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1 Equilibrio informativo y calidad de la información en El Tiempo y El Espectador. Monitoreo a las presidenciales de 2010 Alejandro Rodríguez Mendieta Docente investigador Universidad Central Desde el 30 de enero hasta el 30 de junio se realizó un monit oreo a los dos medios impresos de mayor circulación nacional, El Tiempo (ET) y El Espect ador (EE) . Luego de haber concluido el proceso electoral y la impresión de la noticia en caliente, se tienen los elementos suficientes para describir e interpretar el estado de la producción informativa. El resultado apunta a un descuido de los conceptos de equilibrio informativo y calidad de la información que se proponen desde la teoría del periodismo, la ética periodística y la legislación colombiana en la Ley de garantías. La información monitoreada muestra el seguimiento que las casas editoriales mantuvieron a las acciones de las campañas: cubrirlas, contrastarlas y evaluarlas. Por su parte, en el género de opinión, algunos de los columnistas se encargaron de valorar a los candidatos, de hacer notar sus diferencias y de comentar sus cualidades frente a las implicaciones de ser presidente de un país que aún no sale del conflicto interno y cuya esfera política quedó (gravemente) marcada por el presidencialismo de los ocho años anteriores. Los resultados salen del análisis estadístico del total del universo de los artículos de las versiones impresas de los dos diarios. Esto representa 1125 unidades de El Espect ador y 1615 de El Tiempo, para un total de 2740.

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Equilibrio informativo y calidad de la información en El Tiempo y El Espectador.

Monitoreo a las presidenciales de 2010

Alejandro Rodríguez Mendieta

Docente investigador

Universidad Central

Desde el 30 de enero hasta el 30 de junio se realizó un monit oreo a los

dos medios impresos de mayor circulación nacional, El Tiempo (ET) y El

Espect ador (EE). Luego de haber concluido el proceso electoral y la

impresión de la noticia en caliente, se t ienen los elementos suficientes

para describir e interpretar el estado de la producción informativa. El

resultado apunta a un descuido de los conceptos de equilibrio

informativo y calidad de la información que se proponen desde la teoría

del periodismo, la ét ica periodíst ica y la legislación colombiana en la

Ley de garantías.

La información monitoreada muestra el seguimiento que las casas

editoriales mantuvieron a las acciones de las campañas: cubrirlas,

contrastarlas y evaluarlas. Por su parte, en el género de opinión, algunos

de los columnistas se encargaron de valorar a los candidatos, de hacer

notar sus diferencias y de comentar sus cualidades frente a las

implicaciones de ser presidente de un país que aún no sale del conflicto

interno y cuya esfera polít ica quedó (gravemente) marcada por el

presidencialismo de los ocho años anteriores.

Los resultados salen del análisis estadíst ico del total del universo de los

art ículos de las versiones impresas de los dos diarios. Esto representa 1125

unidades de El Espect ador y 1615 de El Tiempo, para un total de 2740.

2

Este corpus const ituye el mayor monitoreo de medios que se ha hecho

en el país y reposa para el acceso público en la Carrera de

Comunicación Social y Periodismo de la Universidad Central. La

interpretación que se hará, en líneas generales, se basa en la

observación y el cruce de las siguientes variables:

Diario

Género periodíst ico

Fecha de publicación

Candidato

Tema

Autor

Las categorías conceptuales por las cuales se filt ran dichos cruces son:

equilibrio informativo, equidad y calidad de la información. La

metodología se inscribe dentro de las cuantitat ivas, específicamente

una estadíst ica descript iva.

RESULTADOS Y ANÁLISIS

La construcción de las elecciones desde los géneros periodísticos

La discusión y posterior formalización de los géneros no es tan recient e,

ya son casi sesenta años desde que Jacques Kayser propusiera el

concepto desde la sociología para est imar el t ipo de producción de los

medios impresos. Antonio López Hidalgo retoma parte de la cuest ión

centrando la atención en las teorizaciones que se dieron en España,

país que ha dado referentes para los hispanoparlantes además de la

escuela estadounidense (López, 2009, pp. 18, 25). El primer referente

como principio categorial de géneros surge de la proposición "fact s are

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sacred, comment s are free", que carga implícitamente con

característ icas de las inst ituciones sociales como la religión "los hechos

son sagrados" y la estructura social moderna, con "la opinión es libre".

Con esta diada se establecen unas pautas del 'debido' régimen de la

realidad de la información, esto es, del deber ser.

De ese modo se puede clasificar lo que debe ser informado bien sea

por el rigor sacro con los hechos o con la libre opinión. El cómo se hace

pertenece a unas formas de discurso que es lo que llamamos géneros,

que se puede formular en las preguntas ¿cómo se debe hablar de un

hecho? Y ¿cómo se debe expresar una opinión? En respuesta a la

primera, se debe reportar lo sucedido, la realidad de los hechos, para lo

cual se puede hacer una noticia, una crónica o un reportaje; mientras

que la opinión tendrá el editorial, la columna, la carta del lector e

incluso, la caricatura.

