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, Abril-Junio, 2003—3
6 Julio Maruri,el regreso del hijo pródigo
N.º 111 - ABRIL-JUNIO 2003
Edita: Caja Cantabria
Realiza: Comunicación y Relaciones PúblicasPlaza de Velarde, 339001 Santander. Teléf. 942 204 541
Imprime: Gráficas Calima, S. A.D. Legal: SA-535-1993
Presidente:Carlos Saiz Martínez
Directora:Victoria Olloqui García de Salazar
Diseño:Armando Arconada
Colaboran en este número:Armando Arconada, Fernando ObregónGoyarrola, Paloma Castañeda, Jesús de Castro,Lucía Solana, Santiago Rego, Raúl GómezSamperio, Luis de Izarra, Francisco RevueltaHatuey, Enrique Bolado y Benito Madariaga.
Fotografías:Andrés Díez, José Miguel del Campo, PedroPalazuelos, Manuel Álvarez, Roberto Ruiz,Santiago Velasco, Duomarco y archivos.
Esta revista no se hace responsable ni está de acuerdonecesariamente con las opiniones de sus colaboradores ocon las respuestas de las personas entrevistadas.
48La Romade Piranesi
30 Fernando Calderón,el renacentista infatigable
11El vallede los menhires
37
Unadécadacontrael sida
ACCAS
18La huella deUnamuno por Cantabria
24 El Museo de la Naturalezade Carrejo
40 El deporte estrena palacio
4— , Abril-Junio, 2003
25 Aniversario
Un grupo de empleados de la Caja se reunió el pasado mes de mayo paraconmemorar el 25 aniversario de su incorporación a la plantilla de la entidad.
Caja Cantabria ha firmado un contrato conViesgo Energía, empresa comercializadora deViesgo Grupo Enel, por el que adjudica a estacompañía el suministro de energía eléctrica detodas sus sucursales. El acuerdo, firmado por eldirector general de la Caja, Javier Eraso, y el con-sejero-delegado de Viesgo, Miguel Antoñanzas,puede considerarse como un primer paso en elavance de otras colaboraciones más estrechaspara optimizar las sinergias en el ámbito comer-cial y financiero, y permitir a los clientes deambas entidades beneficiarse de mejores preciosy servicios.
ContratoconViesgo
La Caja incrementó sunegocio en un18%• La entidad mantiene su política de fortalecimiento del balance
Caja Cantabria incrementósu negocio en un 18% duranteel primer trimestre del año. Losrecursos ajenos crecieron en un21%, mientras que la inversióncrediticia, a su vez, incrementósu expansión en un 18%, conun aumento del volumen depréstamos para la compra devivienda del 29%. A pesar de lasituación adversa de los merca-dos, el patrimonio de los fondosde inversión y de pensionescreció un 5% y un 17% respec-tivamente.
La Caja ha mantenido du-rante este periodo su exigente
política de fortalecimiento delbalance. Este esfuerzo, supe-rior en 7 millones de euros alrealizado en el mismo períododel año anterior, ha reducidosu beneficio antes de impues-tos en 9 millones de euros. Elcash flow, que refleja los re-cursos generados (beneficioantes de impuestos, más sa-neamientos y amortizaciones),ascendió a 12 millones deeuros.
La tasa de cobertura deinsolvencias ha ascendido des-de el 163% de marzo de 2002hasta el 202% actual, con un
descenso en la ratio de morosi-dad, que se sitúa en el 1,31%frente al 1,60% de marzo delpasado año. Por otra parte, elcoeficiente de solvencia quedóestablecido en el 10,27%, fren-te al 8,14% de un año antes,lo que supone un exceso derecursos propios sobre los le-galmente exigidos de 77 millo-nes de euros. Caja Cantabriacuenta además en su carte-ra de valores con unas plusva-lías latentes de 26 millones deeuros.
El esfuerzo realizado se havisto compensado con el re-
conocimiento de los órganosde Gobierno, Banco de Espa-ña, auditores externos e, inclu-so, de la agencia de evalua-ción de riesgos Moody’s, queha mejorado el rating de laCaja consecutivamente enestos dos últimos años, con loque pasa a ser una de las seisentidades financieras (a esca-la nacional y europea) que loconsigue.
La entidad mantiene lasprevisiones de alcanzar, en di-ciembre de este año, un resul-tado antes de impuestos en tor-no a los 25 millones de euros.
Javier Eraso y Miguel Antoñanzas en la firma del convenio.
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Caja Cantabria y la Consejería deSanidad, Consumo y Servicios Socialesdel Gobierno de Cantabria firmaron unconvenio de colaboración para la finan-ciación de proyectos a través de unalínea de microcréditos creada por el Ins-tituto de Crédito Oficial (ICO).
El objetivo del acuerdo es apoyar apequeñas empresas y a particularesque, por carecer de garantías e histo-rial crediticio, tengan dificultades paraobtener financiación por los canaleshabituales, y en particular a aquellaspersonas que pertenezcan a colectivoscon problemas de inserción laboral osocial (mayores de 45 años, miembrosde familias monoparentales, mujeres,parados de larga duración, inmigranteso discapacitados).
La línea, dotada con 17,8 millonesde euros, contribuirá a la creación deempresas, y a un desarrollo económicoy social más equilibrado.
Microcréditos parafinanciación especial
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Un convenio, suscrito entre Caja Cantabria y elParque Empresarial Cantabria de Morero, permitirá aaquellas empresas que se establezcan en las parce-las o naves de este polígono acceder a unas mejorescondiciones financieras en las operaciones que reali-cen con la Caja.
El acuerdo, firmado por el director general de CajaCantabria, Javier Eraso, y el entonces consejero deIndustria del Gobierno de Cantabria, Pedro Nalda,supone un apoyo para la actividad de SICAN (SueloIndustrial de Cantabria S.L.), sociedad de capitalpúblico que promueve y gestiona la utilización de sue-lo urbanizado como vía para potenciar la iniciativaempresarial, la creación de empleo y la mejora de lasestructuras económicas regionales.
Caja Cantabria, que financia igualmente la activi-dad empresarial de otros polígonos industriales,como el de Cabezón de la Sal, Santoña o Ambrose-ro, tiene previsto inaugurar en fechas próximas unaoficina en el polígono industrial de Guarnizo parafacilitar a las empresas instaladas en su entorno elacceso a sus servicios.
Apoyo a lospolígonosempresariales
Representantes de la Caja, del Gobierno de Cantabria y de SICAN, en la firma del acuerdo.
Cesar Pascual, director general de Bienestar Social; Jaime del Barrio, anterior consejero de Sani-dad; Carlos Saiz, presidente de Caja Cantabria; y Ricardo Bilbao, director de Negocio de laentidad de ahorro, en la firma del acuerdo.
Fotos: JOSÉ MIGUEL DEL CAMPO
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ARMANDO ARCONADA. Fotos: PEDRO PALAZUELOS
– Comencemos por el final. ¿Cómo contempla el regre-so con su pintura a Santander después de medio siglo deausencia?
– Tengo ya muchos años, y lo recibo con serenidad. Es muyilusionante para mí; no pensé jamás…
La última vez que sus paisanos pudieron atisbar el arte deeste santanderino de la calle San Simón fue hace veinte años enla Fundación Santillana. Regresa ahora Julio Maruri de París, su-perviviente de sí mismo, para preparar su exposición antológicadel próximo mes de diciembre en el Museo de Bellas Artes deSantander. Confiesa que han sido José María Lafuente, “un hom-bre extraordinario”; Pablo Beltrán de Heredia, Salvador Carrete-ro y Fernando Zamanillo, quienes le han hecho cambiar de opi-nión, porque hace justamente un año confesaba a un poeta ami-go que se sentía como Greta Garbo en su retiro parisino, y queprefería que le recordaran como fue y no como es.
La charla –“yo soy un hablador… disparatado”– transcurre enla misma estancia en donde Gerardo Diego tocaba el piano pa-
“Nunca pasa nada en Santander,y si pasatoda la ciudad se abrasa.Que muero porque no puedodejar de querer.Y a la mar a volverpara echarse a bogary volver”.
Lille, 1963
“Gitano quisiera sery pobrepara que todo me sobre.Y quede el ricotan satisfecho de su pico.El pico de oro,tan satisfecho de su loro”.
“Decires sobre el tener y el no tener”
JULIO
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ra José Hierro, José Luis Hidalgo y para este “poeta pintor niñoduende exiliado”, probablemente una de las mejores definicio-nes que de él se han hecho.
– ¿Qué queda de aquél Santander de su infancia y ju-ventud?
La respuesta se hilvana a retazos a lo largo de la entrevista.En una primera impresión el poeta se ve extrañado “mirando losmiradores”; los múltiples comercios que pueblan calles “dondeantes sólo había una tienduca”; los jardines de Pereda, donde ju-gaba con Hidalgo y con Leopoldo Rodríguez Alcalde a guardiasy ladrones, ahora convertidos en alamedas suntuosas. Si pudié-ramos contemplar por el ojo de la cerradura del pasado al niñoJulio, o en su defecto leer su libro “De un Santander perdido”(Ediciones Bedia), daríamos entonces con una de las claves delpersonaje: su estilo afrancesado, premonitorio ya con la madreviviendo en París la Gran Guerra, tamizado luego por su primercolegio de la calle Gómez Oreña, el de Josephine Latapie y sustres hijas, “donde aprendí a leer de corrido”.
– He leído casi toda su poesía, pero no sé nada de su pin-tura. Dé alguna clave.
– Con el mínimo hacer lo máximo.– Algo parecido dijo Carlos Bousoño de sus versos.– Sí. “Demasiado sencilla”, decía el crítico de “Espadaña” de
mi poesía. Gerardo Diego, en un artículo elogioso publicado en“ABC”, añadía: “…y a veces un poco empalagoso”. Era muy recto,¿verdad?, culto, discreto y nada hablador; años después de co-nocernos, en el “Café Gijón” me dijo: “Bueno, podíamos tutearnos”.
Espíritu inquieto, más bienhumorado que histriónico, agita confrecuencia sus manos mientras declama o imita voces y ecos depersonajes que conoció. Este amor al teatro –como al ballet o ladanza– le viene “de muy atrás”, tanto como años han transcurridodesde alguno de sus recuerdos: “El hijo de la señora Alejandra,carpintero en el Teatro Pereda, me llevaba allí algún ratuco... En elaño 34 vi cantar a Pastora Imperio”. El arte de Talía caló hondo enJulio Maruri, hasta el punto de representar al personaje de Telloen “El Caballero de Olmedo”, encarnado éste por Hierro bajo la
Agitador culturalen la posguerrasantanderina,fraile carmelita,profesor depintura y artistareconocido enFrancia, preparasu exposiciónantológicaen el Museode Bellas Artes
el regreso del hijo pródigomaruri
Paseando por la ciudad: “Santander, vieja morada de monjes, hidalgos y pescadores”.
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atenta supervisión de Pablo Beltrán de Heredia, amigo y, a la sazón,director de la Residencia de Estudiantes de Corbán.
Pero eso fue después de que el artista adolescente frecuen-tara por las tardes el taller de José Herrera, cliente de su padre en“El Diluvio”, quien le ayudó a corregir “la mala letra” que, según suprogenitor, tenía a los 12 años. “Allí aprendí a escribir bien, a di-bujar y a pintar al temple, porque mi maestro era cartelista. Creoque mi primer dibujo fue un sombrero que copié de Penagos, elilustrador de ‘Blanco y Negro”.
– Fue por entonces cuando conoció a Manuel Llano. ¿Quéimpresión le produjo el sarruján de Carmona?
– En la trastienda del bar había encontrado “La braña”, el li-bro de Llano prologado por Unamuno. El tono, esa manera decontar con una música serena, me fascinó. Así fue como pasé de“Los tres mosqueteros” a Llano. Algo más tarde, con 13 o 14años, mi padre me lo presentó, con su gran cabeza y su defectoen el ojo, que era como un desvío en la mirada. Yo era un crío yél un hombrón.
LOS AMIGOSTengo la impresión de que, después –o antes– de su obra, han
sido los amigos su gran patrimonio: los citados, y además Vicen-te Aleixandre, Blas de Otero, Solana, Sofía Noel, Ricardo Gullón,Manuel Arce, Ricardo Zamorano, Enrique Sordo, Sartoris, Artigas,Cossío… Centrémonos en éste último. A Julio Maruri no le gusta-ban los cuadros de Vázquez Díaz, Álvaro Delgado ni Eduardo Vi-cente, pero sí los de Pancho Cossío, a quien dedicó un apartadoespecial en su libro “Artículos perdidos”.
– ¿No chocaron sus caracteres? Él era fuerte como el que-so de Cabrales, usted más sutil y volátil.
– La fuerza de Cossío era pura fachada. Parecía un cascarra-bias, pero en Navidades llevaba a las niñucas de Pepín Hierro unosparaguas así de grandes (pequeños). Apariencias, pijadas…, él sa-bía muy bien que no teníamos nada que ver con aquellas historias,nosotros estábamos hartos de la guerra.Yo cumplí cinco años y me-dio de servicio militar, pero al menos podía salir a la calle los díasde permiso. Aún así la guerra me obligó a dejarlo todo, incluidas lasoposiciones a Correos, claro que otros estaban en la cárcel...
Aquí abre un paréntesis que rememora la fraternal amistad a pe-sar de las divergencias, y “la monstruosidad total que fue la guerra,de un lado y de otro”. Evoca a amigos como el escultor Ibarrola o elmúsico Eduardo Rincón, a quien durante su estancia en el penal deBurgos pasó cigarrillos bajo los hábitos de carmelita, con el consi-guiente escándalo del oficial carcelario: “Hermanos, ¡cómo puedenvenir a ver a un rojo!”. Porque no sé si saben que, en 1950, JulioMaruri se hizo fraile a raíz de una crisis personal, con el nombre defray Casto del Niño Jesús. Incluso, residiendo ya en Bruselas, llegóa trasladar al Vaticano una carta de Rincón en la que denunciaba lasituación en las cárceles de la posguerra, epístola “que seguramentefue a parar a algún archivo”.
Él no dice “Dios”, dice “el Eterno”.Tampoco “vocación”, sino “cri-sis” o “depresión”, “nunca lo he sabido; me encontraba bien allí, defraile”. “Allí” era el noviciado del convento de carmelitas de Larrea(Vizcaya), y su posterior destino en el de Avon, en Francia: “Yo es-taba encantado, porque acabé harto de Santander. Creo que es laprimera vez que hablo de esto”. Confiesa que en los años 60 se
Comprando una gabardina en un antiguo comercio santanderino. En la calle Gómez Oreña, donde se encontraba su primer colegio.
