer más evidente el impacto de la caricia, y por tanto su importancia para los adultos cuidadores,
a lo cual aportará la experiencia de la lectura del libro álbum y las diferentes interacciones que este
propone.
De igual manera es una provocación para que la realización de otros productos similares que
evidencien y dialoguen alrededor de aspectos propios de la primera infancia, su desarrollo afectivo,
físico, cognitivo etc., se gesten y que además permitan el disfrute de los niños y niñas de primera
infancia y el de los adultos cuidadores.
Se proyecta la elaboración física de por lo menos dos modelos más del libro álbum “La Dulce
Caricia” los cuales llegarán a diferentes espacios gracias a la mediación que del mismo realizarán
las proponentes de este trabajo de grado, a través de su uso en experiencias artísticas. Se espera
que su difusión, a través de las experiencias, llegue tanto a los adultos cuidadores más cercanos
(padres, madres y demás familiares), como a los agentes educativos, cuidadores también, de los
jardines administrados o cofinanciados por la Secretaría Distrital de Integración Social y las
unidades operativas de la Regional Bogotá del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar,
entidades que son atendidas a través de los convenios con el programa Nidos Arte en Primera
Infancia.
Por otro lado, se elaborará un artículo que recoja los principales hallazgos de este trabajo de
grado y en el cual se pueda evidenciar la aplicación del libro en un contexto particular, para así
poder exponer cuál fue explícitamente el impacto y las posibilidades que el libro álbum La Dulce
Caricia brinda tanto a los niños y niñas de primera infancia, como a los adultos cuidadores que
acompañan su lectura.
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Referentes
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Vicens, S. P. (2013). Sentir y crecer. El crecimiento emocional de la infancia. Bogotá:
Magisterio.
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Anexo 2 Lluvia de ideas
LLUVIA DE IDAS PARA LA ELABORACIÓN DEL LIBRO ÁLBUM
Características del
libro
Que las hojas sean independientes pero que las caricias dialoguen.
Pintar la tela a mano.
Que en la portada estén los micho- consentidores y la tela organza.
Acciones a realizar
por parte de los
adultos cuidadores
y los niños y niñas
de primera
infancia
Arma una caricia con estas letras.
Forma una caricia para tu bebé con estas letras, compártela con tu
bebé
Piquito de nariz.
Abrazo del oso.
Pesca de caricias.
Elementos que
puede incluir el
libro
Plumas de pájaros.
Cremallera de la que salgan cosas.
Sonajeros.
Cascabeles.
Espejo (autorreconocimiento).
Frasquito de aceite.
Guantes sensoriales.
Objetos suaves para generar caricias.
Velos.
Tela organza.
Guantes: caricia manita para el bebé manita para el adulto.
Aceite en botella de corcho.
Ilustraciones
Arcoíris.
Árbol.
Manzana.
Dientes de león.
Cofre de las caricias.
Tendedero.
Tus cometas.
Textos para leer con luz negra.
Espacios vírgenes, en blanco.
Estrella: Las puntas de la estrella hacen diferentes caminos.
Botellas de mensajes en el mar.
Características de
las caricias
Alargadas.
Corticas.
Susurradas.
Olorosas.
Sonoras.
Redondas.
Ruidosas
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