Estos t ipos de texto llamados géneros responden a necesidades de las

inst ituciones sociales y de los colectivos ciudadanos. En el caso del

proceso electoral, los medios se ofrecen con discursos que soportan una

acción pedagógica en la cual el lector debe saber para hacer, tener

conocimiento para votar por quien considere el mejor:

"Lo que debe saber para votar", El Espect ador, 29 de mayo

"5 pasos para que usted vote como debe ser", El Tiempo, 29 de mayo

El cubrimiento electoral de los medios inicia aun antes de lo que se

est ipula en el calendario electoral. La información que se da fuera de

los espacios que determina la ley electoral para medios Eliseo Verón

ubica dentro de la campaña oficiosa, mientras que la oficial es la que

lleva el aval de las inst ituciones estatales que regulan el asunto (2002, p.

45). Para el caso de Colombia, se estaba esbozando el panorama

electoral desde que se presentó, a finales de 2008, al Congreso el

4

proyecto de Ley para una segunda reelección de Álvaro Uribe. Sin

embargo, desde finales de 2009 se hicieron públicas las postulaciones

como precandidatos o como candidatos a la presidencia. Así que,

durante esta etapa preelectoral la información de la prensa le

proporcionaría al lector el contenido suficiente para que construya la

imagen del candidato y se entere de las propuestas que lo hacen

elegible.

Luego de la etapa preelectoral se llega a la electoral con el

conocimiento para votar con 'consciencia' ("Germán Vargas invita a los

colombianos a votar a conciencia, por el mejor y el más preparado", El

Espect ador, 15 de mayo de 2010), es decir, ejecutar la toma de decisión

con base en la información que le permit iría al elector v alorar al

candidato que represente un mejor futuro para la nación democrática.

Por supuesto, esta descripción cuasi teórica de cómo se llega ante la

urna es tan ilusoria como las fronteras de los géneros periodíst icos.

Ambas t ienen como fin ilustrar estructuras o procesos ideales para

procurar conocer y tener acercamientos a esas idealizaciones.

La información se construye en unas formas discursivas que pueden ser

clasificadas por: sus característ icas estructurales discursivas (Teun A. Van

Dijk, 1990, La not icia como discurso), o como un sistema de texto (Héctor

Borrat, 1989, El periódico como act or polít ico), o como un devenir

histórico de la profesión periodíst ica (Mar De Fontcuberta, 1995, La

not icia. Pist as para percibir el mundo) (López, 2009, Fernández, 2004). Sin

importar la clasificación hay algunos elementos comunes, como que los

hechos se reportan en géneros de noticia, reportaje, informe especial o

análisis not icioso. Allí se puede apreciar el acontecer diario (noticia), o

desde sus múlt iples enfoques (reportaje), o con mayor profundidad en el

5

acontecimiento y su contexto (informe especial), o con las

implicaciones que éste puede desencadenar (análisis not icioso).

Esta descripción de los hechos responde básicamente a las preguntas:

qué, quién, cuándo, dónde, cómo y por qué (en inglés, W's o w

quest ions). De las cuatro primeras se extrae una información básica que

al ser condensada se denomina "pirámide invert ida", esto es, un texto

breve que provee al lector de los elementos mínimos para que sepa de

un acontecimiento. De allí viene el género noticia breve, que aunque se

encuentre en el grupo fact s are sacred, carece del t ratamiento

detallado o completo que requeriría el 'hecho sagrado', pues es más

bien breve y mundano como un saludo de pasillo.

La información contenida en un texto de 50 a 100 palabras no es

suficiente para que un lector logre "saber para lo que deber hacer"; por

ejemplo, el párrafo anterior t iene 100 palabras. Apenas le dirá un qué,

quién, cuándo y dónde. No es fácil que a part ir de eso se logre formar

un repertorio de criterios de evaluación de la conveniencia personal y

colectiva de las propuestas de un candidato. Allí no hay espacio para

explicaciones, detalles o implicaciones. No obstante, es la forma más

frecuente como se dio la información en El Tiempo (34%) y El Espect ador

(25%). Al carecer de contexto, de fuentes, de contraste y de efectos, lo

que se t iene es la fractura de aquello que se concibe como un proceso

electoral. Son acciones o pronunciamientos aislados que no permiten

hacer una representación de las propuestas, de la necesidad de

part icipar con el voto en el sistema de gobierno llamado democracia.