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hizo analizar por una prestigiosa psicoanalista de niños, FrançoiseDolto, que a su vez había sido analizada anteriormente por Lafar-gue, que a su vez fue analizado por Sigmund Freud. “Por eso digoque soy bisnieto de Freud”.
– ¿Qué le dio Francia? ¿”Liberté, fraternité, égalité”?– Claro. Es una historia tan grande, la de Francia. En el fondo
son los ciudadanos los que hacen la política; los políticos hablan,pero los ciudadanos crean. La gente es la que hace una nación.El gobernante tiene que ser digno, no prometer ilusiones.
Tras su paso por Bélgica, llega al convento de carmelitas deFontainebleau, y a su escuela, aquella en la que estuvo Louis Malle,según contó en aquel emocionante filme, “Adieu les enfants”. Deallí a Lille, y luego de nuevo a España por mandato del general dela orden, quien les traspasa la inquietud del Vaticano por la as-censión del movimiento de los sacerdotes obreros.
– Volví a España, y en mi celda de Begoña empiezo a pintarcon ganas. Las gentes de Bilbao comienzan a hablar de un car-melita pintor; recuerdo que un día el hijo del alcalde me pagó 5.000pesetas por un cuadro y yo se las di al prior, que se quedó en-cantado porque tenía que dar de comer y de cenar a tantos estu-diantes. Qué historia ¿verdad?
EL PREMIO NACIONAL, PROEL Y ALTAMIRA
– No quisiera pasar por alto la concesión del Premio Na-cional de Literatura en 1958, un hecho capital en su biografíaescasamente documentado.
– Pablo Beltrán de Heredia había creado la colección “Cantala-piedra”, y en ella publicaron obras de Blas de Otero, Carlos Barral,
“Con el mínimo hacer lo máximo”,es la clave de su pintura
“...los políticos hablan, perolos ciudadanos crean. La gentees la que hace una nación”
“Creo que el Premio Nacional deLiteratura me lo dieron por ser fraile”
En casa de su hermana junto a una de sus pinturas. Al fondo, un retrato de su juventud, realizado por Modesto Ciruelo.
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– Tenía una mansardona de cien metros cuadrados, los niñosvenían por las tardes y yo pintaba con ellos. Ellos hacían su paja-ruco, su casuca con humo con la misma solemnidad que Rem-brandt pintaba el vestido de aquella niña, que a lo mejor tenía se-senta capas de pintura.
Cuando en 1979 cerró la escuela por falta de subvenciones,se fue a Noyons, al norte de París, donde la municipalidad le invi-tó a trabajar en un taller de pintura.
Jubilado al poco tiempo, se refugia en el París de Balzac. Siem-pre amó los barrios canallas: Pigalle primero, Saint Denis ahora.Allí se consolidó como pintor, sin abandonar nunca la crítica de ar-te que inició en los años santanderinos de Proel. Sus observacio-
nes sobre pintores como De-launay, Leonardo, Solana, Go-ya, Delacroix, corren parejas alas cinco exposiciones enFrancia, una en Italia, dos enMadrid. Sin contar la de la sa-la “Sur”, que siempre le acogiócon cariño, ni aquella primeraexposición de 1948 en el “Sa-loncillo de Alerta”.
Óleos, pasteles, gouaches,“papelucos”, como él dice, conlos que envuelve los versos oconforma libros. Si en “Algoque canta sin mí” (1944-1992),reunía su poesía completa, elúltimo lleva por título “Pasean-do con Sabine Mamou”, y re-copila gentes, cafés, monu-mentos y recuerdos parisinos,en un tributo de amistad ala escritora francesa, que seha llevado al cine como corto-metraje.
– La vida es un largo ríotranquilo. ¿Cómo vive ahora:en clave de comedia, dramao farsa?
– Shakespeare hacía decira un personaje que “el mundoes una historia de locos conta-da por un idiota”, pero yo diríaque todos somos humanos,unos con una fortuna y otroscon otra. Pienso, además, quehay un aspecto de carnaval ennosotros…
Y su verbo se diluye enuna facundia incontenible quediscurre sobre la teoría delbig-bang, entre citas a Eins-
tein y al canónigo Lemaitre: “Venimos de un hilo sin interrupcióndesde el origen del Universo, porque no hay generación espon-tánea”.
– (Le interrumpo) ¿Sigue obsesionado porque su nombreperdure?
– No. Si he de hacer balance, diré que me cabe el orgullo dehaber honrado a mi abuelo Francisco, gerente de “El Diluvio”, y ami padre y a mi madre, como dicen los Mandamientos. En cuantoa la posteridad, el gran poeta y amigo Carlos Salomón, que eramás escéptico que yo, decía: “Juliuco, la poesía queda”.
– Amén. ■
Claudio Rodríguez…, y mi antología. Pablo la envió y me premia-ron.Yo me enteré después. Estaban en el jurado Vicente Aleixandrey Gerardo Diego, pero creo que me lo dieron por ser fraile.
Su amigo Pablo le califica de “cantor auténtico de la bahíasantanderina”. El nobel Aleixandre le define en un poema: “Tu mu-cha voz/tu poco cuerpo”. Bousoño le otorga un “alto lugar en lapoesía de la posguerra”, alejado de la poesía social. Julio admi-te irónicamente con un “me ha salido así” cierta ruptura con “untipo de poesía lírica y melancólica”. Y añade que “entre Aleixan-dre y Neruda no sabría a quien escoger”. Dicen, los que le cono-cen bien, que es un insumiso en lo literario, en lo político y en loamoroso, sentimiento este último que, escribe, “a veces brota enel otoño/ y es como un monteque se incendia”.
Antes del arrebato místicoera ya Julio Maruri un agitadorcultural en el Santander de los40, vinculado a Proel, nombreasociado a una febril actividaden torno a una revista y a unasala de arte, al que, sin em-bargo, niega trascendencia.
– Es que no fue tal, no hubonada que pudiera ser conside-rado como un grupo. Tampocose dijo lo que tenía que ser lapoesía ni la estética. Creába-mos de forma autodidacta, le-yendo los pocos libros a los queteníamos acceso, viendo la es-casa pintura que podíamos ver.Se ha hecho mercadeo conello, como con eso de que San-tander era “la Atenas del Norte”.Siempre me he reído de ello.Son cosas cándidas, no haga-mos una historia como si des-pués no hubiera habido nada.Esa historia continuó: ManolínArce, por ejemplo, tuvo la sala“Sur” y “La Isla de los Ratones”.
– Muchos de ustedes vol-vieron a coincidir en la Es-cuela de Altamira, a la cualniega también su virtualidad.¿No sirvió acaso para unpronunciamiento a favor delarte abstracto, en la herméti-ca sociedad montañesa deentonces?
– Completamente. Pero noera una escuela, no se tratabade hacer academicismo abs-tracto, explicando lo que convenía o no hacer. Eso lo reconocía elpropio Mathías Goheritz, su cofundador junto con el escultor Án-gel Ferrant. El arte abstracto tuvo más precedentes en Cantabria:la exposición en la sala “Proel” de los tres integrantes del grupoPórtico, y alguna otra en el “Saloncillo de Alerta”.
“CHERCHEZ LA FRANCE”Francia le dio también un trabajo estable. Tras su regreso a
Bruselas se establece en Compiègne. En la escuela Les Samuels,para niños con dificultades, ejerce como profesor en su taller depintura libre, un invento del gran pedagogo Arno Stern.
En el parque de Mesones, junto a la escultura de José Luis Hidalgo:“Sobre la misma ciudad./ Yo de carne. Tú de mármol,/ Yo alrededor detu aire./Tú, duro viento negado./Tú como impasible estatua./Yo vividorcomo un pájaro”. (Julio Maruri. “Las aves y los niños”).
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FERNANDO OBREGÓN GOYARROLA*Fotos: ANDRÉS DÍEZ GONZÁLEZ. Infografía: RAMÓN MONTES BILBAO**
En los confines meridionales de la región, al sur del Puerto de Pozazal y del Alto del Bar-dal, se extiende uno de los valles más amplios y elevados de Cantabria, el valle de Olea oValdeolea. Recorrido por el río Camesa, un afluente del Pisuerga, Valdeolea tiene la pe-culiaridad de ser el único municipio de nuestra comunidad cuyas aguas terminan en elAtlántico por medio del Duero, ya que el resto de los ríos de la región vierte al Cantábri-co, o bien al Mediterráneo a través del Ebro. Otra de las singularidades de este valle cán-tabro tan desconocido es que alberga una de las principales concentraciones de menhi-res de España. Recientemente han sido recuperados del abandono en que se encontra-ban, y se ha señalizado una ruta de senderismo que permite conocer los nueve menhireslocalizados hasta el momento en la localidad.
“El Peñuco”
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Miguel de Unamuno (Bilbao 1864-Salamanca 1936) es una de las figuras más sobresa-
lientes no solo de la generación del 98, sino del pensamiento español. Unamuno po-
seía una personalidad potente y singular. Entre sus metas estuvo no pasar desaperci-
bido y alcanzar la inmortalidad; y lo consiguió, eso sí, sin regatear esfuerzos ni traba-
jo para ello. Fue pedagogo, filósofo, ensayista, políglota, dibujante, novelista, cuentis-
ta, poeta, conferenciante, dramaturgo, filólogo, articulista, polémico agitador de con-
ciencias…, pero, sobre todo, un hombre íntegro y coherente. Su divisa era ser siempre
él mismo. En su vida hubo tres momentos estelares que le dieron fama internacional.
El primero, su destitución como rector de la Universidad de Salamanca en 1914. El se-
gundo, su enfrentamiento con la dictadura del general Primo de Rivera en 1923, que le
valió, primero el destierro a Fuerteventura, y el exilio después. El último fue su inci-
dente con el general Millán Astray en el paraninfo de la Universidad de Salamanca, el
12 de octubre de 1936, cuando dijo su famosa frase: “Venceréis, pero no convence-
réis”. Este personaje tan peculiar tenía una gran afición, viajar. Recorrió casi toda Es-
paña, y entre sus destinos estuvo Cantabria.
18— , Abril-Junio, 2003
LA HUELLA DEUNAMUNO
PALOMA CASTAÑEDA
n el verano de 1909 la familia Unamuno veraneaba,como de costumbre, en Bilbao, y don Miguel pensóque era una buena oportunidad para llevar a cabouna de sus aficiones favoritas: subir montañas, y quémejor que hacerlo en la provincia vecina, La Monta-ña, como se la conocía entonces. Dicho y hecho. Pu-so rumbo al valle de Mena, pasó luego a Espinosade los Monteros, y de allí encaminó sus pasos alportillo de Trueba, para subir a continuación a Cas-tro Valnera, a 1.700 metros de altitud. Fue una subi-da lenta, para contemplar los alrededores; a trechosse paraban para beber en la fuente, conversar un ra-to y consultar el mapa, con el fin de identificar los re-pliegues del terreno. Luego llegan al valle del Pas,donde, según él, se respira "una paz triste”, quecompara con música gregoriana. De allí pone rum-bo a Castañeda, donde pernoctará. Antes de irse adormir recorre el pueblo y se detiene en su colegia-ta: "pequeñita, relicario de una tradición muda, quees la sal de la tierra”.E
, Abril-Junio, 2003—19
POR CANTABRIAEste primer viaje no podía terminar sin visitar
Santillana del Mar. Unamuno recorre palmo a pal-mo "la villa de los hidalgos", como él la llama, sa-borea las casas solariegas, pero, sobre todo, le im-pacta el claustro de la colegiata. Finaliza el día conla visita a las cuevas de Altamira. ¡Cómo le gustanaquellas pinturas! Difícil explicarlo con palabras.Unamuno escribe a su amigo el doctor BernardoVelarde, de Torrelavega, a cuya casa acudía concierta frecuencia, y le comenta: “Le diré que no pue-de figurarse la hondísima impresión que me produ-jo el bisonte de la cueva de Altamira. Tanto que meinspiró hasta cuatro composiciones que le mandoaquí: 'Ay, bisonte Altamirano,/ luz eléctrica en tu cue-va,/ que hundirá en trágica prueba/ tu misterio so-berano,/ el del eterno mañana/ que en sus siglos desecreto/ fue el invisible alfabeto/ de Gil Blas de San-tillana./ Que el bisonte tenebroso, declarado de he-chicería/ no le dio a tu cofradía,/ Gil Blas, punto dereposo./ Se hunde en el cielo de sol Ícaro,/ mas denoche cristalina/ boquilla de la Bocina/ la marca ve-reda al pícaro./ Ay, España, monasterio de ciegos y
lazarillos;/ tus leones en castillos/ nos mataron elmisterio.”
TUDANCA Y LA MAGDALENATras catorce años de ausencia de Cantabria,
Unamuno le manifiesta a José María de Cossío sudeseo de regresar. Esta vez lo hará para rendir ho-menaje a José María de Pereda y a su novela “Pe-ñas Arriba”, uno de los primeros libros que leyó, yuno de los que más le impresionaron. Por eso, na-da mejor que ir a Tudanca, lugar que don Miguelidentifica con la Tablanca de Pereda. En agosto de1923 los dos amigos se encuentran bajo el mismotecho de la famosa casona. Cossío no es solo suanfitrión sino su cicerone. Le enseña el archivo, labiblioteca y le anima a leer a un joven autor de latierra, Manuel Llano, que Unamuno descubre porprimera vez a través de su obra “Blancaflor”, de laque queda prendado. El señor de la casona lecuenta la historia del valle de Tudanca y sus le-yendas, y le pone en contacto con sus gentes ycostumbres. Son precisamente los ritos los que
Miguel de Unamunoen Torrelavega,
en casade su amigo
el doctorBernardo Velarde.
más le llaman la atención, y especialmente uno: lasiega en común del prado del concejo, que des-cribe en una de sus obras, y que pasamos a rela-tar a continuación.
El prado del concejo lo forman los pastos depropiedad comunal. Dichos pastos se dividen cadaaño en lotes y brañas, y se sortean entre los veci-nos. A las viudas o solteras con hijos les dan mediabraña; a las solteras sin hijos un cuarto de braña; yde cada parte se hacen tantos lotes como vecinos.Ese año fueron noventa y seis. Los miden con unpalo, según cantidad y calidad del pasto. Una vezdivididos los sortean, en el mismo prado, el día deSan Agustín. El espectáculo es pintoresco. Loshombres y las mujeres suben preparados para se-gar. Ellos calzan albarcas, llevan al hombro el dalle,los rastrillos y los palos; les acompañan los bueyescon sus basnas. En la ceremonia están presentesel cura y el regidor, y éste último es quien realiza elsorteo. Una vez efectuado el mismo, hacen cambiosy arreglos entre ellos, y a continuación se producela siega, siguiendo cada cual los puntos de refe-rencia de los linderos de su suerte.
