cuando el 15 de noviembre de 1517 era enterrado cisneros ... · para restablecer el antiguo rito...
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Canto Toledano
Autor: Luis Lozano Virumbrales
RITUAL TOLEDANO
CONCIERTO -CLAUSURA DEL COLOQUIO INTERNACIONAL
"FUENTES MUSICALES EN LA PENÍNSULA IBÉRICA"
Universitat de Lleida.
CICLO EMOCIONA ANTIGUA.
MÚSICAS DE AYER PARA EL SIGLO XXI
Ayuntamiento de Madrid
GRUPO «ALFONSO X EL SABIO»
Bajón: Josep Borras
Director: Luis Lozano Virumbrales
INTRODUCCIÓN: LUIS LOZANO VIRUMBRALES
CANTO TOLEDANO
Cuando el 15 de noviembre de 1517 era enterrado Cisneros en la Capilla Mayor
del Colegio de San Ildefonso de Alcalá de Henares, con su cuerpo se incineraban los
amores y desamores de tres monarquías: Fernando e Isabel, Juana y Felipe de Borgoña,
el emperador Carlos, último fracaso político, último desengaño afectivo del Cardenal
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Canto Toledano
Autor: Luis Lozano Virumbrales
aunque la ironía de don Francesillo de Zúñiga, bufón predilecto del emperador y su
corte, transformara esa su última amargura en placer:
Después de su santo faleçimiento (Fernando el Católico) governó el ylustrísimo y
reverendísimo cardenal de España y arçobispo de Toledo, don fray Francisco Ximenez de
Çisneros que parecía [...] galga embuelta en manta de xerga. Murió este reverendísimo cardenal
del plazer que huvo de la venida de musior de Xebres1.
Fuera del mausoleo, para análisis de la historia, quedaba otro panorama, también
claroscuro, configurado desde la plataforma del poder, esculpido en aquella tumba, hoy
vacía, que cincelara en mármol de Carrara el burgalés Bartolomé Ordóñez en la Capilla
de su Universidad de Alcalá:
Don Francisco Ximenez de Cisneros, por la divina misericordia Cardenal de España,
Arçobispo de Toledo, primado de las Españas, Chanceller Mayor de Castilla, Gobernador destos
Reynos de Castilla.
Entre la vorágine nobiliaria, el título Arçobispo de Toledo, consagrado en el
convento de San Francisco de Tarazona el mismo año, 1495, en que allí se celebraban
Cortes, presididas por Isabel y Fernando, sería imprescindible para la música litúrgica
en un momento en que una nueva vanguardia polifónica maleaba y arrinconaba la
monodia tradicional. Si, en ese año de su entronización, recién elevado a la Primada de
Toledo, había expuesto a su Cabildo las directrices de su gestión,
mi intención es que en esta Iglesia y en toda su Diócesis se siga el Evangelio, el esplendor del
culto divino se aumente, y la disciplina de las costumbres, sino puede estar completamente
restaurada en su pureza, por lo menos tenga alguna reforma de la piedad de nuestros padres2,
1 ZÚÑIGA, Don Francés de, Crónica burlesca del Emperador Carlos V, Salamanca: Acta Salmaticensia,
estudios históricos y geográficos 64, s/f, Universidad de Salamanca, 1989, pág. 68, (Edición de José
Antonio Sánchez Paso).
2 NAVARRO y RODRIGO, Carlos, El Cardenal Cisneros, Madrid: Sarpe, Biblioteca de la Historia de
España, 1986, pág. 27.
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Canto Toledano
Autor: Luis Lozano Virumbrales
en los últimos días de su vida, cumplido su primer deseo en la imprenta, podía
comunicarles en el prólogo al Intonarium Toletanum :
Trabajamos y soportamos todo con tal de no omitir nada que se refiera al culto divino3.
Para ello había emprendido una instauración y una reconstrucción. La primera,
1504, que afecta únicamente a su Catedral Primada, transformará la Capilla del Corpus
Cristi, originariamente sala capitular, después, reserva del Santísimo, en sede de Rito
Mozárabe; un Cabildo específico interpretará diariamente el Oficio Divino y la Misa
siguiendo aquel rito, herencia de la liturgia visigótica, que Alfonso VI había abolido
pero cuya tradición se mantenía en algunas parroquias toledanas por privilegio real,
«por testimonio que dizen e fazen oy día aquel ofiçio e fincaron el Salterio toledano en
muchos lugares4».
Para restablecer el antiguo rito como práctica diaria del Oficio Divino y la Misa,
Cisneros reconstruirá su música mandando copiar los cuatro Cantorales, llamados por
los investigadores Mozárabes que hoy día conserva el archivo de su catedral.
A su vez, la reconstrucción, la puesta a punto de la liturgia, se hace sobre aquel
rito que suplió al suprimido visigótico y que un monje investigador de la Abadía de
Santo Domingo de Silos, Germán Prado, definiera, en 1928, como «Rito Romano
Toledano5». Romano porque la estructura básica corresponde al rito reglamentado en la
iglesia de Roma; Toledano porque, al igual que toda iglesia medieval, Toledo tenía, el
privilegio de ensamblar lo romano con lo autóctono.
La reconstrucción cisneriana, que habría de afectar, con el tiempo, a todas las
iglesias de los reinos hispanos, comenzará por dotar a la Catedral toledana del material
necesario para la práctica litúrgica: entre 1499, cuatro años después de la consagración
de Cisneros como Obispo de Toledo y 1517, año de su muerte, pasarán por la imprenta
3 INTONARIUM TOLETANUM, impressum atque absolutum in preclarissima universitate complutensi
industria atque solertia Arnaldi Guillelmi Brocarii. Alcalá de Henares: 1515, fl. 1.
4 CRONICA DE VEINTE REYES, Burgos: Ayuntamiento de Burgos, edit. Facsimil, 1991, pág. 219. 5 PRADO, Germán, Historia del Rito Mozárabe y Toledano, Burgos: Abadía de Santo Domingo de Silos,
1928, cap. III «El Canto Toledano», pág. 213.
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Canto Toledano
Autor: Luis Lozano Virumbrales
de Hagembach, Giunta, Brocar o Villaquirán cuantos libros son imprescindibles en el
rito; el propio Cisneros lo reseña en el prologo al Passionarium Toletatum impreso un
año antes de su muerte:
Cuanto ha tiempo nos pedisteis, hermanos ilustrísimos, no habremos de descansar hasta
que dotemos a nuestra iglesia con una muy bella y además necesaria ayuda de los libros: esto en
parte ya lo hemos hecho, y en parte nos ocuparemos de que en un día no lejano seamos librados
de tamaña carga. La causa de tanta demora ha estado no tanto en nosotros cuanto en la dificultad
de la propia empresa, […] no obstante y pese a todo, perseveramos en nuestro trabajo y a todo
nos resignamos con tal de no omitir nada que pertenezca al culto de la divina liturgia6.
Trece libros litúrgicos7, editados a expensas de Cisneros, tres de ellos, obras
póstumas prologadas por su sucesor, el Arzobispo Guillermo de Croyes, reglamentan
calendario anual, estructuras, ceremonias, textos, formularios oracionales, también
música; trece ediciones marcadas con idéntico sello: en unas, adjetivando el rito como
signo de exclusividad, Toletanum, en otras, una sintaxis eclesiástica, característica de
una época en la que Usos y Costumbres configuran un rito autóctono, aunque la
estructura fundamental sea romana, delimita una circunscripción territorial: «secundum
usum Ecclesiae Toletanae8».
La música se copiará en diferentes libros según la función que le marque la
rúbrica ritual: las melodías correspondientes a los Ministros del altar se imprimen en el
6 PASSIONARIUM TOLETANUM [...] impressum atque absolutum in egregia academia Complutensi, in
officina Arnal de Guillelmi Brocarii, Alcalá de Henares: s/e, 1516, fl. 1v.