Si el objet ivo pedagógico es formar, además de informar (nótese que

no se puede decir la segunda palabra sin mencionar la primera), ¿por

qué los diarios producen la mayor parte de la información en noticia

breve? Por la ilusión de la segunda palabra, por el efecto de sentirse

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informado. En una página de la sección dedicada a las elecciones se

podía encontrar hasta 14 notas sobre dist intos candidatos, lugares,

pronunciamientos, inst ituciones y temas de campaña. Todo esto en la

brevedad de textos de 100 palabras. Da la impresión de saber todo lo

del día o lo del anterior en poco t iempo. En el consumo de la

información subyace una especie de contrato: si eso es lo que el diario

ha considerado importante publicar, así mismo lo asumo en mi

cotidianidad como lector; a menos que alguien viole el contrato y se

pregunte ¿qué tan importante es toda esa información fragmentada

que me presentan en tan poco espacio?

Esta forma unidireccional de determinar lo relevante del acontecer se

presenta como una guía, una especie de auxilio a mis necesidades de

lector, ya El Tiempo lo dice explícitamente en sus secciones "Debes

saber", "Debes hacer" y "Debes leer". A propósito, las madres, más que

nadie en la familia, saben que una sugerencia de este t ipo hecha a un

hijo no oculta más que una imposición, por su bien en el caso del hijo,

por 'estar bien informado' en el caso del lector.

Gráfica No. 1. Frecuencia de géneros periodísticos, diario El Espectador

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Gráfica No. 2. Frecuencia de géneros periodísticos, diario El Tiempo

La constante del género breve como el de mayor uso en ambos diarios

muestra una tendencia de la producción de medios y no una

característ ica diferencial de las casas editoriales. Esa es, sin duda, la

forma predilecta de la comunicación de los impresos y aún más fuerte

en los medios digitales. Lo que sí es diferencial está en el matiz que cada

medio propone, mientras que El Espect ador hace énfasis en la opinión,

El Tiempo lo hace en la noticia. Precisamente, esto se refleja en los

segundos lugares de los géneros: EE, 24% en columna de opinión, frente

a ET, 25% de producción en noticia. Entonces tenemos dos factores para

interpretar el cubrimiento desde las variables género y diario: el modo

de producción (evidente en la preferencia por las breves) y el perfil del

diario.

Es de notar que la relación entre modo de producción y perfil del diario

es más equilibrada en EE (25% breve, 24% columna) que en ET, con 10

puntos porcentuales de diferencia (34% breve, 25% noticia), lo que

indica, para esta casa editorial, una mayor tendencia al modo de

producción que al perfil que se propone. Con esta información electoral

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que se da en el género breve, el lector se encuentra enterado, más

que informado, sobre el acontecer de las campañas, allí se le ofrece:

qué, quién, en dónde y cuándo sucedió algo descrito en brevedad.

Difícilmente se puede afirmar que de ese modo el periodismo logra

aportar a la construcción de un lector-elector competente.

Por su parte, los segundos lugares de producción según los géneros

presentan característ icas que no cambian mucho el panorama. Las

columnas de opinión de El Espect ador entran en la segunda parte del

lema anglosajón "comment s are free", sin embargo, los comentarios son

dependientes del sujeto y su identificación ideológica, así que la

libertad es bastante relat iva. Los columnistas, como toda persona, están

atados a sus relaciones polít icas, su punto de vista o tendencia

ideológica, y por tanto, no hay neutralidad u objet ividad. Así que el

mensaje mostrará la posición del escritor. La libertad no está en decir lo

que se quiera sino en lo que es permit ido decir según el emplazamiento

inst itucional (en el sent ido foucault iano). "Es más, algunos medios de

comunicación, sobre todo los diarios de calidad, se han dedicado a

desarrollar las columnas como una forma de potenciar sus señas de

identidad" (Armentia, 2008, p. 31).

Ya se ha conocido que los diarios buscan modos para que la línea

ideológica de los columnistas sea similar a la del medio, un caso que

ilustra este hecho es el despido de Claudia López, quien crit icó en una

columna publicada por El Tiempo el cubrimiento que tal diario hizo al

escándalo de Agro Ingreso Seguro. Allí, la autora argumentó que dicho

escándalo no tuvo la repercusión merecida debido a cierta

conveniencia para el entonces Ministro de Defensa, Juan Manuel

Santos, respecto de la baja atención a las acciones del Ministro de

Agricultura, Andrés Felipe Arias, implicado en este proceso de

9

asignación de grandes sumas de dinero a familias adineradas sin que

esto tuviese repercusión en mejoras agrarias para la nación (López, 13

de octubre de 2009). El hecho de que una empresa vincule a su

personal a quien comparte criterios y valores similares a la empresa y

que excluya a quienes presentan un criterio dist into u opuesto es algo

que no es extraño. Este es un segundo argumento para reevaluar lo libre

de la opinión.