A Unamuno, como buen filólogo que es, no lepasa desapercibido el uso de ciertas palabras deuso local, o algunos giros montañeses. Incorpora ensus textos voces como “iglesuca” y “mujeruca”, ex-presiones que seguirá utilizando en escritos poste-riores. Explica además a sus lectores lo que es una“basna” (un rústico vehículo de arrastre, sin ruedas,a modo de trineo, que se usa en el valle). Conside-ra interesantes palabras como “torca”, “besgata”,“sotámbaro”, “bijorco”, “aberujal”, “pical”, “gándara”,“cueto”, “abiercol", etcétera.Y hay una de ellas quele llama poderosamente la atención: “ciliebro”, queutilizan los lugareños para denominar al estrato ro-coso que asoma la blancura de la roca por entre latierra de las faldas de la montaña.
En el valle de Tudanca nuestro protagonista sevolcó con la naturaleza, y en especial con las mon-tañas, a las que califica de acogedoras. Montañascubiertas de avellanos, robles, hayas, que dan al lu-gar un verdor inigualable. Los escudos de armas
son, igualmente, un gran atractivo de la zona, se-gún afirma en sus crónicas.
La última visita la realizó en 1934. En esa oca-sión los motivos que le llevaron a Cantabria fueronotros: acudía a la invitación de la Universidad Inter-nacional de Verano de Santander, donde fue caluro-samente recibido. Unamuno impartió un cursillo, fue-ra de programa, sobre “Don Juan y el donjuanismo”,que incluía la lectura comentada de su drama “Elhermano Juan”. Su estancia en la capital le sirvió deinspiración para escribir poesías sobre El Sardineroy La Magdalena, como ésta, que dedicó a la reinaVictoria Eugenia desde el mirador del palacio al quetantas veces se asomara en sus veraneos santan-derinos: “Desde aquí en su isla de Wight soñaba,/ yen su niñez, como la mar serena/ el canto de lasolas le brizaba/ –anglicana sirena–/ inocencias depaz en patria tierra/ de principesco hogar, entre lasbrumas/ de la Mancha, al abrigo de la guerra.”
El escritor y filósofo Julián Marías, entonces es-tudiante de los cursos de La Magdalena, recordabaasí su encuentro con Unamuno, según figura en lapublicación “La Universidad Internacional de Vera-no de Santander: 1932-1936”, de Benito Madariagay Celia Valbuena: “…paseábamos con él o hablá-bamos sentados en una roca; así estoy con él yotras tres o cuatro personas, a mis veinte años, enuna fotografía que mucho después me dio su hijoFernando (…) Don Miguel, en La Magdalena, es-cribió veinte poemas y un breve ensayo en prosa.Algunos de sus amigos reunimos un poco de dine-ro para imprimirlo todo en un precioso ‘Cuaderno dela Magdalena’ y ofrecérselo en su año jubilar. Lo im-primió Aldus, en Santander, y guardo mi ejemplarcomo recuerdo suyo y de un verano que me dejóhuella indeleble”.
Todas esas experiencias viajeras las plasmó Mi-guel de Unamuno en crónicas y poesías, que vie-ron la luz por primera vez en el prestigioso diario bo-naerense “La Nación”, y que luego incluiría en loslibros “Paisajes del alma”, “Por tierras de Portugal yEspaña”, y en el ya citado “Cuaderno de la Magda-lena”. ■
20— , Abril-Junio, 2003
Miguel de Unamuno con Julián Marías e Ignacio Bauer en los cursos de La Magdalena de 1934. A la derecha, en su visita a la Casa de Salud Valdecilla.
Portada de“Cuaderno
de la Magdalena”.
Tudanca,con la “iglesuca”,el “huertode la muerte”–como llamabaUnamunoa su cementerio–,y la casona.Abajo, José Maríade Cossío,su anfitrión, enuna foto tomadaen 1976 para“La Revistade Cantabria”.
“Una civilización rústica”Miguel de Unamuno
Los que conozcan la obra literaria delnovelista montañés don José Maríade Pereda, recordarán aquella caso-
na de don Celso de que nos cuenta en sunovela “Peñas Arriba”, que quiso fuese lamás épica de las suyas. En el monumentoque en el muelle de Santander se le ha eri-gido a Pereda figura en primer lugar unarepresentación de esa novela. En la caso-na de don Celso, en Tudanca –la Tablancadel novelista, que gustaba de desfigurar losnombres propios de lugares–, he pasadoveinte días del mes de agosto, durmiendoen el cuarto mismo en que el novelista hi-zo morir a su héroe –que heroico fue, asícomo su modelo– y viviendo la vida del va-lle y la de la casona.
De “Paisajes del alma”
22— , Abril-Junio, 2003
Tudanca es un lugarejo de menos decien vecinos, en el valle, más bien encaña-da, del río Nansa, provincia de Santander,a poco más de treinta kilómetros del mar.El río baja cantando, brizando el sueño dela vida de aquellos montes primitivos, cel-tibéricos, y lamiendo los peñascos rodadosy los cudones que arrancó a los riscos dela cordillera que sirve de cabezal a Espa-ña. Desde el valle, o ensanchadura, de Po-laciones al de Tudanca, ambos en la estre-cha cuenca del mismo río, se abre éste pa-so por una imponente garganta, la hoz deBejo. Y fue de soñarla, más que de verla,cuando ya de noche la recorrí, por la ca-rretera, a caballo, volviendo de ver el máshermoso escudo de armas que he visto, enuna casona solariega, la de los Montes, enSan Mamés de Polaciones, a la luz de laluna llena, de la luz que llamaban de losmuertos mis antepasados euscaldunes.Era como cosa de magia, y tanto yo comomi acompañante, el señor actual de la ca-sona de Tudanca, de quien diré, recorda-mos los fantásticos grabados con que Gus-tavo Doré ilustró “La Divina Comedia” deDante. Parecía aquello la puerta fatídica eimpaciente del otro mundo, de ultratumba.Del otro lado estaba la terrible realidad que
pesa y queda; de nuestro lado el ensueñolunar de la vida que pasa. En el fondo can-taba a la luna el río Nansa. Los robles y lashayas que vestían las faldas de los riscosse bañaban en la lumbre dulce de la luna,en su lumbre lechosa.
A un lado y otro del río Nansa, en elvalle de Tudanca, se alzan montañas y ris-cos, revestidos unos de robledos y haedos,con avellanos y otras especies además, yaltas praderías que cierran el azul del cie-lo con la verdura de los pastos, a los queviene a acariciar la bruma tutelar. En el fon-do, junto al río, los maizales ponen su no-ta de cultivo casero. Y entre los maizales,junto a la pobre iglesuca, está cerrado elhuerto de la muerte, el cementerio de Tu-danca, sobre el que vigila una cruz de pie-dra. El Nansa briza el sueño de los soña-dores muertos como briza el de los vivos.Y en la paz solemne de aquellos eternosparajes, bajo la mansa cúpula del cielo,sostenida por las cimas montañosas, ocu-rre pensar si son otros los vivos que fueronlos muertos, si no es una misma genera-ción la que bajo diversas figuraciones sesucede, si estos tudancos de 1923 no sonlos mismos que vio y oyó Pereda, los mis-mos de que hablaba el general don Gre-
gorio de la Cuesta –de quien os diré– a fi-nes del siglo XVIII, los mismo que se de-fendieron de la morería en tiempos del reyDon Pelayo, los mismos que en Cantabrialucharon contra el poderío de Roma.
¿Historia? Allí todo es prehistórico, omejor, para decirlo con términos que puseen circulación, todo es intrahistórico. Dondeel río Carrión discurre llanamente por la es-tepa, entre glebas y arenas, en estos Cam-pos Góticos en que escribo estas líneas deremotos recuerdos de hace cuatro días nomás, en esta llanada palentina, la historia,la epopeya, la leyenda romancesca, flotansobre el haz de las aguas calladas del río deJorge Manrique; pero donde el río Nansa, atrechos torrente, se despeña cantando en-tre peñascos, es algo más hondo que la his-toria lo que nos dice su cantar. Esto es máshumano; aquello, más tétrico. Por este la-brador que se curte al sol ha pasado la his-toria; sobre aquel pastor montañés a quienciñe la bruma de las cimas se desliza la ci-vilidad.Y como la cría de su vaca a la ubrematerna, él se pega a sus montañas.
Sale, sí, sale de sus nidos de piedra dela encañada, se va a trabajar en aserrarmadera por campos ajenos, pero vuelve asu rincón y es como un sueño, acaso co-
Pito Salces, personaje de Pereda en "Peñas Arriba", fotografiado en Cosío a comienzos del siglo XX.
, Abril-Junio, 2003—23
mo una pesadilla, lo que vio al sol radian-te y sin brumas, al sol de Castilla. Vuelve ala querencia de sus bueyes y sus vacas ysus terneros, cuyo dulce mugido se mejecon el rumor del río paterno. Le repugnanlas corridas de toros a él que vive del toroy que quiere a la vez con un hondo cariñode convivencia. Hay niño, pequeñito, queapenas balbuce, que juega, él solito, a ha-cer el ternero, poniéndose un rústico collarde avellano, al cuello, arrimándose al es-tablo, rascándose contra un poste de lacuadra. ¿Fue él, este hombre, el que le do-mesticó al toro, o fue el toro el que le do-mesticó a él? El toro le ha hecho civil; lavacada es el fundamento de su civiliza-ción. Y tiene que defender de los lobos asus vacas. Pereda en su novela describela cacería de un oso en un escarpe de es-tas montañas –lo estuve contemplando apoca distancia–; pero las historias de lobosson más significativas que las de los osos.Y la cacería del jabalí.
Hay una civilidad, hay una civilización enestos lugares, cuya paz empieza a molestarel sordo estrépito del automóvil que recorrela cinta blanca de la carretera que va ciñen-do las faldas de las montañas. Cuando seve salir el humo del tejado de una de estas
casas, como el vaho del sudor del buey queha trabajado duramente, se piensa que haycivilización, que hay civilidad aquí. Una civi-lidad en almadreñas, y que marcha sobreroca.Y se ve lo que es esta civilidad cuan-do se tiene la fortuna, como yo la tuve, deasistir al sorteo de las brañas del Prado delConsejo, del prado comunal, solemne actode comunión civil de que os he de dar másadelante cumplida cuenta.
Esta vida civil, por otra parte, se con-densa y como que se encierra en algunade esas viejas casonas solariegas, infan-zonas, con su escudo de armas, que en losmás escondidos repliegues de la montaña–de donde proceden tantos nobles linajesde España– nos dicen de una historia re-catada.Y algunas veces, de un patriarcadocomo el de aquel don Celso que encontróPereda en la casona de Tudanca.
Llamábasele don Chicho y era donFrancisco de la Cuesta. Un curiosísimo re-trato, en fotografía, en que aparece de ca-zador con su escopeta, en un convencionalámbito de salón donde, a pesar de haber si-do licenciado en Derecho, se mantiene cual–se le ve el aparato con que el fotógrafo lesujetó la cabeza– nos lo muestra en unasala de la casona. Encima de él un óleo que
representa a don José Patricio de la Cues-ta y Velarde, obispo que fue de Ceuta y Si-güenza; cerca de él otro de don Gregorio dela Cuesta, capitán general de los realesejércitos, muerto en 1811; otros dos de donAntonio y don Manuel de la Cuesta, hijos,como don Chicho, de un sobrino del gene-ral, y otros dos de dos monjas.Y el archivode la casona, papeles que cuentan historiasíntimas, mucho más entrañables que lasque forje un novelista. Historias en las quela del valle se une a la universal. Al actualseñor de la casona, don José María deCossío, en quien reverdece el espíritu dedon Celso perediano, debo el conocimien-to de estas historias. ■
El material gráfico sin firma pertenece a losarchivos de la autora del reportaje y de "LaRevista de Cantabria"; y a las publicaciones"Cien años de fotografía en Cantabria", deÁngel de la Hoz y Bernardo Riego; "Canta-bria, un siglo en imágenes", editado por Ca-ja Cantabria; “La Universidad Internacionalde Verano de Santander (1932-1936)”, deBenito Madariaga y Celia Valbuena; y “LaUniversidad Internacional de Verano de San-tander. Resumen de sus trabajos en el cursode 1934”.
Tiro de bueyes arrastrando una "basna".
Uno de los escudos de armas a los que serefería Unamuno en sus crónicas (Casade la Torre, en Cosío). Abajo, escena ruralen Santilla del Mar.
ELE
NA
DE
DIE
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24— , Abril-Junio, 2003
Un paseo por la El renovado Museo de la Naturaleza muestra en Carrejo la fauna
Durante toda la década de los noventa, y hasta el otoño de 2002, el Museo de la Natura-leza de Carrejo, en el término municipal de Cabezón de la Sal, ha ofrecido a sus visitan-tes una interesante colección de la fauna característica de los distintos hábitats de Can-tabria, representada mediante una serie de piezas disecadas, desde los grandes verte-brados, aves rapaces y acuáticas, hasta los reptiles, insectos y mariposas. No era sufi-ciente, los nuevos tiempos exigen actualizar los contenidos y presentarlos al público deforma más atractiva, visual y enmarcada en la biodiversidad. Un nuevo plan director, la re-habilitación del magnífico palacio de Ygareda, y la restauración de los fondos expositi-vos, en un plazo de cinco meses, ha dado origen al nuevo Museo de la Naturaleza de Can-tabria, una cita ilustrativa y gratificante para cuantos remontan el Saja buscando la ma-gia de su reserva natural y el encanto de Cabuérniga.
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DE
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, Abril-Junio, 2003—25
biodiversidad
JESÚS DE CASTRO. Fotos: MANUEL ÁLVAREZ
característica de los distintos hábitats de Cantabria
Uno de los aciertos innega-bles en el planteamiento delproyecto ha sido la preser-vación de los principaleselementos que definen la
casona palaciega del siglo XVIII enla que se asienta el museo. La im-ponente fachada de sillería, con lasolana de forja; el zaguán, protegi-do con los cinco arcos que se abrenentre las recias losas del suelo y laviguería de la planta superior; laelegancia de la capilla adosada,con su bóveda de crucería en el in-terior, que rompe la uniformidad delconjunto; la solemnidad de la esca-linata interior… Todo ha quedado ala vista y bien cuidado para queconste la eficacia del diálogo entrela piedra y la madera, asentado através de los siglos.
