caracterización de los sistemas de producción del área
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CARACTERIZACIÓN DE LOS SISTEMAS DE PRODUCCIÓN DEL ÁREA RURAL DEL MUNICIPIO DE MITÚ, DEPARTAMENTO DE VAUPÉS
OSCAR EDUARDO CUÉLLAR TOVAR
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA. FACULTAD DE ESTUDIOS AMBIENTALES Y RURALES.
MAESTRÍA EN DESARROLLO RURAL. BOGOTÁ D.C.
2010
CARACTERIZACIÓN DE LOS SISTEMAS DE PRODUCCIÓN DEL ÁREA RURAL DEL MUNICIPIO DE MITÚ, DEPARTAMENTO DE VAUPÉS
Trabajo de grado para optar al título de Magíster en Desarrollo Rural
OSCAR EDUARDO CUÉLLAR TOVAR
DIRECTOR
JAIME FORERO ÁLVAREZ Economista, PH D. Economía.
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA. FACULTAD DE ESTUDIOS AMBIENTALES Y RURALES.
MAESTRÍA EN DESARROLLO RURAL. BOGOTÁ D.C.
2010
TABLA DE CONTENIDO INTRODUCCION 1 1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y SU JUSTIFICACION. 3 2. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACION. 7 2.1 Objetivo general. 7 2.2 Objetivos específicos. 7 3 Marco referencia. 8 3.1. Estado del arte. 8 3.2. Marco conceptual 11 3.2.1 Agroecología. 11 3.2.2 Agroecosistema. 12
La chagra. 13
El rastrojo. 15
El huerto. 15
La ganadería bovina. 16
3.2.3 Sistema de producción rural. 17 3.2.4 La sostenibilidad. 18 3.2.4.1 Productividad. 19 3.2.4.2 Estabilidad. 19 3.2.4.3 Equidad. 19 3.2.4.4 Eficiencia. 19 4. METODOLOGIA. 21 5. RESULTADOS. 25 5.1 Caracterización general de la zona de estudio. 25 5.1.1 Aspectos biofísicos. 26 5.1.1.1 Aspectos climáticos. 26 5.1.1.2 Hidrografía. 27 5.1.1.3 Geología. 27 5.1.1.4 Fisiografía y suelos. 28 5.1.1.5 Vegetación. 29 5.1.1.6 Fauna y pesca. 32 5.1.2 Caracterización socioeconómica. 32 5.1.2.1 Población y demografía. 33 5.1.2.2 Salud. 36 5.1.2.3 Educación. 37 5.1.2.4 Acueducto, alcantarillado y energía eléctrica. 38 5.1.2.5 Comunicaciones. 39 5.1.2.6 Vías de acceso y medios de transporte. 39 5.1.2.7 Vivienda y equipamientos en la zona de estudio. 40 5.1.2.8 Estado legal del territorio. 42 5.1.2.9 Instituciones y asociaciones. 44 5.2 Sistemas de producción. 45 5.2.1 Sistemas de producción indígena. 47 5.2.1.1 Caracterización del agroecosistema chagra. 53 5.2.1.2 Caracterización del agroecosistema rastrojo. 69 5.2.1.3 Caracterización del agroecosistema huerto 71 5.2.2 Caracterización del agroecosistema ganadería bovina de los colonos.
75
5.3 Indicadores de viabilidad económica. 100 5.3.1 Producción de la chagra. 100 5.3.2 Producción ganadería bovina 105 5.4 Sostenibilidad o insostenibilidad 112 6. CONCLUSIONES. 119 7. BIBLIOGRAFIA. 123 ANEXOS 130
LISTA DE TABLAS Tabla 1.Comunidades indígenas de la zona de estudio. 25 Tabla 2. Distribución de la población indígena del área rural del municipio de Mitú por grupos etáreos y sexo. Año 2008.
33
Tabla 3. Gestores de salud tradicional. 37 Tabla 4. Equipamientos existentes en las comunidades indígenas de la zona de estudio.
42
Tabla 5. Distribución de los predios rurales del municipio de Mitú 43 Tabla 6.Características físicas y culturales de las comunidades muestreadas.
46
Tabla 7. Áreas en producción por hogar. 48 Tabla 8. Número de especies por espacio de producción de los hogares indígenas del área rural de Mitú.
49
Tabla 9. Precio de los principales productos comercializados por los hogares indígenas.
51
Tabla 10. Precio de los principales productos de consumo de los hogares indígenas.
51
Tabla 11. Especies aprovechadas por los indígenas de acuerdo a su espacio de producción.
52
Tabla 12. Características de los hogares estudiados. 53 Tabla 13. Áreas y número de especies en las chagras de los hogares indígenas
58
Tabla 14. Especies sembradas en la chagra por los hogares indígenas 61 Tabla 15. No de plantas de las principales especies sembradas en el agroecosistema chagra, del área rural del municipio de Mitú
61
Tabla 16. Insectos dañinos asociados a los cultivos de la chagra 63 Tabla 17. Organismos dañinos y labores de cultivo en las chagras muestreadas del área rural de Mitú
63
Tabla 18. Labores culturales tradicionales del agroecosistema chagra 66 Tabla 19. Distribución de rastrojos y bosques en el municipio de Mitú, Vaupés
70
Tabla 20. Especies recolectadas en el bosque o rastrojos por los hogares indígenas
70
Tabla 21. Especies sembradas en el huerto por los hogares indígenas. 72 Tabla 22. Extracción de recursos naturales por parte de los hogares indígenas entrevistados.
73
Tabla 23. Inventario ganadero del área de estudio. 76 Tabla 24. Tipificación de los ganaderos colonos del área rural del municipio de Mitú.
77
Tabla 25. Características de los productores ganaderos de la zona. 78 Tabla 26. Características de la infraestructura de los predios ganaderos. 80 Tabla 27. Distribución de pastos en el municipio de Mitú, Vaupés. 81 Tabla 28. Distribución del uso del suelo en los predios de los colonos. 82 Tabla 29. Uso porcentual del suelo por el tipo de productor. 83 Tabla 30. Insectos dañinos asociados a los pastos de la zona de estudio. 86 Tabla 31. Inventario ganadero y UGG por predio estudiado. 87 Tabla 32. Características genéticas y de manejo sanitario de la ganadería bovina del área rural de Mitú.
89
Tabla 33. Precio de los productos consumidos por la población colona para su sistema de producción.
90
Tabla 34. Producción de ganado de cría en el área rural de Mitú. 92 Tabla 35. Venta promedio actual de vacas de desecho para los diferentes tipos de productores del área rural de Mitú.
92
Tabla 36. Producción de leche por parte de los ganaderos colonos. 93 Tabla 37. Precio de los productos comercializados por la población colona en el mercado local de Mitú.
96
Tabla 38. Rendimiento promedio por planta, precio y % de venta para las chagras.
101
Tabla 39. Número de plantas, costo de la semilla e ingresos familiar agropecuario por producto comercial de las chagras del área rural del municipio de Mitú.
102
Tabla 40. Costos, ingresos y excedentes de los principales productos de las chagras del área rural del municipio de Mitú. Pesos de 2010.
104
Tabla 41. Ingresos monetarios promedios obtenidos por los productores ganaderos del área rural del municipio de Mitú. Pesos de 2010.
106
Tabla 42. Costos, ingresos, excedentes anuales y remuneración técnica diaria de trabajo doméstico para la ganadería bovina, en el área rural del municipio de Mitú.
108
Tabla 43. Comparación costos, ingresos, excedentes y remuneración técnica diaria de trabajo doméstico del sistema de producción ganadero y chagra.
109
Tabla 44. Excedente familiar de producción por hectárea y remuneración técnica.
110
Tabla 45. Comparación de los sistemas de producción ganadero y chagra, en el área rural del municipio de Mitú,
116
LISTA DE GRÁFICAS Gráfica 1. Localización zona de estudio 25 Gráfica 2. Comunidades indígenas de la zona de estudio. 26 Gráfica 3.Valor del peso ecológico para las especies encontradas en la comunidad de Murutinga, municipio de Mitú – Vaupés.
30
Gráfica 4. Valor del peso ecológico para las especies forestales encontradas en la comunidad de Pueblo Nuevo, municipio de Mitú – Vaupés
31
Gráfica 5. Familias botánicas con mayor número de especies en los espacios de producción indígena.
47
Gráfica 6. Áreas de producción del agroecosistema chagra y huerto, de los hogares indígenas del área rural de Mitú.
49
Gráfica 7. Esquema de manejo de una chagra. 55 Gráfica 8. Número de chagras por hogar. 59 Gráfica 9. Modelo del sistema de producción chagra indígena. 68 Gráfica 10. Especies recolectadas en el bosque o rastrojo por los hogares indígenas.
71
Gráfica 11. Modelo del sistema de producción ganadero. 99 Gráfica 12. Excedente familiar de producción para las chagras y fincas ganaderas del área rural de Mitú.
110
Gráfica 13. Remuneración técnica de trabajo doméstico para las chagras y fincas ganaderas del área rural de Mitú.
111
LISTA DE FOTOGRAFÍAS Fotografía 1. Caños de la zona de estudio. 27 Fotografía 2. Transporte de leche y pasajeros en la zona de estudio. Fotografía 3. Viviendas y cocinas de los indígenas. Fotografía 4. Viviendas de los colonos. Fotografía 5. Rozado y tumba. Fotografía 6. Área de chagra quemada. Fotografía 7. Chagra sembrada. Fotografía 8. Chagra de la comunidad Indígena de Pueblo Nuevo. Fotografía 9. Yuca cosechada. Fotografía 10. Venta de yuca, fariña y casabe en el mercado local. Fotografía 11. Productos comercializados en el sitio tradicional de mercado de Mitú. Fotografía 11. Huerto de los hogares indígenas del área rural del municipio de Mitú. Fotografía 13. Pasto de corte, maralfalfa. Fotografía 14. Otras actividades pecuarias de la zona.
40 41 41 56 57 62 62 64 65 67 71 85 95
1
INTRODUCCIÓN
El área rural del municipio de Mitú, departamento de Vaupés; está localizado
en la región norte de la Amazonia colombiana, zona de vida de bosque húmedo
tropical. Adicionalmente, tiene una gran riqueza cultural, de fauna y flora; que la
hace una de las regiones con mayor diversidad del país.
La extensión del área rural de Mitú por fuera del resguardo indígena es el
0,66% del total del municipio, allí se desarrolla una ocupación del territorio por
más de 30 años, donde se establecen los sistemas de producción tradicional
de los indígenas que representan menor impacto para la selva y los sistemas
de producción de los colonos, como el monocultivo y el uso extensivo de
grandes áreas para ganadería; lo que genera una degradación del frágil
ecosistema amazónico.
Por otro lado, las condiciones de baja fertilidad de suelos y las climáticas; no
permiten desarrollar una agricultura empresarial. Igualmente, se puede decir
que el único medio de transporte es el aéreo, lo que hace que el uso de los
insumos sea inalcanzable para los productores.
En la actualidad los sistemas de producción desarrollados en la zona, son
fundamentales para la seguridad alimentaria, la conservación de algunos
saberes tradicionales y la generación de excedentes para el mercado local.
El sistema económico indígena, se basa en la producción de una agricultura
itinerante para el autoconsumo y para la comercialización de una parte de
algunos productos mediante el modelo de la chagra; que es un sistema de
policultivos, donde se utiliza la tumba, la quema de la selva y la aplicación de
una serie de prácticas culturales durante todas las fases del sistema. Sin
embargo, los sitios para la siembra de cultivos, la caza y la pesca, disminuyen
cada año; por el aumento de la población y el deterioro ambiental.
2
Además, los colonos generan un deterioro ambiental del ecosistema, por la
implementación de la ganadería extensiva y el monocultivo, pues tumban
grandes cantidades de monte, lo cual no se ajusta a la aptitud de los suelos de
la zona, que es para uso forestal, agroforestal y cultivos de subsistencia.
Toda esta zona de estudio carece de información certera acerca de los
sistemas actuales de producción agropecuaria que aquí se realizan. Por lo
anterior, es importante caracterizar los sistemas chagra indígena y ganadería
colona, desde el punto de vista socioeconómico. Al mismo tiempo, establecer
algunas alternativas que permitan mejorar o ajustar los actuales sistemas de
producción, desde el punto de vista de la sostenibilidad ecológica y económica.
Para ello, se plantean algunos conceptos propuestos por distintos autores
como, agroecología, agroecosistema, sistema de producción rural y
sostenibilidad.
Igualmente, este documento contiene el marco metodológico, la descripción
general de la zona de estudio, se presenta la caracterización del
agroecosistema chagra y ganadería bovina.
Así mismo, se muestran algunos indicadores de viabilidad económica, que
permiten hacer la comparación y análisis de los dos sistemas evaluados; como
el ingreso familiar agropecuario, excedente familiar de producción y la
remuneración técnica diaria del trabajo doméstico.
Por otra parte, se identifican algunos indicadores de sostenibilidad e
insostenibilidad, para los sistemas de producción analizados; como el modo y
la intensidad de uso de los recursos naturales, la tecnología empleada y el
balance entre la utilización de los recurso internos y externos.
Finalmente, se presenta las conclusiones de los sistemas de producción chagra
indígena y ganadería bovina, enmarcados dentro de los criterios de viabilidad
ecológica y socioeconómica.
3
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y SU JUSTIFICACION.
La Gran Región Amazónica, como integración de los conceptos ambientales y
territoriales está conformada por ocho países (Bolivia, Brasil, Colombia,
Ecuador, Perú, Venezuela, Guayana y Surinam) que corresponden
aproximadamente a 7.590.083 Km2 de una densa vegetación y una gran
biodiversidad que la convierte en el mayor ecosistema del mundo. (SINCHI,
2004). (Ver Anexo 1)
Por otra parte, la Región Amazónica Colombiana tiene una extensión
aproximada de 477.274 Km2, que representa el 5,71% de la Gran Amazonía y
al 41.8% del territorio nacional. Es una de las regiones biogeográficas con
mayor biodiversidad del país. (SINCHI, 2004). (Ver Anexo 2).
Actualmente, en la Amazonia colombiana residen 960.239 habitantes (DANE,
2005); lo que da una densidad población de 2 habitantes por Km2, pero con
una tendencia a la concentración de la población en las cabeceras municipales.
A su vez, se desarrollan diferentes sistemas de producción agropecuarios,
desde los tradicionales desarrollados por los indígenas, que representan menor
impacto para la selva y otros de más reciente implementación por los colonos,
como el monocultivo y el uso extensivo de grandes áreas para ganadería; lo
que genera una degradación del frágil ecosistema amazónico.
Una parte de la región norte de la Amazonía colombiana es el departamento de
Vaupés, este cuenta con una extensión de 54.135 km2, está conformado por
tres municipios: Carurú, Taraira y Mitú, y tres corregimientos departamentales:
Pacoa, Papunaua y Yavarate.
La capital del departamento es Mitú y tiene una extensión de 16.455 Km2, de
los cuales tan solo 107.46 km2 corresponden al área rural del municipio que a
su vez hace parte de la Reserva Forestal de la Amazonía (Ley 2ª de 1959). Por
otro lado, 16.211 km2 de este municipio pertenecen al Resguardo Indígena del
4
Vaupés (Resolución 086 de 1982 del INCORA).
De hecho, el área rural de Mitú excluida del resguardo es el 0,66% de la
extensión total del municipio, la cual ha sido objeto de un proceso de ocupación
durante algo más de 30 años, allí se desarrollan algunos sistemas de
producción agropecuarios, realizados con diferentes tipos de conocimientos,
tecnologías, saberes tradicionales y fruto de la experiencia del uso y manejo de
los recursos. Estos sistemas de producción cada vez se hacen más complejos
y al igual que en otras partes de la Amazonia han tenido “innumerables
problemas técnicos, económicos y sociales que presenta la agricultura
selvática, lo que empieza a producir una migración del área rural a los cascos
urbanos que incluye población indígena” (Domínguez, 2001, citado por
Gutiérrez, Acosta & Salazar, 2004, p. 47).
A esta situación se suma que Mitú carece de suelos con potencial agrícola
significativo, pues son considerados por la agricultura moderna como suelos
improductivos e inadecuados para su uso agrícola intensivo, dado a que
presentan grandes limitaciones de fertilidad porque son, muy ácidos, con
niveles bajos de CIC, de bases totales, de fósforo, de materia orgánica y
niveles altos de aluminio. (IGAC, 1996). En cambio, existen algunas áreas de la
Amazonia, donde se han podido desarrollar monocultivos y ganadería intensiva
(semiestabulada y estabulada), en sistemas agrosilvopastoriles, como son los
terrenos de várzea, de las llanuras aluviales de los ríos andinos, considerados
de aguas blancas como el río Amazonas, Putumayo, Caquetá y Guaviare.
A pesar de esto, la única zona de colonización del municipio de Mitú, es la
ubicada a un Kilómetro a lado y lado de la carretera que conduce de Mitú a la
comunidad de Bogotá Cachivera, (en una distancia aproximada de 54
Kilómetros y que limita con el Gran Resguardo del Vaupés), se encuentra
ocupada por siete comunidades indígenas y 106 predios de colonos, donde se
desarrolla la explotación agropecuaria, que reduce cada vez más los espacios
para la siembra de nuevos cultivos y el desarrollo otras actividades que
complementan el sustento como la pesca, la caza, la elaboración de
artesanías, la recolección de frutos de rastrojo y de la selva; lo que genera
5
muchas veces conflicto entre indígenas y colonos, por el uso del territorio que
cada quien considera como propio.
Entonces, los colonos le dan un nuevo uso al frágil ecosistema amazónico, que
de acuerdo con el estudio realizado en Mitú por el Instituto Geográfico Agustín
Codazzi [IGAC] (1996); el potencial de estos suelos es forestal, agroforestal y
cultivos de subsistencia. Pero, los colonos desarrollan el monocultivo y la
ganadería extensiva, para ello, tumban grandes cantidades de monte, para el
establecimiento de las pasturas; lo que genera un deterioro ambiental.
Ante este panorama se quiere mostrar: ¿Cuáles de los sistemas actuales de
producción, de los desarrollados en el área rural de Mitú, pueden ser
sostenibles o insostenibles?, ¿Qué alternativas o ajustes a los sistemas de
producción existentes, se pueden mejorar en su sostenibilidad para ser
aplicadas en el área rural del municipio de Mitú?
Actualmente, se carece de información de los sistemas de producción del área
rural de Mitú, que me permita determinar si son viables desde el punto de vista
ecológico, económico y social. Sobre todo, se tratará de caracterizar el sistema
chagra y ganadería bovina, que son los más implementados en la zona de
estudio. Sin desconocer que en la Amazonia colombiana, se aprovechan
múltiples espacios para la producción de alimentos como los rastrojos, los
barbechos, huertos y las llanuras de inundación “várzeas”.
Por lo anterior, se caracterizará los sistemas de producción chagra, ganadería
bovina y la diversificación o ajustes de estos sistemas, con el fin de establecer
su eficiencia en términos ambientales y socioeconómicos.
Según Rodríguez y Van Der Hammen (1991), muchos de los modelos
propuestos para el uso alternativo de la selva evidencian sesgos tecnicistas, ya
que se preocupan más por las consideraciones agronómicas o ecológicas
básicas, que de los procesos sociales y culturales que rigen el uso del espacio
y los recursos de la selva; en otras palabras, denotan una preconcepción del
6
espacio amazónico como un sitio vacío, desconociendo el conocimiento
tradicional de los indígenas.
Por consiguiente, se pretende realizar una caracterización de los sistemas de
producción chagra y ganadería bovina, teniendo en cuenta los factores
ecológicos, sociales, culturales y económicos; que permitan a las entidades y
comunidades de la zona, escoger modelos de producción con criterios de
sostenibilidad y acordes a los ecosistemas existentes.
De la misma manera, se deberían evaluar algunas alternativas de producción
sostenibles, realizadas en otros puntos de la Amazonia, como son los sistemas
silvopastoriles, las cercas vivas, los bancos de proteína, huertos mixtos,
enriquecimiento forestal de bosques secundarios, diversificación de los
sistemas actuales de producción con actividades como la piscicultura,
zoocriaderos, aprovechamiento de productos no maderables y la producción y
venta de artesanías.
7
2. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACION.
2.1 Objetivo general.
Contribuir al estudio de la dinámica productiva y la viabilidad económica de los
sistemas de producción amazónicos, a partir del análisis de las actuales formas
de explotación en el área rural del municipio de Mitú.
2.2 Objetivos específicos.
Caracterizar los agroecosistemas chagras y ganadería de la zona de estudio,
con base en información secundaria y trabajo de campo.
Analizar algunos indicadores económicos, de estos sistemas de producción
rural, que me permitan determinar la sostenibilidad económica.
Identificar algunas alternativas productivas sostenibles, que permitan una
mayor eficiencia para el área de estudio.
8
3 MARCO REFERENCIA.
3.1. Estado del arte.
En cuanto a la caracterización de los sistemas de producción de la chagra y la
ganadería en la amazonia se han realizado algunas investigaciones, en la
Amazonía brasilera, boliviana, ecuatoriana y peruana. Por otro lado, en
Colombia se han desarrollado trabajos como el de la antropóloga Clara Van
Der Hammen en la zona baja de la cuenca del río Caquetá, que proporciona
información de tipo agronómico y sociocultural, basados en estudios sobre la
relación hombre-naturaleza en el Amazonas, provenientes de las antropologías
ecológica y simbólica, al igual que de la geografía humana, que ayudan a
comprender la problemática de la utilización y la conservación de la selva
amazónica. Trabajo que retoma los aspectos simbólicos que rigen el uso de los
recursos, el conocimiento tradicional sobre las especies y el manejo sostenible
de la biodiversidad, incluida la chagra amazónica, la cual se enmarca dentro de
un contexto de cosmovisión, identidad étnica, organización social, división del
trabajo por sexos, ritualidad y simbolismo.
Igualmente, en varios sectores de la cuenca amazónica se han realizado
algunos tipos de caracterización ecológica y de sistemas de producción, como
los trabajos de Andrade y Etter (1986), donde adelantaron una caracterización
de los sistemas de producción de los colonos de San José del Guaviare.
Igualmente, el mismo Etter (1992 y 2001), realizó algunas caracterizaciones de
la intervención humana y ecológica en la Amazonia colombiana, en las cuales
analiza e interpreta la transformación del paisaje a causa de los sistemas de
producción, extracción y asentamientos humanos, mediante la confluencia y las
interacciones espaciales y funcionales de los condicionantes biofísicos y
socioeconómicos, que definen las características ecosistémicas del territorio.
Además concluye que la actividad del hombre en el paisaje tiene un efecto
determinante en sus características y que los elementos espaciales se
diferencian por su fisonomía, la cual responde a condiciones específicas en la
dimensión biofísica y socioeconómica, y se expresa mediante su cobertura.
9
Así mismo, Vélez y Vélez (1992) ejecutaron durante más de tres años una
investigación sobre las chagras en comunidades indígenas de la cuenca media
del río Caquetá, concluyendo que la chagra es un sistema agroforestal
dinámico, con largos períodos de utilización, que involucran estrategias
tecnológicas sustentables y sostenibles adaptadas a las condiciones de la
selva amazónica. Además, es un patrimonio colectivo de las comunidades
indígenas, donde se integra la diversidad cultural y biológica.
Por su parte, el Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas [SINCHI], ha
realizado en los últimos años investigaciones sobre la caracterización de
prácticas agroforestales tradicionales, en los departamentos del Guaviare,
Guainía, Caquetá y Putumayo. De igual manera, realizó el monitoreo de los
bosques y otras coberturas de la amazonia colombiana (2009). Observando
que muchas de las actividades realizadas por los indígenas y los sistemas
agroforestales se enmarcan dentro de una agricultura con criterios de
sostenibilidad y que algunos sistemas productivos y extractivos, ligados a la
economía de mercado generan una degradación ambiental de la región
amazónica.