7 Missale Mixtum alme ecclesie Toletane, Toledo: Petrus de Hagembach, 1499; Manuale seu baptisterium
Toletanum secundum usum ecclesie toletane, Toledo: P. de Hagembach, 1503; Breviarium Toletanum,
Venice: Luca Antonio Giuta, 1506; Missale Toletanum, Burgos: Fadrique de Basilea, 1512; Psalterium
secundum usum sanctae ecclesiae Toletane, Alcalá de Henares: Arnaldi Guillelmi de Brocar, 1515;
Intonarium Toletanum, Alcalá de Henares: A. G. de Brocar, 1515; Passionarium Toletanum, Alcala de
Henares, 1516; Commune Sanctorum secundum usum alme ecclesie Toletane, Alcalá de Henares: A.G. de
Brocar, 1516; Officiarium Toletanum, Alcalá de Henares: A.G. de Brocar, 1517; Missale alme ecclesiae
Toletane, Toledo: Juan de Villaquirán, 1517; Diurnale dominicale secundum usum alme ecclesie
Toletane, Alcalá de Henares: A.G. de Brocar, 1519; Manuale sacramentorum secundum usum alme
ecclesiae Toletane, Alcalá de Henares: A.G. Brocar, 1519; Diurnum sanctorale secundum usum alme
ecclesiae Toletane, Alcalá de Henares: A.G. de Brocar, 1520. 8 Explicit compendium intonationum totius anni secundum consuetudinem sancte ecclesie Toletane
[...]Intonarium Toletanum, op. cit., fl. CXX.
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Canto Toledano
Autor: Luis Lozano Virumbrales
Missale Toletanum9, y si las melodías que interpreta el coro en el Propio de la Misa
siguen la tradición romana aunque sus textos sean, a veces, propios o difieran en
estructura, las que cantan el Ordinario tienen licencia para la inclusión de melodías
hispanas con sus correspondientes tropos como herencia de fuentes medievales10,
herencia que Cisneros no tuvo tiempo de editar, pero que, sin embargo, conocemos por
las copias manuscritas en cantorales anteriores a la normativa de supresión de Tropos,
Prosas o Secuencias contemplada en el Misal tridentino.
El repertorio destinado al Oficio Divino se escribe en Diurnum dominicale,
Commune Sanctorum secundum usum alme ecclesie Toletane, y en las dos grandes
recopilaciones: Intonarium Toletanum, Passionarium Toletanum. En el primero,
Diurnum, cuantas obras textuales y musicales se han de interpretar en las horas
canónicas del Propio del Tiempo, de Adviento a Pentecostés; idéntica función cumple el
Commune Sanctorum respecto de la celebración litúrgica en las fiestas de los santos que
no tienen Oficio Propio; el Intonarium Toletanum, dividido en seis partes, la música
reglamentada para el Oficio Divino durante el ciclo anual de la liturgia: himnos, en su
doble versión, romana e hispánica11, entonaciones de los Salmos: «Reglas muy útiles
para entonar en forma solemne y no solemne, el inicio y la mediante de los
Salmos12;comienza la tercera parte de este libro sobre el modo y forma en que las
horas canónicas deben ser comenzadas, desarrolladas y finalizadas13»; melodías para
el Benedicamus e Ite, Missa est14, apartado que incluye benedicamus tropados en forma
de Versus métrico, con rúbrica especial de interpretación:
El canto que sigue lo cantan cuatro señores en lugar de Benedicamus, acabadas las
Vísperas o los Maitines cuando se hace procesión de Estación, desde la Natividad del Señor
hasta la Vigilia de la Epifanía, Verbum Patris15.
9 Missale Toletanum, op. cit. 10 cf. TELLO RUIZ, Arturo, Transferencias del canto medieval: los Tropos del «Ordinarium Missae» en
los manuscritos españoles, Madrid: Tesis Doctoral, Universidad Complutense, 2006.
11 Intonarium Toletanum, op. cit., Prima Pars de Hymnis, fl 2. 12 Ibíd., Secunda Pars de intonationibus, fl.44. 13 Ibíd., Tertia Pars de modo dicendi horas, fl. 5. 14 Ibíd., Quarta Pars de benedicamus et ite missa, fl.56. 15 Ibíd., fl.56.
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Canto Toledano
Autor: Luis Lozano Virumbrales
Idéntica rúbrica para el Benedicamus stella fulget16 que se interpreta en la fiesta
de Epifanía y toda su octava. La norma cambia en la interpretación del Benedicamus
Exultemus et letemur para el día de Pascua de Resurrección:
El canto que sigue será cantado por dos niños, acabadas las Vísperas, a la vuelta de la Pila
Bautismal en el día de Pascua y los tres días siguientes17.
Siguen los Responsorios y Versículos18, concluyendo con los Invitatorios de los ocho
tonos para el inicio del Oficio de Maitines19.
Todo un bello repertorio, autóctono, con indicaciones precisas de funcionalidad
litúrgica, con anotaciones concretas de color vocal: unas obras han de ser interpretadas
por las voces masculinas de la Capilla, otras, por el Coro de niños de la Catedral
toledana; hombres y niños utilizarán una técnica peculiar para cantar las Antífonas con
sus correspondientes Salmos, porque
esta Santa Iglesia, célebre en España, y en todo el orbe christiano, no sólo por su magnificencia y
grandeza, sí también por su especial zelo y cuidado en dar a Dios Nuestro Señor de su debido
culto, entre otras cosas muy singulares, usa una muy particular; y es cantar las Antiphonas y
Psalmos de Vísperas, y otras Horas Canónicas de un modo irregular, o no usado en el Canto
Llano, por lo que se llama Cuerda Toledana.
El principio que tuvo la invención de este singular canto, totalmente se ignora; pero se
dexa discurrir fue el motivo, para que la diversidad de voces de todas clases, que resuenan en
aquel Coro, unas alto, y otras baxo, se oigan y perciban con dulzura, consonancia y armonía, y
asimismo sin violencia, ni especial trabajo en sus Ministros y Cantores.[...] Como esta Santa
Iglesia es seria y grave en todas sus cosas, usa de esta cuerda que tiene diversas entradas según
corresponda a la festividad del día; pues en los muy solemnes, o de primera clase acostumbra a
16 Ibíd., fl.56v. 17 Ibíd., fl.57v. 18 Ibíd., Quinta Pars de Responsoriis et Versículis, fl. 65. 19 Ibíd., Sexta Pars continet omnes venite exultemus, fl.87.
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Canto Toledano
Autor: Luis Lozano Virumbrales
seguirla muy baxo, en los de segunda algo más alto, y en los dobles etc. un poco más advirtiendo
que así en unos días como en otros, siempre toma la Cuerda el diestro Sochantre de modo que
canta las Antiphonas por baxo sin fatigarse y concluído el Psalmo las repite sin violencia por
alto, [...] tomando una octava arriba desde el final de la Antiphona que cantó, y cuerda que
siguió en el Psalmo, colocando después el mismo sonido de voz de la octava en donde natural, y
comúnmente tiene la entonación todo Psalmo20.
El Passionarium, música para la Semana Santa y Pascua manteniendo la
tradición toledana, contiene el canto de las Cuatro Pasiones, Lamentaciones para el
Oficio de Tinieblas, bendición del cirio pascual con su pregón Exultet, conocido
popularmente como Angelica; dos pasajes de los Evangelios que relatan la genealogía
de Cristo, cantados en los Maitines de Navidad, según el texto de san Mateo y, según
san Lucas en Epifanía21.
Como colofón, dos obras con representación dramática: Gloria Laus y Kyrie qui
passurus: los treinta y nueve versos dísticos elegiacos, con su respuesta Gloria laus,
que, se cree, compusiera el visigodo español Teodulfo, alumno del anglosajón Alcuino
en la Escuela palatina de Aquisgrán, más tarde obispo de Orleans, allá por los primeros
años del siglo IX, han de ser interpretados por los niños, colocados tras de la puerta,
dentro de la iglesia22, cuando la procesión del Domingo de Ramos finalice su recorrido
por las calles toledanas, siguiendo la tradición que se remonta al siglo IX y recoge la
Regularis Concordia y el Benedictionale del Abad-Obispo Ethelwold en el siglo X.
El rito creará un dialogo dramático de auténtica policoralidad entre el interior y
el exterior del templo; porque ahora varios cantores, mínimo dos, máximo cuatro
reglamenta el Ceremonial, (en la catedral de Toledo los niños) cierran las puertas y
20 PÉREZ CALDERÓN, P.Fr.Manuel, Explicación de solo el Canto Llano que para instrucción de los
novicios de la Provincia de Castilla del Real y Militar Orden de N.Señora de la Merced, Redención de
Cautivos compuso el P. Fr. Manuel Pérez Calderón[...] Madrid, 1779. Explicación de la Cuerda
Toledana, intitulada así por ser la Santa Iglesia Catedral de Toledo la que únicamente entre todas la
practica, Madrid: Joachin Ibarra, 1779, pág. 172.