NUEVO PLAN,NUEVO LENGUAJE
Nada más acceder al interior, lapoderosa escalinata de piedra, con
el rellano de doble acceso y las co-lumnas que sustentan las vigas demadera, ejerce su influjo en el visi-tante, pero no menos esencial re-sulta la plataforma elevadora insta-lada junto a uno de sus laterales,adaptada para sillas de ruedas. Do-taciones para eliminar barreras, im-prescindibles en cualquier lugar pú-blico que pretenda estar abierto alas demandas de nuestra sociedad.
El nuevo Plan Director del Mu-seo de la Naturaleza ha sido elabo-rado por su actual directora, la bió-loga Marta López, con la colabora-ción del equipo de educadores quegestiona el Centro Medioambientalde Caja Cantabria, en Polientes.Además de la supervisión técnicadel proyecto y el seguimiento en eldesarrollo de los distintos aparta-dos, la Caja también ha contribuidofinancieramente aportando, a travésde su Obra Social, el 50% de la in-versión total requerida para la reha-bilitación del edificio, la restauración
En la página anterior,el Museo de laNaturaleza, en la plazade Don Pedro Ygareda,de Carrejo. En ésta,una de las salas delmuseo; y, escudode armas en la fachadadel palacio de Ygareda.
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26— , Abril-Junio, 2003
de las colecciones de taxidermia ylos montajes expositivos. La aporta-ción de Caja Cantabria se realizóal amparo de un convenio de cola-boración suscrito con la Consejeríade Cultura, que también ha hechoposible la creación del Centro de In-terpretación de las Cuevas del Cas-tillo, en Puente Viesgo.
Para los contenidos y su pre-sentación, el Museo de Carrejo haoptado por un lenguaje muy actual,estructurado a través de cinco es-pacios independientes y tres blo-ques temáticos: la biodiversidad deCantabria, la relación actual entre lanaturaleza y el hombre, y las unida-des ambientales con sus diferentesecosistemas.
Sin abandonar la planta baja, secomienza una visita autoguiada queconduce hasta una primera sala,donde la iluminación y el bosquemural que nos rodea crean un am-biente apropiado para presenciar eldiálogo entre dos representantes delas especies que más amenazadotienen su futuro en nuestros bos-ques y montes: el oso pardo y elurogallo cantábrico. No desvelare-mos su contenido, pero sí la exce-lente calidad de la proyección, reali-zada en “infografía 3D fotorrealista”.
La evolución del paisaje, desdesu primer contacto con la especiehumana hasta nuestros días, es otrode los temas que pretenden suscitarla reflexión en el visitante. Un brevey cuidado audiovisual muestra, enapenas tres minutos, combinandoimágenes reales y dibujos, cómo lanaturaleza viene siendo mermadasegún las necesidades y conceptoshumanos de cada época.
El patrimonio natural de un terri-torio tiende actualmente a conside-rarse, por fortuna, como parte fun-damental de su cultura, identidad yriqueza, pero resulta cada vez másfrágil, y todavía demasiadas denuestras actividades le ocasionandaños irreparables. Por eso, nuncaestá de más pararse a recordarlo y
• Lechuza, en la representación de ambientes urbanos.
• Escenografía de acantilados e islotes costeros.• Perdices.
• Ciervo volador macho con las alas desplegadas.
• Escenografía de marismas.
, Abril-Junio, 2003—27
revisar nuestra huella ecológica so-bre el entorno en que vivimos.
UNIDADES AMBIENTALESLa parte más extensa del mu-
seo es la que recrea las unidadesambientales más características deCantabria, con sus respectivos en-tornos: la marina, las aguas conti-nentales y la montaña, constituyenel medio natural en el que se de-senvuelven numerosas especiesque aquí podemos ver naturaliza-das a tamaño real. El urogallo, mas-cota del museo, ha dejado sus hue-llas por todo el recinto, de formaque, siguiéndolas, vamos descu-briendo los distintos espacios.
En la marina cruzamos una pa-sarela, entre dunas y sonidos ca-racterísticos, escoltados por anáti-das, limícolas y ardeidas, hasta lle-gar a los acantilados, donde se po-san cormoranes, gaviotas, fraileci-llos y otros grandes voladores.
La zona interior, con sus bos-ques y montañas, está profusa-mente representada. Vemos a sushabitantes más célebres, como eloso pardo tratando de hacerse conun panal de su manjar predilecto,los muy escasos urogallos, o el cier-vo, siempre desconfiado y prestopara la huida; pero también encon-tramos zorros, ginetas, ardillas,aves rapaces, nocturnas… y, sobretodo, escenografías que los sitúanen su entorno habitual y nos trans-portan hasta los hayedos, robleda-les, bosques de ribera o parajes dealta montaña.
Dotaciones complementarias in-teractivas mediante paneles conpulsadores, o maquetas como laque identifica las cumbres de los Pi-cos de Europa, suministran la infor-mación esencial para comprenderun poco mejor la privilegiada natu-raleza que nos rodea. Las coleccio-nes de fósiles, reptiles, insectos ymariposas, que se irán incremen-tando paulatinamente, complemen-tan este vistazo a la biodiversidad.
• Búhos reales.
• Escenografías de hayedo, con dos urogallos y un felino.
• Zorro.• Ciervos en la escenografía del robledal.
• Águila real.
28— , Abril-Junio, 2003
EXPOSICIONES Y BOTÁNICAEl recinto de la antigua capilla,
respetado en cuanto a su fábricaesencial y detalles arquitectónicos,se ha convertido en sala de exposi-ciones temporales. También cuentael museo en su planta baja con unaula-taller, dotación imprescindiblepara todo centro implicado en laeducación ambiental. En este caso,el Museo de la Naturaleza proyectaconvertirse en una especie de Cen-tro de Interpretación del Parque Na-tural del Saja-Besaya, y de sus pe-culiaridades a través de las diversasestaciones.
En la parte trasera exterior deledificio, resguardado por el gruesomuro de piedra, existe un recoleto yatractivo espacio que ha sido acon-dicionado como exposición botánica,con las especies más representati-vas de la región, y otras de proce-dencia foránea. El pozo del pequeñojardín se ha aprovechado para situarun selecto grupo de bonsáis, que in-troducen un acertado contrapuntoentre los jóvenes árboles que ya co-mienzan a comparar sus brotes y flo-rescencias. Esta exposición botáni-ca puede visitarse desde primaverahasta el fin de la estación otoñal.
• Colección de mariposas.
• Colección de reptiles.
• Aula-taller.• La antigua capilla, convertida en sala de exposiciones temporales.
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El visitante vuelve a ganar la ca-lle y se gira, desde la plaza de DonPedro Ygareda, acunado por el ar-mónico fluir del tiempo entre las pie-dras y vigas del cuidado núcleo ru-ral de Carrejo, para observar unavez más el singular edificio en cuyointerior la naturaleza tiene una nue-va embajada donde recordarnosque también formamos parte de labiodiversidad, y que somos respon-sables de mantenerla. El sol todavíaestá en lo alto, queda tiempo paracruzar el puente de Santa Lucía yadentrarse hacia el bosque, cruzan-do aldeas, brañas, arroyos y sende-ros para oler, escuchar y apreciartantas cosas en las que tal vez an-tes no habíamos reparado, y paracomprender que estos tesoros sonla herencia que debemos dejar a lasgeneraciones venideras. ■
• Un rincón del jardín botánico, con la colección de bonsáis.
• Planta superior del museo.
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LUCÍA SOLANA*. Fotos: JOSÉ MIGUEL DEL CAMPOy archivo familiar
Es difícil resumir en pocas palabras la po-lifacética y fascinante figura de FernandoCalderón.Tuve la suerte de disfrutar de suamistad y de sus conversaciones, narra-ciones, recuerdos y pensamientos, y sólopuedo decir que nunca he conocido a na-die igual. Quizá para eso habría tenidoque viajar al Renacimiento. Desde la pla-cidez y la serenidad de alguien que ha vi-vido intensamente –una vida larga y aven-turera, interesante y sorprendente, pletó-rica y despreocupada– aparece la obra deFernando como el reflejo de un persona-je irreal. Él, aún tan presente, supo hacerun guiño a su época y caminar por los de-rroteros de su anacronismo.
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La figura de Fernando Calderón (Santander,1928-2003), uno de los más destacados ar-tistas cántabros del siglo XX, no se puedecomprender sin dirigir una mirada a su en-torno familiar. Sus padres, Teresa Ló-
pez de Arróyabe y Fernando Calderón Gómezde Rueda, crearon un ambiente de curiosi-dad, imaginación e intelectualidad en el quecrecieron sus hijos (Fernando, Teresa, Ra-món y Juan Carlos); un hogar culto, acomo-dado y bien relacionado, en el que se cele-braban frecuentes reuniones de poetas, mú-sicos, artistas y de todo tipo depersonajes vinculados a la culturade la época, estimulando y apoyandolas inquietudes creativas de todos sushijos. De esta manera, si Fernando se con-sagró con el tiempo como muralista, pintor ydibujante, Ramón encontró su lugar en la historia delas artes plásticas cántabras principalmente en elcampo de la escultura, y Juan Carlos en el de la
música. En cuanto a Teresa, cultivó su afición alcanto y desarrolló otras actividades creativas en sujuventud, aunque finalmente las relegase por su de-dicación a la familia.
El aire que se respiraba en Villa Asunción, elsingular edificio que aún preside la santan-
derina calle del Sol, proporcionó a Fernandouna especial soltura y naturalidad, gracias a la
cual fue capaz de relacionarse, desdemuy joven, con los personajes más des-
tacados y eminentes, que formarían partede un paisaje infantil decisivo en sus añosposteriores. Con estos estímulos no es ex-traño que Fernando, pintor sobre todas lascosas, fuese también, en diferente medida,inventor, escritor (ahí están sus libros “Soli-loquios” y “Lecciones de las cosas”), pensa-dor, “cuentista”, conferenciante, e investiga-dor apasionado de la parapsicología y el
más allá durante los últimos quince años de su vi-da. Un personaje, en fin, pluridisciplinar e inquieto,
EL RENACENTISTA INFATIGABLE
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estudioso y observador, cuyo mayor placer era elque le proporcionaba el descubrimiento, y en esonos recuerda, una vez más, el talante de los hom-bres del Renacimiento.
LOS INICIOSDesde muy joven destaca su talento natural. Su
facilidad para el dibujo y la composición le hacen me-recedor de premios a muy tem-prana edad. Apenas tiene 11años cuando gana su primergalardón, y la preocupación desu padre por encauzar apro-piadamente sus facultades lehace recoger opiniones de laspersonalidades del momento.Maestros de la talla de Zuloa-ga, Cossío, Picasso, Cocteau,Sert..., se muestran perplejosante sus cualidades, y le ani-man y estimulan para que de-sarrolle esa excepcional capa-cidad plástica.
Tras su paso por la Escue-la de Bellas Artes de San Fer-nando de Madrid, FernandoCalderón decide viajar por Eu-ropa, trabajando, estudiando alos grandes maestros, vivien-do la vida... A partir de 1950,su incontrolable inquietud lelleva a Roma, donde se integra rápidamente y con-sigue que le lluevan los encargos. La etapa italianade su vida –todo lo que aprendió y respiró en la ciu-dad que él considera “su patria espiritual”: los des-nudos, las anatomías, la forma definitiva de dibu-
jar...– marcará para siempre su trayectoria y se con-vertirá en la base de su creación futura.
Su debilidad por lo renacentista influirá tanto ensu carácter como en su obra, impregnada siemprede esta atmósfera.Y es a partir de Italia cuando losmurales se convierten en su ámbito preferido, pro-porcionándole las mayores satisfacciones. Espaciode libertad para su emoción y esplendor de movi-
mientos, los murales le permi-ten explayarse en difíciles es-corzos y fuertes composicio-nes con toda una carga deenergía, característica de suobra, que procede directa-mente del placer de la realiza-ción y de un sentimiento deculminación expresiva.
UN PINTOR DE GRANDESDIMENSIONES
Esos murales –que fueronmuchos, teniendo en cuenta lamagnitud y el tiempo que re-quieren este tipo de manifes-taciones–, así como innume-rables cuadros de grandes di-mensiones (intentó no perdernunca el horizonte de lo quemás le satisfacía: el gran ta-maño), los fue dejando a lo lar-go de todos sus viajes: México,
Estados Unidos, Inglaterra, Italia, Brasil...; por eso,parte de la dificultad para enumerar su obra resideen la gran cantidad y dispersión de ésta. Quizá al-gún día, alguien, con los medios y el tiempo nece-sario, pueda abordar una investigación exhaustiva
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“Las mujeres palentinas frente al invasor” (1968-69). Diputación Provincial de Palencia.
“El pleno de Arredondo” (1969).
sobre el trabajo de Fernando Calderón y recorrer elmundo siguiendo su rastro y documentando algunasde sus mejores obras, allá donde se encuentren.
Sin embargo, por suerte, tenemos una extensamuestra en nuestra región, pues, a pesar de su es-píritu viajero, Calderón regresaba fielmente a Can-tabria siempre que podía. Nos referimos, por ejem-plo, a los grandes cuadros que se encuentran en laentrada del Ayuntamiento de Santander, los mura-les del aeropuerto, o los que poseen la Escuela deIndustrias, la Cámara de Comercio o el Hospital deSanta Clotilde. También son magníficos sus mura-les en las iglesias de Argoños, Pedreña, Rucandioy La Penilla; y, en Santander, en Santa Lucía, LaCompañía y Santa María.
Realizó, igualmente, espectaculares murales enun radio geográfico más amplio, como el de la Di-putación de Palencia o el de la capilla de los duquesde Alba en Loeches (Madrid). En México, el célebre“Tornaviaje” de la Ciudad de las Hadas y los tresgrandes paneles del Museo de Antropología delParque de Chapultepec; en Inglaterra, la iglesia deSaint Osyth Priory de Essex; en Estados Unidos lade Saint Andrews, de Nueva York…, y un largo et-cétera que ilustra su proyección internacional, y ex-plicita el trabajo infatigable y la capacidad creadorade este titánico artista.
RETRATOS Y DIBUJOSFernando Calderón pintó miles de retratos, de
personajes reales y ficticios. Unos clásicos, por en-cargo, otros por deleite, haciendo uso de todo lo quesu sensibilidad iba archivando en kilómetros de via-jes, y en los que los personajes son portadores deun contenido más profundo que su simple presen-cia. En el libro de entrevistas de Luis Alberto Salci-nes, Calderón comentaba: “Subjetivizo los temas.
