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Equilibrio informativo y calidad de la información en El Tiempo y El Espectador.
Monitoreo a las presidenciales de 2010
Alejandro Rodríguez Mendieta
Docente investigador
Universidad Central
Desde el 30 de enero hasta el 30 de junio se realizó un monit oreo a los
dos medios impresos de mayor circulación nacional, El Tiempo (ET) y El
Espect ador (EE). Luego de haber concluido el proceso electoral y la
impresión de la noticia en caliente, se t ienen los elementos suficientes
para describir e interpretar el estado de la producción informativa. El
resultado apunta a un descuido de los conceptos de equilibrio
informativo y calidad de la información que se proponen desde la teoría
del periodismo, la ét ica periodíst ica y la legislación colombiana en la
Ley de garantías.
La información monitoreada muestra el seguimiento que las casas
editoriales mantuvieron a las acciones de las campañas: cubrirlas,
contrastarlas y evaluarlas. Por su parte, en el género de opinión, algunos
de los columnistas se encargaron de valorar a los candidatos, de hacer
notar sus diferencias y de comentar sus cualidades frente a las
implicaciones de ser presidente de un país que aún no sale del conflicto
interno y cuya esfera polít ica quedó (gravemente) marcada por el
presidencialismo de los ocho años anteriores.
Los resultados salen del análisis estadíst ico del total del universo de los
art ículos de las versiones impresas de los dos diarios. Esto representa 1125
unidades de El Espect ador y 1615 de El Tiempo, para un total de 2740.
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Este corpus const ituye el mayor monitoreo de medios que se ha hecho
en el país y reposa para el acceso público en la Carrera de
Comunicación Social y Periodismo de la Universidad Central. La
interpretación que se hará, en líneas generales, se basa en la
observación y el cruce de las siguientes variables:
Diario
Género periodíst ico
Fecha de publicación
Candidato
Tema
Autor
Las categorías conceptuales por las cuales se filt ran dichos cruces son:
equilibrio informativo, equidad y calidad de la información. La
metodología se inscribe dentro de las cuantitat ivas, específicamente
una estadíst ica descript iva.
RESULTADOS Y ANÁLISIS
La construcción de las elecciones desde los géneros periodísticos
La discusión y posterior formalización de los géneros no es tan recient e,
ya son casi sesenta años desde que Jacques Kayser propusiera el
concepto desde la sociología para est imar el t ipo de producción de los
medios impresos. Antonio López Hidalgo retoma parte de la cuest ión
centrando la atención en las teorizaciones que se dieron en España,
país que ha dado referentes para los hispanoparlantes además de la
escuela estadounidense (López, 2009, pp. 18, 25). El primer referente
como principio categorial de géneros surge de la proposición "fact s are
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sacred, comment s are free", que carga implícitamente con
característ icas de las inst ituciones sociales como la religión "los hechos
son sagrados" y la estructura social moderna, con "la opinión es libre".
Con esta diada se establecen unas pautas del 'debido' régimen de la
realidad de la información, esto es, del deber ser.
De ese modo se puede clasificar lo que debe ser informado bien sea
por el rigor sacro con los hechos o con la libre opinión. El cómo se hace
pertenece a unas formas de discurso que es lo que llamamos géneros,
que se puede formular en las preguntas ¿cómo se debe hablar de un
hecho? Y ¿cómo se debe expresar una opinión? En respuesta a la
primera, se debe reportar lo sucedido, la realidad de los hechos, para lo
cual se puede hacer una noticia, una crónica o un reportaje; mientras
que la opinión tendrá el editorial, la columna, la carta del lector e
incluso, la caricatura.
Estos t ipos de texto llamados géneros responden a necesidades de las
inst ituciones sociales y de los colectivos ciudadanos. En el caso del
proceso electoral, los medios se ofrecen con discursos que soportan una
acción pedagógica en la cual el lector debe saber para hacer, tener
conocimiento para votar por quien considere el mejor:
"Lo que debe saber para votar", El Espect ador, 29 de mayo
"5 pasos para que usted vote como debe ser", El Tiempo, 29 de mayo
El cubrimiento electoral de los medios inicia aun antes de lo que se
est ipula en el calendario electoral. La información que se da fuera de
los espacios que determina la ley electoral para medios Eliseo Verón
ubica dentro de la campaña oficiosa, mientras que la oficial es la que
lleva el aval de las inst ituciones estatales que regulan el asunto (2002, p.