Cf. Curiosidades de Cantollano, sacadas de las obras del Reverendo Don Pedro Cerone de Bergamo, y
de otros autores [...], Madrid: Imprenta de Música, 1709, cap. XXXII, de la Cuerda Toledana, pág. 266. 21 «Incipit passionarium secundum consuetudine alme matris ecclesiae Toletane, quattuor pasiones,
Mathei, Marci, Luce et hohannis. Lamentationes Ieremie prophete. Exultet iam angelica turba,-
Benedictio cerei paschalis. Duo evengelia que cantantur in nativitate domini et epiphania».
Passionarium Toletanum, op. cit., fl.1v. 22 Ibíd., fl. 50v.
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Canto Toledano
Autor: Luis Lozano Virumbrales
colocadas sus caras hacia la procesión, una vez interpretada por el coro Gloria laus,
serán símbolo musical de los guardianes de la Ciudad Santa; el Abad o el Obispo que
está frente a la entrada, golpea con la voluta de su báculo la puerta cantando: Attollite
portas, príncipes, vestras et elevamini porte eternales, et introivit rex glorie; - Alzad,
príncipes, las trabas de vuestras puertas, abrid vuestras puertas eternas y entrará el Rey
de la Gloria-; los que están dentro preguntarán en el mismo tono: Quis est iste rex
glorie?- ¿Quién es ese Rey de Gloria?-. el que preside, desde fuera, contestará, Dominus
fortis et potens, Dominus fortis in prelio.- es un Señor fuerte y poderoso, el Señor
invicto en la batalla-23. La escena se repetirá dos veces elevando acústicamente, cada
una de ellas, el tono de voz; al finalizar, se abrirán las puertas y la procesión entrará en
la iglesia cantando:
entrando el Señor en la ciudad santa los niños de los Hebreos le aclamaban, con ramos y palmas,
cantando: Hosanna en las alturas.
Los versos qui passurus, auténticos tropos sobre el canto del Christus factus est
se interpretan como final del Oficio Nocturno del Triduo Sacro, Oficio que se canta
diariamente a media noche y que en estos tres días de Semana Santa ,copiando a
Abelardo, se le denomina tradicionalmente Oficio de Tinieblas porque termina con las
luces apagadas24.
En una interpretación tradicional, con origen en el espíritu simbolista del
monacato carolingio, los niños juegan, de nuevo, un papel esencial creando todo un
mundo sonoro de luminosidad, tal y como, en primicia documental, recrea de forma
magistral la Regularis Concordia esa regla de vida, aprobada en Winchester, siglo X,
para monjes y monjas de la nación inglesa:
23 PROCESIONARIUM MONASTICUM secundum consuetudinem congragationis Sancti Benedicti
Vallisoletani, Salamanca: s/e, 1571, fol. XXVII.
24 PETRUS ABELARDUS, Epistolae, MIGNE, Jacques Paul, PATROLOGIAE CURSUS COMPLETUS,
París: 1844-1855, Serie Latina, vl. 178, col. 199.
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Canto Toledano
Autor: Luis Lozano Virumbrales
Terminada la antífona evangélica, (cántico Benedictus) sin que quede nada de la luz de los
cirios, estén dos niños, seleccionados para ello, en la parte derecha del coro, los cuales con voz
sonora canten Kyrie eleison; de la misma forma, dos en la parte izquierda respondan Christe
eleison, y en la parte occidental, otros dos digan Domine miserere nobis; acabados, responda al
mismo tiempo todo el Coro Christus Dominus factus est obediens usque ad mortem. A
continuación, los niños de la izquierda del coro repitan como está arriba, del mismo modo los
demás, y de nuevo lo repitan por tercera vez en el mismo orden25.
La rúbrica del monacato inglés no deja de ser un bello anticipo de aquel juego de
voces que Willaert, Gabrieli o Monteverdi crearían con sus chori spezatti, en las naves
de San Marcos de Venecia; la organización vocal inglesa o veneciana es, en la práctica
reglamentada en Toledo, de una sobriedad y una contención sonora que contrasta con el
espectacular simbolismo de luz y sonido que enmarca el Oficio de Tinieblas en la
tradición española. El canto de los versos Qui passurus, se limita a rubricar el
Passionarium Toletanum, se han de interpretar al final de las tinieblas por unos niños
que se encuentran colocados en dos lugares26
Los prólogos y epílogos de ambas ediciones, Intonarium, Passionarium, definen
idéntico programa ideológico, también estético:
Comienza el Intonario según la práctica de nuestra Iglesia de Toledo para el ciclo anual27.
Termina la recopìlación de las entonaciones para todo el año según la práctica de la Iglesia de
Toledo, corregido y reformado con esmero [...]28.
Termina el Pasionario con las lamentaciones de Jeremías, bendición del Cirio Pascual y
Evangelios de Navidad y Epifanía según la costumbre de la Santa Iglesia de Toledo, corregida
con toda autenticidad29.
25 Regularis concordia. The monastic Agreement of the monks and nuns of the English nation, New York:
Oxford University Press, 1953, (Traducción del latín con introducción y notas de Dom Thomas Symons),
pág. 36.
26 Passionarium Toletanum, op. cit., fl. 70v. 27 Intonarium Toletanum, op. cit., fl. 1. 28 Ibíd., fl.120. 29 Explicit Passionarium secundum usum alme ecclesie Toletane metropolis, verissime correctum. Ibíd.
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Canto Toledano
Autor: Luis Lozano Virumbrales
La autenticidad, en cronología, debía volver a esos años finales del siglo XI, en
los que, en cita del Cronicón de Cardeña,
Lex Romana intravit in Hispania, la ley romana entró en España30;
una ley que, en sus aspectos musicales, no era otra que aquella que Carlomagno había
impuesto a su Imperio cuando el 25 de marzo de 789 promulgaba su Admonitio
Generalis:
Que todos aprendan íntegramente el canto romano y entonen, a su tiempo, el oficio de la
noche o el del día, según decidiera nuestro padre, el rey Pipino, de venturosa memoria,
cuando suprimiera el oficio galicano en pos de la unidad con la Sede Apostólica y de la
concordia pacífica de la Santa Iglesia de Dios31.
En los reinos hispanos la nueva ley habría de ser ratificada jurídicamente en un
concilio convocado en Burgos, año 1080; la puesta en escena en la plaza pública, será
leyenda popular que recogen, en redacción culta, la Crónica Najerense32, redactada en
la primera mitad del siglo XIII y el libro X de la Crónica de veynte reyes, escrita en los
años finales del mismo siglo por el equipo de amanuenses del Rey Sabio; ambas fuentes
relatan idéntico hecho histórico aunque representado en diferentes escenografías; de él,
del procedimiento de la la imposición del rito foráneo, cada redactor extrae una
moraleja particular puesta en boca del rey: a la voluntad de los reyes se doblan los
cuernos de las leyes, reflexiona la Najerense; allá van leyes donde quieren reyes, dice la
de Veinte reyes:
30 FLÓREZ, Enrique, España Sagrada, Madrid: 1747-1803, Tomo 23. 31 DELPERRIÉ DE BAYAC, Jacques, Carlomagno, Barcelona: Aymá S.A. Editora, 1976, (Traducción
de Juan Faci y Román Izurquiza), Apéndice documental, págs.293.
32 ANÓNIMO, Crónica Najerense, Madrid: Akal Editores, 2003, (Edición castellana de Juana A. Estévez
Sola), pág. 180.
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Canto Toledano
Autor: Luis Lozano Virumbrales
E porque la letra de los godos e la traslación del salterio e el oficio toledano era usado
por toda España, asy commo le estableciera Sant Ysidrio e Sant Leandre, e el rrey don Alfonso,
por amor de su muger, la rreyna doña Constança, que era de Francia, envío a rogar al papa
Gregorio el Seteno uel enviase un delegado que mandase dexar el ofiçio toledano e usar el ofiçio
rromano e el de los franceses. El Papa, quando aquello oyó el ruego del rey don Alfonso, enbió
un cardenal, que avía nombre Ricarte, abat de Sanct Victor de Marsilla, por delegado a España,
que hordenase e estableciese por todas las iglesias desa tierra el uso e el ofiçio de la iglesia de
Roma [...]