Aquello de lo que se informa el lector de las columnas de opinión viene

de la posición evidente de cómo un columnista interpreta un

acontecimiento, su preferencia por algún candidato, su defensa de

éste y, aún más, de los criterios por los cuales algo se valora como

posit ivo o negativo. Sin duda, es necesario que el lector tenga un

repertorio de ideas para lograr contrastar su posición frente a la del

columnista, pues de otro modo el acto de la lectura pasa de ser

interpretación a una forma de asimilación de postura ajena (para

ampliar más en la relación entre el lector y el texto se puede revisar

Lect or in fábula de Umberto Eco).

En El Tiempo, la noticia ocupa el segundo lugar en género. Allí aparece

de manera extendida la información de la llamada pirámide invert ida, y

sirve para mantener la actualidad de los hechos con mayor detalle del

que puede ofrecer una breve. Desde esta perspectiva del género, se

puede concluir que el lector tuvo un panorama del acontecer de las

campañas, las salidas a poblaciones, los discursos, los mít ines. No

obstante, también hay otras característ icas que definen lo que es la

noticia: el interés para la audiencia, tener una ut ilidad y un valor

(Armentia, 2008, pp. 54, 55), debe haber más de una fuente de

información que le aporte a la veracidad de lo dicho por el periodista,

entre otras característ icas. En este sent ido se espera que las noticias no

10

fueran únicamente las acciones que se diseñan desde el marketing

polít ico, sino que proporcionaran ut ilidad, valor e interés para una

audiencia que está leyendo sobre las posibilidades para el futuro de la

nación.

A continuación se muestra cuáles fueron los temas que se construyeron

en las páginas de la prensa nacional y se hace evidente que los

géneros de información u opinión no son suficientes como t ipo de texto

para formar un electorado competente.

De la noticia al éxito del marketing político

Como parte del monitoreo se estableció el seguimiento a los temas de

la prensa. Para esto se determinaron núcleos temáticos con subtemas,

el resultado de esta parte del seguimiento revela el principal aspecto

del monitoreo a la producción periodíst ica: es más exitosa la labor de los

equipos de campaña que el t rabajo de reportería y los criterios de

selección de información para un electorado competente.

Gráfica No. 3. Frecuencia de temas por publicación, diarios El Tiempo y El Espectador

11

Los rótulos del eje x son los nombres de los temas que se esperaba que

podría haber cubrimiento de prensa, este 'árbol de temas' se estableció

luego de la experiencia de haber hecho monitoreos en otras ocasiones,

como en las elecciones locales y regionales de 2007. De los t rece temas,

tan sólo el primero de ellos no es part icular de una propuesta

programática, es decir, cuando un candidato planea su programa de

gobierno se puede ocupar de: situación polít ica, situación social,

conflicto armado, relaciones internacionales, economía y finanzas,

comunicación, narcotráfico, infraestructura, género, cultura, medio

ambiente, y ciencia y tecnología. El tema "proceso electoral" es referido

al acontecer de las campañas y como se puede ver es totalmente

desproporcionada la relación entre lo que podría ser un cubrimiento a

los contenidos programáticos.

El monitoreo de los 2740 art ículos que se recopilaron como producción

del cubrimiento electoral da como resultado que el tema del que se

ocuparon fue del acontecer de las elecciones, quién hacía, decía, o

dejaba de hacer. Mientras que los contenidos programáticos, la

discusión o el análisis de los mismos, la historia de los part idos, su

ident idad, la ciudadanía, el sistema de gobierno t ienen los más bajos

números en las estadíst icas.

No hay duda de que en algunas ocasiones los diarios hicieron el t rabajo

de contrastar propuestas o de generar el perfil personal del candidato o

por sus ideas de gobierno, pero el panorama general muestra que esto

es ínfimo. Los análisis not iciosos no superan el 3%, la presencia de los

analistas t iene una mínima aparición, aunque los medios insist ieran en

destacar lo importante de tener información para saber por qué elegir a

alguno de los candidatos.

12

"A lo largo de la campaña, los electores han tenido amplias

oportunidades para comparar los dist intos programas hechos por

quienes aspiran a llegar a la Casa de Nariño. El análisis de las propuestas

deja claro que el abanico de candidatos es de muy alta calidad y que,

más allá de sus diferencias en temas puntuales, todos han estudiado a

fondo los problemas nacionales"

Así comentaba el editorial de El Tiempo el 23 de mayo como

introducción para argumentar posteriormente por qué se decidió

"apoyar el nombre de Juan Manuel Santos, quien representa al

part ido de 'la U', como futuro sucesor de Álvaro Uribe". Sin

embargo, la presentación de los programas, su análisis y contraste

no fue el tema de los medios. Esta preocupación por la toma

racional de la preferencia electoral queda reducido a un lugar

común, es algo que todos podemos decir, pero por lo cual no se

tomaron decisiones en la producción de información.