45). Para el caso de Colombia, se estaba esbozando el panorama
electoral desde que se presentó, a finales de 2008, al Congreso el
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proyecto de Ley para una segunda reelección de Álvaro Uribe. Sin
embargo, desde finales de 2009 se hicieron públicas las postulaciones
como precandidatos o como candidatos a la presidencia. Así que,
durante esta etapa preelectoral la información de la prensa le
proporcionaría al lector el contenido suficiente para que construya la
imagen del candidato y se entere de las propuestas que lo hacen
elegible.
Luego de la etapa preelectoral se llega a la electoral con el
conocimiento para votar con 'consciencia' ("Germán Vargas invita a los
colombianos a votar a conciencia, por el mejor y el más preparado", El
Espect ador, 15 de mayo de 2010), es decir, ejecutar la toma de decisión
con base en la información que le permit iría al elector v alorar al
candidato que represente un mejor futuro para la nación democrática.
Por supuesto, esta descripción cuasi teórica de cómo se llega ante la
urna es tan ilusoria como las fronteras de los géneros periodíst icos.
Ambas t ienen como fin ilustrar estructuras o procesos ideales para
procurar conocer y tener acercamientos a esas idealizaciones.
La información se construye en unas formas discursivas que pueden ser
clasificadas por: sus característ icas estructurales discursivas (Teun A. Van
Dijk, 1990, La not icia como discurso), o como un sistema de texto (Héctor
Borrat, 1989, El periódico como act or polít ico), o como un devenir
histórico de la profesión periodíst ica (Mar De Fontcuberta, 1995, La
not icia. Pist as para percibir el mundo) (López, 2009, Fernández, 2004). Sin
importar la clasificación hay algunos elementos comunes, como que los
hechos se reportan en géneros de noticia, reportaje, informe especial o
análisis not icioso. Allí se puede apreciar el acontecer diario (noticia), o
desde sus múlt iples enfoques (reportaje), o con mayor profundidad en el
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acontecimiento y su contexto (informe especial), o con las
implicaciones que éste puede desencadenar (análisis not icioso).
Esta descripción de los hechos responde básicamente a las preguntas:
qué, quién, cuándo, dónde, cómo y por qué (en inglés, W's o w
quest ions). De las cuatro primeras se extrae una información básica que
al ser condensada se denomina "pirámide invert ida", esto es, un texto
breve que provee al lector de los elementos mínimos para que sepa de
un acontecimiento. De allí viene el género noticia breve, que aunque se
encuentre en el grupo fact s are sacred, carece del t ratamiento
detallado o completo que requeriría el 'hecho sagrado', pues es más
bien breve y mundano como un saludo de pasillo.
La información contenida en un texto de 50 a 100 palabras no es
suficiente para que un lector logre "saber para lo que deber hacer"; por
ejemplo, el párrafo anterior t iene 100 palabras. Apenas le dirá un qué,
quién, cuándo y dónde. No es fácil que a part ir de eso se logre formar
un repertorio de criterios de evaluación de la conveniencia personal y
colectiva de las propuestas de un candidato. Allí no hay espacio para
explicaciones, detalles o implicaciones. No obstante, es la forma más
frecuente como se dio la información en El Tiempo (34%) y El Espect ador
(25%). Al carecer de contexto, de fuentes, de contraste y de efectos, lo
que se t iene es la fractura de aquello que se concibe como un proceso
electoral. Son acciones o pronunciamientos aislados que no permiten
hacer una representación de las propuestas, de la necesidad de
part icipar con el voto en el sistema de gobierno llamado democracia.
Si el objet ivo pedagógico es formar, además de informar (nótese que
no se puede decir la segunda palabra sin mencionar la primera), ¿por
qué los diarios producen la mayor parte de la información en noticia
breve? Por la ilusión de la segunda palabra, por el efecto de sentirse
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informado. En una página de la sección dedicada a las elecciones se
podía encontrar hasta 14 notas sobre dist intos candidatos, lugares,
pronunciamientos, inst ituciones y temas de campaña. Todo esto en la
brevedad de textos de 100 palabras. Da la impresión de saber todo lo
del día o lo del anterior en poco t iempo. En el consumo de la
información subyace una especie de contrato: si eso es lo que el diario
ha considerado importante publicar, así mismo lo asumo en mi
cotidianidad como lector; a menos que alguien viole el contrato y se
pregunte ¿qué tan importante es toda esa información fragmentada
que me presentan en tan poco espacio?
Esta forma unidireccional de determinar lo relevante del acontecer se
presenta como una guía, una especie de auxilio a mis necesidades de
lector, ya El Tiempo lo dice explícitamente en sus secciones "Debes
saber", "Debes hacer" y "Debes leer". A propósito, las madres, más que
nadie en la familia, saben que una sugerencia de este t ipo hecha a un
hijo no oculta más que una imposición, por su bien en el caso del hijo,
por 'estar bien informado' en el caso del lector.