Andados veynte e un años del reinado del rrey don Alfonso, que fue en la era de mill e
çiento e veynte e un años, quando andava el año de la en mil ochenta e tres e el del imperio de
don Enrique en treynta e quatro, e el delegado que diximos que enbiara pedir el rrey don Alfonso
al papa, pues que llegoa España, fizo luego su conçilio en Burgos e ordeno aquellas cosas que
tobo por bien, pero non aquellas por quel embiara e le eran mandadas. E después desto anduvo
por España grand tiempo non faziendo tan bien commo devia. [...]
Quando vieron los d´España quel rrey e el delegado les querian canviar el ofiçio e la
letra toledana e tornarlos al uso de Françia, ovieron grand pesar e pusieron día señalado en que
se allegasen el rrey e el arzobispo e el delegado e toda la clerecía e todo el pueblo. e pues que
todos fueron allegados, ovieron myt grand contienda los unos contra los otros que su oficio non
fuese cambiado, e el rrey, leyéndolos contrallo por consejo de la reyna e amenazándolos a todos
de muerte, ouo la cosa de venir que lidiasen dos cavalleros, el uno por la costumbre toledana, e
el otro por la francesa, e el que vençiese que tosiese en su costumbre de aquél, e lidiaron. e el
cavallero que lidiaba por la costumbre toledana era de linaje que dizen oy en día de la
Montançia, que es açerca de Pisuerga, e venció al otro que era de parte del rrey. e pluego mucho
desto a los españoles, mas pesó mucho a la rreyna, e fuese para el rrey, e díxole que ley non
deuía ser iudgada por armas, mas que tomasen dos libros, el uno toledano e el otro francés, e que
los echasen en una foguera, e el que fincase sano que non ardiese que entendiesen que era señal
de Dios e que aquél valiese. E fiziéronlo asy, e ayuntaron e fizieron sobreseo oración a nuestro
Señor, e quemase el libro francés e fincó el toledano sano. Mas el rrey con todo esto, leyendo
muy rrezio en su corazón e eviendo sabor de cumplir su voluntad, mandó a todos los clérigos de
su rreyno e a todos los legos, so pena de los cuerpor e de los averes, que tomasen el ofiçio e el
uso francés, e ellos fiziéronlo asy, más de miedo que de grado. E todos con grand pesar desto
dixeron este prouerbio: Allá van leyes donde quieren reyes33.
33 Crónica de veinte reyes, cit. pág. 219.
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Canto Toledano
Autor: Luis Lozano Virumbrales
Pero la autenticidad deseada por Cisneros no podía llegar tan lejos, debía
conformarse con su experiencia personal en el coro del convento de San Juan de los
Reyes, que, en Toledo, habían fundado Isabel y Fernando y en cuyo Noviciado
franciscano, recién estrenado, había ingresado el año 1484: en la madurez, el convento
de Nuestra Señora del Castañar, en las estribaciones de los montes de Toledo, donde
fuera Prior o en el de Salceda, a medio camino entre Peñalber, tierras alcarreñas que
Alfonso VIII había cedido a la Orden militar de San Juan, y Tendilla, legado de los
López de Mendoza; en todos ellos había vivido el Cardenal su vocación franciscana;
una vocación que si bien exige a sus clérigos cumplan con el oficio divino según la
ordenación de la santa Iglesia romana, a excepción del salterio, desde que puedan
tener breviarios34, acepta sin ambages las obras más características de la tradición
hispana: Si alguien, se lee en un Manuale Chori, editado en Salamanca para uso del
convento de San Francisco, 1564,
se quiere informar de la razón por la que, en algunas ocasiones, cantamos Angelorum gloria,
Verbum patris, Stella fulget y otras obras que no son propias del Rito Romano, es necesario que
entienda que respecto de esta cuestión seguimos los preceptos de Nuestro Instituto Seráfico y de
Nuestro Padre Francisco que quiso que nosotros observáramos el Ordo Romano, y que no nos
opusiéramos a él; sin embargo cantamos estas obras por la piedad del pueblo, lo que siempre
estuvo en la mente de los autores eclesiásticos; por esta misma razón se canta, asimismo, Attolite
portas etc. aunque no está reglamentado en el rito Romano35.
Luego, ya en la Corte, como confesor de Isabel, había conocido la práctica de la
Capilla Real de los Trastámara que mantenía la tradición litúrgico-toledana de la
monarquía castellano-leonesa; toda una herencia medieval con tal prestigio, con tal
aceptación por parte de Roma que cuando Fernando, siendo príncipe, más tarde, Rey de
Aragón, quiera organizar la liturgia de su Capilla privada, el Papa, Sixto IV, el fraile
34 SAN FRANCISCO DE ASÍS, Regla bulada por Honorio III, en 1223, cap.III, Del oficio divino y del
ayuno, y cómo los hermanos deben ir por el mundo.
35 MANUALE CHORI secundum usum sanctae Romanae ecclesiae. Salmantice Apud Ioannem a Canova,
M. D. L. XIIII, fl.2.
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Canto Toledano
Autor: Luis Lozano Virumbrales
franciscano que fustigara cruelmente Maquiavelo, en carta fechada en Roma a 1 de julio
de 1474, una carta llena de afecto, repleta de documentación litúrgica, le aconseja que
los presbíteros y clérigos de tu capilla pueden decir y celebrar la Misa y Horas canónicas según
el rito de la orden del Cister como está ordenado en la Casa Real de Aragón, o bien según el rito
de la iglesia de Toledo tal como está reglamentado en la Casa Real de Castilla- León36.
El prólogo al Passionarium abre una puerta a esta perspectiva de tradición
toledana:
Las pasiones de Semana Santa suelen ser cantadas por la Iglesia, más adornadas
melódicamente que otras partes del Evangelio, y como hay diversos tonos y numerosa variedad
de melodías, tanto mayor es el riesgo de equivocarse. Por eso hemos dado a la imprenta aquellas
cuatro Pasiones del Evangelio con una melodía que no es la corriente sino según la tradición de
Nuestra Iglesia Toledana, la cual, por parecer unánime, tanto en otras cosas como principalmente
en ésta, aventaja en mucho a todas las demás iglesias [...].37
La tradición toledana no sólo de las Pasiones sino del resto del material
recopilado por Cisneros para las celebraciones de la Semana Santa, se conservaba en
fuentes castellanas desde el siglo XII: En ellas se copiaron lamentationes, Liber
generationis, Versus Qui passurus, cuya melodía es imitación de un original sangaliense
aunque con su correspondiente Christus factus est toledano o el pregón pascual, Exultet,
calco recitativo del comienzo de la Misa Visigótica38, al igual que las entonaciones
destinadas al Preste, Diácono y Subdiácono que aparecen en el Missale Toletanum. El
rico repertorio de Himnos recopilados en el Intonarium que se bifurca entre lo
autóctono y lo romano, aunque, a veces, un romano con variantes sustanciales, fue
extraído de manuscritos del siglo XIV, de Himnarios y Manuales de Coro editados por
36 KNIGHTON, Tess, Música y músicos en la Corte de Fernando el Católico, 1474-1516, Zaragoza:
Instituto «Fernando el Católico», Diputación Provincial, 2001, Apéndice III, pág. 227ss. 37 Passionarium Toletanum, op. cit., fl. 1v.
38 PRADO Germán, op. cit., pág. 213.
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Canto Toledano
Autor: Luis Lozano Virumbrales
los Monjes Jerónimos y Frailes Franciscanos a finales del siglo XV y principios del
XVI39.
Así estaba de esplendoroso el Canto Toledano cuando las resoluciones del
Concilio de Trento firmadas en 1563 por Pío IV, con obligación de cumplimiento en
todo el orbe católico, cambiaban su trayectoria; las Bulas, Breves o Epistolae
promulgadas por sus sucesores en la Cátedra de Pedro, Pío V, Gregorio XIII, Sixto V,
Urbano VII, y para la música, fundamentalmente, el Ceremoniale Episcoporum
promulgado en 1600 por Clemente VIII, son imprescindibles para comprender esa
definitiva transmutación de la liturgia católica y las concesiones que ofrece a diferentes
tradiciones de Órdenes Religiosas o iglesias locales para mantener sus ritos; una mínima
concesión amarrada a una restrictiva condición de que una vez establecida la costumbre
hayan sido observadas sus prácticas, sin interrupción en estas mismas Iglesias, durante
más de doscientos años40.