Adicionalmente, Edelmira Pérez, Elcy Corrales y María Adelaida Farah (1999)
realizaron el trabajo de los sistemas de producción en la región amazónica, en
el cual concluyen que algunas comunidades indígenas están integradas al
mercado por ser una zona de frontera donde existen unos flujos comerciales,
siendo mayores los de entrada que los de salida y que esta integración al
mercado de las poblaciones indígenas tiene efectos tanto positivos como
negativos sobre su salud y el consumo de alimento. Así mismo, encuentran que
al nuclear a las poblaciones indígenas, constituir resguardos y asignar
territorios a los colonos, se van generando conflictos por tierra y se van
provocando cambios en la forma de vida de las comunidades indígenas, ya que
por lo general implican una reducción de espacios para el desarrollo de sus
sistemas de producción tradicionales y por lo tanto una mayor dependencia del
mercado para su subsistencia.
10
De igual manera, Luis Eduardo Acosta (2001), desarrollo su tesis de Maestría
en Desarrollo Sostenible de Sistemas Agrarios, basado en el análisis
comparativo de las características socioeconómicas de los sistemas de
producción de la etnia Ticuna, quienes pueden ver amenazada la sostenibilidad
de los recursos naturales del ecosistema amazónico, de acuerdo con los
cambios introducidos en los patrones tradicionales culturales y de producción;
dado a la integración con la economía de mercado.
Con el mismo propósito, la ecóloga Nohemí del Carmen Medina Vallejo (2002),
adelanto su tesis de pregrado acerca del agroecosistema chagra del Putumayo
y la bióloga Elsa Milena Cabrera Tejada (2004), también realizó un trabajo
sobre el agroecosistema chagra de la Amazonia. Trabajos enfocados hacia la
descripción de la selva para el establecimiento de las chagras y la descripción
de algunos aspectos simbólicos del manejo del espacio amazónico y sus
recursos.
En cuanto a las investigaciones sobre el sistema de producción ganadero,
sobresalen los trabajos de Libardo Rivas y Federico Holman (1997) sobre los
sistemas ganaderos de doble propósito en el Caquetá. Por su parte, Enrique
Murgueitio (1998, 1999 y 2003) desarrolló trabajos sobre la ganadería bovina
en Colombia y Bertha Leonor Ramírez (2002), realizó la caracterización de las
fincas ganaderas establecidas en la Amazonia colombiana. Estudios que
muestran que el sistema de producción ganadera, genera una gran presión
sobre el recurso bosque y que los sistemas silvopastoriles; son una gran
alternativa para la ganadería moderna y competitiva, bajo criterios de
sostenibilidad.
En el departamento del Vaupés, los estudios se han basado en caracterizar los
sistemas de producción de acuerdo al tipo de población (indígena o colona),
donde se han analizado los principales componentes culturales de los
agroecosistemas; como los trabajos de Gerardo Reichel Dolmatoff (1978) y
Darna Lee Dufour (1991). Trabajos con grupos indígenas que se basan en el
manejo del espacio bajo un concepto eminentemente cosmológico con una
11
perspectiva ecológica en la cual sobresale ampliamente el papel del chamán
para el manejo y control del uso del espacio y los recursos.
Por otro lado, El Instituto Geográfico Agustín Codazzi [IGAC] (1996) a través
del proyecto de Investigaciones para el Amazonas, realizó la caracterización de
los sistemas de producción para el ordenamiento territorial del municipio de
Mitú. Por su parte, el Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas
[SINCHI] (2003), realizó la caracterización de los sistemas agroforestales de la
zona de Mitú y en los últimos años aparecen los trabajos de la Corporación
para el Desarrollo Sostenible del Norte y Oriente Amazónico [CDA], el Instituto
Colombiano de Desarrollo Rural [INCODER] (2008) y la Organización de la
Zona Central Indígena de Mitú [OZCIMI] (2009), sobre la caracterización del
área rural para el ordenamiento ambiental y productivo del municipio de Mitú,
en el cual se recogen una serie de programas y proyectos con criterios de
sostenibilidad ambiental, orientados a planificar el ordenamiento del territorio.
3.2. Marco conceptual.
3.2.1 Agroecología.
La agroecología es una disciplina científica holística que enfoca el estudio de
agricultura desde la perspectiva ecológica, cuyo fin es analizar los procesos
agrícolas en la manera más amplia, donde los ecosistemas agrícolas son las
unidades fundamentales de estudio, y en estos sistemas, los ciclos minerales,
las transformaciones de la energía, los procesos biológicos y las relaciones
socioeconómicas son investigados y analizados como un todo. (Altieri, 1984)
De este modo, la Agroecología, se define “como un enfoque para estudiar y
entender los procesos que se dan en la agricultura, de una manera más amplia,
lo cual significa que transciende de la dimensión ecológica a la económica y
social”. (Altieri, 1994, p. 110). Es más, de acuerdo con este autor, debe haber
equilibrio entre lo económico, lo social y lo ambiental.
El sistema agroecológico se fundamenta en lograr una agricultura que copie los
ciclos de materia y energía que se dan en los ecosistemas de la naturaleza. En
12
otros términos, “es pretender por un uso y manejo de los recursos naturales
ecológicamente, teniendo en cuenta la compatibilidad y retroalimentación entre
los saberes tradicionales con la investigación científica” (Bernal, 2008, p. 5).
Tiene efectos multidimensionales en favor del medio ambiente por la
recuperación de prácticas tradicionales donde prima el policultivo y la
revaloración de los bagajes cognoscitivos tradicionales.
Por esta razón; se pueden incluir dentro de los sistemas agroecológicos, los
sistemas tradicionales campesino, indígena y el sistema convencional
productivista reformulado, modificado y reorientado hacia una agricultura
ecológica, biológica y orgánica (International Assessment of Agricultural
Science and Technology [Agassessment], 2007, citado por Bernal, 2008).
Sobre todo, se tiene en cuenta que los sistemas de agricultura tradicional
campesino e indígena, desarrollan un número de prácticas agrícolas
enmarcadas por el respeto a la naturaleza y que son benéficas, como sucede
con el uso de policultivos, el cultivo intercalado de especies que difieren en
arquitectura, el espaciamiento denso de los cultivos, el casi nulo uso de
agroquímicos y la puesta en práctica de la sabiduría ancestral “lo cual genera
una compleja red de flujos energéticos que se reciclan en el espacio y en el
tiempo”. (Vélez & Vélez, 1992, p. 101). Generalmente, este sistema se basa en
la diversidad de especies y otras prácticas que favorece la subsistencia
alimenticia de las comunidades, el reciclaje de nutrientes, evita la erosión,
desarrolla una mayor cobertura vegetal, confiere protección contra las plagas y
disminuye el riesgo de fracaso total del cultivo.
3.2.2 Agroecosistema.
El concepto de agroecosistema, “ofrece un marco de referencia para analizar
sistemas de producción de alimentos en su totalidad, incluyendo el complejo
conjunto de entradas y salidas y las interacciones entre sus partes”. Por lo
tanto, el agroecosistema representa las interacciones entre las personas, los
13
recursos naturales y la producción de alimentos dentro de un predio o campo
especifico. (Gliessman, 2002, p. 117).
Un agroecosistema, se diferencia entonces de un ecosistema natural al
responder y reflejar presiones socioeconómicas, además de apremios
ecológicos. (Altieri, 1984).
En los agroecosistemas, además de las entradas de luz y el agua; el hombre le
aporta energía, mediante la mano de obra, la maquinaria y los insumos
químicos (Altieri, 1999).
Según Gastó (como se cita en Altieri, 1984), la transformación y el uso de un
agroecosistema debería cumplir tres requisitos básicos 1) conservación del
recurso renovable, 2) adaptación de la biocenosis al entorno y hábitat y 3)
consecución de un nivel relativamente alto, pero sostenido de productividad.
Los agroecosistemas son unidades de paisaje transformadas por actividades
antrópicas. En términos generales, presentan cierto grado de homogeneidad
interna, en cuanto a la cobertura vegetal. Su mantenimiento y estabilidad
dependen de flujos y acciones derivadas de los humanos (Etter, 1994).
En el departamento del Vaupés, se implementan los agroecosistemas chagras,
rastrojos, huerto de frutas y la ganadería bovina extensiva.
La chagra.
El agroecosistema chagra se caracteriza por la combinación de cultivos
transitorios y/o perennes con diferentes periodos vegetativos, los cuales
generan al suelo mayor cantidad de biomasa, que al descomponerse permite
mayor reciclaje y aporte de nutrientes al suelo lo que contribuye a un mejor
desarrollo y producción de las especies.
La chagra es un sistema de agricultura itinerante que comienza con la tala,
roza, quema y siembra de cultivos de diferentes especies y variedades, las
14
cuales se cosechan durante un máximo de dos años, porque su rendimiento
empieza a disminuir, por la pobreza de los suelos y el incremento de especies
no deseables en los cultivos sembrados convirtiéndose en rastrojos. Antes de
abandonar los cultivos principales de la chagra han iniciado el proceso de tala y
quema de otro lugar y así sucesivamente hasta que retoman después de 15 –
50 años, según la calidad de los suelos, al punto inicial, reiniciando un ciclo
autosustentado. (Babino, 2003, citado por Cabrera, 2004).
Tal como lo afirma Rodríguez y Van Der Hammen (1991), las chagras
indígenas normalmente no ocupan lugares continuos, sino que se encuentran
dispersas en el monte, enmarcadas dentro del esquema de utilización temporal
que permite la regeneración natural del bosque.
En cuanto al manejo existe una división del trabajo en la cual la mujer maneja
principalmente los cultivos de la chagra, el procesamiento de alimentos
derivados de la yuca brava (cultivo principal) y otras plantas. Ella es la
portadora del mayor conocimiento sobre las plantas cultivadas y el manejo de
la chagra. Ya que, el hombre se dedica a la tumba, quema del bosque, manejo
de algunos cultivos como el ají, la coca y el tabaco; de igual forma se dedica al
cuidado y cosecha de los frutales de rastrojos y del monte.
La planificación del sitio, área, tiempo de aprovechamiento y especies
seleccionadas para la siembra de la chagra, es una actividad familiar que
depende del tipo de suelo, del ecosistema, de los cultivos apropiados para el
sitio, de las necesidades de la familia y del grupo étnico.
De ahí que, “la chagra se enmarca dentro de un contexto de cosmovisión,
identidad étnica, organización social, división del trabajo por sexos, ritualidad y
simbolismo…” (Van Der Hammen, 1991, citado por Mejía, 2003). Aunque, en el
área de estudio se observa que muchas de estas tradiciones y rituales se han
perdido, pues en el Vaupés solo son realizadas en las comunidades indígenas
más alejadas a los cascos urbanos.
15
El rastrojo.
El agroecosistema rastrojo es un espacio biodiverso importante para la
supervivencia de las comunidades indígenas, porque hay una regeneración
natural y se siguen aprovechando algunas palmas y frutales que se habían
sembrado en la fase de chagra y que se cosechan desde los 3 a los 10 años.
“En realidad el rastrojo no deja de producir alimentos o especies útiles para las
comunidades durante diversas épocas del año”. (Corrales, Farah & Pérez,
1999, p.135).
El huerto.
Constituye la estructura de producción agrícola de más larga duración y se
construye alrededor de la maloca, viviendas familiares o son los frutales
situados en los rastrojos.
El huerto de frutales, desde luego, es otra expresión de biodiversidad y de
cosmovisión: frutas de palmas como el chontaduro (Bactris gasipaes), Assaí
(Euterpe spp.), Pataba (Jessenia batau), Mirití (Mauritia flexuosa), coco (Cocos
nucifera) y otras frutas como uva caimarona (Pouroma cecropiifolia), arazá
(Eugenia stipitata), borojó (Borojoa patinoi), copoazú (Theobroma grandiflorum)
zapote (Pachira sp), caimo (Pouteria caimito), anón (Rollinia mucosa), guamo
(Inga spp), maraca (Theobroma bicolor), marañón (Anacardium giganteum),
naranja (Citrus sinensis), limón (Citrus limón), aguacate (Persea americana) y
guayaba (Psidium guajava). (Mejía, 2003). Estos árboles son cosechados
desde los tres hasta los diez o más años. La regeneración de estos huertos es
considerada un clave para el sostenimiento de los sistemas de tala y quema.
Las chagras, rastrojos y huertos prestan beneficios de captura o
almacenamiento de CO2, tienen mayor cantidad y diversidad de flores, frutos y
productos no maderables (resinas, aceites, gomas, etc.), y las funciones
ecológicas en aspectos de mayor disponibilidad de alimento para diferentes
especies polinizadoras y dispersoras de semillas como pájaros, abejas y
especies terrestres. Permitiendo mejorar la dieta alimenticia y la calidad de vida
16
de los productores, debido a que se obtienen productos para autoconsumo y
generación de excedentes para la comercialización en el mercado local.
La ganadería bovina.
Los colonos sustentan su producción en el monocultivo, que por lo general en
una fase posterior se convierte en potrero para la ganadería bovina extensiva.
Replicando los modelos y esquemas aprendidos en sus regiones de origen,
generando la degradación y la destrucción de los complejos y frágiles
ecosistemas boscosos.
La única ocupación posible para el colono es el monte, el cual tiene que ser
talado y quemado para establecer su finca, donde implementa cultivos de yuca
dulce, plátano, maíz, piña, caña, cacao, pastos mejorados y en ocasiones
arroz; lo que le permite tener productos para el autoconsumo y comercio local,
permitiendo mejorar las condiciones de vida junto con sus familias. Igualmente,
el colono del área rural de Mitú, no tiene propiedad de la tierra, sino la posesión
de mejoras, ya que se encuentra en un territorio declarado como Reserva
Forestal.
En la escogencia del lugar juegan factores como la cercanía a los poblados, la
calidad de los suelos, la carencia de vecinos y el estatus de propiedad del
terreno, haciendo referencia a si es un área de resguardo indígena o no, o si
alguien reclama la propiedad. La tumba del monte es una tarea que debe
realizar el colono por sí mismo o contratar mano de obra, pues la ocasional
ayuda de otros colonos no es una conducta generalizada, ya que cada uno
está interesado en trabajar "lo suyo" y las vueltas de mano no se han
institucionalizado. (Van Der Hammen, 1992).
La ganadería bovina de los colonos de la región amazónica se lleva a cabo a
través del sistema tradicional de pastoreo extensivo con la modalidad de cría y
levante, con rendimientos bajos por las malas condiciones nutricionales del
suelo manejo inadecuado de potreros; ausencia de forrajes naturales;
restricciones en el suministro de sales y minerales; mínimas inversiones;
17
escaso recurso a la tecnología; bajas condiciones sanitarias; baja tasa de
natalidad y una muy baja capacidad de carga animal; una pequeña contribución
a la seguridad alimentaria local y pobre generación de empleo. (Corrales, Farah
& Pérez, 1999).
3.2.3 Sistema de producción rural.
El sistema de producción rural se define como “una unidad espacial en la que
se adelanta una actividad productiva agropecuaria, forestal, y/o agroindustrial,
regulada por una agente económico, quien toma las decisiones de acuerdo a
un cierto grado de autonomía, aunque condicionado por el entorno
socioeconómico, político y cultural”. (Forero et al. 2002, p.25)
Igualmente, se han planteado modelos económicos, para la valoración de los
sistemas de producción familiar. Por lo cual, para el presente trabajo se
utilizará una adaptación del modelo desarrollado por Forero (2002), basado
principalmente en el ingreso familiar agropecuario, el excedente familiar de
producción, la remuneración técnica diaria del trabajo doméstico y la relación
beneficio/costo.
En la formación del los ingresos, costos y excedentes de los sistemas de
producción chagras indígena y ganadería realizada por los colonos en el
municipio de Mitú, no se tienen en cuenta el pago de rentas; ya que los
terrenos son propiedad colectiva de las comunidades indígenas o se usufructúa
los terrenos que están dentro de la reserva forestal de la Amazonía.
Igualmente, su gran mayoría no realizan préstamos para adelantar su actividad
productiva.
Continuado con Forero et al. (2002) se analizaran las siguientes variables
económicas:
Ingreso familiar agropecuario (IFA): Este ingreso es la suma del ingreso
monetario y el ingreso doméstico. Donde, el ingreso monetario (IM) son las
cantidades vendidas (Qv) por el precio del productor (PP) y el Ingreso
18
Doméstico, es la cantidad auto consumida (QA) por el precios del consumidor
(PC).
IFA = IM+ ID
Donde,
IM = QV x PP
ID = QA x PC
Excedente familiar de producción (EFP): Es la diferencia entre el ingreso
familiar agropecuario y el costo monetario. Este excedente es lo que le queda
como remuneración al productor, después de descontar sus gastos si no
pagara rentas. Esta variable expresa la capacidad del sistema de generar
ingresos al productor y se puede expresar mediante la siguiente ecuación:
EFP = Ingreso Familiar Agropecuario – Costos Monetarios
Remuneración técnica diaria del trabajo doméstico (RTDTD): Indicador que
expresa la capacidad de generar ingresos de un sistema de producción si no se
pagara rentas. En otras palabras es lo que técnicamente remuneraría el
sistema de producción a la mano de obra familiar invertida. Por lo cual se
expresa por la relación entre la remuneración técnica diaria del trabajo
doméstico y el número de jornadas invertidas por la familia en la producción.
RTDTD = EFP / JD
3.2.4 La sostenibilidad.
En el libro Después de la Revolución Verde: agricultura sostenible para el
desarrollo de Conway y Barbier (como se cita en Corrales, 2002, p. 49),
establecen que la sostenibilidad, “se refiere a la durabilidad de los sistemas de
producción, a su capacidad para mantenerse en el tiempo. A su vez, se refiere
al mantenimiento de la productividad de los recursos empleados, frente a
situaciones de choque o tensión, en este caso, a los recursos naturales
19
renovables, utilizados para la producción agropecuaria y a otros insumos
necesarios para la producción. En términos socioeconómicos, la sostenibilidad
incluye aspectos como la equidad social, económica, política que debe
garantizarse tanto a las generaciones presentes y como a las futuras”.
Por otro lado, Corrales (2002) apoyado en Conway y Barbier (1990), menciona
que hay cuatro criterios con los que se analiza el desempeño de la actividad
agropecuaria y que se relacionan con la sostenibilidad. Aunque, el
mantenimiento de uno de estos criterios puede haberse obtenido en detrimento
de la sostenibilidad:
3.2.4.1. Productividad, es el indicador que se usa comúnmente para evaluar el
desempeño de la agricultura y se define como la producción total por unidad de
recurso invertido (sea la tierra, el capital o el trabajo).
3.2.4.2 Estabilidad, se refiere a la constancia de la productividad frente a
pequeñas fuerzas perturbadoras que emergen de los cambios normales y de
los ciclos del ambiente que rodea la producción. Esas fuerzas son externas al
sistema productivo y pueden ser físicas, biológicas, económicas y sociales.
3.2.4.3. Equidad, se refiere a la distribución del producto y de los costos de un
proceso productivo entre los beneficiarios humanos.
3.2.4.4 Eficiencia, se puede analizar en el sentido técnico o económico. La
eficiencia técnica, es la cantidad de producto que se obtiene por unidad de
input (entrada), y la eficiencia económica, es la relacionada con el resultado en
términos monetarios; y puede afectarse, por variaciones en los precios de los
productos, lo cual puede tener injerencia en la manera como se produce y en
cuánto se quiere producir.
Igualmente, “se puede mirar el desempeño de la actividad agropecuaria y su
evaluación en términos de sostenibilidad, mediante el análisis de los
componentes: El modo y la intensidad de la utilización de los recursos
20
naturales, la tecnología empleada y balance entre la utilización de recursos
internos y externos” (Conway & Barbier, 1990, citado por Corrales, 2002, p. 7).
21
4. METODOLOGIA
La caracterización de los sistemas de producción analizados, se basa en una
primera fase desarrollada en los centros de documentación, a nivel de las
oficinas de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Norte y Oriente
Amazónico [CDA], Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas [SINCHI],
Secretaria de Agricultura Departamental del Vaupés y el Instituto Colombiano
de Desarrollo Rural [INCODER]; donde se recopilo información temática y
cartográfica.
Lo anterior, permitió planificar la recolección de datos de campo, basado en la
priorización de unos casos, de acuerdo al número de comunidades, de
productores, de los recursos humanos y financieros disponibles para esta
investigación.
Se tomo al hogar o la familia como la unidad prioritaria de estudio, basados
principalmente en el análisis de los agroecosistemas chagra indígena y
ganadería bovina de los colonos; por ser las actividades económicas más
importantes para cada uno de los tipos de población analizada y la
transformación que sufre el medio natural por el desarrollo de estos sistemas
de producción.
Sin embargo, los sistemas de producción de los hogares indígenas y de las
familias colonas involucran otros agroecosistemas y actividades extractivas que
tienen importancia económica y ecosistémica; como el huerto, el rastrojo, la
cacería, pesca, recolección de frutos y mercado de maderas.
Para la selección de los casos indígenas a los que se les realizó el análisis de
su sistema de producción, se escogieron cuatro (4) de las siete (7)
comunidades que componen el área de estudio, lo que representa el 57.1%. Se
seleccionaron las cuatro más cercanas al casco urbano por el tiempo de
recorrido para hacer las evaluaciones y costo del combustible en la zona. De
cada comunidad indígena se escogió un hogar, el cual debería cumplir con el
22
requisito de pertenecer a un grupo étnico diferente a los demás hogares
seleccionados, que las chagra tuvieran entre 1 y 1,5 has por ser las más
representativas del área de acuerdo a las indagaciones e información
secundaria preliminar. Igualmente, la familia seleccionada por comunidad se
escogió porque ya tenía contacto previo con el entrevistador, generaba
confianza y quería colaborar con dar la información requerida.
En el caso de la selección de las familias colonas productoras de ganado, se
escogieron 9 familias de las 27 registradas en del ciclo de vacunación de la
aftosa, que es un número razonable para el análisis, dado a que representan el
33,3 % del total de productores ganaderos
Igualmente, de acuerdo al inventario ganadero por predio se dividieron las
nueve familias ganaderas en grupos de tres, seleccionando tres productores
con menos de 20 cabezas de ganado, a los que se denominaron en el presente
estudio como pequeños productores; otros tres productores con un número
entre 20 y 40 cabezas de ganado, a los que se llamaron medianos productores
y por ultimo otras tres familias de productores que tenían más de 40 cabezas,
que fueron designados como grandes productores.
Con la observación directa mediante recorridos de campo y el diálogo con los
productores de la zona, se diligenció una ficha de registro para el sistema de
producción chagra indígena y una ficha de registro para la ganadería bovina de
la población colona.
A estos hogares se les realizaron las preguntas de la ficha de registro de
acuerdo a si su sistema de producción era la chagra o la ganadería. Pero en
general, se recopilaron datos socioeconómicos, información sobre las
características y prácticas de manejo de los espacios de producción chagra,
huerto, rastrojo, áreas en pastos para ganadería, cultivos agrícolas, especies
menores.
Igualmente, se tomó la información de las actividades extractivas como la caza,
extracción de madera y la pesca. Teniendo en cuenta, que todas estas
23
actividades se convierten en el gran sistema de producción del indígena y del
colono. Igualmente, en los recorridos de campo se realizó la actualización de
los aspectos biofísicos como el paisaje, tipo de relieve, cobertura vegetal y
suelos.
En gran parte, la información recolectada fue sistematizada en una base de
datos y se presentan en tablas o gráficas que permitieron analizar la
información.
Las chagras que se evaluaron en campo, fueron las que se sembraron el año
anterior, porque me permiten evaluar los rendimientos de los principales
cultivos transitorios, semestrales y anuales. En cambio, las chagras sembradas
en el presente año tienen pocas especies en producción y diferentes productos
a las chagras de dos años, que comienzan a ser abandonadas para convertirse
en rastrojos; ya que, en el área de estudio las chagras tienen un uso temporal
de dos a tres años. Por otro lado, la producción del chontaduro fue levantada
con base a la producción por planta que mencionaba cada hogar en la ficha de
registro y el número de plantas encontradas en cada chagra.
Igualmente, con los productores se levantó la información acerca del número
de chagras, áreas de las chagras, número de especies sembradas, épocas de
las labores de la chagra, mano y tipo de obra utilizada, tiempo de producción
de la chagra
En compañía de los productores se recorrieron los espacios productivos
(Chagra, huerto y finca), registrando cada una de las especies vegetales, las
cuales fueron tabuladas en tablas que posteriormente fueron organizadas por
familia, género, especie y nombre común.