Gráfica No. 1. Frecuencia de géneros periodísticos, diario El Espectador
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Gráfica No. 2. Frecuencia de géneros periodísticos, diario El Tiempo
La constante del género breve como el de mayor uso en ambos diarios
muestra una tendencia de la producción de medios y no una
característ ica diferencial de las casas editoriales. Esa es, sin duda, la
forma predilecta de la comunicación de los impresos y aún más fuerte
en los medios digitales. Lo que sí es diferencial está en el matiz que cada
medio propone, mientras que El Espect ador hace énfasis en la opinión,
El Tiempo lo hace en la noticia. Precisamente, esto se refleja en los
segundos lugares de los géneros: EE, 24% en columna de opinión, frente
a ET, 25% de producción en noticia. Entonces tenemos dos factores para
interpretar el cubrimiento desde las variables género y diario: el modo
de producción (evidente en la preferencia por las breves) y el perfil del
diario.
Es de notar que la relación entre modo de producción y perfil del diario
es más equilibrada en EE (25% breve, 24% columna) que en ET, con 10
puntos porcentuales de diferencia (34% breve, 25% noticia), lo que
indica, para esta casa editorial, una mayor tendencia al modo de
producción que al perfil que se propone. Con esta información electoral
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que se da en el género breve, el lector se encuentra enterado, más
que informado, sobre el acontecer de las campañas, allí se le ofrece:
qué, quién, en dónde y cuándo sucedió algo descrito en brevedad.
Difícilmente se puede afirmar que de ese modo el periodismo logra
aportar a la construcción de un lector-elector competente.
Por su parte, los segundos lugares de producción según los géneros
presentan característ icas que no cambian mucho el panorama. Las
columnas de opinión de El Espect ador entran en la segunda parte del
lema anglosajón "comment s are free", sin embargo, los comentarios son
dependientes del sujeto y su identificación ideológica, así que la
libertad es bastante relat iva. Los columnistas, como toda persona, están
atados a sus relaciones polít icas, su punto de vista o tendencia
ideológica, y por tanto, no hay neutralidad u objet ividad. Así que el
mensaje mostrará la posición del escritor. La libertad no está en decir lo
que se quiera sino en lo que es permit ido decir según el emplazamiento
inst itucional (en el sent ido foucault iano). "Es más, algunos medios de
comunicación, sobre todo los diarios de calidad, se han dedicado a
desarrollar las columnas como una forma de potenciar sus señas de
identidad" (Armentia, 2008, p. 31).
Ya se ha conocido que los diarios buscan modos para que la línea
ideológica de los columnistas sea similar a la del medio, un caso que
ilustra este hecho es el despido de Claudia López, quien crit icó en una
columna publicada por El Tiempo el cubrimiento que tal diario hizo al
escándalo de Agro Ingreso Seguro. Allí, la autora argumentó que dicho
escándalo no tuvo la repercusión merecida debido a cierta
conveniencia para el entonces Ministro de Defensa, Juan Manuel
Santos, respecto de la baja atención a las acciones del Ministro de
Agricultura, Andrés Felipe Arias, implicado en este proceso de
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asignación de grandes sumas de dinero a familias adineradas sin que
esto tuviese repercusión en mejoras agrarias para la nación (López, 13
de octubre de 2009). El hecho de que una empresa vincule a su
personal a quien comparte criterios y valores similares a la empresa y
que excluya a quienes presentan un criterio dist into u opuesto es algo
que no es extraño. Este es un segundo argumento para reevaluar lo libre
de la opinión.
Aquello de lo que se informa el lector de las columnas de opinión viene
de la posición evidente de cómo un columnista interpreta un
acontecimiento, su preferencia por algún candidato, su defensa de
éste y, aún más, de los criterios por los cuales algo se valora como
posit ivo o negativo. Sin duda, es necesario que el lector tenga un
repertorio de ideas para lograr contrastar su posición frente a la del
columnista, pues de otro modo el acto de la lectura pasa de ser
interpretación a una forma de asimilación de postura ajena (para
ampliar más en la relación entre el lector y el texto se puede revisar
Lect or in fábula de Umberto Eco).