El comentario, la puesta en práctica de esa nueva doctrina tridentina en España
la copio de la Epístola a todos los Sacerdotes venerandos de Pedro Ruiz Alcoholado, un
clérigo toledano, que conoce por su práctica litúrgica diaria, tanto el Rito Toledano
como el Romano; aquel por haber sido Sacristán del Sagrario de la Catedral Primada y
Capellán de la Capilla de san Pedro, aquella que junto a la entrada del Reloj, fundara
quien fuera Arzobispo de la Primada entre 1415 y 1422, Sancho de Rojas; el Romano
por sus años pasados en la Ciudad Santa, en contacto directo con la recién inaugurada
Sagrada Congregación de Ritos que creara Sixto V para velar por el fiel cumplimiento
de las resoluciones conciliares sobre Liturgia:
39 cf. BERNADÓ, Marius, The hymns of the Intonarium Toletanum (1515) Some Peculiarities, Eger:
Cantus Planus, 1993, vl. 1, pág. 367ss. 40 MISSALE ROMANUM ex decreto Concilii Tridentini Restitutum. Pii V Pontificis Maximi jussu editum; Roma:
1570. Epistolae, Quo primum tempore.
15
Canto Toledano
Autor: Luis Lozano Virumbrales
[...] esta epístola cumpla con su nombre de prohemial, porque enseña lo que cerca de las
missas en los breves de Pio quinto y Gregorio decimotercero se manda, y en lo que se dispensa
para nuestra España, pues también esto sirve de prohemio en el missal.
Primeramente el Papa Pio quinto (que reformó el officio Romano) mandó poner al
principio de los missales su breve que comienza, Quo primum tempore etc., en el qual quitando
el uso de todos los antiguos missales (para las congregaciones y particulares personas que están
obligadas al dicho officio), costumbre, y aún con juramento, o por otra qualquiera vía, y dexadas
totalmente todas las ceremonias, y ritos por antiguos que sean, manda su sanctidad que en virtud
de santa obediencia se canten y rezen las missas por el orden y forma que se da en guardar otras
ceremonias, ni añadir otras oraciones de las que este Missal contienen etc.[...] y no piense alguno
que se quitan muchas cosas por malas, sino que importa seguir todos una mesma forma; es mejor
obedecer, que a nuestro albedrio sacrificar y celebrar41.
El axioma, es mejor obedecer, que a nuestro albedrio sacrificar y celebrar,
acuñado por el clérigo toledano en 1589, se había cumplido cinco años antes cuando en
1584 Felipe II dota a su Capilla de Música de nuevas Constituciones:
El capellán de altar que fuere remiso en deprender las ceremonias romanas y canto
toledano sea penado en la distribución y no le hagan parte hasta que deprenda42.
La cita, párrafo 18 de las Constituciones, obligaba, bajo pena canónica, a
cumplir las normas del nuevo Rito Romano a todo el clero, tanto regular como secular:
Calendario litúrgico, estructura y rúbricas de la Misa, ordenación del Salterio, revisión
de himnos en el Breviario para el Oficio Divino. Era la contrapartida a aquella
deferencia de mantener un mínimo de la tradición toledana permitida por Pío V,
ratificada por Gregorio XIII, artífices de la unificación litúrgica, a los reinos de Felipe
II. Las normas reglamentadas en la Capilla Real, así como las rúbricas romanas
41 CEREMONIAL ROMANO PARA MISSAS CANTADAS Y REZADAS, en el qual se ponen todas las
Rúbricas generales y particulares del Missal Romano, que divulgó el Papa Pío V. [...] Todo nuevamente
ordenado, facilitado y revisto por Pedro Ruiz Alcoholado Sacerdote natural de Toledo. [...] Madrid:
1589, fl.IV. 42 ROBLEDO ESTAIRE, Luis; KNIGHTON, Tess; BORDÁS, Cristina y CARRERAS, Juan José,
Aspectos de la cultura musical en la Corte de Felipe II, Madrid: Editorial Alpuerto, Fundación Caja
Madrid, 2000, pág. 118.
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Canto Toledano
Autor: Luis Lozano Virumbrales
interpretadas por Ruiz Alcoholado no eran avanzadilla de cumplimiento de las
resoluciones tridentinas, eran simple copia de cuanto la Iglesia española estaba
adaptando a su tradición. Las ediciones litúrgicas, a partir de 1570, normalizan el
encabezamiento siguiendo la ley: Según el decreto del Sacrosanto Concilio de Trento,
o, Conforme al Misal y Breviario reformados por los Santísimos Pontífices Pío V y
Gregorio XIII. Un Pasionario publicado en Toledo, 1576, todo un esclarecedor anticipo
a las Constituciones de la Capilla Real, concreta esa dualidad que va a caracterizar la
liturgia impuesta a España por el Concilio de Trento:
Pasionario con el oficio de la Semana Mayor [...] según la rúbrica del Misal y Breviario
romanos, por decreto del Sacrosanto Concilio de Trento y con el Canto de la santa Iglesia de
Toledo43.
La cita, siglo XVI, enlazada a otra del XIX abarcan elocuentemente tres siglos
de aceptación de esa dualidad litúrgica, de esa convivencia entre rúbricas, estructuras,
textos litúrgicos romanos y el Canto Toledano:
La falta de libros de Coro que se advierte hace algunos años en muchas Iglesias
Parroquiales viene haciendo indispensable la publicación de una Semana Santa con el Canto
Llano que nuestra Madre la Iglesia tiene admitido ab initio. [...]
Aunque no puedo creer que este Prontuario se halle limpio de defectos, puedo asegurar
(según parecer de personas entendidas) que está notablemente corregido conforme con la
práctica de la muy Santa Primada Iglesia de Toledo44.
El canto llano admitido ab initio hace referencia al Canto Gregoriano, cuya
melodía copiada del Graduale Romanum, reglamenta el Prontuario para el Gradual
Christus Factus est de la Misa de Presantificados del Viernes Santo45, mientras que
43 Passionarium cum officii maioris hebdomadae, iuxta formam missañlis et breviarii romano, ex decreto
sacrosanti Concilii Tridentini restituti, cum cantu sancte Ecclesiae Toletane, Toledo: 1576. 44 JORNET y FERNÁNDEZ, Antonio, CANTO LLANO GREGORIANO O PRONTUARIO DE SEMANA
SANTA corregida sin desnaturalizar el antiguo Canto, por Don Antonio Jornet y Fernández, Madrid:
1872, Prólogo, s/p.
45 Ibíd., pág. 116.
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Canto Toledano
Autor: Luis Lozano Virumbrales
para ese mismo texto, Christus factus est, que se interpreta al final del Oficio de
Tinieblas, finalizado el Cántico evangélico Benedictus, se canta con la melodía del
Canto Toledano46.
Aceptadas en España las ediciones tridentinas del Breviarium Romanum y
Missale Romanum,1568 y 1570 respectivamente, todo ceremonial hispano recordará,
hasta bien entrado el siglo XVIII, la prohibición de interpretar ciertas ceremonias de
raigambre toledana; así en la procesión del Domingo de Ramos un ceremonial muy
próximo cronológicamente al nuevo Ordo Romanus anota que
adviértase que no se ha de dar golpes en la puerta con la cruz, ni cantar Attolite portas, como era
costumbre, porque todo lo deroga el Ordinario nuevo47.
A la inversa ocurre con el privilegio musical que Pío V había concedido a Felipe
II mediante el Breve Ad hoc nos Deus, fechado a 17 de diciembre de 1570 y
reglamentado en el articulo17 de las Constitutiones de la Capilla Real:
El canto llano de la Capilla sea conforme al toledano, así en los finales de las oraciones
como en los prefacios, paternóster, epístolas, evangelios, prophetias [...]48
La redacción papal había sido más explícita, históricamente,
[...] según el uso de la Iglesia de Toledo, practicado en los reinos de España desde tiempos
remotos49.
Y la iglesia española se preocupaba de que esa herencia musical de tiempos
remotos permaneciera intacta; El comentario al Breve papal que expone el clérigo
46 Ibíd., pág. 111. 47 CEREMONIAL DE LOS OFFICIOS DIVINOS, ansi para el altar, como para el choro, y fuera del:
según el uso de la Santa Iglesia romana, y conforme al Missal y Breviario reformado por los sanctisimos
Pontifices Pío Quinto y Gregorio decimo tercio. [...], Toledo: 1591, pág, 187. 48 ROBLEDO ESTAIRE, Luis; KNIGHTON, Tess; BORDÁS, Cristina y CARRERAS, Juan José, op. cit.
pág. 118.