Así mismo, se recogió la información sobre las labores de cultivo, poscosecha y
comercialización de productos, para determinar los insumos, cantidades y
mano de obra requeridos, con el fin de calcular los costos de producción, los
ingresos domésticos y monetarios. Adicionalmente, se visitaron los sitios de
compra de insumos y venta de productos para corroborar la información
24
registrada en las fichas de registro, referente a los precios y volúmenes de
venta.
Luego se redactó el informe final, donde se presentan algunas variables
económicas en tablas, como el ingreso familiar agropecuario, el excedente
familiar de producción, la remuneración técnica diaria del trabajo doméstico y la
relación beneficio costo.
Para lo anterior, se utilizó información recogida en campo, en las entidades del
Estado y datos obtenidos en los trabajos de la (CDA e INCODER, 2008) y
(OZCIMI, 2009), que fueron desarrollados mediante talleres de autodiagnóstico.
Finalmente, se realizó un cuadro comparativo entre algunos indicadores de
productividad, de utilización de recursos naturales y tecnología empleada; para
identificar alternativas viables, de acuerdo a estudios realizados en la
Amazonía.
25
5. RESULTADOS.
5.1 Caracterización general de la zona de estudio.
La zona de estudio, se encuentra ubicada en el norte de la Amazonia
colombiana, en el departamento de Vaupés, en el área rural del municipio de
Mitú; con una superficie de 10.746 Has y 2.578 m2, que a su vez hacen parte
de la reserva forestal de la Amazonia pero excluidas de la figura de resguardo.
Comprende las siete comunidades de la carretera que conduce del casco
urbano hasta la comunidad indígena de Bogotá Cachivera y aproximadamente
106 predios de los colonos.
Gráfica 1. Localización zona de estudio.
Fuente: Instituto SINCHI, 2009 (Mapas), CDA y CONGETER, 2008 (Imagen Landsat)
Tabla 1.Comunidades indígenas de la zona de estudio. Mitú, Vaupés.
Fuente: OZCIMI, 2009
N W
Bogotá Cachivera 54 00°51'40,5" 70°03'01,0"
Timbó de Betania 50 00°51'40,4" 70°03'00,8"
San Joaquín de Murutinga 37 01°00'12,6" 70°05'28,2"
Tucandira 25 01°05'50,6" 70°06'15,1"
Pueblo Nuevo 18 01°08'30,3" 70°07'34,2"
San Juan de Cucura 16 01°09'43,5" 70°08'39,2"
Ceima San Pablo 12 01°12'19,1" 70°10'46,6"
Comunidad KmCoordenadas
26
Gráfica 2. Comunidades indígenas de la zona de estudio.
Fuente: INCODER, Vaupés (Sistema de Coordenadas Magna Origen Este
5.1.1 Aspectos biofísicos
5.1.1.1 Aspectos climáticos.
De acuerdo a la clasificación de Holdridge, hace parte del sistema de zonas de
vida Bosque Húmedo Tropical, entre los 185 a 205 m.s.n.m, con temperatura
media de 25.7º C, lluvias superiores a 3.000 mm al año, la humedad relativa es
siempre mayor al 80% y el promedio de brillo solar es 1.255 horas de luz al
año. (IGAC, 1996)
Por lo regular, las mayores precipitaciones se presentan durante los meses de
mayo a julio y las menores durante los meses de noviembre a enero.
27
5.1.1.2 Hidrografía
En relación con la hidrografía, la zona de estudio hace parte de la cuenca
media del río Vaupés que es un río de origen amazónico considerado “de
aguas negras”, por sus características fisicoquímicas. Aunque, no presentan
todavía un alto grado de contaminación.
Las aguas son pobres en nutrientes, lo que ocasiona poca abundancia de
peces. Aunque, se encuentren variadas especies de peces de consumo y
algunas ornamentales que podrían llegar a explotarse. Sin embargo, el uso de
técnicas de pesca no tradicionales y el aumento de la presión sobre este
recurso, pone en peligro la existencia de algunas especies.
Las comunidades de la región de estudio son bañadas por diversos caños que
no son navegables por la presencia de rocas, entre los cuales se encuentran el
caño Ceima, Cucura, Yararaca, Tucandira, Murutinga, Timbo, Mandi, Abiyu
entre otros.
Fotografía 1. Caños de la zona de estudio.
5.1.1.3 Geología.
Según el IGAC (1996), la geología del área de Mitú es relativamente simple,
está integrada por rocas graníticas y neises del Complejo Migmatítitco de Mitú
y por rocas riodacíticas de la formación Piraparana, correspondiendo a los
afloramientos más occidentales de rocas del Escudo de la Guayana, de edad
precámbrica, expuestas en la región del Vaupés.
28
Por encima de las rocas del Escudo, se encuentra una cobertura sedimentaria
de origen fluvio-lacustre, con leve influencia marina, de edad Terciario. En
ciertos lugares existen rocas de Paleozoico Inferior, que también forman parte
de ésta. Por otro lado, el Cuaternario se encuentra asociado, principalmente, a
los ríos Vaupés y Papurí. Las rocas en general están fracturadas y diaclasadas,
favoreciendo esto, los procesos de meteorización.
5.1.1.4 Fisiografía y suelos.
Continuado con el IGAC (1996), en la zona se evidencia tres tipos de paisajes
fisiográficos, peneplanices, inselberg y terraza baja. El más abundante
corresponde al paisaje de peneplanice, desarrollados por procesos de
denudación, sobre las rocas ígneas y metamórficas más antiguas.
“Los inselbergs, representados por geoformas de diferente tamaño,
conformados por cerros aislados de rocas ígneas, que sobresalen por encima
de la peneplanicie a la manera de montes o islas”.
Las terrazas bajas se formaron por la divagación de antiguas Llanuras y Valles
aluviales, y por planos de desborde que en épocas invernales invadieron
superficies del escudo y bordearon relieves residuales. Estas Terrazas Bajas (5
– 10 m respecto al nivel base), de cimas planas (0°- 2°) y muy poco disectadas
por drenajes dendríticos y subparalelos espaciados y superficiales que
producen una erosión mínima, típica de posiciones depresiónales que fueron
rellenadas por estos depósitos gruesos, lo cual favoreció su conservación.
Por su parte, existe una amplia variedad de suelos “desde los más jóvenes
(entisoles), hasta los más evolucionados (oxisoles y ultisoles), cuyas texturas
van desde arenosos hasta arcillosos, con pendientes desde ligeramente
inclinados hasta escarpados, con profundidad efectiva desde muy profunda
hasta la superficial y varían de bien a pobremente drenados”.
Pero una característica común de estos suelos, heredada del material parental
y complementada por la acción del clima a través del tiempo, es el nivel muy
29
bajo de fertilidad, por la baja capacidad de intercambio catiónico, alta acidez,
baja saturación de bases, alta concentración de aluminio intercambiable, lo que
los hace tóxicos para gran variedad de especies vegetales cultivadas.
De acuerdo con el IGAC (1996), el pH de los suelos varía en un rango de
ácidos a fuertemente ácidos, ya que los valores oscilan entre 4 y 5,2. La
saturación de aluminio calculada con base en la capacidad de cambio efectiva
(CICE) varía de moderada (20%) a muy alta (70%); las mayores saturaciones
se presentan en suelos Oxisoles y Ultisoles con altos contenidos de arcilla. El
contenido de carbono orgánico, es relativamente alto en la superficie y
disminuye gradualmente con la profundidad; igual comportamiento en sus
contenidos lo presenta el nitrógeno total.
Por lo anterior, para incorporar estos suelos a las actividades agrícolas con
fines comerciales, existen alternativas como el encalamiento, la fertilización y el
uso de variedades tolerantes a las limitantes nutricionales de suelo. Sin
embargo, el uso de cal y fertilizantes se dificulta en la zona por las condiciones
socioeconómicas de los productores y los altos costos de los insumos sumado
a los altos costos del transporte. Siendo más factible utilizar materiales que se
desarrollen bien a estas clases de suelos.
Así mismo, la mayoría de los suelos son susceptibles a la erosión como
consecuencia de las pendientes y la agresividad de las lluvias.
5.1.1.5 Vegetación
En la zona hay una gran diversidad de especies maderables, medicinales y de
consumo, que corresponde a un bosque tropical húmedo siempre verde, muy
heterogéneo. Aunque, por el incremento de la población se ha talado el
bosque para realizar algunas actividades agropecuarias y se ha aumentado la
presión sobre algunas especies para la construcción, lo que ha disminuido su
abundancia.
30
Según el SINCHI (2009), la vegetación del municipio de Mitú se caracteriza por
presentar cuatro tipos predominantes: bosque denso alto de tierra firme,
bosque denso bajo de tierra firme, arbustal denso y bosque denso alto
inundable heterogéneo, dado a que el área en cultivos, palmares y pastizales
son muy pequeñas. Así mismo, afirman que el departamento de Vaupés en el
2007 mantenía el 93% en bosque sin deforestar.
Las especies maderables, consideradas importantes por las comunidades y
que son reportados en el Plan de Vida Indígena de OZCIMI y en el Estudio
Socioeconómico de la Sustracción son: Acaricuara (Minquartia guianensis),
Loiro (Ocotea sp), Yacayacá (Cedrelinga caateniformis), Aguacatillo (Licaria
sp), Juansoco (Couma macrocarpa), Avina (Clathrotropis nítida), Mirapiranga
(Brosimun rubescens) y Cabo de Hacha (Aspidosperma excelsum).
A continuación, se relacionan los índices de valor de importancia de las
especies registradas en los inventarios forestales realizados en octubre de
2007 por el equipo consultor del Estudio para la Sustracción de la Reserva
Forestal de la Amazonia, quienes levantaron dos puntos de muestreo, uno en
la comunidad de Murutinga y otro en la comunidad de Pueblo Nuevo.
Gráfica 3.Valor del peso ecológico para las especies encontradas en la comunidad de Murutinga, municipio de Mitú, Vaupés.
Fuente: CDA, INCODER y CONGETER (2008)
31
La característica constante que encontraron en las parcelas inventariadas en la
comunidad indígena de Murutinga es su alta diversidad florística pues en la
gráfica 3, se aprecia que cinco especies dominan el ecosistema: Cabo de
Hacha (Aspidosperma oblungus), Pupuña (Bactris gasipaes), Carguero
(Eschweilera amazonica), Uva Caimarona (Puruma sp) y Palo de Ají (Taralea
oppositifolia), pero la mayor importancia ecológica está representada al
acumular el valor del IVI de los árboles menos representativos (Otras
Especies).
Gráfica 4. Valor del peso ecológico para las especies forestales encontradas en la comunidad de Pueblo Nuevo, municipio de Mitú, Vaupés.
Fuente: CDA, INCODER y CONGETER (2008)
De acuerdo con los datos de las parcelas inventariadas en la comunidad
indígena de Pueblo Nuevo, valoraron que el Arenillo (Simarouba amara), el
Palo Turí (Eschweilera rufifolia), la Abina (Clathrotropis nitida), el Candelo
(Chrysochlamys bracteolata) y la Ibapichuna (Dracryoides sp.), son las
especies características del ecosistema, sin embargo es de anotar que este
ecosistema presenta una gran diversidad en cuanto al componente flora se
refiere, pues al acumular el IVI de las especies menos representativas como
Corombolo (Astrocaryum chambira), Uva Caimarona ( Pouruma sp.), Batidor
(Iryanthera crassifolia), etc., se halla el mayor peso ecológico. (Véase gráfica
4).
32
5.1.1.6 Fauna y pesca
De igual forma, en OZCIMI (2009) reportan como de importancia para sus
comunidades, las siguientes especies de fauna silvestre: lapa (Agouti paca),
cerrillo (Tayassu tajacu), cajuche (Tayassu pecari), venado (Odocoileus
virginianus), guara (Dasyprocta fuliginosa), oso hormiguero (Myrmecophaga
tridactyla) , triguillo (Felis tigrina), pava (Penelope spp.), paujil (Crax globulosa),
guacamayas (Ara spp.), pericos (Melopsittacus undulatus), loros (Chrysotis
amazonas), gallineta (Crypturellus soui), armadillo (Dasypus novemcinctus),
mico maicero (Cebus apella), churuco (Callicebus torquatus), oso perezoso
(Bradypus variegatus) y oso palmero. La gran mayoría de estas especies son
utilizadas para la alimentación, cuya carne es moqueada para el intercambio o
la venta en el casco urbano. Así mismo, se utilizan algunas partes del cuerpo
de los animales, para las danzas y ritos. Otros animales, son utilizados en la
medicina tradicional.
En relación con los peces, las especies más capturadas son: guaracú
(Leporinus sp.), tarira (Hoplias malabaricus), mojarra (Geophagus sp.), jaco
(Myleus sp), caloche (Gymnotus carapo), sardina (Astyanax sp.), misingo
(Trachycortes sp), guabina (Rhadia sp), tucunare (Cichla ocellaris), diente perro
(Boulengerella sp), mandi (Pimelodus sp), ñacunda (Crenicichla saxatilis) y
cucha (Choestostoma tachirensis). Las comunidades manifiestan en su Plan de
Vida, que el recurso pesquero se encuentra seriamente afectado por la pesca
indiscriminada y el uso del barbasco.
5.1.2 Caracterización socioeconómica.
A continuación se presentan algunos elementos generales sobre el municipio
de Mitú, que pretenden ilustrar las condiciones demográficas, étnicas y
territoriales; en especial de las comunidades ubicadas en la zona de estudio.
33
5.1.2.1 Población y demografía.
Según las proyecciones de población municipal del censo DANE 2005, Mitú en
el 2010, tiene una población de 30.036 habitantes, de los cuales el 46,4. % es
población rural y aproximadamente el 85 % es indígena.
Del total de la población el 50.21% son hombres y el 49.79% son mujeres. El
grueso de la población del municipio es infantil y adolescente, los cuales
representa el 48.16% de la población con edades entre los 0 a 19 años. La
población adulta constituye el 44.41% del total, mientras que la población
mayor de 60 años representan el 7.43%, según los datos del DANE del
CENSO 2005.
El primer contacto que tuvieron las poblaciones indígenas del Vaupés con la
población foránea, fue con las misiones católicas y posteriormente con los
caucheros brasileros a partir del siglo XVII. (IGAC, 1996)
Por su parte, en el Estudio para la Sustracción de la Reserva Forestal de la
Amazonia, se encontró que el área directa de estudio, es habitada por 223
familias, 1.063 habitantes representados en un 68.9 % indígenas y el resto
colonos y mestizos. La población de las comunidades indígenas de la zona la
está compuesta por un 53,3% hombres y un 46,7% mujeres. Así mismo, la
mayoría de la población es joven, dado a que el 51,7% es menor de 20 años y
el 26,3 % tiene entre 20 y 40 años.
Tabla 2. Distribución de la población indígena del área rural del municipio de Mitú por grupos etáreos y sexo. Año 2008.
Fuente: OZCIMI, 2009
34
En la zona habitan productores indígenas y colonos, que empezaron asentarse
en esta área a principios de los años 70 con la construcción de la vía,
caracterizándose por ser productores del tipo socio empresarial doméstico,
integrando el aprovisionamiento de alimentos para el autoconsumo y el
mercado local. Por lo cual, se puede interrelacionar como un sistema
agroalimentario que no ofrece excedentes de alguna clase que le permita
competir en los mercados nacionales, lo cual se ve reflejado en la participación
que tuvo el departamento del Vaupés en el PIB Nacional es de tan solo el
0,05%. (DANE, Censo 2005, Informe de Coyuntura).
La interacción entre los diferentes grupos étnicos que tienen una diversidad de
lenguas y los colonos que proceden de diferentes lugares del país, generan
una riqueza de culturas pero a su vez unas complejas relaciones; dado a que
estos grupos étnicos tienen sus propias formas de organización y concepciones
diferentes sobre el desarrollo. Aunque, con la presencia del Estado y de
población foránea, se hayan tenido que incorporar a sistemas sociales,
políticos y económicos, que les generan nuevas necesidades y deterioran su
territorio ancestral.
Los grupos étnicos predominantes en la zona de estudio son Tucano, Cubeo,
Desano, Siriano, Carapana, Piratapuyo, Tuyuca, Guanano y Barasnos; que
hace parte de las 23 etnias presentes en el municipio y que pertenencen a la
familia lingüística Tukano Oriental y que comparte su condición de familias
patrilineal, organizados en comunidades, que son unidades espaciales y
culturales en las cuales se desarrollan actividades productivas y las relaciones
socio culturales.
Las comunidades están dirigidas por las autoridades tradicionales,
encabezadas por el payé quien es el más sabio, la máxima autoridad moral y
espiritual; luego está el capitán quien es elegido por votación y es la máxima
autoridad tradicional que los representa ante las demás instituciones, también
se encarga de organizar los trabajos, festejos y en si todas las actividades que
se desarrollan en la comunidad. Adicionalmente, aún conservan algunos
saberes tradicionales, como la medicina y el manejo del ecosistema.
35
Conocimientos que son trasmitidos por los ancianos sabedores (payés, kumús
y rezanderos), quienes transmiten sus conocimientos en la maloca, la gran
casa colectiva, lugar sagrado y donde hacen sus rituales y bailes tradicionales,
acompañado del consumo de chicha y el mambeo de coca.
Sin embargo, cada vez más se siente la pérdida de las prácticas ancestrales y
conocimientos culturales; posiblemente por la integración con el casco urbano
de Mitú, donde los indígenas se integran al mercado, al flujo de dinero, a
demanda de nuevas mercancías; lo que implica cambios socioculturales. Otro
factor causante de la pérdida de conocimiento indígena es el sistema educativo
que se imparte en las escuelas que a su vez separa a los niños de las
actividades diarias de sus padres y abuelos originando una ruptura cultural
entre las generaciones.
Aunque, la influencia de la población colona en la zona de estudio es notoria,
las comunidades indígenas mantienen algunas fiestas y ritos tradicionales que
simbolizan vínculos de unidad, hermandad y agradecimiento a los dioses.
Igualmente, conservan las costumbres alimenticias del consumo de la quiñapira
(caldo de pescado con ají), la muñica (sopa de pescado con almidón de yuca y
ají), las carnes muquiadas (cocidas al humo), gusanos, hormigas y casabe
(torta de yuca brava), las cuales son acompañadas con la chicha, el chivé
(agua y fariña o algún fruto de palma que este en cosecha), el mingado de piña
o plátano.
La presencia de colonos en la zona se acentuó a lo largo de la década del 80,
estableciéndose principalmente hasta el kilómetro 32, donde a su vez existe
presencia de población indígena, de ahí hasta el kilómetro 54 es netamente
indígena.
El área ocupada por los colonos se ha reducido de aproximadamente 6.400
hectáreas en 1993 (IGAC, 1996) a 5.900 hectáreas, de acuerdo al
levantamiento catastral rural de Mitú, realizado por el IGAC en el 2008. Así
mismo, se disminuyó el inventario ganadero de 5.000 bovinos en 1998 a casi
800 bovinos en el 2008. Esta disminución de aproximadamente 500 has y
36
4.200 bovinos, posiblemente puede ser debido al abandono de muchas fincas
después de la toma guerrillera por parte de la FARC en 1998 y su presencia en
la zona de estudio hasta el 2003. En la actualidad la población colona ocupa
106 fincas con extensiones entre 4 a 197 Has y en promedio de 54,5 Has, sin
título de propiedad por estar dentro de la reserva forestal y limitando con
resguardo; el cual es invadido por algunos predios de colonos que establecen
sus cultivos y potreros en los territorios indígenas.
La población colona proviene principalmente de los departamentos del Tolima,
Huila, Boyacá y del eje cafetero, los cuales llegaron a la zona por la violencia
en el centro del país o por la bonanza del caucho, la coca y oro en Taraira, ya
que se usaba a Mitú como ruta obligatoria para llegar al municipio aurífero. Así
mismo, algunos de los hombres colonos tienen esposa indígena.
El sistema de producción familiar del colono, es la finca, que se caracteriza por
tener una casa grande en madera, en techos de zinc, con cocina y baños.
Igualmente, no cuentan con servicio de energía eléctrica ni de acueducto,
teniendo que recurrir al uso del agua lluvia y de los caños aledaños. Por lo
general, tiene dividido sus linderos con cercas en madera y alambre de púas,
cuenta con corrales cerca a la casa y algunos tienen infraestructura de
estanques piscícolas. La principal actividad en la finca es la agricultura y la
ganadería bovina, sin encontrar que el bosque haya sido completamente
tumbado.
La producción colona es básicamente para abastecer el mercado local de Mitú
con productos como: plátano, yuca, maíz, algunos frutales, carne bovina, la cría
de cachama y mojarra en estanques. Igualmente, en la zona se encuentra
establecido aproximadamente 70 has de caucho, las cuales fueron sembradas
en 1997, con apoyo del INCORA y la Caja Agraria, pero no han tenido un
manejo agronómico adecuado.
5.1.2.2 Salud
De acuerdo con el EOT de Mitú (2005), el sistema de salud en el municipio de
37
Mitú, es administrado desde 2003 por la Secretaria Departamental de Salud.
Igualmente, la población indígena también recurre a su medicina tradicional,
ejercida por el payé, u otro sabedor tradicional como el kumú, el botánico y el
rezandero, quienes se basan en la cosmovisión y conocimiento étnico para
curar las enfermedades y dar remedios contra los venenos.
Tabla 3. Gestores de salud tradicional.
Fuente: OZCIMI (2009)
Según el EOT de Mitú (2005), la infraestructura de salud del municipio, consta
del Hospital San Antonio, 3 centros de salud y 15 puestos de salud que
funcionan como Unidades Básicas de Prevención, entre los cuales se
encuentra la Unidad Básica de Protección de la comunidad indígena de
Murutinga, que es atendida por un promotor de salud.
Por lo general, en el caso de urgencia los enfermos de la vía Mitú - Monfort
tienen que desplazarse hasta el Hospital San Antonio de Mitú, donde
dependiendo de la gravedad de la enfermedad, los pacientes son remitidos a
Villavicencio o Bogotá.
Las principales causas de morbilidad son las enfermedades producto de las
condiciones precarias de sanidad que genera factores como el consumo de
agua que no es potable, y la falta de un sistema eficiente de alcantarillado. Así
mismo, las causas de mortalidad se relacionan con las deficiencias de los
servicios públicos ofrecidos y también con las condiciones medioambientales
que favorecen la presencia de ciertas enfermedades.
5.1.2.3 Educación
La educación en Mitú es totalmente del carácter oficial. La infraestructura
38
educativa de la zona de estudio, está conformada por dos escuelas (Bogotá
Cachivera y Timbo) y dos internados (Murutinga y Pueblo Nuevo); en los que
sólo se dicta hasta quinto de primaria. Para el acceso a la educación
secundaria se debe asistir alguno de los tres colegios del casco urbano de
Mitú, donde dos ofrecen la modalidad de internado con las especialidades de
normalistas y agropecuario.
La educación técnica en el municipio es ofrecida por el SENA y la tecnológica
y profesional por la ESAP con el programa de Administración Pública y el
Centro Regional de Educación Superior CERES – UIMINUTO con seis
programas, incluido una especialización en Gerencia de Proyectos.
5.1.2.4 Acueducto, alcantarillado y energía eléctrica. El acueducto de Mitú presenta graves deficiencias, en cuanto a infraestructura,
cobertura, mantenimiento y prestación del servicio, dado a que el agua
suministrada no es potable y tan solo el 75.8% de las viviendas tienen acceso a
las redes de acueducto. Por su parte, solo las comunidades indígenas de
Bogotá Cahivera, Timbo y Murutinga cuentan con acueducto pero no se
potabiliza el agua, las demás comunidades y viviendas de los colonos,
aprovechan el agua lluvia, nacederos o caños.
Igualmente, el municipio carece de una planta de tratamiento de aguas
residuales y la cobertura del alcantarillado en el casco urbano de Mitú sólo
alcanza el 47%, siendo depositadas en fuentes hídricas como el río Vaupés. De
igual manera, las comunidades indígenas de la zona disponen sus excretas a
campo abierto y la mayoría de la fincas de los colonos cuentan con pozo
séptico, lo que genera riesgo de contaminación de las fuentes de agua.