En El Tiempo, la noticia ocupa el segundo lugar en género. Allí aparece
de manera extendida la información de la llamada pirámide invert ida, y
sirve para mantener la actualidad de los hechos con mayor detalle del
que puede ofrecer una breve. Desde esta perspectiva del género, se
puede concluir que el lector tuvo un panorama del acontecer de las
campañas, las salidas a poblaciones, los discursos, los mít ines. No
obstante, también hay otras característ icas que definen lo que es la
noticia: el interés para la audiencia, tener una ut ilidad y un valor
(Armentia, 2008, pp. 54, 55), debe haber más de una fuente de
información que le aporte a la veracidad de lo dicho por el periodista,
entre otras característ icas. En este sent ido se espera que las noticias no
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fueran únicamente las acciones que se diseñan desde el marketing
polít ico, sino que proporcionaran ut ilidad, valor e interés para una
audiencia que está leyendo sobre las posibilidades para el futuro de la
nación.
A continuación se muestra cuáles fueron los temas que se construyeron
en las páginas de la prensa nacional y se hace evidente que los
géneros de información u opinión no son suficientes como t ipo de texto
para formar un electorado competente.
De la noticia al éxito del marketing político
Como parte del monitoreo se estableció el seguimiento a los temas de
la prensa. Para esto se determinaron núcleos temáticos con subtemas,
el resultado de esta parte del seguimiento revela el principal aspecto
del monitoreo a la producción periodíst ica: es más exitosa la labor de los
equipos de campaña que el t rabajo de reportería y los criterios de
selección de información para un electorado competente.
Gráfica No. 3. Frecuencia de temas por publicación, diarios El Tiempo y El Espectador
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Los rótulos del eje x son los nombres de los temas que se esperaba que
podría haber cubrimiento de prensa, este 'árbol de temas' se estableció
luego de la experiencia de haber hecho monitoreos en otras ocasiones,
como en las elecciones locales y regionales de 2007. De los t rece temas,
tan sólo el primero de ellos no es part icular de una propuesta
programática, es decir, cuando un candidato planea su programa de
gobierno se puede ocupar de: situación polít ica, situación social,
conflicto armado, relaciones internacionales, economía y finanzas,
comunicación, narcotráfico, infraestructura, género, cultura, medio
ambiente, y ciencia y tecnología. El tema "proceso electoral" es referido
al acontecer de las campañas y como se puede ver es totalmente
desproporcionada la relación entre lo que podría ser un cubrimiento a
los contenidos programáticos.
El monitoreo de los 2740 art ículos que se recopilaron como producción
del cubrimiento electoral da como resultado que el tema del que se
ocuparon fue del acontecer de las elecciones, quién hacía, decía, o
dejaba de hacer. Mientras que los contenidos programáticos, la
discusión o el análisis de los mismos, la historia de los part idos, su
ident idad, la ciudadanía, el sistema de gobierno t ienen los más bajos
números en las estadíst icas.
No hay duda de que en algunas ocasiones los diarios hicieron el t rabajo
de contrastar propuestas o de generar el perfil personal del candidato o
por sus ideas de gobierno, pero el panorama general muestra que esto
es ínfimo. Los análisis not iciosos no superan el 3%, la presencia de los
analistas t iene una mínima aparición, aunque los medios insist ieran en
destacar lo importante de tener información para saber por qué elegir a
alguno de los candidatos.
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"A lo largo de la campaña, los electores han tenido amplias
oportunidades para comparar los dist intos programas hechos por
quienes aspiran a llegar a la Casa de Nariño. El análisis de las propuestas
deja claro que el abanico de candidatos es de muy alta calidad y que,
más allá de sus diferencias en temas puntuales, todos han estudiado a
fondo los problemas nacionales"
Así comentaba el editorial de El Tiempo el 23 de mayo como
introducción para argumentar posteriormente por qué se decidió
"apoyar el nombre de Juan Manuel Santos, quien representa al
part ido de 'la U', como futuro sucesor de Álvaro Uribe". Sin
embargo, la presentación de los programas, su análisis y contraste
no fue el tema de los medios. Esta preocupación por la toma
racional de la preferencia electoral queda reducido a un lugar
común, es algo que todos podemos decir, pero por lo cual no se
tomaron decisiones en la producción de información.
El empleo, la salud, la seguridad, la educación, todos estos son los
rótulos que periodistas y candidatos mencionan en los art ículos. El
detalle de en qué consiste la propuesta por alguno de esos tópicos
queda relegado a algunas columnas de opinión, en las cuales el autor
sustentaba su preferencia al explicar la propuesta de su candidato y, tal
vez, contrastarla con la de su oponente. Mientras que en el género
noticia es poco usual encontrar una propuesta con su correspondiente
explicación. En la mayoría de los casos se presenta la declaración de un
candidato en breves apartados que contienen partes de la propuesta,
lo que se conoce como periodismo declarat ivo. Para recordar sirven los
pronunciamientos sobre los impuestos y el tema del salario de los
médicos, que mereció un par de noticias que presentaban las dist intas
perspectivas.