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Trato de captar, pero no como una máquina foto-gráfica ambulante. Si tiene algo emocional, no lo al-tero; si no tiene emoción se la agrego”. Esa es laesencia de sus retratos, y de su obra.
Calderón plasma personajes con rasgos plenosde matices que detienen el paso del tiempo, des-cubriendo la esencia del alma, que queda reflejadaen el trabajo estético. Su gran facilidad para el re-trato –aunque nosea su tema prefe-rido–, le proporcio-na éxito, fama y do-minio de la técnica,con la que busca laelegancia, la belle-za y la armonía enun camino de figu-ración intuida.
El dibujo, real-mente el reino deFernando, es la es-tructura sobre lacual descansa todosu trabajo. Calde-rón domina la ana-tomía, maneja di-versidad de técni-cas y, sobre todo, es un matérico, que logra textu-ras, luces y matices reflejando siempre su trayecto-ria en la misma dirección. Su sello se muestra en lafacilidad del dibujo y en la manipulación de los to-nos, que lucen la sobriedad y diversidad de la pin-tura hecha memoria. El color, con total armonía ycontraste, da a la obra una coherencia unitaria, conpredominio, a veces, de ocres, pardos y negros, ode colores fuertes, o de su blanco empastado y ca-racterístico.
“Los dibujos me salen de las manos, es algoque no puedo controlar”, decía Fernando de sí mis-mo. Creador sin descanso, su forma de mezclar di-bujo y pintura, trazo y color, de trazar solitarias lí-neas enérgicas, es natural, no es un propósito sinoun suceso sincero.
ENÉRGICO, ROTUNDO Y ESPONTÁNEODel dibujo a la
pintura, de la pintu-ra al dibujo. Lo sen-cillo, sin perder esevalor enérgico desu realismo, siem-pre rotundo peroalejado de engrei-mientos. Es la be-lleza de su pintura,a veces cruda a ve-ces lírica, lo queencuentra el senti-miento, al tiempoque sueña su mis-terio interior. Calde-rón maneja el trazocon tal libertad queproduce efectos va-
riados en una obra rica de expresividad pero since-ra y directa, dirigida desde lo más hondo de su sen-tir. Su mirada lenta observa formas, y el examen de-tenido se fija en las cosas para transformarlas enmarañas de líneas y trazos. Gesto, intuición, algoque tiene que ver con el lenguaje infantil, con la in-tención de los primeros impulsos innatos. Diálogosde formas que son trazos que se definen o desva-necen en contrastes de blanco y negro, de purezay saturación. Cromatismo apenas existente, porque
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parece que los colores fluyen, al igual que las for-mas. Los recursos plásticos son amplísimos…
Con influencias de Goya o Solana, sus trazosunas veces buscan la be-lleza, muchas la ironía, yotras la crudeza de la vi-da, pero siempre vene-rándola y, por supuesto,plasmando el interés delautor por exprimir la exis-tencia al máximo. Pintoreminentemente gráfico,proyecta con fuerza su vi-sión particular de las co-sas, a veces subrayadapor fondos blancos, otraspor enérgicos silueteados,y siempre desde un ángu-lo personal que denunciasu tendencia muralista.Según la vibración que elartista da a las pinceladaso a la línea del dibujo, susmotivos dispares le lleva-rán a abordar con igual facilidad cualquiera de sustemas. Intensa relación entre las formas y el signi-ficado, entre lo visual y lo cognitivo. Calderón con-templa la realidad a través de un conocimiento
bastante profundo de los clásicos, y el mundo querepresenta se cambia y se crea.
La pintura en Fernando es algo espontáneo, co-mo todo lo demás: unosiente que, al igual que eldibujo, su pintura es cosadel alma, de momentos yesencias que están entrelos afectos. Su obra escercana, magnética, emo-cionante, como su perso-na. Por eso, hace poco, al-guien dijo que no nos des-pedimos de Fernando, ycontinuamos hablando deél en tiempo presente, por-que, inevitablemente, per-manecerá en la memoriaartística de esta tierra y enel corazón de sus amigospara siempre. ■
*Lucía Solana es licenciada en Bellas Artes y autoradel libro sobre Fernando Calderón editado por el Co-legio de Arquitectos Técnicos de Cantabria, con la co-laboración de Caja Cantabria.
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SANTIAGO REGO. Fotos: ROBERTO RUIZ
El pasado mes de abril la AsociaciónCiudadana Cántabra Anti Sida (ACCAS)cumplía una década de intensa activi-dad entre las personas afectadas por elVIH/SIDA. Nació por el impulso de ungrupo de personas preocupadas por larepercusión de una enfermedad que, enaquel momento, era sinónimo de muer-te y de marginación. Hoy, gracias alavance de la medicina y a una mayorcomprensión de la sociedad, ha pasa-do a ser una patología de larga super-vivencia, tras el desarrollo de unos fár-macos cada vez más potentes. La de-sesperanza de antaño va dando paso aun halo de luz en el largo túnel.
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Reciclado de papel en el taller de ACCAS.
Fueron, sin duda, tiempos muy difíciles, marcados por la necesidadde conseguir recursos, tanto para la asociación como para losafectados, en todos los ámbitos en los que el VIH/SIDA tenía másimpacto, como el sanitario, el social y el psicológico. “Era una épo-ca marcada por la discriminación y la invisibilidad de las personas
seropositivas, que únicamente se hacían visibles en el marco hospitalariopor el gran número de problemas clínicos que padecían. Un panoramamuy duro, con pacientes con pocas defensas, ningún tratamiento, elevadoíndice de mortalidad, falta de recursos y poca preparación del personal sa-nitario para hacer frente a la enfermedad”, recuerda Abel García, presi-dente y fundador de ACCAS, que continúa en la pelea diez años después,sin bajar la guardia.
Azucena Aja, psicóloga clínica y vicepresidenta de esta asociación,tiene claro que estamos ante un problema de salud pública con un tras-fondo social muy significativo, y asociado a opciones o costumbres estig-matizadas en nuestra cultura por culpa de prejuicios tradicionales. “Aquía nadie se le pregunta cómo ha contraído la enfermedad. Nuestro objeti-vo es preservar los derechos fundamentales de los afectados, y prevenir,al mismo tiempo, la transmisión de la enfermedad, dando a conocer la in-formación a toda la sociedad por medio de campañas preventivas, char-las y talleres, y prestando atención personalizada, un aspecto que siem-pre hemos cuidado para que el afectado sienta que estamos cerca de él”,comenta.
¿Qué avances se han producido en los más de veinte años transcurri-dos desde la aparición del primer caso de VIH/SIDA? La respuesta la handado los expertos que participaron en una jornada científica celebrada enel Centro Cultural Caja Cantabria, con motivo del décimo aniversario deACCAS. Una vez que se identificó el agente patógeno, se han ido obte-niendo datos sobre su epidemiología y sobre los tratamientos más ade-cuados. Esos tratamientos, poco a poco, han evolucionado desde pautasineficaces hasta las terapias actuales, que han logrado mejorar y aumen-tar la cantidad y calidad de vida de los pacientes. Así, han conseguidotransformar lo que era una condena de muerte a corto plazo en una su-pervivencia de varios años, que pueden ser veinte o más cuando se efec-túa un seguimiento adecuado de los enfermos.
Para conmemorar sus diez años de actividad, ACCAS organizó tambiénuna exposición en la planta diáfana del Centro Cultural Caja Cantabria, ti-tulada “VIH sobre ruedas”, en la que se mostraron 50 de los más de 2.000carteles de esta asociación, así como el “Muro de Ladrillos” formado en Can-tabria con motivo de la celebración del Día Mundial del Sida en 2002.
REBROTE ENTRE LOS JÓVENESEn Cantabria hay registrados ahora mismo 598 enfermos de sida, pe-
ro, lamentablemente, la tendencia a la baja que se venía produciendo des-de el año 2000 está ralentizándose. Abel García señala que en los últimosdos años se está dando un rebrote en la infección, principalmente entre laspersonas más jóvenes, que, tal vez, se han descuidado y no toman las de-bidas precauciones porque observan que el riesgo de muerte es menor.
La psicóloga Azucena Aja admite que las incomprensiones de los pri-meros años han quedado atrás. “Hemos estado presentes en muchas ba-tallas, pero incluso las que perdíamos nos servían de acicate para seguiradelante. El conocimiento de las vías de transmisión y las prácticas deriesgo han ido reduciendo las actitudes de rechazo y discriminación, sobretodo en los ámbitos sociosanitarios”, añade.
ACCAS se ha ganado el respeto de las entidades públicas y privadasque trabajan en el ámbito de la prevención sanitaria. En Santander, des-de un céntrico y modesto local cerca de la Plaza del Ayuntamiento, la aso-ciación se enfrenta al reto que se les presenta ahora a las personas se-ropositivas, quienes, ante una esperanza de vida mucho más larga, tie-nen dificultades para conseguir una adecuada inserción sociolaboral. Laasociación está intentando paliar este problema a través del Centro Dí-namo, que trata de favorecer la integración de los afectados proporcio-nándoles ocupación en un taller de encuadernación y de productos deri-vados del papel.
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Trabajos de encuadernación en el Centro Dínamo.
La exposición del décimo aniversario, con el “Muro de Ladrillos”.
EL CENTRO DÍNAMOUbicado en Camargo, el Centro Dínamo salió adelante gracias al es-
fuerzo económico de la Obra Social y Cultural de Caja Cantabria que, ha-ce siete años, costeó la instalación de los talleres. Los originales artículosde papelería y material de escritorio que se obtienen en ellos, disfrutan degran aceptación en tiendas, exposiciones y mercadillos, lo que contribuyea la motivación de las personas que se ocupan de su fabricación
“Las estrategias de prevención, muchas de ellas llevadas a cabo con-juntamente con las consejerías de Educación y Sanidad, y con las di-recciones de las prisiones, así como la atención a nuevas personas pro-cedentes de los procesos migratorios, sigue moviéndonos a desarrollarnuevos proyectos y a reivindicar actuaciones eficaces”, comentan AbelGarcía y Azucena Aja.
La relación con la Administración sanitaria cántabra es buena, lo mis-mo que con otras entidades públicas y privadas, y muchas contribuyeneconómicamente –entre ellas Caja Cantabria– a sufragar los programasde apoyo psicológico, social y laboral. A la asociación continúan llegandosocios, que pagan puntualmente sus cuotas, y voluntarios que, tras recibirla preceptiva formación, colaboran en labores muy diversas. “La prepara-ción es clave ante una persona desconcertada muchas veces por la en-fermedad”, asegura José Ángel Herrera, tesorero de ACCAS y responsa-ble de voluntariado y formación. Herrera subraya que la asociación estáabierta a cualquier persona que comparta sus objetivos y tenga ganas deaportar su tiempo libre.
Actualmente, el proceso de normalización sigue su curso, pero aún de-ja en el aire más de una pregunta, como indica Azucena Aja: “¿Cuántaspersonas se atreverían a decir abiertamente en su grupo de amistadesque acaban de recibir un diagnóstico adverso?, ¿cuántas se atreverían adecir en el colegio al que van sus hijos que uno de ellos es seropositivo?,¿cuántas admitirían en su centro de trabajo que son portadores del vi-rus?”. Preguntas todas ellas, sin duda, de grueso calado, y cuyas res-puestas son los verdaderos indicadores de la normalización.
SERVICIOS Y PROGRAMASSon muchos los servicios que presta ACCAS desde su sede santan-
derina de la cuesta del Hospital: información telefónica sobre la enfer-medad y los recursos existentes; servicio de acompañamiento a domici-lio y en hospitales; servicio gratuito de asesoría jurídica, servicio de do-cumentación para profundizar en los distintos aspectos de la infecciónpor VIH, y el apoyo psicológico necesario para afrontar problemas rela-cionados con la ansiedad, depresión y preocupaciones sobre la enfer-medad, además de asesoramiento sobre el tratamiento antirretroviral, yorientación para informar a la pareja y a los familiares del diagnóstico deseropositividad.
El piso de estancia temporal tutelado por ACCAS, que está dirigido apersonas con diferentes problemáticas sociales y cuyo objetivo es la in-serción social, está ocupado, actualmente, por cuatro personas. La aso-ciación viene manteniendo desde hace años un servicio de reparto dealimentos, que se realiza una vez al mes a través de la trabajadora so-cial de este colectivo. También los grupos de apoyo a mujeres seroposi-tivas –un espacio, en torno a un café, para que las afectadas se sientanmejor y aprendan a vivir con el VIH– forman parte de esta variada ofer-ta de servicios.
Aja y García están muy satisfechos con los resultados del programa“Sida entre aulas”, en el que, a través del teatro, se informa a los adoles-centes sobre esta enfermedad, y sobre la vías de transmisión y preven-ción. Cerca de 7.000 jóvenes han participado en las charlas de este pro-grama, que se complementa con otras acciones, como el reparto de pre-servativos, intercambio y recogida de jeringuillas, y talleres sobre sexo se-guro. El trabajo riguroso de ACCAS ha provocado que sean las propias di-recciones de las cárceles de Santoña y de Santander las que soliciten aesta asociación el desarrollo de programas de prevención entre la pobla-ción reclusa. Un dato que habla bien a las claras del buen hacer desple-gado en los últimos diez años. ■
Uno de los carteles mostrados en la Caja.
Intercambio de jeringuillas en una unidad móvil de la asociación.
Dibujo escolar para una campaña de prevención.
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RAÚL GÓMEZ SAMPERIO. Fotos: MANUEL ÁLVAREZ
¿Es una ballena?, ¿un gran mejillón?, ¿un platillovolante?, ¿o la escultura mayúscula de una gotade agua que evoca el pantano y arroyo del anti-guo lugar? Santander cuenta, desde el pasadomes de abril, con una nueva edificación queacompañará el equipamiento urbanístico de lasgeneraciones del siglo XXI: el Palacio de Depor-tes. Este proyecto ya forma un potente tándemcon el campo de fútbol, y convierte a El Sardine-ro en el coliseo deportivo más espectacular quenunca haya tenido Cantabria. Con capacidad pa-ra 6.290 personas, supone abrir nuevas expecta-tivas para el deporte cántabro, al mismo tiempoque un reto para llenarlo, aunque también está di-señado para acoger grandes atracciones artísti-cas que, por fin, se verán liberadas del riesgo dela lluvia, y que podrán recibir, en función de laocupación de la pista central, hasta cerca de10.000 personas. Los primeros acontecimientoscelebrados han provocado respuestas positivasdel público. En su inauguración, el pasado 20 deabril, asistieron más de 6.000 espectadores paraver el partido del Balonmano Cantabria contra elCiudad Real. Numeroso público también tuvo oca-sión de presenciar un encuentro de la selecciónespañola de fútbol sala, y los correspondientes ala Copa del Rey de balonmano, la Copa de Espa-ña de Trial Indoor, la exhibición de los Globetrot-ters, y el concierto de Alex Ubago o el de MaríaDolores Pradera y Chavela Vargas, entre otros.