El empleo, la salud, la seguridad, la educación, todos estos son los

rótulos que periodistas y candidatos mencionan en los art ículos. El

detalle de en qué consiste la propuesta por alguno de esos tópicos

queda relegado a algunas columnas de opinión, en las cuales el autor

sustentaba su preferencia al explicar la propuesta de su candidato y, tal

vez, contrastarla con la de su oponente. Mientras que en el género

noticia es poco usual encontrar una propuesta con su correspondiente

explicación. En la mayoría de los casos se presenta la declaración de un

candidato en breves apartados que contienen partes de la propuesta,

lo que se conoce como periodismo declarat ivo. Para recordar sirven los

pronunciamientos sobre los impuestos y el tema del salario de los

médicos, que mereció un par de noticias que presentaban las dist intas

perspectivas.

13

Es deber reconocer que en los diarios se llegó a plantear una reflexión

que sirve de base para interpretar lo adecuado de las propuestas de los

candidatos, como lo hizo El Espect ador el 27 de mayo en "La tributación

y la miseria". El medio publica el concepto de Horacio Ayala Vela,

presentado como consultor t ributario. Al contrastar la alta producción

de breves frente a un análisis not icioso como el anterior quedan un par

de conclusiones, lo at ípico de la prensa es lo contrario de sus lugares

comunes que hablan de estar 'bien informado', es decir, que aunque se

pregone que hay material para que se elija con conocimiento, es

precisamente lo que menos aparición t iene. En segundo lugar, que los

periodistas son los que menos presencia t ienen en esta escasa

producción de calidad y profundidad en información para la

democracia, pues de esto se han encargado más los analistas externos

y los columnistas. Habrá que preguntarle a medios en tanto que

empresas, cómo es que proponen el t rabajo para sus empleados, pues

es la inst itución la que determina los procesos de producción.

Al mirar en detalle los subtemas comprendidos en Proceso electoral se

encuentra lo siguiente:

Gráfica No. 4. Frecuencia de subtemas por publicación, diarios El Tiempo y El Espectador

14

Tanto El Tiempo como El Espect ador se ocuparon de informar sobre lo

que acontecía en el proceso, específicamente el subtema fue

"Proselit ismo electoral" con una proporción mucho mayor frente a los

demás que están en este grupo. En este ítem se incluyó toda

información que hacía referencia a la promoción de un candidato

como los mít ines, las visitas a poblaciones o con grupos gremiales, sus

apariciones en eventos, la producción publicitaria, los debates y los

resultados de las encuestas. Es precisamente esto de lo que se

encargan los equipos de campaña, la visita a alguna población, el

anuncio de las fórmulas vicepresidenciales, pues como es sabido son

actos de publicidad compart ir con poblaciones que usualmente no son

interlocutores de un presidente o el anuncio de una mujer, un

sindicalista o un aliado polít ico como fórmula de gobierno.

El resultado de la producción de la prensa es que el equipo de las

secciones y sus periodistas están respondiendo a las acciones que se

diseñan como parte del marketing polít ico electoral. De ahí que el éxito

sea para los equipos de campaña, pero no para la ciudadanía que

busca part icipar en la democracia. La relación entre periodistas que

deben producir para que el medio publique y las campañas que deben

promocionar a su candidato se da en el free press, es decir, en la

publicación grat is en prensa que logra impactar las audiencias

haciendo publicidad, pero con el rótulo de información noticiosa. Esta

es una forma como ambas partes ganan, mientras pierde la

democracia y la ciudadanía. Se debe aclarar que no toda relación de

este t ipo es perjudicial, pues hay organizaciones que proveen a los

periodistas de datos que son importantes para el desarrollo de las

elecciones, por ejemplo, el t rabajo que ha hecho la MOE con los mapas

de riesgo electoral, el mismo monitoreo a medios y otras inst ituciones

15

ciudadanas y académicas que llevan a cabo análisis o invest igaciones

sobre los temas de relevancia para el país.