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Es deber reconocer que en los diarios se llegó a plantear una reflexión
que sirve de base para interpretar lo adecuado de las propuestas de los
candidatos, como lo hizo El Espect ador el 27 de mayo en "La tributación
y la miseria". El medio publica el concepto de Horacio Ayala Vela,
presentado como consultor t ributario. Al contrastar la alta producción
de breves frente a un análisis not icioso como el anterior quedan un par
de conclusiones, lo at ípico de la prensa es lo contrario de sus lugares
comunes que hablan de estar 'bien informado', es decir, que aunque se
pregone que hay material para que se elija con conocimiento, es
precisamente lo que menos aparición t iene. En segundo lugar, que los
periodistas son los que menos presencia t ienen en esta escasa
producción de calidad y profundidad en información para la
democracia, pues de esto se han encargado más los analistas externos
y los columnistas. Habrá que preguntarle a medios en tanto que
empresas, cómo es que proponen el t rabajo para sus empleados, pues
es la inst itución la que determina los procesos de producción.
Al mirar en detalle los subtemas comprendidos en Proceso electoral se
encuentra lo siguiente:
Gráfica No. 4. Frecuencia de subtemas por publicación, diarios El Tiempo y El Espectador
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Tanto El Tiempo como El Espect ador se ocuparon de informar sobre lo
que acontecía en el proceso, específicamente el subtema fue
"Proselit ismo electoral" con una proporción mucho mayor frente a los
demás que están en este grupo. En este ítem se incluyó toda
información que hacía referencia a la promoción de un candidato
como los mít ines, las visitas a poblaciones o con grupos gremiales, sus
apariciones en eventos, la producción publicitaria, los debates y los
resultados de las encuestas. Es precisamente esto de lo que se
encargan los equipos de campaña, la visita a alguna población, el
anuncio de las fórmulas vicepresidenciales, pues como es sabido son
actos de publicidad compart ir con poblaciones que usualmente no son
interlocutores de un presidente o el anuncio de una mujer, un
sindicalista o un aliado polít ico como fórmula de gobierno.
El resultado de la producción de la prensa es que el equipo de las
secciones y sus periodistas están respondiendo a las acciones que se
diseñan como parte del marketing polít ico electoral. De ahí que el éxito
sea para los equipos de campaña, pero no para la ciudadanía que
busca part icipar en la democracia. La relación entre periodistas que
deben producir para que el medio publique y las campañas que deben
promocionar a su candidato se da en el free press, es decir, en la
publicación grat is en prensa que logra impactar las audiencias
haciendo publicidad, pero con el rótulo de información noticiosa. Esta
es una forma como ambas partes ganan, mientras pierde la
democracia y la ciudadanía. Se debe aclarar que no toda relación de
este t ipo es perjudicial, pues hay organizaciones que proveen a los
periodistas de datos que son importantes para el desarrollo de las
elecciones, por ejemplo, el t rabajo que ha hecho la MOE con los mapas
de riesgo electoral, el mismo monitoreo a medios y otras inst ituciones
15
ciudadanas y académicas que llevan a cabo análisis o invest igaciones
sobre los temas de relevancia para el país.
La preferencia y los resultados le ganaron al equilibrio informativo
Cuando concepto 'equilibrio informativo' aparece en t iempos
electorales, describe algo dist into que el de 'información equilibrada',
pues mientras que este últ imo hace referencia a la presencia de
dist intos enfoques y fuentes para validar lo dicho, el primero se relaciona
con el deber que se le asigna a los medios de brindarle a los candidatos
en contienda igual acceso a los espacios de publicación. En el Art ículo
25 de la llamada Ley de Garantías se expresa:
Art ículo 25. Garantía de equilibrio informativo entre las campañas
presidenciales. Los concesionarios y operadores privados de radio
y televisión deberán garantizar el pluralismo, el equilibrio
informativo y la veracidad en el manejo de la información sobre
las campañas presidenciales y el proselit ismo electoral. Para estos
efectos, remit irán un informe semanal al Consejo Nacional
Electoral de los t iempos o espacios que en dichas emisiones o
publicaciones se les otorgaron a las actividades de campaña
presidencial de cada candidato. El Consejo Nacional Electoral
publicará dicha información y verificará que la presencia de los
candidatos en dichas emisiones o publicaciones sea equitat iva.
