arqueoastronomía en la cueva de altamira

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¿Es el panel de los bisontes de la Cueva de

Altamira una representación de la

bóveda celeste?

Astronomía, magia y religión en el paleolítico

¿Representó, registró eventos, nos han llegado y podemos interpretar de

forma astronómica algunos aspectos del

arte paleolítico?

Se ha especulado mucho sobre su significado, las más recientes investigaciones se apartan del método

fragmentario de comparar animales sueltos y visualizan cada composición como un todo. Las pinturas de las

paredes de las cuevas no son composiciones fortuitas, hay que verlas como composiciones deliberadamente ideadas y

planificadas.

Anette Laming-Emperaire(LASCAUX, PEINTURES ET GRAVURES)

... ¿Cómo comprender la idea dominante en la decoración del santuario? ¿Se puede ver en esa decoración el desarrollo de un recitado de resonancias sagradas, algo así como los via crucis de

los santuarios cristianos, en los que los cuadros, pese a la variedad de interpretaciones personales, reproducen siempre la misma o las mismas historias? ¿O bien se las puede interpretar como una tentativa para representar lo que se cree comprender

de la estructura y de la organización del mundo y de las sociedades humanas? En esta hipótesis los santuarios del

Paleolítico serían como el primer tratado del Universo o de los seres vivos, antes, incluso de la invención de la escritura.

Anette Laming-Emperaire(LASCAUX, PEINTURES ET GRAVURES)

... Surge entonces la cuestión ¿existe una recurrencia de ciertas agrupaciones de unas paredes a otras? Lo cierto es que son los animales de una misma especie los que

viven juntos, y que el cazador paleolítico rara vez puede haber visto a un bisonte y a un caballo en compañía. Con todo, la agrupación de bisonte y caballo se encuentra en

Lascaux, Altamira y otras muchas cuevas ... Junto al caballo, el bisonte y el toro ocupan un alto porcentaje de las representaciones. Es lógico que así sea, puesto que eran los grandes herbívoros los que suministraban el alimento básico en las poblaciones de la era glacial.

Sigfried Giedion (Pag: 288 de: EL PRESENTE ETERNO: LOS COMIENZOS DEL ARTE)

Entra dentro de lo probable y es posible.

En todo caso no sólo ha de ser en la

Cueva de Altamira:

Sorprendente parecido entre los puntos que aparecen sobre el lomo de uno de los toros de la cueva de Lascaux (Dordoña, Francia) y la posición de las Pleyades, Hyades y

estrellas del cinturón de Orión con respecto a Tauro

Estas representaciones en arte mueble y parietal. ¿Pueden ser consideradas como posibles esbozos de las

posiciones reciprocas de las estrellas y de las formas que les sugerián a los hombres del paleolítico?

Marco físico y cronológico de las

pinturas de Altamira:

La zona en la que se desarrollo el denominado: arte “franco-cantábrico” paleolítico; esta relativamente

bien definida y se desarrolla en unos momentos concretos en relación con un entorno y forma de vida.

Periodos del arte paleolítico

Los distintos autores realizan sus propias divisiones y dataciones según distintos criterios. Las que se

muestran en este gráfico son orientativas.

Dataciones y periodos relacionados con las ocupaciones de la cueva de Altamira; según los autores que se han ocupado del tema utilizando distintos métodos: (Carbono 14 y estratigrafía).

Su excepcional estado de conservación se debe a que

en ya en el periodo Magdaleniense la cueva se

cerró por un derrumbamiento bien

documentado y no se volvió a abrir hasta poco antes de

su descubrimiento en el siglo XIX manteniendo unas condiciones de humedad y temperatura prácticamente

constantes en todo ese largo periodo de tiempo.

Las pinturas están por toda la cueva y son de

muy distintos tipos, ademas de eso fueron realizadas con diversos

estilos en un marco cronológico y temporal

muy amplio. Destacamos la boveda de los policromos debido a su gran calidad técnica y posibilidades de

interpretación.

En el momento de su descubrimiento fue algo tan “fuera de contexto” que origino un debate importante sobre su autenticidad.