El servicio de energía eléctrica es prestado en el área urbana mediante la
generación de energía de 4 plantas a ACPM que tiene una capacidad de 3250
KW, y que suministran 12 horas de energía al día entre las 11:00 am y 11:00
pm. Algunas comunidades indígenas de la zona de estudio fueron dotados con
sistemas de fotovoltaicos, pero son muy pocas a las que en la actualidad le
39
sirven. Así mismo, la mayoría de las fincas de colonos tienen plantas electicas
o sistemas de fotovoltaicos.
Se espera que el problema energético se solucione a principios del 2011 con la
culminación y entrada en funcionamiento de la Central Hidroeléctrica M.C.H.,
Santa Cruz de Mitú.
5.1.2.5 Comunicaciones
El servicio telefónico se presta en la cabecera municipal por la empresa
TELECOM y la telefonía celular a través de las tres empresas operadoras
particulares. Adicionalmente se cuenta con los servicios telemáticos (fax,
terminal de computador, pares aislados), telegrafía (a cualquier parte del país),
y recepción de la señal de televisión. La administración postal se hace a través
de la empresa estatal y dos empresas de mensajería. En el municipio sólo
hacen presencia las emisoras comunitarias del Ejército y Policía Nacional de
Colombia.
Por otro lado, sólo las comunidades de Bogotá Cachivera, Timbo, Murutinga y
Pueblo Nuevo tienen servicio de telefonía por Compartel y todas carecen del
servicio de telefonía celular y de Telecom.
5.1.2.6 Vías de acceso y medios de transporte.
La zona de estudio posee un carreteable que parte de Mitú y comunica a las
siete comunidades hasta llegar a Bogotá Cachivera en un trazado de 54 Km,
en regular estado, el cual se transita en forma motorizada. Igualmente, de esta
vía salen tres carreteables que interconectan a las comunidades indígenas de
Ceima Cachivera, Santa Cruz y Puerto Paloma.
Aunque, el transporte de pasajeros y carga a las comunidades más cercanas
de la zona, lo realizan generalmente en la chiva de la Gobernación con una
regularidad de tres recorridos en la semana, de la siguiente manera:
40
Lunes: Mitú – Ceima San Pablo – Cucura – Pueblo Nuevo - Tucandira
Miércoles: Mitú – Ceima San Pablo – Cucura – Pueblo Nuevo - Santa Cruz y
Viernes: Mitú – Ceima San Pablo – Cucura – Pueblo Nuevo – Tucandira.
Fotografía 2. Transporte de leche y pasajeros en la zona de estudio.
La población que usa este medio de transporte tiene que cancelar hasta Mitú
las siguientes tarifas de pasaje: Ceima San Pablo ($3.000), Cucura ($4.000),
Pueblo Nuevo ($5.000), Tucandira o Santa Cruz ($9.000). Por lo general, toda
la población colona cuenta con una motocicleta como medio de transporte del
casco urbano a la finca.
La vía aérea representa el único medio de transporte con el resto del país,
operando solo la aerolínea Satena para el transporte de pasajeros con tres
vuelos semanales en la ruta Bogotá – Villavicencio – Mitú (martes, jueves y
domingo). El transporte de carga se realiza desde Bogotá – Yopal - Mitú en
aviones Boeing 737 y de Villavicencio o San José del Guaviare en aviones
Antonow y DC 3.
La vía fluvial se constituye en el medio de transporte más importante entre las
comunidades del municipio. Pero la zona de estudio carece de ríos o caños
que permitan la navegabilidad por la cantidad de rocas.
5.1.2.7 Vivienda y equipamientos en la zona de estudio.
La mayoría de las viviendas del área de estudio son construidas en madera,
techos de zinc y pisos de tierra. Por lo general, las viviendas de los indígenas
41
tienen uno o dos cuartos, sin baño y la cocina es una enramada en el exterior
de la vivienda; mientras que la de los colonos es más grande, con pisos en
madera, división de cuartos, cocina y baño.
Anteriormente, las viviendas de los indígenas eran techadas con palma de
caraná o mirití como se hace todavía en algunas cocinas.
Fotografía 3. Viviendas y cocinas de los indígenas.
Fotografía 4. Viviendas de los colonos.
En la siguiente tabla se resume la infraestructura existente en las comunidades
indígenas del área de estudio, recordado que sólo la comunidad de Pueblo
Nuevo posee la maloca tradicional, que el 85.7% de las comunidades cuenta
con una caseta comunal, que el 28.5% tiene una capilla, que el 57,1% tiene
escuela, que el 42.8% cuenta con sistema de comunicaciones de Compartel y
alguna infraestructura deportiva, que la disposición de excretas en todas las
comunidades es a campo abierto, que algunos hogares de Ceima San Pablo y
Pueblo Nuevo tienen sistema de energía fotovoltaica, que los sistemas de
42
acueducto instalados en algunas comunidades no funciona, por lo tanto el
abastecimiento es de agua lluvia o caños cercanos a las comunidades.
Tabla 4. Equipamientos existentes en las comunidades indígenas de la zona de estudio.
Fuente: OZCIMI, 2009. Ajustado por la presente investigación.
5.1.2.8 Estado legal del territorio.
El área rural del municipio de Mitú pertenece a la Reserva Forestal de la
Amazonia de Ley 2ª de 1959, declarada así para el desarrollo de la economía
forestal y la protección de los suelos, las aguas y la vida silvestre. Limita con
los territorios colectivos del Gran Resguardo del Vaupés de acuerdo con la
resolución No 086 de 1982 del INCORA, la cual excluye del resguardo un área
conocida como de colonización ubicada a 1Km a lado y lado de la carretera
que conduce del municipio de Mitú a la comunidad indígena de Monfort en el
corregimiento departamental de Yavarate.
Adicionalmente, el Decreto Ley 2811 de 1974 establece que las reservas
forestales de Ley 2ª de 1959, deben ser conservadas permanentemente con
bosques naturales o artificiales para protegerlos o para la protección de otros
recursos naturales renovables. En estas áreas debe prevalecer el efecto
protector y permisible de un aprovechamiento de productos secundarios del
43
bosque. Aunque, también prevé mecanismos de delimitación y sustracción
previa para aquellos sectores dentro de las zonas de Reserva Forestal que se
consideran adecuados para la actividad agropecuaria y que por razones de
utilidad pública o de interés social, se hace necesario realizar dentro de ellas
actividades económicas que implique remoción de bosques o cambios en el
uso de los suelos, o cualquier otra actividad distinta del aprovechamiento
racional de los bosques.
En igual sentido, la Ley 843 de 2003 permite la sustracción de áreas dentro de
la Reserva Forestal localizadas en zonas de frontera, siempre y cuando dichas
zonas no correspondan a Parques Naturales, Territorios étnicos u otras figuras
de protección debidamente declaradas y reglamentadas
Por este motivo, el INCODER, CDA, Gobernación del Vaupés y la Alcaldía de
Mitú; realizan acciones conjuntas ante el Ministerio de Ambiente, Vivienda y
Desarrollo Territorial para sustraer aproximadamente 5.900 Has del área rural
del municipio correspondiente a los 106 predios de los colonos. De hecho,
estos predios carecen de título de propiedad, ya que únicamente se pueden
legalizar los baldíos de las áreas de reserva forestal a las comunidades
indígenas.
En la siguiente tabla se relacionan cómo se distribuyen los predios de los
colonos de la carretera y el tamaño en hectáreas. El mayor porcentaje de los
predios tienen entre 21 y 40 hectáreas, seguido por los predios que tienen
entre 41 y 60 hectáreas.
Tabla 5. Distribución de los predios rurales del municipio de Mitú.
Fuente: La presente investigación, en base al levantamiento catastral del IGAC, 2008
44
De acuerdo con lo anterior, el área de los predios poseídos por los colonos
supera el área de producción de las familias indígenas que por tradición y
practicas productivas; son considerados protectores del ambiente. Teniendo en
cuenta, que el sistema de agricultura itinerante de los indígenas, no supera las
2 hectáreas por chagra y que cada familia siembra por lo general una chagra
al año, se necesitaría de aproximadamente diez años para igualar un predio de
un colono de 20 hectáreas.
A su vez, el 98% del territorio de Mitú pertenece al Gran Resguardo del
Vaupés. Pero, las siete comunidades indígenas de la zona de estudio no
poseen un territorio legalmente constituido por estar excluidas del Resguardo.
Por esta razón, estas comunidades solicitan al INCODER que sean incluidas
en el resguardo mediante la ampliación de este, ya que consideran estos
terrenos como ancestrales y el área que ocupan en la actualidad es un espacio
reducido para desarrollar sus actividades tradicionales de producción,
recolección de frutos, caza y pesca. Lo que afecta la capacidad productiva de
la tierra para la comunidad y las nuevas generaciones.
Sobre todo, es de gran importancia para la población de los colonos de esta
zona, que se sustraiga de la reserva forestal los predios donde desarrollan sus
actividades agropecuarias y económicas, pues es la única área rural del
municipio donde pueden residir ya que el resto del municipio es Resguardo
Indígena.
5.1.2.9 Instituciones y asociaciones.
Algunas entidades del Estado, se han vinculado con proyectos productivos y de
seguridad alimentaria, beneficiando a las comunidades indígenas y población
colona de la zona. Por ejemplo, la UMATA de Mitú ha desarrollado proyectos
con especies menores; la CDA ejecutó el proyecto Plan Verde; el SINCHI ha
impulsado los sistemas agroforestales; el SENA tiene programas de
capacitación en ganadería, agricultura ecológica, manejo de especies menores
y piscicultura; Acción Social desarrollo el programa RESA y el INCODER ha
apoyado el desarrollo de la cría de cachamas en estanques. Pero, las
45
comunidades se quejan de que estos programas o proyectos no han tenido
éxito, debido a la falta de acompañamiento, de asistencia técnica; lo que no
permite la sostenibilidad en el tiempo.
Por otro lado, la Gobernación y la Alcaldía Municipal de Mitú han ejecutado en
la zona proyectos de mejoramiento de infraestructura vial, vivienda y escuelas.
Igualmente, algunas familias han sido beneficiadas con la entrega de tanques
plásticos para el almacenamiento de agua, plantas fotovoltaicas y entrega de
herramientas.
Sin embargo, la población indígena y colona de la zona carece de servicios
públicos básicos, como acueducto y alcantarillado. Por otro lado, el servicio de
salud es deficiente y la educación no responde a las necesidades e inquietudes
de las comunidades.
Además de la presencia de las Entidades del Estado, muchas familias de la
zona de estudio pertenecen a otro tipo de organizaciones como: AMUDEVA-
Asociación de Mujeres del Departamento del Vaupés, AMCAFAMI - Asociación
de Mujeres Cabeza de Familia de Mitú, las cuales realizan convenios con el
ICBF, SENA, Secretaria de Agricultura e INCODER para la ejecución de
programas y proyectos de tipo social y productivo. ACOMICAVA que es la
asociación que agrupa a los comerciantes de la maloca. AUSPUCA que es la
asociación de usuarios productores de la carretera y AGANAVA, la asociación
de ganaderos del Vaupés.
Pero el común denominador de estas organizaciones es su debilidad
administrativa y financiera, por lo cual es prioritario el fortalecimiento
organizacional por parte de las demás instituciones.
5.2 Sistemas de producción
De acuerdo con Etter y Villa (Citado por Murcia, 2007), los sistemas de
producción tienen como componente principal los agroecosistemas o
ecosistemas cultivados y en algunos casos puede integrar ecosistemas
46
silvestres y sistemas extractivos. De ahí que, en estos componentes se pueden
ubicar los sistemas de producción de acuerdo al tipo de población (indígena o
colona), basados en las chagras, huertos, rastrojos, bosques y ganadería
bovina; que generan productos para el autoconsumo y algunos para el
comercio.
Estos sistemas de producción se ven forzados a satisfacer las necesidades de
alimentos de la población, pese a la baja fertilidad de los suelos y condiciones
climáticas. Aunado, a que Mitú no tiene influencia de ríos de origen andino, que
permitan desarrollar una agricultura en varzea, ni tener una gran oferta
ictiológica por el bajo contenido de nutrientes disueltos en los ríos negros.
Por otro lado, se halló que la zona de estudio existen tres tipos de paisajes
fisiográficos como son peneplanicie, inselberg y terraza baja, encontrando que
en la totalidad de ellos se presentan espacios para el desarrollo de actividades
agrícolas o pecuarias, sin desconocer que dentro de cada paisaje hay espacios
determinados con una oferta ambiental que posibilita las actividades
agropecuarias propias de la zona.
Tabla 6. Características físicas y culturales de las comunidades muestreadas.
Fuente: La presente investigación, en base al IGAC (1996) y CDA – INCODER (2008)
Las comunidades indígenas de Cucura y Tucandira se encuentran en paisajes
de peneplanicie, encontrándose desde texturas finas a gruesas. La comunidad
de Ceima San Pablo se encuentra en terrazas y hay un gran predominio de
47
texturas gruesas, estos terrenos son muy poco disectados. En cambio la
comunidad de Pueblo Nuevo se encuentra en un terreno muy ondulado con
afloramientos rocosos sobre todo con el área que limita con la comunidad de
Cucura.
La yuca dulce, el plátano son productos agrícolas presentes en la totalidad de
las unidades productivas muestreadas tanto de indígenas como de colonos.
5.2.1 Sistemas de producción indígena.
En el presente estudio se logró identificar que los hogares indígenas de la zona
dependen de la chagra, el huerto y de las actividades extractivas del bosque,
con el uso de una tecnología muy tradicional sin la necesidad de comprar
muchos insumos como lo demanda el colono.
Los hogares indígenas de la zona aprovechan como alimento 44 especies
obtenidas tanto en las chagras, rastrojos y huertos, las cuales se agrupan en
39 géneros y 27 familias (Véase gráfica 5 y Tabla No 11).
Gráfica 5. Familias botánicas con mayor número de especies en los espacios de producción indígena de la zona de estudio.
Fuente: La presente investigación.
El número de especies utilizadas por las comunidades indígenas de la zona de
estudio, son muy similares a los encontrados en los asentamientos indígenas
de los Ticunas del Amazonas, por Acosta (2001); quien reporta 36 especies en
48
la comunidad de Pozo Redondo y 45 en la de San Pedro de Tipisca.
Los hogares indígenas de la zona utilizan para su alimentación y
comercialización los productos de las chagras y los huertos, al igual que los
productos recolectados en los rastrojos y bosques. En ninguno de los hogares
visitados se registró que una especie se encontrara en los tres espacios de
producción, pero si coincidió que diez especies estaban sembradas tanto en la
chagra como en el huerto (chontaduro, marañón, piña, uva caimarona, guamo,
plátano, caña, caimo, ají y cacao. Al igual, cuatro especies se encontraron en el
huerto y en el rastrojo (miriti, patabá, ibapichuna y wasai) y únicamente la
especie umari, fue reportada por un hogar que la sembraba en la chagra y a su
vez era recolectada en el rastrojo o bosque.
En promedio se encontró que los hogares indígenas tienen 3,37 Has en
chagras, donde 1,12 Has corresponden a la chagra actual y 1.900 m2
corresponden al área cercana a sus vivienda que es destinada a la siembra de
frutales y hortalizas.
Tabla 7. Áreas en producción por hogar estudiado en el municipio de Mitú, Vaupés.
Fuente: La presente investigación.
49
Gráfica 6. Áreas de producción del agroecosistema chagra y huerto, de los hogares indígenas estudiados del municipio de Mitú, Vaupés.
Fuente: La presente investigación.
En promedio los hogares entrevistados tienen 15 especies en la chagra, 14
especies en el huerto y recolectan 6 especies del rastrojo. (Véase tabla 8)
Tabla 8. Número de especies por espacio de producción de los hogares indígenas estudiados del municipio de Mitú, Vaupés.
Fuente: La presente investigación.
2,5
4 4
3
1,5
1 1 1
0,1 0,160,3
0,2
0
0,5
1
1,5
2
2,5
3
3,5
4
hogar 1 hogar 2 hogar 3 hogar 4
He
ctár
eas
ÁREAS EN PRODUCCIÓN POR HOGAR
Total Chagra
Chagra Actual
Huerto
50
Todas las familias entrevistadas manifiestan que la producción de la chagra no
es exclusivamente para el autoconsumo, sino que también comercializan cierto
porcentaje de algunas especies como la yuca dulce, el plátano, la piña, maíz,
chontaduro y frutas.
Igualmente, comercializan algunos productos derivados de la yuca como la
fariña y el casabe. El ají es comercializado tanto en fresco como transformado
en yukitania (seco y molido), también se comercializa el mambe de la coca y
una gran variedad de chichas de los productos que estén en cosecha. De las
44 especies registradas en las chagras, rastrojos o huertos, el 93,2% son
utilizadas como alimento y sólo el 6,8% tiene otros usos, como se puede
apreciar en la tabla 11.
Las actividades de producción, extracción y recolección, son para suplir la
autosuficiencia alimentaria de las familias. Sin embargo, por la cercanía al
casco urbano son complementados con la adquisición de algunos productos
del mercado. Generando en la población indígena, una necesidad de contar
con ingresos monetarios y que tengan que hacer cambios en la forma
tradicional de siembra de cultivos en la chagra, encontrando gran cantidad de
yuca para el consumo y producción de derivados para el comercio. Igualmente,
ocurre con la introducción de la siembra de plátano que en un alto porcentaje
es para su comercialización en el mercado de Mitú. Así mismo, la piña y el
maíz tienen gran demanda en el mercado local.
Por otra parte, está articulación de las comunidades de la zona con el mercado
local de Mitú, genera una gran presión sobre algunos recursos naturales como
las maderas fina, la caza y la pesca; ocasionando un agotamiento de las
especies.
51
Tabla 9. Precio de los principales productos comercializados por los hogares indígenas estudiados del municipio de Mitú, Vaupés. Pesos de 2010.
Fuente: La presente investigación.
Los hogares entrevistados en promedio obtienen ingresos mensuales de
$390.000 por la venta de los productos asociados a las actividades productivas
y extractivas; que son comercializados en el mercado local de Mitú. Mientras
que, el promedio de consumo mensual en alimentos y productos de consumo
final es de $230.000. Los alimentos y demás insumos son adquiridos por la
población indígena en los almacenes del casco urbano de Mitú.
Tabla 10. Precio de los principales productos de consumo de los hogares indígenas estudiados del municipio de Mitú, Vaupés. Pesos de 2010
Fuente: La presente investigación.
52
Tabla 11. Especies aprovechadas por los indígenas de acuerdo con su espacio de producción.
Fuente: La presente investigación.
Chagra Huerto Bosque Chagra Huerto Bosque Chagra Huerto Bosque Chagra Huerto Bosque
Anacardium occidentale Marañon x x A, M
Manguifera indica Mango x x A
Annona muricata Guanábana x x A, M
Rollinia sp Waituto x x A
Xanthosoma sp Chonque x x A
Xanthosoma sagittifolium Bore x A, F
Bactris gasipaes Chontaduro x x x x x x x A
Mauritia flexuosa Mirití x x x x A
Cocos nucifera Coco x x A
Oenocarpus bacaba Ibacaba x x x A
Jessenia batau Patabá x x x x x A
Euterpe precatoria Wasai x x x x A, C
Bixa orellana Achiote x Ar, Co, O
Matisia cordata Zapote x x A,O
Ananas comosus Piña x x x x x x x x A
Dacryodes peruviana Ibapichuna x x x x x A
Carica papaya Papaya x x A, M
Pouroma cecropifolia Uva caimarona x x x x A
Ipomoea batata Batata x x A
Cucurbita maxima Ahuyama x x A
Dioscorea trifida Ñame x x A
Erythroxylon coca Coca x x x Cu, M, P
Manihot esculenta Yuca brava x x x x A
Manihot esculenta Yuca x x x x A
Poraqueiba sericea Umarí x x x x x A
Persea americana Aguacate x x A
Inga edulis Guamo x x x x A
Artocarpus altilis Árbol del pan x x A
Musa paradisiaca Plátano x x x x x A
Syzygium malaccense Pomarroso x x x A
Psidium guajaba Guayaba x x A
Eugenia stipitata Araza x A
Phytolacca rivinoides Carurú x x x A
Zea mayz Maíz x x x x A
Saccharum officinarum Caña x x x x x x x A
Citrus limon Limón x x A
Citrus sinensis Naranja x x A
Pouteria ucuqui Ucuqui x x A
Pouteria caimito Caimo x x x x A
Capsicum frutescens Ají x x x x A
Solanum sessiliflorum Lulo x x x x x A
Nicotiana tabacum Tabaco x x x Cu, P
Theobroma cacao Cacao x x x A
Theobroma grandiflorum Copoazú x x A
Usos: A: Alimento, Ar: Artesanal, C: Construcción, Co: Colorante, Cu: Cultural, F: Forraje, M: Medicinal, O: Ornamental, P: Psicotropico
Familia Sapotaceae
Familia M oraceae
Familia Icacinaceae
Familia Dioscoreaceae
Familia Rutaceae
Familia M imosaceae
Familia Cucurbitaceae
Familia Cecropiaceae
Familia Erytroxilaceae
Familia Phytolacaceae
Familia Laureaceae
Familia Bixaceae
Familia Anacardiaceae
Familia Annonaceae
Familia Sterculiaceae
Familia M yrtaceae
Familia Convulvulaceae
Familia Euphorbiaceae
Familia M usaceae
Familia Bromeliaceae
Familia Poaceae
Familia Solanaceae
Familia Arecaceae
Familia Araceae
Familia Burseracae
Familia Caricaceae
Familia Bombacaceae
ESPECIES VEGETALES UTILIZADAS POR LOS INDÍGEANAS
Especie
Nombre
común
Hoga 1 Hogar 2 Hogar 3 Hogar 4
Usos
53
5.2.1.1 Caracterización del agroecosistema chagra.
Las siete comunidades indígenas de la zona, desarrollan su agricultura, bajo el
sistema tradicional de chagra, espacio donde el indígena cultiva la mayor parte
de la comida; así como algunas plantas medicinales, maderables y artesanales.
Según Vélez y Vélez (1992), la chagra es el lugar de la cultura y de lo
productivo, de la unidad familiar indígena donde prácticamente hay una fuerte
integración entre todos los aspectos culturales, de manejo de los ecosistemas y
de las diferentes formas de vida de los indígenas.
El sistema de producción de la chagra, se basa en una agricultura itinerante, a
partir de una serie de fases como la escogencia del sitio, la socola, tumba,
quema de bosque o rastrojo, siembra de gran variedad de cultivos, desyerbe,
cosecha y abandono. (Rodríguez & Van Der Hammen, 1991). Está agricultura
itinerante es una respuesta a las limitaciones de fertilidad de los suelos y
posiblemente al desarrollo de fauna dañina y de enfermedades.
Muchas de las fases están determinadas por las épocas de verano, que
comprende los meses de diciembre a marzo y la época de invierno. Por lo
general, las familias seleccionan terrenos aptos entre 0.5 y 2 hectáreas; lo que
depende de la disponibilidad de terreno dentro de su comunidad y del número
de integrantes de la familia; quienes determinan la disponibilidad de mano de
obra.
Tabla 12. Características de los hogares estudiados.
Fuente: La presente investigación.
54
Los hogares indígenas seleccionados corresponden a comunidades y grupos
étnicos diferentes, dado la gran diversidad de etnias en la zona, existe una
homogeneidad en cuanto a la manera de realizar sus actividades productivas o
extractivas, pero si se encuentran diferencias en el número y áreas de los
cultivos sembrados, ya que estos dependen de las necesidades de la familia,
del tipo de suelo, si es una chagra de monte bravo (vegetación arbórea densa)
o rastrojo (vegetación secundaria).
Generalmente los hogares indígenas seleccionados están conformados en
promedio por 6 personas. Tardando hasta el sitio de trabajo (la chagra) entre
media hora y 2 horas, empezando su trabajo desde las 6 de la mañana hasta el
medio día. Luego regresan a la casa, donde almuerzan, las mujeres realizan
algunas labores domésticas, preparan la fariña, el casabe y elaboran
artesanías, mientras que los hombres elaboran el mambe, se van a pescar o
cazar.