(Ley 996, Ley de Garantías Electorales)
De allí se infiere una definición semejante a la de Hugo Méndez Fierro,
"Equilibrio informat ivo, equidad: Otorgar las mismas posibilidades -en
términos de espacios y t iempo- de expresión a cada una de las partes
involucradas en los relatos periodíst icos" (2006, p. 100). Esto es
absolutamente cuantitat ivo, en otras palabras, la ley y las escasas
definiciones teóricas aluden a que los medios deben procurar un
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número equilibrado de apariciones y con proporciones semejantes de
uso de espacio o t iempo, según sea el medio. Lo cualitat ivo de la
aparición de los candidatos, como su presentación posit iva o negativa,
no se cuest iona, lo que implica un respeto a la libertad de expresión del
medio, pero que deja sin regulación aquellas prácticas que se pueden
dar en publicidad negativa o destrucción de la imagen pública de un
candidato.
Las siguientes gráficas muestran la aparición de los presidenciables en
diferentes momentos de la contienda electoral. Hacer la secuencia por
cada mes muestra cómo los criterios de la prensa se hacen evidentes,
más allá del seguimiento de la ley que se basa en el imperativo ét ico de
la equidad.
Gráfica No. 5. Frecuencia de referencia por candidato, diario El Espectador
17
Gráfica No. 6. Frecuencia de referencia por candidato, diario El Tiempo
La noción de equilibrio se aplica para dos grupos claramente
diferenciados, los que van en la punta de las encuestas y los restantes.
En este caso el análisis se hará entre Juan Manuel Santos y Antanas
Mockus, dentro del primer grupo. En el segundo, Germán Vargas Lleras,
Gustavo Petro, Rafael Pardo y Noemí Sanín. Entre estos cuatro
candidatos se mantuvo un margen muy similar de pocas apariciones. El
registro que de ellos se llevó se hizo en medio de las notas breves que
informaban lo que hacían las campañas como parte de la descripción
del panorama, pero con un notorio vacío sobre sus propuestas de
gobierno. Esto se puede explicar en la medida en que el asunto de la
información no es sobre candidatos con programas sino entre
personajes públicos que ocupan breves espacios en la agenda de los
medios.
Un ejemplo de qué es un candidato para la prensa se encuentra en
Noemí Sanín, quien, para el caso de El Tiempo, se separó del grupo de
los rezagados debido a la fuerte discusión que tuvo desde la consulta
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interna del part ido conservador con su contendiente Andrés Felipe
Arias. No fue por su calidad de candidata ni por su propuesta, sino por
los duros pronunciamientos que iban y venían en medio del conflicto
entre dos polít icos que habían ocupado la escena pública. El mismo
fenómeno se presentó en El Espect ador, pero en cuyo caso se agrava
más la concepción que t iene frente a los candidatos luego de la
primera vuelta. Para los dos medios, el cubrimiento de un candidato se
hace en términos de la irrupción de éste en una supuesta 'normalidad'
del diario acontecer: un escándalo o un conflicto le da vigencia a la
persona que se encuentra candidatizada, pero que retorna al equilibrio
silenciado cuando se es un candidato sin impacto mediát ico en la
sociedad.
Al observar el equilibrio en el primer grupo se encuentra una diferencia
entre los dos medios que se explica por la relación entre la preferencia
electoral del medio y los resultados de la primera vuelta el 30 de mayo.
Mientras que El Tiempo coincidió en ambos factores (preferencia y
resultado electoral), El Espect ador tuvo un cambio notable, pues
aunque no fue explícito su producción favorecía más la imagen de
Antanas Mockus.
A part ir de la mitad de febrero se inició el aumento en la preferencia
electoral de Antanas Mockus, quien se candidatizó por el reciente
Part ido Verde. En El Tiempo, a finales de marzo, pasó de no tener
reconocimiento a ser el tercero en una contienda entre nueve
candidatos. El segundo lugar de Noemí Sanín se explica por aparecer
en medio del conflicto mencionado anteriormente luego de la consulta
interna de los conservadores. La mención a Mockus fue más recurrente,
su impacto mediát ico se debió en gran parte a que dentro de la
población electoral se consolidó como una imagen de alternativa a la
19
tendencia uribista de los ocho años anteriores y su sucesor avalado,
Juan Manuel Santos, además de su imagen como no-polít ico haciendo
polít ica. Vale la pena dejar la pregunta del efecto de rechazo social a
los polít icos y el auge del no-polít ico ante la sociedad, esa confianza
que se basa en una contradicción que no supera la apariencia
publicitaria.