La preferencia y los resultados le ganaron al equilibrio informativo

Cuando concepto 'equilibrio informativo' aparece en t iempos

electorales, describe algo dist into que el de 'información equilibrada',

pues mientras que este últ imo hace referencia a la presencia de

dist intos enfoques y fuentes para validar lo dicho, el primero se relaciona

con el deber que se le asigna a los medios de brindarle a los candidatos

en contienda igual acceso a los espacios de publicación. En el Art ículo

25 de la llamada Ley de Garantías se expresa:

Art ículo 25. Garantía de equilibrio informativo entre las campañas

presidenciales. Los concesionarios y operadores privados de radio

y televisión deberán garantizar el pluralismo, el equilibrio

informativo y la veracidad en el manejo de la información sobre

las campañas presidenciales y el proselit ismo electoral. Para estos

efectos, remit irán un informe semanal al Consejo Nacional

Electoral de los t iempos o espacios que en dichas emisiones o

publicaciones se les otorgaron a las actividades de campaña

presidencial de cada candidato. El Consejo Nacional Electoral

publicará dicha información y verificará que la presencia de los

candidatos en dichas emisiones o publicaciones sea equitat iva.

(Ley 996, Ley de Garantías Electorales)

De allí se infiere una definición semejante a la de Hugo Méndez Fierro,

"Equilibrio informat ivo, equidad: Otorgar las mismas posibilidades -en

términos de espacios y t iempo- de expresión a cada una de las partes

involucradas en los relatos periodíst icos" (2006, p. 100). Esto es

absolutamente cuantitat ivo, en otras palabras, la ley y las escasas

definiciones teóricas aluden a que los medios deben procurar un

16

número equilibrado de apariciones y con proporciones semejantes de

uso de espacio o t iempo, según sea el medio. Lo cualitat ivo de la

aparición de los candidatos, como su presentación posit iva o negativa,

no se cuest iona, lo que implica un respeto a la libertad de expresión del

medio, pero que deja sin regulación aquellas prácticas que se pueden

dar en publicidad negativa o destrucción de la imagen pública de un

candidato.

Las siguientes gráficas muestran la aparición de los presidenciables en

diferentes momentos de la contienda electoral. Hacer la secuencia por

cada mes muestra cómo los criterios de la prensa se hacen evidentes,

más allá del seguimiento de la ley que se basa en el imperativo ét ico de

la equidad.

Gráfica No. 5. Frecuencia de referencia por candidato, diario El Espectador

17

Gráfica No. 6. Frecuencia de referencia por candidato, diario El Tiempo

La noción de equilibrio se aplica para dos grupos claramente

diferenciados, los que van en la punta de las encuestas y los restantes.

En este caso el análisis se hará entre Juan Manuel Santos y Antanas

Mockus, dentro del primer grupo. En el segundo, Germán Vargas Lleras,

Gustavo Petro, Rafael Pardo y Noemí Sanín. Entre estos cuatro

candidatos se mantuvo un margen muy similar de pocas apariciones. El

registro que de ellos se llevó se hizo en medio de las notas breves que

informaban lo que hacían las campañas como parte de la descripción

del panorama, pero con un notorio vacío sobre sus propuestas de

gobierno. Esto se puede explicar en la medida en que el asunto de la

información no es sobre candidatos con programas sino entre

personajes públicos que ocupan breves espacios en la agenda de los

medios.

Un ejemplo de qué es un candidato para la prensa se encuentra en

Noemí Sanín, quien, para el caso de El Tiempo, se separó del grupo de

los rezagados debido a la fuerte discusión que tuvo desde la consulta

18

interna del part ido conservador con su contendiente Andrés Felipe

Arias. No fue por su calidad de candidata ni por su propuesta, sino por

los duros pronunciamientos que iban y venían en medio del conflicto

entre dos polít icos que habían ocupado la escena pública. El mismo

fenómeno se presentó en El Espect ador, pero en cuyo caso se agrava

más la concepción que t iene frente a los candidatos luego de la

primera vuelta. Para los dos medios, el cubrimiento de un candidato se

hace en términos de la irrupción de éste en una supuesta 'normalidad'

del diario acontecer: un escándalo o un conflicto le da vigencia a la

persona que se encuentra candidatizada, pero que retorna al equilibrio

silenciado cuando se es un candidato sin impacto mediát ico en la

sociedad.

Al observar el equilibrio en el primer grupo se encuentra una diferencia

entre los dos medios que se explica por la relación entre la preferencia

electoral del medio y los resultados de la primera vuelta el 30 de mayo.

Mientras que El Tiempo coincidió en ambos factores (preferencia y

resultado electoral), El Espect ador tuvo un cambio notable, pues

aunque no fue explícito su producción favorecía más la imagen de

Antanas Mockus.

A part ir de la mitad de febrero se inició el aumento en la preferencia

electoral de Antanas Mockus, quien se candidatizó por el reciente

Part ido Verde. En El Tiempo, a finales de marzo, pasó de no tener

reconocimiento a ser el tercero en una contienda entre nueve

candidatos. El segundo lugar de Noemí Sanín se explica por aparecer

en medio del conflicto mencionado anteriormente luego de la consulta

interna de los conservadores. La mención a Mockus fue más recurrente,

su impacto mediát ico se debió en gran parte a que dentro de la

población electoral se consolidó como una imagen de alternativa a la

19

tendencia uribista de los ocho años anteriores y su sucesor avalado,

Juan Manuel Santos, además de su imagen como no-polít ico haciendo

polít ica. Vale la pena dejar la pregunta del efecto de rechazo social a

los polít icos y el auge del no-polít ico ante la sociedad, esa confianza

que se basa en una contradicción que no supera la apariencia

publicitaria.