Por otro lado, las chagras están relacionadas con actividades culturales y
rituales, como rezos y restricciones que permiten obtener mejores
producciones. El rezo es una actividad que se realiza pidiendo permiso a los
seres sagrados de utilizar cierto terreno para la construcción de la chagra, se
utiliza para que la tumba de los árboles grandes no ocasione accidentes, evitar
el roce de las personas con bejucos venenosos, evitar la mordedura de
culebras y picaduras de insectos. El rezo es realizado con tabaco y breo,
cubriendo únicamente el área donde se va tumbar.
Sin embargo, las chagras de la zona de estudio carecen de algunas prácticas
ancestrales, por la pérdida del conocimiento tradicional, conformación de
comunidades indígenas permanentes cerca al casco urbano, presencia de la
población colona y el sistema educativo que reciben jóvenes indígenas en los
colegios.
55
Gráfica 7. Esquema de manejo de una chagra.
Fuente: Universidad Nacional de Colombia (2003), citado por Cabrera (2004).
Tumba de bosque o rastrojo.
El indígena prefiere tumbar monte bravo (vegetación arbórea densa), porque le
da mejor fertilidad, y puede ser manejada durante mayor tiempo que una
chagra de rastrojo. Dado a que, la chagra de rastrojo máximo se puede
aprovechar año y medio por el rápido crecimiento de malezas y sus
extensiones por lo general son inferiores a las chagras de monte bravo.
Sin embargo, en la zona de estudio las áreas con vegetación arbórea natural
han disminuido por el incremento de la población Teniendo que recurrir a
tumbar rastrojos de diez años, lo que ocasiona que las chagras sean de menor
extensión y su aprovechamiento sea por menos tiempo.
En los sistemas tradicionales la duración en un sitio no era mayor de las dos
décadas, sin embargo algunas comunidades indígenas de la carretera ya
tienen cerca de 40 años asentados permanentemente en la zona; lo que
genera que se tenga que recorrer grandes distancias para encontrar tierras
libres para hacer la chagra.
56
El rozado y tumba para el establecimiento de la chagra, es una labor realizada
por los hombres adultos del hogar; quienes por lo general son apoyados por
miembros de otra familia. La socola o el rozado son previos a la tumba y
consiste en derribar las plantas de tallo delgado, lo que permite delimitar el
área a tumbar y facilitar la caída de los árboles de mayor tamaño al momento
de la tumba.
En promedio para preparar una hectárea, se requiere de 4 personas que
trabajen 6 horas durante 10 días, es decir aproximadamente 30 jornales con
herramientas como el hacha y el machete. La tumba generalmente se
empiezan en noviembre y en las comunidades indígenas más alejadas al casco
urbano, esta labor por lo general es una tarea comunitaria de los hombres
adultos.
Según Tomas Patria, capitán de la comunidad indígena de Pueblo Nuevo, no
es que el indígena tenga el conocimiento de que hay conservar el bosque
alrededor de las fuentes de agua, sino que estas áreas no se tumban porque
allí la yuca se pudre que es el principal cultivo de la chagra.
Fotografía 5. Rozado y tumba.
Quema de la vegetación.
La quema de la chagra es la principal fuente de nutrición de las plantas de este
57
agroecosistema por la liberación de los nutrientes que aportan la ceniza. Está
es una labor llevada cabo por el hombre propietario de la chagra y se realiza
principalmente en los tres primeros meses del año, que son los de verano.
Aunque, la población de la zona manifiesta que los periodos de verano se han
corrido y acortado, lo cual hace que se modifique el ciclo de la chagra. Cuando
se tumba monte bravo, se deja aproximadamente un mes para poder realizar la
quema. Mientras que cuando se tumba rastrojo se quema a la semana
siguiente. En los dos casos como mínimo se requiere de dos días de sol
intenso, para poder quemar bien las hojas, ramas y troncos. En esta actividad
se gasta en promedio dos personas cuatro horas, es decir un jornal.
Algunas comunidades más apartadas al casco urbano todavía conservan la
tradición del rezo del paye, después de la quema, para bajar la temperatura del
suelo y que la ceniza se convierta en mejor abono, facilitando la siembra de las
especies y obteniendo un mejor abono.
Igualmente, la literatura y trabajos de campo reportan que las principales
especies sembradas en la chagra desarrollan infecciones de micorrizas que
contribuyen a la nutrición de las especies. (IGAC, 1996). Sin embargo, las
quemas generan a su vez impactos negativos como la destrucción de la
materia orgánica en el suelo, de micorrizas y demás microorganismos que
participan en la nutrición de las plantas. De igual manera pueden generar
procesos erosivos.
Fotografía 6. Área de chagra quemada.
58
Siembra de cultivos.
Al comenzar el periodo de lluvias, se inicia con la siembra de cultivos
transitorios, anuales y permanentes; los cuales supuestamente se reparten en
toda el área de la chagra de una forma al azar. Sin embargo, los indígenas
siguen una lógica de acuerdo a la complementariedad de la asociación de las
plantas, que determinan una compleja distribución espacial y temporal.
Tradicionalmente la siembra se realiza a partir de la segunda semana, después
de la quema y es liderada por la mujer, pero en ocasiones es acompañada por
los niños, convirtiéndose a su vez en un espacio para la trasmisión oral del
conocimiento de la madre a sus hijos. Así mismo, las semillas provienen de las
chagras anteriores de donde se sacan las diferentes variedades.
Generalmente, todos los años se siembra una chagra nueva por familia; dando
como resultado que los hogares de la zona aprovechen entre dos y tres
chagras, de extensiones que van de 0.5 a 2 hectáreas (OZCIMI, 2009). Las
chagras generalmente se siembran en marzo o en agosto cuando va a
comenzar el periodo de menguante.
Tabla 13. Áreas y número de especies en las chagras de los hogares indígenas estudiados del municipio de Mitú, Vaupés.
Fuente: La presente investigación
De acuerdo con los datos obtenidos en los hogares estudiados, cada familia
posee en promedio tres chagra en uso, con promedio de 1,12 Ha por chagra y
periodos de aprovechamiento de la chagra de dos a tres años. El número de
59
chagras en el hogar de la comunidad de Cucura fue de cuatro, porque por
cambios en el clima tuvieron que tumbar chagra en enero y en el veranillo de
agosto de 2008.
Gráfica 8. Número de chagras por hogar indígena estudiado en el municipio de Mitú, Vaupés.
Fuente: La presente investigación
Sin embargo, los datos encontrados en el presente trabajo referente al número
de chagras y el periodo de aprovechamiento se redujeron si se compara a los
encontrados por otros autores en otras zonas de la amazonia colombiana;
donde se reportan un número de hasta cuatro chagras por familia y periodos de
tres a seis años de aprovechamiento. (Acosta, 2001; Corrales et al., 1999;
Medina, 2002; Van Der Hammen, 1992 y Vélez & Vélez, 1992). Lo anterior,
puede ser consecuencia a que las chagras seleccionadas provienen de
rastrojos de aproximadamente diez años de descanso, dado a la dificultad de
encontrar chagras de monte bravo que tuvieran fácil accesibilidad. A su vez, las
áreas de las chagras de la zona de estudio son superiores a las encontradas
por Darna Lee Dufour en la comunidad indígena de Yapú, del departamento de
Vaupés, quien encontró que las extensiones eran de 0,4 y 0,7 ha.
Algunos autores consideran que la diversidad de especies vegetales en las
chagras y la forma cómo estás se distribuyen, asemejan de cierta manera a un
bosque natural de modo que protege al suelo de los procesos erosivos,
favorece la eficiencia fotosintética y proporciona las condiciones para minimizar
el desarrollo de enfermedades y altas poblaciones de plagas.
2
4
3 3
0
1
2
3
4
hogar 1 hogar 2 hogar 3 hogar 4
Nº
de
ch
agra
s
60
En la presente investigación se encontró que las chagras indígenas de la zona
tienen una gran cantidad de variedades de yuca brava o dulce (Manihot
esculenta), que es el cultivo principal, por ocupar la mayor extensión y ser base
de la dieta alimenticia. Igualmente, el cultivo de yuca es asociado con
diferentes variedades de ñame (Dioscoreaceae trífida), ají (Capsicum spp),
piña (Ananas comosus), batata (Ipomoea batata), maíz (Zea mays), plátano
(Musa paradisiaca), lulo (Solanum topiro), caña (Sacharun offficinale), cacao
(Theobroma cacao) chontaduro (Bactris gasipaes), uva caimarona (Pouroma
cecropiifolia), caimo (Pouteria caimito), guamo (Inga spp), marañón
(Anacardium occidentale), coca (Eritroxilum coca) y tabaco (Nicotiana
tabacum).
De acuerdo a la información reportada por los miembros de los hogares
seleccionados, el número de especies sembradas en las chagras no superaban
los diez cultivos. Sin embargo, en las observaciones en campo se registraron
de 14 a 16 especies; resultados similares a los encontrados por Vélez y Vélez
(1992) en el Medio Caquetá, Corrales et al. (1999) en el departamento del
Amazonas y Acosta (1998) en el municipio de Puerto Nariño; donde se
reportaron más de 15 especies.
Así mismo, en la chagra crecen de manera espontanea algunas plantas que no
se consideran malezas pues poseen utilidad como alimento, medicina, pesca,
artesanía y otras. Entre las cuales está el chundú, barbasco (Ormosia sp),
carayurú (Arrabidaea chica), algunas especies de lulo (Solanum sessiliflorum,
S. stramonifolium), guarumos (Cecropia sp), platanillo (Heliconia hirsuta L.f) y
carurú (Phytolacca rivinoides), especie vegetal con alto contenido de proteína y
utilizado para acompañar el pescado. Igualmente, algunas comunidades han
dejado de sembrar coca en la chagra, en especial las que pertenecen a la
religión evangélica, que no es el caso de las comunidades de la zona de
estudio.
En términos generales, en las chagras indígenas seleccionadas abundan el
cultivo de yuca amarga, yuca dulce, el plátano, la piña, el maíz, la caña y el
chontaduro. La yuca es el primer cultivo que se siembra, a la semana siguiente
61
se siembra otros cultivos de ciclo anual o menos, como el plátano, maíz, piña,
caña, ají y otros. Después se siembran las palmas y frutales. Por último se
siembra la coca y el tabaco.
Tabla 14. Especies sembradas en la chagra por los hogares indígenas estudiados del municipio de Mitú, Vaupés.
Fuente: La presente investigación
El número de individuos de una especie y su arreglo espacial dentro de la
chagra está muy relacionado con la textura del suelo, por ejemplo si la chagra
es en un terreno arenoso se encuentran gran cantidad de piña, en suelos
franco arcillosos se encuentra mayor número de individuos de plátano o maíz,
mientras que la yuca se encuentra tanto en suelos arenosos como arcillosos
pero hay materiales seleccionados por los indígenas que se desarrollan mejor
en cada suelo
Tabla 15. No de plantas de las principales especies sembradas en el agroecosistema chagra, por los hogares indígenas estudiados del municipio de Mitú, Vaupés.
Fuente: Estudios de caso. Trabajo de campo, 2008-2010
62
Fotografía 7. Chagra sembrada.
Fotografía 2. Chagra de la comunidad Indígena de Pueblo Nuevo.
Por su parte, se comprobó que algunas familias no tienen certeza sobre su
área de producción, que los elementos más utilizados en la siembra es el
machete y el palo, que la disminución de especies sembradas posiblemente se
debe a la pérdida de materiales, a la reducción de espacios para la siembra, a
otras labores que se le han asignado a las indígenas y a la articulación que
estas tienen con el mercado del casco urbano; lo cual ha influido en el cambio
de los patrones culturales y socioeconómicos.
De hecho, las labores de desyerba y resiembra (yuca) son realizadas
principalmente por las mujeres, utilizando básicamente las manos, el machete,
la pala y chuzo. Las malezas generalmente son amontonadas y quemadas,
haciendo hogueras que sirve de abono a los cultivos.
Aunque los pobladores solo reconocen a la hormiga arriera como insecto
dañino, algunos autores en trabajos de campo reconocen algunos insectos
dañinos de los órdenes coleópteros, lepidópteros, homópteros, himenópteras y
ortópteros asociados a algunos cultivos de la zona.
63
Tabla 16. Insectos dañinos asociados a los cultivos de la chagra del municipio de Mitú, Vaupés.
Fuente: IGAC, 1996
Tabla 17. Organismos dañinos y labores de cultivo en las chagras muestreadas del municipio de Mitú, Vaupés.
Fuente: La presente investigación
Igualmente, los indígenas de la zona tienen una baja incorporación de insumos
comprados en el mercado; únicamente adquieren en los almacenes del casco
urbano de Mitú, herramientas como hachas, machetes, limas y palas. En
algunas ocasiones reciben donaciones de entidades del Estado, representadas
en herramientas e insecticidas para el control de la hormiga arriera; que es
considerada el principal insecto dañino de los cultivos de la zona. De hecho, la
gran diversidad de cultivos y las prácticas de manejo implementadas,
amortiguan de cierta forma la incidencia y severidad de las plagas y
enfermedades.
La cosecha de los productos está relacionada con los factores climáticos y
básicamente es una tarea de la mujer, la cual es la encargada de los cultivos
transitorios, a excepción de los cultivos de coca, tabaco y perennes que son
64
cosechados por los hombres.
Durante el primer año se empiezan aprovechar las especies de ciclo corto
como el ají, la yuca a los 8 meses y el plátano al año. Los cultivos de yuca
brava pueden durar cosechando hasta casi los 18 meses, si la chagra proviene
de monte bravo; porque si es de rastrojo la yuca empieza a cosecharse desde
los 6 meses.
Las mujeres son las encargadas del procesamiento de la yuca para la
producción de fariña, casabe, almidón, manicuera y la chicha. El hombre se
encarga de la transformación de la coca en mambe.
Fotografía 3. Yuca cosechada.
De acuerdo con la presente investigación, algunos cultivos se siembran con la
finalidad de ser comercializados, como ocurre con el 95% del plátano
cosechado, el 80 % del maíz, el 50% las piñas y aproximadamente el 40% de
la yuca. Igualmente, algunas familias comercializan derivados de la yuca como
la fariña y el casabe o del ají la yukitania. La comercialización es realizada en el
casco urbano de Mitú, ya sea por venta directa en la maloca o a un almacén.
Otros productos como la batata y el chonque, son exclusivamente para el
autoconsumo.
65
Fotografía 4. Venta de yuca, fariña y casabe en el mercado local.
En términos generales el ciclo productivo de la chagra lo compone el rozado o
socola, tumba, quema, siembra, el mantenimiento (resiembra, desyerba y
abonado), la cosecha y el abandono. La presente investigación encontró que la
organización de las diferentes actividades agrícolas se estructura con base en
la mano de obra de los hombres (100 %), de las mujeres (75 %) y de los hijos
(50 %), utilizando con regularidad el trabajo solidario de las familias de sus
padres y hermanos particularmente en las labores de rozado y tumba.
En las hogares estudiados se puede observar la pérdida de algunos
conocimientos tradicionales y cambios en los roles de género para algunas
labores; encontrando que en el rozado y tumba, que era una labor comunitaria
y estrictamente de los hombres en la comunidad de Pueblo Nuevo, manifiesta
que la mujer también los acompaña en esta labor. Así mismo, labores que eran
básicamente desarrolladas por las mujeres como la siembra y la cosecha,
ahora son desarrolladas por toda la familia. Sin embargo, otras todavía se
conservan como son la elaboración de la fariña y el casabe por parte de la
mujer y la elaboración del mambe por parte del hombre.
66
Tabla 18. Labores culturales tradicionales del agroecosistema chagra.
Fuente: La presente investigación
De otro lado, muchas de estas comunidades penetran dentro del bosque
ubicado en territorio de resguardo, para montar las chagras de monte bravo,
respetándose entre los indígenas la propiedad de explotación de la chagra. Por
su parte, las chagras que están más cerca a la carretera y por fuera de
resguardo, son chagras de rastrojo que se encuentran continuas a las
comunidades pero con problemas de áreas insuficientes y conflictos con los
colonos por sus límites, presentando gran presión sobre el ecosistema. Por lo
cual, el sistema de agricultura itinerante se ha tenido que remplazar por el
sistema de rotación de tierras.
Por lo cual, considero que la ordenación del territorio se facilita, si el Estado
incluye en el resguardo a las siete comunidades indígenas de la carretera, lo
que permitiría el reconocimiento al derecho de la propiedad colectiva, el
beneficio de los recursos de transferencia y otros programas; dado a que estas
comunidades vienen gestionando la ampliación del resguardo por más de tres
años. Igualmente, es necesario que el Ministerio de Ambiente, Vivienda y
Desarrollo Territorial autorice la sustracción de la Reserva Forestal de los 106
predios de los colonos, para que el INCODER les pueda entregar el título de
propiedad y así resolver las diferencias por la tierra que se presentan entre
colonos e indígenas. No obstante, la legalización de la tierra para la población
indígena y colona, debe ir acompañada de programas y proyectos en los
diferentes sectores.
En resumen, el sistema de producción más importante de los indígenas de la
zona, sigue siendo la chagra, la cual se aprovecha hasta el año y medio o dos
años, dependiendo del tipo del suelo en el cual fue establecido. Después de la
Hogar 1 Hogar 2 Hogar 3 Hogar 4
Ceima Cucura Pueblo Nuevo Tucandira
Rozado y tumba Adultos Hombres Toda la familia Adultos
Quema Hombres Hombres Adultos Hombres
Siembra Toda la familia Toda la familia Toda la familia Toda la familia
Mantenimiento Adultos Adultos Toda la familia Adultos
Cosecha Toda la familia Toda la familia Toda la familia Toda la familia
Actividades de
la chagra
67
cosecha, se deja nuevamente en rastrojo, donde se siguen cosechando
algunos frutales. Los indígenas complementan sus ingresos con la recolección
de productos del monte bravo, los rastrojos y los huertos cerca a sus viviendas.
Los sistemas de producción de los indígenas son fundamentales para la
seguridad alimentaria, la conservación de los recursos genéticos y culturales.
Al igual, que para la generación de excedentes comercializables.
Fotografía 5. Productos comercializados en el sitio tradicional de mercado de Mitú.
68
Gráfica 9. Modelo del sistema de producción chagra indígena, de los casos estudiados del municipio de Mitú, Vaupés.
Fuente: La presente investigación
En la gráfica anterior, se puede observar el modelo de la caracterización del
sistema de producción chagra, basada principalmente en la pequeña
producción de la familia indígena, quien provee toda la mano de obra y sus
conocimientos tradicionales para adelantar la producción. Aunque, en
ocasiones exista mano de obra comunitaria para algunas actividades como la
69
tumba y el rozado del terreno.
Aunque, los asentamientos indígenas de la zona están en territorios indígenas
fuera de resguardo, la mayoría de las chagras de los hogares indígenas si se
encuentran ubicados en el Gran Resguardo del Vaupés. Siendo cada vez más
difícil encontrar espacios libres para establecer chagra, dado al aumento de
nuevas familias.
Así mismo, los indígenas complementan los ingresos económicos obtenidos de
la chagra con la venta de productos del huerto, de frutos recolectados en los
bosques o rastrojos, de la venta de carne silvestre y la extracción de madera; lo
que le permite obtener dinero para adquirir algunos alimentos, herramientas,
otros bienes de consumo donde se incluye la chicha y otras bebidas
alcohólicas que por su consumo excesivo generan problemas entre familias y
con los mismos miembros de su familia.
En relación con la adquisición de las semillas, estas provienen de las chagras
anteriores y en ocasiones provienen del intercambio con otras familias. Por otro
lado, los hogares indígenas no adquieren agroquímicos para su sistema de
producción y sólo utilizan algunos insecticidas para el control de hormiga
arriera que son donados por la UMATA o la Secretaria de Agricultura, que junto
con otras instituciones también realizan donaciones de herramientas, semillas y
algunas especies menores.
5.2.1.2 Caracterización del agroecosistema rastrojo
En el estudio de monitoreo de los bosques y coberturas del Instituto SINCHI
(2009), se observa como en el municipio de Mitú los rastrojos y bosques
fragmentados se incrementaron en cinco años en 12,3% y 2,7%
respectivamente, mientras que los bosques densos disminuyeron en el mismo
periodo en un 0,5%.
70
Tabla 19. Distribución de rastrojos y bosques en el municipio de Mitú, Vaupés.
Fuente: SINCHI, 2009
De acuerdo con las entrevistas realizadas en la fase de campo, se encontró
que todos los hogares recolectaban del bosque o rastrojo el Patabá (Jessenia
batau), Ibapichuna (Dracryoides sp.) y Umari (Poraqueiba serícea). Un 75%
recolecta Ibacabá (Oenocarpus vacaba) y Miriti (Mauritia flexuosa) y el 50%
manifiesta que recolecta Wasai (Euterpe precatoria) y Ucuqui (Pouteria ucuqui),
todas estas especies son utilizadas principalmente como alimento y solo una
familia manifiesta que comercializa pataba y wasai.
Tabla 20. Especies recolectadas en el bosque o rastrojos por los hogares indígenas estudiados del municipio de Mitú, Vaupés.
Fuente: La presente investigación
Los rastrojos enriquecidos con especies de importancia económica y un
adecuado control de malezas, podrían cumplir un papel básico para la
protección de los bosques porque disminuye la tumba de monte bravo y evitan
la disminución de especies de fauna que tienen su hábitat asociado a este.
71
Gráfica 10. Especies recolectadas en el bosque o rastrojo por los hogares indígenas estudiados del municipio de Mitú, Vaupés.
Fuente: La presente investigación
5.2.1.3 Caracterización del agroecosistema huerto
La población indígena construye sus viviendas en paisajes de terrazas y
alrededor de ellas compartiendo el mismo relieve establecen otro
agroecosistema permanente como es el huerto, donde siembran frutales,
hortalizas (ají y cebolla) y algunas plantas medicinales, de ciclo corto, anual o
perenne. Es muy común encontrar la cebolla sembrada en canoas viejas que
contienen un substrato constituido de suelo y ceniza.
Fotografía 12. Huerto de los hogares indígenas del área rural del municipio de Mitú.
72
Tabla 21. Especies sembradas en el huerto por los hogares indígenas estudiados del municipio de Mitú, Vaupés.
Fuente: La presente investigación
El huerto es muy común en todos los hogares indígenas, ocupando áreas que
varían en tamaño de 1.000 a 3.000 m2 y el número de especies sembradas por
cada hogar seleccionado, osciló entre 12 a 16 especies; estas variaciones
dependen del espacio disponible, de la mano de obra familiar, de la
disponibilidad de las semillas y del interés del hogar.
Las plantas cultivadas en el huerto, reciben a diario aportes nutricionales
provenientes de los desechos orgánicos y de las cenizas de la madera utilizada
para la cocción de los alimentos.
Los productos del huerto son principalmente para la autosuficiencia alimentaria.
Sin embargo, el 75 % de los hogares manifiesta que han comercializado en el
casco urbano de Mitú, cítricos, coco, papaya, chontaduro y otras frutas; lo que
le permite la generación de ingresos.
Igualmente, los huertos ofrecen servicios ambientales como paisajísticos, sirve
de refugio a la fauna silvestre, dan sombra a las viviendas y a los animales
domésticos.
73
El sistema de producción indígena es un todo que no solo involucra los
agroecosistemas, sino también a la pesca, la cacería y la recolección de
productos naturales silvestres, que contribuyen a complementar la actividad de
la chagra para la alimentación y generación de ingresos por la venta de estos
productos. Igualmente, las artesanías y la venta de madera, son otras de las
actividades que le permiten complementar sus ingresos a los grupos étnicos de
la zona.
Tabla 22. Extracción de recursos naturales por parte de los hogares indígenas seleccionados
Fuente: La presente investigación.