49 PIO V, Bula Ad hoc nos Deus.
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Canto Toledano
Autor: Luis Lozano Virumbrales
toledano Ruiz Alcoholado en su Ceremonial Romano concreta el más mínimo detalle en
cuanto se refiere a ese Canto:
[...] Despues de este breve (Quo primum tempore) el mesmo Papa embio otro a España
que comiença Ad hoc nos Deus,etc.en el qual reformó, dispensó, y moderó algunas cosas para
los reynos de España, y todas las Provincias y señoríos del Rey don Philippe nuestro señor,y
principalmente ordeno estas cosas. Lo primero que todas las cosas que tocavan al canto del
missal, que en España se cantasen conforme al canto antiguo de la yglesia de Toledo.
Adviértanse aquí dos cosas, que dice conforme al canto antiguo, que según razón el antiguo se
devía seguir, mas porque el intento del Papa fue que se conformasen las yglesias de España con
el canto de la sancta de Toledo, y cada día se ha limado y lima, dévese cantar como en ella se
canta oy, aunque sería muy acertado que se mudase poco de lo antiguo; pero en esto no quiero
ser reprehendido de segador en haza agena, puesto caso que me dan ocasión palabras del Breve,
formam ab antiquisdimo rempore receptam. Lo segundo se advierta, que no se tracta aquí del
canto tocante al Breviario; y assi no hay duda, sino que cada yglesia puede cantar las horas
diurnas y nocturnas por sus libros y canto acostumbrado, y aún lo tocante a las missas y officios
de lo que esta apuntado en el missal haze mencion en este Breve; dado caso que sería congruente
también en esto conformarse las yglesias de España con su primada. [...] Despues desto el Papa
Gregorio decimo tercio (que Dios tenga en su sancta gloria) embió a España un Breve que
comiença, Pastoralis officii, etc. El qual muy por extenso declare en las reglas de Breviario, alli
se vea. Otros particulares Breves han enviado a España los susodichos Papas50.
La pureza del canto toledano, la adhesión a sus peculiaridades va a perdurar
hasta los primeros años del siglo XX; los ceremoniales no se resignan a olvidar lo
autóctono y así vemos, por una parte, cómo en innumerables libros de coro de esas
épocas convive lo romano y lo toledano, concretando cuanto pertenece a uno u otro
repertorio con breves pero esclarecedoras apostillas : el Canto del Attolite portas no
está reglamentado en el Rito Romano, el verso circumdederunt no se encuentra en el
rito romano. La siguiente antífona está sacada de los libros propios de España según la
tradición de la Sancta Iglesia de Toledo, o, el canto de estos himnos han sido tomados
50 CEREMONIAL ROMANO PARA MISSAS CANTADAS Y REZADAS, cit. fl. V
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Canto Toledano
Autor: Luis Lozano Virumbrales
de las diócesis de España... por otra, ningún Ceremonial, ningún Tratado de Canto
Llano van a obviar la referencia concreta, bien directa o indirectamente a su Canto, el
Toledano, que ha conseguido, desde que Felipe II extendió su práctica a todo el Reino,
raigambre hispana y afinidad autóctona;
Ha sido tan bien recebido años ha el Oficio de la Semana santa, impreso en forma grande y canto
Toledano, para el servicio general del Estado Eclesiástico, y muy en particular de las Iglesias
pobres, que no alcançan para hazer libros grandes escritos en pergamino; que por falta dellos
mando a V.S. se imprimiesen de nuevo [...]51
La esencia de la cita se repite en un Pasionario, impreso 172 años después, para
el servicio litúrgico de los P.P. del Oratorio del Salvador, fundado en 1644 por
aquellos clérigos menores que primero vivieron en el monasterio de la Concepción
Jerónima, y cuando la extinción de los Jesuitas ocuparon el Noviciado en la calle
Ancha de San Bernardo52:
Se ha impreso setecientos y cincuenta ejemplares de la Semana Santa, y dos mil de
Pasionarios en punto de Canto Llano, para el surtido de las Santas Iglesias, y demás del Estado
eclesiástico, Secular y Regular. [...] se halla toda esta impresión arreglada, exacta y conforme a
los libros de Coro de aquel Monasterio de El Escorial y al del Canto Llano Toledano, que ha
servido de original53.
Las citas posibles podrían ser exhaustivas; en todas ellas, por encima de normas
eclesiásticas, intuimos la preocupación legislativa, también pedagógica de conservar su
Canto transmitiendo la tradición toledana a los futuros clérigos:
51 OFFICIUM HEBDOMADAE SANCTAE cum Psalmis et Lectionibus secundum Missale et Breviarium
Romanum Pii V. Pontifici Maximi iussu editum, et Clementis VIII auctoritate recognitum, cum Cantu
Toletano, Madrid: 1616. 52 MESONEROS ROMANOS, Ramón, Descripción de la Corte y Villa, Madrid: 1833, pág. 158. 53 PASIONARIO EN QUE SE CONTIENEN LAS QUATRO PASIONES, de los quatro Santos
Evangelistas, Arregladas al Canto de la Santa Iglesia de Toledo. Madrid: 1788, pág. 1.
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Canto Toledano
Autor: Luis Lozano Virumbrales
Alguna vez al oír cantar en el coro de la Santa Metropolitana Iglesia de Toledo, me
persuadía a que la cuerda que se dice del Canto Toledano era según el espíritu de San Agustín.
Por lo que, y por el particular natural afecto que profeso a dicha Santa Iglesia, la pongo en esta
Cartilla, que puede servir de instrucción para otras54.
Así las cosas hasta el siglo XIX; un siglo, que, soñando volver a la Edad Media
se reinventa una Edad Media a la medida estética de cada cultura nacionalista; la
Iglesia, asimismo, no con visión nacionalista sino universalista, busca la Edad Media,
casi diría, que, históricamente, elige en preferencia al Imperio Carolingio con todo su
bagaje de unificación; esa vuelta a lo medieval, ese calco de su liturgia franco-romana
será agonía para el Canto Toledano, víctima de la reforma iniciada en lo litúrgico por
Prosper Gueranger, en lo musical, entre otros, por el monje solesmense Joseph Pothier,
seguida por André Mocquereau, fundador de la Escuela rítmica de Solesmes; toda una
avanzadilla de reformas avalada por Pío IX, el amigo, el consejero espiritual de Franz
Liszt en su encierro místico en el convento de la Madonna del Rosario del Monte
Mario, o León XIII, que firma el
Reglamento para la música sacra que Su Santidad el Papa León XIII se ha dignado aprobar y ha
ordenado su publicación el 6 de julio de 1894: Reglas generales para la música que ha de usarse
en las funciones eclesiásticas, Instrucciones para promover el estudio de la música sagrada y para
evitar los abusos55.
Cuando en 1903, a 22 de noviembre, en la fiesta de la virgen y mártir Santa
Cecilia, Pío X promulgue su bula Motu Proprio tra le solicitudine, todo este material
decimonónico, recopilado durante años, se estructurará elevándolo, para el futuro, a la
categoría de Código jurídico de la música sagrada,
54 Explicación de solo el Canto Llano, que para instrucción de los novicios de la Provincia de Castilla
del Real y Militar Orden de N. Señora de la Merced, Redención de Cautivos, compuso el P. Fr. Manuel
Perez Calderon [...], Madrid: 1779, Dedicatoria s/p. 55 OTAÑO, Nemesio, La Música Religiosa y la legislación eclesiástica, Barcelona: Musical Emporio,
1912, pág. 79.
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Canto Toledano
Autor: Luis Lozano Virumbrales
por lo que de motu proprio y ciencia cierta, publicamos esta Nuestra Instrucción, a la cual, como
si fuese Código jurídico de la música sacra, queremos con toda plenitud de nuestra Autoridad
Apostólica se reconozca fuerza de ley imponiendo a todos por estas letras de Nuestra mano la
más escrupulosa obediencia56,
e imponiendo con él una unificación litúrgico-musical en todo el orbe católico con el fin
único de que ningún fiel procedente de otra nación experimente al oír la música
litúrgica impresión que no le sea familiar57, dado que una de las características
consustanciales a la monodia propuesta en el documento pontificio debía ser la
universalidad:
la música sagrada debe tener en grado eminente las cualidades propias de la liturgia, conviene a
saber: santidad y bondad de las formas, de donde nace espontáneo otro carácter suyo: la
universalidad58.