Una ballena enEl deporte estrena palacio
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El Palacio de Deportes de Santander data deun concurso de 1990, sometido a los crite-rios multifuncionales que el Ayuntamientode Santander quiso aplicar a la construc-ción. Aunque desde el primer momento se
rechazó incluir un velódromo o pista de atletismo, quehubiera magnificado el proyecto, lo cierto es que eledificio estaba destinado a sobresalir notablementepor su dimensión. Contener un gran volumen, y di-señar una cubierta de tal envergadura que no distor-sionara el entorno, fue el primer problema que los ar-quitectos tuvieron que resolver. La solución consistióen alejarse del impactante efecto de una gran caja,y fijar la base de su estructura circular atenuada acuatro metros y medio bajo el suelo.
Esa estructura, de 28 metros de alto, es la queha proporcionado esa forma singular, donde, a lolargo de su construcción, los santanderinos hancreído ver, primero un platillo volante, luego un granmejillón oscurecido por la capa de impermeabiliza-ción, y finalmente una ballena, que parece varadapara recordar que las primeras referencias históri-cas de las playas de El Sardinero fueron las de “be-neficiar” cetáceos, allá por el siglo XVI.
La ballena parece la figura favorita de compara-ción, sobre todo por el ojo, la ventana circular delelemento de control del edificio, llamado “satélite”,y las barbas, que formarían el muro cortina tan ca-racterístico. Sin embargo, también se alude a una
Los datos básicos
Arquitectos:Julián Franco yJosé Manuel Palao
Presupuesto:Unos 25 millones deeuros, incluida laurbanización.
Superficie:13.525 metroscuadrados, sobre unaparcela de 43.162 metroscuadrados.
Capacidad:4.304 espectadores, quecon el graderío móvilalcanza los 6.290. Con laocupación de la pistapuede llegar a los 10.000espectadores, aunque lacapacidad de evacuaciónestá preparada para12.000.
Pista central:44 x 22 metros.
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gigantesca gota de agua que parece descenderdesde la vaguada hasta la playa, y a cuyo aspectocontribuyen las piezas de acero inoxidable que locubren.
En el interior, el elemento circular de la basetambién se extiende a los graderíos, formando doscírculos excéntricos que aprovechan al máximo lacapacidad de visión desde un punto del escenario.Según explica Julián Franco, uno de los arquitectosdel proyecto, “la intención fue ir creando una se-cuencia de sensaciones y de imágenes para que lagente sintiera algo cuando estuviera en el edificio,y cuando se fuera aproximando hacia él”. Y, efecti-vamente, esa secuencia se produce. Primero, en elacceso descendente por las entradas del muro cor-tina, que se presenta inclinado, absorbiendo al pú-blico como plancton nutritivo. La bajada hacia el mu-ro de vidrio parece inevitable, introduciéndonos pordebajo hacia el primer vestíbulo, cuyas bandejas deacero inoxidable crean una serie de reflejos muyparticulares. Las escaleras de los vomitorios nosconducen a la gran sala, donde entra una luz ceni-tal exterior.
Para explicar la primera sensación al entrar hayque hablar de la luz, una luz controlada por las la-mas de aluminio que cuelgan del lucernario y que,gracias a la función de difusoras que tamizan el es-pacio, evita los incómodos reflejos de los rayos. Eneste lucernario también están todas las instalacio-nes de iluminación eléctrica y altavoces que afec-
tan a la pista, y un sofisticado sistema de ventilaciónque actúa automáticamente cuando aparecen nive-les de concentración de aire nocivo.
La visión del espectador al moverse no es circu-larmente repetitiva. Cada punto muestra una imagendel edificio diferente, dinámica, que no cansa. Lue-go, por la noche, los focos eléctricos parecen devol-ver al aire la luz que ha atrapado durante el día.
Una de las facetas que el arquitecto Julián Fran-co resalta del Palacio de Deportes de Santander esque se ha construido con elementos expresamentediseñados, no estandarizados: “Toda la cerrajería,la carpintería, etcétera... ha sido labor del día a día,y en la misma obra, con la coordinación de cadauna de las ingenierías que han trabajado para quetodas las piezas se acoplaran en su sitio”. JuliánFranco recuerda que incluso las miles de chapas deacero inoxidable de la cubierta son distintas, debi-do a la curva del edificio y al complejo escamado delamas –de tres metros por uno–, diseñado con el finde que el agua de la lluvia choque contra las deabajo, evitando caer en cascada, para discurrir la-teralmente hacia los canalones.
LOS COMPLEMENTOS El palacio no sólo es su pista central y los gra-
deríos. Bajo el vestíbulo de la parte posterior se en-cuentra un gimnasio de usos múltiples, que tienecomo gran ventaja la de recibir iluminación natural,abaratando los costos de mantenimiento. Ocupa
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En la página anterior,el palacio desde arriba;
juego de luces yvolúmenes en el
interior; puertas deacceso; y “el satélite”.Sobre estas líneas, el
partido inaugural entreel Balonmano
Cantabria y el CiudadReal.
una superficie de 335 metros cuadrados de com-plemento deportivo, que puede funcionar de formaautónoma, controlada desde recepción, y que per-mite a los deportistas llegar desde la zona de ves-tuarios. Además, proporcionará la oportunidad decrear un Club Municipal de Gimnasia para la prác-tica de las diversas modalidades gimnásticas.
En total se han construido diez vestuarios (seispara grupos y cuatro individuales) con sus corres-pondientes equipamientos de duchas, taquillas y ser-vicios, a los que se añade la zona de saunas. Tam-bién hay dos almacenes de material deportivo, unasala de enfermería, una sala de control y gestióndonde se ubicarán los despachos, una sala de pren-sa, cafetería, cuatro aseos para el público, y una sa-la de megafonía, sonido e iluminación, que se alzatransparente en lo más alto, dominando todo el es-cenario, y que se ha dado en llamar “satélite”.
En la parte posterior, en la zona del vestíbulo,está prevista la creación de un museo deportivo, amodo de exposición permanente, que pretendeofrecer la excepcional panorámica histórica del de-porte montañés, al mismo tiempo que rendir un ho-menaje a sus más importantes protagonistas, des-de el deporte autóctono, al olímpico y al general.
El tránsito de los espectadores por el interior deledificio es independiente del de los deportistas. Laspuertas cuentan con tornos dotados de un sistemade despliegue de brazos que facilitan la salida. Losasientos disfrutan en su parte inferior de aire acon-
dicionado individual, y el recinto permite la llegadaa la pista de ambulancias y vehículos de descargapara preparar diferentes escenarios.
La totalidad de las instalaciones están controla-das por ordenador, destacando el circuito cerradode televisión con cámaras fijas, digitales y en color,ubicadas en los puntos de acceso, tanto exteriorescomo interiores, y reforzadas con otras motorizadasen el interior de la pista, con una movilidad de 360grados en horizontal y 90 en vertical. Todas las cá-maras pueden verse desde una cabina de control.El Palacio de Deportes dispone de una moderna in-fraestructura para atender las retrasmisiones televi-sivas, contemplando la comunicación con la unidadexterior de los diversos canales, y el enlace con lascámaras del interior del recinto. El equipamiento in-formático se extiende a los dos marcadores elec-trónicos colgados de las vigas metálicas principa-les, que pueden ser vistos desde cualquier parte delgraderío, y a las taquillas para realizar la venta deentradas. Además de la moderna megafonía e ins-talación eléctrica, la pista tiene redes laterales mo-torizadas, situadas tras las porterías de balonmanoy fondos de las pistas de tenis, que servirán de pro-tección para el público.
UNA CONSTRUCCIÓN COMPLEJAEl desarrollo de la construcción del Palacio de
Deportes, ahora deslumbrante, ha tenido sin em-bargo varios obstáculos que han provocado impor-
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tantes retrasos. Los primeros problemas aparecie-ron en el proceso de cimentación, al estar asentadosobre un terreno echadizo de una antigua escom-brera. Esta circunstancia requirió dos estudios geo-técnicos, además del que en principio se realizó. Du-rante la obra ha habido, igualmente, dos o tres tipó-grafos replanteando continuamente medidas.
La singularidad del edificio en todos sus ele-mentos, algo que lo refuerza como único, tambiénha añadido dificultad al tener que fabricar las piezas–algunas de las cuales son de enorme compleji-dad– de forma exclusiva. “Esa complejidad de mi-les y millones de piezas que hubo que ensamblar–señala Franco– tardó tiempo en coger un ritmo defuncionamiento. Ahora, cuando lo contemplamos,con todo en su sitio y encajado perfectamente, sesiente una gran quietud y tranquilidad, que ha cos-tado un gran esfuerzo conseguir”. Julián Franco des-taca que la obra ha costado, por metro cuadrado,en torno a una tercera parte de lo invertido en otrosgrandes proyectos realizados en España, como elGuggenheim, de Bilbao, o la Ciudad de las Cienciasde Valencia.
El palacio quedará integrado en el Instituto Mu-nicipal de Deportes (IMD), que de esta manera en-riquece sustancialmente la amplia lista de sus ins-talaciones. Precisamente, un repaso a esa extensalista puede sugerir que no se necesita ese recintoen función de la práctica deportiva que allí se reali-ce; sin embargo, proporciona una dotación destina-
da a los espectadores y al deporte de alta compe-tición que Cantabria estaba demandando, y en laque el balonmano espera ser la gran atracción. Losniños ya han podido disputar en el nuevo recinto lasfinales de los campeonatos escolares de balonces-to y, a modo de estímulo, se organizan visitas paraenseñarles esta nueva joya de instalación, que, pre-visiblemente, contará con su propio director y conla colaboración de una empresa especializada pa-ra atraer brillantes espectáculos. ■
A la izquierda,el amplio y luminoso
vestíbulo.Sobre estas líneas,
los aseos y el gimnasio.
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LUIS DE IZARRA
■ El ministro de Fomento,Francisco Álvarez Cascos,colocó la primera piedra deltramo Molledo-Pesquera de laAutovía de la Meseta. De estaforma, está ya en ejecución latotalidad de dicha vía rápida,cuyas obras se iniciaron en elaño 2000 y está previsto que con-cluyan en el 2005. Un mes mástarde se abrieron al tráfico losprimeros 8,5 kilómetros de estaautovía. Con una inversión de53,2 millones de euros, el subtra-mo inaugurado une Torrelavega-Los Ochos con Los Corrales deBuelna-Norte.
■ La puesta en escena,con carácter de estreno absoluto,del espectáculo de calle “Volu-minaires”, la nueva creación delveterano colectivo Ale Hop, sir-vió para conmemorar el XII ani-
ABRIL
■ El prolífico dibujante,muralista y pintor santanderinoFernando Calderón falleció ensu residencia familiar de PuenteAgüero a los 74 años de edad.Miembro de una conocida familiade creadores, hermano del céle-bre compositor Juan Carlos y delescultor Ramón, la inmensa obraplástica de Fernando se repartepor todo el mundo.
■ El Palacio de Deportes deSantander se estrenó con unpartido de balonmano de la LigaAsobal. Fue un amargo estrenodeportivo, ya que el Cantabria per-dió frente al Ciudad Real por 26 a23, pero un gran éxito de público:seis mil personas presenciaron elencuentro desde las gradas delmagnífico edificio multifuncional.
versario del Palacio de Festiva-les de Cantabria.
■ Dos medallas de plata yuna de bronce fue el brillanteresultado obtenido por las tri-pulaciones cántabras en elCampeonato de España deBateles, disputado en aguas deLa Coruña. Los juveniles deCamargo y las féminas de ElAstillero consiguieron las de pla-ta, y los senior de El Astillero lade bronce.
MAYO
■ Se abrió al público elnuevo Museo Marítimo delCantábrico, situado en el pro-montorio de San Martín. Se tra-ta de un espacio expositivo queofrece a sus visitantes la posibili-dad de acercarse al mundo marí-timo desde distintas perspecti-
vas, y que dispone de excelentescolecciones biológicas y especta-culares acuarios.
■ La santoñesa SorayaPérez se proclamó Campeonade España de Duatlón sub-23,en la prueba disputada en lalocalidad almeriense de Pulpí. Suexcelente actuación le permitió,además, ser quinta en categoríaabsoluta y medalla de plata abso-luta por equipos.
■ La ministra de Sanidad,Ana Pastor, acudió a la inaugu-ración de la primera fase delnuevo Hospital UniversitarioMarqués de Valdecilla, queincluye el edificio polivalente, elnúcleo de comunicación y lospabellones 12 y 13, en el últimode los cuales se ubica el nuevoServicio de Urgencias, dotadocon 64 boxes. El Plan Director tie-
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El pintor y muralista Fernando Calderón.
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La ministra de Sanidad, Ana Pastor, inauguró la primera fase del nue-vo Hospital Universitario Marqués de Valdecilla.
El espectáculo “Voluminaires” animó el XII aniversario del Palacio deFestivales de Cantabria.
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ne un presupuesto global de algomás de 200 millones de euros.
■ El viejo ferrocarril hulle-ro de La Robla, el más largo deEspaña de vía estrecha consus 248 kilómetros, volvió acobrar vida doce años despuésde ser abandonado. La total res-tauración de la línea de La Robla,entre León y Bilbao, ha supuestouna inversión de 60 millones deeuros. El remozado trazado serátambién utilizado por el lujosotren turístico Transcantábrico, enel que se puede viajar de León aGalicia.
■ En las elecciones autonó-micas y municipales del 25-M, elPP obtuvo 18 escaños en elParlamento regional, frente alos 13 de los socialistas y los 8de los regionalistas. En Santan-der, el PP consiguió la mayoría
absoluta. Los pactos poselecto-rales propiciaron un cambio deGobierno al pactar el PSC-PSOE con el PRC, dando lapresidencia regional a MiguelÁngel Revilla. Este pacto provo-có también cambios en numero-sos ayuntamientos de la región.
■ Tres militares cántabrosperdieron la vida en el dramá-tico accidente de aviaciónocurrido en Turquía que costóla vida a 62 miembros de lasfuerzas armadas españolas.Los fallecidos fueron: el tenientecoronel de Ingenieros JoséRamón Solar Ferro, jefe del con-tingente español, natural deNoja; el teniente Antonio Cebre-cos Ruiz, y el cabo David Gar-cía, ambos nacidos en Santan-der. El suceso causó honda con-moción.