En abril, con tan sólo dos candidatos en escena, logró tener un tope de

publicación superior al de Santos, pero durante mayo, el mes de la

primera vuelta, la tendencia se corrigió para que coincidiera con la

preferencia de El Tiempo. Los nueve candidatos aparecieron en el

tarjetón para la primera vuelta en el siguiente orden:

Jaime Araújo Rentería, Alianza Social Afrocolombiana, ASA

Robinson Devia González, Movimiento la Voz de la Conciencia

Rafael Pardo, Part ido Liberal

Germán Vargas Lleras, Part ido Cambio Radical

Gustavo Petro, Polo Democrático Alternativo, PDA

Jaime Calderón Carrero, Movimiento Apertura Liberal

Noemí Sanín, Part ido Conservador Colombiano

Antanas Mockus, Part ido Verde

Juan Manuel Santos, Part ido Social de Unidad Nacional, Part ido de la U

A pesar de ser un grupo amplio ya se tenía el juego de antagonismo

básico para la narración electoral, Santos con el aval de la continuidad

pero de matiz social con su "prosperidad democrática" y Mockus con su

alternativa verde de "legalidad democrática", ambos actores

protagonizando en las mismas condiciones de la "algo democrática".

Esta es la estructura del epíteto antecedente de la polít ica de Álvaro

Uribe Vélez, la seguridad democrática.

20

Los puntos de las gráficas se calcularon desde el inicio hasta el final de

cada mes, por ejemplo en mayo va hasta la jordana de votación fue el

día 30, por lo que la posición de los candidatos en la tabla se dio en el

periodo preelectoral y no es el resultado de información sobre el

ganador. La respuesta de El Tiempo es tan notoria como su editorial

sobre "El mejor candidato" dedicada a Santos, no hubo equilibrio ni

frente a su rival más cercano, Antanas, y mucho menos frente al grupo

de candidatos en los que se incluían los part idos tradicionales.

La actuación de El Espect ador marca un claro acomodamiento o más

bien corrección respecto del comportamiento del electorado. El

equilibrio se mantuvo por los meses de febrero, marzo, abril y mayo,

cuando el resultado indicó una posible victoria definit iva de Santos. Esto

implicó cambiar la tendencia de favorecimiento por Antanas Mockus y

destacar en sus páginas a quien llegaría con más probabilidad a la

presidencia. En un país en el que los medios como empresas

productoras de información t ienen fuertes relaciones con el Estado, no

conviene tomar una distancia ante quien será el gobernante por los

siguientes cuatro años.

Mientras que El Tiempo tenía asegurado su apoyo a Santos, El

Espect ador tuvo que construirlo en el periodo comprendido entre el 31

de mayo y el 20 de junio, la segunda vuelta. Aunque no haya sido

explícito y aunque muchos de los columnistas se encargaron de crit icar

esos resultados, el medio mostró un cambio hacia el ganador. En este

caso el equilibrio se mantuvo hasta cuando los resultados cambiaron el

comportamiento ét ico por la conveniencia polít ica.

Desde la posición de El Espect ador se puede argumentar que el

ascenso de Santos en sus páginas se debe a la posición crít ica de sus

21

columnistas, sin embargo, el cubrimiento que se dio en el género noticia

breve fue mayor que el dado a Mockus. Por tanto y como se muestra a

continuación, el medio sí tuvo un cambio de preferencia.

Desequilibrio al detalle

Los valores que acá se muestran surgen al cruzar las variables

candidato, género y diario en el total del t iempo del monitoreo. Aquí se

indica la aparición de los candidatos por género, sin est imar la cantidad

de art ículos que hubo. Por ejemplo, en las columnas fue evidente el

juego antagonista en la opinión ent re Santos y Mockus, teniendo en

cuenta que tan sólo los últ imos veinte días fue entre estos dos

candidatos.