En abril, con tan sólo dos candidatos en escena, logró tener un tope de
publicación superior al de Santos, pero durante mayo, el mes de la
primera vuelta, la tendencia se corrigió para que coincidiera con la
preferencia de El Tiempo. Los nueve candidatos aparecieron en el
tarjetón para la primera vuelta en el siguiente orden:
Jaime Araújo Rentería, Alianza Social Afrocolombiana, ASA
Robinson Devia González, Movimiento la Voz de la Conciencia
Rafael Pardo, Part ido Liberal
Germán Vargas Lleras, Part ido Cambio Radical
Gustavo Petro, Polo Democrático Alternativo, PDA
Jaime Calderón Carrero, Movimiento Apertura Liberal
Noemí Sanín, Part ido Conservador Colombiano
Antanas Mockus, Part ido Verde
Juan Manuel Santos, Part ido Social de Unidad Nacional, Part ido de la U
A pesar de ser un grupo amplio ya se tenía el juego de antagonismo
básico para la narración electoral, Santos con el aval de la continuidad
pero de matiz social con su "prosperidad democrática" y Mockus con su
alternativa verde de "legalidad democrática", ambos actores
protagonizando en las mismas condiciones de la "algo democrática".
Esta es la estructura del epíteto antecedente de la polít ica de Álvaro
Uribe Vélez, la seguridad democrática.
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Los puntos de las gráficas se calcularon desde el inicio hasta el final de
cada mes, por ejemplo en mayo va hasta la jordana de votación fue el
día 30, por lo que la posición de los candidatos en la tabla se dio en el
periodo preelectoral y no es el resultado de información sobre el
ganador. La respuesta de El Tiempo es tan notoria como su editorial
sobre "El mejor candidato" dedicada a Santos, no hubo equilibrio ni
frente a su rival más cercano, Antanas, y mucho menos frente al grupo
de candidatos en los que se incluían los part idos tradicionales.
La actuación de El Espect ador marca un claro acomodamiento o más
bien corrección respecto del comportamiento del electorado. El
equilibrio se mantuvo por los meses de febrero, marzo, abril y mayo,
cuando el resultado indicó una posible victoria definit iva de Santos. Esto
implicó cambiar la tendencia de favorecimiento por Antanas Mockus y
destacar en sus páginas a quien llegaría con más probabilidad a la
presidencia. En un país en el que los medios como empresas
productoras de información t ienen fuertes relaciones con el Estado, no
conviene tomar una distancia ante quien será el gobernante por los
siguientes cuatro años.
Mientras que El Tiempo tenía asegurado su apoyo a Santos, El
Espect ador tuvo que construirlo en el periodo comprendido entre el 31
de mayo y el 20 de junio, la segunda vuelta. Aunque no haya sido
explícito y aunque muchos de los columnistas se encargaron de crit icar
esos resultados, el medio mostró un cambio hacia el ganador. En este
caso el equilibrio se mantuvo hasta cuando los resultados cambiaron el
comportamiento ét ico por la conveniencia polít ica.
Desde la posición de El Espect ador se puede argumentar que el
ascenso de Santos en sus páginas se debe a la posición crít ica de sus
21
columnistas, sin embargo, el cubrimiento que se dio en el género noticia
breve fue mayor que el dado a Mockus. Por tanto y como se muestra a
continuación, el medio sí tuvo un cambio de preferencia.
Desequilibrio al detalle
Los valores que acá se muestran surgen al cruzar las variables
candidato, género y diario en el total del t iempo del monitoreo. Aquí se
indica la aparición de los candidatos por género, sin est imar la cantidad
de art ículos que hubo. Por ejemplo, en las columnas fue evidente el
juego antagonista en la opinión ent re Santos y Mockus, teniendo en
cuenta que tan sólo los últ imos veinte días fue entre estos dos
candidatos.
Gráfica No. 7. Distribución de géneros periodísticos por candidato, diario El Espectador
Los valores de los géneros confirman la tendencia de corrección según
el resultado que antes se comentó, columna de opinión, not icia breve,
noticia, informe especial, editorial, entrevista y reportaje se enfocaron
más en Juan Manuel Santos (véase gráfica No. 5). A penas, el análisis
not icioso fue el género en el que se evidenció más equilibrio en un
22
contexto marcado por seguir al ganador. La triplicación de las breves a
favor de Santos y la duplicación en las noticias muestran una crisis en la
independencia del medio, que se adecúa a la línea de gobierno. Pero
¿qué hubiese ocurrido si los resultados frente a la preferencia hubiesen
sido contrarios? ¿Cómo se hubiese comportado El Tiempo? De seguro
que no habría sido muy dist into de lo que ocurrió en el otro diario, pues
ya antes se notó que aquello que los diarios t ienen en común es su
fidelidad con sus condiciones de producción más que con sus perfiles.