JUNIO
■ El yate cántabro “Lupa”,de Cesar Obregón, con IgnacioCamino como patrón, se impusode forma rotunda en la Copa deEspaña de first class celebradaen aguas catalanas.
■ Pese al enorme esfuerzorealizado en la limpieza de lasplayas, el fuel procedente del“Prestige” siguió llegando anuestras costas, aunque enpequeñas cantidades, y los pri-meros bañistas se vieron sor-prendidos por las desagradablesmanchas de pichi o chapapote,un fenómeno veraniego antañocorriente, pero que no se produ-cía desde los años sesenta.
■ La mina de Reocín secerró oficialmente después de140 años de explotación indus-
trial, en la era moderna (ya quelos romanos la aprovecharonhace veinte siglos para abaste-cerse de galena y calamina).Finalmente, sus vetas se hanagotado, y se echa así el cerrojoa la historia de la minería en Can-tabria.
■ Ruth Beitia, plusmar-quista española de salto dealtura, consiguió en la ReuniónAtlética Sevilla 2003 un nuevorécord nacional, al efectuar unsalto de 1,95 metros.
■ El ciclista cántabro JuanJosé Cobo se proclamó cam-peón de España en la modali-dad sub 23 de contrarreloj indi-vidual en la carrera celebrada enel circuito madrileño de Alcoben-das. Otro corredor cántabro, Jor-ge Suárez, obtuvo el quinto pues-to en la contrarreloj junior.
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El pacto poselectoral entre socialistas y regionalistas dio la presidenciade Cantabria a Miguel Ángel Revilla.
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Las costas cántabras siguieron recibiendo fuel procedente del “Prestige”.
El viejo ferrocarril hullero de La Robla volvió a cobrar vida.
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Un total de 86 obras de excepcional calidad, ejecutadas en el siglo XVIII, integran la propuestaexpositiva que Caja Cantabria dedicó a Giovanni Battista Piranesi durante los meses demayo y junio, en colaboración con la Calcografía Nacional y la Universidad de Cantabria. Laproducción grabada de Piranesi está considerada como una de las más relevantes de la his-toria del arte gráfico, y en ella se puede apreciar su inclinación predominante por la arqui-tectura, una profesión que él concebía como capaz de cambiar el mundo a través de los es-pacios habitados por el hombre. El máximo ideal de Piranesi fue precisamente la transfor-mación de Roma, a la que soñaba devolver su pasado esplendor, y a ese proyecto pertenecela serie de estampas expuestas por la Caja y la Universidad, con las que el arquitecto y elartista rinden homenaje a la ciudad en la que encontró la inspiración y la fortuna.
maLa R
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de PiranesiEn la página anterior,
tercera portada de“La Antichità Romane
III”; y caricatura dePiranesi, realizada por
Pier Leone Ghezzi en1749. A la derecha,
foro romano antiguo,de “Prima Parte de
Architetture eProspettive”.
Catálogo delas obraspublicadaspor Piranesihasta 1761.
Ruinas de unsepulcroantiguo,
de “PrimaParte de
Architetture eProspettive”.
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El Centro Cultural Caja Cantabria acogió los grabados
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▲ Sepulcro de los Escipiones, de “Alcune vedute di Archi Trionfali”.
L a exposición “Giovanni Battista Pi-ranesi (1720-1778). Estampas delGabinetto delle Stampe e dei Di-segni de la Biblioteca Municipal de
Fermo” está constituida por ochenta y seisobras de excepcional calidad, en estampa-ciones del siglo XVIII. Organizada en cola-boración con la Provincia de Ascoli Picenoy la Comune di Fermo, ha sido coproducidapor la Calcografía Nacional de la Real Aca-demia de Bellas Artes de San Fernando, yse trata de la primera vez que las estampas–primeras ediciones en su mayoría–, se ex-hiben fuera del edificio que las custodia.
La producción grabada de Piranesi es,sin duda, una de las más relevantes de lahistoria del arte gráfico. Todo el entusiasmoque el artista sentía por el arte del graba-do explota, sin reservas, cuando su pasióncreadora se suma a su interés por las an-tigüedades.
Además de grabador, Piranesi fue ar-quitecto, y concebía su profesión como unaactividad capaz de revolucionar el mundo
a partir de la transformación de los espa-cios donde el hombre habita y desarrolla surelación social. Su máximo ideal fue cam-biar Roma, levantar una ciudad nueva quese encontrara a la altura, idealizada, de suantigua grandeza.
La selección de estampas reconstru-yendo la visión que Piranesi tenía de la Ro-ma antigua constituye una forma peculiarde acercarse a su obra. Las series repre-sentadas en las exposiciones de Caja Can-tabria y de la Universidad de Cantabria co-rresponden a los conjuntos con mayor for-tuna dentro de la producción de Piranesi:“Prima Parte de Architetture e Prospettive”,“Varie vedute”, “Alcune vedute di ArchiTrionfali”, “Le Antichità Romane”, “DellaMagnificenza ed Architettura de’Romani”,“Vedute di Roma”, “Diverse maniere d’a-dornare i cammini”…
DIBUJAR INVENCIONESPiranesi llegó a Roma en 1740, a los
veinte años de edad, procedente de Vene-
cia, donde había nacido un 4 de octubre de1920. Era hijo de Angelo, cantero de profe-sión, y de Laura Lucchesi, y se había for-mado como arquitecto con Giovanni Scal-farotto. El talento natural es un elementoimprescindible, pero a él se añaden los es-tímulos que derivan de los encuentros jus-tos, en el momento y lugar apropiados. Ytodo eso se da en el caso de Piranesi. Suprotector, el embajador Francesco Venier,le introduce en los círculos más interesan-tes de esta ciudad que, además, vive unode sus períodos de paroxismo.
Solo tres años después de su llegadaa Roma, Piranesi redacta una declaraciónpoética que se convertirá en fundamentode su vida artística. Escribe a propósito delas grandiosas ruinas: “No siendo de es-perar que un arquitecto de nuestro tiempopueda ejecutar alguna de ellas (...) no veoque me queda, a mí o a cualquier otro ar-quitecto, más que presentar con dibujosmis propias ideas (...) Con este fin he pro-curado, durante mi estancia en esta gran
de una de las más relevantes figuras del arte gráfico
▲ Anfiteatro de Pola en Istria, de “Alcune vedute di Archi Trionfali”.
metrópoli, unir los conocimientos adquiri-dos de arquitectura, cualesquiera que ha-yan sido, con el arte no sólo de dibujarmis invenciones, sino de dejarlas graba-das en cobre”.
A su actividad de dibujante y grabadorPiranesi fue fiel toda su vida, y sólo se de-dicó a la práctica de la arquitectura en unaocasión, cuando monseñor Rezzonico, so-brino del papa Clemente XIII y prior de laorden de Malta, le encarga la restauraciónde Santa Maria del Priorato.
Tras llegar a Roma, Giovanni BattistaPiranesi –a diferencia de la generación quele precedió y de muchos coetáneos– no di-rige su mirada a Rafael o a los Carracci,modelos de la belleza clásica, sino que re-trocede en el tiempo a las fuentes de la an-tigüedad.
En la “Prima Parte de Architetture eProspettive”, publicada en 1743, cuandoel artista cuenta tan solo con veintitrésaños, Piranesi se enfrenta ya con susgrandes temas creativos: la compleja y di-
námica relación entre la antigüedad y laarquitectura moderna, la visión esceno-gráfica del espacio, la decoración, el ca-pricho, despojándose de su propia forma-ción véneta y dejándose dictar por su ex-periencia emocionada del mundo clásicoromano. Constituye un ejemplo de rara be-lleza el de la estampa que representa las“Ruinas de un sepulcro antiguo”, reprodu-cida al comienzo de este reportaje.
Los resultados obtenidos por Piranesison muy distintos a los de sus contempo-ráneos. Comparando dos estampas sobreel mismo tema –un monumento rupestreen los alrededores de Palazzolo–, debidasa Pier Leone Ghezzi y a Piranesi, respec-tivamente, se constata como Ghezzi seempeña en una investigación de la objeti-vidad que le lleva a ofrecer una composi-ción rigurosamente central del monumen-to, en un marco arbóreo, una visión deconjunto llana y clara, en tanto que Pira-nesi presenta una perspectiva angular yexcéntrica, en la que se acentúa el as-
pecto ruinoso del monumento y lo agres-te de la naturaleza circundante. Así, el pro-pósito documental de Ghezzi contrastacon el empeño más consciente y personalde Piranesi.
ARQUITECTURA Y NATURALEZAEn 1745, tras una estancia en su Vene-
cia natal, Giovanni Battista Piranesi se ins-tala de nuevo en Roma con un taller en ple-no centro de la ciudad, y comienza a tra-bajar en el ciclo de las “Vedute di Roma”,que le ocupará durante toda su vida. En1748 crea “Le Antichità Romane”, obra de-dicada al florentino Bottari, que le acogiógenerosamente y le presentó en los círcu-los romanos de espíritu más alentador yperspicaz.
En sus aguafuertes de la serie “Le An-tichità Romane” se aprecian claras remi-siones a las panorámicas del Véneto, enlas que arquitectura y naturaleza se fun-den mediante la aplicación de fuertes con-trastes de luz y sombra. El artista acentúa
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▲ Arco de Trajano en Ancona, de “Alcune vedute di Archi Trionfali”.
▲ Uno de los arcos de Jano Quadrifons en el foro Boario, de “Le Antichità Romane I”.
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precisamente el aspecto resplandecientede la naturaleza que envuelve a los mo-numentos del pasado con su desordensalvaje, libre del control de la mano delhombre. Un ejemplo interesante de esteestilo es el representado por la estampa“Sepulcro de los Escipiones”. Tambiéndestaca la cubierta del cuarto tomo, dedi-cado a los puentes antiguos, a los teatros,a los pórticos, de refinada creatividad ymaestría técnica.
La segunda mitad del siglo aporta a Pi-ranesi nuevos e intensos estímulos surgi-dos del cautivador ambiente de la ciudad ydel creciente debate histórico sobre el sig-
le llega, igualmente, el reconocimiento pú-blico e institucional: en 1761 entra, comomiembro, en la Accademia di San Luca; yen 1767 el pontífice le nombra Cavalieredello Speron d’Oro (Caballero de la Es-puela de Oro).
Tres años antes, en 1764, el sobrino delPapa, el cardenal Giovanni Battista Rezzo-nico, prior de la orden de Malta, encarga alartista la restauración de Santa María delPriorato, iglesia de la orden, lo que por vezprimera le pone a prueba como arquitecto,profesión para la que se educó, y a la quese había aferrado a través del tiempo, ha-ciendo que ese título acompañara a su fir-
Egipto, al que conjura con su acostumbra-do apasionamiento y empuje vital. Estos“inadecuados excesos ornamentales”, enpalabras de sus colegas –que no com-prenden el alcance creativo de Piranesi–desempeñan un papel esencial en la cultu-ra figurativa de aquellos años, anticipandoel renacer de lo egipcio que caracterizaráel gusto decorativo del último cuarto de si-glo en Roma.
Pero si bien fue precursor del léxico neo-clásico, Piranesi queda fuera del movi-miento por la absoluta libertad respecto ala norma que caracteriza sus composicio-nes. Los grabados de “Diverse maniere d’a-
nificado del arte y, en particular, de la ar-quitectura.
En 1752 se casa con Ángela Pasquín,hija de un jardinero del Palazzo Corsini.Con ella tendrá cinco hijos, de los que tres–Francesco, Ángelo y Laura– serán alum-nos y colaboradores.
En 1758 fallece el papa Benedicto XIVy se elige como sucesor a Carlo Rezzoni-co, veneciano de origen que adoptará elnombre de Clemente XIII, y cuyo pontifica-do se extenderá hasta 1769. Aquí comien-za para Piranesi un periodo particularmen-te venturoso: favorecido por un pontífice desu tierra, recibirá numerosos encargos,además de la posibilidad de hacer realidadtodas sus expectativas artísticas, y tambiénlas de arquitecto. En esta etapa de su vida
ma. Rezzonico le encomienda, además, lasobras de sus apartamentos en el Palaciodel Quirinal, y también recibe el encargo derestaurar el ábside y el coro de San Juande Letrán, aunque este proyecto no llegó arealizarse, y de él solo quedan los dibujos.
ÍMPETU CREATIVOLlegado a la edad madura, la apasio-
nada búsqueda del artista, en vez de debi-litarse y serenarse se traduce cada vezmás en intentar unir las referencias clási-cas ya instauradas con nuevas intuiciones,en una obsesiva elaboración de ideas encontinua expansión. Su vertiginosa bús-queda del mundo antiguo le había llevadoa la recuperación del arte etrusco, y ahorale empuja a conocer y apreciar el antiguo
dornare i cammini”, publicados en 1769,sorprenden por la audacia con que armo-niza la combinación de elementos del mun-do antiguo con otros de sabor etrusco yegipcio para llegar a la reinterpretación delbarroco y del rococó, en una fantasiosa yextremada profusión de ornamentos.
El ímpetu creativo de Piranesi no fla-quea con el paso de los años, sino que sefija nuevas metas, también fuera de Roma.En 1770 el artista emprende una serie devisitas a Herculano y Pompeya. En 1777se desplaza con sus hijos a los restos dePaestrum, aún poco conocidos; y en 1778publica dos nuevos volúmenes de estam-pas que constituyen una importantísimagalería de piezas arqueológicas, una re-copilación de objetos raros y valiosos, des-
▲ Ruinas de las termas de Diocleciano y Maximiliano, de “Le Antichità Romane I”.
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▲ Ruinas del templo de la Concordia, de “La Antichità Romane I”.
▲ Templo de Fortuna Viriles, actualmente Santa María Egipciaca de los armenios, de “Vedute di Roma”.
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critos con minuciosidad, precisión de ele-mentos y gran refinamiento estilístico. Uncompendio que servirá de referencia a ge-neraciones enteras de decoradores, eba-nistas y escultores ocupados en desarro-llar proyectos de decoración.
Unos meses antes de su fallecimiento,en una carta dirigida a su hermana y fe-chada el 27 de marzo de 1778, Piranesihace un balance de su propia vida. Ade-más de enumerar las obras realizadas, rin-de homenaje a la ciudad de Roma, en laque ha encontrado la inspiración y la for-tuna, y de la que se declara hijo. Una de-
claración emocionada que parece resumirla única razón de vivir que el artista esta-ba seguro de haber encontrado en estaciudad.