Ahora no sólo sabemos que son autenticas sino que tambien son una de las obras artísticas más importantes de la humanidad y son

consideradas como la Capila Sixtina del arte paleolítico.

Organización según el método de Leroi-Gourhan. El animal central es el bisonte (la mujer), con algunos caballos complementarios (el hombre); siendo acompañados de animales periféricos:

ciervos y jabalíes.

¿Orden dentro de un caos? Una manada de bisontes con otros animales que no

suelen compartir espacio con ellos ¿Puede ser la representación de una historia mitológica plasmada en el cielo estrellado?

A pesar de todo los polícromos no son algo caótico, tienen un cierto orden y un significado y una

importancia para quien los creo.

No es descartable por lo tanto que sean la representación de la forma en que interpretaban el cielo nocturno estrellado los hombres del paleolítico

que utilizaron la cueva durante miles de años.

¿Cómo hemos de mirar para entender la bóveda de los polícromos de la Cueva de Altamira?

1º Los policrómos están en el techo de la cueva.

2º Las figuras en algunos casos están dispuestas

aprovechando las protuberancias naturales del

techo de la cueva.

3º La perspectiva de las figuras no es nuestra perspectiva “clásica” en muchos sentidos tienen

más en común con algunas obras de arte moderno que con una pintura tradicional como las que

colgamos en la pared de una notaria.

4º Los polícromos fueron realizados y contemplados con escasa iluminación natural utilizando luminarias de tuétano de animal y

mecha vegetal.

¿En que nos basamos para identificar la

boveda de los polícromos de Altamira con una

representación del cielo estrellado?

Es difícil imaginar a estos primeros astrónomos-pintores, desde nuestra mentalidad de principios del siglo XXI. No podemos exigirles una correcta ubicación de constelaciones en cuanto a tamaños y posiciones reciprocas que, por otra parte no empezaron a ser correctas hasta fechas relativamente recientes.

Los mitos celestes de los hombres que pintaron la bóveda de los policromos de Altamira debían de ser muy diferentes a los de los hombres posteriores que nos legaran a nosotros las actuales constelaciones. Posiblemente solo algunas hayan conseguido conservar ese origen y es posible que sean en todo caso las que representan animales como: toros, caballos, osos, leones, etc.

A falta de evidencia documental, no se podrá nunca llegar a demostrar que Altamira es la representación de un planisferio celeste. Pero la sensación que produce la bóveda de los policromos con su imponente majestuosidad, las posiciones de las figuras, e incluso sus actitudes, es muy semejante a la producida por las constelaciones en una noche estrellada.

Si tomamos la representación del caballo como la de

nuestra constelación Pegasus obtenemos al ampliar las figuras de la bóveda los siguientes resultados:

Variación de las pinturas hasta coincidir con las estrellas del mapa celeste

Círculos diurnos de las estrellas hasta coincidir con el mapa anterior

Deformación de los paralelos sobre la posición real de los bisontes de Altamira.

Hay un punto alrededor del cual parecen girar las pinturas. Este punto se haya muy próximo a

la cabeza en negro de uno de los bisontes.Si se considera ese punto como el polo celeste de hace, aproximadamente, 14000 años en que la estrella polar se encontraba cerca de Vega, encontramos que los círculos de las estrellas

sólo comienzan a deformarse cuando se aproximan al horizonte, mientras que las

constelaciones circumpolares siguen los círculos de una forma bastante aproximada.

¿Representación del cielo?

Si es así: ¿En qué épocas y

durante cuanto tiempo?

Figuras antiguas grabadas con trazo intenso y continuo.

Animales ideomorfos de tinta plana roja.

Figuras grabadas con técnica estriada.

Serie de figuras de trazo negro.

Conjunto pictórico de los polícromos.

Francisco Jordà Cerdà establece 5 santuarios superpuestos en Altamira

Es posible que al principio solo se marcaran las estrellas, posteriormente sobre estos símbolos se fueron superponiendo las figuras que llegaron hasta nosotros. En este largo periodo de tiempo, la precisión de los equinoccios hizo que el polo celeste fuera variando paulatinamente.