Ante proyecto tan asentado ideológica y musicalmente, el camino a recorrer para
la supresión total del Canto Toledano será muy corto: un año después de la
promulgación del Motu Proprio, otro Breve sobre la edición de libros litúrgicos que
contienen el Canto Gregoriano, publicado un 25 de abril de 1904, ya orienta las
preferencias vaticanas hacia la exclusividad de una monodia litúrgica elaborada con las
fuentes romano-galicanas aunque, eso sí, al igual que había hecho el Concilio de Trento,
el Breve pide se tenga en cuenta, teóricamente, las prácticas tradicionales autóctonas:
Las melodías de la Iglesia, llamadas gregorianas, serán restablecidas en su integridad y
pureza conforme a los antiguos códices pero teniendo también cuenta particular de las legítimas
tradiciones contenidas en los códices, de los siglos, y del uso práctico de la liturgia de nuestros
días59.
56 PIO X, MOTU PROPRIO de 22 de Noviembre de 1903, edit. NEMESIO OTAÑO, op. cit., pág. 87. 57 Ibíd., pág. 90. 58 Ibíd., pág. 88. 59 Ibíd., pág. 117.
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Canto Toledano
Autor: Luis Lozano Virumbrales
Las referencias a las concesiones de supervivencia de tradiciones legitimas o
del uso práctico en nuestros días, entre las que se encontraba el Canto Toledano, se van
a ir difuminando en redacciones posteriores hasta llegar, incluso, a relegarlas a segundo
plano de preferencia, cuando no, a olvidarlas para siempre, pese a que el trabajo que
realizaban los Monjes de Solesmes60 controlados por una Comisión Pontificia,
presidida por el abad de la Orden de San Benito, Joseph Pothier61,
debía hacerse con toda objetividad posible, recurriendo siempre a las fuentes, es decir, sobre las
bases siguientes: a) cada vez que se pueda encontrar la versión primitiva de una melodía antigua,
se la ha de restituir tal cual en su primitiva integridad y en toda su pureza; b) han de mantenerse,
en tanto sea posible, las melodías recientes a las que recomiendan su belleza y una tradición
legítima; c) está permitido adaptar melodías nuevas a los textos nuevos, siempre que sean
apropiadas y de sabor gregoriano62.
Ante tanta insistencia documental sobre el tema reconstrucción-tradición, la
Iglesia española era consciente de que el
canto gregoriano es el canto propio de la iglesia romana, el único que la Iglesia heredó de los
antiguos Padres, el que ha custodiado celosamente durante el curso de los siglos en sus códices
litúrgicos, el que en algunas partes de la liturgia prescribe exclusivamente, el que estudios
recentísimos han establecido felizmente en su pureza e integridad63,
Por ello, no sólo aceptó la nueva doctrina musical impuesta por la autoridad
papal en 1903, también puso todo su empeño en facilitar los medios imprescindibles
para abreviar el tiempo de aprendizaje y normalizar el uso de la Edición Vaticana,
procurando que todos los libros de canto litúrgico hasta ahora editados, aun los anteriormente
aprobados y recomendados, poco a poco, pero cuanto antes, se vayan desterrando de todas las
60 Cf. Motu Proprio sobre la edición Vaticana de libros litúrgicos que contienen el Canto Gregoriano,
Ibíd., pág. 117. 61 Ibíd., pág. 119. 62 ANTIPHONALE MONASTICUM [...] a Solesmensibus Monachis Restitutum. Desclée et Socii S. Sedis
Apostolicae et S.Rituum Congregationis Typographi, Parisiis, Turnaci, Romae, 1934, pág. VII. 63 OTAÑO, Nemesio, MOTU PROPRIO, II Géneros de música sagrada, op. cit., pág. 90.
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Canto Toledano
Autor: Luis Lozano Virumbrales
Iglesias, pertenecientes al Rito Romano, incluidas las de los religiosos, de suerte que se usen en
la liturgia, sólo aquellos libros de canto gregoriano, que impresos según las predichas normas,
estuviesen en todo conformes con la edición modelo del Vaticano64.
En ello, dos monasterios fueron punteros: Silos y Montserrat; dos cenobios
benedictinos no sólo con fiel adhesión al Vaticano, también colaboradores directos en la
reforma litúrgico-musical del momento: En la Abadía catalana uno de sus monjes,
alumno de André Mocquereau, en Solesmes, propaga el mensaje, avalado por su
maestro,
-es para mí una gran alegría el poder dar a su Método mi más completa aprobación. Me era
imposible obrar de otra manera, ya que V. R. reproduce con precisión, claridad y exactitud las
enseñanzas de la Escuela de Solesmes-65,
y entusiasmado
como el que más por el verdadero canto de San Gregorio, me he decidido a publicar este Método
para secundar, según mis pobres fuerzas, los deseos de los Sumos Pontífices León XIII y Pío X,
y contribuir de este modo, aunque no sea más que con una pequeña piedrecita, a la
reconstrucción del gran edificio del canto litúrgico.
Mi doctrina, puedo decir, no es mía. Mi único objetivo ha sido reproducir con claridad y
exactitud las enseñanzas de la Escuela de Solesmes, a la que cabe hoy la dicha de haber servido
tan magníficamente a la Iglesia, restituyéndole su verdadero canto. [...]66.
Desde su Abadía burgalesa de Santo Domingo de Silos, Casiano Rojo, alumno
de Joseph Pothier, miembro de la Comisión Pontificia para la edición vaticana, bifurca
su trabajo entre el Canto Gregoriano y la monodia tradicional hispana, cumpliendo al
64 DECRETO DE LA S.C. DE RITOS sobre los libros litúrgicos vaticanos de Canto Gregoriano, 11
Agosto 1905. OTAÑO, Nemesio, op.cit. pag.130 65 SUÑOL, Gregorio Mª. Método completo de solfeo, teoría y práctica de canto gregoriano: según los
principios de los RR.PP. benedictinos Solesmes por el Rdo. P.D. Gregorio Mª Suñol, O.S.B. monje de
Montserrat, Tournai [Bélgica]: Desclée, Lefebvre et Cia., 1905, Al Lector. 66 Ibíd., Al lector.
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Canto Toledano
Autor: Luis Lozano Virumbrales
píe de la letra ese texto de Pío X que restablece la monodia gregoriana teniendo también
cuenta particular de las legitimas tradiciones67.
Y estas legítimas tradiciones españolas las transcribe y publica como anexo a las
ediciones oficiales vaticanas68; trabajo que continuará su discípulo en Silos, Germán
Prado, con el único fin de mantener viva, aunque fuera muy parcialmente la tradición
hispana69.
La aportación a la difusión del renovado Canto Gregoriano del monje silense va
a ser la publicación, dos años después de la promulgación del Motu Proprio, de un
Método de Canto Gregoriano que se ajusta en todo al Motu Proprio de S.S. el Papa Pío
X de 22 de Noviembre de 1903 y demás disposiciones Pontificias posteriores sobre
Música Sagrada70, método que es considerado por la Comisión Archidiocesana de
Música Sagrada de Valladolid, que prejuzga el Método para su publicación, como
entre los que hasta ahora en España se han publicado uno de los más completos y aptos para la
buena inteligencia de la notación y signos adoptados por la Edición Vaticana de Canto
Gregoriano71.
Pese a que la aceptación de cumplir fielmente las nuevas normas musicales
emanadas del Motu Proprio fue total entre el clero regular y secular,
han protestado, o cuando menos se han dolido algunos españoles de que en la reforma del Canto
eclesiástico felizmente emprendida y casi ultimada por el Papa Pío X, no se haya dado lugar al
67 Cf. nota 56. 68 ROJO, Casiano, Appendix ad Ordinarium misse pro Hispania, Burgos: 1910. Cantus Lamentationum
apud hispanos usurpatus, quem ex codice silensi XIII conscripto nunc. primum juris publici fecit. Bilbao:
1917.
-El canto español de las lamentaciones según el códice de Silos, Música Sacro-hispana, nº 10, 1917. 69 PRADO, Germán, Supplementum ad Kyriale ex codicibus Hispanis Excerptum. Desclée et socii
.Parisiis, Tornaci, Roma: 1934.