La pesca en las comunidades indígenas de la zona es una actividad para el
autoconsumo, dado principalmente a la poca abundancia de peces en los
caños de la zona, contrario a lo que ocurre con las comunidades ubicadas en la
rivera del río Vaupés o caño Cuduyarí, próximas al casco urbano de Mitú;
quienes pescan para comercializar el pescado en el puerto de la maloca de
Mitú. Todas las familias entrevistadas manifiestan que por lo menos un hombre
de su familia sale dos veces por semana a pescar, capturando de 1 a 3 kg. El
arte de pesca más utilizado es el anzuelo y dos familias manifiestan utilizar
todavía la zagaya (lanza pequeña) y las trampas.
Las comunidades indígenas de Ceima San Pablo y Pueblo Nuevo han
desarrollado cultivos de cachama en estanques en tierra, cuya producción es
destinada para comercialización y autoconsumo.
La cacería es una actividad realizada esporádicamente por algunos hogares,
en los bosques que todavía quedan en la zona. En la presente investigación se
encontró que el 50% de las familias que aún salen a cazar, vende carne
74
muqueada en la maloca de Mitú, la cual es comercializada a un precio de
$10.000 el kilo. Todas las familias tienen diferencias en la frecuencia con que
realizan esta actividad, dado a que algunas lo hacen una vez por semana, otros
hogares cada 15 días o 20 días y una familia manifiesta que solo lo hace una
vez al mes. Las especies más cazadas son el cajuche, cerrillo, lapa y mico;
logrando capturar de 4 a 25 kilos por jornada. El instrumento de cacería más
utilizado es la escopeta y por lo general sale un solo hombre en compañía del
perro, teniendo que comprar los tiros de la escopeta que valen a $8.000 cada
uno.
La comercialización de madera en el casco urbano de Mitú, se basa
principalmente en especies de importancia económica para la construcción
como el Acaricuara (Minquartia guianensis), Arenillo (Erisma sp), Baboso
(Erisma laurifolium), Avina (Monopteryx uaucu), Loiro (Aniba panurensis) y
Yacayaca (Cedrelinga cateniformis). De los hogares entrevistados solo uno
manifiesta que el mes pasado comercializó a un maderero del casco urbano de
Mitú, 50 tablas de arenillo y baboso. Este aprovechamiento se realizó con
motosierra tardando un solo día, por lo cual recibió $200.000 y gasto $20.000
en transporte y $15.000 en combustible para la motosierra.
Es generalizado por la población de la zona que la pesca, la fauna silvestre y
las especies maderables comerciales, en la actualidad escasean, por el
aumento de la demanda de estos recursos naturales debido al crecimiento
poblacional. Igualmente, la extracción de estos recursos está a cargo
únicamente de los hombres.
Las artesanías son la única actividad secundaria que desarrollan las
comunidades indígenas para lo cual usan productos no maderables del bosque
y sus conocimientos tradicionales. Sólo dos hogares manifiestan que elaboran
artesanías, y un hogar comercializa canastos elaborados por la mujer de la
casa; la cual recibe por venta de $5.000 a $25.000 por canasto.
Igualmente, es común que en algunas comunidades indígenas todavía se
desarrollen la actividad comercial mediante intercambio de ciertos productos.
75
Algunos miembros de la comunidad de Ceima San Pablo y Pueblo Nuevo,
realizan en la actualidad trabajos en la construcción de la Micro Central
Hidroeléctrica, pero manifiestan que en octubre se les acaba el contrato;
porque lo que falta son trabajos especializados.
5.2.2 Caracterización del sistema de producción ganadería bovina de los colonos.
Los primeros colonos tuvieron la oportunidad de apropiarse de terrenos
cercanos al casco urbano de Mitú, donde fueron estableciendo una carretera
que le facilitara el establecimiento de sus unidades productivas, que se limitan
a la actividad pecuaria y agrícola. En los últimos cinco años el sistema de
producción de ganadería bovina, se ha vuelto a reactivar principalmente por
este tipo de población, quien lo desarrolla de una manera extensiva mediante el
sobrepastoreo en praderas generalmente de pasto amargo (Brachiaria
decumbens), lo que ha conducido a la tumba de bosque para su potrerización.
Igualmente, se encuentra Brachiaria humidicola y B. brizantha, y algunos
productores están iniciando la siembra de pasto de corte maralfalfa
(Pennisetum sp).
De acuerdo con el ciclo de vacunación de la aftosa realizado por los
funcionarios de la UMATA de Mitú en el 2008, los 27 ganaderos colonos del
área de estudio tienen un inventario de 793 bovinos, de los cuales el 74,4% son
hembras y el 25,6 % machos. Estos bovinos se encuentran en praderas que en
promedio alcanzan las 32 Has y que no sobrepasan las 70 Has. Así mismo, el
promedio de cabezas de ganado por predio es de 29.4, con un mínimo de 8
animales y un máximo de 85 cabezas. (Véase tabla 23)
76
Tabla 23. Inventario ganadero del área de estudio, municipio de Mitú, Vaupés. 2008.
Fuente: UMATA de Mitú, 2008.
En la tabla 24, se referencia el inventario ganadero del área de estudio de
acuerdo al número de productores y número de cabezas de ganado. Lo cual,
sirvió para clasificar en el presente trabajo al pequeño productor como aquel
que tiene menos de 20 cabezas de ganado, al mediano productor como aquel
que tiene entre 20 y 40 cabezas de ganado y gran productor los que tienen
más de 40 cabezas de ganado.
77
Tabla 24. Tipificación de los ganaderos colonos del área de estudio del municipio de Mitú, Vaupés.
Fuente: Elaborado con base al ciclo de vacunación de la aftosa (UMATA de Mitú, 2008).
Características de los nueve ganaderos estudiados.
En la presente investigación se encontró que los jefes de hogar de las fincas
caracterizadas tienen bajo nivel de escolaridad y sólo una familia caracterizada
como pequeño productor, resultó ser profesional del sector salud. En promedio
el número de personas que integran estas familias es de cinco, sin existir
diferencias entre los tipos de productor clasificados.
Seis de los productores caracterizados viven en la finca, encontrado que todos
los medianos productores viven en ella, dos de los pequeños y tan solo un gran
productor vive en la finca. (Véase tabla 25)
Tres productores entrevistados provienen del departamento del Tolima.
Igualmente, se encontraron productores provenientes de Santander, Nariño,
Boyacá, Cundinamarca, Meta y Caldas. Pero es común encontrar que los
colonos hayan conformado sus familias con una mujer indígena, la cual se
convierte generalmente en ama de casa dejando a un lado las labores de
siembra y cosecha de cultivos, como lo hacía en la chagra y se reduzca su
trabajo a la alimentación de las especies menores.
Se encontró que el promedio de posesión de la finca de los nueve casos
estudiados es de 20 años, siendo mayor el promedio encontrado en los
grandes productores que es de 30 años, seguido del mediano productor que
tiene en promedio 18,3 años y los pequeños productores tienen en promedio
78
11,7 años de tenencia de la finca.
Tabla 25. Características de los productores ganaderos estudiados del municipio de Mitú, Vaupés.
Fuente: La presente investigación, 2010
Así mismo, el promedio de que el productor este dedicado a la actividad
ganadera es de 12 años, siendo mayor en los grandes productores con 18,3
años, en los medianos de aproximadamente 10 años y en los pequeños de
aproximadamente 7 años.
Una limitante para tecnificar la ganadería en el área de estudio es la escasa
asistencia técnica que reciben los productores. De acuerdo con el trabajo en
campo solo un pequeño productor manifiesta que recibió asesoría de la
UMATA cuando su ganado tenía diarrea y uno de los grandes productores dice
que con un profesional del SENA, realizaron un ensayo de inseminación
artificial en el cual fracasaron. Igualmente, dada la escasez de asistencia
técnica en la zona está es recibida de los propios finqueros o vecinos.
En relación con el acceso al crédito, únicamente existe el crédito a través del
Banco Agrario, que es la única entidad financiera. Dado que, no existe
cooperativas agropecuarias u otro tipo de crédito extra bancario. Tan solo tres
de los nueve productores han sacado préstamos, dos productores grandes y un
productor pequeño; quienes manifiestan tener dificultad para cumplir con los
requisitos exigidos por el Banco, por falta de garantías que respalden el crédito
porque sus fincas no tienen título de propiedad por estar en zona de reserva
79
forestal. Igualmente, mencionan que tienen dificultad para cancelar las cuotas.
En general las labores de manejo del ganado son realizadas por el productor y
su familia. Sin embargo, el 77.8 % de los productores tienen un encargado en
la finca, que se dedica a las labores de arreglo de potreros y manejo del
ganado. El precio que paga mensualmente el productor al encargado oscila
entre $300.000 a $450.000.
Igualmente, todos los productores contratan jornaleros, siendo mayor el
promedio en los medianos productores, que en promedio contratan 7,3 jornales
al mes. El promedio de jornales contratados por el pequeño productor es de 3,7
jornales y el del gran productor es de 6,7 jornales al mes. El valor del pago de
jornal oscila entre $18.000 a $25.000.
Infraestructura de los nueve predios ganaderos estudiados
En relación con algunas características de la fincas, no se observan grandes
diferencias entre los tipos de productores, (véase tabla 26).
Las fincas están divididas en potreros de diferentes tamaños, dependiendo del
productor. Los pequeños productores, tienen entre 1 y 4 poteros. La de los
medianos tiene entre 2 y 3 potreros y la de los grandes productores tienen en
promedio 4 potreros. Todos los productores de la zona utilizan para la división
de potreros la cerca de alambre de púa, con tres a cuatro cuerdas y postes en
madera separados de 2,5 a 3.0 metros. El costo en el mercado local de un rollo
de alambre de púa de 300 metros es de $220.000 y el precio de cada poste es
de $2.500.
Por lo general, las fincas tienen caños o nacederos, de donde toman el agua. A
excepción de un predio de un pequeño productor que debe almacenar agua
lluvia o la toma de un aljibe.
80
Tabla 26. Características de la infraestructura de los nueve predios ganaderos estudiados del municipio de Mitú, Vaupés.
Fuente: La presente investigación.
Las fincas del área de estudio carecen del suministro de servicio de energía
eléctrica. Pero, se encontró que entre los pequeños productores hay uno con
panel solar y otro con planta. Así mismo, todos los grandes productores y dos
medianos productores tienen planta eléctrica. Todas las fincas cuentan con
pozo séptico.
Todos los medianos y grandes productores, cuentan con establo y pica pastos.
Pero solo un pequeño cuentan con establo y pica pasto. A diferencia de otras
zonas del país no es muy común el arrendamiento de pastos.
Por otro lado, el IGAC en 1996, determinó que la aptitud de los suelos del área
de estudio es forestal y agroforestal, no compatibles con el modelo ganadero
que predomina en la zona. Sin embargo, hay que reconocer que esta es la
única zona del municipio donde la población colona puede adelantar sus
81
procesos productivos como soporte a la generación de ingresos. Por ello, los
modelos productivos a desarrollar deben estar enfocados a sistemas
agroforestales, silvopastoriles, de ganadería estabulada, evitando la
deforestación de nuevas áreas en bosques.
De acuerdo con el monitoreo de los bosques y otras coberturas de la Amazonia
(SINCHI, 2009), el área en pastos en el municipio de Mitú, aumento en 4.371
hectáreas del 2002 al 2007, lo que equivale a un incremento del 12,6%,
superior a cualquier otra zona del departamento. Dado que, muchas
comunidades indígenas del Gran Resguardo del Vaupés en jurisdicción del
municipio de Mitú han establecido praderas con el fin de adquirir ganado.
Tabla 27. Distribución de pastos en el municipio de Mitú, Vaupés.
Fuente: SINCHI, 2009
Uso del suelo en los predios de los nueve ganaderos estudiados.
En la tabla 28, se relaciona la cobertura del uso del suelo para los nueve
predios ganaderos estudiados. Encontrando que el promedio de las fincas de
los pequeños productores es de 44,6 hectáreas de extensión, con áreas de
bosque promedio de 12,7 hectáreas, con las mayores extensiones promedios
destinadas a los cultivos agrícolas con 4 hectáreas sembradas principalmente
con yuca dulce, plátano, maíz, cacao, caña y piña. Igualmente, en estas fincas
se encuentran las mayores extensiones destinadas a la siembra de hortalizas y
frutales, con un área promedio de 400 m2. Así mismo, tienen las menores áreas
en pastos, con un promedio de 23,6 hectáreas.
Las fincas de los medianos productores tienen extensiones promedio de 59,5
hectáreas, con áreas de bosque promedio de 15,7 hectáreas y en pastos de
30,8 hectáreas. Son las fincas que presentan la menor área en cultivos con un
promedio de 2,5 hectáreas, donde sobresalen los cultivos de yuca dulce, maíz
82
y plátano. Sin embargo, son las fincas que tienen mayor área en rastrojos con
un promedio de 10,3 hectáreas, lo que permitiría aumentar el área en pastos
mejorados.
Los predios de los grandes productores tienen extensiones promedios de 74,1
hectáreas, teniendo las mayores áreas en pastos con un promedio de 51,3
hectáreas y dado a que sus extensiones de la finca son mayores que los otros
dos tipos de productores, también tienen el promedio mayor de áreas en
bosques con 16 hectáreas. El promedio de áreas destinadas a los cultivos
agrícolas son mayores que las de los medianos productores con 2,8 hectáreas
donde se encuentran cultivos de plátano, maíz, yuca, arroz, caña y piña.
Tabla 28. Distribución del uso del suelo en los nueve predios ganaderos estudiados del municipio de Mitú, Vaupés.
Fuente: La presente investigación.
En promedio el área en pastos de los predios estudiados de los pequeños
productores ocupa un 52.9% de la extensión total del predio, mientras que en
los predios del mediano productor la cobertura en pastos es muy similar con un
51.8%, pero las fincas de los grandes productores son las que mayor área en
pastos tienen con un 69.2% de la extensión total del predio.
Los colonos tumban y queman monte en su finca con mano de obra
primordialmente masculina de tipo familiar y contratada, para establecer los
83
cultivos semestrales o anuales asociados. Igualmente, se encuentran
pequeñas franjas de monocultivos de cacao, caucho, plátano, maíz y pasto de
corte. De igual manera, establecen frutales cerca a la vivienda como es el caso
de naranja, limón, papaya, guanábana, marañón y guama.
Por lo general, los productos agrícolas de las fincas son para el autoconsumo y
muy pocos excedentes son para la venta. La cosecha de los productos
agrícolas generalmente es una labor que le corresponde al administrador o el
ayudante de la finca.
El área total de los nueve predios evaluados es de 534,5 hectáreas, de las
cuales 317,3 hectáreas están destinadas a pastos, 133,2 hectáreas en bosque
y 28,3 hectáreas en cultivos agrícolas. El uso promedio del suelo para los
predios de los pequeños, medianos y grandes productores de la zona, tienen la
siguiente distribución porcentual.
Tabla 29. Uso porcentual del suelo de los promedios de los casos estudiados por el tipo de ganadero para el municipio de Mitú, Vaupés.
Fuente: La presente investigación.
En síntesis el promedio general de los predios ganaderos de la zona es de 59,4
hectáreas, muy cercanos al promedio de los medianos productores
seleccionados que es de 59,5 hectáreas, donde se tienen de 20 a 40 cabezas
de ganado. Las fincas de los pequeños productores, que fueron caracterizados
en este estudio como los productores de menos de 20 cabezas de ganado,
tienen predios con extensiones promedios de 44,6 hectáreas y los grandes
productores que tienen más de 40 cabezas de ganado, tienen fincas de 74,1
hectáreas en promedio.
84
El mayor porcentaje de uso del suelo para todos los casos, son los pastos
superando el 51,7 % del área total del predio y alcanzando valores promedios
cercanos al 70% en los grandes productores. Así mismo, los pequeños
productores destinan el 53% de su finca a pastos para ganadería.
El promedio porcentual destinado para los cultivos agrícolas es del 5,7%,
siendo mayor para el pequeño productor con un 9% y menor para el gran
productor con 3,8 %. El promedio porcentual en cultivos agrícolas para el
productor mediano es inferior al promedio porcentual general con un 4,2%.
Igualmente, el promedio porcentual en bosques es del 25,5%, siendo mayor
para el pequeño productor con un 28,6% y menor para el gran productor con
21,6 %. El promedio porcentual de bosque para el productor mediano es
superior al promedio porcentual general con un 26,3%.
Establecimiento y características de las praderas del área de
estudio.
Los sitios escogidos por los colonos para el establecimiento de pastizales,
provienen de barbechos de algunos cultivos agrícolas como maíz, arroz, yuca
dulce o plátano, que se han dejado en este estado por periodo de dos años.
Este terreno es socolado mediante el uso del machete y guadaña para su
posterior quema, luego generalmente se siembra Brachiaria decumbens al
voleo cuando se hace propagación por semilla.
Pero pese a la baja oferta nutricional de los suelos de la región, las brachiarias
han obtenido un adecuado desarrollo y crecimiento en ellos. Esto es una
capacidad ampliamente reconocida en los pastos, atribuida al importante papel
de las micorrizas versículo arbusculares para su desarrollo (Arcos y Benavides,
citado por IGAC, 1996).
Algunos colonos rotan los potreros cada 15 o 30 días, dependiendo de la
disponibilidad de estos. En la región la población colona e indígena no realizan
85
prácticas de fertilización química a los cultivos y pastos, por los altos costos de
los agroquímicos debido al costo de transporte aéreo y la ausencia de oferta de
fertilizantes en el mercado local. Igualmente, consideran que el mismo estiércol
del ganado les abona los potreros y los residuos de cosecha.
Manejo de praderas y potreros en el área de estudio.
Una práctica cultural muy común en la zona son las quemas para la renovación
y control de malezas e insectos tanto del suelo como en el ganado. Otro
método de control de malezas en la zona es el manual con pala, machete y
guadaña. Pero, a diferencia de los indígenas de la Comunidad de Ceima San
Pablo que tienen potreros, algunos colonos utilizan herbicidas como el Tordón
y Gramoxone para el control de malezas en los potreros
Algunos productores están empezando a manejar pequeñas áreas en pasto de
corte que van desde 0,25 a 1 Ha, principalmente de maralfalfa (Pennisentum
sp), aunque también se encuentran algunas plantas de imperial (Axonopus
scoparius), king grass (Pennisetum hybridum) y caña forrajera (Saccharum
offficinarum), que se utiliza para suplementar el ganado.
Fotografía 13. Pasto de corte, Maralfalfa.
Los pastizales de brachiaria son afectados por el insecto del orden Homóptera
de la familia Cercopidae conocido como salivazo o mión, el cual causa clorosis
en sus hojas y posterior marchitamiento. Los productores manifiestan que este
insecto se presenta principalmente en épocas de lluvia cuando el pasto tiene
un porte alto, por lo cual lo queman o guadañan.
86
Tabla 30. Insectos dañinos asociados a los pastos del área de estudio.
Fuente: IGAC, 1996.
De acuerdo con el ciclo de vacunación contra la fiebre aftosa (UMATA de Mitú,
2008), todo el municipio de Mitú incluido el resguardo indígena, cuenta con
1.227 cabezas de ganado bovino, de los cuales el 26.9% son machos y el
73.1% son hembras, principalmente cruces de la raza cebú con criollo,
empleados para la cría y levante. Igualmente, se encuentran algunos cruces
con razas lecheras como Pardo Suizo o Normando. Por lo general el ganado es
comprado en Villavicencio o en Calamar, Guaviare.
Por su parte, en el área de estudio los colonos tienen 793 cabezas de ganado y
solamente la comunidad indígena de Ceima San Pablo tiene 12 bovinos que
manejan con poca técnica y por lo general la producción es dedicada para el
autoconsumo de la carne en celebraciones especiales, dado a que no tienen la
cultura del consumo de leche. De igual manera, la CDA y el INCODER, (2008),
encontraron que la explotación del suelo para la ganadería está representada
en 1.584 hectáreas de pastos y 805 cabezas de ganado, para una capacidad
de carga promedio de 0,5 cabezas por hectárea; existiendo predios con
capacidad de carga de los pastos hasta de 1.2 cabezas /ha.
Inventario ganadero y UGG para los nueve predios ganaderos
estudiados.
En el presente trabajo se tuvo un registro de 350 cabezas de ganado, que
representan el 44,1 % del inventario ganadero de los colonos, en 317, 3
hectáreas, lo que da una capacidad de carga de 1.1 cabezas de ganado por
hectárea; existiendo capacidades de carga de 0,4 cabezas por hectárea en un
87
predio de un pequeño productor, hasta capacidades de carga de 2,7 y 2,4
cabezas de ganados en los predios de un productor mediano y un gran
productor, respectivamente.
De acuerdo con la tabla 31, los promedios de cabeza de ganado para los
pequeños productores es de 13, para los medianos el promedio es de 32 y
para los grandes productores es de 71. Igualmente, las UGG (500 Kg), en
promedio para los pequeños productores son de 0,3, para los medianos
productores de 0,6 y para los grandes productores de 0,8.
En relación con el promedio de hembras y machos por tipo de productor, se
encontró que en todos los tipos es mayor el número de hembras, con un 56,4
% de hembras en los pequeños productores, de 76,3% en los medianos
productores y 74,8% de hembras en los grandes productores.
Tabla 31. Inventario ganadero y UGG por predio estudiado para el municipio de Mitú, Vaupés.
Fuente: La presente investigación.
88
Características genéticas y manejo sanitario de la ganadería bovina
en los nueve predios estudiados.
Algunas limitantes encontradas en el sistema ganadero son: las malas
condiciones nutricionales del suelo y la negativa aplicación de fertilizantes, el
manejo inadecuado de pasturas, ausencia de pastos naturales, escasa
asistencia técnica, bajo nivel tecnológico, poco acceso al crédito, alto costo de
insumos como sal, melaza, rollo de alambre de púa, dosis de vacunas, etc.; los
cuales tienen un precio elevado debido a que se traen por vía aérea, con un
costo de transporte por kilo de carga de $ 2.300.
El sistema de producción ganadero de los predios seleccionados se basa en un
pie de cría Cebú cruzado con otras razas. El cruce predominante en la zona es
el Cebú x Pardo Suizo, el cual se encontró en todas las fincas. El 55,6 % de las
fincas tienen más de un cruce, el 44,4%, también tienen ejemplares del cruce
con Brahma y el 11,1 % de las fincas tienen cruces con Gyr o Normando
(véase tabla 32).
En cuanto a la alimentación, el ganado pastea en praderas de Brachiaria y el
77,8 % le suministra igualmente pasto de corte, por lo general del género
Pennisetum o Saccharum. Igualmente, en todos los predios se suplementa con
sal mineralizada (6 al 8% de fósforo), encontrando que los pequeños
productores le suministran en promedio 1,7 kilos/cabeza/mes, los medianos 2,4
kilos/cabeza/mes y los grandes productores 3 kilos/cabeza/mes. Así mismo, en
el suministro de melaza no se encontró diferencia entre el pequeño y el
mediano productor, quienes utilizan 1 kilo/cabeza/mes y la dosis promedio
suministrada por el gran productor es de 1,4 kilo/cabeza/mes.
Teniendo en cuenta, que Mitú carece de un almacén agropecuario; los
productores para adquirir los insumos tienen que recurrir a los almacenes de
abarrotes para que por encargo le traigan la sal y la melaza, otros productores
tienen personas que le remesan estos insumos desde Villavicencio o San José
del Guaviare. En algunas ocasiones las lanchas que transportan carga por el
89
río, traen sal y melaza a más bajo precio, pero muchos de los productores
manifiestan que el problema es que cuando llega la lancha no tienen efectivo.
Por lo anterior, se encuentran una gran diferencia en los precios de compra de
estos productos, oscilando el valor de un bulto de sal mineralizada entre
$112.000 a $130.000 y la melaza de $80.000 a $90.000.
Tabla 32. Características genéticas y de manejo sanitario de la ganadería bovina del área rural de Mitú.
Fuente: La presente investigación.
Las labores sanitarias más comunes y que realizan todos los productores son
la vacunación, la purga y el baño contra la garrapata. El 100% de los
productores vacunan contra la aftosa y la brucelosis y el 77,8% también lo hace
contra el carbón. En los últimos cinco años, la Umata de Mitú y la Secretaria de
90
Agricultura Departamental realizan las jornadas de vacunación contra la aftosa,
entregando por lo general a los productores más pequeños, la mayoría de las
dosis requeridas. Las dosis de las vacunas contra el carbón y la brucelosis, las
tiene que adquirir el productor por un valor que varía de $2.000 a $2.500.