Las pinturas de la cueva abarcan un vasto periodo de tiempo que va desde el Auriñacense al Magdalaniense (26.000 a 12.000 a.C aproximadamente). Si calculamos la posición de los solsticios en ese momento, encontramos que coinciden con la posición que se supone punto de partida de estos, pero 26.000 años antes, justo el tiempo que invierte el polo celeste en completar un ciclo completo alrededor del polo de la eclíptica. Lo cual no implica que los hombres del paleolítico conocieran el fenómeno de la precesión.

En la primera época de la cueva se grabaron las primeras estrellas -a esta época pertenecen las llamadas “chozas cónicas”, que pueden ser interpretadas como estrellas y las primeras figuras. Después no se variaron las posiciones, superponiendose las pinturas a lo largo de miles de años de adoración a las estrellas -exactamente igual a nosotros, que no hemos variado el nombre de los solsticios y los equinoccios y seguimos llamando “Trópico de Capricornio” y “Punto Aries” a unas regiones que lo fueron hace 2.000 años.

Mapas celestes en los polícromos de Altamira:

Polo Norte 26.000 años a C

(Auriñaciense)

Posición de las pinturas sobre el mapa anterior.

Uno de los jabalíes (Pisces

Austrinus) preside el

invierno durante el que el sol va

subiendo lentamente sobre el horizonte, y el otro (Canis

Major) la primavera, al

final de la cual el sol vuelve

sobre sus pasos.

Podemos suponer que esas dos importantes estrellas, que por su brillo eclipsan a sus vecinas, estarían representadas por los dos jabalíes, o al menos por los grabados de esa zona, simbolizando el cambio de dirección solar y no necesariamente el punto exacto en donde se situa el Sol en los solsticios de verano e invierno.

Polo Norte 19.000

años a C (Inter-

Graveto- Solutrense)

Posición de las pinturas

sobre el mapa anterior.

(Syrius) ocupa una posición muy especial

en el firmamento coincidiendo

con el equinoccio de

otoño y (Capricornius)

con el de primavera.

A esta época es posible que pertenezca las pinturas que nos han llegado de los jabalíes. Es una hipótesis atrevida, pero es innegable que estos dos jabalíes tienen el movimiento más violento de toda la composición, a la que cierran haciendonos cambiar la dirección de la mirada de uno a otro.

Polo Norte 12.000 años a C

(Magdaleniense Medio III-IV)

Posición de las pinturas sobre el mapa anterior. El polo celeste se

encuentra en una posición

diametralmente opuesta al de

partida. Uno de los jabalíes (Pisces Austrinus) se

encuentra en el equinoccio de otoño

y el otro (Canis Major) en el

solsticio de invierno pero bajo en el

horizonte.

Es la época en que los bisontes adquieren su imponente protagonismo en el techo. No deja de ser sorprendente que algunos de los que se encuentran al este, y sólo los que se encuentran próximos a la eclíptica, adopten una posición, no de parir, como se ha dicho muchas veces, ni de descanso, como tambien se ha interpretado, sino de enorme esfuerzo ¿Acaso son bisontes trepando? ¿Podemos tener la impresión de que una manada de bisontes tiene la mítica misión de subir por el camino del sol, la luna y los planetas?

¿Qué constelaciones podemos identificar

según esta hipótesis en los policromos de

Altamira?

HERCULES, CORONA BOREALIS Y BOOTES

Posible esquema del “Gran Bisonte” de Altamira. Haciendo una lectura más detenida, podemos

suponer que el astrónomo-pintor de Altamira esta representando el cielo en una época del año

determinada y que algunas figuras se forman con varias constelaciones.

URSAE MAJORIS

La figura que la representa es posiblemente la del “bisonte hembra”, una de las figuras mejor

conservadas de la cueva. Destaca por el ocre rojizo de su cuerpo que en algunas partes ha sido lavado

para dar sensación de volumen.

PERSEUS

El “bisonte que vuelve la cabeza” pudiera ser la Perseo. Tiene grabada en la nuca una de las

“chozas”. Encima de la joroba hay unos símbolos aproximadamente en el mismo lugar donde se sitúa la cabeza de Medusa y la estrella Algol.