-Cantus Lamentationum pro ultimo Triduo Hebdomadae Maioris, iuxta hispanos codices,typis societatis
S. Joannis Evangelistae,Desclée et socii .Parisiis, Tornaci, Roma, 1934. 70 ROJO, Casiano, MÉTODO DE CANTO GREGORIANO, compuesto por el R.P.D. Casiano Rojo, monje
benedictino del Real Monasterio de Santo Domingo de Silos y Congregación de Solesmes. Editado por
los RR.PP. Benedictinos de Silos (provincia de Burgos) 1906. 71 Ibíd.
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Canto Toledano
Autor: Luis Lozano Virumbrales
Canto Toledano, canto verdaderamente español y hasta cierto punto insustituible, según su
hablar, más sentimental que bien razonado72.
La voz más decisivamente disidente ante la exclusión de lo toledano, casi mejor,
de lo hispano, es la de Federico Olmeda, que en un genial análisis del Motu Propio,
editado en Burgos, 1904, pondrá en tela de juicio la imparcialidad de los monjes de
Solesmes a la hora de seleccionar las fuentes medievales de la monodia litúrgica,
aunque consciente de que, como clérigo, las debe asumir; por ellas, fue pionero no sólo
en comentarlas sino en investigarlas y ponerlas en práctica como organista en las
catedrales de Tudela y Burgos, y Maestro de Capilla del monasterio de las Descalzas
Reales de Madrid:
Lo que deberá sernos sensible a los españoles es el ver sacrificados en el silencio, sin
honor para la patria, muchos hermosísimos documentos de la influencia de nuestro canto sobre el
canto romano, a pesar de las afirmaciones en contra de los benedictinos, que desconocen o
disimulan conocer muchas cosas de canto romano, en lo pertinente a nuestra patria. Ahora
habremos de sujetar nuestros cantorales al modo mejor o peor trazado, sobre códices de más o
menos autoridad, para conjuntarnos a la unidad romana. Este pensamiento de unidad es seductor;
unum baptisma, una fides, unum corpus. Mas el amor de las glorias patrias no puede dejar de
tener su sentimiento y ciertamente será este muy vivo, sobre todo para los que vengan después
de nosotros y comparen de verdad, como yo he comparado, las versiones de nuestros buenos
cantorales con las ofrecidas por los benedictinos.
No puede menos de notarse en nuestros cantorales una riqueza melódica sobrepujante a
la de estos: observación que debían estos haber tenido en cuenta para elegir de los códices
litúrgicos el canto que arguye mejor gusto [...]73.
La interpretación de los Decretos y Bulas papales, promulgadas progresivamente
para concretar la doctrina del Motu Proprio, que se prolongarán hasta la Encíclica
Musicae Sacrae de Pío XII, 25 de diciembre de 1955, así como la introducción del
72 PRADO, Germán, op. cit., pág. 213.
73 OLMEDA, Federico, Pío X y el Canto Romano, Tip. de El Monte Carmelo, Burgos: 1904, pág. 112,
Nota 1.
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Canto Toledano
Autor: Luis Lozano Virumbrales
nuevo repertorio musical, correspondiente a las Ediciones Vaticanas, en las Iglesias de
todo el mundo, las llevará a cabo, en España, una serie de Congresos sobre Música
Sagrada en los que intervienen expertos en el Canto Gregoriano, en la Polifonía y en la
práctica instrumental. El primer congreso, celebrado en Valladolid, 1907, juega,
respecto de la tradición toledana, a dos caras: la romana, la española:
El canto del celebrante, así como las contestaciones que canta el coro, deben
conformarse a las entonaciones anotadas en el Misal y otros libros aprobados por la Santa Sede,
ya sea en canto romano, ya en toledano, siempre que conste de su autenticidad en uso del
privilegio concedido a las iglesias de España, quedando prohibidas las contestaciones ad libitum
o las llamadas a fabordón que realmente no son sino productos de una viciosa rutina74.
El segundo, Sevilla, 1908, dogmatizará la muerte del Canto Toledano:
Punto C. - El Congreso cree que las entonaciones propias del Celebrante, Diácono y
Subdiácono, publicadas en la Edición Vaticana, son obligatorias en España, por cuanto estima
también que, en virtud de los decretos últimamente promulgados sobre dicha edición Vaticana,
queda derogado el privilegio concedido por S. S. Pío V a los españoles en favor del canto
tradicional toledano.
No obstante, y en vista de que los tonos de Exultet y de la Pasión de los Misales
españoles diferían completamente de los respectivos tonos romanos y ofrecen no escaso interés
musical, el Congreso encomienda a los Benedictinos de Silos, Montserrat y Agustinos del
Escorial, estudien los libros que encierran dichos tonos para que vueltos a su integridad, sean
presentados a la aprobación de la Sagrada Congregación de Ritos.
Punto D. - El Congreso no puede señalar cuál sea el auténtico canto toledano, en
atención a que, ni las numerosas ediciones de misales y pasionarios publicados en España hacia
el año 1570 se hallan rigurosamente conformes, ni la Bula Ad hoc nos Deus, de San Pío V, alude
a la versión contenida en edición alguna determinada75.
74 OTAÑO, Nemesio, op. cit., Apéndice II, Conclusiones del Primer Congreso de Valladolid: (Abril
1907), pág. 170. 75 Ibíd., Apéndice III, Conclusiones del Segundo Congreso de Sevilla, (Noviembre 1908), pág. 184.
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Canto Toledano
Autor: Luis Lozano Virumbrales
El tercer congreso, celebrado en Barcelona, 1912, desiste de tratar un asunto
musical con práctica de muchos siglos en España, dando largas al tema, tan sólo en la
Sección primera, tema VI, Canto Gregoriano, se apostilla:
El Congreso ratifica la confianza que el anterior celebrado en Sevilla depositó en los
Padres Agustinos de El Escorial, y los Padres benedictinos de Silos y Montserrat, referente a la
reintegración de algunos cantos españoles, para que, cuanto antes, tengan terminado su trabajo, y
lo presenten directamente a Roma para su aprobación76.
Una pretendida justificación científica, que simplemente era cumplimiento
obligado de las decisiones tanto del Papa como de la Sagrada Congregación de Ritos,
suprimía para siempre el CantoToledano. Unos musicólogos españoles, cual falsos
albaceas de la autenticidad musical, cumplían, de nuevo, con retraso de ochocientos
años, el capricho de una reina medieval:
El rrey Don Alfonso, por amor de su muger, la Reina Doña Constanza, que era de
Francia, envió a rogar al Papa Gregorio el Seteno que le enviase un delegado que mandaxe dexar
el Ofiçio toledano e usar el ofiçio romano e el de los françeses. El Papa, quando aquello oyó el
rruego del rrey don Alfonso, embió un cardenal, que avía nombre Rricarte, abat de Sanc Victor
de Marsilla, por delegado a España, que hordenase e establesçiese por todas las iglesias desa
tierra el uso e el ofiçio de la Iglesia de Rroma77.
76 Ibíd., Apéndice IV, Conclusiones del Tercer Congreso de Barcelona, (Noviembre 1912), pág. 198. 77 Crónica de veinte Reyes, op. cit., pág. 216.
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Canto Toledano
Autor: Luis Lozano Virumbrales
CANTO TOLEDANO
(s. XVI)
PROLOGO, Letare Toletum
I VARIA
Hymnus O, gloriosa Domina
Venite, 2º tono
Hymnus Utque ad laxis
Versus Vera Sophia
Hymnus Pange lingua
II TEMPUS NATIVITATIS
Versiculus Rorate celi desuper
Versiculus Hodie scietis
Invitatorium Christus natus est
Liber generationis
Benedicamus Verbum Patris hodie
III TEMPUS PASCHALIS
Hymnus Passionis Vexilla Regis
Versum Gloria laus
Passio Mattheum (fragmentos)
Lamentatio Ieremie
Christus factus est, Versus Qui passurus
Exultet iam angelica turba
Versiculus Surrexit Dominus de sepulchro
Antiphona B.M.V. Regina celi
EPILOGO In festo Leocadie, patronae Toletanae
FUENTES:
Manuale Chori. Salamanca 1506
Intonarium Toletanum. Alcalá de Henares, 1515
Passionarium Toletanum. Alcalá de Henares, 1516
TRANSCRIPCIÓN: Luis Lozano Virumbrales.
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