Gráfica No. 8. Distribución de géneros periodísticos por candidato, diario El Tiempo
En el caso de El Tiempo la tendencia al desequilibrio se muestra con la
mayor aparición de Santos en breves, análisis, editorial y, sobre todo, en
noticia. Mayor presencia de Mockus en carta del lector y con mayor
presencia en columna. Los géneros con mayor equilibrio son entrevista y
caricatura. Aunque se debe recordar que el primer y segundo géneros
de mayor producción otorgaron más frecuencia a Santos (véase
gráfica No. 2). Lo que confirma los resultados expuestos en la línea de
t iempo frente a los candidatos.
23
INCONCLUSIÓN
La nueva redacción que la Real Academia Española propone para esta
palabra, describe el estado del periodismo que muestran los dos
principales diarios de circulación nacional, según la encuesta General
de Medios en su segundo corte de 2010, que recopiló los datos en el
mismo periodo del cubrimiento electoral (elt iempo.com, 10 de agosto
de 2010 y elespect ador.com, 14 de agosto de 2010). El Tiempo y El
Espect ador t ienen una producción a medio camino para lograr el
cumplimiento de lo que la misma ley colombiana propone respecto del
equilibrio informativo, la equidad para los part icipantes que eso implica
y la calidad de la información que le ofrece a un lector para que ejerza
su voto con conocimiento del sistema democrático.
Este últ imo asunto es más grave de lo que se podría decir, aunque el
panorama que se muestra con las gráficas es desalentador, al llevar a
cabo una ligera revisión del corpus se nota que con mucha dificultad se
puede encontrar la exposición, explicación e interpretación de los
contenidos que podrían habilitar a un lector como elector competente,
es decir, con conocimientos que le permiten ejercer su derecho al voto
con conciencia. Son los equipos de campaña los que determinan gran
parte de la agenda de los medios y la construcción de las imágenes
públicas, entre las cuales se tejerá la tensión de la oposición o las vías
alternativas que en realidad no son tales.
Los discursos de estar 'bien informado' o de la 'opinión es noticia', por lo
que se debería ofrecer información de los planteamientos de un
candidato o de la ideología de un part ido, son lugares comunes que se
llenan con fragmentos en noticias breves en tanto que impactos del
marketing polít ico. El éxito de los equipos de campaña fue
24
directamente proporcional a la deuda del medio frente al electorado.
Los géneros de profundidad tanto en la información como en la opinión
ocuparon un segundo plano con temas del acontecer, de los
pronunciamientos escandalosos, de las acusaciones o las acciones de
proselit ismo de las campañas. Frente a esta situación, ni los medios, ni la
legislación colombiana t ienen una regulación al respecto del contenido
que construye la democracia desde los medios como el espacio de lo
público, de ahí que la acción sea como espacio publicitario.
Respecto del equilibrio informativo que se est ipula en el art ículo 25 de la
Ley de garantías electorales hay un evidente incumplimiento a la norma
y a la ét ica periodíst ica, bien sea por la preferencia del medio o por su
acomodamiento a los resultados. Esto hace que sea urgente la
publicación del seguimiento que hizo el Consejo Nacional Electoral a
part ir de los informes que los concesionarios y operadores privados de
radio y televisión le debieron enviar semanalmente en los que muestran
cómo garantizaron "el pluralismo, el equilibrio informativo y la veracidad
en el manejo de la información sobre las campañas presidenciales y el
proselit ismo electoral" (Ley de Garantías, Art ículo 25).
Como aporte al t rabajo de los medios y a la construcción de la
democracia, está el t rabajo de monitoreo que se hace desde las
organizaciones sociales y el sector educativo. Estas actividades de
seguimiento son de vital importancia a la hora de garantizar que la
información de los medios sea efectivamente, y no en apariencia, un
factor de construcción de la democracia. La libertad de expresión de
los medios debe servir a los fines del Estado social de derecho, no de
una empresa, no de un part ido, ni del Gobierno de turno. Esto es un
imperativo ét ico para el periodismo, además de ser el cumplimiento del
25
principio de nuestro acuerdo como nación soberana est ipulado en la
const itución.
BIBLIOGRAFÍA Armentia Vizuete, José Ignacio (2008). Fundament os de periodismo
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Artículos citados en orden cronológico de publicación
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26
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debe ser".
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219167-el-espectador-crecimiento-constante, hallado el 2 de diciembre
de 2010.
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