PEGASUS

En el gran cuadrado de Pegasus se ha encajado un caballo desde la antigüedad, mejor dicho, medio

caballo. Las estrellas que forman esta constelación se parecen realmente a la parte delantera de un caballo, tambien es muy posible que tambien

formaran sus patas la constelación de Andromeda.

En el cielo hay que imaginar un caballo patas arriba y con el lomo hacia el horizonte. Exactamente en esta posición se encuentra en la cueva (nosotros hemos vuelto la imagen para que lo identifiquéis mejor). Para encontrar sentido en el aparente desorden en que aparecen las figuras en la boveda de Altamira, se tendrian que mirar en la posición que mejor se ven las estrellas: tumbados en el suelo. En esta posición el sentido de la orientación cambia y por tanto la forma de percibir las imagenes es diferente. No existe arriba o abajo, sólo tenemos que esperar y el cielo girará sobre nosotros dándonos aspectos nuevos de las constelaciones.

CANIS MAJORIS

La estrella Alpha Canis Majoris: Sirius, la estrella perro no ha podido pasar desapercibida jamás a ningún hombre que miré las estrellas

ya que es la más brillante del firmamento. La figura del jabalí transmite bien la fuerza y el peligro que se le ha asociado a esta

estrella cuya aparición suscitaba el temor y la veneración.

SAGITTARIUS Y CORONA AUSTRALIS

Los paleolíticos pudieron ver en la Gran Cierva, uno de los animales que cierran la composición, como lo hace en cierta forma Sagittarius con el hemisferio boreal. Su

cabeza triangular puede formarse con las estrellas del arco: Lambda, Delta, Gamma

y Epsilon Sagittarii

Pero lo más sorprendente en esta cierva, en su posible identificación con Sagittarius, es el pequeño bisonte que se encuentra bajo ella, cuya forma circular y su proporción son muy semejantes a los de Corona Australis y ambos: cierva y bisonte, forman un conjunto muy parecido al que forman en mapas posteriores esas dos constelaciones.

La cierva tiene una longitud de 225 cm y según F. Jordà, en los cinco santuarios que podemos encontrar en Altamira, en el tercer santuario el animal-eje fue la cierva. A esa época pertenecerían las figuras grabadas de traza múltiple y estriadas entre las que se incluyen las “chozas”. Para este autor la cierva actual seria un recuerdo de ese anterior santuario que perduró cuando los pintores de los bisontes policromos realizaron el último santuario.

La cierva está surcada por grandes grietas a los cuales no se acopla en absoluto, lo que en cierta forma invalida parcialmente la teoría de que el artista siguiera la forma que le sugerían las protuberancias y grietas a las que sólo se adaptaba cuando la imagen correspondiente no se alteraba sustancialmente o cuando estos accidentes no podían obviarse, como en el caso de los bisontes encogidos.

ORION

Posible esquema del “Bisonte Acéfalo” de Altamira. En esta extraña figura su cabeza no se ha borrado y

nunca fue pintada.

... El arte primero es obra de nómadas. siendo así, asombra que muchas de las cavernas encierren obras del arte prehistórico, desde su comienzo hasta su fin, desde el auriñaciense hasta el azilense.Ya se contemple la Sala de los Jeroglifos de Pech-Merle, con sus figuraciones entrelazadas, o el techo de Altamira, con su vigorosa

secuencia de animales con estrecha relación con símbolos indescifrables, la concepción espacial del arte primero es siempre la misma. No es un caos. Más bien se asemeja al orden de las estrellas

que a lo largo y a lo ancho del espacio infinito despliegan sus relaciones libres y universales.

Sigfried Giedion (Pag: 599 de: EL PRESENTE ETERNO: LOS COMIENZOS DEL ARTE)

Bibliografía Utilizada

Antequera L: Altamira. Astronomía, magia y religión el el paleolítico (En el libro arqueoastronomía Hispana); 2000, Equipo Sirius.

Giedeon S: El presente eterno: Los comienzos del arte; 1981, Alianza Editorial.

Laming-Emperaire A: Lascaux, peintures et gravures; 1964, Voice.

Wyse E: Atlas The Times de arqueología; 1995, RBA.

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