Por lo general, el estado sanitario de los animales es bueno, el principal
problema son los ataques de murciélagos hematófagos, parásitos
gastrointestinales, ectoparásitos como garrapatas y moscas. El número de
desparasitaciones al año, realizadas por los productores es de tres a cuatro y el
número promedio de baños al año que efectúan los pequeños productores es
de 6, los medianos productores 10 y los grandes productores 12, quienes
aseguran que tienen que aplicar esa cantidad para romper con el ciclo de las
moscas y garrapatas.
En la siguiente tabla se relaciona los principales productos de consumo para el
sistema de producción del colono, de acuerdo a la información suministrada por
los ganaderos (Véase tabla No. 33)
Tabla 33. Precio de los productos consumidos por los ganaderos para su sistema de producción.
Fuente: la presente investigación, precios de Mitú 2010.
Por otro lado, casi ningún ganadero de la zona maneja registros de
nacimientos, ventas y controles sanitarios, lo que dificulta la obtención de
parámetros técnicos que permitan analizar el sistema productivo más
rigurosamente.
91
Los pequeños productores desarrollan un sistema de cría, porque no ordeñan
las hembras por la dificultad que tienen para la comercialización de la leche y la
calidad de sus pasturas. Los terneros son vendidos en la finca a los dos o tres
meses después del destete (10 a 12 meses de edad), a los encargados de los
asaderos o restaurantes, quienes sacrifican el ganado cuando tiene un peso
aproximado de 12 arrobas, cuando el animal tiene de 15 a 18 meses. En
promedio el ganado comercializado por el pequeño productor alcanza las 12
arrobas a los 16,3 meses de edad.
Igualmente, la mayoría de medianos productores desarrollan el sistema de cría,
pero logran obtener en promedio mayores rendimientos que los pequeños
ganaderos. Encontrando que el promedio de un animal comercializado en un
predio de un mediano productor es de 14,7 arrobas, con un promedio de edad
del animal de 15 meses.
Dentro de los medianos productores, hay uno que al igual que los grandes
tratan de desarrollar sistemas ganaderos doble propósito, basados en un pie de
cría de Cebú cruzados con razas lecheras como Pardo Suizo y Normando,
alimentados con pasturas mejoradas de Brachiaria. Donde es generalizado que
el productor ordeña la vaca con amamantamiento del ternero en el corral, para
la utilización de la leche para el consumo familiar y producción de queso. Luego
del destete el ternero es vendido cuando entra el proceso de levante y ceba.
Entre los productores grandes, se encuentra uno con dos predios, por lo cual
dispone en la finca más cercana al casco urbano los animales que ordeña,
pues comercializa la leche y en la finca del kilómetro 16,5, trata de levantar las
crías destetadas de 150 Kg hasta llevarlas a un peso aproximado de 275 Kg
para sacrificarlo y comercializarlo en la fama.
Los grandes productores, comercializan en promedio animales de 17,3 arrobas,
con promedio de edad del animal de 16 meses, esto es debido a que tienen
fincas de mayor extensión, con mayor área en pastos mejorados y mayor
número de animales. (Véase tabla 34).
92
Igualmente, todos los productores comercializan las hembras de desecho con
pesos aproximados de 380 a 400 kg, lo que genera ingresos de $3.200.000 a
$3.500.000 por animal. (Véase tabla 35).
El promedio de número de vacas de desecho vendidas por los pequeños
productores es de una vaca al año, los medianos dos y los grandes tres.
Tabla 34. Producción de ganado de cría para los nueve casos estudiados en el municipio de Mitú, Vaupés.
Fuente: La presente investigación
Tabla 35. Venta promedio actual de vacas de desecho para los nueve casos estudiados en el municipio de Mitú, Vaupés.
Fuente: La presente investigación.
93
Es importante anotar que Mitú carece de un matadero, por lo cual se tiene que
sacrificarse el ganado en la propia finca, lo que genera impactos ambientales
negativos para el sistema.
De acuerdo a la información de los productores y comerciantes de carne del
municipio, se sacrifica de tres a cuatro reses semanales, pero la mayor parte
de la carne consumida en Mitú proviene de Bogotá y Villavicencio, como
también gran cantidad de productos agrícolas; debido a que la producción
agropecuaria no satisface la demanda local. Lo que genera un incremento en el
costo de la canasta familiar por el alto costo de transporte.
Igualmente, la producción de leche es mínima y solo tres productores que
tienen sus predios cercanos al casco urbano la comercializan en el mercado
local. Las comunidades indígenas que tienen ganado bovino no aprovechan la
leche, porque no es costumbre en sus hábitos alimenticios el consumo de este
alimento o sus derivados.
Tabla 36. Producción de leche por parte de los nueve casos estudiados en el municipio de Mitú, Vaupés.
Fuente: La presente investigación.
94
Sólo uno de los productores medianos, manifiesta ordeñar básicamente para el
autoconsumo de leche, cuajada y queso. Sin embargo, uno de estos
productores comercializa en el casco urbano queso y cuajada, que es
encargada por algunas familias colonas. El precio de venta de una libra de
queso es de $6.000 y de cuajada a $5.000.
Los rendimientos promedios obtenidos en las fincas de los productores
medianos son del orden de 2,5 litros de leche/ vaca/día y en promedio ordeñan
una sola vaca.
Los tres grandes productores ordeñan para el autoconsumo de leche y
producción de queso y cuajada. Igualmente, dos comercializan diariamente la
leche en cafeterías y algunos hogares del casco urbano a razón de $2.700 litro.
Por lo cual, los propios productores transportan una o dos cantinas de 20 litros
(26,7 botellas) en motocicleta.
Los rendimientos promedios de los grandes productores son de 4 litros de
leche/vaca/día, ordeñando en promedio 6 vacas. Es muy común que los
productores roten todos los días la vaca de ordeño. Por esto, para la
estimación de los volúmenes de leche producidos se toma como ciclo de
lactancia los 360 días.
Por otro lado, los productores ganaderos conformaron la Asociación de
Ganaderos del Vaupés (AGANAVA), mediante escritura pública N° 009 del 26
septiembre de 2003, con el objeto que se le preste asistencia técnica calificada,
se les construya una fama, se cree un agro punto donde consigan los insumos
más baratos y se construya el matadero municipal. Por lo general, emplean
capital propio, donde el 55.6 % dependen principalmente de las actividades
agropecuarias, el 25.9% son comerciantes de víveres, abarrotes y de otros
artículos y el 18.5% complementan su ejercicio profesional de docencia o en el
sector salud con la ganadería. Pero, pese a la conformación de la Asociación,
está no ha logrado el nivel de organización y los resultados esperados,
probablemente por la cultura, la diferencia de capital y desconfianza entre los
productores.
95
Adicionalmente, los colonos han cambiado el entorno por la introducción de
otras actividades productivas que permiten complementar sus ingresos
domésticos y monetarios, como son la cría de peces, cerdos, camuros, piscos,
pollos y gallinas.
Fotografía 14. Otras actividades pecuarias de la zona.
Por otro lado, en la zona hay áreas que tienen aptitud como fuente de arena,
gravilla, piedra y material de relleno; convirtiéndose casi en la única fuente de
abastecimiento de materiales de construcción para todas las obras de
infraestructura que se desarrollan en el municipio. No obstante, estos
materiales son explotados de manera rudimentaria.
Los ganaderos de la zona también tienen sembrado en sus predios algunos
parches de cultivos de yuca, plátano, maíz, caña, piña, arroz, frutales y cacao.
Los cuales están destinados básicamente para el autoconsumo. Sin embargo,
el 100% de los medianos productores comercializan en ocasiones yuca,
plátano y maíz, al igual que el 66,7 % de los pequeños productores.
En relación con la comercialización de frutas, el 66,7 % de cada tipo de
productor vende alguna fruta en el mercado, destacándose el limón como el
producto que más se vende. Otros frutales comercializados son la papaya, el
chontaduro y el coco.
96
Tabla 37. Precio de los productos comercializados por los ganaderos en el mercado local de Mitú. Pesos de 2010.
Fuente: La presente investigación.
A diferencia de la población indígena, los colonos comercializan sus productos
directamente a los almacenes, restaurantes, cafeterías. Por lo cual, el precio de
venta de algunos productos es inferior a los comercializados por los indígenas
en el puerto de la maloca.
Por lo general, los colonos con predios en la carretera hacen aprovechamiento
de madera para la construcción de sus viviendas e infraestructuras necesarias
en la finca, contrario a algunos hogares indígenas que si explotan madera para
la comercialización. Igualmente, ninguno de los ganaderos o sus encargados
realiza actividades de caza o pesca.
Teniendo en cuenta, que el actual sistema de ganadería bovina se realiza en el
área de estudio en suelos no aptos para este sistema productivo, por la baja
productividad de los suelos y el frágil ecosistema, es necesario implementar
modelos de ganadería sostenible que se adapten a las condiciones
agroecológicas de la zona, como la ganadería estabulada y sistemas
silvopastoriles, que minimicen los impactos negativos sobre el medio ambiente
y optimicen la producción.
Estos modelos de ganadería sostenible permiten un mejor manejo de las
praderas, incrementan la calidad y capacidad de carga, generan una mayor
producción de forraje y minimizan la deforestación ocasionada por el actual
sistema (Murcia et al., 2007)
97
Además los “Sistemas Silvopastoriles generan beneficios adicionales para
fincas ganaderas y permiten un ahorro de combustibles fósiles y por lo tanto
reducen las emisiones de gases de invernadero en diversas formas” (Calle et al
200, citado por Murgueitio, 2003). Así mismo, para los sistemas extensivos, el
silvopastoreo tiene costos mínimos y sus ventajas están en la obtención de uno
o varios productos de extracción adicionales a los animales.
La reconversión del actual sistema de producción ganadero ocasionaría una
transformación del paisaje por el incremento de la cobertura vegetal, la división
de potreros y la construcción de cercas vivas; lo que demanda una mayor
cantidad de mano de obra y un aumento en los costos de establecimiento por
una mayor demanda de insumos. Lo cual considero que es una tarea difícil,
dado a que los ganaderos de la zona se caracterizan por realizar mínimas
inversiones. Por lo tanto, se requiere de apoyo y trabajo interinstitucional para
implementar estos modelos.
Murcia et al. (2007) mencionan que la capacidad de carga de los pastos
mejorados es de 1 UGG/Ha/año, la cual se incrementa en 1,5 UGG/Ha/año con
praderas asociadas y en 15 UGG/Ha/año por cada hectárea establecida con
pasto de corte.
El cambio de las actuales praderas de Brachiaria a praderas asociadas con
leguminosas, incrementa los niveles de proteína en las pasturas, aumenta la
producción de forraje, mejora la cobertura del suelo y la calidad de la dieta de
los animales. Aunque, generan un aumento sustancial en el costo del
establecimiento, sumado a que el incremento de la carga animal implica una
mayor inversión en ganado. “Estudios económicos han demostrado que al
cambiar una pastura tradicional de solo Brachiaria por una asociación basada
en A. pintoi incrementa considerablemente el costo de establecimiento,
pasando de $157.000/ha para B decumbens sola a $368.000/ha para B.
dyctioneura + A. pintoi. Por lo cual, al establecer grandes extensiones con esta
leguminosa asociada, se pueden presentar problemas financieros, en especial
para los pequeños productores”. (Rivas & Holmann, 2000, p. 15).
98
Para el área de estudio el costo de establecimiento de una hectárea de
Brachiaria asociada con una leguminosa es cercana a los $900.000, de una
hectárea de pasto de corte con fertilización es de $2.045.000 y 1 kilometro de
cerca de alambre de púas se estima en $4.800.000, el cual sirve para disminuir
el deterioro de las praderas porque facilita la rotación de los potreros y sirve
para separar algunas franjas de productos agrícolas como la yuca y el plátano,
lo cual amortizan con la venta de estos productos que se siembran en franja.
Dado a que, en una franja de 200 metros se obtienen 300 Kg de yuca y 660 kg
de plátano. Esto equivale a un ingreso de $600.000 por concepto de venta
yuca, asumiendo un precio de $2.000 el Kg de yuca y $990.000 por venta de
plátano asumiendo un precio de $1.500 el Kg.
En la gráfica 11, aparece un diagrama del modelo general del sistema de
producción ganadero de la población colona estudiada de Mitú, basado
principalmente en la mano de obra familiar, aunque los medianos y grandes
productores contraten un mensual y todos los productores tengan que recurrir a
contratar jornaleros.
99
Gráfica 11. Modelo del sistema de producción ganadero, para los casos
estudiados en el municipio de Mitú, Vaupés.
Fuente: La presente investigación
Algunas familias colonas tienen la posesión de sus fincas desde hace 30 años,
realizando el comercio de estas tierras a través de cartas de compraventa.
Dado que, ningún predio de los colonos del área rural tiene título de propiedad
por estar dentro de la Reserva Forestal de la Amazonia. Así mismo, todas las
fincas limitan con territorios de resguardo indígena.
Los cultivos los siembran bajo sistema de chagra, utilizando en una misma área
100
diversas especies forestales, con cultivos agrícolas como los de pancoger,
frutales (principalmente cítricos, coco, papaya, guama, aguacate y chontaduro),
los cuales son para el autoconsumo, la alimentación de animales o para la
venta.
Las familias para la comercialización de sus productos no utilizan
intermediarios, pues el sacrificio de ganado, la venta de carne y leche es
realizada por el jefe del hogar.
Algunos de los productores ganaderos recurren a los créditos agropecuarios de
la línea Finagro. Sin embargo, consideran que las cuotas son elevadas y tienen
mucha dificultad para acceder por no tener títulos de propiedad de la tierra.
Entre las comunidades indígenas y algunos colonos hay intercambios de
productos y donaciones como en el caso de la semilla o algunos productos
para el ganado de las comunidades indígenas o sus cultivos de peces. Los
colonos tienen que adquirir insumos como herbicidas y drogas veterinarias en
almacenes de Mitú que los traen por encargo desde Villavicencio o San José
del Guaviare. Aunque algunas instituciones como la UMATA y la Secretaria de
Agricultura, entregan vacunas y ponen el recurso humano para cumplir con el
ciclo de vacunación.
5.3 Indicadores de viabilidad económica.
5.3.1 Producción de la chagra.
La producción de la chagra indígena, no requiere de grandes costos
monetarios, en cambio si le genera al hogar un importante ingreso familiar
agrícola, por los productos utilizados en el autoconsumo familiar y venta de
excedentes en el mercado local de Mitú.
Para la producción vendida, se considero solamente los cuatro productos más
comercializados y de los cuales se pudo obtener mayor información como son
la yuca, la piña, el plátano y el maíz. Sin desconocer que otros productos de la
101
chagra también son comercializados o utilizados para el autoconsumo, al igual
que algunos derivados de la yuca como la fariña, el casabe y el mambe.
Así mismo, a partir de los precios se calcula el ingreso monetario que hubiera
obtenido el cultivador, pero diferenciando los ingresos por venta y
autoconsumo.
A continuación se relaciona los precios de venta de los productos
comercializados por los indígenas en el puerto de la maloca de Mitú. El
rendimiento promedio por planta y el porcentaje promedio de comercialización
se obtuvo de las entrevistas y trabajo de campo en las unidades productivas
seleccionadas.
Tabla 38. Rendimiento promedio por planta, precio y % de venta para un año de las chagras estudiadas del municipio de Mitú. Pesos de 2010.
Fuente: la presente investigación.
Los rendimientos promedios obtenidos para cada uno de los cultivos son
inferiores a los promedios de los rendimientos nacionales que se reportan en la
Evaluaciones Agropecuarias de Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.
Igualmente, se encuentra que el cultivo de plátano que no era tradicional en las
comunidades indígenas ha sido incorporado al agroecosistema chagra,
especialmente por la integración que tienen estas comunidades con el mercado
local. Al mismo tiempo, un buen porcentaje de la producción de maíz y piña son
para la comercialización.
En la siguiente tabla se relaciona el número de las especies de plantas que
ocupan mayor área en la chagra y tienen gran importancia tanto para el
102
autoconsumo como para la venta. Igualmente, se especifican los costos de las
semillas y los ingresos. (Véase tabla 39)
Tabla 39. Número de plantas, costo de la semilla e ingreso familiar agropecuario por año de las chagras del área rural del municipio de Mitú.
Fuente: Trabajo de campo, 2009 -2010.
El hogar indígena de la comunidad de Ceima San Pablo recibe por una sola
chagra sembrada el año anterior un ingreso familiar agropecuario de
$6.950.000; debido a que es la chagra más grande con una extensión de 1,5
hectáreas. Lo que equivale a un ingreso anual por hectárea de $4,633.333, que
es superado sólo por los ingresos obtenidos en la chagra de Cucura, que
obtiene ingresos familiares por $5.182.000, dado a los rendimientos alcanzados
con la yuca y el maíz.
El productor de Tucandira es quien ocupa el tercer lugar en la generación de
ingresos familiares, con un valor de $4.555.000 y la chagra que genera
menores ingresos es la de Pueblo Nuevo con $3,453.000, dado a que es la
chagra con menos número de plantas de yuca, lo cual puede ser consecuencia
a que es el hogar integrado por el mayor número de personas (7), pero en su
mayoría son personas de la tercera edad y niños que asisten a la escuela. No
obstante, el hogar de la comunidad indígena de Cucura es integrado por el
menor número de personas (5), pero obtiene mayor número de ingresos, lo
103
cual puede estar relacionado a que la mayoría de integrantes tienen edades
entre 20 y 40 años.
Por su parte, las chagras tienen un valor importante en el autoconsumo de las
familias indígenas, dado a que en todos los casos los ingresos totales por
autoconsumo son mayores que los ingresos por venta.
Sin embargo, los ingresos por venta de productos como el plátano y el maíz
son mayores que los del autoconsumo; dado a la integración que tienen estas
comunidades indígenas con el mercado del casco urbano de Mitú y la
necesidad de vender cada vez más productos para obtener dinero y lograr
satisfacer otras necesidades.
A continuación se presentan los costos, ingresos, excedentes y la
remuneración técnica diaria de trabajo doméstico para las cuatro chagras
analizadas. Cabe anotar que dado al mismo sistema dinámico y complejo de
siembra de los cultivos en las chagras, resulta imposible separar los costos en
que incurre el indígena para cada producto, por lo cual se trabaja como un
sistema integrado en el cual los costos e ingresos se unifican para el conjunto
de productos de la chagra. (Véase tabla 40).
104
Tabla 40. Costos, ingresos y excedentes de los principales productos de las chagras del área rural del municipio de Mitú. Pesos de 2010.
Fuente: Estudios de caso. Trabajo de campo, 2009 – 2010
El excedente familiar de producción, al cual solo se le ha descontado los costos
monetarios, revela que para una sola chagra analizada por hogar, se genera
unos excedentes significativos para estás familias, superiores a medios salario
mínimo anual, que si se multiplica por el número de chagras por hogar
representa un nivel de ganancia para el productor familiar, lo que contribuye a
obtener un ingreso por ventas y una importante fuente de alimentos. El mayor
excedente familiar por hectárea se obtuvo para la chagra del hogar de la
comunidad indígena de Cucura, seguida de la de Ceima San Pablo. Los
hogares que tienen los excedentes familiar de producción por hectárea más
bajo son los hogares de las comunidades indígenas de Tucandira y Pueblo
Nuevo, quienes tienen menos plantas sembradas.
Igualmente, hay una buena remuneración de la mano de obra familiar,
obteniéndose valores superiores al valor del jornal en la zona. (Véase tabla 40)
105
Cabe enfatizar que sólo se tomo para el análisis la chagra sembrada el año
anterior, sin tomar otras actividades productivas y extractivas que le aportan
importantes ingresos monetarios y domésticos a los hogares indígenas.
5.3.2 Producción ganadería bovina.
Los colonos del municipio de Mitú, tienen una ganadería extensiva basada
principalmente en el sistema de cría. La capacidad de carga (UGG) por
hectárea varía de acuerdo al tipo del productor. Encontrando en la presente
investigación que el promedio para el pequeño productor es de 0.3 UGG/Ha,
para el mediano de 0,6 UGG/Ha y para el gran productor de 0,8 UGG/Ha.
Para el cálculo de los indicadores de viabilidad económica, se tomó el
promedio las características de cada tipo de productor. Por lo cual, la finca del
pequeño productor tiene 23,3 hectáreas en potreros de Brachiaria, 0,3
hectáreas en pasto de corte y 13 cabezas de ganado. La producción está
básicamente dedicada a la venta de carne.
De acuerdo con la proyección del inventario ganadero actual del pequeño
productor para 8 años, este pasa de 13 cabezas a 23 cabezas de ganado. De
igual manera, la UGG/Ha pasan de 0,3 a 0,4, sin tener que recurrir a la siembra
de más pastos. Por otro lado, tienen un toro para 12 hembras y sus ingresos
promedios por hectárea pasan de $249.000 a $361.000 en el 8 año (Véase
anexo 3).
La finca tipo promedio para el mediano productor tiene 30 hectáreas en
potreros de Brachiaria, 0,8 hectáreas en pasto de corte y 32 cabezas de
ganado. La producción es destinada para carne y la leche para el autoconsumo
o hacer cuajada.
De acuerdo con la proyección del inventario ganadero actual del mediano
productor para 8 años, este pasa de 32 cabezas a 71 cabezas de ganado. De
igual manera, la UGG/Ha se incrementa en más del 100% pasando de 0,6 a
1,5; sin recurrir a la siembra de más pastos. Por otro lado, tienen un toro para
106
19 hembras y sus ingresos promedios por hectárea pasan de $349.300 a
$997.300 en el 8 año (Véase anexo 4).
Para el gran productor la finca tipo promedio tiene 50,3 hectáreas en potreros
de Brachiaria, una hectárea en pasto de corte y 71 cabezas de ganado. La
producción es destinada a la venta de carne y leche.
De acuerdo con la proyección del inventario ganadero actual del gran productor
para 8 años, este pasa de 71 cabezas a 168 cabezas de ganado. De igual
manera, la UGG/Ha se incrementa de 0,8 a 1,8; teniendo que recurrir a la
siembra de 10 nuevas hectáreas de pasto, sembrados de a 2 Has/ año a partir
del año 4. Por otro lado, tienen un toro para 23 hembras y sus ingresos
promedios por hectárea pasan de $1.021.000 a $1.806.000 en el 8 año (Véase
anexo 5).
Al comparar los ingresos por hectárea de los productores indígenas y colonos,
se obtiene que solo el gran productor en el octavo año pueda superar los
ingresos obtenidos por el productor indígena de la comunidad de Pueblo
Nuevo, quien obtiene menos ingresos entre los productores indígenas
estudiados. Los demás productores indígenas siempre obtienen mayores
ingresos por hectárea que los productores colonos dedicados a la (Véase
anexos 3,4, 5 y tabla 43).
Tabla 231. Ingresos monetarios promedios obtenidos por los ganaderos estudiados del municipio de Mitú. Pesos de 2010.
Fuente: La presente investigación
107
Los ingresos monetarios obtenidos por los pequeños productores son inferiores
a los obtenidos por los medianos y grandes, dado a que la capacidad de carga
por hectárea es muy baja y no venden leche ni sus derivados.
En la tabla 42, se hace la comparación de los ingresos familiares, los
excedentes anuales y la remuneración diaria del trabajo doméstico.
Encontrando que la ganadería de la zona es predominante extensiva y que
genera pocos excedentes para el mediano y pequeño productor, dado a que
tienen menos cabezas de ganado y su sistema de producción es
principalmente de cría lo que no le permite obtener ingresos por la
comercialización de la leche o sus derivados.
Sin embargo, las fincas del gran productor alcanzan en promedio excedentes
por hectárea de aproximadamente $590.000, debido a que obtienen mayores
ingresos por venta de carne, vacas de desecho, aprovechan la leche y sus
derivados, tienen una mayor capacidad de carga e incurren en menos costos
por cabeza de ganado que el mediano productor.
El mediano productor incurre en unos altos costos de producción,
representados en el pago del encargado mensual y los jornales contratados.