Gráfica No. 7. Distribución de géneros periodísticos por candidato, diario El Espectador

Los valores de los géneros confirman la tendencia de corrección según

el resultado que antes se comentó, columna de opinión, not icia breve,

noticia, informe especial, editorial, entrevista y reportaje se enfocaron

más en Juan Manuel Santos (véase gráfica No. 5). A penas, el análisis

not icioso fue el género en el que se evidenció más equilibrio en un

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contexto marcado por seguir al ganador. La triplicación de las breves a

favor de Santos y la duplicación en las noticias muestran una crisis en la

independencia del medio, que se adecúa a la línea de gobierno. Pero

¿qué hubiese ocurrido si los resultados frente a la preferencia hubiesen

sido contrarios? ¿Cómo se hubiese comportado El Tiempo? De seguro

que no habría sido muy dist into de lo que ocurrió en el otro diario, pues

ya antes se notó que aquello que los diarios t ienen en común es su

fidelidad con sus condiciones de producción más que con sus perfiles.

Gráfica No. 8. Distribución de géneros periodísticos por candidato, diario El Tiempo

En el caso de El Tiempo la tendencia al desequilibrio se muestra con la

mayor aparición de Santos en breves, análisis, editorial y, sobre todo, en

noticia. Mayor presencia de Mockus en carta del lector y con mayor

presencia en columna. Los géneros con mayor equilibrio son entrevista y

caricatura. Aunque se debe recordar que el primer y segundo géneros

de mayor producción otorgaron más frecuencia a Santos (véase

gráfica No. 2). Lo que confirma los resultados expuestos en la línea de

t iempo frente a los candidatos.

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INCONCLUSIÓN

La nueva redacción que la Real Academia Española propone para esta

palabra, describe el estado del periodismo que muestran los dos

principales diarios de circulación nacional, según la encuesta General

de Medios en su segundo corte de 2010, que recopiló los datos en el

mismo periodo del cubrimiento electoral (elt iempo.com, 10 de agosto

de 2010 y elespect ador.com, 14 de agosto de 2010). El Tiempo y El

Espect ador t ienen una producción a medio camino para lograr el

cumplimiento de lo que la misma ley colombiana propone respecto del

equilibrio informativo, la equidad para los part icipantes que eso implica

y la calidad de la información que le ofrece a un lector para que ejerza

su voto con conocimiento del sistema democrático.

Este últ imo asunto es más grave de lo que se podría decir, aunque el

panorama que se muestra con las gráficas es desalentador, al llevar a

cabo una ligera revisión del corpus se nota que con mucha dificultad se

puede encontrar la exposición, explicación e interpretación de los

contenidos que podrían habilitar a un lector como elector competente,

es decir, con conocimientos que le permiten ejercer su derecho al voto

con conciencia. Son los equipos de campaña los que determinan gran

parte de la agenda de los medios y la construcción de las imágenes

públicas, entre las cuales se tejerá la tensión de la oposición o las vías

alternativas que en realidad no son tales.

Los discursos de estar 'bien informado' o de la 'opinión es noticia', por lo

que se debería ofrecer información de los planteamientos de un

candidato o de la ideología de un part ido, son lugares comunes que se

llenan con fragmentos en noticias breves en tanto que impactos del

marketing polít ico. El éxito de los equipos de campaña fue

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directamente proporcional a la deuda del medio frente al electorado.

Los géneros de profundidad tanto en la información como en la opinión

ocuparon un segundo plano con temas del acontecer, de los

pronunciamientos escandalosos, de las acusaciones o las acciones de

proselit ismo de las campañas. Frente a esta situación, ni los medios, ni la

legislación colombiana t ienen una regulación al respecto del contenido

que construye la democracia desde los medios como el espacio de lo

público, de ahí que la acción sea como espacio publicitario.

Respecto del equilibrio informativo que se est ipula en el art ículo 25 de la

Ley de garantías electorales hay un evidente incumplimiento a la norma

y a la ét ica periodíst ica, bien sea por la preferencia del medio o por su

acomodamiento a los resultados. Esto hace que sea urgente la

publicación del seguimiento que hizo el Consejo Nacional Electoral a

part ir de los informes que los concesionarios y operadores privados de

radio y televisión le debieron enviar semanalmente en los que muestran

cómo garantizaron "el pluralismo, el equilibrio informativo y la veracidad

en el manejo de la información sobre las campañas presidenciales y el

proselit ismo electoral" (Ley de Garantías, Art ículo 25).

Como aporte al t rabajo de los medios y a la construcción de la

democracia, está el t rabajo de monitoreo que se hace desde las

organizaciones sociales y el sector educativo. Estas actividades de

seguimiento son de vital importancia a la hora de garantizar que la

información de los medios sea efectivamente, y no en apariencia, un

factor de construcción de la democracia. La libertad de expresión de

los medios debe servir a los fines del Estado social de derecho, no de

una empresa, no de un part ido, ni del Gobierno de turno. Esto es un

imperativo ét ico para el periodismo, además de ser el cumplimiento del

25

principio de nuestro acuerdo como nación soberana est ipulado en la

const itución.

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26

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219167-el-espectador-crecimiento-constante, hallado el 2 de diciembre

de 2010.