Morirá al poco tiempo, el 9 de noviem-bre de 1778, en su casa de Roma, y losproyectos de su taller continuarán de lamano de sus hijos. Piranesi recibió sepul-tura en Santa María del Priorato, en unatumba mandada construir por el propio car-denal Rezzonico. ■
(El texto y las ilustraciones proceden del ca-tálogo editado con motivo de la exposición).
▲ Portada del volumen IV de “La Antichità Romane”.
▲ Decoración egipcia del “Caffè degli Inglesi”, de “Diverse maniere d’adornare icammini”.
▲ Jarrón antiguo de mármol, de “Vasi, Candelabri, Cippi II”.
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LA ESTELA DE GÓNGORAGerardo DiegoUniversidad de Cantabria/FundaciónGerardo Diego228 páginas
Gerardo Diego es uno de los pri-merísimos poetas españoles delsiglo XX, y de los más popularmen-te conocidos por sus musicales ver-
sos, pero fue, además, un intelectualde extensa obra, que estudió tanto loclásico como lo moderno en materialiteraria, tal y como se refleja en estapublicación que agrupa las tres con-ferencias que, bajo el título generaldel libro, dictó en el Ateneo santan-derino en abril de 1961.
Con un estudio preliminar deJulio Neira, en el desarrollo de eseciclo ahora reunido, Gerardo Diego
analiza la obra gongorina, advirtien-do que detrás de cada música hayuna musa, y en ello incide al abarcarlos textos del enorme creador quetanta influencia ejerció sobre la lla-mada Generación del 27. Tareainvestigadora poco conocida por losno expertos, que es ahora recupe-rada para una más completa difu-sión de la obra literaria del grandísi-mo vate montañés.
LA VOZ DE LUGToti Martínez de LezeaEdita: Maeva Ediciones263 páginas
La popular escritora vitorianaToti Martínez de Lezea –autora,entre otras muchas novelas históri-cas, de “La calle de la Judería” y “Laabadesa”– se adentra en esta oca-sión en tierras cántabras y asturespara recrear, en clave de relatonovelado, la lucha que estos pue-blos del Norte mantuvieron con losromanos invasores.
Apoyada en abundante biblio-grafía –entre ella la imprescindible“Cántabros, la génesis de un pue-blo”, editada por Caja Cantabria ensu centenario–, Toti va tejiendo unaverosímil historia de luchas intesti-nas y de caudillos, como Luam, jefede los cilúrnigos de Noega (Xixón),o Corocotta, el fiero guerrero cán-tabro.
La vieja historia –tan vieja comoel mundo– de opresión y resisten-cia, de enfrentamiento entre civili-zaciones, de amor, odio, sacrificio,liderazgo, amistad y supervivencia,
PUENTE VIESGOEnrique Campuzano Ruiz/FernandoObregón Goyarrola/Alfredo Shall-crass NavalónAyuntamiento de Puente Viesgo159 páginasIlustrado
He aquí un completo libro-guíade excelente edición, que incorporareproducciones a todo color junto aplanos y fotografías aéreas de este
hermoso municipio cántabro, quenos es presentado por tres expertosen sus rutas, fiestas populares, edi-ficios añejos, y bellísimos paisajes.
La naturaleza, los recursos pre-históricos y artísticos, el patrimoniode sus pueblos, la economía tradi-cional y actual, las fiestas y leyendasdel lugar, y todo cuanto deseemossaber acerca de ese tranquilo lugarlleno de agradables sorpresas esté-ticas que resulta ser Puente Viesgo,
es aquí desbrozado en tan instructi-vo como ameno “rompecabezas”.
El trabajo se complementa conuna descripción de diez rutas a piepor los humilladeros, picos y pa-seos verdes del municipio, y unacompleta información de estableci-mientos hosteleros y direcciones deinterés, para saborear a gusto cadauno de esos rincones arracimadosen tan personal zona geográficacántabra.
FRANCISCO REVUELTA HATUEY
ESTUDIO DE ECOLOGÍAHUMANA EN LA COMUNIDADPASIEGAElena FloresEditado por el Centro de Documenta-ción Etnográfica sobre Cantabria, conla colaboración de Caja Cantabria.188 páginasIlustrado
Desde tiempos remotos, lospasiegos y su reducto geográfico, supeculiar existencia en costumbres,habla, etcétera, han despertado elinterés de varios y variados investi-gadores, como en este caso, que seadentra en esa singular comunidad
cántabra a partir de la localizacióndel área pasiega en su organizaciónpolítica feudal, accesos, anteceden-tes neohistóricos, construcción decabañas, modo de heredar, ga-nados, ferias y demás.
Subvencionado por la ObraSocial de Caja Cantabria, este inte-resante estudio aborda el tema conuna rigurosa metodología, que setraduce en una pormenorizada des-cripción del ecosistema pasiego, yde la consiguiente evolución del gra-do de acomodación de su poblacióna ese entorno vital.
Los caracteres morfofisiológicos,los factores ambientales, la evolución
y movilidad poblacional, economía ehigiene, componentes del ecosiste-ma pasiego, estructura agropecuaria,gestión ganadera y política agraria,nutrición por sexos y edades, evolu-ción de la mortalidad y del matrimo-nio, familia y descendencia… y todoaquello que nos ayuda a entendermejor ese modo de vida peculiar deuna de las comarcas más diferencia-das de Cantabria, aparece aquí refle-jado fielmente, y resumido en uncapítulo de conclusiones y sugeren-cias que pretende aportar algo másde luz al estudio de una comunidadtal vez excesivamente mitificada ypoco conocida en profundidad.
transcurre por sus páginas con sen-cillez y amenidad. Una historia quenadie asegura que fuera real, pe-ro que tampoco nadie podrá des-mentir.
“La voz de Lug” es una magní-fica oportunidad para remontarse auna época lejana en el tiempo, peropróxima en los afectos, y muyactual, porque nos muestra que losmotivos y emociones por los quese movían nuestros antepasa-dos son los mismos que nos con-mueven a nosotros en este sigloXXI.
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– Aún ahorrando costes, unlargometraje siempre es caro.¿Cómo se las ha arreglado sin re-cibir ayudas?
– Cuando digo que no he tenidoayudas me refiero a subvenciones ofi-ciales, porque sí he contado con infi-nidad de apoyos y pequeñas colabo-raciones de la gente de Campoo. Ro-damos en el castillo de Argüeso, y enel nuevo Hospital de Reinosa, y todohan sido facilidades, comenzando porlos actores –que son gente del mun-do del teatro–, y siguiendo por los téc-nicos. Por eso suelo decir que ésta esuna película con corazón, con alma.Se percibe el altruismo con el que seha hecho. Es un filme comercial, perocon un contenido humano y un senti-do de sufrimiento, de entrega total.
– ¿Qué cuenta “Guerra sí; amortampoco”?
– La historia se centra en la mujer.En mi cine la mujer es el eje, lo mismoque en mis dibujos y pinturas.Trata deuna mujer burguesa, que vive en unafalsa virtud, y que busca, en una ce-remonia sangrienta, conspirar contrala guerra. Partiendo de ahí surgen losproblemas y enfrentamientos entre lospersonajes, hasta llegar a un final sor-prendente. En la película hay tambiénmuchas referencias a Luis Buñuel,que ha sido una fuente de inspiracióndesde que vi “El perro andaluz”. Suetapa mejicana es para mí un ejemplode cómo hacer, al mismo tiempo, cinecomercial y de autor.
– ¿Qué tal ve su futuro profe-sional en este difícil sector?
– De forma optimista.Yo soy artis-ta, no empresario, pero espero que lapelícula dé beneficios, y con ellos ro-dar el siguiente filme en Francia, don-de hay más facilidades. Será “El Evan-gelio según María Magdalena”.Yo nopuedo vivir sin rodar, y pienso que pa-ra ello solo se necesitan cámaras, fo-cos, gente y pasión. Con esos mim-bres ya no hay problemas. Pero al serdebutante necesito el boca a boca. Endefinitiva, el público es el que va a de-cidir dónde debo estar.
– ¿Hacia dónde cree que va elcine?
– El cine contemporáneo buscauna perfección que elimina el factorhumano, y ahí es precisamente don-de se puede trabajar. La belleza es laimperfección, lo que no se controla: laluz, la naturaleza, el actor que falla…Eso es justo lo que me interesa.Y pa-ra todo ello yo apuesto por el cine di-gital. El futuro le pertenece. Creo queel celuloide tiene los días contados. ■
JorgeGutiérrez
Vivirrodando
– Dicen que el cine está en cri-sis, y usted abandona los corto-metrajes para hacer un largo. ¿Noasume demasiados riesgos?
– Siempre me rondó la idea dehacer un largo, y ahora creo que hallegado el momento. “Guerra sí; amortampoco” es mi primer largometrajecomercial, y surgió de una idea origi-nal, que hemos convertido en unguión accesible. Aproveché la actuali-dad de la guerra de Irak, y cambié al-gunas cosas del guión para darle untono más crítico, y más cínico. La pe-lícula transcurre en los años 70, y du-rará unos 80 minutos. Mi idea es es-trenarla a finales de agosto o princi-pios de septiembre.
– Además de director y realiza-dor, en este filme asume también elpapel de productor. ¿No es dema-siado?
– Me he embarcado en el proyec-to con todas mis fuerzas, sin subven-ciones, y sin ninguna ayuda, hasta hi-potecarme. Mi empresa se llama NoFilms, y estoy dado de alta en el Insti-tuto Cinematográfico de Artes Audio-visuales como productor audiovisual.La película se ha rodado en vídeo di-gital, para obtener beneficios median-te la venta en DVD, pero, si tiene éxi-to, podría plasmarse en 35 milímetros
para una exhibiciónmás comercial. Encualquier caso, es-toy encantado dehaber rodado en di-gital, porque abara-tas costes, el traba-jo es más inmediatoy ágil, y porque tepermite rodar conmás de una cáma-ra, o en varios pla-tós a la vez. Esto laconvierte en unapelícula de escasopresupuesto, másbajo incluso que “Elproyecto de la brujade Blair”, el filmemás barato de lahistoria, y con ma-yores beneficiosen relación a la in-versión.
Enrique BoladoFoto: Santiago Velasco
Sorprendemos a Jorge Gutiérrez pre-parando la posproducción de su pri-mera película, “Guerra sí; amor tam-poco”, rodada en la comarca de Cam-poo. El joven director campurrianoestudió Bellas Artes en la Facultad deCuenca, en su especialidad de Audio-visuales, y asegura que siempre ha ro-dado por una necesidad vital. El pasopor la Universidad le ha permitido co-menzar con cortometrajes, para darel salto hacia otros proyectos más am-biciosos. Hablamos de ellos.
El director campurriano debuta con“Guerra sí; amor tampoco”
58— , Abril-Junio, 2003
BENITO MADARIAGA
ABRIL
– En el campo de la Albericiase festeja la Fiesta del Árbol, pa-trocinada por el Ayuntamiento. Ni-ños de diferentes colegios realiza-ron la plantación.
– El folletón de “El Cantábri-co” publica “Los caballeros de lanoche”, de Ponson du Terrail.
– La prensa recoge la noticiade que la draga “Cantabria”, cuan-do estaba trabajando en el fon-deadero de los vapores de correos,extrajo una calavera, una bala decañón y una bayoneta.
– Se declara un foco de vi-ruela en el pueblo de Guriezo.
– Un grupo de jóvenes de lacapital fundan el “Club CiclistaSantanderino”, y proponen que lacomisión de festejos incluya en suprograma una carrera ciclista.
– Matan a palos a un perroen la Cuesta del Hospital, al sos-pechar que padecía rabia.
– En las elecciones de San-tander obtuvo la victoria el republi-
cano Antonio Pérez del Molino. Enel distrito de Cabuérniga, PabloGarnica; en Castro y Laredo, el du-que de Santoña; y en Torrelavegay Reinosa triunfó la candidatura re-publicana.
MAYO
– La Fiesta del Trabajo se ce-lebró en Santander con el si-guiente programa: pasacalle, mi-tin en la plaza de toros y manifes-tación ante el Gobierno Civil. Porla tarde, gira campestre a El Sar-dinero; y, por la noche, la Socie-dad Unión Montañesa organizóuna velada y puso en escena eldrama “Juan José”.
– Los días 9, 10 y 11 tiene lu-gar en Puente San Miguel la feriade San Gregorio. El Ayuntamien-to, para favorecer la concurrencia,suprimió el pago de impuestos.
– El alcalde de Reocín con-voca una reunión de maestros pa-ra constituir la Asociación Protec-tora de los Pájaros.
– El doctor Enrique DiegoMadrazo publica su libro regene-racionista “¿El pueblo español hamuerto?”.
– Se crea en Santander unacomisión para ensalzar la figurade Cervantes.
– El doctor Eduardo Estrañipresenta la dimisión como médicomunicipal de Santander.
– Un obrero del vapor “Viz-caya” salva de ahogarse a un ni-ño de cinco años que cayó alagua desde el muelle de Alba-reda.
– Reunión en la Cámara deComercio de comerciantes y con-signatarios para tratar con la co-misión de trabajadores del muellela disminución de las horas de tra-bajo de diez horas y media a nue-ve. Finalmente, se acordó que lajornada fuera de nueve horas ymedia.
– En este mes de mayo en-traron en el puerto 275 buques,importando 18.915 toneladas demercancías y exportando 90.864.
JUNIO
– Muere el poeta Gaspar Nú-ñez de Arce.
– Inauguración de un centrode enseñanza integral y laica enSantander.
– Aparece la “Guía de San-tander”, de Alberto Gayé.
– Continúa la huelga de ca-mareros en demanda de mejoraslaborales, reclamando un sueldofijo de cuatro pesetas y la manu-tención. También revindicabanmejoras horarias, y que el impor-te de la rotura de vasija fuera porcuenta de los propietarios. Al nollegar a ningún acuerdo, los cafésse abrieron con servidumbre aje-na al sector, por lo que hubo ma-nifestaciones.
– Se celebró en Monte la ro-mería de San Juan, con baile ydesfile de carruajes; y la de SanPedro, en la calle Alta. Por la no-che, la verbena en esta castizacalle santanderina estuvo muyanimada.■
La calle Alta durante lastradicionales fiestas de SanPedro.
▲ Portada de “¿El puebloespañol ha muerto?”
Se celebran romerías y verbenasen la calle Alta y en Monte
• Enrique Madrazo publica “¿El pueblo español ha muerto?”
DU
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