Así mismo, invierte una cantidad mayor de insumos que los otros productores,
los cuales no se ven reflejados en los rendimientos, como ocurre con la
producción de leche que está cercana a los 2,5 lit/vaca/día, promedio por
debajo de los obtenidos por el gran productor que obtiene 4 lit/vaca/día. Lo
anterior, a su vez se refleja en la baja remuneración técnica diaria de trabajo
domestico, que está por debajo del valor del jornal en la zona.
En cambio, la remuneración técnica diaria del trabajo doméstico, para el caso
del gran productor está muy bien remunerada y para el pequeño productor está
cercano a los $18.000, valor promedio que paga este productor cuando
contrata jornales.
108
Tabla 42. Costos, ingresos, excedentes anuales y remuneración técnica diaria de trabajo doméstico para el promedio de los casos por tipo de productor estudiados de la ganadería bovina, en municipio de Mitú, Vaupés. Pesos de 2010.
Fuente: La presente investigación.
En la tabla 43, se compara los promedios de los tres productores ganaderos
tipificados en este estudio y las cuatro chagras indígenas del área rural del
municipio de Mitú. Como se puede observar el área en pastos, cabezas de
ganado y UGG en el sistema ganadero difiere entre el pequeño, mediano y
gran productor. En cambio, el área de producción de la chagra es de una
hectárea a excepción de la chagra de la comunidad de Ceima San Pablo que
es de 1,5 hectáreas.
109
Tabla 43. Comparación costos, ingresos, excedentes y remuneración técnica diaria de trabajo doméstico del sistema de producción ganadero y chagra, para los casos estudiados en el municipio de Mitú, Vaupés. Pesos 2010.
Fuente: Estudio de caso. Trabajo de campo, 2009- 2010
Los mayores ingresos familiares los obtienen los grandes y medianos
productores, seguido de la chagra de Ceima San Pablo, que tiene un área de
1,5 hectáreas. Igualmente, se encontró que la mayor parte de la producción de
los ganaderos es para la venta, mientras que el mayor ingreso obtenido en las
chagras es para el autoconsumo.
El excedente familiar de producción por hectárea de la chagra es superior al
excedente obtenido por el productor ganadero, dado a que los costos
monetarios son más altos para los ganaderos, quienes a su vez obtienen los
menores ingresos familiares por hectárea; lo que demuestra que para la zona
es más eficiente la producción de la chagra por hectárea, dado a que adquieren
menos insumos en el comercio y obtienen mayores rendimientos en la
producción. (Ver gráfica 12)
De igual manera, se aprecia que el pequeño ganadero es el único que no
destina sus productos para el autoconsumo, dado a que ninguno de ellos
ordeña.
110
Gráfica 12. Excedente familiar de producción por hectárea, para las chagras y fincas ganaderas estudiadas en el municipio de Mitú. Pesos 2010.
Fuente: La presente investigación.
Tabla 44. Excedente familiar de producción por hectárea y remuneración técnica diaria de trabajo doméstico para los ganaderos estudiados del municipio de Mitú. Pesos de 2010.
Fuente: La presente investigación
Sin embargo, al calcular los promedios de excedente familiar de producción por
hectárea y la remuneración técnica diaria de trabajo doméstico para las fincas
ganaderas, se observa que un pequeño y un mediano productor disminuyen los
resultados obtenidos, dado a que tienen la menor capacidad de carga para su
grupo, incurren en altos costos monetarios por mano de obra, transporte y
compra de insumos Igualmente, ninguno de los dos casos aprovecha la leche
111
ni para su autoconsumo. Tal vez, porque la ganadería bovina no es su
actividad económica principal
La mano de obra familiar está muy bien remunerada para todos los tres casos
del gran productor y en dos casos de pequeños productores están muy
cercanos a los valores que se pagan por jornal en la zona.
Gráfica 13. Remuneración técnica de trabajo doméstico para las chagras y fincas ganaderas del área rural de Mitú. Pesos 2010.
Fuente: La presente investigación
La mayor remuneración técnica diaria de trabajo doméstico se obtiene para la
finca ganadera de un gran productor. Sin embargo, la remuneración del trabajo
doméstico es mayor en todas las chagras que para los productores ganaderos
mediano o pequeño. Únicamente el promedio de remuneración técnica
doméstica del pequeño y mediano productor es inferior al valor del jornal
pagado en la zona. (Ver Tabla 44)
Por lo anterior, se puede decir que el sistema chagra de la zona de estudio
tiene más elementos de viabilidad económica que el sistema ganadero. Sobre
todo, si se tiene en cuenta que no se analizaron todos los productos obtenidos
en la chagra, ni para el sistema ganadero se tuvieron en cuenta las inversiones
de adquisición de ganado, la construcción de las cercas y el establecimiento de
pasturas mejoradas.
112
Sin embargo, los ganaderos de la zona complementan sus ingresos con la
producción de algunos cultivos de pan coger, la venta de huevos, aves,
cachamas y cerdos. Lo que explicaría la viabilidad económica de los sistemas
de producción finca de los colonos.
Ahora bien, en el presente trabajo sólo se compara el subsistema ganadería
del colono con el subsistema complejo y dinámico de la chagra de un hogar
indígena. Lo que no permite explicar de manera clara la economía del hogar
indígena y de la familia colona de la zona de estudio.
5.4 Sostenibilidad o insostenibilidad
Teniendo en cuenta, que el área de estudio hace parte de la Reserva Forestal
de la Amazonia, donde se deben limitar las actividades productivas a sistemas
agroforestales y de agricultura sostenible que contribuyan al manejo ambiental
y favorezcan la seguridad alimentaria de la zona, es necesario abordar algunos
criterios de sostenibilidad que no sólo se centren en aspecto económico, sino
que permitan ver su permanencia en el tiempo mediante el análisis de la
cantidad de insumos utilizados, la tecnología empleada y la susceptibilidad de
factores externos.
Por esto, tomo algunos de los criterios planteados por (Corrales, 2002), para
hacer el análisis de la sostenibilidad de los agroecosistemas chagra y
ganadería bovina.
Productividad.
El sistema chagra es más productivo que la ganadería extensiva, porque
produce mayor cantidad de alimentos por unidad de área y sus costos
monetarios por hectárea son inferiores a los del sistema ganadero.
Al comparar las extensiones de tierra utilizadas por los dos grupos de
población, encontramos que los indígenas tienen en promedio 3,4 hectáreas
de chagra por familia. Mientras que el área aproximada en pastos alcanzan las
113
70 hectáreas por finca del gran productor, encontrando que el promedio en
pastos para las finca muestreadas de los grandes productores es de 51,3
hectáreas, para los medianos productores de 30,8 hectáreas y 23,6 has para el
pequeño productor.
La ganadería está enfocada a la obtención de ingresos económicos por la
comercialización de sus productos, resultando insuficiente la mano de obra
familiar, lo que obliga a la contratación de personal ya que no existe la
costumbre de hacer trabajos comunitarios. Así mismo, la tecnología
inapropiada con la cual se desarrolla el sistema ganadero en la zona,
disminuye su productividad por el manejo inadecuado de pasturas, la escasa
rotación de potreros, poco uso de leguminosas forrajeras, una baja capacidad
de carga que sin embargo puede generar compactación del suelo por efecto
del pisoteo. En síntesis el actual modelo de ganadería extensiva es poco
recomendable para las condiciones agroambientales y socioeconómicas de la
zona, por lo cual se hace necesario hacer la reconversión a modelos más
sostenibles.
Estabilidad.
Al comparar los dos sistemas de producción analizados, se encuentra que el
sistema de producción de chagra, realizado por las comunidades indígenas es
más sostenible para el ecosistema amazónico, dado a que en una misma área
se tiene mayor número de especies de ciclo corto, anual y perenne, con
diferentes periodos vegetativos y de cosecha, permitiendo aprovechar de
manera eficiente algunos factores como el agua, los nutrientes y la radiación
solar. A su vez, generan una mayor cobertura del suelo, un mayor reciclaje de
residuos orgánicos, protegen las aguas, disminuyen el ataque de plagas y
enfermedades; facilitando la producción constante de un mayor número de
alimentos en menor espacio, que favorecen el autoconsumo de las familias
indígenas, el intercambio y en los últimos años el comercio de productos en el
mercado urbano de Mitú.
114
Así mismo, este sistema de agricultura itinerante recupera en el tiempo los
suelos, por el crecimiento natural de nuevas especies que crecen cuando la
chagra es abandonada.
En los dos sistemas de producción se presenta un deterioro ambiental, por el
proceso de tala de bosque, siendo mayor en el sistema ganadero por la
cantidad de área tumbada por productor y el poco aprovechamiento que se
hace del bosque tumbado por falta de técnicas para la transformación y
comercialización, teniendo que ser quemados en el sitio. Igualmente, en los
sitios tumbados por los indígenas para realizar las chagras, crece con el tiempo
una mayor diversidad de plantas cuya dinámica y persistencia en el tiempo es
mayor que en los potreros de los colonos que se caracterizan por el
monocultivo de gramíneas con algunos árboles o palmas, donde se genera
más fácil procesos de degradación.
Sin embargo, los dos sistemas de producción generan criterios de inestabilidad
por las emisiones atmosféricas generadas por las quemas, que es el método
con que se cuenta en la zona para preparar el terreno y aportarle nutrientes al
suelo.
En relación con la duración de estos dos sistemas en la zona, se encontró que
desde 1975 las comunidades indígenas realizan de manera constante sus
chagras en el área de estudio, mientras que primeros colonos dedicados a la
ganadería comenzaron en 1985. De todas formas la permanencia de las
chagras es más corta, aunque con el tiempo se convierta en otro espacio
productivo que es el rastrojo y que por lo general se vuelve a tumbar con el
tiempo para establecer nuevas chagras.
Aunque es una realidad que el agroecosistema ganadero contribuye con un
porcentaje de la proteína animal que se consume en el casco urbano, los
predios que llevan 20 años dedicados a este tipo de explotación comienzan a
presentar algunos problemas localizados de erosión, demostrando que el
equilibrio ecológico en este sistema es más frágil que la chagra y el huerto. De
115
ahí que los sistemas más biodiversos sean capaces de ajustarse y continuar
funcionando con algunos cambios medioambientales.
El agroecosistema chagra es el más biodiverso de los analizados, por lo cual
tiene unas mejores características ecológicas como mayor estabilidad, mayor
diversidad genética y un mejor control natural de plagas, caso contrario al
agroecosistema de pastos, que básicamente en la zona se convierte en un
monocultivo, donde hay un mayor control humano con incorporación de
insumos externos, que disminuyen a su vez la población de controladores
biológicos de los insectos dañinos.
Equidad.
Es muy común que en los hogares indígenas se recurra al trabajo comunitario
entre hermanos, tíos, cuñados y sobrinos, con el propósito de agilizar algunas
labores de la chagra sin recurrir al pago de jornales. Por otro lado, estas
comunidades indígenas pueden acceder a que el estado les legalice el derecho
a una propiedad privada de carácter colectivo como son los resguardos, donde
todos los miembros tienen los mismos derechos sobre su territorio.
Por su parte, los colonos al estar ubicados en la reserva forestal de la
amazonia, carecen de título de propiedad de las tierras, lo que a su vez dificulta
el acceso al crédito y algunos subsidios o incentivos del Estado.
Eficiencia.
Las comunidades indígenas son eficientes en la utilización de insumos
externos a su sistema, los cuales se reducen únicamente a la compra de
algunas herramientas y utensilios. Igualmente, es casi nulo el uso de pesticidas
y fertilizantes químicos. Caso contrario a lo que ocurre con el sistema de
producción ganadero, que tiene mayores costos monetarios por la necesidad
de comprar insumos externos a su sistema, como agroquímicos y drogas
veterinarias que pueden generar efectos residuales en el suelo y agua.
116
La mayoría de los indicadores económicos analizados resultaron más viables
para el sistema chagra que el ganadero
En la tabla 45, se comparan los sistemas de producción chagra indígena y
ganadería bovina, teniendo en cuenta algunos criterios relacionados con la
sostenibilidad, como la productividad, estabilidad, equidad, eficiencia, el uso de
recursos naturales y la tecnología empleada.
Por lo tanto, se puede considerar que el sistema de producción chagra
indígena, es más viable desde el punto de la sostenibilidad ecológica y
económica, para el área rural de Mitú que el sistema de producción de
ganadería extensiva, dado a que tiene muchos más elementos de
sostenibilidad.
Tabla 45. Comparación de los sistemas de producción ganadero y chagra, en el área rural del municipio de Mitú, teniendo en cuenta algunos criterios de sostenibilidad.
Fuente: El Autor.
Aunque, la sostenibilidad del sistema tradicional de chagra indígena de estas
comunidades cercanas al casco urbano, se puede ver amenazada por la
articulación con mercado local de Mitú, donde se demandan algunas
cantidades de alimentos que hacen que el indígena intensifique y amplié los
117
espacios de prodición; introduciendo a su vez nuevos patrones de producción
para satisfacer este mercado y obtener ingresos económicos que le permitan
satisfacer las nuevas demandas generadas.
Las comunidades indígenas del área de estudio, afrontan una disminución de
terrenos para establecer nuevas chagras y una reducción significativa de la
caza, la pesca y maderas finas para la construcción.
Sin embargo, se puede mejorar la productividad y eficiencia de la chagra,
confluyendo los conocimientos tradicionales de los indígenas con algunos
conocimientos técnicos agronómicos de las ciencias agroforestales; mediante
la introducción de especies de mayor contenido nutricional y de buena
aceptación en el mercado, complementando las características morfológicas y
fisiológicas del sistema radicular de las especies vegetales, los ciclos de
producción y la altura de los cultivos; lo que contribuye en lo ecológico,
mediante la modificación del medio en beneficio de otra especie y permitiría un
aumento en la productividad alimenticia o monetaria.
Según Dupriez (1983), un agricultor que asocie dos o más especies, con
sistemas radiculares diferentes y complementarios, tendrá una explotación más
racional del recurso suelo; explotando así un volumen del suelo más extenso
que si realizara un monocultivo. Así mismo, la producción de biomasa útil a la
reconstitución del suelo, se encuentra aumentada tanto como el producto.
Igualmente, se puede mejorar la productividad del actual sistema ganadero que
se caracteriza por el pastoreo en monocultivos de Brachiaria, si se asocia con
leguminosas que se adapten a las condiciones agroclimáticas de la zona como
el maní forrajero y el kudzu; logrando incrementar los niveles de proteínas, la
producción de forraje y la cobertura del suelo. Así mismo, se puede incorporar
otros elementos como el abonamiento con estiércol, compost y biopreparados,
que permitan mejorar la nutrición de los pastos. (SINCHI, 2007)
De acuerdo con Murgueitio (1999 y 2003), Murcia et al. (2007) y Ramírez
(2002), otra estrategia, es implementar modelos de ganadería sostenible, bajo
118
sistemas agrosilvopastoriles o silvopastoriles, con la introducción de un mayor
número de especies entre las cuales deben estar incluidas las leguminosas
forrajeras; permitiendo favorecer los sitios de sombrío para los animales,
conservar el suelo, aporte de nitrógeno y materia orgánica, mejorar la
infiltración del agua, producir alimentos para el hogar, forraje para el ganado,
insumos para la finca como madera, leña, postes y otros; disminuyendo la
deforestación del bosque.
Del mismo modo, se pueden establecer cercas vivas y bebederos que permitan
rotar los potreros con ciclos de descanso, minimizando el cambio de algunas
propiedades físicas del suelo. Igualmente, es recomendable utilizar pastos de
corte adaptables a la región como el pasto elefante (Pennisetum purpureum), el
imperial (Axonopus scoparius) y maralfalfa (Pennisetum sp), para el manejo
semiestabulado del ganado; permitiendo que el sistema ganadero sea
sostenible desde el punto de vista económico y ecológico.
Adicionalmente, se aprovecharía los servicios ambientales que ofrecen los
sistemas agroforestales, silvopastoriles, los huertos mixtos y los rastrojos
enriquecidos.
119
6. CONCLUSIONES.
El agroecosistema chagra del área de estudio, se ha reducido en tamaño y en
número de especies, debido a que por su cercanía al casco urbano hay una
mayor densidad de población que limita el uso de la tierra y compite por este
factor con la población colona que desarrolla sus sistemas de producción en la
zona.
Algunos hogares indígenas de la zona han modificado algunas prácticas
ancestrales para el establecimiento y manejo de la chagra, como el rezo, la
siembra de plantas protectoras, pérdida de algunos tubérculos y otras
especies. Igualmente, se ha modificado la forma tradicional de división del
trabajo por sexos; dado a que el hombre colabora en tareas de la chagra que
eran exclusivamente de las mujeres. Sin embargo, las mujeres indígenas
continúan cumpliendo un rol importante en la producción, transformación y
comercialización de alimentos, de una manera más destacada que las mujeres
de la población colona que se dedican al huerto, a las especies menores y
demás oficios del hogar.
La chagra tiene más elementos de sostenibilidad ecológica que el ganadero,
dado a una mayor diversidad de especies, ocupan menores áreas
disminuyendo la presión sobre la tala del bosque, hay una recuperación de la
vegetación natural cuando se deja en rastrojos, mayor protección del suelo y
reciclaje de nutrientes, menor alteración sobre hábitats de fauna silvestre, gran
variedad de alimentos producidos por hectárea y menor uso de químicos. En
términos de viabilidad ambiental, el sistema de producción ganadero genera
contaminación de fuentes hídricas, requiere tumbar mayores áreas y con el
tiempo aparecen algunos problemas de erosión por la compactación del suelo.
En la chagra a lo largo del tiempo ha disminuido el periodo de aprovechamiento
a tan solo dos años, acortando a su vez el tiempo de utilización de los rastrojos
a menos de diez años; por ser necesario tumbarlos para establecer nuevas
chagras, lo que afecta la fertilidad del suelo donde se establecen los nuevos
cultivos. Lo anterior pondría en riesgo este sistema de agricultura itinerante y
120
generaría que se rotaran en menor tiempo los espacios o que las chagras
ocuparan lugares continuos. Por lo cual, es importante realizar investigaciones
que analicen el ciclo completo de la chagra y los rastrojos, con los distintos
productos aprovechados y el número de chagras que se trabajan
simultáneamente por cada hogar.
Los hogares indígenas estudiados prefieren sembrar algunos cultivos como el
plátano, maíz y la piña, que comercializan en el mercado local para la
obtención de ingresos económicos que le permiten satisfacer otras
necesidades.
Las chagras indígenas generan un ingreso familiar agropecuario por hectárea
mayor que el sistema ganadero. Demostrando así que la chagra es de vital
importancia para la seguridad alimentaria de los hogares indígenas de la zona,
ya que genera ingresos importantes por el autoconsumo e ingresos por venta
de los productos. Para el sistema de producción ganadero son mayores los
ingresos generados por la venta de productos que por el autoconsumo, porque
la finalidad de este es principalmente la comercialización. Los pequeños
productores ganaderos podrían aumentar sus ingresos si comercializaran
queso o cuajada, ya que la demanda local no se satisface.
Los costos monetarios son mayores en el sistema de producción ganadero,
porque depende de un mayor número de insumos externos, de la contratación
de un trabajador mensual y el pago de varios jornales al año. Pero los costos
domésticos son superiores en la chagra, porque estos están valorados en las
semillas y la mano de obra que es netamente familiar.
El excedente familiar de producción por hectárea es superior en las chagras
que en cualquier sistema de producción ganadero analizado. Una ventaja de la
chagra es que no incurre en costos monetarios por la compra de insumos
químicos como si ocurre en el sistema ganadero, hay mayor disponibilidad de
mano de obra familiar que reducen los costos y el mismo sistema aporta los
insumos necesarios para la producción. No obstante, en ninguno de los
sistemas de producción se alcanza un excedente familiar cercano a un salario
121
mínimo legal. Por lo cual, las familias indígenas y colonas complementan sus
ingresos con la venta de otros productos agrícolas, pecuarios y algunas
actividades extractivas.
De acuerdo con el indicador de la remuneración técnica diaria de trabajo
doméstico, está mejor remunerada en el sistema de producción del gran
productor ganadero, que hace uso más eficiente de la mano de obra familiar.
De igual manera, todos los casos de chagra indígena tuvieron igualmente una
remuneración técnica diaria de trabajo doméstico superior al valor de un jornal
en el área de estudio ($25.000), lo cual hacen más viable este sistema de
producción. Los pequeños y medianos productores obtienen una remuneración
técnica diaria de trabajo doméstico inferior al pago del jornal en la zona.
Los medianos productores ganaderos mostraron unos indicadores económicos
menos favorables a los demás sistemas analizados, dado a que demandan una
gran cantidad de insumos externos, tienen unos rendimientos bajos por la
calidad de las pasturas y el manejo inadecuado del sistema. De ahí, que se
podría pensar en una mayor utilización de subproductos agrícolas de la región
para disminuir el uso de fuentes de alimentación animal externas, implementar
mayores áreas en pastos forrajeros y bancos de proteínas. Así mismo, pueden
disminuir el costo de mano de obra, por pagar más jornales que los grandes
productores que tienen mayores áreas y mucho más cabezas de ganado.
Es necesario establecer bancos de germoplasma que permitan rescatar
algunas especies por su importancia para la alimentación.
Al fortalecer la Asociación de Ganaderos del Vaupés y generar confianza entre
sus socios, se podrían disminuir los costos de los insumos y del ganado; si
ellos como asociación se encargan de comercializar estos productos. Dado a
que podrían negociar mejores precios de compra porque como asociación
aumentaría el volumen de insumos demandados.
Para poder realizar un análisis adecuado y más acorde a la dinámica temporal
del complejo sistema de producción chagra, se hace necesario evaluar la
122
durabilidad de las chagras, la producción completa de todas las plantas
sembradas y realizar un análisis que incluya las chagras de rastrojo y de monte
bravo, dado a que en el presente trabajo sólo se evalúo la producción de los
principales cultivos de las chagras de un año, que provenían de rastrojo.
La chagra debería integrar el conocimiento tradicional de los indígenas y
algunos aspectos técnicos agronómicos que permiten mejorar algunas
prácticas agrícolas como la incorporación de abonos orgánicos. Lo anterior con
el fin de mejorar la producción y aumentar el tiempo de aprovechamiento del
área. Igualmente, implementar arreglos con cultivos de alto valor comercial,
dado a la integración de los hogares indígenas con el mercado local,
permitiendo a su vez generar mayores excedentes.
En el sistema de producción ganadero, se debería evaluar la sostenibilidad
económica y ecológica de la reconversión a sistemas silvopastoriles con
especies leguminosas forrajeras, cercas vivas, o sistemas de ganadería
semiestabulados. Lo anterior, con base en que la aptitud de los suelos es para
sistemas agroforestales.
Es importante investigar sobre el manejo adecuado de los rastrojos para la
protección de los bosques y como una importante alternativa de producción.
Así mismo, se debería analizar aspectos como la producción de biomasa y la
erodabilidad del suelo donde se desarrollan los sistemas productivos.
Para explicar la viabilidad económica de los sistemas de producción indígena y
colono, es necesario analizar todas las actividades productivas y extractivas
que les generan ingresos.
123
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130
ANEXOS
ANEXO 1. La Gran Región Amazónica
Fuente: SINCHI, 2007
131
ANEXO 2. La Amazonia Colombiana.
Fuente: SINCHI, 2007.
132
ANEXO 3. Inventario ganadero y proyección para 8 años, de la ganadería
actual del promedio del pequeño productor. Pesos de 2010. Mitú, Vaupés.
Fuente: La presente investigación, utilizando los formatos de proyección de FINAGRO
133
ANEXO 4. Inventario ganadero y proyección para 8 años, de la ganadería
actual del promedio del mediano productor. Pesos de 2010. Mitú, Vaupés.
Fuente: La presente investigación, utilizando los formatos de proyección de FINAGRO
134
ANEXO 5. Inventario ganadero y proyección para 8 años, de la ganadería
actual del promedio del gran productor. Pesos de 2010. Mitú, Vaupés.
Fuente: La presente investigación, utilizando los formatos de proyección de FINAGRO
135
136
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